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1 Cuaderno tecnológico-histórico (Extractos de la lectura B 56, Londres 1851) Karl Marx Estudio Preliminar y Traducción : Enrique Dussel Cuaderno tecnológico-histórico INDICE -- Estudio preliminar al "Cuaderno tecnológico-histórico" -- Aclaraciones a la traducción -- Cuaderno XVII, B56 Extractos tecnológicos-históricos (Londres 1851) -- Tercer Tomo -- II. Poppe, (J.H.M.), historia de las matemáticas dede la antigüedad a los tiempos modernos. Tübingen. 1828 -- III. Poppe, (J. H. M.), La física especialmente aplicada a las artes, manufacturas y otros oficios útiles. Tübingen, 1830 -- IV. Poppe (J.H.M.), manual de tecnología general, Frankfurt A/1/ M, /1/ 1809 -- V. Dr. Andrew Ure. Diccionario técnico, reelaborado (en alemán) por K. Karmarsch y dr. F. Heeren, Praga 1843-1844 (3 tomos). Primer Tomo -- VI. J. Beckmann. Contribuciones a la historia de los inventos. Göttingen, 1780-1805, 5 Tomos -- Poppe (J.H.M.), La mecánica del siglo XVIII y de los primeros años del siglo XIX, Pyrmont, 1807 -- Manuscrito B 79. Extractos de los cuadernos tecnológicos-históricos (Londres 1856) -- Apéndices

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    Cuaderno tecnolgico-histrico (Extractos de la lectura B 56, Londres 1851) Karl Marx Estudio Preliminar y Traduccin : Enrique Dussel

    Cuaderno tecnolgico-histrico INDICE -- Estudio preliminar al "Cuaderno tecnolgico-histrico" -- Aclaraciones a la traduccin -- Cuaderno XVII, B56 Extractos tecnolgicos-histricos (Londres 1851) -- Tercer Tomo -- II. Poppe, (J.H.M.), historia de las matemticas dede la antigedad a los tiempos modernos. Tbingen. 1828 -- III. Poppe, (J. H. M.), La fsica especialmente aplicada a las artes, manufacturas y otros oficios tiles. Tbingen, 1830 -- IV. Poppe (J.H.M.), manual de tecnologa general, Frankfurt A/1/ M, /1/ 1809 -- V. Dr. Andrew Ure. Diccionario tcnico, reelaborado (en alemn) por K. Karmarsch y dr. F. Heeren, Praga 1843-1844 (3 tomos). Primer Tomo -- VI. J. Beckmann. Contribuciones a la historia de los inventos. Gttingen, 1780-1805, 5 Tomos -- Poppe (J.H.M.), La mecnica del siglo XVIII y de los primeros aos del siglo XIX, Pyrmont, 1807 -- Manuscrito B 79. Extractos de los cuadernos tecnolgicos-histricos (Londres 1856) -- Apndices

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    --------------------------------------------------------------------------------------- Cuaderno tecnolgico-histrico (extractos de la lectura B 56, Londres 1851) Descriptores: filosofia; tecnologia; historia; marxismo Tomado de Web de CLACSO Cuaderno tecnolgico-histrico (extractos de la lectura B 56, Londres 1851) Karl Marx Estudio Preliminar: Enrique Dussel Traduccin: Enrique Dussel Peters Universidad Autnoma de Puebla, Puebla, Mxico- 1984 -----------------------------------------------------------------

    Estudio preliminar al "Cuaderno tecnolgico-histrico"

    I. El lugar del Cuaderno Tecnolgico Histrico en la totalidad de la obra de Marx Desde estudiante Marx se haba habituado, como mera tcnica de trabajo intelectual pero perfectamente articulable posteriormente a su vida de exiliado sin biblioteca propia: sea por los traslados, sea por la falta de recursos econmicos, a sacar apuntes, copiar textos, hacer anotaciones en cuadernillos, a veces de muy pocas pginas, o verdaderos cuadernos, que alcanzan a constituir obras importantes, como los 23 cuadernos de los llamados Manuscritos de 1861-1863, con millar y medio de hojas impresas. Uno de esos cuadernos de apuntes es el que tiene el nmero B 56, en el Instituto Internacional de Historia Social de Amsterdam, del Legado Marx-Engels.

    Marx dej m s de ciento ochenta cuadernos, del que nos ocupamos, el B 56, tena en la numeracin de Marx el nmero XVII. Se puede saber con certeza que fue escrito en Londres, en septiembre y octubre de 1851. Con letra de Marx, el cuaderno XVI (B 52) dice: "Octubre y noviembre. Londres". En el cuaderno XIX (B 61) escriba: "Londres, agosto 1852". En carta a Engels del 13 de octubre de 1851 indica Marx que en el ltimo tiempo est trabajando en la biblioteca como todo intelectual pobre principalmente sobre "tecnologa, sobre su historia, y sobre agronoma". En esto concuerdan Adoratskij y Rubel . 1. PRIMERA ETAPA: LA SUBJETIVIDAD COMO CONCIENCIA (1835-1843) Karl Marx proceda de una familia pequeoburguesa, de burcratas y rabinos, sin prcticamente ningn contacto con la realidad tecnolgica industrial o productiva. En su juventud poco o nada puede encontrarse sobre este tema. Slo, y lejanamente, unos Esquemas de 4 la Filosofa de la naturaleza de Hege1 , en donde resume la muy mediocre reflexin hegeliana al respecto, y en donde toca cuestiones tales como "la mecnica abstracta en general" sin ninguna relacin concreta con la tecnologa, pero s con conceptos fundamentales, tales como el de "la materia portante, la masa". Lo que acontece es que el joven Marx (1835-1843) es primero un hegeliano, despus un antihegeliano baueriano, un crtico poltico burgus democrtico y radical, pero siempre ligado a lo que pudiramos llamar una "subjetividad pensante",

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    una "conciencia crtica". En el fondo, "la reforma de la conciencia slo consiste escriba en septiembre de 1843 en Kreuznach en hacer que el mundo cobre conciencia de s mismo Nuestro lema deber ser, por tanto, la 5 reforma de la conciencia". Se podran rastrear muchos temas anteriores a octubre de 1843, pero en realidad quedara muy poco. Por ejemplo, escribe: Lo mismo que todo determinado modo de vida (Weise des Lebens) es el modo de vida (Lebensweise) de una determinada naturaleza. Sera absur- 6 do pedir que el len se atuviera a las leyes de la vida del plipo... As encontramos ya los "modos de vida", protoconcepto de los futuros "modos de produccin" donde la tecnologa tendr tanto que ver. Por el contrario, Engels (nacido el 28 de noviembre de 1820) per- teneci a una familia burguesa industrial de la ciudad de Barmen, ve- cina de la populosa Elberfeld renana. Su abuelo, Jean Caspar Engels, fund un comercio de hilados. Y su padre, catlico ferviente y tra- dicional, abri una sucursal de la firma Ermen-Engels en Manchester, Inglaterra, en 1837. No es por ello extrao que en m arzo de 1839 el joven de slo 19 aos, en sus Cartas del Wuppertal que public en el Telegraph tr Deutschland escribiera sobre su tierra: El encajonado ro hace fluir sus purpreas aguas, ora raudas, ora rem an- sadas, entre humeantes edificios fabriles y talleres de blanqueado cu- biertos de polvo de algodn; pero el color rojo intenso no proviene de ninguna sangrienta batalla ese color de las aguas del ro se debe ex- 7 clusivamente a la abundancia de tintoreras: es el rojo de la alizarina. Ya en 1838 haba ido a Bremen, ciudad hansetica abierta al co- mercio mundial con Londres y Nueva York, donde vivi con Heinrich Leupol. Siempre fue extremadamente sensible ante los explotados, los pobres, los obreros: Los obreros respiran ms humo de carbn y polvo que oxgeno, [con- diciones] que son adecuadsimas para matar en ellos toda energa y toda 8 alegra de vivir". Mientras Marx viva en medios universitarios a los que Engels se acerc durante algunos meses, mereciendo el desprecio del propio Marx, Engels se formaba en un medio industrial, tcnico. Debido a obligaciones familiares con respecto a la f brica de la familia en In- glaterra, Engels parte a la isla britnica. El 25 de diciembre de 1842 publica ya en el nm ero 259 de la Gaceta Renana algunas reflexiones sobre "La situacin de la clase obrera en Inglaterra": El obrero alemn puede a duras penas alimentarse de papas y pan

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    El de aqu, en cambio, come todos los das carne de res y obtiene por su dinero un asado bastante ms jugoso que el hombre ms rico 9 de Alemania. Con esto quera simbolizar la diferencia entre una Inglaterra in- dustrial y una Alemania casi feudal; sin embargo, bien pronto su optimismo se tornara en realismo y comenzara a describir la mi- seria del trabajador industrial. Todo el ao de 1843 fue de grandes experiencias sociales de mano de una obrera catlica irlandesa y tericas. De diciembre del 43 a enero del 44 escribe para los Anales Franco-Alemanes, que editaba Marx en Pars, el comienzo de una revolucin terica de consecuencia histrica mundial: Es- bozo de crtica de la economa poltica. En este artculo aparecen ya intuiciones esenciales sobre la cuestin de la tecnologa y que, leadas por Marx en Pars, sern el comienzo de su ruptura terica, fundada en la ruptura prctica por la articulacin con la clase obrera 10 francesa . En primer lugar, "el trabajo [es] el elemento fundamental de la produccin", y por ello la "separacin (Trennung) entre tierra, 11 capital y trabajo constituye en ltim a instancia algo inadmisible". 12 En realidad, "capital y trabajo son originariamente idnticos", es decir, trabajo como actividad, uno, y trabajo acumulado, el otro: ambos trabajo. Separarlos es el comienzo de la ocultacin antidia- lctica de la ideologa de la economa poltica. En este contexto se plantea por primera vez la cuestin de la tecnologa: En la lucha del capital y la tierra con el trabajo, los dos primeros le llevan a ste, adems, una ventaja especial: el auxilio de la ciencia Casi todos los inventos mecnicos han debido su origen a la escasez de mano de obra, como ocurre principalmente con las m quinas de hilar 13 el algodn, inventadas por Hargreaves, Cropton y Arkwright. En una pgina, Engels da cuenta de los inventos tecnolgicos y cita, por primera vez una obra tan utilizada posteriormente por Marx, la Philosophy of Manufactures, de Andrew Ure (1778- 1857), qumico y tecnlogo que estudi especialmente el rea de Manchester (donde estaba la fbrica de Engels), obra editada en Londres, en 1835, en dos tomos. En esta pgina ya se descubre que aunque se diga que "la maquinaria favorece al obrero", en realidad "va dirigida en contra del trabajo". Tambin, por primera vez, re- laciona la cuestin de la "divisin del trabajo" con la cuestin de la m quina. Engels tratar la cuestin frecuentemente hasta escribir, en 1845, La situacin de la clase obrera en Inglaterra. Cabe destacar, desde un punto de vista estrictamente tecnolgico, que en su artculo sobre

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    "La situacin de Inglaterra. El siglo XVIII", del 4 de septiembre de 14 1844, publicado en Vorwaerts, aporta ya elementos claros en cuan- to a la preocupacin de la tecnologa como tal: En 1763 comenz el Dr. James Watt, de Greenock, a ocuparse de la construccin de la m quina de vapor, a la que dio cima en 1768. En 1763, mediante la introduccin de principios cientficos, sent Josiah Wedgwood las bases para la alfarera inglesa En 1764 invent James Hargreaves, en Lancashire, la spinning-jenny, una m quina que, movida por un solo obrero, permite a ste hilar dieciseis veces ms cantidad de algodn En 1768, un barbero de Preston, Richard Arkwright, invent la spinning-throstle En 1776 invent Samuel Crompton en Bolton, la spinning-mule En 1787 invent el Dr. Cartwright el telar mecnico Su consecuencia inmediata fue el nacimiento de la industria inglesa, comenzando por la elaboracin 15 industrial del algodn. (y el 7 de septiembre, en su prximo artculo, contina:) El impulso dado a la industria algodonera no tard en 16 extenderse a las dems ramas industriales . Fue entonces en 1844, gracias a Engels, que el tema de la tecno- loga entr en el discurso crtico que nos ocupa. Pero ser la obra ya madura del joven de 24 aos, La situacin de la clase obrera en lnglaterra, la que decidir el tema. Ya en la primera pgina de la Introduccin, escribe: Antes de introducirse las mquinas, la materia prima se hilaba y se teja 17 en la misma casa del trabajador . Con estos inventos, perfecciona- dos desde entonces ao tras ao, se haba asegurado el triunfo del 18 trabajo mecnico sobre el trabajo manual . La divisin del trabajo, el empleo de la fuerza hidrulica y sobre todo de la fuerza de vapor y el mecanismo de la maquinaria son las tres grandes palancas por medio de 19 las cuales la industria saca de quicio al mundo . El tejedor mecnico compite con el tejedor manual y el tejedor manual sin trabajo o mal pagado hace la competencia al que tiene trabajo o gana ms, y procura 20 desplazarlo . Cada perfeccionamiento de la maquinaria deja sin pan a 21 muchos obreros . Es interesante anotar que Engels cita en ocho ocasiones a Andrew Ure, quien, reconocido burgus, da al autor los mejores argumentos 22 para su causa en defensa del trabajador .

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    2. SEGUNDA ETAPA: LA SUBJETIVIDAD PRODUCTORA (1843-1849) Sobre nuestro tema de la tecnologa, esta etapa es de transicin . Es un ir descubriendo su importancia en vista de la reflexin econ- mica, pero, antes an, desde una nueva visin antropolgica. El hombre no es conciencia sino corporalidad sensible, esto desde Feuer- bach; pero desde Engels y la economa, el hombre es corporalidad productora, trabajante, necesitante, sufriente, miserable cuando alie- nada. La subjetividad del cogito cartesiano ha sido por primera vez radicalmente superada como subjetividad carnal que produce para negar la necesidad de la vida: comer, vestir, habitar... En este con- texto se hace presente un primer modo de percibir la tecnologa, de manera principalmente negativa. En los llamados Cuadernos de Pars, fruto de la lectura de los Esbozos de Engels y del choque con la experiencia nueva de la clase obrera parisina, la praxis antecede a la teora: Marx habla m s bien de la produccin que de la tecnologa; m s del trabajo que de los instrumentos. Escribe: (Los obreros) son y deben ser mquinas de trabajo en las que slo se gastan los medios que son indispensables para mantenerlas en funcio- namiento. Poco importa si el nm ero de estas m quinas de trabajo (Ar- beitsmaschinen) es mayor o menor siempre que el producto neto per- mapezca constante. Sismondi tiene razn cuando dice que, de acuerdo con Ricardo, si el rey de Inglaterra pudiera obtener el mismo ingreso gracias a m quinas distribuidas por todo el pas, podra prescindir del 23 pueblo ingls . En este Cuaderno, al menos en varias ocasiones, se ocup de la tecnologa al extractar a los primeros economistas que lea. As por ejemplo, en su lectura de J. B. Say que fue su primer estudio en economa, tiene que distinguir entre: "l) Los tiles, los instru- mentos de las diversas artes, 2) Los productos que deben entregarse para la sobrevivencia del hombre industrioso (industrieux), 3) La 24 materia bruta" . Lo mismo acontece cuando extracta a Adam Smith, donde relaciona la cuestin de la "divisin del trabajo" con la fun- 25 cin de "acortar y facilitar el trabajo por medio de las m quinas" . Sin embargo, no llega a tratar el tema en Ricardo, porque su "apun- 26 te" termina antes de llegar a la cuestin "XXXI. De la maquinaria" . El criterio absoluto, descrito ya en esta etapa, es el siguiente: Mi trabajo sera expresin vital libre (freie Lebtnsaeusserong), por tanto goce de la vida subraya Marx. Bajo las condiciones de la propiedad pri- vada es enajenamiento de la vida, pues yo trabajo para vivir (sobrevi- vir), para conseguir los (meros) medios de vida. Mi trabajo no es vida

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    27 (Meine Arbeit ist nicht Leben) . En los Manuscritos del 44 la tem tica es semejante. La m quina y la cuestin tecnolgica son tocadas todava tangencialmente y de manera negativa: Del mismo modo que se ve rebajado (el trabajador) en lo espiritual y en lo corporal a la condicin de m quina, de hombre queda redu- 28 cido a una actividad abstracta y a un vientre . El obrero ha sido de- gradado a la condicin de m quina; la m quina puede oponrsele como 29 competidor . Estos temas son siempre tratados en relacin a la "divisin del trabajo", ya que sta como destruccin del trabajo total del arte- sanado "hace al obrero cada vez m s unilateral y m s dependiente, pues acarrea consigo la competencia tema de Engels no slo de 30 los hombres, sino tambin de las m quinas" . Usa ya el concepto de "capital fijo" en relacin con las "mquinas instrumentos, tiles 31 de trabajo y cosas semejantes" , y tambin descubre en la tecnolo- ga un cierto sentido positivo: Se ve cmo la historia de la industria y la existencia que se ha hecho objetiva, de la industria, son el libro abierto de las fuerzas humanas esenciales En la industria material ordinaria tenemos nosotros, bajo la forma de objetos sensibles, extraos y tiles, bajo la forma de la 32 enajenacin, las fuerzas esenciales objetivadas del hombre . Esto sera ya un descubrir la entraa civilizadora de la tecnolo- ga pero siempre en la ambigedad. As las cosas, en septiembre del 44 piensan publicar La Sagrada Familia contra sus antiguos compaeros bauerianos. Leam os un corto texto, que no puede ser sino inspirado en Engels: En la historia de masa no hubo ciudades fabriles antes de que hubiera fbricas; pero en la Crtica crtica, en la que el Hijo engendra al Padre, como ya ocurra en Hegel, vemos que Manchester, Bolton y Preston son florecientes ciudades fabriles ya antes de que se piense siquiera en las fbricas. En la historia real, la industria de algodn fue creada, principalmente, gracias a la "Jenny" de Hargreaves y al "throstle" 33 de Arkwright . Pensamos que estas frases deban dejar en Marx mal sabor de boca, por su escaso o nulo conocimiento de tecnologa, del que Engels haca aqu alarde.

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    En La ideologa a/emana, en cambio, es el mismo Marx quien comienza a tomar la pluma en la cuestin tecnolgica con la pro- fundidad que lo caracterizar como filsofo germano que era: El hombre mismo se diferencia de los animales a partir del modo en que comienza a producir sus medios de vida (Lebensmittel zu produzieren)... Al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su propia vida material. El modo (Weise) como los hombres producen sus medios de vida depende de la naturaleza misma de los medios de vida Este modo de produccin (Weise der Produktion)... es ya un determi- nado modo de objetivar su vida, un determinado modo de vida (Le- 34 bensweise) . De donde se desprende que un determinado modo de produccin (Produktionsweise) o una determinada fase social lleva siempre aparejado un determinado modo de cooperacin o una deter- minada fase social La historia de la humanidad debe estudiarse y elaborarse siempre en conexin con la historia de la industria y del 35 intercambio . Veremos el sentido de todo esto m s adelante, en un tratamiento m s sistemtico, dialctico. Fue en este ao de 1845 cuando Marx se ocup, en Bruselas, por primera vez, explcitamente, de la cuestin tecnolgica ayudado por Engels en su viaje de estudio a Inglaterra, tambin por vez pri- mera. Se ocup especialmente de la obra de Charles Babbage (1792-1891), profesor en Cambridge e inventor de la m quina de clculo, que haba racionalizado la "divisin del trabajo" en su obra On the Economy of Machinery, Londres, 1832. Tambin es- tudi la obra de Andrew Ore, que ya hemos mencionado. Ambos autores, con grandes diferencias, trataban siempre la cuestin tecno- lgica en relacin a la economa, a la situacin social y a la ciencia del momento. Todo esto permiti a Marx tratar la problemtica de "La divi- sin del trabajo y las m quinas" en la obra escrita en 1847, La mise- ria de la filosofa. La m quina aparecer siempre ligada a la cuestin de la divisin del trabajo como modos de aumento de productivi- dad. Marx ahora critica en Proudhon su propia posicin anterior ante la tcnica (as como critic en Bauer su propio conciencialismo juvenil): Las mquinas no constituyen una categora econmica, como tampoco el buey (de Aristteles) que tira del arado. Las m quinas no son ms que una fuerza productiva (Produktivkraft). La fbrica moderna, basada en el empleo de la m quina, es una relacin social de produccin (gesells- 36 chaftliches Produktionsverhaeltnis), una categora econmica . Marx muestra que no es la divisin del trabajo quien crea las m - quinas. Sino las m quinas modernas las que pulverizan el trabajo ar-

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    tesanal en muchos trabajos especializados, los cuales, por su parte, llevan a la invencin de nuevas m quinas. "El trabajo se organiza y se divide de diferentes modos segn sean los instrumentos (Werkzeu- 37 gen) de que disponga" . Pero no podemos dejar de anotar que Marx distingue ya entre tecnologa en general o en sentido abstracto (el buey que tira del arado: categora tecnolgica), y la tecnologa como momento de una relacin social de produccin, como catego- ra econmica (como capital, veremos despus), en concreto. Queremos indicar una cuestin que nos interesa como latinoame- ricanos, y que suena siempre como una campana en los escritos de Marx: 17 Una condicin de las ms indispensables para la formacin de la indus- tra manufacturera fue la acumulacin de capitales, facilitada por el des- 38 cubrimiento de Amrica y la importacin de sus metales preciosos . Por este texto comienza en el Manifiesto del Partido Comunista redactado fundamentalmente en diciembre de 1847 el tratamien- to de la cuestin de la tecnologa: El descubrimiento de Amrica im primieron un impulso hasta enton- ces desconocido al comercio, a la navegacin, a la industria La gran industria ha creado el mercado universal, preparado por el descubri- miento de Amrica. El mercado mundial aceler prodigiosamente el desarrollo del comercio, de la navegacin, de todos los medios de pro- duccin. Este desarrollo reaccion a su vez sobre la marcha de la in- 39 dustra . La cuestin tendr una importancia mayor en la teora de la de- pendencia como veremos m s adelante. Esta visin histrica es complementada con una visin sistemtica: La introduccin de las m quinas y la divisin del trabajo siempre los dos problemas juntos, despojando ala labor del obrero de todo carc- ter individual, le han hecho perder todo atractivo (pero hay igual- mente como una afirmacin del poder civilizador de la revolucin in- dustrial:) la subyugacin de las fuerzas naturales, las m quinas, la apli- cacin de la qumica a la industria y a la agricultura, la navegacin a va- por, los ferrocarriles, los telgrafos elctricos, la roturacin de conti- nentes enteros, la canalizacin de los ros, las poblaciones surgiendo de la tierra como por encanto, qu siglo anterior haba sospechado que semejantes fuerzas productivas durmieran en el seno del trabajo so- 40 cial?.

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    Toda la parte I, sobre "Burgueses y proletarios", en realidad, sig- nifica ya un indicar la funcin de la tecnologa en el desarrollo del capitalismo. En el corto trabajo sobre El salario vuelve sobre el mis- mo tema, aquello de que "el aumento de la maquinaria y el de la divisin del trabajo trae consigo el que se produzca incomparable- 41 mente m s en menos tiempo" . Si a esto le agregamos el tormentoso 18 ao 1848, que term ina con su exilio en Londres desde el 24 de agos- to de 1849, podemos decir que la etapa de transicin de su vida ha terminado. 3. TERCERA ETAPA: EL CAPITAL COMO SUJETO (1849-1878). En esta etapa definitiva, el exilio de Londres le sirve a Marx para de- dicarse por m s de dos aos a un profundo estudio. Parte de dicha reflexin son unos 18 "Cuadernos" 13 de ellos del solo ao 1851, entre los que se encuentra el B 56, Cuaderno XVII en la propia nu- meracin de Marx. Los cuadernos I al VIII y el XVI se ocupan de economa poltica (Estudios de Smith, Ricardo y otros 50 economis- tas); el IX, XI y XII de maquinarias y sus aplicaciones; el X y XII al XV de agricultura, salario, leyes de poblacin. El 2 de abril de 1851 escriba a Engels, quiz algo cansado de sus trabajos tericos: Ya he llegado a tal punto que en cinco semanas ms habr terminado con esa mierda de la economa y me lanzar sobre alguna otra cien- 42 cia en el Museo (britnico) . Hasta ahora haba estudiado a los tecnlogos anglosajones. En el Cuaderno XVII se ocupa en cambio de tecnlogos (o tericos de la tecnologa) alemanes. Ellos son J. H. M. Poppe (con cinco obras), J. Beckmann (con una obra), y el ingls A. Ure (con una obra). La tecnologa terica se cultiv en el siglo XVIII en Alemania (kameralwissenschaftlichen Lehre) primeramente en Halle, despus en Goettingen. Aqu enseaba J. Beckm ann desde 1766 como pro- fesor en filosofa, en las materias matem tica, fsica e historia natu- ral; desde 1804 dict ctedra en Frankfurt en agronoma, tecnolo- ga, etc., siendo a quien se atribuye la creacin del concepto de 43 "tecnologa". Su alumno en Tbingen fue J. H. M. Poppe . Beck- mann adopt la posicin materialista de la Ilustracin; distingui el arte de la tecnologa y a sta de la artesana. Puede decirse que fund la primera escuela alemana de tecnologa, que Poppe divulg, y que J. Karmarsch continu (su obra Historia de la tecnologa has- ta la mitad del siglo XVIII Geschichte der Technologie seit der

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    Mitte des 18. Jahrhunderts, Mnchen, 1972, es fuente para nues- tro trabajo). En concreto, Marx trabaj en el Cuaderno B 56, entre septiembre y octubre de 1851, las siguientes obras: a) J. H. Poppe, La mecnica del siglo XVIII y de los primeros aos del siglo XIX , editado en Pyrmont en 1807, con 141 pginas. Marx le dedica slo una frase en el manuscrito; un juicio general sin importancia. Poppe se haba ocupado desde el primer pargrafo hasta el 19 sobre las teoras de la esttica y la dinmica mecnica. Desde el pargrafo 20 al 55 muestra los adelantos de la mecnica prctica. En sptimo lugar en esta edicin castellana. b) J. H. Poppe, Manual de tecnologa general, editado en Frankfurt en 1809. Marx le dedica tres pginas, pero ahora con mucho m s detenimiento. Poppe indica al comienzo de su obra que es un trabajo pedaggico para sus alumnos. Seala el tipo de accin productiva y el instrumento que se usa. El instrumento (Werkzeuge) no importa que sea un objeto natural, artesanal, manufacturado o industrial. Se trata de comprender el sentido de la accin y de sus mediaciones. Hay cinco modos fundamentales de acciones tcnicas: separar y triturar, disminuir la unidad interna, ligar y unir, consolidar, confi- gurar. Estos tipos fundamentales de acciones tcnicas estructuran las cinco partes de su libro. Poppe intenta mostrar la lgica de la ratio technica en sus m ltiples modos de efectuacin. Marx sigue paso a paso su obra. En cuarto lugar en esta edicin. c) J. H. Poppe, La fsica especialmente aplicada a las artes, Tbingen, 1830. El autor se propona una "fsica popular". Marx le dedica seis pginas y media de su manuscrito. No se trata de una f- sica tcnica terica, sino explicaciones fsicas experimentales o ins- trumentales sobre las caractersticas de ciertos cuerpos, sustancias en general o algunos en especial. Marx, puede concluirse, deseaba una cierta informacin dada por un cientfico pero de nivel introducto- rio. En tercer lugar en esta edicin. d) J. H. Poppe, Historia de la matemtica desde la antigedad hasta los tiempos modernos, editado en Tbingen, en 1828. Poppe escri- bi otras cuatro obras matem ticas. Como en los casos anteriores se trata de una obra para principiantes. Dividi su obra en dos partes: sobre la historia de la matem tica pura (aritmtica, geometra, trigonometras, lgebra y anlisis) y aplicada (en temas mecnicos, pticos, astronmicos). Marx le dedic slo una pgina de su manus- crito. En segundo lugar en esta edicin. e) J. H. Poppe, Historia de la tecnologa, editada en Goettingen, en tres tomos, desde 1807 a 1811. Marx le dedica veintiseis pginas de su Cuaderno m s de la mitad del Cuaderno XVII. Se trata, como en los casos anteriores, del estado de los descubrimientos en el siglo XVIII. Marx recorre la obra pgina por pgina, en sus tres largos volm enes (de 505, 622 y 445 pginas respectivamente). Es una historia en sentido abstracto de la tecnologa, sin referencia al- guna a lo social o econmico. Marx tom de esta obra gran canti- dad de informacin para sus trabajos posteriores. Sin embargo, no quedar conforme con ella sobre todo por su m todo, y por ello

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    en El Capital dir que no exista todava una historia crtica de la tecnologa, "de los rganos productivos del hombre social", tal como Darwin lo haba logrado en "la historia de la tecnologa natural 44 (naturlichen Technologie)" . En primer lugar en esta edicin caste- llana. f) A. Ure, Diccionario tcnico (traduccin alemana del original ingls), publicado en Praga entre 1843 y 1844, en tres tomos. La edicin alemana haba sido reelaborada por K. Karmarsch y Fr. Heeren de la inglesa, publicada en Londres en 1839. La obra de los traductores fue importante, ya que introdujeron en la cultura ale- mana muchos trminos ingleses desconocidos en Alemania hasta el momento. Marx le dedic ocho pginas de su manuscrito, en es- pecial a la m quina a vapor de Watt que necesitaba conocer an desde el punto de vista puramente tcnico. En quinto lugar aqu. g) J. Beckmann, Contribuciones a la historia de los inventos, editado en Goettingen entre 1780 y 1805, en 5 tomos. Es una espe- cie de anuario que Beckmann, el fundador de la escuela de la teora tecnolgica alemana, haba publicado para informar sobre inventos. El material es disperso y no sistematizado. La media pgina que le dedica Marx indica que tal tipo de material hubiera exigido un estu- dio muy particularizado y especial, que Marx no estaba dispuesto a emprender ya que su inters, al fin, era econmico y no propia- mente tecnolgico. En sexto lugar aqu. Desde 1852 Marx se lanza al oficio de periodista, para vivir y para comprender su tiempo. Solo en 1857 vuelve al trabajo y ahora se trata de los Grundrisse en medio de penurias econmicas, de angustias y de intensas crisis personales. Es ya hora de tratar una cuestin de fondo, el lugar que ocupa la cuestin de la tecnologa en la visin de conjunto de la obra que Marx pensaba escribir, y de la cual El Capital es slo una primera 45 parte . Queremos aqu, sin embargo, indicar los lugares donde se encuen- tra el tema de la produccin, medios de produccin, tecnologa o m quina (gran industria), en las obras de este periodo definitivo de su obra (1857-1867), para en la segunda parte de este estudio tra- tar la cuestin no ya histrica sino tericamente. 46 En efecto, en los Grundrisse Marx echa mano de cuestiones tecnolgicas en todo momento. Por ejemplo, en el Captulo del Dinero, y hablando del "sujeto material" del dinero, realiza un es- tudio qumico del oro y la plata: "Aurum (Au). Densidad: 19,5; 47 punto de fusin: 1200 grados C" . Pero hay algunos momen- tos en los que la cuestin de la tecnologa es necesaria, es decir, entra en la esencia o estructura fundamental de la cuestin. Estos momen- tos son: en primer lugar, al exponer el tema de la produccin o del trabajo en general, al comienzo mismo y en el primer abordaje abs- tracto de las cuestiones. La tecnologa es "instrumento de produc-

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    48 cin" (Produktionsinstrument) . En este nivel hay que situar bien 49 el asunto, porque "la economa poltica no es la tecnologa" . Se trata de la intervencin de la tecnologa en el mero "proceso de tra- bajo" (Arbeitsprozess), en general, en abstracto, en s; en la produc- 50 cin del valor de uso, como "destreza (del) ejercicio repetido" , o como instrumentos objetivos (mquinas). El segundo momento sistemtico donde aparece necesariamente la cuestin de la tecnologa es en el "proceso de produccin del capital en general", por medio del logro de plustrabajo, plusvalor relativo. La tecnologa realiza una "productividad creciente (wach- 51 sende Produktivitt)" . "Por ello se dice de la m quina que ahorra 52 trabajo" . El tercer momento es ya "como capital"; transubstanciacin to- tal de la tecnologa en capital: Si bien el capital tan slo en la maquinaria y otras formas de existencia materiales del capital fijo se confiere su forma adecuada como va- lor de us dentro del proceso de produccin, ello en absoluto significa que ese valor de uso la maquinaria en s sea capital, o que su existen- 53 cia como maquinaria, sea idntica a su existencia como capital . En una teora de la tecnologa esta cuestin es fundamental. Es el pasaje de la tecnologa en s, abstracta, como tecnologa, a la tec- nologa en concreto como un momento del capital, "como capital" (als Kapital). Pero si se tiene en cuenta que: "La maquinaria se pre- senta como la forma m s adecuada del capital fixe, y el capital fixe 54 como la forma m s adecuada del capital en general" , podremos con- cluir que la cuestin que nos ocupa es esencial en la totalidad del pensamiento de Marx, en la estructura misma de la esencia del capi- tal, en el ncleo m ismo fundamental de la produccin, como capital fixe, o constante, o productivo. El modo de produccin capitalista tiene a la tecnologa en los momentos centrales de su ser como ve- remos m s adelante . 54 De igual manera, en los Manuscritos de 1861-1863 la cues- tin de la tecnologa entra en los mismos lugares del discurso. Es bueno recordar aqu que en estos aos Marx haba tom ado "un 55 curso prctico para obreros con el Prof. Willis" . En la cuestin del Arbeitsprozess (proceso de trabajo), porque "as como la con- sideracin del valor de uso es propia de la merceologa, de la misma manera la consideracin del proceso del trabajo en su realidad es 56

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    de la tecnologa (Technologie)" , la tecnologa juega la funcin de Arbeitsmittel (medio de trabajo) o Produktionsinstruments 57 (instrumentos de produccin) : Por medios de trabajo, a diferencia de la materia del trabajo, son com- prendidos no slo los instrumentos de produccin, desde el ms sim ple utensilio o recipiente hasta el ms desarrollado sistema de m quinas, sino tambin las condiciones objetivas sin las cuales no puede llevarse a cabo el proceso de trabajo en general, tales como el edificio donde se 58 trabaja o el campo donde se siembra . En segundo lugar entra la tecnologa en el problema del plusva- 59 lor relativo , y de manera especial los cuadernos XIX y parte del XX, que en realidad continan el tratam iento de la cuestin del plusvalor comenzado en el cuaderno V donde usa profusamente la obra de J. Poppe, Historia de la tecnologa, copiando textos de su Cuaderno XVII de 1851 (el B 56 que ahora editamos). Por ltim o, en El Capital la cuestin tecnolgica ocupa los mis- mos lugares, pero ahora de manera m s coherente y dialctica: a) La tecnologa como instrumento de trabajo en general, cuestin que se deja ver al inicio mismo del discurso de El Capital: La fuerza productiva del trabajo est determinada por mltiples circuns- tancias, entre otras por el nivel medio de destreza (Geschickes) del obrero, el estadio de desarrollo en quc se hallan la ciencia y sus apli- caciones tecnolgicas, la coordinacin social del proceso de produc- cin, la escala y la eficacia de los medios de produccin, las condicio- 60 nes naturales . En su sentido amplio, la tecnologa es el momento subjetivo (des- treza del obrero) y objetivo (ciencia, conocimientos tcnicos e ins- trumentos materiales: m quinas, etc.). Esta cuestin se trata espe- cialmente siempre como una determinacin del Arbeitsprozess 61 (proceso de trabajo) , para producir el valor de uso, el "sustrato material del valor de cambio". En este sentido la tecnologa se en- cuentra como una determinacin material esencial, primera. b) La tecnologa como capital es tratada en diversos niveles: En primer lugar, la tecnologa, en su sentido amplio y es como venimos usando al trmino, es capital constante, es decir, "la parte del capital (Teil des Kapitals) que se transforma en medios de pro- duccin m ateriales auxiliares y medios de trabajo lo denomino 62 parte constante del capital o, con m s concisin, capital constante" . Como capital constante, todava, la tecnologa puede tener dos fun-

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    ciones diversas. Como mero instrumento de trabajo tradicional para alcanzar plusvalor absoluto, o, tema en el que siempre Marx se extendi largamente en cuestiones tecnolgicas, como maquinaria, industria, gran industria para un aumento cualitativo (y tambin 63 cuantitativo) de la productividad en el logro del plusvalor relativo . En segundo lugar la tecnologa, en un nivel m s concreto, es un momento esencial del capital productivo, en la segunda fase del ci- clo del capital, bajo la frmula: T D - M P Mp El dinero (D) invertido en mercancas (M) para producir nuevas mercancas, compra trabajo vivo (T) y medios de produccin (Mp), entre los que se encuentran las m quinas, la tecnologa. Con dichas mercancas (M) se produce (...) nuevos productos (P). Este es el momento esencial del capital productivo y del capital en general. En tercer lugar la tecnologa entra en dicho silogismo como su premisa mayor o punto de partida: el capital constante es ahora capi- tal fijo: Los medios de produccin en que se fija una parte del capital produc- tivo se sustraen a la circulacin... para incorporarse al proceso de pro- 64 duccin por todo el tiempo que funcionen . Ni el capital-dinero, ni el capital-mercanca son tan decisivos como el capital-productivo. La tecnologa es parte de este ltim o, como el elemento material utilizado por el trabajo vivo. Despus del trabajo vivo mismo es el momento m s importante del capital en cuanto tal. c) La tecnologa como momento determinante de la "composi- cin orgnica" del capital entre las diversas ramas de la industria. Ahora abandonamos ya el nivel del capital "en general" y nos situa- mos en uno an m s concreto. Es decir, no se trata de un anlisis de los momentos esenciales del capital abstracto, sino del enfrenta- miento de diversos capitales concretos entre s. En este caso, "la composicin de valor del capital, en cuanto se halla determinada por su composicin tcnica (technische) y es un reflejo de sta, es lo que nosotros llamamos la composicin orgnica (die organische Zu- 65 sammensetzung) del capital" . Hay todava otros niveles m s concretos, todos los que incluyen como sus partes lo expuesto hasta ahora, pero dichos estratos dia- lcticos los trataremos m s adelante, ya que entran en el discurso posterior de El Capital.

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    II. HACIA UNA TEORA GENERAL DE LA TECNOLOGA Deseamos indicar a continuacin cul debiera ser el desarrollo total del discurso que exponga una teora general de la tecnologa, desde el m todo que nos propone Marx. No se trata de una exposi- cin completa, sino, m s bien, de indicar lo temas dentro de un pro- ceso dialctico estrictamente metdico. 1. MTODO PARA UNA TEORA GENERAL DE LA TECNOLOGA. Aunque esta cuestin ha sido por dem s estudiada, deseamos volver una vez m s para actualizar algunos momentos metdicos, a fin de utilizarlos en la exposicin posterior, que no se propone ser una descripcin acabada sino m s bien indicativa, como hemos dicho, de los pasos de un discurso metdico dialctico. Es sabido que "el m todo consiste en ascender de lo abstracto a 66 lo concreto" . El m todo inductivo asciende tambin ( aufzusteigen dice Marx) pero de lo concreto hacia lo abstracto. Es decir, de la cosa dada como experiencia, como factum hacia una idea, ley o teo- ra. El m todo deductivo, por el contrario, desciende, de la idea, ley o teora hacia la explicacin de hechos. Por el contrario a ambos m todos, el m todo dialctico, en su primer movimiento, asciende, pero a diferencia del inductivo, de lo abstracto a lo concreto ("vom Abstrakten zum Konkreten" dice el texto). Y en el segundo mo- mento, contra el m todo deductivo, desciende (no de lo abstracto a lo concreto) sino de lo Concreto a lo concreto explicado: Llegado a este punto (el concreto como totalidad), habra que reem- prender el viaje de retorno (rckwrts ), hasta dar de nuevo con la po- blacin, pero esta vez no tendra una representacin catica de un conjunto, sino una rica totalidad con m ltiples determinaciones y re. 67 laciones . Y aclara Marx: En el primer camino, la representacin plena es volatilizada en una de- terrninacin abstracta; en el segundo, las determinaciones abstractas conducen a la reproduccin de lo concreto por el camino del pensa- 6? miento . De esta manera, puede entenderse, que para la dialctica lo abs- tracto y lo concreto no tiene el mismo sentido que para otros m - todos. Lo concreto es la totalidad que comprende a los entes, los objetos, las cosas; por ejemplo, el capitalismo y el mercado mundial como totalidad. Lo abstracto es los mismos entes, los objetos, las

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    cosas que son "parte" de los todos enunciados, pero que son analiza- dos "como todos". En la realidad la "mesa" es parte del "aula uni- versitaria" la mesa del profesor. Pero como "mesa" en cuanto tal es abstracta; es abstrada de la totalidad en la que es "parte" y es considerada por la inteligencia representativa en su esencia (Wesen). La mesa en cuanto tal es abstracta; el aula que determina la forma de la mesa del profesor (y es el aula como totalidad pedaggica la que diferencia dicha mesa de la mesa del carpintero, del carnicero, de operaciones, etc.) es lo concreto. Se "asciende" entonces de la mesa en cuanto tal (abstracto) al aula como totalidad (concreta), para explicar desde el acto pedag- gico y la totalidad del aula la "forma" (esencia) de la mesa del pro- fesor (concreto explicado). Totalidad (2) concreta ascenso explicacin, descenso Momento Concreto abstracto (1) explicado (3) El inicio (1) y lo explicado (3) son siempre lo mismo (en el ejem- plo, la "mesa"). Pero en el punto de partida (1) es considerado como un todo en s; en el punto de llegada es explicado en la realidad ple- na (3), por mediacin del pasaje de la totalidad concreta que funda ontolgica o sistemticam ente a los momentos que son parte (csi- cos, nticos: (1) y (3), respectivamente). De la misma manera para el tema de la tecnologa que nos ocupa: a. En un primer momento absolutamente abstracto, inicial, pri- mero, podemos analizar a la tecnologa en s. El manuscrito B 56. Cuaderno XVII de Londres de 1851, sera, exactamente, apuntes al nivel de la mayor abstraccin. La tecnologa en s, en un nivel tal de abstraccin que sera el nivel en el que se sita el tecnlogo o el ingeniero, haciendo por ello abstraccin de numerosas determina- ciones reales (ideolgicas, polticas, econmicas, etc.) que hacen de la tecnologa un objeto real. Sera la consideracin de la tecnologa como una esencia abstracta: La produccin [lase: la tecnologa] en general (im Ailgemeinen) es una abstraccin, pero una abstraccin que tiene un sentido, en tanto pone realmente de relieve lo comn, lo fija Lo general o lo comn, extrado por comparacin, es algo completamente articulado y se des- pliega en diversas determinaciones Las determinaciones que valen para la produccin [l ase: tecnologa] en general son precisamente las que deben ser separadas, a fin de que no se olvide la diferencia esen- cial (wesentliche)... Un ejemplo, ninguna produccin es posible sin un instrumento de produccin, aunque este instrumento sea la mano.

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    Ninguna es posible sin trabajo pasado, acumulado, aunque este trabajo sea solamente la destreza que el ejercicio repetido ha desarrollado y 68 concentrado en la mano del salvaje Justamente la prototecnologa o la mera tcnica es el "instru- mento de produccin" y la "destreza", que, valga decirlo de paso, entra como determinacin esencial (momento de su esencia) de la produccin en cuanto tal, en general, en abstracto. b. En un segundo momento, la tecnologa es considerada como instromento del trabajo, como "parte" de un "todo". En la consi- deracin abstracta primera la tecnologa en s es un "todo". Ahora es "parte" del trabajo, de la produccin: mediacin-para. Es la pri- mera consideracin concreta; hemos "ascendido" de lo abstracto (en s) a lo concreto (el trabajo, la produccin). Esta es la manera como Marx estudia a los instrumentos de trabajo en el inicio mismo de su discurso dialctico de El Capital e igualmente de los Grnndrisse, de los Manuscritos del 61-63 y an de sus obras de juventud. Aunque esta consideracin es menos tecnolgica es m s real, ya que se descubre el para-qu o esencia real (la anterior era su esencia abstracta: es decir, no falsa pero por abstrada no real as ). La tec- nologa no es un fin en s, sino un medio-para. Es un momento m s filosfico, ya que se descubre la mediatividad de los instrumentos con respecto a sus fines. Aristteles, Kant, y hasta Heidegger tienen mucho que decirnos en este nivel concreto, primer nivel de concre- cin (segundo nivel metdico). El fin es el ser, pero el ser en gene- ral, en abstracto todava. c. En un tercer momento, segundo nivel concreto (y con respeco to al cual el momento anterior de la tecnologa como mediacin es un abstracto), la tecnologa es capital, capital mismo, un momen- to esencial, fundamental, del capital en general (es decir, todava en cuanto capital en abstracto). Este nivel quiz sea el m s interesante y en el cual Marx m s aport en sus reflexiones tericas, ontolgicas, filosficas, econ- micas (todo al mismo tiempo aunque con diferencias de matices). Considrese este texto, al cual hemos hecho referencia en parte: El dinero como capital (als Kapital) se diferencia del dinero como di 69 nero (dice en una ocasin. De la misma manera), si bien el capital tan slo en la maquinaria... se confiere su forma adecuada como valor de uso dentro del proceso de produccin, ello en absoluto significa que ese valor de uso la m quina en s (an sich) sea capital, o que su existencia como mquina (als Maschinerie) sea idntica a su existencia 70 como capital (als Kapital) . Marx haba estudiado durante largos aos (al m enos de 1846 a

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    1857, de La miseria de la filosofa a los Grundrisse) la cuestin del dinero contra Proudhon. Haba llegado a la conclusin de que el di- nero es una de las "formas de aparicin" un fenmeno en buena fenomenologa, que conoca bien Marx por Hegel una "determi- nacin" de la esencia, un "concepto" que haba que construir dia- lcticam ente en consideracin terica del capital, pero slo y en el caso en que entre en el silogismo D-M-D' que no es aqu el lugar de explicar, pero al que nos referiremos m s adelante. El dinero "debajo del colchn" del avaro medieval es dinero, es tesoro, pero no es capital. Es capital cuando ha sido subsumido en una totalidad concreta que le cambia de naturaleza: cuando el dinero (D) es usa- do en comprar mercancas (M) para producir nuevas mercancas in- dustrialmente y logran con ello m s dinero (D'). Es una subsuncin 71 (Subsumtion) ontolgica. Usamos la palabra "ontolgica" en sen- tido preciso aunque se escandalicen algunos colegas, marxista, dialctico. Considrese este texto filosfico explcito y estricto con- tra las suposiciones infundadas de Althusser: La circulacin slo existe en la medida en que se la mantiene. Con- siderada en s misma en la mediacin entre extremos que le estn pre- supuestos Por ende, no slo debe medrsele en cada uno de sus momentos, sino como totalidad de mediacin, como proceso total. Su ser (Sein) inmediato es, pues, apariencia pura (reiner Schein). Ella es el fenmeno (Phnomen) de un proceso que transcrurre detrs (hin- ter) de ella... La propia circulacin retorna (zurck) a la actividad 72 que la produce Retorna pues a su fundamento (Grund) . Para Marx, entonces, el capital en cuanto tal, como totalidad, es el ser, el fundamento, que "aparece" en diversas formas o fenmenos: como dinero, como capital productivo, como capital mercanca; como capital circulante como capital fijo como tecnologa (en este caso un momento del capital productivo, del constante o del fijo, pero en su "ncleo central" m ismo y constitutivo). Nivel del fundamento, El capital como tal de la totalidad; el ser (valor): ser como proceso; lo oculto; lo profundo Nivel de las apariencias como fenm enos, como como como como formas, entes; la dinero mercanca tecnologa x superficie (D) (M) (Mp) Se entiende ahora que la tecnologa como tecnologa se trata en las consideraciones abstractas (en a. y b.), pero la tecnologa como capital cambia de naturaleza; es ahora un momento no ya del "pro- ceso de trabajo" que se objetiva en el valor de uso en cuanto tal, sino un momento del "proceso de valorizacin" del mismo capital. Ha dejado de ser lo que era (una "totalidad" independiente) y ha sido

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    subsumido como "parte" de un nuevo "todo" que le cambia de na- turaleza. Como en el caso de un cazador del bosque (independien- te, y que busca su alimento) que fungiera como soldado de un ejr- cito invasor en Nicaragua (asumido en un todo que destruye un orden de justicia). El cazador puede usar su arma y el soldado tambin; pero la naturaleza de su accin es esencialmente diferente. La tecnologa en cuanto tal, como tecnologa, adems, ni siquiera es el cazador (todo concreto) sino el arma en cuanto tal, o mejor, los mecanismos de una m quina para disparar plomo a una cierta velo- cidad (ni "arma" en realidad). La tecnologa en cuanto capital es 33 "el arma del soldado" ahora arma y adems de un ejrcito invasor, es decir, en la totalidad inmoral de la injusticia). c. 1. La tecnologa como capital puede serlo a niveles diversos de profundidad (cada nivel es abstracto con respecto al concreto que lo funda; el cual concreto es abstracto con respecto al todo que lo ex- plica, por su parte). Es decir, con respecto a a. y b. nos encontra- mos en un segundo nivel de concrecin (con respecto al cual b. es abstracto; y con respecto a a. 2, el a.1 quedar situado igualmente a un nivel abstracto). La tecnologa como capital es, en primer lugar, capital constante, o un momento o determinacin distinta al capital variable, como lo veremos m s adelante. Como capital constante la tecnologa deviene un momento esencial de la originacin del ca- pital como tal (y por ello momento nuclear de su esencia). Por esto Marx se puso a estudiar la cuestin de la tecnologa como tal, en abstracto, en Bruselas en 1845 y en Londres en 1851 (nuestro ma- nuscrito B 56), porque el mejoramiento cualitativo de los instru- mentos de trabajo producan un aumento cuantitativo de la pro- ductividad, es decir, un aumento proporcional del plustrabajo sobre el tiempo necesario, es decir, plusvalor relativo. c. 2. En segundo lugar, en el nivel de la tecnologa como capital, la tecnologa es capital fijo, a diferencia del capital circulante; pero aun en este caso el capital circulante tiene momentos tecnolgicos tales como las ingenieras de caminos, ferrocarriles, los camiones, aviones, etc. . En la frmula: T D - M P Mp el "Mp" (medio de produccin) es en parte el momento fijo del ca- pital, en cuanto no se destruye, sino que permanece posteriormente al proceso productivo (... P). c. 3. En un tercer nivel, m s concreto y comprensivo, y con res- pecto al cual todos los anteriores niveles son abstractos, la tecnolo- ga es un momento de la esencia del capital productivo con respec-

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    to al capital dinero o mercanca. En los tres niveles de la tecnologa como capital (c.) estamos todava en una consideracin del capital industrial en general, en abstracto. Todos estos niveles abstractos de a. a c. se relacionan con respecto a d. como abstractos en relacin a lo concreto. d. La tecnologa es, adems, un momento esencial de la composi- cin orgnica del capital en la competencia entre las diversas ramas de la industria. Vase la importancia de la tecnologa en esta cuestin: La composicin de valor del capital, en cuanto se halla determinada por su composicin tcnica y es un reflejo de sta es lo que nosotros 73 llamamos la composicin orgnica del capital . Hemos puesto, pues, de manifiesto que en distintas ramas industriales, con arreglo a la dis- tinta composicin orgnica de los capitales... rigen cuotas desiguales de 74 ganancia... . Es decir, estando la tecnologa en mayor proporcin en una rama de la produccin inclina la balanza en su favor en la competencia, en el aumento de la ganancia fundada en un aumento de plusvalor relativo en ltim o trmino. Pero no como el factor de un plusva- lor en abstracto, en general, sino del plusvalor en concreto de una rama sobre otra rama de la produccin. e. La tecnologa es tambin un factor nuclear en la competencia entre naciones, es decir, en el enfrentamiento de diversas composi- ciones orgnicas del capital global de naciones del centro y la peri- feria; es la cuestin de la dependencia. Es sabido que Marx, en el plan inicial de sus investigaciones, las divida en seis partes (capital, ren- ta del campo, salario primera parte abstracta; estado, comercio exterior y mercado mundial segunda parte concreta), y por ello deba tratar posteriormente la cuestin del capital en el nivel del Es- tado nacional, y, por ltim o, en el nivel concreto por excelencia: el mercado mundial. En su momento esbozaremos el tratamiento de la cuestin; por ahora queremos slo indicar que este nivel mundial es m s concreto que la sola competencia de ramas de produccin en una nacin. Es m s concreto porque la totalidad mundial comprende a la nacin, desde un punto de vista espacial (en cuanto al capital circulante), y en cuanto a la naturaleza misma del sistema. En cuanto a la "es- pacialidad" problema nunca tenido en cuenta en el debate de la cuestin de la dependencia dice Marx: El traslado del producto terminado como mercanca elaborada de un centro independiente de produccin a otro geogrficamente alejado de aqul, representa el mismo fenmeno (del desplazamiento de lu- 75 gar del objeto) . Desde el punto de vista econmico la condicin espacial (rumliche)... forma parte del proceso mismo de produc-

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    cin. El producto no est realmente terminado hasta tanto no se en- 76 cuentre en (un lugar) el mercado . Por lo tanto, hablar de "centro" y de "periferia" en su sentido estricto espacial dice una relacin a la "corporalidad espacial" del capital. El capital determina la espacialidad de los objetos del sis- tema capitalista, aunque en realidad no interesa el espacio y el tiem- po cada uno independientemente, sino la relacin entre ambos, dia- lctica: la velocidad del proceso circulatorio del ciclo, ya que cada retorno del dinero (D) a plusdinero (D') es lo que intenta el capital, y cuanto m s rpido se circule mayor ganancia habr en el mismo tiempo. El espacio "central" es donde se ubica, se situa, donde est implantado el capital productivo, el capital constante y fijo decisivo, de punta, determinante. El espacio "perifrico" es el espacio consu- midor, en el silogismo M-D-M', donde M' no es "ms-m ercanca" sino slo otra mercanca para el consumo. El espacio perifrico es mercado pero no generador de plusvalor "central"; a lo m s plus- valor "perifrico", dependiente. No hay explotacin sino sobre-ex- plotacin (plusvalor relativo y absoluto "perifricos" combinados, y combinados con el plusvalor relativo y absoluto "central", cuestin que no estudia del todo Mauro Marini). Y para los eternos dogmticos que se oponen a la teora de la dependencia sabiendo que hay un "dependentismo" extrnseco y unilateral, valga este texto: Del hecho de que el beneficio pueda estar por debajo de la plusvala, o sea de que el capital (pueda) intercambiarse con beneficio (pero) sin valorizarse en sentido estricto, se desprende que no slo los capi- talistas individuales, sino las naciones (Nationen) pueden intercambiar continuamente entre s, pueden tambin repetir continuamente el inter- cambio en una escala siempre creciente, sin que por ello hayan de ob- tener ganancias parejas. Una puede apropiarse constantemente de una parte del plustrabajo de la otra, por el que nada da a cambio, slo que en este caso ello no ocurre en la misma medida que entre el capitalista 77 y el obrero . Creemos que es un texto "difcil" para los que se oponen a la teora de la dependencia. O este otro: Un crecimiento general y repentino de las fuerzas productivas (por ejemplo, la entrada de una transnacional en un pas subdesarrollado, hoy) desvalorizara relativamente todos los valores existentes, objetivados por el trabajo de un estado inferior de las fuenas productivas, y por con- siguiente destruira (vernichten: aniquilara) capital existente, as como 78 capacidad de trabajo existente . Es decir, y volviendo a nuestra cuestin, la tecnologa m s desa- rrollada destruye tecnologa menos desarrollada (por ejemplo las

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    artesanas textiles en la India o Mxico en el siglo XIX); destruye capital, trabajo subjetivado y objetivado, riqueza. Esta aniquilacin continua produce pobreza relativa, subdesarrollo, tecnologa depen- diente. Es en este nivel concreto, real, mundial, en el cual la tecnolo- ga alcanza su mayor grado de objetividad efectiva. La cuestin de la autodeterminacin tecnolgica toca el ncleo m ismo del capitalismo perifrico y explica su "eterno" atraso, la importacin tecnolgica y la falta de invenciones productivas. f. Por ltimo, dada la situacin estructuralmente dependiente y subdesarrollada de la tecnologa en el capitalismo perifrico, la cues- tin de la liberacin tecnolgica, en cuanto la tecnologa es capital, es desligar la articulacin de la productividad creciente, gracias a la tecnologa, de la plusvala que se obtiene del trabajo vivo. Es decir, que la tecnologa no fuera un factor de aumento de plustrabajo, de plusvalor, sino de aumento de satisfactores para las necesidades de las mayoras. Destruida la relacin formal de la tecnologa con el ca- pital, dejara de ser un momento del proceso de valorizacin del capital para la obtencin de plusvalor y ganancia, al final, y volve- ra a ser un instrumento de trabajo en el proceso de produccin para el hombre. Esto supone, entre nosotros, la liberacin nacional de los pases perifricos, como condicin real y concreta de la liberacin de la tecnologa para la invencin. Los "innovadores" en la Nica- ragua actual son un protoproceso que adquirir proporciones hist- ricas en una Amrica Latina liberada. Como corolario, la cuestin de la tecnologa y la tica viene como a recoger todo lo dicho. La relacin tica no es sino la articulacin adecuada de la tecnologa al hombre real, necesitado, y como suje- to del trabajo vivo. Es decir: No es ste el lugar para abordar en detail el desarrollo de la maquina- ria... en aquello en que en el capita fixe el medio de trabajo, en su aspecto material, pierde su forma inmediata y se contrapone material- mente, como capital, al obrero. En la maquinaria, la ciencia se le pre- senta al obrero como algo ajeno (fremdes) y externo (ausser), y el tra- bajo vivo (lebendige Arbeit) aparece subsumido bajo el objetivado, que opera de manera autnoma... El proceso entero de produccin, empero, no aparece como subsumido bajo la habilidad directa del obre- ro, sino como aplicacin tecnolgica de la ciencia. Darle a la produc- cin un carcter cientfico es, por ende, la tendencia del capital, y se 79 reduce el trabajo a mero momento de ese proceso . La cuestin tica por excelencia es la referencia de toda media- cin al sujeto de trabajo, a la excelencia final del trabajo vivo. En la medida que la tecnologa se autonomiza y se transforma en fin, que subsume como un momento suyo al trabajo vivo, es inmoral, des- tructora del hombre, un nuevo fetiche: el tecnologismo, el cienti- ficismo, el positivismo lgico. Hemos de tratar, indicativamente, tambin la cuestin, que abre la totalidad del sistema a la trascenden-

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    cia del trabajo vivo, a la exterioridad del sujeto de trabajo que nunca podr ser subsumido del todo por ningn sistem a, menos an por el capital aunque lo pretenda con sangre y fuego en El Salvador, hoy en 1983. 2. LA TECNOLOGA EN GENERAL. Hasta el presente, el nico texto de Marx que trata la tecnologa en general, en abstracto, es el manuscrito B 56 que ahora publi- camos hay otros, pero inditos. Las partes sobre tecnologa de los Grundrisse o de los Manuscritos de 1861-1863 publicados en castellano de la edicin italiana, son ya consideraciones de la tec- nologa en concreto, en el anlisis econmico. Aqu en cambio no hay ninguna consideracin concreta (poltica o econmica). Marx se mantiene en todo momento en el aprendizaje de la tecnologa como tal, como un "todo" (anlisis y no consideracin holstica; en el nivel, entonces, de la autonoma de la tecnologa). En este sentido puede decirse que la tecnologa es una instancia en el sentido althusseriano; una instancia con una autonoma propia (aunque, en concreto o realmente, relativa). Marx nos lo dice explcitamente: La tecnologa nos descubre la actividad del hombre ante la naturaleza, el proceso inmediato (unmitellbaren Produktionsprozess) de produc- 80 cin de la vida . Es en este sentido, en general, como se puede estudiar la tecnologa "en abstracto (abstrakt), independientemente (unabhngig) de sus fonnas histricas, como un proceso entre el hombre y la natura- 81 leza" . Esto significa que la relacin tecnolgica hombre-naturaleza tiene un sentido propio fuera de toda consideracin concreta en for- maciones sociales histricas o en diversas relaciones de produccin. Antes que relaciones sociales de produccin hay ya produccin, tecnologa. Se puede, entonces, caer en dos extremos. O negar el condicionamiento concreto o las determinaciones econmicas, pol- ticas o ideolgicas que se ejercen sobre la tecnologa en su autono- m a (sera pensar que la tecnologa tiene autonoma absoluta: tec- nologismos, tan frecuentes en universidades tecnolgicas, de inge- niera, diseo, etc.); o negar la existencia de una instancia tecnol- gica autnoma o la existencia de un mbito tcnico en cuanto tal independiente (sera negar la existencia de la tecnologa en su autonoma: economicismo tan frecuente entre marxistas). En este ltim o sentido abstracto, no hay que olvidar que el mismo Marx dice claramente que "la economa poltica no es la tecnologa 82 (Technologie)" . Por ello se puede "desarrollar en otro lugar (ms adelante, dice Marx) la relacin de las determinaciones generales de 83

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    la produccin [lase: tecnologa], en un estadio social dado" . Se tratara aqu de describir la esencia, todava en abstracto, de la tecnologa. En este Cuaderno XVII de Londres (1851), Marx trat la cues- tin resumiendo dos tipos de obras. Primeramente, gracias a los extractos de dos obras de Poppe colocadas en segundo y tercer lugar en el manuscrito, consideraciones tericas abstractas sobre la tecnologa. Sea del Manual de tecnologa general (1809), donde se describen las operaciones tcnicas de una manera sistemtica y con una intencin de mostrar su "lgica" interna; sea de La fsica es- pecialmente aplicada a las artes, manufacturas y otros oficios (1830), que se trata de un interesante intento de mostrar la aplicacin que de la fsica se hace en los oficios tcnicos. Y valga la aclaracin de que la palabra alemana Kunst, en el siglo XVIII y en el XIX, significa todava "arte" o "tcnica" la tecnologa no se ha separado todava claramente de las "bellas artes" y por ello se traduce indiferentemente por "arte" o "tcnica" en el texto. Marx toma sus apuntes concien- zudamente, pero pareciera que con algo de reticencia en este primer tipo de obras. Por el contrario, en la segunda parte del Cuaderno, cuando se trata de consideraciones histricas , se encuentra como m s inspi- rado y sus notas corren con m s entusiasmo. Se trata de los extrac- tos, m s concretos (porque histricos), de La historia de las mate- mticas (1828) y de La historia de la tecnologa (tres tomos, 1807- 1811), ambas de Poppe igualmente; a las que hay que agregar las obras de A. Ure y J. Beckrnann. Nos encontramos en el siglo XVIII, en el inicio de un tratamiento terico y autnomo de la tecnologa. Es sabido que el empirismo in- gls, desde Locke (con su Essay concerning human understanding, 1690), del sensualismo pasa al enciclopedismo francs. Un B. D' Alem- bert en su "Discours Prliminaire" a la Encyclopdie ou Dictionnai- re raisonn des sciences, des arts et des mtiers (considrese que la indicada Enciclopedia es tambin de las artes-tcnicas y de oficios) (1751-1772), recuerda que el nio llega a la existencia com o una tabula rasa, ya partir de los principios materialistas de la burguesa triunfante, el pensar y el ser, el sujeto y el objeto estaban unidos entre s solo mecnicamente: el pensar es slo la impresin pasiva del ser material objetivo. Este materialismo, que ser el del barn de Hol- bach en su Le systeme de la nature, ser claramente rechazado por Marx: La doctrina materialista olvida en la cuestin del cambio de las condi- ciones y de la educacin, que las condiciones del hombre cambian y que el mismo educador debe ser educado. Por ello debe dividirse la 84 sociedad en dos partes, de la cual una domina sobre la otra . Es decir, el sujeto que es pasivamente "impresionado" por el obje- to material, l mismo no es tan pasivo (porque la historia activa de su gnero lo ha determinado), y, por su parte, el objeto material mis-

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    mo no es el nico determ inante (porque dicho objeto mismo ha sido determinado por una historia). Es por ello que Marx reacciona crti- camente ante la Ilustracin, tambin en historia de la tecnologa: Una historia crtica de la tecnologa demostrara seguramente que nin- gn invento del siglo XVIII fu e obra personal de un individuo. Hasta 85 hoy esta historia no existe (escribe en 1867) . Marx estudia la tecnologa dentro de la tradicin de la Aufklrung del cual en Alemania J. Beckmann es su fundador, y Poppe su mejor alumno, y aunque aprende mucho de ellos no dejar de tener siem- pre una distancia "crtica". En realidad, lee entre lneas, oblicua- mente, con otra intencin que la puramente tecnolgica. El materia- lismo mecanicista nunca ser aceptado por la inteligencia dialctica, orgnica, con sentido histrico, vitalista, de Marx. No es aqu el lugar para entrar a estudiar, parte por parte, la tec- nologa del siglo XVIII y el inters de Marx por algunos de sus mo- mentos. Slo queremos, a manera de ejemplo, proponer un cuadro 86 que nos trae Hans Peters Mller del uso posterior que Marx har de sus notas de 1851, en el libro I de El Capital: ALGUNAS CUESTIONES TOMADAS DEL "CUADERNO TECNOLGICO-HISTRICO" EN EL CAPITAL Pgina original del ma- En El Capital nuscrito Tem tica (MEW, t. 23) 12/2 Girar la manivela del molino y molinos Pg. 395, nota 92 de mano movidos por esclavos 12/3 Tradicin del molino hidrulico del Pg. 368 imperio romano 13/1 Traccin y percusin de los molinos Pg. 397, nota 97 ruedas volantes y teora de dichas ruedas de Faulhaber y de De Cous; desarrollo de elementos cientficos y tcnicos de la gran industria dentro de la manufactura 13/2 Limitacin local de la fuerza hidrulica Pg.397 15/3 Scribbing-mill de Arkwright y consecuencias sociales Pg. 452 15/4 Inventos de un tomo para hilar doble en Alemania Pg. 394 16/1 Mquina de telar como sistema mecnico homogneo Pg. 393-394 16/2 La esquiladora de Everst y sus consecuencias sociales Pg. 452 17/3 Reglamentacin gremial sobre produccin de seda en Francia Pg. 374

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    19/1 Molino de seda Pg. 451- 452, nota 194 19/2 Productores de agujas de Nuremberg Pg. 358 24/3 Molinos de papel Pg. 368 25/2 Alemanes agremiados y manufacturas de papel en Holanda Pg. 402 26/4 Manufacturas de carruajes Pg. 356 27/2 Atraso de la tecnologa del bocarteado francs en el siglo XVI Pg. 368, nota 42 (Estos ejemplos son slo de la Historia de la tecnologa de J. M. Po- ppe, pero hay muchos m s del Cuaderno en general). Cabe recordarse que, en el nivel de la tecnologa como tal, en abs- tracto, Marx no tiene la pretensin de ensear nada nuevo; tam poco en el plano de la enseanza de la tecnologa com o tal en Francia haba la "coles des arts et m tiers", y en Alemania desde 1705 Hecker-Semler haba fundado las Realschule, y tantas otras. Marx aportar todo su genio, en cambio, en sus estudios a niveles m s concretos. Por ello, no podr aceptar "el error del materialismo abs- tracto cientfico natural (abstrakt naturwissenschaftlichen Materia- lismus)" que consiste en "hacer caso omiso del proceso histrico, (y esto) se pone de manifiesto en las representaciones abstractas e ideolgicas de sus corifeos tan pronto como se aventuran fuera de 87 su especialidad" . El cientificismo o tecnologismo abstracto (de muchos "materialismos dialcticos" u "ontologas materialistas ortodoxas" y dogmticas, pero an m s de los positivistas anglosajo- nes) es aquel que pretende real el nivel de lo abstracto como abstrac- to. Lo abstracto es real como momento de lo concreto, pero si se lo intenta hacer pasar por real en su abstraccin, se cae en esas aventuras de las "representaciones abstractas e ideolgicas". El materialismo naturalista, entonces, es la ideologa que confunde lo abstracto con lo concreto; siendo especialista de los momentos abstractos, cuando se aventura "fuera" (hinauswagen escribe Marx en el texto citado) del mbito que conoce como tcnico comete los errores m s infantiles error que cometen entre nosotros frecuente- mente los filsof os denominados "analticos", positivistas en reali- dad, cuando no cientificistas, que pretenden muchas veces dar cuenta de la realidad siendo que slo se encuentran describiendo y "ma- niobrando" con entes de razn. 3. LA TECNOLOGA COMO INSTRUMENTO DEL TRABAJO. Esta consideracin es m s concreta que la anterior, ya que se situa a la tecnologa como una "parte" en un "todo". La tecnologa como instrumento o mediacin de la produccin o el trabajo se define en funcin de la accin productiva o poitica. Es por ello que la tecno- loga aparece en las primeras descripciones sobre el trabajo en El Capital:

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    La fuerza productiva del trabajo est determinada por mltiples cir- cunstancias, entre otras por el nivel medio de destreza del obrero, el estadio de desarrollo en que se hallan la ciencia y sus aplicaciones 88 tecnolgicas... La tecnologa es un "medio de produccin" (Produktionsmi- 89 ttell) , es decir, la produccin como el todo concreto determina la esencia de la tecnologa. Esta sirve-para: El medio de trabajo es una cosa o conjunto de cosas que el trabajador interpone entre l y el objeto de trabajo y que le sirve como vehculo de su accin sobre dicho objeto. El trabajador se vale de las propie- dades mecnicas, fsicas y qumicas de las cosas para hacerlas operar, conforme al objetivo que se ha fijado, como medios de accin sobre 90 otras cosas . Y continuando la descripcin explica: El objeto del cual el trabajador se apodera directamente... no es objeto de trabajo, sino medio de trabajo. De esta suerte lo natural mismo se convierte en rgano de su actividad, en rgano que el obrero aade 91 a sus propios rganos corporales . Tecnologa por ello es, tanto la destreza del trabajador como los medios materiales de produccin, ciencia aplicada en el proceso mis- 92 mo del trabajo, "rganos productivos del hombre social" . A fin de comprender la cuestin en profundidad realizaremos una diferenciacin de dos aspectos que frecuentemente quedan confun- didos: a. La intencin pragmtica. Si tom ramos en cuenta la distincin 93 que en el plano del conocimiento propuso Edmund Husserl , es decir la posicin constituyente del sujeto (noesis) y el aspecto cons- tituido en el objeto (noema), podemos igualmente describir la pri- mera posicin del hombre, anterior an a la m eramente cognoscente o terica, del sujeto como necesitante (como sujeto de necesidad: pragmasis). El hombre, por ser una realidad con vida, consume su energa, gasta su vida en su propio proceso cotidiano. La necesidad de la que Marx nos habla desde los Manuscritos del 44 en adelante es una negatividad, una falta-de, hambre, desnudez, intemperie. La ne- cesidad es el "fundamento tendencial ideal interno (Idealen inner- 94

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    lich treibenden Gmnd)" del objeto satisfactor y de su consumo . La necesidad es "fundamento" en la Lgica de Hegel es el ser, la identidad originaria, pero de tipo desiderativo, afectivo, tendencial, que se lanza hacia (como el "apetito" por comer). Fundamento ten- dencial interno, anterior al objeto exterior. E ideal, es decir, del cual se tiene conocimiento previo (conciencia-de), imagen. De esta mane- ra la necesidad es en el hombre una cierta "apertura" al mundo. Porque tengo deseo o necesidad de comer todos los objetos del mun- do se transforman en alimentos posibles. El sujeto constituye a todos los objetos como posibles de satisfacer el hambre. La apertura necesitante subjetiva la denominaremos pragmasis. La intencin misma constituyente de los objetos que son constitui- dos como alimentos posibles la denominamos intencin pragmtica. El objeto constituido desde la intencin pragm tica o como til, y en aquel aspecto producido en relacin a la pragmasis, lo llamamos en griego: pragmata. La pragmata es lo til en tanto til: la utilidad de lo til: "La utilidad ( Ntzlichkeit) de una cosa hace de ella (un 95 bien que tiene as) un valor de uso" . La utilidad o el carcter de la cosa como satisfactor de una nece- sidad es la objetividad que dice relacin a una subjetividad que goza o disfruta. La subjetividad no es primera y esencialmente ego cogito (pensamiento); sino ego desiro (amo, deseo, gozo). El sujeto de ne- cesidad o carnalidad material viviente, necesita "objetos de disfrute 96 (Gegenstand des Genusses)" o "cosa (que) satisface la necesidad 97 humana" . La utilidad de la cosa dice relacin a la negacin de la negacin, a la negacin de la necesidad por el consumo, negacin, aniquilacin, incorporacin de la utilidad del objeto. Por ello se constituye un crculo: necesidad-objeto satisfactor o til-consum o o satisfaccin. La negacin (la necesidad como falta-de, como no-haber comido: hambre) es negada por el satisfactor (el comer niega el hambre) quien se niega (es destruido en la inges- tin del alimento) en la afirmacin del sujeto (consumo como ali- mentacin o saciedad, goce, disfrute). Esto supone, por parte de Marx, realizar una verdadera revolucin antropolgica no humanista como en los casos que critica Althusser, pero oponindose a la simplificacin althusseriana, en la que el hombre es definido como carnalidad, corporalidad viviente, y por ello material, sufriente, necesitante, negatividad constante con exi- gencia de afirmacin perentoria. Esta afirmacin de la sensibilidad de origen feuerbachiano, sale ahora del nivel ertico y se sita tambin en el propiamente econmico. Marx da un nombre a la esencia o fundamento de la utilidad: va- lor de uso, tomado en su sentido m s fuerte de John Locke: El worth (valor) natural de cualquier cosa consiste en su aptitud de sa- tisfacer las necesidades o de servir a la comodidad de la vida humana (escriba en Some considerations on the consequences or the Lowering

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    98 of Interest, 1691, en Works, Londres, 1777, t. II, p. 28) . A lo que agrega Marx y de la mayor importancia para nuestro tema: En los escritores ingleses del siglo XVII suele encontrarse an la palabra worth por valor de uso y value por valor de cambio, lo cual se ajusta, en un todo, al genio de la lengua que se inclina a expresar en vocablos ger- 99 m nicos la cosa directa, y en latinos la refleja . Engels agreg en nota a la cuarta edicin de El Capital: La lengua inglesa tiene la ventaja de poseer dos palabras distintas para esos dos diferentes aspectos del trabajo. El trabajo que crea valores de uso y que est determinado cualitativamente se denomina work; el 100 que crea valor, y al que slo se mide cuantitativamente, es labour . El valor de uso (worth) es el que directamente se dirige a la sub- jetividad necesitante como utilidad, como el "contenido material 101 (stofflichen Inhalt)" de la necesidad . Por ello, "el valor de uso 102 se realiza nicam ente en el uso o en el consumo" : de otra mane- ra, el valor de uso vale en el acto concreto de estar revitalizando a la vida, en la actualitas de la reproduccin de la subjetividad; es el mo- mento en el que "la cosa se subjetiva (subjektiviert sich die Sa- 103 che)" : En el consumo el producto abandona (el) movimiento social, se con- vierte directamente en servidor y objeto de la necesidad individual, 104 a la que satisface en el acto de su disfrute . As se cierra el crculo pragm tico. Desde la miseria y el sufri- miento hasta el goce del comer, ambos, actos que no son intrnseca- mente econmicos, aunque son la ltim a base material de la econo- m a, pero tambin de la tecnologa. b. La intencin productiva o poitica. En una descripcin feno- menolgica adecuada, como la de Marx, el paso siguiente sera el que a continuacin describimos. Si una necesidad no tuviera delan- te de s un objeto satisfactor existente, quedara insatisfecha. Una necesidad no cumplida por falta de un objeto exterior natural pro- mueve la irrupcin de una nueva intencin constituyente: la inten- cin productora. El hombre, al no encontrar en su medio el satisfactor, lo produce artificialmente. Surge as el acto propiamente humano, ya que el

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    consumir puede asemejamos a los animales, no as el trabajo creador: Concebimos el trabajo bajo una forma en la cual pertenece exclusiva- monte al hombre Al consumarse el proceso de trabajo surge un re- sultado que antes del comienzo de aqul ya exista en la imaginacin l05 del obrero, o sea idealmente . 106 El trabajo, como "actividad orientada a un fin" , se hace nece- sario; como hemos dicho, cuando la necesidad sigue en vilo, cuando el hambre no encuentra "a la mano" alimento alguno. Entonces el hombre se abre en posicin subjetiva productiva, de considerar todo lo que le rodea en el mundo como mediacin para fabricar algo: poiesis (correlativa a la pragmasis y a la noesis). Todo es conside- rado en el mundo, es constituido, desde una intencin productiva o poitica (que no es ya la intencin pragm tica). Desde este punto de vista la cosa o el objeto no es ya satisfactor o til, sino produci- ble. La producibilidad (o productualidad) del objeto posible es lo que llamamos con los griegos poimata. La poimata es el carcter de producido por un trabajo humano que porta un objeto: Si ponemos a un lado el valor de uso... nicam ente les restar una propiedad: la de ser productos del trabajo (Arbeitsprodukten)... Examinemos ahora el residuo de los productos del trabajo. Nada ha quedado de ellos salvo una misma objetividad espectral, una mera gela- tina de trabajo humano indiferenciado, esto es, de gasto de fuerza de 107 trabajo humana . La productualidad, o el hecho de que un objeto sea hecho, di- ferencia claramente la intencin productiva o poitica de la prag- m tica: Una cosa puede ser valor de uso y no ser vaIor. Es ste el caso cuando 108 su utilidad para el hombre no ha sido mediada por el trabajo . Es decir, el trabajo no funda el ser de todos los entes (tal el caso de una cosa natural, como el solo la tierra que el hombre no ha producido), sino slo de los artificiales, los producidos (lo que he- 109 mos llamado en otra obra cosas-sentido) . Lo que permite que un objeto inexistente de una necesidad no-cumplida llegue a existir es el proceso del trabajo: El proceso de trabajo... es una actividad orientada a un fin, el de la pro- duccin de valores de uso, apropiacin de lo natural para las necesidades humanas, condicin general del metabolismo entre el hombre y la natu- raleza, eterna condicin natural de la vida humana y por tanto indepen- 110

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    diente de toda forma de esa vida . El proceso del trabajo desde el paleoltico o el neoltico, entre aztecas o chinos, feudales, capitalistas o socialistas, en su esencia, tiene momentos constitutivos semejantes, independientemente de los modos de produccin o formaciones sociales donde se realice. La tecnologa es un momento constitutivo del trabajo, del proceso de trabajo: Los momentos simples del proceso del trabajo son la actividad orienta- 111 da a un fin (o sea el trabajo mismo), su objeto y sus medios (Mittel) . El trabajo es el momento subjetivo, el momento de la objetiva- cin del sujeto ("en la produccin se objetiva a s misma la perso- 112 na") . El objeto no ya como objeto de satisfaccin sino como objeto de produccin es el sujeto hecho realidad objetiva. El "me- dio" es una "cosa (que) satisface la necesidad humana... (pero) 113 a travs de un rodeo" . Es decir, el objeto satisfactor de subsis- tencia (pan) satisface directamente la necesidad, el "medio de pro- duccin" lo hace indirectamente. Se usa "algo" para producir otra cosa. Adems, el "medio" productivo tiene relacin con el tiempo: Ninguna produccin es posible sin un instrumento productivo, aunque este instrumento sea slo la mano. Ninguna es posible sin trabajo pa- sado, acumulado, aunque este trabajo sea solamente la destreza que el ejercicio repetido ha desarrollado y concentrado en la mano del sal- 114 vaje . El instrumento, la tcnica, la tecnologa tiene por ello historia, como el proceso en el tiempo de acumulacin de pericia (subjetiva- mente) y de instrumentos (estructuras de m quinas y otras media- ciones objetivas, externas, materiales). c. Tecnologa y materialismo. Aunque se pudieran tocar muchos otros aspectos de la tecnologa como mediacin del trabajo, desea- mos abordar uno de cierto importancia terica (y por ello polti- ca) en Amrica Latina. El sentido del materialismo en Marx con res- pecto a la cuestin tecnolgica. Para Marx "materia" en su sentido primero y fuerte significa "con lo que" algo se hace, el recurso con el que se fabrica algo. Se trata de un sentido productivo (tecnolgico), antes que antropolgico (lo sensible) o cosmolgico (la masa del universo): Es evidente que la actividad humana hace cambiar la forma (die Formen) 115 de la materia natural (Naturstoffe) para servirse de e1la . Sin embargo, 116

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    la mesa sigue siendo madera . Como siempre como en el caso de worth y work en relacin a value y labour la palabra de etimologa germana expresa el sen- tido m s primario y fuerte: Stoff y no Materie (esta ltim a de ori- gen latino). La relacin material por excelencia, el sustrato ltim o y la ltim a instancia del materialismo (sea histrico o dialctico, si existe este ltim o) es este nivel abstracto de la relacin hombre-naturaleza in- mediata por medio del trabajo. Es por esto que el producto de tal trabajo, el valor de uso o la forma en el objeto, es la determina- cin concreta que el hombre objetiva en el producto (el zapatero produce un zapato en cuanto tal). La determinacin material es la objetivacin concreta del trabajo concreto. Es por esto que se nos dice: Un valor de uso, (lo que porta) un bien, slo encierra un valor por ser la objetivacin o materializacin (materialisiert) del trabajo abstracto 117 humano . Objetivacin o materializacin es lo mismo. Es imprimir a una materia la forma humana: transformarla en til. Es por ello que la economa y el valor de uso se construyen sobre este sustrato prima- rio, material, primero, ltim a instancia: El valor de uso (... es) el sustrato material (materielle Substrat), el 118 p