liturgia sacramental - primer parcial 2014

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    ECONOMA SACRAMENTAL

    1 PARCIAL. LITURGIA I

    1. EL MOVIMIENTO LITRGICO: FECHAS-ETAPAS, MAPA, AUTORES, MAGISTERIO

    ESQUEMA

    - Significado del Movimiento Litrgico (R. Guardini) - Races Prosper Guranger y san Po X - Punto de Partida Congrs national des auvres catholiques (1909) - Perodos

    o Primer perodo (1909-1914) (Francfono) Maurice Festugire y Lambert Beauduin o Segundo perodo (1918-1939) (Germnico) Ildefons Herwegen, Odo Casel y R. Guardini o Tercer perodo (1947-1963) (Expansin) Mediator Dei (Po XII) y Congresso litugico-pastorale

    - Cierre Constitucin Sacrosanctum Concilium (1963)

    Uno de los frutos ms representativos de la renovacin pastoral y doctrinal en la Iglesia durante el siglo XX es la

    recuperacin del acontecer litrgico, su renacimiento. La Liturgia como ejercicio de la obra de redencin (SC 2) Esta comprensin se debe en gran parte al: movimiento litrgico (1909-1959) que es un estado de opinin que, sin

    ser homogneo, pretenda restablecer el culto divino en la pureza y plenitud que le son necesarias para proclamar la gloria de Dios e iniciar a los fieles en las riquezas del mundo de la gracia. (R. Guardini).

    a. Races del Movimiento Litrgico

    Se hunden el programa de restauracin monstica iniciado en Francia por Prosper Guranger (1805-1875) y en las disposiciones reformadoras del pontificado de san Po X (1903-1914).

    Ambas se encaminan en la participacin activa de los fieles en los misterios del culto. b. Punto de Partida del Movimiento Litrgico

    Se considera su primera manifestacin pblica el Congrs national des auvres catholiques celebrado en Malinas (Blgica) en 1909 y promovido por Lambert Beauduim (1873-1960).

    Por primera vez un nmero considerable concordaron en la idea y el propsito de sustentar la vida y espiritualidad cristianas a partir del culto eclesial, por medio de la liturgia celebrada con

    autenticidad.

    c. Perodos del Movimiento Litrgico

    Primer perodo (1909-1914)

    Centrado en el rea francfona, marcado por controversia de la relacin entre liturgia y espiritualidad, piedad objetiva y piedad subjetiva.

    La crisis empez en 1913 por la obra Liturgie Catholique de Maurice Festugire donde sealaba que la liturgia constitua la autntica fuente de la vida espiritual de los fieles cristianos, poseyendo

    una experiencia de carcter decisivo para la identidad de la fe. Sin embargo sus afirmaciones

    fueron acogidas con violentas crticas por las escuelas de espiritualidad.

    Lambert Beauduin ofreci una sntesis ms equilibrada de dichas tesis de su colega benedictino que puso fin al debate; pero la renovacin litrgica haba ganado nuevos adeptos.

    Segundo perodo (1918-1939)

    Centro vital se desplaz al mundo germnico.

    El abad del monasterio de Maria Laach, Ildefons Herwegen (1874-1946), haba concebido un ambicioso proyecto de formacin litrgica para monjes y clero secular, profesores y

    universitarios.

    A travs de Odo Casel (1886-1968) el movimiento litrgico se ocup de las cuestiones teolgicas objeto de debate.

    Romano Guardini (1885-1968) llev a cabo novedosos estudios de antropologa litrgica y programas prcticos de celebraciones de culto para universitarios.

    Pius Parch (1884-1954), cannigo de Klosterneuburg (Austria), tuvo un enfoque ms pastoral y escribira atinados comentarios al misal, breviario y ao litrgico.

    Este fructfero periodo se cerr con una gran crisis, paralela a la II Guerra Mundial (1939-1944), que vers tanto acerca de la relacin entre piedad objetiva o litrgica y la devocin o piedad

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    subjetiva, y de algunas cuestiones prcticas. As como los momentos difciles en la Iglesia de

    Alemania y en toda Europa que amenazaba una divisin dentro del episcopado.

    Tercer perodo (1947-1963)

    Con un clima ms sereno y el fin de la guerra; esta etapa se caracteriz por la expansin del impulso renovador y la promulgacin de algunas concreciones prcticas de reforma.

    Se publica la encclica Mediator Dei (20-11-1947) de Po XII que supuso el reconocimiento oficial de los valores ms profundos de dicha corriente. Y se convirti en carta magna de la

    renovacin promovida por el movimiento litrgico.

    Surgieron centros superiores de estudios litrgicos, las publicaciones y revistas especializadas, y los congresos internacionales de especialistas.

    Tiene especial relevancia el Congresso litugico-pastorale convocado en Ass en 1956 que protagonizaba Josef Andreas Jungmann (1889-1975), que abri va hacia la reforma del

    Concilio Vaticano II, al plantear las necesidades pastorales sobre el culto.

    En el plano prctico se restaur la celebracin de la Vigilia Pascual (1951) y de la Semana Santa (1955).

    d. Cierre del ciclo del Movimiento Litrgico

    Se cerr con el anuncio del nuevo concilio (1959), y en particular con la promulgacin de la constitucin Sacrosanctum Concilium (1963) a una nueva etapa: el perodo de la reforma y

    renovacin litrgica.

    2. LOS TRES PRECEDENTES DE LA DOCTRINA CONCILIAR DEL VATICANO II

    ESQUEMA

    - La liturgia, culto de la Iglesia Lambert Beauduin o Diferencia entre el trmino culto y liturgia (aplicado a la Iglesia en sentido teolgico)

    - La liturgia, ejercicio del sacerdocio de Cristo Mediator Dei (Po XII) o Continuacin ininterrumpida, en la Iglesia, del ejercicio del sacerdocio (sacerdotale munus) de Cristo

    (MD 5 y MD 27).

    - La liturgia, presencia del misterio de Cristo Odo Casel o Liturgia como Opus redemptoris y opus nostrae redemptionis

    a. La liturgia, culto de la Iglesia

    Corresponde a Lambert Beauduin (1873-1960), monje benedictino belga, tiene el mrito de la bsqueda y adopcin de una nocin de la liturgia. Manifest de modo explcito su intencin de

    dotar a la liturgia de un estatuto teolgico.

    Lambert consideraba que el trmino culto era capaz de expresar adecuadamente el conjunto de actos (internos o externos, pblicos o privados) propios de la religin; pero que el trmino liturgia

    se refera tan slo a aquellas acciones esencialmente determinadas por su carcter eclesial;

    entendida Iglesia no en sentido institucional, sino teolgico, en cuanto continuacin de la obra de

    Cristo en el tiempo.

    La fuerza innovadora de esta definicin reside en la palabra Iglesia, que especifica el sentido formalmente cristiano el culto; pero no de cualquier culto. La Iglesia por ser en el mundo la

    continuacin de la obra de Cristo, ejerce ese culto de manera especial y enteramente perfecto.

    Cristo conforma a la Iglesia como su Cuerpo Mstico: la liturgia no es culto por su forma externa solemne, sino porque a causa de su naturaleza esencialmente sacramental los fieles son

    incorporados a Cristo como miembros de su Cuerpo.

    Esta doctrina ser fundamento para la encclica Mediator Dei, e incluso puede considerarse como precursora del CV II.

    b. La liturgia, ejercicio del sacerdocio de Cristo

    Nacido en el contexto de las controversias litrgicas de la primera mitad del siglo XX, la encclica Mediator Dei (Po XII) constituye el primer documento magisterial que, de manera orgnica y

    estructurada, trata de la naturaleza del culto de la Iglesia.

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    Rechazaba toda concepcin que redujera la liturgia a sus aspectos fenomenolgicos; y subraya la naturaleza autnticamente teolgica del culto cristiano derivada de su constitucin cristo-

    eclesiolgica: la liturgia es la continuacin ininterrumpida, en la Iglesia, del ejercicio del

    sacerdocio (sacerdotale munus) de Cristo (MD 5 y MD 27).

    El punto de partida para comprender la liturgia es, segn Mediator Dei, Cristo mismo, en su condicin de Verbo encarnado y, por tanto, sacerdote y mediador nico entre Dios y los hombres.

    Dicha Encarnacin reviste un fin cultual: glorificar al Padre (dimensin ascendente) y santificar a

    los hombres (dimensin descendente) (MD 32).

    Al considerar la santificacin del hombre como un elemento esencial del concepto liturgia, la encclica recuper para la nocin de culto, la dimensin descendente perdida desde el comienzo de

    la modernidad. Esto signific el restablecimiento de la correcta articulacin entre los sacramentos y

    la liturgia. Con esta nueva perspectiva toda accin sacramental y los sacramentos en cuanto tales

    son contemplados como realidades centrales y constitutivos nucleares de toda accin litrgica.

    Esta finalidad del misterio de la Encarnacin sera llevada a trmino por Cristo mediante su sumisin a la voluntad del Padre consumada de manera definitiva en el sacrificio de la cruz.

    Culto al Padre de carcter esencialmente interior: el sacrificio de su obediencia.

    Acto exterior de oblacin fue su muerte en la cruz, sntesis de toda su obra sacerdotal.

    La sagrada Liturgia es el completo culto pblico del cuerpo mstico de Jesucristo, es decir, de la cabeza y de sus miembros (esta visin del Cuerpo Mstico de Cristo ya es tratada en la encclica

    anterior de Po XII: Mystici Corporis en 1945); por lo tanto es en definitiva la accin cultual

    unitaria de Cristo y de su Iglesia, para la glorificacin de Dios y la santificacin del hombre: culto

    de la Iglesia en y por Cristo, y culto de Cristo en y por la Iglesia.

    El colocar a Cristo como cabeza supone dos consecuencias importantes:

    La liturgia es primariamente (con prioridad temporal y ontolgica) culto de Cristo, sindolo de la Iglesia slo por participacin, que se encarga de transmitirlo y continuarlo.

    La liturgia no es culto por ser expresin ritual de la naturaleza social de la Iglesia, sino por su ser el mbito de la presencia perenne de Cristo-Cabeza en su Cuerpo.

    Importante paso que da la encclica Mediator Dei, pues ya no se considera la liturgia slo como manifestacin religiosa (obra del hombre que busca a Dios) que es una perspectiva meramente

    antropolgica sino que otorga su verdadero estatuto teolgico: ejercicio del sacerdocio de Cristo en

    su Iglesia (obra de Dios).

    c. La liturgia, presencia del misterio de Cristo

    Era necesaria una exposicin de la liturgia que diera razn de la presencia de la obra redentora de Cristo en los misterios del culto, es decir la estrecha relacin ente el acontecimiento histrico-

    salvfico del misterio de Cristo y su celebracin ritual en el culto cristiano (pues Lambert ya haba

    dado la naturaleza teolgica y la encclica Mediator Dei su dimensin santificadora del concepto).

    Deba clarificarse teolgicamente que la liturgia, adems de ser ejercicio de la obra del redentor (opus redemptoris), es en s actuacin misma y nica obra redentora (opus nostrae redemptionis).

    Sera Odo Casel (1886-1948) el autor que propondra una comprensin unitaria del culto y del misterio de la salvacin, al contemplar la liturgia como presencia ritual de la nica obra redentora

    de Cristo. A este benedictino alemn se debe la recuperacin de los sacramentos como misterios del

    nico misterio de la redencin obrado por Dios en la historia.

    Casel conforme a la doctrina de San Pablo y a las frmulas de los textos litrgicos de la tradicin eclesial, concluye que las celebraciones de culto actualizan el nico misterio de nuestra salvacin.

    Estableciendo las diferencias entre el misterio de Cristo y el misterio de culto:

    El misterio de Cristo es Jesucristo mismo en su realidad total; es la revelacin de Dios en su Hijo encarnado; revelacin que culmina en la muerte sacrificial y glorificacin del Seor.

    El misterio de culto es, en cambio, la actualizacin de la presencia y la renovacin ritual del misterio de Cristo de manera que nosotros podamos entrar a formar parte del mismo.

    Los misterios del culto no son solo un recuerdo subjetivo, sino una presencia objetiva del misterio de Cristo en su conmemoracin ritual (anmnesis). En la que la Iglesia, fiel al mandato del Seor,

    hace presente en la liturgia la accin salvadora de su redentor.

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    En la liturgia no slo se administra el efecto (virtus) de la redencin obrada por Cristo (opus remptoris), sino que tambin se re-presenta (se hace presente) la misma obra de nuestra redencin (opus nostrae redemptionis).

    3. LA PROPUESTA DEL CATECISMO DE LA IGLESIA: LA ECONOMA SACRAMENTAL

    ESQUEMA

    - CEC 236: Distincin entre Theologia y Oikonomia - CEC 1076: La Economa Sacramental - CEC 1066-1068: Razn de ser de la Liturgia - Reflexiones (apuntes de clase)

    o Contemplacin de la liturgia sacramental en el contexto de la Historia de la Salvacin. o Es el modo de presencia de Cristo despus de su glorificacin en el mundo. o tres momentos: la promesa (AT), cumplimiento (Cristo) y el de la Iglesia (los sacramentos).

    a. CEC 236: Distincin entre Theologia y Oikonomia Los Padres de la Iglesia hacen esta distincin. Con Theologia se refieren al misterio de la vida

    ntima del Dios-Trinidad; y con Oikonomia a todas las obras de Dios por las que se revela y

    comunica su vida.

    Por la Oikonomia nos es revelada la Theologia y por la Theologia se esclarece toda la Oikonomia. b. CEC 1076: La Economa Sacramental

    A partir de Pentecosts la Iglesia se manifiesta al mundo y es el Espritu Santo es quien inaugura este nuevo tiempo de la Iglesia en al dispensacin del Misterio durante el cual Cristo manifiesta, hace presente y comunica su obra de salvacin mediante la Liturgia de su Iglesia.

    Durante este tiempo de la Iglesia, Cristo vive y acta en su Iglesia y con ella ya de una manera nueva, la propia de este tiempo nuevo. Acta por los sacramentos; esto es lo que la Tradicin

    comn de Oriente y Occidente que la llaman "la Economa Sacramental"; esta consiste en la

    comunicacin (o "dispensacin") de los frutos del Misterio pascual de Cristo en la celebracin de la

    liturgia "sacramental" de la Iglesia, de modo eminente la Eucarista, hasta que Cristo vuelva (1 Co 11,26).

    c. CEC 1066-1068: Razn de ser de la Liturgia 1066 Habla del Misterio de Cristo, revelado y realizado en la historia segn un plan, una

    disposicin sabiamente ordenada que san Pablo llama la Economa del Misterio y que luego en la tradicin Patrstica ser llamada la Economa de la salvacin.

    1067 La Iglesia celebra, en la liturgia, el misterio pascual por el que Cristo realiz la obra de nuestra salvacin (con su muerte destruy nuestra muerte y con su resurreccin restaur nuestra

    vida). Del costado de Cristo dormido en la cruz naci el sacramento admirable de toda la Iglesia

    (SC 5).

    1068 Es el Misterio de Cristo lo que la Iglesia anuncia y celebra en su liturgia a fin de que los fieles vivan de l y den testimonio del mismo en el mundo (En la liturgia se ejerce la obra de

    nuestra redencin. SC 2).

    d. Reflexiones (apuntes de clase) Se recoge as, en el Catecismo, una aportacin del Concilio Vaticano II (SC 5-7). Esta perspectiva

    depende de la contemplacin de la liturgia sacramental en el contexto de la Historia de la Salvacin.

    En el trasfondo est la conciencia de que la relacin de Dios con el hombre es un misterio (pero no

    en cunto realidad desconocida). La relacin de Dios con el hombre responde a un plan, a un

    designio, que Dios tiene con el hombre y que se acta en la historia (no es, pues, inmediato).

    La economa sacramental estudia la presencia del plan salvfico de Dios en el mundo, que se concreta en Cristo, en la celebracin del culto de la Iglesia. Es el modo de presencia de Cristo

    despus de su glorificacin en el mundo. El lugar para comprender la liturgia y los sacramentos es

    la Historia de la Salvacin.

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    Hay tres momentos: el de la promesa (Antiguo Testamento), el del cumplimiento (Cristo) y el de la Iglesia (el de los sacramentos). Entramos en contacto con el misterio salvfico de Dios en Cristo por

    medio de los sacramentos, y ello no en abstracto, sino en un contexto ritual.

    4. MYSTERIUM: ETIMOLOGA, USO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO (MIRALLES, CAP. 1)

    ESQUEMA

    - Etimologa verbo griego moo, que significa cerrar. - Uso en el perodo clsico

    o Acepcin filosfica o Acepcin gnstica o Acepcin cultual

    - Uso en el AT (LXX) o Daniel Secreto escatolgico o Sabidura Misterios de Dios o Qumram los trminos rz y sd y la raz str, en el sentido de ocultar o Apocalptica judasmo precristiano realidades ocultas reveladas al vidente.

    a. Etimologa

    El significado etimolgico de mysterin: se trata de un sustantivo derivado del verbo griego myeeoo, que deriva de otro verbo griego moo, que significa cerrar. Y es que una caracterstica

    de las religiones mistricas es la disciplina del arcano: solo los iniciados pueden conocer los ritos

    que se practican.

    b. Uso en el perodo Clsico. Tres acepciones principales relacionadas entre s:

    Acepcin filosfica: el trmino aparece mucho en la obra de Platn. Para este filsofo, misterio es una verdad inaccesible al conocimiento humano sin una luz especial, y de modo particular, la va

    del conocimiento del ser inmutable (Dios). A partir de Platn, la filosofa despoja progresivamente

    el trmino de toda referencia a ritos mistricos y la reserva para designar doctrinas esotricas. De

    este modo buscaba significar el fundamento divino del mundo.

    Acepcin gnstica: en la gnosis, concretamente en el perodo helenstico, el vocablo asume el significado de conocimiento espiritual que lleva al hombre a ser transformado en la realidad

    divina que contempla: es la divinizacin por la contemplacin espiritual. Conocimiento que est

    dirigido a la salvacin que solo alcanzan los perfectos. Slo la gnosis salva.

    Acepcin cultual: por misterio se entiende aquel culto que garantiza la salvacin mediante la participacin en un rito que pone en contacto con el mito originario.

    Alcanz tambin un lenguaje comn, profano, sin referencia al culto, llegando la palabra mystrion a significar un secreto, en sentido general.

    c. Uso del trmino mysterin en los textos griegos de AT (Biblia de los LXX)

    El trmino aparece solo en los escritos del perodo helenstico, es decir, escritos originariamente en griego. Es el caso de Tobas, Judit, Sabidura, Sircida, Daniel y 2 Macabeos. Slo en dos casos

    (Sabidura y Judit) el trmino se refiere, respectivamente, al culto idoltrico y a los secretos de los

    hombres, en el resto el trmino adquiere un significado muy concreto y propio de la teologa de la

    Escritura.

    En el libro de Daniel adquiere un significado ms preciso de secreto escatolgico que es revelado, es decir, de anuncio oscuro de un acontecimiento futuro que Dios ha establecido y cuya revelacin

    se ha reservado para s (Dn 2,28-30). En el libro de Daniel se interpreta que hay un plan salvfico de

    Dios respecto del hombre. Este plan escondido se va revelando progresivamente en la historia por la

    intervencin de Dios en la historia de los hombres. La respuesta a este plan es la fe. Este plan, en

    ltima instancia, se concreta en Cristo.

    El libro de la Sabidura habla, en varios momentos, de los misterios de Dios, que son interpretados como un designio acerca de los hombres, el premio que concede a los justos y el

    castigo reservado a los impos (Sab 2,22 3,12).

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    En los escritos de la comunidad de Qumran, aparecen con frecuencia vocablos con un significado cercano al de mystrion de los LXX. Son los trminos rz y sd. Tambin la raz str, en el sentido

    de ocultar, da origen a palabras equivalentes a misterio, como el participio nistar (cosa oculta).

    En la literatura apocalptica del judasmo precristiano aparece con cierta frecuencia el tema de los misterios divinos, sobre todo, en el Libro de Henoc etipico. Los misterios son realidades

    ocultas, que se preparan y custodian en el cielo y son reveladas al vidente.

    5. MYSTERIUM: EN EL NUEVO TESTAMENTO Y CONTINUADO EN LA IGLESIA (CFR. LOS SACRAMENTOS CRISTIANOS, PP. 21-36 Y APUNTES DE CLASE)

    ESQUEMA

    1) Nuevo Testamento:

    a) Sinpticos: Mt 4, 11. Misterio = Reino de Dios = Jesucristo (palabras y obras);

    b) Cartas Paulinas: explicita lo implcito en los evangelios

    - Corintios: origen del misterio; misterio y sabidura (Cristo crucificado y glorificado).

    - Colosenses: el misterio es Cristo mismo, su persona.

    - Efesios: el designio salvfico realizado por el Padre en Cristo.

    - Efesios: El misterio operante y revelado en el Espritu: misterio oculto X misterio revelado;

    conversin: la donacin del Espritu implica a los creyentes, insertndolos en Cristo.

    - Colosenses y Efesios: el misterio en los redimidos; Cristo en los convertidos; Cuerpo de Cristo, Cristo

    Cabeza, Cuerpo de Cristo en la cruz.

    c) En resumen: misterio de Dios, misterio de Cristo y economa del misterio.

    2) Continuado en la Iglesia:

    - Iglesia: misterio de Cristo, Cuerpo de Cristo y predicacin apostlica.

    - 1 Jn 1, 1-3: experiencia histrica/sensible de los discpulos. Predicacin/anuncio del misterio.

    - Insercin en el misterio

    - Misterio de Cristo y conocimiento del misterio: la actividad sacramental de la Iglesia.

    En el Nuevo Testamento: En el Evangelio de Marcos 4, 11 (Y les deca: A vosotros se os ha concedido el misterio del Reino de Dios; en cambio, a los que estn fuera todo se les anuncia con parbolas) es la nica vez que aparece el trmino en los sinpticos y designa el misterio del Reino de Dios. En efecto, mantiene el significado de designio

    divino inaccesible al conocimiento puramente humano, pero con referencia a la persona de Jess. El misterio del

    Reino de Dios se refiere al hecho real de su instauracin, de su entrada en la historia por la palabra y accin de

    Jess. No se refiere solamente al orden de lo terreno, sino ms bien al plan salvfico de Dios. Ms an, el Reino de

    Dios se identifica de algn modo con la persona y la obra de Jess. El misterio del Reino de Dios es Jess mismo.

    En San Pablo el vocablo aparece 20 veces. Lo que estaba implcito en los evangelios (que Cristo es el misterio del

    Reino de Dios) se torna explcito en las cartas paulinas.

    - En la I Carta a los Corintios, san Pablo deja claro que el misterio que Cristo nos ha revelado tiene origen en Dios mismo. Continuando su discurso establece una conexin entre el misterio y la sabidura de Dios. El

    contenido del misterio es el mismo que el de la sabidura de Dios: Cristo crucificado (1 Co 2,6-8). Y va ms

    all: ve la glorificacin del Resucitado, pues Cristo que ha sido crucificado, lo llama Seor de la Gloria. Cristo, por tanto, es el contenido del misterio, visto, sobre todo, en su crucifixin y sucesiva glorificacin. En l

    se cumple el designio sapiencial de Dios, el misterio que en Dios tiene su origen. La sabidura de que habla

    Pablo no es, por lo tanto, un simple discurso sapiencial, sino que es el mismo Jesucristo en el hecho de su

    crucifixin y sucesiva glorificacin.

    - En la Carta a los Colosenses nos revela que Cristo es el contenido del misterio, no solo en el acontecimiento de la cruz y de la resurreccin, sino en s mismo, en su persona: la plena inteligencia y perfecto conocimiento del misterio de Dios, esto es, Cristo, en el cual estn ocultos todos los tesoros de la sabidura y de la ciencia (Col 2,2-3).

    - En la Carta a los Efesios se refiere ms que a la identidad personal de Cristo, al designio salvfico de Dios que se realiza en l.

    - San Pablo tambin pone de relieve que el mystrion es operante y revelado en el Espritu. La misma predicacin del Apstol, por la cual anuncia el misterio de Cristo, es una demonstracin del Espritu y del poder (1 Cor 2,4). La sabidura de Dios en misterio se revela por medio del Espritu, porque este conoce

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    perfectamente las profundidades de Dios. En este sentido, el mystrion no indica solo lo que est oculto en Dios,

    sino tambin su misma revelacin, que se realiza por medio del Espritu, pues en la revelacin del mystrion se

    dona el Espritu de Dios. Tambin en la Carta a los Efesios el conocimiento del misterio de Dios se ensalza con

    la donacin del Espritu Santo, de la que se habla a propsito de la conversin de los paganos. Inserido en esta

    realidad, san Pablo habla de que el adherirse a Cristo por medio de la donacin del Espritu revela a los

    creyentes el misterio implicndolos en l y hacindoles partcipes del don del Espritu Santo.

    - Otro anlisis importante de Pablo hace referencia a una nueva dimensin del misterio: que tambin comprende a los que Jess salva, a los redimidos. Esto est explcito en Colosenses y Efesios. En Col 1 afirma: el misterio escondido [] que es Cristo en vosotros. As, pues, contenido del misterio es Cristo en los paganos que se han convertido. En Ef 3,6 se aclara de qu manera el misterio de Cristo afecta a los paganos convertidos: los gentiles sois coherederos, miembros del mismo Cuerpo y partcipes de la misma Promesa en Cristo Jess por

    medio del Evangelio. Pablo aclara esta insercin en Cristo, a lo largo de su epistolario: afirma que los creyentes forman un cuerpo, el Cuerpo de Cristo; que Cristo es la Cabeza de este Cuerpo; y que este Cuerpo

    constituido por todos los fieles se forma en el Cuerpo de Cristo en la cruz. Perteneciendo de este modo a Cristo,

    los fieles tienen entrada al Padre: Pues, por l, unos y otros tenemos acceso al Padre en un mismo Espritu (Ef 2, 18).

    En resumen, San Pablo quiere mostrar la riqueza del misterio en tres expresiones: misterio de Dios, misterio de

    Cristo y economa del misterio, subrayando, as, aspectos complementarios del mismo misterio:

    a) misterio de Dios: indica el autor de este misterio;

    b) misterio de Cristo: se refiere a quin lo ha revelado y lo ha realizado en s. Lo dice en Ef 3, 4 (Por su lectura podis captar el conocimiento que tengo del misterio de Cristo) y Col 4, 3 (Orad al mismo tiempo por nosotros para que Dios nos abra una puerta a la predicacin, y podamos hablar del misterio de Cristo). En Col 2, 2 (para que sean consolados sus corazones, unidos en la caridad, y alcancen en toda su riqueza la perfecta inteligencia y conocimiento del misterio de Dios, de Cristo, en quin estn escondidos todos los tesoros

    de la sabidura y de la ciencia) habla de la unin entre el misterio de Dios y el misterio de Cristo. Estos textos ponen de relieve la cruz como manifestacin de la sabidura de Dios y tambin a su seoro como resucitado;

    c) economa del misterio: el desplegarse del misterio en la historia. Est llamado a una consumacin

    escatolgica.

    Continuado en la Iglesia: La Iglesia forma parte del misterio, es decir, el misterio de Cristo es tambin misterio de

    la Iglesia; y no solo porque es su Cuerpo, sino tambin porque la revelacin del misterio se destina a todos lo

    redimidos por medio de la predicacin apostlica que se realiza precisamente en la Iglesia. De hecho, el

    conocimiento del misterio llega a los creyentes mediante el anuncio apostlico.

    En 1 Jn 1, 1-3 (Lo que exista desde el principio, lo que hemos odo, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de la vida, [] lo que hemos visto y odo, os lo anunciamos para que tambin vosotros estis en comunin con vosotros), aparece con claridad los dos aspectos del misterio: el que se manifiesta en Cristo y el que se revela en la predicacin apostlica. Los testigos han tenido

    un encuentro histrico con el Verbo de la vida; comprobaron sensiblemente lo que en s es divinamente

    trascendente: eso que es divino, inalcanzable, se ha manifestado y encarnado en una Persona. Lo que se contempl

    era objeto de fe, pero pudo ser experimentado de forma histrica y sensible. Este encuentro histrico con el Verbo

    encarnado ha conducido a los testigos a la intimidad divina y ellos son los predicadores que llevan a los que acogen

    su anuncio a la misma intimidad. Los testigos de la vida histrica de Jess son los ministros de la Palabra.

    Siendo Jess a la vez el Misterio y el revelador del Misterio, con su obrar toca al hombre, lo implica. Y esto no solo

    porque le exige una respuesta de aceptacin de lo que revela, sino tambin porque lo introduce en el misterio de su

    Persona y de los sucesos salvadores de su vida, abriendo el acceso al Padre en el Espritu Santo.

    La insercin en el misterio de Cristo y el conocimiento del mystrion van paralelamente. La revelacin del misterio

    a los creyentes se da como en la primera generacin despus de los Apstoles: por medio de la predicacin

    apostlica y su aceptacin por la fe. Y eso provoca la insercin en el misterio mismo de Cristo, hasta la

    participacin en l. Estas dos dimensiones, predicacin (palabra) y eficiencia del misterio, configuran la actividad

    sacramental de la Iglesia.

    6. CONTINUIDAD MYSTERIUM-SACRAMENTUM: LAS ACCIONES SACRAMENTALES DE LA IGLESIA EN LAS QUE SE MANIFIESTA EL MYSTERIUM (MIRALLES, CAP. 2, APARTADO 2.4,

    MENOS LOS PADRES).

  • 8

    ESQUEMA

    1) Visin general: Iglesia = prolongacin del misterio de Cristo;

    2) La actividad pre-pascual de Jess:

    a) Anuncia el Reino;

    b) Prepara las personas para este Reino;

    c) Concede el perdn;

    d) Funda la primera comunidad: familiaridad inmediata;

    e) Seala la salvacin se diriga a todos;

    f) Muestra la insuficiencia de la antigua Alianza;

    g) Instituye la Eucarista

    h) Instituye los Doce;

    3) La acciones sacramentales de la Iglesia:

    - Misin de los discpulos = Misin de Cristo

    a) Perdonan los pecados;

    b) Bautizan;

    c) Celebran la Eucarista;

    d) Imponen las manos;

    e) Hacen expandir la Iglesia;

    4) La importancia vital de estas acciones para la Iglesia

    5) Relacin esencial y necesaria entre la Iglesia y los sacramentos.

    Visin general: El misterio de Jesucristo es tambin misterio de la Iglesia, la cual forma parte del mystrion, porque

    es el Cuerpo de Cristo y porque la revelacin del misterio se realiza por medio de la predicacin apostlica, es decir:

    el misterio se revela en la Iglesia, y es en ella que uno lo acoge y queda implicado, ms an insertado. Por eso se

    puede decir que el misterio de Cristo se prolonga en la Iglesia.

    El misterio de la Iglesia prolonga el misterio de Cristo, no en el sentido de que la Iglesia sucede a Cristo

    sustituyndolo, sino en el sentido de que en la Iglesia y por medio de ella los hombres son insertados en el misterio

    de Cristo.

    Pero, de qu manera la Iglesia, comunidad de los redimidos, prolonga el misterio de Cristo? Hace falta

    remontarnos a la primera comunidad cristiana. La actividad de la primera comunidad cristiana se basa, sin duda, en

    la experiencia que los Apstoles y primero discpulos tuvieron con Jess. Y qu hizo Jess?

    La actividad pre-pascual de Jess: En su vida pblica Jess anuncia el Reino que ya est presente en su persona y

    su vida y est destinado a todos. Lo proclama e indica como presente y operante en sus gestos con los pecadores y

    necesitados. Al mismo tiempo prepara las personas para este Reino (la llamada a la conversin). Y no solo los

    llama a la conversin sino que l mismo les concede el perdn. Por eso, la aceptacin del Reino de Dios se

    identifica con la fe en Jess. Para eso, funda la primera comunidad sobre el ncleo de los Doce que est

    ntimamente unido a l y a su misin (anuncian el Reino). De hecho, los discpulos de Jess tenan su vida

    totalmente inmersa en el crculo de Jess, con quien tenan una relacin de familiaridad inmediata. Sin embargo,

    Jess no constituy una comunidad separada del pueblo de Israel: su predicacin, su ofrecimiento de salvacin, de

    entrar en el Reino de Dios, se diriga a todos.

    Jess tambin hace continuas referencias al Templo, al sacerdocio levtico y a la antigua Alianza afirmando su

    valor, pero mostrando a la vez su carcter transitorio e insuficiente.

    Un momento importante de la actividad pblica de Jess es la ltima cena que mira a la Nueva Alianza y es un

    momento fuerte de la constitucin de los Doce. Constituye un momento fundamental para la formulacin de la

    Iglesia, proyectada hacia el futuro. El momento central es la institucin de la Eucarista que es como el prtico de

    entrada a la pasin. La referencia al cuerpo que va a ser entregado y a la sangre que ser derramada hace que los

    gestos y palabras de Jess aparezcan como anticipo de la muerte a la que se encamina. Por ella, llevar a cabo la

    nueva y definitiva alianza y, por lo tanto, se formar el nuevo pueblo de Dios. El mandato haced esto en memoria ma proyecta la comunidad de los discpulos hacia el futuro: perdurar despus de su muerte y vivir de l. Pero, la institucin de la Eucarista no agota el contenido fundacional de la Iglesia. Otros gestos y palabras de Jess

    se muestran constituyentes de la Iglesia: les promete el don del Espritu Santo e instituye el grupo de los Doce

    dando importancia singular al ministerio de Pedro.

  • 9

    Y, qu hace la Iglesia despus de la resurreccin de Jess?: En las apariciones post-pascuales de Jess, les

    encarga a los discpulos a continuar su obra en el mundo: deben continuar la misin que l ha recibido del Padre. Se

    trata de la continuidad de su misma misin, indicando que la misin de Cristo no se acaba al transmitirla a los

    discpulos, sino que an sigue y seguir para siempre; la misin de los discpulos no la sustituye, sino que la

    prolonga.

    Cumpliendo el mandato del Seor los discpulos:

    a) Perdonan los pecados: es una obra en la que ser el Espritu Santo el que, por medio de ellos, acte en los

    fieles que acepten el anuncio evanglico;

    b) Bautizan: el mandato de bautizar determina la razn de ser de la comunidad de los discpulos. Por el

    bautismo los hombres se hacen discpulos de Jess, miembros de la comunidad a la que l garantiza su

    presencia permanente. El mandato del bautismo caracteriza el mpeto misionero de los apstoles;

    c) Celebran la Eucarista: en la formacin de la Iglesia se reviste de especial relieve la institucin de la

    Eucarista por medio de la cual el Seor hace permanente en su Iglesia el misterio de su pasin y resurreccin.

    La Eucarista es la que da unidad a la comunidad de los discpulos: Porque, aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan (1Cor 10, 17). Los discpulos acudan asiduamente a la fraccin del pan.

    d) Imponen las manos: iba unido al bautismo pero era distinto de l. Por ello, donaban el Espritu Santo a los

    creyentes. Pero esto no excluye que el bautismo cristiano sea un bautismo en el Espritu. Por la imposicin de

    manos se confera tambin un encargo en el gobierno de la comunidad;

    e) Hacen expandir la Iglesia: hacen que se extienda fuera de Jerusaln, fundando nuevas comunidades y

    buscando colaboradores.

    La Iglesia, sin estas realidades (el perdn de los pecados, la Eucarista, el bautismo y la funcin apostlica), no sera

    la Iglesia de Cristo: son vitales para la Iglesia, como lo son el dar testimonio de Cristo, la oracin en su nombre y el

    cumplir el mandamiento nuevo de la caridad.

    Vemos, por tanto, que la actualizacin del mystrion, que se lleva a cabo mediante la construccin de la Iglesia

    como Pueblo de la Nueva Alianza y Cuerpo de Cristo, se realiza con las acciones que, despus, han recibido el

    nombre de sacramentos. stos manifiestan la naturaleza y el poder salvador de la Iglesia.

    Estas acciones son como los actos vitales caractersticos de la Iglesia y aparecen en ella desde su misma fundacin;

    esto es, la Iglesia se forma por medio de ellos como Cuerpo de Cristo, orgnicamente estructurado y vivificado por

    el Espritu. La Iglesia no es anterior a los sacramentos, como si le fueran confiados para custodiarlos y

    administrarlos una vez que hubiera sido instituida, pero sin tener con ellos una relacin esencial y necesaria. Al

    contrario, la Iglesia se constituye al recibir del Seor los sacramentos, que son, pues, momentos esenciales aunque

    no exclusivos, de tal constitucin.

    7. LAS DEFINICIONES DE LA LITURGIA. COMENTARIO A SC, N. 7. (APUNTES DE CLASE)

    ESQUEMA

    1) Accin sagrada: presencia de Cristo en el sacramento en s y en el ministro;

    2) Los Sacramentos;

    3) La Palabra;

    4) La Iglesia orante;

    5) Gloria de Dios y santificacin del hombre:

    - Doble dimensin: ascendiente y descendiente;

    A.M. Triacca:

    a) Misterio;

    b) Accin;

    c) Vida;

    - Cmo se relacionan;

    - Intervencin del Espritu Santo;

    - Liturgia: cumbre y fuente de la vida eclesial.

  • 10

    En Sacrosanctum Concilium, n. 7 leemos: Para realizar una obra tan grande, Cristo est siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la accin litrgica. Est presente en el sacrificio de la Misa, sea en la persona del ministro,

    "ofrecindose ahora por ministerio de los sacerdotes el mismo que entonces se ofreci en la cruz", sea sobre todo

    bajo las especies eucarsticas. Est presente con su fuerza en los Sacramentos, de modo que, cuando alguien

    bautiza, es Cristo quien bautiza. Est presente en su palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura,

    es El quien habla. Est presente, por ltimo, cuando la Iglesia suplica y canta salmos, el mismo que prometi:

    "Donde estn dos o tres congregados en mi nombre, all estoy Yo en medio de ellos" (Mt., 18,20). Realmente, en

    esta obra tan grande por la que Dios es perfectamente glorificado y los hombres santificados, Cristo asocia

    siempre consigo a su amadsima Esposa la Iglesia, que invoca a su Seor y por El tributa culto al Padre Eterno.

    Con razn, pues, se considera la Liturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella los signos

    sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la santificacin del hombre, y as el Cuerpo Mstico de

    Jesucristo, es decir, la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto pblico ntegro. En consecuencia, toda celebracin

    litrgica, por ser obra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es accin sagrada por excelencia, cuya

    eficacia, con el mismo ttulo y en el mismo grado, no la iguala ninguna otra accin de la Iglesia.

    El n. 7 de SC se refiere claramente a la presencia de Cristo en la liturgia. Por medio de la celebracin de los

    sacramentos, Cristo se hace presente en su Iglesia, de manera especial en la Eucarista donde est sustancialmente

    presente.

    - Accin Sagrada: el texto habla de la accin litrgica lo que nos lleva a entender que hay alguien que la hace realidad y por eso es una accin. En la accin sacramental, Cristo est presente en el sacramento mismo pero

    tambin en la persona del ministro. En la celebracin eucarstica, por ejemplo, Cristo est presente en el que

    celebra pero sobre todo en las especies eucarsticas.

    - Los Sacramentos: luego est presente con su fuerza en los Sacramentos como, por ejemplo, en el Bautismo (cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza). En la celebracin de los sacramentos est el Ministro y el ministro.

    - La Palabra: tambin se hace presente por su Palabra que no es letra muerta, sino que es palabra de Alguien vivo: cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es El quien habla.

    - La Iglesia orante: en la celebracin de la Horas est igualmente presente en el pueblo de Dios que reza: cuando la Iglesia suplica.

    - Gloria de Dios y santificacin del hombre: el texto dice que en la liturgia Dios es perfectamente glorificado y los hombres santificados. En este sentido, podemos decir que la liturgia es doble: ascendiente (glorifica a Dios) y descendiente (santifica al hombre). Para comprender mejor estas dos dimensiones conviene citar a A.

    M. Triacca, para quin la liturgia es misterio, accin y vida: es el misterio celebrado para la vida. Y al mismo

    tiempo es el obsequio debido a Dios que abraza toda la vida del fiel que culmina en la accin litrgica para que

    el misterio se actualice con/en/por medio de la Iglesia para renovar la faz de la tierra y dar gloria a la Trinidad.

    Pero, cmo estn relacionadas entre s (misterio, accin, vida)?

    a) El misterio es Cristo mismo (su Pascua, los episodios de su vida);

    b) La liturgia es accin sagrada por excelencia, manifestacin (epifana), dilogo con Dios Uno y Trino;

    c) La vida es cotidiana, sobrenatural, llamada a ser vida de culto y buenas obras.

    El misterio est presente en la accin por el memorial (anamnesis). La vida est presente en la accin (litrgica) por

    medio de la participacin.

    De ah que el que celebra se compromete con el misterio que ha celebrado. Y todo eso no queda en la esfera

    meramente humana porque interviene el Espritu Santo: hay una accin que hace presente el misterio de Cristo

    (Eucarista epiclesis) y una accin que santifica el hombre (segunda epiclesis). Se realiza la liturgia celeste (invisible) y la liturgia terrena (visible) entre la cuales hay perfecta comunin. En definitiva, sin el Espritu Santo no

    hay liturgia porque es l quien proporciona estas dos dimensiones.

    Por todo eso podemos subrayar en la liturgia estas dos acciones (ascendiente y descendiente): En la Liturgia terrena preguntamos y tomamos parte en aquella Liturgia celestial, que se celebra en la santa ciudad de Jerusaln,

    hacia la cual nos dirigimos como peregrinos (SC, 8). La sagrada Liturgia no agota toda la actividad de la Iglesia, pues para que los hombres puedan llegar a la Liturgia es necesario que antes sean llamados a la fe y a la conversin (SC, 9). No obstante, la Liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerza. (SC, 10).

  • 11

    8. EL PADRE, FUENTE Y FIN DE LA LITURGIA (BELLEZA Y MISTERIO, PP. 65-67; LA LITURGIA DE LA IGLESIA (SAPIENTIA FIDEI), P. 25)

    ESQUEMA

    1) La oracin litrgica se dirige siempre al Padre;

    2) Carcter teocntrico de la liturgia;

    3) La liturgia como doxologa: a Patre per Christum in Spiritu Sancto ad Patrem;

    4) Padre: origen y fin de la liturgia;

    5) Dilogo trinitario: bendicin y accin de gracias. Encuentro de dilogo y oracin;

    6) Santidad y gloria.

    En la liturgia Dios es siempre el Padre de nuestro Seor Jesucristo que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en Cristo (Ef 1, 3; 2 Cor 1, 3), de manera que la oracin litrgica se dirige de suyo al Padre como establecieron los antiguos concilios norteafricanos: en el altar siempre al Padre ha de dirigirse la oracin. Pero el Padre es tambin el trmino de toda alabanza y de toda accin de gracias. En este sentido, la liturgia es expresin de la teologa, es decir, la confesin de las maravillas obradas por Dios Padre en la historia salvfica y, por consiguiente, en la liturgia y en la vida de los hombres.

    La liturgia tiene un carcter teocntrico, de manera que no solo la dimensin antropolgica, sino tambin la

    dimensin csmica (cielos y tierra) estn orientadas a reconocer la absoluta soberana del Padre y su infinito amor al

    hombre y a toda la creacin.

    Desde esa perspectiva, la liturgia es esencialmente doxologa, es decir, expresin de la gloria del Padre. Por eso,

    todas las frmulas litrgicas culminan con la glorificacin al Padre, por Cristo, en la unidad del Espritu Santo. En la

    liturgia nos dirigimos al Padre, por medio del Hijo en el Espritu Santo: a Patre per Christum in Spiritu Sancto ad

    Patrem. El Padre es el origen y el fin de este movimiento circular, siendo a la vez fuente y fin. De ah que toda la

    accin litrgica se dirija siempre al Padre. Por eso, podemos decir que todo don viene del Padre, por el Hijo en la

    unidad del Espritu Santo y en el mismo Espritu, por Jesucristo retorna de nuevo al Padre.

    Este dilogo trinitario del Padre con el hombre es expresado en la celebracin litrgica mediante la bendicin y la accin de gracias. Dios Padre bendice al hombre con su intervencin salvfica en el mundo y el hombre le responde

    en hacimiento de gracias. Por ello, toda celebracin litrgica es esencialmente un encuentro de dilogo y oracin:

    palabra de bendicin de Dios al hombre y al cosmos y accin de gracias del hombre y del cosmos a Dios. De aqu

    que la celebracin litrgica sea participacin en la oracin de Cristo, dirigida al Padre en el Espritu Santo.

    En el Compendio del Catecismo, n. 221, leemos: En la liturgia el Padre nos colma de sus bendiciones en el Hijo encarnado, muerto y resucitado por nosotros, y derrama en nuestros corazones el Espritu Santo. Al mismo tiempo,

    la Iglesia bendice al Padre mediante la adoracin, la alabanza y la accin de gracias, e implora el don de su Hijo y

    del Espritu Santo. Este movimiento circular del dilogo de comunin con Dios puede ser resumido en dos categoras: la santidad y la

    gloria. En efecto, la glorificacin del Padre por parte del hombre, fin ltimo de la liturgia, consiste esencialmente en

    su santificacin, en su incorporacin al misterio de salvacin en Cristo. Y, de este modo, la liturgia unifica las

    dimensiones ascendente y descendente, de santificacin y de culto, cuya unin en Cristo estructura el misterio

    mismo de la encarnacin del Verbo.

    En definitiva, la gloria de Dios, en cuanto esplendor de su santidad, es el motivo principal de toda celebracin

    litrgica: la liturgia es glorificacin del y al Padre (doxologa), por la presencia memorial de su Hijo encarnado

    (anamnesis), en la fuerza trasformadora del Espritu Santo (epclesis).

    9. LA OBRA DE CRISTO EN LA LITURGIA.

    ESQUEMA

    - Compendio del CEC n. 222 Referencia a los nn. 1084-1090 Cristo significa y realiza principalmente su misterio pascual al entregar el ES a los Apstoles

    Los Apstoles y sucesores actualizan la obra de la salvacin por medio del sacrificio eucarstico y de los sacramentos

    Cristo mismo acta para comunicar su gracia a los fieles - Cristo est siempre presente en su Iglesia

    Presente: Sacramentos (sustancialmente en Eucarista) y en su Palabra

  • 12

    Compendio del Catecismo de la Iglesia Catlica 222:

    En la liturgia de la Iglesia, Cristo significa y realiza principalmente su misterio pascual. Al entregar el

    Espritu Santo a los Apstoles, les ha concedido, a ellos y a sus sucesores, el poder de actualizar la obra

    de la salvacin por medio del sacrificio eucarstico y de los sacramentos, en los cuales l mismo acta

    para comunicar su gracia a los fieles de todos los tiempos y en todo el mundo.

    Este apartado del Compendio halla su referencia en los nn. 1084-1090 del Catecismo de la Iglesia Catlica donde

    se habla explcitamente de La obra de Cristo en la liturgia. Es preciso indicar que el Catecismo parte de la afirmacin de que es Cristo glorificado, el mismo que est sentado a la derecha del Padre y derrama el Espritu

    Santo sobre su Cuerpo que es la Iglesia, acta ahora por medio de los sacramentos, instituidos por l para

    comunicar su gracia.

    Por esta razn se dice que en la liturgia de la Iglesia, Cristo significa y realiza principalmente su Misterio

    Pascual (el misterio de su vida, Pasin, Muerte y Resurreccin). Es un acontecimiento real, sucedido en nuestra

    historia, pero absolutamente singular: todos los dems acontecimientos suceden una vez, y luego pasan y son

    absorbidos por el pasado. El misterio pascual de Cristo no puede permanecer solamente en el pasado y todo lo que

    Cristo es y todo lo que hizo y padeci por los hombres participa de la eternidad divina y domina as todos los

    tiempos y en ellos se mantiene permanentemente presente.

    l mismo envi a los Apstoles, llenos del Espritu Santo, a predicar el Evangelio a toda criatura y a realizar la

    obra de salvacin que anunciaban mediante el sacrificio y los sacramentos en torno a los cuales gira toda la vida

    litrgica. As, Cristo resucitado, dando el Espritu Santo a los Apstoles, les confa su poder de santificacin, se

    convierten en signos sacramentales de Cristo. Por el poder del mismo Espritu confan este poder a sus sucesores, la

    sucesin apostlica estructura la vida litrgica de la Iglesia, ella misma es sacramental. Para llevar a cabo la dispensacin o comunicacin de su obra de salvacin Cristo est siempre presente en su

    Iglesia, l manifiesta, hace presente y comunica el Misterio Pascual. l es el nico Mediador entre Dios y el

    hombre por el cual se obra nuestra salvacin, es el Sumo Sacerdote e Intercesor permanente que est a la derecha

    del Padre para interceder por nosotros. En la liturgia se ofrece el nico sacrificio de Cristo, el Padre acepta esta

    ofrenda a travs de Cristo. Siempre entramos en comunin con el Padre por medio de Cristo, per Christum,

    Est presente en el sacrificio de la Misa, no slo en la persona del ministro ofrecindose ahora por ministerio de los sacerdotes el mismo que entonces se ofreci en la cruz, sino tambin, sobre todo de modo sustancial, real (no

    por exclusin de las dems, sino por antonomasia), bajo las especies eucarsticas . Est presente con su virtud en

    los sacramentos, de modo que, cuando alguien bautiza es Cristo quien bautiza. Est presente en su Palabra, pues

    es l mismo el que habla cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura. Est presente, finalmente, cuando la

    Iglesia suplica y canta salmos, el mismo que prometi; donde estn dos o tres congregados en mi nombre, all

    estoy yo en medio de ellos (SC 7). En esta obra Dios es perfectamente glorificado y los hombres santificados, Cristo asocia siempre consigo a la

    Iglesia, su esposa amadsima que invoca a su Seor y por l rinde culto al Padre Eterno.

    10. LA PRESENCIA DEL ESPRITU SANTO EN LA LITURGIA.

    ESQUEMA

    - Compendio del CEC n. 223 Referencia a los nn. 1091-1109 y 1112 Espritu Santo pedagogo del Pueblo y artfice de los sacramentos

    La liturgia viene a ser la obra comn del Espritu Santo y de la Iglesia - Funciones del Espritu Santo en la Liturgia

    El Espritu Santo prepara para recibir a Cristo

    El Espritu Santo recuerda el Misterio de Cristo

    El Espritu Santo actualiza el Misterio de Cristo

    La comunin con el Espritu Santo es comunin con Cristo para formar su Cuerpo

    Compendio del Catecismo de la Iglesia Catlica 223:

    En la liturgia se realiza la ms estrecha cooperacin entre el Espritu Santo y la Iglesia. El Espritu Santo

    prepara a la Iglesia para el encuentro con su Seor, recuerda y manifiesta a Cristo a la fe de la asamblea

    de creyentes, hace presente y actualiza el Misterio de Cristo, une la Iglesia a la vida y misin de Cristo y

    hace fructificar en ella el don de la comunin.

  • 13

    Este apartado del Compendio halla su referencia en los nn. 1091-1109 y 1112 del Catecismo de la Iglesia Catlica

    donde se habla explcitamente de El Espritu Santo y la Iglesia en la liturgia. Todo en la liturgia es comunin con el Espritu Santo.

    El Espritu Santo es el pedagogo de la fe del Pueblo de Dios, el artfice de los sacramentos de la Nueva Alianza. El

    deseo y la obra del Espritu en el corazn de la Iglesia es que vivamos la vida de Cristo resucitado (da a la Iglesia el

    impulso misionero, le hace recordar y entender el mensaje de Cristo, ensea a orar, da fe para confesar a Cristo

    Seor y alienta en la espera de su manifestacin final).

    Cuando encuentra en nosotros la respuesta de fe que l ha suscitado, entonces se realiza una verdadera cooperacin,

    as la liturgia viene a ser la obra comn del Espritu Santo y de la Iglesia. En esta dispensacin sacramental del

    misterio de Cristo el Espritu Santo acta de la misma manera que en los otros tiempos de la economa de la

    salvacin.

    El Espritu Santo prepara para recibir a Cristo. Realiza en la economa sacramental las figuras de la Antigua Alianza, puesto que la Iglesia de Cristo estaba preparada en la historia del pueblo de Israel y en la

    Alianza Antigua, la liturgia de la Iglesia conserva como una parte integrante e irremplazable, hacindolos

    suyos, algunos elementos del culto de la Antigua Alianza: principalmente la lectura del AT, la oracin de

    los Salmos y la memoria de los acontecimientos salvficos y de las promesas significativas que encontraron

    su cumplimiento en Cristo (Promesa y Alianza, xodo y Pascua, Reino y Templo, Exilio y Retorno). De la

    armona de los dos Testamentos se articula la catequesis pascual del Seor, que pone de manifiesto lo que

    permaneca oculto bajo la letra del AT: el misterio de Cristo. Es llamada catequesis tipolgica, revela la novedad de Cristo a partir de figuras (tipos) que lo anunciaban en los hechos, las palabras y los smbolos. En la liturgia de la Nueva Alianza, toda accin litrgica, especialmente la celebracin de la Eucarista y de

    los sacramentos, es un encuentro entre Cristo y la Iglesia. La asamblea litrgica debe prepararse para

    encontrar a su Seor, debe ser un pueblo bien dispuesto. La gracia del Espritu Santo tiende a suscitar la fe, la conversin del corazn y la adhesin a la voluntad del Padres.

    El Espritu Santo recuerda el Misterio de Cristo. El Espritu Santo y la Iglesia cooperan en la manifestacin de Cristo y de su obra de salvacin en la liturgia. Principalmente en la Eucarista, y

    anlogamente en los otros sacramentos, la liturgia es Memorial del Misterio de salvacin. El Espritu Santo

    es memoria viva de la Iglesia.

    Liturgia es Anmnesis: la celebracin se dirige siempre a las intervenciones salvficas de Dios en la historia.

    El Espritu Santo recuerda a la asamblea todo lo que Cristo ha hecho por nosotros. Segn la naturaleza de las acciones litrgicas, la celebracin hace memoria de las maravillas de Dios en una Anmnesis ms o menos desarrollada. Es Espritu Santo, que despierta as la memoria de la Iglesia, suscita entonces la accin

    de gracias y la alabanza (Doxologa).

    El Espritu Santo actualiza el Misterio de Cristo. La liturgia no slo recuerda los acontecimientos que nos salvaron, sino que tambin los actualiza, los hace presentes. El Misterio Pascual se celebra, no se repite;

    son las celebraciones las que se repiten; en cada una de ella tiene lugar la efusin del Espritu Santo que

    actualiza el Misterio.

    La Epclesis (invocacin sobre) es la intercesin mediante la cual el sacerdote suplica al Padre que enve el Espritu santificador para que las ofrendas se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Cristo y para que los

    fieles, se conviertan ellos mismos en ofrenda viva para Dios. La Iglesia pide al Padre que enve al Espritu

    Santo para que haga la vida de los fieles una ofrenda agradable, similar a la de Cristo. Los fieles se unen a

    Cristo, se configuran con l y se hacen partcipes de su misin.

    Junto con la Anmnesis, la Epclesis es el centro de toda celebracin sacramental, y muy particularmente de

    la Eucarista; en donde el Espritu Santo irrumpe y realiza aquello que sobrepasa toda palabra y todo

    pensamiento.

    El poder transformador del Espritu Santo en la liturgia apresura la venida del Reino y la consumacin del

    misterio de la salvacin. En la espera y en la esperanza nos hace realmente anticipar la comunin plena con

    la Trinidad Santa. El Padre es fuente y fin de de toda celebracin litrgica; Cristo, el mediador; y el Espritu

    Santo, la virtus o artfice. De aqu que toda frmula de oracin litrgica posea siempre un esquema literario

    tripartito, fiel reflejo de su misma estructura teolgica interna: es glorificacin del y al Padre (doxologa), por

    la presencia memorial de su Hijo encarnado (anamnesis), en la fuerza transformadora del Espritu (epclesis),

    oracin siempre dirigida al Padre, por el Hijo, en el Espritu Santo.

    La comunin con el Espritu Santo. La finalidad de la misin del Espritu Santo en toda accin litrgica es poner en comunin con Cristo para formar su Cuerpo. En la liturgia se realiza la comunin ms ntima del

  • 14

    Espritu Santo y de la Iglesia. el Espritu de comunin permanece indefectiblemente en la Iglesia. El fruto

    del Espritu Santo en la liturgia es inseparablemente comunin con la Trinidad Santa y comunin fraterna.

    El Espritu Santo rene a los fieles en un nico Cuerpo.

    El Espritu Santo no es ausente o desconocido; siempre nos lleva a Cristo. Hay una donacin del Espritu

    Santo, su presencia y accin no anula la obra de Cristo. La accin litrgica ha de concebirse desde su

    perspectiva unitaria, como acto de toda la Trinidad.

    La Iglesia, por tanto, pide al Padre que enve el Espritu Santo para que haga de la vida de los fieles una

    ofrenda viva a Dios mediante la transformacin espiritual a imagen de Cristo, la preocupacin por la unidad

    de la Iglesia y la participacin en su misin por el testimonio del servicio y de la caridad.

    11. LA DIMENSIN ESCATOLGICA DE LA LITURGIA.

    ESQUEMA

    - El culto eclesial es un trasunto de la liturgia eterna Pregustamos Aspecto sacramentas, nuestros sentidos no descubren claramente

    Participamos La liturgia terrena no solo es smbolo sino realidad. - La Liturgia Apocalptica

    Anuncio y anticipacin de la gloria futura

    Nos hace partcipes del mundo de Dios en nuestro mundo

    Don gratuito de comunin de Vida

    El culto eclesial es un trasunto de la liturgia eterna: la liturgia no se reduce a lo que celebramos. Ella es continuamente celebrada ante el Padre por Jesucristo en el Espritu Santo, con la asamblea de los primognitos en el

    Reino. En la liturgia terrena pregustamos y tomamos parte en aquella liturgia celestial que se celebra en la santa ciudad

    de Jerusaln, hacia la cual nos dirigimos como peregrinos, y donde Cristo est sentado a la diestra de Dios como

    ministro del santuario y del tabernculo verdadero [], hasta que se manifieste l, nuestra vida, y nosotros nos manifestemos tambin gloriosos con l. Pregustar y tomar parte indica la percepcin de la condicin relativa de la

    celebracin litrgica respecto a la liturgia celestial:

    - Pregustamos. Aspecto sacramental de nuestra liturgia terrena, es decir, sacramentalmente significa la realidad de la liturgia celestial que nuestros sentidos no descubren claramente.

    - Participamos. La liturgia terrena no solo simboliza y nos da un pregusto, sino que adems contiene realmente en sus signos lo que simbolizan.

    Esto lleva a la plegaria eucarstica, plenitud del culto cristiano, a comenzar siempre su recuerdo del misterio de

    Cristo con la memoria de la alabanza eterna de la asamblea celestial: Sanctus. Pone de manifiesto el deseo de comunin con los santos del Cielo, que se realiza con la Vctima: Cristo paciente y glorioso.

    De este modo, bajo el velo de los smbolos y con las voces del entero cosmos, la celebracin del culto eclesial hace

    presente en el mundo la comunin eterna de los santos en la gloria del Padre, del Hijo y del Espritu; y anticipa la

    liturgia apocalptica que se consumar al final de los tiempos cuando todo el universo recreado adorar sin fin al Dios tres veces Santo. La Sagrada Escritura nos revela cmo esto se realiza por Cristo (Heb 4, 14; 9, 24; Ap 5, 12;

    7, 17; 22, 3), el Cordero inmolado que est en medio del trono, l es el Cordero degollado, Cristo el Sumo

    Sacerdote vivo y triunfante.

    Por ello se debe vivir la liturgia como anuncio y anticipacin de la gloria futura, trmino ltimo de nuestra

    esperanza (Juan Pablo II). La liturgia hace presente a Cristo passus et gloriosus, semper vivit et occisus, nuestro

    nico Mediador, que ha sido glorificado y est sentado a la diestra del Padre.

    La liturgia nos hace partcipes del mundo de Dios, de la forma de existencia en el cielo y hace irrumpir la luz del

    mundo divino en nuestro mundo. Augura una vida ms definitiva y, precisamente por esto, proporciona una

    medida a la vida presente.

    La liturgia de la Iglesia se nos presenta como un don gratuito de comunin de Vida, como ofrecimiento de

    participacin, mediante la economa del misterio, en la teologa de la gloria trinitaria. Celebrar la liturgia es celebrar

    al cosmos santificado para la gloria de Dios. Cristo habiendo entrado una vez en los cielos ahora intercede por

    nosotros como mediador y nos enva al Espritu Santo.

  • 15

    Jean Corbon: Cristo presenta sus llagas gloriosas al Padre que provocan la emisin del Espritu Santo sobre el

    cosmos en la liturgia, el Padre recuerda lo que significan las llagas: amor, obediencia. La Liturgia es un Ro de Vida

    que nace del cielo (Liturgia Fontal), junto al trono y del Cordero, y llega a las moradas terrenales.

    12. PASCUA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO Y NUEVO TESTAMENTO: LIBERACIN Y ALIANZA

    ESQUEMA

    - El trmino Pascua - La Pascua en el AT

    o xodo Israel sale de Egipto (Alianza) o La celebracin memorial (conmemoracin con el banquete) Constitucin del pueblo

    - La Pascua en el NT o El Paso del Seor Pasin de Cristo para llegar a la Resurreccin gloriosa o Paso de la esclavitud a la libertad Del pecado y de la muerte (Liberacin)

    El trmino pascua es un vocablo proveniente de las lenguas semitas: arameo, pasch; hebreo pessah. En los libros

    del AT la pascua indicaba las fiestas ligadas al plenilunio de primavera (14-15 de Nisn) y el cordero

    ritualmente inmolado con tal ocasin. La pascua era, en definitiva, aquella celebracin anual del culto que haba

    recibido el significado de conmemorar actualizar ritualmente- la liberacin de Israel de la esclavitud en Egipto y su consecuente constitucin como pueblo de la Alianza (libro del xodo).

    El acontecimiento histrico narrado en el libro de xodo posean un fin cultual, no es una cuestin poltica: Israel sale de Egipto no para ser un pueblo como todos los dems. Sale para dar culto a Dios (J. Ratzinger). Constituan un nico hecho, una nica realidad de sentido: Israel est llamado a la Alianza, la liberacin de la

    esclavitud concluye con la Alianza del Sina, sellada con la sangre de un sacrificio ritual. Sangre para los hebreos

    era smbolo de la vida, el rito quera significar la comunin existencial, total y permanente, entre Dios y su

    pueblo: Dios se compromete a intervenir en la historia a favor de Israel, a cambio de que el pueblo se mantenga fiel

    a su Dios. El sacrificio ritual compromete la vida del pueblo. Tal comunin de vida se expresa en las palabras:

    esta es la sangre de la alianza que ha hecho el Seor con vosotros; expresin que los relatos evanglicos de la institucin eucarstica ponen en labios de Cristo.

    La signatura de la Alianza se cerr con el banquete de comunin que sigui al rito de la sangre. Se da una

    comunin con los hombres y con Dios. El rito posee una estructura (sacrifico-comunin) que recoge el gesto

    mediante la cual Cristo instituye la liturgia de la Iglesia.

    La celebracin memorial: las fiestas y ritos pascuales significaban la experiencia actual de aquellos

    acontecimientos que, en la conciencia de Israel, se encontraban en el origen mismo de su existencia histrica y

    que daban razn del sentido de su misma constitucin como un pueblo diferenciado. Suponan un

    reconocimiento de la palabra de bendicin de Dios a Israel proferida en un ayer de la historia, era ritualmente re-presentada ao tras ao; motivo de la alabanza en el hoy de la experiencia del pueblo elegido. Pero eran hechos con carcter promisorio y permanecan abiertos a una consumacin definitiva que acaecera en un futuro

    indeterminado.

    La pascua del AT adquiere en el NT y en la Iglesia una nueva y definitiva dimensin, a la luz del misterio de Cristo.

    La comunidad apostlica interpret su muerte y resurreccin desde una perspectiva pascual: su pasin y

    glorificacin, acaecidas durante las fiestas de la pascua de Israel, no son sino el cumplimiento y la consumacin de

    las promesas de salvacin, la ltima y definitiva Pascua. Cristo se entreg como vctima pascual. Aparece claro el

    paralelismo: cordero pascual y Cristo el Cordero de Dios. La Eucarista tiene este mismo contexto pascual.

    La pascua de Cristo puede entenderse bajo estas dos concepciones:

    a) El paso del Seor (tipologa cristiana). Cristo salva, nos libera del pecado. Del paso del Seor se entiende el padecimiento: el trmino pascua guarda relacin con patior (paths); es decir hablamos de la Passio, la

    Pasin de Cristo es paso necesario para llegar a la Resurreccin gloriosa, la victoria sobre la muerte (el

    canon romano usa la expresin Memores tam beatae pasionis, Recordando su santa Pasin). b) Paso de la esclavitud a la libertad. Cristo ha vencido a la muerte, este es el bautismo por el cual pasamos a

    la vida. Es signo de la alegra y esperanza pues Dios sigue salvando a su pueblo.

    Con la muerte y resurreccin de Cristo, acontece la liberacin plena de la esclavitud (del pecado y de la muerte) y la

    constitucin ltima del pueblo elegido (la Iglesia) con el fin de dar a Dios el culto perfecto de adoracin: la nueva y

    definitiva Alianza que, ahora con un carcter universal, abraza ya para siempre a todo el cosmos y a toda la historia.

  • 16

    La Iglesia primitiva celebraba la Pascua la noche del 14 al 15 de Nisn, pronto hubo dos tradiciones: celebrarla en

    esa fecha o en Domingo inmediato al 14 de Nisn. Ante la polmica el concilio de I de Nicea defini que sera el

    Domingo inmediato al 14 de Nisn. Posteriormente en el S. IV se habla del Magna Dominica, el gran Domingo que va desde la Pascua a Pentecosts.

    13. EL MISTERIO PASCUAL Y EL MEMORIAL

    ESQUEMA

    - Misterio Pascual o Se refiere esencialmente a Cristo o Padres de la Iglesia: Melitn de Sardes y San Len Magno

    - Memorial o Mandato de Jesucristo o Dimensiones: pasado, presente, futuro. o Memorial eucarstico

    MISTERIO PASCUAL:

    Misterio Pascual (MP) en su acepcin litrgica, patrstica, bblica, se refiere esencialmente a Cristo, a su obra de redencin: toda su vida, especialmente su pasin, muerte, resurreccin, ascensin y envo del

    Espritu Santo.

    No es el hecho histrico en s mismo, sucedido en el pasado, sino ese mismo acontecimiento actualizado y representado en los signos sacramentales.

    Indica nuestra recepcin de la vida divina a partir de la carne vivificante del Cristo glorioso. Es decir, que a travs de la humanidad vivificada y vivificante nos hace pasar de la muerte a la vida.

    Vat II: Del MP reciben toda su fuerza los sacramentos y sacramentales. del misterio pascual de la Pasin, muerte y Resurreccin de Cristo, todos los sacramentos y sacramentales reciben su poder, y hace tambin

    que el uso honesto de las cosas materiales pueda ordenarse a la santificacin del hombre y alabanza de

    Dios. (SC 61)

    Diversos trminos: mysterium paschale, paschale Sacramentum.

    PADRES DE LA IGLESIA: la definicin patrstica mantiene unido el evento salvfico y su representacin ritual.

    o Melitn de Sardes: primer testimonio del MP (Ex 12). Contempla que lo que contiene el MP en contenido es la pasin de Cristo.

    o S. Len Magno: Profundiza al entender el MP desde la celebracin, hablando del paschale Sacramentum. Ejemplo celebrar la fiesta anual del Bautismo y la Eucarista, o celebrar toda la obra

    de la redencin. Entramos en contacto: ej. Al celebrar la vigilia, celebramos toda nuestra obra de la

    redencin.

    MEMORIAL

    Mandato de Cristo haced esto en memorial ma

    La categora memorial ha estado muchas veces bajo sospecha de carcter protestante: una simple conmemoracin de la cena del Seor, y no una presencia real, un simple recuerdo. La teologa

    contempornea recupera la categora.

    Ahora es un trmino que est presente en la liturgia, ej. memorial eucarstico.

    (SC 47) cuando el concilio habla de la ultima cena, el Seor confa a su Esposa, la Iglesia, el memorial de su muerte y resurreccin. Las fiestas y ritos pascuales significan la experiencia, el poner en acto.

    haced esto en memoria ma tiene un trasfondo judo que no se pierde.

    1era DEFINICIN: accin sagrada o conjunto de ritos (incluso das festivos en honor del Seor) mediante los cuales Dios se acuerda de su pueblo y de sus acciones salvficas. El pueblo se vuelve a Dios recordando

    sus obras. Nueva presencia de Dios, intervencin eficaz de Dios. El pueblo responde con fe a Dios, le

    agradece.

    3 dimensiones del memorial: o Mirar al pasado (funcin de rememorar) o Mirar el presente (funcin manifestativa)

  • 17

    o Mirar el futuro (funcin proftica. Lo garantiza, le da esperanza al pueblo)

    Cuando el pueblo celebra el memorial, el pueblo vuelve a salir de Egipto y se siente pueblo unido, hoy como ayer.

    1 Co 11,24 haced esto esto: los signos que Jess acaba de hacer, Jess instituye un nuevo memorial, distinto al de Israel en:

    o Su signo: manifestaciones externas. Al final de la cena, no hay cordero, sino fraccin del pan y palabra sobre el vino (en una copa distinta). Los apstoles saban que lo que haca Jess era ya otro

    signo.

    o Su contenido. Su cuerpo y su sangre ofrecido como sacrificio (sacrificio de expiacin, de comunin y de alianza)

    MEMORIAL EUCARSTICO: Acto ritual, accin compuesta de palabras y gestos que no son mero recuerdo, sino un recuerdo objetivo que pone delante del Padre el sacrificio de Cristo y lo hace presente, del

    modo en que l nos mand. Presencia real de lo que ha sucedido histricamente pero que se hace presente.

    2da DEFINICIN: una celebracin ritual conmemorativa de un acontecimiento salvfico del pasado que se hace presente en la celebracin en el que toma parte la comunidad que celebra el rito.

    (BELLEZA Y MISTERIO)

    14. CULTO: NOCIN, CULTO NATURAL Y CULTO REVELADO (AT, NT)

    ESQUEMA

    - Nocin de culto o Del latn cultus: colere (honrar, venerar) o Relacin fundamental del hombre con Dios

    - El culto natural o El sacrificio

    - El culto del AT o Dimensin comunitaria o Culto interior o Dimensin escatolgica

    - El culto del NT o Continuidad con el AT o Clave de lectura: Mt 5,17

    Del latn cultus: colere (honrar, venerar)

    Seala tambin la manifestacin de la relacin fundamental del hombre con Dios. Dimensin externa que manifiesta a la dimensin interna.

    Actos que mantiene viva la relacin de Dios con el hombre. Relacin donde el hombre se considera creado, dependiente e inferior a Dios (dioses) por eso al hombre le nace manifestar esa dependencia. Estos actos son

    variados:

    o Adoracin o Consentimiento o Splica

    Actitud de sumisin, sugesin, adoracin (latra), dedicacin (piedad, entrega a Dios). Tambin recibe el nombre del officium: Dedicar tiempo a Dios por Dios mismo, es darle nuestra vida.

    CULTO NATURAL

    A los dioses en general

    Hay ciertas revelaciones pero no aseguradas. Accin que principalmente parte del hombre, de su fragilidad por eso desde antiguo respeta las fuerzas de la naturaleza y las personifica.

    Estas religiones que no conocen a Dios orientan al hombre honesto que quiere vivir conforme a tradiciones y doctrinas.

    Se puede conocer las formas de culto de las religiones naturales, esto nos permite conocer el sustrato antropolgico.

  • 18

    SACRIFICIO: entregar a los dioses cosas valiosas al cuyo dominio renuncia el hombre para drselo a los dioses. Elemento esencial de toda religin natural que expresa relacin entre Dios y el hombre.

    Tiene algo de busqueda, buscar a Dios a tientas, por eso en los sacrificios puede haber aberraciones (sacrificios humanos).

    Ratzinger introduccin al espritu de la liturgia: el hombre busca mantener el orden establecido por lo que todo funciona: orden natural y social. El hombre con su accin es capaz de mantener el orden universal.

    CULTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

    xodo es una institucin cultual.

    Centrado en la adoracin al Dios nico.

    Israel sale al desierto porque all no hay otros dioses que contaminen el culto verdadero. Sacrificios de comunin, de expiacin.

    El asentamiento en la tierra prometida permite el establecimiento del culto y la prohibicin de imgenes. El templo de Jerusaln se convierte en el lugar del sacrificio.

    Con el destierro a Babilonia el Seor purifica al pueblo. Gran crisis del culto: no hay templo, no hay sacrificios. Surge un culto centrado en la oracin, en la Palabra de Dios (surgen las sinagogas), una vida

    conforme a la voluntad de Dios.

    Con la vuelta del destierro se restaura el templo y el culto.

    CARACTERSTICAS: o Dimensin comunitaria del culto: mezcla social, poltica y religiosa. Los actos de culto es un

    reconocimiento de Dios, deseo de vivir en su presencia. En las celebraciones se rememoran el acto salvfico de Yahv, es una convocacin por parte de Dios, se trata de una institucin divina.

    o Culto interior: pureza interior, fidelidad personal a la alianza. El culto externo tiene que ir acompaado de una ofrenda interior, el sujeto convertido de corazn. Debe manifestarse

    externamente como en la preocupacin por los desvalidos.

    o Dimensin escatolgica: recordamos las cosas del pasado, confiando en la benevolencia de Dios en el futuro. Se est a la espera de un nuevo xodo, una ley nueva escrita en los corazones (Is 45; Ez

    36). Promesas mesinicas.

    CULTO EN EL NUEVO TESTAMENTO

    No se trata de una evolucin de formas respecto del culto AT, aunque hay una constante antropolgica. La evolucin se da en el contenido.

    Hay una continuidad real con el AT

    Clave de lectura: Mt 5,17 no he venido a abolir la ley sino a darle plenitud. Ratzinger ve en Jn con la destruccin del templo y el velo rasgado durante la muerte de Jess, un hecho teolgicamente significativo: la adoracin en Espritu y en verdad (Jn 4).

    15. EL CULTO EN ESPRITU Y EN VERDAD: ANLISIS DE JN 4, IMPLICACIONES.

    ESQUEMA

    - Destruccin del Templo - Dilogo con la Samaritana (Jn 4)

    o Momentos o Interpretaciones o Consecuencias o Conclusin

    Jn cap 2-4: responden a la pregunta Quin es Jess? - Dos signos fundamentales: Bodas de can (Jn 2), el anuncio de la destruccin del templo de Jerusaln. - 3 dilogos: con Nicodemo (Jn 3), con la samaritana (Jn 4), con el funcionario real (Jn 4)

    Destruccin del templo o Los sinpticos subrayan la purificacin del Templo como casa de oracin. No se trata de un simple

    momento de clera. Los contemporneos de Jess lo interpretaron como un ataque directo al culto y le

    piden justificar su actitud. Los sinpticos (Mt 21,12-17) presentan este pasaje como un signo mesinico

    (Mal 3).

  • 19

    o Jn: el anuncio de la destruccin del templo es un signo. Como es tpico en juan, los que presencian las acciones de Jess no entienden los signos, se entendern despus de la resurreccin: el Cuerpo del

    Resucitado. El anuncio de la destruccin es una profeca de la cruz y la resurreccin: destruirn el cuerpo

    terreno de Jess y resucitar. El nuevo templo es el Templo de sus Cuerpo, el lugar de la presencia divina.

    o El velo rasgado. Mientras Jess muere en la Cruz, se rompe el velo del Sancta Sanctorum, se declara simblicamente que el sancta sanctorum ya no es el lugar de la presencia divina.

    - Ratzinger: el culto de la sustitucin se acaba en el momento en que se celebra el verdadero culto: la

    entrega del Hijo. Se cumple el gesto proftico: el culto verdadero es necesariamente en y a travs de Cristo.

    Dilogo con Nicodemo: nacer de nuevo, de lo alto, se trata de una accin de Dios. Adhesin a Jess en el Espritu. Dimensin trinitaria.

    El dilogo con la Samarita tiene 3 momentos: promesa del agua viva, Jess como profeta, el culto nuevo.

    Jn 4,20-24: la pregunta de la samaritana constituye el centro del dilogo Dnde hay que adorar a Dios verdaderamente? Ella lo llama profeta. Desde el Rey Jeroboam se les prohiba a los samaritanos peregrinar el

    templo, y tras la vuelta del destierro no les permitieron colaborar con la reconstruccin del Templo.

    La respuesta de Jess: ni en este monte ni en Jerusaln. Seala que no es relevante el lugar fsico. Ni siquiera es necesaria la vinculacin genealgica con Jacob (ahora los samaritanos y judos juntos en la paternidad de Dios).

    Jess orienta el culto no donde, sino hacia donde, hacia quin: el Padre. Se trata de un culto ms universal.

    V.23-24: as son los adoradores que le Padre busca no importa la genealoga, ni el lugar, sino la orientacin de la adoracin. Jess seala la manera en que el Padre desea ser adorado.

    INTERPRETACIONES: - muchas veces solo se han fijado en el trmino en espritu, cuando espritu y verdad forman una unidad.

    A.- Jess rechaza un culto meramente espiritual que no tome en cuenta lo externo. Padres griegos los

    entienden como un culto espiritual de la rectitud del corazn. Los padres latinos lo entienden como un culto

    psicolgico, en la intimidad del hombre, en verdad en cuanto a sentido subjetivo, algo que nace de adentro.

    B.- culto trinitario: en Espritu y en Verdad (En Jess) hacia al Padre. Es el sentido que prima.

    - Espritu referido al Espritu Santo. El culto depende de la accin del Espritu de Dios, que debe inspirar el

    alma. Rm 8: el Espritu intercede por nosotros. El Espritu hace posible la adoracin. No se contrapone con el culto externo.

    - en verdad referido a Cristo camino, verdad y vida. Cristo es la Luz con la que se practica la adoracin.

    - el que debe ser adorado no es simplemente Dios sino el Padre.

    - insistencia de Jess en la hora esta es la hora, momento de su glorificacin, invitndonos a reconocerlo como Mesas, porque la fe es adhesin a su propia persona.

    CONSECUENCIAS:

    o El templo hacia el cual hace referencia Jess es espiritual, el Cuerpo de Cristo resucitado, su humanidad

    vivificada y vivificante. Jess es el templo que reemplaza al de Jerusaln. Porque la adoracin al Padre

    solo es posible en el Espritu y en el Hijo.

    o El culto cristiano tiene una dimensin trinitaria. No se trata de un culto de esclavos sino de hijos. No es

    un culto de temor, de separacin, sino de comunin solo en Cristo movido por el Espritu Santo.

    o No podemos separar el culto del culto la fe, el rito, el amor. Ej. La oracin sacerdotal une todas estas

    cosas: consagracin en la verdad por accin del Espritu Santo a travs de rito. Como en Pablo: la cena

    del Seor no se trata solo de un simple rito, va en conjunto con toda la vida, la caridad al prjimo,

    comunin de Cuerpo y Sangre.

    CONCLUSIN:

    o Separar culto y vida, rechazando la ritualidad a favor de una adoracin interior es reducir a liturgia a

    una ceremonia, una obra humana que olvida la dimensin sacramental, del verdadero encuentro con la

    caridad.

    o Negar la dimensin ritual-externa sera no entender la economa de la Encarnacin.

  • 20

    16. LA ASAMBLEA: NOCIN, FUNDAMENTACIN BBLICO-TEOLGICA. LA ASAMBLEA CELEBRANTE (PDF).

    ESQUEMA

    - Nocin de asamblea o Presencia de Cristo o Fe profesada y celebrada en el Bautismo

    - Fundamentacin bblico-teolgica o Israel nuevo Pueblo o Pentecosts primera celebracin como asamblea o La Iglesia se rene a celebrar la obra salvfica obrada por Cristo

    - La asamblea celebrante o Realidad participativa y festiva

    NOCIN

    La presencia de Cristo abre a la asamblea litrgica a la escucha y acogida de su Palabra, conduce a participar en los sacramentos-actos de Cristo- y, sobre todo, a celebrar la Eucarista, que hace verdadera y

    sustancialmente presente su Cuerpo resucitado.

    El hecho fundante de la asamblea litrgica es la fe profesada y celebrada en el Bautismo. Congregacin universal, abierta a todos y carente de exclusivismos o preferencias culturales, ideolgicas, sociales,

    espirituales. Del mismo modo que en Cristo todos hemos sido bautizados con el mismo Bautismo y todos

    hemos sido constituidos miembros de su Cuerpo sin distincin de edad (nios y adultos), formacin (sabios

    e ignorantes), condicin social (pobres y ricos)... , as todos tambin hemos de formar parte de una misma

    asamblea litrgica. La diversa condicin social de las personas queda subsumida por la igual condicin

    bautismal.

    La fe y el Bautismo no borran las diferencias de raza, lengua, cultura o situacin social, pero las trascienden y transforman; por eso, la asamblea litrgica -cuya causa originante es el Bautismo- supera con la

    fraternidad todas las diferencias humanas, por la conciencia que tienen los congregados de poseer la misma

    condicin de hijos de Dios y miembros del Cuerpo Mstico de Cristo. Por otra parte, al ser reflejo de la

    Iglesia, la asamblea litrgica es signo de la unidad realizada en Pentecosts y de la superacin de la

    disgregacin bablica.

    FUNDAMENTACIN BBLICO-TEOLGICA

    Races en el Antiguo Testamento, cuando Dios llama, elige y separa a Israel de los dems pueblos, para hacer de l una comunidad religiosa en orden a salvar a la humanidad cada.

    Esta asamblea de Yahveh se Caracteriza por cuatro elementos integrados en una admirable unidad: la convocatoria que Dios hizo de su pueblo, la presencia de Dios en medio de l -sobre todo mediante la

    Palabra que le dirigi por medio de Moiss-, la adhesin del pueblo a las propuestas de Dios y el sacrificio

    conclusivo que sell la Alianza entre Yahveh y su pueblo (cfr. x 19-24).

    Israel no naci con vocacin de permanencia, sino en orden a prefigurar y preparar otro Israel, nuevo y definitivo, que llevara a plenitud las antiguas promesas y poseera los bienes de una nueva definitiva

    alianza: la Iglesia. Este nuevo pueblo celebr su primera asamblea con ocasin de la Pentecosts cristiana.

    En ella quedaron plenificadas, trascendidas y superadas las antiguas asambleas de Israel; no obstante,

    conserv su estructura fundamental: Dios que convoca a su Pueblo -ahora por el sacrificio redentor de su

    Hijo-, el pueblo que se adhiere a la palabra que Dios le dirige por la Palabra Encamada, y el sacrificio

    eucarstico que sella sin cesar la Nueva Alianza entre Dios y su nuevo Pueblo.

    El nuevo Pueblo es enteramente sacerdotal y se rene para celebrar una y otra vez la obra salvfica obrada por Cristo -la Nueva Alianza en su Sangre-, a la vez que siente la necesidad de cumplir la misin de

    anunciada y realizarla entre los dems pueblos de la Tierra, con la predicacin y celebracin del Misterio

    Pascual de la Muerte y Resurreccin del Seor. A lo largo de toda su historia, la Iglesia ha tenido siempre

    idntica conciencia, finalidad y ministerio.

    Consiguientemente, la asamblea litrgica es la congregacin del nuevo Pueblo de Dios, reunido para celebrar de una u otra forma la nueva Alianza, mediante la escucha de la Palabra de Dios, la adhesin a la

    voluntad divina que sta actualiza y, sobre todo, la participacin en el sacrificio eucarstico, centro y cumbre

    de toda la actividad cultual y misionera del nuevo Pueblo de Dios.

  • 21

    ASAMBLEA CELEBRANTE

    Realidad participativa y festiva: La asamblea litrgica est formada por todos los bautizados; por eso, la participacin consciente y fructuosa de todos sus miembros es una exigencia intrnseca de la misma y lgico

    despliegue de su radical dinamismo. Todos los miembros de la Iglesia tienen el derecho y el deber de tomar

    parte activa en las celebraciones litrgicas. Por otra parte, como la asamblea litrgica celebra un misterio de

    alegra -la salvacin obrada por Cristo- y es portadora de un misterio de gozo -la presencia del Resucitado--,

    tiene un carcter esencialmente festivo.

    La Iglesia es la comunidad de los creyentes en Cristo, congregada y presidida por sus pastores (cfr. SC 16, 41; LG 26; PO 5). No es, pues, ni slo iglesia jerrquica ni congregacin acfala de miembros. Por eso, la

    asamblea cultual no est compuesta ni slo por los pastores ni slo por los fieles, sino por el entero Pueblo

    de Dios. Ese Pueblo es el sujeto integral de la accin litrgica, siempre que est unido a Cristo, sujeto

    ltimo y trascendente, que constituy a la Iglesia como cuerpo sacerdotal y la estructur como un organismo

    dotado de pastores y fieles, de comunidad y jerarqua. Como dice el Catecismo de la Iglesia catlica, es

    toda la comunidad, el Cuerpo de Cristo unido a su Cabeza, quien celebra (CEC 1140).

    17. LA ASAMBLEA: FUNCIONES Y MINISTERIOS (PDF)

    ESQUEMA

    a. Reunin de la comunidad cristiana b. Fraternidad en la diversidad c. Realidad participativa y festiva d. Fundamentacin bblico-teolgica e. Funciones y ministerios

    o Ministros ordenados: El Obispo, los presbteros y el Diacono o Ministerios instituidos: Acolito, lector y ministro extraordinario de la comunin. o Ministros de facto: El salmista, los cantores, el maestro de ceremonias y los fieles

    f. La asamblea y la eficacia de las acciones litrgicas g. Pastoral litrgica de la asamblea

    a. Reunin de la comunidad cristiana El hecho fundante de la asamblea litrgica es la fe profesada y celebrada en el Bautismo; por eso, todos los

    bautizados que no hayan revocado pblica y expresamente su fe son miembros natos y de pleno derecho. Es,

    pues, una congregacin universal, abierta a todos y carente de exclusivismos o preferencias de cualquier tipo.

    El ideal fenomenolgico de la asamblea litrgica fluye de su dimensin cristolgica y eclesiolgica: del mismo

    modo que en Cristo todos hemos sido bautizados con el mismo Bautismo y todos hemos sido constituidos

    miembros de su Cuerpo sin ninguna distincin.

    b. Fraternidad en la diversidad La fe y el Bautismo no borran las diferencias de raza, lengua, cultura situacin social, pero las trascienden y

    transforman con la fraternidad de todas las diferencias humanas, todos son hijos de Dios y miembros del Cuerpo

    Glorioso de Cristo. La asamblea litrgica es signo de unidad realizada en pentecosts y superacin de la

    disgregacin babilnica.

    c. Realidad participativa y festiva La asamblea litrgica est formada por todos los bautizados. La participacin consciente y fructuosa de todos

    los miembros es una exigencia intrnseca de la misma y despliegue de su radical dinamismo. Todos los

    miembros tienen el derecho y el deber de tomar parte activa de las celebraciones litrgicas.

    d. Fundamentacin bblico-teolgica La asamblea hunde sus races en el A.T. Dios llama, elige y separa a Israel de los dems pueblos hace de l una

    comunidad religiosa para salvar a la humanidad cada. Israel deja de ser nmada y se convierte en Pueblo de

    Dios, posesin de Dios, heredad de Dios, gente amada de Dios objeto de sus promesas. La tradicin bblica

    llama a este acontecimiento asamblea de Yahveh, y da de la asamblea a la fecha en que se celebr.

    La asamblea de Yahveh se caracteriza por cuatro elementos: La convocatoria que Dios hizo de su pueblo, la

    presencia de Dios en medio de l, la adhesin del pueblo a las propuestas de Dios y el sacrificio conclusivo que

    sello la alianza. Esta es la primera de una serie que se repetir, algunas revisten mayor importancia. Entrada a la

    Tierra prometida, dedicacin del Templo de Salomn, retorno del destierro de Babilonia.

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    Israel naci no como permanencia sino para prefigurar y preparar otro Israel nuevo y definitivo que llevar a

    plenitud las promesas y poseera la plenitud de la nueva alianza: la Iglesia. Celebro su primera asamblea el da

    de la Pentecosts cristiana. En ella se hacen plenas las antiguas alianzas aunque el esquema sigue idntico: Dios

    convoca a su pueblo, el pueblo se adhiere a la palabra que Dios le dirige por la Palabra Encarnada, y el sacrificio

    Eucarstico para sellar la alianza.

    La asamblea litrgica es la congregacin del nuevo Pueblo de Dios, reunido p