los cien últimos días - ia800703.us.archive.org...de toda la contienda. en esos tres meses los...

861

Upload: others

Post on 26-Mar-2021

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • Los últimos cien días de la Segunda Guerra Mundial en el escenarioeuropeosonlaculminacióndeldramaquesehadesarrolladoalolargodetodalacontienda.EnesostresmeseslosAliadosdaránelgolpedegraciaalTercerReichpero,antesdequeestesehundadefinitivamente,Alemaniatendráquesoportarunatragediaconescasosprecedentesenlahistoriadelahumanidad.Víctimadeintensosbombardeos,delfríoylafalta dealimento, de los excesos cometidospor las tropas rusas y delterror impuesto por los últimos guardianes del nazismo, la poblacióngermana acabará recibiendo la noticia de la derrota con indisimuladoalivio.

    En estas páginas, el historiador John Toland ofrece una extensa,documentadayapasionantereconstruccióndeesosúltimosydramáticosdías. Su lenguaje ameno y directo,más cercano al periodismo que alpropio de los libros de historia, transporta al lector a los diferentesescenariosen losquese libraesapartida final,enun fascinanterelatode interés crecienteque logra captar toda suatencióndesdeel primermomento.

  • JohnToland

    LoscienúltimosdíasePubr1.1

    ramsan01.06.16

  • Títulooriginal:TheLast100Days:TheTumultuousandControversialStoryoftheFinalDaysofWorldWarIIinEuropeJohnToland,1965Traducción:CamillaBatlles

    Editordigital:ramsanePubbaser1.2

  • Notadelautor

    TalveznohayahabidoenlahistoriadelaHumanidadotrosciendíasconmayorsignificadoyconsecuenciasqueaquellosconlosqueterminólaSegundaGuerraMundialenEuropa.EnelcortolapsodetresmesesmurieronRoosevelt,HitleryMussolini,ytambiéndejarondeexistirelnazismoyelfascismo.EldíadelaVictoriaseñalóelfindeunaerayelcomienzodeotra,consusterroresysusfantásticasesperanzas.

    He procurado escribir acerca de esos trascendentales hechos como sihubiesenocurridohaceuncentenardeaños,yhe tratadoderetrataraHitler,Himmler,Goeringylosdemás,noconlapasióndeunapersonaquehavividotalperíodo,sinoconlaobjetividadqueproporcionaelpasodeltiempo.

    Estelibrosehaescritobasándoseencentenaresdeentrevistasconpersonasde veintiúnpaísesdiferentesque estuvierondirectamente relacionadas con lossucesos descritos. Siempre que ha sido posible, fueron los protagonistas lafuenteprincipalde loocurrido, transcribiéndolo con suspropiaspalabras.Esesteunmomentoadecuadoparalarevelación,ynoparalaacusación.

    Laobrasebasaademáseninnumerablesfuentesdeprimerorden:informesdelmomento,escritosoficiales,monografías,yuncrecidonúmerodemensajesestrictamente secretos y de documentos personales que hasta el presente noestuvieronalalcancedeloshistoriadores(eltenientegeneralHobartGray,jefede Estado Mayor del general Patton, permitió que su Diario —retenido pororden de Patton— se emplease por primera vez). Se consultaron asimismonumerosasobraseditadasyporeditar.Losextractosdediálogoqueaparecenenel libro no son imaginarios, sino que se han obtenido de notas, apuntestaquigráficosydelrelatodirectodelosprotagonistas.Lasnotasqueseinsertanalfinaldelaobracontienenlasfuentesdetodoelmaterialempleado,capítulo

  • porcapítulo.MaxBeerbohnescribióenciertaocasión:«Elpasadoesunaobradearte

    queestá librede incongruenciasydehechos inexplicables».Mideseohasidoreproducirloshechospasadosdespuésdetranscurridoeltiemposuficienteparapresentarlos con relativa tranquilidad, pero no antes de que las«incongruencias» y los «hechos inexplicables», que constituyen la parteinteresantedelahistoria,sehayandesvanecido.

  • PRIMERAPARTE

    Lagranofensiva

  • Capítuloprimero

    MareadelEste

    1

    Enlamañanadel27deenerode1945reinabaunambientedemalcontenidaexcitación entre los diez mil aliados internados en el Stalag Luft III(campamentodeprisionerosdeguerrade laAviación)deSagan, a solocientocincuentakilómetrosalsudestedeBerlín.Apesardelintensofríoydelanievequecaíapersistentementeengrandescopos, losprisionerosseagrupabanenelexterior de los barracones, comentando animadamente el último informe: losrusossehallabanamenosdetreintakilómetrosalEste,yseguíanavanzando.

    Dossemanasanteshabíancomenzadoafiltrarsenoticiasenelcampamento,procedentes de los inquietos guardias, acerca de una gran ofensiva que estaballevando a cabo el ejército soviético. Los prisioneros se mostraron llenos dejúbilohastaquevariosguardiasleshicieronsaberquehabíanllegadoórdenesdeBerlíndehacerdelcampamentounFestung(fortaleza),quedebíadefenderseatodacostahastaelfin.Pocosdíasdespuéssedifundióotrorumorsegúnelcuallos alemanespensaban emplear a loskriegs (abreviacióndekriegsgefangenen,prisioneros de guerra) como rehenes, fusilándolos si los rusos trataban deapoderarsedelazona.Estaversiónfueseguidadeotraaúnmásestremecedora:elmandoalemánibaatransformarlasduchasencámarasdegasparaexterminaralosinternados.

    Los ánimos decayeron a tal punto que Arthur Vanaman, un general de

  • brigadanorteamericanoqueostentabalamásaltagraduacióndelcampamentodeSagan, envió una orden a los cinco grupos que constituían el mismo,exhortándoles a que no propalasenmás rumores y estuviesen preparados paraunaposiblemarchaforzadahaciaelOeste.

    UnodelosprisionerosescribióensuDiario:«Nuestrosbarraconesparecenuna reunión del Círculo Benéfico de Damas Costureras». Los hombrespermanecían sentadosen sus literas, con laspiernascruzadas, cortando trozos,en forma de guante, de la parte inferior de sus abrigos, y haciendo tambiéngorros para la nieve y mochilas de pantalones viejos. Unos pocos, másdecididos,sededicabaninclusoaconstruirtrineoscontrozosdeleñayrestosdecatres.

    Peronadapudohaceracallarlosrumores,porloqueel26deeneroVanamanordenóefectuarunareuniónenelmayordelosrecintosdelcampamento.Subióal estrado y anunció que por un aparato clandestino se había enterado de uninforme de la BBC según el cual los rusos se hallaban a solo veinticincokilómetros del campo. El oficial acalló los gritos de alegría y dijo queprobablementelesobligaríanacruzartodoelterritorioalemán.

    —Nuestra última posibilidad de sobrevivir —manifestó— reside en quesepamosmantenernos unidos como un solo hombre, haciendo frente a lo quepuedallegar.Diosesnuestraúnicaesperanza,ydebemosconfiarenEl.

    El 27 de enero, por la mañana, los internados en Sagan estaban yapreparados. Los bultos y mochilas se apilaban junto a las puertas de cadabarracón,yalgunaspertenenciassehallabanaúnsobreloscamastros,dispuestasa ser empaquetadas.Mientras lanievecaía lentamente, loshombresesperabansinprisas,conunaextrañasensacióndecalmayserenidad.Muchoseranlosquemirabanporencimade lasalambradas,hacia lashilerasuniformesdenevadospinos.Detrásdeestossehallabalodesconocido.

    2

    TiempoatrásHitlertuvoensupodertodoelterritorioeuropeo,asícomoelNortedeÁfrica.SustropashabíanpenetradoprofundamenteenRusia,llegandoadominarmástierrasqueelImperioRomanoensuépoca.Peroahora,despuésde casi cinco años y medio de guerra, sus vastos dominios habían quedado

  • reducidos a losmismos límites deAlemania. Los ejércitos combinados de losnorteamericanos,ingleses,canadiensesyfranceses,seaprestabanalasaltofinalcontra la frontera occidental, desde Holanda hasta Suiza, y el extenso frenteoriental, disperso desde las cálidas aguas del mar Adriático hasta el heladoBáltico, acababa de romperse en una docena de sitios. Tras liberar a mediaYugoslavia,lamayorpartedeHungríayeltercioorientaldeChecoslovaquia,elEjércitoRojosehallabayaeneldecimoquintodíadelamayorofensivamilitardelahistoria.

    El12deenero,casitresmillonesderusos—másdedoceveceslacantidaddehombresquedesembarcaron en el díaD—, apoyadospor intenso fuegodeartillería y conducidos por una riada aparentemente interminable de carros deasalto «Stalin» y «T-34», atacaron de improviso a unos 750 000 alemanespobrementearmados,sobreunfrentedeseiscientoscuarentakilómetros,queseextendíadesdeelmarBálticohastaelcentrodePolonia.Enelextremonorte,elmariscal Ivan Danilovich Chernyakhovsky, del Tercer Frente Ruso Blanco(equivalente a un cuerpo de ejército), presionaba hacia la histórica ciudad deKoenigsberg,enPrusiaOriental, cercadelBáltico.Asu izquierda,elSegundoFrenteRusoBlanco,mandadopor el jovenydinámicomariscalRokossovsky,avanzabasobreDanzigyseaproximabaaTannemberg,escenariodeunodelosmayores triunfos alemanes de la primera gran guerra. A la izquierda deRokossovsky se hallaba el comandante de más talento de todo el ejércitosoviético, mariscal G. K. Zhukov, cuyo Primer Frente Ruso Blanco habíaconquistado Varsovia en solo tres días. En esos momentos estaban rodeandoPoznan,ysuobjetivofinaleraBerlín.Porfin,porelalejadoextremosurdeestagran ofensiva, se desplazaba el Primer Frente Ucraniano, del mariscal IvanKonev,unadecuyasavanzadas lo constituía las tropasque se aproximabanalcampodeprisionerosdeSagan.

    El generaloberst (capitán general) Georg-Hanus Reinhardt, del Grupo deEjército del Norte, había sido el blanco principal de Chernyakhovsky y deRokossovsky,simultáneamente,yenelcursodedossemanassustropashabíansidoderrotadasenvariospuntos.Unodesusejércitos,elCuarto,sehallabayaen plena retirada.El comandante de este ejército, general FriedrichHossbach,aunsabiendoqueHitlernoloconsentía,habíacomenzadoadesplazarsehaciaelOeste por propia iniciativa. Pero Rokossovsky ya había avanzado trescientoskilómetros por delante de él, y Hossbach comprendió que si no iniciaba unaretiradadesesperadasustropasseríananiquiladas.Yloqueeramásimportante,

  • sedabacuentadequetenía laobligacióndeabrirunpasoporelquepudiesenhuirhaciaelOesteelmediomillóndecivilesdePrusiaOriental,amenazadosdequedaraislados.

    Reinhardt, el superior inmediato de Hossbach, aprobó el plan, pero elgeneraloberst Heinz Guderian, jefe de Estado Mayor del Ejército, y tambiéncomandantedetodoelFrenteOriental,montóencóleracuandosupoquetodoslos efectivos de Prusia Oriental habían cedido tras escasa lucha, y sin suconsentimiento. Nacido junto al río Vístula, en Prusia Oriental, Guderian fueeducadoconsiderandoaRusiacomoelmás temiblede losenemigos.Prusianohastalomáshondodesuser,elgeneralsehallabadecididoasalvarasupaísdelos bolcheviques. A pesar de todo, Guderian defendió obstinadamente aHossbachyaReinhardtcuandoHitlerlosmandóllamaracusándolosdetraición.—Merecen que se les juzgue en consejo de guerra— dijo el Führer—. Serándestituidosalmomento,juntoconsuscolaboradoresinmediatos.

    —Podríaofrecermibrazoderecho,comogarantíaporelgeneralReinhardt—replicóGuderian.

    En cuanto a Hossbach, afirmó que bajo ninguna circunstancia podíaconsiderárseleuntraidor.

    HitlerhizocasoomisodeGuderian.DestituyóaReinhardtylereemplazóenseguidaporunhombresingular,elcualrecientementehabíadichoasustropas,quesehallabancercadas:

    —Cuando lascosas sepongan feasyno sepáisquéhacer,golpeadvuestropechoydecid:«Soynacional-socialista».¡Esomuevelasmontañas!

    Tal era el generaloberst Lothar Rendulic, un talentoso historiador militaraustríaco de encantadores modales, que gustaba de la buena vida. Era astuto,sutilyconocíalamanerademanejaraHitler.Porfortunaparalastropasquesehallabanbajosumandato,tambiéneracompetente.

    El comandante del Grupo Central de Ejército, a la derecha del doctorRendulic, había sido anteriormente destituido por Hitler, y en tal ocasióntambiénGuderian se opuso decididamente, sobre todo porque el reemplazanteeraelgeneraloberstFerdinandSchoerner,unodelosfavoritosdelFührer.

    Schoerner era un bávaro sanguíneo y robusto que necesitaba de talesatributos para enfrentarse con la caótica situación que había heredado. Su alaizquierdayasehallabadestrozadaanteelavancedeZhukov,yladerechaestabasufriendo los embatesdeKonev.Schoerner comenzó a recorrer todo el frente,desdelaretaguardiaalavanguardia,cambiandocomandantes,reorganizandolos

  • sistemasdesuministro,yengeneralprovocandolazozobraencadaunidadquevisitaba. En retaguardia, donde sacaba a los hombres de sus escritorios paraentregarles fusiles, se le odiaba, y en el frente, donde los combatientes y losoficialesjóvenesnuncahabíanvistohastaentoncesuncomandantedegrupodeejércitollegartanadelante,seleapreciaba.Schoerneramenazócondejarmuertodeun tiro en su sitio a todo aquel quehuyese, y prometió a sus hombresquerecibiríanlamejorcomidayvestimentadetodoelfrente.Palmeóenlaespaldacon familiar actitud a los oficiales de la vieja escuela, que no disimularon sudesagrado; insultó a los generales que a su juicio merecían ser insultados, yregalópastelesycaramelosalossoldados.

    SchoernereraparaHitler loquefueraelmariscalNeyparaNapoleón,y locierto es que el 27 de junio, y a pesar de susmétodos heterodoxos, elGrupoCentraldeEjércitohabíaconstituidounfrente,tambaleanteeirregular,perounfrentealfin,yestabaaguantandounatremendaofensivarusa.Loquenopudohacer el general bávaro, desde luego, fue cerrar la brecha que Zhukov —elmariscal rusomás temidode losalemanes—habíaabiertoentreélyeldoctorRendulic.

    EsteeraelproblemaquemáspreocupabaaGuderian,quiendijoaHitlerquesolohabíaunmododedetenerelarrolladoravancedeloscarrosdecombatedeZhukov: la formación de un grupo de ejército de emergencia que deberíaconstituirse inmediatamente para taponar la brecha abierta entre Schoerner yRendulic. Guderian deseaba que dicha fuerza fuese mandada por elgeneralfeldmarschallMaximilian vonWeichs, un competente y osado oficial.Hitleraccedióaqueseformaseelgrupodeejércitosolicitado,perodeclaróqueWeichssehallabaagotado.«Dudoqueestéencondicionesderealizarsemejantetarea», afirmó, y propuso encargar de la misión al reichsführer HeinrichHimmler[1]elhombremáspoderosodeAlemania,despuésdelpropioHitler.

    Ofendido, Guderian protestó diciendo que Himmler no tenía experienciamilitar. Hitler replicó que el reichsführer era un gran organizador yadministrador, cuyo solo nombre bastaría para impulsar a sus hombres a unaluchahastaelfin.Decididoaevitarque«semejanteestupidezseperpetraseeneldesgraciado frenteoriental»,Guderian siguióoponiéndose tercamente alpuntoque causó el asombro del feldmarschall Wilhelm Keitel, jefe de OKW(Oberkommando der Wehrmacht: Alto mando de las Fuerzas Armadas) yburlonamente apodado Lakeitel —de lakei, lacayo— por sus compañeros de

  • armas.Hitler semostró inflexible, y replicó que Himmler, como comandante del

    Ejército de Relevo, era el único hombre capaz de constituir una fuerzaimportantedelanochealamañana.LoquenodijoHitleresqueHimmlereraunodelospocoshombresenquientodavíapodíaconfiar.

    Himmler aceptó la tarea con el ciego entusiasmo con que acogía todaproposicióndelFührer,yanuncióquedetendríaalosrusosenelVístula.AtalefectopartióhaciaelEsteenun trenespecial.AochentakilómetrosdeBerlíncruzósobreelríoOder,yluegosiguióhastallegaralVístula,enunlugaralsurdeDanzig.Lanuevafuerzase llamaría,adecuadamente,GrupodeEjércitodelVístula,yparadeteneraZhukovcontabaHimmlerconunospocosoficialesdeEstadoMayoryunasituaciónenelmapaqueyanoeralareal.Aexcepcióndeunas cuantas unidades dispersas, elGrupo de Ejército delVístula solo existíasobreelpapel.Mientrasllegabannuevasdivisiones,Himmler,desacertadamente,comenzóaformarunalíneadefensivaqueibadeEsteaOeste,desdeelVístulahasta el Oder, lo que simplemente servía de protección para Pomerania y elNorte. En una palabra, estaba defendiendo cuidadosamente la puerta delservicio,mientrasdejabaindefensalapuertaprincipal.

    Zhukov, que no tenía intención de desviarse de su camino, pasósencillamente junto a la línea lateral deHimmler y siguió sumarcha hacia elOeste,hallandosololadébiloposicióndealgunasfuerzasaisladas,hastaqueel27deenerosustropasseencontraronasolocientosesentakilómetrosdeBerlín.AnteélsehallabaelOder,elmayorobstáculonaturalquedebíasuperarantesdellegaralaCancilleríadelReich.

    3

    LosprisionerosinternadosenloscampamentossituadosalestedeSaganyaestaban siendo evacuados hacia el Oeste, y avanzaban a pie trabajosamente,sobrelanieve,juntoalascolumnasdecivilesquehuíandelavancedelosrusos.Un grupo de norteamericanos llevaba en la carretera una semana.Muchos deellos habían sido capturados en la batalla de Bulge, y desde entonces habíanperdidounpromediodetrecekilosporcabezaensuconstantemarchadeunoaotro campamento. Por ello, resultaban presa propicia para la pulmonía y la

  • disentería.MilcuatrocientoshabíansalidodelcampamentodeSzubin,nolejosdelVístula,yel27deeneroeransolonovecientoscincuenta.

    HacíatantofríoquecuandoaltenientecoronelJamesLockettselecayólabufandaquecubríasusorejas,lapielexpuestaalaireheladodurantesolounosmomentos,quedócomosihubiesesufridounaquemadura.Aúltimahoradelatardelosprisionerosfueronenviadosaunagranjadondelosalojaronenpocilgasy húmedos graneros. Ciento dieciocho se hallaban demasiado enfermos paraseguir andando y los metieron en un tren de carga. Los restantes hicieronpequeñasfogatasypusieronasecarsuszapatosycalcetines.Porasombrosoqueparezca,todossesentíananimadosyestabandecididosamarcharhastasumeta,cualquieraquefuese.

    Despuésdeunamezquina comida, compuestaúnicamenteporuna sopadepatatasydecebada,loshombresseecharonadormir,pensandonoenmujeres,sinoencomida.Algunosrecordaronunapoesíaescritaporunantiguoredactordepublicidad,eltenienteLarryPhelan,elcuallahabíadedicadoasumujer,«Lamuchachamásencantadoradelmundo,alaquenogustarámipoema».

    «Sueñocomosolouncautivopuedesoñar,Conlavida,comoeraendíaspasados;conhuevosrevueltos,ytortitasllenasdecrema,ysopadecebollas,ylangosta“Thermidor”.Conterneraasada,ychuletas,ybistecsjugosos,ypechugadepavo,oala,ozancadorada.Díasdesalchichas,depastelesdealforfón,depolloasado,oenpepitoria,oalacacerola.Merecreoconelrecuerdodebuñuelosypasteles,depandemaízcaliente,detartademanzana,deespárragosconcrema,yalaholandesa.Suspiroporelbizcochohorneado,porlasostras,rezumandosalsademantequilla.Yaveces,vidamía,portitambiénsuspiro».

    Centenares de miles de alemanes que huían de sus granjas en Polonia,seguíanelmismocaminoenconvoyesdecarromatos.Losniños,losancianosylos enfermos, iban a caballo, o en los carros, mientras que los más fuertesavanzabanpenosamente,cubriéndoselacabezaconsacosdepatatasprovistosdeagujerospara losojos, a findepreservarsedel frío.Seveían losvehículosdetracción animal más variados, desde carretones hasta cochecillos tirados porperros. Todo lo que podía desplazarse se había aprovechado. Solo unos pocosvehículoserancubiertos,y losviajerosseamontonabanensuinterior,sobreel

  • heno húmedo, en un vano intento de luchar contra el cortante viento y losremolinosdenieve.

    Lacaravanaavanzabamuy lentamente,cruzandoeminenciasydepresionesen una línea continua,mientras hostigaban a los animales, por lo general, losjóvenes trabajadores forzados de las granjas. Estos eran franceses, polacos yucranianos,tanansiososdehuirdelosrusoscomopodíanestarlosusamos,losalemanes. Por otra parte, a muchos los habían tratado tan bien, que estabandeseandollevarasus«familias»alugarseguro.

    PeroestosrefugiadoseranafortunadosencomparaciónconlosquetratabandehuirdePrusiaOriental,acuatrocientoskilómetrosalEste.Sugauleiter(jeferegional del Partido), Erich Koch, había declarado que Prusia Oriental jamáscaeríaenmanosdelosrusos,yprohibióquelagentehuyesealOeste.Peroencuanto Chernyakhovsky irrumpió a través de la frontera, unos pocosfuncionarioslocales,haciendogaladevalor,desafiaronabiertamentelasórdenesdeKoch ymandaron a la gente que huyese. Lo habían hecho sin preparativoalguno, y en esos momentos avanzaban con la nieve hasta las rodillas, malcalzados y alimentados, con la única esperanza de marchar por delante delimplacableavancedelastropasrojas.

    Uno de esos grupos empezaba a entrar en el pueblo de Nemmerdsdorf,cuandoaparecieronde improviso los tanquesrusos,derribandotodoasupaso.Numerosos carromatos quedaron destrozados, con el equipaje disperso y susocupantes aplastados. Los carros de combate avanzaban implacablemente, ypocos minutos más tarde se presentaron los camiones militares, de los quedescendieron los soldados rusos, que comenzaron a realizar toda clase dedesmanes.En el restaurante «El jarro blanco», cuatromujeres fueron violadasvarias veces, luego las arrojaron desnudas al exterior y las clavaron por lasmanosauncarromato.Nomuylejos,en«Eljarrorojo»,otramujerfueclavadadesnuda contra un granero. Cuando los rusos se marcharon, dejaron detrássetentaydosmuertos.

    AunospocoskilómetrosmáshaciaelOeste,losrusosirrumpierontambiénen el pueblo de Weitzdorf, donde una muchacha, Lotte Keuch, contemplóhorrorizadacómofusilabanasusuegroyaotrosseisvecinos.Luegolosrusosreunieron a una docena de trabajadores forzados franceses y les quitaron losanillos…cortándoleslosdedos,traslocuallosalinearonylosmataronatiros.Luegoempezaronlasviolaciones.[2]

  • Escenassemejantessereproducíanaqueldíaenmilesdepueblos,portodoelestealemán,conformeibanllegandolastropasdeloscuatrofrentesdelEjércitoRojo, cuyos soldados robaban, violaban y mataban, sin el menor reparo. Elmotivoprincipaldeestaconductasalvajeeralarepresaliaamásdecuatroañosde implacable y sistemática brutalidad nazi. La ignominia había alcanzado supunto culminante, posiblemente, en el campo de concentración deAuschwitz,situadoenelextremosudoestedePolonia,adondeacababadellegarunadelasunidadesdelmariscalKonev.Aprimeravista,elcampodeconcentraciónparecíatenerunaspectoinocente,inclusoatractivo,consuspulcrashilerasdeedificiosde ladrillo,separadosporcallesen lasquecrecíanarbolillos,yungran letrerosobrelapuertadecadabarracón,quedecía:ELTRABAJOPROPORCIONALIBERTAD.Colmada en un tiempo su capacidad, con más de 200 000 prisioneros, soloquedaban 5000 cuando las tropas soviéticas llegaron, y los internados sehallaban en tal estado de debilidad que apenas si pudieron vitorear a sussalvadores.Losdemássupervivienteshabíansidoenviados,apieoenvehículos,a otros campos del Oeste, a fin de impedir su liberación. Durante la semanaanterior, los guardias de las SS habían estado quemando montañas de ropas,zapatosydepelocortado,conelfindeocultarlosrastrosdelasexterminacionesen masa. En el verano de 1941, Himmler había dicho al comandante deAuschwitz, RudolfHess: «El Führer ha ordenado que la cuestión judía quederesuelta de una vez, y nosotros vamos a cumplir esa orden». El principalcampamentodemuerteibaaserAuschwitz,yaqueestababastanteapartado,yapesardeelloteníabuenascomunicacionesporcarreterayferrocarril.

    Hess era un miembro tan concienzudo de las SS, que supervisópersonalmentetodaslasejecucionesquepudoenlostresextensoscampamentosy treinta y nueve subcampamentos que componían el complejo de cuarentakilómetros cuadrados de área de Auschwitz. Hess quería dar ejemplo a sushombres «evitando la crítica que entrañaba el ordenar a otros lo que uno nohubiera querido hacer», y por consiguiente estuvo en todas partes, oportuno yeficaz,desdeelmismomomentoenque llegóun trencargadode judíos,hastaqueseincineraronloscadáveres.Unosdosmilseres,entrehombres,mujeresyniños,fueronapartadosasullegada,ydespuésdedecirlesqueibanarecibirunaducha, los condujeron desnudos en rebaño hasta la cámara de gas. Los queadivinaronlaverdadyquisieronretroceder,fueronapaleadosyazuzadosporlosperros.

  • Losesfuerzosparaborrar todo rastrode loscrímenesprosiguieronhasta lamañanadel27deenero,conladescargacompletade lascámarasdegas,peroestonopudoocultarlaterriblepruebadeloqueallíhabíaocurridoduranteloscuatro años anteriores. A pesar de las precauciones tomadas, el Ejército Rojohalló varias toneladas de zapatos, gafas y miembros artificiales, y las fosascomunesdecentenaresdemilesdesereshumanos.[3]

    4

    LaprimeracaravanaderefugiadosllegóalasafuerasdeBerlínrelatandoelbrutalcomportamientodelossoldadossoviéticos,yalmomentounaoleadadeterrorseextendióporlacapital.Muchosciudadanos,sinembargo,aúnteníanfeenlapromesadeGoebbels,dequeciertasarmassecretassalvaríanaAlemaniaen el último momento. Afortunadamente para los aliados, la bomba V-2 noestuvodispuestaparasuusohastaelotoñoanterior,puesdelocontrario,ysegúnlas palabras del general Eisenhower, la invasión aliada de Francia «hubieratenido que ser cancelada». Pero en esos momentos, las V-2, creadas en elcampamento experimental de cohetes de Peenemünde bajo la dirección deldoctorWernher vonBraun—un científico de treinta y cuatro años—, estabanasolandoLondres,AmberesyLieja,yrecientementeVonBraunhabíarevisadolosproyectosparaconstruiruncohetedevarias fasesconunaV-2aladaen lapartesuperior.EstaúltimafasepodríaponerunsatéliteenórbitahastaalcanzarlaciudaddeNuevaYork.

    UnodelosresponsablesdelacreacióndeaquellaWunderwaffen,elgeneraldebrigadaWalterDornberger,sehallabacelebrandounaentrevistaenBerlín,enaquellos momentos. Se le acababa de confiar la tarea de lograr un proyectildirigido que destruyese infaliblemente a cualquier avión que intentase atacarAlemania,terminandoalmismotiempoconlasuperioridadaéreadelosAliados.Los diez miembros del «Grupo Dornberger», después de revisar numerososexperimentosrealizadosendichocampo—desdecohetesantiaéreosnodirigidoshasta proyectiles controlados a distancia para el lanzamiento tierra-aire—,llegaronalaconclusióndequesuúnicaposibilidaddeéxitoresidíaendedicarsea unos pocos proyectos. Por consiguiente, decidieron estudiar solo tres deaquelloscohetesantiaéreosdirigidos:el«mariposa»,delprofesorWagner,capaz

  • de alcanzar la velocidad del sonido; el «X-4», del doctorKramer, cohete quepodíaserlanzadodesdeunavión,yel«Catarata»,grancoheteguiadoporradioqueestabasiendodesarrolladoenPeenemünde.ElgrupodeDornbergeraccedióposteriormente a que todos los talleres, institutos técnicos y centros deinvestigación relacionados con la producción de esas armas secretas fuerantrasladadosalcentrodeAlemania,lomáslejosposibledelaszonasdecombate,yaquePeenemünde,quesehallabaaorillasdelBáltico,podíacaerenpoderdeZhukovencontadassemanas.

    A unas pocas manzanas de distancia de donde comenzaban a llegar lascaravanasderefugiados, laspersonascitadasparaasistira laconferenciade latardedelFührerempezabanaentrarenlaCancilleríadelReich,haciéndololosmilitaresporunapuertaylosmiembrosdelPartidoporotra.ElgeneralGuderiany su ayudante, el comandante barón Bernd Freytag von Loringhoven,ascendieron ladocenadeescaloneshasta llegarante lapesadapuertaprincipalde roble. Una vez en el interior del edificio, dieron un largo rodeo hasta lasoficinasdelFührer,pueselpasillodecostumbreestabaobstruidoaconsecuenciade losdañosproducidospor losbombardeosaliados.Ambosmilitarespasaronanteventanascuyoscristaleshabíansidoreemplazadosporcartones,yantesalasdesiertas, sin cuadros, alfombras ni tapices, hasta llegar por fin a la antesaladondeloscentinelasvigilabanempuñandosuspistolasametralladoras.UnoficialdelasSSlespidiócortésmentelascarterasylasexaminóconrapidez.Aquellose había convertido en una norma desde que el conde Claus von StaufenbergcolocóunabombadetiempojuntoalasilladeHitler,pocoantesdelcomienzodelaconferenciaquedebíapronunciarelFührerel20dejuliode1944.Cuandolabombahizoexplosión,dosde losasistentesalactoresultaronmuertos,peroHitler, increíblemente, solo sufrió leves heridas. Desde aquel día se aplicaronrigurosasmedidasdeseguridad,inclusoconGuderian,jefedeEstadoMayordeEjércitoycomandantedelFrenteOriental.

    Alascuatrolaestanciasehallaballenademilitaresydedirigentespolíticos,entre los que podía citarse aGoering, aVonKeitel y a su competente jefe deOperaciones, el generaloberst Alfred Jodl. Pocosminutos después las puertasdel despacho del Führer se abrieron, dejando ver una amplia habitación,parcamenteamueblada.Enunextremo,unbalcónaparecíatapadoconcortinasgrises,yelsueloestabacubiertoensumayorparteporalfombras.Antelaparte

  • centraldeunadelasparedesestabaelgranescritoriodeHitler,detrásdelcualsehallaba un sillón de cuero, de cara al jardín. Los personajes asistentes a laentrevista tomaron asiento en pesados sillones de cuero, en tanto que susayudantes y otros funcionarios de menor importancia se sentaban en sillascorrientes.Enlaestanciaseencontrabanveinticuatrohombres.

    Hitler se presentó a las cuatro y veinte, con el cuerpo encorvado y andarinseguro.Subrazoizquierdopendíainerteasucostado.ElFührersaludóalospresentesconundébilapretóndemanos,antesdedirigirselentamentehaciasuescritorio.Unayudantelecorrióelsillón,yHitlersehundiópesadamenteenelmismo.LosquevieronasíaHitlerimaginaronquesubrazoizquierdoeraelquehabíasufridoelefectodelabombadeStaufenberg,ysinembargoeraelderechoelqueresultóligeramentedañadoconlaexplosión,yyaselehabíacuradohacíatiempo. Hitler tuvo una fuerte gripe en 1942, y la paralización del brazoizquierdoeraconsecuenciadelasinyeccionesqueledieraeldesastradodoctorMorell, su médico personal. La gripe desapareció por completo, pero poco apocoelojoizquierdodelFührerempezóalagrimearcadaciertotiempo.Pocassemanas más tarde Hitler experimentó una sensación de torpeza en la piernaizquierda,quedespuéssetrasladóasumanoizquierda.ElFührersolíadecirconfrecuencia a su chófer privado, el SSObersturmbannführer (teniente coronel)ErichKempa,quesumanoizquierdaconstituíaparaélunamolestia,ymástardetomóelhábitodeintroducirladurantelargotiempoenunbolsillo.

    Desdeelmomentodelatentado,Hitlerhabíaenvejecidovisiblemente[4],noporquesufriese lasconsecuenciasdeundañofísico, sinoporhaberseenteradode que en la conjura estaban complicados tantosmilitares de alta graduación.Aunque numerosos sospechosos de conspiración habían sido ya ejecutados enunapurgadespiadada,yotrosestabanesperandoaserjuzgados,Hitlersesentíainquieto,ydesconfiabadecasitodoslosmilitares.Porelcontrario,recompensólargamente a los que se habíanmostrado leales a él el 20 de julio. Almayor(comandante) Otto Remer, le ascendió de golpe a general, y jamás dejó deagradeceraVonKeitel,enlostérminosmássentidos,elhaberleconducidofueradel recinto destrozado. Los recelos que sentía contra sus oficiales no hicieronmás que unirle con mayor fuerza a los miembros de su círculo íntimo:secretarios,criados,ayudantesmilitaresyotrosmiembrosdesupersonal.Hitlersolía escuchar pacientemente sus problemas privados, y les aconsejaba oreprendía paternalmente. Se cuidaba de proporcionarles comodidades y les

  • trataba con toda consideración. «Soy el hombremás democrático del Reich»,solíadecirconfrecuenciaaKempa.

    La reunión se inició con el crudo informe de Guderian sobre el crecientedesastredelEste.Hitlerleinterrumpióparadecirlequehabíaqueevacuaralosprisioneros de guerra de Sagan antes de que los rusos los liberasen.Guderiancontinuóconsu informe,yelFührerhizomuypocasobservacionesmás,perocuando comenzó a hablarse del frente occidental, pareció recuperar el interés.Escuchó resignadamente mientras el reichsmarschall Hermann GoeringexplicabaconsulenguajesalpicadodetérminosarrabaleroslarazónporlaqueelgeneraloberstKurtStudentdebíaretenerelmandodelgrupodeejércitoH,deHolanda y el Bajo Rin. Los detractores de Student,manifestóGoering, no sedabancuentadequelagranlentitudconquehablabaelgeneralnoeramásqueunapeculiaridadpersonal.—Piensanqueesunnecio,peronoleconocencomoyo le conozco… Me gustaría que siguiera en su puesto, porque sé que estácapacitadoparamantenerelviejoespíritualemánentresusparacaidistas.

    LuegoGoeringimitóelhablatrabajosadeStudent:—Sueleafirmar:«el…Führer…me…dijo…».Yoleconozcomuchomejor

    quelosdemás.Elotrodíaalguienmepreguntódeélsinoeraunmentecato.Yocontesté:«Noesunmentecato.Siemprehahabladodeesemodo…».

    —Hahechoalgunascosasextraordinarias—admitióHitler.—Bien,megustaríaconservarle,porquecuandosepresenteunmomentode

    crisisestoysegurodequeustedlo lamentaríay lemandaría llamar.Deseoquellegueesemomento.

    —Yono—replicóHitler,secamente.Goeringsiguióexponiendosutema:—Tal vez con el tiempo llegue a hablar aún más lentamente, pero estoy

    convencidodequetambiénseretirarámuchomásdespacio.—Mehace recordaraFehrs,minuevocriadodeHolstein—declaróHitler

    —.Cuandoledigoquehagaalgo,seeterniza.Eslentocomounbuey,peronohaydudadequetrabajaduro.Suúnicodefectoeslalentitud.

    La conversación recayó después sobre otro comandante del Oeste, el SSobertsgruppenführer(general)PaulHausser.

    —Tieneelaspectodeunzorro…—musitóHitler.—Esvivocomounlátigo—intervinoGuderian.—Muyrápidoaltomardecisiones—declaróVonKeitel,asuvez.—… Con sus astutos ojillos —prosiguió diciendo Hitler, que no había

  • interrumpidosupensamiento—.Aunquetalvezahorasesientaafectadoporlaseriaheridaqueharecibido.(Untrozodegranadalehabíadestrozadopartedelrostro).

    —No debió de ser tan serio lo ocurrido—manifestó el SS brigadeführer(general de brigada) Hermann Fegelein, oficial de enlace de Himmler en laCancillería.

    Eraunantiguojinetederidículoaspecto,quesehabíaensoberbecidoconsurápidoascensoenelWaffenSS.Ellohabíaocurridograciasaunabuenahojadeservicio militar en el Frente Oriental, y a su reciente casamiento con GretlBraun,hermanadeEva,laquefuedurantelargotiempoamantedeHitler.

    —El reichsführer (Himmler) —prosiguió diciendo— nunca le hubierapropuesto (aHausser) amenos de estar totalmente seguro de que todo seguíabien.Elreichsführeresmuycuidadosoconesascosas.

    —¿Nolosomostodos?—comentóHitler,humorísticamente.—Peroesqueelreichsführer siempre recibe críticas—insistióFegelein, y

    varios oficialesmás jóvenes se esforzaron por no sonreírse.A sus espaldas lellamaban«flegelein»,deflegel,palurdo.

    —Esoessolocuandoalgomarchamal—replicóHitler.SindarsecuentadequeestabaaburriendoalFührer,Fegeleinprosiguiócon

    sutercadefensa.—Porotraparte,Hausserconsideraquenohaynadamejorparaunsoldado

    desesentaycincoaños,quemorirvalerosamenteenelfrente.—Noeseso loqueyoquiero—contestóHitler—.Esunaformadepensar

    absurda.—Bueno—objetóGuderian—.Hausseresunhombrequeamalavida.—Apesardeeso,corretodoslosriesgosposibles—siguiódiciendoFegelein

    —.Recorreelfrente,sinpreocuparse,bajoelfuegodelaartilleríaenemiga…—Yosindudameprotegería—dijoHitler.Luegodesvió laconversación,comosolíahacerlo,hacia laPrimeraGuerra

    Mundial.—Yoestabaconungeneralquenuncaseponíaacubierto…Esquenooía

    muybien.Porlocomún,enlaPrimeraGuerra,entre1915y1916,teníamosunaasignacióndemunicionesquelesharíaerizarelpeloaustedes.

    Hitler siguió hablando incansablemente de su antiguo regimiento deartillería,comosinosesintieraconvalorparaabordarlascatástrofesmilitaresquesesucedíanenaquellosmomentosenquesededicabaarecordar.

  • —Casisiemprenoslimitabanbastante—añadió—,perocuandosellevabaacabounataque,entoncesseprodigabanlasmuniciones.Recuerdoqueunnuevede mayo las baterías del mayor Parseval lanzaron casi cinco mil proyectiles.Disparabantanrápidocomopodíandurantetodoeldía,loquesignificabamásdeuncentenardedescargasporcañón.

    Jodltratódellevarlaconversaciónhaciaeltranquilofrenteitaliano.—No sé si… —murmuró Hitler, con tono abstraído. Sin duda estaba

    pensandoenotracosa,yaquedeprontodijo—:¿Nocreenquealosinglesesnoleshacedemasiadagracialoséxitosqueobtienenlosrusos?

    —Desde luego —contestó Jodl, quien sabía que Churchill temía tanto alpeligrobolcheviquecomoellosmismos.

    —Si esto sigue así —aseguró Goering—, no tardaremos en recibir untelegrama.Losinglesesnoesperanquenosdefendamostanencarnizadamente,yquelesaguantemosdenodadamenteenelOeste,mientraslosrusosentrancadavezmásprofundamenteenAlemaniayseapoderandelamayorpartedelpaís.EnlavozdeGoeringhabíaalgomásqueuntonodeironía,puesél, lomismoque Guderian, consideraba una ridiculez luchar tan tenazmente en el Oeste,cuandoelEsteseestabadesmoronandorápidamente.

    Haciendocasoomisodeltonosarcásticodelreichmarschall,Hitlerdijoconcreciente entusiasmo que el ministro de Asuntos Exteriores, Joachin vonRibbentrop, había hecho llegar a manos inglesas un informe en el que serevelaba que los rusos estaban enviando a Alemania un ejército de 200 000germanoscapturados,«totalmenteinfectadosdecomunismo».

    —¡Esoserviráparaquetomenbuenanotalosingleses!—concluyó.—NosdeclararonlaguerraparaevitarquemarchásemoshaciaelEste—dijo

    Goering—,peronoparaqueelEstellegasehastaelAtlántico.—Asíes.Lacosanoparecetenermuchosentido.Losperiódicosinglesesya

    seestánpreguntandoamargamente:«¿Cuáleselobjetodeestaguerra?».La conversación prosiguió y los temas fluctuaron desordenadamente desde

    uninformedeJodlsobrelaluchaenYugoslaviahastaunadisertacióndeHitlersobreunnuevoataquedelosrusos,ylafabricacióndeunanuevagranadaparadestruirlo.LuegosurgióunaásperadiscusiónentreHitleryGoeringacercadelasituacióndelosoficialesquehabíansidollamadosdesdesusituaciónderetiroalservicioactivo,conungradoinferior.Amboshabíanchocadosiempreenaquelaspecto.Goering,elúltimocomandantedelfamoso«circo»deRichthofen,enlaPrimeraGuerraMundial, siempreveía las cosas comounoficial, en tantoque

  • Hitler, antiguo cabo del ejército, las consideraba desde el punto de vista desoldado.Porotraparte,Hitlersehabíavueltomásdesconfiadoconlosmilitaresdesdequesufrieraelatentadocontrasuvida.

    —Todoestesistemaburocráticotienequerecibirunalimpiezaenseguida—anunció el Führer, secamente—, porque ha experimentado un incremento tangrande,queenrelaciónconlaburocraciacivilescomoundinosauriocomparadoconunconejo.

    Goering se desentendió de este argumento paramanifestar acaloradamentequeunoficialdeberíasercolocadoenunpuestoquepudieradesempeñar,perosiempreconservandosugraduaciónanterior.

    —Peronoselespuededarsuantiguagraduación—replicóHitler—.Siunode esos hombres volviese a ser coronel, entregarle un regimiento significaríaasesinara tresmilhombres.Talvezenestemomentonoseacapazsiquierademandarunaescuadra.

    —Entalcaso,selepuededarunamisiónmenoscomprometida.Esloquehehechoconalgunosdemisgenerales…

    GoeringyelFührerseguíanenzarzadoscomodosescolares,ycuandoHitlerdijo que el grado y la labor desempeñada debían estar equiparados, elreichsmarchallreplicó:

    —Solo un ser despreciable aceptaría una disminución de grado.Un dignomilitarpreferiríaantespegarseuntiro.

    Hitler trató de calmarle un poco prometiéndole no bajar la paga de losoficiales retirados,aunquesealistasendenuevocomosargentos,peroGoeringestalló:

    —Yoles tiraría lapagaa lacaraydiría:«¡Loquemeestáis robandoeselhonor!». Es sabido que hasta ahora esto se ha considerado como la peorhumillación.

    —Esonoescierto—contestóHitler,visiblementemolesto—.Solose tratadelaformaenqueustedesloconsideran.

    La discusión prosiguió sin tener trazas de concluir, y Guderian se agitóinquietoensuasiento,impacienteporregresarasucuartelgeneraldeZossenyalos desesperados problemas del Frente Oriental que se apilaban sobre suescritorio.

    —Hoynoshallamosenestadodeemergencia—añadióHitler—,yhemosdetener en cuenta lo que es un jefe de compañía. Se trata de un tenienteperfectamentecapacitadoparadirigirunacompañía;supongauncoronelincapaz

  • dehacerlo,porqueestáretiradodesdehaceveinticuatroañosalqueselehadadoelmandodeunpelotón,ytalvezniesosiquiera,perovistiendoununiformedecoronel.¿Aquéclasededesbarajusteconduciríatodoeso?¿Debeelcomandantedelacompañíasaludaralcoronel?

    —Elcambioes tan fundamentalqueacabará con todo lo establecidohastahoy—insistióGoering—.Setratadeunaideainconcebible.

    —Enelrestodelmundosehaceasí—contestóHitler.Guderian seguía revolviéndose en su asiento, mientras Von Keitel y el

    generalWilhelmBurgdorf,jefedepersonaldelEjército,apoyabanaHitlerconvehementesargumentosqueresultabanridículoscontresmillonesdevengativosrusosirrumpiendoporlafronteraorientaldeAlemania.

    Porfin,Hitlercomenzóadetallarsusargumentos:—Enprimerlugar,nopuedoconsentirqueesagentevuelvaacasa.Novoya

    llamaralservicioahombres incapaces,decasicincuentayseisaños,mientrasdespidoaotrosdecuarentaycincoquealfinyalcabohansidosoldados.Esoesimposible. En segundo lugar, tampoco puedo entregar unidades a gentesincapacitadasparamandarlas…

    —…Y en tercer lugar—interrumpióGoering—, yo no puedo decir a laspersonasqueunavezmandaronesasunidades,queyanolesseráentregadosumando…

    —Sisoncompetentes,lesseráentregado—aseguróHitler.—Enunaocasiónlofueron…—Entalcasoprontoestaránencondicionesdeasumirlodenuevo.Loúnico

    quetendránquehaceresaprenderotravez.Esonoesunadesgracia.Despuésdetodo, ¿nohe aprendidoyo a serCanciller delReich?Era jefedeunPartidoynadie mandaba en mí, y en cambio como canciller estaba subordinado alpresidentedelReich.DuranteuntiempoinclusofuifuncionariodelGobiernodeBrunswick.

    Un ministro nazi de Brunswick nombró en 1932 a Hitler para ocupar unpuesto en el Gobierno del Estado, con lo que adquiría automáticamente laciudadaníaalemana,peroaHitlernolegustabarecordaraquello.

    —Peronoeraenservicioactivo—replicóGoering,yseprodujounsilencioembarazoso.

    —¡Cómo se atreve a decir eso! —contestó Hitler, conteniéndose a duraspenas—.Hicemuchoporesazonadelpaís.

    A pesar de los rumores que corrían de que Goering había perdido su

  • ascendienteconelFührer,trassurenunciaalmandodelaLuftwaffe,taldiálogoindicaba que las relaciones entre ambos seguían siendo buenas todavía, y sereseñabaelhechodequeelreichsmarschall seguía siendoel sucesor legaldelFührer.

    En esemomento entró unmensajero y entregó a Fegelein un informe. ElrechonchogeneralllamólaatencióndeHitler.

    —Esosdiezmiloficialesysuboficiales—losinglesesynorteamericanosdeSagan— comenzarán a ser trasladados dentro de dos horas en un convoy—manifestó, añadiendo que a otros 1500 prisioneros de un campamento situadomáshaciaelEsteseleshabíadichoquepodíanpermanecerenélesperandoquelosliberasenlosrusos—.Senegaron,yofrecieronlucharpornosotros.

    HastaelmismogeneralJodlcomprendiólaexcitaciónquetrasuntabalavozdeFegelein.

    —Siconseguimosquelosinglesesynorteamericanosluchencontralosrusos—afirmóJodl—,seríaalgodignodecelebrarse.PeroHitlersemostróescéptico.

    —Tal vez unode ellos habló algo de eso, y sin duda exageraba.No estoymuysegurodequesucedanasílascosas.

    —Bien—dijoFegelein,comosielFührersehubiesemostradoentusiasmado—.Sihubieseunaposibilidad,quizápudiéramoslograralgointeresante.

    Dosdelosjóvenesoficialesintercambiarondiscretoscodazos.—No hay que confiar en ello solo porque un prisionero haya hecho tal

    declaración—manifestóHitler,cautamente.La reunión terminó a las 18,50 y Guderian y Freytag von Loringhoven

    salieronenseguidaparaZossen,localidadsituadaatreintakilómetrosalsurdeBerlín.Elgeneralsemostrabadisgustado.Habíanhabladodurantedoshorasymediasinllegarsiquieraaunadecisiónimportanteacercadelacríticasituaciónenlafronteraoriental.

    Uno de los comandantes de grupo de ejército de dicho frente, FerdinandSchöerner, acababa de resolver un problema delicado, y estaba tratando dehablar con Hitler por teléfono. Había conseguido rehacer su destruido flanconorte, donde Zhukov había llegado hasta el Oder, cuando surgió otracomplicación, esta vez en el flanco sur, donde el 17.° Ejército recibía losembatesdelastropasdeKonev.

    Tras una apresurada visita al punto más delicado de las operaciones,

  • Schöernertuvolaconviccióndequetodalaunidadquedaríaaniquiladasinoseordenabaunaretiradainmediata.Sinembargo,unaretiradasignificabaentregaralosrusoslaimportantísimaindustriadelaAltaSilesia,quedespuésdeladelRuhreralaúltima,industrialycarbonífera,quelequedabaalReich.Hitlerhabíaya enviado a Schöerner varios telegramas prohibiéndole que abandonase laregión, fuesencuales fueren lascircunstancias.Pero lazonaestabadestinadaaperderseinexorablemente,porloqueSchöernerordenóalcomandantedel17.°Ejército que se retirase. Luego el mismo Schöerner dijo a su jefe de EstadoMayor, el generalleutnant (teniente general)Woldfdietrich von Xylander, queescuchaseporunteléfonosupletoriomientrasélhablabaconHitler.

    —Führer—comenzódiciendoSchöerner,yalmomentoentróenmateria—.AcabodeordenarlaevacuacióndelazonaindustrialdelaAltaSilesia.

    Xylander,queestabatomandonotadelaconversación,esperabaunaréplicairacunda y una revocación de la orden, pero desde Berlín no llegó respuestaalgunaporlalíneatelefónica.—Esastropashanestadoluchandoduramenteenlos últimosquincedías, y ahora se encuentran exhaustas—prosiguiódiciendoSchöerner—. Si no les damos un respiro, perderemos por completo el 17.°Ejército, y el camino de Baviera quedará desguarnecido totalmente.RetrocederemoshastaelOderyallínosdetendremos.

    Continuóelsilencioduranteunosmomentos,yalfinunavozcansadadijo:—Estábien,Schöerner;siconsideraqueestoesloquedebehacerse,hágalo.EnelcampamentodeSaganalgunosdelosprisionerosestabanleyendouna

    octavillaenlaqueselesexhortabaalucharcontralosbolcheviques:

    «¡SOLDADOS DE LA COMMONWEALTH BRITÁNICA! ¡SOLDADOS DE ESTADOSUNIDOSDENORTEAMÉRICA!

    La gran ofensiva bolchevique acaba de trasponer las fronteras de Alemania. Los hombres delKremlin consideran que ha quedado abierta la conquista del mundo Occidental. Esta va a serindudablemente la batalla decisiva para nosotros. Pero también lo será para Inglaterra, paraEstadosUnidos y para la supervivencia de la civilización deOccidente…Por consiguiente, nosdirigimosavosotroscomounhombreblancopuedehacerloaotrohombreblanco…

    ESTAMOS SEGUROS DE QUE MUCHOS DE VOSOTROS COMPRENDÉIS LASCONSECUENCIASQUEACARREARÁLADESTRUCCIÓNDEEUROPA—NOSoLODEALEMANIA,SINODEEUROPA—PARAVUESTROPROPIOPAÍS…

    Consideramosquenuestraluchaestambiénlavuestra…OsinvitamosaqueentréisennuestrasfilasyenlasdedecenasdemillaresdevoluntariosprocedentesdelasnacionesconquistadasyoprimidasdeEuropa,que han tenido que elegir entre la sumisión al más brutal de los dominios asiáticos, y una existencia

  • nacionalenelfuturo,conideaseuropeas,muchasdelascuales,desdeluego,constituyennuestrospropiosideales…Ospedimos que informéis al oficial de caravanade vuestra decisión, y seréis recibidos con losmismosprivilegiosquenuestrospropioshombres,pues sabemosquecompartiréis susobligaciones.Estoesalgoquesuperalosmeroslímitesdeunanación.ElmundosehallahoyenfrentadoconunaluchaentreelEsteyelOeste.Pensadlobien.

    ¿ESTÁISAFAVORDELACULTURAOCCIDENTAL,ODELABARBARIEORIENTAL?¡TOMADAHORAVUESTRADECISIÓN!».

    Los internados en el campamentodeSagan reaccionarondelmismomodoque otros que estabanmás hacia el Este, y justamente en la forma queHitlerhabíasospechadoquereaccionarían:Nosepresentóunsolovoluntario,ylosqueguardaron laoctavillaensumochila lohicieronsolopara tenerunrecuerdo,oparadisponerdepapelhigiénico.

    Aquella misma noche la mayoría de los prisioneros de los cinco gruposestaban dedicados a efectuar los últimos preparativos para la marcha, con laexcepción de unos quinientos hombres del Grupo Sur, que se hallabancontemplandounarepresentacióndesuconjuntoteatral,denominadaNopodéisllevarlo con vosotros. El auditorio había sido construido por los mismosprisioneros, y sus asientos estaban hechos de cajones vacíos de la Cruz RojaCanadiense. Todos los billetes fueron solicitados, y la entrada «costaba» unabriqueta de carbón. Los candeleros y los reflectores se habían construido congrandes latasdebizcochos,ya los ladoshabía inclusounaspasarelaselevadasparasituarreflectoresadiferentesdistancias.Desdelanochedelainauguracióndelasala,enelpasadomesdefebrero,loshombresdelGrupoSurhabíanpuestoenescenaalgunosespectáculosdevariedades,piezasteatralesdeunsoloacto,yobras de Broadway, como Front Page, Kiss and Tell y Room Service. Lospapelesdemujererandesempeñados—sinremilgos—porhombres.

    Las estufas que se hallaban encendidas en las cuatro esquinas de la salaúnicamente conseguían atenuar algo el frío intenso del auditorio, pero loshombressehallabandemasiadoabsortosenlacomediadeKaufmanyHartparanotaraquellacircunstancia.Alassieteymedialapuertadelasalaseabrióconestruendo y el coronel C. G. Goodrich, el oficial de mayor grado del grupo,subióalestradohaciendoretumbarlastablasconsuszuecosdemadera.Eraunfornido piloto de bombardero norteamericano que se había roto la espaldavolando sobre África. En cuanto subió al escenario se produjo un repentinosilencio.

  • —Losguardias acaban de informar que nos dan treintaminutos para estarpreparados ante la puerta del campamento —manifestó—. Coged vuestrospetatesyformadenlínea.

    Almomentolosespectadoresabandonaronellocalysedirigieronhaciasusbarracones.Sehablópocomientrassecolocabanropainteriorlimpiayelmejoruniforme de que disponía cada uno. Losmás afortunados sacaron los zapatosnuevos que guardaban entre sus pertenencias, y la comida que no podría serllevadanotardóenserconsumidaconapresuradosbocados.Losprisionerossecolocaronlosabrigos,yencimadeloshombrosunamantaarrollada.EltenientecoronelHaroldDeckerocultóelreceptorderadiobajosuabrigo.Losauricularesestaban cosidos ya en el interior de su gorro.Otros hombres se apresuraban aescarbarenel sueloheladode losbarraconespara recuperarcódigos,mapasydineroquehabíanenterradoantes.

    Delante de cada barraca se formó una fila. Los prisioneros se ayudaronmutuamente,ajustándose losbultosa lasespaldas,mientrasgolpeabanelsueloconritmoinconsciente,ysedispusieronaesperar,queeraalgoaloqueestabanacostumbradosdesdequeentraronenelcampamento.Losquenoteníangorrosquetapabantambiénelrostro,padecíanunfríotanintensoquelescausabadolordecabeza.Despuésdetreintaminutosquelesparecieronvariashoras,llegaronunoscienguardianesconunadocenadeperrosqueaullabanfieramenteytirabande las correas que les sujetaban. Los guardianes comenzaron a sacar a losprisioneros fuera delGrupo Sur.Al pasar ante losGruposOeste yNorte, suscompañeroslesdespidierondeseándolesbuenasuerte.Eranyaunpocomásdelasdiezdelamañanacuandolalargacolumnadedosmilhombresestuvoalfinfuera del campamento encaminándose hacia el Oeste, entre los remolinos denievequeseformabanasualrededor.ElGrupoOesteavanzabaacontinuacióndel Grupo Sur, y cada uno de los sobrecargados prisioneros recibió, en elmomentodetrasponer lapuerta,unpaquetedecincokilosdonadopor laCruzRoja.Muchosdeellossoloquisieronconservarunospocosalimentos,comoelchocolate y las sardinas, y las cunetas de la carretera no tardaron en quedarllenasdecomida.

    Los hombres del Grupo Central supieron por su jefe, el coronel DelmarSpivey,queelgeneralVanaman iríaal frentedesucolumna,yquedeseabaelestrechocumplimientodelasórdenesdadasporlosalemanes.

    —No nos pasará nada si nos mantenemos unidos —manifestó Spivey, yadvirtióasushombresquenohicieranningunatentativaparaescapar.

  • Acausadel lentoavancedelosqueseencontrabanyaenlacarretera,erancasi las cuatro de la mañana del 28 de enero cuando los últimos hombresatravesaronlapuertadelcampamento.

    Enesemomento,losqueavanzabanencabezadelalargacolumnadetrecekilómetrosseencontrabanyaexhaustos,pues llevabanandandosietehoras.Sehabía levantado un fuerte viento, lo que unido al medio metro de nieve quecubríalacarreterahacíaquecadapasoquedabanresultaseuntormento.Aunasí,el teniente coronel Albert Clark, un piloto de caza derribado en 1942, no sedecidía a abandonar dos grandes álbumes de recortes que había obtenido deperiódicosalemanes.Enbromahabíaofrecidounacajadewhiskyescocésalquelellevaseloslibros,peroeltenientecoronelWillieLanfordlotomóenserioYavanzabaarrastrandoasusespaldasuntrineoimprovisadosobreelqueibanlosdos álbumes. Otra media docena de prisioneros, entre los que se contaba elpropioClark, se turnabanpara tirardelvehículo,yaqueelhabilidosoLanfordhabíahechoel trineo lo suficientegrandecomoparaqueenélpudieran llevarvarioshombressuimpedimenta.

    Cadapocashoraslacolumnasedetenía,yloshombresseagrupabandandopatadas al suelo. Nadie hablaba, ni se oían bromas. Los zapatos y las ropassuplementarias,asícomolosrecuerdostantotiempoguardados,ibanapararalacuneta.Algunoshacíanpequeñasfogatasconlascartasdelosseresqueridos,yconsusDiarios.

    Cuandosereanudabalamarcha,apesardeloquesehabíatiradoalacuneta,los paquetes parecíanmás pesados que antes. Cuando uno de los hombres setambaleó y cayó al suelo, fue recogido entre dos compañeros que temían lomatasen los guardias de un tiro, y lo llevaron entre ambos, dejando atrás losbultosylasmantas.Sololosprisionerosmásdébilesibanencarromatos.Porlodemás, poca era la diferencia que había entre prisioneros y guardias, en esosmomentos, pues hasta los alemanes se aligeraban de peso deshaciéndose dealgunaspertenencias.Unode losguardias,que teníabastantesañosy sehabíaportadobienconlosinternados,avanzabaapoyadoendosdeellos,entantoqueotrolellevabaelfusil.

    Mediada la mañana la vanguardia de la columna se detuvo en un pueblosituadoaveintinuevekilómetrosdeSagan,y suscomponentes fueronalojadosentresgraneros.Losqueveíanatrásseguíanmarchando,ysedesplomabancadavezenmayornúmerosobrelacarretera,conlasropashúmedasporlanieveyelsudor.Porloregular,unodeloscompañerossequedabaconelcaído,frotándole

  • losbrazosylaspiernashastaquellegabaelcarrodesocorro.Siesteyaestabademasiado lleno, alguno de los que se encontraban mejor, saltaba al suelo ycedíasulugaralhombretendidoenelcamino.

    LosintegrantesdelGrupoCentralllegaronalaciudaddeHalbavalastresdelatarde.Eraimposiblequesiguieranadelantesintomarsealgúndescanso,porloque, mientras los prisioneros estaban expuestos al aire helado, un sargentoalemánfueenbuscadealojamiento.Porfin,unsacerdoteconsiguiócolocarlosenunaiglesialuteranadondecabíanquinientosfieles,ylosquenoentraronallífueronadescansaraldepósitodecadáveresyaunaescuela.

    Milquinientoshombresseapiñaronenlaiglesia,hastaquecadacentímetrode lamisma estuvo ocupada, desde los retretes del sótano hasta la buhardilla.Losprisionerosestabantanapelotonadosenlosbancos,quenopodíanhacerunsolo movimiento. Otros durmieron bajo los bancos, en el suelo. No tardó laiglesia en quedar desagradablemente caldeada con el calor corporal de tantoshombreshacinados.Se inicióentoncesunconstantedesfilehacia losservicios,queseacentuóalllegarlanoche.Peroelavancesehacíatandificultosoatravésdeloscuerpostendidos,quemuchosdelosenfermosvomitabanencimadesuscompañerosquedormían,antesdepoder llegara losretretes.Losenfermosdedisentería empujaban desesperadamente para llegar hasta los servicios, y a laspocas horas el hedor era insoportable, al tiempo que la lucha entre los quequeríansalirylosquedeseabandormirseaproximabaalofrenético.Deprontoalguiengritó:

    —¡Atención!EraelcoronelSpivey,quesehallabadepie,enropainterior,juntoalpúlpito.

    AsuladosehallabaDaniel,eljovenpastorprotestante.—Al próximo hombre que vea peleando —anunció Spivey, cuando el

    tumulto sehubo acallado le haréquedardepie afuera, sobre la nieve, durantetoda la noche. Las incomodidades que pasamos ahora, incluso el que nosvomiten encima, no es lo peor que puede sucedernos. En este momento noshallamosacubierto,perohacetreshorasestábamosenlacarretera,helándonosdefrío.

    Luegopidió a los prisioneros que ayudasen a sus compañeros enfermos, yquetuviesenpaciencia.

    —Sinopuedendormir,quédensesentadosypiensenensushogares.Ysinosoncapacesdedeciralgoagradable,másvalequemantengan labocacerrada.Buenasnoches.

  • Eljovensacerdoteavanzóluegoydijocontonoconciliador:—¿No se han parado a pensar que tal vez Dios esté probando la fe de

    ustedes?Luego empezó a orar, pidiendo protección para los enfermos y los más

    débiles.—Dadnoslafuerzanecesariaparasobrevivir—dijo—yparaseguiradelante

    siempre,hastaquelogremosnuestraliberación.Amén.Loshombresparecieronserenarse,ylamayorpartedeellosnotardaronen

    quedarsedormidos.

    Justamenteporel caminoprincipalque seguíaZhukoven sumarchahaciaBerlín, avanzaba otro grupo de prisioneros aliados. Habían salido delcampamentodeSchokken,Polonia,ochodíasantes,yseencontrabanyacercadelpueblodeWugarten,atreintakilómetrosaloestedelafronteraalemana.Eraungrupoheterogéneo, integradopor79norteamericanosy200 italianos, entrelosquesecontaban30generalesdeavanzadaedad,quefueronencarceladostraslacapitulacióndelreyHumberto.EljefedelosprisioneroseraelcoronelHurleyFuller,comandantedeunregimientodelaDivisión28.CuandolecapturaronenBulge,unodesussargentosmanifestó:

    —LosnazisvanalamentarhaberapresadoaHurley.Estejustificólaspalabrasdelsargentodesdeelprincipio.Yaeneldíainicialdelamarcha,Fullerordenórepentinamentehacerunalto

    en el camino, lo mismo que si aún estuviese mandando su regimiento. Acontinuación se tendió sobre la nieve, a un lado de la carretera. Los atónitosguardias no tardaron en comprender, lo mismo que lo habían comprendidoanteriormentelossuperioresdeFuller,queaqueltejanodecuarentaynueveañosera un hombre testarudo, y como hiciera caso omiso de sus amenazas,terminaronporencargarledelacaravana.Enelcursodelaúltimasemana,FullerhabíaestadoretrasandotodoloposibleelavancehaciaelOeste,yaquequeríaserliberadoporlosrusos.Porconsiguiente,losprisionerossolohabíanllegadoaWugartencuandodebíanhabercruzadoyaelríoOder.

    El intérprete de los alemanes, teniente Paul Hegel, buscó refugio para losprisioneros en una escuela y les llevó alimentos.Había pasado cerca de cincoañosenNuevaYork,preparándoseparauncargoenunainstituciónbancaria,porloquecasipodíadecirsequeerapartidariodelosnorteamericanos.

  • —Ayúdenos —le dijo Fuller—, y conseguiremos que vuelva a EstadosUnidos.

    AquellanocheHegeloyóunmensajedeGoebbels,porlaradio,conelquepretendía tranquilizara losalemanes.Afirmabaque la situaciónenelEsteeradelicada,peroquenohabíamotivosparasentirpánico.LasarmassecretasdelFührernotardaríanenestarpreparadas,yresultaríafácilhacerretrocederalosrusos. Pero en cuanto Hegel apagó el receptor, se percibió con claridad elestruendodelaartillería.

    Al día siguiente, 29 de enero, por la mañana temprano, el hauptmann(capitán) Matz, jefe de los guardias, oyó no muy lejos el crepitar de lasametralladoras, ydecidióque laúnica formade librarsede los rusos eradejaratrásalosprisioneros.Porconsiguientesetrasladóalaescuela,despertóaHegelcuando eran las siete de lamañana, y le hizo escribir unanota, que entregó aFuller: La nota decía: «Estos oficiales norteamericanos deben quedar atrásdebidoalalentitudconquemarchan,yalavancedelostanquespesadosrusos».

    —Cuando los rusos se apoderendenosotros,bastardo,voya conseguirunfusil y correré detrás tuyo para matarte —gruñó Fuller, como si estuvieseencolerizado,auncuandosesentíasatisfechoporlibrarsealfindeMatz.Peroloquenecesitabaeraunintérprete.Porlotanto,FullerfueadondeHegelseestabavistiendoapresuradamentey,quitándoselapistola«Walther»,ledijo:

    —Ustedsequedaconnosotros.Luego lehizovestirununiformedeoficialdeEstadosUnidos, incluyendo

    ropainteriorycalcetines,yleentregóunachapadeidentificación.—Desdeahoraesustednorteamericano,tenienteGeorgeMuhlbauer.MuhlbauerhabíahuidonohacíamuchodelgrupodeFuller.—Noseinquiete—ledijoalasombradoHegel—.Sehaportadoustedbien

    connosotros,yyolesacarédeesteatolladero.ElcoronelFullerreunióalosnorteamericanosylesdijoquepermaneciesen

    en la escuela, al tiempo que les recordaba el castigo que recibirían si seentregabanalpillaje.LanoticiadelamarchadeMatzsedivulgórápidamenteyalospocosminutoselalcaldedeWugartensepresentó,yselehizoresponsabledelosalimentosysuministrosdelpueblo.Luegollegarondossoldadospolacosqueofrecieronlosserviciosde185desuscompatriotas.Fuller losaceptó,y lomismo hizo con diecisiete prisioneros franceses, entre los que había uno quehablaba ruso. Estableció a continuación un puesto de mando en la casa delalcalde y ordenó que todas las armas del pueblo fueran entregadas. Una vez

  • armado, el coronel se preparó a defender Wugarten de todo aquel que sepresentase,fuesealemánoruso.

    Tres de los hombres del grupo de Fuller ya estaban luchando contra losalemanes.EltenientecoronelDoyleYardleyyotrosdosnorteamericanoshabíanhuidodelgrupounasemanaantes.Cuandofueronalcanzadosporunaunidaddetanques del Ejército Rojo, el comandante golpeó en la espalda a Yardley yexclamó:

    —Amerikansky, Roosevelt, Churchill, Stalin, «Studebaker», «Chevrolet»,¡muybueno!

    Luego dio vodka a los norteamericanos, así como mantas y alimentos, einsistióenque seuniesena subatallónpara lucharcontra losalemanes, comobuenosaliados.

    El 29 de enero los tres norteamericanos estaban ya cerca de Wugarten,tomandoparteenunataquedecarrosdeasaltodelEjércitoSoviético.Deprontotres«Messerschmitt109»picaronsobre lacolumnaacorazada.Losamericanosse lanzaron instintivamente a una zanja, ante el regocijo de los rusos, quesiguierondespreocupadamentedepie,disparandocontralosavionesconfusiles,metralletase inclusoconpistolas.Lacolumnasedesplazó lentamenteperosinpausa,dejandoasusmuertosenelcamino,yllegóalpueblodeKreuz,dondelosinfantesrusosestabanacabandoconlosúltimosnúcleosderesistencia.Yardleyobservóquedeunacasasalíandosalemanespararendirse.Unoficialsoviéticolesdisparó tranquilamenteconsupistola,y loscadáveres fueronarrastradosalcentro de la calle. Entonces comenzaron a pasar sobre los cuerpos,deliberadamente, los camiones y tanques de la unidad.Esto hizo estremecer aYardley,puesaquellanoeralaclasedeluchaquehabíapresenciadoenelFrenteOccidental.

    Mientras Zhukov avanzaba hacia el Oeste, en dirección a Berlín,RokossovskysedirigíaalNorte,almarBálticoyalhistóricopuertodeDanzig.Delante de las avanzadillas de Rokossovsky huían caravanas de refugiadosprocedentesdePrusiaOriental.UnhombrequeibaacaballocorrióalolargodeunacolumnaderefugiadosquemarchabahaciaDanzig,gritando:

    —¡Losrusosllegaránaquídentrodemediahora!

  • Muchosdelosqueibanapiesedispersaroncortandocaminopor lanieve,pero loscarrosestabanatestadosyavanzabancongran lentitud.De improvisocomenzaronaestallarlasgranadasenloscamposcercanos,ysinquesesupierade dónde salían, las ráfagas de ametralladora empezaron a barrer la carretera.JosefinaScheleiter,unaestudiantedeMedicina,searrojósobrelanievemientrasasualrededorrestallabanlasbalasyhacíanexplosiónlasgranadasconestrépitoensordecedor. Lamuchacha tuvo la seguridad de que su vida había llegado atérmino.

    Repentinamentevolvióareinarlacalma,yunosmomentosmástarde,tandeimproviso como antes, surgieron unos enormes tanques rusos, de distintospuntos. Detrás de ellos avanzaban con movimientos decididos unos soldadossoviéticos que vestían ropajes blancos. Uno de los tanques se internó en lacarretera, volcando varios carromatos y aplastando a otros. Más tanquessiguieronalprimero,ypocodespuésloscaballosheridosyacíanenlascunetas,relinchandodeterror,mientraslagentesaltabaapresuradamentedeloscarrosyescapabaparasalvarlavida.

    Josefine oyó que una muchacha rogaba a su padre que la matase de undisparo.

    —¡Sí,padre,yamítambién!—añadióelhermano,dedieciséisaños—.Notengoningúnmotivoparavivir.

    —Esperadunpocomás,hijosmíos—replicóelpadre,mientraslaslágrimassedeslizabanporsurostro.

    Unoficialsoviéticoavanzósobresucaballoyescuchóconimpaciencialassúplicas de varios soldados alemanes, que se le acercaron. Josefine vio que eloficialsacabasupistolayentoncescerrólosojos.Oyóvariosdisparos,ycuandovolvióamirar,descubrióalosalemanestendidosenelsuelo,mientraslasangreteñíaderojolanieve.Josefinequisoacudirensuayuda,peroestabademasiadoaterrada.Pasaronvarioscarrosdecombatemás,sobre loscuales ibanrobustossoldadosqueagitabanlosbrazosygritabanmientrasreían:

    —Hitlerkaputt!Algunossaltaronatierraexclamando:—Uri,uri!Erasuversióndelvocablouhren,relojes.Losrefugiadosfuerondespojados

    desusrelojes,anillosyguantesdepiel.Llegaronmástanques,conducidospormujeres, lo mismo que por hombres. Todos eran fornidos y vestían buenosuniformes,botasnuevasygorrasdepiel.

  • Algunos trabajadores forzados polacos estaban ya trabando amistad conrusos.

    —Volved a vuestras casas—dijeron a sus antiguos amos alemanes—.Losrusossonbuenagente,nadamaloosocurrirá.

    PorlanocheelcoronelFullerysusallegadoshabíanhechodeWugartenunbaluarte.AdemásdelosveintiséisfusilesylasdosametralladorasabandonadasporMatzysushombres,habíanconseguidodeloshabitantesdelpueblovariasescopetas,pistolaseinclusoespadas.Fullerarmóasusamericanosyalos185polacos, y apostó centinelas en cada extremo de la población. Al este de lamismaseexcavarontrincherasyseemplazaronlasdosametralladoras.Hacialasnueve,variosgruposorganizadosdealemanesfueroncapturados.

    Unahoramástarde,Fuller,HegelyeltenienteCraigCampbell,quedormíanenelsegundopisodelaalcaldía,fuerondespertadosporunosdisparosdecañón.Fuller miró a través de la ventana y vio una docena de tanques pintados denegro.Noparecíanalemanes, sinoque tenían la alta siluetade los«Sherman»americanos. Antes de que los tres hombres se hubieran terminado de vestir,oyerongolpesenlapuertadeabajoyfuertesgritos.

    —Nohablanalemán—declaróCampbell.—Creoqueesruso—dijoFuller—.Abridlapuerta.Yaseoíanreciaspisadasqueascendíanlaescalera.Hegelcomenzóagritar:—Amerikansky!Amerikansky!Lapuertade lahabitaciónseabriódegolpe,yvarios rusosseabalanzaron

    sobre los tres hombres, apoyándoles en el vientre sus ametralladoras ligeras.Fullerseñalóhacialahabitaciónvecina,yalfinlosrusosparecieroncomprendery trajeron a Alex Bertin, el prisionero francés que hablaba ruso. Cuando elcomandantesoviético,capitánMayarchuk,oyódecirque los treseranoficialesnorteamericanos,seriósarcásticamente.

    —¿CómopuedenestarlosamericanosenelFrenteOriental,pordelantedelEjército Rojo? —replicó, al tiempo que hundía aún más su pistola en elestómagodeFuller.

    Bertinexplicó larazón,yel rusodioentoncesaFullerunfuerteabrazó, lebesó en unamejilla y dijo que los americanos podían pedir lo que quisieran.Fullerdijoquenecesitabamunicionesalemanasyvelas,yquequeríaverselibredelostreintayseisprisionerosgermanoscapturados.Elcapitáncontestóquese

  • cuidaríadetodoello,ydijoquedeberíaimponerseinmediatamenteeltoquedequedapara lapoblacióncivilalemana.Fullerenvióaporelalcalde,elcualsemostróplenamentedispuestoacolaborar,yafirmóquemandaríaenseguidaalpregonero por todo el pueblo para que divulgase la orden. A continuación semarchóapresuradamentedelaestancia.

    Seoyóentoncesundisparo,yFuller,presintiendoalgodesagradable,salióala calle. El alcalde yacía tendido sobre la nieve, con una herida mortal en lacabeza. El capitán Mayarchuk, junto al cuerpo, se rió sarcásticamente de laindignacióndeFuller.

    —Solemos matar a todos los alcaldes alemanes —manifestó. Los dosmilitares aliados se dirigieron a continuación a la plaza del pueblo, donde lostanquesrusos«Sherman»—cedidosporlosamericanos—sehallabandetenidosjunto a la iglesia.Los treintay seisprisioneros alemanes fueron sacadosde labodegadondeestabanencerrados.Unosehallabatanmalheridoqueletraíanencarretilla.MientrasFullerproseguíasucaminoconducidoporelcapitánruso,seoyó otro disparo. Volvióse Fuller al momento y descubrió al hombre de lacarretillaconlosmiembrosinertes,muertodeunbalazo.

    —¡Esto va contra las leyes de guerra!—protestó Fuller—. Informaré a susuperior.

    CuandoBertintradujoestaspalabras,Mayarchukselimitóasonreír.—Estábien,digaalcoronelqueyanomataremosmásnazisenlaciudad—

    manifestó—.Desdeahoralosllevaremosalcampo,parahacerlo.Por todo el pueblo se veía a los rusos bebiendo vodka y celebrando el

    acontecimientodehaberseencontradocon losamericanos.Pero la indignacióndeFuller llegóa impresionarles.Aunque se emborracharonehicierongrandesdestrozos, Wugarten fue probablemente la única población de todo el FrenteOrientalenquenoseviolóaunasolamujeraquellanoche.Soloenunacasaseregistró un acto de violencia. Los soviéticos hallaron unos retratos de Hitlercolocadosparacelebraraldíasiguienteelduodécimoaniversariodesuascensoalpoder,ycomocastigodieronmuertealosdiezintegrantesdelafamilia.

  • Capítulosegundo

    Cincominutosantesdelamedianoche

    1

    Eran casi las cinco de la mañana del 30 de enero, cuando un gran«Skymaster»—transporteC-54deEstadosUnidos— tomó tierra en la isla deMalta.EnelaparatoviajabanWinstonChurchillyotrospersonajesinglesesquellegaban para asistir al «Cricket», nombre clave de una conferencia de cuatrodíasdeduracióncon losmilitaresy los jefespolíticosnorteamericanos,queserealizaba previamente a la entrevista de los Tres Grandes, en el balneario deYalta.

    ElgobernadordeMalta,asícomoelcomandanteenjefedelMediterráneoymuchosotros importantes funcionariosmilitaresyciviles,sehallabanreunidosen el aeropuerto cuando el ayudante personal deChurchill, comandanteC.R.Thomson, se asomó a la puerta del avión. Llevaba puesto el pijama, y unachaquetasobreelmismo.Antesuasombroydesconcierto,seviobañadoenelresplandorde los reflectores.Peroaúnsedesconcertómáscuandosupoqueelgobernador de Malta había estado esperando una hora al frío, ya que eltelegrama anunciaba la hora de llegada de Churchill según el T. M. deGreenwich.

    También se hallaba despierto en aquellosmomentos el general George C.Marshall,jefedelEstadoMayordelEjércitodeEstadosUnidos.Unahoraantes,un diligente sargento británico le había entregado un sobre con la inscripción

  • «Muy urgente». Se trataba de una invitación impresa, para la cena del díasiguienteenlaresidenciadelgobernador,solicitándoseunarespuestainmediata.

    A las diez, Marshall y otros miembros del Estado Mayor Conjunto deEstadosUnidos se reuníanen«MontgomeryHouse», residenciadeLaValetta,capital de Malta, para decidir la postura que debía adoptarse en la primerareunión formal de «Cricket». Después de algunas bromas acerca de lasintempestivasinvitacionesnocturnas,ysobrelagélidatemperaturaquereinabaen las habitaciones, comenzó a considerarse el aspectomilitarmás importanteque debería tratarse en «Criquet»: la estrategia final a adoptar en el FrenteOccidental.

    Entrebritánicosyamericanoshabíansurgidogravesdiferencias,acercadelaformaderealizarlaocupacióndeAlemania,yadesdeelmismomomentodelainvasión de Normandía. Desde su cuartel general de Francia, el mariscal decampo Bernard Montgomery, comandante del 21.° Grupo de Ejército, semostrabainclinadoarealizarunsoloataqueporelnortedeAlemania,atravésdel Ruhr, y bajo su propia dirección. Afirmó que lo único que necesitaba,además de sus tropas, era el Primer Ejército norteamericano. Pero loscomandantes norteamericanos se mostraban igualmente insistentes en que elataque debía hacerse simultáneamente desde su propia zona, bastante hacia elSur, contra Francfort del Main. Con las tropas germanas retirándosedesordenadamente, tanto el mando de Estados Unidos como el británico,considerabanjustificadamentequepodíanlograrunavictoriatotalhaciafinesde1944, siempre que se les diera carta blanca. Pero el comandante supremo,generalEisenhower,eramásbienunestadistamilitarqueunjefedeoperaciones,y halló una solución equitativa: permitió que Montgomery llevase a cabo laofensivaprincipaldesdeelNorte,conpreferenciaenlossuministros,perodejótambiénqueeltenientegeneralGeorgeS.PattonsiguieseatacandodesdeelSur,con el Tercer Ejército de Estados Unidos, aunque en menor escala. Comoresultado de ello, los Aliados avanzaron hacia el Este en un amplio frente, yllegaronalafronteraalemanaenseptiembre,paraquedardetenidosporfaltadesuministros.Muypocofueloqueocurrióenaquelfrentedurantelostresmesessiguientes,permitiendoalosalemanesreorganizarsusejércitos,quehabíansidoduramente castigados en Francia, creando una fuerte línea defensiva desdeHolanda hasta Suiza. La calma permitió aHitler, incluso, lanzar una ofensivarealmenteinesperada:labatalladelBulge.Sorprendiendoalosnorteamericanosensituacióndébil,losalemanesavanzaronarrolladoramentehaciaelríoMosa,y

  • aunque los soldados de Hitler fueron después rechazados hasta las fronterasgermanas, el prestigio militar americano y la moral de las tropas quedaronseriamentedañados.Ladiscusiónoriginadapor lapeticióndeMontgomerydellevaracabounasolaofensivaenAlemania,sevioagravadadurantelabatalladelBulge,cuandoEisenhowerdecidió transferir repentinamenteelsectornortede lasArdenasalmariscal inglés.Bradleyquedódesconcertadoalverse sin lamitaddesustropas,justamentecuandocreíatenerdominadalasituación.Luegomontóencólera cuandoMontgomery,unavezganada labatalla, explicóa loscorresponsales de los periódicos la forma en que había «solucionado elembrollo».BradleyconsideróqueMontgomeryhabíaexageradoelpapelquelecupoenlavictoria,«aprovechandonuestrodescalabroenlasArdenas».

    Perfectamentealcorrientedeestadesagradablesituación,Eisenhowerhabíaelaborado su plan final para invadir Alemania. Su proyecto era similar al delotoñoanterior,yconsistíaenpresionarsobrelafronteraalemanadesdeHolandaa Suiza. En el extremo de la línea se hallaba el 21.° Grupo de Ejército deMontgomery,quecomprendíatresejércitos:elPrimerocanadiense,elSegundobritánico y elNoveno americano.A continuación se hallaba el 12.°Grupo deEjército de Bradley, integrado por los ejércitos Primero y Tercero de EstadosUnidos.EnelSur,porfin,estabaelgeneralJacobL.Deversconel6.°GrupodeEjércitocompuestopor losejércitosPrimeroySéptimofranceses.LosjefesdeEstadoMayornorteamericanossereunieronparaconocerlosplanesestratégicosdelcomandantesupremo,quefueronexpuestosporeljefedeEstadoMayordeEisenhower, teniente general Walter Bedell Smith, al que apodaban«Descarado».Montgomery conduciría su 21.° Grupo de Ejército en el ataquefinalatravésdelacuencadelRhur,yBradleyllevaríaacaboelsegundoataqueenimportanciacontralazonadeFrancfort.Smithmanifestóquelaoportunidaden las operaciones era el factor más importante, y que los Aliados deberíanavanzarconímpetuhaciaelEste,entantolosalemanesrecibíanundurocastigoenelfrenteopuesto,porpartedelEjércitoRojo.

    A mediodía, los jefes británicos de Estado Mayor se reunieron con suscolegas norteamericanos.Entre todos constituían la Jefatura delEstadoMayorConjunto,yteníanlaresponsabilidaddelamarchadelaguerraenelOeste.Elmariscal de campoAlanBrooke, con prerrogativas similares a las del generalMarshall, asumió la presidencia. De afable apariencia, reservó sus ingeniosossarcasmosparaelDiarioquellevabafielmente.TeníalaseguridaddeconocerlaformadeganarlaguerramuchomejorqueEisenhower,peroprocuróocultarsu

  • pareceralcomandantesupremo.Paralosamigosíntimos,noeraningúnsecretoqueBrookeconsiderabaaEisenhowercomounapersonaque sedejaba influirpor laopinióndelúltimoconquienhablaba.Brooke también teníasus reparosacercadeMarshall,ysehabríasentidomuchomássatisfechosiMacArthur—asumododeverelgeneralmáscompetentedelacontienda—hubiesesidoeljefedeEstadoMayornorteamericano.

    Brooke escuchó cortésmente mientras Smith bosquejaba el plan deEisenhower, aunque sin dejar de pensar que el llamado ataque secundario deBradley amenazaba con convertirse en algo casi tan importante como el deMontgomery.Por fin,hizonotarque los inglesesconsiderabanquenoexistíanfuerzas suficientes como para llevar a cabo dos operaciones de granenvergadura,porloqueseríanecesariodecidirseporunasola.Ydelasdos,ladeMontgomeryenelNorteparecíaserlamásprometedora.

    Con irascibilidad que se veía agravada por su úlcera estomacal, Smithcontestó que Eisenhower pensaba proporcionar a Montgomery todas lasunidadesquelogísticamentepudieramandar,osea,treintayseisdivisiones,condiezmásdereserva,yañadióque«elataquedelSurnopretendecompetirconeldelNorte».EstohizosuscitarmayoresrecelosenBrooke,quiendeclaróqueleparecíabienlaexplicación,peroqueseguíacreyendoqueelataquedeBradleypodría exigir el empleo de numerosas fuerzas, debilitando la ofensiva deMontgomery.Marshall comenzaba a impacientarse, y dominando su irritacióndeclaró—comolohabíanhechoantesqueélmuchosotrosgeneralesamericanosqueno era conveniente confiar enuna líneaúnicade ataque contraBerlín.Sehacía indispensable contar con otro recurso al que echarmano si no le salíanbienlascosasaMontgomery.

    Los ingleses tuvieron entonces la seguridad de que los norteamericanosestaban planeando una segunda ofensiva importante, y comenzaron a criticarenérgicamenteelplandeEisenhowerdeconcentrartodaslastropasanteelRhinantes de intentar el cruce del río. El cáustico Smith replicó que Eisenhowernunca había dicho que se tomara toda la zona occidental del Rhin antes decruzarlo, lo cual fue confirmado, con su tono mesurado, por el jefe deoperacionesdeEisenhower,generalHaroldBull.LareuniónenlasmárgenesdelRhinnoseintentaría,añadióSmith,siellosignificabaunademoraenelavance.PeroBrookeestaba secretamente convencidodeque eso serviría comoexcusapara efectuar una ofensiva a lo largo del Rhin, en lugar de concentrar lasenergías en el único ataque en que actuase Patton, y estaba destinada a

  • convertirseenprincipal,porloquecortésmentedijoqueenlugardeaprobarelplandeEisenhowerpreferiríaque la JefaturadelEstadoMayorConjunto solotomasenotadelproyectoenesosmomentos.Laacciónsufríaasíunademora,yen cuanto la entrevista hubo terminadoBedell Smith envió aEisenhower, queestabaenVersalles,elsiguientetelegrama:

    … Los jefes de Estado Mayor británicos insistirán en que se estipule algo por escrito paraasegurarsedequeelataqueprincipalsellevaráacaboporelNorte,ydequeustednodemorarálaoperaciónhastahabereliminadoatodaslasfuerzasalemanasaloestedelRhin…

    Mientras secelebrabaestedebate, los jefespolíticosdeambasnaciones sehallabanabordodenavíosdeguerradesusrespectivospaíses.Churchillestabaenel«H.M.S.Orión»,ancladoenelpuertodeLaValetta.Aquejadodefiebre,seencontrabaencama.ElpresidenteRooseveltsehallabaenelnuevocrucero«Quincy»,a tresdíasdenavegacióndeMalta.Considerabaqueundíabastabapara solucionar la conferencia «Cricket», pues no quería reanudar lasdiscusionesconChurchillacercadesuplanfavoritodeavanzaratravésdelosBalcaneshastaVienayPraga.

    AqueldíaRoosevelt cumplía sesentay tres añosy suúnicahija, la señoraAnna deBoettiger, estaba organizando una fiesta para celebrar su aniversario.Por todo el territorio de Estados Unidos se celebraría el acontecimiento, abeneficio de la sociedad filantrópica por la que el presidente sentía especialpredilección.

    2

    El 30 de enero también era una fecha que se celebraba en Alemania. En1933,elmismoañoenqueRooseveltiniciósuprimermandatopresidencial,elpresidente alemán Paul von Hindenburg nombró a Adolf Hitler canciller delGobierno. En aquella ocasión, doce años más tarde, era de suponer quedestacados jefesdelPartidoNazihablarían a los soldados en todos los frentesparaponerlesalcorrientedelasfavorablesperspectivasquesepresentabanenelfuturo, y para asegurarles que la guerra sería ganada por Alemania. El SSobergruppenführer(tenientegeneral)KarlWolff,jefedelasSSydelaPolicíadeItalia,había reunidoasushombresprincipales.AntiguoayudantedeHimmler,

  • Wolfferaunindividuocorpulento,enérgicoydesencillamentalidad,quecreíaardientementeenelNacionalSocialismoyteníatalconfianzaconHimmlerquefirmabalascartasqueleenviabacomo«Wolffchen»[5].

    PerocuandoWolfftratabadehallarlaspalabrasquedebíadecir,talescomo«victoriafinal»yotras,noseleocurríanada.¿Cómopodíaganarselaguerra,sino era gracias a un milagro? En consecuencia, Wolff prefirió improvisar undiscursoenelquenohizomenciónalgunaalosdíasbrillantesquelesreservabaelfuturo.

    Aúnantesdeterminarsudiscurso,Wolfftomóladecisiónmástrascendentalde su vida: Vería a su jefe, Himmler, y le haría directamente esta pregunta:¿Dónde están los maravillosos aviones y las armas secretas que Hitler haprometidopara ganar la guerra?SiHimmler no se lo podía contestar, vería alpropio Führer, y si este respondía con evasivas, insistiría en la necesidad desolicitar un armisticio honorable.Wolff había contraído un gran afecto por elpuebloitaliano,ynoqueríaquesiguierasufriendo.Delmismomodo,¿porquéhabía de morir innecesariamente uno más de los SS o de los soldados de laWehrmacht?Wolffseenterómedianteunallamadatelefónicaalcuartelgeneralde Himmler que este se hallaba a buena distancia, en el Este, al mando delGrupo de Ejército Vístula, aunque le informaron que si era necesario seconcertaría una entrevista más adelante. Wolff declaró que se trasladaría enaviónaAlemaniadentrodeunosdías.

    Porlatarde,MartínBormann,jefedelegadodelPartidoNaziylapersonaenquienHitlermásconfiabaenesosmomentos,escribióotradesussentimentalescartas a su «querida mami», su esposa, que residía en las proximidades deBerchtesgaden.Leaconsejabaqueseproveyesedeverdurasdeshidratadasyde«unos veinte kilos de miel». También le contaba de las atrocidades que secometíanenelEste:

    «Losbolcheviquesestánarrasándolotodo.Consideranlaviolacióndemujerescomounpasatiempo,ylosfusilamientosenmasa,especialmenteenlosdistritosrurales,comounhechorutinario.Nitúnilosniñosdebéis caer jamás en las manos de esas fieras salvajes. Pero confío en que este peligro no llegue apresentarse, y que el Führer conseguirá salvar este obstáculo, como ha conseguido salvar otros,anteriormente.Entrelosdosotresmillonesquehansidodesalojadosdesutierraydesushogares,reinalamásindescriptiblemiseria,comopodráscomprender.Losniñossemuerendehambreydefrío,yloúnicoquepodemoshacer es endurecernuestro corazóny esforzarnos cuantopodamospara salvar el restodenuestropuebloypararehacernuestraslíneasdefensivas.Tenemosqueconseguirlo.

  • »Contodocariño,»M».

    Entre los fugitivos de que Bormann hablaba se encontraban 30 000 quepugnaban por llegar a Alemania en cuatro buques mercantes. El convoy ibadestinado a un puerto cercano a Hamburgo y ya estaba contorneando lapenínsula de Hela, abandonando el golfo de Danzig para entrar en el marBáltico.Elmayordelosbarcoserael«WilhelmGustloff»,de25000toneladas,que nunca había llevado tantos pasajeros: 8000 civiles y 1500 jóvenes querecibían instrucción para la navegación submarina, es decir, ocho veces elnúmerodepasajerosquetransportabahabitualmenteel«Lusitania».NadiesabíaconexactitudlacantidaddepersonasaterrorizadasquehabíansubidoabordoenelpuertodeDanzig.Aunquetodoelmundodebíatenersusbilletesylospapelesde evacuación en regla, eran muchos los que se habían introducidosubrepticiamente abordo.Algunoshombres se escondieronen cajonesyotrosadoptaronalgúndisfraz.Sesupodealgunosrefugiadosquellegaronaextremosaún más vergonzosos con el fin de escapar de los rusos. Recientemente, enPillau,dondesoloseconsentíasubirabordodelbuquealosadultosconniños,algunasmadresarrojabansuscriaturasdesdelabordaalosparientesqueestabanenelmuelle.Elmismoniñoerautilizadodeestemodocercadeunadocenadeveces.Enlaconfusiónalgunoschiquilloscayeronalagua,yotrosfueronapararamanosdeextraños.

    Cuando el «WilhelmGustloff» ponía rumbo alOeste, hacia el encrespadoBáltico,salióacubiertaPaulUschdraweit,unodelosvalerososfuncionariosdedistrito que desafió al gauleiter Koch, dejando que las gentes evacuasen sustierras.EltambiénhabíaconseguidoescaparaduraspenasdelEjércitoRojo,encompañíadesuchófer,RichardFabian.

    El resto del convoy iba bordeando las costas de Pomerania con el fin deevitaralossubmarinosrusos,peroel«WilhelmGutsloff»teníamuchocaladoynavegaba solo, con la única compañía de un dragaminas, a una milla dedistancia.Enesemomentoelcapitánanuncióporlosaltavocesqueloshombresque tuvieran salvavidas debían entregarlos, ya que no había bastantes para lasmujeresylosniños.Tampocodebíausarseningunalinternaoaparatoderadio.

    EnelBálticoreinabaunfuerteoleaje,ylamayoríadelasmujeresylosniñosse marearon fuertemente. Como estaba prohibido asomarse por la borda, elhedornotardóenhacerseinsoportable.Losenfermosfueronllevadosalaparte

  • centraldelbuque,dondeelbalanceoeramenosperceptible.Uschdraweithallóuna tumbona y se tendió en ella, pues en los últimos días apenas sí habíadormido.Mientrassedisponíaadescabezarunsueñosepreguntósivolveríaaverasumujeralgunavez.TambiénpensóqueaúnenelcasodellegarasalvoaAlemania,talvezlecastigasenporhaberdesobedecidolasórdenesdelgauleiterKoch.

    Cuando sehallaba aveinticincomillasde la costadePomerania, el buquepusoproaalOeste.Ciertonúmerodelucesseguíanaúnencendidasenlanave,que recortaba su silueta contra las oscuras aguas del Báltico. A las 21,10Uschdraweit fue despertado por una sorda explosión. Aún estaba tratando derecordarenquélugarsehallaba,cuandooyólasegundadetonación.Suchófer,Fabian,saliócorriendosinhacercasodelosgritosdeUschdraweit.Seprodujounaterceraexplosiónyseextinguieronlasluces,quedeberíanhaberseapagadohorasantes.Porel ladodebaboracechabaun submarino ruso, esperandoparadispararelcuartotorpedo,sisehacíanecesario,oparahundiraotrobuquequeacudieseenayudadel«WilhelmGustloff».

    Uschdraweit creyó que habían sido bombardeados, hasta que notó que elbuqueescorabaababor.Entoncescomprendióque lasexplosioneshabíansidocausadasportorpedos.Tanteando,avanzóatravésdeunpasilloentinieblas,yalfinpudoencontrarsuequipaje.Sacódelmismounachaquetaforradadepiel,ungorro de esquiar, una pistola y una caja de mapas que contenía documentosoficiales.Abrióunaventanaysaltóa lacubiertadepaseo,quesehallabamásabajo.Allínoestaba tanoscuro,yencontróunapuertaquecomunicabacon laproa.Corrióhaciaellayenelcaminosecruzóconungrupoquesedirigíallenodepánicohaciaelpuente,sinchalecossalvavidas.Enlaspuertas,loshombresseabrieron paso a la fuerza entre los aterrados grupos de mujeres y niños. Losoficialesdelbuquetratarondeevitarelpánico.Algunosextrajeronsuspistolasehicieronademándedisparar,peronosesintieroncapacesdeelloylaturbalosechóaunlado.

    El buque tenía ya una inclinación de 25 grados a babor. En la sala demáquinas,loshombressehallabanaúnensuspuestos,mientrasotrostripulantescerraban los accesos de los compartimientos inundados y hacían funcionar lasbombas. En las cubiertas, losmarineros trataban de echar al agua las lanchassalvavidasdelcostadodebabor,perolospescantesestabanheladosporcompletoynorespondíanalamaniobra.Apesardeello,losfrenéticosviajerosapartabanalosmarinerosyseintroducíanenlosbotes.

  • En la proa, Uschdraweit observó que se lanzaban al aire cohetes rojos—señaldesocorro—yconfióenqueotrosbuquesacudiesenenayudadelanavetorpedeada. Junto a él se desarrollaban escenas estremecedoras.Centenares depasajeros, gritando histéricamente, corrían hacia la popa, que adquiría pormomentosmayoraltura.Unpescantedeacerocayójuntoaél,ylopudoevitaraduraspenas,saltandodecostado.El«WilhelmGustloff»se inclinabacadavezmás,yUschdraweitcomenzóaoírgritosdeangustia.Alvolverse,observóqueunamujer,consuniñodelamano,caíandesdeunbotealagua.

    AlguiencogióporunbrazoaUschdraweit.Eraunamujerconlaquehabíahabladodurantelalargaesperaenelmuelle.Lamujerteníaunniñoenbrazosydosasidosasufalda.

    —¡Socórrame, por favor! —exclamó—. Usted es hombre, y tiene queconoceralgunasolución.

    AUschdraweitno se leocurríanada.Todos losbotes sehabíanmarchado.Luegorecordólasbalsasneumáticas,ydijoalamujer:

    —Quédenseconmigo.Tratarédesalvarlaaustedylosniñosenunabalsa.—¡Está usted loco! Mis hijos no soportarán el agua helada —replicó la

    mujer,conacentoindignado—.Ustedes,loshombres,solosabendarvueltassinhacernada.

    Conlamiradallenadepánico,lamujerempujóasushijosporunpasilloysedirigióhaciaelpuentedeproa.

    Lareacciónde lamujersacódequicioaUschdraweit.Miróhacia lasolas.Reinaba una temperatura rigurosa, por debajo de los cero grados. Oyó variosdisparosdepistola,porencimadelosalaridos,ylasheladasolassalpicaronsurostro.Untemorirracionalseadueñódeél.Noqueríamorir;noqueríadejarsolaa su mujer en un mundo semejante. Al fin pudo dominarse. «Mueredignamente»,pensó.Recordabaqueunoficialdelbuquelehabíaordenadoquenofumaseabordo.El,bromeando,lecontestó:«Supongoquepodréfumar,sielbarco se hunde».Decidió entonces fumar un cigarrillo antes de que llegara lamuerte.Despuésdeunaschupadas,tiróelcigarrilloporlaborda.Encendióotro,yvolvióaarrojarlonerviosamente.Porfin,pudofumareltercercigarrillohastaelfinal.

    —¿Cómopuedeustedfumarenunmomentocomoeste?—oyóquealguienledecíaentonodereproche.EraunaltooficialdelaOT(OrganizaciónTodt),quelucíalaCruzdeHierro.

    —Tomeusteduncigarrillo.Detodosmodos,estohabráconcluidodentrode

  • poco.ElhombremiróaUschdraweit comosi estehubieraperdidoel juicio;dijo

    algomás y luego semarchó.Unmarinero que se hallaba junto a la borda sequitóeluniformeyse lanzóalagua.UnaaltasiluetaseacercópenosamenteaUschdraweit, en la semioscuridad. Era uno de los cadetes submarinistas, quetenía pálido el rostro y los ojos muy abiertos. Señaló a su muslo, donde seadvertíaelhuesosaliendoporunaroturadesupantalóndefajina,entrelasangrequesedeslizabaalsuelo,manchandolacubiertahelada.

    —¿Quétehasucedido,muchacho?—inquirióUschdraweit.—Me encontraba abajo… y me hirió un trozo de metralla. Ya no tengo

    salvación.Bajocubierta…sehanahogadopormillares,comoratas…yprontomeocurriráamílomismo.

    Elmuchachosevolvióysealejólentamente