marcela

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MARCELA ACTO FALLIDO Creación colectiva CORO: Supo. Murió esta mañana aquel famoso estudiante llamado Grisóstomo, y se murmura que ha muerto de amores de aquella endiablada moza de Marcela, aquélla que se anda en hábito de guardiana por esos paramos. Y es lo bueno, que mandó en su testamento que le enterrasen en el campo, como si fuera moro, y que sea al pie de la peña donde está la fuente del alcornoque; porque, según es fama, y él dicen que lo dijo, aquel lugar es adonde él la vio la vez primera. Y también mandó otras cosas, tales, que los abades del pueblo dicen que no se han de cumplir, ni es bien que se cumplan, porque parecen de gentiles. A todo lo cual responde aquel gran su amigo Ambrosio que se ha de cumplir todo, sin faltar nada, como lo dejó mandado Grisóstomo CORO 2: y sobre esto anda el pueblo alborotado; y mañana le vienen a enterrar con gran pompa adonde tengo dicho. Y tengo para mí que ha de ser cosa muy de ver; a lo menos, yo no dejaré de ir a verla, si supiese no volver mañana al lugar. CORO-«Principalmente, decían que sabía la ciencia de las estrellas, y de lo que pasan, allá en el cielo, el sol y la luna; porque puntualmente nos decía el cris del sol y de la luna.» -«Asi mismo adivinaba cuándo había de ser el año abundante o estil.» CORO 2 Finalmente, no pasaron muchos meses, después que vino de sus estudios, cuando un día remaneció vestido de mujer,

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MARCELAACTO FALLIDOCreacin colectiva

CORO: Supo. Muri esta maana aquel famoso estudiante llamado Grisstomo, y se murmura que ha muerto de amores de aquella endiablada moza de Marcela, aqulla que se anda en hbito de guardiana por esos paramos. Y es lo bueno, que mand en su testamento que le enterrasen en el campo, como si fuera moro, y que sea al pie de la pea donde est la fuente del alcornoque; porque, segn es fama, y l dicen que lo dijo, aquel lugar es adonde l la vio la vez primera. Y tambin mand otras cosas, tales, que los abades del pueblo dicen que no se han de cumplir, ni es bien que se cumplan, porque parecen de gentiles. A todo lo cual responde aquel gran su amigo Ambrosio que se ha de cumplir todo, sin faltar nada, como lo dej mandado GrisstomoCORO 2: y sobre esto anda el pueblo alborotado; y maana le vienen a enterrar con gran pompa adonde tengo dicho. Y tengo para m que ha de ser cosa muy de ver; a lo menos, yo no dejar de ir a verla, si supiese no volver maana al lugar.CORO-Principalmente, decan que saba la ciencia de las estrellas, y de lo que pasan, all en el cielo, el sol y la luna; porque puntualmente nos deca el cris del sol y de la luna.-Asi mismo adivinaba cundo haba de ser el ao abundante o estil.CORO 2 Finalmente, no pasaron muchos meses, despus que vino de sus estudios, cuando un da remaneci vestido de mujer, con su cabello rubio y bien vestido, habindose quitado los harapos que como escolar traaCORO: y por poco se olvida decir como Grisstomo, el difunto, fue grande hombre de componer coplas; tanto, que l haca los villancicos para la noche del Nacimiento del Seor, y los autos para el da de Dios, que los representaban los mozos de nuestro pueblo.CORO 2: Cuando los del lugar vieron tan de improviso vestido de mujer al escolar, quedaron admirados, y no podan adivinar la causa que le haba movido a hacer aquella tan estraa mudanza. Ya en este tiempo era muerto el padre de nuestro Grisstomo, y l qued heredado en mucha cantidad de hacienda, as en muebles como en races, y en no pequea cantidad de ganado, mayor y menor, y en gran cantidad de dineros; de todo lo cual qued el joven seor disoluto, y en verdad que todo lo mereca, que era muy buen compaero y caritativo y amigo de los buenos, y tena una cara como una bendicin. Despus se vino a entender que el haberse mudado de traje no haba sido por otra cosa que por andarse por estos despoblados en pos de aquella Marcela, (CORO: hace ms dao en esta tierra que si por ella entrara la pestilencia; porque su afabilidad y hermosura atrae los corazones de los que la tratan a servirla y a amarla, pero su desdn y desengao los conduce a trminos de desesperarse; y as, no saben qu decirle, sino llamarla a voces cruel y desagradecida, con otros ttulos a ste semejantes, que bien la calidad de su condicin manifiestan.)CORO 2: de la cual se haba enamorado el pobre difunto de Grisstomo.

GRISOSTOMO: soy rubia. Rubsima. Soy tan rubia que me dicen: mona, es sino que aletee ese pelo sobre mi cara y vera que me libra de esta sombra que me acosa. No era sombra sino muerte lo que cruzaba la cara y me dio miedo perder mi brillo.Pero me decan: pelada, voy a ser conciso: es fantstico tu pelo! Y uno raro, calvo, prematuro: Lillian Gish tena su mismo pelo, y yo: Quien ser esta, y me preguntaba, Una cantante famosa? recin me he venido a desayunar que era estrella del cine mudo. Todo este tiempo me la he venido imaginando con miles de collares, cantando, rubia total, a una audiencia enloquecida. Nadie sabe lo que son los huecos de la cultura.MUECAGRISOSTOMO: Abr la cortina con fuerza, y los brazos extendidos me hicieron pensar en la mujer resoluta que era, como quien dice que si quisiera seria capas de labrar la tierra. No, no lo era. Despus de la cortina tenia all ante m la persiana veneciana. Es cierto que trae la muerte, Venecia? Digo, porque lo he escuchado (ya no) en canciones viejas. He podido jalar las cuerdillas de la veneciana como el marinero que iza las velas y dejar entrar glorioso el nuevo da.MUECAGRISOSTOMO: No lo hice. Me acerque, con un movimiento mnimo (minio?) que tambin supe corrompido y rendija por la veneciana el da: oh, y como extrae todo lo de la tardecita: el color del cielo, el viento que haca, recibirlo de frente como a m me gusta. Es lo que le da fuerza y fragancia a mi pelo. MUECAGRISOSTOMO: Pens: MUECA Anoche quemaron las montaas y solo le quedan pelitos pasudos.GRISOSTOMO: Mis piernas eran muy blancas, pero de ese blanco plebeyo feo, y tenia venitas azules detrs de las rodillas. Ayer me dijo el doctor que las tales venitas, de las que me senta orgullosa, son nada menos que principio de varices.MUECAGRISOSTOMO: Me hund en la almohada y me empape, consciente, en aquella humedad que se daba entre las sabanas, no s si limpias, y mi cuerpo, suave y escurridizo como un pescado sin escamas. Sent vergenza, arrepentida. MUECAGRISOSTOMO: Que la vergenza, deca. Y yo me digo, y la peleo: MUECA: no tiene razn de ser, GRISOSTOMO: no s si he gozado la noche, si la he controlado y ya tenindola rendida me la he bebido toda, pero alto MUECA: yo no soy como los hombres, que se caen. GRISOSTOMO: A lo mucho terminare toda desgreada, lo que me ha dado aires de andar solita en el mundo, por las calles. Y antes de cerrar los ojos se los juro que pienso: MUECA esto es vida. GRISOSTOMO: y duermo bien. Pero viene el da que me dice (yo creo que el sol anormal de los ltimos meses): MUECA cambia de vida.GRISOSTOMO: con que objetivo esta consciencia? Cambiarla yo ahora que soy experta? Pero tal es el peso de la maldita, la imagino toda de negro y llevando velo, que hasta hago mis constricciones, mis propsitos de enmienda. Igual da: no es que sino que lleguen las 6 de la tarde para que se acaben las rezanderias. MUNECA: Yo creo que s, que es el sol el que no va con migo. GRISOSTOMO: He probado no salir, quedarme haciendo pensamientos en el cuarto. MUECA: Nada, no funciona. GRISOSTOMO: Salgo, atolondrada pero pursima, repleta de buenas intenciones a meterme entre el barullo de la gente que va al mercado, y delas seoras, y una vez estuve a punto de gritar MUECA: me encanta la gente! GRISOSTOMO: No lo hice. Eran las 6 y me tire a la noche. MUECAGRISOSTOMO: Camine hacia la ventana, que no estaba sino a dos pasos. Necesite tres. Quera era cerrar la cortina y, tal vez si, dormir. Pero no lo hice: mire de cara al da, sabiendo que bien malo iba a ser, todo bordeado por esas montaas de pelos crespos. MUECA: Abra las piernas el negro?MUECAGRISOSTOMO: Esto de ver rodillas donde hay montaas, MUECA: es porque la muchachita ha probado ya sus drogas. GRISOSTOMO EL: entonces empecemos: la marihuana me da pesadez de estmago, pensadera intil, odio, horquilla, pereza, insomnio; luego vendran los riesos de fuego excavando, ciempis, pequeos y mordientes en mi cerebro, melancola de boca, flojera de piernas y punzones en las ingles de tanto en tanto.MUECAGRISOSTOMO EL: Pero, oh, que cuenta eso al lado de la extendida tierra eternamente nueva, de arena dura y negra que uno descubre y jams explora del todo cuando la msica suena? Y ya dije que yo no tena cultura, pero poda sentir cada sonido, cada ramillete de maravillas.MUECAGRISOSTOMO: Pensando en esto me comenzaron a distraer unas como liblulas diminutas: MUECA: si forzaba los ojos a cada lado las vea triple; GRISOSTOMO: Hice bizco: MUECA: localice un enjambre en la punta de mi nariz. GRISOSTOMO: eso si no me gusto. MUECA: Cerr mucho los ojos para olvidarme. GRISOSTOMO: el olvido vino bueno: vi fue miles de colores, luego solo dos colores, verde y el gris ms triste del mundo, crucigramas, disgregacin de verde hasta ser millones de punticos como alfileres enterrados profundo, MUECA: entonces abril los ojos.MUECAGRISOSTOMO: No, era la aridez y la congoja ms terrible despus de un ao completo que no llova sobre esta tierra buena. a m no me importa, me decan, si la veo a usted con ese pelo, me refresco. Y yo agachaba la cabeza, complacida. Pero tambin decan: MUECA caer la peste sobre la ciudad esta?, GRSTOMO y otro contesto: MECA que caiga, GRSTOMO: y se lanz a bailar, frentico, chiquito MECA: y yo tambin baile, contagiada. MUECAGRISOSTOMO: Yo haba soado con ella, con un polvito blanco MECA: erticas, aunque referidas a una raqutica accin de fuerzas, me sonaban estas palabras. GRSTOMO: en un fondo azul, y luego con el polo sur, y por all navegando una barca de muertos.Para una noche as de rara como esta uso capa negra, ya rada y todo, MECA: pero es que la toco y toco la cercana, la confianza que produce, envolvedora ma.MUECAGRISOSTOMO: puse a que sonara ese radio viejo, MECA: menos mal haba atrapado una buena cancin: vanidad, por tu culpa he perdido, GRSTOMO: y que cuando la oigo me sume en una cosa rica e intil como toda tristeza, y si quiero no salgo, y si salgo hundo la cabeza y no miro a nadie hasta que el viento de esta ciudad me despierta de mi propsito de no importarme nadie, MECA: de siempre vivir sola, GRSTOMO: y levanto la cabeza y helas ante m, MECA: y a esa hora, las 6, GRSTOMO: se me antojan tan femeninas, tan hermanas las montaas, y obedeciendo a la emocin pura MECA: le respondo su llamado a la noche, que no me traga, me sacude nada mas, GRSTOMO: y me encuentro con el cuerpo lleno de morados. Y ya lo dije MECA: los buenos propsitos vienen es al otro da. GRSTOMO EL: no he cumplido ninguno. MUECA: soy una fantica de la noche, soy una nochera. GRSTOMO EL: no est en m.MUECAMUECA: Goce vindolo como me daba la espalda, odindome. Siempre tuvo miedo a que le recomendaran cuidado. Deca GRSTOMO: Es como si alguna confabulacin me esperara en mi camino. La persona que me previene sabe cundo y quienes, pero no me dice por miedo y egosmo.SALE MUECAGRISOSTOMO: Sabido es que a las chicharas les rasca el sol y cantan para olvidarse. Cuando no cantan, duermen un sueo tonto. Cuando cantan en exceso, revientan Lo peor de amarla, lo peor de ser mujer, GRSTOMO EL: es tener que aceptar siempre no ser ms que un hombre.MUERE GRISOSTOMO.

MACELA: Vuelvo por m misma, y a dar a entender cun fuera de razn van todos aquellos que de sus penas y de la muerte de Grisstomo me culpan; y as, ruego a todos los que aqu estis me estis atentos, que no ser menester mucho tiempo ni gastar muchas palabras para persuadir una verdad a los discretos. Hzome el cielo, segn vosotros decs, hermosa, y de tal manera que, sin ser poderosos a otra cosa, a que me amis os mueve mi hermosura; y, por el amor que me mostris, decs, y aun queris, que est yo obligada a amaros. Yo conozco, con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que, por razn de ser amado, est obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama. Y ms, que podra acontecer que el amador de lo hermoso fuese feo, y, siendo lo feo digno de ser aborrecido, cae muy mal el decir Quirote por hermosa; hasme de amar aunque sea feo. Pero, puesto caso que corran igualmente las hermosuras, no por eso han de correr iguales los deseos, que no todas hermosuras enamoran; que algunas alegran la vista y no rinden la voluntad; que si todas las bellezas enamorasen y rindiesen, sera un andar las voluntades confusas y descaminadas, sin saber en cul haban de parar; porque, siendo infinitos los sujetos hermosos, infinitos haban de ser los deseos. Y, segn yo he odo decir, el verdadero amor no se divide, y ha de ser voluntario, y no forzoso. Siendo esto as, como yo creo que lo es, por qu queris que rinda mi voluntad por fuerza, obligada no ms de que decs que me queris bien? Si no, decidme: si como el cielo me hizo hermosa me hiciera fea, fuera justo que me quejara de vosotros porque no me ambades? Cuanto ms, que habis de considerar que yo no escog la hermosura que tengo; que, tal cual es, el cielo me la dio de gracia, sin yo pedilla ni escogella. Y, as como la vbora no merece ser culpada por la ponzoa que tiene, puesto que con ella mata, por habrsela dado naturaleza, tampoco yo merezco ser reprehendida por ser hermosa; que la hermosura en la mujer honesta es como el fuego apartado o como la espada aguda, que ni l quema ni ella corta a quien a ellos no se acerca. La honra y las virtudes son adornos del alma, sin las cuales el cuerpo, aunque lo sea, no debe de parecer hermoso. Pues si la honestidad es una de las virtudes que al cuerpo y al alma ms adornan y hermosean, por qu la ha de perder la que es amada por hermosa, por corresponder a la intencin de aquel que, por slo su gusto, con todas sus fuerzas e industrias procura que la pierda? Yo nac libre, y para poder vivir libre escog la soledad de los campos. Los rboles destas montaas son mi compaa, las claras aguas destos arroyos mis espejos; con los rboles y con las aguas comunico mis pensamientos y hermosura. Fuego soy apartado y espada puesta lejos. A los que he enamorado con la vista he desengaado con las palabras. Y si los deseos se sustentan con esperanzas, no habiendo yo dado alguna a Grisstomo ni a otro alguno, el fin de ninguno dellos bien se puede decir que antes le mat su porfa que mi crueldad. Y si se me hace cargo que eran honestos sus pensamientos, y que por esto estaba obligada a corresponder a ellos, digo que, cuando en ese mismo lugar donde ahora se cava su sepultura me descubri la bondad de su intencin, le dije yo que la ma era vivir en perpetua soledad, y de que sola la tierra gozase el fruto de mi recogimiento y los despojos de mi hermosura; y si l, con todo este desengao, quiso porfiar contra la esperanza y navegar contra el viento, qu mucho que se anegase en la mitad del golfo de su desatino? Si yo le entretuviera, fuera falsa; si le contentara, hiciera contra mi mejor intencin y prosupuesto. Porfi desengaado, desesper sin ser aborrecido: mirad ahora si ser razn que de su pena se me d a m la culpa! Qujese el engaado, desesprese aquel a quien le faltaron las prometidas esperanzas, confese el que yo llamare, ufnese el que yo admitiere; pero no me llame cruel ni homicida aquel a quien yo no prometo, engao, llamo ni admito. El cielo an hasta ahora no ha querido que yo ame por destino, y el pensar que tengo de amar por eleccin es escusado. Este general desengao sirva a cada uno de los que me solicitan de su particular provecho; y entindase, de aqu adelante, que si alguno por m muriere, no muere de celoso ni desdichado, porque quien a nadie quiere, a ninguno debe dar celos; que los desengaos no se han de tomar en cuenta de desdenes. El que me llama fiera y basilisco, djeme como cosa perjudicial y mala; el que me llama ingrata, no me sirva; el que desconocida, no me conozca; quien cruel, no me siga; que esta fiera, este basilisco, esta ingrata, esta cruel y esta desconocida ni los buscar, servir, conocer ni seguir en ninguna manera. Que si a Grisstomo mat su impaciencia y arrojado deseo, por qu se ha de culpar mi honesto proceder y recato? Si yo conservo mi limpieza con la compaa de los rboles, por qu ha de querer que la pierda el que quiere que la tenga con los hombres? Yo, como sabis, tengo riquezas propias y no codicio las ajenas; tengo libre condicin y no gusto de sujetarme: ni quiero ni aborrezco a nadie. No engao a ste ni solicito aqul, ni burlo con uno ni me entretengo con el otro. La conversacin honesta de las zagalas destas aldeas y el cuidado de mis cabras me entretiene. Tienen mis deseos por trmino estas montaas, y si de aqu salen, es a contemplar la hermosura del cielo, pasos con que camina el alma a su morada primera.COROS:YACE AQU DE UN AMADOR EL MSERO CUERPO HELADO, QUE FUE PASTOR DE GANADO, PERDIDO POR DESAMOR. MURI A MANOS DEL RIGOR DE UNA ESQUIVA HERMOSA INGRATA, CON QUIEN SU IMPERIO DILATA LA TIRANA DE AMOR.

FIN.