ACUARIOS Y BATISFERAS

Manual ilustrado de la cría de A. personatus

2ª Edición

Antonio García Jiménez 2015

||Acuariosybatisferas.wordpress.com || FB: Acuarios y Batisferas||

Manual ilustrado de la cría de A. personatus 2015

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Introducción: conociendo la especie

El Agapornis personatus, o personata, es una pequeña ave psitácida de las regiones nororientales de Kenia y Tanzania. Sorprendentemente resistentes al frío en su etapa adulta y algo vulnerables al calor en las épocas de verano, son animales algo más cautos que sus primos A. roseicollis en cuanto al trato con personas extrañas a su círculo. Llama la atención su cabeza negra y su plumaje brillante de colores llamativos, que van desde los verdes y amarillos ancestrales a la mutación de la línea azul.

Son aves extremadamente inteligentes, con relaciones sociales complejas de las que podremos disfrutar si poseemos una pareja o realizamos sesiones de acercamiento con otras aves de la misma especie.

Papillerismo: ¿Qué es y qué ventajas tiene?

Cuando hablamos de ‘un papillero’ nos referimos a un pichón que ha sido retirado del nido con una edad cercana a los 25 días (nunca antes) para ser criado a mano y alimentado con papillas específicas para aves psitácidas.

Las ventajas que plantea esta práctica se centran, básicamente, en el vínculo que se crea con el animal, ya que al suministrarle el alimento personalmente se crea un lazo que es al principio materno-filial y finalmente fraternal. La pequeña ave te seguirá allá donde vayas, te mostrará cariño, confianza y un apego que en algunos casos se hace insoportable pero que perdonamos, inevitablemente, debido a su adorable aspecto.

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¿Qué tener en cuenta al adquirir un agaporni papillero?

Hay que tener en cuenta no sólo las cosas que pueden salir bien, si no también las que pueden salir mal. Un agaporni papillero bien empapillado y sociabilizado será una bendición para un amante de los animales, pero un pájaro medio desquiciado que se pasa el día gritando y cose a picotazos a las visitas acabará, irremediablemente, siendo abandonado en su jaula hasta el día de su muerte. Y duran 15 años, no es un compromiso fácil. Hay que tener en cuenta una serie importante de factores:

-Tiempo: si no lo tienes de sobra, no te arriesgues. Los agapornis papilleros requieren ser alimentados periódicamente cuando son polluelos, y la cosa no mejora con la edad. Son animales que requieren mínimo una hora y media al día de vuelo y vínculo con su dueño. Si no puedes comprometerte, no compres ninguno. Si lo compras y no haces lo que te digo tendrás un pájaro estresado que no será feliz. Y tú tampoco. -Paciencia: te vas a llevar setenta y siete mil picotazos, aproximadamente, durante el segundo mes de vida de tu mascota. No te van a arrancar un dedo, pero pueden volverte loco y agotar tu paciencia en cuestión de días. Con estos pájaros hay que tener mucho aplomo, y nunca desistir. Amansar la bestia, en este caso, no es sencillo. -Dedicación: cuando uno está ansioso no sólo por tener el animal, si no porque esté bien en todos los sentidos, la cosa pinta bien; pero todo esto no vale de nada sin dedicación. Se necesita este sentimiento día a día hasta el final. Algunos empiezan muy fuerte al principio y luego se deshinchan, dejan de sacar sus mascotas, no toman vínculo con ellas y el pájaro, sencillamente, pierde la confianza en ellos.

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Necesidades básicas de tu papillero

Cuando tu agaporni llegue a casa, necesitas tener preparados los enseres destinados a cubrir sus necesidades básicas, las que quedan al descubierto al separarlo de sus hermanos y sacarlo del nido en el que ha sido criado durante sus primeros 25 días de vida.

-Fauna box/caja de cartón y jaula: El lugar ideal para mantener a tu pequeño cuando llega a casa es una fauna box (un trasportín, de toda la vida) o una caja de cartón dentro de una jaula. En su lecho tendrá que tener papel de cocina absorbente y/o viruta de madera (especial para hámster y sin aromas). Se deberá limpiar casi a diario, ya que con la papilla suelen hacer de vientre algo líquido, y manchan bastante su lugar de reposo.

-Temperatura: El pájaro debe estar en un ambiente cálido para ayudarle a la digestión y para que esté cómodo. Unos 28ºC es la temperatura ideal, que podremos lograr con mantitas y trapos si lo mantenemos en una habitación cálida o con una manta térmica situada debajo de la fauna box (nunca en contacto con el pájaro directamente) y cubriendo una única parte de esta, dejando una ‘zona fría’ por si nuestro pájaro tuviera calor.

-Alimentación: El punto más importante.

La preparación de la papilla es sencilla; únicamente hay que calentar un vaso de agua mineral (evitar usar del grifo) en el microondas hasta que rompa a hervir. En una taza de loza o de plástico (que mantenga un poquito el calor) pondremos una cucharada de papilla seca por pichón, y con la pipeta iremos agregando el agua caliente que necesitemos hasta obtener una papilla con una consistencia un poco más líquida que la de unas natillas. Se recomienda dejar la papilla reposar, ya que espesa, y no debemos nunca dar una papilla demasiado espesa a nuestro agaporni. Durante la preparación, la papilla se irá enfriando; para su correcta digestión tiene que estar caliente, pero que no queme, aprovecharemos el agua caliente sobrante para introducir la pipeta cargada de papilla si vemos que se ha enfriado demasiado a modo de ‘baño maría’.

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Para darles la papilla cargaremos nuestra pipeta con una mano, comprobaremos dejando caer un par de gotas en nuestro antebrazo si está a la temperatura correcta y cogeremos al pichón firmemente de la cabeza con la otra mano, sujetando su cuerpo para que no derrame la papilla. Acercamos la pipeta al pico, y veremos cómo lo abre, introducimos un poco la punta y vamos dándole poco a poco, dejándole unos segundos para que trague. Cuando vemos que retira la cabeza o deja de abrir el pico, nuestro agaporni está lleno (podemos ver cómo el buche ha cogido tamaño); le limpiaremos el pico y el cuello de los restos de papilla que pudieran quedar con una servilleta y lo dejamos descansar en su cajita o fauna box. Una vez acabada la toma, limpiaremos inmediatamente y a conciencia todos los utensilios de dar papilla, sólo con agua caliente, sin detergentes ni jabones, y los dejamos listos para la próxima toma. Si no lo hacemos, la papilla se agarrará y no saltará, tendremos que comprarlo todo otra vez. Un truco para limpiar la pipeta es cargarla con el agua caliente limpia que nos haya sobrado, tapar con el dedo la salida, agitar y vaciar, hasta que salga limpia.

(Este ha comido bien, como podemos ver)

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Seguiremos las siguientes rutinas de alimentación, suministrando tanta papilla como quiera el animal (lo general serán unos 5 mL por toma, una pipeta y media).

-20-30 días: Cuatro tomas al día. 8:00-13:00-19:00-00:00

-30-40 días: Tres tomas. 8:00-16:00-00:00*

-40-45 días: Dos tomas. 8:00-00:00**

-45 días hasta el destete: Una toma de refuerzo. 00:00***

*Aquí ya podemos dejarlo durante 3-4 horas al día en la jaula, para que se vaya haciendo un poco a su futuro hogar.

**En este punto, pondremos a nuestro agaporni todo el día en su jaula definitiva, con mixtura, agua y panizo a su disposición. Veremos que irá picoteándolos por curiosidad y acostumbrándose a los nuevos sabores.

***Debemos dejar que sea él quien rechace la papilla. Cuando coma lo suficiente él solo y ya no quiera su toma diaria, entonces estará preparado para abandonar la papilla. Nuestro martirio habrá terminado. Usualmente destetan sobre los 50-60 días.

IMPORTANTES CONSIDERACIONES A TENER EN CUENTA PARA CADA TOMA:

-NUNCA guardes una papilla de una toma a otra. SIEMPRE se hace la papilla nueva cada vez que le vayas a dar a tu agaporni. Esto es porque la papilla, cuando pasa una hora, fermenta y pueden crecer hongos en ella, perjudiciales para tu pichón.

-NUNCA des una toma a tu agaporni si aún tiene en el buche papilla de la toma anterior. Si se mezcla una papilla a medio digerir con una nueva, puede fermentarles en el buche y el pollo moriría intoxicado.

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A continuación veremos una comparación de buches en ninfas; en agapornis es básicamente igual, pero con el buche menos alargado. Cuando esté vacío lo veremos

como un pellejito del cuello, y si aún tiene comida, como una bolsa redondeada.

(Podemos ver cómo en ninfas es mucho más alargado, pero efectivamente queda como un pellejito cuando está totalmente vacío)

(La Patrulla del Buche Reventón. Parece que estén tocando la gaita)

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Destete

El paso final, como es lógico, es el destete: tener un agaporni joven pero que coma y beba solo en su propia jaula. Como hemos comentado antes, el pichón deberá pasar algún tiempo en su jaula antes de pasarlo allí completamente; esto lo iremos haciendo cuando tenga una edad de 30-40 días.

Por ejemplo, podemos darle la papilla, tenerlo un ratito con nosotros y después pasarlo a la jaula poniendo en esta, en un rincón, algunos trapos y mantas para que se cobije ahí si quiere. Luego, por la noche o por la tarde, cuando haya pasado un par de horas en su jaula, lo pasaríamos a su fauna box o cajita de cría para que esté caliente durante la noche.

La introducción de alimentos sólidos como la mixtura o el panizo en rama no se hará hasta el día 40 de edad. Le pondremos una ramita de panizo y algo de mixtura junto con algo de agua en un bebedero adecuado para agapornis (igual que el de pájaros normal, pero con la parte de abajo más gruesa para que puedan introducir bien el pico) en la parte baja de la jaula, con algunas perchas también bajas, para que pueda subir cómodamente si quiere. En esta etapa podemos introducir también los juguetes que queramos ponerle.

Recordad que aparte de la mixtura y el agua, debemos incorporar a la dieta de nuestro agaporni verduras, frutas* y calcio en forma de hueso de jibia o bloque mineral.

*Os colocaré en un anexo una lista de verduras, frutas y plantas tóxicas y no tóxicas para los agapornis. Recordad mirarla antes de incorporar lo que sea a la comida de vuestro ave.

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El vínculo a través del ocio

Un aspecto importante, como también hemos comentado anteriormente, es el ocio del animal y el vínculo creado con el grupo de personas de su entorno. Estos dos conceptos van de la mano, inevitablemente, ya que ese precioso vínculo no se forja de otra manera que mediante la dedicación, día a día, de un tiempo suficiente al ocio de nuestra mascota.

Con ocio nos referimos a vuelos controlados dentro de casa, caricias, sociabilización con otros agapornis (siempre que se pueda, es muy recomendable) y sesiones de ‘’sobeteo continuo’’. Si dedicamos el tiempo que él necesita, tendremos un ave maravillosa, que nos colmará de satisfacciones y con la que te encantará pasar un rato diario. Si no lo hacemos, tendremos un loro chillón que no para de picotearnos, y será SIEMPRE nuestra culpa, nunca del ave.

(Esta foto sí es mía. En concreto, mi padre y mi primer papillero, Fermín)

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La importancia de la sociabilización en psitácidas

De los temas a destacar y que más se ignoran en la gran mayoría de novatos está el de la sociabilización intraespecífica del ave. Por intraespecífica (entre miembros de la misma especie) entendemos ‘’intragenérica’’, ya que puede darse entre miembros de distintas especies de agapornis y no forzosamente entre dos personatus.

El método obedece a las leyes de la dual impronta, que para legos en la materia de psicología animal o etología es un proceso por el cual, a través de experiencias (denominadas impresiones) y repetición de actos e interactuaciones con nosotros y un compañero o varios del mismo género (agapornis), el animal aprende cómo llevar una conducta adecuada, su rol específico. El término de dual impronta viene, sencillamente, porque se cometen dos tipos de impresiones en el animal: la que nosotros, los humanos, le transmitimos; y la propia de sus compañeros plumíferos.

De nosotros el pájaro aprende a respetarnos al principio como padres, luego como hermanos y miembros de su comunidad. Nos ven como otro agapornis, un compañero más. De las sesiones con otras aves aprende cómo expresar sus sentimientos y necesidades como pájaro, a medir la fuerza de su pico, a acicalarse y acicalar a otros y, en definitiva, a formarse correctamente como pájaro, su propia etología. Si no lo hacemos o lo obviamos, tendremos un pájaro que no sabrá que es un pájaro, y se comportará de manera imprevisible y a menudo agresiva con otros pájaros e incluso con humanos. Humanizaremos un animal, siendo muy poco consecuentes con su naturaleza; es un tipo de maltrato que a menudo no se ve como tal, pero que es casi más perjudicial que el físico, ya que estas aves, debido a su inteligencia, sufren mucho más la humanización de su carácter.

¿Cómo podemos sociabilizar nuestros papilleros? De dos maneras: criándolos en grupos o con sesiones de acercamiento con miembros de su misma especie o género, jóvenes o ya sociabilizados. Lo primero está claro, no hay más; lo segundo tiene algo más de miga: hay que llevar un poco de cuidado cuando se junta un agaporni joven con uno adulto, ya que estos últimos suelen abusar de los primeros y pueden ocasionarles daños físicos, hay que seguir una pequeña ceremonia.

Cuando tenemos dos papilleros, podemos realizar juntas sin miedo. De los 30-50 días es el rango de edad idóneo para realizar estas sesiones, pero cuando son algo mayores, tenemos que tener la precaución de que las dos aves se conozcan antes de juntarlas, y nunca introducir un ave en la jaula de la otra, siempre realizar las sesiones en un territorio neutro. Lo ideal es juntar ambas jaulas, que se oigan y se vean, después dejaríamos que el agaporni mayor salga mientras el pequeño sigue en la suya, protegido. Poco a poco, iremos viendo cómo reaccionan el uno al otro y finalmente intentaríamos una sesión de acercamiento en un territorio neutro, como he comentado antes.

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Sobre las hembras y los huevos de celo. Cómo actuar.

Si te has decidido por una hembra hay una serie de cosas que tienes que saber, ya que vas a tener algunos problemillas, nada grave; se compensa con ese genio especial que posee el sexo fuerte en estas aves. Son más espabiladas, más inteligentes, embaucadoras y sinvergüenzas que sus maridos, hermanos, padres o primos. Unas descaradas de carácter imprevisible.

Entre los problemas que acarrea tener dos cromosomas X, está el de la territorialidad. La hembra es la que protege el nido de extraños, y en alguna etapa de su ciclo hormonal pueden mostrarse violentas con los humanos que quieran trastear en sus apacibles dominios, su jaula. Incluso para limpiarla puedes llevarte un picotazo de aviso, nada serio si el animal ha sido sociabilizado, pero conviene tenerlo en cuenta porque se suelen estresar si insistimos en tocarle lo que por derecho es suyo.

(No le ha hecho ni pizca de gracia que te hayas pintado las uñas a esta hembrita)

El carácter variable también está directamente relacionado con sus ciclos hormonales. A menudo se mostrarán tan cariñosas como un macho, y podremos disfrutar de su picaresca añadida, pero cuando están de mal humor no hay quien les tosa. Lo mismo que con lo de la jaula, unos picotazos de advertencia y poca cosa más. Hay que dejarlas tranquilitas y que ellas decidan qué quieren de nosotros.

El problema más grave y que, por desgracia e ignorancia, puede acarrear la muerte de nuestra mascota es el de los huevos de celo. Las hembras suelen poner de dos a cuatro huevos al año desde los seis meses de vida; hay algunas que ponen uno al año, otras ponen dos, otras ponen seis. Sea la cantidad que sea, hay una serie de directrices a seguir para limitar al mínimo la postura de estos huevos y para evitar que nuestra mascota sufra daños por desgaste o la muerte por retención o rotura de huevo.

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Lo más importante es que a partir del cuarto mes de edad, más o menos, la hembra no tenga ningún nido donde poner sus huevos, ya que un refugio incitaría al celo. En principio con esto es suficiente, pero si se da el caso de que la hembra continúa entrando en celo, se retirarían los posibles juguetes que pudiera tener, en especial con los que pueda rascarse la espalda y limitaremos nuestro contacto con el animal (esto incluye atenciones como hablarle, caricias y halagos; sé que es duro, pero sobre todo cuando no están bien sociabilizadas con miembros de su especie, un simple ‘’hola guapa’’ puede incitar aún más el celo). Un claro indicador de que nuestra hembra está en celo es que te hace ‘’el avioncito’’, que es una postura en forma, lógicamente, de avión, agitando las alas continuamente. También lo notaremos en su carácter: agresiva, reacia al contacto y muy arisca; extremadamente territorial con su jaula. Si se retiran los objetos a tiempo, no se producirá el huevo y en cuestión de días o semanas la hembra abandonará su lasciva actitud. Después de este período, podemos volver a colocarle sus juguetes.

(El avioncito nos indica que está lista para la monta. Embarquen por la puerta cinco.)

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Si llega el caso en el que el huevo se produce o vemos la cloaca hinchada, y lo pone, HABRÍA QUE RETIRARLO INMEDIATAMENTE. Colocaríamos, si no está ya, un aporte extra de calcio y vigilaríamos la cloaca para comprobar si viene otro en camino. Si pasa más de dos días con la cloaca hinchada, acudiríamos al veterinario inmediatamente, para que él determine si existe un problema de retención de huevo. Evitaremos marear mucho a nuestra hembra, y no cogerla bruscamente ni asustarla cuando tenga un huevo en la cloaca, ya que del meneo podría romperse y ocasionar una muerte por hemorragia interna. Y, por Dios, ni se os ocurra juntarla con un macho ‘’para tener pollitos’’, la cosa no funciona así y ya he visto casos de muerte de la pobre hembra porque del ajetreo se le ha roto el huevo.

(Hembra con cloaca hinchada. Un huevo en camino y a punto de su puesta)

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Agradecimientos

Por último, quiero agradecer a toda la comunidad de criadores y amantes de los agapornis que me han echado una mano con sus aportes en la web tantas veces cuando he sido novato. A la gente que escribe en Cosas de Agapornis (cosasagapornis.com), Agapornis Club España (agapornisclub.info) y a la difunta web Infoloros. También a Marisol, que amablemente ha aguantado mis preguntas sobre loricos y que crió tan bien y tan guapos mis dos primeros agapornis, Fermín y Margarita.

También a mis amigos y a mi familia, que siempre se han interesado conmigo por mis aficiones de animalicos, y a la pobre gente a la que he robado las imágenes que he puesto en este santo manual. (Si eres uno de estos últimos, lo siento mucho. Ponte en contacto conmigo y te mando un bizcocho por correo certificado)

Y a todos vosotros, que habéis confiado en mí para adquirir vuestra mascota o incluso únicamente para leerme aquí en este manual o en mi blog.

¡GRACIAS!

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Notas de la 2ª edición: -Corregidos algunos errores de redacción y añadidos los aspectos relativos a la higiene de los utensilios de la papilla. -Añadida fotografía de agaporni personatus variedad ‘adorable’. -Añadida sección dedicada a la sociabilización de psitácidas y dual impronta. -Añadida sección dedicada a las hembras y al huevo de celo. -Corregido el error semántico de socializar-sociabilizar. Gracias, Marisol. ANEXO:

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Frutas PERMITIDAS • ¡¡PROHIBIDO EL AGUACATE!! • Albaricoque-Arándanos. • Cereza. • Frambuesa. • Fresa. • Granada. • Higo. • Kiwi. • Mandarina. • Mango. • Manzana. • Melocotón. • Melón (Cuidado con las pipas, ya que son tóxicas). • Naranja. • Nectarina. • Papaya. • Pera. • Piña. • Plátano (con moderación). • Pomelo. • Sandía (Cuidado con las pipas, ya que son tóxicas). • Uva. Verduras PERMITIDAS

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• Acelga. • Achicoria. • Amaranto. • Arúgula. • Berro. • Berzas. • Boniato (Cocido). • Brócoli. • Calabacín. • Calabaza. • Capiquí o Picagallina. • Col. • Col rizada. • Coliflor. • Diente de león. • Endibia. • Escarola. • Espinacas. • Guisante. • Judías Verdes. • Lechuga. • Lombarda. • Maíz. • Nabo. • Pepino. • Pimiento. • Tomate. • Zanahoria. Flores PERMITIDAS

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• Ajo. • Ajo morisco o Cebollino. • Albahaca. • Alegrías. • Aloe Vera. • Anís. • Borraja. • Calabaza. • Caléndula. • Callistemo o Limpia-tubos. • Capuchina. • Cardo Mariano. • Cilantro. • Ciruela. • Clavel. • Diente de león. • Eucalipto. • Flor de la Pasión. • Girasol. • Gladiolo. • Granada. • Hibisco. • Hinojo. • Jaramago. • Lavanda o espliego. • Lilo. • Lima. • Limón. • Lirio de la mañana. • Manzanilla. • Manzano. • Margarita. • Menta. • Monarda. • Naranjo. • Orégano. • Pensamiento.