OS RESIDUOS de la construc-ción o RESCON son todos aquellos sólidos generados en faenas de construcción, repara-ción o demolición –urbanas y rurales– y que deben ser trans-portados desde las obras a sitios

predeterminados para su disposición final. El ciclo de vida de los RESCON se compone principalmente de cuatro etapas: generación, acopio, transporte y disposición final. Se trata de un periplo que cumplen 5 millones de to-neladas de residuos anuales, según los cálculos de la Seremi de Salud y la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA). Este viaje no está exento de dificultades e incluso presen-ta prácticas fuera de la ley. Los especialistas analizan el proceso y las debilidades del siste-ma que originan las irregularidades.

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Según datos de la Seremi de Salud, anualmente el sector construcción, en

la Región Metropolitana, genera 5 millones de toneladas de residuos, de

los cuales el 60% se deposita en vertederos ilegales. Esta problemática

ambiental y de salud pública preocupa y se intenta atacar por

diversos frentes. Especialistas explican los motivos de

esta situación y entregan recomendaciones para

combatirla. Las responsabilidades se comparten y

las constructoras juegan un rol fundamental.

TEMAS

RESIDUOS de la construcción

MANEJO, ILEGALIDAD Y RECOMENDACIONES

DANIELA MALDONADO P.Periodista SustentaBiT

GENERACIÓN Y ACOPIO

En cada obra de construcción se generan excedentes de materiales que no se reutilizan y que por lo tanto deben ser retirados de las faenas. Se calcula que el 78,7% de estos residuos corresponde a áridos; el 11,2% a cementos; el 5,4% a ladrillos; el 2,4% a revestimientos plásticos y el otro 2,4% a ma-teriales varios (ver Composición de los residuos de la construcción). En esta etapa, dice Giselle Miyoshi, jefa de Gestión Ambiental de Constructo-ra Tecsa, resulta fundamental que los trabajadores tengan la capacitación adecuada para distinguir correctamente el tipo de residuo que generan, además de conocer las medidas de mitigación para cada una de las activi-dades. Este aspecto se vincula a la segunda fase: el acopio. En cada obra los trabajadores deben almacenar transitoriamente los residuos en basureros o contenedores dispuestos según su naturaleza. Cada obra define cuál será la zona de almacenamiento y cómo realizará la separación. En algunas empre-sas por ejemplo, pintan los contenedores de distintos colores para distin-guir entre residuos del tipo domiciliarios (también denominados orgánicos y que han sido generados por las actividades realizadas por los trabajadores en las instalaciones de faena, principalmente comedor y oficinas); residuos inertes (donde se incluye escombros, escarpe y restos de áridos) y residuos

peligrosos de la construcción (como aceites, lubricantes, tarros de pintura, diluyentes o pe-gamentos). En esta etapa es importante que se utilice algún medio de evacuación de residuos desde altura, ya sea embudos o a través de los capachos de la grúa o del montacargas. A esto se suma que las condiciones de almacenamien-to deberán contemplar señalización y deberán estar protegidas de la humedad y de la radia-ción solar, además de tener acceso restringido y contar con métodos de contención en caso de derrames. Para la empresa Regeneradora de Materiales de la Construcción (Regemac), que efectúa el retiro y manejo de escombros, es muy importante que las constructoras fomen-ten en su personal el interés por reducir el vo-lumen de los residuos. Además, recomiendan que los RESCON sean acumulados segregada-

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mente (según su naturaleza) en contenedores evitando contaminar el suelo, cuidar que los residuos líquidos y orgánicos no contaminen los residuos propios de la construcción y evitar la generación de polvo.

www.tecsa.cl; www.conama.cl

TRANSPORTE Y DISPOSICIÓN FINAL

Una vez que se cuenta con una cantidad sufi-ciente de residuos en obra, éstos son transpor-tados a lugares definidos para su disposición. La elección del lugar dependerá de la natura-leza del residuo. Por ejemplo, los residuos or-gánicos son retirados por los camiones muni-cipales; los peligrosos se retornan a su proveedor o se envían a un relleno de seguri-dad y los inertes se trasladan a alguno de los sitios autorizados, existiendo siete en la Re-

Al cierre de esta edición, un terremoto de 8,8 grados en la escala Richter y un tsunami azotaron la zona centro sur del país, generando no sólo daños en viviendas y caminos, sino que un problema sanitario preocupante, sobre todo en los sectores más devastados. Los escombros comenzaron a acumularse en las calles y las autoridades llamaron a la comunidad a no mezclar los residuos domiciliarios con los residuos de construcción. De hecho, sólo en la Región Metropolitana los escombros alcanzan los 3 millones de metros cúbicos. La Comisión Nacional del Medio Ambiente de la RM en tanto, dispuso en su página Web información sobre los sitios autorizados para la disposición final, además entregó un listado de los servicios municipales de retiro de escombros domiciliarios y una lista de empresas que trabajan con residuos de construcción. La empresa Regeneradora de Materiales de la Construcción (Regemac) ha estado apoyando en esta situación. “En una semana hemos entregado 20 contenedores a constructoras para que depositen los residuos producto de las reparaciones, siendo que tradicionalmente entregamos tres. Además, nos hemos coordinado con las municipalidades para que utilicen nuestros terrenos para la disposición final”, señala Paola López, asistente de gerencia de Regemac.

TERREMOTO:LOS ESCOMBROS

G

ENERACIÓN ACO

PIO

1

2

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gión Metropolitana. Éstos corresponden a te-rrenos usados previamente para extracción de áridos, y actualmente se rellenan y compactan con capas de residuos inertes y tierra prove-niente de los escarpes. Existen numerosas em-presas que realizan el transporte de estos resi-duos. Una de las que cubre un alto porcentaje de las obras es Regemac, creada el año 1999 en la Comisión de Medio Ambiente de la Cá-mara Chilena de la Construcción (CChC).

Los expertos consultados consideran funda-mental que todos los camiones que salen de las obras con este tipo de residuos cuenten con guía de despacho, la que debe retornar a la constructora timbrada por el botadero au-torizado. Este documento debe indicar el nombre del transportista, el sitio de destino, la fecha de retiro, el material y la cantidad que transporta, la patente del camión y la hora de partida. En el caso de los residuos peligrosos se hace una declaración a través del sistema en línea denominado SIDREP (Sistema de de-claración y seguimiento de residuos peligro-sos), la que deberá contener los datos del ge-nerador y del transportista, los residuos a disponer, el destinatario y la Autoridad Sani-taria. Se recomienda que la obra y la oficina central realicen una verificación de los certifi-cados antes de efectuar los pagos correspon-dientes y adicionalmente retengan esta docu-mentación como evidencia. Para aumentar el control, algunas empresas utilizan sistemas es-peciales de monitoreo. “Todos nuestros ca-miones cuentan con GPS, por lo que pode-mos saber con exactitud dónde están y por eso acreditamos que todo se hace dentro de la norma”, explica Nelson Lillo, Gerente de Operaciones de la empresa de Manejo y Transporte de Residuos Sólidos y Líquidos, Disal Chile S.A. Pero no todas las empresas

pueden asegurar lo mismo. La CONAMA se-ñala que el 60% de los RESCON son deposi-tados en vertederos ilegales, una delicada pro-blemática ambiental y sanitaria.

www.disal.cl; www.produccionlimpia.cl

VERTEDEROS ILEGALES

La sentencia del director regional de la CO-NAMA Metropolitana, Alejandro Donoso, es clara: “Según el último catastro efectuado, en la Región Metropolitana existen 67 vertederos no autorizados. Y no se trata sólo de terrenos privados, sino que existe un número impor-tante pertenecientes al Serviu y a Bienes Na-cionales”. Estos lugares generalmente se ubican a orillas de canales, en costados de bermas de caminos, en lugares aledaños a vías férreas o en sitios eriazos. Y se trata de un tema preocupan-te ya que los impactos ambientales y sobre la salud pública no son pocos, a lo anterior se suma el impacto económico para quienes rea-lizan la limpieza del lugar. Natalia Garay, re-presentante del Gobierno Regional Metropoli-tano de Santiago explica las principales problemáticas: “El vertimiento de residuos (no sólo RESCON), incluidos los peligrosos, tiene acción directa sobre el suelo alterando en for-ma negativa sus características estructurales y químicas originales. Además, es probable que en estos lugares y producto de las lluvias se in-filtren contaminantes hacia el subsuelo con la consecuente contaminación de napas subterrá-neas. A esto se suma la contaminación del aire asociada a la generación de olores producto de la descomposición de los residuos orgánicos y a emisiones gaseosas y de material particulado por quemas ilegales”. Pero esto no es todo. Para las personas que viven en las cercanías, los riesgos para la salud pueden ser muy altos, so-bre todo porque en estos lugares proliferan

FISCALIZACIÓN Una de las grandes

debilidades que mencionan los

especialistas está en la fiscalización de la

correcta disposición de los residuos de la construcción. La

Seremi de Salud es la encargada de

fiscalizar directamente, sin

embargo, distintos especialistas

reconocen que esta entidad no cuenta con los recursos suficientes para realizar controles

exhaustivos. Otra entidad a cargo del

tema es la Sección de Ecología y

Mediambiente del Laboratorio de

Criminalística de la Policía de

Investigaciones, pero sólo analizan e

investigan la peligrosidad de los

residuos cuando se ha hecho una denuncia

formal. A esto se suma una normativa

insuficiente que no establece sanciones

claras para los responsables, lo que debería cambiar con

la entrada en vigencia de la Ley Nº 20.417, la

que entrega facultades fiscalizadoras a la

autoridad ambiental a través de la

Superintendencia del Medioambiente.

www.investigaciones.cl; www.texinco.cl

TRAN

SPORTE

3

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vectores sanitarios (perros vagos, roedores y moscas). Además, se debe considerar la altera-ción que provocan en el paisaje, lo que contri-buye a la pérdida de valor ambiental y comer-cial del entorno. Pero, ¿Si los peligros y los lugares están identificados, por qué siguen existiendo y aumentando estos vertederos ile-gales? Las explicaciones son varias y se centran principalmente en la falta de normativas y en la escasa fiscalización de las autoridades (ver recuadro Fiscalización). Christián Calderón, Jefe de la Unidad de Residuos Sólidos de la Autoridad Sanitaria de la Región Metropolita-na (SEREMI de Salud) es enfático: “El trans-porte de los residuos no requiere autorización sanitaria, lo que constituye una debilidad nor-mativa que no permite responsabilizar a los transportistas. Nuestra estrategia entonces se basa en hacer un seguimiento a los camiones para llegar a los generadores, una fiscaliza-ción que no cuenta con la cantidad de personal suficiente”, explica. A esto se suma un factor económico relevante. “Ac-tualmente existe una oferta de transporte de residuos más grande que la demanda. Y los precios se relacionan directamente con los costos establecidos por los escasos luga-res autorizados. Por ello, para abaratar sus servicios algunas empresas recurren a los vertederos clandestinos. Y esto se agrava porque algunas compañías adulteran certi-ficados, con firmas, timbres, nombres y cargos falsos”, subraya Álvaro Conte, ge-rente general de la empresa Regemac, quienes realizan un exhaustivo procedi-miento y cuentan con sus propios pozos de relleno. La información la corroboran diversos profesionales. “En ocasiones, tan-to constructoras como transportistas enga-ñan porque recurren a camiones de em-

presas que emplean papeles que no son propios y que pertenecen a compañías de transporte autorizadas”, dice Enzo Bono, gerente general de la empresa de transporte de residuos indus-triales y de la construcción Texinco. Mauricio Salinas de la Constructora Daniel Salinas, aborda el tema. “En el sector se comenta que algunas empresas de transporte, de 10 camio-nes de residuos, envían sólo uno a vertederos autorizados. Así, logran los certificados, los que muestran a las constructoras, que ni si-quiera se dan cuenta del engaño, ya que en su mayoría no revisan que concuerden estos cer-tificados con las guías de despacho, ni tienen registros del volumen de residuos eliminados. Esto se da por una falta de fiscalización de las autoridades pero también por responsabilidad de las empresas constructoras que no revisan los procedimientos”, sentencia.

SITUACIÓN DE LOS RESIDUOS EN REGIONESLos especialistas señalan que en otras partes del país la

situación de los residuos de construcción (RESCON) es

aún más complicada que en Santiago, ya que basta que

haya un terreno baldío sin cercos para que se produzcan

descargas ilegales. Y la situación se agrava ya que los

rellenos sanitarios y vertederos no reciben RESCON ya

que disminuyen su vida útil y ya están bastante

saturados.

DISPOSICIÓN FIN

AL

Ejemplo de uno de los vertederos ilegales que actualmente funcionan en la Región Metropolitana.

4

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Otra problemática detectada involucra a los residuos orgánicos, dice Salinas. “En algunas obras, el camión municipal se rehúsa a retirar este tipo de residuos por temor a que éstos con-tengan otro tipo de escombros, por lo que se genera una complicación para la constructora ya que debe llevarlos a botaderos de manera autónoma”. Pero el problema se agrava cuando mezclan los residuos orgánicos con los inertes y de esta manera sólo pueden ser retirados por camiones que no cumplan con la normativa.

Para la CONAMA el tema consiste en que cada actor asuma sus compromisos. Los em-presarios son responsables de la generación, de las condiciones adecuadas de acumulación y del destino de sus residuos, por lo que debe-rían preocuparse de darles una adecuada dis-posición, pero también los dueños de los te-rrenos donde se generan estos vertederos ilegales deben proporcionar un mantenimien-to adecuado que se traduzca en limpieza y cie-rre, evitando así estas prácticas.

El problema preocupa y las autoridades es-timan que el 2010, será un año clave para cambiar esta situación. En enero se promulgó la Ley Nº 20.417 que crea el Ministerio del Medio Ambiente, el Servicio de Evaluación Ambiental y la Superintendencia del Medio Ambiente, entidades que suplirán la carencia de fiscalización que existe actualmente en los diversos temas ambientales, señalan en la CO-NAMA. “Adicionalmente estos últimos meses hemos elaborado, en conjunto con diversos actores regionales vinculados al tema, un Plan de Prevención y Recuperación de Vertederos Ilegales que busca resolver la situación de és-tos analizando y proponiendo soluciones a los puntos críticos”, relata Alejandro Donoso, di-

rector de CONAMA RM. Esto se traducirá en un documento que contendrá líneas estra-tégicas de acción con compromisos de inver-sión para el período comprendido entre 2010 y 2014. Entre las medidas concretas se plantea la posibilidad de incorporar la categoría de RESCON dentro del Reglamento del Sistema de Evaluación Ambiental (SEIA) para que la generación, seguimiento y disposición final pueda ser objeto de evaluación y posterior fis-calización. Y en este contexto las constructo-ras y el sector privado tienen mucho que aportar. “Una de las medidas de control que deben tener las constructoras está en revisar que los certificados correspondan a los volú-menes de residuos que realmente se retiraron. Para esto es importante que la empresa tenga un cálculo estimado de lo que está eliminan-do, el que andará en torno a 0,15 m3 por me-tro cuadrado”, relata Mauricio Salinas.

Para la asistente de gerencia de Regemac, Paola López, el generador de los residuos siempre será el responsable, por lo que debe verificar la correcta disposición ya sea con el transportista o con el vertedero autorizado. “Durante este año, las autoridades estarán más exigentes, por lo que las constructoras se tienen que preparar”, recalca la profesional. En esto concuerda Christián Calderón, Jefe de la Unidad de Residuos Sólidos de la Auto-ridad Sanitaria de la Región Metropolitana, quien también reconoce que quedan varios temas pendientes. “Aún nos falta hacer una identificación de todos los generadores, con la caracterización y cuantificación de los resi-duos. A esto se deberá sumar un catastro de todos los transportistas de manera de que si se lo sorprende depositando en un lugar ilegal, tengamos la posibilidad de dejarlo fuera del sistema. A esto se suma una responsabilidad legal de cada uno de los involucrados en la gestión, lo que hoy día no existe”. El profesio-nal agrega que para combatir realmente los vertederos ilegales se requiere el liderazgo y apoyo de las autoridades locales, incluidos los alcaldes y concejales. Además deberán coope-rar todos los sectores, tanto el público como el privado. Sólo de esta manera se podrán im-plementar medidas preventivas y correctivas que permitan mejorar la gestión de los RES-CON. Con esto en la mira, el paso siguiente será el reciclaje de los residuos, tema que se abordará en próximas ediciones.

www.constructorasalinas.cl; www.asrm.cl; www.gobiernosantiago.cl

S S

En la categoría “Materiales varios” se encuentran los orgánicos o domiciliarios como guantes, toallas de papel, ropa y restos de comida; los reciclables (madera, metales, vidrio, tuberías de PVC) y los tóxicos o peligrosos como aceites, lubricantes, tarros de pintura, diluyentes o pegamentos.

LADRILLOS

5,4%

CEMENTOS

11,2%

REVESTIMIENTOS PLÁSTICOS

2,4%

MATERIALES VARIOS

2,4%

ÁRIDOS

78,7%

GENTILEZA TECSA

COMPOSICIÓN DE LOS RESIDUOS DE LA CONSTRUCCIÓN

EL GENERADOR

DE LOS

RESIDUOS

SIEMPRE

SERÁ EL

RESPONSABLE,

POR LO QUE

DEBE VERIFICAR

LA CORRECTA

DISPOSICIÓN

YA SEA CON EL

TRANSPORTISTA

O CON EL

VERTEDERO

AUTORIZADO.