literatura rabínica

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LITERATURA RABÍNICA Introducción I. El movimiento rabínico El adjetivo intertestamentario que se suele aplicar a esta literatura y que encabeza el título de este volumen, en cuanto señala un espacio temporal entre los dos Testamentos, no es del todo apropiado: todas estas obras han visto su edición muy posteriormente a los últimos libros del NT. Desde el punto de vista ideológico se podría considerar esta literatura como puente, pues va a continuar la tradición bíblica en una dirección que no es, precisamente y de modo general, la del NT. Se trata, mejor, de literatura de rabinos del período clásico del judaísmo, que va desde el siglo I al VII de la era cristiana. Cuando decimos literatura de rabinos, le damos alguna autoridad u oficiosidad; con un aprendizaje más o menos reglado y con una especial liturgia, en el judaísmo de después de la destrucción del templo (70 d.C.); antes, rabbi no era un título especial con oficialidad académica o religiosa, sino simple designación respetuosa “mi maestro”, como podía uno decir “mi señor”, “mi hermano”, etc. II. El Rabinismo y el NT El período clásico del judaísmo rabínico se entiende hasta la edición de los Talmudes (siglo V, Talmud de Jerusalén; siglo VII/VIII, Talmud de Babilonia). La literatura rabínica clásica, aunque editada no antes del s. III d.C., contiene numerosas tradiciones narrativas, dichos y sentencias de maestros, así como prescripciones halákicas, que es posible remontar hasta la época neotestamentaria y hasta siglos antes de Cristo. Pero el judaísmo rabínico es fundamentalmente tradicional, y ello es garantía de éxito en el trabajo del investigador: tradición connota no sólo conservación; también desarrollo. En la medida en que los efectos nos iluminan las causas, el judaísmo rabínico arroja no poca luz sobre la época anterior, de la que emerge. El judaísmo rabínico debe, ser abordado por sí mismo y respetando al máximo su propia autocomprensión. La gran tarea de estos maestros fue la de recopilar la Ley Oral en la Misnah y Tosefta, y la de justificarla con la exégesis en los Midrashim. III. Clasificación de la Literatura rabínica

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Page 1: Literatura Rabínica

LITERATURA RABÍNICA

Introducción

I. El movimiento rabínicoEl adjetivo intertestamentario que se suele aplicar a esta literatura y que encabeza

el título de este volumen, en cuanto señala un espacio temporal entre los dos Testamentos, no es del todo apropiado: todas estas obras han visto su edición muy posteriormente a los últimos libros del NT. Desde el punto de vista ideológico se podría considerar esta literatura como puente, pues va a continuar la tradición bíblica en una dirección que no es, precisamente y de modo general, la del NT.

Se trata, mejor, de literatura de rabinos del período clásico del judaísmo, que va desde el siglo I al VII de la era cristiana.

Cuando decimos literatura de rabinos, le damos alguna autoridad u oficiosidad; con un aprendizaje más o menos reglado y con una especial liturgia, en el judaísmo de después de la destrucción del templo (70 d.C.); antes, rabbi no era un título especial con oficialidad académica o religiosa, sino simple designación respetuosa “mi maestro”, como podía uno decir “mi señor”, “mi hermano”, etc.

II. El Rabinismo y el NTEl período clásico del judaísmo rabínico se entiende hasta la edición de los

Talmudes (siglo V, Talmud de Jerusalén; siglo VII/VIII, Talmud de Babilonia).

La literatura rabínica clásica, aunque editada no antes del s. III d.C., contiene numerosas tradiciones narrativas, dichos y sentencias de maestros, así como prescripciones halákicas, que es posible remontar hasta la época neotestamentaria y hasta siglos antes de Cristo.

Pero el judaísmo rabínico es fundamentalmente tradicional, y ello es garantía de éxito en el trabajo del investigador: tradición connota no sólo conservación; también desarrollo. En la medida en que los efectos nos iluminan las causas, el judaísmo rabínico arroja no poca luz sobre la época anterior, de la que emerge.

El judaísmo rabínico debe, ser abordado por sí mismo y respetando al máximo su propia autocomprensión.

La gran tarea de estos maestros fue la de recopilar la Ley Oral en la Misnah y Tosefta, y la de justificarla con la exégesis en los Midrashim.

III. Clasificación de la Literatura rabínicaLa clasificación que de la literatura tannaítica hacemos responde a un criterio mixto.

a) Mientras Misnah y Tosefta pertenecen a lo que se puede llamar literatura legal, los Midrasim son obras básicamente exegéticas; los Targumim son, por su parte, traducciones arameas, de la Biblia, aunque se deban entender también como exégesis.

Periodos del judaísmo clásico

I. Desde Hillel y Sammai, al comienzo de nuestra era, hasta Rabí y sus hijos (comienzos del siglo III) es la época de los tannaítas.

II. Hasta el 500 aproximadamente siguen los amoraítas (´amar=«decir, comentar»), los comentaristas de las enseñanzas de los tannaítas.

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III. En el siglo VI probablemente también principios del VII es la época de los sabora´im o saboraítas (sabar=«explicar»), los elaboradores del Talmud de Babilonia.

IV. El período de los ge´onim o gaones (ga´on, «alto, ilustre», título de los jefes de las academias de Babilonia) llega hasta el siglo XI.

b) Otro criterio de clasificación puede ser el de los círculos o contextos donde estas obras se originan. También se hallan compartidos: la sinagoga es el ámbito del tárgum y el bet ha-midras es el ámbito de la literatura legal. Cuando se aplique este criterio se ha de hablar sólo de ámbitos predominantes.

c) El criterio del género narrativo (hagádico) o jurídico (halákico) se presta aún a mayor confusión, pues no hay ninguna obra que pertenezca puramente a uno de los dos géneros.

Conclusión: si una clasificación coherente resulta difícil, la suma y combinación de los diversos criterios (naturaleza, contexto, género literario) será de suma utilidad para iluminar, no sólo las obras mayores, sino las piezas y unidades menores que las componen.

MISNAH

Con este nombre se designa un libro cuya recopilación se remonta a los comienzos del siglo III d.C. en Galilea. Tuvo detrás la autoridad del Patriarca Rabbí Yehudah ha-Nasi, a quien se considera su editor o responsable. La obra adquirió inmediatamente una autoridad canónica dentro del judaísmo, pues se vio en ella la formulación de la Ley Oral, que en la comprensión judía de la revelación acompaña a la Ley Escrita. Tosefta es otra recopilación paralela y, en parte, complementaria de la Misnah; nunca, sin embargo, adquirió autoridad canónica; su transmisión no estuvo, consiguientemente, tan controlada y garantizada como la de la Misnah.

Las dificultades que encontramos para la lectura de la Misnah son: No identifica a su autor No dice de donde procede Ni explica por qué ha sido escrito No tiene ni principio ni fin, no presenta títulos ni índices.

Lo que más desconcierta de la Misnah es su contenido y su forma de exponer: son cuestiones como lejanísimas, además planteadas sin contexto y sin que acertemos a ver el por qué y el para qué: ruedas de opiniones sin una clara conclusión.

El lector debe dejarse guiar por el autor desconocido de a Misnah y leer pacientemente y esforzarse por conocer los realia de las discusiones y sus contextos.

I. LA MISNAH. APROXIMACIÓN ETIMOLÓGICA

La explicación etimológica del nombre da ya una primera clave: Misnah procede de la raíz hebrea sny, que tiene el significado básico de «repetir». La repetición era el sistema de enseñanza y aprendizaje en la transmisión oral, de aquí que el mismo verbo sny/snh en el período rabínico llegara a significar también «estudiar», «memorizar», «enseñar repitiendo», con referencia a la tradición oral. «No digas: “cuando este libre repetiré”, que quizá no estés libre nunca» (Abot 3,7).

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En la terminología rabínica, al igual que Misnah (“repetición”) llegó a significar “Ley Oral”, Miqra´ (“Lectura”) pasó a designar la Biblia: son dos nombres que se refieren a algo esencial en la tradición y que no es indiferente. El modo de transmisión.

II. ESTRUCTURA Y CONTENIDO

El texto de la Misnah está dispuesto en párrafos, se agrupan en capítulos, tampoco muy amplios; los capítulos hacen referencia a tratados; los tratados se encuentran en seis órdenes o temas mayores. Estos temas mayores son: Agricultura, Fiestas, Mujeres, Daños, Sacrificios, Purezas.

El orden Zera`im (=Semillas), se refiere al uso de los productos agrícolas y sus derivados en relación con prescripciones bíblicas y otras costumbres y reglamentaciones rituales. Es indispensable advertir el presupuesto, que potencia y da unidad a los diversos tratados de este orden: la santidad de la tierra que Dios ha dado a Israel en herencia; consiguientemente Israel ha de mostrar el respeto a lo santo y el reconocimiento del señorío divino.

El orden Mo`ed está dedicado a las festividades. El presupuesto teológico es igualmente el señorío divino sobre la tierra y la historia de Israel; de aquí el acotamiento de tiempos y espacios en el templo y en la ciudad.

El orden Nasim está dedicado a reglamentar la sociedad matrimonial, con referencia especial a la singular situación que en ella adquiere la mujer.

El orden Neziqin es todo un tratado de derecho penal y criminal. Muestra la normativa por la que debe regirse el pueblo santo de Dios.

El orden Qodasim muestra la rutina de los sacrificios ordinarios en el templo.

El orden Taharot se refiere a la pureza/impureza de la vida ordinaria. Contiene un gran cantidad de reglamentaciones acerca de la impureza ritual, su transmisión y su purificación.

III. EL PROCESO DE FORMACIÓN DE LA MISNAH

a) Es opinio communis de la tradición que la redacción final de la Misnah se debe a Rabbí Yehudad ha-Nasí (muere en el 217 d.C.), quien habría usado anteriores colecciones de Meir y Aqiba (siglo II d.C.) y una primera Misnah que se introduce en época bíblica. Esta visión, aunque simple, puede ser correcta en sus líneas esenciales. Esta visión tradicional es, en sustancia, la respuesta de Rab Serira Gaón, de la academia rabínica ded Pumbedita, a la comunidad norteafricana de Kairouán en el 987.

b) La Misnah es obra de recopilación. Se advierte el trabajo de una escuela o círculo de rabinos -probablemente bajo la autoridad del Patriarcado- concluyendo un largo proceso de generaciones.

c) La recopilación final ha usado colecciones anteriores, realizadas en torno a rabinos importantes. Las fuentes mencionan una Misnah de Meir y una Misnah de Aqiba, que podemos considerar como estadios previos de la obra final.

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d) La asamblea de Yabneh tras la destrucción del templo supuso sin duda un hito importante en la recopilación y ordenación de materiales anteriores de la tradición oral.

e) Tratados como los relacionados con el culto del templo deben haber sido originados, al menos en parte, cuando todavía el templo estaba en pie. Textos como el Rollo del Templo de Qumrán muestran la existencia de halakot paralelas a las bíblicas, que debemos suponer en poder de los diversos grupos, singularmente de los fariseos, que de ellos se ufanan.

f) Algunos estudiosos creen poder distinguir en la Misnah actual tres estadios sucesivos de su desarrollo:

- La del judaísmo antes del 70 d.C. (destrucción de Jerusalén)- La del judaísmo entre el 70 y el 135 d.C. (derrota de Bar Kokba)- La del judaísmo entre el 135 y el 220 d.C. (Yehudah ha Nasí)

La del primer período habría recopilado las tradiciones referentes al matrimonio y la pureza; el grupo responsable sería el de los fariseos. En el segundo período, bajo el impacto de la destrucción del templo, se habría recogido no sólo las tradiciones estrictamente culturales, sino también las que santificaban lo profano; la pretensión era de que todo el pueblo tenía que actuar con la pureza sacerdotal; en el trasfondo se puede sentir que la reconstrucción del templo, se habría recogido no sólo las tradiciones estrictamente culturales, sino también lo que santificaban lo profano. Lo característico del estadio tercero es la asunción de las tradiciones anteriores y su complementación por el pueblo, representado por el patriarcado; el resultado no es una reglamentación religiosa para un reducido colectivo, sino un completo sistema que contempla toda la vida del pueblo entero.

g) El paso final de redacción hay que imaginarlo como la tarea escolar de un equipo, bajo la dirección del Patriarca Yehudad. La publicación no hay que verla como la presentación definitiva de una obra escrita, sino como una edición viva en la repetición memorística y fiel de un número determinado de tannaítas.

h) A lo largo del proceso de transmisión oral y literaria, numerosos materiales se han ido añadiendo, como las referencias de rabinos posteriores a Rabbí.

i) Tenemos constancia de que el orden de los Sedarim, tratados y capítulos ha sufrido alteraciones a los largo de la transmisión. Finalmente fue la autoridad de Maimónides (siglo XII) quien dejó de forma definitiva la ordenación que hoy se conserva.

IV. NATURALEZA DE LA MISNAH

En su conjunto se presenta como una colección de sentencias halákicas, muchas veces con indicación expresa de sus autores. De aquí las tres teorías que suelen darse:

a) La Misnah es una colección de fuentes, un corpus traditionum de carácter ecléctico (H. Albeck).

b) La Misnah es un manual escolar estructurado con criterios pedagógicos (A. Goldberg).

c) La Misnah es un código legal que pretende ofrecer la halakah vigente (J.N.Epstein).

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En el plano del contexto es obvio que las tres se pueden armonizar, pues el trabajo de las academias, de los tribunales y del patriarcado se detecta fácilmente por debajo de los textos, y se advierte en ellos mucho de manual y mucho de código práctico y no poco de material de erudición y complemento. La naturaleza de esta recopilación le viene dictada al editor desde muy atrás y reconocida efectivamente y expresamente en las generaciones siguientes: la Misnah es Torah.

V. ASPECTOS LINGÜÍSTICOS Y LITERARIOS

1. La lenguaLa Misnah está escrita en el llamado hebreo rabínico 1 o misnaico, que se hablaba

popularmente en Judea en torno al cambio de era; en esta lengua están escritas algunas de las cartas de Bar Kokba, el Rollo de Cobre y la carta halákica de Qumrán.

2. El estilo estandarizado halákicoLo que predomina es la norma halákica, como sentencia anónima o de algún rabino,

y la discusión halákica entre diversos rabinos; pero hay también material narrativo e información histórica, todo presentado de manera singular en función de la halakah.

3. Taxonomía y mnemotecniaOtra característica de la halakah misnaica: la enumeración de casos con autoridades

enfrentadas. La taxonomía: adquirir el conocimiento a través de la enumeración. El método es clasificar datos según el criterio de lo semejante y lo desemejante, descubrir lo que hay en común para llegar al sentido profundo.

4. Narración e información históricaAlgunos de los modernos comentaristas simplifican la presentación de la Misnah

diciendo que toda la obra es pura halakah.

Existen dos grandes tratados narrativos en la Misnah, Tamid y Middot. Otra de las narraciones es la famosa descripción de la procesión de las primicias en Bik 3,2-6. Es significativo que en toda la Misnah sólo contemos con una parábola (masal) en Suk 2,9. Los exempla pretenden ofrecer un relato histórico. Estos relatos son numerosos en Misnah, estos vienen aducidos generalmente como “precedentes” o como “confirmación” o “ilustración” o “contraste” de la halakah.

VI. LA TORAH ORAL

1. Intento de comprensión teológicaEl judaísmo rabínico la ha considerado Torah, de donde su autoridad, su

canonización y su alto rango a la par que la Torah Escrita

Leyendo la Misnah estamos, en realidad, como asistiendo a una discusión viva de la tradición en unos momentos determinados de la historia de Israel; por eso mismo esta Torah se llama oral: es una tradición y una reflexión que no cesa; la puesta por escrito no dejó de ser una cierta contradicción impuesta por la necesidad práctica: fue como inmovilizar o fosilizar lo que tiene vida; la obra literaria que se llama Misnah tiene, por eso necesariamente el sabor de lo inacabado.

2. El mito de la Torah OralDesde dentro de la misma Misnah encontramos su curiosa autocomprensión como

Torah paralela: en la Misnah estaríamos ante una Torah que Dios reveló a Moisés en el Sinaí para que se transmitiera oralmente de generación en generación. La Misnah

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procede directamente de Moisés. Por eso se explica el cuidado, que no puede ser sino consciente, de no citar la Escritura en la Misnah.

3. Misnah y EscrituraLa tradición ha transmitido de Aqiba la imagen del exegeta minucioso y exagerado

que cuelga halakot hasta de los adornos de las letras de la Torah Escrita (cf. Mt 5,18);VII. TOSEFTA Y TALMUDES

1. ToseftaHa sido estudiada y entendida desde la Misnah. Tiene su misma estructura con los

mismos seis Órdenes y los mismos tratados. Es cuatro veces más ampuloso y menos estandarizado. Una característica típica es la abundancia de citas bíblicas.

2. Los TalmudesLa canonización de la Misnah como Torah produjo inevitablemente el que su texto

se convirtiera en objeto de estudio e interpretación como lo era el de la Torah Escrita. Se concluyó así un comentario, escrito casi todo él en arameo, que junto con la Misnah forma lo que conocemos como Talmud (estudio, enseñanza, doctrina tradicional, o el estudio de la tradición, y en este sentido vino a designar el comentario de la Misnah). Hubo dos comentarios paralelos a la Misnah en los dos centros del judaísmo, Palestina y Babilonia, dando lugar a los dos Talmudes conocidos.

El Talmud de Jerusalén, redactado en Tiberias y en Cesarea; su redacción final se puede dar en la primera mitad del siglo V. Su lengua es el arameo occidental.

Características sobresalientes:a) No se limita a comentar la Misnah, sino que incluye gran cantidad de material

hagádico, exegético y litúrgico.b) De los 63 tratados de la Misnah comenta sólo 39: faltan los órdenes 5º y 6º y los

comentarios de Abot, Eduy…c) Contiene largas repeticiones de párrafos y material claramente trastocado

El Talmud de Babilonia, es obra redactada en Babilonia en torno a la academia de Sura.

En sus características formales, es un comentario a 36 tratados y medio de los 63 que forman la Misnah.

La preeminencia de TB en el judaísmo medieval se debe, sin duda, a la expansión del judaísmo babilónico siguiendo la expansión conquistadora del Islam: por el norte de África hasta España; ello, unido a la sospecha de caraísmo que afectaba a la halakah palestinense, aseguró su puesto de honor por delante de TJ.

VIII. MISNAH Y NUEVO TESTAMENTO

Contrastes y paralelismosa) Literalmente evangelio y Misnah son dos géneros absolutamente distintos: el

primero es esencialmente histórico, biográfico y narrativo; el segundo es ahistórico en su generalidad, siendo su característica la presentación de la halakah descontextualizada.

b) La razón de la diferencia literaria puede tener una raíz profunda: el NT está interesado fundamentalmente en el anuncio de un kerigma histórico centrado en una persona, Jesús de Nazaret; la Misnah desconoce el culto a una personalidad y se basa fundamentalmente en la tradición y la rigurosa argumentación.

c) Mientras que en la Misnah la fuente creadora de halakah es la tradición, la costumbre o la argumentación, en el NT priva la revelación directa o inspiración.

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d) Tanto en el NT como la Misnah se han visto sometidos al mismo proceso de “midrasización”: tanto la halakah de la Misnah como las palabras y la misma persona de Jesús han sido progresivamente “legitimadas” con el recurso a la Torah Escrita.

e) En este estadio de “midrasización” se entiende mejor la polémica neotestamentaria antifarisea, que enfrenta la tradición ¡con la Torah Escrita! En la práctica, ni el estudioso judío del NT ni el estudioso cristiano del judaísmo deben enfrentar los textos del otro polémicamente, pues se trata de dos sistemas teológicos que deben ser criticados desde su coherencia o incoherencia interna.

MIDRAS

a) Connota un determinado género literario consistente, en una peculiar interpretación y aplicación del texto bíblico. En esta acepción el sustantivo, en cuanto acentúan la cualidad, puede convertirse en un adjetivo.

b) Señala la obra u obras escritas en este género. En este sentido se usa el plural midrasim o Midrases.

I. APROXIMACIÓN FILOLÓGICA Y SOCIOLÓGICA

1. La raíz drs en la Biblia HebreaEl verbo drs aparece en la Biblia con el sentido básico de “buscar”, “investigar”,

“indagar”, “inquirir”. Con Dios como sujeto se formula el concepto teológico del derecho divino a “exigir”

o “reclamar”.Con Dios o lo divino como objeto el sentido es doble:a) “consultar a Dios /dioses/profetas/adivinos/” con clara referencia a concretas

prácticas oraculares.b) “buscar a Dios”, como expresión genérica de una cabal actitud religiosa.

En textos más tardíos la evolución teológica introduce nueva fraseología religiosa con drs, donde el objeto de la búsqueda no será expresamente Dios, sino su palabra, sus mandamientos, su ley.

El sustantivo midras sólo aparece dos veces en la Biblia y en época muy tardía. (2Cr 13,22; 24,27)

2. Drs en Ben Sira (Eclesiástico hebreo)Utiliza drs en frases de tipo sapiencial (3,21; 6,27; 32,15).Y por primera vez en la literatura judía aparece en 51,23 la mención del bet midras,

que se puede entender como “casa para el estudio de la Ley”.

3. Drs en QumránEn los documentos de la secta qumrámica abunda la fraseología bíblica y perviven

fórmulas conocidas de drs: (Rollo del Templo 55,5; cf. Dt 13,15; DD 1,10; cf. Sal 24,6).Lo característico es el uso ya extendido de drs aplicado a los mandamientos de Dios

o a la Torah (1QS 5,11; DD 1,18).

4. Primera literatura rabínica: los intérpretes de la TorahEn la mayoría de los escritos rabínicos, drs no es sólo la actividad de estudio, sino

muy principalmente la exposición o explicación del sentido de un texto.

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a) La frecuente fórmula zeh midras daras Rabbí X, seguida de un texto bíblico o de una halakah, debe ser entendida como «esta es la interpretación que Rabbí X ofreció de tal texto».

b) El modismo tan frecuente en la literatura rabínica «Rabbí X se sentaba e interpretaba» para introducir la enseñanza de un rabino muestra hasta qué punto drs se entendía ya como la exposición de la interpretación.

c) Esta comprensión y uso de drs se deja ver en la fraseología neotestamentaria (Lc 24,27; Hch 17,2-3).

d) En un lenguaje más tardío darsan será el predicador que hace la homilía sobre las Escrituras Sagradas.

En los textos rabínicos “los intérpretes” son siempre los rabinos. Nunca aparece ninguna mujer intérprete a excepción de las hijas de Selofjad que eran sabias y sabían interpretar.

En los más antiguos midrasim se menciona también a un tipo de intérpretes que parecen quedar fuera de la ortodoxia rabínica.

5. El bet ha-midrasEl dato nuevo que nos aporta la literatura rabínica es la consolidación del bet ha-

midras como centro específico donde se estudia, se interpreta y se aplican los textos bíblicos: 12 veces se menciona en la Misnah, 22 veces en la Tosefta, y 14 en los midrasim tannaíticos. La discusión de interpretaciones del texto bíblico parece ser su actividad principal.

Con referencia al bet ha-midras asistimos al fenómeno típico de su legitimación remontando su presencia a los mismos orígenes mosaicos: Moisés y Aharón son representados enseñando en el bet ha-midras.

La interpretación de la Escritura aparece ya desde la época anterior al 70 como la actividad religiosa por excelencia, la que viene a sintetizar una buena conducta y la que discierne entre los diversos movimientos antes y después del 70.

II. EL CORPUS MIDRASICUM

Midrasim y MidrasotMidrasot se encuentra no sólo en los midrasim, sino también en obras tan

diferentes como Misnah, Evangelios y Cartas Paulinas, Regla de la Comunidad de Qumrán; incluso dentro de la misma Biblia;

Que antiguas midrasot se transmiten en midrasim más tardíos.Que la elaboración de midrasim es un fenómeno típicamente palestino y que, con

la sola excepción de las recopilaciones más tardías, todos han visto la luz en Palestina.

Clasificación de los midrasim

Según el criterio de género, estilo y cronología (Obra de Strack-Stemberger):

I. Los midrasim HalákicosII. Los más antiguos midrasim

exegéticosIII. Los midrasim homiléticosIV. Midrasim de las 5 Megillot

V. Otros midrasim exegéticosVI. Otras obras hagádicasVII. Compilaciones y comentarios

Otra clasificación se basa en el criterio del contexto:

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Midrás Escolar Midrás Sinagogal Midrás Narrativo

Midras escolarEl bloque más uniforme y antiguo lo constituyen los midrasim halákicos de época

tannaítica: Mek, MRS, Sifra, SNm y SDt.

a) Estructura formal. Se trata de comentarios seguidos a un libro bíblico o a amplias partes del mismo. Funcionan de esta manera: citan en primer lugar el versículo bíblico o parte del mismo, incluso una sola palabra (lemma); le sigue a continuación el comentario. Cada lemma con su comentario constituye la unidad exegética, que hacemos objeto de nuestro estudio. Las unidades exegéticas revelan una tipología no muy amplia:

El tipo de exégesis declarativa: es un tipo de exégesis en la que se pretende ofrecer el sentido que se presume obvio y acepta sin más. Su característica distintiva es su estilo piano ausente de polémica.

El tipo de exégesis dialéctica monológica: Se trata de una forma muy característica de la exégesis rabínica, en la que el mismo midrasista se plantea interrogantes y objeciones que él mismo se irá resolviendo dialécticamente.

El tipo de exégesis dialéctica dramática: Se trata de una discusión de autoridades. Los subtipos son varios: polémica directa entre rabinos que se cuenta como históricamente ocurrida; rueda de opiniones montada por el editor con rabinos de diversa época y lugar,…

El tipo de exégesis targúmica: El Targum es traducción actualizada del texto; no hace, entre texto bíblico y comentario, sino que el comentario está ya incluido en la misma traducción.

b) Estructura internaSon Halákicos por su preferente interés en hacer una exégesis de textos jurídicos o

con la finalidad práctica de deducir del texto bíblico una norma de conducta, una halakah. Aunque se perciben otros intereses:

Exégesis filológica: se trata de investigar el sentido de un término recurriendo a sus componentes gramaticales, a los lugares paralelos y a la comparación lingüística con otras raíces o vocabulario de otras lenguas.

Exégesis halákica: Es la que tiene como objetivo preferente deducir una normativa o formulación precisa de la halakah.

Exégesis hagádica: Es la que tiene como objetivo preferente satisfacer una curiosidad histórica, lo cual se puede hacer concisa supliendo la información que falta al texto bíblico, o en forma más desarrollada componiendo amplias narraciones pseudobíblicas.

Exégesis filosófica: Es la que tiene como objetivo puramente defender la autonomía de la enseñanza bíblica frente a la lógica humana.

Exégesis armonizadora: Es la que tienen como objetivo armonizar textos bíblicos aparentemente contradictorios.

c) Obras mayores del midrás escolar

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Mekilta de R. Yismael (Mek)

Sifra Sifre Números (SNm)

Sifre (SDt) Deuteronomio

Génesis Rabbah (GnR)

El midrás sinagogal Es el que tiene como lugar propio de su exposición la sinagoga. En este género se

incluyen las colecciones de homilías en torno a los textos bíblicos leídos en el oficio sinagogal.

a) Tipos de homilíasLa homilía es la predicación que se hace sobre los textos leídos en la Sinagoga; de

ahí su carácter exegético y parenético. No es una exégesis, fría o simplemente erudita; en ella siempre aparece la exhortación, la consolación o la aplicación. Se dan homilías de muchas clases, con diversa estructura, pero hay dos tipos más constantes de homilía rabínica: la de petihah (“apertura”) y la de yelammedenu.

b) Obras mayores del midrás sinagogal Levítico Rabbah Pesikta de Rab

Kahana Pesikta Rabbati Midrás Tanjuma

c) El contexto de la homilía: La SinagogaEs obvio que la homilía se predica en la sinagoga dentro del oficio de lecturas. Pero

hay indicios suficientes para suponer que la homilía rabínica se hace en el bet ha-midras.

El midrás narrativoPor el género literario narrativo, puede especificarse en biográfico, histórico,

temático…

a) Midrás y cuentoLa narrativa hebrea procede sin solución de continuidad desde la Biblia por toda la

literatura talmúdica y midrásica hasta la cuentística y la novela medieval.

b) Obras mayores del midrás narrativo Seder ´Olam Rabbah Pirqe de Rabbi ´Eli´ezer

c) El contexto del midrás narrativo De forma negativa podemos decir que no son obras sinagogales ni de escuela. Este

aspecto extraacádemico y extralitúrgico es el que ha permitido a estas obras leerse donde las más académicas y litúrgicas no tuvieron acceso: en tertulias, en círculos literarios y más heterodoxos, en momentos de divertimiento, etc.

III. HERMENÉUTICA RABÍNICA

Los textos sagrados son leídos en cada época con un planteamiento propio, dependiente de la problemática cultural ambiente. Este enfoque descubre la siguiente secuencia:

1. Midrás dentro de la misma Biblia2. Midrás de «los Escribas» antes del 70 d.C.: exégesis nomológica versus exégesis inspiracional.3. Midras del Movimiento Rabínico después del 70 d.C.: la sistematización de las escuelas.4. Las recopilaciones de Middot: las 7 de Hillel, las 13 de Yismael, las 32 de R. Eliezer ben Yosé ha-

Gelilí.

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TARGUM

Es una palabra hebrea que significa “traducción”; desde el período rabínico se viene usando para designar las traducciones arameas de la Biblia. Estas traducciones comenzaron en época precristiana, obviamente con el objetivo de hacer el texto comprensible a un público que ya no podía entender el hebreo original. Su especial importancia radica en que, en un determinado momento, el “tárgum” entra a formar parte de la liturgia sinagogal, con lo que la traducción adquiría el valor de interpretación autorizada; tan es así que el tárgum siguió leyéndose y estudiándose y hasta acompañando la edición de las Biblias rabínicas cuando ya se hablaba arameo.

I. EL CONTEXTO TARGÚMICO

1. La lengua aramea: historia y geografíaLos arameos son un conjunto de tribus semíticas occidentales que hacen su

aparición en la segunda mitad del segundo milenio a.C. en lo que se ha llamado “oleada aramea”. Dejaron de existir como pueblo independiente, pero continuó su etnia dispersa entre los demás pueblos., la fuerza de su presencia la refleja la permanencia de su lengua, que se impone a los imperios dominantes y éstos terminan por imponerla en todo el Oriente Medio.

Una lengua en la que se habla y escribe por tan amplio espacio de tiempo (desde el segundo milenio a.C. hasta el siglo VIII d. C.) y por una tan amplia geografía ha debido conocer evoluciones y diferenciaciones.

1. Arameo Antiguo: que abarca la lengua de los primitivos arameos y el de los primeras inscripciones de los siglos X-VIII a.C.

2. Arameo imperial: entre el 700 y el 200 a.C.; la que se convierte en lengua oficial del imperio, en la que están escritas las partes arameas de Daniel y Esdras en la Biblia.

3. Arameo Medio: desde el 200 a.C. al 700 d.C. en que deja de ser koiné, se caracteriza por su subdivisión en dialectos orientales.

4. Arameo Moderno: dialectos escasamente hablados aún hoy, muy fluidos por el árabe, en los que se diferencia también el occidental y el oriental.

La lengua de los Targumim debemos situarla en el arameo medio.

2. El tárgum: mitología, leyenda e historiaA comienzos del siglo III d. C. la traducción de la Biblia al arameo en el servicio

sinagogal era una praxis habitual, pues la Misnah regula con bastante minuciosidad su desarrollo:

La Torah hay que traducirla versículo a versículo, a continuación del lector (Meg 4,4)

Los profetas se traducen de tres en tres versículos. No se necesita especial cualificación para traducir, pues se autoriza a un menor e

incluso a uno mal vestido y a un ciego.

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Hay partes de la Biblia cuya traducción no se autoriza en la sinagoga, bien por evitar textos nada edificantes o por considerar determinados textos como reservados a los sacerdotes o para no revelar misterios o místicas experiencias.

En los Talmudes se sigue precisando: Que lector y traductor deben ser distintos que el traductor estará en pie sin apoyarse en nada y que no hará la traducción valiéndose de un texto escrito

La tradición afirma que la cosa empezó con Esdras. La autoridad de la traducción de Esdras quedaría aún resaltada por el paralelismo con la proclamación de la Ley por parte de Moisés.

Principales argumentos contra la teoría tradicional que hace a Esdras el iniciador de la praxis de la traducción aramea sinagogal:

a) Todos los textos de la Misnah que regulan la praxis targúmica son posteriores a la guerra de Bar Kokba y reflejan una práctica de Galilea

b) En TosSuk 2,10 se recoge una tradición de R. Elazar b. Sadoq sobre ciertas costumbres de las gentes de Jerusalén: entre otras menciona que uno podía levantarse a traducir en la sinagoga con la lulab en la mano. De ser auténtico, esto nos remontaría a la época del segundo templo. Pero desgraciadamente la mención de la traducción falta en los paralelos del Talmud de Jerusalén y Babilonia.

c) Ninguna mención a la traducción aparece en las asambleas o festivales litúrgicos en los que se esperaría.

d) En Lc 4,16-31 son aparece en nada la traducción.e) En Hech 13,14-15 tampoco aquí aparece mención de la traducción.f) El texto fuente de la tradición que atribuye a Esdras el honor de haber iniciado la

traducción sinagogal es, sin duda, GnR 36,8. Comentado en Gn 9,27 y se refiere a la traducción griega.

g) ¿Cuándo se comienzan a escribir traducciones arameas de la Biblia? Al menos se puede afirmar contundentemente que ya en época precristiana existen targumim escritos, como lo evidencian los encontrados en Qumrán.¿Cuándo se inicia la praxis de traducir la Biblia en la sinagoga? La visión tradicional, que remonta esta costumbre a Esdras, es muy problemática. Faltan textos claros que nos testimonien este uso antes de la mitad del siglo II d.C., pero no es mínimamente satisfactorio suponer que de repente empieza una actividad que va a resultar tan fecunda e importante.

II. EL CORPUS TARGUMICO

1. Los targumim de Qumrán

a) Targum del Levítico: 4Q156/4QTgLevProcede del siglo I a.C., su lengua es la del arameo imperial o muy cerca a la del

arameo bíblico; tiene rasgos comunes con la lengua del Targum de Onqelos y diferencias significativas con la lengua de los llamados Targumim Palestinenses.

b) Targum de Job: 4Q157/4QTgJob y 11Q10/11QTgJobEn general sigue muy de cerca el texto hebreo, de suyo un texto difícil, y procura

hacerlo más fluido. Se supone que traduce un texto diferente del texto hebreo masorético que nosotros conocemos.

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c) Apócrifo del Génesis: 1Q20/1QapGnEl manuscrito se data entre la segunda mitad del siglo I d.C. Para Díez Macho su

lengua es una mezcla de arameo literario y arameo hablado.

2. Los targumim del Pentateuco

a) Targum de Onqelos: TgOnq/Onq/OEs la traducción aramea autorizada del Pentateuco, que aparece en todas las Biblias

rabínicas y en las políglotas. Los manuscritos más antiguos se han encontrado en la Geniza de el Cairo.

Onq es conocido como un tárgum babilónico: su halakah se acomoda a las de la tradición babilónica, el TB le llama “nuestro Targum”, son babilónicos el vocabulario y la vocalización de los mejores manuscritos. Su origen es palestinense

b) Targum Pseudo-Jonatán: TgPsJ/PsJEs un verdadero Targum palestinense, con halakah y hagadah muy antiguas, como

puede comprobar una mera colación con la literatura exegética tannaítica, especialmente Mekilta y los Sifre. Su exégesis es muy parafrásica, con narraciones adosadas que difícilmente se justificaban como “traducción”. Desde el punto de vista lingüístico se detecta un arameo popular occidental o palestinense.

c) Targum Fragmentario: TgF/TgYIISon 850 versículos sueltos, que a modo de variantes marginales se añaden a

determinados manuscritos, especialmente de Onq. Los manuscritos más importantes llegan hasta el siglo el siglo XII.

d) Fragmentos de la Geniza de El Cairo: TgCEntre esos fragmentos hallamos numerosas copias de un tárgum palestinense, que

no es el representado por el Fragmentario ni por los otros testigos que conocemos. La importancia es evidente cuando advertimos que hay copias datadas en el siglo VII. Su lengua no está influenciada por Onq y su halakah y hagadah es bien antigua; probablemente no representan todos la misma recensión, lo que va confirmando la impresión de que no debió existir “un” tárgum palestinense autorizado y único.

e) Targum Neofiti: TgN/NEste manuscrito está datado en Roma 1504. Llegó a pertenecer al “Colegio de

Neófitos”, de donde proviene su nombre. Una característica notable del manuscrito es que cada versículo viene precedido del lemma bíblico.

3. Los targumim de los Profetas- Meg 3a, atribuye la versión a Yonatán ben Uzziel, y al dictado de los profetas

Ageo, Zacarías y Malaquías, está refiriéndose en realidad a la ¡versión de Teodocio! El mismo Talmud babilónico cuando habla del targum arameo de Profetas lo atribuye a Rab Yosef bar Jiyyah de la academia de Pumbedita. Pero la tradición posterior entendió que Yonatán ben Uzziel fue el autor de TgProfetas.

- Fue revisado lingüísticamente en Babilonia y adaptado en su halakah y hagadah, en esta adaptación intervino probablemente Yosef Bar Jyyah, y a ello se debe la autoría que se le atribuye.

- Proviene de un targum palestinense del que existen más testigos.- No todo el texto de Profetas se leía en la liturgia sinagogal y, sin embargo, sí

tenemos una versión aramea del texto íntegro de cada profeta.

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4. Los targumim de los EscritosEstas traducciones no entraban en el ciclo de las lecturas sinagogales; en conjunto

son los targumim más recientes, pero las raíces palestinas son evidentes.

- Los targumim de las 5 megillot (Rut, Cant, Lam, Qo, Est) se caracterizan por su carácter parafrástico: son más un desarrollo midrásico que una traducción; ello tiene que ver, sin duda, con su usodesennfadado y tardío dentro de determinadas fiestas: Rut en la fiesta de Las Semanas, Cant en Pascua, Lam el 9 de Ab, Qoh en Tabernáculos y Est en Purim.

Conclusión

El fenómeno targúmico es un hecho literario. En la sistematización rabínica la traducción sinagogal entró dentro de la categoría de Ley Oral, y expresamente se reglamentó que en la liturgia sinagogal la traducción no podía ser leída. Es una literatura popular, que, al traducir, tiende a facilitar el sentido del texto, a actualizar su contenido, a concretar sus exigencias. La distinción de competencias entre el meturgeman y el sofer es significativa, como lo es también el cuidado en proteger al pueblo de traducciones desviadas o escandalosas.

La traducción adaptada a pueblo fue una aportación importante del movimiento rabínico a las “traducciones populares”: el control de calidad de los midrasistas en sus academias.

Una revisión academisista de las traducciones palestinas de al menos Torah y Profetas, tanto en la lengua como en los contenidos, se realizó no mas tarde del siglo III en Babilonia. Este proceso debe ser concomitante con la imposición del Talmud Babilónico sobre el Talmud de Jerusalén.

El “targumismo” debió convertirse con el correr del tiempo en un género literario autónomo que habría de crear obras cuya proclamación sinagogal está ya excluida de antemano.

III.HERMENÉUTICA TARGÚMICA

1. Notas diferenciales de la traducción targúmicaEl texto targúmico es siempre “traducción”, no un comentario, y ello le distingue de

las obras llamadas midrasim.

El prof. Le Déaut ha señalado 6 rasgos típicos del targum:

1. Traducción ligada a liturgia sinagogal.2. Traducción de carácter popular.3. Traducción que debe ser entendida y comprendida inmediatamente4. Traducción de un libro sagrado5. Traducción de la Biblia considerada como una unidad.6. Traducción que pretende actualizar la Biblia

2. Observaciones sobre la popularidad e inmediatez de la traducción.Tras toda versión, por popular e inmediata que parezca, está siempre un laborioso

trabajo midrásico (=exegético). Ejemplo Nm 11,2; Nm 5,27.

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3. Observaciones sobre los condicionamientos que la sacralidad del libro impone a la traducción.

La conciencia de estar traduciendo un libro sagrado es responsable no sólo de la omisión de determinados pasajes poco edificantes o muy elevados, sino la transformación de frases malsonantes o de la mitigación de los numerosos antropomorfismos y antropopatismos referidos a Dios en la Biblia.

El Targum es más cuidadoso en evitar los antropomorfismos que los midrasim. Frente al problema de los antropomorfismos, es difícil precisar las razones del comportamiento de los traductores. Lo evidente es que no hay uniformidad ni regularidad en el tratamiento de los antropomorfismos. Pero la tendencia genera a evitar determinados vocablos y expresiones muestra que no se trata sólo de una cuestión de estilo.

4. Las observaciones sobre la comprensión unitaria de la Biblia.El meturgeman tiene ante el texto bíblico la misma actitud que el midrasista: todo él

es palabra de Dios y obra entera de Dios,, fundamentalmente la Biblia se explica desde ella misma y en ella no cabe presumir error ni contradicción ni siquiera palabra ociosa.

5. Observaciones sobre la actualización de la Biblia.Posiblemente sea el esfuerzo actualizador uno de los más significativos rasgos de la

traducción sinagogal. A diferencia de la exégesis contextual o puramente historicista, no trata el meturgeman de saber lo que el texto bíblico dijo en su momento, sino lo que hoy dice a sus oyentes actuales. De aquí que la actualización abarca todos los niveles: el histórico-geográfico; el cultural, el teológico.

La actualización teológica se deja ver en las formulaciones halákicas, no siempre coincidentes con las misnaicas, y muy especialmente en las interpretaciones mesiánicas y escatológicas.