marea baja, de carmen váscones

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MAREA BAJA (BREVE ANTOLOGÍA) CARMEN VÁSCONES 2011

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Marea baja, de Carmen Váscones, Ecuador.

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Page 1: Marea baja, de Carmen Váscones

MAREA BAJA(BREVE ANTOLOGÍA)

CARMEN VÁSCONES

2011

Page 2: Marea baja, de Carmen Váscones

Índice

1. La muerte un ensayo de amores 3-12

2. Con/fabulaciones 13-33

3. Memorial aun acantilado 34-45

4. Aguaje 46

Page 3: Marea baja, de Carmen Váscones

La Muerte un Ensayo de Amores

(1991)(1994)

Page 4: Marea baja, de Carmen Váscones

He venido del mar

y no de la boca de los hombres

que engendraron mis hijos

con la brutalidad de sus gestos

Han enterrado mi presencia

no sé quién soy

Regreso a la ternura de la ola.

Page 5: Marea baja, de Carmen Váscones

Quien ha visto llanto al mar

cuando sueña el naufragio

Quién ha visto sollozar al mar

tras la roca

Quien ha visto lágrimas al mar

para dar de beber al navegante

Quién ha visto llover al mar

junto al ahogo del amante

Quién ha visto salivar al mar

la piel de sus dios

Quién ha visto sudar al mar

la posesión de su cantor

Quién ha visto traicionar al mar

ante la mirada de otro espejo

Quién ha oído al mar

La perpetua orgía de su voz.

Page 6: Marea baja, de Carmen Váscones

Refugiado el crepúsculo en los rezagos de la duda

los garabatos del sueño se apropian de la forma

La autora recoge el telón

A un lado la foto del mar

donde la gaviota ignora su espectáculo

Imagino su muerte

Golpea la necedad en el vaivén de su fin

agarro su vuelo su aliento sus ojos mortales

sólo un grito queda

lentamente cae

sus alas envolviéndome

mi tempestad no acaba

un punto descendió más allá de toda espera

el último movimiento se desprende de su cuerpo

siento reventar la ola en mi vientre

El candil consumió la luz

el mar no devuelve la vida

Siglos de pasión advienen al hombre

Page 7: Marea baja, de Carmen Váscones

Goza ilusiones de posesión

encadenado al regreso temporal

el dolor y la ternura por el resto de sus días

Perezco en el dibujo

me dejo llevar por el principio

Debuto en la madriguera de la ficción

única espectadora.

Page 8: Marea baja, de Carmen Váscones

Jamás me postergaré al olvido

mis palabras proseguirán el acto

mi persecución será improbable

mi muerte me protegerá

mi humor la convicción y la armonía

Ante esto no me retracto.

Page 9: Marea baja, de Carmen Váscones

Demasiados espejos

tienen las palabras

para encontrar un descanso

demasiado lugar aspira la duda

para entrar al reloj

demasiada razón pide la muerte

para dirigir la vigilia

No puede concluir el recorrido

no puede lapidar el espacio

no puede ordenar la historia

Sólo soy de mí una metáfora.

Page 10: Marea baja, de Carmen Váscones

Siempre las diferentes estaciones

partidarias de los muertos

la ceremonia del placer una experiencia extraña

residuos de sensatez y absurdos circunscritos a la arena

la monotonía de los días deliberados en el cuerpo

la convicción una anatomía de féretros hacinados en el paso

El principio agoniza ante todo deseo pagano

posesiones mitigadas en la leyenda

entre los hombres aniquilan el encuentro de los dioses

el amor secunda sueños suspendidos en el mar

fantasma fornicador de toda vida

Las comisuras del alba arremolinan vestigios

el orificio de la palabra desata los nudos de la quimera

¿La forma humana se la revela o se la oculta?

¿quién se conforma con nacer una sola vez?

¿quién huye a su sombra?

¿a quién le ha golpeado el sueño?

¿a quién le ha dolido la palabra más que a ella misma?

¿quién comprende con humor lo nuevo de la ceniza?

Page 11: Marea baja, de Carmen Váscones

Mi padre y dios

un rasgo cercano al monólogo

mi grito una incógnita del incesto

Configuro mi nombre en la identidad con la muerte

Divago en la primicia del ilusionista

mi exclamación un resto de la infancia

-los instantes son mi posteridad-

Entregada a la confesión del cuerpo.

Page 12: Marea baja, de Carmen Váscones

Detenida en el borde del mal

significo la ternura

contienda mortal de lo divino

la atracción se lanza a conjeturas

envuelto lo intemporal al vestigio

fiel a lo diferente

atrapo eternidades insinuadas

dejo los indicios entre palabras

todo es recorrido del tiempo

atrapado en la memoria

La certeza y el veredicto los cumplo en mi cuerpo

Asisto a los actos del sueño

primicia de mi deseo

el teatro en mi ser obra su prisa

repito la escena

La muerte es un ensayo de amores.

Page 13: Marea baja, de Carmen Váscones

Con/fabulaciones

1992

Page 14: Marea baja, de Carmen Váscones

Cada sombra declina con la muerte

el alivio del rocío será cualquier lugar

¿Quién antecede y precede el descanso?

¿quién desató el universo?

¿quién atentó contra el pudor?

¿quién prolongó la risa de la bestia?

Resuena el instinto como mar

culmina la otrora

entre los nómadas del deseo

La hamaca consume fugas desmanteladas

la frecuencia abraza al insomnio

sobre la retina la vela

remata el silencio

Los desafueros un instinto acallado

el desasosiego escarba su embestida

el verbo perece en los indicativos del prisma

tras la orilla de la voz un desecho de eternidad

Entre la razón y Dios

¿Quién es espectro de quién?

El coro danza un canto que se ausenta

“no puedo escapar a mi propio retorno

Page 15: Marea baja, de Carmen Váscones

no puedo huir de mí ni con la locura”.

Page 16: Marea baja, de Carmen Váscones

El infinito yace postrado sobre el verbo

moscas alrededor de él

acorralan la declinación

antesalas de pasos arrastran los amores

un sueño rebota en el cuerpo

“soy un monstruo de ternura

engendrado en el día de la eternidad

exactamente un día antes que el mismo

día de los muertos”

La soberana pasión confirma una vez más

la disquisición del convicto

No hay descanso para los prófugos de la muerte

sus amores son como ataúd inhabitado

arrastran sus cadáveres tan igual

como sus sombras a ellos

El deseo se precipita como catarata

remienda la cruz gastada sobre los sexos

la tempestad del silencio cayó

como rayo sobre el recuerdo

talla la locura sobre la redención de la blasfemia

El dolor es un asesino encorvado

remontado al espasmo de la tierra.

Page 17: Marea baja, de Carmen Váscones

La gran piedra sostiene al profeta del fracaso

han matado al símbolo del reino

la heredad no se dará

han hecho del incesto la imagen del horror

las palabras no se sacrifican ante el espejo

solo retornan a los muertos

Han canonizado la mortalidad

el burdel de Dios

un paraíso de lujuria suspendido en la cruz

la muerte es una ramera inmortal

Hagan sus sueños una alquimia

reposen hoy la repercusión del contrabajo

pongan el anhelo sobre una pira

La ópera ha terminado su preludio

desprohija al patriarca del universo

algo ha sucedido en la rebelión del canto.

Page 18: Marea baja, de Carmen Váscones

Para cuando la ausencia te haya devorado con ausencia

no hables de sentimientos

habítalos

sé el movimiento

desde el otro lado tu propio acontecimiento

no ahogues la elección del espectador

la confesión está huyendo de su única máscara

la muerte está echada en el centro puntual de la vida

Conjetura al otro

mientras poseas la nada

la palabra impedirá tu suicidio volver al espejo

estás en la pupila de cada quien

tu padre nunca coronará tu nombre

de lo único que no te privarán es de tu muerte

acicala la brevedad del mar

otra ocasión para el asesinato

morirás en uno de los días que naciste

comparsa la huella

mortalmente tierna asienta su pisada

el cuerpo axioma la indolencia

desfallece

entre tanta herejía los arrobamientos

la tormenta apergaminada se extingue sobre el océano

el verso se adentra como ficción de verano.

Page 19: Marea baja, de Carmen Váscones

Una mirada enlaza otro paréntesis

“qué soy cuando ya eres un muerto

en el cementerio del recuerdo”

emigrante del miedo no puedes combatir el desierto

el anhelo un cadáver que acompaña a las palabras

la angustia descansa sobre alguien

el círculo ha dejado de oprimir

ya no está aglutinada la circunstancia a la retina

Mi muerte me advierte de mi muerte

mis ojos la han mirado

cuando ella ha mirado los míos

¿quién vigila a quién?

¿quién acecha a quién?

¿dónde nos equivocamos?

¿Cuál es el desnudo que nos une?

la muerte una metáfora erótica

cada cual la vive.

Page 20: Marea baja, de Carmen Váscones

Has de tus días una fiesta

celebra tu muerte cada día

cada aurora marca el anhelo

canoniza al cargador de la clepsidra

él embarcará tus restos

los dejará junto al arpa

las cuerdas desprenderán la canción de la eternidad

la alegría envolverá al cadáver

cada uno es su último acontecimiento

bailen y beban mientras se acompañan

Alumbren la eternidad

denle paso a la ausencia

la poseedora de cada cuerpo circunstancial

una canasta de rosas acompaña el silencio

Toda muerte es una fiesta inmemorial

las danzas aproximan todos los instantes del extinto

la tumba conjura el espanto y la alegría

una anciana envuelve el porvenir

un resto de vela deja asomar los restos de la grávida

un sonido se inscribe en el mar

“que solo te deslumbre la desilusión”.

Page 21: Marea baja, de Carmen Váscones

Eres un resto

constante de la nada

juego de aboliciones

fulguración de herejías

aporía irrefutable

trasgresor de certezas

epígrafe en cada amor

A ti te digo esto

mientras tengas óvulos mueran ellos

mas no tú

Haz del síntoma tu salida.

Page 22: Marea baja, de Carmen Váscones

Hicieron de mi cuerpo

conventos de sueños

confesionario de sensualidad

cáliz sexual

hostia mortal

oración de placer

biblia del orgasmo

apóstol de deseo

pecador inconfeso

falta en pensamiento

palabra y obra

principio de creación

verbo no prohibido

voluntad profana

éxodo de otro éxodo

salmo de historias

cantar de los deseos.

Page 23: Marea baja, de Carmen Váscones

¿Cuántas veces has muerto en la idea?

¿cuántas veces has caminado en la agonía?

¿cuántas veces has recobrado el sentido?

¿cuántas veces has sido los otros?

¿cuántas veces ninguno?

Inaudito Uno

orgasmas

inventas

hablas

Jamás ha salido de ti

tampoco ha entrado

Un punto rodea

la constelación del fuete

modulaciones esculpidas quedan

en cada rubor

en cada ensayo

en cada arrobamiento

en cada sonata

Desoculta las combinaciones

de la hora interior

desemboca el vértigo

lujurias de dolor y soledad

Page 24: Marea baja, de Carmen Váscones

la región inestable de lo mismo.

La historia inventó mi muerte

atrapó mi cuerpo

más no escribió sobre él

cerrado el movimiento

advengo a la escala

la luz encerrada en mi sombra

Quebrada la intermitencia

erguido el primogénito

óleo a su nombre

actor de su esperma

En boca de su hija la soledad

olor a café pasado

aquel mira las últimas tardes

la ceniza envuelve su enigma

el trombón recogió lo categórico

acumuló los contrabajos

el cigarro sostiene la filiación de su ternura

encontrada entre las rejas de la ciudad

La querencia una recriminación más

entre sus ausencias

una joroba deja ver su sombra

su sueño parece asta del infinito

Page 25: Marea baja, de Carmen Váscones

una tempestad de infamia quiso ahogar su voz

una guerra abrió cauce al arroyo filial

coronó la desembocadura

El trueno anuncia otra población

el comienzo un término extinto

cayendo sobre el río

el rayo rasgó el escudo de la generación

empezaron la primeras muertes

Todos serán sombras del infinito por un instante.

Page 26: Marea baja, de Carmen Váscones

Mi padre parece el sueño de un roble erguido

sobre el bastión de su leyenda

tantas veces he visto

su barbilla hundida en la ventana

tan igual a los años en su bastón

Cuantas veces lo he mirado desde lejos

el autobús pasa justo en su calle

su casa remonta lagunas de una cuna

tan igual a su silencio y risa

Siempre tengo la sensación

que vive el sobrecogimiento interior

de un pueblo

su generación que apellida

pareciera encerrada

en la hacienda y las fatigas del abuelo

que jamás volvió a pisar una ciudad

La tercera generación rasgó

la línea de los primogénitos

ninguno devolvió

a la escritura su imagen

tampoco redimieron

el libro de las filiaciones

Page 27: Marea baja, de Carmen Váscones

A la cuarta generación le tocó

navegar el incesto

estacionado en un cantón

Nada puedo añadir a él

habita el enigma de su nombre

mi lugar una generación del pase

Las madres iniciaron la jornada del atajo

la hechura del sueño se abrió

como sexo pariendo

el Dios de mi padre

se parece tanto a una mujer extraña

Buscan los descendientes su imagen

entre los huéspedes de esta quimera

Sus amores vividos

han fecundado

el útero de la muerte

Sus hijos son la generación del desenlace

La infancia arrancó a otro distrito

otros golpes acaecieron a los herederos

el padre concluyó su imperativo

Page 28: Marea baja, de Carmen Váscones

¿En cuál cementerio reposará

el nombre del principio

que engendró el génesis del símbolo?

Consumado el asentamiento del linaje

el antepasado desistió

canceló una deuda que no era suya

Dejó de estar atrapado sobre

el terreno de las conmemoraciones

el designio del fulgor

de uno en uno los mortales

impulsan la embestida

de sus atestiguamientos

nupcias a la vida

palabra y muerte

Los convivientes del otro orden

se dan citas precipitadas al finito

pactan nuevas sangres

Aliadas las filiaciones a los lugares

de otros orígenes

La estancia está vacía

En el libro del escudo

Page 29: Marea baja, de Carmen Váscones

yacen incrustados los iniciadores

y entre ellos está aquel

que se pregunta

¿quién ere su amante

acaso la muerte?

El suscrito soltó los restos

coronó la muerte con amores

Prefijos de olvidos exhalan

el drama de una alianza.

Page 30: Marea baja, de Carmen Váscones

Nunca más volverás a ocultarte al espejo

en tu nombre se radicó la huella

persuadiste a los mortales se alejen

¿Quién no ha asesinado alguna vez a Dios?

¿quién no ha estrellado el odio

ante el gestor de sus días?

¿quién se ha visto en los pasadizos

del surtidor cuando recuerda algo?

¿quién ha alternado entre estanques y escondites?

¿a quién el paso le quemó un año de su infancia?

¿quién ha sentido en la garganta una guerra tan precisa?

¿quién ha sentido la crueldad acrecentarse en el silencio?

¿quién ha sentido romper el chasquido de la furia en su cuerpo?

¿quién se ha despertado en la madrugada con llantos del sueño?

¿quién ha visto el placer del golpe quedado en el gesto?

Alguien ha quedado en ti como sollozo perdido en marzo

el tercer día de cada año te recuerda a ti

El mar estampó su grito

diente de vela la cornisa del maullidohadas de la noche para los desaparecidos

la oscuridad soporta la corona del tiempo

la eternidad parece un ruido de carro

una pintura deja ver vidrios incrustados

los desmantelamientos del tímpano agarran rasgos

Page 31: Marea baja, de Carmen Váscones

El viento revuelca los extramuros del crustáceo

los ojos de la península parecen signos

de algo perdido entre ermitas y lienzos

la cólera se desvanece sobre un café y números empolvados

el sitio perece sobre los ángulos del tobillo

y del espóndilo escondido en una corriente

El arpón no pudo con el rocío

toda vida desemboca en oposición al río

todo interior la profundidad del mar

su intimidad marca la orilla de otra intimidad

jamás la palabra será el confinamiento de otra palabra

el alcatraz tras el escollo del silencio

el percebe pica los retornos

la tercera persona muere en el otro

¿Cuál tiempo revierte el cuerpo?

¿quién lo ha habitado?

¿por qué la muerte se ha convertido en pleito de amor?

¿por qué el río no aprieta los sentimientos?

¿qué conlleva la historia además del enterrador?

¿dónde está el designio estrujado en la infancia?

¿por qué la pregunta no aquieta la angustia?

¿qué perece en cada nacimiento?

Los ojos acechan sus últimos descansos

la marea baja

Page 32: Marea baja, de Carmen Váscones

hay que volver hacia algún lugar.

¿Dónde está la constancia del grito?

¿dónde la inocencia se escabulle?

¿dónde el horror?

¿dónde está la primera palabra?

¿dónde nació el primer recuerdo?

¿dónde está el espejo del júbilo?

¿por qué los ojos de mi madre me persiguen?

¿por qué los míos la persiguen?

¿en qué juego ensayé mi crimen?

¿acaso en el beso filial?

¿quizás en la muñeca?

¿o en el sentimiento parecido al odio

donde no dejas de estar junto a tus sueños

donde has muerto tantas veces?

Soy el veredicto

alucino la escala del deseo

envuelvo al sometimiento

hago de mi palabra una mujer

a cada instante

la inhabitable muerte y vida juntas

nunca descansarán

así lo quiso el gran deseo

un minuto de palabra eternamente

He inaugurado las metáforas

Page 33: Marea baja, de Carmen Váscones

no tengo memoria

solo palabras.

Page 34: Marea baja, de Carmen Váscones

Memorial Aun Acantilado

1994

Page 35: Marea baja, de Carmen Váscones

El cielo la tierra

un mismo instante

un solo espacio

uno solo

tú.

Page 36: Marea baja, de Carmen Váscones

Uno dijo a dos

¿por qué después?

Dos dijo a uno

¿quién antes?

Page 37: Marea baja, de Carmen Váscones

¿Cueva de mi existencia

te comunicas acaso

con el tragaluz del sueño?

Fantasmagórica voz vacía

siento tu muerte escurridiza.

Page 38: Marea baja, de Carmen Váscones

Ninguna palabra predice vacíos

el ocaso del ideal una tertulia del tiempo

Pico de búho atrapa emblema de barro

lentamente hunde fuente del llanto

aprisiona la nada entre sus muslos

Una bandada deja caer

de una en una

sus guías

Luz aúna evaporaciones esparcidas entre ritos

enlaza el abismo al nombre

Un anhelo curva tras el cansancio

Catacumba alberga honda imaginaria

tachonada por hilandera.

Page 39: Marea baja, de Carmen Váscones

La duda de la duda huye

tiene miedo del miedo

¿Dónde estas deseo?

¿Acaso solo con tus cerillas y vigilias?

¿Quién arriesgó encontrarse contigo?

El fragmento de un rocío partido

atraviesa la tempestad

(nuestros cuerpos una liviandad interior)

De tanto morir solo eternas alucinaciones)

Page 40: Marea baja, de Carmen Váscones

Un espejo de sal

sugiere rostro de cera

era la esperma de Narciso

reflejando eco de otro reflejo

era eso

El pormenor irradia voces

mesura difuminada

entre estremecimientos incesantes

A cada quién le pertenece una luna

si no nace.

Page 41: Marea baja, de Carmen Váscones

Atraigo convicciones

certeza leva una moción

distraigo costumbres

no hay estragos ni residuos de moral

intercepto pasiones eso es todo

Dilato ideogramas

profeso disoluciones

labro presentes a cada paso

Hago casualidades demoras intencionales

resuelvo indicaciones insospechadas

suelto la rueca pegada a lo siguiente

aposento dominios

Despojo la condición del dictado asesino

Hago intimidad de vida

solo intimidad de vida

Ya no me deslumbra ni la misma nada.

Page 42: Marea baja, de Carmen Váscones

El solista trepa sombra de un ideal

olvidos evaporánse

tregua pasajera la herejía del amor

el anhelo incrustado al cuerpo

La eternidad un destello perdido

entre tatuajes y pretéritos

Un sabor a leche materna queda

en comisuras de la infancia

Acorralada en cuentos de bailarina tragedia de Edipo

el enigma una danza prohibida en cada cuerpo

Un cofre coral acuna juego del deseo.

Page 43: Marea baja, de Carmen Váscones

Quisiera hacerme un sueño

con hilos de arena

y sudores de higo tierno

Quisiera hacerme una acuarela

con cristales de mar

y menstruaciones mías

Quisiera hacerme Dios

con olores míos

y espejos de otros

Quisiera hacerme un ataúd

con todas las muertes

Quisiera.

Page 44: Marea baja, de Carmen Váscones

El héroe baila mientras la velada

recoge su desvanecimiento

Oculta catalejo oradas del fogonero

desentonan guerra dentro de la matriz de una mujer

mutilación del zigoto gotea alivio de hordas

El colibrí brizna otro canto

-La heroína juega con su nombre-

Sobre variaciones de un mismo tabú la victoria.

Page 45: Marea baja, de Carmen Váscones

El náufrago aroma coronaciones

la sonrisa del universo una constelación tímida de estrellas

termitas de siglos tras espóndilos acorralados

orillas intermitentes detienen la aventura del Arenero

una forma equidistante penetra sospechas

esparcidas entre chatarras otras rocas

Cavilaciones y añadiduras dilatan letargos

del equinodermo

La significadora del espacio anida noctilucas

las gorgóneas están añorando un ciclo

un olor entró al memorial de Olón

gaviotas instigan encima del árbol

el inconciente chapotea vacíos

la gaviota agarra exoesqueletos

el pez del acierto dentro del anhelo

¿De quién el abismo que enviste al toro

guarecido en la pupila?

¿A quién concierne esta voz especular

azogada entre mar cuerpo y espejos?

Page 46: Marea baja, de Carmen Váscones

Orean lamentos del delfín

el casco semeja cántara

reventado entre dos olas

Cubierta tras variante

la rompiente arrebuja rebotes

Cerca del candil amados tocan

socavan aguajes

Al interior de una madrugada

dejan caer un emblema de marfil

Igual memorias aun acantilado.

Page 47: Marea baja, de Carmen Váscones

AGUAJE

1999

Page 48: Marea baja, de Carmen Váscones

Fuimos barricadas

fuimos invasores

nuestros cuerpos

tierra propia

Fuimos rebeldes

reacios a desertarnos

Por un instante

todavía libres

Eje contra eje

polo contra polo

Somos aún

atentado de amor que nos concierne

Salimos ilesos

se jugó una parada

No somos lo mismo.

Page 49: Marea baja, de Carmen Váscones

Vino de eclipses

bebe tu instante

cual viñador

penetrando enigmas

aspiras la luna

oculta en tu boca

tal jugada tal

concupiscente hundida

en arena movediza.

Page 50: Marea baja, de Carmen Váscones

Inquieta lunarada

arráncame este

balbuceo monodio

que no me deja

anunciar

que no me deja

estar

donde soy

quiero sucederme

impróntame

dentro de ti

al inmediato

de nosotros

posees con descaro

el desvanecimiento

sensual de la nada

Tú la innumera

anticipas orígenes

dispersas el horror

instas hartazgo naciente

Excédete recontramada.

Page 51: Marea baja, de Carmen Váscones

Aprendí de ti

¡ah! el vacío

dueña de la soledad

anillas mi no

desierto de fe

Tu vientre

asidero de zelotas

otro reino conspira

Vivificante espíritu

Para que no muera

para que no mueras

Salve tu.

Page 52: Marea baja, de Carmen Váscones

Mantra rózame

ensáñate conmigo

desolladora del tótem

sedúceme con tu cola cascabel

impropiame con tu rictus

escapa hacia mí

incoherencia de la mía

bella sepulcral

tu lengua soplo divino

que me apresa y manda

no te rehúyo

me dejo engullir

tu asedio me papila

tu bocanada distingo

Fabulada gutural

avatar de unción

existías ya

tierna malicia del juego

me arrastras

atizas en mí

desentrañas

indiscreción del silencio

cuerpo a cuerpo

Sólo para nosotros

Page 53: Marea baja, de Carmen Váscones

el caos del movimiento

desafiando a Dios

en la creación

y en amarte

como a ti mismo.

Page 54: Marea baja, de Carmen Váscones

Y comí tu alma

con el ocio de mis dientes estrujé

toda huella con forma a ti

cercas con tu ánimo

la eremita de mi gozo

te dejas llevar como faenado

acorazado en vertientes

zarpas búsqueda inútil

rebotas en mi mar

aplacas con pasión amenaza de sequía

arraso tu fuerza

me alcanzas con valentía de novillo

enfrentando arremetida

mutilas saqueo del fruto

reconoces mi interior

como aborigen de península inicial

bocanadas luna completamente desnuda

en tus brazos de primer hombre en esta tierra

siento entera tu ansia

en mi humana forma.

Page 55: Marea baja, de Carmen Váscones

La eternidad un olvido gastado

en la fosa de la memoria

la devoran mis gusanos ídolos de mí

Divaga la nada en su canto

cual hada perdida del cuerpo

ruta la inercia de mis huesos

me asedia como idea carnívora

en mis insomnios

Remuevo lo perfecto

ajusto el dolor.

Page 56: Marea baja, de Carmen Váscones

Me alegro

no haber inventado

la bomba atómica

Me entristece

que otros la sigan

perfeccionando.

Page 57: Marea baja, de Carmen Váscones

La soberbia del deseo desata mares

entrega aguajes de certezas

a la infidelidad de la tripulación

el padecimiento amoroso leva ancla

contiene la asunción de la complicidad

el adulterio de psique sabe a ellos

parte la melancolía del gemelo

el espejo trepanado se bifurca en reflejos

la maternidad imaginada del genio

recoge su cadáver en la monotonía

de la cópula rezagada

alguien ejecuta las redes del climaterio

(quise ser de un hombre como la muerte al cuerpo)

me juego la posibilidad de todas.

Page 58: Marea baja, de Carmen Váscones

Soy una gramínea del éxodo en mi origen

columpio el vacío anclado desde mi infancia

- total -

Soy una corona de gloria

olvidada en el nicho de mi boca.

Page 59: Marea baja, de Carmen Váscones

Siento el peso del absoluto estrellándose

en los labios del mago

igual cobra hechizante ensarto instintos

en los sarcófagos de la victoria

farallo el fuego en los resquicios del cimador

busco la sed del zahorí en tu piel

quito la túnica a la esfinge

hago de mi cuerpo oráculo del ciego

dejo excavarte en mi vientre nidal

incestas eslabón cual grito casto

en la vertiente de Venus

Dios un hombre solitario

en los piececillos del nacido.

Page 60: Marea baja, de Carmen Váscones

Cual náufrago del deseo engullo marea nativa

el ronquido del asaltador trepana abulia desprendida

siento una serpiente echando su veneno dentro de mí

tengo una tristeza atrapada en mi cuerpo

un nombre se desvanece en mis poros

amarré el instinto a la soledad de la tierra

deseché una guerra en la playa de los desenterradores

(no tengo madre que abrace mi último residuo de dolor)

estoy despellejando la promesa del idólatra

en la piedra que derrumbó el salvador

arranqué de mi cráneo pretéritos devastados

en olas que no llegaron

derrumbé escultura que salió de la partitura del sueño

dejé de inscribir mi muerte

mi incesto carga el féretro de la mujer que fui

voy descalza sobre el puente de mi invento

la puesta de sol me cubre.

Page 61: Marea baja, de Carmen Váscones

Tengo un alma solitaria como la esfinge

que se deteriora en su propio enigma

el amor se me ha vuelto extrañamente carnal

quiero tocarlo y a veces me resulta

como un niño precoz e impotente

de jugar a las quemadas

ováricamente hablando

mi pasión es como un óvulo

desprendiendo su ilusión

en el útero de la metáfora

como novicia del deseo toco el delito del amor

estoy preñada de tentaciones

mi confesión una infidelidad de alegorías

esculpidas en andanzas amatorias

la suerte la llevo echada en mis manos

el acertijo dador está envuelto en mi pecho

confabulo en torno a la luna

armo carpa de conchillas y pececillos

para disolver penas y amenazas

me hago un pueblo crecido

a orillas del fuego materno

huyo con la infancia a su innato júbilo

no digan a nadie

llevo secreto del hombre en mi vientre.

Page 62: Marea baja, de Carmen Váscones

---------------

Poema seleccionado para la Primera Exhibición de Poemas Póster de Poetas Iberoamericanos Contemporáneos. Academia Iberoamericana de Poesía, St. Thomas University, Fredericton, N. B,

Canadá, septiembre de 1998.

Page 63: Marea baja, de Carmen Váscones

Doy vuelta en mí

lapido la razón

desvisto al intruso del albur

le pongo un antifaz cualquiera

dejo su corazón intacto

para que sienta lo que tiene que sentir

toco la realidad de la imagen

secreto en el cofre su deseo no entregado

el silencio del amor me vuelve extraña

y extraño a lo que creí tener cerca de mí

siento una carencia doble en el cosmos de mi cuerpo

las palabras entierran sus cascos en arenas de luna

sirenas escamadas cubren el cansancio del mar

los acantilados del dibujante

siguen señuelo del pelícano

juntos reclaman a la caza fuga del fonema

mudanza de vértebra remata el juego totémico

sonidos de huesos huellan

caña desvanecida en la boca del aborigen

por la embocadura de la escala

sale fragmentada entre pócimas de tierra

incisos de figurina

en recortes de papeles quedan bosquejados

hoyos de lluvia que remedan amputaciones

apareadas en la noche híbrida del reptil.

Page 64: Marea baja, de Carmen Váscones

Fortalezco la soledad cazadora del impulso

dentro de mí trituro el olimpo hasta la saciedad

lejos de mí intrigan los dioses su guerra materna

ciego sueño adverso del mar

rapto el ojo del cíclope

anulo de un zarpazo su disfraz

cual impetuosa fiera lucho con la armonía del solo ser

hago añicos el sufrimiento del hombre

bebo sangrienta magia desprendida en la resaca

condeno a no olvidarme

soy la pasante del principio

devolví deseo asido a mi cuerpo

exhausta me dejé amar como inquieta luz alcanzada

coloqué en tinaja la falta del sol

devoré el rayo del suplicio

me convertí en agua de fuego

vertí destino en la aurora conyugal de la oquedad

envuelvo la arrogancia del misterio

desprendo trueca del enigma sin esperanza

que se pierde en la boca descifradora

junto a la esfinge esclava del instinto.

Page 65: Marea baja, de Carmen Váscones

La felicidad no tiene forma en mi cuerpo

llevo los límites del crimen en mi sangre

la tristeza de mi ingenio se parece

a un juguete desecho por puro juego

Reparo en mi fantasía la carencia

anunciante del gozo

Lujuria divina aniquilas mi ficción

Divago mi porvenir

en los tallos de la escultura

Celebro mi infierno errante

en las rocas de una realidad

Quité al dolor su fisura remordida

en rompientes de la infancia.

Page 66: Marea baja, de Carmen Váscones

A más de ti tengo

la incompatibilidad del verbo

en nuestros cuerpos

¿Qué hago con la laguna

del desierto que refleja

el silencio de Dios?

Dejo que la lechuza se trague

la noche de mis miedos

Alguna vez tuve la sonrisa

de la que me amamantó

¿De quién son las manos

que me hundieron

en las alegorías?

Vuelvo por un instante

para acompañar a mi soledad

encantada en la magia del malabarista

¿Dónde está mi alegría?

¿a quién se parece?

A una boca llena de payasos y duendes

alrededor de tus fantasías

Page 67: Marea baja, de Carmen Váscones

¿Y mi felicidad?

A un grito de niño

sorprendido en el escondite.

Page 68: Marea baja, de Carmen Váscones

Combada incontrolable

amarras línea del horizonte a tus talones

anúnciate apátrida tu sémola altiva

cobayas mi apología de hombre

me diamantas devorante cigala

con alabanzas de arbitrajes

con figuración de vertiente

Mamífera luna andante

mujer sin atuendos

llevo tu fragancia de animal

encarna tu ansia

mi hombre sin culpa sin astucia

entra al túnel secreto de la noche

- Sé mi guía -

La sabiduría

de tu carne añorada

calma el temblor

de mi miedo

con tu deseo dulce y puro.

Page 69: Marea baja, de Carmen Váscones

Domeño tagua fantasmagórica

con mi aliento amargo

con mi hastío

con mi delirio de amante

rompiendo en tu olarte desaforada

En la punta de tu lengua

está el fermento del origen.

Page 70: Marea baja, de Carmen Váscones

Oasis de Voces

Atacames madruga

entre mis sienes tus montañas negras

arco iris incrustado

en relámpagos esmeraldas

y látigos de corales

escasa mantaraya

tu exclamación fenece en colmena de junglas

Obrante de la resurrección

agoniza mi placer por ti

Exacta mujer de mi perdición

hágase tu voluntad.

Page 71: Marea baja, de Carmen Váscones

Toco el arpa de David

para que el amor

siga desnudo en mi cuerpo

La puesta de sol

está húmeda

en nuestra piel

Somos humano

lo más parecido

que tenemos

tu y yo.

Page 72: Marea baja, de Carmen Váscones

Por cada estrella que despegas

sea en la arena o en el cielo

un hombre muere en la tierra.

Page 73: Marea baja, de Carmen Váscones

No alcanzo a descifrar

lo exacto en mi carne cegadora

tu existencia

toca lo extraño del deseo

- Complétame -

en la perfección de tu cuerpo

me equivocas.

Page 74: Marea baja, de Carmen Váscones

Ensayas amor

la confabulación del aguaje

en tu solo de mujer

memorias.

Page 75: Marea baja, de Carmen Váscones

FICHA BIOBIBLIOGRÁFICA: CARMEN VÁSCONES. Samborondón, 1958, provincia del Guayas- Ecuador, de profesión Licenciada en Psicología, 1983 y Psicóloga Clínica, 1984. Libros de Poesía Publicados: La Muerte un Ensayo de Amores., 1991 Con/Fabulaciones, 1992; Memorial Aun Acantilado, 1994; Aguaje,1999. Oasis de voces, Antología poética, en colección palabra viva, CCE, Quito, 2011. Consta en antologías nacionales y extranjeras. Ha sido invitada a la feria de libro en Lima 2001, a Venezuela 2008, Al Encuentro de la imagen y de la palabra por la universidad York en Toronto junto con Consulado ecuatoriano Toronto, 2008. “Poética de la muerte”, CONARTE, Monterrey, MEXICO 2010 Ha publicado en antologías y revistas virtuales importantes de Canadá, España, Francia, Argentina, EE.UU., Uruguay, Puerto Rico, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Alemania, otras. Traducida parcialmente inglés, alemán, italiano, portugués, polaco, francés. Tiene algunos libros inéditos de poesía y prosa poética: “Un solo de mujer, Falopio o memoria del deseo”, “El actuante o una vida innominada”, “Hilo de agua”, “Luna aborigen”, libro de cuento, de ensayos y de investigación sobre creatividad, psiquismo y la “educación imposible”.