los abogados jorge claret y pedro j pardo, por braulio garcía jaén

8/8/2019 Los Abogados Jorge Claret y Pedro J Pardo, por Braulio Garca Jan

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29. Los abogados

SR. ABOGADO CLARET:Le escribo esta carta para comunicarle que me han llevado al

Juzgado de Barcelona n. 6 el da 9 de diciembre donde mehan hecho firmar un papel que no entenda qu era. Por eso le

ruego que averige de qu se trataba y venga a decrmelo,

si es tan amable.Se lo agradezco mucho.

AHMED TOMOUH [sic], Barcelona, 11/12/93

La ltima vez le ped a Claret que me acompaara.

Pedro J. Pardo, abogado de Tommouhi, muchas de lasveces que lo visit en la crcel no estaba ms de seismeses sin ir fue solo. Quien vena mucho a vermeera Pedro. No Claret. Entiendes? Cuando haba unanoticia o algo, vena Pedro, recuerda Tommouhi. Peroaquel da iban a darle una mala noticia y por eso Pardoquiso que Claret subiera con l al ring: Para aguantar

los golpes era mejor estar los dos, dijo.Haca aos que haban empezado a distanciarse.A partir de que el Constitucional nos tumba el

recurso se hace muy difcil hablar con Ahmed. No tevoy a decir que nos peleramos, pero casi, casi nos pier-de el respeto. l nos echa las culpas de que no hemoshecho lo suficiente, de que no lo hemos ayudado re-

cuerda Pardo.El fallo del Constitucional denegando el amparo

solicitado despus de que el Supremo hubiera desesti-mado el recurso de revisin integral lleg en julio de2001, y desde entonces haban pasado casi cuatro aos.Tres desde que Manuel Oll, el tercer abogado que cola-boraba con ellos en Madrid, presentara la demanda anteEstrasburgo contra Espaa por este caso. Aunque aque-

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lla ltima visita de 2005 no era la primera vez que ibanjuntos. Cuando venan los dos, recuerda Tommouhi,Pardo se quedaba en un segundo plano. Callado.

Durante los seis meses que pasaron entre el fallodel Constitucional y la demanda ante Estrasburgo, enenero de 2002, Tommouhi y Pardo y Claret se vieronen contadas ocasiones. Hay una que Tommouhi recuer-da. Vinieron a buscar ms dinero. Y ya me haban

mentido antes. Luego yo me he enterado. Me mintieronmucho. Para qu queris ms dinero?, cuenta queles pregunt, y que le respondieron: Vamos a ir a Es-trasburgo, con un abogado de pago. Vamos a contratarun abogado de pago, y vas a salir con tu cabeza alta, medijeron. Yo voy a salir con la cabeza alta, les dijo. Yono he hecho nada. Yo de aqu, si estoy vivo, voy a salir

con la cabeza alta, con o sin libertad. Igual, Claret se ca-bre mucho conmigo.Tommouhi pregunt cunto queran. La cifra, en-

tre dos y tres millones de pesetas, a la vista de los cator-ce aos que llevaba en la crcel y lo que ya haba paga-do, le escandaliz. Es que nosotros somos especialis-tas, oy Tommouhi que deca Pardo.

Eso me amarg. Empec a sacar palabras, en ra-be, en mi idioma [Tamazight], en castellano. Especialis-tas? Especialistas en qu? En engaar a la gente? Enengaar a los pobres? Y ah Claret se meti. Y a usted[le dije], a usted lo he respetado mucho. Hace doce aosque lo conozco. Once o doce aos que lo conozco, siem-pre le he respetado. Y desde que me conoce tengo la

misma cara. Una cara tengo. No ms. Ustedes han veni-do aqu con veinte caras. Cada vez traen una diferente.Yo respeto su carrera. Su trabajo, su profesin, pero param su trabajo vale cero. As se lo puse [hace un crculocon el dedo ndice cerrado sobre el pulgar, como un do-nut]. Para m vale cero. Pardo me dijo: Ahora ya sabeshablar, no necesitas intrprete ni nada. Con la rabia,le dije, con la rabia he aprendido.

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La ltima vez que se vieron en la crcel, el 18 demarzo de 2005, Pardo y Claret fueron a contarle al pre-so que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasbur-go no haba admitido su demanda. Era un golpe duro,endurecido adems por el retraso: la decisin haca tresaos que se haba tomado, pero esto no se lo dijeron.

Cuando lleg el fallo, me visitaron los dos, otravez. Venan ms calmadillos. Y Claret me dijo: Mira,

ahora, en quince das estamos aqu contigo.Claret y Pardo se fueron asegurando que no todoestaba perdido. El da que Tommouhi se cruz conClaret en la Audiencia, se les ve juntos en la fotografaque public el diario Avui: Claret, trajeado, mira aten-to los papeles de su viejo cliente como si lo siguierasiendo. Vaya quince das, le haba dicho Tommouhi

nada ms encontrrselo, aunque nada de eso cuenta elperidico.

Yo no soy Amrica. Era Jorge Claret, quien as seexcusaba:

Un abogado, en Estados Unidos, hace de investi-

gador y contrata un detective privado, y va y busca, peroyo: con qu? Aqu eso es imposible.

Al contrario que Pardo, que ha estado aos descol-gando el telfono a los periodistas, Claret se ha mante-nido en un segundo plano meditico: apenas aparecendeclaraciones suyas en un par de artculos de La Van-guardia, y en el primer reportaje de la prensa espaola

sobre el caso revisado, el de Toms Brbulo en El Pas en1997. La tarde que lo conoc en la Audiencia, sin em-bargo, no ahorr explicaciones. El reo, el seooooorTommouuuuuch, eh, deca entonndose, tampoco esque colaborara demasiado:

Un seor que no saba dar ni el nombre de la ca-lle donde trabajaba. Que jams colabor con la defensa.Que vas a verlo a la crcel, y l slo dice que es inocen-

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te, que es inocente. Pero coo, joder, dime un nombre,un amigo. Yo no soy Amrica.

Haba empezado hablando de la coartada de Tarra-gona, de cmo la postrera declaracin de la duea de-sarm su defensa, dio horas, cit las veces que se tuvoque suspender el juicio para que viniera esa seora, doso tres, dijo, y que al final se present porque le amena-zaron de que si no la detendran. Luego record sabro-

sas ancdotas, conversaciones de pasillos y algn datosobre el caso de Olesa. En algn momento, se abri laamericana, se pas el dedo gordo de cada mano por de-trs de los tirantes, apret los codos contra su orondotronco y dijo: Qu, me s el caso o no me lo s? Mipregunta inicial qued sin respuesta. Acordamos queira a verlo a su despacho.

Antes pas a ver a Pardo. Lo haba conocido hacados aos y habamos hablado cinco o seis veces por te-lfono. El 12 de octubre de 2008 me recibi el hombrealto y de piernas largas que recordaba. Con cuarentaaos, haca dos meses que era juez sustituto y estaba es-

perando que le comunicasen destino. Si no puedes conel enemigo, nete a l, me haba adelantado, medio enbroma, por telfono. Pardo haba empezado a trabajarcon Claret nada ms acabar la carrera, en septiembre de1993, aunque al nico juicio al que asisti fue el de Ta-rragona.

Lo que s tenemos claro, desde la primera vez,

nada ms verlo, es que es inocente. Claret me dijo: Pe-dro, tenemos que defender a este to porque es inocen-te. A ver, yo llevaba ao y medio ejerciendo, pero yoestaba parapetado detrs de Claret.

Le pregunt si era cierto que le haban prometidoa Tommouhi, la ltima vez que lo visitaron, que iban abuscar a Zaidani:

Le dijimos que bamos a intentar una prueba

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para poder interponer un posible recurso de revisin.Nuestra intencin era encontrar a Mostaf Zaidani, al-guna denuncia ms de la que se encontr. Mantenervivo el caso. Desgraciadamente, empezamos a preguntarpor este seor y nadie saba dnde estaba.

Pardo hablaba a ratos al calor de ciertas conversa-ciones, lamentando la incomprensin y que todo acaba-ra como acab.

Ahmed, siempre sueo contigo, le dije unavez. Muchas veces he soado que me metan en La Mo-delo por error. Pero pesadillas, eh. Siempre le decamos:Ahmed, aunque sea la ltima cosa que hagamos, te va-mos a intentar sacar de aqu. Yo creo que Ahmed segan a pulso que no furamos a verle dijo.

Por qu no llamaron a Zaidani como testigo, ni

a l ni al otro rabe de la habitacin, Jamal Benali?En muchos asuntos, el escrito de defensa no lohicimos nosotros. Pero yo creo que a Zaidani no lo ci-tamos porque no conocamos su paradero. Perdona, voyal lavabo dijo y sali, mientras desde algn rincn, atravs del hilo musical, llegaba Para Elisa.

A la vuelta, el mvil enfundado colgando del cin-

turn, quiso aclarar algo que haba estado pensando:Hemos hablado de por qu me he metido a la

judicatura dijo antes de sentarse. Otra de las razo-nes es porque me gustara aplicar justicia, pero desde elpunto de vista efectivo: que es el de los jueces. Y mira:el primer artculo que voy a escribir es sobre las ruedasde reconocimiento. Lo estoy pensando y s, me dar

0,25 puntos. Nosotros siempre creemos que la rueda dereconocimiento es un principio de investigacin, nouna prueba.

Insist en Benali y me respondi con ese presentehistrico que mantuvo durante toda la conversacin:

Ni sabemos quin es, ni sabemos dnde vivedijo. Luego record que l no estuvo en el juicio deGav ni en el de Olesa. En diciembre de 2000 se haba

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separado profesionalmente de Claret, aunque en esto si-guieron juntos hasta el final. Es una pena haber ter-minado as este asunto. De hecho, desde que ha salidoen libertad no me ha llamado. Ni l, ni Omar me hanvenido a ver. Y hombre, cuando sales de la crcel, lo pri-mero que vas a hacer es ver a tu familia y luego a tusabogados. Con Claret s s que estuvo hablando en laAudiencia. Si hay algn asunto que me ha marcado pro-

fesionalmente en mi vida: uno es ste dijo. Otro esun asesinato aadi. Son asuntos fuertes sonri.El divorcio entre Tommouhi y sus abogados tiene

un origen concreto, que ninguno de los tres ha olvidado,pero del que slo Tommouhi acepta seguir hablando.

No voy a hablar de la indemnizacin aclarPardo.

Pardo qu dice? pregunt Claret, cuando lehabl de la ltima visita a la crcel y de si se despidieronprometindole que iban a buscar a Zaidani. Eso es loque le haba preguntado en la Audiencia.

Pardo recuerda que s, que se lo dijeron y que in-

cluso lo buscaron, pero que, le estaba diciendo, cuan-do me interrumpi:

Sabe cuntas veces se suspendi el juicio de Ta-rragona, precisamente porque yo no quise que conti-nuara si no vena la duea de la pensin de Sabadell?

De Terrassa le correg.Eso, de Terrassa, es que yo siempre confundo Te-

rrassa con Sabadell. Tres veces, creo, vaya. Es que ha pa-sado mucho tiempo de esto, eh. Es que han pasado mu-chos aos. Y yo llevo cada da asuntos. Pardo tiene msmemoria que yo de todo esto.

Eran las nueve de la noche, charlbamos en un sa-ln del piso donde tiene su despacho: los sillones ingle-ses, y los cuadros de polticos y militares, algunos decuerpo entero, con aire decimonnico, ponan el boato

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a una conversacin sin pasado. Un joven, quizs un pa-sante, escuchaba sentado a mi izquierda frente al anfi-trin. El abogado Claret empez queriendo resumir latragedia del seor Tommouch, le explico?, dijo, y aca-b sin recordar nada concreto.

Ya te he dicho que ha llovido mucho y yo estoycada da en el foro. Yo lo nico que te puedo decir esque la desgracia de este hombre es el reconocimiento

judicial que se le practic en un principio. Y los juecesaqu en Espaa estn totalmente equivocados de lo quees un reconocimiento judicial. El reconocimiento judi-cial tiene que ser un punto de partida para una investi-gacin y los jueces ya lo dan como una prueba irrefuta-ble. Entonces, un pobre desgraciado, que no sepa casihablar espaol, que confunda, como yo seguramente,

Terrassa con Sabadell, y la duea de la pensin sea unaseora que pase de todo como pas sta Esto en uncaso, pero es que en los dems casos, Tommouch no sa-ba decir ni en qu obra haba trabajado.

En el sumario de Tarragona constan los nombresde los dos compaeros de la pensin que dorman conel acusado la noche de autos, aunque nadie los llam a

declarar en esta causa.Vamos a ver. Nosotros cuando calificbamos lla-

mamos a todo el mundo. A todo el mundo que figura-ba en el sumario lo llamamos. Si no aparece porque hacambiado de domicilio, o porque tiene un domicilioque desconocemos, y pedimos que se oficie a la PolicaJudicial, la Polica Judicial no lo trae y los jueces pues

tampoco. Yo no s, yo me imagino que s que lo llama-ramos.

Zaidani pas por la Audiencia el 18 de enero de1993 para declarar en el juicio de Terrassa y estuvo, portanto, durante esos aos, perfectamente localizado, y assegua. No haca mucho que yo mismo lo haba ido aver por segunda vez: Ya le dije todo lo que saba, no snada ms; la polica tambin sabe lo que declar, se

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disculp. Y como su compatriota Benali. No llamaron aninguno de los dos. En el sumario de Olesa, el primerabogado de oficio en esa causa, Desiderio Fernndez,puso por escrito el nombre, los apellidos y la direccinde los otros compatriotas que dorman con Tommouhien el local alquilado de Martorell, la noche que Carbo-nell y su pariente violaron a M. Pero en el escrito de ca-lificacin de la defensa, antes de la apertura de la vista,

cuando ya Claret se haba hecho cargo del caso, y que esdonde se propone la prueba para el juicio, no apareceninguno. No lo recuerdo. Pero Pardo tiene que recor-dar todo esto. Tampoco quiso hablar de la indemniza-cin: Me est usted haciendo unas preguntas que no lepienso responder, dijo.

Todas las discusiones entre Tommouhi y sus abo-

gados, por ms que el preso se quejara durante aos delo poco que hicieron para sacarlo de la crcel Con-seguimos una revisin!, le dijeron ellos una vez. No, larevisin os la trajo Reyes; que es como si os hubiera to-cado la lotera, respondi l, giran en torno a unpunto de corrupcin que Tommouhi, uno de los lti-mos das que lo vi en Barcelona, segua recordando:

La indemnizacin, cuando revisaron el caso deOlesa, nosotros no queramos indemnizacin. No que-ramos nada. Ni yo ni Mounib. Entiendes? Cuandorevisaron esa causa, Claret no me pregunt. Ni PedroPardo. Ninguno. Nunca me hablaron de la indemniza-cin. A Mounib, s, vino su abogado, cmo se llama?Eso. Castellvell. l s le pregunt a Mounib. Hablamos,

y dijimos que no queramos nada. Mounib se lo dijo asu abogado. Su abogado volvi a su trabajo y no pidinada. Claret no me pregunt nada. La pidi l. l mis-mo pidi la indemnizacin sin mi permiso. Sin mi per-miso. Yo no haba pensado en la indemnizacin ni ennada. Yo pensaba en que iban a revisar mis otros casos,que me los iban a quitar. Eso eran mis pensamientos.Muri Mounib. Y pas tiempo.

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Casi cuatro aos.Y un da me llaman. Me vinieron los dos. Claret

y Pedro Pardo. Los dos. Con traje, maletn, no s qu.Yo, cuando los vi, dije bien: me traern una noticia bue-na, por lo menos. La verdad [sonre]. Ellos pidieron laindemnizacin sin preguntarme a m, ni a mi hermanoni nada. Entiendes? La pidieron en su nombre o algode eso. Pero yo no he firmado ni un papel para ellos

como que pido la indemnizacin.S lo firm, aunque l no lo sepa. Despus de la re-visin de Olesa, los abogados le pidieron que firmara,segn el propio Tommouhi recordar en otra ocasin,para poder presentar futuros recursos de revisin enMadrid. Era 1998 y en verdad la firma la necesitabanpara solicitar la indemnizacin por la condena revisada,

pero saban que Tommouhi nunca aceptara pedirla yque esa reclamacin slo poda solicitarla, personalmen-te, el interesado. Le hicimos firmar la reclamacin sindecrselo, segn ha resumido Pardo a fuentes cercanas aeste caso. As lo resume y as lo justifica: Si no es pornosotros ni siquiera hubiera cobrado. El da que fuerona la crcel a pedirle, ahora s, abiertamente que autoriza-

ra el cobro de la indemnizacin, que haba sido apro-bada, Tommouhi se neg. Varias visitas despus acabaceptndolo.

Me llamaron y me encontr all a los dos. Hola,buenas tardes vinieron por la tarde: bien? Bien. Yme salta y me dice: Sabes?, nosotros pedimos la in-demnizacin, y ha llegado el dinero. Qu?!, dije yo.

Que s, que hay dinero, me dijo. No te preguntamos,pero no nos olvidamos de la indemnizacin. Yo noquiero indemnizacin. Me dicen: Escucha, tienes queaprender a escuchar. Nosotros vamos a luchar hasta elfinal. No s hasta dnde iba a llegar Claret. Por esodigo que no tienen palabra. No s cuntas caras tienenesos abogados. Mil caras, hombre, mil caras tienen. Yoya no tengo confianza ni en los abogados, ni en nada.

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Les dije: Yo no quiero nada. Ahora, me dijeron,tienes que escuchar. Qu tengo que escuchar yo?Me dijeron: Tienes que firmarnos un papel. Vamos atomar el dinero para seguir adelante, hasta Estrasburgo,o La Haya, no lo s dnde. A m no me caba eso en lacabeza. Yo ya empezaba a entender bien, a hablar algo.Entiendes? Ya me explicaba un poco. Yo no quieronada. Te vamos a traer, cmo se llama?, un notario.

Te vamos a traer un notario para que nos firmes un pa-pel. Yo les dije: Yo no voy a firmar nada. Yo no quie-ro dinero. Tomaron la maleta y se fueron. Pregunta aPedro, pregntale a l mismo.

Les pregunt a los dos, como ya sabes, y ningunoquiso entonces comentar nada. Luego, cuando me hicecon la factura, Pardo dio sus razones, pero a los pocos

das, despus de hablar con Claret, me llam: no huboengao, se desdijo. Lo hubo, se produjo como he dicho,como en varias ocasiones y ante personas distintas hareconocido Pardo, y no fue el nico. Ahora sigue escu-chando a Tommouhi:

A los dos o tres das, no lleg a cuatro, otravez. Los dos. Ahmed Tommuch, abogados. Hala, otra vez.

Buenas tardes, buenas tardes. Tal, tal, tal. Y me expli-can: Clmate. Vamos a explicrtelo: nosotros vamos aluchar hasta el final. Te van a dar tu libertad. Tienes quefirmarnos ese papel. Que no, que no quiero. No que-ra ese dinero. Ninguno. No quera indemnizacin niquera firmar ningn papel. Pasaron dos o tres das sinque vinieran. La gente me preguntaba: Qu te pasa

Ahmed, con tus abogados? Te van a sacar? Bueno,pues ojal que s, que puedan hacer alguna cosa Mu-cha gente dentro ni siquiera tiene abogados, no va nadiea verlos. Entiendes? Y vinieron, por tercera vez: Ah-med, confa, me deca Claret, confa en nosotros. No-sotros vamos a luchar hasta el final. Aqu vamos a ganartodo el caso, te van a dar tu libertad. Cien por cien.Hasta que un da agarr a uno que saba un poco de ar-

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tculos, de leyes, de abogados, de esos presos que entrany salen mucho. Y le dije: Mira, mis abogados vienentanto a verme por esto, por esto y por esto. Pero yo noquiero nada. Cunto es? Eran dieciocho millones depesetas. Eran pesetas, no haban puesto todava los eu-ros. Yo no quera nada. No quera ni una peseta de esedinero. No, nosotros vamos slo a tomar para los gas-tos, y seguimos adelante, me decan. se al que le haba

preguntado dentro, me dijo: Pero es que t no cono-ces a los abogados? Bueno, firma para las perras, as medijo Frmales. A ver si consiguen algo. Tienen quetomar un abogado de pago, y toda la historia. Eso es loque pens, la verdad. Cuando volvieron, le dije a Claret:Vas a tomar un abogado para Estrasburgo, de pago,bajo tu responsabilidad. Bscame un abogado de pago.

No me vayas a poner un abogado de oficio, no me va-yas a poner un recurso en Estrasburgo sin abogado.S, s, s, con eso cubrimos todo. Nosotros vamos a lu-char contigo hasta el final. Hasta el final. Te van a dar tulibertad. No s qu me trajeron, una firma de unos po-deres. Y con un notario. Que lo llamaron ellos. Me man-daron un notario. Eres fulano. Yo soy fulano. Me firmas

este papel, me dijo. Para qu. Firmas para que PedroPardo, Jorge Claret y otro de Madrid Usted firma paradarles poderes, para defenderle, para la indemnizacin,para cualquier cosa. Bueno, firm. Firm un da comohoy, y maana fueron a Martorell a buscar a mi herma-no. Lo fueron a buscar y lo llevaron a Girona.

Los poderes, respecto de la indemnizacin, fueron

cedidos slo a su hermano Omar, segn Pardo.El 11 de mayo de 2001, Omar Tommouhi acompa-

a Jorge Claret y Pedro J. Pardo a la delegacin deHacienda en Girona. Queran cobrar al contado. Claretmeti los 18.470.000 pesetas en un maletn y cruzaronla plaza. A doscientos metros haba una sucursal delBBVA, donde el hermano de Tommouhi tena una cuen-ta corriente y le ingresaron 12.526.000. La diferencia,

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5.944.000 pesetas, es lo que los abogados se cobraronesa maana. Das despus Omar fue a ver a su herma-no a Can Brians, como haca regularmente, y le detallcmo haban quedado las cosas. Ahmed lo relat as:

Cuando tomaron los seis millones, y le pasaronlos otros doce a mi hermano, vino a verme. Pasa esto,esto y esto, me dijo. Yo le dije: Mira, hermano, t llevasaos, ms de diez aos, gastando tu dinero en mi mu-

jer, en mis hijos, en m mismo, en los abogados. Asque le dije: Lo primero, toma todo lo que te hayas gas-tado. Te lo juro, todava hoy no le he preguntado:Dnde est el dinero? Cunto gastaste? Nunca. No lehe preguntado y no le voy a preguntar a mis aos. l lodio todo por mis hijos, por Khalid, por mi mujer, en-tiendes? Y tom sus gastos.

A las 14:27 del 2 de febrero de 2009, me lleg el faxcon la minuta que Claret y Pardo pasaron a la familia deTommouhi. La factura lleva fecha del 2/5/2001, pero nofue hasta un ao despus, a finales de abril de 2002,cuando fue entregada. En ese tiempo Noureddine Douah

supo de la forma en que se haba reclamado la indemni-zacin, y con el consulado marroqu solicitaron a losabogados que detallaran por escrito la relacin de gas-tos. El baile de nmeros (restan una provisin de fon-dos que haba adelantado Omar Tommouhi durante losaos noventa seiscientas sesenta mil pesetas de unTotal Conceptos, as como una reduccin del 20 por

ciento sobre ese total por caractersticas cliente y en re-ferencia al asunto) slo tiene una explicacin contable:encajar los casi seis millones que descontaron de la in-demnizacin el mismo da que se cobr. El total final dela factura lo logra: 5.943.190 pesetas, pero a costa de laprovisin de fondos adelantada por Omar, que se ha es-fumado del Importe Factura. Ms all de esos mala-guarismos, la verdad es que lo engaaron. Facturaron

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cuatrocientas mil pesetas por un procedimiento que nohaban llevado ellos, como ste de la seccin sexta, quellev de oficio Desiderio Fernndez:

Procedimiento Seccin Sexta Audiencia Provin-cial de Barcelona, Rollo n. 4.514/92, procedentedel Juzgado de Instruccin n. 8 de Terrassa, conresponsabilidad civil de 112.200 pts., y posteriorrecurso de casacin n. 267/1993-P (Normas 115,

116 y 128). 400.000 ptas.

O este otro de la seccin novena, que tambin lle-v de oficio Pere Ramells, y en el que aadieron un su-puesto recurso de revisin que nunca presentaron (elnmero de recurso que incrustan es el del fiscal):

Procedimiento Seccin Novena Audiencia Pro-vincial de Barcelona, Causa n. 1/91, procedentedel Juzgado de Instruccin n. 1 de Cornell, conresponsabilidad civil de 5.098.000 pts., y posteriorrecurso de casacin n. 1031/92-P (Normas 115,116 y 128). 400.000 ptas.

En fin, se cobraron tambin el trabajo de ManuelOll en la vista del Supremo, cuando la revisin de Ole-

sa instada por el fiscal Mena,

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Recurso de Revisin procedimiento SeccinQuinta de la Audiencia Provincial de Barcelona,

con sentencia estimatoria de la revisin, con Vistaen el Tribunal Supremo y posterior comparecen-cia en la Audiencia de Barcelona con responsabili-dad civil establecida en sentencia de 2.115.000ptas. (Norma 126). 418.000 ptas.

Pero no le pagaron al propio Oll: Yo no cobr unduro, cero patatero, haba asegurado Manuel Oll ensu despacho de la calle Goya, en Madrid, a finales deenero.

Una de las tardes que estuve con Tommouhi enMartorell, pasamos por delante del cuartel de la Guar-

dia Civil, cruzamos el parque que hay enfrente y fuimosa parar a una cafetera grande y vaca, con el televisor atodo volumen. Le pregunt qu pensaba hacer cuandoterminara la condena, si pensaba volver a Marruecos.Me dijo que no. Cuando ya saba que la condena termi-naba el 26 de abril de 2009, volv a preguntarle.

Ahora no tengo ninguna direccin, soy como un

pollo sin cabeza. Cuando termine la condena no sadnde ir a parar. No s dnde va a terminar la pelcu-la. No s para qu parte voy a tomar, si sigo vivo. Si mehe muerto, mejor, se acab el problema, la verdad. Acada uno le toca lo que le toca. A m me ha tocado pa-gar por la cara, por algo que no he hecho. A mi pueblono voy a ir as. Es muy difcil. No es un ao ni dos. Son

veinte aos. La gente que me conoce bien sabe que yo no

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me meto en problemas. Pero los que slo te conocen devista Veinte aos. En Espaa. Qu, has estado en lacrcel? Y sales y te vienes? Por qu no te has quedadoall? Eso es lo que yo pienso que dirn. Aunque la genteno diga nada. Yo prefiero otro sitio. Si yo me hubierametido en problemas, no pasara nada. Uno ms. Pero yono. Cmo encontrarme con cada uno que me cruce?Veinte aos. No, no. Yo no voy a ir all, a que me sea-

len, mira, ste. Yo estoy cerca de los sesenta aos. Noquiero sufrir otros sesenta. No s cmo va a terminar mivida. Pero cuando uno est viejo y mayor, piensa que letocar sufrir. Quiero un trabajo? No me van a dar tra-bajo. Un hombre mayor tiene que descansar. Yo, de qu,de qu voy a descansar yo en mi pueblo? Del aire? Conlos veinte aos en la crcel por la puta cara, como dicen

aqu? Es muy difcil. Mejor, cualquier otro sitio. A sufrirsolo. Que no sufran mis hijos, ni mis nietos vindome. Sime arreglaran este asunto, si quisieran, por lo menos,puede que me vaya a mi pueblo; me ha pasado esto, aho-ra me voy a mi pueblo, pero por lo menos ya tengo algopara comer; por lo menos me han dejado algo, por esosveinte aos. Pero, sin nada, nada, nada, no voy a ir a mi

pueblo. Me ir a un ro, o al mar sonre. Y si sacoalgo para comer un da o dos. Cuando eres viejo no gas-tas mucho. Nadie va a saber dnde estoy. Nadie. SloDios. No es que no tenga dnde irme, dnde estar, no esque no me quiera mi familia, no. Pero es que yo, as, voya sufrir ms que en la crcel. Cuando ves a tu vecino, quevive cerca de tu casa, disfrutando su tercera edad, por

ejemplo, viejo como t, que vive bien, vas a mirarlo alos ojos? No, como dicen, si no miras con los ojos, no teduele el corazn. Yo tena cuarenta aos. En mi juventudnunca me pas nada. Y nunca tampoco me met en nadani con nadie. A los cuarenta me pas esto. Y se acab lahistoria. Nada ms. Yo no vine aqu para meterme enproblemas. Peda trabajo. No haba trabajo, me fui a otrositio. Me atraparon. Me tiraron delante de la gente. Me

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culparon de cosas que no haba hecho. Me conden unajusticia, como se dice, limpia, no?, por cosas que no hehecho. Gracias a alguna gente buena que trabaj mucho,mi caso est a la vista de todo el mundo: del pblico, dela justicia, de los que me condenaron, de los que me se-alaron en la rueda de reconocimiento. Pero nadie quie-re saber nada. Si hay una justicia de Dios, tambin va acastigarlos a ellos. Como a m me castigaron ellos. Yo voy

a dar gracias a Dios. Pero no voy a dar las gracias a estajusticia. Esta justicia, no s cmo llamarla, igual no haynombre para una justicia as. Ojal venga un castigo deDios para ellos. Para los que tienen responsabilidad enmi caso. No para la gente normal. No, no. Para los quesaben, y tienen poder y responsabilidad, para esos, yopido un castigo tambin. Porque dnde vas a reclamar,

si no? A los jueces, no; a los fiscales, no; al pblico, no; alGobierno, no. Adnde?

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