marc auge-la guerra de los sueños

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 Edit oria l Ged isa ofre ce los si guie ntes títul os sobre ANTROPOLOGIA  y ETNOGRAFIA . . . ~. .._por  , . . " . . • . . ~ • . . g e q ! ~ r e / MarcA~gé " Ejercicios  d e ~ ~ C C iÓ ' iJ LA'GUERRA D E LOS S U E N aS !.' L  f---::;J ¥? it'I~ ' "_ ) ••• ~~. J_  El surgimien to de la antropo logía posmode ma.  Las tres voces de la imagina ción colectiv a  La etnopsiq uiatría  Investigac iones en antropo logía política Cultura  y  razón práctica  Islas de historia  La interpreta ción de .. las culturas Cultura  y  compromiso  Dios como objeto ~l viaje imposibl e  (en preparación) Cocina,crtisine  y  clase Un  gigante  en  convulsiones  Dilemas de la cultura  Estilos de pensar  (en preparación)  La banda de homínid os: Un saJari cie1 ltíf ico e1lbusca del orige n del homb re Conversa ciones inconclu sas - ~ . -" - . .\ . . < : - - . ~ . - ~ . ~ ~ : ~ : ~ ~ ~ : . : : ~ ~ ~ ~ . ~ ~ . - . ~ : . PASCAL DIBBIE  Etno logí a de la alco ba . ... ;. MARSHALL SAHLINS lVlARSHALLSAHLINS .CLlFFORDGEliRTZ . MARGARET MEAD MARCAUGÉ MARCAUGÉ  jACK GOODY MICHAEL TAUSSI G JAMES CLIFFORD MARY DOUGLAS DELTA WILLIS FRANl;OIS LAPLANTINE PIERRE CLASTR ES PAUL SULLIYAN C.  G EERZ, j. CLIFFORD Y OTROS FRANl;OIS LAPLANTINE -  ";;:.,:, .. c e C ' e ~ ~- e' 1 t , ( , e ~. e e c' e c c - e > . ( . e ,. :c . : C '; e e e t " ; t'~:::1 e ~. . c :.: . . .  :,' c-::;::~ < ; : ~ : j : ' l . c . " . . . . , .... ;.:1 " --.J.~I C ", .. '. .: . . . 'L .

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Cultura y compromiso Dios como objeto ~l viaje imposible (en preparacin) Cocina,crtisine

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Un gigante en convulsionesDilemas de la cultura Estilos de pensar (en preparacin) La banda de homnidos: Un saJari cie1ltfico e1l busca del origen del hombre Conversaciones inconclusas!.'

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j. CLIFFORD Y OTROS

El surgimiento de la antropologa posmodema. Las tres voces de la imaginacin colectiva La etnopsiquiatra Investigaciones en antropologa poltica Cultura y razn prctica Islas de historia La interpretacin las culturas de ..

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Tftulo del original en franc~s>" La !Juerre des reves ,.,.' , @ Bditions du Seuil, 1997

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Traduccin: Alberto Luis Bixio

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Revisin tcnica: Margarita N. Mizraji

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IndiceDiseo 'de.cubierta: Marc Valls

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~Primera edicin, marzo de 1998, Barcelona"~,," ...... , .

~ Alerta! 2. El meollo de la situacin: la percepcin actual del .otro :3~Las cuestiones en juego: los sueos,"

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Derechos reservados para todas las ediciones en cast.~lIano

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..@ by Editorial Gedisa. S.A. Muntaner, 460, entlo., l." Te\. 201 6000 08006 - Barcelona, Espaa e-mail: [email protected] http://www.gedisa.com

: ) ....",:.': ese'dato YI: en primer 1ugar, a David Vince!lt, distinguir las copias de los originales: a causa de una incomprensible deficiencia de la tcnica extraterrestre; el dedo nieicjue,de.-1amano izquierda de los. seres humanos de sustitucin permaneca extraamen,te rgido..Eso~ clone'svenid.0s,d~ otr:oplaneta posean adems toda la~inform'acinnecesaria sobre la poltica y la ciencia de los terrcolas (en todo caso, sobre la poltica y la ciencia de los Estados Unidos, pues el argumento general de la serie pareca dar por sobreentendido que ese pas representaba a la vez la quintaesencia y la totalidad de la civilizacin humana) e1. 1~

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Figura 3: Corte de In seccin 1

Figura 2.15

En cada etapa encontramos/ormas elementales de matemtica que se utilizan pata reunir la materia por la mediacin de una prctica incorporada eh un grupo de investigadores. En cada ocasin se educe un nuevo fenmeno a partir de este hbrido de forma, materia, cuerpos habilidosos y grupos especializados. Recordemos a Ren, en la figUra 2.12, colocando la tierra marrn en el cubo de cartn blanco que pasaba a ser inmediatamente marcado con un nmero. No divida el suelo segn una serie de categoras intelectuales, como en la mitologa kantiana. En vez de eso, lo que haCa era expresar el significado de cada fenmeno haciendo que la materia salvase la distancia que la separaba de la forma ..73

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\ .{ .( ( \De hecho, si pasamos rpidamente de una fotografa a otra, percibimos que, incluso en el caso de que mi investigacin hubiera sido ms meticulosa, cada etapa revelara una falla tan grande como las que le preceden y le siguen. Igual que lo intento yo, coma un nuevo Zenn, trate usted de multiplicar los intermediarios, nunca hay un parecido entre las etapas, de modo que nicamente podemos superponerlas. Compare los dos extremos representados por las figuras 2.1 Y 2.15. La diferencia entre ellos no es mayor que l~ existente entre los terrones recogidos por Ren (figura 2.12) y los datof en que se convierten al formar parte del edafocomparador. Tanto si escojo los dos extremos como si multiplico los intermediarios, encuentro la misma discontinuidad. Con todo, hay tambin una continuidad, dado que todas las fotografas dicen lo mismo y representan la misma transicin entre la selva y la sabana, transicin que en cada etapa se hace ms evidente y precisa. Nuestro informe de campo se refiere en realidad a la igura 3,., que a su ve:z.se refiere a la selva de Boa Visf ta. Nuestro informe se refiere a la extraa dinmica de vegetacin que parece permitir que el bosque gane la partida a la sabana, como si los rboles hubieran convertido el suelo arenoso en arcilla, con el fin de preparar su propio crecimiento en la faja de veinte metros de anchura del lindero. Sin embargo, estos actos de referencia estn completamente asegurados, dado que no descansan tanto en la semejanza como en una regulada serie de transformaciones, transmutaciones Ytraducciones. Una cosa puede seguir siendo ms duradera y transportarse ms lejos y ms rpidamente si contina sufriendo transformaciones en cada etapa de esta larga cascada. Parece que la referencia no consiste simplemente en el acto de sealar o en una forma de tener, en el exterior, alguna garanta material para la verdad de una proposicin. Es ms bien nuestra forma de conservar algo constante a lo largo de una serie de transformaciones. El conocimiento no refleja un mundo real externo al cual se parece por un acto de mmesis, sino un mundo real interior, cuya coherencia y continuidad contribuye a garantizar. Este es un movimiento hermoso que aparentemente sacrifica el parecido en cada etapa, pero lo hace nica,mente para escoger de nuevo el mismo significado, el cual permanece intacto a lo largo de una serie de rpidas transformaciones. El descubrimiento de esta extraa y contradictoria conducta vale tanto como el descubrimiento de una selva capaz de crear su propio suelo. Si puedo encontrar la solucin de este rompecabezas, mi 74 propia expedicin no ser menos productiva que la de mis felices colegas. Con el fin de comprender la constante que se mantiene a lo largo de estas transformaciones, vamos a considerar un pequei10 aparato tan ingenioso como el topofil o el edafocomparatlor (figura 2.16). Dado que nuestros amigos no pueden llevarse fcilmente el suelo de la Amazonia a Francia, deben ser capaces de transformar el color del contenido de cada cubo mediante una etiqueta, y si es posible con un nmero, de modo que las muestras de suelo se vuelvan compatibles con el universo de los clc.ulos y permita a los cientficos beneficiarse de las ventajas que tocios los aparatos de clculo brindan a los manipuladores de signos.

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Figura 2.16

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Pero, no alzar su cabeza el monstruoso relativismo tan pronto intentemos numerar las cualidades de los tonos de marrn? Cmo podramos debatir sobre gustos y colores? Como sefiala el dicho francs: . antas cabezas, tantas opiniones ..En la figura 2.16 T vemos la solucin que Ren ha buscado para salir al paso de los estragos causados por el relativismo.7.5i,:~ .

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Direccin descelldente de la corriellte

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Figura 2.21: La concepcin "itinerante" de la referencia sigue una serie de transformaciones, cada una de las cuales implica una pequea separacin entre la ..forma" y la ..materia". Desde este punto de vista, la re" ferencia califica tanto el movimiento ascendente y descendente como la ualidad de la transformacin. El punto clave es que, en este modelo, la referellcia crece desde el centro en ambas direcciones.

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Compatibilidad Estandarizacin Texto Clculo Circulacin Universalidad relativa

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Con el fin de comprender la cadena de transformacin y de aprehender la dialctica de prdida y ganancia que, como hemos visto, caracteriza cada etapa, debemos procurarnos una perspectiva cenital adems de una transversal (figura 2,22). Desde la selva hasta el informe de expedicin, podemos representar coherentemente nuestro estudio sobre la transicin entre la selva y la sabana mediante el dibujo de dos tringulos issceles que se solapan mutuamente y de manera invertida. Paso a paso, hemos abandonado el carcter local, la particularidad, la materialidad, la multiplicidad y la continuidad, de modo que, al final, apenas queda nada excepto unas cuantas hojas de papel. Vamos a denominar reduccin al primer tringulo, cuyo ngulo ms agudo seala lo que finalmente nos importa. Sin embargo, lo que hemos hecho en cada etllpa no ha sido nicamente reducir, tambin hemos obtenido, d Vuelto a obtener, un beneficio, dado que, con el mismo esfuerzo88

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Figura 2.22: La transformacin

en cada etapa de la referencia (vase la figura 2.21) puede representarse como un intercambio entre lo que se gana (amplificacin) y lo que se pierde (reduccin) en cada uno de los pasos que generan informacin.

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Nuestra tradicin filosfica se ha equivocado al querer ver en los fenmenos el punto de interseccin entre las cosas-en-s y las categoras del entendimiento humano (figura 2.23; vase tambin el captulo 4). Los realistas, empiristas, idealistas y racionalistas varios han combatido incesantemente entre s, girando siempre en torno de este modelo bipolar. Los fenmenos, con todo,89

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T"(,( (no se encuentran en el punto de interseccin entre las cosas y las formas de la mente humana. Los fenmenos son lo que circula a lo largo de las cadenas de transformacin reversibles, perdiendo propiedades en cada etapa y ganando otras que los hacen compatibles con los centros de clculo establecidos. En vez de crecer partiendo de dos extremos fIjos hacia un punto de interseccin estable situado entre ambos, la inestable referencia crece desde el centro hacia los extremos, los cuales son empujados continuamente cada vez ms lejos. Lo nico que se requiere para entender el embrollo que ha armado la fIlosofa kantiana con los tringulos es una expedicin de 15 das. (Lo nico que se requiere, me apresuro a aadir, con la condicin de que no se me pida que hable de mi trabajo con la misma profusin de detalles con que los edaflogos elaboran el suyo: en tal caso, los 15 das se convertiran en 25 ai'ios de ardua labor y controversias, en J\10ntoncR de queridos colegas pertrechados con datos, instrmilentos y conceptos recogidos y utilizados durante dcadas. En este caso me pinto a m mismo, sin temor a la contradiccin, como un simple espectador que tiene fcil acceso al conocimiento de mis informantes. Soy el primero en admitir que una reflexin capaz de seguir todas las pistas a la vez est fuera de mi alcance.)

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Es posible, con la ayuda de mi esquema, comprender, visualizar y detectar por qu el modelo original de los filsofos del lenguaje est tan difundido, cuando la ms leve indagacin revela su imposibilidad? No hay nada ms sencillo: todo lo que necesitamos hacer es borrar, una a una, todas las etapas de que hemos sido testigos en este fotomontaje (fIgura 2.24).

Referencia

circulante Mediaciones de la materia a la forma

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Mcdiaci",w~ 11"la mat" .ia a la f". ll m

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El punto de vista cannico

oCreacin de un extremo material: el mundo

BorramienLo de lodaslns

medinciones

oCreacin de una extremidad fomlal: ellengunje

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Yo trascendental

Creacin de ulla brecha que sustituye las mediaciones perdidas y las ansias de cOl'l'espondencia

-----O~Fcu,;mellus

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Figura 2.24: Para obtener el modelo cannico que separa mediante un abismo el mundo y las palabras, y las relaciona con el peligroso puente de la correspondencia, basta considerar la referencia circulante y eliminar todas las mediaciones comointiles intermediarios que hacen la c.onexin opaca. Esto slo puede hacerse tras haber llegado al final (provisional) del proceso.Fenmenos

Reduccin

.( (.( I

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Figura 2.23: En el marco kantiano, los fenmenos habitan la encrucijada entre las inaccesibles cosas en s y el trabajo de categorizacin que realiza el Ego activo. Con la teora de la referencia circulante, los fenmenos son aquello que transita habitualmente a travs de la cascada de las transformaciones.

Bloqueemos los extremos de la cadena para que dejen de poder crecer y actuemos como si uno de ellos fuera el refel'ente, la selva de Boa Vista, y el otro fuera el enunciado "la selva' de Boa Vista .Borremos todas las mediaciones que me he deleitado en describir, y creemos en su lugar una radical fractura, una fractura capaz de englobar el inmenso abismo que separa el enunciado que pronuncio en Pars de su referente situado a seis mil.9]

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