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Módulo 4. Inteligencia emocional

¿Para qué este módulo?

Una parte importante del proceso de coaching se basa en reconocer y modificar las

emociones que nos están dificultando el llevar a cabo el cambio. El paciente que

acude a consulta para modificar sus hábitos alimenticios a menudo presenta un

problema de gestión emocional. Si ayudamos al paciente a reconocer sus propias

emociones y a saber gestionarlas eficazmente le estaremos ayudando a conseguir

más fácilmente su objetivo relacionado con la alimentación.

El profesional de la salud también debe aprender a desarrollar su inteligencia

emocional, ya que le ayudará a relacionarse mejor consigo mismo y con sus

pacientes y a conseguir mejores resultados.

¿Qué encontrarás en este módulo?

4.1. ¿Qué es la Inteligencia Emocional?

4.2. Orígenes de la Inteligencia Emocional IE

4.3. Las emociones y sus funciones

4.4. Neurociencias: madre de la Inteligencia Emocional

4.5. Clasificación de las competencias emocionales según Daniel Goleman

4.6. Bibliografía

4.7. Actividades para integrar la información



4.1. ¿Qué es la Inteligencia Emocional?

El término Inteligencia Emocional se podría definir como:

“La habilidad de manejar los sentimientos y emociones, dicriminar entre ellos y utilizar

estos conocimientos para dirigir los propios pensamientos y acciones” Salovey y

Mayer (1990).

“Incluye las áreas de conocer las propias emociones, manejar emociones, motivarse

a uno mismo, reconocer emociones en otros y manejar relaciones” Goleman (1995)

“Un conjunto de capacidades, competencias y habilidades no cognitivas que

influencian la habilidad propia de tener éxito al afrontar las demandas y presiones

del medio ambiente" citado en Mayer (2001)

“Se refiere a la habilidad para reconocer el significado de las emociones y sus

relaciones, y para razonar y resolver problemas en base a ello. También incluye

emplear las emociones para realzar actividades cognitivas” Mayer et al. (2001)

Varios autores han teorizado que una alta inteligencia emocional

puede llevar a grandes sentimientos de bienestar emocional y a

tener una mejor perspectiva de la vida. Existe también evidencia

empírica que parece demostrar que la alta inteligencia emocional

se asocia con menor depresión, mayor optimismo y una mejor

satisfacción con la vida. Por tanto, esto sugiere un vínculo entre

inteligencia emocional y bienestar emocional.

Como se puede observar, este concepto de novedosa aparición,

apunta de forma directa a la posesión de competencias y

habilidades caracterizadas por la autogestión de las propias

emociones. Es decir, se puede hablar de alguien “emocionalmente inteligente” cuando es

capaz de comprender la naturaleza de las propias emociones, conoce su origen, las

expresa libremente en función del contexto en el que se encuentra y las utiliza en pro de

conseguir su propio bienestar y felicidad.

imagen 1 MODULO 4



El origen del concepto de Inteligencia Emocional es bastante reciente y se sucede después

de varios años de investigaciones sobre la inteligencia y el concepto de coeficiente

intelectual.

4.2. Orígenes del concepto de IE

Habiendo superado un número de investigaciones considerables, Gardner (1995) postuló

que el hombre no poseía una sola inteligencia medible y perdurable hasta el resto de

nuestros días, sino que poseía 7 inteligencias diferentes o varios “modos de hacer”, cada uno

especializado en una área hoy en día identificada y representativa de la actividad eléctrica

que produce al ser utilizada .

Dos de las siete inteligencias, la inteligencia interpersonal y la inteligencia intrapersonal, son

las que van ligadas al concepto de inteligencia emocional, cosa que llevó a otros dos

investigadores, Salovey y Mayer (1995), a acuñar el término de IE al postular que la

inteligencia emocional era el verdadero recurso a la hora de conseguir éxito y felicidad pues

sólo con la adquisición de las competencias emocionales adecuadas, un individuo sería

capaz, independientemente de cuál fuera su CI, de conseguir destacar en el trabajo, en la

sociedad o donde se propusiera.

Ilustración 9: Las 7 Inteligencias de Gardner

Musical

Cinético-corporal

Intrapersonal

Lógico-matemático

Lingüístico

Espacial

Interpersonal

Inteligencia Emocional

La Inteligencia

múltiple



Ya en 1995, el investigador y columnista del New York Times, Daniel Goleman, fue el

encargado de difundir y acercar al público este término del IE al causar impacto con su

obra más importante dedicada exclusivamente a la Inteligencia Emocional. En ella recoge

apuntes de otros autores que en su momento posturalon e investigaron sobre las emociones

(Plutchik, Lazarus, etc...).

“ Como concepto esencial, apunta a que la IE incluye la habilidad de motivarse y persistir

frente a las frustraciones, ayuda a controlar impulsos negativos y a desmoronar

gratificaciones además de regular estados de humor, evitar que las desgracias obstaculicen

la habilidad de pensar, desarrollar empatía o mantener la esperanza.”

4.3. Las emociones y sus funciones

Pero, ¿Qué es una emoción? Hay diferentes deficiniones según la fuente de la cual

proviene. Algunas definiciones aceptadas serían las siguientes:

“Es un estado complejo del organismo

caracterizado por la excitación o

perturbación que predispone a una respuesta

organizada. Las emociones se generan como

respuesta a un acontecimiento externo o

interno”(Bisquerra, 2008).

“Combinación de procesos neuroquímicos y cognitivos provocados por la interacción del

organismo en el ambiente, que indica en carácter favorable o desfavorable del entorno a

la lucha por la supervivencia y la reproducción humana”.

“Mezcla de los sentimientos, los pensamientos, los estados biológicos y psicológicos y el tipo

de tendencias a la acción que la caracterizan” (Goleman, 1995).

El esquema que define el proceso por el cual se da la emoción es el siguiente:



Ilustración10: Proceso de reacción de la emoción.

La función de las emociones:

El miedo: impulsa a la huida ante un peligro real e inminente para asegurar la

superviviencia pues los seres vivos racionales tienden a la protección de su clan y a su propia

protección.

La ira: nos induce a la destrucción de lo que no nos parece correcto de una forma dura e

insistente para que no se vuelva a suceder.

La tristeza: motiva hacia una nueva reintegración personal, conduce a no hacer nada más

que reflexionar y buscar nuevos planes para el día de mañana.

El asco: su función es la de rechazar sustancias que pueden ser perjudiciales para la salud

como reechazar alimentos en mal estado. Su olor es el que nos provoca el asco y evita el

envenenamiento. Por otro lado el asco también es un mecanismo de control social ya que

surge ante conductas antisociales como el incesto o la pedofilia. Es la base del trato

discriminatorio.

La alegría: su función es la de continuar con los planes adecuados hasta el logro de los

objetivos, es decir, nos induce a la reproducción de aquellos sucesos que nos hacen sentir

bien.

La ansiedad: Estar en atención vigilante a lo que pueda ocurrir y orientar al sujeto frente a

una nueva situación. Hay peligros potenciales como la ansiedad a la hora de prevenir un

Acontecimiento Valoración Comportamental

Valoración neurofisiológica

Valoración cognitiva

Predisposición a la acción (Orexis)



ataque que puede ocasionarnos daño o supuestos como por ejemplo ansiedad antes de

llegar al trabajo sabiendo que han despedido a media plantilla.

El amor: Provoca el sentirse atraido por la otra persona para asegurar la continuidad de la

especie.

(Redorta, 2006; Bisquerra, 2008; Seminario CEFIRE UA, 2006)

Dentro de este marco de referencia sobre la IE, recordar que la función de las emociones es

prepararnos para los acontecimientos de la vida y orientarnos hacia el bienestar, acto que

precisamente encaja con que el cliente desea cuando inicia o se encuentra ya inmerso

dentro de un proceso de coaching. Generalmente, todos los objetivos y acciones que se

establecen durante el proceso son para mejorar algún aspecto de la vida del cliente que le

supondrá un beneficio en pro de su felicidad por lo que es importante destacar la

importancia del bienestar que definen el contexto sobre el cual hoy en día se desarrollan las

herramientas derivadas de la Inteligencia.

4.4. Neurociencias: madre de la Inteligencia Emocional

Breves datos sobre Sistema nervioso central SNC:

• Hace 500 millones de años que aparecieron las neuronas.

• El cerebro tiene 1350cm3 y pesa 1’5 Kg.

• Disponemos al nacer de 10.000.000.000 de neuronas.

• Disponemos de 1.000.000.000.000.000 de conexiones

neuronales.

• Las neuronas se pueden activar 2500 veces/segundos.

• Cada neurona se pone en funcionamiento en 800ms.

• La sensación subjetia lo hace en 200ms.

• Puestas en fila, todas las neuronas abarcarían 5 km en línea recta.



Las dos responsables de que el SN funcione correctamente en cada indiviuo son unas

células muy especializadas en transportar toda la información necesaria para sobrevivir: las

neuronas y las células gliares. Juntas conforman el SNC en el que por un lado, transportan

las órdenes de lo que se tiene que hacer para sobrevivir en el contexto donde se desarrolla

en individuo.

Y por otro lado más intrigante, toman las decisiones en base a estímulos internos y externos,

en base a las emociones y en base al “gran misterio” que comunmente denominamos

pensamiento.

Antonio Damasio

(Lisboa, 25 de

Febrero de 1944)

médico y

neurólogo, premio

Príncipe de Asturias

2005 y profesor de

la Universidad de

Iowa, dedicó (y

sigue dedicando) gran parte de su vida al estudio de la interacción entre el SNC y el

pensamiento humano, llamado por él “El marcador somático”. Una de sus grandes

investigaciones fue en 1994 cuando recuperó el cerebro de Phineas Gage (Rutland &

Burland) para poder estudiarlo.

Escribió “El error de Descartes”, libro que trata de las intuiciones, de lo que él llama el

“marcador somático”. Introdujo el gran tema del dualismo del cuerpo y el alma, lo que

provocó gran debate entre filosofía y psicología ya que el alma nunca ha podido ser

estudiada por su etereidad. Damasio afirma que esta distinción entre lo material y lo etéreo

confunde la realidad, de hecho afirma “siento, luego existo” (en contra de la teoría casi

inamovible de Descartes que afirma “pienso, luego existo” que pone por delante a la razón

y la frialdad sin intervención emocional) ya que cree que primero sentimos emociones y

luego somos. A esto le llamó el “marcador somático”.

El marcador somático: El objetivo de Antonio Damasio respecto al marcador somático es

descubrir cuál es la relación entre los sentimientos y la anatomía del cerebro.



Sobre la neurología de los juicios morales, Damasio asegura que los sentimientos son en

primera instancia un fenómeno físico. Nuestro cuerpo reacciona de una forma u otra según

el entorno y las circunstancias que lo rodean. Una vez el cuerpo ha reaccionado, el cerebro

asimila estos cambios y los traduce al lenguaje de las emociones. Es entonces cuando

sentimos. Tras ello, podemos racionalizar lo que sucede y tomar una decisión meditada. Es

decir, las emociones son biológicamente indispensables para tomar decisiones.

Los responsables emocionales:

El sistema límbico o visceral vincula el tallo cerebral con elementos de alto razonamiento

de la corteza cerebral. Controla las emociones y el comportamiento instintivo. Es donde

reside el olfato.

El hipocampo es parte importante del proceso de aprendizaje y de la memoria a corto

plazo. Se considera como la parte del cerebro donde los recuerdos a corto plazo se

transforman en recuerdos a largo plazo, para luego ser almacenados en otras áreas del

cerebro. También es el responsable de la memoria espacial. Se ha comprobado que los

taxistas de Londres tienen el hipocampo más desarrollado por ejercitar durante más

tiempo su memoria espacial.

El tálamo recibe la información

sensorial y límbica, la procesa y

la envía a la corteza cerebral.

Las amígdalas forman parte del

sistema endocrino, el cual está

formado por un conjunto de

glándulas:

- Tiroides

- Paratiroides

- Amígdalas

Cápsula para la reflexión:

“Para contrarrestar una emoción negativa, hay que tener una emoción positiva

todavía más fuerte que la neutralice.”

A. Damasio de su obra En busca de Spinoza



- Hipófisis

- Epífisis

- Glandula suprarenal

Estas glándulas sintetizan hormonas y las liberan al torrente sanguíneo. Hoy en día se sabe

que el hipotálamo es el responsable del control de la secreción hormonal, y a su vez las

hormonas afectan el funcionamiento del sistema nervioso, por este motivo al conjunto de los

dos sistemas se les denomina sistema neuroendocrino.

Las glándulas endocrinas controlan una gran cantidad de funciones fisiológicas del

organismo como el metabolismo, la homeostasis, el crecimiento, la reproducción, el dolor,

etc., pero también están involucradas en la conducta humana, concretamente en las

emociones, la memoria, el aprendizaje o incluso en las patologías como la depresión, la

ansiedad o la anorexia nerviosa.

4.5. Clasificación de las competencias emocionales según Daniel Goleman.

Las competencias emocionales se dividen en competencias personales, que determinan el

modo en que nos relacionamos con nosotros mismos, y competencias sociales, que

determinan el modo en que nos relacionamos con los demás. Veamos a continuación una

descripción de cada una de las competencias, tal y como las define Daniel Goleman en su

obra Inteligencia Emocional (Goleman, 1995).

A) COMPETENCIA PERSONAL:

Estas competencias determinan el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos

1) Conciencia de uno mismo

- Conciencia emocional: reconocer las propias emociones y sus efectos

Las personas dotadas de esta competencia:

Saben qué emociones están sintiendo y por qué.

Comprenden los vínculos existentes entre sus sentimientos, sus pensamientos, sus

palabras y sus acciones.

Conocen el modo en que sus sentimientos influyen sobre su rendimiento.



Tienen un conocimiento básico de sus valores y de sus objetivos.

- Valoración adecuada de uno mismo: conocer las propias fortalezas y

debilidades


Son conscientes de sus puntos fuertes y de sus debilidades.

Reflexionan y son capaces de aprender de la experiencia.

Son sensibles al aprendizaje sincero de la experiencia, a los nuevos puntos de vista, a

la formación continua y al desarrollo de sí mismo.

Cuentan con un sentido del humor que les ayuda a tomar distancia de si mismo.

- Confianza en uno mismo: seguridad en la valoración que hacemos sobre

nosotros mismos y sobre nuestras capacidades


Manifiestan confianza en sí mismas y poseen “presencia”

Pueden expresar puntos de vista impopulares y defender sin apoyo de nadie lo que

consideran correcto.

Son emprendedores y capaces de asumir decisiones importantes a pesar de la

incertidumbre y las presiones.

El objetivo final del autoconocimiento y el desarrollo personal es lograr ser libre e

independiente emocionalmente, es decir, que seamos tan dueños de nuestra mente que

ninguna circunstancia externa nos haga reaccionar desbaratando nuestra paz interior.

2. Autorregulación:

Autocontrol: capacidad de manejar adecuadamente las emociones y los impulsos

conflictivos


Gobiernan adecuadamente sus sentimientos impulsivos y sus emociones conflictivas.

Permanecen equilibradas, positivas, imperturbables aun en los momentos más

críticos.



Piensan con claridad y permanecen concentrados a pesar de las presiones.

Unos apuntes acerca del autocontrol, desde el punto de vista neurológico:

La región prefrontal está conectada a través de una especie de superautopista neuronal

con la amígdala, que actúa a modo de sistema de alarma cerebral, un dispositivo que ha

tenido un extraordinario valor para la supervivencia durante los millones de años de

evolución del ser humano.

La amígdala es el banco de la memoria emocional del cerebro, el lugar en el que se

almacenan todas nuestras experiencias de éxito, fracaso, esperanza, temor, indignación y

frustración, actuando como centinela de toda la información que recibimos para valorar las

amenazas y las oportunidades que van presentándose, cotejando lo que está ocurriendo

con las pautas almacenadas de nuestras experiencias pasadas. A lo largo de la historia de

la evolución humana, la amígdala ha recurrido a las pautas de la memoria emocional

almacenada para registrar y responder de inmediato ante situaciones en las que el hecho

de pararse a pensar o reflexionar el caso hubiera resultado suicida, como por ejemplo mi

reacción ante una situación de peligro inminente.

De modo que la respuesta cerebral ante las situaciones críticas sigue atendiéndose todavía

a esa misma estrategia ancestral (agudizar los sentidos, detener el pensamiento complejo y

disparar respuestas automáticas reflejas). Una estrategia que en la vida actual no nos es útil

en muchos casos, como cuando reaccionamos impulsivamente ante un estímulo, como la

visualización de un pastel de chocolate.

Normalmente, los lóbulos prefrontales mantienen en jaque los impulsos, adaptándolos a las

reglas de la vida y proporcionándonos una respuesta más apropiada. Las neuronas “freno”

envían a la inquieta amígdala el tranquilizador mensaje de que en realidad no nos hallamos

amenazados por ningún peligro y que, en consecuencia, podemos recurrir a una modalidad

de respuesta menos desesperada.

De modo, que el problema de la persona excesivamente impulsiva tiene menos que ver con

la amígdala que con la actividad del circuito inhibidor de la impulsividad situado en los

lóbulos prefrontales porque, según parece, el problema no radica tanto en la actuación

irreflexiva como en la incapacidad de refrenar una respuesta que ya se ha

desencadenado.

El hecho es que la amígdala constituye el sistema de alarma del cerebro y, en

consecuencia, tiene el poder de anular instantáneamente la actividad de los lóbulos

prefrontales para así poder hacer frente a cualquier presunta urgencia. Por su parte, los

lóbulos prefrontales están dotados de un sistema de neuronas inhibidoras capaces de



detener las órdenes enviadas por la amígdala. Pero lo cierto es que no siempre son capaces

de gobernar la amígdala de una manera tan rápida e inmediata.

Confiabilidad: ser íntegro


Actúan ética e irreprochablemente

Su honradez y sinceridad proporcionan confianza a los demás

Son capaces de admitir sus propios errores y no dejan de señalar las acciones poco

éticas de los demás

Adoptan posturas firmes y fundamentadas en sus principios aunque resulten

impopulares.

Integridad: asumir la responsabilidad de nuestra actuación personal


Cumplen sus compromisos y sus promesas.

Se responsabilizan de sus objetivos

Son organizados y cuidadosos en su trabajo

Adaptabilidad: flexibilidad para afrontar los cambios


Manejan adecuadamente las múltiples demandas, reorganizan prontamente las

prioridades y se adaptan rápidamente a los cambios.

Adaptan sus respuestas y tácticas a las circunstancias cambiantes.

Su visión de los acontecimientos es sumamente flexible.

Cápsula para la reflexión:

Si conseguimos controlar el momento crítico de respuesta impulsiva, con toda probabilidad, en cuestión de minutos desaparecerá el deseo y el impulso compulsivo de comer. ¿De qué manera pued el paciente controlar ese momento crítico? ¿Qué estrategia puede usar?



Innovación: sentirse cómodo y abierto ante las nuevas ideas enfoques e información.


Buscan siempre nuevas ideas de una amplia variedad de fuentes.

Aportan soluciones originales a los problemas.

Adoptan nuevas perspectivas y asumen riesgos en su planificación.

3. Motivación

Motivación de logro: esforzarse por mejorar o satisfacer un determinado criterio de

excelencia


Se hallan orientadas hacia los resultados y poseen una motivación muy fuerte para

cumplir sus objetivos y exigencias.

No vacilan en afrontar objetivos desafiantes y en asumir riesgos calculados.

Recaban la información necesaria para reducir la incertidumbre y descubrir formas

más adecuadas de levar a cabo las tareas en las que se hallan implicados.

Aprenden a mejorar su desempeño.



Compromiso: secundar los objetivos de un grupo u organización


Están dispuestas a sacrificarse en aras del objetivo superior de la organización.

Encuentran sentido en su subordinación a una misión más elevada

Recurren a los valores esenciales del grupo para clarificar las alternativas y tomar las

decisiones adecuadas.

Buscan activamente oportunidades para cumplir la misión del grupo.

Iniciativa: prontitud para actuar cuando se presta la ocasión


Están dispuestas a aprovechar las oportunidades.

Persiguen los objetivos más allá de lo que se requiere o se espera de ellas.

La neurología en la motivación.

También en la motivación juegan un papel importante la amígdala y los lóbulos prefrontales. Sabemos que la amígdala alberga los circuitos cerebrales globales de la motivación. En este sentido, el aprendizaje emocional que determina nuestras actividades preferidas, así como el repertorio de recuerdos, sentimientos y hábitos asociados a estas actividades, se halla almacenado en los bancos de memoria emocionales de la amígdala y en sus circuitos asociados.

Nuestros motivos dirigen la conciencia hacia las oportunidades que más nos interesan. La amígdala forma parte de una especie de “puerta neurológica” que debe atravesar cualquier cosa que nos interese y que es analizada por ella, en función de su valor como incentivo. Es una especie de distribuidor de nuestras prioridades vitales. Las personas que padecen enfermedades o traumas cerebrales que les privan de la amígdala, pero dejan intacto el resto del cerebro, experimentan un trastorno motivacional. Son incapaces de distinguir entre lo que les importa y lo que les resulta irrelevante.

De nuevo, las neuronas inhibidoras de los lóbulos prefrontales pueden vetar o adaptar los impulsos procedentes de la amígdala, agregando una dosis de cautela al circuito neurológico de la motivación. Así pues, mientras la amígdala nos impulsa a actuar, los lóbulos prefrontales quieren saber antes de qué se trata.



No dudan en saltarse las rutinas habituales cuando sea necesario para llevar a cabo

el trabajo.

Movilizan a otros a emprender esfuerzos desacostumbrados.

Optimismo: persistencia en la consecución de los objetivos a pesar de los obstáculos o

contratiempos.


Insisten en conseguir sus objetivos a pesar de los obstáculos y contratiempos que se

presenten.

Operan más desde la expectativa del éxito que desde el miedo al fracaso.

Consideran que los contratiempos se deben más a circunstancias controlables que a

fallos personales.

B) COMPETENCIA SOCIAL

Estas competencias determinan el modo en que nos relacionamos con los demás.

4. Empatía

Comprensión de los demás: tener la capacidad de captar los sentimientos y los puntos

de vista de otras personas e interesarse activamente por las cosas que les preocupan.


Permanecen atentas a las señales emocionales y escuchan bien.

Son sensibles y comprenden los puntos de vista de los demás.

Ayudan a los demás basándose en la comprensión de sus necesidades y

sentimientos.

Cada uno de nosotros influye en el estado de ánimo de los demás. Influir positiva o

negativamente en el estado de ánimo de alguien es algo perfectamente natural, algo que

ocurre continuamente, “captando” las emociones de los demás como si se tratara de una

especie de virus social, un intercambio emocional que forma parte de la economía

interpersonal invisible que subyace a toda interacción humana.

Pero, aunque normalmente se trate de algo demasiado sutil como para poder advertirlo, la

transmisión del estado de ánimo es algo muy poderoso.



Las emociones son contagiosas. Como dijo el psicoanalista suizo C. G. Jung, aún en el caso

de que el terapeuta se halle completamente “desidentificado” de los contenidos

emocionales de su paciente, las emociones de éste terminan afectándole. Y es un error

creer que uno es ajeno a todo eso. Lo que podemos hacer es tomar conciencia del hecho

de que los estados de ánimo de los demás nos afectan. Y, si no lo hacemos es que estamos

demasiado distantes de nuestros pacientes y no comprendemos lo que ocurre.

Nuestros estados de ánimo se transmiten con mucha facilidad porque portan señales vitales

para la supervivencia. Son las emociones las que nos dicen a qué tenemos que atender y

cuando debemos disponernos a actuar. Las emociones representan los ganchos de la

atención y funcionan a modo de advertencias, invitaciones, señales de alarma, etc. Son

mensajes muy poderosos que transmiten información vital que no necesariamente se halla

articulada en palabras.

Es muy probable que en la primitiva horda humana el contagio emocional cumpliera la

función de transmitir el miedo de una persona a otra y actuara a modo de señal de alarma

para centrar rápidamente la atención del grupo en un peligro inminente, como por

ejemplo, la proximidad de un tigre.

“Influir positiva o negativamente en el estado de ánimo de alguien es algo

perfectamente natural, algo que ocurre continuamente, “captando” las emociones de

los demás como si se tratara de una especie de virus social, un intercambio emocional

que forma parte de la economía interpersonal invisible que subyace a toda interacción

humana.”

Orientación hacia el servicio: anticiparse, reconocer y satisfacer las necesidades de los

pacientes


Comprenden las necesidades de sus clientes y tratan de satisfacerlas con sus

productos o servicios.

Buscan el modo de aumentar la satisfacción y fidelidad de sus clientes.

Brindan desinteresadamente la ayuda necesaria.

Asumen el punto de vista de sus clientes, actuando como una especie de asesores

en quienes se puede confiar.



Aprovechamiento de la diversidad: aprovechar las oportunidades que nos brindan

diferentes tipos de personas.


Saben reconocer y recompensar las fortalezas de cada persona.

Tratan a cada persona como si fuera un ser único y especial.

Se enriquecen con la diversidad que aportan las personas.

Tienen perspectivas amplias y ricas de la realidad y del mundo en el que vivimos.

Conciencia política: capacidad de darse cuenta de las corrientes emocionales y de las

relaciones de poder subyacentes en un grupo


Advierten con facilidad las relaciones cave de poder.

Perciben claramente las redes sociales más importantes.

Comprenden las fuerzas que modelan el punto de vista y las acciones de los

consumidores, los clientes y los competidores.

5. Habilidades Sociales

Influencia: utilizar tácticas de persuasión eficaces

Las personas dotadas de esa competencia:

Son muy persuasivas.

Recurren a presentaciones muy precisas para captar la atención de las personas.

Utilizan estrategias indirectas para recabar el consenso y el apoyo de los demás.

Orquestan adecuadamente los hechos más sobresalientes para exponer más

eficazmente sus opiniones.

Comunicación: emitir mensajes claros y convincentes.


Saben dar y recibir, captan las señales emocionales y sintonizan con su mensaje.

Abordan abiertamente las cuestiones difíciles.



Escuchan bien, buscan la comprensión mutua y no tienen problemas en compartir la

información de que disponen.

Alientan la comunicación sincera y permanecen abiertos tanto a las buenas noticias

como a las malas.

Liderazgo: inspirar y dirigir a grupos y personas.


Articulan y estimulan el entusiasmo por las perspectivas y los objetivos compartidos.

Cuando resulta necesario, saben tomar decisiones independientemente de su

posición.

Son capaces de guiar el desempeño de los demás.

Lideran con el ejemplo.

Catalización del cambio: iniciar o dirigir los cambios


Reconocen la necesidad de cambiar y eliminar barreras.

Desafían el estatus quo y reconocen la necesidad de cambio.

Promueven el cambio y consiguen que otros hagan lo mismo

Modelan el cambio de los demás

Resolución de conflictos: capacidad de negociar y resolver conflictos.


Manejan a las personas difíciles y las situaciones tensas con diplomacia y tacto.

Reconocen los posibles conflictos, sacan a la luz los desacuerdos y fomentan la

desescalada de la tensión.

Alientan el debate y la discusión abierta.

Buscan el modo de llegar a soluciones que satisfagan plenamente a todos los

implicados.

Colaboración y cooperación: ser capaces de trabajar con los demás en la consecución

de una meta común.




Se centran tanto en la tarea como en la atención a las relaciones.

Colaboran y comparten planes, información y recursos.

Promueven un clima de amistad y cooperación.

Buscan y alientan las oportunidades de colaboración.

Habilidades de equipo: ser capaces de crear la sinergia grupal en la consecución de

metas colectivas.

Las personas dotadas de esta competencia

Alientan cualidades grupales como el respeto, la disponibilidad y la cooperación.

Despiertan la participación y el entusiasmo.

Consolidan la identidad grupal, el esprit de corps y el compromiso.

Cuidan al grupo y su reputación, y compartan los méritos.



Ilustración 1: Clasificación de las Competencias emocionales según D. Goleman.

Competencias emocionales

Personales

Conciencia de uno mismo

Conciencia emocional Valoracion adecuada de uno

mismo

Autorregulación

Autocontrol

Con@iabilidad

Integridad

Adaptabilidad

Innovación

Motivación

Motivación de logro

Compromiso

Iniciativa

Optimismo

Sociales

Empatía

Comprensión de los demás

Orientación al servicio

Aprovechamiento de la diversidad

Conciencia política

Habilidades sociales

In@luencia

Comunicación

Liderazgo

Catalización del cambio

Resolución de con@lictos

Colaboración y cooperación

Habilidades de equipo



4.6 Bibliografía

Bisquerra, R.(2000). Educación emocional y bienestar. Barcelona:Praxis.

Bristol, Claude M. El Poder de la Voluntad. Editorial Central, Buenos Aires, Argentina,

1991.

Damasio, Antonio (2005) En busca de Spinoza. Plaza Edición. Barcelona.

Damasio, Antonio (2003) El error de Descartes: la emoción, la razón y el cerebro humano. Plaza Edición. Barcelona.

Fernández, E. (2006)Emoción y motivación. Ed. Centro de estudios Ramón Areces.

Madrid.

Gardner, H. (1995) Inteligencias múltiples. La teoría en la práctica, Ed. Paidós, Barcelona.

Goleman, D. (1995). Emotional Intelligence. Nueva York: Bantam Books. (Trad. Cast.

Kairós, 1996).

Mayer, J. D., Salovey, P., Caruso, D. R., & Sitarenios, G. (2001). Emotional intelligence

as a standard intelligence. Emotion, 1, 232-242

Punset, E. (2007) El alma está en el cerebro. Ediciones Aguilar.

Redorta, J., Obiols, M., y Bisquerra, R. (2006). Emoción y conflicto. Aprenda a manejar las emociones. Barcelona: Paidós.

Salovey, P. y Mayer, J.D. (1990). Emotional intelligence. Imagination, Cognition, and

Personality, 9, 185-211.

4.7 Ejercicios para la integración del conocimiento:

Lectura de la entrevista de E. Punset a A. Damasio (Descargar pdf).

Trabaja la Cápsula para la reflexión:

Lee la siguiente afirmación de A. Damasio de su obra En busca de Spinoza:

“Para contrarrestar una emoción negativa, hay que tener una emoción positiva todavía

más fuerte que la neutralice.”

¿Qué emociones negativas siente el paciente respecto de su alimentación? ¿Cómo

influyen en su comportamiento esas emociones? ¿Es consciente de cuándo aparecen

esas emociones? ¿De qué manera intenta neutralizarlas?

¿Qué competencias emocionales, de las definidas por Daniel Goleman, sería

conveniente desarrollar para tener mayor éxito en la consulta de asesoramiento

nutricional?

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