León Homero Rojas Caron

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BOSQUEJO TOTAL DE LA GESTA DE FRANCISCO MORAZAN. Disertación del letrado León Rojas Carón, miembro de número de la Academia Hondureña

de Geografía e Historia de Honduras, con ocasión de su incorporación como Académico

correspondiente de la Academia de Geografía e Historia de Costa Rica.

13 de abril del 2013, San José, Costa Rica.

I.- INDEPENDENCIA, CONSTITUCION COMO REPUBLICA FEDERAL, PRESIDENTE FEDERAL Y JEFES DE ESTADO. USURPACION DE FUNCIONES.

Dionisio de Herrera.

El 15 de septiembre de 1821, las mismas autoridades españolas y el clero con sede en Guatemala, declararon la independencia de Centroamérica respecto al reino de la España colonialista.

El 5 de enero de 1822 Centroamérica fue anexada al imperio mexicano pero al fracasar su improvisado emperador Agustín de Iturbide, el 1 de julio de 1823 se volvió a declarar independientes de España, México y de cualquier otra potencia.

Ante los actos de independencia emergieron los constituyentes que iniciaron la organización de la región y el 22 de noviembre de 1824 emitieron su constitución política, organizándola como República Federal de Centroamérica integrada por: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, delegando funciones en tres poderes constituidos: Ejecutivo, legislativo y judicial.

Esta constitución federal mando emitir cinco constituciones estatales semejantes, por ende instituyó un presidente para administrar los intereses generales de la Republica y un jefe de Estado para atender los intereses particulares de cada uno de los cinco estados que conformaban la república y similares poderes legislativos y judiciales.

En 1825, al no lograrse la elección para presidente de la Republica federal por mayoría absoluta a través de votos populares le correspondió al Congreso Federal de Centro América elegir presidente, y éste, entre los más votados eligió el 21 de abril de 1825 al prócer liberal independentista don Manuel José Arce.

Los conservadores habían propuesto constituir una Republica centralizada en contraposición a la federada que implantaron los liberales. El objeto del régimen federal era la igualdad de cada uno de los estados de la Federación y no la primacía de una capital sobre las demás provincias. Sucedió que presidente Arce siendo liberal se dejó alucinar por los conservadores y trató de detentar el poder en forma centralizada.

En 1826, Arce propuso reformar la constitución “federal” de 1824 para gobernar Centroamérica como una nación unitaria y no federada como lo establecía la constitución de la Republica, la que juró cumplir y hacer cumplir al asumir la presidencia.

No logrando el presidente de la unión general Arce reformar la constitución federal por

los procedimientos legales, disolvió el Congreso federal y entró en desavenencias con el

“Jefe de Estado” de Guatemala el liberal Don Juan Barrundia a quien en septiembre de

1826, defenestró y puso preso valiéndose del obediente “ejército federal” a su mando.

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En septiembre de 1824, el jurista Don Dionisio de Herrera fue electo por la Asamblea Nacional Constituyente de Honduras Jefe de Estado y como vice Jefe al coronel José Justo Milla. Don Dionisio a su vez nombró Secretario General del Estado de Honduras a Don Francisco Morazán. Esta constituyente el 11 de diciembre de 1825 emitió la Constitución Estatal de Honduras supeditada a la Federal de Centroamérica de 22 de noviembre de 1824.

El presidente Arce decidió cumplir su propósito “centralista” manu militari y haciendo usó del ejército federal y de algunos pretextos, mando someter al jefe de Estado de Honduras Don Dionisio de Herrera, encargando esa indigna misión al mismo vice jefe de Estado de Honduras, Justo Milla, quien el 4 abril de 1827 llega a Comayagua, capital de Honduras instalándose militarmente.

El 10 de mayo el jefe de estado de Honduras don Dionisio de Herrera fue hecho prisionero por Justo Milla quien lo envió a prisión a Guatemala y usurpó el poder.

Don Francisco Morazán con otros patriotas resistieron el sitio de Comayagua, se replegaron y obtuvieron fuerzas en Tegucigalpa para retomar Comayagua pero la beligerancia fue en vano y se disolvieron en la aledaña “Hacienda La Maradiaga”, sito camino a Lamani, el 29 de abril de 1827.

En aquel trance Morazán y otros funcionarios defenestrados buscaban exiliarse, pero a través de un emisario obtuvieron sendos salvoconductos por parte del usurpador Justo Milla para residir en Honduras sin ser hostigados.

Morazán haciendo uso de esta gracia, se trasladó a residir junto con su familia en el pintoresco poblado de Ojojona del que asumimos tenía referencias por parte de Ladislao Valladares oriundo de ese lugar, quien diseño el escudo nacional de Honduras en el cual incluyó las bocaminas del mineral de Guasucarán, Ojojona.

Morazán el 6 junio de 1827, pese al salvoconducto fue apresado en Ojojona y conducido a prisión a Tegucigalpa de adonde logró escapar 22 días después. Al respecto en sus memorias dice: víctima de mi credulidad, tarde comprendí, “lo poco que puede confiarse en quienes defienden una mala causa”.

II.- EN CONTRAATAQUE HONDUREÑOS, LEONESES Y SAN MIGUELEÑOS DERROTAN AL EJERCITO FEDERAL INTEGRADO POR GUATEMALTECOS.

Mariano Prado.

En julio de 1827, Morazán mientras buscando asilo en el Puerto de la Unión, El Salvador, encontró a José Mariano Vidaurre, comisionado del vice Jefe de Estado de El Salvador, don Mariano Prado, quien le informó que El Salvador también estaba ocupada por tropas federales y que le recomendaba ir a León Nicaragua a conseguir auxilio con el jefe de las fuerzas armadas de Nicaragua, José Anacleto "Cleto" Ordóñez para combatir a los invasores.

La reunión en León, Nicaragua, del 15 de septiembre de 1827, dio los frutos deseados, el líder nicaragüense era adversario de Arce debido a que éste llegó a pacificar Nicaragua cuando en 1825 lo mandó al exilillo y por lo mismo recelaba que Nicaragua más tarde sería invadida, entonces le proporcionó armas y un contingente de 135 hombres armados y avituallados.

En Choluteca, Honduras, se reunieron tropas para contraatacar facilitadas por los gobiernos de Nicaragua, de El Salvador bajo el mando del Coronel Zepeda, y columnas de voluntarios hondureños de: Choluteca, Texiguat, Comayagua, Tegucigalpa y de Canta Ranas.

En suma, una respetable división de setecientos milicianos fue organizada, la misma fue comandadas por el coronel hondureño Remigio Díaz y liderada políticamente por Francisco Morazán. Estas fuerzas estatales se enfrentaron con las tropas federales del coronel Justo Milla formadas por guatemaltecos, los días 10 y 11 de noviembre de 1827, en la Aldea la Trinidad del municipio de Sabana grande, Honduras, donde fueron derrotadas y dispersadas las tropas federales.

Morazán el 12 de noviembre entró triunfante a Tegucigalpa, sito a medio día de camino. Las tropas hondureñas de inmediato recuperaron Comayagua, Capital del Estado. Estando preso en Guatemala don Dionisio de Herrera y siendo que Morazán era el presidente de la asamblea de representantes, el 26 de noviembre de 1827 esta asamblea lo designó Jefe del Estado de Honduras.

CAMPAÑA DE EL SALVADOR. El vice Jefe de Estado de El Salvador don Mariano Prado, inmediatamente después de la batalla de La trinidad requirió el súbito liderazgo de Morazán para combatir y expulsar las tropas federadas del Presidente Arce, emplazadas en El Salvador pero que habían recibido el beneplácito del jefe de Estado don Juan Vicente Villacorta quien en esos días se retiró del mando por vejez por lo cual asumió el mando el vice jefe don Mariano Prado que consideraba a las tropas federales como un ejército de ocupación y un peligro para su gobierno.

Morazán el 30 de junio de 1828, delegó su mando como jefe de Estado de Honduras en Don Diego Vigil, para acudir en auxilio del vice Jefe Prado y se reconcentró en el poblado hondureño de Texiguat, a medio camino hacia El Salvador.

Bajo los órdenes de los jefes de estado de Nicaragua, El Salador, Honduras y Guatemala, que eran los que hacían la guerra contra el Gobierno Federal que había usurpado los gobiernos de sus estados, en su cuartel general en Texiguat de diciembre de 1827 a abril de 1828 organizó y disciplino de las tropas.

Entró a El Salvador con 1.400 milicianos aportados por los jefes de Estado de Honduras y Nicaragua para apoyar las fuerzas del Estado de El Salvador en la campaña militar para

desalojar las tropas federales del territorio salvadoreño, librando las batallas de:

Gualcho (6 de julio de 1828) sobre el coronel Domínguez lo que facilitó la rendición de Mexicanos (20 de septiembre de 1828, en las inmediaciones de San Salvador, en donde Manuel Montufar y Coronado quedó prisionero con su hermano Juan, al igual que el Coronel Indalecio Perdomo, José Antonio Palomo, el poeta José Batres Montufar y seis oficiales.

Capitulación de San Antonio (8 de octubre de 1828), victoria sobre tropas del Coronel Arzú, donde el Coronel Antonio de Aycinena suscribe la Capitulación el 9 de octubre de 1828. A raíz de estas acciones de armas fueron expulsadas las tropas federales, las que se replegaron hacia Guatemala.

San Salvador, tras estos triunfos Morazán entró victorioso a la capital salvadoreña el 23 de octubre de 1828. En beneficio el gobierno de El Salvador reanudó sin injerencias sus actividades constitucionales como uno de los estados federados.

III.- LA USURPACION DE LAS ATRIBUCIONES DE LOS GOBIERNOS ESTATALES PROVOCÓ LA REVOLUCIÓN CONSTITUCIONALISTA PARA RESTABLECER EL ORDEN FEDERAL.

Fusil de chispa y montura.

I.-En diciembre de 1828, en inteligencia entre ellos, los gobiernos de los Estados de: El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala, acordaron restablecer el orden constitucional, reponer al Congreso Federal y demás autoridades estatales cuya autoridad había sido usurpada por orden del presidente Arce en complicidad con la elite conservadora guatemalteca y el alto clero.

En el poblado salvadoreño de Ahuachapán, fronterizo con Guatemala, fue el lugar donde el 1 de enero de 1829 los gobiernos de los Estados formaron el “Ejército Aliado Protector de la Ley” (defensor de la constitución), confiando el liderazgo a Francisco Morazán.

CAMPAÑA DE GUATEMALA.- Se libró en Guatemala la batallas de Mixco (15 a 18 de febrero de 1829) donde se tuvo el revés que el coronel Cerda, jefe de una división, fue arrasado por el ejército Federal leal al presidente Arce.

El 5 de marzo de 1829, Francisco Morazán en ausencia fue confirmado como jefe del Estado de Honduras.

El ejército Aliado Protector de la Ley avanzó sobre Guatemala triunfando en San Miguelito (6 de marzo) y, en las Charcas (15 de marzo de 1829). Prontamente Morazán como líder del ejército Aliado Protector de la Ley con dos mil milicianos ocupó Antigua Guatemala y enseguida puso sitió a nueva Guatemala, haciendo capitular las fuerzas federales entrando triunfante a la capital federal el 13 de abril de 1829.

II.-

Mariano de Aycinena, Mariano Beltranena y funcionarios que habían tenido algún papel protagónico en la guerra fueron enviados a prisión al Convento de Belén. En seguida liberaron a Don Juan Barrundia, a don Dionisio de Herrera y a otros presos políticos, terminado de esta manera la guerra civil Centroamericana.

El 30 de abril de 1829 la Asamblea del Estado de Guatemala declaró Morazán Benemérito de la Patria, el 29 de junio se reinstaló el Congreso Federal quedando restablecido el imperio de la Constitución Federal y por ende la Federación de Centroamérica.

El 11 de julio de 1829, el Congreso Federal decretó expulsar de Centroamérica, al Arzobispo Casaus y Torres y demás frailes que conspiraban contra las reformas liberales ya que incitaban a la rebelión y guardaban en sus iglesias el arsenal de guerra de los conservadores. Morazán, los hizo embarcar en el puerto de Izabal relegados a la isla española de Cuba.

El Congreso “Federal” en agosto de 1829 a petición del diputado José Cecilio del Valle por unanimidad mando: restablecer a los funcionarios federales y de los Estados en sus respectivos cargos; declaró nulos todos los actos de los usurpadores; los obligó a pagar los daños causados y a devolver los sueldos percibidos como funcionarios, diputados y militares, incluyendo al mismo Arce; y, los desterró de la republica de Centroamérica a perpetuidad. Esta sanción fue decretada el 5 de noviembre de 1829. En lo demás se Decretó Indulto General a todos los que fueron opositores contra el Gobierno federal.

El 4 de diciembre de 1829, Francisco Morazán reasumió la jefatura del Estado de Honduras.

IV.- PRESIDENTE FEDERAL.- REFORMAS LIBERALES Y REACCIÓN DE LOS CONSERVADORES Y EL CLERO.

Restablecida la república en septiembre de 1830 se procedió a elegir al presidente federal resultando electo el líder político de los liberales Don Francisco Morazán, quien enfrentó como candidato de los conservadores a don José Cecilio del Valle, y además resultó electo como vicepresidente el liberal don Mariano Prado.

Morazán tenía claro que el objeto de la república federada era contar con un gobierno general que atendiera los asuntos exteriores y los intereses de toda la región; y, cinco gobiernos en los cuales cada uno atendería sus propios asuntos estatales.

En Guatemala, resultó electo jefe de Estado don Mariano Gálvez y en racha los liberales lograron el poder en toda Centroamérica. En 1830 Francisco Morazán nombró Jefe de Estado de Nicaragua a Don Dionisio de Herrera quien se desempeñó como un gran conciliador.

El gobierno federal negociaba con el reino de Holanda el financiamiento de un Canal interoceánico cruzando el lago de Nicaragua lo que fracasó según John Stephens debido a la separación de Bélgica y Holanda. Morazán y Gálvez aprobaron reformas liberales tales como: políticas de libre comercio, la supresión de monopolios; la libertad imprenta (sin censura previa pero responsable); el habeas Corpus; el código de procedimientos de Livingston; el matrimonio secular y el divorcio; la libertad de culto y supresión de diezmos y primicias; educación popular (basada en la capacitación por grupos con monitores o auto educación (Lancasteriana); Morazán decía: “La educación es el alma de los pueblos".

Los hombres de ideas liberales apoyaban la libertad de cultos y los conservadores defendían el catolicismo o religión totalitaria. En Guatemala los católicos que aparentaban mucha devoción eran conocidos como cachurecos. El 2 de mayo de 1832 el gobierno federal que presidía Morazán, decretó: “todos los habitantes de la República, son libres para adorar a Dios según sus creencias, el gobierno nacional protegerá el ejercicio de esta libertad”.

V.-REACCION CONTRA LA INDEPENDENCIA.

Fortaleza de Omoa.

El gobierno de España no reconocía la independencia de Centroamérica, en secuela él 21

de noviembre de 1831 el coronel Ramón Guzmán a la Cabeza de doscientos hombres con

el apoyo de las autoridades de La Habana se apoderó del fuerte san Fernando de Omoa en

Honduras. Pronto se le sumaron los coroneles españoles Vicente Domínguez y Santa Ana

levantando una fuerza de quinientos hombres.

Este movimiento reaccionario se venía preparando con apoyo directo de la Capitanía General de Cuba, bajo dominio español, en connivencia con los conservadores y el apoyo de los jesuitas que habían sido expulsados de Centroamérica por el Congreso federal. El pabellón español flameo en el fuerte durante seis meses.

El General Morazán envió tropas federales en apoyó de las de Honduras al mando de los

Coroneles Terrelonge, Agustín Guzmán, Máximo Menéndez y Francisco Malespín y llegó

personalmente a Comayagua en julio de 1832.

El 12 de septiembre de 1832 son derrotadas las tropas invasoras y se recupera la

fortaleza. El 13 de septiembre el jefe de las fuerzas realistas, Ramón Guzmán fue fusilado

en Comayagua por atentar contra la Republica de Centroamérica; el 14 de septiembre de

1832, al Coronel Vicente Domínguez también se le pasa por las armas.

VI.- DEFENSA DEL REGIMEN FEDERAL CONTRA EL SEPARATISMO ESTATAL.

José Cecilio del Valle.

En 1832 la republica federal enfrentó otro contrariedad politica pues las elites conservadoras y el clero deseaban separar las provincias en pequeñas soberanias; y, consecuentemente los liberales debieron luchar por conservar la unión de Centroamerica.

I.-

En marzo de 1832, Morazán como presidente de la Republica de Centroamérica y al mando de tropas federales libró las batallas de Jocoro y de El Salvador contra el Gobierno del jefe de estado don José María Cornejo que había decretado la separación del Estado de El Salvador de la Federación para convertirlo en una pequeña soberanía. El 3 de abril de 1832 fue finalmente derrotado y Morazán logró así mantener la unión federal.

El periodo presidencial de Morazán concluyó el 16 de septiembre de 1834, fecha en la cual deposito el poder. Al dejar la presidencia viajó a Costa Rica el 18 de Diciembre de 1834 para concretar un negocio de Tabaco por 34,000 pesos.

Morazán, se volvió a enfrentar contra José Cecilio del Valle, quien esta vez le ganó la elección, sin embargo Valle no pudo asumir la presidencia porque murió en el ínterin de muerte natural. Debido a la muerte de Valle se realizó otro proceso electoral y el 2 de febrero de 1835 resultó reelecto Morazán.

Los desavenencias con los conservadores determinaron trasladar la Capital federal al estado de El Salvador, desde 1833 se tenía la idea de trasladar la capital federal de la clerical Guatemala a la liberal El Salvador.

El 7 de febrero de 1834 se trasladó provisionalmente la capital de la República Federal al departamento de Sonsonate, El Salvador y en febrero de 1835 se le trasladó a San Salvador.

El jefe de Estado de El Salvador, el conservador Joaquín San Martín, nuevamente declaró la separación de la federación, consecuentemente el presidente federal, el liberal Francisco Morazán desde Guatemala invadió el Estado de El Salvador y lo derrotó en la batalla de Jiboa (23 de junio de 1834).

II.

El 14 de febrero de 1835, Morazán toma posesión para un segundo mandato en ciudad Guatemala, se supone que vistiendo atuendo militar francés y tricornio1, ese mismo año se reformó la Constitución Federal de 1824.

En 1835 llega Federico Chatfield, nocivo cónsul inglés para Centro América de 1835–1845, quien orientaba su quehacer en negociar un tratado para que la Gran Bretaña construyera y controlara un canal interoceánico por el lago de Nicaragua y con esas miras apuntalaba el separatismo contra el esforzado gobierno federal.

(José Felipe Mariano Gálvez)

En Guatemala su Jefe de Estado el progresista liberal Mariano Gálvez (1831-1835- 1836-1837) en 1832, ordenó la supresión de los tributos a la Iglesia, eliminó la gran mayoría de los asuetos religiosos, autorizó el matrimonio civil y legalizó el divorcio.

En cuanto a instrucción pública popular, Gálvez se preocupó bastante por readecuar el sistema educativo de Guatemala, en 1835 sistema lancasteriano, que por aquella época era tenido como el óptimo, y que es bien conocido por el auxilio que el maestro se hacía dar por sus discípulos aventajados, que recibían el nombre de "monitores", la fundación del Museo Nacional, impulsó el código de Livingston que establecía el juicio por jurados, el sistema nacional penitenciario.

III.-

1 En esa época era de uso diplomático regalar uniformes militares a los gobernantes militares.

En 1837 se sublevaron los conservadores en contubernio con algunos liberales resentidos tal como de José Francisco Barrundia, jefe del Partido Liberal y dueño de un periódico desde el cual denostaba a Don Mariano Gálvez; y, aparece en escena un cabecilla indígena guatemalteco instigado por el clero al mando de hordas armadas con la divisa “Viva la Religión”, quien había sido soldado del ejército federal en tiempos de Arce, y había visto acción al mando de Justo Milla, este era el mestizó Rafael Carrera apodado Raca Carraca.

Mariano Gálvez ante la acometida de Carrera deja el poder el31 de enero de 1838. El 2 de febrero de 1838 Rafael Carrera entra victorioso con un gran contingente en Guatemala.- El 3 de marzo de 1838 Gálvez se exilia en México.

Morazán, organizó un ejército, reunida sus tropas prepara la pacificación. Sale de Santa Ana, El Salvador, el 9 de Marzo de 1838 con 1,300 hombres hacia Guatemala. El 5 de abril Morazán derrota a Carrera en Matatesquintla. Después se le unieron el general Carlos Salazar y el coronel Carballo. Llega a Guatemala el 17 de abril de 1838. Hace un llamado a Rafael Carrera para que deponga sus armas, quien huyó a la montaña y pacifica toda la región en abril de 1838.

El 16 de abril de 1838, un grupo de los más conspicuos personajes de Guatemala, tanto conservadores como liberales le ofrecen la dictadura del estado de Guatemala y la rechaza argumentando, “Si vos tenéis la vocación de vasallos para ofrecerme me convierta en dictador, yo no tengo vocación de tirano.

El 30 de Abril de 1838 el Congreso Federal centroamericano reunido en el Salvador, Decretó “Que los Estados que formaban la República de Centroamérica, quedaban en libertad para constituirse de la manera que tuvieran por conveniente, conservando la forma república, popular representativa y la división de poderes.

El 28 de octubre de 1838, Rafael Carrera, al mando de 600 hombres y 200 caballos invadió el Estado de El Salvador, tomando las ciudades de Santa Ana y Ahuachapán y después del pillaje regresó a Guatemala hasta donde lo persiguió el General Morazán quien tomó prisioneros de sus huestes y pertrechos de guerra. El 30 de octubre de 1838 es fusilado el Padre Duran, secuaz de Carrera.

El 1 de febrero de 1839 terminó el segundo periodo presidencial de Morazán, como llegó el 2 de febrero de 1839 y no habían elegido Diputados al Congreso, Magistrados a la Corte Suprema de Justicia, ni Jefes del Ejecutivo de hecho quedó roto el orden constitucional y disuelto el Pacto Federal.

Morazán regresa en febrero de 1839 a El Salvador en persecución de Carrera que se le escabulle.

Recapitulando, de 1832 a 1839 Morazán, batalló en defensa de la visión federalista del partido liberal contra la percepción separatista del partido conservador, a la inversa de su gesta anterior (1826-1829), donde los estados se enfrentaron al

gobierno federal, o sea, esta vez luchó desde el gobierno federal contra los gobiernos estatales para evitar la desintegración de la República federada.

VII.- DISGREGADA LA FEDERACION SE LIBRAN GRANDES BATALLAS ENTRE SEPARATISTAS Y UNIONISTAS.

Morazán en su cabalgadura.

Morazán emergió como un político que puso en acción el pensamiento de los publicistas franceses, fue un abanderado del pensamiento liberal, un reformador, un demócrata y un cronista de su época.

Al concluir el segundo mandato y no elegirse sucesor Morazán quedó sin ningún poder político y segregada la Federación, a la sazón el 12 de febrero de 1839 Morazán es designado por los liberales en armas jefe del ejército centroamericano, desde esa posición comunicó gobierno de Nicaragua y al recién creado Estado de “Los Altos” (segregado de Guatemala) que no se oponía a la reforma de la Constitución Federal por una Convención Nacional, todo con el objeto de viabilizar la reconstrucción sobre mejores bases la unidad de Centro América.

Morazán encarnaba el ideal de la Federación. Eliminarlo a él, significaba eliminar cualquier vestigio de restablecer la 'Federación'. Los separatistas lo miraban como una amenaza para la secesión de Centroamérica y se aliaron para expulsarlo de todo poder.

El 8 de julio de 1839 Morazán fue electo Jefe de Estado de El Salvador en contra posición el 24 de julio de 1839, Nicaragua y Guatemala celebraron un tratado de alianza en contra del gobierno salvadoreño liderado por Morazán.

El pueblo de El Salvador se erige como bastión de la Federación de Centroamérica, desde esa jefatura Morazán la lucha por restablecer la unión y rebate las fuerzas invasoras cuando en septiembre de 1839 los ejércitos conservadores de Guatemala, Honduras y Nicaragua, cercan el Estado de El Salvador.

En este escenario, dentro de El Salvador, se libran batallas en contra tropas conservadoras financiadas por los conservadores y el rico clero: En Lomas de Jiboa el 29 de marzo de 1839 y en el sitio el Espíritu Santo, (6 de abril de 1839), con sus victorias Morazán resguarda el ideal de la unión embestida por los gobiernos de Honduras y Nicaragua.

El 13 de abril de 1839 carrera y sus huestes vuelven a tomar Guatemala, Morazán lo ataca y toma la ciudad de Guatemala. Alejandro Marure como diputado en el Congreso Constitucional vuelve en 1839 a solicitar a Morazán asumir poderes dictatoriales en junio 1839.

Se libran las Batalla de San Salvador (20 de septiembre de 1839) y San Pedro de Perulapán, el (25 de septiembre de 1839), donde fueron derrotados los generales: Francisco Ferrera, Nicolás Espinosa y Manuel Quijano.

A finales de 1839, el Sr. Juan Lloyd Stephens cónsul especial de USA en América Central conoce a Francisco Morazán en Ahuachapán, El Salvador y deja un retrato hablado de su aspecto físico, su don de mando y de estadista. Comenta que sus soldados le decían cariñosamente Tío.

El 18 de marzo de 1840, Morazán vuelve a tomar Guatemala pero esta es sitiada por tropas del caudillo mestizo Rafael Carrera. El 19 de marzo rompe el cerco, llegando a San Salvador el 27 de marzo de ese aciago año.

Morazán juzgando que las fuerzas de los conservadores de Guatemala son muy superiores, con miras a evitar la guerra de Guatemala, Honduras y Nicaragua contra el Estado del El Salvador, que tanto lo había apoyado determina renunciar como jefe de ese Estado y en prenda de paz se auto exilia.

VIII.- EXILIO VOLUNTARIO DE MORAZAN, SUS MEMORIAS Y EL MANIFIESTO DE DAVID.

Casa en David. Colombia, hoy Panamá.

En 1840, Morazán se embarcó con 38 de sus partidarios y emigró a América del Sur, en su paso por Costa Rica se quedaron varios de ellos en calidad de asilados. En su estadía en David, Chiriqui, antes Colombia hoy Panamá, en 1841 dictó sus memorias y su célebre “manifiesto de David”, ese mismo año visitó Perú y chile.

A finales de 1841, Morazán en Perú, recibió en escritura pública un préstamo del general peruano Pedro Bermúdez, cuñado del coronel Alejandro Escalante, costarricense, enemigo acérrimo del presidente de Costa Rica don Braulio Carillo. Los hermanos Escalante viajaban con Morazán y administraron esos fondos que tenían por objeto financiar la campaña militar en ese país.

Don Braulio carrillo en 1838 había separado al Estado de Costa Rica de la Federación de Centroamérica y el 8 de marzo de 1841 había decretado una Ley de Bases y Garantías en la cual se declaró presidente vitalicio. Además, se hizo odioso a Morazán porque ofreció cooperación a los gobiernos de los estados para mantener separadas e independientes sus pequeñas soberanías.

Morazán estando en Perú recibió noticias que los ingleses se habían apoderado del puerto de “San Juan del Norte” con miras de apoderarse de la ruta interoceánica de Centroamérica lo que lo estimuló a regresar con el doble propósito de expulsar a los ingleses y sacar del poder a don Braulio.

IX.- REGRESO DE MORAZAN, TOMA DE COSTA RICA, LEVANTAMIENTO Y SU FUSILAMIENTO.

Velero de la época.

I.-

Morazán en enero de 1842, tras veintidós meses de viaje regresó a su patria grande por el Puerto de la Unión, El Salvador, desde aquí el 16 de febrero lanzó un manifiesto llamando a la unión de la Republica de Centroamérica, y organizó fuerzas militares para atender primero el llamado de los liberales costarricenses para derribar a Braulio Carrillo.

El 7 de abril de 1842 con quinientos veteranos salvadoreños y hondureños (criollos, indios y mestizos) en cinco veleros desembarcó en Puerto Calderas y se dirigió a paso de vencedor a tomar San José, su capital, pues contaba con apoyo político y con fuerzas militares dentro de Costa Rica, de tal manera, que cuatrocientos hombres más se le unieron en el trayecto.

En el paraje del “jocote”, Alajuela, se encontraron el general Francisco Morazán al mando del ejército “Nacional” es decir, centroamericano; y el brigadier Vicente Villaseñor, general del ejército del “Gobierno” de Costa Rica, con setecientos hombres pero en su mayoría bisoños y de raza blanca, quien percatado que la fuerza de Morazán era superior y que una derrota sería inevitable, con la anuencia y modificaciones introducidas por don Braulio Carrillo negoció y firmó conjuntamente con todos los oficiales costarricenses, el Pacto de El Jocote con fecha 11 de abril de 1842.

Se cree que Morazán se entrevistó en secreto con Carrillo. Este pacto comprendía el exilio y un salvoconducto para Carrillo y su familia, la convocatoria inmediata de una asamblea nacional constituyente, el desarme del ejército y entre tanto se eligiera la constituyente, Morazán asumiría como jefe de Estado provisorio de Costa Rica y como vice jefe Villaseñor.

El Sr. Juan Lloyd Stephens cónsul especial de USA en América Central , se refiere a Don Braulio Carrillo, expresando que durante su presidencia Costa Rica gozaba de paz, prosperidad y armonía, enfatizando que los caminos eran seguros, esto los observó cuando exploraba el paso interoceánico entre el mar Atlántico y el Pacifico.

Cuartel de Morazán en San José. Costa Rica.

El 13 de abril entró en San José donde fue recibido con vítores. Consecuentemente se convocó y se eligió una Asamblea Constituyente, la cual confirmó a Morazán como jefe de Estado provisorio, y se dictaron decretos por los constituyentes; y, de buen gobierno por Morazán.

Los constituyentes decretaron: “Costa Rica pertenece a la república de Centro América, y es y será parte de ella”; “el departamento del Guanacaste es parte integrante del territorio de Costa Rica” y se autoriza al Gobierno para que “valiéndose de todos los medios necesarios, conserve la integridad del Estado.

La Asamblea Constituyente del Estado de Costa Rica, por Decreto LXXVIII, de 15 de julio de 1842, dispuso que el General Morazán se denomine en lo sucesivo “Libertador de Costa Rica” y por Decreto LXXVII, de 27 de julio de 1842, acordó que se den las gracias al General Morazán y una Medalla al General Vicente Villaseñor, Jefe del ejército del gobierno provisorio.

El 17 de julio de 1842, fue firmada en Chinandega, el pacto de “Confederación” formada por las Repúblicas de Nicaragua, El Salvador y Honduras.

Entre tanto los gobiernos de los Estados de Centroamérica ejercidos por conservadores se sobresaltaron y rompieron relaciones con la Costa Rica gobernada por Morazán. Así aparecieron dos bandos, unos que estaban dispuestos a guerrear para restablecer la federación; y, otros que eran separatistas y por lo mismo se oponían a la guerra, además miraban a Morazán como un foráneo.

Morazán, como jefe provisorio de Costa Rica para restablecer la Federación y defender el Departamento de Guanacaste que amenazaba anexárselo Nicaragua, en acatamiento de lo dispuesto por la Asamblea Nacional constituyente de Costa Rica se vio precisado a decretar contribuciones extraordinarias, imponer el servicio militar obligatorio y disgregar sus fuerzas de tal manera que comisionó a su jefe de Estado Mayor, el General francés Isidoro Saget a situarse en “Puntarenas” para reconcentrar y disciplinar tropas, y; a otras fuerzas las desplazó al departamento de Guanacaste para defender la integridad de Costa Rica.

Morazán tenía como fin Centroamérica, el estado de Costa Rica era para él un bastión para emprender una marcha militar reunificadora, pero inadvertidamente sólo se quedó con una pequeña guarnición, aproximadamente de cuarenta soldados en calidad de guardia de Honor.

II.-

La mayoría de los costarricenses no deseaban ir a una guerra de reunificación y por otra parte sus adversarios los atemorizaban con una inminente invasión de los otros estados gobernados por enemigos de los liberales.

Las fuerzas locales costarricenses habían sido desarmadas por el Pacto de El Jocote cuando se presentó una coyuntura que les permitió escamotear la pólvora y fusiles que pasaban por la plaza de Alajuela y que tenían como destino final apertrechar al ejército federalista en organización en “Puntarenas” con el fin de marchar contra Guatemala. Esto les permitió conjurarse.

El 11 de septiembre de 1842 estando el grueso de las fuerzas de Morazán en la frontera con Nicaragua, los comandantes de las plazas de San José, Alajuela y Cartago, profanaron el pacto de El Jocote y sublevaron al pueblo.

El levantamiento tuvo éxito, no obstante Morazán gracias a unas escaramuzas de distracción contra los sitiadores realizadas por una escuadra de treinta efectivos al mando del general hondureño José Trinidad Cabañas logró con su estado mayor romper el sitio a que estaban sometido en el cuartel general en “San José”.

Escaparon saltando obstáculos, rompiendo lazos a golpe de espada y embistiendo al enemigo que lo sitiaba. Se dirigieron a caballo a buscar el auxilio del general Isidoro Saget en la provincia costera de “Puntarenas” a 89 km, o si acaso, del capitán José María Cañas

en el Puerto de Matina a120 km, estos lugares estaban a dos y tres jornadas en Cabalgadura.

El general Cabañas por la retaguardia seguía a Morazán con su pequeña fuerza la que fue dispersada por un ataque de fuerzas josefinas sublevadas, entonces no entró en Cartago sino que se desvió hacia Matina, se culpa al comandante de Plaza don Pedro Mayorga de urdir la treta de desviarlo.

Casa de Ana-Cleto Arnesto de Mayorga, Cartago, Costa Rica.

Descifrando la Historia suponemos que Morazán y sus compañeros al romper el sitio que le imponían centenares de sublevados resultaron heridos de gravedad por lo que tuvieron que detenerse en “Cartago”, refugiarse en casa de la distinguida dama, Ana-Cleto Arnesto de Mayorga quien los auxilió y les ofreció ayuda para huir pero no la aprovecharon porque estaban heridos. Lo que revela la célebre frase de Morazán “Soltadme, no he de huir ni me hace falta valor para morir”.

En esa casa, el General José Miguel Saravia, Secretario General del Despacho de Morazán en Costa Rica, quien era guatemalteco, liberal y el abogado que redactó los decretos de buen gobierno del general Jefe supremo provisorio, o sea, de Morazán, debido a sus golpes y heridas murió súbitamente, los opositores especularon que se había suicidado, pero en el acta de defunción no se registra esta circunstancia2.

El 14 de septiembre de 1842, al estar herido Morazán de bala en una pierna y en un cachete; y, Villaseñor con heridas de machete en la espalda, los insurrectos los capturaron sin mayor esfuerzo y los enviaron a “San José” a 26 km de distancia, esto es, los entregaron al jefe de las fuerzas sublevadas. Villaseñor transitó sobre una hamaca y Morazán a caballo.

Ilustración del fusilamiento de Morazán y Villaseñor.

2 Cordero Groceri.

III.-

El coronel Antonio Pinto un portugués que residía en San José, Costa Rica, conocido como Tata Pinto, casualmente fue el líder de la insurrección, éste con una junta de sublevados estimó conveniente fusilar a Morazán para descabezar la gesta unionista.

El historiador William V. Wells: dice que "la junta que emitió resolución de fusilarlos estaba compuesto por el coronel Antonio Pinto, el Padre Blanco, el infame doctor Castillo, y dos españoles de apellidos Benavidez y Farrufo.

El coronel Pinto, ese fatídico 15 de septiembre de 1842, le concedió tres horas para redactar su testamento y el honor de dirigir su pelotón de fusilamiento de conformidad con las ordenanzas militares, lo que permitió a Morazán dejar su testimonio del suceso a la posteridad.

A Villa Señor lo fusilaron sentado y atado a un taburete porque porqué por sus heridas no se podía sostener en pie. Los opositores especularon que sus heridas se las ocasionó él mismo ya que se había querido suicidar y que se le fusiló por la espalda por traidor. Sin embargo la posteridad ha comprobado que Villaseñor actuó consecuente y de acuerdo con Don Braulio Carrillo, que evitó el derramamiento de sangre de los costarricenses, tan es así que Morazán minutos antes de la descarga de fusilería lo consoló diciéndole “La posteridad nos hará justicia”.

La relación oral recuerda que como a eso de las diez de la noche fueron trasladados por una escolta militar en sendas angarillas al viejo campo santo de San José, que fueron sepultados en la misma fosa sin aparato alguno, sólo separados por unas cobijas con que los cubrió el primer jefe de estado de Costa Rica don Juan Mora Fernández, que acompañaron sus restos al cementerio don Juan y su hermano don Joaquín Mora, el coronel Rafael García Escalante, don Mariano Montealegre, otros amigos y curiosos.

El 7 de octubre de 1842, los gobernantes conservadores de Guatemala, Nicaragua, Honduras y El Salvador, consumaron la desintegración de Centroamérica, pues pactaron: reconocerse mutuamente su independencia absoluta y una alianza contra invasión extranjera.

X.- EL TESTAMENTO DE MORAZAN Y EL RETORNO DE LOS COQUIMBOS.

El testamento de Morazán fue dictado a su hijo de 15 años de edad de nombre Francisco Morazán Moncada mientras se encontraba preso en el cuartel general militar de San José, el mismo ha de haber redactado partes (en libros se reproduce la caratula que guardaba el testamento cerrado In scriptis, depositado ante el Juez de primer instancia de San José); sin embargo lo fue concluyendo camino al paredón de fusilamiento dejando en clausula verbal sus restos al pueblo salvadoreño, por lo que es de asumir que su hijo lo subsanó y lo entregó a su viuda doña Josefa, quien como albacea (ejecutora testamentaria) decidió copiarlo y publicar la parte relativa a sus negocios públicos.

Morazán en su testamento declara: “de consiguiente, mi muerte es un asesinato, tanto más agravante cuanto que no se me ha juzgado ni oído”. Defiende sus actuaciones explicando: “yo no he hecho más que cumplir los mandatos de la asamblea Nacional Constituyente; y, arguye que solo pensaba marchar a pacificar la República (de Centroamérica) con “voluntarios” porque jamás se emprende una obra semejante con hombres forzados. Fusilaron al estadista y emergió el héroe.

General José Trinidad Cabañas.

Así los acontecimientos, a los costarricenses sólo les quedaba enfrentar el retorno del temido coronel morazanista, Isidoro Saget, quien parlamentó con el general José Trinidad Cabañas y ambos oficiales determinaron no buscar venganza ni emprender ninguna lucha estéril estando ya muerto su líder y amigo Francisco Morazán, quien encarnaba el ideal de la patria grande.

Se dice que la asamblea de Costa Rica le agradeció el gesto a Cabañas y que por decreto le reconoció su nobleza. Por esto y otras actuaciones se le conoció como “el hombre sin tacha y sin miedo”.

El General Cabañas convino regresar vía marítima a El Salvador, con aproximadamente doscientos hombres y su armamento. Los cabecillas de la insurrección triunfante de Costa Rica le facilitaron el barco de nombre “Coquimbo” para retornar, por lo que estas dispersas tropas federalistas al mando de Cabañas fueron conocidas como “Los Coquimbos”, dos de ellos a la postre fueron presidentes: Cabañas de Honduras y Gerardo Barrios de El Salvador.> He Dicho<.