listo para el desfile - anaya infantil y juvenil · por si fuera poco, ... zoe caminó hasta la...

18

Upload: lephuc

Post on 12-Oct-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la
Page 2: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

Listopara el

desf i le

Escrito por Chloe TaylorIlustrado por Nancy Zhang

Traducción de Blanca Jiménez Iglesias

Page 3: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

Título original: Sew Zoey. Ready to Wear

1.ª edición: marzo 2014

© Simon & Shuster, Inc., 2013Esta obra ha sido publicada por acuerdo con Simon Spotlight,

sello editorial de Simon & Shuster Children's Publishing Division.Todos los derechos reservados.

© De la traducción: Blanca Jiménez Iglesias, 2014© De esta edición: Grupo Anaya, S. A., Madrid, 2014

Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madridwww.anayainfantilyjuvenil.com

e-mail: [email protected]

ISBN: 978-84-678-6115-0Depósito legal: M-808-2014

Impreso en España - Printed in Spain

Ilustraciones de Nancy Zhang

Las normas ortográficas seguidas son las establecidas por la Real Academia Española en la Ortografía de la lengua española,

publicada en el año 2010.

Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de las correspondientes

indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria,

artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio,

sin la preceptiva autorización.

Page 4: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

Índ ice

9 Capítulo 1

21 Capítulo 2

29 Capítulo 3

43 Capítulo 4

55 Capítulo 5

7 1 Capítulo 6

85 Capítulo 7

95 Capítulo 8

105 Capítulo 9

1 15 Capítulo 10

125 Capítulo 11

14 1 Capítulo 12

Page 5: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la
Page 6: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

Cap í tu lo 1

Page 7: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

- - - - 10 - - - -

Criiiiic…¡Pum!Zoe Webber oyó el glamuroso golpe del papel

brillante contra el parqué y corrió hacia la puerta principal para recoger la correspondencia. Solo una cosa podía hacer aquel ruido tras atravesar la ranura del correo: el último número de Très Chic.

¡Sí!Lo recogió con algunos sobres y unas revistas de

interiorismo y dejó todo menos Très Chic sobre una mesa, para su tía. Después examinó la portada de la revista a fin de ver qué era muy chic en julio:

LO MÁS LARGO (VESTIDOS) Y LO MÁS CORTO (SHORTS) DEL ESTILO VERANIEGO¡VUELVEN LOS LUNARES!

LOS 25 ROSTROS MÁS FRESCOS DE LA MODAINSPÍRATE… ¡EN LOS COLORES INTENSOS!

Zoe sonrió ante el último titular. Uy, ella tenía inspiración de sobra.

Y además, suerte. Estaba pasando el verano en casa de su tía Lulú en vez de lo habitual: quedarse apalancada en casa con su hermano mayor, Marcus,

Page 8: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

- - - - 11 - - - -

haciendo de canguro, o no menos apalancada en el campamento diurno durante lo que parecían ser cien años seguidos. Este verano era distinto. Su hermano estaba entretenido con un trabajo a tiempo parcial y su padre había aceptado por fin que su hija era dema-siado mayor para el campamento diurno… por lo menos si ella no quería ir.

Zoe descubrió enseguida que el campamento Lulú era mejor que cualquier otro. Su tía llevaba su propio ne-gocio de interiorismo desde el despacho de su casa, pero incluso cuando trabajaba conseguía que Zoe se divirtiera. La dejaba sugerir tejidos y combinaciones de colores para los clientes, y hacer collages y vestidos para muñecas recortables con viejas muestras de pape-les pintados. Y si tenía que salir a una reunión o algo por el estilo, le pagaba dinero de verdad por cuidar de su perro, lo que consistía básicamente en mirar cómo roncaba Draper, un chucho de catorce años.

Por si fuera poco, Zoe y Lulú compartían cantidad de gustos: hacerse la manicura y la pedicura, hornear galletas, leer revistas, ver películas antiguas y permi-tirse ciertos realities televisivos (ambas tenían debili-dad por los concursos de diseño de moda). Lo único malo era que ni el padre ni el hermano de Zoe los soportaban. «Los chicos, ya se sabe», decía siempre la tía Lulú.

Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la revista de canto sobre la mesa para que se abriera al azar, cosa que hizo por la página que contenía una muestra de perfume. Era la última de una serie de populares

Page 9: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

- - - - 12 - - - -

fragancias de un joven diseñador de moda. Zoe cerró los ojos, aspiró el aroma a nardo y ámbar, y dejó que su mente vagara…

«¿Y si llego a ser diseñadora de moda?», imaginó. «¡Tendría que pasarme el día entero mirando ropa bonita y leyendo revistas! Quizá yo también sacaría mi propio perfume, que olería a… er… ¿gardenias?, sí. ¡Y puede que alguna vez saliera en la sección Un día en la vida de un diseñador de Très Chic! ¡Sería lo más!».

Aunque solo fuera una ensoñación, a Zoe le pare-cía alucinante. Suspiró y hojeó la revista, examinando cada artículo para asegurarse de que no se dejaba nada.

Bip, bip.Zoe levantó la cabeza. ¿Había oído un pitido?Pues sí, ¡era su móvil anunciando un mensaje de

texto!—¡Ya voy! —gritó hacia el sonido apagado. Se le-

vantó y miró a su alrededor.Bip, bip.Dio una vuelta sobre sí misma. ¿Dónde había me-

tido el móvil? Estaba casi segura de haberlo dejado sobre la mesa, pero no lo veía.

¿En la encimera? No. Acabó por mirar hasta en la nevera.

Gateó bajo la mesa por si se le había caído. ¡Nada!—Perdona, Draper —dijo al meter con suavidad

la mano debajo de la tripa del perro. Lo mismo se ha-bía dormido sobre su teléfono. El chucho movió una oreja y agitó una pata, pero siguió roncando. Zoe sol-tó un gruñido y empezó a levantarse.

Page 10: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

- - - - 13 - - - -

Bip, bip.Vale… en alguna parte tenía que estar… y muy

cerca. Zoe había pasado casi toda la mañana sentada a la mesa de la cocina dibujando prendas imaginarias en su nuevo cuaderno de bocetos. Era su ocupación favorita en el campamento Lulú.

A principios de verano, la tía Lulú se fijó en la cantidad de dibujos que hacía su sobrina en el rever-so del papel usado de la impresora y empezó a po-nerlos en la puerta del frigorífico.

Cuando todo el espacio de la «galería de arte», en palabras de Lulú, estuvo ocupado, la tía sorprendió a la sobrina con un precioso cuaderno de dibujo atado con un gran lazo de rafia.

—Me alegro de que salves al planeta —dijo Lulú—, pero los dibujos como los tuyos se merecen algo mejor que papel usado, ¿no crees? Además, ¡no quiero que se pierda ni uno!

El resto, como suele decirse, es historia. Zoe lle-nó en un dos por tres varios cuadernos con diseños originales. Vale, algunos inspirados en sus diseñado-res favoritos, como Blake y Bauer y la asombrosa Daphne Shaw, sobre todo al principio; pero la mayo-ría eran únicos, y a su tía le encantaban todos. Desde los tontos, como el vestido «de los días soleados», hecho con tela azul cielo punteada por nubecillas blancas, hasta los imposibles de llevar, como un ves-tido confeccionado con esos aros de plástico que su-jetan seis latas de refresco. Zoe no le enseñaba sus di-bujos a nadie más, ni siquiera a sus mejores amigas, Priti y Kate. Los hacía solo para divertirse… y porque

Page 11: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

- - - - 14 - - - -

una vez que empezó, las ideas se le salían por las orejas.

En realidad, era curioso que pasara tanto tiempo imaginando conjuntos. Durante el año escolar, llevaba exactamente lo mismo todos los días, al menos cinco días a la semana: el uniforme del colegio. A veces se preguntaba si su obsesión por la ropa no se debería precisamente a la obligación de llevar ese uniforme.

Pero ahora se hacía una pregunta mucho más im-portante: ¿dónde porras estaba su móvil?

Un momento…, su cuaderno de bocetos parecía demasiado grueso.

Pasó las hojas… ¡y allí estaba! Sobre un dibujo de un vestido extralargo que casi rozaba el suelo y una camiseta blanca sin mangas con el bajo festoneado combinada con unos pantalones pirata de dibujos geométricos.

Zoe se rio, exhaló un suspiro de alivio y miró la pantalla para ver quién le mandaba tanto mensaje.

¿Te lo puedes creer?, decía el primero. Después ve-nía un: ¿Hola? Y por último un: Eh, ¿Zoe? ¿Estás ahí?

Todos eran de Priti Holbrooke, una de sus dos mejores amigas.

Zoe agarró el móvil y miró embobada la pantalla mientras miles de pensamientos galopaban por su ca-beza.

¿Que si se podía creer el qué? ¡No tenía ni idea!¿Era bueno? (¡Eso esperaba!).¿O malo?... (¡Ay, ay!).¡Priti! A Zoe le encantaba Priti, porque daba emo-

ción a la vida, pero a veces podía provocarte un infarto.

Page 12: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

- - - - 15 - - - -

Tecleó una réplica veloz y desesperada: ¡¿¡¿Creer-me el qué!?!?

Luego aferró el móvil y esperó mirando la panta-lla de hito en hito.

Eso no impidió que se sobresaltara cuando el apa-rato cobró vida con un pitido y un parpadeo.

¡Que se acabaron los uniformes!, contestó Priti.Zoe se quedó boquiabierta y estuvo a punto de

dejar caer el móvil.—¡No puede ser! —dijo a voz en grito, y releyó

el mensaje para asegurarse.¿Era posible que después de sesenta y cinco años,

Mapleton Prep despertara al fin? ¿Era posible que la petición que hizo Zoe en la primavera pasada hubiera funcionado? Lo pidió porque no se sentía igual que los demás y, en consecuencia, no quería vestir como los demás. Pero nunca pensó que funcionaría.

En realidad, el colegio podía pasar. Las aulas tenían ventanas grandes, la mayoría de los profesores eran agradables y, salvo el gelatinoso pastel de carne y la pizza acartonada, la comida se podía comer. ¡Lo malo eran los uniformes! Todo ese horrible poliéster gris. Y esas corbatas insulsas. Cada vez que Zoe se vestía para ir a clase, sentía que un trozo de su alma se esfumaba.

¿Seguro?, tecleó.¡¡¡¡¡Sí!!!!!, fue la inmediata respuesta.Zoe ejecutó una danza de la alegría y, en vez de

mandar más mensajes, pulsó la tecla de llamada.—¡Hola! —contestó Priti.—¿Cómo te has enterado? ¿Estás segura? —espe-

tó Zoe.

Page 13: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

- - - - 16 - - - -

—¡Tenemos la carta en el buzón, Zoe! ¿No la has visto? ¡Ha llegado hoy!

Zoe gruñó.—¡Vaya, me la he perdido! Estoy en casa de mi

tía. ¿Qué dice?—Espera —repuso Priti. Zoe la oyó moverse y re-

volver papeles—. Estaba por aquí, por algún sitio… ¡Tara! —Priti le gritaba a una de sus hermanas. Zoe se apartó el móvil de la oreja—. ¿Dónde está el correo? ¡Necesito la carta de mi colegio!

Mientras esperaba, Zoe se imaginó el cuadro en casa de los Holbrooke. Con tres chicas tan activas como Priti y las dos gemelas, siempre había mucho movimiento. Tara y Sashi ya iban al instituto y cada una se había hecho su propio hueco, en palabras pater-nas. Sashi tocaba el piano, la flauta y el arpa y, encima, cantaba. Su objetivo en la vida era ganar una beca para la Juilliard School. Tara, por su parte, estaba loca por la biología y la química orgánica y todo lo que oliera a medicina. Pasaba el verano trabajando en un laboratorio universitario.

Priti era la benjamina de la familia y el polo opues-to a sus centradas y ordenadas hermanas mayores. Sa-caba buenas notas y entregaba a tiempo sus trabajos es-colares, pero su habitación y su mochila tenían toda la pinta de ser agujeros negros. No era exactamente una dejada pero… bueno, quizá sí, un poco. Sin embargo, lo que le faltaba en capacidad de organización le sobra-ba en arrojo y encanto. Zoe siempre podía contar con que ella la animaría cuando estaba de bajón, o que la haría reír a carcajadas hasta que le doliera el estómago.

Page 14: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

- - - - 17 - - - -

—Siento hacerte esperar, Zoe —dijo Priti—. ¿Zoe? ¿Sigues ahí?

—¡Sí! ¡Léemela! ¡Corre! ¿Quién la envía?—Nuestra nueva directora. Se llama señora Aus-

ten. Esther Austen… ¿Esther? Vaya nombrecito, ¿no? Bueno, «Queridos alumnos y familiares», dice. «Es-pero que al recibo de la presente se encuentren bien y estén disfrutando del verano»… y bla, bla, bla, ya pillas la idea, ¿no?

—¡Sí! —dijo Zoe tamborileando con los dedos sobre la mesa.

—Vale… «Así como para presentarme, les escri-bo a fin de anunciarles que se producirán ciertos cambios en Mapleton Preparatory. El primero consiste en la ampliación del Departamento de Música…».

—¡El Departamento de Música! —bufó Zoe—. Me estás matando, Priti. ¡Vete a los uniformes, por favor!

—Paciencia, paciencia… es broma. Aquí está: «Y por último, después de exhaustivas deliberaciones, hemos decidido que los alumnos no precisarán llevar uniforme» —Priti guardó silencio para escuchar la reacción de su amiga—. ¿Zoe? ¿Estás ahí? ¿Te ha dado un pasmo?

Zoe se había hundido como una roca en la silla de la cocina. Seguía con el móvil en la oreja, pero su mente había volado a miles de kilómetros de distan-cia. Tenía visiones del vestíbulo del Mapleton repleto de alumnos vestidos con colores y con dibujos y con tejidos naturales en vez de tanto poliéster industrial, ¡alumnos a quienes se les permitía ser individuos por primera vez!

Page 15: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

- - - - 18 - - - -

—¿Zoe?—¡Estoy aquí! ¡Es que no me lo puedo creer!

¿Dice algo más?—Sí, supongo que sigue habiendo una especie de

«código de vestuario» porque no se permiten las mi-nifaldas ni los tops de tubo ni ese tipo de cosas. Ni los logos grandes… Bueno, por algo se empieza. Lo pue-des leer todo en tu casa. Lo que tenemos que hacer ahora es decidir… ¡dónde y cuándo ir de compras! Ya sabes que mi madre me hace heredar toda la ropa de mis hermanas, ¡pero hoy me ha dicho que puedo ir de compras para mi primer día de cole! Así que tenemos que ir cuanto antes, no sea que cambie de opinión.

—¡Iremos este fin de semana! —dijo Zoe.—¡Bien! —contestó Priti—. ¿Al centro comer-

cial?—Claro. Oye, ¿has hablado ya con Kate? ¡Ay, vaya!

—exclamó Zoe cuando se le ocurrió otra cosa—. ¿Y su madre?

La mamá de Kate era estupenda. De hecho había sido una segunda madre para Zoe desde que la suya falleció cuando ella tenía solo dos años. Zoe apenas la recordaba, pero le gustaba pensar que habría sido como la señora Mackey.

Esta había trazado lo que denominaba un «plan estratégico» para la vida universitaria de su hija, lo que para Zoe significaba mirar al futuro. Siempre le había parecido un tanto irónico, puesto que el estilo de la mamá de Kate estaba… anclado en el pasado. Claro, que a ella lo mismo le gustaba así. Zoe pensaba que si la moda tenía alguna regla era que se trataba

Page 16: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

- - - - 19 - - - -

de algo absolutamente personal. El único problema consistía en que el estilo de la señora Mackey causaba estragos en su hija. Bastaba con mirar el vestido que le había comprado para el banquete de softball de la primavera anterior. Era propio de una niña de seis años: de guinga, con faja, cuello Peter Pan y enormes mangas abullonadas. Kate era quizá la única persona a quien no le venía mal el uniforme del colegio. Dejar libertad a su madre para elegirle el guardarropa su-pondría todo un peligro.

—Tenemos que darle esquinazo —susurró Zoe.—¡Por supuesto! —convino Priti—. Voy a enviar-

le un mensaje a Kate ahora mismo para ver si ha leído la carta. Le diré que vamos a llevarla de compras cuanto antes.

—¡Viva! ¡Me muero de ganas! —Zoe se levantó de un salto. Como no podía contener la emoción por más tiempo, soltó un grito de alegría.

—¿Zoe? ¿Va todo bien? —Lulú salió como un rayo del cuarto de la colada con una cesta de ropa limpia en las manos. Su rostro, normalmente relaja-do, expresaba sorpresa y preocupación—. ¿Qué pasa? —añadió jadeando—. ¡Te he oído gritar!

—¡Nada, nada! ¡Perdona! —contestó Zoe con una sonrisa—. ¡Todo es perfecto y maravilloso! Te dejo, Priti. Llámame en cuanto hables con Kate —dicho esto, Zoe colgó—. ¿Sabes qué, tía Lulú? ¡Mi colegio ha decidido librarse de los uniformes!

Tía Lulú suspiró aliviada.—¡Uf! Pues ya era hora. Es un colegio, no el ejér-

cito.

Page 17: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

- - - - 20 - - - -

—Pues claro —Zoe extendió los brazos para aga-rrar la cesta de la ropa—. Trae, que te ayudo… Uyuyuy, ¿qué ha pasado?

La colada tenía un aspecto muy extraño… Todas las prendas eran… de color rosa intenso.

Lulú suspiró y sacó un trozo de terciopelo rojo del tamaño de un pañuelo del bolsillo de una camise-ta que había sido blanca.

—Si pudieras recordarme que no deje muestras de terciopelo rojo en los bolsillos de mis camisetas, me harías un gran favor.

—¡Ay, tía Lulú! —Zoe hizo un gesto de dolor… y contuvo una risa; todo a la vez—. Mira el lado bueno, ¡el rosa escandaloso te sentará genial!

Page 18: Listo para el desfile - Anaya Infantil y Juvenil · Por si fuera poco, ... Zoe caminó hasta la mesa de la cocina sin quitar ojo a la portada. Se sentó en una silla y dejó la

Ilustraciones de

Nancy Zhang

El sueño de Zoe es diseñar

sus propios vestidos.

¡No te pierdas

su blog de moda!

«¿Quién iba a pensar

que sería tan divertido?».

www.anayainfantilyjuvenil.com

1578

200