lem3.pdf

43
0 KURT VONNEGUT BREVE SEMBLANZA DEL DINERO Y SUS MISTERIOSAS ARTES COSAS QUE EMPIEZAN POR O (Parte 4ª y última) LOS DISCOS THE PRISONER GRANT MORRISON Y THE INVISIBLES nº3 Barcelona 2007

Upload: tinmar-lerhend

Post on 18-Dec-2014

35 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

Page 1: LEM3.pdf

KURT VONNEGUT

BREVE SEMBLANZA DELDINERO Y SUS

MISTERIOSAS ARTES

COSAS QUE EMPIEZANPOR O (Parte 4ª y

última)

LOS DISCOS

THE PRISONER

GRANT MORRISON YTHE INVISIBLES

nº3 Barcelona 2007

Page 2: LEM3.pdf

02

Los 11 puntos de la Alternativa LEM

Ésta es la editorial definitiva de La Escuela Moderna.Conviene leerla atentamente, pues todo lo importante sobre LaEscuela Moderna está aquí.

La Escuela Moderna se define como:

1) Revolucionaria: Como dijo Simon Booth (de Weekend yWorking Week) en una entrevista para el NME en agosto de1984, “al final, lo que soy es revolucionario; no soy un refor-mista y lo que deseo es una revolución social”. En La EscuelaModerna divergimos en diversos puntos políticos, pero estamosde acuerdo en que, al final, somos revolucionarios. Estamos encontra del capitalismo y la burguesía, y creemos que el primerpaso para el cambio es una revolución de orden económico yuna eliminación radical de los privilegios de clase. Por supuesto,tanto los anarquistas individualistas, como los socialistas utópi-cos, como todas las vanguardias subculturales (de dada alpunk), nos han enseñado que la igualdad económica no es sufi-ciente; no determina el desencadenamiento de la total autono-mía del Yo. Pero es un paso inevitable. El planeta no será jamásun baile loco de embriaguez y amor si antes no hemos acabadocon los privilegios de una clase nihilista, egoísta, hipócrita ybandarra. Cómo llegar a esto es, claro, el origen de nuestras dis-cusiones.

2) Anti-tecnológica: Lo dice Miguel Amorós en su Golpes ycontragolpes: “No se podrá ir a ningún lado si no se rompe conla concepción de la revolución como reapropiación del aparatoproductivo existente, ni se admite que la emancipación humanapasa por la destrucción del sistema industrial”. En La EscuelaModerna queremos un retorno a las condiciones pre-capitalis-tas, y el fin del absolutismo tecnológico. Amorós define dóndedeseamos llegar: “al trabajo artesano y a la FIESTA, a la tradi-ción y a los lazos comunitarios, a los ritmos vitales relajados, alderecho consuetudinario, a la economía del sustento y la socie-dad del status”. Negamos las ideas sobre tecnología y produc-ción de los marxistas (que los situacionistas heredaron con can-dor), según las cuales la clase obrera –al tomar el poder- debíacontinuar con el ritmo suicida del capitalismo, solo que bienrepartido entre todos. Esto es una insensatez. Hay que acabar

con el demente ritmo de producción actual, con la creación decosas inútiles, con la destrucción ecológica. “La técnica no esneutra, nunca lo es”, nos dice Amorós. “No es políticamenteinocente”. En La Escuela Moderna no nos gusta el cyberespa-cio, ni la sociedad automovilizada, ni la urbanización brutal ni,en general, las cosas que nos separan del prójimo. Los “apolo-gistas posmodernos del orden establecido”, como Amorós lesllama, nunca comprenderán que la técnica con la que jueganimplica separación, por un lado, y por el otro sumisión a lasdecisiones de una élite. ¿Estamos pidiendo entonces un retornoa las cavernas? ¿Anhelamos volver a trepar a los árboles con latitola atada a la barriga, como los Yanomamis? No, hombre.Como nuestro Carlos Alonso dijo en un pasado número, nosgustan “los discos de ingleses drogadictos”, y también los Post-Its, los calcetines de colores y la cerveza embotellada. Tiene quehaber una manera de producir cosas bellas y útiles como éstasen su justa medida, sin joderlo todo, sin claudicar políticamenteni perder la vida en el intento. Seguro.

3) Hedonista: Este punto nos separa de otros “trabajadoresculturales” veganos, abstemios y con culos firmemente prietos.No somos mártires; tenemos poco en común con el anarquistamiserablista. Como Emma Goldman, no vamos a sacrificarnada de placer por una revolución final. Vamos a llegar a ellabailando el twist, borrachos y muriéndonos de risa; leyendo aotros grupos de izquierda radical nos sobreviene la terrible sen-sación que nunca se han reído en la vida. Nos recuerdan a losprogres del POSI que veíamos de jóvenes, aquellos misery kidscon alpargatas y discurso llorica. Venimos de una cultura oral,de bar, de poca bandera y literatura pero sí mucha rabia real. Ya la vez mucha pasión y mucha carcajada y mucho danzar. Queno se nos olvide.

4) De Clase Obrera: Aunque la conga la haremos todosigual, sin rangos de autenticidad estéril, los editores no pode-mos negar nuestras raíces de clase obrera. Nuestras relacionessociales, nuestra dialéctica, vienen en línea directa NO de lasuniversidades, NO de los libros que hemos leído (al menos, noen su esencia), sino de una rica cultura trabajadora oral deextrarradio. Nuestra política es la de no-bullshit, no-clasemedia, anti-estudiantes, anti-hippie, radicalmente en contra delpaternalismo viscoso que nos aplican los líderes revolucionariosde colegio privado.

5) Modernista y dandy: Estamos por la arrogancia, bellezaestética, desafío en botines brillantes, individualismo radical,autosuficiencia extrema, amor al detalle, pasión danzatoria, joiede vivre, obsesión discográfica y perpetuo movimiento de losmods originales. No existe contradicción alguna entre esa acti-tud y el hecho de que seamos revolucionarios. Somos dandisproletarios, socialistas extremos con gafas de sol, y queremos ira la batalla con nuestras camisas más hermosas; la hermosura esanarquista, y todos los anarquistas somos hermosos. El comu-

La Escuela Moderna#3

S

Page 3: LEM3.pdf

03

nismo libertario no va a llegar instantáneamente por esos zapa-tos gloriosos y esa mirada de desprecio a la autoridad, pero ¿yla dignidad que han devuelto a nuestras vidas? Esa ropa dice:Soy un hombre con la cabeza bien alta. No soy una mierda, unpatán inculto, solo porque no tengo dos carreras y tres piscinas.

6) Catalana: En línea opuesta a la vieja retórica “Soy unciudadano del mundo” o “Las fronteras las marcan los gobier-nos”, somos un fanzine catalán. Aunque es cierto que factoreseconómicos han definido siempre ciertas fronteras, otros víncu-los comunitarios cohesivos vienen marcados por el pueblo. Esdecir, EXISTE una cultura catalana, y EXISTE una lengua mile-naria, y estos factores definen de abajo a arriba lo que es sercatalán. No nos gusta la asimilación; estamos con las cosaspequeñas, y la cultura catalana es una de ellas. Estamos en gue-rra con el nacionalismo catalán de derechas y con el españolis-mo rancio disfrazado de moderno internacionalismo izquierdis-ta. Somos los herederos de esa cultura catalana de clase obreraque ya no queda enrollado defender. Somos personajes de JuliVallmitjana, hijos de catalanes que jugaron con hijos de emi-grantes extremeños, heredando una cultura catalana nueva,pero catalana al fin. No podemos ignorar nuestros apellidos nila lengua y tradiciones de nuestros padres. Estamos por enri-quecer la cultura catalana con todos los colores y acentos, quesu lengua esté en perpetua y rica metamorfosis, pero nuncaahogada por imperativos políticos centralistas ni maniatadapor la capitulación cultural.

7) Anglófila: Que nos obsesione el pop inglés, el cine kit-chen sink, las subculturas inglesas de posguerra y la literaturainglesa es una cosa, y que nos guste que vengan 33.000Erasmus angloparlantes a nuestra ciudad es otra. No nos gustala colonización. Nuestra anglofilia es una decisión propia, a laque hemos llegado por nuestros propios caminos. Cuando unainvasión lingüístico-económica la deciden las políticas pro-turismo y pro-estudiante-dólar del mercachifle ayuntamientode Barcelona, solo nos queda declarar un radical apartheid con-tra los estudiantes de Erasmus y, en general, contra cualquierimbécil que crea que puede venir aquí pasándose por las axilasla cultura autóctona y erigir a golpe de talonario paterno unbar, restaurante o pista de esquí en medio de nuestra urbe.Reclamamos repatriación urgente (americanos y alemanes, losprimeros).

8) Anti-moderna: La cultura modernuqui de Barcelona esuna cultura de imitación de valores burgués-espectaculares. Esuna cultura de, por, y para gente con alto nivel adquisitivo, pormucho que algunos muertos de hambre hayan mordido elanzuelo de los restaurantes fifís de “platillos”, bares funky, ycoches absurdos. No nos gusta la constante reapropiación de lacultura obrera, repintada y masticada para hacerla “auténtica”.A los modernos les gusta el cartón piedra, el decorado de wes-tern almeriense; las cosas que parece que son, pero no son.Nunca les gustará un bar de barrio lleno de cáscaras de pipa ylavabos fétidos y camareros llamados Juang, pero sí una bode-ga remodelada donde suene housete gabacho y Klaus sirvamontaditos de zurullo de caimán. ¡Fuera inmediatamente denuestra ciudad, país, mundo, vista!

9) Potlatch: En un mundo regido por el intercambio mer-cantil, la cultura del regalo espontáneo y altruista es revolucio-

naria. Estamos por los espacios libres y por una cultura no-esponsorizada que no busque réditos económicos. Nuestra gra-tuidad es también un selector natural: al regalarlo, nosotrosdecidimos a quién. La existencia en su mano de una cantidadpre-acordada de dinero no cambiaría nada. Nuestro intercam-bio no está basado en la transacción monetaria, sino emocional.

10) Underground: Algunas cosas han de ser chilladas desdegrandes plataformas, y otras pasadas de mano en mano entresusurros. Nuestra subterraneidad nos da control completo sobrenuestra idea. Nuestro fanzine, al operar desde canales secretos,no puede ser recuperado para otros fines que no sean los nues-tros. Nuestra insistencia en la fotocopia de fotocopia es unamanera más de continuar con esta carrera bajo la superficie.

11) Anti-autoritaria: La política del establishment es unapolítica de progresiva marginación de la clase obrera, de apartarde la vista de los turistas e inversores a esa clase fea, molesta,protestona y que encima tiene el descaro de poseer una culturapropia. Las acciones del poder están destinadas a aplastar esacultura. Nosotros, como sus representantes, solo estamos devol-viendo los ataques. Y lo seguiremos haciendo siempre, por cual-quier medio a nuestro alcance.

Kiko AmatLa Escuela ModernaBarcelona, 22 de enero de 2007

La Escuela Moderna, mi amorsitoEstoy tan contento de hacer La Escuela Moderna que no sé

ni por dónde empezar a contároslo. Es de las pocas cosas quetengo permanentemente en la cabeza y que me hacen mirar alfuturo con esperanza total y que me inundan de una energíapura, pues sé que La Escuela Moderna siempre estará ahí.Mirad qué contento estoy en la portada, bailando como unahada en un parque de Brooklyn ¡Hacía tiempo que no se veía aun señor tan contento!. Algo muy duro tendría que pasar paraque dejáramos de publicarla (si es que se le puede llamar así ahacer unas cuantas fotocopias, repartirlas entre los borrachuzosde nuestros acólitos en una fiesta desenfrenada y luego colgarlasvía PDF en un frío blog a esperar que algún internauta incautopiense que es mejor opción descargarse este libelo en vez del últi-mo disco de quiensabequien).

Ahora mismo no me viene ningún recuerdo fidedigno de quéme pasaba por la cabeza en épocas en las que no he hecho mipropio fanzine, debía estar muy desganado de la vida porque, laverdad, me cuesta concebir la vida sin algún tipo de inclinacióncreativa, algo que hacer, en lo que pensar y cuya finalidad final

Page 4: LEM3.pdf

04

sea comunicarse con los demás. Billy Childish opina igual queyo: “I dislike all of the ways the world of man tries to make uspassive observers rather than participators. So I think childrenshould be encouraged into creativity above all other things.”

Es incomprensible para mí cómo la gente con la que traba-jo, los mismos que están contentos y no terriblemente asusta-dos por el hecho de que en pleno Enero estemos a 15ºC, puedenllegar a sus casas y ver O.T. sin tener ganas de tirarse por susrespectivas ventanas. Han sustituído el ansia creativa que todostenemos por pasividad contemplativa, lujos innecesarios(coches grandes, hipotecas, viajes a la Conchinchina…) y unaalienación bastante preocupante. Muchos se reconfortan en lareligión, la repugnante autoayuda o la curación por minerales,cuando el único problema que tenemos y que compartimostodos es el régimen bajo el que nos ha tocado vivir. El mundoactual se parece tanto a las novelas de Houllebecq que amenudo me entran ganas de vomitar.

Mi hermano y yo siempre hemos hecho fanzines, desde queyo tenía 14 o 15 años (ahora tengo 33, haced cuentas), perocreo que la Escuela Moderna ha sido el fanzine-liberación paralos dos, casi más que cuando hacíamos Rowed Out!, esefanzine adolescente hecho con tijeras y pegamento desde nues-tra habitación compartida. Y es que La Escuela Moderna naciócon las mismas pretensiones que Rowed Out!, o sea ninguna.Lo único que cambia es que ya no lo hacemos con tijeras ypegamento y que, puestos a liberarnos, en LEM nos hemos lib-erado incluso de los aspectos económicos. Es gratis, se regala y,por tanto, en cada nuevo número los dos ponemos la pastanecesaria, mitad y mitad, y sanseacabó. Por no tener, no ten-emos ni la tiranía de la periodicidad, que en un fanzine como elnuestro es una estupidez. No hay actualidad, no hay críticas dediscos… cuando tenemos suficientes artículos que nos satis-facen al 100% (y esto es muy importante), se saca y punto.

Tampoco hay distribución: nos lo pides, te lo damos. Se nosacaba, hacemos unas cuantas más y te lo damos. ¡Viva la lib-eración de La Escuela Moderna!

Y poca cosa me queda por decir después del manifiestodefinitivo que ha escrito mi hermano. Casi todo lo que haescrito lo suscribo al 100%.

Aunque quizás, y por no quedarme sin decir nada, me gus-taría hacer hincapié en algunas cosas. La primera, que supongoentra dentro de lo de “Hedonista”, es en lo que respecta al sen-tido del humor. Me viene a la mente la presentación del docu-mental Ni viejos ni traidores sobre el grupo revolucionariofrancés Action Directe a la que fuimos hace unos meses. En eldebate que hubo después se trató el tema de la legitimidad de laviolencia y la fidelidad a los compromisos políticos, pero lo queme pareció más importante fueron las cosas que dijo JacquesGarcin (ex-GARI), una espécie de Obélix risueño y simpa-tiquísimo, sobre el hecho de que todo lo que hicieron siemprefue con una sonrisa en los labios y partiéndose el culo. Y esta-mos hablando de gente que atracaba bancos y hacía propagan-

da con sus hechos, no de gente que monta fiestas y hacefanzines. La organización inglesa Class War también tenía unpunto de vista parecido y así lo repiten hasta la náusea en sudeclaración de intenciones que publicó AK Press. ¿Porquédeberíamos estar nosotros, como dice Kiko, con una escobametida en nuestros rectos?. Creo que si algo tenemos claro enLEM es que hagamos lo que hagamos será entre risas, bailes ycervezas. No encontrarás dogmatismo ni aburrimiento en LEM(al menos no intencionado), no somos un panfleto propagandís-tico, ni un periódico de contra-información y si ves algún tipo demanifiesto (o algo parecido) es tan sólo porque nos gusta yporque nos divierte.

Y lo voy dejando ya, acabaré acompañandoos por el con-tenido de este (ya) cuarto número de La Escuela Moderna:

Lo primero es lo primero: Cosas que empiezan por O deKevin Pearce acaba su andadura en esta cuarta y última parte,que trata de Paul Weller y sus Jam, y que en el último númerodejamos de lado para ahorraros un empacho de Weller.Esperamos que os haya gustado. David C. Feck nos alucina conun artículo-mágicko sobre el guionista de cómics anarco-ocultista Grant Morrison y su opus magna The Invisibles.Carlos Alonso se pasa por el forro el encargo que le habíamoshecho pero lo hace con un inteligente y subjetivo artículo sobreel Dinero y sus malas artes que os hará pensar. Kiko se nosdesnuda en su iniciación al obsesivo mundo de los discos y susefectos en nuestras vidas. Dale Shaw, por su parte, nos sor-prende con un garabato-artículo en el que nos habla de susmiedos más primarios. También estrenamos colaboradores ysección: Richard Hutt nos ofrece el primer capítulo de una serieque tratará sobre como vestir como un señor y Miqui Otero nosbrinda una reflexión sobre la serie de TV anti-autoritaria de los60 El Prisionero. Yo, por mi parte, me he estrujado las meningesdurante todos estos meses para sacar algo en claro de la vida yobra del escritor Kurt Vonnegut. Espero que haya valido lapena.

Y creo que ya está. Son las doce de la noche, mañana melevanto a las 6 para ir a un trabajo de polígono industrial delextrarradio de Barcelona que odio y el fanzine tiene que estar enla copistería mañana sin falta para que llegue a tiempo el día dela fiesta. Me voy a dormir. Nos vemos allí.

Uri AmatLa Escuela ModernaBarcelona, 6 de febrero de 2007

intro2La Escuela Moderna#3

S

Page 5: LEM3.pdf

Index1.Portada2.Intro5.Index

6. Grant Morrison y The Invisibles11. La columna del gentleman moderno

12. Los discos (Parte 1 a)

17. Avui sentenciem18. Breve semblanza del dinero...

22.Central pages24.Cosas que empiezan por O (Parte 4 a y �ltima)

29. Mis miedos irracionales30.El secreto de El Prisionero

34. Kurt Vonnegut43.YouÕll never walk alone

44.Fi

Q

-05-

Page 6: LEM3.pdf

06

Parte 1Grant Morrison fue concebido en Glasgow, Escocia, y

macerado lentamente en las artes psicodélicas. Tambiénjugueteó con lo Oculto y formó parte de una banda de pop-art/jangle/sixties/mod, The Mixers, que grabaron en el sello deDan Treacy, y durante esa época llevó Beatle Boots y camisasde paramecios, y posiblemente quiso estar en algún capítulode The Avengers o The Prisoner. Al principio se ganaba dig-namente la vida escribiendo obras de teatro sobre la muertede Dios, pero al poco tiempo empezó a escribir cómics en lacreciente escena de cómix underground inglesa de los pri-meros 80’s; ejemplos de ello son St. Swithin’s Day, sobre unindie kid neurótico que quiere asesinar a la Thatcher, y aquelcontrovertido cómic sobre las verdaderas aventuras de Hitleren Inglaterra antes de formar el partido Nazi1 (un espejo-metá-fora que Morrison utilizaba para referirse al régimen Thatche-riano). La imagen clásica de nuestro Grant era entonces la decortés mod-punk con gorra de cuero a lo Joe Orton, flaco ysexy (especialmente sexy si se le comparaba con el clásicohippie barbudo y cetáceo que tanto abunda en el mundo delcómic).

Como muchos otros indies enrollados, con el tiempoGrant Morrison acabaría mudándose al mundo multinacionalde DC Comics, el hogar de Superman y Batman. Allí se puso

a escribir Doom Patrol (o Patrulla Condenada) –un cómic desuperhéroes dadaísta-surrealista sobre cuadros que se comenParis y cosas parecidas- y Animal man –un superhéroe ecolo-gista, cuya última e increíble historia le lleva a tomar peyote ydarse cuenta al fin de que es sólo un personaje ficticio de uncómic, lo que empieza una estrambótica odisea que terminacon el protagonista en el piso de Grant Morrison, discutiendola naturaleza de la realidad. Si GM (así voy a referirme a él apartir de ahora) fuera un disco de los Beatles, ése sería elpunto en que habría acabado el Rubber Soul y estaría a puntode ponerse a hacer Revolver, “Strawberry fields forever” ytodo eso. De hecho, si fuera un grupo sería los Fall / SydBarrett / TVPs / Kinks / 13th Floor Elevators / Can / Beatles.

Y entonces llegaron Los Invisibles, o su intento decambiar el mundo; Morrison se había dado cuenta de que loslectores de cómics eran esencialmente chicos adolescentes, yquiso conectarse a esa fuente de energía para influenciar a lageneración venidera con la intención de que volaran bancos yse hiciesen magos. Los Invisibles, sin duda, es su intento defi-nitivo de destruir el espectáculo con palabras e imágenes. Síseñor. Y, además, con la ayuda de: Philip K. Dick / Beatles /Shop Assistants / Buzzcocks / Syd / Ovnis / Teorías conspira-torias / Aum Supreme Truth Cult / Roswell / Francmasones /The Illuminatus de Robert Anton Wilson / HP Lovecraft /

G R A N T M O R R I S O N Y

AANNAARRQQUUÍÍAAppaarraa llaass mmaassaass

por David C. Feck

Hay un cómic que desvela el secreto deluniverso y el significado de la realidad. Esun cómic que, además, es un conjuro paracrear nuevos revolucionarios, un cómic que –aligual que el punk rock y Oppenheimer– podríallegar a cambiar el mundo, un cómic que por pocoacaba con su creador, que casi provocó que elgobierno británico se levantara en armas y queobligó a sus lectores a masturbarse para quesubiesen las ventas. Ese cómic, dejadme que osdiga, no es Spiderman.

Page 7: LEM3.pdf

07

William Burroughs / LSD / Buda / Ganesh / Ocultismo / Golden Dawn /Shelley y Coleridge / James Bond / In like Flint / A Hard day’s night /The Prisoner / The Avengers / ...If / Dada / Situacionismo / Surrealismo/ Baader-Meinhof / El Santo Grial / Máquinas del tiempo / TerenceMcKenna / Orwell / Warhol / Anarquía...

El cómic como tal duró desde el septiembre de 1994 hasta junio del2000, 69 números en total. Era por un lado un manifiesto para ideasexperimentales de disconformidad, ciencia de lo oculto y realidad; porotro lado era un hiper-sygll2 (más adelante cuento lo que significa lapalabra) con periodicidad mensual, como un conjuro para despro-gramar nuestras personalidades durmientes y conformistas (¡DES-PERTAD! es un tema recurrente en su obra, como lo son la vida dentrode una película, el tiempo desarrollándose al unísono, la dualidad delbien y el mal y el hecho de que todo y todos estemos entrelazados); elcómic era también un virus que se reproducía y reverberaba y expandíaen influencia por toda la cultura, alterándola; y, finalmente –aunque tanimportante como las anteriores- era además un enorme puto cómic deaventuras sobre una sociedad secreta terrorista y ocultista que luchacontra el maléfico imperio gubernamental, contra los masones y contrahorripilantes criaturas de una dimensión enferma.

Nos llevaría un libro entero hablar del cómic en si, pues cada páginaes un intrincado fractal de información y referencias que a menudorequiere más de una lectura para ser percibido y descifrado (de hechoexiste un libro en Disinformation Books llamado Anarchy for themasses que analiza a fondo todos estos aspectos del cómic), pero sípuede decirse sin temor a exagerar que Los Invisibles es una alucinanteexplosión de ideas.

El Volumen Uno nos presenta a los personajes, la conspiración ytodo el tinglado, a través de los ojos de un hijoputa gamberrazo adoles-cente de Liverpool –a quien en su primerísima aparición vemos lan-zando un cóctel Molotov y gritando ¡MIERDA!- que podría tal vez serel próximo Buda (en efecto, los de The Matrix robaron la mitad de susideas de este cómic; como se acabó descubriendo luego, para su ver-güenza). Este primer volumen es su iniciación, y ante sus ojos se revelala ciudad como virus viviente, logos corporativos como syglls de looculto, rap vudú, la Revolución Francesa, curas aztecas travestidos ymonstruos de la Familia Real británica, todo ello mientras recorreLondres de punta a punta. Finalmente, el protagonista termina en unabsceso de la realidad.

De ahí pasamos al Volumen Dos. La acción se desarrolla en losEstados Unidos, y por ello éste es el volumen Hollywood-bizarro gla-muroso, lleno de ultraviolencia y referencias cinematográficas, energíanuclear, alienígenas, máquinas del tiempo, el poder del lenguaje y lainfancia como instrumento de control.

Acabamos con el Volumen Tres, el que cuenta atrás desde el número12, el que habla del fin del mundo, la conspiración verdadera, la natu-raleza de la realidad... A veces parece una película de James Bond espe-cialmente sangrienta, escrita por Aldous Huxley mientras escuchaba el“I am the walrus”.

Las entregas primera y última son auténticas obras maestras, purapsicodelia verbal con el corazón anarquista. A menudo la profundidaddel tema te ahoga en ideas, pero hay que pensar que puesto que loscómics van apareciendo (y son leídos) en entregas mensuales, Los Invi-sibles representarían una desprogramación y una llamada a despertarque se iría efectuando mes a mes; justo cuando su efecto empezara adesaparecer, una nueva entrega nos volvería a sacudir como una patadaen el tercer ojo. Yo mismo suelo releérmelos todos una vez al año engrandes sentadas que se extienden a lo largo de toda la noche, demanera que cuando empieza a amanecer me siento renacido y recha-zando de nuevo el conformismo. Cada nueva releída hace explotar mi

Viñeta de St. Swithin’s Day

Página de The Invisibles

Page 8: LEM3.pdf

08

mente por completo y comprendo lo incomprensible un poco más.Y cuando el hechizo empieza a funcionar en tu cabeza, empiezan asuceder cosas extrañas: realmente te vuelves invisible, dispuesto aplantarle cara a la pérdida de voluntad y el miedo a la muerte, dis-puesto a lanzarte al abismo en busca de un poco más de conoci-miento sagrado. De ese modo, el cómic se convierte en una cosaviva, pulsante, con conciencia de sí misma, tal y como estaba pla-neado desde el principio.

Parte 2GM casi falleció por culpa de un extraño virus fatal. Éste

empezó a manifestarse lentamente hacia la época en que elVolumen Uno se acercaba a su conclusión, con una historia que ter-minaría contagiándose del lenguaje de la enfermedad y la nausea.En él, su protagonista King Mob3 –básicamente el propio GM pase-ándose por su creación investido de poder y pasándoselo como unenergúmeno- cae víctima de una infección cancerosa mientras lahistoria y el volumen descienden en picado hacia la dolencia y larareza, y simultáneamente un absceso en la realidad está a punto deexplotar. Todo ello estaba extraído de la vida real de GM (quienacabaría curándose milagrosa e instantaneamente después de teneruna visión de tipo VALIS), y era un lazo directo con las fuerzas delo oculto que el autor había invocado para darles poder a Los Invi-sibles. O eso afirma. Además, cuando las ventas empezaron a des-cender después del retorcido número inspirado en Sade The 120days of Sod All 4, GM pidió desde su famosa columna a sus lectoresque se concentraran en un sygll preparado y se masturbaran, cosaque mágicamente haría que las ventas se dispararan. Todos nospusimos heroicamente manos a la obra y... ¡funcionó! ¡Hurra!, yademás ¡Qué divertido! Un sygll, por cierto, es una imagen rúnicacreada con letras extraídas de una frase o una orden que el magodesea usar (por ejemplo “Necesito más dinero”) y con la que debesconcentrarte en momentos de meditación –como cuando vas alváter- o en momentos especialmente emocionales o lo que sea, opara la que debes hacer sacrificios –los de tipo sexual, por ejemplo,sirven magníficamente- para darle más poder al conjuro. Y fun-ciona. En serio.

Después de todos estos sucesos extraordinarios, GM afirma queel cómic empezó a escribirse solo y a avanzar hacia lugares que, apesar de no haber planeado, había terminado convencido que eranlos correctos. Mientras tanto, en la “realidad” física (o en una deellas) el autor viajaba por el mundo tomando drogas y viviendoaventuras, y todos aquellos lugares y sucesos tenían su reflejo en la“historia”. Ésta empezaba a escapar del cómic en dirección anuestro plano de existencia, alterándolo de maneras sutiles, a la vezque los lectores enviaban cartas donde contaban extrañas historiassobre el efecto que el cómic estaba comenzando a tener en susvidas. El papel de lo mágicko es intrínseco a Los Invisibles; un arcorápido mientras nos vamos enredando en el hechizo, sí, pues comoel propio GM no se cansa de repetir, para ser un mago no hacefalta irse al puto Perú a tomar peyote en la jungla. Cada uno debeutilizar SU área y SUS inspiraciones y todas las cosas que le hacen auno sentir cómodo; en el Volumen Uno, sin ir más lejos, King Mobinvoca a la divinidad de John Lennon tomando LSD y escuchando“Strawberry fields forever” (lo mismo que hizo el autor en la vidareal). Esas ideas mágickas se mezclan en el cómic con situacio-nismo, entre otras cosas, y se les da un uso moderno en escenariosmodernos.

Generalmente, lo mágicko y lo oculto suelen ser ridiculizados yvilipendiados –del mismo modo que la forma de vestir de los punkses ridiculizada por los tipos con traje- supongo que por pura

Grant Morrison

Página de The Invisibles

Page 9: LEM3.pdf

09

incomprensión e ignorancia sobre algo que (lo admito) a distanciapuede parecer cosa de locos o necios. Pero lo cierto es que elmundo ha estado regido por principios mágickos la mayoría deltiempo que el hombre lleva en esta vieja y querida Tierrecitanuestra; lo que sucedió fue que la industria y la ciencia reempla-zaron aquellos principios, endureciendo nuestros espíritus ague-rridos a base de orden y razón. La magia, al fin y al cabo, es unafuente de energía como la electricidad -y como tal hay que usarla:enchufándose y utilizándola, una realidad etérea- solo que estáescondida, como un sueño. Nos hemos dejado encadenar de talmanera a la estrechez del “espectáculo” de una sola dimensión,que cualquier cosa esotérica se desacredita de buenas a primeras.Aceptamos sin pestañear la hechicería de Internet y todas lasabsurdas “verdades” de los dioses “legítimos” andando sobre elagua y escabulléndose de cruces, pero cuando hemos de enfren-tarnos a lo que es verdaderamente intenso y luminoso, a todo loque podría liberarnos en lugar de aprisionarnos más, decidimosignorarlo. O, parafraseando Los Invisibles: “Si trabajas en unafábrica de pescado el tiempo suficiente, acabarás por no notar elhedor”. Esperamos sentados, con los espíritus lobotomizados y lasalmas circuncidadas, esperamos dispuestos a aceptar y no buscar,incapaces de despertarnos, negándonos a crecer. La última palabraen Los Invisibles es “Arriba”, y la última imagen un punto y final.Un agujero negro. Un punto de escape.

Parte 3La belleza inmediata de Los Invisibles estaba en la superficie, a

la vista. Tenía el extraño glamour hollywoodiense y la actitud coolde “A la mierda” que gusta de igual manera a los marginados y alrebaño, todas las bofetadas y la extravagancia de La NaranjaMecánica, los demonios, las conspiraciones, el sexo, etc. Pero a lavez, bajo el caparazón, estaba la parte más compleja y espiritual,Buda para las masas, además de una hermosa corriente subte-rránea de melancolía que era extremadamente rara en el género.GM comprendió que las verdaderas revoluciones solo prosperan enel vientre de la bestia (Los Invisibles se publicó en el gigantescomonstruo Time-Warner) y que, como sucedió con la Velvet Under-ground, sería algo cuya influencia no cesaría nunca de extenderse.La trilogía para nerds siniestrillos The Matrix sería la primera enplagiar abiertamente el cómic, hasta tal punto que GM estuvotentado de demandar a aquella franquicia banalizada de sutrabajo; luego, sin embargo, decidió que no serviría de nada, y queen cualquier caso su hechizo ya estaba funcionando. Desgraciada-mente, la utilización por parte de The Matrix de muchos de losargumentos del cómic de GM zancadilleó definitivamente la pelí-cula sobre Los Invisibles que estaba planeada. Aún más estúpidofue cuando se canceló la serie propuesta para la BBC sólo porquela señora que estaba a cargo de la programación pensó que lostelespectadores no entenderían el concepto de telepatía (¡A pesarde que la serie con más audiencia en aquel momento era Expe-diente X!). Por desgracia (o por suerte), tanto GM como los mayasy muchos otros -Terence McKenna, sin ir más lejos- están conven-cidos que el mundo terminará o evolucionará hacia otro estadio enel año 2012. ¡Sacad el champán, que nos vamos al Supercontexto!

Entrevista con Grant Morrison (fragmento)Entrevistador: Así que el Supercontexto es donde termina todo,pero también el lugar de donde venimos. ¿Es eso lo que estamoscontinuamente tratando de recordar?

GM: Efectivamente, sería así desde esa perspectiva, desde esa pers-

Grant Morrison, crucificado a lo Johnny Rotten

¿És King Mob o Grant Morrison?

Page 10: LEM3.pdf

10

pectiva estamos todos individualizados. Es como la teoríabudista de que, cuando caen gotas de lluvia, cada una de ellaspiensa en sí misma como una gota de lluvia independiente,cada una está diciéndose “¡Dios mío! ¡Somos gotas de agua!¿No es alucinante?” y el océano responde: “¡Joo-der!”.Esa sensación, esa sería la sensación del Supercontexto desdenuestro punto de vista, y para mucha gente esa disolución auna realidad más elevada y absoluta sería el terror definitivo,tendrían que pasar por una fase de terror definitivo. O, porotro lado, los que estén preparados para ello lo estarán delmismo modo que los budistas están preparados para lamuerte, utilizando cualquier sistema de símbolos a su alcancepara hacer que la experiencia sea o bien confortable o bienhorrible. La idea de Los Invisibles es que hay que intentarescindirse, el cómic sintetiza todo esto y te dice que puedestener las experiencias agradables y desagradables juntas. LosInvisibles trata esencialmente de abrazar una realidad supe-rior.He llegado a la conclusión de que el mundo se somete apruebas que son activaciones, como la teoría de la onda tem-poral5 de Terence McKenna, y yo he visto esas activaciones.O sea, la Edad Media fue como una inmensa noche de oscu-ridad para el alma durante todo ese periodo de la historia,pero a la vez la IIª Guerra Mundial también fue una noche deoscuridad espiritual para la humanidad en general, solo quemás condensada y comprimida. Creo que seguimos pasandopor esas experiencias de iniciación, lo que es la experiencia dela luna como se la representa en la baraja del tarot, que es elllegar al bien a través de la oscuridad, a través de la peorexperiencia. De hecho, la oscuridad es tan solo una parte dela luz, el bien y el mal son solo fragmentos del espectro; enuna línea, el Supercontexto esta pasada esa línea, en un lugardonde hay experiencias opuestas, formas de ser opuestas queson un reflejo la una de la otra. Esa sensación completamenteenvolvente de convertirte en adulto, en una dimensión máselevada.

Los científicos opinan que el universo es informaciónlíquida en proceso de expansión o reducción, una vasta redde telarañas de luz entrelazadas. También que hay 5 dimen-siones colocadas precariamente una al lado de la otra, y queéstas a veces se solapan; el símbolo del pez se considera unmodelo de la forma del universo (la tribu africana de losdoggon, que afirma haber sido visitada por alienígenas deSirius y que no tenía conocimiento alguno del cristianismo,utiliza el pez como un mapa de la forma de la realidad)donde a veces distintas realidades irrumpen en otras o sesimultanean. Muchos creen –como GM- que algo sucedió en

1945, y que quizás fuese el inmenso conjuro de emplaza-miento que realizó el acólito de Alesteir Crowley y científicode cohetes Jack Parsons con la ayuda del fraudulento fun-dador de la cienciología Ron L. Hubbard, o tal vez fuese eldescubrimiento en cavernas del Oriente Medio de los evange-lios gnósticos, de los cuales la mitad no nos estaba permitidover (los gnósticos creían que este universo era una prisiónenferma que nos impedía acceder a la realidad superior), o alo mejor fue la primera explosión nuclear de Oppenheimer enNevada –los primeros ovnis en forma moderna empezarían aser avistados poco después. Fuera lo que fuera, parece queotra realidad entró en la nuestra y puso en marcha la cercanallegada del supercontexto. O no.

En cualquier caso, todas estas divagaciones son única-mente la punta de una montaña de debate de proporcionesplanetarias, y de ideas tan profundas como enloquecedoras.Esa es una de las bellezas de este cómic, un cómic del quepodemos estar seguros que siempre conseguirá excitarnos yconmovernos, y provocar que lancemos hechizos, y que le dis-paremos a la policía con una pistola dadá. Conseguid las 7novelas gráficas de Los Imposibles, o los números sueltos, yaseguraros de leerlos en orden. Para más información podéisdirigiros a la comunidad de Los Invisibles enwww.barbelith.com o http://groups.yahoo.com/group/invisi-bles/ o ir al grupo editorial Disinformation enwww.disinfo.com, los que publican la guía-biblia de Los Invi-sibles Anarchy for the masses.

Y no olvidéis: ¡DESPERTAD! Be seeing you... ★

1 Se refiere al cómic The new adventures of Hitler, dibujado porSteve Yeowell y guionizado por nuestro hombre. Apareció original-mente en la revista escocesa Cut, para ser luego reeditado en Crisis.Pat Kane (del fétido grupo Hue & Cry y editor de Cut) amenazó conirse de la revista si se publicaba, y empezó una guerra con Morrisonque llegó incluso a tabloides ingleses como The Sun.

2 “Sygll” en realidad se escribe “sigil”. Un sigil es un símbolo creadocon un propósito mágico específico. El término sigil deriva del Latinsigilum que viene a significar "sello". Ante la pregunta de porque lohabía escrito de esta manera, ya que no aparece escrito así enninguna parte, David nos responde lo siguiente:”Its just the way wegurus spell it, sorry”. Uh?

3 Por supuesto, esto es una referencia al grupo de pranksters filo-situa-cionistas de Notting Hill Gate.

4 Juego de palabras entre Sodom (Sodoma) y sod-all (expresión inglesaque puede traducirse como “a la mierda todo”). El número en cuestiónincluía bestialidad, pederastía, violaciones y referencias a, entre otrascosas, necrofília, incesto y castración.

5 Time Wave Theory, también llamada Novelty Theory.

Grant Morrison (y gato)leyendo Batman

King Mob, alter-ego deGM en The Invisiblestirándose a la piscina

Page 11: LEM3.pdf

Generalmente, el hombre le pide poco a sus calcetines,aparte quizás de que pasen un test olfativo informal y

que protejan a sus pies de rozaduras. Esta situación es undescuido trágico, pues un par de calcetines bien escogidospueden proporcionarle a su dueño oportunidadesincomparables en el terreno de la elegancia, el estilo, elconfort... incluso del ingenio.Lo primero que hay que pedirle a cualquier calcetín es quehaga juego. No sólo con la pareja que van a ponerse,aunque ese es un buen lugar desde donde empezar,sino también con algún detalle más de su persona:su corbata; el pañuelo de seda de su bolsillo; suporte garboso. El acto/arte de conjuntar cosasimplica que se ha empleado un proceso derazonamiento consciente, lo que a su vez implicaun nivel de perspicacia elevado respecto a lascosas de la vida. Esto, en consecuencia, insinúaese aire de proeza sexual que todo hombre demundo sin duda está ansioso por proyectar.Lamentablemente, muchos hombres subcontratanla adquisición de calcetería, dejando que la madre /pareja / Papá Noel tengan la última palabra a lahora de decidir qué banderas ondearán en sustobillos. Esta política ha sumergido al Reino Unidobajo una ola de “calcetines joviales” –en muchos delos cuales aparece el por otro lado irreprochableHomer J Simpson- comprados cada Navidad paraseñores “de regalo difícil”. Los que saben de talescosas me aseguran que tales calcetines no estarán demoda en ningún lugar del mundo (exceptuando,quizás, algunos códigos postales del este de Londres)hasta el Mayo próximo como muy temprano.La única opción a su alcance, señores míos, cuando sevean enfrentados a alguno de esos regalos nuncapedidos y menos justificados es rechazarlos en plano,pues no existe el calcetín que entre en la vida de unhombre sin que finalmente, inevitablemente, seallevado. Quizás crean ustedes que archivándolos en losmás profundo del cajón, compartiendo espacio con los“calzoncillos de emergencia”, impedirán que seanusados, pero sepan que al llegar la improrrogablehora de la lavadora –cuando no quede un sólocalcetín limpio- se infiltrarán taimadamente hacia lazona de uso cotidiano. Lo que también harán (de manera más preocupante quizás) los calzoncillos de emergencia.Así pues, he aquí una norma la mar de simple:Compren solo calcetines que les gusten de verdad.Y es posible, créanme, que a uno le gusten unoscalcetines en lugar de ser sólo capaz desoportarlos. No se les ocurra intentar evadirse dela faena de seleccionarlos comprando 50 paresidénticos de calcetines negros. Aunque lo másprobable es que dos de ellos siempre tenganpareja, los calcetines negros, pese a su ubicuidad,no van siempre de la mano con el estilo. Dan unaapariencia aburrida y descuidada si se combinancon un traje, y deprimentemente inoportunacuando se llevan con tejanos o bambas, como eltípico jefe de oficina que lleva vaqueros con laraya marcada los viernes de ropa informal.

Lo mejor es, por el contrario, buscar que sus calcetines sean de colores que les gusten y que prefieran y tengan tendencia a llevar de veras.

Aquellos que sean indecisos deberían decantarse por los colores planos, pues el concepto de

combinar estampados quizás se salga de lo quequeremos llegar a ilustrar en este momento.

Dicho esto, los calcetines Argylle (que perfeccionó Burlington) son quizás uno de

los logros más elevados del siglo XX. De nuevo, intenten reflejar sus colores en algunaotra parte de su persona, y bajo ningún conceptolos lleven con pantalones a rayas o con cualquier

otro dibujo. Y no se esperen que algo tanhermoso dure un tiempo especialmente largo;hacia la sexta vez que se llevan debería haberaparecido un agujero en el talón. A partir de

ahí solo depende de si ustedes desean o nocultivar el look “desaliñado” Steptoe.

Existe un número considerable de fabricantesde calcetines tradicionales; Pantherella, por

ejemplo, se especializa en concreto en lacalcetería inglesa de calidad, con una gran

gama de telas lujosas que incluye la siempreapetecible cachemira. Sin embargo, por propiaexperiencia puedo recomendarles que eviten laseda si planean andar a algún lugar más lejanoque su nevera, pues tiene la misma resistencia

que la vaporosa ala de un hada. Másrazonablemente, existen múltiples compañías

anónimas británicas que suministran calcetinestradicionales “de contraste” en algodones

decentes, con el talón y la punta encomplementarios colores distintos. Vienen en

todo tipo de tonos, de amarillo plátano a jugosorosa, y pueden darle con gran efectividad ese

toque de vida requerido a atuendos que sin ellosresultarían harto aburridos (encontrarán estos

calcetines en el tipo de tienda que vende broguesde buen tino a precios razonablemente ajustados,

como John Rushton Shoes en el 93 de WimpoleStreet). Rehuyan los calcetines “a la moda”, porejemplo los que manufacturan diseñadores como

Richard James; los fabrican en colores mareantes y formas absurdas, y son

especialmente celebrados por arquitectoscaprichosos y gente parecida,

que los lucen con la equivocadacreencia que comunican vigor juvenil.

Y respecto al abuelo de la calcetería masculina–las ligas de calcetines, alias “ligueros de

hombre”– dan gran confort al tipo dehombre que nunca ha aprendido a

fiarse del elástico, y quedanespecialmente bien en viajantes con

tendencia a bajar zumbando por tubosde desagüe con la intención de escapar de

maridos inoportunos. Personalmente puedo garantizarlesque proporcionarán un tema de

conversación fascinante y novedoso a cualquier dama que se cruce en su camino.★

* La foto que ilustra este artículo apareció en el magazine del periódico inglés The Observer y nos muestra al autor con sus mejores galas para la sección “My favourite outfit”

11

Gentleman ModernoLa columna del

La Escuela Moderna Magazine

PARTE 1: Calcetines por Richard Hutt

Page 12: LEM3.pdf

12

por Kiko Amat

“Sería una tontería decir que la música me salvó o me curó, pero en mirutina diaria (...) a lo que me agarré fue a la música. No en busca de lasalvación –nada puede hacer eso por tí- sino por el consuelo de supromesa, su chisporroteo de vida, su salvaje y maravilloso arco sinápticosobre el espíritu, la mente y la carne”Not fade away, Jim Dodge

“Y la música, toda esa música, alguna buena y alguna terrible, toda ellallena de vida, emergiendo a todo volumen de bares y lavanderías ycoches, desde balcones, desde patios, en todas partes”Tricksta, Nik Cohn

“A veces consigo captar un destello fugaz de [ese estado superior]. Porejemplo, si escucho determinadas canciones concentrándome

profundamente (...), el tiempo se destruye, y de golpe he retrocedido diezaños en el tiempo, cuando las escuché por primera vez. Ese tipo de

conquista del tiempo es un paso hacia la divinidad de la que os hablo”The sex diary of Gerard Sorme, Colin Wilson

“La música és per a abandonar-me plorant a les cantonades i perquè conegui el gotsense fons de l’amistat”

Pamflet de l’esperança, Enric Casassas

LOS DISCOSHistoria y práctica de un amor obsesivo Pt.1

Los discos: ese es mi Gran Amor. El amor más grande.Los discos son mi mano en el fuego y mi que me muerasi no es cierto. Los discos son el eje y a su alrededor gira

todo. Los discos son mi verdad, la única que conozco. Micable de sujeción, mi reposo del guerrero, mi medicina, tam-bién mis armas, también mis almas, todo eso son mis discos.Es cierto: Nada amo más que a esas canciones.

Pero la gente ve el nada más y se pregunta: “¿Nadamás?”. O, como suele pasar más a menudo: “¿Nada más, ratainhumana y robótica, basura execrable, lagartija sin cora-zón?”. Y lo único que puedo contestar es lo que sigue. Elamor (mi amor) se reparte por la vida en múltiples frentes. Yesos frentes nunca son permanentes, precisamente por loondulante e imprevisible de la misma vida. En este simple teo-rema de movilidad y mutación, la única pieza no móvil sonmis discos. Pues la gente –entre la que me incluyo, claro- cam-bia, muere, envejece, se marcha y se vuelve idiota, pero lascanciones no. La vida fluye inevitablemente en nuevos mean-dros y nuevas situaciones, y a la vez el cuerpo humano es unacoctelera de células/neuronas imprevisibles que rebotan deuna a otra pared, asociándose y creando pensamientos, afec-tos, desafectos nuevos. Absolutamente cualquier cosa podríasuceder en esta vida: el mejor amigo que enloquece; la noviaque se enamora de otro; la separación fría y gelatinosa, calla-da, fruto de todo y de nada en concreto, que acontece entreviejos colegas; el piano Wurlitzer en la cabeza al salir de unbar; el inexplicable accidente de jardinería. Ante todo ello ymirando cara a cara al mundo con desafío está mi personalmonolito de permanencia: los discos. Por supuesto, enfrentarambos amores (humano y musical, por decirlo de alguna

forma) es una insensatez. Precisamente la esencia del primeroes su fragilidad, su intensidad pasajera, su posible rompeduraen cualquier momento y –especialmente- todo lo se hace comopersona para evitar las fracturas, todas esas reparaciones ytapones y cambios que se requieren para conservarlo, y que lehacen a uno mejor persona. No niego esto. No estoy tratandode minimizarlo.

Sólo digo: Estas canciones me salvaron la vida. Esa músicapop me hizo lo que soy. Muchos sucesos han modelado a cin-cel mi espíritu, pero ninguno con la vehemencia e intensidadde esos discos. Su influencia en lo que he acabado siendo estan grande, tan majestuosa, que me hace enmudecer (breve-mente). Darme cuenta de lo poderoso de su influjo en el deve-nir de las cosas que me han sucedido y esculpido fue una reve-lación de vital importancia. Esos discos son mi fuente de ins-piración, de esperanza, y mi eje fijo. Cuando todo da vueltasa mi alrededor, el eje permanece firmemente clavado. Siempreha sido así desde la más temprana adolescencia. Las cancionesque amé y amo aún fueron mi escudo de fuerza marveliano yperenne, el vehículo que me transportó a través de los dolores.Amigos ayudaron, novias quisieron -su parte no puede sersubestimada- pero el verdadero salvavidas estaba hecho decanciones. La brújula que me hizo avanzar con orgullo yánimo, que me prometió cosas mejores cuando me rodeabancosas peores. Pienso en “esa música verdaderamente exhila-rante, llena del pulso salvaje de la creación” (Lester Bangs,hablando de los Count 5), y veo la razón de todo lo que acon-tece y ha acontecido en el pasado. El motivo por el que tuveque seguir andando; y ese motivo tiene también sus razones.☛

Page 13: LEM3.pdf

Mis razones1)Todos esos discos son YO

Estos discos, estas partes de mí, siempre me acompañarán.Porque esos discos son YO. Jonathan Lethem lo dijo mejor,aunque refiriéndose a películas, en una sola frase de Thedisappointment artist: “Por favor, deja de decir que me quie-res porque si no te gusta esa película no me quieres, porqueyo soy esa película, esa película soy yo”. Si unes todos esosdiscos, como en un dibujo sorpresa hecho de puntos, el resul-tado soy YO. Y, por mucho asco que llegue a darme –unautoasco que, lo admito, me sobreviene más y más a menudocon los años- nunca dejaré de quererme. Sí, Records = Me.No hay punto de separación. Las dos cosas son lo mismo,aunque parezca un sofisma. Esos discos explican mis acciones,o las describen con detalle, o me describen con detalle, o pro-vocaron aquellas acciones, o son el fondo –como ya dije en elartículo de Style Council en La Escuela Moderna #1- dondepasaron las cosas que pasaron (ver Punto 3), o son mi com-pleta educación sobre el mundo, la gente y las cosas (verPunto 4). Esos discos son maquetas a escala del interior de mimente. Kits de mi cerebro.

2) La música (pop) es la más alta de las artesSi hoy en día enumerásemos los medios de transmisión de

emociones (eso es exactamente lo que el arte honesto es:Transmisión de emociones) en base a su efectividad, la músicapop –o la música en general- estaría en el primer lugar. Luegoestaría el cine y los comic-books. Luego la literatura. Y alfinal, a una distancia aplastante, la pintura y la escultura. Laburra de Julie Burchill lo dijo claro en una columna del TheGuardian que recuerdo leer en algún momento del año 2000:“¿Sabéis de alguien que haya cambiado su vida tras mirar uncuadro?” No. Eso no sucede. Pero miles de personas han cam-biado su vida tras escuchar a un grupo. Pues la música popreúne dos medios –o tres, si contamos la música en directo olas portadas de los discos- en uno: sonido, imagen, palabras.Un músico pop lo tiene mucho más fácil para proyectar unapasión: tiene palabras, y encima tiene un crescendo o un riff o

una combinación de notas que hurga directamente en el alma.Dos emociones en una. Tres, si contamos el impacto del movi-miento, el look, la pose desafiante, las ropas brillantes. Losescritores son mancos; sólo disponen de palabras para descri-bir un espectro muy amplio de emociones. Los pintores sondirectamente prescindibles. La música pop es la más alta delas artes, goddamit.

3) Esos discos no son sólo discos, sino también almacenes de recuerdos

Y esa canción no solo es una canción. Las canciones sonla mejor manera de efectuar lo que solo puede definirse comoun viaje místico a nuestro pasado. La intensidad y el realismode esas visiones es tan grande que se convierte en inexplicablepara cualquier persona que nunca las haya experimentado. Loque intento decir es: Verdaderamente viajo al pasado cuandoescucho algunas canciones. Estoy allí, viéndome a mí mismo,como un espectro de Canción de Navidad. Escucho aMegacity Four y estoy con mi amigo David en pantalonescortos y camiseta (¿Gruesomes? Sí, Gruesomes) y bambas debalonmano de terciopelo azul yendo hacia la playa deCastelldefels en Lambretta, durante el verano del 92. Estoyallí. Siento lo que sentía, pienso lo que pensaba, sé lo quequería, ridículo o autocompasivo o engañado, veo a mi Yo de1992. Y no está mal, pese a sus ojos melancólicos. Y mi únicamanera de acercarme a aquel chico es mediante mis discos deMC4. Y, ¿por qué lo hago? “¿Por qué arrastro la delicadamalla de mi mente por el suelo abollado y roto de mi pasado?...Para poder vivir; la pregunta, para mí, no tendría ni quehacerse” (BS Johnson). Para poder vivir. Para poder entender.Lo mismo me sucede con todos los demás discos... pero mejorir abajo y coger un disco al azar, se entenderá mejor elejemplo. ¿Qué es? Sensefield, Killed for less. Podría haber sidocualquier otro, este ya no me gusta mucho, pero es éste, hayque ser honesto, no hay otra manera de entender. Sosteniendoel álbum en las manos, veo mis años en el kiosco de Sitges,1994, escuchándolo sin cesar, algo más gordito, mucho másconfuso, bastante lleno de odio, un odio de hormiga, como

13

Page 14: LEM3.pdf

14

diría Limonov, un odiode hormiga. Me veo congripe febril en King’s Cross,1996, comprando un téportátil en un café, yendo conmi hermano a ver al grupo enel Water Rats, mucho más flaco yloco, bastante más intenso. Ytambién 1997: Veo a Eugènia cantando“Yours is so distinctive / I can hear it frommiles away...” de “Voice”, y yo diciéndole que laletra habla de su voz de papel de lija, porque yo tambiénpuedo oir esa voz cazallesca a kilómetros, y ella riéndose contruenos y dándome un collejón. Todos los años, todas lasemociones: Están todas almacenadas en esos discos. Sin ellosno podría recordar. Y he de recordar siempre.

4) Esos discos son mi educaciónComo dijo P.F. Sloan, “I was raised on records”. Fui edu-

cado con discos. La idea es que, para mucha gente, los discosfueron su universidad. No solo dando una idea del mundo, nosolo proporcionando una dirección, no solo mediante su des-cripción de lo que era el vivir; las tres cosas que me dieron lasletras de Jam y Clash, por ejemplo. No solo eso, sino edifican-do una idea de lo que es la creación humana y el arte, la capa-cidad que tiene el hombre de crear -cosas bellas, intensas, apa-sionadas, capaces de cambiar entornos, encauzar vidas- quenadie obtuvo a través de todas esas estúpidas clases de institu-to. “Todos esos discos de jazz de 78 rpm (...) se quedaronconmigo”, dice de nuevo BS Johnson en Trawl, “mientras quelas llamadas obras maestras de la literatura inglesa que pasa-ron a través de mí en la universidad dejaron sólo flatulencia ydecepción”. O, como dicen los amigos de la editorial Pepitasde Calabaza: “Me cago en todo lo que estudiao”. Y nosotrostambién, tíos.

5) Los discos son objetos hermosos.Esto es algo incontestable, que admite con ojos apesadum-

brados hasta el más acérrimo defensor de la tecnología y elformato CD. La riqueza visual que permitían los formatos12” o 7”, tanto por espacio como por soporte, es imposiblede replicar en esos risibles donuts aplastados. Y es que, comobien dijo nuestro amigo Varo en una ocasión, “yo a los cedésno les tengo respeto”. ¿Cómo podrías tenérselo, buen Varo?Son feos, enanos, suenan a laboratorio cibernético de 2001Odisea del Espacio, son difíciles de abrir-cerrar-extraer el tríp-tico, solo pueden pincharse en clubs de la forma impersonal yquirúrgica que permiten sus reproductores (a esta accióndebería denominársela con otro verbo: cedear, selec-cedear,cualquiera que no fuese pinchar). Y, peor, cada día son másinsistentes las voces que amenazan con que algún día puedeperderse toda la información que contienen. ¡Ay, la especiali-zación y tecnificación estéril, cuanto dolor tienen que traer!En un futuro post-nuclear, si algunos de nosotros sobrevivi-mos -horriblemente deformados por la mutación, claro, conpichas en la frente y seis ojos- y quedan discos enteros, estoyconvencido que podríamos volver a hacerlos sonar con unauña de rata y tracción a pedales. Esa es la gloria democrati-zante de la maquinaria orgánico-mecánico-analógica. Delmismo modo, lo máximo que podríamos hacer con un CD escolgarlo de un árbol para ahuyentar a las neopalomas carní-voras (y ni eso: mi suegro ata cedés a un árbol para asustar alos pajarillos, que los utilizan de jocoso columpio o espejo debaño).

Pero hablábamos de la hermosura de los discos. Esas por-tadas enormes, a todo color, impresas sobre rígido cartón, sonel perfecto complemento de la música pop que contienen. Sonauténticas obras de arte, que por supuesto en La Escuela

Moderna valoramos MUYpor encima de todo aquello

que en la escuela nos enseña-ron que era verdadero arte. Lo

dijo también Weller, con la cepo-rrez verbal que a veces le caracte-

riza, en su ensayo sobre estilo:“Cualquier portada francesa de los EPs

de los Small Faces se mea encima dePicasso”. Lo subscribimos: esas imágenes, esas

fotos, esos colores, nos hablaron. Hablaron de nos-otros. Lo vimos en el primer álbum de los Who (portada aéreao, mejor, la americana del Big Ben), en la Blue Note de ReidMiles, en el debut de los Undertones (¡Somos nosotros! Webelong!), en los Nuggets y Pebbles, en los singles de Oddball,el LP de June Brides (¡Es mi casa!), el segundo álbum de losJam (¡Es mi pueblo!), en toda la serie de Impulse, en la imagende Decca, Motown, Studio One, Trojan, Immediate... Es ciertoque lo más importante son las canciones, pero sus ropajes sonesenciales para una completa apreciación del contexto y paraun mayor disfrute de otros sentidos: vista, tacto y, como cual-quier connoisseur de discos-libros sabe, olor. Ese olor incon-fundible. Además, si es cierto que -como siempre ha sostenidoKurt Vonnegut en su defensa del contexto personal- los librosson cartas de un ser humano a otro (de lo que se deduce quecuanto más sepas de aquel otro, más vas a comprender), escu-char una canción en un iPod es como leer una carta sin remi-tente que nos hemos encontrado en la calle. Las palabras ten-drán sentido, podrán ser poéticas, pero una alta gama de emo-ciones nos están vetadas. El contexto lo es todo.

6) La música (pop) puede salvar al mundoKevin Pearce ha repetido esto hasta la extenuación. Si hay

un lenguaje común que puede entender todo el mundo, que nonecesita formación académica, ni cultura literaria, ni conoci-mientos de tecnología o matemáticas o historia del arte (y portanto que no depende en absoluto de la clase social a la queuno pertenece, haciéndola la más revolucionaria de las artes)es la música. No hace falta dar muchos ejemplos, solo mencio-nar esta imagen: un niño de un año bailando. Antes de tenerentendimiento, tenemos ritmo. “Al principio de todo estaba elritmo”, decían las Slits. La música es el perfecto medio por elque llegar a la empatía, el entendimiento y la comunicaciónentre culturas. La música es la gran fuerza de verdadera demo-cratización popular a nivel global. Un indígena de PapúaOriental bailaría el “Flesh of my flesh” de Orange Juice comonosotros bailamos música brasileña o afrobeat. El pop es elgran esperanto con el que soñaron los primeros anarquistas.En el estilo de los dibujos algo cursis que aparecían en lossemanarios ácratas originales podríamos imaginar a todos losproletarios del mundo bailando la conga cogidos de la cinturasobre las tripas del capitalista, derrumbada la torre de Babel,cada uno de ellos siendo capaz de saltar por encima de lascuerdas que le unen a la miseria cotidiana, que le encierran enla separación (¡Ah, la separación!), que bloquean la empatía ysostienen el schadenfreude. Y todo gracias a un par de toquesde tambor y un solo de trompeta, bailando hacia la revolu-ción, como siempre dijo Emma Goldman.

Mis primeros discosNo eran discos, eran cintas. Las grabé de cintas BASF o

TDK hechas cisco de amigos mayores o conocidos. No voy aincluir los escarceos previos con el breakdance en 7º de EGB(bailando el Thriller de Michael Jackson –mi verdadera prime-ra cinta- las bandas sonoras de Electric Boogaloo y Beat Streeto el “Tour de France” de Kraftwerk, desde luego sin saber

Page 15: LEM3.pdf

15

quién eran Kraftwerk), ni los discos que en EGB me gustabande mis padres (Beatles, Creedence Clearwater Revival, BobDylan, Joan Baez y Simon & Garfunkel –doy gracias portener “Scarborough Fair” como la canción que suena en misrecuerdos del piso familiar de entonces; otra gente tiene aPalito Ortega, o el Hooked on Classics–) ni mis primeroserrores. Ja, mis primeros errores. Ja-ja y re-ja. Pensándolobien, sí voy a incluirlos. Conviene dar detalles, conviene dardetalles.

Mis 4 primeros erroresThe Police Synchronicity: Excusa: Tenía que amortizar una

chapa (rosa con el logo) que me había comprado. Porquese suponía que los Police eran nueva ola, ¿no? Por eso loadquirí. En cualquier caso da igual, dejó de gustarmecuando mi madre entró en mi habitación y me dijo que leencantaba “Every breath you take”. La vida subculturalde un teenager está basada casi por entero en odiar losdiscos que les gustan a tus padres, por si no lo sabíais.

Dire Straits Brothers in arms: No tengo la menor idea de porqué me lo compré. Me horrorizó. Si algo supe de inmedia-to era que aquel no era el camino; aprendí pronto la víade mis enemigos. Todavía hoy siento escalofríos al escu-char el tema homónimo o, peor, “Money for nothing”.

The Who Live at Leeds: El disco de la confusión. Sabía quelos Who eran correctos, porque estaban en chapas con fle-chas y dianas colgadas de las parkas de todos esos tiposfumadores, granudos y flequilludos que había en el bar demi instituto. Pero, entonces, ¿por qué este disco me gusta-ba tan poco? Solos interminables, interludios operísticos(luego descubrí que eran extractos de Tommy, otro discoque me dio náuseas), grabado en directo (“a lo heavy”,pensé, y con razón: a mis amigos heavys de BUP les gusta-ba. ¡Primera Sospecha en mi corazón!), ni rastro de “Mygeneration”... Jesús, vaya stinker; casi prefería a DuranDuran. Tuvieron que pasar meses hasta que descubrí elRarities y me reconcilié con ellos.

U2 The Unforgettable fire: En esto me confundió otro tipo,un mod mayor que yo (y en proceso secreto de ser ex-mod) al que empezaron a gustarle necedades de este cali-bre, malditos sean sus muertos. A esa edad no preguntasdirectamente nada; todo se basa en la intuición y en cap-tar las señales y pistas que los demás dejan flotando en elaire. Y aquel mentecato dejó a U2, que yo trágicamenterecogí durante unos meses. También era un disco épico,con letras importantes sobre la guerra, el mundo y BAR-COS GRANDES Y ALTOS. Un cubo lleno de, sí, inmun-dicia. Luego al tío aquel empezaron a gustarle TheChristians y Simple Minds, pero por fortuna yo ya noescuchaba. Estaba demasiado ocupado encendiendo un“unforgettable fire” donde quemar todas esas putas cintasde U2.

Mis 3 primeros aciertos (ahora sí)The Jam In the city: Al escuchar esto sí me sobrevino lo que

los alcohólicos llaman “un momento de claridad”, unacara de bobo, un decir “Ah, era esto”, un tembleque depiernas, un dar saltos hacia arriba sin saber por qué dabasaltos hacia arriba ni por qué quería salir a la calle a daralaridos. Tenía 14 años, por el amor de lo más Santo, yéste fue el disco que me convenció de lo que quería haceren la vida, que me enseñó lo que era el mundo y la bellezay la pasión. No hay otra manera de decirlo: Sí, este discome mostró lo que era la pasión. Y esas frases, que en micabeza resonaron como mensajes divinos: “Everythingthat you wanna do / Any place that you wanna go / Don’tneed permission for everything that you want”. Además,al contrario que en el año 2006, entonces ese disco sonaba

a “ahora”: era 1985, solo seis o siete años después de quehubiese sido grabado. In the city sonaba chocantementeactual, mío, como si relatase la era y el momento que está-bamos viviendo. Y ¿sabéis qué? Aún no tengo este disco.Lo escuché en una cinta grabada durante dos o tres años,lo escuché tanto (nadie puede imaginarse el significado dela palabra tanto aquí, en un adolescente aburrido delextrarradio que aún fue de vacaciones con sus padres unaño más; tanto significa continuamente, hora tras hora,todos los días) que no pude comprármelo nunca. Bah.Algún día me lo regalará alguien.

The Clash s/t: Repitamos todo lo del párrafo anterior.Añadamos un recuerdo: 15 años, balcón de mi casa, radio-cassette a todo volumen –lo que no era mucho- “London’sburning” sonando a la hora en que las chicas del colegiode monjas de al lado de mi casa salían de clase y pasabanpor mi calle. En mi mente yo era un fiero superhombre deotro planeta (sexy, por supuesto) trayendo La VerdadSuprema a aquellas atractivas infelices, que me mirabancon shock, admiración y ganas de dar besitos.Evidentemente, lo que ellas veían en realidad era un niñobajito y algo repugnante con peinado Bruce Foxton y zapa-tos raros, dando saltos y haciendo el ganso epiléptico alritmo de una especie de crujido rasgante, estático e inaudi-ble. Yo creía ser Joe Strummer, pero ellas veían a Animalde Los Teleñecos. O, peor, a Gonzito. Quizás ésa fuese unade las primeras demostraciones prácticas que la vida meharía al respecto de mi problema dual “Realidad-Imaginación”. Tampoco tengo este disco aún, por idénticasrazones que el anterior.

The Who Rarities: No sabéis qué alivio, cuando lo oí por pri-mera vez, no sabéis qué alivio. El remaldito Live at Leedsme tenía taxidermizado de terror y confusión. Pensaba: “Apesar de lo que dice el libro Los Who de Ediciones LosJuglares (un clásico de iniciación para los mods 80’s ibéri-cos), es obvio que los Who son una bazofia”. Hasta quellegó a mis manos el Rarities, mi opinión era que los Whodecididamente hacían música de hippies y padres, y depadres hippies. De hecho, un amigo de mi padre, despuésde una cena, incluso me dijo que le gustaba Quadrophenia.¡Shock! ¡Horror! ¡Vergüenza! (Ver apartadoSynchronicity). Por suerte, cuando ya estaba sosteniendomis cintas 70’s de los Who sobre el aire del balcón trasero,dispuesto a mandarlas a vivir con la mierda de las gallinasdel patio colindante, escuché el Rarities. No tengo ni quedecir cual es la primera canción del disco: “Circles”, conese inicio fantasmal y emocionante. La mejor canción delos Who, y quizás de la historia. El álbum continuó con“Disguises”, y yo estaba salvado, para siempre y portodos. Aún me veo en el Seat Ronda negro de mi padre, lacaravana enganchada detrás, verano del 85, la cinta en elreproductor, pensando: Ésta es la música más hermosa quehe oído en la vida. Y lo era. Y me pertenecía a mí. Era misecreto. Al contrario que los dos anteriores, sí tengo estedisco, pero solo porque me lo choricé de Reckless hacecinco años; de otro modo nunca hubiese reunido el valorsuficiente para adquirir el disco que mejor me conozco delmundo.☛

Page 16: LEM3.pdf

16

Tres bastarán, aunque haymuchos otros, todos en cintas

(algunas compradas, algunas grabadas–con el culo, claro) que aún conservo en una de

esas cajas que están conectadas a mis lacrimales poralgún tipo de complejo mecanismo; es abrir una e inmedia-

tamente: BUA y atadura traqueal. Pero los otros, vitales paraun teenager de 15: Elvis Costello My aim is true, Joe JacksonGet sharp! The Lambrettas Beat boys in the jet age, SecretAffair Business as usual, The Kinks (una de esas cintas chapu-zas de gasolinera, pero era el primer LP; la compré yendo enbicicleta a un súper para guiris que había cerca del campingCypsela donde veraneábamos), Madness Complete Madness,Monkey Business de la Trojan, Brighton 64 Haz el amor,Makin’ Time Rhythm & Soul, The Romantics, todos losdemás de los Jam, y obviamente los dos discos de los que hehablado más en mi vida (y precisamente por eso no voy aextenderme aquí): The Beat I just can’t stop it y DexysSearching for the young soul rebels... Todos esos discos meinundan de lo que The Clientele dijeron tan puntillosamenteen “Losing Haringay” sobre “la sensación de 1982-ismo”,aunque en mi caso es 1986-ismo. Las vibraciones de un lugary tiempo, Sant Boi en 1986 (las calles peatonales del CascAntic, el mercado y las verduras esparcidas por el suelo, elolor a mojado y a río, las chicas guapas, los amigos demencia-dos por la pubertad, los bares progres aún llenos de genteextraña y fascinante...) y de una vida (la mía de adolescente),que han terminado para siempre, que ya no existen: Borradossin solución. Sólo mediante mis discos me es posible recordaresa inconfundible sensación de 1986-ismo.

Mis 15 grupos favoritos (un epílogo gratuito)

Y esto no viene del todo a cuento, ya lo sé. Pero lo inclu-yo porque me sale de las narices, primero, y segundo porqueme tiré una tarde entera ponderando cada opción mil veces,haciendo borrones en un papel, ejerciendo de abogado defen-sor y fiscal de algunos de los grupos que iban surgiendo en laconversación. Sí, conversación: Antes que alguien llame a losloqueros, no estaba solo. No hablaba con mi culo ni con per-sonas imaginarias de siglos pasados. Estaba Eugènia conmigo.Y solo por el brasazo que le sacudí ya me siento obligado aincluir esta difícil lista. Recordad: por cada uno que se inclu-yó, cientos fueron rechazados con el corazón en el puño ysanglots surfeando en mis labios. Estos son los grupos cuyosdiscos pongo más a menudo, que surgen en los mejores y peo-res momentos, cuando estoy en la mejor de las compañías,que traen más recuerdos asociados, que tarareo mentalmente

en público cuando me estoy aburriendo (y que instantánea-mente traen paz a mi cabeza), que pincho cuando llego a casaborracho y hecho unos zorros después de una alldayer en laBarceloneta o Gràcia, que siempre me apetecerá escuchar enhoras de vermut, en la ducha y en coches ajenos, que siempregrabaré a nuevos amigos.

Y no están por orden de importancia, listos.

The WhoThe Jam / The Style CouncilCurtis Mayfield / The ImpressionsMcCarthyThe Jasmine MinksThe Go-BetweensThe (English) BeatDexy’s Midnight RunnersHurrah!The ByrdsOrange JuiceMose AllisonMega City Four (sí, creo que sí)Weekend / YMG y compañíaTamla Motown (qué pasa, no podía decidirme por uno solo)

Sí, me rompe el corazón dejar fuera a los Fleshtones, TheJune Brides, The Pastels, Biff Bang Pow!, Gruesomes, TheKinks, The Creation, The Action, The Chills, Wolfhounds,Jimmy Webb, Superchunk, Lambchop, toda la primera Chess,Dennis Alcapone, Astrud, Makin’ Time, The Prisoners, RainParade, The Feelies, Gene Clark, The Smoke, The Dentists,The DB’s, The Specials, Damien Jurado, TV Personalities,Georgie Fame, Al Green, Bobby Womack, Mark Eric, JulianCope, Fire Engines, The Free Design, Joyce, Robyn Hitchcocky los Soft Boys, XTC, CCR, Love, Townes Van Zandt, SydBarrett y Comet Gain. Pero estarían en la lista inmediatamenteposterior, seguro. ¡Oh, el remordimiento!

En cualquier caso ésta es la lista de mis 15 grupos favoritosque hago en octubre del año 2006. En diez años hablamos yvemos si ha caido alguno. Pero lo dudo, lo dudo. Dudo quehalléis un amor más puro que el que yo os dí.★

Nota: El capítulo 2 de este artículo estará dedicado a toda lapráctica de ese posesivo asunto de los discos. Almacenaje(¿caos, orden alfabético, estilos, cronológicamente?), búsqueday captura (en ferias, en tiendas, a dealers), grabar cintas, pincharen bares y clubs y fiestas. Y una explicación definitiva del bino-mio Connoiseurs / aficionados.

Un parellde xistes

per Roger

Page 17: LEM3.pdf

17

Restaurants i bars de Barcelona

units contra la gentrificació

avuisentenciem!

per The (Real) Pluto Gang

La Masia

(C/ Elisabets, el raval <M> Catalunya)La Masia, com tota Barcelona, ha efectuat molts canvis en

poquets anys. Durants molt de temps havia estat el típic barde iaios que s’escapen una estona de casa per fotre’s un anís ijugar una partida de Butifarra. Recordo haver-hi passat peldavant milers de cop sense que res em convidés a entrar-hi, fetgens estrany, per altra banda, si tenim en compte que en elmateix carrer hi ha algun tuguri en el que no hi deixariaentrar ni el meu pitjor enemic. Però fa poc més d’un any que,sense previ avís, alguns del nostres millors agents en recercade bars lliures de moderneig van començar a deixar-s’hi caure.I mira tu que poc a poc i sense adonar-nos-en s’ha anat con-vertint en punt de trobada habitual quan estem pel centrecomprant discos o passejant, suposo que degut al fet de que elBar Elisabets va fer reformes i ara cada cop està més petat iple d’Erasmus i post-adolescents.

La Masia és el típic Bar català de tota la vida per anar afotre’s quintos, una copeta i fer una partideta de cartes senseque ningú et vingui a tocar els ous. I no li demanis més. Sim’apures, igual t’hi pots menjar un senzill entrepà, però jo detu no m’arriscaria a fotre’m res del que tenen a la vitrina, quesol anar de la truita de patates escarransida a les anxoves migresseques.

I quan deia que és un bar català em referia a català-català.De fet, l’altre dia hi vaig arribar d’hora i em vaig entretenirmirant els múltiples signes d’identitat catalana que decoren lesseves parets forrades de friso: banderes catalanes, estelades,del Barça, el “Som i serem”, pósters de l’alineació del Barçade Cruyff, l’escut de Guifré el Pilós, fotos del Pedraforca, delCanigó,… Més catalanitat impossible!. De fet, és català fins itot en els tòpics més sobats: no esperis que et convidin a unaronda ni que et donguin uns cacauets de franc amb la tevabirra, a La Masia la pela es la pela.

Però què collons … als bars tipo-Masia s’hi va a embo-rratxar-se a preus populars, no a fer el somines. I La Masia esbarat i, com la majoria de bars en els que som habituals,encara conserva la clientela humil de sempre, treballadors,jubilats i gent del barri de totes les edats. De fet, la mitjad’edat es multiplica per deu quan hi són els 4 o 5 iaios fuma-caliquenyos que ronden els 90 i pico anys. De fa un parelld’anys ençà a aquesta clientela s’hi sumen tot de gent mésjove, grupillos underground de Barna (els Tarántula en sónhabituals des d’abans que nosaltres i tot), fanzinerosos i gentde mal viure.

Últimament, però, i per culpa de la inauguració d’unanova facultat de la Universitat de Barcelona, s’hi comencen aveure exemplars de l’espècie més perillosa del regne animal,l’Estudiantus universitaris. Aquesta espècie carronyera potenfonsar un bar en qüestió de setmanes, amb el seu costumatàvic d’ocupar taules i més taules compartint un Vichy i uncafé amb llet. Però no patiu que sempre hi haurà algunmembre de l’entorn de l’Escuela Moderna fotent-se quintorera quinto com si no hi hagués un demà.

Bar Restaurant Romesco

(c/ de Sant Pau, 28 <M> Liceu)El Romesco deu ser un dels restaurants de Barcelona amb

la millor relació qualitat-preu,. T’hi pots fotre un bacallà a lallauna o uns “fríjoles” per uns preus irrisoris. Està molt apropde la Rambla i del puto Teatre del Liceu, però afortunadamentsituat estratègicament en un d’aquells carrerons foscos on elsturistes no s’hi deixen caure gaire. El Romesco és un llocpetitet on pots menjar a la barra o a les taules i que nor-malment, per mida i per popularitat, s’acaba omplint fins a labandera a partir de les nou del vespre qualsevol dia de lasetmana. És el típic lloc de “comidas”, humil, tirat de preu,sense floritures i amb cambrers que no estan per hòsties: ni ettractaran malament ni et farán la pilota. Hola, menja, paga ideixa la taula buida que hi ha molta més gent fent cua. Pim-pam. Evidentment, no reserven taules ni ho pensen fer. Si hi hamolta gent et quedes a la barra fent birres fins que el bigotutt’avisi de que hi ha taula. I res de queixar-se. Afortunadamenten aquests llocs tothom hi va a lo que hi va i mai hi ha malen-tesos.

El públic és el que comença a ser habitual a Barcelona: unabarreja de gent de barri, currantes amb poca pasta i bastantsguiris del sector tirat (skaters, jipis i motxileros). Digue’ls-hitontos, al guiris. De fet estava buscant l’adreça del bar aInternet i la única menció que hi he trobat, junt amb una delbar veí Pollo Rico, és d’una pàgina anglesa o americana on eldeixen molt bé i en la que destaquen les seves “regional sau-sages from the town of Vic prepared several different ways”.

Una última recomanació: si aquell dia teniu pensat sortir alligar o volíeu estrenar aquella camisa tan maca que us havíeucomprat, deixeu el Romesco per un altra dia sense tantes aspi-racions. Perquè, si una cosa és clara, és que del Romesco no essurt com s’hi ha entrat sinó amb una eterna, indissimulable iomnipresent pudor del què vulgarment anomenem“fritanga”.★

Page 18: LEM3.pdf

18

Desprecio inicial de laEntomología Económica

Cuando me sugirieron que escribiera sobre economíapensé en abordar el moscardón con espíritu de entomólogo,como hago siempre: pincharía su abdomen sobre un rectángu-lo de corcho y después procedería a diseccionar sus alas, susojos y su trompa hasta obtener mis esperadas conclu siones.Luego, tras anotar en el cuaderno de campo consistencia,rugosidad y tiempo de agonía, mascullaría improperios entrerisotadas de satisfacción… sin embargo, no creo que esopueda tener a estas alturas el menor interés…

Puedo explicarles qué es la bolsa, pero me temo que eso losaben ya demasiado bien (aunque tal vez rehúsen creerlo tansimple): sí, no es otra cosa que una panda de gilipollas encor-batados que aparentan estar en una lonja de pescado y que,en lugar de comprar y vender percebes y merluzas, intercam-bian títulos valores.

También podría explicarles el modelo turbourbanizador ydel mercado inmobiliario, pero hasta el último de ustedes sabebien que eso consiste fundamentalmente en parcelar el territo-rio y llenarlo de ladrillos hacia arriba. Sin más. Cualquieresclarecimiento posterior suena a apología de la destrucción.Y no vamos a hacer eso en un fanzine que cuesta 0 euros¿verdad?

Si algo no falta en la organización social que padecemoses precisamente información económica, con todos los térmi-nos propios de la jerigonza mercantil y con las institucionesdel Dinero tan establecidas como el mismísimo matrimonio.No conviene pues adentrarse en esas marismas con ínfulas deinvestigador. Sólo podemos salir trasquilados y un poquitomás memos. Más bien al contrario: convendría observar concuriosidad infantil y remover con cara de asco el mojón. Alfin, tocará esclarecer lo que se pueda según nuestras limitacio-nes.

Las preguntas básicas serían: ¿Por qué tanto ímpetu comu-nicador ha sido puesto en la difusión de la doctrina dineraria?¿Por qué todo entorno al Dinero y su movimiento?

Examinemos pues los cimientos de todo este despropósito.

Historia de la conquista económica de la vida

Lo primero que hay que recordar, como siempre que seinicia un ejercicio de crítica radical, es que esto no ha sidosiempre así ni tiene porqué seguir siéndolo. Que el moscardónes mortal y que un giro rápido puede devolvernos el ángulooportuno para lograr abatirlo de un revistazo. Plaf.

Seguro les habrán explicado es toda aquella monsergasobre Adam Smith, David Ricardo, su preocupación por elenriquecimiento de las naciones (¿¡lo qué!?) y el subsiguientenacimiento de la Ciencia Económica, con mayestáticas.Olvídenlo inmediatamente: todo aquello fue tan sólo una doc-trina especulativa. De Ciencia nada: una mera composición devariables para cuyo proceso prueba-y-error se requiere ni másni menos que tomar al pueblo como cobaya. Y ahí se mueraquien se muera.

En el mejor de los casos, hablaríamos de una mezcolanzaestructurada a posteriori para devenir ciencia académica. Unaecuación incontrolable y genuinamente cercana a la teoría delcaos de la que, si acaso, podremos tomar los adjetivos paracatalogar (nunca para prevenir) cracks bursátiles y otrascabronadas corporativas. Si habláramos de economía comonos está mandado, y no como nos da la gana, hablaríamos dela depresión de posguerra, de Bretton Woods y los cabildosresultantes, el FMI, el BM y la OMC; pero hay poco que dilu-cidar al respecto, todos sabemos que estas instituciones sonpoderes fácticos que sirven a los grandes conglomerados delCapital. Como un ministerio cualquiera solo que con un radiomás ancho. Y eso se explica mejor con Teoría de laDominación que con Economía. Por lo tanto, deberemoscomenzar por obviar la política de las alturas y abordar suextremo más inmediato. Por abajo, si me lo permiten. Y ahítoca hablar del Dinero y su centralidad en la vida moderna,posmoderna e hipermoderna (y se supone que eso quiere decir“ahora”, así que tiemblen).

Así pues, hablemos de Dinero, echemos un rápido vistazoa nuestra cultura más generalista, a nuestro imaginario másinmediato: ¿Visualizan a aquel avaro contrahecho que sobaba

por Carlos Alonso Romero

Page 19: LEM3.pdf

19

el Dinero y contaba monedas una y otra vez? ¿Recuerdan alTío Gilito sobre su trampolín, frente a una piscina de Dinero?Las representaciones simbólicas del millonario y del presta-mista constituyeron en todo caso perversas sátiras burguesas.Porque reconozcámoslo, al burgués siempre le dio asco esodel Dinero. El burgués, como el gangster, el jerarca sindical yotros roles dominantes análogos, siempre tuvieron quienes lescontasen el dinero, ocupación que a su parecer era propia depersonalidades mediocres. Una atribución de paletos narigu-dos que no sabían vestir. Chalecos y viseras que confecciona-ban tediosos cuadernos de anotaciones numéricas… Un abu-rrimiento sin parangón. A los burgueses les bastaba con sabercuánto habían ganado y/o a quién debían sacar de en mediopara proseguir con la acumulación. El Dinero en su formafísica más inmediata “ensuciaba” las manos y el espíritu. Lasconversaciones económicas, por su naturaleza esencialmenteirritante y vil, eran proscritas en las relaciones sociales.

La afición a regodearse en el cómputo fue una actividadque desde siempre se asoció al tendero y al prestamista (laescuálida figura del pequeñoburgués), poderes menores, y suevocación constituyó uno de los primordiales principios de lapropaganda antisemita. Los judíos eran malos, sobretodo,porque sobaban monedas de cobre con fruición. Porque acu-mulaban Dinero (el del pueblo) y disfrutaban contándolo. Porsupuesto, la narrativa envilecedora de las grandes naricesprestamistas dejaba afuera a quienes manejaban las institucio-nes burguesas, y a principios del siglo veinte, ese “afuera”constituía todo el grueso de la piara capitalista, todavía com-pacta y organizada.

Sin embargo, pasado este punto se produjo una notableinversión de perspectiva. El Dinero y sus consiguientes cien-cias de gestión –o Economía, como prefieran-, que se aprecia-ban y cultivaban en la intimidad con la misma doble moralcon la que se disfrutaba de la querida, pasaron de pronto aser referencia comentada, vara de interpretación y garantía deéxito social. Se produjo una fulgurante salida del armario (ode boxes, si metaforizamos con más precisión). Primero seexteriorizó su ejercicio y disfrute, después se extendió su seño-río sobre el resto de ciencias sociales. Finalmente, laEconomía pasó a ocupar la posición que hoy día ocupa: pre-valente, condicionante, dominante. ¿Cuándo se produjo estedesastre? Puedo especular, he leído algunas teorías por ahí,pero soy incapaz de ofrecer una respuesta exacta. Como siem-pre, deberemos bucear en el Fordismo, el Toyotismo, elPosfordismo y todos los otros ismos que reflejan la degrada-ción de una sociedad hipertecnificada.

Así, colocados sobre cualquiera de aquellas etapas de des-arrollo del Capital, nos encontramos que con la industrializa-ción excesiva de la producción (excesiva no porque me loparezca a mí, excesiva porque no atendía a necesidades realesde la sociedad sino a la voluntad de acumulación de algunasélites) y la profusión de la oferta de inutilidades, el excedenteproductivo pasó a ser de unas magnitudes tales que hubo queinvertir en industria del reclamo –publicidad, marketing…-para que el trabajador se ocupase no sólo de producir sinotambién de consumir lo sobreproducido. Frente a las necesida-des reales, que no absorbían todo lo fabricado, surgió laindustria de creación de necesidades. Se buscó así una “inteli-gente” reinversión de lo anticipado en forma de salario. Unamundialización del sistema impuesto en algunas coloniasfabriles, en las que la única tienda pertenecía también alpatrón.

Con esta nueva forma de organización, los individuos ejer-cieron en adelante roles de trabajadores y consumidores por

igual, sin que un rol prevaleciesesobre el otro. De este modo, sesofisticó el ámbito de sus habitualesgestiones monetarias y se convirtióen un nido de contabilidad precaria.La supervivencia del obrero, fácil degestionar hasta entonces (o mejor: gestio-nable espontáneamente, sin planificación),adquirió las dimensiones de unas pequeñasfinanzas y pasó a constituir una “economíadoméstica”. Un terror a escala. Este paso, enapariencia inocente, economizó la hasta enton-ces sencilla vida de los proletarios, tan propensaa la taberna, la vida en comunidad y a la alegre lapi-dación de gendarmes en comandita.

El siguiente evento que influyó en laEconomización de lo cotidiano fue precisamente laforma de vida derivada del ejercicio de los roles de (1) traba-jador, (2) consumidor y (3) administrador de la “economíadoméstica” que, junto con el advenimiento del Televisor y elAutomóvil, pasaron a rellenar el grueso de las horas de luz yde nocturnidad aprovechable por el hombre. En adelante, laspersonas integradas hablarían sobretodo de cosas que veíanpor la tele –en esencia: vodeviles políticos, fútbol y asesinatos-, de la cilindrada de sus máquinas de combustión y delDinero, elemento cohesionador que les permitía realizarsemediante la adquisición desenfrenada de objetos. A partir deestos elementos se constituyó aquella forma de “hablar sinhablar” que nos aterroriza en nuestros esporádicos contactoscon las mayorías: sí, me refiero a la temible Opinión Personal.Hecha de coches, individualismo, ínfulas y avidez de Dinero.

La mencionada Industria del Reclamo terminó de arreglar-lo: dueña de los medios de comunicación, brutal acaparadorade tiempo mediático e irritantemente propensa a saturar elentorno de mensajes monetarios -números amarillos sobreestrellas rojas, porcentajes de ahorro, premios dinerarios fan-tásticos, felicidad en paquetes de regalo…- (sin olvidar aquelridículo triunfalismo económico surgido en los 80 y que seprolongó en los 90 hasta Seattle/Génova y que dio pie alRealismo Liberal que tan bien ridiculizara Pennac en suPequeña vendedora de prosa). La mencionada industria delReclamo, decíamos, dejó como herencia toda una narrativasobre el “éxito” y el “construyeteatimismo” (que, curiosa-mente, termina en “–ismo”, como le corresponde a toda ideo-logía) e hizo que esta ubicuidad del Dinero y de sus Cienciasde Gestión derivasen en una brutal hipertrofia formal, estesalvaje sinsentido que hoy habitamos, en donde las variantesde depredación de plusvalías tienen revistas temáticas propias(Emprendedores, Ganar Dinero Hoy, Capital, Capital yNegocios…), universidades y aceptación social entre personasque dicen no ser caníbales, que no son partidarios de losgenocidios y que se tienen por seres absolutamente normales,con hobbies y todo.

Está claro que Moisés nos ha abandonado. El vellocino hasido reconstruido con una altura sorprendente. Henos puesaquí, pequeños y tontos, frente a la infinitud del billete-que-todo-lo-cubre. Oooo (admiración). He aquí el fin último de laactividad humana: ganar Dinero. El temido “objeto social”entorno al cual trabajamos sin saber porqué. La gestión, elmedio, ha devenido fin. Importa como vemos no tanto lo ges-tionado por la Economía sino la Economía misma. Me refieroal Progreso, la Riqueza de las Naciones y todas esas sandecesque sirven para entretener por lo alto a los expertos –queluego nos lo trasladan para educarnos- mientras por lo bajo el

Page 20: LEM3.pdf

20

régimen del Dinero se nos imponecomo forma única de vida. Pero abandone-

mos nuestro particular “Origen de lasEspecies” y pasemos al dominio de lo concreto.

El sencillo núcleo duro del Dinero: economy fordummies

La economía ha realizado un prodigioso procesode sofisticación, hasta el punto en que todo lo que la

rodea parece estar rodeado de un halo de turbiedad ycomplicación. Inmediatamente, surge la sospecha: ¿No habráexistido detrás de este procedimiento de ininteligibilización laintención de preservar las altas finanzas para los instruidos,que casi siempre proceden de élites y universidades selectas,señoritines con intereses materiales muy concretos (medrar,acumular) y en cuyos genes parece haberse inscrito un códigode perfecta adaptación, una ilimitada capacidad -rayana en laestulticia- para no cuestionarse nunca nada? Evidentemente,la pregunta se contesta sola. Mil veces Sí. La complejidad eco-nómica es intencionada y como sospechábamos, falsa.

Porque la economía, contra lo que casi todos piensan, esasombrosamente fácil. En cualquier caso, lo primero que hayque hacer es racionalizar el funcionamiento del comercio y lausura, así sea a una muy pequeña escala. Piensen en un crédi-to para montar ese bar que siempre han deseado y, después,imaginen una pequeña libreta en la que apuntan las cervezasen depósito, las pagadas y las previsiones del mes que resta. Acontinuación, proyecten ese sencillo régimen de endeudamien-to, compra y venta hacia el nivel que más les agrade: un nego-cio (micro), un estado (macro) o una oenegé (fair trade!). Yatienen, a grosso modo, el esqueleto de la cuestión. Pero lesadvierto: no hay que salirse de madre ni considerar este arma-zón al modo de los rapaces liberales modernos ¡que llegan avincularlo a la propia naturaleza del ser humano! Esta es unade entre tantas posibilidades de organización social, y contraella, si nos place, procede todo ataque que pueda herirla omodificarla.

La verdadera complicación, el intríngulis económico parael cual emplean los más poderosos Estados a personas conIQ’s propios de un superser, es la política monetaria y/o finan-ciera. Esto es: el equilibrio entre el precio del Dinero, la infla-ción y la capacidad de endeudamiento de los trabajadores y/omasa asalariada (considérese trabajador o no). Este es el pivo-te sobre el cual cabalga desbocada la producción eterna deinutilidades. Aquí es donde convergen el consumo desenfrena-do, la falsa necesidad de crecimiento y el ágape de los banque-ros. Hoy día, esta parece ser la preocupación primordial delhomo economicus (¡¡¡y no el actual sistema de crecimientoperpetuo en un planeta finito!!!). Sin embargo, tampoco hayque ser un Friedman ni calzarse unas gafas de pasta parasaber que estos equilibrios parten de la sangría del pardilloendeudado. Usted y yo.

El mecanismo se dispone más o menos así: que las familiasinvierten sueldo y medio en vivienda y supervivencia (casoA)… se me jode el consumo, por lo que suelto la cuerda y,como retranca, me sube la inflación. Que la gente vive bien yconsume inutilidades a ritmo de crucero (caso B), saco almonigote que representa “El Ciudadano Medio” y le aprieto

el cinturón dos huecos. Entonces subo el precio del dinero ylos usureros cobran más. Así se me compensa la cosa. Como seve, la única diferencia entre uno y otro pico es que el adminis-trado (de nuevo Usted o Yo), paga más al tendero (Caso A) oal banco (Caso B). Y a todo esto, los Expertos, que para algotienen masters-digrí y emebeás, diagnostican alternativamente“recesión” o “bonanza”, según obran en las alturas A o B.

Los ámbitos de gobierno de la Economía, a falta de uncuestionamiento filosófico de nuestra actual forma de vida,consisten en un zapateo demente fundado sobre las siguientesdos premisas:

El estado natural del ciudadano-bajo-la-economía es el delhombre-que-lo-debe todo: la gestión, entonces, consiste en irzarandeándolo para extraerle más y soltarle la rienda cuandoya no pueda respirar. La apropiación tiene diversas etapas: pri-mero se quedan con el tiempo central del día en forma de tra-bajo, después con el tiempo restante en forma de ocio y, final-mente, con el salario en forma de consumo y endeudamientosobre viviendas y automóviles.

Los momentos de bajo precio del dinero (una construcciónlingüística que se refiere a lo que cuesta devolverlo”; comoven, no salimos nunca de la usura ni de la premisa de desigual-dad social radical) son los ideales para salir en busca de finan-ciación de iniciativas con amplias expectativas de lucro. Estoparte del mito económico fundacional según el cual si tienes“una idea” y “determinación”, el mundo es tuyo, rufián. Sinembargo: ya saben ustedes, por conocidos o experiencias per-sonales, lo difícil que es sacar adelante cualquier cosa si no secuenta con un capital previo considerable.

La digresión entorno estos dos términos (endeudamiento-precio del dinero) ocupa prácticamente todo el tiempo de dis-cusión económica en un presente en el que se ha olvidadointencionadamente toda consideración moral sobre el motorbásico de funcionamiento del Capital (Marx, página 0): el pro-ceso de “extracción de plusvalías” (esto es, en cualquier caso:aprovecharse de otro, quedarse con su tiempo). Como conse-cuencia de este olvido consciente, se ha dejado de banda todaprospección de alternativas: cómo podríamos vivir, cómomerecemos vivir, cómo queremos vivir. Es, y disculpen mi arre-bato leninista, una completa apropiación del campo de batalla.Un “ustedes protesten, sí, pero ahí quietos”. Quizá decidanjugar a la contestación “ahí quietos” Attac y otras sectas refor-mistas… en cualquier caso, espero que esa nunca sea nuestraopción.

El reino de lo cualitativo. Dinero y Antipoesía

A riesgo de contradecir todo lo escrito hasta ahora, no estanto que la Economía lo rija todo –tenemos para desmentirlonuestras grandes pulsiones, fundamentalmente deseos orgiásti-cos y de conocimiento-, sino que ese “todo” viene siendo inter-pretado según sus pretensiones. O mejor: según las intencionesde sus actores.

Todo lo que disfrutamos y padecemos es reinterpretado enun metalenguaje económico ajeno a nuestra experiencia y per-cepción. Ese lenguaje constituye una mediación innecesaria,contamina nuestras relaciones y –ruego no se asusten- nos alie-na. Pero bajemos a tierra con ejemplos, que es donde mejornos vamos entender:

Page 21: LEM3.pdf

21

De unas buenas vacaciones, que vienen motivadas en todocaso por la ausencia total y absoluta de trabajo y un incre-mento radical de nuestro tiempo en comunidad, se nos cuentaque la ocupación hotelera ha sido casi completa y que el turis-mo ha crecido un 30% respecto a “ejercicios” anteriores.

De un incremento en la calidad de nuestros caldos (cuyoresultado, fundamentalmente, lo aprecian sólo nuestro pala-dar y nuestra cogorza) se nos cuenta que “las exportacionesvitivinícolas” han aumentado un 32% este año y que hayunas grandes perspectivas de expansión por el sudeste asiáticoy otras economías emergentes.

De un buen disco de un drogadicto londinense cualquierase nos explica para valorarlo, en lugar de tratar de diseccionarsu tilín seductor y sus melodías, que ha vendido 200.000 uni-dades y que el tipo se ha comprado una casa en una de lasmejores zonas de Westerhamfordshire.

Del actual colapso de nuestra ciudad, arruinada y artificia-lizada por la industria turística, cultural y del ocio programa-do, se nos explica que Barcelona es la primera ciudad comodestino de Congresos Internacionales y que más de un 80%de las grandes corporaciones internacionales han decididoinvertir aquí y abrir sucursal.

Dejo aquí los ejemplos. Creo que ya habrán entendido. Ninguno de nosotros desea vivir en un mundo interpreta-

do así. Hay que estar loco o muy equivocado para vivir en un“ejercicio” económico, sumido en la comparación perpetua deperiodos y la valoración interminable de cantidades.

Alguno tendrá ahora ganas de abroncarme: ¡que eso es laprensa, que esos son los medios! Y sí, tienen razón. Pero no estan sencillo. Hace tanto tiempo que se irradia este lenguaje (ysu consiguiente ideología) que su radioactividad ha infectadoletalmente al homo democraticus.

Hablen ustedes con sus vecinos y compañeros de trabajo yverán como encontrarán entre ellos numerosos “ciudadanosejemplares” orgullosísimos de un progreso material que no seavienen a comprender y para cuya exposición sólo puedenemplear una terrorífica jerigonza economicista, fundada sobrevaremos cuasi-místicos que requieren unas buenas dosis de fey de retórica autojustificativa.

Ahí, en ese pensamiento mágico abonado por la economíaes donde encontramos el argumentario de “los puestos de tra-bajo”, del “crecimiento del PIB” o de “la renta per-cápita”, de“la creación de riqueza” y de (mi ejemplo favorito) la mejorade la “calidad de vida” (cuando les sueltan eso… ¿no lesentran ganas de preguntar qué vida?). Por no hablar de metá-foras tales como “el ascensor social” o “el goteo keynesiano”,propias de imbéciles que pretenden poetizar la inhumanidadeconómica.

También en ese caladero lingüístico pescaremos en segun-do término la indiferencia ante el embetunamiento de loscampos (otro cinturón, otra autovía, otro ramal, otronudo…), la tala masiva de bosques, la construcción intermina-ble de nichos domóticos verticales y el envenenamiento salvajede ríos y mares, pues todas estas formas de destrucción sonfactores “dinamizadores” de la economía. O cuanto más, sinos ponemos el gorrito socialdemócrata amabilista, sacrificios“sostenibles” que la economía requiere.

Por otra parte, sus efectos pedagógicos no han sido menosdesastrosos. O si no piensen en la robotización de ese asala-riado habitante de un zulo de 30m2 que invierte todo su tiem-

po libre en decorar su horrorosotransporte motorizado, ese ser incapazde detectar su propia miseria y que para justi-ficar su infinita mediocridad adopta a la defen-siva el lenguaje y la ideología del enemigo.Hasta tal punto que se tranquiliza recordandosus cadenas: “Tengo suerte: la economía marchabien y tengo trabajo”. Llamarle gilipollas (quetambién) es quedarse a media explicación. La otramitad del cuento sólo la encontrarán ustedes en estemundo conocido y explicado por la economía.

Así estamos, muchachos. Este es “el reino de locuantitativo”, como cantaba Vaneigem.

Y al margen de explicar de forma clara porqué nuestrosvecinos y compañeros de trabajo hablan “raro” y hacen conti-nuas referencias al euribor, al IPC y a todas esas estupidecesabstractas que nunca podrán interesar realmente a nadie, eneste diagnóstico puede encontrarse también la causa de que,desideologizada y deshidratada, la política practicada por ins-tituciones y mayorías haya dejado de interesarnos. Traducidala totalidad a términos económicos, sólo hacen falta gestores.Y el ámbito de lo gestionable es el ámbito de las personastomadas como números y las calles como trazos de un mapa.El ámbito de la más pura inhumanidad, sin exagerar un pelo(de ahí que, para contrarrestar este efecto de deshumaniza-ción, la publicidad haga su principal esfuerzo en la “persona-lización” de los mensajes, que no es otra cosa que un falsoproceso de rehumanización del mensaje económico fundamen-tal: “consume, ciudadano”). Incapaz de concebir sujetos, departicularizar una vida o un lugar, la “gestión” de lo moneta-rio –principal objeto de la actividad económica- deviene siem-pre el fin de la pasión. En el Dinero y sus Ciencias de Gestiónhallamos el núcleo que separa irreconciliablemente la poesía yla vida “economizada” de las mayorías. Y tal vez sea este elpunto por el cual guardamos un rencor cada vez mayor hacialos creativos publicitarios –que hasta hoy, y ya basta, hancontado con cierta bula de la teoría crítica-, pues al arrimar elimaginario colectivo hacia el terreno de la planificación delconsumo (otra rama más de la gestión económica), ejercen dedespoetizadores profesionales. Ensucian nuestra imaginación ynuestros referentes culturales.

Podemos concluir al fin que no se trata tanto del común,cuyos mejores momentos los pasa inmerso en borracheras,entre comentarios canallas, consagrado al fornicio o disfru-tando un paseo tras un frugal desayuno en una mañana lumi-nosa (eso que tenemos a bien catalogar como “vivir la vida”,tan ricamente), sino de una forma de interpretación de losacontecimientos que “fabrica realidad” y que fundamental-mente está destinada a hacernos creer que lo malo es bueno(malo que tu ciudad se colapse pero, epa, bueno para la eco-nomía), y que de los beneficios de unos pocos empresariostodos “pillamos cacho”.

-¿Y qué podemos hacer en contra de la economía?- palpi-tará probablemente su esponja, apretada tras esos parietalestan bellos… No lo tengo muy claro. No era mi intención tra-zar aquí ningún plan que haya que “gestionar”, con su habery su debe. Todo lo que puedo decir es que siempre que vivancon pasión y se preocupen poco (o nada) por el Dinero, esta-rán haciendo todo lo posible.★

Page 22: LEM3.pdf
Page 23: LEM3.pdf

Cosas

oempiezanqueque

por

por Kevin Pearce(trad. Kiko Amat)

Cuarta y �ltima entrega:Parte 2; Cap�tulo 3

Page 24: LEM3.pdf

2524

El pop tiene que ver con singles, canciones solitarias, afir-maciones completas en sí mismas. Siempre ha sido así, ysiempre lo será. Así que los Jam son el grupo pop más

grande de la historia, pues eran el mejor grupo de singles de lahistoria. Ni Stones, Supremes, Beatles, Beach Boys, Buzzcockso Blondie se les acercan.

Dieciséis dulces y agudos singles de éxito vertiginoso.Todos esos hits y todas esas apariciones en el Top Of ThePops. Pop positivo, palpable y poseído. Desde los acordes decombate con los que empieza “In the city” y las promesasincendiarias de “All around the world” hasta el maníaco punkMotown de “Town called malice” y el ritmo pisoteante, sin-fónico y celebratorio, de su canto de cisne “Beat surrender”.

Paul Weller, príncipe de la filípica, ocupa un lugar dehonor en el panteón del pop pantera. Traje negro, camisablanca, corbata negra, pelo corto a lo mod, blandiendo suRickenbacker, agitando el brazo, masticando chicle, las venasa flor de piel, los dientes fuertemente apretados, una barbillade cincel propulsándose hacia delante, moviéndose como unboxeador, saltando como una pantera. Allí, en la pantalla deTV en la cima del prime time, tan elegante, tan astuto.Suficientemente astuto como para disolver su grupo cuandoestaban en lo más alto.

“Quiero que todo lo que hemos conseguido sirva de algo,y odiaría especialmente vernos acabar viejos y ridículoscomo muchos de los demás grupos. Quiero que termi-nemos con dignidad. Lo que hemos construido HA SIGNI-FICADO algo. Para mí ese algo implica honestidad,pasión, energía y juventud. Quiero que se conserve así, yque quizás sirva como pauta para que surjan nuevos

grupos mejorando y expandiendo la idea inicial.”Paul Weller, Octubre de 1982

En cuanto a singles, en la línea que va de “Strange town”hasta “Funeral pyre” tiene lugar una permutación sin igual.Sonidos extraños y temas más extraños aún. Cimientos dub yun fino hilo de desilusión, disconformidad y discordia. Lasombra de la soledad, del aislamiento, del no-conectar, del no-encajar, está siempre allí. “Funeral pyre” era burlona, desagra-dable, mostraba a los Jam más feroces y huraños.

En cuanto a estrellas del pop, Weller es una de las másextrañas. Intenso, intensamente privado, atrayentementehumano, duro, heroico, falible. Cometió errores en público,pero siempre volvió a levantarse. Fiable como un zapatoDr.Martens, todavía podía sorprender y herir si se lo pro-ponía.

Weller posee una fortaleza increíble. Cuando hizo falta seenfrentó a Sid Vicious, e incluso a un equipo de rugby entero.Es la estrella del pop con los principios más elevados. Cuantosmás trucos y ardides publicitarios empleaban los demás, másmoral y severo se volvía Weller. Acabó convirtiéndose en elNuevo Puritano, pero seguía siendo tan divertido y glamurosocomo el que más. Lo único que Weller decía era que el popdebía tener algo de sustancia. En eso predicó con el ejemplo,hit tras hit.

A Weller se le criticó por ser un hijo de vecino cualquiera.Cualquiera podría ser ese hijo de vecino. Pero hay gente quetiene vecinos extraños. Weller era natural tal vez, pero nuncanormal. Algunos grupos han cultivado para sí mismos unaspecto corriente de manera ofensiva, pero la gente corrienteno toca en grupos. Si lo hiciesen no irían todos vestidos igual.

“Making a stand against the world”

Cap�tulo 2“Si el amor era pasión, el odio tenía que ser obsesión”

Jeanette Winterson, La Pasión

“Saber que alguien en este mundoSe siente tan desesperado como yoSaber que alguien en este mundoAma con una pasión llamada odio”

The Jam, “Start!”

Page 25: LEM3.pdf

26

De joven, Weller viajó a menudo de Woking a Londres, sutierra prometida, absorbiendo la atmósfera y grabando lossonidos. Julie Burchill se apropió de esa historia para el per-sonaje de Susan Street en Ambition. En una ocasión, Weller sepuso un delantal vuelto del revés para salir en Top Of ThePops. Y, lo que es más extraño aún, cuanto más éxito tuvo,más involucrado políticamente se volvió. Sus contemporáneosmás célebres, al contrario, se deshicieron convenientemente desus ideales y convicciones por el camino. A la gente corrienteno le gusta la política. A la gente corriente le gustan las can-ciones de amor, material inocuo y discreto. Weller se mantuvoallí, despidiendo vitriolo y a la vez ganando una fortuna. Lagente corriente nunca se lo perdonaría.

“Su cara era como una herida que necesitara vendajes. Lasvendas habían sido arrancadas, el humor gentil, la tole-rancia y la buena voluntad, así que lo único que quedabavisible era el dolor crudo y sangrante, la furia y laamargura más frustrada y terrible”Tennessee Williams, In memory of an aristocrat

En el epicentro del ciclón del punk rock, Weller era unrebelde, un inadaptado. No encajaba con los más famosos desus coetáneos, y en las quinielas de credibilidad punk rock nise clasificaba. Intencionadamente lo empeoró todo con decla-raciones juveniles faltas de tacto, pero hay que comprenderque él no tenía detrás a ningún mentor enterado que pudieraindicarle qué decir.

Weller nunca hizo promesas de charlatán, al contrario:invirtió su dinero en editoriales (Riot Stories), sellos discográ-ficos, estudios de grabación y siempre se preocupó en acabarsus actuaciones temprano para que los fans más jóvenes alcan-zaran a coger transporte público hacia casa. Los actos pesanmás que las palabras. A finales de 1989, Weller era uno de lospocos que organizaron conciertos con fines benéficos para lostrabajadores de ambulancias en huelga, cuando cinco añosatrás todo el mundo tocaba para los mineros.

Lo más extraño de todo es esa debilidad por lo mod queWeller ha tenido siempre, ese hábito que parece no apagarsenunca: “Supongo que se trataba de algo distinto, de algonuevo. En aquella época, el ’75, no había nada. Supongo quetodo el mundo debía tomarme por loco. Empecé a escuchar alos Kinks y Who del principio. Me empezó a interesar la ropa,todos los aspectos. Incluso tenía una scooter bien arregladacon la que me movía por ahí. Era algo diferente. Era como siyo fuese el único que estaba metido en aquello; eso me hacíasentir bastante valiente”

En términos mod, Weller empezó siendo un ticket, un stateque llevaba campanas y bambas de baloncesto, y terminósiendo el face definitivo, el dios mod. “Es algo muy personal,un poco como una religión. Todavía me considero modernista.Siempre tengo que intentar elevarlo”. Progresión, éxito, rareza,todo encajaba; el look, la forma de vida, todo. Mark E Smithdijo: “No hace falta ser raro para estar conectado. No hacefalta ser americano para ser extraño. No hace falta ser extrañopara ser extraño”. Tan solo hay que echarle un vistazo aBeefheart en la portada de Safe as milk.

Weller es el responsable del mal llamado resurgimientomod del ’79, lo que nunca fue su intención. El nuevo rollo modera solo culto a una personalidad, el Movimiento Paul Weller.Todos ansiaban ser Weller. Tuvo gracia durante un tiempo,creó unos cuantos buenos discos de pop ruidoso, pero en rea-lidad no significaba nada. Mucha de la gente involucrada en eltema era estúpida, ovina, bovina. El culto era completamenteopuesto al verdadero espíritu mod. Los auténticos descen-dientes directos de los mods eran los soul boys, con sus Fordsnuevos, sus joyas ostentosas, sus flequillos largos ladeados, suspeinados con raya en medio, todos gastándose fortunas en loúltimo en ropa de marca y en discos recién publicados de souly funk americano de importación.

Una consecuencia positiva de la revisitación masiva delfenómeno mod fue el aspecto educativo. Weller dirigió a susjóvenes discípulos hacia delicias del estilo de The Action, TheCreation, Colin McInnes, Adrian Henri, Joe Orton, SydBarrett, 60’s soul, scooters y trapitos elegantes. Weller abrióinnumerables nuevas perspectivas para una nueva generación.Demostró que el pasado estaba allí para ser utilizado comotrampolín hacia el futuro: “No puedo rechazar lo que hasucedido antes. Hay cimientos que debemos explorar”.

El lado negativo de todo eso era que cada vez que los Jamtocaban en directo se enfrentaban a un feo mar verde. Parkasuniformes, parches, zapatos Shelleys y devoción ciega. Fansno-pensantes e insensibles, conformistas, perniciosos, cantu-rreando estúpidamente las canciones en aquellas salas imperso-nales, gira tras gira.

“No vivas de acuerdo con los roles que se te han asignado.En tu interior hay mucho más de lo que muestras. Pero lomantienes oculto, como todo el mundo. Te da miedo

Parches, cuellos redondos y el peinado mod-punk 1977

Page 26: LEM3.pdf

27

demostrar que te importa; eso te haría vulnerable. Así quellevas ese fantasma alrededor tuyo a modo de disfraz”.The Jam, “Ghosts”

Los Jam fueron la excepción que confirma la regla. Éxitocomercial acompañado de crecimiento creativo. El clásico casode madurar en público. Y en este caso, madurar no significabalimar las aristas. Así que los Jam, al final, resultaron ser másque un grupo de singles. Todos sus discos han envejecidomejor que los de contemporáneos más afamados como losClash o los Banshees.

A pesar de que los Jam empezaron simplemente tocandoruido mod actualizado y primario, era pop primigenio, básicoe instintivo, a su manera igual de catártico que The Pop Groupo Birthday Party. Lo más destacado de In the city, el primer LPdel ’77, eran “Away from the numbers” y “Sounds from thestreet”, dos baladas tan bellas y dolorosas como “Don’t sellyour dreams” de The Pop Group o “Six inch gold blade” deBirthday Party. Dave McCullough dijo que Teenage Jesus &The Jerks, el terror de la No Wave neoyorquina, eran los Jamboca abajo, porque compartían la misma tensión a tresbandas.

La segunda colección de canciones del ’77, This is themodern world, parecía algo menos petulante. La oleada deadrenalina que da título al LP es un malinterpretado “Que osjodan” en tono de burla a sus detractores pasados y presentes,pero de nuevo el plato fuerte del álbum son dos baladas. “Lifefrom a window” dice así: “Contemplando un cielo gris,intento pintarlo de azul, azul adolescente”. “I need you” dice:“Te necesito para que me mantengas sobrio cuando el mundono parece tan grandioso, y es difícil, ¿sabes?”. Hay algo enor-memente triste y solitario en esas canciones. La rabia callada,la tormenta plácida.

Los Jam grabaron y desecharon un LP antes de progresarhacia All mod cons. All mod cons de los Jam y Missing chairsde Wire fueron los discos de 1978. Combinaban la mar debien. Estéticamente, All mod cons es impecable, con sus dianaspop art y sus ingeniosos collages mod. La canción que másdestaca es “Mr. Clean”. En cuanto a hostilidad manifiesta yabierta, solo el “Mr. Suit” de Wire se le acerca: “Estoy hartode que me digan cómo he de pensar, estoy harto de que medigan qué tengo que hacer, estoy harto de putos farsantes, túlo has dicho, estoy harto de tí, no, no, no, no, no, Mr. Suit”.La ambientación de “Mr. Clean” son unos arreglos irónica-mente dulces y cálidos a lo Rubber soul. Es una canciónambigua en la que no queda claro si Weller se lanza a layugular de los pijos de colegio privado o de los chicosmodernos de colegio público que han traicionado sus raices. Ode los dos a la vez.

Justo antes de que saliera Setting sons, en septiembre de1979, los Jam y Joy Division, como dos torres eléctricasgemelas, aparecieron juntos en el programa televisivo juvenilSomething Else tocando respectivamente “When you’reyoung” / “Eton rifles” y “Transmission” / “She’s lost control”.El movimiento y la amenaza implícita de ambos grupos fueremarcable. Tenían mucho en común; los dos eran elegantes,limpios, duros, privados, apasionados. Todo encajaba.

Cuando Setting sons apareció a la vez que el Dragnet deThe Fall, resultó extrañamente natural relacionar los dosálbumes. Hacían una buena combinación. Setting sonsdemostró que los Jam estaban a la altura de los grupos nuevosmás vitales, a pesar de que el LP contenía pocas sorpresas.Sound affects, de 1980, es mucho más gratificante y raro yprofundo. Es un disco más fracturado y complejo, y contienealgunas de las canciones no-de-single más poderosas de Weller.“Pretty green” une Joy Division con los Kinks. “Scrape away”es PIL y Beatles; música de baile brillante que tiene algo quedecir, con un inmortal canto de Pace! Pace! Pace! ¿Ritmo?

¿Speed? ¿Paz en italiano?. En la portada aparecía el mismofragmento de Shelley que Marie Lloyd, la reina del MusicHall, recitó durante un piquete de los teatros de Londres.

En los 80, Weller había abandonado por completo las can-ciones que eran simples historias de observación social. Lascanciones del nuevo estilo eran más abstractas, más directa-mente desafiantes, como la anti-fascista y anti-moda “Set thehouse ablaze”: “Creo que hemos perdido nuestra percepción.Creo que hemos perdido de vista las metas por las que debe-ríamos estar luchando. Creo que hemos perdido la razón. Nostambaleamos ciegamente, y aquella visión debe ser res-taurada”.

En 1982, cuando el single “Town called malice” /“Precious” arrasó en los charts hasta llegar al número uno, losJam volvieron al Top Of The Pops. Weller escudriñaba elterreno escondido tras un flequillo peinado con raya en medioa lo Steve Marriott y blandía una Rickenbacker en la quehabía pintado una rosa roja. Era una completa reivindicación.

“A los débiles y a los innobles, a todos aquellos cuyasmentes están fijadas en lo propio y la propiedad, les convieneencogerse ante la mirada censuradora del rico y arriar elsagrado emblema. ¡Izad entonces el estandarte escarlata bienalto, pues a su sombra debemos vivir o morir! ¡Aunque loscobardes retrocedan y los traidores se burlen, aquí manten-dremos ondeando la bandera roja!”

Jim Connell, The red flag

Fue raro reencontrarse con Weller en el momento en queestaba en la cima del éxito, con el cabello mod muy corto yuna sudadera Lonsdale, tocando para el CND y The People’sMarch For Jobs, incómodo e inquieto. Acabó poniéndolo todoen su siguiente álbum, y fue un proceso doloroso. La colecciónde canciones de aquel The Gift era espectacularmente rítmicay estridente, como demostraba la adaptación del clásico nor-thern soul “So is the sun” de The World Column, retitulada“Trans-Global express”. Un LP clásico de soul que confirmólas teorías de Joe Strummer: Weller acabaría siendo uno de losgrandes cantantes soul. Pero el momento de parar habíallegado.

The Jam: 2 mastuerzos y un señor

Page 27: LEM3.pdf

28

“Si pretendes continuar escribiendo buenas cancionestienes que reorganizar tu entorno y tu circunstancia de vezen cuando”.Paul Weller, Smash Hits noviembre de 1982

Tras separar a los Jam, Weller regresó en 1983 con TheStyle Council, un grupo de trato más fácil y con una estructuramenos organizada. No era posible apasionarse y ser partisanocon ellos de la misma manera que era posible creer en los Jam.Pero, aún así, los Style Council tuvieron sus momentos:“Speak like a child”, “Long hot summer”, “A solid bond inyour heart”, “My ever changing moods”, “You’re the bestthing”, “Walls come tumbling down”, “The lodgers”, “Life ata top people’s health farm”; una ristra de grandes singles pop.Más de lo que muchos consiguen.

Con The Style Council, Weller trató por todos los mediosde distanciarse de los Jam. Se regodeó en cada capricho. Seaprovechó de la libertad que acababa de estrenar. The StyleCouncil podían parecer inconsistentes, pero consiguieronhacer grandes cosas mezclando tendencias y combinaciones.The Style Council a veces se encontraron con que no daban enel blanco. A veces sonaron forzados. A veces daban vergüenzaajena, simplemente. Sin embargo, valía la pena saber queWeller estaba allí fuera haciendo lo inesperado.

Los mejores The Style Council acertaron siendo absurda-mente perversos, un grupo de entendidos que disfrutaba con-fundiendo a la gente. La primera cara del odiado último LP deStyle Council de 1998, Confessions of a pop group, nosmuestra al Weller más creativo y terco, siempre llevando lacontraria. “The piano paintings” es una infusión de Debussy,Curtis Mayfield, Burt Bacharach, Donald Byrd, los Beach Boysy la MJQ, y eso es una infusión extraña donde las haya. Encualquier caso, vale la pena comprarse el disco tan solo por laclase que tiene esa portada.

Que The Style Council continuaran con una fiel versión delclásico himno deep house “Promised land” de su contempo-ráneo Joe Smooth probaba de nuevo que Weller seguíareceptivo a nuevas evoluciones, consciente de lo que sucedía asu alrededor, y siempre dispuesto a probar algo nuevo.

Después de haber disuelto a The Style Council, el retornode Weller en 1990 reclamando su corona fue impecable. Para

entonces ya se alababa a la gente que mezclaba sonidos yestilos, aunque Weller había sido ridiculizado en el pasado porhacer exactamente lo mismo. Su sentido de la oportunidad fuebrillante.

En la primera aparición pública del Paul Weller Movementfue fascinante ver desde tan cerca a Weller tocando. Parecíaimposiblemente joven, sano y cool. Volvía a lucir un inma-culado corte de pelo mod, sta prest y un polo casual conti-nental, y daba la impresión de sentirse seguro de sí mismo,enérgico, dándolo todo, ejecutando solos a lo Ernest Isley ybreaks estilo Kenny Burrell.

No era difícil cogerle cariño, teniendo en cuenta que losJam habían sido el grupo más frío en directo, voluntariamenteno comunicativos, como Kraftwerk, el definitivo grupo modalemán. Curiosamente Weller El Vencedor sube a cimas másaltas, de algún modo, por alguna razón. “Porque aún tengofuerza, y no tiene ningún sentido dejar de empujar”.

El hecho que los 90’s empezaran con Weller celebrando surenacimiento, dirigiendo su nueva visión mod hacia el 2000,cuando todos sus coetáneos punk estaban viejos y gordos, ven-diendo cerveza y tejanos para los USA, fue otra de esaspequeñas ironías de la vida. Al menos hay algún futuro en elsueño de Weller.★

“O lo tienes o no lo tienes…”

Ep�logo

“Todavía vamos un paso por delante de vosotros”The Fall, Live at the witch trials

“El arte, en su ejecución y dirección, depende el tiempo en elque vive, y los artistas son criaturas de su época. El arte máselevado será aquel cuyo contenido conciente presente multi-plicados los millares de problemas del momento, el arte queha sido hecho pedazos por las explosiones de la semanapasada, aquel que constantemente trata de recolectar susextremidades tras el choque de ayer”.

Richard Huelsebeck, Dadaist manifesto

Y así son las cosas. Y así serán, mientras algunos se sigansintiendo fuertes. Mientras algunos continúen actuando demanera extraña. Individuos, movimientos, ideas, acciones.Gente obsesiva yendo a su aire. El tema de la “O” otra vez,naturalmente.

Imaginad cada nueva desviación, cada una de sus consi-guientes respuestas y ramificaciones, todas ellas empapadasdel verdadero espíritu obsesivo. Como debería ser. Como aveces es.

Parece que está claro, ahora. No tengas miedo a atre-verte, atrévete a dar miedo. Atrévete a ser raro, y eso podrállevarte a cualquier lado. Aprovecha el momento, aprovechacualquier cosa. Está todo ahí, listo para ser usado.

El cambio es constante. Es algo continuo. Recordad lo quedijo Kerouac: “Siempre hay algo más, un poco más allá,nunca termina”. ¡Oh, pioneros!

Page 28: LEM3.pdf

29

“Mis miedos irracionales” por Dale Shaw“Ser el segundo advenimiento de Jesucristo / Haberme hecho caca en los calzoncillos / Que todo el mundo en La Tierra esté implica-do en una conspiración contra mí / Ser retrasado de verdad / Ser estúpido de verdad / Que la gente piense que soy inválido / Apestarde verdad / Tener cáncer de culo / Tener gusanos / Vomitar y que haya gusanos en el vómito / Que se me vaya la olla y mate a alguien/ Que el ventilador del techo se me caiga encima / Vender accidentalmente mi alma al diablo / Que se estrelle mi avión / Que todo elmundo piense que soy un enterao / Que todo el mundo piense que estoy loco / Empezar a llorar y no poder parar nunca / Que meentre un ataque de hipo y no pueda parar nunca / Volverme ciego - sordo - tonto / Tener un sueño húmedo / Que Dios me esté miran-do / Tropezar y caerme bajo un autobús en marcha / Tropezar y caerme de culo / Oler a pis / Que todo el mundo sepa que mi noviame ha dejado / Que mi talento nunca sea descubierto / Morirme y que no haya nada más / Que la tele explote al encenderla / Que micoca-cola esté envenenada / Que la gente piense que soy australiano / Ser tonto / Haberme perdido / Estar muerto”. ★

Page 29: LEM3.pdf

30

“And oh, of broken promises, where you have deci-ded nothing changes / They promised me paradise ifI fell under their spell / Glazed-eyed passive citizenssuit them very well”McCarthy, “The Well of Loneliness”

“Once, long ago , there’s a man who made a TVshow / Spent all his savings, every penny , so thatwe would know / But, this poor man, had few fansand his boss wouldn’t pay him / So, I thought up of away for him to escape”The Times (grupo definitivo de Edward Ball, ex-Television

Personalities) “I helped Patrick McGoohan to escape”

¿Vale que tú eres un agente secreto? ¿Vale que sabes unSECRETO que todos los malos quieren saber? Pues resultaque además tú eres alguien íntegro, así que presentas la dimi-

sión y te piras con tu Lotus descapotable color avispa a tu casa….Pero entonces, alguien te seda con un gas y después amaneces enuna especie de cruce perverso entre macrobalneario de lemmings,urbanización de la costa y campo de golf rodeado de mar: balo-nes de playa debajo de la quijada, ¿eh?. Bien, pues despiertas enesa villa ordenada como un jardín francés, donde la gente te sigueel rollo y te sonríe, pero donde sólo quieren algo: la informaciónque tú tienes. Una isla donde siempre tendrás la nevera llena y eluniforme planchado, pero de la que no podrás salir hasta que tetraiciones a ti mismo y largues tu secreto. “El intercambio de unagarantía de morir de aburrimiento por la garantía de no morir dehambre era un buen negocio”. Esto último lo ha dicho GreilMarcus, pero en este caso tú no piensas lo mismo. “Hay genteque recorrería océanos en la búsqueda de una dirección para susenergías”, suelta en una ocasión Number 2, el capo de TheVillage. Y, claro, está hablando de El Prisionero. Y también de ti.

Has llegado a una villa donde miles de ojos monitorizados yteledirigidos te vigilan, donde nadie sabe quién manda, perodonde todos obedecen coreográficamente como autómatas idio-tas. Todos menos tú: el prisionero, que dices no-no-no como un

El secreto de…

por Miqui Otero

Cómo un James Bond antipático pero íntegrodemostró que la democracia es un campo degolf minado de agujeros negros, pelotashinchadas y sonrisas cínicas.

Page 30: LEM3.pdf

31

chaval que no sabe lo que lleva la cuchara que le quieren meteren la boca pero que se huele que es chungo. ¿Nunca te ha sucedi-do algo parecido? Lo único que ellos quieren es que te pase comoal final del libro de Orwell: “Dos lágrimas, perfumadas de gine-bra, le resbalaron por las mejillas. Pero ya todo estaba arreglado,todo alcanzaba la perfección, la lucha había terminado. Se habíavencido a sí mismo definitivamente. Amaba al Gran Hermano”.Sólo que tú le tienes una tirria sobrenatural al Gran Hermano, alos supervillanos que nunca enseñan la cara, a la gente que selleva la pasta de tu trabajo, a los que exprimen tus ideas y másaún a que te reduzcan a un número. Por eso aguantas todas lastorturas y también por eso quieres fugarte. Y precisamente poreso sabrás guardar tu secreto.

En 1967, cuando los Beatles estaban de compadreo místico ya dos velas con el Mahesh Yogui, cuando Gilberto Gil se estabaponiendo hasta la bandera de ayahuasca en los meses pre-Tropicalia escuchando “Strawberry Fields”, cuando el año-conste-lación del 68 estaba a punto de explotar… millones de ingleses seengancharon a esta serie de televisión, a este secreto. Cuatro déca-das después, aún hay logias de fans de El Prisionero, la gente aúnintenta saber cuál es ese secreto y aún silba la sintonía, aún hayquien se despide con el saludo de The Village: Be seeing you.

El camino de las epifanías-scalextric

que lleva a El Prisionero

Al Prisionero, el personaje de esta fábula política por la víade la psicodelia, a este héroe del contraespionaje en el limbo de laguerra fría y el Swinging London, lo durmieron como a Mister Ty no recuerda cómo llegó a The Village. Pero a mí me gustaríamostrar el camino por el que yo llegué. Así que, ya puestos, te hepreparado una cuenta hacia delante, un recorrido por el circuitode los gestos de los personajes-flecha, las pequeñas escenas queindican direcciones, de mis conexiones hacia lo que te quiero chi-var, de las epifanías-Scalextric: las que hacen CLIC en un cruce ycambian la pista de tus ideas hacia otro sentido.

Número Uno: “Tienes que desaprender todo lo que hasaprendido”, susurra el retaco color Blandiblup y cara de jíbaro-Pujol posado en el talón de un tipo que está haciendo el pino. Loque nos soltó el Maestro Yoda en La Guerra de las Galaxias esbastante más jevi que aquello que dijo Panero: “La escuela es unainstitución penal donde te enseñan a olvidar la infancia”. Dehecho, el sabio consejo del profe de los Jedis debería desatar ennosotros una furia pirómana de recuerdos inútiles en planFahrenheit 451 pero a lo bestia. Después creo que Vic Godard yotros punks un poco listos dijeron cosas parecidas, pero el epílo-go a este clic está en un punto-pegatina de la editorial Pepitas deCalabaza: un dibujo de Karl Marx y un bocadillo donde se lee“Me cago en todo lo que estudiao”.

Número Dos: “Los muebles de esta casa son falsos. Volverécuando los hayan cambiado por otros verdaderos”. Esta es lanota que Arsenio Lupin, ladrón de guante blanco y dandy delescapismo sin par, dejó en la casa de unos ricachones ostentosos

cuando entró a limpiarles la casa. Seguramente cuando el dueñode la mansión se sacó el monóculo, se sintió mucho más dado porel sufijo de la palabra que designa lo que se había puesto en elojo (por el –culo, vamos) que si se lo hubieran robado todo.Cuando lo leí, me pareció un gesto político sublime. Esto sucedeen uno de los cuentos de la primera década del siglo XX deMaurice Leblanc, pero todo cobró aún más sentido cuando vi quela versión del Lupin de los dibujos animados era una especie demod francés que usaba botines Chelsea y corbata estrecha y quereía todo el rato. Y el remate vino cuando leí esa famosa frase deBertolt Brecht con la que he machacado mil veces en textos y con-versaciones: “¿Qué es robar un banco comparado con fundar-lo?”.

Número Tres: “Pierrot está loco, Pierrot está loco… Pero des-pués siempre va por esta carretera, sin desviarse ni un milímetro”,bromea poniendo morritos Anna Karina en una peli de Godard.Y entonces, Belmondo da un volantazo al Ford Galaxy que acabade robar, rojo Marlboro y brillante como un cangrejo de carame-lo, lo saca de la carretera, lo conduce sin manos a través de uncampo y lo mete directo en el mar: plás. Esto no es una oda a lainmensidad de la libertad en el azul del océano, ni del suicidioromántico y dramaqueenista; no, esto es una gamberrada simbóli-ca sobre el juego de los caminos marcados y el juego de intentarcrear tus propios caminos.

Número Cuatro: Esta es fácil. La he explicado muchas veces.Aquella escena de la carrera en el reformatorio en La soledad delcorredor de fondo. Cuando Tom Courtenay –zapatos baratos, fle-quillo caro- quiere perder una carrera, quiere apretar los dientes,sonreír poderosamente y demostrar que lo que muchos entiendenpor victoria para él sería una autotraición. Victoria pírrica contragloriosa derrota. Kiko Amat habla de ello también en Cosas quehacen BUM. Pero, antes, hay otra igual de buena: harto de lamiseria que le rodea y con un fajo de billetes en la mano, harto deuna tele idiota, harto de la música horrible de la radio, harto delas mesas camilla y de la familia corsé, se sienta en la esquina deuna habitación a oscuras y prende fuego a un billete.

Número Cinco: “Es para la guerra de Indochina”, apelan alpatriotismo franchute dos escolares con una taza-hucha metálicaa la deriva por las calles de París. Lo que están haciendo es usarel heroísmo impuesto por sus mayores, pasárselo por el forro desus libros y gastarse la pasta que les han dado esas engoladasalmas caritativas en honor a la defensa colonial. La pasta que hanrecolectado de los bolsillos patriotas sirve una escena despuéspara comprar (y robar) discos de Charlie Parker. Eso sucede enuna peli francesa de Louis Malle y la verdad es que no está nadamal. Poco después, en un balneario pijo, uno de esos niños casihostia a un chaval monárquico y colonialista de su edad. Causa-efecto.

Y, aquí viene el Número Seis, ya hemos llegado a The Village,donde estaremos prisioneros un rato:

“Where am I?” “In the Village.”

Page 31: LEM3.pdf

32

“What do you want?” “Information.” “Whose side are you on?” “That would be telling.... We want information. Information!INFORMATION!”

“You won’t get it.” “By hook or by crook, we will.” “Who are you?” “The new Number 2.” “Who is Number 1?” “You are Number 6.” “I am not a number — I am a free man!”Y Risas del número 2. ¿No os suena de algo esa risa? ¿Y esa impotencia?

Por qué fue importante descubrir al Prisionero

“Nothing can hold Houdini a prisoner”, dice el cartel deaquel teatro de entreguerras. Bien, yo tengo una respuesta para elfamoso escapista húngaro que se libraba de todos los candados ycadenas del universo. Houdini, eres el primer superhéroe y tam-bién eres un gran modelo a seguir, pero no hay ganzúa paralibrarse del aburrimiento y del control a distancia. Y por eso esimportante que incluso tú descubras el secreto del Prisionero.

Descubrir El Prisionero es importante para reconocer torturassutiles y yugos holgados del mundo que nos ha tocado en desgra-cia. Reconocer sus dos principales frentes de ataque, el aburri-miento y el control, es la mejor forma de combatirlos. Quizá poreso, esta serie enganchó a todos los ingleses delante de televisorescon cuernos justo en los años en los que se creía en el poder libe-rador de las ideas de la contracultura.

No los enganchó por la estructura de los capítulos muy pare-cidos entre ellos, sino por la ilusión de la fuga. Y no enganchó amasas de adictos al fish and chips, concretamente a 11 millonesde ingleses, por el carisma del actor, sino por la idea que encarna-ba y porque, amigos, no explicaba la historia en un tocho delomo dorado, sino en una serie de televisión con música trompe-tera a lo John Barry, espías, uniformes de colores y pistas y con-traseñas.

Y eso no es tan fácil. Patrick McGoohan, protagonista e ideó-logo, es un actor nefasto, tiene una sonrisa ladeada e impostadade galán mudo y trasnochado y un peinado aplastado modelolametón de vaca; es un tío megaborde y sólo conoce una risa: lanerviosa. Tiene más mala leche agriada que el más jodido de losangry young men, es síntesis y caricatura de todos ellos, perotiene algo: es fiel a lo que cree y es un catalizador que separa ladignidad de la mierda.

Su antipatía es muy importante en un escenario de cartón pie-dra donde todos los torturadores en potencia sonríen a su paso:TIENE que ser antipático y torpe. Tenemos que empatizar consus ideales y no con el personaje: Michael Caine en este papelhabría sido un desastre porque lo habría humanizado. No tiene

por qué sonreír. Le están metiendo una varilla rota por el peor delos agujeros mientras lo invitan a disfrutar del paisaje y lo dejansin nombre, así que lo único que puede hacer es repetirse una yotra vez: “I am not a number, I am a free man”. Ahí está el granCLIC de neón, el personaje que encarna algo que te ayudará amoverte. Esa frase gritada por ese personaje aséptico y cabreadoactivó algo en mí, algo que el cinismo de mil anuncios o de milconversaciones mediocres y avinagradas no podrá derribar. Algoque intento recordar cada vez que cedo y hago algo con lo que metraiciono. Algo naïf y fácilmente parodiable, que incluso podríaaparecer en una peli de sobremesa, pero que también es muypoderoso.

Despertar a la pesadilla en The Village

Y ahora, volvemos a The Village. Cuando estás en un lugarque desconoces, sueles buscar ese panel con una flecha de coloresvivos que te indica donde estás: usted está aquí. Bien, pues en estavilla todos sonríen, pero nadie te quiere decir dónde napias estás.Cuando arranca la serie, El Prisionero intenta coger un taxi, uncoche de golf de toldo multicolor donde una chica china le infor-ma de que no le puede llevar más allá de los confines de TheVillage. Después busca una cabina, pero sólo se admiten llamadaslocales. Más tarde, intenta comprar un mapa en una tienda: le danun plano de mano de The Village. Pide uno más grande: le dan unmapa más grande… pero del mismo territorio.

Cada vez que intenta escapar, una enorme pelota de golf infla-ble, muy parecida a la teta XXL de la peli de Woody Allen, lo per-sigue. Aun así, le hacen creer que PUEDE escapar ganando unaselecciones, cooperando con el amo de The Village, jugando unapartida de ajedrez o ganando un concurso artístico… Pero cuandoexplora cada una de esas opciones lo único que consigue es másfrustración. Le enseñan la zanahoria y cuando se acerca a ella, lemeten el garrotazo. Le dejan corretear en todas las direcciones,pero nunca más allá del límite y con un único objetivo: que secanse.

Recordad que la acción se sitúa en plena Guerra Fría. Aquellosaños locos en los que, por el poder aniquilador de la bomba deHiroshima, “las represalias eran proporcionales a las agresiones”.Lo único que quieren de él es información, pero esa informaciónes tan valiosa que no pueden dañar los tejidos más importantes desu organismo para obtenerla. En definitiva, su información salvasu vida, pero también es la que lo ha llevado a esa tortura.Torturas sutiles, torturas dentro de las reglas del juego, torturascon sonrisa, torturas democráticas. ¿Os suena? Si no puede esca-par, tendrá que resistir. No van a dejar que muera ni que viva másallá de las reglas de The Village.

Ahí no vale pelarlos a todos a lo bestia como en un videojuegoo una guerra preventiva. Ahí hay que ir con pies de plomo. Lastorturas son más sutiles, como las de una hipoteca lenta y doloro-sa infringida sobre la familia adecuada.

Page 32: LEM3.pdf

33

Reconocer y resistir las torturas

en El Prisionero

Lo traicionan chicas, le crean un doble con su misma cara(pero con la americana de diferente color) para que se vuelva cha-lupa, le injertan recuerdos falsos con ondas ultrasónicas, miles deojos-cámara, de grandes hermanos chapuceros, lo vigilan detrásde cada arbusto… pero hay tres cosas que parecen joderle sobre-manera a el Prisionero y son otros tres los capítulos que a mí mevolaron la cabeza.

El Prisionero llega vestido como un beatnik inglés de rigurosonegro, con botines chelsea y americana con aperturas laterales,pero pronto le encasquetarán el uniforme de rigor con una cha-queta que no es fea, pero que acompaña a unos pantalones dema-siado anchos y a unas playeras de domingo era tardofranquismo.Y, claro, para los que pensamos que la ropa es el lenguaje con elque hablas incluso con quien no quieres dirigirte la palabra… esoes la cosa que jode número 1: no-ropa.

Pero es que además pronto le privan del nombre. Como cuan-do Alicia Maravillas llega al bosque de los no-nombres y segun-dos después no tiene ni pajolera idea de quién es ella misma o desi se ha comido demasiadas setas. Desconfía cuando te quitan elnombre, ya sea cuando te numeran en la lista del cole o en la colade una carnicería. Al Profesor Magneto, de los X-Men, lo nume-raron en un campo de concentración nazi, y ahora quiere hundira todos los humanos. Y, en parte, puedo llegar a entenderlo. Estoera la cosa que le jode número 2: no-nombre.

Y, last but ni de coña least, antes de hablaros de mis tres capí-tulos preferidos, os hablaré de la cosa número 3 que más jode alprisionero. A parte de una obviada castidad infrahumana a la quelo someten, toda la villa tiene las mejores viandas, calefacción,hilo musical, pero… las bebidas alcohólicas no tienen alcohol.Manos a la cabeza, ¿eh? Ellos tienen vodka convenientemente0,0, güisqui a go-go pero desalcoholizado… En un capítulo entraen una cueva clandestina para beber ilegalmente y lo pillan. Esoes la cosa que le jode número 3: no-alcohol. De hecho,Colourbox tienen una canción loquísima en su debut de 1985titulada “Just Give’Em whiskey”, con samples-bucles de ElPrisionero. Y ahora, en tres capítulos:

Jugada Maestra: Esto ocurre durante la guerra fría, en añosen que una partida de ajedrez como la de Bobby Fischer contraSpasski podía marcar el rumbo del Planeta Tierra: hubo unmomento que todo dependió de un nombre ridículo, GAMBITODE REY, el movimiento preferido de Bobby. El Prisionero se vejugando como peón de un ajedrez humano manejado por dos per-sonas desde la típica silla-jirafa de juez de tenis. Cuando unatorre intenta hacer una jugada sin obedecer al jugador de lasilla… la llevan al hospital. Siempre te puedes mover por el table-ro, pero con unos movimientos que han pensado para ti segúncómo seas, según tu rol, tamaño y cualidades. Foucault, el filóso-fo sado –le encontraron todo tipo de juguetitos en su casa cuandomurió-, explicó que nuestra sociedad era un tablero como éste yque nosotros no sabíamos quién nos movía ni veíamos los bordes

de esa superficie cuadriculada y en blanco y negro. Pero es queañadió que todo era un tablero de tableros: el que nos movía anosotros era movido por otro jugador superior, de modo que nos-otros, pobres fichas, no teníamos ni idea de quién napias nosestaba dirigiendo, ni quién era el responsable final de nuestrasdesgracias, ni a quién protestar. El mundo como una gran empre-sa, como un tablero de tableros. En El Prisionero, como sucedecon el Gran Hermano, nadie sabe quién es el Número 1. Quiénnos controla.

Las campanas del Big Ben. Hacen que se implique en un con-curso de arte… y él usa el concurso para construir una obra abs-tracta titulada: Escape. Mientras el resto han hecho retratos deNúmero 2, él ha construido una especie de canoa rara que des-pués usará para huir. Una abuela le espeta: “No sé lo que signifi-ca”. El prisionero responde: “Significa lo que es”. Arte útil.

Libertad para todos. El Número 2 le hace creer a ElPrisionero que si gana unas elecciones dentro de las reglas demo-cráticas de The Village, conocerá al Número 1. De repente se veen un proceso electoral bipartidista: Número 2 contra Número 6.La prensa le hace preguntas y se inventa respuestas. Cuando ganaEl Prisionero, le tiran confeti y el Número 2 le pone su chapa. Asíque ahora el Número 6 es el Número 2. En una imagen: la mismamierda de antes. Se convierte en uno de ellos. Cuando quiere libe-rar a todos desde su posición de poder, cuando intenta abrir todaslas puertas, se acaba el juego y el capítulo y lo convierten denuevo en Número 6. Ha entrado en su juego y, claro, ha perdido.

¿Èxit?

Como ese triunfo electoral, Patrick McGoohan también tuvouna victoria pírrica con la serie. Como explican The Times en lacanción, los millones de ingleses que seguían la serie sólo queríansaber el secreto de El Prisionero y el final, un poco psicodélico ymenos cerrado, no los convenció. Entonces, muchos de los fansmás locos empezaron a perseguir al McGoohan, no lo dejabanescapar. Justo cuando el personaje había logrado irse de TheVillage, Gran Bretaña se había convertido en una gran Villagepara el creador del personaje. Un éxito masivo de la serie, un des-virtuamiento de la idea. Y ahora él era el Prisionero. Para tron-charse. Finalmente logró escapar. The Times explican el plan:“Making our plans to kidnap Paul McCartney / We took a bus,we took a boat / And finally we took a train / And ran away tothe USA/It’s where he’s been until this day”.

Su estela, eso sí, ha quedado en canciones. Además de las deThe Times o la de Colourbox, su estética y título ha pasado a lahistoria con el cervecismo huracanado de The Prisoners, unabuena banda de revival de garaje-psicodelia de los 80. Sin embar-go, lo que debe resonar en todos los altavoces, lo que me digo amí mismo como un loco a ratos peligroso, es: “I am not a num-ber, I am a free man”. Y después igual me río, pero ya lo hedicho todo. Algo más: “I will not be pushed and filed or stamped,indexed, briefed, de-briefed or numbered, My life is my own.”★

Page 33: LEM3.pdf

34

Es lo que tiene crear un artefacto como La EscuelaModerna, con esas intenciones tan puras, pero a lavez tan perfeccionista y meticuloso: que la

periodicidad es tan relajada que tardas en escribir unartículo tres o cuatro o cinco meses, con todo lo que elloconlleva. Cuando empecé esta especie de homenaje a KurtVonnegut, su último libro, Un hombre sin patria, no habíasido publicado aún y ahora, mientras escribo estas líneascon el artículo ya casi acabado, no sólo ha sido editado encastellano y catalán, sino que ha gozado de buenas ventasy mejores críticas, quizás de las mejores que Vonneguthaya tenido nunca. No está nada mal para un señor de 84años, ¿verdad? El libro en cuestión es tan bueno ydisfrutable, pero al mismo tiempo remite y recuerda tantoa miles de otras cosas de sus anteriores libros, que mehubiera gustado no saber nada de Vonnegut paraentregarme a él sin ningún tipo de idea preconcebida. Escomo lo que decía Borges al respecto de H. G. Wells, unode los padres de la ciencia-ficción: «Lamento haberdescubierto a Wells a principios de nuestro siglo:Querría poder descubrirlo ahora para sentir aquelladeslumbrada y, a la vez, terrible felicidad». Este artículoes para los suertudos que lo han descubierto ahora, conUn hombre sin patria, y quieren seguir leyéndolesabiendo de dónde ha salido este viejecito tan agradable ya la vez con tan mala baba. Pero también es para los yainiciados y fans, a los que quizás no revele muchasnovedades ni sorpresas, pero que igual se entretienen unrato con historias de nazis, extraterrestres, pedos,bombardeos, política, ojos del culo y baile claqué.

VONNEGUTKURT

El hombre sin patria

por Uri Amat

Page 34: LEM3.pdf

35

Lo primero que hay que hacer antes de ponerse a hablarde Kurt Vonnegut es hablar de Dresden, pues es elpunto sobre el que gira su vida y obra (aunque él no

esté muy de acuerdo1). Actualmente Dresden es la capital delestado federado de Sajonia en Alemania, y se encuentra justoen el centro de la conurbación del mismo nombre, situada enel centro de Europa. Dresden es una ciudad de alto nivel cul-tural y artístico a nivel internacional y bla bla, bla…

Pero el hecho Vonnegutiano que nos importa es el bom-bardeo que sufrió esta ciudad durante la Segunda GuerraMundial. Más concretamente en la noche del 13 de febrero de1945, cuando la aviación aliada descargó sobre ella unainmensa cantidad de bombas incendiarias a pesar de que laciudad no representaba ninguna amenaza ni era parte de lainfraestructura militar de la Alemania nazi.

El bombardeo causó incontables incendios. Éstos rápida-mente se unieron en uno solo para formar una tormenta defuego huracanada que destruyó las arterias principales de laciudad. Las fortísimas temperaturas que se alcanzaron (hasta1500º C!!!) derritieron el vidrio y el metal y el remolinocreado por el monstruoso consumo de oxígeno succionó haciasu interior todo lo que encontraba, incluyendo todo tipo deobjetos y personas. La gente murió calcinada, de shocktérmico o de sobrepresión, o bien, asfixiada en los refugiospor los gases de la combustión o la falta de oxígeno. Comoresultado murieron unas 130.000 personas y la ciudad quedóreducida a un gran amasijo de escombros humeantes. Durantelos días siguientes se recogieron los cadáveres con camiones ycarros por toda la ciudad y se apilaron a miles en las plazaspara proceder a su identificación. Sin embargo la mayor partede los muertos no pudieron ser identificados. Como veis,mucho peor que el 11-S, aunque nadie parezca recordarloactualmente, ni sale en las noticias cuando es el aniversario, ninada de eso. En fin, ya se sabe que la historia la escriben losvencedores.

Pues bien, entre toda esta destrucción, caos y ruinas estabaun soldado americano escuchimizado que fumaba Pall Mallscomo un poseso, llamado Kurt Vonnegut Jr. Lo habían hechoprisionero y estaba retenido en un matadero de la ciudad

“(…) the artist appeals to that part of our being which isnot dependent on wisdom; to that in us which is a gift andnot an acquisition—and, therefore, more permanentlyenduring. He speaks to our capacity for delight andwonder, to the sense of mystery surrounding our lives; toour sense of pity, and beauty, and pain; to the latentfeeling of fellowship with all creation (…)” Joseph Conrad, en el prefacio de The Nigger of the Narcissus

“Mis motivos [para escribir] son políticos. Estoy deacuerdo con Hitler, Stalin y Mussolini en que losescritores deben ser útiles a la sociedad. Difiero con losdictadores en lo referente a cómo lo han de ser.Principalmente creo que deberían ser agentes de cambio.Un cambio a mejor, esperemos” Kurt Vonnegut

mientras todo esto ocurría. De hecho, fueron los prisionerosaliados supervivientes los encargados (por obligación, claroestá) de sacar lo que quedaba de la gente de dentro de lossótanos y refugios de esa ex–bonita ciudad. Como podéis ima-ginar, su punto de vista sobre la muerte, la guerra, la tecno-logía y la naturaleza humana fue afectado de manera radical.Todos estos grandes temas universales están presentes en suobra, pero especialmente en su novela Matadero 5, subtitu-lada “La cruzada de los niños”, su particular exorcismo delbombardeo de Dresden, y con la que cumplió su promesa deescribir una novela sobre la guerra que no glorificara ni “gla-mourizara” la muerte. Haber sobrevivido a Dresden iba amarcar toda su vida, como ser humano y como escritor. Perocontrariamente a otros escritores como Primo Levi, que hanpasado por hechos traumáticos y decidieron explicarlas conpelos y señales, KV (suponemos que para no enloquecer) con-cluyó que la vida era una gran broma tragicómica y asídecidió plasmarlo.

Pero no adelantemos acontecimientos, mejor conduzcamoseste artículo hasta el corazón de un “infundibulum crono-sin-clástico” para desperdigarnos en todas direcciones, no sólodel espacio sinó también del tiempo, y poder empezar así pordonde nos interesa: la historia de nuestro señor con bigotefavorito.

ÁCuidado, mundo, aqu� llega Kurt Vonnegut!

Kurt Vonnegut, metro-ochenta-y-pico de altura, mostacho,gran mata de pelo rizado, desgarbado y poco coordinadoexcepto cuando nada (“In the water I am beautiful” dice élmismo) nace el 11 de noviembre de 1922 en Indianapolis, hijode una acomodada familia germano-americana de tercerageneración. Tiene una niñez tranquila hasta que la llegada dela gran depresión deja a su familia al borde de la miseria y asu madre, Edith, sumida en una tristeza que desembocará ensu suicidio siendo él veinteañero.

Estudia en el Instituto de Shortridge en Indianapolis y más

El soldadito Kurt Vonnegut Jr.

Page 35: LEM3.pdf

36

tarde en la Universidad de Butler, pero abandona cuando unprofesor le dice que sus historias no son lo suficientementebuenas. De 1940 al 43 estudia Química en la Universidad deCornell, en Nueva York (donde también estudiaron CarlSagan y Thomas Pynchon, entre otros) pero lo deja para enro-larse en el ejercito de los EEUU. És mandado al frenteeuropeo y hecho prisionero de guerra por los nazis en labatalla de las Ardenas, de forma que es enviado a trabajarforzosamente a una fábrica de Dresden, hasta que ocurre elbombardeo y Dresden se convierte en un nuevo planeta des-ierto.

Tras tan dramática experiencia y después de que le con-cedan el Corazón Púrpura (la condecoración a los héroes deguerra) vuelve a la vida civil y estudia antropología en la Uni-versidad de Chicago, mientras trabaja como reportero desucesos en el City News Bureau de esa misma ciudad. La Uni-versidad rechaza su tesis (lo que más tarde se convertirá enCuna de Gato) por “poco profesional”. En 1947 dejaChicago para trabajar en el departamento de relacionespúblicas de la General Electric en Schenectady, NY y nace suprimer hijo Mark, al que llama así en honor a Mark Twain,del que el propio Vonnegut dice que es “un santo americano”y con el que incluso tiene cierto parecido físico. Se dice queVonnegut atribuye su estilo sencillo, casi telegráfico, inclusocriticado a veces por demasiado simplista, a tantos informes yboletines de prensa redactados durante ese período. Enfebrero de 1950, poco después de que nazca su hija Edith, lepublican su primer cuento “Reports on the Barnhouse Effect”en la revista Collier’s.

Un año después deja su trabajo en G.E. y se traslada aProvincetown para dedicarse a la escritura a tiempo completo,en una época en que un escritor podía ganarse la vida dígna-mente vendiendo relatos a revistas como Collier’s o SaturdayEvening Post (los llamados slick o cheap magazines). En 1952se publica su primera novela La pianola también conocidacomo Utopia 14, lo que no impide que tenga que desempeñarun puñado de curros de mierda para sacar adelante a sufamilia; entre ellos está el abrir un concesionario de la marcade automóviles suecos Saab que poco después hunde en ellodazal, acabando en bancarrota. Posteriormente comentaráque piensa que es ésta y no otra, la razón por la que la aca-demia sueca nunca le ha otorgado el premio Nobel, pese ahaber estado nominado varias veces (“los suecos, se dice,tienen penes cortos y memoria larga...”).

En 1958 adopta a los tres hijos de su hermana Alice (quese suman a los tres biológicos que él ya tenía) después de que,

en el curso de una semana, tanto ella como su marido mueran;ella de cáncer dos dias después de que su marido se matara enun accidente de tren.

Entre 1959 y 1965 se publican sus libros Las sirenas deTitán, Madre Noche y Cuna de Gato, ninguna de las cuales esrecibida con gran entusiasmo, la verdad. En esta época está apunto de abandonar para siempre la literatura, pero le es ofre-cido un puesto como profesor en el Taller de Escritores de laUniversidad de Iowa. Mientras imparte clases allí Cuna deGato se convierte en un best-seller y empieza a escribir Mata-dero 5, su obra más conocida, actualmente reconocida comoun clásico de la novela norteamericana del siglo XX

Durante los 70 sigue publicando novelas, recopilaciones decuentos y ensayos, prepara adaptaciones para TV e inclusomusicales basados en sus novelas. También escribe múltiplesensayos periodísticos que serán recopilados posteriormente enel volumen Wampeters, Foma and Granfalloons. Es ésta suetapa de más popularidad y éxito de público, aunque se digade sus novelas de esta época que adolecen del síndrome de yahaber escrito “su gran libro” y los críticos pretendan “chafarlecomo a un bicho” (KV dixit). Se separa de su amor dejuventud y primera mujer Jane Marie Cox y se va a vivir soloa un apartamento de Manhattan con la que será su segundamujer y definitiva, la fotógrafa Jill Krementz.

Entre los 80 y 90 Vonnegut da prueba de una vitalidad cre-adora excelente publicando algunas de sus mejores obras:Pájaro de Celda, Galápagos y especialmente Barbazul. Irónica-mente, a principios de los 80 pasa una de sus peores épocaspersonales, que culmina con su intento de suicidio en 1984 poruna combinación de alcohol y pastillas. No me extenderé mássobre ello, él mismo lo cuenta todo en el libro autobiográficoFates worse than dead, tanto su intento frustrado como el sui-cidio de su madre y sus antecedentes familiares suicidas.

Con la publicación de su última novela Timequake (“Saltoen el tiempo”) en 1997 anuncia que no hará más obras deficción, lo que no es obstáculo para que siga escribiendo artí-culos para la revista socialista In These Times en los queretrata sin piedad la estupidez reinante en la administraciónBush y la sociedad americana en general. La mayoría de estosartículos, junto con algunas conferencias, pequeñas curiosi-dades ya publicadas y algunos textos más costumbristas, seconvertirán en el ya nombrado Un hombre sin patria.

Actualmente, a sus 84 años, sigue escribiendo para InThese Times, cagándose en el progreso y en George Bush Jr.,sigue residiendo en Nueva York con su mujer y yendo enpersona a llevar sus cartas y escritos a la oficina de Correos.

El peor escritor de EE.UU.?Es difícil describir el estilo de Vonnegut en pocas palabras,

como lo es intentar describiros lo que encontraréis en suslibros. El único estilo en el que se le ha podido encasillarjamás es el de ciencia-ficción, género que se le queda muycorto, en el que nunca se ha sentido cómodo y del que élmismo dice que “algunos críticos confunden con una letrina”.

Abiertamente “cienciaficcionistas” son sus relatos máspopulares y sus dos primeros libros Las sirenas de Titán y Lapianola, aunque curiosamente el segundo (que algunos hantildado de “Orwelliano”) se basara en sus experiencias enGeneral Electric a principios de los años 50. A partir de estos

Kurt Vonnegut Jr. con 18 añitos

Page 36: LEM3.pdf

37

dos libros ya nada es lo que parece ser y empieza a ser impo-sible encasillarle tan fácilmente.

Hay dos tendencias en su obra que son tan importantes omás que todo el rollo de marcianos y viajes en el tiempo. Laprimera es el compromiso de Vonnegut con los más desfavore-cidos (debido posiblemente al hecho de conocer la pobreza deprimera mano, hecho que le marcará de por vida) y su deci-dido anti-autoritarismo. También influirán sus antecedentesfamiliares libre-pensadores; de hecho su bisabuelo, ClemensVonnegut, llegó a escribir un libro en el que loaba las virtudesde una vida sin imposiciones religiosas o culturales y fue undecidido promotor de la educación progresista allá a finalesdel siglo XIX. Kurt Vonnegut se ha definido en múltiples oca-siones como un humanista, aunque fuertemente influenciadopor las ideas socialistas de su admirado Eugene V. Debs,miembro fundador del poderoso sindicato IWW (IndustrialWorkers of the World) y cinco veces candidato a la presi-dencia de los EEUU por el partido socialista. ¿O era al revés,socialista primero y luego humanista? Jugando al despiste, enrecientes entrevistas ha declarado lo siguiente: “Diga más bienque soy un socialista. He descubierto que un humanista esuna persona que tiene un gran interés por los seres humanos.Mi perro es un humanista”. En fin, socialista o humanista, lacuestión es que actualmente es presidente honorario de laAmerican Humanist Association, habiendo heredado estecargo sin funciones del difunto Issac Asimov.

La segunda tendencia en su obra viene dada por el“humor negro”, expresión que Vonnegut desprecia, prefi-riendo lo que Freud, en su estudio sobre el humor, llamaba“El humor de la horca” mezclado con una escatología bas-tante característica. El humor de la horca (tambiénllamado”humor judío”) no es más que reirse de las adversi-dades en su cara, partirse la caja al afrontar situaciones horri-bles. Sin ir más lejos, KV suele contar que lo primero que hizoal salir del matadero de Dresden fue desternillarse histérica-mente (supongo que es como cuando te entra un ataque derisa en el entierro de tu tía-abuela).

Un gran ejemplo de “humor de la horca” es ese hombre apunto de ser ejecutado, su cuerpo ya atado a la silla eléctrica,que dice a los testigos “Ciertamente, esto va a enseñarme unalección”. Éste tipo de humor abunda en los libros de Von-negut, así como una maravillosa sencillez que a veces seantoja casi infantil: libros cortos, frases telegráficas… Sí,amigos, porque en una pirueta metafórico-musical que me hesacado de la manga me atrevo a afirmar que si James Joyce esEmerson, Lake & Palmer, Kurt Vonnegut es los Minutemen,¡toma ya!, De hecho KV confiesa sarcásticamente que hace loslibros deliberadamente cortos para que los puedan leer losmandamases, pues ya se sabe que los políticos no tienen ni eltiempo ni las ganas de leer libros tochos.

Es por esta sencillez o pureza, que no simplicidad o sim-plismo, por la que muchos críticos high brow se lo han inten-tado cargar (Gore Vidal llegaba a decir de él que era “el peorescritor de EEUU” como podemos corroborar en el libro deAlbert Angelo Escritores contra escritores) simplementeporque dice lo que quiere decir, sin rodeos, para que todo elmundo lo entienda y lo sienta. ¿No era transmitir emocionesel objetivo de toda creación artística? A la cita de JosephConrad que encabeza este artículo os remito.

Y para terminar, un detalle que hace especial la obra de

KV es el personal universo que forman todos sus libros. Merecuerda la sensación que tenía cuando era pequeño al leer loscomics de la Editorial Marvel que tanto me gustaban. Estabasleyendo un especial de verano de Spiderman y, sin venir acuento, aparecían los 4 Fantásticos o la Bestía o cualquier otromastuerzo de Los Vengadores. O de golpe La Gata Negra seescapaba con Kraven El Cazador y se iban los dos juntos adarle de hostias al cegato de Daredevil en otra colección. Losque los leíais ya sabeis de lo que os hablo.

Pues con KV pasa lo mismo. Hay personajes que saltan deuna novela a otra, situaciones interconectadas y obsesionesrecurrentes, todo ello combinado con pinceladas auto-biográ-ficas. Se mezclan los personajes y situaciones reales con las fic-ticias y a veces es difícil discernir cuanto hay de cada una. Poreso, muchas veces uno debe tomarse la molestia de investigarqué hay de cierto y qué de “Vonnegutadas” (como a mí megusta llamarlas) en lo que se acaba de leer. ¿Quién más se haatrevido a mezclar hechos históricos como el bombardeo deDresden y la IIª Guerra Mundial con viajes temporales, extra-terrestres y actrices de cine de segunda fila?.

En los libros de Kurt Vonnegut podemos encontrarnosdesde a él mismo hasta Eugene Victor Debs, Charles Darwin,Céline, Powers Hapgood, Sacco y Vanzetti, Abraham Lincoln,el General Custer, Isaac Asimov, pasando por Henry Ford,Crispus Attucks, Nelson Algren, Truman Capote, Jackson

KV en 1952, en el período que transcurreentre G.E. y la publicación de La pianola

Page 37: LEM3.pdf

38

Pollock, Mark Rothko, el enloquecido emperador romanoHeliogábalo, Jesucristo o incluso a Goebbels y Hitler jugandoal bingo en el búnquer.

Y si tuviera que hablar de mis personajes ficticios favo-ritos quizás el primero de la lista sería el extravagante escritorde ciencia ficción Kilgore Trout, las novelas del cual ya no sepublican, y cuyos textos sirven de relleno a baratas revistasporno –total, nadie lee la letra–, alter ego del propio Von-negut y basado en la personalidad del verdadero escritor deciencia-ficción Theodore Sturgeon (de ahí el juego de palabrasTrout= trucha, Sturgeon= esturión), seguido de cerca por elpintor abstracto Rabo Karabekian, el filántropo Eliot Rose-water, el periquito Bill “El ciclón”, el perro Kazak o los extra-terrestres de Tralfamadore. ¡Y yo que sé!

Sus libros:Podría poner aquí una gran bibliografía con todas sus

novelas, recopilaciones de cuentos y ensayos, obras de teatro,adaptaciones cinematográficas (de las que hay un puñadopero que aún me niego a ver), versiones televisivas, etcétera.Pero he pensado que no se trataba de eso.

No quiero estropear la emoción; para esas cosas tan cuan-tificables ya está Internet. Simplemente voy a comentar porencima los libros que, en este momento concreto, me parecenmás importantes. Para los que prefieran una opinión másfiable, ¿qué mejor que el autor mismo? En Palm Sunday, KurtVonnegut hace un ránquing de sus novelas y apunta Matadero5 y Cuna de gato como sus favoritas de entre todas las que haescrito, a las que da sendos Sobresalientes altos, no sinapuntar que“Me estoy comparando conmigo mismo. Por esopuedo darle un sobresaliente alto a Cuna de Gato inclusosabiendo que hay un escritor que se llama William Shakes-peare”. Las mías son:

Desayuno de campeones (1973): Aunque sé que quizás noes el que está mejor escrito, ni con la mejor historia, ni tratalos temas más universales ni nada de eso, es al que más cariñotengo. Es el segundo libro de KV que leí y el primero que mehizo comprender su mordaz sentido del humor y entrar delleno en su mundo. Mucho antes había leído Matadero 5,pero no entendí nada; después de Desayuno volvería a leerlo

entendiéndolo todo. Desayuno de campeones es el regalo que se hizo KV a sí

mismo en su cincuenta cumpleaños y es un libro que, con len-guaje sencillo y dibujos socarrones e infantiles, destroza y des-menuza la sociedad americana de arriba a abajo y sin ningunapiedad. Ya en las primeras páginas, y después de enseñarnoscomo dibuja un agujero del culo, nos avisa: “Estoy progra-mado para comportarme, a los cincuenta, de manera pueril,para insultar a la bandera de las barras y las estrellas, parahacer garabatos con un rotulador de una bandera nazi, un anoy muchas cosas más. (…) Me parece que intento eliminar todala porquería que tengo dentro de la cabeza, los anos, las ban-deras, las bragas. Sí, en éste libro hay un dibujo de unasbragas”. Kilgore Trout y muchos de sus antiguos personajestienen un papel en el libro, según KV para deshacerse de todosellos de una vez por todas. Sin embargo, y por fortuna, KilgoreTrout reaparecería estelarmente en Timequake, pero no pormucho tiempo ya que volvería a ser asesinado por su autoralgunas veces más en sus artículos para la prensa. Es el libroque yo solía regalar en los cumpleaños antes de que aparecieraUn hombre sin patria, que es incluso más asequible y unabuena introducción a todo lo Vonnegut.

Matadero 5 (1969): Considerado por muchos (y conrazón) su obra maestra y la que tuvo más influencia sobre lasociedad. De hecho, se dice muy seriamente que el hecho deque esta novela se publicara y tuviera tanto éxito ayudó a quelos EEUU salieran de Vietnam. Poca broma. Quizás el hechoque KV empiece a tomar importancia en la agitada década delos 60, tras tantos años pasando desapercibido, tenga muchoque ver con la pérdida de complejos de la juventud americana,que inmediatamente conectó con el carácter crítico con elsistema y a la vez un poco alucinado de las novelas de Von-negut, siempre entre la seriedad y el humor, entre el realismocrudo y la ciencia ficción (la revista Time llegó a proclamarle“una mezcla de George Orwell, Dr. Caligari y FlashGordon”).

Matadero 5 es una valiente y surrealista visión de lo quesignificó para él la IIª Guerra Mundial, una manera de sacarselo que tenía en la cabeza que según él mismo es “…un com-pleto vacío en lo que se refiere al bombardeo de Dresden, nome acuerdo de nada”. Quizás por eso está llena de soldados,bombardeos y muertos pero también de viajes en el tiempo,extraterrestres, estrellas de cine terrícolas y algún que otrogarabato.

Vonnegut había intentado durante años plasmar su expe-riencia del bombardeo aliado de Dresden en un libro, pero nolo conseguía, posiblemente porque intentó retratarla de unaforma seria o trascendente. Pero un día, visitando a un viejocompañero de guerra, y después de ser amonestado por lamujer de éste por querer hacer el enésimo libro sobre laguerra, KV le prometió que no la ensalzaría en su libro, queno habría ningún papel para Frank Sinatra o John Wayne en ély que no retrataría a los niños que lucharon en ella como sifueran hombres heroícos hechos y derechos. De aquí sale Billy

KV en Cape Cod, 1969.Inmediatamente después de acabar Matadero 5

Page 38: LEM3.pdf

39

Pilgrim, el protagonista un poco patético y endeble de estahistoria, y el resto de personajes igualmente patéticos y ende-bles. Vonnegut convierte en esta novela algo tan dramáticocomo es una guerra en una farsa cósmica, al tiempo que nosmuestra lo peor de ella. Una maravilla y lo más Vonnegut deVonnegut.

Barbazul (1987): Considerando la teoría de que losgrandes libros de KV tratan a su vez temas claves de nuestramoderna sociedad occidental (La pianola: el progreso, Mata-dero 5: la guerra, Cuna de gato: la religión/ la ciencia, Pajarode celda: el poder, etc.) Barbazul se podría decir que trata conmaneras de insider2 el tema del arte en general y del expresio-nismo abstracto más concretamente. Pero como es un libro deVonnegut, habla de mil millones de cosas más: entre ellas dela guerra (¡y dale!) y del exterminio del pueblo armenio porparte del Imperio Turco. El protagonista es Rabo Karabekian,un septuagenario tuerto y feo que, a pesar de poseer una envi-diable colección de cuadros abstractos, es como pintor el haz-merreir de América. En esta novela aparecen todas las lum-breras del expresionismo abstracto: Pollock, Rothko y com-pañía, junto con algunos de los personajes ficticios más entra-ñables de toda su obra. En resumen, una novela totalmenteausente de Sci-fi, de las más logradas de toda su carrera. Ungran favorito de La Escuela Moderna (y cada vez el de másgente).

Cuna de gato (1963): Aunque de Matadero 5 dice que esla nave almirante de su pequeña flota, el libro más cercano asu corazón confiesa que es Cuna de gato; aunque al pregun-tarle el porqué sólo pueda responder: “No lo sé. ¿Alguna vezse ha enamorado?”. Cuna de gato es una parodia apocalíptica(aunque no tanto como Galápagos) ambientada en una repú-blica bananera especialmente paupérrima y cutre, la Repú-blica de San Lorenzo, y narra en tono de farsa la lucha porapropiarse de la sustancia más letal del planeta, el “hielo-nueve” (otro tema recurrente en sus obras), que tiene la capa-cidad de convertir cualquier líquido (agua, sangre, sudor,lágrimas) en un material sólido. Trata también de religión,pues San Lorenzo no tiene ningún tipo de medios de subsis-tencia así que el Estado mantiene ilegalizada la religión quetodos -incluso el propio presidente- practican, el bokono-nismo, a fin de que la posibilidad de practicarla en secretomantenga ilusionados a los ciudadanos. Lo que esta religiónnos enseña es que “lo que dicen todas las religiones, incluidaésta, es mentira”, y fue transmitida por su creador, Bokonon,en forma de calypsos, ¿no es genial? De hecho, su librosagrado empieza con la frase “En este libro nada es verdad”.Un argumento bizarro y brillante y muchas situacionestrágico-divertidas que, como siempre, no camuflan en abso-luto todo lo que el autor nos intenta comunicar y que sepodría resumir en una palabra: “¡Cuidado!”.

Las sirenas de Titán (1959): La primera gran novela deVonnegut, o en la que empezó a encontrar su estilo. Quizássea la de más pura ciencia-ficción. El argumento se resumeasí: Winston Niles Rumfoord y su perro Kazak, viajando en

su nave espacial privada, penetran en el corazón de un infundi-bulum crono-sinclástico. Debido a las extrañas característicasdel mismo, amo y perro se convierten en un fenómeno ondula-torio espacio-temporal que les permite viajar por el tiempo ypor el espacio, aunque no puedan permanecer más que unosminutos en cada sitio. A esta pequeña sinopsis podemos sumaruna religión universal y unificadora (la Iglesia del Dios Indife-rente), el secuestro de la esposa de Rumfoord y el millonarioMalachi Constant, una invasión de la tierra por parte deMarte, por vez primera los habituales alienígenas trafalmado-rianos, una batalla en Boca Ratón, etc. Las sirenas de Titán,como la mayoría de obras de KV, es un recordatorio constantede lo complicada que el ser humano ha hecho la vida en esteplaneta, o cualquier otro que pueda estar a su alcance, y de laestúpidez intrínseca a muchas de las cosas que los humanosconsideran sagradas: ya sean el progreso, la ciencia o la reli-gión.

Y aquí dejo este Top-5. Hay muchos más libros de Von-negut que me gustan igual, de hecho creo que por alguna cosau otra me gustan todos los que he leído. Desde el rollo apoca-líptico de Galápagos, a la crítica feroz del capitalismo que sedesprende de Pájaro de celda, pasando por Hocus Pocus, Saltoen el tiempo, Madre noche o Dios le bendiga, Mr. Rosewater.Aún me faltan Deadeye Dick, Slapstick, y algunos más, perocreo que por ahora no voy a leerlos pues no quiero seguir con

Autoretratodel autor

Retrato delescritor de

ciencia-ficciónKilgore Trout

que decora laprimera páginade Salto en el

tiempo

Page 39: LEM3.pdf

40

mi vida sabiendo que ya he leído todo lo del Sr. Vonnegut quehabía por leer. Sería una pena.

Sus relatos:Un campo en el que KV se siente muy cómodo y desde el

que nos ha dado no pocas alegrías es el de los relatos cortos,muchos de ellos disponibles en algunos de los tres recopilato-rios que existen: Welcome to the Monkey House, donde seencuentran sus cuentos más populares, Canary in a Cathousey Bagombo Snuff Box, que es uncollected fiction. Todos ellosmás que recomendables para los que disfruteis con el RoaldDahl menos infantil o con las historias de Mark Twain.Quizás su cuento más famoso sea Welcome to the MonkeyHouse el cual trata sobre un mundo futuro superpoblado queha hecho del suicidio una cosa romántica, donde existen clí-nicas para el suicidio asistido (con sexy-azafatas incluídas) ydonde se esteriliza a la gente con unas pastillas que dejaninsensible de cintura para abajo. Este cuento en concreto fueseleccionado por Richard Ford para aparecer en la prestigiosaAntología del cuento Norte-americano, en el que compartehonores con autores de la talla de Edgar Allan Poe, WilliamsCarlos Williams, Mark Twain, Jack London, F.S. Fitzgerald,Faulkner, Hemingway o Steinbeck y con cuentos clásicoscomo Rip Van Winkle, Bartleby el escribiente o Un suceso enel puente sobre el Río Owl de Ambrose Bierce.

No acabaré de hablar de sus relatos sin dejaros con lasinopsis de uno de ellos llamado The dancing fool, escrito porsu alter-ego Kilgore Trout y, por tanto, jamás publicado.Como muchos de los relatos de Trout / Vonnegut habla de laimposibilidad trágica para comunicarse: Una criatura llamadaZog llega a la tierra en platillo volante para explicarles a losterraqueos cómo pueden evitarse las guerras y ser curado elcáncer. Trae la información desde Margo, un planeta dondelos nativos se comunican por medio de pedos y baile claqué.Zog aterriza de noche en Connecticut, y apenas ha tomadotierra ve una casa en llamas. Zog se precipita dentro de lacasa tirándose pedos y bailando claqué, intentado alertar a loshabitantes acerca del peligro en el que se encuentran. El relatoacaba con el amo de la casa partiéndole la cabeza a Zog conun palo de golf. Como podrían haber dicho los Minutemen“This is Kurt Vonnegut to me”.

Kurt Vonnegut en hispaniaOs habreis fijado que muchos de los títulos de los que he

hablado los he escrito en inglés, no he hecho esto preso de unataque de pedantería que no me corresponde. La explicaciónes más sencilla: de manera incomprensible, y contrariamente alos de su amigo Isaac Asimov, no todos los libros de KV estántraducidos a alguna de las lenguas de esta península.

Seguidamente intentaremos arrojar un poco de luz sobreestas traducciones, teniendo en cuenta que, contrariamente a loque muchos modernos y estudiantes Erasmus creen, no todo elmundo habla inglés en este país. Los que son más fácilmenteencontrables y que se van reeditando a buen ritmo son los dela editorial Anagrama, el resto han sido editados por otras edi-toriales y se han ido descatalogando con el tiempo. La infor-mación que sigue ha sido obtenida básicamente de dos fuentes:A) mi propia experiencia, acumulada a base de ensuciarme losdedos y llenarme las napias de ácaros en las librerías y merca-dillos de segunda mano de Barcelona y andurriales. B)mediante el fiable registro del ISBN. Sin embargo, no sé sihabrá ediciones latinoamericanas que se me escapan.

Las dos asignaturas pendientes en lo que se refiere a tra-ducciones son tanto las recopilaciones de sus relatos, como lasde ensayos, conferencias, etc. Creo que ni Canary in aCathouse, ni Welcome to the Monkey House, ni BagomboSnuff Box en lo que se refiere a cuentos, ni Wampeters, Fomaand Granfalloons, ni Palm Sunday, ni Fates Worse than Deathpor el lado no-ficción, han sido traducidos. Como decía, sí quelo ha sido Un hombre sin patria, aunque la editorial –una filialde Ed. Planeta– demostrando el páramo cultural que es estepaís, y aprovechándose del tirón mediático de Michael Moore,lo ha vendido como si fuera un aprendiz del gordo de la gorrade béisbol y no al revés. Desgraciadamente la traducción espara echarse a llorar tanto en catalán como en castellano(¿desde cuando un twerp es un “colgao” y un snarf un“notas”?).

En lo que se refiere a novelas tengo la suerte de poseermuchos de sus libros en ediciones de editoriales variopintas;algunas de ellas, como la obra de Kilgore Trout, ya no sepublican. Muchas son bastante feas, pero no más que algunasde las portadas que Anagrama nos encaloma, con esos horri-bles fotogramas de la versión Hollywoodiense de turno.

Mención de honor para las cuidadas y bien traducidas ver-siones en catalán tanto de Timequake como de Breakfast of

Un par deinstantáneas

del entrañableabuelo Vonnegut

Page 40: LEM3.pdf

41

champions por parte de Angle Editorial. Tarjeta roja y expul-sión para la traducción, también al catalán, de Slaughterhouse5 de Editorial Pòrtic. Muy bonitos Galápagos y Las sirenas deTitán de la estupenda Editorial Minotauro, actualmenteabsorbida por Planeta y con todo su fondo de catálogo enpeligro de extinción por obra y gracia del libre mercado.

De La pianola, Pájaro de Celda, Cuna de gato, MadreNoche, Dios le bendiga, Mr. Rosewater y Barbazul hay edi-ciónes de bolsillo antiguas de Plaza & Janés que se encuentranrelativamente fácil y que suelen estar baratísimas (no paguesmás de 3 euros o así), pero si falla la suerte los cuatro últimosestán editados por Anagrama. De Madre noche yo tengo unomuy majo de Círculo de Lectores. Hocus Pocus fue editadoaquí como Birlibirloque por Timun Mas, pero jamás lo hevisto. De Pájaro de celda poseo una edición feísima de Edito-rial Argos Vergara, pero que me salió tirada de precio y quetiene una foto divertida en la solapa del abuelo Kurt fumandoy con un gorrico de lana.

Kurt Vonnegut y el mundo exterior:Kurt Vonnegut es uno de los autores que más ha sabido

conectar perfectamente con los sectores más inconformistas dela sociedad, quizás por ese carácter crítico y alucinado del quehablaba antes. Normalmente, estos sectores (jóvenes, acti-vistas, gente del underground, de la contracultura, etc.) suelenser los más creativos, siendo su propia cultura subterráneaposteriormente fagocitada por el mainstream para crear susmodas y tendencias totalmente desprovistas de pasión. Por esola influencia que tiene KV en la sub-cultura es casi tangible;cositas aquí y allá nos lo recuerdan. Sirvan como ejemplo losmúltiples homenajes, guiños y dedicatorias que han sido lan-zados desde generaciones y campos de la creación que aparen-temente no tendrían mucho que ver con el propio Vonnegutpero que sí lo tienen. Sin embargo, KV también (porsupuesto) ha influído a gente que se mueve en círculos másestablecidos e incluso se incluye alguna astracanada Hollywo-odiense como la que sigue. Vean, vean…

¿Recuerdan una horrible comedia universitaria demediodía de domingo llamada “Regreso a la escuela” en queun viejo feo, horrible y millonario (Rodney Dangerfield)volvía a la Universidad? Bien, pues KV hace un cameo en ellainterpretándose a sí mismo. Concretamente cuando, porencargo del millonetis, el mismo KV le hace el comentario de

uno de sus propios libros para un trabajo del cole. El profesorsuspende el trabajo exclamando: “¡El que haya escrito esto nosabe una mierda sobre Vonnegut!”

Los ultra-hippies Grateful Dead tuvieron los derechos cine-matográficos para Las sirenas de Titán hasta que KV los recu-peró; además, Robert Hunter, co-compositor de Grateful Deadpublica su música bajo su propia compañía “Ice Nine Music”.

Los straightedgers-metaleros Snapcase tienen una canciónllamada como un relato de KV (“Harrison Bergeron”) en sudisco Progression through unlearning. La banda de ChicagoCap’n jazz (pre-Promise Ring, Joan of Arc, etc.) también teníauna canción inspirada en el universo KV llamada “No needfor a piano player when you have a player piano” y lo procla-maban “the greatest writer of all time”. Más emos-supremos:esta vez Rainer Maria, quienes tienen una canción llamada“Breakfast of champions” en su disco Look now look again.

Kurt Vonnegutcon su nietecito

Zachary

Caricatura de Kurt Vonnegut,por Tulio Pericolli

Page 41: LEM3.pdf

42

Otros que tal fueron los antaño leyendas del hardcore BadReligion que en su segundo e infumable disco Into theunknown y con una pretenciosidad sin limites dedican el discoa KV diciendo “Dedicated to Kurt Vonnegut and all thoseafraid of kissing nothingness on the lips. Peace”. Hoy, aunqueno por esta razón, este disco está olvidado hasta por ellosmismos.

Más homenajes y dedicatorias: El Mirage, un viejo discodel inspirado compositor Jimmy Webb contiene dedicatoriasal músico Ramblin’ Jack Elliott, Kurt Vonnegut y TimothyLeary. La razón es que coincidieron los cuatro en un LateNight Show de la tele y después de que el alucinado Learyintentara convencer a la concurrencia de que el futuro de lahumanidad dependía de su conquista del espacio, Kurt Von-negut le espetó “¡Si quieres colonizar algo coloniza el SouthBronx!”.

Más cosas, esta vez sobre Kilgore Trout: En 1974 elescritor real de ciencia-ficción Philip José Farmer escribióVenus on the Half-Shell atribuyéndolo al inexistente KilgoreTrout creando gran confusión entre los lectores y fans de KV.Kilgore Trout también es mencionado en la novela de SalmanRushdie The ground beneath her feet. Referencias a KilgoreTrout han aparecido en bastantes otros medios: el albumMare vitalis, de los emos Appleseed Cast incluye una cancióntitulada “Kilgore Trout”. El novelista Robert Rankin paro-diaba al personaje llamando a uno de los muchos autores fic-

ticios de sus libros “Kilgore Sprout” (Kilgore Brote). El juegoBreath of Fire 2 de la Super-Nintendo también contiene unareferencia: hay dos personajes llamados respectivamente“Kilgore” y “Trout”. The Beaver Papers, una recopilación deguiones de la sitcom americana Leave it to Beaver escritosparodiando a autores famosos, incluye un guión de un tal“Kilgore Bass” (Kilgore Lubina). El album homónimo delúnico narizotas de los Beatles, Ringo Starr , de 1973 estabadedicado a Kilgore Trout “…and all the beavers”3.

Seguidamente una pequeña recopilación de los mil millonesde bandas americanas de universitarios a quien nadie conoce,que han leído a KV en el insti y que se han bautizado connombres inspirados en su obra, los hay del estilo de: Dresden,Billy Pilgrim, Deadeye Dick, Foma, Ice-Nine, Ilium, the Kara-bekians, Kilgore Trout, Malachi Constant y así hasta el infi-nito. Todas existen/han existido y no me he inventadoninguna.

Y acabaría con una anécdota para ilustrar la influencia (aveces, como la que sigue, inconsciente) que ha llegado a tenersu vida y obra. Un día apareció la hermana de un amigo con ellogo de Red Hot Chili Peppers tatuado en la muñeca. Pocopensaba ella cuando cometió tal error que lo que se habíagrabado indeleblemente en su piel no era más que un adapta-ción fashionista del dibujo que decora la rúbrica del Sr. KurtVonnegut desde hace muchos años y que encabeza este artí-culo. Ese garabato resulta ser, ni más ni menos, lo que losanglófilos llaman un asshole, en pocas palabras, un ojo delculo. Así son las cosas. ★

1 KV dixit: “La importancia de Dresden en mi vida ha sido considerable-mente exagerada porque mi libro se convirtió en un best–seller. Si no lohubiera sido, parecería un hecho menor en mi vida”

2 De hecho, Vonnegut ya había hecho sus pinitos como dibujante en suslibros pero fue a mediados de los 90, cuando empezó a dedicarseregularmente a hacer serigrafías de tirada limitada, entre el pop-art, loabstracto y el arte naïf, con la colaboración de su amigo y artista JoePetro III (del que dice que es “una de las mejores cosas que me hanpasado nunca, una oportunidad entre mil millones de divertirme conuna inocencia perfecta”) y que incluso podeis adquirir a través de supagina web (http://www.vonnegut.com).

3 Literalmente “…y todos los castores”, un eufemismo similar al conejodel español. O sea “…y todos los chuminos”.

Un xisteper Roger

Page 42: LEM3.pdf

43

Avi Josep i els nostres pares/mares, Eug�nia, S�nia, Mose Allison, David Ò3 tilas-3 dedosÓPapiol, The Zebras, Bill Fay, Produccions Jordi Geli i Bel�n ÒNerviusÓ, Manolo ÒSÕha delegislarÓ Mart�nez i Blanca, Jean-Marc Rouillan (Action Directe) y el chisgarab� JacquesGarcin (GARI), Maria Amat + Didi + Gl�ria, la filmograf�a de Alan Clarke (y personajes:Archer ÒPies mugrientosÓ y ÒDaddyÓ Carlin en Scum, sobretodo, pero tambi�n el Tim Rothskinhead de Made in Britain), Karen Dalton, Iu i Paz, Miguel Amor�s y Golpes y contragolpes,The Wipers, el grup franc�s Bikini, P�nic Orfila y Los Vorticistas, el Ibuprofeno, el vi de laTerra Alta, Estrella Dorada s� Ð Moritz no, Kamenbert, Telegrama, Po!, Kiko Robaina i Dinah(Alpens! Heavens!), Elektra Records 1963-73, Linda Perhacs, Jose ÒLuego me llaman rancioÓy Susana TCR-Incrucificables, Hungry Beat (tenemos los mejores discos), MiguelZapateador-Bananas, Hello Cuca siempre, Marina ÒTrotski with titsÓ Espasa, Le Pianc(Sergi, Carol, Abel, Laura, tots), Pipas, Moondog, Los R�pidos, Miqui Samarancus i Annaran,Colleen, Guim-Emma, Marc Veracrus i Adrian i Beto i tots els Veracrus, Marta Millet i LasDolores, La Colazione, Otis (mi abogado samoano), Neoist Alliance i Stewart Home, fanzinesSmile, DCR, Bang!, Mondo Brutto, Chilena Comando, Richard Hutt, Dale Shaw, David C. Feck& AL + Rachel & Steve Dore + Kay + Jon Slade (Comet Gain), Pablo y Los Soberanos, WestCoast Pop Art Experimental Band, els Peanuts ÒvintageÓ de Ed. 62, els volums Pop deNuggets, Vince Guaraldi A Charlie Brown Christmas, Roger Gobbell + Laura, els stuckists, UriÒpetadotÓ Serena + Rosa + Isak, O Pioneers! de Willa Cather, Francisco Casavella y Elsecreto de las fiestas, Fernando + Laia + J�lia, Paco-Paloma Sres. de Mod, ÒIgnore meÓ de TheGas, Bodega La Costa Brava (Qu� diu el poble?), Bar Canig�, Bar Las Guindas, Bar El Suec,El Celler de Frank Peterssen, Bar La Masia, Restaurants Azul, Cal Boter, Romesco i Ma�o,Chris Bell, Big Star 3rd, Tom Spanbauer i Now is the hour, las pantuflas ÔDavid HockneyÕ deWamba, Beachwood Sparks, la banda de Our Favorite Club: Miqui Otero + Leti especial-ment, la loci�n para el afeitado Flo�d, The Epic Kind, Tu Madre, Tar�ntula, Sibyl Vane, Nisei,Nueva Vulcano (Tato, Wen, Tutu), Maite, Maria, Ar�s i la resta de Vulcano fans, fanziner�a ElGaraje, Kavel Rafferty & Richard, Disinformation, Impulse Records, Tx�pez + JV + Varo +Ricard + tots els soul boys, Albert i Ricky Brighton 64 i Los Novios, Miguel ÒS�ndromeT�xicoÓ L�pez y Eva, Oxford Collapse, Mar Hern�ndez i Nenes (Claudia, Laia), Albert,Miquel, Xavieri i Bar Heliog�bal, Le Petit Ramon, Miss Carrussel, Billy Liar on the moon,Tibor Fischer i The thought gang, Arthur Nersesian per lÕesmorzar i els bons llibres, Cultura/S,Eric i Valero, i tamb� Valero (el grup), les monkey boots (en color vi), els texans amb els baixos

girats i cosits (el detall sublim), el look dels primers suedeheads, les camises a mida, elsInfa-Riot, Sarah records, Pharoah Sanders, Die Profis (Hoffentlich ja!), Editorial Pepitasde Calabaza, Munster Records, Irene, Futurama, Phil Ochs, ÒBoth sides nowÓ y ÒDifferentdrumÓ (siempre juntas), Backstreet Boys: Einstein The Lover, Toni Arevalo i Pedrule; la

familia Alonso en ple (Carlos, Dani, Aimara, Laia, J�lia i Joan), Amic Joan Guardia,Sant Boi crew (Richard, Isabel i nens, Marcel, Tania, Andi i Montse, Jordi

Ventura,É), The Philippes, Eliuska Dibiuska, Anna Rubi i H�ctor Chocad�lic,Aina (Pau, Artur, Titi, Alva) pel gran show i Titi i Carla per la super-cal�otada,

Victor i Chrissie i nenito impronunciable , Jordi Bcore i Neus, La penyaBartolis (ya sabeis quienes sois), Cris Mart� & Toni Vinyals, Rafa

ÒFerlosioÓ, gent de Sant Feliu de Gu�xols, Andrea Montaner, DerribosArias, Clear Light i Ars Nova i Eclection, Beltza Records, Father Ted,Bill Hicks, tots els que vam estar en germandat a Andorra-Teruel perlÕEasy Pop Festival, Roger Geli i Daily Records, CD Drome, la secci�anglesa de la Internacional Situacionista, Juli Vallmitjana, PeterWhitehead, Jordi Costa, Mike Ib��ez, Chuso ÒDevendraÓ y sus 100

astures, Ramon Oriol, Enric Casasses, Xavi Cervantes @RDL, òltimoResorte, Bob Stanley, Kevin Pearce y Bobby Bland y Walter Jackson.

YOU’LL NEVER WALK ALONE(AMICS, INSPIRACIONS, LLOCS, DISCOS, FANS):

Page 43: LEM3.pdf

[email protected].

No oblidis que LEM es gratuït i que no el potsvendre. Tanmateix, esperem que si t’ha agradaten facis copies i les reparteixis entre les teves

amistats i familia natural o artificial. Moltes Gracies.

No olvides que este fanzine es gratis y que nopuedes cobrarle nada a nadie por él. Al mismotiempo, esperamos de ti que si te ha gustado teencargues de hacer copias y repartirlas por ahí.

Muchas gracias.

EDITA: