mas alla de los sentidos - jane hormuth

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Novela.

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  • MS ALL DE LOS SENTIDOS

    Jane Hormuth

  • 1. edicin: julio, 2015 2015 by Jane Hormuth Ediciones B, S. A., 2015Consell de Cent, 425-427 - 08009 Barcelona (Espaa)www.edicionesb.com

    ISBN DIGITAL: 978-84-9069-146-5

    Maquetacin ebook: Caurina.com

    Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurdico, queda rigurosamente prohibida, sin autorizacin escrita de los titulares delcopyright, la reproduccin total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografa y el tratamiento informtico, as como ladistribucin de ejemplares mediante alquiler o prstamo pblicos.

  • Contenido

    Portadilla Crditos

    Captulo I Captulo II Captulo III Captulo IV Captulo V Captulo VI Captulo VII Captulo VIII Captulo IX Captulo X Captulo XI Captulo XII Captulo XIII Captulo XIV Captulo XV Captulo XVI Captulo XVII Captulo XVIII Captulo XIX Captulo XX Captulo XXI Captulo XXII Captulo XXIII Captulo XXIV Captulo XXV Captulo XXVI Captulo XXVII

  • CAPTULO I

    Londres, Mayo 1956

    Ismay Nandell segua resistindose a ocupar su puesto como barn de Lamington, tras la muerte de su hermano. Como hijo segundn, su carrera militar habaocupado su vida, llegando a alcanzar el puesto de Teniente Coronel. En Febrero, haba terminado la ltima misin, llevada a cabo por la Corona Britnica en el marNegro. Tres aos de guerra contra el ejrcito ruso, haban desgastado los buenos modales y la diplomacia que requera su nuevo ttulo.

    En aquel momento se encontraba frente al espejo, intentando convencer a su ayudante de cmara de que prefera lucir su uniforme de gala, antes que enfundarse unfrac para la fiesta del conde de Wiltshire. Su forzada asistencia a aquella suntuosa fiesta, no la mova la diversin, sino un asunto ms serio. Adolf, finalmente gan labatalla, consiguiendo que su nuevo seor aceptara su contundente sugerencia. El mismo Adolf haba trabajado como ayudante de cmara para el anterior barn, con elcual no haba tenido dificultades para entenderse. El actual, pareca no estar cmodo en su nueva situacin, llegando a comportarse oscamente ante autnticas minucias.

    Y es que Ismay, odiaba ocupar el puesto de su hermano, pues significaba que l ya no estaba all. Antes de que el asedio a Sebastopol finalizara, le haban dado laopcin de ser relevado para volver a Inglaterra, a causa del fallecimiento de su hermano Richard. El dolor que tal noticia le produjo, hizo que prefiriera enfrentarse a milejrcitos antes que afrontar la ausencia de su hermano. Pero la guerra en Crimea haba finalizado en febrero, y llevaba dos meses intentando hacerse a la idea sin lograrlo.

    En ms de una ocasin, mientras desayunaba leyendo el peridico, crea escuchar los enrgicos pasos de Richard. Recordaba su vitalidad y la forma tan desenfadadacon la que viva. A veces, se encontraba a s mismo sonriendo al recordar las bromas que l le haca, rindose siempre de su actitud severa y un tanto osca. Richardsiempre consegua sacarle su lado ms temerario y burln. Una punzada de remordimiento, le atraves al pensar que se haba perdido los ltimos tres aos de la vida desu hermano. Tres aos en los que, al parecer, Richard haba cambiado.

    Nada ms pisar tierra, su madre le haba informado de todo. El 5 barn de Lamington haba contrado matrimonio con la joven Rosemary Adams. Ambos se habanenamorado tan profundamente que a Richard no le import su origen humilde. Horatia Nandell, en aquel momento la baronesa viuda, haba aceptado a su nuera sinreproches, al comprobar que su hijo era feliz a su lado. Para la baronesa, la felicidad de sus hijos se encontraba por encima de todo. Horatia, llena de remordimientos, leexplic a Ismay que se haba retirado a su casa de Bath para dejar intimidad a la nueva pareja, por lo que no poda explicarse qu haba movido a su hijo primognito asuicidarse.

    La ltima vez que le vi era feliz con esta muchacha, yo le vea bien, pens que pronto habra un heredero la voz de Horatia se quebr por la angustia. Si tanslo hubiera atisbado algn indicio que me dijera que poda hacer una locura as. De verdad Ismay, que no lo entiendo.

    El cuerpo sin vida de Richard haba aparecido flotando en el Tmesis. Aunque su cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposicin, los agentes de laInterpol concluyeron en su informe que no reconocan signos de violencia, y certificaron que haba muerto por ahogamiento, fruto de un acto suicida. Pero Horatia erareacia a aceptar aquella afirmacin, tal y como le hizo comprender a su hijo menor.

    Ismay haba escuchado el relato, a veces discordante de su madre, pacientemente. l tambin pareca no entender los motivos por los cuales Richard haba decididolanzarse al rio. Su madre, vestida de riguroso luto, mostraba signos de envejecimiento. Su pelo, anteriormente castao, se haba llenado de vetas blancas. Su rostromenudo, lo recordaba sonrosado, pero en aquel momento luca una palidez casi enfermiza. Sus ojos ambarinos, antes risueos, se haban apagado, sumindose en laconfusin de una prdida no esperada. Ismay abraz a su madre, intentando consolarla, comprobando que se haba convertido en un ser pequeo y frgil.

    Por favor, querido Ismay, algo lo impuls a lanzarse, averigua qu le ocurri para que nos hiciera esto suplic Horatia abrigada entre los brazos de su hijo.Madre, prometo hacer todo lo que est en mi mano contest Ismay convencido. Y la viuda, donde se aloja?Oh querido, esa pobre muchacha qued destrozada volvi a levantar la cabeza para continuar con su relato. Ella fue la que me inform de lo sucedido, y la

    ayud con los preparativos funerarios. Rosemary se pasaba el da temblando, y por las noches la escuchaba llorar. Una vez se hubo acabado todo, me pregunt si no meimportaba que pasara una temporada con unos primos suyos en Glasgow. Cmo iba yo a negarme? Aunque la verdad, que contigo en la guerra y Richard muerto,necesitaba compaa; pero lo entend perfectamente. Esa chica necesitaba salir de esta casa donde todo le recordaba a mi Richard.

    Una vez el nuevo barn se hubo establecido, se puso en contacto con su amigo de la infancia, el vizconde de Tadcaster. Tras tres largos aos, Ismay se sent enuno de los salones del club que sola frecuentar en Pall Mall, y tom una copa de whisky. William se alegr mucho de verle, pero para sorpresa de Ismay, sac a relucirla muerte de Richard antes de que l lo mencionara.

    Amigo, Cmo es que no viniste inmediatamente al enterarte? le pregunt William, con sincero apremio en sus ojos azules.William, en la guerra uno no puede abandonar cuando sus tropas se mantienen vivas a duras penas qu hubiera podido hacer? Mi hermano llevaba das muerto

    cuando me lleg la noticia su respuesta fue ms ruda de lo que hubiera querido, pues el sentimiento de culpa se haba arraigado en l.S, lo siento Ismay, es que hay algo que no me cuadra en todo esto, y me hubiera gustado tenerte aqu para comentrtelo dijo llevndose la mano hacia atrs,

    peinando los rubios cabellos, mientras encontraba las palabras adecuadas.Habla la orden lleg desde su lado militar.Vers, tu madre me pidi que me encargara de hablar con la polica, pues la situacin las haba desbordado a ambas comenz a explicarse inclinndose con tono

    confidencial, y en el informe forense, le que haban heridas que rodeaban ambos tobillos. Yo insist en aquel detalle pero los agentes estn rebasados, y aunquevolvieron a revisar el informe, comentaron que el cuerpo llevaba varios das flotando cuando lo encontraron, y que probablemente se hiciera esas heridas al caer en el ro,con algn objeto del fondo.

    Cmo que probablemente? O se las hizo o no. En una muerte no valen las medias tintas explot Ismay. Eso podra significar que le ataron a algo parahundirlo en el ro el enfado de Ismay iba en aumento.

    Lo s, por eso agradezco que volvieras sano y salvo de Crimea dijo William aliviado pero no te dejar solo. S quin nos puede ayudar.El conde de Wiltshire formaba parte del departamento diplomtico de la corte. William haba averiguado que tena agentes trabajando para l de manera extraoficial.

    Si se presentaba ante l, como nuevo barn de Lamington y con su carrera militar como referencia, quiz podra convencerlo de que les ayudara en sus pesquisas. Y esaera la razn por la cual se encontraba en el interior de su carruaje, enfundado en un frac, que le llevara a introducirse de nuevo en la vida social londinense. Antes deentrar en la casa seorial de Grosvenor Square, record que una visita formal nunca sera aceptada sin antes haber compartido algunas palabras previas, surgidas entre laalgaraba de una fiesta.

  • CAPTULO II

    Vamos Ismay, deja de fruncir el ceo y reljate le anim William. Piensa en los viejos tiempos, olvida por un momento que eres un Teniente Coronel de laArmada, y distrete. Pronto empezar la temporada de verano, puede incluso que encuentres una mujer que te agrade.

    No tengo intencin de casarme rezong por lo bajo.De casarte? exclam con una carcajada su compaero, hablo de viudas alegres, o incluso mujeres casadas con vejestorios. Una amante es lo que deberas

    echarte. Tienes que hacer que vuelva el Ismay de antes. Todos necesitamos que vuelva.Y con esa peticin, nada deleznable, pase la vista por el saln de baile. La msica sonaba por encima de las carcajadas, conversaciones y pasos golpeando el suelo

    con la danza. Haba cambiado, eso lo saba, la guerra no dejaba indiferente a nadie. Pero haba sido educado para ello, no para asistir a veladas y tertulias diplomticas. ltena un concepto distinto de la grandeza del imperio britnico. Nadie de los que all se encontraban, querra escuchar lo que l pensaba de las polticas, las estrategiascomerciales y las religiones. Con paso firme, como si de una marcha se tratara, dej a William junto a un grupo de caballeros, y fue en busca de un whisky que lepermitiera contenerse y sacar los encantos, que en algn lado tena guardados, para pedir la ayuda del conde.

    Finalmente, encontr una sala donde servan refrigerio y algo de bebida. All consigui entablar conversacin con varios conocidos de la familia, quienes porsupuesto, le dieron el psame y alabaron las virtudes de su hermano. En cuanto pudo escaparse, se dirigi con un vaso de whisky en la mano hacia la entrada del salnde baile, situada en un extremo. Se apoy en el vano de la puerta para degustar el licor mientras volva a pasear la vista por la multitud. Un leve movimiento a su derechale llam la atencin. All, a un lado de la puerta, se top con la visin de una mujer, sentada en una silla colocada contra la pared. Estaba sola, mantena una posturargida y en sus labios asomaba una sonrisa. Miraba al frente, con la mirada igualmente perdida como la que l habra tenido un instante atrs. Ismay apenas recordabacmo relacionarse con una dama de la alta sociedad, por lo que slo se content con observarla de reojo.

    Su vestido verde pastel estaba decorado con encaje blanco. El escote era amplio, dejando gran parte de la superficie de los hombros al descubierto. Su falda de ricatela no era tan amplia como la moda dictaba, aunque no por eso dej de apreciar la riqueza que haba en ella. Su pelo castao claro se recoga en lo alto, dejando aldescubierto un esbelto cuello marfileo. La joven suspir e inclin la cabeza con delicadeza, dejando que Ismay apreciara su perfil. Tena los pmulos altos, largaspestaas y labios sensuales. Aunque aquella fra sonrisa no los abandonaba, supo que poda llegar a ser arrebatadora. Algo que le sorprendi mientras tomaba otro sorbode su whisky fue la edad que reflejaba la joven. Era una mujer bella, pero no tan joven como una casadera. Era posible que estuviera casada, pens Ismay justo en elmomento en el que algo cay a sus pies.

    Como acto reflejo, se inclin para recoger lo que lleg a ser un bastn, forrado de la misma tela que el vestido de la dama, y con encajes en su empuadura. La mujervolvi su rostro sin mirarle directamente y alz una delicada mano.

    Podra recogrmelo, por favor? la mujer habl con una voz suave, pero con signos de estar molesta.Ismay, que en un principio reconoci aquella actitud altanera como una cualidad que la mayor parte de la aristocracia inglesa exhiba, no se molest al ver que ni

    siquiera osaba mirarle a la cara. Como si de un sirviente se tratara, obedeci. Deba de haber sido muy descarado para que ella supiera que se encontraba allobservndola, y se avergonz por ello. Cuando le coloc la empuadura decorada de encaje ante ella fue cuando por fin cay en la cuenta. Aquellos ojos verdes no vean,la mujer era ciega.

    Alison Mary Bain, comenz a perder la visin con apenas diez aos, hasta que un buen da la luz se apag en sus ojos. A punto de cumplir los treinta, llevabatiempo reconociendo a travs del hormigueo que siempre la recorra, que alguien la observaba. Era conocida en la alta sociedad por ser la cuada del conde de Wiltshire,el cual siempre la llevaba a todas las veladas a las que eran invitados, pero tras las primeras miradas curiosas, siempre sola pasar inadvertida. Aquella noche era una msde ellas, hasta el momento en el que sinti que alguien a su espalda la miraba. En un primer instante, dej que el desconocido hiciera lo que quisiera, hasta que losminutos pasaban y la incomodidad iba en aumento. Una cosa era quedarse mirndola, y otra sobrepasarse. Su primera reaccin fue dejar caer el bastn con el que seayudaba a desplazarse.

    Aqu tiene contest una voz grave, y not cmo se lo colocaba sobre la mano. Vaya pens Ya se ha dado cuenta. Seguro que ahora me deja en paz y saledisparado ante la sorpresa, se dijo.

    Gracias contest altanera, y volvi a posar grcilmente sus manos sobre el bastn, colocado delante de sus rodillas.Me permite sentarme a su lado? pregunt el hombre.Aquello s que se sala de lo habitual, se sorprendi Alison. Gir la cabeza hacia el lado donde provena la voz, pestae varias veces y contest:Si le place dijo asintiendo con la cabeza.Ismay no supo por qu le propuso tal cosa, simplemente quera tomar asiento al lado de aquella extraa dama, y conocerla.Prometo no importunarla, sloSe esconde complet Alison con picarda, sin poder evitar que una sonrisa traviesa asomara a sus labios.Bueno, yo no he sido el primero en encontrar este escondite contest Ismay, en cuya voz Alison escuch una sonrisa.Aquella respuesta hizo gracia a Alison, y le arranc una carcajada. No crea que quedarse sentada en una silla, en el paso de una sala a otra, fuera un gran escondite.

    De hecho, ella encontraba de gran inters situarse all. Tampoco se imaginaba pasendose bastn en mano de sala en sala. Ella prefera y necesitaba pasar desapercibida.All sentada lo consegua. Un caballero sentado a su lado, slo tendra ante l, las espaldas de los invitados que charlaban o vean bailar a los dems. Aquella silla, estabadestinada a mujeres mayores que no aguantan estar tiempo de pie, solteronas feas que nadie sacaba a bailar, o en su caso, personas que horrorizaban al resto.

    Comprob que, efectivamente, el caballero tomaba asiento a su lado. A sus fosas nasales lleg el olor del whisky, y supo que se lo llevaba a los labios por el ruidodel roce de su ropa.

    Disclpeme volvi a decir, no me he presentado todava. Soy el teniente coronel Ismay Nandell.As que no se haba equivocado, sonri para s Alison. Sus facultades seguan perfectas. Haca unos instantes identific un paso enrgico, fuerte, casi marcial, que

    haba pasado cerca de ella. Su mente, enseguida comenz a especular, algn militar, pero en aquella fiesta, saba que no haban invitado a ninguno.Su mente despierta concluy antes de responder.El nuevo barn de Lamington adivin. Lamento su prdida.Quin era aquella mujer? se pregunt sorprendido Ismay. No crea haberla visto nunca.Soy Alison Bain se present.Encantado, y s, efectivamente, tambin soy barn. Aunque an no me hago a la idea.Y de qu regimiento form parte, lord Nandell? quiso indagar Alison, vida de informacin.Del nmero ochenta y ocho de infantera.Oh, vaya! exclam. Si no recuerdo mal, fue el primer regimiento que mandaron hacia el Mar Negro, al comienzo de la guerra.S, seorita, o debo decirle seora? contest Ismay, impresionado por los conocimientos de aquella mujer en cuestiones de poltica. Por lo general, las mujeres

    se dedicaban a cazar a un buen marido y a labores domsticas.Soy seorita contest Alison. La pregunta le hizo gracia. Quin hubiera querido casarse con ella? Se haba vuelto muy cnica con respecto a su situacin y

    viva bien as. Como usted comprender nunca he estado dentro del mercado matrimonial.

  • Lamento haber sido tan inoportuno, no me di cuenta deUn movimiento de mano de ella le indic que no tena importancia.Y dgame, lord Nandell, ha sido dura la vuelta? pregunt como evasin a posibles preguntas sobre su ceguera.La verdad es que s confes Ismay, sintindose cmodo con aquella conversacin, y por extrao que le pareciera, con ella tambin. Siempre cuesta volver,

    aunque lo deseamos desde el mismo momento en que empiezan los disparos. La mayor parte de las veces, uno no sabe por qu o por quin luchamos. La perspectivacambia cuando se est en la batalla, y yo dicindole esto me estoy jugando una condena por traicin.

    Alison rio. Saba de sobra cmo se deba sentir. La impotencia de saber que se envan vidas humanas al frente, para conseguir una ruta mercantil nueva o un puntogeoestratgico. Evidentemente, decirlo en voz alta causara un escndalo.

    Pero me creer cuando le diga, que lo peor que llevo es esta maldita hipocresa continu. No crea que estoy aqu para pasarlo bien, buscar una amante o loque quiera que sea necesario en Londres Alison gir la cara hacia su interlocutor, divertida ante aquella franqueza. Confesar a una mujer las licencias que frecuentabantomarse los hombres, poda haber dejado a ms de una dama decente escandalizada. Bueno, disclpeme, le estoy hablando como si de un soldado se tratara. Deboempezar a recordar mis buenos modales, sobre todo cuando me tenga que enfrentar al conde.

    Al de Wiltshire? pregunt Alison, intentando no expresar ms curiosidad de la que realmente senta. Qu quera aquel hombre de su cuado?Aj Ismay apoy sus codos sobre las rodillas, y dio su ltimo trago a la bebida. Si Alison hubiera podido verlo, le hubiera sorprendido aquella actitud relajada,

    inapropiada para aquel saln. Necesito su ayuda, al parecer es el nico que puede ayudarme.Entiendo dijo concisa Alison; tras unos segundos no pudo resistir preguntar. Qu tipo de ayuda necesita, lord Nandell?No quisiera aburrirla, seorita Bain contest Ismay, irguindose al ver aparecer a William.William se extra al ver a su amigo all sentado, con aquella mujer. Llevaba un buen rato buscndole y tema que hubiera decidido marcharse. Al acercarse salud a

    la pareja.Buenas noches, seorita Bain. Ismay, por fin te encuentro.Ismay, alz su mano para que Alison pudiera levantarse para saludar, pero sta tom su bastn y estamp su ptrea sonrisa en la cara, mientras se pona en pie.

    Algo tarde, comprendi que no haba podido tomar su mano al no poder verla. Se sinti estpido y sorprendido de que William s supiera de su identidad. William, secontent con aquel saludo, e ignorando completamente a la mujer se dirigi a l como si se encontraran a solas.

    He podido entablar conversacin con el conde, pero no parece muy receptivo se lament el vizconde. Llevo buscndote un buen rato. Vamos, le he dichoque estabas interesado en ponerle al da sobre la vuelta de las tropas y todo eso.

    Est bien, ahora voy contest con enojo por la falta de delicadeza delante de Alison. Acto seguido, se volvi hacia ella. Seorita Bain, lamento mucho tenerque despedirme tan pronto, pero como habr escuchado me reclaman en otra parte Esta vez no levant la mano para esperar que ella la posara sobre la suya para elbesamanos, sino que directamente la tom desde donde reposaba sobre el bastn. Ha sido un placer haberla conocido.

    Alison se qued petrificada ante el contacto de aquel caballero. Su mano cubri por completo la suya, rodendola de calor para luego sentir como su aliento rozabael dorso de su mano. Estaba acostumbrada a la actitud de indiferencia que le haba mostrado el vizconde de Tadcaster, de hecho, era parte de su da a da. Los allpresentes saban de su existencia, y tomaban a su cuado como un excntrico, por pasear a su cuada ciega por los salones de la alta sociedad. Alison prefera que laignoraran, a que como en muchas ocasiones, le gritaran o hablaran como si no entendiera bien. La gente por lo general se senta incmoda con su presencia, pues nosaban cmo comportarse ante ella. Nadie, hasta aquella noche, se haba atrevido a entablar una conversacin normal con ella. Las normas sociales de comportamiento, lamayor parte de las veces, no se le aplicaban. Uno de los casos, era el besamanos como despedida. Todos los hombres se despedan, cuando lo hacan, con la palabra.

    Alison qued turbada ante la reaccin del nuevo barn de Lamington. Aquel hombre era muy peculiar, nada parecido a lo que conoca. Pero sobretodo, le intrigabaenormemente el asunto en el que, segn sus palabras, su cuado era el nico que poda ayudarle.

  • CAPTULO III

    Cmo? Qu Alison Bain es la cuada del conde de Wiltshire? Y me lo vienes a decir ahora! Esa mujer podra habernos ayudado! exclam estupefactoIsmay en el interior del carruaje que los llevaba a casa.

    Cmo iba a conseguir una ciega ayudarnos en esto? la pregunta fue seguida de un resoplido de incredulidad. Su amigo haba cambiado y los zumbidos de loscaones lo haban dejado mal de la cabeza, pens William.

    Porque es la cuada, y aunque sea ciega, no es tonta Ismay se enfureci al comprobar que a su amigo la relacin ceguera e inteligencia le pareca un disparate.Para su amigo, ser ciego y tener problemas mentales venan de la mano. Tengo que saber cundo es la prxima fiesta a la que acudirn, para intentar convencer a laseorita Bain.

    Ests loco?! Debemos insistir al conde le contradijo William.Pero si estabas delante durante la conversacin, el hombre no mostr el ms mnimo inters en atenderme si apenas me dej formularle la pregunta! Me atendi

    por cortesa, alab como todos los diplomticos hacen la labor del ejrcito y nada ms.William saba que su plan haba fallado. En algn momento el conde les hara caso, de eso estaba convencido. Claro que deba quitarle de la cabeza, la absurda idea

    que Ismay tena con respecto a hablar con la cuada del conde.Ismay, escucha, hablar con la cuada es peor que hacerlo con su mujer. No pintan nada en todo este tema. A esa pobre ciega la llevan de un lado a otro por pena.

    Acaso crees que le prestarn atencin si por algn milagro consigues que le comente algo a su cuado?Bueno, est bien. Seguiremos intentndolo a tu manera Ismay estaba enfadado por la estrechez de miras de su amigo. Aunque no creo que lo hagan por

    pena; intentar que tenga relaciones sociales denota afecto por parte de su familia. No necesariamente pena.Pero qu te ha pasado, buen amigo? le recrimin William. Eso es una excentricidad de los condes, la llevan para destacar por algo. Los nobles siempre

    buscan una forma de destacar dibujando una sonrisa continu, la ma son las mujeres.Eres idiota Willy contest furibundo Ismay, mirando a travs de la ventanilla. Lo tuyo no es una excentricidad, es una obsesin.Ismay dirigi su mirada al exterior, donde las farolas de gas lanzaban una luz ambarina en medio de la noche. Los avances del ser humano le dejaban sin habla, pero

    an ms su estupidez. El resto de la noche, la pas pensando en una manera de encontrar la ayuda del conde. Si a su hermano lo haban asesinado, l sera quien lovengara, de eso poda estar seguro hasta el mismsimo demonio.

    La suerte estaba de su lado; en el desayuno junto a su peridico tena una invitacin del conde de Wiltshire, quien le citaba para una reunin al da siguiente. Quhombre ms peculiar, pens Ismay, hubiera jurado que al da siguiente ni se acordara de l.

    Nada ms llegar, le hicieron pasar a una sala donde esperar al conde. Ismay, no tom asiento, sino que se qued de pie, con las piernas algo separadas y las manosunidas a su espalda. Su altura, sus hombros anchos y su rostro impasible, dejaban claro su carcter guerrero. El sonido del timbre le hizo despertar de sus cavilacionespara ver a un joven entregando un paquete inmenso.

    La casa de muecas para la condesa anunci el pequeo.Ismay record las palabras de su amigo. Sin poder evitarlo, una sonrisa burlona apareci en sus labios. Deba reconocer que las excentricidades de la nobleza podan

    llegar a ser de lo ms variopintas. Si su memoria no le fallaba, cuando le presentaron a la condesa, le pareci una mujer afable, de sonrisa dulce y ojos inteligentes. Jamsla hubiera imaginado jugando con casas de muecas. Y por lo que saba, hijos no haban concebido. Enseguida aparc aquellos absurdos pensamientos para seguir alsirviente, que le condujo a la sala de reunin del conde.

    En el segundo piso se encontraba inquieta Alison. Andaba de un lado a otro sin necesidad de bastn, al tener bajo control los espacios, muebles y distancias de lasestancias de aquella gran casa. Su hermana, de naturaleza mucho ms tranquila, se encontraba sentada cerca de los ventanales mientras bordaba. Adelaide Padfield,condesa de Wilthshire, sonrea al ver a su hermana tan excitada. Se senta feliz cuando observaba a Alison llena de vida. Los retos la despertaban, y notaba cmo dejabade sentirse abatida por su discapacidad. Intentaban, tanto su marido como ella, hacerle olvidar lo despiadados que podan llegar a ser con ella.

    La noche anterior haba relatado su conversacin con el barn, y pudo vislumbrar la admiracin que el caballero haba provocado en ella. Gerald, su marido, tena entan alta estima a su hermana que siempre le prestaba atencin. La misma noche de la fiesta, Alison tuvo que insistir en que haba hablado con l, aunque el conde norecordaba con exactitud tal conversacin, contestndole que en aquellas veladas sola centrarse en los asuntos realmente importantes.

    Querida Alison continu diciendo. Para el resto de cosas interesantes que se me escapan te tengo a ti. Es lo que habamos acordado, as pues crees que elbarn es de confianza como para prestarle nuestros servicios?

    Y fue as como Ismay haba conseguido reunirse con el conde.Gerald Padfield, despidi a Ismay prometindole hacer todo lo posible en investigar a fondo su caso. No era la primera vez que actuaba al margen de la ley, de

    hecho, la mayor parte de sus actividades deban realizarse a escondidas. Formando parte del cuerpo diplomtico de la reina Victoria, necesitaba tener un pequeoejrcito fantasma que le ayudara a llevar a cabo su labor. La mayor parte estaban repartidos a lo largo y ancho del imperio britnico. En ms de una ocasin, l mismohaba viajado a distintos lugares para cerrar acuerdos comerciales, o mantener buenas relaciones en el exterior. Sus espas le eran de ayuda. Cada uno era especialista ensu propia rea, pero haba uno en especial al que acuda cuando necesitaba discrecin y valenta. Aquel espa era Alison Bain, quien trabajaba para l desde haca ms deuna dcada.

    Su mujer, Adelaide, era la mayor de dos hermanas. La familia Bain, formaba parte de la burguesa inglesa gracias al trabajo de Eduard Bain, padre de las nias. Comoingeniero, haba podido hacer grandes fortunas gracias al ferrocarril e inversiones bien estudiadas. El seor Eduard Bain fue quien dej en herencia a Alison su patologa.La diferencia, es que antes de que se quedara completamente ciego, muri contagiado de tifus. Cuando comenz a cortejar a Adelaide conoci a la pequea y rebeldeAlison, que apenas tena doce aos. Sus nupcias permitieron a su noble patrimonio sanearse de las deudas del antiguo conde, gracias a la dote de Adelaide. A cambio, lepareci justo encargarse de su familia. Por aquel entonces, la enfermedad de Alison avanzaba ms rpidamente que la de su padre; al anochecer la nia sufra una cegueracasi total. Durante el da y a medida que creca, su visin se iba estrechando, como si viera a travs de un tnel, segn explicaba la pequea. Acudieron a un sinfn demdicos, y ninguno pareca saber cmo frenarlo. Para una joven llena de expectativas en la vida, tal diagnstico le produjo un gran pesar, sumindola en una actitudhuraa, cerrada y con tintes impertinentes.

    Su amor hacia Adelaide lo fue forjando el tiempo, al igual que la sensacin de responsabilidad hacia Alison. Saba que la nica forma de ayudarla era hacerla sentirtil y alcanzar a darle una vida lo ms normal posible. Por el mismo motivo, la pequea tuvo la misma educacin que cualquier joven de su edad. Cuando sus ojos no lepermitan leer, sus clases eran habladas. Aunque por el da tenerla ocupada haba suavizado su carcter, cuando llegaba la noche comenzaban los ataques de histeria yfrustracin, al sumirse en la ms absoluta oscuridad. Gerald, siempre con su mentalidad pragmtica, habl seriamente con la joven, y le plante sin ambigedades quedeba admitir que algn da llegara a quedarse ciega por completo, por lo que no poda abandonarse a la desesperacin, sino prepararse para ese momento.

    Con catorce aos de edad, Alison comenz a recibir duros entrenamientos vendndose los ojos y obligndose a caminar a ciegas. A medida que el tiempo pasaba, supnico a la oscuridad iba disminuyendo. Entre los tres, idearon frmulas para que llegara a controlar la situacin espacial, y con la prctica comenz a desarrollar otrossentidos, como el olfato y el odo. El bastn comenz a ser su aliado y fue presentada en sociedad como una joven ms. Alison haba aprendido a vivir con suenfermedad, a no sentirse derrotada por ella, incluso a sacarle partido. Su familia, la ayud en ese proceso, tratndola como a una ms. Por ello, se sinti entusiasmadacon su presentacin en sociedad, y por la invitacin de su hermana y cuado a vivir con ellos en Londres, y dejar la casa de campo donde viva con su madre, en Bristol.

    Pero si bien Alison estaba preparada para entrar en la vida en sociedad, sta no lo estaba para recibirla. Y fue un duro golpe sentir que la dejaban de lado, la trataban

  • como a un animal o en el mejor de los casos, como a una nia con problemas mentales. Los silencios incmodos comenzaron a ser humillantes. La sensacin que recorrasu cuerpo cuando alguien la observaba resultaba enervante, y la lstima que despertaba en los dems, desesperante. La noche que volvieron a casa y estall en lgrimas,apenas pudieron contenerla. Se tambaleaba, se estampaba desorientada contra los muebles, y agitaba los brazos derribando todo lo que se encontraba a su paso.

    Gerald se senta culpable por haber credo que su cuada, bajo su proteccin, iba a ser aceptada por la sociedad. Das despus, volvi a hablar con una Alisonabatida, encerrada en su habitacin y con ganas de morir. Pero aquella vez no la iba a convencer de que era una joven ms, que no deba avergonzarse, sino todo locontrario. Iba a convencerla de que era una muchacha especial, con un gran potencial. Y para demostrarle que hablaba en serio, le propuso formar parte de su equipo deespas.

    Querida Alison, tienes inteligencia de sobra, he visto cmo percibes detalles que a un vidente se le escapan. Has desarrollado tus sentidos para suplir el que notienes. Debemos sacarle partido. Aprovechemos lo que los dems ven como antinatural para llevar a cabo nuestras investigaciones. Si conseguimos que la gente te tratecomo si no slo fueras ciega, sino sorda y muda, a la larga te dejarn pasear por los salones sin posar ms de una mirada o dos en ti. T escuchars lo que murmuran enlos pasillos, incluso he pensado en entrenarte para asaltar casas en busca de documentos y objetos. Podras incluso llegar a abrir cajas fuertes y cerraduras.

    Gerald cmo pretendes que asalte casas? Soy una intil, apenas puedo andar dos pasos sin bastn le pregunt creyendo que su cuado se haba vuelto loco.Pequea Alison, con entrenamiento, lo que para un vidente resultara imposible hacer sin luz, para ti ser el pan de cada da. Confa en m, s que te convertirs

    en mi ms preciado tesoro dentro de mi equipo.Y as fue como Alison se someti a un arduo entrenamiento. Su agenda social se llen de citas, acompaando a los condes a todas las veladas, cenas, teatros y ts

    que eran invitados. Cuando alguien se atreva a lamentarse por su situacin, ella asenta, centrndose en la conversacin que se desarrollaba dos metros ms all. Alfinalizar las jornadas, llegaba con suculentos chismes de la sociedad inglesa, y en ms de una ocasin, con informacin til para su cuado. A la edad de diecisiete aos,los condes y ella, tuvieron que viajar a Francia para concretar los acuerdos diplomticos antes de intervenir en China. All fue cuando se sinti pletrica, pues pidi quele dejaran hacer ms. Cuando comenz la guerra por el opio, fue cuando finalmente puso a prueba sus dotes recin adquiridas.

    Tras las guerras napolenicas, el imperio britnico haba visto menguar las arcas. La gran desconocida China, tan slo le permita comerciar en el puerto de Cantn,donde los europeos se disputaban especias, t, seda y multitud de productos. A cambio, China slo estaba interesada en intercambiarlos por plata, el resto deproductos que los britnicos ofrecan no les atraa. El imperio britnico, falto de plata debido a las guerras, decidi, desde sus colonias en la India, producir e introduciropio en China, logrando que llegara a ser valioso en los intercambios comerciales. Esto provoc que el emperador se pusiera en contacto con la reina Victoria, para quecesara de comerciar con productos txicos que afectaban gravemente a sus ciudadanos. Las tensiones llegaron hasta tal punto, que la diplomacia no pudo evitar queentraran en guerra.

    Antes del inminente ataque, necesitaron asegurarse que ningn otro estado apoyara la causa China. Fue en Pars donde Alison particip en el asalto al despacho deun diplomtico francs, en busca de cartas que informaran sobre su posicin en la guerra. Volver con la informacin y formar parte de los entresijos diplomticostermin por recomponer la autoestima de Alison. A partir de ah fue tomando confianza, atrevindose a entrar en despachos en busca de cajas de seguridad, esconditesen muebles o estanteras. Alison nunca olvidaba que sus logros formaban parte de los logros del equipo.

    Para empezar, la ayuda de su hermana era fundamental, pues con la excusa de coleccionar casas de muecas, estudiaba los planos y detalles que le conseguan losespas. Compona las estancias, fabricando a pequea escala un mapa palpable, sin olvidar el ms mnimo mueble. Adelaide haca rplicas exactas del lugar donde Alisonse iba a introducir, y mediante el tacto le indicaba a Alison qu se poda encontrar. El siguiente paso era entrenarse en espacios reales, una vez su mente haba captado elmapa, se entrenaba en el tico de la gran casa donde le colocaban los obstculos a escala real. Una vez consegua llegar al objetivo, slo le quedaba esperar a queoscureciera y cumplir con su cometido.

  • CAPTULO IV

    Cuando identific los pasos del conde, corri hacia la puerta para recibirlo. Gerald pasaba los cuarenta aos, su pelo oscuro estaba veteado de gris, su altura lehaba hecho encorvar la espalda, y los kilos de ms se le acumulaban en la barriga y en la papada. En su cara alargada, llamaba la atencin su nariz prominente y los dossurcos que flanqueaban la boca. Sus ojos grises mostraban sabidura y generaban confianza en su interlocutor.

    Y bien? interrog al trasponer la puerta.Alison, espera que me entre al menos, no seas impaciente.Como digas la joven abri la puerta para dejarlo entrar, y lo sigui hasta el pequeo sof situado frente a una chimenea. Dime que tenemos algo interesante

    que investigar, desde el fin del conflicto con Rusia no me has dado trabajo.No desesperes le dijo. Sobre el asunto del barn contest el conde tras sopesar la situacin tiene que ver con la muerte de su hermano. Al parecer,

    creen que no fue un suicidio como consta en el expediente, sino que pudieron haberle tirado al ro.Eso es horroroso exclam Adelaide, acercndose para tomar asiento cerca de su esposo.S, puede llegar a serlo, pero a nadie le asesinan por que s continu el conde.Sabemos si estaba metido en algn asunto turbio? pregunt Alison.Personalmente no. l dice que pondra la mano en el fuego por la inocencia de su hermano, claro que cunta gente se ha quemado as?Le vas a prestar ayuda? volvi a preguntar Alison.S, creo que s, tenas razn Alison contest con su habitual paciencia. Nunca hablaba con premura, pareca sopesar cada palabra que sala de sus labios. El

    barn parece ser un buen hombre. Habla con franqueza, es directo y parece realmente afectado por la muerte de su hermano. Pero hay algo de la historia que me hacepensar que su santo hermano no era tal. Ali, como has sido t quien ha empezado esto, te encargars de entrar en el despacho del barn en busca de algn lugar ocultodonde lord Richard pudiera haber escondido su secreto. Puede que no nos lleve mucho tiempo dar con las respuestas que busca el Teniente Coronel.

    De acuerdo . Alison se dirigi al divn, prximo a una de las altas ventanas, en busca de su bastn mientras hablaba. Me encargar de avisar a Arnold, paraque consiga los planos para mi hermana. Ah, y tambin le dir a Ben que consiga informacin sobre la muerte del barn. Seguro que ser fcil dar con quienes lo sacarondel ro.

    Alison no pudo ver la sonrisa complacida de los condes al verla ponerse en marcha, aunque algo percibi en la despedida de ambos. Las voces conseguan traslucirinfinidad de sentimientos; terminaba siempre concluyendo Alison. Ambos dejaron que los enrgicos pasos y los botes del bastn se alejaran para hablar tranquilamente.Alison no utilizaba las crinolinas amplias que estaban de moda, pues para poder desenvolverse necesitaba faldas menos voluptuosas. Quiz por eso, sus trajesrealzaban su delgadez y sus curvas. Era una mujer muy femenina, en ms de una ocasin, fomentada por su hermana, quien no dejaba de decirle lo hermosa que era. Susbastones siempre iban a juego con el vestido que llevaba, haciendo que la coleccin llenara armarios enteros. Como bien deca su hermana; si era algo que iba a formarparte de ella, deba introducirse como un accesorio ms. A lo que siempre contestaba:

    Est bien, mientras a Cory lo dejes tranquilo, me da igual de qu color sea mi bastn.Cory era un galgo negro que le haba regalado para que la acompaara. Haba sido adiestrado y era su mejor aliado. En su cuello poda colgar un estuche que sera

    llevado adonde Alison le indicara. En su interior, colocaba los documentos buscados o pequeos objetos que avisaban a sus compaeros de cmo iba la bsqueda. Laeleccin de la raza de Cory no era una casualidad, lo eligieron por rpido, grcil y liviano para poder seguir a su ama. Su color oscuro y su complexin delgada lepermitan pasar inadvertido en la oscuridad. Cuando Alison sali por la puerta de la cocina, percibi la presencia canina. La joven enseguida transmiti al galgo suansiedad por volver a trabajar.

    En poco ms de una semana, Alison estaba lista para introducirse en la casa del barn. Deban hacerlo en secreto, pues la mayora de las personas no aceptaban queentraran en sus casas y revolvieran entre sus cosas. Para ahorrarles vergenza solan hacerlo a escondidas. Ellos encontraran lo que necesitaban y los otros nuncasentiran que su intimidad estaba siendo violada. La tica haca que tan slo se quedaran con la informacin relevante para su investigacin, si encontraban datosconcernientes a la privacidad de las personas no lo mencionaban. Claro que en el mundo del espionaje era necesario dejar registrados todos los datos, por si en algnmomento hiciera falta forzar la ayuda de la persona en cuestin.

    La noche del jueves, Alison se prepar para su incursin. Arnold la llevara a las aproximaciones de la casa situada en Portman Square. All, ella y Cory, seadentraran sigilosamente en los jardines, y entraran por la ventana de la biblioteca del barn. Tras haber sobornado a algn sirviente, hecho distintas comprobacionesdel lugar y planteado el asalto desde infinidad de perspectivas, saban que el jueves era el da perfecto. A la tres de la madrugada, dos sombras vestidas de negrocruzaron la calle, y se mimetizaron con el espeso follaje del jardn.

    Alison iba vestida con pantalones oscuros, pullover, gorro negro de lana, y botas altas. Dentro de stas ajust un cuchillo con el que defenderse en caso deencontrarse en apuros. Su cintura estaba rodeada por una rionera donde guardaba herramientas, y los objetos con los que deba ir avisando a Arnold. Su complicidadcon aquel hombre era total. l haba sido el encargado de su adiestramiento, y haba pensado que al no poder escribir notas para avisarle si estaba en apuros, la mejorsolucin era que le mandara pequeos objetos simblicos. Con Cory siguindole, se acerc a la pared de la gran casa y palpando con la mano la cornisa cont cuatroventanas, la quinta era la suya. Al llegar, se colg el bastn, de menor tamao del que sola usar, de la mueca. Busc la pequea palanca, y tante con el pie el reborde,que segn los informadores haba. Una vez en alto, abri la ventana de cuadrculas de vidrio. Se dio media vuelta y rebusc en el interior de la rionera. Cory, atento, sepuso en pie para alcanzarle el estuche que colgaba de su cuello. El primer smbolo que cay dentro fue una llave, que significaba que estaba dentro. Cory, con sus largasy finas patas, apenas hizo ruido al desaparecer velozmente hacia el carruaje que les esperaba a dos calles.

    Alison se desliz en el interior, e identific el gran silln que ocupaba la mesa de despacho. Abri los cajones, dando toques en lugares concretos en busca de undoble fondo. No encontr nada. Con sigilo, ayudada de su bastn forrado de lana para amortiguar el ruido, recorri con la mano las estanteras. Busc detrs de loscuadros y balance su cuerpo en lugares concretos del suelo de madera en busca de una tabla suelta. Cory alz sus patas y asom el hocico por el hueco de la ventana,un pequeo sonido agudo sali de l para avisar a su ama. Sac un nuevo smbolo y se lo introdujo en el estuche. Esta vez, un pequeo reloj de arena que indicaba quetodo iba bien y que necesitaba tiempo. Cory volvi a desaparecer.

    En la planta superior, Ismay volva a despertarse por una pesadilla. Inquieto, busc su bata y sali de la habitacin. Sus sueos vagaban desde el miedo a loscaones, hasta la sed de venganza por la muerte de su hermano. En ambos casos su impotencia llegaba a ser mxima. Nada pudo hacer por los soldados que tena a sucargo, y nada pudo hacer por su hermano. Necesitaba tomar aire y sali al exterior, la noche estaba oscura y fra. Deambul por los jardines preguntando a la nocheQu te pas Richard? Qu fue lo que te hicieron?. De pronto su cuerpo se puso alerta. Ms de una dcada de entrenamiento hizo que su cuerpo se tensara ante lapresencia de algo en la oscuridad.

    Una sombra se mova ante l con rapidez. Dando grandes pasos sigui a la sombra. sta de pronto se detuvo al escuchar seguirle, y cuando estuvo losuficientemente cerca, distingui a un perro.

    Oye qu haces t por aqu, amigo? le susurr al perro, que inmediatamente se acost en posicin de sumisin y lanz un lastimero aullido.Aquel sonido le lleg a Alison. Cory la alertaba de la presencia de extraos. Tena que darse prisa. En aquel momento, crea haber encontrado algo palpando la

    madera que cubra a media altura la estancia. Los tablones de madera estaban decorados por rombos en relieve, y probablemente estaban pintados como elementosdecorativos. En la punta de cada rombo haba tallado un rosetn. Cuando golpe uno de ellos, cercano a la chimenea, su sonido le dijo que estaba hueco. Y fue en esemomento cuando Cory la alert. La voz masculina provena del exterior con lo cual se sinti a salvo. Tena unos minutos ms para seguir. Gir el rosetn y el rombo se

  • abri cual portezuela. Palpando el interior, encontr varios papeles enrollados y una caja metlica. Introdujo los documentos en su rionera y tom la caja en susmanos.

    Venga, vamos, sal de aqu le orden Ismay al perro. Te has equivocado de casa.El perro, obediente, sali disparado hacia el exterior. Pasaron varios segundos cuando oy en el interior de la casa un ruido. Algo pareca haber cado. Enseguida dio

    media vuelta y condujo sus pasos hacia la entrada de la casa. No crea haber dejado la puerta abierta pens Ismay. Si la corriente de aire haba tirado algo, esperabaque no fuera de valor sentimental para su madre. ltimamente la mujer estaba muy sensible, aunque todas las maanas le daba las gracias por estar con ella.

    Alison haba tenido que salir al pasillo del interior de la vivienda y dar un golpe con el bastn para llamar la atencin del barn. En cuanto supo que stedesapareca de debajo de la ventana, sta se asom, escuch las pisadas alejndose, salt y volvi a cerrarla. El trabajo estaba hecho. Una sonrisa resplandeciente surcel rostro de la joven. La adrenalina la haca sentir viva, de noche senta un poder especial. Cuando el mundo andaba a tientas, Alison senta que la oscuridad estaba hechapara ella.

    Cory, como parte del equipo, saba que deba llegar hasta Arnold, realizar un golpe con la pata en el suelo y dar una vuelta para avisarle que haba alguien rondando.El hombre sala sigilosamente hacia la gran casa cuando vio aparecer tras un seto a Alison. La joven despus de saltar, se agach para escuchar en la sombra. Arnoldsilb respirando tranquilo y ella le devolvi el silbido.

    Adnde crees que ibas, viejo espa? le susurr Alison al llegar a su lado y tomarle del brazo, mientras agarraba la caja con la otra.El perro me avis de que haba alguien, mocosa le contest con su voz ronca y carrasposa. Pens que al final la seorita sombra iba a necesitar ayuda.No fue nada dijo Alison, tras rer por lo bajo y subir en el carruaje de alquiler. Le encantaba la complicidad que tena con sus compaeros. Ellos la llamaban

    seorita sombra. Todos admiraban su destreza y la respetaban por ello. El barn descubri a Cory en el jardn y me avis. Tan slo tuve que despistarle para podersalir de nuevo. Nada que ver con aquella ocasin en Viena, donde me di de bruces con el guardin y tuve que salir corriendo.

    Cmo olvidarlo contest su compaero. Cory trabaj bien esa noche, y t tuviste suerte de que Ben te siguiera de cerca para disparar. Pens que lordPadfield nos colgara por dejar que te atraparan.

    Alison rio y felicit a Cory por su trabajo con una galleta. Esperaba haber encontrado algo de utilidad para el caso. De camino a casa, pens que el anterior barndeba de tener grandes secretos, para guardar tan bien aquello que haba hallado. Todos tenan secretos, de eso estaba segura, pues como haba dicho su cuado, a nadielo matan porque s. Y por paradjico que fuera, ella sera la encargada de arrojar luz a los ltimos misteriosos aos del barn. En noches como aqulla, se senta viva yradiante. Con la luz del nuevo da volvera a ser Alison Bain, la ciega solterona que generaba lstima en los dems. Pero mientras la oscuridad reinase, ella brillaba con luzpropia.

  • CAPTULO V

    Siempre que tenan alguna misin, Adelaide no descansaba tranquila y esperaba en la biblioteca. Ante la chimenea, sorba el t mientras rezaba para que a suhermana menor no le pasara nada. Aquella noche no fue distinta a las dems, y Alison saba que deba ir a buscar a su hermana, antes de hacer cualquier otra cosa. Comocada vez que volva, Adelaide la abraz.

    Ay, menos mal que ests a salvo exclam.Adelaide cuntos aos llevamos as? respondi Alison, cansada de la actitud sobreprotectora de su hermana, por lo menos diez. Y nunca me ha pasado

    nada. Arnold no lo permitira.Ya querida, pero me angustia saberte fuera, rondando casas en plena noche le dijo su hermana, mientras la sentaba en el silln frente al suyo y le pona una

    taza de humeante t en las manos. Por mi mente pasan imgenes horribles.Bueno, pues ya puedes estar tranquila la soseg Alison. Tienes suficiente luz para leer lo que he trado? le pregunt Alison, quitndose las botas y

    subiendo los pies al silln orejero, tomando la taza con dos manos para saborear el t.S, con la chimenea tengo suficiente.Adelaide era una mujer cuya belleza estaba considerada admirable, dentro de los cnones de la poca. El cuerpo de Adelaide estaba rodeado de la suficiente masa

    como para no tener ngulos en l. Era ms rolliza que Alison, y su voluptuosidad se asemejaba a la que luca la mismsima Reina Victoria. Su cara era redondeada, susojos al contrario que los de Alison, eran oscuros, y su pelo igual de rubio pajizo que su hermana. A ambas se le aclaraba mediante hebras rubias que salpicaban lasespesas melenas. Aunque le llevaba seis aos, su cutis se mantena perfecto. Algo que se tomaba muy en serio, e intentaba convencer a Alison de seguir su ejemplo;haba que utilizar productos cosmticos. Claro que slo se lo confesaba a su hermana, pues la belleza deba ser natural, sin artificios, tal y como indicaban las normas.En aquel momento, su cuerpo estaba cubierto por una bata acolchada que se abotonaba hasta el cuello. El estampado representaba motivos orientales. Las mangasacampanadas se movieron con presteza sobre los documentos.

    A ver, aqu est el certificado de matrimonio con Rosemary Adams comenz a decir en voz alta. Tambin la escritura de una propiedad en York, parece seruna pequea granja.

    Y en la caja? pregunt Alison.Un momento la voz cantarina de Adelaide le deca que no fuera impaciente. A ver, algunas joyas, cartas de Rosemary; deben ser de antes del matrimonio

    y espera, porque creo que tiene un doble fondo. Aj con un sonido seco descubri otro compartimento. Aqu hay documentos, oh Dios mo, creo que de compraventa de nias. El sello es del prostbulo Nymphs Valley y pone que la venta se hizo por tres mil libras cada nia, la fecha de la ltima compra venta era de gemelas.Charise y Danielle Smith.

    Madre de Dios exclam Alison. Ese hombre era un depravado. A cuntas compr?Aqu hay catorce nias en total el temblor que recorra el cuerpo de Adelaide lleg a sus manos, que reaccionaron soltando los documentos con repulsa.

    Pobres nias.Entonces el barn se dedicaba a comprar y vender? comenz a especular Alison. La granja esa de York Ser realmente una granja o esconder un

    prostbulo? Todo esto va a ser una decepcin para lord Nandell cuando se entere.Crees que no sabe nada de esto? pregunt escptica Adelaide.Lo dudo, no habra pedido nuestra ayuda si sospechara que su hermano era contrabandista de nias. Adems, estoy convencida de que el nuevo barn no ha

    entrado en aquella estancia desde hace mucho tiempo, ni siquiera para buscar respuestas. Las habitaciones mantienen cierto calor cuando son habitadas, y puedoasegurar que all no haba entrado nadie en muchos meses Alison no saba por qu, pero crea conocer a Ismay Nandell, sus impresiones sobre las personas no le solafallar, y aquel hombre no se mereca conocer lo canalla que lleg a ser su hermano. Maana mismo deber reunirse con Gerald. Lo despertars y le llevars todo esto?Es probable que quienes le hayan matado pertenezcan a otra banda de contrabandistas. Puede que haya enfadado a alguien del gremio.

    Ismay llevaba ms de una semana, esperando a que el conde se pusiera en contacto con l. Cuando por fin le lleg la cita, se sinti esperanzado. Quera conocer losavances de la investigacin, pero se haba comprometido a esperar hasta que l se pusiera en contacto, nunca antes. Aquella misma tarde se dej vestir por Adolf demanera sumisa. Al bajar al saln se despidi de su madre, quien estaba reunida con varias amigas tomando el t. No quiso comentarle nada con respecto a la ayudasolicitada al conde, para que no albergara esperanzas. Horatia comenzaba a recomponerse al estar en compaa de su hijo menor. En el fondo, ella saba que su hijo noiba a cruzarse de brazos, y movera cielo y tierra para conocer la verdadera causa de la muerte de Richard.

    Tal y como hizo la ltima vez, lleg puntual y present al mayordomo su tarjeta de visita, tras lo cual le hizo pasar. Antes de entrar en la salita donde debaesperar, vio cmo Alison bajaba las escaleras. Y no iba sola. Un galgo negro la acompaaba sumiso Un galgo negro? La mente de Ismay comenz a hacer conjeturas quede encontrarse a solas se hubiera echado a rer. A veces se le podan llegar a ocurrir cosas realmente absurdas, se dijo. Antes de que su cuerpo reaccionara, Alison detuvosu descenso.

    Buenas tardes casi pregunt ms que afirm. Captar la presencia de personas era algo habitual en ella.Buenas tardes, seorita Bain salud Ismay, sorprendido de que supiera que se encontraba all.Lord Nandell! sonri Alison con sinceridad y no como siempre sola hacer.Continu bajando las escaleras grcilmente. Ismay observ cmo se mova con naturalidad. Su mirada perdida al frente le daba un aire etreo. En aquella ocasin,

    vesta una falda a rallas verticales azul marino y blancas, un cinturn oscuro separaba la blusa de encaje blanca abotonada hasta el cuello. En el centro estaba prendido uncamafeo, igualmente azul oscuro. Le sorprendi que el bastn volviera a ir a juego con su vestimenta. En esta ocasin el cuerpo era de color azul marino y laempuadura blanca. Su mirada volvi a recaer en el perro que andaba a su lado. Se acerc al pie de la escalera para decir:

    Seorita, tiene usted un perro magnfico, muchos envidiaran el porte de este galgo.Gracias, s, iban a adiestrarlo para las carreras, pero me lo qued yo contest con ligereza, sintiendo una punzada de temor al poder verse descubierta. Me

    acompaa cuando salgo a pasear sola.Gran compaero contest Ismay, pensando que sera muy arriesgado que saliera sola con su discapacidad.Por suerte para m contest Alison atisbando el escepticismo en la voz, y su visita A qu se debe, lord Nandell?Ismay, ahora que la vea a la luz del da admir su belleza. El verde de sus ojos atraa a cualquiera que se parara a observarlos. Se descubri aprovechando la

    desventaja de la joven para mirarla sin reparo. Al escuchar su pregunta, se avergonz por ello. Podran considerarle un depravado por admirar a esa mujer como tal? sepregunt Ismay. Segn la opinin de sus congneres, Alison no poda considerarse una mujer normal. Pasndose la mano por el pelo respondi.

    S, he venido a visitar al conde sonri forzadamente, no deba hablar ms de la cuenta.Nada ms terminar la frase el mayordomo apareci para acompaarlo, esta vez, a la biblioteca.Jams hubiera imaginado que deba poner toda su voluntad para mantener su furia bajo control. Lo que el conde le estaba diciendo acerca de su hermano, llegaba a

    ser tan insultante que de no ser porque era el conde de Wiltshire quien lo deca, le hubiera retado en aquel mismo instante. Y el conde lo percibi al momento.Lord Nandell comenz a decir el conde con su tono ms conciliador, yo slo me limito a comentarle los frutos de la investigacin que me encarg.De dnde ha sacado esos documentos? apretando la mandbula para controlar su voz. Cmo est tan seguro que pertenecen a mi hermano? Quiero verlos.

  • Lo siento, lord Nandell, eso me resultar imposible aclarrselo. Como bien le advert la vez anterior, mis fuentes son confidenciales. Y no tengo ningn inters enensuciar el buen nombre de su hermano. Los documentos hizo una pausa para elegir las palabras digamos que sern devueltos poniendo en prctica sus dotesdiplomticas intent continuar con el espinoso asunto. Sera importante considerar que la esposa de su difunto hermano poda estar, o no, enterada de este asunto.Por lo pronto no sabemos en qu crculo pudo conocer un barn ingls a una trabajadora de la industria textil.

    S, entiendo termin por aceptar Ismay. Aunque su enojo segua latente, le dejaba pensar con claridad. Mientras esperaba a que me citara, pregunt por suparadero. Al parecer mi madre no tiene la direccin de los primos de Glasgow con quienes se hospeda.

    Curioso contest el conde arqueando las cejas. Aquella mujer terminaba por ser la clave y me dijo que se fue poco despus del funeral?As es respondi Ismay con voz firme, siguiendo el hilo de los pensamientos del conde.El sbado, los Barones de Ibbetson dan una fiesta en su casa. Por lo que s, la baronesa lady Cadell era muy buena amiga de lady Nandell. Es posible que ella

    sepa dnde se encuentra.S, estoy invitado dijo tomando aire para frenar el torbellino de sentimientos que lo embargabanintentar averiguarlo.De todas formas, no se sienta solo dijo con sinceridad el conde. Era consciente de lo duro que poda ser, darse cuenta de que la persona a la que crea conocer,

    no era tal como uno pensaba. Nosotros, con su permiso, seguiremos investigando.Muchas gracias por su ayuda, lord Padfield se levant Ismay ofrecindole la mano a modo de despedida. Quisiera llegar al fondo de esta cuestin y si es con

    su ayuda, mejor.Ismay sali con paso firme de la biblioteca sin mirar atrs. Al subir a su carruaje descarg su ira contra el asiento delantero, hasta astillar la madera que sostena los

    mullidos cojines. En qu coo se haba convertido su hermano? Siempre haba sido as? Haba estado ciego al no ver el lado oscuro que lo dominaba? Su menteestallaba en llamas por la imposibilidad de llegar a creer a su hermano capaz de aquella brutalidad. Necesitaba ms pruebas que lo convencieran de ello. Saba que laspersonas, ante asuntos tan violentos siempre negaban lo evidente, pero l no poda dejar de pensar que el hermano que conoci era incapaz de hacer tal atrocidad. Si porlo menos le hubiera dicho quin tena aquellos documentos. Deba verificar que era la firma de su hermano, pues podan haber sido falsificados, se dijo. Su mente nocesaba de buscar explicaciones para derribar los hechos que Padfield le haba expuesto. Por qu el conde estaba tan convencido de que no caba la ms mnima duda deque eran verdaderos?

    l jams se creera nada que no proviniera directamente de su hermano. Algo lo fren en seco, una idea se abri camino en su mente. Ellos estaban convencidosporque saban que era de su hermano: su fuente. El galgo negro. S, poda llegar a ser muy descabellado, pero poda jurar que era el mismo de la noche anterior. Puedeque el perro acompaara a su duea, pero los hombres del conde podan utilizarlo tambin en sus incursiones nocturnas. Malditos canallas, se haban metido en supropia casa a husmear entre las cosas de Richard. Si se lo hubieran preguntado, l no hubiera dudado en dejarles entrar, o s? An segua estando de duelo, y ni lmismo se atreva a entrar en las estancias donde mayor tiempo pasaba Richard. An senta demasiado su ausencia. Pero aun as, era intolerable que hubieran entrado ensu casa sin su consentimiento. Enseguida record las palabras del conde Los documentos deban ser devueltos S, se dijo, si iban a volver, l les estara esperando.

    Una sonrisa feroz apareci en sus labios. Le daba igual si el conde se ofenda o no, pero l iba a descargar su ira con aquellos que le haban tomado por imbcil. Yvera con sus propios ojos los documentos que incriminaban a su hermano, pens sin poder evitar sentir cierta angustia.

  • CAPTULO VI

    Tras hablar con su cuado, ambos estuvieron de acuerdo en seguirle la pista a Rosemary Nandell. Alison estaba lista para devolver los documentos a su origen.Gerald prefera esperar unos das, pero Alison le dijo que no era necesario, que bien poda ir aquella noche al no tener compromisos sociales. Es bastante sencillo, ledijo, tardar menos esta vez al saber hacia donde tengo que dirigirme.

    Ismay pas la tarde encerrado en una sala contigua a su habitacin, esperando. Aquella estancia la utilizaba como despacho personal. Haba hecho llevar una mesacomo escritorio y un sof, para estar a solas frente a las llamas de la chimenea. Estaba decorado austeramente, segua teniendo gustos militares. Siempre con lo justo,pues no tena un destino fijo. El tiempo ira ayudndole a acomodarse a su nueva vida. En aquel momento tomaba sorbos de whisky pensando en cmo actuar. Cuandola noche lleg, y todos se fueron a dormir, l segua all, esperando.

    Escuchaba los sonidos de la casa en busca de alguna pista. Se pregunt si lo haran a travs de un sirviente, pero confiaba en el servicio plenamente. Se decant porla noche, pues era una buena oportunidad, y haba sido de madrugada cuando se top con el galgo. En cuanto lleg a la casa, se dirigi a la habitacin de Richard, y buscindicios que le indicaran que alguien haba estado all. No encontr nada, ni tampoco escondrijos. Busc en las cajas fuertes, pues saba dnde se encontraban, y tan sloencontr documentos ordinarios, que le pusieron al da de las posesiones que le pertenecan, tambin haba joyas y dinero. Finalmente cay en la cuenta de que labiblioteca se encontraba en la parte inferior de la casa, y all su hermano sola pasar la mayor parte del tiempo. Le desconcert no encontrar nada fuera de lugar, perosaba que el mejor lugar para empezar a buscar sera ese.

    Cuando dej de escuchar los cascos de caballos por la zona, descendi al piso inferior descalzo. Tan slo con los pantalones, la camisa con los primeros botonesdesabrochados y una pistola en la mano. Se sent en una silla del pasillo a escuchar y dej la puerta de la biblioteca abierta. No fueron sus odos sino la corriente de airefrio la que le alert de que la ventana se haba abierto. Sus ojos intentaron ver en la oscuridad, todo estaba silencioso, pero la dbil luz de la luna hizo que distinguiera unmovimiento junto a la chimenea. Con paso lento y la pistola en la mano se fue acercando. El peso de su cuerpo hizo crujir la madera del suelo y el visitante se alert. Noconsigui saber cmo aquel intruso sorte tan hbilmente los obstculos cuando se ech sobre l. Antes de que llegara a la ventana call, pero pudo agarrarle y colocarsesobre un cuerpo que se remova violentamente.

    Qudate quieto, grandsimo hijo de la gran puta grit.Levant el arma para apuntar, pero el tamao de aquel cuerpo le hizo dudar unos segundos, deba estar atrapando a un nio, se dijo. Aquel mocoso aprovech

    aquel segundo para darle un manotazo en la mano y lanzar a un lado la pistola. Lo siguiente que sinti fue algo que le cortaba la piel del cuello al ser presionado. Uncuchillo.

    Siempre que planeaban un asalto como aquel, tenan en cuenta que podan toparse con personas, pero nunca creyeron que alguien les estara esperando. Alisonsupo que todo estaba a oscuras, pues su captor tard en dar con ella, y dio gracias a que se dio cuenta a tiempo para poder escapar. Cuando estuvo a punto de llegar a laventana not cmo una garra se apoderaba de su pantorrilla y la arrastraba, sintiendo al segundo siguiente cmo un gran peso caa sobre ella.

    Tal y como haba aprendido, busc el cuchillo de su bota, golpe los brazos de su captor y consigui desarmarle antes de que alzara la hoja afilada. Cuando notcmo se hunda en la piel, dej de presionar. l tambin se detuvo.

    No le har dao si me deja marchar susurr amenazante Alison. La lucha haba hecho que su respiracin se agitara y todas las alarmas de sus sentidos sedispararan.

    La voz de la mujer entr en los odos de Ismay, pero su cerebro tard en procesarlo. Una mujer? Pero no cualquier mujer. Conoca aquella voz y saba a quinperteneca; Alison Bain. Con un rpido movimiento de mano la desarm, tom la mueca y gir el pequeo cuerpo para ponerla contra el suelo boca abajo.

    Buenas noches, seorita Bain le dijo con un susurro socarrn mientras la forzaba a quedarse quieta. Aquella mujer se revolva como una fiera venir a mi casaa robar est muy mal visto.

    Pff resopl Alison, no s cmo lo vern los dems, pero yo lo veo todo negro.Al menos en eso no me ha mentido, pero se acab el juego sentenci Ismay, levantando a la joven con un solo brazo y estampndola contra la pared, justo al

    lado de la ventana. Su cuerpo se apret al de ella para inmovilizarla. No hizo caso a la idea de que era una postura bastante ntima. No me gusta que me roben, ymucho menos que me tomen por idiota. As que usted y yo, vamos a tener una conversacin donde me responder a varias preguntas. Y ms vale que me diga la verdad.

    Antes de que Alison pudiera contestar, un hocico se asom por la rendija de la ventana. Cory esperaba la siguiente seal. Ismay tambin lo vio. No se habaequivocado, era el mismo perro.

    Mi lord, tengo que dar al perro una seal, de lo contrario vendrn a buscarme y le aseguro que no le conviene. Crame.Acaso piensa que me tomar en serio su amenaza? respondi Ismay, pero comprendi que el conde deba tener alguna organizacin ms amplia que la de una

    ciega y un perro. Est bien, dgale que todo est en orden y que se vaya.Alison no se senta realmente amenazada por el barn, y por eso accedi a su peticin y le coloc un pequeo reloj de arena en el interior del estuche de Cory. De

    todos modos, l era el solicitante de la ayuda del conde, y acept sin condiciones. Si quera hacerle preguntas, le respondera hasta donde ella supiera que no pondra enpeligro el resto de investigaciones, ni las actividades de su cuado.

    Qu es lo que le est haciendo? pregunt con brusquedad Ismay, la estancia permaneca oscura y a tientas pudo quitarle el objeto de las manos.Me comunico mediante smbolos, este reloj de arena indicar a mis compaeros que rodean la casa que necesito tiempo Alison aprovech para mentir a cerca

    de la magnitud del equipo. La joven le arrebat el objeto.En cuanto Cory lo tuvo, sali disparado. Ismay se sorprendi con la discrecin del perro, apenas escuch nada cuando parti. La sorpresa de su descubrimiento

    segua sin abandonarle. Agarr del brazo a la joven y la lanz sobre el sof cercano a la chimenea.Qudese quieta, voy a encender una lmpara le inform Ismay.Por m no se moleste respondi burlona, Ismay no pudo hacer otra cosa que sonrer.Aquella mujer no pareca temer a nada. Y eso le enfureci an ms. Menuda insensatez, usarla como asaltante. En cuanto la lmpara de aceite estuvo encendida

    Ismay observ cmo Alison intentaba alisarse los pantalones que llevaba y sentarse lo ms dignamente posible.Si no le importa, coger mi bastn, no quisiera olvidarlo sin esperar respuesta se levant, sorte la mesa pequea situada en el centro y lleg hasta el lateral de

    la chimenea. Todo ello sin titubear. Se arrodill y tom tanto el bastn, como los objetos que haba dejado en el suelo.Espere, eso que coge me pertenece habl Ismay mientras se acercaba a la joven, dmelo. Y ahora vuelva a llevar su culo al sof, y sintese donde le orden

    que no se moviera.Por favor! qu manera de hablar a una seorita le recrimin Alison, algo juguetona.Si ya se haba fijado en su trasero, saba que lo volvera a hacer, y se divirti al contonear sus caderas. Los pantalones no dejaban nada a la imaginacin, pues se

    ajustaban como un guante a su cuerpo. La reina Victoria haba impuesto la norma de esconder hasta los tobillos a las mujeres, volvindolas sumamente recatadas. Elatuendo de Alison mostraba todo lo que la reina quera esconder. El resoplido que escuch a su espalda, le dijo que haba causado el efecto que quera en el barn;sacarlo de quicio. Nandell se sent en un silln individual, vigilando a la joven por el rabillo del ojo.

    Est bien, lord Nandell continu cuando se acomod en el sof, tiene quince minutos para hacer las preguntas que quiera, luego tendr que irme.De eso nada, se ir cuando yo lo ordene contest furibundo Ismay, cogiendo la caja y abrindola ante l , le recuerdo que la he sorprendido en mi casa,

    robando.

  • Tcnicamente no robaba, volva a poner en su lugar lo que tom prestado si hubiera sido capaz de ver, hubiera temido la mirada que Ismay le lanz, pero nohizo falta pues algo le indic que el barn no estaba de humor, por cierto, le felicito continu diciendo ante el silencio del barn, que supuso que se deba a lalectura de los documentos. El sonido de un folio le dijo que estaba en lo cierto, es la primera vez, en ms de diez aos, que me descubren. Todo un logro, lord Nandell.La armada britnica debe de estar orgullosa de haber tenido a alguien como usted entre sus filas.

    Ya el barn resopl mientras continuaba leyendo. Que una mujer en su estado sirviera como espa le resultaba, por un lado muy inteligente y por otro, muytemerario, ms de diez aos de estupidez.

    Prefiero decir, sirviendo a la corona con un suspiro de impaciencia se puso en pie. Mi lord, en sus manos tiene la informacin que necesita. En unosminutos no tardar en aparecer Cory.

    Pues dele otro chisme de esos y que se vuelva a ir el ceo fruncido de Ismay continuaba sobre los papeles, Sintese le he dicho! la voz del tenientesurgi grave, fuerte y atemorizante.

    Alison obedeci a regaadientes.Aqu pone que ha comprado a estas nias, pero en ningn caso que las haya vendido coment Ismay. As que el contrabando queda en entredicho.Ya, pero las escrituras pueden indicar que se trate de un burdel gestionado por su hermano. Compraba la mercanca para luego ser usada contest Alison con

    un deje incriminatorio. Para ella era evidente.Tienen pruebas que indiquen eso? contraatac el barn.An no, ya hemos mandado a algunos agentes a que visiten la granja respondi Alison.Es amplio el equipo que trabaja para el conde?Eso no puedo responderlo, no le incumbe.Est bien contest el conde, acomodndose en el silln orejero donde se encontraba y pasndose la mano por el mentn dijo: Como veo que a usted la han

    metido en esto y est enterada de todo este asuntoMe he metido yo solita, lord Nandell creer que era una marioneta en manos de su cuado la enfureci. Ella era mucho ms que una simple asaltante, era una

    espa consumada, su cuado sola consultar con ella ms de un asunto de relevancia. Si no fuera por m, le aseguro que lord Padfield no le hubiera prestado la msmnima atencin. Tiene cosas mucho ms importantes que hacer, como para indagar sobre la vida de su hermano.

    Ismay cay en la cuenta de que su cita con el conde haba sido fruto de su encuentro con la joven. Estaba muy equivocado en todo. Y si fuera cierto, cosa que ya nodudaba, aquella mujer estaba mejor considerada por el conde de lo que l jams hubiera imaginado.

    Y a qu se debe su inters en mi hermano, si fue tal y como usted dice?Al aburrimiento dijo con un encogimiento de hombros, desde el fin de la guerra, pocas tareas me encomendaban. Me call usted bien, y quise prestarle mi

    ayuda, pues segn dijo era su nica esperanza.Dije que el conde era el nico que poda ayudarme corrigi al sentirse ofendido por la condescendencia de la joven.O lo que es lo mismo, yo con un gesto de la mano para quitarle importancia continu diciendo: sea como fuere, le estamos prestando ayuda. Si nuestros

    mtodos le molestan, puede seguir usted por su cuenta.Acto seguido, Alison se levant y se acerc a la ventana, sorteando esta vez el amplio escritorio sin apenas mover su bastn.A dnde cree que va? bram Ismay.La joven rebusc de nuevo en su rionera y alz una segunda pieza: otro reloj de arena. Volvindose se lo mostr al barn. Ismay se sorprendi al comprobar que

    el hocico oscuro y afilado del perro haba aparecido en el alfizar. Cmo diantres esa mujer saba que haba vuelto? Qued impresionado ante la cualificacin de aquellaextraa pareja.

    Tiene que darse prisa le indic con voz cansina Alison, slo me quedan treinta minutos en piezas. De lo contrario tendr usted problemas.No vuelva a amenazarme, seorita Baincontest a la insolencia Ismay. Dgale al conde que formar parte de la investigacin, participar en todo lo que

    quiera y me mantendrn informado diariamente. Pienso ocuparme personalmente.Eso es absurdo resopl Alison con autosuficiencia, el conde no recibe rdenes ms que de la reina.Tengo suficiente mando dentro de la armada como para descubrirla a usted y denunciar las actividades ilegales que llevan a cabo la voz de Ismay son

    amenazadoramente sincera y cercana.Alison sinti cmo se cerna sobre ella. Aquel hombre deba de ser ms alto de lo normal. El calor que desprenda as se lo indicaba. Decidi que no iba a discutir

    ms con l.Est bien, le har llegar su propuesta al conde claudic la joven.Bien acept el barn tomndola de nuevo del brazo y llevndola con brusquedad al sof, ahora cunteme cual ser el siguiente paso.No puedo decirle nada exclam la joven ofendida por el trato brusco, la trataba como a una autntica ladrona debo consultarlo antes con sofoc su

    airada respuesta pues vea que estaba llegando al lmite de la paciencia del barn.Muy bien, le esperaremos entonces le contest resuelto. De aqu no sale hasta que venga l a buscarla.Por alguna razn, Alison supo que no bromeaba. Y no estaba ante un noble remilgado, un diplomtico acostumbrado a la palabra, ni mucho menos ante alguien falto

    de valor como para enfrentarse a todo un ejrcito. El barn de Lamington haba sido educado para luchar, no para andar negociando. Tras sopesar su situacin, acept.La haban descubierto, no tena otra opcin.

    En la prxima fiesta intentaremos sonsacar a la baronesa Ibbetson el paradero de Rosemary comenz a decir, guardndose para s la estrategia que iban autilizar, pues de nuevo sera ella la encargada. Como ya le dije, tenemos a hombres buscando la funcin de la granja, y los agentes de Glasgow no saben nada de labaronesa viuda. Tambin hemos constatado, a travs de un forense, que su hermano fue asesinado y descartamos la posibilidad de un suicidio.

    Est bien, Rosemary es la clave dijo para s el barn.S, en la fbrica donde supuestamente trabajaba, no conocen a ninguna Rosemary Adams, as pues, estamos pendientes de conocer cul es su verdadero origen.El barn se pas, pensativo, las manos por la cabeza. Sus codos se apoyaron en sus rodillas y su mirada estaba perdida intentando asimilar toda la informacin.

    Alison aprovech la pausa para intentar despedirse.Si usted quiere, puede empezar a ayudarnos con la baronesa dijo, consiga que nos diga su paradero o cualquier informacin sobre propiedades o amigos que

    pudiera tener la viuda. Nuestras fuentes aseguran que se llevaban muy bien, pues ambas sufran los recelos de la alta sociedad. Una por su origen humilde, la otra por unescndalo ocurrido hace aos. Lo de siempre, una escapada a Gretna Green.

    S, intentar sonsacarle toda la informacin que pueda Alison not su voz ms ronca por el cansancio.Lord Nandell me dejar ir ya? pregunt Alison Cory est fuera.De nuevo Ismay no volvi a sentir la presencia del canino. No poda seguir reteniendo a la joven.S, pero antes dgame una cosa dijo si no la dejo, qu dichosa figurita entregara al animal?Con una sonrisa triunfal, Alison sac una cuerda que formaba una horca. Ismay solt una carcajada moviendo la cabeza de un lado a otro.Ese sistema le funciona? pregunt incrdulo, observando cmo la joven se levantaba y se diriga a la ventana.

  • Hasta ahora s, mire, le voy a poner ste Alison sac otro objeto, el candado informa que estoy cerrando la misin. Si me va a preguntar que si porcasualidad no llego a colocarlo en el estuche, Cory est entrenado para cogerlo al vuelo en caso necesario. Con un silbido apenas audible le aviso en plena oscuridad quele voy a lanzar algo.

    Impresionante admir Ismay con sinceridad, hubiramos necesitado personas como usted entre las trincheras se interrumpi al ver que Alison pona unapierna en el alfizar Y por qu demonios no sale de mi casa por la puerta?

    Oh! rio Alison divertida poniendo medio cuerpo fuera de la casa porque me aprend el camino desde aqu, y no desde la puerta.Por un momento Ismay haba olvidado que era invidente. Y se sorprendi a s mismo sonriendo. Aquella mujer era realmente especial, en ningn momento dejaba

    que su incapacidad la detuviera. Y por algn motivo, aquello le atrajo. Cuando la vio sumergirse en la oscuridad, se asom a la ventana.Seorita Bain? pregunt a la noche.Dgame su voz estaba prxima.Gracias por su ayuda.No obtuvo respuesta, y supo que Alison ya se haba marchado. La joven corra lejos de all con una sonrisa radiante en la cara. Era la primera vez que se

    comportaba ante un extrao tal y como era, y en vez de mofarse Lord Nandell le haba dado las gracias!Ismay cerr la ventana. El da haba sido agotador. Despus de mucho tiempo, las pesadillas le dieron tregua.Esa noche so con dos ojos verdes y un perro negro.

  • CAPTULO VII

    Alison irrumpi en la biblioteca diciendo:Lord Nandell me ha descubierto.Santo Dios exclam su hermana, que como siempre esperaba despiertatanta tardanza me haba hecho sospechar.Vamos a hablar con Gerald inmediatamente alz la mano para que Adelaide se la tomara y juntas subieron al piso superior.Antes de que su hermana tomara el pomo de la puerta se adelant ella. Abri sin miramientos.Gerald, despierta. Me han descubierto.El conde se levant de un salto y tom el revlver que descansaba bajo el colchn. Estando an dormido, balbuce algo.Somos nosotras querido avis Adelaide.Pero qu demonios! exclam el conde.Gerald, Nandell sabe lo mo insisti Alison.Por Dios, Alison, que estoy en ropa de cama! le dijo mientras tomaba conciencia de la realidad.A m como si ests desnudo Gerald, si soy ciega! rio Alison.Bueno, est bien acept el conde surgiendo del mundo de los sueos y qu es eso de que te ha descubierto?Alison no perdi tiempo en relatarle lo sucedido, sin olvidar su decisin de participar activamente en la investigacin.Amenaz con delatarte?S, pero creo que a cambio de que no le dejemos de lado.Eso puede ocasionarnos problemas Gerald se pas la mano por la cara mientras pensaba puede que ahora no lo haga, pero en un futuro quin sabe?No s Gerald, me parece que es hombre de palabra Alison defendi sin saber por qu al barn. Creo que si le dejamos participar, cernindonos nicamente a

    su caso, podemos pedirle discrecin en contraprestacin por los servicios.Puede ser dijo meditabundo su cuado Qu te pasa con ese hombre Alison? Lo defiendes demasiado, no entiendo.Yo? En absoluto neg Alison, sintiendo cmo el rubor le suba a las mejillas.Querida su hermana la miraba con los ojos entrecerrados te has encaprichado del barn?Por favor! resopl con aspavientos Alison, slo digo que habl con l. Me pareci que se senta insultado por pensar que podamos entrar en su casa y

    husmear entre sus cosas. Es un militar, ya sabes cmo se ponen cuando se sienten atacados. Adems, prueba de que tiene buena fe es que me dej salir. Otro me hubieraatrapado y hubiera ido hasta la mismsima reina a denunciarlo. Creo que se puede confiar en l, y que lo que pide no es tan descabellado. Como Teniente Coronel sabrdefenderse en un tema como ste.

    S, puede que tengas razn volvi a intervenir Gerald, quien sentado sobre la cama pareca estar dndole vueltas a algo, en tu instinto confo, Alison.Lo s, te estoy diciendo lo que creo. En cuanto le demos toda la informacin sobre la muerte de su hermano, no se le ocurrir delatarme.Creo que confas en l muy a la ligera la temerosa Adelaide no vea con buenos ojos que alguien ajeno a la familia supiera de las incursiones de su hermana.La ayuda de Nandell nos puede ir bien habl Gerald resuelto, esta misma tarde, me ha llegado la orden de que a final de este mes debo partir a Pars para

    firmar el acuerdo del conflicto de Crimea. Pens que lo tendra resuelto antes de irme, pero si fuera el caso contrario, te vendr bien poder contar con alguiencomprometido con el tema.

    Te vas y me dejas a m al frente? pregunt estupefacta Alison.Por supuesto querida, ya sabes todo lo que tienes que saber, no es muy complicado cerrar este caso contest con una sonrisa o acaso no te crees capaz?Aquellas palabras siempre surtan efecto en ella. La provocaba intencionadamente, la empujaba constantemente a superarse y as ella haba llegado a ser lo que era.

    Al da siguiente se reuniran los tres para preparar el prximo paso.Aquella noche so con un olor particular, un cuerpo grande pegado al suyo, y la sensacin que recorra su cuerpo ante la presencia del barn.Alison, haca mucho tiempo que no se pona nerviosa ante una noche como aqulla. Su misin era bastante simple, pero la idea de colaborar con el barn de

    Lamington la excitaba. Pregunt a su doncella varias veces que le describiera su vestido. Muy pocas veces prestaba atencin, pero quera imaginarse a s misma.Seorita Bain, est preciosa como siempre dijo la doncella. Sus hombros se encuentran descubiertos; desde el escote en lnea recta, cae una gasa blanca con

    encaje en sus bordes tapando la curva del pecho, ms o menos por aqu al tocarla supo que era unos cuatro dedos por encima de su codo; su estrecha cintura,seorita Bain, ser la envidia del saln; el color rosa palo le sienta de maravilla; la falda es amplia y cae formando varios pliegues verticales; el borde inferior tiene losmismos dibujos que el encaje en el escote.

    Gracias, Jess agradeci Alison, consigues que cree la imagen en mi mente.De nada, seorita Bain contest alegre la doncella. Esta noche le he recogido el pelo en la coronilla, dividiendo la parte delantera en dos y cada onda termina

    en el recogido en esta zona tom la mano de Alison para que supiera lo que le deca, dos trenzas, como notar, enmarcan el peinado posterior, y le voy a colocaruna flor del mismo color que su vestido a este lado. Ir usted a la ltima.

    Me dan pena todos tus esfuerzos Jess, nadie se fijar en m como para apreciar tu trabajo le dijo Alison alzando la mano para tomar su bastn rosa a juego.Eso no me importa, seorita respondi sinceramente la joven, algn da, un caballero la ver tal y como usted es, bella. Y yo estar contenta de haberla

    ayudado a arreglarse ese da, pues seguro que habr sido yo quien la haya ayudado a elegir su atuendo. Ese hombre, lo primero que le dir no ser nada sobre su ceguera,le preguntar por el nombre de su doncella por haberla puesto tan guapa ambas rieron.

    Alison confiaba siempre en la opinin de Jess para elegir su guardarropa. Aunque Adelaide lo supervisaba, la joven era quien se encargaba de describirle hasta elms mnimo detalle.

    Espere, no se levante todava le indic, faltan los polvos de arroz y un truco que conoc no hace mucho.Jess, no vayas a pintarrajearme, no es muy decente suplic dejndose hacer, ya ests como mi hermana.Seorita Bain, la mayora de las mujeres usan estos productos, pero todas lo llevan en secreto. Ahora voy a resaltar sus largas pestaas con un aceite especial

    continu la joven, Oh vaya, es espectacular! Se oscurecen y alargan lo justo para parecer una mueca. Le da vida a sus ojos. La condesa querr probarlo, estoyconvencida.

    Alison sonri. Dejando a un lado el parloteo de su doncella, pens en la conversacin con el barn. Ella haba estado presente y l la haba saludado cordialmente.En su voz pudo sentir cierta calidez, esa que siempre se trasluce entre dos personas que se conocen. Un matiz que nunca aparece en conversaciones formales en loscrculos sociales. Tras debatir de varias maneras cmo actuar la noche de la fiesta, Ismay tuvo que recapitular y aceptar que la participacin de Alison poda llegar a serimportante. Acordaron que l sera quien intentara sonsacar el mximo de informacin a la baronesa Ibbetson.

    Estoy convencida de que luego tendr que internarme en la estancia de la baronesa en busca de su correspondencia.Est de broma? pregunt estupefacto el barn. El conde haca rato que haba dejado a Alison llevar la conversacin y analizaba la reaccin del barn con su

    barbilla apoyada en su mano En medio de la fiesta? Eso es una locura. Le aseguro que conseguir la informacin antes de que se dediques a buscarse la ruina.

  • Eso ya lo veremos contraatac Alison. Si la baronesa sabe dnde se encuentra, no se lo dir abiertamente. Y si no lo sabe, no tiene manera de averiguarlo. Estan sencillo como entrar en su recamara, buscar en el cajn derecho del escritorio ubicado en la parte derecha de la estancia, bajo la ventana y cerca de una estufa decermica.

    De dnde ha sacado toda esa informacin? pregunt atnito y contestndose a s mismo dijo: deben sobornar a los sirvientes, estoy seguro.No le pienso decir cmo funcionamos, pero s que puedo decirle, que los sirvientes suelen ser una muy buena fuente de informacin.As consiguieron entrar en la ma? volvi a preguntar Ismay con cierta humillacin, pens que nos eran fieles.Oh! Vamos, Lord Nandell! exclam la joven mofndose. Si la tacaera no reinara en la mayor parte de las familias adineradas y cuidaran realmente de sus

    sirvientes, nuestro trabajo sera mucho ms difcil. Saba que algunas de sus sirvientas deben prostituirse pues el sueldo no les alcanza para vivir? Que Londres estplagado de ellas es porque ganan ms en las calles que trabajando dignamente.

    No estaba enterado de eso dijo para s, sorprendido de lo directa que eran las conversaciones con aquella mujer. No se andaba con rodeos y llamaba a las cosaspor su nombre. Las mujeres, por norma general, podan terminar histricas pidiendo las sales a gritos, ante la mera insinuacin de que algunas mujeres se ganaban la vidaprostituyndose. En cambio, la seorita Bain le daba lecciones de moralidad hablando abiertamente del problema. Algo atnito por el giro de la conversacin murmurpara s: me encargar, que en mi caso, eso cambie. Pero volviendo al asunto de las cartas de la baronesa, prefiero ser yo, quien en caso de necesitarlo, vaya a buscarlas.

    Usted cree que un recin llegado a los crculos sociales, casadero y con ttulo va a poder rondar las plantas superiores sin llamar la atencin? le preguntAlison. Djeme ese trabajo a m. Como usted habr comprobado, puedo pasear a mis anchas entre salones sin que nadie repare en mi presencia.

    Ismay tuvo que aceptar aquel hecho. l no pasara desapercibido, pero ella, tal y como record la actitud de su amigo William, slo despertara lastima. Nadieimaginara la astucia y oscuros planes que una invidente poda llevar a cabo ante sus narices.

    De acuerdo claudic Ismay, pero yo ser quien cubra su escarceo. No ser necesario extraer las cartas. Usted me las alcanza, las leo y volveremos acolocarlas en su lugar.

    Es usted muy testarudo acept cansada Alison.En eso usted me supera con creces contraatac Ismay, lanzndole una de las ms radiantes sonrisas que Alison tan slo pudo percibir en la voz.Ismay ya haba tomado posiciones dentro del saln de baile cuando vio aparecer a la familia Padfield. Algo dentro de l se revolvi al ver a Alison entrar. Desde

    lejos pudo apreciar que la edad la haba tratado muy bien; el reflejo de la luz de las velas haca brillar su pelo, y su vestido no tan acho como el resto de faldas permitaadivinar el contoneo de sus caderas. Caderas, que pudo observar sin restricciones la noche de la captura. De pronto sinti calor, pero no pudo apartar la vista de ella. Subarbilla sola elevarse, mostrando altivez, y aquellos ojos esmeraldas podan presumir de no posarse en nada ni en nadie. Pareca que nada en la tierra era digno de suatenta mirada. William llam entonces su atencin, y volvi a sumergirse en las conversaciones mundanas de la alta sociedad.

    Alison, nada ms llegar, se dej embargar por la sensacin de multitud, el calor, la msica, los olores y las vibraciones que las personas producan al bailar, rer yhablar. Usando su bastn como gua, rode lentamente el saln, y tal y como Adelaide le haba indicado, encontr las sillas colocadas en uno de los laterales. Los condesdeban acercarse a saludar a sus conocidos, y colocarse en puntos estratgicos para tener controlados los movimientos, tanto de los anfitriones como de los invitados.

    En cuanto lleg, desapareci para el mundo y dej que sus sentidos captaran todo tipo de estmulos. Cerca de una hora despus, algunas mujeres se agolpaban a unlado de la pista cerca de su posicin, para ponerse al da de los chismes. El giro de la conversacin llam la atencin de Alison.

    Y decidme dijo la de voz ms ronca Qu opinis del nuevo barn de Lamington?Qu voy a decir de l! contest otra de voz ms aguda, es todo un ejemplar a atrapar. Lstima que mis hijas ya estn casadas.Pues no deben de hacerse ilusiones coment una tercera con voz petulante; tras la muerte de su hermano no creo que est interesado en casarse. Adems,

    tenemos nobles ms importantes y con menos fortunas con los que casar a nuestras hijas. Ellos necesitan nuestro dinero y nosotros sus ttulos burguesas concluyAlison. Mi Emily espera terminar el ao como marquesa o condesa. No se conformar con menos.

    Y qu ms da el ttulo, cuando se llevan tal ejemplar a casa rio la voz aguda.No podemos negar que es mucho ms guapo que su predecesor volvi a intervenir la de voz ms grave. El ejrcito le ha dado tal complexin que cualquiera

    se siente pequeo a su lado.Y sus ojos apunt la voz aguda, el otro da tuve la ocasin de hablar con l y me dej impresionada Qu intensidad!Alison ante todas aquellas descripciones, no pudo ms que sonrer. Las mujeres, con la edad, se volvan ms atrevidas, se dijo; y luego intentaban inculcar a sus

    hijas valores como la discrecin, sobriedad y decoro. Aunque en el fondo de su ser, sinti una punzada de celos. Este sentimiento fue mitigado por la razn, la cual ledijo que ella nunca llamara la atencin de ningn hombre. Nadie querra casarse con ella, y mucho menos tener hijos ciegos.

    Unos pasos se aproximaron a ella despus de media hora empapndose de chismes.Querida. Te lo ests pasando bien? era Gerald quien le estrech cariosamente el brazo y se agach para darle un beso en la cabeza. A su vez, con un susurro

    dijo: no he podido hablar con Ismay.Por lo que s, est bailando ahora mismo con la baronesa contest.Cierto, a veces creo que nos engaas a todos y ves coment Gerald tomando asiento a su lado, tras buscar con la mirada la figura del barn.Alison rio por lo bajo.Si la gente no fuera tan chismosa contest Alison.Bien, entonces en breve sabremos si ha conseguido algo. Estar vigilando en la sala de caballeros, all me esperan algunos colegas para hablar sobre el acuerdo en

    Pars. Adelaide controlar el saln de baile y Nandell los pasillos cuando tengas que salir Gerald volvi a levantarse, y con un apretn en el hombro de la jove