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LOS NIÑOS DE HERMOSILLO

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Hace un mes exacto el infierno se ;

materializó en la Tierra. Voraces lenguas de fuego abrazaron a decenas de niños y niñas que asistían a la guardería ABC, en Hermosillo, sonora. el saldo ya es conoci-do: 48 menores de edad muertos y cua-tro decenas más de heridos. Hasta ahora hay algunos detenidos, algunos acusados. nada que alivie a los padres ni que extienda la vida de quienes murieron envueltos en inimaginables últimos minutos de pánico y dolor. estos son 40 de los niños y niñas que fallecieron a consecuencia de la negligen-cia y la corrupción. ellos ya no pudieron ha-cerlo, pero sus seres queridos presentan lo

esencial de sus breves biografías.

Entrevistas: Alejandro Almazán [email protected]

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Santi: Toda la noche y todo el día tengo insomnio. Luego pienso: “Si Dios me diera al menos un segundo para verte, no te soltaría”. Y entonces volvería a escucharte cómo me dices Martha y a tu papi Roberto. Te pondría mil veces la película de Cars. Te pondría tus canciones de rock. Te compraría más carritos del Rayo McQueen. Tu papi te dibujaría los trenes que quisieras. Veríamos juntos la serie del Doctor House. Y, seguro, no te llevaría a la guardería ese viernes. Estuve a punto de hacerlo para que nos fuéramos de paseo, pero el trabajo… Tu papi está luchando porque caigan todos los responsables. Ha salido en la tele, lo entrevistan. Él dice que desde el cielo lo animas a seguir. Yo, en estos días, he pensado que fue un gran error llevarte a esa guardería, que la seguridad era sólo escenografía. Ayúdanos a encontrar paz, ¿sí?

Martha

santiago de Jesús ZavaLa Lemas

Un año, 11 meses

Tardé mucho para embarazarme de ti. Luego, cuando ya estabas dentro de mí, los médicos llegaron a decir-me “no va a sobrevivir”. Y sorpren-diste a todos: naciste muy fuerte. De ahí el nombre: Aquiles. Y sí, fuiste un guerrero: caminaste a los ocho meses, arrastrabas tu carro Tonka, te aprendiste los números en inglés (del uno al 20), bailabas hasta aca-barte el piso y jugabas todo el tiempo futbol con esa playera negra que de-cías era de los Pumas. Sólo le tuviste miedo al mono ese del Buzz Light Year. ¿Te acuerdas? Y qué curioso: llevabas días diciéndonos que que-rías ser bombero. No sé si era una señal, pero quiero dejar de soñarte quemado, quiero soñar que estás con Dios.

Reyna, tu abita

aquiLes dreneth hernándeZ

2 años, siete meses

Una vez, en tu casa, Kosita no paraba de ladrar. Juan y Yésica, tus padres, no-taban muy alterada a tu mascota y quisieron averiguar. Cuando se acercaron vieron que estabas tumbada sobre la camita de Kosita. Te habías apropiado de su espacio y la habías hecho enojar. Esa Kosita sí que te sufrió. En otra ocasión, mientras mirabas La era del hielo, la agarraste y la pusiste sobre tus piernas. Luego le ordenaste que viera la película, pero la perra tenía la cola hacia la pantalla y el rostro para atrás. Juan y Yésica tienen muchas historias sobre ti. Se acuerdan cuando les pedías sopita de víboda (así le llamabas a los fideos), o cuando querías que te llevaran al padqui a jugar en los columpios. Dicen que preferías los tacos de cabeza, las papas con cáchup, los chicles y las paletas Payaso. Últimamente te gustaba modelar y en las fotos siempre mostrabas tu sonrisa coqueta.

YaZmín PameLa taPia ruiZ

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Nos hemos estado acordando mu-cho de ti. De cuando metiste al pitbull al horno de la estufa y no nos decías dónde estaba el chingao perrito. De cuando tus maestras nos contaban que, otra vez, habías brincado en medio de los nenes que estaban dor-midos. De cuando mordiste, en un solo día, a cuatro niños de la guar-dería. De cuando devorabas la nieve de chocolate y las pizzas. De cómo le decías l’oso al peluche feo ese con el que te enterramos. De cómo te esfor-zabas cuando te enseñábamos los colores; y ya ves: nomás aprendiste el anaranjado. Hasta recordamos cuando rayabas las paredes. Ano-che te soñamos. Fue bueno verte jugar. Luego, cuando despertamos, nos pusimos muy tristes. Es como la canción: “Prefiero estar dormido que despierto de tanto que me duele que no estés”.

Noemí y Moisés, tus papás

Werinchi: a veces pienso que tu viste lo que yo no pude. Fue en la entrada de la guardería, cuando me pediste una y otra vez que te diera la bendi-ción. Fue como si te estuvieras des-pidiendo. Me la paso piense y pien-se en eso cuando miro tus carritos, ora que recuerdo lo que me decías: “Má, soy Rey Misterio”, ora que tu papá y yo estamos comiendo frijoles, que tanto te gustaban. ¿Sabes? Ya lo decidimos: te vamos a hacer tu fiesta de cumpleaños, mi Winwiri. Vamos a ir al panteón a llevarte la piñata del Hombre Araña o, como tú decías, Spayaman. Y también unos carritos para que les des sus patadas y grites ¡gol! donde sea que estés. Te amo.

Alejandra, tu mamá

Cuando estaba buscándote de hospi-tal en hospital, nomás iba pensando: “Ay, Dios mío, que mi gordita bella no esté sufriendo, que no esté quemada porque ella no lo soportaría, es muy coqueta; mándame una señal para que luchemos juntas”. Y, cuando te vi, supe que ya te habías entregado a Dios. Desde ese día pongo tu canción favorita: Las divinas. Veo los rayones que hacías en los cuadernos de tu hermano Ramsés. Miro tus falditas, porque nunca te gustaron los panta-lones. Y me quedo buen rato miran-do tus fotos, con tu cabello suelto, porque odiabas peinarte. Sí, te lloro. Me gustaría que de nuevo sacaras tu carriola para llevarte a la tienda o que escondieras tus chicles de bola. Pero te lloro.

María de Jesús, tu mami

ruth nahomí madrid Pacheco

2 años, siete meses

Supongamos que estás en la guardería, Isaac. ¿Qué harías? Seguro te tomarías fotografías, seguro pedirías tus tres cha-rolas de comida (de ahí tu apodo de Trompitas), seguro an-darías de aquí para allá mientras tus maestras te mirarían esos ojazos verdes, seguro hueles a tu desodorante del Rayo McQueen, seguro hoy combina tu ropa (como siempre), se-guro no tarda que te sientas Spiderman, seguro sabes algo que nosotros no.

ian isaac martíneZ vaLLe3 años

axeL abraham anguLo caZares

2 años, 11 meses

PauLeth danieLa coronado PadiLLa

2 años, ocho meses

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Dicen que cuando tu abuelo te compró un alazán tostado parecía que querías volar. Lo viste. Te treparon para que lo montaras. Tus papis esperaban a que hablaras un poco mejor para que tú escogieras el nombre. Luego te bajaron y te fuiste corriendo por tu caballo de palo. Si no te hubie-ran gustado los caballos, seguro hubieras sido futbolista. Cómo le dabas pelea a tu primito con esa pelota chipotuda. Le ibas al América, como tu papá.

Juan carLos rodrígueZ othón

2 años

Tu mascota favorita era tu perro Chilorio. Te gustaban las galletas Chokis, tu caricatura preferida eran Los Simpson, te volviste adicta a la pizza y a ver los aviones en el cielo, jugabas con tu pelota amarilla y cualquier pretexto era bue-no para demostrar que eras buena y para empezar a contar del uno al 10.

monZerrat granados PéreZ

2 años

Tus padres fueron, son y serán el ingeniero José García y la profesora de educación física Patricia Duarte. Eras muy inteligente. A tu edad, po-días explicar qué era un virus y una bacteria. Por eso te tomaste muy en serio la epidemia de influenza. Nunca diste un beso ni un abrazo si tus papás no se lavaban las manos. Jugabas con dinosaurios, pero te piñaste con un dragoncito y un ti-grito. Te hechizaban el epaguetito, las bóndigas y el chochorrón (carne asada). Quizá hubieras sido músico, compusiste una canción que iba así: “Muy contento yo, muy contento yo con mis papitos”. O piloto: no solta-bas los aviones y los elicómpteros. En las marchas, tu mamá ha dicho: “Él era mi razón de vivir, de trabajar día con día. Confié en la guardería, le confié lo más sagrado”.

andrés aLonso garcía duarte

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Lucy: A lo mejor te ríes de mí, pero fíjate que desde el accidente me la he pasado mirando a las niñas en la calle y, primero, me pongo feliz porque veo que tienen a sus mamis; luego me suelto a llorar porque yo no te tengo. Ayer creí verte en el camión cuando iba para el trabajo. Estabas de espal-das y me decía: “Voltea, voltea”. Y sí, volteó. No eras tú. Me agüité. Volví a recordarte con tu Chocomilk, con tus crayolas que compraba afuera de la guardería, te miré cuando cantabas Mundo de caramelo y las de Gloria Trevi, me acordé cuando decías “soy grande, no me digas niña”, o cuan-do veías las películas de princesas. También me dije que si no hubiera decidido meterte a un kínder bilin-güe, entonces el viernes no hubiera trabajado para ganar más dinero y no te hubiera llevado a la guardería. El maldito hubiera.

María Concepción, tu mamá que quiere abrazarte Desde que aprendiste a caminar te parabas frente a los santitos y decías que

ahí estaba Diosito. Quién sabe si eso hizo que en los 16 días que peleaste para sobrevivir jalaras a propios y extraños en cadenas de oración. Todos rezaron por el milagro, Ximenita. Desgraciadamente, Dios se apiadó de ti y ya no te hizo sufrir más. Creemos que en el cielo estás baile y baile, cantando, arras-trando sillas, aprendiendo más colores, viendo Dora la exploradora y jugando con tu ranita de peluche Lily, con la que te enterramos. Nosotros, acá, trata-mos de consolarnos con tu muñeca que camina y lleva un celular en la mano, miramos tus videos. Gracias por dos años y medio de felicidad. Nos diste una lección de vida.

PD: Tus primitos Kayeyin (Kareline), Cesha (César), Marina y Tayna (Karina), preguntan por ti.

Tus papás

Apenas dos días antes del incendio había sido tu cumpleaños, ¿te acuerdas? Hicimos una fiesta en Guaymas, allá, con tus abuelos. Quizá no lo comprendiste, pero festejarte era una felicidad: tu mamá tardó como 10 años en embarazarse de ti y, cuando lo hizo, tuvo tres amenazas de aborto. Dime si no eras lo único que teníamos. Por eso te disfrutamos. Si querías ver otra vez la peli de Spiderman, la poníamos. Si querías otra pelota, veíamos de dónde sacábamos dinero y la comprábamos. Vivimos por ti, Conejín precioso. Así que no te agüites porque me duele tu ausencia. Y aunque alcancé a darte la bendición cuando estabas en el hospital, quisiera despedirme bien de ti. Voy a llorarte todo.

Germán, tu papito

Lucía guadaLuPe carriLLo camPos

3 años, nueve meses

ximena áLvareZ cota

2 años, seis meses

germán PauL León váZqueZ4 años

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Ofrenda en Hermosillo para las víctimas del incendio en la guardería ABC.

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Eras bien volado con las niñas, mijo. Decías que tu novia era Davinia, la nena que llevaron a Cincinnati a curar. Siempre querías estar bien guapo. Hasta agarrabas de la loción de papá y me preguntabas: “¿Cómo me veo, mamita?”. Y yo te respondía que guapo y fuerte. Porque siempre fuiste fuerte: naciste sietemesino, pesando un kilo 710 gramos y sobreviviste a la incubadora. Decías que eras Superman, que eras el Hombre Araña. Tú eras un superhéroe y yo la Mujed Madavilla, ¿recuerdas? Gracias por haberme cantado la de Te quiero yo una noche antes del incendio. Lo hiciste con una paz que me ha dado fortaleza.

PD: Te soñé vestido de gallito. Dicen que eso quiere decir que estás bien.

La Mujed Madavilla

Jesús JuLián vaLdeZ rivera

3 años, 11 meses

Ayer estábamos recordando cuando concursaste en el torneo de gateo, ahí en la guardería. Hubieras gana-do, pero decidiste llegar a la mitad y quedarte dormido. Hasta saliste en la tele, dormidote. La verdad, qué travieso eras, mi morenazo de fue-go. Hasta en la funeraria andabas jugando. No, no estoy loca: eras tú quien se puso a tronar los globos cuando te estábamos rezando; eras tú quien movía el inflable del Rayo McQueen cuando el padre le echó agua bendita a tu cajón. Tu tata me dijo: “Es Jorgito, que está de malo-ra”. Y yo le creí. También he pensado que ahora los juegos de los Naran-jeros ya no van a ser iguales. Ojalá los del equipo sepan que eras su fan número uno, que en las derrotas su-frías, pero no te quitabas la gorra ni la chamarra.

Verónica y Francisco, tus papis

Tuvimos suerte de platicar contigo después del incendio. Sabemos que nos escuchabas porque movías tus ojitos, que no estaban quemados. Sabemos que oíste cuando te diji-mos que te fueras en paz, que nos hiciste muy feliz y que siempre te vamos a querer. Sabemos que oíste cuando te recordamos tu gusto por las motos, la emoción que te daba aventarte de la resbaladilla de cabe-za y cuando te cantamos un peda-cito de la canción del Sonidito. Nos hubiera gustado llevarte al show de las motos, escucharte pronunciar bien tu nombre (decías Dayei), verte crecer y ser un hombre de bien, pero ya no tuvimos tiempo.

Gaby y Lucio

De grande hubieras sido astronauta o algo así. Te lo digo porque te em-belesaba el sistema solar que hizo tu hermanita Nicole. O, tal vez, hu-bieras sido abogado: no te gustaban las injusticias, siempre regañabas a quien había tenido la culpa. Hubieses sido, también, un gran líder: en todo querías ser el primero. José, el que te crió, cree que hubieras sido inventor, ya ves que siempre andabas ideando cosas. A lo mejor hasta serías lu-chador: te creías Van Dame. Yo sólo quiero que estés bien, quiero que el canto de los pajaritos que el otro día escuché en la pura esquina de tu al-tar hayas sido tú mandándome una señal. Si es que estás aquí en la casa, dime. Estoy desesperada.

Jorge sebastián carriLLo gonZáLeZ

3 años, seis meses

daher omar vaLenZueLa contreras

2 años, dos meses

brYan aLexander méndeZ garcía

2 años, ocho meses

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¡Eras Spiderman! De tus muñones salían poderosas telarañas y así podías viajar de cuarto en cuarto. Tú solito derrotabas a Cabeza de Martillo, al Hombre Absor-bente, al Doctor Octopus, al Duende Verde o a El Escorpión. Ya cuando te cansabas le hacías a la cantada: “La foca Ramona trabaja en un circo, tiene una pelota muy grande y redonda, primero se agacha, la avienta hacia arriba, se sienta y saluda y come pescado, am, am, am”. El 25 de junio tus papis te festejaron tu cumpleaños. Hubo pastel y dulces. Faltaste tú.

Juan israeL fernándeZ Lara2 años 11 meses

Chichí, tu muñeco pelón, anda como llorando. El Topo Gigio ya no suena igual cuando canta esa de “cómo mi papá, qué lindo sería parecerse a mi papá”. Tu abuelo, el trailero, anda agüitado porque ya no puede enseñarte a arriar a los caballos. Las canciones que bailabas como que se oyen en cámara lenta. Y nosotros te hemos soñado, pero siempre aparece alguien que te arrebata y te lleva lejos. Los psicólogos dicen que pronto te soñaremos sonriendo, que así es el luto. Lo que sí sabemos es que nos enseñaste a luchar, que aun con dos paros respiratorios seguiste peleando hasta que ya no aguantaron tus pulmoncitos. Te extrañamos y te queremos un chingo.

Xóchitl y Elisandro, tus papás

Hace días me pasó algo bien raro, Vale. Fíjate que estaba lavando cuan-do se apareció una palomita. Yo la espanté, pero no se fue. Se quedó ahí, cerca de los pollitos, donde tú solías pararte para que te cayera el agua. Entonces me senté a verla y platiqué con ella. Yo digo que eras tú, diciéndome que estás bien allá con tus amiguitos. Que allá sigues guapa, bailando, modelando, vestida de Campanita y comiéndote tus do-nas. Hasta se me ocurrió que anda-bas disfrazada de Chucky, ese mono feo que te gustaba para asustar a la gente. Sé que voy a estar bien. Pero tardará: eras mi única hija. Gracias por visitarme.

Adriana, la que te quiso desde el embarazo

denisse aLeJandra figueroa ortiZ

2 años, dos meses

YoseLín vaLentina tamaYo truJiLLo

2 años, un mes

Mi güero hermoso, te fuiste al cielo. Un pedazo de mi corazón se fue con-tigo… ¡Dios, por favor, dame consue-lo! Y tú, mi güero, dime que la película de Nemo, la que tanto te gustaba, no nos va doler ahora que la veamos. Dime que cuando vea que un nene esté jugando con un trailercito no voy a sentir que me hundo en el piso. Dime que mi hija Daniza, maestra de la ABC, lo va a superar. Danos una señal. Sólo una.

Lupita, tu abuela

Ahora en tu casa llegan a creer que eras tan comelona porque tenías poco tiem-po. Hoy ya nadie discute si te comías la ración de tus hermanitos. Ni siquiera tus apodos: Bambam o Gorda (tú siempre te quejabas y decías: “Gorda no, Malenita Millán”). Hoy el tema es cómo bailabas, cómo cantabas, cómo te dabas tus baños de tierra, y cómo estabas obsesionada con la Dora la exploradora. Tenías todo de ese personaje.

Luis denZeL duraZo LóPeZ

2 años

maría magdaLena miLLán garcía

2 años

¿Cómo decirte, Camila, que tus padres no han parado de sufrir? No sólo tú los has sacudido. Tu hermana, Emilia, todavía se encuentra en un hospital de Guadalajara, aferrándose a vivir. Por eso sólo tu mami Cyndi acudió a tu entierro. Por eso sólo a ella viste llorar a chorros. Tu papi, Carlos, también lo hizo, pero lejos del panteón municipal. Él está en Jalisco, en espera de noti-cias mientras entran y salen médicos con cara de desgracia. Qué cosas: ese viernes, en cuanto salieras de la guardería, a tu papi le ibas a cantar Las mañanitas. Ensayaste y toda la cosa, ya ves que querías ser cantante. No te olvides de ayudar a Emilia. No te olvides.

camiLa fuentes cervera2 años

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Siempre llorabas cuando te dejaba en la cuelita (guardería), pero aquel viernes no lloraste, te metiste muy alegre y con la mano me dijiste “Adiós, mamita”. Yo, también, te dije: “Adiós, Pee Wee”. Ya ves que así te decíamos porque, según tú, te parecías al muchacho guapo que salía en Bailando por un sueño. Entonces me fui y luego ocurrió la tragedia. Desde ese día, Pee Wee, no he dejado de recordarte: de los 10 años que tardé para tenerte, de la moto ruidosa y vieja que sólo tú usabas en casa de la abuela, de tu dul-ce favorito (los mazapanes), de cómo te gustaba la caricatura Pocoyo, de cuando jugábamos a ver quién veía más vochos en las calles, de cuando te despertaba haciéndote cosquillas, de que siempre que te preguntaban qué habías comido decías “sopa”, y de otras cosas que me duelen. Ahora mismo siento como si me hubieran amputado las piernas y con un hoyo en el corazón.

Tu mami

danieL rafaeL navarro vaLenZueLa

2 años, 11 meses

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Parecía que sólo ibas a estar dos años en la Tierra, porque todo querías probar, todo te llevabas a la boca. ¿Te acuerdas cuando un día te empinaste una botella de aceite para carro? Nos pegaste un susto tremendo. Lo mismo cuando jugabas a las luchas, sintiéndote Bichi Ouh (Big Show); te dabas unos trancanzos… Pero yo vine a traerte una oración: “Y el señor dijo: te prestaré a un hijo mío, para que lo ames mientras vivas. Podrá ser un mes, seis meses, siete años o más tiempo. ¿Podrás cuidarlo? Quiero que aprenda a vivir, he buscado un maestro y te he elegido a ti. No te ofrezco que se quedará contigo, sólo te lo presto…” Ya estás de nuevo con Dios, Dani.

Loana, tu mamá

Te puse Jonatán, sin hache, porque la historia dice que era el mejor amigo del rey David. Y sí, eras amiguero como tú solo. Tu mejor compañía, sin embargo, era tu abuelo, tu tato, y ese caballo de palo al que le pusiste Canelo, porque tenía el pelo café. Aunque te escondiéramos al Canelo siempre lo encontra-bas. Como que te aferrabas a ciertas cosas: siempre tomabas leche como si fuera agua, siempre querías yogurt, siempre querías ver la película Spirit y nunca te querías sonar la nariz, por eso te pusimos Mocoyotan. En estos días me he acordado cuando te operaron el año pasado de las anginas. Yo estaba preocupada, llorando, y tú me dijiste que no llorara. Eso he tratado desde que me faltas. Pero no puedo, mijo. No puedo.

Juanita, tu mamá

Emilia: Aquel que te grita “¡Te amo, mi changuita pedorra!” es tu papá, Abraham, uno de esos obreros so-norenses que construyen a diario Hermosillo con sus jóvenes manos. Es el mismo que presume cómo bai-labas, el que se sabe todas las can-ciones que te volvían loca, el que se quebró cuando te enterraron, el que se ha convertido en uno de los voceros de los padres que perdieron a sus nenes en la guardería ABC, el que acaba de rechazar la propues-ta del gobernador Eduardo Bours: un millón y medio para los deudos, pero condicionado a que todos se desistan de demandar; Abraham le dijo: “Góber: si su hijo vale millón y medio, está bien, es su bronca, pero voy a pichársela: yo le doy el millón y medio o más, si quiere, a cambio de que queme a uno de sus hijos”.

emiLia fraiJo navarro

3 años, dos meses, 18 días

danieL goYZueta cabaniLLas

2 años

Jonatán Jesús de Los reYes Luna

3 años, cuatro meses

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Dicen que eras una niña preciosa y seguro tienen razón. Dicen que sólo reías. Dicen que ya eras devota de la Guadalupana, que el 12 de diciembre te espera-bas despierta para cantarle Las mañanitas. ¿Qué orabas? Quién sabe. Tu abuela piensa que ya estabas preparando tu camino, porque en los últimos días pedías comida y agua a cada rato. Tu mamá cree que te sacrificaste por Gabriel Hiram, tu hermanito, pues iba a entrar el lunes a la guardería.

emiLY guadaLuPe cevaLLos badiLLa2 años, tres meses

Cuando te vieron en tu primer ul-trasonido parecías un frijolito. El apodo se te quedó. Tú mismo de-cías: “Me llamo Frijolito Chambert López”. Qué ocurrente, Jesús. Por eso no era extraño que te aferraras a dormir con un corcel negro, el que dicen era el animal preferido de Dios. Era la mejor compañía. Si te lo quitaban, llorabas. Pero también te gustaban los cochitos. ¿Te acuerdas cuando saltabas de emoción cuando veías pasar los camiones atestados de cerdos? Quién sabe si la película del Puer-quito valiente haya tenido que ver. Lo que es cierto es que Antonio, tu padre, te recuerda. Le vienen a la mente tus amiguitos: Techus, Santy y tu movia Pamelita. Tu papá cree que estás bien.

Jesús antonio chambert LóPeZ

2 años

Te soñé el Día del Padre. Te lo juro. Estabas jugando con tus carritos del Rayo McQueen y yo te hacía las carreteras sobre la tierra. Pero no me hablabas. Y yo te decía que comeríamos entomatadas de queso, que te compraría papas con catsup, que iríamos a la plaza para subirte al carrusel y que te llevaría a cono-cer a Mickey Mouse. Y nada. No decías nada. Luego caminamos hacia un jacal donde había cuatro sogas colgadas del techo. Vas a pensar que estoy loco, pero así fue. Como que una era para tu mami Martha, otra para tu hermanito Edahí (al que le decías Donald, porque aún no sabe hablar), y las otras para ti y para mí. Entonces, de súbito, creciste en el sueño. Tenías como ocho o 10 años y me empujaste fuera del jacal. Dijiste: “Papá, estoy bien y tú tienes la obligación de estar bien”. Ya se lo conté a tu mami. Ella también quiere soñarte, se quiere despedir, decirte que tu nombre significa “ojos grandes”, que tus cenizas se quedarán en casa y que vamos a vivir por ti.

Te ama Manuel

xiuneLth emmanueL rodrígueZ garcía

3 años, seis meses

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Una semana antes del incendio me dijiste: “Mami, ¿las princesitas se mueren o sólo se duermen?”. Ay, princesita, qué preguntas son esas, ni se te ocurra, ya mejor acuéstate. Y otra vez me preguntaste. Y yo te dije que se dormían, que ellas no morían. Te reíste y te besé. Y hoy mira lo que son las cosas. A lo me-jor no entendí lo que querías decir-me. Como nunca te enfermaste… Querías ser nadadora o bailarina, tenías un cabello muy negro y, para ser sinceros, era tu mayor vanidad. No comías carne, y si te daba, la es-condías, tus tías dicen que hablabas como pato porque eras muy chipilo-na, eras muy berrinchuda, pero muy hermosa, hermosa mi flaca.

Angélica

naYeLi estefanía gonZáLeZ danieL

3 años, 11 meses

Todavía te veo por la casa con tu caballo de palo. Ahí vas, relinchan-do, vestido de vaquerito. Luego te paras y me dices: “Mami, pon a Los Rieleros”. Y te pones a zapatear y hacerle al cuento como que tocas el acordeón. Después te pones a jugar futbol y no paras: te trepas a tu moto machín, rompes tu piñata del Rayo McQueen y hasta enton-ces me dices que quieres comer espagueti y albóndigas (o bolitas, como tú decías), mientras miras la caricatura de Bob Esponja y te ríes y te brillan los ojos. Pero eso sólo me pasa cuando estoy despierta. Dormida no te veo. Tú que estás con Dios dile que mande una señal para saber que estás bien.

Emma

Javier ángeL merancio vaLdeZ

3 años, dos meses

Ibas que volabas para trabajar en una estética o arreglar a los artistas. No pa-rabas de peinar a los demás. Como que no te gustaban los flecos ni el cabello esponjado. Otros creen que hubieras sido una buena ciclista. No te bajabas de la bici aunque tuvieras hambre. Hay quienes creen que serías cantante: cantabas La cara sucia, El piquito de oro y las que te enseñaron en la guardería. ¿Tú qué crees que hubieras sido, bonita?

vaLeria muñoZ ramos

2 años, 11 meses

Mi niño: Quiero que sepas que siem-pre te voy a amar, te llevaré en mi co-razón hasta que me muera. Fuiste la alegría de tu papá, de tus hermanos y mía. La casa se siente sola sin ti. Ya no hay quién se coma tanto pastel, ya no hay quién pida más soda, ya no hay quien caliente la comida en el microondas como tú, ya no hay a quién decirle Colorado porque se te ponía la cara roja, ya no hay quien quiera aferrarse a subirse a la moto, ya no hay a quién llamarle Sansón, ni quién le gane a sus hermanitos en las luchas. Te llevo en mi alma y en mi corazón. Me dejaste un vacío inmenso.

PD: Julián Alberto, tu hermano ma-yor, quiere que le pegues. Carlos, el que le sigue, quiere jugar contigo a las colchas.

Tu mami

santiago corona carranZa

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Yo digo que ese viernes 5 de junio fue el día más feliz de tu vida, Yeyé. Lo creo por-que no despertaste malhumorado, sino con una sonrisa. Fue muy extraño. Más por-que dejaste que te vistiera, que te quitara los tenis para ponerte los huaraches que no querías, y que te peinara. Hasta tu papi te dijo: “¡Qué guapo!”. Y así te fuiste a la guardería, con una carcajada que no puedo olvidar. Como que llevar tu lonche para ver películas te emocionaba mucho. Luego, ya ves, empezó el incendio. Supimos de ti hasta la madrugada. Fue terrible no reconocerte. Lo que ha pasado después, seguro, lo estás viendo desde el cielo: en tu tumba dejamos el Champion, el carrito donde ya ni cabías, pero lo traías de aquí para allá. Nos quedamos con tu cobijita, la que tiene un hoyo, y es la que nos acompaña en la noche; tiene tu olor, es un consuelo. Estamos peleando porque se haga justicia. Y una de tus maestras nos ha dicho que ese viernes reíste como nunca.

Estela, tu mamá

JuLio césar márqueZ báeZ

2 años, ocho meses

Hace algunos días esperaba ansiosamente este Día del Padre, imaginaba que llegarías a des-pertarme tempranito como siempre lo hacías en compañía de tus hermanitos, y los tres juntitos me cantarían Las mañanitas, nos fundiríamos en un abrazo todos juntos, brindándonos ese enorme amor que siempre nos hemos dado.

Sentí que tendría miedo de despertar y ver que no será así, porque tu presencia física ya no está más aquí; en esta vida ya no veré más tu carita con esos ojos tan hermosos y soñadores, tu boquita no me cantará más y la ausencia de tu risa duele en el alma.

Ahora sé, al decirte todo esto, que no tendré miedo porque el amor tan grande que te tengo es más grande que la ausencia. No tendré mie-do porque tú fuiste un guerrero. ¿Recuerdas las noches en vela que pasamos tu mami y yo en tu primer año? Dormías serenamente en nuestro pecho mientras nosotros cuidábamos tu respi-ración; era una bendición para nosotros cuidarte y cobijarte en nuestros brazos.

No tendré miedo porque sé muy bien que estás con Dios, que ahora él te cobija entre sus brazos y porque en su compañía no hay dolor que prevalezca. No tendré miedo porque allá donde estás tienes muchos amiguitos con quien jugar y eres muy feliz, sé también que la ben-dición tuya y de ellos nos alcanza a todos y que juntos en un solo coro nos brindarán su canta a nosotros sus papás.

No tendré miedo, despertaré y escucharé tu voz entrelazada con la de tus hermanitos diciéndome: ¡Feliz Día del Padre!

Mi pequeño Julio César, mi Yeyecito, te amo profundamente y vives en mi corazón. Dios te bendiga.

Carta de Julio César Márquez a su hijo Yeyé

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Un mes después del incendio en la guarde-ría ABC, de Hermosillo, Sonora, la estancia infantil subrogada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el balance es muy claro: 48 niños de entre dos y cuatro años de edad murieron.

Casi 30 días después, las autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) presentaron ante un juez penal solicitudes de aprehensión contra seis socios y propietarios de la guardería, dos de sus apoderados legales y el hoy ex delegado del IMSS en Sonora.

Los acusa de homicidio culposo, por lo que en caso de que fueran detenidos podrían en-frentar el proceso legal en libertad bajo fian-za, ya que no es un delito que se considere grave.

Hasta el cierre de esta edición, el juez no había resuelto si concedía las órdenes de apre-hensión, pero a cuatro de ellos otro juez federal les había negado amparos contra las órdenes de detención.

Aunque la PGR se abstuvo de informar contra quiénes había solicitado aprehensión, medios locales de Sonora revelaron que se trataba de cinco de los socios de la guardería –Matilde Altagracia Gómez del Campo (fami-liar de Margarita Zavala, esposa del presidente Felipe Calderón), Sandra Lucía Téllez, Antonio Salido, Gildardo Urquides y María Fernanda Camou Guillot–, dos apoderados legales de la misma y Arturo Leyva Lizárraga, ex delegado del IMSS en Sonora.

Previamente, la Procuraduría General de Justicia de Sonora había procedido penalmente contra siete empleados menores de la Secre-taría de Hacienda que trabajaban en el local adjunto a la guardería, donde de acuerdo con los peritajes comenzó el incendio.

Junto con ellos, se consignó a Irma Cres-cencia Díaz Gómez, coordinadora de guarde-rías del IMSS en Hermosillo, aunque ella es la única persona que en este momento se en-cuentra en prisión, pues los otros empleados

obtuvieron libertad bajo fianza. Díaz Gómez ha denunciado en una carta

dirigida a los medios de comunicación que ella no era responsable de las condiciones de seguridad –se ha encontrado que en la guar-dería se violaron las normas de seguridad y de protección civil y que la puerta, los extin-tores y los detectores de humo incumplían el reglamento– y que en prisión ha sufrido tor-tura sicológica.

Ha argumentado además que sus tareas con respecto a las guarderías del IMSS, tanto las oficiales como las subrogadas, eran sólo de carácter administrativo, y que la respon-sabilidad de asignar las subrogaciones no era de ella.

Y aunque casi inmediatamente después del incendio el director general del IMSS, Da-niel Karma, dijo que en breve se publicarían el total de los contratos de las mil 371 guarderías subrogadas por el Seguro Social, a la fecha no ha cumplido con ese compromiso.

La carencia de esa información, a juicio de María Marván Laborde, comisionada del Ins-tituto Federal de Acceso a la Información, es inexplicable, dado que por ley esos contratos tendrían que estar disponibles en la página de internet del IMSS.

La ausencia de información ha dado lugar a confusión. Por ejemplo, legisladores del PRI han argumentado que entre quienes han recibido contratos para operar guarderías subrogadas se encuentra Marta Sahagún, la esposa del ex presidente Vicente Fox, acusación que ella ha salido a negar.

Treinta días y justo este sábado 4 de julio los padres de las víctimas, junto con grupos de ciudadanos que han exigido que este hecho no quede cubierto por la impunidad y que no se proteja a los funcionarios estatales y federales, organizaron una marcha nacional en diversas ciudades del país, entre ellas Hermosillo y el DF. Su reclamo: que la neglcigencia y la corrupción no queden sin castigo. ¶

treinta días: ni culpables, ni la lista de

guarderías subrogadas por el iMss

irma Cres-cencia díaz Gómez, coor-dinadora de guarderías del imss en Her-mosillo, es la única persona que en este momento se encuentra en prisión, pues los otros em-pleados obtu-vieron libertad bajo fianza; ha denunciado haber recibido tortura sicoló-gica en prisión