marta hanecker la globalizacion

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Autor(es): Harnecker, Marta Harnecker, Marta. La globalización, ¿un mito? La vocación internacional del capital –ya señalada por Marx en el siglo pasado[1]– se hace hoy cada vez más evidente. Muchos autores han llamado globalización o mundialización[2] a las nuevas características que adopta esta internacionalización del capital. Algunos autores sostienen, sin embargo, que la globalización es un mito, que no hay nada nuevo en el llamado proceso actual de globalización. Aceptando que, efectivamente, el capital tiene una vocación internacional inherente, pienso, como muchos otros autores, que en las últimas décadas se han producido cambios cualitativos que justifican plenamente considerar que se ha abierto un nuevo período en este proceso de internacionalización del capital, que amerita una denominación diferente. No creo que el uso interesado que se ha hecho de este término justifique su rechazo. Que los ideólogos de la actual globalización pretendan paralizar nuestras economías nacionales, haciéndonos creer que estamos sometidos a la acción de fuerzas económicas globales incontrolables, y que muchos políticos utilicen esta palabra como una especie de explicación fácil para todo lo que ocurre de negativo en un país, atribuyendo a ella el crecimiento del desempleo, el descenso de los salarios y muchas otras cosas, no debe llevarnos a negar su existencia. Por el contrario, debemos estudiar a fondo en qué consiste este proceso para poder elaborar estrategias que permitan darle una orientación diferente, no individualista –como hasta hoy– sino solidaria. Hay dos fenómenos nuevos que me parecen muy relevantes en la actual internacionalización del capital.

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Marta Hanecker La globalizacion

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Autor(es):Harnecker, MartaHarnecker, Marta.

La globalizacin, un mito?La vocacininternacionaldel capital ya sealada por Marx en el siglo pasado[1] se hace hoy cada vez ms evidente.Muchos autores han llamado globalizacin o mundializacin[2]a las nuevas caractersticas que adopta esta internacionalizacin del capital. Algunos autores sostienen, sin embargo, que la globalizacin es un mito, que no hay nada nuevo en el llamado proceso actual de globalizacin.Aceptando que, efectivamente, el capital tiene una vocacin internacional inherente, pienso, como muchos otros autores, que en las ltimas dcadas se han producido cambios cualitativos que justifican plenamente considerar que se ha abierto un nuevo perodo en este proceso de internacionalizacin del capital, que amerita una denominacin diferente.No creo que el uso interesado que se ha hecho de este trmino justifique su rechazo. Que los idelogos de la actual globalizacin pretendan paralizar nuestras economas nacionales, hacindonos creer que estamos sometidos a la accin de fuerzas econmicas globales incontrolables, y que muchos polticos utilicen esta palabra como una especie de explicacin fcil para todo lo que ocurre de negativo en un pas, atribuyendo a ella el crecimiento del desempleo, el descenso de los salarios y muchas otras cosas, no debe llevarnos a negar su existencia. Por el contrario, debemos estudiar a fondo en qu consiste este proceso para poder elaborar estrategias que permitan darle una orientacin diferente, no individualista como hasta hoy sino solidaria.Hay dos fenmenos nuevos que me parecen muy relevantes en la actual internacionalizacin del capital.1) Unidad en tiempo real a escala planetariaPrimero, el funcionamiento del capital como una unidad en tiempo real a escala planetaria.El capital, hoy, no slo se traslada a los lugares ms alejados del mundo como lo ha hecho ya desde el siglo XVI, sino que cantidades fabulosas de dinero miles de millones de dlares se transan en segundos en los circuitos electrnicos que unen al mundo de las finanzas. Se trata de un fenmeno nuevo que slo comienza a ser posible en las ltimas dcadas del siglo XX, gracias a la nueva infraestructura proporcionada por las tecnologas de la informacin y la comunicacin y a las nuevas condiciones institucionales que hacen posible ese gran desplazamiento de capitales, al eliminarse las trabas implantadas luego de la Segunda Guerra Mundial.[3]Este fenmeno toma un impulso cada vez mayor con la desagregacin del bloque sovitico y los cambios econmicos llevados adelante por esos pases. El mundo puede funcionar en la actualidad cada vez ms como una unidad operativa nica, como un mercado global de capitales.2) Internacionalizacin del proceso productivoEn segundo lugar,ms all del terreno de las finanzas sobre el que volveremos, algo cualitativamente nuevo ha ocurrido tambin en el terreno de la produccin: la internacionalizacin del propio proceso de produccin, es decir, la fabricacin de diferentes partes del producto final en diversos lugares geogrficos.[4]Y esto mismo ha ocurrido en el rea de muchos servicios. Este desplazamiento o relocalizacin del proceso productivo y de los servicios, impensable sin la incorporacin al proceso productivo de los adelantos de la nueva revolucin tecnolgica, ha determinado que muchos procesos se desplacen hacia los pases que ofrecen ventajas comparativas. Esto determina que los procesos ms intensivos en mano de obra se localicen en los pases del sur, donde la mano de obra es ms barata.Y esto, a su vez, conlleva una gran difusin de las relaciones capitalistas de produccin all donde se instala el capital transnacional.Finalmente, no se debe olvidar que lo que hoy se globaliza es, precisamente, la forma capitalista de explotacin. sta adopta diversas modalidades segn el grado de desarrollo de los pases. Mientras en los pases ms desarrollados los avances de la nueva revolucin tecnolgica son evidentes y hacen pensar a algunos autores que ya se ha llegado a una etapa posindustrial y hasta poscapitalista,[5]en los pases de escaso desarrollo enormes masas de trabajadores recin se estn integrando al sistema capitalista de produccin.Estudiar la forma desigual en que hoy se da este proceso de explotacin es una de nuestras tareas pendientes.El capital financiero: su papel protagnicoPor otra parte, se abre un nuevo ciclo caracterizado, ms que nunca, por el crecimiento de las transacciones financieras puramente especulativas y parasitarias. El estancamiento econmico y la disminucin de la tasa de ganancia de los setenta han llevado a los capitales a desplazarse a la esfera especulativa, donde se aseguran una tasa de ganancia mayor.A mediados de los noventa segn datos de Therborn en un solo da se negociaba en Londres un monto de divisas equivalente al producto interno bruto mexicano de un ao entero, y los mercados financieros internacionales tenan una dimensin diecinueve veces mayor que todo el comercio mundial de mercancas y servicios.[6]Estas cifras han aumentado enormemente desde entonces.Por su parte Ramonet, en una reciente conferencia en La Habana, sostuvo que el 95% de la actividad econmica actual es de tipo financiero. La produccin, transporte y venta de cosas concretas slo ocupa el 5% de la economa mundial, mientras que el resto se refiere sencillamente a la compra y venta de valores o de monedas. Estas transacciones financieras se realizan en forma continuada, pudiendo sus operadores intervenir en tiempo real (casi simultneamente), sobre los mercados de Tokio, Londres o Nueva York. La economa financiera prevalece ampliamente sobre la economa real. El movimiento perpetuo de las monedas y de las tasas de inters aparece como un gran factor de inestabilidad, tanto ms peligroso cuanto que es autnomo y se halla cada vez ms desconectado del poder poltico.[7]Se ha creado as una gigantesca esfera de la economa financiera, cuyos principales actores son los bancos, las instituciones financiera internacionales y los llamados fondos privados de pensiones.Segn Samir Amin, la dominacin de las lgicas financieras sobre las inversiones productivas es la consecuencia de la crisis de la acumulacin del capital. El capital sobrante, cuya tendencia lgica es invertir en la esfera productiva, no puede hacerlo porque sabe que la demanda no es suficiente.He ah una de las grandes contradicciones del capitalismo: para ganar ms debe tratar de conseguir una fuerza de trabajo lo ms barata posible. Pero esto redunda en que gana ms en lo inmediato, pero a la larga se queda sin mercado para sus productos, porque los bajos ingresos de los trabajadores restringen sus posibilidades de compra.La gestin capitalista de la crisis consiste, por lo tanto, en buscar colocaciones financieras a esos excedentes sin salida rentable en la expansin del sistema productivo, para evitar la desvalorizacin de los mismos.[8]Pero la formacin de ganancia suplementaria sin tener como base la produccin de nuevos valores agrava el desequilibrio de la economa real, es decir, la crisis.Lo que vulgarmente se denominala burbuja financierao la especulacin es el resultado inevitable de la puesta en prctica de lgicas unilaterales (preconizadas por el neoliberalismo) de maximizacin de las ganancias, posibilitadas por el cambio de la correlacin de fuerzas sociales a favor del capital.Se socava la autonoma de las economas nacionalesEste creciente predominio y concentracin del capital financiero y de sus mercados, y su libertad para actuar, socavan la autonoma de las economas nacionales y de los estados, incapacitndolos para disear polticas propias.Los bancos nacionales se han independizado del poder poltico. La Reserva Federal de los Estados Unidos y el Bundesbank de Alemania, as como el Banco Central Europeo, no dependen de dirigentes polticos. Son autnomos, hacen su propia poltica en funcin de lo que consideran debe ser la mejor forma de defender la moneda.Noam Chomsky habla de la existencia de una especie desenado virtual, refirindose a la actuacin de los especuladores en los mercados financieros. Si un pas decide poner ms nfasis en sus programas de desarrollo social, el senado virtual puede votar instantneamente (contra esa poltica), sacando montos enormes de capital fuera de ese pas[9]con las consecuencias desastrosas que ello puede tener para un pequeo pas.Pero esta ausencia de regulaciones determina a su vez una gran inestabilidad. Las sucesivas crisis burstiles as lo demuestran. Y si stas logran ser superadas se debe segn Chesnais a que el poder y la existencia misma de este capitaldinero son defendidos por las instituciones financieras internacionales y los estados ms poderosos del globo, cualquiera sea su costo.[10]Una oligarqua transnacionalizada est imponiendo sus intereses particulares al conjunto de la humanidad, por la influencia que ejerce sobre los mercados financieros, cada vez ms decisivos en la formacin de las polticas econmicas.Este manejo de las fuerzas del mercado por actores tan poderosos constituye una forma de guerra financieraSegn el economista canadiense Chossudovsky: No hay necesidad de recolonizar territorios perdidos o de enviar ejrcitos invasores. A fines del siglo XX, la descaradaconquista de naciones(vale decir el control de sus medios de produccin, la fuerza laboral, recursos naturales e instituciones) puede lograrse de forma impersonal, desde el saln donde se rene la junta directiva de las corporaciones, despachando rdenes por una terminal de computadora o un telfono celular. (...) Laguerra financierano reconoce fronteras territoriales (...) En Corea, Indonesia y Tailandia, las cajas fuertes de sus bancos centrales fueron saqueadas por instituciones especulativas, mientras las autoridades financieras buscaban en vano la forma de revitalizar sus dbiles monedas. En 1997, ms de cien mil millones de dlares de las reservas monetarias de Asia fueron confiscadas y transferidas, en cuestin de meses, a manos de financieras privadas. Tras la devaluacin de la moneda, ganancias reales y empleos cayeron de la noche a la maana causando empobrecimiento masivo en pases que haban registrado importantes avances econmicos y sociales en la posguerra.[11]Segn el subcomandante Marcos, del EZLN, estamos viviendo la Cuarta Guerra Mundial (luego de la Guerra Fra o Tercera Guerra Mundial, que dej veintitrs millones de muertos). Esta es la guerra entre los grandes centros financieros, y su arma es la bomba financiera.[12]El papel de los estadosComo mencionbamos, los actores o sujetos de la internacionalizacin son cada vez menos los estados nacionales y son cada vez ms las empresas transnacionales.Pero estas empresas, que tratan de liberarse de las amarras de los estados para poder operar libremente, recurren, sin embargo, a stos para que les faciliten los negocios. Convierten a los ministerios de relaciones exteriores y a otras dependencias del Estado nacional en verdaderas oficinas de negocios a su servicio.Es bastante conocido que la intervencin activa de los gobiernos de Japn y Corea del Sur ha sido decisiva para fomentar la competitividad de sus empresas.Por otra parte, Chomsky sostiene que uno de los mejores estudios recientes sobre las cien transnacionales ms importantes de la lista deFortuneencontr que todas ellas se haban beneficiado de intervenciones especficas de los estados nacionales donde tienen su base. (...) No tendramos muchas corporaciones grandes si no fuera por el financiamiento pblico; y el financiamiento pblico proviene del contribuyente fiscal (...).[13]El bloqueo a Cuba es un buen ejemplo de la escasa independencia que tienen las empresas transnacionales respecto a la poltica estatal norteamericana.Pero, al mismo tiempo que intervienen a favor del gran capital transnacional, los estados nacionales van perdiendo el control de una serie de asuntos en forma creciente, sea porque los pases de una determinada regin se integran en una unidad regional mayor, como es el caso de los pases de la Unin Europea, o por el carcter subordinado de los pases perifricos con relacin a los centrales. La definicin de las polticas econmicas tiende a hacerse ms all de sus fronteras. Los sindicatos, partidos y sistemas nacionales de comunicacin se van debilitando en la misma medida en que cobran fuerza el mercado monetario internacional, los medios de comunicacin global y las grandes empresas multinacionales.Algunos autores llegan a pensar que los estados nacionales se han transformado en simples agencias que ajustan las prcticas y polticas econmicas nacionales a las exigencias de la economa global.[14]Otros autores, como Leo Panitch, reconocen que la naturaleza del Estado ha cambiado considerablemente, aunque no por ello ha disminuido su papel. ste est todava determinado por las luchas entre fuerzas sociales localizadas dentro de cada formacin social, aunque, por supuesto, esas luchas estn cada vez ms determinadas por la situacin en el mbito mundial. Las formas nacionales prevalecen debido fundamentalmente a dos razones: la especificidad de cada formacin social y el desarrollo desigual de cada pas.[15]Lejos de presenciar un capitalismo global que desconoce al Estado, lo que vemos es una gran diferenciacin entre estados muy activos, como los del Grupo de los Siete, mientras que los estados de los pases perifricos se ven cada vez ms debilitados. Tanto el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), en el plano mundial, como el Tratado de Libre Comercio (TLC) en Norteamrica, en el regional, revelan la participacin de los estados de los pases centrales como creadores de un rgimen que define y garantiza los derechos globales y domsticos del capital. Estos tratados funcionan como una constitucin econmica, estableciendo las reglas bsicas que rigen los derechos de propiedad privada que todos los gobiernos deben respetar y los tipos de polticas econmicas que todos los gobiernos han de evitar.[16]Es importante, sin embargo, tener en cuenta que no se trata de algo impuesto a los estados por el capital y el Estado norteamericanos como algo externo a ellos, sino que ms bien refleja el papel adoptado por los estados (...) en representacin de los intereses de sus burguesas y burocracias (...) de sus respectivos pases.[17]Eso ocurre, por ejemplo, con el TLC. Son los grupos dominantes canadienses y mexicanos, penetrados por el capital y la administracin norteamericanos, los que impulsan la concrecin de ese tratado.Un proceso desigual e inconclusoEl proceso de globalizacin no es un proceso homogneo, tiene un desarrollo muy desigual. Existen tres polos dominantes en la economa mundial: Amrica del Norte, Europa y la zona AsiaPacfico. (...) En el seno de esta trada se multiplican y se intensifican los intercambios. La economa global provoca as, paradjicamente, una ruptura del planeta entre tres polos cada vez ms integrados y el resto de los pases (en particular los del frica negra) cada vez estn ms pobres, marginados, excluidos del comercio mundial y de la modernizacin tecnolgica.[18]Y en esta trada existen pases centrales y perifricos. Entre los primeros estn los Estados Unidos, Japn y los pases ms avanzados de la Unin Europea.Cuatro seran, segn Castells, los factores que determinan estos resultados:a)la capacidad tecnolgica de cada pas o regin;b)el acceso a un mercado grande, integrado y rico;c)la diferencia entre los costos de produccin en el lugar de origen y los precios en el mercado de destino no basta que la mano de obra sea barata si hay que pagar impuestos, o las reglamentaciones medioambientales son muy severas; y, por ltimo,d)la capacidad poltica de las instituciones nacionales e internacionales para prestar apoyo al crecimiento de los pases y zonas bajo su jurisdiccin.Samir Amin, por su parte, seala que las grandes potencias mundiales logran su privilegiada situacin no como el producto de la aplicacin de las leyes objetivas del mercado, de la competencia perfecta tan pregonada por el neoliberalismo, sino debido al control exclusivo que esos pases tienen de cinco reas fundamentales de poder:a)el monopolio tecnolgico;b)el control de mercados financieros mundiales;c)el monopolio de acceso a los recursos naturales del planeta;d)el monopolio de medios de comunicacin ye)el monopolio de las armas de destruccin masiva.[19]Y entre las grandes potencias sobresale Estados Unidos, que luego del derrumbe de la URSS no slo pasa a tener el control militar del mundo sino que tambin tiene su control financiero.[20]Debido a su superioridad en el mundo financiero (y a su control del FMI y del Banco Mundial) ha podido imponer al mundo las nuevas reglas del juego neoliberal.La economa global es sin duda profundamente asimtrica.[21]De los 5.000 millones de habitantes del mundo, segn Ramonet, apenas viven confortablemente 500 mil, 358 personas multimillonarias tienen un ingreso anual superior al ingreso de 2.600 millones de personas.[22]Por otra parte, segn Pablo Gonzlez Casanova, la actual globalizacin ha contribuido a aumentar las transferencias de excedente de los pases pobres a los pases ms desarrollados.[23]Pero la actual globalizacin no slo acenta las diferencias entre pases pobres y pases ricos, sino que acenta tambin las diferencias entre los propios pases de la periferia. Como dice Samir Amin: el surgimiento de un sistema productivo mundializado remodela a las periferias sobre la base de nuevas diferenciaciones.[24]Hay ganadores y perdedores. Habra que distinguir entonces dos tipos de periferias: las ganadoras, tipo Tercer Mundo de maana, y las perdedoras, tipo Cuarto Mundo.Por otra parte, una serie de trminos que surgieron al finalizar la Segunda Guerra Mundial van quedando obsoletos. Ya no parece correcto hablar de Tercer Mundo, ni de centroperiferia, ni de nortesur, si se emplean los trminos en el sentido que tuvieron originalmente[25]porque, por una parte, varios pases que antes eran considerados del Tercer Mundo y estn ubicados en el sur, lograron un impresionante crecimiento econmico, como los llamadostigres asiticos(Hong Kong, Singapur, Taiwn y Corea del Sur) y, luego les siguieron otra serie de pases de Asia y Amrica Latina. Por otra parte, dentro del propio Primer Mundo se establece una polarizacin creciente de las rentas hasta el punto que algunos autores han llegado a decir que Europa Occidental se ha pauperizado osudificado, ya que en esta regin existen veinte millones de parados y treinta millones de pobres.[26]Por ltimo, es importante tener en cuenta que la economa informacional global no es una economa planetaria: no abarca todos los procesos econmicos del planeta, no incluye todos los territorios, ni todas las personas trabajan para esta economa ni compran sus productos. Sin embargo, ella s afecta de forma directa o indirecta la subsistencia de toda la humanidad.[27]Este asunto de la ley del desarrollo desigual es un fenmeno de importancia crucial, especialmente en este perodo histrico opina Manuel Riesco. Sin comprenderlo y valorarlo en su debida magnitud (...) no se puede entender absolutamente nada de lo que est ocurriendo hoy da en el mundo.[28]La globalizacin es, por lo tanto, todava un proceso inconcluso. No toda la economa internacional es ya global: los mercados estn lejos de una integracin plena, todava existen reglamentos monetarios y bancarios que limitan los flujos de capital, los controles migratorios dificultan la libre contratacin de mano de obra, las empresas transnacionales siguen teniendo todava sus activos y sus centros de mando estratgicos en sus pases natales. Pero, sobre todo, los estados nacionales y sus gobiernos siguen jugando un papel crucial en la orientacin de la nueva economa.La hegemona neoliberal impone una globalizacin excluyenteLa globalizacin del capital se traduce tambin en cambios en la configuracin del poder. ste estactualmente concentrado en manos de una reducida elite financiera, ubicada en los pases ms avanzados y principalmente en los Estados Unidos, y que en el mbito del Tercer Mundo estrepresentada por la nueva derecha tecncrata o burguesa modernizante.[29]Por otra parte, como la concentracin y centralizacin de capitales son cada vez mayores, los grandes grupos son ms grandes y aparecen ms fuertes de lo que jams han sido.[30]Como dato ilustrativo, la cifra de negocios de la General Motors lleg a ser ms elevada que el producto nacional de Dinamarca; la de la Exxon era superior a la de Noruega; y la de la Toyota sobrepasaba al producto nacional de Portugal.[31]Es esta elite la que le imprime el carcter neoliberal a la globalizacin actual, determinando su rumbo individualista, antisolidario y polarizador.La aplicacin de la ms reciente revolucin tecnolgica siguiendo el esquema neoliberal transforma profundamente la estructura econmica de los pases ricos. El polo tecnolgico avanzado (informtica, telecomunicaciones), o lo que algunos llaman produccin no material, adquiere un creciente desarrollo y un nmero cada vez mayor de plantas industriales se traslada al Tercer Mundo en busca de mano de obra barata, cambiando la fisonoma de las antiguas ciudades industriales de los pases desarrollados. Un nmero creciente de personas, en estos pases, pasa a desempearse en la economa de servicios, reducindose notablemente la fuerza de trabajo hasta ahora dedicada a la produccin de bienes materiales. En la mayor parte de ellos esto se ha traducido en un aumento del desempleo[32]y la consiguiente baja del consumo popular, pero, al mismo tiempo, como crece la concentracin de riquezas en manos de una minora social, esto conduce a un crecimiento dinmico de la economa de bienes de lujo, para la elite tanto del norte como del sur.En los pases perifricos, el modelo neoliberal y las medidas de ajuste estructural que propone se han impuesto mediante la presin de agencias internacionales como el FMI, el Banco Mundial, la AID, que se han aprovechando de su crtica situacin financiera, producto del enorme endeudamiento externo contrado.Segn el investigador canadiense Michel Chossudovsky, la aplicacin de las recetas neoliberales ha conducido, tanto en el sur como en el este y el norte, a que una minora social privilegiada haya acumulado una enorme cantidad de riquezas a expensas de la gran mayora de la poblacin mundial[33]y, en los pases del Tercer Mundo y del este europeo, a que las estructuras de comercio regional hayan sido abolidas y que una gran parte de la base industrial que antes produca para el mercado interno haya sido desmantelada debido a la creciente relocalizacin de una parte importante de la base industrial de los pases avanzados en los atrasados.[34]Este esquema de desarrollo tiende a destruir la industria nacional dirigida al mercado interno y a fomentar una economa de exportacin que los hace mucho ms dependientes de las fluctuaciones del mercado. Y se basa en una compresin de la demanda interna en cada una de las economas del Tercer Mundo y la consolidacin de una mano de obra industrial barata, estable y disciplinada en un contexto poltico seguro.En realidad, se trata de un fordismo sin compromiso socialdemcrata; es decir, de un capitalismo salvaje segn Samir Amin.[35]Incremento de la polarizacin, globalizacin de la pobrezaLa globalizacin neoliberal est conduciendo a la humanidad entera a un callejn sin salida.Si se aplicara el esquema de reformas propuesto por el neoliberalismo a ms de cien pases simultneamente, esto tendra, segn Chossudovsky, nefastas consecuencias, porque se trata de un proceso que socava la vida humana y destruye la sociedad civil en el Sur, en el Este y en el Norte, generando una serie de fenmenos sociales negativos: apartheid social, fomento del racismo y la lucha tnica, destruccin de los derechos de la mujer, de los jvenes, de los ancianos, de los emigrantes, y, a menudo, estimula las confrontaciones destructivas entre nacionalidades. La globalizacin neoliberal no producira una globalizacin de la riqueza, como los idelogos neoliberales pretenden hacernos creer, sino unaglobalizacin de la pobreza.[36]El mismo autor agrega luego: El producto nacional bruto del total de la regin subsahariana africana, con una poblacin de ms de 600 millones de personas, es aproximadamente la mitad del presupuesto del estado de Texas. Los pases de ingresos medios y bajos juntos (...) representan un 85% de la poblacin mundial y reciben aproximadamente un 20% del total de los ingresos mundiales.[37]La globalizacin de la pobreza a finales del siglo XX no tiene precedente en la historia mundial. Y lo ms irracional es que esta pobreza no es la consecuencia de la escasez de recursos humanos y materiales. Es, por el contrario, el resultado de un sistema de exceso de oferta basada en el desempleo y en una minimizacin de los costos laborales.[38]A esto hay que agregar las nefastas consecuencias ecolgicas del actual modelo neoliberal, que amenaza la existencia misma del planeta, y que abordamos en otro trabajo.4. Un proceso tcnico objetivo bajo hegemona neoliberalPara terminar, creo importante analizar la globalizacin actual como un fenmeno sobredeterminado, entre cuyas principales determinaciones se destacan: por una parte, las condiciones objetivas creadas por los enormes avances tecnolgicos que permiten reducir extraordinariamente el tiempo y la distancia entre pases, comunidades y personas, y que hacen este proceso de alguna manera irreversible, y por otra, las nuevas modalidades que adoptan las relaciones sociales capitalistas de produccin en las que estos avances estn hoy insertos. Son estas relaciones las principales fuerzas impulsoras y orientadoras de los cambios que se dan en la actualidad en el mbito mundial.Diferenciar entre ambos aspectos nos permite, por una parte, definir la globalizacin realmente existente como globalizacin neoliberal, porque lo que ha determinado hasta ahora su ritmo y su rumbo son las relaciones capitalistas bajo su forma hegemnica actual: el neoliberalismo; y, por otra, imaginar que puede existir una globalizacin que no sea capitalista, que aprovechando los avances tecnolgicos los ponga al servicio de la humanidad y no de unas cuantas empresas transnacionales.Cul debe ser entonces la actitud de la izquierda ante la globalizacin? Criticar el fenmeno de la globalizacin en s mismo o criticar el carcter capitalista de la globalizacin actual y plantearse una globalizacin diferente partiendo de los adelantos cientficos y tecnolgicos logrados por el desarrollo actual del capitalismo? Pienso que la posicin correcta es esta ltima. De la misma manera en que Marx pens que la mquinaherramienta caracterstica de la revolucin industrial no era negativa en s misma, que poda ser un instrumento para hacer ms efectiva la explotacin del hombre o un instrumento para su liberacin, dependiendo de cul fuese el carcter del proceso de produccin en el que sta se insertase, lo mismo ocurre con el fenmeno de la globalizacin.Considero, por lo tanto, que la globalizacin neoliberal no es la nica posible; que podemos concebir diferentes tipos de globalizacin, desde una globalizacin con neofascismo hasta una globalizacin solidaria como la que plantean Fidel Castro[39]y el Papa Juan Pablo II.Coincido con Andr Gorz en que rechazar la globalizacin, pretender resistir nacionalmente, conduce implacablemente a capitular frente a esa globalizacin. No es contra la globalizacin que hay que luchar tratando de sustraerse de ella; hay que luchar dentro de la globalizacin en curso por una globalizacin diferente. La resistencia al capital transnacional no puede ser sino ella misma transnacional; la resistencia a los actores de esta globalizacin exige ante todo actores de otra globalizacin, a partir de una visin, una solidaridad, un proyecto de civilizacin planetaria.[40]El desafo de la izquierda es elaborar un proyecto humanista alternativo de globalizacin que est acorde con unaperspectiva socialista, y trabajar por construir en cada pas una poderosa fuerza social antisistema que la haga posible.

[1]El capital deca Marx (...) debe tender (...) a conquistar toda la tierra como su mercado (...) a reducir a un mnimo de tiempo (...) el movimiento de un lugar a otro. (Marx, Karl,El capital, tomo I, vol. 2, libro primero, El proceso de produccin del capital. Siglo XXI, Mxico, 1975, pg. 31).[2]El trmino mundializacin refiere a una filiacin con la teora francesa de la internacionalizacin del capital, pero corresponde exactamente a la sustancia del trmino anglosajnglobalization(Chesnais, Franois,La mondialisation du capital. Pars, Syros, 9 ed., 1997, pgs. 23-25).[3]Especialmente en Europa (Chesnais, Franois, Notas para una caracterizacin del capitalismo a fines del siglo XX, en revistaHerramientaN 1. Buenos Aires, agosto 1996, pg. 20).[4]Robinson, William I., Un estudio de caso sobre el proceso de globalizacin en el tercer mundo: una agenda transnacional en Nicaragua, en revistaPensamiento propioN 3. Managua, eneroabril, 1997, pg. 200). Ver tambin Agacino, Rafael,La anatoma de la globalizacin y de la integracin econmica. Santiago de Chile, 17 de abril, 1997, pg. 9, y Ianni, Octavio,Teoras de la globalizacin. Mxico, Siglo XXI, 1996, pgs. 31-43.[5]Drucker, Peter,La sociedad postcapitalista. Bogot, Norma, 1994, pgs. 117.[6]Therborn, Gran, La crisis y el futuro del capitalismo, en varios,La trama del neoliberalismo. Mercado, crisis y exclusin social. Buenos Aires, Oficina de publicaciones del CBC (UBA), 1997, pg. 36.[7]Ramonet, Ignacio, en la transcripcin del seminario Comunicacin, nuevas tecnologas y sociedad, en el XX Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. La Habana, 6 de diciembre de 1998, y enUn mundo sin rumbo (crisis de fin de siglo).Madrid, Debate, 1997.[8]Amin, Samir,Los desafos de la mundializacin. Mxico, Siglo XXI Centro de Investigaciones Interdisciplinarias, 1997, pg.149. Sobre este tema ver, del mismo autor,La gestion capitaliste de la crise. Pars, LHarmattan, 1995.[9]Chomsky, Noam, La ltima desaparicin de las fronteras, entrevista realizada por Jim Cason y David Brooks, en el peridicoMasiosare, Washington, febrero de 1998.[10]No debe subestimarse la capacidad de los estados capitalistas para inyectar masivamente liquidez monetaria, cada vez que es necesario salvar de la bancarrota una parte del sistema financiero. En el curso de los ltimos diez aos, los Estados Unidos y su Reserva Federal (FED), que se ocupa de la supervisin del sistema financiero, intervinieron varias veces a gran escala para frenar una desvalorizacin masiva del capital ficticio: intervencin en Wall Street para salvar de la bancarrota a una institucin financiera importante en octubre de 1987, las cajas de ahorro privadas en 198991, o incluso a otro Estado dependiente cuya inminente quiebra poda tener efectos en cadena sobre el sistema del conjunto financiero: Mxico en 1982 y sobre todo en 199495.[11]Chossudovsky, Michel, Guerra financiera, conferencia en la Universidad de Ottawa, 21 de septiembre de 1998, pgs. 23.[12]Subcomandante Marcos, Siete piezas sueltas para construir con otras el rompecabezas del neoliberalismo, enLe monde diplomatique, agosto y septiembre de 1997.[13]Chomsky, Noam, La sociedad global, enGlobalizacin, exclusin y democracia en Amrica Latina. Mxico, Contrapuntos / Joaqun Mortiz, 1997, pg. 13. Manuel Castells afirma: Las multinacionales japonesas han sido plenamente respaldadas por el gobierno japons y han mantenido sus principales activos financieros y tecnolgicos en su pas. Las (...) europeas han sido objeto del apoyo sistemtico de sus gobiernos, as como de la Unin Europea, tanto en tecnologa como en proteccin de mercado. Las (...) alemanas (por ejemplo, Volkswagen) han desinvertido en los pases de Europa Occidental para emprender arriesgadas inversiones en Alemania Oriental, con objeto de cumplir el ideal nacional alemn de la unificacin. Las (...) estadounidenses (por ejemplo, IBM) han seguido las instrucciones de su gobierno, a veces con resistencia, cuando hubo que retener la tecnologa o restringir el comercio con pases enfrentados con la poltica exterior estadounidense. En correspondencia, el gobierno ha apoyado proyectos tecnolgicos para las empresas estadounidenses (...). (Castells, Manuel,La era de la informacin. Madrid, Alianza, 1997, pgs. 125-126).[14]Para Robert Cox, por ejemplo, el Estado nacional se ha transformado en una mera correa de transmisin de la economa global a la economa nacional (citado en Panitch, Leo,Globalization and the state. Mxico, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Humanidades, UNAM, 1994, pgs. 28-29).[15]Panitch, Leo, op. cit., pgs. 3435.[16]Robinson, William I.,North American free trade as if democracy mattered. Ottawa, Canadian Centre for Policy Alternatives, 1993 (citado por Panitch, Leo, op. cit., pg. 93). Segn Panitch, Robinson ha hecho uno de los mejores anlisis de este tratado. El autor sostiene que los acuerdos comerciales internacionales como el TLC no slo prohben la discriminacin entre corporaciones nacionales y de propiedad extranjera (sino que tambin) crean nuevos derechos corporativos de propiedad privada, posedos por inversionista nacionales y extranjeros (...) (op. cit., pg. 93).[17]Panitch, Leo, op. cit., pg. 94.[18]Ramonet, Ignacio,Un mundo sin rumbo (crisis de fin de siglo). Madrid, Debate, 1997, pg. 66.[19]Amin, Samir, El futuro de la polarizacin global, en revistaNueva sociedad, N 132, julioagosto 1994, pgs. 120122. Estos cinco monopolios, tomados como un todo, definen el marco dentro del cual opera la ley del valor globalizado. La ley del valor es la expresin condensada de todas esas condiciones (y no) la expresin de una racionalidad econmica objetivamente pura (...).[20]ste es el nico pas que puede bajar la tasa de paridad de la moneda y por lo tanto, jugar a fondo el juego de ladevaluacin competitiva sin sufrir de inmediato la sancin de los mercados, debido a la dimensin y seguridad de su deuda pblica (40% de la deuda mundial), as como del papel que juega el dlar en el comercio y reservas mundiales. (Chesnais, Franois,La mondialisation..., op. cit., pg. 36).[21]Un 20% de la poblacin controla y percibe el 83% de las riquezas y un 60% sobrevive con un 7% (...) (Gallardo, Helio, Amrica Latina en la dcada de los noventa, en revistaPasos, N 59, San Jos de Costa Rica, mayojunio 1995, pgs. 1922).[22]Datos deLe monde diplomatique, 17 de julio de 1996, en Ramonet, I,Un mundo sin rumbo..., op. cit., pg.246.[23]Un estudio estadstico en el que estempeado este autor demuestra que en los cuatro aos comprendidos entre 1992 y 1995 esta transferencia triplic la correspondiente al perodo que va de 1972 a 1981, y es superior a la de cualquiera de los quinquenios precedentes (Gonzlez Casanova, Pablo, La explotacin global, Mxico, mimeo, abril 1998, pg. 20).[24]Sobre este tema ver Samir Amin, Conclusin. El debate sobre la mundializacin, en Amin, Samir y Gonzlez Casanova, Pablo,La nueva organizacin capitalista mundial vista desde el sur. I. Mundializacin y acumulacin. Barcelona, Anthropos, 1995, pgs. 367390.[25]Segn Hinkelammert, el Primer Mundo se ve hoy ms bien como un gran archipilago que aparece por todos lados, pero que surge en un mar circundante de espacios que ya no se pueden integrar ni econmica ni socialmente. Pese a que este archipilago todava est ubicado sobre todo en el norte, la relacin no se puede entender ms como una relacin nortesur. S se la puede marcar en el sentido de una exclusin (Hinkelammert, Franz, El huracn de la globalizacin: la exclusin y la destruccin del medio ambiente vistos desde la teora de la dependencia, en revistaPasosN 69, San Jos de Costa Rica, enerofebrero 1997, pg. 23).[26]Por todas partes se extiende el paro y el subempleo, se bloquean los salarios y los presupuestos sociales son reducidos drsticamente en nombre de la sacrosanta competitividad. Las desigualdades no dejan de crecer hasta tal punto que algunos estados europeos se avienen a aceptar una especie de tercermundializacin de sus sociedades (...) En el Reino Unido las desigualdades entre ricos y pobres son las ms grandes del mundo occidental (...). En menos de quince aos se ha construido una sociedad de rentistas, redoblada por una sociedad de asistidos (...) (Ramonet, I.,Un mundo sin rumbo...,op. cit., pg. 83).[27]M. Castells, la era de la informacin..., op. cit , pgs. 129130.[28]El investigador chileno resume las conclusiones de estos anlisis: la transformacin actual del mundo no tiene precedentes, su base es la llegada al mercado del trabajo y consumo capitalista de miles de millones de nuevos ciudadanos, libres de ataduras agrarias e ignorancia; ello, unido a la revolucin de las comunicaciones, trastoca de una manera inimaginada la produccin y los mercados, aumenta de manera increble el valor producido en el mundo y las ganancias del capital, el cual correa ordear esta gallina de millones de huevos de oro. Los obreros de los pases desarrollados, en cambio, no podrn seguir viviendo como hasta ahora, relativamente hablando. Es un escenario, para esos analistas, telrico, desbordante de oportunidades y plagado de peligros (Riesco, Manuel,Carta a Miguel, octubre de 1998).[29]Esta elite transnacional, que se hizo hegemnica entre 1970 y 1980, tiene contingentes locales en cada pas del sur, en una nueva casta de elites de la nueva derecha tecncrata en Amrica Latina, frica y Asia, lo que los economistas Osvaldo Sunkel y Edmundo Fuenzalida llaman semillas transnacionales (a veces denominada burguesa modernizante) y que estn supervisando procesos extensivos de reestructuracin social y econmica (Robinson, W. I., Un estudio de caso..., op. cit., pg. 120).[30]Chesnais, F., Notas para una caracterizacin..., op. cit., pg. 38.[31]Datos de C. Serfati, citado por F. Chesnais,La mondialisation..., op. cit., pg. 251.[32]Segn estadsticas aportadas por la Comisin Europea, el total de desempleados de los quince pases que integran la Unin Europea era de 17,9 millones de personas en 1997, pasando los desempleados de largo plazo del 43,5% de los desempleados en 1991 al 49% en 1997. Por otra parte, las cifras de desempleo aumentaron de un 2,2% en la dcada de los setenta a un 10,7% en 1997, registrndose las mayores tasas de aumento del desempleo en Espaa, Alemania, Francia e Italia. Por otra parte, el proceso de precarizacin del empleo que se extiende cada vez ms se ve facilitado por varios factores entre los cuales se encuentran:a)la gran cantidad de trabajadores desempleados o subempleados dispuestos a trabajar,b)la presencia de un amplio contingente de trabajadores inmigrantes procedentes del mundo subdesarrollado, a los cuales, en el caso de los pases europeos, se suman los de los ex pases socialistas de Europa central y oriental, yc)el superior nivel que se ha logrado en la fragmentacin de los procesos productivos debido a los adelantos cientficotcnicos, lo cual permite la incorporacin del trabajo femenino y ha posibilitado una mayor utilizacin del trabajo de subcontratacin en empresas medianas y pequeas, as como un renacer del trabajo a domicilio. Y lo contrastante es que todo esto se produce mientras la rentabilidad del capital se recupera en forma sostenida en el conjunto de los pases de la Unin Europea. (Bar, Silvio, Impactos socioeconmicos de la globalizacin en los pases de la Unin Europea, mimeo, 7 de diciembre de 1997). El autor seala que las cifras utilizadas fueron extradas de European Commission:EC Economic data pocket book, N 5/98. Office des publications des communauts europeenes, 1998. Por su parte la Oficina de Estadsticas de la Comunidad Europea, usando lo que denomina tasa armonizada de desempleo, revela que el desempleo ha descendido algo en lo que va del ao 1998 (se habla de agosto) con respecto a 1997, pero se trata de cifras tan mnimas que en absoluto resuelven uno de los problemas ms graves del Viejo Continente.[33]La demanda de consumo est limitada a aproximadamente un 15% de la poblacin mundial, confinada ampliamente en los pases ricos de la OCDE (Chossudovsky, M.,The globalization of poverty: the impacts of IMF and World Bank reforms. Penang, Third World Network, 1997, pg. 76).[34]Esta operacin, limitada inicialmente a algunos pases del sudeste asitico: Hong Kong, Singapur, Taiwn y Corea del Sur, se extiende luego a una gran cantidad de otros pases. (Chossudovsky, ibdem, pg. 75).[35]Samir Amin, Introduccin. Mundializacin y acumulacin capitalista, en S. Amin y Gonzlez Casanova, P.,La nueva organizacin..., op. cit., pg. 43. El autor sostiene que en las periferias industrializadas de Amrica Latina, de Asia oriental (comunista y capitalista) y de los pases del ex mundo sovitico, segmentos del sistema productivo ya son o pueden volverse competitivos, en el sentido dado a este trmino. Aqu existe el ejrcito activo y su progresin puede seguir. Pero nunca podr en el horizonte visible, por lejano que sea absorber la reserva de las economas rurales e informales; y ello porque la competitividad exige hoy por hoy tcnicas de produccin que vuelven imposible esta absorcin, y porque la vlvula de escape de la emigracin masiva ha dejado de existir. En las periferias no industrializadas y/o competitivas de frica y el mundo rabe, la situacin es ms extrema an: el ejrcito activo es aqu prcticamente inexistente, toda la nacin o casi toda constituye una reserva a escala mundial (pg. 46).[36]Chossudovsky, ibdem, pg. 34 (resaltado por Marta Harnecker).[37]Chossudovsky, ibdem, pg. 38.[38]Chossudovsky, ibdem, pg. 26.[39]Castro, Fidel,Globalizacin neoliberal y crisis econmica actual (discursos y declaraciones mayo de 1998enero 1999). La Habana, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 1999, ySobre la globalizacin neoliberal y otros temas. La Habana, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 1998.[40]Gorz, Andr,Misres du present. Richesse du posible. Pars, Galileo, 1997, pgs. 3132. Se ha traducido el trmino francsmondialisationcomo globalizacin, ya que en espaol mundializacin y globalizacin son sinnimos.Revista Herramienta N 18