lópez, a. (2005). las dimensiones de la desigualdad en la ciudad global

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  • 7/26/2019 Lpez, A. (2005). Las Dimensiones de La Desigualdad en La Ciudad Global.

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    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=170018063006

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y Portugal

    Sistema de Informacin Cientfica

    Alexander LpezLas dimensiones de la desigualdad en la ciudad global

    Politeia, vol. 28, nm. 34-35, enero-diciembre, 2005, pp. 80-94,

    Universidad Central de Venezuela

    Venezuela

    Cmo citar? Fascculo completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Politeia,

    ISSN (Versin impresa): 0303-9757

    [email protected]

    Universidad Central de Venezuela

    Venezuela

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

    http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=170018063006http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=170018063006http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=1700&numero=18063http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=170018063006http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1700http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1700http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1700http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1700http://www.redalyc.org/http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1700http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1700http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=170018063006http://www.redalyc.org/revista.oa?id=1700http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=170018063006http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=1700&numero=18063http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=170018063006http://www.redalyc.org/
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    PoliteiaISSN 0303-9757 versin impresa

    Politeia v.38 n.34-35 Caracas 2005, p.137-158

    Las dimensiones de la desigualdad en la ciudad global

    Alexander Lpez

    Resumen

    En este artculo se hace un anlisis de la desigualdad en la ciudad global. Segn el autor,

    el lugar de un individuo en este tipo de formaciones depende de la preparacin para manejarun lenguaje articulado alrededor de tres elementos principales: el tiempo, el espacio y lavelocidad. Este nuevo lenguaje se produce por esa novedosa coincidencia facilitada por elimpacto de las tecnologas de la informacin en las sociedades contemporneas. Ladesigualdad es consecuencia de la participacin diferenciada de las personas en la cultura yen el desarrollo de los estilos de vida que caracterizan a la ciudad global. Se concluye que ladesigualdad no es un efecto lateral, sino un componente normal de la sociedad y puede tenerun carcter constructivo. Sin embargo, es imperativo corregir la iniquidad; a tal efecto esnecesario desarrollar programas asistenciales basados en la informacin, la ciencia y elreconocimiento de los estilos de vida.

    Palabras clave:Ciudad global; Desigualdad; Tiempo; Espacio; Velocidad.

    T h e d i m e n s i o n s o f i n e q u i t y w i t h i n t h e g l o b a l c i t y

    Abstract

    This article analyzes inequities with the global city. According to the author, an individualsplace with this type of structure relies on preparation to deal with articulate languageencompassing three main elements: time, space and velocity. This new language arises bycoincidence and is facilitated by the impact of information technology on contemporarysociety. Such inequities result from diverse involvement by individuals in the culture anddevelopment of lifestyles inherent to the global city. It is concluded that the effect is notlateral but a regular component of society instead and may bear a constructive nature.Nevertheless, these inequities must be addressed. In this connection, assistance programsmust be developed based on information, science and recognition of l ifestyles.

    Key words:Global city; Inequities; Time; Space; VelocityRecibido: 20-01-2005Aprobado: 27-05-2005

    INTRODUCCIN

    Muchas personas tienen su primer contacto con la globalizacin por medio del descontentoy la protesta, es decir, por medio de lo que ya se conoce como el malestar de laglobalizacin. Quizs por ello un nmero importante de intelectuales y activistas sostieneque estamos ante un fenmeno que afecta la posicin relativa y el bienestar de las personas.Segn esto, las nuevas corrientes tendran un impacto indeseable sobre la morfologa social,pero el asunto encierra muchas otras posibilidades y est lejos de agotarse en las referencias

    crticas o aprobatorias. Ms bien se multiplican las visiones y revisiones sobre las corrientesglobales en las que de alguna manera todos participamos; es tanta la fuerza de lasnovedades resenciadas vividas ue obli an a re ensar conce tos clave como el de

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    Los medios de comunicacin transmiten la incertidumbre que acompaa a estos tiempos.Ese contacto se verifica, por ejemplo, cuando la prensa escrita, la radio, la televisin o laInternet transmiten las protestas o el horror de la guerra desde Gnova o Seattle, Mxico,Barcelona, Bagdad, Porto Alegre o desde nuestro propio vecindario.

    Quienes protestan contra las superpotencias y los organismos internacionales confrecuencia rechazan lo que consideran la obtencin ilegtima de beneficios por parte de losactores dominantes. El llamado G-8 es slo uno de los protagonistas en la disputa. Tambinestn las grandes corporaciones y los estados nacionales que pugnan abiertamente porconservar o aumentar el poder. Las personas y grupos que se congregan para manifestar eldescontento expresan una sensibilidad especial hacia los problemas colectivos, pero notienen una posicin nica: reflejan diversas perspectivas, estn marcados por sus legados yla procedencia espacio-temporal.

    Un pblico creciente, si bien todava minoritario, recibe los mensajes de los medios parasumarlos a las representaciones y opiniones anteriormente predominantes sobre los temastratados. Ese pblico considera que las nuevas tendencias sociales son favorables o que almenos pueden significar oportunidades e inducir cambios en un sentido positivo incluso si

    los cambios contradicen la globalizacin. Pero, para otros, seguramente la gran mayora, las mismas informaciones carecen de unsignificado determinable. Es posible que este sector poblacional se considere ajeno al temade la globalizacin; simplemente no conoce las herramientas necesarias para aprehender susmecanismos y determinar hasta qu punto la globalizacin afecta sus vidas de una manerasignificativa.

    Este artculo examina las bases de la estratificacin social en la sociedad global, unfenmeno que apenas se est empezando a explorar. A tales efectos se plantean lassiguientes interrogantes: Cul es el significado del descontento, de la indiferencia o delregocijo? Quin realmente est hablando por medio de las voces enfadadas, marginadas oexaltadas? Cul es la relacin de esas voces con el espacio territorial y simblico habitado?El artculo identifica y discute aspectos que subyacen la morfologa de la sociedad de nuestro

    tiempo; se argumenta que la representacin del tiempo y del espacio tiene una repercusinespecfica en la manera como se diferencian y estratifican los individuos y grupos. Sediscuten algunas propuestas tericas y metodolgicas que se han aplicado para el estudio dela influencia de la globalizacin en los nuevos conglomerados humanos que ya se conocen enla literatura como la ciudad global (Sassen, 1998, 1999; Garca Canclini, 2000).

    El punto de partida es la conviccin de que la ciudad global es un fenmeno que ya afectaa muchas personas en sus formas de vida y trabajo no slo en los pases desarrollados, sinoen prcticamente todo el planeta. Las personas que habitan la ciudad global pertenecensimultneamente a crculos diferentes o estratos organizados sobre bases simblicas y noestrictamente econmicas o geogrficas. En el desarrollo del artculo veremos que la ciudadglobal existe como un espacio virtual, sin embargo, su impacto es tan real como cualquierotro aspecto de la vida humana.

    A propsito del llamado malestar de la globalizacin, en este artculo se analizan algunosde los factores que sustentan la aparicin de desigualdades y conflictos en las relacionessociales. Sin negar la condicin material del territorio, el nfasis estar en la virtualidad dela nueva estructura social porque consideramos que este enfoque se dirige abiertamentehacia la especificidad del fenmeno que estamos examinando. La globalizacin se revelamediante una poderosa imagen visual que obliga a reconsiderar las representacionesanteriores. Las nuevas referencias espacio-temporales contenidas en la imagen globalsugieren que la posicin ocupada y el significado de las voces son diferentes de acuerdo conla resonancia simblica de los lugares habitados y vividos.

    DIFERENCIACIN Y ESTRATIFICACIN

    La diferenciacin es una caracterstica de las asociaciones humanas. Desde sus inicios la

    sociologa consider a este fenmeno como una consecuencia de los procesos de evolucin yespecializacin de las estructuras que condujeron a la sociedad moderna (Durkheim, 1982).Las causas rinci ales de la diferenciacin en la sociedad moderna se relacionan con la

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    La diferenciacin social ha evolucionado de una manera ascendente, pero ha encontradoescollos en su desarrollo. Es decir, la diferenciacin ha aumentado y en algunos casos haestado acompaada por deformaciones preocupantes. Por ejemplo, desde hace algn tiempose viene hablando de la geografa del hambre (De Castro, 1975). Los problemas de la

    educacin se han agudizado y se han ensayado infinidad de programas nacionales einternacionales con resultados dismiles (Coombs, 1978; Tedesco, 1996).1Con respecto a lademocracia y la participacin,2el siglo XX fue considerado el siglo de la democratizacin, sinembargo, se presentaron dificultades enormes en muchas sociedades y, particularmente, enAmrica Latina (Domnguez y Lowenthal, 1996).

    La literatura sobre la sociedad postindustrial y posmoderna (Bell, 1973; Lipovetsky, 2000)muestra la evolucin de la diferenciacin social que tiende a manifestarse por medio decondiciones poco visibles, pero muy presentes en los sistemas de estatus y roles. Elprofesional de la sociedad postindustrial, con su especial conciencia de su personalidad, nodisimula su satisfaccin por pertenecer a un grupo exclusivo. La lite se caracteriza por laposesin y manejo de un juego de herramientas sociales y culturales, por el aprendizaje deun cdigo cultural accesible a los privilegiados e, incluso, por la conciencia de tener el

    respaldo de una personalidad y de un estilo de vida singulares (Bell, 1973). Estos rasgos seconcentran en grupos minoritarios de las diversas sociedades y en algunos casos el ascensono forma parte de las opciones reales para la mayora de los habitantes de las sociedadesavanzadas.3

    Lamentablemente, ese cuadro inquietante ha caracterizado a muchas sociedades en los

    ltimos tiempos. En efecto, la desigualdad y la falta de democracia han sido constanteshistricas, no ocurrencias nuevas. Por ello en este momento, cuando examinamos el tema dela desigualdad en el marco de la globalizacin, procuraremos que el enfoque se baseprincipalmente en lo caracterstico del nuevo orden social. Esto implica reconocer que ladesigualdad ha sido un rasgo inseparable de las sociedades modernas como lo es tambin, nocabe duda, de la sociedad global. Tal como lo plantea el funcionalismo sociolgico, ladiferenciacin y la estratificacin no son efectos laterales y negativos, sino aspectosfuncionales del sistema social (Abrahamson, 1978), es decir, pueden ser valoresconstructivos y como tales pueden ser la base de transformaciones favorables para losindividuos y las sociedades.4

    CIUDAD GLOBAL-CIUDAD MODERNA

    Volviendo al tema central, nos hacemos las siguientes preguntas: En qu se basa ladesigualdad en la ciudad global? Cul es la distincin principal con respecto a la ciudadmoderna?

    La ciudad moderna es la ciudad industrial, es decir, la ciudad que surgi de los vigorososprocesos de modernizacin que vivieron las sociedades de Occidente. Justamente, lairrupcin del medio urbano y su primaca no signific la desaparicin del medio rural, sino susubordinacin y declive. Se impuso la ciudad del individuo y del ciudadano, la ciudad de la

    cultura moderna.

    La ciudad global, por otra parte, es la ciudad del conocimiento y las tecnologas de lainformacin.5 Pero la ciudad global no se caracteriza slo por el conocimiento y lastecnologas, aunque es imperativo reconocer la importancia de estos dos elementos comoinductores de los cambios sociales y culturales. Tenemos asimismo que dar cuenta de unanueva cultura, un nuevo cdigo e, incluso, una nueva personalidad, aspectos que constituyenfactores importantes de la ciudad global. Los estudiosos perciben en la aparicin de unlenguaje la evidencia de un nuevo tipo de entidad: la ciudad de la cultura global.

    A la globalizacin se le relaciona con diferentes manifestaciones en la configuracin de lavida urbana. Aparecen fenmenos como la suburbanizacin, la policentralizacin, lapolarizacin social, la segregacin residencial, la fragmentacin de la estructura urbana, que

    tienen que ver con la distribucin del espacio geogrfico propiamente dicho. Pero hay otrosfenmenos que mantienen poca relacin con los espacios geogrficos y se sustentan enactores y fuerzas en proceso de formacin. Ejemplos de estos ltimos son la ciudadana

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    Desde el punto de vista espacial, hay que tomar en cuenta el hecho de que la ciudadglobal tiene cimientos perfectamente palpables. Manuel Castells estudia ampliamente elefecto de las nuevas tecnologas sobre el empleo y la estructura ocupacional de lassociedades, lo que claramente afecta la morfologa social al impactar la distribucin del

    ingreso y la estratificacin (Castells, 1995; 1999). Esto conduce a la aparicin de lo que elautor caracteriza como estructura dual, es decir, la polarizacin en funcin de las ventajasque proporciona el uso de la informacin. Sobre este ltimo aspecto volveremos msadelante al discutir la diferenciacin en los espacios urbanos modernos y globales.

    Debemos insistir en que las ciudades no son tratadas como entidades materiales, nisiquiera geogrficas. Son ms bien entidades significativas que tienen, eso s,correspondencias territoriales. Vivir en la ciudad moderna puede verse como vivir la culturamoderna. Lo mismo sucede con la cultura global. La diferencia radica en que la ciudad global,por su propia constitucin, acenta los aspectos significativos y llega a ese plano que yareconocemos casi espontneamente como la realidad virtual.

    TIEMPO

    Segn Paul Virilio (1999:15), la diferenciacin social en la sociedad global es unaconsecuencia de la clase de intercambio que predomina en un contexto dado. La morfologasocial se establece en funcin de las relaciones entre los seres humanos, quienes actanguiados por el inters en determinados contenidos culturales. El valor otorgado a esoscontenidos es lo que lleva al establecimiento de diferencias y, eventualmente, de jerarquas ydesigualdades.

    La idea de Virilio encuentra soporte en el tipo de intercambio implcito en la tecnologa dered (p. 15). Las relaciones y la informacin constituyen elementos medulares del sistemaglobal. Las relaciones causadas por la tecnologa cientfica son esenciales porque establecenel vnculo con la sustancia que entra en la construccin de la realidad. Especficamente, elautor comenta la relevancia de la tecnologa cientfica en la construccin social del tiempo enque vive el individuo. El tiempo real es el elemento crucial porque transforma la vinculacin

    con la historia.6

    La puesta en prctica del tiempo real para las nuevas tecnologas es, sequiera o no, la puesta en prctica de un tiempo sin relacin con el tiempo histrico, o sea, untiempo mundial (p. 15).

    Las visiones ms arraigadas dictaminan que la historia se desarrolla en un tiempo local.Sin embargo, visiones ms recientes pregonan un desplazamiento de un tiempo local a untiempo mundial, es decir, un desplazamiento de la localidad al planeta.

    Esa constatacin es hasta el presente necesariamente singular y elitista. Es singular yelitista porque esa movilidad el poder segn Virilio es diferentemente distribuido en unespectro organizado alrededor de la nocin de tiempo y velocidad. Segn el autor, lavelocidad es el poder mismo (p. 18). La relacin con la velocidad impone el relativismo conrespecto al poder:

    La velocidad proporciona qu ver. No permite simplemente llegar ms rpido al punto dedestino sino que tambin proporciona qu ver y concebir. Ver, antao con la fotografa y elcine, y concebir, hoy da, con la electrnica, la calculadora y el ordenador. La velocidadcambia la visin del mundo (p. 23).

    Segn Paul Virilio, la temporalidad es clave para la diferenciacin y la estratificacin ennuestro tiempo. Esto sugiere que la capacidad de insercin en ese nuevo orden determina laparte de los valores sociales que, efectivamente, estn al alcance de los individuos y gruposde la sociedad. Tambin se traduce en la capacidad de acceder a recursos econmicos ysimblicos.

    Segn las advertencias de Virilio, lo que puede proteger al individuo en la ciudad global esla capacidad de vencer esa dictadura del tiempo real. El tiempo real nos impone vivir en un

    espacio infinito que puede alejarnos del espacio cotidiano.7

    Ese alejamiento sera, paraVirilio, la mayor catstrofe que nos puede ocurrir. Es por ello que el autor promueve unaespecial y urgente conciencia crtica que se ocupe de los efectos negativos ocasionados por la

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    de adaptacin a los cambios tecnolgicos. El nexo entre individuo y tecnologa se resuelvepor la va de las adaptaciones psicolgicas que se producen y que incrementan la obtencinde beneficios sociales y culturales. Derrick De Kerckhove (1999a) explora los mecanismosmediante los cuales el individuo incorpora dispositivos de este nuevo contexto tecnolgico en

    su propia identidad. Esta incorporacin se realiza porque, segn dice el autor: Nuestrarealidad psicolgica no es una realidad natural. Depende parcialmente del modo en que nosafecta nuestro entorno, incluidas nuestras propias extensiones tecnolgicas (De Kerckhove,1999a:32).

    Desde una perspectiva ms amplia, la nocin de tiempo obliga a hacer una revisin de larepresentacin histrica porque, segn Walter Mignolo (1999), la ltima fase de laglobalizacin est creando las condiciones para pensar espacialmente en lugar decronolgicamente. Hoy nadie est condenado a vivir en un solo tiempo y mucho menos avivir en el pasado, pues se est construyendo una simultaneidad legitimada por la nuevacultura. Para las ciencias sociales, la importancia de la simultaneidad hace que ya no searazonable pensar en la secuencia histrica, tal como se hizo por medio de los anteriormentepoderosos conceptos de progreso, desarrollo y modernizacin.8

    Como consecuencia de la sincrona vivida, no necesitamos compararnos con otraspersonas como individuos o como pueblos porque el desarrollo y el subdesarrollo, siexisten, constituyen presencias sincrnicas inherentes a todas las sociedades y no slo aaquellas que los fatigados enfoques del siglo XX llamaron las sociedades en vas dedesarrollo. Esta revisin de los conceptos de las ciencias sociales es muy importante,especialmente para los pases del mundo considerados subdesarrollados y perifricos, ya queexige que todas las partes valoren sus relaciones con el presente y piensen la asimilacinde la nueva concepcin del tiempo (Agudo Guevara, 2000).

    En el contexto descrito, tiene sentido afirmar que el tiempo puede constituirse en elcriterio emergente para un nuevo tipo de elitismo. El tiempo es la sustancia. As, evocando aPareto, podemos decir que el tiempo constituye el nuevo primer residuo que explica por qualgunas personas y grupos estn en posiciones ventajosas en la sociedad global.9

    Esta importancia del tiempo no respalda una respuesta simplista para los problemas deequidad en la sociedad global. Sugiere, eso s, que el desarrollo de las aptitudes para vivir enel mundo complejo de la informacin aumenta la capacidad individual y colectiva paraobtener beneficios de ese sistema de relaciones. La habilidad para transformar el tiempo enespacio para la accin es una herramienta clave porque, definitivamente, la organizacin denuestros actos es una necesidad primaria.

    ESPACIOS

    Saskia Sassen (1998) basa su argumento principal en la dimensin espacial de la ciudadglobal. Esta dimensin afecta enormemente la configuracin de las relaciones sociales en laciudad. Sassen describe cmo se han descentralizado las actividades de servicio por medio deun uso extenso e intenso de la tecnologa de la informacin. Pero, como escribe la autora:

    las ciudades son los sitios clave para la produccin de los servicios ms avanzados y de losservicios predominantemente orientados hacia la exportacin. Son primordiales para lasempresas de servicio que operan en las densas redes del comercio. Las ciudades tambin sonsitios importantes para el variado trabajo comercial que satisface las necesidades de lasempresas. Son los lugares donde las tendencias de la polarizacin se implantaron en laorganizacin de las industrias de servicios produciendo un efecto muy particular en laconfiguracin econmica y social urbana; estos resultados son especialmente agudos en lasciudades muy grandes por la concentracin desproporcionada de puestos de trabajo de bajaremuneracin que proveen alimentos a los visitantes, a los turistas, as como a una masa deresidentes de bajos ingresos (1998:138).10

    El planteamiento de Sassen se basa en el nexo entre los espacios urbanos y el predominio

    de ciertas actividades fundamentales. Esto permite a la autora observar jerarquas y fuerzasdistintivas en una ciudad dada. Se trata de un mapa de la distribucin geogrfica de lasactividades econmicas culturales. Son los centros de direccin desde donde se comanda la

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    Sassen no pondera especficamente las dimensiones simblicas de la ciudad global. Sinembargo, este aspecto es relevante, ya que para los efectos de nuestro anlisis la ciudadglobal se define, principalmente, por su composicin cultural y, en particular, por su carctervirtual. No nos estamos refiriendo a un hecho territorial y fsico que pueda entenderse con

    los parmetros aplicados al estudio del fenmeno urbano moderno. Aunque parezcarepetitivo, tenemos que decir que el nuevo espacio urbano se caracteriza por su carctervirtual y sus aspectos simblicos.

    El espacio de las ciudades globales es multifactico y efectivamente percibido como muydiverso por un nmero creciente de personas. Cientficos, maestros, turistas, tecncratas,obreros, abogados, taxistas, etc., todos ven el paisaje de una manera diferente, desde sucondicin social y desde su condicin personal.11La apropiacin del espacio devino en algomuy constructivo. Esto quiere decir que la ciudad se volvi efectivamente una apropiacinmuy personal y cada da ms personas se dan cuenta de algo que toman como unaoportunidad. A las personas les satisface vivir de una manera que ya reconocen como unrasgo de los estilos de vida sugerentes y cautivadores (Lipovetsky, 2000).

    Esas caractersticas subjetivas de la ciudad son muy importantes porque la participacinen la nueva vida urbana depende principalmente de una apropiacin personal y privada deespacios, instrumentos y habilidades que permiten controlar los aspectos intangibles. Comose hizo notar anteriormente, y conviene recordar ahora, el tiempo, el espacio y la velocidadestn entre los intangibles ms relevantes.

    Recapitulando, los dos rdenes que permiten la existencia de la ciudad global son:

    El idioma que hace posible la comunicacin entre personas que viven en ciudadesgeogrficas distantes y muy diferentes. Se refiere a un cdigo que se aprende por laparticipacin en la cultura global. Ese cdigo tiene que ver con la ciencia y la tecnologa,pero tambin con los medios de informacin, el arte, la religin, la ecologa, la salud, loscentros comerciales, etc., en tanto son experiencias personales.

    El conocimiento sobre la apropiacin del idioma del tiempo y la velocidad (el dominio dela gramtica y las relaciones). Se trata del manejo del instrumento: es crucial la concienciadel individuo de que l o ella tiene una herramienta que puede utilizar a su favor y que losbeneficios pueden multiplicarse mediante el desempeo.

    Tal como sucedi en relacin con el tiempo, las ciencias sociales han tenido que revisar lasnociones de espacio. El espacio ahora deslumbra por su enigmtica correspondencia con eltiempo y la velocidad. En el pasado trabajbamos con imgenes espaciales como Primer yTercer Mundo, centro y periferia, que fueron aplicadas especialmente para construir lasreferencias a los pases rezagados con respecto a los centros del poder. Esas imgenescongeniaban perfectamente con valoraciones ligadas a secuencias y rdenes, que secaracterizaban por su imposicin desde los centros de creacin de la cultura europea. Queesas aplicaciones ya no resulten tan tiles ni tan obvias tiene consecuencias en las ciencias

    sociales, algo que necesariamente se refleja en la estructura de las disciplinas. Esto esespecialmente importante en la estructura conceptual y en las representaciones del mundoque se transmiten por medio de los resultados de las investigaciones (Agudo Guevara,2000). Esa corriente revisora se reafirma con la aparicin y difusin de la imagen global quede algn modo evoca algo espacial. Pero lo que distingue la imagen de lo global es que susignificado no puede limitarse a lo espacial, sino que nos sugiere simultneamente un tiempopresente, un tiempo universal. Esto tiene tanta fuerza que se sobrepone a las distincionesque rigieron nuestras apreciaciones hasta tiempos muy recientes.

    La caracterizacin basada en la nueva constitucin de las nociones de tiempo y espaciosugiere que estamos en presencia de una nueva cultura, la cual, a su vez, remite a unsistema de relaciones sociales.12 Esa cultura contiene las fuentes para fundar variadasformas de desigualdades en el espacio. La primera fuente radica en la persistencia de lomoderno el espacio moderno; luego, est la insinuacin de lo global el espacio hbrido, y

    finalmente se encuentra lo global propiamente el espacio global. A primera vista estadiferencia puede parecer meramente especulativa, pero esa aprensin se sostiene slo hastaue se ex erimentan los arduos e ercicios re ueridos ara a render el nuevo idioma del

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    La coexistencia de desigualdades de diferentes orgenes ocasiona contrastes sociales quevan ms all de lo econmico. Con frecuencia el contraste se inicia en un espacio tpicamentemoderno, pero se extiende y desarrolla, tambin, en el espacio global, donde tendr unamanifestacin completamente nueva. Esa coexistencia es lo que pone de relieve la influencia

    del espacio y la existencia o no de fronteras. Es posible que la relacin entre los dos espaciosmoderno y global se exprese mediante presentaciones difciles de percibir y explicar. Laciudad moderna y la ciudad global son fenmenos que se superponen y se imbricannecesariamente espacio hbrido. Las expresiones de la modernidad tarda ocasionanfracturas y desarreglos en la economa, la poltica, la cultura y en las relaciones sociales engeneral. Estas situaciones son vistas, conjuntamente, con las nuevas formas de desigualdady por ello persiste la tendencia a tratarlas sin hacer la necesaria distincin analtica. Seconsideran como inherentes a la dinmica de la globalizacin, aunque sea as sloparcialmente.

    Una observacin ms afinada permitira reconocer que el roce entre la ciudad moderna yla ciudad global puede tornarse mucho ms evidente. Pero la fuerza de ese roce no aparecea simple vista. Esto se relaciona con la idea de fronterasexpuesta por Henry Giroux (1991),

    para representar el encuentro borroso entre la modernidad y la posmodernidad en el mbitoeducativo. Se trata del espacio hbrido. En este punto encontramos efectos desiguales que noson fcilmente discriminados ni por los habitantes de esas fronteras ni por los investigadoreshabituados a contenidos ms homogneos.13 Las miradas, las etiquetas, la degradacin, elracismo, en sus nuevos tipos, son propios de estos roces nada sutiles aunque se mimeticenpara ocultar su verdadero empuje.14

    El espacio global, en contraste, no se apoya en el tipo de diferencias que se observa en elroce entre la ciudad global y la ciudad moderna. La desigualdad en el espacio global sebasa en diferencias que surgen de la apropiacin de la educacin, de los saberes y de losestilos de vida. La desigualdad tambin se relaciona con el desarrollo de un tipo depersonalidad cosmopolita.

    El espacio global involucra una jerarqua en la apropiacin de los bienes por medio dellenguaje que codifica el peso especfico de la velocidad y del tiempo. Esa apropiacin semanifiesta en los aspectos concretos de la vida cotidiana. No tiene que sorprender, entonces,que el consumo se transforme en una de las categoras del intercambio global. Nstor GarcaCanclini examina esta apropiacin, justamente por medio del consumo, un rasgosobresaliente de la sociedad global con un enorme contenido poltico ms all de laracionalidad decidida por los agentes econmicos:

    Una teora ms compleja acerca de la interaccin entre productores y consumidores, entreemisores y receptores, tal y como la desarrollan algunas corrientes de la antropologa y lasociologa urbana, revela que en el consumo se manifiesta tambin una racionalidadsociopoltica interactiva. Cuando miramos la proliferacin de objetos y de marcas, de redes decomunicaciones y de accesos al consumo, desde la perspectiva de los movimientos deconsumidores y de sus demandas, advertimos que tambin intervienen en estos procesos lasreglas mviles de la distincin entre los grupos, de la expansin educacional, las

    innovaciones tecnolgicas y de la moda (Garca Canclini, 2000:59).

    Esa apropiacin caracteriza no slo a los sectores privilegiados de la sociedad, sino que dealguna manera se ha ido extendiendo hacia todos los estratos. Se trata realmente de laextensin de un determinado tipo de caracterstica hacia la sociedad como un todo, con locual se producen modificaciones transversales en la morfologa social:

    Consumir es participar en un escenario de disputas por aquello que la sociedad produce ypor las maneras de usarlo. La importancia que las demandas por el aumento del consumo ypor el salario indirecto adquieren en los conflictos sociales, as como la reflexin crticadesarrollada por las agrupaciones de consumidores, son evidencias de cmo se piensa en elconsumo desde las capas populares. Si alguna vez fue territorio de decisiones ms o menosunilaterales, hoy es un espacio de interaccin, donde los productores y emisores no slodeben seducir a los destinatarios sino justificarse racionalmente (Garca Canclini, 2000:60).

    Analticamente, se observa que la ciudad global se proyecta sobre la ciudad geogrfica y

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    Para decirlo en trminos crudos, en una regin habitan dirigentes, intelectuales yglobalizadores; en otra regin habitan trabajadores, pblico pasivo y globalizados.15

    Se denuncia abiertamente la existencia de un dficit democrtico en la sociedad global. Laglobalizacin origina nuevas desigualdades que alimentan las luchas sociales de la poca. Lossectores que rechazan las doctrinas neoliberales solicitan la intervencin del Estado para queponga en prctica nuevos programas asistenciales. De alguna manera, se insina la idea dellanzamiento de programas que puedan solventar los problemas de equidad sin apegarseestrictamente al populismo de otras pocas. Se trata de un tpico que no ha sido analizadosuficientemente, pero consideramos como muy probable que los nuevos programas socialesse definan a partir del especial vnculo entre el individuo y la ciudad global y que reconozcanla importancia de los aspectos simblicos y los estilos de vida de los individuos ycolectividades atendidos (Urriola, 1996; Garca Canclini, 2000).16

    VALORACIN E IMPLICACIONES

    Estamos obligados a alentar la lucha contra la desigualdad? La respuesta depende de lavaloracin de las diferencias entre las personas y grupos. Hay personas que viven en las

    ciudades globales y protestan airadamente contra la extensin de la globalizacin a otrasregiones del mundo. Esta posicin es un pronunciamiento acerca de los lmites de laglobalizacin. Sin embargo, las personas que viven fuera del espacio global nonecesariamente reconocen o desean esos lmites. Hay casos en los que la protesta se basa enel rechazo total a la globalizacin. Pero, de hecho, son pocos los activistas que se refieren auna crtica absoluta. Lo que sobresale es la oposicin al aspecto econmico de laglobalizacin la globalizacin de las grandes corporaciones. Dentro del mbito econmicolos ataques se dirigen a polticas que prevalecen en los contextos multilaterales mspoderosos. En los pases en desarrollo se observa una reaccin contra las polticas de ajustepromovidas por los organismos internacionales.

    Sin embargo, el rechazo a la globalizacin frecuentemente aparece como unareafirmacin de las corrientes impugnadas porque depende mucho de los medios globales.Realmente, muchos movimientos contrarios a la globalizacin son ejemplos de lasposibilidades que estas nuevas corrientes ofrecen para la expresin de las ideas yalternativas que caracterizan el debate en el plano nacional y global. Hay ejemplos demovimientos locales, nacionales y globales que han sabido utilizar los medios y redesglobales para sus propsitos contestatarios.

    Algunos descalifican a los activistas porque no proponen alternativas a la globalizacindirigida por los grandes actores del sistema global. Lo que s es cierto es que un rechazototal a los sistemas de produccin actuales tendra que poner en claro cmo producir bienesy servicios para las necesidades de hoy; en algunos casos parece desprenderse un rechazo allegado de la ciencia y la cultura. Esta oposicin extrema, normalmente realizada desde laglobalizacin, no puede ignorar las consecuencias en el mediano y largo plazo para pueblosque posiblemente no han tenido la oportunidad de pronunciarse sobre los temas endiscusin. Puede tener un efecto contraproducente, justamente, para los excluidos y para

    quienes hoy viven en las periferias de las ciudades.17

    En contraste, se puede promover un pensamiento crtico global que opere desde laglobalizacin, que critique sus consecuencias negativas y promueva los contenidos positivos.Este pensamiento fomentara una oposicin consciente que conciba el cambio social ycultural para nuestro tiempo.

    En todo caso, es necesario que las propuestas examinen muy seriamente las posiblesconsecuencias que puede tener esta visin en quienes se encuentran al margen de la ciudadglobal. Esta posicin no propone mantenerse al margen, sino todo lo contrario: se hace unainvitacin a cruzar las fronteras.18Se les est proponiendo el desafo de la participacin enel desarrollo de una conciencia crtica acerca de la ciudad global. Esta conciencia conlleva unconocimiento cuidadoso del lugar de cada uno en el sistema social vigente, lo cual equivale

    al reconocimiento de la condicin ciudadana de cada persona. Carecer de este diagnsticopersonal es como estar perdido en una gran ciudad y un sntoma de una situacinsubordinada.

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    relevancia a la lucha contra la falta de equidad que todava existe en las sociedades. Elpensamiento crtico global sugerido en este artculo supone que es posible desarrollar laprotesta desde la globalizacin. Reconoce las consecuencias negativas, como la exacerbacinde los problemas de equidad que ha ocasionado la globalizacin en muchos casos. El

    supuesto bsico es que al participar en un movimiento como ste, el individuo adquiereherramientas que hoy en da son necesarias para mantenerse activo y alcanzar nuevasformas de crecimiento como persona, pero tambin como actor en el nivel local, nacional,regional y global.

    Un paso intelectual importante para fundar esta conciencia crtica es diferenciar entre laglobalizacin como un proceso de cambio y la globalizacin como un proyecto poltico. Laprimera est principalmente relacionada con las transformaciones culturales que han tenidolugar en un perodo de tiempo y que ahora definen las condiciones de vida de muchaspersonas en el mundo. En este sentido, la globalizacin es un proceso de creacin cultural y,en general, es el ofrecimiento de respuestas innovadoras no slo para la actividadeconmica, sino tambin para las otras reas de la vida social y cultural (Lpez, 1998;Castro, 2001). La segunda, la globalizacin como un proyecto poltico, se refiere en primertrmino a una determinada hegemona, ms especficamente, al programa poltico que

    conciben los actores dominantes en el mundo global. Estos actores dominantes crean,organizan y dirigen un curso de accin que es el que mejor sirve a sus intereses. Esta visines extremadamente restrictiva porque el proyecto poltico implcito est claramentedeterminado por los intereses de actores que se perciben a s mismos como dominantes(Sklair, 1995; De Venanzi, 2001).

    La distincin anterior se relaciona con una visin abierta y una visin cerrada de laglobalizacin. Esta distincin no tiene que ver slo con el reconocimiento de las fuerzas queactan en el complejo sistema global, sino tambin con la formacin de los discursosdominantes sobre temas relacionados con la globalizacin. En nuestra opinin, la visinabierta es positiva para los intereses de quienes se encuentran en la periferia, ya que desdeesta perspectiva se declara un rechazo tico a las distorsiones de la globalizacin (aunque seviva en ella) y se postula que luchar contra las fuerzas globales es un imperativo cuando

    producen iniquidad. La visin abierta hace posible considerar a la globalizacin como algoque no es necesariamente equivalente a los intereses materialistas del mundo desarrollado yde las grandes corporaciones. Por lo tanto, los actores emergentes pueden ganar un lugar enla nueva tendencia; pueden intervenir para influir su curso.

    De lo anterior se deriva una militancia constructiva contra la falta de equidad que tiene,por lo menos, tres significados:

    Primero, esta lucha cuestiona las ideas preconcebidas que refuerzan la indefensinfrente a los actores globales. Creer que la globalizacin es lo mismo que opresin global oque globalizacin es igual a fuerzas corporativas, slo elude la realidad por medio denociones que dificultan el anlisis crtico.

    Segundo, la militancia constructiva propicia un movimiento intelectual concebido para

    enriquecer las herramientas y recorrer los espacios globales. Este movimiento intelectualpuede alimentar la viabilidad de una nueva categora de desarrollo apropiada para estostiempos desarrollo global.

    Tercero, la lucha contra la falta de equidad abarca principalmente a las personascotidianas que tienen que enfrentar los factores que inducen la pobreza en la ciudad global.Aun sin saberlo, los habitantes de las ciudades estn promoviendo mecanismos para moversems eficientemente en los nuevos espacios.

    Expuesto en trminos espaciales, la lucha por la equidad se transforma en la bsqueda deun equilibrio entre las fuerzas contrapuestas que caracterizan el intercambio social denuestro tiempo. La tensin entre lo global y lo local es producto de esas relaciones en la vidadiaria. Segn Alberto Moreiras (1999), la reivindicacin del equilibrio que tanto se pregona

    no es ms que la resistencia ante un sistema de mando basado en la homogeneizacin yadministracin de diferencias en una jerarqua organizada. Sin embargo, el conocimiento dela tensin entre lo local y lo global no se produce espontneamente. Es una tarea que tiene

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    reflexin sobre las limitaciones polticas actuales eche las bases para la reflexin sobre lasposibilidades polticas futuras (1999:82).19

    CONCLUSIONES

    A manera de conclusin podemos afirmar que el lugar que ocupa el individuo dentro delnuevo sistema social global depende del manejo de un idioma que tiene tres componentesprincipales: el tiempo, el espacio y la velocidad. Estas tres dimensiones se diversifican pormedio de muchos otros factores que influyen en la diferenciacin social. Segn Pal Virilio, ladiferenciacin es una consecuencia de la clase de intercambio que predomina en un contextodado.

    El artculo abord el tipo de intercambio predominante en las tecnologas de redes y loslugares prominentes de las relaciones y la informacin; estos ltimos constituyen elementoscruciales de un sistema global. La tecnologa es esencial en este marco porque es un factordecisivo en la construccin de lo real.

    La propuesta de este artculo es que las sociedades tienen que convertir las desigualdades

    en herramientas para construir sociedades ms equitativas. Las sociedades podrn enfrentareste desafo si reconocen la naturaleza de los actores que participan en las sociedadesmodernas y globales los individuos, los gobiernos, las corporaciones transnacionales, lasempresas nacionales, las organizaciones polticas locales, nacionales y globales, losmovimientos sociales locales, nacionales y globales.

    Algunos estudios reportan formas de exclusin que estigmatizan al otro; con frecuencialos estudios atribuyen esos rasgos a la ciudad global o la ciudad posmoderna. Incluso,algunos autores han escrito sobre la existencia de nuevas formas de racismocorrespondientes a este estadio de la sociedad.

    A pesar de la persistencia de esas formas discriminatorias, no puede valorarse ladiferenciacin slo por sus efectos no deseados; por el contrario, es un elemento

    constituyente de la sociedad global. La diferenciacin y la estratificacin han existido siemprey, de hecho, han constituido partes funcionales de la vida social.

    El problema es la falta de equidad en el acceso a los valores sociales. Sin embargo, lassociedades globales pueden convertir las desigualdades en herramientas para forjar unasociedad ms equitativa. Hay evidencia de que dentro de la globalizacin se estndesarrollando iniciativas que explcitamente reconocen que hay algunas reas que deben seratendidas institucionalmente. Con estas iniciativas las sociedades enfrentan los desafos y lastensiones polticas y sociales que acompaan el cambio social.

    La desigualdad en la ciudad global puede ser identificada y estudiada para enfrentar susconsecuencias negativas desde adentro de la globalizacin. La idea es que la nocin dedesigualdad llegue a ser un factor constructivo que proteja al ciudadano en su movimientodesde lo local hacia lo global, y viceversa.

    Finalmente, subrayamos que hasta el momento las interrogantes prevalecen y por elloeste artculo culmina con la proposicin de otros temas tericos y metodolgicos que suscitenestudios de las dimensiones de la desigualdad en la ciudad global. Adems de atender lasinnumerables preocupaciones tericas y empricas relacionadas con la globalizacin, lasciencias sociales tienen una oportunidad muy especial para contribuir a la bsqueda desoluciones a los problemas de equidad en la ciudad global. Esto sugiere cambios en laestructura de las propias disciplinas y hasta cuestionamientos profundos de s mismas. Lasciencias sociales tendrn que plantearse la creacin de instrumentos tericos ymetodolgicos que permitan superar la insuficiencia de conceptos como pobreza, exclusin,desarrollo, subdesarrollo, modernizacin, progreso, Tercer Mundo y, por supuesto, muchosotros. Las disciplinas tienen que continuar la exploracin de otras posibilidades comodesarrollo sustentable, desarrollo global, tica global, ciudadana global, entre otras. Tambin

    se tendrn que desarrollar las herramientas para abordar la relacin del individuo con lastecnologas y las consecuencias de la incorporacin de esas tecnologas a la estructura de lapersonalidad.

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    Notas:

    1 Segn Juan Carlos Tedesco (1996), los grandes problemas de la educacin contempornease derivan de la incertidumbre que existe en la sociedad acerca del futuro que deseamos; noconocemos el modelo de sociedad hacia el cual avanzamos y, en consecuencia, no podemosdeclarar con propiedad cul es la capacidad efectiva de participar en la definicin de esefuturo.2 No existe un consenso con respecto al tipo de democracia a establecer en la sociedadaunque, como plantea Norberto Bobbio, la reflexin poltica tiende a otorgarle primaca a laextensin del ejercicio democrtico hacia otras esferas y no al dilema de la participacinversus la representacin (Bobbio, 2000).3 La movilidad es auspiciosa para una clase profesional que interacta en un marco socialbasado en el conocimiento cientfico y la competencia. Sin embargo, no se ignoran losdesafos al nuevo orden, desafos que extienden ciertos beneficios a los sectorespoblacionales que buscan abrirse camino en un medio social altamente competitivo en el cuallas ganancias de unos parecen cerrarle el paso a otros. Una expresin emblemtica de esta

    tendencia es la solicitud de acceso libre a las universidades. Esta demanda constituye unaposicin doctrinaria, ya que no slo exige un bien social; adems ataca uno de los cimientos

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    lugar en el sistema social; condicionan el desempeo efectivo de ese individuo yparticularmente la apreciacin de sus logros (Inglehart, 1991).5 Vale la pena tomar en cuenta un hecho curioso: actualmente hay personas que parecenconocer el manejo de las herramientas de la globalizacin, pero desconocen o desdean loscriterios de la modernidad que todava rigen en muchos aspectos de las sociedades. El

    compromiso con las tendencias globales puede ensombrecer la necesidad de gestionar lasrespuestas a las demandas de la mayora que no ha podido incorporarse a la ciudad global.6 El tiempo real es la velocidad a la que, en nuestra mente, podemos recuperar una imageno una idea (De Kerckhove, 1999b:115).7 Ese distanciamiento es, en algunos casos, una condicin para el xito, lo que provoca laenajenacin del individuo con respecto a su mundo inmediato (Virilio, 1999).8 Estos cambios en la concepcin del tiempo y el espacio han empezado a tener un impactomuy significativo en las ciencias sociales. Sobre este aspecto, vase la obra de Ximena AgudoGuevara, quien explora las nociones de espacio y tiempo que se han institucionalizado desdela tradicin europea y luego desde la tradicin norteamericana. Estas tradiciones han influidonotablemente la constitucin de la realidad imaginada en el mundo occidental y en lasrelaciones entre Occidente y otras culturas. Estos complejos mecanismos, nos dice la autora,llevaron a la construccin del mapa del mundo moderno (Agudo Guevara, 2000).

    9 Sectores poblacionales muy numerosos quedan fuera del contexto de aprovechamiento delas nuevas posibilidades, lo cual se manifiesta en enfrentamientos como consecuencias de lafalta de equidad: Estos choques evidencian que hay pases, y sectores sociales dentro deesos pases, que se encuentran en situaciones sumamente desiguales. Hay quienes gozan dela opulencia comunicativa con acceso a todo tipo de redes y de contenidos y servicios, yotros, por el contrario, que se mantienen en la miseria comunicativa sin acceso a las redesmnimas como las telefnicas, ni, por supuesto a Internet, ni a informaciones variadas sinoslo a las informaciones de la voz nica o controlada de la televisin y de la radio. Siguehabiendo miles de millones de personas ajenas a las comunicaciones (Cebrin,http://www.saladeprensa.org/art479.ht).10 La traduccin de los textos originalmente en ingls en las referencias bibliogrficas, fuehecha por el autor de este artculo.11 Se producen cambios en la estructura del trabajo remunerado sobre la base de nuevasconsideraciones sobre el salario, el conocimiento, el consumo, el tiempo libre y los estilos de

    vida. Vase Romero (2003).12 Estas relaciones sociales en formacin sugieren el fenmeno ya conocido como ciudadanaglobal (Ianni, 1998; Lpez, 2003).13 Una investigacin sobre la visin de los profesores de ciencias sociales de tres facultadesde la Universidad Central de Venezuela arroja que los investigadores manifiestan inters enlas nuevas corrientes, pero prefieren mantenerse en la seguridad de las prcticasreconocidas hasta tanto las instituciones no ofrezcan un apoyo confiable (Lpez, 2002).14 El libro coordinado por Mario Margulis y Marcelo Urresti reporta un estudio realizado porinvestigadores del Instituto Gino Germani sobre la discriminacin que sufre un sector de lapoblacin de la ciudad de Buenos Aires como consecuencia de su origen indgena o mestizo.Para los autores, esta discriminacin est relacionada con la concentracin del podereconmico, tecnolgico y blico que se verifica en correspondencia con localizacionesterritoriales y polticas, concentraciones que pueden referirse al plano nacional, a ciudades o

    las empresas transnacionales que dominan el mundo en el plano tecnolgico y en el de lastransacciones financieras, energticas e informativas. Tambin estn desigualmentedistribuidos el control de las comunicaciones, la capacidad de emitir y recibir mensajes y elpoder de institucin en cuanto a lo simblico (Margulis, Urresti y otros, 1999:135).15 La supremaca en las relaciones globales puede recibir una respuesta justamente basadaen las propias transformaciones culturales y sociales de la globalizacin. La importancia quelos espacios las ciudades tienen en la redefinicin del concepto de ciudadana en Europailustra una situacin en donde lo local y lo regional participan para modificar las tendenciashegemnicas. Vase Borja (2001).16 Los programas sociales se ponen en prctica para enfrentar un dficit democrticooriginado en la sociedad moderna y mitigar una condicin persistente. Se atienden asuntosque se asocian con la globalizacin, sin embargo, pero por lo general son problemaspreexistentes. La globalizacin origina nuevas desigualdades que requieren estudios yreflexiones para sustentar propuestas ajustadas a sus caractersticas. Los programas sociales

    para la ciudad global tienen que ser diferentes de los programas sociales para la ciudadmoderna. Esos programas no pueden basarse en la provisin de ayudas y beneficios propiosde las movilizaciones es acio-tem orales aun en los casos en ue estas movilizaciones estn

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    acuerdo orgnico ningn programa puede llevarse a cabo, incluso, en una fase muy inicial.Estamos hablando sobre programas que deben insertarse al mismo tiempo en el ncleo de lasociedad y de la persona (Urriola, 1996; Sengenberger, 2001).17 Para observar una visin alternativa frente a la globalizacin de las grandescorporaciones, vase S.A. (2002).Alternativas a la globalizacin econmica. Para una visin

    crtica amplia en lo social, vase S.A. (2001). El otro Davos. Globalizacin de resistencias yde luchas.18 Se cuestiona especficamente el trato desigual que se puede percibir, incluso, en temasglobales por excelencia como el tema ambiental, con la aplicacin de regulaciones quemantienen y hasta refuerzan caractersticas no globales de las actividades econmicas. Paraampliar, vase De Venanzi (2001).19 Alberto Moreiras seguramente va en la direccin correcta cuando dice que algunas deesas posibilidades sern encontradas en el espacio permitido por la aparente contradiccinentre la globalizacin y la teora regional (1999:82), es decir, la propia dinmica de la vidasocial y cultural llevar a la definicin de nuevos espacios para dirimir las diferencias ypromover las diversidades.