lope de rueda

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No conocemos muchos datos acerca de su vida.Sabemos que se casó dos veces: la primera vez con una bailarina llamada Mariana, que trabajó al servicio del Duque de Medinaceli (y de quien se ha sugerido que pudo ser amante); y la segunda con la valenciana Ángela Rafaela Trilles, con la que tuvo una hija. En un principio trabajó como batihoja, pero posteriormente se consagró íntegramente al teatro, siendo no sólo dramaturgo, sino también actor y director. Según Diago (1990: 46-47), su actividad teatral que se conoce con certeza cubriría un lapso de tiempo de veinticinco años: desde 1540 hasta 1565, fecha en la que murió en Córdoba:

en 1542 y 1543 participa en el Corpus Christi de Sevilla. en 1551 se encuentra en Valladolid para celebrar el recibimiento del príncipe Felipe en su vuelta de Flandes. entre 1546 y 1551 está al servicio de Pedro de Montiel, hilador de seda y compañero de Rueda. en 1554 se encuentra en casa del conde de Benavente, para organizar una despedida a Felipe II, que se marchaba

a Inglaterra. en 1558 representa una comedia en la catedral de Segovia y se plantea construir un teatro permanente en

Valladolid (no olvidemos que este hecho constituía una novedad). en 1559 participa de nuevo en el Corpus de Sevilla con dos obras, de las cuales el Auto de Navalcarmelo merecerá

el premio del municipio. en 1560 permanece un tiempo en Valencia, no se sabe cuánto,aunque supondrá una parte importante de su vida.

Allí contrae matrimonio en segundas nupcias con la citada Ángela Rafaela y es allí donde presumiblemente conoce a su futuro editor (Timoneda)

en 1561 pasa por Madrid y por Toledo y actúa ante la reina. en 1563 participa en el Corpus de Toledo, ciudad en la que también bautiza a su hija. de 1565 es el testamento que hace en Córdoba, mediante el cual sabemos que Juan de Figueroa, sobrino y editor

de Diego Sánchez de Badajoz, le debía una cierta cantidad de dinero, ya que había sido representada en casa de éste una farsa durante doce días.

Acerca de si tuvo una verdadera compañía o no, no se puede establecer con certeza. Indica Diago (1990: 48-49) que ciertos críticos establecen que ésta se redujo al propio Rueda y a su mujer Mariana, "a los que se uniría en 1554 Pedro de Montiel", pero añade que aunque esto fuera cierto, existe la posibilidad de que los cómicos fueran también "reclutados sobre la marcha en el mismo lugar de la representación".

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Sus trabajos fueron publicados póstumamente en 1567 por el librero editor valenciano Joan de Timoneda, que retocó ciertos pasajes de los textos: Viniéndome a las manos, amantissimo lector, las Comedias del excelente poeta, y gracioso representante Lope de Rueda, me vino a la memoria el

desseo y affectación que algunos amigos y señores míos tenían de vellas en la provechosa y artificial emprenta. Por do me dispuse (con toda la vigilancia que fue possible) ponellas en orden, y sometellas baxo la correctión de la sancta madre Yglesia. De las quales por este respecto, se han quitado algunas cosas no lícitas y mal sonantes, que algunos en vida de Lope havrá oýdo. Por tanto miren que no soy de culpar, que mi intención es la que me salva

Vid. Rueda (1567) «Epístola satisfactoria de Joan de Timoneda al prudente lector». Descartan Pedraza/ Jiménez (1980: 299)la posibilidad de que Lope de Rueda pueda considerado propiamente como un intelectual, se trataría más

bien de "un hombre en permanente contacto con la escena". De manera que, según indican dichos críticos, no se interese por el teatro grecolatino, sino por la literatura que en esta época estaba más en boga y que venía de Italia. Acerca de las fuentes, Listerman (1980) indica que el argumento de Eufemia viene del Decamerón (segundo día, cuento noveno), que Armelina está basada casi integralmente en Il servigiale de Juan Giancarli, mientras que Los engañados corresponderían al modelo de Gl'ingannati. Sin embargo, se ha dejado constancia fundamentalmente de la influencia del teatro de la Commedia dell'arte. El citado crítico, como muchos otros, fundamentan esta afirmación en la presencia del citado Mutioen Sevilla; no obstante, Diago (1990) lo pone en duda de la misma manera que se interroga sobre la posibilidad de que este cómico italiano estuviera realmente en la ciudad andaluza en la fecha citada (vid. supra). César Oliva (1988: 70), que también traza un paralelismo de los pasos con las fuentes italianas, aunque sin dejar de ver los elementos hispánicos, matiza lo que de improvisación podía haber en Lope de Rueda: "comedia all'improviso no quiere decir exactamente comedia para improvisar; lo que se improvisaba regularmente era el espacio en donde actuar, que variaba mucho de un lugar a otro"; proclamando más tarde que los textos del sevillano estarían más o menos abiertos, hasta que no fueron fijados por escrito por Timoneda. Diago (1990: 55) explica que el comportamiento artístico "tuvo que ser similar al que Timoneda explicitará en otros géneros literarios", ya que el valenciano se basó para su poesía tanto en los poetas cortesanos o los italiantas (Boscán o Garcilaso), como en los de cancionero (Fernández de Heredia) y en los poemas tradicionales, como los romances.

Pero además Rueda añadió como fuente de inspiración la observación de la realidad cotidiana, de donde recogió tipos y costumbres. Tuvo, además, una gran sensibilidad lingüística hacia el habla de la calle, que utilizó en sus obras: prevaricaciones idiomáticas, errores, sintaxis desenvuelta, exclamaciones, refranes...

En tanto que profesional de la escena, Lope de Rueda actuó con su compañía frente a numerosos públicos: para las clases medias urbanas (por ejemplo, con sus comedias o sus representaciones para las fiestas del Corpus), para los estamentos eclesiásticos (representó ante el arzobispo de Valencia), para la burguesía y nobleza urbana (con representaciones particulares en sus casas) y para la monarquía (representó varias veces ante la reina Isabel de Valois). Desde finales del siglo XVI la nueva generación dramática de la Comedia Nueva, en un proceso de construcción de una trayectoria teatral y de una identidad estética propia, difundió una imagen de Lope de Rueda como iniciador (casi en exclusiva) de la tradición teatral autóctona: autores como Cervantes o Lope de Vega, por ejemplo, lo presentaron como el verdadero fundador del teatro nacional español.

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Según Pedraza/ Rodríguez (1980) se conservan las siguientes obras de Lope de Rueda: Cinco comedias, la última de las cuales es en verso. Reproducimos los introitos del autor que aparece en Lope de Rueda (1567): Eufemia: En un lugar de la Calabria, auditores, hubo dos hermanos de ilustre sangre nascidos, un varón y una hembra. El varón, que Leonardo se llama, determinado de ver tierras

estrañas, de Eufemia, su hermana, se despide. Donde, de lance en lance, en casa de Valiano, señor de baronías, viene a parar. El cual a Leonardo rescibe en su servicio y hace uno de los principales de su casa. Si escuchan el fin de nuestra poética fábula, verán por envidia urdido un caso asaz peligroso. Pero la divina Providencia, remediadora de semejantes tratos, da orden; de suerte que, estando en el mayor peligro de todo, acaba en fin próspero y alegre.

Armelina: Sepan, apacibles auditores, que Pascual Crespo, herrero famosísimo, oficial siendo mozo, tuvo un hijo en cierta manceba, la cual se lo llevó, llevándosela por amiga un capitán que pasó en Hungría, donde la madre y el capitán murieron, dejando al niño por heredero de todo lo que tenían y por tutor a Viana, hombre anciano de la misma ciudad. A Viana un deudo y muy acostado suyo le quitó una hija que tenía, dicha Florentina, a respecto que la trataba muy mal su madrastra, y por su desdicha fue captivado de moros y la niña vendida por esclava a un hermano d'este Pascual Crespo, el herrero, que entonces por la mar mercadeaba, y al punto de su muerte, por el amor que la tenía, la dejó libre y con harto dote con que el herrero la casase. Ésta es, señores, la maraña de nuestra comedia, y entended que Armelina es Florentina, como se declara a la fin de nuestra poética representación.

Los engañados: Si vos prestáis atención, generoso auditorio, oirá un veríssimo y no menos agradable acontecimiento, que onze o doze años después que Roma fue saqueada acontesció con Verginio, ciudadano della. Fue pues el caso que haviendo este Verginio perdido gran summa de bienes y hazienda en el saco, y juntamente un hijo de edad de seysaños, con Lelia su hija nascidos los dos de un mismo parto, se vino a vivir aquí a Dodena, la cual ciuadad representa este teatro, a do Lauro gentil hombre de Lelia se enamora. Verginiopor hacer cierto camino a Roma, a su hija en un monesterio deposita. Vuelto, Gerardo familiar y amigo suyo dontándola de gran summa de dinero, Lelia por mujer la pide, y el padre se la cede. Lelie sabiendo en el monesterio que por la ausencia suya su querido Lauro de Clavela, hija de Gerardo, anda enamorado, en hábitos de hombre determina salirse, y llamándose Fabio, con su amante por paje se deposita. Aquí cesso señores, dexando de contar cómo el hijo perdido en Roma llamado Fabricio llega a este pueblo, y por ser tan semejante a Lelia su hermana, los engaños que sobre ello sucede. Se que se holgarán en estremo vuestras mercedes si están atentos, y queden con Dios.

Medora: un micer Acario (nobles auditores) tuvo dos hijos en Barbarina su muger, un varón y una hembra, tan semejantes en forma y gesto cual suele y puede cada día hazer la gran maestra naturaleza: en este tiempo andando los gitanos por todas partes, por no estar Acario ni Barbarina padres de los niños en casa, una gitana entra y hurta a Medoro, que assí havíanombre el mochacho, y dexa en la cuna un gitanillo hijo suyo muy malo, tanto, que de allí a pocos días murió. Quedando Angélica, que ansina se llamaba la niña, criándose en casa de los padres y cresciendo en hermosura, honestidad y buenas costumbres, Leandro gentil hombre, de noble sangre, de Angélica se enamora. En este comedio allega la gitana que trae a Medoro en su compañía vestido de hábitos de muger llamándole Armelio. El Casandro que la ve, pensando que es Angélica, le habla en amorosas palabras, y el mochacho le desconoce. Sobre esto verán señores graciossísimas marañas, y de qué suerte descubre la gitana cuyo hijo es Medoro, dexando aparte los amores de Acario con Estela, y los de Barbarina con Casandro, y las astucias De Gargullo lacayo, y las necedades de Ortega simple. Porque todas estas cosas son parte de la comedia para hazella más graciosa, y servir a vuessas mercedes como todos desseamos.

Discordia y cuestión de amor Dos coloquios pastoriles en prosa (Camila y Tymbria) y uno en verso (Prendas de amor). Recientemente se ha encontrado otro coloquio pastoril llamado Gila y que ya había sido citado

por Cervantes y Lope de Vega, y cuyo paradero se desconocía hasta ahora. Fue sacado a la luz en su día por Joan de Timoneda, junto a otros dos coloquios de Juan de Vergara. Véase Canet (2006).

Diálogo de la invención de las calzas, en verso. Dos piezas del Códice de autos viejos: Naval y Abigail y Los desposorios de Moisés. La autoría no estaría tan clara en este caso.

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