los chinos que jugaron a la bolsa … · lidas a bolsa e inspecciones sobre cualquier venta masiva...

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SÁBADO 8 DE AGOSTO DEL 2015 MUNDO A26. EL COMERCIO 20.000 yuanes (3.220 dóla- res) en setiembre en la bolsa, y en apenas dos meses con- siguió un 50% de beneficios, que volvió a invertir. Hoy ape- nas conserva 5.000 yuanes (805 dólares). Pánico de inversiones Sin cultura bursátil y con la es- casa credibilidad de los infor- mes de las compañías, los in- versores se mueven a menudo a golpe de rumores en Internet o por consejos de amigos y fami- liares. “El 99% de los inverso- res chinos son ‘naive’: piensan que solo es peligroso invertir en las bolsas extranjeras pero no aquí. Han ganado mucho en muy poco tiempo, creen que nunca va a cambiar y no apren- den de la historia”, señala por teléfono a El Comercio Sum- mer Deng, consultora financie- ra independiente. El Gobierno acudió al rescate con masivas inyecciones de liqui- dez, suspensiones de nuevas sa- lidas a bolsa e inspecciones sobre cualquier venta masiva malicio- sa. Detuvo momentáneamen- te el derrumbe, pero el llamado “pánico de los inversores” devol- vió la tendencia bajista. Con promesas estatales de nuevas medidas para estabili- zar los mercados, se plantean un par de dudas. Primero, si la bolsa ha tocado fondo o queda margen de caída. Y segundo, si los millones de pequeños aho- rradores escaldados regresa- rán cuando sus antiguas certe- zas se han hecho añicos. U na foto compendia- ba esta semana el drama: un hombre arrastrando cabiz- bajo a su alpaca con un cartel pegado a su cuerpo. “Jugué en la bolsa y perdí. Aho- ra vendo un animal mitológi- co”. Hipotecados su vivienda y coche, la venta de su peludo animal era su último recurso para pagarle el colegio a su hija. Muchos inversores han des- cubierto por la vía más doloro- sa una verdad universal: que la bolsa también baja. Los mer- cados occidentales están diri- gidos mayoritariamente por gestores de fondos a quienes los ahorradores confían su dinero. En China, en cambio, están do- minadas por masas de peque- ños ahorradores con conoci- mientos bursátiles gaseosos que ven esto como una vía rápi- da y segura de ganar dinero, y confían en que el Gobierno im- pedirá cualquier desarreglo. Así que el derrumbe bursátil de junio y julio les ha dejado tan atónitos como arruinados. Las bolsas han perdido un tercio de su capitalización. Los tres billo- nes de dólares evaporados equi- valen al doble de la bolsa de In- dia y al PBI del Reino Unido. En apenas tres semanas se volatili- zaron los beneficios de ocho me- ses, así que la caída afectó espe- cialmente a los recién llegados. Una decisión arriesgada La bolsa era, en efecto, la me- jor y probablemente la única opción inversora en China, con intereses bancarios raquíticos y rumores insistentes de burbuja inmobiliaria. Hasta el junio apocalíptico había encadenado crecimien- tos del 150% en apenas un año. Ahí había guardado sus aho- rros la pujante clase media, pe- ro también todo el que quisiera estirarlos: amas de casa, jubila- dos o estudiantes, muchas veces jugándose su pensión o hipote- cando su casa. Los 90 millones de chinos que invierten en la bolsa ya superan a los 86 millones de miembros del Partido Comu- nista de China, lo que sirve de clarificador signo de la deriva del país. El 80% de los hogares urbanos chinos han invertido en bolsa, según el Credit Suisse, que asegura que ahí destinan el 30% de sus ingresos. “Empecé a invertir porque todos mis amigos lo hacían, ga- naban dinero muy rápido. In- tenté estudiar el mercado pero no hay reglas claras en China, así que escuchaba consejos de amigos y familiares”, señala por teléfono Zhang Qian, de 28 años y empleada en la mul- tinacional IBM. Había metido CRÓNICA REUTERS DESPLOME BURSÁTIL. Los inversores tenían un sentido del riesgo muy limitado y pensaban que si algo malo ocurría, el Gobierno paternalista lo resolvería. La caída de la bolsa les ha mostrado la realidad. Los chinos que jugaron a la bolsa Los millones de pequeños inversores acostumbrados al dinero rápido han aprendido, de la forma más dura, que todo lo que sube, baja. ADRIÁN FONCILLAS Desde Beijing para El Comercio CRECIMIENTO China elevó su PBI en 7,4% el año pasado, su ritmo más lento en 24 años. Se prevé que este año crecerá un 6%.

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sábado 8 de agosto del 2015

Mundo

A26. el comercio

20.000 yuanes (3.220 dóla-res) en setiembre en la bolsa, y en apenas dos meses con-siguió un 50% de beneficios, que volvió a invertir. Hoy ape-nas conserva 5.000 yuanes (805 dólares).

Pánico de inversionesSin cultura bursátil y con la es-casa credibilidad de los infor-mes de las compañías, los in-versores se mueven a menudo a golpe de rumores en Internet o por consejos de amigos y fami-liares. “El 99% de los inverso-res chinos son ‘naive’: piensan que solo es peligroso invertir en las bolsas extranjeras pero no aquí. Han ganado mucho en muy poco tiempo, creen que nunca va a cambiar y no apren-den de la historia”, señala por teléfono a El Comercio Sum-mer Deng, consultora financie-ra independiente.

El Gobierno acudió al rescate con masivas inyecciones de liqui-dez, suspensiones de nuevas sa-lidas a bolsa e inspecciones sobre cualquier venta masiva malicio-sa. Detuvo momentáneamen-te el derrumbe, pero el llamado “pánico de los inversores” devol-vió la tendencia bajista.

Con promesas estatales de nuevas medidas para estabili-zar los mercados, se plantean un par de dudas. Primero, si la bolsa ha tocado fondo o queda margen de caída. Y segundo, si los millones de pequeños aho-rradores escaldados regresa-rán cuando sus antiguas certe-zas se han hecho añicos.

U na foto compendia-ba esta semana el drama: un hombre arrastrando cabiz-bajo a su alpaca con

un cartel pegado a su cuerpo. “Jugué en la bolsa y perdí. Aho-ra vendo un animal mitológi-co”. Hipotecados su vivienda y coche, la venta de su peludo animal era su último recurso para pagarle el colegio a su hija.

Muchos inversores han des-cubierto por la vía más doloro-sa una verdad universal: que la bolsa también baja. Los mer-cados occidentales están diri-gidos mayoritariamente por gestores de fondos a quienes los ahorradores confían su dinero. En China, en cambio, están do-minadas por masas de peque-ños ahorradores con conoci-mientos bursátiles gaseosos que ven esto como una vía rápi-da y segura de ganar dinero, y confían en que el Gobierno im-pedirá cualquier desarreglo.

Así que el derrumbe bursátil de junio y julio les ha dejado tan atónitos como arruinados. Las bolsas han perdido un tercio de su capitalización. Los tres billo-nes de dólares evaporados equi-valen al doble de la bolsa de In-dia y al PBI del Reino Unido. En apenas tres semanas se volatili-zaron los beneficios de ocho me-ses, así que la caída afectó espe-cialmente a los recién llegados.

Una decisión arriesgadaLa bolsa era, en efecto, la me-jor y probablemente la única opción inversora en China, con intereses bancarios raquíticos y rumores insistentes de burbuja inmobiliaria.

Hasta el junio apocalíptico había encadenado crecimien-tos del 150% en apenas un año. Ahí había guardado sus aho-rros la pujante clase media, pe-ro también todo el que quisiera estirarlos: amas de casa, jubila-dos o estudiantes, muchas veces jugándose su pensión o hipote-cando su casa.

Los 90 millones de chinos que invierten en la bolsa ya superan a los 86 millones de miembros del Partido Comu-nista de China, lo que sirve de clarificador signo de la deriva del país. El 80% de los hogares urbanos chinos han invertido en bolsa, según el Credit Suisse, que asegura que ahí destinan el 30% de sus ingresos.

“Empecé a invertir porque todos mis amigos lo hacían, ga-naban dinero muy rápido. In-tenté estudiar el mercado pero no hay reglas claras en China, así que escuchaba consejos de amigos y familiares”, señala por teléfono Zhang Qian, de 28 años y empleada en la mul-tinacional IBM. Había metido

crónica

reuters

desplome bursátil. Los inversores tenían un sentido del riesgo muy limitado y pensaban que si algo malo ocurría, el Gobierno paternalista lo resolvería. La caída de la bolsa les ha mostrado la realidad.

Los chinos que jugaron a la bolsaLos millones de pequeños inversores acostumbrados al dinero rápido han aprendido, de la forma más dura, que todo lo que sube, baja.

adrián foncillasDesde Beijing para El Comercio

crecimientochina elevó su PBi en

7,4% el año pasado, su ritmo más lento en 24

años. Se prevé que este año crecerá un 6%.