Manos Milagrosas.

La historia, para empezar, no es lineal. Empieza con el neurocirujano Benjamin Carson, al que le llevan un caso de gemelos siameses, unidos por la cabeza, los cuales sus padres quieren separar. En ese tiempo no había registro de algún caso en el que una operación así haya sido exitosa así que el doctor tiene que tomar una decisión.

Conforme va pasando la historia, se ven flashbacks de Benjamin en su infancia, donde nos cuentan que creció en una familia de escasos recursos, con una madre soltera que no sabía leer ni escribir y un padre ausente.

Él de chico era el “burrito” de la clase, siempre reprobaba los exámenes, pero el constante recordatorio de su madre al decirle que él podía hacer todo lo que los demás también e incluso mejor, lo motivó a estudiar duro y demostrarles a todos que con trabajo duro se puede salir adelante y que un estándar bajo no lo definía.

Su madre, sufría de depresión pero siempre se mostró fuerte para sus hijos, quería que sus hijos fueran exitosos y no terminaran como ella. A diferencia de muchas familias del sistema, lo que ella mostraba a sus hijos era la cara buena de la moneda, les daba los recursos para salir adelante por ellos mismos.

Conforme Benjamin fue creciendo, su entorno también, al ser él el primero en su clase y su madre al conseguir un mejor trabajo, pudo conseguir entrar en una buena escuela secundaria, en donde el sistema ya no le gritaba “tonto” sino “POBRE” y ahora, al contrario de la vez pasada, se dejó definir por ello, tomando decisiones de las cuales se arrepentiría después.

Poco a poco con la ayuda de su madre, su hermano y su fe en Dios, pudo salir adelante, regresó al “buen camino” y siguió estudiando duro pero esta vez, sin sentirse más que nadie.

El sistema siempre quiso golpear a Benjamin y aunque hubo veces que lo logró, él se mostraba perseverante y continuaba caminando hacia delante.

Durante su carrera, él ya era conocido como el mejor neurocirujano del mundo pero él le daba todos los méritos a Dios, quien decía, era el que ejecutaba los milagros.

Al final del filme logra la operación de los siameses con éxito.

Creo que nada ni nadie puede definirte si tú no lo dejas, y ese es el mensaje que tiene ésta película. Si te agarras de Dios para todo, obviamente van a haber procesos difíciles, pero nada que no puedas superar.