los reyes magos

60
Los Reyes Magos

Upload: magenta-ediciones

Post on 24-Mar-2016

223 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

La vigencia de los tres Reyes Magos, su aventura fervorosa y plena de signifi cados, se ratifi ca en la puntual celebración que tiene lugar trece días después de la Navidad.

TRANSCRIPT

Page 1: Los Reyes Magos

1

Los Reyes Magos

Page 2: Los Reyes Magos

2

l maravilloso viaje emprendido por los tres Reyes Magos para conocer y celebrar el nacimien-to del niño Jesús es uno de los

relatos bíblicos más famosos. El esplendor de su recorrido, la magia de sus símbolos, sus enigmáticos protagonistas, han hecho de esta historia un episodio imprescindible en la memoria y en la imaginación de los ni-

ños, mujeres y hombres de nuestro tiempo. Es un relato en constan-te movimiento, que todavía tran-sita, como en un desierto invi-

sible, por los ondulantes espacios que comparten la historia y la religión. La vigencia de los tres Reyes Magos,

su aventura fervorosa y plena de signi-fi cados, se ratifi ca en la puntual celebra-ción que tiene lugar trece días después de la Navidad. Cada 6 de enero, en distintas

E

2

Page 3: Los Reyes Magos

3

partes del mundo y en millones de ho-gares se reitera simbólicamente la lle-gada de estos tres importantes perso-najes a la humilde morada donde na-ció el Hijo de Dios. Esta celebración es conocida bajo el nombre de La Epifanía del Señor, ya que la pala-bra epifanía viene del griego epipha-nia, que signifi ca “manifestación”. Para los Reyes Magos consistió en el surgimiento, en lo alto del cielo, de una estrella móvil e irre-petible que anunciaba el nacimiento del ver-dadero Dios.

Los diversos rituales y las acostumbradas representaciones navideñas dan fe de la ri-queza de esta historia que ha brillado con es-pecial fulgor a lo largo del tiempo, resaltan-do sobre otros momentos de la vida de Jesús en los que se ha manifestado, de forma se-mejante, su divinidad.

3

Page 4: Los Reyes Magos

4

El enigma de los Reyes Magos

Los tres Reyes Magos son, en sí mismos, un enigma que se refl eja y se desplaza sobre el espejo misterioso de su recorrido, pues lo que se sabe en concreto de sus vidas, des-de un punto de vista histórico, es muy po-co en comparación con la amplitud de su fa-ma y la consistencia de las imágenes que los adornan en nuestra memoria. No existe un acuerdo defi nitivo entre las distintas versio-nes que se han elaborado sobre el viaje que llevaron a cabo, así como tampoco se tiene una idea cierta sobre quiénes eran, en reali-dad, los Reyes Magos. Incluso algunos de los elementos característicos de su historia, co-mo la estrella que los guió a Belén o los re-galos que ofrecieron al niño Jesús, permane-cen bajo el manto enigmático de la duda. Las múltiples formas en que han sido interpreta-dos estos símbolos contribuyeron a fortale-cer y expandir su aire de leyenda.

Los Reyes Magos en ChileDesde inicios del siglo XIX comenzó a popularizarse la costumbre

de hacer un pesebre en las iglesias, parroquias y casas de familias

pudientes. En estas casas, se abrían las puertas para que quienes

quisieran pudieran acercarse, así, niños y adultos dejaban regalos

recreando a los reyes magos. Estos regalos solían ser alimentos

preparados con especial cuidado.

4

Page 5: Los Reyes Magos

5

La profecía de Balaam

Cuenta San Mateo en su evangelio que cuan-do Jesús nació en Belén, en los días del Rey Herodes, arribaron a Jerusalén unos magos que provenían del Oriente. Al llegar a la ciudad, inmediatamente quisieron saber dónde estaba el rey de los judíos, que aca-baba de nacer: porque su estrella hemos vis-to en el Oriente, y venimos a adorarle. La estrella, que les confi rmaba con su íntimo brillo la llegada del Mesías, los había guiado, posiblemente, desde las lejanas tierras de Ba-bilonia hasta las puertas de Jerusalén, donde misteriosamente había desaparecido.

Para algunos Padres de la Iglesia, la apari-ción de esta estrella venía a confi rmar la an-tigua profecía de Balaam, quien habría sido un importante antepasado de los Magos. Balaam había anunciado mucho tiempo atrás el surgimiento de una estrella en Jacob y con ella el levantamiento de un

La cabalgata de los Reyes en EspañaExiste en España una hermosa

costumbre muy difundida

en sus pueblos y ciudades llamada

Cabalgata de los Reyes, que

se celebra durante la tarde

del 5 de enero de cada año.

Una de las más antiguas

cabalgatas es la que se realiza

en el pueblo alicantino

de Alcoy pues los registros

indican que comenzaron

en 1866.

Los preparativos comienzan

el 4 de enero, cuando

unos pajes reales recogen

los pedidos de los niños

que serán llevados

a los Reyes. Al día siguiente,

los reyes recorren las calles

acompañados por sus pajes

y pastores, por las bandas

de música del pueblo y cientos

de personas. También se monta

un tradicional espectáculo

de marionetas llamado Tirisiti

que recrea la historia bíblica.

Sin embargo, los reyes magos

usan también otros medios

de transporte, pues a Santiago

de Compostela y a Toledo llegan

en tren, a algunas ciudades

costeras llegan en barco e incluso

han abordado vehículos menos

convencionales, como parapentes

y helicópteros.

Catacumba

de Priscilla, Roma.

Se cree que la fi gura

de la izquierda, junto

a la Virgen y el Niño,

es el profeta Balaam

señalando una estrella.

5

Page 6: Los Reyes Magos

6

cetro y un nuevo reino en Is-rael. En apego a esta creen-

cia, San Juan Crisóstomo llega a entender a los propios Reyes Magos como hombres que pertenecían a una casta o grupo tradicional que tenía el deber de contemplar el cielo y los astros en espera del cumplimiento de es-ta profecía. Así, Crisóstomo menciona una comisión especial conformada por doce Re-

yes Magos que en determinada época del año remontaba la cima del monte de la Victoria para pedirle a Dios, durante

tres días consecutivos de oración y es-peranza, que les revelara fi nalmente

la estrella anunciada por el profeta.

Los reyes sabios

Más allá del hecho de que la estrella de Be-lén fuera o no la realización de este vatici-nio, se sabe que los Reyes Magos eran cono-cidos como astrólogos y hombres de ciencia. La palabra mago, en realidad, más que hechi-cero o ilusionista, asume en el relato bíblico

Villancico venezolanoVillancico venezolanoCorre caballito, vamos a Belén

a ver a María y al Niño también

al Niño también dicen los pastores

que ha nacido un niño cubierto de fl ores.

El ángel Gabriel anunció a María

que el Niño Divino de ella nacería.

De ella nacería dicen los pastores:

que ha nacido un niño cubierto de fl ores.

Los tres Reyes Magos vienen del Oriente

y le traen al Niño hermosos presentes.

Hermosos presentes dicen los pastores:

que ha nacido un niño cubierto de fl ores.

San José y la Virgen, la mula y el buey

fueron los que vieron al Niño nacer.

Al Niño nacer dicen los pastores:

que ha nacido un Niño cubierto de fl ores.

6

Page 7: Los Reyes Magos

7

Observatorio de Mérida,

Venezuela.

7

Page 8: Los Reyes Magos

8

y en leyendas posteriores, el signifi cado de hombre sabio o persona eminente reconoci-da por su sabiduría. Incluso el título de re-yes parece relacionarse más con la función de jefes o señores principales de estas con-gregaciones religiosas dedicadas a la astrolo-gía, que a hombres soberanos de un pueblo.

Una de estas castas sacerdotales era la de los Medos. Tenían infl uencia en Persia y Babilo-nia, y su jefe era Nergal-sarezer, un hombre que Jeremías llama, precisamente, el “Rab-mag”, que signifi ca el Mago-jefe. Se cree que los Reyes Magos pertenecieron a este grupo cuya religión, profesada varios siglos antes de Cristo, era la de Zoroastro.

Ecos en el cielo

De acuerdo a los dictados de esta fe, los ma-gos sostenían que los grandes astros y las estrellas eran las representaciones celestia-les que alumbraban la existencia de perso-

La campaña de los Reyes Magos en AustriaDesde hace más de 50 años,

la Jungschar, movimiento que

agrupa a más de cien mil niños y

adolescentes católicos de Austria,

colabora con la “Campaña de

los Reyes Magos” (DKA Austria)

logrando llevar adelante programas

de cooperación con varias

organizaciones internacionales

vinculadas a la educación y salud

de los niños del mundo. Brasil,

Colombia, Nicaragua, Guatemala,

El Salvador, Uganda, Kenia,

Tanzania, India y Filipinas son países

prioritarios para estas actividades

signadas por la solidaridad.

Así, inspirados por la historia bíblica,

el 6 de enero de cada año miles

de jóvenes de Austria visitan las

casas llevando el mensaje cristiano

y solicitando aportes para las

iniciativas solidarias que abogan

por un mundo más justo.

Templo

de Zoroastro, Irán.

Zoroastro (o Zaratrusta)

fue un profeta iraní

que vivió durante el

siglo VI a.C., fundó el

zoroastrismo, religión

que hoy se practica

principalmente

en la India.

Page 9: Los Reyes Magos

9

nas cuyos destinos serían importantes. Eran ecos luminosos o divinos que anunciaban el próximo cumplimiento de antiguas y anhe-ladas profecías.

Esta creencia no era exclusiva de hombres de ciencia y religión. Al contrario, era un pensamiento común para los habitantes de Judea, Samaria y Galilea que siempre habían estado familiarizados, por ser territorios li-gados a la navegación marítima, con la idea de que sus pueblos fueran guiados por una estrella. Gracias a los relatos populares que han sido recogidos por historiadores de la época, se creía que nacimientos de gran rele-vancia también habían sido anunciados me-diante los destellos particulares de un astro. Por ejemplo, el mismo del emperador Au-gusto (27 a.C. -14 d. C), según lo relata Sue-tonio en su historia de Los doce césares, fue precedido por signos celestiales que asegu-raban su procedencia divina.

Los Reyes Magos en MéxicoLa tradición popular incluye

la celebración del 6 de enero,

día en que los niños ponen

en el pesebre las fi guras de los tres

reyes magos. También se parte

una rosca de pan que lleva adentro

un haba escondida y una o más

fi guras de niños que simbolizan

a Jesús. Mientras que una porción

de la rosca se reserva para alguna

persona pobre que pida ayuda,

a quien le toque una porción de rosca

con una fi gura, debe invitar a todos

a la fi esta del día de la Candelaria

que se celebra el 2 de febrero.

En las calles de Coatlán del Río,

también en México, durante

los primeros cinco días de enero,

se hacen numerosas peregrinaciones

hasta el centro parroquial junto

con los reyes magos.

El 5 de enero por la tarde, se hace

una misa en representación de los

reyes magos y se los recibe con la

quema de una portada de luces.

Al día siguiente se celebra una misa

en honor a los reyes y por la noche

se quema el castillo tradicional

de luces.

Durante estos primeros días

de enero hay juegos mecánicos

en las calles y en el Zócalo hay

puestos de comida, juguetes

y juegos.

Reyes

Magos

en Puerto

Vallarta,

México.

Page 10: Los Reyes Magos

10

El temor del rey Herodes

Para la fe cristiana, la sabiduría de los Re-yes Magos se manifi esta, especialmen-te, en haber reconocido desde el primer instante el auténtico resplandor que se-ñalaba la llegada del verdadero Rey de los judíos. Como lo muestra el evan-gelio de San Mateo, la certeza de este

mensaje despertó el temor del rey Hero-des. Al llegar a sus oídos la pregunta de los Reyes Magos, nos dice el evangelio, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.

Herodes decidió convocar a los sacerdo-tes y escribas del pueblo para conocer el lugar que las profecías habían designado como cuna del Me-

sías. Los sacerdotes interpreta-

10

Page 11: Los Reyes Magos

11

ron las palabras del profeta Miqueas y señala-ron en el sinuoso mapa de las escrituras al pe-queño pueblo de Belén como el lugar de naci-miento del nuevo Rey. Herodes orientó a los Reyes Magos en aquella dirección y les pidió que en el camino de regreso volvieran a Jeru-salén para conocer de su propio y directo tes-timonio lo que llegaran a saber acerca del ni-ño. Así, les dijo Herodes ocultando sus verda-deras intenciones, podría ir él también a visitar al niño y adorarlo.

Palacio de Herodes

en Nueva Jerusalén,

en Pernambuco, Brasil.

Es un teatro al aire

libre donde

se representa la

Pasión de Cristo.

11

Page 12: Los Reyes Magos

1212

Page 13: Los Reyes Magos

1313

Page 14: Los Reyes Magos

14

La estrella de Belén

Partieron los Reyes Magos de Jerusalén con apenas una palabra como guía invisible, el nombre del pueblo de Belén. A poco de em-prender el camino, la estrella que habían vis-to en Oriente, el resplandor celeste que los lanzó al recorrido, volvió a brillar delante de ellos. Siguieron los derroteros de su luz has-

ta llegar a Belén. Allí, la estrella se detuvo sobre una pequeña casa, indicando, con aquel gesto suspendido, el lugar donde había nacido el Hijo de Dios.

Las cualidades de esta estrella cautiva-ron el corazón de los Reyes Magos, sus

privilegiados observadores. Provocó el profundo temor del rey Herodes y conmo-

cionó al pueblo de Jerusalén, quienes supie-ron ver en su misterio el anuncio de un nue-vo tiempo y un nuevo reino.

La estrella de Belén extendió el infl ujo atractivo de su enigma, agrupando en su en-torno a creyentes y racionalistas que han tra-

14

Page 15: Los Reyes Magos

15

tado, hasta el día de hoy, de explicar la parti-cularidad de su brillo y su movimiento.

¿Una estrella o un ángel?

San Fulgencio fue uno de tantos hombres de fe que destacó, con reverencial sorpresa, los rasgos especiales de esta estrella que apare-cía y desaparecía en el fi rmamento, que via-jaba en una voluntaria dirección a escasa dis-tancia de la tierra y que podía detenerse, co-mo un astro común, en la trama inalcanza-ble del cielo. Una estrella que brillaba más que cualquier otra estrella y que se corres-pondía así, en la suma de sus maravillas y se-cretos, con el ser divino que anunciaba.

Otros intérpretes de la historia cristiana afi r-man que estos elementos extraordinarios dan consistencia a la idea de que no se trataba de una estrella real sino, más bien, de una apa-riencia asumida por el Espíritu Santo para lle-var a los Reyes Magos hasta el punto fi nal de su destino. De manera similar, según cuentan

Los Reyes Magos Los Reyes Magos en Venezuelaen VenezuelaCada 6 de enero, en la plaza Bolívar

de Independencia (estado Táchira,

Venezuela), se representa la historia

de los Reyes Magos. A medida

que avanza la historia, los telones

van cambiando. Cuando fi naliza la

representación, conjuntos musicales

del lugar tocan vilancicos

y aguinaldos mientras los niños

reciben los regalos de los reyes. Esta

fi esta también es usual en Seboruco,

Villa Páez y San Simón.

En la zona de Barlovento también

se celebra esta fi esta, especialmente

en Higuerote donde tres hombres

se visten de reyes magos y hacen

largos recorridos regalando

caramelos a los niños mientras

son acompañados por numerosos

músicos del lugar.

El Instituto de Patrimonio

Cultural de Venezuela ha declarado

ofi cialmente bien de interés cultural

la fi esta de Reyes Magos que

celebran las comunidades

de El Pedregal, El Cardonal, Galipán,

Naiguatá y La Guaira.

15

Page 16: Los Reyes Magos

16

las escrituras, a como se manifestó el Espíritu Santo, bajo la forma de una paloma blanca, el día que Juan bautizó a Jesús en las aguas del río Jordán. Por su parte, Crisóstomo afi rma que fue un ángel, el mismo ángel que se apa-reció en sueños a los pastores anunciándoles el nacimiento de Jesús, el que, transformado en estrella, señaló el camino a los Reyes.

Hablan los astrónomos

Junto a las interpretaciones de la fe, muchos han intentado encontrar una fuente históri-ca y astrológica a la estrella de Belén. Se lle-gó a creer, por el movimiento que la caracte-riza en el relato bíblico, que la estrella fue, en realidad, un cometa. Igualmente, la intermi-tencia de su brillo encontró en el fenómeno de las estrellas novas y supernovas una fugaz y parpadeante explicación. También se plan-teó la posibilidad de que aquel resplandor que encabezó la marcha de los Reyes fuera producto de una conjunción planetaria que

Los niños reyes de AlemaniaDesde el siglo XVI se conserva

una bonita tradición alemana pues

durante los primeros días de enero,

los niños se disfrazan de reyes

magos y recorren las casas cantando

y pidiendo dinero. Son llamados

Sternsinger quienes, con la ayuda

de organizaciones católicas,

recaudan dinero para fi nanciar

proyectos de ayuda a niños

necesitados en otros países del

mundo.

16

Page 17: Los Reyes Magos

17

Una estrella nova es una estrella

cuya luminosidad crece hasta

el punto de crear la ilusión del

surgimiento de una nueva estrella.

Este brillo repentino decrece y

vuelve a su esplendor primitivo.

Lo que en realidad sucede es que

las capas de su superfi cie explotan

como consecuencia, la mayoría

de las veces, de reacciones

nucleares provocadas por el

choque con la materia de alguna

estrella gigante próxima.

De forma similar pero más

expansiva, la supernova es una

estrella cuyos destellos aumentan

súbitamente para luego irse

debilitando paulatinamente.

La diferencia con la estrella nova

es que, a diferencia de ésta,

no son únicamente sus capas

la zona afectada, sino el propio

cuerpo de la estrella.

Novas Novas y Supernovasy Supernovas

17

Page 18: Los Reyes Magos

18

forjó la ilusión óptica de una estrella andan-te. Frecuentemente, se menciona la conjun-ción de los planetas Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis en el año 7 a.C. y la de Júpiter y Venus en 6 a.C, un año después.

Fue el 17 de diciembre de 1603 cuando Jo-hannes Kepler, un astrónomo y matemático alemán, por primera vez se preguntó si la es-trella de Belén mencionada en el evangelio de San Mateo no sería una conjunción de los planetas Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis. A través de cálculos y estudios, Ke-pler descubrió que en el año 7 a.C. una con-junción parecida tuvo lugar.

Anotaciones en el Sol

El hallazgo de Kepler obtuvo una confi rma-ción importante varios siglos después, cuan-do en 1925 otro estudioso alemán, de apelli-do Schnabel, descifró anotaciones sobre as-tronomía que fueron acuñadas en escritura cuneiforme en una antigua tabla. Este obje-

El bautizo de Jesús en las

aguas del río Jordán, cuando

Dios se hizo escuchar

y lo reconoció como

su hijo amado, es una

de las manifestaciones más

importantes de su divinidad.

Para algunas iglesias

orientales, en los inicios de la

época cristiana,

La Epifanía del Señor

celebraba de manera

conjunta varios hechos

milagrosos relacionados

con la vida de Jesús: su

nacimiento, la adoración de

los Reyes Magos guiados

por la estrella, el bautismo

realizado por Juan y la

transformación del agua en

vino en las bodas de Caná.

Las Bodas de Caná,

fresco en la Catedral

ortodoxa de San

Serafín, Dallas.

Page 19: Los Reyes Magos

19

to fue hallado en las ruinas de un antiguo templo del sol, de una vie-ja ciudad ubicada unos cien kiló-metros al norte de Babilonia. La información contenida en la tabla ratifi caba que la conjun-ción mencionada por Kepler había ocurrido en el año 7 a.C. y revelaba, además, sorpren-dentemente, que la conjunción de Saturno y Júpiter se produjo tres veces en aquellos me-ses: del 29 de mayo al 8 de junio, del 26 de septiembre al 6 de octubre y del 5 al 15 de di-ciembre. La triple conjunción de estos plane-tas a lo largo de ese año explicaría el fenóme-no de la aparición y desaparición de la parti-cular estrella que guió a los Reyes Magos.

Como lo refl eja la cronología de las con-junciones, el probar que algunas de estas ali-neaciones fue en realidad lo que hoy se co-noce como la estrella de Belén ayudaría, des-de un punto de vista histórico y científi co, a fi jar y demostrar con mayor exactitud el año de nacimiento de Jesús y de la era cristiana.

Johannes Kepler (1571-

1630), astrónomo,

matemático y óptico

alemán, ayudante y

sucesor de Tycho Brahe,

descubrió las leyes

del movimiento de los

planetas.

19

Page 20: Los Reyes Magos

20

En principio, de acuerdo a

como es utilizada en la Biblia

y como es entendida en los

primeros momentos de la era

cristiana, la palabra “Padre”

designaba al maestro, a sus

cualidades espirituales y

morales que le otorgaban la

autoridad para instruir a un

discípulo. Durante el siglo IV

d.C, en medio de las disputas

eclesiásticas y doctrinales,

la noción de “Padre” pasa

a designar a un grupo más

específi co de personalidades

religiosas del pasado, cuyas

palabras adquieren una

autoridad defi nitiva en las

controversias de la fe.

Se dice que santa

Elena fue también

quien encontró la

cruz de madera

donde murió

Jesús.

Una santa Una santa encuentra encuentra a los Reyesa los ReyesCuando en el siglo IV la madre

de Constantino el Grande, santa

Elena, comenzó a dedicarse

a la arqueología, seguramente

no imaginó que iba a encontrar

en Persia nada menos que

los huesos de los Reyes Magos.

Elena tomó esas valiosísimas

reliquias y las llevó a Constantinopla,

donde permanecieron hasta

el siglo siguiente. Luego fueron

llevadas a Milán hasta que

en el siglo XII las feroces tropas

del emperador Federico I, conocido

como Barbarroja, saquearon

la ciudad. En esta acción tuvo

un rol muy importante el canciller

del emperador, Reinald von Dassel,

quien también era el arzobispo

de la ciudad alemana de Colonia.

El arzobispo, al tanto

de la importancia de las reliquias,

las ocultó y logró llevarlas

a su ciudad.

20

Page 21: Los Reyes Magos

21

Los habitantes de Colonia

decidieron honrar

los restos sagrados

de los Reyes Magos

y encargaron al mejor

orfebre de la época,

Nicolás de Verdún, realizar

un sarcófago digno

de los reyes magos.

De manera que, tras diez

años de trabajo, Nicolás

de Verdún entregó una

obra espléndida, de 350

kilos, labrada en oro, plata

y piedras preciosas, donde

aparecen no sólo los reyes

magos, sino también santa

María y los apóstoles. Más

tarde, y con el fi n

de dar una morada

apropiada a esta hermosa

obra de arte, comenzaron

a construir la catedral

de Colonia, una de las más

grandes del mundo.

Con el tiempo, este lugar

se convirtió en uno de los

centros de peregrinación

más concurridos de Europa.

Catedral de Colonia,

Alemania.

21

Page 22: Los Reyes Magos

22

Herodes y la matanza de los niños

Antes de que los Reyes Magos partieran de Jerusalén, siguiendo el camino señalado por la profecía, el rey Herodes quiso saber de sus propios labios cuándo había surgido la estre-lla milagrosa en el horizonte. Pero los Reyes Magos, después de visitar y adorar al niño Jesús, buscaron otros caminos para regresar a sus tierras ya que habían sido advertidos, mediante una revelación transmitida en sue-ños, del peligro que corrían si decidían vol-ver al reino de Herodes.

Herodes entonces, cuenta el Evangelio, cuan-do se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrede-dores, conforme al tiempo que había inquirido de los Magos.

La cruel matanza de los niños de Belén, or-denada por Herodes de acuerdo al tiempo en que fue vista por primera vez la estrella, insi-

22

Page 23: Los Reyes Magos

23

núa la posibilidad de que los Reyes Magos alcanzaron y visitaron al niño dos años después de su nacimien-to. El tiempo necesario, piensan algunos Padres de la Iglesia, para reco-rrer las más de mil mi-llas de distancia que se-paran Jerusalén de las tierras de aquel lejano Oriente de donde se cree que provinieron.

¿Persia, Babilonia o Arabia?

Sobre la ubicación precisa de esta famosa tie-rra de Oriente hay diversas afi rmaciones. Para algunos hombres santos, como Clemente de Alejandría y Cirilo de Alejandría, este territorio es Persia. Para san Máximo se trata, más bien, de Babilonia.

Masacre de los

inocentes, fresco

de Giotto en la

Capilla Scrovegni,

Padua.

23

Page 24: Los Reyes Magos

24

Para san Justino y san Epifa-nio, el lugar de origen de los Reyes Magos es Arabia. Es-tas regiones vecinas, para el momento del nacimien-to de Jesús, albergaban a las distintas congregacio-nes de Magos que existían en la época.

Provenientes de Persia, Arabia o Babilonia, los Re-

yes Magos, impulsados por la velocidad inalcanzable de la

convicción, han dejado atrás el enigma de su lugar de origen para plantear la incógnita sobre las circunstancias, cercanas a lo fantástico, de su recorrido.

24

Page 25: Los Reyes Magos

25

Los cálculos de san Agustín

San Agustín comprendió que la fe-cha de la Epifanía, el seis de enero, era la prueba evidente de que los Reyes llegaron a Belén trece días después del nacimiento de Jesús. La posibilidad de colmar una dis-tancia tan grande en tan poco tiem-po era, desde este punto de vista, un atributo natural de los poderes y de las características divinas de aquel viaje, como ya lo anunciaban los rasgos insólitos de la estrella.

Esta creencia la confi rma el re-lato bíblico y las representaciones contemporáneas de la Navidad y del día de Reyes, donde ya es cos-tumbre ver al niño Jesús, recién nacido, siendo adorado en la precariedad de las briznas de paja de su pesebre.

El viaje de los magos,

Benozzo Gozzoli,

Palacio Medici,

Florencia.

25

Page 26: Los Reyes Magos

26

La ciudad

de Belén, Israel,

en la actualidad.

26

Page 27: Los Reyes Magos

27

Llegada de los Reyes Magos

Cuenta la Biblia que los Reyes, al ver que la estrella que los guiaba se postraba desde el cielo sobre aquel discreto hogar, se regoci-jaron y se sintieron plenos de alegría, pues signifi caba que la peregrinación había llega-do a su fi n y que pronto, al trasponer el um-bral de ese lugar, contemplarían al anhela-do Ser que fue anunciado por las profecías. Y al entrar en la casa, cuenta el Evangelio, vie-ron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

Como se sabe, era una costumbre am-pliamente difundida en los pueblos antiguos comparecer ante el templo o ante el rey con una ofrenda en las manos. Y así, los regalos ofrecidos por los Reyes al niño Je-sús han sido vistos co-mo un acto de entrega que fue, a un mismo

27

Page 28: Los Reyes Magos

28

tiempo, una ofrenda espiritual y material. Para los diversos intérpretes de la histo-ria cristiana, el oro, el incienso y la mirra entregados por los Reyes Magos cum-

plieron una función ritual o simbólica de fervor, adoración y respeto. Pero también cumplieron una función concreta: paliar, con aquellos ob-jetos, la situación de pobreza en que se dio el nacimiento.

Oro, incienso y mirra

El oro, por ejemplo, que es el más precioso de los metales y con el que se pagaba los más altos tributos, re-presentaba así la divinidad absoluta del niño y su regia autoridad sobre los hombres. El incienso, asocia-do a los ritos de oración y piedad, simbolizaba el alma divina de Je-sús y el sacrifi cio espiritual que los hombres debían rendir a su ma-jestad sobrenatural. Y la mirra, de

Melchor Su regalo para el niño Jesús

fue oro, representando su naturaleza real.

Rey de Persia

Gaspar Su regalo fue el incienso, que

representa la naturaleza divina de Jesús.

Rey de India

Baltasar Su regalo a Jesús fue mirra,

que representa su sufrimiento y muerte futura.

Rey de Arabia

28

Page 29: Los Reyes Magos

29

común utilización para ungir a los muertos, pues ayudaba a preservarlos de la corrupción, representaba la pureza eterna de su cuerpo.

San Bernardo, a la par de estas interpre-taciones, afi rma que, a su vez, los Re-yes Magos regalaron oro para soco-rrer la gran pobreza de la Virgen Ma-ría, así como el incienso estaba desti-nado a suavizar el mal olor que reina-ba en aquel lugar, que más que una casa propiamente dicha, era algo más parecido a un establo. Y la mi-rra, por sus propiedades conoci-das, buscaba fortalecer el cuerpo del niño y protegerlo de enfermedades ocasio-nadas por parásitos o insectos.

Tres regalos, tres reyes

La importancia de los regalos en la historia de los tres Reyes Magos, al contrario de lo que se pudiera

29

Page 30: Los Reyes Magos

30

pensar, va más allá de sus posibles fi nalida-des, interpretaciones y signifi cados. Los he-chos narrados en el Evangelio no precisan el número de Magos que protagonizaron el via-je hacia Belén.

En este sentido, algunos historiadores no creyentes afi rman que el número de los Re-yes, los tres que se conocen popularmente, fue desprendido o asimilado a partir del nú-mero de regalos que fueron entregados. El mayor o menor margen de incertidumbre sobre cuántos Magos conformaron la comi-

30

Page 31: Los Reyes Magos

31

tiva que recorrió miles de millas de distan-cia para rendirle pleitesía al nuevo Rey de los hombres, queda, en buena parte, cubierto por la consistencia que le brindan sus nom-bres, Gaspar, Melchor y Baltasar, con los que han sobrevivido hasta el presente.

Retorno y descanso

de los Reyes Magos

Advertidos por un ángel, los Magos desistie-ron de pasar por Jerusalén, el crepuscular rei-no de Herodes, y retornaron a sus tierras por

31

Page 32: Los Reyes Magos

32

caminos desconocidos. Se cree que el mismo ángel que los salvó de una muer-te segura, los condujo a su mítico lugar de origen. Entresacada de un texto apó-crifo, El libro de Seth, circuló la leyenda de que los Reyes Magos luego fueron bautizados por santo Tomás, convirtién-

dose por completo a la fe de Jesucristo y que a partir de entonces se dedicaron, con

una pasión idéntica a la de su viaje, a la pro-pagación de la religión cristiana.

Actualmente, lo que se cree que son los res-tos mortales de los Reyes Magos, permane-cen en la ciudad de Colonia, a orillas del Rin, descansando en la paz de su fe cumplida. Sus cuerpos fueron descubiertos en algún lugar

Monumento a los

Reyes Magos, Natal,

Brasil.

Estatua de Santo

Tomás en la

Catedral de San

Isaac en San

Petersburgo,

Rusia.

32

Page 33: Los Reyes Magos

33

de Persia y llevados posteriormente a Cons-tantinopla, por santa Elena, madre de Cons-tantino. Desde Constantinopla, durante el siglo V y bajo la orden del obispo san Eus-torgio, fueron llevados a Milán. De Milán sus restos pasaron a Colonia, en el año 1163, donde ahora descansan. Un descanso eter-no que sólo se interrumpe cada 6 de ene-ro, cuando los Reyes Magos, puntualmente, vuelven a levantarse intactos en la memoria y la imaginación de las personas para repetir su legendario viaje: un viaje que se reitera en el corazón humano como un acto de amor, de alegría y de fe.

33

Page 34: Los Reyes Magos

34

n dólar y ochenta y siete centa-vos. Eso era todo. Y setenta centa-

vos estaban en céntimos. Cén-timos ahorrados, uno por uno,

discutiendo con el almacene-ro y el verdulero y el carnicero has-

ta que las mejillas se ponían rojas de vergüenza ante la silenciosa acusación de avaricia que implicaba un rega-teo tan obstinado. Delia los contó tres veces. Un dólar y ochenta y siete centavos. Y al día siguiente era Navidad.

Evidentemente no había nada que hacer fuera de echarse al miserable lecho y llorar. Y Delia lo hizo. Lo que conduce a la refl exión moral de que la vida se compone de sollozos, lloriqueos y sonrisas, con predominio de los lloriqueos.

Mientras la dueña de casa se va calmando, pasan-do de la primera a la segunda etapa, echemos una mirada a su hogar, uno de esos apartamentos de ocho dólares a la semana. No era exactamente un lugar para alojar mendigos, pero ciertamente la policía lo habría descrito como tal.

Abajo, en la entrada, había un buzón al cual no llegaba carta alguna, y un timbre eléctrico al cual no se acercaría ja-más un dedo mortal. Tam-bién pertenecía al aparta-mento una tarjeta con el nombre de “Señor James Dillingham Young”.

La palabra “Dillingham”

había llegado hasta allí volan-do en la brisa de un anterior pe-

ríodo de prosperidad de su due-ño, cuando ganaba treinta dóla-res semanales. Pero ahora que

sus entradas habían bajado a vein-te dólares, las letras de “Dillingham”

se veían borrosas, como si estuvie-ran pensando seriamente en reducir-se a una modesta y humilde “D”. Pero

cuando el señor James Dillingham Young llegaba a su casa y subía a su apartamento,

le decían “Jim” y era cariñosamente abrazado por la señora Delia Dillingham Young, a quien

hemos presentado al lector como Delia. Todo lo cual está muy bien.Delia dejó de llorar y se empolvó las mejillas con

el cisne de plumas. Se quedó de pie junto a la ven-tana y miró hacia afuera, apenada, y vio un gato gris que caminaba sobre una verja gris en un pa-

tio gris. Al día siguiente era Navidad y ella tenía sola-mente un dólar y ochenta y siete centavos para comprar-

le un regalo a Jim. Había estado ahorrando cada cen-tavo, mes a mes, y éste era el resultado. Con vein-

te dólares a la semana no se va muy lejos. Los gas-tos habían sido mayores de lo que había calculado. Siempre lo eran. Sólo un dólar con ochenta y sie-te centavos para comprar un regalo a Jim. Su Jim. Había pasado muchas horas felices imaginando al-go bonito para él. Algo fi no y especial y de calidad

El regalo de los Reyes MagosEl regalo de los Reyes Magos

U

Page 35: Los Reyes Magos

35

-algo que tuviera justamente ese mínimo de condiciones para que fuera digno de pertenecer a Jim.

Entre las ventanas de la habitación había un espejo de cuerpo entero. Quizás alguna vez hayan visto ustedes un espejo de cuerpo entero en un apartamento de ocho dó-lares. Una persona muy delgada y ágil podría, al mirarse en él, te-ner su imagen rápida y en fran-jas longitudinales. Como Delia era esbelta, lo hacía con abso-luto dominio técnico. De repen-te se alejó de la ventana y se pa-ró ante el espejo. Sus ojos brilla-ban intensamente, pero su ros-tro perdió su color antes de vein-te segundos. Soltó con urgencia sus cabellera y la dejó caer cuan larga era.

Los Dillingham eran dueños de dos cosas que les provocaban un inmenso orgullo. Una era el reloj de oro que había sido del padre de Jim y antes de su abuelo. La otra era la cabellera de Delia. Si la reina de Saba hubiera vivido en el apartamento frente al su-yo, algún día Delia habría dejado colgar su cabellera fuera de la ventana nada más que pa-ra demostrar su desprecio por las joyas y los regalos de Su Majestad. Si el rey Salomón hubiera sido el portero, con to-dos sus tesoros apilados en el sótano, Jim hubiera saca-do su reloj cada vez que hubiera pasado delante de él nada más que para verlo mesándose su barba de envidia.

La hermosa cabellera de Delia cayó sobre sus hombros y brilló como una cascada de pardas aguas. Llegó hasta más abajo de sus rodillas y la envolvió como una vestidura. Y

entonces ella la recogió de nuevo, nerviosa y rápidamen-te. Por un minuto se sintió desfallecer y permaneció de pie mientras un par de lágrimas caían a la raída alfombra roja.

Se puso su vieja y oscura chaqueta; se puso su viejo sombrero. Con un revuelo de faldas y con el brillo toda-

vía en los ojos, abrió nerviosamen-te la puerta, salió y bajó las esca-leras para salir a la calle.

Donde se detuvo se leía un car-tel: “Mme. Sofronie. Cabellos de todas clases”. Delia subió rápida-mente Y, jadeando, trató de con-trolarse. Madame, grande, dema-siado blanca, fría, no parecía la “Sofronie” indicada en la puerta.

–¿Quiere comprar mi pelo?– preguntó Delia.

–Compro pelo– dijo Madame. –Sáquese el sombrero y déjeme mi-rar el suyo.

La áurea cascada cayó libre-mente.

–Veinte dólares– dijo Madame, sopesando la masa con manos ex-pertas.

–Démelos inmediatamente– di-jo Delia.

Oh, y las dos horas siguientes transcurrieron volando en alas rosadas. Perdón por la metáfora, tan vulgar. Y Delia empezó a mirar los negocios en busca del regalo para Jim.

Al fi n lo encontró. Estaba hecho para Jim, para nadie más. En ningún negocio había otro regalo como ése. Y ella los había inspeccionado todos. Era una cadena de reloj, de platino, de diseño sencillo y puro, que proclamaba su va-lor sólo por el material mismo y no por alguna ornamenta-ción inútil y de mal gusto... tal como ocurre siempre con las

O. Henry*

Page 36: Los Reyes Magos

36

cosas de verdadero valor. Era digna del reloj. Apenas la vio se dio cuenta de que era exactamente lo que buscaba para Jim. Era como Jim: valioso y sin aspavientos. La descrip-ción podía aplicarse a ambos. Pagó por ella veintiún dóla-res y regresó rápidamente a casa con ochenta y siete cen-tavos. Con esa cadena en su reloj, Jim iba a vivir ansioso por mirar la hora en compañía de cualquiera. Porque, aun-que el reloj era estupendo, Jim se veía obligado a mirar la hora a hurtadillas a causa de la gastada correa que usaba en vez de una cadena.

Cuando Delia llegó a casa, su excitación cedió el paso a una cierta prudencia y sensatez. Sacó sus tenacillas pa-ra el pelo, encendió el gas y empezó a reparar los estragos hechos por la generosidad sumada al amor. Lo cual es una tarea tremenda, amigos míos, una tarea gigantesca.

A los cuarenta minutos su cabeza estaba cubierta por unos rizos pequeños y apretados que la hacían parecerse a un encantador estudiante holgazán. Miró su imagen en el espejo con ojos críticos, largamente.

“Si Jim no me mata, se dijo, antes de que me mire por se-gunda vez, dirá que parezco una corista de Coney Island. Pero, ¿qué otra cosa podría haber hecho? ¡Oh! ¿Qué podría haber hecho con un dólar y ochenta y siete centavos?”

A las siete de la noche el café estaba ya preparado y la sartén lista en la estufa para recibir la carne.

Jim no se retrasaba nunca. Delia apretó la cadena en su mano y se sentó en la punta de la mesa que quedaba cerca de la puerta por donde Jim entraba siempre. Enton-ces escuchó sus pasos en el primer rellano de la escalera y, por un momento, se puso pálida. Tenía la costumbre de decir pequeñas plegarias por las pequeñas cosas cotidia-nas y ahora murmuró: “Dios mío, que Jim piense que sigo siendo bonita”.

La puerta se abrió, Jim entró y la cerró. Se le veía delgado y serio. Pobre muchacho, sólo tenía veintidós años y ¡ya con una fami-lia que mantener! Necesitaba eviden-temente un abrigo nuevo y no tenía guantes.

Jim franqueó el umbral y allí per-

maneció inmóvil como un perdiguero que ha descubierto una codorniz. Sus ojos se fi jaron en Delia con una expre-sión que su mujer no pudo interpretar, pero que la aterró. No era de enojo ni de sorpresa ni de desaprobación ni de horror ni de ningún otro sentimiento para los que ella hu-biera estado preparada. Él la miraba simplemente, con fi je-za, con una expresión extraña.

Delia se levantó nerviosamente y se acercó a él.–Jim, querido– exclamó –no me mires así. Me corté el

pelo y lo vendí porque no podía pasar la Navidad sin ha-certe un regalo. Crecerá de nuevo ¿no te importa, verdad? No podía dejar de hacerlo. Mi pelo crece rápidamente. Di-me Feliz Navidad y seamos felices. ¡No te imaginas qué re-galo, qué regalo tan lindo te tengo!

–¿Te cortaste el pelo?– preguntó Jim, con gran trabajo, como si no pudiera darse cuenta de un hecho tan evidente aunque hiciera un enorme esfuerzo mental.

–Me lo corté y lo vendí– dijo Delia. –De todos modos te gusto lo mismo, ¿no es cierto? Sigo siendo la misma aún sin mi pelo, ¿no es así?

Jim pasó su mirada por la habitación con curiosidad.–¿Dices que tu pelo ha desaparecido?– dijo con aire ca-

si idiota.–No pierdas el tiempo buscándolo– dijo Delia. –Lo ven-

dí, ya te lo dije, lo vendí, eso es todo. Es Nochebuena, mu-chacho. Lo hice por ti, perdóname. Quizás alguien podría haber contado mi pelo, uno por uno– continuó con una sú-bita y seria dulzura, –pero nadie podría haber contado mi

Page 37: Los Reyes Magos

37

amor por ti. ¿Pongo la carne al fuego?–preguntó.

Pasada la primera sorpresa, Jim pa-reció despertar rápidamente. Abrazó a Delia.

Durante diez segundos miremos con discreción en otra dirección, hacia al-gún objeto sin importancia. Ocho dólares a la semana o un millón en un año, ¿cuál es la diferencia? Un matemático o algún hombre sabio podrían darnos una respuesta equivocada. Los Reyes Magos trajeron al Niño regalos de gran valor, pero aquél no estaba entre ellos. Este oscuro acertijo será ex-plicado más adelante.

Jim sacó un paquete del bolsillo de su abrigo y lo puso sobre la mesa.

–No te equivoques conmigo, Delia– dijo. –Ningún cor-te de pelo, o su lavado o un peinado especial, harían que yo quisiera menos a mi mujercita. Pero si abres ese paque-te verás por qué me has provocado tal desconcierto en un primer momento.

Los blancos y ágiles dedos de Delia retiraron el papel y la cinta. Y entonces se escuchó un jubiloso grito de éxtasis; y después, ¡ay!, un rápido y femenino cambio hacia un histé-rico raudal de lágrimas y de gemidos, lo que requirió el in-mediato despliegue de todos los poderes de consuelo del señor del apartamento.

Porque allí estaban las peinetas, el juego completo de peinetas, una al lado de otra, que Delia había estado admi-rando durante mucho tiempo en una vitrina de Broadway. Eran unas peinetas muy hermosas, de carey auténtico, con sus bordes adornados con joyas y justamente del color pa-ra lucir en la bella cabellera ahora desaparecida. Eran pei-netas muy caras, ella lo sabía, y su corazón simplemente había suspirado por ellas y las había anhelado sin la menor esperanza de poseerlas algún día. Y ahora eran suyas, pe-ro las trenzas destinadas a ser adornadas con esos codi-ciados adornos habían desaparecido.

Pero Delia las oprimió contra su pecho y, fi nalmente, fue capaz de mirarlas con ojos húmedos y con una débil son-

risa, y dijo:–¡Mi pelo crecerá muy rápido,

Jim!Y enseguida dio un salto como un gati-

to chamuscado y gritó:–¡Oh, oh!

Jim no había visto aún su hermoso rega-lo. Delia lo mostró con vehemencia en la abierta

palma de su mano. El precioso y opaco metal pa-reció brillar con la luz del brillante y ardiente espí-

ritu de Delia.–¿Verdad que es maravillosa, Jim? Recorrí la ciudad

entera para encontrarla. Ahora podrás mirar la hora cien veces al día si se te antoja. Dame tu reloj. Quiero ver cómo se ve con ella puesta.

En vez de obedecer, Jim se dejo caer en el sofá, cruzó sus manos debajo de su nuca y sonrió.

–Delia– le dijo –olvidémonos de nuestros regalos de Na-vidad por ahora. Son demasiado hermosos para usarlos en este momento. Vendí mi reloj para comprarte las peinetas. Y ahora pon la carne al fuego.

Los Reyes Magos, como ustedes seguramente saben, eran muy sabios, maravillosamente sabios, y llevaron re-galos al Niño en el Pesebre. Ellos fueron los que inventa-ron los regalos de Navidad. Como eran sabios, no hay duda que también sus regalos lo eran, con la ventaja suplemen-taria, además, de poder ser cambiados en caso de estar re-petidos. Y aquí les he contado, en forma muy torpe, la sen-cilla historia de dos jóvenes atolondrados que vivían en un apartamento y que insensatamente sacrifi caron el uno al otro los más ricos tesoros que tenían en su casa. Pero, pa-ra terminar, digamos a los sabios de hoy en día que, de to-dos los que hacen regalos, ellos fueron los más sabios. De todos los que dan y reciben regalos, los más sabios son los seres como Jim y Delia. Ellos son los verdaderos Re-yes Magos.

* O. Henry es el seudónimo de William Sydney Porter (1862 – 1910), escritor norteamericano autor de numerosos cuentos.

Page 38: Los Reyes Magos

38

Auto de los

38

Page 39: Los Reyes Magos

39

Reyes Magos

39

Page 40: Los Reyes Magos

40

Auto de los Reyes Magos, donde se narra el descubrimiento de la estrella de Belén y el encuentro de los reyes magos con el rey Herodes, es la pieza teatral castellana más antigua de que se tenga noticia. Los estu-diosos de la literatura medieval española afi rman que fue escrito en el siglo XII. Se trata en realidad de un fragmento de autor anónimo, que fue copiado en las páginas sobrantes de un códice procedente de la Catedral de Toledo. Se cree que este auto

se representaba en la Iglesia, tal vez en la-tín, pero con el tiempo terminó siendo un espectáculo de calle representado por los

trovadores.

Personas que hablan en él:

Caspar, rey Balthasar, rey Melchior, rey Herodes, rey Mayordomo

Sabios Dos Rabíes

40

Page 41: Los Reyes Magos

41

E S C E N A I

CASPAR [Solo]¡Dios Criador, qué maravillaNo sé cuál es aquella estrella!

Ahora por primera vez es vista;Poco tiempo hace que ha nacido

¿Nacido es el Criadorque es de las gentes señor?

No es verdad, no sé lo que digo;Todo esto no vale un higo.La próxima noche lo veré,Si es verdad, bien lo sabré

41

Page 42: Los Reyes Magos

42

[Pausa]¿Bien es verdad lo que yo digo?

En todo, en todo lo certifi co. ¿No puede ser otra señal?

Esto es así y no de otra manera Nacido es Dios, por ver, de mujer

en este mes de diciembre.Allá iré, o donde fuere, y lo adoraré,

por Dios de todos lo reconoceré.

BALTASAR [Solo]Esta estrella no sé de dónde viene,

quién la trae o quién la tiene¿Por qué es esta señal?

En mi vida no vi cosa así De verdad ha nacido en la tierra

aquel que en paz y en guerra señor va a ser del Oriente

de todos hasta en Occidente

42

Page 43: Los Reyes Magos

43

Durante tres noches lo veré Y ciertamente lo sabré

[Pausa]

En verdad, en verdad ha nacidoNo sé si algo he visto.

Iré y lo adoraré,y pediré y rogaré

MELCHIOR [Solo]Válgame, creador, una tal hacienda

¿Nunca fue algo así contadoo en escritura trovado?

Los Reyes MagosLlegaron ya, los reyes y eran tres

Melchor, Gaspar y el negro Baltazar

Arrope y miel

Le llevarán

Y un poncho blanco de alpaca real.

Changos y chinitas duérmanse

Que ya Melchor, Gaspar y Baltazar

Todos los regalos dejarán

Para jugar mañana al despertar.

El niño Dios muy bien lo agradeció

Comió la miel y el poncho lo abrigó

Y fue después

Que sonrió,

Y a medianoche el sol relumbró.

Ariel Ramírez / Félix Luna

43

Page 44: Los Reyes Magos

44

Tal estrella no está en el cieloporque soy yo buen estrellero.

Bien lo veo sin dudaque un hombre es nacido de carne,

que es señor de todo el mundo,así como el cielo es redondo.

De todas las gentes será señor y todo siglo juzgará.

¿Es o no es así?

Claro que es verdad.Lo tengo que ver otra vez Si es verdad o si no lo es.

[Pausa]

Nacido es el Criadorde todas las gentes mayor.

44

Page 45: Los Reyes Magos

45

Bien lo veo que es verdad,iré allí por caridad

E S C E N A I I

CASPAR [a Baltasar]Dios te salve, señor, ¿eres tú estrellero?

Dime la verdad, de ti saberlo quiero.¿Viste tal maravilla?

Nacida es una estrella.

BALTASARNacido es el Criador,

que de las gentes es señor,iré, lo adoraré.

CASPARYo también le rogaré.

45

Page 46: Los Reyes Magos

46

Celebración de la

Epifanía en Belén.

46

Page 47: Los Reyes Magos

4747

Page 48: Los Reyes Magos

48

MELCHIOR [A los otros dos]

Señores, ¿a cuál tierra queréis ir?¿Queréis ir conmigo a rogarle

al Criador? ¿Lo habéis visto? Yo lo voy a adorar.

CASPARNos iremos a ver, si lo podemos hallar.

Andemos tras la estrella, veremos el lugar.

MELCHIOR¿Cómo podremos probar si es hombre

mortal,o si es rey de la tierra o si es celestial?

48

Page 49: Los Reyes Magos

49

BALTASAR¿Queréis bien saber cómo lo sabremos? Oro, incienso y mirra a él ofreceremos;si fuere rey de la tierra, el oro querrá;

si fuere hombre mortal, la mirra tomará;si rey celestial, estos dos dejará,

tomará el incienso que le pertenecerá.

CASPAR y MELCHIORAndemos y así lo hagamos.

E S C E N A I I I

CASPAR [Y los otros dos reyes, a Herodes]

¡Sálvete el Criador, Dios te cure de mal!Un poco te diremos, no te queremos otro.

49

Page 50: Los Reyes Magos

50

MELCHIORDios te de larga vida y te cure de mal.

BALTASAR Vamos en romería a aquel rey adorar

que es nacido en la tierra, no podemos fallar.

HERODES¿Qué decís? ¿Adónde vais?

¿A quién vais a buscar?¿De cuál tierra venís, o queréis andar?

Decidme vuestros nombres, no los queráis celar.

50

Page 51: Los Reyes Magos

51

CASPARA mí dicen Caspar,

este otro Melchior, y aquel Baltasar.Rey, un rey es nacido que es señor

de la tierra,que mandará el siglo en gran paz,

sin guerra.

HERODES¿Es así por verdad?

CASPARSí, rey por caridad.

51

Page 52: Los Reyes Magos

52

HERODES¿Y como lo sabéis?

¿Ya lo habéis probado?

CASPARRey, verdad te diremosque lo hemos probado.

MELCHIOREsto es gran maravilla,una estrella es nacida.

BALTASARSeñal de que es nacido

y en carne humana venido.

52

Page 53: Los Reyes Magos

53

HERODES¿Cuánto ha que la visteis

y que la percibisteis?

CASPARTrece días hace,y más no habrá,

que la habemos visto y bien apercibida

HERODESPues andad y buscad

y a él adorad,y por aquí tornad.

Yo allá iré y lo adoraré.

53

Page 54: Los Reyes Magos

54

E S C E N A I V

HERODES [Solo]¡Quién vio nunca tanto mal

sobre rey otro tal!¡Todavía no he muerto ni bajo la tierra puesto!

¿Otro rey sobre mí?¡Nunca tal cosa vi!

El siglo va a la zaga,yo no sé qué hacer;

por verdad no lo creo hasta que yo lo vea.

Que venga mi mayordomoque mis haberes toma.

[Sale el Mayordomo]

Iré por mis abades

54

Page 55: Los Reyes Magos

55

y por mis potestadesy por mis escribanos y por mis gramáticos y por mis estrelleros y por mis retóricos;

decidme la verdad, si esta yace en las escrituras

o si lo saben ellos o si lo han sabido.

E S C E N A V

[Salen los sabios de la Corte]

LOS SABIOSRey, ¿Qué deseas? Hemos venido.

HERODES¿Y traéis vuestros escritos?

55

Page 56: Los Reyes Magos

56

LOS SABIOSRey, sí traemos,

los mejores que tenemos.

HERODESPues ved,

decidme la verdad,si es aquel hombre nacido

que estos tres reyes me han dicho.Di, rabí, la verdad si tú lo has sabido.

EL RABÍDe verdad te lo digo

que no lo hallo escrito.OTRO RABÍ [Al primero]

Hamihala, ¡cómo estás equivocado!¿Por qué eres rabí llamado?No entiendes las profecías,

56

Page 57: Los Reyes Magos

57

las que nos dijo Jeremías.¡Por mi ley, que no estamos equivocados!

¿Por qué no nos acordamos? ¿Por qué no decimos la verdad?

RABÍ PRIMEROYo no la sé, por caridad

RABÍ SEGUNDOPorque no la usamos.

Ni en nuestras bocas es hallada.

57

Page 58: Los Reyes Magos

58

Fuentes consultadasFuentes consultadasAnónimo, Auto Sacramental de los Reyes Magos, versión moder-nizada basada en el texto que aparece en cervantesvirtual.comAtlas de Tradiciones Venezolanas, (2005) Bogotá: Fundación Bi-ggott y CA Editora El NacionalCirlot, Juan Eduardo (2000), Diccionario de Símbolos Barcelo-na: Editorial SiruelaDarío, Rubén. Cantos de vida y esperanza (Fragmento) www.cervantesvirtual.com, Edición digital basada en la de Madrid, Tipografía de la Revista Archivos, Bibliotecas y Museos, 1905.Enciclopedia Británica OnlineLa Cabalgata de los Reyes en España, Ayuntamiento de Alcoy, www.betlemdetirisiti.comLa Campaña de los Reyes en Austria, www.jungschar.atLos Reyes Magos en Venezuela, www.rena.edu.ve; Corre Caba-llito, Serenata Guayanesa, http://php.mci.gob.veNiños Reyes en Alemania, Deutsche Welle http://www.dw-world.de, www.sternsinger.orgO. Henry, “El regalo de los Reyes Magos”, tomado de Biblioteca Digital Ciudad Seva, http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/henry/oh.htm

Ranke-Heinemann, Uta (1998), No y amén. Invitación a la duda. España: Editorial TrottaNuevo Testamento, Antigua versión de Casiodoro de Reina (1960) USA: Sociedades Bíblicas de América LatinaReyes Magos en México, Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas http://cdi.gob.mx, Reyes Magos en Coatlán del Río, www.infomorelos.comSolemnidad de Epifanía en Belén, www.christusrex.orgThe Catholic Enciclopedia, Online Edition http://www.newadvent.org/cathen/index.htmlVorágine, Santiago de la (1982), La leyenda dorada. Madrid: Alianza

Procedencia de las imágenesProcedencia de las imágenesTodas las imágenes proceden de photoobject.com y photos.com, excepto las siguientes:

PÁG. 5 La cabalgata de los Reyes en España, Ayuntamiento de Alcoy, www.betlemdetirisiti.comPÁG. 7 Observatorio de Mérida, Venezuela, foto Myrian Luque.PÁG. 8 Niños, www.sternsinger.org; Templo de Zoroastro, Irán, 2004, commons.wikimedia.orgPÁG. 9 Reyes en Puerto Vallarta, www.puertovallarta.gob.mxPÁG. 11 Palacio de Herodes, Brasil, foto © 2005 Allan Patrick, commons.wikimedia.orgPÁG. 13 Virgen del clavel, Leonardo Da Vinci, www.hyyat.comPÁG. 16 Niño en camello, foto Martin Werner/Kindermissio-nswerk “Die Sternsinger”, www.sternsinger.orgPÁG. 17 Vela supernova, foto © Axel Mellinger, 2004, tomado de http://canopus.physik.uni-potsdam.de/~axm/images/Vela_135mm.htmlPÁG. 18 Las Bodas de Caná, fresco en la Catedral ortodoxa de San Serafín, Dallas, foto© Vladimir Grigorenko, commons.wikimedia.org.PÁG. 19 Johannes Kepler, commons.wikimedia.orgPÁG. 23 Masacre de los inocentes, fresco de Giotto en la Capilla Scrovegni, Padua, www.christusrex.orgPÁG. 24 Península de Arabia, foto satelital de la Nasa http://vi-sibleearth.nasa.gov/PÁG. 25 Viaje de los Magos, Benozzo Gozzoli, foto Andreas Prae-fcke, 2006, commons.wikimedia.orgPÁG. 31 Los Tres Reyes de Ravenna, foto Nina Aldin Thune, com-mons.wikimedia.orgPÁG. 32 Monumento a los Reyes Magos, Brasil, foto Allan Pa-trick, commons.wikimedia.org; Estatua de Santo Tomás, Rusia, foto LoKi, commons.wikimedia.orgPÁG. 41 Manuscrito auto sacramental, cervantesvirtual.comPÁG. 46 Celebración de la Epifanía en Belén, www.christusrex.orgPÁG. 60 La adoración de los Magos, Pieter Aertsen, Rijksmu-seum, Amsterdam, www.ibiblio.org

Page 59: Los Reyes Magos

59

ÍndiceÍndiceLos Reyes Magos 2

El enigma de los Reyes Magos 4

Los Reyes Magos en Chile 4 La profecía de Balaam 5

La cabalgata de los Reyes en España 5

Los reyes sabios 6

La campaña de los Reyes Magos en Austria 8

Ecos en el cielo 8

Los Reyes Magos en México 9

El temor del rey Herodes 10

La estrella de Belén 14

¿Una estrella o un ángel? 15

Los Reyes Magos en Venezuela 15

Los niños reyes de Alemania 16

Hablan los astrónomos 16

Novas y Supernovas 17

Anotaciones en el sol 18

Una santa encuentra a los Reyes 20

Herodes y la matanza de los niños 22

Los cálculos de san Agustín 25

Llegada de los Reyes Magos 27

Oro incienso y mirra 28

Tres regalos, tres reyes 29

Retorno y descanso de los Reyes Magos 31

El regalo de los Reyes Magos 34

Auto de los Reyes Magos 40

Fuentes consultadas 58

y

y

g y

y y g

Page 60: Los Reyes Magos

60

Los Reyes Magos, © Blanca Strepponi, © Magenta Ediciones, CA, ISBN 980-6990-06-4, Depósito Legal lf96820068003060, Concepción editorial, investigación, redacción de textos complementarios y coordinación: Blanca Strepponi, Redacción de texto principal:

Rodrigo Blanco; Diseño gráfi co: Myrian Luque, Asesoría: María Pilar Puig, Impresión: Printer Colombiana, Venezuela, 2006

60