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CESEDEN• ME T AE S T RA TE G 1 A - Por Xavíer SALLANTIN (Traducido de la Revista francesa “Défense Nacionale” Q—Agosto-Sep— tiembre 1976v Por el Capitán de OQM del Aire. D. Marino Gonz - lez Pascual) Marzo 1977 BOLETIN DE INFORMP.CION NUM1O8-IV

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CESEDEN•

ME T AE S T RA TE G 1 A

- Por Xavíer SALLANTIN

(Traducido de la Revista francesa“Défense Nacionale” Q—Agosto-Sep—tiembre 1976v Por el Capitán deOQM del Aire. D. Marino Gonz -

lez Pascual)

Marzo 1977 BOLETIN DE INFORMP.CION NUM1O8-IV

VJLe.C.tO/L de fl’i4 cone4 en La. Fundac-6npctJtct £04 e.4tado4 de. de..Çen4a. ona eL Ca.p-ánde Plczuo (cdi,) XavLe.n. Sa cLntrL ha te.ndo e.rnpr-epke.decc6n La L6gLca. de £04 44e.n1a.4 e.voLutV04 y co Uc.to4 (ve.L 4a e.n4a.yo 4obtce. “La pitue.bctde. (ue./Lzcó” deL que dmo4 cuen..tct en nae.ótn.cz bJbUo

taÇa de. Mayo, pgLna 179)

En sus ob’tc ha. 4en.aLctdo LguaLmente La. únpoktctne.,<a de. La dJine.n.4Lon.e.4 tLca4 ti’ ke.L-í,gLo.6a4 que.40n Ln6e.panctbLe4 en .toda )e.Lex6n poUtJca y e.sa.-tgiea.

En eL e.nsct yo que. Juita a co fnuaaci6rt, cuyot!tuLo ha. 4do tomado deL neoLog4mo cneadoJean Guítton -La e.4ttate.gLa de. na4tLo4 d-a4 )Le.quLe.’te. una. metae.4 a.tega. como La de A)t4t6--te.Le.4 ke.qtLe./LLa una. me.-a.4ca.- eL a(L-to/t. 4e. p/te.guvt-ta 4ob/Le. La.4 pek4pe.c-tLva.4 cfLZca4 deL mundo de hoyque. ha Uegctdo e.n. £04 mome.n-to4 ac-tuaLe4 a un um6iaL que. puede. 4ek e.xpLo4vo,

XcLvLe.k SaLLantmn Lnve4f<iqa La.4 L-Zne.a4 d-íe.a-t/Lce4 de una. metae4t-’tcutegLa que cortducua aL martdo a. un nuevo aLu.nibkctrnen-to hacJndoLe. tak de.ZmodeLo 4ocLctL ac-tua.L cona4o y conLLcvo. a Lan,te.L,Le.rtc!.La de. un modeLo unLve’L4aL undando La. pazen La cLakdad, tVue.4tfto pa4, 4Ltaa.do en. La e.ncfluc.ija.da de £04 e.n{yentctmLe.n.to4 E4-te.-Oe.4.te. y Note. -

Sun., debe. ha.ce.4e. ca’Lgo de e.ta e4peLanza., -n4aJt-ti--ita pon. Lo demá4 en a.4 teL,.Lgone.4 mc’note4-ta.4 deLa4 que. La cuenca me.díte.’rjiáne.a, ue. La cuna.

I. SUPERVIVENCIAYMUERTE,

Unumbralcrítico.

En la actualidad existe crisis de pensamiento estratégicocomo existe crisis de pensámiento econ6mico y por la mÍsma raz6n:la conciencia de un umbral critico en el incremento tanto de la

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potencia industrial como de la militar. En los lmítes fínitosde.la biosfera, la energía quemada, bien para destruir o construir ,

no puede seguir aumentando indefinidamente.

El pensamiento económico está comprometido r’da vez msconcretamente por el problema de los limites de crecimiento.Claro es que siempre se puede sustituir el progreso cualitativo porel cuantitativo; sólo que el proyecto de explotar y repartir armonicamente los recursos en régimen de crecimiento reducido o nulóno es portador más que de una mediocre esperanza. Se trata de retardar el final como sobre una balsa de naúfragos donde los pasajeros se organizasen lo mejor posible para resistir más tiempo.Pero en tal caso, esta reacción está justifidada por la esperanzadé un salvamento, mientras que a los ojos de la mavr parte de suspilotos, no existe salvación a la vista, para los nadfragos delespacio, sobre la nave cosmica Tierra•

El pensamiento estratégico no está confrontado con estaperspectiva de muerte lenta sino con la amenaza de muerte brutalen caso de guerra nuclear generalizada. Sin embargo, que un mdividuo muera de vejez o por accidente,se trata siempre del mismodesenlace fatal con el que el pensamiento debe estar familiarizado como mortales que somos.

Este final de la especie humana, ayr risión mítica, hryprevisión posible, suscita un malestar nocivo para la objetividadde la reflexión a este respecto. La fisica se inquieta de volver—se metafísica. Un espíritu científico está priori en estado dealerta, cuando cree percibir en el desarrollo de la historia unpunto crítico o una discontinuidad. El historiador conocedor delas crisis de civilización, el estratega erudito, tienen siempreuna reacción de desconfianza y de escepticismo cuando se deja entender que el mundo se encuentra en una situación sin precedente.

Sin embargo, el surgimiento de un estado crítico en unproceso contínuo no tiene nada extraño para un físico desde el momento en que se cumple una evolución én un sistema cerrado; déaquí la existencia de una temperatura crítica más allá cte la cualel equilibrio líquido—vapor de un cuerpo no puede ser mantenido —

en un recinto cualquiera que sea la presión.

La saturación de la biosfera por la acción de los hombresestá llegando a un estado crítico. La ciencia no tiene ninguna razón de desentenderse en beneficio de lé teología de la reflexiónsobre tales perspectivas “escatológicas”.

Laescatologíamilitar

De manera mucho más sorprendente, todos sabemos que dia —

riamente en nuestro cuerpo mueren y se reproducen más o menos,mi—

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llones de células, como las hojas de los érboles caen en otoño yrenacen en primavera; ahora bien, este proceso letal y vital alcanza un punto crítico el día eñ qué morimos, o cae el árbol, Entre la muerte de una célula de un organismo y la muerte de ésthay un cambio de dimensión, Para expresar que la muerte de una

• parte no es del mismo orden que la del todo, sería necesario designar a la segunda como “segunda muerte” en el estilo peculiarde San Juan, o mejor, como “super—muerte’ por oposición a la supervivencia, a fin de subrayar que entre estos cios típoE de muer

• te existe una diferencia de grado comoentre un elemento y eTconjunto al que éste pertenece.

El hecho de que la pal’ra “supermuerte” no exista, essignificativo que una censura pasada con respecto a la muerte colectiva. El hombre, elemento del conurito social, ácepta meditarsobre su propia muerte pero se niega a imaginar la vuelta a lanada del conjunto a que pertenece. En la actualidad, estamos enla situación inversa; es la muerte individual la que se censuramientras quelas filosofías de la muerte del hombre, del fracasofinal de la aventura humana en un cosmos prometido al caos y alenfriamiento generalizado, son objeto cte una delectación mórbida,

• Los temas de la muerte y la supervivencia que ayer acaparaban laatención de las mentes son hoy reemplazados por los temas de la

• vida y de la supermuerte.

• • • ‘ranto es así que, en el pensamiento religioso contemporéneo, nos interesamos muchomés por la vida que por la supervíve’cia y mucho más por la supermuerte nuclear que por la muerte natural. Sin embargo, ¿que seré de la esperanza cristiana si eliminamos de la catequesis los temas de la vida eterna, de la Salvación, del Rejno, cte la RegerLeracíón etc,.? Los teólogos puedenestimar que estas consideraciones reputadas “intemporales” nodeben desviar al cristiano de su compromiso temporal para una vida mejor y contra los armamentos nucleares. Pero para los resporisables de laeconomía o de la estrategia, lo intemporal ¿no séconvierte en actual en el. momento en que hay que tener cada vezmás en cuenta, en sus proyectos. y sus cálculos, unos límites cuyos vencimientos estén perefectamente inscritos en el tiempo...?La politíca más realista no puede nacer abstracción ni de los

stoks de megatones susceptibles de destruir la especie humana nini de las reacciones viscerales de estos numanos ante lo absurdode una navegación sin otro horizonte que la asfixía o la extermínación nuclear. ¿Es suficiente para un programa político retardar la supermuerte sin dejar vislumbrar alguna esperanza cte su —

pervivencia, alguna transmutación radical tal como Marx imaginaun tránsito de la Prehistoria a a Historia?

Cuando la polítíra choca con el problema de la supermuerte y de la supervivencia , no se evade en modc alguno en cual —

quier esfera imaginaria; manitíesta unícamente la misma preocupa

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‘ción de rigor que el físico antelas “condiciones límites”de SUSexperiencias y de la propagaci6n de los fenómenos estudiados sobre las paredes cte su laboratotio. Es curioso que el pensamientoreligioso parece no tener nada que decir a estos responsables enfrentados con la escatología económica o militar; que no tengaotra esperanza a proponer, que la •de una armonía social perpetuéndose indefinidamente, mientras que el pensamiento racional —

rechaza ya tal ilusión. Incluso si la sociedad humana encontraseun régimen normal ¿para qué y para ir adonde este movimiento perpétuo que sin suprimir la muerte individual prometiese el aburrimiento eterno,....1?

Cambiodelasbasesdereferencia.

Desde luego, hay tiempo para todo y se comprende perfectamente que el pensamiento teológico circunspecto, naya demoradoso prezexto de intemporalidad, los temas apocalípticos, conten —

tándose con esclarecer los prorlemas de la vida y de la muerte —

sin molestarse prematuramente de las perspectivas confusas dela supervivencia y de la supermuerte.

La Iglesia no ha olvidado la desilusión de los primeroscristianos que creyeron demasiado pronto en la inminencia del retorno de Cristo. Pero en la actualidad, la preocupación de prescindir de la quimera del “fin del mundo” no debe conducir a recahazar del campo de la reflexión la supermuerte y la supervivencía son pena de contribuir al desarrollo del miedo en D1’esenciade acontecImientos incontrolables a ininteligibles, pánico quese siente por otra parte incubar y que podría muy bien parecerseal que dejan presagiar los relatos de los “últimos tiempos”. Nobastan los esfuerzos de todos, físicos o metafísicos, para inte—rrogarse sobre un necesario cambiodelasbasesdereferencia quepermita incluir objetivamenten la investigación estós vénc±nientos límites, asumirlos con toda franqueza y superarlos. Tal salto conceptual no sign5 Ficaría de ninguna manera el fin del mundo sino solamente el fin de una época y el alba, quizás, de unanueva inteligilidad.

Cambiar las bases de reférencla es realizar una revolu —

ción copernicana, y se sabe cuan difícil es ésto para el pensa —

miento. Ocurre lo mismo que con la salida de una plaza sitiada;la estrategia advertida la anticípa, la prepara, la organiza yla dirige. Vamos a mostrar que la estrategia de franquear un umbral, del tránsito por la fuerza hacia una nueva base de referencia, de conquista de una dimensión superior, se impone particularmente en Francia en el momento en que las estrategias en vigor aparecen condenadas a corto plazo dentro de los límites deltablero sobre el cual éstas se depliegan en la actualidad. Comen

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‘cemos por señalar el estado crítico en que se encuentran las estrategias contemporáneas, antes de concebir una “metaestrategiaque las integre y las supere.

110— ESTRATEGIASDESUPERMUERTEO

Dos escuelas estratgicas se enfrentan en la actualidadsobre el planeta, que pueden ser esquernticamente caracterizadascomo la escuela de la disuasión y la escuela de afirmación nacíonaL Vamos a ver como estas dos estrategias están eh relacióndialéctica y ambas empeñadas en un proceso de ascensión cuyos extremos son igualmente letales para la especies, Estamos obligadosen razón del hilo del discurso, a disociar artificialmente losdos resortes de un mismo movimiento que se regulan al igual queel péndulo y el escape de un reloj compiten para hacer avanzar -

la hora hacia alg(in término inexorable.

Eldragónexterminador

Comencemos por considerar la dísuasión, Es peradójícoque la Iglesia que se ha esforzado durante tantos siglos en mantener tranquilos a los hombres amenazéndoles con el fuego deT:infierno, tenga hoy una reacción horrorífica al comprobar que.las superpotencias han inventado el fuego nuclear para obligarsea permanecer en paz,

Todo ocurre como si los hombres, dándose cuenta de •quelas buenas palabras y las adjuraciones evangélicas no han conse—

guídó de níngCin modo después de veinte siglos salavar la paz, hubiesen dirigido sus impulsos agresivos hacia una especie de monstruo exterminador, guardian del orden entre las naciones por eTtemor de la supermuerte nuclear. A fuerza de predicar el infierno he aquí que el hombre ha conseguido hacerlo, y debemos reconocer que, por la lógica de la contrición imprefecta, la Unión Soviética y los Estados Unidos se encuentran hoy obligados 3. fl

h’cerse. la guerra, so pena de exterminación mútua,

Pero hay m.s, estos dos Estados necesitan ponerse deacuerdo para el control de este, gendarme, hidra con dos cabezascapaz de escupir un diluvio de fuego. Sin dejar de ser fundamentalmente opuestos sobre la ética social, adversarios encarniza —

dos en sus apetencias mundiales, los gobiernos americano y rugose encuentran en la situación de duelistas que ven caer sobreellos un enemigo c,omün que les aniquilar irremisiblemente a menos que se coaliguen contra é.,. Ahora bien, esta muerte colecti-

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‘va, esta sup’rinuerte, es radicalmente contraria a la, regla deljuego estratégico que los pone, frente a frentes El duelista expone su vida con la esperanza de desembarazarSe de un adversario -

que le hace la vida imposible. Antes morir que aceptar su dominación. Pero exponerse a morir no es. desear la muerte; muy al contrarió, la regla del duelo implica que cada uno luche contodasüenergía para no morir. De otra manera, el duelo ya no es un duelo sino un suicidio entre dos1 Si la ley del duelo es la lucha —

contra la muerte, esta misma ley obliga a los duelistas a unirsepara luchar contra la supermuerte desde el momento en que su coalición es para ellos la única posibilidad de sobrevivir.

Eldipoloruso—americano

Así se desarrolla esta.connivenCia entre EE.UU.yla UniónSoviética tan vehementemente denunciada por los chinos. En pri -

mer lugar se traduce por un acuerdo con relación a los armamen —

tos; es primordial mantener el equilibrio entre las dos cabezasde la hidra y coordinar la vigilancia de este dragón bicéfalo.Pero es indispensable ademas que no surja ningún litigio en un lugar del planeta que pueda degenerar en conflagración generalUnaespecie de cogestión bipolar, o dipolo,se establece en los hechos, de una parte a propósito de todos los conflictos del planeta, de otra, a causa de la proliferación de los armamentos nu.cleares que pueden transformar la situación mundial en incontrOlable. En un juego de dos participantes, es posible quizás, conservar el control de la partida si cada uno respeta la regla, pero con tres, se introduce una indeterminación, como en el problema del equilibrio de tres cuerpos en física: no se sabe con quparticipante el tercero es susceptible de aliarse, rompiendo elequilibrio de fuerzas. Con mayor motivo si la partida pone enpresencia ms de tres jugadores.

En resumen, el juego de la disuasión es animado7 las parejas adversarias juegan tanto ms con el fuego cuanto ms numerosas son. La hidra nuclear tiene ya siete cabezas si añadimos alas superpotencias americana y rusa las potencias nucleares menores: China, Inglaterra, Francia, La India y probablemente israe’ELa emancipación de una de estas cabezas es incompatible con laestrategia de la disuasión que implica, so pena de supermuerte ,

que nirguna potencia nuclear juegue al kamizake.

Laalineación . . . .

Está dentro de la lógica de la estrategia de disuasión ,

reducir implacablemente toda indeterminación, todo juego en lamecánica internacional, de modo que la explosión no tenga lugar

— / —

deliberada o accidentalmente De aquí las disposiciones técnicaspara tejer alrededor del planeta una red de control cada vez máscerrada; así se desarrolla un sistema nervioso arrastrando unacefalización estatal creciente corno testimonia el gigantismo bu—rocrático y tecnocrático, De aquí toda una serie de disposicío —

nes políticas tales como los acuerdos de Helsinki que son comouna especie de tranquilizante administrativo a las naciones europeas, de tal modo, que estas acepten en la euforia, la paz rusoamericana. De aquí las disposiciones económicas permitiendo mantener dentro de la disciplina del consorcio ruso—americano a todos los Estados cuya economía es tributaria del dólar o de] ru—blo,De aquí las disposiciones militares con objeto de establecero restablecer en la obediencia del consorcio ruso-americano atoda nación que intente hacer el “testarudo” A este respecto,sepuede estimar que es interesante tanto para los estrategas delKremlin como para los del Pentágono que Francia vuelva a íntegrase en la NATO, ya que las relaciones entre URSS y la NATO vía teléfono rodo están al abrigo de todo error o sorpresa. Una Fracia a la cabeza en Occidente de las Naciones no alineadas seríatan inquietante como China jugando el mismo papel en OrienteSería necesario, es necesario ya por lo que a China se refiere, esforzarse por todos los medios en hacer volver a sus filas, o delinear a esos desviacionistas empezando por tender alrededor deellos un cordón sanitario,

Larebelióndelosoprimidos.

Paso a paso, el gendarme nuclear guardían de la paz rusoamericana es conducido a desarrollar. su arsenal de amenazas disuasivas a fin de evitar que no se inicie un proceso de escaladaParadójicamente, el desacuerdo ideológico entre americanos y ru—

• sos se expresa sobre un fondo de acuerdos cada vez ms extendí —

dos para asentar y reglamentar su. coexistencia de modo que no seproduzca lo irreperable, Pero esta regla cada día más estricta —

que necesitan imponer de coman acuerdo al Universo, lleva consj—

go inexorablemente, reacciones de rebelión de esos que no apre —

cían ser atrapados en la red de la paz ruso—americana, El sistema de la dísuasión estatal es generador del sistema de la rebe —

lión popular desde el momento que una naci&n llega a pensar quesu existencia no es digna •de ser vivida en el marco de la coexistencia que las superpotencías le imponen en nombre del peligro de supermuerte.

¡Maldito sea el temor de la supermuerte si vivir en estetemor es vivir esclavot, Todavía se escucha el grito eterno detodas las revoluciones: “lantes la muerte que la esciavitud”Pueblos, grupos e individuos tienen el sentimiento de que algo

— 3.

sencial de su personalidad, de su inst±nto pasado al potencial,es asfixiado; son como una planta a la que el jardinero quisieraimponer un desarrollo contrario al que est inscrito en su pro —

grama genético, Pára ser aceptado, es necesario que la red disuasiva tenga la suficiente elasticidad como para preparar a estossubconjuntos un espacio vital: teatro donde puedan jugar el pa —

pel para el que se sienten llamados casi biológicamente.

A la estrategia de la disuasión planetaria, que podemoscalificar de “terminal”, puesto que se funda sobre la amenaza deeste “final” de la historia que sería la supermuerte, se . oponeasí una estrategia de afirmación nacional, o ms generalmente local, que podemos calificar de “germinal”, ya que se funda sobreel brote necesario de las fuerzas vivas en germen, por hipótesisen las profundidades de todo subconiunto humano. Esta vitalidadgerminal de las naciones burlándose de la supermuerte como de un“tigre de papel”, se opone al maltusianismo terminal de las na —

ciones seguras preocupadas de perpetuar sus ventajas.

Esta es la razón por la cual, la estrategia de la disua—sión planetaria, es simultáneamente estrategia de la dominación;esta instaura un sistema disciplinario contra el cual se levantala estrategia de la afÍrnación nacional que se dirá liberadora yrevolucionaria. Lo que es considerado como liberación por los reIpeldes reclamando su propio derecho, es llamado subversión porlo dominantes. Al equilibrio por el terror mantenido por esos quetemen a la supermuerte, respondeel terrorismo de los que no temen a la muerté,

A la estrategia de la dominación que conduce a una organización estatal hicercfala, pues todo grado de libertad puedeser fatal, la estrategia de la liberación tiende a oponer la de—sorganizci6n de una sociedad acéfala, en la oposición crecientea toda autoridad. La legitimación de la afirmación de los dere -

chos humanos lleva consigo, en sentido contrario de la cefaliza—ción creciente provocada por la amenaza global, una atomizaciónanrquica de grupos humanos decanitados, en pos de comunidades —

inorgánicas. Esta reacción, es particularmente viva en la actualidad en las generaciones que viven, que sienten como Oprimen laautoridad del padre, del maestro, dél jefe, del “aparato” o del“sistema” y creen percibir la salvación en la descomposición so

cial.

Delaoposicióninorgánicaalaresistenciaorganizada,

Todos estos gérmenes que reivindican su plaza en la vidaestan condenados a ser arrancados como mala hierba o ajardinadascomo plantas domésticas por las superpotencias que disponen de

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•fuerzas suficientes para aplastarlas o domeñarlas0 Es entonces -

cuando el exceso mismo de desorganización liberadora provoca unaalteración dialctica Los contestanos de todo gobierno djsci —

plinario aceptan la disciplina férrea de un movimiento de resis—tencia El desesperado se engancha en un Ejército clandestíno;elanarquista se a1sta en una brigada ínternaciona1Ei pueblo Opri

mido se procura jefes revolucionarios en quíene delega la res —

ponsabilídad de dirigir sus resistencia0 Una nación naceasí desde que un pueblo, cuerpo de la nación, se reconoce una cabeza,:ESel Estado quien gobierna la estructura de la reunión realizada ,

mientras que entre la cabeza y elcuerpo se establece una circulación a’ doble sentido0

Así para “hacer frente” con alguna probabilidad de xí—to a la estructura dominante, las fuerzas germinales son tambiénconducidas a estructurarSe, El militante palestino se convierteen un militar’; las diferentes ramificaciones de la resistenciase unen a un poder nico esta nación naciente debe a su vez someterse a las obligaciones de las alianzas con las naciones árabes y doblegarse a los reglamentos de las Naciones Unidas0 Chinarevolucionaria se constituye un arsenal nuclear y entra al mismotjempo en el club de las naciones atómicas0 La estrategia de laliberación, para triunfar, comienza por imponer’ a sus adeptos lanórma de partido nico El militante dispuesto a •dar su vida pa’ra luchar contra la alineación dé toda dominac,i5nQ se encuentraun día prisionero de un sistema tiránico expuesto a .os campos deconcentración0

Fundamentopqpulardeladisuasión0

Esta alteración dialéctica, que conduce una estrategia —

de desalineación a una alineación más profunda, no evita la es —

trategia de la dísuasión0 En realidad, al final, no existe disua- Sión nuclear si la cabeza que esgrime la amenaza de extermina

ción no es la expresión del sentimiento popular0 La áabeza no escreible más que si tiene ún cuerpo y la cefalización estatal tíende a la desencarnación del poder A la hora de la verdad, en laextrema tensión de una crisis ínternacíonal grave, la voz de unJefe de Estado poniendo en la balanza la vida de la nación estáen proporción de la adhesión popular0

Para comprendelo bien, imaginemos un escenario Supongamos que Francia sea sometida a un chantaje severo por parte deuna de las dos superpotencias precisamente “de. inecha’ ya queexiste el riesgo de conflagración general0 Pongamos por ejemploque Francia se la obligase a tener que desarmar sus submarinos —

nucleares so pena de verlos acorralados y destruidos ¿Qué puedehacer’el Presidente de la República par’a resistir a este chanta—

— lo —

je si la nación acobardada. esté en su mayoría, en contra de 1afuerza nuclear.....? ¿Seré creído si anuncia que cualquier ac —

cíón contra uno de nuestros submarinos seré respondida por unasalva de reoresalías dísoaradas desde la plataforma de Albión?Desde lueao, para que las superpotencias se lanzaseñ a un chantale parecido serían igualmente necesarÍas razones muy poderosasque las hiciesen creíbles; por ejemplo la inminencia de una guerra entre China y Rusia.

En la negación crítica que se establece entonces entreJefes de Estado, el peso de los argumentos verbales equivale alas realidades que dan a las palabras su significación. Se señala a menudo, que la estragegia de la disuasión no es estrategiadel empleo de las armas de supermuerte sino de su no-empleo,Todoocurre a nivel cerebral del póquer diplomético. Si el intercam —

bio entre los jugadores es verbal, queda el que los jugadores --

son de carne y que la consistencia de sus palabras esté en relación con la nación que representan. Para que las advertencias deKennedy hiciesen teflexionar a Kruchev cuando el asunto de Cuba,fué preciso que éste ultimo se convenciese de que Kennedy se mantendría firme por éstas apoyado por el pueblo americano, que consideró como intolerable la instalación de proyectiles nuclearesen Cuba, Fué preciso también, que Kennedy comprendiese que la yoluntad de Kruchev no era mantenida por imperativos vitales parala URSS. Los rusos podían tolerar el que en Cuba no se instala —

ran proyectiles nucleares; esto fué tan cierto que Kruchev perdería su mandato por haber dejado creer lo contrario. En el juegode la disuasión, el “bluff’t verbal no es més que balandronada sÍla muerte de la nación no esté deliberadamente considerada, comopara el duelista lanzado en desafío, porque la exÍstencia domí —

nante que se le propone es a sus ojos peor que la muerte.

Nacimientodenuevospolos.

A cada crisis se impone así, en la sombradela supermuerte, una nueva negociación de la estructura mundial, tanteando cada uno los límites de las concesiones que puede soportar el otro,teniendo en cuenta su propia ecuación. Pero estas crisis estructurales que nacían ayer de enfrentamientos locales, brotaran cada vez més a medida que la opresión misma del sistema de la disuasión planetaria vaya acentuéndose. Y los Jefes de las potencias nucleares que verifican y sondean la resolución de sus ad -

versarios—asociados estén cada vez més expuestos a la desaprobación por parte de su propio pueblo negéndose a sostener y a res—ponsabilízarse de este imperialismo y este terrorismo global,Talvez se podré asistir mañana, en la Unión Soviética, corno en losEstados Unidos con ocasión de la guerra del Vietnam, a desmoronamientos porque la base no responde, El Kremlin no ha podido opo

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ner hasta el momento otra cosa que violencia verbales a la secesión china o al cambió total egipcio, ¿Quién puede prever que mañana Africa Negra, después de una fase angolesa, no pueda renegartambién de sus libertadores?1 ¿Quién puede saber igualmente sí naciones mediterráneas en pos de compromisos históricos no van acrear un socialísmo soleado tan opuesto al comunismo helado de Mosc1 como lo es el maoísmo impregnado del eterno chino?,

Contra los brotes de sabia de la estrategia germinal, laestructura terminal se revela la m.s de las veces impotente, Estatrae al mundo niños terribles a los que se ve obligado a asfixiaren el huevo, como ocurrió en la primavera de Praga; pero tal infanticidio destinado a prevenir la muerte del padre moscovita tuvo también como efecto, contribuir a la emancipación de los partidos comunistas italiano y francés, Como la colonización, la sate—lización no escapa a las contradicciones1

Amenazasteratógenasocancer6genas

Estas contradicciones son viejas como las civilizacionesque alimentan la historia; lo que es nuevo es la situaciónextrema creada por el paso de la muerte de una civili’zácíón a 1a supermuerte de la humanidad; lo que llama la atención del historiador, es que la hipertrof ja del Estado y la astrofia de la socie —

dad alcanzan sus limites extrémos con la disuasión planetaria yla áfirmación de las libertades individuales1 El extremismo de ladisuasión puede ser llamado “teratógeno” ya que conduce a las su—perpotencias a imponer al mundo un modelo monstruoso: el de unapaz mantenida por la hidra nuclear cuyo temor impone en definitiva la política de los grandes1 Al extremismo de la liberación puede denominérsele “cancerógeno” en la medida en que, para salvar la libertad, llega a la negativa de todo programa normativo, Se•trata de saber si es posible evitar el “monstruo Caribdis” de unprograma contra natura, sin caer en el Ircncer Escila” de una ausencia de programa,

En otros términos, la dialéctica del amo y del esclavoprovoca una reacción en cadena, que tropieza un da cón unos topesigualmente letales, Los franceses han de tener. en cuenta estacuestión pues, con su fuerza nuclear todos acimutes, participan —

en la disuasión teratógena; sÍmultneamente son por tradición lospaladines de la defensa de las libertades y de la afirmación delos derechos del hombre que es cancerógena si lleva aparejada lanegación de todo deber del hombre, Los franceses ms que cual —

quier otro deben obligarse a un esfuerzo lúcido de evaluación dela situación crítica en la que •se encuentran desde que estos moví

— i —

mientos contrarios que se esfuerzan uno a otro, alcanzan el paroxísmo tanto de la agrégación estatal como de la disgregación social.

Vamos a ver como esta crisis cada vez más crucial puedeser superada a condicIón de rechazar la fatalidad de otras perspectivas letales e La aceptación de la fatalidad es siempre dimisión del pensamiento, victoria de la ignorancia sobre el conocí—miento. La elaboración de una estrategia de supervivencianopue—de proceder más que de un esfuerzo de claridad para desembarazarel fatalismo oscuro de las estrategias de supermuerte. Al prejuicio letal vamos a oponer un prejuicio fetal: lo que se víslumbraen el horizonte de la crisis contemporánea es un nacimiento y nouna muerte. Corresponde al horñbre ser el estratega de su propioalumbramiento.

III LAESTRATEGIADESUPERVIVENCIAS

Salirdelnichoecológico.

Nacer, ¿para qué?. Más allá de la imagen de un alumbra -

miento ¿cuál es la realidad de esta nueva vida que se trata deconcebir?. Concebír, conocer ¿no nos tiende el vocabulario biológico la trampa de transposiciones abusivas en la cual hemos caído evocando las amenazas teratógenas y cancerógenas?. Sin embargo la muerte y la supermuerte no son analógicas sino realidadesperfectamente ontológicas Si el lenguaje biológico se impone —

cuando se trata de la muerte y de la vida, ¿Porqué no será máslegítimo cuando se trate del nacimiento o de la metamorfosis depasar de la vida a la supervivencia?,

Imaginemos, para intentar ver más claro, el desarrollo -

de un embrión en la matriz al aproximarse el final de su gestación, esforzándonos por seguir desde el interior la crisis queconoce entonces este conjunto de fórmulas y de órganos De manera cada vez más aguda se le plantea el problema de los límites —

de crecimiento en un medio ambiente acabado, Es posible que lapresión externa provoque en esta sociedad de células y de órga —

nos el establecimiento de un plan de urgenciá tendente a la detención del creciemiento y a la reglamentación del consumo. Setrata de instaurar un equilibrio ecológico entre las necesidadesdel embrión y los recursos de la matriz, de modo que se perpetüeindefinidamente esta vida fetal, Pero contrariamente a esta es —

trategia terminal finalizada por el rechazo de la gestación, esposible también que se desarrolle una estrategia gérminal dirigída por cada uno de los miembros u órganos exigiendo que se reálicen las virtualidades inscritas en el programa genético: las ma

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nos del embrión estan hechas para coger sus piernas para andar ,

su órgano sexual para reproducir, su cerebro para pensar, etc,ninguna de estas virtualjdacles se realizaré si triunfa la estrategia terminal tendente a una instalación definitiva en el senomaternal, verdaderamente teratógena ya que ésta impone una muti—lación monstruosa del programa genético. Simulténeamente, si enel seno maternal el feto consiguiese liberar anérquícamente suspotencialidades reservadas para el post—nacimiento, de ello resultaría un desorden incompatible con las condiciones de vidaen su nicho ecológico,

Laestrategiaobstetrical.

Nuestros debates estratégicos actuales dudando entre ladisuasión global y la afirmación local se parecen a los que po -

drían tener en sus consejos estas células del embrión al comprobar que estén en una situación crítica, prisioneras de la necesidad contradictoria de decir no a la gestación y sí al germen.evidente que esta contradicción es insolubre en el módulo inscríto. Porque tenemos el privilegio de ser hombres dotados de pensmiento, sabemos que esta crisis vivida por el feto es el resortenecesario para el paso de la matriz maternal a la sociedad. Sipudiésemos ponernos en comunicación con las células, angustia -

das porque sus estrategias terminal o germinal no tienen “a susojos” otra salida que lo funesto, nos guardaríamos muy bien dedar nuestra opinión; pues tendriamos que revelar qué existe otrasalida, vital esta vez, yprepararles para franquear el paso devenir al mundo. Se trata de examinar si esta analogía biológicaes vélida cuando la aplicamos a nuestra sociedad que se encontraría de nuevo en situación fetal en la matriz social, llamada ‘

un nuevo nacimiento, en un mundo donde podríamos anticipar la naturaleza gracias al poder del pensamiento, Lo mismo que el tocólogo elabora una estrategia obstetrical, desde que ve claro enel ahorro natural del nacimiento, igualmente nos es necesario anosotros iluminar el umbral a franquear, con objeto de facilitarsu paso. Sería fécil estimular al feto para hacer este ultimo esfuerzo .si se le pudiese describir el ambiente social en el quesu libertad ha de expresarse. Pero la sociedad es, a la vez, elniño a nacer y el tocólogo. ¿Esta sociedad seré capaz de superarse para pasar a un nuevo modo de vida por ella misma concebido?

Laestrategiaabortiva

Lejos de ejercitarse en concebir un nacimiento, el pensamiento del hombre se movíliza actualmente muchas veces por eTproblema del- aborto. -

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El mundo occidental se complace, en buena parte, por lasfilosofías que celebran la muerte del hombre y lo absurdo de suexistencia, ¿Por qué este culto del hombre—aborto.?. En pri -

mer lugar por el efecto de la analogía biológica, que por otraparte se pretende rechazar: puesto que la vida de todo individuoesta limitada por la muerte, se deduce de ello que la vida delconjunto de individuos, esta también, prometida a una extincióntotal; olvidamos que antes de morir es necesario nacer. Por recelo también, entre los creyentes, toda una serie de herejías gnósticas conducen al hombre a renunciar a sus compromisos tempora —

les desde el momento en que se refugia en la certeza ilusoria dehaber acabado la obra del conocimiento. Pero sobre todo, entrelos no creyentes, demostrar que el hombre quedará para siempre -

invaliado, que la aventura humana esta condenada al fracaso, quela “Creación” está, en resumidas cuentas, mal hecha,es instruirel proceso del Creadorv y legitimar a buen precio su negaciónDesquite del hombre angustiado por la supermuerte que dice a Dios:Tu morirás al mismo tiempo que yo. La esperanza de un nacimientode un acontecimiento, no es a los ojos de la mayoría, creyenteso no creyentes, ms que una pieza de museo mitológico; esperan—•za sin embargo siempre viva en ñumerosas sectas en pleno auge yque renace también en las corrientes “carisméticas” del cristianismo contemporáneo.

Relatividaddelaobjetividad.

Tratemos de comprender por qué el pensamiento científicoadmire la hipótesis letal mientras que pone en entredicho la hipótesis fetal. Todo procede de un mal entendido respecto al postulado de objetividad según el cual suponer a la naturaleza unproyecto, una intencionalidad, sería contrario al espíritu científico. Por esto, inscribir el futuro en la perspectiva de uncambio de vida liberador, plantear cual sería el destino del hombre en caso de vencer la supermuerte, es dar a nuestra suerteunadestinación prevista por un Creador.. Pero la misma crítica puedehacerse en la afirmación contraria, que plantea en principio lafatalIdad de la supernuerte. Aoostar por un nacimiento o por unaborto depende de una mism& Subjetividad de la quela Ciencia -

no puede desentenderse tota1mente El problema del sabio noeselde evitar las opcioneF subjetivas, sino el realizarlas consciente y explícitamente, como el matemático definiendo a priorI susaxiomas de opciones. Contrariamente a lo que decía Newton, laCiencia comienza siempre por hipótesis gratuitas cuyo valor noaparece hasta el final de la investigaci5n Einsten ha demostrado cuantas veces las leyes de gravitación de Newton se vieronafectadas por opciones implícitas de las que éste no se había dado cuenta

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Colocar la evolucíón bajo el signo de la antropía cre —

ciente es una hipótesis de trabajo que caracteriza la perspectiva letal, Ponerla bajo el signo de la neguentropía creciente esotra hipótesis de trabajo que caracteriza la perspectiva fetalLo esencial es percibir que el resultado de la investigación es—té en relación directa con la orientación preliminar, El arbitraje entre estas dos direcciones habría que hacerlo por la pruebade la efectividad, por la verificación experimental y por el progreso de las explicaciones y de las aplicaciones0 La negativa deexplorar una teoría fetal señala un “tabú” o una falta de imaginación, Toda la teoría del No—proyecto o del No—sentido es unacontradición radical, es decir, inverificable desde el momentoen que niega por hipótesis la existencia de una verdad de refe —

rencia, ¿Y c6mo explicar sensatamente el No—sentido si nada tiene sentido,,,?,

Elascesisdelainvestigación,

Ningún argumento científico justifica 1 prohibido sobrela perspectiva fetal, todo lo contrario, únicamente lo justíficprevenciones metafísicas, Puesto que se acepta superar estas prevencíones, no hay que esperar, en los primeros momentos, resultados ni descubrimientos nuevos, Toda investigación cíentificapualquiera que sea su objetivo, es tarea laboriosa que exige una suma de inmensos sacrificios. No bast.a con dirigir el microscópíooel telescópío sobre el buen objetivo, hay que disponer de instrumentos cada vez más potentes; es necesario tiempo, dinero, con —

cursos y un monton de información para conseguir una parcela deinteligibílídad; es necesario contar con el ascesis del investigador, su obstinación, su abnegación y su lenguaje depurado y serio para rechazar lo ambiguo, ¿Cómo esperar ver más claro en dirección de un nuevo cambio de las bases de referencia sí en principio nos negamos a orientar el proyector de la investigación hacia ésta dirección,,,,,? ¿O si no permitimos más que una ojeadfurtiva y vergonzosa en esta vía sin utilizar el radar de que nosservimos p-a otras,..,?. ¿Y por qué solicitar de tal exploración sumari resultados inmediatos, cuando sabemos de toda la.paciencia y perseverancia que necesita el descubrimiento,00,?,

El investigador, antes de orientar de nuevo su investigación, está en el derecho de exigir que sé le exponga la intuí —

ción y la intención que sirven de guía y los indices que los legitiman. Tratemos de explicar la hipótesis fetal, no ya sobre elaspecto biológico sino sobre el lógico,

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Lahipótesisfetal

La hipótesis fetal se funda en la convicción de que el hombre, desde sus orígenes, es artífice de verdad, orfebre de clandad. La Ciencia ante esta perspectiva es una empresa de revelación y no es divergente, sino convergente, Los esfuerzos realizados desde los orígenes para comprender, conocer, dilucidar, verificar y dominar y, al mismo tiempo para liberarse, no son trabajo de Sisife sino etapas hacia la inteligencia del “sistema” -

mismo de la CreacÍón y de su sentido , La tica del conocimientoque recomienda toda investigación, esta fundada en la esperanzaprometedora de conseguir otra cosa que no sea una pura negativi—dad.

En realidad, la ínvestigación actual en lo ms profundode sus realizaciones se ampara de trozos de una positividad fundamental que son como fragmentos de una llave. Por ejemplo, cuando los biólogos descubren la estructura universal del código genético, atestiguan la existencia de una lógica com.n que presidetoda la diversidad del ser vivo, Igualmente los físicos estántratando de poner en claro la estructura comtn que preside todala diversidad de las partículas elementales; no tienen inconve -

niente en buscar tal norma natural y dedicar cuantiosos medios aesta investigación.

¿Por qué rehusar admitir que mañana se podría evidenciarde manera tan irrefutable como en física y en biología, una lógica coman presidiendo a la diversidad de todo pensamiento,. ,?.L6’gica de referencia, modelo normativo de la genética de la mate -

rÍa y de la vida.

La hipótesis fetal no es otra que la apuesta en favor dela elucidación de un modelo que coronaría la obra descubierta,hiperlógica integrando las lógicas de la materia, de la vida y deTpensamiento, Loa en la actualidad velado, mañana desvelado porla reunión de pequeños fragmentos de una llave única,

Sin motivo, en nombre de su razón o d.e su fe, el hombrese irrita ante la alineación que representaría la existencia detal modelo normativo e integratívo. Sin embargo, la aplicación —

de la lógica del ser vÍvo sobre la materia no ha arrastrado unaalineación, sino una desalineación: los seres vivos ¿no gozan deuna libertad superior a lá de los seres inanimados,.,,?. Y loshombres que razonan ¿no tienen una libertad superior a la de losanimales,,.,,? ¿Por qué la inteligencia de la lógica natural noha de suscitar una nueva liberacÍ6n,? ¿Por qué éste Logos encarnado en la Creación de ser conforme a la institución Cristiana el “sistema” mismo del amor, de la verdad y de la libertad.?

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Independientemente de toda revelación religiosa, la convergencia y la aceleración de los descubrimientos fundamentalesde la CÍencia autorizan cada vez ms la hipótesis de tal penetración, con la que es necesario enfrentarse, consideréndola comoposible desde el momento en que el hombre dejase de hacer el avestruz a este respecto Esta penetración cumpliría el cambiode lasbases de referencia buscado; la humanidad por fin adulta, habitaría el Universo disponiendo de una ley dictada por ella misma evidenciada por su propia voluntad; cada uno podría decidir estar o no de acuerdo con ella, pero esta vez con pleno conocimiento de causa y con toda claridad y libertad0 —

Vitalismoofatalismo0

En tal caso se cumpliría el programa que San Pablo intentaba exponer en vano a los Atenienses: “si Dios ha hecho habita’sobre la faz de la Tierra a toda la especie humana salida de unprincipio único, si ha fijado a los pueblos los tiempos que lescorrespondían y los límites de su habitat, ha sicbn elfin deque el hombre busquela divinidad para alcanzarla, a ser posibleandando a tientas hasta encontrarla0 Por eso no esta lejos de nosotros. Es en ella, en realidad, donde tenemos la vida, el movimiento del ser, Así lo ha dicho por otra parte, algunos de vosotros, Y somos también de su raza” (Hechos de los Apóstoles 17—2629)

A la idea de una supervivencia, los Griegos se burlaronde Pablo como lo harían los racionalistas de nuestro tiempo dequien profetizase la supermuerte. Sin embargo, en contra. de estos reflejos de defensa contra lo que ellos creen ser alineacióny oscurantismo, estos excepticos antiguos y modernos son ellos -

también, las ms de las veces, voluntariosos obreros de la verdad que no cesan de hacer progresar los conocimientos y por lo

- mismo, hacer avanzar este vencimiento que ellos niegan0 Han sido- sus invéstigaciones titubeantes las que han permitido el creci —

miento de la humanidad fetal y quienes la han conducido a su zona de habitat hasta el término de su gestación, hasta el paso dela matriz social actual, confusa y conflictiva, a la intelígen —

cia de una matriz universal fundando la paz en la claridad,

A pesar de las risas burlonas del “establishment” científico, areópago de la inteligencia contemporénea, la esperanza deuna emergencia, de una resurrección, victoria de la supervivenciasobre la muerte, es una hipótesis de trabajo ms coherente quela hipótesis opuesta que hace de la contradicción un ídolo y delfatalismo una regla. Mientras que los griegos de ayer tenían ladisculpa de poder legítimamente considerar la supervivencia comout6pica ya que la supermuerte era entonces inconcebible,nuestros

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utgjgQ3u modernos saben muy bien ue la amenaza de un cataclis

mo mundial no tiene nada dé utópica, ni de intemporal. Deberíanreflexionar en que la supervivencia no tiene nada de Ínconcebí—ble y de que la decisión vitalista de la perspectiva fetal es,endefinitiva, más racional que la decísi6n fatalista de la perspectiva letal. La selección natural que, en el campo del pensamiento, hace tarde o temprano la división entre lo verdadero y lofalso eliminará mañana la estrategia abortiva en beneficio de laestrategia obstetrical, por el sólo luego del instinto de conservación, esta t5.ltíma no puede dejar de tener cada vez más adeptosal no al no aparecer otro camino de salvación.

Traduzcamos en términos políticos las disposiciones lomás concretas y temporales posibles que se desprenden de tal visión del mundo,

Europadividida.

Antes de definir los medios técnicos de la política, hemos preferido interrogarnos sobre los extremos metafísicos en los que és-tos se inscriben. Antes de proponer una estrategia, hemos querido aclarar lo que Jean Guitton llama la “metaestrategia”, Estospostulados metaestrateaicos, si son las más de las véces laten —

tes e informulados, no son de ninguna manera desencarnados; revelándolos, haciéndoles patentes, comprobamos que se arraigan enterritorios, polarizan historias, fundan escuelas, inspiran partidos, dirigen tipos de sociedad, etc., cosas todas, cuya ex±s -

tencia no tiene nada de inmaterial.

Las dos estratégias términal que son las dos componentesantagonistas de la metaestrategia abortiva están geográficamenteseparadas: al Norte la estratégia germinal de las grandes potencias dominadas por el dípolo americano—ruso; al Sur el conjuntode jóvenes naciones seguidoras de la estrategia germinál.Esta división entre Nordistas y Sudistas la tenemos en Europa que, porsu franja mediterránea, está abierta a las seduccionesdela afirmación nacional, de la no—alineación, de la descolonización enespera de las reivindicaciones regionales: Cataluña, País Vasco,Córcega, Cerdeña, etc.,. Europa Septentrional está más a favorde las organizaciones supranacionales, acepta la integración delos pactos Atlántico o de Varsovia y ratifica por los acuerdosde Helsinki un sistema de naciones satélites dentro de la órbitade los dos gigantes.

Esta oposición Norte—Sur se cruza con la línea divisoriatradicional entre el Este y el Oste, Pero en este caso yano setrata de una postura con relación a la muerte, criterio de las

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estizategias terminal y germinal, sino de una postura con rela—ción a la económía; entre la opci6n liberal y la opción colectivista el criterio no es la existencia sino tenerla, La divergencia entre Europa Oriental y Europa Occidental, se refiere al ti—

o de sociedad y no a las respuestas de esta sociedad frente auna amenaza de muerte La divergencia entre Europa Septentrional ‘y Europa Meridional, se refiere al temor o al desprecio de laexterminación universal que conducen, o bien a aceptar un sistema global, o a reivindicar la independencia local,

Como los hombres son de la misma factura, en todas partes‘se encuentran las mismas fracturas. Esta descuartizamiento se ma

nifiesta en particular, en la actualidad, en Francia, donde losparidb tato de derechas como de izquierdas están divididos en

tré nordistas europeos, léase mundialistas, y sudistas naciona —

listas o regionalistas intransigentes e Hay que reconocer que larealidad francesa como la europea no es la bipartición. sino laduatripartición. Sin embargo, lejos de captar la dinámica de es—tástensiones antagonistas, cada uno sueña con vera Francia en—tera incorporada a su propia tendencia, Italia ha tomado quiz.sventaja en la inteligencia de las virtudes del compromiso, Europa tendría ms posibilidades de reunificación si desde el Atln—

tico a los Urales se comprendiese como la Europa de los compromísos. Pero hasta esta palabra de compromiso refleja la perspectiva sin valor de la estrategia abortiva que consiente toda unaserie de óoncesiones para prolongar la coexistencia, sin descu —

brir designio alguno a cambio,

Lejos de disminuir los antagonismos, la estrategia obste

tricíal los asume como energía ‘ necesaria de una progresión d’la que percibe el fin. Cree en el dinamismo y en la fecundidad —

- •, de esta cuadripartición con la que se trata de organizar el jue‘go como se realiza la regulación de un motor de cuatro tiemposEl bien común europeo o nacional esta en la existencia misma deestas divisiones que son el reflejo de alternativas fundamenta —

les, Se trata de equilibrar los tiempos, las fuerzas y las fasesde energías contrarias que concurren -a un mismo efecto: el crecí

- , .. miento de una sociedad en vista de un nacimiento, La estrategia’-, . - obstetricial observa esta evolución conflictiva que se hace crí—

•tica cuando cada uno de estos impulsos alcanza, al aumentar, elumbral letal, Sin esta letalidad dramtíca ¿de dónde sacar laenergía necesaria para un nacimiento,,..?. Si el nicho ecológicoes un paraíso pacífico, tranquilo y confortable ¿para qué salirde él..,,,?. El tocólogo no suprime las convulsiones del partosino que las hace menos dolorosas explicandolas y enseñando acontrolarlas.

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Laestrategiapascual.

Es importante encarnar la aci6n de esta estrategia obs—tetricial, darle un lugar, una energía, un tiempo, ¿Por qué noestablecerla en la encrucijada geográfica e histórica de estasoposiciones cruciales entre Norte, Súr, Este y ,este,? Cómono reconocer que el área mediterránea ha practicaco siempre estalectura en cruz con la esperanza de ,una supervívencÍa,?. “Nadie sabe cuanto el discordante está de acuerdo con sí m±smo: ——

acuerdo de tensiones inversas como el arco y la iira’, Ya Herá —

dito quería persuadir a los mediterráneos de la fecundidad delos antagonismos para el progreso del ácuerdo: “Lo que se tallaen sentido contrario se ensambiaj de lo que difiere nace la másbella armonía”, San Pablo desarrollará la simiente del “lenguajede la Cruz” articulando toda la “explícací6n del místeriode Cristo” sobre la superación de la oposición dialéctica entre Griegosy Judíos. Explicará a los romanos instalados en la paxromana cómo la Creación en los dolores del parto, espera ser descubierta(ocalupteín=reve1ar) por los hombres que deben consumar su Uberación, L’a mayéutica verbal de SÓcrates se convierte así enPablo en mayéutica carnal, es decir, obstétricía,.

Pero esta mayéutica encarnada no es monopolio del cris —

tianismo romano; es común a las tres religiones monoteístas quegerminaron en el crisol mediterráneo. Cada una según su propiapolarización, es interpretación del paso de la vÍda a la supervivencia, Toda la historia de los jud’ios es la de una travesía,deuna Pascua renovada, En ellos, predomina la dimensión históricay temporal del paso en la espera del Reino de Israel, Los musulmanes, hacen hincapié sobre todo,en la dimensión dinámica delpaso que ha de cumplírse ín€xorablemente en la dirección fijadapor Dios; hay que combatir para abrir el camino0 Con el crÍstia—nismo se subraya el cambio de las báses de refer’encia,la conquista de una dimensión nueva cuando tiene lugar el paso de lo Natural a lo Sobrenatural, Pero en realidad, ‘aún dando prefer’encia a.una de estas tres dimensiones, temporal, dinámica y espacial delpaso Pascual, cada una de las tres religiones, del Libro las asumeconjuntamente.

Este es el. motivo por el que la estrategia obstetricialo mayéutica no es de ningún modo una innovacÍón para los creyentes monoteístas; ésta no es otra que la actualización de la es -

trategia pascual, principio de su fe y de su esperanza, fundamento mismo del progreso del acuerdo en la libertad, Pero esta vueTta al origen no nos conduciría más que a la conclusión de que esta estrategia pascual se sobreentiende y que basta con aplicarla,Implícita por la fe sólo queda aclararla por la razón; no hemoshecho más que señalar aquí el que tal aclaraciÓn parece en la

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actualidad necesaria, posiblé, verosímil. Se trata de hacerlarealidad creando las condiciones favorables a tal implosión delconocimiento sacando a la luz su lógica de referencia. Se tratade elaborar la estrategia para atravesar la barrera de la luz,loque requiere preparativos, disposiciones prácticas y coordinadasque no se improvisan, como tampoco se improvisan los estudios ——

preparatorios para el paso de la barrera del sonido.

La fe facilita o corrobora la intuición inicial;ésta queda como una simiente que no llegaría a germinar so pena de quela razón la regase. Asímismo necesita un jardínero que quieraplantarla y cuidarla. ¿Por qué no encargarse de esta misión lapolítica francesa....?. ¿Por qué los franceses no estan predis —

puestos a ello por el hecho de su fragmentación cuadripartita.....?, ¿No estan especialmente bien situados para descubrir alfin la riqueza de este pluralismo y para preocuparse de diluci —

dar la regulación oculta permitiendo hacer fructificar el árbolde su divergencia,....?. Esta inteligencia de sus divisiones in—trenas podría entonces repercutir en la política exterior deFrancia, en la negativa de ver instaurarse una polarización dominante.

La estrategia de los franceses debe estar de acuerdo consu reputación de inteligencia y con su exigencia de claridad cartesiana. Francia puede testimoniar que es posible una superacíón de las estrategias letales, no debiendo contentarseconafirmaciones verbales, sino tomando las medidas apropiadas para e!’análisis y definición de la estrategia pascual. En particular ,

le corresponde invitar a tal investigación a los pueblos mediterráneos, que comparten esta esperanza vitalista y que se hanopuesto siempre al monopolio de un pensamiento dogmático unifor—mista,

Por esta razón en tiempo de’ grandes vencimientos y degrandes crisis, en el momento en que las políticas tanto de derechas como de izquierdas son desmentidas por el fracaso de lopaíses que. ya las han aplicado, donde del otro lado del mediocrehorizonte a corto plazo no aparece más que la sombra invasora delas amenazas teratógenas y cancerógenas, todo aboga en favor deuna apertura mediterránea. El Mediterráneo ya no es lago de paz,sino más bién “lago de los cuatro cantones” donde se cruzan --

múltiples corrientes. Es, desde sus orígenes , el m6dulos de losconflictos más fundamentales, la pila bautismal de los renacimientos, Mar espasmódico donde se acumulan en la actualidad lastormentas, En el momento en que el Mediterráneo puede estar denuevo en situación crítica y apasionante, vislumbro para Franciaun. gran papel, un designio metaestratégíco: la catlísis de ununiversalismo mediterráneo llamado a evidenciar cláramente el

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sentido pascual del destino, no s6lo de todo ihdívíduo, sino detodo grupo y de la ciudad planetaria que ha de nacer

Pascuas, 1976