libro carmelitas descalzas

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Presentación ........................................................................................................................................... 5Gracias ..................................................................................................................................................... 7CAPÍTULO I: HISTORIA DE LA FEDERACIÓN

Nuestra Federación en la prehistoria ............................................................................................ 11Breve historia de sus primeros veinticinco años .......................................................................... 15

CAPÍTULO II: ASESORESAprendiendo a ser asesor ............................................................................................................. 95Recuerdos de ayer .......................................................................................................................100

CAPÍTULO III: PRESIDENTASCarta .............................................................................................................................................105Aportación histórica testimonial ................................................................................................. 107¡Nuestra Federación! Mi testimonio ...........................................................................................110

CAPÍTULO IV: MONASTERIOSAntequera. Carmelo de San José ................................................................................................119Badajoz. Ntra. Sra. de los Ángeles ..............................................................................................123Baeza. La Encarnación ................................................................................................................124Cádiz. Corpus Christi ....................................................................................................................127Dos Hermanas. San José ............................................................................................................131Fuente de Cantos. Jesús, María y José .......................................................................................134Granada. San José .......................................................................................................................138Linares. Virgen del Carmen y San José ......................................................................................140Málaga. San José .........................................................................................................................144San Fernando. Santísima Trinidad .............................................................................................. 147Sanlúcar de Barrameda. Santa Teresa de Jesús .......................................................................150Sanlúcar la Mayor. San José .......................................................................................................152Sevilla. San José del Carmen ......................................................................................................155Talavera de la Reina. Inmaculada Concepción del Carmen ......................................................157Tánger. Carmelo de Tánger .........................................................................................................159Úbeda. La Purísima Concepción .................................................................................................163

CAPÍTULO V: MEMORIA DEL PASADOBreves recuerdos de la Federación de Andalucía .....................................................................166De bien en mejor ..........................................................................................................................168¡Gracias! Federación Virgen del Carmen ....................................................................................168Federación 25 años ..................................................................................................................... 170Bodas de plata de la Federación Virgen del Carmen ................................................................ 172Bodas de Plata. ............................................................................................................................ 174Recordando .................................................................................................................................. 175

CAPÍTULO VI: MIRANDO AL FUTUROVeinticinco años de vida y esperanza .........................................................................................181Un descubrimiento fascinante ....................................................................................................182Juntos andemos ...........................................................................................................................183Desde Sanlúcar de Barrameda ...................................................................................................184Fuente de Cantos (Badajoz) ........................................................................................................185La Federación: una gran familia .................................................................................................186Mi agradecimiento a la Federación ............................................................................................188Desde el Carmelo de Cádiz .........................................................................................................189En el tiempo y para el tiempo .....................................................................................................190Desde el Carmelo de Sevilla .......................................................................................................192Buscando nuevos odres para vinos nuevos ...............................................................................193Desde el Carnelo de San Fernando ............................................................................................195Convocatoria de Dios ...................................................................................................................196

CAPÍTULO VII: PORTADAS ENLACE ..................................................................................................199

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F e d e r a c i ó n V i r g e n d e l C a r m e n

La celebración de los 25 años de la Federación “Virgen del Carmen” de las monjas carmelitas de Andalucía, es una ocasión para abrir tres ventanas a su realidad: una hacia el pasado, una hacia el presente y otra hacia el futuro.

La ventana hacia el pasado recuerda los orígenes de la misma: responder a la invitación de la Iglesia que ya desde el pontifi cado del Papa Pío XII puso de relieve que los cambios experimentados en la sociedad y en la Iglesia aconse-jaban y exigían la creación de federaciones de contemplativos y contemplativas como órganos de ayuda y coordinación entre los monasterios para poder realizar adecuadamente su vocación en la Iglesia, sin derogar la justa autonomía de los mismos.

Si eso aparecía urgente en los años cincuenta, con mayor razón es im-prescindible en este momento de cambio de época en el que vivimos, caracteri-zado por la globalización en todos los aspectos de la vida social. Este fenómeno ha hecho necesarias en el mundo la unión de fuerzas, la interdependencia y la colaboración económica, social, política y cultural. La Instrucción de la CIVCSVA, Verbi Sponsa (1999), confi rmó la importancia de las Federaciones o Asociaciones “para resolver problemas comunes: la conveniente renovación y también la reor-ganización de los monasterios, la formación tanto inicial como permanente y el mutuo apoyo económico” (n. 28).

Este libro conmemorativo contiene, ante todo, una mirada hacia el pasado y trata de poner de relieve todo lo positivo que ha habido en el camino recorrido, un camino hecho de luces y sombras, de éxitos y fracasos, de búsqueda y encuen-tro, como todo camino humano. A través de los acontecimientos se descubre la mano del Señor que acompaña y que sabe sacar bienes de todo, aún de nuestros errores y limitaciones. Hay que leer con esos ojos la historia de la Federación y de los monasterios que la componen. Importante es también la sección testimonial en la comparten sus experiencias los Asesores, las Presidentas y las hermanas, que vieron nacer y crecer la Federación.

La ventana hacia el presente es una toma de conciencia de la identidad de la Federación, de los desafíos que tiene que enfrentar a la luz de los signos de los tiempos y de la experiencia de estos 25 años. Hay que responder a ellos con fi delidad creativa, es decir, ancladas en los valores esenciales de la vocación y misión del Carmelo Teresiano contemplativo, expresados en el capítulo primero de las Constituciones, y al mismo tiempo atentas a las interpelaciones de Dios en las circunstancias cambiantes de la historia.

PRESENTACIÓN

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Los testimonios de las hermanas más jóvenes, que ya se encontraron con la realidad de la Federación cuando ingresaron al Carmelo y que tienen expecta-tivas y deseos relacionados con su funcionamiento, son la ventana que se abre hacia el futuro. Es necesario escuchar sus inquietudes, anhelos y esperanzas. Hay que estar unidas al pasado como generador del presente y orientador hacia el futuro. Hay que comenzar siempre e ir de bien en mejor, como decía nuestra Santa Madre Teresa de Jesús. La Exhortación postsinodal Vita Consecrata pide que no nos quedemos solamente recordando glorias pasadas sino que fi jemos la mirada en el futuro: “¡no solamente tenéis una historia gloriosa para recordar y contar, sino una gran historia que construir! Poned los ojos en el futuro hacia el que el Espíritu os impulsa para seguir haciendo con vosotros grandes cosas... Sed siempre fi eles a Cristo, a la Iglesia, a vuestro Instituto y al hombre de nuestro tiempo” (n. 110).

Que esta celebración de 25 años de la Federación “Virgen del Carmen” de Andalucía sea al mismo tiempo memoria, proclamación y anuncio. Memoria que, en cierto modo, vuelva a hacer presentes los acontecimientos más notables y los logros más importantes que han tenido lugar en el cuarto de siglo de su ex-istencia. La memoria lleva necesariamente a la proclamación de la bondad y de la fi delidad de Dios que ha acompañado a los monasterios federados deseosos de seguir el paso del Señor por su historia. El anuncio es una proyección llena de es-peranza de que el Señor “que inició en vosotras la buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús” (Flp 1,6).

Que “el Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo” (Rm 15,13).

14 de noviembre de 2007

Solemnidad de Todos los Santos de la Orden

Fr. Camilo Maccise, OCD

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Tenemos entre las manos un libro conme-morativo de 25 años de camino recorrido, con la seguridad de que nunca estuvimos solas. Un libro que recoge unos avatares, a veces felices, a veces dolorosos, pero que han constituido y constituyen nuestra historia como Asociación-Federación de Conventos de Hijas de Teresa en Andalucía.

Como buenas hijas suyas, que queremos

Tenemos entre las manos un libro conme-morativo de 25 años de camino recorrido, con la seguridad de que nunca estuvimos solas. Un libro que recoge unos avatares, a veces felices, a veces dolorosos, pero que han constituido y constituyen nuestra historia como Asociación-Federación de

Como buenas hijas suyas, que queremos

¡¡¡GRACIAS!!!

ser, lo que nos interesa, lo único que nos interesa, es obedecer a la Iglesia y ca-minar. Caminar como ella caminó incasablemente por las llanuras castellanas y hasta por tierras andaluzas. ¡Cómo se las ingenia el Todopoderoso cuando en sus designios entra algún proyecto que nadie pensó ni programó! ¡Quién iba a decir, que esa Andalucía tan calurosa, que hasta los demonios tienen más poder que en otras tierras españolas, tendría el privilegio de guardar en el relicario de su corazón las huellas de sus alpargatas!

Por obedecer a lo que la Iglesia recomendó después del gran aconteci-miento del Concilio, es por lo que, con pausa, poquito a poco, un puñado de Con-ventos andaluces emprendieron la gran aventura de empezar a caminar juntos, con la intención de empezar a sentir el calor familiar que se coció en el corazón de Teresa y que hace que cada vez que nos encontremos, nuestra alma huela a pan caliente amasado con amor de Madre.

Nunca nos sentimos solas porque siempre pudimos comprobar que Al-guien nos conducía, “nos enseñaba a caminar cogiéndonos por las manos”, aun-que a veces, no nos diéramos cuenta que “cuidaba de nosotras”, y hasta tenía el detalle de “alzarnos hasta su mejilla e inclinarse para darnos de comer”. ¡Si tuviéramos ojos para leer en los acontecimientos que hemos vivido y que segui-mos viviendo, los gestos de su Amor y su Misericordia...!

Es indudable que todo fue proyecto Suyo. Nosotras solas nunca hu-biéramos “dado a luz” el hijo que nos ha nacido. Limitaciones...¡a montones! Difi cultades...¡muchas! Pero la verdad es que ante nuestros ojos asombrados desfi lan XXV años de Historia ante los que sólo podemos musitar ¡¡¡GRACIAS!!!.

Hay algo muy interno, pero muy importante, que nos une. Nuestra identi-dad y nuestra autonomía siguen indemnes, pero es indudable que en el viejo tron-co de nuestros proyectos, hay al menos dos “yemas”, que con un empuje inusita-do se abren paso, presagiando que la PRIMAVERA está cerca, aunque la ansiedad por su llegada nos haga vivir sentimientos de añoranzas por su ausencia.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

El sentido de FAMILIA está creciendo de bien en mejor y no somos Comuni-dades unidas sólo por el Catálogo de la Provincia. Poco a poco, nuestros nombres tienen rostro concreto y están unidos a anécdotas, confi dencias, intercambio de experiencias...En una palabra, FRATERNIDAD. Pero no sólo de eso, sino de preocu-pación por la otra, deseo de compartir, con-padecimiento...

La otra yema a la que aludía anteriormente, es el estímulo y la primacía que va teniendo en nuestra escala de valores la FORMACIÓN. Nuestros Cursos se han ido transformando en una dinámica de colaboración y labor de equipo. Quizás todavía no hayamos llegado a valorar el “regalazo” que este cambio de actitud supone. Sin darnos cuenta, sin forzar a nadie hemos podido comprobar con nuestros propios ojos, que no tenemos que apoyarnos tanto en los falsos complejos de una defi ciente formación, ya que la mayoría de las veces lo que de verdad construye y ayuda a las demás, son las experiencias compartidas.

Sin embargo tenemos que ser realistas. Constantemente nos acecha el temor de comprobar la falta de vocaciones y la poca perspectiva de que este pro-blema mejore, el envejecimiento de nuestras Comunidades con la consiguiente “pobreza” que este hecho genera, el desencanto que puede acometernos y del que ninguna de nosotras estamos libres, la rutina...

Nosotras no nos amilanamos. Como dice José Luís Martín Descalzo en uno de sus libros “la bandera de nuestra Esperanza, tiene miles de metros” y es-tamos convencidas de que esta empresa no nos pertenece. El Libro de los Jueces nos cuenta que Gedeón venció a un ejército, numeroso como langostas, con sólo trescientos hombres que, anteriormente habían bebido lengüeteando del torren-te, y en el capítulo 20 del Segundo Libro de las Crónicas se nos cuenta cómo el Rey Josafat y su ejército no tuvieron que luchar contra sus numerosos enemigos porque aquella guerra no era suya, sino de Dios. Ellos sólo contemplaron desde la atalaya “una multitud de cadáveres tendidos en tierra.”

Por eso me gustaría terminar esta presentación con la siguiente Exclama-ción de la Santa:”¡Oh Señor!, confi eso vuestro gran poder; si sois poderoso, como lo sois, ¿qué hay imposible al que todo lo puede? Quered Vos, Señor mío, quered, que -aunque soy miserable- fi rmemente creo que podéis lo que queréis y mientras mayores maravillas oigo vuestras y considero que podéis hacer más, más se for-talece mi fe y con mayor determinación creo que lo haréis Vos”

Mercedes Mª de la Inmaculada Sanlúcar la Mayor

Historiade la Federación

Historiade la Federación

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Sí, era el año 1950 cuando como un leve rumor de algo que hasta entonces no habíamos oído nos llegan las palabras de S. Santidad Pio XlI en su Constitución Apostólica “Sponsa Christi” hablándonos de Federaciones de Mo-nasterios de Clausura como medio de “ayuda mutua”. Era yo aun muy joven y no recuerdo bien si siquiera le pres-tamos bastante atención. La verdad es que eran tiempos difíciles, de escasez de muchas cosas, pero de momento eso de la “ayuda mutua” cuando hacía falta

NUESTRA FEDERACIÓN EN SU PREHISTORIA

Sí, era el año 1950 cuando como un leve rumor de algo que hasta entonces no habíamos oído nos llegan las palabras de S. Santidad Pio XlI en su Constitución Apostólica “Sponsa Christi” hablándonos de Federaciones de Mo-nasterios de Clausura como medio de “ayuda mutua”. Era yo aun muy joven y no recuerdo bien si siquiera le pres-tamos bastante atención. La verdad es que eran tiempos difíciles, de escasez de muchas cosas, pero de momento eso de la “ayuda mutua” cuando hacía falta y con los acuerdos convenientes sí que se estaba llevando a cabo en cuanto se podía.

Pero he aquí que un buen día nos anuncian que vendrá el P. Claudio de Santa Teresa ocd, debidamente autorizado para hablar del asunto y que debe hacerlo dentro de clausura cosa hasta entonces no acostumbrada.

Yo recuerdo aquella primera reunión en nuestro coro bajo; pero la verdad mucho no, de las impresiones que nos causó, parece que bastante buenas pues hablaba de cosa querida por la Iglesia y el Papa y no había más que pensar. Lo que sí sé, es que enseguida quedó convocada una Asamblea que se reuniría en nuestro Convento de Sevilla el 9 de Septiembre de 1953, que asistirían a ella todas las Prioras de los Conventos de la Provincia acompañadas de otra monja de su Convento a su elección, que el viaje lo harían preferentemente en autos particulares si se pudieran conseguir, que sería vía recta sin que les fuere per-mitido hacer visitas a familiares o amistades, que irían “calzadas con zapatos, zapatillas o alpargatas negras, juntamente con medias negras”, que se llevarían “los objetos de uso personal como cubiertos, toalla, etc.”, que en la Asamblea “se sentaran por orden de antigüedad de los Conventos a que pertenecen”, que volverían a sus Conventos igualmente por “vía recta” y que se tendría a bien por razón de hospedaje y manutención que cada una “contribuya con 25 pesetas para así no hacer tan pesada la carga a aquella Comunidad” (la de Sevilla). Así se hizo. Bueno, también se les proporcionó (no se dice quien lo había compuesto) un cuestionario con preguntas o iniciativas para que se presentaran, y sobre ellas refl exionaran y se trataran en la Asamblea.

De aquella primera reunión nos han quedado unos como borradores de posibles estatutos fi rmados por todas las Prioras y un Acta fi rmada por el P. De-

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

legado Apostólico, la Priora de Sevilla Herminia de la Virgen del Carmen y la Se-cretaria María del Carmen de Santa Teresa. En ella dan fe de lo sucedido: que se dio comienzo el acto en el coro con el canto de “Veni Creator Spiritu” y la antífona “Sancta Mater Teresia”, que después subieron a la Sala Capitular, que tuvieron lugar todas, Prioras y Socias, que si bien estas últimas no tienen voz ni voto, han querido que asistieran, lo mismo que en Ávila para representar a la Comunidad a que pertenecen y lleven en unión de la Rvda. M. Priora todos los acuerdos toma-dos en ella y aclaraciones necesarias a su Comunidad actuando como testigos”.

“El P. Delegado leyó el Decreto Pontifi cio con el cual demostró que ya no era una cosa de querer aceptar o no, sino un mandato de la Santa Sede que obli-ga a poner en práctica la Constitución “Sponsa Christi”; también leyó una carta de Ntro. P. General en la que pedía a todas las religiosas de Andalucía “obedecieran ciegamente a los mandatos de la Santa Sede, aceptando la Federación”. Siguen otras contundentes declaraciones y continúa con la inclusión de los preparados Estatutos recogidos en ocho puntos.

Luego dice que “por acuerdo unánime, se trató de escribir una carta a S. Santidad manifestando sus vehementes deseos de obedecer a cuanto la Santa Madre Iglesia ordene...y al mismo tiempo suplicar a S. Santidad, que, si es posi-ble, les permita seguir viviendo en la misma tradicional forma en que las fundó su Santa Madre Teresa de Jesús y en la que tantas almas se han santifi cado, y que si por supremas razones de la Santa Madre Iglesia fuera conveniente cualquier modifi cación, piden a S. Santidad se digne dispensarlas de tener Visitadoras y Noviciado en común......no obstante que como verdaderas hijas de la Iglesia....están prontas a aceptar humildemente cuanto se les ordene...”

También se acuerda escribir con el mismo tono y contenido al P. General con la petición de que interceda “con todas las Federaciones del mundo para que presentásemos ...el mismo punto de vista...a la Sagrada Congregación de Religio-sos, seguras de que, si en Roma ven esta unión...” Siguen las fi rmas.

Queda constancia y copia de que tales cartas se escribieron al Papa y al P. General en el sentido expresado, las dos fi rmadas por las Prioras. Luego otra acta fi rmada por el P. Delegado, Prioras y Socias agradeciendo a las Madres de Sevilla las “atenciones y delicadezas que jamás olvidaremos”. Y a casita cada una con mucho que contar y a qué responder.

El Boletín “Información Carmelitana de Andalucía” de la Provincia en su No 9, pgs. 99 y siguientes publica el evento con el título: “Las Carmelitas Des-calzas y la Constitución SPONSA CHRISTI” - “Asamblea Provincial de las Madres” donde además de relatar el hecho histórico con todo detalle ya que el cronista es el mismo P. Claudio asistente al encuentro, tiene el mérito de transcribir el Decreto de la Santa Sede - Congregación de Religiosos literalmente, en el que

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se constituye y comisiona a los diferentes Delegados Apostólicos al efecto para las diversas Provincias de España. Conserva también los nombres de todas las asistentes.

Es el año 1953. Las Comunidades estudian lo ocurrido y escuchado y se pronuncian con lo asumido y fi rmado por toda la Comunidad.

Ya estaba hecho lo que con cierto apremio nos dijeron había que hacer; y ahora a esperar y esperar con un largo silencio. Así se nos impuso en carta fecha 11 de Junio de 1956 reservada a la M. Priora: no se podía más hablar del asunto. El precepto era fuerte y venía de bien arriba.

Y pasaron muchos años, llovió mucho, mucho, sobretodo nos vino el sa-ludable torrente del Concilio Vaticano II con cuyo motivo nos fueron llegando no solo noticias, sino cuestionarios preparados por la Casa Generalicia que había que estudiar y a que se había de responder; cambio de tantas cosas en liturgia, ceremonias, leyes, en fi n las mentalidades cómo y con la Iglesia evolucionaban y quizás como fruto, y con fecha de fi nales del 69 nos llega una carta del P. Pro-vincial en que nos habla de la necesidades que percibe en muchos Conventos de que se lleve a cabo aquello de las Federaciones, incluso dice que envía cuestiona-rios para conocer el parecer de las Comunidades. Otra carta del mismo Provincial que es a la sazón el P. Diego García Méndez de Sta. Teresita, fecha 10 de Julio de 1970 vuelve sobre el tema, y dice que ha tratado personalmente con el P. Gene-ral con ocasión de un encuentro tenido en Fátima, queriendo saber su parecer, y que le encuentra favorable, pero que le parece más acertado que en lugar de “Federación” se llame “Asociación de Monasterios” y cree que la Sagrada Con-gregación no se negaría a aceptarla. Propone el P. Provincial se haga votación en cada Convento por todas las monjas para saber su parecer, que se ejecute con toda libertad, incluso envía modelo de acta para una posible petición al Papa pidiéndole la erección de dicha Asociación y añade: “No piensen siquiera que es mi intención obligadas ni presionadas bajo ningún aspecto, solo quiero ayudarlas a vivir con más perfección su vida de Carmelitas”.

Para entonces ya consta que se adhieren al proyecto veinte Conventos de la Provincia. Pero por unas u otras causas vuelve el silencio.

Pasan otros largos seis años. Ahora el Provincial es el P. Antonio José de Torres que escribe a 9 de Noviembre del 76 diciendo ha recibido petición de los ahora 22 Monasterios de la Provincia para “trabajar en promover una Asociación en la Provincia”. Y debió pensarse bien y vencer algunas difi cultades como expre-sa en su carta del año siguiente fecha 3 de Octubre en la que dice: “he decidido reunir a las Madres Prioras en nuestra residencia de Córdoba”. Claro que para tratar del asunto.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Allí debió decidirse de alguna manera encargar a las Madres: Mercedes de Jesús Crucifi cado de Écija, Mª Teresa del Sagrado Corazón de Málaga, Hermi-nia de la Virgen del Carmen de Sevilla, Concepción de la Sagrada Familia de Dos Hermanas y Mª Luisa de Jesús de Zafra, para que reunidas en Sevilla los días 6 y 7 de Marzo del 78, hicieran un Proyecto de Estatutos según lo que se había habla-do y pedido en la referida reunión de Prioras. Y así lo hicieron enviándolo fi rmado por el P. Provincial y por ellas en aquellas fechas y después ya todo debidamente votado y fi rmado por las Comunidades mandar a Roma y esperar la consiguiente contestación.

Pero no, aún no es la hora, a esperar de nuevo. Hasta que el día 2 de Fe-brero de 1981, nos sorprende el P. Provincial Delfín Villa que lo es a la sazón, con un comunicado en que dice ha recibido carta del Padre Pro-Vicario General en que expresa su extrañeza ante la pérdida de la documentación enviada a Roma el año 78, y señala lo que hay que hacer. Así que nuevos trámites que se llevan su tiempo y hasta el 1 de Mayo de 1982 en que el P. José Mª Muñoz Cuenca por encargo del P. Provincial que es de nuevo el P. Antonio José de Torres, convoca a la primera Reunión General de la Asociación VIRGEN DEL CARMEN. A esta reunión cuyo lugar sería la Casa de Ejercicios de Málaga Villa San Pedro donde se debe estar el 31 de Mayo del año en curso, debe asistir la Priora de cada Comunidad con una Socia elegida al efecto.

Y ¡Feliz natalicio! ya que a la criatura no le faltaron “principios” y sea todo a mayor gloria de Dios y bien de nuestra amada Provincia.

Ángeles del PC. de MaríaGranada

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BREVE HISTORIA DE SUS PRIMEROS VEINTICINCO AÑOS

Y fue en el año 1981, cuando des-pués de tantos avatares, tantos avances y re-trocesos, tantas ilusiones y frustraciones, se dio, al fi n, luz verde a nuestra Asociación.

En febrero de ese año recibíamos los 19 Monasterios que habíamos solicitado la erección de la Asociación de Carmelitas Descalzas de Andalucía, una circular del en-tonces Padre Provincial, Delfín Villa, fechada en Córdoba el día 2 de ese mes, en la que nos comunicaba que había recibido carta del P. Emmanuel Renault, Pro-Vicario General, ex-

Y fue en el año 1981, cuando des-pués de tantos avatares, tantos avances y re-trocesos, tantas ilusiones y frustraciones, se

En febrero de ese año recibíamos los 19 Monasterios que habíamos solicitado la erección de la Asociación de Carmelitas Descalzas de Andalucía, una circular del en-tonces Padre Provincial, Delfín Villa, fechada en Córdoba el día 2 de ese mes, en la que nos comunicaba que había recibido carta del P. Emmanuel Renault, Pro-Vicario General, ex-presando su extrañeza ante la pérdida de la documentación enviada a Roma en 1978. Y ahora, con toda urgencia se nos pedía lo siguiente:

Una certifi cación del Acta en la que resultó aprobada la adhesión o inte-gración, con el Vº Bº del Obispo local.

Un “curriculum” de cómo se redactaron los Estatutos y si intervinieron las monjas.

Titular que se desea, pues el elegido de San José, lo tiene ya la Asociación de Castilla.

Todo debía estar en Córdoba en el término de una semana, y ante esa urgencia, el P. Delfín nos propone que cada comunidad le envíe a él el titular ele-gido, y él cursaría a Roma el nombre que hubiera conseguido más votos.

Esta vez las esperanzas cuajaron en realidad, y antes de terminar el año, el nuevo Provincial, P. Antonio José de Torres, recibía el Decreto de Erección de la Asociación Virgen del Carmen de Andalucía, fechado en Roma el 25 de septiem-bre de 1981.

El decreto emitido por la Sagrada Congregación para Religiosos e Institu-tos Seculares, que fi gura con Protocolo n. F.M. 23a - 1/81, en su traducción literal castellana del original latín es como sigue:

DECRETO

“Los Monasterios de Monjas Carmelitas Descalzas, que existen en España, en las ciudades habitualmente llamadas: Dos Hermanas, Mon. San José (diócesis de Sevilla), Sanlúcar la Mayor, Mon. San José (diócesis de Sevilla), Écija, Mon. San José (diócesis de Sevilla), Sevilla, Mon. San José (diócesis de Sevilla), Linares, Mon. La

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Virgen del Carmen y San José (diócesis de Jaén), Úbeda, Mon. La Purísima Concepción (diócesis de Jaén), San Fernando, Mon. Santísima Trinidad (diócesis de Cádiz), Cádiz, Mon. Santísimo Corpus Christi y San José (diócesis de Cádiz), Zafra, Mon. Sta. Teresa de Jesús (diócesis de Badajoz), Fuente de Cantos, Mon. Jesús, María y José (diócesis de Badajoz), Talavera la Real, Mon. La Inmaculada Concepción (diócesis de Badajoz), Málaga, Mon. San José (diócesis de Málaga), Antequera, Mon. San José (diócesis de Málaga), Jaén, Mon. Sta. Teresa de Jesús (diócesis de Jaén), Lucena, Mon. San José (diócesis de Córdoba), Aguilar de la Frontera, Mon. San José y San Roque (diócesis de Córdoba), Ogíjares, Mon. la Sagrada Familia (diócesis de Granada), Granada, Mon. San José (diócesis de Granada), y Sanlúcar de Barrameda, Mon. Santa Teresa (diócesis de Jerez-Sidonia), elevaron a la Sede Apostólica preces suplicantes para tener poder de iniciar y constituir entre ellos una Asociación.

Por consiguiente, esta Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos seculares, atendidas las razones expuestas y sopesadas maduramente todas las cosas que conciernen a esta materia, y para que dichos Monasterios se unan más estrecha-mente entre sí y se presten ayuda mutua, por el presente decreto constituye y erige la

ASOCIACIÓN DE MONASTERIOS DE MONJAS CARMELITAS DESCALZAS

BAJO EL TÍTULO DE VIRGEN DEL CARMEN EN ESPAÑA

y a los Monasterios arriba citados declara y confi rma miembros de la misma Asociación.

En cuanto a los Estatutos redactados en castellano, que se contienen en el ejemplar adjunto a este Decreto, esta misma Sagrada Congregación los aprueba a modo experimental durante siete años.

Sin que obste nada en contra.

Dado en Roma el día 25 de septiembre de 1981.

Basil Heiser o.f.m.c + Augustinus Mayer

Subsecr. Secr.

Como el mismo Decreto indicaba, unido a él la Sagrada Congregación en-

viaba los Estatutos aprobados, pero con Observaciones propuestas por la misma Congregación al texto de dichos Estatutos. Casi todos los números sufrían alguna modifi cación. Eran modifi caciones que, en general, obedecían a un mismo fi n: restar jurisdicción al Consejo. Como muestra de lo que decimos transcribimos el no 2, en la versión aprobada por las monjas y en su modifi cación introducida por la Sgda. Congregación.

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Nº 2 de los Estatutos como fue aprobado por los Monasterios

Cualquier Monasterio que desee unirse a la Asociación, necesita las dos terceras partes de los votos del Monasterio y el consentimiento del Consejo de la Asociación. Debe además notifi carse a la Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares.

Nº 2 de los Estatutos modifi cado por la Sagrada Congregación

Cualquier Monasterio que desee en adelante unirse a la Asociación, necesita el voto favorable de dos tercios de la Comunidad y la aceptación del Consejo de la Aso-ciación, que hará la petición a la Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares, a la cual corresponde autorizar la admisión.

El Provincial, P. Antonio José de Torres, comisionó al P. José Mª Muñoz Cuenca para que organizara y preparara la puesta en marcha de la Asociación. Este transcribió a dos columnas los Estatutos de la Asociación, antes y después de las enmiendas de la Sagrada Congregación, para mejor comprensión de las monjas, así como el texto defi nitivo, y lo distribuyó a los Monasterios para su es-tudio en común en la Reunión General que se había de convocar.

El 1 de mayo de 1982, el P. José Mª Muñoz, en nombre del P. Provincial, comunicó en circular a los conventos interesados, la convocatoria de la primera Reunión General de la Asociación “Virgen del Carmen” que tendría lugar en Villa San Pedro, una Casa de Ejercicios en las afueras de Málaga, el día 31 de ese mes de mayo. Pedía que, según ordenan los Estatutos, se hiciera la votación de la Hna. Delegada y su suplente, así como del padre carmelita que se deseaba para Asesor. Las Actas de estas votaciones deberían ser presentadas en la Reunión General.

Esta carta fue recibida en los conventos con la alegría que es fácil suponer después de tantos años de espera. Rápidamente y llenas de ilusión, todas nos pusimos en movimiento para cumplir los requisitos señalados y comenzar este sueño de nuestra Asociación de Andalucía.

PRIMERA ASAMBLEA GENERALMálaga, 31 de mayo a 3 de junio, 1982

En la tarde del 31 de mayo, fuimos llegando las 38 monjas que íbamos a componer la Asamblea. Ya quedaba muy lejos aquella Asamblea de 1953 ce-lebrada en Sevilla, y eran muy pocas de las presentes las que vivieron aquella experiencia; pero habían transcurrido pocos años de la Reunión de 1975 con el P. General, Finiano Monahan, en Dos Hermanas, y de la Reunión de Prioras de 1977

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

con el Provincial, P. Antonio José de Torres, en Córdoba, por lo que muchas nos conocíamos y habíamos convivido algunos días juntas. El encontrarnos de nuevo produjo el alborozo natural: abrazos, exclamaciones, hasta que N.P. Provincial nos llamó al orden para hacernos el recibimiento ofi cial.

Después de darnos la bienvenida, nos expuso brevemente los fi nes para los que habíamos sido convocadas, y propuso el horario a seguir dejando espa-cios para el conocimiento mutuo. Nuestro Padre nos exhortó al diálogo fraterno, a buscar juntas el bien de la naciente Asociación, a aportar cada una lo que pueda para el provecho de todas. Y con esta intervención de N.P. Provincial quedó abier-ta la Primera Asamblea General donde se iba a confi gurar nuestra Asociación.

La presidió el Provincial, P. Antonio José de Torres, asistido por el P. José Mª Muñoz Cuenca. También fue invitado, sin asistir a las sesiones propias de la Asamblea, el P. Carlos Quijano para organizar y presidir la Liturgia de esos días. En la primera sesión, tras la invocación al Espíritu Santo, se dio cumplimiento al no 12 de los Estatutos eligiendo secretaria, ofi cio que por votación recayó en la Hna. Mª Asunción de Jaén. El Padre Provincial invitó reiteradamente a exponer ideas sobre el método a seguir en la Reunión. Nuestra inexperiencia y la timidez propia de novatas, nos hizo guardar silencio mirándonos unas a otras. Ante ese mutismo, él mismo propuso puntos a seguir que fueron aceptados con unanimi-dad y alivio.

A continuación el P. José Mª Muñoz hizo una lectura comentada del no 21 de nuestras Declaraciones y del Decreto Perfectae Caritatis que encuadra el espíritu de la Santa Madre, destacando la unión con Dios y la comunión fraterna. Mencionó la carta de la Santa en la que solicitaba ayuda de unas hermanas para otras, a lo que generosamente respondieron, y en lo que la Santa se adelantó a las Asociaciones y Federaciones actuales.

Nos exhortó a no marginar a los conventos de la Provincia que no se hayan asociado, sino a mantener con ellos unión íntima y caritativa teniéndolos informados, sin proselitismos, de la marcha de la Asociación. Y siguió comentan-do algunos números de los Estatutos y respondiendo a las preguntas sobre los mismos.

A media mañana, tuvimos la grata sorpresa de ser visitadas por el Obispo de la Diócesis, Monseñor Buxarrais, quien nos reunió en la capilla y allí nos diri-gió unas palabras de bienvenida, señalando que nuestra Asamblea era un acto eclesial, y nos animó a ser fi eles a nuestro carisma teresiano de tanta repercusión en la Iglesia.

En las siguientes sesiones se trató de las relaciones de los miembros del Consejo con sus respectivas prioras. Se estudiaron algunos puntos de los Estatu-tos, principalmente de los que tratan del Asesor, el Apartado II, Fines y Objetivos

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y sobre el Fondo Común. Ante la diversidad de opiniones, N. P. Provincial propuso formar cinco grupos y presentar en común las síntesis de los mismos. Se habló de crear un Boletín propio y se dejó para tratarlo en los grupos. Y se pasó a la elec-ción de escrutadoras para la elección del Consejo, recayendo en la M. Mª José, Priora de Écija y Hna. Josefi na, Delegada de Zafra, haciendo de escrutadoras en esta elección las dos hermanas más jóvenes.

En el segundo día tuvo lugar la votación del Primer Consejo de nuestra Asociación, siendo elegida como Presidenta, la Hna. Concepción de la Sagrada Familia, Delegada de Dos Hermanas. Proclamada por N. P. Provincial, fue caluro-samente ovacionada.

Después de un breve descanso y cambio de impresiones, se continuó con la elección del Consejo que dio el siguiente resultado:

1ª Consejera: Hna. Mª Asunción de la Eucaristía, Delegada de Jaén.2ª Consejera: Hna. Mercedes de Jesús Crucifi cado, Delegada de Écija.3ª Consejera: M. Pilar de la Eucaristía, Priora de Sanlúcar la Mayor.4ª Consejera: M. Mª de los Ángeles de Jesús, Priora de Linares.

La Asociación ya tenía su Primer Consejo, que fue confi rmado entre los aplausos de todas.

Reunidos los grupos de trabajo, se pudo constatar en la puesta en co-mún, que el exceso de trabajo en las comunidades agobiaba a las monjas y di-fi cultaba la vida interior. El P. Provincial hizo hincapié en que nunca el trabajo debe tener intranquila a la monja, y la comunidad que tenga ese problema debe estudiar seriamente su solución.

Sobre el posible Boletín, algunas opinaban que era pronto para editarlo y sería mejor dar las noticias en el Boletín de la Provincia y más adelante hacer uno propio. Ante la mayoría que se pronunció por empezar ya con Boletín propio, quedó aprobado el proyecto. Se barajaron varios nombres y prevaleció “Enlace”.

Sobre el incremento de la vida contemplativa, el P. José Mª Muñoz habló de la necesidad de la formación. Se propusieron distintas posibilidades: cursillos por correspondencia, cintas magnetofónicas, estudio personal metódico y progra-mado. Las monjas pidieron mayor actuación de los padres, y que el Asesor pueda dedicarse ampliamente a la Asociación.

Se habló de la promoción vocacional. Se propuso la publicación de un folleto que sea atractivo para la juventud. El P. Provincial citó una carta de N.P. General recomendando jornadas vocacionales en los conventos de las Madres.

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Se pidió a los conventos que se encontraran en necesidad, que lo expu-sieran con sencillez para facilitar la ayuda mutua. En general, se constató que no existían problemas económicos; pero respecto al personal, la mayoría manifestó que estaban necesitadas de ayuda fraterna.

Reunido el Consejo para abrir los sobres de las comunidades sobre la elección del Asesor, resultó elegido el P. José Mª Muñoz Cuenca. Al hacerlo públi-co, se produjo un forcejeo entre la resistencia de éste a aceptar el cargo y la in-sistencia de las monjas para que aceptara. Al fi n, ante la presión de la Asamblea, el padre cedió, y con un caluroso aplauso se acordó dar comienzo a los trámites para la confi rmación del Asesor por la Sagrada Congregación.

Tratando de los Estatutos, algunas hermanas pusieron reparo al no 34, que exigía las dos terceras partes de cada monasterio de la Asociación para poder modifi car los Estatutos, algo que encontraban excesivo. El P. Provincial aconsejó esperar hasta la próxima Asamblea, transcurridos tres años, para elevar la peti-ción de modifi car dicho número, si entonces se creyera conveniente, lo que fue aceptado por todas las presentes. Respecto a la cuota mensual, hubo diversas opiniones en los grupos, quedando al fi n fi jada por la Asamblea en 1.500 ptas.

Y con esto, se dio por terminada la Asamblea de este primer encuentro fraternal de nuestra Asociación Virgen del Carmen de Carmelitas Descalzas de Andalucía.

La Asociación había comenzado su andadura. Llevábamos la esperanza de que la Virgen del Carmen, su Titular, Madre y Patrona, nos cobijaba y conducía bajo su Capa Blanca y nos llevaría a buen Puerto.

TRIENIO 1982 - 1985“Ahora comenzamos y procuren ir comenzando

siempre de bien en mejor”F. 29,32

Bien consciente y responsable de que su principal labor era fomentar la unión entre las Comunidades de la Asociación, nuestra Presidenta, apenas regre-só a su convento de Dos Hermanas, escribió su primera circular para presentarse y presentar al Consejo ante las hermanas que no asistieron a la Asamblea. De esta circular extraemos dos párrafos:

“Sabemos el deseo de la Iglesia porque estas uniones entre Monasterios se consigan y, también, nuestras Declaraciones nos lo expresan y aconsejan (nº 91). Por lo que nuestro empeño por conseguirlo ha de ser grande y expresivo como verdaderas hijas de la Iglesia y de nuestra Orden”.

“La tarea es tranquilizadora y fácil, no se impone ninguna innovación, ni se

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altera la marcha de nuestros Monasterios, que conservan su autonomía íntegramente. Solo se trata de un acercamiento, de un amor más grande, de una unión más sincera para formar una auténtica familia”.

Y ya en esta primera circular se anunció el primer logro de la Asamblea: “Aunque de una forma modesta... quisiéramos hacer la publicación del Boletín en el mes de julio, fi esta de Ntra. Madre Santísima”.

Y fue realidad. Antes de los dos meses de su andadura, la Asociación lan-zó el primer número del Boletín “Enlace”, que lleva fecha del 25 de julio de 1982 y fue presentado por el Provincial, P. Antonio José de Torres: “Enlace. Título acertado para este Boletín que intenta ser medio y expresión de la unión de los monasterios asociados de nuestra Provincia”. E insiste en la idea tan repetida en la Asamblea: “Que cada comunidad sienta las cosas de las demás como propias, es un fi n que hay que alcanzar sin temor a la merma de la autonomía de cada monasterio”.

El hecho de que en este primer número, sin apenas tiempo para su pre-paración, hayan colaborado 12 comunidades de las 19 que integraban la Asocia-ción, da prueba del entusiasmo y pujanza que reinaba en ella. Al fi nal del Boletín se insertaban NOTICIAS de los distintos monasterios, animando a las comunida-des a compartir experiencias y acontecimientos.

Como contrapartida a nuestro gozo, en ese mismo mes de julio, comenza-ron los rumores que pondrían en vilo a nuestra Asociación y a toda la Orden. Se trataba de la campaña, tan tristemente conocida por todas, contra las Declaracio-nes, y el intento de hacer Constituciones aparte. En carta del 22 de ese mes nos informaba la Hna. Presidenta: “Por esta causa, nos han rogado con mucha insistencia las Presidentas de otras Asociaciones de nuestra Orden, para que asistamos a una reunión en Madrid, el día 27 del corriente, que convoca la Conferencia Episcopal para tratar de la Seguridad Social. Aprovechando esta oportunidad, quieren nos entreviste-mos para tratar el asunto a fondo y ver lo que procede hacer, aconsejadas siempre por la Orden. Ante estas circunstancias, previo consejo, he decidido asistir a dicha reunión, que por el asunto a tratar, se supone será positiva. Iré acompañada de la Hna. Mª Asun-ción, Primera Consejera”.

Y el 31 del mismo mes, a su regreso de Madrid, escribió sobre la Seguridad Social, cuyo ingreso tanto preocupaba a algunos monasterios: “Nos han dicho que ya no es momento de refl exiones ni de dudas, sino de aceptar gozosas esta decisión de la Jerarquía, como verdaderas hijas de la Iglesia”. Y pasa en seguida a exponer lo tra-tado por las Presidentas y Consejeras de las distintas Asociaciones españolas de la Orden, animando a actuar con todo respeto, ante el peligro que ya amenazaba a la Orden de una división. Y da pautas concretas para esta actuación.

El 3 de septiembre se recibió el Decreto de la Sagrada Congregación con-fi rmando al P. José Mª Muñoz Cuenca como Asesor de la Asociación por un trienio. Está dado en Roma el 14 de julio y fi rmado por el entonces Prefecto de la Sagrada

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Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares, Cardenal Eduardo Piro-nio.

En octubre salió el nº 2 de nuestro Boletín. Ya eran 15 los monasterios que colaboraron y en estas colaboraciones hay entusiasmo y altura espiritual y hasta calidad literaria y poética ¿por qué no decirlo? Escribió en él N. P. General, Felipe Sáinz de Baranda, animando a la vocación misionera de la carmelita, y el P. José Mª Muñoz hizo su presentación como Asesor y ofrecía sus servicios.

Recientemente se había recibido la encuesta de la Casa Generalicia sobre las Declaraciones. Sobre este tema el P. Asesor escribió en Enlace: “...Mentalizar-nos profunda y radicalmente sobre la urgencia y continua renovación de nuestra vida religiosa según el carisma teresiano... el propósito de renovación está enraizado en la idea de lo “nuevo”, evangélico y paulino... Debe cultivarse un clima de serena apertura a todas las sugerencias, individuales y comunitarias, que traten de expresar la autenti-cidad de la vida carmelitano-teresiana... en estos momentos se les pide un esfuerzo de mente y corazón para discernir la voluntad divina... “

En este clima llegó a España el huracán Wojtyla. Juan Pablo II reunió a las carmelitas en la Encarnación de Ávila, adonde acudieron muchas hermanas de nuestra Asociación. Y en Sevilla, en NN. Madres de esa capital, se reunieron hasta 80 carmelitas para poder asistir a la Misa del Papa donde sería beatifi cada Sor Ángela de la Cruz. La Asociación marchaba y el entusiasmo por sentirse cada vez más unidas crecía en intensidad y logros positivos.

Las cartas de la Presidenta seguían saliendo periódicamente con un en-tusiasmo que suena a auténticas arengas -podemos decirlo porque ya nos oye desde el cielo- exhortando a “procurar de todas formas que se intensifi que nues-tra unión para que la Asociación forme un núcleo de verdadera hermandad”. Y el Boletín, a pesar de los intensos trabajos de las comunidades en el estudio de la renovación de las leyes, continuaba saliendo puntualmente cada dos meses.

El 18 de enero de 1983 en el Monasterio de Dos Hermanas, se reunió el Consejo de la Asociación por primera vez, durante tres días. Los temas más importantes tratados, fueron:

• Inscripción de la Asociación en el Registro de Entidades Religiosas, para el reconocimiento de la personalidad jurídica y su legalización en el Ministerio de Justicia;

• Organizar un cursillo por correspondencia sobre Carisma Teresiano, con cuestionario, dirigido por el P. Asesor.

• Adquirir un coche para facilitar la visita del P. Asesor a las comunidades. Fue rechazado por el mismo, por considerarlo innecesario y ocasionar muchos gastos;

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• Aclarar el papel del Consejo en los traslados de las monjas, dentro de la Asociación;

• Conceder acogida a monjas contemplativas de otras Ordenes que no tengan casa de su Orden en la ciudad y pasen por ella, y la soliciten;

• Acordar que el Consejo se reúna dos veces al año, salvo que algún asun-to urgente requiera convocarlo antes;

• Repartir las distintas áreas de trabajo entre las Consejeras. Quedó esta-blecido así: Liturgia, M. Pilar de Sanlúcar; Economía, Hna. Mercedes de Écija; Vida Teresiano-Carmelitana, M. Mª Ángeles, de Linares; Promoción vocacional, Hna. Mª Asunción de Jaén. La Presidenta, además de lo relacionado específi camente con su cargo, llevar la dirección de “Enlace”.

El tema de la formación había entrado a conciencia en los monaste-rios de la Asociación y eran muchas las comunidades que organizaban cursillos impartidos por NN. Padres. En abril de 1983, la comunidad de Dos Hermanas organizó un cursillo de Liturgia al que abrió sus puertas a otras comunidades. De la comunidad de Sevilla asistieron cuatro hermanas. Lo dirigió el P. Carlos Quijano y los frutos recogidos fueron abundantes. La puerta había quedado abierta. La Asociación seguía haciendo camino. Podemos recordar aquí los conocidos versos de nuestro poeta andaluz, Antonio Machado: “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”.

Ese año de 1983, además del proceso de nuestras Leyes, estuvo marca-do, también, por las nuevas relaciones de los monasterios con el Estado: ingreso en la Seguridad Social y obligación de presentar Declaración de los Ingresos y Gastos de nuestros trabajos. Nuestra Presidenta salió a ello en sus circulares, con aclaraciones, trámites a seguir, etc. Y ante el desconcierto de las monjas y los gastos ocasionados al acudir a las Gestorías que cumplimentan esa Declaración, organizó un Cursillo de Economía para que las monjas personalmente estuvieran capacitadas para hacer su propia Declaración. El cursillo se celebró en dos días, un fi n de semana del mes de mayo, en la Residencia de MM. Reparadoras de Se-villa, y lo impartió el P. Delfín Villa experto en estos asuntos. Asistieron monjas de 9 monasterios asociados. Fue el primer cursillo que organizó nuestra Asociación, y fue todo un éxito.

Por diversas difi cultades, no se pudo celebrar el programado Consejo en el segundo semestre de 1983, y se retrasó hasta enero de 1984. Durante los días 9 a 12 de ese mes, se celebró el 2º Consejo de la Asociación, en el Monasterio de Dos Hermanas.

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Este Consejo giró todo él en torno al tema de la formación. Se había adelantado mucho, pero no era bastante. Muchas comunidades habían ajustado su horario a facilitar un mayor tiempo para el estudio, pero otras seguían desbor-dadas por el trabajo. Se estudió la forma de ayudarlas a conseguirlo. Se animó a las monjas a los Cursos por correspondencia del Instituto de Espiritualidad de la Orden y se dialogó la posibilidad de organizar en la Asociación un cursillo para Prioras sobre espiritualidad teresiana, legislación canónica -estaba reciente la promulgación del nuevo Código- y animación comunitaria, impartido por distintos Padres especialistas en las diversas materias. También se trató del Boletín y de enviar un cuestionario a los monasterios sobre sugerencias para mejorarlo. El P. Asesor dijo que estaba satisfecho de la marcha de la Asociación, que recorre su primer año con lentitud, pero con fi rmeza.

Dentro del desarrollo del Consejo, el P. Asesor escribió una circular que lleva fecha del 11 de enero de 1984, en la que comunicaba la opinión del Con-sejo de reunirnos unos días para estudiar los medios que proporcionen en cada monasterio la formación integral, insistiendo en tres puntos:

1) nuestra renovación religiosa - profundización en nuestro carisma2) la reciente legislación canónica 3) técnica de animación de comunidades.

Decía que serían días de mutua iluminación con la ayuda de personas expertas y terminaba la carta pidiendo sugerencias para que el encuentro fuera efi caz, y anunciaba que la Presidenta comunicaría la fecha y lugar de la reunión.

El 10 de febrero escribía la Presidenta y confi rmaba que no es un manda-to sino una invitación que se puede aceptar o no libremente.

La reunión, que en un principio se había pensado solo para prioras, se amplió con asistencia de otras hermanas de acuerdo al deseo de algunas comu-nidades. Fue como un adelanto de lo que pasados unos años se convertiría en habituales Cursos de Formación. Tuvo lugar del 11 al 15 de junio de 1984 en la Residencia de MM. Reparadoras de Sevilla, con la participación de 15 comunida-des y el Consejo de la Asociación.

Además del diálogo previsto para este Encuentro, se impartieron varias conferencias que lo convirtieron en un verdadero cursillo: el P. José Mª Muñoz, Asesor, trató sobre “Animación de las comunidades y los Encuentros”; el P. Anto-nio José de Torres, que había cesado en su cargo de Provincial, sobre “El Nuevo Derecho Canónico”; el P. José Vicente Rodríguez, de la Provincia de Castilla, pero bien conocido y querido en la nuestra, hizo una exposición de la “Doctrina sanjua-nista” y el P. Carlos Quijano, habló y enseñó a hacer “Liturgia”.

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Se tomaron acuerdos concretos para la Asociación: • Elaborar por una comisión de tres, cuatro o cinco monjas un documento

para formación de novicias y profesas, texto base para todos los monasterios; una vez elaborado enviarlo a los monasterios para su estudio y sugerencias, y hecha la síntesis, presentarlo a los peritos para su perfeccionamiento.

• Publicar en “Enlace” algún cursillo que organizado en un monasterio pueda ser de interés para los demás, abriendo la posibilidad de participación de otras comunidades.

El P. Delfín Villa, que había sido elegido Provincial en el mes de abril, estuvo un día con nosotras para orientar y aclarar los problemas surgidos sobre la Declaración del Impuesto de Sociedades. Después de repartir los impresos que traía preparados, nos informó sobre las modifi caciones de la Declaración respec-to a los años anteriores. Su intervención fue de lo más oportuna y fraterna, pues muchas comunidades tenían verdadera necesidad de esas aclaraciones.

Esta fue la primera reunión de prioras y segundo cursillo que organizaba nuestra Asociación, y los frutos de ella, unidos a los días de convivencia entre no-sotras y los Padres que nos acompañaron, confi rmaron sobradamente lo certero de esta reunión. La Asociación llevaba dos años de andadura y marchaba con buen pie.

Un acontecimiento feliz nos llenó de alegría ese verano. La Comunidad de Baeza solicitó su ingreso en nuestra Asociación, siendo aceptada por el Consejo, que según el nº 2 de nuestros Estatutos, el 12 de junio de 1984 cursó la solicitud a la Sagrada Congregación de Religiosos e Institutos Seculares, que la aprobó el 20 de agosto. El gozo en la Asociación fue grande. Estábamos cercanas a fi nalizar el primer trienio y éramos 20 los monasterios asociados. La Santa Madre reiría feliz.

El 27 de septiembre de ese año, 1984, tuvo lugar una Reunión extraordi-naria del Consejo en el Carmelo de Linares, para tratar del tema de la formación en relación a lo acordado en la reunión de prioras. Se dieron pautas para la elabo-ración de un programa de Formación Permanente y para adaptar los noviciados a las nuevas normas de la Iglesia.

También se acordó el número de secciones que debe fi gurar en el Boletín Enlace clasifi cando mejor las colaboraciones y trabajos aportados. Y se resaltó la conveniencia de aprovechar este medio de difusión para mantener un diálogo abierto entre las comunidades sobre temas de formación.

El otoño de ese año alcanzó un alto clima de espiritualidad con la anun-ciada beatifi cación de nuestra hermana Sor Isabel de la Trinidad que tendría lu-

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gar en Roma el 25 de noviembre. El Boletín Enlace de octubre, dedicado a este acontecimiento, brilló con artículos de calidad de las distintas comunidades de la Asociación. Se sucedieron estudios, cursillos, conferencias impartidas por los mejores especialistas en Sor Isabel, funciones Litúrgicas en honor de la nueva Beata. Vibraban los Carmelos ante esta efemérides.

En el mes de diciembre tuvo lugar el 4º Consejo de la Asociación, en el monasterio de Linares, donde se estudió el proceso a seguir como respuesta a la Carta del Cardenal Casaroli, en la que se nos comunicaba la, para nosotras sor-prendente, decisión de la Sagrada Congregación respecto a nuestras leyes. Re-sultado de ello fue la circular que el 2 de febrero de 1985 escribía la Presidenta “tratando del enfadoso asunto de nuestras Constituciones, que tan preocupadas nos tiene y tanto nos está haciendo sufrir”. En ella, de acuerdo con el P. Asesor se nos enviaba un modelo de escrito sobre nuestro sentir de las Declaraciones para enviarlo al Papa, al Cardenal Casaroli, al Pro-Prefecto de la Sagrada Congre-gación de Religiosos, que lo era entonces el Cardenal Jean Jerome Hamer, y a N. P. General, Felipe Sáinz de Baranda. Y aconsejaba a los monasterios mantenerse unidos en la oración, aceptando la voluntad de Dios “con amor, paz, abandono y una esperanza grande que será nuestra fortaleza”.

No seguimos detallando el proceso de nuestras leyes, que es sobrada-mente conocido de todos, y que afectó a nuestra Asociación como a todos los sectores de nuestra Orden.

El 28 de febrero de 1985 se nos comunicaba que la Segunda Asamblea General que debía celebrarse en junio de ese año, por difi cultad de encontrar alojamiento había habido que aplazarla al mes de septiembre.

Del 4 al 7 de junio tuvo lugar en nuestro monasterio de Dos Hermanas el 5º Consejo de la Asociación, que tuvo como objetivo prioritario preparar la próxi-ma Asamblea General. Se revisaron detenidamente los Estatutos para tratar en la Asamblea los números que convenía modifi car. Se trató de las obras de nuestro Convento de Granada de tantos recuerdos sanjuanistas, para pedir colaboración económica a los monasterios asociados, lo que hizo el P. Asesor en circular desde el mismo Consejo. Un monasterio se encontraba en situación precaria de perso-nal -aún no se había generalizado este problema- y se acordó proponerlo en la Asamblea solicitando ayuda generosa de los que pudieran prestarla. Y volviendo al reiterado tema de la formación, se estudió la posibilidad de un intercambio de experiencias y criterios de las distintas maestras de novicias en orden a mejorar los noviciados según las nuevas características de las jóvenes de hoy, así como la prestación ocasional de alguna hermana para la organización de la liturgia y el trabajo del monasterio.

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Y por último se revisó la marcha de la Asociación en su primer trienio tan zarandeado por el tema de nuestra legislación y las nuevas relaciones con el Gobierno de la Nación. Se llegó a la conclusión que, aunque se podía haber avan-zado más rápido, la marcha iba adelante y la Asociación caminaba segura hacia sus fi nes y objetivos, lo que sería tratado ampliamente en la Asamblea que quedó fi jada para los días 1 a 6 de septiembre de ese año 1985.

SEGUNDA ASAMBLEA GENERALEl Puerto de Santa María, 2 a 5 de septiembre, 1985

En El Puerto de Santa María, en la Casa de Ejercicios “La Inmaculada” se celebró la II Asamblea General de la Asociación durante los días 1 a 5 de septiembre de 1985. Asistieron a ella el Consejo de la Asociación y las Prioras y Delegadas de los 20 monasterios que la componían, y los PP. José Mª Muñoz Cuenca, Asesor, Antonio José de Torres y José Vicente Rodríguez.

Tras la invocación al Espíritu Santo, cumpliendo el no 12 de los Estatutos se eligió la Secretaria de la Asamblea y se comenzó la sesión con la lectura de la Memoria del trienio que había terminado. También se dio cuenta a la Asamblea del ejercicio económico, poniendo a disposición de las hermanas el libro donde pueden ver detalladamente los ingresos y gastos que se habían tenido.

En la tarde de ese primer día, el P. Antonio José nos dio una conferencia sobre el nuevo Derecho Canónico y nuestras leyes, acerca de las Obligaciones de la Priora. Se siguió un diálogo muy positivo, animado con muchas intervenciones de las monjas que eran aclaradas por el padre.

En la mañana del segundo día, el P. José Vicente nos habló sobre Virtudes espirituales y humanas, carmelitano-teresiano-sanjuanista.

Tras un breve descanso, se procedió a las elecciones de escrutadoras, Presidenta y Consejeras, ocupando en ello la segunda sesión de la mañana y la sesión de la tarde. Dieron el resultado siguiente:

Presidenta: Hna. Mª Asunción de la Eucaristía, Delegada de Jaén.1ª Consejera: Hna. Concepción de la Sgda. Familia, Delegada de Dos Hermanas.2ª Consejera: M. Magdalena de Santa Teresita, Priora de Lucena.3ª Consejera: M. María del Espíritu Santo, Priora de Sanlúcar la Mayor.4ª Consejera: Hna. Mª de los Ángeles del P. Corazón de María, Delegada de Granada

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Aceptados los cargos y confi rmadas en ellos, fueron calurosamente ova-cionadas, y el nuevo Consejo se retiró para abrir los sobres de las votaciones de las comunidades sobre el nombramiento del asesor. Resultó reelegido el P. José Mª Muñoz Cuenca, lo que comunicado a la Asamblea fue acogido con entusias-mo y fuertes aplausos. Y con esto, se dieron por terminados los trabajos de este segundo día.

El tercer día, como ya se nos había anunciado, hizo su aparición N. P. Provincial, Delfín Villa, que nos habló de economía. Estaba satisfecho porque los monasterios habían superado su problema de declaración fi scal, y se defendían bien sin necesidad de acudir a Asesorías. Nos habló de la conveniencia de aco-modar nuestros Libros de Contabilidad a lo establecido en el Código Mercantil, pues aunque para nosotras no fuera aún obligatorio en España, podía serlo en un futuro no lejano, y era bueno que para entonces ya tuviéramos soltura en ello. Nos repartió folios con la numeración correspondiente a cada partida económica y aclaró cuantas dudas le presentamos. Tras su valiosa intervención, se despidió de nosotras, pues tenía asuntos urgentes que le esperaban en Córdoba, en la Casa Provincial.

En la segunda sesión de la mañana, intervino el P. José Mª Muñoz sobre el reiterado tema de la formación. En el diálogo que se siguió quedó de manifi esto los avances logrados sobre la formación permanente, por lo que el padre resaltó la importancia de la formación inicial rogando a las maestras que estaban pre-sentes que expusieran sus experiencias y difi cultades. Se habló de los nuevos cambios, y de los ambientes de que proceden las aspirantes, tan distintas a los vividos por nosotras, por lo que se requiere procedimientos nuevos. Se trató de la conveniencia de confeccionar un Directorio para Maestras, comprometiendo al P. Asesor para su realización. Este propuso la celebración de un cursillo de formación para Maestras, impartido por personas cualifi cadas y especialistas en la materia. Fue aprobado a mano alzada por el 80% de la Asamblea.

Como medio de fomentar el sentido de Asociación que debe reinar en las comunidades asociadas, se propuso que las Reuniones del Consejo se celebra-sen en los distintos monasterios, evitando su repetición frecuente, para que todas las hermanas se sientan más fraternalmente unidas.

Se habló también de la organización de nuestras bibliotecas y archivos; de catalogar los patrimonios bibliográfi cos e históricos; las obras de arte. Algunas comunidades han dado grandes avances en esto. Otras, deben seguir el ejemplo y ponerse con tesón a ello, lo que supone esfuerzo y sacrifi cio, pero debe existir esa inquietud cultural.

En la tarde de este día, dada la cercanía de nuestro convento de Sanlúcar de Barrameda, toda la Asamblea se trasladó en autocar a dicho monasterio para

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venerar el Códice del Cántico de N. P. San Juan de la Cruz. En la Iglesia, tuvimos un acto litúrgico en honor del Santo, en el que el P. José Vicente explayó su saber y amor sanjuanista y todas pudimos besar y tener en nuestras manos ese precio-so tesoro. Fue una visita entrañable, con una acogida fraterna y emocionada de aquella comunidad.

En la mañana del cuarto día, el P. Antonio José dio su segunda conferen-cia de Derecho Canónico, esta vez sobre “La limitación de las facultades de la Priora”. Tan interesante y esclarecedora como la primera, también fue seguida de ameno diálogo.

En la segunda sesión de la mañana, el P. José Mª Muñoz nos estimuló al diálogo crítico constructivo entre nosotras, aportando sugerencias en relación a la Asociación, el Boletín y los Estatutos. En cuanto al estudio de estos para una posible modifi cación, ya se acordó en el primer día, aplazar dicho estudio para más adelante, dado que se habían aprobado para experimentarlos durante siete años y solo habían transcurrido tres desde su aprobación.

Y en la tarde de ese día, 5 de septiembre de 1985, tras un cambio de im-presiones sobre los días vividos, se dio lectura al Acta de la Asamblea fi rmándose por todas las asambleístas y el P. Asesor.

TRIENIO 1985 - 1988

El 10 de octubre escribía la nueva Presidenta, Hna. Mª Asunción, contan-do su visita al monasterio de Ogíjares, y repetía la petición de ayuda solicitada en la Asamblea para esa comunidad. Como respuesta generosa a esta llamada, la Hna. Mª Rosa de Málaga y la Hna. Pilar de Úbeda se trasladaron a Ogíjares para prestar sus servicios temporalmente a aquellas hermanas.

El 20 de noviembre, N.P. General, Felipe Sáinz de Baranda, se asomaba nuevamente a las páginas de nuestro Boletín. Después de agradecer el envío de las Actas de la Asamblea, felicitaba por el desarrollo de ella y advertía: “Las previsiones son que los próximos años van a ser de suma trascendencia para la vida de las comunidades. Baste aludir al hecho de la preparación de las Consti-tuciones defi nitivas, con la correspondiente participación de las mismas comuni-dades.”

Tres días después, el 23 de noviembre, la Sagrada Congregación para Religiosos e Institutos Seculares, confi rmaba la reelección de Asesor del P. José Mª Muñoz para un segundo trienio.

Del 21 al 25 de abril de 1986 se reunió el Consejo de la Asociación, primero de este segundo trienio, en nuestro monasterio de Lucena. Los temas que principalmente se trataron fueron:

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a) cómo fomentar la unión efectiva entre las comunidades.b) el Boletín “Enlace”. Las colaboraciones y el formato.c) el Cursillo para Maestras de Novicias.d) la Formación permanente.

Se acordó que el Consejo avise con antelación a las comunidades la fecha en que celebrará su reunión, para que éstas puedan hacer sugerencias de cosas susceptibles de mejora, sin necesidad de esperar a la Asamblea General.

Sobre el Boletín, el P. Asesor dijo que la constancia de la ex-presidenta, Hna. Mª Concepción, había conseguido una ingente labor de colaboraciones y números lanzados, catorce, lo que había causado admiración al Asesor de otra Asociación que, con más tiempo de rodaje, solo contaba en su haber con dos o tres números.

El tema de la formación, como siempre, fue el que más tiempo ocupó. Y especialmente se trató del cursillo de Maestras ya aprobado en la Asamblea.

Del 4 al 8 de noviembre de ese mismo año 1986 hubo otra Reunión del Consejo de la Asociación, la segunda del trienio, que tuvo lugar en nuestro con-vento de Úbeda. Los temas más importantes a tratar fueron:

a) Estatutos.b) Leyes.c) Formación permanente.d) Cursillo de Bibliotecas.Sobre los Estatutos se proyectó elaborar un esquema de orientación para

su estudio, a fi n de que las Comunidades vayan refl exionando los diversos puntos, antes de tratarlo en general en la próxima Asamblea, con vista a la modifi cación que se crea conveniente.

Sobre las Leyes se informa que con fecha 15 de octubre había salido de la Sagrada Congregación algo referente a ellas, pero en nuestra provincia ningún convento había recibido nada.

Se vuelve a insistir en el Cursillo de Maestras que tanto interés despertó en la Asamblea. Pero dadas las circunstancias actuales tan inciertas, parece más prudente aplazarlo de momento, y se elaboró en la reunión un cuestionario, para con las respuestas de las comunidades hacer un esquema de orientación.

La formación permanente vuelve al tapete y se dieron normas muy con-cretas sobre formación integral de la persona humana, centrando la atención en la persona de Cristo. Se instó a las comunidades que aún no han organizado su horario con este fi n a no demorarlo más, y se propusieron altas cotas de espiritua-lidad, que solo con una formación seria y programada se pueden alcanzar.

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El Cursillo de Bibliotecas se dialogó ampliamente. El archivero-bibliotecario del Ayuntamiento de Lucena, D. Manuel Montero Ocaña, experto y efi caz, después de catalogar el fondo histórico bibliográfi co del convento de Lucena, ha estado ya en los de Antequera, Cádiz, Dos Hermanas, Sanlúcar de Barrameda y Sanlúcar la Mayor. Se había ofrecido, generosamente, a impartir un cursillo a las hermanas de la Asociación. Se acordó avisarlo a las comunidades para su organización.

Y no podía faltar el consabido tema de nuestro Boletín. Se propuso que, a ejemplo de Fuente de Cantos, que ya lo venía haciendo, podrían escribirse cró-nicas de nuestros conventos para mayor conocimiento mutuo. También se pidió más intercambio de experiencias que puedan ayudarnos. Y se animó a las her-manas asiduas en colaboración, que lo sigan haciendo con entusiasmo pues es enriquecimiento de todas; pidiendo, fi nalmente, a las que no se han estrenado, que se asomen alguna vez a las páginas de nuestro Boletín.

El año 1987, aunque inquietante por el problema de nuestras leyes, alcan-zó en el ambiente general de nuestra Asociación entusiasmo y fervor carmelitano con las beatifi caciones de las tres Mártires de Guadalajara, 29 de marzo; Teresa de los Andes, 3 de abril; y Edith Stein, 1 de mayo. Nuestro Boletín Enlace, refl eja este ambiente en las múltiples colaboraciones de las hermanas, con artículos de espiritualidad y crónicas de los distintos actos litúrgicos y culturales en honor de las nuevas Beatas de Nuestra Orden. Y mientras salían de Roma estas Beatifi caciones, el silencio romano sobre nuestra legislación se hacía cada vez más denso.

El 6 de junio, nos anunció nuestra Presidenta que una señora nos ofrecía la fundación de un Carmelo en Isla Cristina, un pueblo marinero de las costas de Huelva. La oferta era atractiva, pues Huelva y Almería son las únicas provincias de Andalucía donde no existe un Carmelo, y el Sr. Obispo estaba interesado en tenerlo. Aunque el deseo de respuesta es grande, la falta de personal nos obligó a abandonar el proyecto.

Por distintas difi cultades, el programado Cursillo de Bibliotecarias, no pudo celebrarse hasta agosto de 1987. Durante los días 23 a 30, hermanas de varios monasterios de nuestra Asociación, se reunieron en el monasterio de Lu-cena, donde D. Manuel Montero Ocaña, las impuso en el ofi cio de catalogar y clasifi car los libros.

La apertura del curso estuvo presidida por el entonces Provincial, P. Sera-fín Puerta, que habló sobre la Historia del Libro. El curso, árido en sí, fue de gran valor e interés y, sobre todo, práctico para nosotras que tenemos tantos tesoros en las bibliotecas de nuestros monasterios antiguos. En la clausura del curso intervino el P. Ismael Bengoechea con una conferencia sobre “El Carmelo y los libros”. A todas las que asistieron se les distribuyó abundante material y apuntes de las materias más importantes tratadas.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Del 27 al 30 de octubre de ese año 1987, se reunió el Consejo de la Asociación en nuestro monasterio de Granada. La Hna. Mª Asunción, Presidenta, confi rmó el rumor que iba siendo público de que N. P. General, Felipe Sáinz de Ba-randa, presidiría la Asamblea General del próximo año, para la que ya se estaba buscando Residencia.

Se trató del tema, aún no realizado por varias difi cultades, de inscribir la Asociación en el Registro de Entidades Religiosas y de darle personalidad jurídica en el Ministerio. Mucho diálogo ocupó el tema de los conventos pobres en perso-nal, problema que se iba agudizando por la falta de vocaciones y la elevada edad de las monjas. El P. Asesor insistió mucho en la generosidad a la hora de prestar personal, sin miedo a la novedad y modernidad, mentalidad opuesta al actuar de la Santa Madre.

Sobre el tema de formación se alabó el Curso de Biblia por correspon-dencia que dirigía el P. Gumersindo y cuyas lecciones eran tan a nuestro alcance y se estaban estudiando con entusiasmo y fruto en la Asociación. Se revisaron las respuestas dadas por las comunidades al cuestionario sobre el Directorio de Maestras.

Se hizo un estudio comparativo de nuestros Estatutos con otros recibidos de otras Asociaciones, para ver de mejorar lo que se creyera conveniente. Se dejó a N. P. Felipe que decida si modifi carlos ahora o esperar a nuestra legislación de-fi nitiva. Y se estudiaron ampliamente los temas a tratar en la próxima Asamblea, entre ellos, el de las relaciones de las comunidades con el Ordinario del lugar. Se apreció la conveniencia de que las elecciones en los distintos monasterios coinci-dieran, en lo posible, de forma aproximativa con la Asamblea General, tema que también se anotó para Nuestro Padre.

Y con la elaboración de un esquema para las comunidades para que pre-senten sugerencias a tratar en la Asamblea, fi nalizó el Consejo, que se trasladó a la vecina Ogíjares para realizar una visita fraterna.

El 20 de enero de 1988, el Boletín Enlace, con cinco años bien cumplidos, era reconocido ofi cialmente en la Consejería de Cultura de Jaén, con la sigla del Depósito Legal J-14-1988. Unos días después, el 1 de febrero, el Negociado de Dirección General de Medios de Comunicación Social, le concedió la bonifi cación postal de publicaciones periódicas. Enhorabuena a cuantas hermanas se sacrifi -caron por hacer de él un Boletín digno.

Del 18 al 22 de abril de ese año 1988, tuvo lugar el cuarto y último Con-sejo de la Asociación de ese trienio, en el monasterio de Fuente de Cantos. La mayor parte del tiempo estuvo dedicado al trabajo sobre las respuestas que las comunidades habían dado al cuestionario enviado sobre los Estatutos y otros temas a tratar en la próxima Asamblea. Las respuestas fueron variadas, aunque

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casi siempre la mayoría coincidía en lo principal: tiempo de duración de la Presi-denta, que se prefi ere siga siendo tres años; condiciones para su elección y re-elección: varían las opiniones entre mayoría absoluta o dos tercios; que el Asesor visite a todas las comunidades asociadas; temas de formación, cursillos, Boletín Enlace, etc. Se hizo el trabajo de síntesis para su estudio y votación defi nitiva en la Asamblea.

Sobre la inscripción de la Asociación en el Registro de Entidades Religio-sas, como se acordó en el anterior Consejo, la Hna. Presidenta informó que de la Dirección General de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia han comunica-do que la inscripción está concedida, y solo pendiente de la documentación del Monasterio de Aguilar de la Frontera, cuya tramitación se encuentra detenida en la Vicaría de Córdoba.

Se concretaron los cinco temas a refl exionar en la Asamblea, y quedó convocada ésta para los días 1 a 5 de septiembre en Guadix, (Granada), en el Centro Diocesano de Espiritualidad, con lo que se dio fi n al segundo trienio de la Asociación.

TERCERA ASAMBLEA GENERALGuadix, 1 a 5 de septiembre, 1988

En el Centro Diocesano de Espiritualidad “Obispo Medina Olmos” de Gua-dix (Granada), se celebró durante los días 1 a 5 de septiembre de 1988, la III Asamblea General de la Asociación, presidida por N. P. General Felipe Sainz de Baranda, asistido por el P. Provincial, Serafín Puerta Pérez, y el P. Asesor, José Mª Muñoz Cuenca, y con la asistencia del Consejo de la Asociación y las Prioras y Delegadas de los 20 Monasterios que la componían, y de la Hna. Mª Isabel de la Stma. Trinidad, del Monasterio de Tánger, invitada para asistir a la Asamblea.

Invocado el Espíritu Santo se dio comienzo a la Asamblea con la elección de secretaria y la formación de los grupos de estudio. N. P. General, después de una lectura de la Escritura y un breve comentario de la misma, presentó los cinco temas acordados para estudiar en esos días:

a) Promoción vocacional.b) Guía práctica para las Maestras de Novicias.c) Revisión de los Estatutos.d) Relación de las comunidades con los Vicarios diocesanos.e) Situación económica de las comunidades y problemas vinculados a ella.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Fueron días de intenso trabajo. N. P. General exponía detalladamente cada tema que era seguido por el estudio de los grupos, pasando después a la puesta en común de las distintas conclusiones, bajo la presidencia de los Padres General, Provincial y Asesor que moderaban y estimulaban a un tiempo el diálogo entre las hermanas. Ya habían pasado seis años desde la primera Asamblea en que la falta de práctica nos mantenía calladas y ahora el diálogo era fl uido y cons-tructivo.

En la tarde del segundo día, tuvimos un descanso inesperado, con la visita del Sr. Obispo de la Diócesis, que satisfecho porque la Asamblea se realizara en el Centro recién fundado por él, en el que tanta ilusión había puesto, nos expresó su agradecimiento y bienvenida con palabras cordiales y emotivas, departiendo después amigablemente con los Padres.

Tras la visita del Sr. Obispo, reanudada la sesión, la Hna. Mª Asunción, Presidenta, leyó la Memoria del trienio que terminaba, y Hª Concepción de Dos Hermanas, presentó el estado de cuentas de la Asociación, quedando para el día siguiente continuar con los trabajos de los temas propuestos.

Fruto de ellos, fueron las conclusiones siguientes:• Valorar la oración como primer quehacer de la promoción vocacional.• Poner a disposición de jóvenes con inquietud, la hospedería de nuestros

conventos, donde sea posible.• Favorecer grupos de oración en nuestras Iglesias interesando a los Pa-

dres a participar en ellos.• Mayor inserción en la Iglesia local.

La Asamblea reconoció que hasta que nuestras Constituciones no sean defi nitivas no se puede elaborar una Instrucción para la formación de la carmelita descalza; pero encomendó al Padre Asesor que prosiga en la elaboración de la Guía Práctica para la Maestra de Novicias, con las respuestas dadas por la comu-nidades al guión que él envió, y las nuevas propuestas de la Asamblea.

Se aplazó la revisión de los Estatutos, hasta la aprobación de nuestra Legislación. Se habló sobre la relación comunidades-vicarios episcopales, indi-cando N. Padre que están determinadas en nuestra legislación actual y hay que atenerse a ella. Y se constató, una vez más, que el problema económico no es el que más afecta a las comunidades sino la falta de personal. Se insistió en la vi-talidad espiritual, la dinámica del capítulo conventual, la vida fraterna, la vivencia de ser comunidad asociada.

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Por deseo de N. P. General, secundado por la Asamblea, la elección del Consejo para el nuevo trienio se demoró al último día, 5 de septiembre. Dio el resultado siguiente:

Presidenta: M. Mª Victoria de San José, Priora de Antequera.1ª Consejera: Hna. Mª Asunción de la Eucaristía, Delegada de Jaén.2ª Consejera: M. Mª del Pilar de la Stma. Trinidad, Priora de Sevilla.3ª Consejera: M. Mercedes de la Stma. Trinidad, Priora de Zafra.4ª Consejera: M. Mª Jesús de la Stma. Trinidad, Priora de Málaga.

Abiertos por el nuevo Consejo los sobres de las comunidades para elec-

ción del Asesor, se comprueba el deseo de los Monasterios de que el P. José Mª Muñoz Cuenca sea reelegido para un tercer trienio.

Y con la lectura y fi rma del Acta por todos los asistentes, N. P. General declaró cerrada esta Tercera Asamblea de nuestra Asociación.

TRIENIO 1988 - 1991

Durante los días 15 a 17 de noviembre de 1988, se celebró el Primer Consejo de la Asociación de ese trienio, en el monasterio de Sevilla. El P. José Mª Muñoz asistió como Asesor en funciones, pues su reelección no sería confi rmada por la Sagrada Congregación hasta el 28 de ese mes.

Se comenzó por distribuir las áreas de trabajo: Secretaria: Hna. Mª Asun-ción; Liturgia: Hna. Mª Jesús; Promoción vocacional: Hna. Mercedes; Economía: Hna. Mª del Pilar.

El P. Asesor expuso los temas desarrollados en las Jornadas de Estudio celebradas en Madrid bajo la presidencia de Mons. Fagiolo, Secretario de la Sgda. Congregación de Religiosos e Institutos Seculares. Hizo mención de la Asociación de Colombia, donde prescinden ya del Asesor por haber caminado bastante.

Se trató largamente del Boletín. Se aprobó reducir el formato y cambio de portada, según unos dibujos de Hª Inés de Sevilla. Se estudió su estructura: Presentación, Documentación, etc. Y quedó fi jada la nueva sede del Boletín en el monasterio de Jaén, donde Hna. Mª Asunción se haría cargo de la dirección del mismo.

Se distribuyó el trabajo sobre la Guía Práctica para Maestras, encomenda-da en la Asamblea al P. Asesor y Consejo: Hnas. Mercedes y Mª Jesús síntesis de las respuestas dadas por las comunidades al guión cuestionario del P. Asesor, y de las experiencias y sugerencias aportadas por las distintas Maestras. Hna. Mª

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Victoria recopilación del fondo doctrinal y formativo de los Escritos de la Orden y Hna. Mª del Pilar, de los Documentos Eclesiales sobre Formación.

Se trató también de los Traslados y de la asistencia a los padres necesita-dos, problemas de actualidad que merecen un estudio especial. Y se acordó que el archivo de la Asociación pase al Monasterio de Antequera, nombrando archive-ra del mismo a la Hna. Mariángeles del Reino, religiosa de aquella comunidad.

Y con la lectura de varias cartas recibidas, particularmente del Secretario General “Pro Monialibus”, ofreciéndonos sus servicios, se dio por terminado el primer Consejo de ese trienio.

Nuestra Asociación tenía siete años largos de vida y aún no existía jurídi-camente en lo civil. El 20 de enero de 1989, el Ministerio de Justicia emitió un comunicado ofi cial en el que hacía constar que la ASOCIACIÓN DE MONASTERIOS DE CARMELITAS DESCALZAS DE ANDALUCÍA “VIRGEN DEL CARMEN”, había sido inscrita en el Registro de Entidades Religiosas con el No 2364 de la Sección Especial, Grupo D. (No 2364-SE/D). Ya teníamos personalidad jurídica ante el Gobierno Español.

Del 16 al 22 de agosto de ese año 1989, tuvo lugar un Curso para Prioras impartido por N. P. General, Felipe Sainz de Baranda. Fue deseo suyo que estu-vieran presentes todas las comunidades de la Asociación, siendo suplida por una Delegada la Priora que no pudiera asistir. El lugar elegido fue el Centro de Espi-ritualidad de Guadix, “Obispo Medina Olmos” de magnífi cas condiciones como pudimos experimentar en la última Asamblea.

El Cursillo, bajo el título “Figura de la Priora”, ha sido publicado y amplia-mente divulgado dentro y fuera de la Provincia.

Aprovechando la presencia de N. Padre y estando presentes el P. Asesor y todas las hermanas del Consejo, se celebró el día 21, durante el Curso, el 2º Consejo de la Asociación del trienio. Se trataron los temas siguientes:

• Reuniones del Consejo y visita fraterna a los Carmelos más cercanos. - Afi rmó N. Padre que deben mentalizarse las comunidades asociadas, admitiendo que va en favor de la fraternidad y es lo mínimo que puede tener una Asociación

• Traslados temporales para suplir ocasionalmente a causa de algún Cur-sillo de Formación.

• Se aprobó y recomendó, sobre todo en aquellos casos en que una joven se forma aislada en su propia comunidad

• Estudio del texto borrador para la Formación, redactado por la Sagrada Congregación de Religiosos, que ya había sido distribuido a los Monasterios. - N. Padre clarifi có el texto detallando los diversos puntos que trata.

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• Sobre la Guía práctica de la Maestra. - Se presentaron los trabajos que se van realizando, y N. Padre animó a proseguir en ello.

Cauces para promover, a nivel de Asociación, las Causas de Beatifi cación de María de San José, Priora de Sevilla; Ana de Jesús, Priora de Granada; y P. Je-rónimo Gracián de la Madre de Dios. - Informó N. Padre que hay que solicitarlo al Defi nitorio General, para que éste lo encomiende al Postulador de la Orden.

En noviembre de ese mismo año 1989, durante los días 8 a 10, tuvo lugar el tercer Consejo de la Asociación de ese trienio, en nuestro Monasterio de Ante-quera. Se trataron los siguientes temas:

a) Sugerencias de las comunidades que presentan al Consejo por escrito.b) Preparación del IV Centenario de San Juan de la Cruz.c) Guía práctica de Maestras de Novicias.d) Archivo de la Asociación y Documentos.

Del estudio de estos temas, quedó concertada la convocatoria de un Con-curso de trabajos sobre el Santo Padre, artísticos, literarios, etc.

• Se abrió una sección especial en “Enlace” sobre el Centenario sanjuanista.

• Se recomendó la lectura del Santo en refectorio y, por supuesto, la lec-tura personal.

• Y se animó a las Comunidades a que programaran actos y reuniones comunitarias sobre San Juan de la Cruz.

Las Consejeras presentaron los trabajos realizados, cada una en el área encomendada, para la Guía práctica de la Maestra, que ya quedó para ser ultima-da por el P. Asesor.

Y se aprobó y felicitó la labor realizada por la archivera en el Archivo de la Asociación.

En la Navidad de 1989, el P. Asesor envió a todas las comunidades aso-ciadas unas refl exiones “Carisma y Renovación”, para ser estudiadas individual y comunitariamente, sobre la espiritualidad específi ca teresiano sanjuanista, ex-presada en la Primera Parte de nuestras Declaraciones.

El año 1990 transcurrió empapado de fervor sanjuanista, todos los Car-melos se esforzaron por vivir la preparación del Centenario de San Juan de la Cruz, abandonándose en las manos del Señor en el tema legislación, que cada vez se hacía más impenetrable.

Del 4 al 7 de diciembre de 1990 se reunió por cuarta vez en el trienio, el Consejo de la Asociación en nuestro convento de Jaén.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Como ya era habitual, tras las preces introductorias, se leyeron las car-tas de los distintos monasterios que se hacen presentes en el Consejo, tomando nota de las sugerencias para su ulterior estudio. El tema central lo ocupó el cen-tenario sanjuanista. Las comunidades habían respondido con entusiasmo a la convocación del Concurso y ante sus sugerencias y preguntas se dividieron los trabajos en cinco apartados a) Poesía; b) Música; c) Teatro; d) Narrativa; e) Pintu-ra. A estos cinco apartados, se uniría más adelante, un sexto: Juegos. El P. Asesor y el Consejo formarían el Jurado para la distribución de los premios. También la nueva sección de “Enlace” sobre el Santo, fue rica en colaboraciones.

Se rogó al P. Asesor que ultime la Guía Práctica para Maestras, que era esperada por los conventos con impaciencia, dada la inseguridad en que se vivía sin que se nos aprobara nuestra legislación. Y se le pidió que impartiera el Cursi-llo Sanjuanista que estaba proyectado para el Año Centenario.

La Hna. Mariángeles del Reino, archivera de la Asociación, se hizo pre-sente con un escrito dando cuenta de la ordenación del Archivo en las siguientes secciones:

1) Orígenes de la Asociación: 1953/19812) Circulares de Presidenta, Consejeras, P. Asesor, P. General.3) Conventos.4) Documentos de la Santa Sede.5) Actas.6) Correspondencia: Casa Generalicia, P. Provincial.7) Boletín “Enlace”.

Se habló de promoción vocacional. En ese momento parecía que hu-biera un resurgir de vocaciones. Y se hicieron proyectos sobre un posible vídeo vocacional con aportación de todos los conventos asociados, y de un tríptico con imágenes y frases que tengan eco en la joven de hoy.

Pocos días después de este Consejo, en vísperas de la Apertura del Cente-nario de San Juan de la Cruz, llegó la inesperada noticia: la Santa Sede aprobaba el texto presentado por el grupo M. Maravillas posponiendo el texto presentado por la Orden. N.P. General, Felipe Sainz de Baranda, tan unido a nuestra Asocia-ción, en carta de 11 de diciembre de 1990, recomendaba a todas las carmelitas de la Orden: “en este momento tan grave, sepamos dar juntos un testimonio de obediencia silenciosa al Papa y de fraternidad dolorosa en nuestros Santos Pa-dres Teresa y Juan de la Cruz”.

Ha corrido tanta tinta, y no hacemos reseña de nuestra Legislación sino de nuestra Federación, que no es lugar éste para extendernos en este tema. Solo apuntar que nuestra Asociación se hizo presente el 6 de enero de 1991, en tres

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cartas que Hna. Mª. Victoria escribió como Presidenta de la misma a N.P. General, al Cardenal Hamer, Prefecto de la Sagrada Congregación y al Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado de la Santa Sede. Y nuevamente el 12 de marzo, vuelve a escribir al Cardenal Sodano en respuesta a su contestación.

Cumpliendo lo acordado en el Consejo tenido en Guadix en agosto de 1989, y dada la conformidad por todas las Comunidades asociadas, la Asocia-ción elevó el 2 de abril de 1991, al Capítulo General de la Orden que se celebraba en Roma, una solicitud pidiendo que se anule y revoque la sentencia de expulsión dictada contra el P. Jerónimo Gracián el 17 de febrero de 1592, y otra solicitando la introducción de las Causas de Beatifi cación del P. Jerónimo Gracián, M. Ana de Jesús, Lobera y M. María de San José, Salazar.

Durante los días 4 a 6 de junio de 1991, tuvo lugar en nuestro Monaste-rio de Zafra (Badajoz), el quinto y último Consejo de la Asociación del trienio. El tema central lo ocupó el estudio de los Estatutos, que tras diez años de aproba-ción, necesitaban una amplia revisión. Quedaron redactados en 43 puntos, que se enviaron a los Monasterios para su refl exión, aportando juicios y sugerencias a la próxima Asamblea donde serían votados, para someterlos, fi nalmente, a la aprobación de la Sagrada Congregación.

Se revisaron, también, los trabajos enviados para el Concurso Sanjuanis-ta. Quedó de manifi esto la magnífi ca creatividad de nuestras hermanas contem-plativas: 11 aportaciones al apartado “Música”; 7, además de una colección de postales y otra de láminas, al de “Pintura”; 15 a “Juegos y pasatiempos”; 10, a “Poesías y Poemas”; 4, a “Teatro”. Todo un record de espiritualidad, imaginación y cultura. El Jurado tuvo que afi nar mucho, pues la calidad era muy buena. Se acordó dar los premios en la Asamblea General.

Quedó concertado que el P. Felipe Sainz de Baranda, que había cesado de General siendo su sucesor el P. Camilo Maccise, presidiría la Asamblea. La Hna. Presidenta presentó una síntesis de los temas a tratar, que fue dialogado por el P. Asesor y Consejo, y se acordó enviarlo al P. Felipe para su posible corrección o ampliación.

Finalmente, se miraron los trabajos de promoción vocacional presenta-dos. Y se aprobó el dibujo de Hna. Olga de Baeza para el sello conmemorativo del Centenario Sanjuanista. Con lo que se dio por terminado el último Consejo de la Asociación del Trienio 1988-1991.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

IV ASAMBLEA GENERALGuadix, 1 a 5 de octubre, 1991

En el Centro Diocesano de Espiritualidad “Obispo Medina Olmos” de Gua-dix (Granada), tuvo lugar la IV Asamblea General de nuestra Asociación, presidida por el P. Felipe Sainz de Baranda, asistido por nuestro Asesor, P. José Mª Muñoz Cuenca y Presidenta, Hna. Mª Victoria de San José. Asistieron las Prioras y Dele-gadas de 17 Comunidades asociadas; las tres restantes, justifi caron su ausencia por graves razones que expusieron.

La Asamblea tenía un temario muy apretado. Iniciada por el P. Felipe, que en sus palabras destacó el contexto histórico en que se encontraba la Orden, en el que se celebraba la Asamblea, y hecha la votación de secretaria, se discutió el anteproyecto de Programa enviado a las comunidades, que con ligeras aportacio-nes fue aprobado por la Asamblea.

Después de los actos reglamentarios: lectura de la Memoria del trienio por la Hna. Presidenta, estado de cuentas por la Hna. ecónoma, y Refl exión so-bre la Asociación por el P. Asesor, el trabajo se centró en la Modifi cación de los Estatutos. El P. Felipe hizo saber que las aportaciones que traían las hermanas al texto elaborado en el Consejo de Zafra no eran vinculantes, aunque serían estu-diadas. Las hermanas de la Asamblea debían votar a la luz de lo hablado en ella. La Asamblea era la responsable de la redacción de los Estatutos.

El P. Asesor explicó cómo se había llegado a la nueva redacción de los Estatutos y fue exponiendo punto por punto las diferencias habidas y la razón de ello. La Asamblea se organizó en cinco grupos de trabajo, y se decidió que no habría puesta en común hasta que los grupos terminaran el estudio del texto completo. Este trabajo ocupó parte del día 1º y todo el día 2º. Se determinó que la votación defi nitiva no se haría hasta el día 4º, para que las hermanas pudieran refl exionar y dialogar sobre los puntos que habían sido más discutidos.

El P. José Mª Muñoz, Asesor, presentó y distribuyó entre las asambleístas, la Guía Práctica para las Maestras de Novicias. Aprobado su proyecto por la Asam-blea anterior de 1988, se fue elaborando durante el trienio con las aportaciones de las Comunidades, especialmente con el trabajo de recopilación de las Conse-jeras. Redactada, fi nalmente, por el P. José Mª Muñoz, hizo la presentación de la misma, comentando que después de experimentada tendrá que ajustarse a las modifi caciones que impongan las nuevas Constituciones.

Otros dos temas dialogados en la Asamblea fueron el Cursillo para Forma-doras y el de Jóvenes Profesas. El primero, fue aceptado por unanimidad, expre-sando el deseo de que fuera impartido por el P. Felipe Sainz de Baranda. El de Jó-venes Profesas tuvo más resistencia en ser admitido, quedando al fi n aprobado,

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con estas condiciones: que las Comunidades eran libres de enviar a sus jóvenes o no; que no fuera en ningún Monasterio particular, sino en una Casa de Espirituali-dad; que durase unos seis días; que los profesores fueran carmelitas descalzos, y que asistieran la Presidenta y la Consejera encargada de la Formación.

La recreación de la noche del día 3º, revistió un carácter especial al hacer-se público los Premios otorgados en el Concurso Sanjuanista. En el gran patio de la Residencia se expusieron los trabajos premiados. Las ganadoras del Primero y Segundo premio resultaron: En Teatro: el Grupo Eslabones y la Hna. Luz Teresa de Antequera. En Pintura: Hna. Olga de Baeza y Hna. Teresa de Málaga. En Poesía: Hna. Teresa de Sanlúcar de Barrameda y Hna. Mariángeles de Antequera. En Jue-gos: Hna. María de Sevilla y Hna. Angeles de Antequera. En Música: Hna. Teresa y Hna. Angeles de Antequera. Las que estaban presentes recibieron su premio y las ausentes lo recibieron en la persona de su priora.

Tema esperado por todas, y que se tuvo en el 4º día, fue la exposición amplia y detallada que el P. Felipe nos hizo sobre la trayectoria de nuestras Leyes. Evitando entrar en las anécdotas de todo este periodo, se refi rió a la Plenaria de la Sagrada Congregación de Religiosos e Institutos Seculares de 1988, recordan-do las cinco recomendaciones para la elaboración del nuevo texto constitucional que fueron aprobadas por el Papa, y se detuvo en exponer y explicar otros criterios prácticos emanados de la CRIS, que, nos dijo el P. Felipe, el conocerlos podía ser una ayuda para la aceptación de las nuevas Constituciones con apertura de mente y de corazón. Algunos de los más fundamentales de esos criterios fueron estos:

a) las nuevas Constituciones tenían que redactarse a base de las Decla-raciones, teniendo en cuenta las propuestas enviadas a Roma por las Comuni-dades;

b) la Regla debía tener carácter normativo, no sólo espiritual o inspirador;c) había que incorporar lo más posible, el texto de las Constituciones Te-

resianas;d) con relación a la Clausura había que seguir la Venite Seorsum;e) era necesario acentuar la dimensión de soledad del carisma teresiano;f) lógicamente, tenían que adaptarse al nuevo Derecho Canónico;g) el estilo redaccional tenía que expresar el carácter obligatorio de las

Constituciones. El P. Felipe hizo un estudio comparativo de los textos de las Declara-

ciones y de las nuevas Constituciones, haciéndonos ver que el nuevo texto se ha enriquecido doctrinalmente en su contenido teresiano sanjuanista.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Después de esta magnífi ca conferencia, se procedió a la votación de los Estatutos, que fue rápida pues todo estaba ya dialogado. Aprobado en su totali-dad, se enviaría a los Monasterios para su votación por las comunidades según el no 34 de los Estatutos vigentes.

A mediodía, una llamada telefónica de N. P. Camilo Maccise, nuevo Gene-ral de la Orden, comunicó al P. Felipe que nuestras Constituciones estaban por fi n aprobadas. Era el 4 de octubre; habían sido aprobadas el 17 de septiembre anterior. La coincidencia de esta noticia con la celebración de nuestra Asamblea, y la presencia del P. Felipe que tanto había sufrido y trabajado por esta causa, dio un relieve especial al momento, lleno de emoción.

Hubo que acortar los comentarios porque faltaba la elección del Consejo para el nuevo trienio que empezaba. Hechas las votaciones dio el resultado si-guiente:

Presidenta: Hna. Mª Victoria de San José, de Antequera. Reelegida.1ª Consejera: Hna. Mª Jesús del Carmen, de Granada.2ª Consejera: Hna. Ana Amparo de la Eucaristía, de Linares.3ª Consejera: Hna. Guillermina del Corazón de Jesús, de Zafra.4ª Consejera: Hna. Mª Jesús de la Stma. Trinidad, de Málaga. Reelegida.

Abiertos los sobres con la votación de las comunidades para el nombra-miento de Asesor, resultó electo el P. Delfín Villa Iglesias. Comunicado por teléfo-no su nombramiento, dio su consentimiento.

Como fi nal de la Asamblea se repartió a las Prioras el número extraordi-nario de “Enlace” donde aparecen los trabajos premiados del Concurso Sanjua-nista.

TRIENIO 1991 - 1994

Durante los días 28 y 29 de enero de 1992, se celebró el primer Conse-jo de la Asociación de ese trienio. Se comenzó por entregar al P. Delfín Villa su nombramiento de Asesor que con fecha 8 de ese mes había aprobado la Sagrada Congregación de Religiosos e Institutos Seculares. A continuación se repartie-ron las áreas de trabajo de las distintas consejeras: Hna. Mª Jesús de Granada, Formación; Hna. Guillermina de Zafra, Promoción Vocacional; Hna. Mª Jesús de Málaga, Liturgia; Hna. Ana Amparo de Linares, Economía.

De la lectura de las Cartas enviadas al Consejo por las Comunidades se advertía la inquietud por la formación, insistiendo en la realización de los Cursi-

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llos programados en la Asamblea. Escribían algunas jóvenes pidiendo que en el Encuentro de Jóvenes se les concediera tiempo para conocerse y comunicarse. La priora de Sevilla comunicó ofi cialmente, que el resto de las estampas sobre los Dones del Espíritu Santo y San Juan de la Cruz, impresas por la Asociación, que habían quedado en depósito tras su venta, las llevaba el Prior de Sevilla a Antequera, y le fueron robadas del coche.

Se fi jó la fecha y lugar del Cursillo de Formadoras, que lo impartiría el P. Felipe Sainz de Baranda del 9 al 16 de junio en la Casa de Oración, Ntra. Sra. de Guadalupe de Gévora (Badajoz) Se concretó el nuevo equipo de “Enlace” para el trienio, del que sería responsable la comunidad de Antequera.

Se dialogó sobre la conveniencia de que al celebrar un Consejo, se ten-ga Reunión Comunitaria con la comunidad del Monasterio donde se celebra. Se acordó comunicarlo a las Prioras para su consentimiento. Otros temas tratados fueron el estudio de las nuevas Constituciones, la propaganda vocacional, el gru-po Eslabones (grupo formado por jóvenes de distintas comunidades federadas) y dar preferencia a Monasterios donde no se haya celebrado ningún Consejo y lo pidan, para tener los Consejos sucesivos.

El 2 de febrero la Hna. Presidenta comunicaba en circular que los Con-sejos de las Asociaciones de Castilla, Aragón-Valencia y Andalucía se reunirían, por primera vez en la historia de las Federaciones, en el mes de mayo con N. P. General Camilo Maccise, para el estudio de las nuevas Constituciones. Invitaba a las Comunidades que enviasen preguntas de su interés para elaborar el temario a tratar.

El 9 de marzo, la Hna. Presidenta envió a Roma los Estatutos redactados en la Asamblea, ya votados por las comunidades. Fueron aprobados el 30 de abril por la Sagrada Congregación, con ligeras correcciones. Del nuevo texto, impreso, se envió dos ejemplares a todas las comunidades.

Del 16 al 20 de mayo de 1992, se celebró el I Encuentro Interfederal de los Consejos de España con N. P. General, Camilo Maccise, en Madrid, en la Casa de Formación de las Hermanas del Amor de Dios. Presidido por N. Padre, asis-tieron los Consejos de las tres Federaciones de Carmelitas Descalzas de España, Castilla, Aragón-Valencia y Andalucía. Participaron también los tres Asesores, PP. Segundo Fernández por Castilla, Pedro Cárceles por Aragón-Valencia y Delfín Villa por Andalucía. Y tres Prioras de Monasterios de las Provincias donde no existen Federaciones: Burgos, Cataluña, y Navarra.

Lo nuevo de este Encuentro, el ser hermanas desconocidas pero unidas por un mismo carisma teresiano, la novedad de viajar lejos de nuestras tierras, todo contribuyó a dar originalidad y sabor especial a estos días. N. P. Camilo supo desde el primer momento crear el clima de unidad y fraternidad propio del Carmelo; invitó

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a las hermanas a presentarse mutuamente y pasados los primeros momentos de efusión, se entró de lleno en el tema del Encuentro.

N. Padre comenzó exponiendo la necesidad de que la voz de las carme-litas descalzas pueda llegar a la Santa Sede, sin mediaciones extrañas, para lo cual señaló como cauce adecuado las Federaciones. Dijo estar dispuesto a esti-mularlas y promocionarlas siempre, como se lo ordena el nº 242 de las Constitu-ciones apoyado por la CIVCSVA (Congregación para Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica), y anunció el proyecto de un Encuentro de Fede-raciones Europeas que ya estaba aprobado por la Santa Sede.

Habló también del próximo Sínodo sobre la Vida Religiosa, diciendo que es su deseo que las monjas colaboren en la fase de los Lineamenta, para lo que ofreció su ayuda incondicional. N. Padre es un trabajador incansable, como des-pués hemos podido comprobar en multitud de ocasiones, y un padre y hermano cercano que crea ambiente de confi anza, apertura y espiritualidad.

El tema prioritario de este Encuentro era el estudio de las Constituciones. N. Padre, hizo una breve introducción a las mismas, y basándose en la Encíclica Ecclesiam Suam de Pablo VI, dijo que hay que tomar conciencia de lo que se es para renovarse y entablar diálogo con el mundo, abiertas a los caminos imprevi-sibles del Espíritu.

Tras apuntar que la Santa Madre deseaba comunidades pequeñas, fra-ternas y orantes al servicio de la Iglesia, trató detenidamente el Capítulo sobre el Seguimiento de Cristo, el sentido evangélico del seguimiento, sus exigencias y espiritualidad. Dedicó toda una sesión al tema de la Consagración en la Vida Re-ligiosa, haciendo una detallada exposición histórica, cultural, eclesial y teológica, mostrando la evolución de la Consagración y los Votos Religiosos a través de los tiempos.

Habló de la oración, la dimensión apostólica, los carismas, la libertad cris-tiana, la nueva evangelización en las carmelitas descalzas. Se detuvo en la Virgen María, a quien a partir del Concilio Vaticano II se la ve como la mujer cercana a Dios y cercana al pueblo. Expuso la animación de la comunidad desde las Cons-tituciones, que son vínculo de unión y amor entre las hermanas. Las presentó como fuente de inspiración para vivir el carisma inicial en el hoy concreto de nuestra historia, carisma actual. Dio orientaciones sobre el modo de celebrar el capítulo comunitario y las nuevas formas de penitencia.

El trabajo de los grupos presentó cada día una larga serie de preguntas sobre distintos números de nuestras Constituciones. N. Padre con su clarividen-cia y paciencia características, clarifi có todas las preguntas, dando respuestas concretas a las distintas dudas y difi cultades presentadas. Los grupos tuvieron la particularidad de que al estar formados por hermanas de lugares tan alejados

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y mentalidades tan diversas, resultaron sumamente enriquecedores. El carisma teresiano unifi caba a todas y la extraordinaria capacidad de síntesis de N. Padre ponía el broche fi nal.

Aunque todos los días estuvieron impregnados de espiritualidad con la Eucaristía y Liturgia de las Horas y las Homilías y charlas de N. Padre, el fi nal de la Reunión tuvo un colofón excepcional teresiano sanjuanista. Invitadas por el Pro-vincial de Castilla, los Consejos Federales pudieron visitar el sepulcro del Santo en Segovia, con la providencial coincidencia de que al estar tratando el cuerpo unos médicos italianos, no estaba en el sepulcro sino en una mesa al alcance de la mano. La emoción del momento no es para esta reseña. Y nueva emoción en Alba de Tormes en el sepulcro de la Santa. El Primer Encuentro Interfederal de España tuvo el broche de oro que se merecía.

Del 8 al 17 de junio de ese mismo año 1992, se celebró el esperado Cursillo de Formadoras. Lo impartió el P. Felipe Sainz de Baranda en la Casa de Oración, Ntra. Sra. de Guadalupe de Gévora (Badajoz).Asistieron hermanas de 14 comunidades, de las 20 que integran la Asociación, y de fuera de ella vinieron hermanas de Ronda, Oviedo, Medina, Burgos y Villagarcía.

El P. Felipe, con su experiencia y pericia acostumbrada tocó temas tan importantes como: situación educativa de las comunidades; problemas que pre-senta la comunidad para la actividad educativa; relaciones entre la comunidad, las formandas y la priora; carencias o contravalores en las vocaciones de hoy; experiencias positivas y negativas en la formación actual; descripción de la perso-na y misión de la Maestra en las nuevas Constituciones (nn. 153-157); grupo de colaboradoras de la Maestra (Nº 157).

Estos temas y otros relacionados con ellos fueron expuestos y desarro-llados por el P. Felipe, para pasar después al estudio de grupos y tras la puesta en común, el Padre sacaba conclusiones concretas. Se estudió muy largamente el Programa y Método de Formación (no 155). Se dio importancia al tiempo de estudio, libre de trabajos, que debe tener la formanda.

Fue interesante la experiencia de algunas hermanas asistentes al Cursillo con pocos años de vida religiosa. Invitadas por el P. Felipe a dar público testimo-nio, lo dieron con sinceridad y sencillez: Valoraban sus propias comunidades y la formación que se les da y se sienten acompañadas y enriquecidas en la conviven-cia. Pedían cursos cíclicos de Formación de al menos una semana. Y rogaban que no se las juzgue por los casos de chicas desvocacionadas que se habían salido.

Del 9 al 13 de noviembre, 1992, se reunió el segundo Consejo de la Aso-ciación de ese trienio, en nuestro Monasterio de Sanlúcar la Mayor (Sevilla). En la lectura de las cartas enviadas al Consejo, se advertía una preocupación cada vez mayor por la Formación: se pedía imprimir el Curso de Formadoras como se hizo

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con el de las Prioras, y se alababa la costumbre que se va generalizando de enviar hermanas del propio monasterio a participar en el Cursillo organizado por otro. La Consejera de Formación presentó la Bibliografía preparada por el P. Gumersindo Pérez para enviar a los monasterios.

Varias comunidades pedían enviar sus novicias y postulantes al proyecta-do Encuentro de Jóvenes. Consultado lo acordado en la Asamblea, y no habiendo nada en contra, se les concedió. También la Presidenta de la Asociación de Cas-tilla, tras la experiencia positiva de Gévora, pedía enviar 10 profesas jóvenes a ese Encuentro. Se habló del Grupo “Eslabones” que tanto colaboraba en nuestro Boletín. La Asociación de Aragón-Valencia y la Provincia de Navarra a la vista de este grupo, intentaban hacer algo semejante.

Había habido varios traslados dentro de la Asociación por diversas causas y se dio información de ellos. Una comunidad escribió a N. P. General pidiéndole parecer sobre su intento de traer monjas de Kenia, dada la situación límite de la comunidad. N. Padre lo aprobó diciendo que pase por el Consejo.

Se habló de la Reunión Europea que debía celebrarse en el Desierto de Las Palmas en febrero del año 1993. No llegó a realizarse porque con fecha 24 de noviembre de 1992, en carta de la Sagrada Congregación a N. P. General Camilo Maccise se suspendía dicha Reunión.

Y con la Visita Fraterna a los Monasterios vecinos: Sevilla, Dos Hermanas y Écija, se dio por terminado este Consejo.

El año 1993 tuvo buen estreno para el Carmelo Teresiano: el 21 de marzo fue canonizada Teresa de los Andes. La Asociación se hizo eco del acontecimiento con actos litúrgicos y artículos en “Enlace”.

Del 8 al 15 de mayo de 1993, se pudo celebrar, al fi n, el tan anunciado En-cuentro de Jóvenes, en el Centro de Espiritualidad de Guadix (Granada), presidido por el P. Felipe Sainz de Baranda, que vino ex profeso para ello desde Paraguay. Lo que en un principio se había proyectado solo para las jóvenes de nuestra Aso-ciación, se vio ampliado ante la solicitud de otras Asociaciones/Federaciones que deseaban que las suyas participaran en él. De nuestra Asociación participaron 20 jóvenes, de Aragón -Valencia 21 y de Castilla 9: un total de 50 jóvenes carmelitas. También asistieron el Asesor, P. Delfín Villa, la Presidenta, Mª Victoria de San José, de Antequera y la 1ª Consejera, Mª Jesús del Carmen, de Granada.

N. P. General, Camilo Maccise, se hizo presente en el Encuentro con una carta en la que estimulaba a las jóvenes y bendecía el Encuentro que veía positivo y esperanzador.

El P. Felipe hizo recalcar desde el principio que no se trataba de un cursillo sino de un Encuentro, por lo que el punto de partida y también el punto de refe-rencia constante para la refl exión de esos días tenían que ser la experiencia de

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las mismas jóvenes. El Encuentro -dijo- quiere daros la oportunidad de refl exionar, valorar, compartir la experiencia que vosotras tenéis de la vida carmelita.

Partiendo de esa prioridad que el Padre nunca perdió de vista, las charlas estuvieron encaminadas a orientar, encauzar esas experiencias para convertirlas en elemento constructivo hacia el futuro que las jóvenes estaban llamadas a vivir en sus comunidades.

La Hna. Mª Victoria había pedido a las jóvenes temas para el Encuentro. Pidieron esclarecer el mensaje que Teresa del Niño Jesús, Isabel de la Trinidad y Teresa de los Andes pueden ofrecer a la joven de hoy y claves para el enamora-miento de Cristo a la luz de la doctrina teresiano-sanjuanista. También pidieron charlas sobre la amistad, la comunicación, la afectividad, las Constituciones, la realización humana y espiritual de la persona, la nueva evangelización en la car-melita descalza, la inserción de la joven profesa en su Carmelo y otros.

El Padre respondió ampliamente a todos los temas propuestos y a otros que fueron surgiendo en el Encuentro. Hizo particular énfasis en la Formación que no es para saber mucho sino para afi anzar la fe y la vivencia religiosa. Y expu-so detenidamente en qué consiste el seguimiento de Cristo y la vida fraterna

Fue un Encuentro sumamente enriquecedor en los temas impartidos y en las experiencias compartidas, aunque el encuentro sufrió una epidemia gripal que en los últimos días limitó la participación a las conferencias. Pero que tuvo de positivo el dar ocasión al servicio fraterno y solidaridad entre todas.

En el mes de octubre, 1993, durante los días 18 a 21 se celebró el tercer Consejo de la Asociación del trienio, en nuestro Monasterio de San Fernando. De la lectura de las cartas enviadas al Consejo resalta el interés de las Comunidades porque la Asociación organice la Formación a nivel general: se pedía un progra-ma de Formación Inicial y un Cursillo para Profesas entre otras cosas. Se tomó nota para tratarlo en la Asamblea General. También sugerían que la Asociación potencie grupos de oración en nuestras iglesias con el apoyo del P. Asesor. Se le encomendó a éste que encauce este tema desde “Enlace”.

Según el número 13 de los nuevos Estatutos aprobados, la votación de las comunidades para el nombramiento del P. Asesor, debía hacerse con antelación sufi ciente para que los sobres puedan ser abiertos en el último Consejo del trienio en curso, a fi n de que el nuevo Asesor asista a la Asamblea General que inicia el nuevo trienio. Con esta fi nalidad se comunicó a las comunidades que el próximo Consejo del trienio se celebraría en el mes de junio de 1994 y antes de esa fecha debían llegar los sobres con el resultado de las votaciones.

El P. Asesor, Delfín Villa, comunicó su asistencia a la Reunión de Vicarios Generales y Asesores de Federaciones celebrada en Madrid, como preparación al Sínodo de los Obispos sobre la Vida Consagrada. Destacó el tema en que se pedía

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dar a los Consejos de Federaciones mayor autoridad, respetando la autonomía de los monasterios.

Ocasión de regocijo fue la lectura de la carta de la Comunidad de Badajoz solicitando su ingreso en la Asociación. Aceptada por el Consejo, se elevó la soli-citud a la Sagrada Congregación.

Con otros temas de menor relieve y la visita fraterna a los conventos cerca-nos de Cádiz y Sanlúcar de Barrameda, se dio por terminado este tercer Consejo del trienio.

Un mes después, el 22 de noviembre, la Sagrada Congregación fi rmaba el Decreto por el que se concedía al Monasterio Ntra. Sra. de los Ángeles de Bada-joz, formar parte de la Asociación Virgen del Carmen de Andalucía. Nuestro gozo se vio duplicado al recibir la solicitud del monasterio de Bujalance que también deseaba formar parte de la Asociación. El 15 de febrero de 1994 era aprobado su ingreso por la Sagrada Congregación. Con la entrada del Monasterio de San José y Santa Teresa de Bujalance, éramos 22 las comunidades federadas.

En la primavera de 1994 llegaron a Andalucía, procedentes de Argentina, seis carmelitas descalzas, profesas, para ayudar a las comunidades de Aguilar, Badajoz y Sanlúcar de Barrameda. El Provincial, P. Pedro Villarejo, con fecha 18 de mayo, convocó una reunión en Córdoba. Presidida por él, asistieron la Ha Pre-sidenta, las Prioras de los tres conventos interesados y las seis hermanas argen-tinas.

Del 6 al 11 de junio, 1994, se reunió el Cuarto Consejo de la Asociación de ese trienio en nuestro monasterio de Linares. El tema más detenidamente tratado fue la preparación de la Asamblea General. Quince comunidades habían enviado sus sugerencias sobre asuntos a tratar. La Hna. Presidenta había hecho la síntesis de estas propuestas, con un total de doce temas y once preguntas. Aprobada por el Consejo, se envió a N. P. General, Camilo Maccise, que era quien iba a presidir la Asamblea. Una vez revisada por él, la conclusión fi nal se enviaría a las comunidades.

Otros asuntos tratados fueron la Liturgia, que se desea unifi car dentro de la Asociación; el Boletín “Enlace”, siempre objeto de sugerencias y mejoras; la Formación organizada; la promoción vocacional, y otros. Se estrenó el nuevo procedimiento de abrir los sobres para el nombramiento del Asesor, en el consejo anterior a la Asamblea, resultando reelegido el P. Delfín Villa Iglesias. Se hizo la visita fraterna a los conventos de esa provincia, Jaén, Baeza y Úbeda. Y como visita extraordinaria, el Consejo viajó a Ogíjares que lo habían solicitado insisten-temente.

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V ASAMBLEA GENERALEl Puerto de Santa María, 7 a 11 de noviembre, 1994

En el Puerto de Santa María, (Cádiz) en la Casa de Ejercicios “La Inma-culada”, se celebró la V Asamblea General de la Asociación Virgen del Carmen, presidida por N.P. General, Camilo Maccise, asistido por el P. Asesor, Delfín Villa, y la Presidenta, Hna. Mª Victoria de San José. Asistieron las Prioras y Delegadas de todos los Monasterios asociados a excepción de una comunidad que presentó sus excusas por motivos graves.

Una vez elegida la secretaria de la Asamblea, la Ha Presidenta dio lectura a la Memoria del trienio anterior y la Ha Ecónoma presentó el Estado de Cuentas. Tras ello, el P. Asesor, Delfín Villa, que comenzaba un nuevo trienio por votación de las comunidades, habló sobre la vida de la Asociación, insistiendo en que el Consejo debe dar su consentimiento para los traslados que se realizan en los conventos asociados, y aconsejó que no sea la monja interesada la que elija el convento al que ha de ir.

Después de la intervención del P. Delfín Villa, habló N. P. General. Entre otras cosas de suma importancia y orientación, invitó a las asistentes a tener más confi anza en la capacidad de decisión y gobierno de la mujer consagrada, y re-comendó que se considere la posibilidad de que la Presidenta efectúe una Visita trienal a cada Comunidad. Y también el P. Asesor.

En sucesivas sesiones, N. P. General, que había asistido al Sínodo de los Obispos sobre la Vida Consagrada, nos hizo una magnífi ca y exhaustiva exposi-ción de la Historia de los Sínodos, y más en concreto del recientemente celebrado sobre la Vida Consagrada.

Con el temario de preguntas y aclaraciones elaborado por el Consejo an-terior con las proposiciones de las Comunidades, N. Padre, con su clarividencia excepcional nos fue detallando y clarifi cando temas tan importantes como: labor de mentalización en comunidades mermadas; Noviciado Común; Comunidades de Formación; Casas de Acogida, y otros.

Sobre la petición de ayuda de personal, N. Padre aclaró que solo debe so-licitarse esa ayuda cuando hay posibilidades de resurgimiento, no para prolongar situaciones de agonía. Habló de la necesidad de ejercitar el desapego. También se comentaron ejemplos de fusiones, que deben practicarse a tiempo, sin espe-rar situaciones límites por ambas partes. Expuso la posibilidad de constituir una Comunidad de Formación, en aquellas casas mermadas de personal, impartien-do cursos de mayor o menor duración a las Formandas, y de esta manera dar nueva vitalidad a esas comunidades.

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Sobre la Formación, N. Padre aclaró que comprende tres niveles: perso-nal, comunitario y de Asociación. Insistió en que ésta debe organizar cursillos, enviar material para estudiarlo en los monasterios, pues sería importante que caminasen al mismo ritmo, dentro de lo posible. El Sínodo, nos dijo, ha insistido en la Formación y en la necesidad de dar cursos para los Formadores. Pregun-tado, respondió sobre el estudio de la Ratio enviada por la Casa Generalicia. La Asamblea agradeció a N. Padre todo el material de formación enviado a las comu-nidades. También aclaró el tiempo de experiencia de las aspirantes que anotan las Constituciones, que cada caso puede determinarlo la comunidad.

Otros temas tratados fueron: la misión de la vida contemplativa en la nue-va evangelización; la afectividad dentro y fuera del marco comunitario; el uso de las rejas en la Misa; la clausura en una Profesión Solemne, y otros relacionados con nuestra liturgia y carisma específi co.

Una mañana nos visitó nuestro Provincial, P. Pedro Villarejo, que en una charla nos expuso una información más directa de la carta de N. P. General sobre la economía en el Centro de la Orden. Nos invitó a tomar conciencia de solidari-dad para ayudar a tantas necesidades de familia: expansión de la Orden, forma-ción, monasterios necesitados, Teresianum, etc. Expuso tres medios de ayuda: a) a fondo perdido. b) a interés sin recuperar. c) a interés recuperable. Tras su charla, N. Padre General confi rmó lo dicho y sugirió que esta ayuda se haga a través de la Asociación.

El 4º día, se procedió a la elección del nuevo Consejo. Las elecciones es-tuvieron presididas por el P. Asesor, Delfín Villa, mientras N. P. General organizaba los temas tratados, para su votación por la Asamblea. Las elecciones dieron el siguiente resultado:

Presidenta: Hna. Mª Victoria de San José de Antequera. Reelegida.1ª Consejera: Hna. Inmaculada de San Elías de San Fernando.2ª Consejera: Hna. Mª del Pilar de la Stma. Trinidad, de Sevilla.3ª Consejera: Hna. Ana María de Jesús, de Úbeda. 4ª Consejera: Hna. Teresa de Jesús, de Talavera la Real.

Una vez elegido el nuevo Consejo, se procedió a votar las conclusiones de la Asamblea. Se tomaron acuerdos de verdadero interés para las comunida-des. Anotamos algunos de ellos, por su especial relieve: Se aprobó la visita de la Presidenta a los Monasterios una vez en el trienio, con carácter de ayuda y ase-soramiento. Se reconoció la necesidad de fusiones en determinados casos; para su realización debía tenerse en cuenta la afi nidad de criterios y mentalidad, tener diálogos previos y conocimiento experimental, etc. Se aprobó la organización de

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cursos de Formación Inicial, y continuar con los cursos de Formación Permanen-te, y concertar uno en el trienio para Formadoras. La cuota de la Asociación quedó fi jada en 5.000 ptas. mensuales. La idea de una Casa de Acogida para ancianas no salió aprobada por la Asamblea.

Todas las proposiciones aprobadas, debían ser nuevamente votadas por las comunidades. Se requería para su aprobación que las dos terceras partes de los monasterios asociados las hubieran aprobado por mayoría absoluta. Se fi jó la fecha tope del 31 de enero de 1995 para el envío de los resultados. Y con ello se dio fi n a la Asamblea General de 1994.

TRIENIO 1994/1997

Del 30 de noviembre al 3 de diciembre de 1994 tuvo lugar el Primer Con-sejo de la Asociación de ese trienio en nuestro Monasterio de Bujalance. Se co-menzó por distribuir las distintas áreas de trabajo uniendo las de Formación y Promoción Vocacional en una sola Consejera, que hasta entonces habían estado separadas, y creando para el trienio una secretaria fi ja de Consejos. La distribu-ción quedó así: Formación y Promoción Vocacional, Hna. Inmaculada; Liturgia, Hna. Ana María; Ecónoma, Hna. Mª del Pilar; Secretaria, Hna. Teresa.

Se nombró archivera de la Asociación, a la Hna. Mª Paz del Convento de Antequera. Se decidió que el Boletín “Enlace” cambie de formato, pasando a Din A-4, según el parecer de las comunidades en su respuesta a la encuesta. El Boletín tendría su sede en Antequera durante el trienio. Se creó en él una nueva sección: Cambalache, para anunciar las cosas útiles que sobran en un convento y pueden necesitar en otro.

El P. Manuel Diego, de la Provincia de Castilla, tenía ya ultimada su “Guía del Carmelo Teresiano para la Liturgia de las Horas” para unifi car la Liturgia en las comunidades; se decidió su impresión por la Asociación, tras pedir presupuesto de la misma. Se habló largamente de la Formación, y de los Cursos a programar según lo acordado en la Asamblea. El Consejo y el P. Asesor juzgaron conveniente que la Hna. Presidenta asista a estos cursos. Con estos temas y otros relaciona-dos con ellos, se dio por terminado este primer consejo del trienio.

El 28 de marzo de 1995, N. P. General, Camilo Maccise, escribía a las Carmelitas Descalzas de nuestra Asociación, en un tono que dejaba traslucir su satisfacción. Las Comunidades habían votado las Proposiciones de la Asamblea y todas habían resultado aprobadas. Ntro. Padre comentaba: “Lo primero que he podido constatar a través de los re-sultados es el fruto de haber caminado juntas durante varios años”. Y más adelante decía: “promover y perfeccionar vuestra Asociación según las exigencias actuales, en el respeto de la justa autonomía de cada comunidad”. (cf. SINODO, Proposición n. 23)

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Durante los días 26 y 27 de abril de 1995, se reunió por segunda vez en el trienio en nuestro Monasterio de Úbeda, el Consejo de la Asociación. Se comen-zó por hacer entrega al P. Delfín de su nombramiento de Asesor para un nuevo trienio. A continuación se dio lectura a una carta de la Priora de Écija, en la que comunicaba que su comunidad había solicitado de la Sagrada Congregación, salir de la Asociación. El Consejo mostró su extrañeza, de no haber sido informado a tiempo y con dolor aceptó esta decisión.

Gran parte del Consejo lo ocupó el estudio y síntesis de las respuestas de las comunidades a la Ratio Institutionis. De las 18 comunidades que respon-dieron, 12 hacían sugerencias al texto; 6 lo veían positivo en su totalidad. Tres comunidades no contestaron.

Se proyectó el Plan de Formación para el trienio, con la programación de Cursos de Formación Inicial y Permanente, según lo acordado en la Asamblea y refrendado por las comunidades. Después de tratar otros temas secundarios, se terminó este segundo consejo con la visita a los conventos de la zona.

Al llegar a su convento a la vuelta de ese Consejo, la Hna. Mª Victoria, Presidenta, se encontró con la respuesta de la Sagrada Congregación al Informe de la V Asamblea celebrada en noviembre anterior. Esta condicionaba la Visita fraterna de la Presidenta aprobada por la Asamblea a situaciones límites y solo con el fi n de informar a la misma Congregación. En carta al Cardenal Martínez So-malo, Prefecto en ese momento de la Sagrada Congregación, se le informaba del proceso pacífi co y mayoría aplastante realizado en la Asamblea donde se aprobó que la Presidenta tuviera “el derecho de visitar los monasterios de la Asociación una vez en el trienio”, sabiendo que la misma Sgda. Congregación concedió a la Federación de Bélgica lo siguiente: “Durante su mandato, la presidente federal podrá hacer una visita federal a cada uno de los monasterios de la Federación”. Esta carta al Cardenal Martínez Somalo no tuvo respuesta.

Pasado ese episodio doloroso tuvo lugar el II Encuentro Interfederal de los Consejos de España con N.P. General, Camilo Maccise. Se celebró en Madrid, del 21 al 26 de septiembre de ese año 1995, en la Residencia de las Esclavas del Sagrado Corazón. Asistieron las Presidentas y Consejeras de las Asociaciones/Federaciones de Andalucía, Aragón-Valencia, Castilla, Cataluña y Navarra y tres hermanas de la Provincia de Burgos. También estuvieron presentes: el P. Félix Malaxechevarría, Defi nidor General, y los PP. Asesores, Delfín Villa por Andalucía, y José Damián Gaitán por Castilla. Un solo día asistió por Navarra el P. Luís Arós-tegui, nuestro actual P. General.

N. Padre Camilo, comenzó leyendo el texto paulino Ga. 4,1-7 “... al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer...” Este pa-saje le dio pie para comentar la Carta que el Papa Juan Pablo II había dirigido a

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todas las Mujeres del Mundo, con ocasión de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, en Pekín. También hizo una lectura comentada de la Carta Apostólica de Su Santidad “Tertio Millennio Adveniente”, sobre la preparación y celebración del Año Jubilar 2000. N. Padre, tras exponer detalladamente las partes de que cons-ta la Carta, hizo una adaptación práctica a las Asociaciones, que también debían programar su vida desde el momento presente al año 2000, para responder a la voz del Espíritu y a sus desafíos particulares en el umbral del tercer milenio, siguiendo los pasos de la Iglesia.

N. Padre pasó luego a exponer detalladamente el documento “Nuestra Orden en el umbral del tercer milenio. Desafíos a nuestra vocación y misión”, que se elaboró en el Defi nitorio Extraordinario de Sao Roque, Brasil, en el ante-rior mes de abril, como preparación al próximo Capítulo General de 1997 que se celebraría en Lisieux. El estudio de ese documento ocupó varias sesiones. En el capítulo dedicado a las monjas, se afi rma que “Los cambios en la sociedad y en la Iglesia respecto a la mujer, nos invitan a continuar esta relación de una manera renovada, pero no por ello menos profunda y fraterna”. N. Padre afi rmó que no se trata de paternalismo, (Sínodo, prop. 9), sino de fraternidad, ayudando a nuestras hermanas y favoreciendo la creación de Federaciones.

Sobre la “Ratio Institutionis”, N. Padre informó que se formará un equipo de monjas de diversas lenguas y culturas para que la reelaboren con las respues-tas de las Federaciones. Con este trabajo el Consejo General hará la redacción defi nitiva que saldrá “ad experimentum” para cinco años.

Se pasó luego al trabajo de grupos sobre el Temario elaborado para este Encuentro y su ulterior puesta en común. Se trataron temas tan importantes como: La Formación, Encuentros de Asociaciones, Fusiones de Monasterios, Nuevas Fundaciones, El Patrimonio Artístico, Difusión e Irradiación de nuestra Espiritualidad, Monasterios africanos, Importación de vocaciones extranjeras, Vo-caciones, y otros temas afi nes.

Dada la importancia de estos temas, tratados a la luz de las conclusio-nes del Sínodo de Obispos sobre la Vida Religiosa, quiso N. P. General, que para evitar confusiones, “el Consejo de cada Asociación estudie la manera de infor-mar personalmente a los monasterios de las conclusiones de este Encuentro”. En nuestro caso, entre el P. Asesor, Hna. Presidenta y las cuatro Consejeras, se repartieron todas las comunidades asociadas, quedando realizado este cometido en el mes de octubre.

El último día del Encuentro quiso N. Padre que hiciéramos un trabajo per-sonalizado de la “Carta de Juan Pablo II a las mujeres”. Un día, nos visitó el P. Eduardo T. Gil de Muro para asesorarnos en la propaganda vocacional. Sin des-cartar el tríptico al que se inclinaban las monjas, aconsejó que debía hacerse también un vídeo y como buen especialista en la materia dio criterios sobre el

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guión, imágenes y duración del mismo. Nos dejó como muestra el que él había realizado para promoción vocacional de las Carmelitas Misioneras, que proyecta-mos a la noche robándole tiempo al descanso.

Y con la Eucaristía del día 26 y la fi rma de las Actas, se dio por terminado este II Encuentro Interfederal.

Del 23 de noviembre al 8 de diciembre, 1995, tuvo lugar el primer Curso de Formación Inicial organizado por nuestra Asociación. Se celebró en la Casa de Espiritualidad de las Hermanas del Patrocinio de Cájar (Granada). Lo impartió el P. Dámaso Zuazúa, ocd. sobre la Santa Madre, Santa Teresita, Teresa de los Andes y otras santas carmelitas. Participaron 11 formandas pertenecientes a 8 comunidades, y asistieron la Hª Presidenta y la 4ª Consejera.

Fruto de este Cursillo, fue la nueva sección del Boletín, “Onda Misionera”. El Padre Dámaso, reconocido misionero, prendió en las jóvenes formandas la chispa misionera, que ya tenían como carmelitas. Las mismas jóvenes se encar-garon de llenar y mantener esta sección.

Un segundo Curso de Formación Inicial tuvo lugar en abril de 1996. La Hª Presidenta y Consejo hubieran preferido que estuviera más distanciado; pero el Director del mismo, el P. Felipe Sainz de Baranda, que andaba por tierras del Paraguay, no disponía de otros días en el año. Se celebró del 21 de abril al 7 de mayo en el Centro de Espiritualidad “Obispo Medina Olmos” de Guadix (Grana-da). Asistieron 9 formandas de 7 comunidades y las hermanas Presidenta y 1ª y 4ª Consejeras. El tema fue “La Palabra”.

Un hecho histórico y glorioso para nuestra Asociación se dio el 4 de junio de 1996. N.P. General Camilo Maccise, autorizaba al Postulador General, P. Si-meón Tomás Fernández, para que en nombre de la Orden comenzara los trámites del Proceso de Canonización de la Hna. Cristina de Jesús Sacramentado, de la co-munidad de San Fernando. Una hermana de una comunidad de nuestra Federa-ción comenzaba la escalada a los altares. Era un gozo y un estímulo para todas.

En septiembre de 1996, durante los días 1 a 15, tuvo lugar el Curso de Formadoras que la Asociación debía programar una vez al trienio. Se celebró en el Centro de Espiritualidad “Obispo Medina Olmos” de Guadix (Granada). La primera semana lo impartió el P. Tomás Álvarez, ocd sobre “La Maestra, directora espiri-tual de la formanda”. La segunda semana estuvo a cargo del jesuita P. Ferrán Manresa, S.I., psicólogo, que habló de la “Importancia de la formación humana en la formadora y en la formanda”.

Asistieron al curso 23 hermanas de nuestra Asociación y se abrieron las puertas a otras Asociaciones, participando 4 hermanas de Aragón-Valencia, 5 de Castilla y 5 de Cataluña. También se aprovechó la ocasión del Curso para un En-cuentro entre Formadoras, que algunas hermanas deseaban tenerlo. En atención

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a las hermanas de otras Asociaciones que tenían una ocasión única, como había quedado un día libre desde la partida del P. Tomás a la llegada del P. Manresa, se cubrió ese día con una “Peregrinación sanjuanista” a la vecina Úbeda, donde esas hermanas pudieron admirar no solo los recuerdos del Santo sino también la hospitalidad y fraternidad de Nuestros Padres de Andalucía.

El 1 de octubre de ese año se abría el Primer Centenario de Santa Tere-sita. La Asociación se volcó en este acontecimiento. Las artistas de las distintas comunidades crearon modelos originales en estampas, cerámica, poesías, artí-culos, etc. Nuestro Boletín se hizo eco del Centenario a lo largo del año y lanzó un número extraordinario, el 55, con esta ocasión.

Del 20 al 27 de octubre se impartió el Curso de Formación Permanente correspondiente al año 1996, en el Centro de Espiritualidad “Obispo Medina Ol-mos” de Guadix (Granada). Trató sobre el Evangelio de San Juan y estuvo a cargo de N. P. General Camilo Maccise.

Por iniciativa de la Hna. Presidenta, Mª Victoria, al estar entre las asis-tentes al Curso la Hna. Concepción de Dos Hermanas, primera Presidenta de la Asociación y alma de su puesta en marcha, que había celebrado recientemente sus Bodas de Oro, la Asociación le ofreció un fraternal homenaje. Con este motivo se invitó al Prior, Maestro y novicios del cercano Convento de Úbeda, y en el patio del Centro se organizó una acogedora fi esta de familia.

Del 3 al 5 de diciembre, 1996, según se había acordado en el Consejo Interfederal, se tuvo un Encuentro de Presidentas Federales con N.P. General Ca-milo Maccise, en la Casa de las Carmelitas Misioneras de Ávila.

Se hizo un estudio detenido de la Ratio, de la Exhortación Apostólica Vita Consecrata, y del estado actual del Documento sobre la Clausura, en un clima de diálogo y sinceridad. Se revisó el tema de las Fusiones en sus aspectos jurídicos. Se trató de los Cursos de Formación Conjunta, y no pareciendo factible el Novi-ciado común se propusieron diversas sugerencias alternativas. Y se dialogó sobre una posible representación de monjas carmelitas en el Capítulo General de los Padres. Y otros temas de interés general.

Durante los días 23 y 24 de enero de 1997, se reunió el Consejo de la Asociación, por quinta vez en el trienio, en nuestro convento de Málaga. La Hna. Presidenta presentó las conclusiones del Encuentro de Madrid y se dialogó sobre ello dentro de las circunstancias concretas de nuestra Asociación; entre otras, se había tratado con N. P. General de unifi car las Asociaciones bajo el nombre de Federaciones. El Padre Delfín Villa presentó su opinión sobre la fi gura del Asesor que no la juzgaba ya necesaria; propuso que sea propuesto a los monasterios si debe mantenerse o no, y expuso que después de dos trienios, no aceptaba seguir en el cargo.

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Se estudió el apartado de los Estatutos relacionado con la Economía, para una posible modifi cación, por quedar incompleto. Particularmente, se propuso introducir un nuevo número: “en caso de fusión, el capítulo del monasterio fusio-nado dispondrá libremente de sus bienes, oído el parecer del Consejo de la Aso-ciación”. Se habló de Formación, se evaluaron los Cursos impartidos, el Boletín, etc. A petición de la comunidad de Málaga, el Consejo tuvo con ella un encuentro fraterno con intercambio de pareceres y preguntas.

Del 12 al 19 de abril de ese año 1997, y como homenaje a Santa Teresita en su Centenario, se programó un Curso de Formación Permanente sobre Santa Teresa del Niño Jesús, impartido por el P. Dámaso Zuazúa. Se celebró en la Casa de Espiritualidad “Villa Nazaret” de Málaga.

Los días 12 y 13 de agosto, 1997, se celebró en nuestro monasterio de Fuente de Cantos, el sexto y último Consejo de la Asociación de ese trienio. Tuvo como ocupación principal organizar la próxima Asamblea General y preparar los temas que se habían de tratar en ella. A la consulta hecha a los monasterios so-bre la conveniencia de mantener Asesor, 12 comunidades respondieron SI y ocho respondieron NO. Ante esta respuesta, se había pedido a las comunidades que enviasen tres nombres de posibles candidatos. Abiertos los sobres en la Reunión del Consejo, ante la dispersión de votos, no se vio una representación cualifi cada de ningún candidato. A propuesta del P. Asesor, se consultó a N. P. General, que propuso la siguiente solución: llevar las prioras a la Asamblea un solo nombre en sobre cerrado con el candidato de su comunidad. En la Asamblea se votaría entre los candidatos presentados.

La Hna. Presidenta dio lectura a una carta de la Sagrada Congregación del día 5 de ese mismo mes de agosto, comunicando la salida de la Asociación del monasterio de Bujalance. Había ingresado el trienio anterior.

Se dialogó sobre la marcha de la Asociación y sus difi cultades. Ante la diversidad de criterios en las comunidades en la evaluación de los cursos, se decidió volver a presentar el tema en la Asamblea y que allí sea discutido y re-visado el plan aprobado. También se dio lectura a la carta de la Presidenta de la Asociación de Castilla, sobre la reestructuración de la comunidad de Alba de Tormes, a nivel de Asociaciones/Federaciones de España. Y con la visita fraterna a los monasterios vecinos, que en esta zona son tres, se dio por terminado el último consejo del trienio.

Se terminaba el trienio y aún faltaba para cumplir con el proyecto aproba-do, un Curso de Formación Inicial. El Consejo había acordado que tratase sobre Historia de la Orden, para que las novicias conocieran a su propia familia y apren-dieran a amarla desde su primera formación. Debido a sus cargos en Roma, el P. Ildefonso Moriones que debía impartirlo, no pudo hacerlo hasta septiembre de ese año. Durante los días 7 a 20 de septiembre de 1997, se celebró en la

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Casa de Espiritualidad “Betania de Jesús Nazareno”, en Córdoba. Asistieron 9 formandas de seis comunidades y dos Maestras, además de la Presidenta, Hna. Mª Victoria.

Coincidencia curiosa fue que durante el Curso se celebró en Córdoba un Congreso Mariológico y los congresistas se hospedaban en la misma residencia de nuestras novicias. Entre ellos tres carmelitas: los PP. Enrique Llamas, Ismael Bengoechea e Ildefonso Soler. Las novicias, encabezadas por el P. Moriones, pu-dieron asistir a algunas ponencias marianas cuando no coincidían con el horario del Curso. También al estar en Córdoba, sede de nuestra Curia Provincial, los Padres hicieron acto de presencia varios días en las horas de recreación. Fue un verdadero Curso de Familia, en Historia y en experiencia, del que nuestras formandas salieron bien aprovechadas.

El 19 de octubre fue un DOMUND glorioso para el Carmelo, que no puede quedar ausente de esta reseña histórica: S.S. Juan Pablo II, proclamaba DOCTORA DE LA IGLESIA a Santa Teresa del Niño Jesús. Era la tercera mujer doctora de la Iglesia. Nuestro Boletín se hizo eco con artículos, láminas, obras de teatro, etc. Y todas las comunidades se volcaron en festejar el acontecimiento.

El último acto del trienio tuvo lugar al otro extremo de España. Del 27 al 29 de octubre, 1997, en Arenys de Mar (Barcelona) hubo un II Encuentro de Presidentas Federales con N.P. General, Camilo Maccise. Se trató, principalmen-te, sobre los problemas que origina actualmente la falta de vocaciones: pobreza vital, fusiones, ayuda temporal, supresiones, traslados de una Federación a otra, etc. También se abordó el tema de la Formación impartida desde el Centro de la Orden, mirando la posibilidad de que el Centro Internacional de Ávila (CITeS), pre-pare cursos a distancia para las monjas. También se dialogó sobre las atribuciones del Asesor desde la nueva visión de la dignidad de la mujer. Y se apoyó la puesta en marcha del Grupo Europeo “Euro-team”, y a la Hna. Cristina Kauffman del monas-terio de Mataró como representante de las cinco Presidentas de España.

VI ASAMBLEA GENERAL4 a 7 de Noviembre, 1997

Durante los días 4 a 7 de Noviembre de 1997, se celebró en El Puerto de Santa María (Cádiz), en la Casa de Ejercicios “La Inmaculada”, la VI Asamblea de nuestra Asociación Virgen del Carmen. Estuvo presidida por N. P. General, Camilo Maccise, asistido por N. P. Provincial, José Fernández Marín, nuestro Asesor, P. Delfín Villa y la Presidenta, Hna. Mª Victoria de San José. Asistieron, además del Consejo, las Prioras y Delegadas de 18 comunidades de los veinte que compo-nían la Asociación. Dos comunidades presentaron motivos graves de enfermedad que les impedían asistir.

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N. Padre abrió la Asamblea con la lectura y comentario del capítulo 4, 1-7 a los Efesios, “solícitos en conservar la unidad del espíritu con el vínculo de la paz, como miembros de un solo cuerpo e hijos de un mismo Señor, Padre de todos”, y el nº 51 de Vita Consecrata donde el Santo Padre encomienda a las comunidades religiosas ser signo de comunión y fraternidad. Seguidamente se procedió a la elección de secretarias para la Asamblea.

A continuación se hizo la elección del Asesor. Las comunidades habían enviado sus candidatos para ser votado en la Asamblea. Resultó electo el Provin-cial, P. José Fernández Marín, que se encontraba presente y aceptó con alegría de todas. La Hna. Presidenta leyó el Informe del Trienio que terminaba, completo y detallado. La ecónoma presentó el Estado de Cuentas con las partidas corres-pondientes. N. Padre comentó que los gastos habían sido moderados, y que la Asociación debía tener un fondo, para hacer frente a más Cursos de Formación, ayudar a monasterios necesitados, o realizar otras iniciativas.

El P. Delfín, que cesaba como Asesor después de dos trienios, expuso unas refl exiones personales que coincidían con el Informe de la Presidenta. Mos-tró su preocupación por algunas situaciones que se habían vivido, y lamentó la salida de la Asociación de dos monasterios. Y tras esta exposición se entró direc-tamente en los temas a tratar.

Sobre la propuesta de que las cinco Asociaciones-Federaciones de Espa-ña, pasasen todas a Federación, N. Padre aclaró que los dos términos eran lo mis-mo. La diferencia está sólo en los compromisos que se tomen en los Estatutos. Se trató de la redacción del nº 32 sobre la posibilidad de reunirse la Presidenta con las de otras Federaciones.

Muy detenidamente se estudió la modifi cación del apartado de los Esta-tutos correspondiente a Economía, que pasaría a llamarse Administración de bie-nes. Se plantearon los casos de supresión de monasterios. La Asociación -explicó N. Padre - es “persona jurídica” con capacidad de realizar todos los actos de ad-ministración necesarios en esos casos. Nos habló de la posibilidad de tener una “Casa Federal”, destinando para ello algún monasterio suprimido. También se estudió en caso de Fusión de Monasterios, cómo debe disponer de sus bienes la comunidad que se traslada. Todos estos temas, redactados en 11 números bien especifi cados y detallados, fueron votados y aprobados al fi nal de la Asamblea, para ser introducidos en la modifi cación de los Estatutos.

Nuestro Padre traía un temario para dialogar sobre él. Abordó la ayuda de personal. Habló también de la fi gura del Asesor, que se trata de una ayuda transitoria, hasta que se llega a un cierto grado de madurez en la Asociación, y a una integración fuerte entre los monasterios asociados. Expuso casos en que la Santa Sede aprueba la erección de una Asociación sin Asesor. Invitado a hablar

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el P. Delfín, hizo referencia a la carta que él escribió sobre este tema: cree que las monjas están sufi cientemente preparadas, y no ve la necesidad de su presencia.

N. P. Camilo trató el tema de los traslados, comprobando por las estadís-ticas que no han sido excesivos. El Consejo debe ser consultado, pero no tiene autoridad sobre ello. Es la comunidad quien autoriza, y en caso de disconformi-dad, la hermana tiene que renunciar al traslado, aunque le queda la posibilidad de apelar a la Sagrada Congregación. Dijo que se debe educar para la estabilidad, y aconsejó que en caso de duda ante un traslado, se debe preferir siempre “equi-vocarse por misericordia, que no por dureza”.

Se habló de la Formación y se hizo un sondeo sobre el parecer de las comunidades. En general, con alguna excepción, las monjas veían positivos los cursos impartidos, con tendencia a que las formadoras participen en los cursos de formandas. N.P. animó a participar en los de otras Federaciones cuando sean invitadas.

A petición de la Asamblea N. Padre expuso las nuevas relaciones entre Calzados y Descalzos y los pasos positivos en la reconciliación con los monas-terios que optaron por las Constituciones de 1990. Estas Comunidades -dijo- no tienen vínculo jurídico con la Orden, sino espiritual. N. Padre, en su carta de 24 de octubre de 1997, “A todos los Miembros del Carmelo Teresiano”, anunciaba, a los cinco días del Doctorado de Santa Teresita, la reconciliación fraterna. Un delicado proceso que había comenzado en el Capítulo General celebrado en Lisieux.

También nos comentó la carta circular “Una mirada al futuro de la Orden” que recibiríamos antes del Capítulo General y ya era de todos conocida. Y con temas como la reestructuración de los monasterios, el estatuto de clausura, las nuevas culturas y otros, se pasó a la elección del nuevo Consejo que dio el resul-tado siguiente:

Presidenta: Hna. Inmaculada de San Elías, de San Fernando.1ª Consejera: Hna. Mª Jesús del Carmen, de Granada.2ª Consejera: Hna. Mª Inés de Jesús, de Sevilla.3ª Consejera: Hna. Mª Jesús del Espíritu Santo, de Jaén.4ª Consejera: Hna. Teresa de Jesús, de Talavera la Real. Reelegida.

Con el nuevo Consejo instituido, se procedió a la votación de la modifi ca-ción de los Estatutos, ya estudiadas en los grupos, que, como se dijo anteriormen-te, todas las proposiciones salieron aprobadas.

Antes de fi nalizar esta Asamblea, N. Padre propuso la celebración de una Asamblea Extraordinaria o Consejo Ampliado, que podría celebrarse a la mitad del trienio, del que formarían parte además de la Presidenta y su Consejo, las Prioras de los Monasterios asociados, para tratar juntas temas de mayor interés,

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sin tener que esperar a la terminación del trienio. Dijo que podría incluirse esta posibilidad en los Estatutos. Así se hizo incluyéndolo en el nº 25.

La Asamblea antes de disolverse, expresó reiteradamente a N. Padre Ca-milo, su gratitud por su incondicional acompañamiento y asesoramiento en la marcha de la Asociación. Y con la fi rma de la Actas, se dio por terminada la VI Asamblea General de la Asociación Virgen del Carmen de Andalucía. En la siguien-te Asamblea ya se reuniría como Federación

TRIENIO 1997 - 2000

Del 10 al 12 de diciembre de 1997, se reunió por primera vez en el trienio el Consejo de la Asociación, en nuestro monasterio de San Fernando. Se repar-tieron las áreas de trabajo: Formación y Promoción vocacional: Hna. Mª Jesús de Granada; Liturgia: Hna. Mª Jesús de Jaén; Economía: Hna. Teresa de Talavera; Secretaria: Hna. Mª Inés de Sevilla. Se decidió que el archivo continúe en Ante-quera en razón de estabilidad, y que la Presidenta consulte con la archivera para cuanto necesite. Se creó la Hoja informativa “Noticias en Familia” de noticias breves con salida mensual, que tuvo mucha aceptación. Las cartas de los monas-terios recibidas en el Consejo coincidían en la preocupación por la Formación: se hizo un estudio de síntesis sobre cursos, materias a impartir, lugares céntricos de fácil acceso, etc. Se nombró el nuevo equipo directivo del Boletín, y se propuso solicitar la ayuda del P. Fernando Donaire, periodista, y director del Boletín de la Provincia. De la impresión se ocuparían las MM. de Zafra. Y se deliberó sobre las relaciones con los monasterios de la Provincia no asociados, en vista a una mayor comunicación.

Estudio especial ocupó el proyecto de la reestructuración, encomendado al Consejo por la Asamblea. El P. Asesor, Fernández Marín, dio criterios válidos con claridad y competencia. Se trabajó sobre la encuesta presentada a este fi n por el Consejo anterior, y se decidió tener un consejo con dedicación exclusiva al tema de la reestructuración. Y terminó el consejo con la visita fraterna a los monasterios de la zona.

En enero de 1998, se recibió la respuesta de la Sgda. Congregación con-cediendo el cambio de Asociación a FEDERACIÓN VIRGEN DEL CARMEN DE CARMELI-TAS DESCALZAS DE ANDALUCIA. También se concedía la modifi cación de los números de los Estatutos solicitada por la Asamblea, con ligeras correcciones. Consultado N. P. General sobre ello, dio su parecer positivo a las mismas. Y el 11 de marzo, la misma Sgda., Congregación aprobaba el nombramiento del P. José Fernández Marín, como Asesor de la Federación durante un trienio.

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La comunidad de Tánger, que tan unida había estado siempre a noso-tras, nos llenó de gozo en el mes de abril engrosando jurídicamente las fi las de la fl amante Federación. Volvíamos a subir a 21 los conventos federados.

Del 2 al 16 de mayo, 1998, se tuvo el primer Curso de Formación Inicial del trienio en el Centro de Espiritualidad “Obispo Medina Olmos” de Guadix (Gra-nada). Lo impartió el P. Miguel Fermín de Haro sobre “San Juan de la Cruz: Subida, Noche, Llama.” Asistieron 10 formandas de seis comunidades, 2 Maestras, la Presidenta y la 4ª Consejera.

Un fi n de semana, compartieron con nuestras formandas cuatro aspiran-tes granadinas, que, además de asistir a las clases, dialogaron largamente con las maestras y presidenta haciendo toda clase de preguntas. No faltó, como ya era habitual cuando se celebraban encuentros en Guadix, la consabida visita a las MM. de Granada, con la Misa en la capilla del Santo. También tuvieron un encuentro con NN. Padres y estudiantes.

Del 12 al 14 de junio, 1998, se reunió por segunda vez en el trienio, el Consejo de la Federación en nuestro monasterio de Fuente de Cantos (Badajoz). Fue un Consejo totalmente singular. Por primera vez en Andalucía se reunían los Consejos de Padres y Madres de la Provincia. Por ello, aunque el Consejo de la Federación trató varios temas: evaluación de los cursos, sugerencias de las comunidades, fusión de monasterios, etc. toda la atención se centró en el En-cuentro de ambos Consejos que debía celebrarse en el Convento de NN. Padres de Badajoz el día 13.

Las comunidades habían enviado sus opiniones para este encuentro: mayor dedicación de NN. Padres en formación a las comunidades, predicación de Ejercicios, presencia de los Padres en los cultos propios de la Orden; más relación de vida fraterna, “el estilo de hermandad” querido por la Santa; compenetración de los padres con los criterios de la Federación a la hora de programar proyectos; preparar a los padres jóvenes en el apostolado de las monjas, y otras sugerencias similares.

El Consejo Conjunto se celebró, como estaba previsto, el día 13 en Bada-joz. Se constató que el tema más importante era la propia Reunión de los Con-sejos. No era un acto surgido de repente, o consecuencia de un capricho del momento. Se había ido preparando lentamente en los mismos documentos de la Iglesia y de la Orden.

Se trataron todos los temas que habían sugerido las comunidades. El Con-sejo Provincial expuso su deseo sincero de atención a las monjas, no siempre realizable por la escasez de padres; los cultos de las Madres deberían reducirse en duración para poder ser mejor atendidos. Ambos Consejos rechazaron la su-misión infantil de las monjas y la superioridad paternalista de los frailes, que no

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debe confundirse con el cariño fraterno y teresiano. En ambiente sincero y cordial se trató de las fusiones, importación de vocaciones extranjeras y otros temas en los que el Consejo Provincial y el Federal deben ir siempre de acuerdo.

Del 29 de junio al 5 de julio, 1998, tuvo lugar un Curso de Formación Per-manente impartido por el P. José Carlos Gimeno, de la Prov. de Aragón-Valencia. Se celebró en Málaga en “Villa Nazaret”, sobre el tema “Hechos de los Apóstoles y Espíritu Santo”. Asistió la Presidenta y 18 cursillistas.

En el cercano Seminario Diocesano de Málaga, coincidiendo con el Curso, se celebraba una Reunión General de la Orden Carmelitana, A.O., presidida por el P. General Joseph Chalmers, para estudiar la Carta “Abiertos al futuro”, escrita por N. P. Camilo Maccise y él conjuntamente. Amablemente fueron invitados el P. José Carlos y las cursillistas para participar en la clausura de ese Encuentro. Fue un acto lleno de hermandad y fraternidad carmelitana donde se vivió la experien-cia del Cursillo dedicado al Espíritu Santo.

Del 12 al 17 de agosto de ese año, nuestra Presidenta, Hna. Inmaculada de San Elías, realizó la Visita fraterna a nuestras hermanas de Tánger, a petición de ellas. Un convento aislado, en tierras de misión, el único de la Provincia que está jurídicamente sujeto a la Orden, y que se encuentra en difícil situación. La Presidenta se hizo cargo de las difi cultades de estas hermanas que, a pesar de todo, desean seguir en ese Carmelo Misionero dando testimonio de Cristo a los hijos del Islam.

Del 22 al 28 de septiembre, 1998, se tuvo un Curso para Formadoras en la Casa de Ejercicios San Pablo de Dos Hermanas (Sevilla). Lo impartió el P. Ra-fael Gómez Manzano, claretiano y psiquiatra, sobre el tema “Psicopedagogía del acompañamiento en la Formación Inicial para la Vida Religiosa”. Participaron: de nuestra Federación, 25 hermanas de 13 monasterios, y siete hermanas de las Federaciones de Castilla y Navarra.

El 11 de octubre de ese año, volvió a vibrar de gozo el Carmelo y con él nuestra Asociación. A los nueve años de su Beatifi cación, Edith Stein era declara-da Santa por Juan Pablo II.

Sus escritos habían alcanzado una divulgación insospechada, dada la profundidad contenida en ellos. Muy poco después, sería proclamada Copatrona de Europa, y su celebración litúrgica elevada al rango de Fiesta. Una humilde car-melita de origen judío, cuyo rezo sería obligatorio con carácter de Fiesta en toda la Iglesia europea.

En octubre, durante los días 20 a 24, 1998, tuvo lugar en la Casa de Es-piritualidad “San Juan de la Cruz” de Segovia el III Encuentro Interfederal de los Consejos de España con N. P. General Camilo Maccise.

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Los temas que, prioritariamente, se habían preparado para su refl exión eran: Reencontrar el carisma teresiano hoy. - Fusiones y reestructuraciones. - Re-lación interfederal.

N. Padre desglosó cada tema en distintos apartados para mayor exposi-ción y claridad. Habló de la oración como ejercicio de la más profunda fraterni-dad; de la dimensión mística del Carmelo; del análisis de las estadísticas como proceso previo a las fusiones y reestructuraciones; de la mentalización de las comunidades; de unos posibles Estatutos de Federación de Federaciones; de la Formación inicial y permanente unifi cadas para toda España a partir de la “Ratio Institutionis”.

En esos mismos días, Padres de todas las provincias de España y Portu-gal, se encontraban reunidos en Ávila con el Defi nidor General P. Ulrich Dobhan. De nuestra Provincia de Andalucía asistían: nuestro asesor, P. José Fernández Marín, Provincial, y los PP. José Mª Muñoz Cuenca, Delfín Villa y Miguel Fermín de Haro. El día 22 esta Reunión en pleno viajó a Segovia para tener un Encuentro Conjunto de Padres y Madres bajo la presidencia de N.P. General.

N. Padre, tras la lectura de la Escritura abrió la sesión comenzando con estas palabras: “Estamos viviendo un acontecimiento único para el Carmelo de España: este encuentro de hermanos y hermanas, hermanas y hermanos, que queremos buscar juntos los caminos del Señor...” Los padres habían llevado su cuestionario para que respondieran las monjas. Las monjas llevaban el suyo para que respondieran los padres. Se estableció un diálogo cálido, transparente, lleno de confi anza mutua y deseo de colaboración. Se estudiaron las situaciones que difi cultan la vivencia común del carisma teresiano; el nuevo estilo de relación fraternal entre frailes y monjas; la colaboración en la promoción vocacional, en la formación, en el campo de la cultura y de la relectura del patrimonio teresia-no. Se habló de Consejos y Capítulos Conjuntos; de actitudes que favorezcan la igualdad sin caer en el paternalismo o el infantilismo y de una posible presencia federal en la Reunión de Visitadores y Asesores de Federaciones, organizada por la Comisión Mixta de Obispos y Superiores Mayores, en el caso de Federaciones que no tienen Asesor.

Las monjas pidieron expresamente que los frailes conozcan el funciona-miento de las Federaciones y que respeten los criterios que establecen en sus Asambleas, y se vea la posibilidad de una presencia de ellas en los Capítulos de los Padres cuando se toquen asuntos que se refi eren a ellas.

En este Encuentro Interfederal, el P. Pedro Zubieta tuvo una interesan-te conferencia, llena de claridad y objetividad sobre la elaboración de nuestras Constituciones.

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Aprovechando este Encuentro, el Consejo de la Federación tuvo una pe-queña reunión con N. P. General, en que se trataron temas particulares relaciona-dos con los estudiados en el aula.

El año 1999 trajo un acontecimiento impensable unos años atrás. El 20 de enero, el Provincial P. José Fernández Marín, en carta a nuestra Presidenta, Hª Inmaculada, invitaba ofi cialmente a una representación de nuestra Federa-ción para que asistiera a una sesión del Capítulo Provincial de los Padres que se celebraría en el mes de abril, para tratar conjuntamente temas relacionados con las monjas.

La invitación se convirtió en realidad el día 9 de abril en las sesiones 11 y 12 del Capítulo Provincial. Fue una jornada de encuentro de la Familia Carme-litana de Andalucía, pues también fueron invitados y asistieron dos Hermanas Carmelitas Misioneras, y el Presidente de la Junta Provincial de la Orden Seglar y la Secretaria de dicha Junta. De nuestra Federación asistieron la Presidenta, Hª Inmaculada y la Secretaria, Hª Mª Inés de Sevilla.

Invitada por N. Padre a tomar la palabra, la Hna. Inmaculada, tras agrade-cer la invitación a participar en el Capítulo dijo que la comunión fraterna es un rega-lo del Espíritu Santo y signo de una vida escondida en Dios, llamada a transmitir a los hombres de nuestro tiempo el mensaje de Jesús y brindarles razones para vivir y esperar. Habló de nuestro servicio apostólico como familia del Carmelo Teresiano y expresó que es la Virgen quien acrecienta nuestro sentido de familia.

Tras la intervención de las Hermanas Misioneras y los hermanos del Car-melo Seglar, surgió un diálogo fecundo sobre las distintas realidades y acentos de cada carisma, manifestándose repetidamente el deseo de unifi car criterios y coordinar actividades. Se mencionaron los logros obtenidos hasta el momento y el amplio campo sobre el que todavía se puede y se debe trabajar, descendiendo a detalles particulares de más estrecha colaboración.

Nuestras representantes no se volvieron de vacío. Se llevaron la deter-minación del Capítulo de introducir la Causa de Hna. Cristina de San Fernando y nombrar un Vicepostulador en la Provincia para ello. Y también, que el Capítulo ratifi que la solicitud ya presentada por la Federación, de las Causas de Beatifi ca-ción del P. Jerónimo Gracián y M. María de San José.

Los Padres -¡tan caballeros!- tuvieron la gentileza de entregar a nuestra Presidenta un pergamino fi rmado por todos los Padres Capitulares agradeciendo la “valiosa aportación” de las MM. Carmelitas Descalzas en su Capítulo Provincial.

En estos meses corrió peligro de zozobrar nuestro Boletín “Enlace”. En el Consejo Interfederal de Segovia, se había propuesto editar un Boletín Interfe-deral, que supliría a los distintos Boletines federales. Nuestra Presidenta quiso saber la opinión de las Comunidades al respecto. Todas las comunidades fede-

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radas, a excepción de una sola, quisieron conservar la supervivencia de nuestro “Enlace”, fi el amigo que nos acompañaba desde el mismo nacimiento de la Aso-ciación.

Del 24 de abril al 8 de mayo, 1999, se tuvo un Curso de Formación Inicial en la casa “Villa Nazaret” de Málaga. Lo impartió el P. Miguel Fermín de Haro sobre “Teología Espiritual y Oración”. Asistieron 18 formandas de siete monaste-rios, la Hna. Presidenta y cuatro Maestras. Además de ellas, participaron también cuatro formandas con su Maestra de la comunidad de Oporto (Portugal).

El P. Miguel, ya conocido de las formandas, las hizo dedicarse de lleno al trabajo personal, que intercalaban con las conferencias. Estos trabajos, reco-pilados en un folleto, han quedado como fruto del Curso, en artículos de calado espiritual como demuestran sus títulos: “La Iglesia, signo e instrumento de salva-ción universal”, “El ser y vivir en Cristo”, “Caminar en el Amor”, “La humanidad de María”, “Liturgia y vida espiritual”, “Cristología del crecimiento espiritual” y otros, hasta un total de 17 trabajos. Nuestras formandas prometían y aprovechaban bien los Cursos impartidos.

Al igual que en los dos Cursos anteriores de Formación Inicial, un fi n de semana, de viernes a domingo, compartieron con nuestras formandas cinco chi-cas con inquietud vocacional.

El día 12 de mayo de ese año 1999, hubo en San Juan de Aznalfarache (Sevilla) un Encuentro del Sr. Arzobispo de Sevilla y su Consejo Episcopal con la Vida Contemplativa de la Diócesis, y Presidentas Federales de las Órdenes exis-tentes en ella. Nuestra Presidenta, al igual que otras, tuvo una breve intervención sobre el Carisma de nuestra Orden y relación de los monasterios carmelita-tere-sianos de la Diócesis Hispalense.

En la Asamblea de 1997, se había acordado tener un Consejo Ampliado a mitad del trienio donde participaran, además del Consejo ordinario de la Federa-ción, las Prioras de los monasterios federados. Este acuerdo, aprobado por todas, vino concedido por la Sagrada Congregación en la modifi cación del nº 25 de los Estatutos. En un principio, se ideó esta mini-asamblea para tratar el tema de la fusión y reestructuración. Las comunidades fueron consultadas en agosto de 1998 sobre este tema, y no vieron necesario el discernimiento comunitario sobre ello; por lo que la Hna. Presidenta volvió a consultar a las comunidades si seguían viendo conveniente la convocatoria del Consejo Ampliado. A esta consulta la res-puesta masiva fue que sí se deseaba celebrarlo.

Y se celebró durante los días 13 y 14 de septiembre de 1999 en la Casa Diocesana de Ejercicios “Betania” de San Juan de Aznalfarache. El día anterior, día 12, en camino para San Juan, se reunió el Consejo de la Federación, por cuarta vez en el trienio, en sesión única, en nuestro monasterio de Sevilla. Se

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elaboró el cuestionario de trabajo para el Consejo Ampliado del día siguiente y se dialogó sobre diversos temas para la Reunión de Presidentas y Primeras Conseje-ras con N.P. General en Montserrat en el mes de noviembre. La Hna. Presidenta expuso la situación de los conventos más necesitados, la preocupación por las hermanas mayores... Presentó la propuesta de otras Federaciones de hacer Cur-sos de Formación Inicial Interfederales, tema que se dejó para la consulta de las comunidades y estudiarlo en el próximo Encuentro con N. P. General. Y con otros temas de menor relieve, se terminó esa única sesión para trasladarse a San Juan de Aznalfarache a la celebración del Consejo Ampliado.

Este I Consejo Ampliado estuvo presidido por el P. Ulrich Dobhan, Con-sejero General, Delegado del área “Pro Monialibus”. Asistieron el P. Asesor, José Fernández Marín, la Hna. Presidenta, Inmaculada de San Elías, el Consejo de la Federación y las Prioras de 18 Monasterios federados. Las Prioras de tres monas-terios no pudieron asistir por graves razones que expusieron. El tema propuesto para el Encuentro era: “Autonomía jurídica y responsabilidad comunitaria”.

Las Prioras presentaron la situación real de sus comunidades. Se habló con sinceridad y realismo y el diálogo terminó centrándose en el tema tan actual de las vocaciones extranjeras. Se constató que existían dos criterios en el seno de la Asamblea: las que no habían tenido esa experiencia y las que la habían te-nido y no les fue bien, lo veían en sentido negativo. Las comunidades que tenían vocaciones extranjeras y éstas se habían integrado en la comunidad, hablaban en sentido positivo.

El P. Ulrich insistió mucho en que no debía ser el solo criterio para impor-tarlas el que sirvieran de ayuda para la comunidad; que debía prevalecer el res-peto hacia ellas, haciéndoles la oferta a la que tienen derecho, de impartirles una sólida formación, lo que no es posible si la comunidad no cuenta con personal para ello. Avisó del peligro de formar una comunidad paralela en el caso de que vengan en grupos. Y, sobre todo, que el traerlas no sea para prolongar por más tiempo la situación de precariedad de las comunidades. También dijo que hay que estudiar cada caso en particular y se debe respetar la opción de cada comunidad; pero que el hecho de contar con vocaciones extranjeras no debe colocar a las comunidades al margen de una reestructuración de la Federación.

El P. Ulrich diferenció la autonomía jurídica de la autonomía vital, desem-bocando en el estudio de las fusiones. Las Prioras de Granada y Zafra expusieron el proceso que estaban viviendo como paso previo a la fusión de sus monasterios ya aprobado por la Sede Apostólica y que esperaban realizar en breve. La ex-periencia que contaron de fraternidad, desprendimiento, abandono en el Señor, guiadas por los Superiores de la Orden y en colaboración con el Consejo de la Federación, causó grata impresión en la Asamblea y fue elogiado por el P. Ulrich como ejemplo a meditar.

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Se dialogó sobre acoger a hermanas necesitadas de monasterios de es-caso personal, a lo que las comunidades que se encuentran en mejor situación se mostraron dispuestas. Y se pidió colaboración para la reestructuración a nivel federal.

El clima, aunque doloroso para algunas prioras, fue de fraternidad y since-ridad, tratando de buscar juntas soluciones realizables con mentalidades nuevas. El P. Ulrich presentó a la Virgen, modelo de vida contemplativa, que vivió siempre en total disponibilidad a los planes del Señor.

Del 26 de septiembre al 1 de octubre, 1999, tuvo lugar un Curso para Formadoras, impartido por el P. Luís Jorge González, ocd de la Provincia de Méxi-co, Profesor de Psicología en el Teresianum de Roma. Se celebró en la Casa de Espiritualidad Diocesana “Betania” de San Juan de Aznalfarache sobre el tema: “Acompañamiento espiritual centrado en el Espíritu Santo”. La Federación de Ara-gón-Valencia, que deseaba el mismo Profesor para su Curso de Formadoras, se unió al nuestro ya que el Padre no disponía de más tiempo, con lo que resultó un grupo numeroso: 23 hermanas por Andalucía y 13 por Aragón-Valencia.

Del 30 de noviembre al 3 de diciembre de ese año 1999, se celebró el I Encuentro de Presidentas Federales y Primeras Consejeras con N. P. General, Camilo Maccise, en el Monasterio de Montserrat (Barcelona). Por razones graves no pudo asistir la 1ª Consejera de Andalucía, Hna. Mª Jesús de Granada, suplién-dola la 2ª Consejera, Hna. Mª Inés de Sevilla, que actuó como Secretaria de la reunión. Este fue el primer Encuentro de Presidentas Federales de España al que asistieron también las Primeras Consejeras. A partir de él, ya asistieron en los sucesivos Encuentros.

N. Padre habló sobre la carmelita descalza hoy, comentando la Carta Conjunta escrita por él y el General de la Antigua Observancia con ocasión del Tercer Milenio “Para cruzar la Puerta Santa”, donde queda de manifi esto que nuestra historia es una historia dinámica que se adapta a los distintos tiempos y lugares. También habló del estudio realizado en el Monte Carmelo sobre la Regla como expansión y dinamismo, y de la realidad de comunidades que pertenecien-do a Federaciones, encuentran difi cultad en aceptar ciertos avances, y previno contra el peligro de una “tercera vía”.

Se dialogó sobre participación en los grupos GOT, llegándose a la conclu-sión que no tratándose de hacer apostolado, sino de dar testimonio, no habría inconveniente en participar.

Sobre la Formación se propuso que la Formación Permanente se tenga en el ámbito de cada Federación; en la Inicial, que se inviten mutuamente, y que los Cursos de Formadoras se realicen a nivel Interfederal. N. Padre dijo que la prioridad es la formación de formadoras.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Se trató nuevamente de un Boletín Interfederal y de la entrada en Internet, decidiendo aplazar la solución hasta consultar a los respectivos Consejos. Y con otros temas secundarios se terminó este Encuentro de Presidentas y Primeras Consejeras Federales con N. P. General.

No terminó ese año de tantos acontecimientos y novedades Federales e Interfederales, sin una noticia que nos llenó de gozo a toda la familia teresiana. En Navidad de 1999, escribía N. P. General a toda la Orden un Documento que lleva el Protocolo n. 289/99 DF. Comenzaba diciendo que en el Capítulo General de 1991 fue presentada una propuesta del Capítulo Provincial y de la Asociación de NN. Monjas de Andalucía sobre las Causas de Beatifi cación y Canonización de Ana de Jesús, María de San José y Jerónimo Gracián. “Acerca del P. Gracián se proponía, además, que el Capítulo revocase la sentencia que se le aplicó de expulsión de la Orden...”

Líneas más abajo dice textualmente el documento: “El Defi nitorio General, en su sesión 47 del 15 de diciembre de 1999, siguiendo el ejemplo del Santo Pa-dre en este año del Jubileo, juzgó conveniente hacer una declaración ofi cial que REVOCA LA SENTENCIA DE EXPULSIÓN DE LA ORDEN pronunciada contra el P. Jerónimo Gracián...”

El Año Jubilar 2000, se abrió para nuestra Federación con un Curso de Formación Permanente sobre “Edith Stein, Paradigma de Espiritualidad para el Nuevo Milenio”, impartido por el P. Francisco Javier Sancho, Director del CITeS. Se celebró durante los días 28 de enero a 3 de febrero, en la Casa de Espirituali-dad “El Pilar” de RR. Salesianas de Sanlúcar la Mayor (Sevilla).

En el mes de Febrero, nuestra Presidenta participó en una jornada de Re-fl exión y Diálogo convocada por Mons. Luis González, Presidente de la Comisión de Obispos y Superiores Mayores, para las Presidentas Federales de España. Se celebró en Madrid, en la Sede de la Conferencia Episcopal Española, y se trató el tema de las Federaciones a la luz de la “Verbi Sponsa”.

En marzo comunicaba la Hna. Presidenta, Mª Inmaculada, que el proyecto de crear una página Web Interfederal hablado en el Encuentro de Montserrat, había sido aprobado por el Consejo de nuestra Federación, siendo la responsable de ella la comunidad de Altea. Nuestra Presidenta invitaba a las artistas andalu-zas a idear el dibujo que nos representara en dicha página.

El 17 de mayo, se efectuó defi nitivamente el traslado de las últimas her-manas de la comunidad de Zafra al monasterio de Granada. Se había realizado la Primera Fusión de Monasterios en nuestra Federación. Entre ambas constituye-ron una comunidad de 19 hermanas; otras dos, por diferentes causas, eligieron trasladarse a otros monasterios de la Federación. Con este traslado, y la puesta en venta del edifi cio conventual y hermosa huerta de Zafra, se hizo posible la

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restauración del secular monasterio granadino de tantos recuerdos sanjuanistas. Las hermanas de ambas comunidades, ya fusionadas en una sola, dieron un testimonio loable de desprendimiento, generosidad y fraternidad carmelitana. La Federación quedaba formada nuevamente por 20 monasterios.

Del 25 de mayo al 15 de junio, 2000, se celebró el primero de los tres Cursos de Formadoras del Ciclo Interfederal proyectado. Tuvo lugar en el Desierto de Las Palmas - Castellón, sobre el tema “Desarrollo Humano”, y fue impartido por el P. Luís Jorge González, Profesor de Psicología en el Teresianum, ya conocido en nuestra Provincia. Asistieron 40 hermanas pertenecientes a las cinco Federa-ciones de España. De la nuestra asistieron seis hermanas.

Del 16 al 18 de junio, 2000, tuvo lugar la quinta Reunión del Consejo de la Federación de ese trienio en nuestro monasterio de Málaga, con ausencia de la cuarta consejera que no pudo asistir.

Se leyeron las cartas enviadas por las comunidades y se dialogó sobre las sugerencias presentadas. Al celebrarse esta reunión a pocos meses de la Asamblea General estuvo marcada por la preparación de la misma. El P. Asesor, propuso el Documento de Consulta para el Capítulo General 2003 “Volver a lo esencial”, para un estudio previo, que se hizo en la misma Reunión, y tema de refl exión en la Asamblea con N. P. General. También insistió en que se vuelva a reconsiderar la conveniencia de mantener o no al Asesor. Se trató largamente el tema de ayuda a las comunidades más necesitadas. Se propuso que a partir de ahora las comunicaciones ofi ciales se hagan por correo electrónico cuidando de utilizar otros medios en las comunidades que no lo tengan instalado. Se estudió la conveniencia de que asista a los Cursos una Consejera sin necesidad de que sea siempre la Presidenta. Y se reanudó la costumbre -interrumpida por razón del tiempo- de tener una Reunión del Consejo con la comunidad que acoge. Y con otros temas que pasaron al temario de la Asamblea, y la visita fraterna al monasterio de Antequera, único de esa zona, se dio por terminado el quinto y último Consejo del trienio.

Del 17 de septiembre al 1 de octubre, 2000, tuvo lugar en la Casa de Espi-ritualidad “El Pilar” de RR. Salesianas, en Sanlúcar la Mayor (Sevilla) un Curso de Formación Inicial impartido por el P. Salvador Ros, sobre el tema “Claves para una lectura contemplativa del Libro de la Vida”. Participaron 16 formandas de cinco comunidades, 4 Maestras y la Presidenta.

En Zaragoza, del 28 al 30 de octubre, en la Casa de Espiritualidad de RR. Angélicas, se celebró II Encuentro de Presidentas Federales y Primeras Conse-jeras con N P. General Camilo Maccise, correspondiente al año 2000. Asistieron, además de las dichas de las cinco federaciones de España, Sr. Claude de la Fe-deración de París, Sr. Anna María de la Federación Alemana, y Hna. Cristina del monasterio de Mataró, que tuvo una ponencia.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Se le había pedido a N. Padre Camilo que el Documento de Consulta “Volver a lo esencial”, redactado por él mismo para el Capítulo General de 2003, fuese la base de los temas a tratar en este Encuentro. N. Padre tomó la palabra y desglosó el volver a lo esencial en qué, cómo, y por qué. Habló de la situación de la vida religiosa antes y después del Concilio, pasando de la seguridad a la inse-guridad: es el exilio, que quita seguridades, y ayuda a descubrir lo fundamental. N. Padre concluyó exhortando a correr el riesgo de la fe para caminar los caminos inéditos del Espíritu, sin dejar los criterios esenciales.

Tras la exposición de N. Padre, Sr. Claude, Federal de París contó su expe-riencia de las Casas de Acogida. Sr. Anna María, Federal de Alemania, narró la ex-periencia de una presencia carmelitana en una zona prioritariamente protestante o secularizada. Se siguió dialogando sobre diversos temas: Equipo de Refl exión Teológico-espiritual; Cursos Interfederales de Formadoras; Pasos de monjas a otras Federaciones; La Ratio; Encuentros interfederales de jóvenes, y otros.

El último día, con asistencia de los PP. Provinciales y Asesores y del P. Ulrich Dobhan, bajo la presidencia de N. P. General, tuvo su conferencia la Hna. Cristina de Mataró sobre el tema “La Regla del Carmelo. Nuevos Horizontes”. Tras la magnífi ca exposición de la hermana se siguió un animado y constructivo diálo-go entre frailes y monjas, con lo que terminó este Encuentro.

VII ASAMBLEA GENERAL Guadix, 6 a 10 de Noviembre, 2000

Del 6 al 10 de noviembre del año 2000, tuvo lugar la VII Asamblea General de la Federación en la Casa Diocesana de Espiritualidad “Obispo Medina Olmos” de Guadix (Granada) presidida por N. P. General Camilo Maccise. Asistieron el Consejo de la Federación, el Asesor, P. José Fernández Marín y las Prioras y Dele-gadas de 17 monasterios de los 20 que componían la Federación. Los tres restan-tes expusieron la situación de sus monasterios que les impedía asistir.

Tras la elección de Secretarias, se abrieron los sobres de las comunida-des con la votación sobre continuar con el Asesor o desistir de él. Salió aprobado mantener el Asesor y la elección recayó sobre el P. José Fernández Marín que fue reelegido para un segundo trienio.

Seguidamente la Presidenta, Hna. Inmaculada, dio lectura al Informe del trienio que terminaba, y la Ecónoma hizo la relación del Estado de Cuentas, des-tacando el presupuesto importante que se ha empleado en la Formación. Con lo que se dio comienzo al Temario presentado que fue el siguiente:

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1) Documento “Volver a lo esencial”.2) Vida y marcha de la Federación.3) Ratio Institutionis.4) Cursos de Formación.5) Promoción vocacional.6) Boletín Enlace.7) Internet. Correo electrónico.8) Causas de Canonización9) Otros temas.

N. Padre comenzó explicando el documento “Volver a lo esencial”. Sobre la marcha de la Federación se trabajó primeramente en grupos para constatar los deseos y fallos que se encuentran y ver las sugerencias para el Proyecto Trienal. También hay números en los Estatutos que se desean modifi car y otros que no se cumplen debidamente.

Sobre la Ratio Institutionis N. Padre dijo que están para cumplirse los cinco años de experimentación y expuso la situación en que se encuentra tras la elabora-ción preparada por una comisión de monjas con las respuestas de los monasterios. Nuevamente se recibiría un nuevo cuestionario para la redacción defi nitiva.

Se trató de los Cursos, del Boletín, la promoción Vocacional, el correo elec-trónico. Las que fueron prioras de Granada y Zafra respectivamente, fueron llama-das a dar testimonio de su experiencia de comunidades fusionadas. Lo hicieron con sencillez y N. Padre resaltó la riqueza y ejemplaridad que de él se desprende.

Se trató de solicitar la canonización de la Beata Isabel, P. Gracián y María de San José. La primera, está pendiente del milagro. Para las otras dos causas, N. Pa-dre dijo que la Federación pida al Defi nitorio General que se abra el proceso, como pidió la revocación de expulsión de la Orden del P. Gracián, y ya se hizo. Aunque ya se había hecho anteriormente, ahora, sobre la marcha, la Asamblea, en nombre de la Federación, elevó la solicitud al Defi nitorio General, fi rmada por el propio P. General como Presidente de la misma, el P. Asesor y todas las asambleístas.

Después de los temas tratados, se procedió el día 9 a la elección del nue-vo Consejo que dio el resultado siguiente:

Presidenta: Hna. Inmaculada de San Elías, de San Fernando. Reelegida.1ª Consejera: Hna. Mª Inés de Jesús, de Sevilla. Reelegida. (Era 2ª Consejera)2ª Consejera: Hna. Mª Jesús de la Stma. Trinidad, de Málaga.3ª Consejera: Hna. Mª Concepción de Jesús, de Úbeda.4ª Consejera: Hna. Aurora de la Trinidad, de Granada.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Al no haber podido asistir una de las Consejeras al último Consejo cele-brado el trienio anterior, se había propuesto a la Asamblea nombrar una Conse-jera suplente, para el caso en que se repitiera esa circunstancia. Habiendo sido aprobado se procedió a su elección, resultando elegida la Hna. Mª Dolores del Corazón de Jesús de Cádiz, como Consejera Suplente.

Tras la elección del nuevo Consejo, se votaron los números que se desea-ban modifi car de los Estatutos. Se habló de las experiencias de otras Federacio-nes sobre Casas de Acogida; de una posible participación de laicos en alguna sesión de la Asamblea, y se estudiaron distintas formas de poder ayudar a la comunidad de Tánger, sin llegar a un acuerdo defi nitivo. Y con estos y otros temas se dio por clausurada la VII Asamblea General de nuestra Federación.

TRIENIO 2000 - 2003

El trienio comenzó bien. Un mes después de nuestra Asamblea General, el Defi nitorio General, reunido en su sesión 64 del 15 de diciembre, emitía el documento Prot. No 241/2000 DF, en el que decía textualmente: “accediendo a vuestras peticiones... Federación Virgen del Carmen de Andalucía,... monasterio de Antequera,... monasterio de Curitiva y... monasterio de Sevilla, ha juzgado oportuno que la Postulación General de la Orden proceda a dar los pasos... para la introducción de las causas del Venerable Padre Jerónimo Gracián... y de la Madre María de San José”. Estábamos en vísperas de un Nuevo Milenio. Bendi-gamos y demos gracias al Señor.

Del 15 al 17 de diciembre de 2000, se celebró en nuestro monasterio de Dos Hermanas (Sevilla) el Primer Consejo de la Federación del trienio que comen-zaba, con asistencia del P. Asesor, José Fernández Marín.

Se comenzó repartiendo las áreas de trabajo que quedaron así: Formación y Promoción Vocacional, Hna. Aurora de Granada; Liturgia, Hna. Mª Concepción de Úbeda; Ecónoma, Hna. Mª Jesús de Málaga; Secretaria, Hna. Mª Inés de Sevilla.

Este Consejo llevaba como trabajo prioritario ajustar los temas que que-daron pendientes en la Asamblea: Proyecto Trienal, preparación de los Estatutos ya aprobados para su votación en las comunidades, programación de los Cursos de Formación, etc. El P. Asesor aportó texto y cassette de la Jornada de Estudios de Vicarios y Delegados de la Vida Consagrada “Retos de la Formación a la luz de la Verbi Sponsa”, destacando su importancia en la formación de formadores. Se nombró Equipo directivo del Boletín, repartiendo las secciones fi jas. Se fi jó la co-munidad de Granada como sede del Archivo de la Federación, nombrando archi-vera a la Hna. Irene. Se acordó que era conveniente la presencia de la Presidenta en los Cursos de Formación Inicial; en los de Formación Permanente debía haber

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una responsable, que podía ser una de las Consejeras. Se elaboró un esquema para la convivencia de un fi n de semana con las chicas seglares que asistan a los cursos de Formación Inicial.

Y se trataron otros temas que se anotaron para tratarlos en el Consejo Ampliado. Con la visita fraterna a los monasterios de Sanlúcar la Mayor y Sevilla, se dio por terminada la Reunión del Consejo.

El 15 de febrero de 2001, la Sagrada Congregación confi rmaba al P. José Fernández Marín como Asesor de la Federación para un nuevo trienio.

El 3 de abril de 2001, el P. Asesor se personó en el monasterio de San Fernando, sede de la Hna. Presidenta y juntos procedieron a abrir los sobres de las comunidades con el resultados de las votaciones a las modifi caciones de los Estatutos aprobadas en la Asamblea. De las nueve modifi caciones propuestas, resultaron aprobadas ocho. La novena, la Visita de la Presidenta a los monaste-rios una vez al trienio, solo resultó aprobada por mayoría absoluta y no por los dos tercios de los monasterios como se requería.

Del 3 al 10 de mayo tuvo lugar el primer Curso de Formación Permanente organizado por la Federación para ese trienio, en la Casa de Espiritualidad de HH. Mercedarias de las Caridad de Cájar (Granada), sobre el tema “Entrañable-mente humanas, profundamente de Dios”. Fue impartido por Sor Dora Monsalve, dominica y psicóloga. Era la primera vez que una mujer impartía un curso en nuestra Federación; las que asistieron a él quedaron sumamente agradadas de la experiencia.

El Curso Interfederal para Formadoras se tuvo ese año en el Desierto de Las Palmas, Castellón, del 7 al 30 de junio. Intervinieron 4 Profesores sobre te-mas diversos.

El primer tema, días 7 a 12, “Acercamiento a la Teología Bíblica - La ora-ción en la Biblia”, corrió a cargo de la Hna. Dolores Aleixandre, religiosa del Sagra-do Corazón, profesora de la Universidad de Comillas.

Los días 13 a 20, estuvieron dedicados a la “Cristología”. Impartió las clases el P. Eduardo Sanz, conventual del Centro. Tuvo de singular, que un día, al anochecer, celebró con las cursillistas una Cena Pascual Judía, en la que no faltó ni el pan ácimo, ni las hierbas amargas, ni la salsa color argamasa, ni el vino de la bendición. Fue un acto lleno de símbolos y signifi cados para adentrarse en lo que aquel momento signifi có para Jesús.

Del 21 al 26, con un día intermedio de descanso, fue el P. Francisco Javier Sancho Fermín, Director del CITeS de Ávila, quien impartió la tercera parte del cursillo: “Teología de la Revelación - Conceptos fundamentales de Antropología Teológica”.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

El cuarto Profesor, P. Rómulo Cuartas, impartió sus clases desde el día 27 al 30. Solo cuatro días, pero aprovechados al máximo. El tema incandescente: “Aproximación al misterio de la Trinidad.”

Nuestra Federación también tuvo dividido en dos profesoras el Curso de Formación Inicial, ese año 2001. Tuvo lugar del 15 de septiembre al 1 de octubre en la Residencia “El Pilar” de RR. Salesianas de Sanlúcar la Mayor. El tema de la primera semana fue “Valores Humanos y Conocimiento propio” y estuvo a cargo de la Hna. Marisa Moresco, Carmelita de la Caridad y psicóloga. La segunda se-mana estuvo dedicada a “Mariología” e impartió las clases la Hna. Trinidad León, Mercedaria de la Caridad, doctora en Teología Dogmática y profesora de la Facul-tad de Teología de Granada.

El 25 de septiembre, 20 aniversario del Rescripto de Erección de la Fede-ración, aprobó la Sagrada Congregación las enmiendas a los Estatutos aprobadas por la Asamblea y los monasterios federados.

Del 22 al 25 de octubre de 2001, se reunió por segunda vez en el trienio el Consejo de la Federación. Se celebró en nuestro monasterio de Granada con asistencia del P. Asesor, José Fernández Marín. El trabajo se centró en prepa-rar el IV Encuentro Interfederal de España, que se celebraría el próximo enero y en esta ocasión correspondía a Andalucía su programación. Se estudiaron las sugerencias que para ello habían enviado los distintos Consejos Federales de España. También se preparó el temario para el II Consejo Ampliado de nuestra Federación.

El Consejo aceptó el proyecto de Refl exión Teológico-Espiritual propuesto por la Casa Generalicia, y nombró a la Hna. Belén de Málaga como miembro del Equipo Regional por nuestra Federación, para el Curso 2002-2003. Se trató del Curso Interfederal de Formadoras, de la Promoción y seguimiento vocacional, de las comunidades más necesitadas de ayuda. Al área de Formación, de la que es encargada la Hna. Mª Aurora, se le nombraron dos colaboradoras, las hermanas Belén de Málaga y Fátima de Sevilla. Este equipo se encargaría de realizar la síntesis de los trabajos de las comunidades sobre la Ratio. Y con otros temas de menor relieve y la visita fraterna al convento de Ogíjares, se dio por terminado este Consejo.

Del 13 al 20 de enero de 2002 en la Casa de Ejercicios “Betania” de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) se celebró un Curso de Formación Permanente a cargo del P. Maximiliano Herráiz, sobre el tema “Libro de Las Moradas”.

El IV Encuentro Interfederal de los Consejos de España con N.P. General Camilo Maccise, tuvo lugar durante los días 21 a 24 de enero, 2002, en la Casa de Ejercicios “Betania”, de San Juan de Aznalfarache (Sevilla).

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Se dialogó sobre el Proyecto de Refl exión Teológico-Espiritual, y N. Padre repartió el esquema sobre la Lectio Divina que llevaba preparado. N. P. Camilo hizo una amplia exposición de lo tratado sobre la Vida Consagrada en el último Sínodo de los Obispos, en el que tuvo una ponencia en nombre de la Unión de Superiores Generales, que tituló “Vivir las tensiones en una creciente comunión”, de la que hizo una síntesis.

Se trató de los Cursos Interfederales para Maestras; de los Carmelos de Aco-gida, comentando experiencias concretas; de participación de una Federación en lo programado por otra; de la Página Web Interfederal; del Capítulo General 2003; de la ayuda económica entre los monasterios; de la Formación en general, y otros temas secundarios con lo que se dio por terminado este Encuentro Interfederal.

Estando próximo a celebrarse el Capítulo Provincial de NN. Padres, el P. Provincial invitó a una representación de nuestra Federación a asistir a una se-sión del mismo en las mismas condiciones del trienio anterior, en compañía de las Carmelitas Misioneras, Carmelitas Teresianas y Carmelo Seglar. Pareció al Consejo, que siendo uno mismo el Provincial y el Asesor que conocía los proble-mas de la Federación, él podía representarla; y en carta de 28 de marzo de 2002, escribió al Capítulo Provincial agradeciendo la invitación y solicitando su atención y colaboración en la marcha de la Federación, y exponiendo el deseo de que en el futuro se nos permita un modo distinto de participación en el Capítulo Provincial, un breve espacio de diálogo, para tratar juntos los asuntos que nos conciernen, independientemente de otros grupos de nuestra familia carmelitana.

En San Juan de Aznalfarache, en la Casa de Ejercicios “Betania”, el 29 de abril de 2002, víspera de comenzar la II Reunión del Consejo Ampliado, se reunió por tercera vez en el trienio el Consejo de la Federación con asistencia del P. Asesor. La Presidenta presentó el trabajo de síntesis sobre las aportaciones de las comu-nidades al texto de la Ratio, elaborado por la Consejera de Formación y sus dos co-laboradoras, y se acordó enviarlo a todas las comunidades federadas, incluso a las que no habían aportado nada. Se trató sobre el Curso de Formadoras de nuestra Federación para el año 2003, tomando por tema “la vida comunitaria”, dejándolo abierto a las demás Federaciones de España. El Curso de Formación Permanente, se pensó que tratara sobre la “Lectio Divina”, con objeto de profundizar sobre el tema propuesto por el centro de la Orden. A petición de la Consejera del área de Liturgia, se le nombró una colaboradora y se designó para ello a la Hª Alexandra de Sanlúcar la Mayor. Y terminó el Consejo determinando la dinámica a seguir en el Consejo Ampliado que empezaba el día siguiente.

Del 30 de abril al 3 de mayo, en la misma Casa “Betania”, se celebró el II Consejo Ampliado de nuestra Federación, presidido por el P. Ulrich Dobhan, De-fi nidor General. Asistieron, además del Consejo y P. Asesor, las Prioras de los 20 monasterios que componían la Federación.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Se había señalado como tema para el Encuentro, “La Federación, como familia de familias”. Se trató la situación real de los monasterios, la falta de auto-nomía vital, la ayuda de personal sanitario o de servicio ajeno a la comunidad, la posible ayuda de una comunidad a otra, la presencia de vocaciones extranjeras en nuestras comunidades, el apoyo a hermanas jóvenes que se encuentren entre muchas mayores, y otros.

Novedad de este encuentro fue el hacer oír la voz de las hermanas jó-venes. Se les había enviado un cuestionario para conocer su opinión en temas como qué pensaban del papel de la Federación en la Provincia, qué sugerencias harían a la Presidenta y al Consejo, qué soluciones se les ocurrirían para paliar la falta de vitalidad por ausencia de vocaciones, qué pensaban de “Enlace”, qué les parecía la idea de un Carmelo de Acogida y si estarían dispuestas a colabo-rar en él, y otras preguntas semejantes. Las jóvenes respondieron con absoluta franqueza y libertad, lo que dio lugar a un diálogo intenso y comprometido. El P. Ulrich aclaró y repitió insistentemente, que el Carmelo de Acogida nunca sería algo obligatorio, y que en el caso de que alguna vez llegara a erigirse, la ida a él tanto para ser ayudada como para ayudar, siempre sería voluntaria.

La Hna. Inés, secretaria del Consejo, presentó una extensa y gráfi ca esta-dística de los monasterios en la que se podía constatar con facilidad la situación real de aumento de edad y disminución de miembros. Y con el diálogo sobre ello y la proyección de un vídeo vocacional preparado por la comunidad de Sanlúcar la Mayor, se dio por terminado el II Consejo Ampliado de nuestra Federación.

El Ciclo Interfederal de Formadoras, constaba de tres cursos: 2000, 2001 y 2002. En este año, fase fi nal del ciclo, se celebró en Segovia, en el Centro San Juan de la Cruz, durante los días 20 de mayo a 20 de junio. Estuvo dividido en cuatro partes, con temas y profesores distintos. La primera estuvo a cargo del P. Luís Jorge González, que ya impartió el curso 2000. Trató sobre “Experiencia Mística de NN. SS. Padres”.

La segunda parte del Curso “Pedagogía Teresiana” correspondió a una de nosotras; una carmelita descalza valiente que se arrojó la primera a la palestra abriendo caminos, y se preparó para poder impartir las clases: la Hna. Mª Luisa Santa Cruz de la comunidad de Villagarcía de Campos.

El P. Maximiliano Herráiz fue el profesor de la tercera parte del Curso con el tema “Teresa de Jesús. A vueltas con lo esencial”. Y la cuarta y última parte del Curso, dedicada a “San Juan de la Cruz. Sus Obras Mayores”, corrió a cargo del P. Miguel Fermín de Haro de nuestra Provincia de Andalucía.

Del 15 al 22 de septiembre, 2002, se celebró un Curso de Formación Inicial en la casa de Oración “Ntra. Sra. de Guadalupe” de Gévora (Badajoz) Lo impartió el P. Miguel Fermín de Haro, sobre el tema “San Juan de la Cruz: de la

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Noche Oscura a la Luz de la Llama” Asistieron 14 formandas de 4 comunidades, la Presidenta y dos Maestras.

Durante los días 10 y 11 de diciembre de 2002, tuvo lugar el III Encuentro de Presidentas Federales y Primeras Consejeras con N. P. General Camilo Macci-se en Madrid, en la Casa de Espiritualidad “San Juan de la Cruz” de las Carmeli-tas Misioneras Teresianas.

El P. Camilo hizo una exposición de las distintas etapas en que se dividirá el Capítulo General 2003 de NN. Padres. Por primera vez en la historia de la Orden, monjas carmelitas descalzas participarán en él. Serán 10 Presidentas de Federaciones que representarán a sus distintas zonas lingüísticas. El 8 de mayo será una jornada dedicada toda ella a las Carmelitas Descalzas. Los Consejos designaron a la Hna. Olatz Garmendia, Presidenta de la Federación de Navarra como representante de las Federaciones de España.

Preguntado sobre la forma de potenciar el Consejo a las comunidades, N. Padre respondió con la realidad de la autonomía de los monasterios y la falta de una instancia superior a la hora de resolver problemas. También se constató la falta de Centros de Formación donde las formandas pudieran tener pequeños periodos de formación en común. La Universidad de la Mística de Ávila puede ser una esperanza de futuro para la Orden, que se está proyectando.

Las Presidentas de Castilla y Aragón-Valencia, contaron sus experiencias sobre los proyectos de Carmelos de Acogida que se están realizando en sus Fe-deraciones. Se trató del estudio de la “Lectio Divina”. El tema de estudio para 2004 será “El seguimiento de Cristo”, para el que se le ha pedido al P. Camilo que deje el esquema ultimado antes de dejar su mandato. Este fue el último Encuentro Interfederal presidido por N. P. Camilo al que estaremos eternamente agradecidas.

Nuestra Federación de Andalucía, al margen de Encuentros y Cursos Inter-federales, iba siguiendo su propio ritmo. En febrero de 2003, durante los días 17 a 24 tuvo el Curso anual de Formación Permanente. Lo impartió el P. Juan Carlos García Cruz sobre el tema “La Oración en la Biblia” y se celebró en la Casa de Espiritualidad de NN. PP. de Úbeda.

Del 5 al 8 de marzo, 2003, en la misma Casa de Espiritualidad de NN. PP. de Úbeda, se reunió por cuarta vez en el trienio el Consejo de la Federación. Se recibieron cartas de 7 comunidades, brindando su apoyo al Consejo y ofreciendo sus oraciones y algunas sugerencias. La Hna Presidenta expuso tres puntos a tratar: 1) Comenzar a pensar en el temario para la próxima Asamblea. 2) Recon-siderar como objetivo prioritario de la Federación el afi anzamiento de la unidad de las comunidades federadas. 3) Potenciar la fraternidad experimentada por las hermanas asistentes a los cursos de la Federación.

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Al llegar aquí debemos hacer un paréntesis doloroso. El tema de la unidad y fraternidad comenzaba a hacerse obsesivo en las comunidades. ¿Qué estaba ocurriendo? Desde el mes de septiembre anterior habían salido tres monasterios de la Federación: Lucena en septiembre, Jaén en octubre y Ogíjares en diciembre. Pronto, antes que terminara ese mes de marzo saldría Aguilar.

Estas salidas produjeron una sacudida en las comunidades federadas, que sentimos la necesidad de estrechar lazos de fraternidad. Por ello no es extra-ño que en este Consejo de marzo de 2003 que estamos reseñando, la Presidenta plantee: “reconsiderar como objetivo prioritario de la Federación, el afi anzamien-to de la unidad de las comunidades federadas”. Y añade recalcándolo aún más: “Aproximarnos a este objetivo es un requisito indispensable para poder llevar a cabo cualquier proyecto o determinación”.

El Consejo se detuvo particularmente en estos problemas preocupantes. Además de ello, se trató de los Cursos de Formadoras, a los que se desea asistan las Prioras. Sobre el Boletín “Comunicaciones” enviado ahora por el Centro de la Orden a través de Internet, se acordó imprimirlo y distribuirlo a las comunidades que no tienen correo electrónico. Se estudió la forma de crear mayor concien-cia de Federación en los monasterios. A la vista de la valiosa aportación de las jóvenes en el Consejo Ampliado, y teniendo en cuenta que es de ellas el futuro de la Federación, se propuso consultar a las comunidades sobre la conveniencia de que algunas de ellas asistan a la Asamblea General o se hagan presentes a través de sugerencias. Se designó a la Hna. Mercedes Mª de Sanlúcar la Mayor, para representar a Andalucía en el Equipo de Refl exión Teológico-Espiritual en el curso 2003-2004. Se trataron otros temas relativos a registrar ofi cialmente las propiedades de las comunidades, y dar domicilio fi jo a la Identifi cación Fiscal de la Federación. Y terminó el Consejo con la visita a los monasterios de la zona.

En el mes de abril 2003, celebraron NN. Padres su Capítulo General, en el que dábamos adiós al padre Camilo que tanto había trabajado por las Federa-ciones de Monjas Carmelitas Descalzas. En este Capítulo fue elegido General un español, el P. Luís Aróstegui que había sido Asesor de la Federación de Navarra. Para nosotras revistió un carácter muy especial. Por primera vez en la Historia de la Orden las monjas estaríamos representadas en él con voz propia. Asistieron -con asistencia limitada- diez hermanas de diversas partes del mundo. Europa tuvo representantes de Alemania, España, Francia, Inglaterra e Italia. La repre-sentación de España le correspondió a la Hna. Olatz Garmendia del monasterio de Donamaría.

El día 8 fue el dedicado a las carmelitas descalzas. A cada hermana se le concedió 10 minutos para que expusiera brevemente: a) la situación de los monasterios de la zona que representan; b) principales desafíos; c) cómo enfren-tarlos. Al fi nal de estas exposiciones las monjas debían presentar dos preguntas

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a los PP. Capitulares para estudiarlas en los trabajos de grupo. Con este fi n se reunieron africanas, americanas, australianas, europeas e indias, con el P. Phili-ppe Hugelé que les hizo de intérprete y elaboraron las preguntas que en síntesis fueron estas: 1ª ¿Cuál es vuestra experiencia de diálogo y colaboración con las Hermanas Carmelitas? ¿Pensáis que las relaciones entre nosotros, Hermanos y Hermanas, son según el pensamiento de N. S. Madre Teresa? Y en otro caso, ¿cómo pueden y deben evolucionar? - 2ª ¿Qué pensáis del nivel de formación de las monjas? - ¿Qué creéis necesario, en casos de defi ciencia, para ir superando y avanzando en este campo de la formación?

La Hna. Olatz expresó públicamente sus impresiones de ese día de forma positiva, esperanzada y agradecida. Creemos que la Santa Madre reiría feliz ¡Ay, si ella hubiera podido asistir a algunos Capítulos de sus frailes! ¡Qué distinta habría sido la Historia!

Del 5 al 12 de mayo, 2003, en la Residencia “El Pilar” de RR. Salesianas de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), tuvo lugar un Curso de Formadoras, impartido por D. Saturnino Gamarra, Vicario de Religiosas y Director Espiritual del Seminario Diocesano de Vitoria, sobre el tema: “Acompañamiento y discernimiento en una Comunidad contemplativa”. Participaron 9 comunidades.

El 23 de mayo de ese año, la Hna. Presidenta enviaba a las comunidades para su estudio el borrador elaborado en el Consejo del mes de marzo sobre el Proyecto Trienal, para ser decidido en la próxima Asamblea. También consultaba a las comunidades su parecer sobre la aportación de las jóvenes a dicha Asam-blea, ya tratado en el mismo Consejo. Y les pedía que se pronunciaran sobre la conveniencia de una amplia información de los Carmelos de Acogida, en cuyo caso se invitaría a la Presidenta de la Federación de Castilla que asistiera a algu-na sesión de nuestra Asamblea, para que expusiera el proyecto que allí estaban realizando.

Del 19 al 27 de junio tuvo lugar el último Curso de Formación Inicial del trienio, en la Casa de Espiritualidad de NN. PP. de Úbeda, impartido por el P. José Vicente Rodríguez, sobre el tema “Oración Carmelitana”. Participaron 13 forman-das de 4 comunidades, 2 maestras y la Consejera de la Formación.

En el mes de julio de ese año 2003, recibimos las comunidades la Ratio Institutionis. Después de un largo proceso de estudio, consultas y enmiendas, nos llegó la redacción defi nitiva.

La quinta y última Reunión del Consejo de la Asociación del trienio tuvo lugar en Cádiz. Se celebró durante los días 11 a 14 de agosto en la Casa de Es-piritualidad del Seminario Diocesano. Fue el primer Consejo, a excepción de los celebrados en NN. PP. de Úbeda, que no tuvo su residencia en un monasterio de los federados; se hizo así aceptando la invitación de la comunidad de Cádiz que

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se ofreció a costear los gastos del hospedaje, porque deseaba la presencia del Consejo, y por las circunstancias de las obras de remodelación del convento no podía alojarlo. Hacemos constar que el Seminario se negó generosamente a co-brar nada a pesar de haber atendido a las hermanas espléndidamente.

Este Consejo tuvo como trabajo prioritario preparar el temario para la próxima Asamblea General. Tras la lectura de las cartas recibidas, se estudiaron las respuestas al cuestionario sobre el Pre-proyecto, con cuyas aportaciones se redactaría el Proyecto Trienal para ser revisado en la Asamblea. Quince monas-terios, de los dieciséis que ahora componían la Federación habían enviado sus sugerencias, con las que se pudo enriquecer el texto. Sobre la propuesta hecha por el Consejo a que las jóvenes de la Federación fueran representadas en la Asamblea, la mayoría de las comunidades se inclinó a que asistan como Delega-das a juicio de sus comunidades o envíen sus sugerencias por escrito, por lo que el Consejo decidió que la comunidad que lo desee envíe en un solo escrito, que puede ser o no ser anónimo, las aportaciones de sus jóvenes.

Hna. Presidenta informó sobre el testamento de Dª Mª Nieves Ruiz León, en el que deja parte de su herencia a las Carmelitas Descalzas de España, que suman un total de 149 monasterios. Las Presidentas de las Federaciones espa-ñolas, dijo, ya habían cumplimentado la documentación requerida. Y con varios temas como trámites legales, Encuentros de jóvenes, trabajos del primer curso del Equipo de Refl exión Teológico-espiritual y otros, se dio por terminado este último Consejo del trienio 2000-2003.

Como es obvio, el Consejo compartió largamente con la comunidad de NN. MM. de Cádiz, con las que tuvieron una Reunión conjunta. También visitó la comunidad de San Fernando con la que se tuvo un diálogo enriquecedor.

Durante los días 27 a 30 de octubre de 2003, se celebró el IV Encuentro de Presidentas Federales y Primeras Consejeras con N.P. General, Luís Aróstegui en Madrid, en la Casa de Ejercicios de las Esclavas de Cristo Rey.

El temario se había preparado sobre diversos puntos: Cómo ir consiguien-do una autoridad moral de las Presidentas para ir encauzando nuestras proble-máticas. - Encuentro de Presidentas de Federaciones monásticas - Traslado de Hermanas de otras Federaciones - Traslados de otras naciones - Cómo realizar el trabajo en comunidades envejecidas - Crisis de las monjas jóvenes y falta de vocaciones - La Universidad de la Mística ¿lugar de Formación para las Federacio-nes? - Archivo Interfederal y otros.

N. Padre fue respondiendo a todas las preguntas: Autoridad moral, ya la tiene la Presidenta, lo que no tiene es autoridad jurídica. El Encuentro de Fede-raciones Monásticas tiene que ser aprobado por los Obispos respectivos; pero antes debe tratarse en las Asambleas Generales de las Federaciones. El traslado

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de una Federación a otra, aunque no sea jurídicamente obligatorio, debe hacerse informando a la Presidenta, ya que si surgen problemas, la Federación se encuen-tra implicada. Sobre los traslados de una nación a otra, los Consejos insistieron en que no son aconsejables, y en todo caso, que se trate de profesas solemnes y nunca de profesas simples o novicias.

Se aludió al tema de Reuniones de Jóvenes. N. Padre diferenció entre el deseo de reunirse y decisiones importantes que haya que tomar. Dijo que dada la pobreza de algunas comunidades, la joven está contenta de tener más formación y relación con jóvenes de su edad, y eso las mayores deben comprenderlo. Se habló de la crisis de las monjas jóvenes y falta de vocaciones. N. Padre ayudó a esclarecer estos problemas que dijeron las monjas que antes no se daban. Puede haber fallo, dijo, en el discernimiento. La vocacionada asume las crisis que a veces afl oran de sopetón. Es importante el papel de la comunidad. Si una comunidad no está sana, no debe animar a una joven a que entre. Si el grupo está unido es un motivo de superación. Las monjas apuntaron la vida de intensa relación con Jesús. El P. General intervino diciendo que la joven puede no tener problemas en su amistad con Jesús, pero no sentirse con fuerzas para soportar una situación concreta. Hay, dijo, menos capacidad de superación. Estadística-mente, está comprobado que se tolera menos. También apuntó a recurrir a la ayuda de profesionales.

Se pasó a estudiar cómo solucionar los trabajos en comunidades enveje-cidas, detallándose casos concretos y soluciones ya experimentadas. El P. Luís puntualizó que la autonomía vital supone, sobre todo, capacidad de animación comunitaria, liturgia digna, vida fraterna. Y se volvió sobre el tema de supresio-nes, fusiones y Carmelos de Acogida.

Se dialogó largamente profundizando en él, en el documento “Diálogo y comunión” que ha sido la idea directiva de fondo para el nuevo sexenio de nuestros Padres. Y se interrogó a N. Padre sobre la “Universidad de la Mística” como posible lugar de Cursos de Formación para las Federaciones. El P. General respondió que no habría difi cultad en ello, dado que tendrá capacidad para dis-tintos grupos simultáneos; pero el problema es cómo conseguir fondos para su construcción.

También se trató de la posibilidad o conveniencia de tener un Archivo In-terfederal. Después de varios planteamientos, se acordó esperar a un futuro no lejano, en que será posible informatizarlo para que el acceso sea más cómodo y fácil. Y con temas como el estudio y testimonios sobre la Lectio y otros, terminó este Encuentro de Presidentas y Primeras Consejeras.

El otoño de ese año 2003, estuvo marcado por la marcha triunfal de las Reliquias de Santa Teresita que visitó todos los conventos de nuestra Federación.

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Se sucedieron sin interrupción los actos litúrgicos, conferencias, procesiones, celebraciones de todas clases. El lleno que en todos los lugares presentaban nuestras Iglesias, la afl uencia de fi eles hasta altas horas de la madrugada, la respuesta masiva de los colectivos a cuanto se programaba, daban fe de que Teresita había alcanzado de Dios su gran deseo: “pasar su cielo haciendo el bien en la tierra”.

VIII ASAMBLEA GENERALSevilla, 22 a 26 de noviembre, 2003

La VIII Asamblea General de nuestra Federación se celebró en Sevilla, en la Casa de Espiritualidad del Espíritu Santo de las Religiosas Comendadoras du-rante los días 22 a 26 de noviembre de 2003. Estuvo presidida por N.P. General Luís Aróstegui, asistido por el Asesor, P. José Fernández Marín y la Presidenta, Hna. Inmaculada de San Elías. Asistieron, además del Consejo, las Prioras y Dele-gadas de los 16 monasterios que componen la Federación.

Tras la invocación al Espíritu Santo y la elección de las secretarias, la Hna. Inmaculada propuso que la elección de la nueva Presidenta pudiera adelantarse y no dejarse para el último día, lo que fue aceptado. Seguidamente, procedió a la lectura del Informe del trienio que acababa. Terminada la lectura, N. Padre in-terrogó sobre los motivos que expusieron los cuatro monasterios que se salieron de la Federación, abriendo un diálogo sobre ello. Comentó que los motivos deben ser graves, animó a dialogar con las comunidades que se plantean la posibilidad de salir de la Federación, y que se les aclare que nunca se atenta contra la auto-nomía de los conventos.

Alguna comunidad informó haber recibido oferta de vocaciones, al mar-gen de la Federación. N. Padre apuntó que aunque la Federación no pueda solu-cionar problemas concretos, es efi caz para sentirnos acompañadas y estrechar la unión entre nuestros monasterios.

Sobre los Carmelos de Acogida se puntualizó que se trata de un proyecto para el estudio de sus ventajas e inconvenientes, y que en cualquier caso es libre el adherirse o no a ello. Igualmente, siempre se ha recalcado que es libre la parti-cipación a los cursos. N. Padre resaltó el valor formativo de los cursos, doctrinal, fraterno y experiencial.

Tras este diálogo, se procedió a la lectura del estado de cuentas por la Hna. Ecónoma, continuando la Hna. Presidenta con la síntesis de las respuestas dadas por las comunidades al Pre-proyecto trienal y presentando el Proyecto para el próximo trienio que repartió entre todos los asistentes. Se estableció un amplio

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diálogo sobre él; se habló de los cursos, de la visita del Consejo a los conventos vecinos al lugar de la reunión, de la visita de la Presidenta a las comunidades que la inviten, aunque no haya motivo grave. N. Padre animó al aprecio común de unas con otras, a sentir como propias las alegrías y necesidades comunes. Dijo que el nº 2 del proyecto, subraya los cursos como medio de conocimiento fraterno: sin conocimiento, no hacemos nada. También se habló de la posible preparación de hermanas para impartir cursillos dentro de la Federación y a los conventos que lo soliciten.

A continuación se procedió a la elección de Asesor, ya que la mayoría de los monasterios deseaba seguir con él, resultando reelegido para un tercer trienio el P. José Fernández Marín, que el año anterior había cesado en su cargo de Provincial.

El segundo día de la Asamblea, N. Padre abordó el tema propuesto “Cami-nar en comunión desde un renovado compromiso de santidad”. Citando los docu-mentos “Novo Millennio Ineunte” y “Vita Consecrata”, hizo una amplia exposición del tema invitando al diálogo. Pasó a comentar el último documento capitular que subraya el elemento comunidad. Comentó que una de las preocupaciones del Defi nitorio General para el sexenio es la comunión, porque ha habido divisiones a la hora de concebir el Carisma: la extensión de la Orden las favorece porque no se pueden imponer las mismas normas en todos los países; hay pluriformidad, por lo que hay que fomentar la comunión. La conciencia de comunión parte de que tenemos los mismos Padres espirituales.

Terminada la exposición hecha por N. Padre, tuvo lugar la elección de la Presidenta resultando elegida la Hna. Mercedes Mª de la Inmaculada Concepción de la comunidad de Sanlúcar la Mayor.

Ese día se completó con el trabajo iniciado en la mañana, respondiendo al cuestionario presentado por el Consejo anterior sobre cómo construir la comuni-dad, dejando para el siguiente y último día la elección de las Consejeras. Las co-munidades habían respondido a la consulta sobre la conveniencia de mantener la Consejera suplente y la respuesta había resultado negativa. El nuevo Consejo quedó constituido así:

1ª Consejera: Hna. Belén de San José, de Málaga.2ª Consejera: Hna. Mª Aurora de la Trinidad, de Granada.3ª Consejera: Hna. Mª Concepción de Jesús, de Úbeda.4ª Consejera: Hna. Mª Dolores del Corazón de Jesús, de Cádiz.

Y con otros temas secundarios y la fi rma de las Actas, se dio por terminada esta VIII Asamblea General de nuestra Federación.

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TRIENIO 2003 A 2006

En la tarde del 26 de noviembre, acabada ya la Asamblea General, que-daron en la misma Casa de Espiritualidad del Espíritu Santo de Sevilla donde se había celebrado, el P. Asesor y las Hnas. Presidenta y Consejeras del nuevo trienio y tuvieron el Primer Consejo del mismo.

Repartieron las áreas de trabajo con el siguiente resultado: Formación y Promoción vocacional, Hna. Aurora; Liturgia y Espiritualidad, Hna. Mª Concepción; Ecónoma y Medios de comunicación, Hna. Belén; Secretaria y Apostolado misio-nero, Hna. Mª Dolores.

La Hna. Presidenta informó que las Presidentas de las cinco Federaciones españolas estaban citadas en Lérida para despedir las Reliquias de Santa Teresi-ta el 20 de diciembre. También rogó que la liberaran de formar parte del Equipo de Refl exión Teológico-Espiritual para poder dedicarse mejor a su cargo de Presi-denta. Se decidió que la sustituyera en el Equipo la Hª Fátima de Sevilla.

Se habló sobre el Archivo de la Federación y se acordó que continuara en Granada a cargo de la Hna. Mª Aurora. Y con esto se dio por terminada la única sesión de este primer Consejo del trienio.

El 14 de enero del año 2004, se reunió por segunda vez el Consejo de la Federación en el monasterio de Sevilla. Se comenzó por releer y profundizar en el Proyecto Trienal aprobado por la Asamblea, estudiando cómo hacer posible este crecimiento y conciencia de comunidades federadas. El P. Asesor hizo hincapié en el tema de la comunión y fraternidad. Se acordó hacer un folleto sobre el Pro-yecto Trienal para cada hermana, a fi n de facilitar su puesta en práctica. El Conse-jo decidió enviar un cuestionario para posibles sugerencias sobre el mismo.

Se trató del tema, también aprobado en la Asamblea, de la preparación de algunas hermanas que puedan impartir cursos. Para ello, se hizo un ruego a las comunidades para que, dentro de sus posibilidades, estén abiertas a ofre-cer alguna hermana a este fi n. Se habló de la Promoción vocacional; del Boletín “Enlace”, al que se decidió cambiar la portada; de la hoja “Noticias en Familia”, rogando a las comunidades envíen con puntualidad a Málaga las que tengan de interés común.

Trabajo prioritario de este Consejo fue programar los Cursos de Formación del trienio, con la selección de profesores. Se volvió a insistir en la convenien-cia de que la Presidenta asista a los Cursos de Formación Inicial. Y se trató del Encuentro de Jóvenes aprobado por la Asamblea. También se dio lectura a las cartas enviadas por las comunidades ofreciendo oraciones y cercanía y algunas sugerencias que se dialogaron. Se visitó a las comunidades de la zona, Sanlúcar la Mayor y Dos Hermanas, con las que se tuvo el encuentro comunitario con el

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Consejo. También con la comunidad de Sevilla, sede del Consejo, se tuvo esta rica y provechosa reunión, tratando en los tres conventos temas de interés sobre la marcha de la Federación.

Un tema planteado en este Consejo fue el de las Actas manuscritas. Cons-cientes del poco tiempo disponible, se acordó que las Actas se hicieran en orde-nador, llevando el número de orden que las identifi que y luego sean encuader-nadas, sustituyendo a los clásicos libros escritos a mano. Y con otros temas de menor relieve se dio por terminado este segundo Consejo.

En abril de este año 2004, la Conferencia Episcopal Española invitó a una Reunión con la Confer a las Presidentas Federales. Las cinco Presidentas carmelitas descalzas de España asistieron a ella en la que se informó sobre los BIC (Bienes de Interés Cultural), para que las comunidades tengan debidamente catalogados sus bienes y registrada la propiedad de los mismos.

En junio de ese mismo año tuvo lugar en París la celebración del 4º Cente-nario del Carmelo en Francia. También estuvo representada nuestra Federación en la persona de nuestra Presidenta, Hna. Mercedes Mª de la Inmaculada, que con las otras Presidentas españolas y una hermana de los monasterios a los que pertenecieron las Fundadoras fueron invitadas a la celebración. Asistió N.P. General con otras personalidades eclesiásticas y de la Orden en los Actos conme-morativos presididos por el Cardenal Lustiger.

El Curso de Formación Permanente de 2004, se celebró en Algarrobo Costa (Málaga) en la Residencia Trayamar, de las Esclavas del Sagrado Corazón, durante los días 25 a 30 de octubre. Lo impartió el P. Miguel Valenciano de la Provincia de Burgos sobre la Beata Isabel de la Trinidad.

Durante los días 29 de noviembre a 2 de diciembre de ese año 2004, tuvo lugar el V Encuentro Interfederal de los Consejos de España con N.P. General Luís Aróstegui. Se celebró en el Santuario de Montserrat (Barcelona), de monjes benedictinos.

N. Padre, después de una rápida relación de los Carmelos del mundo que ha visitado, expuso los dos grandes objetivos de la Orden para el sexenio pre-sente: a) la comunión: ser signo de comunión en la percepción del carisma car-melitano; b) la experiencia de Dios: ser casa y escuela de oración, transmitiendo la experiencia de Dios. También trató las líneas generales del Congreso de Vida Consagrada tenido en Roma.

La Hna. Mª Teresa de Oviedo, anterior Presidenta de Castilla-Burgos, con-tó la experiencia del Carmelo de Acogida de Salamanca que había sido inaugura-do el 21 de octubre anterior. Con el nombramiento de Priora y Consejos y nuevos ofi cios, la Casa está siendo una feliz realidad.

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El Consejo de Navarra habló de las distintas fusiones y reestructuraciones llevadas a cabo en su Federación. Nada se hace a espaldas de la Federación que tiene para ellas una gran fuerza moral.

Se trató de la relación Obispos-comunidades; de la Formación, estudian-do la posibilidad del CITeS como lugar de Cursos Interfederales, viviendo en el Centro en zonas reservadas al efecto, y del Curso Interfederal de Formadoras, que en 2005 termina el segundo ciclo de tres años.

Del 18 al 24 de febrero de 2005, tuvo lugar el Curso de Formadoras de nuestra Federación en la Casa de Espiritualidad de NN. PP. de Úbeda. Lo impartió el P. Gabriel Castro, Provincial de Burgos, sobre el tema “Pedagogía de San Juan de la Cruz”.

A la terminación del Curso y en la misma Casa de Espiritualidad de NN. PP. de Úbeda, se celebró la tercera Reunión del Consejo de la Federación durante los días 24 y 25. Todo el Consejo había asistido al Curso y las Consejeras no necesi-taron hacer viaje especial.

En primer lugar se programó el Consejo Ampliado que debía celebrarse en ese año. Hna. Mercedes Mª, Presidenta, presentó el proyecto de temario que había preparado para ser estudiado en él, y siendo aceptado por las Consejeras, se enviaría a las comunidades para su estudio y añadir posibles sugerencias. Se trató de los Cursos del año. Hna. Mª Aurora informó que dada la apretada agenda de los Profesores señalados, que condicionan la fecha, en el mes de septiembre tendrán que celebrarse los de Formación Inicial y de Formación Permanente uno en cada quincena del mes. Dijo que lo lamentaba y esperaba comprensión por parte de las comunidades.

Se dialogó sobre la petición de la Comunidad de Tánger que desea ser vi-sitada por la Hna. Presidenta. La invitación fue aceptada con agradecimiento por tratarse de una comunidad lejana más necesitada de relaciones fraternas, y se concretó que la Presidenta iría acompañada por la 4ª Consejera, Hna. Mª Dolores del Corazón de Jesús.

Se trató de la página Web de nuestra Federación necesitada de mayor atención; de la confección de un Cantoral propio con textos de nuestro santoral, para facilitar la Liturgia de nuestros Cursos y reuniones; del Encuentro de nues-tras Jóvenes profesas en el que se espera la presencia del P. Camilo Maccise. La Hna. Belén, ecónoma, informó de la compra de un ordenador portátil y un botiquín para llevarlo a los Cursos y reuniones. Y se comentó la Visita cursada a nuestra Provincia por el P. Visitador Luigi Gaetani. El P. Marín, nuestro Asesor, con su habitual espíritu fraterno afi rmó que la unión entre frailes y monjas era una comunión de vida que nos enriquecía mutuamente. Y añadió: “nosotros sin voso-tras no seríamos lo que somos”. Cabría preguntar: ¿Y nosotras sin ellos?

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Y con la visita fraterna y reunión comunitaria conjunta a los monasterios de la zona, se concluyó este Consejo, tercero del trienio.

El 14 de abril de ese año 2005, la Hna. Presidenta anunciaba en circular el próximo Consejo Ampliado y enviaba una encuesta a las comunidades sobre cómo se había realizado el Proyecto Trienal, tema que sería estudiado en dicho Consejo. La víspera de su celebración, 30 de junio, se reunió por 4ª vez el Consejo de la Federación en nuestro monasterio de Sanlúcar la Mayor. El P. Asesor, nues-tro querido P. Marín, no pudo asistir por encontrarse enfermo.

En una única sesión, ya que la fi nalidad de este Encuentro era la prepa-ración del Consejo Ampliado que comenzaría al día siguiente, la Hna. Presidenta presentó el trabajo de síntesis realizado sobre las respuestas de las monjas al cuestionario enviado. Se proyectó el plan de trabajo, horario, etc. y se levantó la sesión para marchar al lugar del Encuentro.

El III Consejo Ampliado de nuestra Federación se celebró durante los días 1 y 2 de julio de 2005 en la Casa de Espiritualidad de los Salesianos en Sanlúcar la Mayor. Dada la ausencia del P. Marín por enfermedad, se invitó para presidir-lo al P. José Damián Gaitán de la Provincia de Castilla con larga experiencia de Asesor de aquella Federación. Asistieron, además del Consejo, las Prioras de 13 monasterios; los tres restantes expusieron las causas que les impedía asistir.

Se había tomado como estudio prioritario del Consejo el Proyecto Trienal. El P. José Damián dijo que contenía cosas prácticas para nosotras pero había que ir más allá, al sentido de nuestra vida. Hizo una profunda y bella exposición basada en Cristo: los Carmelos, y lo mismo se diga de la Federación, tienen que ser sobre todo presencia de Dios, presencia de Cristo. Habló de la espiritualidad de comunión, de la Formación, basándose en la “Vita Consecrata”, dando la pri-macía de toda formación a la vida del Espíritu.

Terminada la conferencia del P. José Damián comenzó el trabajo de gru-pos sobre las respuestas al cuestionario del Proyecto Trienal. El Padre urgió a que no era lo principal contestar taxativamente a las preguntas, sino la comunión en sí misma, el encuentro con hermanas de otras comunidades. Estas ocasiones -dijo- deben convertirse en fuente de gracias. En la puesta en común quedó de manifi esto el empeño de las comunidades por lograr esa “familia de familias” que deseamos sea nuestra Federación. Las conclusiones de los grupos coincidieron en el conocimiento mutuo, en la valoración positiva de las otras, en excluir juicios negativos, perder los miedos, abrirse con transparencia en clima de fraternidad, aceptar las diferencias, y otros. Pedían mayor participación en lo programado por la Federación. Y se valoró prioritariamente la vida de oración, de unión con Dios, como fuente de comunión entre los monasterios.

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Y con la conciencia de sentirnos más unidas en nuestra vocación especí-fi ca y anhelando que nuestro conocimiento y fraternidad vayan en aumento, se terminó este III Consejo Ampliado de nuestra federación en la tarde del día 2 de julio.

Un hecho gozoso para nuestra Federación tuvo lugar el día 24 de julio de 2005, festividad de Santa Cristina. El Obispo de Cádiz, Mons. Antonio Ceballos abría el Proceso Diocesano para la Causa de Canonización de la Hna. Cristina de Jesús Sacramentado de la Comunidad de San Fernando. Asistieron al Acto N. P. Provincial, Francisco Berbell, el Postulador de la Causa por la Orden, P. Ildefon-so Moriones, el Vicepostulador por Andalucía, P. Carlos Quijano, el autor de la Biografía de la Hna. Cristina, P. José Vicente Rodríguez, y otras personalidades eclesiásticas y carmelitanas. La apertura tuvo lugar en la Iglesia de San Fernando de NN. Padres y a ella asistió la comunidad de San Fernando, a la que perteneció la hermana, nuestra Hna. Presidenta, y las Prioras y algunas hermanas de las comunidades de Cádiz y Sanlúcar de Barrameda.

Del 1 al 14 de septiembre se celebró el Curso de Formación Inicial 2005, impartido por el P. Salvador Ros sobre el Libro de Las Moradas de Santa Teresa. Tuvo lugar en la Residencia de las HH. Mercedarias de la Caridad de Cájar (Grana-da). Asistieron 10 formandas, la Hª Presidenta y dos Formadoras.

Fue un curso variopinto: alumnas de El Salvador, Perú, Colombia, Polonia, Kenia y España. Con gran sinceridad comenzaron por confesar su difi cultad para entender a la Santa, lo que fue inmediatamente recogido por el Profesor para ex-poner con claridad y método su lenguaje coloquial y agradable, de mujer a mujer, su inmensa capacidad de interlocutora y transmisora de su pensamiento. Las formandas en esos quince días se familiarizaron con su Santa Madre que se les fue haciendo comprensible e interpelante.

El curso fi nalizó el día 14 de septiembre, por lo que siguiendo la costum-bre carmelitana, en la Misa de clausura renovaron sus votos las que ya eran pro-fesas. Buen fi nal y buen arranque para “comenzar de nuevo con más ánimo y más fervor”.

Obligadas como siempre por la apretada agenda de los profesores, pocos días después se tuvo el Curso de Formación Permanente 2005, del 23 de ese mismo mes de septiembre al 1 de octubre. Lo impartió el P. Severino Mª Alonso c.m.f. sobre el tema “Teología-Cristología de la vida comunitaria; Misterio de co-munión y de comunicación”, y se celebró en la Casa de Espiritualidad “Obispo Medina Olmos” de Guadix (Granada).

En el mes de noviembre, del 28 al 1 de diciembre, tuvo lugar el V Encuen-tro de Presidentas Federales y Primeras Consejeras en Larrea (Vizcaya). En él se informó sobre la Invitación de la Conferencia Española a participar 30 represen-

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tantes de vida contemplativa en el “Encuentro Nacional de Vida Consagrada”, que se había celebrado quince días antes en Madrid, y cuya invitación había sido denegada por la CIVCSVA (Congregación de Institutos de Vida Consagrada y So-ciedades de Vida Apostólica).

Se procuró dar mayor unidad a las distintas Federaciones en cómo afron-tar la realidad de las comunidades, sus problemáticas, líneas de actuación, posi-bilidades. Cómo activar la Propaganda Vocacional, surgiendo la idea de una pági-na Web conjunta, que se podría renovar entre todas rotativamente. Se proyectó el intercambio de Boletines entre las Federaciones. Se habló de la Formación, con Cursos Interfederales de Formación Inicial, de Contabilidad, Archivos y Bibliote-cas. Del CITeS, viéndose viable la posibilidad de organizar cursos para nosotras en los meses de verano. Y de traslados de una Federación a otra y organización de Encuentros Interfederales.

Se propusieron posibilidades para la celebración del Centenario de la Bea-ta Isabel, descartando cursos interfederales sobre ella, pues todas las Federacio-nes lo tenían ya programado.

Y se evaluaron los trabajos del Equipo de Refl exión Teológica-Espiritual y las respuestas recibidas, con lo que se dio por terminado el Encuentro Interfederal.

Y llegadas al año 2006, año jubilar de nuestra Federación, lo estrenamos con un Encuentro de Jóvenes Profesas, que ninguna conoció el nacimiento de la Federación. Ni siquiera la responsable del curso, Hna. Belén de San José, Prime-ra Consejera y Priora de Málaga, estuvo en aquellos inicios lejanos. Ni nuestra Presidenta, Hna. Mercedes Mª de la Inmaculada, Priora de Sanlúcar la Mayor. La Federación tiene ya savia nueva, que ha crecido con conciencia de comunidades federadas. Son jóvenes que se han conocido y tratado en los Cursos de Forma-ción Inicial, que han bebido nuestra espiritualidad de los mejores profesores en un ambiente de diálogo, de fraternidad, de colaboración. El futuro de la Federa-ción promete y las que fuimos parte de aquellos comienzos podemos retirarnos tranquilas y esperanzadas, confi adas en que la antorcha seguirá pasando de mano en mano, yendo “siempre de bien en mejor”.

El Encuentro tuvo lugar durante los días 5 a 11 de febrero de 2006, en la Casa de Espiritualidad de los Salesianos de Sanlúcar la Mayor. Se reunieron 23 jóvenes profesas con la Hna. Belén a la cabeza del grupo. El coordinador y ponen-te de los temas inmejorables: el P. Camilo Maccise, nuevo Provincial de Méjico.

El tema fue ideal para un Encuentro de Jóvenes: “Comunidad y fraterni-dad en la vida consagrada”, dividido en tres grandes apartados:

1) Comunicación y trascendencia humana;2) La comunicación en la vida consagrada;3) La comunicación como camino para la comunión.

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El Padre repartió a las hermanas esquemas para la refl exión y preguntas a las que había que responder para su posterior diálogo en común. Aunque el trabajo fue intenso y las charlas densas de contenido, el P. Camilo supo hacer del Encuentro unos días amenos, prácticos y provechosos, salpicados de anécdo-tas aleccionadoras y con referencias bíblicas, especialmente de San Pablo y San Juan. Todo vivido en un ambiente cordial, entrañable y fraterno.

Un mes después, del 5 al 12 de marzo, en la Casa de Espiritualidad “Tra-yamar” de las Esclavas del Sagrado Corazón en Algarrobo Costa (Málaga) tuvo lugar el Curso de Formadoras 2006 impartido por el P. Francisco Javier Sancho Fermín sobre “Pedagogía de la oración y Camino de Perfección”.

El curso se completó con talleres de trabajo que el Padre repartió entre las hermanas. Ya estos trabajos son habituales en nuestra Federación y cada vez funcionan con más fl uidez y profundidad. La Formación tan deseada es una realidad, que aunque sea susceptible de mejora, ha echado raíces en nuestra Federación.

De Algarrobo a Málaga hay pocos kilómetros, así que acabado el curso el 12 de marzo, esa misma mañana ya estaba reunido el Consejo de la Federación en el monasterio de NN. Madres, donde tuvieron una ágil reunión los días 12 y 13.

La Presidenta y 1ª Consejera, Hnas. Mercedes Mª y Belén, informaron de lo tratado en el Encuentro de Larrea. Se leyeron las cartas recibidas de los monas-terios y se trabajó en la organización de la próxima Asamblea General que se cele-brará este año. Se acordó que el temario tendría de base el Proyecto Trienal sobre el que se elaboró un cuestionario de refl exión para enviar a las Comunidades.

Otro tema que ocupó gran parte del tiempo fue la organización del 25 Aniversario de nuestra Federación, que se cumple el 25 de septiembre de este año. Después de barajar varias posibilidades, se determinó editar un libro conme-morativo que recoja testimonios de aquellos/as que han contribuido a la puesta en marcha y andadura de nuestra Federación, colaboraciones de hermanas, me-moria histórica de los años vividos, fotografías, etc.

Se hizo la visita fraterna a Antequera, único monasterio federado que se encuentra en esta zona, y con la reunión del Consejo con la comunidad que aco-gía, la de Málaga, reunión siempre positiva y enriquecedora, se dio por terminado este quinto Consejo del trienio.

El Curso de Formación Permanente 2006, último del trienio y de este cuarto de siglo, se celebró en la Casa de Espiritualidad “Betania” de San Juan de Aznalfarache, durante los días 23 a 30 de abril. Lo impartió el P. Rómulo Cuartas sobre el tema “Experiencia Trinitaria de Santa Teresa de Jesús”.

Y con el sabor de esta experiencia trinitaria, glorifi cando a la Trinidad, meta última y suprema de todo nuestro caminar carmelita-teresiano-sanjuanista,

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terminamos esta crónica que ha querido ser un canto de alabanza y acción de gracias al Dador de todo bien. “GRACIAS” es el título de este pequeño libro de familia; gracias queremos dar a todos los que nos acompañaron en estos 25 años de andadura fraterna.

Gracias a los Padres Generales Felipe y Camilo que tan cercanos, compro-metidos y constructivos estuvieron siempre en aquellos años difíciles que ellos supieron encauzar, aliviar y sortear. Gracias al actual General, P. Luís, que se mostró en la pasada Asamblea impulsor y animador de las Federaciones, ha-biendo sido de una, Navarra, ferviente Asesor. Gracias a Nuestros Provinciales, PP. Antonio José, Delfín, Serafín, Pedro, Marín, Paco... Todos habéis estado con nosotras, apoyándonos, estimulándonos, prestando vuestra ayuda incondicional con afecto sincero y fraterno. Gracias a nuestros Asesores, PP. José María, Delfín, Marín, que supisteis dar la orientación y animación precisa desde la discreción, cubriendo con amor nuestros yerros y debilidades, unas veces impulsando, otras moderando, siempre hermanos en Asambleas, Consejos, encuentros personales, haciéndoos todo para todas. Gracias a nuestras Presidentas, Hnas. Concepción, Mª Asunción, Mª Victoria, Inmaculada, Mercedes María: os habéis entregado con generosidad, sin ahorrar tiempo y trabajos, habéis puesto en cada momento lo mejor de vosotras, intentando siempre el crecimiento y mejoramiento de nuestra Federación. Gracias a las Consejeras siempre en disponibilidad para cubrir las áreas de trabajo que se os encomendaban.

Gracias, infi nitas gracias a los Profesores, que a pesar de vuestras ocupa-ciones y compromisos, habéis tenido la generosidad de hacer hueco en vuestras agendas para hacernos partícipes de vuestro saber y experiencia, sin tener en cuenta lo reducido, a veces, del grupo al que os dirigíais. Gracias también a nues-tros frailes, nuestros hermanos carmelitas, que pusisteis una y otra vez vuestras personas y vuestros coches al servicio de vuestras hermanas viajeras, que, sin consideración, los llenábamos de paquetes y más paquetes.

Y gracias a esas hermanas anónimas que colaboraron con desprendi-miento y sacrifi cio en los proyectos de la Federación, a aquellas que con constan-cia ejemplar mantuvieron dinámico y enriquecedor nuestro Boletín “Enlace”, con sus artículos, sus crónicas, sus intervenciones siempre oportunas e interesantes. Gracias a ellas nuestro Boletín ha recorrido con nosotras sus 25 años de exis-tencia y ahí queda para el futuro siendo testigo de nuestros comienzos, nuestros gozos y esperanzas, nuestros logros y nuestras frustraciones. Querido Boletín que ha sido verdaderamente “Enlace” entre nuestros monasterios federados y acaba de lanzar en el pasado mes de julio el nº 86 de su publicación.

Y gracias, “que aunque lo digo a la postre es la principal y las abraza a todas”, a la Reina y Hermosura del Carmelo, nuestra titular “Virgen del Carmen”. Ella ha sido la Estrella Polar de esta singladura de 25 años, el Faro luminoso que

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

ha guiado este pequeño barco de nuestra Federación por los mares infi nitos del Carmelo. “Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar.” (A. Machado)

Creo que no hay mejores palabras para terminar esta Memoria Histórica, que hacer mía, poniendo en boca de todas las hermanas de nuestra Federación, la alabanza paulina: “Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bendiciones... para ser santos e irreprochables en su presencia por el amor”. (Ef. 1,1-4).

Mª del Pilar de la Stma. TrinidadSan José del Carmen de Sevilla

Asesores

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La celebración de los veinticinco años de existencia de nuestra Federa-ción nos invita, entre otras cosas, a refl exionar sobre la responsabilidad actual que afecta a los monasterios miembros para responder debidamente a los re-querimientos siempre presentes del Señor y de la Iglesia a las comunidades religiosas a mantener puro y vigoroso su inicio original y su pervivencia en el pueblo cristiano.

Pienso que debemos centrarnos en los dos elementos esenciales en las carmelitas teresianas: la vida de oración (comunión con Dios) y la vida comunita-ria (unión entre las hermanas).

La Santa Madre providencialmente experimentó en sus propias vivencias lo que iba a ser el núcleo de su misión de fundadora; y humildemente podemos constatar que se vive actualmente en sus monasterios, con toda pureza, este núcleo del carisma teresiano.

Nuestra Federación es sensible a lo que la Iglesia y la Orden piden a los Carmelos en el momento presente: atender a las personas que se sienten llama-das al trato con Dios en la oración e interesarlas en el conocimiento de nuestra vida en relación con El; dar a conocer los escritos de nuestros grandes maestros, en breves exposiciones de su doctrina, que no supongan un gasto económico elevado; páginas Web sugestivas, fáciles, de experiencias, historias, biografías; invitaciones a participar en actos litúrgicos, charlas, a la misma oración mental, etc.

Nuestros monasterios quieren actualizar siempre el entusiasmo, la ilu-sión, la entrega, con que la Santa Madre procuró levantar sus “palomarcitos” para el Señor, promoviendo el conocimiento y la amistad con Jesús, y como con-secuencia, el aumento de las vocaciones carmelitanas-teresianas. Todo lo demás se dará como añadidura.

En esta celebración participo con mis entrañables recuerdos y fervientes deseos para la Federación de vida intensa y fructífera.

Afte. Fr. José Mª Muñoz Cuenca.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Aunque considero que muy poco o casi nada he tenido parte en la anda-dura de la Federación Virgen del Carmen de Andalucía, aporto mi colaboración ante vuestra reiterada petición. La Erección Canónica de la Federación fue el año 1981. Y a los tres años –1984– me “hicieron volar al Carmelo Argentino”. Por lo tanto la Federación estaba aún en pañales. Si mal no recuerdo, sólo colaboré en la renovación litúrgico-musical en algunas reuniones de formación.

No obstante, agradezco vuestra delicada invitación y os felicito muy cor-dialmente por las Bodas de Plata de este camino iniciado en el Carmelo Andaluz. Un camino marcado, sin duda, por “luces y sombras” – así es el camino de la vida - pero la “luz” ha imperado sobre las “sombras”, porque “Dios es luz sin tiniebla alguna” y la Federación es ciertamente obra de Dios.

Me uno a vuestra Acción de Gracias.Que el Espíritu continúe fortaleciendo la unidad en el amor de los Carme-

los Andaluces, con la esperanza – es hermoso “soñar” - de que la Federación la integren todos los Carmelos de nuestra querida y alegre Andalucía en donde nuestra Santa Madre Teresa tantas contradicciones sufrió pero también, tanto gozó.

Fr. Carlos Quijano Sánchez, o.c.d.

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“La Sede Apostólica recomienda las Federaciones u otras formas de Asociaciones “. Así fi rmó el Papa Juan Pablo II el número 209 de las Constitu-ciones aprobadas en 1991. Es, pues, deseo de la Iglesia que los monasterios de monjas de clausura vivan federados. Y esto por una doble razón: para una mejor Comunión y para ayuda recíproca.

No cabe duda que estamos más unidos cuanto mejor nos conocemos. Si entre dos monasterios hay diálogo y comunicación, si intercambian toda clase de acontecimientos, esto provoca más unión y más amor. Si además son capaces de intercambios de personal, entonces la unión llega a su momento cumbre. Esto no siempre es posible, debido a la falta material de personal.

Si la unión de estos dos monasterios la extendemos a toda la Provincia, tenemos la llamada Federación/Asociación. Hay intercomunicación de ideas y acontecimientos. Antes apenas se comunicaban más que las fallecidas. Hoy, sin olvidar este deber cristiano, se hace llegar a todos los monasterios las tomas de Hábito, las Profesiones, las enfermedades, las Bodas de Oro o de Platino. Todo es importante para quien ama al Señor. Y es justo y necesario darle gracias por todo.

Veinticinco años de existencia es ya motivo de agradecimiento. Por esto nos agrada celebrar con vítores los cumpleaños de cada miembro de la Comunidad. Si al simple hecho de la existencia añadimos el entramado de dones y acontecimientos a lo largo de tantos años, nos encontramos con un mosaico de maravillas que nos invitan a la alabanza y al agradecimiento. Alabanza y agradecimiento en primer lugar a Dios, pero también a los dele-gados que el mismo Dios nos ha enviado.

Entre ellos recuerdo singularmente a dos: Felipe Sainz de Baranda y Camilo Maccise. Los dos generales de la Orden durante doce años ininterrum-pidos cada uno. Prácticamente los que tiene de vida la Federación. Durante el generalato del P. Felipe tuvo lugar la aprobación de las Constituciones en cuyo número 209 se aconsejan las Federaciones. Como criatura pequeña necesitaba cuidados especiales. Y eso es lo que hicieron los dos Generales. Recuerdo haber asistido a muchos cursillos de Formación y Asambleas, siempre con un temario extraordinario de Formación y de vida. No solamente explicaban con toda lucidez cualquier punto de las Constituciones, sino que buscaban los fundamentos de los mismos, tanto en las Sagradas Escrituras como en nuestros Santos Padres.

Sólo queda convertir en vida lo que en tantas ocasiones hemos es-cuchado. Los cursillos nos han abierto los ojos hacia la verdadera Doctrina,

RECUERDOS DE AYER

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

vemos de otra manera. Yo diría, de una manera más limpia y más inteli-gente. Por tanto más agradable a Dios. También nos han aprovechado las distintas costumbres de cada monasterio.

Que los veinticinco años no sólo sean un motivo de acción de Gra-cias mirando al pasado, sino un verdadero renacer en el futuro, hacia el auténtico Camino de Perfección.

L A U S D E O.

Delfín Villa

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APRENDIENDO A SER ASESOR

En la Asamblea General de 1997 de la Asociación “Virgen del Carmen” de Carmelitas Descalzas de Andalucía-Badajoz fui elegido Asesor, a pesar de no estar muy conforme y alegar mis ocupaciones de Provincial. Fui a la Asamblea como Provincial acompañando al entonces P. General, Camilo Maccise, desde el aeropuerto de Jerez. Se me insistió para que participara en las sesiones (“estaba feo” que me quedara fuera). Con el visto bueno del P. Camilo, de la entonces Presidenta, Mª Victoria de San José, y de la Asamblea asistí como oyente. No sé si esto infl uyó en las asambleístas a la hora de elegir Asesor (el verme allí tan cerca), ya que, aunque la votación fue reñida, al fi nal salí elegido y no valieron mis “peros”, porque fue el mismo P. Camilo el que insistió en que lo podría hacer y combinar con el Provincialato etc. etc. O sea: que al fi nal, acepté.

No sabía mucho realmente de la Asociación, aunque había visitado a mu-chas comunidades en el año y medio que llevaba de Provincial. Así que empecé desde entonces a conocerla en su realidad y en su funcionamiento.

En seguida me di cuenta de lo que me parecía una gran contradicción, y con esto no quiero culpar a nadie: Por todas las comunidades de la Asociación que pasaba, se tenía claro que esperaban mucho de la Asociación, sobre todo en ayuda de personal etc.; pero luego, cuando me metí en los entresijos de su funcio-namiento desde el Consejo, vi que la Asociación “no puede hacer nada”, porque no se la ha facultado para nada, o para muy poco, desde los mismos estatutos aprobados en su momento por las comunidades asociadas. Eso sí: Hablar, dialo-gar, interceder ante unas a favor de otras... organizar cursos, muy determinados en destinatarios y frecuencia... Pero... ¡nada más! Pese a que, desde otro punto de vista, ya sea bastante.

Esto era para desanimarse, para tirar la toalla... Pero en seguida me im-pactó el ver que, tanto por parte de la recién elegida Presidenta, Inmaculada de San Elías, como de su Consejo, había un gran deseo de trabajar, de aunar voluntades, de contentar, de mejorar e ir hacia delante... pero sin precipitaciones. Despacio, pero seguro.

Ante este panorama, me parecía que todos pensábamos y soñábamos en las ramas, las fl ores y, sobre todo, los frutos de un árbol corpulento y grandioso, que era la Asociación, pero, árbol, que, a pesar de todo, aún no tenía apenas raí-ces. El absurdo parecía estar no en “pedir peras al olmo”, como tantas veces se dice, sino hasta en pedir hojas y sombra para cobijarse y refrescarse a un olmo que no está bien enraizado. Y desde el Consejo se vio, con muy buen acuerdo, el trabajar en echar raíces, cuidar las relaciones, buscar el mayor consenso en todo, no precipitarse en propuestas o decisiones. Si algunas comunidades eran reacias

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

a innovaciones y cambios: potenciar al máximo el diálogo, el trato con la Presi-denta y su Consejo, el conocerse bien, comprenderse y amarse mucho más... Y si eran muy rápidas en avanzar e innovar: pedirles un poco de calma, amasada en la artesa de la oración y amorosa paciencia.

¡Y todo esto se ha ido haciendo con la colaboración admirable de todas las comunidades! En todo esto ¡Qué ejemplo más elocuente he recibido en los nue-ve años de mi asesoría por parte de las Presidentas, de las Consejeras y de las comunidades! Esto basta para entonar una Acción de Gracias al Todopoderoso, como se quiere hacer con este libro.

A partir de estos intentos, que siempre habían estado patentes desde el principio de la Asociación, fue necesario más tiempo, más trienios (sin impor-tar el vernos un poco atrasados en relación a los logros conseguidos por otras Federaciones)... y ya empezaron a verse cosas, cambios concretos, que se fue-ron aceptando sin gran difi cultad: se comenzó a ver la conveniencia del Consejo Ampliado, de la visita fraterna de la Presidenta a las comunidades... ¡siempre intentando echar raíces y abrir caminos...! Me pareció entonces deseable, y así lo expresé, que saliesen de la Asociación las comunidades que no estaban contentas, o se sentían traumatizadas, o simplemente sufrían porque, a su juicio, no podían responder mínimamente a su condición de asociadas. Así podría aliviarse ese ma-lestar para las comunidades en cuestión y en defi nitiva para todas las demás y la Asociación misma. Veía preferible contar al menos con comunidades que querían a la Asociación y confi aban en ella. No tenía que importar el número.

Aunque mi postura en el tema no tuvo nada que ver, de hecho, empe-zaron las salidas. Pero había que decir “Amén” y seguir adelante por amor a la Asociación y por ese deseo inmenso de echar raíces y construir algo nuevo, que no puede llegar si el grano de trigo no cae en tierra y muere. La cuestión es que asistimos a desgarros dolorosos. Todos sabemos que sin dolor y sufrimiento ni se crece, ni se madura. Así que se siguió adelante y en ello se está.

Esto es normal en todo ser vivo, y demuestra que la Asociación, en aras de esa vida que tenía, comenzó a revitalizarse: pasó a ser Federación, se lograron hacer algunos cambios signifi cativos en los estatutos; los Consejos Ampliados contribuyeron al acercamiento, colaboración y entendimiento en muchos temas candentes para las comunidades: se abría paso la idea de funcionar con un Pro-yecto Trienal, que fi nalmente pudo ver la luz, después de intenso trabajo y apor-tación de todas...; se ha ido afi anzando cada vez más la colaboración y armoniza-ción con las restantes Federaciones y Asociaciones de Carmelitas Descalzas de España e incluso de otras naciones cercanas o afi nes... Eso son buenas ramas, hojas, fl ores y frutos de este árbol, aunque queda por llegar lo más esperado y sabroso. Pero... ¡llegará!

Es verdad que quedan muchas cosas por hacer, mucho camino por reco-rrer... pero ya se cuenta con las voluntades, que no es poco. Lo demás lo pondrá el Señor de la Historia en el momento oportuno, y no sin la intervención de la Madre del Carmen, que sabe siempre pedir a su Hijo lo que nos falta, como pidió el vino en Caná.

Concluyendo mi visión actual de la Federación creo que estamos en un momento bueno. Hay buen entendimiento, se han echado bastantes raíces, hay bastante buen equilibrio en la combinación del siempre difícil ritmo entre las nue-vas generaciones y las anteriores... En una palabra: todos debemos dar gracias a Dios por esta realidad que ahora tenemos, que se presenta prometedora, que es un gran don de Dios a las Carmelitas Descalzas de Andalucía-Badajoz, y un gran logro, fruto de las distintas trabajadoras de esta viña que se han ido incorporando al trabajo en distintos momentos de esta larga “jornada” de 25 años. Pablo sem-bró, Apolo regó... pero es Dios el que ha dado el crecimiento y a quien sean dadas gracias por infi nitos e infi nitos siglos.

Fr. José Fernández Marín, OCD.

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a innovaciones y cambios: potenciar al máximo el diálogo, el trato con la Presi-denta y su Consejo, el conocerse bien, comprenderse y amarse mucho más... Y si eran muy rápidas en avanzar e innovar: pedirles un poco de calma, amasada en la artesa de la oración y amorosa paciencia.

¡Y todo esto se ha ido haciendo con la colaboración admirable de todas las comunidades! En todo esto ¡Qué ejemplo más elocuente he recibido en los nue-ve años de mi asesoría por parte de las Presidentas, de las Consejeras y de las comunidades! Esto basta para entonar una Acción de Gracias al Todopoderoso, como se quiere hacer con este libro.

A partir de estos intentos, que siempre habían estado patentes desde el principio de la Asociación, fue necesario más tiempo, más trienios (sin impor-tar el vernos un poco atrasados en relación a los logros conseguidos por otras Federaciones)... y ya empezaron a verse cosas, cambios concretos, que se fue-ron aceptando sin gran difi cultad: se comenzó a ver la conveniencia del Consejo Ampliado, de la visita fraterna de la Presidenta a las comunidades... ¡siempre intentando echar raíces y abrir caminos...! Me pareció entonces deseable, y así lo expresé, que saliesen de la Asociación las comunidades que no estaban contentas, o se sentían traumatizadas, o simplemente sufrían porque, a su juicio, no podían responder mínimamente a su condición de asociadas. Así podría aliviarse ese ma-lestar para las comunidades en cuestión y en defi nitiva para todas las demás y la Asociación misma. Veía preferible contar al menos con comunidades que querían a la Asociación y confi aban en ella. No tenía que importar el número.

Aunque mi postura en el tema no tuvo nada que ver, de hecho, empe-zaron las salidas. Pero había que decir “Amén” y seguir adelante por amor a la Asociación y por ese deseo inmenso de echar raíces y construir algo nuevo, que no puede llegar si el grano de trigo no cae en tierra y muere. La cuestión es que asistimos a desgarros dolorosos. Todos sabemos que sin dolor y sufrimiento ni se crece, ni se madura. Así que se siguió adelante y en ello se está.

Esto es normal en todo ser vivo, y demuestra que la Asociación, en aras de esa vida que tenía, comenzó a revitalizarse: pasó a ser Federación, se lograron hacer algunos cambios signifi cativos en los estatutos; los Consejos Ampliados contribuyeron al acercamiento, colaboración y entendimiento en muchos temas candentes para las comunidades: se abría paso la idea de funcionar con un Pro-yecto Trienal, que fi nalmente pudo ver la luz, después de intenso trabajo y apor-tación de todas...; se ha ido afi anzando cada vez más la colaboración y armoniza-ción con las restantes Federaciones y Asociaciones de Carmelitas Descalzas de España e incluso de otras naciones cercanas o afi nes... Eso son buenas ramas, hojas, fl ores y frutos de este árbol, aunque queda por llegar lo más esperado y sabroso. Pero... ¡llegará!

Es verdad que quedan muchas cosas por hacer, mucho camino por reco-rrer... pero ya se cuenta con las voluntades, que no es poco. Lo demás lo pondrá el Señor de la Historia en el momento oportuno, y no sin la intervención de la Madre del Carmen, que sabe siempre pedir a su Hijo lo que nos falta, como pidió el vino en Caná.

Concluyendo mi visión actual de la Federación creo que estamos en un momento bueno. Hay buen entendimiento, se han echado bastantes raíces, hay bastante buen equilibrio en la combinación del siempre difícil ritmo entre las nue-vas generaciones y las anteriores... En una palabra: todos debemos dar gracias a Dios por esta realidad que ahora tenemos, que se presenta prometedora, que es un gran don de Dios a las Carmelitas Descalzas de Andalucía-Badajoz, y un gran logro, fruto de las distintas trabajadoras de esta viña que se han ido incorporando al trabajo en distintos momentos de esta larga “jornada” de 25 años. Pablo sem-bró, Apolo regó... pero es Dios el que ha dado el crecimiento y a quien sean dadas gracias por infi nitos e infi nitos siglos.

Fr. José Fernández Marín, OCD.

Presidentas

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Muy queridas Hermanas:Con motivo de la invitación que me hace M.

Mercedes María, Presidenta Federal, de enviar unas líneas de recuerdo para conmemorar el inicio y tra-yectoria de la entonces Asociación. Os remito unas instantáneas fraternas tomadas desde el corazón,

vivencias muchas veces anónimas, de la misión que, por entonces, me encomen-dó el Señor.

En los inicios de nuestra Asociación, tuvimos las Reuniones de Consejeras en nuestro Monasterio de Dos Hermanas (Sevilla), de donde nuestra querida Hermana Concepción, primera Presidenta, era conventual. Fuimos acogidas por María José y Cdad.; en todas ocasiones con desbordante y sencilla fraternidad, procurando, detalladamente, que nos sintiéramos en nuestro Carmelo, merecien-do toda nuestra gratitud y cariño.

Más tarde fuimos recibiendo invitaciones de las demás Comunidades, y en aquellos años visitamos casi todos los Monasterios. Nuestro proyecto trienal era conocemos y acercamos más por aquello de la Sta. Madre... ‘‘Todas han ser amigas, todas se han de amar y ayudar...” Fue un estímulo muy gratifi cante cons-tatar su cariñosa acogida, disponibilidad y amor a nuestra querida Orden, un au-téntico refl ejo del Carisma de la familia Teresiana - Sanjuanista.

Una de las vivencias que más me impactó y enriqueció fue conocer a Ntras. Madres y Hermanas de Sevilla, donde el paso de la Sta. Madre dejó espe-ciales aromas de orientación y clima teresiano. M. Herminia, Pilar y Mª Inés... me ayudaron mucho en la nueva empresa, siempre que tuve el regalo del Señor de pasar unas jornadas, u horas, de estancia en la 11ª fundación teresiana. Al fi nal de mis actuaciones, oí gozosa, de M. Herminia, una espontánea aprobación sobre la trayectoria del trienio, que le agradecí en el alma.

Encontré en todos los Monasterios el sabor de las enseñanzas y costum-bres teresianas: el espíritu de hermandad, solidaridad y trabajo monástico en clima de oración, así como que habían topado con el manantial del agua viva que da fertilidad a nuestras vidas de Hijas de Teresa de Jesús en la Eclesiola de esta región Bética... “por lo mucho que aprovecha a la Iglesia un poquito de este puro amor...” - Cántico Espiritual. C.B. - Cn. 29

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Por justifi cadas causas de ayuda entre los Carmelos, se llevaron a cabo varios traslados, más bien de carácter temporal y, pude apreciar en las Hermanas su comprensión y disponibilidad; así como en los miembros de la Jerarquía de la Iglesia, a quienes había que pulsar su parecer y aprobación: Sr. Obispo de Vitoria, Arzobispo de Granada y Vicario de Religiosas de Sevilla que, nos ofrecieron su paternal colaboración con todo afecto y deseo de facilitar los trámites.

Quedarían incompletas estas instantáneas, a que me refería al principio, si no hiciera constar la valiosa ayuda de Ntro. P. Asesor José María Muñoz Cuenca. O.C.D. que, con su gran equilibrio, supo conducimos con una admirable aleación de libertad y consejo muy centrada en el carisma fundacional de nuestros Palo-marcicos Teresianos

Desde el Carmelo de Jaén, con mi cariñoso recuerdo y fraternal abrazo

María Asunción de la Eucaristía.27 de Agosto de 2006

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AMBIENTACION:

No me resulta fácil poner palabras a lo vivido durante aquel período de nueve años. Fue una tarea tan novedosa como ardua y que vista desde el ahora fue una experiencia muy positiva donde aprendí a ha-

APORTACIÓN HISTÓRICATESTIMONIAL

cer muchas cosas y a dejar de hacer otras.Desempolvando la memoria histórica revivo aquel lejano septiembre,

durante los días del uno al cinco de 1988, en los que la Asociación Virgen del Carmen de Andalucía celebró en el Centro Diocesano de Espiritualidad “Obispo Medina Olmos” de Guadix (Granada) la III Asamblea General.

La Presidenta, Hna. Mª Asunción, tuvo la feliz idea de invitar al P. Gene-ral de la Orden, Felipe Sáinz de Baranda, para presidir nuestra Asamblea. Era la primera vez que un General lo hacía y constatamos que fue un gran acierto por-que dada su experiencia, dio al desarrollo de la misma un giro de ciento ochenta grados en cuanto a su dinámica y ambientación, creando un clima fraterno de co-munión y serenidad. Esta realidad quedó perfectamente descrita por el P. Asesor, José Mª Muñoz Cuenca, al prologar el folleto en el que se recogían los trabajos de aquellas jornadas:

“Más que “prólogo”, yo titularía estas páginas con el término: AGRADECIMIENTO.

Y esto por las siguientes razones:

* Haber permitido Nuestro Padre General que sus hijas de la Asociación Virgen del Carmen de Andalucía le robasen tanto de su valioso tiempo, exclusivamente dedicado

a ellas, en la ciudad de Guadíx.

* Por su derroche de amabilidad, sabiduría (ciencia y experiencia), humildad...

* Porque con su presencia, la Asamblea se sintió como transformada, renacida, inspi-rada en teresianismo católico rompiendo el cascarón de lo local y egoísta, sin dejar de

amar y apreciar intensamente lo propio y familiar de cada casa.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

* Por la paz, seguridad y confi anza que esta misma presencia emanaba de sí, conta-giando y conquistando.

Tratando de resumir, y sobre todo, de sugerir para dar en el clavo, yo digo, que los días de la Asamblea en Guadix, luz y calor, fueron un PENTECOSTÉS TERESIANO.

Por eso:

Muchas gracias, Padre Nuestro”

En este ambiente recibí el testigo de manos de la Hna. Mª Asunción de la Eucaristía., siendo Provincial el P. Serafín Puerta Pérez y Asesor el P. José Mª Muñoz Cuenca, con pasos temblorosos, por el camino ya abierto pero con mucho por conocer comenzamos la andadura del trienio 1988 – 1991.

Desde el amplio horizonte abierto en la asamblea, una vez más, el tema de la Formación en las Comunidades, fue uno de los objetivos principales del Consejo que ya venía abriéndose camino desde la primera Asamblea según se recoge en este párrafo de las Actas del Consejo celebrado en Dos Hermanas en Enero de 1984:

“Se insistió mucho sobre la posibilidad de que las comunidades realicen un esfuerzo y ajusten su horario a fi n de poder disponer de la tarde como una dedicación especial a la Formación. Dijo nuestro P. Asesor cómo esta distribución de tiempo reper-cute en el buen funcionamiento de la comunidad, valorando siempre el bien espiritual sobre el excesivo trabajo. En algunos Monasterios se lleva esta organización a cabo con magnífi cos resultados.”

En la mayoría de nuestras comunidades no se tenía mucha conciencia de la importancia de este “ajuste de horario” como para dedicar un espacio de tiempo sufi cientemente amplio a la Formación Permanente y hablo desde la ex-periencia de mi comunidad donde esta voz de alerta tuvo una resonancia muy positiva.

Sin embargo, para la Asociación, no fue un trienio fácil en el campo de la Formación dado el clima que en ese momento vivíamos a nivel de Orden en com-pás de espera de un texto defi nitivo de Constituciones, hecho que tuvo una fuerte incidencia negativa en muchos aspectos.

Lo más relevante de este trienio referente a la formación fue el Cursillo a las Prioras, impartido por N. P. General Felipe Sáinz de Baranda, a petición de las asambleístas, del 17 al 20 de agosto de 1989 en el Centro Diocesano de Espiritualidad “Obispo Medina Olmos” Guadix (Granada).

Fuera del campo de la formación, se estrenó el cargo de la Secretaria Técnica cuyo primer cometido fue comenzar a recopilar documentos, bastantes dispersos, para organizar el Archivo de la Asociación. Tan enorme tarea sólo pudo comenzarse.

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IV ASAMBLEA GENERAL Por deseo expreso de la Asamblea anterior, de nuevo entre nosotras el P.

Felipe, ya libre del cargo de General, presidiendo esta IV Reunión, celebrada en el Centro Diocesano de Espiritualidad “Obispo Medina Olmos” de Guadix (Grana-da) del 1 al 5 de Octubre, y Asesor el P. José Mª Muñoz Cuenca.

Las palabras de saludo y apertura que nos dirigió el P. Felipe ponen de manifi esto el contexto histórico en el que se celebró esta Reunión:

“Han pasado sólo tres años, poca cosa en la existencia de una Institución; pero han sido tres años muy importantes, transcendentales, en la historia de la Orden y por tanto en la vida de la Asociación.

Recordando superfi cialmente la historia de la Orden en este trienio baste seña-lar en este momento un hecho importante de cada año sin entrar en detalle.

• 1988: la Plenaria de la CRIS (noviembre-diciembre)

• 1989: la elaboración del nuevo texto de las Constituciones.

• 1990: la aprobación de las Constituciones del grupo de los 92 monasterios

• 1991: la larga espera de la aprobación del texto de las Constituciones preparado por la Orden.

Tres años vividos intensamente, con momentos de grande esperanza y alegría y con horas de dolor dramático. Tres años, por lo tanto, que han estado marcados por unos signos fuertes:

• signo de permanente tensión y espera.

• signo de desorientación e incertidumbre en las Comunidades.

• signo de división y escándalo a nivel de Iglesia.

• signo de unidad, por reacción en la Orden.

• signo de inquietud por el futuro de la Orden.

Era el cuatro de Octubre cuando una llamada telefónica de N. P. General, Camilo Maccise, comunicaba al P. Felipe que nuestras Constituciones habían sido aprobadas el día 17 de Septiembre del año en curso festividad de San Alberto de Jerusalén.

“...y procuren ir comenzando siempre...”

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Ese fue nuestro deseo ante la panorámica que se divisaba al iniciar el trienio 1991 – 1994, ya con el nuevo texto constitucional.

La Formación, no como iniciativa sino como continuidad, dio pasos im-portantes con la programación de Cursos, insistiendo a su vez, en la toma de conciencia para que esta Formación fuera no sólo a nivel teórico de información y cultura sino para la vida y para hacerla vida en la propia comunidad procurando que la prestación de estos apoyos fuera preparando a los monasterios para ser también autónomos en la Formación.

En Mayo de 1992, se celebró el I Encuentro Interfederal de los Con-sejos de España con N. P. General, Camilo Maccise, en Madrid, en la Casa de las Hermanas del Amor de Dios. Teniendo como principal tema el estudio de las Constituciones

De este encuentro conservo dos recuerdos imborrables: El encuentro con nuestras hermanas de Alba y visita al Sepulcro de nuestra Santa Madre y en Se-govia veneración del Cuerpo de nuestro Santo Padre, no en el sepulcro, sino muy a nuestro alcance, nunca mejor dicho pues aún mantengo viva en mi mano aquel halo misterioso al tocar su rostro cubierto con un paño blanco

Queriendo unifi car criterios y mantener esa línea de continuidad y mentali-zación tan importante en la Formación el Consejo pidió al P. Felipe los dos cursos que ya habían sido aprobados en la Asamblea:

En Junio de 1992, el curso para Formadoras dado en la Casa de Oración, “Ntra. Sra. de Guadalupe” de Gévora (Badajoz), al que asistieron hermanas de otras Federaciones, y en Mayo de 1993 en el Centro Diocesano de Espiritualidad “Obispo Medina Olmos” de Guadix (Granada) impartió el curso para las Jóvenes, abierto a otras Asociaciones.

De este curso sacamos una gran experiencia para no cometer los mismos errores en sucesivos encuentros.

Con otros muchos trabajos y acontecimientos que no son para relatar fi -nalizó el trienio. La Asociación junto con los años también iba acumulando ex-periencia.

V ASAMBLEA GENERAL

Esta V Asamblea estuvo presidida por N. P. General, Camilo Maccise, y Asesor, el P. Delfín Villa. Se celebró en la casa de Ejercicios “La Inmaculada” del Puerto de Santa María (Cádiz) del 7 al 11 de noviembre de 1997.

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Y... de nuevo aquí nos tienen con el presentimiento, hecho pronto reali-dad, de que el trienio 1994 – 1997 no iba a ser fácil. Aquí confi eso públicamente que hacia dentro y hacia fuera estuvo marcado por la cruz de acontecimientos y experiencias de los que nunca se leerán una reseña.

De nuevo la puesta en marcha por parte del Consejo que programó el plan de formación

Los cursos impartidos fueron:•Tres de Formación Inicial, dos de Formación Permanente y el de Formadoras

Para terminar con el apartado de Formación y como iniciativa de los respectivos Consejos, publicamos varios libros recogiendo los temas tratados en algunos cursos:

• “Figura y Misión de la Priora C. D.” P. Felipe Sáinz de Baranda o.c.d.• “La Guía práctica de la Maestra de Novicias” P. José Mª Muñoz Cuenca o.c.d.• Cuaderno : “ENCUENTRO”• “La Formación Inicial en el Carmelo Teresiano” P. Felipe Sáinz de Baranda o.c.d. • “Creados para Alabar” P. Manuel Diego o.c.d.• Un número extraordinário con motivo del no 50 de Enlace

Mención aparte merecen, por la entrega generosa e incondicional de N. P. General Camilo Maccise, las siguientes reuniones:

• El II Encuentro Interfederal de los Consejos de España

Durante estos mismos días y con la presencia de nuestro P. General cele-bramos también el Consejo de nuestra Asociación.

• I Encuentro de Presidentas Federales• II Encuentro de Presidentas Federales

Y como nueve años dan para mucho, en todos los sentidos, tuvimos la inmensa suerte de celebrar grandes acontecimientos de la Orden:

• “El Centenario de la muerte de nuestro Santo Padre”, con la inicia-tiva de un Concurso sobre tan gran fi gura de: Teatro, poesía, canciones, pintura, juegos y pasatiempos. Los trabajos premiados fueron publicados en un número extraordinario de Enlace con prologo del P. Felipe, cuyo contenido y palabras, tie-nen plena actualidad.

• Apertura del primer Centenario de Santa Teresita • “Doctorado de Santa Teresa del Niño Jesús”, experiencia recogida

en un Boletín extraordinario.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

• Canonización de Teresa de los Andes

No menos importante fue dejar a la Asociación inscrita en el Registro de Entidades Religiosas como un “ente jurídico” y con el Código de Identifi cación Fis-cal. También se dio por terminada la organización e informatización del Archivo.

Un acontecimiento tan importante como novedoso en aquellos momentos fue la llegada de las hermanas de Colombia a la comunidad de Sanlúcar la Mayor. La falta de vocaciones se hacía palpable en la misma vida de la Asociación, había que buscar savia nueva. Siempre vi y defendí como un signo positivo y enrique-cedor la incorporación de vocaciones de otros países. Pienso que la calidad de una vocación no depende del país de procedencia sino de la Formación que se le imparta, sobre todo con la vida, en su propia comunidad.

Tal vez, porque resulta más fácil compartir lo hecho, estructuras y orga-nización que las experiencias de vida, hasta ahora no he hablado de otra cosa, cuando además de lo dicho y por encima de ello, lo más enriquecedor de esa etapa fue la relación personal mantenida, a través del teléfono y la corresponden-cia, con las comunidades y otras Federaciones de las que recibí mucho más de lo que pude ofrecer.

Termino esta reseña renovando mi gratitud hacia los Padres Felipe, Ca-milo y Asesores sin cuya ayuda, orientación y apoyo en este camino tan largo como desconocido, y con no pocos escollos, no habríamos dado un paso los res-pectivos Consejos.

Mª Victoria de San JoséCarmelo de San José Antequera

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¡NUESTRA FEDERACIÓN!Mi Testimonio

Para quienes hemos trabajado tan de cerca por la Federación, considerada como algo propio, y pusimos a su servicio muchas de nuestras mejores energías, ce-lebrar el 25 aniversario de su erección canónica supone un gozo profundo y sereno; un motivo para dar gracias al Señor desde lo más íntimo del corazón. Su historia

nos pertenece. Ya no podemos recordarla sin ver refl ejada en su memoria mucho de lo vivido por nosotras y por nuestras comunidades.

Al invitarme Hna. Mercedes Mª, nuestra Presidenta, a poner por escrito el testimonio de lo vivido en los años que me tocó estar al frente de la Federación, me decía deseaba fuese algo cercano, desde la experiencia, ya que todo lo acontecido está recogido en las Actas y demás; procuraré hacerlo en esta dirección y trataré de sintetizar

A modo de preludio, quiero recordar cómo ya, desde los años setenta y cuatro o setenta y cinco, se acariciaba en mi comunidad esta posibilidad de formar parte de una Asociación de nuestros Carmelos andaluces. A ello nos alentó y orientó de forma positiva nuestro querido P. Pedro del Niño Jesús (Iñiguez de Heredia). Su ayuda fue inestimable en aquellos tiempos en que las comunidades sólo nos conocíamos por referencia y era normal que existiesen también prejuicios. Se puede decir que ya estábamos mentalizadas del bien de caminar unidas, y de que esto era deseo de la Iglesia, cuando en mayo de 1978 salió aprobada por unanimidad la votación de la comunidad, requerida para formar parte del grupo de monasterios que solicitaba a la Congregación la erección de la Asociación. Todo esto supuso un largo proceso, anterior y posterior, con la colaboración de todas las comunidades, especialmente en la redacción de los Estatutos, hasta su aprobación en septiembre de 1981.

Mi primer contacto personal, de forma más directa con la Asociación, ahora constituida en Federación, empezó el año 1988 en Guadix, asistiendo como delegada de la comunidad a aquella III Asamblea que presidió el P. Felipe Sáinz de Baranda, entonces General de la Orden, y que creó tantas y tan buenas expectativas en nues-tros Carmelos.

Desde la Asamblea del año 1994, como Consejera, y luego cuando me tocó, como Presidenta, llevar el timón de esta Nave, pude constatar que la labor del P. Felipe estaba dando su fruto. Él, con su palabra y su gran autoridad moral, había con-seguido mentalizar a las comunidades sobre la necesidad de la formación. Aunque aún había alguna que otra ola un poco encrespada, y se empezaba a notar con fuerza

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

la falta de nuevas vocaciones y la subida de la edad media en las comunidades, sin duda se habían dado pasos muy buenos y se miraba al futuro con esperanza.

Acepté de todo corazón la elección de la Asamblea como expresión de la Vo-luntad de Dios, confi ando en “que no deja de ayudar a quién por sólo Él se determina”. Mi objetivo fue no perder lo ya logrado, y seguir de bien en mejor, de forma que, poco a poco, se fuese consolidando nuestra Federación. Para ello me pareció importante caminar unidas y sin tensiones, respetando el ritmo y las decisiones de cada comuni-dad; manteniendo la unidad en medio de una legítima diversidad -entonces bastante notable-, aunque para esto tuviésemos que ir despacio.

Desde el primer momento, y en los dos trienios, encontré la mejor ayuda y colaboración en las hermanas que formaron el Consejo, y en el P. Marín como Asesor. También me sirvieron de estímulo: el cariño y la confi anza de las Comunidades, el res-paldo de mi propia comunidad y el apoyo y seguridad de la palabra del P. Camilo, como General de la Orden, siempre cercano y disponible, orientando los pasos de nuestra Federación hacia esa fi delidad creativa que, cimentada sobre los valores esenciales, puede dar nueva vitalidad al carisma.

Pienso que, en estos años de travesía, la Federación ha ido creciendo y madurando. Hemos visto despuntar los frutos de los encuentros y cursos, traducidos en unión y fraternidad, como resultado del mutuo conocimiento. Cada comunidad, o hermana, podría decir su experiencia en este campo.

Considero también muy importante la aprobación, en nuestros Estatutos, de la posibilidad de convocar un Consejo Ampliado con participación de las Prioras; así como el clima de confi anza, cariño, respeto y colaboración en que se han desarrollado los tres que hemos celebrado. Igualmente, me vienen a la memoria algunos aconteci-mientos y pequeños logros, que omito por no alargar esta crónica.

Pero, como toda obra humana, en cada etapa la Federación se ha ido abrien-do camino en medio de difi cultades y temores. En estos años hubo altas y bajas: una comunidad se nos unió y cuatro desembarcaron. La experiencia se encargó de demostrar que sin tensiones es difícil seguir dando pasos.

Es nuestra historia, y en lo que me ha tocado más de cerca, he procurado asumirla persuadida de que “es imposible acertar en todo”, y de que son normales sus luces y sus sombras. A pesar de la contradicción que han sufrido en estos años los cursos programados por la Federación, sigo creyendo que ellos fortalecen la unión de criterios y de conocimiento mutuo, y pueden ser una ayuda valiosa y efi caz para afrontar el futuro con una adecuada formación y verdadera unión de hermanas.

Es verdad que se ha superado el aislamiento y falta de comunicación en que vivíamos hace 25 años; pero también se han creado otros problemas a causa del notable descenso de nuevas vocaciones y la subida de la edad media en nuestros

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Carmelos, por lo que, desde hace varios años, es imposible prestar a las comunidades la ayuda que se pudo dar en otros tiempos.

Por todo ello, y porque las que seguimos navegando, lo hacemos convencidas de que “no se puede afrontar el futuro en dispersión”, en el año 2003, el Consejo elaboró el Pre-proyecto trienal que, con la colaboración y aprobación de las comunida-des, se pudo presentar en la Asamblea como Proyecto para el Trienio. Este nació del deseo de poner por obra, de la forma más práctica posible, los “Fines y objetivos” de la Federación, enumerados en el no 5 de nuestros Estatutos. Puedo decir que, tanto el objetivo del Proyecto, como los medios propuestos para llevarlo a cabo, fueron muy pensados y orados.

Otra cosa que me pareció importante, desde mi experiencia, fue proponer (dentro del Proyecto), el hacer uso, con más frecuencia y normalidad, de la posibilidad que ya nos dan los Estatutos de invitar a la Hna. Presidenta a hacer una visita fraterna a nuestras comunidades, sin tener que modifi car nada. Este conocimiento recíproco se hace necesario y siempre será positivo para la marcha de la Federación.

Sintetizando, añado con verdad que presté este servicio a las comunidades conociendo su envergadura y mis limitaciones, pero que una vez más pude experi-mentar sobreabundantemente la efi cacia de la Palabra de Dios: “Al que confía en el Señor, la misericordia lo rodea”. Con paz he gozado y sufrido, y recibí mucho más de lo que pude dar. Considero un regalo conocer a todas las comunidades de la Federación, en las que me he sentido como en mi propia casa. También una riqueza las relaciones ínterfederales, tanto a nivel de Presidentas y Consejos, como en los tres Cursos para la Formación de Formadoras. Ha sido para mí una experiencia muy bonita comprobar en todas las hermanas, -las de cerca y las de lejos-, ese corte teresiano, ese “estilo de hermandad”, de sencillez y alegría por el que desde el primer momento me he sentido en familia.

Como nos decía Juan Pablo II en la “Novo millennio ineunte”, el gran desafío que tenemos es: “Hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión”. “Porque la unidad de la Iglesia no es uniformidad, sino integración orgánica de las legítimas diversidades”.

Termino mi testimonio trasladando este concepto a nuestra Federación, con el convencimiento de que sólo permaneciendo unidas lograremos afrontar los gran-des desafíos que las nuevas situaciones nos presentan.

Que María, la Madre del Carmelo, que nos ha acompañado en nuestro cami-nar como Federación durante estos 25 años, sea el lazo que mantenga fuertemente unidos a nuestros Monasterios y siga guiando los pasos de esta querida Federación que lleva su nombre.

Inmaculada de San ElíasSan Fernando

Monasterios

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El monasterio de las Carmelitas Des-calzas, advocado de san José, fue fundado en el año 1632.

Fueron los fundadores Don Jerónimo Matías y Rojas y su esposa Doña María de Ro-jas y Padilla. Ambos pertenecían a las familias más linajudas y ricas de Antequera. No tenían hijos.

Murió D. Jerónimo prematuramente en 1624, dejando heredera universal a su mujer, y disponiendo entre otras cosas, que se hicie-ra con su hacienda un Convento de Carmelitas Descalzas, por su mucho amor y devoción a Santa Teresa.

Doña María de Rojas se dio prisa en

ANTEQUERACARMELO DE SAN JOSÉ

ejecutar la última voluntad de su esposo. Eligió un lugar muy cerca del convento de los Padres, donando unas casas de su propiedad situadas entre las calles Fresca y Carrera, hoy Plaza de las Descalzas.

Vinieron religiosas muy escogidas para constituir la primera comunidad: de Baeza, Isabel María de la Visitación (Priora), Juana de San José e Isabel de San José de Córdoba, Inés de Jesús (Supriora); de Málaga, Antonia Bautista, y de Sabiote, Gracias de San José.

El 13 de julio del año 1635 se trasladó procesionalmente el Santísimo Sacramento desde la Parroquia al nuevo Convento con grandísimo esplendor y solemnidad. La fundadora costeó todos los gastos.

Doña María “cobró tanto amor a las religiosas” que las ayudaba continua-mente, dando y prestando a manos llenas, a fin de que pudieran seguir acomo-dando la vivienda a su gusto. Al morir en 1656 les condonó todo lo prestado.

La santidad de las Religiosas se propagó rápidamente por la Ciudad y fueron tantas las vocaciones que ingresaron que pronto pidieron religiosas para otras fundaciones.

En 1699 salieron de aquí tres religiosas para la nueva fundación de Vélez-Málaga: Manuela Mariana de san José, que fue la primera Priora; Juana María de San Angelo, supriora, y Lorenza de Santa Teresa.

M O N A S T E R I O S • C a r m e l o d e S a n J o s é

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Otras dos salieron en 1671 para la fundación de Aguilar de la Frontera (Córdoba): Mariana de Cristo y Catalina de Santa Teresa.

Para fundadora de Nápoles pidieron a la Madre Josefa de la Santísima Trinidad, hija de los Marqueses de la Peña de los Enamorados. Se enteró su tío que era Presidente de Castilla, e impidió que se embarcara. En su lugar lo hizo la Madre Micaela de Santa Teresa. Era el año1754.

En 1680 un terremoto destruyó el convento. Las religiosas se vieron obli-gadas a reconstruirlo de nuevo, de planta, con la ayuda y bajo la dirección de los Padres Carmelitas Descalzos. Por esta razón el de Antequera es, como edificio, el más bello Carmelo de Andalucía, y quizás de toda la Orden. Escaleras, claustros, celdas, patios tienen el encanto de la sencillez y la belleza y el equilibrio de la proporción. Hay un documento en el Archivo Histórico Nacional por el que el padre General Fray Silvestre de la Asunción (1676 – 1682) autoriza a emplear en la obra 2.000 ducados que tenía el convento en censos. La iglesia se comenzó a edificar en 1707, y se terminó en 1734

El 23 de febrero de 1810 había acogido la Comunidad a una religiosa francesa, Hna. Teresa de San Agustín, profesa de la casa de Burdeos, que vino a España, con otras religiosas, huyendo de la Revolución. Cuando poco después los franceses llegaron a Antequera y entraron en la clausura de las Carmelitas deci-didos a robar y a romper, como en otras partes, se encontraron con esta religiosa francesa que había sido acogida y salvada por sus hermanas de Antequera. Fue como hallar su propia bandera. Y no sólo no las molestaron, sino que, mientras estuvieron en la Ciudad, se preocuparon de que no les faltase nada.

En la memoria de las monjas quedó el recuerdo de aquellos soldados terriblemente armados que recorrían una y otra vez los claustros con fuertes y poderosas pisadas que resonaban por toda la casa; mientras las monjas, ame-drentadas, esperaban a ver en qué terminaba todo aquello.

En 1868 acogieron a toda la Comunidad de Clarisas que había sido ex-pulsada de su monasterio. Le cedieron el noviciado para que vivieran su vida independientemente. Se veían únicamente en la recreación y el refectorio. Tres meses duró esta situación. La caridad que había sido uno de los pilares de esta Fundación, estaba dando sus frutos.

Las Carmelitas no fueron obligadas a abandonar su clausura, ni a poner colegio o servir en hospitales; confeccionaban vendas para las heridas, y con esto no las molestaron.

A la prohibición que había en este tiempo de recibir novicias, se unió una epidemia que diezmó la Comunidad. Ante esto, que ponía en peligro la pervivencia de la Comunidad, una Priora muy valiente se saltó todas las prohibiciones y recibió novicias, con el pretexto de que necesitaba criadas para ayudar en el trabajo. Así se salvó la Comunidad.


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Al proclamarse la República en 1931, las religiosas fueron obligadas a abandonar la clausura. Sólo tres días estuvieron fuera de clausura. Ni la iglesia ni el convento sufrieron daños.

En esta ocasión la Comunidad de Antequera acogió a seis religiosas de Málaga, cuyo convento había sido incendiado. Permanecieron aquí más de un año, hasta que pudieron volverse a su convento.

También en 1936 tuvo la Comunidad que abandonar la clausura. De una superviviente se recoge el siguiente relato: “El 19 de julio las turbas se echaron a la calle. Al atardecer mataron a un sacerdote. Tenían orden terminante del alcalde de no tocar ni las iglesia ni los conventos, ‘porque eso vendría después’. A medida que entraba la noche, el griterío de las turbas enfurecidas se oía cada vez más cercano y amenazante. La Madre Priora, temiendo entraran en el convento, nos reunió en el coro y entre todas consumimos el Santísimo Sacramento.

A poco nos obligaron a salir. Nos acogieron en una casa amiga, la de los Patronos del convento. Precisamente aquella casa estaba en lista para ser incen-diada. Al saber que ahí se encontraban las monjas no la quemaron.

Algunas hermanas nos volvimos, con la Madre Priora, al convento para in-tentar salvar lo que pudiéramos. Muy de mañana golpearon fuerte la puerta del con-vento y nos obligaron a salir. Al frente del grupo venía una mujer, María, apodada la Niñota, que se hizo cargo de nosotras, y nos llevó a las casas que le indicamos.


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María la Niñota, que era la más famosa miliciana del pueblo, quedó con las llaves del convento, y se encargó de que nada nos faltase. Daba vueltas por las casas donde estábamos y nos proveía de todo. Hasta recogía y llevaba las cartas que le entregábamos para comunicarnos las unas con las otras.

El 12 de Agosto entraron en Antequera las tropas nacionales. Al día si-guiente nos volvimos a nuestro querido convento, encontrándolo todo intacto. Para nosotras la Niñota había sido un ángel tutelar.

El peligro y miedo no acabaron aquí. Casi a diario los aviones rojos tiraban bombas sobre Antequera. En una ocasión los pedazos de metralla cayeron sobre el tejado de la sala de recreación destrozándolo, y se destruyeron unas pinturas, en lienzos grandes, que decoraban la sala.

Las monjas de Vélez-Málaga estaban fuera de su convento por el mismo motivo. El P. Provincial, Agustín de los Reyes, escribió a Antequera rogando a las Madres que acogieran a algunas. Contestaron generosamente que enviara a to-das las que quisiera. Envió a cuatro.

Cuando el Carmelo de Antequera en el año 1968 se vio necesitado de ayuda, sus hermanas andaluzas se la prestaron. Vinieron cinco religiosas: Dos de Málaga; una de Vélez-Málaga; una de Sevilla; y una de Dos Hermanas. Las dos de Málaga se volvieron a su convento después de seis años; las demás se incardina-ron definitivamente en Antequera.

(Tomado del libro de crónicas suprimiendo muchos detalles)


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BADAJOZNTRA. SRA. DE LOS ÁNGELES

M O N A S T E R I O S • N t r a . S r a . d e l o s Á n g e l e s

En esta ciudad pacense cerca de la Catedral estamos hace casi tres si-glos...

El obispo de aquel tiempo llamado Amador Merino Malaguilla que por aquel entonces pertenecía a la provincia de Salamanca, fue destinado a esta diócesis de Badajoz y antes de venir aquí, se encomendó a Santa Teresa de Jesús pues desde niño le era muy devoto y de la cual se sintió interiormente fortalecido para aceptar este cargo que tanto le costaba.

Al llegar a esta ciudad y encontrar en ella un beaterio que llevaba 14 años existiendo, propuso a las beatas abrazar las constituciones del Carmelo Descalzo, ellas aceptaron gustosas y él mismo facilitó todo para su realización, trayendo del convento de San José de Ávila todo lo necesario. Y así fue como el día 4 de octubre de 1733 tomaron el hábito de Carmelitas Descalzas.

Actualmente nuestra Comunidad está compuesta por 12 hermanas, 7 de ellas provenientes de Colombia. Vivimos la paz y la alegría que nos regala el Señor Jesucristo.

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BAEZALA ENCARNACIÓN

M O N A S T E R I O S • L a E n c a r n a c i ó n

Siendo Provincial el P. Jerónimo Gra-cián de la Madre de Dios (1581-1585) y Prio-ra de Beas la M. Catalina de Jesús, se intentó esta fundación de Baeza, pero sin resultado, ya que el patrono o fundador civil exigía el derecho de admisión de las candidatas.

Posteriormente, en 1589 el Canóni-go D. Luis de Mendoza dejó una hacienda para fundar un monasterio cuya comuni-dad determinase su hija Aldonza que in-gresó más tarde en las Clarisas, pero que después pasaría al Carmelo con el nombre de Aldonza de la Encarnación. Estando ya de religiosa clarisa la convenció el Provin-cial de los Carmelitas Descalzos de S. Án-gel de Andalucía P. Gabriel de Cristo de que adjudicara dicho legado a las hijas de Sta.

Teresa, como de hecho sucedió. La escritura se hizo dicho año de 1589.Dispuesto todo, se consiguieron las licencias del Rey Felipe II, del Obispo

de Jaén D. Sancho Dávila, de la Ciudad y de la Orden, asumiendo la responsabili-dad de la fundación el Carmelo de Granada.

Las fundadoras, casi todas dirigidas de S. Juan de la Cruz y novicias de la Vble. Ana de Jesús (Lobera), se reunieron en Úbeda. Eran ellas: de Granada Agustina de S. José (Puebla), María de S. Angelo y Matía de la Madre de Dios (Pe-ñalosa); de Sevilla la M. Isabel de la Encarnación (Puebla), profesa de Granada, más la conversa María de la Asunción (Núñez); de Beas Francisca de S. Alberto (Rodríguez), y de Úbeda Magdalena de Cristo (Villaroel Pardo).

Al llegar a Baeza el 3 de septiembre de 1599 tomaron posesión de un edificio que había sido desde tiempo inmemorial el Hospital de la Encarnación. El 8 del mismo mes se puso el Santísimo Sacramento, quedando como Priora Isabel de la Encarnación y como supriora Matía de la M. de Dios.

La fundación asumió el mismo título de la Encarnación que tenía el men-cionado hospital.

La comunidad quedó bajo la jurisdicción de la Orden, hasta la exclaustra-ción del siglo XIX decretada por Mendizábal en que todos los Monasterios espa-ñoles pasaron a depender de los Ordinarios del lugar.

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El edificio sigue siendo actualmente el mismo de la fundación. Con el co-rrer del tiempo se han ido comprando algunas propiedades vecinas y construyen-do, de tal forma que hoy resulta espacioso y muy apto para la vida contemplativa. Está enclavado en la calle Imagen nº 13.

La iglesia, construida entre los años 1694 y 1699, fue dirigida por reli-giosos y arquitectos de la Orden. Para construirla, el Ayuntamiento cedió una calle que comunicaba la actual calle de la Imagen con Puerta de Toledo, llamada entonces Plazuela de la Encarnación. Los retablos y las imágenes son de estilo barroco; varios lienzos están repartidos por diversos lugares, entre ellos, uno de la Virgen de Chiquinquirá, Patrona de Colombia, cuyo origen se ignora.

Las difuntas se enterraban siempre en el claustro según la costumbre de la Orden, hasta 1953 en que se construyó cementerio en la huerta.

Durante la Guerra de la Independencia de 1808 las diecisiete mojas de la comunidad tuvieron que abandonar la clausura. Sólo quedó una ancianita sorda, a la cual los franceses obligaron a cuidar de la caballeriza. Hicieron estragos, quemando el archivo y la biblioteca. Terminada la Francesada en 1813, las reli-giosas volvieron a reunirse.

En 1920, ante la necesidad de personal, la comunidad de Medina del Campo cedió cinco religiosas, yendo de principal la M. María Mercedes del N. Jesús (Zengotita-Bengoa). Margarita de la Sma. Virgen del Carmen (Ganguita Ira-zola). María Teresa de S. José (Tejeira y Eciza), María Nieves del Corazón de Je-sús (Borjes de la Vega Bareira)y María Presentación del Corazón de Jesús (Zarza Bernabé).

María Mercedes era hermana del Siervo de Dios P. Juan Vicente de Jesús María. Desempeñó el cargo de Maestra de novicias, para lo cual tenía un don especial, y como priora elevó el nivel de la comunidad, siendo muy querida de sus hijas.

En la Guerra Civil de 1936 la comunidad tuvo que dispersarse el 23 de julio de dicho año en casas de amigos y familiares, acabándose de perder lo que dejó la Invasión Francesa, excepto los Libros de Elecciones y de Profesiones, y poco más. Después de muchas diligencias las religiosas lograron llegar a Medina del Campo donde estuvieron hospedadas en sus hermanas de hábito hasta el final de la guerra en 1939.

En el monasterio se refugiaron, huyendo de la situación política de sus respectivos países, la mexicana Josefina de Jesús Sacramentado (Vergara Cha-ves), del monasterio de Guadalajara-La Hoguera , en 1928 cuando la exclaustra-ción del P.E. Calles, y la portuguesa María Julia de S. Juan de la Cruz (Pignatelli d Almeida). Ambas regresaron luego a sus patrias respectivas. La segunda al Carmelo de Fátima, de donde pasó al de Monte Estoril y luego hizo la fundación


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de Luanda (Angola).Del Carmelo de Baeza salieron las fundaciones salieron las fundaciones

de Jaén en 1615, de Antequera en 1635 y la de Luanda en 1963. Además cedió a María del Carmen del Sagrado Corazón en 1913 para la fundación de San Ger-mán (Puerto Rico), a Ángela de S. José y a Clemencia de Jesús (Martínez) para la fundación de Linares (1959), y ha prestado personal a Aguilar de la Frontera, a Linares y a Monte Estoril (Portugal).


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CÁDIZCORPUS CHRISTI Y SAN JOSÉ

M O N A S T E R I O S • C o r p u s C h r i s t i y S a n J o s é

La fundación de este Monasterio, se realizó el año 1.906 debido a la proclamación de las llamadas “LEYES COMBES” que tenían que cumplirse tanto en Francia como en sus colonias. El Monasterio de donde procedía éste, era del Norte de África, es decir de Argel, que en aquellos años era colonia francesa y tan sólo se podía tener un número determinado de personas que no fueran de nacio-nalidad francesas. Este Monasterio de Argel estaba situado en el lugar llamado “Valle de los Cónsules”, siendo Priora “La Princesa Bibesco”. Por este motivo po-lítico, se realiza esta fundación compuesta de once Hnas., tanto francesas como españolas. Con anterioridad se habían desplazado dos religiosas a esta ciudad de Cádiz para exponer y pedir el debido permiso de fundación al Excmo. Sr. Obis-po Don. José Mª Rancés. Estas religiosas fueron la M. Elena de la Providencia, que aunque aún no dominaba el castellano, no por eso temió la empresa y con la ayuda de un diccionario pudo entenderse con el Sr. Obispo; la otra religiosa, era la Hna. Amada de Jesús.

Una vez obtenido el permiso de fundación volvieron a Argel al Monasterio de procedencia, (en la actualidad la comunidad no existe).

La M. Elena de la Providencia religiosa de gran virtud destacaba sobre todo por su humildad, fue la que vino al frente de la expedición de la nueva fun-dación siendo la primera superiora de la misma hasta que al año siguiente se hicieron elecciones y salió otra Hna.: M. Eduarda de Sta. Teresa. A partir de este momento pasa a otro nivel, casi sin destacar en la fundación, siendo una más. Serena y silenciosamente supo colocarse en dicho lugar siendo una gran ayuda para todas las prioras; esta Madre, como decíamos, era persona muy virtuosa, culta, educada en uno de los mejores colegios de París. Poseía una excepcional clarividen-cia para la tarea que Dios le había confiado siendo una piedra firme de esta fundación. Nació en Brie- Com-te-Robert, Normandía, Francia el 18 de Febrero de 1862 se le im-puso el nombre de Luisa Margarita Josefina Klein.

La Madre Elena una vez ob-tenido el permiso de fundación del

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Excmo. Sr. Obispo regresó a Argel para venir de nuevo como presidenta de la nueva fundación cuya llegada de las once religiosas parece ser fue el 19 de Mar-zo, según unos documentos ó el 25 del mismo año y mes según otros, de dicho año 1.906.

Antes de llegar las hermanas, se habían puesto en contacto con nuestros Padres Carmelitas Descalzos de Cádiz que las recibieron y llevaron hasta la Igle-sia conventual del Carmen, donde la Madre y Reina del Carmelo recibió sin duda en su corazón de Madre a estas sus hijas que se ponían lo primero de todo bajo su amparo.

Estaban allí aguardando en el Convento de los Padres, algunos fieles gadi-tanos y Señoras de dicha ciudad para darles la bienvenida y a la vez cantar todos juntos la Salve a Ntra. Sra. Señora.

Se estableció la primera comunidad en una casita de alquiler en Puerta de Tierra (entrada de la ciudad) que entonces prácticamente aquella zona estaba deshabitada. En dicha casa les estaba esperando para darles la bienvenida Nues-tro Padre San José por medio de una imagencita de muy poco valor artístico, nun-ca supieron a quien perteneció por más que se indagó para saber su procedencia, pero según parece no se pudo averiguar. En la actualidad está instalado en el coro bajo con el nombre de Fundador; siempre ha acompañado a la comunidad. A él se le encomiendan todas las necesidades de la Casa.

Las Hnas. se dieron cuenta que Puerta de Tierra estaba demasiado lejos de los Padres Carmelitas y el desplazamiento en aquellos años no era tan fácil como en la actualidad, así es que desde que les fue posible se trasladaron a otra casa de alquiler en la calle Isabel la Católica, junto a la Capilla del Caminito donde se encuentra Nuestra Señora de las Angustias. Permanecieron una temporada viviendo allí, pero al cabo de algún tiempo tuvieron que trasladarse, debido a la instalación de una fábrica de luz cuyo ruido se oía por todas partes y no era lo más apto para un convento de clausura. Nuevo traslado a un lugar mucho más cercano a los P. P. Carmelitas Descalzos en la Calle Bendición de Dios, donde nació o vivió el Beato Diego de Cádiz.

Llegadas a este punto de la narración nos vemos obligadas a introducir otro relato: Nos encontramos por los años de la República Mexicana donde se produjo una violenta persecución religiosa llevada a cabo por Calles, en México D.F. Unas religiosas procedentes de un Monasterio de aquel país vinieron a esta-blecerse en España y una de ella después de pasado algún tiempo y no sabiendo qué determinación tomar, estando en España casualmente uno de los Definido-res Generales le consultó sobre cuál debía ser el camino a tomar. Después de unos minutos de reflexión en oración, la contestación fue: “Hija mía Dios te quiere en Cádiz” por ese motivo se puso en contacto con la comunidad existente para


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pedir la admisión en dicho Monasterio. La respuesta fue afirmativa, lo cierto es que iba a ser uno de los puntales más importantes de esta fundación. Su nombre en religión fue el de Teresa del Niño Jesús.

Cuando llegó se encontró que esta fundación por no disponer de una pro-piedad no estaba aún canónicamente erigida. Esta Madre era un alma de autén-tica oración, de gran fe y confianza en Dios, y a la vez de gran valía humana.

Aún cuando todavía no tenía la edad establecida por el canon ya la comu-nidad se había fijado en ella para que fuese la próxima priora. Así es que al poco tiempo hubo elecciones en la comunidad y fue elegida con dispensa, Priora de la misma. A los pocos meses de estar al frente de la comunidad hacía la profesión una Hna. también mexicana a quien la Madre Teresa del Niño Jesús le mandó que tenía que pedirle a Ntro. Señor por intercesión de Ntro. Padre S. José que le regalaran una casa para poder hacer el Monasterio. Cierto Sr. que ya había cogido gran aprecio a la comunidad, se presentó aquel mismo día de la Profesión por la tarde cuando se encontraban en el refectorio, y pidió a la Madre tornera (que era la M. Elena de la Providencia) hablar con la M. Priora y cuando ésta llegó al locutorio y sin que mediara ninguna otra palabra el dicho señor lo primero que le dijo fue: “Madre Teresita ¿quiere Vd. una casa?” A lo que ella contestó de in-mediato: “¡no la quiero, la necesito!” A partir de este momento las cosas fueron cambiando para la comunidad y en el año 1926 se hace la Erección Canónica. Las primitivas hermanas estuvieron muchos años sacrificadas para lograr un ver-dadero Monasterio. En la actualidad es un edificio de cuatro plantas compuesto de tres fincas colindantes que se han ido adaptando sucesivamente. Está frente al mar, con una vista preciosa a la Bahía de Cádiz.


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Después de relatar esta breve crónica de la Fundación, pasamos a la ac-tualidad aunque echando una mirada hacia atrás para referir cómo vivimos y acogimos la recomendación de la Santa Sede sobre la aprobación de las Asocia-ciones.

La Comunidad aceptó de buen grado el deseo de la Iglesia de asociarnos y entró a formar parte de la Asociación desde el inicio de la misma.

Consideramos que ha sido muy positivo este camino andado como comu-nidad Asociada – Federada. Se han creado lazos de unión, conocimiento y frater-nidad muy enriquecedores con las Comunidades; antes casi no nos conocíamos.

La Comunidad ha participado con gran entusiasmo, siempre que ha po-dido, en los Cursos de formación impartido por excelentes profesores, y ha va-lorado la gran riqueza vivida de la fraternidad y conocimiento mutuo con otras hermanas.

El Boletín Enlace siempre ha sido muy bien recibido. Las experiencias comunitarias, las crónicas, los artículos, incluso las cartas necrológicas, todo lo valorábamos como muy nuestro, de nuestra gran familia. Al mismo tiempo nos hemos sentido animadas y comprometidas para participar en este boletín. De igual manera hemos vivido las visitas de los Consejos en nuestro Monasterio con la alegría que supone el encuentro de los hermanos.

Sí nos ha parecido muy positivo el programa a seguir por todas las Comu-nidades sobre el Proyecto Trienal de la Federación. Está muy bien logrado y es tal la concreción práctica a llevar a cabo, que realmente compromete a cada una de nuestras comunidades a seguir caminando con sentido federacional. Pensamos que ha sido un paso definitivo de crecimiento en nuestra Federación y, al mismo tiempo, un estímulo para seguir adelante en la consecución de los objetivos pro-puestos.

Este último trienio ha supuesto para nosotras una vivencia más cercana de la Federación al ser una de las hermanas miembro del Consejo. A pesar del es-caso número de hermanas, agradecemos a Dios esta experiencia que, sin duda, ha enriquecido particularmente nuestra Comunidad.

Ante esta fecha jubilar de los 25 años damos gracias a Dios por todos sus beneficios, que sin duda han sido muchos. Que María nuestra Madre del Carmen siga bendiciendo y guiando nuestra Federación.


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DOS HERMANASSAN JOSÉ

M O N A S T E R I O S • S a n J o s é

“Estas Casas por la mayor parte no las han fundado los hombres, sino la Mano Poderosa de Dios.” Estas palabras de la Santa Madre, pronunciadas cuatro siglo después, siguen teniendo el mismo valor para las fundaciones hechas por sus hijas del siglo XX.

En 1956, el 14 de Agosto se firma en Roma el Breve autorizando la erec-ción del monasterio de San José de Dos Hermanas, el cuarto convento de Carme-litas Descalzas en la Diócesis de Sevilla. Con este Breve se veían satisfechos los deseos de la Condesa de Santa Teresa de realizar una nueva fundación en esta localidad nazarena por lo que tanto había luchado.

El proyecto de esta fun-dación partió de Dª María de la Concepción Romero Ruiz del Arco, viuda de D. Miguel Mendaro, Con-desa de Santa Teresa, quien des-de que enviudó quiso hacer un convento de Carmelitas Descalzas en la finca de su posesión en Dos Hermanas. Y para que este proyec-to llegara a ser una realidad tuvo que pasar, como en la fundaciones hechas por la Santa Madre, por numerosas oposiciones y dificultades.

Lo primero que le aconsejaron a Dª Mª Concepción, fue que ingresara en el convento de Carmelitas Descalzas de Sevilla, donde anteriormente había entra-do una de las doncellas de confianza de la familia, María Dolores de Santa Teresa quien la ayudó en todo momento. Para que una vez que profesara como carmelita pudiera trasladarse a Dos Hermanas y hacer la fundación.

Así lo hizo el 15 de julio de 1940, después de reiteradas peticiones y súplicas. Pero no encontró un camino fácil, sino que tuvo que sortear numerosas dificultades empezando por la oposición del cardenal D. Pedro Segura Saenz, Arzobispo de Sevilla que se negó rotundamente a dar su autorización, a pesar de las reiteradas veces que le fue solicitada, por parecerle insuficientes los bienes donados, que no alcanzarían los gastos que se requerían para llevar a cabo el proyecto de la Fundación.

Durante los años posteriores siguieron luchando por la fundación sin de-jar de trabajar el asunto por todos los caminos a su alcance, los superiores, sus

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hijos... Después de mucho esperar y orar para alcanzar la tan deseada autoriza-ción, llegó el 14 de agosto de 1956, gracias a la intervención del Cardenal D. José María Bueno Monreal, nombrado arzobispo coadjutor con derecho a sucesión.

Inmediatamente se realizaron todos los trabajos necesarios para que a la mayor brevedad se pudiera tomar posesión de la finca donde había de instalarse el convento. Se trataba de una casa propiedad de Mª Concepción de Santa Tere-sa, llamada popularmente “Hacendita”, que uno de sus hijos había convertido en un hostal. Se fue aderezando todo convenientemente para que las fundado-ras pudieran trasladarse y comenzar su vida de carmelita en el nuevo Carmelo nazareno. Como podemos imaginar no fueron pocas las vicisutudes por las que tuvieron que pasar por lo que igual que la Santa Madre podríamos decir que “muchas veces, cuando considero en esta fundación me espatan las trazas de Dios”(F. 15, 8).

A las 4 de la tarde del día 1 de noviembre de 1.956, festividad de Todos los Santos, llegaron a Dos Hermanas 7 carmelitas descalzas procedentes del convento de Sevilla, haciendo una solemne procesión, presidida por el cardenal Bueno Monreal, que tomó parte activa en todos los actos, desde la parroquia de Santa María Magdalena, donde les recibe el párroco D. José Ruiz Mantero, hasta la hacienda convertida en convento, sita en la calle S. José nº 1, que hacía esqui-na con Santa María Magdalena, haciéndose el traslado del Santísimo Sacramen-to. Las acompañaron el P. Provincial Mariano de S. José, algunos Padres de la comunidad de Sevilla, familiares, amigos, vecinos y los hijos de la hermana María de la Concepción. Al día siguiente de la toma de posesión, se celebró la primera misa en la capilla del convento, oficiada por D. José Ruíz Mantero.

Las siete fundadoras fueron: María de la Concepción de Santa Teresa. Isabel de Santa Ana, Segovia García. María Dolores de Santa Teresa, Montes Za-mora. Mercedes de la Santísima Trinidad, Aymerich Tormo. María Julia de Jesús, Martínez Nacarino. María Francisca del Sagrado Corazón de Jesús, María Rodrí-guez Romero. Aurora del Espíritu Santo, Hidalgo Herrero. El Cardenal Bueno Mon-real nombro priora a la madre Isabel de Santa Ana y como subpriora Mª Dolores de Santa Teresa. Toda la comunidad fue acogida con gran cariño por los veci-nos de Dos Hermanas ofreciéndoles sus servicios incondicionalmente, sabiendo agradecer el beneficio que les era otorgado. Así iniciaba su andadura este nuevo palomarcito de la Virgen que en este año celebra su cincuentenario.

En esta breve historia de sólo 50 años no han faltados numerosas vicisitu-des, también anécdotas curiosas y acontecimientos de gozo por los que agrade-cer a Dios. La primera dificultad que encontraron fue la económica. Para intentar paliarla además de confiar en la providencia de Dios, comenzaron a trabajar en la confección con viejas máquinas textiles.


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Pronto se fue aumentado el número de religiosas, algunas vinieron de otros monasterios, además del de Sevilla también de Ecija y comenzaron a entrar nuevas postulantes. La primera novicia fue María de S. José a la que siguieron otras, entre las cuales cinco naturales de Dos Hermanas. Pero en 1961 y 69 vol-vieron a la comunidad de Sevilla las hermanas Mª Julia de Jesús y Mª Francisca del Sgdo. Corazón de Jesús, ambas por enfermedad.

La antigüedad y la humedad de la hacienda convertida en convento no resiste y el paso del tiempo hace mella, después de residir allí 20 años, en 1973 se derrumba parte del edificio, milagrosamente sin consecuencias para la integri-dad de las hermanas. Pero en estas condiciones ya no pueden continuar. Aunque ya estaba en marcha la construcción de un nuevo convento, todavía no se habían terminado las obras. Por lo que tienen que ir a vivir temporalmente en los altos de la farmacia de Da Dolores de la Cuadra Irízar, que se ofreció generosamente a acogerlas. Allí permanecieron durante 10 meses hasta que el 2 de febrero de 1974 se trasladan definitivamente al convento.

Se construyó a las afueras de Dos Hermanas, en un olivar de la hacienda Torre de Dª María, propiedad de la familia Ybarra, que adquirió la comunidad. Se edificó con estructura moderna y amplia, sobre tres plantas. El traslado se hizo sin dar comunicación a nadie para no hacerlo festivo sino dentro de la mayor dis-creción. Acompañaron a la comunidad algunos padres de la Orden y el Vicario de Religiosos D. José Mª Piñero Carrión.

Al año siguiente, en diciembre de 1975 tuvo lugar un acontecimiento de gran perspectiva para las comunidades carmelitas de la Provincia. Se reunieron en este convento de San José de Dos Hermanas las prioras con sus respectivas socias de los Carmelos de Andalucía con el Padre General Finiano de la Reina del Carmelo, para tratar de la renovación de las Constituciones y de la posibilidad de la formación de una Asociación, comenzaba una nueva andadura.

De esta comunidad fue la primera presidenta de nuestra Asociación Vir-gen del Carmen de Andalucía, Concepción de la Sagrada Familia, Arce Gonzalez. Y también se inició en esta casa la publicación del boletín Enlace, empezándose no sin dificultades y con los pocos medios que se tenían al alcance como era una multicopista, después todo sigue su avance en el camino.

“No sé que trabajos, por grandes que fuesen, se habían de temer a trueco de tan gran bien para la cristiandad.” (F. 18,5).


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FUENTE DE CANTOSJESÚS, MARÍA Y JOSÉ

M O N A S T E R I O S • J e s ú s , M a r í a y J o s é

De este convento, la escritura de fundación dice sobre los titulares: Decla-ro y nombro por fundadores y patronos de dicho colegio a mi Señor Jesucristo y a su Santísima Madre la Virgen Maria, nuestra Señora y así la advocación de él ha de ser Jesús María... “. Sin embargo, desde el 7 de septiembre de 1906, con permiso del Sr. Obispo, se reza como solemnidad a la Sagrada Familia, en que la comunidad reconoció también como Patrono a San José.

La fundación tuvo lugar el 30 de abril de 1652. El fundador fue el Doctor D. Juan de Escobar del Corro, presbítero, fiscal del Consejo de Su Majestad, el Rey Felipe IV y de la Suprema y General Inquisición. Falleció en Córdoba, el 3 de diciembre de 1649, para cuya diócesis había sido preconizado Obispo. El cadáver fue traído al convento, siendo enterrado sobre la reja del coro bajo. En las tres ex-claustraciones que ha tenido la comunidad (1810, 1870 Y 1936), ha ido avisada con unos golpes en el lugar del enterramiento del fundador.

Después de conseguida la licencia de fundación, quedó su hermana Dña. Juana de Escobar del Corro, heredera de todos los bienes, llevando a término los deseos de ambos; fundar un convento-colegio en que se educaran 16 niñas po-bres y huérfanas, y fuera regentado por Carmelitas Descalzas, y tomar allí el san-to hábito, como así lo hizo. Redactó la escritura fundacional en que se manifiesta el temple de esta alma grande, escogida por Dios para ser el fundamento de esta casa. M. Juana de Jesús María, que así se llamó, falleció en 1666, a los 69 años de edad, siendo Priora, dejando una gran estela de santidad.

El pueblo estaba bajo la jurisdicción de la Orden de Santiago, por lo que las tres monjas fundadoras vinieron cedidas por la comunidad de Talavera la Real por diez años, que a su vez estaban sujetas al Obispo de Badajoz.

D. Alonso del Corro, sobrino de los fundadores ayudó, haciendo la iglesia a su costa. Fue padre del primer Conde de Montalbán, gran bienhechor de las monjas, fundador de una Obra Pía de Patronato Real, por la que dejaba al con-vento por heredero de sus cuantiosos bienes a mediados del siglo XVIII, con la obligación de pagar los gastos de cultos de la Cofradía de Santísimo Sacramento. Suprimida esta Cofradía a principios del siglo XX, pasaron a propiedad de la co-munidad, donde se conservan y custodian.

Hasta principios de 1700 habían entrado 35 colegialas, de ellas profesa-ron 23, el colegio por entonces fue un semillero de vocaciones. Gran interés mos-traron los Vicarios de la Orden de Santiago en el siglo XVIII, para que no hubiera más que una o dos niñas, si es que mostraban deseos de ser religiosas. Después de la desamortización, el Gobierno no permitía continuar en la vida religiosa sino

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a las comunidades que se dedicaran a la enseñanza o beneficencia, por lo que a partir de 1846 se recibieron varias colegialas. Después de la se-gunda exclaustración recibieron tres colegialas, que profesaron después. La última falleció en 1945.

En la segunda mitad del siglo XVII, existía en la cuidad de Mérida un convento de la Orden de Santia-go de Patronato Real, dedicado a su


Patrona, Santa Eulalia de Mérida; las monjas de él andaban algo relajadas en la observancia de sus reglas, por lo que mandaron los Superiores de la Orden de Santiago a cuatro monjas profesas de este Monasterio de Carmelitas Descalzas, para que las reformasen. Dos murieron al poco de llegar: M. María de Santo To-más, estuvo 13 años de presidenta en aquel convento, volviendo a Fuente de Cantos en 1709. La comunidad la nombró Priora a principios de 1717. Falleció el 27 de octubre de 1724, muy querida y estimada de todas.

El 21 de agosto de 1749, pidió la Priora, al P. General de los Carmelitas Descalzos, pasar la comunidad a la jurisdicción de la Orden. Firman el memorial diez y seis religiosas. El 25 de septiembre, en el Definitorio General celebrado en Madrid dio por votos su consentimiento. En la patente de aceptación se lee: “Por el tenor de la presente y cuanto es de nuestra parte, quedando al cuidado de la comunidad el hacer las diligencias necesarias, de ahora para entonces las recibimos y admitimos debajo del gobierno y obediencia de nuestra Orden”. Firman, el General, Fr. Nicolás de Jesús María, y el Secretario del Definitorio, Fr. Pablo de la Concepción.

La comunidad elevó suplicas apremiantes al Obispo-Prior, de la Pro-vincia de San Marcos de León, de la Orden de Santiago, para que cediera sus derechos, y permitiera pasar a la jurisdicción de los Carmelitas Descalzos como mandaban las Constituciones. El Obispo-Prior se avino a la petición, teniendo en cuenta la cláusula 19 de la Escritura fundacional, que ordenaba al colegio-con-vento estuviera bajo la jurisdicción de la orden de Santiago.

En los 350 años largos de existencia, la historia del convento ha estado lleno de acontecimientos, que es difícil concretado en dos páginas. Son varias las monjas que han dejado huella de su paso por esta casa: En 1768 tomó el hábito, Mª Teresa del Corazón de Jesús, joven de 18 años de vocación extraordinaria; falleció después de tres años de profesión, pasados en grandes penitencias y enfermedades, y en la práctica de todas las virtudes religiosas. Termina la rela-ción del Libro de Difuntas con estas palabras: “quedando en todas las religiosas la impresión de haber convivido con una santa”.

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En 1837, siendo Priora M. Patricia de San Rafael, tienen que recibir a 6 Concepcionistas del convento suprimido en el pueblo, y 5 Clarisas de Guadal-canal; compartiendo con ellas la vida y observancia durante 33 años, hasta que fue suprimido nuestro convento en 1870, y las tres comunidades las obligaron a marchar al de las Clarisas de Zafra, donde vivieron un año. Se cuenta de ella que, al ver la consternación de sus hijas cuando tuvieron que abandonar el convento, se adelantó a todas, saliendo la primera dijo: Volveremos pronto. Como así suce-dió. Falleció el 26 de junio de 1876, de 93 años de edad y 77 años de profesión. Profesó el 25 de mayo de 1799, a los 16 años; había entrado en el convento a los 6 años y cinco meses, puede decirse que fue quien sostuvo a la comunidad du-rante la mayor parte del siglo XIX. Desde 1825 ya tuvo cargos de responsabilidad. Desde 1825 ya tuvo cargos en la comunidad, pasando necesidades económicas, y sin Superiores de quienes tomar consejo, porque las monjas prácticamente es-taban como ovejas sin pastor. En 1832 era Priora, y hasta su muerte aparece en el cargo, o sea 44 años, por la situación anormal en que se encontraban por tantos cambios políticos en la nación. Tuvo que sufrir mucho durante tantos años. Debió ser una monja de muy buen espíritu, pero las monjas que convivieron con ella nos han privado de relato de su vida íntima y espiritual. Toda su larga vida quedó resumida en estas breves palabras que le dedican en el Libro de Difuntas: Muy amada de todas sus hijas.

El 15 de febrero de 1923 el Sr. Obispo, notificó a la comunidad que le ha-bía manifestado el Nuncio de Su Santidad, que el Papa, Benedicto XV, felizmente reinante, había dispuesto que si alguna comunidad pidiera volver a la jurisdicción del Superior Regular, enviara la solicitud a la Sda. Congregación de Religiosos. La comunidad sometió el caso a votación, dando por resultado la aprobación. Se envió la solicitud, por medio del P. Bernardino de Jesús María, Definidor General. En la contestación el Padre les dice: Rueguen al Señor para que se allanen todas las dificultades, que no son pocas, a pesar de que el Santo Padre lo quiere.

Salude a todas esas mis buenas hijas de esa santa comunidad, me encomien-de al Señor en sus oraciones y reciban mi afecto y bendición. F. Bernardino de J.M”. Por segunda vez es desechada su legítima aspiración de estar sujetas a la Orden y como les ocurrió en 1749, tuvieron que resignarse. Los Obispos no cedieron. Se fundaban en el reciente Código de Derecho Canónico, en que la exención se consideraba como un privilegio.

En el siglo XX hemos tenido una religiosa muerta en olor de santidad en 1934, M. Felisa de la Virgen del Carmen, a los 60 años de edad y 39 de profesión, cuando era Priora, oficio que había desempeñado cinco trienios. Su característica fue la mansedumbre y la sencillez, y era querida de cuantos la trataban. Todo cuanto hacía, iba cargado de una corona de virtudes que manifestaban bien es-tar siempre en la presencia de Dios. Es dificil poner en pocas líneas las virtudes

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que dejó. Falleció a causa del cáncer que padeció durante varios años, ocultando cuanto pudo los dolores agudísimos que le producía el tumor y decía: “No quiero vivir ni morir, sólo lo que Dios quiera”.

La fecha de la Guerra Civil no puede pasar desapercibido, el 20 de julio de 1936, fueron echadas del convento hasta el 5 de agosto del mismo año, en que entraron las tropas nacionales, cuando volvieron, todas las imágenes y cuadros de la iglesia y convento estaban destrozados, pero con la ayuda del Señor todo se fue reconstruyendo.

Del 31 de mayo al 3 de junio de 1982 se reunieron en Málaga las Prioras y Delegadas de 19 conventos que formaban la Asociación Virgen del Carmen, para la elección de Presidenta, Consejeras y Asesor. De nuestra comunidad asistieron: la Priora, Mª Jesús de Santa Teresa y de delegada Araceli de Jesús Sacramentado.

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GRANADASAN JOSÉ


Se llama nuestra Casa “San José de Granada” y fue fundada por deseo de nuestra Madre Santa Teresa de Jesús y por obra de Ntro. Padre San Juan de la Cruz y la V. M. Ana de Jesús (Lobera) acompañadas por María de Cristo y Antonia del Espíritu Santo de Ávila , Beatriz de Jesús de Cepeda y Ocampo prima de la Santa Madre y algunas mas conocidas de ella, y fue el día 20 de Enero de 1582.

Intervinieron en la fundación el P. Diego de la Trinidad, Vicario Provincial, de una forma muy positiva, pues puso mucho interés en el evento, aunque con poco fruto, pues no pudo conseguir ni una casa donde se alojaran y el Sr. Arzobis-po D. Juan Méndez de Salvatierra poniendo todos los inconvenientes que pudo hasta que al fin hubo de pasar por ello, y desde luego la piadosa viuda Doña Ana de Peñalosa a quien el Santo dedicaría más tarde su “Llama de amor viva”, junto con su hermano D. Luís de Mercado y su amigo el licenciado Laguna.

Por estas circunstancias vivieron nuestras monjas unos siete meses en casa de Doña Ana, dos largos años en una casa alquilada en la calle Elvira hasta establecerse definitivamente en las llamadas Casas del Gran Capitán, donde aun estamos.

Cuatrocientos ya largos años con una callada vida llevada con ilusión y cariño, atendiendo también a la expansión de la Orden pues da fundadoras a nuestros Conventos de Málaga, Baeza, Jaén, Sanlúcar la Mayor, Lucena, Almodó-var y últimamente a Ogíjares.

Muchas han sido nuestras monjas insignes de las que hacen mención nuestros libros históricos; espigando podríamos citar a Mariana de Jesús nuestra primera profesa, fundadora en Lucena y Almodóvar de quien se dice que poseía los estigmas de la pasión del Señor. Isabel de la Encarnación fundadora en Bae-za y Jaén que promovió la pintura del retrato del Santo y guardó desde que se lo confiara nuestra Venerable Ana de Jesús, el libro de las Declaraciones del Cántico Espiritual (Códice B) que hoy se venera en Jaén. María de la Cruz fundadora en Úbeda y con tanta abundancia literaria que el P. Silverio no duda en llamarla: “la pluma más fecunda que ha tenido la descalcez en España”... no seguimos.

La vida si que sigue y se vive corno se puede porque no pide el Señor mas; y llegan nuevos tiempos y luce en la Iglesia de Dios el esplendor del Concilio Vati-cano II y con él se fomenta la realidad de las Federaciones de Monasterios.

Es algo nuevo que aparece, se va estudiando, asimilando, hasta que tras una no fácil andadura por fin llega su realización: se llamara Asociación de Mo-nasterios de la Provincia Bética con el bello título de “Virgen del Carmen”. Será

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su nacimiento el día 31 de Mayo de 1982 en la Casa de Espiritualidad de Málaga que tiene por nombre “Villa San Pedro” donde había que acudir Priora y Socia de cada Monasterio y de este modo se hizo en ella presente nuestra Casa.

Desde entonces esta realidad ha sido algo muy vivo y entrañable en nues-tra Comunidad.

Creo que no se ha dejado de asistir a cuantas reuniones y cursos hemos sido convocadas, que en nuestro Boletín “Enlace” que como medio de unión, co-munión y hermandad existió desde el principio, no hemos dejado de colaborar en más o en menos como nuestra capacidad ha podido, pero siempre con nuestro entusiasmo.

Porque así lo quisisteis, en las ocasiones del caso, tomaron parte en el Consejo varias de nuestras hermanas: Ángeles, Ma Jesús, también lo fueron aun-que estaban en el Convento de Zafra y hoy forman parte de nuestra Comunidad las Hermanas Guillermina y Mercedes y hoy sigue Mª Aurora.

Hemos tenido la suerte de que se celebraran en nuestro Convento tres Consejos: en Junio de 1987, Octubre de 2001 y Agosto de 2006. Recibido las visitas fraternas de cuantos a otros o a cursos acudían y eran aquí con gozo reci-bidas. ¿Cómo olvidar el Encuentro Interfederal de Jóvenes Profesas celebrado en 1993 en Guadix pero que integró la visita a nuestra Casa y Eucaristía en la Ermita del Santo Padre?

En fin, muchos buenos ratos y estímulos para una mayor unión y ayuda fraterna aunque solo se haya podido expresar en ocasiones como comprensión y cariño meta de nuestros deseos ya que a la postre para este fin de amor fuimos creadas y federadas.


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LINARESVIRGEN DEL CARMEN Y SAN JOSÉ

M O N A S T E R I O S • V i r g e n d e l C a r m e n y S a n J o s é

Tuvo origen este Carmelo de Linares (Dioc. y provincia de Jaén, Andalu-cía) en la inspiración de la Madre Ana de San Agustín (Ortega Mesa) conventual de Jaén quién sentía que el Señor le pedía que fundara un nuevo monasterio teresiano.

Tras varios intentos en Picasent (Valencia), acertó a ir a Jaén H. Clemencia de Jesús, carmelita descalza de Baeza, natural de Linares, allí en Jaén compar-tió con la M. Ana el proyecto y decidieron llevarlo a cabo juntas en la ciudad de Linares donde a pesar de ser muy grande no había ningún monasterio de vida contemplativa. También les animó el ideal ecuménico de rogar por la unión de los hermanos separados quienes tienen bastante acogida en la ciudad dado su origen minero.

El Obispo de Jaén Doctor D. Félix Romero Mengíbar aprobó la idea y auto-rizó la FUNDACIÓN.

La M. Ana pasó a Baeza en febrero de 1958 a recoger a Hna Clemencia, desplazándose ambas a Linares para hacer las gestiones conducentes para la fundación, hospedándose mientras tanto en el colegio de la Institución Teresiana donde les facilitaron toda la ayuda y les mostraron todo su apoyo y cariño volcán-dose con ellas.

Un grupo de bienhechores, admirados de la fé de la M. Ana quien solo llevaba 600 pts para la fundación pero fiada en Dios, ayudaron desde el principio especialmente D. Fidel Faba Magán y su Sra. Dª Amparo Marín Arboledas, quie-nes donaron el terreno, situado en la Avda. Marqueses de Linares, donde mas tarde el Ayuntamiento concedió el nombre de una de sus calles llamándose C/ Carmelo de Santa Teresa, encontrándose el monasterio en el número 1 de dicha calle y tomaron esta fundación como algo muy suyo. Empezaron a recolectar fon-dos un grupo de señores, que formaba el patronato y el pueblo de Linares para realizar las obras. Actuó como contratista de la edificación tanto del Monasterio como de la Iglesia D. Alfonso Roldán.

El equipo fundador lo formaron las siguientes monjas: Del monasterio de Jaén• M. Ana de San Agustín (Ortega Mesa)• Hna. Mª Teresa de San José (Larraínzar Enécor)• Hna. Ana Mª de San José (Carrasco Cejudo)• Hna. Mª Encarnación de la Cruz (Ribes Aparisi)

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Del monasterio de Baeza• Hna. Clemencia de Jesús (Martínez González)• Hna. Ángela de San José (Aíbar Ardoy)

Del monasterio de Beas de Segura

• M. Eulalia de San Miguel (Abascal Varela)• M. Florentina del Santísimo Sacramento (Rodríguez Dopereiro)

La casa provisional en la que se instalaron, cedida por Da Mercedes Ro-dríguez, estaba situada en el no 6 de la C/ Ramón y Cajal, que según cuentan las crónicas era un mesón posada donde a su paso para la fundación de Sevilla se hospedó Nuestra Santa Madre Teresa de Jesús, y dijo”que en un futuro vendrían sus hijas” a fundar en Linares.

Completo ya el número de monjas, el Prelado diocesano nombró Presiden-ta a la M. Ana de San Agustín dándole facultades para que proveyera todos los oficios. Reunidas en Capìtulo M. Ana nombró los siguientes oficios:

Subpriora y primera clavaria a M. Florentina Segunda clavaria y maestra de novicias a Hna Ana MªTercera clavaria a Hna Clemencia.

La inauguración oficial se verificó el 26 de julio, festividad de santa Ana, se bendijo la Capilla, se celebró la primera Misa y se reservó el santísimo Sacra-mento. Actuó en la ceremonia el P. Domingo de Santa Teresa (Flores Sancho), en representación del Sr. Obispo.

El 27 de febrero de 1961 comenzó la construcción bajo la dirección del arquitecto D. Enrique Bonilla Mir quien hizo los planos y siguió dirigiendo las obras gratuitamente.

La comunidad se trasladó el 14 de julio de 1962, faltando por construir el noviciado, la Iglesia y la portería. Al día siguiente bendijo las instalaciones el Sr. Obispo Monseñor Romero Mengíbar y el 16 de julio, Solemnidad de Nuestra Ma-dre Santísima del Carmen, se hizo la inauguración solemne presidiendo el mismo Prelado, con la asistencia de todos los Sacerdotes de Linares, de los novicios de la provincia carmelitano-teresiana de Andalucía, los señores que formaban el Patronato y numerosos fieles.

Con el fin de obtener la erección canónica, el carmelo de Jaén cedió el 13 de mayo de 1963 a las religiosas siguientes: M. Mª Eugenia de Santa Teresa (Marín de la Paz), Hna. Ana Amparo de la Eucaristía (Magaña Madrid), Hna Mª de los Ángeles de Jesús (Campos Hurtado) ya que las MM. Mª Eulalia, Florentina y Ángela volvieron a sus respectivos conventos por motivo de edad y salud.

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Las religiosas que entraron en esta fundación fueron las siguientes: • Primera novicia, Hna Mª del Carmen de Jesús (García Alcalá) a la que

siguieron• Hna. Mª Nieves del Espíritu Santo (García Grimaldos)• Hna. Natividad de la Madre de Dios (Castro Venceslá)• Hna. Mª Alicia del Sagrado Corazón (César Torres)• Hna. Mª Aurora del Sagrado Corazón (Poyato Fernández) D.E.P• Hna. Flor María de la Santa Faz (Guerrero Fernádez) D.E.P.• Hna. Amparo Antonia de Cristo (Bolívar Pérez)• Hna. Mª Dolores de la Santa Faz (Bascoy de Luna)• Hna. Abilia de Jesús (Montón Palop)• Hna. Amanda Mª de Jesús Sacramentado (Roncero Poggio)• Hna. Rosa Mª del Inmaculado Corazón (Carmona Díaz)

y las que se trasladaron a este monasterio• Hna Teresita del Niño Jesús (Navarrete Vilches) del carmelo de Antequera D.E.P.• Hna Carmen Mª de la Santa Faz (Cabana Vila) del carmelo de Altea

La comunidad actual se compone de 12 religiosas.En el cementerio de la comunidad reposan los restos de 9 Hnas.A lo largo de estos años, con la ayuda del Señor que ha tocado los corazo-

nes de los bienhechores, hemos ido terminando y reformando todas las depen-dencias, que actualmente se encuentran en perfecto estado y muy funcional. El próximo año, D.m, celebraremos las bodas de oro de la fundación

1960 La primera Comuni-dad formada de izquierda a derecha: Hnas Ma Teresa, Ana María, Madre Ana (Fundadora), Clemencia y Mª Encarnación.


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5 de septiembre de 2007. La comunidad actual for-mada de izquierda a de-recha por: Hnas Mª de los Ángeles de Jesús, A. Anto-nia, Abilia, Mª Nieves, Mª del Carmen, Carmen Mª, Rosa Mª, Amanda, Nativi-dad, Ana Amparo, Mª Do-lores (abajo) y Alicia.

Iglesia.

Gruta de la Inmaculada.


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MÁLAGASAN JOSÉ


Corría el año de 1585 cuando el 17 de Febrero se fundaba en Málaga la comunidad de Carmelitas Descalzas de la mano de san Juan de la Cruz y bajo la advocación de San José.

Hacía poco más de dos años que Santa Teresa había muerto, cuando el Padre Gracián vino a Málaga a la fundación de los Padres Carmelitas y ya enton-ces Doña Ana de Pacheco, dama principal de la ciudad, esposa de Don Pedro Verdugo, proveedor de las armadas reales, habló con el Padre Gracian , sobre la posibilidad de que vinieran también a Málaga las Madres Carmelitas, a las que había conocido probablemente en Granada, prometiéndole ayuda económica y la aprobación del Obispo de la diócesis D. Francisco Pacheco (del que era pariente) y que dio gustoso la licencia el 6.de Diciembre de 1584.

Como el Padre Gracián tuvo que ausentarse a Portugal para la fundación de Lisboa dejó encargado el negocio a Fr. Juan de la Cruz que lo tomó con verda-dero empeño.

Doña Ana alquiló unas casas en la parroquia de los Mártires y Fr. Juan de la Cruz llevó a Málaga las primeras monjas escogidas con esmero por él y a las que acompañó personalmente.

Fueron las siguientes: para Priora, M. María de Cristo, profesa de S. José de Ávila y fundadora de Granada, cuando vino a Málaga residía en Beas. Supriora y maestra de novicias: María de Jesús, una de las fundadoras de Beas. Y con ellas Lucía de S. José, profesa de Beas y hermana del P. Gregorio Nacianceno; Catalina de Jesús, profesa de Granada y Catalina Evangelista, sobrina de la su-priora que murió pronto trágicamente. Más adelante y con ocasión de este triste acontecimiento se agregaron a la comunidad M. Antonia del Espíritu Santo, una de las cuatro que primero se descalzaron en S. José de Ávila y María de S. Pablo profesa de Caravaca.

Las monjas se establecieron en las casas alquiladas a la espera de conse-guir casa propia, como ocurría en muchas fundaciones. Pronto la encontraron en la calle Santa María esquina a la calle de Sánchez Pastor. El convento y la Iglesia se levantaron de planta, todo dirigido personalmente por San Juan de la Cruz.

No iba a ser esta la casa definitiva, pues en ella vivieron las monjas pacífi-camente hasta 1873 que la exclaustración de Mendizábal obligó a abandonar el convento en el que habían vivido cerca de tres siglos.

Cuando en 1877 devolvieron sus propiedades a las comunidades exclaus-

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tradas, del convento y la Iglesia sólo quedaba un solar. En Febrero del año siguien-te lo vendieron y con su importe compraron la casa actual que era una fábrica de curtidos y tenía espacio para huerta e Iglesia. En Octubre después de la urgente adaptación de la fábrica en convento se trasladaron las monjas reanudando la vida carmelitana; y en ella residimos hasta el día de hoy.

Fr. Juan de la Cruz cuando fundó nuestro convento, mandó escribir un documento que él firmó y que entre otras cosas decía: “Fundóse en pobreza sin ningún arrimo temporal. Sea Dios servido de conservarle en ella hasta la consu-mación del siglo, para que se goce en las riquezas eternas para siempre con Dios. Amen”. Y Dios le tomó la palabra, la comunidad ha sido muy probada y ha pasado las mayores vicisitudes. Hasta este mismo documento desapareció en el fuego de 1936 con todo el archivo y obras de arte (cuadros e imágenes) que recibían culto en la Iglesia, Sólo quedó la cabeza de una dolorosa de Mena que las monjas encontraron entre los escombros.

Pero Dios hiere y venda la herida, en cada uno de los avatares que la co-munidad ha sufrido, ha habido personas buenas y comunidades hermanas que nos han ayudado y a las que siempre les quedaremos agradecidas.

He aquí algunos de esos sucesos: en la Exclaustración de 1873 al tener que abandonar el convento las monjas fueron acogidas por Doña Josefa de la Cámara que las hospedó en su casa de la calle Arriola y después se las llevó a su finca San Rafael de Churrriana.

Parece que el sello de San Juan de la Cruz, perseguido y encarcelado, lo heredó la comunidad porque sólo unos años después con la invasión francesa volvieron a saborear el destierro.

Pero no quedó aquí la cosa en 1931 el 11 de Mayo incendiaron el conven-to, quedaron sólo las paredes; la salida fue de noche y de improviso, acogieron a las monjas amigos y familiares y días más tarde pasaron a los Carmelos de Vélez-Málaga, Sevilla y Antequera. No pudieron regresar hasta Diciembre de 1932.

Apenas habían pasado unos años cuando todo volvió brutalmente a re-petirse, era el 23 de Agosto de 1936 y otra vez ardió la Iglesia, de nuevo la ex-pulsión, vivir de caridad y dispersas entre familiares y amigos. Esta vez la mayor parte fueron acogidas por las Hijas de la Caridad en su colegio de la Goleta. Y no pudieron volver hasta el 16 de Abril de 1937. Tuvieron que rehacer la casa. Y de nuevo los bienhechores, entre ellos el padre Rafael Martín jesuita y hermano de la M. Elvira y don Javier Noguer, hermano de la Hna Concepción.

Y volvió la Paz, ¿hasta cuando? Hasta que Dios quiera, estamos en sus manos.

Índice de la vitalidad de la comunidad en estos 421 años es que varias veces han salido monjas para distintas fundaciones:


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La primera en 1589, la M. María de Jesús salió para Córdoba en donde fue la 1ª Priora, le acompañó la M. María de San Pablo.

Para la fundación de Sanlúcar de Barrameda salió la Hna. María de Jesús, que ocupa el nº 26 en el Libro de Profesiones.

En el año 1699 salió para la fundación de Vélez-Málaga la M. Mariana de la Concepción, juntamente con la Hna. Mariana de San Juan de la Cruz. Las dos fueron en compañía de la M. Manuela de San José y demás fundadoras que vinieron de Antequera para dicha Fundación. Después salió para allá la M. María de la Stma. Trinidad, acompañada de la Hna. María de la Asunción.

En 1924 fueron de Málaga para la fundación de Ronda: la M. María de Cristo y la Hna Concepción de la Madre de Dios.

En 1945 tres monjas de esta comunidad, con otras tres de Medina del Campo hicieron la fundación de Tordesillas (Valladolid), se llamaban: Matilde de la Purificación, Mª Rosa del Espíritu Santo y Mª Teresa del Niño Jesús.

Esta comunidad de Carmelitas Descalzas de Málaga pertenece a la Federa-ción Virgen del Carmen de la Provincia teresiana de Andalucía desde su fundación.


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SAN FERNANDOSANTÍSIMA TRINIDAD

M O N A S T E R I O S • S a n t í s i m a Tr i n i d a d

El Señor en su Providencia señaló los lugares de la geografía española en los que se implantarían los Palomarcitos teresianos, como llamaba la Santa Madre Tere-sa de Jesús a sus Carmelos. La ciudad de san Fernando (Cádiz), por la gracia de Dios, fue uno de esos lugares privilegiados con esa tan preciosa presencia teresiana.

La revista “Eco del Carmelo y Praga” de diciembre de 1946 con el epígrafe “Otro Sagrario más” publicó la alegre noticia: “El día 15 de octubre, festividad de san-ta Teresa de Jesús“, quedó establecido canónicamente en la ciudad de San Fernando un nuevo “Palomarcito de la Virgen“.

Desde una perspectiva histórica, se nos pide una especie de currículum vitae de nuestro Monasterio. Sabemos que éstos, por muy espléndidos y completos que sean sólo manifiestan hechos externos: nombres, fechas, actividades etc. y ¡cómo no! la foto. Aquí también.

Haciéndonos eco de un escrito de nuestro Padre General, en la historia de cada Carmelo, hay un discurrir temporal de años y figuras (aspecto exterior) y hay un camino teológico profundo vivido por cada comunidad, que es el que le da peso y valor al aspecto exterior. Pero, ese entrar más adentro en la espesura, esa amorosa mirada a la realidad humana a la luz de Dios, en la que consiste la profundidad, no se puede hacer visible en escritura.

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Contando con esa dificultad, haremos una breve y sencilla semblanza históri-ca de nuestro Monasterio, cuyo titular es nada más ni nada menos, que el Santo más grande del Cielo: la Santísima Trinidad.

La comunidad del Monasterio de la Sagrada Familia de Ogíjares (Granada), al inicio de la década de los cuarenta, intentaba hacer una nueva Fundación. Dos fueron las razones principales: el gran número de vocaciones con las que contaba y en segundo lugar la expectación que se iba extendiendo entre los vecinos del pueblo e incluso de otros lugares, especialmente de Huelva, por la presencia en la comunidad de una monja que la consideraban “una santa”: la Hermana María Cristina de Jesús Sacramentado

Era aconsejable pues, enviarla a otro lugar para evitar problemas que aquella situación podría crear en la vida de la comunidad. Se eligió para la nueva Fundación la ciudad de San Fernando (Cádiz), que ya gozaba de la presencia de los Padres Carme-litas que habían hecho del lugar un verdadero hogar carmelitano, al calor de la Madre y Reina del Carmelo, la Virgen del Carmen, muy amada Patrona de la ciudad.

El Señor escogió para llevar a cabo esta gran obra, a doña Dolores Jiménez Herrera, viuda de Pérez Cirera, madre de la entonces supriora de la Comunidad Tri-nidad de San Juan de la Cruz. Esta señora, junto al entonces Padre Provincial Fray Brocardo del Purísimo Corazón de María y del Padre Pedro del Niño Jesús, fueron alma y vida de esta Fundación teresiana. La intención de doña Dolores era, además de la adquisición de la finca para el Monasterio, su mantenimiento. Sin embargo, su muerte ocurrida antes de la fundación, le impidió realizar el sostenimiento económico del nuevo Carmelo. Esto fue motivo para que la comunidad isleña pasara unos años de mucha escasez y pobreza.

El treinta de abril de 1946 llegaban a San Fernando, procedentes del Mo-nasterio de Ogíjares, la Madre Trinidad de San Juan de la Cruz (Dolores Pérez-Cirera Jiménez) y la Hna. María Cristina de Jesús Sacramentado (María Cristina de los Reyes Olivera) acompañadas por el P. Casimiro de la Virgen del Carmen, O.C.D. Fueron las Religiosas de la Compañía de María, las que las acogieron con gran generosidad, las hospedaron en su Convento y les prodigaron delicadas atenciones durante los seis me-ses que necesitaron para llevar a cabo todas las gestiones de la nueva Fundación.

El doce de octubre del citado año, llegaban desde su Carmelo de Ogíjares las restantes Hermanas destinadas a formar la Comunidad isleña: Carmen de la Santísi-ma Trinidad (Carmen Molina Plata), Dolores del Sagrado Corazón (Dolores Camacho Martínez), María Auxiliadora de Jesús Sacramentado (Dolores Arrayás Ramos), y Con-cepción del Niño Jesús (Isabel Cuesta Bernal).

El día quince de octubre, Solemnidad de Nuestra Santa Madre Teresa de Je-sús, tuvo lugar la Fundación, como ya dijimos anteriormente. Entresacamos de la cró-nica escrita por el P. Pedro del Niño Jesús: “Poco antes de las nueve llegaba el Sr. Obis-


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po don Tomás Gutiérrez Díez, siendo recibido a la puerta de la Iglesia del Carmen por la Comunidad de Padres Carmelitas Descalzos y Autoridades. Revestido el Sr. Obispo, se inició la solemne Procesión Eucarística para conducir el Santísimo Sacramento al nuevo Carmelo. Abría la marcha la Cruz Parroquial, a la que seguían en dos filas las monjas fundadoras y la Comunidad de Padres Carmelitas, en total treinta y cinco, pues entonces estaba aquí el Colegio Filosófico. A continuación el Sr. Obispo portando bajo Palio al Santísimo Sacramento. Les seguían, las Autoridades, Clero Parroquial, representaciones de Hermandades y Asociaciones y numerosos devotos. Cerraba la Procesión, el Piquete de Infantería de Marina, la Banda de cornetas y tambores del Departamento Marítimo.” Hasta aquí el P. Pedro.

Las seis generosas Hermanas que comenzaron la vida carmelitana descalza en esta ciudad de San Fernando, se han convertido hoy en catorce, que viven con inmensa alegría el Carisma Teresiano al servicio de la Iglesia.

Como monja “insigne” con gran fama de santidad, nacida en Sevilla el 7 de julio de 1890 y fallecida en nuestro Carmelo el 24 de marzo de 1980, tenemos a la Hermana María Cristina de Jesús Sacramentado (de los Reyes Olivera), de la que se habló al comienzo de esta reseña. La apertura de su Proceso Diocesano de Canoniza-ción, tuvo lugar el 24 de julio de 2005. Sencilla, humilde, alegre, completamente ena-morada de Cristo, con gran amor a Dios y al prójimo (vida cristiana en plenitud); con profunda vida interior, unida al Señor en constante oración y abnegación evangélica, vivió con intensidad el Carisma Teresiano. Muy amante de Nuestra Madre Santísima. De todas las partes nos llegan numerosas cartas dando testimonio de los favores con-cedidos por su intercesión. Se han escrito dos libros sobre su vida. El primero: “Vida y Recuerdos de la Hermana Cristina” (agotado), escrito por el P. Ismael. El segundo: ”La sonrisa interminable de Dios” por el P. José Vicente Rodríguez.

En mayo de 1978, la Comunidad hizo la Votación para entrar en la “Asociación Virgen del Carmen” (hoy Federación), y salió aprobada por unanimidad. En septiembre de 1981, en que se erigió canónicamente, ya se comenzó a formar parte de ella y hasta ahora hemos procurado colaborar en la medida de nuestras posibilidades. Una hermana de la Comunidad prestó su servicio un trienio como Consejera y dos como Presidenta. Somos conscientes de que la Federación ha sido un regalo de Dios, por los frutos obtenidos de amor, de unión, conocimiento, confianza, entre las distintas Comunidades. Sabemos además, que en estos tiempos recios, hemos de caminar juntas, haciendo realidad el propósito de llegar a ser cada vez más plenamente Fami-lia de familias. También nuestra Federación nos ha dado la oportunidad de progresar más en nuestra Formación, ofreciéndonos cursos muy enriquecedores. Que Nuestra Madre Santísima del Carmen, cuyo nombre lleva la Federación, la siga protegiendo y bendiciendo.

Mª Antonia de la CruzSan Fernando

M O N A S T E R I O S • S a n t í s i m a Tr i n i d a d

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SANLÚCAR DE BARRAMEDASANTA TERESA DE JESÚS

M O N A S T E R I O S • S a n t a Te r e s a d e J e s ú s

Muy grandes ansias y fervorosos deseos tuvo la Excma Sra Dª Ana de Aragón y Guzmán, Duquesa de Medina Sidonia de hacer dos fundaciones: una de religiosos y otra de religiosas Carmelitas Descalzos en esta ciudad de Sanlúcar de Barrameda y cuando mas próxima estaba a ponerla por obra, le cortó Dios el hilo de la vida en lo mas florido de su edad y viendo se acercaba su fin y no de otra suerte podía lograr sus intentos tan del agrado de su Majestad, lo dejó mandado en una de las cláusulas de su testamento señalando para principio de esta “Fundación” once mil ducados que importaban sus joyas. Muerta esta tan piadosa como gran Señora el año de mil seis-cientos y treinta y ocho, tomó muy a su cuidado el Excmo Sr. Duque de Medina Sidonia D. Gaspar Alfonso Pérez de Guzmán el dar principio a la fundación, no solo por dar entero cumplimiento a el testamento de su mujer y también motivado del gran afecto y piadosa devoción que tuvo a nuestra “Descalcez” y a este fin solicitó con el Padre Fray Luís de S. Jerónimo que en aquella sazón tenia el gobierno de esta Provincia de Andalucía y se hallaba en Sevilla, que pasase a esta ciudad, a fin de comunicarle ciertos negocios de conveniencia y aumento de toda su Religión y Provincia. Obedeció puntual el Padre Provincial y llegó a Barrameda a primero de Septiembre año de mil seiscientos treinta y nueve y a once de dicho mes capituló el Sr. Duque con el Padre Provincial la fundación quedando sumamente gustosos así su Excelencia como el Padre Provincial, que despidiéndose del Sr. Duque se partió con el cuidado de dar noticia y presentar la capitulación como lo hizo en el Capítulo General que se celebró luego el siguiente año de cuarenta: en él fue admitida la fundación por Ntro Padre General nuevamente electo Fray Juan Bautista y su Definitorio. La fundación se dilató por necesitar de más prevención de casa, rentas y otras ayudas de costa, atento a que la que dejó la Sra Duquesa de Medina Sidonia se había totalmente frustrado por estar ya el Sr. Duque fuera de Sanlúcar, haberla el Rey agregado a su corona y hallarse la casa de Medina en gran caimiento y trabajos. No obstante haber faltado el Duque y el dinero, como Dios quería tener esta casa de hijas de su Stma Madre la Virgen María Ntra Sra del Monte Carmelo a donde tan de veras había de ser servido y abogaba por ella la santa Duquesa que con esa opinión murió, movió Su Majestad los ánimos de los Prelados y los de muchas personas de esta ciudad, principales y devotas de nuestra Orden que había en esta ciudad y sabían estaban admitidas del Definitorio la “ Fundación” y alcanzadas las mas importantes licencias a que la solicitasen con toda instancia, de la cual se vio obligada el Definitorio que se celebró en Sevilla a catorce de Abril o de Mayo el año mil seiscientos cuarenta y cuatro a señalar religiosas para que viniesen a hacerla y fueron las siguientes: La Madre Magdalena de Jesús con patente de Vicaria, natural de Jerena y profesa del convento de Sevilla. Señalaron a la Madre Isabel de Jesús María por supriora, profesa del convento de Málaga: a la Madre

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Isabel Maria de Cristo natural y profesa de Sanlúcar la Mayor: a la Hermana Catalina de Jesús natural de Cabra y profesa del convento de Jaén; a la Hna Catalina Mª de la Stma Trinidad natural y profesa del convento de Sevilla. Remitidas las patentes y señalado el tiempo en que las religiosas habían de estar juntas en Sevilla para venir todas juntas a esta ciudad, en el ínterin que se congregaran.

Como se divulgó por Sevilla la nueva fundación que se trataba de hacer en Barrameda se movieron algunas doncellas para venir con las fundadoras a tomar el hábito en ella y si bien lo pretendieron algunas con la fundadoras por entonces no se admitió, mas que una para hermana de velo blanco: María de San Miguel, natural de Calañas en el Condado y que con deseos de ser religiosa dejó la casa de sus padres y muchos parientes y vínose a Sevilla pareciéndola tendría allí mayor conveniencia donde pudiere lograr sus ardientes deseos de servir a Dios. Reunidas la Madre Fun-dadora y las demás religiosas que llegaron a Sevilla a últimos de Septiembre del sobre dicho año de cuarenta y cuatro prevenidos los carros y acompañamiento decente salieron las cinco religiosas y la ya nombrada María de San Miguel de seglar que había de ser hermana. Llegaron a Sanlúcar a 23 del mes, día viernes. Fueron recibidas con gran aplauso y acompañamiento de lo lucido de ella: se hospedaron en casa Da Ma-ría Duran, señora muy principal y de singular virtud la cual tenia dispuesto un cuarto de su casa cerca del oratorio donde se les decía Misa y asistían de día y de noche en el cuarto tan acomodado que nombraron portera a la seglar María de S. Miguel, para que diese y recibiese los recados y las demás cosas necesarias. Estuvieron ocho días en casa de esta señora, a el cabo de los cuales asistida de ella y de otras muchas que les habían visitado y agasajado con muchos regalos y atenciones se pasaron a unas casas que están inmediatas a la Ermita del Sr. S. Nicolás Obispo que están en lo bajo de esta ciudad en el barrio que llaman de S. Nicolás, en cuya Iglesia el día siguiente Domingo dos de Octubre de mil seiscientos cuarenta y cuatro bajó el Vicario de esta ciudad llamado el maestro Rodrigo Arias de la Puebla a la Ermita sobre dicha de S. Nicolás Obispo y dijo Misa rezada, asistiendo mucha gente de toda esferas y las religiosas por su red que tenían ya puesta en un, aunque pequeño, acomodado coro la oyeron y quedó puesto el Santísimo Sacramento en un vaso de plata dorado, aunque pequeño, decente, y el Sagrario donde encerraron a su Majestad también estrecho pero todo dorado. Fue tan común el consuelo así de las religiosas como de la ciudad y tan general la devoción que bastó a suplir por la grandeza y ostentación de que careció esta fundación a causa de faltar de su tierra el Sr. Duque de Medina y muchos muy de capa caída, unos presos y otros desterrados y todos muy mortifica-dos. En otra ocasión que fue la traslación se echó el resto en la pompa y solemnidad con que se hizo.

Se fundó la casa con el título de “Santa Teresa de Jesús”. En el año 1981 nuestra comunidad comenzó a formar parte de la Federación, siendo miembro de ella desde el primer momento.

M O N A S T E R I O S • S a n t a Te r e s a d e J e s ú s

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SANLÚCAR LA MAYORSAN JOSÉ


El convento de Carmelitas descalzas de Sanlúcar la Mayor, bajo la advocación de San José, fue el segundo convento de la orden, fundado en la provincia de Sevilla, en el año de 1590, luego del convento de la capital (Las Teresas). Era Gregorio XIV el Papa y Felipe II rey de España y vicario general de la orden Fray Nicolás de Jesús María.

Tuvo su origen en la vocación a la vida religiosa de una joven sanluqueña, Beatriz Rodríguez Martín, hija de D. Bartolomé Rodríguez Torreblanca y Ana Martín, que en su casa había comenzado una vida de retiro, en oración y penitencia.

Su padre ayudaba a los franciscanos del santuario de Ntra. Sra. de Loreto, una población cercana, así su relación espiritual con estos padres influyó a la hora de optar por una orden religiosa. Teniendo en cuenta el deseo de su hija y la vocación divina, D. Bartolomé compró una casa (1573) en la calle Sevilla, que en aquel tiempo, era la prin-cipal de la ciudad. Era una casa grande y vivían en ella muchos vecinos de toda clase. Decían que era asilo de delincuentes, porque disponía de dos puertas, con salida a otra calle, y así, Dios quiso, en ese lugar, edificar un palacio para la virtud.

D. Bartolomé despidió a los vecinos y cerró una de las puertas. Se piensa que compraron varias casas para formar el área que hoy conocemos. Cuando la casa estuvo dispuesta, viviendo ya Beatriz y su padre, pues su madre había fallecido hacía poco, se les unieron otras jóvenes, de lo mejor del pueblo, que aspiraban a la misma forma de vida en clausura. Fueron éstas:

Ana de San Esteban, que se llamaba Leonor González; Isabel de la Encarnación, (Elvira de Vargas) natural de Albaida.; Catalina de San Francisco (Catalina Bernal de la Parra); Luisa de Santa Clara (Luisa de Mesa) parienta de la fundadora; Leonor de San Pedro (Leonor de Morales) prima de la anterior y parienta de Beatriz; Petronila de San José (Petronila Gutierrez) que nació en Indias; Ana de la Cruz, que se llamaba Ana de Corrales, natural de Pilas; Francisca de la Madre de Dios, (Francisca Núñez) hermana de Leonor de San Pedro, quien dejó la casa de sus padres con once años y se vino a vivir con su hermana en esta santa compañía en la que perseveró.

Siguiendo el ejemplo de la Madre Beatriz, (Beatriz de la Concepción), vivían en oración y contemplación, siguiendo el evangelio y buscando a Dios en primer lugar, no les faltó lo necesario para subsistir, ya que se ayudaban con el trabajo de costura. De esta manera, compaginaban su vida activa con la contemplación, procurando guardar la clausura, pero salían a Misa, y en semana santa visitaban los sagrarios todas juntas, hasta que lograron la licencia para celebrar la misa en su casa.

Entre 1585 y 1588, la madre Beatriz fue a Sevilla para conseguir la legalización de su ideal de convento, pensando que fuera de la orden de San Francisco, pero yendo a

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hablar con Doña Mencía Rojas, gran amiga suya, le habló de la Madre Teresa de Jesús, del convento recién fundado por ella en Sevilla, y de la buena acogida que había tenido. Le habló de la santidad y autoridad de la madre Teresa y de la reforma del Carmelo, aconsejándole hacer la fundación de esta orden y que ella les ayudaría. Una vez llegada a Sanlúcar, contó todo a su padre y a las demás jóvenes y todos quisieron que fuese de Carmelitas Descalzas.

Comunicando el deseo al Padre provincial, el R.P.F. Gregorio Nacianceno, se rea-lizaron todos los trámites oportunos, incluyendo visita al convento de Sevilla, y, visita del provincial a Sanlúcar, quedando muy satisfecho del modo de vida que llevaban y así las juzgó dignas de ser buenas religiosas. Sólo faltaba la autorización del Arzobispo de Sevilla, D. Rodrigo de Castro, el cual, viendo que a nadie le era gravoso y con el común aplauso del lugar, la dio con beneplácito.

Con todo dispuesto, llegó el P. Provincial acompañado de las madres Isabel de San Francisco, compañera de Santa Teresa, de quien recibió el hábito, Leonor de San Angelo, de quien dijo la Santa que había de ser ángel en la vida como en el nombre, María de Jesús y María de San Pablo, todas ellas del convento de Sevilla, y, María de San José, del convento de Granada.

Al día siguiente, 9 de Mayo, haciendo coincidir con el día de su santo, el P. pro-vincial, toda la comunidad y acompañantes fueron a la Iglesia de Santa María, en la que se dijo misa con toda solemnidad y a la que asistió todo el pueblo. Para este acto tan grande vinieron varios religiosos e invitaron a muchas señoras devotas de la madre Beatriz. En la tarde se trasladó el santísimo sacramento en solemne procesión desde la

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iglesia hasta el sagrario del convento, acabando la fiesta con mucho gusto de todos al ver concluida la fundación.

El 13 de Mayo, recibieron con gozo el hábito nueve de once religiosas. Recibie-ron del padre provincial la regla de nuestra madre Santa Teresa y los demás estatutos, encargándoles que guardasen las horas de coro y oración. Cumplidos 15 días (para des-ahogo con la familia) puso clausura, que se guardaba muy bien.

Sucesos importantesDurante los primeros 30 años pasaron las monjas mucha pobreza. Enviaron 4

monjas a la fundación de Lisboa para que entraran mas novicias que con sus dotes remediaran algo la necesidad, hasta que Gaspar de Guzmán, I Duque de Olivares, se comprometió en ayudarlas. En Lisboa se quedó Isabel de S. Francisco hasta su muerte, las otras tres regresaron y volvieron a salir poco después para la fundación de la Villa de Cabra (Córdoba) en 1603, allí se quedó Luisa de Sta. Clara y fue priora la madre Francis-ca de la madre de Dios, que luego fue nombrada priora en Sabiote, pero que regresó a Sanlúcar como Petronila de San José.

En 1644 la hna Isabel Mª de Cristo fue a ayudar a la fundación de Sanlúcar de Barrameda. A mediados del siglo XVIII, siendo priora la madre María de Jesús, dio fe el notario Jerónimo Ramos de que se transcribieron fielmente para no perder su contenido unas cartas originales de Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Ana de San Bar-tolomé y el vicario General Fray Angel Salazar con fecha de los días 4 y 6 de Septiembre de 1759.

En el año 1900 salió la madre María Teresa de Jesús para fundar en Castellón de la Plana. El 14 de marzo de 1913 salieron rumbo a América, para una fundación en San Germán de Puerto rico, tres religiosas de esta comunidad, pero al suprimirse la fundación las monjas regresaron a Sanlúcar la Mayor.

La persecución religiosa de 1931, obligó a las monjas a una dispersión de dos meses, aunque no afectó a todas. Cuando pasó el mayor peligro, pudieron regresar todas al convento.

El día 1 de diciembre de 1962, con motivo del IV centenario de la Reforma Tere-siana, llegó el brazo incorrupto de la Santa que permanece en Alba de Tormes.

Desde el momento mismo de su erección canónica del 25 de septiembre de 1981, La comunidad ingreso en la Asociación Virgen del Carmen, de Andalucía y Extre-madura.

Importante también, la conmemoración del IV centenario de la fundación del convento (Mayo 1590 a Mayo 1990) vivido con profundidad e íntimo orgullo por todas las monjas y con la presencia cercana del arzobispo de Sevilla, Mons. Carlos Amigo Vallejo. Por último, reseñar la visita de las reliquias de Santa Teresa de Lisieux en su recorrido por la geografía Española, llegó el 8 de Noviembre del 2003 y partió al día siguiente. Acontecimiento vivido con gran alegría.


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SEVILLASAN JOSÉ DEL CARMEN

M O N A S T E R I O S • S a n J o s é d e l C a r m e n

La comunidad de Sevilla fue la undécima fundación realizada por Santa Teresa. Fue quizá para la Santa la más dolorosa de las fundaciones teresianas. Comenzando con el peno-so viaje desde Beas ( ocho calurosos días de viaje en carros en que les pasó casi de todo) y continuando con la difi cultad para encontrar una casa adecuada para la defi nitiva instalación de la Comunidad, la falta de licencia del Arzobispo, la pobreza extrema del monasterio, los fracasos de las primeras vocaciones, etc. La iniciativa para esta Fundación partió del P. Gra-cián, quien como Comisario Apostólico pidió a la Santa que la llevara a cabo, expidiéndole la patente correspondiente el 5 de abril de 1575.cián, quien como Comisario Apostólico pidió a la Santa que la llevara a cabo, expidiéndole la patente correspondiente el 5 de abril de 1575.

Para fundadoras Santa Teresa esco-gió las siguientes monjas: María de San José, Ana de San Alberto, María del Espíritu Santo y Leonor de San Gabriel (que procedían del monasterio de Malagón); más Isabel de San Jerónimo del monasterio de Medina del Cam-po, e Isabel de San Francisco del monasterio de Toledo.

La Santa partió de Beas de Segura con sus monjas el 18 de mayo de 1575, en com-pañía de Julián de Avila, Antonio Gaitán y el P. Gregorio Nacianceno. Entraron en la ciudad de Sevilla el 26 del mismo mes. El día 29, domingo de la Santísima Trinidad, se inauguró la fundación con la celebración de la Primera Misa.

Como titular de la fundación se escogió “San José del Carmen”; por Priora la santa nombró a María de San José y por Subpriora a María del Espíritu Santo.

La comunidad quedó desde entonces bajo la jurisdicción de la Orden, hasta la ex-claustración de los regulares en el siglo XIX, en que pasó a la del Ordinario del lugar. La primera casa, tomada en arriendo por el P. Mariano en la calle de Las Armas (hoy Alfonso XII), resultó ser muy pequeña y húmeda, inapropiada para monasterio. La Santa decidió quedarse en Sevilla hasta encontrar una casa adecuada para sus hijas y dejar así convenientemente instalada la Comunidad. La estancia de la Santa en la comunidad de Sevilla fue de más de un año.

Por esas fechas era Arzobispo de Sevilla Don Cristóbal Rojas y Sandoval, muy amante del Carmelo Teresiano. Pero por un descuido, tanto Gracian como Ambrosio Mariano descui-daron el pedirle expresamente la debida licencia, confi ando en su amistad. Esto fue motivo de gran disgusto para el Arzobispo (y también para la Santa), el cual solo veinte días más tarde fue a visitar a la Comunidad, quedando encantado con la Santa y concediéndole no solo la licencia sino que empezó a socorrer a la comunidad con limosnas mensuales, caridad que ejerció hasta su muerte.

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M O N A S T E R I O S • S a n J o s é d e l C a r m e n

Desde el primer día, la mayor preocupación de la Santa era buscar una vivienda adecuada para sus hijas, lo cual no fue nada fácil. Finalmente y tras muchas diligencias, el 5 de abril de 1576 se hicieron las escrituras de una casa que se compró en el no 60 de la calle de la Pajería (actual c/ Zaragoza). En toda esta gestión recibió la Santa gran ayuda de su her-mano Lorenzo que inesperadamente llegó de las Indias en agosto de 1575 con sus tres hijos, ingresando en el monasterio la pequeña Teresita, que luego partiría con su tía hacia Castilla.

Una vez remodelada la nueva casa, se hizo el traslado el 3 de junio, con una solemne procesión presidida por el citado Arzobispo, quien puso el Santísimo en el nuevo monasterio. Pero tampoco la casa de la calle de las Armas sería la definitiva. Por estar muy cerca del muelle, era una calle de mucho trasiego y gran ruido, por pasar por ella todo el transito de las Indias (América).

Diez años más tarde, en 1586, nuestro P. Juan de la Cruz autorizó desde Granada, como Vicario provincial, el traslado a una casa situada en la entonces llamada calle Banco Morgan y que desde 1622 se denomina calle Santa Teresa, en el Barrio de Santa Cruz, donde continúa hoy la comunidad.

Esta casa fue comprada por el propio Juan de la Cruz, cuya firma figura en la escritura de la casa. Las monjas se trasladaron el 16 de mayo de 1586 y el 11 de junio el Cardenal don Rodrigo de Castro, Arzobispo de Sevilla, puso el Santísimo en la nueva capilla provisional. En el traslado a la nueva casa acompañó a las monjas nuestro P. Juan de la Cruz, quien colocó la cruz que aun hoy conservamos, a la entrada de nuestro monasterio.

La iglesia actual la construyó entre 1603 y 1616 el milanés Vernondo Resta. Esta fundación Teresiana ha contado a lo largo de su historia con varias hermanas

“insignes” o que han destacado por su pluma o por su relevancia en la historia del Carmelo Teresiano o de nuestra Comunidad. Entre ellas destacamos las siguientes: la Venerable María de San José ( 1548 - +1603); Juliana de la Madre de Dios (1574 - +1621), hermana menor del P. Gracian; Gregoria de Santa Teresa (1653 - +1736), escritora y a quien Sevilla le tiene dedicada una calle; Ma Teresa de la Presentación ( 1821 – +1890), poetisa.

La Comunidad d Sevilla ha participado en la Fundación de los monasterios de: Cór-doba, Sanlucar la Mayor, Sanlucar de Barrameda, Ubeda, Baeza y Ecija. Fundación propia de nuestra comunidad es la de Dos Hermanas (1956). Otros monasterios han recibido ayuda de personal de esta Comunidad.

La Comunidad posee valiosas reliquias de Santa Teresa. La principal es sin duda el autógrafo de “Las Moradas”. En la sacristía externa se exhiben veinte reliquias de la Santa: su retrato pintado por fray Juan de la Miseria, la capa con la que murió (la cual tiene una curiosa tradición y devoción entre los sevillanos), la campanilla llamada “la Ronquita” que usó en algunos viajes, nueve cartas, una alpargata, el velo negro, un tambor para las fiestas, la imagen del Niño Perdido, la imagen de “ El Quitito” (niño que le trajo de Quito su sobrina Teresita), etc.

La comunidad de Sevilla es miembro fundador de la Federación Virgen del Carmen de la Provincia teresiana de Andalucía.

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TALAVERA DE LA REINAINMACULADA CONCEPCIÓN DEL CARMEN

M O N A S T E R I O S • L a I n m a c u l a d a C o n c e p c i ó n d e l C a r m e n

FECHA DE FUNDACION: 2 de Septiembre de 1616FUNDADORAS: Este convento tiene una historia muy peculiar en sus comienzos.Volviendo del Perú a su pueblo natal de Talavera, el Indiano D. Juan del

Campo, tuvo en alta mar peligro de zozobrar, y en tal situación hizo voto de fundar en su pueblo, si se libraba de aquel peligro, un convento de monjas con el título de la Inmaculada Concepción del Carmen.

Salvándose de aquel peligro, quiso cumplir su promesa nada más llegar a Talavera, para lo cual hizo las diligencias necesarias solicitando del Señor Obispo de Badajoz D. Angel Manrique las religiosas que habían de fundar el convento por él ofrecido.

Como todavía no había Carmelitas en la Diócesis, se logró que fuesen de ellas en Talavera, la vida de comunidad.

Estos eran los nombres de las fundadoras:• María de la Trinidad, Abadesa• María de San Jerónimo, Vicaria• María de la Encarnación, Maestra de Novicias• María de San Juan, para los demás oficios.A los dos meses y medio de llegar a Talavera, murieron tres de estas religiosas,

quedando solamente la M. María de la Encarnación, al frente de algunas novicias.Ante este caso, el Indiano consultó de nuevo al Señor obispo, que a su vez

participó a su parienta la M. Ana de Jesús (Lobera) para que le manifestara su parecer en el asunto. La M. Ana le contestó que fundara allí una comunidad de Carmelitas Descalzas, conservando el mismo titular.

Este consejo no pudo llevarlo a la práctica de inmediato el Señor Obispo, ya que en marzo de 1621 muere en Bruselas la M. Ana de Jesús, y todavía esta-ban las monjas Clarisas en Talavera.

Durante estos años han fundado en Plasencia las Carmelitas Descalzas. El convento de Talavera sigue mal orientado con unos cimientos que no

eran Franciscanas ni tampoco Carmelitas verdaderas, resultando una amalgama indefinida, para la paz y espíritu de la Comunidad.

El Señor Obispo de Badajoz D. Gabriel Ortiz de Sotomayor viendo esta falta de paz acordó viniesen de Plasencia religiosas Carmelitas Descalzas y así se

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lo pidió a D. Fr. Plácido Pacheco, que a la sazón era prelado de Plasencia eligien-do a tres religiosas Carmelitas para esta nueva empresa:

• M. María de Jesús Priora• M. Antonia del espíritu Santo, Superiora• M. Francisca de S. Ángelo, como compañera de las dos anteriores.

Pronto se renovó el espíritu Carmelitano en la comunidad de Talavera, y floreció con nuevas novicias que abrazaron la vida Carmelitana , de suerte que en el año 1652 ya pudieron salir tres religiosas para fundar la nueva Comunidad de Fuente de Cantos.

M O N A S T E R I O S • L a I n m a c u l a d a C o n c e p c i ó n d e l C a r m e n

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TÁNGERSAGRADA FAMILIA Y SANTA TERESITA

M O N A S T E R I O S • C a r m e l o d e T á n g e r

La Fundación del Carmelo de la Sagrada Familia y de Santa Teresita de Tánger, se inauguró el día 13 de Diciembre de 1934. Desde el 31 de Julio de 1947, estamos bajo la Jurisdicción de la Orden, (Pertenecientes a la Provincia de Andalucía). Superior inmediato es el Padre Provincial, de dicha Provincia.

Fecha de entrada en la Federación: 6 de Abril de 1998.

LA FUNDADORA

Es la M. Teresa de la Sagrada. Familia, en el siglo, Teresa del Alcázar y Roca de Togores, primera hija de los Marqueses de Peñafuentes. Nació en Madrid el 7 de Septiembre de 1878, y murió en Tánger, el 24 de junio de 1954, a los 76 años y 54 de vida religiosa. Ingresó en el Carmelo Primitivo de San José de Ávila. Tomó el Hábito el 25 de Marzo de 1900 y Profesó el 3 de Mayo de 1901. Conservó siempre la Conventualidad del Carmelo de San José.

En el año 1923, siendo Supriora en Ávila, la Comunidad de Segovia, pidió ayuda al Carmelo de San José, y enviaron a la Madre. Allí la eligieron Priora y aquellas Hermanas, la recordaron siempre con cariño. En este Carmelo, surgió la llamada del Señor para fundar en Tánger: La Infanta Isabel de Borbón, hizo una visita a la Comunidad, y en el transcurso de la visita, les manifestó a las Religiosas, su alegría, por haber finalizado la guerra con Marruecos. En ese mo-mento, ella se sintió llamada a fundar un Carmelo en el África, en un ambiente Musulmán. Ella expresa sus motivaciones: “Que la Paz entre España y Marruecos,

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fuese firme y estable. Pedir por la conversión del mundo Musulmán y extender nuestra Santa Orden”. Este Proyecto fundacional, fue aprobado y bendecido por Ntro. P. General Guillermo de san Alberto, que visitó Segovia, en el año 1926. En el año 1928, el P. Bonifacio de la Sagrada Familia (director espiritual de la M. Teresa, antes de entrar en el Carmelo), la ayudó y la orientó. En esas fechas, él era el Provincial de Andalucía; fue también, Definidor General. La Comunidad de Cádiz, estaba necesitada de personal y éste Padre, envió a la Madre, al Convento Gaditano, para que aceptase el cargo de Maestra de Novicias. Ella obedeció dó-cilmente, dicho mandato.

ACERCÁNDOSE A MARRUECOS

Parece que los acontecimientos que se vivieron en aquellos años, iban preparando la Fundación. En España se proclamó la República. Comenzó la per-secución religiosa, quema de Iglesias, de Conventos y un etc., etc.... de desma-nes. El 11 de Mayo de 1931, La Madre Teresa de la Sagrada Familia, entonces Priora de Cádiz, tuvo que salir del Convento, con la M. Elena (Fundadora de este Carmelo), y el Sto. Noviciado, con intención de refugiarse en Gibraltar. La M. Ele-na y las Hermanas Carmen Teresa y Mª Antonia, regresaron a Cádiz, donde ya se extinguían las llamas.

El Vicario Apostólico de Ma-rruecos Fray José Mª Betanzos, con fecha 26 de Marzo de 1931, dio el solicitado permiso, para realizar la Fundación en esta iglesia de Tánger. La M. Teresa y las Hermanas. Ascen-sión y Mª Elisa (postulante), estaban decididas a embarcarse; mas no ha-bía llegado la hora, hubo que esperar que se estabilizase la “situación política”. Tánger era Internacional, y la Embaja-da de España era hostil y le repercutían los desagradables acontecimientos. Pru-dentemente el Vicario Apostólico las hizo esperar circunstancias más favorables. No pudiendo penetrar en Marruecos, siguieron las indicaciones del P. General y aceptaron la hospitalidad de la Comunidad de nuestras Hermanas Francesas de Cartago (Túnez). (Este Carmelo fue suprimido en el 1964, por el Presidente Bour-guiba). La M. Priora Cyprienne del Niño Jesús y todas las Hermanas, las recibieron con los brazos abiertos. La Hna. Mª Elisa de San Juan de la Cruz, tomó el Sto. Hábito y Profesó en Cartago, donde estuvieron 18 meses. Nuestra Madre Funda-dora, no tuvo problemas, porque hablaba y escribía correctamente el Francés, el Inglés y Alemán. Su padre era diplomático y la educaron Institutrices extranjeras.


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POR FIN TÁNGER

Ya en Tánger, compraron el terreno y edificaron el actual Convento. El tiem-po que duraron las obras, se hospedaron en el Colegio de las Religiosas Francis-canas Misioneras de la Inmaculada Concepción, primeras Religiosas que llegaron a Marruecos, en el 1883.

MONJAS QUE SE INCORPORARON A LA FUNDACIÓN

Hna. Teresa de Jesús y Hna. Mª Pilar de Sta. Teresa; las dos, Profesas Solemnes del Monasterio de Talavera de la Reina (Toledo). El Padre Provincial de Castilla, que fue martirizado en la guerra Civil Española, fue el que las acompa-ñó y trajo a Marruecos. La Hna. Mª Ángeles del Niño Jesús, profesa simple del Carmelo de Ponzano (Madrid). Y la Srta. María del Carmen Álvarez Montserrat, de 18 años, nuestra primera postulante, Hna. Mª del Carmen de la Stma. Trinidad. Poco después, vinieron las Hermanas Carmen Teresa de Ronda y María de Cristo de Bélgica.

INAUGURACIÓN OFICIAL

Con fecha 13 de Diciembre de 1934, fue Bendecida Solemnemente la Capilla Provisional y el Convento, por Fray José Mª Betanzos, Obispo de Gallípoloi y Vicario Apostólico de Marruecos, acompañado de su secretario Rvdo. P. José Ma López, más tarde Comisario Regular y vicario General del Obispado, que mostró gran cariño a la Madre Fundadora, hasta la muerte.

Por este Carmelo, pasaron varias Monjas, que nos edificaron con su virtud; mas, entre ellas, tenemos a Nuestra Madre Teresa de la Sagrada Familia, a la que le tocó vivir momentos muy difíciles en la vida. Pasó por pruebas y humillaciones; pero su gran virtud, la ayudó a superarlas. Se distinguió en la humildad, sencillez y obediencia. Muy amante de la pobreza, aprovechando al máximo su pobre ajuar, las alpargatas remendadísimas. Siempre laboriosa con sus escapularios y rosa-rios; silenciosa. De admirar eran esas virtudes, por tratarse de persona de familia noble. En la Comunidad fue Priora y Maestra de Novicias.

La M. Cyprienne del Niño Jesús (1890-1978), de la que ya hemos hecho mención, quiso acabar sus días en el África y en el ambiente Musulmán., donde había vivido. Por eso al cerrarse su Monasterio de Cartago, manifestó su deseo de trasladarse a nuestra Comunidad. Estuvo con nosotras 8 años, dejándonos una gran huella. Alma grande en su sencillez, inteligente, caritativa, con mucho sentido del humor y con un carácter maravilloso, para la convivencia. Murió con


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87 años, con la mente muy lúcida. Mucho se la quería, y cariñosamente la llamá-bamos “El Tesorito”.

La Hna. Mª Ángela de la Stma Trinidad (Luisa Farillas Vindel), nació en Logroño el 10 de Julio de 1884 y murió en Tánger el 15 de Marzo de 1954. Esta Hermana tiene una vinculación especial con el Carmelo de Lisieux . Ingresó muy joven en este Monasterio, y en el tiempo del Postulantado, contrajo una enferme-dad bronquial. La M. Inés, hermana de Sta. Teresita, la envió a las Buissonnetes, para su curación; pero a pesar del interés del Dr. Neele, ella no logró recuperarse. Volvió a España, quedando vinculada espiritualmente a ese Carmelo. Conoció a todas las Hermanas de Sta. Teresita. Y al salir del convento, ella que dominaba el francés, ya que era Profesora de la Normal de Navarra, tradujo al Español las Obras de Sta. Teresita.

En el Año 1940 ingresó en nuestra Comunidad, a los 56 años. Fue muy alegre, simpática y jovial. Sus temas interesantísimos en las recreaciones. Cono-ció personalmente a la Hna. Angélica di “Montoi”. Las dos escribían en una Revis-ta Francesa. Ella con el seudónimo “Lirio de Castilla” y la otra, “Rubí de Oriente”.


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ÚBEDALA PURÍSIMA CONCEPCIÓN

M O N A S T E R I O S • L a P u r í s i m a C o n c e p c i ó n

Siendo Prior de los P.P. Carmelitas de Úbeda el Padre Fernando de la Ma-dre de Dios (Ortega), no se conformaba que no hubiese un monasterio de monjas Carmelitas Descalzas, en la Ciudad, que había sido, testigo de la muerte de Ntro Santo Padre San Juan de la Cruz.

Trató con su prima Doña Jerónima Enríquez de Carvajal de la posibilidad de fundarlo ella. Aceptó Doña Jerónima y una vez, decidida la fundación ella mis-ma se trasladó a Sevilla en busca de la Madre Ana de la Encarnación (Arbizo) que fue la primera priora de esta casa. Al pasar por Granada, se les unieron María de la Cruz (Machuca), y una joven postulante que se llamaría Ma de la Paz. De Beas trajeron a la Madre María del Sacramento y Ana de la Madre de Dios y de Sabiote una hermana de velo blanco que también se llamaba María del Sacramento.

Llegadas a Úbeda, se dio mucha prisa la Madre Ana para que se fundase el convento ese mismo día, el 7 de Junio de 1595, a las 2 de la madrugada, pues el entonces Obispo de Jaén Don Francisco Sarmiento de Mendoza que había dado la licencia de palabra, murió ese mismo día a las 11 de la mañana, parece ser que la Madre Ana había tenido revelación de que así iba a suceder, y fue provi-dencial, pues su sucesor Don Sancho de Dávila difícilmente hubiera admitido la fundación.

El convento se puso bajo la advocación de la Purísima Concepción.Fue difícil para las monjas vivir en aquella primitiva casa situada en la Par-

roquia de Santo Tomás por la pobreza de medios económicos y las continuas in-tromisiones de Da Jerónima. Para poder conservar su paz y la observancia regular se trasladaron a otra casa en el barrio de San Lorenzo, con el consiguiente dis-gusto de su benefactora que le retiró completamente su ayuda dejándolas en ex-trema pobreza. Esta casa resultó ser muy insana para las monjas, que, además, tuvieron un largo pleito por pertenecer la casa al Santo Oficio.

Finalmente el 18 de Julio de 1608 se trasladaron definitivamente a la calle Montiel. Se encontraron sin dinero para comenzar la edificación, cuando Dios dis-puso la entrada en el Carmelo Reformado de una familia completa perteneciente a la nobleza.

Se trataba de Dona Catalina María Serrano nacida en Úbeda, viuda de Ruiz Díaz de Málaga. Muerto su marido en Valladolid, quiso enterarlo en alguna Iglesia de Úbeda, y al enterarse la Madre Priora de las Carmelitas le ofreció la

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suya en proyecto y el patronazgo de la misma. Dio las gracias la ilustre viuda y se reservo la respuesta, pero al cumplir su hija 15 años convinieron entrar las dos en este monasterio. Su hijo Rodrigo había tomado el hábito en los Mártires de Gra-nada. Dieron de dote 5000 ducados y la madre se comprometió a dar otros 1000 de renta mientras viviera, con esto se pudo construir el convento y la capilla.

La Iglesia comenzó a construirse el día anterior a la Visitación de la Santísi-ma Virgen del año 1665, siendo la primera donación que se recibió de 120000 pesos enviados desde Paris por Doña María de Molina camarera de María Teresa de Austria esposa de Luís XV. Esta señora continuó desde Paris mandando al-gunas limosnas para nuestra Iglesia, pero nunca tuvieron las monjas suficiente dinero para concluir las obras, y no se pudo terminar hasta 1673.

Los retablos se hicieron en 1690 pero no tenemos noticia de cuando se pintaron los frescos y el decorado.

En 1936 nuestra Iglesia fue profanada y se perdió casi todo su ajuar.Como monjas más destacadas podríamos enumerar bastantes, resaltan-

do en virtudes humanas y místicas la Madre María de la Cruz (Machuca) hija es-piritual de San Juan de la Cruz, quien le dio el hábito en Granada, gran escritora, cuyos libros manuscritos se conservan en este convento. Las Venerables Madres Gabriela de San José también granadina y escritora y Juana de San Jerónimo natural de Úbeda, ambas contemporáneas y cuyos cuerpos incorruptos los ven-eramos con devoción y decoro en nuestro monasterio.

La Madre Catalina de la Santísima Trinidad y su hija Catalina María de Jesús que murió a los 23 años con fama de santidad.

Nuestro convento pertenece a la Federación antes Asociación desde su inicio.

M O N A S T E R I O S • L a P u r í s i m a C o n c e p c i ó n

Memoriadel Pasado

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Veinticinco años de existencia más el periodo de gestación, son dignos de recordar y volver a los comienzos con nostalgia y gratitud.

Empecemos por aquel lejano Mayo del año 1982, cuando la criatura vio la luz por primera vez, en esa bendita ciudad de Málaga con esa agua azul del Mediterráneo, donde también yo, gocé por vez primera de esa belleza que me inundó el alma de la inmensidad y grandeza de Dios.

Serán muchas las primeras veces que voy a enumerar, pues todo era para mí nuevo y primero; tenía juventud, ilusión y ganas de hacer algo que mereciera la pena; allá que voy yo a la primera Asamblea convocada, donde por primera vez, conocí a muchas y venerables hermanas de otras comunidades, gocé de verlas y conocerlas. Todas íbamos con un denominador común, es decir, saber y enterar-nos, qué era una Asamblea de la Asociación, elegir Presidenta y Consejo.

Mucha información nos dieron sobre el tema; íbamos con un corazón limpio de prejuicios, sin conocer a ninguna, pero abiertas a colaborar al bien y aportar nuestro granito de arena. Todo pareció marchar sobre ruedas, con un programa y proyecto digno de llevar a nuestras comunidades y deseando llegar a casa para transmitir experiencias vividas.

Pasó el tiempo y nueva asamblea; esta vez en el Puerto de Santa María, también allí gocé de la grandiosidad del mar donde se unen Mediterráneo y Atlán-tico, no me cansaba de ver la grandeza de Dios, me ensimismaba viendo sus olas ir y venir desde la ventana de la habitación. Otro detalle no menos importante fue el gozo de la liturgia llena de esplendor llevada por el P. Carlos, director; no podía esperarse otra cosa: antes, que todo saliera y se realizase super bien.

Y así, otra y otra sucesivamente, experiencias irrepetibles. Caí en la cuen-ta de que aquella niña de Málaga en pañales, iba creciendo y haciéndose ado-lescente y adulta, al unísono como toda organización compuesta de personas, también iba creciendo entre luces y sombras entre alegrías y penas, entre difi cul-tades y aciertos y es que las personas que la formamos somos limitadas, a pesar de nuestra buena voluntad e intenciones rectas, a veces nos traiciona la buena voluntad, y no todo, lo vemos todas con los mismos ojos, ni le damos todas el va-lor que contiene, baches normales, caídas que nos hacen crecer sin duda cuando la fe la tenemos viva y sin intereses personales, pero hay más, muchísimas más cosas buenas. ¡No olvidemos! Aquella reunión de jóvenes aquel curso interfederal tan fructuoso para todas ellas, cursos llenos de vida, cursos de prioras inolvi-dable, curso interfederal de formadoras tan denso en vivencias y experiencias, no caíamos en la cuenta de que aquello tenía vida donde se iba formando una Federación (entonces tan sólo Asociación); cada Presidenta tenía nuevas ideas,

Breves Recuerdos de la Federación de Andalucía

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hacía algo distinto para estimularnos y sentirnos Federación, felices bodas de oro, de plata, profesiones, etc., compartidas y vividas, acercamiento de las hermanas que la formábamos, ilusiones no sólo juveniles, sino también de personas madu-ras, gozábamos y nos hacíamos presentes con pequeños regalitos mandados con cariño y amor fraterno, vivíamos del vino nuevo.

Y llegamos a la edad adulta, declarada mayor de edad de la Federación, los 25 años cumplidos; volviendo la vista atrás de nuestros recuerdos desde los comienzos nos damos perfectamente cuenta, ¿qué es la Federación? ¡pobres Presidentas y pobre Consejo! Todas han hecho y siguen haciendo mucho, cada una con su estilo y carácter propio, ni mejores ni peores, distintas, cada una lo mejor que pudo y supo, no cabe la menor duda, lo que pasa es que las comuni-dades somos a veces las cortapisas y ponemos los impedimentos para no dar pasos y avanzar en el camino emprendido. Yo puedo deciros que desde la primera Asamblea hasta el momento actual, no me equivoco al decir que se han dado mu-chos pasos hacia delante, se han logrado muchas cosas buenas, dignas de loar, a pesar de sus grandes inconvenientes, lo importante, no son las cosas, somos las personas que formamos la Federación, y en esto hemos avanzado mucho, nos co-nocemos, nos ayudamos dentro de nuestras posibilidades, compartimos alegrías y penas no solo intercambiamos pareceres y opiniones, también compartimos bienes materiales en momentos difíciles ¿no es esto ser Federación?

Aún nos queda mucho por andar, lo importante es no pararse, avanzar con pequeños pasos, ir construyendo o sembrando, alguien recogerá la cosecha, no nos preocupe tanto el recoger como el sembrar, acuérdense “al ir iba llorando...” estar siempre abiertas a las necesidades de nuestras hermanas ¿os parece poco el camino andado? Para mí es mucho, muchísimo, pues que nuestros fallos y aciertos podamos comunicarlos a las generaciones jóvenes y ellas puedan seguir avanzando sin difi cultades, porque las mayores hemos sido capaces de dejarles un camino abierto y bien abonado. Es lo que deseo de todo corazón...

Ana Mª de Jesús(Úbeda)

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Este es mi testimonio personal sobre la Federa-ción: la he visto crecer de bien en mejor.

He de confesar con toda verdad: cuando salí elegida consejera en aquel Primer Consejo yo me sen-tía entre las hermanas que lo formaban muy pequeña y pobre; pero a medida que iba descubriendo la sabidu-ría y grandeza del Grupo, incluido el P. Asesor, recibía lecciones no escritas en los libros, porque eran vida; me sentía orgullosa, pues toda esa riqueza me perte-necía como a miembro de una misma familia.

DE BIEN EN MEJOR

Fue para mí un Consejo muy rico en amor y unión, y a la vez respetuoso de la autonomía de los monasterios. Y lo he ido experimentando a lo largo de estos veinticinco años con todos los Consejos.

Gracias hermanas queridas por todos los sacrifi cios y esfuerzos que ha-béis hecho y estáis haciendo.

Mi experiencia en los últimos cursos me ha llenado más que nada: la unión entre mayores y jóvenes. He visto futuro para nuestra Federación.

¡Adelante! Sois fuertes, cómo dijo S.S. Juan Pablo II. Sí, en vuestras ma-nos está el crecimiento y fi delidad a nuestro carisma. El Señor nos bendecirá con nuevas vocaciones.

Mª Ángeles de Jesús Linares

Uno de los mejores recuerdos de mis años juve-niles carmelitanos, fue el comienzo de nuestra Federa-ción, entonces Asociación.

Vivida así, como “pueblo de Dios”, sin respon-sabilidades, vi como se echaba a rodar, tímidamente al principio, como un niño que da sus primeros pasos, pero con buenas “nodrizas” (léase Presidentas) que supieron irle dando en cada momento el alimento ade-cuado.

¡GRACIAS! FEDERACIÓN VIRGEN DEL CARMEN

niles carmelitanos, fue el comienzo de nuestra Federa-ción, entonces Asociación.

sabilidades, vi como se echaba a rodar, tímidamente al principio, como un niño que da sus primeros pasos, pero con buenas “nodrizas” (léase Presidentas) que supieron irle dando en cada momento el alimento ade-cuado.

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Tuvimos la gran suerte de que la primera Asamblea se celebrara en Má-laga, por lo cual vimos pasar por nuestra casa un montón de hermanas a las que sólo conocíamos de nombre ¡por fi n esos nombres tenían caras! Eso hizo que se ensancharan nuestro corazón y nuestros horizontes, que no nos encerráramos en el pequeño mundo de nuestro Carmelo, ya que la familia llegaba mucho más allá....

A la tercera Asamblea me consideraron “mayor de edad” y pude asistir. ¡Cuál no sería mi sorpresa, cuando un buen número de hermanas a las que no había visto nunca, me “conocían” sólo por haber escrito en el Boletín! Y así me encontré en un ambiente de cariño, de unión, de confi anza... y empecé a palpar lo que era la Federación por sus frutos. Comprendí lo que pretendían quienes nos orientaban por ese camino, en el que también, es verdad, teníamos que hacer un recorrido de amor, de confi anza, de comprensión, de respeto; y me hice una “forofa” de la Federación. Procuraba participar en todo lo que esta proponía (eso lo había visto siempre en mi comunidad), transmitir a mis hermanas lo bueno que veía en los encuentros, cursos, consejos y queriendo contagiarles mi ilusión.

Debo mucho a nuestra Federación, aunque la deuda más grande es: el cariño de tantas hermanas; el conocimiento de personas entrañables de las que tanto aprendí; y el enriquecimiento que supuso el trato con otras comunidades.

Han pasado 25 años y ¿qué pienso ahora? Creo que necesitamos a la Federación más que nunca y me vienen a la memoria unas palabras de S.S. Bene-dicto XVI del discurso en la Vigilia de Clausura del V Encuentro de las familias:

“Los desafíos de la sociedad actual, marcada por la dispersión que se genera sobre todo en el ámbito urbano, hacen necesario garantizar que las familias no estén solas. Un pequeño núcleo familiar puede encontrar obstá-culos difíciles de superar si se encuentra aislado del resto de sus parientes y amistades. Por ello la comunidad eclesial tiene la responsabilidad de ofrecer acompañamiento, estímulo y alimento espiritual que fortalezca la cohesión familiar, sobre todo en las pruebas o momentos difíciles”

Creo que sobran los comentarios. No podemos caminar en solitario ni los tiempos están para ello. Aplicando a las pequeñas familias que hoy son nuestras comunidades, las palabras del Papa, vemos que la Federación puede darnos: “acompañamiento, estímulo y alimento espiritual”

Agradezco una vez más a la Federación todo lo bueno recibido de ella y pido a la Virgen, que siempre anda entre nosotras, haga fuertes los lazos que nos unen para que nuestra Federación sea de verdad “la Familia de familias que todas deseamos” (Proyecto trienal )

Mª Jesús de la Trinidad, c. d.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Ya es sabido de todos que los veinticinco años de cualquier acontecimiento im-portante de la vida constituyen una fecha señalada, a la que el pueblo, con gran acierto, ha “bautizado” con el nombre entrañable de BODAS DE PLATA. Efectivamente, el paso de esos años que ya han transcurrido, invita a la alegría de ver su permanencia, y también a echar una mirada hacia atrás para hacernos conscientes de sus logros o de sus fallos.

Pues bien, nuestra “Federación Virgen del Carmen de Andalucía”, que este año del Señor 2.006 alcanza esa memorable fecha, también celebra la efemérides en todos sus Monasterios, dando gracias a Dios por esos 25 años vividos día a día en este “nuevo estilo de hermandad” que diría nuestra Santa Madre. Cada Monasterio y cada hermana, particularmente recuerda con gozo, esos años de gracia que la Iglesia, Nuestra Madre, nos regaló con las Federaciones, cuando allá por los años 50 del siglo pasado, Su Santi-dad Pío XII, de feliz memoria, publicó la Constitución Apostólica “ Sponsa Christi”

Todas sabéis, que en esos años yo pertenecía a la Comunidad de Lucena, por lo que mi recuerdo agradecido tiene que ser de lo vivido en ese Carmelo lucentino, en

FEDERACIÓN. 25 AÑOS

lo que mi recuerdo agradecido tiene que ser de lo vivido en ese Carmelo lucentino, en el que hasta el nombre del lugar donde se encuentra ya evoca luz.

En aquellas fechas, la Comunidad, joven y fl oreciente, con gran espíritu teresiano, acogió con ilusión como verdaderas hijas de la Iglesia, la deci-sión de la Santa Sede de emprender la renovación de la vida religiosa. Es así como, la entonces Priora M. María de San José y la M. Carmen de Santa Teresa, Maestra de novicias, asistieron a la primera reunión o Asamblea de Prioras y Delegadas, convocada en Sevilla el año 1953 por el P. Claudio de Santa Teresa, nombrado Delegado Apostólico con este fi n de es-tudiar, tanto la “Sponsa Christi como los “Estatutos Generales de las Monjas” y la “Instrucción para llevar a la práctica dicha Constitución, que son los primeros documentos ofi ciales donde la Iglesia recomienda las Federaciones. Por entonces todo quedó en silencio, tal vez por un temor generalizado a que las Federaciones llevaran con-sigo un gobierno central con sus Madres Generales, Provinciales, etc. cosa tan distinta de lo que era y es el Carmelo. Había que esperar que con el tiempo fuera madurando el asunto, como efectivamente ocurrió al paso de los años, hasta que en 1981 la Santa Sede aprobó los Estatutos de lo que entonces fue “Asociación Virgen del Carmen”, de Carmelitas Descalzas de Andalucía. Lucena acogió con gozo el ver hecho ya una reali-dad este acontecimiento, que ya llevaba tantos años deseándolo, y se adhirió a él con

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entusiasmo, tratando desde el primer día de hacerlo vida propia, ya también según las normas del Concilio Vaticano II. La Comunidad de Lucena fue una de las primeras que formaron la Asociación. Y cuando ya ésta había empezado su andadura, en la II Asam-blea, año 1985, la M. Priora, Magdalena de Santa Teresita, fue elegida 2ª Consejera y Secretaria del Consejo presidido por la M. María Asunción, de Jaén. Por su parte, la Comunidad seguía su marcha con interés y cariño. Gozaba con la comunicación entre los Monasterios y con el ir conociéndonos, poco a poco, unas a otras, cosa que antes era casi nula. Cuando se organizaron los cursos de formación, los seguíamos por medio de las cintas que los grababan y lo mismo los demás trabajos, asambleas, etc. que se iban sucediendo.

El año 1987 fue en Lucena el curso para bibliotecarias, en el que pudimos disfru-tar durante varios días de “la compañía de las hermanas“. También tuvimos la visita de uno de los Consejos, con la alegría de sentirnos hermanas de verdad. El Boletín “Enlace” nos entusiasmaba, compartiendo experiencias caseras y creando nuevos vínculos de amor fraterno y el deseo de ayudarnos, al menos con la oración, si no era posible de otro modo.

Todo esto vivido con sentido de Iglesia y como expresión de la Voluntad del Se-ñor, hizo que la Comunidad de Lucena viviera feliz la Renovación que la Iglesia pedía a las Religiosas en general y a nosotras, dentro de nuestro carisma carmelitano-teresiano. Y puedo asegurar que dentro de las limitaciones humanas, éste fue el ambiente gozoso vivido en Lucena, desde que nuestra, antes Asociación y después Federación “Virgen del Carmen”, empezó a existir.

Por todo ello, creo que el Carmelo de Lucena, como uno de los Carmelos funda-dores, puede ocupar un buen sitio en la Memoria Histórica de nuestra Federación, en esta Efemérides memorable de sus Bodas de Plata.

Lamentablemente en los últimos, muy pocos años, este Carmelo (que no la Co-munidad que vivió siempre en él), ha empezado a seguir un derrotero distinto. Designios de Dios. Pero ahí queda la raíz. Y al árbol se le pueden talar las ramas y cortar el tronco, pero la raíz siempre brotará. Los designios de Dios, siempre inescrutables, son designios “de paz y no de afl icción”.

Desde este Carmelo de San Fernando, donde lo vengo experimentando, en nom-bre de la Comunidad que siempre fue Lucena, y unida a ésta mi Comunidad isleña y a todas las hermanas de la Federación, doy las gracias al Señor por estos 25 años de vida que le ha concedido, por los logros conseguidos en su andadura de cada día y le ruego que nos siga ayudando para que dentro de nuestra pobreza, podamos seguir caminando siempre “de bien en mejor“ según la mente de Nuestra Santa Madre Teresa de Jesús.

Un abrazo a cada una y ¡FELICES BODAS DE PLATA!

Luisa de la Cruz. San Fernando

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Me han solicitado una colaboración con motivo de los 25 años de nuestra Federación. Es una fecha importante para expresar la experiencia que, durante este tiempo, hemos vivido, posibilita-da por el nacimiento de una estructura que no exis-tía y que, al organizarse como vida y acción, le ha dado a nuestros Monasterios una dinámica distinta de apertura a otras realidades.

BODAS DE PLATA DE LA FEDERACIÓN“VIRGEN DEL CARMEN”

CARMELITAS DESCALZAS DE ANDALUCÍA

Me han solicitado una colaboración con motivo de los 25 años de nuestra Federación. Es una fecha importante para expresar la experiencia que, durante este tiempo, hemos vivido, posibilita-da por el nacimiento de una estructura que no exis-tía y que, al organizarse como vida y acción, le ha dado a nuestros Monasterios una dinámica distinta

Agradecer a Dios esta importante decisión de compartir en una Iglesia que, desde el Vaticano II, se ha defi nido a sí misma como Pueblo Santo, llamada a ser Ico-no de Dios Uno y Trinidad, viviendo en la Comunión para la única Misión de anunciar el Evangelio a todas las gentes, no sólo con el anuncio explícito de la Buena Noticia, sino con el testimonio de vida en la unidad que exige concreciones para hacerla visi-ble. Y a esto nos tenemos que sentir llamados en nuestra Vida Contemplativa: a vivir y potenciar una espiritualidad de Comunión.

Valorar este paso que ha de ir a más no sólo porque lo demanden las nece-sidades de nuestros tiempos, sino como exigencia de vivir nuestra fe, sin perder lo genuino de nuestra llamada a “estar con EL”, pero con la persuasión de que somos la Iglesia de Jesús que ha de hacerlo presente en nuestro mundo donde tenemos que ser Luz y Sal.

Comprometernos a purifi car lo necesario y potenciar todo lo bueno que hemos ido descubriendo en estos veinticinco años de gracia del Señor.

Creo que al iniciarse este camino de la Federación rompimos una trayectoria que pesaba mucha en nuestro devenir y que más de un Convento veía con recelo. Se pensaba que los Conventos perdían la autonomía e independencia que hasta en-tonces habían gozado. Esta sospecha no resultó ser real, gracias a Dios. Porque las Comunidades, sin perder lo propio, se abrieron a una colaboración plasmada en Re-uniones, Cursillos, Asambleas, Cursos de Formación... El estudio conjunto y tantas acciones compartidas nos han llevado al conocimiento mutuo, a compartir problemas y esperanzas, y a un enriquecimiento que hoy podemos constatar. El fruto de todo ello es el sentirnos más en comunión por eso de que a mayor conocimiento mayor cariño.

La Federación nos ha ayudado a abrirnos al diálogo, a los proyectos comunes, a repensarnos la fi delidad a nuestro carisma en estos tiempos recios donde la falta de

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vocaciones y el poco aprecio por la vida contemplativa, aún dentro de comunidades cristianas bien formadas, nos rodea. Romper muros que separan es un signo de los tiempos más en consonancia con el espíritu postconciliar.

El Diálogo propiciado nos ha dado un nuevo rostro de familia, en ese espíritu, querido por nuestra Santa Madre, de ser “familia de familias”, donde nada nos es extraño y donde nos respetamos en nuestra propia identidad. La cercanía y la trans-parencia en nuestra relación son actitudes que nos hacen más abiertas y receptivas a todo lo bueno que hay en las demás y a dar gracias por ello, valorando todo lo constructivo.

Hay que salvar siempre la disponibilidad en todas para crecer en colaboración y comunión: las cosas pequeñas ya se hacen como caminos para llegar a otras de mayor compromiso y que tan bien recoge el Proyecto Trienal último (2003-2006): el fomento del aprecio entre las comunidades, con el conocimiento fraterno y la cercanía desde el diálogo, favoreciendo la formación de todos los miembros para una adecua-da preparación espiritual e intelectual y prestándose la ayuda que sea posible en distintas situaciones de necesidad o compartiendo conocimientos o recursos a nivel de liturgia, trabajo, ejercicios espirituales...

Cierto que no es fácil otros objetivos de mayor calado y de necesidad: vivimos, desde hace años, una sequía preocupante de vocaciones. Y, en tiempos pasados, las carencias de recursos económicos nos difi cultaban para vivir con cierta holgura y para poder mantener en pie las instalaciones de los edifi cios. No ha de faltar, aun-que no sepamos como plasmarlo en concreto, esta disponibilidad al intercambio de religiosas en los Conventos que lo necesitaran de forma temporal o defi nitiva. Al igual que ha de estar presente en todas la atención a las necesidades económicas para hacer real y práctico el principio de Cristo de vivir teniendo un solo corazón y una sola alma. Estos dos objetivos tienen mucha difi cultad en su consecución, pero no deben descartarse de la refl exión y del deseo.

Creemos que nos hemos enriquecido todas las Comunidades con la Federa-ción. Y esperamos que, como todo lo humano, se vaya perfeccionando y purifi cando.

Nosotros sentimos vuestra cercanía en los momentos duros que vivimos. Es el apoyo que se siente de la propia familia que se hace presente, anima, comparte, reza y hace suya las situaciones varias de la vida: alegrarse con los que se alegran, gozar con los gozos... Sentimos vuestro cariño, desde la cercanía y el respeto por lo que damos las gracias a Dios y a las hermanas. Vivimos así lo que es el corazón del Evangelio que nos ha enamorado: Dios es amor en Jesucristo hasta el extremo. Y todo el que ama nace de Dios, porque Dios es Amor.

Mª Luisa de la NatividadTalavera la Real

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Esta comunidad de Badajoz lleva 13 años incorpo-rada a la Federación y se nos pide con motivo de las Bodas de Plata una refl exión en voz alta sobre lo que ha sido para nosotras esta pertenencia a la misma.

Como la Federación ya llevaba unos años de rodaje y experiencia, el hecho de que nosotras no estuviésemos integradas desde el principio, estábamos abiertas a todas las refl exiones y opiniones que ya se iban vertiendo sobre la novedad de la misma.

La verdad es que nosotras antes de pertenecer a la Federación nos sentíamos ya cercanas y viviendo las

BODAS DE PLATAFEDERACIÓN VIRGEN DEL CARMEN

CD. DE ANDALUCÍA

rada a la Federación y se nos pide con motivo de las Bodas de Plata una refl exión en voz alta sobre lo que ha sido para nosotras esta pertenencia a la misma.

y experiencia, el hecho de que nosotras no estuviésemos integradas desde el principio, estábamos abiertas a todas las refl exiones y opiniones que ya se iban vertiendo sobre la novedad de la misma.

la Federación nos sentíamos ya cercanas y viviendo las inquietudes como si estuviésemos dentro de ella. Nos ofrecieron ayuda y apoyo en todo momento, por diversas circunstancias que estaba pasando la comunidad y esta presencia de la Federación acentuó en nosotras el deseo de agilizar cuanto antes todos los medios para enriquecernos con lo que otros conventos veíamos que ya estaban viviendo.

Esta evolución y transformación en la comunidad fue progresivamente generándose , de modo que la solicitud de integrarnos en la asociación, hoy ya Federación, fue unánime y esperanzadora en la comunidad confi ándolo siempre en la oración, como un bien querido y urgido por la misma Iglesia.

Después de estos años de experiencia dentro de ella, vemos que ha sido una riqueza superior a lo que nosotras habíamos pensado por la intercomuni-cación, formación, dialogo y conocimiento que nos ha dado de las demás comu-nidades a las que estábamos unidas espiritualmente por nuestro carisma, pero al contacto y cercanía personal nos ha unido más fraternalmente; sintiéndonos todas en la Federación como una gran familia que camina con los mismos de-safíos, compartiendo los mismos gozos, sufrimientos y alegrías de cada uno de los miembros.

Desde estas líneas agradecemos de todo corazón a las Presidentas tan-tos detalles de cariño y generosidad para con nosotras, empezando por María Victoria, Inmaculada y Mercedes María.

Gracias por TODO.Vuestras Hermanas de Badajoz

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Recordando mi experiencia de los albores de la Federación me he trasla-dado al año 1977 en que, empezando mi andadura como Priora, en el mes de Septiembre, la primera carta de Familia recibida en aquel inicio fue la que es-cribió el Padre Provincial Fray Antonio José de Torres, convocando a las Prioras a la Reunión que iba atener lugar en Córdoba (Convento de Nuestros Padres) los días 20 al 22 de Octubre de aquel año.la Reunión que iba atener lugar en Córdoba (Convento de Nuestros Padres) los

Se trataba de poner en marcha un ante-proyecto de Estatutos para lo que se quería que fuera la futura Asociación (después Federación) de Monas-terios en nuestra Provincia de Andalucía.

Era una idea que a nosotras nos alegraba mucho por la esperanza de que se estrecharan los vínculos entre nuestras Comunidades, respondien-do, por una parte a lo que la Iglesia nos venía propo-niendo desde Pío XII en 1953, y, por otra, al deseo de hacer realidad en nuestro momento algo que estuvo en el corazón de nuestra Santa Madre y que funcionó en los Monasterios que ella fundó desde el principio.

La experiencia de aquella reunión de Prioras en Córdoba me abrió los ojos al conocimiento práctico de que en las venas de todas nosotras corría la misma sangre teresiana, y, aunque alguna lágrima me costó el tener que pernoctar (por primera vez) fuera de mi “nido”, volví feliz, con la alegría de haber empezado a dar los primeros pasos en un camino que, la esperanza me aseguraba, nos llevaría lejos; como efectivamente nos está llevando, impulsadas y conducidas por el Es-píritu Santo que nos ha hecho crecer en Comunión.

Pasaron unos años desde aquel encuentro de Prioras en Córdoba, que en nuestra Comunidad lo trabajamos con reuniones comunitarias. Y el grano que había sido sembrado en el surco empezó a dar fruto con el nacimiento de la Asociación en Málaga el año 1982.

Esta fue otra experiencia rica para mí, siempre en el sentido de búsqueda de comunión, y “haciendo camino al andar”, según dicen los versos de Antonio Machado.

Han sido muchas las veces que volví a participar en Asambleas, Encuen-tros de Formación, incluso en Reuniones del Consejo en el 2º Trienio de 1985 a 1988, lo que hizo posible que conociera a muchas hermanas y compartiera con ellas momentos de gozo, y, ¿por qué no?, alguna vez los confl ictos que son provi-denciales para ayudarnos a crecer y a desdramatizarlos ayudadas por la doctrina de nuestra Sta. Madre con el “Nada te turbe, nada te espante...”

MI EXPERIENCIA

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Fue preciosa también la experiencia de haber visitado 15 Monasterios cuando cogían al paso al ir a los Encuentros o las Reuniones del Consejo celebra-das en alguno de ellos y con tal motivo, además de compartir con la Comunidad que nos acogía, se visitaban los más cercanos, constatando siempre que se hacía realidad el “ECCE QUAM BONUM, ET QUAM JUCUNDUM HABITARE FRATRES IN UNUM”.

Ayudadas por la Federación crecimos también en preocupación por la Formación adaptando el horario para dejar las tardes libres y dedicarlas a pro-fundizar en el estudio de temas esenciales para nuestra vida, cuidando también de aprovechar otros medios de Formación, participando desde el principio hasta el presente en los Cursos organizados por la Federación y renovando siempre el objetivo de la Formación: Confrontar cómo nuestra vida crecía en coherencia e intimidad con el Señor y fraternidad entre nosotras.

Bendigo al Señor por estos 25 años de andadura de la Federación y por todo lo que ha aportado a nuestras vidas.

María del Espíritu SantoMonasterio de San José. Sanlúcar la Mayor.

Después de tantos años, ¿cómo empezar a recordar lo vivido en este tiem-po de caminar con la Federación? Sólo puedo hacerlo en líneas muy generales.

Hablo sólo de mi experiencia: desde el principio acogí la “Asociación” con ilusión y esperanza. Era la Iglesia la que nos lo proponía y pedía, y es el Espíritu quien la lleva... Algo quería hacer en nuestras comunidades, en nuestras vidas.

RECORDANDO

Poco a poco, a través de las Asam-bleas y cursillos hemos ido recibiendo mu-cho: primero, conociéndonos las distintas comunidades; y con el mayor conocimiento surgía el compartir experiencias. Ha sido muy bueno y práctico para todas y a la vez crecía un verdadero aprecio y cariño, respe-tando siempre las diferencias normales en-tre las comunidades.

Los padres han sido verdaderos compañeros en nuestra andadura como Fe-deración, por su palabra y también por su

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colaboración para hacernos los viajes más fáciles, llevándonos y acompañándo-nos, incluso con sacrifi cio de su tiempo. Su presencia en los distintos encuentros ha sido una verdadera riqueza. No se pueden olvidar las de N. P: Felipe Sainz de Baranda y N. P. Camilo Maccise, que dejando sus muchas ocupaciones nos atendían. Hemos recibido mucho de ellos, siempre cercanos, con gran interés de llevarnos a lo que hoy el Espíritu pide a la Iglesia. Todo ha contribuido a una unión más fuerte con ellos, a valorar la vocación que nos une y el carisma de nuestros Santos Padres que tanto nos hermana.

Algo muy importante ha sido, además, el ayudarnos a valorar la formación permanente en comunidad y en particular, y esto es una gran riqueza para el espíritu y para la vida. Es algo muy necesario para ser capaces de caminar con los tiempos, acogiendo lo bueno, lo que realmente nos ayude a profundizar y vivir mejor nuestra vocación y carisma.

He gozado y sufrido con la Federación, doy gracias por lo mucho bueno que ha aportado a mi vida, abriéndola a dimensiones y horizontes que me ayudan en todos los aspectos. Quiero expresar mi gratitud a las hermanas que en estos años fueron responsables de “llevar las riendas”. Sé que cada una ha dado lo mejor de sí, haciendo posible su trayectoria hasta llegar a estos 25 años.

Mercedes de la Stma. Trinidad Granada

Mirandoal futuro

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Estos años pasados, primero como Asociación después Federación, han sido muchas las vivencias personales y comunitarias que hemos tenido juntas, un sin fi n de proyectos de ilusiones y de esperanzas.

La Federación ha sido un acierto, divino y hu-mano. Divino porque no entendemos la acción humana por si misma como tal, antes va siempre acompañada de la Gracia. Y humano porque esta familia que forma-mos las hijas de Teresa de Jesús ha sabido interpretar los signos de los tiempos que nos pedían, sin duda, un

VEINTICINCO AÑOSDE VIDA Y ESPERANZA

acercamiento más profundo entre nosotras mismas con vistas a afrontar los años venideros.

Serían algunas las ventajas que podría enumerar acerca de lo que ha signifi cado la Federación en todos estos años, pero solo me detendré en dos de ellas, quizás interesantes en cuanto que han supuesto una renovación en nuestra forma de entender la puesta en práctica del carisma teresiano.

Por una parte, la Federación ha permitido que entre nosotras surjan la-zos de verdadera amistad y fraternidad que antes, quizás por vivir más independi-entemente, no existían. Hoy podemos afi rmar que nuestro conocimiento mutuo es mayor que hace 25 años. Si la oración es tratar de amistad con Dios, una buena forma de hacer crecer esta amistad y por consiguiente, nuestra vida de oración, es profundizar en el cariño y el respeto entre nosotras mismas.

Por otra parte hemos tenido una oportunidad extraordinaria para nuestra formación, muy necesarios para el crecimiento y maduración tanto per-sonal como comunitaria.

Gracias a la Federación nos sentimos todas más unidas y sobre todo con un horizonte por delante de expectativas y quehaceres que sin esta gran comunidad que formamos sería muy difícil llevar adelante.

Adriana del Niño Jesús.

Úbeda

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Conocer el Carmelo ha sido, de por sí, un descubrimiento fascinante del valor único de la per-sona tal como Dios lo ha revelado en Cristo.

Toda la experiencia existencial de Teresa de Jesús y de Juan de la Cruz, y de todos aquellos que han seguido su camino, no es más que la explicita-ción actualizada de la revelación y, por esto mismo, una motivación sufi ciente para caminar siguiendo las huellas del Maestro.

Según el deseo y la intuición de Teresa, nuestras comunidades son pequeños reductos de

UN DESCUBRIMIENTO FASCINANTE

contemplación y hermandad en donde ha de manifestarse el Amor como única y suprema Regla de vida.

Por eso, vivir, o intentar vivir, la comunión entre Comunidades es para mí el enriquecimiento de esta experiencia que trae consigo, no sólo el crecimiento y maduración personal, sino también el incontestable testimonio de Amor y Unidad que los cristianos estamos llamados a dar en un mundo dividido e individualista.

Es esta la única forma de no caer en la tentación del encerramiento como salida fácil a los miedos ante lo desconocido. Es decir, no sólo a nivel formativo intelectual de claridad de conceptos, reporta una gran ganancia; sino también en el hecho de compartir la vida con hermanas que viven realidades diferentes a la mía, pero desde ahí, y con todas sus difi cultades reales, afrontan la vida carmeli-tana como un camino de búsqueda continua de la voluntad de Dios.

En este sentido, la Federación ha sido un apoyo y un aliciente en mi an-dadura carmelitana, pues a través de los cursos de formación se me han abierto espacios de diálogo y conocimiento de otras hermanas.

Por otro lado, pienso que todavía queda mucho camino por recorrer, y esto, lejos de desanimarme, me alienta a seguir luchando por encontrar vías de solución a los problemas que viven nuestras comunidades actualmente. Creo que sólo desde la unión de esfuerzos, desde la destrucción de barreras que nos se-paran y alejan unas de otras, es posible, encarar el futuro con esperanza. Nadie tiene respuestas correctas, solamente se trata de sentirnos parte de una gran fa-milia en la que todas aportamos nuestro mejor “yo” y damos todo lo que tenemos en función de la misión que se nos ha encomendado en la Iglesia.

descubrimiento fascinante del valor único de la per-sona tal como Dios lo ha revelado en Cristo.

Jesús y de Juan de la Cruz, y de todos aquellos que han seguido su camino, no es más que la explicita-ción actualizada de la revelación y, por esto mismo, una motivación sufi ciente para caminar siguiendo las huellas del Maestro.

nuestras comunidades son pequeños reductos de contemplación y hermandad en donde ha de manifestarse el Amor como única y

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Es, por tanto, un reto, una aventura a recorrer desde el continuo intento de actualizar nuestra vida al momento histórico que nos ha tocado vivir, para ser testigos creíbles del poder de la oración y de la comunión con Dios como único Absoluto, y única forma de ser plenamente hombres y mujeres.

Tenemos una gran riqueza que transmitir al mundo desde nuestro caris-ma. Todavía hay muchas cosas que hacer de “puertas para adentro”, no nos de-jemos intimidar por las limitaciones reales que tenemos entre manos, porque la “fuerza se realiza en la debilidad” y sólo si vivimos de esta fe y en esta esperanza, esta debilidad se vuelve “todopoderosa”.

Mª Alexandra de la Cruz Gloriosa, Sanlúcar la Mayor

JUNTOS ANDEMOS

Nos ha ayudado muchísimo en nuestro desarrollo integral, primero ha-ciéndonos sentir miembros activos de la familia Carmelitana, aportándonos a ni-vel de relaciones interpersonales una riqueza grandísima, ya que gracias a estar formando parte de la Federación hemos podido conocer muchísimas hermanas de nuestra Provincia, tratar con ellas y compartir experiencias que hacen que cada día nuestros lazos de unión sean más estrechos y nuestra vida fraterna vaya avanzando y consolidándose. Esta comunión fraterna entre comunidades es el objetivo más importante y debemos enriquecerlo día a día y alimentarlo con esos pequeños detalles de: oración, asistencia en pequeñas ayudas, llamadas, correos; que han hecho que nos sintamos una familia, compartiendo alegrías, tristezas, proyectos, enfermedades, muertes etc...

A nivel de formación nos ha aportado muchísimas bases y ayudas para adentrarnos en el conocimiento de Nuestra Orden, Nuestros Santos Padres y va-riados temas que eran necesarios en nuestros inicios de vida religiosa. La forma-ción doctrinal es una parte muy importante, pero igualmente importante ha sido la dimensión humana del compartir experiencias que nos enriquecen y ayudan a conocer a otras hermanas y muchas veces el ver otras comunidades y sus reali-dades nos hace valorar más a los demás y valorar lo que tenemos.

Ahora para lograr el camino juntas en los proyectos de la Federación, pen-samos que todas tenemos que sentirnos responsables de ella, y como tales apor-tar a conciencia todo nuestro deseo de servirnos mutuamente, sin reservas, sin recelos, para poder lograr una comunión fraterna y poder crecer juntas sintiéndo-

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

nos más hermanas unas de otras, como siempre lo quiso Nuestra Santa Madre Teresa. Amándonos podemos hacer que la Federación crezca y tenga unas bases fuertes, aceptándonos todas dentro de las limitaciones y fallos que en toda comu-nidad humana hay y reconociendo que somos personas débiles y que podemos aprender mucho de las otras. Y lograr que la Federación sea como una unidad de comunión fraterna sin desvirtuar el Carisma y poder seguir siendo cimiento para las vocaciones futuras que vayan llegando.

A toda la Federación damos MIL GRACIAS por todo lo que nos habéis apor-tado y que esperamos nos sigáis aportando y como decía Nuestra Santa Madre: “JUNTOS ANDEMOS SEÑOR”.

Desde Badajoz

La experiencia que yo tengo de la Federación ha sido sobre todo en los cursos. Yo he asistido a dos.

El primero fue sobre la vida religiosa y comunidad. Aprendimos sobre co-sas importantes para vivir bien y contentas en nuestras comunidades. Por ejem-plo: aceptación de nuestros prójimos, situaciones, difi cultades, la importancia del horario de comunidad y responsabilidad, etc., etc.

El segundo fue sobre la Santa Madre Teresa, como mujer creyente. Apren-dimos muchas cosas sobre Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y cómo la Santa caminó con Cristo desde el Bautismo y cómo ella continuó profundizando sus relaciones en la oración con cada persona de la Stma. Trinidad, hasta que ella llegó al matrimonio místico que es la plenitud del amor y la vida de adoración y alabanza de Dios. Su misma vida expresó la vida en amor de Dios en Cristo. Nosotras nos invitamos a imitar a ella en nuestras pruebas y cada vez profundizar nuestras relaciones con Dios.

En estos dos cursos yo aprendí tanto que puedo decir que mi vida nunca será la misma.

Muchas gracias a nuestros maestros que nos enseñaron con tanta clari-dad y sencillez. Yo aprendí también de las otras monjas en nuestras relaciones mutuas y pequeños grupos en que participamos. En una palabra a mí me gustan los cursos aunque tenga el problema del idioma español. Muchas gracias a las organizadoras.

Hna. María, Sanlúcar de Barrameda

DESDE SANLÚCAR DE BARRAMEDA

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Muchas gracias por la invitación a escribir experiencias de los cursos.El sitio era muy bueno, había mucho silencio y eso nos ayudó mucho en

nuestra vida. El horario era muy organizado porque teníamos tiempo de refl exión y discusión de las preguntas. También valoramos la libertad de expresión de cada hermana porque así se aprende muchísimo.

Los profesores eran Padres muy preparados, sus expresiones y explicacio-nes eran excelentes, y nos ayudaban a llevarlo a la realidad.

La integración entre las hermanas fue muy buena y nos ayudó a conocer estilos de hacer de otras Comunidades y también a conocer los dones de cada hermana: baile, música, chistes..., eso daba alegría y facilitaba la comunicación. Se veía el interés que teníamos unas por otras.

La vivita a nuestro convento de Granada nos inspiró muchísimo y nos en-señó que el mundo necesita nuestras oraciones y que somos necesarias en la Iglesia. El espíritu de la Santa Madre y San Juan de la Cruz está entero en el con-vento de las Madres de Granada. ¡Qué suerte tiene nuestra Orden en la Iglesia Católica! ¡Gracias a Dios!

Gracias a Madre Presidenta y sus consejeras y a todas las que habéis hecho posible nuestra Federación. Dios lo pague a todas.

Hnas Adelaida del Niño Jesús y Josefi na de Jesús y MaríaSanlúcar de Barrameda

Muy queridas hermanas:Muy alegres de compartir este pequeño aporte. Lo primero es el descubrir

que pertenecemos a una Federación pues no teníamos idea de su existencia al llegar aquí.

Vemos que mediante la Federación la comunicación entre nuestras Co-munidades es más fl uida proporcionándonos un espíritu de fraternidad propio de nuestra Orden.

Así mismo reconocemos el esfuerzo tan grande que ponen al organizar los cursos de formación, en los que tenemos ocasión de conocer a nuestros Padres Carmelitas aprovechándonos también de sus conocimientos. Y nos ayuda a fra-ternizar con otras hermanas y animarnos mutuamente a seguir nuestro carisma.

Esperamos y ofrecemos nuestras oraciones para que nuestra Federación siga siendo bendecida por el Señor y pueda seguir adelante por muchos años y nos sigamos enriqueciendo y aportando mutuamente al crecimiento de la misma.

Desde Fuente de Cantos

FUENTE DE CANTOS (BADAJOZ)

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

LA FEDERACIÓN: UNA GRAN FAMILIA

Recordando y retomando un poco mi experiencia en el Carmelo como fa-milia de familias, se me llena el corazón de gratitud a Dios Padre, por bendecirnos con la Federación de Andalucía, que intenta revivir el espíritu de Santa Teresa.

Por eso, la Federación ha aprovechado diferentes medios, ha buscado la forma de capacitarnos a través de los cursos de formación permanente e inicial, forma de capacitarnos a través de los cursos de formación permanente e inicial, porque cree en nosotras y en nuestras capaci-dades como mujeres. Pero, al hacer esto, ha surgido entre quienes hemos tenido la fortuna de participar en la mayoría de ellos, un espíri-tu fraterno, una amistad que permanece en el tiempo y a través de él. Estos cursos nos han ayudado a conocernos, a acercarnos, a vencer barreras (si las ha habido), y ha despertado en nosotras un deseo de ayuda y acercamiento en todos los niveles.

Todo lo anterior se ve refl ejado cuando nos volvemos a ver en otros momentos; nos sen-timos en familia, nos sabemos cercanas, nos alegramos con la otra y sufrimos con ella. Porque en defi nitiva, en esto sabrán que somos discípulos de Cristo, en que nos amamos los unos a los otros.

Cuando recuerdo el primer curso al que asistí en 1997, se me alegra el corazón, porque fue descubrir como el mundo se ensanchaba, como mi pequeña Comunidad, no estaba sola en el macro mundo de la Iglesia, fue como descubrir el vínculo entre cada palomarcico y su conexión con el resto del Carmelo, de la Iglesia y del mundo.

A nivel de formación, tengo también que destacar lo valiosos que han sido prácticamente todos los cursos recibidos en mi formación como carmelita; cada uno con su tema y especifi cidad metodológica ha enriquecido de alguna forma mi ser como mujer, como persona consagrada y como carmelita.

También el acercamiento y cariño por nuestros padres carmelitas, que han sido quienes en su mayoría nos han impartido estos cursos, dándonos no sólo sus conocimientos, sino dándosenos ellos mismos, son de una riqueza in-apreciable y se fomenta entre ellos y nosotras un afecto y cariño fraterno.

Es de reconocer y agradecer a mi Comunidad, el gran esfuerzo que ha hecho siempre para que no sólo yo, sino, todas las que hemos podido, asistiéra-

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mos a los cursos de formación. Creo que el recorrido en ellos, empieza a dar sus frutos, porque quienes hemos participado en ellos nos sentimos hermanas de corazón y con profunda alegría nos encontramos siempre; sabemos que el futuro es bastante incierto pero, no somos desconocidas las unas para las otras, nos miramos con alegría y esperanza.

Por todo esto y de cara también al Evangelio, me parece que es importan-te dar siempre lo que se tiene aunque sea poco, porque hay mas dicha en dar que en recibir, porque no hemos venido a que nos sirvan sino a servir, porque quien no sabe servir, no sirve para vivir.

Lo que hemos compartido, la mayoría de las jóvenes profesas en el Car-melo, es la vida misma, sin temores, pues todas estamos hechas del mismo ba-rro; pero, con anhelos crecientes, con deseos fi rmes de entrega y seguimiento de Jesucristo, queriendo tener los ojos puestos en Él. Queremos caminar y construir y cimentar toda la vida en la entrega y el servicio, en el amor y la donación como nuestro Maestro y Esposo: Cristo.

Es importante, darnos cuenta que se nos escapa el tiempo entre las ma-nos y no podemos dejar para un mañana incierto, lo que estamos llamadas a construir aquí y ahora; cada una de las que estamos, somos piedras fundamenta-les de este edifi cio llamado Federación, no podemos al ser pocas, esperar a que otras participen, si no participar como si cada una fuera la única que existiera, procurando dar todo de sí, porque es para el Señor en las hermanas. De esta forma, se pasaría de vivir la Federación como un ente alejado, del cual nada me toca y no tiene que ver conmigo.

Al participar todas, dar nuestros aportes, nuestras opiniones, la Federa-ción, se enriquecería y sería una construcción efectiva de todas para todas.

Es importante ser agentes que participan con alegría y esperanza, aunque las cosas lleven su ritmo y no sean siempre como uno espera, esto, también nos construye y hace crecer como personas.

Soñar con una gran familia que vive en el Amor y para el Amor, este es el camino a construir en nuestra Federación.

Gloria Aydée de la VisitaciónSanlúcar la Mayor

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

MI AGRADECIMIENTO A LA FEDERACIÓN

Desde mis comienzos como postulante mi partici-pación en los cursos ha contribuido admirablemente a una formación sólida en los temas tratados, consolidando pau-tas de estudio, favoreciendo el conocimiento mutuo.

La Federación ha hecho posible estrechar lazos de unión entre las distintas comunidades y las hermanas que las componen. Me ha brindado la oportunidad de crecer en estas relaciones adquiriendo un bello sentido de ser una familia muy grande, humana y con un hermoso carisma, además de sentirme Iglesia viva con esperanza de futuro.

En estas ocasiones me he sentido acogida por toda la familia del Carmelo teresia-no no sólo por las hermanas de mi Comunidad, sino también, y muy especialmente, por la Hermana presidenta y/o consejeras que han acompañado los cursos, dándonos la bienve-nida y colaborando para que estos se vivan con el mayor provecho posible. Se ha puesto sumo cuidado en hacer un horario de forma que se aproveche en los temas, trabajando a solas o en común y exponiéndolos con naturalidad y sin prejuicios, además de respetar diligentemente, los momentos de silencio y oración personal

Sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza ciencia, piedad y temor del señor. Sí, estos dones, propios del Espíritu, se llegan a palpar de algún modo entre nosotras durante el transcurso de los días bajo un clima de estudio y formación. Se ha procurado que per-sonas competentes nos instruyan en temas que son como columnas fuertes para nuestro desarrollo personal, humano y espiritual. Es un complemento de lo que ya recibimos en nuestras casas y que aquí se presta a ampliar sus horizontes, ayudando a formar personas con sentido de Iglesia viva y vivifi cadora

La Federación ha contribuido a acortar distancias, entre las hermanas y comuni-dades, viviendo la amistad y la vocación en el Carmelo bajo un clima de sana convivencia y responsabilidad.

Destacaría el interés por crear una familia de hermanas unidas en torno a Teresa y Juan de la Cruz, de caminar juntas para encontrar respuestas a los interrogantes de la sociedad actual, y para afrontar unidas el futuro sin perder la esperanza.

He encontrado, hasta el presente, una Federación que se preocupa por trabajar para que las comunidades nos sintamos unidas en este caminar en la Iglesia y en el mun-do dando un testimonio de fraternidad al estilo de la Santa Madre.

Celia del Niño Jesús. Granada

pación en los cursos ha contribuido admirablemente a una formación sólida en los temas tratados, consolidando pau-tas de estudio, favoreciendo el conocimiento mutuo.

unión entre las distintas comunidades y las hermanas que las componen. Me ha brindado la oportunidad de crecer en estas relaciones adquiriendo un bello sentido de ser una familia muy grande, humana y con un hermoso carisma, además de sentirme Iglesia viva con esperanza de futuro.

En estas ocasiones me he sentido acogida por toda la familia del Carmelo teresia-

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DESDE EL CARMELO DE CÁDIZ

Muy querida hermana:Te deseo todo bien. Gracias por tu carta del pasado 26 de Junio, y por

el trabajo que estás en la Federación. Te escribo mi testimonio sobre lo que ha supuesto para mí la Federación en estos años.

En mi recorrido como carmelita descalza puedo decir que la Federación ha sido una ayuda importante en mi vida. Concretamente desde el inicio como formanda, los encuentros fraternos en los cursos, el estudio de los temas propios de la formación inicial y el intercambio de experiencias entre todas las que comen-zábamos, han sido elementos básicos para mi crecimiento en la vocación.

Se ha avanzado mucho en la importancia de caminar juntas, unidas en la vocación común; en la importancia de la formación, de la asistencia a los cursos programados en la Federación; también en el conocimiento y en la comunicación mutuas, sin embargo, creo que aún nos queda fomentar en cada hermana y en cada una de las comunidades la conciencia de nuestro caminar como comuni-dades federadas, y madurar en la responsabilidad activa que de ella se dimana. De esta manera, creo que poco a poco llegaríamos al objetivo fundamental de nuestro Proyecto Trienal, a esa “familia de familias” querida por Ntra. Sta. Ma-dre.

Y esto es todo lo que puedo aportar. Que Dios y María te ayuden en la elaboración de este trabajo para el libro. Abrazos para todas las hermanas de tu Comunidad y uno especial para ti. Feliz Mes de Ntra. Madre Santísima.

Tu Hna. Inmaculada del Espíritu Santo.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Expresar lo que me ha aportado la federa-ción, requiere un poco de historia. En estos casi 8 años de mi vida en el Carmelo, mi visión de esta “entidad” que es la Federación de las Carmelitas descalzas de Andalucía ha ido cambiando. En los comienzos he recibido más que lo que se puede aportar, como es normal, primordialmente la for-mación a nivel de cursos (inicial y permanente). Aspecto que considero de vital importancia y del que siento profundo agradecimiento, porque, en cada curso se comparte y se crece en la alegría de la vocación que nos une. Y esto en verdad es así.

EN EL TIEMPO Y PARA EL TIEMPO

ción, requiere un poco de historia. En estos casi 8 años de mi vida en el Carmelo, mi visión de esta “entidad” que es la Federación de las Carmelitas descalzas de Andalucía ha ido cambiando. En los comienzos he recibido más que lo que se puede aportar, como es normal, primordialmente la for-mación a nivel de cursos (inicial y permanente). Aspecto que considero de vital importancia y del que siento profundo agradecimiento, porque, en cada curso se comparte y se crece en la alegría de la vocación que nos une. Y esto en verdad es así.

Conocer a fondo, como parte importante de la vida, la espiritualidad del Carmelo resulta algo fascinante, y nos devuelve a casa entusiasmadas y con ganas de vivir y hacer fructifi car aquello que hemos recibido.

Estas son las bases, junto con la formación que se recibe en cada comuni-dad para vivir el estilo de Teresa y Juan de la Cruz como seguidoras de Jesucristo.

Luego, también, a través de los cursos, están los encuentros con las hermanas de otras comunidades y la oportunidad de conocerlas e ir creciendo juntas. He tenido la fortuna de compartir esos días con las hermanas en medio de un clima sencillo, distendido y jovial y disfrutar de provechosos encuentros personales, que van creando lazos de amistad y amor. Creo que en esto siempre ganamos.

Y siguiendo la historia, bueno!, mi “pequeña historia”, debo decir, que, dejada la etapa inicial, en camino a la profesión solemne, me he ido preguntando el porqué y el para qué de la Federación, y cómo me veía yo en ella, cuál era su papel conmigo y mi papel con “ella”... muchas veces no veía claro y prefería no hacer mucho caso, sin embargo, viendo nuestra situación en sentido general, y, sobretodo nuestra pobreza, he pensado que lo mejor que puedo hacer, es vivir manteniendo una esperanza de manera activa. La “esperanza” ya tiene cuerpo, pues está defi nida en el objetivo común pensado y querido por todas, y la acti-vidad consiste en hacer que se cumpla cada vez mejor. Pensar que es el Señor quien conduce nuestra historia y que lleva nuestra barca es lo que me llena de confi anza para ilusionarme con mi vocación.

Entiendo que esto no es un esfuerzo añadido al camino que de ordinario andamos como Cristianas, sino que se hace cada vez más urgente la necesidad

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de unirnos de verdad y con obras. Así quería la Santa los conventos de sus hijas. Aquí viene bien compartir una Palabra que recuerdo con cierta frecuencia porque me reanima:

“Que vuestra caridad no sea una farsa; aborreced lo malo mal y apegaos a lo bueno. Como buenos hermanos sed cariñosos unos con otros, estimando a los demás más que a uno mismo. En la actividad, no seáis descuidados; en el espíritu manteneos ardientes. Servid constantemente al Señor. Que la esperanza os tenga alegres; estad fi rmes en la tribulación, sed asiduos en la oración” (Rm 12, 9-12).

Queriendo aplicar esta Palabra en este contexto, para mí y para todas, pienso que podemos aportar en gran medida nuestro grano de arena, mantenien-do relaciones fraternas auténticas, con sencillez. Cuando ya nos conocemos y nos queremos resulta fácil crear, pensar, actuar a la luz del Espíritu, y, sin mayores difi cultades.

Sugiero que se pueda abrir un espacio de diálogo donde se compartan preocupaciones y proyectos, según las necesidades que van surgiendo, como ha empezado a hacerse no sólo en las asambleas, sino en el curso para jóvenes profesas que ha empezado a funcionar, y que veo como algo muy positivo que nos ayuda a crecer en comunión. Considero este curso como una riqueza, porque pienso, que todo esfuerzo por fomentar la unión es una riqueza.

Pienso que en estos tiempos que vivimos necesitamos abrirnos con ma-yor fuerza y convicción a ese “nuestro proyecto de comunión” dejando a un lado posibles temores y todo lo que se desprende de ello. Jesús nos invita siempre a confi ar en Él y a confi ar en los demás.

Es importante vencer todo miedo a caminar hacia delante, aunque eso signifi que que nos pueda desacomodar.

Unidas pensamos mejor y hacemos mejor las cosas.Estas son mis refl exiones, que deseo hacer vida y que sé no están muy

lejos de las vuestras.Aquí termina la parte de la historia que puedo contar, la que continúa será

la que Dios me permita vivir junto con vosotras, con otras circunstancias, en otros tiempos...

Un fuerte abrazo en Jesús y María:

Claudia Marcela del Niño JesúsSanlúcar la Mayor

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Tan solo tenía tres años de existencia nuestra Federación, cuando yo in-gresé en el Carmelo; ¡Casi que hemos crecido juntas!. Ya estaba en marcha, en los albores de su juventud, y yo en los albores de la mía. ¡Las dos teníamos que ir madurando!.

Todo sonaba a nuevo, mucha ilusión, mucho entusiasmo, mucha alegría... Pero lo que más me agradaba era saber de otras comunidades, conocerlas, el sentir que todas formábamos una unidad y compartíamos esta “gran aventura” de ser Carmelitas Descalzas; caminar juntas, con un mismo ideal, un mismo ca-risma, aunque cada una desde nuestras comunidades. Y este conocimiento, ha sido posible, gracias a las Asambleas, Cursillos, Encuentros..., realizados en nues-tra Federación, tanto a los que he asistido, como a las visitas de las hermanas que antes o después de ellos, han pasado por casa.

Al ir pasando el tiempo e ir integrándome más en mi comunidad, (que esto fue rápido), fui tomando conciencia de que esta era mi familia, esta era mi casa, que aquí era donde Jesús quería que me consagrara a El, aquí era donde tenía que entregarme del todo, con toda mi alma y todo mi ser, a esa misión de ser Alabanza de Gloria, que se proyecta en servicio y entrega al hermano, viviéndolo desde la fe, la esperanza y la caridad manifestada en las hermanas con las que convivo, pues son las que más cerca tengo.

Fue entonces, cuando caí en la cuenta de otra realidad: ¡Mi familia era más extensa! ¡La Federación!.... todas esas hermanas, que de alguna manera, ya las conocía y no eran ajenas a mi... Experimenté que yo tampoco era ajena a ellas, me querían y las quería, siempre cercana en las alegrías y en las penas. ¡Qué hermoso es vivir los hermanos unidos...! Ya no somos extrañas, aunque per-sonalmente no nos conozcamos todas, somos Familia, y yo noto cómo cuando pasa algo a otras comunidades a nosotras nos afecta, nos hacemos presentes, cercanas... al igual que nos sentimos correspondidas; y es que el amor es circular, no acaba nunca, aunque sí que se va expandiendo siempre, como la honda que produce una piedrecilla cuando se echa en el agua: su punto de referencia es Jesús.

Y desde aquí, descubrí, la gran Familia que tengo, ¡La Orden! Padres que nos ayudan y nos descubren las riquezas que tenemos, que nos ponen al alcance de las manos nuestro carisma Teresiano-Sanjuanista. Hermanos y hermanas que con su estilo sencillo y humilde, alegre y familiar saben transmitirme la belleza de Dios, el rostro de Dios. En ellos veo a Dios.

DESDE EL CARMELO DE SEVILLA

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Para mí, la Federación somos TODAS, no es algo que está fuera de mí, sino que eres tú, soy yo..., cada miembro es necesario para constituirla, por lo que para que marche bien y siga avanzando a buen ritmo, en unión con la Iglesia y fi delidad al carisma, veo necesario tener siempre presente que todas somos esposas de Cristo, mantener ardiente este amor a Jesús, entregarnos del todo al servicio de nuestra comunidad., con una entrega generosa y alegre, colaborando a la unidad y el amor de unas y otras... y después desde esta vivencia interna, en armonía y coherencia, ayudar al bien de otras comunidades, estar abiertas para dar y recibir..., siempre respetando el ritmo de cada comunidad.

Agradezco a la Federación por tanto recibido, y a todas aquellas hermanas que de manera más cercana han trabajado y colaborado con entrega, dedicación, generosidad, y se han preocupado siempre de la Formación, tan necesaria para nosotras. Gracias por todo.

Y quiero dar gracias a Dios, que me llamó a vivir en esta gran Familia del Carmelo y desempeñar desde aquí, con alegría y entrega mi vocación en la Iglesia, quisiera poder decir con Teresita: En el corazón de mi Madre la Iglesia, yo seré el Amor.

María de San JoséSevilla

BUSCANDO NUEVOS ODRESPARA VINOS NUEVOS

Descubrir con inmenso gozo que hay más hermanas embarcadas en esta misma aventura que Teresa comenzó un poco obligada desde el exterior pero, sobre todo, empujada por una fuerza interna que la traía desasosegada.

Ilusión por vivir en esta familia de familias y experimentar que se ensancha el corazón contemplando otras realidades, otras costumbres, otras circunstan-cias, otras culturas... pero que nos une un mismo ideal: “el trato de amistad con quien sabemos nos ama”.

Sin duda alguna, los cursos, además de ser alimento necesario para nues-tra formación, han sido ayuda insustituible para descubrir el valor de la fraterni-dad, la necesidad de la comunicación entre todas. Sentirnos unidas en la misma empresa, aunque en distintos conventos. Estimularnos y animarnos a vivir con autenticidad este legado de nuestro carisma, el “estilo de hermandad y recreación que traemos juntas”.

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

Alegría de tener la suerte de contar con padre y madre, que se comple-mentan con sus diversas experiencias. De la mano de ellos seguir el camino tras las huellas de Jesús: “y ahora comenzamos, y procuren siempre ir comenzando de bien en mejor”. Sin lamentaciones ni quejas por el tiempo o energías perdidas, sino con “ánimos animosos” y “altos ideales”, seguir luchando para que tanta au-tonomía no ahogue la fraternidad, sino que logremos hacer realidad el deseo de Teresa: “aquí todas han de ser amigas, todas se han de amar, todas se han de querer, todas se han de ayudar”.

El Espíritu nos impulsa a buscar caminos nuevos. De ahí la importancia de la escucha, del discernimiento, de la mística de los ojos abiertos, para saber descubrir en el mundo la cercanía de Dios.

Como decía Karl Rahner: “la herencia del pasado sólo se defi ende con la conquista del futuro”. Buscar nuevos odres para estos vinos nuevos, para ser sig-nos inteligibles en nuestro mundo de hoy, siendo testigos del Absoluto, ofrecien-do una nueva alternativa: ante el individualismo, la fraternidad; ante el afán de poseer, la pobreza que libera de la esclavitud a las cosas; ante el hedonismo, el conocimiento propio y el dominio de sí.

Viviendo en fi delidad creativa nuestro carisma, nuestra vida hablará por sí misma.

Con los ojos puestos en Él, confi adas en su Bondad y en su Amor, nos lanzamos hacia la meta.

Natividad Mª de Jasna GoraSanlúcar la Mayor

Alegría de tener la suerte de contar con padre y madre, que se comple-Alegría de tener la suerte de contar con padre y madre, que se comple-

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Desde mis primeros pasos en el Carmelo aprendí que esta Orden de la Virgen a la que me había llamado el Señor no se agota en los límites de mi comunidad, sino que es mu-cho más grande y rica. La federación ha sido para mí, desde el principio, esa experiencia más cercana y concreta de esta gran familia del Carmelo de la que formo parte. Por ella, no solo sé que existen otras comunidades, sino que, además, conozco sus rostros.

En estos años he tenido la alegría de conocer a casi todas las hermanas de la federación y compartir con algunas de ellas días hermosos de formación y fraternidad en los cursos que se organizan. Por esta circunstancia que estamos viviendo

DESDE EL CARMELO DE SAN FERNANDO

Desde mis primeros pasos en el Carmelo aprendí que esta Orden de la Virgen a la que me había llamado el Señor no se agota en los límites de mi comunidad, sino que es mu-cho más grande y rica. La federación ha sido para mí, desde el principio, esa experiencia más cercana y concreta de esta gran familia del Carmelo de la que formo parte. Por ella, no solo sé que existen otras comunidades, sino que, además, conozco

En estos años he tenido la alegría de conocer a casi todas las hermanas de la federación y compartir con algunas de ellas días hermosos de formación y fraternidad en los cursos que se organizan. Por esta circunstancia que estamos viviendo de falta de vocaciones, estos cursos, además, son para mi la única oportunidad de encon-trarme con hermanas jóvenes como yo.

Gracias a la federación el contacto con los Padres, que nos han dado la mayor parte de los cursos y han presidido nuestras reuniones, ha sido más intenso. He podido ex-perimentar con gozo, de muchas maneras, lo que es contar con nuestros Padres y formar con ellos una sola familia.

¿El futuro? ... Ser joven me hace aspirar siempre a más, a lo ideal, no conformarme con cualquier cosa. La realidad de la limitación de nuestras comunidades me está ense-ñando a saber valorar y agradecer mucho lo que tengo, la valiosa aportación de cada una, los esfuerzos de las que llevan la mayor parte del peso en esta tarea que es de todas-.

Me enseña a reconocer en todo lo que nos sucede, y en esta realidad que sin poderlo remediar pone un límite a nuestras mejores aspiraciones, una callada invitación del Señor a reconocerle presente como el que nos conduce, a aprender sus caminos, a es-cucharle; a valorar lo pequeño y escondido, pero auténtico, hecho con toda el alma. Ningún esfuerzo se pierde porque estamos en sus manos. Aunque parezca que no da fruto, El es el Señor, poderoso, y esta es obra suya. Siempre podemos esperar que nos sorprenda.

Quizás no podamos presumir de brillantes iniciativas y numerosas actividades y pensemos por eso que no avanzamos, que el edifi cio de nuestra fraternidad es pobre. A mi me parece que lo más bonito es estar unidas, sentirnos y querernos como verdaderas hermanas. Con sencillez, desde nuestra verdad y realidad, compartir el gozo de haber sido llamadas con esta vocación tan hermosa que llena de sentido nuestra vida y ayudarnos en nuestro camino.

Caminar así es para mí avanzar al estilo de Dios, dejarse llevar. Y da mucha paz.

Raquel de la Trinidad. San Fernando, 19 de Julio de 2006

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

CONVOCATORIA DE DIOS

¿Qué ha sido la Federación para mí?En principio algo extraño que no entendía, sólo

que nos reuníamos una vez al año para celebrar un curso de formación que a través de “alguien” que lo organizaba.

En un momento puntual una aportación grande en el discernimiento de mi vocación, el curso de 1998 sobre el Santo, marcó mi vocación y fue ese me “forzó a forzarme” y sacar literalmente la maleta de debajo de la cama, para quedarme en el Carmelo.

Ya para entonces me empezaba a sentir conec-tada con personas concretas que compartían luchas

En principio algo extraño que no entendía, sólo que nos reuníamos una vez al año para celebrar un curso de formación que a través de “alguien” que lo

En un momento puntual una aportación grande en el discernimiento de mi vocación, el curso de 1998 sobre el Santo, marcó mi vocación y fue ese me “forzó a forzarme” y sacar literalmente la maleta de debajo

Ya para entonces me empezaba a sentir conec-tada con personas concretas que compartían luchas parecidas en su discernimiento vocacional, los cursos de formación inicial tan sosegados y por su duración llenos de convivencia (cuando empezamos hace casi 11 años eran de 15 días), hicieron que en mi vida entraran personas concretas que querían lo mismo y a las cuales deseaba volver a ver al año siguiente, algunas de ellas hoy ya no están en el Carmelo, pero sí en la oración y en el corazón y en el recuerdo de muchas de nosotras. Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos, sus vidas también han sido luz para mí.

La Federación a través de estos 10 años ha tomado rostro, ha dejado de ser un ente organizativo, que convocaba a un curso y daba noticias a través de una revista de gente que no conocía, a ser personas concretas, comunidades, situaciones, es decir hermanas.

Evaluando un poco y mirando hacia atrás, en general he visto la Fede-ración durante varios años funcionando por un grupo de hermanas encargadas de animar y con mucho trabajo llevar adelante los cursos y el ENLACE, pero ac-tualmente percibo una mayor conciencia de pertenencia y participación de las comunidades.

Tantas veces he oído reclamar a la Federación soluciones ímprobas, en el fondo como un grito de auxilio y que quizá no se llegue a realizar en mucho tiem-po; hemos visto envejecer y disminuir nuestras comunidades; mas la Federación (representada en las Presidentas), ha sido voz de aliento y de escucha en muchos de los sufrimientos de las comunidades. Siempre en el fondo se espera más que se aporta, pero generalmente se da ese vínculo de unión y hermandad, de apoyo en la oración y en la fe, que ayuda a superar o por lo menos a aliviar dolores.

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Hemos visto momentos de querer tomar determinaciones valientes y radi-cales (Asamblea de 1999) que luego no se llevaron a término, pero se intentaron y hubo generosidad de parte de todas. Es decir he visto altos y bajos, vida y muer-te que ha engendrado vida nueva, quizás sin verla como quisiéramos, pero vida al fi n y al cabo, tantas veces manifestada en entregas a veces por encima de las fuerzas, absurdos redimidos...

Pero hay algo que hasta ahora ha podido aportar y puede seguir aportan-do la Federación y que quizá se minusvalore y parezca poco en proporción a las realidades y es la formación inicial y permanente. Muchas veces a la Federación se le pide soluciones a situaciones que jurídicamente y materialmente no pueda solventar y esto suscite reclamaciones. Pero la formación es algo que puede y no es poco, pues va confi gurando el pensamiento, la vida fraterna, las esperanzas y también tantas veces ha servido de combustible para continuar el camino y recobrar el entusiasmo.

Ya es difícil muchas veces vivir la diversidad y nuestras rarezas particula-res como un don que enriquece a la comunidad, de igual manera la diversidad de nuestras comunidades y lo que para las demás resulta raro, más sin embargo en esta diversidad existe la comunión en el Espíritu y un camino de respeto mutuo que vamos haciendo.

Por lo cual considero que no hay nada perdido, ni el trabajo de la Federa-ción es un trabajo en vano.

Yo escucho a las mayores de mi casa hablar, contar con ilusión de los comienzos de la Federación y no con menos entusiasmo a las más jóvenes por aportar algo.

¿Qué es la Federación para mí? Un trabajo y un camino de comunión que estamos haciendo y tenemos

que seguir trabajando entre todas.Al igual que la comunidad es fruto de la convocatoria de Dios, la Fede-

ración es la convocatoria de Dios en un mismo carisma, en una misma Madre y Padre, en mismo estilo de vivir la fe, y como diría San Pablo: ”Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos, y en todos” (Ef 4, 5).

¿A qué me reta la Federación, como carmelita y como cristiana?A derribar prejuicios y poder construir familia de familias, desde el respeto

en la diversidad, sin que ello provoque críticas ni descalifi caciones; a mirar con fe y realismo a la vez la vida de nuestras comunidades sabiendo que el Padre es el viñador y acontece; a vivir el hoy de nuestra vida consagrada, con las precarieda-des reales que tiene, pero con la esperanza de estar sembrando, pues este es mi

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¡ ¡ G R A C I A S ! !

momento histórico y no el que idealice; a trabajar en pequeño y en grande por el Carmelo de Andalucía; a profundizar y compartir el carisma.

La realidad de nuestras comunidades nos podrá limitar en mucho proyec-tos aunque haya buena voluntad y muchos no se lleven a cabo como se quisiera, pero no estamos limitadas para crear comunión, ni para hacer presente el estilo de hermandad de Teresa de Jesús.

¿Con qué sueño de la Federación?Con una mayor transparencia en el trato de comunidad a comunidad; con

respeto que nos lleve a construir juntas; con fuerzas integradas para buscar, ha-llar y aportar soluciones.

Con deposición de luchas y críticas y con una mente y un corazón amplio, capaz de acogernos mutuamente. En últimas que toda esa espiritualidad que poseemos la hagamos vida entre nosotras: “Seamos tales que”, y desasimiento concreto que produzca amor.

Hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, siendo sinceros en el amor, crezcamos en todo hasta Aquel que es la cabeza, Cristo.

Sonia Patricia de la Anunciación.Sanlúcar la Mayor

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Este libro se terminó de imprimir

el día 19 de Marzo

Festividad de San José

en los Talleres Gráficos del

Convento de Santa Teresa y San José

de Sanlúcar la Mayor

libro carmelitas descalzas

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