libro guerras perdidas

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Proyecto Academico, Modulo Editorial, UPB

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GUERRAS contadas Guerras Contadas Guerras Contadas Guerras Contadas Guerras Contadas

Ernest Miller Hemingway Ernest Miller Hemingway

Editorial Norma Editorial Norma Editorial Norma Editorial Norma Editorial Norma Editorial Norma Editorial Norma Editorial Norma

Daniela Ramírez

Page 4: Libro Guerras Perdidas

© Daniela Ramírez, Grupo Editorial Norma S.A., 2009, Avenida El Dorado N. 90- 10, Bogotá, Colombia

Impreso por CMYK, Impreso en Colombia --- Printed in Colombia, Este libro se compuso en caracteres Liberation Sans y Army

www.librerianorma.com Diseño Editorial: Daniela Ramiréz, Fotografia de la cubierta: Daniela Ramiréz, Fotografías interiores: Daniela Ramírez- Image Bank,

Los datos encontrados en este libro no hacen parte de una investigación, estan basados en textos y escritos de otros autores.

Prohibida la reproducción total o parcial de este libro, por cualquier medio, sin permiso escrito de la Editorial.

Escenografía: Daniela Ramírez, Daniel Lugó, Diseño de Cubierta: Daniela Ramirez, C.C. 26000564, ISBN: 978-958-45-1156-0

Reservados todos los derechos

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Nada muestra mejor la naturaleza de Ernest Hemingway que sus fotos como hombre de acción. ¿Un héroe?, Un antihéroe para muchos. Poco importa el criterio que se tenga porque su personalidad va más allá de opiniones, creencias, juicios. Los detractores de este hombre tratan de minimizar la conducta asumida por él en todos los conflictos que le toco vivir y esta conducta se le atribuye a razones de trabajo, dinero o aventura -o las tres-. ¿Cuáles fueron sus motivaciones? De todas formas siempre hizo más de lo que le correspondía. Conformación de la imagen de héroe que se propuso desde muy joven. Ernest Miller Hemingway fue un humanista, un perfeccionista, un hombre convencido de que el ser humano era el centro de atención, siempre apegado a la verdad, donde la realidad, primaria, va siempre condicionada a la razón. Estas son las características que definen al Renacimiento como movimiento social.

Prólogo

Lord Inario

Prólogo Prólogo Prólogo Prólogo Prólogo Prólogo Prólogo

Lord Inario Lord Inario Lord Inario Lord Inario Lord Inario

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PRIMERA GUERRA MUNDIAL

UNA GENERACIÓN PERDIDA

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

contenido Contenido Contenido Contenido Contenido Contenido

1410 18

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SUICIDIO: GUERRA Y DOLORSEGUNDA GUERRA MUNDIAL24 28

Page 8: Libro Guerras Perdidas

introducciónERNEST MILLER HEMINGWAY PASO UN TIEMPO POR LA TIERRA DEJANDO LAS HUELLAS DE UNA VIDA AVENTURERA, LA CUAL LE LLEVÓ VARIAS VECES A LAS PUERTAS DE LA MUERTE.

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Ernest Miller Hemingway paso un tiempo por la tierra dejando las huellas de una vida aventurera la cual le llevó varias veces a las puertas de la muerte: en la Guerra Civil española cuando estallaron bombas en la habitación de su hotel, en la II Guerra Mundial al chocar con un taxi durante los apagones de guerra, y en 1954 cuando su avión se estrelló en África. Finalmente murió en Ketchum el 2 de julio de 1961, disparándose un tiro con una escopeta. En esta edición narraremos paso a paso, estos hechos característicos que hacen de la vida de Hemingway una novela extraordinaria, llena de acción, sangre, pasión y sucesos despampanantes que van más allá de sus propias creaciones. Este escritor estadounidense, nació en, Oak Park, en el año 1899. Fue el segundo hijo del matrimonio de un cantante y profesor de música, Clar-ence Edmonds Hemingway (se suicido en 1928 debido a una enfermedad incur-able), y Grace Hall. Hemingway no tuvo una infancia muy feliz, quedó marcado por una madre autoritaria y de cierta forma desquiciada, pues lo obligaba a vestirse de mujer. Posteriormente vive una experiencia no menos dolorosa, pues debe presenciar el parto de una india cuyo esposo decide quitarse la vida, al no poder soportar los gri-tos de su mujer. Sus gustos se destacan por ser un tanto toscos, pues era aficionado al de-porte entre los cuales se destacan el futbol, el boxeo y la caza. Igualmente reflejaba un

Su padre se suicido en 1928, debido a

una enfermedad incurable.

gusto excepcional por las corridas de toros. Por esta razón, no es para nada extraño encontrar en sus relatos, ese olor a sangre y violencia que se impone. Hemingway había explorado temas como la impoten-cia y el fracaso, pero al final de la década de 1930 empezó a poner de manifiesto su preocupación por los problemas sociales. Tras enrolarse voluntariamente en la Cruz Roja (durante la I Guerra Mun-dial) Hemingway volvió de Europa herido y condecorado, y se reincorporó a su trabajo de periodista, esta vez en el To-ronto Star, periódico para el que realizó su primer viaje a París. En esta ciudad conoció a Gertrude Stein y a la mayor parte del grupo de escritores que, incluido él, pasaría a la posteridad bajo el nombre de la generación perdida. A lo largo de su vida, Hemingway viajó constantemente: Francia, España, Italia, África, Nortea-mérica, Cuba. Prácticamente todas sus obras recogen sus experiencias de estos viajes, incluso las adquiridas como corre-sponsal en la guerra civil española y la II Guerra Mundial. En 1953 le fue concedido el premio Pulitzer por sunovela El Viejo y el mar y al año siguiente sería galardona-do con el premio Nobel, luego de vivir una experiencia que lo marcaria por siempre, durante la segunda guerra mundial. Sin más preámbulo, damos paso a una narración detallada acerca de la cara violenta de una vida literaria y dramática donde el protagonista, recibe el nombre de Ernest Miller Hemingway.

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primeraguerramundialYA SE HABÍA INICIADO EN EL PERI-ODISMO CUANDO SE ALISTÓ EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.

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Se une a los famosos “Arditi” italianos, siendo herido en sus

filas.

ese falso hombre duroHemingway se levantaba muy temprano para trabajar. Pero muchas veces, no sopo-rtaba el llanto de su hijo en su pequeño departamento,y tenía que irse a trabajar a la calle. En el café donde comenzaba a trabajar se concentra y se trasplanta hasta Michigan. El cuento que está empezando a escribir es el conocido “Up in Michigan”, que seria catalogado más adelante por su profesora Gertrude Stein como inaccrochable.

Fue un apasionado de las aventuras, algo que marcará su vida y obra. En los inicios de la Primera Guerra Mundial, 1914, Ernest Hemingway marcha a Eu-ropa; como voluntario en el servicio de ambulancias. Esto ocurre mucho antes de que los Estados Unidos de América se involucraran en el conflicto. Un tiem-po después, se une a los famosos “Ar-diti” italianos, siendo herido en sus filas. Desde entonces lo acompañara una placa de plata incrustada en su cuerpo. Pero no todo fue dolor para Ernest; por su audacia recibirá la “Croce di Guerra” y la “Medaglia dArgento al valore Militare”.

Hemingway nunca se vanaglorio de sus méritos en esta guerra y cuando lo hacía, con modestia, simplemente expresaba que: “Había pasado la mayor parte del tiempo en hospitales”. Cuando termina la guerra re-gresa a los Estados Unidos de América. Su estancia en el país que lo vio nacer es muy fugaz. Esto no entorpece que Hemingway retorne al periodismo como corresponsal del diario “Toronto Star” y contraer nupcias con Hadley Richardson. Más tarde, la cadena de periódicos: de Hearst y el periódico para el cual trabaja; lo designan corresponsal en Europa.

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Al año siguiente escribe “En nuestro tiempo”, un homenaje a una raza per-dida. Escribe “Torrentes de Primavera” en 1926. También ese año presenta la novela “Cuando nazca el sol”; donde con realismo nos sumerge en el mundo de frustraciones que viven, unos jóvenes parisinos en la postguerra. Publica una compilación de cuen-tos con el título “Hombres Sin Mujeres” en 1927. Encontrándose entre los cuentos “Los Indómitos”; que relata la vida del torero Manuel García, quien en la deca-dencia de su carrera trata de atinar una nueva posibilidad de torear. Con ayuda de su amigo Zurito logra la faena, pero como en las anteriores, regresa una vez más, con fuertes heridas al hospital. Narra con excelente maestría la guerra de 1914, en un sector del conflicto, en la obra “Adiós a las Armas” (1929). Esta será una de sus novelas más reconocida, prueba de ello es su traducción a todos los idiomas; además, de ser llevada con éxito al cine. Es la historia del teniente Frederic Henry; oficial de una ambulancia, en el frente de guerra italiano, las cam-pañas en que participó y su amor por la

enfermera inglesa Cathérine Berkley; así como el trágico final después que ambos viajan a Suiza. “Adiós a las Armas”, tiene un íntimo espíritu humano; más allá de las crueldades y multiples masacres que impone el conflicto mundial. Cuando la barbarie no ofrece ninguna garantía a la humanidad, el amor será un refugio divino para los protagonistas.

Donde con realismo nos sumerge

en el mundo de frustraciones que

viven, unos jóvenes parisinos en

la postguerra.

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“Fraiche etrose comme au jourde la bataille”

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generaciónunaperdidaYA EN EUROPA, ES ASIDUO ASISTENTE DE LAS TERTULIAS INTELECTUALES DE LA LLAMADA “GENERACIÓN PERDIDA”;

Que se realizaban en casa de la escritora vanguardista estadounidense gertrude stein, junto a “inmigrantes” americanos. Casa que frecuentaban: los pintores Pablo Ruiz Picasso y Henry Matisse, tam-bién los escritores Francis Scott Fitzgeral, Sherwood Anderson y Ezra Pound, en-tre otros vanguardistas. Ocasiones que aprovechaba para leer a Gertrude todo lo que él escribía. Ernest sería su alumno, también ella será madrina de su primer hijo, John Hadley y de su primer libro. Esta relación de admiración, consejos y aprendizaje, porque ella le in-troduce en el mundo de las corridas de toros, en las que el discípulo resaltará como “aficionado”, fue muy importante. Hemingway terminará convirtiéndose, en

un experto con un tratado taurino llama-do Muerte en la tarde.Miss Stein revisa además sus primeros manuscritos y lo aconseja para que deje el periodismo. En el capítulo 2 de París era una fiesta: “Miss Stein da enseñanza,Hemingway y su esposa, invitan a la Sra. Stein a su pequeño departamento.Hemingway muestra lo que ha escrito y Miss Stein aprueba todo lo que le enseña salvo el cuento que se titula “Allá en el Michigan”, que pasará a formar parte de su primer libro Tres cuentos y diez poemas. El cuento le parece bueno, pero es inaccrochable, es decir que por ser tan crudo, no puede ser publicado en una re-vista, o colgado como un cuadro. Ernest le responde que lo que quiere es emplear las palabras que las personas utilizan a menudo. Hemingway piensa que debe meterse en la cabeza no escribir cuentos

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No todos los gustos y consejos de Miss

Stein eran aceptados por Hemingway.

inaccrochables y aprende la enseñanza de Miss Stein a regañadientes pero sin discutir. Como buen alumno le intere-saba más escuchar que hablar. Heming-way era un gran lector: Aldous Huxley, D.H. Lawrence, cualquier libro nuevo que encontraba en las ventas de libros usados, o en la librería “Shakespeare & Co.” de Sylvia Beach. Pero Miss Stein vuelve al ataque y dice que Huxley es un cadáver. D.H. Lawrence es sentimental e insensato y risible, además de tener un estilo enfermo. Su recomendación: leer a Marie Belloc Lowndes. Pero no todos los gustos y con-sejos de Miss Stein eran aceptados por Hemingway. Discutían sobre la calidad de los trabajos de Sherwood Anderson, otra de las influencias importantes en el autor, de la que pretendió librarse en la parodia Torrentes de primavera, motivo

por el cual la “profesora” y el “alumno” se enojaron profundamente, porque Ernest satiriza el estilo de Anderson y el de ella. Hemingway marchó al Canadá en 1923, y cuando estuvo de vuelta en París, se instaló en la rue Notre-Dame. Fue en esa época cuando surgió el famoso co-mentario de la “generación perdida”, que bautizó a toda una escuela de escritores norteamericanos.

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La anécdota viene del día en que Miss Stein tuvo problemas con un viejo Ford T, al ser supuestamente mal atendida por un joven mecánico que era veterano de guerra, la Sra. Stein se quejó con el dueño del taller. Se decidió que aquel joven no era sérieux, y el jefe le riñó severamente al muchacho gracias a la queja. El patrón dijo: “Todos vosotros sois une génération perdue”. A Miss Stein le pareció magnífico el calificativo y se lo repitió a Hemingway. “Eso es lo que son ustedes. Todos los jóvenes que sirvieron en la guerra. Son una generación per-dida”. Hemingway se molesta por ello, y le pregunta la razón de que los califique de esa manera. “Lo son. No le tienen res-peto a nada. Se emborrachan hasta ma-tarse.” “¿Usted me ha visto alguna vez borracho?” pregunta Hemingway algo molesto. “A veces me he emborrachado. Pero no la visito a usted cuando estoy borracho”. Remata diciendo: “El patrón de ese muchacho estaba probablemente borracho a las once de la mañana. Así le salen de hermosas las frases.” dictamina

Ernest Hemingway. Miss Stein sentencia: No me discuta, Hemingway. No le hace ningún favor. Todos ustedes son una gen-eración perdida, exactamente como lo dijo el del garage.” Sin darse cuenta Stein también le estaba dando a Hemingway la idea para su primera novela,The Sun Also Rises. Puso las palabras del dueño del taller, referidas por Miss Stein como epígrafe de su primera novela, equilibradas con una cita del Eclesiastés. Después de aquella discusión, Hemingway camino a su casa, pensó en el muchacho del garaje y se sintió al igual que el joven, lo comprendió, ya que Hem-ingway fue herido en la guerra, y manejó aquellos automóviles Ford T convertidos en ambulancias. Recordó cómo esos ter-ribles y arcaicos vehículos perdían los frenos bajando por las carreteras de mon-taña con toda una carga de heridos, tal como lo relataría después en su novela Adiós a las Armas.

Recordó cómo esos terribles y arcaicos

vehículos perdían los frenos bajando por las carreteras

de montaña

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“todosvosotros sois une génération perdue”“todos vosotros sois une génération perdue”

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civilguerra

españolaA LAS PUERTAS DE UNA NUEVA GUERRA, HEMINGWAY DECIDE ALEJARSE DE LA INFLUENCIA DE GERTRUDIS STEIN Y DEL CIRCULO QUE LA RODEABA EN PARÍS

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Para buscar su propio futuro; sin saber que sería el líder de la generación que nació en el marco de las dos guerras. Cuenta en su libro “Muerte en la Tarde” (1932), sus intentos como escritor: “Me esforzaba para aprender el arte de escri-bir comenzando por las cosas simples; y una de las cosas más simples y funda-mentales de todas, es la muerte violen-ta”. Para investigar esta realidad, viaja a España; con el objetivo principal de vivir e instruirse en las “fiestas de la muerte”, que se glorificaban en plazas de toros, de Castilla y Andalucía. Un auténtico tratado para los fanáticos de la tauromaquia y de España; es su libro “Muerte en la Tarde”, que se publica en 1932. Al comentar las razones para abordar el sanguinario de-porte español, Hemingway dijo: “Pensé

que quizá sería bueno que hubiera un libro sobre tauromaquia escrito en in-glés, y que un libro sobre un tema tan inmoral podría tener su importancia”. La visión personal y técnica demostra-das con excelencia en este libro; tenía el sustento de la experiencia de haber presenciado, Hemingway, más del mil quinientas estocadas mortales; hechas a toros y del entrenamiento para supieran morir en el ruedo. Toreros como Juan Bel-monte y Joselito; están presentes en esta obra donde lo romántico y el esplendor de una época se impone. En 1936, al estal-lar la Guerra Civil Española, Hemingway se enrola voluntariamente para combatir con los Republicanos; también lo hicieron otros intelectuales como el periodista cu-bano Pablo de la Torriente Brau. Escribe

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“La Quinta Columna” (1938) y hace una compilación, de los cuentos aparecidos en anteriores obras; bajo el título de “Las Primeras Noventa Historias” (1938). Todo este bregar creador lo realiza mientras visita el frente de batalla; y su tediosa convivencia en el Hotel Florida de Madrid. El drama que se recoge en la obra, “La Quinta Columna”; Hemingway lo explica en su prólogo, los motivos que impidieron la representación en su oportunidad: “El empresario murió mientras seleccionaba al elenco y su sucesor se vio envuelto en dificultades financieras”. La obra se rep-resenta en Nueva York en 1940, cuando ya se había “terminado” la tragedia espa-ñola. “La Quinta Columna”, hace alusión a la declaración de los Rebeldes españoles, sobre que ellos: “tenían cuatro columnas que avanzaban sobre Madrid y una Quinta Columna de simpatizantes dentro de la ciu-dad, para atacar, a sus defensores desde la retaguardia”. También de su experiencia en España, escribe la obra “Tierra Española”.

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Su décimo libro, “Tener o No Tener”, se publica en 1938. Tiene como escenario lo típico “americano”. La trama se desarrolla entre Cayo Hueso, sur de la Florida, y la isla de Cuba. En la mayor parte del libro, Hemingway centra la nar-ración en la vida y aventuras, de Harry Morgan. Hombre de pocos modales civi-lizados, pero audaz. Morgan es dueño de una embarcación que eventualmente arrienda a pescadores. Pero su principal interés es el contrabando. La obra junto a las vivencias de Morgan, va mostrando la vida de Key West. Para muchos segui-dores de su obra, Ernest Hemingway, logra acreditar su indiscutible madurez espiritual como escritor. Porque describe, a Harry Morgan, en su implacable y soli-taria lucha con la vida; y crea a uno de sus personajes más recios y consistentes. “Por quién doblan las campa-nas” (1940), será una de sus novelas más apreciada. Esta marca la adultez del escritor, en opinión del propio autor. “Por

quién doblan las campanas”, aborda los conflictos durante la guerra civil española. Se lleva al cine, con la actuación de Ingrid Bergman y Gary Cooper. Hemingway, expresó en vísperas de su publicación: “Dicen que cuando uno ha cumplido los cuarenta años debería saber lo su-ficiente y poseer la pasta necesaria para escribir una buena obra” “Y yo creo que ésta que he escrito ahora la es”. El título de la novela lo tomó Hemingway, de una frase del poeta inglés John Dónne que concluye: “La muerte de cualquier hom-bre me disminuye a mí, porque yo formo parte de la Humanidad. Y, por consi-guiente, no envíes a preguntar por quién doblan las campanas. Doblan por ti”. De aquí se desprende que se trata de una novela sobre la muerte. Su amor por África comenzó a finales de los años 20. Sus diversos viajes dieron vida a libros, como: “Las nieves del Kili-manjaro” y “La vida corta y feliz de Francis Macomber”; ambas escritas en 1936.

“La muerte de cualquier hombre

me disminuye a mí, porque yo formo parte

de la Humanidad.”

“tenían cuatrocolumnas que avanzaban sobre Madrid y una Quinta Columnade simpatizantes dentro de la ciudad, para atacar, a sus defensores desde la retaguardia”

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En 1935, Ernest Hemingway pub-licó “Verdes Colinas del África”. Es posible-mente la obra que nos presenta aspectos de su verdadera personalidad. Este libro revela su admiración por el coraje huma-no; su desconfianza por las personas que emplean frases altisonantes y su preferen-cia por los países tórridos. “Verdes Colinas del África”; es una descripción de este con-tinente y de la experiencia que vive junto a su segunda esposa, Pauline Pfeiffer. Esta obra ofrece todo el absorbente mundo de los paisajes africanos, densos, atractivos y difíciles. Como lo son también sus nativos, la variedad “de episodios de caza”, y el interés impetuoso de Hemingway en este deporte; poniendo a las claras la frescura de su experiencia personal. Las acciones descritas en el libro marchan unidas a sus puntos de vista; que sobre la literatura y los críticos estadounidenses tenía. Afir-mando que en su país: “la crítica destruye los buenos escritores y por exceso de am-bición los talentos se marchitan, por los elogios desmedidos, por sus pretensiones de intelectualismo y de superioridad”.

Apostrofándolos como a “piojos de la literatura”; los compara con “gusa-nos para anzuelo, metidos en una botella, que tratan de derivar conocimientos y ali-mento de su propio contacto”. “En cierta época de sus vidas”, prosigue, “los es-critores suelen convertirse en líderes. ¿A quiénes conducen? Poco importa. Si no tienen discípulos los inventan. Y es inútil que aquellos escogidos como discípulos, protesten. En este caso se los acusa de deslealtad. Hay otros que ensayan salvar su alma con lo que escriben. No es un medio fácil. Otros, todavía se arruinan por la primera suma de dinero recibida, la pri-mera alabanza, el primer ataque, la primera vez que descubren que no pueden escri-bir, o bien se asustan e ingresan a asocia-ciones que piensan en lugar de ellos”. Una nueva aventura encuentra el escritor en España, cuando conoce a Martha Gellhorn, que era corresponsal de la revista “Collier’s”. Hemingway leyó sus cuentos, le dio consejos literarios y se enamoró de ella. “Él es romántico por naturaleza y se enamora como un árbol

En la “Vida de Hemingway” escrita por Carlos Pujol se confirma este hallazgo: “(…)en los sótanos del Ritz se habían encontrado dos baúles suyos que debían de estar allí desde 1928. Los baúles contenían recortes de periódicos, libros, ropa vieja y sobre todo unos cuader-nos de apuntes que le inspiraron la idea de escribir un libro de recuerdos sobre el París de los años veinte.

memorias

La crítica destruye los buenos escritores

y por exceso de ambición los talentos

se marchitan.

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que se derrumba entre la maleza; tiene también una vena puritana que le impide ser un Don Juan de cocktail party”; es-cribió su amigo Malcolm Cowley en un artículo publicado en “Life”. “Cuando se enamora quiere casarse y permanecer casado y considera el término del mat-rimonio como una derrota personal”. La vida amorosa de Ernest Hemingway con-tinua controversial y deja en claro la in-dependencia del escritor. El 4 de noviem-bre de 1940, después de publicado “Por Quién Doblan las campanas”, Pauline Pfeiffer se divorció de él en Key West; y el 21 de noviembre, Ernest se casó con Martha Gellhorn, en Cheyenne, Wyoming. Ambos viajaron a China como correspon-sales de guerra y, además, disfrutar la

luna de miel. Cuando regresan a América, viajan a La Habana, Cuba, donde se es-tablecieron. Su estancia en la paradisiaca isla se ve interrumpida por el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Escenario mordaz y sangriento donde habría cabida perfecta para una nueva hazaña cargada de rudeza y literatura , nuevos personajes y amigos por conocer, que se encargarán de marcar su vida, por siempre.

“Él es románticopor naturaleza y se enamora como un árbol que se derrumba entre la maleza;

tiene también una vena puritanaque le impide ser un Don Juan de cocktail party”

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segundaguerramundial

Pero enemigo de ser simplemente un ob-servador participa en memorables batallas, como la ocurrida en la selva de Hürtgen, muy cerca a la frontera alemana. Batalla que duró dieciocho días y en la que murió casi la totalidad del 22° Regimiento. Hem-ingway permaneció, hasta el término de la batalla, junto al regimiento; y compartió, dice Malcolm Cowley, “todos sus peli-gros y penalidades, excepto la privación del alcohol. Para impedir esta desventura final, llevaba consigo dos “cantinas” en el

cinturón Gott-mit-uns; que le había quitado a un alemán muerto. Una estaba llena de Ginebra y la otra de Vermouth, y de ambas extraía potentes Martinis”. Participa en el desembarco de Normandía. Su estancia en Londres lo involucra en otro romance. Conoce a la corresponsal de la revista “Times” Mary Welsh. Ella se parecía, por su cabello rubio, a María, la joven de “Por Quién Doblan las Campanas”. Terminada la guerra, Heming-way regresa a La Habana, y se divorcia de Martha Gellhorn; para poder contraer matrimonio con Mary Welsh. Después viaja con ella a Italia y allí escribe “Más allá del

TRABAJA COMO CORRESPONSAL DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.

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Río y Bajo los Arboles”; novela de amor y de muerte que se desarrolla en Venecia. El héroe es Richard Cantwell, un coronel de ejército norteamericano; que a los 51 años, y mientras aguarda de un momento a otro la muerte, vive su último episodio de amor con una joven condesa italiana. La acción transcurre durante tres días, en los cuales el veterano militar vive intensa-mente junto a su condesa; y bebe Mar-tinis para pasar el sabor de las tabletas que toma para sus dolores cardiacos.

Los movimientos de tropas y el terreno y los oficiales y la tropa y el combate - que tanto le ayudarían a Hemingway en sus propias obras sobre la guerra, como las viñetas de guerra de in our time, Adiós a las armas y Por quién doblan las campanas- en Tolstoy. Además de conocer a Stendhal quien presenta en la Chartreuse de Parme la guerra tal como es, el maravilloso relato

de Waterloo, del que se inspiró Hemingway años después, para describir la retirada de Capporetto en Adiós a las Armas.“Llegar a todo aquel nuevo mundo de literatura, con tiempo para leer en una ciudad como París donde había modo de vivir bien y de trabajar por pobre que uno fuera, era como si a uno le regalaran un gran tesoro.”

Al cabo de ellos, según sus presentimien-tos, muere. Hemingway escribió gran parte de esta novela en un hospital; donde ig-ual que su héroe, aguardaba la muerte después de haber sido de alguna manera desahuciado; debido a una infección, en uno de los ojos, producida por un trozo de metralla. Regresa después de restable-cido a su ciudad predilecta, La Habana. Ernest Hemingway, era de ex-celente estado físico en todas las etapas de su vida. Y en correspondencia a esto, casi siempre era evidente en la descripción

Donde, aguardaba la muerte después de haber sido de alguna manera desahuciado

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de sus héroes: alto, de espaldas anchas, bien parecido, mentón firme, ojos nobles pero escrutadores y la postura de un boxeador consciente de su fuerza. Siempre odió los círculos literarios. De sus aficiones, las corridas de toros, la pesca y el boxeo, se cuentan numerosas anécdotas. En cierta ocasión, por ejemplo, participó en una corrida de toros; de la cual tuvieron que sacarlo sus amigos con una costilla rota. En otra oportunidad, mientras presen-ciaba un pugilato en la sala Wagram, de París, se irritó de tal manera; por los golpes de mala ley que uno de los contendores le aplicaba a su contrincante, que saltó al cuadrilátero y dejó tendido en el suelo al campeón. Por lo que respecta a su afición a la pesca, debido a sus haza-

ñas, lo eligen Vicepresidente de los “Salt Watei Anglers”; y en su honor se denominó “Neomerinthe bemingwayi” a cierta variedad de merluza. Decía Cowley: “Hemingway tiene cicatrices desde la punta de su cabeza, hasta la planta de su pie derecho, Podría decirse que la historia de su vida está grabada en su cuerpo”. La disciplina como escritor desentonaban con su indisciplina inconfundible. Fue un escritor esmerado, de ahí su talento. Todas sus obras las escribió varias veces y retocadas una y otra vez, con supresión de todo lo innecesario; hasta lograr esa clase que ha pasado a ser historia y muchos han tratado de imitar. Un estilo ob-tenido a base de una minuciosa selección y omisión, en cada uno de sus escritos. Hemingway dejó entrever los

Hemingway actúa como un joven pintor que quiere atrapar con rápidos bocetos todo lo que ve, oye, siente y huele. Qui-ere condensar con pocos trazos, como lo hace Goya en sus dibujos, la fuerza del momento, la impresión que deja cierta persona o lo que esa persona transmite, sin importar que tenga que deformarlo

para dar la impresión exacta, aunque esta pueda parecer contradictoria. Heming-way decía que había aprendido a escribir observando la obra de muchos pintores. Por eso tiene la capacidad para describir y mostrar un lugar, utilizando perspectiva, colores, combinándolos para crear una at-mósfera adecuada.

sangre expresiva

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rasgos característicos de su estilo: oraciones simples, descripciones precisas y diálogos enigmáticos. A juicio de algunos analistas, ha sido uno de los mejores escritores de la literatura universal. Al morir, sus obras se consideran clásicos en lengua inglesa. “Nosotros formamos parte de un equipo; en el que no se piden ni conceden favores” le dijo una vez Heming-way a un colega. “Ningún escritor que valga algo es un escritor nacional o un escritor de Nueva Inglaterra o del Renacimiento o un escritor brasileño. Todo escritor que algo vale es simplemente un escritor. Él nuestro es un equipo en el cual es difícil jugar.” En su prolifera actividad literaria, escribió otros libros, como: “En este mundo” (1924); “Fiesta” (1926);

“Ganancias de nada” (1933); “El verano peligroso” (1960); “París era una fiesta” (1964). Después de su muerte se publicaron: “Enviado especial” (1967), “Islas en la cor-riente” (1970) y “El jardín del Edén” (1986). Amigo de la justicia, las mujeres, la bohemia, los toros y el mar. Precisamente sobre la vida en el mar, trata la novela “El viejo y el mar”, publicada en 1952. Narra la lucha de un anciano con un gran pez. Está llena de sentido épico; refleja la sencillez y la poderosa fuerza expresiva de la oratoria. Dentro de un orden real, constituido por la histo-ria lineal de Santiago, y otro simbólico, con el sentido de la vida; el autor construye un todo realista. Lo que constituyó un homenaje a los pescadores de Cojimar, un pueblo cos-tero cercano a La Habana; fue un elemento clave para que en 1954 le otorgaran el Premio Nobel de Literatura.

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suicidiodolortrastornoDECIDE ABANDONAR SU FINCA AL ESTE DE LA HABANA

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Después del triunfo revolucionario que dirige Fidel Castro. Nunca más vuelve a la isla. Regresa a Estados Unidos, y se radica en la ciudad de Ketchun, Idaho. Donde vive sus últimos días. A mediados de los años 50, una severa depresión de carácter paranoico empezó a aturdir su mente. Obligándolo a hospitalizarse para recibir tratamiento en más de una oportunidad. Un domingo de julio de 1961, con la memoria algo tur-bada, se quitó la vida; igual que lo hici-era años antes su padre. Cuando apoyó los dos cañones de la escopeta Boss en su cabeza y tiró simultáneamente de los dos gatillos. La atrocidad producida por los disparos, nunca facilitó saber si había encañonado la frente o a la boca Ernest Hemingway vivió una vida llena de controversias; pero no se puede negar que es uno de los escritores

Una severa depresión de

carácter paranoico empezó a aturdir

su mente.

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más polifacéticos del siglo XX. Con su muerte termino de modelar una leyenda que se había iniciado varios decenios an-tes; cuando huyó de su hogar paterno, a los 15 años, para trabajar como periodis-ta empírico - pues nunca recibió título de periodismo - en Kansas City. Su paso por una compañía de ambulancias, en la Pri-mera Guerra Mundial; por la Guerra Civil española, África, por el París liberado de 1944; esculpió, para siempre, la historia de un hombre verdadero. Que aportó con sus obras, una manera que cambio la forma de escribir en inglés; y quedó definitivamente sellado al romper el alba,

del domingo 2 de julio de 1961; pocos días antes de su cumpleaños número sesenta y dos. A la posteridad corresponde medir y calificar su influencia en su generación, la actual y en las futuras; por su elabo-rado estilo de escribir directo, sencillo y expresivo. Es y será uno de los escri-tores, que difícilmente pueda borrarse de la historia de las letras. Su última obra publicada en vida fue Poemas completos (1960). Fi-nalmente Hemingway dejó sin publicar 3.000 páginas de manuscritos, lo que se-ria un enorme tesoro para la humanidad.

“A vecesme he emborrachado.Pero no la visito a usted cuando estoy borracho”

Es y será uno de los escritores, que difícilmente pueda

borrarse de la historia de las letras.

Con su muerte termino de modelar una leyenda que se

había iniciado varios decenios antes

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