marquesa de pitimini doña eulalia, vii marquesa de ... · 50x70 cm) duende mi hermano mayor ahora...
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MARQUESA DE PITIMINI
Doña Eulalia, VII Marquesa de Pitimini muchas veces se veía en
situaciones difíciles, pero jamás perdía su compostura.
El retratista de la corte consiguió plasmar su altiva pose, pero
también su mirada inteligente y su ligera sonrisa. Ella jamás reía
abiertamente en una carcajada sonora, eso hubiera sido
considerado una grosería que alguien como Eulalia nunca
cometería. Su sonrisa era sutil pero siempre estaba ahí para
todos, nobles y plebeyos.
Su voz suave y cálida llegaba al corazón. Doña Eulalia cuidaba de
los detalles, y siempre tenía detalles con todos aquellos que le
rodeaban.
Todos en la región, los que la conocieron y los que no, aseguran
que nunca hubo otra Marquesa de Pitimini tan buena como
Doña Eulalia.
Óleo sobre lienzo (6F 41x33 cm)
TENDIDOS
Ya nos ha vuelto a pasar, jo! siempre nos pasa igual.
Cuando gateamos por la cocina mientras mamá guisa, a veces
nos gusta jugar al escondite, es divertido y mamá se pone a dar
vueltas como loca cuando no nos encuentra.
Nuestro lugar preferido es el cesto de la ropa, huele tan bien
recién sacada de la lavadora y además está todo tan blandito que
incluso nos olvidamos y nos quedamos allí dormidos.
Pero claro, cuando despertamos estamos bailando con el viento
que nos mece de un lado a otro en la cuerda de tender…
¡Definitivamente la abuelita ya no tiene bien la vista!
Óleo sobre lienzo (6F 41x33 cm)
PRINCESA DEL GUISANTE
¡Otra vez a la cama sin cenar!
¿De qué sirve ser una princesa si siempre estás castigada?
Y para colmo… ¿a qué mente retorcida se le ocurre fastidiar mi
sueño poniendo un molesto guisante entre mis mullidos
colchones?
Óleo y puntilla sobre lienzo (20M aprox. 50x70 cm)
DUENDE
Mi hermano mayor ahora dice que todo lo que me conto sólo fue
una broma. Que realmente no existen. Que quiso tomarme el
pelo para al menos pasarlo bien mientras tenía que cuidarme.
Porque él no quería llevarme a la acampada y tener que estar
todo el fin de semana conmigo, realmente lo que quería era
pasar más tiempo con Claudia.
Todavía sigue enfadado porque pasaron varias horas
buscándome en el bosque.
Pero diga lo que diga mi hermano, yo lo vi.
Y ¡claro que existen!
Óleo sobre lienzo (20M aprox. 50x70 cm)
HADA DE LOS DIENTES
No es la primera vez que pasa algo así.
Aun recuerdo el día que llegó el gordo con su traje rojo y sus
renos. No pudieron con él, y eso que eran tres…
Y aquí estoy yo, ahora ha llegado mi turno, un pequeño ratón
solo ante tanto glamur, tanta dulzura,… esa sonrisa con tutú…
Ha comenzado la encarnizada lucha. ¿Lucha? ¿Quién quiere
luchar contra ella? ¡Es taaaaaan mona!
Aix! Tendré que hacerle un sitio y trasladarme al despacho del
fondo.
Óleo y purpurina sobre lienzo (6P 27x41 cm)
CANTANDO BAJO LA LLUVIA
Laura bajó corriendo por las escaleras de su casa, no pensaba en otra cosa que en jugar con todas sus amigas. Hacia frio y había comenzado a llover levemente, pero a ella le daba igual, quería estrenar su nuevo gorro, ese tan bonito que su abuela había cosido a juego con su bufanda. Era un gorro suave como un osito de peluche y tenía una gran borla en la parte superior que danzaba con el ritmo de su caminar. Sus amigas la recibieron con un fuerte abrazo y sin decir una sola palabra, comenzaron a jugar a su juego preferido. Al rato la lluvia comenzó a caer con más fuerza y Laura emocionada sacó su paraguas y no pudo evitar cantar, cantar con todas sus fuerzas para que toda la ciudad la escuchara, como en la peli favorita de papa aunque ella no supiera esa canción… aunque ella no tuviera farola… Que llueva, que llueva…. la virgen de la cueva…los pajaritos cantan… las nubes se levantan…
Óleo sobre lienzo (6P 27x41 cm)
CASTILLO
Las tardes jugando al escondite en el ala este y el pilla-pilla en el
jardín ya no le interesan.
Hace días me llamó pequeñajo.
Está cambiando la decoración de su cuarto y ha regalado su
muñeca a la hija del cocinero.
Se mira en el espejo y se pasa horas, ni siquiera se da cuenta de
que la observo.
Dice que Rodrigo es guapo… ¿guapo? Puede que sea fuerte y
desde luego muy valiente, él sólo sale a cabalgar por el bosque.
Pero… ¿guapo? ¡Vaya tontería!
Creo que a Irene le pasa algo.
Óleo sobre lienzo ( 50x50 cm)
THE TEA TIME
Me gusta leer historias de esas que te hacen viajar al otro lado
del espejo.
Me gusta el campo, descansar bajo un árbol, los animales
blanditos.
Me gustan los dulces, los pasteles, los caramelos.
Me gusta ponerme vestidos que me hagan parecer una princesa
de cuento a los ojos de las niñas.
Me gusta peinarme y verme guapa.
Me gusta olvidarme del tiempo y paro todos los relojes
marcando siempre la misma hora… ¡La hora del té!
Óleo sobre lienzo ( 50x50 cm)
FRANKY AND MARY
Franky es un chico casi normal, con la mirada de Brad Pitt, el
descaro de Johnny Depp, la elegancia de George Clooney, la
sonrisa de Orlando Bloom,…
Pero cuando Franky está con Maria, él se transforma, porque
ella hace que saque su verdadero yo.
Y entonces su alma y todo su ser se hacen pedacitos por su amor.
Óleo sobre lienzo (40x40 cm)
TIOVIVO
Julio de 1834. Una epidemia de cólera asola Madrid.
Una de las víctimas fue Esteban Fernández, que se ganaba la vida con un aparato giratorio de los llamados “caballitos” en lo que hoy es Paseo de las Delicias. Su familia sacó al muerto y en fúnebre cortejo se dirigían hacia el cementerio, cuando de pronto, el que creían cadáver, incorporándose bruscamente, empezó a gritar: -¡Estoy vivo! ¡Estoy vivo! Desde aquel día, el tío Esteban despareció para pasar a ser el Tío Vivo; y cuando el cólera se calmó y volvió a pensarse en diversiones, al reaparecer en el paseo de las Delicias el aparato de los caballitos y las barquitas de madera, los habituales parroquianos del tío Esteban le saludaron como el Tío Vivo. Al principio esto disgustaba al buen hombre; pero al fin se acostumbró y olvidando él mismo su verdadero nombre de pila, se oyó llamar con complacencia Tío Vivo, legando este nombre a sus hijos y descendientes. Desde entonces el aparato de diversión llamado los caballitos tomó el nombre de los caballitos del Tío Vivo. Andando el tiempo se le llamó solamente el Tío Vivo. Hasta que se generalizó la denominación y la Real Academia incluyó en su Diccionario la palabra “tiovivo”: “Aparato giratorio con asientos de varias formas dispuestos en círculo, que sirve de recreo en las ferias y fiestas populares.” Costumbres populares. Cuadros de color (Madrid, 1880) de Sofía Tartilán.
Óleo sobre lienzo (40x40 cm)
PATOS, PATOS, PATOS
Cuando ella sale de casa, todos comienzan a revolotear nerviosos
por cada rincón de la habitación.
Les gusta ver como sale por el portal, admirar como camina lenta
y distraída a lo largo de la calle.
Y allí se quedan todos apelotonados en el gran ventanal,
peleándose por estar los primeros y simplemente esperando a
que ella aparezca de nuevo por la esquina.
Óleo sobre lienzo (40M 100x65 cm)
BAILARINA
Después de hacer 50 marionetas iguales ya estaba aburrido e
hizo a Pinocho, lo mismo pasó conmigo.
Cansado de haber hecho miles de bailarinas perfectas e iguales…
me hizo a mí con una dulce belleza.
Y no es por ser egocéntrica, pero todas las notas de cada canción
siempre vienen a bailar conmigo, me prefieren por ser una bella
imperfecta.
Óleo sobre lienzo (6F aprox. 30x40 cm)