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Lunes 24 de Febrero de 20206 Aniversario de Pozo Almonte

POZO ALMONTE

Desde Iquique a Pozo Almonte, debe tomar la ruta A-16, para luego empalmar la ruta 5 ha-cia el sur hasta Pozo Almon-te, desde ahí podrá tomar un desvío que te llevará hasta

Mamiña o el desvío hasta La Ti-rana, La Huayca, Matilla y Pica.

Para ir a Pozo Almonte y La Tirana, puedes tomar transporte público desde el sector del Mercado de Iquique donde podrás encontrar salidas diarias en diferentes horarios.Para llegar hasta a los demás pueblos, puedes ir en un vehículo propio o contratar un tour con un tour

operador que ofrezca el servicio hasta los sectores que desea recorrer.

Pozo Almonte, una comuna que cuenta con variados atractivos turísticos, como las míticas salitreras, pueblos precordilleranos, e impactantes escenarios naturales como Salares, geoglifos y la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, conformada por más de 17.000 hectáreas de Tamarugo que es una especie endé-mica del norte de Chile, cuya raíz logra alcanzar el agua subterránea, con una capacidad única de sobrevivencia en medio del desierto más árido del mundo.El pueblo de La Tirana sobresale en el mes de julio, con la fiesta religiosa más grande del país “La Tirana”. Cada 16 de julio este pueblo congrega a cientos de peregrinos y devotos de la virgen del Carmen, además de los turistas que llegan al pueblo para ser testigos de la magnitud de la fiesta. CÓ

Debes considerar indispensa-ble bloqueador solar y ropa apropiada para el desierto. Para la noche ropa de abrigo. Lleva Hidratación, como Agua

y/o jugos.

No encontrarás comercio en los pueblos pequeños, por lo que se recomienda llevar lo necesario para el viaje. Solo en Pozo Almonte se podrá abastecer con lo necesario para su viaje, incluso combustible.

AUTO BUS

CLIMA COMERCIO

Lunes 24 de Febrero de 2020 7Aniversario de Pozo Almonte

Proyecto “Sembrando Juntos” de Desafío Levantemos Chile, Teck, Conaf y la Municipalidad

de Pozo Almonte, para la plantación de 400 árboles

en Ruta del Peregrino, camino a La Tirana.

En la celebración de un nuevo aniversario, reiteramos nuestro compromiso con la comuna de Pozo Almonte y su gente.

Cuatro vehículos para el servicio a la comunidad que se gestio-naron a través de la Corporación Municipal de Desarrollo Social de Pozo Almonte (Cormudespa) es el regalo con el que se con-memoran 49 años de la creación de la municipalidad, al servicio de la comunidad. Los vehículos fueron bendecidos al final de la misa en la que se recordó a los funcionarios que ya han partido. El alcalde Richard Godoy Aguirre agradeció a Dios, también el com-promiso y la gestión del equipo de todos los estamentos municipales y de la corporación, así como, la confianza que los vecinos han de-positado en su capacidad de hacer las cosas. “Tenemos una apues-ta como equipo puesta en el compromiso de entregar felicidad, me-jorar su calidad de vida. En ese sentido quiero destacar el trabajo y la gestión que realiza todo nuestro equipo y también a los directi-vos, entorno a lograr proyectos, como los vehículos”, dijo el alcalde. También, agradeció la presencia del seremi de Salud. “Agradezco al seremi de Salud que nos acompañó y ha creído junto al Servicio de Salud por creer en nosotros y otorgarnos este equipamiento que nos permite tener mejor acceso a Salud para nuestros habitantes,

en esta gran comuna de Pozo Almonte”, en relación a la última camioneta 4x4 que se adquirió y que permite la realización de la ronda médica hacia las localidades del interior de la comuna. En tanto, el secretario regional ministerial (seremi) de Salud, Manuel Fernández, especialmente invitado dado que una de los vehículos se obtuvo con financiamiento del Servicio de Salud Iquique. La autori-dad sanitaria destacó el trabajo que realizan los equipos de salud en la comuna y, resaltó que los vehículos permiten el acceso y eso cumple con dar equidad en la gestión sanitaria a todos los pozoalmontinos. Desde otro ámbito de la gestión municipal, el secretario ge-neral de Cormudespa, Álvaro Jorquera Tapia manifestó que “esto nos permite contribuir al desarrollo de la comuna que es lo que ha encomendado el alcalde, llegando con sa-lud a todas partes. Poder ayudar con el traslado de funciona-rios y estudiantes, a través del departamento de Movilización podemos brindar traslado a nuestros estudiantes. A la vez, celebramos contentos este aniversario en que la Educa-ción Municipal alcanzó nuevos y mejores índices de calidad”.

MISA

En la misa conmemorativa se contó con la presencia de los fun-cionarios y de la concejal Giovana Poveda Pempelfort, quien realizó la lectura del salmo. La homilía hizo hincapié en la auto-reflexión sobre lo que vemos, la ceguera y la envidia; como fac-tores distractores del quehacer con bondad y conciencia en ins-tancias donde el centro está puesto en el servicio a los demás.

VEHÍCULOS

Una camioneta 4 por 4, más tres furgones son los vehículos que luego de la misa fueron bendecidos y a la vez challados. Estos pres-tarán servicios de traslado de la ronda médica de la Salud Rural por las localidades del interior, así también, un furgón trasladará a los profesionales del Programa de Integración Escolar (PIE); en tanto, otro furgón tiene la función exclusiva para el traslado de 17 veci-nos de Pozo Almonte que requieren ir a diálisis a Iquique tres ve-ces por semana. Y, le tercer furgón con una capacidad para 19 per-sonas que presta apoyo al traslado de docentes y de estudiantes.

Municipalidad de Pozo Almonte recibió cuatro vehículos nuevos para Salud y Educación

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Pozo Almonte, Pueblo de Leyenda

Aniversario de Pozo Almonte

Si hay un pueblo en la pampa que tenga historia y leyenda, no cabe duda que es Pozo Al-monte, a puertas del santuario de La Tirana, cuya existencia en el desierto agrio y sofocan-te arranca de lejanos tiempos, tan lejanos como aquellos en que el pueblo de Tarapacá, era la capital de esta apartada re-gión del imperio de los incas. Y en aquel pueblecito asentado en el fondo de la quebrada de este nombre, quedó patente el paso de los rudos conquistado-res, como también fue grabado en el recuerdo, la hazaña inmor-tal de Eleuterio Ramírez. Y Pozo Almonte también recibió algo en aquello que quedó envuelto en el correr de los años en el polvo de la huella de los siglos… Y como decimos, este pueblo tiene su historia y su leyenda como también unas noches magnificas, cuando la caman-chaca no espera mucho, las estrellas polvorean su oro finí-simo sobre el pueblo y enton-ces los vecinos en las puertas

Autor: Osvaldo Guerra Diario “El Tarapacá”, 16 de Julio de 1950, p.3 Iquique, Chile

de sus casas tejen la charla de tantos recuerdos; de los pocos que aún quedan -muy pocos, por cierto- han visto pasar los años, los días y las horas bue-nas de la prosperidad, cuando cada hombre de esfuerzo con la carta mágica del empuje convertía terrones de nuestro fertilizante y en el pueblo bullía la vida y reinaban espinas y se chocaban las capas fraternales de la cordialidad de su gente, que aunque en el frio hacia sonreír por fuerza a “los chi-nitos” de los almacenes y “la música de las calaminas” con su crepitar era la orquesta que en el desierto estaba cantando a la vida; y de las bulliciosas oficinas del cantón salieron los mejor bailes que sobre la are-na tostada del pueblo místico de La Tirana dibujaron capri-chosos arabescos, como pati-nando la fe de los que fueron hasta allí portando la creencia espiritual ante el santuario. Muchos años atrás vimos allá a los “morenos” de Carmen bajo,

a los “chunchos” de Cala Cala y a los Coyaguayos de Buen Reti-ro; una visión inolvidable que aún esta prendida al corazón de aquel que por primera vez apuntó sus ojos en ese pano-rama multicolor nada más que por curiosidad…

También en esos años, de dis-cordia entre chilenos, la leyen-da tejió su telaraña fantástica…El coronel Robles, en los días violentos de la lucha, alojó en minutos aciagos en un hotel de Estación Central. Un avan-ce sorpresivo de las tropas opositoras, obligó a éste a abandonar el alojamiento; y allí quedó una gruesa suma de dinero que el “garzón” del ho-tel tomó para sí en esa noche de tribulación y que más tar-de lo convirtió en dueño de la oficina y luego en millonario. El coronel Robles murió valien-temente defendiendo su causa y el dinero que era el pago de

sus tropas, se convirtió en un tesoro y que durante mucho tiempo buscaron en la pampa, soñadores con entierros sin sospechosos y que todos no sabían que alguien se había apoderado de él; según tam-bién cuenta leyenda, aquellos visionarios creyeron encontrar el tesoro en dos o tres grandes maletas y muchos de ellos fue-ron a pedírselo a la Virgen del Desierto, cuando fracasaron sus tentativas de encontrarlo. Sus calles polvorientas vie-ron pasar tardes y noches, a misteriosas caravanas… Y cuando Pozo Almonte se convirtió en uno de los pue-blos de la pampa más prós-peros, siempre la leyenda persistió sobre su espalda morena, donde aquellos viejos pioneros cimentaron nuestra riqueza salitrera y también la fábula y la leyenda dibujaron

caprichosos signos misterio-sos -como aquellos de los que hablaba Pierre Benolt en “La Atlántida” y que fueron la per-dición del capitán Morange y del teniente Saint Avit- en las calles y pozos de aquel pueblo donde en un tiempo se sin-tieron estampidos de la dina-mita en sus oficinas como la Palma, Buen Retiro, Cala Cala y Carmen Bajo. Recordamos haber visto el traje blanco de la creencia sentimental como también el materialismo es-forzado de hombres de trabajo que lo respetaron y que usaban “cucalón” como decoración de sus tenidas blancas impecables y entre ellos estaban nombres tan conocidos en la pampa como Gastón Sdendellary, Manuel Riveros, Ignacio Cane-los, Emilio Duchellard y otros,

que dieron a Pozo Almonte, en algunos años de grata recor-dación, característica de un pueblo que trabajaba, pero que también reía y cantaba… Hoy vive de todos estos re-cuerdos, viendo pasar suave-mente las tardes frías de sus días monótonos y que una vez al año ve llegar a su santuario inmediato, el fervor cristiano de varias generaciones y donde las oraciones y cantos de los bai-les, proyectan una pincelada de acuarela en el pueblo místico y secular del desierto.