los ataques vikingos y su influencia en la galicia de los siglos ix-xi-libre

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57 Anuario Brigantino 2010, nº 33 LOS ATAQUES VIKINGOS Y SU INFLUENCIA EN LA GALICIA DE LOS SIGLOS IX-X * José Carlos Sánchez Pardo es doctor en Historia Medieval por la Universidad de Santiago de Compostela. Su investigación se centra en la organización del territorio y poblamiento en Galicia entre la Antigüedad y la Plena Edad Media. Actualmente está realizando una estancia de investigación postdoctoral en el University College de Londres. 1. INTRODUCCIÓN El estudio de la presencia e impacto en Galicia de los vikingos, es decir, guerreros navegantes escandinavos de los siglos VIII-XI, es de por sí complejo y problemático debido a la escasez de datos de los que disponemos para abordarlo. Se trata en todo caso de un problema común a numerosos ámbitos de investigación de la alta edad media. Pero además, este tema en concreto arrastra desde siempre, y aun a día de hoy, una serie de cargas historiográficas y subjetivas que dificultan todavía más su comprensión histórica. Si uno revisa la bibliografía existente sobre los ataques vikingos a la Península Ibérica y concretamente, a Galicia, podrá comprobar rápidamente que la gran mayoría de las obras y estudios poseen ya una cierta antigüedad, reflejada en general (aunque no necesariamente) en un enfoque bastante parcial, lleno de diferencias y contradicciones así como de alusiones a lo misterioso o sobrenatural, a tradiciones y a datos que no poseen sustentación o forma de ser comprobados. Se trata de obras que desde el siglo XVIII presentan una visión tradicional que contrasta frecuentemente con las ideas aportadas por las últimas investigaciones sobre el mundo vikingo en el norte de Europa 1 , pero que, no obstante, también ofrecen algunos datos de gran interés e importancia para el estudio y conocimiento de esas invasiones. Tampoco en los escasos estudios más recientes o actualizados sobre este tema encontramos unanimidad entre todos los autores sino, al contrario, numerosos puntos de Los ataques vikingos y su influencia en la Galicia de los siglos IX-XI JOSÉ CARLOS SÁNCHEZ PARDO* Sumario El estudio de los ataques vikingos a Galicia durante los siglos IX-XI es un tema complejo debido a la falta de datos sobre el mismo y que ha sido abordado tradicionalmente desde un punto meramente descriptivo e incluso subjetivo o poco riguroso. En este trabajo se pretende recopilar, confrontar y revisar los datos disponibles sobre estas incursiones para tratar de depurar visiones no fundadas y sobre todo, para intentar integrar y poner en relación este tema con el contexto más amplio del mundo galaico y en general, europeo, de dichos siglos, permitiéndonos así calibrar algo mejor su verdadera influencia histórica. Abstract The study of viking attacks to Galicia between 9th and 11th centuries is a complex issue due to lack of data and has been traditionally approached from a purely descriptive and even subjective or unsound perspective. This paper aims to collect, compare and review the available data about these attacks in order to correct unfounded views and, overall, to try to integrate and to relate this topic within the broader context of Galicia and Europe during these centuries. Doing this can help us to better gauge its true historical influence.

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  • 5 7Anuario Brigantino 2010, n 33

    LOS ATAQUES VIKINGOS Y SU INFLUENCIA EN LA GALICIA DE LOS SIGLOS IX-X

    * Jos Carlos Snchez Pardo es doctor en Historia Medieval por la Universidad de Santiago deCompostela. Su investigacin se centra en la organizacin del territorio y poblamiento en Galicia entrela Antigedad y la Plena Edad Media. Actualmente est realizando una estancia de investigacinpostdoctoral en el University College de Londres.

    1. INTRODUCCINEl estudio de la presencia e impacto en Galicia de los vikingos, es decir, guerreros

    navegantes escandinavos de los siglos VIII-XI, es de por s complejo y problemticodebido a la escasez de datos de los que disponemos para abordarlo. Se trata en todo casode un problema comn a numerosos mbitos de investigacin de la alta edad media. Peroadems, este tema en concreto arrastra desde siempre, y aun a da de hoy, una serie decargas historiogrficas y subjetivas que dificultan todava ms su comprensin histrica.

    Si uno revisa la bibliografa existente sobre los ataques vikingos a la Pennsula Ibricay concretamente, a Galicia, podr comprobar rpidamente que la gran mayora de las obrasy estudios poseen ya una cierta antigedad, reflejada en general (aunque no necesariamente)en un enfoque bastante parcial, lleno de diferencias y contradicciones as como de alusionesa lo misterioso o sobrenatural, a tradiciones y a datos que no poseen sustentacin o formade ser comprobados. Se trata de obras que desde el siglo XVIII presentan una visintradicional que contrasta frecuentemente con las ideas aportadas por las ltimasinvestigaciones sobre el mundo vikingo en el norte de Europa1, pero que, no obstante,tambin ofrecen algunos datos de gran inters e importancia para el estudio y conocimientode esas invasiones.

    Tampoco en los escasos estudios ms recientes o actualizados sobre este temaencontramos unanimidad entre todos los autores sino, al contrario, numerosos puntos de

    Los ataques vikingos y su influencia en laGalicia de los siglos IX-XI

    JOS CARLOS SNCHEZ PARDO*

    SumarioEl estudio de los ataques vikingos a Galicia durante los siglos IX-XI es un tema complejo debido a lafalta de datos sobre el mismo y que ha sido abordado tradicionalmente desde un punto meramentedescriptivo e incluso subjetivo o poco riguroso. En este trabajo se pretende recopilar, confrontar y revisarlos datos disponibles sobre estas incursiones para tratar de depurar visiones no fundadas y sobre todo, paraintentar integrar y poner en relacin este tema con el contexto ms amplio del mundo galaico y engeneral, europeo, de dichos siglos, permitindonos as calibrar algo mejor su verdadera influencia histrica.

    AbstractThe study of viking attacks to Galicia between 9th and 11th centuries is a complex issue due to lackof data and has been traditionally approached from a purely descriptive and even subjective orunsound perspective. This paper aims to collect, compare and review the available data about theseattacks in order to correct unfounded views and, overall, to try to integrate and to relate this topicwithin the broader context of Galicia and Europe during these centuries. Doing this can help us tobetter gauge its true historical influence.

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    discusin o debate y una cierta dispersin de datos. Pero sobre todo nos parece observarque estos trabajos, a pesar de sus importantes contribuciones con respecto a la descripciny anlisis concreto de los ataques vikingos especialmente por parte de E. Morales Romero,J. Izquierdo Daz y V. Almazn-, no han llegado a integrar y poner en relacin este fenmenohistrico con el dinmico y cambiante contexto poltico, social y econmico que viveGalicia durante los siglos IX-XI. Se trata de una carencia que condena a este tema, ennuestra opinin nada secundario, a seguir siendo obviado en las interpretaciones relativasal noroeste peninsular durante este perodo o resultar nicamente interesante para unhistoricismo descriptivo y desfasado.

    En este trabajo simplemente pretendemos realizar una pequea recopilacin, revisiny anlisis de los datos disponibles sobre este tema, como paso previo pero fundamentalpara un mejor conocimiento del verdadero calado e impacto histrico de estos ataques enla evolucin de la Galicia alto y plenomedieval, ms all de los meros hechos puntualesrecogidos en las crnicas.

    2. FUENTES Y PROBLEMTICAEn primer lugar debemos aclarar qu entendemos por vikingos. Como ya hemos

    sealado los vikingos eran, propiamente, guerreros navegantes escandinavos que desdefinales del siglo VIII hasta la mitad del siglo XI atacaron y devastaron las orillas atlnticasde Europa occidental. En principio, este trmino no hara referencia a los habitantes de lospases nrdicos ocupados durante dicho perodo en la agricultura y comercio, ya que enla propia Escandinavia el vocablo vikingo no era usado en una acepcin tnica2, sinopara designar a quienes componan una expedicin martima de saqueo a tierras lejanas(ir de viking3), a pesar de que el resto del ao se dedicasen a esas otras actividades. Sinembargo, el impacto de los vikingos fue tal que su nombre ha dado lugar en los manualesde historia al llamado perodo vikingo (800-1050) que engloba aspectos culturales de loms variado: arte, barcos, armas, comercio... y actualmente es plenamente aceptado. En elpasado se utiliz, y an tiene gran presencia, el trmino normando, que s tendra unsignificado de grupo racial o nacional concreto, pero que presenta el problema de serambiguo4 ya que sirve tambin para designar a los habitantes de Normanda (Francia)5. Enlas crnicas medievales se los designa con otros muchos nombres: madjus (infieles),rus (remeros), ascomanni (hombres del Fresno), lochlainach (habitantes del pasde los lagos)...6

    Estas crnicas son nuestra principal fuente de informacin al tratar de conocer lascaractersticas de los ataques vikingos en Galicia. Las ms usadas son sin duda las crnicasde los reinos cristianos, a pesar de que ofrecen datos muy breves, que a menudo se copianentre s o falsean la realidad. Las ms importantes para este fin seran7 la Crnica Albeldense,terminada alrededor del 883, la Crnica Proftica de finales del siglo IX, Crnica deAlfonso III, con sus dos versiones: Rotense y Ad Sebastianum, ambas de finales del sigloIX y principios del siglo X, Crnica Sampiri de principios del siglo XI, Crnica Silense deprincipios del siglo XII, Chronicon Pelagii Ovetensis Episcopus de mitad del siglo XII,Chronicon Mundi de mitad del siglo XIII e Historia Ghotica del arzobispo Jimnez deRada de mitad del siglo XIII. Tambin contienen informacin de inters los anales, que,aunque son ms esquemticos que las crnicas, son mucho ms detallados en cuanto afechas: Crnica ovetense, Chronicon Iriense, Anales Complutenses, HistoriaCompostellana, Chronicon Lusitanum, Anales Toledanos, Primera Crnica general de

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    Alfonso X el Sabio y las Crnicas deCardea.

    Las fuentes musulmanas ofrecen muchosms detalles que las cristianas: fechas,sequas, lluvias, inundaciones, terremotos...aunque poseen el problema de centrarse enal-Andalus y por tanto escasear en ellas lasnoticias referentes a Galicia8. Los principalesautores son Ibn-al-Kutia, de Crdoba, muertoen 977, Ibn-Hayan, tambin historiador deCrdoba (987-1076), Al Bekri, gegrafomuerto en 1094, Ibn-Khaldun (1332-1406),Ibn-Adhari, que escribe alrededor de 1229basndose en escritores del siglo X, Nowairi(1284-1332) e Ibn-Dihya, muerto en 12359.

    Por ltimo hay que mencionar las sagasnrdicas, que fueron escritas mucho mstarde que las hispnicas o arbigas, sonmenos abundantes y menos explcitas quelas dems. Estas sagas usan nombres propios de los vikingos al hablar de los lugares querecorran, originando controversias sobre su verdadera ubicacin y describen batallas enla costa atlntica que no todos los autores coinciden en cuanto a su localizacin10. En estesentido, las sagas nrdicas son fuentes literarias y no histricas. Sin embargo, no podemosprescindir de ellas, ya que muchas veces relatan hechos y acontecimientos de patenteveracidad histrica y hablan de personajes que existan en realidad. Entre las sagas quetratan la presencia normanda en Galicia, habra que destacar: la Saga de Ragnar Lodbrogy sus hijos, sobre el famoso pirata que conquist Pars en el ao 845 y sus descendientesque realizaron numerosas expediciones pirticas por el Atlntico y el Mediterrneo, laHeimskringle acerca de los reyes de Noruega, la Saga de los Cantidas que comprendela historia de Dinamarca desde el 940 hasta el 1202, la Saga de las islas Orcadas sobre losprimeros condes que gobernaron stas islas y la Gesta Danorum de Saxo Gramtico, quenarra la historia de Dinamarca desde tiempos remotos hasta el siglo XIII11.

    A la espera del necesario desarrollo de la arqueologa medieval gallega stas son lasprincipales fuentes de informacin que poseemos sobre los ataques vikingos a Galicia.Ataques que, hay que sealarlo desde el principio, fueron de importancia directa limitada(otra cuestin, como veremos ms adelante, es su importancia a largo plazo en la evolucinde la Galicia de estos siglos) en el contexto general de los reinos cristianos y musulmanes,ya que en caso contrario, como seala E. Morales Romero, las crnicas les habran prestadoms atencin. En ese sentido, los ataques vikingos contra Galicia, y en general contra laPennsula Ibrica, nunca tuvieron la fuerza desestabilizadora de otros pases. A diferenciade Francia, Irlanda o Inglaterra, en el noroeste de la Pennsula Ibrica los normandos noalcanzaron gran relevancia poltica o militar y su presencia fue episdica y temporal. Estose debe a que los galaicos no se aliaron con los vikingos para combatir otros reinos ogrupos rivales sino que opusieron una de las resistencias ms fuertes que los normandosencontraron en todas sus andanzas. Pero tambin hay que sealar que los vikingos nuncatuvieron, como creen las visiones tradicionales, la intencin de conquistar las tierras

    Fig 1.- Representacin de un barco vikingo enel Tapiz de Bayeux, de 1077. Se trata de un

    Drakkar con vela a rayas, cabeza dedragn y cargado con caballos.

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    gallegas ni convertirlas en asentamientopermanente, sino que buscabanprincipalmente la obtencin de botn yprisioneros. Sin embargo, todo esto nosignifica que no supusiesen una graveamenaza ni que no provocasen importantesdaos o consecuencias y, de hecho Galicia,fue la regin peninsular que msintensamente sufri los ataques nrdicos12.

    Veamos por tanto a continuacin qusabemos sobre estas incursiones vikingasen la Galicia de los siglos IX-XI para pasarposteriormente a tratar de analizar cual fuesu verdadero impacto histrico en esta reginde la Pennsula Ibrica.

    3. LOS VIKINGOS EN GALICIALos ataques vikingos a Galicia fueron intermitentes entre los siglos IX y XII por lo que

    intentar clasificarlos o dividirlos puede inducir a una visin fragmentada o cerrada de loque realmente fue un proceso con un desarrollo evolutivo y unos lmites cronolgicosque no se pueden precisar con rigidez ya que estn influidos por mltiples y complejosfactores. De modo que, como veremos, su inicio y fin son progresivos. Sin embargo, esnecesario establecer un orden o forma de agrupacin a la hora de analizar dichas invasiones,por lo que hemos optado por presentarlas siguiendo la divisin que usan la mayora de losautores, es decir, por oleadas13, ya que, a pesar de lo que acabamos de sealar, existen porun lado ciertas diferencias en las caractersticas de los ataques a lo largo de la evolucinde los mismos y por otro, encontramos ciertas semejanzas entre las incursiones cercanasen el tiempo, que permiten establecer esta divisin en primera, segunda, tercera, cuarta yltima invasin vikinga a Galicia. Igualmente, debemos sealar que dentro de cada una deestas incursiones, se desarrollan diferentes oleadas y ataques, incluso en una misma flotavikinga poda haber diferentes grupos, incursiones, retornos... ya que, lgicamente, unataque pirtico no es precisamente un acontecimiento ordenado y regulado.

    3.1. Primer ataque vikingo a GaliciaNo existe total acuerdo sobre la fecha exacta del primer contacto entre los vikingos y

    el mundo galaico. Algunos autores como Chao Espina consideran que aconteci en el84314, mientras que otros como E. Gonzlez Lpez hablan de la primavera del 84415. Msllamativa es la tesis de A. Melvinger sobre una supuesta llegada de los normandos aEspaa ya en el siglo VIII basndose en un pasaje de una crnica mozrabe del 754, queretrasara prcticamente un siglo este primer encuentro. Esta tesis interpreta los angelique aparecen en esta crnica como nglos y los asocia con los hombres nrdicos, cuyallegada habra sido anunciada por fenmenos sobrenaturales16. De esta forma, Melvingerda por buena la leyenda del monje de San Gall sobre la aparicin de normandos en elMediterrneo hacia 790, que el propio Carlomagno habra contemplado en un puerto de laGalia Narbonense, entristecido por el trgico futuro de invasiones y saqueos que esperabaa Occidente en los prximos siglos. Sin embargo, esta tesis ha sido duramente criticada

    Fig 2.- Rplica de un barco vikingo del museode Roskilde (Dinamarca).

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    por Ferreiro Alemparte17, no slo por sududosa veracidad filolgica sino por sucontradiccin con la prcticamente totalidaddel resto de datos sobre los vikingos en estapoca, como las crnicas asturianas queindican que hasta el ao 844 los normandoseran un pueblo desconocido en Espaa.

    De esta manera la mayora de los trabajosrecientes sobre el tema coinciden en apuntarel 1 de Agosto del ao 844 como la fechams probable a partir de las fuentesdisponibles. Segn los Annales Bertiniani,tras haber saqueado en el ao 843 variosenclaves costeros franceses en la cuenca delSena y del Loira, la flota vikinga decideinvernar en la isla de Noirmoutier. En laprimavera del ao 844 prosiguen su razzia hacia el Sur, saqueando Tolosa. Al volver alAtlntico, los vikingos llegaron, empujados por una tempestad, a las costas cantbricas,continuando despus hacia Galicia. El Chronicon Albeldense y el Chronicon Sebastianiconfirman esta noticia. Sin embargo, el primer contacto fsico entre el mundo vikingo ygalaico est descrito en la Crnica Rotense que seala como Ramiro I congreg un granejrcito en el lugar llamado Faro de Brigantium para plantar batalla a la flota normanda,gente hasta entonces desconocida, pagana y muy cruel. All murieron muchos de lospiratas y ardieron sus barcos. La Crnica Silense aade un nuevo dato: el nmero de lasnaves quemadas sera de setenta, aunque algunos autores reducen el nmero hastasesenta. Estas mismas fuentes indican que los normandos que sobrevivieron embarcaronhacia Lisboa, ciudad que por tres veces intentaron conquistar y saquear, tras lo cualcontinuaron hasta Cdiz, convirtindola en su base de operaciones debido a su extraordinariaubicacin en una pennsula fcilmente defendible y que controlaba los pasos por mar. Acontinuacin, la flota vikinga atac Sevilla, Niebla y otras ciudades de la cuenca delGuadalquivir, hasta que el ejrcito del emir Cordobs Abd al-Rahman II logr expulsarles18.Las fuentes rabes describen bien estos saqueos a costas andaluss y nos aportan lacronologa ms probable de las mismas. Segn Al-Nuwairi, los madjus (paganos)aparecieron por primera vez en Lisboa en Dhu-l-hidja del ao 22919, que coincidira segn losclculos de Morales Romero, sobre el 25 de Agosto. De esta forma, es muy probable que losvikingos apareciesen en Galicia entre finales de Julio y principios de Agosto del ao 84420.

    Estos, bsicamente, son los escasos datos que ofrecen las fuentes escritas sobre laprimera llegada de los vikingos a la Pennsula ibrica y, en concreto, a Galicia. Veamosahora algunas de las interpretaciones propuestas para estas informaciones. En cuanto a lallegada de la flota vikinga a la costa asturiana, ni Oviedo ni Gijn ofrecan un ncleo obotn de importancia para aquellos normandos, por lo que no parece probable que suarribada fuese intencionada ni que se prolongase en el tiempo21, incluso Fernndez Romerocree que no llegaron a desembarcar en Asturias22, al igual que opinaba el Padre Risco. Acontinuacin, navegando hacia occidente sin perder de vista la costa, ya que posiblementeera la primera vez que exploraban la Pennsula Ibrica, los vikingos llegaron al faro romanode Brigantium, junto a la pequea aldea de Clunia. La presencia de los vikingos debi

    Fig 3.- Reconstruccin de una cabaa vikingaen el museo al aire libre de Forsand

    (Noruega).

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    alertar a las milicias asturianas y gallegas, que al mando de Ramiro I, rey del pequeo reinode Asturias desde haca dos aos, atacaron a los vikingos infringindoles una dura derrota,y recuperando buena parte del botn, aunque las cifras que presentan las crnicas sobreel nmero de naves destruidas a los invasores parece exagerado23. A continuacin, lasfuentes indican que los supervivientes prosiguieron hacia Lisboa, acabando as la primerainvasin vikinga a Galicia.

    Sin embargo, autores como Morales Romero y Fernndez Romero recurren a crnicaslocales para ampliar la informacin sobre el primer ataque normando a Galicia. FranciscoXavier Manuel de la Huerta y Vega en su obra Anales de el Reyno de Galicia de 1736,narra, con evidentes anacronismos, los acontecimientos de esta primera invasin (qusita en el ao 846, no en el 844) pero cita tambin que en ella fue atacado y destruido elmonasterio de San Cibrn de Calogo, fundado, segn la tradicin, por San Fructuoso enVilanova de Arousa. No obstante, fue reconstruido inmediatamente por un caballero llamadoGundialdo, como consta en un documento de la era de 884, en el que se restituye a losdiecisis monjes que anteriormente tena24. El problema de esta informacin es que la erade 884 se corresponde con el ao 846, por lo cual la destruccin del monasterio de SanCibrn de Calogo no podra suceder durante la primera incursin vikinga a Galicia, en el844, por lo que Morales Romero cree que se trat de una nueva y diferente invasinnormanda25. Ms sorprendente resulta comprobar que Vicente Almazn enmarca esteepisodio en la tercera invasin vikinga durante la segunda mitad de siglo X, aunque sinindicar la razn26. Sin embargo, parece ms lgico pensar, como Chao Espina y MoralesRomero, que la fecha del 846 se refiere al momento de la reconstruccin del monasterio, noal de su destruccin, por lo que podra asociarse perfectamente este acontecimiento a lainvasin del ao 844. De todos modos, hay que apuntar que los ltimos estudios revelanms problemas sobre la historia de este monasterio, por lo que hay que esperar aun anuevas conclusiones.

    Tambin en este primer ataque y tambin segn crnicas locales como la historia delobispo de Orense Servando Fernndez de Temos, Formoso Lamas sita el ataque a lafortaleza de Castro Candade por los vikingos. Segn este autor, la flota normanda tras serderrotada por Ramiro I lleg a Chantada por el curso del Ulla y atacara esta torre, la mspoderosa de la zona, que haba pertenecido a los condes de Lugo y luego a los Eirices y enla que se refugiaron los nobles de la zona con sus tropas, esperando refuerzos. Estafortaleza resisti estos ataques, pero parece que fue destruida aos ms tarde en la tercerainvasin. Mientras, los vikingos saquearon toda la zona de Chantada y destruyeronfortalezas como la de Merln o la de Castro de San Sebastin. Siguiendo estas crnicaslocales, el ejrcito de Ramiro I lleg a Castro Candade unindose a los nobles locales, ydesde all se dirigieron a Chantada empujando a los vikingos hacia las orillas del Mio yplantndoles batalla a tres kilmetros de Chantada. De nuevo las tropas de Ramiro Ivencieron y en su honor se conoce este lugar desde entonces como Camporramiro.Adems, este rey concedi privilegios a los hermanos de Eiriz, caballeros de Chantada.Existe incluso la tradicin de que el propio topnimo Chantada proviene de estosataques vikingos, ya que tras ser asolada por los vikingos, la villa sera plantada oreedificada por sus habitantes, o porque se plantaron estacas en el suelo para defendersede los normandos27.

    Algunos historiadores del siglo XIX llegaron a proponer nombres sobre el mando deeste primer ataque vikingo, y as, Vicente Risco o Manuel Murgua consideran que se

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    trataba de Wittingur, Howich o Bjoern Cte-de-fer. Sin embargo, se trata de conjeturasdifcilmente comprobables como seala Vicente Almazn, y hay que tener en cuenta, segnKunik, que los normandos que invadieron las costas de la Pennsula Ibrica no formabanun cuerpo nico obediente a las rdenes de un solo jefe, sino que seran ms bien bandasque obraban unas veces de acuerdo y otras separadamente. Esto, adems, explicaramuchas de las contradicciones de las fuentes sobre la invasin vikinga a la PennsulaIbrica. De todas formas, quiz lo nico que se pueda afirmar de estos primeros invasoresvikingos es lo que ha quedado en las fuentes y en el recuerdo: una gens crudelissima,ms feroz que los musulmanes28.

    Hasta aqu los datos e interpretaciones disponibles sobre la primera invasin vikingaa Galicia. Sin embargo, debemos aadir aqu una mencin a un personaje relacionado coneste primer contacto entre los vikingos y la Pennsula ibrica, que si bien no ataedirectamente al mundo galaico, ha sido analizado en todos los estudios sobre los vikingosen Galicia y es un buen exponente de los debates y cambios en la visin historiogrficasobre este tema. Nos referimos a la figura del poeta musulmn al-Gazal. Se tratara de unembajador de Abd-al-Rahman II enviado la corte de los normandos para establecerrelaciones amigables con ellos, aunque segn J. L. Martn, la iniciativa sera del rey de losnormandos tras la derrota de Tablada, y al-Gazal acompaara al embajador normando ensu regreso29. Esta figura est basada en el relato del poeta Tamman ben Alqamah (808-896)que describe como el hbil y galante al-Gazal supo conquistar los favores de la reina de los

    Fig 4.- Vista de las Torres de Oeste de Catoira (Pontevedra).

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    vikingos, y regres nueve meses despus pasando por Santiago de Compostela. Lasobras ms antiguas, como la de R. Dozy, dan crdito a esta narracin aunque creen queocurri en el 821 en tiempos de Abd-al-Rahman II, y apoya la tesis de Kunik sobre que laverdadera intencin del emir era excitar a los piratas escandinavos contra Francia, pascon el que estaban en guerra30. Chao Espina tampoco duda de la veracidad de la narracinpero la sita en el 84231. Sin embargo, otros autores como Levi-Provenal y Vicente Almaznconsideran que es totalmente falsa32. Igualmente, Ferreiro Alemparte cree que esta embajadaes puramente fantstica y surgida al respaldo de otra verdadera encabezada por el propioal-Gazal a la corte de Bizancio33. No obstante, segn los ltimos estudios el valor histricode este relato es ampliamente aceptable. Palle Lauring cree que el ataque vikingo del ao844 dara lugar a dicha embajada, mientras que otros autores consideran que la misin deal-Gazal era meramente comercial. Actualmente se discute sobre emplazamiento de esacorte normanda, ya que podra ser Dinamarca o Irlanda. No obstante, como seala MoralesRomero, hay detalles de su relato que no estn muy claros, como la elevada edad de al-Gazal, la religin cristiana de muchos de los vikingos que intervienen en el relato, la rutaseguida... Por ello, este autor considera que el relato de al-Gazal tiene un fondo de verdadhistrica pero alterado por las sucesivas transmisiones34.

    3.2. Segunda incursin vikinga a GaliciaSegn las crnicas hispanas, en el ao 858, una flota vikinga compuesta por 100 naves

    que haba atacado las costas de Francia, se dirigi a Espaa. En Galicia fueron derrotadospor el conde Pedro, pero continuaron saqueando la costa peninsular, especialmente Lisboa,hasta llegar a las islas de Mallorca y Menorca. Desde all siguieron hasta Grecia y al cabode tres aos regresaron a su pas35.

    De nuevo volvemos a encontrar importantes diferencias en cuanto a lasinterpretaciones de estos datos. Segn Gonzlez Lpez36, esta segunda invasin tuvolugar en el ao 859, mientras que para Chao Espina37 aconteci en el 850. Sin embargo, lamayora de los autores sealan el ao 858 como el del inicio de este ataque a Galicia, segnlas crnicas rabes, por la flota vikinga que haba saqueado las costas francesas desde elao 857 llegando hasta Pars, y estaba capitaneada por los hermanos vikingos Hasting yBjorn Costado de hierro. En ella tomaron parte tambin irlandeses que se debieron unircon su flota a la danesa, y que conocan las viejas rutas martimas de Irlanda a Espaa38.Por otro lado, Steenstrup considera que el relato de una fuente irlandesa sobre los hijos deRaghnall, primognito del rey de Lochlann, y sus hazaas contra los musulmanes, debesituarse en el contexto de esta segunda invasin39.

    Una vez analizadas la cronologa y caractersticas de este nuevo ataque, hay queprecisar algunos aspectos sobre su desarrollo en Galicia. Todo indica que los vikingoseligieron como va de penetracin la ra de Arosa, con grandes playas para desembarcar eislas que usaban como lugar de descanso o punto de base para la repeticin de susataques. El objetivo era seguramente Santiago de Compostela que ya entonces comenzabaa tener gran fama como centro de peregrinacin cristiano y como lugar donde existangrandes riquezas, como demuestra Vicente Almazn40. El puerto ms cercano, Iria Flaviafue saqueado por los vikingos y abandonado por sus habitantes, que se refugiaron enCompostela, ciudad que qued sitiada por los invasores. Hubo de pagarse un tributo a losvikingos para que no saquearan la ciudad, pero los atacantes intentaron entrar igual. Anteesto se present un ejrcito cristiano dirigido por el conde don Pedro, que caus muchas

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    bajas entre los nrdicos y les oblig a huir al sur41. Historiadores como Prez de Urbel yRicardo del Arco creen que este don Pedro es Pedro Then, una de las personas de mayorconfianza de Alfonso III el Magno42. En todo caso, esta invasin demostr la vulnerabilidadde Iria Flavia, por lo que ante el temor a nuevos ataques no slo normandos sino tambinrabes, pareca imposible la permanencia del obispo y del cabildo en dicha sede. SegnChao Espina, de esta difcil situacin se dio cuenta al rey don Ordoo, el cual envi unoslegados al papa Nicols I (858-867) para pedir el traslado de clero catedral de Iria a la Iglesiade Santiago. El papa puso alguna dificultad a que se abandonase definitivamente la sedeiriense y se estableciese la catedral episcopal en una iglesia fabricada pocos aos antes,en la cual, si residan habitualmente los prelados con parte del clero catedral, no era porttulo cannico de sede. Pero debido a los ruegos e instancias de Don Ordoo, el pontficepermiti que se crease la sede catedralicia pero a condicin de que la sede iriense continuasecomo tal, aunque secundaria, y que se la dotase convenientemente para su mantenimiento.Segn este mismo autor, era corriente ante el peligro normando el cambio de una poblacina un lugar ms seguro y apartado o el abandono de las ciudades, como ocurrira en el casode la poblacin de Faro, actual ciudad de La Corua, como analizaremos ms adelante.43

    Estos son los datos que poseemos sobre la segunda invasin vikinga en Galicia. Denuevo, los atacantes encontraron una dura resistencia, aunque parece un poco exageraday poco objetiva la expresin de autores como Gonzlez Lpez que afirman que el principalfracaso de la flota vikinga fue en Galicia, donde las fuerzas gallegas, que defendan

    Fig 5.- Capilla de Santiago en las Torres de Oeste de Catoira (Pontevedra).

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    nuestra tierra, les dieron una dura leccin44.Tras dejar las costas gallegas, los vikingosse dirigen a Portugal causando, segn lascrnicas, una gran mortandad en Lisboa. Sinembargo, fueron derrotados por el ejrcitoomeya en Algeciras y prosiguen sus correrashaciendo incursiones en Mauritania, ellevante espaol y las islas de Mallorca,Formentera y Menorca, as como en el nortede Catalua, al sur de Francia y norte de Italia,donde, segn las fuentes, asaltan Lunacreyendo que era Roma, otra ciudad santa aligual que Santiago. Tambin saquearonLucca, Pisa y las costas de Grecia, desdedonde emprenden el regreso despus de tresaos de ataques por el Atlntico y elMediterrneo45. Segn Gonzlez Lpez, que no cita sus fuentes, al volver pasan por Galiciasin detenerse ms que en alguna isla para avituallarse y tomar agua. Probablemente anclaranen la isla de Faro, pero haban quedado escarmentados de sus anteriores fracasos y ahora,al volver, sus fuerzas haban quedado tan debilitadas que slo contaban con veintidsbarcos. Con ellos prosiguieron a lo largo del Cantbrico y se apoderaron de Pamplona,capturando al rey navarro Garca Iiguez que tuvo que pagar 90.000 denarios por surescate46. Segn Snchez Albornoz, una de las consecuencias del ataque del ao 858 serala ruptura de la alianza entre los pamploneses y los Banu Qasi del Ebro, que propiciara laderrota de Musa por los cristianos en la batalla de Albelda47.

    3.3. Tercer y gran ataqueSi bien la mayora de los estudios consideran que la tercera oleada de incursiones

    vikingas a Galicia comenz en el ao 968, existen indicios de que se produjeron ataquesnormandos anteriormente, y probablemente pudo haber otros durante el siglo que separala segunda y tercera invasin. Es por ello que los habitantes de Galicia estaban preparadospara un ataque vikingo en cualquier momento, por lo que, segn el padre Flrez, loscondes y ricos-hombres de Lugo requirieron al rey don Ordoo en el ao 910 el poderhacer sus casas fuertes en la ciudad de Lugo, y de habitar en ellas, prevenidos a resistir alos normandos. Adems, eran de temer esos ataques durante este siglo ya que sin dudalos vikingos se sentan atrados por la concentracin de riquezas en Santiago deCompostela48. De esta forma tenemos ya algunos datos sobre los vikingos en Galiciaantes de la tercera incursin. Segn Ferreiro Alemparte49, en la Historia Norwegiae senarra como Erico, primognito del rey Haraldo (860-933) fue desterrado a la corte inglesa,donde fue bautizado, pero debido al carcter furibundo de su mujer Gunnilda, volvi a serexpulsado a los confines de Espaa, donde ejerci la piratera, aunque no se especificadnde concretamente, hasta su muerte en accin de guerra en el ao 954. No es de extraarel ejercicio de la piratera por Erico a pesar de haber sido bautizado, ya que era unacostumbre muy arraigada y comn en todos los pueblos septentrionales y continuar,como veremos ms adelante, cuando se conviertan al cristianismo. Tambin hay noticias,aunque bastante vagas sobre un ataque vikingo a Galicia en el 951, entendiendo por

    Fig 6.- Ermita de Nosa Seora da Lanzada(Sanxenxo, Pontevedra).

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    Galicia toda la regin al norte del Duero50. Solamente se sabe que los normandos saquearondiferentes lugares de Galicia, provocando, de nuevo, numerosas vctimas. Probablementederivado de este ataque, que debi llegar hasta Lugo, los habitantes de esta ciudaddecidieron organizar su defensa en el ao 953, segn relata el padre Flrez a partir de undocumento conservado hasta hoy en el Tumbo viejo de la ciudad de Lugo51. En l, se vecomo el obispo Hermenegildo y todos los lucenses, tanto abades como presbteros, legos,monjes y cuantos deban pagar tributo a la catedral o dependan de aquella iglesia, secomprometieron a vivir dentro de la ciudad para defenderse de la furiosa gente de losnormandos. Tambin la amenaza de un ataque vikingo hizo que el obispo de CompostelaSisnando, obtuviese permiso del rey de Len Sancho I el Craso (956-966) para defender laciudad y el sepulcro del apstol de los ataques vikingos por medio de la construccin demurallas, torreones y fosos, segn indica que el Chronicon Iriense. Esta fuente indicatambin que Sisnando construy fortalezas como la de La Lanzada y Cadafeita, pusovigas y tropas en los lugares estratgicos y en los puertos para vigilar las costas52.

    Sin embargo, la mayora de las fuentes no hablan de la tercera invasin hasta elao 968. Pero hay que destacar primeramente que encontramos aqu una etapa problemticasobre los obispados de San Rosendo y Sisnando que ha dado pie a mltiplesinterpretaciones. Este problema afecta al tema de nuestro trabajo dado que no slo nosinformara de la identidad del obispo que hizo frente a los normandos en esta tercerainvasin, sino de la posibilidad de que stas se iniciasen dos aos antes, en el 966. Segnla Historia Compostellana, el carcter conflictivo del obispo Sisnando y sus abusos deautoridad hicieron que sus vasallos se querellaran al rey Sancho, el cual le recrimin sucomportamiento. Pero el obispo Sisnando se rebel contra la autoridad real por lo que fueapresado y encerrado en el 965, y sustituido en la dignidad episcopal por un monje llamadoRosendo: San Rosendo. Segn Morales Romero53, al poco tiempo de ser nombrado obispo,san Rosendo hubo de enfrentarse a un nuevo ataque vikingo en el ao 966. Este autor es

    Fig 7.- Vista del emplazamiento de la Ermita de Nosa Seora da Lanzada (Sanxenxo,Pontevedra) y los restos del recinto amurallado.

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    el nico que considera que se trat de una incursin diferente a la del 968, en la que muriSisnando, como veremos ms adelante, ya que en el 966, al morir el rey, Sisnando recuperarasu cargo mediante el famoso episodio de la amenaza a Rosendo con una espada, ocupandoas de nuevo la dignidad episcopal hasta su muerte en el 968, cuando de nuevo le sucederaRosendo. Esta posible interpretacin, en principio apoyada por las crnicas, no escompartida por todos los autores, pero como hemos dicho, da pie a Morales Romero adiferenciar una invasin en el 966 durante la cual san Rosendo particip en la defensa deCompostela. Por contra, la invasin del 968, para Morales Romero, formara parte de lacuarta oleada de ataques normandos. Sin embargo, ya para el padre Flrez y Lpez Ferreiroeste episodio del primer episcopado de san Rosendo entre el 965 y 966 parece irreal ycarente de sustentacin. Pero es Manuel Carriedo Tejedo54 quien aporta una posibleexplicacin a este problema ya que considera que se tratara de un embrollo narrativo yuna confusin de un episodio anterior del episcopado mindoniense con el compostelano.Segn este autor, el encarcelamiento de Sisnando en el 965 por orden del rey Sancho esuna trasposicin o mala interpretacin del encarcelamiento del obispo Arias deMondoedo en el 955 por Ordoo III y sustitucin por su to San Rosendo, hasta el 958cuando es posible que recuperase su puesto por mtodos violentos. Lo que nos interesade esta bien sustentada interpretacin es que implicara que Sisnando no fue encarceladoni cometi el ataque contra san Rosendo (tambin pariente suyo), sino que permanecisiempre en su cargo hasta el ao 968, sin que tuviese lugar el parntesis de Rosendo. Portanto habra que desmentir la arribada vikinga del 966 y situarla alrededor de 968.

    Este ataque vendra, no de los pases escandinavos, sino de Normanda, ducado fundadopor un vikingo, Rolln el ao 893 en el antiguo ducado de Neustria. A mitad del siglo X, enel 963, el duque de Normanda, Ricardo I, se vio obligado a pedir ayuda de noruegos ydaneses contra el rey de Francia, pero al firmar la paz, estos violentos huspedes leresultaban incmodos. A los que se resignaron a asentarse como cristianos y vivir en pazen Normanda, los premi con generosidad, pero al resto que deseaba seguir merodeandosegn sus antiguas costumbres, los aprovision y condujo a Espaa en el ao 966. SegnDudn, dean de Saint-Quentin, en su camino las expediciones normandas sometierondieciocho ciudades y se apoderaron de todo lo que encontraron en ellas. Y entrando arapia por todas partes, hostilizaron Espaa y la afligieron duramente con incendios ysaqueos55. Segn Almazn, estos piratas dirigieron sus primeros ataques contra lascostas musulmanas de Portugal, junto Alcacer do Sal y luego en Lisboa, pero en amboslugares sufrieron grandes prdidas ya que los rabes estaban organizados y preparadospara contraatacar, y a continuacin se producira el ataque a Galicia en el que muereSisnando56. Sin embargo, nos parece ms plausible que el ataque que cita Morales Romerodel 966 pudiese haber tenido lugar justo antes de dichos ataques a Portugal, en el 968 (oquizs antes) como una primera manifestacin de las diferentes oleadas de violencia conlas que los vikingos solan sorprender. A continuacin, los invasores avanzaran hacia elsur. Segn Dudn, los hispanos se reunieron en un ejrcito de labradores que se enfrenta los vikingos y que fue derrotado por ellos en un cruel encuentro. Cuando los vikingosregresaron al cabo de tres das al campo de batalla para despojar a los cadveres de ropasy armas, segn este cronista, encontraron que muchos de los cados eran negros (hombresde Etiopa). Segn Dozy es probable que los normandos desembarcasen en un lugar al Sur delos reinos cristianos, en tierras musulmanas, donde muy probablemente habra gente procedentede frica. Tras estos ataques a Portugal, los vikingos habran regresado a Galicia.

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    Es posible que a partir de esta arribada naciese la leyenda del famoso milagro atribuidoa San Gonzalo, a pesar de que autores como Chao Espina lo sitan durante el primerataque vikingo. Esta tradicin cuenta cmo, ante la llegada de una gran flota vikinga a lascostas lucenses, las gentes se apresuraron a pedir ayuda al obispo Gonzalo, que tenafama de santo. Se dice que el obispo cogi su bculo y subi, seguido de sus fieles a lacumbre de un monte desde donde se vean los barcos piratas. All cay de rodillas y sepuso a rezar mientras, milagrosamente, las embarcaciones vikingas empezaron a hundirseuna tras otra. Llegado el momento en que ya apenas quedaban barcos, el santo interrumpisus oraciones porque quera que quedasen algunas naves como testimonio del milagro ypara que pudiesen relatarlo a otros. En la pared de la iglesia de San Martn de Mondoedose pint un fresco que ilustra este milagro, pero actualmente, debido al deterioro por elpaso del tiempo, slo queda un fragmento muy pequeo57. Adems, en el lugar donde seconsidera que tuvo lugar el suceso se ha levantado una capilla con una placaconmemorativa, capilla en la que se celebra una romera todos los lunes de Pascua dePentecosts. Sin embargo, esta tradicin recogida de boca en boca a lo largo de los siglos,es explicada por algunos autores como una simple tempestad. Por otro lado, en elepiscopologio de San Martn de Mondoedo no figura por esta poca ningn obispo coneste nombre, lo cual resulta extrao tratndose de un prelado de tal santidad y favorecidocon dicho suceso para su dicesis. Por esta razn podra ser cierta la contextualizacin delmilagro en el ao 846, ya que entre el 693 y el 866 no se conocen los nombres de ningunode los obispos de esta sede. Tambin podra referirse al suceso real del ao 844 en el que,segn el obispo Prudencio Galindo, algunos contingentes vikingos llegados a Galiciafueron vctimas de las inclemencias del mar. Ms tarde pudo atribuirse quiz este hecho ala intervencin del obispo san Gonzalo, que estuvo al frente de la dicesis desde 1070 a1112. Pero, como seala Ferreiro Alemparte58, es intil pretender fijar un relato trasmitidotal slo a travs de la leyenda, susceptible por lo tanto de ser asociado a cualquier otroentre los muchos de esta naturaleza.

    Fig 8.- Iglesia de San Martio de Mondoedo (Foz, Lugo).

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    Sea o no sea cierta esta fecha para encuadrar los hechos que dieron lugar a la leyendade San Gonzalo, lo que s parece fuera de toda duda es que en el ao 968 se presentdelante de las costas gallegas una gran flota vikinga compuesta de cien naves dirigidaspor el rey Gunderedo. Uniendo los datos de la Crnica de Sampiro, el Chronicon Silense,Chronicon Iriense y la Historia Compostellana conocemos como los invasores llegaronal puerto de Juncaria y entraron en muchas ciudades de Galicia a mediados de la Cuaresma.La Crnica Iriense, de Ruy Vzquez, da el nombre de Vacariza a ese puerto de Juncaria.Vacariza pertenece a Santa Mara de Isorna y est situada sobre la orilla derecha del roUlla59. Segn Gonzlez Lpez, esta flota habra desembarcado tambin en Faro (La Corua),algo que a pesar de no ser corroborado por ms autores, no deja de ser muy posible dadaslas experiencias de anteriores incursiones. Segn las crnicas, unos emisarios avisaron alobispo Sisnando de que los normandos se dirigan hacia Ira. El obispo reuni un ejrcitoy plant batalla a los piratas en el lugar llamado de Fornelos, donde fue herido y muertopor una flecha el 29 de marzo. La Historia Compostellana considera que se trataba de lamaldicin que San Rosendo haba pronunciado cuando Sisnando supuestamente le habaarrebatado la dignidad episcopal: quin anda con la espada, con la espada ha de morir,aunque hemos visto que probablemente este episodio nunca tuvo lugar. Algunas versionesdicen que Sisnando fue asesinado con una espada. El caso es que desde esa batalla deFornelos, que segn Chao Espina ocurri a orillas del ro Louro, a legua y media deSantiago, los vikingos fueron dueos de Galicia durante prcticamente tres aos.

    Las fuentes indican que los invasores llegaron a los montes de Cebreiro y podranhaberlos sobrepasado ya que segn los Anales Toledanos I, en el ao 970 vino lordomania Campos, que podra ser una abreviatura de Compostela o referirse a Campos Gticos enCastilla y Len. Los normandos continan sus saqueos con libertad sin que el rey deLen, Ramiro III, pudiese hacer nada por detenerlos ya que era un nio de siete aoscustodiado por una monja. Sin embargo, no lograron entrar en Santiago, ya que estabaprotegido por fuertes murallas torreadas, separadas por profundos fosos llenos de aguaconstruidos en poca de Sisnando. Esta situacin continu hasta que el obispo deCompostela, San Rosendo, organiz un ejrcito dirigido por el conde Gonzalo Snchez,que, sediento de venganza atac a los normandos cuando se disponan a embarcar denuevo cerca de Ferrol. Este ejrcito logr vencer a los invasores, matar al mismo reyGunderedo, quemar parte de las naves, recuperar el botn y liberar a los prisioneros60.

    Este ataque nrdico fue el ms violento de todos los que padeci Galicia. No obstante,parece exagerada y poco contrastada la visin de Gonzlez Lpez61 acerca de que estainvasin o serie de ataques tena el propsito de aduearse de Galicia haciendo de ella unaposesin normanda debido a su posicin estratgica en las comunicaciones martimas deEuropa, ya que para otros autores como Morales Romero62 las incursiones normandascontra Galicia fueron principalmente andanzas pirticas con el fin de obtener botn ynunca hubo intencin de asentarse permanentemente. Esto se explicara no slo por lagran resistencia que encontraron los invasores, sino porque ellos mismos no mostraroninters en sacar partido de las luchas internas en los reinos hispanos, como s hicieron enFrancia para terminar asentndose en dicho pas. De todas formas, como acabamos desealar, este ataque de tres aos se constituy en el ms trgico para Galicia. Muchasiglesias y monasterios quedaron totalmente destruidos. Un diploma del archivo de lacatedral de Orense, redactado diez aos despus de los hechos, cuenta que el monasteriode San Juan de la Cueva, situado a la orilla del Ulla qued ad nihiluum reductus, por

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    LOS ATAQUES VIKINGOS Y SU INFLUENCIA EN LA GALICIA DE LOS SIGLOS IX-X

    causa de gens pessima Lotomorum63. Otrocenobio gallego que sufri daos duranteesta invasin fue el de Santa Eulalia de Curtis,segn indica un diploma del ao 995: porcausa del pecado, llegaron las gentes de losnormandos a esa tierra y devastaron tantoesa iglesia como otras vecinas, del mismomodo que prendieron a sus sacerdotes y lospasaron por la espada, y las propiasescrituras de esa iglesia las quemaron hastano quedar all piedra ninguna. Estemonasterio fue restaurado por el obispo deIra Pedro I. Tambin es probable que fuesedestruida en esta poca la fortaleza de CastroCandade, en la zona de Chantada, que yahaba sido atacada en anteriores incursionescomo indicamos ms arriba. La misma suertecorri el antiguo monasterio de monjas deSan Esteban de Boiro, por lo que fue unido,con su coto y aldeas al monasterio de SanPedro de Antealtares. Otra iglesia arrasadapor los normandos fue la de Boente, segnun documento del ao 992. Los obispadosque ms padecieron estos ataques fueronlos de Braga, Orense y sobre todo, Tuy, comoveremos ms adelante. El obispado de Tuyfue unido al de Santiago, mientras los deBraga y Orense fueron anexionados al deLugo, aunque era tan difcil administrar tres dicesis que durante el reinado de Sancho II(1065-1072) la dicesis de Orense fue restablecida como sede propia64.

    Despus de la derrota infligida por el conde Gonzalo y el obispo Rosendo, los normandosque sobrevivieron pudieron realizar una incursin por el Duero a principios de Julio del971, as como por la costa portuguesa hasta Santorem. Como indica Dozy, uno de losmejores conocedores del mundo andalus, estos ataques no tuvieron gran xito ya que losrabes estaban bien preparados contra los normandos, pues, adems de las obras defortificacin construidas por orden de Abd al-Rahman, tenan en los reinos cristianos delnoroeste confidentes que les prevenan del peligro. As, el conde de Galicia, GonzaloMuoz envi un emisario a Crdoba con una carta para Hakam II, fechada el 9 de Julio de971, informndole de una fallida incursin de los magus por el Duero65. La ltima noticia quetenemos de este tercer gran ataque vikingo, aunque Morales Romero la sita ya dentro de lacuarta oleada de incursiones, es que el 17 de Septiembre del ao 972, segn las fuentes rabes,los vikingos abandonaron el proyecto de avanzar contra los musulmanes hacia el sur66.

    3.4. ltimas incursionesTras esta gran invasin u oleada de invasiones, las noticias sobre ataques vikingos a

    Galicia en las fuentes son menores y ms espordicas, aunque es muy probable, como

    Fig 9.- Representacin del s. XII que muestrauna flota de barcos vikingos daneses atacando

    Inglaterra. Pierpont Morgan Library(New York).

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    seala Almazn, que hubiera otras incursiones de las que no disponemos de evidenciasescritas. Esta cuarta oleada de ataques busc un punto de la costa gallega ms vulnerableya que en la primera incursin, en la zona norte, y en las dos siguientes, alrededor de la rade Arousa, haban encontrado gran resistencia. De esta forma los ataques se centraron enel suroeste de Galicia y norte de Portugal, teniendo como centro el tramo final del roMio67. Segn el Chronicon Lusitanum, en el ao 1008 un conde gallego llamado Menendushizo frente a un contingente normando en algn lugar de la costa entre el Mio y el Duero,muriendo en la batalla, tras la cual los vikingos asolaron la regin de Braga. De este mismoao se conoce un diploma en el que figura un cierto Argivaldo que ofrece a Don DiogoDonaniz algunos beneficios para que ste lo proteja a l y a su mujer, y que eventualmentepague un rescate si los vikingos los llevasen prisioneros. Estos rescates a los vikingos sepagaban en presencia de las autoridades cristianas68.

    Sin embargo, el ataque ms importante de esta cuarta oleada es el que tiene lugar en el1014 en la ciudad del Tuy, que debido a su situacin en la desembocadura del Mio, fuevctima en muchas ocasiones de ataques martimos. Esto llev al obispo Naustio a retirarsede Tuy a Labruxe y adjudicar el obispado de Tuy al de Santiago durante 60 aos, comocomentamos anteriormente. Segn Chao Espina, tras el ataque se hizo imposible repoblarla ciudad de Tuy y restaurar la sede. Pero como aquella importante comarca no podapermanecer mucho tiempo sin pastor, Alfonso V convoc el 29 de octubre de 1024 unconcilio en Santiago al que acudieron los obispos de Astorga, Len, Compostela, Oviedo,Lugo... y se acord unir las dicesis de Tuy a la de Santiago. Adems otorg al episcopadode Compostela la iglesia de San Pedro de Bembibre, Santiago de Portelas, San Salvador deRial, San Julin de Negreira y la isla de Oneste en los mrgenes del Ulla, en la cual el mismoAlfonso V haba hecho construir una ciudadela para cerrar el paso a las naves normandasen su camino hacia Santiago. A pesar de que la ciudad de Tuy haba organizado un sistemade defensa, fue tomada por sorpresa en este ao de 1014. Segn Murgua, citado por ChaoEspina, est defensa se basaba en un sistema de fuegos en todas las alturas bien visibles69.Pero en esta ocasin, la ciudad es saqueada e incendiada y un gran nmero de tudensestomados como prisioneros, incluido el propio obispo Alfonso y muchos otros clrigos. Laantigua catedral de Tuy, que estaba localizada en la parte baja junto al ro, fue totalmentedestruida y se reedific en un lugar elevado de ms fcil defensa70.

    Segn la mayora de los historiadores es muy probable que esta incursin fuese dirigidapor Olaf Haraldson, despus llamado San Olaf, que en 1018 lleg a ser rey de Noruega,convirtindose e imponiendo el cristianismo. Esta deduccin se debe a la comparacinentre las crnicas cristianas y las sagas nrdicas. Olaf debi de nacer hacia el 995 y a losdoce aos ya realiz incursiones por las costas del Bltico, Holanda e Inglaterra. Sobre laincursin de Olaf a las costas espaolas, la Historia Norwegiae slo indica que Olaf dejaqu un ttulo muy claro de sus victorias y regreso a Dinamarca. Pero la saga de SnorriSturlson, cuya veracidad histrica parece haber sido demostrada, aporta muchos msdetalles71: Olaf parti de Inglaterra con rumbo sur. Conquist e incendio un enclave ocupadopor vikingos dinamarqueses en lugar llamado Ringsfjerd siguiendo despus con su flotahacia Grisepolle y venci a los vikingos dinamarqueses en Vilhamsby. Se dirigi haciaSeljepolle, dnde tras una gran batalla conquist la ciudad de Gunvaldsborg, tomandoprisionero al conde Geirfinn, que tuvo que pagar un rescate de 12.000 piezas de oro. Laidentificacin de estos topnimos no es nada fcil, como indica Almazn, pero pareceposible asociar Ringsfjerd con el golfo de Vizcaya, Grisepolle con Castropol, Vilhamsby

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    con la ra de Betanzos, Seljepolle con la desembocadura del Mio y Gunvaldsborg con laciudad de Gonzlez, es decir, Tuy, que estaba bajo la proteccin del Conde MenendoGonzlez. No podemos detenernos en las deducciones filolgicas que realizan autorescomo Almazn72 o Ferreiro Alemparte73, pero segn sus datos, el hecho de que los lugaresmencionados en la saga sigan un orden lgico de este a oeste y la adecuacin con loslugares en que segn las fuentes hispnicas hubo batallas de vikingos y gallegos, podemosafirmar que fue el propio San Olaf quien saque la ciudad y tom prisionero al obispoAlfonso, aunque en el panegrico de Snorri Sturlson al rey que despus sera santo, no semencionan los actos de piratera que ste cometi en sus correras como vikingo. En estesentido, en cuanto al conde Geirfinn, que sera el obispo Alfonso, segn Ferreiro Alemparte,es posible que no hubiese sido rescatado nunca, al igual que le pas al arzobispo Elphegode Canterbury. Este mismo autor considera correspondientes a esta incursin de San Olaflos hechos que describe un documento de la reina Velasquita del ao 1028 en el que se citaa un noble que incurri en la ira del rey Alfonso V de Len y para ponerse a salvo sedesterr huyendo en las naves de los normandos74. Slo Gonzlez Lpez y Chao Espinaconsideran, basndose en Vicente Risco, que Alfonso V de Len plant batalla a estaexpedicin de San Olaf derrotando a los invasores en varios encuentros, mientras que elresto de autores, dada la falta de evidencias, no se pronuncian sobre este, no obstante,posible acontecimiento.

    Tenemos ms noticias invasiones de Galicia en esta cuarta oleada. Segn MoralesRomero, un documento del cartulario del monasterio de San Salvador de Moreira (Portugal)de 1018, habla de un ataque a las tierras situadas entre los ros Duero y Ave tres aosantes, en el que los vikingos saquearon sistemticamente la zona durante nueve meses.En ese tiempo capturaron a tres hijos de un tal Amarelo que hubo de pagar un rescate de15 sueldos de plata y para ello pidi un prstamo a Froila Trutesendes. Probablemente losinvasores se hicieron fuertes en un lugar estratgico de la zona desde el que realizabanrazzias por el interior, instalando un negocio de venta y rescate de esclavos. Por otra parte,

    Fig 10.- Catedral de Tuy, construda para sustituir a la anterior destruda por losvikingos en torno a 1015.

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    el Chronicon Lusitanum informa de una nueva incursin de piratas vikingos en la provinciade Braga, en la que era conde Alvito Nez, atacando el castillo y volviendo a embarcarrpidamente. De esta poca se conservan documentos que hablan del pago de rescates alos vikingos por la liberacin de prisioneros cristianos y musulmanes, como un documento de1026 en el que se cuenta lo que pag un tal Octicio por una mujer llamada Matilde y su hijaGocina: un manto, una espada, una camisa, tres lanzas, una vaca y tres modios de sal fina.75

    En el ao 1028 vuelven a atacar los vikingos por la ra de Arousa. En este momento, elreino de Len atravesaba una delicada situacin, gobernado por el aun nio Vermudo IIIbajo la tutela de Urraca, y Galicia estaba dividida en luchas civiles. Para muchos historiadores,basndose en la Knytlinga Saga esta flota estaba capitaneada por el famoso jefe vikingoUlf (lobo) apodado el Gallego76, segn la costumbre de los piratas nrdicos de dar aquien dirigi una operacin el nombre de la zona conquistada. Ulf naci alrededor del ao1000 y perteneci al squito del rey Canuto el Grande (1018-1035). Para algunos autoresfue Ulf el Gallego el que se enfrent y fue derrotado por el obispo Cresconio, aunque noexisten evidencias escritas que lo demuestren. Igualmente podra ser este mismo jarl oconde vikingo quien dirigi al grupo de mercenarios que ayud al conde gallego RodrigoRomariz contra un grupo de vascos. Segn Vicente Almazn, estos vascones estabaninstalados en una fortaleza llamada de Pena desde donde atacaban la regin de SantaMara, cerca de Guimaraes77. Pero para Gonzlez Lpez y Ferreiro Alemparte, segn undocumento de 1032, estos vascones haban ayudado al conde en su rebelin contraVermudo III y despus se haban hecho fuertes en Lapio, un lugar cercano a Lugo. Loshabitantes del pueblo de Santa Mara se querellaron al conde por los abusos de los vasconesy ste reuni a todos los varones y con el auxilio de los normandos, los cerc e incendi sufortaleza. Esto implicara una estancia prolongada de los normandos en tierras gallegas78.

    El obispo gallego Cresconio (1048-1066), como sus antecesores San Rosendo ySisnando, tuvo que hacer frente a los ataques vikingos. Segn Morales Romero, fue elarquetipo de prelado medieval en el que convivan el orden espiritual y temporal, comoindica el proverbio de la Historia compostelana: Episcopus S. Jacobi baculus et balista(el obispo de Santiago, bculo y bestia)79. Este obispo, segn las ltimas excavacionesen la catedral de Santiago mand reforzar las torres que protegan Compostela desdetiempos de Sisnando. Segn la Historia Compostelana, durante su episcopado, los soldadosfueron entrenados eficazmente y su ejrcito formado en la estrategia y tcticas militares,sali al encuentro de los vikingos en varias ocasiones hasta que los venci definitivamente.Sin embargo, como indica Ferreiro Alemparte, esta fuente exagera sin duda el xito obtenidosobre los normandos por las tropas del obispo Cresconio80. Ms exagerada o pocodemostrable parece la narracin de Alfredo Vicenti, citada por Chao Espina sobre dichoenfrentamiento. Segn este autor, al llegar la flota normanda a la entrada de Iria Flavia,chocaron con las cadenas atravesadas de una a otra orilla, y al saltar a tierra le sali alencuentro el ejrcito del obispo que haba anunciado el suceso desde que la escuadraenemiga fue avistada, y obtuvo una gran victoria81. Igualmente este prelado ordenconstruir las famosas Torres de Oeste en Catoira, en un lugar clave de la ra de Arousa parala proteccin de la entrada a Iria Flavia y Compostela. De las excavaciones en estas torreshablaremos ms adelante con mayor detalle, aunque ahora sealaremos que segn laCompostelana, fueron construidos sobre las ruinas de las Aras de Augusto con mano deobra campesina trada por precepto real desde Triacastela hasta la costa, dada la importanciaestratgica de su ubicacin. Segn las fuentes, el obispo Cresconio muri cuando se diriga a

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    LOS ATAQUES VIKINGOS Y SU INFLUENCIA EN LA GALICIA DE LOS SIGLOS IX-X

    esta fortificacin en el 1068, pero el padre Flrezconsidera que la fecha verdadera sera el 106682.

    Para la mayora de los autores, con la muertede Cresconio en el 1066 acaba el periodovikingo propiamente dicho en Espaa, al igualque en el resto de Europa con la conquista deInglaterra por el duque Guillermo de Normanda.Sin embargo, Galicia seguir sufriendo ataquespor parte de normandos cristianizados que norenuncian todava a las tradiciones pirticas ascomo de cruzados escandinavos de camino alMediterrneo oriental83. Vamos a tratar depresentar brevemente las caractersticas deestos nuevos contactos.

    3.5. Incursiones de cruzados nrdicosComo acabamos de sealar, a partir de la

    segunda mitad del siglo XI, los ataquesescandinavos a Galicia son protagonizados pornormandos cristianizados, aunque loscronistas cristianos consideran estasincursiones como una continuacin de lasanteriores ya que no encuentran diferencianinguna en el comportamiento de los nuevosvisitantes con respecto a la ferocidad de susantepasados paganos, los vikingos84. Segn Gonzlez Lpez, las gentes de la costa gallega,al observar el aspecto de estos peregrinos y recordar sus viejas depredaciones los tenanms bien por piratas85. Los primeros viajeros nrdicos a Tierra Santa utilizaban tierrasgallegas como punto de escala, continuando despus hacia Jerusaln. Generalmentedesembarcaban en La Corua y desde all se dirigan a venerar el cuerpo del apstolSantiago permaneciendo en Galicia varias semanas o meses antes de continuar haciaOriente. En el ao 1108 se presentaron en las costas gallegas (tierras de Jacobo segnlas sagas nrdicas) sesenta embarcaciones noruegas bajo el mando de Sigurd Jorsalafari(el Palmero, el que peregrino a Jerusaln) que saquearon el castillo de un gobernadorlocal que haba incumplido su promesa de abastecerlos de provisiones para pasar eninvierno86, aunque para Gonzlez Lpez este gobernador era Raimundo de Borgoa, quehaba muerto antes de que terminase la organizacin de esta expedicin. Segn la saga,Sigurd se apoder como represalia de Compostela, aunque no hay evidencias en lascrnicas hispanas. De Galicia prosigui Sigurd por la costa portuguesa, prestando ungran servicio al conde de Portugal, don Enrique, e iniciando as una serie de colaboracionesentre cruzados y portugueses que ayudara en gran medida a la reconquista de las tierras de laantigua Lusitania. Adems, parece ser que Sigurd se enfrent a otros vikingos, probablementedaneses, que recorran la costa portuguesa cristiana.

    Segn la Historia compostelana en el ao 1111 unos mercenarios noruegosestablecidos en Inglaterra son llamados por dos condes gallegos partidarios del rey Alfonsode Aragn y contrarios a Doa Urraca: Pelayo Godesteo y Rodrigo Nez. Segn R. Dozy

    Fig 11.- Ordoo II (873-924).Catedral de Len.

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    y Gonzlez Lpez estos mercenarios estaban dirigidos por el conde Hacon Paalson, queperegrinaba a Roma y Jerusaln. Sin embargo, el obispo Gelmrez junto con marinerosgallegos hizo frente a estos normandos que estaba saqueando las iglesias y haciendoprisioneros, y los venci en la ra de Vigo, liberndoles despus a condicin de quedejasen rpidamente las tierras gallegas87.

    Hacia el ao 1152, parte de las Orcadas el conde Rgnvald el Santo con quince barcosy la intencin de seguir el mismo itinerario que el rey Sigurd llegando el 20 de diciembre de1152 a Galicia. La Saga de los Condes de las Orcadas ofrece un extenso episodio de lasperipecias de estos normandos en Galicia, donde gobernaba opresivamente un extranjerollamado Godofredo. Los cruzados atacaron su castillo y ganaron la batalla, aunque esteGodofredo, que no ha sido identificado, logra ponerse a salvo. Esto demuestra, una vezms, como una expedicin de cruzados poda derivar, ocasionalmente, en operaciones depillaje y saqueo88. Como seala Ferreiro Alemparte, es curioso el parecido de fondo entreel relato sobre Godofredo y el episodio de la Compostelana sobre los piratas al servicio dedos nobles gallegos. En este episodio el hroe es Gelmrez que vence a los piratas asueldo, mientras que en la Saga son los normandos los que ayudan a los pobres campesinosgallegos a librarse de un tirano que los explota y oprime. Es decir, la saga pretende justificaruna accin contra un burgo cristiano, mientras que la conducta benevolente de Gelmirezcon los normandos revela una situacin y en la que los hombres del Norte ya cristianizadosvan a contribuir de un modo muy eficaz a la reconquista en los siglos XII y XIII89.

    Durante la tercera cruzada (1187-1200) se organizan varias expediciones en el norte deEuropa, principalmente de Dinamarqueses ya que los noruegos estaban ocupados enguerras intestinas. As llegan a Corua un grupo de normandos en sesenta barcos el 25 demayo de 1189 que se dirigen a Compostela para adorar el Santo sepulcro. No obstante, seextendi el rumor de que iban a robar la cabeza del apstol, por lo que se encontraron conuna gran hostilidad que los hizo regresar apresuradamente. En 1197 se supone que tambinse detuvo en Galicia una cruzada dano-bremense, aunque no hay evidencias escritas.Tambin en el 1217, segn la crnica del abad Emo, parti desde Noruega una cruzada a laque se unieron renanos y frisones. El 17 de junio de 1217 esta cruzada pas por Galicia, y

    Fig 12.- Rplica de un Drakkar navegando en Estocolmo.

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    es fcil imaginar, cmo seala Vicente Almazn90, la preocupacin que causara en LaCorua la llegada de 350 barcos con cruzados alemanes, frisones, flamencos y noruegos,dadas las experiencias anteriores. La flota slo se demor nueve das en La Corua y acontinuacin sigui bordeando la Pennsula Ibrica. El relato de esta expedicin esminuciosamente analizado por J. Ferreiro Alemparte91. Entre 1222 y 1229 se desarrolla lacruzada dano-frisona de la que no se conservan pruebas de su paso por Galicia, pero atenor de las anteriores, es muy probable que tambin pisasen tierras gallegas.

    Como vemos, estas ltimas expediciones nrdicas presentan ya un carcter muydiferente, aunque siguen conservando ciertos aspectos de la poca vikinga, que perviveen la memoria de los habitantes de Galicia. En este sentido, abandonamos ya el anlisis de lasincursiones normandas para centrarnos en lo que stas supusieron y dejaron en el recuerdo.

    4. ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE ELIMPACTO DE LOS ATAQUES VIKINGOS A GALICIA

    4.1. La visin tradicional o el mito vikingoHasta hace relativamente poco tiempo, la mayor parte de los trabajos sobre los vikingos

    en la Europa altomedieval se centraban nicamente en sus viajes, saqueos y conquistas.En el caso de Galicia esta visin ha sido, si cabe, aun ms acentuada. A pesar de ser obrasde carcter riguroso, como las de R. Dozy, la visin sobre el mundo vikingo en ellasquedaba reducida a la de simples piratas. Y todava obras ms recientes como la de ChaoEspina, aunque intenta corregir esa tendencia, siguen acusando esta visin: Sombroscomo sus tierras, acercbanse silentes y envueltos por la noche o por las tinieblas a lospases que pretendan devastar: sin piedad ni compasin, fros como los monstruos marinos,arrasaban cuanto se presentaba a su paso asesinando cruelmente a los moradores devillas y ciudades y llevndoselos prisioneros en calidad de esclavos a sus lejanas tierrasde leyenda y de misterio92. Precisamente ese mito vikingo es la base de la visin msextendida acerca de los hombres del norte en la edad media que persiste an en la actualidaden muchos medios y en gran parte de la mentalidad histrica de la sociedad.

    Fig 13.- Barco vikingo del museo de los barcos vikingos de Roskilde (Dinamarca).

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    No se puede decir que esta idea sea falsa ya que las incursiones y saqueos, con todasu crueldad, son una parte importante, (y la ms conocida) de la vida del mundo vikingo.Pero, por supuesto, no la nica. El origen de esta visin predominante de los vikingosproviene de las fuentes histricas ms utilizadas y conocidas para su estudio. Dado queno existen crnicas vikingas de su poca, se han usado nicamente fuentes de los pasesafectados que ofrecen una visin parcial, desde la perspectiva cristiana occidental, que,adems, como seala E. Morales Romero, fue redactada casi exclusivamente por monjes yclrigos, que exageran en ocasiones los horrores vividos por las comunidades religiosaso los pobladores de las zonas atacadas, quiz no tanto por cometer los vikingos crmenesms horrendos que los que cometan los sajones, los francos o en este caso los galaicos,sino porque los vikingos eran infieles que no respetaban iglesias ni monasterios. Para losclrigos, era posiblemente un atropello mayor el robo del tesoro de un monasterio a manosvikingas que los abusos sistemticos del seor feudal sobre sus siervos93. Este es elorigen de una visin peyorativa, subjetiva e incompleta del mundo vikingo que se perpetua partir de esas crnicas hasta nuestros das. El error est, como apunta Gwyn Jones, enconfundir el fenmeno del movimiento vikingo y el llamado perodo vikingo, debido alnfasis sobre los efectos destructivos de las invasiones vikingas en Europa que pusieronlos cronistas de la poca y la omisin de la contribucin de los vikingos al comercio,descubrimientos, colonizacin, poltica y cultura en los pases afectados94.

    Pongamos un ejemplo representativo. Uno de los mitos ms persistentes sobre losvikingos y que ha contribuido a su reputacin de pueblo brbaro es la decoracin de suscascos de combate con dos cuernos. Sin embargo, esta imagen relacionada en ciertomodo con la idea de demonizacin, carece totalmente de fundamento arqueolgico ya quelos dos nicos cascos que van decorados con cuernos encontrados en Escandinaviapertenecen ambos a la Edad de bronce95. Parece ser que en las primeras representacionesde las peras de Wagner, el diseador se bas en la iconografa presente en la superficiede ciertos cuernos para beber hechos de oro muy anteriores a la poca vikinga, y desdeentonces la idea errnea de los vikingos con cascos de cuernos se ha ido extendiendo.96

    En ese sentido, Regis Boyer considera que es simplemente ridculo calificar de brbarosa los hombres y mujeres que pudieron realizar las maravillas artsticas orgullosamenteexpuestas en los grandes museos escandinavos, o las increbles proezas literarias queimplica la composicin de una estrofa eddica, o una obra maestra de la tcnica de navegacincomo es el barco vikingo, o la sofisticada elaboracin de los grandes textos de leyes,concluyendo que debe hablarse de los vikingos como seres equilibrados y portadoresde grandes valores de civilizacin97. F. Donald Logan va ms all cuando critica la ideatradicional de que los vikingos fueron una amenaza transitoria para el progreso de lacivilizacin occidental y que pertenecan a la periferia de los acontecimientos centrales,los cuales estaran en el imperio carolingio y en su intento de organizar Europa. Segn esteautor, en realidad el centro de la Alta Edad Media debe situarse en los pueblos escandinavosdonde se encontraban las fuerzas dinmicas de Europa, en vez de en un estado decadente98.

    De todas formas, no se trata ahora de idealizar a los vikingos sino de enmarcarlos en sucontexto y en su mentalidad, intentando desembarazarse de visiones parciales para podercomprender mejor y ms objetivamente las caractersticas del mundo vikingo. Como afirmaE. C. G. Oxenstierna: Los vikingos no han sido mejores que los dems pueblos europeos;hacan lo mismo que sus adversarios, se comportaban como todos los pueblos deloccidente germnico, celta; se combatan los unos a los otros y se aliaban si les convena,

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    LOS ATAQUES VIKINGOS Y SU INFLUENCIA EN LA GALICIA DE LOS SIGLOS IX-X

    con un soberano, para ponerse al aosiguiente de parte de su enemigo99.

    4.2. Consecuencias de los ataques vikingosen la Galicia de los siglos IX-XI

    Teniendo en cuenta estas reflexiones,estamos en mejores condiciones para tratarde evaluar, al margen de los hechospuntuales, el verdadero impacto histrico deesta serie de incursiones vikingas que, entrelos siglos IX y XI, afectaron repetidamente aGalicia.

    En primer lugar debemos sealar, comohan venido demostrando las investigacionesen los ltimos aos, que Galicia en los siglosIX y X no era en absoluto una zona aislada,marginal ni haba sufrido ninguna ruptura brusca tras la conquista musulmana de laPennsula Ibrica, como tradicionalmente se ha tendido a pensar. Por el contrario, Galiciaes una zona dinmica que juega un papel fundamental en la formacin y expansin delreino asturleons100. Esto en cierto modo se demuestra y refleja en el inters de los vikingosen ella, siendo, como hemos visto, la regin de la Pennsula que ms intensos ataquessufri. Igualmente Galicia fue uno de los territorios en los que los vikingos encontraronms fuerte resistencia, lo que indica que exista un cierto nivel de organizacin interna quepermitiese coordinar la defensa ante estos enemigos que usaban el terror de forma tcticay no en simples saqueos descoordinados101. En todo caso, a tenor de todo lo visto, est claroque, sin llegar a suponer una ruptura ni desequilibrio en las estructuras principales y evolucinhistrica de Galicia, los ataques vikingos supusieron una serie de cambios en esta regin.

    A nivel poltico una importante consecuencia sera la desarticulacin y cambio dealgunos centros de poder de la Galicia de estos siglos, especialmente las sedes episcopales.Tras la segunda invasin, Galicia qued desolada y expuesta a nuevos y presumiblesataques, por lo que el rey Ordoo envo legados al papa Nicols I para pedirle el trasladodel clero iriense a la catedral de Santiago, a lo cual accedi con la condicin de que la sedeiriense continuase como tal, aunque secundaria, y que se dotase convenientemente a suclero para su sustento102. Tambin hemos visto cmo el obispo de Tuy, Naustio, tuvo querefugiarse en el monasterio de Lebruxe por temor a los ataques vikingos, conservando, noobstante, sus derechos al episcopado. Igualmente, la invasin normanda de 970 oblig alobispo Viliulfo (952-1003) a refugiarse en el monasterio de Ribas de Sil desde donde siguigobernando su dicesis. En este ao, los vikingos arrasaron la ciudad de Orense hasta talpunto que la sede qued abandonada y pas a depender de la de Lugo hasta el 1071 enque fue restaurada por Sancho II. Por las mismas causas la sede de Tuy fue agregada a lade Dumio desde 1022 a 1024, cuando pasa a depender de la de Santiago hasta el 1074103. Enel ao 1112 se traslad la sede episcopal de Mondoedo 20 kilmetros ms al sur de suubicacin inicial, a Valibria, llamado hoy Mondoedo, tambin por temor a los ataquesvikingos104. Bello Dieguez seala que, como consecuencia de las invasiones normandas,el commiso de Faro pas a depender de la sede de Compostela para organizar la defensacostera de Galicia105. En relacin con esta consecuencia, est el traslado o abandono de

    Fig 14.- Lordemanos, Len; una huellatoponmica de la presencia vikinga en el

    noroeste peninsular.

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    ciudades gallegas para defenderse de los ataques normandos. Segn Chao Espina, eracorriente ante estos ataques, no slo el cambio de una poblacin, principalmente lascosteras, a un lugar ms seguro y apartado, sino tambin el abandonar del todo lasciudades. Para este autor, durante la primera incursin, los habitantes de Brigantium (ACorua) huyeron buscando auxilio a Lugo, y finalmente acabaron trasladndose al pueblodel Burgo, situado en el interior de la ra, ms a resguardo, a principios del siglo X, de formaque la poblacin no volvera de nuevo a su anterior ubicacin hasta finales del siglo XII106.En la ciudad de Lugo, como ya vimos, la poblacin se vio obligada a agruparse en base aun pacto realizado con el obispo Hermenegildo para organizar mejor la defensa contra losnormandos107.

    Pero ms all de estos cambios en los centros polticos, las invasiones vikingasinfluyeron tambin en las estructuras y evolucin poltica, social y econmica de Galiciaen estos siglos. En este sentido, se puede considerar los ataques vikingos como otro delos elementos, que contribuyeron al proceso de integracin de Galicia en la monarquaastur-leonesa, ya que la poblacin galaica hubo de recurrir a la proteccin de la coronaante dichos ataques. En efecto, el traslado y agrupacin del poblamiento, la organizacinde la defensa, la fortificacin de ncleos y la reconstruccin de los daos requeriran unpoder articulador central y contribuiran a la aceptacin e integracin por parte de lasociedad galaica de estos siglos en la estructura sociopoltica del reino asturleons. Estefactor no se suele tener en cuenta, sin embargo podemos pensar que en muchas zonas dela actual Galicia habran tenido ms impacto y duracin las incursiones vikingas que lasescasas o nulas razzias musulmanas. En relacin con esto, y en el contexto ms amplio dela Pennsula Ibrica, hay que sealar que los ataques normandos llevaron en ocasiones ala colaboracin de los reinos cristianos y musulmanes contra este comn enemigo108.

    Por otro lado, al considerar las consecuencias histricas de las invasiones vikingas,hay que hablar de lo que estos ataques y contactos supusieron para la historia o evolucinde Galicia durante los siglos posteriores. A nivel econmico, los vikingos ayudaron alargo plazo a abrir nuevas rutas y vas comerciales a travs del mar. En ese sentido puededecirse que, tras el repliegue del comercio martimo tras el fin del imperio romano, Galicia apartir del siglo X ir recuperando y ampliando las rutas martimas, una de las bases de sueconoma en los siglos siguientes; rutas que los vikingos haban comenzado a abrir apartir del siglo IX por todo el Atlntico Norte. Como bien indica Gonzlez Lpez109, Galicia,por su situacin geogrfica se encuentra marginada del resto de la Pennsula Ibrica pero,sin embargo, est plenamente integrada en las comunicaciones martimas entre los pasesdel norte de Europa y los del sur del Atlntico, Mediterrneo y otros continentes. Adems,las corrientes martimas y vientos favorecieron esas comunicaciones con los puebloscomprendidos entre los cuatro Finisterres atlnticos. Se trata pues de un factor importanteen la posterior evolucin econmica de Galicia que tiene sus races en estos tempranosencuentros entre vikingos y galaicos.

    Tambin a nivel cultural, a pesar de la visin un tanto mstica de Gonzlez Lpez sobrelos pueblos de la comunidad cltica, hay que destacar la idea que presenta sobre esepapel de Galicia como punto esencial en la relacin martima de los pueblos atlnticos,celtas y germnicos y que recibi un gran impulso desde principios del siglo IX con eldescubrimiento del sepulcro apostlico que se convirti en el principal santuario de laEuropa occidental atlntica cristiana. En este sentido, las arribadas de vikingos formanuna parte importante de estas relaciones, ya que si bien provocaron importantes daos,

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    LOS ATAQUES VIKINGOS Y SU INFLUENCIA EN LA GALICIA DE LOS SIGLOS IX-X

    supusieron tambin el inicio de los contactos entre los pases escandinavos y Galicia, quea partir de la conversin al cristianismo de los pueblos escandinavos propiciaron la llegadaa Galicia de peregrinos romeros, palmeros o jacobeos desde Escandinavia y fomentaronuna relacin entre estas dos reas geogrficas tan distantes, que durante ms de sietesiglos dejar importantes y duraderas huellas (toponimia, arquitectura, cofradas,herldica...), de gran inters para el conocimiento de la historia cultural europea, como V.Almazn ha analizado detalladamente110.

    4.3. Huellas arqueolgicas, toponmicas y folklricasHay otra serie de improntas de la presencia vikinga en Galicia que todava hoy se

    pueden apreciar en nuestro paisaje y tradiciones populares. A nivel arqueolgico hayhuellas de estos ataques en la destruccin y posterior reconstruccin de iglesias ymonasterios gallegos como San Cibrn de Calogo, San Martn de Jubia, Santa Eulalia deCurtis, la fortificacin de San Martn de Mondoedo o la de Santiago de Compostela porel obispo Sisnando con murallas y torres cuyos restos an pueden observarse. Uno de loscasos ms llamativos e importante es el de la catedral de Tuy, que tras el ataque dirigidopor Olaf qued totalmente destruida, por lo que se busc un asentamiento sobre un lugarelevado con mejores posibilidades de defensa, para construir, posteriormente, una nuevabaslica con gran parecido con una fortaleza militar ya que pas a tener tambin unafuncin defensiva111. Sin embargo, las pervivencias materiales ms importantes yrepresentativas de los ataques normandos a Galicia son las Torres de Oeste de Catoira,en la desembocadura del ro Ulla y que constituyen el punto de entrada y vigilancia a IriaFlavia. Fueron construidas, como ya comentamos anteriormente, en poca del obispoCresconio a mitad de siglo XI, y mejoradas por Gelmrez, que podra haber nacido en ellas.Las excavaciones realizadas por Balil Illana112 y Chamoso Lamas113 comprobaron la inicialexistencia de cinco torres y probablemente dos ms, aunque actualmente slo se puedenobservar los restos de dos. Una de ellas parece ms antigua, de poca romana, y latradicin la asocia a las Aras de Augusto. Alejados del primer recinto de la fortaleza

    Fig 15.- Romera vikinga de Catoira (Pontevedra).

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    quedan restos de edificaciones romanas en las que se han encontrando cermica, tgulas...romanos. Sobre estos restos, Cresconio reedific los muros, dndoles una estructura msfirme y levant las dems torres. Tambin se hall una lpida con un epgrafe relacionadocon el emblema de Alfonso III. Como ya sealamos al hablar de las fuentes para el estudiode los vikingos en Galicia, no existen restos materiales propiamente escandinavos de dichoperiodo en la Pennsula Ibrica, a excepcin de la cajita de marfil en San Isidoro de Len.

    A nivel toponmico hay que recordar la existencia de diversos lugares cuyo nombrepodra relacionarse con la presencia de los hombres del Norte en tierras galaicas. Comoseala Morales Romero, uno los lugares de Galicia dnde con ms fuerza pervivi elrecuerdo de los ataques vikingos es en la zona de Chantada. Aqu existe un lugar llamadoCamporramiro en referencia a la batalla que el ejrcito de Ramiro I libr contra losnormandos, e incluso, como ya comentamos, el propio nombre de Chantada podra referirsea la reedificacin del pueblo o su fortificacin a mitad del siglo IX, en el contexto de laprimera incursin vikinga. En la provincia de Len existe la pequea aldea de Lordemanos,en Coimbra existe el barrio de Lordemao y en Galicia, segn Lpez Alsina, existi un lugarllamado Lodimanos; todo lo cual demuestra que en un determinado momento hubocontingentes vikingos que se asentaron permanentemente durante un tiempo prolongadoen esos lugares concretos114. Gonzlez Lpez considera que el nombre de Segurde quelleva todava una parroquia del ayuntamiento de Carral, en A Corua, est emparentadocon el escandinavo Sigurd115, aunque esto parece algo dudoso y no lo corrobora ningnotro autor. Todos estos topnimos constituyen una posible consecuencia y perduracinde la presencia normanda en Galicia y dan pie a pensar que cierto nmero de vikingos (nomuy elevado) se quedaron, voluntaria o involuntariamente, en Galicia, de modo que esprobable, como seala Morales Romero, que por las venas de muchos gallegos corranunas gotas de sangre vikinga.

    Otro grupo de pervivencias de la presencia normanda en tierras gallegas estararelacionado con la mentalidad y tradicin popular. El aspecto ms conocido y que ms hapervivido en el tiempo de la visin popular de los vikingos es la idea de crueldad o fierezay el temor que sta comporta. Ya comentamos al hablar de la idea tradicional de los vikingosque si bien esta imagen no es falsa, tampoco es completa, ya que el mundo vikingo poseeotras muchas caractersticas y valores. En la tradicin y mentalidad popular gallega existennumerosas referencias a los vikingos y su presencia en Galicia. T. Yago. cuenta cmo suabuelo le contaba en Neda historias sobre el rey vikingo y los feroces hombres del norteque tenan la serpiente en los ojos116. Chao Espina comenta que en Arou y en Camelle (ACorua) existe la llamada Junta de Nordemn y que all los nios tienen el pelo rubio yojos azules como los hombres del Norte, pero al crecer se tornan oscuros. Otra tradicincuenta que cuando los normandos invadieron Vivero, persiguieron a un noble que logrhuir a Villaescusa, donde todava se conserva la llamada casa del normando117. Laleyenda ms importante que actualmente pervive en la mentalidad popular gallega es la delobispo San Gonzalo de Mondoedo, que tambin comentamos anteriormente, y que estrecordada en una placa en la ermita construida sobre el lugar desde el que, segn latradicin, presenciaron los fieles el milagroso hundimiento de las naves vikingas. Pero elrecuerdo ms vivo e intenso de las incursiones vikingas a Galicia en la mentalidad popularest representado en la llamada romera vikinga de Catoira, que desde 1961 se celebracada primer domingo de Agosto y en la que se recrea un ataque vikingo, empleando desde1994 una rplica de un drakkar construido en colaboracin con museo de barcos vikingos

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    de Roskilde.118Estos son slo algunos ejemplos de la pervivencia de la memoria de unosataques vikingos que cesaron hace ms de ocho siglos pero que, debido a su intensidady consecuencias, dejaron unas profundas huellas en la mentalidad popular, que explican,en parte, la fascinacin que su recuerdo provoca todava.

    5. CONCLUSINLos vikingos, como hemos visto, son mucho ms que un simple grupo de piratas

    paganos, constituyendo un pueblo y una cultura que, condicionados por un duro entornonatural, desarrollaron unas capacidades y valores complejos y avanzados, y empujadospor factores demogrficos e ideolgicos se expandieron a partir del siglo VIII con increblefuerza por toda Europa, saqueando pero tambin comerciando, colonizando y dejando suimpronta en la poltica, economa, sociedad y cultura de los pases que entraban en contactocon ellos. Sin embargo, esta expansin y contactos conllevaron, a la vez, paulatinamenteel propio fin del mundo vikingo, que ir entrando en el mbito de la Europa cristianamedieval y adaptando sus tradiciones a una nueva realidad histrica.

    Uno de los territorios de la Pennsula Ibrica ms afectados por estas incursiones delos vikingos entre los siglos IX y XII fue Galicia. Pero este impacto va algo ms all de lossaqueos y destrozos que recogen las crnicas. Por supuesto es fcil imaginar el temor queproducira en los habitantes de Galicia el avistamiento de las siluetas de las naves normandasacercndose a sus costas, y los graves daos que sus tripulantes, una vez en tierra,provocaban a su paso. Pero desde la mentalidad cristiana galaica, que se ve reflejada enlas crnicas, igual de grave que esos daos humanos y materiales, que, en otras ocasionespodan ser semejantes a los producidos por conflictos locales y gentes que no eranvikingas sin llamar tanto la atencin, era el hecho de que sus causantes fuesen paganos yno respetasen iglesias, monasterios ni al clero, precisamente autor poco imparcial de esascrnicas, algo que slo podan explicar como un castigo divino por sus pecados. Encambio, la mentalidad vikinga se mova por otros valores diferentes basados en la fuerza,el valor y la bsqueda de riquezas lejos de su rudo lugar de origen, como bien reflejan lassagas nrdicas.

    Este choque de dos culturas y mentalidades tan diferentes explica en parte la granimpronta dejada en la historia de Galicia por las invasiones normandas, que ha llevado aque sean estudiadas muchas veces con demasiada pasin y poca objetividad. Por eso, eneste trabajo hemos intentado recopilar, contrastar y complementar los datos disponiblessobre esos ataques. A pesar de ser un tema problemtico en el que an permanecenmuchas lagunas y dudas por resolver, y en el que sigue faltando un trabajo completo querena todos los conocimientos y enfoques sobre el mismo, podemos ya valorar de formams amplia y objetiva el significado histrico de esos ataques que, en sucesivas oleadasaunque no cerradas ni rgidamente estructuradas, asolaron Galicia. En efecto, los vikingosprovocaron graves daos en monasterios, aldeas y ciudades, obligando a la fortificacinde ncleos, al traslado de sedes..., pero tambin encontraron aqu una de las ms fuertesresistencias de todas sus andanzas, que impidi mayores daos o la misma conquista delterritorio (algo que los vikingos tampoco parece que pretendiesen). Por otra parte, lasincursiones vikingas tambin contribuyeron a la integracin de Galicia en la monarquaastur-leonesa, en el crecimiento de la importancia de Santiago de Compostela en detrimentode Iria, en el avance del proceso militar de reconquista, especialmente en territorio portugus,

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    en el contacto de Galicia con Escandinavia tras el cese de la poca vikinga... y en otrosaspectos fundamentales de nuestra historia.

    Se trata por tanto de un tema que precisa y merece nuevos y ms profundos estudiosque, al margen de las visiones catastrofistas o de meros saqueos, lo integren y relacionenen un contexto histrico de cambio y dinamismo, tanto en el noroeste de la PennsulaIbrica, como en el conjunto de Europa Occidental.

    NOTAS

    1 Entre otros: HALL, D., 2008, El mundo de

    los vikingos. Madrid: Akal; HAYWOOD,J., 1995, The Penguin historical atlas ofthe vikings. London: Penguin Books;BOYER, R., 2000, La vida cotidiana de losvikingos (800-1050). Palma de Mallorca:Jos J. de Olaeta; DONALD LOGAN, F.,1985, Los vikingos en la historia. Mxico:Fondo de Cultura Econmica; ORRLING, C.& PUIG I SCOTONI, P., 1991, Vikings,Barcelona: Fundacin La Caixa;OXENSTIERNA, E. G., Los vikingos, 1977.Barcelona: Luis de Caralt; MNGUEZ, J. M.,1985, Los vikingos. Madrid: Grupo 16.2 MORALES ROMERO, E., 1997, Os

    viquingos en Galicia. Santiago: Servicio depublicacins da Universidade de Santiagode Compostela. p. 29.3 VELASCO, M., 2000, Tras las huellas de

    los vikingos. Madrid: Ediciones Alcntara,p.12.4 REQUEJO BUENGA, A., 1933-1934,

    Normandos? Escandinavos? Vikings?,Boletn de la Comisin Provincial deMonumentos histricos y artsticos deOrense, T. 10, pp. 107-111, 131-135, 191-198.5 ALMAZN, V., 1986, Gallaecia

    Scandinavica. Vigo: Galaxia, p. 61.6 VELASCO, M. op. cit. p. 12.

    7 MORALES ROMERO, E., Os viquingos...

    Op. cit. pp. 80-84.8 Ibid. pp. 80-84.

    9 YAGO, T. R., 2001, Viquingos na ra de

    Neda na Crnica Sampiri, Revista deNeda, N. 4, pp. 59-60.10

    ALMAZN, V. Gallaecia... Op. cit. p. 83.11

    MORALES ROMERO, E., Os viquingos...Op. cit. pp. 77-78.12

    Ibid. pp. 13, 145-146.13

    ALMAZN, V., 2004, Los Vikingos enGalicia. Los vikingos en la PennsulaIbrica. Madrid: Fundacin Reina Isabelde Dinamarca, p. 42.14

    CHAO ESPINA, E., 1977, Los Normandosen Galicia y otros temas medievales. LaCorua: Grafinsa, pp. 29-30.15

    GONZLEZ LPEZ, E., 1985, Lasfronteras martimas de Galicia: de laprehistoria a la Baja Edad Media. Sada:Edicins do Castro, p.76.16

    MNGUEZ, J. M. op. cit. p. 27.17

    FERREIRO ALEMPARTE, J., 1999,Arribadas de normandos y cruzados a lascostas de la Pennsula Ibrica. Madrid:Sociedad Espaola de EstudiosMedievales, pp. 22-25.18

    MORALES ROMERO, E., Historia de losvikingos en Espaa. Ataques e incursionescontra los reinos cristianos y musulmanesde la Pennsula Ibrica en los siglos IX-XI. Madrid: Miraguano, pp. 128-129.19

    DOZY, R., 1987, Los vikingos en Espaa.Madrid: Polifemo, p. 15.20

    MORALES ROMERO, E., Os viquingos...Op. cit. p. 96.

  • 8 5Anuario Brigantino 2010, n 33

    LOS ATAQUES VIKINGOS Y SU INFLUENCIA EN LA GALICIA DE LOS SIGLOS IX-X

    21 Ibid. pp. 96-97.

    22 FERNNDEZ ROMERO, X. A., 2000,

    Los vikingos en Galicia, Historias de lasRas. Vigo: Faro de