leyendas

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NOMBRE: ANDREA GAVILANES COLEGIO: PEDRO CARBO CURSO: 3ro BACHILLERATO GENERAL UNIFICADO. LICENCIADA: BEATRIZ JIBAJA TEMA: LEYENDAS CORTAS AÑO LECTIVO: 2013-2014

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leyendas para entretener y conocer un poco de nuestro país.

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Page 1: Leyendas

NOMBRE: ANDREA GAVILANES

COLEGIO: PEDRO CARBO

CURSO: 3ro BACHILLERATO GENERAL

UNIFICADO.

LICENCIADA: BEATRIZ JIBAJA

TEMA: LEYENDAS CORTAS

AÑO LECTIVO: 2013-2014

Page 2: Leyendas

EL DESCABEZADO DE RIOBAMBA

Una noche, a inicios del siglo pasado, un personaje de ultratumba apareció

en las calles de Riobamba. Quienes lo miraron se quedaron mudos de

espanto. Era un jinete sin cabeza. Todos los habitantes de la ciudad se

guardaban muy temprano para huir de la mala visión, pero nunca faltan los

valerosos que lograron descubrir lo que escondía detrás del fantasma.

Page 3: Leyendas

EL AGUALONGO

El 4 de febrero de 1797, un terremoto destruyó gran parte de la zona central

del Ecuador. Se cuenta que antes del desastre se produjeron hechos

misteriosos, como el que les contamos a continuación.

En la plaza central de la villa de Riobamba se levantaba la escultura de un

niño tejedor (agualongo en quichua). Se dice que un día antes del pavoroso

terremoto, hacía un insoportable calor, y muchos se concentraron en la

plaza para descansar. En esos momentos miraron asombrados cómo la

escultura de piedra giraba sobre su propio eje.

Los testigos regresaron a sus casas profundamente contrariados, sin

imaginar que al día siguiente Riobamba desaparecería y que por eso, el

Agualongo quiso verla por última vez.

Page 4: Leyendas

LA LOCA VIUDA

La Loca Viuda espantaba a los caballeros de vida disipada.

El inicio de esta leyenda urbana se remonta a la época republicana cuando

la ciudad de Riobamba era alumbrada por rudimentarios faroles que apenas

competían con la luz de las velas. La luna llena completaba el ambiente

propicio para los aparecidos y cuentos tenebrosos.

El protagonista de esta leyenda es Carlos, uno de los tantos bohemios que

gustaba embriagarse en las cantinas y no desaprovechaba la oportunidad de

tener un desliz.

Una de aquellas noches de juerga, al dirigirse a casa, se encontró con una

extraña mujer vestida totalmente de negro y con una mantilla que le cubría

el rostro, que le hizo señas para que la siguiera.

Carlos sin pensarlo dos veces fue tras de la coqueta a lo largo de varias

callejuelas oscuras.

Page 5: Leyendas

Al llegar a la Loma de Quito, el ebrio le dio alcance.

- “Bonita, ¿dónde me lleva? Dijo.

Sin dar más explicaciones, la mujer dio la vuelta y Carlos recibió uno de

los impactos más grandes de su vida porque vio que la cara de la mujer era

la de una calavera.

De la impresión, Carlos cayó pesadamente sobre el suelo mientras invocaba

a todos los santos. Logró levantarse y emprendió la carrera de regreso a

casa.

Al llegar, el hombre encontró el refugio en su devota esposa Josefina.

Entendió que la visión fantasmagórica era el castigo por tantas

infidelidades. Y desde entonces se dedicó santamente a su hogar.

Lo que Carlos nunca se enteró es que su esposa estuvo detrás del “alma en

pena”. ¿Qué había sucedido? Después de muchas noches en vela, Josefina

se armó de valor para castigar las continuas infidelidades de su cónyuge.

Una vecina le aconsejó darle un buen susto. Para el efecto le prestó una

careta de calavera y le recomendó vestirse de negro.

Sin estar segura, pero motivada por su amiga, la señora decidió hacerlo.

Una noche oscura, se trajeó de negro, se puso la careta y se cubrió con un

velo. Lo sucedido después ustedes ya lo conocen.

La loca viuda fue el remedio para los caballeros que abandonaban el hogar

por una conquista galante. Los años pasaron y aún dicen que la loca viuda

se aparece en las noches…

Page 6: Leyendas

LA CAJA RONCA

En Ibarra se dice de dos grandes amigos, Manuel y Carlos, a los cuales

cierto día se les fue encomendado, por don Martín (papa de Carlos), un

encargo el cual consistía en que llegasen hasta cierto potrero, sacasen agua

de la asequia, y regasen la sementería de papas de la familia, la cual estaba

a punto de echarse a perder. Ya en la noche, muy noche, se les podía

encontrar a los dos caminando entre los oscuros callejones, donde a medida

que avanzaban, se escuchaba cada vez más intensamente el

escalofriante "tararán-tararán". Con los nervios de punta, decidieron

ocultarse tras la pared de una casa abandonada, desde donde vivieron una

escena que cambiaría sus vidas para siempre...

Unos cuerpos flotantes encapuchados, con velas largas apagadas, cruzaron

el lugar llevando una carroza montada por un ser temible de curvos

cuernos, afilados dientes de lobo, y unos ojos de serpiente que inquietaban

Page 7: Leyendas

hasta el alma del más valiente. Siguiendole , se lo podía ver a un individuo

de blanco semblante, casi transparente, que tocaba una especie de tambor,

del cual venía el escuchado "tararán-tararán".

He aqui el horror, recordando ciertas historias contadas de boca de sus

abulitos y abuelitas, reconocieron el tambor que llevaba aquel ser

blanquecino, era nada más ni nada menos que la legendaria caja ronca.

Al ver este objeto tan nombrado por sus abuelos, los dos amigos, muertos

de miedo, se desplomaron al instante.Minutos despues, llenos de horror,

Carlos y Manuel despertaron, mas la pesadilla no había llegado a su fin.

Llevaban consigo, cogidos de la mano, una vela de aquellas que sostenían

los seres encapuchados, solo que no eran simples velas, para que no se

olvidasen de aquel sueño de horror, dichas velas eran huesos fríos de

muerto. Un llanto de desesperación despertó a los pocos vecinos del

lugar.En aquel oscuro lugar, encontraron a los dos temblando de pies a

cabeza murmurando ciertas palabras inentendibles, las que cesaron después

de que las familias Dominguez y Guanoluisa (los vecinos), hicieron todo

intento por calmarlos.

Después de ciertas discusiones entre dichas familias, los jóvenes regresaron

a casa de don Martín al que le contaron lo ocurrido. Por supuesto, Martín

no les creyó ni una palbra, tachandoles así de vagos.

Después del incidente, nunca se volvió a oir el "tararán-tararán" entre las

calles de Ibarra, pero la marca de aquella noche de terror, nunca se borrara

en Manuel ni en Carlos.Ojala así aprendan a no volver a rondar en la

oscuridad a esas horas de la noche.

Page 8: Leyendas

EL PADRE ALMEIDA

En esta história se cuenta, como un padre el cual no era precisamente el

mejor debido a su mala conducta.

La leyenda cuenta que este padre, todas las noches salía a tomar

aguardiente, para salir tenía que subir en un brazo de la estátua de Cristo,

pero una noche minetras intentaba salir se dio cuenta que la estatia lo

regreso a ver y le dijo: ¿Hata cuando padre Almeida? Y este le contesto

"Hasta la vuelta" y se marcho. Una ves ya emborrachado, salió de la

cantina y se encontraba paseando en las calles de Quito, hasta que pasaron

6 hombres altos completamente vestidos de negro con un ataud, aunque el

padre Almeida penso que era un toro con el cual chocó y se desplomo, pero

al levantarse regreso a ver en el interior del ataud, y ere él, el padre

Page 9: Leyendas

Almeida, del asombro huyo del lugar. Se puso a pensar que eso era una

señal y que si seguia así podia morir intoxicado, entonces desde ese día ya

no a vuelto a tomar y se nota en la cara de la estatua de Cristo mas

sonrriente.

CANTUÑA

La versión falsa consiste en:

Cantuña tenía una labor que había sido asignada por los franciscano que era

construir una Iglesia en Quito. Este acepto y puso como plazo seis meses, a

cambio el recibia una gran cantidad de dinero.

Aunque parecia una hazaña imposible lograr terminarla en seis mese,

Cantuña puso su maximo esfuerzo y empeño en terminarla, reunio un

equipo de indigenas y se propuso terminarla. Sin embargo la edificacion no

avanzaba como el la esperaba.

Cantuña decide vender su alma al diablo a cambio de que terminara la

construccion lo mas rápido posible. Cantuña ya se vio perdido debido a que

vio que los diablillos avanzaban de una manera insuperable, fue aqui

cuando al indio Cantuña se le ocurrio una idea y se escabullo en la

Edificacion sin ser visto y cogio la ultima piedra y escribio: "Quién ponga

esta ultima piedra en su lugar reconocera que Dios es más grande que el".

El diablo al ver esto huyo y Cantuña se salvó.

La verdadera historia trata de Cantuña era solamente un guagua de noble

linaje, cuando Rumiñahui quemó la ciudad. Olvidado por sus mayores en la

histeria colectiva ante el inminente arribo de las huestes españolas, Cantuña

quedó atrapado en las llamas que consumían al Quito incaico. La suerte

Page 10: Leyendas

quiso que, pese a estar horriblemente quemado y grotescamente deformado,

el muchacho sobreviva. De él se apiadó uno de los conquistadores llamado

Hernán Suárez, que lo hizo parte de su servicio, lo cristianizó y, según

dicen, lo trató casi como a propio hijo. Pasaron los años y don Hernán,

buen conquistador pero mal administrador, cayó en la desgracia. Aquejado

por las deudas, no atinaba cómo resolver sus problemas cada vez más

acuciantes. Estando a punto de tener que vender casa y solar, Cantuña se le

acercó ofreciéndole solucionar sus problemas, poniéndole una sola

condición: que haga ciertas modificaciones en el subsuelo de la casa.La

suerte del hombre cambió de la noche a la mañana, sus finanzas se pusieron

a tal punto que llegaron a estar más allá que en sus mejores días. Pero no

hay riqueza que pueda evitar lo inevitable: con los años a cuestas, al ya

viejo guerrero le sobrevino la muerte. Cantuña fue declarado su único

heredero y como tal siguió gozando de gran fortuna.Eran enormes las

contribuciones que el indígena realizaba a los franciscanos para la

construcción de su convento e iglesia. Los religiosos y autoridades, al no

comprender el origen de tan grandes y piadosas ofrendas, resolvieron

interrogarlo. Tantas veces acudieron a Cantuña con sus inoportunas

preguntas que éste resolvió zafarse de ellos de una vez por todas. El

indígena confesó ante los estupefactos curas que había hecho un pacto con

el demonio y que éste, a cambio de su alma, le procuraba todo el dinero que

le pidiese. Algunos religiosos compasivos intentaron el exorcismo contra el

demonio y la persuasión con Cantuña para que devuelva lo recibido y

rompa el trato. Ante las continuas negativas, los extranjeros empezaron a

verlo con una mezcla de miedo y misericordia.

Page 11: Leyendas

LEYENDA DEL CEIBO:

Cuenta la leyenda que en las riberas del Paraná, vivía una indiecita fea, de

rasgos toscos, llamada Anahí. Era fea, pero en las tardecitas veraniegas

deleitaba a toda la gente de su tribu guaraní con sus canciones inspiradas en

sus dioses y el amor a la tierra de la que eran dueños... Pero llegaron los

invasores, esos valientes, atrevidos y aguerridos seres de piel blanca, que

arrasaron las tribus y les arrebataron las tierras, los ídolos, y su libertad.

Anahí fue llevada cautiva junto con otros indígenas. Pasó muchos días

llorando y muchas noches en vigilia, hasta que un día en que el sueño

venció a su centinela, la indiecita logró escapar, pero al hacerlo, el

centinela despertó, y ella, para lograr su objetivo, hundió un puñal en el

pecho de su guardián, y huyó rápidamente a la selva.

El grito del moribundo carcelero, despertó a los otros españoles, que

salieron en una persecución que se convirtió en cacería de la pobre Anahí,

quien al rato, fue alcanzada por los conquistadores. Éstos, en venganza

por la muerte del guardián, le impusieron como castigo la muerte en la

hoguera.

La ataron a un árbol e iniciaron el fuego, que parecía no querer alargar sus

llamas hacia la doncella indígena, que sin murmurar palabra, sufría en

silencio, con su cabeza inclinada hacia un costado. Y cuando el fuego

comenzó a subir, Anahí se fue convirtiendo en árbol, identificándose con la

planta en un asombroso milagro.

Al siguiente amanecer, los soldados se encontraron ante el espectáculo de

un hermoso árbol de verdes hojas relucientes, y flores rojas aterciopeladas,

que se mostraba en todo su esplendor, como el símbolo de valentía y

fortaleza ante el sufrimiento.Tomada de la narración oral.

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LEYENDA GAUCHA

EL CHINGOLO

Dicen que el chingolo, el pájaro que anda a saltitos, y silba al cantar, tiene

su historia.

¿Sabéis cuál es? Hela aquí: Un viejo tropero decíale siempre a su hijo:

-Hijo mío, has nacido gaucho como tu padre y tu abuelo. Debes ser

también, como ellos, un buen tropero... Sí, tropero... Que es oficio de

gaucho guapo y de ley. De día, silbando, silbando, se lleva la tropa de aquí

para allá; de noche, cantando y mirando hacia el cielo, se cuida el ganado

bajo las estrellas.

Pero al hijo no le gustaba el trabajo, y menos aún el oficio que su padre le

daba.

Y el padre, empeñado en que su hijo fuera tropero como él, trataba de

hacerlo entrar en razón con consejos unas veces, con castigos otras. Pero

todo resultaba inútil: el hijo no cedía. No le gustaba la ocupación, y si

alguna vez acompañaba a su padre, lo hacía con gran desgano y con mayor

disgusto.

Sucedió que una tarde, padre e hijo iban arreando una tropa y tuvieron que

vadear un río de torrentosa corriente.

Llegados a un paso muy hondo, los animales comenzaron a dispersarse. El

viejo tropero ordenó a su hijo que impidiese el desbande.

Tan mal cumplió el hijo la orden del padre, que éste decidió hacerlo por sí

mismo. Internó su caballo en la hondura del río, y como allí había un

remolino, la fuerza del agua lo arrastró bien pronto. No pudiendo nadar

porque la resaca y la espuma lo envolvían, murió ahogado el viejo tropero.

Lloró el hijo la muerte de su padre. Consideróse culpable de ella y

comenzó a sentir un arrepentimiento profundo y un pesar muy grande.

Queriendo tranquilizar su conciencia y pagar el mal que había hecho,

Page 13: Leyendas

decidió hacerse tropero. Así creía poder consolarse de la pena que lo

embargaba.

El muchacho se hizo tropero. Comenzó a encariñarse con el oficio;

trabajaba en él con alegre afán.

Silbaba de día mientras arreaba la tropa; o haciendo la ronda, cantaba de

noche "mirando hacia el cielo".

El silbido del tropero era más bien el suspiro de una alma que espera

consuelo para su pesar.

Pero el consuelo no llegó nunca; y la calma del joven tropero se convirtió

en tormento.

-¡Pobre padre! -pensaba- ¡No se cumplirán nunca sus deseos de hacer a su

hijo un gaucho tropero!...

Agobiado por el dolor y el arrepentimiento, confióle al fin su tristeza a un

amigo, diciéndole:

-La pena me tortura y no puedo resistirla. Pronto he de morir. Cuando

mis huesos queden libres, arrójalos uno a uno a los pasos o vados de los

ríos y arroyos por donde he pasado cuando acompañaba a mi padre, con

gran desprecio del trabajo y mala voluntad para cumplirlo.

Prometióle el noble amigo satisfacer su pedido, y después de un

Tiempo, así lo hizo.

Dicen que el agua fue gastando poco a poco los huesos del tropero

arrepentido, y que después de largos años, fueron esos huesos tomando la

forma de huevos. Dicen también que de cada uno de esos huevos nació un

pajarito. Ese pajarito es el chingolo. Anda a saltitos para recordarnos que

aquel hijo que no amaba el trabajo y que desobedeció a su padre, no pudo

llegar a ser feliz. Silba cuando canta, porque el tropero silba y canta de día

y de noche azuzando la tropa en la soledad de los campos.

Page 14: Leyendas

LA CRUZ DE LOS MILAGROS"

Hay en la Iglesia del Milagro, en Corrientes, una rústica cruz que es

venerada con el nombre de "Cruz de los Milagros". Una curiosa leyenda

justifica ese nombre.

Cuenta la tradición que los españoles, cuando fundaron San Juan de Vera

de las Siete Corrientes, llamado hoy Corrientes, después de elegir el lugar y

antes de levantar el fuerte, decidieron erigir una gran cruz, símbolo de su fe

cristiana.

La construyeron con una rama seca del bosque vecino, la plantaron luego,

y a su alrededor edificaron el fuerte, con ramas y troncos de la selva.

Construido el fuerte y encerrados en él, los españoles se defendían de los

asaltos que, desde el día siguiente, les llevaban sin cesar las tribus de

los guaraníes, a los cuales derrotaban diariamente, con tanta astucia como

denuedo. Los indios, de un natural impresionable, atribuían sus desastres a

la cruz, por lo que decidieron quemarla, para destruir su maleficio. Se

retiraron a sus selvas, en espera de una ocasión favorable, la cual se les

presentó un día en que los españoles, por exceso de confianza, dejaron el

fuerte casi abandonado.

La indiada, en gran número, rodeó la población, en tanto que huían los

pocos españoles de la guardia, escondiéndose entre los matorrales.

Page 15: Leyendas

Con ramas de quebracho hicieron los indios una gran hoguera, al pie de la

cruz que se levantaba en medio del fuerte. Las llamas lamían la madera sin

quemarla; un indio tomó una rama encendida y la acercó a los brazos del

madero; entonces, en el cielo límpido, fue vista de pronto una nube, de la

cual partió un rayo que dio muerte al salvaje.

Cuando los otros guaraníes lo vieron caer fulminado a los pies de la cruz,

huyeron despavoridos a sus selvas, convencidos de que el mismo cielo

protegía a los hombres blancos. Los españoles, que escondidos entre la

maleza presenciaban tan asombrosa escena, divulgaron luego este suceso,

que no cayó, por cierto en el olvido. En la Iglesia del Milagro, en

Corrientes, se encuentra hoy la Cruz de los Milagros: se la guarda en una

caja de cristal de roca, donada por la colectividad española

Page 16: Leyendas

LA MISTERIOSA CIUDAD OCULTA EN EL

CHIMBORAZO

Una misteriosa puerta abre el camino hacia la ciudad dentro del

Chimborazo.

Hace muchos años, en el tiempo de las grandes haciendas, había gente

dedicada al servicio de la casa y de las tierras. Los vaqueros eran los

hombres dedicados a cuidar a los toros de lidia que eran criados en las

faldas del volcán Chimborazo.

Juan, uno de los vaqueros, se había criado desde muy pequeño en la

hacienda. Recibió techo y trabajo, pero así mismo, los maltratos del

mayordomo y del dueño.

Una mañana que cumplía su labor, los toros desaparecieron

misteriosamente. Juan se desesperó porque sabía que el castigo sería

terrible. Vagó horas y horas por el frío páramo, pero no encontró a los

toros.

Totalmente abatido, se sentó junto a una gran piedra negra y se echó a

llorar imaginando los latigazos que recibiría.

Page 17: Leyendas

De pronto, en medio de la soledad más increíble del mundo, apareció un

hombre muy alto y blanco, que le habló con dulzura:

- ¿Por qué lloras hijito?

- Se me han perdido unos toros –respondió Juan- después de

reponerse del susto.

- No te preocupes, yo me los llevé –dijo el hombre- vamos que te los

voy a devolver.

Juan se puso de pie dispuesto a caminar, pero el hombre sonriendo tocó un

lado de la piedra, y ésta se retiró ante sus ojos.

- Sígueme –le ordenó.

Aquella roca realmente era la entrada a una gran cueva. Sin saber realmente

cómo, Juan estuvo de pronto en medio de una hermosa ciudad escondida

dentro de la montaña.

El vaquero miró construcciones que brillaban como si estuvieran hechas de

hielo. La gente era alegre y disfrutaba de la lidia de toros.

El hombre alto le entregó los animales, le dio de comer frutas exquisitas, y

como una forma de compensación le regaló unas mazorcas de maíz.

De la misma forma extraña en la que había llegado, pronto estuvo en el

páramo, con los toros y las mazorcas.

Al llegar a la hacienda todos se burlaron de él por lo que consideraban una

influencia del alcohol. Decepcionado, pero a la vez tranquilo por haberse

librado de la paliza, Juan fue a su casa y sacó las mazorcas. Para su

sorpresa eran de oro macizo.

Page 18: Leyendas

Con este tesoro, el vaquero se compró una hacienda propia y se alejó para

siempre del lugar donde le habían maltratado tanto.

Desde entonces, los campesinos y los turistas tratan desesperadamente de

buscar la entrada a la ciudad del Chimborazo.

Page 19: Leyendas

EL DUENDE DE SAN GERARDO

El maestro universitario César Herrera Paula ha recopilado una serie de

leyendas y tradiciones de nuestra provincia. Una de ellas es la que

contamos a continuación.

En San Gerardo, población del cantón Guano, muy cerca de la ciudad de

Riobamba, Juan trabajaba en un lugar muy distante del centro parroquial.

Para llegar debía atravesar un bosque; salía de su casa a las 8 de la mañana

y retornaba a las 8 de la noche.

Cierta ocasión mientras volvía, creyó escuchar pasos. No dio importancia,

pero más allá escuchó una voz ronca que le dijo:

- No mire atrás… únicamente dame tu cigarrillo.

Así lo hizo y prosiguió su recorrido. Al día siguiente llevó una cajetilla y

la voz nuevamente se dejó escuchar.

De reojo observó que se trataba de un hombre muy pequeñito, portaba un

látigo en su mano, y llevaba en su cabeza un sombrero muy grande.

Juan se asustó y corrió desesperadamente. Al llegar a casa comentó lo

sucedido y su madre le aconsejó llevar siempre un crucifijo.

Así lo hizo y al día siguiente, el hombrecillo no le pidió cigarrillos sino que

empezó a castigarle con el látigo.

Juan sacó de su camisa el crucifijo y el enano se esfumó como por encanto.

Esta aparición y otras similares hicieron entender que se trataba del Duende

de San Gerardo.

Page 20: Leyendas

CARONTE Y LA LAGUNA ESTIGIA

Caronte es, en la mitología clásica, una de las divinidades del mundo

subterráneo. Su misión era conducir la barca fúnebre que trasladaba a los

difuntos desde el mundo de los vivos hasta el mundo de los muertos, a

través de la Laguna Estigia.

En la cultura griega, cuando alguien moría, su alma era conducida por el

Dios Mercurio hasta la Laguna Estigia. Allí debía aguardar la llegada de la

barca de Caronte, que surcaba las aguas infernales. Era necesario pagar el

pasaje al barquero, por ello existía la costumbre de colocar en la boca de

los muertos una moneda. Una vez introducido en la barca , era el propio

difunto quien remaba, nunca Caronte. La barca le trasladaba

definitivamente al otro lado de la orilla, al mundo de los muertos, cuya

entrada estaba custodiada por Cancerbero, el siniestro perro de tres

cabezas, que se encargaba de que ningún vivo entrase en el infierno, e

igualmente de que ningún muerto saliese de él.

Caronte suele ser representado como un feo anciano de barba gris, vestido

de harapos y a veces con un sombrero redondo.

Page 21: Leyendas

ATENEA-MINERVA

Diosa de la Sabiduría, patrocinadora de las artes manuales y protectora de

los guerreros como Aquiles, Ulises, Jasón, y Hércules. Atenea es también

la diosa de la guerra pero no encarna la violencia sino la lucha racional y

justa que tiene como objetivo defender los ideales, divulgar la cultura y

garantizar la paz y el orden.

Hija de Zeus y de Metis (la Prudencia). Según la mitología, cuando su

madre estaba embarazada, un oráculo predijo que daría a luz a una niña y

que si volvía a concebir, tendría un varón que destronaría a Zeus. Así es

que el Dios de los Dioses decidió tragarse a Metis para impedir que

volviera a quedar embarazada. A los pocos meses, Zeus sintió un terrible

dolor de cabeza, para remediárselo Vulcano le abrió una brecha y de la

cabeza del dios surgió Atenea, de ahí que sea la diosa de la sabiduría.

Atenea nació ya adulta, vestida con una larga túnica, casco, escudo y lanza.

- Atenea y Aracne

Uno de los principales mitos de esta diosa se refiere a su enfrentamiento

con Aracne que se atrevió a desafiar a la diosa en una competición para ver

quién de las dos tejía mejor.

Durante el reto, cada una tejía una metamorfosis: Atenea glorificaba a los

dioses en sus bordados, mientras que Aracne los ridiculizaba y se reía de

ellos, en especial de Zeus. Atenea se enfureció por la mala intención de

Aracne contra los dioses y la golpeó con su lanza. Aracne asustada salió

huyendo y se ahorcó pero, cuando aún está colgada, la diosa la transformó

en araña y la condenó a pasar el resto de la eternidad tejiendo.

Page 22: Leyendas

EL NAGUAL

Se cuenta que hace años existía un hombre que se aparecía por las noches

con vertido en forma de animal, y tenia la costumbre de aparecerse por las

noches, en las vías del tren, una vez paso un hombre que se le había echo

tarde y tubo que pasas por las vías del tren el con miedo tuvo que pasar a

toda velocidad mas sin embargo se le apareció ese ser en forma de burro,

con la cara muy deforme , que hasta se quedo paralizado del terror, que no

podía ni moverse, por esa razón los habitantes no pasaban por ahí en las

noches, en otras ocasiones se aparecía en forma de guajolote.

Toda la población estaba aterrada y comentaban que ese ser era obra del

demonio o que estaba embrujado y que tenia que hacer algo para que se

alejara y fueron haber un sacerdote y les dijo que ese ser era un anual, que

tenia contacto con el mal y que estaba castigado y por eso por las noche se

convertía en diferentes animales.

Page 23: Leyendas

LOS DUENDES

Hace años existía una casa que fue abandonada por sus dueños, se cuenta

que fue abandonada por que en esa casa pasaban cosas raras como los

habitantes se enteraron no se atrevían a sercarse a esa casa, por que se veían

seres pequeños que les gustaba hacer bromas a todas la personas que se

acercaran a esa casa, cuando alguien pasaba sercas de esa casa se Ion

rechinar puertas y ventanas sin ningún motivos aparente, ya que no tenían

luz se prendía y se apagaron las luces de esa casa.

Por lo que decían los vecinos que esa casa estaba embrujada, otros decían

que alo mejor ahí mataron a unos niños y los enterraron ahí que era por eso

que esos niños buscaban venganza para poder tener paz.

Mas sin embargo eso seres causa escalofríos y ausan miedo y terror a todas

las personas que por desgracias los ven...