los oidores: el giro de la...

12
1 LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD Primera aproximación al fenómeno de la nueva tradición oral como re-arraigo de significados simbólicos. Por Alexander Díaz G. (MATEO) De Colombia “Sin un plano ¿cómo recorrer la ciudad? Nos hemos extraviado en la montaña o en el mar, a veces incluso en la carretera, sin guía. ¿Dónde estamos y qué hacemos? Sí, ¿por dónde ir, a dónde?... Colección de mapas útiles para localizar nuestros movimientos, un atlas nos ayuda a responder a estas cuestiones de lugar. Si nos hemos perdido, nos encontramos gracias a él” 1 Parto de un hecho concreto: el ideal de progreso mira desde el acantilado de la razón, solo el horizonte lejano. Las nociones del progreso dejan al pasado y enmarcan las sociedades modernas que tienen la gran concepción del por venir. Tal concepción del ayer relega a la tradición como una forma de intercambio simbólico de significados cotidianos, y solo muestra el posible desarraigo de la tradición en un mundo que es hijo del ideal ilustrado. Hay que ver a la tradición como un ser que puede encontrarse en estado latente en las comunidades y que muta por acción de los media, en un conjunto de valores que identifican a un conglomerado. En esta constante hibridación semiótica de la tradición, la “cuenteria” o lo que denominaré la narración oral re-significada adquiere un valor inusitado en Colombia. El objetivo de la presente ponencia es mostrar un primer acercamiento al re- arraigo de la tradición en un conglomerado determinado como lo es el colombiano. Tal reflexión tiene su origen en una carta de navegación, un “atlas” que emerge a partir de dos reflexiones: la teórica y la práctica. En el camino teórico la bibliografía sobre la nueva narración oral (entendida como el fenómeno originado en la segunda mitad de los 90´s del siglo pasado) no es amplia, y salvo el conocido trabajo “Revive la Palabra” realizado por Angela María Pérez en 1998, algunos breves pero importantes artículos de la revista “Contante y Sonante” de Medellín, el espectro se cierra, tal vez como lo sustentaré más adelante, por el desconocimiento de los trabajos teóricos que se están efectuando en otras ciudades dentro y fuera de nuestro país (Cali, Barranquilla, Buga, Madrid, entre otras) y por la costumbre extraña entre nosotros de “ no escucharnos, ni leernos”. Por eso efectúo mi reflexión del concepto de Tradición desde tres pilares: Walter Ong “Oralidad y Escritura”, John B Thompson en Media and Modernity, y Walter Benjamin “El Narrador”. En el camino práctico quedan mis reflexiones realizadas en estos pocos años como proyecto de narrador, y que son en últimas las que me motivan a poner en discusión este escrito. 1 Serres, Michel. “Atlas”.Traducción de Alicia Martorell Editorial Cátedra Teorema. 1994.,p11.

Upload: leminh

Post on 22-Sep-2018

219 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDADoraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2013/01/LOS... · 1 LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD ... entre otras) y por la costumbre extraña

1

LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD Primera aproximación al fenómeno de la nueva tradición oral como re-arraigo de

significados simbólicos.

Por Alexander Díaz G. (MATEO) De Colombia

“Sin un plano ¿cómo recorrer la ciudad? Nos hemos extraviado en la montaña o en el mar, a veces incluso en la carretera, sin guía. ¿Dónde estamos y qué hacemos? Sí, ¿por dónde ir, a dónde?... Colección de mapas útiles para localizar nuestros movimientos, un atlas nos ayuda a responder a estas cuestiones de lugar. Si nos hemos perdido, nos encontramos gracias a él”

1

Parto de un hecho concreto: el ideal de progreso mira desde el acantilado de la razón, solo el horizonte lejano. Las nociones del progreso dejan al pasado y enmarcan las sociedades modernas que tienen la gran concepción del por venir. Tal concepción del ayer relega a la tradición como una forma de intercambio simbólico de significados cotidianos, y solo muestra el posible desarraigo de la tradición en un mundo que es hijo del ideal ilustrado. Hay que ver a la tradición como un ser que puede encontrarse en estado latente en las comunidades y que muta por acción de los media, en un conjunto de valores que identifican a un conglomerado. En esta constante hibridación semiótica de la tradición, la “cuenteria” o lo que denominaré la narración oral re-significada adquiere un valor inusitado en Colombia. El objetivo de la presente ponencia es mostrar un primer acercamiento al re-arraigo de la tradición en un conglomerado determinado como lo es el colombiano. Tal reflexión tiene su origen en una carta de navegación, un “atlas” que emerge a partir de dos reflexiones: la teórica y la práctica. En el camino teórico la bibliografía sobre la nueva narración oral (entendida como el fenómeno originado en la segunda mitad de los 90´s del siglo pasado) no es amplia, y salvo el conocido trabajo “Revive la Palabra” realizado por Angela María Pérez en 1998, algunos breves pero importantes artículos de la revista “Contante y Sonante” de Medellín, el espectro se cierra, tal vez como lo sustentaré más adelante, por el desconocimiento de los trabajos teóricos que se están efectuando en otras ciudades dentro y fuera de nuestro país (Cali, Barranquilla, Buga, Madrid, entre otras) y por la costumbre extraña entre nosotros de “no escucharnos, ni leernos”. Por eso efectúo mi reflexión del concepto de Tradición desde tres pilares: Walter Ong “Oralidad y Escritura”, John B Thompson en Media and Modernity, y Walter Benjamin “El Narrador”. En el camino práctico quedan mis reflexiones realizadas en estos pocos años como proyecto de narrador, y que son en últimas las que me motivan a poner en discusión este escrito. 1 Serres, Michel. “Atlas”.Traducción de Alicia Martorell Editorial Cátedra Teorema. 1994.,p11.

Page 2: LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDADoraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2013/01/LOS... · 1 LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD ... entre otras) y por la costumbre extraña

2

EL VIEJO MAPA. Según Thompson, el papel de lo tradicional se abandona por las fuerzas racionalistas producto de la ilustración, porque existe el presupuesto que: “el desarrollo de las sociedades modernas implica un proceso de <<destradicionalización>>”

2 Todo esto es producto de la Ilustración racionalista

que negaba la tradición. Lo primero que apunta Thompson es que la tradición no se erradica como podría afirmar el ideal de progreso iluminista, sino que se transforma adquiriendo un nuevo valor por los media; por medio de ellos la tradición se “desritualiza” al desembarazarse de las interacciones cara a cara, perdiendo sus lazos con la cotidianidad.

3 La tradición no es destruida, sino

desalojada del lugar donde había adquirido importancia en los conglomerados. Es nuestro propósito observar brevemente, una de las tradiciones más fuertes que cobra en las últimas dos décadas del siglo pasado una importancia que arraiga y sedentariza algunos significados simbólicos en la cultura colombiana moderna: la nueva tradición oral, la oralidad re-significada. Sabemos que la nuestra es una época de la historia, donde la comunicación ya no se presenta como cara a cara sino que se ha mediatizado. Las interacciones entre individuos hoy por hoy, no necesitan compartir un espacio específico pero pueden generar reciprocidades en el cambio y transito de significados simbólicos.

4

Si nos vamos al origen de las cosas y asimilamos las condiciones por medio de las cuales se generó la costumbre de comunicar, podremos decir que en el amanecer de las relaciones sociales, el hombre inventó el lenguaje y al inventar el lenguaje se inventó a sí mismo. Y no solo inventó el lenguaje por la menesterosidad que este hecho contenía, además surge la convivencia de genero, la religión y interpretación de la realidad, la comunicación con el otro. Todo esto surge en un amanecer gris donde el ser como ser humano decide estar acompañado por sus similares, los acerca a sí, los escucha con atención. Existía en ese momento, la intención humana de limitar o poner las fronteras conscientes a las influencias maravillosas del mundo que rodeaba a los primeros errabundos humanos. En aquella época, todo conservaba características nómadas: el grupo de errabundos, sus costumbres de caza, su red de significados

2 Thompson, John B. Los media y la modernidad: una teoría de los medios de comunicación. Paidós.

Barcelona, 1998. p237. 3Ibídem Ob.Cit. p239.

4 Entendemos aquí a la interacción como el intercambio de información o significados simbólicos entre

personas y personas. En la diferenciación que hace Thompson, este intercambio puede ser directo en un

espacio tiempo real donde hay un emisor y un receptor y hay un intercambio de herramientas simbólicas;

puede ser mediática que permitirían una transmisión de información pero con una separación entre espacio

físico y el intercambio social; Puede ser casi mediatizada donde el emisor del mensaje hace un monólogo en el

proceso de información, teniendo un indefinido receptor o receptores. En la interacción cara a cara los sujetos

participantes del proceso se sitúan recíprocamente uno frente al otro: compartiendo un mismo escenario

espacio-temporal. Thompson, John B. Los media y la modernidad: una teoría de los medios de comunicación.

Ibídem. Ob. Cit. Pp 116-119.

Page 3: LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDADoraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2013/01/LOS... · 1 LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD ... entre otras) y por la costumbre extraña

3

simbólicos, la palabra que empieza a unirlos. En esos momentos genealógicos de la historia humana, lo nómada se sedentariza: los conglomerados empiezan a interpretar y reinterpretar los significados que los hacían pertenecer al grupo

5.

Ese ser olvidadizo que es el hombre se vuelve sedentario y empieza a mantener por medio de la tradición su red de significados simbólicos. En aquel proceso “prehistórico” como dice el filósofo alemán Federico Nietzsche en su Genealogía de la Moral. Hay en el interior del hombre una actividad dinámica, diligente e impulsora, que le permite asimilar lo que ha vivido y aceptar lo que llega, una verdadera facultad de olvido que se cambia por medio de la tradición Con el paso del tiempo por medio de la tradición el hombre de antaño, era un ser olvidadizo por naturaleza, se convierte en el hombre que “recuerda” y que se arraiga a una serie de acciones propias de su grupo social. Aún más, la verdadera naturaleza de las relaciones sociales estaba enmascarada por las dinámicas de la tradición, que hace “rememorar” constantemente al individuo o al grupo

6 Lo Oral en este momento es una tradición que conservaba los aspectos

tanto normativos, como los legitimadores; conservaba los aspectos de la formación de identidad tanto individual como colectivo, además de ser un gran esquema hermenéutico de la realidad y del mundo para las generaciones por venir.

7

Sabemos que el propósito de la tradición oral es: enseñar el origen de los antepasados, las inquietudes espirituales, morales, hechos heroicos, odas, leyendas o reglas de comportamiento que las generaciones posteriores a la primera deben recordar; sabemos además que en la composición de tales historias, toda la comunidad oral toma parte: elabora sus límites y extiende su percepción.

8 Es más, se dice que las personas que tienen un origen letrado, sólo

con dificultad pueden imaginarse cómo es una cultura oral primaria; se niegan a escuchar y les es difícil pensar a un grupo de errabundos humanos que sin

5Recordando brevemente lo que En “La Ciencia Jovial” publicado en 1882, Nietzsche habla y describe uno de los

hechos más importantes en la historia de los grupos: la comunicación entre semejantes. En el parágrafo 354 de la Ciencia

Jovial, y frente a la respuesta a la cuestión de “para que la conciencia, si es superflua” Nietzsche usa los siguientes

términos: “Me parece que la sutileza y la fuerza de la conciencia siempre está relacionada con la capacidad de

comunicación de un hombre (o de un animal), y que a su vez la capacidad de comunicación está relacionada con la

menesterosidad de comunicación. En lo referente a la menesterosidad de la comunicación, podemos argumentar sin

temor a equivocarnos, que existe un carácter necesario frente al intercambio comunicativo entre los hombres. Así, el

sujeto, para serlo, debe comunicarse e interactuar con los demás; en la larga vivencia humana, tanto en la prehistoria

como en la historia, existen evidencias de un proceso de comunicación entre los primeros hombres. En su proceso

“prehistórico” al hombre le fue menester comunicarse pues: “la penuria, ha obligado por mucho tiempo a los hombres a

comunicarse, a entenderse rápida y sutilmente frente a los otros Nietzsche, Federico. “La Ciencia Jovial, “la

Gaya Scienza”. Traducción, introducción, notas e índice onomástico de José Jara. Monte Ávila editores.

Latinoamericana. Caracas Venezuela. 1999. Parágrafo 354 Pág. 217.”Acerca del “Genio de las Especies”. 6 Cfr.Thompson, John. Los Media y la Modernidad. Ibídem Ob. Cit. Pp240242.

7 Para ver el conjunto de aspectos que poseen las tradiciones véase el capítulo sexto “el rearraigo de la

tradición” de John Thompson en su libro Los Media y la Modernidad. Ibídem Ob. Cit. 8Murillo, Daniel Comunicación y Oralidad. En Razón y Palabra. Revista electrónica de comunicación.

Número 15, Año 4, Agosto - Octubre 1999. Prefacio.

Page 4: LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDADoraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2013/01/LOS... · 1 LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD ... entre otras) y por la costumbre extraña

4

conocimiento alguno de la escritura o aun de la posibilidad de llegar a ella, elaboran sus cosmogonías, en sus tradiciones nómadas.

9

El hecho de que los pueblos orales comúnmente, y con toda probabilidad en el mundo entero, consideren que las palabras entrañan un potencial mágico y una explicación de los misterios de su entorno, está vinculado con su sentido de la palabra hablada, fonada y, por lo tanto, accionada por un poder. En un grupo de tradición oral, la restricción de las palabras al sonido determina no sólo los modos de expresión sino también los procesos de pensamiento, que lejos están de lo escrito

10Ahora bien, los estudiosos asumían que la literatura oral o mágica, (que

comprende los mitos, cuentos y leyendas) era un paso anterior a una literatura escrita.

11 Este tipo de tradición conservaba las mismas características de lo oral ,

por que eran para todos los efectos simplemente textos que habían evolucionado y se habían plasmado en el papel, cuando aparece todo el proceso de la imprenta europea

12

Parecía que no había diferencias sistemáticas entre las estructuras léxicas, sintácticas o de discurso de la producción oral y de la escrita. Pero los descubrimientos de las diferencias entre los modos orales y escritos, surgieron después de los estudios literarios de Milam Parry y luego Albert Lord

13. Los

trabajos sobre la La Iliada y la Odisea realizados por ellos, marcaron diferencias entre los modelos de tradición literaria y la tradición oral. Los modelos literarios y orales se relacionan estrechamente con el sujeto que los ejecuta y que tienen como objeto arraigar las relaciones de parentesco. Es por ello que el papel del narrador, del contador es revaluado como el portador de la historia de un conglomerado porque “crea presencia, inaugura climas, conmueve a su auditorio, dando vida a las palabras de una historia, vieja o nueva, nacida de la mano de un escritor, o fabricada por las múltiples voces de un pueblo”.

14 El paso de la red de

significados presentado por la tradición ágrafa, tiene en su interior el germen del paso de lo nómada desarraigado a lo sedentario arraigado.

Thompson nos argumenta que en el surgimiento de la imprenta y su posterior configuración como una forma de ganancia económica, existía un tránsito de los rapsodas que iban de pueblo en pueblo contando “mediatizando” la información.

9 Entendemos el término de cultura oral primaria, a aquella cultura o conglomerado que no ha sido tocado por

la escritura. Esta definición se diferencia de la cultura oral secundaría de la manera como la entiende Wong

que es, la cultura que vive en el fenómeno no solo de lo oral sino además de todos los medios masivos de

comunicación. El concepto de tradiciones nómadas es elaborado por Thompson para referirse a las

tradiciones que se han des-arraigado. Thompson, John. Los Media y la Modernidad. Ibídem. Ob Cit. p240. 10

Pacheco, Carlos, La comarca oral: La ficcionalización de la oralidad cultural en la narrativa latinoamericana.

En la revista de Crítica literaria latinoamericana. Lima XVII 3. 1991. p59. 11

Cf. Tono, Lucía. “Los desafíos de la Oralidad: similitudes y diferencias entre Oralidad y escritura”.

Universidad de los Andes. Revista: Texto y Contexto No.28. Septiembre/Diciembre, Santa fe de

Bogotá.1995. Página 24. 12

A propósito del advenimiento de la imprenta ver Thompson, John. Los Media y la Modernidad. Ibídem. Ob

Cit. Pp79 a 93 13

Tono, Lucia. Ibídem. Ob. Cit. 14

PACHECO, Carlos, La comarca oral: La ficcionalización de la oralidad cultural en la narrativa

latinoamericana. Ibídem. Ob. Cit. Introducción.

Page 5: LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDADoraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2013/01/LOS... · 1 LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD ... entre otras) y por la costumbre extraña

5

Con el paso del tiempo tal proceso se convierte en una “lectura” de los textos que se pasan a la tradición letrada. Los rapsodas dan paso a los lectores de voz alta que todavía priman una interelación espacial.

15

Es claro que la oralidad y su tradición, conservan diversas formas y genera varios significados. A medida que las culturas ágrafas fueron creciendo y sus significados simbólicos aumentaron, se necesito un mecanismo nuevo que conservara tal tradición. La cultura letrada se instauró frente a la ágrafa, quedando lo tradicional oral en lo cotidiano; lo oral se conserva en estado latente frente a lo local, a la comarca. En la gran época “histórica” la tradición oral genera individuos con relaciones locales y con grandes arraigos familiares. Los primeros cuentos orales contenían en su interior una gran carga familiar e incluso moralizante; en una etapa premoderna cuando poco a poco se instaura el modelo escrito lo oral esta encaminado a la rapsodia es decir a la repetición constante de significados prueba que el mundo premoderno esta altamente arraigado en la tradición y dogma del modelo cristiano.

16

El individuo que sobresale en la etapa premoderna esta inflexible e inmóvil, sordo en su tradición judeocristiana, llena de formas constrictivas. Las formas simbólicas de las sociedades premodernas parecen limitadas al igual que el ambiente socioeconómico del feudo - vasallaje. Existe aquí dos formas de oralidad: una que es altamente ritualizada por la tradición de la eucaristía y las historias ejemplares de los hombres justos y santos; la otra es una oralidad encargada de relaciones inter locales que dan cuenta de eventos que ocurren en lugares lejanos, pero de forma mediata y con espacios temporales muy largos. Esta segunda forma de oralidad puede estar emparentada con la juglaría

17.

El mundo de la alta modernidad deja los espacios de lo fijo para encontrarse con lo móvil y el aumento de interpretaciones del mundo, de historias que hablan de lugares lejanos; una serie de relatos imitadores del antiguo lenguaje oral, que inauguran una sociedad que no solo se confronta constantemente, sino que además alberga individuos que se detienen en su ir y venir para prestar atención; un momento de quietud y “escucha” que lanza al individuo a lo trans-local. Aún más por medio de los media, los sujetos confrontan y extienden su espacio local para sentirse de alguna manera ciudadanos del mundo

18.

15

Thompson, John. Los Media y la Modernidad. Ibídem. Ob Cit. P248. 16

Frente a lo que dice Walter Ong en referencia a los rapsodas " El término griego rhapsoidein “coser un

canto”, resultó nefasto. Homero unió partes prefabricadas. En lugar de un creador, se tenía un obrero de línea

de montaje” Ong, Walter J..Oralidad y escritura. Fondo de Cultura Económico. Buenos Aires 1982. 17

Así, mediante la comparación de textos o documentos latinos y franceses sobre temas comunes –crónicas y

cantares de gesta, vidas de santos, debates, u otros- irían tomando cuerpo en la segunda mitad del siglo XII en

el ámbito clerical y cancilleresco una serie de textos que servirán de modelo, a comienzos del siglo XIII, para

la redacción de otros más elaborados, con base en la tradición oral -mester de juglaría- o como ejercicios

retóricos de escuela -mester de clerecía- en el Studium palentino. Los estudios de Deyermond sobre la juglaría

apenas consideran el papel que pudo jugar la traducción de la tradición como parte del aprendizaje gramatical

y retórico en el nacimiento de las literaturas románicas. Cfr. Deyermond, A.D., "Edad Media: Primer suplemento", en Historia y Crítica de la Literatura Española, Barcelona: Crítica, 1991. 18

Thompson, John. Los Media y la Modernidad. Ibídem. Ob Cit. p249.

Page 6: LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDADoraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2013/01/LOS... · 1 LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD ... entre otras) y por la costumbre extraña

6

El mundo etnocéntrico se escinde: por un lado existe una tradición que circula por la seguridad del texto y el ritual judeocristiano, por el otro hay grupos encaminados en la novedosa movilidad de la imprenta. En la alta modernidad el proyecto encargado a la oralidad es mínimo y existe el desmonte de lo tradicional. La tradición oral deviene pasivamente y se deja de ver como un punto de referencia, por el gran imperio de la razón. Pero por medio de los media en este caso por medio de la litografía, la tradición oral muta y se vuelve a lo mítico, a lo des-ritualizado por las formas discontinuas. Y en contra de la teoría del declive de la tradición, señala que la tradición puede ser parte activa e integral del presente

19 Aun más, tal teoría del declive no deja ver el papel

que cumplen los media en la transformación e inclusión de la tradición. EL MAPA ACTUAL. Poco a poco la tradición oral va a depender de los media. Es cierto: las tradiciones orales son vistas como meras representaciones de las generaciones pasadas que no poseían el lenguaje escrito y “racional”. Fue por medio del ideal ilustrado, supuestamente hay que desmontar toda tradición y la oralidad lo es, aquí se encuentra el gran precio de la racionalidad.

20

Ahora bien subyace en esta reflexión lo que sigue: la idea de Thompson que la tradición poco a poco se esta re-ritualizando y convirtiendo en un fenómeno que encarna la idea de re-arraigo.

21 La tradición oral en la media modernidad todavía

se emparentaba en la formulación de literatura oral y de historias pasadas que tenían los antiguos y que ayudaban a sus configuraciones cosmogónicas. La narración se limito por medio de los media a meras enunciaciones.

22 Pero tal

parece que la tradición oral también responde a la reformulación, transformación o

19

Ibídem Ob.Cit. p243 20

Thompson, John. Los Media y la Modernidad. Ibídem. Ob Cit. pp 244-245. 21

Thompson, John. Los Media y la Modernidad. Ibídem. Ob Cit. pp 258-267. 22

Al respecto nos indica el gran pensador Walter Benjamin en su texto de 1936 “el narrador” : “la cotización

de la experiencia ha caído y parece seguir cayendo libremente al vacío. Basta echar una mirada a un periódico

para, corroborar que ha alcanzado una nueva baja, que tanto la imagen del mundo exterior como la del ético,

sufrieron, de la noche a la mañana, transformaciones que jamás se hubieran considerado posibles. Con la

Guerra Mundial comenzó a hacerse evidente un proceso que aún no se ha detenido. ¿No se notó acaso que la

gente volvía enmudecida del campo de batalla? En lugar de retornar más ricos en experiencias comunicables,

volvían empobrecidos. Todo aquello que diez años más tarde se vertió en una marea de libros de guerra, nada

tenía que ver con experiencias que se transmiten de boca en boca. Y eso no era sorprendente, pues jamás las

experiencias resultantes de la refutación de mentiras fundamentales, significaron un castigo tan severo como el

infligido a la estratégica por la guerra de trincheras, a la económica por la inflación, a la corporal por la batalla

material, a 1a ética por los detentadores del poder. Una generación que todavía había ido a la escuela en

tranvía tirado por caballos, se encontró súbitamente a la intemperie, en un paisaje en que nada había quedado

incambiado a excepción de las nubes. Entre ellas, rodeado por un campo de fuerza de corrientes devastadoras

y explosiones, se encontraba el minúsculo y quebradizo cuerpo humano”. Cfr.Benjamin, Walter. El narrador

1936. Traducción de Roberto Blatt Taurus. Ed., Madrid 1991. Parágrafo I.

Page 7: LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDADoraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2013/01/LOS... · 1 LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD ... entre otras) y por la costumbre extraña

7

como bien apunta Thompson la tradición oral se revigoriza gracias al encuentro con otros estilos de vida

23.

Tal parece que existe un retorno a la tradición nómada de los inicios de los conglomerados sociales, pero con las características propias del desarraigo cultural que deja los estragos de las sociedades liberales y capitalistas globales que solo se fundan en lo inmediato, el día, el ahora. Benjamín nos dice que es posible que la forma de escapar a las nuevas sociedades es el retorno de la oralidad.

24 Ello puede notarse en las sociedades en donde la hibridación genera

encuentros de tradiciones nómadas que determinan elaboraciones de la tradición oral. Los jóvenes colombianos, por ejemplo, quienes tienen un contacto permanente con nuevos tipos de comunicación dados por las semi interacciones cara a cara, paradójicamente se convierten en público y en participantes de una forma de intercambio comunicativo que aparentemente es primario como la cuentería universitaria.

25 Es cierto: se encuentra en el escenario colombiano a la

cuentería, un “fenómeno” dentro de la oralidad. Tal fenómeno produce el siguiente hecho a saber: grupos de jóvenes situados en diversos estratos socioeconómicos se reúnen, a recordarnos que en la cotidianidad latinoamericana aún se vive la cultura oral, y que ésta debe asumirse, no como una forma diferente del modelo de lecto-escritura moderna, sino como una manera de entender e interpretar el mundo, que responde a un espíritu revitalizado de la tradición oral.

26

23

Frente al cambio y transformación de la tradición oral nos dice Benjamín lo que viene: “ Da lo mismo si se

trata del curso del mundo condicionado por la historia sagrada o por la natural. En el narrador se preservó el

cronista, aunque como figura transformada, secularizada. Lesskow es uno de aquellos cuya obra da testimonio

de este estado de cosas con mayor claridad. Tanto el cronista, orientado por la historia sagrada, como el

narrador profano, tienen una participación tan intensa en este cometido, que en el caso de algunas narraciones

es difícil decidir si el telar que las sostiene es el dorado de la religión o el multicolor de una concepción

profana del curso de las cosas.” Cfr. Benjamin, Walter. El narrador.Ibídem Ob. Cit. Parágrafo XII. 24

Benjamin, Walter. El narrador.Ibídem Ob. Cit Parágrafo II. 25

Reafirmo el concepto para que no exista el gran debate generado antes del milenio, frente a que si existían

estudios de oralidad y narración oral antes de 1988. Para una mejor claridad de este breve escrito, entendemos

como Cuentería universitaria, a un fenómeno que se encuentra inmerso en la oralidad. Un movimiento

generado en 1988 en Colombia que tenía como uno de sus objetivos, rescatar la cultura oral en nuestro país.

El término “Cuentería” ha sido acuñado en Colombia y equivale a los nuevos narradores que no solo narran

cuentos de cultura oral, incluso, narran textos que tienen como referente directo la literatura, donde se “

recupera la narración oral y sus fuentes”. Cfr. Pérez Béltran, Ángela María. “REVIVE LA PALABRA: del

espacio de cuentería universitaria al aula de clase”. Ibídem, p. 50. 26

Al respecto el Filósofo Jesús Martín Barbero nos dice que: “…en América Latina las mayorías viven de la

cultura oral, nosotros tenemos que asumir esa cultura oral como algo más que analfabetismo, tenemos que

asumirlo como la expresión de sus modos de concebir el mundo, de sentir, de pensar, de querer. Y por tanto,

tenemos que estudiar cómo se inserta esa cultura oral en los procesos de modernización. De ahí que la otra

constante de nuestra indagaciones fuera el estudio de los procesos de transformación urbana de nuestras

sociedades para pensar desde ahí el papel que estaban cumpliendo los medios de comunicación.” Cfr.

Martín-Barbero, Jesús, “Aventuras de un cartógrafo mestizo en el campo de la comunicación” 1999; en

Revista Latina de Comunicación Social, número 19, de julio de 1999, La Laguna (Tenerife), en la URL:

http://www.ull.es/publicaciones/latina/a1999fjl/64jmb.htm

Page 8: LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDADoraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2013/01/LOS... · 1 LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD ... entre otras) y por la costumbre extraña

8

Una de las aportaciones más inquietantes de este movimiento tradicional en Colombia, es el que enmarca un re-descubrimiento de la cultura oral directa

27 Es

claro que el origen del arte de contar cuentos en nuestro país se remonta a los conglomerados indígenas, antes de la llegada de los españoles y su red de significados.

28 Pero en las últimas décadas del siglo XX surgió una nueva

ubicación del fenómeno tradicional oral dándole significados novedosos. Los jóvenes universitarios en los últimos años escuchan cuentos, re significan el ritual de sentarse a escuchar historias. El “agora” o lugar de reunión donde se escuchan los cuentos y/o los relatos son verdaderos “oasis” que generan encuentros, desencuentros, imaginación, y sociabilidad. Con este hecho se confirma que la velocidad y la precisión al transmitir un mensaje no son suficientes para establecer una “comunicación” eficiente y viva entre los individuos; el ser humano añora y busca la presencia del otro para compartir sus historias, en mensajes que desean arraigarse en las interacciones cara a cara. Tal parece que persiste la tradición en un mundo moderno. Después de una re lectura del trabajo clásico de Lerner efectuado en los cincuenta frente a la modernización del medio oriente, Thompson nos dice que tal trabajo es un primer acercamiento a la relación tradición y los media. Para Lerner las sociedades tradicionales son fragmentadas con relaciones de parentesco que conservan en el oriente medio un entorno inmediato o cara a cara. Estos individuos poseen relaciones locales con grandes arraigos familiares y territoriales.

29 Ahora bien, el sujeto que se encuentra en una sociedad moderna,

se confronta constantemente con su entorno y con el “otro se si” que se encuentra inter localmente. Tal sujeto es un ser abierto por los media y genera una empatía frente a otras circunstancias que no le son propias. Es aquí donde los media se

27

La expresión “Cultura” la entendemos como ciertas “manifestaciones vitales” de un pueblo, que no compite

con las últimas tendencias que ponen a la cultura como una “urdimbre de significados”. En las

manifestaciones vitales es donde se incluirían por ejemplo las prácticas sociales, los valores comunes de una

sociedad, los tejidos significativos, entre ellos la oralidad. mediada Cfr. Abello, Ignacio Cultura: teoría y

gestión. Uninariño. Pasto 1999 p. 115. Cuando hablamos de oralidad, en cuanto a la palabra oral, notamos

que su pertenencia al castellano se remonta al siglo pasado y su etimología nos remite, en primera instancia, al

latín oralis, derivado a su vez del indoeuropeo os-: "boca" y el sufijo español -al: "de", "relativo a". Luego

entonces, ligando las ideas de transmitir o entregar mediante las facultades propias o pertenecientes a la boca,

se podría considerar a la cultura oral como una comunicación por la palabra, un entramaje de significados que

tiene un conglomerado. Nos referimos no-solo a la oralidad primaria sino además a la secundaria, es decir la

que tiene contactos con el fenómeno escrito. Como señala W. J. Ong, el pensamiento y la expresión en las

culturas de carácter oral tienden a ser acumulativas antes que subordinadas y analíticas. El término, "oralidad"

se refiere entonces a la comunicación hablada. Aún más, Ong propone distinguir la oralidad primaria de la

secundaria; una es la que se produce en la presencia real de los hablantes y la otra la que se presenta en los

medios de comunicación.Por último pensamos en el término directo, diferenciándolo de una comunicación;

Ong, Walter, “ Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra”, Fondo de Cultura Económica. México D. F.

1987. pp. 38-62. 28

Pacheco, Carlos, La comarca oral: La ficcionalización de la oralidad cultural en la narrativa

latinoamericana. En la revista de Crítica literaria latinoamericana. Lima XVII 3. 1991. p. 55. 29

Ibídem Ob.Cit. p249

Page 9: LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDADoraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2013/01/LOS... · 1 LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD ... entre otras) y por la costumbre extraña

9

convierten en verdaderos multiplicadores de movilidad que dejan una especie de “Localidad Lejana”. Es cierto, los media volvieron la localidad inmediata, donde se permiten a los individuos inter-relaciones que no son cara a cara expandiendo al yo.

30 Esto puede verse en el fenómeno de la oralidad en Colombia que se

presenta a finales de los noventas del siglo XX y que aún se desarrolla, que vive en un espacio regido por la televisión. La televisión en las relaciones sociales establecidas entre el emisor y el receptor trae consigo una separación entre la producción y la recepción, porque todo sujeto que se comunique por televisión o el mensaje que de brinde por medio de ella, crearán una serie de coordenadas espacio-temporales discontinuas porque: los individuos que miran la televisión deben, en cierta medida, suspender la estructura espacio-temporal de sus vidas cotidianas y orientarse temporalmente hacia un grupo de coordenadas espacio temporales diferentes”

31

Pero el joven que escucha al narrador oral, encuentra una posibilidad distinta de divertirse a las que le ofrece la técnica y la televisión, porque parten de lo cotidiano, porque pueden responder a las características propias de una tradición. Los jóvenes oyentes y los jóvenes maduros se sienten identificados en el lenguaje de la cotidianidad y la localidad re-formulando y obligando a la red de significados a reubicarse en los límites de la interacción cara a cara pero con elementos masivos. En otras palabras, esta forma de tradición, vuelven a ritualizar los espacios compartidos que también convocan elementos masivos. Los narradores actuales como los de antaño, elaboran sus discursos desde las visiones, ritos y red de significados simbólicos que los oyentes poseen. Es posible que este tipo de narración oral, sea una manifestación juvenil, porque como afirmaría un joven universitario la cuenteria <<sale de los jóvenes, para los jóvenes, que solo tienen como pretensión, la de ser escuchados por ellos mismos>>. No es absurdo pensar que el movimiento de “Cuentería” entendida como oralidad re-significada, sea una representación del pensamiento de los jóvenes de las últimas dos generaciones, que sienten limitadas sus posibilidades de expresión y buscan la manera de manifestar sus sentimientos, vida cotidiana, miedos e incluso valores morales; hombres y mujeres, sujetos de conglomerados sociales que quieren verse reflejados en alguien que represente su entorno y a sí mismos, jóvenes buscando y accediendo a nuevas tradiciones.

Los encuentros con el otro se manifiestan en este nuevo tipo de tradición. En antaño, la tradición esta encaminada a retomar la Mnemosyne, el recuerdo. Respetando todos los cuatro aspectos mencionados por Thompson, la Tradición Oral ahora se ha encontrado revitalizada no solo por la búsqueda de identidad de los jóvenes locales que se confrontan constantemente, sino que también es revitalizada por los media.

30

Ibídem Ob.Cit. p251. 31

Ibídem p.129.

Page 10: LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDADoraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2013/01/LOS... · 1 LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD ... entre otras) y por la costumbre extraña

10

Un reflejo del re- arraigo de la tradición de los jóvenes de un conglomerado social como el colombiano, es la reelaboración y el redescubrimiento del fenómeno oral en los últimos tiempos. ¿por qué en tales conglomerados que se han sedentarizado , que aceptan los media , desean sentarse un día frente a la figura de un narrador urbano que cuenta y se “cuenta”? Benjamin nos dice que el papel del narrador es: “Así considerado, el narrador es admitido junto al maestro y al sabio. Sabe consejos, pero no para algunos casos como el proverbio, sino para muchos, como el sabio. Y ello porque le está dado recurrir a toda una vida. (Por lo demás, una vida que no sólo incorpora la propia experiencia, sino, en no pequeña medida, también la ajena. En el narrador, lo sabido de oídas se acomoda junto a lo más suyo.) Su talento es de poder narrar su vida y su dignidad; la totalidad de su vida. El narrador es el hombre que permite que las suaves llamas de su narración consuman por completo la mecha de su vida.”

32

Es posible que estemos siendo testigos de una de las formas de cómo la tradición se vuelve a instaurar en el cotidiano de los conglomerados. TRAZANDO EL MAPA DEL MAÑANA: ¡NO CUENTES, ESCUCHA! Los caminos de nuestro “atlas” pueden brindarnos aún más posibilidades teóricas. Cada uno de los que provienen de otras regiones de conocimiento, puede observar inmensas posibilidades frente a la oralidad. Futuras interpretaciones teóricas nos lanzarán reflexiones en filosofía, en teatro, en psicología entre otras; esas reflexiones afianzaran el huérfano universo teórico que tiene la narración oral re-significada. Pero no nos llamemos a engaño, las historias genealógicas y las descripciones en el amanecer de las relaciones humanas son nuestro horizonte de sentido en la elaboración de una teoría de la “cuentería”. Pero veamos el camino que ha surgido por medio del acierto y error de muchos de los que estamos reunidos en este día; observemos el camino que otros han trazado. En mayor o menor escala, se ha aportado al arte de trabajar con las palabras. La gran cuestión actual va acompañando el debate que aún no termina sobre las formas de narrar y los métodos que se utilicen para ello. Debemos ir más adelante del gran debate de si el humor es o no la forma, por un gran problema concreto. La cuenteria tambien ha entrado en el juego del mercado, motivada por lo cruces híbridos de sus significaciones. Una gran cantidad de nuevos espacios callejeros nos alertan de la posibilidad latente de cuatro lineamientos que no hay que dejar de lado: calidad en lo narrado, efectismo per-se, precios bajos, y la falta de preocupación por crear un publico y mantenerlo. Los esfuerzos que se puedan realizar para trabajar en estos espacios de calle son bienvenidos para el futuro cercano de esta forma de oralidad re-significada. ¿Porque surgen estos espacios de bajo perfil?, ¿Será que

32

Benjamin, Walter. El narrador.Ibídem Ob. Cit Parágrafo XIX.

Page 11: LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDADoraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2013/01/LOS... · 1 LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD ... entre otras) y por la costumbre extraña

11

al negar espacios propios como universidades o teatros, algunos quieran ser escuchados como sea?. Tal vez, pero señores narradores, hoy les invito a unas reflexiones que me han dado vuelta en la cabeza por más de 3 años dentro de esta forma de oralidad: el problema no es el humor, sino el cómo hacerlo. El problema no son los narradores de calle que se venden por migajas, sino nosotros que no creamos constantemente ni le damos status al oficio. ¿Debemos ser deca - cuentos? ; ¿Porque no aceptamos el riesgo de crear espectáculos de narración y nos quedamos con las “pildoritas” que todos utilizamos?; La cuestión no son los cuenteros que se creen la revelación del movimiento y que aprovechan la ausencia de narradores veteranos para ganar prestigio con cuentos que no son suyos, además la cuestión es crear una conciencia de grupo capaz de que se conserve frente a la generación siguiente, para que no se creen clones de narradores; tal parece que nos encontramos tan arraigados en nuestro castillo feudal, que olvidamos nuestra responsabilidad histórica de compartir algo de conocimiento a los que vienen abajo; tal parece que olvidamos que para ser

aedas verdaderos debemos trabajar todos los días en la disciplina oral alejándonos del reflejo narcisista que no soporta la crítica directa y verdadera, valga aquí el reconocimiento de los que se dedican directamente y sin miedo a la oralidad y por supuesto a una critica que no sea de corrillo. Tal vez lo que hace falta en esta nueva forma de tradición, es un momento de “escuchar” al otro, seamos oidores de cuentos, para saber que se produce; escuchemos no-solo de sus cuentos sino de las vetas de investigación que generan hoy por hoy; no nos quedemos con lo que escuchamos en el tal año de un narrador (de ahí formamos nuestros juicios y prejuicios), sino escuchémoslo con alguna regularidad. Cuando existe una reflexión de los trabajos de otros y del nuestro, es posible que se generen nuevas urdimbres de significados simbólicos en el interior de montajes y personas. En definitiva sería un futuro prometedor el de ser OIDOR PROFESIONAL.

Bogotá, Mayo de 2004.

Bibliografía Benjamin, Walter. El narrador 1936. Traducción de Roberto Blatt Taurus. Ed., Madrid 1991. Deyermond, A.D., "Edad Media: Primer suplemento", en Historia y Crítica de la Literatura Española, Barcelona: Crítica, 1991. Díaz G, Luis. “Una voz continuada: Estudios históricos y Antropológicos sobre la literatura oral”. Martín-Barbero, Jesús, “Aventuras de un cartógrafo mestizo en el campo de la comunicación” 1999; en Revista Latina de Comunicación Social, número 19, de julio de 1999, La Laguna (Tenerife), en la URL: http://www.ull.es/publicaciones/latina/a1999fjl/64jmb.htm. Murillo, Daniel, Comunicación y Oralidad. En Razón y Palabra. Revista electrónica de comunicación. Número 15, Año 4, Agosto - Octubre 1999. Nietzsche, Federico. La Genealogía de la Moral. Alianza Editorial Madrid, 1997. Ong, Walter J. Oralidad y escritura. Fondo de Cultura Económico. Buenos Aires 1982. Pacheco, Carlos, La comarca oral: La ficcionalización de la oralidad cultural en la narrativa latinoamericana. En la revista de Crítica literaria latinoamericana. Lima XVII 3. 1991. Pérez Béltran, Ángela María. “REVIVE LA PALABRA: del espacio de cuentería universitaria al aula de clase”. Editorial Uniandes. Bogotá 1999. Serres, Michel. “Atlas”.Traducción de Alicia Martorell Editorial Cátedra Teorema. 1994. Thompson, John. Los Media y la Modernidad. Traducción Jordi Colobrans Deldado. Barcelona 1998.

Page 12: LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDADoraloteca.unimagdalena.edu.co/wp-content/uploads/2013/01/LOS... · 1 LOS OIDORES: EL GIRO DE LA ORALIDAD ... entre otras) y por la costumbre extraña

12

Tono, Lucía. “Los desafíos de la Oralidad: similitudes y diferencias entre oralidad y escritura”. Universidad de los Andes. Revista: Texto y Contexto No.28. Septiembre/Diciembre, Santa fe de Bogotá. 1995.