los impredecibles empleos del futuro

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48 · CATALUNYA EMPRESARIAL · 2015 Los impredecibles Como muchos niños de mi generación, soñaba con ser astronauta y recuerdo quedarme con mi padre hasta bien entrada la madrugada para ver alunizar al Apolo 11 y a Neil Armstrongdescender por la escalera y pisar la Luna. Abel Linares CEO de Nunkyworld S oñaba con alcanzar ese ideal, prepararme física e intelec- tualmente, participar en un proyecto altamente futurista y tecnológico con el idealismo del aventurero que amplía los horizontes, era la era espacial. Colonizar el espacio, llegar a las estrellas. Hoy, vemos que uno de los primeros trabajos que ha sido fagocitado por la tecnología ha sido, precisamente, el de astronauta. Exceptuando los proyectos de la Estación Espacial Internacional (EEI), ya no tiene sentido mandar a un hombre a la luna. Es más barato, seguro y fiable man- dar un robot e incluso sondas que aportan información muy relevante. En Marte, son ya cuatro los robots que han operado con éxito. Los Mars Rovers, alguno de los cua- les ha llegado a recorrer 40 kilómetros, no necesitan agua, oxígeno ni comida. Al igual que con la exploración espa- cial, la digitalización de las actividades es una de las grandes tendencias que veremos en el futuro. Un futuro que no es fácil de predecir. UN FUTURO DE PELíCULA Cuando en el año 1989, Robert Zemeckis y Steven Spielberg imaginaron el futuro en la película “Regreso al Futuro II” vi- sualizaron coches voladores, monopatines flotantes, zapatillas que se abrochaban so- las,… Ese “futuro” hoy es bastante cercano pues la película se ambientaba en el 21 de octubre de 2015… y los coches voladores no llenan nuestros cielos, pero ya existen; y no hay zapatillas voladoras pero uno se puede suspender del suelo con aire y, en el mar, con chorros de agua. De igual mane- ra, al hablar de empleos podemos realizar una labor de ciencia ficción y pensar en técnicos genéticos, granjeros de insectos, diseñadores de fármacos o reparadores de robots pero es mejor partir de los he- chos que conocemos y, a partir de ellos, visualizar cómo será el mercado laboral del futuro. ¿Cuánto viviremos? ¿Dónde lo hare- mos? ¿Qué tipo de trabajos se demanda- rán? ¿Cómo será la contratación? Etc. Son muchos los interrogantes, pero algunas respuestas tenemos hoy, no aventuramos las del siglo XXII, que virarán muchos de los “millennials” o generación Y. Diremos que existen tres tendencias que van a tener un importante impacto sobre el mercado laboral en las próximas décadas. En primer lugar, la migración hacia las ciudades. Según los datos que manejan las Naciones Unidas, sólo el 30% de la población vivía en ciudades en 1950. La predicción es que, en 2050, el 70% de la población mundial haya cambiado ya el campo por las grandes urbes. En apenas 100 años de historia se habrá invertido la tendencia (del 30-70 al 70-30) y no parece que vaya a detenerse allí. Existen muchas razones para esta migración a nivel individual (empleo, educación, vivienda, sanidad, cultura, estatus social,…) pero, si debemos buscar una razón única, esta podría ser la mayor eficiencia que los avances tecnológicos han traído a la agricultura y la ganadería. Ha- biéndose reducido el número de empleos en estas áreas. Los efectos que tiene este incremento de la población en las ciudades son claros en diversos aspectos como la contamina- ción, calentamiento local, transporte de masas, vivienda, desarrollo de negocios, entre otros. Por lo tanto, igual que se produce un aumento poblacional en las ciudades, habrá numerosos empleos rela- cionados con ellas. En segundo lugar, la digitalización de la economía: todos aquellos empleos sus- ceptibles de ser digitalizados lo harán. El dato que se maneja es que, en la próxima década, 1 de cada 3 empleos actuales será automatizado. Por supuesto, aparecerán nuevas oportunidades laborales pero de- bemos pensar que los avances tecnológicos harán obsoletos muchos de los empleos que hoy damos por sentado, ya se ha abier- to un hotel en Japón sólo gestionado con robots. ¿Cómo era una operación bancaria hace 50 años? Se iba con la libreta al banco, los movimientos eran anotados y, en fun- ción del saldo, podía sacar dinero. ¿Cómo se opera hoy? Transferencias electrónicas, tarjetas sin contacto, pagos con el móvil. Algunos países como Dinamarca, se están empleos del futuro ECONOMÍA COLABORATIVA

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48 · Catalunya empresarial · 2015 2015 · Catalunya empresarial · 49

Los impredecibles

Como muchos niños de mi generación, soñaba con ser astronauta y recuerdo quedarme con mi padre hasta bien entrada la madrugada para ver alunizar al Apolo 11 y a Neil Armstrongdescender por la escalera y pisar la Luna.

Abel Linares CEO de Nunkyworld

Soñaba con alcanzar ese ideal, prepararme física e intelec-tualmente, participar en un proyecto altamente futurista y tecnológico con el idealismo del

aventurero que amplía los horizontes, era la era espacial. Colonizar el espacio, llegar a las estrellas.

Hoy, vemos que uno de los primeros trabajos que ha sido fagocitado por la tecnología ha sido, precisamente, el de astronauta. Exceptuando los proyectos de la Estación Espacial Internacional (EEI), ya no tiene sentido mandar a un hombre a

la luna. Es más barato, seguro y fiable man-dar un robot e incluso sondas que aportan información muy relevante. En Marte, son ya cuatro los robots que han operado con éxito. Los Mars Rovers, alguno de los cua-les ha llegado a recorrer 40 kilómetros, no necesitan agua, oxígeno ni comida.

Al igual que con la exploración espa-cial, la digitalización de las actividades es una de las grandes tendencias que veremos en el futuro. Un futuro que no es fácil de predecir.

Un fUtURo dE pELíCULACuando en el año 1989, Robert Zemeckis

y Steven Spielberg imaginaron el futuro en la película “Regreso al futuro II” vi-sualizaron coches voladores, monopatines flotantes, zapatillas que se abrochaban so-las,… Ese “futuro” hoy es bastante cercano pues la película se ambientaba en el 21 de octubre de 2015… y los coches voladores no llenan nuestros cielos, pero ya existen; y no hay zapatillas voladoras pero uno se puede suspender del suelo con aire y, en el mar, con chorros de agua. de igual mane-ra, al hablar de empleos podemos realizar una labor de ciencia ficción y pensar en técnicos genéticos, granjeros de insectos, diseñadores de fármacos o reparadores de robots pero es mejor partir de los he-

chos que conocemos y, a partir de ellos, visualizar cómo será el mercado laboral del futuro.

¿Cuánto viviremos? ¿dónde lo hare-mos? ¿Qué tipo de trabajos se demanda-rán? ¿Cómo será la contratación? Etc. Son muchos los interrogantes, pero algunas respuestas tenemos hoy, no aventuramos las del siglo XXII, que virarán muchos de los “millennials” o generación Y. diremos que existen tres tendencias que van a tener un importante impacto sobre el mercado laboral en las próximas décadas.

En primer lugar, la migración hacia las ciudades. Según los datos que manejan las naciones Unidas, sólo el 30% de la población vivía en ciudades en 1950. La predicción es que, en 2050, el 70% de la población mundial haya cambiado ya el campo por las grandes urbes. En apenas 100 años de historia se habrá invertido la tendencia (del 30-70 al 70-30) y no parece que vaya a detenerse allí.

Existen muchas razones para esta migración a nivel individual (empleo, educación, vivienda, sanidad, cultura, estatus social,…) pero, si debemos buscar una razón única, esta podría ser la mayor eficiencia que los avances tecnológicos han traído a la agricultura y la ganadería. Ha-biéndose reducido el número de empleos en estas áreas.

Los efectos que tiene este incremento de la población en las ciudades son claros en diversos aspectos como la contamina-ción, calentamiento local, transporte de masas, vivienda, desarrollo de negocios, entre otros. por lo tanto, igual que se produce un aumento poblacional en las ciudades, habrá numerosos empleos rela-cionados con ellas.

En segundo lugar, la digitalización de la economía: todos aquellos empleos sus-ceptibles de ser digitalizados lo harán. El dato que se maneja es que, en la próxima década, 1 de cada 3 empleos actuales será automatizado. por supuesto, aparecerán nuevas oportunidades laborales pero de-bemos pensar que los avances tecnológicos harán obsoletos muchos de los empleos que hoy damos por sentado, ya se ha abier-to un hotel en Japón sólo gestionado con robots.

¿Cómo era una operación bancaria hace 50 años? Se iba con la libreta al banco, los movimientos eran anotados y, en fun-ción del saldo, podía sacar dinero. ¿Cómo se opera hoy? transferencias electrónicas, tarjetas sin contacto, pagos con el móvil. Algunos países como dinamarca, se están

planteando la desaparición gradual del di-nero físico, Kenia es un ejemplo mundial de intercambio de dinero entre ciudadanos mediante el móvil, el nacimiento de va-rias criptomonedas o criptodivisas como Bitcoin. Cuando imaginamos un futuro en el que todas las transacciones económicas sean digitales, identificables, rastreables... ¿necesitaremos un contable? o pensamos que será una app fruto de la nueva “App Economy”.

“¿Cuánto viviremos? ¿Dónde lo haremos? ¿Qué tipo de trabajos se demandarán? ¿Cómo será la contratación?”

dICHoSA pRodUCtIvIdAdEn tercer lugar, el incremento de la produc-tividad. El viejo adagio de “hacer más con menos” está hoy más presente que nunca, incluso hay toda una cultura de innova-ción alrededor del concepto y una de las metodologías de gestión mas interesante de los últimos años, un proceso sistemático para eliminar basura (Muda+Muri+Mura) en procesos productivos o de fabricación que ha creado toda una escuela Lean: ma-nagement, startup, product thinking, etc. El concepto de productividad en el traba-jo tenemos que evolucionarlo, no es sólo tener las cosas hechas, es que realmente

fenómenos de este nuevo siglo que incre-mentara la productividad de los activos de las personas, el concepto de “economía colaborativa”. Esta tiene aquí mucho que decir… ¿tenemos un apartamento al que no vamos? Alquilémoslo. ¿vamos a viajar a otra ciudad con el coche? Alguien nos acompañará… ¿Esa bicicleta de montaña que no utilizamos? prestémosla.

Ya sea buscando un rendimiento eco-nómico o simplemente ayudar, la eco-nomía colaborativa aprovecha recursos infrautilizados y les saca partido. Airbnb no tiene camas propias y el año pasado llegó a alojar 375.000 personas al día. ¿no es eso hacer más con menos?

Estas grandes tendencias marcarán las próximas décadas en términos de em-pleo y, por supuesto, la gran constante que provocan los avances tecnológicos: el cambio en los empleos más deman-dados. Hemos pasado en menos de una década de realizar la búsqueda de puestos cualificados en páginas especializadas en trabajos online a redes sociales profesiona-les. Estas redes representaban en 2010 el 20%, según la multinacional de búsqueda

de talento Catenon, y hoy representan casi un 40%, siendo las más dinámicas. Un claro referente de esta tendencia es LinkedIn, que se ha convertido en uno de los portales de empleo más importantes a nivel mundial, tenemos a disposición, a fecha de hoy, 380 millones de profe-sionales en 200 países. viendo este sitio descubrimos rápidamente que entre los puestos más demandados hay un listado grande de empleos que 5 años antes ni siquiera existían: desarrollador de apps, técnico de redes sociales, experto en big data, especialista en marketing digital, y más. Si en un lustro han aparecido estas profesiones, ¿qué pasará en 10 ó 20 años? Aunque nos parezca mentira, ya estamos más cerca del año 2030 que del 2000…

“Pensemos que los avances tecnológicos harán obsoletos muchos de los empleos que hoy damos por sentado”

ConStAntE EvoLUCIónEstá claro que los cambios son una cons-tante y debemos estar preparados para ello. Wikipedia, Skype, facebook, twit-ter, Youtube, Whatsapp, iphone… todas estas herramientas, redes o sistemas de información, no existían en el año 2000. Los empleos que hoy generan las redes sociales, las negociaciones que se realizan desde un iphone, la comunicación que nos permite Skype o Whatsapp… Si todo esto ha cambiado en los últimos 15 años, ¿qué nos espera en 2030?

En 1960, los estudios más demanda-dos eran los relacionados con la enseñanza, en 1980 aquellos que se centraban en los negocios… ¿Y en la actualidad? Hoy sa-bemos que lo que aprende en 1er. curso un estudiante de una carrera técnica de

nos pagarán por pensar, no por hacer, si realmente identificamos que el puesto de trabajo está dominado por la tecnología, está lleno de información disponible y real-mente está dirigido por el conocimiento. por eso es importante entender uno de los

empleos del futuro

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Los impredecibles

Como muchos niños de mi generación, soñaba con ser astronauta y recuerdo quedarme con mi padre hasta bien entrada la madrugada para ver alunizar al Apolo 11 y a Neil Armstrongdescender por la escalera y pisar la Luna.

Abel Linares CEO de Nunkyworld

Soñaba con alcanzar ese ideal, prepararme física e intelec-tualmente, participar en un proyecto altamente futurista y tecnológico con el idealismo del

aventurero que amplía los horizontes, era la era espacial. Colonizar el espacio, llegar a las estrellas.

Hoy, vemos que uno de los primeros trabajos que ha sido fagocitado por la tecnología ha sido, precisamente, el de astronauta. Exceptuando los proyectos de la Estación Espacial Internacional (EEI), ya no tiene sentido mandar a un hombre a

la luna. Es más barato, seguro y fiable man-dar un robot e incluso sondas que aportan información muy relevante. En Marte, son ya cuatro los robots que han operado con éxito. Los Mars Rovers, alguno de los cua-les ha llegado a recorrer 40 kilómetros, no necesitan agua, oxígeno ni comida.

Al igual que con la exploración espa-cial, la digitalización de las actividades es una de las grandes tendencias que veremos en el futuro. Un futuro que no es fácil de predecir.

Un fUtURo dE pELíCULACuando en el año 1989, Robert Zemeckis

y Steven Spielberg imaginaron el futuro en la película “Regreso al futuro II” vi-sualizaron coches voladores, monopatines flotantes, zapatillas que se abrochaban so-las,… Ese “futuro” hoy es bastante cercano pues la película se ambientaba en el 21 de octubre de 2015… y los coches voladores no llenan nuestros cielos, pero ya existen; y no hay zapatillas voladoras pero uno se puede suspender del suelo con aire y, en el mar, con chorros de agua. de igual mane-ra, al hablar de empleos podemos realizar una labor de ciencia ficción y pensar en técnicos genéticos, granjeros de insectos, diseñadores de fármacos o reparadores de robots pero es mejor partir de los he-

chos que conocemos y, a partir de ellos, visualizar cómo será el mercado laboral del futuro.

¿Cuánto viviremos? ¿dónde lo hare-mos? ¿Qué tipo de trabajos se demanda-rán? ¿Cómo será la contratación? Etc. Son muchos los interrogantes, pero algunas respuestas tenemos hoy, no aventuramos las del siglo XXII, que virarán muchos de los “millennials” o generación Y. diremos que existen tres tendencias que van a tener un importante impacto sobre el mercado laboral en las próximas décadas.

En primer lugar, la migración hacia las ciudades. Según los datos que manejan las naciones Unidas, sólo el 30% de la población vivía en ciudades en 1950. La predicción es que, en 2050, el 70% de la población mundial haya cambiado ya el campo por las grandes urbes. En apenas 100 años de historia se habrá invertido la tendencia (del 30-70 al 70-30) y no parece que vaya a detenerse allí.

Existen muchas razones para esta migración a nivel individual (empleo, educación, vivienda, sanidad, cultura, estatus social,…) pero, si debemos buscar una razón única, esta podría ser la mayor eficiencia que los avances tecnológicos han traído a la agricultura y la ganadería. Ha-biéndose reducido el número de empleos en estas áreas.

Los efectos que tiene este incremento de la población en las ciudades son claros en diversos aspectos como la contamina-ción, calentamiento local, transporte de masas, vivienda, desarrollo de negocios, entre otros. por lo tanto, igual que se produce un aumento poblacional en las ciudades, habrá numerosos empleos rela-cionados con ellas.

En segundo lugar, la digitalización de la economía: todos aquellos empleos sus-ceptibles de ser digitalizados lo harán. El dato que se maneja es que, en la próxima década, 1 de cada 3 empleos actuales será automatizado. por supuesto, aparecerán nuevas oportunidades laborales pero de-bemos pensar que los avances tecnológicos harán obsoletos muchos de los empleos que hoy damos por sentado, ya se ha abier-to un hotel en Japón sólo gestionado con robots.

¿Cómo era una operación bancaria hace 50 años? Se iba con la libreta al banco, los movimientos eran anotados y, en fun-ción del saldo, podía sacar dinero. ¿Cómo se opera hoy? transferencias electrónicas, tarjetas sin contacto, pagos con el móvil. Algunos países como dinamarca, se están

planteando la desaparición gradual del di-nero físico, Kenia es un ejemplo mundial de intercambio de dinero entre ciudadanos mediante el móvil, el nacimiento de va-rias criptomonedas o criptodivisas como Bitcoin. Cuando imaginamos un futuro en el que todas las transacciones económicas sean digitales, identificables, rastreables... ¿necesitaremos un contable? o pensamos que será una app fruto de la nueva “App Economy”.

“¿Cuánto viviremos? ¿Dónde lo haremos? ¿Qué tipo de trabajos se demandarán? ¿Cómo será la contratación?”

dICHoSA pRodUCtIvIdAdEn tercer lugar, el incremento de la produc-tividad. El viejo adagio de “hacer más con menos” está hoy más presente que nunca, incluso hay toda una cultura de innova-ción alrededor del concepto y una de las metodologías de gestión mas interesante de los últimos años, un proceso sistemático para eliminar basura (Muda+Muri+Mura) en procesos productivos o de fabricación que ha creado toda una escuela Lean: ma-nagement, startup, product thinking, etc. El concepto de productividad en el traba-jo tenemos que evolucionarlo, no es sólo tener las cosas hechas, es que realmente

fenómenos de este nuevo siglo que incre-mentara la productividad de los activos de las personas, el concepto de “economía colaborativa”. Esta tiene aquí mucho que decir… ¿tenemos un apartamento al que no vamos? Alquilémoslo. ¿vamos a viajar a otra ciudad con el coche? Alguien nos acompañará… ¿Esa bicicleta de montaña que no utilizamos? prestémosla.

Ya sea buscando un rendimiento eco-nómico o simplemente ayudar, la eco-nomía colaborativa aprovecha recursos infrautilizados y les saca partido. Airbnb no tiene camas propias y el año pasado llegó a alojar 375.000 personas al día. ¿no es eso hacer más con menos?

Estas grandes tendencias marcarán las próximas décadas en términos de em-pleo y, por supuesto, la gran constante que provocan los avances tecnológicos: el cambio en los empleos más deman-dados. Hemos pasado en menos de una década de realizar la búsqueda de puestos cualificados en páginas especializadas en trabajos online a redes sociales profesiona-les. Estas redes representaban en 2010 el 20%, según la multinacional de búsqueda

de talento Catenon, y hoy representan casi un 40%, siendo las más dinámicas. Un claro referente de esta tendencia es LinkedIn, que se ha convertido en uno de los portales de empleo más importantes a nivel mundial, tenemos a disposición, a fecha de hoy, 380 millones de profe-sionales en 200 países. viendo este sitio descubrimos rápidamente que entre los puestos más demandados hay un listado grande de empleos que 5 años antes ni siquiera existían: desarrollador de apps, técnico de redes sociales, experto en big data, especialista en marketing digital, y más. Si en un lustro han aparecido estas profesiones, ¿qué pasará en 10 ó 20 años? Aunque nos parezca mentira, ya estamos más cerca del año 2030 que del 2000…

“Pensemos que los avances tecnológicos harán obsoletos muchos de los empleos que hoy damos por sentado”

ConStAntE EvoLUCIónEstá claro que los cambios son una cons-tante y debemos estar preparados para ello. Wikipedia, Skype, facebook, twit-ter, Youtube, Whatsapp, iphone… todas estas herramientas, redes o sistemas de información, no existían en el año 2000. Los empleos que hoy generan las redes sociales, las negociaciones que se realizan desde un iphone, la comunicación que nos permite Skype o Whatsapp… Si todo esto ha cambiado en los últimos 15 años, ¿qué nos espera en 2030?

En 1960, los estudios más demanda-dos eran los relacionados con la enseñanza, en 1980 aquellos que se centraban en los negocios… ¿Y en la actualidad? Hoy sa-bemos que lo que aprende en 1er. curso un estudiante de una carrera técnica de

nos pagarán por pensar, no por hacer, si realmente identificamos que el puesto de trabajo está dominado por la tecnología, está lleno de información disponible y real-mente está dirigido por el conocimiento. por eso es importante entender uno de los

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ECONOMÍA COlAbOrAtivA

informática de cuatro años está obsoleto cuando llega al mercado laboral. no es de extrañar que se empiece a ver la formación universitaria más como una opción y me-nos como un requisito indispensable en un candidato.

debemos asimilar el cambio, pues no sólo el tipo de empleo sino las oficinas o la contratación serán distintas a lo que conocemos. Las oficinas del siglo XXI serán flexibles e inteligentes, integrando al trabajador virtual, acentuando la fusión entre vida profesional y personal. forjan-do nuevas palabras como “workolidays”, donde los trabajadores integrarán horas de trabajo en sus propias vacaciones, modifi-cando el principio que bien nos descubrió Elton Mayo, en 1920, para incrementar la productividad; se basaba en mejorar la motivación y satisfacción, frente a prácti-casanteriores desarrolladas por taylor ba-sadas en la medición, “Scientific Manage-ment”, que contrastan con los temas que atraen al talento, empresas innovadoras y con talento, y no sabemos cómo medirlo.

fUtURo IndEpEndIEntESegún un estudio de la compañía Intuit, el 40% de los trabajadores norteamericanos, 60 millones de personas, serán autóno-mos en el año 2020. Esto significa que la forma en la que entendemos los empleos está condenada a desaparecer. debemos

entender nuestro tiempo como un recurso que debemos emplear para crear valor, teniendo claro que nuestra competencia será global. Empresas especializadas en el nuevo concepto de “Crowdsourcing” que permite encontrar un autónomo a nivel mundial. La disponibilidad y la compe-tencia global están cambiando la forma de conseguir que un trabajo sea ejecutado. Es una tendencia que tiene su nacimiento en modelos anteriores de contratación basados en el “outsourcing” o externaliza-ción. Un modelo que la globalización ha permitido desplazar a lugares remotos o centralizados, que está sufriendo su propia trasformación disruptiva debido a las nue-vas herramientas de telecomunicaciones, sistemas en la nube o cloud, las redes so-ciales y sobre todo las nuevas herramien-tas colaborativas que han permitido una industria nueva llamada “crowdsourcing” y que es muy revolucionaría aportando flexibilidad, escalabilidad, predictibilidad, menor tiempo de desarrollo y, bien ne-gociado, una importante reducción de costes, es decir impacta directamente en la productividad empresarial.

todas las empresas necesitan incre-mentar productividad siempre, pero ac-tualmente la competencia es más global e intensa, obligando a capturar el mejor talento posible, al ser la productividad económica un factor muy ligado a la in-novación y al conocimiento corporativo. En el sudeste asiático, para el 58% de las empresas su principal preocupación es retener el talento frente a las propuestas de sus competidores.

netflix o General Motors están dando pasos acelerados para retener el talento, en esta línea están las nuevas prácticas f&f, familia y flexibilidad, como, por ejemplo, la autogestión de las vacaciones. ¿por qué medir los días de vacaciones que se toma un empleado cuándo no se miden las horas que trabaja? Una vez cumplidos los objetivos asignados ¿qué importa si están 4 ó 6 semanas de vacaciones?

vamos hacia una libertad mayor del trabajador, en términos de horarios, pre-sencia en las oficinas, dispositivos utiliza-dos o incluso modelo contractual.

LoS EMpLEoS dEL fUtURoLa Economía Colaborativa revoluciona el concepto tradicional de empleo que conocemos. Es complicada su medición y la evaluación de su impacto. Sin embargo, estudios como el de American Action fo-rum, estiman que el 30% de los empleos creados entre 2010 y 2014 tenían relación directa con la Economía Colaborativa.

Uno de cada cuatro estadounidenses ya está, de alguna forma, implicado en la Economía Colaborativa y sus ingresos también aumentan, a un ritmo del 25% anual. Si pensábamos que era un fenóme-no marginal, es mejor que empecemos a mirarlo con distintos ojos.

Como hemos visto, los cambios que traerá la tercera Revolución Industrial ha-rán desaparecer empleos y crearán otros nuevos, cambiarán la forma en la que en-tendemos la relación empleado-trabajador, incluso, la forma en la que entendemos el consumo.

Serán más importantes las capacidades como creatividad e innovación, resolución de problemas, pensamiento crítico o co-municación que el propio conocimiento, que con la tecnología se convertirá en una commodity.

por supuesto, se salvarán aquellos trabajos que aporten valor real al cliente, no debemos pensar en mantener nuestro puesto de trabajo sino en que nuestra em-pleabilidad depende de nosotros mismos, ya sea contratados (tenemos un solo clien-te) o somos autónomos (tenemos varios clientes).

En un entorno tan cambiante, sólo dedicamos una hora y media cada año a pensar en nuestra carrera profesional. Comparado con las 22 horas que emplea-mos en planificar las vacaciones todos los años, se antoja un tiempo bastante escaso. debemos pensar en cuál será nuestro fu-turo laboral y dónde (y cómo) queremos desarrollarlo, porque como bien dijo Wo-ody Allen, “el futuro es el sitio donde vas a pasar el resto de tu vida”. n

@abel_linares

LA REVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA COLABORATIVA

Se trata de un modelo económico basa-do en la posesión, donde el préstamo o el alquiler no tienen cabida. Mi casa, mi coche, mi ordenador, mi Smartphone… Sin embargo, la economía colaborativa es absolutamente disruptiva.Ya no se trata sólo de “mi” coche, porque puedo ponerlo a disposición de un extra-ño para que me lo alquile o para que lo comparta durante un trayecto. ¿Cómo confiar en un desconocido? Gracias a la moneda de la Tercera Revolución Indus-trial: la recomendación. El colectivo nos informa de las bondades de un producto o servicio pero también de la calidad de un potencial cliente. Los conflictos están servidos, las normas, impuestos y regla-mentaciones van a velocidades muy di-ferentes a la evolución de los modelos de negocio, un ejemplo global es la polé-mica global que ha creado una empresa como Uber. ¿No será mejor pensar que la regulación va a tener que ser como un sistema operativo, es decir como el software, que tenga pequeños cambios programados y grandes cambios de ver-sión? Porque el problema es mucho más grande que un conflicto entre taxistas y empresas de alquiler de coches de par-ticulares; es una disrupción en el trans-porte con el coche de tal magnitud que modificará completamente una de las mayores industrias del siglo XX.Dentro de esta discusión parece más im-portante resaltar al hablar de empleo, el cambio que supone la incorporación del coche autónomo a nuestras vidas, cuan-do sabemos que ya es técnicamente via-ble y más seguro pero está fuera de la legalidad vigente. Por poner un ejemplo, el coche autónomo de Google ya está siendo probado en grandes ciudades. Ya no es sólo la conducción en grandes carreteras entre otros vehículos. ¿Qué ocurrirá con los taxistas cuando existan coches autónomos? La digitalización en el transporte por ca-rretera, bien de mercancías o de viajeros, es sólo una cuestión de tiempo.. n

Aquellos nAcidos después de 1980, son unA generAción con distintos vAlores. pArA ellos no es tAn importAnte pertenecer A unA grAn compAñíA o tener un grAn sAlArio como disfrutAr de más libertAd, mAyor interAc-ción con sus superiores o unA AtmósferA interconectAdA en el trAbAjo.

Los Millennials serán responsables del 50% del consumo en 2017 y, en 2030, representarán el 75% de toda la fuerza productiva. Se trata de la primera ge-neración nativa digital, acostumbrada a estar siempre conectada y los depar-tamentos de RRHH deberán aprender a gestionar la convivencia entre tra-bajadores con distintos valores, acos-tumbrados a distintas herramientas tecnológicas. Mientras un empleado preferirá una llamada telefónica, otro elegirá un correo electrónico y otro un mensaje de Whatsapp. Unos que-rrán hacer horarios 9-5, otros tener horarios flexibles y algunos sólo pasar por la oficina para las reuniones. Esto no será sencillo, pero tenemos que prepararnos ya para su gestión. Los Millennials son los grandes defen-sores de la Economía Colaborativa y gran parte de la evolución que vere-mos en los empleos se debe a esta conjunción: los nuevos valores de una generación distinta con una econo-mía totalmente disruptiva. n

LOS MILLENNIALS O GENERACIÓN Y

pArA lAs generAciones Anteriores, el consumo y, más Aún, el hiperconsumo, es un signo de riquezA. es lA culturA del “más es más”, lA del nuevo coche cAdA cuAtro Años, lA de lA obsolescen-ciA progrAmAdA.

“Hay un proceso sistemático para eliminar basura (Muda+Muri+Mura) en procesos productivos o de fabricación”

“Linkedin es el portal de empleo más importante del mundo: hay 380 millones de profesionales de 200 países en espera”

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informática de cuatro años está obsoleto cuando llega al mercado laboral. no es de extrañar que se empiece a ver la formación universitaria más como una opción y me-nos como un requisito indispensable en un candidato.

debemos asimilar el cambio, pues no sólo el tipo de empleo sino las oficinas o la contratación serán distintas a lo que conocemos. Las oficinas del siglo XXI serán flexibles e inteligentes, integrando al trabajador virtual, acentuando la fusión entre vida profesional y personal. forjan-do nuevas palabras como “workolidays”, donde los trabajadores integrarán horas de trabajo en sus propias vacaciones, modifi-cando el principio que bien nos descubrió Elton Mayo, en 1920, para incrementar la productividad; se basaba en mejorar la motivación y satisfacción, frente a prácti-casanteriores desarrolladas por taylor ba-sadas en la medición, “Scientific Manage-ment”, que contrastan con los temas que atraen al talento, empresas innovadoras y con talento, y no sabemos cómo medirlo.

fUtURo IndEpEndIEntESegún un estudio de la compañía Intuit, el 40% de los trabajadores norteamericanos, 60 millones de personas, serán autóno-mos en el año 2020. Esto significa que la forma en la que entendemos los empleos está condenada a desaparecer. debemos

entender nuestro tiempo como un recurso que debemos emplear para crear valor, teniendo claro que nuestra competencia será global. Empresas especializadas en el nuevo concepto de “Crowdsourcing” que permite encontrar un autónomo a nivel mundial. La disponibilidad y la compe-tencia global están cambiando la forma de conseguir que un trabajo sea ejecutado. Es una tendencia que tiene su nacimiento en modelos anteriores de contratación basados en el “outsourcing” o externaliza-ción. Un modelo que la globalización ha permitido desplazar a lugares remotos o centralizados, que está sufriendo su propia trasformación disruptiva debido a las nue-vas herramientas de telecomunicaciones, sistemas en la nube o cloud, las redes so-ciales y sobre todo las nuevas herramien-tas colaborativas que han permitido una industria nueva llamada “crowdsourcing” y que es muy revolucionaría aportando flexibilidad, escalabilidad, predictibilidad, menor tiempo de desarrollo y, bien ne-gociado, una importante reducción de costes, es decir impacta directamente en la productividad empresarial.

todas las empresas necesitan incre-mentar productividad siempre, pero ac-tualmente la competencia es más global e intensa, obligando a capturar el mejor talento posible, al ser la productividad económica un factor muy ligado a la in-novación y al conocimiento corporativo. En el sudeste asiático, para el 58% de las empresas su principal preocupación es retener el talento frente a las propuestas de sus competidores.

netflix o General Motors están dando pasos acelerados para retener el talento, en esta línea están las nuevas prácticas f&f, familia y flexibilidad, como, por ejemplo, la autogestión de las vacaciones. ¿por qué medir los días de vacaciones que se toma un empleado cuándo no se miden las horas que trabaja? Una vez cumplidos los objetivos asignados ¿qué importa si están 4 ó 6 semanas de vacaciones?

vamos hacia una libertad mayor del trabajador, en términos de horarios, pre-sencia en las oficinas, dispositivos utiliza-dos o incluso modelo contractual.

LoS EMpLEoS dEL fUtURoLa Economía Colaborativa revoluciona el concepto tradicional de empleo que conocemos. Es complicada su medición y la evaluación de su impacto. Sin embargo, estudios como el de American Action fo-rum, estiman que el 30% de los empleos creados entre 2010 y 2014 tenían relación directa con la Economía Colaborativa.

Uno de cada cuatro estadounidenses ya está, de alguna forma, implicado en la Economía Colaborativa y sus ingresos también aumentan, a un ritmo del 25% anual. Si pensábamos que era un fenóme-no marginal, es mejor que empecemos a mirarlo con distintos ojos.

Como hemos visto, los cambios que traerá la tercera Revolución Industrial ha-rán desaparecer empleos y crearán otros nuevos, cambiarán la forma en la que en-tendemos la relación empleado-trabajador, incluso, la forma en la que entendemos el consumo.

Serán más importantes las capacidades como creatividad e innovación, resolución de problemas, pensamiento crítico o co-municación que el propio conocimiento, que con la tecnología se convertirá en una commodity.

por supuesto, se salvarán aquellos trabajos que aporten valor real al cliente, no debemos pensar en mantener nuestro puesto de trabajo sino en que nuestra em-pleabilidad depende de nosotros mismos, ya sea contratados (tenemos un solo clien-te) o somos autónomos (tenemos varios clientes).

En un entorno tan cambiante, sólo dedicamos una hora y media cada año a pensar en nuestra carrera profesional. Comparado con las 22 horas que emplea-mos en planificar las vacaciones todos los años, se antoja un tiempo bastante escaso. debemos pensar en cuál será nuestro fu-turo laboral y dónde (y cómo) queremos desarrollarlo, porque como bien dijo Wo-ody Allen, “el futuro es el sitio donde vas a pasar el resto de tu vida”. n

@abel_linares

LA REVOLUCIÓN DE LA ECONOMÍA COLABORATIVA

Se trata de un modelo económico basa-do en la posesión, donde el préstamo o el alquiler no tienen cabida. Mi casa, mi coche, mi ordenador, mi Smartphone… Sin embargo, la economía colaborativa es absolutamente disruptiva.Ya no se trata sólo de “mi” coche, porque puedo ponerlo a disposición de un extra-ño para que me lo alquile o para que lo comparta durante un trayecto. ¿Cómo confiar en un desconocido? Gracias a la moneda de la Tercera Revolución Indus-trial: la recomendación. El colectivo nos informa de las bondades de un producto o servicio pero también de la calidad de un potencial cliente. Los conflictos están servidos, las normas, impuestos y regla-mentaciones van a velocidades muy di-ferentes a la evolución de los modelos de negocio, un ejemplo global es la polé-mica global que ha creado una empresa como Uber. ¿No será mejor pensar que la regulación va a tener que ser como un sistema operativo, es decir como el software, que tenga pequeños cambios programados y grandes cambios de ver-sión? Porque el problema es mucho más grande que un conflicto entre taxistas y empresas de alquiler de coches de par-ticulares; es una disrupción en el trans-porte con el coche de tal magnitud que modificará completamente una de las mayores industrias del siglo XX.Dentro de esta discusión parece más im-portante resaltar al hablar de empleo, el cambio que supone la incorporación del coche autónomo a nuestras vidas, cuan-do sabemos que ya es técnicamente via-ble y más seguro pero está fuera de la legalidad vigente. Por poner un ejemplo, el coche autónomo de Google ya está siendo probado en grandes ciudades. Ya no es sólo la conducción en grandes carreteras entre otros vehículos. ¿Qué ocurrirá con los taxistas cuando existan coches autónomos? La digitalización en el transporte por ca-rretera, bien de mercancías o de viajeros, es sólo una cuestión de tiempo.. n

Aquellos nAcidos después de 1980, son unA generAción con distintos vAlores. pArA ellos no es tAn importAnte pertenecer A unA grAn compAñíA o tener un grAn sAlArio como disfrutAr de más libertAd, mAyor interAc-ción con sus superiores o unA AtmósferA interconectAdA en el trAbAjo.

Los Millennials serán responsables del 50% del consumo en 2017 y, en 2030, representarán el 75% de toda la fuerza productiva. Se trata de la primera ge-neración nativa digital, acostumbrada a estar siempre conectada y los depar-tamentos de RRHH deberán aprender a gestionar la convivencia entre tra-bajadores con distintos valores, acos-tumbrados a distintas herramientas tecnológicas. Mientras un empleado preferirá una llamada telefónica, otro elegirá un correo electrónico y otro un mensaje de Whatsapp. Unos que-rrán hacer horarios 9-5, otros tener horarios flexibles y algunos sólo pasar por la oficina para las reuniones. Esto no será sencillo, pero tenemos que prepararnos ya para su gestión. Los Millennials son los grandes defen-sores de la Economía Colaborativa y gran parte de la evolución que vere-mos en los empleos se debe a esta conjunción: los nuevos valores de una generación distinta con una econo-mía totalmente disruptiva. n

LOS MILLENNIALS O GENERACIÓN Y

pArA lAs generAciones Anteriores, el consumo y, más Aún, el hiperconsumo, es un signo de riquezA. es lA culturA del “más es más”, lA del nuevo coche cAdA cuAtro Años, lA de lA obsolescen-ciA progrAmAdA.

“Hay un proceso sistemático para eliminar basura (Muda+Muri+Mura) en procesos productivos o de fabricación”

“Linkedin es el portal de empleo más importante del mundo: hay 380 millones de profesionales de 200 países en espera”