máxima acuña

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    MXIMA ACUA

    LA DAMA DE

    LA LAGUNA AZUL

    VERSUS

    LA LAGUNA NEGRA

    Una de las mineras de oro ms ricas del mundo

    intenta desalojar a una campesina que vive en un

    terreno que esta compaa reclama como suyo.

    La empresa Yanacocha y el gobierno del Per

    apuestan por un proyecto, Conga, para explotar

    una gran reserva de oro. Dicen que de l depende

    el progreso del pas. Mxima Acua se niega a irse

    de su casa y cambiar la nica vida que conoce. Por

    aos ha vivido frente a una laguna que Yanacocha

    proyecta convertir en un depsito de desechos

    txicos.

    Vale ms el oro de todo un pas que la tierra y elagua de una familia?

    Una maana de enero de 2015, con el fin de poner loscimientos de una casa, Mxima Acua Atalaya picabalas piedras de una colina con golpes secos y certeros

    como los de un leador. Acua mide menos de unmetro y medio, pero carga rocas del doble de su pesosobre la espalda y destaza un carnero de cien kilos enminutos. Cuando visita la ciudad de Cajamarca, lacapital de la sierra norte del Per donde ella vive, temeque la atropellen los autos, pero es capaz de enfrentar auna retroexcavadora en movimiento para defender eterreno que habita, el nico con abundante agua para

    sus cultivos. Nunca aprendi a leer y escribir, perodesde 2011 ha impedido que una minera de oro laexpulse de su casa. Para campesinos, defensores dederechos humanos y ecologistas, Mxima Acua es unejemplo de coraje y resistencia. Para quienes eprogreso de un pas depende de explotar sus recursosnaturales, Mxima Acua es una campesina terca yegosta. O, peor an, una mujer que busca sacarledinero a una compaa millonaria.

    Me han dicho que debajo de mi terreno y de la lagunahay bastante oro dice Mxima Acua, con su vozaguda. Por eso quieren que me largue de aqu.

    La laguna se llama Azul, pero ahora luce gris. Aqu, enlas montaas de Cajamarca, a ms de cuatro mil metrosde altitud, una espesa niebla lo cubre todo y disuelve eperfil de las cosas. No se oyen cantos de aves, ni hayrboles altos, ni cielo azul, ni flores en los alrededoresporque casi todas mueren congeladas por el viento frocercano a los cero grados. Todas excepto las rosas y lasdalias que Mxima Acua lleva bordadas en el cuello desu blusa. La vivienda de barro, piedras y calaminas

    donde vive ahora, dice, est a punto de derrumbarsepor las lluvias. Necesita construir una casa nuevaaunque no sabe si conseguir hacerlo. Ms all de laniebla, a unos metros frente a su predio, est la LagunaAzul, donde hace unos aos Mxima Acua pescabatruchas junto a su esposo y sus cuatro hijos. Lacampesina teme que la empresa minera Yanacocha ladespoje de la tierra donde vive y convierta la LagunaAzul en un depsito para unos quinientos millones detoneladas de desechos txicos que saldrn de un nuevotajo minero.

    En quechua, Yanacocha significa Laguna Negra

    Tambin es el nombre de una laguna que dej de existira inicios de los noventa para dar paso a una mina de orode tajo abierto considerada en su mejor poca la msgrande y rentable del mundo. Debajo de las lagunas deCelendn, la provincia donde viven Mxima Acua y sufamilia, hay oro. Para extraerlo, la minera Yanacocha hadiseado un proyecto llamado Conga que, segneconomistas y polticos, llevara al Per hacia el PrimerMundo: vendran ms inversiones y por tanto ms

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    puestos de trabajo, modernas escuelas y hospitales,lujosos restaurantes, nuevas cadenas de hoteles,rascacielos y, como anunci el Presidente del Per,quiz hasta un tren subterrneo en la capital. Paraconseguir todo ello, sin embargo, Yanacocha dice queser necesario secar una laguna ubicada a ms de unkilmetro al sur de la casa de Mxima Acua, paraconvertirla en una mina de tajo abierto. Despus,

    utilizara otras dos lagunas para depositar all losdesechos. La Laguna Azul es una de ellas. Si esosucede, dice la campesina, podra perder todo lo que sufamilia posee: las casi veinticinco hectreas de tierrarebosante de ichu y otros pastos alimentados pormanantiales. Los pinos y queuales que le proveen delea. Las papas, ollucos y habas que hay en su chacra.Y, sobre todo, el agua que beben su familia, sus cincoovejas y sus cuatro vacas. A diferencia de sus vecinosque vendieron sus tierras a la compaa, la familiaChaupe-Acua es la nica que todava vive junto a lafutura zona de extraccin del proyecto minero: elcorazn de Conga. Ellos dicen que jams se irn de all.

    Algunos comuneros dicen que por mi culpa no tienentrabajo. Que la mina no funciona porque estoy ac dice la campesina. Qu hago? dejo que me quitenmi terreno y mi agua?

    Mxima Acua se detiene, deja de picar las rocas y seseca el sudor de la frente. Su pelea con Yanacocha,cuenta, se inici con la construccin de un camino. Unamaana de 2010, Acua se levant con un dolor

    punzante en el vientre. Tena una infeccin en losovarios que no la dejaba caminar. Sus hijos alquilaronun caballo para llevarla hasta la choza que heredaron desu abuela, en un casero a ocho horas de all, para quese recuperara. Un to suyo se quedara a cuidar suchacra. Tres meses despus, cuando logr reponerse,ella y su familia regresaron a casa, pero encontraronalgo distinto en el paisaje: la antigua trocha de tierra ypiedras que cruzaba una parte de su predio se habaconvertido en un camino amplio y llano. Unos obrerosde Yanacocha, les dijo su to, haban llegado con

    aplanadoras. La campesina fue a reclamar a las oficinasde la compaa en las afueras de Cajamarca. Insistidurante das hasta que un ingeniero la recibi. Ella lemostr su certificado de posesin.

    Ese terreno es de la mina dijo l, mientras ojeaba eldocumento. La comunidad de Sorochuco lo vendihace aos. Acaso no saba?

    Sorprendida y enfadada, la campesina solo tenapreguntas. Cmo poda ser eso cierto si ella haba

    comprado esa parcela en 1994 al to de su marido?Cmo poda ser si ella haba criado ganado ajeno yordeado vacas durante aos para ahorrar el dinero?Ella haba pagado dos toros, de casi cien dlares cadauno, para adquirir ese terreno. Cmo poda serYanacocha duea del predio Tragadero Grande si ellatena un papel que deca lo contrario? Esa tarde eingeniero de la empresa la despidi de su oficina sin

    respuestas.

    Medio ao despus, en mayo de 2011, das antes de sucumpleaos nmero cuarenta y uno, Mxima Acuasali temprano a casa de una vecina para tejerle unafrazada de lana de oveja. Al regresar encontr su chozareducida a cenizas. Los corrales de sus cuyes estabantirados. La chacra de papas destruida. Las piedras quesu esposo Jaime Chaupe juntaba para construir unacasa estaban desperdigadas. Mxima Acua denunci aYanacocha al da siguiente, pero la denuncia fuearchivada por falta de pruebas. Los Chaupe-Acuaconstruyeron una choza provisional. Intentaron seguicon sus vidas hasta que lleg agosto de 2011. El relatode Mxima Acua y su familia sobre lo que Yanacochales hizo a inicios de mes, es una secuencia de abusosque temen que se vuelva a repetir.

    El lunes 8 de agosto un polica lleg hasta la choza ypate las ollas donde preparaban el desayuno. Lesadvirti que deban dejar el terreno. No lo hicieron.

    El martes 9 unos policas y vigilantes de la minera

    confiscaron todas sus cosas, desataron la choza y leprendieron fuego.

    El mircoles 10 la familia durmi a la intemperie sobrela pampa. Se taparon con ichu para protegerse del fro.

    El jueves 11 un centenar de policas con cascos, escudosantimotines, garrotes y escopetas fueron adesalojarlos. Una retroexcavadora vena con ellos. Lahija menor de Mxima Acua, Jhilda Chaupe, searrodill frente a la mquina para impedir que ingresara

    al terreno. Mientras unos policas intentaban apartarla,otros apaleaban a su madre y hermanos. Un suboficiagolpe a Jhilda en la nuca con la culata de unaescopeta, ella se desmay y el escuadrn, asustado, serepleg. Ysidora Chaupe, la hija mayor, grab el restode la escena con la cmara de su celular. El video duraun par de minutos y se puede ver en Youtube: su madregrita, su hermana est inconsciente en el suelo. Losingenieros de Yanacocha miran de lejos, al lado de suscamionetas. Los policas formados estn a punto demarcharse. Ese da fue el ms fro de ese ao en

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    transnacionales como Newmont, el gigante de Denver,quiz la minera ms rica del planeta y duea de ms dela mitad de las acciones de Yanacocha. En un solo daYanacocha excava unas quinientas mil toneladas detierra y roca, un peso equivalente a quinientos avionesBoing 747. Montaas enteras desaparecen en semanas.Hasta fines de 2014, una onza de oro costaba cerca demil doscientos dlares. Para extraer esa cantidad,

    necesaria para fabricar unos aretes, se producen casiveinte toneladas de residuos con restos de qumicos ymetales pesados. Estos desechos son txicos por unarazn: hay que verter cianuro sobre la tierra removidapara extraer el metal. El cianuro es un veneno mortal.Una cantidad del tamao de un grano de arroz bastapara matar a un ser humano, y un millonsimo degramo disuelto en un litro de agua puede matardecenas de peces de un ro. La minera Yanacochainsiste en que el cianuro se mantiene dentro de la minay es tratado con los ms altos estndares de seguridad.Muchos cajamarquinos no creen que esos procesosqumicos sean tan limpios. Para probar que su miedo noes absurdo o antiminero cuentan la historia deHualgayoc, una provincia minera donde las aguas dedos de sus ros son de color rojo y donde ya nadie sebaa. O la de San Andrs de Negritos, donde unalaguna que abasteca a la comunidad se contamin conel aceite quemado que se filtraba de la mina. O la delpueblo de Choropampa, donde un camin quetransportaba mercurio derram el veneno poraccidente e intoxic a cientos de familias. Comoactividad econmica, cierto tipo de explotacin minera

    resulta inevitable y necesaria para llevar la vida quellevamos. Sin embargo, la minera, an la ms avanzadaen tecnologa y la menos agresiva con el ambiente, esconsiderada una industria sucia en todo el mundo. ParaYanacocha, que ya tiene antecedentes en el Per,limpiar su imagen de errores ambientales puede ser unatarea tan difcil como resucitar las truchas de un lagocontaminado.

    El rechazo de las comunidades preocupa a losinversionistas mineros, pero no tanto como la

    posibilidad de que sus ganancias disminuyan. Segn laempresa Yanacocha, solo quedan reservas de oro paracuatro aos ms en sus minas en actividad. El proyectoConga que ser casi tan grande como una cuartaparte de Lima permitira continuar con el negocio.Yanacocha explica que deber secar cuatro lagunas,pero que construir cuatro reservorios de agua que sealimentarn de las lluvias. Segn su estudio de impactoambiental, ser suficiente para abastecer a las cuarentamil personas que beben de los ros nacidos de aquellasfuentes. La minera explotar oro durante diecinueve

    aos pero promete emplear a unas diez mil personas einvertir casi cinco mil millones de dlares que le darn apas ms dinero en impuestos. Esa es su oferta. Losempresarios tendran ms dividendos y el Per msfondos para invertir en obras y puestos de trabajo, lapromesa de prosperidad para todos.

    Pero as como hay polticos y lderes de opinin que

    apoyan el proyecto por motivos econmicos, tambinhay ingenieros y ambientalistas que se oponen porrazones de salud pblica. Expertos en manejo de aguascomo Robert Moran, de la Universidad de Texas, yPeter Koenig, ex funcionario del Banco Mundialexplican que las veinte lagunas y seiscientosmanantiales que existen en la zona del proyecto Congaforman un sistema interconectado de agua. Unaespecie de aparato circulatorio creado durante millonesde aos que alimenta a los ros y riega las praderasDaar cuatro lagunas, dicen los expertos, afectara parasiempre todo el conjunto. A diferencia de otras zonasde los Andes, en la sierra norte del Per donde viveMxima Acua, no existen glaciares para abastecerde suficiente agua a sus habitantes. Las lagunas deestas montaas sirven como reservorios naturales. Latierra negra y los pastos funcionan como una extensaesponja que absorbe las lluvias y la humedad de laniebla. De ah nacen los manantiales y los ros. Ms deochenta por ciento del agua en el Per se destina a laagricultura. En la cuenca central de Cajamarca, segnun reporte del Ministerio de Agricultura de 2010, lacantidad de agua utilizada por toda la minera en un

    ao represent casi la mitad de lo que consumi lapoblacin de la zona durante el mismo periodo. Hoymiles de agricultores y ganaderos temen que laexplotacin de oro contamine las nicas fuentes deagua que tienen.

    En Cajamarca y otras dos provincias implicadas en eproyecto, los muros de algunas calles estn pintadoscon grafitis: Conga no va, Agua s, oro no. En 2012,el ao ms tenso de las protestas contra Yanacocha, laencuestadora Apoyo anunciaba que ocho de cada diez

    cajamarquinos estaba en contra del proyecto. En Lima,donde se toman las decisiones polticas del Per, labonanza crea el espejismo de que el pas seguirllenando sus bolsillos de dinero. Pero eso solo serposible si Conga va. De lo contrario, advierten algunoslderes de opinin, ocurrir una catstrofe. Si Congano va, sera como dispararnos a los pies, escribi enuna columna el ex ministro de economa Pedro PabloKuczynski. Para los empresarios, el proyecto Congasera un salvavidas: el hito del Antes y el Despus. Paracampesinos como Mxima Acua, tambin significara

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    una bisagra en su historia: sus vidas no volvern a serlas mismas si pierden su principal riqueza. Hay quienesdicen que la historia de Mxima Acua es utilizada porgrupos antimineros que se oponen al desarrollo delpas. Sin embargo, hace tiempo que las noticias localesempaan el optimismo de los que quieren inversiones atoda costa: hasta febrero de 2015, en promedio siete decada diez conflictos sociales en el Per fueron causados

    por la actividad minera, segn la Defensora del Pueblo.En los ltimos tres aos, uno de cada cuatrocajamarquinos ha perdido su empleo. De acuerdo a lasestadsticas oficiales, Cajamarca es la regin que msoro produce pero la que ms pobres tiene en todo elpas.

    Si alguien intentara visitar a Mxima Acua puede queuna tranquera de metal se lo impida. Para llegar a sucasa, es necesario viajar cuatro horas en furgonetadesde Cajamarca a travs de valles, cerros y abismoshasta los alrededores de la Laguna Azul. Hacerlo nosera complicado si no hubiera que pasar por el puestode vigilancia del proyecto minero Conga. Si eres deLima o del extranjero, no te dejarn continuar. Si dicesque vas a visitar a Mxima Acua no pasars, a menosque saques una cmara de televisin. Esa seora tieneproblemas con la mina, dir el vigilante, con chaleconaranja y walkie-talkie en la mano. Entonces te harbajar del vehculo y anotar tu nombre en una libreta yle dirs que ese es un camino pblico y el repetir queno, seor, no se puede, esta va es slo paracomuneros. Si insistes, llamar a los policas quepatrullan en una camioneta de la minera. Es propiedadprivada, dirn ellos. Entonces quiz pagues algo extraal chofer que te ha llevado hasta ah para tomar undesvo y viajar dos horas ms hasta Santa Rosa, lacomunidad ms cercana a la casa de los Chaupe-Acua.

    Llegars de noche. A cambio de ms dinero, uncampesino tal vez acepte llevarte en su motocicleta poruna trocha llena de charcos, hasta llegar cerca a otropuesto de vigilancia. Entonces tendrs que bajar de lamoto y cruzar una colina, a oscuras y agachado, paraque los guardias de Yanacocha no te vean. Al otro lado,la motocicleta espera. Sigues. Diez minutos despusllegas al terreno. Todo alrededor es barro y pasto y

    neblina. Ladran unos perros. Enciendes la linterna paradivisar la casa. Caminar por all de noche es como andara ciegas.

    Aqu vivimos secuestrados dijo Mxima Acua lanoche en que la conoc, mientras atizaba la lea paracalentar una olla de sopa. No podemos salir lejos, nopodemos recibir visitas, no podemos caminar conlibertad. Es muy triste vivir como yo vivo.

    Tres dcadas antes de convertirse en La Dama de laLaguna Azul, Mxima Acua era una nia a la que leaterraban los policas. Cada vez que vea uno por lascalles de su pueblo, lloraba y se aferraba a la falda de sumadre. La asustaban aquellos hombres de uniformeverde petrleo y botas polvorientas. Mxima, la tercerade cuatro hermanos, era demasiado tmida. Cuandollegaban visitas a su hogar en el casero de Amarcucho,a setenta kilmetros al norte de Cajamarca, ella seesconda. No tena amigas. No jugaba con muecas,pero le gustaba confeccionar ropa para los recinnacidos de su barrio. Con los aos su cuerpo cambipero no su personalidad. No sala a fiestas. No hablaba

    con chicos. En realidad, no hablaba con nadie y erabien terca, recuerda Jaime Chaupe, su esposo, quiense cas con ella cuando tena dieciocho aos, despusde insistirle durante cuatro. Ella pasaba el da tejiendosombreros o limpiando los corrales de los cuyes orecogiendo lea y ayudando a su madre en la chacra. Supadre muri cuando era una nia y nunca la enviaron ala escuela. Deseaba crecer pronto para trabajar, tenersu propia chacra y comprarse un par de zapatos. Queraque, si algn da tena hijos, no caminaran descalzoscomo ella.

    Mxima Acua dice que descubri que tena corajecuando vio cmo la polica golpeaba a su familia, en eprimer enfrentamiento con la minera YanacochaDurante sus primeros aos de matrimonio la familia desu esposo la marginaba por ser analfabeta. Por esosiempre fue muy severa con sus hijos al punto depegarles si no estudiaban. A lo largo de casi cinco aosde juicios, apelaciones y audiencias que tuvo desde quela intentaron desalojar de Tragadero Grande, supo quotras cosas no quera para su vida. Decidi, por

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    Durante esos meses, con el apoyo de la cooperacininternacional, Mxima Acua y su hija mayor viajaron aEuropa para contar su caso en el extranjero. En Suiza el pas que ms oro le compra al Per se entrevistcon una oficial del Alto Comisionado de las NacionesUnidas. En Francia se reuni con el sindicatometalrgico y con una senadora que meses despus fuea visitarla a su terreno. En Blgica, durante un foro

    sobre derechos humanos, le contaron sobre otrasmujeres con historias parecidas a la de ella. YolandaOqueli, Guatemala: madre de dos nios, baleada variasveces por liderar protestas pacficas contra un proyectominero que invadira dos comunidades rurales. CarmenBenavides, Bolivia: amenazada por combatir la mineraindustrial que contamina el ro donde habita su etnia.Francia Mrquez, Colombia: perseguida porparamilitares que quieren en su pueblo minera de oro agran escala. Francisca Chuchuca, Ecuador: denunciadapor oponerse a un proyecto minero de oro quecontaminara dos ros que abastecen a medio milln decampesinos. Entre 2012 y 2013, la UninLatinoamericana de Mujeres registr cien agresiones adefensoras de la tierra y el agua en todo el continente.Las acusan de oponerse al progreso.

    Mxima Acua, sin embargo, es diferente a todas ellas:ella no es dirigente, ni activista, ni tiene aspiraciones deser lder. Solo quiero que me dejen vivir tranquila enmi terreno y que no contaminen mi agua, hadeclarado. Sin proponrselo, la mujer que fue elegidaDefensora del Ao 2014 por la Unin Latinoamericana

    de Mujeres, pas de ser una seora tmida a inspirar aquienes luchan para evitar el despojo de sus tierras.Ella es una de las pocas personas que no se ha vendidoa la mina, dice Milton Snchez, secretario de laPlataforma Interinstitucional de Celendn, que pasvarias noches en Tragadero Grande, junto a cientosronderos y defensores de las lagunas durante lasprotestas. Glevys Rondn, directora ejecutiva de laFundacin para el Monitoreo de la Actividad Minera enAmrica Latina y traductora de Mxima Acua durantesu viaje a Europa, dice que a diferencia de la mayora de

    defensoras, que tienen un discurso articulado, el de suamiga peruana es muy personal e ntimo. En el mundohay ms Mximas, dice Rondn. En 2003, unempresario enjuici al argentino Jos Luis Godoy por lasupuesta usurpacin de un terreno que habita desdehace seis dcadas y que tiene canteras de granito rojo.En 2011, la polica quem la casa del ecuatorianoAlfredo Zambrano para que abandonara el pedazo debosque tropical donde vive y que el gobierno expropipara construir una represa. En 2012, unos sicarios lesacaron os oos a hio e a eneoana aren

    ernne or oonerse a que as ierras e su enia

    sean enregaas a as ineras e carn. En , e

    nicaragense re roco fue acusao e guerriero

    por no dejar que la polica lo desalojara de sus tierras decultivos para construir un canal interocenico. A ellos, aigual que a Mxima Acua, los han acusado de sacrificael progreso de sus pases por un beneficio personal. Devictimizarse delante de los periodistas para sacar

    provecho de las empresas. De ser utilizados popersonas u organizaciones que trabajan para suspropios intereses.

    Todo el que cuestione a las compaas extractivas ysea un aliado de los defensores de la tierra y el agua vaa ser atacado dice el activista y ex sacerdote MarcoArana, denunciado en mltiples ocasiones porYanacocha. A Mxima la llaman terrateniente, anosotros terroristas.

    Mxima Acua explica que solo quiere conservar lanica vida que conoce y le pertenece: cultivar papas,ordear vacas, tejer mantas, beber el agua de susmanantiales y pescar truchas en la Laguna Azul sin queun vigilante le diga esto es propiedad privadaPreferira no tener que pelear para seguir con su vida,dice. Por eso cuando le piden que narre lo que le hahecho la minera, a veces se niega. Dice que durante lasreuniones en Europa repeta su historia diez veces ada. Terminaba tan harta y deprimida que al llegar ahotel solo poda dormir.

    Cuando regres a Lima de ese viaje, su salud colapsDurante esos meses, con la incertidumbre del procesojudicial, sufra dolores de cabeza, mareos y sedesmayaba. Roco Silva Santisteban la llev al doctorEl diagnstico: estrs severo, acentuado por lossntomas de la menopausia. Deba descansar. Lerecetaron pastillas para dormir, jarabes y hormonasRecibi terapia psicolgica. Dej de dar entrevistasMientras Mxima Acua recuperaba fuerzas para sutercer juicio en Cajamarca, Yanacocha ampli su poode abogados a seis y contrat a Arsenio Or Guardia,

    una eminencia del derecho penal en el pas y asesor deotras mineras poderosas como Barrick y Doe Run. Laabogada Mirtha Vsquez reconoce que se sintiintimidada al litigar con Or Guardia, autor de librosque ella haba estudiado con obsesin en la universidadSi antes haban perdido dos juicios, ahora exista eriesgo de perder contra un maestro del Derecho. Laabogada Vsquez reuni a la familia Chaupe-Acua ensu oficina. Quera ser sincera: esa sentencia, les dijo, erala ltima oportunidad que tenan para ganar. Si perdanla familia deba considerar la posibilidad de irse a vivir a

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    otra parte. S se quedaban sus vidas correran peligro.Mxima Acua le dijo que se quedara a morir all.

    A fines de 2014, la Corte Superior de Cajamarca declarque los Chaupe-Acua eran inocentes de la supuestaocupacin ilegal de Tragadero Grande. Luego del fallo,Mxima Acua crey que la empresa minera Yanacochadejara de hostigarla para que se fuera. Entonces eligi

    con su familia una colina protegida por un cerro adoscientos metros de su casa para levantar una nuevavivienda, pues la que tena estaba a punto de caerse porlas lluvias. Ella y su familia abrieron zanjas, recolectaronpiedras para las bases y empezaron a hacer las paredescon arcilla. Pero unas semanas despus de quecolocaran las primeras rocas, hombres de seguridad yobreros de Yanacocha ingresaron al terreno con picos ypalas para destruir los cimientos. Mxima Acua, suesposo y dos muchachos que en ese momentoayudaban a levantar los muros, intentaron defendersecon piedras. La seguridad de la minera los ahuyent agarrotazos. Esa tarde, Yanacocha difundi un video delo ocurrido. Dijo que el lugar donde los Chaupe-Acuaconstruan no perteneca a las tierras en litigio, y queactuaron en defensa de su posesin. La abogada deMxima Acua desminti a Yanacocha: el fallo de laJusticia, explic, involucraba todo el territorio queabarca Tragadero Grande. Se trataba, dijo, de un actointimidatorio. La polica de Cajamarca que tiene unconvenio para prestar seguridad a la minera nointervino. Solo hubo un escuadrn de suboficiales a unlado del camino junto al terreno, observando desde

    lejos cmo Yanacocha deshaca en minutos lo que losChaupe-Acua haban construido.

    Algunas oficinas de la sede principal de la mineraYanacocha, en Lima, se llaman El Perol, Mamacocha,Chailhuagn, Azul. Son los nombres de lagunas quepodran desaparecer por la extraccin de oro delproyecto Conga. El qumico Ral Farfn es director deAsuntos Externos de la compaa y tiene su despachojunto a esas oficinas. Es un hombre joven de peloengominado y ojos atentos que una maana me recibi

    en su departamento de Chacarilla, una zona residencialde Lima. Su trabajo es encargarse, entre otras cosas, delas buenas relaciones entre la minera y lascomunidades. l, quien ha dedicado la mitad de su vidaa temas de responsabilidad social en compaas comoShell, Antamina y Xtrata, dijo que entenda las razonespor las que la poblacin desconfiaba de Yanacocha es normal que en estos casos sintamos simpata por elms dbilpero que no todo lo que haba declarado lafamilia era cierto.

    No destruimos su casa asegur Farfn, quienllevaba diez meses en su cargo slo removimos loscimientos de una nueva construccin para que no sigan

    invadiendo nuestro predio.

    Para explicar mejor las razones de esa decisin, equmico sac un mapa. En l estaban contemplados dosterrenos comprados a la comunidad de Sorochuco en1996 y en 1997 por el proyecto Minas Conga. Dentro deesas compras estara incluido el predio TragaderoGrande que Mxima Acua y su familia reclaman comosuyo. La junta directiva de Sorochuco firm losdocumentos de compra-venta. Samuel Chaupe, suegrode Mxima Acua, tambin firm y aval latransferencia del terreno. De hecho, dijo Farfn, hay

    fotos satelitales para probar que los Chaupe-Acuamienten al decir que vivieron all desde 1994: en esasimgenes no hay chozas ni chacras. Para la empresa, lafamilia invadi los terrenos recin en 2011, cuandoestall el conflicto de Conga. Yanacocha dice que ecertificado de posesin que muestra Mxima Acua noes un ttulo de propiedad. Que solo la comunidad deSorochuco, que s tena ttulos, poda vender esastierras. Que por eso los denunci y pidi a la policadesalojarlos. Esa es su versin.

    Con la construccin de la nueva casa, estabancometiendo una nueva invasin dijo Farfn. Si vesque alguien extrao construye en tu propiedad, tienesel derecho de remover esos cimientos en los quince dassiguientes. Eso dice la ley. Hemos defendido nuestraposesin.

    Miguel Ayala, quien era presidente de la comunidad deSorochuco cuando se vendieron los primeros terrenospara el proyecto Conga, dice que la versin de laempresa est distorsionada.

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    que le preguntaba si en verdad tenan ms terrenos ypor qu no lo haban mencionado antes.

    Nos han difamado diciendo que tenemos una casa enCajamarca, que mi mam es una terrateniente, que ellaha trabajado en un chifa de Lima, que quiere sacarleplata a la mina me dijo Ysidora Chaupe, mientrasamamantaba a su hijo recin nacido. Pero no nos

    importa si la gente no nos cree. Tenemos losdocumentos. Ya declaramos todo en el juicio.

    En las escrituras de compra-venta que guarda MximaAcua, esos terrenos aparecen como herencia de suspadres o compras a sus hermanos, por los que hapagado un carnero o un toro. Son parcelas dispersas,ubicadas en laderas de cerros. Algunas tienen pasto, enotras hay lea, maz o arvejas que solo se puedencultivar cuando llueve. Se calcula que una familiacampesina de la sierra del Per necesita poseer treintay dos hectreas de tierra para producir el equivalente auna hectrea de tierra en la costa, por las dificultadesque presenta. Tragadero Grande, dice Mxima Acua,es el nico lugar que tiene para vivir porque all haypasto abundante, el territorio es extenso para tenerganado y sobre todo porque, a diferencia de los otrosterrenos, es el nico que tiene fuentes de agua: all haymanantiales por todos lados. A pesar de eso, algunosmedios acusaron a su abogada Mirtha Vsquez y aGrufides, la oeneg que dirige, de victimizar a la familiaChaupe-Acua. Dicen que Vsquez es inmoral ymentirosa. Incluso, cuenta la abogada, han ingresado a

    su casa dos veces para romper todas sus cosas. Nopuede asegurar quines fueron pero lo sospecha,porque no le robaron nada.

    Algo nos tenan que cobrar dice Vsquez, quetambin es profesora en la universidad y madre de doshijos. Yanacocha no va a perdonarnos que lehayamos ganado un juicio. Solo temo por Mxima y sufamilia. A veces pienso que esto nos est costando msque lo que valen veinticinco hectreas de terreno.

    Hasta marzo de 2015, la minera Yanacocha habapuesto seis denuncias ms por usurpacin a la familiaChaupe-Acua. Los han denunciado por hacer unachacra de papas, por plantar pinos en sus linderos, porsalir a pastar las ovejas en otra zona del terreno, inclusopor quemar ichu para llamar a la lluvia, como escostumbre entre los campesinos de la zona. Ahora hayun cerco de metal al costado de su terreno que les hacerrado el camino a Sorochuco donde hacen trueque ocompran algunos alimentos. Los comuneros y activistasque defienden las lagunas de Cajamarca estn

    organizndose para llegar hasta all, construir la casa delos Chaupe-Acua y montar guardia para protegerlosEl presidente regional de Cajamarca, Porfirio Medina,ha dicho que si algo le pasara a la campesina, el pueblolibrar todas las batallas necesarias contra los abusosde la minera. Mxima Acua solo insiste en que asvenga el dueo de Yanacocha a disculparse, no sacarde su mente lo que ha sufrido.

    Eso est sembrado dentro de m dice.

    Una lluvia gruesa cae de pronto sobre TragaderoGrande. Mxima Acua apura el paso de sus botas dejebe para volver a su casa. Un perro blanco y esculidola sigue sin dejar de ladrarle.

    Se llama Johnny dice la campesina y suelta una risairnica.

    Dice que es en honor a igiane e Yanacocha quequem su primera choza, y que tena el mismo nombre.

    Una de las ltimas noches que pas en TragaderoGrande, das antes de que destruyeran los cimientos dela nueva casa, la pareja de campesinos y yo cenamos unplato de sopa de fideos, envueltos en varias frazadassobre un par de colchones. Las camionetas deseguridad de Yanacocha se haban estacionado cincoveces frente a su terreno durante ese da. Unosvigilantes acompaados de policas con cascosgarrotes y escudos, pero sin identificacin ingresaron

    al predio para tomar fotos y filmar lo que los espososconstruan.

    Algo malo va a pasar, mi coca se ha puesto amarga susurr Jaime Chaupe, un hombre supersticiosomientras masticaba hojas de coca y fumaba uncigarrillo. No s, hay veces en que quiero largarme ya.

    La lluvia golpeaba el techo de calamina, como sintentara romperlo.

    No te acobardes dijo Mxima Acua. A esospolicas no les tengo miedo.

    Entonces apag la vela y se acost junto a su esposo.