EL ARTICULO SELECCIONADO

LOS METODOS DE EXTENSION

EN UN PROYECTO DE ENSILADO AL VACIO

EL presente artículo intenta evaluar la eficaciade una combinación de medios de comunicaciónusados en la iniciación de un proyecto para di-fundir el uso de una nueva técnica de ensilaje—elllamado «ensilaje por compresión al vacío»—, enGran Bretaña, 'durante la primera mitad de 1965.En las primeras fases de este proyecto, los facto-res a tomar en consideración eran pocos y lasoportunidades para evaluar los resultados fueronexcepcionalmente buenas.

LA SITUACIÓN PREVIA.

Los escritores americanos han hecho hincapiéen la influencia de la situación previa (extensionsituation) sobre la eficacia de los medios de co-municación en un provecto de extensión. Paraque esta situación sea favorable deben cumplirsetres importantes condiciones. En primer lugar debehaber un problema claramente reconocido que ne-cesita ser resuelto ; en segundo lugar, debe cono-cerse una solución a ese problema, previamentecomprobada y aceptable ; en tercer lugar, debenexistir suficientes recursos para hacer que la so-lución prevista se convierta en una práctica normal,

EL PROBLEMA.

El problema existente era el de la conservaciónde la hierba. El uso del ensilado se había difun-dido en Gran Bretaña de un modo mu y lento.En 1957, solamente el 15 por 100 de las fincas deInglaterra utilizaban este método, y esta propor-ción era considerablemente menor en Gales e Ir-landa del Norte. En 1963, después de que lassubcomisiones para construcción de silos llevabansiete años en vigor, se estimaba que en Inglaterray Gales el 88 por 100 (en materia seca) de lahierba se conservaba en forma de heno y sola-mente el 12 por 100 en forma de ensilado.

Por otra parte, las pérdidas en el ensilaje eranbastante altas, estimándose que la cifra de un20 por 100 de pérdidas (sobre materia seca) inch-

cada en un informe del N. A. A. S. era superadaen muchas fincas. Finalmente se encontró que enexperiencias controladas no había diferencias en-tre el uso de heno y de ensilado, aunque las nece-sidades de concentrados por cada litro de lecheadicional no eran inferiores a las de los sistemastradicionales de alimentación.

LA SOLUCIÓN POSIBLE.

Desde muy antiguo ya se había pensado en laposibilidad de extraer el aire mediante el vacío envez del apisonado del forraje. Antes de 1939 sehabían hecho ensayos en Alemania que demostra-ban la posibilidad técnica, si bien el método usadoera impracticable en el campo.

Sin embargo, durante los últimos quince años,la fabricación de láminas de plástico impermea-bles y relativamente baratas se desarrolló mucho.Desde 1950 se hicieron numerosos ensayos bus-cando métodos para utilizar los plásticos en elensilado por eliminación del aire y se idearon di-versos procedimientos. El inconveniente principalde todos ellos era el cierre. Hacía falta un mé-todo de cierre seguro y razonablemente fácil quepermitiese al agricultor sellar herméticamente mon-tones de gran tamaño.

A principios de la presente década, el Serviciode Extensión Agraria de Nueva Zelanda empezóa trabajar con un nuevo método de cierre que con-sistía en acoplar dos láminas de plástico entre dostubos que encajaban estrechamente uno dentro delotro, estando el tubo exterior hendido longitudinal-mente.

Pronto se vió que este sistema funcionaba muybien y los agricultores neozelandeses comenzarona hacer silos al vacío en gran número en los tresprimeros arios consecutivos al primer ario de en-sayos. ¿ Podía ser este método útil en Gran Bre-taña? Ciertamente, va había sido comprobada suutilidad en gran escala v, por tanto, cumplía lasegunda condición de las' necesarias para una fa-vorable «situación previa».

D I SPONI Hl 1.1DAD DE MATER IAL.

Existía abundante material de las láminas deplástico apropiadas para este tipo de ensilado. Elcierre de tubos podía ser fabricado fácilmente.Una casa británica de plásticos se interesó en el

Silo cubierto con plástico. Comarca de Tremp.este sistema, el forraje se apisona con rodillos gira-torios, a medida que se eleva el montón y posterior-mente se elimina el aire, utilizando la bomba de unaordeñadora, por medio de la tubería que se aprecia

en la fotografía.

método y comenzó a vender unidades prefabrica-das de fácil utilización y a un precio asequible alagricultor. El otro elemento esencial (la bombade vacío) hubiese sido difícil de encontrar haceveinte arios, pero ahora existen en abundancia tan-ques de vacío para el manejo de estiércol fluído,bombas de ordeñadoras mecánicas e incluso se po-dían adaptar motores de combustión interna endesuso.

EL PROYECTO DE EXTENSIÓN.

Los párrafos anteriores indican la situación exis-tente en 1964, cuando comienza la difusión del en-silado al vacío en Gran Bretaña. Durante ese ario,un agricultor de Cheshire, el señor R. P. Walley,obtuvo una subvención para visitar Nueva Zelan-da y estudiar la agricultura de este país. Una delas mejoras que más favorablemente le impresionófué el nuevo sistema de ensilado. Lo ensayó ensu finca, a su regreso, y quedó satisfecho. Su in-forme llegó al Servicio de Extensión Agraria bri-tánico a principios de 1965 y algunos de los Agen-tes advirtieron grandes posibilidades en el nuevosistema. Entonces, en la primavera de 1965, vinoa Inglaterra el señor George Lowsey, un Agenteneozelandés que había trabajado mucho en el asun-to. Dió cuatro conferencias, ilustradas con diapo-sitivas. Entre él y el señor Walley ayudaron a losAgentes de Extensión británicos a hacer algunasdemostraciones de método tan pronto hubo hierbasuficiente para ensilar. Cada demostración iba pre-cedida la tarde anterior de una conferencia conproyecciones. Los Agentes de muchas comarcas yahabían interesado en el asunto a los agricultoresmás progresivos y la asistencia fué buena. La

Bomba movida por tractor con unacámara vieja convertida en acumula-

dor de agua.

Prensil nacional también dió amplia publicidad alterna. Al mismo tiempo, los señores Walley yLobrey trataron con las casas fabricantes para ha-cer unidades de fácil utilización para vender a losagricultores interesados. Se editó un folleto deinstrucciones adecuadamente ilustrado.

La evaluación de la difusión de la nueva técnicafué muy sencilla. puesto que sólo un fabricantevendía dichas unidades prefabricadas. Todas estasunidades se distribuían directamente de fábrica yésta informaba al N. A. A. S. del destino de lasque vendía.

En 10 de junio de 1965 ya se habían vendido299 unidades en Inglaterra y Gales, con capaci-dades entre 20 y 800 toneladas. El mapa muestralos lugares en que se instalaron y también indicalos puntos en que se hicieron las primeras demos-traciones.

En Devon se envió un cuestionario a los 65 agri-cultores que habían comprado estas unidades y seobtuvo un 60 por 100 de respuestas.

Una de las preguntas solicitaba los motivos por

los que el agricultor se había interesado en el nue-vo sistema. Como razón principal, el 80 por 100de las respuestas indicaron que se sintieron atraí-dos a causa de las escasas pérdidas y el 50 por 100indicaba, además, que esperaban obtener un ensi-lado de mejor calidad. Las respuestas a otra delas preguntas indicaba que aproximadamente el30 por 100 no ensilaban normalmente con ante-rioridad.

En cuanto a las preguntas referentes al papeljugado por los diferentes medios de comunicación,el 54 por 100 de los agricultores indicó que ha-bían oído por primera vez del asunto a través dela Prensa agrícola nacional, el 42 por 100 habíatenido la primera noticia a través de la Agenciade Extensión y el 20 por 100 había recibido la in-formación de otro agricultor. Esto confirma losresultados americanos acerca de la importancia dela Prensa.

El 88 por 100 de los compradores había estadopresente en una demostración y el 58 por 100 sedecidió a aplicar el nuevo método a la vista delos resultados de la demostración. Un 25 por 100indicó haber sido convencido de la convenienciadel sistema por el Agente de Extensión.

Resulta clara la importancia de las demostra-ciones y de la Prensa nacional agrícola. Muchosagricultores sólo adoptaron el método después dehaber visto en las demostraciones lo que habíanleído en la Prensa.

Otras respuestas al cuestionario se referían aaspectos técnicos. El 47 por 100 de los agriculto-res indicaron que las láminas habían sufrido al-gunas perforaciones, prontamente reparadas, y pe-dían material más grueso. Muchas respuestas in-dicaban que el viento perturba en bastantes casosla colocación de las láminas. El 70 por 100 de losagricultores habían abierto el silo para inspeccio-nar el ensilado y casi todos estaban satisfechos.

Discustó.

La valoración de resultados es un proceso con-tinuo, y debe hacerse notar que este artículo sólose refiere a las primeras fases del provecto ; sinembargo, indica claramente que muchos agrien] -tores responden rápidamente a los medios clásicosde comunicación cuando la situación previa es fa-vorable.

La combinación que en este caso fué eficaz in-cluyó: un viaje de estudios y una carta-circular,seguida de demostraciones apoyadas en artículosilustrados en la Prensa nacional y en consejos in-dividuales.

Después de estas primeras fases la situación seha complicado. Ya hay seis casas productoras deunidades prefabricadas, se publican muchos anun-cios y se ha hecho amplia publicidad en exposicio-nes, radio y televisión. Cualquier intento actualde evaluación de eficacia de los medios de comu-nicación resultará sumamente complicado.

Una encuesta hecha durante el invierno 1965-66indicó que la mayoría de los agricultores se en-cuentran satisfechos y decididos a continuar conel método en arios sucesivos. Hay algunos infor-mes sobre daños al plástico, especialmente a causadel viento. Algo menos del 25 por 100 de los agri-cultores indicaron que no se había producido nin-guna pérdida en el ensilado ; la mayoría de lasrespuestas indicaba que las pérdidas eran conside-rablemente menores que con otros métodos de en-silado. Muchos indicaban que el olor del ensiladoera muy bueno. Casi todos los agricultores hicie-

ron analizar el ensilado resultante, por lo que exis-te gran cantidad de datos a este respecto.

El Servicio de Extensión Agraria británico hizomuchas demostraciones sobre alimentación con en-silado en el invierno de 1965-66 v celebró muchasreuniones para discutir las posibilidades del siste-ma. Se han publicado muchos artículos en la Pren-sa nacional relatando experiencias personales. Lasfábricas están perfeccionando los materiales y lamanera de usarlos. En 1966 se han hecho muchasdemostraciones aprovechando la experiencia adqui-rida y algunos detalles se han ido perfeccionando.

Parece probable que muchos más agricultoresadoptarán este sistema en lo sucesivo, y si estánsatisfechos con él, los métodos «indirectos» de ex-tensión (contactos individuales entre amigos y ve-cinos) serán el medio más eficaz de comunicaciónpara llegar al resto de los agricultores.

A. R. STANIFORTH

(Outlook in Agriculture, vol. 5, núm. 3, 1966,páginas 117-122.)

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