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Revista de Arquitectura, Urbanismo y Ciencias Sociales

Centro de Estudios de América del Norte, El Colegio de Sonora

Vol. II Número 1, Agosto del 2010

Los Espacios del Ocio.

Silvia Decanini Terán*

Para comprobar la vigencia de unos ideales que aspiraban a que la humanidad

alcanzara unas relaciones más equitativas entre los hombres: exploró los dilemas

existencialistas de la libertad, la acción y la responsabilidad individual, allí nos sigue

esperando la obra de esta escritora que se analizó a sí misma y a la sociedad con una de las

mentes más lúcidas de su tiempo...)

SIMONE DE BEAUVOIR

Introducción.

Se sabe que para el logro de la satisfacción integral de todo ser humano en cuanto a

sus necesidades básicas, es fundamental uno de los elementos más antiguos de la historia,

mismo que ha provocado serias discusiones e interrogantes: el tiempo. Dentro del concepto

de tiempo, el ocio ocupa la mayor parte y la más importante en la vida del individuo,

podemos entonces deducir, que el resto del tiempo de la vida es de trabajo, 2 partes en que

dividimos el tiempo total de la vida y que pueden subdividirse en tantas otras como se

quiera. Otro componente imprescindible y fundamental de esta dualidad la constituye el

espacio, (Espacio-tiempo), Importa ahora, la significación y construcción de los espacios

del ocio y la manera de vivirlo, y de vivenciarlo.

Fig. 1- Un suspiro, el chorro del agua fresca sobre las manos y el vuelo de la paloma denotan lo fugaz del tiempo y la

fotografía contextualiza el ocio e inmortaliza el tiempo.

Fuente: Zack Seckler/Corbis.

__________________________________________

*Maestra en Arquitectura, Investigación y Docencia. Doctorado en proceso. Profesora de Diseño en Licenciatura y en Tesis de

Arquitectura, categoría B def. . Correo: [email protected]

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Un suspiro necesita de un instante, y de un lugar para ser sorpresa y no

desvanecerse: y ese lugar es un Espacio del Ocio. Esto es, porque el espacio del ocio, es ese

espacio en el que la dimensión del tiempo y del espacio no son extensivos sino intensivos.

Es aquel espacio y aquel tiempo correspondientes a la habitabilidad y al

humanismo. Esto último se entiende como aquello que es lo mágico, lo esencial del ser

humano, ya que se le da la posibilidad a éste de intimar con su espacio, con su ámbito y con

su tiempo y constituye a la vez, su capacidad de sorpresa y de asombro.

Leibnitz opina del tiempo y del espacio y en una sus obras, señala que: -“...El

espacio es el orden de las coexistencias y el tiempo es el orden de las existencias

sucesivas”-. Lo cual interpreta al tiempo y al espacio como movimientos establecidos por

los entes que coexisten, que a su vez, tienen que ver con lo colectivo, con lo social, que a

fin de cuentas se referirá a lo fenomenológico.

Sabemos, que la arquitectura es la obra humana por excelencia, presente en la

historia y en la geografía, donde extiende su larga trayectoria. Es la puesta en forma

espacial, de toda nuestra existencia; de la existencia del ser humano, para quien trabajamos

y construimos su hábitat; ¿qué sabemos de los seres humanos si no nos abocamos a rescatar

el hecho de saber quiénes son esos habitantes obstinados y sofisticados que se niegan a

sufrir y a morir? y que a toda costa quieren ser felices...

Lo anterior, nos informa que el estudio de las prácticas del ocio, tiempo libre o la

recreación se han presentado en una visión desarticulada y desde miradas fragmentadas del

sujeto, que solo han dado lugar a la búsqueda de -“motivaciones intrínsecas de las

actividades subjetivas”, “funciones psicológicas”, descuidando lo concreto: la práctica

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cultural y “los espacios” que hacen eso posible, cuestión que dificulta su estudio- trabajo-

ocio; ocio-tiempo, tiempo-libre-recreación, juego; todo eso, que a partir de su anclaje en la

historia ha originado solo confusión, misma que se transfiere al estudio de las actividades

de dimensión social obstaculizando el desarrollo de instrumentos de investigación que

permitan hacer comparables las prácticas culturales en su multitud de determinaciones y

complejidades entre las distintas sociedades concretas.

“Presenta más problema interpretar las interpretaciones que interpretar las cosas”

(Montaigane).

Son los griegos, quienes le dan su carácter primigenio al ocio, y se admite que a

partir de Platón y Aristóteles se convierte en ideal; y después desde la suposición de que los

hombres somos más de lo que parecemos ser (Byron Dare,1991). Se deja entonces al ocio

que permita el desarrollo del pensamiento, la imaginación, la creatividad, en fin, la

potencialidad al ser humano, y es en este sentido que se configura nuevamente en ideal.

El presente trabajo intenta entre otros objetivos, ser un aporte para la actualización

en la construcción teórica del concepto del ocio, tipos de ocio, partiendo desde las 2 partes

primarias del tiempo: Tiempo de ocio y tiempo de trabajo. La investigación arquitectónica

en esta anterior y breve reflexión va encaminada a considerar el producir una perspectiva

conceptual interdisciplinaria que permita el examen de las distintas relaciones existentes en

el contexto hombre-actividad-medio, como fundamento para la creación e intervención de

los espacios habitables o arquitectónicos, como espacios del ocio, satisfactores de todas las

necesidades actuales y futuras.

El ocio es tiempo, pero también es constructor de espacios. Mismos que pueden ser

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construidos como lugares significativos. El ocio diseña espacios y programas para

establecer metas y formas de actuar y pensar a través de los sentimientos y de los

comportamientos asociados con identidades y relaciones sociales y culturales. Así tanto el

lugar, (espacio), que como el ocio expresan valores emocionales, sociales y contextuales,

son una necesidad psicológica, un requisito social y un atributo espiritual.

“La libertad que proporciona el ocio, es la consciencia de la libertad” (Carlos Marx)

El concepto de tiempo libre surge y se desarrolla en la sociedad industrial como

oposición al tiempo de trabajo, y así, la percepción actual del ocio evoluciona, con

sociedades tecnológicamente más avanzadas, dicen algunos, como consecuencia del

aumento en la calidad de vida. Pero la verdad es que la posibilidad de ejercitar el ocio ha

pasado a ser moneda de cambio en los recientes ajustes sociales y económicos; al tener

mayor tiempo de ocio para el consumo.

El concepto del ocio que tenemos ahora, no es lo que nos pintaban en los años 60s; la

disponibilidad de tiempo libre; no nos ha llegado unida al desarrollo de las prácticas

culturales y solidarias que se suponían por los más optimistas . Pero es que nadie podía

predecir el tan rápido desarrollo tecnológico que tenemos, ni la espectacular expansión del

ocio de consumo. El ocio, no ha ocupado el lugar que se esperaba en la vida social . Sino

que el ocio ha ido por otros caminos, que como una fuerza nueva permite darle un sentido a

la vida.

Se recurre a la Teoría Narrativa como parte del método fenomenológico

hermenéutico, para que a través de la interpretación de esta trilogía de objetivos se logre

realizar eso que hace posible el recorrido entre lo que es y lo que se quiere, entre el sentido

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de lo vivido y el sentido del porvenir, entre la ideología y la utopía a fin de lograr un final

feliz. Una teoría (cultura) del ocio y la arquitectura para la buena vida.

Se ha dividido el trabajo en 3 partes claramente diferenciadas:

1. Pasado, 2. Presente y 3. Futuro, dentro del entorno Tiempo.

El escrito se abre con una introducción y es seguida de tres secciones, comenzando con el

pasado, luego presente y futuro, y cierra con una conclusión.

1. “Pasado”. Historia, Ocio y Contexto.

El tiempo es la sustancia de la que estoy hecho.

El Tiempo es un río que me arrebata. Pero yo soy el río;

Es un tigre que me destroza. Pero yo soy el tigre;

Es un fuego que me consume. Pero yo soy el fuego.( J.L Borges ).

El Tiempo es una constante sin la que resulta imposible explicar la vivencia del

Ocio, o de cualquier otra acción sobre la tierra. Hay muchos tipos de tiempo. En el tiempo

mítico el hombre sueña, en el histórico construye, lo cual indica no sólo lo infinito del

tiempo sino lo subjetivo. “El mejor regalo que el cielo puede darnos es la experiencia”,

(Nelson Mandela); que traducida a las acciones de la vida diaria son tiempo y espacio.

Son los Espacios del ocio, los alojamientos de todas las acciones de la vida. El tiempo

futuro da tiempo; forma el presente y permite reiterar el pasado en el "cómo" de su

vivencia. Visto desde la cuestión del tiempo, esto significa que el fenómeno fundamental

del tiempo es el futuro. Este volver nunca puede convertirse en aquello que llamamos

aburrido, en aquello que se consume y desgasta pero que no se puede comprar ni vender.

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Fig.2 Yo soy el tiempo.

Fuente: Zack Seckler/Corbis.

En fin, ¿Qué es el tiempo?, se ha convertido en la pregunta: ¿Quién es el tiempo?

Más en concreto: ¿Somos nosotros mismos nuestro tiempo? Y con mayor precisión

todavía: ¿Soy yo mi tiempo? ( Heidegger ).

“Tener ocio es comprometerse a estar vivo”.

El Ocio se ha vuelto tan importante en la vida, que actualmente está considerado un

derecho fundamental de toda persona. Además el Ocio es una preciosa columna, el sostén

más poderoso del siglo XXI, que como valor comenzó a implantarse en el siglo pasado, y

hoy podemos hablar de él como un elemento de identificación y de consumo necesario. Así

como la vida ya no se entiende sin Ocio. Es decir, sin televisión, sin música, sin lectura, sin

salir de paseo, sin hacer un viaje, en fin sin hacer turismo; o sin deportes que practicar o

que ver, tampoco se entiende sin los Espacios del Ocio para vivenciarlo. (M.Cuenca)

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(Sexto congreso mundial del Ocio, Universidad de Deusto y Asociación Mundial del Ocio,

WLRA, Julio 2000).

Desde tiempos de Aristóteles, “todo lo que hacemos tiene un objetivo, y en última instancia

es alcanzar la felicidad”.

En realidad, no queremos ser ricos o buscamos la salud o la fama, por sí mismas; las

queremos porque esperamos o creemos que con eso vamos a ser felices. Si la felicidad es

realmente lo esencial de la vida, ¿qué es? ¿Son los cachitos de tiempo y espacio en que

vivimos el ocio? ¿O por lo menos lo que más se le parece?

El ocio autotélico, es el verdadero ocio, (M. Cuenca, 2000) a los demás ocios, se les

puede poner otro nombre. Es el ocio autotélico el único central, esencial. La luz que

ilumina el quehacer; es una experiencia vital, un hábito de desarrollo humano, es aquella

acción poderosa externa, o interna que, partiendo de una actitud ante el objeto de acción,

descansa en tres pilares:

1-percepción de elección libre, 2-autotelismo y 3-sensación grata.

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Fig. 3 El ocio ocupa un espacio y ambos hacen la centralidad de todas las experiencias de la vida.

Fuente: Anne Geddes

El concepto de “espacio” ante la vivencia del ocio.- “En los tiempos

contemporáneos, el espacio ha pasado de ser concebido como una mera necesidad básica

que contextualiza el ocio en el devenir del ser humano, a ser un elemento de centralidad

para todas las experiencias de la vida”-.(ocio Gunne). Del mismo modo, el concepto

tradicional del espacio ha cambiado en un sinfín de formas que revisten nuevos rasgos en

las vivencias del ocio. La soberanía de lo “físico natural” ha perdido su hegemonía ante la

aparición de lugares que se erigen al amparo de los avances tecnológicos; rappel, bongy,

juegos mecánicos, montaña rusa….y los espacios tradicionales o los no concebidos para el

ocio, que convierten este fenómeno en su razón de ser, mientras que espacios del ocio que

siempre han sido tales, palidecen ante la urgencia de asimilar cambios en los valores, usos y

demandas de ocio.

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Fig. 4 Hablar de ocio es hablar del sentido de la vida.

Fuente: Carla Freitas

Hablar de ocio en Arquitectura es hablar de placer y respeto por la vida y su hábitat. Es

hablar de Cultura, de uno mismo y de lo bueno de la vida.

2. Presente. Vida, Ocio y Negocio.

La Carta de WLRA. El Ocio, experiencia irrenunciable a la que tienen derecho todos

los seres humanos, independientemente de raza, estatus, genero, religión o habilidades

forma parte de la categoría jurídica de los Derechos Humanos, es decir es un atributo innato

cuyo origen radica en la propia dignidad del individuo. Derecho reconocido en la

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declaración Universal de 1948. En la tercera generación de los Derechos Humanos, se trata

del derecho al Ocio como elemento de desarrollo individual, social y colectivo.

“El Ocio es hoy, el presente, es un algo que mueve a las personas y las capacita para vivir

experiencias satisfactorias, más excitantes, enriquecedoras o menos, pero sin duda

trascendentales en cuanto que ofrecen un sentido a la existencia”.

( M. Cuenca Cabeza ). La oportunidad de tener acceso a un lugar de ocio, a un “espacio del

ocio”, nos traslada al sitio de cuento, al lugar de fantasía; visto desde los ojos del arquitecto

no es un adorno, sino una vivencia, una experiencia humana vital que se hace realidad en

un encuentro con el arte, o con cualquier otra realidad cultural. La vivencia del ocio permite

que se recreen el arte y la cultura, y también nos abre la puerta de la expresión

arquitectónica creativa.

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Fig.5 Primera habitación del hombre.


La Arquitectura solo se aprende de la experiencia de vivirla, de soñarla, de pensarla.

Este ocio le da sentido a la vida, hacer el proyecto de una casa, es hacer el proyecto de una

vida.

La práctica cultural es una actividad selectiva y requiere una capacitación o

formación previa y es un resultado a largo plazo. Es una actividad relacionada

directamente al ocio autotélico, entendido éste como práctica de ocio con finalidad en sí

mismo.

La cultura al vivenciarse se vuelve espacio del ocio, comparte con el ocio su función

de diversión, de evasión de la realidad, de distanciamiento de la rutina, es como la

naturaleza, como el turismo y como la arquitectura, una extraordinaria expresión del ocio.

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Por otro lado, el mundo del Ocio, espacio ahora primordial, es la gran industria del

siglo XXI. Hay que ver en la hotelería y el turismo, sin duda una fuente de ingresos y un

sector socioeconómico clave. El deporte, el cine, los parques de atracciones, los centros

comerciales, los festivales de música, las tiendas especializadas en deportes, la vivienda

actual y otros productos…Todo esto es consecuencia de la implantación del Ocio, y de la

nueva manera de concebir la vida. Además, es una gran fuente de trabajo y el espacio

contenedor de la mayoría de las acciones placenteras de la vida, de lo que la hace vivible.

Toda Cultura vivenciada, obligadamente se transforma en un espacio, en Espacio del

ocio. Y la Casa, se convierte, a su vez, en un primer ejemplo de espacio cultural, y por

tanto espacio del ocio.

Fig.6 Gracias a la vida.


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3.- Futuro. Utopía y Destino. “El Ocio es imprescindible para la implantación del

pensamiento. Por tanto, la libertad que implica el Ocio, determina la plena conciencia de la

necesidad”. (Marx).

Toda Cultura vivenciada, obligadamente se transforma en un espacio, en Espacio del ocio.

Y la Casa, se convierte, a su vez, en un primer ejemplo de espacio cultural, y por

tanto espacio del ocio.

Se piensa por algunos, que el Ocio es propio de sociedades desarrolladas, que pueden

disfrutar de él porque tienen garantizada la satisfacción de todas las demás necesidades y

además cuentan con los recursos para acceder al costo de dichas prácticas, pero….Lo

anterior obliga a un recordatorio definitorio de las necesidades básicas del ser humano,

porque todos los individuos del mundo, tienen las mismas necesidades básicas, lo que

cambia, son los “satisfactores” que priorizan las necesidades culturales, psicológicas y

sociales, en una sola cuestión pedagógica: Los Espacios del Ocio.

“Porque, la pobreza, además de más allá de falta de acceso a bienes y servicios, tiene

que ver con una educación escasa, experiencia humana frustrada y una calidad de vida

deteriorada. Va más lejos, es más compleja de la de una simple relación de personas con

cosas: es una relación de las personas consigo mismas, con los otros y con el ambiente

psicológico, educativo, social y ecológico”. (Cecilia Dockendorf, 2000) (Tomado de

Dockendorf Cecilia. La construcción social de un anhelo 2000).

“Hacer, hacer un libro, un niño, una revolución, hacer sin más, es proyectarse en una

situación por venir que se abre por todos los lados hacia lo desconocido, que no puede,

pues, poseerse por adelantado con el pensamiento, pero que debe obligatoriamente

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suponerse como definido por lo que importa en cuanto a las decisiones

actuales”(Castoriadis,1983)

Figura 7. La casa, es nuestro rincón del mundo. (Bachelard).

Fuente: Archivo propio

La Cultura se vive en Casa, se crece en ella y además me habita.

“La Casa es originalmente el lenguaje del presente, un sucedáneo del vientre materno,

primer espacio cuya nostalgia quizá persista en nosotros, en donde estábamos tan seguros y

nos sentíamos tan a gusto”-. (Sigmund Freud).

Además del presente que dice Freud, la casa es también el pasado y el futuro. La casa

se sueña, se imagina, se construye alberga la fe, se convierte en “el lugar”, raíz espiritual

del hombre, centro de gravedad, medida de las cosas, es la referencia obligada de las

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acciones de vida de los que allí moran: origen de los recuerdos, sostén de los sueños,

cimiento de sus esperanzas, enlaza generaciones e historias, es el proyecto de una vida. El

trato cotidiano le otorga su alma, en ella se reúnen las cosas nuevas y heredadas, la música

de años pasados. Lugar donde se renueva lo que el vivir entraña.

Los arquitectos somos fenomenólogos natos, al observar las casas, ellas nos hablan,

tenemos contacto con ellas, ellas nos habitan: Escribe Derridá en –“Habitarse a sí mismo”-,

habitar la casa es ser parte de ella, estar en sus trazos; el signo debe esperar a ser escrito

para habitarse en sí mismo; el entrar inmediatamente diferenciándose de ti mismo haciendo

con la espacialidad y la temporalidad un juego, es el efecto de un partido. “Habitarse a sí

mismo”, es una extraña expresión, que el lenguaje metafísico no podrá pronunciarlo sin

esfuerzo, sin distinguir al habitante de la habitación, a la morada del morador, nunca sin

oponer una interioridad.

La idea clásica de habitación, jamás separada de interioridad y de la presencia de sí,

es envoltura viviente de la exterioridad inorgánica, un caparazón. Esa interioridad o alma

que siempre está dentro del cuerpo, un espacio sin lugar. Un problema de ubicación del

espíritu, (el motivo de recogimiento de una catedral). Término que modifica la idea de

arquitectura como simple recinto: La arquitectura transforma lo inorgánico al introducir un

alma.

Clásicamente se entiende que una casa refleja una línea de pensamiento , una forma

de ver la vida y de vivirla, el diseño de una construcción propia de sus autores y de lo que

se desea transmitir. Porque en cada situación, es preciso crear un modo de exposición

apropiado, inventar la ley del acontecimiento singular, tener en cuenta al destinatario real,

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supuesto o deseado y, al mismo tiempo, pretender que este proyecto arquitectónico

determine al habitante , al usuario, el cual aprenderá a vivir algo que, por lo demás no

estaba acostumbrado a usar de ese modo. Se espera con ello que vuelva a nacer,

determinado de otro modo. Cada casa, cada espacio habitable, es una pedagogía destinada a

formar a su habitante, de acuerdo con los cambios científicos y tecnológicos; a imagen de

su cultura y semejanza de su tiempo:

“Primero los hombres construyen las casas, pero luego las casas construyen a los

hombres”-. (Ralph Waldo Emerson). Por eso compartir el ocio en familia, es decir en casa,

(o en una ampliación de la casa), en una segunda casa o en un hotel en vacaciones; es

transmitir un mundo de sentimientos y sensaciones muy provechosas que no están ligadas a

la razón ni al dinero. De ahí que los programas arquitectónicos de casas residenciales, de

fin de semana, de hoteles y demás espacios dedicados al ocio y al turismo, contemplen

nuevos retos en el diseño de espacios con imaginación y variedad, que brinden placer,

tranquilidad y descanso al cuerpo e inspiración al alma.

Entonces, propone Derrida, crear un espacio para la vida en común y, con ello, la

apertura a la oportunidad de la convivencia. Evaluando los riesgos que conlleva,

consideraríamos la falta de oportunidad, que caracteriza a este planteamiento. Sin embargo,

la alternativa sería la renuncia a toda convivencia posible.-“Por ello, en contra de la opinión

infinita de la acogida, es la posibilidad de lo imposible”-.

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Conclusiones.

En resumen, se entrelazan tres conjuntos de preocupaciones o problemas:

a) La introducción del nuevo y contemporáneo concepto de ocio en la arquitectura.

b) La transformación del espacio habitable en espacio del ocio.

c) La unión de la hermenéutica existencial con la filosofía cotidiana de la vida. (Una

hermenéutica de la factibilidad del desarrollo y de la libertad de todo ser humano sobre la

tierra. Simone de Beauvoir).

Se revisa uno de los mitos que fundan el inicio de la globalización y de la vagancia

de los hombres, lo que ahora se llama turismo: -“la tierra prometida”-, topos esencial del

imaginario sobre el Nuevo Mundo.

Se muestran modelos que han marcado la historia de la marcha sin fin de los

viajeros del mundo que traen y llevan nuevos materiales, estilos e ideas, globalizando el

mundo.

Después de la introducción, de la función del ocio, se destaca su dimensión

histórica, como expresión del pensamiento crítico. Como dicen Simone de Beauvoir, Rollo

May y Carlos Marx, en diversas formas: “la libertad, que nos proporciona el ocio es la

capacidad del individuo para hacerse cargo de su propio desarrollo”. Es la capacidad para

formarnos a nosotros mismos, tener conciencia de sí mismos, mayor nivel de elección y

consiguientemente libertad u Ocio.

De tal manera que, como ya sabemos, la filosofía no siempre consistió en el

postulado de teorías abstractas ni en la exégesis de textos, sino en el cultivo de un arte del

vivir asociado a los problemas más inmediatos de la vida diaria. Sócrates y sus discípulos

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se sorprenderían ahora, si vieran que las personas observan una y otra vez los objetos

materiales que compran, mientras examinan tan poco de sus vidas.

Dado que el ocio se ha convertido en un producto de consumo, sus vínculos con la

creatividad van desapareciendo para dar paso al negocio, a la ganancia como prioridad, así

que aquí se defiende el estudio de los símbolos y mitos, para contrarrestar esa corriente,

para que no desaparezca la tradición, ya que esos espacios anteriores, del pasado, son los

depositarios de las raíces de las culturas, y se exhorta también a recuperar las fuentes de

esas culturas que casi hemos hecho desaparecer” en pro de la modernización, porque son a

las que siempre se recurre para la creación de lo nuevo, de nuevo, nuevo.

En total, hay que volver a pensar para poder restablecer así la reflexión utópica como

parte de la impostergable recuperación de la dimensión critica y asistir a la invitación del

nuevo milenio para el desarrollo del nuevo pensamiento imaginario. Porque digan lo que

digan siempre se va a encontrar un resquicio que propicie “el soñar despierto”, de otro

modo, estoy convencida de que resultaría insoportable vivir.

Importante es, “ Querer lo imposible”, no abdicar ante las dificultades, ya que el fin se

proyecta al margen del fracaso, porque la historia, felizmente no ha terminado.

Es la revolución fundamental, es el revolucionarse constantemente para armonizar

con el ocio, con la libertad que éste produce y con la Arquitectura, que es vida porque no es

sino cambio permanente: UNA POÉTICA DEL ESPACIO reflejo DE LAS ACCIONES

DEL HUMANO en el tiempo. Que nada te distraiga de ti mismo. Vive el instante porque la

vida es el arte del encuentro. Ocio y Arquitectura; momento poético de equilibrio y tensión.

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Figura 8. Tentación de reconciliar necesidad y Libertad.

Fuente: Chris Johns/NatGeo

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