marea baja, de carmen váscones
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Marea baja, de Carmen Váscones, Ecuador.TRANSCRIPT
MAREA BAJA(BREVE ANTOLOGÍA)
CARMEN VÁSCONES
2011
Índice
1. La muerte un ensayo de amores 3-12
2. Con/fabulaciones 13-33
3. Memorial aun acantilado 34-45
4. Aguaje 46
La Muerte un Ensayo de Amores
(1991)(1994)
He venido del mar
y no de la boca de los hombres
que engendraron mis hijos
con la brutalidad de sus gestos
Han enterrado mi presencia
no sé quién soy
Regreso a la ternura de la ola.
Quien ha visto llanto al mar
cuando sueña el naufragio
Quién ha visto sollozar al mar
tras la roca
Quien ha visto lágrimas al mar
para dar de beber al navegante
Quién ha visto llover al mar
junto al ahogo del amante
Quién ha visto salivar al mar
la piel de sus dios
Quién ha visto sudar al mar
la posesión de su cantor
Quién ha visto traicionar al mar
ante la mirada de otro espejo
Quién ha oído al mar
La perpetua orgía de su voz.
Refugiado el crepúsculo en los rezagos de la duda
los garabatos del sueño se apropian de la forma
La autora recoge el telón
A un lado la foto del mar
donde la gaviota ignora su espectáculo
Imagino su muerte
Golpea la necedad en el vaivén de su fin
agarro su vuelo su aliento sus ojos mortales
sólo un grito queda
lentamente cae
sus alas envolviéndome
mi tempestad no acaba
un punto descendió más allá de toda espera
el último movimiento se desprende de su cuerpo
siento reventar la ola en mi vientre
El candil consumió la luz
el mar no devuelve la vida
Siglos de pasión advienen al hombre
Goza ilusiones de posesión
encadenado al regreso temporal
el dolor y la ternura por el resto de sus días
Perezco en el dibujo
me dejo llevar por el principio
Debuto en la madriguera de la ficción
única espectadora.
Jamás me postergaré al olvido
mis palabras proseguirán el acto
mi persecución será improbable
mi muerte me protegerá
mi humor la convicción y la armonía
Ante esto no me retracto.
Demasiados espejos
tienen las palabras
para encontrar un descanso
demasiado lugar aspira la duda
para entrar al reloj
demasiada razón pide la muerte
para dirigir la vigilia
No puede concluir el recorrido
no puede lapidar el espacio
no puede ordenar la historia
Sólo soy de mí una metáfora.
Siempre las diferentes estaciones
partidarias de los muertos
la ceremonia del placer una experiencia extraña
residuos de sensatez y absurdos circunscritos a la arena
la monotonía de los días deliberados en el cuerpo
la convicción una anatomía de féretros hacinados en el paso
El principio agoniza ante todo deseo pagano
posesiones mitigadas en la leyenda
entre los hombres aniquilan el encuentro de los dioses
el amor secunda sueños suspendidos en el mar
fantasma fornicador de toda vida
Las comisuras del alba arremolinan vestigios
el orificio de la palabra desata los nudos de la quimera
¿La forma humana se la revela o se la oculta?
¿quién se conforma con nacer una sola vez?
¿quién huye a su sombra?
¿a quién le ha golpeado el sueño?
¿a quién le ha dolido la palabra más que a ella misma?
¿quién comprende con humor lo nuevo de la ceniza?
Mi padre y dios
un rasgo cercano al monólogo
mi grito una incógnita del incesto
Configuro mi nombre en la identidad con la muerte
Divago en la primicia del ilusionista
mi exclamación un resto de la infancia
-los instantes son mi posteridad-
Entregada a la confesión del cuerpo.
Detenida en el borde del mal
significo la ternura
contienda mortal de lo divino
la atracción se lanza a conjeturas
envuelto lo intemporal al vestigio
fiel a lo diferente
atrapo eternidades insinuadas
dejo los indicios entre palabras
todo es recorrido del tiempo
atrapado en la memoria
La certeza y el veredicto los cumplo en mi cuerpo
Asisto a los actos del sueño
primicia de mi deseo
el teatro en mi ser obra su prisa
repito la escena
La muerte es un ensayo de amores.
Con/fabulaciones
1992
Cada sombra declina con la muerte
el alivio del rocío será cualquier lugar
¿Quién antecede y precede el descanso?
¿quién desató el universo?
¿quién atentó contra el pudor?
¿quién prolongó la risa de la bestia?
Resuena el instinto como mar
culmina la otrora
entre los nómadas del deseo
La hamaca consume fugas desmanteladas
la frecuencia abraza al insomnio
sobre la retina la vela
remata el silencio
Los desafueros un instinto acallado
el desasosiego escarba su embestida
el verbo perece en los indicativos del prisma
tras la orilla de la voz un desecho de eternidad
Entre la razón y Dios
¿Quién es espectro de quién?
El coro danza un canto que se ausenta
“no puedo escapar a mi propio retorno
no puedo huir de mí ni con la locura”.
El infinito yace postrado sobre el verbo
moscas alrededor de él
acorralan la declinación
antesalas de pasos arrastran los amores
un sueño rebota en el cuerpo
“soy un monstruo de ternura
engendrado en el día de la eternidad
exactamente un día antes que el mismo
día de los muertos”
La soberana pasión confirma una vez más
la disquisición del convicto
No hay descanso para los prófugos de la muerte
sus amores son como ataúd inhabitado
arrastran sus cadáveres tan igual
como sus sombras a ellos
El deseo se precipita como catarata
remienda la cruz gastada sobre los sexos
la tempestad del silencio cayó
como rayo sobre el recuerdo
talla la locura sobre la redención de la blasfemia
El dolor es un asesino encorvado
remontado al espasmo de la tierra.
La gran piedra sostiene al profeta del fracaso
han matado al símbolo del reino
la heredad no se dará
han hecho del incesto la imagen del horror
las palabras no se sacrifican ante el espejo
solo retornan a los muertos
Han canonizado la mortalidad
el burdel de Dios
un paraíso de lujuria suspendido en la cruz
la muerte es una ramera inmortal
Hagan sus sueños una alquimia
reposen hoy la repercusión del contrabajo
pongan el anhelo sobre una pira
La ópera ha terminado su preludio
desprohija al patriarca del universo
algo ha sucedido en la rebelión del canto.
Para cuando la ausencia te haya devorado con ausencia
no hables de sentimientos
habítalos
sé el movimiento
desde el otro lado tu propio acontecimiento
no ahogues la elección del espectador
la confesión está huyendo de su única máscara
la muerte está echada en el centro puntual de la vida
Conjetura al otro
mientras poseas la nada
la palabra impedirá tu suicidio volver al espejo
estás en la pupila de cada quien
tu padre nunca coronará tu nombre
de lo único que no te privarán es de tu muerte
acicala la brevedad del mar
otra ocasión para el asesinato
morirás en uno de los días que naciste
comparsa la huella
mortalmente tierna asienta su pisada
el cuerpo axioma la indolencia
desfallece
entre tanta herejía los arrobamientos
la tormenta apergaminada se extingue sobre el océano
el verso se adentra como ficción de verano.
Una mirada enlaza otro paréntesis
“qué soy cuando ya eres un muerto
en el cementerio del recuerdo”
emigrante del miedo no puedes combatir el desierto
el anhelo un cadáver que acompaña a las palabras
la angustia descansa sobre alguien
el círculo ha dejado de oprimir
ya no está aglutinada la circunstancia a la retina
Mi muerte me advierte de mi muerte
mis ojos la han mirado
cuando ella ha mirado los míos
¿quién vigila a quién?
¿quién acecha a quién?
¿dónde nos equivocamos?
¿Cuál es el desnudo que nos une?
la muerte una metáfora erótica
cada cual la vive.
Has de tus días una fiesta
celebra tu muerte cada día
cada aurora marca el anhelo
canoniza al cargador de la clepsidra
él embarcará tus restos
los dejará junto al arpa
las cuerdas desprenderán la canción de la eternidad
la alegría envolverá al cadáver
cada uno es su último acontecimiento
bailen y beban mientras se acompañan
Alumbren la eternidad
denle paso a la ausencia
la poseedora de cada cuerpo circunstancial
una canasta de rosas acompaña el silencio
Toda muerte es una fiesta inmemorial
las danzas aproximan todos los instantes del extinto
la tumba conjura el espanto y la alegría
una anciana envuelve el porvenir
un resto de vela deja asomar los restos de la grávida
un sonido se inscribe en el mar
“que solo te deslumbre la desilusión”.
Eres un resto
constante de la nada
juego de aboliciones
fulguración de herejías
aporía irrefutable
trasgresor de certezas
epígrafe en cada amor
A ti te digo esto
mientras tengas óvulos mueran ellos
mas no tú
Haz del síntoma tu salida.
Hicieron de mi cuerpo
conventos de sueños
confesionario de sensualidad
cáliz sexual
hostia mortal
oración de placer
biblia del orgasmo
apóstol de deseo
pecador inconfeso
falta en pensamiento
palabra y obra
principio de creación
verbo no prohibido
voluntad profana
éxodo de otro éxodo
salmo de historias
cantar de los deseos.
¿Cuántas veces has muerto en la idea?
¿cuántas veces has caminado en la agonía?
¿cuántas veces has recobrado el sentido?
¿cuántas veces has sido los otros?
¿cuántas veces ninguno?
Inaudito Uno
orgasmas
inventas
hablas
Jamás ha salido de ti
tampoco ha entrado
Un punto rodea
la constelación del fuete
modulaciones esculpidas quedan
en cada rubor
en cada ensayo
en cada arrobamiento
en cada sonata
Desoculta las combinaciones
de la hora interior
desemboca el vértigo
lujurias de dolor y soledad
la región inestable de lo mismo.
La historia inventó mi muerte
atrapó mi cuerpo
más no escribió sobre él
cerrado el movimiento
advengo a la escala
la luz encerrada en mi sombra
Quebrada la intermitencia
erguido el primogénito
óleo a su nombre
actor de su esperma
En boca de su hija la soledad
olor a café pasado
aquel mira las últimas tardes
la ceniza envuelve su enigma
el trombón recogió lo categórico
acumuló los contrabajos
el cigarro sostiene la filiación de su ternura
encontrada entre las rejas de la ciudad
La querencia una recriminación más
entre sus ausencias
una joroba deja ver su sombra
su sueño parece asta del infinito
una tempestad de infamia quiso ahogar su voz
una guerra abrió cauce al arroyo filial
coronó la desembocadura
El trueno anuncia otra población
el comienzo un término extinto
cayendo sobre el río
el rayo rasgó el escudo de la generación
empezaron la primeras muertes
Todos serán sombras del infinito por un instante.
Mi padre parece el sueño de un roble erguido
sobre el bastión de su leyenda
tantas veces he visto
su barbilla hundida en la ventana
tan igual a los años en su bastón
Cuantas veces lo he mirado desde lejos
el autobús pasa justo en su calle
su casa remonta lagunas de una cuna
tan igual a su silencio y risa
Siempre tengo la sensación
que vive el sobrecogimiento interior
de un pueblo
su generación que apellida
pareciera encerrada
en la hacienda y las fatigas del abuelo
que jamás volvió a pisar una ciudad
La tercera generación rasgó
la línea de los primogénitos
ninguno devolvió
a la escritura su imagen
tampoco redimieron
el libro de las filiaciones
A la cuarta generación le tocó
navegar el incesto
estacionado en un cantón
Nada puedo añadir a él
habita el enigma de su nombre
mi lugar una generación del pase
Las madres iniciaron la jornada del atajo
la hechura del sueño se abrió
como sexo pariendo
el Dios de mi padre
se parece tanto a una mujer extraña
Buscan los descendientes su imagen
entre los huéspedes de esta quimera
Sus amores vividos
han fecundado
el útero de la muerte
Sus hijos son la generación del desenlace
La infancia arrancó a otro distrito
otros golpes acaecieron a los herederos
el padre concluyó su imperativo
¿En cuál cementerio reposará
el nombre del principio
que engendró el génesis del símbolo?
Consumado el asentamiento del linaje
el antepasado desistió
canceló una deuda que no era suya
Dejó de estar atrapado sobre
el terreno de las conmemoraciones
el designio del fulgor
de uno en uno los mortales
impulsan la embestida
de sus atestiguamientos
nupcias a la vida
palabra y muerte
Los convivientes del otro orden
se dan citas precipitadas al finito
pactan nuevas sangres
Aliadas las filiaciones a los lugares
de otros orígenes
La estancia está vacía
En el libro del escudo
yacen incrustados los iniciadores
y entre ellos está aquel
que se pregunta
¿quién ere su amante
acaso la muerte?
El suscrito soltó los restos
coronó la muerte con amores
Prefijos de olvidos exhalan
el drama de una alianza.
Nunca más volverás a ocultarte al espejo
en tu nombre se radicó la huella
persuadiste a los mortales se alejen
¿Quién no ha asesinado alguna vez a Dios?
¿quién no ha estrellado el odio
ante el gestor de sus días?
¿quién se ha visto en los pasadizos
del surtidor cuando recuerda algo?
¿quién ha alternado entre estanques y escondites?
¿a quién el paso le quemó un año de su infancia?
¿quién ha sentido en la garganta una guerra tan precisa?
¿quién ha sentido la crueldad acrecentarse en el silencio?
¿quién ha sentido romper el chasquido de la furia en su cuerpo?
¿quién se ha despertado en la madrugada con llantos del sueño?
¿quién ha visto el placer del golpe quedado en el gesto?
Alguien ha quedado en ti como sollozo perdido en marzo
el tercer día de cada año te recuerda a ti
El mar estampó su grito
diente de vela la cornisa del maullidohadas de la noche para los desaparecidos
la oscuridad soporta la corona del tiempo
la eternidad parece un ruido de carro
una pintura deja ver vidrios incrustados
los desmantelamientos del tímpano agarran rasgos
El viento revuelca los extramuros del crustáceo
los ojos de la península parecen signos
de algo perdido entre ermitas y lienzos
la cólera se desvanece sobre un café y números empolvados
el sitio perece sobre los ángulos del tobillo
y del espóndilo escondido en una corriente
El arpón no pudo con el rocío
toda vida desemboca en oposición al río
todo interior la profundidad del mar
su intimidad marca la orilla de otra intimidad
jamás la palabra será el confinamiento de otra palabra
el alcatraz tras el escollo del silencio
el percebe pica los retornos
la tercera persona muere en el otro
¿Cuál tiempo revierte el cuerpo?
¿quién lo ha habitado?
¿por qué la muerte se ha convertido en pleito de amor?
¿por qué el río no aprieta los sentimientos?
¿qué conlleva la historia además del enterrador?
¿dónde está el designio estrujado en la infancia?
¿por qué la pregunta no aquieta la angustia?
¿qué perece en cada nacimiento?
Los ojos acechan sus últimos descansos
la marea baja
hay que volver hacia algún lugar.
¿Dónde está la constancia del grito?
¿dónde la inocencia se escabulle?
¿dónde el horror?
¿dónde está la primera palabra?
¿dónde nació el primer recuerdo?
¿dónde está el espejo del júbilo?
¿por qué los ojos de mi madre me persiguen?
¿por qué los míos la persiguen?
¿en qué juego ensayé mi crimen?
¿acaso en el beso filial?
¿quizás en la muñeca?
¿o en el sentimiento parecido al odio
donde no dejas de estar junto a tus sueños
donde has muerto tantas veces?
Soy el veredicto
alucino la escala del deseo
envuelvo al sometimiento
hago de mi palabra una mujer
a cada instante
la inhabitable muerte y vida juntas
nunca descansarán
así lo quiso el gran deseo
un minuto de palabra eternamente
He inaugurado las metáforas
no tengo memoria
solo palabras.
Memorial Aun Acantilado
1994
El cielo la tierra
un mismo instante
un solo espacio
uno solo
tú.
Uno dijo a dos
¿por qué después?
Dos dijo a uno
¿quién antes?
¿Cueva de mi existencia
te comunicas acaso
con el tragaluz del sueño?
Fantasmagórica voz vacía
siento tu muerte escurridiza.
Ninguna palabra predice vacíos
el ocaso del ideal una tertulia del tiempo
Pico de búho atrapa emblema de barro
lentamente hunde fuente del llanto
aprisiona la nada entre sus muslos
Una bandada deja caer
de una en una
sus guías
Luz aúna evaporaciones esparcidas entre ritos
enlaza el abismo al nombre
Un anhelo curva tras el cansancio
Catacumba alberga honda imaginaria
tachonada por hilandera.
La duda de la duda huye
tiene miedo del miedo
¿Dónde estas deseo?
¿Acaso solo con tus cerillas y vigilias?
¿Quién arriesgó encontrarse contigo?
El fragmento de un rocío partido
atraviesa la tempestad
(nuestros cuerpos una liviandad interior)
De tanto morir solo eternas alucinaciones)
Un espejo de sal
sugiere rostro de cera
era la esperma de Narciso
reflejando eco de otro reflejo
era eso
El pormenor irradia voces
mesura difuminada
entre estremecimientos incesantes
A cada quién le pertenece una luna
si no nace.
Atraigo convicciones
certeza leva una moción
distraigo costumbres
no hay estragos ni residuos de moral
intercepto pasiones eso es todo
Dilato ideogramas
profeso disoluciones
labro presentes a cada paso
Hago casualidades demoras intencionales
resuelvo indicaciones insospechadas
suelto la rueca pegada a lo siguiente
aposento dominios
Despojo la condición del dictado asesino
Hago intimidad de vida
solo intimidad de vida
Ya no me deslumbra ni la misma nada.
El solista trepa sombra de un ideal
olvidos evaporánse
tregua pasajera la herejía del amor
el anhelo incrustado al cuerpo
La eternidad un destello perdido
entre tatuajes y pretéritos
Un sabor a leche materna queda
en comisuras de la infancia
Acorralada en cuentos de bailarina tragedia de Edipo
el enigma una danza prohibida en cada cuerpo
Un cofre coral acuna juego del deseo.
Quisiera hacerme un sueño
con hilos de arena
y sudores de higo tierno
Quisiera hacerme una acuarela
con cristales de mar
y menstruaciones mías
Quisiera hacerme Dios
con olores míos
y espejos de otros
Quisiera hacerme un ataúd
con todas las muertes
Quisiera.
El héroe baila mientras la velada
recoge su desvanecimiento
Oculta catalejo oradas del fogonero
desentonan guerra dentro de la matriz de una mujer
mutilación del zigoto gotea alivio de hordas
El colibrí brizna otro canto
-La heroína juega con su nombre-
Sobre variaciones de un mismo tabú la victoria.
El náufrago aroma coronaciones
la sonrisa del universo una constelación tímida de estrellas
termitas de siglos tras espóndilos acorralados
orillas intermitentes detienen la aventura del Arenero
una forma equidistante penetra sospechas
esparcidas entre chatarras otras rocas
Cavilaciones y añadiduras dilatan letargos
del equinodermo
La significadora del espacio anida noctilucas
las gorgóneas están añorando un ciclo
un olor entró al memorial de Olón
gaviotas instigan encima del árbol
el inconciente chapotea vacíos
la gaviota agarra exoesqueletos
el pez del acierto dentro del anhelo
¿De quién el abismo que enviste al toro
guarecido en la pupila?
¿A quién concierne esta voz especular
azogada entre mar cuerpo y espejos?
Orean lamentos del delfín
el casco semeja cántara
reventado entre dos olas
Cubierta tras variante
la rompiente arrebuja rebotes
Cerca del candil amados tocan
socavan aguajes
Al interior de una madrugada
dejan caer un emblema de marfil
Igual memorias aun acantilado.
AGUAJE
1999
Fuimos barricadas
fuimos invasores
nuestros cuerpos
tierra propia
Fuimos rebeldes
reacios a desertarnos
Por un instante
todavía libres
Eje contra eje
polo contra polo
Somos aún
atentado de amor que nos concierne
Salimos ilesos
se jugó una parada
No somos lo mismo.
Vino de eclipses
bebe tu instante
cual viñador
penetrando enigmas
aspiras la luna
oculta en tu boca
tal jugada tal
concupiscente hundida
en arena movediza.
Inquieta lunarada
arráncame este
balbuceo monodio
que no me deja
anunciar
que no me deja
estar
donde soy
quiero sucederme
impróntame
dentro de ti
al inmediato
de nosotros
posees con descaro
el desvanecimiento
sensual de la nada
Tú la innumera
anticipas orígenes
dispersas el horror
instas hartazgo naciente
Excédete recontramada.
Aprendí de ti
¡ah! el vacío
dueña de la soledad
anillas mi no
desierto de fe
Tu vientre
asidero de zelotas
otro reino conspira
Vivificante espíritu
Para que no muera
para que no mueras
Salve tu.
Mantra rózame
ensáñate conmigo
desolladora del tótem
sedúceme con tu cola cascabel
impropiame con tu rictus
escapa hacia mí
incoherencia de la mía
bella sepulcral
tu lengua soplo divino
que me apresa y manda
no te rehúyo
me dejo engullir
tu asedio me papila
tu bocanada distingo
Fabulada gutural
avatar de unción
existías ya
tierna malicia del juego
me arrastras
atizas en mí
desentrañas
indiscreción del silencio
cuerpo a cuerpo
Sólo para nosotros
el caos del movimiento
desafiando a Dios
en la creación
y en amarte
como a ti mismo.
Y comí tu alma
con el ocio de mis dientes estrujé
toda huella con forma a ti
cercas con tu ánimo
la eremita de mi gozo
te dejas llevar como faenado
acorazado en vertientes
zarpas búsqueda inútil
rebotas en mi mar
aplacas con pasión amenaza de sequía
arraso tu fuerza
me alcanzas con valentía de novillo
enfrentando arremetida
mutilas saqueo del fruto
reconoces mi interior
como aborigen de península inicial
bocanadas luna completamente desnuda
en tus brazos de primer hombre en esta tierra
siento entera tu ansia
en mi humana forma.
La eternidad un olvido gastado
en la fosa de la memoria
la devoran mis gusanos ídolos de mí
Divaga la nada en su canto
cual hada perdida del cuerpo
ruta la inercia de mis huesos
me asedia como idea carnívora
en mis insomnios
Remuevo lo perfecto
ajusto el dolor.
Me alegro
no haber inventado
la bomba atómica
Me entristece
que otros la sigan
perfeccionando.
La soberbia del deseo desata mares
entrega aguajes de certezas
a la infidelidad de la tripulación
el padecimiento amoroso leva ancla
contiene la asunción de la complicidad
el adulterio de psique sabe a ellos
parte la melancolía del gemelo
el espejo trepanado se bifurca en reflejos
la maternidad imaginada del genio
recoge su cadáver en la monotonía
de la cópula rezagada
alguien ejecuta las redes del climaterio
(quise ser de un hombre como la muerte al cuerpo)
me juego la posibilidad de todas.
Soy una gramínea del éxodo en mi origen
columpio el vacío anclado desde mi infancia
- total -
Soy una corona de gloria
olvidada en el nicho de mi boca.
Siento el peso del absoluto estrellándose
en los labios del mago
igual cobra hechizante ensarto instintos
en los sarcófagos de la victoria
farallo el fuego en los resquicios del cimador
busco la sed del zahorí en tu piel
quito la túnica a la esfinge
hago de mi cuerpo oráculo del ciego
dejo excavarte en mi vientre nidal
incestas eslabón cual grito casto
en la vertiente de Venus
Dios un hombre solitario
en los piececillos del nacido.
Cual náufrago del deseo engullo marea nativa
el ronquido del asaltador trepana abulia desprendida
siento una serpiente echando su veneno dentro de mí
tengo una tristeza atrapada en mi cuerpo
un nombre se desvanece en mis poros
amarré el instinto a la soledad de la tierra
deseché una guerra en la playa de los desenterradores
(no tengo madre que abrace mi último residuo de dolor)
estoy despellejando la promesa del idólatra
en la piedra que derrumbó el salvador
arranqué de mi cráneo pretéritos devastados
en olas que no llegaron
derrumbé escultura que salió de la partitura del sueño
dejé de inscribir mi muerte
mi incesto carga el féretro de la mujer que fui
voy descalza sobre el puente de mi invento
la puesta de sol me cubre.
Tengo un alma solitaria como la esfinge
que se deteriora en su propio enigma
el amor se me ha vuelto extrañamente carnal
quiero tocarlo y a veces me resulta
como un niño precoz e impotente
de jugar a las quemadas
ováricamente hablando
mi pasión es como un óvulo
desprendiendo su ilusión
en el útero de la metáfora
como novicia del deseo toco el delito del amor
estoy preñada de tentaciones
mi confesión una infidelidad de alegorías
esculpidas en andanzas amatorias
la suerte la llevo echada en mis manos
el acertijo dador está envuelto en mi pecho
confabulo en torno a la luna
armo carpa de conchillas y pececillos
para disolver penas y amenazas
me hago un pueblo crecido
a orillas del fuego materno
huyo con la infancia a su innato júbilo
no digan a nadie
llevo secreto del hombre en mi vientre.
---------------
Poema seleccionado para la Primera Exhibición de Poemas Póster de Poetas Iberoamericanos Contemporáneos. Academia Iberoamericana de Poesía, St. Thomas University, Fredericton, N. B,
Canadá, septiembre de 1998.
Doy vuelta en mí
lapido la razón
desvisto al intruso del albur
le pongo un antifaz cualquiera
dejo su corazón intacto
para que sienta lo que tiene que sentir
toco la realidad de la imagen
secreto en el cofre su deseo no entregado
el silencio del amor me vuelve extraña
y extraño a lo que creí tener cerca de mí
siento una carencia doble en el cosmos de mi cuerpo
las palabras entierran sus cascos en arenas de luna
sirenas escamadas cubren el cansancio del mar
los acantilados del dibujante
siguen señuelo del pelícano
juntos reclaman a la caza fuga del fonema
mudanza de vértebra remata el juego totémico
sonidos de huesos huellan
caña desvanecida en la boca del aborigen
por la embocadura de la escala
sale fragmentada entre pócimas de tierra
incisos de figurina
en recortes de papeles quedan bosquejados
hoyos de lluvia que remedan amputaciones
apareadas en la noche híbrida del reptil.
Fortalezco la soledad cazadora del impulso
dentro de mí trituro el olimpo hasta la saciedad
lejos de mí intrigan los dioses su guerra materna
ciego sueño adverso del mar
rapto el ojo del cíclope
anulo de un zarpazo su disfraz
cual impetuosa fiera lucho con la armonía del solo ser
hago añicos el sufrimiento del hombre
bebo sangrienta magia desprendida en la resaca
condeno a no olvidarme
soy la pasante del principio
devolví deseo asido a mi cuerpo
exhausta me dejé amar como inquieta luz alcanzada
coloqué en tinaja la falta del sol
devoré el rayo del suplicio
me convertí en agua de fuego
vertí destino en la aurora conyugal de la oquedad
envuelvo la arrogancia del misterio
desprendo trueca del enigma sin esperanza
que se pierde en la boca descifradora
junto a la esfinge esclava del instinto.
La felicidad no tiene forma en mi cuerpo
llevo los límites del crimen en mi sangre
la tristeza de mi ingenio se parece
a un juguete desecho por puro juego
Reparo en mi fantasía la carencia
anunciante del gozo
Lujuria divina aniquilas mi ficción
Divago mi porvenir
en los tallos de la escultura
Celebro mi infierno errante
en las rocas de una realidad
Quité al dolor su fisura remordida
en rompientes de la infancia.
A más de ti tengo
la incompatibilidad del verbo
en nuestros cuerpos
¿Qué hago con la laguna
del desierto que refleja
el silencio de Dios?
Dejo que la lechuza se trague
la noche de mis miedos
Alguna vez tuve la sonrisa
de la que me amamantó
¿De quién son las manos
que me hundieron
en las alegorías?
Vuelvo por un instante
para acompañar a mi soledad
encantada en la magia del malabarista
¿Dónde está mi alegría?
¿a quién se parece?
A una boca llena de payasos y duendes
alrededor de tus fantasías
¿Y mi felicidad?
A un grito de niño
sorprendido en el escondite.
Combada incontrolable
amarras línea del horizonte a tus talones
anúnciate apátrida tu sémola altiva
cobayas mi apología de hombre
me diamantas devorante cigala
con alabanzas de arbitrajes
con figuración de vertiente
Mamífera luna andante
mujer sin atuendos
llevo tu fragancia de animal
encarna tu ansia
mi hombre sin culpa sin astucia
entra al túnel secreto de la noche
- Sé mi guía -
La sabiduría
de tu carne añorada
calma el temblor
de mi miedo
con tu deseo dulce y puro.
Domeño tagua fantasmagórica
con mi aliento amargo
con mi hastío
con mi delirio de amante
rompiendo en tu olarte desaforada
En la punta de tu lengua
está el fermento del origen.
Oasis de Voces
Atacames madruga
entre mis sienes tus montañas negras
arco iris incrustado
en relámpagos esmeraldas
y látigos de corales
escasa mantaraya
tu exclamación fenece en colmena de junglas
Obrante de la resurrección
agoniza mi placer por ti
Exacta mujer de mi perdición
hágase tu voluntad.
Toco el arpa de David
para que el amor
siga desnudo en mi cuerpo
La puesta de sol
está húmeda
en nuestra piel
Somos humano
lo más parecido
que tenemos
tu y yo.
Por cada estrella que despegas
sea en la arena o en el cielo
un hombre muere en la tierra.
No alcanzo a descifrar
lo exacto en mi carne cegadora
tu existencia
toca lo extraño del deseo
- Complétame -
en la perfección de tu cuerpo
me equivocas.
Ensayas amor
la confabulación del aguaje
en tu solo de mujer
memorias.
FICHA BIOBIBLIOGRÁFICA: CARMEN VÁSCONES. Samborondón, 1958, provincia del Guayas- Ecuador, de profesión Licenciada en Psicología, 1983 y Psicóloga Clínica, 1984. Libros de Poesía Publicados: La Muerte un Ensayo de Amores., 1991 Con/Fabulaciones, 1992; Memorial Aun Acantilado, 1994; Aguaje,1999. Oasis de voces, Antología poética, en colección palabra viva, CCE, Quito, 2011. Consta en antologías nacionales y extranjeras. Ha sido invitada a la feria de libro en Lima 2001, a Venezuela 2008, Al Encuentro de la imagen y de la palabra por la universidad York en Toronto junto con Consulado ecuatoriano Toronto, 2008. “Poética de la muerte”, CONARTE, Monterrey, MEXICO 2010 Ha publicado en antologías y revistas virtuales importantes de Canadá, España, Francia, Argentina, EE.UU., Uruguay, Puerto Rico, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Alemania, otras. Traducida parcialmente inglés, alemán, italiano, portugués, polaco, francés. Tiene algunos libros inéditos de poesía y prosa poética: “Un solo de mujer, Falopio o memoria del deseo”, “El actuante o una vida innominada”, “Hilo de agua”, “Luna aborigen”, libro de cuento, de ensayos y de investigación sobre creatividad, psiquismo y la “educación imposible”.