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ISSN 0864-0572 Marzo 2007 No.449 © Precio: 80 ctvos La voz de los universitarios cubanos Marzo en la memoria Profesor + General + Integral Alas de Liz Alfonso Estudiantes con... ¿voz? Clave del paisaje cubano

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Page 1: Marzo en la memoria Profesor + General + Integral …ufdcimages.uflib.ufl.edu/UF/00/09/89/43/00015/00003-2007.pdfCada uno de los pisos tenía un comando, cada hombre tenía su misión

ISSN 0864-0572 Marzo 2007 No.449 © Precio: 80 ctvos La voz de los universitarios cubanos

Marzo en la memoria Profesor + General + IntegralAlas de Liz Alfonso Estudiantes con... ¿voz? Clave del paisaje cubano

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Juan José Alfonso Zúñiga fue participante en el ataque alPalacio Presidencial y otras acciones revolucionarias, secaracterizó desde un inicio por su odio al régimen y su in-condicional servicio a la Revolución. En el aniversario 50 delos acontecimientos del 13 de Marzo rememora aquella épo-ca y nos brinda su testimonio.

La Habana,11 de marzo de 1957. Restaban solo dos díaspara el gran acontecimiento y un grupo de hombrespertenecientes al Directorio Revolucionario (DR) se en-

contraban acuartelados en dos apartamentos de la calle 21en el Vedado. El plan de ataque había sido fraguado desdemeses anteriores y tenía el objetivo de expulsar al régimentiránico de Fulgencio Batista con la participación del pueblo.

El mismo día, los hechos amenazaban con desplomar laacción. En horas de la mañana la Policía batistiana habíainterceptado el camión de Fin de Siglo con 12 fusiles y dos

cañones antitanquesdestinados al

a s a l t o

al Pala-cio Presidencial

y que fueron puestos al servicio de la revolución por elcombatiente Juan José Alfonso Zúñiga.

Zúñiga tenía una reserva de armas, ofreció buscarlas yseguir en marcha con el plan. Para desventaja de ellos elcamión apresado había quedado a solo 200 ó 300 metrosde su casa por lo que no era prudente recuperarlas.

Lograron conseguir una ametralladora calibre 50 quegiraba en redondo encima de una camioneta. Esta haría lafunción de los cañones en el ataque, rodearía al Palaciopara apoyar el enfrentamiento en el lugar más crítico.

En la madrugada del día 12, Carlos Gutiérrez Menoyo,uno de los jefes principales y hermano de Eloy, quien aban-donaría el proceso revolucionario luego de su triunfo, leexplica a Zúñiga con total exactitud las particularidades dela maniobra.

La acción constaba de varios aspectos fundamentales.«El primero de carácter político: descabezar al régimen conla eliminación física de Batista y la toma del Palacio Presi-dencial». Al faltar la dirección del máximo exponente delgobierno y huir los jefes principales se daría paso a la insu-rrección popular y a la barrida de la grave situación políti-ca, económica y social del momento.

«La segunda era totalmente militar y resumía tres accio-nes. En un primer momento, el ataque a Palacio formadopor un comando de 50 hombres dirigidos por Menoyo y

Faure Chomón. A ello se le uniría el apoyo de más de cienhombres que estarían en las azoteas colaterales para des-de allí abrir fuego y la tercera sería la toma de Radio Reloj,bajo la dirección de José Antonio Echeverría, desde la cualse daría a conocer el ajusticiamiento del dictador».

Los 20 hombres destinados a la emisora, posteriormen-te tomarían la Universidad de La Habana e instalarían unestado mayor de la insurrección nacional. Este comandodebía actuar veinte minutos después del asalto a Palacio.«Necesariamente tenía que ser una acción sincronizada.

«Una vez tomado el Palacio, se procedería a la entregade armas al pueblo y un pelotón de 30 hombres iría a losalmacenes centrales de la Policía en la calle Salud, a 30cuadras de allí, en la que existía gran cantidad de arma-mentos», explica Zúñiga.

Aún cuando el proyecto revolucionario contó con la dis-posición de quienes participaron, la falta de coordinación yla vacilación de algunos se interpuso.

Antes de 1957El Directorio Revolucionario surgió en febrero de 1955

como organización clandestina que agrupaba a jóvenes es-tudiantes y trabajadores. Desde el inicio se planteó la fina-

lidad de llevar a cabo la lucha armada frente al gobiernoopresor que representaba el dictador Fulgencio Batis-

ta y a las medidas que agudizaban la situación social.Con el incansable líder estudiantil José Antonio

Echeverría al mando, firmaron en agosto de 1956junto a Fidel Castro, representante del Movi-

miento 26 de Julio, la Carta de México. Docu-mento en el que ambas organizaciones se

comprometían a luchar por la liberaciónde Cuba.

Entre los acuerdos de la Carta de Méxi-co sobresalía con carácter urgente la pre-

misa de ajusticiar a Batista en la fecha pro-puesta para el desembarco del Yate Granma.

Sin embargo, no se pudo efectuar por no con-tar con las armas y los hombres necesarios para

tal abatida.En tanto, las fuerzas no se amilanaron, con el

transcurso del tiempo se fue potenciando la idea.En esta etapa los dir igentes del Directorio

interactúan con el abogado Menelao Mora quien par-ticipó en el enfrentamiento al antiguo dictador GerardoMachado y posteriormente se destacó por su oposi-ción a Batista. Después de largas reuniones y diversoscontactos el grupo de Menelao Mora se aúna al DR ycomienzan a confeccionar lo que sería el asalto al Pa-lacio Presidencial o como ellos lo designaran para en-cubrirlo el asalto a la Casa de los Tres Quilos, tiendaconocida de esta forma por el abaratamiento de susartículos.

El plan contaba con hombres suficientes, mayor concien-cia política y posibilidad de conseguir un número conside-rable de armas.

En comparación con otros planes este había sido pensa-do de manera más profunda aunque se presentaran algu-nos elementos disfuncionales. La existencia del grupo deapoyo favorecía la acción. Este debía tomar las azoteascolaterales entre ellas la de la tabaquería, el museo deBellas Artes, el hotel Sevilla y la Quinta Dependiente. Sufunción era tirotear la azotea de palacio donde se encon-traba el grueso militar, para de esta forma contrarrestar laofensiva. El jefe de apoyo fue Ignacio González un ex co-mandante de la Guerra Civil española, que en el momentonecesario no fue consecuente con el plan.

Se necesitaba evitar la huida de Batista hacia la azoteay la inclusión en el enfrentamiento de los militares que lacustodiaban. Es por ello que las acciones y el ajusticia-miento debían ser en las plantas inferiores de Palacio.Cada uno de los pisos tenía un comando, cada hombretenía su misión.

El gran díaMiércoles 13 de marzo de 1957. Tres de la tarde aproxi-

madamente. Tres carros se dirigían en dirección al PalacioPresidencial. A la cabeza, el auto dirigido por Menoyo eintegrado por otros combatientes quienes asaltarían lospisos superiores junto al grupo de Faure Chomón. En se-gunda posición el camión Fast Delivery que debía neutrali-zar el buró de prensa, el dormitorio de los soldados, el autode Batista dentro de Palacio y la planta eléctrica para dejarsin corriente los ascensores.

«Ahora pienso que subestimamos un elemento: elparqueo. En aquel entonces la puerta principal era ladispuesta frente al museo de Bellas Artes. Ahí en eselugar estacionaban los escoltas de Batista. Eran alrede-dor de 10 ó 15 patrullas lo que daba un total de 25 ó 30guardias. Este era el punto débil, pues era la única puer-ta abierta».

Llegan los carros al lugar de la acción. Del primer vehí-culo situado al frente de la puerta principal baja CarlosGutiérrez Menoyo abriendo fuego a la vez que los comba-tientes del Fast Delivery lo debían apoyar. Sin embargo elplan no salió como se esperaba, a lo que Zúñiga suelellamar una jugarreta del destino.

El Fast Delivery debía aparcar detrás del carro dirigidopor Menoyo y actuar en conjunto. Durante todo el caminoel camión iba con falta de aire por el exceso de peso y conel temor de averiarse. Cerca del Palacio por la calle Colón,se le intercepta una ruta 14 por la derecha. El ómnibusqueda justamente en el lugar establecido para el camión.Resultaba entonces un obstáculo pues se ubicaba en elmedio de los asaltantes.

Cuando comienzan los disparos los integrantes del Di-rectorio situados dentro no logran salir en el tiempo pre-visto ni en la forma coordinada. Al oír el tiroteo, los guar-dias del parqueo reaccionan y comienzan la ofensiva.«En lugar de neutralizarlos nosotros a ellos, ellos lo hicie-ron con nosotros».

Bajo el fuego desatado los asaltantes logran entrar, to-mar la planta baja y el segundo piso. Llegan hasta la cáma-ra presidencial pero ya el dictador se había marchado porun pasadizo secreto que llegaba hasta la azotea.

«Algunos trataron de hacerse cargo del tercer piso, perono pudieron pues estaba reforzado por los soldados, pro-ducto del fuego de las ametralladoras de la azotea». Induda-blemente el apoyo no funcionó debido a la cobardía de sujefe principal. Zúñiga había salido en busca del refuerzo, noentendía el porqué de la demora. En tanto Menoyo y JoséCastellanos persistían en tomar el tercer piso.

«Es entonces cuando bajan dos compañeros y nos infor-man que Carlos Gutiérrez Menoyo, Menelao Mora, JoséCastellanos, Reynaldo Arenado y tantos otros habían muer-to, que la acción había fracasado y que la decisión mássensata era marcharse cada uno como pudiese».

Por otra parte José Antonio Echeverría, FructuosoRodríguez y Joe Westbrook habían llegado a la emisoraarmas en mano. José Antonio comenzó su arenga cuandode pronto cortan la emisión. Sale a la calle y resulta acribi-llado por los guardias de la tiranía.

Su presenciaDespués de tomar la decisión, Zúñiga se marcha con la

certeza de volver a comenzar una nueva etapa. Estabainconforme pero al menos el ataque serviría de ejemplo.Los miembros del DR que estaban en la Universidad des-conocían los hechos. Serían alrededor de las cinco de latarde cuando llega Faure con la noticia. En la situación enque se encontraban, todos debían marcharse y encontrarun lugar seguro.

Aún cuando no resultó, el ataque al Palacio Pre-sidencial tuvo una profunda significación. Los acon-tecimientos provocaron la reflexión del pueblo cu-bano y acrecentaron la conciencia popular en tor-no a la liberación.

Por Indira Román Geraica, estudiante de 3er año de Periodismo

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DE TODOUN POCO

Por Alain Gutiérrez

el parquede los cabezones

En menos de un curso y dos meses se convirtió en la primerafémina que ha dirigido la FEU en la beca Camilo Cienfuegos.Hoy, es la única mujer que ha roto el patriarcado de la orga-nización a nivel de todo el Instituto Superior de Diseño In-dustrial (ISDI) al quedar como su presidenta. ¿Quién diceque aquí las mujeres no tienen el poder? Escuchemos, siquedan dudas, a…

AnnelisTodo fue muy rápido, un día estaba al frente de la FEU

de la residencia, y al otro, representando a los estudian-tes del ISDI. Desde entonces, ya he perdido hasta el nom-bre. Ahora me dicen: «Adiós presidenta», «¿cómo estápresidenta?». ¿Qué diferencias observas en ti aldesempeñarte en este cargo? Antes no tenía obligacio-nes mayores que las de una simple estudiante. Ahora laresponsabilidad se multiplicó muuuchas veces, aunquesigo siendo la misma. Mi carácter no ha cambiado, a loque lleva seriedad, se la pongo, a lo que lleva sonrisas…,me encanta reírme. Sí, ya veo, ¿y qué más te encantahacer? Asistir a los laboratorios de computación, ¿a qué?a investigar, claro, a estudiar. Además me gusta sentar-me en los pasillos a conversar con todo el que pase y yoconozca. Y comer. Comer chocolate o comida rápida, siem-pre que no la haga yo, porque no me gusta cocinar. ¡Ah!,también me deleito viendo televisión. ¿Qué programas?La séptima puerta, La columna, Cine de Nuestra América,todo lo que tenga que ver con teatro, crítica, películas. Ylos muñequitos, ¡ni qué decirte! Cuando termine la carre-ra me gustaría trabajar en una revista o en un proyecto

como parte de su equipo de ilustradores. Pero lo que deverdad me fascina es…dormiiiirrrrr. ¿Entonces tu asigna-tura favorita es,…los cinco minutos? No, (se ríe), es la Tipo-grafía y el Diseño. ¿Cuáles no te agradan? Todas me gus-tan, ¡de verdad! ¿Y la asignatura FEU? También, aunquellevarla junto con las clases es difícil. ¿Qué te identifica?La creación. Yo siempre estoy creando, o al menos esointento al buscar soluciones distintas. ¿Cómo se te ocu-rren los trabajos? A veces caminando, veo algo, llevo enla cabeza un proyecto empezado y en ese momento saco

una hoja, y ahí mismo comienzo a hacer el boceto. Noestoy loca, que quede claro, es la inspiración, las musasdel momento, que no se pueden perder. Las musas, ¿cómote llevas con ellas? Regular, a veces bajan, a veces no, yentonces me pregunto dónde están en el momento quemás las necesito. Pero sabes qué, ellas saben lo que ha-cen, porque a veces esperándolas no nos damos cuentade tener delante de nuestros ojos lo que necesitamos. ¿Quécaracterísticas deben tener los estudiantes del ISDI? Sermuy sacrificados. El diseño aunque lleva arte, necesita tam-bién leyes y práctica. Este no es un trabajo para quedartecon él, pues, por lo que estoy estudiando ahora, el productose diseña para y según el público a quien va dirigido. Cuan-do caminas, ¿qué es lo que más te llama la atención? Laarquitectura, principalmente de mi Pinar del Río, la vidaagitada, los carteles, y todo lo que tenga que ver con el Che—dice mientras mira en su pulóver al GuerrilleroHeroico— ¿por qué? Por su carácter. Por su rostroque imponía. Por las soluciones que daba a los pro-blemas y sus respuestas rápidas, indiscutibles. Perosobre todo admiro al ser humano que supo ser.

Por Sonia Regla Pérez SosaFoto: Abel Ernesto

SuperpataQuién duda de que lo que está para uno nadie se

lo quita. En este caso la Pelona insistió en no hacersu servicio. Resulta que una pata de Florida, apoda-da Perky, fue declarada dos veces muerta y las dosveces regresó del más allá. La increíble historia co-menzó cuando se supo que luego de recibir un tirode un cazador y estar guardada en un refrigeradorpor dos días, a la hora de llevarla a la mesa, Perkylevantó la cabeza provocándole un susto a la espo-sa del cazador. Supongo que todavía tenía plumas.Luego de esto la pata fue llevada a un santuario deanimales para que le dieran tratamiento y le ope-raran heridas en el ala y en una pata. En plena ope-ración no podían hacerla respirar nuevamente. Ledieron oxígeno y golpes en el pecho para revivirla,pero nada funcionó. Cuando ya la declaraban muer-ta por segunda vez, la patica levantó, el güiro y casidice «hola». La superpata tiene anonadados a losmédicos. Un traductor de patos intenta entrevistar-la para investigar cómo negoció con la señora de laguadaña. De momento Tim Burton se interesa enella para una nueva película.

Muerte para un burroSeguimos de animales, digo, con animales. La no-

ticia viene de Colombia, donde un asno, burro porestos lares, le arrancó la nariz a un campesino de unmordisco, cuando este le impidió aparearse con unaburra. Ahora este enamorado enfrenta la posibilidadde que se le decrete la pena de muerte. Rafael Flo-res, el dueño del animal, lo prestó a un amigo paraque cargara agua desde un arroyo y resultó en des-gracia. Según contó la hermana del desnarigado, elasno mordió a su hermano Carlos cuando este leimpidió atender el llamado amoroso de una burraque estaba cerca de allí y, al parecer en calor. Ante elinstinto, el asno se puso romántico y lanzó al campe-sino al suelo. Al levantarse, se topó con la boca delburrito que bastante malhumorado lo agarró por elrespiradero. Según narra la testigo tuvieron que dar-le palos para que soltara. Al parecer el burro tenía unabuelito macao. Y ya saben la moraleja. Si le guiñan atu socio, no lo pares o pierdes la nariz.

Tonto y apaleadoY sigamos con las palizas. Esta de ahora es muy

buena. En la tierra del tango un ladronzuelo sin brúju-la cayó en manos de sus víctimas. Tras robar una motoel caco se extravió y al pedir ayuda a un hombre enuna esquina recibió una lluvia de golpes del que re-sultó ser la víctima del robo. El dueño de la moto que-dó perplejo cuando al regresar desde la estación depolicía donde denunció el robo, vio delante suyo aquien hacía un momento le había quitado la motoci-cleta a punta de pistola. Al percatarse de lo imbécildel ladrón, aprovechó para derribarlo a piñazos y suacción fue apoyada por unas 40 personas que prontorodearon al joven tendido en el suelo. El ladrón debióser rescatado por la Policía y conducido a un hospitalcon el rostro deformado por los golpes, pero fuera depeligro. Los policías a modo de reeducación le impar-tirán un curso de orientación en el terreno.

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Va el Punch detrásde los hombrescon un manojo

de látigosque rematan

en cascabeles.

José Martí

¿Quién le pone el cascabel al

AciertoPor Eduardo Robreño

.

Recuerdosde La Única

Eran las 2:14 de la madrugada, sus pasosen la escalera estremecieron toda mi habi-tación, era él: acierto; un portazo verificó loque ya temía. Acostumbraba a salir a darseunos «traguitos» con sus amigos. Hoy habíabebido de más, lo olía en su sangre, sin verloaún sabía que tenía el pulso acelerado, losporos reventados y hambre de mí; «quizáshoy no se atreva» pensé: mala suerte, ya sufigura se dibujaba en el silencio, justo frentea mi cama y su aliento comenzaba a gol-pearme como un puño. Alberto era el noviode mi madre, una especie de padrastro conun aspecto de hombre, hacía algunos mesesque estaba viviendo en casa, primero co-menzó mirándome luego a decirme cosasque no comprendía y hace unas pocas se-manas que me asedia como una bestia. Aúnno comienzo a crecer, solo tengo 16 años ymi vida ha cambiado desde entonces; soyincapaz de hacer nuevos amigos y sentir-me bien con alguien, me siento ajena a todolo que ocurre a mi alrededor y ya no meimporta la gente. Sí de veras que tengo pro-blemas y también una madre, —«él es ungenio en la cama y aunque es diez añosmenor que yo, es muy maduro»— le cuen-ta divertida a sus amigas. Mamá me repug-na, no tiene vergüenza, sabe lo que él mehace y no lo impide, creo que ni siquiera loha intentado. Realmente es difícil sentir esaimpotencia todo el tiempo.

Mariano dice que tengo los pezones color«peach», su piel huele a aire de lluvia y tie-ne los ojos en forma de semilla. Él era elmás lindo de mi clase, aunque me gustabasolo le quería de lejos, pero él se me ade-lantó aquella tarde. —«Hoy te tengo una

Por Yohania de Armas, estudiante de Derecho en la Universidad de La Habana

sorpresita» —me dijo al salir de clase apre-tándome una nalga. Mariano dice que po-demos estar solos todo el día porque sumamá está de guardia, le pinté un gestocon el rostro que simulaba alegría, un gestoque disfrazaba un miedo inexplicable. «Onlyyou» de The Platters se escuchaba de fondomientras Mariano me susurra polvo en eloído, «ahora apagará la luz»: acierto, —«esque me gusta hacerlo a oscuras» —me dice.

Alberto se acerca buscándome; simuloestar dormida y me aferro a la almohada;aprieto los ojos y me esfumo; él ya no meve, soy invisible. Es en vano; —levántate—me ordena y mamá lo sacude por la espal-da gritándole blasfemias, y la va a golpear:acierto, un sonido hueco levantó un sollosotenue que se fue alejando, tengo miedo, éllo sabe porque los animales lo saben tam-bién, tira al suelo a mi osito Rafael, sepa-rándolo de mi rostro y me rasga en doscomo a un papel.

Mariano cuela una mano entre mis pier-nas «ahora me desnudará»: acierto, medesviste con suavidad y me besa. —«Noestoy preparada, creo que es demasiadopronto y además...» —intento explicarlepero él me calla con un beso. Mariano diceque me quiere «te quiero» —le escuchomentir, sus caderas me hinchan la cintura,me separo el cabello del rostro y lame micuello con rudeza. Mariano galopa sobre miscostillas, haciendo un nudo con mi cuerpo¿te gusta?, me pregunta; no le respondo.

Alberto prosigue, a mamá la siento llo-rar en la habitación de al lado, entre misgritos le pido ayuda pero no quiere oírme,se hace nada detrás de la pared, ya no

existe. Alberto apesta a desvergüenza, levomito repudio en el rostro y le golpeo, lemuerdo, le imploro, pero es demasiado tar-de, clava sus garras en mi interior y me haceesponja. «Ahora comenzará a sentirmepeor»: acierto; Alberto va despojándomepoco a poco de cada recuerdo de mi cortavida, me asfixia; va arañando lo que soy ylo que pude ser, me asfixia; se hace mons-truo entre mis piernas de niña grande, mehace doler. «Ahora caerá al suelo»: acierto,su sangre salpica mi cara, lo golpeé tan fuer-te hasta dejarlo inmóvil, en ese momentocreo haberme sentido...aliviada. Mamá pe-netra en mi cuarto como un rayo y me es-cupe con desprecio —¿pero qué coño hashecho? ¡Eres un monstruo, nunca debistehaber nacido!— me grita.

Mamá me da más asco que Alberto, creoque debí matarla a ella también.

«A Mariano le gusta»: acierto, «me gus-ta» me dice jadeando, haciéndose vaivénsobre mi cuerpo. Mariano suda y me inun-da el ombligo, sus ojos en forma de semillaahora son una raya, casi imperceptibles.Mariano introduce sus dedos en mi boca,me asfixia; me hala el pelo y jadea, me as-fixia; —por favor podemos parar —le su-giero, Mariano calla y jadea; —DETENTE—le grito y aprieto su garganta penetrándolelas uñas, los dedos todos. Mariano ya nohuele a aire de lluvia, ahora yace boca arri-ba con la lengua afuera y las manos en lanuca. No me siento bien, pero me doy cuen-ta que nunca me pude sentir mejor. Soymenos vulnerable. A propósito, ya Marianono me dirá nunca más que tengo los pezo-nes color «peach»: acierto.

En la mañana estival resonó laovación del público congregado enla platea del «rojo coliseo», comose le llamaba al antiguo Payret. Losasistentes a este primer ConciertoTípico Cubano que organizado porel maestro Jorge Anckermann se ce-lebraba en el ya lejano mes de mayode 1992, eran en su mayoría perso-nas que sabían catalogar lo que enescenario se les presentaba.

Desde que salió a la escena im-presionó grandemente. Enmarcadaen el spot de carbón de luz blanca,avanzó hacia el proscenio. Aquellosradiantes veintidós años de mujer,eran la representación genuina de laclásica belleza de mujer cubana.

Su vestido de un rojo subido comola sangre que hervía en sus venasde artista. Su tez trigueña, de un tri-gueño único. Su cabellera partidaen dos (peinado de la época) que seremataba junto a los oídos, con unabultamiento de pelos, a lo que sele decía entonces «coca».

Un llamativo lunar nimbaba sufrente. Agradeció los aplausos ini-ciales y dejó ver una sonrisa, quecomo ella, fue única. Después de laovación un murmullo continuaba.¿Quién era?, ¿De dónde venía?, losque buscábamos información en elprograma solamente pudimos leer:

Danzas para piano: a- Señorita, b-Riendo y llorando, ambas de J.Anckermann, interpretadas por laSra. Rita Montaner de Fernández.

Posteriormente actuó como intér-prete vocal y volvió a entusiasmar alos oyentes de este concierto domi-nical memorable que tiene, el méri-to de haber presentado por primeravez ante el público a Rita Montaner.

De la grata impresión que dejó, lodemuestra el hecho ocurrido mesesmás tarde, cuando en octubre de esepropio año se inaugura nuestra «eraradiofónica». En el primer concier-to que salió al aire por la P.W.X. (pri-mera planta transmisora que hubo enCuba de algún alcance) los maestrosLuis Casas Romero y EduardoSánchez de Fuentes la seleccionaroncomo intérprete de esa primera audi-ción radiada. Aquella noche del 10de octubre de 1922 Rita cantó dos can-ciones Rosas y violetas de José Mauriy Presentimiento del propio Sánchezde Fuentes. Cúpule la distinción dedejar inaugurada la radiofonía enCuba y llevar su voz a todos losámbitos que alcanzaban los enton-ces modestos doscientos cincuentawatts que tenía la planta.

tintaañeja

Fragmento de su libroComo lo pienso lo digo

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Plumas en moldes rotos¿Por qué debimos esperar un año para «reabrir las Alas»?No es que nosotros no hayamos querido reponer antes

el espectáculo, sino que el hecho de que nos programenpara bailar en los teatros a veces se torna difícil, máximecuando no todas las salas se hallan en buen estado; algu-nas están deprimentes, se deterioraron con el uso y el abu-so; esperamos que se vayan rescatando; este año debencerrarse, para su reparación, la García Lorca del Gran Tea-tro de La Habana, y también el Mella. Con todo, Alas fue uncaso singular; se bailó durante tres fines de semana; nuncanos dieron tanto espacio. Claro, si hubiese sido por noso-tras, habríamos seguido haciéndolo mientras hubiera ha-bido público. Por eso lo repondremos entre febrero y mar-zo: las ocho funciones que brindamos en aquel entonces nosaciaron el interés del respetable...

Otro tanto sucedería con 15 años en la Escena.Con él festejamos «los quince»: avisamos que sería una

sola función, el sábado 14 de octubre en el Karl Marx,pero las entradas se agotaron en un soplo, y la direccióndel teatro nos propuso que la repitiésemos el domingo. Esun espectáculo de dos horas, muy abarcador: roza la his-toria de la compañía, emplea elementos y equiposmultimedia e involucra a artistas invitados: RaquelHernández, Eduardo Martín, Síntesis, el Conjunto FolclóricoNacional, no pueden ser muchos, si la función se alarga, elpúblico se agobia.

Se dijo que Alas, obra por la que usted ganó el premiode coreografía UNEAC´06, es un ¿«compuesto de expe-rimentos»?

Lo nuestro siempre fue así: el «Lizt Alfonso» es un granensayo. Empezamos siendo un colectivo que profundizaríaen el folclore, en la estilización de las danzas españolas, noobstante, habría que conocer cómo fue mi propia forma-ción para comprender el quid de los caminos, rumbos ymedios que adoptamos para llegar hasta aquí.

Comencé en la Escuela de Ballet Alejo Carpentier, fui a laEscuela de Baile español del Gran Teatro de La Habana yparticipé del grupo folclórico de la sociedad ConcepciónArenal, pero además, estuve cerca de los actores y bailari-nes del Ballet Teatro de La Habana, me involucré con elCentro Promotor de la Danza (Pro-Danza) y asistí a cuantafunción tocara estos géneros. La tesis con la que me gra-dué de teatrología (1990) por el Instituto Superior de Arte(ISA), estudió el postmodernismo en la danza cubana delos ochenta, década de la explosión o surgimiento, a partirde los grupos madre existentes, de elencos como el propioBallet Teatro de La Habana (1986), de Caridad Martínez;Danza Teatro Retazos (1987), de Isabel Bustos; DanzAbierta(1988), de Marianela Boán; o un poco más acá, la Compa-ñía de Narciso Medina (1993). En ese entorno nació el «LiztAlfonso» (1991), y si bien deseábamos ahondar en el fol-clore español, después nosotras mismas no nos podíamosreducir a moldes, teníamos que romperlos, salirnos de laregla, si queríamos llegar a algún lugar.

Recodos del camino¡Tampoco ustedes eran —ni son— gitanas, andaluzas u

orientales!Quienquiera que desee bailar flamenco igual que en An-

dalucía, tendría primero que haber nacido allí, respirandoel ambiente gitano. Es lo mismo que querer tocar o bailarrumba: cualquiera que se lo proponga tendrá que venir aCuba y frecuentar el solar. Ni el flamenco ni la rumba sonante todo bailes, sino filosofías de vida conducentes a unaexpresión cultural. El «Lizt Alfonso», permeado de aquelloselementos formadores, fue traspasándolos a su proyecto,por eso nos consideramos un experimento. Durante estos15 años, la preparación de nuestras bailarinas transcurriópor etapas. Les dimos clases de flamenco, escuela bolera,ballet, y eficiencia física. Así les impartimos lecciones defolclore cubano, lo mismo de raíz afro que española, actua-ción, maquillaje, todo con distintos profesores. ¿Resulta-do? Una gran experimentación, una mezcla interesante.

La bailarina del «Lizt Alfonso» no viene graduada de laEscuela Nacional de Arte, ni de la Escuela de Ballet, ni de laEscuela de Danza y Folclore: ¡se forma aquí!, debe ser ca-paz de encarnar múltiples vertientes, pero tendrá en la fu-sión el eje de sus giros. Su ductilidad debe permitirle asimi-lar una extensa gama de matices, pero de forma integral.No se trata de que alguien observe, digamos, que ejecutóuna serie compuesta por tres pasos de flamenco, dos deYemayá, y un trabajo de suelo típico de la danza moderna.Lo primero es que su arte impresione por el efecto deltodo, y aprehender, interiorizar, lograr esa mezcla, esa sen-sación de coherencia y sencillez, cuesta tiempo y esfuerzo.

¿Adónde llegó el «Lizt Alfonso» con estas Alas?Alas sería, al presente, el punto más alto de nuestro ex-

perimento. En adelante iniciamos un nuevo período, pero

tampoco olvidaríamos que si bien tenemos derecho a con-tinuar la búsqueda, de la misma manera los futuros ensa-yos deberán arrojar frutos. Nadie podría pasársela expe-rimentando y experimentando, cobrando un salario tansolo por experimentar, sin obtener resultados artísticos.La experimentación no tendría que desembocar, sí o sí,en el logro de la perfección, pero cada una de las nuevasetapas, cada nuevo corte, evidenciaría un adelanto, unaaproximación al resultado ideal.

¿Alas sería una revuelta, un cambio de dirección en laruta del «Lizt Alfonso»?

No es que se nos hubiesen agotado los recursos paracontinuar el derrotero anterior, o que hubiésemos caído enun callejón sin salida, cerrado por un extremo, sin escape.Simplemente desechamos ese itinerario, cambiamos derumbo con cabal conocimiento de lo que hacíamos y de susposibles efectos. No nos interesaba seguir esa trayectoria,queríamos trocar la imagen de una compañía que imita lasdanza españolas, queríamos ser más auténticas, y a esaautenticidad es a lo que le llamamos fusión, mezcla, frutoque tal vez un día reciba otro nombre, más propio, menosgenérico.

Manèges y meneosCada vez que estamos frente a usted sentimos ese aire

de mezcla: ora grácil y fina, ora aguda y sutil, se nos abre yse nos cierra como la vuelta quebrada...

Nunca me hicieron reparar en eso, es muy interesante.Nuestra interpretación de la vuelta quebrada devino enlogotipo de la compañía. A usanza del «Lizt Alfonso», en elquebranto de esa vuelta hay buena dosis de fusión. Es unaforma de girar que nosotras innovamos a partir del pasopropio, homónimo, específico del flamenco, y decimos «no-sotras» sin ninguna duda: toda compañía es el producto demucha gente, siempre hay una cabeza, un líder, alguienque lleva la voz cantante, mas, por ejemplo, si yo hacía lavuelta, yo misma no podía verla, necesitaba tener a unabailarina delante para decirle, «hazla así, ahora repítela ypon este brazo aquí, y este pie pásalo por acá, mientrashaces esto con el pie de apoyo»...

Antes de seguir con la vuelta, otro aire del enigma de Liztse esconde en cierto rasgo de su rostro, incluida la mirada,que tiende a enervar o confundir.

Sobre ese particular sí me llamaron la atención –aceptóel juicio de valor–. Alguien me hizo notar que durante laextensa gira, de dos meses, por EE.UU., estoy ahí en lasfotos, pero con cara de ausente, como si vagara por otrolugar. Eso me sucede con frecuencia, la mayor parte deltiempo mi mente va a otros sitios, reedifica, reelabora. Sediría que estoy distraída, pero estoy atenta, absorta, noconcentrada, que la concentración denota esfuerzo, sinocentrada en lo que de verdad me interesa. Y claro, el hechode que me lo señalen a veces me asusta: me preocupa quelas personas lo confundan con desinterés.

Más susto se llevarán sus interlocutores.¡Oh, las personas cercanas lo sufren a diario! Juan Car-

los (Coello), mi compañero (y representante del «Lizt Al-fonso») me dice, «regresa, mi amor, regresa, no te vayas».Él tiene una imagen muy gráfica en relación con esto; diceque él camina y me lleva a mí aquí (hace un gesto comoquien sostiene con los dedos de la mano cerrada el hilo deun globo a la altura del hombro)... «Vas volando», me dice,«en las nubes...» Voy del brazo suyo, con la seguridad deuna ciega guiada por su lazarillo, mirando pero sin ver, conlos ojos y la mente en lo que en realidad me importa en eseinstante.

La innovación de la vuelta quebrada —cerremos el ca-pítulo— es un fruto experimental de la compañía, signode su autenticidad. ¿Hay otras señas de la fusión«liztalfonsina»?

Hay varias, pero igual son elementos sobre los que re-sulta difícil construir un concepto, detalles que se percibi-rían por el público no avezado solo como informaciónsubliminal, sin que tenga conciencia de ello. El espectadorlos ve, nota la diferencia, los ubica en su contexto, pero nipuede expresarlos ni explicárselos. Decimos, «hagamosun manège (voz aplicada a pasos o saltos ejecutados enun círculo), pero quebrándonos», y cualquiera se pregun-taría, «¿cómo es eso?». El secreto está en la postura cor-poral, en la forma. El manège es un paso de ballet, unsalto típico en las variaciones de ballet, y nosotras lo sin-gularizamos con un modo sui géneris en el dominio deltorso, los brazos y la cabeza. Es el mismo manège, peroquebrado, diferente. Por esta particular manera de hacerrecibimos un cumplido de Alfredo Carrión, director del De-partamento de Artes Escénicas y Musicales de la Socie-dad General de Autores y Editores (SGAE): «Vosotras nocopiáis», nos dijo el amigo español, «vosotras ¡sois!»

Bailes de perseveranciaCon toda probabilidad, el «Lizt Alfonso» es un conjunto

«raro», excepcional.Con frecuencia nos dicen que somos una agrupación

atípica, y por estos días yo estuve pensando mucho eneso. Me pregunto qué nos habría sucedido si nos hubiése-mos regido por orientaciones o directivas de algún orga-nismo de la cultura, como podría ser, por ejemplo, el Con-sejo Nacional de las Artes Escénicas, centro que, con todorespeto, rige la danza en el país. En tal caso nunca habría-mos podido hacer lo que ya hicimos, habríamos debidoser bien una compañía de folclore o bien un conjunto deballet o de danza contemporánea, nunca hubiéramos po-dido convertirnos en ese colectivo atípico, en esa fusión omezcla «rara», excepcional.

La excepción se asocia con la creatividad y la singulari-dad. Dicen que en toda creación hay una dosis de locura. ALizt Alfonso y ballet, ¿igual le asiste un «toque»?

¡Nooo! —sonrió con su risa de niña—, más bien soy unapersona centrada, temeraria, osada, arriesgada, con de-seos de hacer; siento que llevo todo eso conmigo, la con-vicción de que la vida no puede pasar por pasar, hay quecrear. Siempre me gustó la coreografía, deduje que esteera mi camino, y he sido arrestada, decidida, perseveran-te. Ayer supe de una persona que abandonó uno de sussueños, y eso no es así, no podemos abdicar a la primera;se lo repetía a mis bailarinas: hay que perseverar. Leí labiografía de la cantante y actriz estadounidense BarbraStreisand y aprendí un mundo. Ella confiesa que cuando seestrenó en Broadway el musical Funny Girl (1964), no sa-bía ni cómo actuar, pero no se dio por vencida. Bien lo diceel dicho, «el que persevera triunfa», y claro, también re-querimos una pizca de talento. Tal vez en mí coincidieronotras «agravantes»: la gente me sigue, logro aglutinarla, lehago pensar que «sí se puede».

Rabos por desollarTanto o más que deseos de hacer, las suyas serían nece-

sidades, y necessitas caret lege (la necesidad carece deley), es decir, lo que hacemos a impulsos de una necesidadineludible no se nos puede inculpar...

¡Gracias por la atenuante! —volvió la sonrisa infan-til—. Hay una anécdota: en cierta ocasión una profesoranuestra oyó a un joven artista hablando mal de mí; ellacuenta cómo un adulto que se encontraba en el lugar,aún sin conocerme, le dijo al muchacho, «no sabes lo queestás diciendo; a Lizt Alfonso y ballet nadie le regaló nada;todo se lo ganó con su trabajo; el profesionalismo, ladisciplina que ella exige y que tú le criticas, es la quedebía de reinar en todos los lugares». Cuando el joven sehubo marchado, el hombre le dijo a la maestra: «Estoyseguro que la Alfonso es tan entregada a su trabajo, queen un momento de intimidad con su esposo, sería capazde decirle, “mi amor, espérate un momento, tengo unaidea”.» He ahí una necesidad ineludible... (Ahora reímosen trío: Lizt Alfonso, Nancy López, testigo de vista y oí-das, y Alma Mater.)

Una última pregunta, ¿por qué no hay hombres en lacompañía?

Las mujeres tienen preponderancia, pero en la escuelaya empezamos a aceptar varones, desde el pasado año. Lanueva idea, la pensé por el camino, cuando ya el «Lizt Al-fonso» cosechaba logros, es poder hacer una compañíasemejante a la de las mujeres, pero solo con hombres; estatambién sería una experiencia interesante, aunque difícil;si mantener una agrupación ya cuesta mucho, ¡cuánto ha-bría que esforzarse para empujar las dos! Con todo, yaestamos trabajando en eso, poniendo las primeras piedras,recibiendo a los niños; quizás nosotras no podamos vercumplido el sueño, hay empresas para las que hacen faltamuchas vidas, porque una sola, aunque sea entera, no lesalcanza; pero otros vendrán después, estoy segura, y el fincoronará la obra.

¿Y mientras?Seguiremos convocando a los niños para que vengan a

aprender, aunque luego se marchen con su baile a otraparte. ¡No importa!, lo verdaderamente necesario es queel talento no se pierda: ese es nuestro modo sencillo, calla-do, tenaz, de hacer Revolución.

«Belén, Belén, Belén,/ adónde etá tú metía/ que po toJesús María/ yo te buscá y no te encontrá...», tarareába-mos conscientemente el tango-congo, mientras recorría-mos, al atardecer, hacia el oeste, el tramo de lacalle Luz que va de Compostela a Monserrate. «Yoetaba en casa e Li´Alfonso/ que ayer me mandó abuscá/ en el casón de la esquina/ paraaprendééééééé a baiiiiiiilááááááá...»

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como me gustahablar...

La utilización que cada pueblo hace de

su lengua es recogida por los académicosy así se incorporan nuevas palabras al idio-ma. Por ejemplo, ya ha sido aceptada enel Diccionario de la lengua española la vozjama con la siguiente acepción:

Coloq. Cuba y Nic. alimento. No obstan-te, fíjate que su uso es coloquial y válidosolo en un contexto familiar o amistoso.Lo mismo ocurre con muchas otras (ambia,jeba, temba…), aceptadas o no, cuyo em-pleo debe restringirse a ese contexto in-formal. ¿Te imaginas cómo sonarían esaspalabritas en medio de una conferencia oevento formal?

Por María Luisa García Moreno

Como las hogueras perdurables, esta sec-ción crece con cada chispa. Si al comienzoteníamos unos pocos mensajes, ahora mu-chos más se suman a esta mesa de pala-bras en la revista octogenariamente joven.Porque entre tanto estudio, festivales, y ta-reas, hay que sacar un tiempo para las co-sas del alma. Y entonces, como si nos co-nociéramos de toda la vida, conversar, quees el supremo gusto de la gente buena. Acada uno le llegarán criterios individualesy en este espacio nos escucharemos to-dos. Que para eso no hay distanciasinsalvables. Desde la Universidad de SanMarcos, en Perú, Freddy Morán se pre-ocupa por los problemas estudiantiles.Nos cuenta que allá también organizanexperiencias como las de Alma Mater yque él desea «un contacto con ustedes unpoco más frecuente». Aquí estamos,Freddy, en el lugar de siempre, a ver si teembullas y nos relatas un poco sobre latierra de los Incas. Mira, tal vez Elizabeth,Edris o Roberto, te hacen la historia deGuamá, uno de nuestros héroes aboríge-nes que le dio nombre al municipiosantiaguero donde ellos viven. O IrinaRodríguez, la presidenta de la FEU del Ins-tituto superior Pedagógico (ISP) Pepito Tey,en Las Tunas, te explica por qué en su ins-tituto les gusta tanto «estar delante» delas cosas. Sí, Irina, y también nos intere-san esos criterios de tus compañeros so-bre la revista, que quedaste en enviarnos.Por cierto, ya que hablamos de envío, elmédico cubano Maikel Valdés, promete re-mitirnos trabajos sobre la Brigada Médicaen Haití. Dice que desde allá continúacomo «asiduo lector» de esta publicaciónfresca y añeja. No te demores, Maikel,toma el ejemplo de Alberto, un amigo chi-leno que ya nos hizo llegar el boletín nú-mero uno de su organización y piensa di-fundir entre sus coterráneos unos mate-riales de historia de la FEU que le envia-mos. Ah, de seguro ustedes no conocen aJosé Augusto, un profe de Derecho, deHolguín, que también nos ha enviado sustrabajos. De seguro compartirán con élque «hay varios temas, sobre todo políti-cos, que brindados de una forma amena,a nuestra juventud les hacen falta». Poreso mismo convocamos al concurso y ta-ller de Periodismo Alma Joven, y extendi-mos el plazo hasta el último día de estemes. Sí, sí, la discusión promete estar in-teresante. Por lo menos Rafael, un futuroreportero de Villa Clara, se alistó en losdebates como el primero. A los participan-tes les comunicaremos en los próximosdías, la fecha exacta de abril en que nosreuniremos. Y ya, que podríamos estarhablando hasta el mes que viene, pero hayque salir a darle brazo y filo a las ideas.Nos vemos.

Amigos del Alma

El intercambio con ellos devinouno de los tantos minifestivales pa-ralelos que sesionaron en los pasi-llos del Palacio de Convenciones enenero pasado. Así, entre cafetazo ycafetazo, nueve estudiantes des-ahogaron sus inquietudes y criteriosrespecto al evento y su impacto enla formación de futuros profesiona-les del periodismo.

Casi todos llegaron expectantesy, hasta cierto punto, sobrecogi-dos por el choque con figuras máso menos reconocidas del gremio.No obstante, enseguida vencie-ron el pudor gracias a la irreve-rencia de su juventud y la seguri-dad de quienes saben qué quie-ren del periodismo... o al menosqué no quieren.

Desde la concertación de las en-trevistas, pasadas ya varias ponen-cias, los muchachos lucían inconformes por su casi anoni-mato: de hecho, si lamentaron que nadie mencionara enningún momento su presencia, más les molestó la totalausencia de la cuestión universitaria entres los asuntosdebatidos por sus «mayores».

¿Complejo de inferioridad acaso? Alma Mater interro-gó al respecto a la inquieta Mercedes Rodríguez, profe-sora de la Universidad Central de Las Villas (UCLV), y aAntonio Moltó, vicepresidente de la Unión de Periodistasde Cuba (UPEC).

«En un Festival anterior propuse que los estudiantes deperiodismo pudieran competir en este foro, que tuvieranun espacio para exponer sus investigaciones y criterios,que combinan la solidez de la academia con la frescurajuvenil y el cuestionamiento constante de quienes aún nohan sido viciados por la rutina», seña-ló Mercedes.

«¿Y por qué no piden la pala-bra, y hablan?», replicó Moltó.En verdad deberían hacer-lo, pues los estudiantestienen mucho que de-cir, como demostra-ron Liset, Cheyla,Leandro, Abdiel,Elizabeth, Yoelvis,Liliana, Rodolfo yLegañoa, al escucharnuestra gran pregunta,un clásico en las entre-vistas cubanas: ¿Quéopinión les merece...?

El Festival...Abdiel Bermúdez Universi-

dad de Oriente (UO): «Unabuena experiencia, a pesar denuestro silencio. Observamos pos-turas críticas al plantear los problemasdel periodismo cubano, aunque aquí nadie viene a po-nerse la soga al cuello».

Elizabeth Mirabal Universidad de La Habana (UH): «Lasintervenciones fueron repetitivas: muchas quejas y po-cas soluciones. Se perdió el debate por la falta de enfo-ques. Ya sabemos nuestros problemas, ahora... ¿qué ha-remos con ellos?».

Rodolfo Papillón (UH): «A veces, los mismos queahora reclaman ideas le cierran luego las puertas a lacreatividad».

Liliana Portela (UCLV): «Estamos abiertos a la colabo-ración, dicen, pero si nuestras propuestas rompen con lalínea editorial... seguimos en las mismas. Y después sepreguntan por qué la juventud no lee nuestra prensa».

Leandro Maceo (UO): «Algunasponencias, como la del diseño o laconectividad de Internet, caen entecnicismos que no dominan los pe-riodistas, y estos optan por irse alos pasillos, donde el coloquio esmás rico».

Yoelvis Lázaro (UCLV): «Pero esostemas son interesantes y nos ata-ñen, solo que deberíamos centrar-nos en su aplicación. Por ejemplo,debatir más sobre teorías y prácti-cas del periodismo digital, sobrecómo escribir para la web».

Elizabeth: «Ahí deberían recurrirmás a nosotros. En la Facultad hayinvestigaciones muy profundas, confuerte basamento teórico. Los estu-diantes lo cuestionamos todo, y de-ben aprovecharnos ahora, porqueluego la rutina nos absorbe, hace-mos concesiones y nos integramos

al fenómeno que ahora criticamos».Sheyla Delgado Universidad de Camagüey (UC): «Aquí fal-

taron propuestas para fortalecer la vinculación entre las au-las y las redacciones como unidades docentes».

Legañoa (UH): «La revista Enfoque publicó un resumende las ponencias presentadas en los Festivales de base, yla única persona que mencionó la cuestión de las unidadesdocentes fue Marta Rojas, del Granma».

Elizabeth: «La UPEC y los medios deberían recurrir más alos profesores, porque se investiga mucho pero se publicay aplica poco. Creo que la prensa cubana necesita mayorconceptualización, más teoría, para realizar un periodismoque sir- va mejor a los intereses de la Revolución».

Liset Prego Universidad deHolguín: «En fin, queremos

involucrarnos más: no venirsolo a escuchar y tomar notas,

queremos que nuestra voz seoiga».

¿Y qué piensan los«mayores»?

La mencionadaMarta Rojas, tam-bién reconocida porsus novelas, consi-deró necesario que

las redacciones perio-dísticas sean como las

policlínicas en Cuba, donde docencia y prácti-

ca son una realidad «y has-ta una revolución en la comple-

ja enseñanza de la Medicina». «Pero como mismo los alumnos de Me-

dicina deben tener los conocimientos requeridospara formular un diagnóstico o realizar una interven-

ción quirúrgica, el estudiante de Periodismo no puededar palos a ciegas basado solamente en su ingenio, aptitu-des en la materia básica de redacción, o audacia inherentede periodista», aclara.

Tubal Páez, presidente de la UPEC, reconoce que los Fes-tivales aún deben mejorar en ciertos aspectosorganizativos, pero los consideró un «formidable escena-rio de superación profesional, por sus talleres y accionespara promover el conocimiento».

En tal sentido, Páez negó categóricamente cualquiermarginación premeditada de los estudiantes, si bien admitióque deben tener mayor protagonismo en futuros eventos. Dicho esto, ahora toca a universidades y estudiantes re-clamar mayor protagonismo con propuestas puntuales, yun cabildeo constante, porque como bien reza la sabiduríapopular: «Niño que no llora...».

Por Charly Morales Valido

¿VOZ?

ESTUDIANTES CON...La presencia de los estudiantes de

periodismo en los Festivales Nacionales dela Prensa Escrita ya dejó de ser noticia, si

acaso alguna vez lo fue. Sin embargo,entre los futuros periodistas invitados a lareciente edición predominó la incómoda

sospecha de no haber sido tomadosdemasiado en serio, y así lo confesaron sin

rodeos a Alma MaterAlma MaterAlma MaterAlma MaterAlma Mater.

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¿Cómo llega Dausell a la pintura?Yo mantengo el principio de que se nace artista. Desde

pequeño sentía la vocación, era aficionado al trabajo conlas manos, acostumbraba a modelar plastilina y barro. Re-cuerdo que mis juguetes preferidos eran aquellos que yopodía hacer con pedacitos de madera y de metal. Cuandotenía alrededor de diez años me visitó un primo de mi cuña-do, profesor de la Escuela Nacional de Arte (ENA). Así co-menzaron mis primeras instrucciones. En ese momentocomencé a tomar más en serio la pintura. Ya con 12 añosentré en la Escuela de Arte de Pinar del Río, allí estuvedurante un año. Recuerdo con mucho cariño que fui alum-no de Pedro Pablo Oliva, entre otros excelentes profesoresque estuvieron muy cerca de mí.

Luego continúo otra etapa de manera autodidacta —puesno llegué a graduarme de nivel elemental— en la que deci-do dedicarme enteramente a la pintura. A partir de ahí hecontado con el apoyo de artistas de primera línea, que hanayudado mucho en mi carrera, como Roberto Fabelo, Vi-cente Rodríguez Bonachea, Agustín Bejarano, ErnestoRancaño, por mencionar algunos. Me he preocupado portratar de superarme, aún cuando no sea en una escuela

«En Cuba vivimos al día», se dice Juliánsentado en una butaca del cine, minutos des-pués de ver el filme Mañana, de AlejandroMoya. Y añade «en medio de la rutina unoolvida reaccionar ante lo que ocurre a nues-tro alrededor. Hay que salir del letargo».

La realidad se transforma (la cambiamosy nos cambia) tan aprisa que es difícil regis-trar sus matices. Todos los días puede ocu-rrir «algo» o «nada». ¿De quién depende?De uno mismo, de la familia, de los amigos,de la escuela, de la sociedad, del mundo. Laresponsabilidad con lo que queremos ha-cer empieza por tomar las riendas del hoy,pero… siempre puede haber un pero o unsin embargo al alcance.

En cualquier caso se trata de optar, dedecidir. El destino es un pretexto para espe-rar que «algo pase» o justificar las incerti-dumbres. El silencio también ayuda a eva-dir debates urgentes sobre lo que somos ylo que queremos ser. Los patrones de felici-dad varían mucho más entre una familia uotra y entre los miembros de una mismageneración, en la sociedad cubana actualque décadas atrás.

Parece sencillo delimitar entre lo bueno ylo malo, lo éticamente correcto y lo indebi-do, pero en esa búsqueda de lo mejor parauno, se olvida en ocasiones que tenemosalgo que ofrecerle a los demás, porque nosconstituimos en esa interacción de dar yrecibir, sin violencia, aunque las agresionesse pongan de moda por ahí.

La juventud es una etapa de la vida efí-mera para los que ya la pasaron, porque unbuen día empieza por ser parte de la expe-riencia, de los recuerdos o de los lamentos.Para los que transitan por ella la concep-ción no puede ser ni parecida. Este es elmomento de «mayor creatividad», «demucha energía», «del disfrute», «de las po-cas responsabilidades», «de pensar enuno», «de autocomplacerse», «de superar-se». «Después de los treinta valoras másel recurso tiempo», aseguraAnaid, quien con poco más detres décadas mira atrás connostalgia por lo «que hubierapodido hacer entonces».

«Es triste ver a gente al ladode uno que no tienen concien-cia de cómo usar su energía.La familia puede encauzarlapara crear algo con lo que tie-nen adentro» —esta preocu-pación Alejandro Moya la qui-so compartir a través del cine,en una apuesta por los cuba-nos del presente—. «Muchosjóvenes no tienen sentido dela responsabilidad porque nolos han educado para tenerla».

que me titule; ellos han sido una gran academia, por laexperiencia que han ido acumulando durante años.

¿Cómo se define estéticamente Dausell?Mi obra tiene cierto contacto con el surrealismo desde el

punto de vista conceptual. En cuanto al rigor técnico, tocaun poco con lo que se ha dado en llamar hiperrealismo. Aúnasí, no me atrevo a autoclasificarme. Para mí lo más impor-tante es la idea, y la forma en que logro recrearla. Piensoque el éxito de una obra de arte va más allá del virtuosismotécnico, y es que tiene que haber también un saber pensar,que es la clave del arte moderno.

¿Qué temas centran su obra?Fundamentalmente trabajo con el paisaje… aunque en

algún momento incursione en otro tipo de creación, el pai-saje es una constante.

¿Cómo define pictóricamente lo cubano?¿Quieres algo más cubano que el paisaje? Últimamente

he estado trabajando también con algunos símbolos denuestra historia, como es el caso del retrato hecho a partirde la famosa foto del Che tomada por Korda; o la figura deMartí, entre otros temas, abordados desde la óptica de laque hemos estado hablando.

La crítica señala los puntos en común entre su obra y lade Tomás Sánchez, así como la influencia del arte oriental,¿de qué autores se siente deudor?

Realmente influencias tenemos todos. Tomás Sánchezmarcó un hito en el paisajismo cubano, al abordarlo desdeun punto de vista renovador. Desde el principio tuve muchainfluencia de Tomás, incluso inconscientemente. Una vezdescubrí un catálogo del autor en casa de un amigo y mequedé muy sorprendido, porque noté caminos y solucio-nes muy parecidas. También he sido influenciado por lospaisajistas chinos. Desde pequeño estuve marcado por lacultura oriental.

Sin temores puedo decirte, porque pude comprobarlodespués, que tanto Tomás como yo, y muchos otros artistascontemporáneos, bebemos de una misma fuente, me re-fiero a uno de los grandes precursores del surrealismo quees René Magritte.

También la naturaleza, que es muy fuerte, muy hermosa,que uno se deleita cuando la contempla. Es difícil despren-derse de ella.

Tony, el protagonista de la película, le re-sulta casi siempre cercano a otro joven. Essacado de la realidad para devolverlo a ella,en medio de una historia de ficción a la quese asoman conflictos de la Cuba que vivi-mos. Un accidente le rompe «el equilibrio»a una familia que le ha dado a sus hijos«todo», para que sean felices.

Mañana no solo intenta sacudir a losde menos años, que tienen el ahora ensus manos para invertirlo. De ellos de-

penderá el modelo de fa-milia donde crecerán sushijos, el sistema de va-lores que heredarán. Esun llamado también a lospadres , las madres ,abuelos , porque estehoy; ayer, fue su maña-na, el que soñaron y ayu-daron a construir y mien-tras no se alcance eseideal de bienestar nodebe haber conformidad.Solo que sería un boce-to incompleto, si no seescucha en la voz de losmás jóvenes, con sus có-digos y preocupaciones.

Sin pretender un discurso moralista la pro-puesta de Moya deja a los que están frentea la pantalla durante la hora y 45 minutosque dura el filme, la opción de cuestionarsesu propio futuro y explorar el presente detodos —sin que la pluralidad no permitadivisarnos—. Lástima de los que la evaden yse refugian en banalidades, o frente a la teleo en una fiesta, o en la jornada que repitenreligiosamente día tras día, sin muchas mo-tivaciones que le salven. Ser feliz no es tansencillo como decidir vivir fuera de la Isla«por el agotamiento» de tanto pensar cómomerecer los sueños anhelados.

Es válido este empeño que nos deja co-nectados con el país que somos, con los ries-gos que representa la época actual, sin dic-tar sentencia. Absolver o condenar a losprotagonistas de cualquier trama similarson alternativas que nos permite su direc-tor y guionista.

Julián está convencido que «esta pelí-cula hace pensar», quizás por eso inclusofuera del cine participa de la historia. Vie-nen hacia él por la misma acera, mucha-chas con estampas similares a las de aque-llas que coquetearon con Tony. En la esqui-na una escuela le recuerda a la maestrageneral integral que sufrió el accidente. Yen el semáforo un carro se detiene. Su con-ductor es un muchacho de no más de 25años. La luz verde lo hace perder de vista,pero Julián tiene más que mirar, inclusodentro de sí.

Por Tamara Roselló Reina

Para pensar hoy a propósito de Mañana

Pocas veces he tenido la oportunidad de cohabitar un es-pacio —aunque sea lo suficientemente amplio como paraque las confluencias sean escasas— con un pintor con-temporáneo. Luego de ver a Dausell Valdés Piñeiro por pri-mera vez en una exposición a la que asistí, concebí la ideade una entrevista, y es ahora que se materializa, a dos añosdel primer acercamiento que tuve con su obra.Con participación en importantes exposiciones dentro y fueradel país, Dausell se ha convertido en un talento pictórico dela generación más joven de creadores cubanos. Su obra,una mezcla de surrealismo, realismo mágico, hiperrealismo yarte oriental es dentro de la paisajística cubana una verda-dera promesa.Entre árboles y matorrales de su natal Pinar del Río, siemprepresentes en cada uno de sus cuadros, la música de Silvio yla impactante serenidad de su conversación, nos remonta-mos a los años en que sus cuadros eran solo sueños.

«LA CLAVE»DE DAUSELL

Por Dania Ramos

«Dausell recurre al monte liberadorpatrimonio que ofrenda innumerables dones

y a la roca, fortaleza infranqueableque anima nuestro ser patrimonial.»

Pablo Armando Fernández

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EL SALTO DEL CABALLO

CURIOSIDADES

SOPA DE LETRAS

¿QUIÉN ES?Por Alejandro Delgado Castro

PROBLEMA MATEMÁTICO

RESPUESTAS

Los gatos domésticos son los animales menos adecuados para describir un mes comomarzo, en el que celebramos la llegada de la primavera y el Día de la Mujer, aparte deburdas alusiones a Catwoman y la gata salvaje, por lo cual serán empleados en estasección. Felinos admirables, han estado con el hombre desde hace relativamente poco,siendo uno de los últimos animales domesticados. Existen gran cantidad de razas distintasque encontramos esparcidos por toda la geografía, siempre en compañía de seres huma-nos. Encuentra en esta minina sopa los nombres de siete razas de gatos domésticos.

Los gatos, por el carácter semisalvaje que conservan, tienden a ser identificados con laastucia y la picardía. Este salto de caballo contiene la frase que culmina un famoso pasajede Alicia en el país de las maravillas, del matemático y escritor inglés Lewis Carroll:

—Minino de Cheshire, ¿podrías decirme por favor que camino debo seguir para salir deaquí?-interrogó Alicia.

—Esto depende en gran parte del sitio al cual quieras llegar —dijo el Gato.—No me importa mucho el sitio… —dijo Alicia.—Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes —dijo el Gato.—…siempre que llegue a alguna parte —añadió Alicia como explicación.—¡Oh! (…)

En la antigüedad las hospederías gozaban de una más que dudosa fama, sobre todoen materia de la calidad de las viandas que servían. Por poner un ejemplo, los venterosde antaño eran a menudo acusados de echar un asno en adobo y servirlo como terneraa los sufridos clientes, y de servir platos cuyo contenido no se sabía si era ternera,cabrito, liebre o gato. Era tanto el descrédito que llegaron a acumular estos lugares, queentre los comensales se popularizó un conjuro previo al acto de sentarse a comer.Puestos en pie, los clientes recitaban así delante del asado: Si eres cabrito, mantentefrito; si eres gato, salta del plato. No creo que este conjuro particularmente tuviera lavirtud de arreglar las cosas, pero lo que sí es cierto es que una de las estafas máscomunes era la de dar carne de gato por la de liebre. De ahí que este dicho se utilicecuando se intenta engañar en la calidad de una cosa ofreciendo otra de peor calidadque se le asemeja… En Egipto, cuna del gato doméstico, el nombre del gato es unaonomatopeya de su voz: myeou es denominado el gato macho, mientras que la gatahembra recibe el nombre de techau. Partiendo de esta palabra, los antiguos coptosacuñaron el término chau. El historiador griego Herodoto (siglo V a.C.) llamó al gatoailouros, de aiolos, móvil y oura, cola, es decir: de cola móvil. Todavía se llama ailurofobiael temor a los gatos. Sin embargo, pronto entró en escena en el mundo griego el térmi-no galê, usado como «cazador de ratones» o «comadreja». En la antigua Roma, felis erael nombre del gato salvaje, y de su raíz deriva la palabra «felino» y todas sus derivadas.Posteriormente, apareció en el mundo latino una nueva palabra para denominar algato: «cattus», acepción que se considera hoy en día (DRAE) la más plausible para elverdadero origen de la palabra gato. De cattus proceden la mayor parte de las versio-nes de la palabra gato en las lenguas indoeuropeas: cat en inglés, Katz en alemán, katen holandés, gatto en italiano, gato en portugués y chat en francés. ¿De dónde surgeesta palabra? Existen dos teorías al respecto. Una de ellas sostiene que cattus procedede una antigua lengua africana u oriental. La otra afirma que su origen es celta. Encualquier caso, se acepta como seguro el hecho de que nuestro gato doméstico actuales llamado así desde el siglo IV d.C… Los antiguos egipcios adoraban a los gatos comoa dioses. Dice Herodoto en el segundo de los Nueve libros de la Historia: (…) Cuando enuna casa egipcia se declara un incendio, sus habitantes se preocupan muy poco delfuego y mucho de sus gatos. Los protegen, los vigilan y, si alguno, fuera de sí, lograescapar y precipitarse a las llamas, la aflicción abate a los egipcios. Cuando un gatomuere de muerte natural, todos los habitantes de la casas se rasuran las cejas. Colocanal gato embalsamado en un compartimiento secreto y lo transportan a la ciudad deBubastis…Es proverbial la astucia gatuna, a la que hacemos referencia en el Salto delCaballo. Un ejemplo claro: el verbo engatusar. Aquí les viene otro ejemplo en el perso-naje de la gata de la Animal Farm de George Orwell, encarnación del oportunismo: (…)Y el comportamiento de la gata era algo raro. Pronto se notó que cuando había tareaque hacer, a la gata no la encontraban. Desaparecía durante horas enteras, y luego sepresentaba a la hora de la comida o al anochecer, cuando cesaba el trabajo, como sinada hubiera ocurrido. Pero siempre tenía tan excelentes excusas y ronroneaba tanafablemente, que era imposible dudar de sus buenas intenciones (…) La gata se incor-poró al Comité para la reeducación y actuó mucho en él durante algunos días. Cierta vezla vieron sentada en la azotea charlando con algunos gorriones que estaban fuera de sualcance. Les estaba diciendo que todos los animales eran ya camaradas y que cual-quier gorrión que quisiera podía posarse sobre su garra; pero los gorriones mantuvie-ron la distancia.

¿Cuántos gatos?A esta niña pequeña le encantan los gatos y los acertijos. Siempre tiene un surtido

de ambos y a veces mezcla, lo que dificulta obtener información de ella. Un día lepregunté cuántos gatos tenía:

—Pocos. Tres cuartos de todos los que tengo, más tres cuartos de gato, son el totalde mis gatos— me respondió, dio media vuelta y se fue muy oronda. Primero penséque era una broma, pero en realidad resultó un problemilla divertido que aquí lestraigo. ¡Resuélvanlo!

El personaje del número anterior, Johann Wolfgang von Goethe,poeta, novelista y dramaturgo, es quizá la figura cimera de lasletras alemanas. Autor, entre otras, de obras como Las desventu-ras del joven Werther y Fausto, Goethe dejó una profunda huellaen la literatura universal.

En esta ocación le traemos la imagen de un gato anaranjadofamoso por su pereza y su gusto por la lasaña.

Sopa de letras: Angora, Ruso Azul, Persa, Manx, Rex,Sphynx y Abisinio.

Salto del caballo: Siempre llegarás a alguna parte, sicaminas lo suficiente.

Problema matemático: La niña tenía tres gatos.

Page 16: Marzo en la memoria Profesor + General + Integral …ufdcimages.uflib.ufl.edu/UF/00/09/89/43/00015/00003-2007.pdfCada uno de los pisos tenía un comando, cada hombre tenía su misión