llibru ix mercáu quirosanu

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30 de abril y 1 de mayo de 2011 1

S A L U D O

Estimados/as vecinos/as,

Un año más celebraremos nuestro Mercáo Quirosano.

El próximo sábado 30 de abril y el domingo 1 de mayo podréis disfrutar de la artesanía de nuestra región,

de los oficios tradicionales, de nuestra excelente gastronomía y, por supuesto, de una excelente programación musical

acompañada en todo momento por el grupo de gaitas Teixo- Manolo Quirós.

No podemos olvidarnos de los apoyos y diferentes colaboraciones que hacen posible

que esti IX Mercáo Quirosano sea posible. A todos ellos, GRACIAS.

Deseamos que nos acompañéis y disfrutéis de este intenso fin de semana por el valle de Quirós.

Un afectuoso saludo,

EL AYUNTAMIENTO

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IX MERCÁU QUIROSANU2



Existen en Quirós varias leyendas

sobre pueblos desaparecidos en extra-

ñas circunstancias como es el caso del

L.lanu los Muertos en Bermiego, el Co-

chao en Villagime o el pueblo de Min-

goyo o Mengoyo. Este último episodio,

quizá por ser el más reciente en el

tiempo, es el que ha generado más con-

troversia y no es raro que muchos qui-

rosanos todavía hoy hablen de él,

especialmente los de Casares y Arrojo.

Incluso allá por los años 70 del pasado

siglo la prensa regional dedicó un ex-

tenso artículo a la leyenda de Mingoyo.

Mingoyo, pueblo del que quedan esca-

sos vestigios, estaba situado a gran al-

titud por lo que durante la época de

nieves quedaban incomunicados sus

vecinos. En el año 1854, cuando tuvo

lugar el suceso, su número era de vein-

tidós y parece ser que el párroco de

Fresnedo que les atendía hasta el

otoño (durante el invierno se trasla-

daba a otras parroquias menos abrup-

tas) les concedía un permiso especial

para que la misa de los domingos y

fiestas fuera sustituida por el rezo de

un rosario y la repartición de un pan

de caridad a las doce del mediodía. Era

costumbre en Quirós, al menos hasta

mediados del siglo pasado, llevar un

pan todos los domingos, cuya elabora-

ción hacía cada semana una familia del

pueblo, para repartirlo entre la vecin-

dad a la salida de la misa, como una

«comunión social» entre los feligreses.

Según cuenta la leyenda, cuando co-

menzaron a desaparecer las nieves en

la primavera subió el párroco de nuevo

al pueblo y el espectáculo que allí se

encontró fue dantesco: todos los veci-

nos de Mingoyo estaban muertos y pa-

recer ser que entre sus manos todos

tenían un trozo de pan. Probablemente

era el pan de caridad del domingo por

lo que esta historia es conocida como

la Leyenda del Pan de la Caridad. Tras

avisar a las autoridades, surgieron las

primeras conjeturas y averiguaciones:

que si el agua con el que se hizo estaba

contaminada por una sacabera, que si

el agua del río estaba intoxicada con

arsénico,... aunque ninguna llegó a

convencer puesto que resultaba ex-

traño que ninguno de los animales do-

mésticos del pueblo se hubiese visto

afectado ya que bebían del mismo

agua. Las autoridades ordenaron en-

LA LEYENDA DE MINGOYOpor Belén Gonzalez Collado



tonces prender fuego al pueblo aunque

los vecinos consiguieron la licencia de

que el hórreo bajo el que se decía misa

(antes de que existiese la iglesia) fuera

trasladado a Villagundú y las imáge-

nes de Santa Ana y de la Magdalena) a

Fresnedo.

Por otra parte, Mingoyo se encuentra

en un punto intermedio entre los con-

cejos de Proaza y Quirós por lo que

existe una gran controversia respecto

al concejo al que pertenece. Sin em-

bargo, todo parece indicar que el lugar

se encontraba dentro de los límites de

Quirós puesto que todas las historias y

leyendas hacen hincapié en que el pá-

rroco que le correspondía a este pueblo

era el de Fresnedo, pueblo de la parro-

quia quirosana de Casares. Igual-

mente, el hórreo o panera trasladado,

dependiendo de las versiones, se en-

cuentra en Villagundú (el lugar quiro-

sano más próximo a Mingoyo, a unas

dos horas). También se dice que las

imágines de la iglesia fueron trasladas

a la capilla de Fresnedo. Una de estas

tallas, la de la Magdalena o Malena,

que estuvo en la gran exposición de

Orígenes en Oviedo, está fechada en el

siglo XIV lo que nos podría llevar a

pensar que Mingoyo ya estaba poblado

desde aquella época aunque no conte-

mos con más datos ni referencias.

Lo que sí sabemos con certeza es que

las causas de la tragedia de 1854

nunca llegaron a ser aclaradas gene-

rando entre la gente un gran respeto o

miedo por el lugar. Mingoyo nunca

más volvió a ser repoblado y hoy día

solo tiene un uso ganadero.



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Puertos de AgüeriaFoto de Carmen Celorio



Momentospara el recuerdo“Mercáu 2010”

Momentospara el recuerdo“Mercáu 2010”


Sábado 30 de abril

MAÑANA

11:00 COMIENZO DEL MERCÁU Y PREGÓN · Inauguración y lectura del Pregón

· Mercáu de venta artesanal,

labores y oficios artesanos

· Pasacalles del Grupo de Gaitas

El Teixu - Manolo Quirós

· Talleres Variados

· Escenas costumbristas

· Taller de cerámica para los mas pequeños.

12:00 XIV MUEStRA - CERtAMEN DEL PAN DE ESCANDA Organizado por la Asociación Cultural

de Amigos del Pan de Escanda

· a continuación

Degustación de Queiso de Bota

tARDE - NOCHE

18:30 Concierto: DUERNA

20:00 Concierto: LA tARRANCHA

Durante todo el día Chigre tradicional


Domingo 1 de mayo

MAÑANA

11:00 COMIENZO DEL MERCÁU · Venta artesanal, labores y oficios artesanos

· Talleres Variados

· Taller de cerámica para los mas pequeños.

13:00 Canción Asturiana:

M. LUZ CRIStObAL CAUNEDO acompañada a la gaita

por ALbERtO VARILLAS

tARDE - NOCHE

18:30 Concierto: GRUPO DE GAItAS EL tEIXU - MANOLO QUIRÓS

20:00 Concierto: VERDASCA

Durante todo el día Chigre tradicional


Hasta los años setenta eran muy

frecuentes que visitaran los pueblos

muchos artesanos o vendedores ambu-

lantes. Oficios como el “hojalateiru o

estañaor”, “el caxoneiru”, “los sogete-

ros” o las pescaderas eran habituales

en el Quirós rural.

Venían con un burro con su mercancía

o con ella cargada a la espalda o los

instrumentos para realizar sus labores.

Algunos se quedaban en los pueblos

mientras hacían los encargos, otros

solo pasaban un día para ofrecer su

mercancía.

“El hojalateiru o estañaor” pues por los

dos nombres se le conocía era el encar-

gado de remendar tazas, potas, sarte-

nes, bacenillas. Toda esta vajilla debía

durar mucho pues la liquidez econó-

mica era escasa. A las roturas se les

ponía un parche y así seguían siendo

útiles. También hacían objetos nuevos

como “xarras de buscar” con latas de

aceite de litro o dos litros y medio. Al

artesano se le proporcionaba el material

y lo transformaba. Las zurronas metáli-

cas sustituyeron a las viejas botas de

leche, de pellejo animal. El “estañaor”

traía la hojalata con la que fabricaba

estas botas que no dejaban el mal sabor

que daba la bota a la leche.

El hojalateiru venia a Ricao ocho o

quince días dependiendo de los encar-

gos que tuviera que realizar. Venia

cada varios meses con el material y la

herramienta a la espalda. Martillos de

estañar, tijeras, compás, tiras de lata y

el estaño metido en un cajón. Solían

tener un lugar habitual para posicio-

narse (El argaxo y San Roque) y una

casa donde dormir. Preparaba un fuego

para calentar el estaño, o la lata para

trabajar, eran muy habituales a verle

trabajar la chiquillería del pueblo.

Los más famosos por Quirós eran José

de Riello (Teverga), estaba viudo con

muchos hijos, quizás el más antiguo.

También venia Campos, gallego que

cantaba mientras laboraba, bígamo que

vivía en Pola de Lena. Amador “el

quinqa” vivía en Bárzana y ya traía un

burro para traer el instrumental y el

material.

Las sogas eran un elemento indispen-

sable en todas las casas. Las tareas de


Oficios AmbulantesCampu Faya


recogida de la hierba precisaban de este

elemento. “Los sogeteros” eran artesa-

nos gallegos que traían sus ruedas de

filar para realizar su labor. Se coloca-

ban en lugares con espacio (el Valli)

pues tenían que extender el material

por el suelo. La gente debía entregarles

las “serdas” de vacas y yeguas que se

cortaban y se metían en sacos. Ellos las

unían y preparaban para hacer sogas

de acaidonar, más cortas, y la de la

corza, de más extensión.

“El caxoneiru” cargaba con un cajón

grande con distintos departamentos

donde guardaba jabón de olor, anillos,

pulseras, collares, mecheros y piedras

para los mismos, navajas de afeitar, ti-

jeras, peines,… Voceaba por los rinco-

nes del pueblo su mercancía.

“Las otcheras o hueveras” eran muje-

res que se dedicaban al trueque de pro-

ductos entre los pueblos, pasando

incluso a Babia. Llevaban fruta, madre-

ñas, palos, garabatos que cambiaban

por patatas, arbejos, vinos y otros pro-

ductos. El dinero se usaba muy poco, el

método usado era el trueque. Llevaban

un pequeño burro con unos cestos muy

grandes. Solían comprar en el mercado

de los viernes en Bárzana para luego

revender en Oviedo o Mieres.

Asimismo traían encargos de otros lu-

gares pues eran muy conocidas en los

pueblos. Recorrían muchos kilómetros

cargadas con sus mercancías. No solía

ir una sola, sino que casi siempre iban

en compañía para evitar robos o asal-

tos. Dormían en los pueblos. Algunas

de ellas fueron ajusticiadas después de

la Guerra Civil acusadas de alimentar a

los fugaos.

Los vendedores de pescado en fresco o

en escabeche también eran visitantes

habituales en los pueblos. Los del esca-

beche traían un barril con el pescado

en salmuera que vendían por las casas.

La llegada de cualquiera de estos am-

bulantes a un pueblo era motivo de no-

vedad entre mayores y pequeños. Unos

para cubrir sus necesidades y otros, los

guajes, por ver una actividad distinta

del ganado y las huertas. Como premio

a veces se llevaban algún anillo de ho-

jalata u otra quincalla parecida. Otros

tiempos para recordar desde el mundo

tecnológico actual.




El nuevo Museo Etnográfico de Quirós,

fue inaugurado el 19 de octubre de

2010. Está ubicado sobre unos anti-

guos Altos Hornos de fundición, sím-

bolo de la industrialización del concejo

en el s. XIX. El Museo muestra la

forma de vida campesina y cómo ésta

se fue transformando con la minería.

La historia industrial está dedicada a

la llegada de empresas extranjeras al

concejo, la construcción de la carre-

tera, de los altos hornos y del ferroca-

rril. La exposición se completa

observando en el exterior el gran muro

de contención que ampara la presencia

de la base de uno de los hornos, así

como de un complejo de galerías subte-

rráneas por donde discurrían los me-

canismos necesarios para el

funcionamiento de los hornos.

La vida campesina está representada a

través de diferentes espacios donde se

puede descubrir los principales rasgos

económicos, sociales y mentales de esta

sociedad, ambientados con sonidos,

imágenes o con la participación en jue-

gos y actividades de conocimiento.

La casa campesina consta de tres plan-

tas. La planta baja alberga las cuadras

para guardar los animales, como cer-

dos, gallinas, vacas, etc; cuenta tam-

bién con un lagar para elaborar sidra y

una sala dedicada a los oficios masculi-

nos relacionados con la madera (madre-

ñero, carpintero, cestero o maderista).

El Museo Etnográfico de Quirós



El primer piso, está destinado a dar el

verdadero sentido de la vida en familia

y al de ésta dentro del entorno del pue-

blo. Por este motivo se ha dispuesto un

recibidor donde se explica la solidari-

dad y comunidad vecinal de los pueblos

y se ha recreado una vivienda tradicio-

nal; seguidamente se accede a un re-

cinto que muestra cómo eran la familia

y los trabajos campesinos. Una última

estancia dedicada a los oficios femeni-

nos femeninos de lavandera, cocinera,

mercadera o modista y costurera.

El segundo y último piso de este edifi-

cio recrea una típica romería quirosana

junto con una exposición de diferentes

instrumentos musicales.

Al exterior, y rodeando la casa, se en-

cuentran algunas de las construcciones

más características de los pueblos: el

tradicional hórreo, para guardar la co-

secha, matanza y enseres; el conjunto

de fuente, abrevadero y lavadero, que

funcionaba como lugar de reunión so-

cial de mujeres y los jóvenes y la es-

cuela, donde, además el visitante podrá

participar de los juegos tradicionales

de la rana, la llave y el cascayo.

[email protected]

www.redmeda.es



Museo EtnográficoEmbalse de Valdemurio



Picu GorriónFoto de Carmen Celorio

Molín en BermiegoFoto de Xaime González-Láncara



Fiesta del Alba


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