CHARLIE HEBDO

El mundo reacciono con estupor, el mundo está consternado por la brutal masacre

terrorista islámica en la que murieron 12 personas, el día miércoles 7 de enero del 2015,

cuando, al menos, tres fanáticos islamistas fuertemente armados ingresaron a las oficinas de

Charlie Hebdo, Francia, matando a balazos a 10 periodistas, dibujantes y policías.

Esta revista semanal, en sus veinte años de vida, ya había sufrió otros atentados por

sus publicaciones. El estilo de esta revista es el humor satírico, muchas veces de humor

punzante mediante caricaturas burlonas de Mahoma, judíos y curas católicos.

Las caricaturas que se llegó a publicar en la revista Charlie Hebdo ya habían dado

lugar a un intenso debate en Francia sobre la libertad de prensa.

Las protestas ciudadanas se van dejando sentir en diversas partes del mundo. Los

líderes del mundo condenan este despreciable atentado, no hay argumento válido que

justifique eliminar la vida de periodistas en razón de sus ideas. Si bien sus opiniones

caricaturescas pueden haber molestado o herido a algunos, pues, las ideas se combaten con

ideas. Jamás las balas y ningún tipo de violencia podrán matar las ideas.

A través de la historia hay muchos ejemplos de repudiable violencia homicida para

tratar de acabar con las ideas. Jesus fue muerto y crucificado en razón de sus ideas, en

razón del amor al prójimo, y el cristianismo sigue creciendo en el mundo a través de los

siglos.

Los jerarcas romanos, de aquel entonces, no entendían a las masas de cristianos

condenados a muerte y sin embargo iban cantando y entregando sus vidas por amor y fe en

Dios, sin haberle hecho daño a nadie.

Entonces como entender a estos fanáticos religiosos musulmanes que en nombre de

su Dios, matan a indefensos, como entender que dicen haber vengado al profeta.

Si bien el historial de la revista Charlie Hebdo era de un humor punzante, un humor

que satirizaba, que se burlaba de personas de la política, se burlaba distintas religiones, no

solo de musulmanes sino la católica y la judía. Un humor que hacia reír a los enemigos de

las caricaturizados y hacia morder su odio y sed de venganza a los aludidos.

Para no ir más lejos, aquí en el Perú tenemos para reírnos de las caricaturas políticas

del “Otorongo”, un suplemento del diario Perú 21. Hemos tenido a Tulio Loza con su

burlesco humor político. Por ahora tenemos al humorista Carlos Alvares con sus parodias

políticas, pero esta gente nunca le hizo daño a nadie, ni mato a ningún inocente. Sabido es

que la violencia genera violencia, roguemos que la tolerancia y la concordia devuelvan el

clima de paz que necesita nuestro pueblo que vive en democracia