LLLLEEGGAARROONN LLAASS RREEBBAAJJAASS...... EELL PPLLAANN DDEE RREECCOORRTTEE YYAA EESSTTÁÁ AAQQUUÍÍ Como era de esperar, vamos conociendo los contenidos concretos de los recortes educativos en Asturies a finales de Junio, cuando la capacidad de respuesta ya está limitada. A la espera de mayor detalle, algunas de las medidas que pretenden adoptar son las siguientes:

Incremento de la ratio en los grupos de Infantil de 3 años ya que mantienen el incremento que anunciara la anterior consejera, de los 20 actuales a 25. Reducción de las ayudas sociales: libros de texto, comedores infantiles, becas,… Reestructuración del mapa educativo. Aquí se mueven en una ambigüedad calculada, pues el documento lo justifica literalmente “para evitar duplicidades y apostar por una gestión más acorde a las necesidades reales”. Evidentemente, estaríamos totalmente de acuerdo si las duplicidades a las que se refiere y que se pretenden eliminar fuesen los conciertos educativos con colegios privados en las zonas donde hay oferta pública suficiente (no es nada infrecuente que esos colegios concertados estén justo al lado de uno público y, en consecuencia, reciban su alumnado de cualquier lugar menos del propio entorno urbano... ¿Ejemplos?: véase, por citar un caso en Gijón, el Colegio San Miguel, concertado y con un porcentaje mínimo de alumnado de la Urgisa-Mil Quinientas, situado justo al lado del Colegio Público Gómez Elisburu y rodeado de cinco centros públicos para atender el alumnado de secundaria obligatoria de El Llano-Pumarín-Montevil)... Lamentablemente la voluntad del ambiguo enunciado derivará seguramente en cierres y fusiones de centros educativos públicos. Despido de profesorado interino. Aún por cuantificar. El documento estima una reducción de empleados y empleadas temporales en el conjunto de la administración educativa de 1000 personas. La disminución del número de vacantes en centros educativos procede de la reducción del número de grupos, del incremento de jornada en secundaria y de la incorporación a sus plazas de asesores y liberados. Por supuesto, el previsible cierre y fusión de centros públicos antes mencionado también aumentaría los efectos de esta reducción. El incremento de jornada en secundaria se establece finalmente en 2 horas, hasta los 20 periodos lectivos, sin tomar siquiera en consideración fórmulas menos lesivas aplicadas en otras comunidades. “Revisión de las acciones formativas en horario laboral”, o dicho a las claras, eliminación de la formación en centros. “Modificación en las fórmulas de contratación laboral del personal interino de Educación, entre ellas que a partir del próximo curso la duración del contrato será de septiembre a junio”. Con este colofón se carga sobre las espaldas del colectivo interino, el más débil por la permanente precariedad de su situación, la mayor carga del ajuste: es una reducción brutal de las retribuciones anuales (que alcanzará el 20% en los casos más extremos), por una parte, y, por otra, supone la interrupción de la cotización. ¿Aún puede o debe seguir sorprendiéndonos que, en esto como en tantas otras cosas, los autoproclamados “defensores y defensoras de lo público” sigan el ejemplo de la “liberal” Esperanza Aguirre?... En cualquier caso, parece más que probable que las cosas no queden aquí y esta última medida no sea sino una más de las que aún permanecen en la agenda secreta.

En el mismo documento tienen la desfachatez (y hasta falta de sentido y decoro) de justificar la no reducción de las retribuciones de los miembros del gobierno argumentando que ya son bajas pues “son una referencia nacional por su moderación”... Evidentemente, el funcionamiento y las formas de retribución de la anterior Consejería de Educación socialista es un ejemplo público de pésimas prácticas (como atestigua el caso Marea). Desde aquí, en todo caso, queremos dejar claro que alternativas al ajuste había, y muchas... La primera, desde luego, la insumisión a los recortes, el recurso al Tribunal Constitucional por invasión de competencias... E, incluso dentro de la lógica del recorte ya asumida, cabría priorizar la enseñanza pública frente a la privada, limitando drásticamente el dinero público que se aporta a centros privados estrictamente a las zonas donde la oferta de puestos escolares públicos no resulte suficiente para atender a la demanda potencial... Cabría, del mismo modo, realizar un reparto más equitativo y justo de los recortes entre el colectivo docente, eliminando por ejemplo el inmoral pago del “complemento de carrera” (con su acceso restringido y sometido a procesos de evaluación arbitrarios y casi insultantes para cualquier profesional del mundo educativo), evitando el despido y la reducción de las retribuciones del profesorado interino (con el consiguiente aumento de la brecha salarial entre personas que desempeñan el mismo trabajo). Parece evidente que las injusticias que jalonan estos planes (los ya develados y los previsibles) persiguen, de paso, un objetivo añadido: dividir a los trabajadores y trabajadoras de la enseñanza que durante este año nos mantuvimos unidos en la lucha contra los recortes... Y, desde luego, no podemos caer en esa trampa... Debemos intentar mantener una movilización continua, con visibilidad pública, aunque con expresiones e intensidades distintas que la hagan posible, durante estos meses para prepararnos para un comienzo de curso resistente y solidario en el que la reconstrucción de una unidad de acción laboral y social frente a los recortes en educación (y en los servicios públicos, en general) se haga posible.