marcos reguladores y políticas culturales (febrero,1, 2012)

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  • 1. Marcos Reguladores y Polticas Econmicas y Culturales. 3) Febrero, 1, 2012

2. Derecho a la cultura El " derecho a la cultura" , includo en la " Declaracin Universal de los Derechos del Hombre " de 1948, ha sido uno de los elementos claves en la aparicin de las polticas culturales. Este derecho, que declaraba originalmente:Todos los individuos tienen derecho a participar libremente en la vida cultural de la comunidad,fue ampliado en 1970 por Rene Maheu, Director General de la Unesco: 3. "It is not certain that the full significance of this text, proclaiming a new human right, the right to culture, was enterily appreciated at that time. If everyone, as an essential part of his dignity as a man, has the right to share in the cultural heritage and cultural activities of the community -or rather of the different communities to wich men belong (and that of course includes the ultimate community - mankind), it follows that the authorities responsible for these communities have a duty, so far as their reosurces permit to provide him with the means for such participation [...] 4. Everyone, accordingly, has the right to culture, as he has the right to education and the right to work [this is the basis and first pourpose of cultural policy]" (citado en Girard & Gentil, 1983, pg 182-3Paul Raussel Kster,PODER Y CULTURA. El origen de las polticas culturales(pgina 27) 5. Este punto de vista implica unaresponsabilidad concreta en el sector pblico para garantizar el derecho a la cultura,incluyndose as -especialmente en Europa- en el desarrollo global de las economas del bienestar. 6. Se incorpora tambin elconcepto de democratizacin de la cultura , que es un concepto que presenta una doble vertiente: por una parte significa queel conjunto de la poblacin no debe estar excluido de un consumo que tradicionalmente slo llegaba a las litesy, por otra implica quelos individuos, a travs del sistema democrtico, tienen la posibilidad de afectar a las decisiones sobre provisin o produccin cultural por parte del Estado 7. Los Valores Culturales (28)El valor cultural realmente comprende y contiene varios valores de caractersticas distintas, las cuales detallamos a continuacin: 8. 1) El valor de la creacin: la creacin/innovacin que todo bien artstico incorpora es un bien pblico que tiene efectos beneficiosos sobre el conjunto social y, como tal, deben ser soportados por la sociedad. Se trata no tanto de asegurar el bien creado como de garantizar el propio proceso de creacin. 9. Para incentivar la creacin, el creador debe encontrar una recompensa a sus esfuerzos.La mercantilizacin de la obra creada o, en su defecto la intervencin pblica , tiene como objetivo alentar ese esfuerzo creativo e incentivar las creaciones futuras. 10. El mercado, exclusivamente, no puede garantizar la recompensa de la creacin, especialmente por dos razones: por una parte, el mercado no interioriza los efectos de la creacin sobre otros sectores o sobre el conjunto de la sociedad y, por otra parte, todo proceso creativo es una apuesta con elevadas probabilidades de fracaso. 11. De la misma manera que la investigacin, la creacin ordenada con criterios exclusivos de mercado que exigen recompensas a corto plazo, es deficitaria por definicin. Los efectos externos de los procesos creativos pueden incluso percibirse pasadas varias generaciones. 12. 2) El valor del mensaje: las formas simblicas que se trasmiten a partir de la obra creada coinciden con valores y conocimientos que son sentidos por la comunidad o son tiles para conseguir mayores grados de cohesin social y de progreso. 13. Por tanto, deben ser promovidos colectivamente La difusin de la historia, la ciencia, la tecnologa, la lengua o la de valores como la tolerancia, la libertad, la identidad o cualquier otro, es una necesidad bsica para garantizar la sostenibilidad del entramado valorativo que permite la pervivencia del sistema democrtico. Es decir, la difusin de determinados mensajes resultan necesarios para ordenar un ideal de sociedad que se pretende que se proyecte conjuntamente.3 (28) 14. 3) El valor de la pluralidad:la pluralidad es tambin un valor colectivo en las sociedades democrticas. Slo mediante el respeto a la diversidad es tolerable la tirana de las mayoras. La produccin de bienes culturales, como actividad industrial tiene unos costos por unidad de producto que dependen del nmero total de unidades. 15. Segmentos estrechos de demanda no veran satisfechas sus necesidades (28) culturales si deben proporcionar la recompensa adecuada a los productores. Garantizar, mediante la produccin o provisin pblica, la pluralidad de la oferta es un objetivo de la intervencin de los poderes pblicos. 16. 4)El valor de la formacin:los bienes culturales incrementan la formacin y la educacin de aquellosindividuos que los consumen, capacitndolos para un desarrollo integral de su esencia humana. Este concepto del derecho a la posibilidad del desarrollo individual es uno de los pilares de la visin humanista que impregna a las sociedades occidentales desde la Ilustracin, y que sustenta las ideas de progreso y felicidad. 17. Elargumento que inspira la intervencin pblica para mantener este valor formativo de los bienes culturales, frente al modelo asignativo del mercado, reside en el hecho de la "demanda de formacin"expresada a travs del mercado sera inferior a la ptima, dado que los "no formados" no calibraran las ventajas que les puede reportar la formacin y, por tanto, manifestaran demandas inferiores a las eficientes.Por otra parte, la formacin es un requisito previo para mantener la igualdad de oportunidades y en consecuencia, entra dentro de la lgica del papel redistributivo que se le asigna al Estado en las sociedades occidentales. 18. La poltica cultural moderna, heredera histricamente de prcticas basadas en la lgica individual se conforma, por consiguiente, a partir de esas prcticas y del acervo valorativo que, desde la revolucin conceptual de la Ilustracin, inspira a las sociedades democrticas occidentales. Un anlisis que pretenda explicar las formas de estas polticas debe atender necesariamente a esta doble realidad. (29) 19. Poltica Cultural en Espaa (Llus Bonet.Evolucin y retos de la poltica cultural en Espaa) La Constitucin estableceel marco de distribucin de competencias bsico entre las comunidades autnomas y la administracin central(artculos 148 y 149).La administracin central debe asumir la funcin bsica de defensa contra la exportacin y la expoliacin del patrimonio histrico-artstico, as como la legislacin sobre propiedad intelectual, y las normas bsicas del rgimen de prensa, radio y televisin. 20. Asimismo, debe facilitar la comunicacin cultural entre las comunidades autnomas, de acuerdo c ellas, y garantizar la existencia de servicios culturales. Segn la jurisprudencia establecida por el Tribunal Constitucional, todos los poderes pblicos tienen autonoma para la gestin de sus intereses respectivos y pueden actuar de forma concurrente en el campo de la cultura. 21. Los Estatutos de Autonoma y sus competencias en materia de cultura.Todos losEstatutos de Autonomade las distintas Comunidades Autnomas recogen la cultura como competencia propia, aunque en algunas de ellas sta se comparta con las diputaciones (caso del Pas Vasco o de Canarias).Los sectores, programas e instituciones con una mayor tradicin de intervencin pblica quedan bajo su responsabilidad: artesana, museos, bibliotecas, conservatorios de msica, etc. 22. Slo unos pocos museos, bibliotecas y archivos de titularidad estatal quedan en manos del estado, aunque su gestin pueda ser ejercida por las administraciones autonmicas. 23. Las competencias culturales de las administraciones locales. Con respeto a la administracin local, laLey de bases del rgimen localda competencias a losmunicipios en materia de patrimonio, actividades e instalaciones culturales y ocupacin del tiempo libre . Tambin disponeque los municipios de ms de 5.000 habitantes debern prestar servicio de biblioteca pblica.Finalmente, establece la posibilidad de que (3) (4) los municipios realicen "actividades complementarias de las propias de otras Administraciones pblicas y, en particular, las relativas a (...) la cultura" (4) 24. La poltica cultural de los distintos gobiernos. La creacin del Ministerio de cultura durante la transicin democrtica. En pleno proceso de transicin poltica, Adolfo Surez crea en 1977 elMinisterio de Cultura , con la misin de hacerce cargo de la insercin no traumtica de los organismos del rgimen anterior a la nueva estructura democrtica; en especial de la Secretara General del Movimiento y del Ministerio de Informacin y Turismo. 25. Tambinse anula el monopolio informativo radiofnico(se deba sintonizar con Radio Nacional), la difusin obligatoria del NODO en toda proyeccin cinematogrfica,se liberaliza el sector radiofnico(en frecuencia modulada),se cierran o venden los peridicos y las emisoras de radio del Movimiento, y se crea el organismo autnomo de RTVE . Asimismo, se intenta un acercamiento hacia los sectores intelectuales y artsticos enfrentados al franquismo (con exposiciones, nombramientos y premios). 26. La accin gubernamental del Ministerio de Cultura de la etapa socialista (1982-199 6). A partir de 1982, los distintos gobiernos del Partido Socialista Obrero Espaol (PSOE) defienden l a presencia del estado no slo como garante o complemento de la accin privada en el mbito cultural, sino tambin como alternativa ante las insuficiencias y lmites de la misma. 27. Los objetivos perseguidos se centran enla conservacin y valorizacin del patrimonio, la renovacin de equipamientos (plan de auditorios y teatros), el apoyo a la creacin (con la nueva ley de propiedad intelectual, y las ayudas al cine, al teatro y a la msica), y la reorganizacin y reduccin del Ministerio ante el traspaso de responsabilidades a las comunidades autnomas.( 4) 28. La Secretara de Estado de Cultura del gobierno del Partido Popular. En 1996, el nuevo gobierno del Partido Popular disuelve el Ministerio de Cultura en el nuevo Ministerio de Educacin y Cultura donde crea una Secretara de Estado especfica. Su discurso es no intervencionista y ms liberal, aunque la prctica de su poltica cultural no se distancie mucho de la realizada en la ltima etapa socialista. A excepcin de la eliminacin del Centro de nuevas tendencias escnicas, el nuevo gobierno mantiene la estructura orgnica y los grandes equipamientos heredados de la administracin anterior. 29. Se mantiene la poltica de proteccin y difusin del patrimonio histrico espaol, la gestin de los grandes museos, archivos y bibliotecas nacionales, la promocin y difusin de las artes escnicas y la msica, as como la tutela sobre la propiedad intelectua l. Asimismo se refuerza la cooperacin con las restantes administraciones pblicas y muy particularmente con aquellas iniciativas culturales privadas o no lucrativas que refuercen la accin del gobierno.En el mbito de las industrias culturales se refuerzan los grandes grupos de comunicacin y las empresas espaolas de produccin audiovisual y editorial, a la vez que se reduce el proteccionismo existente 30. Fuente:Paul Raussel Kster, PODER Y CULTURA. El origen de las polticas culturales http://www.uv.es/econcult/pdf/PoderCultura.pdf