libro reconciliación

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Memoria proceso Reconciliación en Bolívar. U. de víctimas.

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  • Reconciliacin en Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena Memorias de un proceso

    coordinador del proceso Arturo Zea Solano director territorial bolvar, unidad para la atencin y reparacin integral a las vctimas

    relatora Ivonne Daz Garca

    asesores Elkin Rocha Noriega Roberto Ooro Martnez Robinson Arrieta Luis Snchez Puche

    facilitador Luis Javier Ricardo lvarez facilitador de la escuela de gobierno y liderazgo del distrito de cartagena

    autores crnicas Augusto Otero Herazo Ginna Morelo Juan Carlos Daz M. Santiago Burgos Bolao

    Primera edicin: diciembre 15 de 2013 ISBN: 978-958-58254-0-6

    coordinacin editorial Corporacin Cultural 4gatos | 4gatos.co

    edicin y maquetacin Marco Arango Jimnez | marango.com.co

    impresin Afn Grfico

    agradecimientos A las comunidades de vctimas de Cartagena, Las Brisas, Mampujn, El Salado, San Cayetano, San Onofre, Cipacoa, Villa Nueva, Turbana y Ballestas; a desmo-vilizados del extinto bloque Hroes de los Montes de Mara de las AUC; a la Alcalda Mayor de Cartagena de Indias, Distriseguridad, CNRR Regional Bolvar, Misin de Apoyo al Proceso de Paz (MAPP-OEA), Regionales de la Unidad de Fis-cala de Justicia y Paz,Regionales de la Procuradura General de la Nacin, Polica Nacional, Infantera de Marina, Defensora del Pueblo, Universidad de Cartage-na, INPEC, Asamblea de Bolvar, Gobernacin de Bolvar, Iglesia y Corporacin Nuevo Arcoiris, y al facilitador Luis Javier Ricardo.

    reservados todos los derechos El contenido de esta obra est protegido por la Ley.Queda prohibida su repro-duccin total o parcial, lo mismo que su tratamiento informtico y su transmi-sin por cualquier medio, sin el permiso previo y por escrito del titular de los derechos de autor.

    Impreso en Colombia 2013

  • Contenido09 Cerrando el ciclo de violencia11 Presentacin 15 1. Reconciliacin en Montes de Mara, Canal

    del Dique y Cartagena de Indias.

    21 2. Criterios y estrategias pedaggicas de reconciliacin en Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias.

    24 2.1 Dilogos Regionales por la Reconciliacin. 27 2.2 Mesas Regionales de Reconciliacin. 45 2.3 Cursos de Pedagoga de la Reconciliacin. 61 Conclusiones65 Imgenes de la reconciliacin73 Actores de la reconciliacin74 Luisa Canabal perdon: ahora le falta justicia82 Mucho gusto, Rafael Gustavo Posso Parra90 Tomasita Vidal, vive; ya no se lamenta97 Mampujn extendi la mano y perdon104 Bibliografa

  • Ojal que el reconocimiento a los errores sea verdadero y perdure en la mente y en el corazn de los que reconocen haberse equivocado, como una garanta de no repeticin para la seguridad de nuestros territorios, y que no se vuelva a repetir el hecho que hoy nos tiene en la vergenza y en el llanto que no quisimos.

    Alexander Villareal vctima desplazamiento, Mampujn.

    III Mesa Regional de Reconciliacin.

  • 9Cerrando el ciclo de violencia Este libro describe una experiencia regional y local de reconciliacin que se inici en diciembre de 2008 en Cartagena y las subregiones de los Montes de Mara y el Canal del Dique. Su antecedente se remonta a los duros aos del retorno de El Salado (El Carmen de Bolvar), cuando an persista la violencia guerrillera, se transitaba en la desmovilizacin de los paramilitares, la comunidad era incrdula y segua atemorizada.

    Como Defensor Regional del Pueblo acompaaba este casi solitario retorno, en momentos en que la Fuerza Pblica y los gobiernos nacional y territorial abandonaron sus responsabilidades y persistan en estigmatizarlos. Fue cuando empec a escuchar del desmovilizado Eugenio Reyes y de otros victimarios, su inters en cerrar el ciclo de violencia e iniciar un proceso de reconciliacin. As comenz este viaje incierto al corazn de la herencia de un conflicto armado interno altamente degradado, guiados por tericos como Lederach, Fisas y Uprimmy, conversando en la crcel Modelo y en el territorio con quienes haban causado los crmenes, con vctimas y con quienes haban mirado hacia otro lado.

    Hoy, los casos personales de Rafael Posso Parra, vctima de Las Brisas; Luisa Canabal, de Turbana; y de Gabriel Pulido y Alexander Villarreal, de Mampujn, son ejemplos concretos de que el esfuerzo vali la pena. Estas personas y sus comunidades recons-truyen sus vidas con la frente en alto. Tambin nos alienta la forma en que se concert y construy el monumento a los campesinos masacrados en Las Brisas, ordenado en la Sentencia de Justicia y Paz de Mampujn, San Cayetano, Las Brisas. As mismo, cree-mos que la Caminata Pacfica de la Alta Montaa de El Carmen de Bolvar, en abril de 2013, y la respuesta estatal, reflejan el peso especfico de las actitudes de reconciliacin en la regin, aunque persistan enemigos agazapados en la institucionalidad.

    Creo que hemos andado ms de la mitad del camino en un territorio en el que la democracia local todava est resentida, y el futuro lo animan la Ley de Vctimas y las negociaciones de paz en La Habana, con los obstculos propios de estos procesos. La balanza se inclinar dependiendo de la madurez y de los aprendizajes que vctimas y sociedad civil sigan acumulando.

    Hoy la Unidad para la Atencin y Reparacin Integral a las Vctimas, en cabeza de su Directora, Paula Gaviria, nos da su aliento, conduciendo la aplicacin de una Ley que

  • 10

    promueve en regiones como la nuestra el proceso reparador que al fin situ a las vctimas en el centro de la poltica pblica frente al conflicto armado.

    Arturo Zea Solano unidad para la atencin y reparacin integral a las vctimas

    director territorial bolvar

  • 11

    Presentacin En el ao 2008 la Comisin Nacional de Reparacin y Reconciliacin (CNRR), regional Bolvar, inici un proceso de reconciliacin en la zona de los Montes de Mara, el Canal del Dique y Cartagena de Indias, abriendo escenarios de reflexin y anlisis en un contexto de convivencia pacfica. En este espacio, que tras la desapacin de la CNRR, ha sido liderado por la Unidad para la Atencin y Reparacin Integral a las Vctimas, vienen participando vctimas, victimarios e instituciones pblicas y privadas, con la finalidad de generar prcticas sociales encaminadas a la reconciliacin.

    El proceso tiene como objetivo establecer criterios sobre un imaginario de reconci-liacin en clave democrtica, con el nimo de restablecer las confianzas, deslegitimar la violencia y fortalecer el Estado Social de Derecho. La iniciativa naci en un contexto transicional, en el marco del proceso de negociacin y desmovilizacin que inici en 2005 la administracin del presidente lvaro Uribe Vlez, con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). En ese momento empieza a debatirse la nocin de justicia transicional (sus implicaciones jurdicas para vctimas, actores armados y el Estado colombiano), y nace la Ley de Justicia y Paz, que crea la CNRR.

    El proceso se inscribe en la pretensin prctica de desplegar una reconciliacin en clave democrtica, abordando las complejidades y sosteniendo el cambio a lo largo del tiempo, mediante la posibilidad de explorar la construccin de la paz, a partir de la capacidad de imaginar algo enraizado en los retos del mundo real pero a la vez capaz de dar a luz aquello que todava no existe.1

    Para desarrollar la propuesta se proyectaron dos momentos. En el primero, llamado Reconciliacin en Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias, se hace una descripcin de la nocin de justicia transicional y sus etapas, con el fin de contextualizar el marco conceptual y legal sobre reconciliacin dentro de la institucionalidad colombiana.

    En el segundo, llamado Criterios y estrategias pedaggicas de reconciliacin en Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias, se describen los criterios y objetivos del proceso, junto con las estrategias pedaggicas desarrolladas: dilogos por la recon-ciliacin, mesas regionales de reconciliacin y curso de pedagoga de la reconciliacin.

    1 LEDERACH, John. La imaginacin moral. El arte y el alma de la construccin de la paz. 1 ed. Bilbao: Bakeaz/Gernika Gogoratuz. 2007. pp.13.

  • Reconciliacin en Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias

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    Este es un reto que no slo se plante a lderes polticos, sino a la ciudadana para que participe en nuevas frmulas y soluciones de entendimiento, de cara a la transicin. La desmovilizacin de las AUC ha significado un paso importante para la paz y la reconci-liacin y constituye un gran avance, pues ms de 40 aos en guerra han quebrantando lazos comunitarios, destruyendo confianzas y sembrando el miedo en el corazn de las comunidades.

    El proceso de la Ley 975, que en adelante llamaremos Ley de Justicia y Paz, ha mos-trado que, por lo menos en algunos actores, la experiencia de la violencia los ha madu-rado, hacindoles ver que la guerra resulta inviable e incorrecta, y llevndolos a asumir actitudes que en el pasado eran impensables, como el afortunado reconocimiento que han tenido las vctimas en este nuevo escenario.

    Este escenario se ha fortalecido con la sancin de la Ley de Vctimas y Restitucin de Tierras, en adelante Ley 1448; la cual tiene por objeto disear e implementar una poltica pblica orientada a la reparacin integral a las vctimas del conflicto armado interno en Colombia, el fortalecimiento del aparato judicial y administrativo, y la gene-racin de condiciones propicias para promover y consolidar la paz y la reconciliacin nacional.2 A partir de all se dictan medidas de atencin, asistencia y reparacin integral a las vctimas del conflicto armado interno.

    Cuando una sociedad como la colombiana que ha pasado por distintas trasforma-ciones impuestas por la guerra cuestiona el actuar de los violentos y su creencia en una ideologa fundamentalista, lo mismo que la indiferencia frente al conflicto, se posibilita la bsqueda de opciones que permitan repensar valores y principios orientados a reco-nocer los derechos de las vctimas y respetar los derechos humanos.

    El proceso iniciado por la CNRR Bolvar y continuado por la Unidad para la Atencin y Reparacin Integral a las Vctimas, ha intentado pensar condiciones para la paz y la reconciliacin, conservando la esperanza de que generaciones que han crecido en medio de la guerra y han participado en ella, puedan convivir en una sociedad pacfica y respe-tuosa de la dignidad de los dems. La Unidad tom esa antorcha como un compromiso con las vctimas y la sociedad, consciente de que el camino para alcanzar la meta de la reconciliacin es complejo y requiere persistencia, pero tambin con la conviccin de que es un propsito alcanzable.

    El elemento decisivo que los individuos tienen en sus manos, y por el que pueden generar y sostener el xito de la transicin, es el de la imaginacin moral.3 Esta es la capacidad de crear algo nuevo que, por su mero nacimiento, es capaz transformar la

    2 LEY DE VCTIMAS y Restitucin de Tierras y Decretos reglamentarios. Presentacin, Pg 7. Editado por el Ministerio del Interior.

    3 Ibd.

  • Memorias de un proceso

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    forma de escuchar, ver, sentir y pensar de los hombres, pues la imaginacin es el arte de crear lo que no existe.

    La idea de la imaginacin moral, inserta dentro de los pilares de la reconciliacin, lleva a comprender cmo pueden romperse y superarse los ciclos de violencia. Frente a la construccin de la paz esta es la capacidad de imaginar y generar respuestas e iniciativas constructivas, que estando enraizadas en los retos cotidianos de la vio-lencia, trasciendan y en ltima instancia rompan los amarres de esos patrones y ciclos destructivos.4

    En este proceso han transitado actores de diferentes orden, a quienes agradecemos su conviccin de que es posible el perdn, la reconciliacin y la convivencia paccifica. Ellos son: comunidades de vctimas de Las Brisas, Mampujn, El Salado, San Cayetano, San Onofre, Cipacoa, Villanueva, Cartagena, Turbana y Ballestas; desmovilizados del extinto bloque Hroes de los Montes de Mara, de las AUC; instituciones pblicas y privadas como la CNRR, la Unidad para la Atencin y Reparacin Integral a las Vctimas, Distriseguridad, MAPP-OEA, Alcalda de Cartagena, regionales de la Unidad de Fiscala de Justicia y Paz, regionales de la Procuradura General de la Nacin, Polica Nacional, Infantera de Marina, INPEC, Defensora del Pueblo; Universidad de Cartagena, Asamblea de Bolvar, Gobernacin de Bolvar, Iglesia y Corporacin Nuevo Arcoris.

    Con su ayuda se logr iniciar el camino hacia una reconciliacin que, si bien no procura por una nica respuesta a todos los problemas, s invita a una comprensin de la naturaleza y superacin de los patrones destructivos. El cambio que se posibilita en este proceso constituye la imaginacin moral sin la cual es muy difcil comprender y construir la paz.

    Ivonne Elena Daz Garca subdireccin de reparacin colectiva, unidad para la atencin

    y reparacin integral a las vctimas - regional bolvar

    4 Ibd, p. 57.

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    1. Reconciliacin en Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias.5

    Una parte de la discusin poltica y jurdica reciente se ha centrado en el debate sobre los casos de transicin en diferentes partes del mundo, esto es, en sociedades que pasan de la guerra a la paz o de una dictadura a la democracia.

    En tales escenarios, luego de cada proceso de violencia o dictadura, se generan etapas de negociacin de carcter judicial y extrajudicial, que permiten abrir el camino hacia la democratizacin. En este contexto se presenta una nueva concepcin poltica de justicia, llamada justicia transicional.

    Esta busca reparar el pasado violento de las vctimas, mediante la investigacin de hechos vinculados a los crmenes de lesa humanidad y a travs de la reconstruccin de la verdad sobre violaciones de derechos humanos. En el marco de estos mecanismos, los autores de los crmenes de lesa humanidad y de guerra tienen el deber de reconocer y compensar a sus vctimas.6 En esa medida, esta justicia tiene como fin ltimo la conse-cucin de la paz, la convivencia y la democracia.

    Apunta adems a reordenar las estructuras de las sociedades y de las instituciones, de acuerdo con un Estado Social de Derecho que respete los derechos humanos y consolide la democracia. El surgimiento de la justicia transicional usualmente es asociado al clima poltico que sigui a la Segunda Guerra Mundial, en la que un nmero significativo de estados autoritarios iniciaron un proceso de transicin hacia la democracia, debido al debilitamiento de las instituciones y la ruptura de la solidaridad social y de la sociedad civil.

    La categora de justicia transicional no tiene una forma concreta de argumentacin, sino una gran variedad de conceptualizaciones que dependen, por un lado, del contexto

    5 El presente documento recoge la experiencia de seis mesas que se han cumplido en el marco del proceso de reconciliacin, que ha tenido como relatora a IVONNE DAZ, Profesional de la Subdireccin de Reparacin Colectiva de la Unidad para la Atencin y Reparacin Integral a las Vctimas - Bolvar.

    6 BARKAN, Elazar. The guilt of nations. Restitution and negotiating historical injustices. 1 Ed. New York: W.W. Norton y company. 2000.

  • Reconciliacin en Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias

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    histrico, poltico, jurdico y moral de cada situacin, y, por el otro, del grado de com-promiso entre las vctimas, los victimarios y el Estado7.

    Se puede comprender la justicia transicional como una concepcin poltica de justicia que se caracteriza por aludir a categoras que apuntan, en primer lugar, a la clarificacin de la verdad de crmenes, ya sea mediante comisiones de la verdad o entidades inves-tigadoras. As mismo, alude a la judicializacin y declaracin de responsabilidad de los autores en las violaciones de los derechos humanos, a travs de tribunales nacionales, internacionales o hbridos; lo mismo que a la reparacin de las vctimas, que puede ser tanto material como simblica. Por ltimo, a la reedificacin de las bases constitu-cionales del Estado y la reconstruccin de lazos sociales en la comunidad, mediante la reconciliacin.

    Es decir, este tipo de justicia apunta a procesos en los que se intenta transformar de manera sustancial un orden poltico y social establecido. Adems, debe procurar que los procesos contengan exigencias que van desde el castigo de los responsables de los actos violentos y de lesa humanidad (llevados a cabo en los perodos de guerra), la proteccin total de los derechos de las vctimas (como el derecho a la verdad, la justicia y la repara-cin de los crmenes de lesa humanidad) y la necesidad explcita de una reconciliacin nacional.

    Es en el contexto de la justicia transicional que se expresa el marco legal y conceptual sobre reconciliacin en la institucionalidad colombiana. La ley 975 fue aprobada en 2005 para generar directrices normativas que permitieran la reincorporacin individual o colectiva de grupos armados ilegales, garantizando con ello los derechos a las vctimas en materia de verdad, justicia y reparacin.

    En dicho marco nace la CNRR, con la misin de velar por las garantas de justicia, verdad, reparacin y garantas de no repeticin.

    Entre las funciones otorgadas a la CNRR se encuentran:a. Garantizar los derechos de las vctimas. b. Realizar un informe de memoria histrica donde se narren las razones del origen

    y desarrollo de los grupos armados ilegales.c. Hacer acompaamiento y verificacin en los procesos de desarme y reincorpo-

    racin de victimarios, con el objetivo de garantizar la desmovilizacin total de miembros de grupos ilegales.

    d. Adelantar acciones que fortalezcan la convivencia pacfica, la no repeticin de actos violentos, as como fomentar la reconciliacin nacional.

    7 Ver anlisis sobre justicia transicional en: TEITEL, Ruti. Transitional Justice Genealogy. En: Harvard Human Rights Journal. Spring, 2003, Vol. 16, Cambridge, MA, pp. 69-94.

  • Memorias de un proceso

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    Esto muestra que la justicia transicional va acogindose en la comunidad interna-cional y local como un paradigma jurdico y poltico, permeando las instituciones y desarrollando mecanismos que inviten a enfrentar, legtima y democrticamente, las violaciones masivas a la dignidad humana, mediante el restablecimiento de los lazos comunitarios, la memoria histrica, la narrativa comn y la reconfiguracin poltica del Estado Democrtico.

    El desafo que enfrentan las sociedades en transicin, apunta a adoptar medidas moralmente viables que conduzcan a la construccin o reconstruccin de un orden democrtico. Si bien los juicios y los castigos pueden cumplir este desafo, tambin lo pueden el perdn y la reconciliacin, que deben ser vistos como conceptos incluyentes, contemplando una combinacin entre todas estas categoras ya que tienen un compo-nente poltico de peso en las transiciones.

    Las teoras del perdn y de la reconciliacin, que se encuentran en las tradiciones religiosas y en las doctrinas milenarias tanto de occidente como de oriente, enfatizan sobre varios puntos: en primer lugar muestran que el perdn8 que la sociedad concede a los victimarios, no es un acto gratuito o aislado; ste se comprende como una serie de mecanismos mediante los cuales se intenta restablecer un orden moral quebrantado, reafirmando as la validez de la norma que en su momento se transgredi.

    En segundo lugar, la reconciliacin pide que los victimarios admitan la responsabi-lidad de sus crmenes, de tal manera que la verdad sea conocida por todos, y, en tercer lugar, el victimario, debe reconocer que actu mal, pues, en la medida en que lo admita, se arrepentir de sus actos y se comprometer a no volver a cometerlos, as como a compensar econmica o simblicamente a sus vctimas.9

    Este concepto de reconciliacin alude a la formulacin de aquellos procesos que otor-gan a nivel individual o colectivo una compensacin a la vctima por parte de su victima-rio. La reconciliacin nacional apunta a la comprensin del pasado, y a reflexionar sobre qu y por qu ocurrieron los hechos, pues esto permite a los individuos reconciliarse con la realidad del presente.

    En ese sentido, la reconciliacin se puede ver como el modo de vida mediante el cual debe interpretarse el restablecimiento del orden moral, favoreciendo el dilogo y el reconocimiento entre vctimas, victimarios, sociedad civil y autoridades, pues sta busca vincular a todos los grupos en una comunidad poltica socialmente cohesionada.

    8 La reconciliacin en algunos aspectos adems de un tema poltico tambin posee una connotacin teolgica, en especial en lo relacionado con el perdn, pues este no se comprende como acto judicial del Estado sino como un acto moral de las vctimas, las cuales tienen la libertad de otorgarlo o no luego de su pedido.

    9 ZALAQUETT, Jos. The Need for Moral Reconstruction in the Wake of Past Human Rights Violations: An Interview with Jos Zalaquett. En: Human Rights in Political Transitions: Gettysburg to Bosnia. Carla Hesse & Roberto Post (eds.), Zone Books, New York. 1999.

  • Reconciliacin en Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias

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    En este orden de ideas, la CNRR, como ente estatal, se encontraba en el deber de ge-nerar espacios donde confluyan diversos actores con responsabilidades variadas dentro de la superacin del conflicto, creando un concepto y una praxis de la reconciliacin dentro de escenarios transicionales. Teniendo en cuenta lo anterior, la CNRR se convier-te en un paradigma institucional en materia de reconciliacin y de acompaamiento a los mandatos de la Ley de Justicia y Paz.

    En el marco de la Ley 975, la Comisin construy un proceso de Pedagoga Social para la Reconciliacin para motivar la participacin y correlacin entre vctimas, victi-marios, Estado y sociedad civil, cimentando un clima de aproximacin entre todos los actores para construir confianza, deslegitimar la violencia y fortalecer el Estado Social de Derecho, fines ltimos del proceso.

    La CNRR define la reconciliacin como un proceso a largo plazo y de carcter plural, donde intervienen vctimas, victimarios, instituciones pblicas y privadas, ONGs y sociedad civil, que pueden incidir positivamente en la superacin de las secuelas de ms de 30 aos de confrontacin blica en el territorio colombiano.

    Es importante resaltar el concepto de dilogo, pues ste se inscribe como un proceso donde las personas que nunca han sido visibles tienen la posibilidad de participar en escenarios de carcter pblico-poltico, donde son escuchadas, como una frmula para alcanzar la verdad del pasado y la reconciliacin.

    Es necesario tambin establecer la diferencia entre negociacin y dilogo. El primer concepto hace referencia a procesos de accin estratgica carentes de accin comunica-tiva, mientras que el segundo, permite establecer dinmicas de inclusin y convivencia que conectan la generacin del presente con la del futuro, orientadas a una ciudadana democrtica que desarrolle en los dems la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de mirar al otro con respeto, que resalte que la reparacin y la reconciliacin no slo son prcticas econmicas, sino de reconocimiento de la dignidad humana y de relacin con los dems a travs de la palabra.

    El dilogo dentro de la reconciliacin permitir establecer la magnitud de los crme-nes del pasado, reconstruir la verdad y definir aristas ticas y morales que no se agoten en el plano individual, sino que trasciendan al plano colectivo.

    De all que la reconciliacin no sea un propsito aislado dentro del proceso transi-cional, si no que debe estar relacionada con los avances de verdad, justicia, reparacin y garantas de no repeticin, teniendo la posibilidad de extenderse a vctimas, victimarios, Estado y a toda la poblacin colombiana.

    El clima de la reconciliacin, planteado desde la CNRR, se desenvuelve dentro de un espacio que apunta a construir escenarios de convivencia pacfica, afianzar el Estado democrtico y restablecer nuevos lazos de confianza mediante el dilogo.

  • Memorias de un proceso

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    Para cumplir este propsito, la CNRR Regional Bolvar y el Comit de Impulso por la Reconciliacin identificaron y construyeron consensos del imaginario de reconciliacin por parte de los actores estratgicos, creando espacios individuales y colectivos de alto nivel que han servido de reflexin y anlisis de los logros y dificultades del proceso de Justicia y Paz, avances en los derechos de reparacin, justicia, verdad y garantas de no repeticin del bloque Hroes de los Montes de Mara, de las AUC.

    Pensando en ello, se generaron estrategias orientadas a dilogos, mesas de recon-ciliacin y cursos sobre pedagoga de la reconciliacin. A continuacin se realiza una descripcin detallada de cada una de estas estrategias.

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    2. Criterios y estrategias pedaggicas de reconciliacin en Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias.

    El Distrito de Cartagena y la regin natural de los Montes de Mara son la piedra angular del presente proceso de reconciliacin. Por un lado, Cartagena es la capital del departamento de Bolvar, ciudad turstica, industrial y portuaria, nombrada Patrimonio Histrico y Cultural de la Humanidad por la Unesco; sin embargo, Cartagena ha recibido en sus parcelas centenares de desplazados y fue afectada por la presencia guerrillera y paramilitar en barrios como Nelson Mandela, El Pozn, San Jos de los Campanos y el mercado pblico de Bazurto.

    De otro lado, encontramos la regin de los Montes de Mara, situada en la parte cen-tral de los departamentos de Bolvar y Sucre, compuesta por 15 municipios (7 de Bolvar y 8 de Sucre). Los municipios que la conforman son: El Carmen de Bolvar, Marialabaja, San Juan Nepomuceno, San Jacinto, Crdoba, El Guamo, Zambrano, Ovejas, Chaln, Colos, Morroa, Los Palmitos, San Onofre, San Antonio de Palmito y Toluviejo.

    Los Montes de Mara es una regin privilegiada por su movilidad y cercana con las grandes ciudades costeas, es atravesada verticalmente por las principales vas naciona-les de comunicacin, cercana a los principales centro comerciales de la costa y con gran interconexin con el interior del pas.

    Al oriente, colinda con el rio Magdalena, al occidente, con el Mar Caribe, y, en su lado norte, con El Canal del Dique. Cuenta con cultivos de economa empresarial y de pequeos productores con gran eficiencia. Entre los cultivos se encuentran: palma africana (en Marialabaja), arroz riego, cacao, ajonjol, yuca, ame, aguacate y tabaco, estos ltimos en El Carmen de Bolvar, San Jacinto y Crdoba.

    Los Montes de Mara han sido un territorio de operacin de grupos armados ilegales, y, junto con El Canal del Dique y el Norte de Bolvar, son una de las zonas del pas con mayor nmero de masacres, producto de la violencia poltica y de intervenciones militares.

  • Reconciliacin en Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias

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    Con la entrada en vigencia de los procesos de paz con las AUC, el Estado ha logrado recuperar influencia y control sobre este territorio, aunque las bandas armadas ilegales asociadas al narcotrfico siguen perturbando la seguridad.

    La presente iniciativa de reconciliacin se inscribe en un momento histrico en el que, por un lado, han ido desapareciendo de la escena social del territorio montema-riano, la zona del Canal del Dique y Cartagena, los actores armados ilegales guerrilla y paramilitares, disminuyendo su capacidad de dao y de intimidacin; y, por otra parte, la sociedad civil se reconstruye, el campesinado y las incipientes organizaciones de vctimas desplazados, desaparecidos, etc. resurgen con lentitud pero con resolucin, con una agenda social reivindicativa de mnimos vitales en los que el tema de la tierra aparece encabezando la agenda.

    Teniendo en cuenta lo anterior, el objetivo de la reconciliacin no puede ser ajeno a los propsitos de verdad, justicia, reparacin y garantas de no repeticin, dado que son dimensiones que interactan. La ventaja que supone la reconciliacin es que, siendo un factor extrajudicial, al ser activada como una estrategia que suma al sector pblico y privado, al sector urbano y rural, y al social con el institucional, sita a todos los actores estratgicos en una mesa comn, en especial a vctimas y victimarios, a fin de blindar a la poblacin contra la violencia, afianzar la confianza pblica y promover prcticas especficas en donde los actores estratgicos asuman comportamientos de respeto a la ley, solucin pacfica de conflictos y validacin de una cultura de paz y participacin democrtica y transparente, en los mbitos locales y regionales.

    Tanto Cartagena como Los Montes de Mara y el Canal del Dique, han requerido con urgencia un proceso de reconciliacin que materialice, entre los ciudadanos y ciudada-nas, el logro de haber superado el crculo de violencia armada, a travs de la presencia militar, y del proceso de paz, mediante la Ley 975, orientando a construir un clima de convivencia pacfica basado en la instauracin de nuevas relaciones de confianza entre ciudadanos y las instituciones del Estado, as como la profundizacin de la democracia local, con la participacin de vctimas, victimarios, Estado y sociedad civil.

    Con el compromiso de materializar las metas de reconciliacin antes expuestas, la CNRR Bolvar, en compaa del Distrito de Cartagena, MAPP-OEA y Defensora del Pueblo, iniciaron, en diciembre de 2009, la construccin de una agenda por la reconci-liacin regional de los Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias, la cual estara integrada por la consolidacin de tres objetivos y tres etapas de acercamiento entre actores estratgicos.

    Los objetivos del proceso son: Deslegitimacin de la violencia: En este primer tem se promueve la deslegi-

    timacin de la violencia a travs del impulso de la convivencia pacfica y el rechazo de la violencia como forma de resolver los conflictos aprovechando los avances de la

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    poltica de seguridad estatal que han anulado a los actores armados (Farc y Auc) que generaron perturbacin durante ms de 30 aos en Los Montes de Mara y en los barrios de Cartagena generando un blindaje social e institucional a la tranquilidad lograda e impidiendo que resurjan las violaciones al derecho a la vida, a la libertad y al desarrollo de la regin.

    Reconstruccin de la confianza: Aqu se motiva la reconstruccin de la con-fianza entre vctimas, victimarios, sociedad civil e institucionalidad, todo ello mediante el dilogo como herramienta que tiene en cuenta la pluralidad de las formas de comuni-cacin en las que se configura la opinin pblica; es decir, no slo desde una renovacin en las estructuras de vida, sino tambin mediante la eleccin racional de medios afines, fundamentos morales y de lo que es coherente en trminos jurdicos. El dilogo se desa-rrolla en aras de una accin comn, puesto que es en la esfera pblica donde la opinin de muchos se ha puesto de acuerdo, ya que la opinin descansa sobre convicciones, sobre la coaccin no coactiva de los que exponen las ideas.

    Este dilogo se desarrolla bajo el supuesto de que la reconciliacin se teje cuando recuperamos el intercambio social, cuando se atienden los derechos de las comunidades y jvenes, y cuando se ejecutan proyectos de infraestructura de servicios pblicos que dignifican a los barrios y comunidades rurales, con el compromiso de todos de dejar atrs la violencia y la muerte.

    Fortalecimiento del Estado Social de Derecho: En este punto se pretenden originar actos especficos de reconstruccin de la institucionalidad a la luz del Estado Social de Derecho; es decir, integrar a los actores sociales en casos concretos con presen-cia institucional, donde se otorgue un reconocimiento digno y respetuoso a las vctimas, se reconstruyan espacios de participacin ciudadana como organizaciones campesinas donde el ciudadano y la ciudadana sean tratados como sujeto de derechos. Esto implica retomar instituciones que se han invisibilizado, tal como los comits de atencin a la poblacin desplazada, asociaciones campesinas, organizaciones de desplazados y de vc-timas, audiencias, cabildos municipales, juntas comunales, comits de desarrollo rural, eventos culturales, sociales y polticos deliberativos, el uso amplio de las herramientas de proteccin constitucional y en general, el impulso de todos los mecanismos de parti-cipacin ciudadana que permite la Constitucin colombiana.

    Bajo estos criterios fue que se abordaron las etapas del proceso de reconciliacin; as, en la primera etapa encontramos los Dilogos por la Reconciliacin, en la segunda hallamos las Mesas Regionales de Reconciliacin y en la tercera el curso Pedagoga de la Reconciliacin.

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    2.1 Dilogos Regionales por la Reconciliacin.

    Los Dilogos Regionales por la Reconciliacin tuvieron como objetivo iden-tificar y construir consensos del imaginario de reconciliacin por parte de los actores estratgicos, es decir, vctimas, victimarios, Estado y sociedad civil; escoger a vctimas y victimarios con miras a dialogar y con disposicin de reconciliacin; definir una agenda de trabajo y perfilar los dilogos para las Mesas Regionales de Reconciliacin como estrategia preparatoria de la reconciliacin.

    Estos dilogos se iniciaron en diciembre de 2009, como una iniciativa de los desmo-vilizados; en particular, en un primer encuentro con Eugenio Reyes, en diciembre del 2009 en la Crcel Modelo de Barranquilla, quien junto a Javier Ricardo10 (facilitador del proceso en representacin de la Escuela de Gobierno y Liderazgo del Distrito de Cartagena) y Arturo Zea (Coordinador de la CNRR Bolvar), abordaron esta etapa del proceso.

    El dilogo se desarroll en un ambiente amable y respetuoso. En l se le comunic al postulado la intencin de adelantar un proceso de reconciliacin en Cartagena y Los Montes de Mara, as como los criterios que deben asumir los participantes como condi-ciones para entrar al ejercicio transicional, de lo cual se obtuvo una respuesta afirmativa.

    Reyes manifest su motivacin por el proceso propuesto, enfatizando tres intereses: pedir perdn a las vctimas, contar con respaldo laboral a su salida de la crcel y tener apoyo en cuanto al tema de seguridad por parte del Gobierno, pues haba recibido amenazas de empresarios y autoridades a raz de las confesiones de delitos cometidos en Cartagena; en especial, deseaba proteccin para su familia, ya que haba recibido informacin acerca de personas en motocicletas rondando por su casa. La sede regional, ante la solicitud de proteccin, pidi a la Infantera de Marina apoyo institucional y, en consenso con el postulado, se adoptaron medidas especiales de proteccin, ante las que el victimario respondi con satisfaccin.

    El segundo dilogo se desarroll en junio de 2010, esta vez extendindose a otros postulados, como Sergio Crdoba, antes 120; Alexis Mancilla, antes Zambrano; Luis Snchez Sanguino, antes Sandino; William Alexander Castao, antes Romn. En este dilogo, nuevamente se expusieron los criterios de reconciliacin para Cartagena y Los Montes de Mara. Se hizo nfasis en la reconstruccin de la confianza, la condena de la violencia y el deseo de apoyarles en lo tocante a la seguridad y las dificultades laborales

    10 Facilitador de la Escuela de Gobierno y Liderazgo del Distrito de Cartagena, quien en este punto del proceso de Reconciliacin facilita las relaciones con los victimarios de las AUC y los directivos del INPEC, dada su anterior condicin de lder de los Comit de Derechos Humanos de los internos de la Crcel Modelo de Barranquilla y de la Crcel de Ternera en Cartagena.

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    a la salida de la crcel. Adicionalmente, Sergio Crdoba manifest su voluntad de recon-ciliarse y pedirle perdn a las vctimas.

    Los dems sostuvieron su intencin de colaborar con los casos que no haban podido confesar en las versiones libres, y explicaron sus reservas frente a algunas autoridades policiales y administrativas que haban tomado represalias por encontrarse implicados en las versiones que estaban dando a Justicia y Paz.

    El tercer dilogo se realiz en agosto de 2010 en la Crcel Modelo de Barranquilla.En lo tocante a lo institucional, asistieron representantes de la CNRR Bolvar, la Defensora del Pueblo, el Distrito de Cartagena y el INPEC, y en cuanto a los victimarios, la visita cubri una reunin abierta en la que asistieron aproximadamente 20 de ellos, entre quienes se encontraban Alexis Mancilla, antes Zambrano; Sergio Crdoba, antes 120; Aleider Garca, antes El Primo; Luis Snchez Sanguino, antes Sandino y William Alexander Castao, antes Romn; con quienes se haba adelantado el segundo dilogo. Tambin se dieron los primeros acercamientos con Marco Tulio Prez, antes El Oso, y con postulados de las AUC de Sucre.

    Este dilogo tuvo como objetivo continuar conversaciones con los postulados ante Justicia y Paz pertenecientes a las AUC de Los Montes de Mara y Cartagena, y a la vez sensibilizar sobre las condiciones y alcances del proceso de reconciliacin que, desde diciembre de 2009, se ha venido promoviendo.

    El cuarto dilogo se desarroll en agosto de 2010 en la sede de la Asamblea Departamental de Bolvar. Los asistentes fueron la CNRR Bolvar, el Distrito de Cartagena y la Junta Directiva de la Asamblea de Bolvar. En este dilogo se expusieron los tres criterios para la reconciliacin: deslegitimacin de la violencia, reconstruccin de la confianza y fortalecimiento del Estado Social de Derecho. Tambin se hizo explcita la importancia de expedir, por parte de la Asamblea Departamental, una Ordenanza que conceda institucionalidad y asigne recursos del presupuesto del departamento al proceso de reconciliacin, para as financiar proyectos especficos de desarrollo del Estado Social de Derecho en los municipios y barrios afectados por la violencia paramilitar.

    Frente a la propuesta, la mayora de diputados mostr inters en participar y conocer a fondo el proceso.

    Para el quinto dilogo, realizado en septiembre de 2010, la CNRR Bolvar, el rea de Reintegracin del Distrito de Cartagena y la Defensora del Pueblo se trasladaron a la Crcel de Las Mercedes, en la ciudad de Montera, con la finalidad de entablar dilogos de reconciliacin con los postulados de las AUC que hicieron presencia en Los Montes de Mara y Cartagena, especficamente con Emiro Correa, antes Convivir y Samuel Dorado, antes El Flaco. En la reunin se hicieron explcitos los criterios y objetivos del proceso que la CNRR Bolvar haba adelantado en compaa de la Defensora del Pueblo, el Distrito de Cartagena, la MAPP-OEA y la Gobernacin de Bolvar.

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    Los postulados se pronunciaron sobre dos puntos: el primero, en cuanto a su inten-cin y compromiso de integrarse al proceso, estudiar la documentacin sobre el tema y proponer ideas para el desarrollo del mismo, y, el segundo, en relacin con la situacin de abandono por parte del Estado colombiano dentro de los procesos de desmovilizacin, reinsercin y no repeticin de actos de violencia, pues no haban tenido capacitaciones ni visitas orientadas a ello. Por lo anterior, observaron positivamente la intencin de la CNRR Bolvar de integrarlos a las Mesas Regionales de Reconciliacin en Cartagena y los Montes de Mara, as como el deseo de participar con ms frecuencia en el proceso.

    En este dilogo tambin se les inform sobre la realizacin de las reuniones prepa-ratorias para la I Mesa Regional de Reconciliacin y sobre el desarrollo de la misma. (Ms adelante habr un desarrollo detallado de los contenidos de la I Mesa Regional de Reconciliacin).

    El sexto dilogo se realiz en octubre de 2010 con los lderes de vctimas Gabriel Pulido y Alexander Villarreal, de la comunidad de Mampujn, corregimiento de Marialabaja. La importancia de este encuentro radica en que se acababa de tramitar el Incidente de Reparacin, en el primer semestre del 2010, y se expidi la Sentencia en junio por el Tribunal Superior de Bogot, contra ber Banquz, antes Juancho Dique y Edwar Cobos Tllez, antes Diego Vecino, as como la adopcin de las medidas de reparacin construidas con el apoyo de la CNRR Regional Bolvar y la Mesa de Justicia y Paz.

    En dicha reunin se destac el proceso de reconciliacin interno que fue desarrollan-do la comunidad de Mampujn, evidencindose en la elaboracin de tapetes artsticos, por parte de las mujeres de la comunidad, otorgando una perspectiva simblica del proceso. Con base en las acciones por la reconciliacin, que la comunidad de Mampujn ha venido adelantando, la CNRR Regional Bolvar les expuso los criterios del proceso de reconciliacin desplegado, as como la narrativa sobre los dilogos que se han desa-rrollado con postulados ante Justicia y Paz pertenecientes a las AUC, y que operaron en Los Montes de Mara y Cartagena y sobre los temas de discusin planteados en la I Mesa Regional de Reconciliacin.

    La respuesta de las vctimas frente a lo explicado fue positiva, mostrando inters de integrarse a las Mesas Regionales de Reconciliacin, y solicitando la entrega de los do-cumentos que fijan los conceptos de Reconciliacin de la CNRR Bolvar, con la finalidad de tener una mejor comprensin de los compromisos propios y los de todos los actores.

    El sptimo dilogo se cumpli en la sede de la CNRR Regional Bolvar, en octubre de 2010. Al encuentro asistieron un representante de la Polica Nacional de Colombia y Arturo Zea, en representacin de la CNRR Regional Bolvar. Este ltimo expuso ante el primero los criterios que se han adelantado en los Dilogos por la Reconciliacin.

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    El ltimo dilogo tuvo lugar en Bogot, en octubre de 2010, entre la CNRR Bolvar y el padre Rafael Castillo. En dicha reunin se explicaron los tres criterios del proceso de reconciliacin, se dieron a conocer los acercamientos y avances de los dilogos con vctimas, victimarios y diferentes integrantes de la institucionalidad regional colom-biana y se detallaron los puntos en discusin desarrollados en la I Mesa Regional de Reconciliacin.

    De este modo, los dilogos se configuraron dentro del proceso de reconciliacin como una herramienta que abre aproximaciones entre vctimas, victimarios, Estado y Sociedad Civil, creando espacios de visibilidad entre s, donde pudieron escucharse, reconocerse los unos a los otros como personas dignas de respeto, y narrarse sus ex-periencias e historias de vida antes, durante y despus de la guerra, abriendo con ello ventanas hacia una reconciliacin.

    En el siguiente aparte, se mostrar cmo el dilogo contina consolidndose como estrategia principal del proceso de re-reconciliacin, reconstruyendo las confianzas y buscando un clima duradero de convivencia pacfica.

    2.2 Mesas Regionales de Reconciliacin.

    Enfrentar un pasado de violaciones masivas a los derechos humanos no es tarea sencilla. Para cumplir con la difcil tarea se hace necesario crear una poltica que trate los abusos de derechos humanos que ocurrieron en el pasado, es decir, prevenir la repeticin de las violaciones y reparar el perjuicio causado. Por ello, se hace necesario resaltar el desafo que, tanto la institucionalidad como la sociedad en general, presenta, adoptando me-didas moralmente viables que conduzcan a la construccin de un orden democrtico duradero. Las mesas surgen entonces como un respuesta a este reto.

    En este proceso regional y local, la reconciliacin se observa como el proceso me-diante el cual debe interpretarse el restablecimiento del orden moral, favoreciendo el dilogo y el reconocimiento entre vctimas, victimarios, sociedad civil y autoridades, pues la reconciliacin busca vincular a todos los grupos en una comunidad poltica socialmente cohesiva.

    Para darle un soporte claro y vinculante a este proceso, se ha adoptado que sus par-ticipantes deben respetar los criterios de deslegitimacin de la violencia, reconstruccin de la confianza y fortalecimiento del Estado Social de Derecho.

    Esta nueva visin que se presenta desde la reconciliacin, sugiere que los derechos humanos deben operar con sensibilidad histrica, pero a la vez como herramienta fun-damental en la construccin de una sociedad ms equitativa y justa. Esto quiere decir

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    que la reconciliacin debe engendrar la inclusin y la integracin, pero nunca olvidando la historia.

    Para que todo esto se desarrolle, el respeto a los derechos humanos se hace impres-cindible, dado que es el prembulo para indicar que se acta bajo las ideas y prcticas propias del nuevo orden moral.

    Las Mesas Regionales de Reconciliacin se iniciaron despus del xito obtenido con los dilogos, y se han desarrollado conjuntando de manera voluntaria a vctimas, victimarios y la institucionalidad del Estado, as como la Cooperacin Internacional.

    La I Mesa Regional se efectu el 26 de agosto de 2010 en el Saln Vicente Martnez del Palacio de la Aduana en Cartagena y asistieron CNRR Bolvar, INPEC, Defensora del Pueblo de Bolvar, Polica Nacional, Gobernacin de Bolvar, Personera de Cartagena, Fundacin Carmen de Bolvar, Secretara del Interior del Distrito de Cartagena, Escuela de Gobierno del Distrito de Cartagena, Corporacin Nuevo Arco Iris y la Universidad de Cartagena, esta ltima mediante el Observatorio de Desplazamiento Forzado. El orden del da fue:

    1. Presentacin de los asistentes. 2. Informe de los dilogos con actores estratgicos. Esta exposicin se inici explicando la necesidad de que todos los actores que inter-

    vienen dentro del proceso (vctimas, victimarios, sociedad civil y Estado) deben aceptar los criterios y objetivos de reconciliacin planteados para su desarrollo, esto es, promo-ver la deslegitimacin de la violencia a travs del impulso de la convivencia pacfica y el rechazo de la intimidacin como forma de resolver los conflictos, conduciendo a los actores de este proceso a movilizarse con vigor cuando ocurra cualquier acto de violencia en el territorio. Ello implica generar un blindaje social e institucional a la tranquilidad lograda, impidiendo que resurjan las violaciones al derecho a la vida, a la libertad y a la movilidad en la regin.

    En segundo lugar, deben promover la reconstruccin de confianzas entre los actores sociales de Los Montes de Mara y la ciudad de Cartagena, entre vctimas y victimarios; vctimas y Fuerza Pblica; vctimas y empresarios rurales, y viceversa, de tal manera que estas relaciones se fortalezcan para generar desarrollo, intercambio y solidaridad entre todos los ciudadanos de nuestra regin. De esta forma se espera que todos los que intervienen dentro del proceso se comprometan a dejar el sello de la reconciliacin como una de las formas de superar la violencia y la muerte.

    En tercer lugar, deben promover el fortalecimiento de la institucionalidad en la pers-pectiva del Estado Social de Derecho, mediante la integracin de los actores sociales en actividades en las que, con presencia institucional, se trabaje en torno al trato digno, el respeto a las vctimas y la construccin de espacios asociativos donde el ciudadano se trate como sujeto que tiene deberes y goce de derechos.

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    Luego de la explicacin de los criterios de reconciliacin, se continu con los avances logrados dentro de la etapa de los dilogos. Las conversaciones fueron iniciadas por desmovilizados con voluntad y disposicin de hablar con las vctimas, la sociedad civil y el Estado, destacndose de esta forma la respuesta de los postulados a favor de la recon-ciliacin, en especial por su manifestacin de rechazar la violencia y de promover actos de confianza con las vctimas y con los dems actores sociales. Tambin se resalt la importancia de que las autoridades pblicas contribuyan a las garantas de su seguridad, la de sus familiares y las de obtencin de empleo al momento de salir de la crcel.

    3. Discusiones y propuestas sobre reconciliacin Entre las propuestas de reconciliacin planteadas y debatidas, encontramos la capa-

    citacin de postulados en torno al tema de la reconciliacin; la invitacin de vctimas, victimarios e institucionalidad a las mesas de reconciliacin con la finalidad de crear un clima de confianza, y la generacin de espacios orientados al esclarecimiento de la verdad del pasado, pues los escenarios de convivencia pacfica se quiebran cuando no hay claridad frente a los hechos.

    Tambin se resalt la importancia de que la reconciliacin est permeada por una perspectiva de respeto a los derechos.

    Se enfatiz en que las acciones concretas en materia de reconciliacin que se adelanten en Cartagena y Los Montes de Mara, no dependan slo de que se alcance plenamente la verdad, la justicia y la reparacin, puesto que son procesos que tienen su propia dinmica. La idea es que desde la re-reconciliacin se influya positivamente en los otros elementos de la justicia transicional.

    La II Mesa se realiz el 2 de diciembre de 2010 en la Crcel Modelo de Barranquilla. Los asistentes fueron: la CNRR Bolvar, la Gobernacin de Bolvar, la Alcalda de Cartagena, los postulados (Alexis Mancilla, antes Zambrano; Sergio Crdoba, antes 120; Luis Ramn Snchez Sanguino, antes Sandino; Aleider Garca, antes El Primo; Marco Tulio Prez, antes El Oso y Wilson Anderson Herrera Rojas, antes Gafitas, de Sucre), el INPEC, la Procuradura Regional del Atlntico, la MAPP-OEA, un pastor evanglico y el programa radial Vox Populi. El orden del da fue:

    1. Presentacin de los asistentes 2. Lectura del acta de la mesa anterior Se ley el acta de la mesa anterior, se explicaron sus principales aspectos, se compar-

    tieron imgenes y grabaciones en vdeo que sustentaban el acta del primer encuentro en el Saln Vicente Martnez de la Alcalda de Cartagena, el 6 de agosto de 2010.

    3. Propsitos de las Mesas de Reconciliacin Se expusieron, por parte del Coordinador de la CNRR Bolvar, los aspectos centrales

    del proceso de reconciliacin, tales como blindar a Cartagena y Los Montes de Mara

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    de tal manera que no se presenten nuevos actos de violencia, inseguridad y violacin de los derechos humanos, mencionndose los tres criterios del proceso: deslegitimacin de la violencia, reconstruccin de la confianza y promocin de actos especficos de afianzamiento del Estado Social de Derecho mediante acciones populares y dilogo con las comunidades.

    Los postulados enviaron a las vctimas el mensaje de denunciar sin temor, para que salga a la luz pblica la verdad, que asistan a las versiones y denuncien los hechos. Aqu tambin se gener el deseo de unos de los postulados (Sergio Crdoba, antes 120) de pedirles perdn a las vctimas mirndolas a los ojos.

    4. Reflexiones La CNRR Bolvar resalt que dentro del proceso de reconciliacin si bien se van a

    tener grandes avances, tambin habr retrocesos; dado que son dinmicas que hacen partedel mismo proceso y es importante afrontarlas. Habr sectores que apoyarn de inmediato y otros cuya incorporacin ser ms difcil y lenta, por lo que es importante que las entidades asuman compromisos crebles y sin generar falsas expectativas.

    Por su parte la MAPP-OEA hizo un llamado a postulados para comprender que el proceso de reconciliacin comienza por ellos mismos; como un acto de amor, se deben perdonar a s mismos, dado que se trata de interiorizar el aprendizaje del lenguaje de la paz, de ser otro tipo de hombres con valores diferentes, con cambios de adentro hacia fuera.

    Tambin se observ la iniciativa de los postulados de proponer el registro en la pren-sa de aquellas reuniones desarrolladas en las mesas regionales, planteando que en las siguientes se pueda invitar al mayor nmero de vctimas de los municipios donde estos operaron.

    5. Curso Pedagoga de la Reconciliacin El objetivo de este curso es formar conceptualmente y en la prctica a vctimas,

    victimarios e institucionalidad en seis temas: Reconciliacin, resolucin de conflictos, derecho internacional humanitario, marco legal de Justicia y Paz, cultura de paz y nuevas masculinidades. La Mesa finaliz con una reflexin liderada por el Pastor.

    La III Mesa se cumpli 7 de Junio de 2011 en la Crcel Modelo de Barranquilla. Asistieron la CNRR Bolvar, los victimarios, la abogada de los victimarios, la Gobernacin de Bolvar, la Polica Nacional, la Secretara del Interior del Distrito de Cartagena, los representantes de vctimas de El Salado, San Onofre, Mampujn y Cipacoa, la Escuela de Gobierno y Liderazgo del Distrito de Cartagena, la MAPP-OEA y la CNRR Sucre. El orden del da fue:

    1. Presentacin de los asistentes.2. Aspectos principales de la mesa anterior.

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    Se realiz una descripcin de lo desarrollado en las mesas anteriores, resaltando que en la primera mesa los actores principales fueron las instituciones pblicas, con quienes se discuti que, como institucionalidad, deben brindar al proceso un posicionamiento dentro de la agenda pblica local y regional.

    En la segunda mesa los actores estratgicos fueron los victimarios; all se explicaron en forma detallada los criterios de reconciliacin que debieron seguir como agentes estratgicos dentro del proceso: el rechazo a cualquier acto de violencia y la puesta en prctica de acciones que generen confianza entre las vctimas y la institucionalidad.

    Por ltimo, se resalt que en la tercera mesa el punto ms importante fue el dilogo respetuoso y voluntario entre vctimas, victimarios e institucionalidad.

    3. Imaginario de reconciliacin en los Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias.

    El imaginario de reconciliacin discutido dentro del proceso parti del supuesto del dilogo, manifestndose de forma voluntaria y plural. En l no slo deben estar incluidas las vctimas, los victimarios y la CNRR como mediadora, sino otros componentes insti-tucionales locales y regionales, tales como las gobernaciones, las alcaldas y la sociedad civil. Tambin se resalt que la reconciliacin, sobre la cual se esgrime dicho proceso, es de carcter democrtico,11 apoyado en el ejercicio activo de la ciudadana.

    Esta concepcin de reconciliacin exige de manera explcita y directa el recono-cimiento mutuo por parte de todos los ciudadanos y ciudadanas, a tener derecho de participar pblicamente en poltica, a mantener distancia los unos con los otros y a tener diferencias con los dems. Esta concepcin igualmente defiende la idea de que todos debemos hacer parte de las discusiones en torno a la toma de decisiones sobre nuestra comunidad, y que se haga a pesar de tener perspectivas diferentes.

    De esta manera, se comprende que dentro de la reconciliacin todos los sentimientos son importantes, aunque se observen desde perspectivas diferentes, pues, para alcanzar la paz y vivir pacficamente, se hace necesario que todas las visiones queden incluidas

    11 UPRIMNY, Rodrigo; SAFFON, Mara Paula. Hacia una concepcin democrtica de la recon-ciliacin. [Online]. En: Dejusticia. [Consultado el 13 de febrero de 2011]. Disponible en: http://www.dejusticia.org/index.php?modo=interna&tema=justicia_transicional&publicacion=185.

    En este mismo texto se exponen otras dos concepciones de reconciliacin, a saber: la concepcin minimalista y la con-cepcin maximalista. La primera hace referencia a un proceso obligado o resignado, se defiende una reconciliacin de mnimos donde slo es suficiente el cese de armas, pero el resentimiento y la falta de respeto hacia el otro permanecen intactos. Esta nocin resultara problemtica para cualquier proceso de reconciliacin en marcha, dado que excluye la importancia del ejercicio democrtico dentro de la reconciliacin, minando el ejercicio crtico o activo de la ciudadana, la reconfiguracin del orden social y la consecucin de una paz duradera. La otra concepcin percibe que la consecucin de la paz y de un clima de convivencia pacfica slo es posible a travs del perdn mutuo y muestras de afecto, simpata y solidaridad entre vctimas y victimarios. Esta concepcin lejos de establecer un clima de paz genuino, resulta inviable tica, moral, poltica y jurdicamente, pues en un proceso de reconciliacin legitimo y democrtico, las personas tienen derecho a no estar de acuerdo con el otro, lo que implica tener derecho a establecer o no establecer lazos de cercana con los dems.

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    dentro del concepto de reconciliacin, tanto la de los ciudadanos y ciudadanas que desean perdonarse, como la de aquellos que no lo desean y que por el contrario creen en la importancia de los castigos. En esta medida, lo importante desde el punto vista de la reconciliacin democrtica es que todos acten dentro del proceso y puedan ejercer sus derechos a participar en las discusiones polticas que son de su inters, lo que implica estar de acuerdo o en desacuerdo, y ello, en vez de verse como algo negativo, debera interpretarse como un punto a favor y saludable para la democracia.

    Este concepto de reconciliacin defiende como principio el reconocimiento del otro a la dignidad y a la igualdad de derechos, pero no exige que entre vctimas y victimarios se establezcan lazos estrechos entre s y manifiesten sentimientos de cario y amor entre ellos.

    4. Propsitos de las Mesas Regionales de Reconciliacin Se explic que uno de los propsitos de las mesas es que todos los actores rechazaran

    la violencia, ya sea mediante comunicados o presencia fsica, para no tener ningn tipo de pasividad frente a los actos de intimidacin y, por el contrario, ser una ciudadana activa y no esperar a que los victimarios salgan de la crcel para poner el tema en la agenda12 o que todas las condiciones estn dadas para iniciar una reconciliacin, sino desde ya empezar a trabajar en la reconstruccin de las confianzas. Lo importante es trabajar en virtud de la deslegitimacin de la violencia, la reconstruccin de confianza y el fortalecimiento del Estado Social de Derecho.

    5. Integracin de la CNRR Sucre a las mesas regionales de reconciliacin Este punto se inici referenciando la conferencia sobre re-reconciliacin del profe-

    sor de la Universidad de Notre Dame, Jean Paul Lederech, el cual trabaja el tema de la Construccin de la Paz. A la conferencia asistieron Gabriel Pulido y Alexander Villareal, representantes de la comunidad de Mampujn; Luis Javier Ricardo, el facilitador del pro-ceso, en representacin de la Escuela de Gobierno y Liderazgo del Distrito de Cartagena, y Arturo Zea, Coordinador de la CNRR Bolvar.

    Se resalt que, dentro de la conferencia, se argumentaba a favor de la frase la recon-ciliacin no cae del cielo, pues los procesos son los frutos de su propia gente, y se eviden-cian cuando en los actores estratgicos se manifiesta la sensacin de que la violencia no es una salida de resolucin de conflictos, hacindose necesaria la existencia de unidad entre los sujetos vinculados en la reconciliacin (en especial de la CNRR Sucre), pues la reconciliacin en los Montes de Mara no es exclusiva del departamento de Bolvar, sino

    12 En este momento se resalta el hecho de que uno de los postulados (Eugenio Reyes) que integran el proceso de reconciliacin, tuvo un problema de seguridad, pues su versin libre afectaba a ciertos grupos, y por ello l y su familia fueron amenazados. Esta situacin puso a prueba el proceso, por lo que la CNRR Bolvar contact a la Infantera de Marina de Cartagena, que tom las medidas para que la familia del postulado tuviera seguridad. Este incidente se vuelve importante para el refuerzo de las bases de la reconciliacin y para los dems componentes del proceso de justicia transicional.

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    un proceso que les compete a ellos como departamento de la subregin montemariana. De esta forma, se hizo la invitacin a la CNRR Sucre de participar activamente en el proceso.

    6. Iniciativa de Ordenanza Departamental del Consejo de Reconciliacin. La Ordenanza Departamental fue una iniciativa que tuvo como propsito la creacin

    del Consejo Departamental de Reconciliacin y Paz de Bolvar, con la intencin de fortalecer el proceso de reconciliacin y paz desarrollado por la CNRR Bolvar, a partir de la colaboracin de las distintas entidades y organismos del Estado, en aras de alcanzar un desarrollo humano sostenible y una sociedad democrtica viable, que sea capaz de garantizar una paz duradera. Luego se mencionaron los integrantes que conformaran el Consejo Departamental de Reconciliacin y Paz, entre ellos tenemos instituciones pblicas como la Gobernacin de Bolvar, Alcalda de Cartagena, Coordinador Regional de la CNRR Bolvar, Defensora del Pueblo, entre otras. En el plano privado, un repre-sentante de los sectores econmicos, escogido por las asociaciones del departamento, que agremie a los empresarios de los sectores industrial y agropecuario, entre otros. Y, en tercer lugar, se dan a conocer las funciones que tendra este Consejo:

    a. Asesorar de manera permanente al gobierno Departamental y Distrital. b. Elaborar la propuesta para el gobierno Departamental y Distrital acerca de las

    polticas, estrategias y programas que promuevan la reconciliacin, la consolida-cin de la democracia, y la creacin de condiciones para un orden econmico y socialmente justo.

    c. Proponer al gobierno Departamental, Distrital y Municipal la inclusin en los respectivos planes de desarrollo, estrategias, programas y proyectos orientados a lograr una reconciliacin sostenible y una paz integral.

    d. Promover, difundir y establecer estrategias para que se respeten los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

    e. Motivar a la ciudadana a presentar iniciativas en materia de reconciliacin y paz, transmitir al gobierno Departamental, Distrital y Municipal las propuestas de reconciliacin y paz formuladas por la sociedad civil, promoviendo en todo el departamento una cultura y formacin educativa orientada a la convivencia, la reconciliacin y la paz.

    f. Proponer que el gobierno Departamental y Distrital generen incentivos para favorecer inversiones del sector privado en programas, polticas, planes de reconciliacin y paz, en las zonas en que tengan presencia las organizaciones de desplazados, desmovilizados de grupos armados ilegales que hayan suscrito acuerdos de paz con el Gobierno Nacional y vctimas del conflicto armado.

    De esta manera se informa dentro de la tercera mesa de Reconciliacin el proyecto de Ordenanza antes mencionado.

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    7. Compromisos de victimarios. Luego del informe sobre el proyecto de Ordenanza Departamental, se realiz un

    debate entre vctimas y victimarios en cuanto a la importancia que adquiere para este proceso el tema de la verdad, dado que las vctimas reclaman el derecho fundamental de saber qu fue lo que pas. Los victimarios, por su parte, reafirmaron los relatos na-rrados en las versiones libres, pero a su vez denunciaron el papel demorado del Estado dentro de esta diligencia jurdica, pues al parecer han realizado denuncias que no se han tenido en cuenta dentro del proceso que ellos adelantan, no obstante, mantuvieron su compromiso a decir la verdad y seguir dentro del proceso de reconciliacin. Con este debate y los compromisos para no faltar a la verdad finaliz la tercera Mesa Regional de Reconciliacin.

    La IV Mesa Regional de Reconciliacin se realizara el 26 de agosto de 2011, nue-vamente en la Crcel Modelo de Barranquilla. A ella asistieron Tomasita Vidal, vctima de San Onofre; Mara Torres, vctima de El Salado; Luisa Canabal, vctima de Turbana y Ballestas; Rafael Posso Parra, vctima de Las Brisas (San Cayetano); Jos Ignacio Anaya, vctima de Algarrobo (Villanueva); Roberto Payares, vctima de Cienaguita (Atlntico); los desmovilizados Alexis Mancilla, Sergio Crdoba, Luis Alfredo Argel, Jos Bernardo Dosantos, Eugenio Jos Reyes, Emiro Correa Viveros, la CNRR Bolvar, Gobernacin de Bolvar, Distrito de Cartagena, Personera de Cartagena, Procuradura del Atlntico, Defensora del Pueblo, Corporacin Nuevo Arcoris, Fiscala de Justicia y Paz. El plan de trabajo desplegado fue:

    1. Presentacin 2. Alcances de la IV Mesa de Reconciliacin. Los alcances de la IV Mesa giraron en torno a cinco temas. a. La voluntad de los postulados, las vctimas y las instituciones, de participar y

    desarrollar el proceso de reconciliacin, sosteniendo que desde el ao 2009 se ha venido trabajando en el proceso, evidencindose en la voluntad que han tenido los postulados en decir la verdad, pedir perdn a las vctimas y propiciar acciones de reconciliacin, as como el entusiasmo que han tenido las vctimas en respon-der al llamado del proceso asistiendo a los dilogos y mesas programadas. De igual forma se resalt la presencia institucional y de Cooperacin Internacional que ha acompaado a los dems actores dentro de las conversaciones de paz.

    b. Se mostraron los avances de reconciliacin en comunidades montemarianas, en especial los casos de Cipacoa y Las Brisas, corregimiento y vereda de Villanueva, respectivamente. La representante del corregimiento explic que en diferentes ocasiones visit a distintas vctimas de la zona, y que stas se encontraban en disposicin de perdonar a su victimario. En cuanto a la segunda comunidad, su

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    representante manifest que ellos como vctimas estn dispuestos a perdonar, ya que internamente han conversado acerca de la importancia de reconciliarse.

    Tambin resalta la equivocacin presentada al llamar a la Masacre de Las Brisas, Masacre de Mampujn; pues en Mampujn hubo desplazamiento, pero no masacre.

    c. Se hizo un llamado de atencin sobre la ausencia de ber Banquz, antes Juancho Dique, en las Mesas Regionales de Reconciliacin, pues su presencia habra sido de mucha ayuda para el proceso y para concretar la verdad. Frente a ello, Alexis Mancilla, antes Zambrano, advirti que, en razn de que los comandantes de esta zona han sido asesinados, el comandante en jefe por lnea de mando acepta los cargos perpetrados para que estos crmenes no queden en la impunidad.

    d. Se dio la integracin de nuevos miembros a la mesa, como la presencia de Jos Bernardo Dosantos, quien no pertenece al Bloque de los Montes de Mara, pero se encontraba dentro de la mesa por una reunin hecha entre el Coordinador de la CNRR de Bolvar y los postulados del bloque montemariano, ocho das antes. Dosantos fue comandante del frente Tib, en la zona de la Gabarra de Norte de Santander, donde oper desde el ao 1999 hasta el 2004. Indic que el Catatumbo fue uno de los primeros bloques en desmovilizarse, y que en el tiempo que tiene de desmovilizado nunca haba visto una Mesa Regional de Reconciliacin donde se encontrara frente a frente con las vctimas, seal adems que, si en un futuro esta mesa se desarrolla en la zona donde oper, se encuentra en total disposicin para asistir junto con los hombres que estuvieron bajo su mando.

    Por ltimo, se realiz el anlisis y la discusin en torno a la violencia sexual en las mujeres montemarianas. Una de las vctimas expuso la victimizacin sexual padecida por muchas mujeres, as como su preocupacin por la no mencin del tema dentro de las versiones libres de los desmovilizados, pues ellos no admiten violacin. Alexis Mancilla, antes Zambrano, respondi que una de las reglas de las AUC era la no violacin sexual de mujeres, que el individuo que lo hiciera era castigado dndolo de baja. No obstante, reconoci que algunos miembros de las AUC s realizaron este tipo de acciones y se est investigando para saber quines fueron los responsables de estos hechos. Tambin se resalt la dificultad para poder identificar a los violadores, pues ellos en el momento de la perpetracin llevaban capuchas que impedan ser reconocidos por las vctimas.

    Se concluy que las violaciones sexuales, cuando se realizan de forma sistemtica, se convierten en un crimen de lesa humanidad, y que la Corte Constitucional (en el auto 092 del ao 2008) reconoce a la mujer como una de las mayores vctimas del conflicto armado, de tal modo que aunque no se reconozca a la persona que realice esta violacin, es pertinente que, por lnea de mando, se admita este delito. Se propuso adems que, para la prxima mesa, se lleven casos concretos de ciertas comunidades.

  • Reconciliacin en Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias

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    3. Propuesta: Curso de Pedagoga de la Reconciliacin En este punto se mencion la importancia de la asistencia de los funcionarios pbli-

    cos a las Mesa Regionales de Reconciliacin, dado que el proceso no es slo de vctimas y victimarios, sino tambin de las instituciones, pues se comprende la reconciliacin como un camino en el que se pasa de lo conceptual a un cambio de comportamiento por parte de los actores estratgicos, ya que una reconciliacin se da cuando se va avanzando como persona en la lnea en que se establecen relaciones nuevas con los dems, en virtud del respeto mutuo.

    A la postre, se propone la realizacin del Curso de Pedagoga de la Reconciliacin, cuyo objetivo estara orientado a brindar pautas conceptuales y prcticas a los actores estratgicos del proceso, abordndose la forma en que se desarrolla la relacin entre vctima y victimario, dentro de la narrativa de los hechos del pasado violento, pues se desata cierta tranquilidad cuando la vctima escucha la verdad y cuando el victimario relata, se arrepiente y admite lo sucedido. Este proceso contribuye a la construccin y fortalecimiento de los lazos de confianza, condenando la violencia desde todo punto de vista.

    4. Presentacin de informe del proyecto de ordenanza. Este proyecto surgi como iniciativa del Comit Promotor de Reconciliacin que

    oper en la ciudad de Cartagena, estuvo conformado por la CNRR Bolvar, el Distrito de Cartagena, organizaciones de vctimas y otras instituciones invitadas para el anlisis, discusin y planificacin del proceso de reconciliacin. Fue presentado al Gobernador de Bolvar, al Secretario del Interior Departamental y al Presidente de la Asamblea Departamental. En l se explic la idea de conformar un consejo para el proceso de reconciliacin en el que se vincule a amplios sectores de la sociedad civil, vctimas, victimarios, instituciones pblicas y privadas. La ordenanza tuvo como propsito crear programas y polticas pblicas, orientadas a acelerar los procesos de verdad, justicia, reparacin y reconciliacin.

    Se finaliza la IV Mesa resaltando la importancia de este espacio como muestra de vo-luntad por parte de vctimas, victimarios, funcionarios pblicos y la intencin de volver a reunirse, con el compromiso de que en la prxima mesa se lleven casos concretos para el reconocimiento de la verdad de los victimarios y la tranquilidad de las vctimas.

    La V Mesa Regional de Reconciliacin se celebr el 16 de diciembre en la ciudad de Cartagena, Saln Vicente Martnez de la Alcalda de esta misma ciudad. A la reunin asistieron los desmovilizados Alexis Mancilla, antes Zambrano; Aleider Garca Soto, antes El Primo; Luis Ramn Snchez Sanguino, antes Sandino; Eugenio Reyes Regino, antes Geo y Wilson Anderson Herrera Rojas, antes El Gafas. En cuanto a vctimas asistieron representantes de las comunidades de Mampujn, Las Brisas, San Cayetano, San Onofre, El Salado y Cipacoa. Por parte de la institucionalidad asistieron, la CNRR

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    Bolvar, Coordinador Nacional del rea de Reconciliacin de la CNRR, Corporacin Nuevo Arcoris, MAPP-OEA, Alcalda de Cartagena, Fiscala y Comisin de Empalme de las nuevas administraciones de Alcalda y Gobernacin de Cartagena y Bolvar, res-pectivamente. La reunin se inici a las 10:15 am y se present el siguiente orden del da:

    1. Himno de Cartagena e Himno de Colombia 2. Instalacin de la V Mesa Regional de Reconciliacin por parte del coordinador

    nacional del rea de reconciliacin de la CNRR, padre Daro Echeverry. El padre agradeci la invitacin a la CNRR Bolvar, salud a todos los asistentes y se

    disculp por la no asistencia del Vicepresidente de la Repblica. A partir de la narrativa de ancdotas e historias de vida, enfatiz en la importancia del perdn por parte de las vctimas y por parte de Dios. Resalt el valor de las vctimas, al aceptar el proceso de reconciliacin; y a los victimarios, por tener la voluntad de pedir perdn y reencontrase con las vctimas al iniciar este proceso de reconciliacin. Al final resalt que aunque la CNRR fuera a desaparecer al finalizar el 2011, el proceso deber seguir, pues quedaron las semillas sembradas por parte de todos los que han trabajado por la reconciliacin dentro de la Regin.

    3. Proyeccin del video institucional del Proceso de Reconciliacin en Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias.

    Se present el video institucional en el que se narran los avances y estrategias que program la CNRR Bolvar para este proceso de reconciliacin. En la proyeccin se muestran imgenes de lo desarrollado en materia de Dilogos por la Reconciliacin, Mesas Regionales de Reconciliacin y Curso de Pedagoga de la Reconciliacin.

    4. Presentacin del Informe Final del proceso de Reconciliacin por parte del Coordinador Regional de la CNRR Bolvar.

    El coordinador inici el informe, resaltando la importancia de la jornada de marcha de las vctimas de las comunidades de Las Brisas, Mampujn y San Cayetano (las cuales das antes caminaron desde Mampujn hasta Cartagena para exigir la ejecucin de la Sentencia de Reparacin Individual y Colectiva que emiti la Corte Suprema de Justicia), posteriormente salud a los postulados de Justicia y Paz, a las vctimas de San Cayetano, Las Brisas, El Salado, San Onofre y a los representantes de las distintas instituciones que se encuentran presentes en la Mesa.

    Expuso que este proceso se inici por iniciativa de los postulados y con el apoyo de distintas entidades institucionales como la MAPP-OEA, Procuradura, Escuela de Gobierno y Liderazgo del Distrito de Cartagena, Defensora del Pueblo, Fiscala de Justicia y Paz, Polica Nacional e INPEC, as como con la presencia en esta ltima mesa de la Comisin de Empalme de la nueva ad-ministracin de la Gobernacin de Bolvar y la Alcalda de Cartagena.

  • Reconciliacin en Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena de Indias

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    Posteriormente el Coordinador de la CNRR explic la importancia del proceso, ar-gumentando que ste no se desarroll de un da para otro, sino como un ejercicio a largo plazo, donde se restablecieron confianzas entre institucionalidad, vctimas y victimarios. Estos actores se encontraron a la base de la reconciliacin, porque tuvieron como con-dicin la pluralidad como principio para participar dentro de ella, estableciendo, dentro de este escenario, un lugar para cada miembro que estuvo dispuesto a colaborar para su desarrollo.

    Llegndose a establecer de esta manera tres criterios que a su vez se convierten en ob-jetivos: deslegitimacin de la violencia, reconstruccin de la confianza y fortalecimiento del Estado Social de Derecho.

    Estos criterios se han llevado a cabo mediante tres estrategias: Dilogo por la Reconciliacin, Mesas Regionales de Reconciliacin y Curso de Pedagoga de la Reconciliacin, permitiendo que en el da de hoy se puedan establecer conversaciones respetuosas entre los actores estratgicos. Ello ha permitido el establecimiento de cinco Mesas Regionales de Reconciliacin.

    El Coordinador finaliz su intervencin haciendo mencin al Curso de Pedagoga de la Reconciliacin, resaltndolo como una herramienta muy especial para el proceso por sus contenidos y su metodologa comprensiva de gnero, as como por la importancia de los testimonios y actitudes que han servido para seguir transformando los comporta-mientos y las prcticas de los victimarios, por lo que debe servir de gua para los nuevos retos de la Ley de Vctimas.

    El curso cont con la participacin de victimarios en calidad de estudiantes, y como docentes se tuvo a distintos funcionarios de la CNRR Bolvar, Corporacin Nuevo Arcoris, Alcalda del Distrito de Cartagena y MAPP-OEA en los mdulos de Reconciliacin, Derechos Humanos, Resolucin Pacfica de Conflictos, Ley de Justicia y Paz, Cultura de Paz y Nuevas Masculinidades. Por ltimo, se manifest de forma muy especial la contribucin realizada por desmovilizados de grupos guerrilleros que participaron en procesos de paz en los aos 90, pues han ayudado a reforzar con sus experiencias el presente proceso. Luego de esta intervencin se dio la palabra a vctimas, victimarios, institucionalidad y sociedad civil presentes en la Mesa.

    5. Palabras de asistentes: vctimas, victimarios e institucionalidad. Vctimas El primero en presentarse fue Rafael Posso Parra, un representante de las vctimas

    de la comunidad de Las Brisas. Habl de su experiencia dentro de la reconciliacin, su proceso de duelo y perdn. Luego intervino Marcelino Barrios, de la vereda de Aguas Blancas, quien manifest los hechos que lo victimizaron, como el asesinato de su primo hermano y a la vez resalt su proceso de duelo y perdn. Se pregunt por Rafael Carmona Salcedo, desaparecido en la vereda Arroyo Hondo en el perodo de 2000 y 2001.

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    De otro lado, Gabriel Pulido, lder de la comunidad de Mampujn, inici su inter-vencin con distintas analogas bblicas, para referirse al proceso de reconciliacin que, aunque parezca pequeo, tiene grandes desafos y resultados que obtener. De la misma forma resalt la reconciliacin no como un proceso sino como una opcin de vida que hay que continuar, independientemente de si la CNRR sigue o no vigente.

    Al realizar el anlisis de los hechos que los victimizaron, se peguntaron por el por-qu de los actos violentos contra campesinos, y, si bien no han obtenido una respuesta concreta, han estado dispuestos a perdonar, as como es importante que las cabezas de los grupos que se han desmovilizado pidan perdn y se vinculen a los proceso de recon-ciliacin, y se apueste por una unidad nacional en torno a la paz duradera.

    Por su parte, Alexander Villarreal, tambin lder de Mampujn, expuso que la labor de Reconciliacin en la regin hay que continuarla, y que, aunque se enfrenta contra el viento, toma ms vuelo, como la cometa que se eleva cuando la brisa se le opone. Dijo que a quien ms le conviene un proceso como el que se realiza en los Montes de Mara es a la comunidad, porque est y siempre estar desarmada.

    La intervencin de las vctimas finaliza con una representante de San Onofre, que muestra la importancia de la reunin, del proceso, de la asistencia de vctimas y desmo-vilizados a pedir perdn. Concluye con la interpretacin de la cancin Color Esperanza de Diego Torres.

    Victimarios Wilson Anderson Herrera Rojas, antes El Gafas; inici su intervencin mostrando

    su arrepentimiento por los actos violentos del pasado. Explic la forma en que fue invi-tado a las Mesas Regionales de Reconciliacin y el retraso de la institucionalidad dentro de la Ley de Justicia y Paz en su calidad de postulado.

    Aleider Garca Soto, antes El Primo, expres que est comprendiendo lo que es perder un familiar, o ser humillado por otra persona armada; pide perdn.

    Eugenio Reyes, antes Geo, mencion su compromiso con el proceso y la impor-tancia del mismo en su relacin con las vctimas; pues, aunque ellos causaron mucho dao a distintas comunidades de la regin montemariana, el proceso en el cual participa le brinda la posibilidad de relacionarse con las vctimas en un ambiente de respeto mutuo. Coment su preocupacin en cuanto a que el proceso termine con la ausencia de la CNRR, y realiz un llamado a las nuevas autoridades electas a continuar el trabajo que se viene realizando; finaliz afirmando que las AUC ya no existen, y, por ende, no delinquen.

    Instituciones La representante de la MAPP-OEA expres que estarn muy atentos al proceso que la

    CNRR Bolvar ha venido adelantando, y a los retos y progresos con los cuales la recon-ciliacin pueda aportar al avance de la Regin.

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    El representante de la Corporacin Nuevo Arcoris enfatiz en el fortalecimiento del Estado Social de Derecho, y realiz un llamado a toda la institucionalidad colombiana a apoyar con ms insistencia el proceso de reconciliacin adelantado por la CNRR Bolvar, para que tenga mayor resonancia a nivel nacional y ms unidad por parte todos, pues ello resulta fundamental para el xito de la reconciliacin.

    Por su parte, la Comisin de Empalme del acalde electo se comprometi a cumplir con la Ley de Vctimas dentro de la ciudad, a continuar con el programa de reintegracin social de jvenes en riesgo, y con los dilogos entre victimarios y vctimas.

    La Comisin de empalme del gobernador electo se comprometi a continuar con el proceso de reconciliacin, dedicar una oficina especial de atencin a vctimas, donde se atienda cada uno de los requerimientos de esta poblacin. Se presentar ante la asamblea de Bolvar un proyecto para conformar un comit de atencin a vctimas, con la inten-cin de otorgar carcter poltico al proceso.

    El representante de la Fiscala de Justicia y Paz manifest que la institucin apoya el proceso por ser una necesidad para la convivencia en la regin. Expres que la institu-cin ha colaborado para que esta quinta mesa se hubiera realizado.

    La representante de periodistas agradeci la invitacin a la mesa y resalt el papel que deben cumplir los medios dentro del proceso, el cual debe consistir en mostrar a la opinin pblica el desarrollo de estos escenarios.

    Finalmente intervino un representante de la Secretara del Interior del Distrito de Cartagena, exponiendo que es necesario avanzar en la reparacin y en la verdad para que haya una verdadera reconciliacin.

    Tambin se refiri a la garanta de no repeticin, para que este proceso pueda seguir adelante. Resalt la experiencia del Curso de Pedagoga de la Reconciliacin con los victimarios. Seguidamente, y en medio de comentarios ms prximos entre vctimas, victimarios e institucionalidad, se concluy la V Mesa.

    La VI Mesa Regional de Reconciliacin se realiz el 12 de julio de 2013, en la sede del Museo Histrico - Palacio de la Inquisicin de Cartagena. A ella asistieron las siguientes vctimas: Rafael Posso Parra de Las Brisas; Mara Torres Cabrera y Virgilio Padilla, de Asodesbol; Tomasita Vidal, vctima de San Onofre; Kelly Johana Fajardo y Carlos Viloria, vctimas de Cartagena; Mara Torres, vctima de El Salado; Ludys Monroy, vctima de San Cayetano; Tulio Maza, vctima de Mampujan,; Luis Torres, vctima de El Salado; Pedro Medina, vctima de El Salado; Csar Castelln, vctima de Arjona; Ana Berta Trocha Guzmn, vctima de El Guamo; Nilsen Serrano Varilla, vctima de Turbo (Antioquia); Georgina Guerrero Blanco, vctima de Cartagena; Marcelis Rodrguez, vctima de Cartagena; Marlin Serpa Herrera, vctima de Las Palmas; Cleiner Almanza, vctima de Cartagena; Ineldina Flrez, vctima de Cartagena; Alexander Marrugo,

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    vctima de Mampujn; Gerardo Sierra, vctima de El Guamo; Diana Plata, vctima de Zipacoa; Nilson Monterroza Gutirrez, vctima de Turbo, Antioquia.

    En representacin de las instituciones participaron: Claudia Ayola, Oscar Robledo y William Cueto, por la Secretara de Vctimas de la Gobernacin de Bolvar; Jesica Bentez, por la MAPP-OEA; Julio Moreno, Teniente Coronel de la Polica Nacional; Capitan Miguel Correa, de la Armada Nacional; Digna Jimnez, ACR; Germn Osorio, Secretara del Interior de la Alcalda de Cartagena; Jorge Alzate, Kairen Gutirrez, Ivonne Daz, Claudia Moreno, Rosiris Ortega, Jesica Rodrguez, Ledis Mmera y Arturo Zea Solano, por la UARIV.

    Tambin asisti Luis Javier Ricardo, facilitador del proceso. Rafael Posso pidi la palabra y lament que debido a la falta de permisos del INPEC,

    no asistieran a la mesa los postulados que venan participando.Sobre el particular llam la atencin de las entidades encargadas de tramitar estos

    permisos para que faciliten el proceso, ya que la presencia de los postulados en las mesas no solo contribuye al dilogo sino al esclarecimiento de los hechos.

    Esta VI Mesa es la primera que se realiza luego de la expedicin de la Ley 1448 de 2011 o Ley de Victimas, que tiene por objeto establecer un conjunto de medidas judiciales, administrativas, sociales y econmicas, individuales y colectivas, en beneficio de las vctimas de las violaciones ejecutadas en el marco del conflicto armado, dentro de un marco de justicia transicional, que posibiliten hacer efectivo el goce de sus derechos a la verdad, la justicia y la reparacin con garanta de no repeticin, de modo que se reconozca su condicin de vctimas y se dignifique a travs de la materializacin de sus derechos constitucionales. La norma cre la Unidad para la Atencin y Reparacin Integral de las Victimas UARIV como entidad responsable del ejercicio de reparacin integral y coordinacin del sistema de atencin a las vctimas. As las cosas la coordina-cin y participacin de la UARIV se hace en el marco del cumplimiento de sus funciones como tal.

    El plan de trabajo desplegado fue:1. Presentacin El acto cont con las palabras introductorias de Arturo Zea Solano, de la UARIV y

    de Claudia Ayola, Secretaria de Victimas y Derechos Humanos de la Gobernacin de Bolivar.

    2. Proyeccin audiovisual: Documental sobre los avances de la Reconciliacin en los Montes de Mara, Canal del Dique y Cartagena.

    A continuacin hubo una breve discusin y anlisis del contenido del video.3. Alcances de la VI Mesa de Reconciliacin.

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    Se defini trabajar en comisiones, organizndose dos grupos de trabajo armonizados y conformados por vctimas, desmovilizados e instituciones, y cuyo papel es resolver las preguntas generadoras de reconciliacin que le corresponda, y exponer las conclusiones al grupo.

    Temas de discusin Comisin de Trabajo 1 Se propone a partir de la parbola bblica de Zaqueo (San Lucas 42:19:1 - 42:19:10)

    realizar un anlisis que responda a las siguientes cuestionamientos: Narrar con sus palabras en qu consiste la parbola de Zaqueo. Qu semejanzas existen entre lo que explica la parbola y las experiencias gana-

    das en el proceso de reconciliacin? Seleccionar voluntarios a integrar Comisin de Reconciliacin.

    La parbola plantea: Habiendo entrado Jess en Jeric, pasaba por la ciudad. Y he aqu, un hombre llamado Zaqueo, que era un principal de los publicanos y era rico. Procuraba ver quin era Jess; pero no poda a causa de la multitud, porque era pequeo de estatura. Entonces corri delante y subi a un rbol sicmoro para verle, pues haba de pasar por all. Cuando Jess lleg a aquel lugar, alzando la vista le vio y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende; porque hoy es necesario que me quede en tu casa. Entonces l descendi y le recibi gozoso. Al ver esto, todos murmuraban diciendo que haba entrado a alojarse en la casa de un hombre pecador. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Seor: He aqu, Seor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jess le dijo: Hoy ha venido la salvacin a esta casa, por cuanto l tambin es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se haba perdido.

    Temas de discusin Comisin de Trabajo 2 De acuerdo a los avances que se han desarrollado a lo largo de 5 aos en el proceso

    de reconciliacin, como los casos de Tomasita Vidal, Rafael Posso, Comunidad de Mampujn, Luisa Canabal, Infantera de Marina. Cmo se pueden reforzar estos actos y cmo se pueden generar ms actos de reconciliacin?

    Seleccionar voluntarios a integrar Comisin de Reconciliacin.4. Cierre con plenaria general de resultados de las comisiones de trabajo y conforma-

    cin de la Comisin de Reconciliacin.En relacin con la Comisin de trabajo 1 se concluy que no todas las comunidades

    estn preparadas para el perdn, el perdn debe ser individual. Que si los victimarios con todo lo sucedido en la guerra toman la actitud de Zaqueo, la reconciliacin toma sentido. Todos los que atizaron la guerra deben ayudar a establecer el bienestar social, poltico y econmico de las comunidades. Una de las cosas que se debe recuperar en el proceso de reconciliacin es la confianza, y el papel de los lderes y lideresas como men-

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    sajeros de paz y reconciliacin. Tambin es el momento en que los victimarios sigan a cabalidad el ejemplo de Zaqueo en reparar a sus vctimas con sus bienes y con la verdad. La reconciliacin es un dilogo.

    En relacin con la Comisin de trabajo 2, se plantea el reforzamiento de los actos de reconciliacin que se han dado, se analiza concretamente cmo apoyar los procesos de Mampujn, Luisa Canabal y otros, esto es, de rodear los casos y seguirlos acompaando.

    La Polica Nacional, a travs del Coronel Moreno, seala que el