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'lit·ht·lt· (;uillt·munl t'S do('(Ont t'll Eslwlios hisp¡Ínit·os pm· l:t llni\t•rsiiP tll' la SoriJollnt•-i\oun•lll'-l,aris :�. lnn•sli�¡u)ont t'S)II'I'i:tliz¡ufnt•n lt•nws lih•ntt'itJs t' hisltít·it·os dt· los si�los \\-1 y \ \' 11, ha pnhlil'ado y t't)()nlin:Hio \':ll'ios lihms � t•s :�ulont tlt• unos t•itu·ut•nla arlít·nlos. lle� sido proft•sor·a titular· y. a parlir· tlt• 20111), t•alt•tlníli<'a tlt• (:i\iliz;wit'Jn � l.ilt'l':lllll':t t•s¡taiiola y amt•ricana (si¡ . .dos \\1 y \\'11). t•n la l'niH·r·sitlad tlt· Lillt• 111 . Ht•sponsahlt• dt· pruyt•t•los tlt• ill\t'sti�;u·illlr t'll t•l t•qnipo CECII.I.E. t•s t·ofnndatlor·a tlt> la n•,ista t•lt·t·tr·únil'a ,tlfaflle. Nt•r·w• d'i>uult•s rtm/1/III'S.
Juan Uit·l!o \'ila t's tlm·lor t•n l.t'lnts pm· la Fill'llllad tlt• Filosofía y l.l'll'as dt· la l!niHr·sidad tlt• But·nos ,\ir·t•s y pt·oft•sor tilnlar n·�ul:tt· tlt• l.itt'ratunt Es¡tar-wla 11 -Ht·twt·imit•nltl y lbtTot·o-. El lnslitulo tlt> Filolo�ía y l.ilt·r·atur·as l lisp:ínit·as ··J>r·. ,\matlo .\lonso" t'S la st•dt• tlt• sus inn•sli¡!al'iont•s, tlmult• t•oot·tlina ¡ti'Oyt•t•los ¡!l'llfl<tlt•s y dir·i¡!t' lt•sis tlt' jún·nt•s ¡!nulnados. lla ('Oonlin;ulo y puldit·ado val'ios libros -llltH'hos dt• ellos t•n Etult·ha- y t':-> aulor dt' 11111111'
rosas t'OIItt·ibtlt'iont•s t•n lihros, t't'\ islas t'spt>l'ializndas y actas tlt' t'OII¡!I't'sos y dt·m;Ís t'llt'llt'nlr·os élt'Htlt-;lltinl:->. Sus tJIJjt•los tlt• in\t'sti¡!éU'it)n )ll'ioritar·ios son la nanati\·a t•t•nanlina -H/ (}uijutt•.las
.\'m·elas I�Jt•m¡,fan•s-. ··1 Gu::.flttÍtl tlt• \latt•o .\lt•m;,Ín y olros aulor·t•s tlt•l Si¡..do tlt• O m t>spaiiol.
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ÍNDICE
PROLOGO
Michélle Guillemonr y Juan Diego Vila ... ..9
l. TIEMPOS Y CONTEXTOS POLÍTICO CULTURALES DE MATEO ALEMÁN
EL NOMBRE DE GuzMAN: PATRONíMICO Y LINAJE Araceli Guillaume�Alonso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . 19
VIDA Y MILAGROS DE SAN ANTONIO DE PAOUA DE MATEO ALEMÁN: RAZONES DE UNA OBRA LITERARIA Juan Ignacio Pulido Serrano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
LA SEGUNDA PARTE DEL GuzMAN DE ALFARACHE DE MATEO ALEMAN (liSBOA, 1604): ¿UNA CRÍTICA PRECOZ DEL LEAMISMO? Michele Guillemont . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , ......... 63
11. TEMAS, EPISODIOS Y MOTIVOS DEL GuZMÁN DE ALFARACHE
ISOTOPlAS TEMÁTICAS
MATEO ALEMÁN Y LA "INVENCióN GRIEGA": SuPERVIVENCIAS HOMt:RICAS EN EL GuZMÁN DE ALFARACHE Philippe Raba té . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
PERCEPCIÓN Y CONSTRUCCIÓN DE LOS PAISAJES EN LA OBRA DE
MATEO ALEMÁN MichCie Guillemont . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . •
HACIA EL DISCURSO FIGURATIVO DEL GUZMÁN D E ALFARACHE 0 LA ACECHANZA DE LAS IMÁGENES Julia D'Onofrio . ................ ..................... ................. .
2. EPISODIOS SINGULARES
GuzMANILLO: HIJO DE GAYFEROS y MELISENDRA Juan Diego Vila .......................................... .
. ....... 127
. ....... 149
. ........ 175
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lA MURMURACIÓN Y LA CONSTRUCCIÓN DE MUNDOS EN EL GuZMAN DE AL.FARACHE. EL EPISODIO DEL MOMO Gustavo Alejandro Waiwller . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193
FLORENCIA, ROMA Y ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA POBREZA EN EL GUZMÁN DE ALFARACHE Juan Manuel Cabado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
"EMPERO MI ALMA TRISTE SIEMPRE PADECIÓ TINIEBLAS": GUZMANILLO Y EL DOLOR DE LA SUJECIÓN MINORITARIA Juan Diego Vila .................................................... . . .... 223
"TANTO SE DESMEDRA MÁS, CUANTO YO MÁS LO ACARICIO": LA RUTA EQUÍVOCA DE GUZMÁN EN EL LABERINTO HOMOSOCIAL DE LAS GALERAS Juan Diego Vila.. . ........... 251
3. MOTIVOS BIBUCOS
SAN PABLO EN EL GUZMÁN DE ALFARACHE DE MATEO ALEMÁN. ALGUNAS HIPóTESIS DE LECTURA
Michéle Guillemont .
"SALi QUE NO DEBIERA, PUDE BIEN DECIR, TARDE Y CON MAL". MOTIVOS DEL ÉXODO EN LA APERTURA DEL GUZMÁN DE ALFARACHE
. ........ 277
Clea Gerber . . . ...... ........................... ... ............. . 301
"DE LA MASA DE ADAM PROCURARA ELEGIR LA MEJOR PARTE". PRESENCIA DEL GtNESIS EN LA PRIMERA PARTE DEL GuZMÁN DE ALFARACHE Noelia Vitali . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 S
IDENTIDADES ANEGADAS: JONÁS, GUZMÁN Y SAYAVEDRA Juan Diego Vila.. . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
111. ALEMÁN Y CERVANTES EN DIALOGO: DOS INGENIOS PARA LA MODERNIDAD LITERARIA
lAs SEGUNDAS PARTES AUTÉNTICAS DEL GUZMÁN Y DEL QUIJOTE FRENTE A SUS VERSIONES APóCRIFAS: ¿REPULSIÓN 0 FASCINACióN?
. .......... 325
David Álvare< Roblin . . ............................................... 345
MATEO ALEMÁN, MATEO EVANGELISTA, A PARTIR DEL POETA DEL COLOQUIO. HiSTORIA DE UNA LECTURA Alicia Parodi .... . ..... ...... .......................... 371
DE LADRIDOS Y VENGANZAS: UNA RELECTURA DE LOS CUENTECILLO$ DE LOCOS (QUIJOTE, 11, "PRóLOGO") DESDE LA ATALAYA ALEMANIANA Juan Diego Vila . . .... . . ................................................... ....... 379
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PRóLOGO
El presente conjunto de estudios sobre el olvidado Mateo Alemán y su
bien vigente producción literaria, muy particularmente el Guzmán de Alfa�
rache, es el resultado de múltiples, incesantes y bien fructíferos intercambios
académicos entre docentes y equipos de investigación de la Universidad de
Buenos Aires y de la Universidad de Lille lll, como así también de la desin
teresada colaboración de colegas de otros medios críticos que, atraldos por
la inusual empresa, se sumaron al desafío editorial de volver a trabajar un
autor para el cual la lógica conmemorativa en materia de políticas culturales
del estado español había contribuido muy poco al necesario reverdecer en
la consideración leccora del público actual de quien fue, en vida, uno de los
ingenios insoslayables de la pletórica y siempre valorada arena artística del
Siglo de Oro hispánico de las letras.
En efecto, aun cuando bien pueda aceptarse que la tiránica lógica del
calendario con los cambios de siglo mal se hermana con los estándares de
relevancia que los medios críticos confieren -según agendas propias y bien
diversas- a sus objetos de estudio, difícil se vuelve obviar el detalle de que,
incluso a sabiendas de que la frecuentación de un autor o temática puede re
sultar oportunista, tales eventos suelen favorecer, desde las lecturas sólidas y
meditadas de los especialistas, el establecimiento de coherentes puestas a punto
de los estudios sobre un autor, como así también el nítido delineado de todo
aquello que resta por hacer.
Mateo Alemán y su obra -como es bien sabido- no gozaron de tales benefi
cios, pues si se exceptúa el obligado y bien merecido homenaje de la patria chica
del autor organizado por la Universidad y la Diputación de Sevilla -Atalayas del
Guzmán de Alfarache, 1 poco, o prácticamente nada, es lo que desde años a esta
parte viene trabajándose en forma sistemática sobre él.
En días recientes, y fruto de uno de los alemanistas más exquisitos y afamados,
el páramo de estudios se ha quebrado por la edición de Guzmán de Alfarache y la
novela moderna de Michel Cavillac," pero, en forma muy sugestiva, este nuevo
1. Atalayas del Guzmán de Alfarache: seminario internacional sobre Mateo Alemán, IV Centenario de la publicación de "Guzmán deAifarache': 1599-1999, coord. Pedro M. Pii'\ero
Martínez. Universidad de Sevilla-Diputación Provincial de Sevilla, 2002 2. Madrid. Casa de Velázquez, 2010
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M•CH�LE GuiLLEMONT v JuAN DIEGO VLLA
eslabón en la sabia cadena de fructíferos alx>rdajes sobre esta novela viene a confir
mar, quizás sin proponérselo, un diagnóstico indeseado que reclama preeminencia
para pensar t<�ntos ai\os de desinterés.
Mal que nos pese, la hipótesis de esta desatención del Guzmán y de otros
textos alemanianos se explica por el hecho de que su interpremción y eventual
disfrute han quedado confinados, perversamente, como prácticas de especialistas
de primerísimo nivel, lo cual adquiere entid<ld difícil de ignorar. Pues basta un
breve repaso de la bibliogntfía prestigiada en la materia para consolidar el supuesto
de que los desafíos que se plantean para todo aquel que se anima al trabajo crítico
con el Guzmán solo podrían ser felizmente superados por quienes han sabido dar
prueba de un dil<�tado conocimiento del período culrural en que el Guzmán se
gestó, tal como los testimonios referidos lo demuestran.
Todo lo cual, a las claras, nos confronta con la evidencia de que, de ser
cierro este supuesto, la tarea más urgente de todo crítico debería ser develar en
qué se mide y por qué se explica el inusual sino de la vida del pícaro, a quien
la historia literaria y los cánones estético-pedagógicos vigentes le reconocen
fama y prestigio pero le escatiman lectores. ¿Cuál, en definitiva, es la razón
de este olvido!
A poco de abordar nuestro tmbajo sistem<itico con el corpus literario del
sevillano, una serie de factores comenzaron a perfilarse con claridad en el proceso,
no siempre sencillo, que orienta la búsqueda de las causales de estas supuestas
asimetrías culturales y críticas entre los destin;uarios primeros de su producción
ficcional y los lectores modernos. Y enrrc estos factores adquirió decisiva trnscen�
ciencia el problcmclrico emplazamiento de esta figura y su constelación discursiva
en el interior de un canon hispánico que, de modo usual, hace gala de neutralidad
axiológica en sus categorizaciom·s.
Marco Alemán -rcsulraba evidente- debería haberse sentido feliz, pleno e
integralmente comprendido por el destino postrero de ser reconocido como el
ingenio que supo enhebrar con claridad su proyecto narrativo al germinal modelo
del anónimo Lazarillo -dato que abordajh recientes sobre la versión del lAzarillo
castigado han permitido poner en tela de juicio. 1 Como también adquirió enti�
dad -;mejo a ello- el detalle de que esta voluntad afiliatoria en cabeza del autor
imponía silencio y oídos sordos a la tesitura esgrimida por Guillén,4 según la cual
lo que las historias literarias suelen atribuir a las potencialidades creativas de los
3. Augustin Redondo. �censura. literatura y transgresión en época de Felipe 11: El Lazarillo castigado de 1573". en Edad de Oro. XVIII. Universidad Autónoma de Madrid, 1999. pp. 135-149. 4. Claudia Guillén. "Luis Sanchez. Ginés de Pasamonte y los inventores del género pica
resco . en Homenaje a Antonio Rodríguez Mo"ino. 1, Madrid, Castalia. 1960, pp. 221-231
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PRóLOGO
distintos escritores es, al menos en la llamada materia picaresca, resultado de una
serie de operaciones simbólicas bien notorias que impresores y editores asumieron
al unísono en la misma época en que la Primera Parte veía la luz.
Que la dignidad estécica del Guzmán haya dependido por varios siglos de
este proceso reductivo de múltiples implicancias no fue, para nosotros, un detalle
menor. En primer término, porque si bien las lecturas al uso le conferían el pri�
vilegio de volver legible un género o familia narrativa, no resultaba igualmente
viable una jerarquización diversa que lo apartara del territorio de secundariedad
que el mismo eje cronológico revelaba. Ser el texto que buscó -en alguna ma�
nera- remedar el primigenio designio estético e ideológico del Lazarillo imponía,
en el afán contrasüvo, una criba de procedimientos narrativos y estrategias
elocutivas en cuya comparación pocas o contadas veces resultaba favorecida la
saga del galeote escritor.
Desandar el camino que señalaba la simple ecuación según la cual lo propio
y sustantivo del Guzmán era haber continuado el rumbo de aquel que tanto bregó
por "arrimarse a los buenos" en su búsqueda de buen puerto para la propia exis
tencia, impuso también una marcha complementaria que jerarquizó, a su turno,
la misma dimensión autorial de Alemán; ya que flaco tributo se le confería a su
pluma si, en consonancia con la no demostrada limitación de miras en materia
poética, se aceptaba sin miramientos que los eventuales fallos o traspiés que se
individualizaban por la dinámica de la comparación resultaban inequ(vocos
testimonios de sus capacidades y valías.
La constelación mental y discursiva de Mateo Alemán superaba con creces la
conjetural cartografía según la cual lo memorable de su ideación debta auscultarse
exclusivamente en la posición medial que se le asignaba entre el primer Lazarillo
y el Buscón de Quevedo. Y ello nos forzó a una reevaluación que atendió no solo
al excedente infigurable de su talento para la memoria crítica de la propia cultura,
sino también, en otro nivel de análisis, a la consideración de las razones por las
cuales este dispositivo concesivo tendiente a una minorización del producto final
había logrado imponerse. ¿O acaso no es una evidencia irrefutable que para un
amplísimo sector de la crítica las condiciones de su recuerdo debían depender
exclusivamente de políticas de lectura que aceptaran pacientes un régimen de
visibilidad menguante de toda su entidad?
El Guzmán respetaba la matriz de peregrinación en el interior de una sociedad
y habilitaba tal práctica por la secuenciación de servicios a amos o desempeños
profesionales, pero transgredía el limitado foco hispano y no tenía igual maestría
en el delineado de las interacciones de los "padres sustitutos" con el pícaro que
el primer anónimo había delineado tan bien. Interpelaba al lector con estrate�
gias análogas al juego sémico que se liberaba con las alocuciones al enigmático
"Vuestra Merced", pero Alemán sucumbía -en más de una ocasión- a farragosas
ll
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MICHÉLE GUILLEMONT y JUAN DIEGO VILA
digresiones que dificultaban a sus destinatarios el debido contraste entre instancias
enunciativas y enunciados mentados. Reticencias -todas éstas- a las cuales, por lo
demás, bien podían agregárseles los detalles de que, a nivel temático, el discurso
primero sobre la inopia se había complejizado en una perspectiva integral que
deslizaba cambién, entre líneas, las críticas de los modos al uso en su sociedad para
devenir rico, como así también, finalmente, el notorio corrimiento de tonos para
hablar de la pobreza y la necesidad del otro infame. El Lazarillo -no había duda
al respecto- convencía más desde la cómoda y risueña crítica al otro que se leía
en e( distanciamiento de los lectores y de la figura representada en irreverente
extrañamiento que el escandaloso asedio del público lector en la fragua obsesiva
del "hombre nuevo" que Alemán propugnaba.
Y aquí, antes de proseguir, bien vale la consideración de una verdadera aporía
que escas lecturas edifican: ¿por qué todas estas evidencias-aun cuando se admita
que no todos los críticos estarán dispuesws a reconocerlas como tales sin, quizás,
matizarlas o, incluso, impugnarlas- jamás obraron el prodigio de volver inestables
las Ct'ltegorías o poco fiables las herramientas de análisis para el abordaje de esta
obra que, de aceptarse el diagnóstico en su totalidad, encarnaría la portentosa
originalidad de haber sido, pese a todo, el besHeller indiscutido de su tiempo? ¿Por
qué, a las claras, es siempre preferible aseverar que lo poco logrado es el Guzmán y
no, por el contrario, las exiguas y limitadas miras con las que resultó recuperado?
Nuestros primeros abordajes como equipo de investigación focalizado en la
producción alemaniana -su prosa, pero también sus traducciones poéticas- se
remontan a un primigenio seminario de doctorado ofrecido en la Universidad
de Buenos Aires en el cual, so pretexto del análisis pormenorizado de lo que
podríamos denominar ficciones delictivas -la estela del Lazarillo, sus dos con�
tinuaciones, el Guzmán y otras obras coetáneas generalmente englobadas en la
llamada tradición genérica picaresca- intentamos el develado más fino de las
peculiaridades sustantivas de cada una de estas escrituras, para las cuales no fue un
dato mínimo el recupero del decurso vital del sevillano autoexiliado en México.
Pues al indagar sobre su etapa formativa, sus ocupaciones e intereses,
sus afinidades ideológicas y poéticas, como así también las tensiones que sus
producciones discursivas suscitaron en el interior del sistema estético del siglo
XVII, se volvió claro que mucho de lo aseverado en magistrales lecciones era el
resultado de una volumaria ceguera crítica ante la evidencia de datos y variables
incómodas, cuya sola consideración habría obstado a la corroboración autosu�
ficiente de todo cuanto se deseaba predicar de antemano sobre Mateo Alemán,
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PROLOGO
pues la menor apertura o corrimiento en el plan preestablecido en estas historias
literarias habría determinado la necesidad de auscultar otros procesos y confines
cuyo silenciamiento se volvió evidente.
A punto tal que no sería arriesgado sostener que en consonancia con la
anonimia nunca develada para el primigenio autor del Lazarillo -y también para
las dudas existentes respecto de la continuación de Amberes- el Guzmán de Alfa�
rache debería ser analizado e interpretado como si, respecto de su autoría, pesaran
análogos interrogantes que justificaran, sin más rodeos, una coaccionada y rígida
lectura del texto que férreamente desatendiese a toda variable que reclamara la
consideración del ingenio que había ideado tal fábula.
Esta escisión no reconocida entre autor y obra había fundado, en un sen�
tido amplio, las condiciones de posibilidad para que el Guzmán perdiese, en
gran medida, la dimensión polémica y política que podía trazarse con todos sus
escritos, y se lograba -como rédito suplementario- que todas las variaciones re�
tóricas fácilmente discernibles respecto de sus supuestos antecedentes pudiesen
ser inventariadas, impúdicamente, como gestos estéticos sin finalidad concreta.
Al negar el espesor político fomentaba la vana ilusión de una escritura consa�
grada en forma teórica a la continua disquisición de aspectos morales y teológicos
desde la imaginaria atalaya de la asepsia. A punto cal que -salvo muy honrosas
excepciones- se prefiriesen resultados quiméricos y prolijas cartografras de zonas
indirimibles en la ficción sobre el posicionamiento del texto en una variada gama
de controversias y, muy particularmente, sobre la finalidad y cometido último
de la clausura de la gesta del galeote escritor, en la cual el mercader arrepentido
se esfuma de los ojos del lector a la espera, siempre en suspenso, del perdón real.
Quizás no resulte ocioso adelantar que una de las singularidades de Mateo
Alemán sea, a nuestro modesto entender, la de haberse adelantado a su tiempo
en el ejercicio imaginario de una literatura comprometida con el propio contexto
social. Un ejercicio virtuoso, por momentos intuido y en ocasiones asumido a las
claras, en que la posibilidad de intervenir en el orden de lo real por medio del
orden imaginario de su prosa afianzaba un tipo de intervención práctica en el
propio tiempo que, sin estar exento de sinsabores y peligros, le confería, ante tanto
y tan variado centinela de la ortodoxia, un mínimo indispensable de confianza y
seguridad para el encomiable ejercicio de pensar, cuestionar su mundo y, si cabía,
inducir a sus lectores a la incomodidad de la duda y al desafío de reflexionar.
Fue así como de las variadas iridiscencias que podían advertirse en un texto
como el Guzmán de Alfarache, nuestro trabajo crítico en el seminario aludido
con lectores noveles de esta fábula tendió a privilegiar, junto con la paciente
lectura de la obra -tarea que se reiteró, capítulo a capítulo, a lo largo de más de
tres años en un grupo de análisis creado a tal efecto-, un primigenio abordaje que
partiera del contexto histórico cultural para que el trazado ulterior de variadas
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MICH�:LE GUILLEMONT y JUAN DIEGO VILA
y muy personales líneas de análisis respetara el necesario discernimienw de
horizontes mentales autoriales en muy variados aspectos: la tradición y deba
res epocales sobre el género novela, las tensiones y soluciones entre culturas
populares y eruditas, el afianzamiento de los discursos identüarios, el singular
entrecruzamiento de reformismo político, económico y religioso y, por último,
la progresiva concreción y consolidación de la noción de actualidad para las
reflexiones sobre el propio tiempo.
Y ello obedeció, básicamente, a la necesidad de ampliar las condiciones de
posibilidad de conclusiones diversas de las frecuentadas en forma usual, puesto que
el exiguo marco de un picarismo defectuoso o mal logrado habría de consolidar,
necesariamente, los mismos asertos que se buscaba superar.
Resultaba imperioso reconsiderar la experiencia de lectura de la Philosophia
Antigua Poética del Pinciano por parte de Mateo Alemán para sopesar en su justo
punto e l legado neoariswrélico de su teoría poética. Era deseable, también, una
atención más meditada a la denominada escuela hum<lnista de Sevilla -particu
larmente las figuras de Juan de MalLara y Benito Arias Montano. Se imponía,
por cierto, una reevaluación del género confesional en proceso de consolidación
en el eje que se tensaba entre las Confesiones de San Agustín y la Confesión de un
pecador de Cipriano de la Fuente.
De este y no de mro modo, la variada producción de Mateo Alemán adquiría
mayores msas de cohesión, y si bien es cierto que la consideración de su cultivo
de escrituras apologéticas como la Vida de San Anronio de Padua o su prólogo a
la Vida de Ignacio de Lo)·ola nos reenvió necesariamente al confín del picarismo
-pues la díada virtud-pecado se revelaba como un principio constructivo legible
en el contraste de estas hagiografías y la famosa vida ínfima del hijo del ocio-- ello
ocurrió, claro está, desde nueva luz.
Porque su pregunta por la razón de ser y condiciones de posibilidad del mal
en el mundo no podía responderse con la estrecha mira teológica. Y ello, a fin
de cuentas, es lo que reencauzó nuestra atención al legado de Maquiavelo y la
impronta del tacitismo en la Esp<1ña de su tiempo. Ya que, como bien lo había
demostrado con su proyecto de reformismo político económico legible en el
informe sobre las minas de Almaydén, el interés por lo coetáneo y los lícitos
modos de contarlo lo acompañaría hasta sus Sucesos mejicanos.
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PRóLOGO
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El recorrido de lecturas y abordajes que hemos referido es el que ha posi�
bilitado que el volumen que aquí presentamos conjugue voces de hispanistas
consagrados y noveles investigadores en pie de igualdad y es el que ha determi�
nado también, en gran medida, que estos trabajos permitan superar el defecto
usual de muchas compilaciones colectivas en las cuales la variedad de intereses y
propuestas dificultan el hallazgo de ejes reflexivos compartidos y limitan, de ese
modo, todo potencial diálogo entre las diversas contribuciones.
Un primer aparrado concentra abordajes sobre los tiempos políticos, cultu,
rales y económicos de Mateo Alemán haciendo hincapié, en estos casos, en su
incidencia decisiva en la factura de las dos partes del Guzmán de Alfarache, como así también en el de la Vida de San Antonio de Padua.
Una segunda sección más nutrida, que engloba tres modalidades claras de
trabajo crítico, indaga sobre isoropías temáticas que recorren todo el Guzmán,
focal iza aventuras y secuencias puntuales de la fábula a nivel narrativo y jerar,
quiza, en el interior de los materiales empleados, el bien notorio acervo bíblico
y religioso que se enhebra en más de un pasaje de todo el relato de vida que se
desgrana en la proteica fábula.
El hilván propuesto entre isotopías, episodios y recurrencias bíblicas no es
casual ni ancojadizo, sino, ames bien, deseado, puesto que se ha procurado que
el más moderno abordaje de problemáticas, como el espacio o el tratamiento de
las imágenes en la prosa alemaniana, obtuviese, por sobre las lecturas micras,
cópicas del segundo aparrado, un necesario diálogo que le confiriese espesor
a la fábula con la consideración de las recurrencias bíblicas. Materia que hoy
dLa, a ser sinceros, muchas veces resulta esgrimida como variable que justifica
la desatención o el limitado apego al relato por parte de un universo lector
mayormente desacralizado y desconocedor de un sinfín de mitemas, parábolas
o exempla bíblicos.
Cierran este texto tres comribuciones que aspiran a agilizar el reconocimien�
to de arras constelaciones significames en el universo Alemán, y rodas ellas se
cemran en ejes sugerentememe complementarios, en lo que podría entenderse
como el gran diálogo crítico emre dos ingenios, Miguel de Cervantes y Mateo
Alemán, cuya admimción mutua pudo predicarse, pero carecía, a la fecha, de
abordajes que cenifi.camn su entidad y trascendencia.�
5. Mateo Alemán y Miguel de Cervantes: dos genios marginales en el origen de la novela
moderna. eds. Michéle Guillemont y Marie-Bianche Requejo Carrió, Criticón, N.0 101,
Toulouse-Presses Universitaires du Mirail, 2007.
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MlcH¡;:LE GuiLLEMONT v JuAN DIEGO VILA
Es bien evidente que, con independencia de la originalidad y valía de cada
escrito aquí colectado, mucho queda por pensar respecto del Guzmán y orras
obras del sevillano. Es el deseo, no obstante, de estos coordinadores, que este
libro, en un todo o en sus panes, aliente nuevas reflexiones, abordajes maduros
y propuestas sugestivas en sus pacientes lectores, que permitan otra valorización
de la vigencia y actualidad de Mateo Alemán.
Michéle Guillemonl
Université de lille 111 (CECILLE)
16
Buenos Aires, abril de 2014.
Juan Diego Vila
Universidad de Buenos Aires
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