libro viajero
DESCRIPTION
Libro Viajero curso 2011-2012TRANSCRIPT
EL CABALLERO Y EL DRAGÓN
Érase una vez un caballero que vivía en un gran reino y quería casarse con una bella princesa. Para
poder casarse con la hermosa princesa antes tendría
que matar al dragón que amenazaba al reino. En un día soleado el caballero se puso su armadura
y cogió su espada para luchar contra el dragón. El caballero montó en su caballo y se dirigió hacía las
montañas donde el dragón vivía en una cueva.
Cuando el caballero llegó a la cueva hizo salir al dragón y lo mató con su larga espada. Después volvió
galopando al reino y vivió feliz con la princesa.
Jaime Pérez Roldán
EL PASTOR MENTIROSO
En un pueblo, en el campo, vivía un niño que se llamaba Pedro. Se dedicaba a cuidar ovejas, pero a
Pedro le gustaba jugar con los niños. Un día salió con
las ovejas al prado y se le ocurrió una idea. Empezó a gritar: socorro, socorro el lobo. Todo el
pueblo empezó a buscar al lobo, pero el lobo no aparecía. Después de una semana de búsqueda la
gente se dan cuenta que todo era una mentira.
Entonces todo el mundo lo llamaban Pedro pastor mentiroso.
José Manuel Pérez Sirbu
LA NIÑA QUE SOÑABA SER PRINCESA
Érase una vez una niña que soñaba con ser una linda princesa. Se pasaba el día con un bonito
vestido rosa, unos zapatitos de cristal y una linda
corona de princesa. Una noche soñó que paseaba en una carroza y llegaba a un hermoso castillo. Cuando
entró le esperaba un bello príncipe, la cogió de la mano y la subió a la torre más alta. Fue entonces
cuando su mamá la despertó para ir al colegio.
Al llegar contó a sus amigas el dulce sueño que había tenido.
Paola Periáñez Coronel
PEPE Y SUS AMIGOS
Había una vez un niño llamado Pepe que le gustaba reírse de los demás, sobretodo de una niña llamada
Lupe porque era muy delgada y pequeñita. Un día
cuando jugaban Pepe y sus amigos en la clase, la puerta se cerró y ¡se quedaron encerrados! Solo había
una ventana por donde salir, pero era muy pequeñita. La única que pudo salir fue Lupe y llamó
a la seño para que abriera la puerta y todos
pudieron salir. Entonces Pepe se dio cuenta que Lupe los había
salvado y ya nunca más se rió de los demás.
Manuel Ramos de la Torre
RODRIGO HUEVO PODRIDO
A Rodrigo no le gustaba asearse. Su madre le decía que tenía que cuidarse: bañarse, peinarse y echarse
colonia. Pero Rodrigo no obedecía ni le daba
importancia a lo que su madre le decía. Un día Rodrigo llegó a su casa llorando, le contó a su
madre muy angustiado que le habían llamado todos los niños: ¡Rodrigo huevo podrido! Su madre le
pregunto ¿quieres que se acabe tu problema? Si
mamá, contestó Rodrigo. A la mañana siguiente Rodrigo fue al colegio muy
aseado: sus uñas bien cortadas, su carita bien lavada sin legañas, la ropa muy limpia. Todos sorprendidos
y con la boca abierta exclamaron ¡qué bien huele!
Rodrigo sonrió muy contento.
Jesús Raposo Suárez
UN NIÑO QUE SE ESCAPÓ DEL COLE
Érase una vez una clase muy feliz. Un día en el patio un niño se peleó con otro niño y un
compañero fue a decírselo a la maestra. Mientras
uno de los que se había peleado se escapó y se perdió. Entonces toda la clase empezó a buscarlo y no lo
encontraban. La maestra llamó a la policía y entonces la policía
lo buscó hasta que lo encontró. El niño estaba muy
asustado en el campo llorando. Cuando la policía lo llevó al colegio prometió que nunca más se escaparía
porque había pasado mucho miedo.
Elena Rebollo Ramírez
LA NIÑA QUE SOÑABA SER UNA SIRENITA
Érase una vez una niña llanada Atina que soñaba con ser una sirenita. En uno de sus sueños bajaba al
fondo del mar donde conoció a un bello príncipe
hijo del rey Tritón, el rey del mar. Aquel apuesto príncipe quedó enamorado de la bella Atina.
¿De dónde vienes? preguntó y Atina le contestó: vengo de los mares del sur donde sus aguas son
cristalinas y bañan las costas de la luz.
El príncipe quedó intrigado de aquella extraña sirenita. Nadaron y saltaron sobre las olas, cantaron
y bailaron bajo el mar. Entonces Atina despertó y allí estaba su hada
madrina que le concedió el deseo de que cada noche
sería sirenita.
Carolina Ríos García
EL LEÓN QUE NO QUERÍA RUGIR
Había una vez un león que tenía un problema, no
quería rugir. Algunos animales se metían con él. Su amigo el conejo le dijo que tenía que rugir para ser el
“rey león”. Un día pensó que su amigo tenía razón y aunque no quería asustar a nadie tendría que rugir
para ser el rey.
Así lo hizo, empezó a rugir cuando era necesario y todos los animales le tenían respeto, pero no miedo.
Y así nunca más ningún animal se metió con él.
Alejandro Rodríguez Calero
EL CASTILLO ENCANTADO
Había una vez un castillo situado en el bosque de las
tinieblas, donde había fantasmas y vampiros. Unos niños entraron en el bosque. Raúl, Iván e Isabel
cogieron el único camino que llegaba al castillo. La entrada era grande y oscura.
Había siete habitaciones, cinco cuartos de baño y una
terrible habitación de libros. En una esquina estaba el famoso fantasma KameK, que estaba solo y triste
porque no tenía amigos. Raúl le dijo que no se pusiera triste ya que tenía tres amigos nuevos y
KameK se puso muy contento.
Javier Rodríguez Domínguez
QUINCE DÍAS, QUINCE LEGUAS
En el año 2012, en un pueblo llamado Almonte,
había una antigua tradición: trasladaban a la Virgen del Rocío patrona y madre del pueblo. Venía
desde el Rocío hacía Almonte, quince leguas de camino.
Había una burra llamada Manola que estaba
esperando un hijito que le pondría de nombre Rociero. Faltando quince días para el traslado la
burra Manola parió a Rociero. Cuando llegó el día de dicho traslado Manola le dijo a Rociero que tenían que
hacer un largo camino. Y caminando, caminando
entre una nube de polvo llegamos a Almonte muy cansados y felices.
¡Viva la Virgen del Rocío!
Manuel Rodríguez Núñez
EL NIÑO Y SU ÁGUILA
Había una vez un niño llamado Diego que
caminaba por el campo solo porque se había perdido. De repente se encuentra un águila y se acercó y le
dijo ¿quieres ser mi amiga? El águila asustada le dijo, si no me haces nada te ayudaré a llegar a casa.
El niño muy contento la cogió y se la puso en el
brazo y caminaron los dos hasta que encontraron su casa.
El niño agradecido la cuidó para siempre y fueron muy grandes amigos.
Diego Manuel Rodríguez Endrina
EL NIÑO QUE NO HACÍA CASO A SU MADRE
Érase una vez un niño llamado Manuel que no
quería hacerle favores a su mamá. Su mamá no le dijo nada pero cuando Manuel le pidió un favor a
su mamá, su mamá no se lo hizo. Entonces comprendió Manuel que si el no hace caso a su
mamá, su mamá no le hará caso a él.
Desde entonces Manuel hace caso a su mamá y se porta bien.
Diego Rodríguez Periáñez
LA CERDITA Y SUS HIJOS
Érase una vez una cerdita que vivía en el campo
con sus hijos. Todas las mañanas tenía que salir a buscar comida mientras los cerditos estaban
durmiendo. Un día cuando regresó a casa se encontró a uno de sus hijos llorando porque cuando
se despertó no vio a su mamá.
Su mamá preocupada le explicó de donde venía y que le traía muchas cositas y el cerdito se puso muy
contento y dejó de llorar. Todos los días cuando se despertaba y no veía a su
mamá la esperaba con mucha ilusión porque sabía
lo que le traía.
Laura Rodríguez Ramírez
LA SIRENITA QUE PODÍA HACER MAGIA
Érase una vez una niña llamada Ariel que tenía
un secreto: ”Podía hacer magia”. Pero no se lo decía a nadie. Ella pensaba que nadie la podría creer. Un
día decidió contarle a su amigo el pez que podía hacer magia y su amigo no la creyó. Su amigo el pez
le dijo ¿ por qué no me demuestra lo que sabes
hacer?. Ella que era muy tímida, le contestó Flandes, ¿no me crees?, te lo demostraré.
Ariel dijo las palabras mágicas: Alaca zun, Alaca que desaparezca mi amigo el pez, Alaca zun. Alaca zun
que vuelva a aparecer su amigo el pez. Y apareció.
María Rodríguez Rodríguez
UN MISTERIO
Un día en la ciudad había una casa misteriosa donde nadie quería entrar porque se escuchaban
ruidos.
Un día unos niños decidieron entrar, vieron que había un gato abandonado que era el que hacía
ruidos y desde ese momento todos los habitantes fueron a la casa para ver al gatito.
Natalia Roldán Sánchez
KIRA Y LA ESTRELLITA
Había una niña llamada Kira que soñaba todas las
noches con tener alas para volar. También había una estrellita que soñaba con ir a la tierra.
Un día la estrella aterrizó en el jardín de Kira. Ese día le arreglo el pico y para agradecérselo dijo: “cata
zum unas alas de colores tendrás” y las dos
cumplieron sus deseos.
Marta Suárez Rodríguez
EL RESFRIADO DE ANA
Érase una vez una niña que le gustaba mucho el
helado y un día le dijeron sus padres que se abrigara y que no comiera mucho helado porque se iba a
resfriar. Pero todavía no les escuchó y al día siguiente se resfrió.
Ana entonces comprendió que debía escuchar a sus
padres.
Jessica Nathaly Taseo Sánchez
EL TESORO DE LA CASCADA
Hace mucho tiempo había un pueblecito llamado
Almonte. En este pueblo vivían cinco amigos Álvaro, Jaime, Alex, Jesús y Manuel. Un día quedaron para
vivir una gran aventura. Después del cole se fueron a la montaña, encontraron un río, lo siguieron
hasta una cascada. Detrás de la cascada había una
cueva, cogieron las linternas y se fueron para dentro. Cuando llegaron al final vieron un cofre que
guardaba un tesoro.
Álvaro De la torre Castellano
LA CASITA DE MUÑECAS
Érase una vez una niña llamada Marina que tenía
una casita de muñecas rota. Un día se puso a arreglarla. Primero arregló la salita de estar, luego la
cocina amarrilla y soleada, después el baño con muchas burbujas de jabón y, por último, la
habitación.
Su papá la pintó por fuera y estaba preciosa. ¡Es absolutamente perfecta! ¡Ya puedo jugar con ella!,
dijo Marina feliz.
Patricia Valladolid Albarrán
NOTICIA EN ALMONTE
En Almonte vivía una niña llamada Elena que nunca le hacía caso a su madre. Un día se fue al
campo y se perdió. Su madre se asustó mucho y
llamó a la policía que la encontró y la metió un ratito en la cárcel.
Desde entonces la niña siempre se porta bien y le dice a su madre donde va de paseo.
Andrea Vázquez Felipe
LA HISTORIA DEL CAUTIVO
Hace unos años un grupo de amigos decidieron
fundar la Hermandad del Cautivo, pero no tenían casa para meter sus pasos. Una hermandad muy
generosa le prestó su casa. Tras muchos años de trabajo y con la ayuda de su pueblo, ese grupo de
amigos han conseguido hacer su capilla.
Este año nuestro Señor Cautivo y su madre La Virgen del Rosario estrenan su casa.
Gracias a todos por su ayuda.
Daniel Vázquez Ruiz
LA PRINCESA ENCANTADA
Érase una vez una princesa que cuando nació una malvada bruja la hechizó con ser la más fea. Ella
estaba muy triste y nunca salía de su castillo y
ningún príncipe la quería. Un día llegó al castillo un jardinero y ella se escondió, pero él la buscó por
todo el jardín hasta que la encontró y le preguntó ¿por qué te escondes? Para mi eres muy bella.
La princesa salió de su escondite y se sentó en el
jardín con el jardinero y hablaron muchísimo. Todos los días hablaban a la misma hora. Los dos se
enamoraron. El jardinero besó a la princesa y el hechizo desapareció y fue la princesa más guapa del
reino.
Lorena Grillo Vázquez
LA BRUJA PIRUJA
Había una bruja que vivía en un pantano. Todos la
conocían por la bruja Piruja y todos los niños le tenían miedo. Un día dos niños se perdieron en el
bosque y llegaron al pantano donde había una casa. Llamaron a la puerta y abrió una viejecita que les
invitó a entrar. La viejecita les dio de comer y les
ayudó a volver. Los niños le contaron a sus vecinos lo que les había
ocurrido y entonces se dieron cuenta que la viejecita era la bruja Piruja, que no era malvada sino una
viejecita buena.
Paula Pérez Báñez
LA PRINCESA DESOBEDIENTE
Érase una vez una princesa que vivía en un enorme castillo. Un día la princesa salió de casa sin
permiso. Sus padres la buscaron por todo el reino.
Rosaura que era su hada madrina la encontró y le dijo que todos estaban muy preocupados por ella y
que tenía que volver. La niña se puso triste y regresó al castillo. Cuando
llegó sus padres la abrazaron emocionados y ella les
prometió no hacerlo nunca más.
Carmen Pérez Larios
EL VAMPIRO SIN COLMILLOS
En Transilvanía vivía un vampiro que se llamaba Juan, tenía ocho años pero no tenía colmillos.
Juan fue preguntando a todos por qué no tenía
colmillos, pero las respuestas no servían para nada. Hasta que un día se encontró a Rufio, el vampiro
más viejo y listo del lugar. Rufio le resolvió el problema: Juan no tenía colmillos porque se comía
las uñas.
A partir de ese día Juan ya dejó de morderse las uñas y poco a poco le fueron saliendo dos colmillos
muy blancos y Juan se los fue enseñando a todos muy orgulloso.
Jaime Pérez Larios