los tiempos están cambiando: análisis y perspectivas sobre ... · a 341 compromisos2, en los...
TRANSCRIPT
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
1
Los tiempos están cambiando: análisis y perspectivas sobre las políticas de
gobierno abierto en América Latina y el Caribe en el marco de la Alianza para el
Gobierno Abierto
Álvaro V. Ramírez-Alujas
I. Introducción
“[…] El gobierno abierto se postula como un renovado paradigma de reforma del Estado y
modernización de la administración pública a partir de una nueva forma de articular las iniciativas de
transparencia, participación ciudadana y colaboración de diversos actores para la co-producción de
valor público […]” Ramírez-Alujas y Dassen, Vientos de Cambio (2014)
En los últimos años, el paradigma de gobierno abierto se ha posicionado en la agenda internacional como
un conjunto de políticas y estrategias en materia de transparencia, acceso a la información pública,
rendición de cuentas e integridad que responde al dilema de resolver el agotamiento de un modelo de
gestión pública, y que intenta hacerse cargo de las múltiples y variadas demandas ciudadanas en un
contexto de profundos cambios en materia política, social y económica. Se trata de abrir nuevos espacios
para la participación ciudadana, promoviendo un mejoramiento en el uso de los recursos fiscales y la
generación de nuevos modelos de gestión y provisión de servicios públicos, a través del uso intensivo de
plataformas digitales e innovaciones de carácter cívico que le han dado un nuevo impulso a las
tradicionales estrategias de gobierno electrónico en el mundo (Ramírez-Alujas, 2011; Ramírez-Alujas y
Dassen, 2012).
Las políticas de gobierno abierto se sustentan en la articulación de tres principios fundamentales: 1) La
transparencia, que supone proporcionar información sobre lo que está haciendo el gobierno, poner a
disposición sus fuentes y bases de datos, y publicar los planes de actuación, por los que puede ser
considerado responsable frente a la sociedad. Ello fomenta y promueve la rendición de cuentas ante la
ciudadanía y un permanente control social; 2) La participación, para promover el derecho de la
ciudadanía a participar activamente en la formulación de las políticas públicas y facilitar el camino para
que las administraciones públicas se beneficien del conocimiento, ideas y experiencia de los ciudadanos,
creando nuevos espacios de encuentro y diálogo que favorezcan el protagonismo, implicación y
deliberación de los ciudadanos en los asuntos públicos; y 3). La colaboración, que significa comprometer
e implicar a los ciudadanos, y demás agentes sociales, en el esfuerzo por trabajar conjuntamente para
resolver los problemas públicos, aprovechando el potencial y energías disponibles en vastos sectores de
la sociedad. Ello supone la colaboración, cooperación y el trabajo coordinado, no sólo con la ciudadanía,
sino con las empresas, asociaciones, organizaciones de la sociedad civil y demás actores, y permite el
esfuerzo conjunto dentro de las propias administraciones, entre ellas y sus funcionarios transversalmente
(Ramírez-Alujas y Dassen, 2014; Naser y Ramírez Alujas, 2014).
La aplicación de estos principios se ha ido materializando en iniciativas concretas, las cuales han
permitido mejorar los niveles de transparencia y acceso a la información mediante la apertura de datos
públicos en formatos abiertos (para favorecer la transparencia y facilitar la rendición de cuentas) y la
reutilización de la información del sector público (para promover la innovación y el desarrollo
económico); facilitar la participación de la ciudadanía en el diseño e implementación de las políticas
públicas (e incidir en la toma de decisiones) a través de plataformas tecnológicas y las posibilidades que
alberga la Web 2.0; y favorecer la generación de espacios de colaboración e innovación entre los diversos
actores, particularmente entre las administraciones públicas, la sociedad civil y el sector privado, para
co-diseñar y/o co-producir valor público, social y cívico.
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
2
Estamos entonces frente a la evolución de lo que por más de una década se ha venido asumiendo como
gobierno electrónico, al ampliarse la manera de entender el relacionamiento entre la administración, la
ciudadanía y las empresas, al dar paso más allá de la participación a la colaboración. Esta evolución surge
de la capacidad y recursos limitados de los Estados y de una ciudadanía cada vez más informada, exigente
y con necesidades cambiantes que buscan ser atendidas.
II. La Alianza para el Gobierno Abierto (AGA) en el contexto de América Latina y el Caribe.
La Alianza para el Gobierno Abierto (AGA) es una iniciativa multilateral voluntaria que fue lanzada en
septiembre de 2011 para proveer una plataforma internacional para reformadores domésticos
comprometidos a que sus gobiernos rindan cuentas, sean más abiertos y mejoren su capacidad de
respuesta hacia sus ciudadanos (OGP, 2015). Desde entonces a la fecha, AGA ha pasado de 8 países
participantes a contar con los 65 países miembros, lugares donde el gobierno y sociedad civil trabajan
juntos para desarrollar e implementar reformas ambiciosas en torno a los principios de la transparencia,
rendición de cuentas, participación ciudadana y tecnología e innovación1 (Cuadro 1).
Para ser miembros de AGA, los países participantes deben confirmar su acuerdo en cumplir con las
cuatro expectativas comunes que le dan sustento a la iniciativa: a) suscribir la Declaración de Principios
sobre Gobierno Abierto y aprobarla al más alto nivel; b) asumir compromisos concretos, mediante la
elaboración e implementación de un plan de acción nacional que se extiende más allá de las prácticas
actuales en desarrollo y que debe ser llevado a cabo a través de un proceso de consulta con las múltiples
partes interesadas y con la participación activa de los ciudadanos y de la sociedad civil; c) comprometerse
a un informe de evaluación a cargo de un panel de expertos independientes sobre el progreso del país en
el cumplimiento de los compromisos incluidos en el plan de acción; y d) contribuir a la promoción del
gobierno abierto en otro países mediante el intercambio de mejores prácticas, conocimientos y asistencia
técnica, tecnologías y recursos, entre otros.
En este contexto, el eje central y el centro neurálgico de esta iniciativa es la formulación (co-creación)
e implementación de un plan nacional de gobierno abierto cuyo elemento esencial es que el proceso
de diseño, consulta y posterior monitoreo y evaluación del mismo, sea de carácter participativo.
Estos planes de acción nacionales incluyen compromisos para promover la transparencia y rendición de
cuentas, empoderar a los ciudadanos, combatir la corrupción y aprovechar las nuevas tecnologías para
fortalecer la gobernanza. En tal sentido, desde la Alianza se releva la importancia de la planificación
como proceso que permite concretar una hoja de ruta nacional, establecer propósitos claros y
realizables, articular esfuerzos y recursos de diversos actores (más allá del sector público) al
configurar compromisos en clave participativa, y en definitiva, facilitar un espacio de trabajo que da
cuenta de un nuevo enfoque donde los mismos principios de gobierno abierto van sustentando las
prácticas y el proceso de hacerlo posible, generando complicidades y dando viabilidad al desarrollo y
cumplimiento de las iniciativas, inclusive más allá del mero ejercicio de co-creación del plan (por el
énfasis en que las acciones de monitoreo y evaluación de los resultados de la implementación del plan
de acción también se realizan en conjunto con representantes de la sociedad civil). Es por este motivo
que nuestro objeto de análisis en este trabajo se circunscribe a los planes de acción de gobierno abierto
como plataforma desde la que se articulan los esfuerzos por avanzar y consolidar este tipo de políticas y
estrategias en nuestra región.
Por otro lado, la misma Alianza promueve el trabajo en clave colaborativa no solo en lo referente a la
creación, desarrollo e implementación de los planes de acción nacionales sino también a través de sugerir
la institucionalización de un mecanismo de diálogo y cooperación permanente entre gobierno y
1 http://www.opengovpartnership.org/es
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
3
sociedad civil (OGP, 2015). En este sentido, se plantea que una verdadera alianza entre gobierno y
sociedad civil a nivel nacional es la piedra angular de la AGA y es por ello que la participación
ciudadana es un elemento esencial, tanto en los procesos como en los resultados a impacto de los
compromisos suscritos, lo cual se fundamenta en:
La puerta está abierta: El proceso de AGA requiere que los gobiernos consulten a sociedad civil
y a sus ciudadanos, y el Mecanismo de Reporte Independiente (MRI) evalúa la calidad de esta
consulta. Como resultado, AGA puede asegurar que los expertos de sociedad civil tengan un sitio
en la mesa para discutir reformas críticas sobre gobierno abierto con las autoridades y
funcionarios públicos de cada país miembro.
Construcción de coaliciones: La Alianza no trata sólo de datos abiertos o leyes de acceso a la
información, presupuestos o combate a la corrupción. La AGA busca avanzar en todos estos
temas asegurando que la voz de los ciudadanos pueda ser escuchada en este proceso y por lo tanto
pueda ser una plataforma para construir una coalición diversa con actores de sociedad civil
provenientes de varias disciplinas.
Resultados concretos: La Alianza puede ser una plataforma útil para discutir objetivos existentes
y avanzar temas que no han tenido tracción. La sociedad civil puede incidir en planes de acción
que incluyan sus prioridades. En muchos países la sociedad civil ha logrado incluir muchas de
sus inquietudes en los planes de acción nacionales – y ha obtenido resultados concretos.
Una breve síntesis del avance que ha tenido la Alianza desde su creación a la fecha (tanto a nivel mundial
como en América Latina y el Caribe), se puede elaborar a partir de la información disponible en la base
de datos publicada por el equipo responsable del Mecanismo de Reporte Independiente (MRI), donde se
destaca la cantidad de compromisos sumando a todos los países miembros (sobre 2.000 en total) y el que
en promedio casi un 25% de éstos se relacionen a iniciativas ambiciosas en materia de transparencia,
participación y rendición de cuentas (Cuadro 2).
Considerando los resultados de la misma base de datos del MRI, los 5 ejes que concentran la mayor
cantidad de compromisos en los planes de acción a nivel mundial se desglosan en el Cuadro 3.
Sobre esta base y considerando la situación regional, para América Latina y el Caribe, el desglose se
presenta en el Cuadro 4.
En contraste y considerando la clasificación de base que sustenta el modelo que promueve la AGA, se
presenta un desglose que muestra la distribución de los compromisos para cada país de la región según
la adscripción a alguno de los cinco ámbitos de acción de la alianza (véase Cuadro 5). Es así, como la
suma total de compromisos contemplados en los primeros 15 planes de acción para la región asciende
a 341 compromisos2, en los cuales se releva un interés especial en los ámbitos de integridad y mejora de
servicios públicos (Cuadro 5). Utilizando la nomenclatura de base que sustenta el modelo de trabajo que
la AGA promueve, se observa una tendencia a nivel regional: un 52,19% de las iniciativas dicen relación
con el eje/reto estratégico de incremento de la integridad pública (178 compromisos) y un 24,92% con
el de mejoramiento de los servicios públicos (85 compromisos). Al mismo tiempo, se observa un leve
aumento en el eje/reto de incremento de la responsabilidad corporativa que alcanza el 4,10% derivado
de los 2 nuevos compromisos que suma al conjunto el plan de acción de Trinidad y Tobago (Cuadro 5)3.
2 Los países miembros de la AGA en la región son actualmente: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tobago, y Uruguay. 3 Particularmente, el primer plan de acción de Trinidad y Tobago (con un total de 13 compromisos) publicado en septiembre
de 2014, se desglosa en 10 compromisos en el ámbito de mejoramiento de servicios públicos, 1 en incremento de la integridad
pública y 2 en materia de fortalecimiento de la responsabilidad corporativa. Dichos compromisos fueron agrupados en 4 áreas
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
4
En términos generales e incorporando los compromisos del plan de acción de Trinidad y Tobago, el
mayor incremento se focaliza en materia de mejoramiento de servicios públicos ya que 10 de los 13
compromisos se orientan a atender dicho eje/reto en materias tales como: certificar la calidad de servicio
de las agencias públicas y generar un índice para medir y evaluar dicho elemento desde la perspectiva de
los ciudadanos; desarrollar capacidades estratégicas en materia de recursos humanos en el sector público;
mejorar el acceso y facilitación de trámites; adoptar una política sobre estándares de datos y marcos de
clasificación, y aumentar el número de conjuntos de datos gubernamentales de acceso público en
formatos abiertos; y crear un portal de gobierno abierto de fácil acceso, con una plataforma / repositorio
de datos abiertos, así como una interfaz para permitir la retroalimentación del público.
Sobre este detalle general, obtenemos una visión panorámica de carácter agregado acerca de la agenda
regional de gobierno abierto (Gráfico 1), definida a partir de los compromisos presentes en los primeros
planes de acción de los 15 países latinoamericanos miembros de la AGA donde se destacan: 178
compromisos en materia de integridad pública (52,19%), 85 compromisos en el ámbito del
mejoramiento de los servicios públicos (24,92%), 63 iniciativas en materia de gestión efectiva de
recursos públicos (18,47%), 14 compromisos en lo relativo a incremento de la responsabilidad
corporativa (4,10%) y 1 compromiso en creación de comunidades más seguras (equivalente al
0,29%).
Parte de los avances más interesantes y significativos en la región, radican en la promulgación y entrada
en vigencia de leyes de acceso a información pública en los últimos 4 años. Si bien este fenómeno dice
relación directa con el resultado de un proceso histórico de trabajo, donde las organizaciones de la
sociedad civil, entidades internacionales y otros actores relevantes han sido fundamentales para tal efecto,
en los casos de la región la adscripción a la AGA ha resultado ser un eje que ha permitido apalancar y
dar mayor fuerza a concretar esta demanda ciudadana. En la región, los casos de Brasil, Colombia y
recientemente, Paraguay, son un claro ejemplo de ello.
Por otro lado y considerando aquellos países de la región que ya cuentan con un segundo plan de acción
en fase de implementación4 (9 en total), podemos realizar una breve mirada que permita contrastar la
agenda resultado de los primeros planes de acción con lo que actualmente aparece sobre el tema (Cuadro
6). En tal sentido, de un total de 232 nuevos compromisos, se observa que se mantiene la tendencia en
la región dado que los compromisos sobre incremento de la integridad pública alcanzan las 115
iniciativas (50% aproximadamente) seguido de los relacionados con mejoramiento de los servicios
públicos con 61 (26%) y gestión más efectiva de los recursos públicos con 35 (15%) (Gráfico 2).
Cabe destacar que además aparecen 14 compromisos (6%) vinculados a la creación de comunidades
más seguras (muchos más en contraste con la primera fase de planes) y solo 7 compromisos en
relación a incrementar la responsabilidad corporativa (3%).
Con estos datos y en perspectiva comparada, podemos afirmar que se consolidan tres ejes temáticos
como foco prioritario en la promoción de políticas de gobierno abierto en la región (Cuadro 7),
considerando la muestra de primeros y segundos planes de acción (sobre un universo total de 573
compromisos a la fecha): los ámbitos de integridad pública (más del 50% del total de compromisos),
mejora de servicios (25% del total) y gestión efectiva de recursos (17%). Para observar de manera más
temáticas: mejora de la función pública (5 compromisos); acceso a información (4 compromisos); gobernanza (1 compromiso)
y gobernanza de los recursos nacionales (3 compromisos). 4 Corresponde a los casos de Brasil, Chile, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, República Dominicana y
Uruguay.
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
5
detallada y poder comparar por eje estratégico (entre los compromisos asumidos en los primeros y
segundos planes de acción) se presenta el Gráfico 3.
Para cerrar y dado el interés que se ha mantenido por parte de los países miembros de la Alianza en la
región de dar continuidad a estos esfuerzos, podemos acotar con algunas reflexiones que contribuyen a
visualizar una cierta consolidación de las políticas de gobierno abierto como un factor que apalanca
nuevos e innovadores procesos en lo referente a las tareas por reformar el Estado y modernizar la gestión
pública:
En primer lugar y pese a que en muchos países de la región han cambiado los gobiernos o han
existido variaciones en el ciclo político (inclusive de coalición política gobernante), se sostiene
la adhesión a la plataforma de trabajo y adscripción a la AGA, se han desarrollado los procesos
de evaluación de los planes desarrollados y se ha dado continuidad a un nuevo conjunto de
iniciativas y compromisos en materia de gobierno abierto. Ello supone la idea de un tránsito de
políticas de gobierno (de turno) a tratar de consolidar un espacio de políticas de Estado que,
además en muchos casos, viene acompañado de la incorporación de compromisos o apoyos de
otros actores institucionales (Contralorías, Poder Legislativo y Judicial) o niveles de gestión
político-administrativa (gobiernos subnacionales y/o locales). Es rescatable el énfasis en este
punto dado que la sostenibilidad, viabilidad (política, financiera y técnica), coherencia y
consistencia de políticas (o reformas), cuyos resultados requieren acciones de corto plazo
articuladas con una visión de mediano y largo plazo, dan una lección sobre el potencial que tiene
el gobierno abierto no solo a nivel de la voluntad política y el asumir compromisos concretos en
un espacio intertemporal (sobre todo considerando la transición entre distintos gobiernos), sino
que aparece como un potencial eje prioritario en las agendas gubernamentales y un mecanismo
real que posibilita un tipo de aproximación que rompe con la lógica de los silos o islas de gestión
(sectorial), permite concretar modelos de coordinación y trabajo transversal tanto al interior del
sector público como en el trabajo con otros actores de la sociedad, y finalmente, intenta de manera
atrevida e innovadora el desarrollar el gobierno abierto desde la propia practica de sus principios,
en especial la apertura, la participación ciudadana y la generación de espacios para la
colaboración cívica y el trabajo conjunto entre una red de actores.
En los países de la región que están actualmente implementando y/o evaluando los resultados de
los segundos planes de acción se reconoce un evidente proceso de aprendizaje y la generación de
nuevos marcos de referencia y/o metodologías para afianzar el compromiso de garantizar reales
espacios de participación y consulta ciudadana en el proceso (que va desde la co-creación de los
planes a su posterior monitoreo y evaluación de resultados e impacto), y un nivel más alto de co-
responsabilidad y complicidad entre los actores que han sumado esfuerzos para promover el
gobierno abierto como política público o mecanismo de gobernanza de los asuntos públicos
Es cada vez más visible que las estrategias y/o políticas de gobierno abierto sean consideradas
como una generación de recambio frente a las tradicionales modelos de reforma del sector público
desarrolladas desde fines de los años 80 del siglo XX hasta los primeros años del siglo XXI en la
región (bajo el enfoque de la Nueva Gestión Pública y sus derivados). Muchos países le están
dando un carácter sustantivo a sus iniciativas de gobierno abierto que van mucho más allá de lo
meramente tecnológico, promoviendo nuevos marcos institucionales (leyes de acceso a
información pública por ejemplo), nuevas prácticas y plataformas de trabajo colaborativo (desde
las normas relativas a datos abiertos y uso y reutilización de información pública a herramientas
que facilitan la participación, compromiso y vinculación ciudadana con los asuntos públicos), e
innovadoras formas que le dan frescura a las estrategias de gobierno digital.
Se ha favorecido un ecosistema de trabajo en red y clave colaborativa no solo entre los propios
gobiernos de la región, que hoy en día comparten buenas prácticas y herramientas o modelos
concretos de gestión para hacer posible la cristalización de los principios de gobierno abierto con
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
6
medidas reales, sino que se ha instalado un modelo de trabajo con organizaciones y representantes
de la sociedad civil que resultan ser un gran ejemplo sobre los desafíos que tiene la gestión pública
para aprovechar las capacidades y talentos distribuidos en la sociedad y orientar los esfuerzos a
trabajar en esquemas más “ciudadano-céntricos”, donde sean las propias personas las
protagonistas de los procesos de diseño e implementación de políticas públicas. Una suerte de
cambio trascendental hacia un modelo de gobernanza abierto basado en la apertura del ciclo de
políticas públicas (Figura 1).
III. Las políticas de gobierno abierto en la región: Más allá del uso intensivo de tecnologías y
plataformas digitales.
“[…] El gobierno abierto es un camino, no la meta. Es un medio, no un fin en sí mismo, y de ello
dependerá en el futuro próximo si este nuevo espacio de “contrato social” logra brindar los frutos
esperados para contribuir a la construcción de sociedades más prósperas, equitativas, justas y cuyos
resultados vayan orientados a mejorar la calidad de vida de las personas y el bienestar colectivo de
nuestros pueblos […]”
Ramírez-Alujas y Dassen, Vientos de Cambio (2014)
En el contexto general, si bien las iniciativas más frecuentes que se encuentran en las llamadas estrategias
de gobierno abierto dicen relación con el uso intensivo de las tecnologías de información y comunicación,
y en especial con las emergentes plataformas digitales y redes sociales, no debemos confundir el medio
con los fines. Las políticas de gobierno abierto suponen entender el gobierno como una plataforma que
se apoya en la apertura de datos públicos (transparencia y acceso a la información) y en la promoción de
la participación ciudadana y colaboración cívica, para promover el crecimiento económico, la eficiencia
gubernamental, la creación y mejoramiento de los servicios públicos, y la rendición de cuentas. Todo
ello en el marco de generar una nueva arquitectura de relaciones entre los diversos actores, donde el
Estado cede espacios de interlocución, deliberación y co-creación para trabajar de manera conjunta con
la sociedad (no exclusivamente “para ella”) en la búsqueda de soluciones a los problemas públicos desde
el entendimiento de que ya no posee el monopolio exclusivo del conocimiento y de las respuestas
adecuadas para asumir en solitario los desafíos que enfrentan nuestros países en el siglo XXI.
Dicho de otro modo, las iniciativas de gobierno electrónico o digital, frecuentemente generadas y puestas
a disposición desde el gobierno y los servicios públicos hacia la ciudadanía de manera unilateral, es solo
una cara de la moneda (como medio o instrumentos) puesto que la idea de apertura dice relación con
trabajar de manera más horizontal y colaborativa con actores más allá de la esfera estatal, aprovechando
la inteligencia y capacidades distribuidas en la sociedad para generar valor público. Por tanto, se trata de
crear un verdadero ecosistema de gobernanza donde trabajan de manera conjunta todos los actores
promoviendo una arquitectura institucional más flexible que sirva de fuente para procesos de innovación.
Es por ello que al contrastar el avance en la agenda global resultante de los compromisos asumidos y sus
ejes, y mirar en perspectiva lo que está sucediendo en América Latina y el Caribe, se constata que más
allá de la tendencia tecnológica y el intensivo uso de éstas herramientas, la estrategia ha sido más bien
apostar por avances de carácter institucional (normativo y de procesos) que, en algunos casos, se apoyen
en plataformas digitales como medios, pero no al revés. Ello es una interesante peculiaridad en el
contexto regional dadas las cifras analizadas.
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
7
IV. La nueva frontera: Gobierno Abierto, Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la
Agenda Post 2015. Los grandes desafíos para América Latina y el Caribe.
Uno de los debates más interesantes que se ha venido instalando sobre estas materias radica en la pregunta
de cómo las políticas y estrategias de gobierno abierto pueden llegar a convertirse en un habilitador clave
para lograr la implementación de la Agenda de Desarrollo Post-2015 y los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS). Los ODS serán una herramienta para poner en práctica y monitorear la agenda para
el desarrollo después de 2015 y deberían reflejar una agenda universal de desarrollo, con obligaciones,
responsabilidades y oportunidades para todos los países, no solo los países en desarrollo (CEPAL,
2014:24).
La CEPAL viene planteando hace varios años propuestas y caminos para poner a la igualdad en el centro
de la agenda de desarrollo, el cambio estructural con mayor intensidad de conocimiento y tecnología
como el camino a seguir, y la política pública como herramienta al servicio de éstos fines, en el marco
de una renovada ecuación entre Estado, mercado y sociedad. La estrategia para avanzar en el logro de
estos objetivos supone combinar políticas sociales con la transformación de las estructuras productivas,
haciendo que la innovación y la productividad se difundan más homogéneamente en las mismas. En tal
sentido, la necesidad por superar la llamada heterogeneidad estructural, esto es, las elevadas diferencias
de productividad al interior de nuestras economías, con sus bolsones de subsistencia e informalidad, que,
junto con las grandes diferencias en la distribución de la propiedad de los activos físicos y del capital
humano son la base de la desigualdad, son hoy en día un imperativo ético ineludible para el presente y
futuro de nuestras sociedades.
Las estructuras productivas no sólo deben ser más intensivas en conocimientos e innovación, sino que
las mismas deben estar dirigidas hacia los objetivos de sostenibilidad social y ambiental. Tanto como la
intensidad del progreso técnico, interesa su dirección, sus contenidos, las trayectorias de sostenibilidad
que se abren hacia el futuro. Las tecnologías de la información y de las comunicaciones, los nuevos
materiales, la biotecnología y la nanotecnología son las fuerzas que están transformando el sistema
productivo. Una convergencia entre estas tecnologías y los temas ambientales y de inclusión es factible,
urgente y necesaria.
Esta hoja de ruta tiene un enfoque universal, basado en derechos y plantea “no dejar a nadie atrás”. La
erradicación de la pobreza extrema, la mejora de la productividad, el trabajo decente y la igualdad están
en el centro de esta agenda, así como el cambio de patrones de producción y consumo. Ello además,
convoca a un pacto global entre países desarrollados y en desarrollo para asegurar financiamiento,
transferencia de tecnología, comercio y provisión de seguridad climática.
Revolución de los datos, ODS y Gobierno Abierto.
De acuerdo al Grupo Asesor de Expertos Independientes sobre la Revolución de los Datos para el
Desarrollo Sostenible (GAEI), la revolución de los datos es (GAEI, 2014):
a) Una explosión en el volumen de datos, en la velocidad con que se producen los datos, el número
de productores de datos, la diseminación de datos, y la gama de asuntos sobre los que existen
datos, ya sea que se produzcan a partir de nuevas tecnologías, como la telefonía celular y la
“Internet de las cosas”, como de otras fuentes, como los datos cualitativos, los datos generados
por los ciudadanos y los datos acerca de las percepciones subjetivas;
b) Una demanda creciente de datos en todos los sectores de la sociedad.
Este nuevo paradigma replantea los equilibrios de poder por el surgimiento de nuevos actores que hacen
un uso estratégico de los datos, y cuestiona las formas en que los actores públicos, el sector privado y la
sociedad civil actúan en el actual contexto del desarrollo de una economía del conocimiento y una
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
8
sociedad-red. Es por ello que en la perspectiva de la definición de los ODS, la revolución de los datos es
un factor esencial: El logro de estos objetivos requerirá la adopción de medidas integradas ante los
desafíos sociales, ambientales y económicos, enfocadas a un desarrollo participativo e inclusivo que no
se olvide de nadie. Ello, a su vez, exigirá otro aumento importante de los datos y la información de que
puedan disponer las personas, los gobiernos, la sociedad civil, las empresas y las organizaciones
internacionales para planificar, vigilar y rendir cuentas por sus acciones. Se requerirá un enorme aumento
de la capacidad de muchos gobiernos, instituciones y particulares para ofrecer y utilizar estos datos
(GAEI, 2014:4).
Se trata de lograr que la revolución de los datos sea un vector de la nueva agenda de desarrollo. Es
imprescindible que esta revolución tecnológica sea un instrumento para cerrar las brechas tanto socio-
económicas como de accesibilidad a los recursos digitales. Un nuevo ecosistema innovador y
digitalizado, en el cual colaboran el sector privado, centros académicos pioneros y actores emprendedores
de la sociedad civil, ha liderado el proceso de la revolución de los datos, en gran medida mediante la
inversión en infraestructura para el ecosistema digital, pero sobre todo por su habilidad de innovar en
tecnologías digitales y de generar, almacenar y procesar gran cantidad de nuevos datos, a tal punto de
convertirlos exitosamente en motores de nuevos modelos de producción e interacción.
Es necesario promover innovaciones con estas tecnologías en la esfera pública en aras de favorecer el
bien común. De allí que este salto tecnológico requiera un cambio estructural en las formas de producción
y consumo y una profunda redefinición de la ecuación Estado-mercado-sociedad. Y por tanto, empoderar
la vertiente ciudadana de esta ecuación es una tarea pendiente de nuestras sociedades.
Es en este marco conceptual donde se entiende el rol protagónico de los pilares fundamentales del
gobierno abierto: la transparencia, la participación, la colaboración y la innovación tecnológica a través
de los datos abiertos. No es una discusión técnica; por el contrario, es eminentemente política. Encarar
privilegios, garantizar igualdad de derechos, afirmar la plena ciudadanía, abreviar las brechas de
desigualdad en recursos materiales y simbólicos, son todas tareas que se sirven mejor cuando todos
pueden disponer de la información esencial que determina los asuntos públicos. La información es poder
político o, al menos, una condición para que este pueda ejercerse (Bárcena, 2015).
V. Reflexiones finales.
Finalmente y frente al análisis desarrollado en el contexto regional, hacemos caja de resonancia respecto
de algunas de las conclusiones del Conversatorio sobre Gobierno Abierto desarrollado en el marco del
XIX Congreso del CLAD y al Primer Coloquio Iberoamericano sobre Gobierno Abierto (CLAD, 2014a;
CLAD, 2014b):
Es importante cambiar el código genético de la Administración Pública para que los funcionarios
se abran a la idea de co-crear, co-diseñar y co-producir políticas públicas junto con la ciudadanía.
En Iberoamérica todavía existen serios retos que hay que superar para hacer del gobierno abierto
una realidad. Aun persiste una cultura de opacidad y secretismo, de clientelismo político y
nepotismo, así como ciertas patologías burocráticas que subsisten en las estructuras
administrativas (recordemos por ejemplo que la participación ciudadana y la idea de apertura
nunca estuvieron en el ADN o en la tradicional configuración burocrática del sistema
weberiano… La administración como sistema de dominación racional-legal, no como plataforma
para la acción cívica en clave abierta y colaborativa);
Si empleamos la analogía de que el gobierno abierto es una especie de software y el
gobierno/administración pública el hardware, entonces, se debe reflexionar sobre cuáles son las
características que ha de tener ese gobierno/administración pública para poder hacer correr
(implementar) dicho software (gobierno abierto). De lo que se trata es de identificar las
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
9
capacidades institucionales y la infraestructura de gestión necesarias para darle viabilidad y
concreción;
El componente más institucionalizado y que más iniciativas agrupa en la región, ha sido el eje de
transparencia e integridad pública (293 compromisos de un total de 573) y existe una cierta deuda
pendiente para con los ámbitos de participación y colaboración cívica (Ramírez-Alujas y Prieto-
Martín, 2014). Si bien es cierto, que el amplio desarrollo de iniciativas de transparencia pueda
deberse a que es necesario un mínimo de información para que la gente participe, es igualmente
cierto que la información por sí sola no es suficiente para promover el involucramiento en los
asuntos públicos, es preciso la existencia de algún tipo de motivación por parte del ciudadano que
active la necesidad de buscar esa información y participar.
Los gobiernos locales juegan un papel esencial si pensamos el gobierno abierto como una política
bottom-up y no top-down, ya que ellos son el nivel más cercano a la ciudadanía. Los municipios
son actores interesantes para el desarrollo del Gobierno Abierto debido a que tienden a usar más
mecanismos que permiten el involucramiento directo de los ciudadanos, en parte porque la
participación es más fácil de manejar a esa escala y los ciudadanos se muestran más interesados
en los temas que afectan su día a día. Hay muchas iniciativas que se están implementado en los
gobiernos locales y que no están siendo reconocidas por los planes de acción (nacionales) de los
gobiernos. Se le está dando una mayor importancia a las iniciativas en el nivel central (o nacional)
cuando son los gobiernos municipales los que realmente pueden enriquecer y acercar el tema del
gobierno abierto a los ciudadanos. Esto supone una oportunidad fundamental para las siguientes
fases de consolidación e integralidad de los esfuerzos por avanzar de manera holística a la
anhelada apertura gubernamental en todo el sentido que ello supone;
Pareciera ser que la sociedad civil es la gran ausente en el debate y en las iniciativas de gobierno
abierto y los ciudadanos corrientes ni conocen ni entienden de qué se trata y cómo podría afectar
y/o mejorar sus vidas. Por ello, se debe asegurar que el tema tenga un impacto real en el bienestar
de las personas. El fin no es presentar planes de acción cada dos años (marco AGA) o tener
iniciativas para cada uno de los pilares, el fin último es crear o incrementar el valor público y que
realmente haya un impacto positivo en la calidad de vida de los ciudadanos. Lograr que exista un
ámbito público capaz, no solo de mejorar las relaciones o de gestionar las interdependencias, sino
que de mejorar la equidad, aumentar la efectividad social en la prestación de servicios públicos
(satisfacción de las necesidades sociales) y aumentar la rendición de cuentas hacia la sociedad no
solo es deseable sino que, hoy en día, es un imperativo ético que actúa como eje para garantizar
derechos y deberes en el contexto de un sistema democrático, y una vía para superar la
desigualdad y alcanzar justicia social. Como ya se ha planteado en otras ocasiones, gobierno
abierto tiene que ver con reducir las asimetrías de poder – en última instancia es un fenómeno
político en su amplio sentido, no un mero desafío técnico, administrativo o tecnológico – y
permitir que las personas sean protagonistas de su propio destino. Se trata de un vehículo para
promover y garantizar el desarrollo sostenible y el bienestar de nuestras comunidades. Y por todo
ello debe ser parte sustantiva y permanente del quehacer de nuestras instituciones públicas, ya no
como discurso o apología que sustente la apertura como valor esencial, sino como una forma de
trabajo cotidiano, como un modo de cambiar la relación entre gobernantes y gobernados, como
el reflejo de prácticas habituales en la gestión de lo público, como una nueva forma de gobernar:
para, por y a través de las personas y nuestros pueblos.
Bibliografía.
Alianza para el Gobierno Abierto – AGA/Open Government Partnership – OGP:
http://www.opengovpartnership.org/es
Bárcena, Alicia (2015). Discurso en la Cumbre Ministerial de la Alianza para el Gobierno Abierto,
México DF, 22 de abril de 2015.
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
10
CEPAL (2014). América Latina y el Caribe en la Agenda para el Desarrollo después de 2015: reflexiones
preliminares basadas en la Trilogía de la Igualdad. 25 de junio de 2014.
CLAD (2014a). Informe de Relatoría Conversatorio sobre Gobierno Abierto. Disponible en:
https://www.academia.edu/11530954/Relator%C3%ADa_Conversatorio_Gobierno_Abierto_-
_XIX_Congreso_CLAD_2014
CLAD (2014b). Informe de Conclusiones y Recomendaciones Coloquio Iberoamericano sobre Gobierno
Abierto: Lecciones y Desafíos para la Región (04 y 05 de septiembre 2014, Asunción, Paraguay).
Disponible en:
https://www.academia.edu/11497143/Informe_de_Conclusiones_y_Recomendaciones_Coloquio_Ibero
americano_sobre_Gobierno_Abierto
Grupo Asesor de Expertos Independientes sobre la Revolución de los Datos para el Desarrollo Sostenible
(GAEI) (2014). Un mundo que cuenta. Movilización de la revolución de los datos para el desarrollo
sostenible. Naciones Unidas, noviembre de 2014. Disponible en: http://bit.ly/1CJXVPj
Hofmann, Ramírez-Alujas y Bojórquez (2013). La promesa del Gobierno Abierto. InfoDF e ITAIP.
Disponible en:
https://www.academia.edu/3013878/La_Promesa_del_Gobierno_Abierto
Mecanismo de Revisión Independiente (MRI) - Alianza para el Gobierno Abierto (2015). OGP Exporer.
Disponible en: http://www.opengovpartnership.org/explorer/all-data.html
Ramírez Alujas, Álvaro y Alejandra Naser (2014). “Plan de gobierno abierto: una hoja de ruta para los
gobiernos de la región”, LC/L.3802, Serie Manuales ILPES/SEPAL Nº 81, 70 pp. Disponible en:
http://bit.ly/1C3Zl6G
Ramírez Alujas, Álvaro y Nicolás Dassen (2014). “Vientos de cambio: El avance de las políticas de
gobierno abierto en América Latina y el Caribe”, Nota Técnica Nº IDB-TN-629, Banco
Interamericano de Desarrollo (BID). Disponible en: http://bit.ly/1e4kYTl
Ramírez Alujas, Álvaro y Pedro Prieto-Martín (2014). “Caracterizando la participación ciudadana en el
marco del Gobierno Abierto”, en Revista del CLAD Reforma y Democracia, No. 58, Feb. 2014,
pp. 61-100. Disponible en: http://bit.ly/1IT2xPH
Ramírez-Alujas, Álvaro V. y César Cruz-Rubio (2012). “¿Políticas públicas abiertas”: Hacia la
definición y análisis de los diseños políticos bajo los principios del gobierno abierto”, en Revista
Buen Gobierno Nº13, Jul-Dic 2012, pp. 52-76.
Ramírez-Alujas, Álvaro V. y Nicolás Dassen (2012). “Gobierno abierto: la ruta hacia una nueva agenda
de reforma del Estado y modernización de la administración pública en América Latina y el
Caribe”, en “Gobierno Abierto y Transparencia Focalizada. Tendencias y desafíos para América
Latina y el Caribe”, Nicolás Dassen y Juan Cruz Veyra (Editores), Banco Inter-Americano de
Desarrollo [pág. 41 - 71]
Disponible para descarga en: http://bit.ly/SWyNbR
Ramírez-Alujas, Álvaro V. (2011). “Gobierno abierto y modernización de la gestión pública: Tendencias
actuales y el (inevitable) camino que viene. Reflexiones seminales”, Revista Enfoques. Volumen
IX, N°15. Disponible en: http://bit.ly/1e3kx1t
Reseña biográfica.
Fundador, investigador principal y coordinador del área de Administración Pública del Grupo de
Investigación en Gobierno, Administración y Políticas Públicas (GIGAPP) del Instituto Universitario de
Investigación Ortega y Gasset (IUIOG) en Madrid (http://www.gigapp.org).
Actualmente es Consultor del Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y
Social (ILPES) de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU), y profesor e investigador del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la
Universidad de Chile. También es parte del Jurado de Open Government Awards (para los años 2014 y
2015) de la Alianza para el Gobierno Abierto (https://www.opengovawards.org), Director de la
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
11
Fundación Multitudes en Chile y Fundador de la iniciativa Open Government Standards
(http://opengovstandards.org).
Doctorando en Ciencia Política – Mención Gobierno y Administración Pública, del IUIOG, adscrito a la
Universidad Complutense de Madrid. Licenciado en Ciencia Política, Administrador Público y Magíster
en Gestión y Políticas Públicas (MGPP) de la Universidad de Chile.
Datos de contacto:
e-mail: [email protected] / [email protected]
Twitter: http://twitter.com/redmatriz & Publicaciones: http://bit.ly/188kIFV
Cuadros, tablas y gráficos.
Cuadro 1. Principios de la Alianza para el Gobierno Abierto
Transparencia Rendición de
Cuentas
Participación
Ciudadana
Tecnología e
Innovación
La información sobre
las actividades y
decisiones
gubernamentales está
abierta y actualizada,
además es exhaustiva
y se encuentra
disponible al público
en cumplimiento con
estándares de datos
abiertos (ejemplo:
datos legibles, sin
procesar).
Existen reglas, normas
y mecanismos para
que los actores
gubernamentales
justifiquen sus
acciones, respondan a
críticas o
requerimientos y
acepten
responsabilidad por
omisiones en lo
referente a leyes y
compromisos.
Los gobiernos
procuran que sus
ciudadanos p se
involucren en debates
públicos, provean
insumos y contribuyan
a un régimen más
innovador, efectivo y
receptivo.
Los gobiernos
reconocen la
importancia de:
proveer a los
ciudadanos acceso
abierto a la tecnología;
las nuevas tecnologías
como impulsoras de la
innovación; y la
importancia de
aumentar la capacidad
de los ciudadanos para
utilizar tecnologías.
Fuente: Alianza para el Gobierno Abierto – AGA (2015)
Cuadro 2. La Alianza para el Gobierno Abierto en Perspectiva 2015
Total Mundial
(65 países/100 planes de acción publicados e
implementados)
América Latina y el Caribe
(15 países/24 planes de acción publicados e
implementados)
Cantidad de compromisos Más de 2000 Cantidad de compromisos Más de 590
Compromisos en actual
desarrollo Más de 950 Compromisos en actual
desarrollo Más de 200
Compromisos que se
reconocen por su ambición,
relevancia y haber sido
finalizados
24% Compromisos que se reconocen
por su ambición, relevancia y
haber sido finalizados
30%
Países que actualmente están
trabajando con la sociedad
civil para co-crear nuevos
planes de acción
24 Países que actualmente están
trabajando con la sociedad civil
para co-crear nuevos planes de
acción
7
Número promedio de
compromisos en curso por
país
18.6 Número promedio de
compromisos en curso por país 24.7
Fuente: Elaboración propia a partir de base de datos del MRI (para junio de 2015)
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
12
Cuadro 3. Tópicos relevantes en compromisos planes de acción AGA (mundial)
Temáticas Cantidad de compromisos
Participación ciudadana 303
Datos abiertos 242
Transparencia fiscal 204
Mejoramiento de los servicios públicos 165
Acceso a la Información 132
Fuente: Elaboración propia a partir de base de datos del MRI (2015)
Cuadro 4. Tópicos relevantes en compromisos planes de acción AGA
(América Latina y el Caribe)
Temáticas Cantidad de compromisos
Participación ciudadana 181
Datos abiertos 139
Legislación y regulaciones 113
Mejoramiento de los servicios públicos 108
Transparencia fiscal 84
Fuente: Elaboración propia a partir de base de datos del MRI (2015)
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
13
Cuadro 5. Desglose de compromisos de los primeros planes de acción nacionales, por país y eje
estratégico (periodo 2011-2014)
Ejes estratégicos de la AGA
País
Compromis
os en Plan de
Acción
Mejoramien
to de los
servicios
públicos
Increment
o de la
integridad
pública
Gestión
más
efectiva
de los
recurso
s
público
s
Creación de
comunidad
es más
seguras
Incremento de
la
responsabilid
ad
corporativa
Argentina 19 6 11 2 0 0
Brasil 32 4 22 5 0 1
Chile 19 4 11 0 1 3
Colombia 27 8 13 6 0 0
Costa Rica 23 9 11 3 0 0
El
Salvador 21 3 14 3 0 1
Guatemala 3 0 1 2 0 0
Honduras 20 7 6 7 0 0
México 55 7 22 19 0 7
Panamá 5 0 5 0 0 0
Paraguay 15 7 3 5 0 0
Perú 47 8 37 2 0 0
República
Dominican
a 24 5 15 4 0 0
Trinidad y
Tobago 13 10 1 0 0 2
Uruguay 18 7 6 5 0 0
Total 341 85 178 63 1 14
Porcentaj
e del total 100.00% 24,92% 52,19% 18,47% 0,29% 4,10%
Fuente: Elaboración propia actualizada sobre la base de Ramírez-Alujas y Dassen (2014).
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
14
Cuadro 6. Desglose de compromisos de los segundos planes de acción nacionales, por país y eje
estratégico (periodo 2013-2015)
Ejes estratégicos de la AGA
País
Compromis
os en Plan de
Acción
Mejoramien
to de los
servicios
públicos
Increment
o de la
integridad
pública
Gestión
más
efectiva
de los
recurso
s
público
s
Creación de
comunidad
es más
seguras
Incremento de
la
responsabilid
ad
corporativa
Brasil 52 11 22 13 4 2
Chile 12 2 9 0 1 0
El
Salvador 20 4 5 6 3 2
Guatemala 48 23 24 0 1 0
Honduras 14 4 5 5 0 0
México 26 1 11 7 4 3
Paraguay 9 0 9 0 0 0
República
Dominican
a 11 2 8 0 1 0
Uruguay 40 14 22 4 0 0
Total 232 61 115 35 14 7
Procentaj
e del Total 100.00% 26,29% 49,56% 15,08% 6,03% 3,01%
Fuente: Elaboración propia.
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
15
Cuadro 7. El avance de los compromisos de gobierno abierto por eje estratégico en la región (2011-
2015)
Mejoramiento
de los
servicios
públicos
Incremento
de la
integridad
pública
Gestión
más
efectiva de
los recursos
públicos
Creación de
comunidades
más seguras
Incremento de
la
responsabilidad
corporativa
Totales
Primer plan 85 178 63 1 14 341
Segundo plan 61 115 35 14 7 232
Sumatoria 146 293 98 15 21 573
Porcentaje 24,47% 51,13% 17,10% 2,61% 3,66% 100%
Fuente: Elaboración propia a junio de 2015.
Gráfico 1. Desafíos de gobierno abierto y compromisos en la región:
Primeros Planes de Acción de Gobierno Abierto en el marco AGA
Fuente: Elaboración propia actualizada sobre la base de Ramírez-Alujas y Dassen (2014).
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
16
Gráfico 2. Desafíos de gobierno abierto y compromisos en la región:
Segundos Planes de Acción de Gobierno Abierto en el marco AGA
Fuente: Elaboración propia.
Gráfico 3. Avance comparado de compromisos por eje estratégico (Primer y Segundo Plan)
Fuente: Elaboración propia a junio de 2015.
- 20 40 60 80
100 120 140 160 180
Mejoramiento
de los servicios
públicos
Incremento de la
integridad
pública
Gestión más
efectiva de los
recursos
públicos
Creación de
comunidades
más seguras
Incremento de la
responsabilidad
corporativa
85
178
63
1 14
61
115
35
14 7
Primer plan Segundo plan
XX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lima, Perú, 10- 13 nov. 2015
17
Figura 1. El ciclo de políticas públicas en el nuevo contexto del Gobierno Abierto
Fuente: Adaptado de Ramírez-Alujas y Cruz-Rubio (2012).