Núm. 13. Madrid 10 de Mayo de 1882(

¥ I S O S

MEDICINA, FARHCIA, CIRUJ1A, VETERINARIA, HIGIENE PÜBL1CA Y CIENCIAS NAJURALES SE PUBLICAN LOS DIAS 10, 20 Y 30.

Cuesta la snscricion en toda E s p a ñ a 5 pesetas, de Enero á Enero, cualquiera que sea la fecha en que se haga, y se entrega ó remite lo publicado hasta el dia en que se e fec túa . D i r í j anse para todo al Direc tor -propie ta r io D. Pablo Fer­nandez Izquierdo, M a d r i d , calle de Pontejos, n ú m . 6, botica. Cada fasc ícu lo de la obra, 2 pesetas á los suscritores al per iódico 3r 4 pesetas á los no suscritores. E s t á en prensa el 5.° y ú l t i m o fasc ícu lo .

D I R E C T O R Y P R O P I E T A R I O

ü . PABLO FERNÁNDEZ IZOÜIERDO.-LICENCIADO EN FARMACIA Y EX DIPUTADO A CÓRTES.

n m o s i r n o s .

A C T U A L I D A D E S

La pertinaz s e q u í a del actual a ñ o nos tiene á los espa­ño les en los umbrales de un oscuro edificio, y si la esca­sez no s e r á genera!, porque en algunas partes ha l lovido poco ó mucho, el hambre a l invierno venidero s e r á el ú n i ­co pat r imonio de las clases desheredadas; de esos des­venturados s é r e s que l l aman humanos porque descienden de hombres, pero que en realidad son en consideraciones a ú n m é n o s que los esclavos y que los animales d o m é s t i ­cos, puesto que ni tiene nadie ob l igac ión de mantenerlos, ni de darles trabajo, n i l imosna .

A un pordiosero que sabe el oficio, no hay que compa­decerle tanto como al jo rna le ro , que el dia que no t raba­j a no come; y en los a ñ o s de escasez, sobre quin tupl icar el precio el pan, se menosprecia el trabajo del bracero, se prescinde del trabajador, y si á esto se agrega que n i se le d á trabajo n i l imosna, que se le cierran todas las puertas, c a l cú l e se lo que nos espera.

Los profesores de la ciencia de cura r vemos estas des­gracias mejor que nadie en los pueblos, y mucho p o d r í a ­mos decir para resolver el pavoroso problema del h a m ­bre; pero han de venir m á s ocasiones que las que d e s e á ­ramos y hacemos punto.

* Sigue preocupando á las clases m é d i c o - f a r m a c é u t i c a s

el proyecto de ley de Sanidad, y en la sección correspon­diente \ amos publicando lo que se ocurre á nuestros sus­cri tores , todo lo que mandamos enseguida á l a Comis ión , de cuyo presidente hemos recibido atenta car ta ofrecien do que nuestras observaciones se t e n d r á n presentes al dar el d i c t á m e n .

E l Colegio de F a r m a c é u t i c o s de Madr id ha presentado una e x p o s i c i ó n , que ha de impresionar á los senadores encargados de dar el d i c t á m e n , y en otro n ú m e r o la pu ­blicaremos.

Hemos recibido 52 grandes p á g i n a s de la i n f o r m a c i ó n pa r l amen ta r i a verificada del 15 al 25 de A b r i l , empezada, por el Sr. Tabeada y concluida por el Sr. Tellez Vicen ; y por m á s que hemos dado un extracto pn n ú m e r o s sucesi­vos, entresacaremos los p á r r a f o s m á s salientes á fin de que nuestros lectores asistan desde su casa á cuanto so­bre este par t i cu la r ocurra .

* * Ha sido agraciado con ¡a cruz de C á r l o s I I I D . Pedro

Oscoz, Médico de Echalar (Navar ra ) .

Desde el dia 10 a l 23 del mes de A b r i l ú l t i m o , han sido inscri tos en los diez registros civiles de esta capi ta l 543 nacimientos y 694 defunciones. La p o b l a c i ó n ha d i sminu i ­do en 151 individuos.

Las enfermedades infecciosas que m a y o r n ú m e r o de v í c t i m a s produjeron, son: la v i rue la , 66; el s a r a m p i ó n y las fiebres intermitentes, 48 cada una, y la difteria, 29; y, las no infecciosas, las de los ó r g a n o s respiratorios, 276, el catarro intest inal , 33, y la a p o p l e g í a , 15.

H a llegado á esta corte el eminente q u í m i c o M r . Hof-man, profesor de la Universidad de Ber l in , a c o m p a ñ a d o de su bella y dis t inguida s e ñ o r a .

A s i s t i r á el cé l eb re q u í m i c o á la c á t e d r a del Sr. L u n a , que de seguro e s t a r á como siempre c o n c u r r i d í s i m a .

* Bajo la presidencia del presidente del Consejo de I n s ­

t r u c c i ó n públ ica , D. V í c t o r Balaguer, ha tenido l uga r l a ses ión inaugura l del c í r cu lo médico Reformista en el Sa­lón de actos púb l i cos de la Facultad de Medicina.

E m p e z ó el Secretario accidental, Sr. Reguer y Sanro-man, leyendo una bien escrita Memor ia dando cuenta de los trabajos llevados á cabo para la cons t i t uc ión del nue­vo c í r cu lo , siendo escuchado con mucho agrado por la numerosa concurrencia que as i s t ió á tan solemne acto.

D e s p u é s el Sr. D. José de Letamendi leyó mag i s t r a l -mente un discurso acerca do ios « O r í g e n e s de 1» nuévsé

194 LOS AVISOS-r-PONTEJOS, 6, MADRID.

doctrina módica individual is ta ó u n i t a r i a » , en el que se desarrollan unos tras otros los g é r m e n e s de la nueva doctrina módica y paulatinamente se los ve crecer, t o ­m a r forma, adquir i r colorido y v ida hasta l legar á cons­t i t u i r el sistema de que es inventor y propagador i n f a t i ­gable el que h á poco l l amó tan jus tamente la a t e n c i ó n en el Ateneo cient í f ico- l i terar io y a r t í s t i c o de M a d r i d con sus renombradas conferencias acerca del «Concep to del h o m b r e » , í n t i m a m e n t e relacionadas con su nueva doc­t r ina filosófica, la cual, seguu dijo el s e ñ o r de Letamendi , «es la r e s t a u r a c i ó n del e s p í r i t u h i p o c r á t i c o , en lo que é s ­te h a tenido de p r á c t i c o y salvador para el pasado y en lo que el progreso rectamente d i r ig ido puede fortalecerle para ensefiorear en'el p o r v e n i r » .

Las i n g e n i o s í s i m a s comparaciones que campean en su discurso, que materializando, por decirlo así , la idea, la graban de un modo permanente en el cerebro del que las escucha, fueron objeto de u n á n i m e s aplausos y de cordia­les manifestaciones que fueron creciendo á medida que el s á b i o profesor desarrollaba su difícil y complicado tema.

Sumamente aplaudida fué la conc lus ión , en la que pa­r e c í a n sa l i r las palabras, por lo muy sentidas, m á s que d é l o s labios, del c o r a z ó n del Sr. Letamendi, siendo fe l i c i ­tado calurosamente por toda l a concurrencia y por el se­ñ o r Balaguer.

Este, como presidente del acto, á la vez que del Conse­j o de I n s t r u c c i ó n púb l i ca , expuso en breves y elocuentes frases su de lec t ac ión por ver tan unidcs para l levar á cabo la gigantesca obra proyectada por el eminente Ca­t e d r á t i c o de P a t o l o g í a general en la ciencia de curar , no só lo á l a mu l t i t ud de profesores, sino t a m b i é n á casi t o ­dos los alumnos de la Facultad de Medicina,, frases que fueron aplaudidas con grande entusiasmo.

Excusamos encomiar la impor tanc ia de la aper tura oficial del Círculo M é d i c o - R e f o r m i s t a .

Se encuentra entre nosotros D . Vicente M u ñ e r a , d i s ­t inguido F a r m a c é u t i c o de Barcelona, que viene á p romo­ver entre los F a r m a c é u t i c o s de Madr id la a d h e s i ó n a l pensamiento de l a Sociedad F a r m a c é u t i c a E s p a ñ o l a , que bajo la gerenciaG. Formiguera y C o m p a ñ í a se ha fun ­dado en Barcelona y de l a que cubrieron los F a r m a c é u ­ticos de aquella capi ta l 1.500 acciones, quedando para los F a r m a c é u t i c o s de toda E s p a ñ a 1.000 acciones.

Desea el Sr. M u ñ e r a reunir á todos los F a r m a c é u t i c o s de M a d r i d para t r a t a r sobre el asunto, y es posible que l a r e u n i ó n se verifique en el Colegio de F a r m a c é u t i c o s de Madr id , de lo que daremos cuenta, a s í como daremos á conocer la sociedad naciente en cuanto dispongamos de m á s espacio.

Celebró su pr imera ses ión o rd inar ia en el s a lón de Grados del Ins t i tu to del Cardenal Cisneros la Sociedad E s p a ñ o l a de Higiene, bajo la presidencia del D r . . M é n d e z A l v a r o . Le ída el acta de la se s ión inaugura l por el secre­tar io Sr. Pulido, fué aprobada.

Inmediatamente se leyeron varias comunicaciones que pasaron á sus secciones correspondientes.

El presidente se l e v a n t ó á encarecer los grandes fines que la sociedad viene á realizar; dió á conocer las socie­dades do Higiene, que en otros p a í s e s hay establecidas; e n c o m i ó su impor tanc ia ó hizo un l l amamiento á todos los s e ñ o r e s socios para que con es t ímulo trabajen. Re­cordó los grandes Módicos doctores Salgado, Isasa, N a -varrete, Casal, Corres, Rivera, Escobar, Casteluoudo,

Piquer, J a ló , G i l , P e ñ a , Lafuente, Morejon y otros m u ­chos.

Hizo la opor tuna r e c o m e n d a c i ó n á todos los s e ñ o r e s sócios de que los discursos sean lo m ó n o s , y m á s las obras, pues desgraciadamente en la m a y o r í a de las so­ciedades ocurre que todas son palabras, y que se pierde el tiempo last imosamente.

Se l e v a n t ó el Sr. Galdo, y d e s p u é s de breves palabras en elogio del s e ñ o r presidente, c o m e n z ó su discurso, b r i ­l lante y elocuente como todos los suyos, sobre las causas de la mor t a l i dad en Madr id , tema que encierra la mayor de las importancias dentro ds la sociedad de higiene.

Dice que en E s p a ñ a solamente se han ocupado los po­deres púb l i cos de la salud en las é p o c a s de a p a r i c i ó n de las grandes epidemias en el presente siglo, y d e s p u é s han acusado quietismo absoluto.

Manifiesta que se da el caso de venderse en p ú b l i c a subasta las ropas que proceden de los enfermos que mue­ren en los hospitales, siendo esto una de las m á s desas­trosas infecciones en la salud.

Expl ica la r a z ó n por q u é hoy es m á s insalubre el c l ima de Madr id , y demuestra que es por la venida á los hospi­tales de l a c ó r t e de un g r a n n ú m e r o de t r a n s e ú n t e s , por los múl t ip l e s medios de c o m u n i c a c i ó n con nosotros.

Otros de los medios que afectan á la salud púb l i ca es l a a c u m u l a c i ó n de viviendas en los ámbi tos ' de M a d r i d .

Hace fal ta saber evidentemente, conocida la cifra de nuestros habitantes y l a superficie de M a d r i d , si h a b r á podido i n f l u i r su aumento en la morta l idad.

Todas estas ideas fueron expuestas con g ran c lar idad y grande elocuencia por el s áb io doctor Galdo, que en muchas ocasiones oyó grandes aplausos de todos los con ­currentes.

E l Sr . M u ñ o z de Luna , aludido por el Sr. Galdo, t o m ó la palabra .

Dijo que los puntos principales de d i scus ión eran: 1. ° Condiciones de M a d r i d , 2. ° Condiciones de l a capacidad en que v iv imos .

Estas son las dos conclusiones que m a n i f e s t ó deben ser estudiadas preferentemente.

Dijo que á él se d e b í a l a clausura del canal ; que las emanaciones amoniacales que se desprenden de m i l me­dios que rodean al individuo, son una de las causas que m á s perturba la salud púb l i ca .

Acabó su discurso con el b e n e p l á c i t o de todos y con grandes aplausos.

Se l e v a n t ó la s e s ión d e s p u é s de haberse propuesto el nombramiento de una comis ión que estudie la expos ic ión p e d a g ó g i c a y tome parte eti el Congreso, compuesta de los Sres. Galdo, Tolosa La tour , Guijano y Benavente, B e l m á s (arquitecto), G u t i é r r e z de Velasco y Osío .

El Sr. Gu t i é r r ez de Velasco man i f e s tó que las escuelas p ú b l i c a s deben ser asunto de preferente a t e n c i ó n por parte de la sociedad, é igual o b s e r v a c i ó n hizo el doctor venezolano Sr. Osio.

Debemos hacer constar que la ses ión de ayer ha sido puramente para anunciar muchas de las cuestiones de que han de ocuparse.

* * Hemos recibido el pr imer n ú m e r o de L a Revista M é d i ­

ca vasco-navarra , ó r g a n o oficial de la Academia de Cien­cias m é d i c a s de V i t o r i a , per iód ico de Medicina, Ciruj ía , Farmacia , Vete r inar ia y Ciencias, dedicado especialmen­te á los profesores de las mismas en las Provincias V a s ­congadas, Nava r r a y l imí t ro fes , d i r ig ida por el conocido Médico y Subdelegado Dr . D. R a m ó n Apra iz .

LOS AVISOS.-PONTEJOS, 6. MADRID. r

Se p u b l i c a r á los dias 1.° y 15 de cada mes, y remite un n ú m e r o gratis á todo el que le pida.

El que conozca la capacida,d c ien t í f ica del Sr. Apraiz , su actividad incansable y su c a r i ñ o á los profesores, no ha de dudar sobre el mér i to de esta pub l i cac ión , que es­peramos se consolide en aquella r eg ión y que extienda su esfera á toda E s p a ñ a , porque en todas partes hay entu­siastas del que trabaja por el bien de todos y cada uno, y el Sr. Apra iz es un obrero intel igente, l ibre , infat igable y s a b r á mantener y aumentar el afecto que ya le tienen los c o m p a ñ e r o s que le conocen.

Subdelegacion de Farmacia de Cienfuegos y su ju r i s ­dicción (Isla de Cuba).—Aviso á los jóvenes F a r m a c é u t i c o s . E n esta extensa subdelegacion de Farmac ia exis ten tres pueblos, en los cuales se desea establecer una oficina de Farmacia , por la importancia de su pob lac ión y vasto t e r r i t o r i o . El joven F a r m a c é u t i c o t e n d r á p r o t e c c i ó n siem­pre que r e ú n a las condiciones de mora l idad , inteligencia^ y sea laborioso, justificando estas condiciones con ser recomendado por el s eño r doctor en Fa rmac i a D. Gabrie l de l a Puerta, c a t e d r á t i c o de la Facultad, calle de V a l v e r -de, n ú m . 44, Madr id ;

Cienfuegos 4 de A b r i l de 1882.—El Subdelegado, doc­tor Rafael Figaeroa.

* * Presidida por el Sr. Méndez Alvaro se verif icó en l a

Academia de Medicina, la r ecepc ión solemne y oficial del Dr . D . Juan Creus y Manso.

E l nuevo a c a d é m i c o leyó un no t ab i l í s imo discurso, en el que, d e s p u é s dé dedicar un respetuoso recuerdo á su antecesor Dr . Toca, d e s a r r o l l ó el tema «Superf ic ies de las cavidades c e r r a d a s » , justificando con este trabajo la fama de su nombre y lo acertado de su e lecc ión .

Bajo el punto de vista c ient í f ico, el discurso del s e ñ o r Creus, verdadero modelo en su g é n e r o , ha merecido los mayores elogios de cuantos lo han escuchado, y puede figurar dignamente entre los m á s notables de los leídos en la docta Academia. En la parte l i t e ra r ia , que el vulgo cree r e ñ i d a con los conocimientos c ien t í f icos , sól idos y profundos, el nuevo a c a d é m i c o ha demostrado con su d i scurso 'me las letras tienen en él un representante de mucha val ía , que sabe revestir de las formas m á s ga la ­nas los asuntos m á s á r i d o s .

L a r ecepc ión , en suma, fué una solemnidad que difí­ci lmente p o d r á n olvidar cuantos tuvieron la fortuna de presenciarla, y motivo de leg í t imo orgul lo para los h o m ­bres de ciencia, que ven en el Sr. Creus un profundo co­nocedor de la me t icina q u i r ú r g i c a y un maestro h a b i l í ­s imo.

C o n t e s t ó a l Sr. Creus, en nombre de la Academia, en otro discurso no m é n o s notable, el Dr. Calvo y M a r t i n .

Ambos fueron muy aplaudidos por el púb l i co numero­so é intel igente que a s i s t i ó al acto.

* * *

I N F O R M A C I O N sobre el proyecto de ley de Sanidad presentado por el

Gobierno a l Senado. Observaciones.—Funcionando las Subdelegaciones á

las ó rdenes de los Alcaldes, ¿,qué medios concede la ley á los Médicos para hacerles cumpl i r los preceptos h i g i é n i " eos, cuando é s to s no atiendan á sus observaciones?

¿Por q u é no se obliga á los Ayuntamientos al recono-c imieo tó mic roscóp ico de las carnes de cerdo, cuyo ser­vicio no se practica en la inmensa m a y o r í a de los pueblos de la nac ión?

¿Se les obliga k los Municipios á consignar y pagar re­ligiosamente los sueldos que la nueva ley concede á los Subdelegados?

Apar te de que es notoriamente injusto que los que l le ­ven 10, 15 ó m á s a ñ o s de t i tulares, sean desde luógo i n ­cluidos en el e sca la fón , y no los que tienen la desgracia de ser m á s j ó v e n e s , pero que son ti tulares con arreglo á Ia leyi y tan Licenciados ó Doctores como aqué l lo s , y

aparte de que el nuevo examen es una ofensa pract icaron en su carrera , se nos ocurre pregun'

1. ° Más de 100.000 poblaciones, que sólo c u e n ' ' ^ ¿ j f m o t P el Médico t i tu la r , ¿ h a n de quedarse h u é r f a n a s de su aN»*£^ tencia todo el tiempo que duren ó quieran hacer dura r á los pretendidos e x á m e n e s ?

2. ° ¿Quién sufraga los gastos de viaje y estancia en Madr id a t a n t í s i m o s t i tulares que apenas si pueden aten­der á sus m á s imperiosas necesidades con la exigua pa­ga que disfrutan, y los m á s sólo en el nombre?

Q u i s i é r a m o s que la prensa m é d i c a l lamara sobre pun­tos tan interesantes su a t e n c i ó n , y que la Comis ión de Senadores que ha de in formar sobre el proyecto de ley de Sanidad se inspirase en los sentimientos de la m á s estr ic ta equidad y just icia .—Sierra de Yeguas 23 de Abri l .—José Cosano.

* * Soria y Mayo 3 de 1882.—Sr. D . Pablo Fernandez I z ­

quierdo.—Muy s e ñ o r mió y apreciable comprofesor: De­firiendo á las indicaciones hechas por V . en el per iód ico profesional de su digna d i r ecc ión , t i tulado Los Avisos, me he de pe rmi t i r formular algunas observaciones sobre la nueva ley (en proyecto), de Sanidad c i v i l , las cuales d e s e a r í a hiciese l l e g a r á poder de la Comis ión nombrada en el Senado para emit i r d i c t á m e n sobre la misma.

En p r imer t é r m i n o , encuentro en la dicha ley digno de censura el e sp í r i t u esencialmente exclusivista que la i n ­forma, dando preferencia en todo y r e s e r v á n d o s e en ab­soluto los cargos de mayor c a t e g o r í a y c o n s i d e r a c i ó n para los profesares de Medicina y Cirujía.

S e g ú n mi humilde op in ión , aqué l los debieran d i a t r i ­buirse por igual é indiferentemente; all í donde el pres i ­dente de la de l egac ión p rov inc ia l fuere Médico, ocupase la Secretaria un F a r m a c é u t i c o , y donde é s t e d e s e m p e ñ a ­se la presidencia, lo hiciera del cargo de Secretario un profesor de Medicina.

Esto s e r í a lo jus to y lo equitat ivo. Es un error ó una mala imeligencia creer y sentar el

pr incipio de que las cuestiones h i g i é n i c o - s a n i t a n a s son de la exclusiva competencia del Médico .

Demasiado sabe V . y sabe todo el mundo, no d e b i é n ­dolo ignora r el autor de la ley, que hoy la ciencia q u í m i ­ca es casi la llave principal de la higiene, y que los cono-c i m i e n í o s qu ímicos (sin que esto envuelva censura ni ofensa para nadie), por la í ndo le especial de sus estudios, suele poseerlos en m á s alto grado el F a r m a c é u t i c o que el Méd ico .

Ocurre muy frecuentemente analizar las aguas de que se surte una pob lac ión , las leches, los alimentos y d e m á s a r t í c u l o s de consumos, el aire de ciertos locales donde se r e ú n e mucha gente, como talleres, hospicios, hospitales, e t c é t e r a , etc., y todas estas operaciones, que son la base fundamental de una buena higiene púb l i ca , las real iza, por regla general, ¿quién? el F a r m a c é u t i c o .

Los aná l i s i s de todas las aguas minerales ¿por q u i é n e s t á n practicadas? V é a n s e las firmas que autor izan tan notables cuanto sorprendentes trabajos.

Y pasemos á otro punto. El excluir á los F a r m a c é u t i c o s de los beneficios de

pens ión á sus famil ias en casos de epidemias, lo conside­ro igualmente inconveniente y expuesto á graves com­plicaciones, pues bien pudiera suceder que los individuos correspondientes á esta respetable clase, mirando en p r i ­mer t é r m i n o por su propia c o n s e r v a c i ó n y por la de los que le rodean, al verse desamparados por la i ng ra t i t ud de la ley, buscaran puerto seguro de s a l v a c i ó n dejando a l Médico sin armas para defenderse en la cruenta l ucha entablada contra el te r r ib le azote.

En cues t ión de jubilaciones y c e s a n t í a s , profeso el sa­no principio de que debe haber para iodos ó para ninguno (mejor para ninguno); pero de ex i s t i r é s t a s y por lo que respecta al nuevo cuerpo de Sanidad c iv i l , d e b e r í a n o m ­brarse una j u n t a clasificadora en un todo igual á la de las clases pasivas ya existentes.

Lo del sello en los medicamentos especiales que se ex­pendan, lo juzgo una ex t ra l imi tac ion de atribuciones que vu lnera derechos adquiridos á la sombra de un ijUulo p r o ­fesional, el cual dice que -taquél que le posea, p o d r á ejer­cer libremente su f acu l t ad» , sin trabas, como la que supo­ne el mencionado impuesto.

Y ya que e l Estado, al e x p e d í r n o s l o , nada nos d á , e c h á n d o n o s á vo la r por esos mundos de Dios, á riesgo y ventura, que siquiera no nos merme lo que á fuerza de

196 LOS AVISOS.—PONTEJOS, a, M A D R I D .

trabajos y desvelos constituye el fruto do un í m p r o b o t r a ­bajo.

Por ú l i imo , en el cap í tu lo referente á epidemias, y co­mo una de las mayores calamidades públicas, pudieran incluirse los intrusos en ambas Facultades, para t r a t a r ­los y combatirlos como se combaten a q u é l l a s .

Ñ o quiero molestar m á s su a t enc ión ni la de los lecto­res de Los Avisos, pues en esta clase de asuntos tanto hay que decir, que corre la p luma f á c i l m e n t e .

Dándo le , pues, gracias por su excesiva bondad, se r e ­pite suyo afec t í s imo seguro servidor y c o m p a ñ e r o , Doc­tor en Farmacia, Bonifacio Mon je .

*** Sr. D. Pablo Fernandez Izquierdo.—Muy s e ñ o r m ío y

estimado amigo: Doy á V . un mi l lón de gracias por l a jus ta defensa que en su i lustrado per iódico hace de los Médicos y Cirujanos puros, con motivo del planteamiento de la nueva ley de Sanidad.

Verdaderamente que s e r í a una omis ión muy general la que hiciera la Comis ión a l dejar en tan completo o l v i ­do, como el autor, á tan b e n e m é r i t a clase, h a l l á n d o s e compuesta, entre otros individuos, de C a t e d r á t i c o s y Médicos , como el Sr. Alonso y Rubio, quien exp l icó en plena c á t e d r a un curso completo de enfermedades de m u ­jeres y n iños , mater ias pura y esencialmente m é d i c a s , á los Cirujanos de segunda clase como yo; y e n t ó n c e s ¿de qué van á servir nuestros t í tu los y 36 a ñ o s de p r á c t i c a y ejercicio en la Facultad?

¡T r i s t e suerte la de estos ancianos y desvalidos p r o ­fesores!

S í r v a s e dar cabida, si lo cree conveniente, en su i l u s ­trado pe r iód ico , á estas ma l trazadas l í n e a s , por lo que le q u e d a r á agradecido su a fec t í s imo amigo seguro s e r v i ­dor q. b. s. m, , el Cirujano t i t u l a r de esta vi l la , M i g u e l P é r e z y Manso.

Oropesa y Mayo 5 de 1882. En g rac iado los muchos a ñ o s de p r á c t i c a , se les de­

biera conceder sin m á s pruebas el t í t u lo de Módicos ha­bil i tados.

CONGRESO MÉDICO DE S E V I L L A . Sesión del 14 de A b r i l .

Abie r ta la ses ión á las doce y m e d í a por el s e ñ o r Pre­sidente, se dió lectura al acta de la anter ior .

Se dió principio por los trabajos pendientes de la se­s ión anterior , dando lectura á una memoria del D r . Ser­vice sobre el t ra tamieato local del eczema.

Dicho s e ñ o r hizo una e x p o s i c i ó n detallada de todos los s í n t o m a s que caracterizan la les ión. Expuso los m é ­todos de t ra tamiento m á s coavenientes, pr incipalmente espolvorear la parte con polvos astringentes, como a l m i ­dón, licopodio, óxido de zinc, etc. Recomendando las vendas de goma e l á s t i ca en el eczema de las piernas, p r o ­curando no hacer aplicaciones l í qu idas en las partes cu ­biertas de vello.

E l Sr. Sota fel ici tó a l anter ior por su br i l l an te memo­r ia y ser un representante sincero de la escuela de rma­to lóg ica germano inglesa.

Expuso el or igen de dicha escuela, con l a s d i s t i n t a s vicisitudes porque h a b í a atravesado. Puso de manifiesto un ejemplo p r á c t i c o con la vi ruela , que pr imero era m a n . cha, l uégo una p á p u l a , luógo una v e s í c u l a , m á s tarde p ú s t u l a , y por ú l t imo en algunos casos se convier te en ú l ­cera, y que esta escuela no q u e r í a atender m á s que á la afección local .

E l Dr . Sota leyó una memor ia sobre el t ra tamiento local del eczema, exponiendo las ideas que animaban á los distintos d e r m a t ó l o g o s respecto á esta a f e c c i ó n .

Concretando el tema m a n i f e s t ó que en el agudo debe

desecharse el tra!amiento activo y los l íquidos de todas clases.

P r e s e n t ó un caso agudo de su p r á c t i c a , con g r a n i n ­flamación, en la que sólo empleó los polvos de a l m i d ó n y la co locac ión de la parte en condiciones favorables al re torno de la sangre. En el segundo per íodo, cuando ha usado las cataplasmas, ha notado g ran olor, empleando só lo el aceite de cade, mezclado con el de almendras dulces, lavando la parte con l íqu idos astringentes, cuan­do empiezan á reblandecerse las costras. E n el tercer periodo de d e s c a m a c i ó n debe usarse de un modo rudo, siendo en el mayor n ú m e r o de casos la r e p r o d u c c i ó n i m ­posible en los pr imeros tiempos. Empleando vejigas de hielo cuando la e x c i t a c i ó n es insostenible: las pomadas sulfurosas perjudican en todas las variedades. E l de l a cara exige á veces un t ra tamiento activo como el de c lo­r u r o de zinc.

Es conveniente el t ra tamiento local ; en el agudo el t ra tamiento activo es perjudicial , el aceite de cade y a l ­mendras dulces conviene para reblandecer las costras; cuando desaparece la inf i l t rac ión las lociones del mismo aceite son ventajosas; el cubr i r la parte con vendas de c a u t c h ó u c impide en muchos casos la nueva a p a r i c i ó n de la a fecc ión .

E l D r . Manzaneque m a n i f e s t ó estar conforme con las ideas del Sr. Sota.

E l Sr. Sota dió las gracias al anterior . El secretario, Sr. Buisen, dió lectura á una Memor ia

del Sr. S u b i r á sobre el mismo tema que la anterior , por hallarse ausente el autor .

E l Dr . Roda dió lectura á una Memoria sobre la p r o f i ­laxis de las enfermedades infecciosas. Mani fes tó que, s i bien era verdad que no pod ía evitarse en un todo la fa l ta de los preceptos h i g i é n i c o s , respecto á l a entrada de per­sonas infectadas en los grandes centros, sobre todo d u ­rante las é p o c a s de epidemia, p o d r í a evitarse dictando las reglas que creia m á s conveniente para preveni r la , confiando la v ig i l anc ia en los puertos á una comis ión de méd icos higienistas. T e r m i n ó animando á los m é d i c o s á que inf luyan cerca de las autoridades, con objeto de que dediquen todo el t iempo posible á l a vigi lancia de los preceptos h ig ién icos .

E l Sr . Buison c o n t e s t ó en breves palabras a l anter ior , manifestando que la venta de las ropas de los que m u e ­ren en los hospitales, sin ser á n t e s desinfectadas, era u n g ran medio de p r o p a g a c i ó n d é l a s enfermedades.

E l Dr . M a c é leyó una memoria escrita en f r a n c é s so­bre la cura de la sífilis por las aguas termales.

El Dr. I lo r io leyó una memoria sobre el estudio de las aguas naturales azoadas. Mani fes tó la conveniencia de trasladar a l campo á los individuos que habi tan en las ciudades, prefiriendo las aguas de Arechavaleta, Santa Agueda, etc., en E s p a ñ a , creyendo que las estaciones co­locadas á al turas de 1.000 ó 1.500 metros, era necesario recomendarlas con p r e c a u c i ó n á los enfermos.

Indicó t a m b i é n las aguas minerales m á s convenientes en la anemia y estados escrofulosos. Cuando exis tan i n ­fartos permanentes ó indurados, las aguas ioduradas salinas.

Que la forma e r ó t i c a de la tuberculosis exige las aguas m é n o s excitantes y las de forma t ó r p i d a las m á s exc i ­tantes.

Conc luyó manifestando que no ejercen acc ión alguna en las formas ya manifestadas. \

El Dr . Cazaux leyó una memoria sobre las aguas m á s corrientes en el t ra tamiento de la t isis . Empezó manifes­tando la é p o c a en que a p a r e c i ó el dualismo en la tisis por Bernard, m á s tarde por W i c h w . Expl icó de un modo ge-

LOS AVISOS.-PONTEJOS, 6, MADRID. 197

neral l a manera ele obrar de las aguas minerales, s e g ú n los diversos pe r íodos en que se encuentra el padecimien­to. Conc luyó manifestando que si se quiere creer en una acc ión directa sobre el t ubé rcu lo se notan al ivio de los s í n t o m a s y en algunas curaciones.

M u ñ o z Barreda pidió la palabra, manifestando que es­tas aguas l lenan sus indicaciones; no pudiendo decidirse por n inguna, cree que es necesario adiv inar c u á n d o se va á presentar el t u b é r c u l o , siendo es té el caso en que se ha l l an indicadas.

E l Sr. Robert expuso que continuaba siendo dualista, y en el caso de mudar de op in ión , s e r á para dividi r a ú n m á s las t e o r í a s del t u b é r c u l o . Mani fes tó que las ideas de Pidoux eran exageradas respecto á las incompat ib i l ida­des morbosas, y que deseaba reducir a l g ú n tanto el v a ­lor de las aguas minerales en el t ra tamiento de l a tuber­culosis.

El Sr. Manzaneque man i f e s tó que era par t idar io deci­dido del dualismo de 1%. tisis; desde el t í s ico herencia has­ta el t í s ico accidental como le l l ama Pidoux, los que se reconocen en la c l ín ica f ác i lmen te , creyendo indicadas las aguas sulfurosas en general por su e s t i m u l a c i ó n y acc ión p a t o g é n i c a sobre los pulmones. Respecto ai uso pr imero de unas aguas sobre otras, no cree que tengan indicaciones.

E l Sr. Cazaux, rectificando, dijo: que cada t í s ico toma un c a r á c t e r par t i cu la r var iando hasta el inf in i to ; pero que á pesar de esto cree en la unidad del t u b é r c u l o como les ión a n a t ó m i c a . Respecto á las ventajas de las aguas minerales man i f e s tó que cuando se dedicó á la especiali­dad tampoco tenia fé en ellas; pero que en v is ta de los resultados obtenidos h a b í a convenido en que se curaban muchos enfermos. Que aunque la tisis depende de la es­crófula , sífilis,, reuma, hasta del herpetismo, impor t a po­co el o r igen de la enfermedad, naciendo la ind icac ión ter­m a l de un conjunto de s í n t o m a s .

El Dr . Novella p r e s e n t ó una Memor ia sobre las cau­sas de la excesiva morta l idad en los n i ñ o s en las grandes ciudades. Dicha c o m u n i c a c i ó n se hal la l lena de n u m e r o ­sos datos muy curiosos, relativos á las enfermedades que con tan ta frecuencia se presentan en l a p r imera edad, recordando los medios h ig i én icos m á s convenientes para prevenirlos.

E l Sr. T u ñ o n dijo: Que no se levantaba para objetar la bella y erudi ta

M e m o r i a del Sr. Novel la , sino para s e ñ a l a r una de las causas que en su op in ión t e n í a n m á s in í luenc ia en la morta l idad de la pr imera infancia, y que, p r ó x i m o á ter­minarse el debate sobre problema tan interesante, ve í a con sentimiento que no se h a b í a indicado. Af i rma , que si grande es la morta l idad de los n i ñ o s en las grandes po­blaciones de Europa, es mayor en E s p a ñ a , y m á s a ú n en Sevil la , donde s e g ú n una e s t a d í s t i c a formada por é!, de los a ñ o s 71 á 75 arroja una cifra mayor del 50 por 100 de muertos de uno á siete a ñ o s , atribuyendo esta cifra tan elevada á la falta de conocimientos h ig ién icos en la m a ­dre de famil ia .

En nuestra sociedad, dijo, se educa á la mujer, m á s para lo br i l lante que para lo út i l ; a s í es que la madre se encuentra d e s p u é s sin las nociones precisas, ya para d i ­r i g i r la lactancia y d e m á s cuidados que el pequeño nece­sita para dotarlo de un organismo fuerte y robusto, ya para prestarle los pr imeros auxilios en sus enfermeda­des; y c o n c l u y ó excitando el celo de los miembros de la Sociedad filspañola de Higiene para que lleven la ges t ión á las esferas del Gobierno y se obligue en las escuelas de ambos sexos al estudio de la higiene.

E l Sr. Pizarro man i f e s tó la necesidad de fijarse en

tres causas: la p r imera los nacimientos i l eg í t imos , pues la mujer que falta á sus deberes procura destruir el nne vo sé r : la segunda causa es el que se mandan estos n i ñ o s á las casas de crianza, como la Casa cuna, donde la m o r -taliriad es considerable, h a b i é n d o s e propuesto en la veci­na R e p ú b l i c a unas casas l lamadas v a q u e r í a s de la infan­cia, bajo la i n specc ión de los Méd icos ; la ú l t i m a causa es la ignorancia , que por m á s que las madres quieran pre­venir á sus hijos de todos los males, no saben c ó m o r e ­mediarlos. L a sociedad francesa de higiene ha publicado un folleto, que él ha tenido la honra de t raducir , lleno de saludables consejos, y t e rmina haciendo votos para que se forme en esta ciudad una sociedad de higiene.

E l secretario Sr. Lasso pidió Ja palabra, manifestando que todos los medios expuestos son casi irrealizables, ne­c e s i t á n d o s e que la humanidad se encuentre instruida, y esto no se e fec túa en un momento , c o n g r a t u l á n d o s e de que se t ra ten estas cuestiones por hombres de ciencia.

E l Sr. Novel la rec t i f icó en breves palabras. E l Dr . Blanco p r e s e n t ó tres casos de c u r a c i ó n del t é t a ­

no por inyecciones intravenosas. Refiere dicho autor tres casos de su p r á c t i c a , de heridos, en los que se p r e s e n t ó el t é t a n o , siendo t ra tado por inyecciones intravenosas de d o r a l , notando desde los p r imeros dias un a l iv io g r a ­dual . Expuso la t e o r í a que cree m á s conveniente acerca de l a naturaleza del m a l . Expuso asimismo el modo de obrar del agente t e r a p é u t i c o .

E l Dr . Osio m a n i f e s t ó que e x i s t í a n grandes inconve­nientes en las inyecciones intravenosas , y si bien puede aceptarse en este padecimiento, casi siempre m o r t a l , no debe abusarse de esta i n y e c c i ó n .

E l Sr. Blanco m a n i f e s t ó que p re fe r í a este modo de i n ­y e c c i ó n , porque en enema produce grandes inconvenien­tes el mover tan sólo estos enfermos, y que p r a c t i c á n d o ­lo con cuidado y con c á n u l a de oro l a rga y flexible, no h a b í a el peligro de que penetrase el aire en el in te r ior del vaso.

El secretario Sr. Buisen dió lectura á una memoria del Dr . Carreras sobre ¿cuá l es el modo m á s sencillo y exacto para la d e t e r m i n a c i ó n del daltonismo?

* E L B A N Q U E T E .

En la noche del s á b a d o tuvo l uga r en los espaciosos salones altos del Cafó Suizo el banquete organizado en honor de los miembros del Congreso. El local , convenien­temente dispuesto, o f rec ía un buen golpe de vista , con­tr ibuyendo á que resal tara l a elegancia y explendidez que se notaba hasta en los detalles m á s insignificantes, l a profusa i l uminac ión del s a lón . Las mesas c o n t e n í a n cuan­to pudiera ex ig i r el gusto del g a s t r ó n o m o m á s exigente, todo colocado y dispuesto con verdadera elegancia.

Dos largas mesas ocupaban todo el extenso sa lón . En los sitios preferentes de la p r imera , t omaron asiento los s e ñ o r e s alcalde de Sevil la , presidente honorar io del Con­greso; el Sr. Rivera y Ramos, Director de la Escuela de Medicina de esta ciudad y presidente del Congreso; el Doctor D . Federico Rubio; M . V e r n u i l , profesor de la Facultad de Medicina de P a r í s ; Doctor D . R a m ó n de la Sota, M . P o u s s i é . La presidencia de la o t r a mesa la ocu­paron los Sres. Gallardo y Castro, alcalde accidental de Sevilla; el concejal Sr. Carmena y Ramos, i lustrado j u r i s ­consulto; el Dr. Gómez Torres , C a t e d r á t i c o de la Facu l ­tad de Medicina fle Madr id , y el Dr . Robert, de Barcelona.

Llegado el momento de los br indis , los inició el s e ñ o r alcalde, el cual, con sentidas y expresivas frases, b r i n d ó por el Congreso méd ico de Sevilla, por el pueblo sevi l la­no y por los Médicos nacionales y extranjeros que han

198 LOS AVISOS.—PONTKJÜ3, 6, MADRID.

tomado parte en las tareas á que la Asamblea se ha con­sagrado.

A l s e ñ o r alcalde s igu ió en el uso de la palabra el Doc­tor Rubio, pronunciando una br i l lante i m p r o v i s a c i ó n que le va l ió nutr idos aplausos. B r i n d ó por el Ayun tamien to de Sevilla y por todos los miembros del Congreso. El se­ñ o r Rivera y Ramos leyó un telegrama del Dr . Revueltas, in ic iador del p r imer Congreso Médico Andaluz, en el que el i lustrado profesor de Jerez felicitaba á los individuos de la ú l t i m a Asamblea y á las corporaciones que se ha l la ­ban representadas en el banquete. Terminada la lectura b r i n d ó el Sr. Rivera por el Congreso, la civi l ización y la ciencia en nombre del Dr. Revueltas; brindando luégo d i ­cho s e ñ o r por el Congreso, por el Ayuntamiento y por la prensa, á l a que ded icó entusiastas frases. Seguidamente b r i n d ó en nombre del M i n i s t r o de Fomento y del Director general de I n s t r u c c i ó n p ú b l i c a el Dr . Gómez Torres, pronunciando un notable discurso, que fué muy aplaudi­do, s i g u i é n d o l e s en el uso de la palabra los Sres. San M a r t i n (D. Alejandro), Oviedo y Valenzuela.

Aludido por el s e ñ o r alcalde e l concejal del A y u n t a ­miento de Sevilla, Sr. Carmona y Ramos, l e v a n t ó s e á br indar , pronunciando un be l l í s imo discurso, notable co­mo todos los de tan dist inguido orador.

Inmediatamente d e s p u é s b r i n d ó M r . Ve rnu i l , el cual p r o n u n c i ó un magn í f i co discurso. Si los Pirineos, dijo, separan materialmente a l pueblo f r a n c é s del e s p a ñ o l , sus corazones en cambio e s t á n unidos, y ambos son her­manos. E v o c ó diferentes recuerdos gloriosos de la revo­luc ión francesa y e x c u s ó su g ra t i tud h á c i a E s p a ñ a , y muy par t icularmente h á c i a Sevilla, por las distinciones que les han merecido los profesores extranjeros. E l representan­te de la prensa m é d i c a de P a r í s y el Dr . Coca, hicieron uso de l a palabra inmediatamente d e s p u é s .

E l Dr . Rober t , en un be l l í s imo discurso, b r i n d ó luégo por la ciencia, la cual, dijo, no tiene patr ia , y d i r ig ió ca­riñosas y elocuentes frases á los profesores m é d i c o s de E s p a ñ a y el extranjero.

L a profunda palabra del Sr. Rubio volvió á dejarse o í r . E l s áb io profesor p r o n u n c i ó un magníf ico discurso que fué sumamente aplaudido. La re l ig ión del Médico , d i ­j o , es la verdad. Se l a m e n t ó del abandono en que se t ie­ne á la Medicina y á sus ministros en E s p a ñ a . D e s p u é s de consignar que la ciencia m é d i c a comenzaba á despertar del profundo letargo en que y a c í a en nuestro p a í s , expu­so su creencia de que no se h a r á esperar el d ía en que se coloque a l nivel que ha alcanzado en otras naciones cu l ­tas de Europa.

E l Sr. Gallardo, en una breve y br i l lan te improv i sa ­c ión , b r i n d ó en nombre del Ayuntamiento por el Dr . R u ­bio y por todos los s e ñ o r e s que le h a b í a n precedido en el uso de la palabra, a ñ a d i e n d o que si con anter ior idad no se h a b í a levantado á hablar en nombre del pueblo de Se­v i l l a y á br indar por él , era porque no se consideraba digno de representarlo. A l Sr. Gallardo, cuyo discurso fué muy aplaudido, siguieron, en el uso de la palabra, los doctores Pouss ió , de P a r í s , y La Sota.

A d e m á s br indaron otros muchos, no s i éndonos posi ­ble dar cuenta de sus improvisaciones por carecer de es­pacio para ello.

E l banquete t e r m i n ó cerca de l a u n a de la madrugada, á cuj a hora se separaron los concurrentes á ól, conven­cidos de que j a m á s p o d r á n bo r r a r de su memoria el r e ­cuerdo de tan solemne y agradable fiesta.

AVISOS O F I C Í A L E S MINISTERIO DE LA. GOBERNACION.

Real orden.

Remit ido á informe de la Sección de G o b e r n a c i ó n del Consejo de Estado el expediente promovido por D, F r an ­cisco Polo contra la providencia de ese Gobierno, impo­n iéndo le una mul t a de 125 pesetas por haber ejercido sin t i tu lo actos propios de la profes ión de veter inar ia , dicha Secc ión , en 24 de Febrero ú l t i m o , ha emitido el siguiente d i c t á m e n :

« E x c r a o . Sr.: L a Secc ión ha examinado el adjunto ex­pediente promovido por D. Francisco Polo contra l a pro­videncia del Gobernador de Lugo^que por haber ejercido sin t í t u l o actos propios de la profes ión da veter inaria , le impuso una mul t a de 125 pesetas (50 escudos), y le aper­cibió de que, en caso de reincidencia, s e r í a entregado á los tr ibunales.

E l Gobernador fundó su providencia en que la real c é d u l a de 10 de Diciembre de 1828, y las reales ó r d e n e s de 23 de Noviembre y 2 de A b r i l de 1845, 17 de Febrero de 1846, 7 de Enero de 1847, 20 de Mayo de 1854, 5 de Setiem­bre de 1857 y 19 de Diciembre de 1867, le autor iza para apl icar dicha mul t a á los intrusos en la ciencia de curar.

E l recurrente alega que tales disposiciones han sido derogadas por los a r t í c u l o s 343 y 591 del Código penal, que castiga las usurpaciones de t í tu los y los actos profe­sionales efectuados sin dicho requisito; y pide por tanto que se deje sin efecto la providencia apelada, y que se r e ­mi ta el tanto de culpa á los t r ibunales.

A l examinar la Secc ión este asunto, observa que las disposiciones citadas por el Gobernador se refieren á las personas que, sin t í tu los suficientes, ejercen las facul ta­des de Medicina, Ciruj ía y Farmacia y sus artes aux i l i a ­res; pero no á las que pract ican actos propios de la pro­fesión de Ve te r ina r ia , que no forma oficialmente parte integrante de a q u é l l a s .

Por esta circunstancia, y prescindiendo de la cues t ión promovida acerca de si tales disposiciones e s t á n ó no v i ­gentes en v i r t ud de lo prevenido en los a r t í c u l o s 343 y 591 del Código pena), entiende la Sección que no tienen ap l i ­cac ión exacta al caso que se consulta las pr imeras dis­posiciones.

Atendida esta c o n s i d e r a c i ó n , y dado que no haya ley especial que castigue las intrusiones en el ejercicio de la profesión de Veter inar ia , es indudable que los actos de esta especie caen dentro de la s a n c i ó n del Código men -clonado, con arreglo á lo prevenido en su a r t í c u l o 7.°, y debe, por consecuencia, quedar expedita la acc ión de los tribunales de jus t ic ia para castigarlos y r ep r imi r los :

Opina, en su v i r t u d , la Sección que se debe dejar sin efecto la providencia apelada, y r emi t i r el tanto de culpa al juzgado correspondiente á los efectos que procedan.

Y hab i éndose conformado S. M . el Rey (Q. D . G.) con el preinserto d i c t á m e n , se ha dignado resolver como en el mismo se propone.

De real ó rden lo digo á V . S, para su conocimienl • y efectos consiguientes. Dios guarde á V , S. mucho?; a n s. Madr id 30 de Marzo de 1882.—González.—Sr. Gobernador de la provincia de Lugo .

LOS AVISOS.—PONTEJGS, 6, MADRID. 199

T R I B U N A L SUPREMO DE JUSTICIA.

Sentencia de la Sala segunda.

En la v i l l a y c ó r t e de Madr id , á 23 de Diciembre de 1881, en el recurso de c a s a c i ó n por in f racc ión de ley que ante N ó s pende, interpuesto por D . Benito Manuel V i c i o ­so y T r i g o , contra la sentencia pronunciada por la Sala de lo c r i m i n a l de la Audiencia de Zaragoza en causa por expendicion de medicamentos sin f ó r m u l a :

Resultando que en causa procedente del Juzgado de Daroca sobre aborto frustrado, se a c o r d ó en defini t iva se dedujera el opor tuno testimonio, tanto de culpa en lo r e ­la t ivo á haberse adquirido en la Fa rmac ia de D . Benito Vicioso, de l a ciudad de Calatayud, los abortivos em­pleados:

Resultando que en la nueva causa aparece probado que en ausencia del D. Benito y por la circunstancia de haberse dejado olvidadas las llaves del a r m a r i o donde guardaba los medicamentos m á s e n é r g i c o s , su depen­diente Ignacio Mata , c r e y é n d o l a extendida por un Módico, d e s p a c h ó una f ó r m u l a firmada por Vicente Galvez, en l a que se p r e s c r i b í a n las sustancias que aparece se emplea­r o n como abor t ivo, las cuales, s e g ú n informe facu l ta t i ­vo, son de propiedades venenosas y de reconocida acc ión h e r ó i c a que deben estar m á s custodiadas en las F a r m a ­cias, exigiendo la ra t i f i cac ión de la p r e s c r i p c i ó n para ex­penderla s e g ú n el a r t . 20 de la Ordenanza:

Resultando que la Sala de lo c r i m i n a l de la Audiencia de Zaragoza, aceptando los resultandos de la sentencia consultada, d e c l a r ó que el hecho constituye el delito de simple imprudencia, siendo autores responsables D . B e ­n i to Manuel Vicioso é Ignacio Mata P é r e z , mayor de quince a ñ o s y menor de diez y ocho; s in otras circuns­tancias agravantes n i atenuantes, c o n d e n ó al pr imero á dos meses y un dia de arresto mayor con sus accesorias, y al Ignacio á la m u l t a de 125 pesetas, con las costas de por mi tad :

Resultando que preparado recurso de c a s a c i ó n por i n ­f racc ión de ley por ambos procesados, y declarada firme la sentencia respecto del Ignacio, ha fundado el suyo don Benito Vicioso en el a r t . 849 de la c o m p i l a c i ó n re forma­da, citando como infringidos:

1. ° E l ar t . I.0 del Código, en cuanto pena un hecho que no const i tuye deli to:

2. ° Los 581, 353, 11 y 13, n u m . I.0, de dicho Código, en r e l a c i ó n y dependencia, en c'uanto reputa autor al recur­rente, y se pena un hecho en que no in tervino n i tuvo p a r t i c i p a c i ó n :

Vis to , siendo ponente el magistrado D . Antonio Ubach.

Considerando que, s e g ú n el a r t . I.0 del Código penal, son delitos ó faltas las acciones y omisiones voluntar ias penadas por la ley; conforme a l 353, los F a r m a c é u t i c o s que despacharen medicamentos sin cumpl i r con las for malidades prescritas en las leyes y reglamentos, s e r á n castigados con'las penas de arresto mayor , en su grado m á x i m o , á pr i s ión correccional , en su grado m í n i m o ; y ú l t i m a m e n t e , con arreglo al 581, pá r r a fo segundo, al que con in f r acc ión de los reglamentos cometiese un delito por simple imprudencia ó negligencia, se i m p o n d r á la pena de arresto mayor , en sus grados medio y m á x i m o :

Considerando que el hecho imputado á D . Benito M a ­nuel Vicioso de haber dejado olvidada durante el corto tiempo que p e r m a n e c i ó en paseo la llave del a rmar io en que, conforme á las Ordenanzas de Farmacia , t en ía re­servados los medicamentos de v i r t u d h e r ó i c a , jus ta y debidamente apreciado no consti tuye l a negligencia c u l ­

pable á que m refiere el mencionado ar t . 581 del Código penal, n i fué la causa p r ó x i m a ó inmediata de que la r e ­ceta de que se ha hecho m e n c i ó n se despachase en su establecimiento sin la debida ra t i f icac ión del Facu l t a t ivo que la s u s c r i b í a , como lo e x i g í a n las expresadas Orde­nanzas; y que por lo tanto, la Sala sentenciadora ha co ­metido el e r ro r de derecho que le a t r ibuye el recurrente infr ingiendo las disposiciones legales referidas:

Fallarnos que debemos declarar y declaramos haber lugar al recurso de c a s a c i ó n interpuesto por D . Benito Manuel Vicioso cont ra la sentencia de l a Sala de lo c r i ­mina l de la Audiencia de Zaragoza, la cual casamos y anulamos: d e v u é l v a s e el depós i to consti tuido, y c o m u n i ­q ú e s e á dicha Sala esta r e s o l u c i ó n y la que á cont inua^ cion se dicte á los efectos procedentes.

A s i por esta nuestra sentencia, que se p u b l i c a r á en l a Gaceta de M a d r i d é i n s e r t a r á en la Colección legislaiioa, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.—Ignacio Viei» tes.—Eugenio de Angulo.—Luciano B o a d a . — J o s é M u ñ i z Ala iz—Rafae l Alcaraz y Ramos.—Antonio Ubach.—Pa­blo M . Sagasta.

P u b l i c a c i ó n . — L e i d a y publicada fué l a anter ior sen­tencia por el Excmo. Sr. D. Anton io Ubach, Magis t rado del T r ibuna l Supremo, celebrando audiencia p ú b l i c a su sala segunda en el dia de hoy, de que certifico como Se­cretar io relator de el la .

Madr id 23 de Diciembre de 1881.—Doctor Enr ique Me­dina.

AVISOS CIENTIFICOS. B a ñ o s de G a v i r i a . - Temporada odcial de 1881.

Catarro bronquial con tuberculosis.—Alioio.—A. P., Secretario de Ayuntamien to de uno de los pueblos de l a p rov inc ia de B ú r g o s , casado, de 29 a ñ o s , c o n s t i t u c i ó n regular , l i n f á t i co -ne rv ioso . Hace diez a ñ o s p a d e c i ó de una e r u p c i ó n eczematosa en ambas piernas durante dos a ñ o s , con escasa s u p u r a c i ó n y bastante c o m e z ó n , des­a p a r e c i ó y ha aquejado d e s p u é s de tos y algo disnea con inapetencia á temporadas.

Hace cinco a ñ o s se ha unido á estos s í n t o m a s , ag ra ­vados por su intensidad, espectoracion sanguinolenta muy abundante, siendo á veces casi sangre pura; y en este estado se p r e s e n t ó en el establecimiento, aconsejado por D . Narciso del V a l , Módico de Roa, y sometido á nuestro reconocimiento, pudimos apreciar por l a percur-sion y a u s c u l t a c i ó n , mati tez en las regiones subclavicu-lares, estertor subcrepitante y el pulso frecuente. Esto suced ió el 12 de Julio de 1880, y con el uso de las aguas en bebida ó inhalaciones, se e x a s p e r ó l a hemoptisis y la disnea, por cuya r a z ó n al sal i r del establecimiento q u e d ó anotado en el l ib ro- reg i s t ro oficial , en la casi l la de los de «sin éx i to» . Mas c u á l no fué nuestra sorpresa, cuando en 16 de Agosto de esta ú l t i m a temporada se nos vuelve á presentar nuestro enfermo trasformado en aumento de carnes, buen color y animado el semblante, m a n i f e s t á n ­donos haber obtenido la c u r a c i ó n , s e g ú n él dec ía , de su enfermedad; d e s p u é s de un recrudecimiento de la misma durante mes y medio seguido a l uso de las aguas, h a ­b iéndose le desaparecido la disnea, desarrollado un g r a n ­de apetito, aumentado de carnes, y que só lo una vez h a b í a s e l e presentado los esputos algo manchados de sangre; y reconocido nuevamente el p u l m ó n , pudimos efectivamente apreciar l a d i s m i n u c i ó n graduada de l a matitez en dichas regiones subclaviculares, a s í como del

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estertor subcrepitante que a c o m p a ñ a á la presencia de la fluxión conque se rodean los t u b é r c u l o s , estando el pulso en estado normal . Se le s o m e t i ó al mismo t r a t a ­miento que el a ñ o anterior, y hace unos dias que. agrade­cido a l buen éx i to obtenido, nos ha escrito c o m u n i c á n d o ­nos su satisfactorio estado y que e s t á p r e p a r á n d o s e - p a r a concur r i r en la p r ó x i m a temporada de este a ñ o . — P e ñ a -flel y A b r i l de 1882.—El Módico Direc tor , For tunato Es­cribano.

* *

Resorcina.

L a resorcina ó metadioxibenzol es un fenol d i a t ó m i c o , descubierto por Hlasiwetz y B a r l h , y tiene por f ó r m u l a

C12H2 (H202)^ ó Cl2H6Ov Se forma por la acc ión de la potasa fundente sobre a l ­

gunas sustancias na tu ra les y pr incipalmente sobre las resinas, tales como el g á i b a n o , la gomo-resina amon ia ­co, resinas acaroide, etc., y en la des t i l ac ión seca del ex­t r ac to del leño del Bras i l .

Puede ser obtenida s i n t é t i c a m e n t e por la acc ión de la potasa sobre el metaiodo fenol (Ksener).

CHH8T02 + KH02 ^ Cl2H604 + K I . L a s í n t e s i s de la resorcina t a m b i é n puede hacerse por

medio de un derivado sulfo-conjugado de la bencina c lo­rada, el ác ido c lo ro -benc ino - su l fú r i co C^HsCljSjOg. Por fus ión con la potasa, las sales de este ác ido dan la resor­c ina . Este es el m é t o d o de Oppenheim y Vog t , que es el seguido por la industr ia para la p r e p a r a c i ó n de la resor­c ina .

E l m é t o d o de p r e p a r a c i ó n seguido en los laborator ios , es haciendo obrar l a potasa fundente sobre el g á i b a n o ext inguido en alcohol. La^masa fundida es a c í d u l a y se agita con é t e r , que separa l a resorcina, que d e s p u é s se pur i f ica por c r i s t a l i z a c i ó n en el tolueno.

C a r a c t é r e s — L a resorcina forma m a g n í f i c o s c r i s t a ­les romboidales; so funde á -110°, h ierve á 271°, pero se subl ima á una temperatura infer ior . Es muy soluble en el agua, alcohol y é t e r , insoluble en el c loroformo y s u l ­furo de carbono.

Reacciones.—La resorcina forma, como todos los fe ­noles, un g ran n ú m e r o de derivados de s u s t i t u c i ó n . Sola­mente citaremos la resorcina t r in i t rada , l lamada t a m ­bién ác ido s t y p h í n i c o ó ác ido o x i p í c r i c o compuesto, que se forma por la acc ión del ác ido n í t r i c o sobre l a mayor parte de las gomo-resinas. La so luc ión acuosa toma co­lor violeta con el percloruro de h ier ro .

U s o s . — S e g ú n Dujardln-Beaumetz y Cullas: 1. ° La resorcina tiene la misma propiedad del á c i d o

fónico, sa l ic í l ico y de las sustancias de la s é r i e a r o m á t i ­ca; es antifermentescible a l 1 por 100, a n t i p ú t r i d a a l 1,50 por 100.

2. ° La resorcina es m é n o s venenosa que el ác ido féni­co, lo cual prueban los hechos siguientes:

a) 30 á 60 cent igramos por k i l ó g r a m o de peso del a n i ­mal , produce temblores, convulsiones c l ó n i c a s , acelera la r e s p i r a c i ó n y c i r cu l ac ión—todo en el espacio de una hora—la sensibilidad y la conciencia no sufren a l t e r a c i ó n .

5) En otros, 60 centigramos por k i l ó g r a m o ocasionan v é r t i g o s intensos, p é r d i d a del sentido, convulsiones cló^ nicas frecuentes y violentas, d i l a t ac ión de la pupila, res­p i r a c i ó n y c i r cu lac ión acelerada; vuelve el estado nor ­mal p r ó x i m a m e n t e á las dos horas.

c) A 90 centigramos á un g ramo, produce la muerte á los t re in ta minutos, precedida de los dichos f e n ó m e n o s . La temperatura sube á 4Io en el momento de a q u é l l a .

3. ° La resorcina no ejerce influencia a lguna sobre el

estado morfológico de la sangre, excepc ión hecha de su largo y directo contacto en el liquido s a n g u í n e o .

4. ° Es un medicamento que puede util izarse in ter ior y exteriormente en todas las enfermedades debidas á g é r ­menes contagiosos ó en que son favorables á su desar­rol lo , y en que se usan los benzoles.

La acc ión a n t i r e u m á t i c a , ant i febr i l , a n t i t é r m i c a de la resorcina, deben ser objeto de nuevos estudios.

5. " Hacemos votos porque la resorcina, por su ex t re ­ma solubilidad, su olor apenas perceptible, su menor po­der t óx i co y c á u s t i c o , bien experimentada, venga á ha­cer se deseche el ác ido fónico por los graves accidentes que ocasiona.—F. Caste l ló ,

Tra tamien to de W o l f f p a r a los calambres de los es­cribientes.—El Dr. R o m á n V igou roux se ocupa, en un per iódico extranjero, del t ra tamiento del ca lambre de ios escribientes por el m é t o d o de W o l f f , que, al parecer, ha proporcionado en Alemania numerosas curaciones. En el mismo P a r í s , el Sr. V igou roux ha confiado al s e ñ o r Wolf f , accidentalmente en dicha capital , dos enfermos de esa naturaleza, recomendados por el Sr. Charcot; y a l cabo de 15 dias p a r e c í a n curados, puesto que e s c r i b í a n var ias l í n e a s s iü detenerse, aunque con cierta lent i tud. H é a q u í , pues, en q u é consiste el m é t o d o de Wolf f , que puede resumirse en dos puntos: gimnasia y amasa­miento,

1. ° L a gimnasia es á la vez ac t iva y pasiva. Los en­fermos deben hacer tres veces al d í a una sér ie de m o v i ­mientos de los miembros superiores, sucesivamente en todas direcciones. Estos movimientos son en general bruscos, con las manos ora abiertas, ora cerradas.

E l n ú m e r o de movimientos de cada sé r i e , y por con­secuencia de la d u r a c i ó n de las sesiones, se aumenta progresivamente y v a r í a s e g ú n los casos, En el p r imero de los dos enfermos á que antes nos referimos, duraban las sesiones, los cuatro pr imeros dias de t ra tamiento , de 30 á 35 minutos , y se verif icaban tres veces a l dia, y á veces una cuarta, que p r e s i d í a M r . Wol f f . E l otro en­fermo h a c í a tres s é r i e s de ejercicios a l dia, cada una de hora y media de d u r a c i ó n .

Los movimientos pas tóos consisten en la d i s t e n s i ó n , m á s ó m é n o s forzada, ó casi mejor d i r í a m o s , en el es­t i ramiento de los m ú s c u l o s afectos. Esta es la parte m á s delicada del t ra tamiento , por ser peligroso pasar de ciertos l ími t e s . A d e m á s , el enfermo repite por sí mismo esta maniobra 300 ó 400 veces al d ia .

Los ejercicios de escr i tura p r inc ip ian en cuanto d i s ­minuye notablemente el estado e s p a s m ó d i c o , es decir, desde los primeros dias.

2. ° M r . W o l f f hace t a m b i é n cuidadosamente todos los dias el amasamiento y las fricciones, é insiste mucho sobre la impor tanc ia del amasamiento de los m ú s c u l o s .

E l t ra tamiento no es en manera alguna doloroso. No hay que temer las recidivas, dice M r . Wolf f , fundado en su g ran experiencia.

La d u r a c i ó n de la parte de t r a t amien to que se hace bajo la d i recc ión inmediata de M r . W o l f f es de unos 15 d ía s ; pues si á las cuatro ó cinco sesiones no se ad­vierte n i n g ú n al ivio, h*ay que abandonarlo. L u é g o el en­fermo c o n t i n ú a su t ra tamiento hasta que se encuentra en estado no rma l .

La parte esencial de este m é t o d o es, sin duda, el es­t i ramiento de los m ú s c u l o s demasiado excitables, sin que carezcan tampoco de i m p o r t a n c i a las sesiones de gimnasia y el amasamiento por p e r c u s i ó n .

LOS A-VISOS.—PONTEJOS, 6, MADRID. 201

L a espuela de caballero en Terapéutica.—Los A n n a -les de dermatogie publican un trabajo del Dr . Benvenuti , del CUHI r e s u l t a r í a que la acc ión obtenida con la decoc­ción de flores de delphiniam ó espuela de caballero po­d r í a ser empleada en T e r a p é u t i c a . En sus experimentos ha empleado muchas veces, contra los pedieuli pubis, una infusión en frío de 3 partes de flores en 100 de v inagre . Las lociones hechas con este l íquido han bastado cons­tantemente para destruir los p a r á s i t o s y sus huevecillos y no produce n i escozor n i ardor á la piel .

El mismo l íquido le s e r v í a para humedecer las hilas con que curaba los bubones ulcerados que h a b í a n estado sorAetidos largo tiempo sin resultados á las aplicaciones fenicadas ó á cualquiera de las preparaciones ordinar ias ( tar trato fér r ico po tá s i co , t i n tu r a de iodo, hiposulfitos, iodoformo) b a s t á n d o l e ocho dias para obtener la c i c a t r i ­zac ión .

Como la so luc ión acé t i c a parece determinar una l i ­gera tumefacc ión de los tegumentos, el au tor la sus t i t u ­ye por una. p r e p a r a c i ó n acuosa a s í formulada:

Agua c o m ú n 100 gramos. Flores secas de delphinium . . 3 »

M a c é r e s e durante 36 horas. De sus ensayos cree poder conclui r el autor que las

flores de espuela de caballero son insecticidas y que su empleo e s t á exento de todo inconven/ente, debiendo pre ­ferirse á todos los medicamentos que se destinan á este uso habitualmente. A d e m á s , este medicamento tiene una acc ión a n e s t é s i c a muy marcada, siendo por o t ra parte excitante, l igeramente rubefaciente, astr ingente y a n -t i z jmó t i co ; teniendo bajo estos t í t u lo s muchos puntos de contacto con el ác ido fénico y el iodoformo.

* * Pólipos de la matriz, por el Dr. Hubert (1).

La mat r iz puede ser asiento de diversos tumores y p ó ­lipos blandos, mucosos, glandulares, vesiculares, fibro­sos; tumores fibrosos, fibro-quísticos, myomas, fibromas, histeromas, etc. No entraremos en las discusiones de a n a t o m í a pa to lóg ica á que dan k )dav í a lugar estos neo­plasmas, y c o l o c á n d o n o s en el terreno p r á c t i c o , los d i v i ­diremos en dos grupos: los pólipos mucosos y los pólipos fibrosos.

1 ° Pól ipos mucosos.—Son excrecencias que tienen á veces nacimiento en la cavidad uter ina , y con mucha m á s frecuencia en el canal cervical . Compuestos de t e j i ­dos areolar ó conectivo imperfecto, é imbibidos en un l í­quido albuminoso, presentan á veces areolas muy anchas que han hecho confundirlos con quistes. Su cubierta muy delgada, formada por el epitelio, e s t á surcada por nume­rosos vasos que proceden de la mucosa inmedia ta . Habi ­tualmente pediculados, cuando adquieren cierto desar­ro l lo , llegan á invadir la vagina, en la que se les reconoce fác i lmen te por el spéeulum ó por el tacto.

IneonvenienUs.—Estas producciones pueden causar metr i t i s h e m o r r á g i c a ó á lo m é n o s sostener la dismenor-rea, la menorragia , la leucorrea, dar l uga r á todos los s í n t o m a s de la c o n g e s t i ó n uterina y acarrear trastornos generales: dispepsia, n e u r o p a t í a s , c loro-anemia y otras.

Tratamiento. —Colimóte en qui tar la p roducc ión pato­lóg ica . Si se rae ó se cor ta con el b i s t u r í ó las tijeras, expone á p é r d i d a s de sangre, fáci les de sujetar, pero preferimos evitarlas r e c u r r i e n d o , á l a to r s ión ó la ex t r an -gulacion l ineal . Cuando son p e q u e ñ a s y e s t á n situadas en el canal cervical , basta á menudo con in t roduci r una esponja preparada, que los aplasta contra las paredes al di latarse, para verlos desaparecer.

2.° Tumores fibrosos.—El Sr. Sims ha notado que en­tre 605 mujeres que hablan reclamado sus conocimien­tos, 119 tenian tumores fibrosos de la mat r iz . En r a z ó n de su frecuencia y de la influencia que ejercen ea la sa-

(4) Journal de scieñe. nied. de ÍJmvain, LeSmlpel y Garefn Médi-c'd de Sevilla.

lud general de la mujer, en las funciones uterinas y en l a p r e ñ e z , merecen fijar vuestra a t e n c i ó n .

Caruc té res f ísicos —E\ volumen de los tumores fibro­sos v a r í a desde el t a m a ñ o de una cabeza de alfiler hasta el de una de adulto, y las m á s veces tiene las dimensiones del puño . Su forma es redonda, ovoidea cuando se han desarrollado en la cavidad uterina que les ha servido, por decirlo a s í , de molde; e s t á n abollados ó lobulados cuando han sufrido c o n s t r i c c i ó n , y muy i r regulares cuan­do han encontrado o b s t á c u l o s á su evolución, ó se l i an formado de varios tumores aglomerados. Con frecuencia son múl t ip les , pero aislados é independientes unos de otros.

Su consistencia es muy dura, aunque e lás t i ca . Su te­j ido rechina bajo el escalpelo y deja rezumar por p r e s i ó n un l íquido parecido á la sinovia. El aspecto del corte es de un blanco br i l lante , nacarado; so ha comparado la su­perficie de secc ión á la que se t e n d r í a cortando u n pelo­tón de hi lo mezclado con cera. Habitualmente las fibras c é n t r i c a s e s t á n arrol ladas alrededor de un centro ún i co ; otras veces se descubren varios n ú c l e o s diferentes entre los cuales existe á veces vacudos llenos de un l íqu ido que hace hilos, blanco ó rosado.

Estos tumores se componen de dos elementos: en p r i ­mer lugar de fibras fasciculadas de tejido conjuntivo, y a d e m á s de fibras, c é l u l a s hipertrofiadas como durante la p r eñez . Entre el elemento fibroso dominante y el e lemen­to muscular, se encuentra una sustancia amorfa, a g r i ­sada, granulosa, pero n i vasos l infá t icos ó s a n g u í n e o s n i filetes nerviosos.

Nu t r i c ión . — Estos fibro-myomas e s t á n unidos a l m ú s c u l o uterino, á la serosa peritoneal ó á la mucosa, por tejido celular liso y vascular, que env ía prolongaciones entre los lóbu los .

Este tejido laminoso faci l i ta la e n u c l e a c i ó n del neo­plasma, y se comprende que si l a s u p u r a c i ó n se apodera de él , el fibroma puede separarse e s p o n t á n e a m e n t e .

Es su desarrollo muy lento, pues las cé lu l a s centrales reciben los elementos nut r i t ivos de las c é l u l a s pe r i f é r i ca s en r e l ac ión con la fuente de dichos elementos. Se han visto algunos de estos tumores que pesaban 20 k i l ó g r a -mos incrustados de materias c a l c á r e a s . (Cálculos u t e r i ­nos de los antiguos).

¿Pueden atrofiarse estos tumores? L o cierto es que pueden endurecerse y e n t ó n c e s aparecer disminuidos de v o l ú m e n . Este efecto se observa ordinar iamente bajo la influencia de la ergotina; pero cuando por este medio se ha conseguido un tumor m á s duro, m á s l impio y m é n o s grande, la r e t r a c c i ó n , que no es acaso m á s que una acu­m u l a c i ó n de fibras, no c o n t i n ú a en general , á pesar de cont inuar usando el medicamento.

La c u r a c i ó n de ciertos fibroides, aunque no hace m u ­cho negada, dice G u é a i o t , debe ser mi rada desde hoy co­mo una verdad adquirida. ¿Es precedida de m o t a m ó r f o -sis grasa? Si es cier to, las sustancias reputadas como steatógenas, tales como el a r s é n i c o , el plomo, p o d r í a n en­contrarse indicadas. Sea lo que de ello fuere, estos t u ­mores pueden desaparecer por e x p u l s i ó n e s p o n t á n e a y por d e s t r u c c i ó n gangrenosa ó supurat iva .

¿Los tumores flbro-kysticos 6 fibro-cystieos, son degene­raciones de los fibro-myomas ó proceden de los vasos l infát icos , como sostiene Kaerbelé? La cues t ión in tere­sante bajo el punto de vista p a t o g e n é t i c o , lo es m é n o s en el terreno p r á c t i c o , y aunque la marcha del Abro-kis te es m é n o s regular, y á menudo m á s r á p i d a que la del fibro-myoma, no creemos por ello que deba separarse la des­c r ipc ión de las dos afecciones cuyos pr incipales c a r a c t é -res son comunes.

A cierto grado de desarrollo, los fibro-kistes presen­tan paredes delgadas, f rág i les y muy vasculares. Son uniloculares ó divididos por tabiques incompletos que les dan un aspecto areolar y contienen casi siempre un l í ­quido rojizo y espeso. Se han observado algunos que no pesaban m é n o s de 80 l ibras (Eustache). Su base de i m ­p l a n t a c i ó n es habitualmente muy ancha, y contiene va ­sos voluminosos.

Creemos út i l , a l hacer la his tor ia de los fibromas ute­rinos, t ra ta r separadamente de los que se desarrol lan en el cuello y de los que tienen su punto de par t ida en el cuerpo de la ma t r i z .

I.0 Fibroma del cuello. Nos ocuparemos desde l u é g o de los que tienen su i n ­

se rc ión en el hocico de tenca. Aparecen á veces eu la v u l ­va, ó bien se les puede descubrir por medio del spéeu lum ordinario y t a m b i é n de la v u l v a de Sims; generalmente

2Ú2 LOS AVISOS.—-PONTEJOS, (J, MADRID.

tienen un aspecto rosado. A l tacto presentan un tumor de dureza car t i laginosa, « l á s t i c o , redondeado ó en forma de c a s t a ñ a , ofreciendo á. veces la apariencia do un cue­llo que no tuviera abertura. No es siempre fácil llegar al punto de su i m p l a n t a c i ó n , y esto es, sin embargo, muy conducente: 1.*, para reconocer si son pedicuiados ó s é ­siles; 2.°, para saber si no proceden de m á s ar r iba , por efecto de un largo pedículo , de la propia cavidad uterina.

Inconvenientes. - Como cuerpos e x t r a ñ o s , provocan i r ­ritaciones, hipersecreciones en la vagina y congestiones uterinas que se revelan por hemorragias; dif lcul tan el có i to , hacen m á s difícil la fecundac ión , perturban la pre­ñ e z y pueden ocasionar el aborto ó poner o b s t á c u l o s al pa r to . Rozados ó aplastados por el paso del n iño , pueden ser origen, durante el parto, cielos m á s graves peligros. Por su volumen, pueden compr imi r los ó r g a n o s inmedia­tos (vejiga, recto), d i s loca r l a matriz y ocasionar altera­ciones digestivas ó nerviosas.

Son, pues, numerosos los inconvenientes de estas ex­crecencias fibrosas del cuello y de naturaleza bastante grave para reclamar la i n t e r v e n c i ó n q u i r ú r g i c a . Por for­tuna, si es difícil de practicar la o p e r a c i ó n , no es en com­p e n s a c i ó n casi nunca peligrosa de sufr i r .

Los procedimientos operatorios son la torsión apl ica­ble sólo á los pedículos muy largos y delgados; la exci­s i ó n por medio del b i s t u r í , de las tijeras (1) ó del polioto-mo, lo cual expone á hemorragias; y la e s t r a n g u l a c i ó n del pedículo por medio de la l igadura ó de la cadena de Chassagnac. Algunos Cirujanos, d e s p u é s de haber ligado el pedículo, dejan que el t u m o r caiga en gangrena: para l iber tar á la enferma de la hemorragia , que es fácil de detener, por o t ra parte, con el percloruro de hierro ó el taponamiento, se exponen á los inconvenientes y pel i ­gros de una pu t re facc ión que marcha deprisa en la v a g i ­na. La extrangulacion y la e x t r a c c i ó n deben verificarse, por tanto, en una misma ses ión . En las mujeres que han tenido hijos, q u e d á n d o l e flojos los l igamentos suspenso­res de la mat r iz , j a m á s hemos encontrado dificultades n i observado inconvenientes para bajar el ú t e r o , opr imien­do con una mano en el hipogastr io y t i rando prudente­mente del pól ipo con ia o t ra , conducimos sin trabajo el pedículo hasta la entrada de la vagina , y una vez bien aplicada la cadena del extrangulador , dejamos que el ó r ­gano vuelva á subir á su sitio. No creemos que esta p r á c ­t ica presentara peligros en una mujer v i rgen ; sin embar­go, para no est i rar los l igamentos, preferimos r ecu r r i r en este caso á nuestra pinza l leva- l igaduras , ideada principalmente para pól ipos i n t r a - u í e r i n o s , y cor tar por medio de un h i lo el pedículo en su sitio, en "lo alto de la vagina. Estas pinzas nos parecen de uso m á s sencillo y m á s seguro que las de Herb in laux , de Levret , de Des-sault, de M a j o r , de Niessen y de Senny.

Mas t a l pueda ser el v o l ú m e n del tumor, que para ex­traerlo se necesite qui tar le pr imero algunos segmentos. El m á s grande que el Sr. Sims ha encontrado, t en í a las dimensiones de una cabeza de feto, y podia pasar. Se des­prende de suyo que la e x t r a c c i ó n de un tumor semejante e s t á sometida á las mismas leyes y exige las mismas pre­cauciones que la de la cabeza de un n iño por el fórceps en el momento del parto. Hemos sacado en 1878 un fibro­ma que llenaba toda la e x c a v a c i ó n y se elevaba hasta el ombligo, habia distendido de un modo extraordinar io la vagina y rechazado la matr iz para a r r iba . No c a b í a n va­cilaciones respecto á la necesidad de despegarlo del l a ­bio anterior del cuello, al que estaba adherido por un pe­dículo corto, del grueso del pulgar, pues separado podia extraerse. Le atacamos por medio del fórceps sierra, t i ramos desde luego del segmento posterior, d e s p u é s del anterior, y, en fin, comprendimos el pedículo en una fuer­te l igadura y le cortamos por debajo. La o p e r a c i ó n fué poco dolorosa y de las m á s felices consecuencias. Si no lo h u b i é r a m o s logrado por el f ó r c e p s - s i e r r a , h a b r í a m o s recurr ido a l transforador modificado para pasar un do­ble hilo á t r a v é s del tumor y dividir lo por sercision.

Los fibromas desarrollados en las paredes del cuello, presentan la misma historia que los nacidos en el cuerpo mismo de la matr iz , y nosotros no separaremos estas dos descripciones.

2.° Fibromas del cuerpo del ú tero . Los dividiremos s e g ú n su sitio en fibromas externos,

(i) E l Sr. Warlemont ha inventado tijeras-pinzas hemostáticas, que podían tener útil aplicación en estos casos. (Acad. de medici­na, sesión de 31 de Julio de 1880).

intersticiales ó internos. La pared uter ina se compone de un tejido propio, revestido por fuera por el pertioneo y por dentro de una mucosa. Cuando el fibroma nace en medio del tejido propio, rechaza por todos lados sus fibras, pero queda envuelto por ellas. Este es el fibroma in te r ­parietal ó inters t ic ia l , propiamente dicho. D e s a r r o l l á n d o ­se por el lado da la cavidad uterina, puede no conservar m á s que relaciones poco extensas con el m ú s c u l o , pero levanta la mucosa y es sub-mucoso; si se desarrolla por el lado opuesto levanta la serosa y es subperitoneal.

(A) Fibromas externos.—Estos neoplasmas crecen en la cavidad abdominal , y encuentran pocos o b s t á c u l o s á su e x p a n s i ó n , por lo que suelen adqui r i r un v o l ú m e n considerable; con frecuencia son múl t ip l e s y pueden ser sés i l e s ó pediculados. Durante la p r e ñ e z crecen r á p i d a ­mente para retroceder en los partos y aun á veces des­aparecer de! todo, s i gu i éndose á la hipertrofia la a t rof ia f is iológica de la fibrina u te r ina .

C í t anse casos en que estos tumores pediculados han roto su punto de u n i ó n y han caido libres en el peritoneo.

Estos fibromas se reconocen por la p a l p a c i ó n y tienen los inconvenientes de ocasionar su s i tuac ión y pero d i ­versas dislocaciones uterinas, de causar entorpecimien­tos de la c i r cu l ac ión , de dificultar el ejercicio de las fun­ciones de los ó r g a n o s inmediatos. Durante el parto, s i son sés i les y de ancha superficie de i m p l a n t a c i ó n , pueden detener las contradicciones expulsivas, ocasionar des­garraduras y estorbar la r e t r a c c i ó n del ú t e r o d e s p u é s de la salida del feto. Si hacen salida sobresalen en e l bac i ­nete, pueden ser comprimidos, magullados, y caer en­seguida en gangrena, accidente grave, puesto que e s t á interesado el peritoneo.

Tratamiento.—Se han recomendado los fundentes, el induro de potasio, las aguas de Kreuznach, y sobre todo la ergot ina al in ter ior y por el m é t o d o e n d é r m i c o . Hemos visto que se han recomendado t a m b i é n las sustancias e s t e a t ó g e a s , el a r s é n i c o , el fósforo, etc.

E l momento m á s favorable para conseguir l a desapa­r i c i ó n del cuerpo fibroso es el que sigue á los partos, puesto que e n t ó n e o s e s t á dada la impu l s ión y existe un movimiento regresivo e x p o n t á n e o . Si estos tumores ame­nazan la vida por su vo lúmen , nos p o d r í a m o s ver ob l i ­gados á quitarlos por medio de una o p e r a c i ó n compara­ble por su gravedad á la ovariotornia cuando el fibroma es pediculado; mucho m á s m o r t í f e r a , si hay que enu-clear ó q u i t a r á en masa ú t e r o y ovarios. En este ú l t imo caso, l a mor ta l idad en A m é r i c a ha sido de 11 mujeres entre 12 operadas. La e s t a d í s t i c a del profesor Storer es m é n o s s o m b r í a ; ha reunido 24 observaciones en que ha habido 6 casos de buen éx i to ; por tanto la mor ta l idad es de 75 por 100. Pean ha publicado los resultados de 44 ex­tirpaciones del ú t e r o y son 13 las curaciones, 31 las de­funciones, ó sea 70 por 100 de morta l idad. Ha practicado él mismo 9 veces la gas l ra tomia para tumores fibrosos y ha obtenido 7 curaciones; y s e g ú n este afortunado C i r u ­jano, «la o p e r a c i ó n supra-vaginal no es m á s peligrosa qué la ovar io tomia complicada con a d h e r e n c i a s . »

(B) Fibromas intersticiales.—Estos son acaso los peo­res. Ocasionan los mismos accidentes, compresiones, congestiones, hemorragias , dislocaciones, etc., que los otros, y son m á s inaccesibles a l t ra tamiento; deforman a d e m á s la mat r iz y dislocan su cavidad. Conocemos un caso en el que un tumor de este g é n e r o desarrollado en ebespesor del fondo del ó r g a n o fué causa de una presen­tac ión viciosa del n i ñ o y de l a muerte de l a mujer: la placenta estaba implantada sobre el tumor, y d e s p u é s del a lumbramiento impidió á la mat r iz contraerse sobre sí misma y mantuvo abiertas las extremidades de los vasos desgarrados.

Estos tumores se conocen por las alteraciones v a r i a ­das que ocasionan y por el examen directo, v a l i é n d o s e del tacto, la p a l p a c i ó n y la sonda uter ina que da la pro­fundidad y la d i r ecc ión de la cavidad del ú t e r o .

Tratamientos.—Como para los fibromas externos. Combatir los accidentes de c o m p r e s i ó n y las hemorra­gias; t r a ta r de contener el crecimiento ó mejor obtener la r e g r e s i ó n del neoplasma con la e rgot ina . L a enuclea­ción por el in ter ior es una tentat iva atrevida en la que Baker B r o w m y Atlee han sido felices alguna vez; pero M a r i ó n Sims j a m á s . Más ar r iba hemos manifestado l a gravedad de la his torolomia. En los ú l t i m o s casos que hemos observado, hemos visto una ar ter ia gruesa en la vagina, y nos preguntamos si la l igadura de dicha a r te ­r i a no p o d r í a conducir á buenos resultados; lo ensaya­remos.

LOS AVISOS.—PONTE JOS, 6, MADRID. 203

(c) Fibromas esoternos SM&macosos,—Implantados co«. la mayor frecuencia en la cara anterior, toman la forma de la cavidad en que se desarrollan y cuyas paredes dis­tienden con regular idad. A veces son sés i les y liemos visto uno adherido al fondo del ú t e r o en una superflcio tan ancha como un plato. Pero con m á s frecuencia son perliculados y el pedículo puede alargarse ex t raord ina -rianaente á consecuencia de tracciones que sufre cuando el ú t e r o , rehaciendo contra el cuerpo e x t r a ñ o , se contrae para expulsarlo. Resulta de lo dicho que puede encon­trarse el fibroma adherido a l cuello y aun á la vagina .

A veces el pedículo se separa y el tumor cae. Si el esfuerzo de expu l s ión es suficiente, el pólipo, d e s p u é s de haberse presentado, vuelve á entrar (pólipos) i n t e rmi t en ­tes. Bajo la influencia del fibroma y de las contradiccio­nes, ¿la matr iz puede sufrir cierto grado de e x t r a v e r s i ó n ? Debemos asegurarnos de ello por la pa lp i t ac ión abdomi­nal á n t e s de atacar el tumor con instrumentos ó l igadu­ras que p o d r í a n obrar sobre el ú t e r o . ¿Es posible la con­cepción? Se preven los peligros que la a c o m p a ñ a r í a n .

Estos tumores ocasionan f e n ó m e n o s de conges t ión uter ina, compresiones, leucorreas, y pr incipalmente he­morragias . En el momento en que la mat r i z trabaja por l ibrarse de su contenido, la mujer presenta todos los s í n ­tomas del mal parto, el cuello se entreabre, y ese es el momento de perfeccionar un d i a g n ó s t i c o , incierto hasta e n t ó n c e s .

El dedo ó la sonda uterina reconocen el punto de i m ­p l a n t a c i ó n . A d e m á s , y no creernos que este s í n t o m a haya sido indicado, un ancho pedículo impide los movimientos da tors ión que se q u e r r í a n i m p r i m i r a l t umor .

7>a¿amíen-ío .—Combati r los accidentes de ios ó r g a n o s digestivos y de los centros nerviosos; combatir las he­morragias y sus consecuencias; t r a t a r de contener el desarrollo del tumor por medio de la ergot ina, que al m ó -nos da el resultado de atenuar y de disminui r las p é r d i ­das de sangre.

Si el fibroma es sés i l , presenta casi las mismas i n d i ­caciones que si fuera in te rs t ic ia l . Si es pediculadolo q u i ­tamos en caso necesario, seg un l a d i l a t ac ión ar t i f ic ia l del cuello, por medio de nues t ra pieza lleva l igaduras.

AVISOS TERAPÉUTICO-PRACTICOS Ungüento Freixinet.

Es sin duda dicho U n g ü e n t o el que ha de l lamar pode­rosamente la a t e n c i ó n de los Sres. Cirujanos, atendido el uso que se hace de él todos los d í a s por un s i n n ú m e r o de enfermos, que ha l lan y han hallado sorprendentes curaciones. Supera de una manera admirable al acre­ditado (similar) U n g ü e n t o Hollovay, pues el U n g ü e n ­to Fre ix ine t , al segundo ó tercer bote, el enfermo exc la ­ma lleno de gozo su benéfica c u r a c i ó n . Muchos F a c u l ­tat ivos nos escriben d á n d o n o s cuenta todos los d í a s de que verdaderamente los sorprende á la par de sus b e n é ­ficos resultados como de su bara tu ra . Este es el pensa­miento verdadero de su autor, de poder conci l iar su b o n ­dad y resultado y su g ran e c o n o m í a , pud iéndo lo emplear hasta el m á s pobre de la sociedad. No a s í , como muchos específ icos que no se atreven á emplear atendido su g ran coste.

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204 LOS AVISOS.-PONTEJOS, 6, MADRID.

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LOS AVISOS.—PONTEJOS. 6, MADRID. 205

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M I OH- PIO VINADER CONTRA LA TISIS PULMONAR

Y A F E C C I O N E S CRÓNICAS D E L P E C H O . La tisis es curable siempre,

á u n en su tercer periodo, con tal qüe reste al enfermo porción sufi­ciente de pulmón para la vida, en el momento de empezar el t ra ta ­miento. Creo, portante, hacer un bien á los enfermos y cumplir un deber para con los médicos al anunciar los medicamentos que principalmente empleo. El pros­pecto que los acompaña indica su uso, debiendo los enfermos empe­zar siempre la medicación por el Acido fénico arsenical. Base del tratamiento, en la mayoría de los casos d a r á por el resultado la cu­ración por si solo. E n condiciones especiales, que indica el prospecto, podrán ser precisos los medica­mentos siguientes: Jarabe de cal y sílice.—Es soluble, de gusto agradable y m á s activo que los preparados de calpor sí solos. Ne-ces rio además del anterior en en­fermos debilitados.—Jarabe sul­furoso concentrado. Prescindien • do de las indicaciones que llena en la tisis pulmonar, es activísimo como antiherpético y depurativo. Dará siempre resultados más rápi­dos y seguros que las demás pre -paraciones sulfurosas y aguas m i ­nerales de igual Indole.—Pildoras ferruginosas de Vinader.—La necesidad de hacer uso del hierro en enfermos delicados, que no pueden tolerar las fatigas digesti­vas y lent i tud en obrar de los preparados ferruginosos, me ha obligado á la preparación de estas pildoras, que á base de protoclo-ruro de hierro, úqiea sul absrobi-ble por el es tómago, reconstitu­yen la sangre más empobrecida en el espacio de un mes y sin mo­lestia alguna. Hemos adoptade la forma pitular , por no ennegrecer los dientes como las preparaciones l íquidas.

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I d . de pez de Borgoña. . . . 7 » I d . de tapsia 7 » I d . confortativo de Vigo. . . 8 » I d . i d . Id. y mercurio. . . . 9 » I d . de cantár idas 8 » I d . de cicuta. 8 » I d . de contraroturas. . . . 9 » I d . estomaticon 8 » I d de jabón 8 » I d de ranas simple 8 » I d . i d . con mercurio. . . . 10 » I d . de sebo anodino 8 » I d . de diaquilon gomado. . . 8 » I d . de belladona . . . . . 8 » I d . estibiado (en sust i tución

de la pomada) 16 » Papel de tapsia, can tá r idas y pez de

Borgoña, al precio de los espadrapos. Papel Fayard y Blayn perfeccionado,

4 rs. caja grande/ Moscas de Milán, 4 rs. caja. Farmacia de A . Garc i -Nuño , Sur, 3,

Madrid.

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el dolor de muelas y enferme­dades de la boca y el único usa- , do por las reales personas de Espa- , ña. VénJese á 6 rs. frasco et> j Madrid, Farmacia de Fernandez Izquierdo, y se hace e! 25 por <00 á los Farmacéuticos que lleven de i 10 en adelante, y eo Medina del Campo, Farmacia de Velazqne?,, á quien se harán los pedidos al per mayor, y tendrán un ám-cuento coriveocional, según ia importancia del pedido.

t NO M . A . & TOS.

HELIC1NA V E G E T A L ,

Curación rápida y segura de toda clase de tóses, por pertinaces y rebeldes qne sean, curando la catarral ea 24 horas. Ja­rabe á 42 rs. frasco; pastillas á 42 rs, caja, y pWdoras á 40 rs. caja. Exito seguro. Farmacia de Pérez Negro. Ruda, 44; Pon-tejos, 6, y Descalzas, 6.

R E U M A , BÁLSAMO INDIANO.

Eficaz en toda clase de dolorf 8 r eumá­ticos, musculares ó nerviosos. Basta fric­cionarse la parte dolorida dos ó tres feces al dia para qu? desaparezca. Exito segnro. Fraseo á 8 y U rs. Farmacia dt Pérez No^ro, Rada, 4 4; Pontejos, 6, y Dos-calzas, 6.

o O N S T I P A D Ü S Y TOSES. CA.-t T A R R O S DE TODAS LAS V I A S . —Se curan en horas con las pildo­ras anticatarrales de Fernandez; ca­jas de 10 y 29 reales, que van por 2 reates m á s . Hay t ambién El ix i r anticatarral, á 10 y 20 reales fras­co, para los que en vez de pildoras prefieren l íquidos; pero no puede i r por correo. El éxito es sorpren­dente. Pontejos, 6.

Además , el gran remedio de los catarsos de las v ías respiratorias, digestivas y urinarias de los cons­tipados y toses, se encuentran, en la Esencia de alquitrán de Mr. Pereire ó Resineona de brea (Goudron) que elaboran ún icamen te en España y en Europa los Sres. Rios Herma­nos, Zaragoza, y F . Izqu'erdo en Madrid. Está, en sacaruro; 8 reales caja. Pastillas, 8 reales, y por 2 reales m á s se remiten pastillas ó sacaruro. Hay Jarabe de resineona. 8 reales, Hidrólito 8 reales que sirven como el sacaruro y pasta, pero no pueden i r por correo Hay también Jarabe de brea simple 8 rea­les, y de brea iodado 12 reales.

Por ú l t imo, para calmar toses violentas ó incómodas , agudas ó crónicas, es tán los granulos de esencia de a l q u i t r á n y de lactuca­rio, que cuesta 10 reales frasco, y se remite por 12 reales. Madrid, ca­lle de Pontejos, 6, botica, y Zara­goza, Coso, 33, botica.

CONTRA CALENTURAS SIN R I V A l ó febrífugo infalible de Fernandez

Cuartanas, tercianas y cotidia­nas, intermitentes rebeldes y benig­nas, curadas con las famosísimas y extraordinariamente eficaces PILDORAS FEBRÍFUGO INFALIBLES de Fernandez Izquierdo, Madrid, ca­lle de Pontejos, n ú m . 6, y J. Fer­nandez, Calzada de Oropesa (To­ledo). Se toman trabajando y mo­jándose y comiendo, y el enfermo se repone pronto de las perdidas fuerzas, adquiriendo enseguida apetito. Cajas de 81 pildoras para rebeldes, 24 rs., y de 40 pildoras para benignas, 12 rs., y r>or 2 rea­les m á s se remiten desde Madrid por el autor. Se venden en todas las principales boticas y drogue­r ías de España , pero asegurarse de la procedencia, y cuando baya duda, pedir dirctamente á los au­tores, quienes, de doce cajas en adelante, hacen notable rebaja y las remiten por correo. No tienen r iva l estas pildoras, conocidas y apreciadas en todo el mundo.

A N T I D O T O B U S O 0 RECETA DEL DOCTOR BARWINKEL

Preservativo y curativo dé las en­fermedades de la mujer.

Remedio eficaz contra las afecciones de la matriz, relajaciones, esterilidad, flujo de las señoras , mens t ruac ión difícil, ó perturbada y dolorosa, histerismo, ja

queca, pesadez de cabeza, empacho gás ­tr ico, excitación nerviosa, vicios humo­rales, inapetencia, crasitud de la sangre, linfatismo, ex t reñ imien to , afecciones de la piel, malestar continuo ó in termiten­te, respiración molesta y habitual, malas digestiones, sueño intranquilo y con pe­sadillas, erupciones, i r r i tac ión de la vis­ta, de las fosas nasales y de la boca, i r r i ­taciones gén i to -ur ina r ias , simple ó con flujo, erisipela y predisposición á pade­cerla, dolores de r íñones, de la espalda, del pecho, etc. Véase el n ú m . 3 de Los Avisos de 1880. Frasco, cinco pe'setas. Ma­dr id . Pontejos, 6, botica.

R E C O N S T I l U Y E f U E S Y A N T I H U M O R A L E S .

Para todos los estenuados, fla­cos, debilitados, escrofulosos, ra­quí t icos de niños y adultos, nada iguala al Jarabe de extracto de hojas secas de nogal iodado; frasco, 16 reales y el iodo ferruginoso, 20 rea­les, para cuando hace falta hier­ro en la sangre. Se curan las es­crófulas en todas sus formas, las herpes, sífilis, flujos de las seño­ras, etc., y para los flujos además , la Inyección de nogal iodado 20 rea­les frasco; emplasto de nogal iodado, caja 10 reales para los bultos; o-mada de nogal iodado, para infar­tos, erupciones, corrosiones, cica­trices, úlceras rebeldes, e tcé tera ; frasco 10 reales. Gargarismo nogal iodado; frasco 12 reales; para la garganta y boca. No pueden i r por correo. Madrid, Pontejos, 6, botica. Exito sorprendente.

R E U M A T I S M O . Está probado que es el es­

pecífico de los dolores r e u m á t i ­cos el salrcilato de sosa, que en cajas de 30 dosis se vende á 30 reales, y va por 32. Cuando los dolores tienen origen sifilítico, son mejores las pildoras an t i ­r eumát i cas ; caja, 20 rs., y va por 22. Hay pildoras a"ntigoto-sas para la gota; caja, 20 rs., va por 22. Hay bálsamo ant i reumá­tico para cuando el dolor es i n ­tenso y fijo en uno ó más sitios, y cuesta ei frasco, 20 rs., así como el antigotoso, 20 rs., pero no puode i r por correo. Madrid, Pontejos, 6, botica.

P A S T I L L A S P E C T O R A L E S B A L S A M I C A S

D E P A N T 1 G O S A contra TOSES y afecciones de

PECHO y GARGANTA.

Depósito general en España, Rios Her­manos, Farmacia Central de Aragón, Za­ragoza, Coso, 33.

Caja 3 pesetas. En Madrid, Farmacias do D. Pablo Fernandez Izquierde, Ronto-jos, 6. —D, José María Moreno, Mayor, 93. — D . Manuel Arribas, Jacometrezo, 32 y Ortega, León 43.

208 LOS AVISOS.-—PONTEJOS, C, M A D R I D .

N O S G E T E I P S U M .

1 8 8 1 .

D . T o m á s Córdoba , F . (Oviedo), A.vilés. D . Mar iano Carretero y Borda (Sevilla), Carraona. D . Garios de Salsas, M . (Gerona), L l i v i a . D . Migue l G a m ó n , F . (Guadalajara), Maranchon. D . Francisco Dopido, V . (Badajoz), Solana de los Barros . D . Alejandro Or i i z M a r t í n e z , F . ( Jaén) , Santisteban del

Puerto.

D . Benito Gómez , M . (Coruña) , Santiago. D . Berilio Calahorra, F. , Soria. D. Francisco Blanco Rey, F. (Huelva), Cartaya. D . Eugenio Esquivol Minaya , F. , Toledo. D. Narciso del Cor ra l , F . (Cáceres) , San M a r t i n de Tre-

vejo.

1 8 8 2 -D . T o m á s Córdoba , F . (Oviedo), Avilós, D . Juan Muñoz Peralejo. V . (Cáceres) , Montanchez. D. Clemente Galilea, F . (Navarra), S a n g ü e s a . D . Mariano López, M . (Val ladol id) , Medina de Rioseco. D . Manuel de Fuentes, M . (Guipúzcoa) , Zumaya. D. C á r l o s de Salsas, M . (Gerona), L l i v i a . D . Pedro M a r t í , M . (Gerona), P u i g c e r d á . D . Jaime Duran , M . (Gerona), P u i g c e r d á . D. Lorenzo Bosau, M . (Gerona), P u i g c e r d á . D . Ricardo López Zarci l la , M . (Zamora), Toro. . D . Lu i s Abad ía , F. (Navarra) , A l i o . D . Cánd ido G a r c í a Huertas , F . (Santander), Puente del

Soto. D , Felipe M a r t i n , M . (Valladolid), Vi l laf rades . D . Eduardo Garnice Cobos, F., M á l a g a . D . Leopoldo Mar t in ; (Valencia), Ampudia . D . Francisco P u í g p i q u e , F. , Barcelona. D . Mar iano Usoz, F . (Zaragoza), Uncas t i l lo . D . José Romero, M . (Salamanca), Pedroso. D. Antonio Calvan, F . (Zaragoza), B ie l . D . Gregorio M a r t í n e z , M . (Búrgos) , Vi l l averde de M o n -

gina. D. Manuel Sub i rán^Zapa ta , M . , M á l a g a . D. Manuel Caballero, F . (Cuenca), Barajas de Meló. > D. Miguel Mira l las , (AJmer ía ) , Se rón . D. Migue l G a m ó n , F. (Guadalajara), Maranchon. D . Francisco S á n c h e z Serradillas, F. (Cáce res ) , J a r a í z . D. Pedro Arcanza y M a r t i n , F. (Jaén) , Torreperogi l . D. Pedro Regulez, L o g r o ñ o , Azofra. D . Francisco Dopido, V . (Badajoz), Solana de los Barros . D. Javier Yaruez, M . , Pamplona. D. Pedro Ruiz Santolaya, M . (Logroño) , Vi l l amediana . D. J o s é Amat , M . (Albacete), R iopar . D. Alejandro Ortiz M a r t í n e z , F . ( J aén ) , Santisteban del

Puerto. D. Domingo La r r eg l a , M . (Navarra) , Puente la Reina. D . J o a q u í n Floresi, M . (Cáceres) , G a r r o v í l l a s . D . Pedro M o r a Bel t ran , V . (Alicante), Dolores. D. Mar iano P é r e z M . Minguez, F. , Va l lado l id . D. Jacinto Baranguan, F . (Navarra) , Sesma. D. Enrique Chaves y Loaisa, M a d r i d . D. Juan Francisco Calvo, M . (Salamanca), San Felices de

los Gallegos. D. Antonio D e m o s t r é , F . (Tarragona), Reus. D. Manuel Picornel , M . (Toledo), Puente del Arzobispo. D. José Benedicto, F. , Murc ia . D . Francisco de Landa, F. (Guipúzcoa) , Escoriaza. D. Antonio Bosch y Mira l les , M . y V . (Baleares), Palma

de Mal lo rca . D. Agus t ín Campos, M . (Ciudad-Real), Torrenueva. D . Sebastian Espinosa de los Monteros, F . (Sevilla), Viso

del Alcor . D . F e r m í n J o s é Celada, F . (Coruña) , Fe r ro l . D . J o s é Chicharro Fuentes, Orense. D . Benito Gómez , M . (Coruña) , Santiago. D . Casimiro Gonzá lez , V . (Valencia), U t i e l . D . Jaime E s c r i b á y Pujol, F . (Tarragona), Amposta, D . M á x i m o López O ñ a t e , F , (Logroño) , Aldeanueva de

Kbro . D. N i c o l á s A v i l a y Mansi l la , F. (Ciudad-Real). A l m a d é n . D . Eulogio Lozano, M . (Valladolid) , Ca rp ió . D. Elias C a r r o ñ o , F . (León), V i l l a m a ñ a n . D . Pablo Romee y G a r c í a (Falencia), Vil ladiezma. D . R a m ó n S a l m e r ó n R o d r í g u e z , V . (Ciudad-Real), Car-

r ion de Calatrava. D . Pío Vinader, M . , Madr id . D . Narciso Costa y Yunqué , M . (Gerona), Campmany.

D . Migue l Gira l te , M . (Cáceres ) , Tor rec i l l a de los A n ­geles.

D . Felipe Vinuesa, F . (Madrid) , Valdemoro. D. Bonifacio Monje, F . , Soria. D. Benito Calahorra , F. , ; or ia . D. Mar i ano de l a Tor re y Agero, F . , Segovia. D . Francisco Blanco Rey, F . (Huelva), Cartayo. D. Mariano de la Lama, M . (Santander), Pesaguero. D. Eugenio Esquivel Minaya , F . , Toledo. D. Baldomero Gaspar Serrano, F . (Soria), Yanguas. D . Manuel P é r e z Lápido , M . (Pontevedra), Bueu. D . Mar iano O r d o ñ e z , V . (León) , Grajalde Campos. D. Manuel Astudi l lo , V . , Salamanca. D. José Hei v á s , M . (Huesca), Yebra . D . Benito G u t i é r r e z , M . (Segovia), Arcenes. D . Pedro Corb í , M . (Ciudad-Real), Daimie l . D. Basilio Calvo, F., Madr id . D. Antonio Ar royo y Cambera, M , (Córdoba) , Puente

Genil. D. Fé l ix Galvez Guzman (Badajoz), Don Benito. D. Pedro de Priego, F. (Córdoba) , Montero . D. Narciso del Corra l , F . (Cáceres ) , San M a r t i n de T r e -

vejo. D. Diego Moreno, F. ( M á l a g a ) , Campillos. D. J o a q u í n Vida l , F . (Valencia), Ut ie l . D. R a m ó n Uranga . M . (Navar ra ) , La r ra inza r . D . Severo Uranga , M . (Navarra) , Sumbil la . D . Federico Molina y Yelo, F. (Murcia) , A b a r á n , D. F e r m í n Mola (Huesca), Peralta de la Sal. D . Francisco Agu i l a r y Cano, F . (Córdoba) , Puente Geni l . D . Gregorio Díaz Ruiz, F . (Huelva), Aracena. D . Manuel As in , F. (Zaragoza), Egea de los Caballeros. D . R a m ó n M a r í a Vicens, F . , L é r i d a , D. Manuel Blanco Sanjurjo, M , (Lugo), Rivadeo. D. Francisco Lage, M . (Lugo), Rivadeo, D . Eladio Alonso, M . (León) , V i l l amiza r . D . R a m ó n Azpiroz, C. (Navarra) , Ur roz de Santesteban, D, Juan H e r n á n d e z , F (Guadalajara), Pastrana. D. Sebastian Fernandez, F . (Huesca), Hecho, D . Emil io de la Fuente, F . (Madrid), Ciempozuelos. D. F e r m í n Bella , M . (Zaragoza), L e t ú x . D . Gregorio Campos, V . , Zaragoza. D. José Abad Coronas, F . (Huesca), Es tad i l la . D. Mar iano Lozano, M . , Santa Cruz de Toved . D, Ensebio P é r e z , M . , Zaragoza. D. Gregorio Licer Blanco, F . (Zaragoza), La A l m u n i a . D. Francisco Bernard, M . , Zaragoza, D . Ricardo Rios, F., Zaragoza. D . Manuel Solsona. F. (Teruel), Cantavieja, Sres. Rios Hermanos, F. , Zaragoza, D. Joaqu ín Gambon, F . (Zaragoza), Cosuenda. D. José Herrero, (Santander), Potes. D . Alejandro Escalada, F. , M a d r i d . D. Andrés G a r c i n u ñ o , F. , M a d r i d . D, Antonio H e r n á n d e z Cornejo, M . , M a d r i d , D. Melchor G a r c í a , Madr id . Sres. Hijos de Cár los U lzu r run , F. , Madr id . D. Juan Jimeno, M . , Madr id . D. José G u t i é r r e z Solano, M . , Madr id , D. José P é r e z Negro, F . , M a d r i d . D. J o s é M a r í a Moreno, F., M a d r i d . D. Me lqu í ades Angulo y C.a, Drogueros, Madr id . D, Ricardo Torres Val le , F., Madr id . Sra. Viuda de Eduardo Mencliero, F. , M a d r i d . D. V í c t o r M a r í a de Brea y Cloda, F , M a d r i d . D. Elias Pastor, P. (Alicante), Crevil lente.

Madrid: 1881'.—Imprenta d« Or^gorlo Justaba \ ¡ . e iv/.^rro, 15, bajo.