lecturas de 2a semana de febrero de 2018 ...“estamos en la red, pero no escuchamos al otro, solo...

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1 LECTURAS DE 2A SEMANA DE FEBRERO DE 2018 COORDINADOR/ ROBINSON SALAZAR-PÉREZ LIBROS, REVISTAS Y EVENTOS ACADÉMICOS JOSÉ LUIS SAMPEDRO./"ESTE SISTEMA SE ACABA". https://www.facebook.com/SpanishRevolution/videos/1100356726719794/ https://www.facebook.com/elpais/videos/10155297001891570/ BYUNG-CHUL HAN VÍDEO /AHORA UNO SE EXPLOTA A SÍ MISMO Y CREE QUE ESTÁ REALIZÁNDOSE” HTTP://CORT.AS/-1BOR “AHORA UNO SE EXPLOTA A SÍ MISMO Y CREE QUE ESTÁ REALIZÁNDOSE” EL FILÓSOFO SURCOREANO BYUNG-CHUL HAN, UN DESTACADO DISECCIONADOR DE LA SOCIEDAD DEL HIPERCONSUMISMO, EXPLICA EN BARCELONA SUS CRÍTICAS AL “INFIERNO DE LO IGUAL”

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LECTURAS DE 2A SEMANA DE

FEBRERO DE 2018 COORDINADOR/ ROBINSON SALAZAR-PÉREZ

LIBROS, REVISTAS Y EVENTOS ACADÉMICOS

JOSÉ LUIS SAMPEDRO./"ESTE SISTEMA SE ACABA".

https://www.facebook.com/SpanishRevolution/videos/1100356726719794/

https://www.facebook.com/elpais/videos/10155297001891570/

BYUNG-CHUL HAN VÍDEO /AHORA UNO SE EXPLOTA A SÍ MISMO Y CREE QUE ESTÁ

REALIZÁNDOSE” HTTP://CORT.AS/-1BOR

“AHORA UNO SE EXPLOTA A SÍ MISMO Y CREE QUE ESTÁ REALIZÁNDOSE”

EL FILÓSOFO SURCOREANO BYUNG-CHUL HAN, UN DESTACADO

DISECCIONADOR DE LA SOCIEDAD DEL HIPERCONSUMISMO, EXPLICA

EN BARCELONA SUS CRÍTICAS AL “INFIERNO DE LO IGUAL”

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https://elpais.com/cultura/2018/02/07/actualidad/1517989873_086219.html?id_externo_rsoc=FB_CM

El filósofo Byung-Chul Han, ayer en Barcelona. MASSIMILIANO MINOCRI / EPV

IN ENGLISH

“In Orwell’s ‘1984’ society knew it was being dominated. Not today”

Las Torres Gemelas, edificios iguales entre sí y que se reflejan mutuamente, un

sistema cerrado en sí mismo, imponiendo lo igual y excluyendo lo distinto y que

fueron objetivo de un atentado que abrió una brecha en el sistema global de lo igual.

O la gente practicando BINGE WATCHING(atracones de series), visualizando

continuamente solo aquello que le gusta: de nuevo, proliferando lo igual, nunca lo

distinto o el otro... Son dos de las potentes imágenes que utiliza el filósofo Byung-

Chul Han (Seúl, 1959), uno de los más reconocidos diseccionadores de los males

que aquejan a la sociedad hiperconsumista y neoliberal tras la caída del muro de

Berlín. Libros como La sociedad del cansancio, PSICOPOLÍTICA o LA

EXPULSIÓN DE LO DISTINTO (en España, publicados por Herder) compendian

su tupido discurso intelectual, que desarrolla siempre en red: todo lo conecta, como

hace con sus manos muy abiertas, de dedos largos que se juntan mientras cimbrea

una corta coleta en la cabeza.

“En la orwelliana 1984 esa sociedad era consciente de que estaba siendo dominada;

hoy no tenemos ni esa consciencia de dominación”, alertó ayer en el Centro de

Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), donde el profesor formado y

afincado en Alemania disertó sobre la expulsión de la diferencia. Y dio pie a

conocer su particular cosmovisión, construida a partir de su tesis de que los

individuos hoy se autoexplotan y sienten pavor hacia el otro, el diferente. Viviendo,

así, en “el desierto, o el infierno, de lo igual”.

Autenticidad. Para Han, la gente se vende como auténtica porque “todos quieren ser

distintos de los demás”, lo que fuerza a “producirse a uno mismo”. Y es imposible

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serlo hoy auténticamente porque “en esa voluntad de ser distinto prosigue lo igual”.

Resultado: el sistema solo permite que se den “diferencias comercializables”.

Autoexplotación. Se ha pasado, en opinión del filósofo, “del deber de hacer” una

cosa al “poder hacerla”. “Se vive con la angustia de no hacer siempre todo lo que se

puede”, y si no se triunfa, es culpa suya. “Ahora uno se explota a sí mismo

figurándose que se está realizando; es la pérfida lógica del neoliberalismo que

culmina en el síndrome del trabajador quemado”. Y la consecuencia, peor: “Ya no

hay contra quien dirigir la revolución, no hay otros de donde provenga la represión”.

Es “la alienación de uno mismo”, que en lo físico se traduce en anorexias o en

sobreingestas de comida o de productos de consumo u ocio.

‘Big data’.“Los macrodatos hacen superfluo el pensamiento porque si todo es

numerable, todo es igual... Estamos en pleno dataísmo: el hombre ya no es soberano

de sí mismo sino que es resultado de una operación algorítmica que lo domina sin

que lo perciba; lo vemos en China con la concesión de visados según los datos que

maneja el Estado o en la técnica del reconocimiento facial”. ¿La revuelta pasaría por

dejar de compartir datos o de estar en las redes sociales? “No podemos negarnos a

facilitarlos: una sierra también puede cortar cabezas... Hay que ajustar el sistema:

el EBOOK está hecho para que yo lea, no para que me lea a mí a través de

algoritmos... ¿O es que el algoritmo hará ahora al hombre? En EE UU hemos

visto la influencia de Facebook en las elecciones... Necesitamos una carta digital que

recupere la dignidad humana y pensar en una renta básica para las profesiones que

devorarán las nuevas tecnologías”.

Comunicación. “Sin la presencia del otro, la comunicación degenera en un

intercambio de información: las relaciones se reemplazan por las conexiones, y así

solo se enlaza con lo igual; la comunicación digital es solo vista, hemos perdido

todos los sentidos; estamos en una fase debilitada de la comunicación, como nunca:

la comunicación global y de los LIKES solo consiente a los que son más iguales a

uno; ¡lo igual no duele!”.

4

Jardín. “Yo soy diferente; estoy envuelto de aparatos analógicos: tuve dos pianos

de 400 kilos y durante tres años he cultivado un jardín secreto que me ha dado

contacto con la realidad: colores, olores, sensaciones... Me ha permitido percatarme

de la alteridad de la tierra: la tierra tenía peso, todo lo hacía con las manos; lo digital

no pesa, no huele, no opone resistencia, pasas un dedo y ya está... Es la abolición de

la realidad; mi próximo libro será ese: ELOGIO DE LA TIERRA. EL JARDÍN

SECRETO. La tierra es más que dígitos y números.

Narcisismo. Sostiene Han que “ser observado hoy es un aspecto central de ser en el

mundo”. El problema reside en que “el narcisista es ciego a la hora de ver al otro” y

sin ese otro “uno no puede producir por sí mismo el sentimiento de autoestima”. El

narcisismo habría llegado también a la que debería ser una panacea, el arte: “Ha

degenerado en narcisismo, está al servicio del consumo, se pagan injustificadas

burradas por él, es ya víctima del sistema; si fuera ajeno al mismo, sería una

narrativa nueva, pero no lo es”.

Otros. Es la clave de sus reflexiones más recientes. “Cuanto más iguales son las

personas, más aumenta la producción; esa es la lógica actual; el capital necesita que

todos seamos iguales, incluso los turistas; el neoliberalismo no funcionaría si las

personas fuéramos distintas”. Por ello propone “regresar al animal original, que no

consume ni comunica desaforadamente; no tengo soluciones concretas, pero puede

que al final el sistema implosione por sí mismo... En cualquier caso, vivimos en una

época de conformismo radical: la universidad tiene clientes y solo crea trabajadores,

no forma espiritualmente; el mundo está al límite de su capacidad; quizá así llegue

un cortocircuito y recuperemos ese animal original”.

Refugiados. Han es muy claro: con el actual sistema neoliberal “no se siente temor,

miedo o asco por los refugiados sino que son vistos como carga, con resentimiento o

envidia”; la prueba es que luego el mundo occidental va a veranear a sus países.

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Tiempo.Es necesaria una revolución en el uso del tiempo, sostiene el filósofo,

profesor en Berlín. “La aceleración actual disminuye la capacidad de permanecer:

necesitamos un tiempo propio que el sistema productivo no nos deja; requerimos de

un tiempo de fiesta, que significa estar parados, sin nada productivo que hacer, pero

que no debe confundirse con un tiempo de recuperación para seguir trabajando; el

tiempo trabajado es tiempo perdido, no es tiempo para nosotros”.

EL “MONSTRUO” DE LA UE Y LA “BODA”

CATALUÑA-ESPAÑA

“Estamos en la Red, pero no escuchamos al otro, solo hacemos ruido”, dice Byung-Chul Han,

que viaja lo justo y no hace turismo “para no participar del flujo de mercancías y personas”.

También reclama una política nueva. Y la relaciona con Cataluña, tema cuya tensión rebaja

bromeando:

“Si Puigdemont promete volver al animal original, me hago separatista”.

Y ya en lo político, lo enmarca en el contexto de la Unión Europea: “La UE no ha sido una

unión de sentimientos sino comercial; es un monstruo burocrático fuera de toda lógica

democrática; funciona a golpe de decretos...; en esta globalización abstracta se da un duelo

entre el no lugar y la necesidad de ser de un lugar concreto; el especial está incómodo y genera

desasosiego y estalla lo regional. Hegel decía que la verdad es la reconciliación entre lo general

y lo particular y eso hoy es más difícil...”. Pero acude a su revolución temporal: “Las bodas

forman parte de la recuperación del tiempo de fiesta: a ver si hay una entre Cataluña y España y

se reconcilian”

6

Boletín Semanal (05 de febrero / 11 de febrero de 2018) de El Orden Mundial en el Siglo XXI

https://elordenmundial.com/

http://vientosur.info/

Lenguaje no sexista

“Portavozas" y la visibilización de las mujeres

10/02/2018 | Juan Carlos Moreno Cabrera

El lenguaje como construcción social viva: "si la palabra portavoza acaba generalizándose añadiría una posibilidad más para un discurso no androcéntrico y se incrementaría la riqueza gramatical y léxica del castellano".

Libros viento sur

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1968: el mundo pudo cambiar de base

10/02/2018 | Jaime Pastor

El recuerdo de las jornadas que giraron en torno al año 1968 en todo el mundo, cuya más alta expresión estuvo en la Huelga General que sacudió a la sociedad francesa durante aquel mes de mayo, será motivo en este 50 aniversario para que salgan a la luz las más diversas y contrapuestas interpretaciones.

eldiario.es | Estado español

Derechos y libertades compartidas

10/02/2018 | Jordi Cuixart

Tribuna de Jordi Cuixar publicada en eldiario.com, que traemos a nuestra portada por compartir la denuncia del pisoteo de los derechos y libertades y en solidaridad con el autor y el resto de personas encarceladas.

Pais Valenciá. Puertas giratorias, comisiones millonarias y sobrepagos

La oposición sanitaria al Pacto del Botánico

10/02/2018 | Moisés Pérez

Artículo original en catalán La reversión de los conciertos sanitarios y la renegociación del contrato con el Instituto Valenciano de Oncología (IVO) impulsadas por el Consell (gobierno valenciano) ha convertido Ribera Salud -la principal empresa concesionaria- y la entidad encabezada por el ex consejero popular Manuel Llombart en los pri.

Francia. Aeropuerto Notre-Dame-des-Landes

Repaso histórico de un movimiento ecológico y social victorioso

10/02/2018 | Ivan du Roy y Nolwenn Weiler

Longevidad, diversidad de formas de acción, capacidad de crear evaluaciones populares y desarrollar alternativas: esos son los ingredientes de un movimiento cuya estrategia ha resultado ser victoriosa, tras el anuncio del abandono del proyecto del aeropuerto [realizado por el gobierno de Edouard Philippe].

Estado español

La trampa del “Pacto educativo”

09/02/2018 | Fermín Rodríguez

Hablemos con franqueza: ¿Es posible alcanzar un Pacto de Estado que concilie los muy diversos y contrapuestos intereses concentrados en el sistema educativo español? ¿Es posible un acuerdo democrático dentro de un juego con las cartas marcadas?.

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latrivial.org | L`Obrera de Sabadell, espai comú

Apuntes desde nuestra trinchera

09/02/2018 | Cristina García

Fue en el Primero de mayo de 2015 cuando una plataforma de vecinas y vecinos de Sabadellse apropió del edificio, que llevaba 8 años vacío . Aquel día comenzó una lucha por llenar de vida y de actividad no asalariada y asamblearia los más de 2.

Gaza

Al borde del hundimiento completo

09/02/2018 | Hebdo L’Anticapitaliste

A mediados de enero, responsables de los órganos de seguridad israelíes afirmaban: la banda de Gaza está “al borde del hundimiento completo”..

Cuando Wall Stret estornuda…

El espectro del “krach” bursátil

09/02/2018 | Henri Wilno

Más allá de los sobresaltos del mercado bursátil influye, en efecto, sobre el funcionamiento del capitalismo, la perpetuación de un fenómeno que no concuerda con el derroche de inversiones en las nuevas tecnologías: la debilidad de las ganancias de productividad.

Italia. Entrevista a Viola Carofalo

"Potere al popolo": una nueva esperanza para la izquierda anticapitalista

09/02/2018 | Stéfanie Prezioso

Potere al Popolo no es más que la traducción literal de la palabra democracia. Hoy muchos lo han olvidado, y piensan que la democracia es votar una vez cada cinco años a partidos todos iguales, y el resto del tiempo sufrir las decisiones que se tomen en otro lado.

Dossier

Catalunya

La investidura de Puigdemont y las tensiones del independentismo- Martí Caussa

La investidura de Puigdemont i les tensions de l’independentisme- Martí Caussa

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IJURR TEXTOS ACADÉMICOS URBANOS

http://www.ijurr.org/interventions/

COMPARTIMOS EL TRAILER DE UN NUEVO DOCUMENTAL SOBRE ALFRED SCHÜTZ Y SU OBRA

https://www.youtube.com/watch?v=-gKNzx2ix7g

NUEVO MONOGRÁFICO SOBRE BLENDED LEARNING

Vol. 21, núm. 1 (2018)

La revolución del blended learning en la educación a distancia

http://revistas.uned.es/index.php/ried/issue/view/1067

EL APRENDIZAJE-COOPERATIVO-OBJETIVO-ORGANIZACION-TIPOS-ROL-DEL-DOCENTE-HABILIDADES-DOCENTES http://webdelmaestrocmf.com/portal/aprendizaje-cooperativo-objetivo-organizacion-tipos-rol-del-docente-habilidades-docentes/#.Wn3e1wF4VXo.google_plusone_share

“EL PODER DEL HOMBRE ESTÁ CORRELACIONADO CON SU CAPACIDAD DE SILENCIAR A LAS

MUJERES”

La académica Mary Beard, la intelectual de moda en Reino Unido, se adentra con el pequeño libro 'Mujeres y poder' en uno de los debates más calientes del momento

https://elpais.com/cultura/2018/02/09/actualidad/1518195599_638386.html

http://www.arcoiris.com.co/

REVISTA SIN PERMISO

http://www.sinpermiso.info/

Hay 10699 documentos en la web. Mostramos en portada los últimos publicados

Reino de España: Cinco síntomas mórbidos de la crisis crónica del régimen del 78

Gustavo Buster

11/02/2018

Especulación, indigentes y vivienda en Europa

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Julie Wark

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11/02/2018

FORMA CLASE Y FORMA MULTITUD EN EL PROLETARIADO MINERO DE BOLIVIA

René Zavaleta Mercado

https://drive.google.com/file/d/0ByqNCTdB72V9YWhfLTlDUFVaVGM/view

1. Número 14 (Julio-Diciembre 2017)

https://papiro.unizar.es/ojs/index.php/historiografias/issue/view/201

"FILOSOFÍA POLÍTICA MODERNA. DE HOBBES A MARX" (2000). AUTOR: ATILIO A. BORÓN.

EDITORIAL: CLACSO.

http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20100603071925/filopolit1.pdf

CONTINGENCIA-HEGEMONIA-UNIVERSALIDAD

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https://programaddssrr.files.wordpress.com/2013/05/butler-j-laclau-e-c5beic5beek-s-contingencia-

hegemonia-universalidad-2000_ocr.pdf

MARCEL MAUSS, ENSAYO SOBRE EL DON

http://bit.ly/1Oi1UIF

PROTESTANTISMO Y FILOSOFÍA

http://bit.ly/2BiWc7n

TARTESSOS, MITO E HISTORIA» (PDF)

Enlace: http://bit.ly/2EqRjeh

AMÉRICA LATINA, ENTRE COLONIA Y NACIÓN" (2001). AUTOR: JOHN LYNCH. EDITORIAL:

CRÍTICA.

https://drive.google.com/file/d/1bmpMxnKrGL1vhRGRdV_C9Pze8wid0UTn/view

FILOSOFÍA DE LA HISTORIA» (PDF)/ AUTOR: IMMANUEL KANT.

enlace: http://bit.ly/2BQswiR

"UNA SOCIOLOGÍA SENTIPENSANTE PARA AMÉRICA LATINA" (2015). AUTOR: ORLANDO FALS

BORDA.

http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20151027053622/AntologiaFalsBorda.pdf

EL FILÓSOFO Y EL MERCADER» (PDF)

Enlace: http://bit.ly/2Ej0Ncv

EN DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES» (PDF)

Enlace: http://bit.ly/2EV0ku6

ÉTICA Y POLÍTICA» (PDF)

Enlace: http://bit.ly/2EvBYZZ

WITTGENSTEIN, LA MODERNIDAD, EL PROGRESO Y LA DECADENCIA» (PDF)

Enlace: http://bit.ly/2EzRioz

ESTRUCTURAS Y FUNCIONES DEL DISCURSO. Una introduccion interdisciplinaria a la lingüística del texto y a los estudios del discurso.

Teun A. Van Dijk.

https://drive.google.com/file/d/1_8sbSvxpbsYHupbZsINCmCc7DmEL9piQ/view

«FILOSOFÍA DE LA LIBERACIÓN» (PDF)

Enlace: http://bit.ly/2BS6Djl

16

DEL INFINITO: EL UNIVERSO Y LOS MUNDOS» (PDF)

Autor: Giordano Bruno.

Enlace: http://bit.ly/2ERnXDU

HISTORIA DEL FEMINISMO» (PDF)

Enlace: http://bit.ly/2H0zfGk

EL CONCEPTO DE CIUDADANÍA EN ETIENNE BALIBAR Y LA NUEVA ESTRATEGIA ZAPATISTA. RESPUESTAS A LA GOBERNANZA T

he Concept of Citizenship in Etienne Balibar and the New Zapatista Strategy. Responses to Governance

Hero Suárez Ruiz

http://www.rebelion.org/docs/237569.pdf

REVISTA COREA HOY

https://forocontralaguerra.files.wordpress.com/2018/02/coreadehoy-022018.pdf

Reflexiones Marginales

Artículos

http://reflexionesmarginales.com/3.0/category/42/42-articulos/

REVISTA PUEBLOS

http://www.revistapueblos.org

Ediciòn web de revista Nueva Sociedad

http://nuso.org

Joseph Campbell - Los mitos en el tiempo https://goo.gl/21RZ52

LA VIDA EN UN CUARTO DE 12 METROS CUADRADOS EN MÉXICO

En el país 32 millones de personas habitan en casas construidas con materiales precarios o en espacios tan reducidos que impiden una vida digna

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https://elpais.com/internacional/2018/02/07/mexico/1518043461_378474.html

Y mañana qué» (PDF).

Autor: Jacques Derrida y Élisabeth Roudinesco.

Enlace: http://bit.ly/2cylSCu

MUNDO PORNO. DIME CÓMO COGES Y TE DIRÉ QUIÉN ERES

x Federico Polleri

https://www.lahaine.org/mundo.php/mundo-porno-dime-como-coges

Somos una sociedad porno. Lo porno nos llena todos los agujeros sociales, culturales,

políticos y económicos. Los rebalsa

ANTROPOLOGÍA DE LA PORNOGRAFÍA

http://www.mediafire.com/file/2c52i0c0bfhd3o4/Arcand%2C+Bernard+-+El+jaguar+y+el+oso+hormiguero+%281991%29.pdf

IX Congreso Internacional de Geografía de América Latina

El IX Congreso Internacional de Geografía de América Latina organizado por la Asociación de Geógrafos Españoles de América Latina (AGE-AL) tendrá lugar en Toledo (España) del 12 al 15 de septiembre de 2018 bajo el título “Últimas décadas: procesos y…

IXCONGRESO.AGEAL.ES

http://ixcongreso.ageal.es

Hacia una crítica de la razón patriarcal» (PDF)

Enlace: http://bit.ly/2EFQQC

Historia de la literatura Griega» (PDF)

Enlace: http://bit.ly/2E4MJiD

La esencia de la vida» (PDF)

Enlace: http://bit.ly/2FJF8WT

http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/category/investigacion/headline/

ATLAS HISTORICO MUNDIAL – GEORGE DUBY

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https://revistahistoriaparatodos.wordpress.com/2018/02/06/atlas-historico-mundial-george-duby/

CONTROVERSIAL, BILL GATES DICE QUE ESTE ES "EL LIBRO DEL SIGLO": QUÉ DICE Y DÓNDE LO PODÉS LEER GRATIS

EL FILÁNTROPO Y MAGNATE TECNOLÓGICO CONFESÓ CUÁL ES SU LIBRO FAVORITO DE TODOS LOS TIEMPOS. ¿POR QUÉ SUSCITÓ POLÉMICA, QUIÉN LO ESCRIBIÓ Y DE QUÉ TRATA?

http://www.infotechnology.com/labs/Controversial-Bill-Gates-dice-que-este-es-el-libro-del-siglo-que-dice-y-donde-lo-podes-leer-gratis-20180206-0006.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterInfotechnology&utm_campaign=Infotechnology&utm_content=3

CAPITULO 1/ https://www.gatesnotes.com/Books/Enlightenment-Now

"FEMINISMO Y FILOSOFÍA"

https://www.mediafire.com/download/za03j4a6h932xmv

PROTESTANTISMO EN AMÉRICA LATINA

https://drive.google.com/file/d/1mV2aFJDelFhBVDezJ7A9GKwEmyULbXbg/view

LAS INSTITUCIONES ECLESIÁSTICAS

https://drive.google.com/file/d/1t9tAgb74OdN3ZS6GXxErCfHdUIho9KEr/view

DEL DISCURSO ENCANTADOR A LA PRÁXIS LIBERADORA. PSICOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN: APORTES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PSICOLOGÍA DESDE EL SUR Libro completo: http://bit.ly/2nAIo0n

Después de la gran división : modernismo, cultura de masas, posmodernismo. 320 págs

https://drive.google.com/file/d/1IbDSeK4-PKXMLE0Fvd_wZvzAwOCqHheY/view

Filosofía del derecho. 289 págs

https://drive.google.com/file/d/1TodFY-Yi4V_1XhIbZ-iPkuNCxL3L5TI3/view

HACIA UNA FILOSOFÍA DE LA FOTOGRAFÍA. 84 PÁGS.

https://drive.google.com/file/d/1Wh_OFy8c7bgH8U9FeV0ZxUqQncp-10-2/view

Análisis del discurso en la Ley de Migración de México: ¿Qué se pretende con el procedimiento de presentación de extranjeros y el alojamiento en las estaciones migratorias?

http://www.autoctonia.cl/index.php/autoc/article/view/50

Congreso internacional Cuerpos despojos territorios: la vida amenazada

El Área de Letras y Estudios Culturales de la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador, convoca al congreso internacional Cuerpos,

despojos, territorios: la vida amenazada

UASB.EDU.EC

http://www.uasb.edu.ec/web/guest/contenido?congreso-internacional-cuerpos-despojos-territorios-la-vida-amenazada

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REVISTA COLOMBIANA DE SOCIOLOGÍA

📚Febrero el mes del Vol. 34, Núm. 1 (2011) Sociología Pragmática.

https://revistas.unal.edu.co/index.php/recs/issue/view/2138/showToc

EL ANTIEDIPO» (PDF)

Autores: G. Deleuze y F. Guattari.

Enlace: http://bit.ly/2BWrRbw

EL MOVIMIENTO FENOMENOLÓGICO» (PDF)

Enlace: http://bit.ly/2E62R6v

EPISTEMOLOGÍAS EN LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL Libro completo: http://bit.ly/2nsrTTT

"BREVE HISTORIA DE LA BARBARIE EN OCCIDENTE" (2006). AUTOR: EDGAR MORÍN.

EDITORIAL: PAIDÓS.

https://drive.google.com/file/d/0B2i9sAXqIwTaTUVWMUNEMjFzWlk/view

ELEMENTOS DE TEORIA POLITICA.360 PÁGS.

https://drive.google.com/file/d/1VeSKGfkfhaUeWm8_j0ldatXmeqjr-HZn/view

LA INTERACCIÓN SOCIAL. CULTURA. INSTITUCIONES Y COMUNICACIÓN. 204 PÁGS

https://drive.google.com/file/d/1vZ-p6PwcBUqni6x0QEoKPQiHgqNsI1ro/view

MÉXICO: EL VOLCÁN DE LA RESISTENCIA

GEOFFREY PLEYERS and MANUEL GARZA ZEPEDA 5 February 2018

México es un verdadero volcán en el que la belleza y frialdad de la nieve exterior que lo corona oculta una realidad hirviente, una inestabilidad que en cualquier momento amenaza con estallar.

https://www.opendemocracy.net/democraciaabierta/geoffrey-pleyers-manuel-garza-zepeda/de-los-zapatistas-ayotzinapa-m-xico-dos-d-cad

https://www.razonpublica.com

20

Libro: LA PSICOLOGÍA DEL DOCENTE http://api.ning.com/files/q4YteZaO4X-mYRG1qKw5PcYxH-WWOXPLt8pxV-u7rmvURo6qObSKTzUJru4cUPvksD6iDzh0ZkbHoRnyGS7L1p0NZ2K9-NTB/textoPSICOLOGIADELDOCENTE.pdf

EN EL LENGUAJE SIEMPRE ES LA GUERRA: DIALOGO CON MARÍA TERESA GARZÓN SOBRE LAS

COLUMNAS DE OPINIÓN DE HÉCTOR ABAD FACIOLINCE Y ANTONIO CABALLERO

https://www.academia.edu/35897851/En_el_lenguaje_siempre_es_la_guerra_Dialogo_con_Mar%C3%ADa_Teresa_Garz%C3%B3n_sobre_las_columnas_de_opini%C3%B3n_de_H%C3%A9ctor_Abad_Faciolince_y_Antonio_Caballero

REVISTA NEXOS

https://www.nexos.com.mx

CADA AÑO, 213.000 ARMAS LLEGAN ILEGALMENTE A MÉXICO DESDE ESTADOS UNIDOS,

SEGÚN UN INFORME

Por ALBINSON LINARES 5 de febrero de 2018

https://www.nytimes.com/es/2018/02/05/cada-ano-213-000-armas-llegan-ilegalmente-a-

mexico-desde-estados-unidos-segun-un-

informe/?em_pos=small&emc=edit_bn_20180206&nl=boletin&nl_art=0&nlid=80981645

&ref=headline&te=1

COLOMBIA, A PUNTO DE LA XENOFOBIA

Adriana Abramovits*

El Estado no ha adoptado políticas integradoras para la masiva migración de venezolanos, cada vez

más estigmatizados.

https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/colombia-punto-de-la-xenofobia-articulo-737542

Chocó, epicentro de los conflictos sociales y ambientales en Colombia

En la selva del Chocó la miseria provocada por la violencia, la coca, la minería ilegal y la contaminación contrastan con la riqueza ambiental. El pueblo indígena de Noanamé es un reflejo de los conflictos que no se han resuelto.

http://sostenibilidad.semana.com/medio-ambiente/articulo/choco-epicentro-de-los-conflictos-sociales-y-ambientales-en-colombia/39447

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NUEVO MONOGRÁFICO SOBRE BLENDED LEARNING

http://www.reddolac.org/profiles/blogs/nuevo-monogr-fico-sobre-blended-learning

ESCOPOFILIA: NACIDAS PARA SER MIRADAS

La insurrección de los cuerpos de las mujeres no será una revolución

individual. El objetivo es trastocar la mirada masculina, la misma que ha

cosificado nuestro físico

NURIA ALABAO

http://ctxt.es/es/20180131/Politica/17614/Escopofilia-mujeres-cuerpos-feminismo-canones-Nuria-Alabao.htm

Llevo un rato mirando a una mujer joven que en algún lugar de Latinoamérica

da de mamar en directo vía una aplicación que se llama Periscope. La mujer no

explica nada sobre la lactancia ni hace apología de la misma, no es una

youtuber en la que su producto es ella misma, no espera sacar retribución

económica, no quiere ser famosa. Parece que simplemente se aburre y ha

decidido experimentar cómo es ser vista por extraños. Yo soy una de esos

extraños que miran.

Al cabo de un rato se van conectando más y más, ya somos cincuenta.

Podemos mandar corazones que van planeando sobre la imagen de la mujer o

decirle cosas en un chat que vemos todos. Ella a veces lee y contesta

tímidamente o ríe. En seguida los comentarios empiezan a subir de tono:

Quien fuese ese baby, mamita. Enséñanos la otra. Qué bebé tan mono. ¿Cómo

se llama? ¿Estás en Colombia? Dame tu número.

Un periscopio es un instrumento que permite la observación desde una

posición oculta. Llevo un par de días mirando por la app vídeos en directo de

todo el mundo. Hay actos públicos, gente que cuenta cosas, come delante del

móvil o te explica qué es una oveja merina, algún tío que enseña su pene y

muchas, muchas chicas –bastantes adolescentes, también menores de edad–

que bailando o tumbadas en la cama o en el sofá se enseñan, están.

Indefectiblemente al cabo de un rato hay comentarios de carácter sexual

mezclados con retazos de conversaciones casuales. Gajes de internet. Las

chicas se ven a sí mismas mientras retransmiten, por lo tanto todo el rato son

conscientes de sus cuerpos: se tocan el pelo, cambian la postura a una más

22

favorecedora, o simplemente se dejan mirar. Cuando alguien suelta una

burrada, la mayoría sonríe o los ignoran.

Las chicas siempre hemos estado ahí para que nos miren. Eso es lo que

interiorizas desde niña. Los comentarios de tu madre, de los compañeros de

colegio, de tu novio y lo que ves en los medios: cómo son “las mujeres”, cómo

se visten, cómo se mueven, cómo se llega a ser mujer; aprendes que está

relacionado con la imagen. Hace falta parecer una tía, moverse como una tía,

depilarse como una tía. Es todo un trabajo. Te llegan comentarios de hombres

sobre tu físico en cualquier lugar, de tíos que visten fatal, que tienen barriga,

que les asoman pelos por la camiseta pero aún así se permiten comentarte

cosas como: hoy no te has depilado, ¿eh? uy qué pelos llevas.

¿Ser mujer es acaso ser percibida? ¿La mirada masculina hace a la

mujer? Decía Pierre Bourdieu que todo el mundo se somete a miradas, pero

esto con mayor o menor intensidad según las posiciones sociales, y sobre todo

según los géneros: “lo que se describe como coquetería femenina es la manera

de comportarse cuando se está siempre en peligro de ser percibido”.

Escudriñado. Una mujer está más expuesta a existir a través de la mirada

ajena. Lo dijo el psicoanálisis y lo dijo el feminismo. Laura Mulvey, durante la

segunda ola, introdujo el concepto de "mirada masculina" para hablar de las

representaciones femeninas a partir de un análisis del cine donde descubría la

asimetría de poder de género. Mulvey decía que las mujeres eran convertidas

en objetos, ya que eran los hombres heterosexuales los que tenían el control de

las cámaras, los que tenían el poder de definir públicamente a través de los

medios qué es, o cómo es una mujer. El ensayo de Mulvey también explica

que la mirada femenina funciona igual a la mirada masculina. Esto significa

que las mujeres en general se ven a sí mismas a través de los ojos de los

hombres ya que han sido socializadas así. Por tanto, cuando nos exhibimos, en

las redes, en Periscope, adoptamos roles de los repertorios disponibles que nos

constituyen, que se han fijado en nuestro imaginario y en nuestra forma de

desear. Y sí, también jugamos con ellos, los manipulamos y los subvertimos,

no somos vasijas vacías sobre las que se vierten las disposiciones sociales que

reproducimos como robots, somos mucho más.

23

La dictadura del Índice de Masa Corporal

Las cosas han cambiado bastante desde que Mulvey escribió su ensayo. Hay

más mujeres en la producción de imaginarios, en la publicidad, incluso

dirigiendo porno. En las redes sociales, ahora las mujeres creamos ingentes

imágenes de nosotras mismas. Hemos conseguido muchísimas cosas, entre

otras, que en esas representaciones las mujeres “hagan cosas” y no solo

“sean”: guapas, amables, deseables, elegantes… Sin embargo, podemos decir

que pese a la ampliación de repertorios disponibles, de modelos femeninos, la

presión sobre la imagen, y sobre el cuerpo de la mujer no ha descendido ni un

escalón. E incluso se ha extremado en cuanto a la exigencia de delgadez y en

tanto que tenemos que medirnos con representaciones que han incorporado

todos los “avances” científicos en relación a las modificaciones corporales

posibles: operaciones que alcanzan cualquier centímetro de nuestra piel, su

forma o su tersura, podemos cambiar de labios, de nariz, de pecho, de culo, de

longitud, forma y color del cabello, y un largo, infinito etcétera. Basta para

darnos cuenta comparar a las estrellas femeninas de los 40/50 con las de ahora.

Bueno, es que las de ahora, simplemente, a menudo no parecen humanas.

¿Qué buscan las chicas que se exhiben en Periscope o en las redes sociales?

Cuando las adolescentes se exponen lo que reciben es aprobación, la

constatación de que existen como mujeres, de que son deseables. En lugares

como Periscope, los piropos, las burradas de carácter sexual, más que como

agresiones, son vividas como validaciones en la prueba de ser

miradas/deseadas. La adolescencia es un momento de transición, de paso a la

vida adulta, un momento donde la identidad está en construcción y por tanto,

en precario. En ella las mujeres somos especialmente vulnerables. La crisis de

adolescencia tiene que ver justamente con la imagen de sí que se brinda a los

demás, y por tanto, es más aguda en las mujeres. El listón está en las nubes.

Apenas empezamos a ver los efectos de esta hiperexposición en las redes

sociales de las nuevas generaciones, grabadas, fotografiadas y exhibidas hasta

la saciedad. Internet está llevando la posibilidad de mirar y ser mirado hacia

nuevas cotas. Las redes permiten ampliar el público del exhibicionismo

corporal y presionan a las mujeres para que adapten sus cuerpos a la norma –

24

también cada vez más a los hombres–. Si las redes otorgan validación a las

jóvenes con identidades en construcción, el mayor peligro es el peso que tiene

la imagen en ello frente a otras cuestiones. Y también puede ser una fuente de

acoso. Muchas en el colegio hemos sido interpeladas como gordas,

gafotas, LOOSERS, lo que sea, pero al llegar a casa nos encontrábamos en un

terreno amigo, el acoso paraba, podíamos quedar con amigos de nuestra

elección. Sin embargo, hoy con los móviles, la exposición –también al acoso–

no termina nunca. Los efectos de esta tensión, de este panóptico podemos

verlos en el aumento de los trastornos alimentarios: la bulimia y la anorexia,

que afectan fundamentalmente, y cada vez más, a las adolescentes.

Cualquier diría que están aprendiendo a trabajar

De hecho, hay abundante información de estos trastornos cuando se refieren a

esta franja de edad. Sin embargo, poco se ha trabajado en cuanto al ámbito

laboral, a cómo están relacionadas con determinadas profesiones o con lo que

el sociólogo José Luis Moreno Pestaña llama “culturas empresariales

particularmente despóticas”. Moreno en LA CARA OSCURA DEL

CAPITAL ERÓTICO (Akal, 2016) demuestra cómo hay circuitos laborales

donde es necesario valorizar el cuerpo y que precisamente se pueden descubrir

porque son profesiones donde hay mayor presencia de trastornos alimentarios.

Camareras, vendedoras e incluso profesoras son algunas de las profesiones

más expuestas a esta enfermedad laboral que jamás será reconocida como tal.

En general, implican atención de cara al público, y por tanto, están muy

feminizadas. La belleza, el reclamo sexual, el vestir de un determinado modo

son también exigencias laborales en muchos ámbitos. En algunos de ellos,

tiene tanto peso que las consecuencias pueden ser anorexia y bulimia, si a las

presión sobre el cuerpo le sumamos unas condiciones de trabajo estresantes y

abusivas.

La exigencia de encarnar ciertos prototipos de belleza permite ingresar,

mantenerse y avanzar en bastantes espacios profesionales, señala Moreno, lo

que conlleva modificaciones importantísimas del propio cuerpo. “Pero sigues

avanzando y siendo premiada por tu ortodoxia corporal, porque luces la ropa

más exclusiva, porque conviertes las interacciones alrededor de las partes de tu

25

cuerpo en el centro de tu vida... Para lo cual haces demasiado ejercicio,

contabilizas las calorías obsesivamente, vomitas cuando has faltado a tu

compromiso –¡por tu progreso en el trabajo, no porque seas frívola!– o acabas

completamente famélica y sin fuerzas, necesitando atención psiquiátrica”,

explica.

La rebelión feminista

Las exigencias laborales de cuerpos que se adapten a la norma son difíciles de

subvertir. Lo que podemos extraer de la investigación de Moreno es que no

basta la conciencia para sustraerse a determinadas exigencias, que el cambio

tiene que arrastrar consigo a una buena parte de la sociedad. La insurrección

de los cuerpos de las mujeres no será una revolución individual. (Y tampoco es

una cuestión moralista: el trabajo estético sobre una misma puede ser también

fuente de placer. La pregunta es por los límites: cuándo se convierte en

patológico o simplemente nos hace infelices.)

El movimiento feminista propone lecturas políticas y trabajo sobre el

imaginario para darle la vuelta a los modelos de belleza imperantes, como

cuando reivindica el look natural o el BLACK IS BEAUTIFUL. La idea es

trastocar la mirada masculina, la misma que ha objetualizado nuestros cuerpos.

Numerosas artistas y activistas elaboran imágenes subversivas, por ejemplo,

de mujeres que no se depilan o modelos de belleza alternativos. Estas también

circulan por las redes sociales, que poseen la ambivalencia de cualquier medio:

nos fuerzan a adaptarnos a la norma, pero nos dan claves para la rebelión. Está

claro que es una cuestión de poder, pero todo poder, lleva en sí la semilla de la

resistencia.

A las feministas nos llaman feas y nosotras nos sentimos libres.

AUTOR

NURIA ALABAO

ASÍ ES COMO EL CÁRTEL JALISCO NUEVA GENERACIÓN SE ESTÁ EXPANDIENDO EN MÉXICO

26

CONSOLIDACIÓN LOCAL, EXPANSIÓN MILITAR Y

RETÓRICA DE AUTODEFENSA, LOS RECURSOS QUE EL

CÁRTEL ESTÁ USANDO.

http://www.huffingtonpost.com.mx/2018/02/12/asi-es-como-el-cartel-jalisco-nueva-generacion-se-esta-expandiendo-en-mexico_a_23358887/

SOCIEDAD 2020

LA VERDAD DE LOS MILLENNIALS

HTTPS://WWW.FACEBOOK.COM/NTN24/VIDEOS/1467440253275020/

LA DEMENCIA SENIL ESTÁ ASOCIADA A LA CULTURA

La percepción social del envejecimiento influye en la salud y longevidad de los mayores

Las personas que asocian la vejez con la inutilidad o la senilidad tienen más probabilidades de desarrollar demencia que las personas que la asocian con atributos positivos, como la sabiduría y el respeto, ha descubierto un estudio. La manera en que una sociedad percibe el envejecimiento influye en la salud y esperanza de vida de sus mayores.

https://www.tendencias21.net/La-demencia-senil-esta-asociada-a-la-cultura_a44382.html

PEDRO NOBRE, EL CIENTÍFICO DEL SEXO: “HOY SE PRACTICA MENOS SEXO EN LAS PAREJAS Y

MÁS EN SOLITARIO”

Javier Martín del Barrio

https://elpais.com/elpais/2018/01/30/eps/1517337621_684554.html

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¿POR QUÉ TRIUNFA EL SEXO SIN PENETRACIÓN ENTRE LOS JÓVENES EN CHILE?

https://elpais.com/elpais/2018/01/25/eps/1516880481_372252.html

ASÍ SOBREVIVE UN REFUGIADO SIRIO EN TURQUÍA CON 200 EUROS MENSUALES

El 90% de refugiados sirios en el país se aloja en poblaciones. Visitamos Gaziantep, una de las que más recibe. El sistema de atención apoyado por la UE les proporciona dinero en metálico, un pequeño alivio

https://elpais.com/elpais/2018/01/24/planeta_futuro/1516815565_898377.html

EL FUTURO DE LAS CIUDADES

Las urbes seguirán creciendo y debemos pensar a largo plazo y en grande https://elpais.com/economia/2018/02/08/actualidad/1518120971_470857.html

1MILLÓN DE IDEAS PARA MEJORAR EL MUNDO

NUEVO PROYECTO DE TENDENCIAS21 PARA RECUPERAR EL TALENTO DORMIDO DE LA

SOCIEDAD

Tendencias21 ha puesto en marcha un proyecto colaborativo para recuperar el talento dormido de la sociedad. El proyecto se llama 1MILLÓN DE IDEAS y sale al encuentro de los sueños incumplidos de nuestra comunidad de seguidores para darles la oportunidad de realizarlos y de contribuir así a mejorar el mundo.

https://www.tendencias21.net/1MILLON-DE-IDEAS-para-mejorar-el-mundo_a44372.html

PARA ACABAR CON LA CORRUPCIÒN/ LOS POLICÍAS 'ROBOCOP' EMPIEZAN A PATRULLAR

LAS CALLES EN CHINA

La nueva tecnología ya ha permitido a los agentes identificar a varios fugitivos.

https://actualidad.rt.com/actualidad/262254-policias-robocop-patrullar-calles-china

Crece en India la plaga de secuestros de hombres solteros para forzarles al matrimonio

El vídeo viral de un joven obligado a contraer matrimonio a punta de pistola desvela un problema que afecta sobre todo a los más pobres

https://elpais.com/internacional/2018/02/06/actualidad/1517924792_401868.html

AMAZON PATENTA UNA “PULSERA ULTRASÓNICA” QUE LOCALIZA AL TRABAJADOR

El sistema permite hacer un seguimiento del proceso y tiempo utilizado por el

empleado en los almacenes

https://elpais.com/tecnologia/2018/02/02/actualidad/1517591256_241404.html

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No guarde todo, por Diógenes!

Existe suficiente volumen de almacenamiento digital en el mundo como para no tener que descartar nada. Pero, ¿es eso lo que queremos?

https://elpais.com/tecnologia/2018/01/29/actualidad/1517242693_025291.html

5 EFECTOS SOCIOLÓGICOS DEBIDOS AL AUGE DE INTERNET

http://www.socialbrains.es/5-efectos-sociologicos-internet/

Pablo F. Iglesias

La ciberpsicóloga forense Mary Aiken no ha sido la primera en analizar el impacto sociológico que tiene en

cada uno de nosotros la exposición permanente a cualquier conocimiento de nuestra civilización tan

solo con sacar del bolsillo el smartphone. Patricia Wallace en 1999 con “THE PSYCHOLOGY OF THE

INTERNET”, o John Suler en 2001 y 2004, con “THE PSYCHOLOGY OF CYBERSPACE”, ya colocaron

las primeras piedras, aprovechadas por Aiken en “The Cyber Effect” (ES).

No es para menos. Tan importante como saber utilizar adecuadamente las herramientas que tenemos a nuestra

disposición (INTERNET ES UNA DE ELLAS) está el hecho de ser conscientes de cómo el uso de la

herramienta moldea la acción, a veces para bien, a veces para mal.

Y bajo esta hipótesis, Aiken plantea cinco consecuencias que me gustaría analizar en esta pieza. A saber:

Desinhibición online: Esto es, esa sensación de libertad que nos ofrece el tercer entorno, en el cual

aparentemente podemos ser quienes queramos. Y en particular, los efectos que tiene en un porcentaje

de la sociedad. Porque en el momento en el que somos libres (PRESUMIBLEMENTE) de nuestra

identidad, también somos libres de sacar lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros. Bajo este

escenario, no obstante, conviene recordar que la desinhibición online no es más que una pura ilusión.

Que, de hecho, el entorno digital, y por ende, todo lo que hagamos en él, deja SIEMPRE una huella.

Anonimato disociativo: Viene de la mano del anterior. Puesto que podemos (EN TEORÍA) ser quienes

queramos ser, esto nos permite separar las acciones del mundo real de nuestra personalidad o

identidad en el digital. Y esto tiene aspectos buenos y malos, como es el hecho de que quizás para

muchos resulte más sencillo ser ellos mismos (POR EJEMPLO, ABRIÉNDOSE A TRATAR TEMAS

CONFLICTIVOS QUE NO SE ATREVERÍAN A HABLAR EN PERSONA), o volverse altamente

nocivos (COMO PUEDE SER LIBRARSE DE LAS ATADURAS ÉTICAS DE LAS CUALES SÍ

HACEMOS GALA EN NUESTRO DÍA A DÍA).

Invisibilidad: ¿Te suena de algo? En Internet no tenemos que mostrar nuestra cara, nuestra edad, nuestro

género… En la Red no tenemos las limitaciones físicas que quizás tengamos en nuestro a día a día, lo

que sirve de engranaje para facilitar la socialización (LA CIBERSOCIALIZACIÓN), y también las

conductas claramente opuestas (RADICALISMO, CIBERBULLYING, TROLLS…).

Distorsión del tiempo: Esta me ha encantado. ¿Cuántas veces te has dado cuenta de que de pronto has

perdido una mañana entera sin aparentemente hacer nada más que estar delante de la pantalla? La red

modifica nuestro proceso de atención, que se intensifica por el asincronismo del universo visual (EN

INTERNET SOLEMOS CONSUMIR CONTENIDO QUE NO ES CREADO EN TIEMPO REAL,

LO QUE AYUDA A QUE RELAJEMOS NUESTRAS REACCIONES INMEDIATAS). Estos dos

puntos hacen que en efecto el tiempo en Internet pase mucho más despacio que el tiempo percibido

realizando acciones físicas.

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Imaginación disociativa: En nuestro día a día somos un empleado más de esa empresa, pero quizás en

Internet seamos un “influencer”, o el administrador de una comunidad con miles de personas, o, porqué

no, la persona encargada de salvar al mundo por enésima vez en un videojuego. El caso es que mientras

en el mundo físico tenemos obligaciones y responsabilidades vacuas, en la Red somos lo que

queramos ser, y además, sin las preocupaciones asociadas a ello. Lo que no pocas veces nos dirige

hacia una identidad figurada (ES). Algo muy palpable en redes sociales como Facebook, donde parece

que a todo el mundo le va genial (SE PUBLICA LO BUENO, SE OBVIA LO MALO).

¿Curioso, verdad? Que un entorno creado puramente por nuestra civilización sea capaz de moldear la

perspectiva global, disociando individuo físico y digital, sacando lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros,

anestesiando nuestro ciclo temporal e incluso permitiéndonos vivir una realidad alternativa.

Todo por parte de una única herramienta: Internet

NOTICIAS CORTAS

PATRICIA BULLRICH CONFIRMÓ QUE SE CREARÁ UNA "TASK FORCE" CON EE.UU. EN POSADAS

PARA COMBATIR EL NARCOTRÁFICO

Habrá efectivos de la DEA. Es para controlar también el crimen organizado y vigilar actividades del terrorismo

https://www.clarin.com/politica/patricia-bullrich-confirmo-creara-task-force-ee-uu-vigilar-triple-frontera_0_H1NuJPi8f.html

ACUERDO DE BULLRICH CON LA DEA PARA EL DESPLIEGUE DE FUERZA INTERVENCIÓN EN EL

NORTESTE ARGENTINO

http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/02/10/acuerdo-de-bullrich-con-la-dea-para-el-despliegue-de-fuerza-intervencion-en-el-norteste-argentino/

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ECONOMISTA ARGENTINO: "NUESTRO MODELO NOS EXPONE MUCHO A UNA CRISIS

INTERNACIONAL"

Publicado: 10 feb 2018 11:41 GMT

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Antonio Mezmezian considera que el modelo económico que rige en Argentina, dependiente de una creciente deuda externa, podría dejar a Argentina en una situación de mucha vulnerabilidad ante un shock externo.

https://actualidad.rt.com/actualidad/262572-modelo-exponer-crisis-internacional

EL FUTURO PRÓXIMO DEL MADE IN ARGENTINA, ¿CÓMO LE IRÁ A LA INDUSTRIA EN 2018?

https://www.lanacion.com.ar/2108249-el-futuro-proximo-del-made-in-argentina-como-le-ira-a-la-industria-en-2018

LAS 'MIL CARAS' DE LA APERTURA CUBANA: LOS ISLEÑOS ANTE LA NUEVA 'ERA' ECONÓMICA

Publicado: 9 feb 2018 13:08 GMT | Última actualización: 9 feb 2018 14:44 GMT

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Con su apertura económica, Cuba ha emprendido un largo camino de cambios, permite viajar a sus ciudadanos al exterior, crear negocios privados y trabajar por cuenta propia empleando al máximo la creatividad del pueblo cubano. Sin embargo, ¿cómo asimilan los mismos isleños estos cambios y el ritmo con el que se van implantando? Aliana y Semión viajaron a la nación caribeña para verlo con sus propios ojos y preguntar a la población que es lo que más anhelan cambiar en sus vidas.

https://actualidad.rt.com/programas/especial/262472-cuba-habana-apertura

CANADÁ Y MÉXICO SE PREPARAN ANTE EL POSIBLE FIN DEL TLCAN CON EE.UU.

Publicado: 7 feb 2018 21:33 GMT

1.5K39

Los tres vecinos norteamericanos han llegado a un punto muerto a la hora de renegociar ese pacto de libre comercio

https://actualidad.rt.com/actualidad/262286-canada-mexico-preparar-vida-despues-tlcan

EL CONGRESO DE EE UU APRUEBA UN ENORME AUMENTO DE GASTO PÚBLICO

La Administración reabre unas horas después del segundo cierre en un mes, causado por el bloqueo de un único senador republicano. El dispendio elevará el déficit.

https://elpais.com/internacional/2018/02/08/estados_unidos/1518111363_788469.html#?id_externo_nwl=newsletter_usa20180210m

NICARAGUA/ GASTO PROMEDIO DEL TURISTA QUE TRAEN LAS TUROPERADORAS ES DE

US$140

Aporte. Estudio realizado por la UAM y Canatur revela que alrededor del 4% de los turistas que vienen a Nicaragua, lo hacen por medio de esas empresas.

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https://www.elnuevodiario.com.ni/economia/455444-gasto-promedio-turista-que-traen-turoperadoras-es/

LA RED OCULTA: CONOCÉ LAS ENTRAÑAS DEL SUBTE DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

http://www.infotechnology.com/online/La-red-oculta-conoce-las-entranas-del-subte-de-la-Ciudad-de-

Buenos-Aires-20180209-

0008.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterInfotechnology&utm_campaign=Infotechnology

&utm_content=9

CHILE/ EL DECRETO QUE PERMITE A EX GENERALES DIRECTORES DE CARABINEROS CONTAR

CON AUTO, CHOFER, BENCINA Y TAG DE POR VIDA

http://www.theclinic.cl/2018/02/05/decreto-permite-ex-generales-directores-carabineros-contar-auto-

chofer-bencina-tags-vida/

FUERZAS MILITARES DE EE.UU. VISITAN TUMACO, COLOMBIA

Organizaciones sociales critican el despliegue militar de Estados Unidos en América Latina y el Caribe.

Los militares estadounidenses llegaron a Colombia este domingo para reunirse con el Ejército presente en Tumaco.

El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Kurt Tidd, informó este domingo sobre la presencia de fuerzas militares de su país en la región del Tumaco, Colombia, para reunirse con el Ejército de la nación suramericana y "contrarrestar las amenazas de seguridad".

A través de su cuenta en Twitter, Tidd aseguró que Colombia "es un socio fuerte y de confianza" para Estados Unidos.

La llegada de los militares del Comando Sur a Tumaco se da luego de la gira del secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson por varios países de América Latina y el Caribe, denunciada como parte de un plan de agresión contra Venezuela.

En Panamá, recientemente, organizaciones sociales y medios locales denunciaron una "invasión silenciosa", que llegaría con la presencia de 415 miembros de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en territorio panameño.

Para Estados Unidos, su presencia en estas naciones de América Latina busca la "asistencia humanitaria", sin embargo, analistas advierten que se trata de una operación que se ha emprendido contra Venezuela, para dar fin al Gobierno del presidente Nicolás Maduro.

En otras oportunidades Tidd ha hecho referencia a Venezuela e incluso a advertido con una "respuesta regional" en contra del país por considerarlo un factor de "desestabilización" regional.

"Si aceptamos la conocida máxima de Von Clausewitz de que 'la guerra es la continuación de la política por otros medios' a la que Lenin le agregara '…por medios violentos', tendríamos que afirmar que como se dice en términos militares: 'la orden de combate fue dada'", aseguró el analista internacional Sergio Rodríguez Gelfenstein en su más reciente artículos de opinión que narra el periplo del secretario de Estado de EE.UU. por la región.

El Comando Sur de los Estados Unidos es una fuerza militar conjunta de más de 1.201 personas, entre militares y civiles, con personal del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea, los Marines, la Guardia Costera y de otras agencias federales

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REAFIRMA GOBIERNO DE BRASIL INTERÉS EN FERROCARRIL BIOCEÁNICO CON CHINA

ESCRITO POR AGENCIA XINHUA

http://www.elclarin.cl/web/noticias/internacional/24918-reafirma-gobierno-de-brasil-interes-en-ferrocarril-bioceanico-con-china.html

El gobierno de Brasil mantiene su interés en el proyecto con China de un ferrocarril bioceánico que una el Atlántico con el Pacífico y está abierto a la búsqueda de rutas alternativas para su viabilidad a largo plazo, dijo en entrevista con Xinhua Jorge Arbache,

Secretario de Relaciones Internacionales del Ministerio de Planeamiento del país sudamericano.

Un primer estudio fue realizado por la empresa CREC (China Railways Corporation),

evaluando las posibilidades de su construcción a través del estado brasileño de Acre, en la región amazónica, pasando por el norte de Perú, hasta llegar al Pacífico.

El estudio, sin embargo, dejó dudas sobre la viabilidad económico-financiera de esa opción,

pero otras posibilidades no están descartadas.

"Tenemos informaciones de que hay en la mesa un estudio de una ruta que pasaría por Bolivia, un poco más abajo, y saldría en Perú, en el puerto de Ilo. Esa ruta, por lo que

nosotros sabemos, está siendo examinada, pero no sabemos en qué situación se encuentra ese estudio", señaló.

El Secretario resaltó que el interés brasileño por el proyecto del ferrocarril bioceánico continúa en pie, aunque es necesario encontrar soluciones para su viabilidad.

"El punto que debe quedar claro es que no es que el gobierno brasileño dio la obra como descartada, sino que el estudio presentado no se mostró suficiente para que hubiera mayor convencimiento de la capacidad económico-financiera de la ferrovía. La ferrovía sí interesa

al gobierno brasileño", afirmó.

Más allá de ese proyecto en particular, enfatizó Arbache, el gobierno brasileño ve la relación económico financiera con China como "de extrema importancia".

"China es nuestro mayor socio comercial y se convirtió en el mayor socio en el área de inversiones. Para el gobierno brasileño es muy importante y no es por otra razón que estamos estimulando el estrechamiento de las relaciones por varios canales, no solo por el canal económico, comercial, financiero, de inversiones, sino también de la cultura, de la

academia", dijo.

Citó en particular la creación del Fondo China-Brasil para la Expansión de la Capacidad Productiva, una iniciativa para elaborar y evaluar proyectos de forma conjunta que entró en

operaciones a mediados de 2017.

Por otra parte, el Ministerio de Planeamiento inició a fines del año pasado la publicación de un Boletín Bimestral sobre Inversiones Chinas en Brasil, que registra el creciente flujo de

capitales de origen chino que llegan al país.

"El diálogo continúa normalmente, hay inclusive inversiones "greenfield" (desde cero) que están ocurriendo, algo que nosotros veníamos esperando", agregó.

De acuerdo al Boletín Bimestral, las inversiones chinas en Brasil en el último bimestre de

2017 totalizaron 6.700 millones de dólares.

Entre los anunciados y confirmados, China se involucró en 250 proyectos en el país sudamericano en el período de 2003 a 2017 con valores totales de 123.900 millones de

33

dólares, de los cuales 93 proyectos fueron confirmados, totalizando 53.500 millones de dólares.

Se observa además un aumento de la diversificación de las inversiones en varias áreas,

incluyendo servicios, así como una tendencia a aumentar la participación de inversiones de empresas privadas chinas.

Los datos apuntan que 2017 fue el segundo mejor año de las inversiones chinas en Brasil, con cerca de 20.900 millones de dólares en proyectos anunciados y confirmados.

Arbache apuntó también que existe un fuerte interés por parte de China en los programas de privatización del gobierno brasileño.

El Secretario mencionó como ejemplo la expectativa del gobierno brasileño de que capitales

chinos puedan participar en la licitación que ampliará la participación privada en Eletrobras, una empresa de capital mixto y la más importante del sector, que debe ocurrir en el curso de este año.

TEOLOGÍA ECONÓMICA DE LA LIBERACIÓN

por Juan José Tamayo (España)

http://piensachile.com/2018/02/teologia-economica-la-

liberacion/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Suscripciones%

3A+piensachile+%28piensaChile%29

Publicado el 10 febrero, 2018 , en Teología

Aporte de un Teólogo Cristiano a la reflexión de la política económica de los pueblos.

La Teología es la disciplina que reflexiona acerca de Dios/ Dioses y fenómenos

religiosos, con la finalidad de una mayor comprensión de nuestro caminar en el

mundo y su relación con el mundo de las religiones, de las trascendencias y de las

grandes incógnitas. Además de esta disciplina se desprenden valores que afectan la

conducta de los seres humanos en todos sus aspectos, explicitados a través de las

Religiones.

La Teología dejó de ser una disciplina atemporal y a-histórica encerrada bajo la

inmutabilidad de alguna revelación, para tornarse en una disciplina que reflexiona

sobre la realidad de un ser humano siempre en proceso, ya sea biológico o cultural,

en una naturaleza también en proceso.

Así, reflexiona un Teólogo, cuando creímos que teníamos todas las respuestas, nos

dimos cuenta que nos habían cambiado las preguntas. De este modo los lugares

teológicos para reflexionar, han dejado de ser exclusivamente textos sagrados de

pueblos milenarios, que responden a preguntas que ya nadie hace, o que responden

en forma ajena a la cultura actual, para volcarse en la realidad conflictiva

preguntándose como vemos a la Divinidad en esos trances. Qué nos dice nuestra

conciencia, qué nos dicen también los textos de nuestros guías espirituales, qué nos

dicen nuestras emociones.

34

La reflexión del Padre Hurtado ante un problema preguntándose: ¿Qué habría hecho

Jesús el Cristo en mi lugar? no es fácil de responder, sin antes reflexionar y conocer

bien los evangelios, no como bellas frases pietistas, sino con un significado de un ser

humano que pensaba y sentía como nosotros, que se relacionaba con personas, con

instituciones religiosas, y con la miseria humana, y también con la estrechez de

criterio y la mezquindad propia de nuestra naturaleza.

Además Jesús tenía una visión muy clara de la naturaleza humana, de sus falencias y

pasiones, y no temía llamar las cosas por su nombre con una gran honestidad

intelectual, cualidad básica para desentrañar la realidad.

Santiago, 10 de Febrero, 2018

TEOLOGÍAS DEL SUR – El giro descolonizador – Juan José Tamayo

Editorial Trotta, SA – 2017

Capítulo 6 – TEOLOGÍAS LATINOAMERICANAS

# 6.5 – Teología económica de la liberación

Una línea transversal recorre las nuevas formas de teología de la liberación: la

teología económica de la liberación, que se ocupa de las relaciones entre las prácticas

y los discursos teológicos y las prácticas y los discursos económicos, y constata que

la economía neoliberal opera como un sistema de creencias y posee unos

presupuestos teológicos. Conforme a este planteamiento, critica la religión económica

del mercado, que se rige por la ideología neoliberal, se orienta a la búsqueda del lucro

y es ajena a la creación de condiciones de vida dignas para todos los seres humanos,

y cuestiona su lógica idolátrica, que exige el sacrificio de vidas humanas y el

holocausto de la naturaleza (Santa Ana, 1991).

Elemento fundamental de la teología económica de la liberación es la crítica de la

racionalidad económica. Esta se sustenta en la eficiencia y la competitividad, que se

convierten en valores supremos y criterios decisivos para juzgar sobre la validez del

resto de los valores. La argumentación es la siguiente: lo que es eficiente y

competitivo se considera bueno, necesario y útil; de la eficiencia se pasa a la bondad,

de la bondad a la necesidad y de la necesidad a la utilidad, que se constituye en

exigencia ética última.

Con la lucidez y el sentido iconoclasta que le caracteriza, el economista y teólogo de

la liberación Franz Himkelammert desmonta esta argumentación, se pregunta si la

racionalidad económica neoliberal es tan racional como parece y si la eficiencia es tal

35

como se presupone, y responde con un símil que no admite réplica sobre la

irracionalidad de la eficiencia:

Somos como dos competidores que están sentados cada uno sobre la rama de un

árbol, cortándola. El más eficiente será aquel que logre cortar la rama sobre la que

está sentado. Caerá primero, pero habrá ganado la carrera por la eficiencia. […]

mientras celebramos la racionalidad y la eficiencia, estamos destruyendo las bases de

nuestra vida (Himkelammert, 1996, 13).

El lugar de encuentro entre economía y teología y su principio fundamental y fundante

es el Dios de la vida, conforme a la afirmación de Ireneo de Lyon: «La gloria de Dios

es la vida del ser humano», que monseñor Romero, arzobispo mártir de San Salvador,

traducía así: «La gloria de Dios es la vida del pobre». Pero no el Dios de la vida eterna

ajeno a la vida humana en la historia, ni la vida que se ocupa solo del espíritu

desencarnado, como defienden las teologías ahistóricas, sino la vida humana en su

plenitud y la vida de la naturaleza en su integridad.

El Dios de la vida remite a la opción por los pobres. Pero esta no puede quedarse en

el simple consuelo espiritual, en llamadas a la resignación o apelación a la

contingencia y vulnerabilidad inherentes a la existencia humana, sino que ha de

atender a las condiciones materiales de la vida. «No se puede tener una opción

preferencial por los pobres —afirma Himkelammert—, sin tener una opción sobre la

producción y reproducción de los elementos materiales de la vida humana»

(Himkelammert, 1996, 13).

Pues bien, la economía es precisamente el ámbito de la producción y reproducción de

los elementos materiales de la vida humana. En consecuencia, está más que

justificada la incorporación de la economía en clave liberadora al ámbito de la

reflexión teológica. Diría más: la economía en el horizonte de la opción por los pobres

es inherente a la experiencia religiosa y a la fe en el Dios de los pobres.

La teología económica de la liberación opta por el Dios de la vida frente a los ídolos

de muerte de la religión del mercado, y se traduce en una ética compasiva y solidaria

en convergencia con la ética contrahegemónica de los movimientos sociales y

alterglobalizadores y con el Sumak Kawsay (Buen Vivir) y el Sumak Kamaña de las

comunidades indígenas de Abya Yala.

¿GOBIERNO O COHERENCIA?: EL DILEMA DE LA SOCIALDEMOCRACIA ALEMANA

36

http://mneudecker.blogspot.mx/2018/02/gobierno-o-coherencia-el-dilema-de-la.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed:+blogspot/PfkmX+(LAS+REGLAS+DEL+JUEGO)

Los socialdemócratas alemanes del SPD están viviendo una paradoja: mientras más éxito

tienen a la hora de negociar su peso e influencia en el gobierno federal de Alemania, más

profunda es su crisis de interna, que amenaza incluso con romper este partido centenario.

Se enfrentan a una cuestión que no ha dejado nunca de ser central en los partidos de las

democracias parlamentarias: ¿Se debe participar en el gobierno cada vez que se tenga

oportunidad para hacerlo para poder aplicar así, aunque sea en parte, el programa político?

O, en cambio, ¿debe ser prioritario preservar la coherencia ideológica para no perder

apoyos en la sociedad a la que se quiere representar?

En las últimas semanas el SPD ha dado el visto bueno (por la mínima) en un congreso

extraordinario a abrir negociaciones con la CDU de Merkel para reeditar una nueva gran coalición.

En esas negociaciones, los socialdemócratas han logrado arrebatar a los conservadores el

ministerio de Finanzas, el más importante y estratégico, el mismo desde el cual Merkel y Wolfgang

Schäuble dictaron la austeridad a Europa durante lo peor de la crisis del Euro. Una jugada

maestra, teniendo en cuenta que el SPD consigue así una plataforma de influencia política de

primera mano mucho mayor que desde los ministerios tradicionalmente destinados al socio menor

de las coaliciones de gobierno, como Exteriores o los de carácter social. En Alemania se hace

política con el dinero, por eso el Ministerio de Finanzas es todo un éxito para un partido que en

cada cita electoral no deja de perder votos y escaños, pero parece capaz de aumentar su poder en

la mesa de negociaciones ante una Angela Merkel impotente y necesitada de socios a toda costa

para poder gobernar.

Pero en vez de provocar alegría entre los socialdemócratas, -que en las últimas elecciones

cosecharon el peor resultado para el SPD desde el fin de la Segunda Guerra Mundial- este éxito

negociador ha causado estupor entre las bases, sobre todo la decisión del candidato y jefe del

partido, Martin Schulz, de querer asumir la cartera de Asuntos Exteriores. La causa está en la

hemeroteca: el pasado mes de septiembre, justo después de las últimas elecciones, Schulz

aseguró públicamente que el SPD no reeditaría una nueva gran coalición y que él, personalmente,

nunca entraría a formar parte de un gobierno presidido por Merkel. En ese momento era

consecuente con su discurso electoral. Cinco meses después las circunstancias han dado un giro

de 180º, y ha sido tal el enfado de las bases del SPD y de algunos dirigentes (entre ellos su ex

amigo y ex secretario general del SPD, Sigmar Gabriel, actual ministro de Exteriores y que quiere

seguir siéndolo), que Schulz ha tenido que renunciar públicamente a ser ministro. Ha sido poco

después de renunciar a la jefatura del SPD, por lo que a Schulz ya no le queda nada.

Del milagro Schulz al peor resultado

Hace un año Martin Schulz estaba lanzado. Las encuestas situaban la intención de voto del SPD

en torno al 30% y las bases estaban encantadas. En enero de 2017 fue designado candidato a la

cancillería, y en marzo fue elegido secretario general del partido por el 100% de los delegados de

37

un congreso extraordinario. La gran esperanza del SPD comenzó una campaña electoral basada

en criticar la acción de gobierno de Merkel centrándose en la denuncia del aumento de los índices

de desigualdad en la sociedad alemana. Schulz buscaba resucitar el antiguo binomio político

derecha-izquierda para situar al SPD como alternativa a Merkel. Pero fracasó: en Alemania acabó

triunfando el discurso transversal de Merkel, y los votantes que no aceptaron la visión oficial de un

país próspero e integrador sin desigualdades, abrazaron la lógica populista de ‘arriba-abajo’, ‘ellos’

contra ‘nosotros’, y se pasaron en masa a la ultraderecha del AfD que consiguió 94 diputados.

El SPD quedó descolgado y con el peor resultado electoral de la democracia moderna alemana, el

20,5% y 153 escaños, que son 40 diputados menos que en 2013. Este dato es la confirmación de

una caída libre del SPD en las elecciones federales: en 2013 el 25,7%; en 2009 el 23%; en 2005 el

34,2%; en 2002 el 38,5%; en 1998 el 40,9%. Es decir, en los últimos veinte años, el SPD ha

perdido la mitad de sus votantes. Pero, mientras ha ido perdiendo votos, solamente ha dejado de

gobernar cuatro años: entre 2009 y 2013. El resto del tiempo ha habido ministros y ministras

socialdemócratas, dos legislaturas (2005-2009 y 2013-2017) bajo el mando de Merkel.

Un debate duro

El debate interno en el SPD es duro: ¿Debe el partido aprovechar cualquier oportunidad para

participar en el gobierno y aplicar así el programa político, aunque sea al precio de colaborar con

Merkel? Aunque sea al precio de perder apoyos sociales. O, por otro lado, ¿debe el SPD priorizar

su coherencia ideológica y su lealtad a esos apoyos sociales, aunque eso suponga no entrar en el

gobierno y, en este caso, provocar nuevas elecciones con un resultado incierto?

El SPD está partido en dos y sin liderazgo tras las renuncias de Schulz. Su sucesora designada al

frente del partido, Andrea Nahles, carece de credibilidad para muchos sectores, ya que comenzó

su carrera en el sector más izquierdista de la socialdemocracia, para acabar abrazando las tesis

más posibilistas y ser hoy la mayor defensora de la gran coalición. Debido a sus virajes, Nahles

representa el tipo de personaje político que muchos militantes y votantes del SPD (y de otros

partidos) no entienden y que refuerza la postura de los contrarios a la gran coalición que buscan

coherencia ideológica desde la oposición. Esta postura está encabezada por el líder de las

juventudes, las Jusos, Kevin Kühnert, que se ha convertido en la imagen del No a la GroKo

(Grosse Koalition).

En el congreso extraordinario del pasado 21 de enero que aprobó las negociaciones con Merkel, el

No consiguió casi la mitad de los votos de los delegados. El resultado final de las negociaciones

tendrá que ser ratificado por los militantes, y Kühnert y los suyos confían en que las bases den un

portazo a la GroKo. Un dato les infunde ánimos: desde el 1 de enero hasta el pasado 6 de febrero,

la fecha tope para poder inscribirse como militantes y poder participar en la votación, se han dado

de alta 24.339 personas, lo que aumenta el número de militantes del SPD a 463.723, el más alto

38

de todos los partidos en Alemania. Los contrarios a la GroKo dicen que la inmensa mayoría se ha

apuntado para decir No.

La votación será por correo, y los resultados se conocerán presumiblemente el 3-4 de marzo. Los

militantes del SPD podrán decidir si su partido puede jugar un papel fundamental en la política de

Europa a través del ministerio clave de Finanzas, pero con la condición de hacerlo de la mano de

Merkel y de la derecha conservadora. O, en cambio, cierra la puerta a la GroKo recuperando así

credibilidad entre sus seguidores, pero a cambio de provocar previsiblemente unas nuevas

elecciones con resultado incierto. Las últimas encuestas ya sitúan al SPD con una intención de

voto del 18%.

EN UN EMBARGO PETROLERO DE WASHINGTON CONTRA VENEZUELA, ¿QUIÉN PERDERÍA

MÁS?

En su visita a la región, Rex Tillerson volvió a referirse a la sanción latente contra el crudo venezolano, que además buscaría salpicar a sus dos grandes rivales.

https://actualidad.rt.com/actualidad/262495-embargo-petrolero-eeuu-venezuela

LA SOCIEDAD HUMANA EN UNA CRISIS GLOBAL DEL PLANETA

Por Diego Olivera Evia

http://barometrolatinoamericano.blogspot.mx/2018/02/la-sociedad-humana-en-una-crisis-global.html

Hoy la sociedad humana vive bajo una crisis sistemática económica, la cual ha creado una

realidad de valores ante el modelo capitalista neoliberal, los efectos de la guerra a nivel

planetario, ha creado una crisis humanitaria, que va desde millones de seres humanos como

víctimas de un modelo trasnacional, que invade naciones a escala planetaria, para vender la

armas a través del Complejo Militar Industrial, transformándose en el mayor ingresos de

EEUU, Europa e Israel, compitiendo con Rusia y China en una nueva campaña armamentista,

creando en el planeta una crisis y guerras asimétricas.

La irresponsabilidad de la crisis ambiental producida por las grandes trasnacionales, han

llevado al planeta a una crisis ambiental, donde los gases invernadero, han creado huecos en la

capa de ozono, creando graves fisuras de los polos norte y sur del planeta tierra, ejemplo de esta

realidad es el gigantesco iceberg que cada vez está más cerca de separarse de la Antártica. Una

grieta antigua creció de repente en diciembre del año pasado y, ahora, unos pocos kilómetros de

hielo mantienen unido al bloque de alrededor de 5.000 kilómetros cuadrados con el continente

antártico.

39

Las probables consecuencias podrían ser que la plataforma de hielo se derrumbara en unos años

o décadas", indicó el profesor Luckman, "Será un gran cambio geográfico que cambiará el

panorama de la región". *Este artículo se publicó originalmente en BBC Mundo en febrero de

2017 y ha sido actualizado con nueva información sobre la evolución de la grieta.

La contaminación del medio ambiente constituye uno de los problemas más críticos en el

mundo y es por ello que ha surgido la necesidad de la toma de conciencia la búsqueda de

alternativas para su solución. Y lo relacionado con la investigación de los agentes

contaminantes, su origen y las posibles soluciones, con fin de crearle inquietudes que

favorezcan la toma de conciencia de este problema y en lo posible, el desarrollar actividades en

la comunidad que contribuirán con el control de la contaminación de nuestro medio ambiente.

Entendemos que el medio ambiente es importante ya que es todo aquello que nos rodea y que

debemos cuidar para mantener limpia nuestra ciudad, colegio, hogar, etc., en fin todo en donde

podamos estar, por esto hemos realizado la siguiente investigación acerca del Medio Ambiente.

Estos análisis son parte de la búsqueda de respuesta a una crisis sistémica, donde el ser humano

vive bajo los efectos de una guerra global, donde los efectos y sus consecuencias, han

determinado millones de víctimas en Iraq, en Afganistán, en Siria, en Yemen, en la masacre

sistemática de palestinos, el resurgimiento del esclavismo de los pueblos africanos, como la

indiferencia con los inmigrantes en Europa y EEUU, vivimos una realidad de barbarie, donde

hombres como el presidente Donald Trump, que denigran a los negros, asiáticos, indígenas,

bajo la filosofía de la supremacía Blanca, que no es más que una corriente del fascismo Nazi y

del kukuxklán de donde surgen los padres, del magnate de la muerte.

En la reafirmación nos parece importante publicar en mi artículo, un análisis investigativo del

profesor Norberto Ovando, el cambio del planeta:

El planeta está en crisis, el cambio es ahora o nunca

Escrito por el prof. Norberto Ovando

En un documento a la humanidad, más de 15000 científicos de 184 países explican que, el ser

humano está en el camino de la autodestrucción comprometiendo su propio bienestar humano y

de las demás especies. El planeta Tierra y nuestro futuro está en nuestras manos- imagen Daniel

Casuscelli En 1992, cuando la Unión of Concerned Scientists -UCS- (Unión de Científicos

Preocupados, una organización internacional con sede en EE.UU., demandantes de ciencia en

favor de un planeta saludable y un mundo más seguro) publicaron el primer "Aviso de los

científicos del mundo para la humanidad".

El documento mostraba indicadores alarmantes, sobre la deforestación, las reservas hídricas, el

crecimiento de la población, la destrucción de los ecosistemas, el cambio climático debido al

aumento de los Gases Efectos Invernadero (GEIs) por la quema de combustibles fósiles, etc.,

que están conduciendo a la humanidad a na crisis global, sin precedentes.

40

Después de 25 años, y no por casualidad publicado exactamente durante las negociaciones de la

COP23, Convención de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, desarrollada en Bonn,

los científicos de la UCS emitieron una segunda advertencia. Con los datos de organizaciones

gubernamentales y ONGs, los expertos advierten que: estamos a punto de provocar un "daño

irreversible" al planeta Tierra, estamos a un paso de alcanzar los límites de tolerancia de la

biosfera.

Ellos reiteran el mensaje escrito muy claramente hace 25 años: "Es necesario un cambio

drástico en la gestión de los recursos terrestres" para evitar el colapso del sistema Tierra, el ser

humano incluido. Nunca tantos expertos se reunieron en un solo documento científico

encabezados por William Ripple, profesor de ciencias forestales en la Universidad Estatal de

Oregón, EE.UU., acompañado por 15.000 científicos, investigadores y académicos

provenientes de 184 países, que incluyen a la mayoría de los premio Nobel todavía vivos.

.

Al no limitar adecuadamente el crecimiento de la población, reevaluar el papel de una

economía basada en el crecimiento, reducir los gases de efecto invernadero, incentivar las

energías renovables, proteger el hábitat, detener la pérdida de biodiversidad ni restringir el

desarrollo de las especies exóticas invasoras, la humanidad no está tomando las medidas

urgentes necesarias para salvaguardar nuestra biosfera en peligro.

Sabemos que es grave la situación de los recursos hídricos per cápita, que disminuyeron en un

26% desde 1992 dando como resultado más gente sin agua potable. Aumentan dramáticamente

en los océanos, las "zonas muertas" marinas: miles de kilómetros de costa se han vuelto

estériles por la afluencia de contaminantes originados por el sector agropecuario (por ejemplo,

los fertilizantes para la agricultura). Estamos derribando menos árboles, pero la deforestación

continúa, ya perdimos 122 millones de hectáreas de bosques en 25 años, destruyendo así el

mejor aliado contra el calentamiento global.

De ello se deriva el problema de la atmósfera, calentado por las emisiones de gases de efecto

invernadero que aumentaron implacablemente en un 62% en veinte años. Todo esto causó un

aumento en la temperatura media global en la Tierra del 167%, y repercute sobre nuestros

coincidentes del reino animal: desde 1992, perdimos el 29% de las especies, entre mamíferos,

anfibios, reptiles, peces y aves. Los científicos insisten que es crucial, para superar este largo

descenso hacia el colapso, ampliar los programas de planificación familiar y de educación para

las mujeres y así lograra una reducción de la tasa de crecimiento de la población humana, que

aumentó en 2 mil millones en 25 años, equivalente a un aumento del 35% desde el primer aviso

de la UCS.

Thomas Newsome, investigador en la Deakin University y la University of Sydney, Australia, y

coautor del trabajo afirma que "la principal prioridad es la difusión de la cultura ecológica en

los ciudadanos, inculcar que se debe ser consciente de la interdependencia de nuestra salud y

nuestro bienestar con aquellos de las otras especies con las que compartimos el territorio”.

41

CONCLUSIÓN

Es la segunda advertencia, y esta vez piden nuestra participación, de nuestras comunidades, de

nuestras familias. “Pronto será demasiado tarde para cambiar el rumbo de nuestra trayectoria

fallida, y el tiempo se acaba. Debemos reconocer, en nuestra vida cotidiana y en nuestras

instituciones de gobierno, que la Tierra con toda su vida es nuestro único hogar”.

¿Habrá tiempo para una tercera advertencia?

Luego de publicar este trabajo, no podemos dejar de pensar o defender a nuestra humanidad de

un modelo de crisis global, de aceptar la guerra y la destrucción de nuestros continentes ante la

voracidad de las grandes trasnacionales y corporaciones que sustentan, a multimillonarios que

consideran a la mayorías del planeta, como seres humanos de segunda, como si estos

explotadores no son seres humanos, son un aristocracia y un modelo de explotación planetario.

[email protected]

México es cómplice en la tala ilegal de la Amazonia peruana

Daños al clima global, arraigados en la operación del sector forestal

http://www.jornada.unam.mx/2018/02/08/sociedad/033n1soc

MÁS MUJERES PARTICIPAN EN LA ACTIVIDAD ECONÓMICA DE NICARAGUA

Género. Mientras 5 de cada 10 mujeres participan en alguna actividad económica del país, son 8 de cada 10

hombres en la misma edad activa los que cuentan con esa participación.

https://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/455595-mas-mujeres-participan-actividad-economica-

nicarag/

BOLIVIA: ONU DESTACA QUE ES EL SEGUNDO PAÍS CON MÁS MUJERES EN EL PARLAMENTO

Un país africano ocupa el primer lugar. “Nos parece muy importante, es un derecho que tienen las mujeres de ser

candidatas y ser representantes en las máximas instancias de decisión política”, afirmó la representante de ONU

Mujeres

https://www.elciudadano.cl/genero/bolivia-onu-destaca-segundo-pais-mas-mujeres-parlamento/02/08/

Argentina/

La nueva doctrina tiene botas

El ministro de Defensa, Oscar Aguad, dijo que este mes pondrá en marcha una Fuerza de Despliegue Rápido

para que las tres ramas de las Fuerzas Armadas sirvan “de apoyo logístico” para “la lucha contra el

narcotráfico y el terrorismo“. "Vamos hacia un estado gendarme”, cuestionó el diputado Agustín Rossi, quien

dijo que la medida “está en los límites" de lo que fija la Ley de Seguridad Interior

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https://www.pagina12.com.ar/94250-la-nueva-doctrina-tiene-botas

UN JUEZ PROSCRIBIÓ A LULA EN BRASIL

Le cierran la puerta

https://www.pagina12.com.ar/94324-le-cierran-la-puerta

LOS CAMPOS EN LOS QUE EE.UU. SE ENFRENTA A CHINA EN AMÉRICA LATINA

https://actualidad.rt.com/opinion/aliana-nieves/262214-campos-eeuu-enfrenta-china-america

Fabricio Alvarado: un candidato caído del cielo

El político representa el crecimiento de las fuerzas evangélicas en Costa Rica y su estratégica alianza con las

cúpulas católicas

https://elpais.com/internacional/2018/02/05/america/1517865061_521252.html

LULA DA SILVA COMO PESADILLA

JAIME AMPARO ALVES 5 February 2018

La principal amenaza a la democracia en Brasil viene de una parte de la judicatura, una peligrosa clase de hombres de buena familia, conservadores y mayormente blancos, y Lula da Silva es su peor pesadilla.

https://www.opendemocracy.net/democraciaabierta/jaime-amparo-alves/lula-da-silva-muerto-ser-un-m-

rtir-encarcelado-ser-un-h-roe-en-

El triunfo de Lenín puso en debate el futuro del “correísmo”

El 36 por ciento que obtuvo Correa en el referéndum del domingo lo consiguió haciendo campaña solo, sin apoyo de los medios, y enfrentado a su ex partido Alianza PAIS. Quedó bloqueada su posibilidad de ser candidato en 2021.

https://www.pagina12.com.ar/93925-el-triunfo-de-lenin-puso-en-debate-el-futuro-del-correismo

BRASIL. MOVIMIENTOS POPULARES DEL CAMPO DEFINEN AGENDA UNITARIA DE LUCHAS

POR LA DEMOCRACIA

http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/02/05/brasil-movimientos-populares-del-campo-definen-agenda-unitaria-de-luchas-por-la-democracia/

LAS GIRAS DE ARREAZA Y TILLERSON POR AMÉRICA LATINA: ¿QUÉ BUSCA CADA UNO?

HTTPS://ACTUALIDAD.RT.COM/ACTUALIDAD/262127-GIRA-ANTIIMPERIALISTA-VENEZUELA-ENFRENTA-TILLERSON

G20 ARGENTINO, UNA AGENDA DESDE AMÉRICA LATINA QUE INTERESA A TODOS

43

https://blog.realinstitutoelcano.org/g20-argentino-una-agenda-desde-america-latina-que-interesa-a-

todos/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+BlogElcano+%28Blog+Elcano%29

¿LA ‘TRUMPFORIA’ POR FIN TOCÓ FONDO?

Por PAUL KRUGMAN 7 de febrero de 2018

https://www.nytimes.com/es/2018/02/07/opinion-krugman-trumpforia-mercados/?action=click&rref=collection%2Fsectioncollection%2Fnyt-es&contentCollection=inicio&region=rank&module=package&version=masinformacion&contentPlacement=1&pgtype=Homepage

Cuando hablamos del mercado de valores, hay tres reglas que debemos recordar.

Primera, el mercado de valores no es la economía; segunda, el mercado de valores no es la

economía y, tercera, el mercado de valores no es la economía.

Así que el desplome bursátil de hace unos días puede que no signifique nada.

Por un lado, no hay que suponer que hubo una razón específica para la caída (aunque el

hecho de que el índice Dow Jones se haya desplomado 666 puntos el viernes quizá sea un

indicio de que hay fuerzas satánicas involucradas o que existe algún vínculo místico con

las malas inversiones de la familia Kushner en el número 666 de la Quinta Avenida).

Cuando las acciones se desplomaron en 1987, el economista Robert Shiller hizo

una encuesta en tiempo real sobre las motivaciones de los inversionistas: resultó que todo

fue causado por el pánico provocado por ellos mismos. Las personas no estaban

vendiendo porque las noticias cambiaron su opinión sobre el valor accionario;

simplemente vendieron porque vieron que otros también lo hacían.

Por otro lado, tampoco hay que asumir que el declive en la cotización bursátil nos dice

mucho sobre el futuro de la economía. El gran economista Paul Samuelson creó un chiste

famoso en el que afirmaba que el mercado de valores había predicho nueve de las últimas

cinco recesiones. Por ejemplo, esa caída de 1987 no produjo una recesión, sino un

crecimiento sólido.

A pesar de ello, la turbulencia en los mercados debería hacer que analicemos con más

profundidad las previsiones económicas. Lo que dicen los datos, argumentaría yo, es que

parece que Estados Unidos se está dirigiendo, cuando menos, a una disminución de su

tasa de crecimiento. La evidencia disponible sugiere que en la próxima década el

crecimiento será aproximadamente del 1,5 por ciento anual, no el tres por ciento que

Donald Trump y sus secuaces siguen prometiendo.

Los datos también sugieren que los activos de riesgo —las acciones, pero también los

bonos a largo plazo y las inversiones en inmuebles— podrían presentar un sobreprecio.

Dejando de lado la locura del bitcóin, no estamos hablando del colapso de la burbuja

puntocom en el año 2000 ni de la inmobiliaria en el año 2006, sino de indicadores

estándar que están por encima de los niveles históricos normales. Su regreso a esos

niveles podría ser doloroso.

Sobre el desplome: si acaso una noticia lo provocó, fue el informe sobre el empleo en

Estados Unidos del 2 de febrero, el cual mostró un aumento importante, pero no

considerable, en los salarios. Ahora bien, el incremento en los salarios es bueno. De

44

hecho, la incapacidad para aumentar los salarios fue una deficiencia muy frustrante de la

impresionante y duradera recuperación económica que comenzó a principios del

gobierno de Barack Obama.

No obstante, ahora estamos ante evidencias bastante sólidas de que la economía de

Estados Unidos está llegando a la ocupación plena. La tasa de desempleo con mediciones

bajas solo es una parte de la historia. También está la disposición de los trabajadores a

renunciar a sus empleos, algo que no hacen salvo que confíen en que encontrarán otro.

Además, ahora los salarios están aumentando, lo cual sugiere que los trabajadores están

ganando poder de negociación.

De nuevo, todas estas son buenas noticias, pero significan que el crecimiento futuro de

Estados Unidos no puede provenir de que los desempleados consigan trabajo. Tiene que

provenir del crecimiento en la cantidad de trabajadores disponibles o del aumento en la

productividad; es decir, de una mayor producción por trabajador.

Sin embargo, con el retiro de la generación nacida en la posguerra, los BABY BOOMERS,

el crecimiento en la población en edad laboral de Estados Unidos, en especial la de los

años laborales más productivos, ha caído hasta casi detenerse, mientras que

el crecimiento en la productividad ha sido decepcionante. En conjunto, estos factores

sugieren una economía que solo puede crecer a la mitad de la velocidad que promete

Trump.

¿Los mercados creyeron en Trump? En el mejor de los casos, han actuado como si la

economía estadounidense todavía tuviera mucho espacio hacia dónde correr; bajarle los

humos a esa creencia debería significar mayores tasas de interés y una menor cotización

bursátil, que es justo lo que estamos viendo.

Sin embargo, ¿debería preocuparnos que suceda algo peor que la disminución del

crecimiento?

Bueno, pues los precios de los activos sí parecen elevarse: un indicador ampliamente

usado de las valuaciones bursátiles los ubica al alza durante quince años, mientras que

una medida conceptualmente similar dice que los precios de la vivienda se han contraído

un poco menos de la mitad del aumento que causó el gran colapso de la vivienda antes de

la gran recesión.

Por separado, estas cifras no son tan alarmantes: las acciones, como dije, no parecen

estar tan sobrevaluadas como en el año 2000 y la vivienda está lejos del sobreprecio de

2006. Por otra parte, en esta ocasión ambos mercados están sobrevaluados al mismo

tiempo, lo cual aumenta la posibilidad de un desplome dual como el que afectó a Japón a

finales de la década de 1980.

Además, si los precios de los activos sufren pérdidas, podríamos esperar que los

consumidores —quienes han estado gastando mucho y ahorrando muy poco— se

retraigan.

A pesar de ello, todo esto sería manejable bajo el entendido de que podemos contar con

que las personas clave que generan política pública actúen de manera eficaz. Y eso es lo

que me preocupa.

45

Sin duda, no es una buena señal que Trump haya despedido a una de las presidentas más

destacadas en la historia de la Reserva Federal justo antes de que los mercados

comenzaran a dar signos de alarma. Jerome Powell, quien sustituyó a Janet Yellen,

parece ser una persona razonable. Sin embargo, no tenemos idea de cómo manejará la

crisis en caso de que se desarrolle.

Mientras tanto, el actual secretario del Tesoro —quien asistió a Davos y declaró que “no

sabía que se trataba de una élite global”— tal vez sea la persona menos distinguida e

informada que haya ocupado ese cargo.

Entonces, ¿se avecinan problemas? Es demasiado pronto para decirlo. Pero de ser así,

tengan la seguridad de que tendremos a las peores personas que existen para manejarlos.

ENTRE LA CEOCRACIA, LA ALIANZA DEL PACÍFICO Y LA CRISIS EN VENEZUELA

Félix Caballero Escalante

Rebelión

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237517

En nuestro pasado artículo comparábamos las Estrategias de Seguridad Nacional (ESN) entre Rusia y

Estados Unidos (EEUU) [1] en el plano teórico, pero no las enlazamos a situaciones prácticas.

En esta entrega queremos demostrar como la ESN de EEUU se materializa en la gira del Secretario de

Estado, Rex Tillerson por Latinoamérica, en específico por México, Argentina, Perú y Colombia, la cual

culminará el 7 de este mes.

Así mismo identificaremos espacios comunes entre los gobiernos de esos países y cómo se articulan para

intervenir en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela.

- Grupo de Lima y Alianza del Pacífico

Empezamos analizando los espacios comunes geopolíticos de estos países, como por ejemplo, el Grupo de

Lima, compuesto por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México,

Panamá, Paraguay y Perú, fue fundado en agosto de 2017 bajo la Declaración de Lima, en la que se

desconoce la democracia venezolana y que sirve como un canal para dirigir la política injerencista emanada

del Departamento de Estado de EEUU.

Sin embargo, el Grupo de Lima funge como un espacio coyuntural; en cambio el núcleo duro se concentra en

otro espacio multilateral, la Alianza del Pacífico (AP) que fue creada hace cinco años (6 de junio de 2012), en

el desierto chileno de Atacama, con la firma del tratado por los presidentes de Chile, Sebastián Piñera;

Colombia, Juan Manuel Santos; México, Felipe Calderón; y Perú, Ollanta Humala.

Este organismo fue creado para contraponer a uno de los resultados del llamado ciclo progresista (1999-

2012) en la región que fue la fundación de nuevos mecanismos de integración como la ALBA-TCP, LA Unión

46

de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC), los

cuales excluyen a EEUU y Canadá y se distancian de los principios del panamericanismo, antecedente del

interamericanismo y de la visión conservadora de la política regional materializada en la Organización de

Estados Americanos (OEA) como continuación de la Doctrina Monroe (1823).

La AP intenta revivir el ALCA, un macro Tratado de Libre Comercio (TLC) (2005) [2] que quería amarrar a

toda la región al paradigma neoliberal, creando una zona de libre comercio que beneficie a grandes

transnacionales y reduzca la soberanía de los Estados.

A la política exterior estadounidense se le hace imperante fortalecer a la AP e incorporar nuevos actores que

se involucren como es el caso de Argentina, pues necesita fortalecer su presencia en la región

latinoamericana, la cual, a partir del Ciclo Progresista, ha diversificado sus alianzas incorporando otros

centros de poder en la prioridad de la política exterior, casos concretos son el II Foro CELAC + China

celebrado en Chile en enero de 2018 [3] o la gira del presidente argentino, Mauricio Macri a la Federación de

Rusia [4] y la alineación de Brasil con Rusia y China mediante los BRICS, lo que ha incrementado la

presencia de estas dos potencias en la región.

En la ESN de EEUU y en el último discurso de Donald Trump al Estado de la Unión [5] menciona

reiteradamente a Rusia y China como rivales de la potencia norteamericana y la necesidad de fortalecer su

influencia en el concierto geopolítico con el fin de limitar el peso de estos dos países en la decisiones sobre

problemas globales y defender el American way of life.

Es tal el esfuerzo de gobierno de Trump, que incluso se maneja públicamente las intenciones abiertas de

provocar una “transición” por las vías que sea en Venezuela y sacar del poder al gobierno bolivariano, el

culpable en gran medida de abrirle la puerta a China y Rusia en la región.

La CIA ya se había manifestado meses atrás en sus intenciones de hacer colapsar a Venezuela [6], esto

aunado a la gira de Tillerson por Latinoamérica demuestra la línea de “no tolerancia” de Trump en cuanto a

tener países que no estén subordinados a los EEUU.

Esta línea dura del gobierno de EEUU está causando contradicciones incluso dentro de la Administración

Trump, por ejemplo la salida de Thomas Shannon puede ser indicio de que el aparato de política exterior

está reacomodándose para asumir una estrategia más agresiva.

Esta contradicción no sólo se manifiesta en su política para Latinoamérica, sino que se puedo observar por

ejemplo en el caso de Corea del Norte donde el asesor en Seguridad Nacional presidencial H.R. McMaster

insiste en aplicar la opción militar para resolver el conflicto y, por otra parte, el secretario de Defensa, James

Mattis, plantea una posición más cautelosa [7].

A pesar de que el Gobierno Bolivariano ha cedido en alguna medida ante la presión se sectores

antirevolucionarios locales y extranjeros, como por ejemplo con la promulgación de la Ley de protección a

las inversiones extranjeras [8] y con acuerdos en la mesa de diálogo en República Dominicana, incluso a

veces dejando de lado los principios socialistas, el imperialismo insiste en destruir desde las raíces el

movimiento político chavista.

- La CEOcracia: Espacio común del imperialismo

En la historia latinoamericana las clases gobernantes siempre, con contadas excepciones, han pertenecido a

sectores oligárquicos enlazados y dependientes del mercado internacional.

Actualmente la conducción de los países de la AP y del Grupo de Rio, alineados con los EEUU, está basada en

una especie de CEOcracia. Etimológicamente esta palabra viene de Chief Executive Officer (CEO) y del griego

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cracia (poder en griego), es decir, el poder de los jefes ejecutivos de corporaciones o afines, instalados en

altos cargos del Estado, lo que difumina la frontera entre Estado y Corporación [9].

Este fenómeno no es coincidencia, es una política que se puede constatar en el documento de la ESN. En el

4to pilar que se centra en “promover la influencia americana” se resalta que una de las prioridades es apoyar

y fortalecer al sector privado como indicador de desarrollo y poder [10].

En la gira del Secretario de Estado, Rex Tillerson, por Latinoamérica, observamos un lugar común entre los

mandatarios de los Estados en cuestión y, es justamente que todos han sido o son grandes empresarios

[11].

¿Se podría decir que la CEOcracia es la fase superior del neoliberalismo? No, no inventemos, Vladimir Lenin

hace más de 100 años ya caracterizó este fenómeno con sus particularidades en tiempo y espacio, pero

sigue siendo el mismo imperialismo como fuerza monopolizadora del poder.

1. Estados Unidos

El Presidente Donald Trump es un empresario magnate con un capital que ronda en los US$ 3.1 millardos

según Forbes (2017) [12] proveniente en su mayoría de la actividad de bienes raíces y construcción.

Rex Tillerson, Secretario de Estado, desde 2006 fue CEO de ExxonMobil, una corporación transnacional de

petróleo y gas; trabajó alrededor de 10 años dentro de esa compañía y cotiza más de US$ 300 millones

[13].

2. Argentina

Mauricio Macri antes de lograr la Presidencia de la Nación en 2015 se concentraba en el negocio del deporte,

fue presidente del club de fútbol Boca Junior (1995-2008), lo cual le permitió construir un entramado de

alianzas políticas y empresariales en Buenos Aires, la ciudad que le permitió crear su primer nicho político,

ya que en 2007 triunfa como jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con un frente amplio

que se denominó Unión-PRO.

En el primer año de presidencia, Macri declaró un patrimonio equivalente a más de $US 5 millones a la

Oficina Anticorrupción (OA), un 100% más con respecto al ejercicio fiscal en 2014; además posee

inversiones financieras en las Bahamas [14].

El gabinete ejecutivo de la administración Macri está integrado también por grandes empresarios como Juan

José Aranguren, ministro de Energía y Minería (expresidente de Shell), Luis Caputo, secretario de finanzas

(asesor de JP Morgan), entre otros.

3. Colombia

Juan Manuel Santos, Presidente de la República de Colombia, es miembro de una de las familias

tradicionales que ostenta la elite política y empresarial colombiana, es familiar de Eduardo Santos Montejo,

expresidente de la República, su familia fue propietaria del El Tiempo, el principal diario del país, cursó casi

toda su formación superior en Estados Unidos y el Reino Unido, y fungió como lobbista del sector cafetalero.

Fue director de dos empresas offshore, Global Tuition & Education Insurance Corporation, una sociedad

aseguradora y de una compañía aseguradora de Barbados, Nova Holding Company Limited, por las cuales

aparece en un reporte de El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en

inglés) sobre líderes que tienen capital en paraísos fiscales.

4. Perú

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El Presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, es economista egresado de la Universidad de Oxford (Reino

Unido) y Magister en Administración Pública por la Universidad de Princeton (USA).

Fue gerente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) y desde ese cargo favoreció los intereses del

Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Fue partícipe de la campaña de Fernando Belaúnde Terry, por lo que, tras la victoria de este, fue nombrado

su ministro de Energía y Minas. Uno de sus proyectos más polémicos fue la ley Nº 23231 la cual fomentaba

la explotación energética y petrolera, favoreciendo los intereses de la empresa Hunt Oil, donde se

desempeñaba como asesor financiero.

Recientemente aparece su nombre reflejado en el escándalo de corrupción de la constructora Odebrecht, que

pagó US$ 782,207 a la firma Westfield Capital, una empresa unipersonal de asesoría financiera,

perteneciente al presidente peruano [15].

5. México

El presidente mexicano Enrique Peña Nieto pertenece a una familia de mucho poder político y económico del

estado de México. Varios de sus integrantes, entre ellos LOS exgobernadores del Estado, Alfredo del Mazo

González y Arturo Montiel Rojas, son miembros del llamado ‘Grupo Atlacomulco’99, con gran poder en el

Partido Revolucionario Institucional (PRI).

A pesar de que en la declaración patrimonial de Peña Nieto de 2016 se refleja un ingreso anual de alrededor

de US$ 169.500, en 2017 la primera dama, Angélica Rivera Hurtado había comprado una casa de USD 7

millones en una exclusiva zona residencial de la capital mexicana [16].

También es uno de los mayores promotores de la promulgación DE la ley de privatización de PEMEX, la

compañía de petróleo estatal de México, la cual también está vinculada a los casos de corrupción de

Odebrecht, estafa que llegaría a más de USD$ 198 millones [17].

- Colombia y México: ¿Continúa el “Ciclo Progresista”?

Los países por donde pasa Tillerson también tienen una razón política, no solo son los aliados más cercanos

de los EEUU articulados en la AP y Grupo de Lima, también son países donde hay riesgo de que fuerzas

progresistas tomen el poder mediante procesos de elecciones presidenciales venideros.

En Colombia por ejemplo el 27 de mayo, se realizará la primera vuelta para escoger el sucesor en la Casa de

Nariño. Rodrigo Londoño Echeverri conocido como 'Timochenko', líder del partido de las FARC, y Gustavo

Petro, ex gobernador de Bogotá y quien encabeza las encuestas como posible ganador, son algunos de los

candidatos de izquierda que dificultan el regreso del uribismo al gobierno colombiano.

Un escenario parecido se presenta en México donde Andrés Manuel López Obrador de Movimiento

Regeneración Nacional (MORENA) lidera las encuestas rumbo a la elección presidencial que se realizará en

julio de este año.

De tomar la izquierda el gobierno en ambos países, los EEUU perderían dos aliados estratégicos que han sido

funcionales para su política de dominación en la región; además tendrían que enfrentar un viraje en la

política exterior de estos países hacia alianzas que reforzarían su autonomía frente al gigante del norte y

estrecharían sus lazos con centros de poder de contrapeso como China y Rusia.

- Venezuela en el ojo de la Casa Blanca

49

Venezuela se encuentra en una crisis compleja generada por factores internos y externos además de contar

con varias corrientes internas en el gobierno que plantean diversas soluciones a la crisis.

El sector predominante dentro del Gobierno de Nicolás Maduro, es de carácter socialdemócrata y es el

máximo promotor de la ley de protección a inversiones extranjeras, que como mencionamos anteriormente

se aleja de los principios del socialismo. Esa misma corriente promueve igualmente un apoyo asistencialista

a la cada vez más reducida capacidad adquisitiva de las capas medias y bajas de la sociedad venezolana.

A pesar de encontrar algunos puntos comunes con la oposición venezolana en los acuerdos de República

Dominicana, la presión extranjera no se aminora, muy al contrario se incrementa y pone en riesgo un

proceso electoral soberano a través del no reconocimiento de las elecciones, articulado con un bloqueo

financiero, un posible embargo petrolero, entre otras sanciones enmarcadas legalmente bajo la Ley

Internacional de Poderes Económicos de Emergencia (IEEPA, por sus siglas en inglés) y la Ley de

Emergencia Nacional de EEUU que categoriza a Venezuela como una amenaza para la seguridad nacional de

ese país.

Las declaraciones altisonantes de Tillerson antes de salir a México mencionaban que “en la historia de

Venezuela y los países de América del Sur, muchas veces los militares son agentes de cambio cuando las

cosas están muy mal y los líderes ya no pueden servir al pueblo.” [18].

Este tipo de declaraciones referentes a Venezuela seguirán en crescendo en la actual gira del Secretario de

Estado y en general en este trimestre del año teniendo en cuenta que las elecciones en Venezuela se

esperan realizar antes de que finalice abril y, además, manejando la posibilidad de que a mediados de ese

mes se realice la XVIII Cumbre de las Américas en Lima.

Este espacio sería el predilecto para justificar la “intervención humanitaria”, puesto que ya está anunciado el

tema principal de la Cumbre, "Gobernabilidad democrática frente a la corrupción" un tema que cae como

anillo al dedo para que desde el Sistema Interamericano se creen las bases jurídicas para este curso de

acción.

La Estrategia de Seguridad Nacional de los EEUU se materializa en esta gira pues busca reforzar su

posicionamiento regional, aislando a países que no cumplen sus designios, intentando alejar la influencia de

centros de poder con capacidad de generar un contrapeso geopolítico como Rusia y China y poniéndole coto

a las fuerzas progresistas que van ganando espacios políticos importantes en países con gobiernos títeres

como es el caso de México y Colombia.

“Es gracias a la división interna de nuestras naciones y es gracias a la división entre repúblicas y regiones

que se ha logrado instalar un imperio desde hace mucho tiempo, el mismo que pretende seguir dominando

al mundo a través de la guerra, no sólo en el frente militar, sino también por medio de la guerra económica,

la guerra psicológica, la guerra mediática y la guerra social”.

Hugo Chávez Frías, 2008

Notas

1- La pugna de Rusia vs EEUU y cómo se relaciona con el caso

venezolano https://www.alainet.org/es/articulo/190497

2- El relato neoliberal a 10 años del No al ALCA http://www.rebelion.org/noticia.php?id=204751

3- “Con China Si el comercio bilateral continuara creciendo en los próximos años al mismo ritmo promedio

registrado entre 2010 y 2013 (un 12% anual), cruzaría en 2019 la barrera de los 500.000 millones de

dólares.” http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/37577/S1421104_es.pdf

50

Sobre el II Foro CELAC + China lee: https://www.infobae.com/opinion/2018/01/25/que-dejo-el-foro-

ministerial-china-celac-celebrado-en-chile/

4- Gira del Presidente Mauricio Macri por

Rusia http://analisisdigital.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=267179

5- Discurso de Donald Trump al Estado de la Unión 30 de enero de 2018 https://www.vox.com/policy-and-

politics/2018/1/30/16953472/state-of-the-union-transcript

6- Confirmado: EEUU reconoce que las sanciones buscan el colapso de

Venezuela http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/eeuu-reconoce-publicamente-que-busca-llevar-

a-venezuela-al-colapso

7- La Casa Blanca presiona al Pentágono para que planee un ataque contra

Pionyang https://actualidad.rt.com/actualidad/261822-casa-blanca-exigir-pentagono-ataque-corea

8- Luis Britto García, Oscuridad para la casa, claridad para las

transnacionales https://www.aporrea.org/tiburon/a258124.html

9- Claudio Katz ahonda en este concepto en el siguiente artículo “La “CEOcracia” en

acción” https://www.alainet.org/es/articulo/174465

10- National Security Strategy of the United States of America, Diciembre 2017, (pp. 4-

22) https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2017/12/NSS-Final-12-18-2017-0905.pdf

11- Un material que habla ampliamente de este tema es el libro “Quién es Quién. Perfiles Políticos de la

derecha Latinoamericana” http://www.celag.org/project/quien-quien-perfiles-politicos-la-derecha-

latinoamericana/

12- https://www.forbes.com/donald-trump/#2fe44e5f2899

13- Vea el perfil de Rex Tillerson

aquí: https://www.bloomberg.com/research/stocks/people/person.asp?personId=1127018&privcapId=4063

38

14- Macri declaró bienes por $ 110 millones y duplicó su patrimonio en el último año (2016)

https://www.lanacion.com.ar/1902944-macri-declaro-bienes-por-110-millones-y-duplico-su-patrimonio-en-

el-ultimo-ano

15- Odebrecht asegura que pagó US$ 782 mil a empresa de PPK por asesorías financieras

(2017) https://gestion.pe/peru/politica/odebrecht-asegura-pago-us-782-mil-empresa-ppk-asesorias-

financieras-222657

16- Peña Nieto y la privatización del petróleo en

México https://www.wsws.org/es/articles/2014/09/18/mexi-s18.html

17- Los 5 escándalos de corrupción que distanciaron a Enrique Peña Nieto de los

mexicanos https://www.infobae.com/america/mexico/2017/09/06/los-5-escandalos-de-corrupcion-que-

distanciaron-a-enrique-pena-nieto-de-los-mexicanos/

51

18- Tillerson plantea una posible intervención militar en

Venezuela http://www.eltiempo.com/mundo/venezuela/rex-tillerson-plantea-una-posible-intervencion-

militar-en-venezuela-177976

COSTA RICA HOMOFOBIA GANÓ EL PRIMER ROUND ELECTORAL

Luis Fernando Cascante

https://www.alainet.org/es/articulo/190840

Bajo la bandera de la familia y los valores, un movimiento discriminatorio hacia los homosexuales, encabezado por Fabricio

Alvarado, gana representatividad en puestos de poder.

Es casi mediodía y un ejército de camarógrafos, fotógrafos y periodistas se codean en las costillas por un espacio a orillas de la

junta 491, en la Escuela Joaquín García Monge, en Desamparados. Todos quieren la foto del candidato del Partido Restauración

Nacional, Fabricio Alvarado, en intimidad con la urna.

Ingresa con guardaespaldas y arropado por una turba de cuerpos azules y amarillos que ondean banderas y corean su nombre. Una

mujer, a lo lejos, grita: “¡Adelante, Fabricio, no importa que nos digan cavernícolas!”.

Su llegada concentró la atención de seguidores, rivales y un mar de teléfonos celulares que captaban las gotas de sudor que caían

de su frente. No era para menos, hacía 27 grados y la jornada de Fabricio no llevaba mayores sobresaltos: un desayuno con su

familia y visitas a Radio Columbia, Grupo Extra y Amelia Rueda.

¿Por qué tanta alharaca por el candidato de un partido diminuto que no obtendría más de un diputado? Porque el hombre que

ingresa por esa entrada ya no es el diputado de fracción unipersonal que presenta su campaña ante cuatro gatos de la prensa y

algunos amigos en el Hotel Balmoral. Tampoco es aquel joven periodista sucesero de televisión ni el estudiante simpático que

serenateaba a sus compañeras de la universidad con canciones de Franco de Vita.

Ahora se trata del candidato presidencial favorito para avanzar a segunda ronda, un fenómeno electoral que muchos vieron venir

(pero nadie pudo conjurar) y un termómetro que evidencia que la homofobia es un arma para atrapar votos, y conforme se explote

más, da mayores réditos.

La batalla de los últimos cuatros años de Fabricio contra los movimientos LGBTI, sus giras de costa a costa predicando en iglesias

evangélicas y su sentido de oportunidad le dieron la credibilidad que no lograron otros partidos.

Su discurso no habla de homofobia ni de discriminación, así como el discurso machista tampoco entiende que es machista. El sector

que representa no siente que discrimina, porque interioriza la discriminación y la hace regla, bajo el mantra de “la defensa de la

familia y los valores”.

52

Mientras Fabricio es acorralado por teléfonos, cámaras y luces, varios de sus seguidores le aplauden sus rabietas contra la Corte

Interamericana de Derechos Humanos. Nadie hubiera imaginado que el criterio de esta instancia, el pasado 9 de enero, que obligó

al país a legalizar el matrimonio homosexual, daría vida a su campaña, una que estaba programada a morir temprano.

Tras emitir su voto, se dirigió al Restaurante Willy’s, a escasos metros de la escuela, donde almorzó con su esposa Laura Moscoa,

su asesor, vicepresidente y amigo, Francisco Prendas, así como con el resto de su familia y equipo de campaña. Lo hizo al mejor

estilo de las celebridades, con la reservación total del restaurante y con dos guardaespaldas a la entrada impidiendo el paso.

Fabricio dirigió la oración mientras se tomaba de las manos con Laura. No es un show para las cámaras como se le podría señalar a

otros políticos, le sale natural y espontáneo.

Luego, tras afirmar a este semanario que asistiría a la Fundación Obras del Espíritu Santo, retomó el ritmo de visitas a medios de

comunicación y dio su último recorrido a las 5 p.m. por la Escuela República de Guatemala. Viajaba en una caravana de casi diez

vehículos, él a bordo de su Toyota Avanza.

Posteriormente, descansó en el hotel San José Palacio, en donde sus seguidores montaban una fiesta ante la presentación del

primer corte de resultados del TSE, que mostraba a Fabricio por encima de Antonio Álvarez, de Liberación Nacional y de Carlos

Alvarado, de Acción Ciudadana.

Fabricio se asomó al salón Greco a las 11:10 p.m. en medio de abrazos y gritos de una multitud que lloraba, gritaba, saltaba y veía

al cielo, en señal de gratitud.

Al inicio de su discurso de victoria, Alvarado se dio una palmada en la espalda por desarrollar “una campaña donde no tuvimos que

atacar a nadie”. El evangélico olvidó que sus ataques a la comunidad LGBTI, al matrimonio igualitario y su postura anti aborto lo

catapultaron para vencer a la maquinaria electoral de los partidos tradicionales.

Entrevistado por este medio, el domingo por la tarde, dijo “nuestro mensaje ya ganó”, aún sin conocer los resultados que le daban

casi un cuarto de la votación total y la impresionante cifra de 12 diputados para la nueva Asamblea Legislativa.

Alvarado jugó la carta de la familia en su campaña, entendiendo que esa homofobia, bien que mal, es uno de los anti valores más

presentes en la sociedad. Su virtud fue encauzar el discurso y hacer del rechazo a la diversidad sexual, algo positivo.

No hizo falta profundizar en sus propuestas, en su política fiscal o en su eventual equipo de Gobierno. Bastó con explotar la vena de

la homofobia en tiempos de crispación y, en el nombre de Dios, señalarse como el líder de la Costa Rica de todos.

Feb 05, 2018

https://semanariouniversidad.com/ultima-hora/homofobia-gano-primer-round-electoral/

https://www.alainet.org/es/articulo/190840

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EL IMPERIO ESTÁ EMPEÑADO EN IMPEDIR LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DE VENEZUELA

Carlos E. Lippo

https://www.alainet.org/es/articulo/190808

"Yo diría que el proceso electoral en Venezuela es el mejor del mundo"

Jimmy Carter (1)

Tal como se señala en la exposición de motivos de nuestra actual constitución, se ha creado una nueva rama del Poder Público, el

Poder Electoral, ejercido por órgano del Consejo Nacional Electoral (CNE), como expresión del salto cualitativo que supone el

tránsito de la democracia representativa a una democracia participativa y protagónica.

Y es que tratando de adaptar a nuestro tiempo las ideas inmortales del Libertador Simón Bolívar, esta constitución rompió con la

clásica división de los poderes públicos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), creando el Poder Electoral, inspirado en el proyecto de

constitución que el Libertador redactase para la naciente república de Bolivia en 1826 y el Poder Ciudadano, que tiene su

inspiración en el proyecto de constitución presentado al Congreso de Angostura de 1819, para la creación de ese gran sueño del

inmortal Francisco de Miranda, hecho realidad por el Libertador, que fue la Gran Colombia.

El Consejo Nacional Electoral (CNE), en el marco de sus atribuciones y en cumplimiento de sus funciones, ha diseñado un sistema

de votación totalmente automatizado, con identificación biométrica del elector a través de su huella digital, para garantizar así el

principio de “1 ELECTOR – 1 VOTO” y con emisión de un comprobante físico del voto electrónico que permite auditar cada

proceso a posteriori; siendo necesario señalar además que el correcto funcionamiento de las máquinas de votación y de las

programaciones (hardware y software) está garantizado por una cantidad importante de auditorías previas y posteriores al acto

comicial, realizadas en presencia de los representantes de todas las organizaciones políticas participantes y de los veedores

internacionales acreditados.

La pulcritud de este sistema ha sido reconocida por todos los grupos de veedores internacionales (acompañantes, según su

denominación legal), que han actuado en todos los procesos desde que éste fue puesto en funcionamiento en el referendo

revocatorio del mandato del Presidente Chávez, que resultó ser reafirmatorio, en agosto de 2004. También ha sido reconocida por

alguien tan insospechable de tener simpatías y mucho menos coincidencias con la revolución bolivariana, como lo es el

expresidente Jimmy Carter, presidente del Centro que lleva su nombre, quien en su discurso en la reunión anual de esa institución

celebrada en el 2012 señaló textualmente: "DE HECHO, DE LAS 92 ELECCIONES QUE HEMOS MONITOREADO, YO DIRÍA

QUE EL PROCESO ELECTORAL EN VENEZUELA ES EL MEJOR DEL MUNDO"(1); complementando ese señalamiento tan

categórico con la afirmación de que la mayor ventaja del sistema venezolano es el hecho de que sea totalmente automático, lo que

facilita la verificación de los resultados de las elecciones.

En contraste con lo anterior, existe un país que aunque se precia de ser excepcional y de estar al frente de todas las innovaciones

sociales, económicas, políticas, científicas, tecnológicas y militares del mundo actual, mantiene aún un arcaico sistema de elección

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presidencial de segundo grado que data de finales del siglo XVIII, con base en el cual es actualmente presidido por alguien que no

fue el más favorecido por el voto popular en sus pasadas elecciones, algo que no es nada extraordinario puesto que ya había

ocurrido en cinco oportunidades anteriores (2). Como habrán de saber los lectores, se trata de los mismísimos Estados Unidos del

norte de Norteamérica.

Sin embargo no es este anacronismo, que en fin de cuentas atañe sólo a los ciudadanos estadounidenses, lo más deleznable del

imperio en materia electoral sino su desmesurado afán de inmiscuirse en cuantas elecciones presidenciales se realizan en el

planeta; tal como lo hicieron en Corea, en 1948, organizando unas elecciones con la ayuda del antiguo invasor japonés y bajo el

manto tutelar de la absolutamente sumisa ONU de aquellos días, que lejos de reunificar el país profundizó su división (3), y también

en el Vietnam, oponiéndose en 1955 a la celebración de unas elecciones propuestas para la reunificación de aquel país, porque

daban por seguro que las habrían de ganar los vietnamitas del norte (4). Siendo oportuno recordar que tan funestas acciones de

injerencia causaron una cruenta guerra de veinte años en el Vietnam y otra que aún no ha terminado, después de 70 años, en el

caso de Corea.

Agotaría todo el espacio que habitualmente dedico a estas notas si me pusiese a señalar el sinnúmero de intromisiones del imperio

en diferentes procesos electorales a todo lo largo y ancho del planeta, por lo que pasaré a reseñar sólo las ocurridas en Venezuela

desde que a comienzos de 1998 el Comandante Chávez se perfilase como seguro ganador de las presidenciales convocadas para

finales de ese año.

En efecto, en 1998 cuando poco antes de la elección percibieron que el triunfo de Chávez era inevitable ordenaron a los dos

grandes partidos del estatus por aquellos días (AD y Copey), que defenestraran a los candidatos por los cuales llevaban casi un año

haciendo campaña, para apoyar la candidatura de su ungido, Enrique Salas Römer; a partir de esa fecha siempre han forzado

la “UNIDAD” en contra de Chávez y de Maduro, haciendo uso de los más variados especímenes: Francisco Arias Cárdenas, ex

chavista por aquellos días, en las elecciones de 2000; Manuel Rosales, en el 2006; Henrique Capriles Radonsky en el 2012; y

nuevamente Henrique Capriles, en las elecciones de 2013, sobrevenidas por la muerte de Chávez.

Sin embargo, no se ha limitado el imperio a intervenir en nuestras elecciones imponiendo los candidatos presidenciales que ha de

financiar y tutelar, ni tampoco a intervenir sólo en las presidenciales, sino que se ha acostumbrado a utilizar las movilizaciones

asociadas a las Maniobras Navales UNITAS, ejecutadas muy cerca de nuestras costas, como elemento de presión y para garantizar

una rápida intervención en caso de que la juzguen conveniente; tal es el caso de: UNITAS IV (presidenciales de 1963); UNITAS LIII

(presidenciales de 2012); y UNITAS LVI (legislativas de 2015).

Su injerencia en las elecciones presidenciales de 2013 llegó al extremo de que al no reconocer los resultados oficiales que daban la

victoria a Nicolás Maduro por el 1,8 % de los votos, financiaron y dirigieron unas protestas violentas instigadas por el candidato

perdedor que trajeron como consecuencia más de una decena de víctimas mortales y medio centenar de heridos; siendo oportuno

señalar que el imperio se quedó totalmente sólo a nivel internacional con este desconocimiento, ya que hasta el reino de España

que es uno de sus aliados más incondicionales, reconoció oportunamente los resultados (5). A pesar de haberlo reconocido de

hecho a partir de la reunión celebrada en la VII Cumbre de las Américas celebrada en abril de 2015 en Panamá y de haberle

enviado varias veces al subsecretario Shannon como mediador, la administración Obama nunca lo reconoció oficial y públicamente,

y lo mismo se ha negado a hacer hasta ahora la administración Trump.

55

La variopinta oposición venezolana, acicateada por su victoria en las elecciones legislativas de 2015, durante todo el año 2016

estuvo intentando defenestrar al Presidente Maduro mediante un referéndum revocatorio que no lograron ni siquiera poder convocar

gracias a la estulticia de sus dirigentes, así como también por medio de una caterva de procedimientos inconstitucionales entre los

cuales estuvo presente desde el mes de octubre un extemporáneo adelanto de las elecciones presidenciales.

Durante la primera mitad del 2017 persistieron en el adelanto de las elecciones utilizándolo además como hipócrita pretexto para

tratar de justificar sus cruentas acciones terroristas que estuvieron a punto de llevar el país al caos total y aún después de ser

derrotados en ese intento, por medio de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, persistieron en solicitarlo incluyéndolo

como un punto prioritario en la agenda del diálogo con el gobierno que se viene realizando bajo los auspicios del gobierno de la

República Dominicana.

A todas luces el adelanto del proceso electoral presidencial para este 2018 había llegado a ser un importante punto de coincidencia

entre los venezolanos, como lo sugieren los resultados del más reciente sondeo de opinión de Hinterlaces, una de las pocas

empresas serias del país en este ramo, cuya muestra fue terminada de levantar una semana antes de la celebración de las

elecciones para alcaldes y concejales, según los cuales el 72 % de los venezolanos estaría de acuerdo en adelantar las

presidenciales entre febrero y marzo de 2018 y sólo un 26 % estaría en desacuerdo (6).

Es en el marco de las consideraciones anteriores y habida cuenta de que estamos ya en el tiempo constitucional establecido para

ello, que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el pasado miércoles 23, aprobó por votación unánime el ordenar al CNE la

convocatoria a elecciones presidenciales para el período 2019-2025 en el lapso comprendido hasta el 30 de abril del presente año.

Es importante señalar, como un indicador del delicado momento político que estamos viviendo, que Delcy Rodríguez, presidenta de

la ANC, al hablar de las motivaciones que tuvo ese organismo para haber tomado tal decisión, argumentó lo siguiente: “… LOS

VENEZOLANOS NO QUEREMOS LA GUERRA, NO QUEREMOS UNA GUERRA CIVIL, NO QUEREMOS UNA

INTERVENCIÓN MILITAR, DEFENDEMOS LA PAZ Y LA TRANQUILIDAD EN SUS EXPRESIONES ECONÓMICAS,

POLÍTICAS, SOCIALES, CULTURALES, ESO ES LO QUE QUEREMOS LOS VENEZOLANOS, Y ESTAMOS EN ESE

PROCESO, POR ESO HEMOS CONVOCADO AL EVENTO DE LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL” (7), argumento que

compartimos íntegramente.

Contrario a lo que en una sana lógica cabría esperarse, la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que llevaba ya más de

16 meses pidiendo a gritos las elecciones anticipadas, no sólo es que no ha recibido esta decisión con beneplácito, sino que hasta

esta fecha no ha hecho pública ninguna posición oficial al respecto. Y por otra parte, de los partidos que conforman dicha coalición,

unos han manifestado, aunque sin mayor entusiasmo, estar a favor de acordarse en un candidato único para poder participar

mientras otros han rechazado de plano la convocatoria con las argumentaciones más estúpidas que se pueda uno imaginar.

Curiosamente, el mismo día 23 y mucho antes de que cualquier grupo opositor se pronunciase, el llamado “GRUPO DE LIMA”, esa

manga de gobiernos cipayos del continente que servilmente ejecuta el trabajo sucio ordenado por los gringos en nuestra contra, que

hasta hace un par de meses clamaba histéricamente por elecciones anticipadas, se pronunciaba en contra de la decisión con el

petulante discurso de quienes se sienten procónsules del imperio: "EXIGIMOS QUE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES

SEAN CONVOCADAS CON UNA ADECUADA ANTICIPACIÓN, CON LA PARTICIPACIÓN DE TODOS LOS ACTORES

56

POLÍTICOS VENEZOLANOS Y CON TODAS LAS GARANTÍAS QUE CORRESPONDA" (8). ¡Qué riñones, al igual que los

gringos no nos conocen, aunque tienen sobrados argumentos para conocernos!

Y al día siguiente, en clara demostración de que es el imperio el verdadero dueño de este funesto circo montado en contra de

Venezuela, a través de su embajada en Caracas, emitía un grosero comunicado (9) en el cual terminaba señalando:

“EXHORTAMOS AL GOBIERNO DE VENEZUELA A QUE CUMPLA LOS COMPROMISOS ASUMIDOS CONFORME A LA

CARTA DE LA OEA Y LA CARTA DEMOCRÁTICA INTERAMERICANA (¿!). APOYAMOS LA DECLARACIÓN EMITIDA EL

23 DE ENERO POR EL GRUPO DE LIMA, EN LA CUAL SE LLAMA A IMPULSAR UN PROCESO DEMOCRÁTICO

INCLUSIVO Y TRANSPARENTE”.

Resulta evidente que tan destemplada posición por parte del imperio y sus aliados regionales se basa en la certeza de que la

revolución bolivariana emergería de ese proceso con una gran fortaleza gracias a una clamorosa victoria del presidente Maduro.

También pone de manifiesto la contradicción existente entre el imperio y el sector opositor proclive a participar, contradicción que es

necesario exacerbar por todos los medios a nuestro alcance, en beneficio de todos.

Constituyen pruebas inequívocas de que no pudiendo montar unas elecciones tuteladas en Venezuela, el imperio está decidido a

impedir las ya convocadas, los siguientes hechos: la anunciada gira del secretario Tillerson por Méjico, Argentina, Perú y Colombia,

próxima a ser iniciada, cuyo propósito no declarado es atar indisolublemente al dispositivo militar invasor a los gobiernos cipayos de

estos países y a otros del Grupo de Lima; unas desesperadas e inconexas declaraciones de Mike Pence, el número dos del imperio,

en las que al mismo tiempo que rechaza la convocatoria a elecciones acusa al gobierno venezolano de no llamar a elecciones (10);

y más recientemente, un irrespetuoso pronunciamiento difundido el día 30 a través de la cuenta oficial de la embajada gringa (11),

@usembassyve, señalando que: “EL GOBIERNO DE LOS EE.UU. CREE EN UN DIÁLOGO GENUINO Y ESPERA QUE EL

RÉGIMEN DE MADURO TENGA EL CORAJE DE REFORMAR EL CNE Y PERMITIR LA PARTICIPACIÓN DE LA MUD EN

ELECCIONES PRESIDENCIALES EFECTUADAS A PARTIR DE UNA FECHA ACORDADA POR AMBAS PARTES”.

Aunque es harto conocida nuestra posición de abogar por la realización de unas elecciones con un formato diferente al de

la “DEMOCRACIA BURGUESA”, por razones más que obvias, queremos dejar sentada nuestra plena conformidad con la

convocatoria a estas elecciones anticipadas aunque se siga usando el mismo formato que tanto hemos cuestionado; sólo nos

quedaría señalar que consideramos que la fecha de su celebración debería ser la más próxima técnicamente posible, dentro del

lapso ordenado por la ANC.

Notas

https://actualidad.rt.com/actualidad/view/54145-jimmy-carter-sistema-electoral-venezolano-mejor-mundo

https://www.telesurtv.net/news/Estados-Unidos-donde-se-puede-ser-presidente-sin-voto-popular-20161108-0036.html

http://www.granma.cu/granmad/secciones/ref-fidel/art34.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Vietnam

https://mundo.sputniknews.com/mundo/20130417156872052/

http://www.sincuento.com/2018/01/21/jose-vicente-hoy-entrevita-a-wilmar-castro-soteldo-ministro-de-produccion-agricola-y-

tierras-y-los-confidenciales/

57

http://www.cubadebate.cu/noticias/2018/01/28/delcy-rodriguez-venezuela-quiere-paz-por-eso-convocaremos-elecciones-

presidenciales/#.WnJD2HwpDIU

http://www.eluniversal.com/noticias/politica/grupo-lima-rechazo-adelanto-elecciones-presidenciales-venezuela_685352

https://ve.usembassy.gov/es/elecciones-presidenciales-anticipadas-en-venezuela/

http://www.lechuguinos.com/mike-pence-venezuela-no-hay-elecciones/

http://www.lechuguinos.com/embajada-ee-uu-irrespeta-venezuela/

[email protected]

Caracas, febrero 01 de 2018

REFLEXIÓN

(Prólogo a La Sublevación, de Franco Berardi, Bifo, de editorial Hekht, desde marzo en librerías)

http://anarquiacoronada.blogspot.mx/2014/02/la-sublevacion-como-teoria-politica-del_19.html

DISCUTIR LA CONFIGURACIÓN NEOLIBERAL DE LO HUMANO (POSTAL DESDE NUEVA YORK)

Una pregunta desde el futuro, desde Nueva York, donde el capitalismo es ya un estado mental, ¿somos

conscientes aquí de que la pelea es en primer lugar cultural, antropológica, de formas de vida?

http://www.eldiario.es/interferencias/neoliberalismo-15M_6_122897713.html

BIFO: “UNA SUBLEVACIÓN COLECTIVA ES ANTES QUE NADA UN FENÓMENO FÍSICO,

AFECTIVO, ERÓTICO”

58

La financierización de la vida y la virtualización de las relaciones generan nuevas formas de malestar

social. ¿Cómo puede politizarse ese sufrimiento? Entrevista con Franco Berardi (Bifo), filósofo y

activista italiano

Amador Fernández-Savater

http://www.eldiario.es/interferencias/bifo-sublevacion-afectos_6_319578060.html

Es una experiencia cotidiana: el trabajo en un contexto capitalista

es principalmente el medio para un fin (la ganancia). Un trabajo indiferente por

tanto a su contenido, vaciado de significado, determinado primordialmente por

el dinero. Mantequilla o misiles: lo mismo da, lo importante es que el producto-

mercancía venda en el mercado. Marx lo llamó “trabajo abstracto” y a partir de

él definió el modo de producción capitalista y su carácter destructivo.

Según Franco Berardi (Bifo) -filósofo italiano, teórico de los medios de

comunicación y las transformaciones del trabajo, implicado en movimientos

políticos desde los años setenta-, dos niveles más de abstracción se añaden en

nuestros días a la abstracción del trabajo: el gobierno de las finanzas (un poder

sin arraigo local alguno) y las redes virtuales de comunicación (un intercambio

simbólico sin cuerpos). La financierización de la vida y la virtualización del

contacto generan según Bifo nuevas formas de malestar social, nuevas

patologías, nuevos tipos de sufrimiento.

¿Puede politizarse ese malestar? ¿Qué formas de acción colectiva pueden

reconvertir el sufrimiento en fuerza transformadora? La sublevación (edición

española en Artefakt, edición argentina en Hehkt) reúne una serie de textos

escritos por Bifo al calor de los movimientos de las plazas (primavera árabe,

15M, Occupy...). La sublevación, tal y como aparece pensada en el libro, es en

primer lugar el levantamiento de los cuerpos explotados, estresados,

deprimidos. El primer paso para la reconstrucción de un cuerpo social capaz de

desafiar el dominio de la híper-abstracción digital y financiera.

***

Abstracción financiera

1. ¿En qué consiste la abstracción financiera?

59

Bifo. Nombro así al conjunto de los automatismos financieros que subyuga la

vida real y la producción, vaciándolas de energía y de poder político.

2. ¿En qué sentido la abstracción financiera vacía el poder político?

Bifo. Es algo muy obvio que todos hemos entendido en los últimos años: las

instituciones de la democracia política no pueden nada frente a la prioridad de

la abstracción financiera. La liquidación del primer ministro griego, Yorgos

Papandreu, el día mismo que propuso un referéndum sobre el “plan de ayuda”

del BCE al Estado griego en 2011 fue la declaración final de la anulación de la

democracia en el continente europeo. Las tradiciones humanistas e ilustradas

quedaron igualmente barridas de un plumazo ese mismo día.

3. Explícate.

Bifo. El humanismo es esencialmente el movimiento por el cual la voluntad

humana se emancipa de la tutela divina. Por su lado, la Ilustración proclama la

superioridad de la Razón y de la Ley sobre la fuerza de los "animal spirits" del

egoísmo económico. Pues bien, God is back, la potencia superior de lo divino

sobre la voluntad humana regresa, pero ahora con la forma del capital

financiero. Las leyes no tienen hoy ninguna fuerza frente a la circulación global

de los algoritmos financieros, ni ante la potencia desterritorializada de las

empresas globales.

4. ¿Pero no sido siempre así en la historia del capitalismo? ¿Por qué sería esto

una novedad?

Bifo. Creo que la clase financiera es distinta a la clase que en los siglos de la

modernidad conocimos como burguesía. La burguesía se enriquecía gracias a la

explotación de la clase obrera, pero también gracias a la producción de bienes

útiles para la vida social. Es una clase que acumula plusvalía a través de un

proceso de producción de bienes útiles. Sin embargo, la clase financiera -o,

mejor dicho: el conjunto de los automatismos financieros- se enriquece a través

de la destrucción del valor producido, a través de la privatización de los bienes

comunes. La plusvalía de las financias es una minus-valía desde el punto de vista

social.

60

Por otro lado, la burguesía tenía una fuerte territorialización ciudadana y

nacional, mientras que la clase financiera es una clase totalmente

desterritorializada, incapaz de identificarse con ningún lugar específico.

Malestar social

5. ¿Qué efectos tiene la abstracción financiera sobre el cuerpo vivo de la

sociedad?

Bifo. Ya no hay continuidad en la experiencia del trabajo: no se llega cada día al

mismo lugar, no se cumplen las mismas rutinas, no se encuentra a las mismas

personas. El trabajador mismo ya no existe como persona, es el productor

intercambiable de fragmentos de tiempo/trabajo conectados en una red global.

El tiempo vivido por los trabajadores precarios se fragmenta -o, mejor dicho,

se fractaliza- al tener que adaptarse constantemente a los requerimientos de la

producción. Pero tengamos en cuenta que el cuerpo vivo tiene sus pulsiones, su

sensibilidad, su tiempo y sus deseos. La abstracción financiera superpone un

tiempo espasmódico, en constante aceleración, a la sensibilidad del cuerpo

individual y colectivo.

6. Produciendo por tanto efectos a nivel individual y colectivo, ¿no? ¿Cuáles son?

Bifo. Las patologías causadas por la aceleración y la competición agresiva se

manifiestan a nivel individual como una verdadera epidemia de sufrimiento

mental, psíquico, emocional. Las crisis de pánico, los problemas de atención, la

soledad competitiva, la depresión... A nivel colectivo, la consecuencia es la crisis

de la solidaridad social. Cada individuo percibe a los otros esencialmente como

competidores y no como cuerpos afectivos.

Abstracción digital

7. A la abstracción financiera se le añade una abstracción digital, ¿en qué

consiste, cómo opera?

Bifo. La abstracción digital es el efecto de la aplicación de las tecnologías de

virtualización a la comunicación entre los seres humanos y su operatividad se

61

manifiesta como intercambio lingüístico sin cuerpo, como escisión entre

palabra, cuerpo y afectividad.

8. En el libro analizas los efectos “éticos” de la virtualización del contacto,

¿cuáles son?

Bifo. Para mí, ética y estética están íntimamente relacionadas: la parálisis ética,

la incapacidad de gobernar éticamente la vida individual y colectiva, proviene de

una perturbación de la estesia, es decir, de la percepción de la continuidad

sensible del propio cuerpo en el cuerpo del otro. De una

comprensión erótica del otro. La virtualización del contacto produce un efecto

de de-sensibilización emotiva, de soledad relacional, de fragilidad psicológica.

9. Quizá es algo que podemos entender mejor a partir de la diferencia que haces

en el libro entre “lógica de conjunción” y “lógica de conexión”.

Bifo. La conjunción es un intercambio en el cual los cuerpos se ponen en

relación recíproca de manera tal que cada comunicación se manifiesta como

singular, irrepetible. La simpatía, es decir, el sentir compartido (sym-pathos), es

la dimensión general del intercambio conjuntivo.

Pero mientras que la lógica conjuntiva implica la interpretación de la dimensión

gestual, corporal y de las implicaciones emocionales (con sus ambigüedades y

matices), la lógica conectiva reduce la relación con el otro a pura descodificación

de una sintaxis, a un contacto funcional dentro de estándares predeterminados.

Es el caso de Facebook.

El proceso de mutación que se desarrolla en nuestra época está centrado en el

cambio de la conjunción a la conexión como paradigma del intercambio entre

los organismos conscientes.

La sublevación

10. Entre 2010 y 2013 se activaron movilizaciones masivas en Inglaterra, Túnez,

Egipto, España, Grecia, EEUU, más tarde en Brasil y Turquía, ahora en China...

Las características y los objetivos de esas movilizaciones han sido muy

diferentes, como diferentes son las condiciones políticas y culturales de los

62

diferentes contextos. Pero tú consideras que esa serie de levantamientos forman

parte de la misma onda, ¿por qué?

Bifo. Creo que sí, porque todas esas movilizaciones, incluyendo las que se

dieron en las ciudades árabes, tenían desde el comienzo una misma voluntad de

reactivar la solidaridad y la dimensión física de la comunicación social. Los

trabajadores y los estudiantes rebeldes intentaron en primer lugar crear

condiciones de conjunción directa, física y territorial para salir de la alienación

virtual.

¿Por qué ocupar una plaza, una calle o un territorio cuando sabemos muy bien

que allí no reside ningún poder político y que el sistema financiero no se localiza

en una dimensión territorial? Porque la primera cosa que necesitan los

trabajadores precarizados es la reactivación de una dimensión afectiva y

territorial que permita reconstruir las condiciones emocionales de la solidaridad.

Me parece que ese es el sentido de la toma de las plazas, de las acampadas. Una

sublevación colectiva es en antes que nada un fenómeno físico, afectivo,

erótico. La experiencia de una complicidad afectuosa entre los cuerpos.

11. ¿Cómo se “organiza” una política así, mediante qué formas, instituciones,

etc.?

Bifo. Me gusta poner la imagen del mantra: el mantra es una respiración

colectiva armónica, una metáfora de lo que en la dimensión política llamamos

solidaridad. La organización que imagino no pasa a través de la democracia

representativa, ni de una organización centralizada como fue el partido leninista

del siglo XX. Tiene más que ver con el ritmo de un mantra.

12. ¿Qué balance haces de la onda de movimientos que se activó en 2011? ¿Qué

potencias y límites ha encontrado?

Bifo. El balance es ambivalente. Por un lado, podemos decir que los

movimientos de las plazas no lograron frenar ni un ápice la explotación

financiera, la imposición de la deuda, la destrucción y privatización de los bienes

comunes. En ese sentido podemos hablar de fracaso. Pero creo que debemos

valorarlos desde un punto de vista evolutivo más largo. Estos movimientos han

63

revelado la dimensión afectiva de lo social. Es la condición necesaria para

emprender un movimiento de recomposición de los saberes comunes -

científicos, técnicos, afectivos, organizativos- por fuera de la explotación

capitalista.

13. ¿Cómo piensas una posible alianza entre lo digital y la dimensión “física” de

la rebelión?

Bifo. Las nuevas tecnologías han sido y siguen siendo herramientas para la

ampliación de la comunidad, aunque sólo virtual, y para la coordinación de

iniciativas y acciones a nivel global. Pero sólo la presencia física y territorial

puede activar la empatía y la solidaridad. Al mismo tiempo, en términos de

eficacia, las acciones más exitosas en términos de sabotaje del dominio imperial

han sido acciones como las de Assange y Snowden que se desarrollan en la

dimensión digital. La acción subversiva es muy eficaz cuando se desarrolla en la

esfera digital, cuando se infiltra en el interior de la dimensión algorítmica del

capitalismo.

14. En España, varios dispositivos más o menos “partidarios” surgidos a partir

del 15M apuntan a “tomar el poder político” en sus diferentes escalas (nacional,

regional, municipal), aprovechando un vacío creado por la deslegitimación

radical del sistema de partidos instalado en la Transición española, ¿qué papel

crees o imaginas que pueden tener las instituciones estatales en la promoción

del cambio social que proyectas en el libro?

Bifo. Las nuevas organizaciones políticas, como Syriza y Podemos, pueden ser

muy útiles para la resistencia de los trabajadores, para la supervivencia en

condiciones de empobrecimiento y disgregación social. Pero no creo que

puedan hacer mucho contra el poder financiero, ni para favorecer la liberación

de las energías intelectuales del trabajo por fuera de la dominación capitalista.

La frase "yes, we can" de Obama fue más un exorcismo contra la impotencia de

la política y de la voluntad que un programa. El hecho de que la máxima

autoridad mundial diga “podemos” es el signo de que algo no funciona, un

sentimiento de impotencia que la política no puede admitir pero que es

evidente. Seis años después de su primera victoria, Obama tiene que reconocer

64

que no puede salir de la “guerra infinita” bushista, que no puede parar la

devastación del medio ambiente, que no puede modificar la tendencia hacia la

concentración de la riqueza.

No podemos, esa es la verdad. El tiempo de la voluntad y de la política se acabó.

Tenemos que desplazar la energía social hacia una dimensión que no es ni la

democracia representativa ni la subversión política, sino la imaginación de

nuevas formas de organización del conocimiento y de la producción, la creación

de una plataforma técnica y política para la auto-organización de la inteligencia

colectiva (fuerza productiva principal del tiempo presente).

15. Creo que para tí la política consiste en una “mutación antropológica” (como

decía Pasolini, aunque él la temía). ¿Cómo se puede pensar esa “mutación

antropológica” por fuera del esquema revolucionario tradicional del “Hombre

nuevo” que ha causado tantos estragos en el siglo XX?

Bifo. Pasolini temía justamente la mutación antropológica producida por el

capitalismo tecnológico y global, y su miedo tenía buenas razones. Nos

encontramos en la situación de uniformización y de violencia psíquica

interindividual que él presagiaba hace cuarenta años. Tenemos que imaginar

una salida antropológica de la mutación antropológica uniformizadora que

impone el capitalismo global, pero una salida distinta a la del siglo XX.

Las utopías de la modernidad se fundaron sobre la exaltación testosterónica de

la juventud. Fueron utopías violentas y esperanzadas (esto es, en última

instancia desilusionantes, consagradas al arrepentimiento). Nuestra fuerza ya

no puede basarse en el ímpetu juvenil, la agresividad masculina, la batalla, la

victoria o la apropiación violenta, sino en el gozo de la cooperación y el

compartir. Reestructurar el campo del deseo, cambiar el orden de nuestras

expectativas, redefinir la riqueza, es tal vez la más importante de todas las

transformaciones sociales.

En castellano, Bifo ha publicado también La fábrica de la infelicidad, Después

del futuro o El sabio, el mercader y el guerrero.

Textos relacionados:

65

"La sublevación como teoría política del cuerpo", prólogo de Diego Sztulwark

a La sublevación

"Fuerza y poder", fenómenos de sensibilidad en el 15M

"Discutir la configuración neoliberal de lo humano", sobre la mutación

antropológica capitalista

"¿Y si no hiciésemos nada?", una reivindicación de la des-movilización, por

Alexandra-Odette Kypriotaki

EN EL FUNERAL DE LA DEMOCRACIA NEOLIBERAL, LA CONSIGNA ES DEMOCRATIZAR

Javier Tolcachier

https://www.alainet.org/es/articulo/190853

La democracia neoliberal en América Latina y el Caribe ha engendrado un compuesto monstruoso de imposición corporativa y

restauración conservadora. La una, con aires pseudoinnovativos. La otra, con olor a inquisición medieval. De democracia, poco. De

liberal, menos. De nuevo, nada.

Los autores intelectuales del delito son los mismos que crearon esta falsificación de la democracia: banqueros y grandes

empresarios, dueños de medios hegemónicos y el aparato de conspiración estadounidense. Sus sicarios se valen de golpes,

represión, engaño mediático y persecución judicial. Utilizan el miedo, la extorsión, la estafa para lograr lo que quieren.

No podía ser de otra manera. ¿Quién puede creer que hombres dedicados al lucro sin escrúpulo dejarían sus negocios al arbitrio y

decisión de las mayorías?

Ningún ente puede desarrollarse en un entorno esquivo. Democracia real y capitalismo no se llevan bien, son enemigos por

definición. Hay que aceptar las consecuencias de esta verdad evidente: la democracia capitalista, ahora corporativa y financiera,

supone un estado de sitio permanente a las libertades y la solidaridad humanas. Una amenaza existencial.

Unidad sí, ¿pero en torno a qué?

Lo anterior hoy está más claro, incluso para muchos que veían en la dicotomía capitalismo-democracia un maniqueísmo extremo.

En el seno de las diversas corrientes y movimientos que no se resignan a la pesadilla de la gobernanza de las transnacionales, se

escucha con insistencia la palabra de oro: unidad. ¿Pero unidad en torno a qué?

66

La sumatoria en base al criterio de simple acumulación de fuerzas no es suficiente. Su fragilidad de proyecto y el oportunismo que

suele albergar la hacen vulnerable. Los “acuerdos de mínima” se resquebrajan ante la primera amenaza.

Por el contrario, en un mundo tendiente a la diversidad, no puede pretenderse que la uniformidad sea criterio de unidad. Tal

desatino conduce a la divergencia centrífuga, a la fragmentación.

¿Personificar la unidad? Si bien la valoración del liderazgo es culturalmente importante en América Latina y el Caribe, su

sobrevaloración no es pertinente. Construir unidad solamente en base a liderazgos personalizados conduce a la dependencia,

relativiza la idea de construcción social de base, desliga a la ciudadanía de su corresponsabilidad, abre el campo a la posterior

burocratización.

Por otra parte, si se toma en cuenta la persecución en curso a líderes progresistas en base a causas judiciales inventadas, las

crecientes trabas electorales y el inevitable recambio generacional, la personificación excesiva debilita la posibilidad de transferir

roles de conducción.

Basar la unidad en criterios de necesidad de coyuntura es tan volátil como la misma. Si bien puede ser conducente en un primer

momento, no ofrece plataforma fértil de coincidencias futuras, una vez superado el escollo táctico.

¿En torno a qué entonces lograr la bendita “unidad”?

Es posible lograr una sutil unidad de significados, desarrollando multiplicidad de lenguaje, acciones y formas. No tan sólo “tolerando”

la diversidad, sino motivándola. La traducción de significados comunes en vertientes distintas, comprendiendo la unidad de

intenciones, extrayendo sus motivaciones centrales, es un camino que permite acuñar unidades esenciales sin caer en preciosismos

externos.

Todo aquel que construye equidad, que restringe la ya abultada porción de las cúpulas para repartirla entre todos, que genera la

posibilidad de una mejor vida y de decisión plena para los que hoy sufren enormes carencias; Quien ayuda a organizar y cualificar al

colectivo social, es un compañero de tareas y de lucha. No importa tanto el nombre que elija para hacerlo.

Habrá distintos matices y sensibilidades, bienvenidas sean. Esta diversidad es imprescindible para llegar a distintos sectores

sociales, a las distintas generaciones, a las necesidades diversas. Es además el único modo de aprender a considerarnos iguales,

siendo distintos.

¿Cuál es entonces aquel significado compartido alrededor del cual puede crecer una poderosa unidad, capaz de contrarrestar al

poder del dinero? La democratización.

Democratizar, ¿qué significa?

67

Democratizar significa balancear el poder de decisión social, evitando que los sectores de poder decidan por los demás. Implica

devolverle al todo social su soberanía arrebatada. Es el modo de afrontar la acumulación histórica de desigualdad que nos pesa

como especie.

Democratizar la economía, la salud, la educación.

Sin condiciones de vida digna, no hay elección posible. Hoy el hambre afecta a cerca de mil millones de personas y la riqueza está

concentrada en manos de menos del 1% de la población mundial. Nada hace pensar que esto vaya a cambiar por sí sólo.

El acceso a la educación y a cuidados de salud no está garantizado de manera igualitaria. No es un sistema eficiente, como suele

autopublicitarse el capitalismo, sino deficiente. Un sistema ignorante y enfermo. Injusto, por tanto ilegítimo. Democratizar la

economía, la salud, la educación no es un pasatiempo accesorio, es pura y dura necesidad. Forjar idénticas posibilidades, no tan

sólo derechos virtuales ante la ley, es la perspectiva.

Democratizar la comunicación

Unas pocas agencias de noticias, unos pocos conglomerados de medios deciden qué es verdad y qué no, qué es lo correcto y qué

lo repudiable, cuáles son los buenos y cuáles los malos de la película. Ellos definen la realidad, mostrando en infinitas pantallas lo

que les conviene que las personas crean. Como en el circo, todos saben que es un truco, pero no es fácil descubrirlo. Estos

manipuladores han logrado apropiarse de la palabra “democracia”, maquillando a los criminales como angelitos y haciendo ver a los

que sí quieren democratizar, revolucionando y evolucionando, como demonios.

La comunicación, por tanto, debe democratizarse, prohibiendo su concentración en manos de unos pocos monopolios. La

comunicación es un servicio público, no puede estar al servicio del lucro privado.

Democratizar la cultura

Hoy casi nadie decide cómo quiere vivir. La forma de vida, los modales, las vestimentas, la música, los aparatos, las películas y

hasta las festividades, son dirigidos desde una cultura imperial, pretendidamente superior, increíblemente racista, imposiblemente

única. Gran parte del auge de los nacionalismos y el giro a la derecha de los pueblos, tiene que ver con ello. Esta situación no es

solamente ilegítima, es insostenible. Democratizar la cultura es salir del embudo en el que nos quieren a todos y a todas.

Democratizar las relaciones humanas

Todas. Más de la mitad de las personas en este planeta, por el sólo hecho de haber nacido mujer, es relegada, maltratada,

acosada, discriminada, asesinada. No hace falta explicar más, es necesario transformar radicalmente este tipo aberrante de relación

de dominancia patriarcal. Para ello, al igual que en todos los otros ámbitos, hay que democratizar el acceso al poder de decisión.

Mujeres en sitiales de decisión, eso es empoderar, no cursos de cocina.

Democratizar la mundialización

68

El mundo es uno, aunque existan infinitos mundos adentro y afuera de él. Sin embargo, unas pocas naciones se arrogan el derecho

de decidir sobre todas las demás. Ese es el actual diseño de las Naciones Unidas, en el que cinco miembros permanentes del

Consejo de Seguridad tienen derecho a veto, minimizando la voluntad de los ciento ochenta y ocho países miembros restantes. El

proceso de democratización está en curso pero debe acelerarse, mal que le pese a los ogros del Norte o a los burócratas que viven

una vida lujosa gracias a su financiación.

Democratizar la democracia

Como dijimos, la casta dominante, para permanecer en su sitial de privilegio, ha vaciado de sentido democrático a la democracia.

Así, ésta se convirtió en el imaginario corriente en la emisión periódica de un voto. Eligiendo autoridades en general desconocidas

aunque ampliamente publicitadas. Ese voto, al eximir por regla general al votante de posteriores actividades, deja en manos de

representantes decisiones primordiales para la vida en común. El problema radica en que los representantes no siempre

representan a quienes dicen representar, sino que en innumerables ocasiones representan a quienes financian y/o promueven sus

campañas. Ese es el sencillo motivo por el cual, en las democracias neoliberales, todo es formalidad y nada es democrático.

En síntesis, si bien democracia y democratización comienzan igual, se llega con ellas a orillas bien distintas. Como el vampiro que

no resiste la luz, la plutocracia no resiste la democratización.

- Javier Tolcachier es un investigador perteneciente al Centro Mundial de Estudios Humanistas, organismo del Movimiento

Humanista.

https://www.alainet.org/es/articulo/190853

ENTREVISTA CON MICHAEL LÖWY, SOCIÓLOGO Y FILÓSOFO MARXISTA Y UNO DE LOS

PRINCIPALES IMPULSORES DE LA ALTERNATIVA ECOSOSCIALISTA

"Una reorganización del conjunto de modos de producción y

de consumo es necesaria, basada en criterios exteriores al

mercado capitalista"

Marco Álvarez

Fundación Miguel Enríquez

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237507&titular=%22una-reorganizaci%F3n-del-conjunto-de-

modos-de-producci%F3n-y-de-consumo-es-necesaria-basada-en-

El franco-brasileño Michael Lowy es uno de más destacados intelectuales revolucionarios a nivel mundial.

Este sociólogo y filósofo marxista es uno de los principales impulsores de la alternativa ecososcialista. En

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esta entrevista exclusiva para Chile dialoga sobre el marxismo en América Latina, los movimientos sociales,

el nuevo internacionalismo y los desafíos del anticapitalismo.

Marco Álvarez (MA): Michael, en tu libro El marxismo en América Latina señalas tres periodos en

la historia del marxismo en la región: un “periodo revolucionario”, desde los años 20 hasta

mediados de los años 30, en el que sobresalen el aporte teórico de Mariátegui y la experiencia de

insurrección en El Salvador, en 1932; un “periodo estalinista”, iniciado a mediados de los años 30

hasta 1959, marcado por la hegemonía soviética; y un tercero que denominas «nuevo periodo

revolucionario», iniciado con el triunfo de la revolución cubana. Continuando con esa

clasificación, ¿cómo denominarías la etapa del marxismo en América Latina de los últimos 25

años y cuáles serían sus principales características?

Michael Löwy (ML): Buena pregunta… Es difícil saber si el periodo revolucionario abierto por la Revolución

Cubana sigue hasta hoy, de alguna forma, o si se acabó, luego de 1990 (derrota de los Sandinistas,

Acuerdos de Paz en El Salvador). Quizás el futuro nos dará la respuesta. Otra hipótesis es considerar cerrado

el capítulo iniciado en 1959 y definir los últimos 25 años como «la batalla anti-neoliberal»: es un periodo en

el cual se ensaya, en varios países del continente, salidas del inferno neoliberal. Una hipótesis más optimista

sería hablar de un periodo de «socialismo del siglo 21», pero este es, hasta ahora, más bien un horizonte de

esperanzas que una realidad social. Lo que caracteriza este periodo es: 1) la gran dispersión de la referencia

marxista, que ya no es limitada a las corrientes «clásicas» de la izquierda; 2) la victoria electoral de la

izquierda en la mayoría de los países, pero con una diferenciación muy clara entre los gobiernos social-

liberales (Brasil, Uruguay, Chile) y los anti-imperialistas (Venezuela, Bolivia, Ecuador), con varias situaciones

intermedias.

MA: En el prefacio a la reedición del libro La teoría de la revolución en el joven Marx, te refieres a

las «numerosas lagunas, limitaciones e insuficiencias de Marx y la tradición marxista» y sugieres

corregirlas «por medio de un comportamiento abierto, una disposición a aprender y a

enriquecerse con las crítica y aportes de otros sectores». En ese contexto, ¿cómo se expresaría

este comportamiento abierto y cuáles son esos «otros sectores» claves para corregir la teoría

marxista y sus aportes?

ML: En primer lugar, creo que nosotros, los marxistas, tenemos que estar dispuestos a aprender con los

movimientos sociales: sean los más «clásicos», como el movimiento obrero y el campesino, o los más «

heterodoxos » como el feminismo, el indigenismo, las redes de lucha en contra del racismo. Se trata, en

estos últimos casos, de problemáticas -las formas no clasistas de opresión- poco desarrolladas en la

tradición marxista. Vale la pena también «revisitar» las otras corrientes revolucionarias del socialismo -

incluyendo las que Marx y Engels ya habían «refutado»- como los socialistas utópicos, los anarquistas y lo

que yo llamaría «socialistas románticos»: William Morris, Georges Sorel, Charles Péguy. Tenemos también

que estar abiertos a los aportes del pensamiento social no marxista, de Max Weber a Sigmund Freud, o de

Karl Mannheim a Hannah Arendt, lo que no significa, por supuesto, aceptar todos sus planteamientos.

Pero pienso que la principal insuficiencia de la tradición marxista -aun si se encuentran algunos elementos

importantes sobre esta temática en la obra de Marx y Engels- es la cuestión ecológica. Una reflexión

marxista en el siglo XXI tiene que darle una importancia central a la amenaza que representa, para la

humanidad, el proceso de destrucción capitalista acelerada del medioambiente y de los equilibrios ecológicos

(cambio climático); esto implica una revisión de la visión tradicional del «desarrollo de las fuerzas

productivas» y del mismo socialismo. El concepto de «ecosocialismo» busca traducir esta nueva visión

ecológica y anti-productivista de la revolución socialista.

MA: En Chile, desde 2011, nos encontramos con un fuerte protagonismo de los movimientos

sociales, como el estudiantil, los regionalistas, etc. ¿Qué valoración haces de estos movimientos

sociales y cuál debe ser, a tu juicio, la relación entre estos y las organizaciones anticapitalistas?

70

El movimiento de la juventud estudiantil en Chile, y la lucha de los Mapuche, son algunos de los

movimientos sociales más importantes de América Latina en los últimos años. Creo que los anticapitalistas

deben apoyar sin reservas estas movilizaciones, tratando de impulsar su dimensión antisistémica y haciendo

propuestas concretas que se enfrenten con la lógica del capitalismo neoliberal.

MA: Dos de los referentes históricos del marxismo que tú has estudiado a cabalidad son Walter

Benjamín y Rosa Luxemburgo. ¿Cuáles serían, en la actualidad, los principales aportes al

marxismo de estos dos referentes?

ML: Lo que tienen en común los dos es el énfasis en la lucha de clases como eje central del pensamiento y

de la acción marxistas. Rosa Luxemburgo representa una de las formas más radicales de la filosofía de la

praxis: es en la acción colectiva, en la lucha, que se desarrolla la consciencia de clase, y la autoorganización

de los oprimidos. Por esto, la democracia, es decir, la participación efectiva de la clase explotada en las

decisiones, es una condición fundamental del proceso de transformación revolucionaria de la sociedad.

Walter Benjamin se propuso entender la historia «a contrapelo» del punto de vista de los oprimidos. Desde

esta perspectiva, rechaza la visión burguesa –compartida por buena parte de la izquierda- de la historia

como «Progreso». Para él, la revolución no es la conclusión de una larga evolución «progresista», sino la

interrupción de la cadena milenar de la dominación.

MA: Tú militaste junto a Daniel Bensaïd durante muchos años. ¿Cuál es, a su parecer, su principal

legado teórico?

ML: Son muchos los aportes de Daniel Bensaïd, pero el más importante me parce es su planteo –inspirado

por Pascal y por los trabajos del marxista heterodoxo de Lucien Goldmann- de la revolución como «apuesta

melancólica». Apuesta, porque no hay ninguna certeza del triunfo del socialismo, de la emancipación de los

oprimidos; el revolucionario solo puede apostar en un futuro posible, jugándose su vida y su acción en esta

esperanza, corriendo el riesgo de la derrota. Y «melancólica» porque hasta ahora los grandes revolucionarios

–Rosa Luxemburgo, León Trotsky, Che Guevara, Miguel Enríquez– fueron derrotados y asesinados.

MA: También has escrito bastante sobre el Che Guevara. ¿Dónde crees tú que se encuentra la

vigencia de su pensamiento?

ML: Por una parte, en su planteo estratégico: «no hay otra revolución que hacer, o revolución socialista o

caricatura de revolución». Por otra parte, en su tentativa, durante su estadía en Cuba, de proponer un

camino hacia el socialismo alternativo al modelo soviético, con mayor democracia y un contenido ético

comunista. Es un error reducir Guevara al «guerrillero heroico»: fue uno de los pensadores marxistas más

importantes de América Latina. Su humanismo marxista tiene su máxima expresión en su internacionalismo,

en la convicción de que un comunista tiene que sentir como una agresión personal un golpe que atinge a un

luchador en cualquier país del mundo.

MA: Siempre has sido internacionalista. ¿Existe un nuevo internacionalismo? ¿De qué formas se

expresa hoy este nuevo internacionalismo?

ML: Me parece que el nuevo internacionalismo, tal como se presenta en movimientos como Vía Campesina, o

en iniciativas como el altermundialismo, o en los levantes de los «indignados», tiene un contenido

anticapitalista y/o antisistémica. Ya no plantea, como en los años 60, la «solidaridad» con las luchas del Sur,

sino una alianza entre movimientos del Norte y del Sur en contra de sus enemigos comunes: el neo-

liberalismo, el FMI, la Banca Mundial, las multinacionales, el imperialismo. Los herederos de las mejores

tradiciones del internacionalismo del pasado –los anarquistas, los marxistas de la IV Internacional, los

guevaristas– participan en las movilizaciones del nuevo internacionalismo.

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MA: Tú eres uno de los grandes impulsores de la alternativa Ecosocialista, el libro ¿Qué es el

Ecosocialismo?, recopila varios artículos tuyos sobre la materia. Al respecto, ¿podrías explicar

brevemente qué es el Ecosocialismo y cuáles son sus principales fundamentos teóricos?

ML: El ecosocialismo se reclama de la herencia marxista, de la crítica de la economía política capitalista por

Marx y del programa socialista. Al mismo tiempo, se disocia de las vertientes productivistas del marxismo –

que han predominado en el curso del siglo XX– y rompe con el modelo soviético (antidemocrático y

antiecológico) de pretensa «construcción del socialismo».

Muchos ecologistas critican a Marx por considerarlo un productivista. Tal crítica nos parece equivocada: al

hacer la crítica del fetichismo de la mercancía, es justamente Marx quien coloca la crítica más radical a la

lógica productivista del capitalismo, la idea de que la producción de más y más mercancías es el objeto

fundamental de la economía y de la sociedad.

El objetivo del socialismo, explica Marx, no es producir una cantidad infinita de bienes, pero sí reducir la

jornada de trabajo, dar al trabajador tiempo libre para participar de la vida política, estudiar, jugar, amar.

Por lo tanto, Marx proporciona las armas para una crítica radical del productivismo y, notablemente, del

productivismo capitalista. En el primer volumen del El Capital, Marx explica cómo el capitalismo agota no

sólo las fuerzas del trabajador, sino también las propias fuerzas de la tierra, extinguiendo las riquezas

naturales. Así, esa perspectiva, esa sensibilidad, está presente en los escritos de Marx, sin embargo, no ha

sido suficientemente desarrollada.

Una reorganización del conjunto de modos de producción y de consumo es necesaria, basada en criterios

exteriores al mercado capitalista: las necesidades reales de la población y la defensa del equilibrio ecológico.

Esto significa una economía de transición al socialismo ecológico, en la cual la propia población –y no las

«leyes de mercado» o un Buró Político autoritario– decidan, en un proceso de planificación democrática, las

prioridades y las inversiones. Esta transición conduciría no sólo a un nuevo modo de producción y a una

sociedad más igualitaria, más solidaria y más democrática, sino también a un modo de vida alternativo, una

nueva civilización ecosocialista más allá del reino del dinero y de la producción al infinito de mercancías

inútiles.

MA: ¿Cuáles serían, en tu opinión, las principales tareas de las y los militantes ecosocialistas en

los países de América Latina?

ML: Participar en todas las luchas y movilizaciones socioecológicas, de los indígenas y campesinos en contra

de la furia destructora del agronegocio y de las multinacionales, de la juventud y la población de la periferia

por el transporte público gratuito, etc. En el seno de estas luchas contribuirá la toma de consciencia

anticapitalista y presentar, a la vez, propuestas concretas y una perspectiva alternativa radical, el

ecosocialismo.

MA: Para finalizar, podrías referirte a la importancia que en la actualidad adquiere la unidad de

las y los anticapitalistas.

ML: Me permito citar un hermoso artículo de José Carlos Mariátegui para el Primero de Mayo del 1924: «Una

variedad de tendencias y grupos bien definidos y distintos no es un mal; al contrario, es una señal de un

periodo avanzado en el proceso revolucionario. Lo que importa es que esos grupos y esas tendencias sepan

cómo actuar en conciliación frente a la realidad concreta del día a día. (…) Que no empleen sus armas (…)

para herirse el uno al otro, pero sí para combatir el orden social, sus instituciones y sus crímenes».

Es importante constituir, en un primer momento, un Frente Único de las y los anticapitalistas, en base a

tareas concretas de la lucha social y ecológica; y, en un segundo momento, tratar de crear, por la

convergencia de múltiples corrientes, una Federación Anticapitalista capaz de actuar con una perspectiva de

transformación revolucionaria de la sociedad.

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Fuente: http://www.fundacionmiguelenriquez.cl/anticapitalismo-ecosocialismo-y-movimientos-sociales-una-

entrevista-con-michael-lowy/

CUADERNO DE POSTCRISIS (4)

Apuntes sobre la desigualdad: género, clase y estructura

salarial

Albert Recio Andreu

Mientras tanto

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237485

I

El aumento de las desigualdades vuelve a estar en el centro del debate social, aunque, por desgracia, parece

más un tema para llenar las tertulias mediáticas que un argumento fuerte de las políticas socioeconómicas.

El grueso de las políticas que promueven los grandes organismos internacionales están en el centro de la

creación de desigualdades. Sin la elaboración de propuestas alternativas y la generación de amplios

movimientos sociopolíticos, es difícil que vayan a producirse cambios profundos en este campo. Más bien hay

pistas de que las cosas aún pueden ir a peor.

Cuando analizamos los debates actuales sobre el tema, surgen al menos tres campos en que se ha puesto

de manifiesto: el de la desigualdad global entre clases sociales, el de las desigualdades entre los asalariados

y el de las desigualdades de género. Deberíamos añadir, además, las desigualdades entre países. Por

razones de espacio me voy a limitar a comentar los tres primeros temas y me centraré sólo en un aspecto

de la desigualdad, el de la renta, aun sabiendo que el campo de la desigualdad abarca otros muchos

espacios.

II

El reciente estudio de Oxfam sobre la desigualdad es concluyente sobre el aumento de la desigualdad global.

Según esta organización, el 1% más rico de la población mundial ha captado el 82% del crecimiento de la

renta en los últimos años, mientras que el 50% más pobre no ha visto aumentada la suya; los salarios

globales sólo han crecido un 2% (y de sobra es conocido que la población más pobre se encuentra entre los

no asalariados de la economía informal y la población agraria). Cualquier estudio sobre las rentas adolece de

algún margen de error, pero la contundencia de las cifras deja fuera de duda que nos encontramos en una

situación extrema de aumento de las desigualdades. Otros estudios dan pistas complementarias, como el de

la caída de la participación de los salarios en la renta nacional en la mayor parte de los países desarrollados.

Aunque a escala mundial se constata que el crecimiento de China, y en menor medida de la India, ha paliado

algo la desigualdad global, lo que parece indudable es que se ha producido un importante trasvase de renta

en favor del capital.

Los procesos que han permitido generar esta nueva oleada de desigualdad son variados y no pueden

reducirse al mero drenaje fiscal. Se trata, como han explicado con bastante detalle autores como Stiglitz o

Standing, de la combinación de una variada gama de transformaciones que han provocado el aumento del

poder capitalista y abierto las puertas a nuevos mecanismos de obtención de rentas parasitarias. Las

políticas macroeconómicas neoliberales, las reformas laborales con la coartada de la flexibilidad, las reformas

fiscales, las privatizaciones, la reorganización empresarial, la financiarización de la economía, la globalización

73

sin regulación compensatoria y el reforzamiento legal de los derechos de propiedad (especialmente sensible

en el caso de la vivienda) han configurado una estructura institucional en la que los ricos, y sobre todo los

muy ricos, tienen garantizada una enorme tajada del pastel y poseen la capacidad de forzar que el resto de

la población compita por las migajas. Han configurado un nuevo modelo de capitalismo rentista que en

algunos aspectos parece recordar al viejo orden feudal. Revertir esta situación exige cambios en muchos

ámbitos de la organización y la regulación económicas. No parece, en cambio, que la mera implantación de

una nueva política redistributiva, como podría ser la introducción de una renta de ciudadanía, pueda alterar

por sí misma una dinámica que precisamente se ha consolidado por la enorme densidad de mecanismos

complementarios.

III

La distribución global de la renta entre capital y trabajo, entre pagos salariales (salarios y contribuciones

sociales) y rentas del capital (beneficios empresariales, alquileres, intereses financieros), determina una

buena parte de la distribución total, sobre todo cuando se tiene en cuenta que el mundo de los asalariados y

los falsos autónomos reúne a la inmensa mayoría de la población, mientras que el grueso de las rentas

capitalistas se concentran en manos de un reducido número de personas. Pero, a pesar de ser ésta la razón

principal de las desigualdades, en el seno de los colectivos asalariados existen importantes diferencias de

renta. Y también en este caso hay evidencias de que éstas están creciendo.

En el caso español, la encuesta anual de estructura salarial (de hecho, la única fuente estadística creíble en

materia salarial) muestra una evidencia clara en este sentido. El índice de Gini, el indicador de la

desigualdad global de los salarios, indica un crecimiento significativo entre 2008 y 2015, pasando del 32,2 al

34,3 (y coherente con los aumentos de la desigualdad medidos por la Encuesta de Condiciones de Vida).

Asimismo, se ha incrementado la diferencia entre el 10% de los asalariados con sueldos más altos y el 10%

con sueldos más bajos (el índice 9/1), que ha pasado de 3,34 a 3,61 (o sea, un individuo medio del grupo

superior cobra 3,61 veces el salario de un individuo medio del grupo inferior). Es posible incluso que este

índice minimice las desigualdades y que sería aún más significativa la comparación entre el 5% de cada

extremo.

Hay también pistas de qué ha producido este aumento de la desigualdad. Para empezar, el crecimiento del

empleo a tiempo parcial, que desempeña un papel significativo a la hora de determinar las rentas más bajas.

En segundo lugar, el campo ocupacional, que tiene dos impactos: el que podemos llamar “efecto

composición” (se destruyen empleos en sectores de salarios más altos y se crean otros en actividades peor

pagadas) y el que podemos denominar “efecto sustitución”, que se produce cuando las empresas renuevan

las plantillas con personas que reciben un salario inferior al de aquellos a los que vienen a reemplazar (algo

que se consigue por vías muy diversas: los nuevos no cobran antigüedad, entran con una categoría inferior,

no se les reconocen pagos complementarios, entran con contratos temporales que les llevan a realizar horas

extras sin cobrar; en el límite las empresas aplican —aunque es ilegal— una doble escala salarial). Y el tercer

y crucial elemento es la reforma laboral, su impacto en la negociación colectiva y en la propia aplicación de

los convenios, el aumento del poder empresarial. El impacto de la reforma laboral sobre los salarios ha

confirmado lo que algunos economistas y sociólogos críticos anticipamos desde el principio (véase, por

ejemplo, J. Benach, G. Tarafa y A. Recio, Sin trabajo, sin derechos, sin miedo, Icària Editorial, 2015): que el

debilitamiento de los derechos laborales iba a empeorar la situación de las personas empleadas en los

niveles más bajos de ingresos, porque se encuentran en los sectores de más difícil sindicalización, porque su

trabajo es a menudo muy individualizado y porque es donde las empresas tienen más margen de presión. Al

analizar la evolución de los salarios puede observarse que realmente ha sido en los sectores de menores

ingresos salariales donde se ha producido la mayor parte de la devaluación salarial. Curiosamente, en

sectores de servicios en los que menos importancia tiene la competencia internacional (algo que no es

exclusivo de España; es lo mismo que ocurrió en Alemania con la reforma Hartz).

Reducir esta desigualdad es lo que puede conseguirse con la reversión de la reforma laboral, aunque las

cosas nunca son de ida y vuelta y posiblemente haya que elaborar un ambicioso proyecto de reconstrucción

laboral.

74

IV

La tercera cuestión es la de la brecha de género, quizá aquella de la que más se habla en los últimos meses,

gracias al esfuerzo de tantas mujeres que no están dispuestas a mantener una situación injusta. Las

desigualdades de género, específicamente las del empleo asalariado, son tan obscenas que difícilmente

pueden soslayarse. Según la Encuesta de Estructura Salarial, el salario medio de un hombre es un 23,1%

superior al de una mujer. Por lo que diré a continuación, creo que esta desigualdad global es un mejor

indicador de la desigualdad de género que los intentos de aislar un único factor de discriminación laboral

(que sólo considera discriminación la diferencia de salarios que se produce entre individuos que tienen

actividades, una categoría profesional y un horario laboral similares) o la medición según salario-hora.

Como ocurre en los otros casos, la brecha salarial es la combinación de diferentes procesos que tienen un

elemento en común: la presencia activa del patriarcado en el mundo del empleo asalariado. Hay

fundamentalmente cuatro mecanismos básicos que generan esta desigualdad. En primer lugar, el empleo a

tiempo parcial, pensado y promocionado como una forma aceptable de conciliación de la vida laboral (lo cual

presupone que son las mujeres las que se encargan del trabajo doméstico) y que es una fuente de

generación de working poors. A menudo ni siquiera es una buena medida para conciliar horarios, porque

muchos de los empleos a tiempo parcial se justifican para cubrir picos de actividad en horarios específicos

(por ejemplo, en el sector de la limpieza, un sector feminizado y donde prolifera el empleo a tiempo parcial,

predominan los horarios de trabajo a primera hora de la mañana (de seis a diez) o al final de la tarde). El

empleo a tiempo parcial explica que numerosas personas no lleguen a percibir unos ingresos equivalentes al

salario mínimo anual.

En segundo lugar, la sobrerrepresentación de las mujeres, especialmente de mujeres con bajos niveles

educativos, en los sectores de salarios más bajos: limpieza, hostelería, comercio al detall, residencias de

ancianos y asistencia domiciliaria, servicios personales, actividades de ocio. Esta presencia se advierte

incluso en los sectores manufactureros de más bajos salarios, como el del textil y la confección o el del

calzado. La coartada oficial es que se trata de sectores de baja productividad que no permiten pagar salarios

más altos. La cuestión de la productividad es más compleja; es difícil saber cómo se mide, cómo se

comparan actividades heterogéneas. Y más bien hay indicios de que la cuestión es la inversa: que

consideramos poco productivo lo que hace la gente con menor poder social, que se asocia la productividad al

hecho que estos trabajos sean muy intensivos en mano de obra (también lo son actividades como la

enseñanza, pero las desarrolla gente “con estudios”) y en muchos casos tengan relación con las labores

domésticas. O sea que se paga poco porque es un empleo de mujeres. Éste es un campo donde demasiado a

menudo la izquierda, tanto la tradicional como la feminista, asume con excesiva facilidad el punto de vista

de las élites. Pero el “suelo pegajoso” (como me aclaró hace años la socióloga Teresa Torns) es la realidad

de muchas mujeres, y la forma de salir de él pasa por un aumento sustancial del salario mínimo y, aún

mejor, por una acción sindical que eleve los salarios y genere reconocimiento.

En tercer lugar, las desigualdades en la carrera laboral; la evidencia de que las mujeres están no sólo

infrarrepresentadas en los niveles más altos de la jerarquía profesional sino que también tienden a ser

minoría en los niveles más altos de aquellas profesiones donde en conjunto son mayoría (como ocurre en la

educación y la sanidad). Aquí se combinan procesos de mera discriminación sexista en las promociones, de

reconocimiento desigual de la complejidad de las tareas (por ejemplo, se da más valor al profesorado

universitario que al de primaria, o a los cirujanos que a los médicos de familia) y del difícil encaje entre el

empleo asalariado y la vida cotidiana. El problema es aquí la forma en que se define el primero, cómo se

entiende la carrera profesional y, aún más, cómo se definen los empleos directivos. El capital (y una

construcción de lo profesional a la que no son ajenos ni el patriarcado ni la cultura tecnocrática) ha

desarrollado una definición de lo profesional que en parte se aísla del resto de la vida social y tiende a

ignorar tanto la necesidad de las tareas domésticas como la participación en otras actividades sociales. Para

muchos empresarios y directivos, las mujeres son siempre sospechosas de no participar de esta mística

profesional y son excluidas, y para muchas mujeres la aceptación acrítica del modelo es demasiado costosa y

sus prácticas de resistencia las excluyen de una carrera competitiva. El resultado es conocido: el “techo de

cristal” que limita a las mujeres educadas a los niveles intermedios de la carrera profesional, generando una

importante desigualdad salarial respecto a sus iguales.

75

El último elemento es la discriminación pura y simple. Durante años ésta ha estado institucionalizada y se

han aceptado salarios inferiores para las mujeres. Ahora que la discriminación está formalmente prohibida,

persiste bajo formas camufladas: distinta evaluación de los puestos de trabajo, distinto reconocimiento de

primas salariales o pago de horas extra, etc. Es tanto el producto de la cultura patriarcal que sigue

impregnando al mundo empresarial como el resultado de un hecho más general: la discriminación en

materia de salarios (como la de los precios de los productos) es una técnica habitual para aumentar los

beneficios de las empresas, y siempre se aplica recurriendo a los diferentes niveles de poder social que

tienen las personas. La situación de los extranjeros en muchos países es parecida, y no es casualidad que en

el nivel más bajo de la escala salarial se encuentren las mujeres inmigradas en el servicio doméstico, pues

suman una combinación de puntos débiles sociales: son mujeres, a menudo con problemas legales de

residencia, realizan una actividad feminizada, negocian individualmente con un patrón, no tienen capacidad

de acción colectiva…

V

Los tres niveles de desigualdad son relevantes y están interrelacionados. Lo que ha motivado esta nota es el

renovado debate en las últimas semanas sobre la brecha salarial en un contexto en el que se ignoran el

resto de los procesos. Esto no presupone que siempre tengamos que hablar de todo. La desigualdad de

género tiene por sí sola suficiente entidad para exigir una acción contundente. Pero la lucha por la igualdad

exige una perspectiva global y pensar en alternativas más coherentes. Es difícil que se alcancen grandes

avances en materia de igualdad mientras persista un modelo organizativo tan jerárquico, mientras la

discriminación forme parte del arsenal de instrumentos del enriquecimiento privado, mientras la organización

productiva capitalista sea el núcleo organizador de la vida social, mientras los derechos de los ricos se

impongan a los de la mayoría, mientras algunos trabajos merezcan un infrarreconocimiento y otros, por el

contrario, estén exageradamente valorados. No se puede pensar un orden igualitario a trozos, y por ello la

impugnación de las escandalosas desigualdades actuales exige pensar globalmente en una organización

social en la que hombres y mujeres podamos desenvolvernos en niveles de igualdad aceptables.

Fuente: http://www.mientrastanto.org/boletin-165/notas/apuntes-sobre-la-desigualdad-genero-clase-y-

estructura-salarial

ENTREVISTA A JOAQUÍN MIRAS ALBARRÁN SOBRE PRAXIS POLÍTICA Y ESTADO REPUBLICANO. CRÍTICA DEL

REPUBLICANISMO LIBERAL

“Derecho exige consciencia y consciencia de la obligación

entre las partes que se supeditan al mismo"

Salvador López Arnal

Rebelión

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237479

Entre otras muchas cosas, algunas de ellas recordadas y comentadas en anteriores conversaciones aquí

publicadas, Joaquín Miras Albarrán es miembro fundador de Espai Marx y autor de REPENSAR LA

POLÍTICA Y PRAXIS POLÍTICA Y ESTADO REPUBLICANO.

76

Seguimos querido amigo. Sostienes también, inspirándote en Aristóteles de nuevo, que el ser

humano es un ser práxico, un ser que se auto desarrolla a hacer. Pero si miramos a nuestro

alrededor, en nuestras sociedades, algunos seres humanos apenas pueden hacer por dificultades

o discapacidades, y otros, privilegiados, no hacen apenas, los demás obran por ellos y a su

servicio. ¿No serían entonces propiamente seres humanos?

Todo individuo de la especie homo que no esté enchufado a una máquina desde su nacimiento, para subsistir

por si, ha debido interiorizar un saber hacer y ha generado en sí mismo un desarrollo de capacidades y

facultades, y su socialización, sin la cual no hubiera habido la interacción que posibilita esa paideia o

interiorización, le dota de consciencia sobre sí, sobre el saber aprendido y sobre los demás. No somos seres

naturales, y si subsistimos, es porque nos hemos individuado, apropiándonos –actividad dura, enérgica- de

un saber hacer. si un ser humano tiene necesidades, lo que denominamos necesidades, es que está

hominizado. Hablar con otros, enfadarse, porque no le escuchan, gusto por este alimento preparado de tal

modo, rechazo a tal otro, uso de instrumentos –manejar cuchara, vestirse, que es una tarea complejísima de

operaciones finas y comprensión intención de usos, no querer tal ropa, sí tal otra…-. Quiero decir que todo

individuo humano que vive es un ser vivo «viable»: viable en cuento capaz de auto generarse como

subjetividad humana. Insisto en esto para responder a la primera parte de tu pregunta: todos somos seres

humanos. Porque la praxis, la praxis que nos permite subsistir es quizá la que no nos planteamos. –

ciertamente, algunas personas pueden carecer de alguna, si por ejemplo son ciegos; el ciego de nacimiento-

pero no de la mayoría, ni de muchas: no conseguiría subsistir.

De acuerdo, todos somos seres humanos.

Una vez dadas unas facultades y capacidades, cada cual las puede tener desarrolladas en uno u otro nivel

El ser humano, su individualidad, eso que percibimos que diferencia a un ser humano, al niño de muy corta

edad, que mira su mano y la mueve ante sus ojos, al que se concentra con un juguete y juega durante un

rato con él, al que corre por el placer de correr, al que hace uso de su saber hablar –son ejemplos de

actividades sencillas-, es resultado de su propia actividad, esto es, de la interiorización a través de la

interacción con los seres que le rodean de un saber hacer, que se aprende y de su puesta en obra creativa,

creada y recreada –cada vez que se hace algo, eso vuelve a ser puesto, a ser creado-. Esta interiorización de

un saber hacer social, cultural, es la que posibilita, y la que da valor y sentido a la parte de nuestro saber

hacer puesto en obra. Y este aprendizaje de saber hacer y puesta en obra del saber hacer –que se dan a la

par- son los que generan y desarrollan nuestras facultades y capacidades humanas. El ser humano es la

suma o el nudo de sus relaciones sociales, relaciones sociales que son inter–activas. Somos ser social porque

somos ser práxico. La actividad humana, o praxis, no es innata, no se basa en un instinto; se basa en un

saber hacer, en una cultura, un ethos, generado por una comunidad previamente existente, que nosotros

aprendemos. Un saber, además, que necesita de nuestra puesta en obra para poder ser eficaz y para poder

ser transmitido. Un saber hacer cuya puesta en obra exige nuestra creatividad y originalidad, puesto que su

realización concreta es realización en concreto, y cada caso requiere ser considerado –kairós-.

En la misma línea de la que hablamos: si la felicidad individual está en el hacer, en la actividad,

¿no estamos haciendo una apología, muy capitalista, del hacer, de la producción, de la actividad

ininterrumpida? ¿Dónde que entonces el elogio de la pereza?

El hacer satisfactorio es el individual, el de cada individuo al desarrollar su propia actividad. El capitalismo

desarrolla un dominio sobre el hacer ajeno y una mutilación de la capacidad de auto protagonismo de

enormes masas de personas. La praxis tiene además, un fin, ese placer y unas necesidades concretas.

Aristóteles critica precisamente una actividad que no tiene otro fin que su aumento de actividad, que no

tiene fin y, por tanto, no tiene límite y es denominada por él crematística

¿Sólo los seres humanos somos seres éticos? ¿No hay eticidad cuando hablamos de otros seres

vivientes? ¿Tú no serías entonces partidario de los "derechos de los animales"?

77

La eticidad es la capacidad de crear en comunidad el propio saber hacer. Existen en ciertos animales

protoculturas, pero orgánicas de pautas de comportamiento, mayoritarias, de origen biológico. Solo el ser

humano obra, actúa conforme a un saber hacer creado por entero. E intercambiable si lo deseamos.

Precisamente el hecho de que nuestro hacer es resultado de la creación en común, y pude ser modificado es

lo que da sentido a la reflexión moral y a la reflexión sobre derechos y deberes

En relación con los derechos de los animales...

No, no soy partidario de tal confuso concepto. Derecho es término que hace referencia a relación mutua, es

un saber que orienta nuestra mutua interrelación y que nos pone los unos a los otros como seres

conscientes e iguales, y por lo tanto, como seres conscientemente corresponsables en igualdad los unos de

los otros. Somete a las diversas partes relacionadas por el mismo a la misma norma. Yo tengo derechos

respecto de ti, que tú debes respetarme imperativamente, porque tengo respecto de ti esos mismos

deberes, que yo debe respetarte imperativamente. No puedo exigir que un animal sienta ser corresponsable

de mis derechos y se ponga activamente en movimiento para preservarlos, porque no tiene consciencia de

todo esto, y su no consciencia no es un estadio provisional, como el del in-fans, que aún no puede practicar

la expresión hablada –femi/ φημι, a través del latín «for»- o porque aún adolece o carece de madurez –el

adoles-cente, por ejemplo-.

Hasta en estos caso, y a pesar de tratarse de seres humanos, consideramos minorizado al sujeto, y lo

supeditamos legalmente a tutela ajena. La impulsividad de la inmadurez era en el derecho romano, una

eximente: se consideraba que la madurez se alcanzaba a los 25 años, y hasta entonces, se denominaba al

sujeto «Furiosus». Si mal no recuerdo, esto lo he leído en el De Instituiones de Justiniano. Esta es la

axiología, la metafísica que subyace a toda concepción del derecho. Derecho exige consciencia y consciencia

de la recíproca obligación entre las partes que se supeditan al mismo, y que se supeditan al mismo porque lo

han creado ellas, o lo sostienen ellas. Por tanto, toda desresponsabilización en relación con la reciprocidad

respecto de un hipotético derecho que se reconozca a un animal es prueba de que no lo consideramos sujeto

de derecho, responsable. Sin ello no existe derecho. Y por ejemplo, Hegel, considera por ello que no hacer

recaer toda responsabilidad, en consecuencia, toda pena y el castigo inherente a la misma, sobre un

individuo, es minorizarlo, negarle su dignidad como ser humano autoconsciente.

Sostienes también que no puede existir la República sin ciudadanos virtuosos. Sin embargo, en el

mundo existen muchas "repúblicas" y no abundan los ciudadanos virtuosos. Si fuera condición

necesaria, no sé -o sí que sé- si podría existir alguna República.

En un sentido amplio, y si consideramos que virtud es denominación para el saber hacer, para la totalidad

del saber hacer que posibilita la vida en común y el desarrollo de la subjetividad, o, para ser exactos, al

grado en que cada individuo domina ese saber hacer mediante el que coparticipa en la producción y

reproducción de su comunidad social, toda comunidad está religada por un ethos, poseído por todos en un

determinado grado, capacidad o virtus. Si nos referimos a virtus como saber hacer moral, también

podríamos decir que toda comunidad social tiene asumidas normas morales, sin las cuales no sería posible la

existencia de la comunidad y que pueden ser conculcadas pero no sin castigo. Incluso en las sociedades

clasistas más duras, se encuentran en vigencia códigos morales: no robar el pan de la viuda, no exasperar al

pobre, etcétera. Violar esas normas pone en peligro el orden social y pone en peligro a la propia clase

dominante Ahora podemos pasar a las repúblicas.

Adelante con ellas.

Una república es una comunidad social en la que todos los miembros que la constituyen a título de

ciudadanos intervienen en la misma en pie de igualdad. El asunto de la virtud en la república, toma

particular virulencia en vísperas de la revolución francesa y durante la misma. Supongo que tú haces

referencia precisamente a dos casos que yo cito. Robespierre y Rousseau- Comienzo por el último...

Por el primero.

78

De acuerdo. Robespierre considera que el pueblo es virtuoso y que son lo poderosos los que son corruptos.

Se expresa en tales términos al verse obligado a proponer, no ya la república, sino la democracia o poder de

los pobres, en 1793, tras la experiencia del devenir de la revolución. Desde el comienzo de la misma, cuya

motor han sido las masas populares, y muy en especial el campesinado -seis colosales jacqueries-, una vez

se mitiga la movilización popular, los aristois, los poderosos y ricos, la nueva aristocracia del dinero, o

burguesía, en coalición con otros grupos sociales, tratan de hacerse con el poder de facto y de iure, y de

expulsar a los pobres de la ciudadanía, de la capacidad de ser elegidos, o de elegir diputados o de portar

armas e integrar la guardia nacional. Además, tratan de imponer leyes que desregulan el comercio de bienes

de primera necesidad, aquellos que garantizan la subsistencia. Robespierre los llama vampiros.

Término muy bien elegido.

Los poderosos argumentaban la exclusión de los pobres en que al no participar en la tributación de forma

debida, no eran responsables, en que eran inferiores, etcétera. Durante los primeros cuatro años, él intenta

proponer una Res publica –monárquica en un primer momento- en la que todos, ricos y pobres tuvieran

respetados unos mínimos derechos de ciudadanía, tanto materiales –derecho a la vida- como políticos,

derecho a legislar. Pero al final comprende que quienes se arrogan la superioridad moral y el derecho a

mandar lo que pretenden es dominar al pueblo, y que son por ello inmorales. Y que el pueblo, sin embargo,

es virtuoso, porque ser virtuoso es eso que está al alcance de cualquiera que no quiera explotar a los demás,

ser más que los demás. La virtud moral en las condiciones de vida de la mayoría, es inherente a ella. Y no se

necesita más.

Respecto a Rousseau.

Respecto de Rousseau, anterior a la revolución, él se plantea también el asunto de la virtud. Para él la virtud

republicana tampoco es algo excepcional, en la medida en que no depende de saberes teoréticos. Está a la

disposición de todo individuo que coparticipa con los demás en la deliberación sobre las leyes de sus

comunidad, de cualquiera que actúa como ciudadano y desarrolla experiencia de tal. Sabe que es la

desigualdad, la codicia, la riqueza, el deseo de ser considerado superior, lo que destruye tanto la comunidad,

como el interés por la participación en la política por parte de cada individuo. Pero impedir esto no es algo

inasequible, si existe una república de iguales. El problema para Rousseau se plantea, cuando nos

encontramos en comunidades sociales en las que los poderosos mandan, en la que las mayorías de pobres

han sido excluidas de la práctica de gobierno sobre su propia comunidad. La duda de Rousseau es, una vez

ese saber experiencial se pierde, ¿cómo se hace posible que los pobres asuman la necesidad de tomar cartas

en la gestión de la comunidad y sean capaces de arriesgarse por lograr ese poder?

No está mal el interrogante.

Es un interrogante que no busca la respuesta en un saber superior, en una fuerza exterior que ya posea ese

nivel de consciencia y responsabilidad y la propaga. Porque la virtud, tampoco para Rousseau es un

conocimiento excepcional, sino la denominación de hábitos y costumbres que nos forman como individuos y

nos impelen a preocuparnos por la comunidad. La respuesta está en la historia, en el devenir histórico, no en

la excepcionalidad moral de unos pocos, ni en un saber esotérico que deba ser divulgado. También Manuel

Sacristán, por cierto, hacía referencia a este tipo de cuestiones cuando decía que el socialismo es un tipo de

sociedad para cuyo logro no se necesitan otras capacidades que las que poseemos las gentes comunes, las

que podemos autodesarrollar todos en común.

Sí, sí, capacidades de las gentes comunes. ¡Este MSL sale por todas partes!

Lo dejamos aquí si te parece. Ya está bien por hoy.

De acuerdo, como quieras. Hasta la semana que viene.

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CRÍTICAS AL PROGRAMA DEL FRENTE PUEBLO SIN MIEDO

¿Hacia dónde vamos?

Plinio Arruda Sampaio Jr.

Correio da Cidadania

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237476

Después de innumerables debates presenciales y millares de interacciones virtuales, la Plataforma Vamos,

organizada por el Frente Pueblo Sin Miedo [1], somete a la crítica los resultados preliminares de su

propuesta para la construcción de un programa de izquierda para enfrentar la crisis nacional. Es una

iniciativa auspiciosa. En el ambiente claustrofóbico en que estamos viviendo, toda contribución al debate

público es bienvenida.

Para los militantes del PSOL (Partido Socialismo y Libertad) el conocimiento de las propuestas de la Vamos y

de sus consecuencias prácticas es particularmente importante, una vez que las decisiones aprobadas por el

IV Congreso Nacional, como base del programa del partido en las elecciones presidenciales de 2018, fueron

a las oscuras, sin ninguna discusión con la militancia,

En su presentación, la Vamos anuncia la intención de no esperar ninguna solución caída del cielo y hacer la

historia con sus propias manos, una idea que convoca a todos al ejercicio cívico de la política. Sin ninguna

preocupación en presentar una contextualización del momento histórico, el documento presenta los seis ejes

que componen sus propuestas para resolver los problemas del pueblo brasilero: Economía, Poder,

Comunicaciones y Cultura, Territorios y Medio Ambiente, Salud y Educación y, finalmente, Negro, Feminista

y LGBT.

Las medidas encimadas las unas a las otras. No hay cuidado de definir la relación de causa y efecto entre di-

agnóstico y recetario, especificar los sujetos colectivos de las acciones, calificar los vínculos entre

intenciones, acciones y mediaciones y establecer los nexos entre las partes y el todo. La Vamos simplemente

dice lo que tiene que ser hecho y no pierde el tiempo con lo que considera pequeñeces.

Negación de la historia

El principal problema de las directrices de la Vamos es ignorar la célebre advertencia de Marx en la

introducción de “El 18 Brumario”, según la cual los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen como

quieren, arbitrariamente, sino en condiciones que son históricamente determinadas. Sin la definición de las

bases objetivas y subjetivas que determinan la lucha de clases, el campo de oportunidad vislumbrado por el

pensamiento y alcanzable por lo acción se torna indeterminado. Si el sentido del movimiento histórico es

ignorado y las tendencias efectivas de la lucha permanecen indefinidas, entonces, bien a la moda pos-

moderna, todo es posible y todo es imposible.

En la concepción abstracta y aleatoria de temporalidad contenida en el programa Vamos, la humanidad

marcha como cabra ciega. No hay contradicciones que condiciones las necesidades históricas y que delimiten

las posibilidades de su solución. La única referencia histórica concreta mencionada en el programa Vamos y

la discontinuidad económica y política provocada por el ascenso del gobierno golpista de Michel Temer, un

verdadero divisor de aguas entre un período de desarrollismo, combate a las desigualdades sociales y

democracia y otro de crisis económica, aumento de las desigualdades sociales y regresión política. La utopía

del proyecto Vamos es reconstruir el pasado, destituido de sus insuficiencias, a partir de la sumatoria de la

voluntad de individuos decididos a enfrentar la crisis a partir de “consensos pactados”.

80

La ausencia de una perspectiva de clase impide la caracterización del padrón de lucha de clases como una

guerra sin tregua entre el capital y el trabajo.

El desconocimiento de la especificidad histórica del Brasil, una formación histórica presa en las telas del

capitalismo dependiente, bloquea la posibilidad de definir las estructuras responsables por las miserias del

pueblo.

La falta de una interpretación sobre la naturaleza del capitalismo contemporáneo y sus impactos sobre las

regiones periféricas inviabiliza la percepción del sentido de las transformaciones históricas que condicionan la

lucha de clases en el Brasil, una formación social en irreversible proceso de reversión neocolonial que

combina de manera inusitada riqueza y pobreza, negocio y barbarie, desarrollo de las fuerzas productivas y

depredación del medio ambiente.

La inexistencia de cualquier consideración sobre la crisis mundial -el alimento determinante de la coyuntura-

implica abstracción de la extrema violencia de la destrucción creadora que caracteriza las transformaciones

provocadas por la crisis capitalista. La carencia de una interpretación de las nuevas tendencias de la división

internacional del trabajo y sus efectos devastadores sobre la economía brasilera omite cualquier posibilidad

de comprender las fuerzas tectónicas que condicionan el proceso de reversión neocolonial que rebaja

progresivamente el nivel mínimo de civilidad alcanzado a duras penas por la sociedad brasilera. En ausencia

de una visión sobre los determinantes estructurales de crisis terminal de la industrialización, las dificultades

que generan la mayor crisis de desempleo en la historia brasilera quedan reducidas a problemas

coyunturales provocados por la adopción de una política económica ortodoxa.

Abordada muy lateralmente, la crisis política es reducida a un problema de carácter institucional, provocado

por la presencia de un gobierno. No hay una palabra sobre los motivos que llevaron a la juventud a tomar

las calles en las Jornadas de Junio de 2013. No hay una señal en relación al desastroso pasaje de Lula y

Dilma por el gobierno federal, cuya principal evidencia es su calamitosa herencia: una crisis económica y

política sin precedentes y el ascenso de la República de los Delincuentes. No hay un posicionamiento sobre

las condicionantes sistémicas del mar de barro de la política nacional. La crisis terminal de la Nueva

República y sus consecuencias no son objetos de reflexión de la Vamos.

La inexistencia de una evaluación de las profundas contradicciones que determinan la lucha de clases impide

el reconocimiento de que la agudización de las contradicciones entre el capital y el trabajo lleva a la

burguesía a organizar su dominación como una contrarrevolución permanente. En el Brasil, una sociedad

escindida entre ricos y pobres, la ofensiva reaccionaria asume la forma de una verdadera guerra civil contra

los trabajadores, cuya manifestación más brutal es la sistemática criminalización de la lucha política, el cerco

militar que coloca a las periferias bajo verdadero toque de queda y, su consecuencia inevitable, el genocidio

indiscriminado de la juventud pobre.

Negación de la crítica

Aunque la Plataforma Vamos reivindique un programa de izquierda, no en ella ninguna remisión a las

tradiciones del materialismo histórico ni a la rica tradición del pensamiento crítico latinoamericano.

Explotación, lucha de clases, proletariado, burguesía, aparatos ideológicos de Estado, dominación, colonia-

lismo, imperialismo, subdesarrollo, dependencia, segregación social, Estado de Excepción, Estado penal;

reforma y revolución son conceptos ajenos a los documentos de la Vamos. No es que ellos no sean

mencionados tal cuales, lo que podría ser una estrategia retórica. El problema es que tales nociones hacen

parte de la filosofía que organiza las propuestas presentadas. Marx, Engels, Lenin, Trotsky, Rosa Luxem-

burgo, Gramsci, José Martí, Mariátegui, Caio Prado Jr., Florestan Fernandes y tantos otros no fueron

convocados para componer el arsenal teórico e ideológico de la Vamos.

Dime con quién andas y te diré quién eres. El método y el discurso de la Vamos tiene otras inspiraciones.

Las propuestas económicas se alinean claramente con las ilusiones neo-keynesianas de un capitalismo

domesticado y la convicción neo-schumpeteriana de la competencia inter-capitalista como dínamo del

desarrollo capitalista. Las políticas sociales combinan programas asistencialistas idealizados por el Banco

81

Mundial con propuestas de economía solidaria inspiradas en el socialismo utópico.

Las directrices que dicen respecto a las pautas de opresiones, cuestiones institucionales y medio ambiente,

siguen los principios de un pos-modernismo atemperado por el rescate de fórmulas de los programas

compensatorios de los gobiernos de Lula y Dilma. Modelo de desarrollo, innovación, regulación de los

mercados, sustentabilidad, gobernabilidad, elites, diversidad, presupuesto participativo, economía solidaria,

bolsa familia, mi casa mi vida, son nociones que alienan las propuestas de Vamos. ¿Qué se gana cuándo

negamos orígenes e incorporamos en nuestros discursos el lenguaje de nuestros enemigos de clase?

La negación de la transformación social

La ausencia de una perspectiva crítica no permite ninguna propuesta que vaya más allá del “sentido común”.

La incapacidad de concebir cambios cualitativos inscritos en el movimiento histórico limita los cambios

propuestos a los parámetros del status quo. Sin la pretensión de cambiar el Estado, lo nuevo vendría a

través de un lento proceso de evolución institucional. La política queda, así, condenada al horizonte del

cretinismo parlamentario.

La preocupación en presentar medidas tangibles, que sean palpables dentro de la correlación de fuerzas,

implica necesariamente encontrar salidas por dentro del sistema. La posibilidad de que el sistema no tenga

solución para los problemas del pueblo -como de hecho no tiene- no es ni remotamente considerada.

Sin colocar en el horizonte la necesidad y la posibilidad de transformaciones de gran envergadura, no hay

porque hacer alianza con los partidos políticos contrarios al sistema. No sorprende, entonces, que el llamado

a la unidad de la izquierda no incorpore las acumulaciones programáticas realizadas por sectores del PSOL e

ignore olímpicamente las importantes contribuciones del PCB (Partido Comunista Brasilero) y del PSTU

(Partido Socialista de los Trabajadores Unificado). La unidad propuesta es la unidad de las fuerzas que se

ubican a la izquierda en el sistema. Vamos mira en dirección del Partido de los Trabajadores.

El programa presentado por el Frente Pueblo Sin Miedo está a leguas de un plan de lucha que oriente la

praxis de los trabajadores en busca de una salida civilizada para el impasse civilizatorio en que se encuentra

la sociedad brasilera. Circunscrita a la miseria de los posible, pasa de largo de los problemas reales de los

trabajadores brasileros: el avance de la barbarie en todas las dimensiones de la vida. Las cuestiones que

provocan una reacción más virulenta del status quo permanecen en la penumbra.

¿Cómo conquistar la autonomía nacional sin romper con el imperialismo? ¿Cómo mejorar el nivel tradicional

de vida de los trabajadores sin dar empleos bien remunerados a la gran masa de la fuerza de trabajo que

permanece en el subempleo? ¿Cómo superar la pobreza sin eliminar la riqueza? ¿Cómo combatir la

desigualdad social sin cuestionar el padrón de acumulación basado en la copia de los estilos de vida y

padrones de las economías centrales? ¿Cómo interrumpir las catástrofe ambiental sin cuestionar el

automóvil, la minería, el agronegocio? ¿Cómo modificar la orientación de la política económica sin cuestionar

el papel estratégico de la Deuda Pública como centro neurálgico de la política económica? La lista de las

omisiones sería interminable. La vamos queda en la superficie de la realidad. Al ocultar las determinantes

estructurales de la miseria brasilera, la Vamos se atiene a administrar la barbarie.

El resultado práctico de las directrices presentadas es desastroso. El deseo de resolver los sufrimientos del

pueblo sin enfrentar las causas es cuadratura del círculo. Al negar las contradicciones como móvil de las

lucha de clases y la crítica como base para la constitución de la clase trabajadora como sujeto político, la

Vamos renuncia a cualquier posibilidad de transformación del orden económico y social. Los problemas que

tornan infernal la vida de los trabajadores son atribuidos a factores ajenos a las estructuras de la sociedad

que podrían ser corregidos con cambios institucionales y políticas económicas y sociales.

Las propuestas

a) No se toca la Economía, las medidas propuestas para recuperar el crecimiento y volver la economía hacia

el mercado interno son insuficientes para romper el bloqueo institucional que somete la política económica a

la lógica del gran capital, internacional y nacional. La intención de formular un “proyecto económico”

82

compatible con el combate a las desigualdades patina ante la falta de cualquier medida para combatir las

causas del subdesarrollo y de la dependencia: la segregación social, el control del capital internacional sobre

la economía brasilera, la modernización basada en la copia de los estilos de vida de las economías centrales.

b) En relación a las cuestiones agrupadas en Poder, la Vamos ignora la cuestión central: la crisis terminal de

la Nueva República y la necesidad de organizar la respuesta de los trabajadores a la ofensiva

contrarrevolucionaria burguesa.

c) En Comunicaciones y Cultura, las propuestas no cuestionan el colonialismo cultural y los mecanismos

perversos de control de la opinión pública por las grandes corporaciones que controlan los medios de

comunicación y la industria cultural.

d) En el tópico sobre Territorios y Medio Ambiente, el “nuevo modelo de desarrollo” no pasa de un recetario

de viejas novedades, pues a falta de política para combatir el agronegocio, la especulación inmobiliaria y la

catástrofe ambiental bloquea cualquier posibilidad de una efectiva reforma agraria y urbana, bien como la

interrupción de la catástrofe ambiental.

e) Las medidas propuestas en Educación y Salud pecan por la inexistencia de cualquier crítica a la crónica

penuria de recursos para las políticas sociales: la segregación social, el colonialismo cultural, la industria de

la educación y el gran negocio en que se transformó la salud en el Brasil.

f) Las propuestas que defienden la diversidad cultural contenidas en Negros, Feministas y LGBT se destacan

por el absoluto desconocimiento de la relación umbilical entre opresiones y explotación.

A lo largo de las próximas semanas tendremos la oportunidad de fundamentar más detalladamente cada una

de las críticas aquí esbozadas.

En una coyuntura histórica en que no existe la menor posibilidad de mejorar las condiciones de vida de los

trabajadores sin transformaciones de gran grande envergadura que apunten hacia el socialismo, la ilusión de

soluciones dentro del sistema sólo alimenta la frustración con la democracia y el desaliento de los

trabajadores con la política.

Con pánico de despertar la furia de la contrarrevolución (que ya está en las calles), se acaba en la más

completa y desmoralizante capitulación ideológica y política. Ante la avasalladora ofensiva del capital contra

el trabajo, la Vamos responde con una versión recauchutada del “mejorismo” lulista. Lo que ayer resultó una

tragedia, hoy comienza como farsa. De ese modo, vamos de mal en peor. Es preciso mirar el futuro y

organizar la esperanza de una sociedad basada en la igualdad sustantiva.

Plinio Arruda Sampaio Jr. es militante del PSOL, economista, profesor de la Unicamp (Universidad

Estatal de Campinas) y autor del libro Crônica de uma crise anunciada: crítica à economía política

de Lula e Dilma. Sâo Paulo: SG Amarante, 2017.

Traducción: Ernesto Herrera, para Correspondencia de Prensa.

Nota de Correspondencia de Prensa

[1] Sobre la iniciativa Plataforma Vamos del Frente Pueblo Sin Miedo, ver entrevista a Guilherme Boulos.

Fuente (de la traducción): https://correspondenciadeprensa.wordpress.com/2018/02/03/brasil-debates-

hacia-donde-vamos-criticas-al-programa-del-frente-pueblo-sin-miedo/

Fuente (del original): http://www.correiocidadania.com.br/2-uncategorised/13084-para-onde-vamos

La izquierda ante su verdadero reto (¿Por qué -y cómo- es comunista Alberto Garzón?)

x Manuel Navarrete

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Crítica del libro 'Por qué soy comunista. Una reflexión sobre los nuevos retos de la

izquierda' (Península, 2017)

https://www.lahaine.org/est_espanol.php/la-izquierda-ante-su-verdadero

“COLONIA, 2 DE NOVIEMBRE. YA ANTES DEL ALZAMIENTO DE JUNIO HEMOS

REVELADO REITERADAMENTE LAS ILUSIONES DE LOS REPUBLICANOS DE LA

TRADICIÓN DE 1793, DE LOS REPUBLICANOS DE La Réforme. LA REVOLUCIÓN

DE JUNIO Y EL MOVIMIENTO SURGIDO DE ELLA OBLIGAN A ESTOS

REPUBLICANOS UTÓPICOS A ABRIR POCO A POCO LOS OJOS. (…) HASTA EL

PRESENTE, EL OPTIMISMO REPUBLICANO DE La Réforme SOLO VIO citoyens; LA

HISTORIA SE LE HA VENIDO TAN DIRECTAMENTE ENCIMA, QUE YA NO PUEDE

OMITIR, POR IDEALIZACIÓN, QUE ESTOS citoyens SE DIVIDEN

EN burgeois Y prolétaires. (…) EN LA REVOLUCIÓN DE FEBRERO, LA BURGUESÍA

Y EL PROLETARIADO COMBATIERON A UN ENEMIGO COMÚN. EN CUANTO

ESTE QUEDÓ ELIMINADO, LAS DOS CLASES SE HALLABAN SOLAS EN EL

CAMPO DE BATALLA, Y DEBÍA COMENZAR LA LUCHA DECISIVA ENTRE ELLAS”.

Karl Marx, NEUE RHEINISCHE ZEITUNG, 2 de noviembre de 1848

Introducción

Este texto pretende efectuar una crítica del libro POR QUÉ SOY COMUNISTA. UNA

REFLEXIÓN SOBRE LOS NUEVOS RETOS DE LA IZQUIERDA (Península, 2017), de

Alberto Garzón. Una crítica que se pretenderá científica, esto es, alejada de valoraciones

personales o sobre el autor.

De hecho, si lo escribimos es desde la conciencia de que Garzón no solamente se

representa a sí mismo, sino que se erige en cierta medida en exponente de una

determinada manera de entender el marxismo que, digámoslo desde ya, es –lo desee o

no- heredera directa del “eurocomunismo” (si no directamente del socialismo utópico) y de

nociones a la postre subsiguientes como las del “Estado del bienestar” o la de los

“derechos humanos”.

Por hegemónica en el seno del PCE (y, por extensión, en el autodenominado “movimiento

comunista”… aunque no solo estatal, sino incluso europeo), esta visión de lo que es el

comunismo supone, a nuestro juicio, un grave desarme ideológico que, además, se hace

imperdonable en tiempos de crisis y agresiones capitalistas (sí: no simplemente

“neoliberales”) como las que vivimos ahora.

Por ello, consideramos pertinente esta crítica, quedando abiertos a los debates que con

posterioridad pudieran derivarse. Avisamos, además, a los lectores de que, a fin de

84

facilitar el contraste, nuestros apartados se harán de acuerdo a los capítulos contenidos

en el libro.

I. ¿Un capítulo sobre ciencia?

Seremos breves en este primer apartado, que no constituye una prioridad para nosotros,

indicando tan solo algunas precisiones necesarias.

Para empezar, en la “Guía de lectura” Garzón avisa de que a lo largo del libro usará como

sinónimos determinados conceptos: clase trabajadora, clase obrera, proletariado o clases

populares (pág. 13). El problema es que esos conceptos no son todos, de ningún modo,

sinónimos; lo cual, a lo largo del libro puede llevarnos a serios equívocos. En concreto, el

último de ellos alude a diversas clases (no solo a una) que forman parte de lo que

podríamos considerar “el pueblo”.

Esta categoría, por más que imprecisa, se viene utilizado en la tradición marxista en

contraposición a la oligarquía financiera, en una época imperialista en la que los quintiles

más altos de la estructura de clase se dedican prioritariamente a actividades

especulativas y se enfrentan objetivamente al conjunto de la población; incluso a la

pequeña burguesía, que es proletarizada y arrojada a vivir como el pueblo.

También sembrará confusión la alusión a que las categorías socialdemócrata, comunista

o socialista cubren un mismo rol descriptivo (pág. 13). Consideramos que, si ya desde la

creación de la Tercera Internacional en 1919 esto era incorrecto, en la actualidad, desde

la que hemos de situarnos para escribir, tal mezcla puede generar confusiones que,

desde luego, no nos ayudarán –sino al contrario- a deslindar campos con las teorías que

defienden la posibilidad de un “capitalismo de rostro humano”.

Con respecto al extenso capítulo sobre ciencia, da la impresión de estar deslavazado del

resto del libro, de no aportar nada a la argumentación política que se realiza en el mismo.

En cierto sentido, con tantos resúmenes generales sobre la historia de la ciencia y sin

centrar nunca el foco, el lector tendrá la impresión de estar releyendo EL MUNDO DE

SOFÍA, de Jostein Gaarder.

Solo algunas consideraciones: de lo expuesto por Garzón en la página 89 parece

deducirse que los economistas marginalistas y neoclásicos han de ser criticados por

confundir la ciencia social con una ciencia exacta. Lo consideramos un error: lo criticable

de estas corrientes no es su “cientificismo”, sino precisamente su burda politización, ya

denunciada por Marx el Prólogo de EL CAPITAL (“… LA PARTICULAR NATURALEZA

DEL MATERIAL DEL QUE SE OCUPA LEVANTA CONTRA ELLA Y LLEVA AL

CAMPO DE BATALLA LAS PASIONES MÁS VIOLENTAS, MÁS MEZQUINAS Y MÁS

ODIOSAS QUE ANIDAN EN EL PECHO HUMANO: LAS FURIAS DEL INTERÉS

85

PRIVADO”), junto al hecho de que estos economistas hubieran abandonado todos los

fundamentos del rigor y la ciencia.

Precisamente por ello nos parece rechazable la afirmación de Garzón de que “en ningún

caso el marxismo puede pretender tener un estatus científico” (pág. 91). El marxismo, por

su método y por su vocación, aspira, por supuesto, a hacer ciencia. Y, probablemente,

mucho mejor que cualquier otra corriente de las ciencias sociales (unas ciencias que

existen y que no tienen por qué asimilarse a las naturales).

Por último, chirría la definición que se hace del marxismo como “tradición política y de

investigación”. El marxismo no es solo un método investigativo (y, por más que se niegue

aquí, un paradigma científico), sino ante todo una guía para la acción y la práctica política.

Y, por descontado, el comunismo no es una mera “tradición”, sino ante todo, y como

afirmaron Marx y Engels en LA IDEOLOGÍA ALEMANA, un movimiento real.

II. El socialismo científico: algo más que palabras

Serían excesivos los aspectos a comentar en este y los siguientes capítulos, con lo que

solo podremos ir al meollo de la cuestión. En la página 101, Garzón afirma que los

continuadores de Marx hacen de él una lectura que supone una “caricatura” con respecto

a “la riqueza del trabajo original marxista”.

Esto puede ser cierto cuando se refiere al “marxismo” distorsionado de la Segunda

Internacional que, contra el propio criterio de Marx, consideraba “reformable” el

capitalismo… algo que comparte, por cierto, la “novedosa” corriente en la que el proyecto

de Unidos Podemos, al que pertenece el propio Garzón, está inscrito. Pero es desde

luego incierto si se refiere al marxismo de Lenin, quien, digámoslo bien alto, efectuó sin

duda la lectura más rica y brillante de Marx, y que ni siquiera es citado aquí por Garzón.

A propósito, señalaremos brevemente que también resulta desafortunada la alusión al

metafórico “la historia me absolverá” de Fidel Castro, que es aquí visto como ejemplo de

una supuesta visión teleológica e idealista de la historia (pág. 103). Tampoco nos

detendremos en errores evidentes, que quizá sean simples erratas, como cuando

inexplicablemente se afirma que “las relaciones de producción son las relaciones de poder

que se dan entre las diferentes fuerzas productivas” (pág. 104).

La cuestión es que no podía faltar (pág. 105) la prescriptiva alusión al “determinismo” de

la teoría de Marx sobre la “base y la superestructura”, brevemente expuesta en el

“Prólogo” de 1859. Podemos compartir que unos breves párrafos no están en disposición

de desarrollar plenamente una teoría universal de la historia; e incluso que,

históricamente, el marxismo ha interpretado esta teoría de un modo rudimentario (como

cuando Victorio Codovilla polemizaba con José Díaz o con Mariátegui porque en sus

86

contextos particulares era imposible aplicar los “esquemas” inalterables de desarrollo

histórico del primero). Pero, ¿acaso puede negarse, o es “determinista” decirlo, que si

posees el capital puedes crear opinión desde la escuela y los medios de comunicación,

así como controlar los tribunales y el parlamento? Porque tal, y no otra, es -resumida

pedagógicamente- la enseñanza del célebre Prólogo de Marx.

Más grave nos parece el gratuito ataque al gigante y compañero de luchas de Marx que

se efectúa cuando se afirma, analizando la correspondencia con Vera Zasulich, que Marx

acabó rompiendo con “la versión vulgar que Engels había sistematizado como

materialismo histórico” (pág. 109). En realidad, el ensayo de Engels titulado LUDWIG

FEUERBACH Y EL FIN DE LA FILOSOFÍA CLÁSICA ALEMANA (1886) no es más que

un desarrollo pedagógico y ordenado de lo ya expuesto conjuntamente por Marx y Engels

en LA IDEOLOGÍA ALEMANA (1846).

Queden para otros (althusserianos o pos-althusserianos) las alusiones a una supuesta

ruptura epistemológica entre el joven y el viejo Marx (no digamos ya a una supuesta

ruptura entre Marx y Engels). En realidad, en lo que se refiere a la visión del mundo

(mucho menos cambiante, por supuesto, que una alusión concreta a la táctica política a

adoptar en Rusia en una carta –por cierto, genial- a Vera Zasulich), lo máximo que

encontramos en el viejo Marx es un desarrollo, un despliegue, una precisión a lo sumo de

lo que vino defendiendo coherentemente ya desde sus primeras obras. Y todo ello desde

el más pleno acuerdo (es más: a medias) con Engels.

Posteriormente, Garzón, ya hablando del siglo XX, alude a que “el desarrollo de un

Estado de bienestar (...) parecía cuestionar la necesidad del socialismo para una gran

parte de la clase trabajadora” (pág. 112). En realidad, esto no fue así para “una gran parte

de la clase trabajadora”, sino para una pequeñísima parte de la misma: la que residía en

el centro imperialista. Pero no desde luego para los proletarios de Asia, África y América

Latina que, justo en esos años, no pararon de hacer revoluciones.

Más adelante, el autor afirmará que el “Estado de bienestar” fue producto de “los

incrementos de productividad” (pág. 153) y que sus beneficios se repartieron entre

salarios y beneficios. Esto es gravísimo, pues rompe con la comprensión de la clase

social como hecho internacional. ¿Y los salarios en el “tercer mundo”, cómo

evolucionaron? No son las mejoras en la productividad las que explican este “bienestar”,

sino la sobreexplotación de la mano de obra de los países de la periferia, así como el

llamado “intercambio desigual” que describió Arghiri Emmanuel, desarrollando, en

realidad, lo ya planteado por Lenin en su teoría del imperialismo.

Volviendo al punto donde estábamos, en la misma página 112 se nos cita la idea de David

Harvey de que, mientras duró el llamado Estado del bienestar, EL CAPITAL “no tenía

demasiada aplicación en la vida diaria” porque “describía un capitalismo en su versión

87

cruda, inalterada y bárbara típica del siglo XIX”. Esto es un error de bulto, como, en el

fondo, un experto como Harvey debe saber. En EL CAPITAL, solo los ejemplos concretos

son “decimonónicos”. Toda la obra es una descripción históricamente transversal del

funcionamiento del capitalismo, que rige en TODA sociedad en la que impere la fórmula

D-M-D’ (donde D’>D).

Posteriormente, Garzón añade que ahora, con la crisis y los recortes, EL CAPITAL vuelve

a “parecer hablarnos” del capitalismo de hoy. No tiene sentido. Marx no es Piketty ni hace

una descripción superficial de las consecuencias coyunturales del sistema con cada

gobierno, etapa o crisis determinada. EL CAPITAL habla del capitalismo decimonónico,

del actual y también de ese capitalismo del siglo XX del cual algunos subrayan (y quizá

demasiado) su “bienestar”.

En las páginas 122-123, Garzón comenta las teorías sobre la crisis que consideran que el

capitalismo puede regularse a sí mismo, siempre que se haga uso de la intervención

estatal (teorías que, en realidad, Garzón ha defendido en varios libros publicados con

Juan Torres y Vicenç Navarro, como HAY ALTERNATIVAS, de 2011). Pero resulta

chocante que incluya estas teorías dentro de la “tradición marxista”, pese a que sostienen

justo lo contrario de lo que defendía Marx en el Libro III de EL CAPITAL, donde, a lo

sumo, se describía la existencia de tendencias contrarrestantes para postergar

temporalmente la caída de la tasa de ganancia, pero jamás la supuesta posibilidad de

evitarla, estabilizando el capitalismo y sorteando las crisis mediante un “intervencionismo

keynesiano”.

Más adelante, en la página 133, se nos habla de que el socialismo no puede volver a

cometer los mismos errores que la Unión Soviética, por acometer una “rápida

industrialización” que, al parecer, fue antiecológica. Pues bien, la historia (espero que no

se nos acuse de “teleología” por emplear esta personificación) ya demostró que la

industrialización soviética fue un acierto. No solo fue la clave del “bienestar” conquistado

duramente por el pueblo soviético (esta vez sin provocar en contrapartida el “malestar” del

“tercer mundo”, como hizo el “modelo social europeo”), sino también algo imprescindible

para derrotar al nazismo, salvando, por cierto, a toda Europa.

¿Es que Garzón nos propone un “decrecimiento” así, generalizado, que se le exija

también a los pueblos de África, Asia y Latinoamérica que, precisamente, tienen aún por

desarrollar (y tienen que hacer crecer) sus fuerzas productivas? No, porque en la página

siguiente (134) se nos dice que los países de la periferia no han de hacer los mismos

sacrificios que los ricos. De hecho, el autor se muestra (acertadamente) muy comprensivo

con Rafael Correa y la necesidad de Ecuador de explotar el petróleo del Yasuní. ¿A qué

viene entonces la alusión a la URSS tan solo una página antes? ¿Por qué con la URSS,

que tuvo que prepararse para resistir a la mayor invasión militar de la historia, no se es

tan comprensivo?

88

III. Sobre las clases sociales: clarificar y no confundir al respecto

No es buen indicio que Garzón comience su tercer capítulo diciéndonos que “la clase

social sigue siendo un elemento clave para entender los movimientos políticos” (pág.

140). ¿Solo “un” elemento clave y no “el” elemento clave?

Pero, a continuación, el autor avanza al fin lo que constituirá el centro de su propuesta

teórica. Así, en la página 142, Garzón se reclama defensor de esa versión del comunismo

“que reclama que se respeten los derechos humanos”, añadiendo que “la actual

Declaración de los Derechos Humanos procede de la Declaración de los Derechos del

Hombre y del Ciudadano promulgada en 1789”. Es más: según el autor, el socialismo

heredó esa tradición revolucionaria francesa, así como la noción de los derechos

humanos. ¿Seguro?

¿De qué socialismo nos estará hablando Garzón? Si se refiere al socialismo utópico,

estamos plenamente de acuerdo. Pero si se refiere al socialismo de Marx, es

rotundamente incierto que se considerara heredero de los derechos humanos y de esa

declaración francesa. No tenemos más que leer el ensayo de Marx “Sobre la cuestión

judía” (1844), aunque también EN LA IDEOLOGÍA ALEMANA encontraremos

desarrolladas las mismas tesis. Citemos, por ejemplo, el primero de estos textos:

“LOS DROITS DE L'HOMME, LOS DERECHOS HUMANOS, SE DISTINGUEN

COMO TALES DE LOS DROITS DU CITOYEN , DE LOS DERECHOS CÍVICOS.

¿CUÁL ES EL HOMME A QUIEN AQUÍ SE DISTINGUE DEL CITOYEN ?

SENCILLAMENTE, EL MIEMBRO DE LA SOCIEDAD BURGUESA. ¿Y POR QUÉ SE

LLAMA AL MIEMBRO DE LA SOCIEDAD BURGUESA “HOMBRE”, EL HOMBRE POR

ANTONOMASIA, Y SE DA A SUS DERECHOS EL NOMBRE DE DERECHOS

HUMANOS ? ¿CÓMO EXPLICAR ESTE HECHO? POR LAS RELACIONES ENTRE

EL ESTADO POLÍTICO Y LA SOCIEDAD BURGUESA, POR LA ESENCIA DE LA

EMANCIPACIÓN POLÍTICA.

REGISTREMOS, ANTE TODO, EL HECHO DE QUE LOS LLAMADOS DERECHOS

HUMANOS, LOS DROITS DE L'HOMME, A DIFERENCIA DE LOS DROITS DU

CITOYEN , NO SON OTRA COSA QUE LOS DERECHOS DEL MIEMBRO DE LA

SOCIEDAD BURGUESA , ES DECIR, DEL HOMBRE EGOÍSTA, DEL HOMBRE

SEPARADO DEL HOMBRE Y DE LA COMUNIDAD. (…)

NINGUNO DE LOS LLAMAOS DERECHOS HUMANOS VA, POR TANTO, MÁS ALLÁ

DEL HOMBRE EGOÍSTA, DEL HOMBRE COMO MIEMBRO DE LA SOCIEDAD

BURGUESA, ES DECIR, DEL INDIVIDUO REPLEGADO EN SÍ MISMO, EN SU

INTERÉS PRIVADO Y EN SU ARBITRARIEDAD PRIVADA, Y DISOCIADO DE LA

COMUNIDAD. MUY LEJOS DE CONCEBIR AL HOMBRE COMO SER GENÉRICO,

89

ESTOS DERECHOS HACEN APARECER, POR EL CONTRARIO, LA VIDA

GENÉRICA MISMA, LA SOCIEDAD, COMO UN MARCO EXTERNO A LOS

INDIVIDUOS, COMO UNA LIMITACIÓN DE SU INDEPENDENCIA ORIGINARIA. EL

ÚNICO NEXO QUE LOS MANTIENE EN COHESIÓN ES LA NECESIDAD NATURAL,

LA NECESIDAD Y EL INTERÉS PRIVADO, LA CONSERVACIÓN DE SU

PROPIEDAD Y DE SU PERSONA EGOÍSTA”.

Para no aburrir al lector, no seguiremos copiando. Baste recomendar la lectura completa

de este aplastante texto de Marx. Y recuérdese cómo Marx rechazó siempre ese método

de expresión abstracto y “biensonante”: tal fue, de hecho, el motivo que le llevó a cambiar

el primitivo nombre de la Liga de “los Justos” por el de Liga de los Comunistas, y a

sustituir el lema “todos los hombres son hermanos” por el más combativo de “proletarios

de todos los países, uníos”. O a gritarle al locuaz sastre Wetling que “la ignorancia jamás

ha ayudado a nadie”. O a refutar, con un libro completo (MISERIA DE LA FILOSOFÍA),

las teorías de Proudhon, empezando por la confusa y lírica noción de que “la propiedad es

un robo”, sobre la que Marx ironizaba en los siguientes términos: “en vista de que el robo,

como violación de la propiedad, presupone la propiedad, Proudhon se enredó en toda

clase de sutiles razonamientos, oscuros hasta para él mismo, sobre la VERDADERA

PROPIEDAD BURGUESA”. Nos podemos imaginar, en consecuencia, lo que diría Marx

al respecto de ese confuso lema que también ha sido avalado por Alberto Garzón y que

afirma que “la crisis es una estafa”; un lema que, aun empleado con la mejor de las

intenciones, tiene el inesperado pero inevitable efecto de convertir al enemigo en un

sujeto todopoderoso y sin debilidades ni grietas.

Más adelante, Garzón afirmará que “tanto Marx como Engels procedían de la tradición

republicana” (pág. 227), obviando que rompieron con ella claramente. Digámoslo de una

vez: Marx no asumió el legado de la revolución francesa, ni tampoco se limitó a negarlo: lo

superó (“aufhebung” llamaba Hegel a la noción de “superar conservando”) y, de hecho, lo

sometió a duras críticas. Tanto a él como al socialismo utópico y a sus consignas

“humanistas”, interclasistas y endebles, que combatió pertinazmente a lo largo de toda su

vida, como podemos documentar además en todas sus obras.

Pero sigamos adelante. Garzón parece establecer una distinción entre “textos

dogmáticos” y “textos complejos” de Marx. En los primeros (como el MANIFIESTO de

1848), Marx efectúa un análisis de clase que, al parecer, es rudo y polarizado. En los

segundos (el autor aporta el ejemplo de EL DIECIOCHO BRUMARIO, de 1852) “analiza

la realidad social de una manera mucho más compleja” (pág. 156). Otra afirmación

peregrina.

Las visiones de EL MANIFIESTO COMUNISTA y EL DIECIOCHO BRUMARIO no son

más o menos complejas; simplemente se aplica en ellas un distinto grado de abstracción.

El primer texto intenta sacar factor común para describir el desarrollo de la sociedad

90

moderna en su conjunto; el segundo es un análisis político coyuntural. Ambos tipos de

análisis son necesarios y cada uno de ellos tiene su función. La división en dos clases

fundamentales, efectuada por Marx y Engels en el MANIFIESTO, es un esquema y no

más que eso (incluso siendo cierto que, posteriormente, las sociedades no se hayan

polarizado tanto como allí fue previsto). Pero a continuación operan todo tipo de matices

socioculturales a la hora de definir la clase, y no son pocas las subdivisiones y fracciones

de clase existentes, como Marx analiza en el segundo tipo de textos. Parece forzado el

pretender encontrar en ello contradicción alguna.

Y, a nuestro juicio, Garzón vuelve a equivocarse cuando afirma que en el siglo XIX “no se

tendía a una proletarización de toda la población, como presuponía Marx (….) El

proletariado, entendido aquí como trabajadores industriales, de hecho disminuía” (pág.

166). En primer lugar, ¿quién ha dicho que el proletariado sean los trabajadores

industriales? En segundo lugar, ¿quién ha dicho que, a nivel mundial, los proletarios

hayan disminuido?

En la página siguiente (167), Garzón descubre la solución al inexistente enigma que él

mismo ha generado: “la cosa es distinta si dejamos de considerar al proletariado

simplemente como trabajadores industriales”. La cuestión es que el marxismo nunca

consideró tal cosa. De hecho, en el prólogo a la antología LENIN: EL

REVOLUCIONARIO QUE NO SABÍA DEMASIADO (efectuado por Constantino Bértolo,

y que el propio Alberto Garzón cita en este libro, para no tener que citar -¡ni una sola vez!-

un libro de la editorial Progreso), leemos, en su página 65: “La crisis dejó al desnudo el

error de pensar que el proletariado había dejado de ser una presencia relevante dentro de

las sociedades posindustriales. Un error que proviene de identificar al obrero fabril y

fordiano que caracterizó al capitalismo industrial con el concepto de proletario, que es una

categorización económica delimitada por la lucha de clases y la extracción de plusvalías

(…) La desaparición de la boina o el mono azul no significa ninguna desproletarización,

sino todo lo contrario: una proletarización más extensa y profunda, con expansión de las

tasas de población activa”. ¿Por qué Garzón no tiene en cuenta el texto que él mismo

está citando en su libro?

Siguiendo con las innecesarias vueltas que se dan alrededor de la noción de clase social,

llegamos a la que constituye quizá una de las aportaciones más negativas de este libro,

cuando, siguiendo a Guy Standing, se establece una pasmosa distinción entre el

proletariado y el “precariado”; distinción que Garzón explica y avala. Por lo visto, “mientras

el proletariado tiene trabajo estable con un horario y rutinas establecidas, el precariado

no” y “mientras el proletariado (…) dispone de ingresos complementarios al salario, como

transferencias del Estado o ingresos financieros, el precariado no” (pág. 173). No

sabemos muy bien cómo contestar a esto. ¿Desde cuándo el proletariado tiene

estabilidad, ingresos adicionales y no vive en una situación de precariedad? ¿Desde

91

cuándo inventando palabras nuevas para lo que ya ha sido definido antes de manera

mucho más precisa conseguimos algo? Páginas más tarde, se nos dirá que “el propósito

de Standing es estrictamente político” y “no pretende ser analítico”, sino generar

conciencia en el “precariado” (pág. 175). ¿Qué conciencia? ¿Para eso se lo divide del

resto de la clase? ¿Para eso, además, se desvirtúa la teoría?

Tras todas estas disquisiciones, Garzón da por fin su resolución a tantos dilemas, al

afirmar que “podemos estar de acuerdo con la solución de Terry Eagleton, que es

considerar que la clase obrera incluye más bien a todas aquellas personas que se ven

obligadas a vender su fuerza de trabajo al capital” (pág. 174). ¿“La solución de Terry

Eagleton”? ¿Y qué otra cosa es lo que afirmó Marx desde el principio, siglo y medio antes,

al definir lo que es el proletariado? Una vez más, se nos marea con ideas como la del

“precariado”, para terminar por presentarnos como solución (duramente encontrada, al

parecer) algo que ya fue resuelto teóricamente por el marxismo desde su nacimiento.

Más adelante, Garzón vuelve a confundir planos de análisis: esta vez, los planos objetivo

y subjetivo. Así, afirma que concebir la clase para sí como fruto de luchas políticas “abre

mucho el abanico de opciones” y constituye “otra visión” (pág. 177). No se trata de que

haya más o menos opciones ni de otra visión; es simplemente otro nivel de análisis, una

distinción entre lo objetivo (en sí) y lo subjetivo (para sí); y, para efectuarla, no es

necesario tirar de ningún autor tan novedoso como los que se citan aquí, pues fue el

propio Marx quien estableció dicha distinción.

Pero Garzón vuelve a equivocarse, al afirmar que la noción de clase para sí es necesaria

para “aceptar que personas que no participan en la producción directamente –por

ejemplo, los estudiantes o los jubilados- pueden formar parte de la clase para sí” (pág.

177). En primer lugar, una clase no es un club al que haya que aspirar a entrar. En

segundo lugar, la clase trabajadora no es algo así como “los que estén trabajando en este

momento”; tener semejante idea supone una radical incomprensión del marxismo y

obligaría a dejar en “el limbo de las clases” a, por ejemplo, el niño que nace en un barrio

de clase trabajadora o al obrero que es despedido y queda parado. Y en tercer lugar, la

noción de clase en sí es necesaria no para eso, sino para analizar los procesos de toma

de conciencia de clase y también lo contrario: los procesos de alienación o de falsa

conciencia.

IV. El Estado: marxismo versus mitificación “democrática”

En la página 186, Garzón afirma que “Marx no desarrolló nunca una teoría del Estado”, y

en la 188 añade que “sus discípulos, como Engels, Lenin, Trotsky o Gramsci tampoco

trataron de forma específica el Estado”. Curioso olvido el de obviar que Lenin escribió una

obra fundamental como EL ESTADO Y LA REVOLUCIÓN (1917), que, para mayor

contradicción, el autor cita solo cinco páginas más tarde, en la 193. Precisamente por no

92

haber asimilado los conceptos de dicha obra, Garzón yerra y parece querer pillarnos en

fuera de juego al preguntarnos que “si el Estado es simplemente un instrumento al

servicio del capital, ¿por qué hemos de aspirar a conquistar el poder dentro de sus

instituciones?”. En la página 192, añade: “cuando determinados partidos políticos de la

clase trabajadora han alcanzado gobiernos (…), ¿cómo se puede explicar la reproducción

del capitalismo con la clase burguesa ausente de ese poder?”.

No parece, con ello, entender que el gobierno es una cosa y el poder real otra. Tampoco

que el Estado es un instrumento de clase, pero no necesariamente “al servicio del capital”,

puesto que a lo largo de los siglos ha estado al servicio de los esclavistas, de la nobleza o

de los obreros y campesinos, en diferentes contextos históricos. Sin embargo, solo unas

páginas más adelante se defiende la tesis correcta: “llegar al gobierno del Estado no

implica que se controle el Estado” (pág. 199). ¿A qué venía entonces lo que se dijo tan

solo unas páginas antes? ¿Quizá porque es obligatorio, como “formalidad comunista”,

decir esto último para contentar a todos pero, a la vez, la línea reformista obliga a decir

también lo contrario? ¿Y qué se nos deja decir, en nuestra actual “democracia”, acerca de

cuando Garzón cifra las vías de acceso al poder entre la electoral y una ilusoria

“insurrección” (pág. 187), obviando clamorosamente la noción de la guerra popular

prolongada? En la página 200, Garzón declara solemnemente: “de ahí que esté en contra

de la necesidad de irrumpir con las armas en el Estado”. La cuestión es: ¿para qué no es

necesario eso? Para hacer vida parlamentaria, está claro que no; para hacer una

revolución que derroque a una clase dominante, la experiencia histórica nos habla por sí

sola y demuestra lo contrario.

A continuación, leemos algo igualmente prescriptivo hoy día: la alusión a Gramsci, quien

afirma que “el consenso o la hegemonía es el instrumento más inteligente” de dominación,

por encima de “la coerción o el empleo de la fuerza” (pág. 195). Es cierto que Gramsci

expresa con acierto esta idea, pero ¿de verdad es algo tan novedoso? Ya Marx y Lenin

sostuvieron que la república democrática es el régimen más perfecto de dominación, por

encima de la república autoritaria. Más adelante, en esa misma página, Garzón afirma

que “con estos razonamientos, Gramsci fue capaz de explicar por qué la revolución no

había tenido lugar en los países occidentales más industrializados”. No tiene sentido. Eso

no lo explica: lo que lo explica es el surgimiento de una capa de “aristocracia obrera” en

dichos países que, no en vano, son también los países imperialistas; unos países que, a

fuerza de exportar el conflicto hacia la periferia, generan cierto apaciguamiento social en

el interior que, a su vez, explica la facilidad que encuentra su burguesía para priorizar la

herramienta del consenso sobre la de la represión social (siempre preparada, no obstante,

por si falla la primera, como en España sabemos desde 1936).

En la página 209, Garzón desliza que Lenin quiso crear un modelo de partido como si

pudiera ser “universal, válido para cualquier contexto y tiempo político”; algo totalmente

93

incorrecto. El QUÉ HACER no creó un modelo extrapolable de partido ni Lenin pretendió

nunca tal cosa. De hecho, páginas más tarde (219) Garzón vuelve a contradecirse para

afirmar repentinamente que “Lenin nunca fue un fetichista del modelo organizativo” y que

en 1902 simplemente propuso “la forma más adecuada” para “el contexto de represión

que se vivía entonces en Rusia”. ¿Cómo es posible esta nueva contradicción? ¿Es que se

esconde la mano una vez arrojada la… tesis? Por cierto que también se defiende (pág.

221) que en 1905 Lenin quería abrir el partido a las masas, cuando lo que quería abrir a

las masas eran las “organizaciones de combate” ligadas al partido, que no es lo mismo,

dentro de la dialéctica organizativa entre un centro rígido con un amplio anillo a su

alrededor, propia del leninismo. Pero no disponemos de espacio para entrar en esta

cuestión.

Naturalmente, como suele hacerse hoy día, Garzón sostiene que “los modelos cerrados y

ultracentralistas de partido cosecharon tantos éxitos como fracasos” (pág. 224). Muy bien,

pero ¿dónde están los éxitos del modelo de masas? ¿Y si el giro imperialista de 1914 por

parte del SPD alemán del que se habla, como con sorpresa, en la página 216 es más

fácilmente explicable si tenemos en cuenta lo que, solo unas líneas más arriba, Garzón

describía como un gran logro: que el partido llegara a tener un millón de afiliados?

En realidad, como se ha venido sosteniendo desde Red Roja, el partido ha de ser de

cuadros entre las masas, sabiendo ser minoría entre la mayoría, interviniendo en las

movilizaciones sociales más amplias pero para disputar la influencia y la línea política, no

para “disolverse” en las mismas. Todo lo contrario, pues, a “modelos cerrados”. Ahora

bien, ¿no es cierto que todas las revoluciones históricas las han hecho las masas

comandadas por una dirección, por cuadros? ¿Es que hoy día puede hacerse todo lo que

atañe a una revolución abiertamente, a la luz del día?

También afirma Garzón que “Marx y Engels (…) ni fundaron un partido político ni

proporcionaron directrices sobre cómo habría de ser” (pág. 209). Esto es rotundamente

incierto. Marx y Engels dedicaron toda su vida adulta a crear ese partido político. Ya

desde el año 40, siendo unos jovencitos, entran en contacto con la Liga de los Justos, que

desde el 48 será la Liga de los Comunistas. E Incluso fundaron la Internacional, décadas

más tarde. En todos los casos, Marx y Engels se encargaron personalmente de redactar

férreos estatutos para estos partidos. Además, en la misma página, Garzón afirma que

“para los clásicos lo importante (…) era la clase y no el partido”, mezclando nuevamente

planos de análisis y cosas completamente distintas.

¿Importante para qué? ¿Acaso se intenta insinuar que una clase social puede tomar el

poder de forma espontánea y sin organizarse?

Garzón finalmente expone su conclusión: Marx y Engels, como Rosa y como “el Lenin de

1905” (al que Garzón opone el de 1917) lo que hicieron fue “priorizar la clase” sobre “la

fórmula organizacional que toma la clase en cada momento” (pág. 225). A nuestro

94

entender, esta idea carece de sentido. Para empezar, fue el Lenin de 1917 (no el de

1905) el que se enfrentó a su partido y enarboló el lema “todo el poder a los soviets”.

Pero, además, ninguno de esos marxistas entendió tan mal como se entiende aquí la

relación entre el partido y la clase. Lenin, en “El marxismo y la insurrección” (1917),

escrito en la víspera de los días claves de octubre, lo expone claramente: “para poder

triunfar, la insurrección debe apoyarse no en una conjuración, no en un partido, sino en la

clase más avanzada”. Y, al mismo tiempo que sostenía esto, Lenin era consciente de que,

sin la intervención del partido, todo se quedaría en los hechos de febrero y no habría un

“octubre rojo”.

Pero es a continuación donde Alberto Garzón introduce todo el caudal de su particular

visión del marxismo: “el llamado socialismo real se ha caracterizado por la ausencia de

libertades civiles tales como las de expresión, prensa o formación de partidos” (pág. 226).

A esta concesión (que, desde la izquierda, se efectúa a menudo para no caer antipáticos)

habría que anteponerle una pregunta: ¿es que las revoluciones se han hecho en

abstracto, o en condiciones elegidas por nosotros, sin tener que enfrentarse a enemigos,

de hecho, superiores? ¿Qué es preferible, un Fidel vivo o un Allende muerto? ¿Son la

democracia burguesa, el pluripartidismo o la libertad de prensa algo más que una farsa?

¿Lo llaman democracia y… sí lo es? Con tanto “pensamiento Ilustrado”, no era de

extrañar que este libro acabara confundiendo la democracia con… las libertades formales

habitualmente idealizadas en la sociedad burguesa.

Por supuesto, páginas más tarde Garzón aludirá a “una inmensa maquinaria burocrática

que ahogó los sóviets y que convirtió al presunto Estado proletario en un instrumento al

servicio de la minoría del partido”. ¿Y este es el balance que sacamos de la experiencia

soviética? No hace falta ser acríticos con nuestra historia, ni que nos parezca bien que

medio comité central acabara siendo fusilado. La cuestión es: ¿eso fue todo? ¿No hay

otro plato en la balanza? Y, en lo que respecta a la movilización popular, ¿vamos a negar

que los años 30 fueron un momento de efervescencia social y de iniciativas populares de

todo tipo? ¿Vamos a quitarle todo el valor al Komsomol, a los sovjoses? ¿Vamos a

ignorar todo lo narrado en obras literarias como POEMA PEDAGÓGICO, CAMPOS

ROTURADOS o ASÍ SE TEMPLÓ EL ACERO?

Naturalmente, Garzón acabará posicionándose con Rosa Luxemburgo y sus críticas a la

disolución de la Asamblea Constituyente. Poco más tarde, en la página 240, en tono

ilustrado, afirmará que las Constituciones deben garantizar “una serie de derechos que

son irrenunciables incluso aunque la mayoría de la población quiera prescindir de ellos”.

De acuerdo, pero, en cambio, ¿si Lenin disuelve la Constituyente está mal?

En todo caso, ¿tuvo en cuenta Rosa el contexto ruso? ¿Habría podido ella gobernar de

otra manera, de haber accedido al poder en Alemania? Insistimos: ¿en qué condiciones

se desarrollan las revoluciones históricas? ¿En las que habría soñado el socialismo

95

utópico y pacifista, con su maximalismo extremo en los aspectos más formales y

“democráticos”… aunque solo en ellos? Garzón defiende en su libro que, en economía,

mucho te viene impuesto. ¿Y en política? Sobre todo: ¿es que acaso la (tan alabada por

Garzón) revolución francesa no tuvo que guillotinar a miles de personas para poder seguir

adelante? ¿Por qué si lo hace la revolución francesa debemos aceptarlo “como mal

menor”, pero si lo hace la revolución rusa hay que marcar enormes distancias y llevarse

las manos a la cabeza?

Lo peor es que, en la página 239 Garzón dice que “las críticas de Rosa Luxemburgo

demuestran que había otra alternativa para la defensa de la revolución” para, solo unas

líneas más abajo, sostener lo contrario: “¿era posible enfrentarse a catorce naciones, una

guerra civil y la pobreza con un sistema político diferente al que se puso en marcha? Son

preguntas para las que no tenemos una respuesta que no sea especulativa”. ¿Entonces

fue pura especulación lo que se dijo solo unas líneas más arriba al respecto de que Rosa

tenía razón? Tras tantos ejemplos de eclecticismo incluso contradictorio, se impone la

conclusión de que lo que esta propuesta política no ha asimilado es que, a veces, y

aunque ello imposibilite contentar a todos, se hace preciso tomar partido por una posición

difícil, como paso necesario para desembarazar a nuestro pueblo de los complejos que el

sistema trata de inocularle a fin de paralizarlo; complejos ante los cuales los intelectuales

“de vanguardia” parecen ser más sensibles que el propio pueblo llano.

A lo largo de las páginas 230 y 231, Alberto Garzón se empantana en una presunta

contraposición entre los liberales, que traicionaron a la revolución francesa, por un lado, y

la tradición republicana por el otro. Esto supone una auténtica distorsión de la historia. Los

republicanos eran o bien liberales o bien socialistas, y esto último era la cuestión. En otras

palabras: los girondinos y los liberales también eran republicanos. Y, por otra parte, ya

hemos leído las burlas de Marx contra la mitificada Declaración de 1789.

Con todo, es claro que el socialismo incluye determinadas reivindicaciones propias de la

tradición republicana, como afirma Garzón en la página 234; pero lo hace porque el

socialismo SUPERA al republicanismo ilustrado; lo supera conservando lo que debe ser

conservado, como ya vimos. Ahora bien, de ahí a confundirlos… Hay que entender que,

igualmente, Marx se basa en la economía política clásica inglesa (Smith, Ricardo, etc.);

pero los supera, y resultaría cuanto menos asombroso tratar de asimilar a Marx con el

liberalismo a causa de la coincidencia en algunas de sus categorías, tomadas de forma

descontextualizada.

Garzón culmina en la página 235 afirmando lo siguiente: “toda la tradición socialista

proviene de la matriz republicana y, por añadidura, de la defensa de los derechos

humanos”. Esta afirmación, como ya hemos adelantado, solo puede ser cierta si se refiere

a la tradición del socialismo utópico premarxista; pero no desde luego si alude al

socialismo de tipo científico inaugurado por el pensador alemán, pues no solo hemos

96

demostrado cómo Marx rechazó la abstracta noción de los “derechos humanos”, sino que

además es evidente que las medidas políticas concretas que este propuso superaron y

desbordaron claramente el canon del republicanismo francés.

De hecho, en la misma página y solo unas líneas más arriba, Garzón admite que Marx,

en LA GUERRA CIVIL EN FRANCIA (1871), alaba precisamente a la Comuna de París

por englobar conjuntamente tanto al poder ejecutivo como al legislativo. Lástima que el

líder de Izquierda Unida se olvide de confesarnos que, con ello, Marx está echando por

tierra (y a conciencia) el imposible mito republicano e ilustrado de la “separación de

poderes” (que, de hecho, Garzón sostendrá, siguiendo a Ferrajoli, en la página 241).

Garzón reivindica “ese hilo que conecta democracia y socialismo” (pág. 236). Pero, con

Marx y con Lenin, nosotros preguntamos: ¿libertad para qué? ¿Democracia para qué

clase? Porque, finalmente, en la página 243, el autor afirmará que “es el momento de

demandar más y más democracia”. Y nosotros no podemos estar más en desacuerdo: es

el momento de aclarar que la “democracia” burguesa no es en realidad democracia. Y de

proponer, de una vez, otro modelo sin ambigüedades. Y máxime viviendo, como vivimos,

en el lugar donde de manera más completa fue desarrollado el proyecto de levantar un

Frente Popular hacia una “democracia de nuevo tipo”, hacia una democracia “popular,

antioligárquica, antimonopolista”, como sin complejos defendió el PCE de la época.

V. La crisis… del reformismo y de su propia auto-censura electoralista

Seremos breves en este apartado, conscientes de que nuestra crítica se está alargando

ya más de lo debido. Compartimos y valoramos una parte de los análisis y datos que

Garzón emplea en este capítulo. Sin embargo, no podemos avalar afirmaciones como la

de que para Marx y Engels “era harto evidente que la clase trabajadora siempre estaría

del lado del socialismo” (pág. 268). El propio DIECIOCHO BRUMARIO, tan citado por el

autor, deja bien a las claras que buena parte del pueblo francés apoyó el golpe de Luis

Napoleón Bonaparte en 1851.

Tampoco compartimos la apuesta por “una solución dialogada y negociada en Cataluña”

(págs. 285 y 312). ¿Negociada con quién? ¿Y si el gobierno se niega a negociar o a ceder

nada, qué proponemos? ¿Seguir suplicándole que negocie? ¿Cómo se “dialoga entre

pueblos” (pág. 313)? ¿Si un pueblo no reconoce los derechos de otro (como la

autodeterminación), dejan de ser legítimos? ¿Reivindicar un derecho legítimo lleva a la

guerra nacionalista e imperialista, como se desliza en la página 315?

Tampoco estamos de acuerdo en que se aluda sin mayores consideraciones a

“desmontar la transición” (pág. 288), cuando lo que el PCE debería hacer es autocrítica

por su actuación durante aquellos años, y cuando es en los momentos claves donde no

hay que pasar por el aro… no 40 años después, cuando ya no hay nada en juego (varias

97

páginas más tarde, en la 298, y también en la 309, el problema de la Transición parecerá

ser solo cómo el PCE se la transmitió a la gente; es decir, el “relato” que se hizo de ella;

es decir, únicamente un problema de formas o de comunicación…).

Ni estamos de acuerdo en considerar los hechos de Checoslovaquia en 1968 como una

“democratización interna” (pág. 295), aunque comprendemos que Garzón así lo estime,

pues su concepto de la democracia es el del pluripartidismo y la democracia burguesa. O

en eso tan delicado de que los que están en las cunetas españolas “lucharon y murieron

por la democracia”, entendida esta como lo que tenemos ahora. No es cierto: en su

inmensa mayoría, lucharon y murieron por la revolución y por una sociedad que, desde

luego, no tenemos ahora. En su inmensa mayoría, incluso eran “accidentalistas” (como se

decía entonces) en la cuestión de la forma republicana de gobierno; los de las cunetas,

principalmente, eran rojinegros o rojos.

Ni estamos de acuerdo en que se utilicen tantos pretéritos (y tan perfectos) al hablar de

los que, durante el franquismo, “reprimieron, encarcelaron, torturaron y ejecutaron” a

comunistas (pág. 310). ¿Es que no ha ocurrido después, ya en el régimen del 78? Ni en

que, por último, se nos llame en esa misma página a conquistar la “democracia real”…

después de llamar “democracia” a la ficción que vivimos decenas de veces en las páginas

previas. Sencillamente, la política profesional, en su esterilizadora e inevitable pretensión

de atrapar votos, está tratando la transición de un modo que intenta agradar a cierto

sector de los jóvenes… pero sin romper, de una vez por todas, con la retórica

“democrática” que nos desarma; y, lo que es aún más grave, sin denunciar (y sin extraer

las conclusiones pertinentes en lo que respecta a la caracterización del actual régimen) la

represión posterior a la transición, así como la actual.

Conclusión

Nuestras conclusiones, muy esquemáticamente, serán las siguientes:

que un ideario construido sobre terminología tan “líquida” y difusa como los derechos

humanos, la libertad o la democracia es, por definición, débil y dificulta la plasmación de

líneas programáticas de mayor concreción;

que, precisamente por ello (y porque tales conceptos pueden significar una cosa

totalmente distinta en función de quién los esgrima), tal ideario no está a la altura de los

retos actuales que en el comunismo afrontamos como movimiento al servicio de una

clase, no ayudando ni siquiera a desarrollar una línea de masas (algo que trataremos para

cerrar este texto),

y que, en el fondo, la adopción de una terminología de esta naturaleza solo queda

justificada desde la asunción, más o menos velada, de las doctrinas de Laclau y del

98

posmarxismo, con su creencia de que debemos operar desde el caudal conceptual e

ideológico del enemigo para, de algún modo, “resignificarlo”, algo que, en nuestra opinión

y en la opinión de Marx, en realidad no hace sino desarmarnos (incluso aunque dicho

desarme se efectúe a cambio de alguna pírrica y momentánea victoria… electoral).

Con respecto al capítulo de conclusión del libro de Alberto Garzón, aparte de

contradecirse por tercera vez al volver a alabar “los derechos políticos y sociales que

caracterizan a nuestras sociedades democráticas modernas” (pág. 319: ¿no habíamos

concluido hace solo unas páginas que no vivíamos en una democracia real?), incluye, en

esa misma página, un ataque bastante agresivo y fuera de tono contra “los

revolucionarios portaestandartes” y los “debates litúrgicos y ceremoniales propios de

religiones”. ¿Y la sagrada liturgia de los de derechos humanos y de la democracia

ilustrada? ¿Quién porta ese “estandarte”?

La coartada de Alberto Garzón es la siguiente: que, a la hora de la verdad, la consigna

bolchevique fue “paz y tierra”. Cierto. Solo que, como olvida explicar, esta consigna de

Lenin se traducía así: la PAZ implicaba salir unilateralmente de la guerra imperialista, y

la TIERRA expropiar los latifundios de los terratenientes (es decir, el principal medio de

producción en un país agrario). Es cierto que Lenin no priorizó la consigna abstracta del

“socialismo”, sino que usó de manera estratégica una línea de demarcación que, por un

lado, pudiera propulsar a las masas contra el poder y, por otro, garantizara una alianza de

clases con el campesinado. Y nosotros esto lo estudiamos y lo comprendemos.

Por eso, pese al muñeco de paja que suele hacerse de nosotros, muchos de los

comunistas que andamos bien lejos de la estrategia estéril del reformismo electoralista en

el Estado español, lejos de presentar ante nuestro pueblo exaltaciones del sovietismo o

banderas folclóricas, llevamos años proponiendo que la línea de demarcación en nuestro

actual contexto, la que de hecho intentamos llevar a todas movilizaciones contra la crisis

porque puede impulsarlas hasta un punto en que antagonicen con el poder, se inicia con

la reclamación del NO al pago de una deuda externa que fue generada para rescatar al

sector financiero, y que es la responsable inmediata de los recortes socio-laborales que

hoy mueven la calle. Y, desde ahí, es necesario empujar las movilizaciones hacia el

objetivo de la expropiación de la banca y, necesariamente, hacia el cuestionamiento del

euro y de la Unión Europea.

Tal idea es defendida por Vicente Sarasa en el ensayo “ LÍNEA REVOLUCIONARIA Y

REFERENTE POLÍTICO DE MASAS . (Desde la dualidad organizativa. Apuntes entre

comunistas)”, que puede consultarse en Internet y que será incluido en la segunda parte

del libro EL DÍA D Y SU GERUNDIO, cuya primera parte, publicada recientemente por

Ediciones El Boletín, desde aquí recomendamos calurosamente. Porque esta línea

política sí que puede, mucho más que la retórica ilustrada y humanista en boga

actualmente, llevar a las movilizaciones y las “mareas” existentes hacia una estrategia

99

que vaya más allá de simplemente protestar porque “no nos representan”, o de votar a

partidos subordinados a lo que según los medios de comunicación “pueda o no decirse”

en cada momento, e incapacitados para cumplir su programa por su propia negativa de

inicio a poner en cuestión la pertenencia a esas instituciones europeas del colonialismo

alemán que rápidamente esterilizaron, por ejemplo, la experiencia de Syriza en Grecia.

El verdadero “reto de la izquierda”, como reza el subtítulo del libro que aquí hemos tratado

de analizar, es comprender todo esto, porque “conectar los ideales del MANIFIESTO

COMUNISTA con los de la DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS” (pág.

319), como propone Alberto Garzón para cerrar este libro, es sencillamente un oxímoron.

www.flamencorojo.org

TEXTO COMPLETO EN: HTTPS://WWW.LAHAINE.ORG/LA-IZQUIERDA-ANTE-

SU-VERDADERO

EEUU EN LAS ARMAS, EN LAS REDES DE MENTIRA POLÍTICA, EN LOS DAÑOS AL MUNDO … ES

EL NÚMERO 1.

https://forocontralaguerra.org/2018/02/06/eeuu-en-las-armas-en-las-redes-de-mentira-politica-en-los-

danos-al-mundo-es-el-numero-1/

6 FEBRERO, 2018 ESTAMOSENGUERRA DEJA UN COMENTARIO

Ramón Pedregal Casanova*

El 7 de febrero, acuérdense de esa fecha. Ese día se reúne, para cuando salga esta nota es posible se haya

reunido, el grupo mercenario denominado “Fuerza de Tarea” dedicado a invadir Cuba mediante los canales de

Internet. Trump ha puesto su cara retostada con infrarrojos en ello. Para llevar a cabo el ataque

desestabilizador el régimen paga a “organizaciones gubernamentales y No gubernamentales (ONGs)”, fuerzas

regulares y no regulares. En un artículo anterior exponía datos sobre estas organizaciones y los términos que

emplean para nombrarse: “Hace tan sólo unos días se ha podido saber con cuántos millones de dólares

alimenta (el régimen estadounidense) a la contrarrevolución, la enmascarada en ongs y otros tipos de

asociaciones, que se encuentran en el interior de la isla, son en torno a 30, que reciben del presupuesto

estatal de su gobierno imperial cantidades que llegan a alcanzar los 650.000 dólares. ¿En cuántas partes del

mundo el imperio arma, entrena, financia, compra a mercenarios y los emplea en la destrucción de un país y

otro?. Es fácil imaginar lo que esos mercenarios de esas 30 organizaciones tienen como objetivo para el

pueblo de Cuba, y lo deben odiar mucho porque no pueden con él”.

Sus nombres comienzan con indicadores como Directorio, Diario, Asociación, Centro de Investigación,

Grupo Internacional, Acercamiento, Observatorio, Apoyo, Fundación, Instituto, …, para continuar con

términos ambiguos …, lobos con piel de cordero.

El local de reunión de tales grupos de ultraderecha regulares y no regulares, es el Departamento de Estado de

EEUU, dedicado a la política exterior. Este Departamento de Estado lo dirige hoy el ultraderechista Rex

Tillerson, antes director ejecutivo de la petrolera Exxon Mobile. En el imperio del robo petrolero ocupaba el

100

puesto de presidente, luego podemos imaginar lo que elabora en su cabeza y la fuerza que le pone, y sabemos,

todo el mundo sabe, de las guerras que el régimen de EEUU ha desatado por el llamado oro negro.

Rex Tillerson alardea, como Trump, de preparar la comisión de semejante crimen, también ha hecho pública

su intención de matar de hambre a Venezuela con un bloqueo como el que desde el comienzo de la decada de

1960 realizan contra Cuba. En el caso de Venezuela se dispone a dar las órdenes pertinentes a sus gobiernos,

los suyos, en América Latina. Después de ver la imposibilidad de hacerse con el gobierno dentro dese de la

legalidad, de acabar con el proceso electoral que pone en evidencia su incapacidad para convencer a nadie,

quiere emprender una guerra sin cuartel, introducir de nuevo la violencia en las calles, desarrollar los

enfrentamientos en las fronteras, mantener y aumentar los robos financieros, que no lleguen alimentos ni

medicinas, acosar a la clase obrera a la espera de un momento que le permita un asalto definitivo. Rex

Tillerson, Trump y Pompeo, director de la CIA y dueño de otra petrolera, son la cara visible del mundo

financiero del crimen imperial. Es su derecho dictatorial o el derecho del pueblo a los beneficios sociales.

Los que se postulan como asesinos no han tenido reparo en declarar a sus medios informativos de propaganda

lo que van a hacer, y hasta preparan el asalto hablando en la ONU de “canales humanitarios e intervenciones

humanitarias”. En la ONU se sabe que ese lenguaje ha sido siempre la antesala de la invasión militar. ¿No

debería la ONU llamar a organizar la resistencia a los países que incumplen la legalidad internacional

saltándose el derecho reconocido de cada pueblo al respeto de su gobierno elegido? ¿No debería la ONU

articular un grupo de oposición al bloqueo ilegal estadounidense y a su injerencia en los asuntos internos de

Cuba y Venezuela? ¿No es hora de que la ONU grite, escandalice, se ponga en pie contra los tiranos que

someten una y otra vez a los pueblos?. Pues no, porque la ONU no tiene esas atribuciones, el imperio dispone

de sus gobiernos, los suyos, para que no salga de ahí una Organización de Naciones que aplique sanciones,

bloquee o impida al imperio seguir arruinando países económica, financiera y militarmente.

Enfrentados a una tercera gran guerra los pueblos del mundo deberán ser capaces de romper las bases del

capitalismo global.

Rex Tillerson y su Exxon Mobil quieren volver a disponer de Cuba, primer territorio libre de América, y

llevarse gratis el petróleo venezolano. El caso del petróleo de Venezuela es más reciente: el presidente Chávez

impidió al emporio petrolero de Rex Tillerson, la Exxon Mobil, su robo al nacionalizar la Faja del Orinoco y

aprobar que el 60% fuese para Venezuela. Rex Tillerson entonces boicoteo el beneficio para el pueblo

venezolano y cerró la puerta en Venezuela para acudir a un Tribunal, el Centro Internacional de Arreglo de

Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) que le rebajó su exigencia de 20.000 millones de indemnización

a 1600. Claramente res de res, nada de nada, en catalán.

Pero el imperio se dará por vencido cuando se le mueva la silla. Mientras tanto acelera la búsqueda del

camino que le permita desarticular la resistencia de Cuba y conseguir la partición de Venezuela. El

vicesecretario de Estado a la promesa del bloqueo ha añadido la de no reconocer al gobierno democrático, y

ha dado órdenes a la oposición mercenaria para que no firme acuerdo alguno y tampoco se presente a las

elecciones presidenciales. Como sabe que la conciencia del pueblo ha crecido y ha crecido la cultura

ciudadana de la unidad popular y antiimperialista, no esta dispuesto a dejar que transcurra la nueva

convocatoria a las urnas.

En el intento de crear el escenario repetido en Oriente que sirviese de pie de playa para justificar el envío de

fuerzas militares, el régimen de EEEUU irá viendo el desgaste que produce en el país bolivariano. Tras el

petróleo se encuentran los recursos naturales como gas, agua, oro, uranio, minerales raros … en los que

101

Venezuela es también una potencia mundial. Con lo poco que ha podido disponer el gobierno revolucionario

ha terminado con el analfabetismo, con la falta de vivienda, sanidad, ha reducido la miseria la pobreza

extrema a niveles no conocidos antes, … y el gran capitalismo, con el fascista Rex Tillerson de jefe, se

moviliza para echar la nueva construcción social abajo.

¿Recuerdan a Chávez en la ONU diciendo desde la tribuna que allí olía a azufre porque se había hecho

presente el demonio Bush?: Rex-Trump huele a azufre.

En igual medida éste demonio de dos cabezas se ha planteado aplastar a Cuba, para lo que ya ha presentado a

sus otros dos cabecillas en semejante tarea intervencionista, ilegal a más no poder como la intervención contra

Venezuela: los que van a dirigir la invasión de internet son los senadores fascistas Bob Menéndez y Marco

Rubio. Con éstos, Rex Tillerson, dice asegurar la presión sobre Cuba.

Para la guerra mediante las ondas de transmisión y del hambre por bloqueo y robo de toda mercancía que

pueda llegar a los dos países, el famoso propuesto a sí mismo como genocida maneja cantidades

multimillonarias de dinero: el presupuesto de su Ministerio para hacer trabajar a los gobiernos prostitutos,

según cifras que el mismo órgano publica, es de 57.533 millones de dólares.

Detengámonos un poco más en el Departamento de Estado o Ministerio de Exteriores: el nombre del edificio

donde se reunirán los mercenarios para preparar el ataque a Cuba por las redes sociales es Harry S. Truman.

¿Esa es su bandera?.

Harry S. Truman fue el creador del Consejo Nacional de Seguridad desde el que coordinan y dirigen la

política exterior del imperio, y fue creador de la CIA, bien conocida por su actividad en golpes de Estado,

desestabilizaciones y asesinatos en los cinco continentes. Ustedes recordarán en Cuba atentados, invasiones e

intentos de asesinar a Fidel más de 650 veces. Harry S. Truman se otorgó poderes especiales en política

exterior y su acción más conocida fue tirar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Su mandato

duró de 1945 a 1953 y en 1950 metió a EEUU en la guerra de Corea, su resultado fue negativo, quizás la

primera que perdió el imperialismo resultante de la Segunda Guerra Mundial. Truman llegó a tener previsto

volver a tirar más y más bombas atómicas sobre los coreanos, pues resultaban y resultaron invencibles. Aun

hoy el régimen dictatorial estadounidense, con otro bloqueo ilegal y brutal, no puede vencer al pueblo

coreano, que no amenaza a nadie y hace saber su derecho a defenderse.

Bajo el mandato del genocida Harry S. Truman la ultraderecha emprendió, con McCartur en cabeza, la

persecución política conocida como “caza de brujas”, persecución contra gentes de izquierda, comunistas.

Además de las detenciones, encarcelamientos, expulsiones del trabajo y aislamiento social de gente conocida

como intelectuales, artistas y cineastas, otros muchos sufrieron castigos que acabarían con su vida. Entre éstas

últimas personas debe recordarse a Ethel y Julius Rosemberg, acusados de pasar a la Unión Soviética

informes sobre la fabricación de la bomba atómica, acusación falsa, y fueron condenados a morir en la silla

eléctrica y asesinados en ella.

Si a la cacería emprendida por Truman-McCarthur se la llamó “caza de brujas”, ¿cómo llamaríamos ahora a la

persecución que Rex Tillerson y Trump llevan a cabo contra todo pueblo y gobierno que no se inclina ante

ellos, que no les obedece y no se rinde a sus intereses?. Habrá que inventar un nombre al crimen que vienen

cometiendo contra Cuba desde hace 14 ó 15 presidentes de EEUU.

102

Así es que el lugar donde se van a reunir los grupos fascistas que preparan la agresión contra Cuba se llama

Harry S. Truman, para que no se dude del carácter de los allí reunidos y de su propósito criminal.

También Obama, reconociendo el fracaso de la guerra contra Cuba, nunca suspendió el bloqueo como tal,

puso por delante las cañoneras de Internet y más propaganda, entre la que ha destacado la publicidad

diplomática; con esas nuevas formas el imperio esperaba debilitar la Revolución cubana. Obama dio cauce a

la mayor inversión hasta entonces en medios digitales a emplear contra Cuba, y supimos del programa que se

conoció como Zunzuneo, otro fue el Piramideo, y para terminar el llamado Commotion.Sus mercenarios

hicieron cursos mediante invitaciones viajeras para los jóvenes cubanos en los que disponía todos los medios

materiales con los que sembrar en ellos la desconfianza a la revolución, la admiración por el consumo y el

desprecio por los valores de la independencia, la soberanía nacional y la mayor igualdad y derechos sociales.

Los señuelos imperiales ofrecían becas y premiaban con dinero en metálico a quien en las redes se prestase a

tirar contra los revolucionarios. Mientras tanto el aparato de propaganda difundía la imagen de Obama como

la de un dialogante, con esa pantalla táctica se ocultaba la intención estratégica.

Si aquello no dio el resultado deseado, el régimen estadounidense se ha dispuesto a trabajar más la agresión

descarada e ilegal, y para llevarla adelante va a reunir a sus servidores en el espíritu de Harry S. Truman.

Mediante ese campo de guerra que es Internet van a introducir la mayor cantidad producida hasta ahora de

visiones infectadas y enfermizas, virus que debiliten la fortaleza de unidad ante el imperio a partir de

cualquier acontecimiento, sea pequeño o minúsculo; van a bombardear con publicidad de Hollywood

invenciones, falsedades y retorcimientos para agrandar la mirada que lleve a la desconfianza hacia el entorno

y los logros colectivos. Esas manos que trabajan para las agencias propagandísticas del capitalismo pagan al

ejército regular y al no regular para que asalten la vida diaria del pueblo cubano. En su caso la bandera o el

símbolo que han escogido de Harry S. Truman tiene detrás al dictador Batista. ¿Qué se puede esperar de

semejantes invasores internautas?

En Davos, el multimillonario Soros, competente de Trump, dijo de Facebook y Google: “son monopolios

cada vez más poderosos, defienden regímenes autoritarios y pretender crear una red totalitaria”.

Sobre el ejército de periodistas propagandistas estadounidenses pesa lo dicho por su colega Jhon Swinton,

redactor jefe del Nueva York Times, en el homenaje que le brindaban por su jubilación en 1880: “No existe lo

que se llama prensa independiente, a menos que se trate de un periódico de una pequeña villa rural. Vosotros

lo sabéis y yo lo sé. No hay ni uno solo entre vosotros que ose expresar por escrito su honrada opinión, pero si

lo hiciera, sabéis perfectamente que vuestro escrito no sería nunca publicado. Me pagan 150 dólares

semanales para que no publique mi honrada opinión en el periódico en el cual he trabajado tantos años.

Muchos, entre vosotros, reciben salarios parecidos por un trabajo similar… y si uno cualquiera de vosotros

estuviera lo suficientemente chiflado para escribir su honrada opinión se encontraría en medio de la calle

buscando un empleo cualquiera, exceptuando el de periodista. El trabajo de periodista de Nueva York consiste

en destruir la verdad, mentir claramente, pervertir, envilecer, arrojarse a los pies de Mammón, vender su

propia raza y su patria para asegurarse el pan cotidiano. Vosotros lo sabéis, y yo lo sé; así pues ¿a qué viene

esa locura de brindar a la salud de una prensa independiente? Somos las herramientas y los lacayos de unos

hombres extraordinariamente ricos que permanecen entre bastidores. Somos marionetas, somos sus títeres;

ellos tiran de los hilos y nosotros bailamos al son que ellos quieren. Nuestros talentos, nuestras posibilidades y

nuestras vidas, son propiedad de otros hombres. Somos prostitutas intelectuales”.

Desde la declaración de John Swinton a la de Soros hay la distancia de la tecnología. El imperio miente más y

con más medios. No hay que dejarse llevar por la fuerza de la corriente. La mejor respuesta, decía Chávez, es

103

un ataque. En este caso los disparos contra el enemigo imperial se hacen con la verdad objetiva. Recuerden la

fecha: el 7 de febrero se reúnen, se habrán reunido los mercenarios con sus pagadores para hacer planes de

guerra contra Cuba; tienen como bandera a Harry S. Truman.

*RAMÓN PEDREGAL CASANOVA ES AUTOR DE LOS LIBROS: “GAZA 51 DÍAS”,

“PALESTINA. CRÓNICAS DE VIDA Y RESISTENCIA”, “DIETARIO DE CRISIS”, “BELVER YIN

EN LA PERSPECTIVA DE GÉNERO Y JESÚS FERRERO”, Y “SIETE NOVELAS DE LA

MEMORIA HISTÓRICA. POSFACIOS”. PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN EUROPEA DE

COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y ESTUDIOS SOCIALES AMANE. MIEMBRO DE LA

COMISIÓN EUROPEA DE APOYO A LOS PRISIONEROS PALESTINOS.

“América Latina, desarrollo más allá del neoliberalismo”

http://www.elsalmon.co/2018/02/america-latina-desarrollo-mas-alla-

del.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+Elsalmon-Revista+%28ELSALMON+-

+Revista+Cultural%29

| Por: Alejandro Vanoli* / Orden Mundial |

A lo largo de los 200 años de Historia latinoamericana de independencia formal, hemos

presenciado un conflicto entre dos modelos: uno enraizado en lo nacional y popular y otro de

inserción mundial dependiente, proyecto conducido a beneficio de las élites locales dominantes.

Esos dos modelos se han alternado sin una prevalencia clara a lo largo de nuestra independencia,

sin que pueda afianzarse desde 1930 ningún modelo de desarrollo sustentable e inclusivo.

Cada vez que los Gobiernos populares han intentado consolidar un proyecto autónomo, diferentes

circunstancias internacionales, la oposición de los bloques dominantes vía golpes tradicionales o

blandos y las limitaciones y errores propios han impedido la construcción de una patria autónoma y

pujante. Y en la trágica alternancia de experiencias populares truncas y proyectos oligárquicos

inviables siempre está presente la restricción externa. Si bien los Gobiernos populares del siglo XXI

no terminaron en crisis económicas profundas, la renovada restricción externa provocó el regreso

de la vieja nueva derecha por vías electorales o pseudolegales.

El crecimiento hacia fuera

Tras el modelo agroexportador vigente desde 1880 a 1930 y la crisis mundial posterior, diversos

Gobiernos tuvieron que sustituir las importaciones y fortalecer el Estado. El deterioro de los

104

términos de intercambio mostró los límites del proyecto agroexportador para generar un excedente

que permitiera sostener el crecimiento económico y evitar las crisis.

Los modelos sustitutivos entre 1930 y 1975 tuvieron varias fases. El primero fue conducido por

fuerzas conservadoras y tuvo que impulsar políticas estatales intervencionistas y sustitutivas de las

importaciones para afrontar la crisis. Una segunda fase fue de profundización de dicho proceso,

canalizado por Gobiernos populares. El peronismo argentino, el varguismo brasileño y el

cardenismo del Partido Revolucionario Institucional mexicano serían, con ciertas diferencias,

experiencias en las que el Estado dirigió un proceso de industrialización captando las rentas del

sector primario, controlando el comercio exterior e impulsando nacionalizaciones de empresas y un

mercado interno con una urbanización creciente de trabajadores con mayores derechos e ingresos,

un empresariado nacional emergente y un círculo virtuoso de ampliación del consumo e inversión

que permitió un crecimiento sostenido.

A principios de los años 50, la expansión del consumo popular impulsó importaciones más allá de

los avances del proceso sustitutivo que requería la expansión del mercado interno. En un contexto

de caída de los precios de exportación, los Gobiernos populares debieron hacer un ajuste externo

para evitar la caída en reservas. Para finales de la década, los modelos desarrollistas accedieron a

los Gobiernos regionales. Si bien se mantuvieron cierta intervención pública y el modelo sustitutivo

—a pesar de los deseos de retorno de las élites tradicionales—, el modelo de desarrollo se

transnacionalizó con un perfil más exportador y menos ligado al mercado interno: se promovió la

radicación de empresas transnacionales y se frenó el proceso de redistribución progresiva de la

riqueza.

Esta variante del modelo sustitutivo no pudo consolidarse por la inestabilidad intrínseca de dos

fuerzas en pugna: los sectores tradicionales oligárquicos, apoyados en las Fuerzas Armadas, que

pretendían la vuelta del modelo primario exportador, y las fuerzas populares, que defendían sus

conquistas. Los golpes de 1962 en Argentina y 1964 en Brasil terminaron la fase civil del

neodesarrollismo.

La cuarta etapa ocurre a fines de los 60 y hasta mediados de los años 70 entre golpes militares

nacionalistas revolucionarios en Perú y Bolivia y procesos electorales que impulsaron el regreso

del peronismo y el triunfo de Unidad Popular en Chile. Así como el consenso keynesiano fue fuente

de inspiración de los procesos populares y desarrollistas que impulsaron el pensamiento cepalino,

el contexto mundial independentista y revolucionario, el Mayo francés y Vietnam impulsaron

procesos que pretendían cambios más profundos. La teoría de la dependencia se hizo carne en las

experiencias democráticas del Gobierno de Allende y la experiencia peronista de 1973, además de

los procesos nacionalistas revolucionarios del velazquismo en Perú y Ecuador.

105

Fuente: Diario sobre diarios

Se profundizaron las nacionalizaciones de los recursos y la reforma agraria, había mayores

controles en el sector externo y se impulsaron medidas sociales para alcanzar una distribución más

justa de la riqueza. La debacle petrolera de 1973 generó una crisis externa e inflacionaria que

alimentó las prácticas destituyentes estimuladas por la CIA y se sucedieron golpes en el Cono Sur,

Perú y Ecuador.

En 1976 se consolidan en la región golpes militares que inician una etapa que intenta clausurar el

modelo sustitutivo dirigido por el Estado. No se trataba de volver a políticas económicas ortodoxas,

sino de implementar reformas económicas neoliberales que, abrevando en el neoconservadurismo

de Reagan y Thatcher, pretendían reconfigurar el aparato productivo y las relaciones sociales en

América Latina. El trasfondo de la irrupción neoliberal es el fin de las restricciones a los

movimientos internacionales de capitales que predominó desde 1930 hasta el colapso de Bretton

Woods en 1973. Comenzaba una fase de fuerte predominio del capital financiero mundial.

En nuestros países, el sector industrial nacional pierde peso ante la alianza de los sectores

tradicionales del agro y la energía, que se financierizan como una parte de los sectores industriales

concentrados que se desentienden del desarrollo del mercado interno. Si bien el proceso en

Argentina comenzó con un ajuste clásico, la centralidad es el impulso de una profunda apertura

comercial y financiera: bajada de los aranceles, eliminación de restricciones arancelarias y

pararancelarias y la aprobación de acuerdos comerciales de libre comercio.

106

Se impulsa una apertura financiera liberal eliminando todas las restricciones a los movimientos

especulativos de capitales, tanto de ingreso como de salida, lo que permite un ciclo de

endeudamiento propulsado por los profundos desequilibrios fiscales y externos que conlleva el

modelo. El ingreso masivo de capitales del exterior que aprovechan las altas tasas de interés en

moneda local genera una apreciación de la moneda nacional y un aumento en el déficit de cuenta

corriente por el estímulo a las importaciones que provocan la apertura y el dólar subvaluado.

La fuerte subida de la tasa de interés en los Estados Unidos provocó un gran desequilibrio en las

cuentas públicas de los países endeudados y generó la suspensión de pagos. En los 80 no fue

posible en América Latina reimpulsar un proceso de desarrollo nacional por el elevado peso del

endeudamiento en las cuentas públicas y a principios de los 90 comienza una nueva fase de

endeudamiento: la segunda fase neoliberal —y tercera experiencia de un modelo de crecimiento

hacia fuera—. A diferencia de los años 70, no son los bancos, sino un conjunto de inversores

institucionales, los que invierten en bonos públicos o privados de la región. Las privatizaciones

impulsaron en la región un mayor endeudamiento externo y la desnacionalización de la economía.

La segunda fase del modelo neoliberal tuvo en Argentina y México dos fases: una de crecimiento

entre 1991 y 1994, ligada a un fuerte endeudamiento —pero con desarticulación productiva y un

aumento de la desigualdad—, y una posterior de crisis. Como señalamos en 2002 en un

documento para el plan Fénix junto a Benjamín Hopenhayn:

En la década de los noventa el fuerte crecimiento de la deuda pública interna y externa llevó a la

destrucción de gran parte de la industria nacional, a niveles desmesurados de desempleo y

pobreza, a la creciente limitación de la capacidad financiera del Estado, a sucesivas crisis y

ataques especulativos. La nación fue llevada a una virtual quiebra, que desembocó en el

default[suspensión de pagos].

La restauración popular: el kirchnerismo

Con la implosión del neoliberalismo se sucedieron en América del Sur Gobiernos que intentaron

revertir el neoliberalismo y sentar las bases para un desarrollo nacional autónomo. Con sus

idiosincrasias y un desigual grado de avance, la Argentina del kirchnerismo, el Brasil del Partido de

los Trabajadores y otras experiencias en la región marcaron un profundo quiebre, pero culminaron

en 2015-2016. Solo Bolivia luce aún como el modelo popular más avanzado y consolidado.

La experiencia kirchnerista tuvo logros muy importantes que posibilitaron el decenio de crecimiento

más alto —con un promedio del 6,7% anual— comparado con el siglo anterior. Ello se obtuvo a

107

partir de la recuperación de la solvencia, la soberanía y la dignidad nacional; una drástica

reducción del desempleo y el saldo positivo de los salarios reales y las jubilaciones redujeron

sensiblemente la pobreza y la indigencia. El desendeudamiento —que pasó del 140% al 40% del

PIB— y la salida del Fondo Monetario Internacional fueron logros esenciales junto al rechazo al

Área de Libre Comercio de las Américas y la generación de Unasur, además de la recuperación de

los fondos previsionales, YPF y Aerolíneas Argentinas y las reformas financieras del Banco Central

y la nueva ley de mercado de capitales.

La magnitud de esos logros es significativa, más allá de las insuficiencias y limitaciones, debidas a

la pesada herencia de la dictadura, que consagró una conciencia colectiva debilitada, un Estado

destruido, gran parte de una generación arrasada y el fuerte debilitamiento del empresariado

nacional, además de una deuda impagable y la dolarización del país, entre otros serios retrocesos

—macroeconómicos y sociales—, profundizados en los años 90, que hicieron eclosión en 2001.

Faltó una mejor planificación en el uso de divisas en los primeros años para evitar los cuellos de

botella de ese karma nacional: la recurrente aparición de la restricción externa —un desafío mayor

cuando se sostiene una política de ampliación del consumo—, la demanda agregada y el

desendeudamiento en un marco de crisis mundial y un bloqueo financiero destituyente. Hubiesen

ayudado, sin duda, una recuperación más temprana de YPF y medidas que aliviaran el déficit

energético que condujo a una reducción del superávit externo, agravada con la crisis mundial de

2008 y el bloqueo neocolonial del juez Griesa. Si bien hubo avances en la sustitución de las

importaciones, completar el proceso no era fácil en un mundo donde las transnacionales son

presionadas en sus países de origen pararenacionalizar su producción.

También se debió haber reducido la velocidad del desendeudamiento para tener mayor poder con

que enfrentar todos los procesos destituyentes y haber limitado la salida de capitales de los grupos

económicos en el primer mandato de Cristina Kirchner para evitar las restricciones que hubo que

imponer con más apremio y profundidad a partir de 2011, que en muchos casos son

imprescindibles en un país en desarrollo y un mundo en crisis, pero que obligaron a adoptar

modalidades que tuvieron costos económicos y políticos.

108

Fuente: Cartografía EOM

No puede desligarse lo ocurrido en Argentina del golpe parlamentario a Dilma, la destitución de

Lugo o los fracasados intentos golpistas sobre Correa y Morales: reflejan una tendencia regional

regresiva producto de maniobras destituyentes, el efecto de la crisis mundial, las limitaciones de

nuestros propios procesos progresistas y el insuficiente cambio cultural de nuestras sociedades.

De la primera década del siglo con los Kirchner, Lula y Chávez a la era de Macri y Temer hay un

retroceso muy fuerte. ¿Una interrupción de corto plazo? ¿Una regresión larga? En el apogeo de los

Gobiernos nacionales y populares, la región no pudo avanzar en una mayor integración productiva,

comercial y financiera.

El Gobierno de Macri, tercer modelo neoliberal

Todas las medidas adoptadas por Macri desde diciembre de 2015 benefician objetivamente a los

sectores financieros y rentísticos y al capital concentrado del agro, energía y minería. La

eliminación de los controles a los capitales especulativos, la fuerte devaluación, la bajada en las

retenciones a la soja y la apertura comercial provocaron una fuerte caída del PIB en 2016, una

duplicación de la inflación y un fuerte aumento del déficit fiscal y comercial que se financia con

endeudamiento.

109

La actual dinámica de altas tasas de interés con tipos de cambio que se retrasan favorece una

especulación financiera que promueve el endeudamiento; en dos años Argentina se endeudó en

más de cien mil millones de dólares. No lo hizo para producir más, sino para pagar a

los buitres financieros y generar una valorización que destruye la economía real de los argentinos.

El aumento del déficit fiscal se espiraliza y promueve más endeudamiento, pero, paralelamente, se

percibe una creciente dolarización y fuga de capitales.

110

Argentina a la cabeza en colocación de deuda. Fuente: Ambito.com

El Gobierno macrista suponía que podía crecer con inversiones extranjeras y un salto en las

exportaciones generado por la devaluación y menores retenciones en un “clima favorable a los

negocios”, que incluía priorizar a los buitres y bajar los salarios reales. Hubo errores crasos de

111

cálculo; las inversiones no vinieron. Las exportaciones, salvo las de unos pocos productos

primarios, no crecieron. Argentina tiene un déficit externo de 4,5% del PIB, el más alto desde 1994.

El modelo cierra temporalmente con un fuerte endeudamiento. ¿Hasta cuándo?

Uno de los factores de empuje de los movimientos de capital es la tasa de interés en los países

centrales; existen incentivos para una valorización financiera temporal en la periferia en las fases

de tasas bajas. No obstante, cuando los países centrales se ven obligados a subir la tasa de

interés, no es posible para los países en desarrollo retener esos capitales. Este fenómeno,

conocido como paradas repentinas, refleja la temeridad e imposibilidad virtual de depender

indefinidamente de la entrada de capital especulativo; así, los países endeudados no pueden

refinanciar parte de su deuda por los frenazos que se producen en el ciclo de capitales

internacionales y se ven expuestos a una crisis.

Por otro lado, la llegada de Trump a la presidencia de los Estados Unidos entierra cualquier

pretensión del Gobierno argentino de celebrar acuerdos comerciales, promover inversiones con

dicho país y endeudarse a tasas bajas de forma prolongada. La reforma tributaria en EE. UU.

generará un incremento del déficit fiscal —como ocurrió en las Administraciones de Reagan y

Bush—, que provocará un mayor endeudamiento y subidas en la tasa de interés.

Esta combinación profundizará el complejo contexto que afronta nuestra región, tanto por el lado

comercial como por el financiero; mayores tasas de interés redundarán en una apreciación mundial

del dólar y un mayor flujo de capitales a los Estados Unidos. La apreciación del dólar siempre

provoca una caída en los precios de los productos básicos que exporta América Latina, lo que

afectará aún más al balance comercial de la región y generará riesgos de exilios bancarios y

cambiarios, además de una fuerte recesión, como en los dos neoliberalismos de los años 70 y 90.

La idea de un país abierto a las importaciones y solo basado en una especialización primaria

exportadora es inviable en el medio plazo; genera desempleo, exclusión y una vulnerabilidad

estructural del sector externo que se traduce en una alta dependencia de la evolución del comercio

mundial y los precios de las mercancías que producimos. Asimismo, es menos viable en el nuevo

contexto mundial de desglobalización y proteccionismo. Esto puede acelerar la crisis del tercer

Gobierno neoliberal, dinámica que terminará siendo más rápida o más lenta dependiendo de la

velocidad del ajuste en los países desarrollados.

Cómo evitar la alternancia de los dos modelos en pugna

112

Un crecimiento que no completó el proceso sustitutivo y un desarrollo ligado tanto al mercado

interno como a exportaciones con más valor agregado generaron restricciones y un alto déficit en

los Gobiernos populares del siglo XX. Los Gobiernos conservadores y desarrollistas, que

promovieron un ajuste y devaluaciones, tampoco lograron generar un desarrollo viable. El

neoliberalismo pretendió salvar la brecha externa con endeudamiento y eso devino siempre en

crisis. Los Gobiernos populares del siglo siguiente conciliaron el estímulo a la demanda con

políticas de equilibrio fiscal y externo y promovieron el desendeudamiento, pero la crisis mundial,

así como la insuficiencia y contradicciones del proceso, reintrodujeron la restricción externa.

Un proceso conducido por sectores trasnacionales implica un déficit estructural externo. Se importa

más producción y hay una mayor transferencia de utilidades y dividendos y una salida continúa de

capitales que genera un saldo estructural deficitario, una dinámica solo sostenible con aún más

endeudamiento. Por otra parte, un modelo de desarrollo más autónomo no garantiza

necesariamente un equilibrio externo; es necesario que el Estado genere reglas e incentivos para

nacionalizar lo máximo posible los procesos productivos y que vaya acompañado de una

movilización del ahorro nacional, incluido un mayor uso de la moneda local mediante una

transformación del sistema financiero para costear inversiones productivas y evitar el

endeudamiento externo y las filtraciones del excedente al exterior.

Una nación viable en esta etapa de globalización debe tener escala regional y requiere el concurso

de un Estado fuerte que formule una estrategia de desarrollo de medio y largo plazo y ejecute

políticas consistentes. Si bien el sector externo ha sido el talón de Aquiles de los procesos de

desarrollo nacional, la recurrente restricción externa es siempre el campo de batalla de distintos

sectores sociales que pujan por el modelo de nación. Tener bajo control el sector externo es crucial

para una estrategia viable. Ello implica no solo una política cambiaria al servicio del desarrollo;

requiere además poder consolidar un modelo productivo nacional con un mercado interno fuerte,

un avance en las políticas sustitutivas y la generación de cadenas productivas de valor regional

que permitan conciliar eficiencia y un uso racional de divisas con competitividad internacional para

ampliar y diversificar la exportación.

Estas son, en síntesis, algunas de las bases para superar virtuosamente los límites de las

experiencias populares anteriores y revertir definitivamente las falencias que nos han sumergido en

modelos antinacionales y antipopulares, que siempre nos hundieron en el abismo.

(*)Acerca de Alejandro - Consultor económico financiero, escritor y docente universitario.

Entre 2009 y 2014 fue Presidente de la Comisión Nacional de Valores argentina. Además de

octubre de 2014 a diciembre de 2015 ostentó la presidencia del Banco Central de Argentina.

En la actualidad enseña en la Universidad de Buenos Aires y es autor de varios libros, el

último “Patria o Dólar”.

113

TENEMOS MOTIVOS DE SOBRA PARA SER OPTIMISTAS

Una corriente de pensamiento en alza promueve la fe en el constante avance humano. Steven Pinker ofrece sorprendentes indicadores para medir el progreso

3 FEB 2018 - 17:00 CST

https://elpais.com/cultura/2018/02/02/actualidad/1517595455_554752.html

El terremoto de Lisboa, que destruyó la capital portuguesa en la mañana de Todos los Santos de 1755,

abrió un debate filosófico que no se ha cerrado todavía y en el que acaban de entrar el fundador de

Microsoft, Bill Gates, y uno de los ensayistas estadounidenses más influyentes, Steven Pinker. Aquel

cataclismo enfrentó a los pensadores ilustrados del siglo XVIII, defensores de la fe en el progreso, con el

tremendo problema de intentar explicar el mal, la irracionalidad y la existencia de un desastre de tan

enormes consecuencias. ¿Realmente era posible decir que el mundo iba mejor a la vista de semejante

catástrofe? La sacudida lisboeta no impidió que aquellos ilustrados reafirmaran su confianza en que la

humanidad indefectiblemente avanza.

Casi tres siglos después, el espíritu de una nueva Ilustración, que tampoco está dispuesta a cuestionar el

progreso, vuelve a desempeñar un papel importante. Surgen dilemas similares: ¿debemos dejarnos

influir por la realidad inmediata o debemos observar movimientos de fondo más profundos y

positivos? ¿Puede un desastre o el temor a un desastre —por ejemplo, los efectos del cambio climático—

hacernos desistir de nuestra confianza en el futuro? Pinker, el apóstol de esta corriente de pensamiento

positivo, respondería rotundamente que no. Su ensayo, ENLIGHTENMENT NOW. THE CASE FOR

REASON, SCIENCE, HUMANISM AND PROGRESS (EN DEFENSA DE LA ILUSTRACIÓN.

POR LA RAZÓN, LA CIENCIA, EL HUMANISMO Y EL PROGRESO, que publicará en junio en

España la editorial Paidós), sale a la venta en febrero en EE UU. La editorial ha tenido que adelantar la

fecha después de que Bill Gates escribiese la semana pasada que era “el mejor libro” que había leído en

su vida, lo que desató las ventas anticipadas.

En el capítulo difundido por la editorial Viking a través del blog del fundador de Microsoft y filántropo,

Pinker se defiende de lo que llama “progresofobia”. En su libro anterior, LOS ÁNGELES QUE

LLEVAMOS DENTRO (Paidós), defendía la idea de que vivimos en el momento menos violento de la

historia de la humanidad, postura por la que recibió rotundos elogios, pero también algunas críticas que

le acusaban de un exceso de optimismo.

Aquel libro se publicó durante la crisis económica, cuando había bajado de golpe el nivel de vida de

mucha gente. Pinker decía que era una cuestión de perspectiva y que lo importante era buscar tendencias

de largo aliento. Incluso así, opinaban algunos, sucesos como la II Guerra Mundial o el bajón de la

114

esperanza de vida que se produjo en Europa durante las guerras de religión de los siglos XVI y XVII

demostraban que la posibilidad de que la humanidad diese pasos atrás era real.

Bill Gates ha calificado el nuevo ensayo del profesor de Harvard como “el mejor libro” que ha leído

En su nuevo ensayo, Pinker entra al trapo y profundiza en la misma idea, esta vez tratando de definir lo

que significa avanzar y construir un mundo mejor. “¿Qué es progreso?”, se pregunta este catedrático de

Psicología de Harvard, nacido en Montreal hace 63 años. “Pueden ustedes pensar que es una cuestión tan

subjetiva y culturalmente relativa que resulta imposible responderla. Por el contrario, pocas preguntas

tienen una respuesta tan sencilla. La mayoría de la gente estará de acuerdo en que la vida es mejor que la

muerte; la salud es mejor que la enfermedad; la alimentación, mejor que el hambre; la paz, mejor que la

guerra; la seguridad, mejor que el peligro; la libertad, mejor que la tiranía; la igualdad de derechos,

mejor que la discriminación; el conocimiento, mejor que la ignorancia; la inteligencia, mejor que la

contemplación aburrida del mundo; la felicidad, mejor que la miseria; la posibilidad de disfrutar de la

familia, los amigos, la cultura, la naturaleza, mejor que un trabajo penoso y monótono. Y todo eso se

puede medir y se ha incrementado a lo largo de los años. Eso es progreso”.

Como no podía ser de otra forma, en el segundo párrafo del nuevo libro, Pinker hace referencia a

Voltaire y asegura que le acusaron de ser un nuevo Pangloss, el protagonista de CÁNDIDO, la novela

que el gran filósofo francés de la Ilustraciónescribió después del terremoto de Lisboa. Seguidor de

Leibniz, Pangloss siempre dice que “vivimos en el mejor de los mundos posibles”, lo que podría resultar

solo aparentemente contradictorio ante el paisaje de la capital portuguesa en ruinas. “Voltaire no satirizó

la Ilustración, sino todo lo contrario, criticaba la racionalización religiosa del sufrimiento, que defendía

que Dios no tenía más opciones que permitir epidemias y masacres porque el mundo sin ellas era

imposible”, escribe Pinker.

Curiosamente, el cataclismo que sufrió Portugal sí que provocó un cambio profundo, que podríamos

considerar muy ilustrado. Como explica Nicholas Shrady en THE LAST DAY. WRATH, RUIN AND

REASON IN THE GREAT LISBON EARTHQUAKE OF 1755 (El último día. Cólera, ruina y razón

en el gran terremoto de Lisboa de 1755), como ocurre ahora con los desastres naturales, muchos países

ofrecieron ayuda, un fenómeno inédito hasta entonces en Europa: hasta ese momento, la idea era que si

un Estado sufría un desastre de tremendas proporciones, como el incendio de Londres de 1666, mejor

para sus rivales.

Pinker ya explicó en su primer libro la importancia que tenía la forma de enfrentarse a los desastres para

medir el progreso humano. Su teoría es que uno de los grandes avances de la civilización se produjo

115

cuando por primera vez un juez dictaminó que “las cosas ocurren” y, en vez de culpar a una bruja por

una mala cosecha, simplemente sentenció que se trataba de mala suerte, una explicación más sensata que

el intento de buscar intervenciones divinas o diabólicas. Los ilustrados llegaron a conclusiones similares

tras el terremoto de Lisboa: en su novela, Voltaire satiriza, además de a Pangloss y a Cándido, el auto de

fe que se organiza para calmar a una divinidad furiosa, para la que apresan a dos pobres marineros que

habían apartado el beicon al comerse un pollo.

El tiempo que empleamos en lavar la ropa ha pasado de 11,5 horas a la semana en 1920 a 1,5 en 2014

En la obra de teatro VOLTAIRE CONTRA ROUSSEAU, un texto de Jean-François Prévand dirigido

por José María Flotats que puede verse estos días en el teatro María Guerrero de Madrid, se explica muy

bien la absoluta confianza de Voltaire en el avance de la humanidad frente a la teoría del “buen salvaje”

de Rousseau. No confiaba el autor de Cándido en la naturaleza, sino en la sociedad y en unos avances

determinados, relacionados con la técnica pero también con las leyes, la defensa de los individuos o la

capacidad para criticar las creencias establecidas. Dos siglos y medio después, el debate se retoma en

los tiempos de la guerra de Siria y de los cataclismos provocados en todo el planeta por el calentamiento

global.

Bill Gates mantiene que la gran originalidad del libro de Pinker es que mide nuestros avances en 15

aspectos, algunos de los cuales pueden parecer pequeños a primera vista aunque no lo sean. Proporciona

cinco ejemplos en su blog: “1. Tienes 37 veces menos posibilidades de que te alcance un rayo que el

siglo pasado, no porque haya menos tormentas, sino por nuestra capacidad de predecir el tiempo y la

educación. 2. El tiempo que empleamos en lavar la ropa ha pasado de 11,5 horas a la semana en 1920 a

1,5 en 2014. Puede parecer trivial, pero representa un enorme progreso por el tiempo libre que

proporciona a mucha gente, en su mayoría mujeres. 3. Tienes menos posibilidades de morir en tu puesto

de trabajo: 5.000 personas fallecen en accidentes laborales actualmente en EE UU, mientras que en 1929

morían 20.000. 4. El coeficiente intelectual global sube tres puntos cada década. La mente de los niños

mejora gracias a un entorno más saludable y a la mejor educación. 5. La guerra es ilegal. Puede sonar

obvio, pero antes de la creación de Naciones Unidas, ninguna institución tenía la posibilidad de frenar a

otro país de ir a la guerra”. Este último punto puede parecer el más discutible, visto el panorama global,

pero en su libro CALLE ESTE-OESTE (Anagrama), sobre el nacimiento del derecho

internacional, Philippe Sands realiza una afirmación similar: antes de la II Guerra Mundial, un

gobernante podía hacer con sus ciudadanos lo que quisiese sin que nadie pudiese protestar. Ahora, como

queda claro con los rohinyás de Myanmar, por lo menos estalla un escándalo.

116

¿Debemos dejarnos influir por la realidad inmediata u observar movimientos de fondo más profundos?

La única amenaza real que Gates ve en el horizonte sería el descontrol de la inteligencia artificial, pero

asegura que se abrirá un debate muy importante en el futuro inmediato sobre esto. “El mundo es cada día

mejor, aunque a veces no tengamos la sensación de que así sea”, escribe. Pinker, por su parte, da su

propia respuesta a la teoría del “mejor de los mundos posibles” de Pangloss: “Alguien que piensa eso es

ahora un pesimista. Un optimista cree que el mundo puede ser mucho, mucho mejor”.

NI CORREA ESTÁ MUERTO NI EL CORREÍSMO ESTÁ ENTERRADO

Por SORAYA CONSTANTE 6 de febrero de 2018

https://www.nytimes.com/es/2018/02/06/opinion-soraya-constante-ecuador-correa-moreno-consulta-popular/?action=click&contentCollection=opinion&region=rank&module=package&version=highlights&contentPlacement=2&pgtype=collection

El expresidente de Ecuador Rafael Correa lideró la campaña por el no en la consulta popular del

domingo 4 de febrero.CreditDolores Ochoa/Associated Press

QUITO — Rafael Correa no ha muerto. Está en el centro de una nueva versión del

movimiento Revolución Ciudadana, que empieza a agrupar a los disidentes de Alianza

País. Tras la pasada consulta popular, los correístas celebran que son la fuerza más

votada en el país, dueños de casi el 37 por ciento que obtuvo el no en dos preguntas. Para

ellos, el 63 por ciento de los votos que obtuvo el sí se tiene que dividir entre los dieciséis

actores políticos que hicieron campaña junto a Lenín Moreno. Cada uno se queda con el

cuatro por ciento. Matemática simple.

El correísmo tampoco ha muerto. Y no se trata de los resultados que obtuvo Correa, sino

de que la maquinaria correísta no ha sido desmontada. La consulta popular no tocó

realmente el entramado de control y presión que creó Correa. Un ejemplo es el Consejo

de Participación Ciudadana y Control Social, que instauró Correa para institucionalizar la

participación de la sociedad en la política. Moreno no plantea su desaparición, sino

solamente el cese de sus siete miembros y el nombramiento de un consejo transitorio que

se escogerá de la ternas que él mismo envíe a la Asamblea Nacional.

Poco tiempo después de su creación, este organismo dejó de lado a la sociedad civil y

buscó a sus miembros entre los antiguos colaboradores del gobierno y en las filas del

partido oficialista. Los escogidos respondieron a la lógica del gobierno de turno. Uno de

los episodios más recientes fue la designación en marzo pasado del contralor Carlos Pólit,

quien huyó a Miami al ser implicado en las investigaciones de la trama de corrupción de

Odebrecht. Según la procuraduría general de Ecuador, recibió sobornos para beneficiar a

la constructora brasileña.

La Secretaría Nacional de Inteligencia, que opera desde un búnker impenetrable en las

afueras de Quito, también rezuma a Correa. Durante su gobierno, este organismo vigiló a

las personas que incomodaban a su mandato. Para ello compró un programa informático

117

capaz de acceder sin autorización a ordenadores y celulares. La filtración de los

correos de la empresa italiana Hacking Team, en 2015, demostró la adquisición de esta

tecnología. Los activistas medioambientales que se opusieron a la explotación del Parque

Nacional Yasuní y quisieron convocar una consulta popular denunciaron que habían sido

vigilados por esta secretaría entre 2013 y 2014 porque eran considerados “tóxicos” para la

democracia.

Rommy Vallejo, secretario de Inteligencia, fue ratificado por el presidente Moreno,

pero no está clara la necesidad de este organismo ultrasecreto que fue creado en perjuicio

de las unidades de inteligencia que ya existían en las Fuerzas Armadas. Además, Vallejo

no rinde cuentas de sus acciones. En noviembre pasado fue citado por la Fiscalía para dar

testimonio por el espionaje a los ambientalistas, pero no acudió. Poco antes consiguió los

apoyos políticos para evitar ofrecer su versión en la Asamblea Nacional sobre la cámara

de vigilancia encontrada en el despacho presidencial de Moreno.

Quizá, después de todo, Moreno decida no enterrar a Correa, sino usarlos a él y a su legado para su

propia conveniencia.

Otros funcionarios de la era correísta también tienen esa clase de protección. Empezando

por el presidente de la Asamblea Nacional, José Serrano, quien al inicio había intentado

archivar el caso del vicepresidente Jorge Glas por corrupción y que tiene congelado el

proceso de amnistía para decenas de personas que han participado en movilizaciones y

que fueron perseguidos por él mismo cuando era ministro del Interior de 2011 a 2016.

Nada de esto abona a la reconciliación nacional que promueve Moreno. Tampoco la

presencia de Gustavo Jalkh en el Consejo de la Judicatura tampoco genera confianza. Su

independencia fue cuestionada por la revelación de correos electrónicos que intercambió

con el expresidente Correa y su exsecretario jurídico Alexis Mera en las que se evidencia

la intromisión del Ejecutivo para conseguir fallos a favor del Estado y marginar de los

concursos para jueces a las personas que no eran afines al correísmo.

No hay forma de no concluir que el legado de Correa sigue vivito y coleando.

Pero eso no es todo. Hay leyes que blindaron al correísmo y que deberían ser derogadas o

reformadas. Una de ellas fue la Ley Orgánica de Comunicación, que desde 2013 ejerce

presión sobre los medios de comunicación y los periodistas al punto de promover la

autocensura para asegurar su sobrevivencia. El correísmo usó esta ley para silenciar a los

medios y frenar los contenidos combativos que podían dañar su gestión. A la vez convirtió

a los medios públicos y comunitarios en cajas de resonancia de su mensaje político.

Continue reading the main storyFoto

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, celebra la victoria desde el palacio de gobierno en Quito, el

5 de febrero. CreditDolores Ochoa/Associated Press

En mayo, Lenín Moreno cumplirá su primer año de mandato y deberá rendir su primer

informe a la nación. Ojalá para entonces haya empezado a desmontar la estructura del

poder correísta. Si no lo hace, podría decidir conservar el sistema que permitió a su

predecesor establecer y consolidar su hegemonía a lo largo de una década. Quizá, después

118

de todo, Moreno decida no enterrar a Correa, sino usarlos a él y a su legado para su

propia conveniencia.

Soraya Constante es periodista ecuatoriana independiente; ha publicado en Univisión Noticias,

Vice News y El País.

Entrevista a Manuel García-Carpintero sobre Relatar lo ocurrido como invención (I)

“La filosofía tiene un carácter 'holístico'. Se centra en el

estudio de conceptos como saber, verdad, representar"

Salvador López Arnal

El viejo topo

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237570

Manuel García-Carpintero es catedrático de Filosofía del lenguaje de la Universidad de Barcelona y autor

de Las palabras, las ideas y las cosas y de reconocidos artículos publicados en revistas como Mind o Journal

of Philosophy. Para consultar sus trabajos más recientes, http://www.ub.edu/grc_logos/manuel-

garcia-carpintero

Me centro si te parece en tu último libro, Relatar lo ocurrido como invención (Madrid, Cátedra,

2016). Doy cuenta de su índice para el lector: Introducción, cinco capítulos (iba a escribir densos

capítulos pero no lo he hecho finalmente) y un epílogo. Los capítulos: 1. Actos de habla. 2. El

discurso de la ficción y los actos de habla. 3. Mundos ficticios. 4. Referencia y ficción. 5. Metáfora,

imaginación y ficción. ¿En quiénes pensaste cuando lo escribiste? ¿En especialistas en el tema, en

estudiantes universitarios en formación, en un público más amplio?

Un público culto en general, interesado en la filosofía, y dispuesto a hacer el trabajo de reflexión que

requiere.

¿No es algo paradójico el título del libro? Relatar, dar cuenta de lo ocurrido, digamos, de los

hechos, de lo sucedido, pero… ¿como invención?, ¿al gusto de cada uno?

Como explico en la introducción, seguí la práctica de Javier Marías de tomar frases de Shakespeare para sus

títulos; yo tomé una de su "Negra espalda del tiempo" para el mío. La frase hace referencia a una de las

cuestiones centrales de la filosofía contemporánea de la ficción, que utilizo para vertebrar el libro; la

introducción lo presenta, y el epílogo resume lo que los debates en el libro contribuyes a responderla. Se

trata de si las obras de ficción pueden contener aseveraciones, presentadas como verdaderas. Yo argumento

que sí, utilizo justamente el ejemplo de cómo diversas ficciones presentan propuestas sobre esta misma

cuestión a manera de ejemplo, y me permito dialogar con esas obras. Una de ellas es justamente "Negra

espalda del tiempo". No estoy seguro de que Marías la entienda igual que yo, por las razones que considero

en el epílogo. Para mí la frase sugiere que una obra de ficción puede "relatar lo ocurrido", pese a que, por su

naturaleza, en principio se presente como "invención".

El subtítulo: "Una introducción a la filosofía de la ficción contemporánea? No sabía de la

existencia de la filosofía de la ficción como especialidad académica. ¿Desde cuándo se practica?

119

¿Desde cuando se habla de "filosofía de la ficción"? ¿De dónde su necesidad? ¿No es más bien

asunto de literatos y de críticos que de filósofos?

No sé en qué medida puede considerarse una "subdisciplina". En vista de lo poco explícito del título,

necesitaba añadir un subtítulo con una indicación más precisa de su contenido. En el sentido en que entiendo

la idea, los filósofos se han ocupado de la ficción ya desde Platón. Como sucede con otros casos (filosofía de

la biología, de la física, de la lingüística), los estudiosos de la ficción (literaria, fílmica, etc.) y nosotros los

filósofos nos ocupamos de las mismas cosas, pero con diferentes perspectiva e intereses. Entiendo que a

ellos, como a nosotros, nos interesa la cuestión de si las ficciones tienen "valor cognitivo", permiten adquirir

conocimiento. A nosotros nos interesa desde el punto de vista general de construir teorías de la naturaleza

de la ficción y de su relación, igualmente en general, con esas otras nociones centrales en nuestra

concepción del mundo y de nuestra representación de él, conocimiento, verdad, realidad, etc.

¿Cómo debemos entender aquí "ficción"? ¿Novelas, poesía, películas, vídeos, teatro, cuentos,

historia conjetural,..? ¿Habría que incluir también la pintura, la escultura y otras disciplinas

artísticas?

De la misma manera que en el caso de los filmes distinguimos los documentales de las películas de ficción,

distinguimos pinturas (retratos, sucesos, paisajes y edificios …) que son ficción, de los que no lo son. Lo

mismo vale para la escultura, y todos los otros géneros que mencionas.

Por lo demás y si me permites ¿no es abarcar demasiado? ¿No es un campo, el de la ficción, muy

pero que muy heterogéneo? ¿Una única casilla para tanta diversidad?

Sí, sin duda; al estudioso de la literatura o de los filmes le interesan todos los detalles que distinguen

géneros, etc; a nosotros nos interesa la naturaleza en general del fenómeno.

Entro en el contenido del libro propiamente. No sé si cometo un error si afirmo que estamos ante

un ensayo de filosofía analítica. Si fuera así y no estuviera muy equivocado, ¿qué deberíamos

entender por filosofía analítica en tu opinión hoy, en 2017? ¿Qué la distingue de otras corrientes

o de otras tradiciones filosóficas? ¿Es equivalente a la herencia filosófica del neopositivismo

lógico por ejemplo?

Sólo la historia (provenir de la obra de Frege, Russell y Wittgenstein, cuyas aportaciones fundamentales todo

filósofos analítico conoce a grosso modo desde su etapa formativa), y otras circunstancias sociales

igualmente contingentes, qué revistas y editoriales se consideran más importantes y se supone que uno

debe seguir, qué congresos se procura atender, etc. No hay en absoluto ninguna diferencia temática con

otras tradiciones; y, aunque se prime la precisión y la claridad en la expresión de los puntos de vista y de los

argumentos, hay filósofos "analíticos" que escriben de una manera tan fundamentalmente literaria como los

"continentales", y filósofos "continentales" que son tan precisos y claros en la formulación de sus ideas y en

su argumentación como cualquier "analítico".

El libro, tu libro, da pie a mil preguntas. Para no abusar de ti, una por capítulo y dos o tres en el

caso de la introducción y el epílogo. Señalas en la introducción que el primer objetivo del libro es

"presentar algunas influyentes ideas recientes sobre la referencia y la verdad en la ficción".

¿Verdades en las ficciones? A mí me ha recordado al leerlo un ensayo, magnífico en mi opinión,

de Vargas Llosa: La verdad de las mentiras. Lo citas el libro si no recuerdo mal. ¿Qué hace que

una ficción contenga verdades? ¿Qué concepto de verdad manejas en este contexto?

Yo defiendo una interpretación normativa de la diferencia entre aseverar y proponer una ficción; en el primer

caso uno se muestra sujeto a la crítica si lo que dice no es verdad, en el segundo no, sólo si lo que dice no

lleva a suscitar en la audiencia a que va dirigida actos de imaginar interesantes. No explico en el libro qué

noción de verdad utilizo, pero en otros trabajos míos he defendido una versión de la clásica definición

aristotélica de verdad como correspondencia, y espero que el lector lo perciba en el libro.

120

Cuando hablas de propuestas citas a una serie de autores -entre ellos, Goodman, Kripke y Searle,

los que yo conozco un poco- que se suelen agrupar con la etiqueta "filosofía analítica" (antes te

preguntaba por ella). ¿No hay aportaciones de otras tradiciones filosóficas en este ámbito?

Pienso, por ejemplo, en Lukács, en Althusser, en Benjamin, o, en otro orden de cosas, en Derrida,

Barthes, Foucault o Deleuze. ¿No hay aquí aportaciones de interés?

Sin duda, pero yo no las conozco como conozco las que comento; creo que a muchos lectores potenciales les

sucede al revés; y el objetivo del libro es presentar a tales lectores estas contribuciones analíticas, que yo sí

conozco de primera mano y son aquellas con las que dialogo en mis artículos más "profesionales".

El segundo objetivo del libro, te vuelvo a citar, es "mostrar cómo los hechos sobre la ficción

sirven para contrastar teorías sobre los aspectos centrales del lenguaje". ¿A qué teorías te estás

refiriendo? ¿Por qué crees que la ficción facilita esas contrastaciones? ¿Tiene alguna naturaleza

singular que la haga interesante para ese objetivo?

A mi juicio la filosofía tiene un carácter "holístico", porque se centra en el estudio de conceptos como los que

he mencionado antes, saber, verdad, representar, y tales conceptos ocupan un lugar central en un sistema

conceptual jerárquicamente estructurado. Por ejemplo, como he dicho, siguiendo al segundo Wittgenstein yo

defiendo una concepción normativa de la aseveración. También defiendo que las ficciones son, como las

aseveraciones, el producto de "actos ilocutivos" o comunicativos específicos. Es de esperar entonces que se

puedan caracterizar en términos igualmente normativos, como propongo en el libro. En la medida en que la

propuesta sobre la ficción sea plausible, proporciona una cierta dosis de confirmación a la propuesta general

sobre los actos ilocutivos y sobre la aseveración.

La cuarta y última sobre la introducción (y saltándome lo que antes he señalado). Te vuelvo a

citar: "Propuestas análogas se ha efectuado para el lenguaje matemático, por parte de Harry

Field y oros. Más radicalmente, en medios postmodernos (Goodman, Rorty) se ha propuesto

asimilar todo el discurso presuntamente serio a la ficción". ¿Qué opinión te merece lo que aquí

llamas "medios postmodernos"? ¿Han aportado cosas de interés a la filosofía contemporánea?

Los dos autores que menciono, Goodman y Rorty, sin duda sí, incluso si (en el caso del segundo, desde

luego no en el de Goodman) fuese sólo el haber articulado con suficiente perspicuidad opiniones que mucha

gente suscribe, en diferentes ámbitos, de manera que podemos examinarlas críticamente.

Del primer capítulo. Cómo podemos discernir, preguntas, qué concepción de los actos de habla es

correcta, una normativa o una descriptiva-psicológica. ¿Qué es eso de un acto de habla? ¿Y cómo

podemos distinguir qué concepción es la correcta?

Los actos que hacemos paradigmáticamente con el lenguaje (pero también con imágenes, con un

documental o un mapa), afirmar, describir, preguntar, ordenar… Tratamos de distinguir cuál es correcta

como con cualquier otra cuestión en filosofía (si podemos saber sobre un mundo independiente de nosotros,

si hay valores éticos o estéticos objetivos), es decir, atendiendo a nuestras intuiciones sobre lo que ya

sabemos de antemano sobre tales cosas, formulando propuestas con suficiente claridad que pretenden

articularlas, examinando si lo hacen derivando de las propuestas consecuencias, etc. Rawls lo describió en su

libro sobre la justicia como la búsqueda de un "equilibrio reflexivo". Pero la cuestión de la metodología de la

filosofía es también una cuestión filosófica, y existe tanto debate sobre ella como sobre cualquier otra.

Del segundo capítulo, "El discurso de la ficción y los actos de habla". El apartado 2.1. lleva por

título: "La teoría de la ficción de Searle". Te pregunto en general, demasiado tal vez: ¿qué te

interesa más de la obra de John Searle? ¿Es un filósofo del que podamos seguir aprendiendo a día

de hoy?

Sin duda; por ejemplo, siguiendo a Wittgenstein, Austin (y Rawls, en el caso de las promesas), articuló con

claridad la concepción normativa de los actos del habla en que yo me baso.

121

Sobre el tercer capítulo, "Mundos ficticios". ¿Un mundo ficticio es equivalente a un mundo

posible? ¿Rige en ellos también la ley de no contradicción? Pienso, por ejemplo, en algunos

"mundos ficticios" de Borges, del último Borges, donde parecía "superarse".

Un mundo ficticio no es un mundo posible, por causa de la "incompletud" de la ficción (el que las ficciones

dejan abiertas muchas cosas, como el color de los ojos de los personajes, etc.). Algunos han tratado de

identificarlas con conjuntos de mundos posibles, como explico, pero una objeción seria es la aparente

existencia de ficciones imposibles. Sin embargo, si no pensamos en los mundos posibles como entidades

reales, con el mismo estatuto que el mundo real, sí es posible identificar las ficciones con ellos.

Descansemos un momento. Te pregunto a continuación sobre el cuarto capítulo.

Cuando quieras.

Fuente: El viejo topo, enero de 2018.

Ecuador/ El fin de una hegemonía

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237581

Decio Machado

Brecha

Desde que asumió su nuevo presidente, Ecuador se ha convertido en el campo de una batalla

política e ideológica que supera sus fronteras. En América Latina, y hasta en Europa, ha

surgido un debate sobre la orientación política y las intenciones del sucesor de Rafael

Correa, Lenín Moreno. Para el ex mandatario, su otrora correligionario no es otra cosa que

un “traidor”, y la consulta popular del próximo domingo, convocada por Moreno para que los

ecuatorianos decidan si aprueban o no la reelección presidencial indefinida –con la que

Correa espera volver a la presidencia en 2021–, nada menos que un golpe de Estado. El

referéndum del 4 de febrero marcará el fin de un ciclo político en Ecuador.

(Desde Quito) - El correísmo fue la expresión política de la transformación emprendida por el capitalismo

ecuatoriano tras la crisis financiera que vivió el país en los años 1999 y 2000. Tras el drama ocasionado por

el colapso bancario y el posterior “salvataje bancario” a costa de la sociedad ecuatoriana, el modelo

económico nacional ha ido pasando por un momento de modernización que tuvo su cúspide con la llegada de

Rafael Correa al palacio presidencial de Carondelet. Así, un sector del capital nacional –transversalizado por

los capitales regionales– pasó a entender que sus posibilidades de negocio serían propiciadas por un mayor

nivel de consumo interno a través de la incorporación de sectores populares al mercado mediante procesos

de endeudamiento familiar e integración al circuito financiero.

De este modo se produjo un nuevo modelo de capital financiero, que integró entre sus clientes objetivos y

potenciales a los sectores populares, lo cual, sumado al efecto de las remesas y al excedente petrolero,

transformó las redes de comercialización de productos importados, con el fin de atender la emergente

demanda de estos sectores.

122

Superar la inestabilidad política que había caracterizado hasta entonces la historia del país significó repartir

más –mediante subsidios y cierto incremento de la capacidad adquisitiva de los trabajadores– en momentos

de bonanza económica, buscando con ello garantizar las condiciones de acumulación a largo plazo para los

sectores del capital emergente. Sin embargo, lo anterior no conllevó la más mínima transformación de

carácter estructural, respetándose el modelo de acumulación heredado del neoliberalismo, lo que permitió

que los grupos que históricamente siempre habían ganado nunca estuvieran mejor, pese a determinadas

mejoras coyunturales para los sectores olvidados (incremento del bono a la pobreza para los más humildes,

afiliación a la seguridad social para las trabajadoras domésticas, políticas de incentivos para la incorporación

de sectores discapacitados al mercado laboral, o la eliminación de la tercerización en determinados sectores

laborales, entre otras). A esto el aparato de propaganda estatal creado por el correísmo –desorbitante para

el tamaño real del país y reforzado por la incautación de algunos canales de televisión que funcionaron

estratégicamente alineados a la Secretaría de Comunicación de la Presidencia de la República– llamó en el

ámbito de lo económico “el milagro ecuatoriano”, y en el plano de lo político “la revolución ciudadana”.

Tensar la cuerda

Pero mientras los sectores empresariales y el sistema financiero privado ecuatoriano se vieron fuertemente

beneficiados por el nuevo dinamismo inyectado a la economía nacional mediante la acción del Estado, el

estilo de mando correísta generó altos niveles de confrontación con todos aquellos que no estuvieran

políticamente alineados. Tanto con los sectores políticos más ideológicamente reaccionarios como con los

movimientos sociales y organizaciones populares no clientelares, el correísmo tensó los niveles de conflicto

hasta extremos de persecución política, procediendo a criminalizar la protesta social y enjuiciar a múltiples

líderes indígenas y populares por sabotaje y terrorismo.

El dominio del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social –conocido como el quinto poder

establecido en la Constitución de 2008– que el oficialismo consiguió mediante la mayoría absoluta que

mantuvo por largo tiempo en el Legislativo, le permitió al régimen ocupar con figuras afines los cargos

vinculados a la Defensoría del Pueblo, la Defensoría Pública, la Contraloría General del Estado, la Fiscalía

General del Estado, el Consejo Nacional Electoral, el Tribunal Contencioso Electoral o el Consejo de la

Judicatura, entre otros órganos que teóricamente deberían haber gozado de autonomía con respecto al

Poder Ejecutivo.

El modelo político y económico funcionó y hasta gozó de apoyo popular mientras duró la era de precios altos

del petróleo en los mercados globales, que permitieron generar notables excedentes provenientes de la

exportación del crudo nacional. En pocas palabras, la sociedad ecuatoriana fue permisiva con el abuso de

poder mientras la situación económica permitió el acceso de los sectores históricamente marginados al

sistema de consumo.

Punto de inflexión

Las elecciones seccionales de 2014, que tuvieron lugar un año después de que Rafael Correa barriese a sus

rivales en las presidenciales, marcaron el comienzo del deterioro correísta. Aunque su partido, Alianza Pais,

se mantuvo como primera fuerza política nacional, fue notoria la derrota correísta ante partidos de oposición

en las alcaldías de las principales ciudades del país.

Esta realidad se explicaba en parte por el impacto que comenzó a sentirse en la economía nacional tras la

caída de los precios del crudo, y por la incapacidad del gobierno nacional para plantear salidas soberanas a

la cada vez mayor dependencia de los mercados de commodities (materias primas). Al respecto, basta

considerar que en 2006 las exportaciones de bienes procesados no petroleros eran escasamente el 4,9 por

ciento del Pbi nacional, mientras que en 2014 –tras ocho años de gestión correísta– dicho indicador había

descendido al 3,9 por ciento. Es decir, el país se había reprimarizado (el sector de productos primarios

recuperó importancia) y los intentos por cambiar la matriz productiva y diversificar las exportaciones habían

fracasado. A partir de entonces el régimen dejó de generar avances en indicadores sociales que antes sí

123

había logrado mejorar, tales como la disminución de la pobreza o la generación de empleo digno

(trabajadores que al menos ganan el salario básico y/o disfrutan de una jornada laboral de ocho horas).

El reflujo económico y el fin de la “economía fácil” llevaron al incremento de movilizaciones populares

cuestionadoras del régimen. Su clímax fue el paro o movilización protagonizada principalmente por el

movimiento indígena en agosto de 2015. La respuesta gubernamental no pudo ser más desafortunada; la

represión alcanzó entonces su mayor nivel de toda la década de mandato de Rafael Correa. Sin embargo, no

amilanó la movilización. El gobierno perdía legitimidad mientras aparecían conflictos y demandas por

doquier.

El régimen midió muy mal la coyuntura política, procediendo con una ofensiva política que implicó que la

bancada oficialista –entonces aún compacta y que como todo el resto del aparato del Estado respondía sin

chistar al presidente de la República– aprobara de forma claramente inconstitucional una enmienda que

permitía la reelección indefinida del presidente a partir de 2021.

El objetivo era claro, con una economía ya semiestancada en 2015 (con un crecimiento de apenas 0,3 por

ciento del Pbi) y un país en recesión en 2016 (con una contracción del Pbi de 1,5 por ciento), el correísmo

buscaba que la salida de la crisis o las medidas de ajuste necesarias fueran protagonizadas por un sucesor,

permitiendo así que Rafael Correa volviese en 2021 ya con una imagen renovada y sin el coste político que

conllevan los recortes económicos.

Asegurar aquella transición pasaba por posicionar a un hombre de absoluta confianza en el puente de mando

de una nao que parecía ir a la deriva. Ese era Jorge Glas, el último vicepresidente del régimen correísta y zar

de los megaproyectos de infraestructura, pero carente del más mínimo carisma como para ganar elección

presidencial alguna. Fue así como se conformó el binomio presidencial para 2017, mientras el gobierno se

veía obligado a entrar en una agresiva etapa de endeudamiento público que le permitiera mantener las

políticas de subsidio a la población más vulnerable, dejándole al siguiente gobierno la patata caliente de

tener que afrontar un volumen de deuda porcentualmente muy superior al heredado por el gobierno

correísta del pasado neoliberal, un déficit fiscal insostenible y un volumen de aparato del Estado inviable

para la nueva situación económica del país.

Ocho meses de Moreno

Las elecciones presidenciales de 2017 mostraron el nivel de agotamiento del que fuera el partido

hegemónico durante la última década.

Alianza País necesitó dos vueltas para ganar las elecciones –algo que sólo había sucedido en las primeras

presidenciales disputadas por Rafael Correa, en 2006–, y perdió más de 1,2 millones de votos respecto de

los resultados obtenidos en 2013. La segunda vuelta, fruto de una alianza entre los sectores conservadores y

gran parte de una izquierda opositora desubicada políticamente, daría una diferencia de tan sólo 228.629

votos a favor del candidato oficialista.

Que la victoria oficialista fuera calificada como fraudulenta, basándose en una estrategia diseñada por

asesores de campaña del candidato conservador Guillermo Lasso vinculados al venezolano Leopoldo López,

implicó que Lenín Moreno arrancara su mandato sumamente debilitado. Estas acusaciones nunca fueron

demostradas documentalmente, y gran parte del trabajo sucio le correspondió a algunos líderes y aparatos

que dicen responder a posiciones de izquierda.

En estas condiciones, y con la figura de Rafael Correa cada vez más desgastada, la nueva administración

procedió a marcar diferencias en dos sentidos: rompió con las lógicas de polarización y conflicto que

estratégicamente había aplicado el correísmo contra sus opositores políticos –algo con lo que la sociedad

ecuatoriana se mostraba mayoritariamente crítica– y cuestionó el estado en que el mandatario anterior

había dejado las finanzas públicas. Con el primer cambio el gobierno de Moreno buscaba articular un nuevo

discurso de reconciliación nacional que superara la campaña de intoxicación vinculada al fraude electoral,

124

mientras que la nueva orientación en materia de política económica era fruto de la necesidad de afrontar

cambios drásticos en un modelo de gestión que había elevado el nivel de endeudamiento real muy por

encima del 40 por ciento del Pbi (tope máximo definido por la Constitución de Ecuador), lo que llevó a

recurrir a argucias contables para maquillar el monto de la deuda.

En paralelo, y como consecuencia del cúmulo de denuncias de corrupción que de forma cotidiana aparecían y

siguen apareciendo en los medios de comunicación nacionales, el gobierno optó por permitir la actuación

independiente de la justicia ecuatoriana en ese ámbito. Esto significó un cambio radical respecto de la

situación vivida durante la era correísta, cuando el Poder Judicial respondía directamente al secretario

jurídico de la Presidencia y los organismos de control estaban bajo el control de cuadros del partido de

gobierno, imposibilitando acciones fiscalizadoras sobre las actuaciones gubernamentales. El nuevo

funcionamiento independiente de la administración de justicia implicó que en pocos meses el hombre duro

de Rafael Correa en el gobierno morenista, Jorge Glas, terminara con sus huesos en la Cárcel número 4 de

Quito (véase “Corrupción por las nubes”, Brecha, 5-I-18) por su participación en la rama ecuatoriana de la

trama de corrupción continental que involucra a la constructora brasileña Odebrecht. Glas fue destituido de

sus funciones como vicepresidente de la República, sin embargo no es el único investigado: hay varios altos

funcionarios vinculados al gobierno anterior que hoy gozan de boleta de captura mientras se mantienen

fugados.

La situación anterior conllevó una ruptura interna en Alianza Pais. Rafael Correa, quien había dicho

públicamente que pasaría los próximos años residiendo en Bruselas, se vio obligado –ante el cada vez mayor

cerco político y jurídico– a volver a Ecuador para liderar la nueva oposición al gobierno de Lenín Moreno, lo

cual determinó la desafiliación de sus seguidores de Alianza Pais, partido que Correa fundó en 2006 y que 11

años después mayoritariamente dejó de responder a los intereses del ex mandatario.

Futura inestabilidad

El próximo domingo la sociedad ecuatoriana determinará qué sucederá en el futuro con el liderazgo político

de Rafael Correa. Tres de un total de siete preguntas de una consulta popular afectarán directamente al ex

mandatario y su entorno. La pregunta 1 plantea suprimir derechos políticos a culpables de corrupción, y

afectaría a un cada vez mayor número de altos funcionarios que formaron parte del núcleo de poder del

antiguo régimen; la pregunta 2 propone dejar sin efecto la enmienda que permite la reelección indefinida, y

podría dejar al ex mandatario sin posibilidades de volver a postularse a unas presidenciales; y la pregunta 3

plantea elegir nuevos miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, evaluando a los

jerarcas de las instituciones de control elegidos por este organismo y destituyéndolos llegado el caso, lo cual

llevaría al desmantelamiento del aparato correísta aún existente en el Estado.

Más allá del resultado de esta consulta, es evidente que asistimos al final de un ciclo político en la historia de

Ecuador. Rafael Correa está obligado a conformar una nueva organización política que tendrá que afrontar

los complejos trámites impuestos durante su administración para obtener legalización jurídica y poder

presentarse a futuros procesos electorales. Pero además, en caso de ganar el Sí en la pregunta 2, es muy

posible que el ex mandatario quede inhabilitado para volver a candidatearse como presidente de la

República.

Sin embargo, también para el actual gobierno nacional –que goza en estos momentos de una situación idílica

respecto de sus relaciones con el resto de la oposición política y los medios de comunicación privados–

cambiará la situación política. Las medidas de subsidios y políticas de gasto fiscal articuladas durante la

época de bonanza económica dejaron de servirles a los sectores vinculados a las estructuras históricas de

poder en Ecuador, motivo por el cual se anuncian para los próximos meses una serie de medidas de presión

política sobre el gobierno de Moreno, al que consideran débil, buscando imponer una nueva agenda política y

económica más conservadora.

Ecuador entrará a partir del próximo domingo en una nueva etapa en que la inestabilidad política irá in

crescendo. El año 2018 será difícil para Lenín Moreno, quien, con un partido mermado por la salida de los

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correístas, deberá demostrar hasta dónde es capaz de aguantar la presión política y mediática que desde los

sectores conservadores se articulará en su contra. Las elecciones seccionales de febrero de 2019, cuando se

elegirán prefectos y alcaldías, será la vara para medir políticamente lo que sucederá en el transcurso del

presente año.

Por último, tanto los movimientos sociales como las organizaciones populares –hoy sin voz ni protagonismo

alguno en la política nacional– tienen como reto rearticularse para defender las conquistas sociales logradas

durante los últimos años, las cuales están en peligro ante nuevas reformas flexibilizadoras en el ámbito de la

contratación laboral, nuevos tratados de libre comercio que tendrán fuerte impacto en el área rural, y el

desarrollo de políticas económicas encaminadas a beneficiar al agronegocio y al sector financiero privado.

Fuente: http://brecha.com.uy/

Löwy: Hay que reorganizar la producción y el consumo con criterios exteriores al capitalismo

x Marco Álvarez

Entrevista con Michael Löwy, sociólogo y filósofo marxista y uno de los principales impulsores de la alternativa ecososcialista

https://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/loewy-hay-que-reorganizar-la

El franco-brasileño Michael Lowy es uno de más destacados intelectuales revolucionarios a nivel mundial. Este sociólogo y filósofo marxista es uno de los principales impulsores de la alternativa ecososcialista. En esta entrevista exclusiva para Chile dialoga sobre el marxismo en América Latina, los movimientos sociales, el nuevo internacionalismo y los desafíos del anticapitalismo.

Marco Álvarez (MA): Michael, en tu libro EL MARXISMO EN AMÉRICA LATINA señalas tres periodos en la historia del marxismo en la región: un “periodo revolucionario”, desde los años 20 hasta mediados de los años 30, en el que sobresalen el aporte teórico de Mariátegui y la experiencia de insurrección en El Salvador, en 1932; un “periodo estalinista”, iniciado a mediados de los años 30 hasta 1959, marcado por la hegemonía soviética; y un tercero que denominas «nuevo periodo revolucionario», iniciado con el triunfo de la revolución cubana. Continuando con esa clasificación, ¿cómo denominarías la etapa del marxismo en América Latina de los últimos 25 años y cuáles serían sus principales características?

Michael Löwy (ML): Buena pregunta… Es difícil saber si el periodo revolucionario abierto por la Revolución Cubana sigue hasta hoy, de alguna forma, o si se acabó, luego de 1990 (derrota de los Sandinistas, Acuerdos de Paz en El Salvador). Quizás el futuro nos dará la respuesta. Otra hipótesis es considerar cerrado el capítulo iniciado en 1959 y definir los últimos 25 años como «la batalla anti-neoliberal»: es un periodo en el cual se ensaya, en varios países del continente, salidas del inferno neoliberal. Una hipótesis más optimista sería hablar de un periodo de «socialismo del siglo 21», pero este es, hasta ahora, más bien un horizonte de esperanzas que una realidad social. Lo que caracteriza este periodo es: 1) la gran dispersión de la referencia marxista, que ya no es limitada a las corrientes «clásicas» de la izquierda; 2) la victoria electoral de la izquierda en la mayoría de los países, pero con una diferenciación muy clara entre los gobiernos social-liberales (Brasil, Uruguay, Chile) y los anti-imperialistas (Venezuela, Bolivia, Ecuador), con varias situaciones intermedias.

MA: En el prefacio a la reedición del libro LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN EN EL JOVEN MARX, te refieres a las «numerosas lagunas, limitaciones e insuficiencias de Marx y la tradición marxista» y sugieres corregirlas «por medio de un comportamiento abierto, una disposición a aprender y a enriquecerse con las crítica y aportes de otros sectores». En ese contexto, ¿cómo se expresaría este comportamiento abierto y cuáles son esos «otros sectores» claves para corregir la teoría marxista y sus aportes?

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ML: En primer lugar, creo que nosotros, los marxistas, tenemos que estar dispuestos a aprender con los movimientos sociales: sean los más «clásicos», como el movimiento obrero y el campesino, o los más « heterodoxos » como el feminismo, el indigenismo, las redes de lucha en contra del racismo. Se trata, en estos últimos casos, de problemáticas -las formas no clasistas de opresión- poco desarrolladas en la tradición marxista. Vale la pena también «revisitar» las otras corrientes revolucionarias del socialismo -incluyendo las que Marx y Engels ya habían «refutado»- como los socialistas utópicos, los anarquistas y lo que yo llamaría «socialistas románticos»: William Morris, Georges Sorel, Charles Péguy. Tenemos también que estar abiertos a los aportes del pensamiento social no marxista, de Max Weber a Sigmund Freud, o de Karl Mannheim a Hannah Arendt, lo que no significa, por supuesto, aceptar todos sus planteamientos.

Pero pienso que la principal insuficiencia de la tradición marxista -aun si se encuentran algunos elementos importantes sobre esta temática en la obra de Marx y Engels- es la cuestión ecológica. Una reflexión marxista en el siglo XXI tiene que darle una importancia central a la amenaza que representa, para la humanidad, el proceso de destrucción capitalista acelerada del medioambiente y de los equilibrios ecológicos (cambio climático); esto implica una revisión de la visión tradicional del «desarrollo de las fuerzas productivas» y del mismo socialismo. El concepto de «ecosocialismo» busca traducir esta nueva visión ecológica y anti-productivista de la revolución socialista.

MA: En Chile, desde 2011, nos encontramos con un fuerte protagonismo de los movimientos sociales, como el estudiantil, los regionalistas, etc. ¿Qué valoración haces de estos movimientos sociales y cuál debe ser, a tu juicio, la relación entre estos y las organizaciones anticapitalistas?

El movimiento de la juventud estudiantil en Chile, y la lucha de los Mapuche, son algunos de los movimientos sociales más importantes de América Latina en los últimos años. Creo que los anticapitalistas deben apoyar sin reservas estas movilizaciones, tratando de impulsar su dimensión antisistémica y haciendo propuestas concretas que se enfrenten con la lógica del capitalismo neoliberal.

MA: Dos de los referentes históricos del marxismo que tú has estudiado a cabalidad son Walter Benjamín y Rosa Luxemburgo. ¿Cuáles serían, en la actualidad, los principales aportes al marxismo de estos dos referentes?

ML: Lo que tienen en común los dos es el énfasis en la lucha de clases como eje central del pensamiento y de la acción marxistas. Rosa Luxemburgo representa una de las formas más radicales de la filosofía de la praxis: es en la acción colectiva, en la lucha, que se desarrolla la consciencia de clase, y la autoorganización de los oprimidos. Por esto, la democracia, es decir, la participación efectiva de la clase explotada en las decisiones, es una condición fundamental del proceso de transformación revolucionaria de la sociedad.

Walter Benjamin se propuso entender la historia «a contrapelo» del punto de vista de los oprimidos. Desde esta perspectiva, rechaza la visión burguesa –compartida por buena parte de la izquierda- de la historia como «Progreso». Para él, la revolución no es la conclusión de una larga evolución «progresista», sino la interrupción de la cadena milenar de la dominación.

MA: Tú militaste junto a Daniel Bensaïd durante muchos años. ¿Cuál es, a su parecer, su principal legado teórico?

ML: Son muchos los aportes de Daniel Bensaïd, pero el más importante me parce es su planteo –inspirado por Pascal y por los trabajos del marxista heterodoxo de Lucien Goldmann- de la revolución como «apuesta melancólica». Apuesta, porque no hay ninguna certeza del triunfo del socialismo, de la emancipación de los oprimidos; el revolucionario solo puede apostar en un futuro posible, jugándose su vida y su acción en esta esperanza, corriendo el riesgo de la derrota. Y «melancólica» porque hasta ahora los grandes revolucionarios –Rosa Luxemburgo, León Trotsky, Che Guevara, Miguel Enríquez– fueron derrotados y asesinados.

MA: También has escrito bastante sobre el Che Guevara. ¿Dónde crees tú que se encuentra la vigencia de su pensamiento?

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ML: Por una parte, en su planteo estratégico: «no hay otra revolución que hacer, o revolución socialista o caricatura de revolución». Por otra parte, en su tentativa, durante su estadía en Cuba, de proponer un camino hacia el socialismo alternativo al modelo soviético, con mayor democracia y un contenido ético comunista. Es un error reducir Guevara al «guerrillero heroico»: fue uno de los pensadores marxistas más importantes de América Latina. Su humanismo marxista tiene su máxima expresión en su internacionalismo, en la convicción de que un comunista tiene que sentir como una agresión personal un golpe que atinge a un luchador en cualquier país del mundo.

MA: Siempre has sido internacionalista. ¿Existe un nuevo internacionalismo? ¿De qué formas se expresa hoy este nuevo internacionalismo?

ML: Me parece que el nuevo internacionalismo, tal como se presenta en movimientos como Vía Campesina, o en iniciativas como el altermundialismo, o en los levantes de los «indignados», tiene un contenido anticapitalista y/o antisistémica. Ya no plantea, como en los años 60, la «solidaridad» con las luchas del Sur, sino una alianza entre movimientos del Norte y del Sur en contra de sus enemigos comunes: el neo-liberalismo, el FMI, la Banca Mundial, las multinacionales, el imperialismo. Los herederos de las mejores tradiciones del internacionalismo del pasado –los anarquistas, los marxistas de la IV Internacional, los guevaristas– participan en las movilizaciones del nuevo internacionalismo.

MA: Tú eres uno de los grandes impulsores de la alternativa Ecosocialista, el libro ¿QUÉ ES EL ECOSOCIALISMO?, recopila varios artículos tuyos sobre la materia. Al respecto, ¿podrías explicar brevemente qué es el Ecosocialismo y cuáles son sus principales fundamentos teóricos?

ML: El ecosocialismo se reclama de la herencia marxista, de la crítica de la economía política capitalista por Marx y del programa socialista. Al mismo tiempo, se disocia de las vertientes productivistas del marxismo –que han predominado en el curso del siglo XX– y rompe con el modelo soviético (antidemocrático y antiecológico) de pretensa «construcción del socialismo».

Muchos ecologistas critican a Marx por considerarlo un productivista. Tal crítica nos parece equivocada: al hacer la crítica del fetichismo de la mercancía, es justamente Marx quien coloca la crítica más radical a la lógica productivista del capitalismo, la idea de que la producción de más y más mercancías es el objeto fundamental de la economía y de la sociedad.

El objetivo del socialismo, explica Marx, no es producir una cantidad infinita de bienes, pero sí reducir la jornada de trabajo, dar al trabajador tiempo libre para participar de la vida política, estudiar, jugar, amar. Por lo tanto, Marx proporciona las armas para una crítica radical del productivismo y, notablemente, del productivismo capitalista. En el primer volumen del EL CAPITAL, Marx explica cómo el capitalismo agota no sólo las fuerzas del trabajador, sino también las propias fuerzas de la tierra, extinguiendo las riquezas naturales. Así, esa perspectiva, esa sensibilidad, está presente en los escritos de Marx, sin embargo, no ha sido suficientemente desarrollada.

Una reorganización del conjunto de modos de producción y de consumo es necesaria, basada en criterios exteriores al mercado capitalista: las necesidades reales de la población y la defensa del equilibrio ecológico. Esto significa una economía de transición al socialismo ecológico, en la cual la propia población –y no las «leyes de mercado» o un Buró Político autoritario– decidan, en un proceso de planificación democrática, las prioridades y las inversiones. Esta transición conduciría no sólo a un nuevo modo de producción y a una sociedad más igualitaria, más solidaria y más democrática, sino también a un modo de vida alternativo, una nueva civilización ecosocialista más allá del reino del dinero y de la producción al infinito de mercancías inútiles.

MA: ¿Cuáles serían, en tu opinión, las principales tareas de las y los militantes ecosocialistas en los países de América Latina?

ML: Participar en todas las luchas y movilizaciones socioecológicas, de los indígenas y campesinos en contra de la furia destructora del agronegocio y de las multinacionales, de la juventud y la población de la periferia por el transporte público gratuito, etc. En el seno de estas luchas contribuirá la toma de consciencia

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anticapitalista y presentar, a la vez, propuestas concretas y una perspectiva alternativa radical, el ecosocialismo.

MA: Para finalizar, podrías referirte a la importancia que en la actualidad adquiere la unidad de las y los anticapitalistas.

ML: Me permito citar un hermoso artículo de José Carlos Mariátegui para el Primero de Mayo del 1924: «Una variedad de tendencias y grupos bien definidos y distintos no es un mal; al contrario, es una señal de un periodo avanzado en el proceso revolucionario. Lo que importa es que esos grupos y esas tendencias sepan cómo actuar en conciliación frente a la realidad concreta del día a día. (…) Que no empleen sus armas (…) para herirse el uno al otro, pero sí para combatir el orden social, sus instituciones y sus crímenes».

Es importante constituir, en un primer momento, un Frente Único de las y los anticapitalistas, en base a tareas concretas de la lucha social y ecológica; y, en un segundo momento, tratar de crear, por la convergencia de múltiples corrientes, una Federación Anticapitalista capaz de actuar con una perspectiva de transformación revolucionaria de la sociedad.

www.fundacionmiguelenriquez.cl

TEXTO COMPLETO EN: HTTPS://WWW.LAHAINE.ORG/LOEWY-HAY-QUE-REORGANIZAR-LA

Brasil: “Lula y Dilma son responsables del Estado Policial que hoy se vuelve en su contra”

7 febrero, 2018 por Redacción La Tinta

https://latinta.com.ar/2018/02/lula-y-su-estado-policial/

bajarlo por las gràficas

Luego de la confirmación de la sentencia al ex presidente de Brasil, Lula da Silva, se oyeron muchas voces cuestionando el juicio y reclamando la posibilidad de que el líder petista pueda ser candidato en las próximas elecciones. No solo Lula sufre las consecuencias de la injusticia brasilera, que desde el gobierno, él y su partido no han alterado.

Por Cecília Olliveira / Traducido por Sebastián Sánchez para ZUR

“El Juez Moro actuó injustamente. No respeto la ley al ejecutar una sentencia contra un hombre inocente. Como cuando se extermina a un joven negro. Y éste es juzgado, condenado y ejecutado no por hacer algo ilegal, (…) simplemente por ser negro”.

Hmmm. ¿Sera verdad?

Ésta frase fue dicha por la diputada federal petista Maria do Rosário en un acto en defensa de Lula el pasado martes en Porto Alegre -y cayó mal entre quienes conocen algo sobre el tema.

“No tengo palabras para definir ese tipo de comparación. Es algo descabellado y extremadamente oportunista”, retruca, indignada, Fabiana*, que vio el vídeo de donde vive hace 29 años: Cidade de Deus, la Zona Oeste de Rio de Janeiro. Me desperté oyendo tiros de armas pesadas, y mi preocupación era por mi madre que vive en la otra parte del barrio y estaba saliendo para el trabajo. Cuando hable ella había salido. Yo tuve que salir mas tarde de casa”. Hasta el momento, los vecinos de Fabiana informan de cinco muertos durante la operación policial en curso.

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El discurso de la diputada es apenas uso político de los dolores ajenos. Algo que pasa con frecuencia sobre todo entre políticos cuando quieren defender sus banderas. Pero Rosario no está sola en esto – es una falacia retorica que se hace cada vez mas popular entre ciertos segmentos de la izquierda, y que subió un escalón más en el juicio de Lula.

Un ejemplo es éste post del PSOL

El post fue tan criticado que el partido hizo un mea culpa diciendo que “la idea de la imagen no fue afirmar que el juicio y la condena sin prueba comienzan con el caso Lula. Por el contrario: esto existe y produce injusticias en Brasil desde hace mucho tiempo, basta ver el absurdo caso de Rafael Braga”.

Las comparaciones ente la prisión de Lula y la de Rafael Braga, que inundaron las redes sociales, son otro fuerte ejemplo de esa equivocada asimetría. Detenido durante las manifestaciones de junio del 2013 con dos botellas de pinho sol (marca del limpiador de piso), el ex-clasificador de latas terminó condenado a cinco años de prisión. Fue liberado, pero acabo preso nuevamente por tráfico de estupefacientes. A pesar de las denuncias levantadas por la defensa de lo flagrante que fue el montaje realizado por la policía, el fue condenado a 11 años de prisión.

Los Rafael son muchos. En 2006, cuando fue aprobada la nueva ley de Drogas, 401.236 personas estaban en la cárcel y Brasil era el 4º país que mas gente presa tenía. Pasados 11 años el numero de presos se duplicó. Uno de cada tres presos es por trafico de drogas. De 726 mil detenidos, 40% no fueron juzgados – o sea están ilegalmente presos sin haber sido condenados. ¿Cuántos de ellos usted cree que tienen abogado?

El número de muertos por la policía de Rio de Janeiro, la misma que encarceló a Rafael Braga, siguió la lógica, solo en 2017 fueron más de 1000 asesinados, la mayor cifra en estos 10 años.

De inmediato es difícil hacer una comparación con el caso de Lula, que aún condenado continua libre mientras aguarda la apelación. La próxima semana él incluso viajará al exterior.

Partidarios de Lula lo comparaban con Rafael Braga, único preso y condenado durante las manifestaciones del 2013 -que fueron contra los aumentos de tarifas de ómnibus, por más derechos sociales y contra los partidos políticos entre ellos el PT.

Este paralelo queda aun mas absurdo cuando uno compara las condiciones de vida de los jóvenes negros y pobres, como Rafael, que fueron severamente impactadas por situaciones especificas donde el PT es atormentador y no aliado. Ley de Drogas es una de ellas.

Aprobada en 2006 durante el gobierno petista, fue factor clave para el drástico aumento de la población carcelaria de Brasil, especialmente contra los jóvenes negros y pobres como Rafael. Fue también en la gestión petista que hubo un recrudecimiento penal que nos dejó como legado la ley de Organización Criminales, la Ley Antiterrorismo y la indicación de ministros no siempre ligados al campo jurídico progresista para el Supremo Tribunal Federal y de Justicia. Y también tenemos una gestión penitenciaria precaria y la creación de la Fuerza Nacional de Seguridad.

130

Y para quien ya olvidó, la manifestación en que Rafael Braga fue arrestado fue una respuesta del gobierno petista de Dilma Rousseff, que a pesar de decir oír las calles, echó mano de la autoritaria Garantia da Lei e da Ordem (GLO). Que hace uso de las Fuerzas Armadas en situaciones para “mantener la seguridad pública”. Dilma abrió la puerta para el uso de las Fuerzas Armadas en las favelas y peor: para la ley que restituyó el juzgamiento en tribunales militares para aquellos que atentaran contra la vida de civiles durante operaciones de (GLO). El precio alto ya comenzó a ser pago por siete jóvenes asesinados durante la operación del ejercito en el Complejo do Salgueiro, en São Gonçalo a poco más de dos meses.

Ésta respuesta bélica contra las manifestaciones fue ignorada o hasta apoyada por sus partidarios. “Fueron las manifestaciones de junio que produjeron la primera purga de una presidenta de la República hasta entonce muy popular”, dijeran.

“Todo eso contribuyó de manera decisiva para lo que el PT está sufriendo hoy”, dice Lucas Sada uno de los abogados de Rafael Braga. “Lula sufre persecución política, de la cual es responsable junto a Dilma por haber incrementado el estado policial que hoy se vuelve contra él mismo”, comentó. “Condenado sin prueba es una regla. Lo que no es normal es que cuando el sistema penal decide actuar contra él (Lula)– hoy de otro estrato social, a pesar del origen – Tal como actúa contra los pobres en general, por un carácter ideológico y político”, enfatizó Sada. Para el abogado el absurdo jurídico es similar pero la diferencia está en “los ríos de tinta que se gasta con Lula y no se gasta con nadie más”.

El juicio de Lula – que concuerdo, tiene dos pesos y dos medida en relación a los demás caciques de la clase política – Comenzó el miércoles a las 8:30 am. La Cidade de Deus ya estaba bajo los tiros hace exactamente 1 hora y 39 minutos. El juicio acabó. Los tiroteos no.

Fabiana llegó al trabajo tarde, pero llegó. Viva. Esquivando las balas de una operación policial que cerro la Linha Amarela una de las calles de mayor circulación del estado. Pobladores se quejaron de que los soldados entraron a la casas sin orden ni autorización. Cosa normal para quien vive donde el CEP no da aval de ciudadanía.

De acuerdo con datos del mapa colaborativo Fogo Cruzado, la Cidade de Deus fue campeona en tiroteos/disparos de arma en 2017: 175, con 19 muertes y 45 heridos. Pasaron a penas 25 días desde el inicio del año, y ya hoy se registraron al menos 32 tiroteos en la región. Solo ayer se registraron tiros en 11 lugares diferentes del barrio – que tienen Unidad de Policía Pacificadora desde el 2009. Es la continuación de la ocupación militar travestida de paz que Dilma uso como moneda de campaña y que Lula apoyó.

“Ahora la policía golpea a quien tiene que golpear”, Lula llegó a decir. Aún así que ese plan falló. Tal vez por eso los grupos de vecinos de las favelas (de los grupos de los cuales soy parte) ni siquiera hablaron sobre “el juicio del siglo” ocurrido ayer en Porto Alegre.

La democracia que parece estar siendo sacudida para unos ni siquiera llegó para otros.

131

*Por Cecília Olliveira / Traducido por Sebastián Sánchez para ZUR. / Publicado originalmente en The intercept.

* Fabiana es un nombre ficticio de una habitante que prefirió no ser identificada por cuestiones de seguridad.

LA VERDADERA MALDICIÓN DE HAITÍ

6 febrero, 2018 por Redacción La Tinta

https://latinta.com.ar/2018/02/la-verdadera-maldicion-de-haiti/ Por Maxonle Petit para Panamá Revista

Los haitianos dicen “cuando en tu camino encuentras un hueso, recuerda que antes estaba recubierto de

carne”. Refiriéndose a la actual situación del país que fue anteriormente la perla de las Antillas, las falsas

teorías de una supuesta maldición no faltan. Las imágenes persistentes que acaparan las miradas en las

portadas de los medios tradicionales, sumado al injusto y aprovechador negocio de caridad de algunos

ONGs en la isla, contribuyen al lavado de cerebro que logra asemejar al pueblo haitiano a miserables

salvajes condenados a sufrir un mismo destino fatal.

Un día, en un diario muy conocido de Argentina, leí con mucha emoción una nota promocionando el turismo

de Haití, excitado, recorrí la longitud de cada línea para descubrir el misterio escondido en la profundidad de

sus frases. Con una sonrisa de oreja a oreja dibujada en mi cara pude terminar mi lectura, feliz, pero grande

fue mi decepción al terminar la nota y leer los comentarios en la misma, comentarios insensatos y que

reflejan la deplorable estigmatización mediática de la primera República negra.

Entre terremoto y huracanes, Haití se vio devastada por más de 5 violentas catástrofes naturales durante

la última década. Además de la notable falta de infraestructuras, la verdadera razón del frecuente

castigo de la naturaleza es la deforestación de la flora haitiana. Este fenómeno se debe a la cruda

realidad de este valiente pueblo que lo limita al uso del carbón de madera como principal fuente de

energía (al menos 80% de las familias haitianas lo usan en sus cocinas).

Como si fuera poco, la explotación maderera al beneficio de las sociedades norteamericanas productores de

resina (lubricante aeronáutico) ha causado la destrucción total del mayor bosque haitiano en los años 60. Lo

que tiene un gran impacto en la disminución de la biodiversidad por la desaparición de miles de especies de

plantas y animales endémicos. Se perdieron medicinas y materiales potencialmente valiosas, lo mismo que

el agua y el aire limpios. El impacto golpeó mucho a la medicina tradicional y la economía nacional.

Hasta la ocupación norteamericana en 1915, Haití pudo contar con su agricultura y la calidad de sus

productos. Hasta los años 1980, la isla caribeña fue el primer productor mundial de café con una capacidad

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de producción de más de la mitad de la consumición mundial. Reputado como el mejor del mundo, lo

utilizaban para mejorar los otros cafés según las enseñanzas a la escuela colonial de París en 1901. Los

productos de Rhum Barbancourt (famoso ron haitiano de más de 150 años) son muy apreciados y han

ganado muchas degustaciones y competiciones, y han ganado excelentes críticas de los conocedores del

ron. La cerveza Prestige fue dos veces (2000 y 2012) medalla de oro de mejor cerveza en su categoría. Hace

poco, Haití fue el mayor exportador de mangos de buena calidad hacia EEUU y hasta ahora los mangos

haitianos dominan el mercado de Nueva York. La Exposición Internacional Bicentenaria de Puerto Príncipe lo

convirtió en el primer país de la región en inaugurar (1949-1950) el turismo histórico-cultural con sus

monumentos y su folklore. En 1975, el matrimonio Clinton lo eligió para pasar su luna de miel.

La economía de Haití fue autosuficiencia hasta que el arroz de Miami suplantó, por su bajo cost o, a la

cosecha nacional de las llanuras de Artibonite, caso similar es la exterminación de los cerdos criollos

haitianos, que fueron vacunados por expertos estadounidenses y murieron como consecuencia. Es así

que constantemente se fue destruyendo la producción nacional y favoreciendo las importaciones.

Detrás de la sonrisa de muchos poderes occidentales, se oculta la hipocresía histórica de prohibir a la

primera república negra su desarrollo. Las maniobras fueron claras: alerta roja, severo embargo, interdicción

de productos haitianos en sus mercados, injerencia política, la ocupación estadounidense de 1915 a 1934

que favoreció matanza, trabajo penoso, aniquilación de las instituciones y finalmente la ocupación

ONUsiana de 2004 que continúa hasta hoy, cuyos soldados no sólo trajeron el cólera, sino que también, en

muchos casos, parte de esa tropa fue acusada de violar a niños, niñas y mujeres, mientras respaldan a los

políticos haitianos corruptos, entre otro millar de cosas. Los occidentales siguen amnésicos y ciegos frente a

ellos. Haití es el único país del mundo que fue obligado a pagar “indemnizaciones” a los esclavistas

después de todos los crímenes de la esclavitud sufridos y también obligado a pedir tres préstamos (1825,

1874, 1875) a la mismísima Francia. Durante medio siglo de los años 1800, la suma que se eyectó del

tesoro público haitiano para enriquecer a los banqueros franceses y los antiguos esclavistas avecinó los

150 millones de francos oro. Hay que mencionar también la enormidad de algunas otras indemnizaciones

reclamadas por Alemania, Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Como si fuera poco, el 17 de diciembre 1914,

los estadounidenses sacan en pleno día a MANU MILITARI el stock de oro del país, propiedad del gobierno

haitiano. También hay que mencionar la cantidad de políticos desleales y corruptos haitianos que defienden

sus mezquinos intereses al detrimento del valiente pueblo. Es por eso que el Profesor Leslie F. Manigat

constató que: “Haití no se ha convertido y no fue pobre hasta el siglo 19”, citando dos razones: “por un lado,

que ha fallado el tren de las revoluciones técnicas e industriales con sus “consecuencias modernizadoras”

(…) y por otro lado, fue elegido así para entrar en el esquema de rivalidades de las grandes potencias

imperialistas en busca de ´colonias sin bandera´ y zonas de influencias.” (Leslie F Manigat, les deux cents ans

d’histoire du peuple Haïtien 1804-2004 Collection CHUDAC, Port-au-Prince, mai 2002).

Los Estados Unidos todavía gozan de su estatus de poder imperial para enterrar enormes cantidades de

desechos tóxicos en el suelo de Haití. El italiano Gianpiero Sebri, experto en tráfico de desechos

tóxicos/radioactivos, ha revelado, en Arte.tv en el programa THEMA, cómo ha envenenado y destruido vidas

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en Haití con su trabajo. Es cierto que la responsabilidad de los cómplices y de los explotadores del interior es

innegable, pero esta última no habría sido durante mucho tiempo contra el valeroso pueblo haitiano sin el

apoyo de las potencias externas. Los medios de comunicación occidentales siempre han hecho un silencio

total sobre las luchas llevadas a cabo por las organizaciones populares en Haití. Esto no les impide permitir la

esperanza.

¡Haití verá definitivamente el final del túnel! Todos los pueblos oprimidos y especialmente los pueblos

negros, tienen una deuda moral con Haití. Y éste nos impone el deber de solidaridad. Hemos podido medir

la importancia de la lucha que debe llevarse a cabo para la rehabilitación de los pueblos negros en general y

del pueblo haitiano en particular. Otra dimensión fundamental: el pueblo haitiano no necesita caridad,

tiene derecho al respeto, al reconocimiento, a la justicia y a la solidaridad. Y aquí nuestro primer

compromiso debe ser trabajar para borrar la imagen truncada de Haití y su gente. Tenemos el deber de

popularizar la información justa sobre su historia, las causas de sus dificultades. En particular, mostrar lo

absurdo es la tesis que afirma que la miseria en Haití se debe a su estatus de independencia. Nuestra

solidaridad también debe ser práctica, a través del apoyo a las iniciativas de reconstrucción (reforestación,

programas de desarrollo para el uso de energías alternativas y renovables), apoyo a los programas de

solidaridad para el Construcción de infraestructuras sanitarias y educativas, apoyo a la economía artesanal

que permite la entrada de divisas directamente en manos de la población.

*POR MAXONLE PETIT PARA Panamá Revista.

"La unidad opositora en las calles va a seguir, hay que ver si la dirigencia política puede representarla" El antropólogo Alejandro Grimson dialogó con AGENCIA PACO URONDO sobre la situación de la

oposición al macrismo. "La unidad es posible si quienes participen aceptan que la discusión

programática está antes que el debate por la conducción política".

http://www.agenciapacourondo.com.ar/debate/la-unidad-opositora-en-las-calles-va-seguir-hay-que-ver-

si-la-dirigencia-politica-puede

Por Enrique de la Calle

APU: ¿Cómo ve el debate en torno a la unidad de la oposición al macrismo?

Alejandro Grimson: Desde que asumió Mauricio Macri veo un gran proceso de movilización social por

diferentes temas: violencia contra las mujeres, trabajo, reforma previsional, derechos humanos, contra los

tarifazos, etc. Han habido movilizaciones muy importantes protagonizadas por sectores muy diversos de la

sociedad. Ninguna de esas movilizaciones fue de un solo sector político. Tampoco en el caso de las últimas,

contra la reforma previsional. Confluyeron allí muchos actores que van más allá del peronismo, sea de la

izquierda clásica o popular, y también "independientes", que no se definen políticamente.

APU: En principio, ¿todos se definen opositores al macrismo?

AG: Lo defino como oposición al neoliberalismo, sea la variante macrista o cualquier otra. Son

movilizaciones contrarias a cualquier intento de restauración en ese sentido y buscan garantizar derechos. Ahí

hubo unidad. Uno de los cantos más impresionantes en las últimas marchas fue "unidad de los trabajadores, y

al que no le gusta, se jode". Ese fue un cantito que estuvo muy presente y tiene que ver con un deseo

extendido: la idea de que la unidad que está en las calles tenga una representación política. Pasa que por ahora

134

ningún sector político puede representar esa diversidad. Ahí aparece el primer problema: ¿es posible

representar políticamente a la unidad que hay en las calles? Creo que es posible pero todo el mundo que

participe de esa unidad debe aceptar que la discusión programática está antes que el debate por la conducción

política. Primero debe haber unidad programática, que exprese la diversidad de reclamos que hay en las

calles.

APU: ¿Cree que el macrismo también leyó ese nivel de movilización existente en la sociedad, y por eso se

inclinó por el "gradualismo" antes que por ajuste más ortodoxo?

AG: Sí, porque el macrismo antepone la política a la economía. Por eso está tan preocupado ahora por las

encuestas que circulan. Tienen en claro sus objetivos económicos pero también quiere ganar elecciones. Eso

se le complicó en diciembre pasado. Hasta el momento funcionó así Cambiemos.

APU: Hay que ver hasta cuándo puede anteponer la política a la economía...

AG: Claro, porque eso depende de factores internos y externos, vinculados a las tasas y a la situación

financiera internacional. De cualquier modo, se trata de procesos que están abiertos, hay que ver qué pasa con

las paritarias de este año, donde la respuesta de la opinión pública también va a ser dispar a ese proceso. Por

eso digo que la situación está abierta. El Gobierno salió golpeado del debate previsional y ahora sumó otros

temas como lo de Triaca, el ARA San Juan, Etchevehere.

APU: Vuelvo a la pregunta por la unidad: ¿Usted piensa en una unidad que trascienda al peronismo?

AG: Hay que construir un gran frente contra el neoliberalismo. En ese marco, puede haber sectores

minoritarios del peronismo que queden afuera o subordinados a ese programa. Es muy difícil que sectores

tradicionales de la izquierda se integren por su propia concepción política. Eso lo sabemos. Eso es así. Pero es

importante invitar a todos los sectores.

APU: Analizó recién las movilizaciones de resistencia contra el neoliberalismo. ¿Por qué cree que ese

programa neoliberal mantiene importantes niveles de adhesión?

AG: Hay varios elementos para explicar por qué el kirchnerismo perdió las elecciones de 2015. Por un lado,

está la explicación más clásica, que tiene que ver con los factores de poder. La restricción externa, el poder de

los medios, la Justicia, etc. Más allá de esos análisis hay otros elementos. En 2013, escribí en Página 12 que

de seguir así en términos políticos se podía perder. Porque entendí que no se puede gobernar sin construir

hegemonía, sin articular alianzas, sin ampararse en una base social más heterogénea. A todos los poderes

reales que ya conocemos hay que sumarle esos errores políticos. Si eso no se entiende caemos en el problema

de volver a repetirlos. No se pueden discutir las diferencias políticas en términos morales. El otro que piensa

diferente no es un traidor. Eso tiene que ver con el bajo nivel de muchos cuadros políticos.

APU: ¿Ese quiebre político es responsabilidad de los cuadros políticos o por detrás hay una fractura social

que explica esas diferencias?

AG: Si nos quedamos solo con el análisis de los liderazgos políticos no entendimos nada. Lo digo mirando

para adelante: la unidad se construye no tanto sumando dirigentes diversos como construyendo una alternativa

de gobierno. Para eso hay que recorrer un largo camino. Mirado hacia atrás surge ese balance: si no era Sergio

Massa hubiese sido otro, como lo fue Francisco de Narváez. Los procesos siempre son más profundos, no

tienen que ver con un nombre. El kirchnerismo terminó perdiendo en muchas ciudades de todo el país. Y

tampoco tiene que ver solo con el kirchnerismo: eso pasó en toda la región. Como sea, me parece que 2011

fue un año clave, porque el error de caracterización del 54% fue devastador para la gestión política del Frente

para la Victoria. Fue un error interpretar ese 54% como voto kirchnerista. Por definición, si uno saca ese

porcentaje siempre se trata de un voto diverso. Ahí abajo hay muchas cosas. Pasa lo mismo con el 51% que

sacó el macrismo. Ningún proyecto político construye una mayoría homogénea.

135

APU: Como cierre: ¿usted coincide con aquellos que sostienen que la unidad se va a dar antes en las calles

que en la superestructura política?

AG: La unidad en las calles va a seguir. Hay que ver si la dirigencia política logra representar esa unidad que

se da en las calles y que es diversa, o será que esa unidad busca sus propios representantes políticos. Lo mejor

que puede pasar es que sea un proceso que combine esa unidad en las calles con la representación de

dirigentes con trayectorias y al mismo tiempo permite la emergencia de nuevos políticos. Por lo que estoy

viendo, todas las reuniones que se dan tienen que ver con una unidad no vacía, con contenido. Lo que está hoy

en riesgo en la Argentina es gravísimo, es el propio Estado de Derecho. Por eso la unidad se hace cada vez

más acuciante. La contradicción principal tiene que ver con si es o no reelegido el proyecto macrista. Ese es el

primer punto. Hay que construir un frente para que eso no ocurra.

Los tiburones tecnológicos resucitan la ciudad/empresa

Facebook, Amazon y Google se convierten en promotores inmobiliarios

y rescatan las peores utopías capitalistas del siglo XIX

JULIANNE TVETEN (THE BAFFLER)

http://ctxt.es/es/20180207/Politica/17658/Facebook--Google-ciudadempresa-promotores-inmobiliarios-capitalismo.htm

A principios de este año, en Silicon Valley, una legión de ingenieros con

sueldos de seis cifras se presentó ante Mark Zuckerberg para pedirle que les

subvencionara sus exorbitantes alquileres. Mientras, los trabajadores

temporales que les sirven perritos de kimchi con bacon y confit de pato habían

visto cómo se les dejaba fuera del mercado inmobiliario asequible (solo los

sueldos que se acercan a los 74.000 dólares cumplen los requisitos) y

comenzaron a convertir garajes en hogares. Aunque estos hechos demuestran

la gravedad de la situación, no son más que los últimos indicios del

voluminoso leviatán que representa la crisis de vivienda en la región, un

asunto que lleva salpicando los titulares de medios grandes y pequeños desde

hace ya una década.

Gracias en parte a la acumulación de publicidad adversa, Zuckerberg y sus

colegas cibernéticos milmillonarios han decidido convertirse en promotores

inmobiliarios. En julio, Facebook anunció sus planes para crear WILLOW

CAMPUS en un complejo de oficinas que compró en 2015 en Menlo Park,

California, y que diseñará Rem Koolhaas con un perfil agresivamente

rectilíneo. La expansión de la sede central contará con mil quinientas unidades

habitables, de las cuales un 15%, según afirman, se “ofrecerá a precios por

debajo del mercado”. La empresa también ha prometido dedicar 11.600 m2para

136

uso comercial, con supermercados, farmacia y algo que recibe el críptico

nombre de “minoristas adicionales de cara a la comunidad”.

Igual de responsable, si no más, del paisaje geométrico de California es

Google, cuya recién inventada compañía matriz, Alphabet, ha prometido

ofrecer alojamiento temporal, en forma de viviendas modulares, para

trescientos empleados en su ciudad natal de Mountain View. Desde hace años,

Google intenta arrebatar el control de la ciudad al Gobierno; el año pasado,

consiguió más de 34.400 m2 de espacio para oficinas junto con el derecho a

urbanizar 130.000 m2en el distrito de North Bayshore, tras una disputa con

LinkedIn en la que ofertó dotar a la zona de una nueva estación de policía,

mejores carreteras y becas universitarias. (Las casas modulares se edificarán

en una antigua base de la NASA, que la empresa ha alquilado para los

próximos sesenta años).

Estamos asistiendo, con estos planes, al renacer de la ciudad-empresa. Se trata

de un fenómeno recurrente en el imaginario occidental capitalista, que en su

variedad estadounidense se remonta al siglo XIX: la ciudad homónima del

industrial ferroviario George Pullman en Illinois ilustra uno de los mejores

ejemplos. Pullman describió su ciudad, finalizada en 1884, como una utopía

lucrativa y orientada a los negocios que estaría llena de participantes

satisfechos, tanto empleados como inversores. Su fachada era sin duda

resplandeciente: las instalaciones que prometía (patios, cañerías, gas, recogida

de basura) eran poco frecuentes para los obreros de la época, y sus jardines

ultraformales y su centro comercial, que disponía de barbero, dentista, banco y

gran cantidad de comercios excesivamente caros, ofrecían una incursión en el

lujo capitalista de vanguardia.

Pero había una trampa: un capitalismo paternalista y omnipresente. Los

árboles impecablemente cuidados no eran más que una cortina tras la que se

escondía un panóptico para mantener a los trabajadores economizados a través

de la conducta. Eso sí, solo trabajadores blancos, ya que las personas negras

quedaban excluidas de forma expresa. “[Pullman] quería crear una ciudad-

empresa donde todo el mundo estuviera (…) contento con el lugar que

ocupaba en el sistema capitalista”, explicó Jane Eva Baxter

137

a PALEOFUTURE. Los trabajadores estaban obligados a alquilar (sin opción

de compra) viviendas unifamiliares, y vivían preocupados por las inspecciones

constantes y los desahucios repentinos. Asimismo, sus jefes controlaban los

libros que llenaban las estanterías de sus bibliotecas y los espectáculos que

tenían lugar en sus teatros, y un veto les impedía concentrarse en los salones o

celebrar reuniones ciudadanas sin la aprobación de la Pullman Company, no

fuera a ser que albergaran la idea de sindicarse.

La cesión obligatoria, no solo de la mano de obra, sino de la autonomía

personal a cambio de la velada capacidad de comprar pan o de encender la

estufa es, en una palabra, inhumana, y en tres, motivo de revuelta. Los

trabajadores de la empresa Pullman organizaron varias huelgas a lo largo de la

década de 1880, aunque ninguna fue tan impresionante como la de 1894. En

respuesta a la recesión económica del año anterior, Pullman decidió bajar los

sueldos de los trabajadores de forma radical, aunque mantuvo los alquileres

inflexiblemente fijos, con lo que consiguió engordar el valor de la empresa,

declarado en 62 millones de dólares, a la vez que dejaba a los trabajadores con

tan solo 2 centavos limpios (tras pagar los gastos de la vivienda). En

colaboración con el AMERICAN RAILWAY UNION (Sindicato Ferroviario

de Estados Unidos), cuatro mil trabajadores de Pullman, aguijoneados y

desesperados, negaron su mano de obra, y pronto se les unieron hordas de

trabajadores a lo largo y ancho del país. Sin embargo, la huelga llegó a su fin

cuando el gobierno de Cleveland, haciendo un violento alarde de

autoritarismo, desplegó tropas federales y encarceló a los líderes obreros. Poco

después, por orden de la Corte Suprema de Illinois, se obligó a la ciudad a

vender todo lo que no se usara expresamente para la “industria”.

El fracaso de Pullman no fue suficiente para disuadir a otros magnates. En

1900, el chocolatero Milton Hershey comenzó a construir un complejo fabril

cerca de un conjunto de granjas lácteas en la zona rural de Pennsylvania, y allí

declaró que no habría “ni pobreza, ni molestias, ni maldad” (un sibilino

precursor del ahora infame y difunto eslogan de Google: “No seas malo”).

Para atraer a los trabajadores, Hershey recuperó muchas de las comodidades y

privilegios de Pullman: cañerías en el hogar, jardines impolutos, calefacción

138

central, recogida de basuras y, con el tiempo, los teatros e instalaciones

deportivas que albergaría cualquier ciudad-empresa que se precie.

Lo que se diseñó como un saludable acto de promoción para la empresa se

convirtió rápidamente en un mezquino estado vigilante. Hershey, que

desempeñaba los cargos de alcalde de la ciudad, alguacil y jefe de bomberos,

patrullaba los barrios para inspeccionar el mantenimiento de las casas y

contrató detectives privados para controlar el consumo de alcohol de sus

empleados fuera de las horas de trabajo. Aunque la ciudad consiguió

escenificar una especie de idílica representación capitalista para los

observadores, en la década de 1930 los empleados comenzaron a sentirse

irritados por el entorno dependiente y por los despidos a raíz de la recesión de

una empresa que obtenía unos beneficios netos diez veces superiores a los

gastos anuales de personal. Un frustrado intento por sindicarse con

el CONGRESS OF INDUSTRIAL ORGANIZATIONS (CIO) dio origen a

una sentada en 1937; pocos días después, algunos granjeros y abanderados de

la empresa acudieron armados con piedras y horcas y expulsaron

ensangrentados a los disidentes, lo que terminó desestabilizando para siempre

otro absurdo cívico-empresarial. Así y todo, el enorme estado de Hershey

permanece indemne hasta el día de hoy.

Si Facebook y Google han comenzado a resucitar la ciudad empresa, Amazon

ya le ha dado un lustre futurista. Las rudimentarias ciudades empresa de

California son insignificantes en comparación con su equivalente del norte,

que ocupa un 19% del espacio para oficinas de Seattle y unos 752.500 m2. Su

director ejecutivo y fundador, Jeff Bezos, se ha propuesto adquirir 370.000

m2 más durante los próximos cinco años, en una prueba de fuerza que

complementa perfectamente su físico, característico de estar pasando una crisis

de la mediana edad. Para promocionar el patrocinio que hace de la ingeniería

local y de los programas de sostenibilidad, Amazon se jacta de realizar

“inversiones”, como por ejemplo el parque canino, los terrenos de juego, las

instalaciones de arte y los jardines dominicales. Por supuesto, las aspiraciones

colonizadoras de Bezos vienen acompañadas una vez más de un mercado

139

inmobiliario belicoso, exactamente las mismas condiciones que Facebook y

Google dicen estar combatiendo. Si examinamos la estrategia de Amazon en

su conjunto, con la reciente adquisición de los supermercados WHOLE

FOODS, el sueño de la compañía de atar sus empleados al trabajo mediante

cubículos homogéneos en alquiler y fritos de quinoa ligeramente rebajados, se

está haciendo realidad rápidamente.

Igual que George Pullman y Milton Hershey, las élites de la industria

tecnológica están controlando a sus trabajadores con distintas campañas de

expansión, absorción y dominación. La empresa-ciudad tecnológica, que el

más contemporáneo de los neofeudalistas quiere agenciarse, es el siguiente

paso en la búsqueda de las corporaciones gigantes de la costa oeste por atraer a

los empleados hacia una vida de trabajo 24/7: el sucesor totalizador de la barra

libre de comidas indias para untar, las tiendas de reparación de bicicletas IN

SITU y los hábitats FRANK GEHRIZADOS. Su premisa no se aleja en

absoluto de la de sus predecesores: un servicio genial y meticulosamente

estético para los trabajadores, en el que la mano benévola de la corporación

lleve las riendas del bien común por el bienestar de la comunidad. No obstante,

esta vez la comunidad estará dirigida por aparatos antisindicales y

recopiladores de datos que seguramente harían salivar al tecnotirano más

paranoico.

Sin duda, los megalómanos que quieren poblar las instalaciones municipales

con logotipos de marcas registradas esperan que las ciudades les dediquen una

genuflexión a cada paso. Bezos lo ha ejemplificado en Seattle, donde una

reciente medida para “gravar a los ricos” le llevó a buscar otra ubicación en la

que edificar la segunda sede central de Amazon. Mientras los residentes de su

ciudad natal luchan con una sanguijuela acaparadora que “chupa nuestros

recursos y rechaza participar del mantenimiento diario”, dentro de poco

Amazon intentará preparar otra ciudad para exprimirla. Mientras tanto, los

vampiros metálicos californianos de cara amable acaban de comenzar a

disfrazarse de hombres de frontera, con unas ganas tremendas de seguir el

ejemplo de Bezos. Ebrios de la propaganda superficial de las charlas TED y

acostumbrados a ignorar el molesto civismo de los reglamentos corporativos y

140

de los barrios pobres, nuestros tecnopobladores no sienten la necesidad de

tener en cuenta las lecciones del pasado porque su mayor interés es

monopolizar el futuro. Que los milmillonarios tecnológicos paguen impuestos

es un principio, pero solo cuando nuestras ciudades se nieguen a ser sus

anfitrionas dejarán de parasitarlas.

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Este artículo se publicó en The Baffler

Traducción de Álvaro San José.

CUANDO EL PROBLEMA ES LA IZQUIERDA

Hoy asistimos a dos procesos distintos que no debemos confundir: un

recambio de élites, frente a la crisis política del régimen, y a las primeras

tentativas de formación de instituciones propias de clase

EMMANUEL RODRÍGUEZ

http://ctxt.es/es/20180207/Firmas/17654/izquierda-movimiento-obrero-emmanuel-rodriguez-psoe-pce.htm

Más de un mes de artículos y contraartículos sobre la izquierda y su

incapacidad de salir de su propia burbuja social y cultural. La serie vino

iniciada por un puñado de provocaciones en EL CONFIDENCIAL. Pero la

discusión ha desbordado con mucho a sus promotores iniciales. En estas

semanas han escrito figuras como el Nega, el secretario general de IU-Garzón,

una conocida asesora de Ciudadanos, la cabeza de Politikon (Pablo Simón),

algunos profesores universitarios y otros muchos articulistas y plumillas. Por

mal planteado que nos resulte, por equívoco que nos parezca, este debate

alcanza a decenas de miles de personas. Por eso merece la pena intervenir en

él.

Los argumentos que abrieron la discusión no son especialmente originales. Se

repite la incapacidad de la izquierda (incluida la nueva política) para llegar a

los sectores populares, su siempre pretenciosa superioridad moral, su

ensimismamiento y sobre todo su perfil social dominado por la clase media,

por no decir, la élite cultural. Nada nuevo, apenas la constatación de una

realidad que es común a casi todos los países occidentales: que vivimos en una

de esas sociedades dominadas por la ficción de la clase media. Y que lo que

141

los ingleses llamaban “nación política” resulta excluyente respecto de todo

aquello que no encaja en esa norma social dominante (la clase media), por

fetichista y especular que esta resulte. En nuestra “nación política” no hay

espacio para lo que huela y sepa a “obrero”. En la incapacidad de la nueva

política de escapar a este diagnóstico, quien escribe este artículo

también probó suerte con un pequeño libro. Su propósito era ofrecer una

explicación social al ciclo político que abre el 15M y a las tensiones y

contradicciones que representa hacer una política de clase media, cuando esta

entra en crisis.

Sea como sea, el interés de esta discusión sobre la izquierda llega cuando los

polemistas plantean sus propuestas para corregir la situación. Existe una

amplia variedad de respuestas. Unas se centran, las más, en que la izquierda

debe hablar de las cosas que interesan “a la clase”. Otras, las menos, en que la

izquierda debe ser parte de las clases populares y que estas clases deben hablar

por sí mismas. Algunos incluso plantean propuestas de cuota obrera en los

nuevos partidos. Hoy el cuotismo parece ser un “derecho” para todo sector

movilizado. Otros incluso argumentan que en España no existe el problema:

que los “obreros” siguen votando izquierda —quizás el problema es

simplemente que no voten—. Casi todas coinciden, sin embargo, en que el

objetivo es el gobierno de la izquierda, las políticas redistributivas, el gobierno

para los débiles y bla, bla, bla... En última instancia estamos ante opciones

políticas electorales: entre aquellos que nos hablan de la reedición del viejo

partido comunista o socialdemócrata con una amplia implantación social; y

aquellos que nos proponen un “tercerismo” populista, algo así como un

Trump bueno.

Quizás merezca la pena plantear la cuestión en otro terreno, partiendo de algo

tan banal como ¿qué es la izquierda? La izquierda es, sin duda, una tradición,

un amplio conjunto ideológico, unos partidos y unas organizaciones, incluso

una cultura, la cultura de izquierdas. Pero la izquierda no es la clase (la clase

obrera). Esto es una obviedad. De hecho históricamente, la izquierda ha tenido

a ratos (muchos ratos) una pésima relación con amplios segmentos del

movimiento obrero. Así por ejemplo en los primeros años del siglo XX:

142

cuando aquellos obreros que apostaron por organizarse “solos” y al margen de

cualquier influencia de intelectuales de otras procedencias sociales, rechazaron

una y otra vez su representación por parte de los partidos socialistas. No

hablamos de experiencias pequeñas, el sindicalismo revolucionario —esto es,

los wooblies de todos los países de habla inglesa, la primera CGT francesa y la

CNT— se organizaron en una negación explícita a la delegación en la

izquierda.

Lo mismo se puede decir de la relación entre clase e izquierda en los

conflictivos años sesenta y setenta. Durante este periodo, amplios segmentos

del proletariado juvenil de medio planeta se separaron de los sindicatos y de

los partidos comunistas y socialistas para formar sus propias organizaciones de

lucha. A la vieja izquierda esta situación le resultó tan amenazadora, que en

muchos países (incluido España) decidió combatir a estos “otros” obreros, a

los cuales no entendían y para los cuales no disponían de nada que ofrecer. No

sorprende así que los propios movimientos que entonces empezaban a crecer

acogieran nombres que los distinguían de la vieja izquierda, como “nueva

izquierda” o “autonomía obrera” (en primer lugar de los partidos y sindicatos

de izquierda), a fin de no ser confundidos con tradiciones que consideraban

completamente corrompidas.

Por hablar de nuestro caso parroquiano. En la década de 1970, la izquierda

española (PSOE y PCE) apoyó sin muchos remilgos, no sólo el acuerdo

político que dio lugar a la democracia que hoy conocemos. De un modo

mucho menos justificable, trató por todos los medios de acabar con la

movilización obrera que agitaba fábricas y barrios. Y lo hicieron por medio de

la imposición de la política de rentas (los acuerdos de la Moncloa de 1977) y

de la absorción de los cuadros del movimiento, a través de una nueva forma de

cooptación: la carrera política, y su derivado menor, la carrera del liberado

sindical, a cuenta del Estado. En este periodo, la izquierda existente (salvo una

minoría radical) no tuvo ningún empacho porque el cierre de fábricas y el

desempleo creciente repercutiera en los más jóvenes, generando una situación

de desesperanza que llevó a la tumba a varios miles de la mano de la más

terrible de las pandemias sociales de la época, la heroína. No hay por eso,

143

mucho lugar para la sorpresa, cuando el 15M se declaró “ni de izquierdas ni de

derechas”. Con la izquierda realmente existente, había poco, muy poco, que

compartir.

Pero no nos perdamos en la historia, hablemos de lo que preocupa en esta

discusión. En nuestra democracias, “avanzadas”, de consumo, de clase media,

la izquierda tiene un papel muy preciso. Es el cuerpo institucional e ideológico

que canaliza el malestar social por los cauces legales establecidos al efecto: la

producción de opinión pública, los partidos, los sindicatos, el voto. En

palabras viejas, la izquierda es lo que Althusser llamaba un “aparato

ideológico de Estado”. La izquierda trabaja “por la ideología de Estado, al

servicio de la política de Estado”. Y como carta alternativa a la “derecha”, la

izquierda ha operado excelentemente en épocas normales, siendo un precioso

puntal de la estabilidad social y política. En la viejas palabras de Althusser, sus

partidos practicaron a la perfección el mejor de los cretinismos parlamentarios

y sus sindicatos el “economicismo” más corporativo.

El problema es que ya no estamos en una situación de normalidad. En tiempos

de crisis, y estos son tiempos de crisis, la izquierda puede dejar de seguir

cumpliendo con su papel. Y esto es lo que hace que ni el PSOE ni IU sirvieran

a la altura de 2011, que surgiera Podemos en 2014 y que hoy parece que

Podemos tampoco sirva.

Quizás debamos plantear el problema desde otra perspectiva. En términos de

la política de transformación (la misma a la que apela la izquierda) el problema

nunca puede ser lo que la izquierda hace o lo que la izquierda dice. El

problema crucial es el de la organización de los sujetos dominados, excluidos,

explotados. A veces, estos sujetos se reconocen en organizaciones y

tradiciones de izquierda. Otras se inventan casi todo de raíz. Estas situaciones

son casi siempre las más interesantes. En estas, los dominados, los excluidos,

suelen aparecer como algo completamente nuevo. En estas ocasiones, sus

movimientos se dotan de nombres y formas nuevas, potentes, casi

deslumbrantes. Así ocurrió en los orígenes del movimiento obrero, que no era

exactamente de izquierdas, sino “socialista”; también en todas las rupturas

significativas de ese movimiento. Pero también es lo que sucedió en las

144

sucesiva olas del feminismo, con los movimientos indígenas, con el

movimiento negro y un largo etcétera. Ninguno de estos movimientos fue en

principio admitido por la izquierda. En cualquiera de estas emergencias, la

crítica se dirigió contra la izquierda, se denunció su elitismo, su colaboración

con el Estado y todos sus privilegios. Y esta izquierda reaccionó la mayor

parte de las veces de una forma conservadora y brutal.

En España, la clase obrera ha dejado de existir desde hace ya 30 o 40 años. Ha

dejado de existir no porque no existan obreros de fábrica, aunque sean muchos

menos que en 1973, ni trabajadores manuales, ni desde luego un inmenso

proletariado de servicios compuesto crecientemente por mujeres y migrantes.

Ha dejado de existir porque no existe movimiento obrero, aunque existan

sindicatos (en su mayoría en nómina del Estado). Porque no existe una cultura

política obrera —o de estos nuevos segmentos proletarizados—, aunque

existan toda clase de estilos y formas de vida “populares”, convenientemente

explotados y neutralizados por la sociedad de consumo. Lo que debería

sustituir a la clase obrera —los excluidos, los precarios, los sin derechos, los

que no están en “política”— carecen de instituciones propias, de medios

propios, de sindicatos y cooperativas que se diría con viejo lenguaje. Y este es

el problema político de nuestro tiempo.

Que la izquierda no encaje en nada en las clases populares, que esté compuesta

de aspirantes a nueva élite política —y cultural, lo que incluye a los

“formadores de opinión”— es una obviedad. Hoy asistimos a dos procesos

distintos y que no debemos confundir: un recambio de élites, frente a la crisis

política del régimen y de una vieja clase política y cultural enrocada; y

también asistimos a las primeras tentativas de formación de instituciones

propias de clase. Al primer proceso se le llama renovación de la izquierda.

Para el segundo todavía no tenemos nombre.

La cuestión prioritaria no es que los pobres y los obreros voten a una opción

de izquierda, ni siquiera que estén integrados en la “dirección” de la izquierda.

No es tener un gran partido socialista-comunista, tampoco promover a un

Trump bueno. El reto es que estos se organicen y de paso se alíen con todos

aquellos sectores en proceso de desafiliación de la clase media. Si esto

145

felizmente ocurre, que voten o no a la izquierda será una cuestión menor. A

partir de ahí veremos otra vez lo que puede una política de clase. También lo

poco que puede una política de izquierdas.

AUTOR

EMMANUEL RODRÍGUEZ

Emmanuel Rodríguez es historiador, sociólogo y ensayista. Es editor de Traficantes de Sueños y colaborador

de la Fundación de los Comunes. Su último libro es '¿Por qué fracasó la democracia en España? La

Transición y el régimen de 1978'.

LA PESADILLA DE LOS NEGRISTAS. LA ACTUALIDAD DE GRAMSCI Y LO NACIONAL-POPULAR

En respuesta a Emmanuel Rodríguez, ‘La izquierda y lo nacional-popular’

CARLO FORMENTI

http://ctxt.es/es/20180131/Firmas/17475/carlo-formenti-emmanuel-rodriguez-gramsci-negri-postobrerismo-postmodernismo-europa-estado-izquierda-debate-libro-la-variante-populista.htm

Los amigos Manolo Monereo y Javier Aguilera me solicitan mi respuesta a la

recensión crítica de Emmanuel Rodríguez de la edición española de mi último

libro, LA VARIANTE POPULISTA. Acepto su invitación tras algunas

dudas, porque el texto de Rodríguez no me pareció que pudiera suscitar un

debate interesante: tras replicar a los numerosos ataques de los “negristas”

italianos, su lectura me provoca, en realidad, una sensación de DEJÀ VU (es

curioso que los intelectuales post-obreristas, aunque declarándose refractarios

a las jerarquías y a las disciplinas de partido o de movimiento, emplean un

lenguaje que nunca se distancia del catálogo de conceptos que el “maestro”

Antonio Negri y sus fieles han codificado en un verdadero y propio

catecismo). Nada nuevo en el frente hispánico, por tanto, pero vayamos al

asunto.

No me detengo sobre la primera parte del artículo, que propone un sintético, y

no siempre riguroso y fiel, resumen de las tesis del libro. Respecto a la

segunda parte, que por el contrario entra en los asuntos de fondo, contestaré

sucintamente sobre las cuestiones más relevantes: Estado y economía; capital

y trabajo; tecnología y composición de clase; pueblo y nación y Europa y

América Latina. De la crítica que Rodríguez hace a lo que he escrito sobre la

146

relación entre Estado y globalización capitalista, alguien podría pensar que no

ha leído el libro, pero visto que lo ha leído, me veo obligado a tomar nota de

su mala fe. En parte alguna del libro encontraréis la tesis de que la

globalización coincidiría con el triunfo del mercado sobre el Estado. Al

contrario: siguiendo el análisis, entre otros, de Dardot y Laval, sostengo que

no estamos frente a una “retirada” del Estado de la economía, sino en un

proceso de desmantelamiento de la sociedad fordista y de sus instituciones

políticas, nacionales y supranacionales, totalmente proyectado, planificado y

realizado por los estados conforme a los principios del ordoliberalismo, que se

basan en la existencia de un Estado fuerte, al que atribuyen una doble tarea: 1)

crear las condiciones jurídicas, políticas y culturales necesarias para el

funcionamiento del mercado, del que se reconoce explícitamente la

incapacidad de autoregularse (cfr. von Hayek y otros), y 2) construir un sujeto

social "hecho a medida" de las necesidades de la fase actual del desarrollo

capitalista.

Vayamos ahora a las relaciones entre capital y trabajo y entre tecnología y

composición de clase. La concepción post-obrerista de la relación capital-

trabajo en la actual fase capitalista propone una mezcla contradictoria de neo-

proudhonismo y arqueología marxista. A la arqueología marxista pertenece el

entusiasmo por el progreso tecnológico (bien sintetizado por el Manifiesto

aceleracionista que relanza el concepto –que suena hoy como un patético

residuo del siglo XIX– según el cual el desarrollo de las fuerzas productivas

crea por sí mismo –por hegeliana necesidad histórica– las condiciones para la

transición al socialismo). Un entusiasmo que elimina el problema de la no

neutralidad de la tecnología (en particular de la tecnología digital, que genera

un nivel incomparablemente más radical de subordinación/integración de la

fuerza de trabajo en el capital respecto al de las tecnologías fordistas), y

presume que el proletariado puede heredar el sistema técnico del capital tal y

como es para convertirlo en el instrumento de su propia emancipación.

Neo-proudhoniana es, por el contrario, la idea de un capitalismo “parasitario”

(impugnada por Marx en su crítica al socialismo utópico) que “roba a la fuerza

de trabajo los resultados de una cooperación social que se desarrollaría

147

espontánea y autónomamente del comando capitalista (a quien sostiene

idioteces similares habría que sugerirle que se aprenda de memoria el Capítulo

VI Inédito del Capital). De aquí se derivaría la tesis de la ruptura de las

relaciones de fuerza entre el trabajo vivo y el trabajo muerto, por la que hoy el

primero dominaría/usaría al segundo y no a la inversa. Y llegamos aquí al

ridículo: los “trabajadores del conocimiento” que los post-obreristas

identifican con la nueva vanguardia revolucionaria son, en todo caso,

reducidos ellos mismos a trabajo muerto, a capital fijo en su forma

digitalizada, compuesta por la integración entre computadora, software

e inteligencia humana objetivada, estandarizada y sistematizada, mientras la

“creatividad” de este sector laboral se reduce al desarrollo de tecnologías,

productos y servicios que sirven para controlar/disciplinar la amplia masa de

trabajadores ejecutivos, precarizados, descentralizados en áreas de bajo costo y

sobreexplotados. Estamos, por tanto, ante una versión post-moderna de la

aristocracia obrera de leniniana memoria o incluso a la de los empleados en

diseño de métodos y sistemas de control de la era taylorista.

En este punto debo añadir tres incisos. Uno: Rodríguez rechaza mis críticas al

concepto de trabajo inmaterial sosteniendo que el término no hay que

entenderlo en sentido literal, sino como “subsunción general de la subjetividad

en los procesos de valorización del capital (la vida puesta a trabajar)”. Pero

aquí la abstracción se hace, si ello fuera posible, más “inmaterial”, impalpable,

resultando que, en vez de atribuir a las concretas formas de vida un papel

antagonista, en cuanto irreduciblemente externas a las relaciones de

producción, se impone a la vida reducida a pura abstracción el papel de

“capital variable”. Dos: las tesis recien expuestas se basan esencialmente en

las páginas del “Fragmento sobre las máquinas” de los “Grundrisse”, donde

Marx habla al final de la ley del valor. Teniendo en cuenta que la teoría

marxista del valor trabajo, tomada en clave puramente económica (además de

ser científicamente contestable: véase Sraffa), pierde todo contenido

subversivo (contenido referido a las relaciones de fuerza entre las clases y no a

la teoría económica), es evidente que las formas concretas en las que la teoría

“se encarna” en las diversas fases del desarrollo capitalista cambian con el

148

tiempo, así como es evidente que se podrá hablar del fin de la ley del valor

sólo si y cuando se acabe con el dominio del capital sobre el trabajo.

Rodríguez y los negristas sueñan que viven en un mundo donde esto ya ha

tenido lugar: benditos sean, pero mientras sigan soñando, el capitalismo

“tendrá los siglos contados” (citando las palabras de un conocido economista).

Tres: los negristas se obstinan en leer la crisis como fruto exclusivo de las

contradicciones inmanentes al modo de producción, siendo incapaces de captar

la naturaleza eminentemente política de la crisis actual: una crisis de

hegemonía que hace que grandes masas populares dejen de delegar y de

confiar en las élites, mientras que solo éste carácter político de la crisis nos

permite tener alguna esperanza de relanzar la lucha de clases.

Antes de pasar a los temas de lo nacional-popular, haré dos consideraciones.

La primera referida a la crisis de la globalización. De la delirante visión de un

mundo unificado que Negri expuso en Imperio (versión post-moderna del

super-imperialismo de Kautsky) no queda rastro alguno. Esto no significa que

se hayan acabado los flujos globales financieros (los comerciales, por el

contrario, efectiva y significativamente se han ralentizado, mientras crecen las

pulsiones proteccionistas y mercantilistas), sino que hemos entrado en una fase

de caos sistémico (cfr. Wallerstein y Arrighi) en el que renace la lucha inter-

imperialista entre las grandes potencias, las mega-empresas multinacionales

(que mantienen, se diga lo que se diga, relaciones estratégicas con sus países

de origen), y los bloques regionales. El esquema de centro, semiperiferia y

periferia sigue siendo válido pero sufre modificaciones con el rápido

desarrollo de las relaciones geopolíticas de fuerza, surgiendo imperialismos

subregionales (Brasil, por ejemplo) que crean sus propias periferias, pero

aparecen a su vez subordinados a bloques regionales más poderosos (Estados

Unidos y China, en primer lugar).

La segunda se refiere al progresivo eclipse del concepto de multitud en los

discursos post-obreristas (en ausencia de toda consideración autocrítica, algo

ya típico: cuando una categoría se queda sin fundamento alguno, los negristas

pasan de largo fingiendo como si nada hubiera pasado). El fracaso de tal

concepto, incapaz de dar cuenta de las dinámicas reales de los conflictos de

149

clase de los últimos veinte años, ha llevado a la recuperación de la categoría

obrerista “clásica” de composición de clase, aunque declinada en formas

nuevas. Paradójicamente, el concepto de multitud, a pesar incluso de su

abstracción, representaba un avance, mientras que la vuelta a los conceptos

obreristas tradicionales es un paso atrás, aunque sólo fuera porque la de

multitud era una imagen más cercana a la realidad de una masa fragmentada

de piezas de clase heterogéneas, resultado de medio siglo de

contrarrevolución neoliberal.

El mérito de haber afrontado esta realidad “hecha pedazos” y de haber descrito

las modalidades de una posible recomposición política lo tiene Ernesto Laclau

y su concepto de pueblo. En su crítica, los post-obreristas, como de costumbre,

juegan sucio. Mantienen que la idea de pueblo en Laclau coincide de hecho

con la que fue configurándose históricamente con el nacimiento de los

modernos estados-nación y las grandes revoluciones burguesas. Por el

contrario, Laclau habla de pueblo en relación a un proceso (específicamente

asociado a la crisis de los sistemas políticos post-democráticos, surgidos de la

contrarrevolución neoliberal) a través del que: 1) los distintos momentos

conflictivos generados por la incapacidad sistémica de responder a

determinadas reivindicaciones económicas, sociales, identitarias, etc, pueden –

en determinadas circunstancias y condiciones– aglutinarse en torno a una

demanda particular que asume un papel hegemónico; 2) inéditos proyectos

políticos pueden aprovechar la ocasión de estos “momentos” para construir un

pueblo, para dar así unidad simbólica a los distintos impulsos antagonistas y

encauzarlos hacia un resultado contra-hegemónico y antisistémico. En mi libro

estas tesis son asumidas críticamente (sin esconder los puntos débiles: que se

trata de una descripción empírico/fenoménica de algunos procesos reales, el

excesivo peso atribuido al aspecto retórico/comunicativo de los fenómenos

sociales frente a una escasa atención al papel de las clases sociales, etc), pero

sobre todo son releídas a la luz del pensamiento gramsciano y de las categorías

de hegemonía, guerra de posiciones, el hacerse Estado de las clases

subalternas, el partido como formación de intelectuales orgánicos, etc.

150

El último punto es dirimente porque, siendo verdad que el que escribe

compartió durante mucho tiempo la historia del obrerismo italiano, como

recuerda Rodríguez (que como sus amigos italianos me reprocha tácitamente

la “traición”), es igualmente cierto que mi biografía política se inicia, entre

finales de los 60 e inicios de los 70 del siglo pasado, en una formación política

que se denominaba, no casualmente, Grupo Gramsci. Por lo que para mí la

recuperación de la teoría gramsciana es, más que un giro, un retorno a los

orígenes, impuesto por la extraordinaria actualidad que el pensamiento de

Gramsci está hoy revelando (véase su redescubrimiento en América Latina,

Asia y África). Que se me vincule al giro trontiano, por tanto, no tiene

fundamento alguno, teniendo en cuenta que Tronti siempre fue, y lo sigue

siendo, antigramsciano: su fidelidad al PCI y a sus posteriores mutaciones

hasta el PD se debe fundamentalmente (véase la larga vídeo-

entrevista dirigida por mí y publicada por DeriveApprodi) a su autodefinición

como “viejo bolchevique”, es decir, un realista político (su amor por

Maquiavelo y Schmitt no es casual) que decide estar allí donde más fuerza

hay para defender así mejor los intereses de los más débiles (argumento débil,

pero que nada tiene que ver con Gramsci). En mi libro, la capacidad de las

tesis de Laclau (y más aún la del Gramsci nacional-popular) para analizar la

realidad de los conflictos sociales y políticos contemporáneos se mide sobre

todo en relación a las revoluciones bolivarianas (Venezuela, Bolivia y

Ecuador) y a los casos de Podemos en España y de Sanders en los Estados

Unidos. En la edición griega del libro, que está a punto de salir, he actualizado

y profundizado estas partes y he añadido algunos párrafos dedicados al

ascenso de Corbyn en Inglaterra, al movimiento de Mélenchon en Francia, a

Syriza y a la evolución de Podemos y del M5S (Movimiento 5 Estrellas)

italiano. Aquí me limitaré a algunas notas sobre Europa y América Latina, a

las que sin embargo debo adelantar un breve excursus sobre el tema de la

relación entre Estado, pueblo y nación.

La formidable aceleración histórica que el mundo ha sufrido a partir de la

contraofensiva capitalista tras el ciclo de luchas de los años 60 y 70 del siglo

XX y su aparente triunfo definitivo, asociado al derrumbe del bloque soviético

151

y a la revolución tecnológica iniciada en los años 90, han neutralizado la

capacidad de análisis e iniciativa política de las izquierdas: las

socialdemocracias se han convertido en masa al neoliberalismo, las izquierdas

radicales entraron en una depresión, entre remordimientos y nostalgia del

compromiso fordista o –en el caso de los post-obreristas– se dejaron llevar por

la euforia de un imaginario vuelco en las relaciones de fuerza entre el capital y

el trabajo. No sorprende, por tanto, que no sepan captar los elementos, al

mismo tiempo, de continuidad y de discontinuidad entre la crisis de la primera

y de la segunda globalización. El concepto de globalización viene asumido

acríticamente en la versión ideológica que proporciona el pensamiento único

dominante, eliminando el hecho de que la internacionalización de los flujos de

dinero y de mercancías es un dato permanente de la historia del capitalismo,

eliminando la actualidad del análisis leninista del imperialismo (que

obviamente hay que actualizar respecto a la caótica evolución de las relaciones

de fuerza geopolíticas señaladas con anterioridad) y asumiendo el discurso

cosmopolita burgués que anuncia el triunfo definitivo del mercado sobre la

política por el que, de vez en cuando, se aceptan “de forma realista” las

restricciones de la economía o, peor, se atribuyen al cosmopolitismo burgués

las virtudes del internacionalismo proletario. De la cuestión nacional, que ha

agitado durante más de un siglo el debate en el marxismo, se han perdido los

rastros de los años 70 del siglo pasado, cuando el presunto fin de la época

colonial ha marginado los análisis de autores como Franz Fanon, Samir Amin

o Gunder Frank (por no hablar de los teóricos del sistema mundo). De ahí que

hoy cualquier referencia a la soberanía nacional sea tildada como algo de

derechas. Poco importa que ello haya regalado a los populismos de derechas el

apoyo de amplias masas proletarias, tanto las pertenecientes a los sectores

inferiores “incivilizados, racistas y sexual-fóbicos” (Franco Bifo Berardi ha

hablado con desprecio de nacional-obrerismo) que no interesan a una izquierda

que apuesta por las vanguardias de los trabajadores del conocimiento.

Admitiendo por un momento que los “verdaderos” proletarios sean hoy estos

sectores más aculturados de la clase trabajadora (que yo sigo sobre todo

considerando clases medias emergentes), ¿cuándo tales sujetos (o las viejas

152

aristocracias obreras) han hecho una revolución? ¿Es o no un hecho que todas

las grandes revoluciones socialistas las hicieron las masas campesinas,

dirigidas por minorías obreras e intelectuales pequeño-burgueses? Es o no un

hecho que en todos estos procesos revolucionarios la cuestión de la soberanía

popular y nacional (inseparables) han desempeñado un papel determinante,

porque sólo cuando las situaciones en las que la opresión nacional y la

explotación de clase iban juntas se daban las condiciones revolucionarias.

Condiciones políticas no económicas (Gramsci dijo que Lenin hizo una

revolución contra “el Capital” conquistando el poder en un país

económicamente atrasado). ¿Es o no un hecho que también hoy en los países

occidentales las masas populares reivindican intereses y necesidades que les

niegan los procesos de internacionalización de los flujos de mercancías y de

dinero?

Si la soberanía popular y nacional no se funda en reivindicaciones identitarias

de tradiciones, tierra y sangre, sino en procesos de construcción hegemónica

de una comunidad de lucha, de un pueblo que nace uniendo distintos impulsos

antagonistas contra las élites políticas y económicas, si la nación es entendida

como la proyección simbólica de un pueblo que comprende a todos aquellos

que –prescindiendo de la etnia, la lengua, la religión, el sexo, etc– viven y

luchan en un determinado territorio, no existe razón alguna para que ese tipo

de ideas sean de “derechas”. Como máximo se podrá decir que es una

estrategia política perdedora en base al dogma de la imposibilidad de realizar

el socialismo en un sólo país. Pero las revoluciones bolivarianas se han hecho

a contrapelo de las izquierdas radicales (troskistas, maoistas, neoestalinistas,

post-obreristas, etc) empeñadas en degollarse en estériles luchas ideológicas,

fueron el resultado de procesos muy similares a los descritos por Laclau,

nacieron de la conjunción de rebeliones de masas contra los gobiernos

neoliberales y partidos y líderes populistas que cooptaron/integraron en su

seno a sectores de las izquierdas y los movimientos. ¿Estas revoluciones no

son socialistas? Quizás. ¿ Que hoy todas están en crisis cercadas por el

imperialismo y las nuevas luchas sociales? Es verdad. Pero eso no significa

que no tengan nada que enseñarnos (y no sólo en lo negativo). Representan de

153

hecho las únicas experiencias que han sabido interrumpir la hegemonía del

consenso de Washington. Su pecado mortal no fue el soberanismo populista ,

sino el haber apuntado a una integración regional (el ALBA) contra-

hegemónica basada casi exclusivamente en la reconversión de la renta

petrolera hacia el gasto social, de haber apostado, por tanto, a un neo-

extractivismo que no ha permitido desarrollar eficaces estrategias de

desenganche (delinking, cfr. Samir Amin) del mercado global. Mientras tanto

anotamos que las “izquierdas radicales”, ante las dificultades económicas que

estos regímenes están atravesando, se posicionan en la práctica junto a las

oposiciones neoliberales de derecha, demostrando otra vez su naturaleza

oportunista y su incapacidad de medirse con los tiempos largos de la historia.

¿Que Europa está a distancia estelar de América Latina, de procesos de regreso

a burguesías compradoras de sus élite nacionales? ¿Estamos seguros? En la

lucha interimperialista que opone a los grandes bloques regionales, Europa es

la cazuela entre la gran potencia declinante y la gran potencia emergente, entre

EE.UU y China. Europa ha impulsado su proceso de unificación para competir

mejor. Pero la condición para hacerlo ha sido un proceso de centralización que

ha puesto en manos de Alemania –la única dotada de recursos industriales,

financieros, demográficos y técnico-científicos– la hegemonía total sobre los

países miembros. Su política neo-mercantilista, basada en el crecimiento de las

exportaciones y en los principios ordoliberales que inspiran las políticas

económicas (lucha contra la inflación y contención a toda costa del coste de la

fuerza de trabajo) han condicionado todo el proceso de unificación,

determinando: 1) el desmantelamiento de los sistemas industriales del sur de

Europa, reducidos a reservas de mano de obra barata y suministradores de

productos semi-elaborados para la industria alemana; 2) la colonización de los

países del Este tras la caída de la URSS, la reunificación de las dos Alemanias

y la guerra de los Balcanes; y 3) la imposición de políticas feroces de

austeridad (administradas conjuntamente con el BCE, el FMI y las

instituciones de Bruselas) a los países “indisciplinados” como Grecia (a su vez

reducida a casi una colonia). El instrumento que ha permitido realizar esta

presión y reducir a la obediencia a los países satélites ha sido la unificación

154

monetaria (sobre el asunto no me extiendo porque existe ya una vasta literatura

sobre ello). En otras palabras, en la región europea se ha formado una

articulación local del esquema centro, semiperiferia y periferia, que vuelve a

plantear, en términos distintos pero no demasiado respecto al contexto

latinoamericano, las mismas contradicciones y la misma necesidad de retomar

el tema de la soberanía popular y nacional en el análisis teórico y en la gestión

práctica de la lucha de clases. Oportunista no es quien invita a tener todo esto

en cuenta, sino quien, como Negri, se hace agit prop de un “patriotismo

europeo” que corta los amarres con Marx y con Lenin, que describieron

siempre el ideal de una federación de países europeos como una pesadilla

reaccionaria.

Obviamente, el tema del Estado está estrechamente vinculado al de

construcción de un pueblo y al de soberanía popular y nacional. Me limito, por

tanto, a concluir afirmando que, frente al anti-estatalismo de las izquierdas

radicales y en sintonía con el concepto gramsciano del “hacerse Estado” de las

clases subalternas, estoy convencido de que la utopía del “fin del Estado” es

un residuo del que hay que desprenderse, al basarse en una idea del “fin de la

Historia”, de un Edén en el que todo conflicto inter-humano –y, por tanto, toda

exigencia de mediación política– se habrá acabado, una idea que hoy parece no

menos improbable que el dogma cristiano de la resurrección y la ascensión

final de los justos al Paraíso. En las constituciones bolivarianas se configura

un proyecto de Estado que no protege sólo los derechos humanos y civiles,

sino también a aquellos sujetos y comunidades colectivas, garantizando su

autonomía y el autogobierno democrático, pero sobre todo garantizando la

posibilidad de defensa conflictiva de estas prerrogativas también y sobre todo

frente al Estado que los reconoce. El hecho de que estas constituciones aún no

se hayan utilizado en gran medida no cuestiona la validez del principio.

AUTOR

CARLO FORMENTI

EL CIRCO Y EL CÍRCULO DE LA POSVERDAD

155

La clave para entender este fenómeno es el uso estratégico de la indiferencia a la verdad, a los datos contrastados y a los hechos como instrumento político, económico y social

FERNANDO BRONCANO

http://ctxt.es/es/20180207/Firmas/17699/fernando-broncano-posverdad-medios-politica-empresa-epistemologia.htm

La elección de Trump, el Brexit, las elecciones francesas y la tragicómica

experiencia del procès han puesto de moda el término “posverdad” como

palabra-icono que define el régimen de circulación de la información y el

conocimiento en el siglo XXI. Llevo tiempo trabajando en lo que comienza a

llamarse "epistemología política", una parte de la epistemología social, y este

tema es absolutamente central. La epistemología social se ocupa de la

dimensión social del conocimiento, y trata numerosas cuestiones, entre ellas,

la más importante, la de nuestra dependencia absoluta de las palabras de otros

para crear nuestro mundo de creencias y conocimientos. La epistemología

política, por su parte, se ocupa de cómo las posiciones de poder en una

sociedad interaccionan con las posiciones epistémicas.

Disculpas por el uso de jerga filosófica, pero lo que quiero decir se puede

entender –espero– aceptablemente bien sin conocer el significado de

epistemología y epistémico. Un mecánico, por ejemplo, cuando abre el capó

de un automóvil y escucha el ruido del motor, está en mejor posición

epistémica que un lego como yo para entender lo que le ocurre al aparato. Un

marido machista que en una cena silencia a su pareja diciendo "eso que dices

son cosas de mujeres" está en mejor posición de poder para producir una

ignorancia sobre la opinión de ella sobre algún asunto. Hay mucha tela que

cortar sobre estas cosas, pero volvamos al tema de la posverdad.

Además de numerosos artículos de prensa y otros académicos sobre el tema,

he leído últimamente dos libros irregulares pero informativos sobre posverdad.

Uno, el más interesante, es el de James Bell Post-Truth. How Bullshit

Conquered the World y el otro es el de Mathew D'Ancona, Post-Truth. The

New War on Truth and How to Fight Back. Los dos están horrorizados por lo

que fue la campaña de Trump y el Brexit y los dos diagnostican una suerte de

cáncer en la sociedad del conocimiento. El primero, me parece, acierta en dar

156

un diagnóstico más amplio y profundo de lo que ocurre. El segundo es una

suerte de crítica ya recocida del posmodernismo, el odio a la verdad, el

relativismo, etc., en fin, una campaña que ya llevaron a cabo el papa Ratzinger

y su frente en las guerras culturales de fin de siglo. El problema, apoyándome

en la tesis de Bell, me parece mucho más grave y mucho más profundo.

La primera constatación es que que la posverdad no tiene nada, o al menos

mucho, que ver con la mentira. El mentiroso trata de hacer que otros crean lo

que el quiere manipulando las apariencias. La mentira, desde la infidelidad

sexual a la política, no es sino una manipulación de las apariencias para

producir verosimilitud. El mentiroso es el más interesado en que la gente crea

en la verdad, los hechos, el conocimiento. Como ocurre con el ladrón, el más

interesado en la preservación de la propiedad privada, el mentiroso está del

lado de quienes distinguen las apariencias de la verdad, los hechos de las

opiniones. El mentiroso no puede permitirse el lujo de ser relativista, como el

ladrón tampoco puede ser comunista. Si todo es de todos, si la verdad y la

falsedad son equivalentes, si todo es agua, no necesitamos la toalla. La toalla

también es agua.

La posverdad no es el uso abusivo de la mentira, ¡ojalá! Es mucho más grave y

de pronóstico mortal. Es la indiferencia generalizada hacia las propiedades

epistémicas. Es la indiferencia hacia la constatación de lo hechos. Es una

actitud que vuelve irrelevante la información justificada, que solamente es

sensible a los efectos emocionales y prácticos del mensaje, y le importa un

pimiento su relación con los hechos, o, dicho sea en el newspeak de Trump,

solo es sensible a los hechos alternativos.

El filósofo norteamericano Harry Frankfurt, una iluminadora inteligencia que

solo disfrutamos una minoría de aficionados a la filosofía analítica de la

acción, publicó en 2005 un panfletillo que, sorprendentemente, se convirtió en

un bestseller: On Bullshit, (sobre la charlatanería). "Bullshit" es una expresión

coloquial del inglés americano bastante intraducible, pues incluso charlatanería

no capta todos los matices, pero aún así entendemos bien lo que significa en su

núcleo central (y, claro, su traducción literal, "caca de vaca" tampoco).

Charlatán es el que suelta la lengua sin importarle demasiado la corrección o la

157

verdad de lo que dice. Charlatán es el que saca beneficio del tiempo de la brasa

que da, de la atracción de la atención que suscita, de la ocupación del tiempo

de la vida de los otros.

Y aquí encontramos la clave para entender el funcionamiento de la posverdad

en la sociedad contemporánea. Es, sin más, el uso estratégico de la indiferencia

a la verdad, a los datos contrastados y a los hechos como instrumento político,

económico y social. La posverdad es la industria y manufactoría de los

mensajes que producen reacciones emocionales que son independientes de su

relación con la realidad. Todo entra en la olla: teorías de la conspiración,

cotilleos, susurros, maledicencias, calentones,..., cualquier pronunciamiento

que genere atención colectiva al mensaje y pereza por la comprobación de su

verdad o verosimilitud.

Uno puede hacer una crítica moralista, e incluso política, de la posverdad, pero

me parece mucho más interesante realizar una crítica materialista. Lo cierto es

que todo comenzó con las dinámicas económicas del nuevo capitalismo del

"deprisa, deprisa", "corre", "emprende", "tú puedes", etc., Es decir, del

capitalismo de los recortes que primero fueron económicos y luego mentales.

Así, los grandes medios de comunicación, aspirantes a ser los educadores

hegemónicos del mundo contemporáneo, por razones de las derivas del

capitalismo financiero y, sobre todo, por las transformaciones tecnológicas y la

importancia de las redes sociales, comenzaron a ser poco rentables. ¿Dónde

recortar? La primera víctima de la guerra es la verdad.

En múltiples encontronazos en lo que se llama las "Guerras de la Cultura" (la

defensa del canon frente a los nuevas perspectivas de los estudios culturales)

se suele acusar al posmodernismo de relativismo barato y de desprecio a la

verdad. El papado de Benedicto XVI, Joseph Aloisius Ratzinger, estuvo

dedicado en una parte a estigmatizar el posmodernismo con la misma furia que

Harold Bloom o Mario Bunge, por poner un caso. Pero estos tres ingenuos,

con perdón, no habían notado que el desprecio por la verdad tenía mucho

menos que ver con ideas filosóficas que con nuevas dinámicas del

funcionamiento de la tecnoestructura informacional y política contemporánea.

158

La indiferencia por los hechos, lo que llamamos con el nombre de

"posverdad", no es una actitud intelectual más o menos escéptica y displicente,

sino una forma sistémica y manufacturada de la circulación de la información

en los medios de comunicación, la política, las instituciones del estado e

incluso los mercados y empresas en las nuevas formas de capitalismo

financiarizado. Circula la información que produce efectos emocionales, no la

que genera juicios acertados y convicciones verdaderas. El problema, el

peligro, es sistémico y afecta a todos los estratos de la sociedad

contemporánea, como una de las derivas más peligrosas de la civilización

contemporánea. Que sea una enfermedad sistémica no significa que haya

destruido el organismo, pero sí que lo pone en peligro. Veamos cómo aparece

por sectores:

Los medios de comunicación, en una carrera loca de competencia económica,

cada vez más dependientes de sus deudas financieras, se convierten en

productores de noticias de impacto y recortan de todos aquellos gastos que

hacían de ellos medios fiables de información: la investigación a largo y medio

plazo, el periodismo de investigación, las redes fiables de información,... Se

vuelven adictos al retuit y a los monitores de lectura, que terminan

produciendo performativamente adaptaciones para ser leídos, escuchados,

vistos, independientemente de que se produzcan informaciones novedosas, que

transformen la mirada. Dependen cada vez más de los cotilleos y acaso de los

"leaks" de gente resentida y cada vez menos de sus redes de investigación.

Pongamos un ejemplo: elecciones. El candidato X suelta una frase en una

rueda de prensa acusando a Y de una barbaridad (pongamos por caso: X acusa

al Obamacare de crear "death panels" que van a decidir sobre si el sistema de

salud va a atender a sus hijos con discapacidades). El reportero becario que ha

asistido a la aseveración contundente tiene dos posibilidades: una, ponerse a

trabajar la ley, consultar las posibles extensiones y decretos, ver si aquello es

correcto, y luego escribir su artículo contando la declaración y la realidad.

Otra: no tiene tiempo, su jefe le agobia. Así que se acerca al partido adversario

y pregunta al portavoz de turno: "oye, que X ha dicho esta barbaridad,

¿vosotros qué decís?". El partido Y suelta la propia y el becario a ochocientos

159

euros de salario ya tiene la nota breve que será retuiteada por las redes de su

medio de comunicación. No ha pasado nada, claro. Ha sido neutral, pero no ha

sido neutral epistémicamente hablando: ha bajado las potencialidades

epistémicas del sistema de comunicación.

Los partidos políticos: tienen un problema muy similar al de los medios de

comunicación. Al fin y al cabo, un partido político es un sistema intermedio de

representación que necesita comunicar sus ideas y escuchar y entender lo que

piden sus potenciales votantes. Tiempos ha, los partidos tenían asesores

técnicos cuyas funciones eran precisamente las de recoger información fiable,

contrastar las fuentes, elaborar informes que molestasen, pero pusiesen las

pilas, al diputado o dirigente de turno, etcétera. Todo esto es muy costoso en

tiempo, en inteligencia invertida y sobre todo en capacidad autocrítica del

aparato. Es más fácil recortar en asesores técnicos y aumentar en asesores de

imagen y gestores de redes que den brillo a la propia apariencia pública del

candidato. Lo técnico queda para cuando, ocasionalmente, se llegue al poder.

Así suele irle a la oposición, cada vez más adicta al espectáculo.

Las empresas, sobre todo las grandes: una empresa, ciertamente, es una

institución que tiene múltiples objetivos. Uno de ellos es el de producir

beneficios. En las viejas formas de capitalismo, una empresa tendía a hacer

compatibles los máximos beneficios posibles con la preservación de la

tradición y la propia existencia de la empresa. Y muchas veces esa tradición

era cultural, por ejemplo el prestigio y calidad de los productos, la fiabilidad

de sus redes comerciales, el cuidado de las relaciones laborales y la atención a

los comités de empresa. Las nuevas formas de capitalismo hacen que el CEO y

sus inmediatos colaboradores estén obsesionados solamente por producir los

máximos. Qué ocurre con la sensibilidad a la verdad y los hechos: el CEO está

obsesionado por presentar cada año en la junta de accionistas que todo va bien

y que vamos por el buen camino. No le importa lo que ha hecho para ello

(mejor dejamos el sistema de gestión empresarial dominante). Sí le importa

que sus sistemas de auditoría, consultoría, sus departamentos internos de

análisis,..., le confirmen lo que tiene que presentar, sí o sí, a las juntas y, en

general, a los "mercados". A partir de ahí se desencadena una presión por los

160

datos positivos que pone en riesgo la lucidez de la empresa y sus sistemas de

monitorización ante riesgos asumidos, incapacidades internas, incompetencias,

debilidades de innovación, ... Resultado: "Tío, ¡tráeme un informe que sea

presentable!". La competencia epistémica de la empresa se debilita.

Las instituciones del Estado. Me gustaría hablar de cómo las competencias

epistémicas del estado se ponen en riesgo por esta adición creciente a la

posverdad. No puedo hacerlo en general, aunque me gustaría. Pensemos en los

centros de inteligencia. No voy a recordar los fracasos de Aznar por no haber

detectado el problema del terrorismo fundamentalista. Basta solo referirse al

procès catalán: los recortes en inteligencia, el debilitamiento de los medios de

información en favor de los de represión, producen resultados que de no ser

trágicos tendrían que ser hilarantes. He trabajado mucho sobre lo que más

conozco, el de cómo el sistema universitario y, en general, el sistema de

investigación ha ido confundiendo el robustecimiento de sus capacidades

epistémicas con la competencia por presentar buenos resultados en sus cada

vez más barrocos sistemas de "control de calidad", sus indicadores, sus

rankings y otros dispositivos similares. Se recorta en investigación, se invierte

en monitorización en los sistemas de representación y comercialización de la

imagen.

Disculpas por la brasa: soy, como diría George Bush tras el 11S, un tipo

sensible al que molestan los extremos. No soy apocalíptico sino integrado.

Pero he ido a mirarme lo que tengo/tenemos y me da mucha mala espina.

AUTOR

FERNANDO BRONCANO

PERIODISMO 'A POR ELLOS'

El 90% de los lectores españoles condena la parcialidad política de las informaciones

JOSÉ LUIS MARÍN

http://ctxt.es/es/20180207/Politica/17712/Pew-Research-Center-medios-de-comunicacion-periodistas-marin.htm

161

Los medios son herramientas fundamentales para fiscalizar los asuntos

políticos de un país. Para ello, es completamente necesario que sean

independientes e imparciales. Esto es lo que señalan el 75% de los encuestados

por el Pew Research Center, una prestigiosa institución de análisis de

tendencias y datos globales con origen en Washington. O, al menos, es lo que

responden ante la pregunta de si es aceptable que un medio favorezca a un

partido cuando está informando sobre la actualidad. Solo el 20% dice que, en

ocasiones, se puede pasar por el aro.

Las malas noticias para el sector llegan con otros resultados de esta

investigación sobre satisfacción con los medios de comunicación, mucho

menos halagüeños para la profesión: la percepción sobre el correcto

desempeño de esta fiscalización se ha polarizado en muchos lugares del

mundo hasta el punto de que, en términos medios, existe una división muy

abrupta entre las opiniones positivas y negativas de la cobertura periodística de

la política. En España también existe esta división, pero con un matiz

importante: la percepción tiende de forma sinuosa al lado negativo, hasta el

punto de que solo un país de Europa, Grecia, tiene una consideración peor

sobre la imparcialidad de las noticias sobre política.

La encuesta sobre la que descansa el informe del Pew Research Center se

realizó la primavera pasada en 38 países de distintos continentes y nivel de

desarrollo económico. Una práctica habitual en estudios e investigaciones para

descubrir tendencias en lugares con realidades socio-económicas distintas: De

162

esta forma, la zona de Asia-Pacífico y el África subsahariana son las regiones

donde más satisfacción se demuestra con sus medios, mientras que América

Latina es la más crítica.

Pese a estas diferencias, la respuesta media de la encuesta ante la pregunta

sobre el justo desempeño de los medios en su cobertura de los asuntos

políticos deja en evidencia la profundidad de la brecha global de percepciones:

el 52% de los encuestados totales describe este desempeño como “bueno” en

sus lugares de origen, mientras que el 44% afirma lo contrario.

SOLO UN PAÍS DE EUROPA, GRECIA, TIENE UNA CONSIDERACIÓN PEOR QUE

ESPAÑA SOBRE LA IMPARCIALIDAD DE LAS NOTICIAS SOBRE POLÍTICA

Como suele ocurrir en estos estudios, la diferencias entre países del mismo

entorno son, en muchos casos, importantes. Y como también viene siendo

habitual si se habla de satisfacción y percepción de la labor periodística, las

clasificaciones de España siguen situando al país a la cola en resultados. Según

los datos de Pew Resarch Center, Europa es la región donde mayor oposición

existe al sesgo y la parcialidad política en la elaboración de informaciones.

España es el país del estudio –89%– que mas aversión demuestra a estas

prácticas. Una creencia, además, extendida entre los distintos estratos sociales,

con solo cinco puntos de diferencia entre el grupo de población con menor

educación –87%– y el de más alta formación –92%–. Esta exigencia de la

sociedad para con sus (nuestros) medios contrasta, o probablemente deriva, de

los bajos resultados del país en el resto de variables del estudio del Pew

Research Center. También viene a corroborar la permanente encrucijada –y

contradicción– que vive el sector en torno a su credibilidad y exigencia

exterior y sus prácticas y salud interna. El último DIGITAL NEWS

REPORT (2017) del instituto Reuters para España ya advertía de esta

situación: si bien el porcentaje de internautas que se fían de las noticias pasó

del 34% en 2015 al 51% en 2017, también lo hizo su convicción de que los

medios están sometidos a la influencia de los poderes políticos (57% ) y

económicos (55%).

Es precisamente en este aspecto, la información sobre el ámbito político,

donde el informe del Pew Research Center da la voz de alarma sobre España.

163

Ante la pregunta inicial sobre el correcto desempeño de los medios en su

cobertura política, solo Grecia (18%) y Corea del Sur (27%) tienen un menor

porcentaje de respuestas positivas que nuestro país, ya sea afirmado que ésta es

“muy buena” o simplemente “buena”. En nuestro país solo el 33% de los

encuestados llega a esta conclusión. Somos el tercer país de toda la encuesta –

y segundo de Europa– con menor valoración de los medios en su cobertura

política.

La tendencia se repite con otras cuestiones temáticas del estudio. En la

pregunta sobre la eficacia de la cobertura periodística de hechos noticiosos o

sucesos del día –es la medida que cuenta con mayor puntuación positiva del

estudio–, España está en el puesto ocho de diez si se usa como referencia

Europa, solo por detrás de Grecia y Polonia. Hasta un 35% de los encuestados

en nuestro país señala que este tipo informaciones no son, de ninguna manera,

buenas, un resultado seis puntos porcentuales por encima de la media de la

región y diez por encima de la global. Por el lado contrario, la tendencia

mundial indica que, de media, un 73% de los entrevistados señala que este tipo

de informaciones son satisfactorias. En el caso de España, el porcentaje se

reduce al 63%.

La brecha de percepciones se hace evidente en España cuando se pregunta

sobre la precisión de las informaciones: el 51% señaló que esta aptitud de los

profesionales es muy mala (segundo peor resultado de Europa y 14 puntos

superior a la media global), frente al 48% que consideraba su puesta en

práctica “muy buena”.

La percepción es parecida si se analiza la cobertura de líderes gubernamentales

y autoridades. La mitad de los encuestados respondió negativamente sobre el

desempeño de los medios nacionales en este aspecto. Por el lado contrario, el

48% lo describió como muy bueno y un 12% señaló que era bueno.

El peor resultado llega con se trata de valorar la pluralidad. El estudio de Pew

Research Center denomina esta dimensión como “cobertura justa de las

diferentes posiciones en asuntos políticos”. Ni siquiera la suma de las

valoraciones ‘buena’ y ‘muy buena’ alcanza la valoración negativa de la

164

pluralidad informativa, del 66%. Son 15 puntos más que la media de los países

europeos y 22 más que la media global.

En términos generales, una de los aspectos que mayor brecha de percepciones

sobre la cobertura mediática de la política provoca es la afiliación ideológica

común o contraria a los partidos de gobierno. Ocurre de forma destacada,

según el Pew Rearch Center, en 20 de los 38 países de la encuesta. La mayoría

de Estados demuestran una tendencia clara: las personas que apoyan al

gobierno de turno valoran mejor la cobertura política mediática que aquellos

que no apoyan a su ejecutivo nacional. Solo en Australia, Israel y Estados

Unidos ocurre en el sentido contrario. En este último caso, además, con una

diferencia de 35 puntos –21% de satisfechos entre los partidarios de la

administración Trump y 55% entre los que no los son–.

UNA DE LOS ASPECTOS QUE MAYOR BRECHA DE PERCEPCIONES SOBRE LA

COBERTURA MEDIÁTICA DE LA POLÍTICA PROVOCA ES LA AFILIACIÓN

IDEOLÓGICA COMÚN O CONTRARIA A LOS PARTIDOS DE GOBIERNO

La elección del magnate neoyorquino a finales de 2016 supuso, precisamente,

un punto de inflexión para el sector periodístico en el país. A la tormenta de

las FAKE NEWS y la supuesta injerencia de propaganda extranjera en los

comicios –aupada por algunos de los nuevos gigantes tecnológicos– se unió un

apoyo sin precedentes, en forma de seguimiento, suscripciones y donaciones a

los principales rotativos y medios del país, con los que Trump mantiene un

enfrentamiento constante y desbocado.

La salud de la prensa anglosajona –THE GUARDIAN también ha

experimentado un crecimiento excepcional en los últimos meses– ha derivado

en los que muchos consideran una nueva edad dorada de la profesión, aunque

con sus claroscuros: pese a que los datos del Pew Research Center señalan que

los encuestados en EE.UU demuestran un interés alto por la noticias

internacionales –68%, once puntos más que la media mundial–, recientemente

la periodista freelance Sulome Anderson, corresponsal de largo recorrido en

Oriente Medio, denunció en el COLUMBIA JOURNALISM REVIEW el

abandono de la cobertura internacional en el país debido al huracán Trump,

165

que ha devorado la agenda mediática de la gran mayoría de medios y que le ha

obligado a volver a su país ante la falta de trabajo.

LA ESTRATEGIA DEL POPULISTA TRUMP ES TENSAR LA CONVIVENCIA SOCIAL

DEL PAÍS HASTA EL LÍMITE PARA TESTAR SU RESISTENCIA Y, JUSTO DESPUÉS,

PODER PONER EN MARCHA SU AGENDA POLÍTICA

Esta situación ha elevado las críticas sobre la desmedida atención que está

recibiendo el presidente electo: en un reciente hilo de Twitter el lingüista

George Lakoff denunciaba también lo contraproducente que puede resultar la

cita y crítica constante a Trump en la red social, con el argumento que la

repetición e indexación de mensajes solo puede llevar a la expansión de sus

ideas y el reforzamiento de sus bases.

Los propios datos sobre la polarización en la percepción de la cobertura

mediática del Pew Rearch Center corroboran esta tesis, que también definió el

investigador Marcos Reguera en este medio sobre la estrategia del populista

Trump: tensar la convivencia social del país hasta el límite para testar su

resistencia y, justo después, poder poner en marcha su agenda política.

En España, por su parte, el panorama mediático lleva conjugando desde hace

años la lacra de la precariedad, la desaparición de medios –recientemente han

cerrado las revistas TIEMPO e INTERVIÚ– y los despidos en la profesión

con denuncias constantes sobre presiones y falta de independencia en medios

públicos, privados y concertados. El INFORME ANUAL DE LA

PROFESIÓN PERIODÍSTICA 2016, elaborado por la APM, señalaba que

tres de cada cuatro periodistas reconocía haber cedido a presiones, mientras

que el 57% se autocensura en sus informaciones. Quizá, el hecho de que en

una reciente entrevista al expresidente del gobierno Felipe González en el

diario EL MUNDO no se le pregunte, ni una vez y durante hora y media de

formulario, sobre el terrorismo de estado de los GAL, sea el ejemplo más

reciente de esta situación.

Y es que la obsesión por mirar hacia fuera –fake news, bots, posverdad, redes

sociales y demás elementos– en ocasiones difumina la necesidad de mirar

hacia dentro –y hacia arriba– y choca con la propia realidad: el propio Pew

Research Center señala en otro de sus estudios que, durante el primer mes de

166

Trump en la casa Blanca, de los sitios más enlazados en tuits con contenido

migratorio, cuatro de cada diez eran medios de comunicación. Si se tienen en

cuenta los tuits con contenido migratorio y al menos un enlace, el porcentaje

de redirección hacia páginas de medios ascendía hasta el 75%. Otro reciente

estudio del REUTERS INSTITUTEcorrobora el limitadísimo alcance de las

noticias faltas en la actualidad: en Francia e Italia, menos del 1% de los

usuarios de internet visitan páginas que contienen noticias falsas. Estos,

además, pasan muchísimo más tiempo en las webs de los diarios de referencia

de sus países que esas páginas de desinformación. Concretamente, 17 veces

más en LE MONDE y 20 veces más en LA REPUBBLICA.

AUTOR

JOSÉ LUIS MARÍN

UNA NUEVA GOBERNANZA PARA EL SIGLO XXI – “EUROPA, O SE FEDERA, O SE ROMPE”

Nicolas Berggruen y Nathan Gardels exhortan a Occidente y Oriente a aprender de los éxitos

recíprocos para afrontar los nuevos retos globales.

http://ssociologos.com/2013/02/01/una-nueva-gobernanza-para-el-siglo-xxi-europa-o-se-federa-o-se-rompe/?platform=hootsuite En una conversación mantenida ayreer en Madrid, al margen de la presentación de su libro, Nicolas

Berggruen y Nathan Gardels ahondaron en varios de los argumentos desarrollados en GOBERNANZA

INTELIGENTE PARA EL SIGLO XXI. Este es un breve resumen de algunas de sus reflexiones.

El siglo XX asistió al ascenso y poderoso auge global de las democracias liberales. Tras vencer al

nazifascismo y después del colapso de la Unión Soviética, el modelo político occidental adquirió una

preeminencia absoluta, y atrajo a un cada vez mayor número de países en su estela. Su dominio era tal que

Francis Fukuyama llegó a proclamar el “fin de la historia”. El amanecer del siglo XXI, sin embargo, está

poniendo en evidencia inquietantes grietas en ese modelo. Frente a los devastadores golpes de la crisis

económica, muchos Estados occidentales renquean en la búsqueda de soluciones, enmarañados en actitudes

cortoplacistas, secuestrados por miopes intereses partidistas, chantajeados por poderosos grupos de presión,

asustados por el creciente malestar social. Todo ello mientras, en el otro extremo del mapa, [Enlace retirado].

Un progreso admirable, obtenido, sin embargo, en un sistema sin libertad política y con severas restricciones a

la libertad de expresión.

[Enlace retirado] y [Enlace retirado] han presentado este jueves en Madrid el libro GOBERNANZA

INTELIGENTE PARA EL SIGLO XXI. UNA VÍA INTERMEDIA ENTRE OCCIDENTE Y

ORIENTE (Taurus), su reflexión sobre las virtudes y defectos de ambos sistemas, y sobre cómo aprovechar

los respectivos éxitos para desarrollar formas de gobernanza más adaptadas a los retos de la era moderna.

Berggruen es presidente delinstituto que lleva su nombre —un centro dedicado al estudio de modelos de

gobierno eficientes— y un inversor internacional con una destacada participación en PRISA, grupo editor de

EL PAÍS. Gardels es director de la revista New Perspectives Quarterly y autor de numerosos libros y análisis

167

sobre asuntos globales. En el acto de presentación del libro, moderado por la directora de EL HUFFINGTON

POST, Montserrat Domínguez, han participado el expresidente del Gobierno español [Enlace retirado] y el

presidente de PRISA, [Enlace retirado]

Berggruen ha destacado la complementaria asimetría entre Occidente y Oriente, de la que ambos pueden

aprender. “Por un lado, Europa y EE UU se hallan en una clara crisis de gobernanza. En las democracias

occidentales el poder tiene legitimidad pero no logra implementar cambios estructurales fundamentales. Por el

otro, China experimenta un gran crecimiento, toma eficazmente medidas a largo plazo, pero con el bienestar

se enfrenta a crecientes demandas de transparencia, control sobre el poder y participación ciudadana,

cualidades propias de la democracia”.

Juan Luis Cebrián ha observado que “la crisis, la falta de regulación, el cortoplacismo y el exceso de

burocracia han hecho que la democracia esté perdiendo prestigio. Esto hace que las nuevas generaciones

duden de ella. Por el otro lado, hay un modelo chino que consigue respuestas rápidas. Naturalmente, hay

críticas contra el mandarinato chino. Pero, en el fondo, ¿qué es la troika? ¿Qué fue el Gobierno de Monti?

Creo que todo el sistema de representación política es lo que está en cuestión y la idea de que la extensión

global de la democracia sea un hecho inevitable es falsa y estúpida”.

“El desafío de las democracias es doble”, ha apuntado Gardels. “Por un lado, debe satisfacer las demandas de

mayor participación ciudadana, devolver hacia abajo todo lo que se pueda resolver a escala local; por el otro,

hacia arriba, lograr aislar de la presión cortoplacista la toma de decisiones esenciales para el futuro de la

colectividad”.

“Yo siempre he pensado que la democracia tiene la capacidad de autorregenerarse”, ha comentado González.

“Pero es verdad que hay una crisis. Basta con ver a Obama, que acaba de ser reelegido, paralizado por

una VETOCRACIA que le impide subir el techo de deuda y que le obliga a pactar hasta descafeinar todas las

políticas que ha prometido”. “En cierto sentido”, ha proseguido González, “Occidente está muriendo de éxito.

Ganó la Guerra Fría. Ganó la carrera tecnológica. El mundo actual es el resultado paradójico de esas victorias:

ahora los países emergentes avanzan con capitalismo y tecnología”.

OCCIDENTE

Las democracias occidentales viven instaladas en una suerte de complejo de superioridad que les impide

aprender lecciones de los demás y mejorar sus cada vez más evidentes ineficiencias.

“Tenemos un complejo de superioridad”, dice Gardels. “Es un sentimiento que se instaló tras el fin de la

Segunda Guerra Mundial. Ahora vemos la pujanza de Oriente y somos incapaces de reconocer que, por

ejemplo, el sistema de gobernanza chino está siendo muy eficaz. Está claro que hay muchas cosas

inaceptables y criticables en ello, pero también es obvio que están haciendo cosas bien y que son capaces de

trabajar para el largo plazo mientras nosotros somos a menudo rehenes del corto. Nosotros no estamos

inevitablemente en el lado correcto de la historia”.

“Sí, sufrimos un complejo de superioridad”, argumenta Berggruen. “Pero quizá estamos a punto de tener

también uno de inferioridad. Y esto es una oportunidad. Occidente debe admitir que no tiene el monopolio de

lo que funciona y abrirse a las lecciones que puede aprender de Oriente. Evidentemente, Occidente no va a

importar el modelo de gobernanza chino o de Singapur, pero sí puede adaptar elementos. Oriente también

168

puede extrapolar lecciones. Pese a los lugares comunes, creo que nosotros estamos mucho más ideologizados

que los chinos, que son muchos más abiertos y pragmáticos”.

EUROPA

La construcción europea es un gran laboratorio para desarrollar nuevas formas de gobernanza adaptadas a

nuestro tiempo. Pero la crisis, el populismo y el cortoplacismo la amenazan. “La Unión Europea es una gran

idea; un proyecto inacabado que encierra grandes lecciones”, reflexiona Berggruen. “El problema es que fue

construida por las elites, sin involucrar a los ciudadanos, y se ha quedado a medio camino, sin poderes reales

en el centro. En la situación actual, Europa, o se federa con más poder en el centro, o se rompe. Pero tendrá

que ser con el consenso de los ciudadanos. El gran reto es lograr convencer a la gente sin recurrir al

populismo, sin ser extremistas”.

“La proliferación del populismo es un peligro”, desarrolla Gardels. “Europa tiene el 7% de la población

global, el 25% del PIB y el 50% del gasto social. Sus economías sufren. La competencia global complica su

crecimiento. Hemos pasado de una democracia industrial a una de consumidores. Europa, o se hace más

competitiva o renuncia a parte de su gasto social, no hay muchas otras alternativas. Los gobernantes lo saben.

Pero lo que no saben es cómo tomar las medidas necesarias sin perder las siguientes elecciones. El actual auge

de Alemania se debe a las reformas de Gerhard Schröder de 2003. Él perdió las elecciones tras hacerlas. Este

es el problema: hacer que las democracias no queden paralizadas en las medidas de corto plazo por miedo a

perder elecciones. Diseñar instituciones que puedan pensar a largo plazo, con una legitimación democrática

de fondo, pero no directamente sometida a elecciones”.

MEDIOS Y SOCIEDAD

Las nuevas tecnologías y medios sociales aumentan la capacidad de control sobre los gobernantes, pero

también fomentan superficialidad y confusión. ¿Cuál es el balance? “Si uno mira la situación actual, no tiene

buen aspecto”, comenta Berggruen. “La gente está sobrecargada de información, se distrae en mil cosas en

lugar de profundizar. La dispersión, la falta de concentración puede minar la calidad y la fuerza del

pensamiento. Además, el nuevo escenario debilita los medios tradicionales. Pero tengo la esperanza de que

los aspectos positivos acaben prevaleciendo. Es fantástico que cada vez más gente tenga acceso a la

información; que pueda tener una voz. Y creo que al final, medios como [Enlace retirado] y otros periódicos

que representan auténticos bienes de utilidad social acabarán sobreviviendo, porque la gente necesita fuentes

de información contrastadas, de confianza”.

Fuente: Recopilación de noticias de Elpaís.com

EL POLITÓLOGO QUE CREE QUE EL GRAN DILEMA DE AMÉRICA LATINA EN 2018 SERÁ LA

EXCESIVA INFLUENCIA DE LOS EXPRESIDENTES

http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-42955824

Gerardo LissardyBBC Mundo, Nueva York

169

El referéndum que bloqueó el regreso de Rafael Correa a la presidencia de Ecuador el domingo

refleja un cambio en América Latina ante los expresidentes y la reelección, advierte Javier

Corrales, profesor de ciencia política en el Amherst College de Estados Unidos.

"Los latinoamericanos se han dado cuenta de que los presidentes en el poder y fuera del poder son

figuras prepotentes y difíciles de contener", sostiene Corrales en una entrevista telefónica con BBC

Mundo a propósito de un artículo en la prestigiosa revista Americas Quarterly sobre el dilema que

representan los expresidentes en la región.

Experto en temas de poder presidencial en América Latina, Corrales cree que esta situación actual

contrasta con la moda de las reelecciones presidenciales que la región vivió en medio

del boom económico de la década pasada.

Pero también evoca viejas ideas que el liberalismo democrático latinoamericano tuvo desde el siglo XIX,

incluso antes que Estados Unidos, recuerda.

Image captionJavier Corrales: "Esta idea de prohibir la reelección es latinoamericana, no existía en la

Constitución estadounidense original" (Foto: Amherst College)

Lo que sigue es una síntesis del diálogo con Corrales, coautor de un libro sobre el legado del

expresidente Hugo Chávez en Venezuela.

¿Cuál es el problema que usted ve con los expresidentes en América Latina?

El problema de los expresidentes en América Latina es que les cuesta mucho trabajo retirarse de la

política. Y en sus intentos por seguir vigentes, aun cuando su momento tal vez haya pasado, hacen todo

tipo de actos políticos que impiden la renovación de liderazgos.

Generalmente son polarizantes: sus seguidores los adoran, pero suelen generar alergias muy profundas.

Generalmente la opción es muy visceral. Cuesta mucho trabajo en sus respectivos partidos que surjan

liderazgos nuevos, porque es como un sol muy brillante. Entonces opacan a grupos nuevos dentro de sus

partidos.

Los latinoamericanos se han dado cuenta de que los presidentes en el poder y fuera del poder son figuras

prepotentes y difíciles de contener"

Javier Corrales, profesor de ciencia política en el Amherst College de Estados Unidos.

¿Puede dar algunos ejemplos de los casos más emblemáticos que observa actualmente en la

región?

Estamos en un año en que los casos más emblemáticos están recibiendo ciertos parones de algún tipo. En

el caso de Colombia, la batalla eterna del gobierno de Santos fue desde su inicio detener al uribismo.

Esto se logró con un cambio en la Constitución para impedir la reelección.

En Perú, el fujimorismo es el tema central de la elección de Kuczynski. Vemos el caso de Lula en Brasil:

hasta cierto punto, uno puede decir que Lula es el único modo de parar a Bolsonaro, pero (también)

puede decir que Bolsonaro surge por Lula, porque produce alergias el regreso del lulismo.

170

En Chile, es Bachelet-Piñera-Bachelet-Piñera. Esto está trayendo un descontento muy grande en todo

Chile. En Argentina, la elección del año pasaba giraba en (torno a) parar a Cristina Fernández de

Kirchner. En Honduras, parte del problema es que detrás de la candidatura de Nasralla, que oficialmente

no gana, se encuentra la presión del expresidente Zelaya.

Es decir, muchas veces los expresidentes logran comprometer a políticos en la oposición o en el

gobierno. Y es muy malo porque son muy polarizantes.

Derechos de autor de la imagenAFPImage captionUna vez aliados, Rafael Correa y Lenín Moreno ahora

están claramente enfrentados.

En Ecuador la ciudadanía decidió limitar a dos términos el mandato presidencial, lo que en la

práctica impide al expresidente Correa buscar un nuevo período de gobierno. Este cambio

impulsado por el presidente Lenín Moreno, ¿puede servir como ejemplo para la región?

Sí, puede que este caso le haga recordar a los latinoamericanos el concepto de límites a la reelección: es

una medida democrática necesaria en países donde hay tanto caudillismo.

Es una lección que los latinoamericanos derivaron del siglo XIX, pero que con el boom económico de

los años 90, cuando se sale de la época de los ajustes económicos y había tantas bonanzas, la gente le

concedió a muchos presidentes el permiso a reelegirse. Y se olvidaron que esto traía más caudillismo en

vez de menos. El ejemplo de Ecuador es como volvernos a acordar los latinoamericanos que por algo

existe esta restricción a la reelección.

La lección es que los latinoamericanos se han dado cuenta de que los presidentes en el poder y fuera del

poder son figuras prepotentes y difíciles de contener. Por lo tanto, si de verdad Latinoamérica quiere

evitar el continuismo, lo cual es importante para que haya alternancia y democracia, no les queda más

remedio que ponerle límites a los expresidentes repitentes.

El problema de los expresidentes en América Latina es que les cuesta

mucho trabajo retirarse de la política"

Javier Corrales, profesor de ciencia política en el Amherst College de Estados Unidos.

Un expresidente latinoamericano me dijo una vez que prohibirle volver a la presidencia, incluso

con un período de gobierno de por medio, sería impedirle hacer lo que él hace mejor: gobernar.

¿No debe decidirse esto en cada elección, según los candidatos?

En todas las democracias existe el concepto de límites al poder. O sea que no es impensable que a un

expresidente se le puedan poner límites. Es falaz pensar que un expresidente es como un candidato

normal y corriente. Un expresidente tiene muchísimas ventajas a la hora de competir. No es que se le

esté haciendo un castigo.

Pensémoslo como un favor para grupos nuevos. Como las cuotas para mujeres en el Congreso: sabemos

que las mujeres no pueden competir al mismo nivel y por lo tanto hay que poner ciertas restricciones al

espacio que van a ocupar los hombres. Bueno, tenemos que crear un espacio para que los no

expresidentes puedan competir.

171

Si de verdad Latinoamérica quiere evitar el continuismo (...) no queda más remedio que ponerle límites a los

expresidentes repitentes"

Javier Corrales, profesor de ciencia política en el Amherst College de Estados Unidos.

En Ecuador hay quienes advierten que Correa mantiene una base electoral importante y podría

incluso fortalecerse si Moreno toma medidas impopulares para revitalizar una economía en

dificultades. Entonces, ¿ponerle límite a la reelección soluciona realmente el problema?

No. Me remito al caso colombiano. Uribe tiene prohibida la reelección, pero sigue siendo el que

determina el conservadurismo. Sin embargo, con este problema Uribe tiene que pensar en otras

opciones, en lo que sus seguidores van a querer. Eso es muy bueno y permite la competencia.

Obviamente prohibir la reelección no elimina el movimiento ideológico detrás de un expresidente, ni

hace que sus seguidores dejen de seguirlo. Lo que sí impide es que regrese al poder una persona tan

polarizarte que en su intento por regresar al poder le hace mucho daño al país. No es la solución total al

continuismo, pero evita que el continuismo se convierta en un problema mucho más grave.

Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionEl colombiano Alvaro Uribe es visto

por Corrales como el caso de un expresidente que busca mantener su influencia pese a haber dejado el

poder.

¿Ve otros casos a nivel regional que puedan servir como referencia a otros países para lidiar con

esta cuestión de los expresidentes?

Para mí lo más exitoso es esta reforma constitucional. Es sencilla, suele ser acatada y cumple su

propósito de obligar a los expresidentes a buscar personalidades nuevas y debatir.

Estamos viendo como una especie de volver a esa idea de que la democracia liberal la sacrificamos

demasiado en el período del boom económico. Después de ver lo que pasó en Venezuela, con Correa, en

Bolivia, con estos presidentes que se quieren perpetuar y se sienten indispensables, los latinoamericanos

se dan cuenta de que un presidente malo en el poder es fatal, pero un expresidente que quiera volver es

peligroso.

Esta idea de prohibir la reelección es latinoamericana, no existía en la Constitución estadounidense

original. No fue que ellos hayan copiado a América Latina. Pero cuando se dieron cuenta después de

Franklin Delano Roosevelt que es muy fácil que un presidente se convierta en imbatible y no haya

renovación, entonces Estados Unidos incorpora la enmienda (vigésimosegunda a la Constitución, que

establece un límite de mandatos para un presidente). Pero esto ya era parte del liberalismo democrático

latinoamericano desde el siglo XIX.

EL NUEVO CONSERVADURISMO CULTURAL

Por SILVIO WAISBORD 7 de febrero de 2018

https://www.nytimes.com/es/2018/02/07/opinion-waisbord-nuevo-conservadurismo-cultural-religion-estado-

172

laico/?action=click&contentCollection=opinion&region=rank&module=package&version=highlights&contentPlacement=2&pgtype=collection

WASHINGTON — El conservadurismo cultural está cambiando el mapa político de

América Latina, donde este año se eligen presidentes en Brasil, Colombia, Costa Rica,

México, Paraguay y quizá Venezuela. La primera vuelta en las presidenciales de Costa

Rica ha confirmado la capacidad de acción y de influencia en el debate público de esta

nueva oleada conservadora: el matrimonio igualitario y la llamada “ideología de género”

han sido temas centrales de la discusión electoral.

Fabricio Alvarado, cantante de música cristiana, obtuvo el mayor porcentaje de votos en

la primera vuelta de las elecciones de Costa Rica el 4 de febrero. Su “defensa de los

valores” y su promesa de combatir la resolución de la Corte Interamericana de Derechos

Humanos que pide legalizar el matrimonio igualitario en el país resonó en el electorado.

El resultado del domingo le da serias probabilidades de ganar la presidencia en la

segunda ronda, el 1 de abril, que paradójicamente es el Domingo de Resurrección.

Los actores políticos con agenda conservadora han logrado convencer a otros de hablar

de lo que quieren. Por ejemplo, el debate político en Costa Rica no estuvo dominado por

temas como el desempleo, la inseguridad o la corrupción: el “shock religioso” —como

designaron a este fenómeno algunos expertos de la Universidad de Costa Rica— modificó

la conversación y puso en el centro de las campañas los “valores tradicionales”. Este no es

un caso aislado, los temas de la agenda conservadora también se han convertido en punta

de lanza en los otros países que celebrarán elecciones.

El respaldo popular del conservadurismo cultural tiene una consecuencia: los derechos

humanos en América Latina pasarán tiempos difíciles. En la última década se habían

dado avances progresistas importantes en materia legal, educativa y social. En Argentina,

el primer país latinoamericano en hacerlo, se legalizó el matrimonio igualitario en 2010.

En Costa Rica se implementaron legislaciones que favorecen las cuotas de género en los

puestos públicos, el año pasado Chile cambió su draconiana prohibición al aborto y,

durante los primeros cinco años de esta década, ninguna otra región del mundo tuvo a

tantas presidentas como América Latina. La era de los avances en materia de derechos

humanos, libertad de expresión y reconocimiento de la diversidad social y cultural se

afianzaba en la región.

Pero hoy estas victorias están en peligro. El viraje a la derecha en el continente y la

creciente influencia de la religión en la política pone el viento de cola en una reacción

cultural que pretende desandar algunos de los mayores logros sociales, incluyendo la

mayor concientización sobre la violencia de género y la participación de transexuales en

la política.

El conservadurismo cultural argumenta que los valores tradicionales se están perdiendo

frente a lo que se denomina “ideología de género”, que es el cajón de sastre al que los

conservadores arrojan todo lo que rechazan: el movimiento feminista, los derechos

reproductivos de la mujer, el matrimonio igualitario. Con tono entre conspirativo y

apocalíptico, se atribuye la “ideología de género” a una alianza internacional que incluye a

las Naciones Unidas, fundaciones filantrópicas estadounidenses y europeas y

organizaciones que operan a nivel nacional con el objetivo de filtrar prácticas extranjeras.

173

Como caballo de batalla, la “ideología de género” es una etiqueta vaga y opaca, pero es

utilizada estratégicamente con un objetivo muy claro: oponerse a todo grupo o acción que

represente los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948,

es decir, la dignidad, la justicia y la igualdad.

Daniel Sturla, el arzobispo de Montevideo, calificó a la ideología de género como un

“error” y un fenómeno “transitorio”. En Paraguay, Edmundo Valenzuela, prelado de

Asunción, advirtió sobre los peligros del aborto y la ideología de género mientras que el

Ministerio de Educación de ese país prohibió los textos que promueven la igualdad de

género.

Para el conservadurismo actual la contraparte de la “ideología de género” es la “familia

tradicional”, usada a menudo en los discursos políticos y homilías, manifestaciones

públicas y redes sociales como escudo retórico contra iniciativas socialmente

progresistas. La “ideología de género” es, en suma, el enemigo público. Se le

responsabiliza por cuanto mal exista: enfermedades de transmisión sexual,

homosexualidad, depresión o embarazo adolescente. Después del terremoto que sacudió

Ciudad de México en septiembre de 2017, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez dijo que los

sismos son generados por “el aborto y la ideología de género”.

Una de las misiones de la reacción cultural ha sido revertir las innovaciones sobre temas

de género y sexualidad en los programas escolares. Se argumenta que la educación

pública difunde material que atenta contra la libertad individual de los estudiantes, como

se lee en una decisión reciente del Consejo Municipal de Santa Rita en Paraíba, Brasil.

Asimismo, la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) criticó el Programa Nacional de la

Educación Básica 2017 por incluir “nociones que no provienen de la Constitución, sino

tomadas de la denominada ideología de género”.

Los reaccionarios culturales reivindican la “libertad religiosa” como valor democrático

frente a lo que se interpreta como la imposición desde el Estado de “ideologías

contrarias” a las creencias de la mayoría. Su furia se dirigió a fines del año pasado contra

exposiciones sobre sexualidad y arte gay en museos y presentaciones de académicos

identificados con la “ideología de género”, como ocurrió durante la visita a São Paulo de

la filósofa feminista Judith Butler.

Estos ataques han sido protagonizados por movimientos que no están necesariamente

vinculados a partidos políticos, aunque sí compartan un común denominador religioso.

Ecos de esta reacción cultural aparecen en los discursos de distintos políticos. En

Colombia, el candidato presidencial Alejandro Ordoñez habla de una democracia “con

enfoque de familia”. El paraguayo Enrique Riera, ministro de Educación saliente que

aspira a senador, dijo que “el Ministerio de Educación se basa en el artículo 52 de la

Constitución, de una familia tradicional, con valores tradicionales y con papá, mamá e

hijitos”.

Algunos activistas marcharon el 20 de enero en las calles de San José para demandar que Costa Rica

se mantenga como un Estado laico. CreditEzequiel Becerra/Agence France-Presse — Getty Images

Dado que algunos grupos enemigos de la “ideología de género” desconfían de las

organizaciones mediáticas establecidas —pues son vistas como impulsoras de la

174

“ideología de género”—, la reacción conservadora tiene mucha presencia en internet. Los

medios digitales les han permitido movilizarse por fuera de las vías de la política

tradicional. Utilizan de forma estratégica una variedad de plataformas —grupos de

Whatsapp y redes sociales— para diseminar mensajes y organizar acciones. En Perú, el

colectivo #ConMisHijosNoTeMetas organizó desde Twitter una marcha multitudinaria y

se atribuyó la decisión del Ministerio de Educación de modificar programas escolares en

respuesta a sus demandas.

La reacción cultural tiene su origen en procesos regionales y globales: por una parte, la

retórica es muy cercana a expresiones utilizadas por movimientos similares en Estados

Unidos y mantienen vínculos organizacionales, financieros y digitales con agrupaciones

en otras partes del mundo, como CitizenGo, una plataforma en línea utilizada por

activistas conservadores. Asimismo, responde a desarrollos particulares en América

Latina, como el ascenso del pentecostalismo en la región y el fortalecimiento del

catolicismo con el pontificado de Francisco, quien se ha pronunciado expresamente

contra la “ideología de género”.

El reto mayor que plantea la reacción cultural en la política contemporánea en América

Latina es la defensa de la democracia y de los derechos humanos. Confrontar este

conservadurismo de nuevo cuño pasa hoy por organizarse —a través de las vías

tradicionales, pero también desde las plataformas digitales— . Solo una participación

activa y vigilante disminuirá el impacto del fanatismo de estos movimientos.

Silvio Waisbord es profesor de Medios y Asuntos Públicos en George Washington University y

dirige el Journal of Communication. Es autor de “Vox populista” y de la novela “Duelo”.

IMPERIALISMO Y DEPENDENCIA: SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS CON LA ÉPOCA DE MARINI

Claudio Katz

Rebelión

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237617

En los últimos trabajos de su intensa trayectoria, Ruy Mauro Marini - el principal teórico de la dependencia -

indagó la dinámica de la mundialización. Observó el inicio de un nuevo periodo asentado en el

funcionamiento internacionalizado del capitalismo (Marini, 1996: 231-252). Algunos intérpretes estiman que

esa investigación coronó su obra previa e inauguró el estudio de la economía política de la globalización

(Martins, 2013: 31-54).

Ese desplazamiento analítico confirmó la enorme capacidad de Marini para abordar los procesos más

relevantes de cada coyuntura. Sus señalamientos anticiparon varias características de la etapa que sucedió a

su fallecimiento. Evaluar esas observaciones a la luz de lo ocurrido es un buen camino para actualizar su

teoría.

GLOBALIZACIÓN PRODUCTIVA

A fines de los 80 Marini notó que el capital se internacionalizaba para incrementar la plusvalía extraída a los

trabajadores. Analizó con ese fundamento el abaratamiento del transporte, la irrupción de nuevas

175

tecnologías y la concentración de las empresas ( Marini, 1993) . Evaluó especialmente el nuevo modelo

manufacturero-exportador de la periferia gestionado por las firmas multinacionales.

Esas empresas afianzaban espacios comunes entre sus casas matrices y sucursales para desdoblar el

proceso de fabricación. Separaban las actividades calificadas del trabajo en serie y lucraban con las

diferencias nacionales de productividades y salarios. Marini comprendió que esa operatoria a escala global

era un movimiento estructural y no cíclico de la acumulación.

Ese alcance salta a la vista en la actualidad. La globalización introduce un cambio cualitativo en el

funcionamiento del capitalismo. Potencia la liberalización del comercio y la adaptación de las finanzas a la

instantaneidad de la información. El pensador brasileño situó acertadamente el epicentro de este viraje en la

fabricación globalizada. Registró la estrecha conexión de la internacionalización con el patrón de producción

flexible que sustituye al fordismo.

Las empresas transnacionales son protagonistas visibles del escenario económico actual. Fragmentan su

producción en un tejido de insumos intermedios y bienes finales destinados a la exportación. Ese entramado

opera con principios de alta competencia, abaratamiento de costos y baratura de la fuerza de trabajo. La

consiguiente deslocalización (off shoring) ha convertido a varias economías asiáticas en el nuevo taller del

planeta.

Las compañías transnacionales complementan sus inversiones directas con modalidades de subcontratación

y terciarización laboral. Descargan sobre sus proveedores el control de los trabajadores y la gestión de la

incierta demanda. De esa forma distribuyen riesgos y aumentan ganancias .

Marini sólo vivió el debut de ese proceso y destacó sus contradicciones en términos muy genéricos. No llegó

a notar los desbalances comerciales, las burbujas financieras y los excedentes de mercancías que

irrumpieron con la crisis del 2008.

Esa conmoción desestabilizó al sistema sin revertir la globalización productiva. Puso transitoriamente en

entredicho la desregulación financiera, que fue preservada sin ningún cambio relevante. El reciente

cuestionamiento de la liberalización comercial (Trump, Brexit) ilustra la reacción de las potencias que

pierden terreno. Intentan recuperar espacios restaurando cierto unilateralismo, pero no propician el retorno

a los viejos bloques proteccionistas. La economía política de la globalización -que entrevió Marini- persiste

como un acertado abordaje del capitalismo contemporáneo.

EXPLOTACIÓN Y REMODELACIÓN INDUSTRIAL

La gravitación que el teórico brasileño asignó al incremento de las tasas de plusvalía ha quedado confirmada

en las últimas décadas. La ofensiva patronal dispersó las remuneraciones, eliminó las reglas salariales

definidas y segmentó e l trabajo. Esta reorganización mantiene la estabilidad requerida para la continuidad

de la acumulación en el sector formal y generaliza la precarización en el universo informal.

El principal cimiento de la globalización es la reducción de los costos laborales. Por eso los ingresos

populares se estancan en la prosperidad y decaen en las crisis. Las firmas transnacionales se enriquecen con

los bajos salarios de la periferia y con el abaratamiento de los bienes consumidos por los trabajadores de las

metrópolis. Utilizan la deslocalización para debilitar a los sindicatos y achatar los sueldos de todas las

regiones.

176

Las firmas lucran especialmente con las diferencias de salarios resultantes de los desniveles estructurales de

sobrepoblación. Esas brechas se estabilizan por la ausencia de movilidad internacional de los trabajadores.

Mientras que en el periodo inicial de la globalización (1980-1998) la inversión extranjera se triplicó, el total

de migrantes apenas varió ( Smith, 2010: 88-89). La fuerza de trabajo es marginada de todos los

movimientos que sacuden al tablero de la mundialización .

Marini registró el primer desplazamiento de la industria a Oriente. Fue testigo de la irrupción de los

denominados “tigres asiáticos” (Taiwán, Hong Kong, Corea del Sur y Singapur). Pero no vio la mutación

posterior que modificó por completo el mapa manufacturero.

China es el epicentro actual de una creciente instalación de filiales en Asia. Allí se genera el grueso de la

producción mundializada. Los sueldos oscilan entre el 10 y el 25% de lo remunerado en las metrópolis por

trabajos equivalentes .

La magnitud del cambio se verifica en el consumo estadounidense de bienes manufacturados. Un tercio de

ese total es fabricado actualmente en el exterior, lo que duplica el promedio vigente en 1980 ( Smith, 2010:

153-154, 222-227) . Es evidente el cimiento de la mundialización neoliberal en la explotación de los

trabajadores. Las inversiones se desplazan a los países que ofrecen mayor baratura, disciplina y

productividad de la fuerza de trabajo.

Marini también percibió cómo el modelo de sustitución de importaciones (que inspiró su análisis de la

dependencia) era sustituido por un nuevo patrón de exportación manufacturera. Pero sólo llegó a notar los

rasgos genéricos de un esquema, que ha sido reconfigurado por las cadenas globales de valor (CGV).

Con esa modalidad todo el proceso de fabricación queda fragmentado, en función de la rentabilidad

comparada que ofrece cada actividad. Esa división incluye eslabonamientos dirigidos por el fabricante (firmas

aeronáuticas, automotrices, informáticas) o comandados por el comprador (emporios comercializadores tipo

Nike, Rebook o Gap) ( Gereffi, 2001) . Las empresas que lideran esas estructuras no sólo controlan el

recurso más rentable (marcas, diseños, tecnologías). También dominan el 80% d el comercio mundial de

esos circuitos.

Este modelo difiere radicalmente del prevaleciente en los años 60-70. En lugar de procesos integrados

predomina la subdivisión de partes y la fabricación nacional es reemplazada por un ensamble de

componentes importados. La proximidad y la envergadura de los mercados pierden relevancia frente a las

ventajas comparativas del costo laboral. Una nueva división global del trabajo (DGT) sustituye a su

precedente internacional (DIT) (Martínez Peinado, 2012: 1-26).

En la actividad de las empresas transnacionales se multiplica la gravitación de los bienes intermedios,

mediante eslabonamiento y mecanismos de especialización industrial vertical (Milberg, 2014: 151-155).

Estas modalidades introducen formas de gestión exportadora que eran desconocidas a fines del siglo pasado

.

LA CRISIS DEL CAPITALISMO

Marini analizó la economía de la globalización estimando que el capitalismo había ingresado en un ciclo largo

de crecimiento. En ese contexto situó las especializaciones productivas y el despunte de los países asiáticos

de industrialización reciente (NICs). Consideró que los procesos de integración regional resurgían para

ensanchar la escala de los mercados ( Marini, 1993). Su colega dependentista compartió ese razonamiento,

indagando la incidencia de las nuevas tecnologías sobre las ondas largas (Dos Santos, 2011: 127-134) .

El curso posterior de la globalización no confirmó, ni desmintió la presencia de ese ciclo ascendente de largo

plazo. Las controversias entre quienes postulan y objetan la vigencia de esos movimientos no desembocaron

en conclusiones nítidas. Por eso hemos subrayado la conveniencia de esclarecer las transformaciones

cualitativas de la etapa, sin forzar el amoldamiento de ese periodo a una onda larga (Katz, 2016: 366-368) .

177

Marini inscribió su evaluación en caracterizaciones marxistas que resaltaban el carácter disruptivo de la

acumulación. Subrayó las traumáticas crisis potenciales que incubaba la globalización y remarcó la presencia

de tensiones simultáneas en la esfera de la demanda (consumo retraído) y la valorización (insuficiencia de

rentabilidad). Destacó ambos desequilibrios con más observaciones sobre el primer tipo de contradicciones.

En las últimas décadas salieron a flote esos temblores. También se verificó la explosiva retracción del

empleo, potenciada por la relativa inmovilidad de la fuerza de trabajo frente al vertiginoso desplazamiento

de las mercancías y los capitales.

Esa contradicción distingue a la mundialización actual de la vieja industrialización europea. Entre 1850 y

1920 más de 70 millones de emigrantes abandonaron el Viejo Continente. Ese traslado masivo desagotó la

población sobrante en un polo y generó nuevos centros de acumulación en las zonas receptoras de

trabajadores. Un movimiento demográfico equivalente supondría en la actualidad el ingreso de 800 millones

de inmigrantes a los países centrales ( Smith, 2010: 105-110).

Pero los desamparados tienen actualmente vedado ese desplazamiento. Las economías desarrolladas

construyen fortalezas contra los desposeídos de la periferia y sólo absorben irrelevantes contingentes de

mano de obra calificada . Se ha diluido la válvula de escape que en el pasado generaba el propio proceso de

acumulación.

Los países que concluyen en forma acelerada sus procesos de acumulación primitiva, no pueden descargar

su población excedente sobre otras localidades.

Esa restricción potencia otras tensiones del capitalismo, como la destrucción de empleos por la expansión del

universo digital. Los parámetros de rentabilidad -que guían la introducción de nuevas tecnologías- imponen

una dramática eliminación de puestos de trabajo. La desocupación se agiganta con la mundialización.

En esta etapa hay menos trabajo para todos que en las fases precedentes. El empleo disponible se contrae y

su calidad es decreciente en las regiones subdesarrolladas. Por eso la economía informal (carente de

regulaciones estatales) alberga al 50% de la actividad laboral en América Latina, al 48% en el norte de

África y al 65% de Asia ( Smith, 2010: 115-127).

La acelerada automatización –y la expulsión de población agraria por la tecnificación del campo- achican

drásticamente las oportunidades laborales. El capitalismo asentado en la explotación -que tanto estudió

Marini- no puede siquiera implementar ese padecimiento entre toda la población oprimida.

REPLANTEOS IMPERIALES

El teórico brasileño resaltó la gravitación del imperialismo. Señaló la insoslayable función de ese sistema de

dominación militar para la preservación del capitalismo. Pero elaboró sus textos en una época muy

distanciada del escenario de Lenin. C omprendió que la guerra fría era cualitativamente distinta a los viejos

choques entre potencias y r egistró la inédita supremacía militar de Estados Unidos. Notó la capacidad de

ese imperio para forjar alianzas subalternas, subordinando a sus rivales sin demolerlos.

Marini evitó los paralelos con el imperialismo clásico. Entendió la novedad de un período signado por la

disminución del proteccionismo, la recuperación de posguerra del protagonismo industrial y la reorientación

de la inversión externa hacia las economías desarrolladas. Sintetizó esas transformaciones con una noción (

cooperación hegemónica), que utilizó para definir las relaciones prevalecientes entre las potencias centrales

( Marini, 1991: 31-32).

El contexto actual presenta varias continuidades con esa caracterización. Perdura el entramado forjado en

torno a la Tríada (Estados Unidos, Europa y Japón), para asegurar la custodia militar del orden neoliberal.

Esa alianza bélica ya provocó la devastación de numerosas regiones de África y Medio Oriente. También

178

subsiste la primacía del Pentágono en la dirección de las principales acciones militares. Pero la hegemonía

norteamericana perdió la contundencia que exhibía en los años 80-90 de debut de la globalización.

Estados Unidos cumplió un papel económico clave en el despegue de ese proceso. Aportó el enlace estatal

requerido para gestar la acumulación a escala mundial. Las instituciones de Washington internacionalizaron

los instrumentos financieros y apuntalaron la globalización productiva. Desenvolvieron con mayor intensidad

esa acción en el desemboque de las crisis de las últimas décadas.

La regulación bancaria de la FED, la operatoria del dólar como moneda mundial, la reorganización de los

presupuestos estatales bajo la auditoría del FMI y las reglas bursátiles de Wall Street afianzaron la

mundialización. Esa gravitación volvió a notarse en el desenlace de la convulsión del 2008.

Pero la pérdida de supremacía norteamericana se corrobora actualmente en el déficit comercial y el

endeudamiento externo del país. Estados Unidos conserva el manejo de los principales bancos y empresas

transnacionales. Encabeza, además, la introducción de las nuevas tecnologías digitales. Pero ha resignado

posiciones claves en la producción y el comercio. Su impulso de la mundialización neoliberal terminó

favoreciendo a China, que se convirtió en un inesperado competidor global.

La llegada de Trump ilustra ese retroceso. El magnate intenta recuperar posiciones estadounidenses

reordenando los tratados de libre comercio. Pero enfrenta enormes dificultades para recomponer ese

liderazgo económico.

En el plano militar Estados Unidos continúa prevaleciendo y carece de reemplazantes para la custodia del

orden capitalista. P ero falla en los operativos encarados para sostener su hegemonía. Esa inoperancia salta

a la vista en el fracaso de todas sus guerras recientes (Afganistán, Irak, Siria).

Por estas razones han cambiado las relaciones de la primera potencia con sus socios. La total subordinación

que presenció Marini ha mutado hacia entrelazamientos más complejos. Las potencias europeas (Alemania)

y asiáticas (Japón) ya no aceptan con la misma sumisión las órdenes de Washington. Desenvuelven

estrategias propias y explicitan sus conflictos con el gigante norteamericano ( Smith A, 2014).

Ningún socio cuestiona la supremacía del Pentágono , ni pretende gestar un poder bélico contrapuesto. Pero

se diluyó el vasallaje de la segunda mitad del siglo XX. Este giro es congruente con la incapacidad

norteamericana para preservar el padrinazgo, que desplegó en la posguerra sobre las restantes economías

capitalistas ( Carroll, 2012) .

Habrá que ver si en el futuro el liderazgo yanqui desaparece, resurge o se disuelve paulatinamente. Esta

incertidumbre es un dato que estaba ausente cuando se publicó la Dialéctica de la dependencia (1973).

DESPLOME DE LA URSS, ASCENSO DE CHINA

La implosión de la Unión Soviética y la conversión de China en una potencia central distinguen al período en

curso de la época de Marini. Con el colapso de la URSS se afianzó la ofensiva neoliberal. Las clases

dominantes recuperaron confianza -y en ausencia de contrapesos internacionales- retomaron los típicos

atropellos del capitalismo desenfrenado .

El te ó rico brasile ñ o era un marxista cr í tico de la burocracia del Kremlin, que apostaba a la renovaci ó n

socialista y no al desplome de la Uni ó n Sovi é tica. La regresi ó n de Rusia a un r é gimen capitalista – en

un contexto de inmovilidad, despolitización y apatía popular- trastocó el escenario entrevisto por el luchador

latinoamericano.

179

El segundo giro ha sido igualmente impactante. Marini no podía siquiera imaginar que el despegue de Taiwán

y Corea del Sur anticipaba la mutación protagonizada por China. El PBI per cápita de ese país se multiplicó

22 veces entre 1980 y 2011 y su volumen comercial se duplica cada cuatro años.

China no sólo mantuvo altísimas tasas de crecimiento en las coyunturas de crisis internacional. El auxilio que

brindó al dólar (y al euro) impidió la conversión de la recesión del 2009 en una depresión global. La

envergadura del cambio histórico en curso es comparable a la revolución del vapor en Inglaterra, a la

industrialización de Estados Unidos y al desarrollo inicial de la Unión Soviética. La prosperidad de ningún

BRICS se equipara con esa conversión de China en una potencia central.

Basta observar su papel dominante como inversor, exportador, importador o acreedor de los principales

países de África o América Latina, para mensurar la abismal brecha que separa al gigante asiático de sus

viejos pares del Tercer Mundo.

La nueva potencia no comparte simples relaciones de cooperación con sus contrapartes del Sur. Ejerce una

nítida supremacía que extiende a sus vecinos de Oriente. Ninguna otra economía ha transformado en forma

tan radical su posicionamiento en el orden global .

China a ctúa como un imperio en formación que afronta la hostilidad estratégica del Pentágono . Está

forjando su propio modelo capitalista a través de un novedoso ensamble con la globalización. No transita por

las viejas etapas de despegue inicial asentado en el mercado interno. Despliega un proceso de acumulación

directamente conectado con la mundialización.

Para dilucidar la especificidad de su capitalismo hay que recurrir a caracterizaciones ausentes en la época de

Marini. Las clásicas fórmulas de la teoría de la dependencia no disipan ese interrogante.

POLARIDADES Y NEUTRALIZACIONES

El pensador de la dependencia destacó la preeminencia de la polarización a escala global. Consideró que ese

divorcio era inherente al capitalismo, en concordancia con las fracturas internacionales observadas por los

marxistas clásicos de principios del siglo XX ( Luxemburg, 1968: 58-190) . También los teóricos del sistema-

mundo interpretaron esas brechas como rasgos intrínsecos del régimen social vigente.

Numerosos estudios empíricos han corroborado esa divisoria en el surgimiento del capitalismo. La revolución

industrial produjo el mayor abismo de la historia entre un polo ascendente y otro degradado. Esa “gran

divergencia” acompañó al despegue de Occidente. Los países desarrollados convergieron en promedios de

expansión radicalmente distanciados de las economías subdesarrolladas ( Pritchett, 1997) .

La acotada lejanía inicial se transformó en una brecha monumental. Entre 1750 y 1913 el salto del PBI per

cápita fue tan espectacular en Inglaterra (de 10 a 115) y Estados Unidos (de 4 a 126), como la regresión

padecida por China (de 8 a 3) e India (de 7 a 2). Las distancias entre las naciones se expandieron a un ritmo

muy superior a sus equivalentes dentro de los países ( Rodrik, 2013) .

Marini partió de evidencias de ese tipo, para teorizar las distancias entre las economías avanzadas y

subdesarrolladas, con razonamientos inspirados en el intercambio desigual. Pero percibió también los

cambios en esa tendencia que introducía el capitalismo tardío de posguerra. En ese modelo los procesos de

acumulación en la periferia industrializada contrapesaban las polarizaciones previas ( Mandel, 1978: cap 2) .

El estudioso de la dependencia notó, además, cómo la presencia del llamado bloque socialista compensaba

las desigualdades internacionales espontáneas de la acumulación. La existencia de la URSS y sus aliados

determinaba ese efecto neutralizador.

180

El resultado de estas múltiples tendencias fue cierta estabilización de la desigualdad entre los países. La

brecha puramente ascendente del siglo XIX adoptó un curso más variable y tendió al equilibrio entre 1950 y

1990 ( Bourguignon; Morrisson, 2002).

En ese período las polaridades al interior de los países declinaron por las mejoras que concedió la clase

capitalista, ante el generalizado temor a un contagio socialista. Ese pánico determinó la presencia de

modelos keynesianos, en un contexto de descolonización y auge del antiimperialismo.

Marini registró tanto las brechas nacionales y sociales que genera el capitalismo, como las fuerzas que

limitan esas polaridades. Esta combinación de procesos quedó significativamente alterada en las últimas

décadas del siglo XX por la dinámica posterior de la mundialización neoliberal.

DESIGUALDADES DIVERSAS

Numerosos estudios coinciden en destacar el ensanchamiento actual de las fracturas sociales en todos los

puntos del planeta. Un conocido análisis de esa polarización en 30 países demuestra que el 1% de la minoría

más enriquecida controla el 25-35% del patrimonio total en Europa y Estados Unidos (2010). En ambas

regiones el 10% de los habitantes maneja el 60-70% de la riqueza. Niveles semejantes de desigualdad se

verifican en otras zonas centrales, emergentes o periféricas ( Piketty, 2013).

Pero el curso seguido por la desigualdad entre países es más controvertido. Ese indicador es evaluado

comparando los distintos PBI per cápita con ponderaciones poblacionales ( Milanovic, 2014) . De esa forma

se mensura la incidencia de las tasas de crecimiento sobre la desigualdad global, tomando en cuenta la

población involucrada. Un incremento sustancial del PBI en la India tiene efectos muy distintos que el mismo

aumento en Nueva Zelanda (Goda, 2013) .

Durante las últimas décadas la creciente brecha social fue acompañada por nuevas polaridades entre los

países. Pero si se incluye el factor poblacional el resultado final es variado. El c recimiento de naciones con

gran peso demográfico achicó las brechas nacionales totales. El curso de las desigualdades fuera y dentro de

las fronteras -usualmente sintetizado por el coeficiente Theil- se redujo un 24% desde 1990. El incremento

del 14% de la desigualdad al interior de esas naciones fue compensado por una disminución del 35% de la

brecha entre países ( Bourguignon; Châteauneuf-Malclès, 2016) .

Por su gran número de habitantes China alteró el indicador mundial. Mientras que la economía global se

estancó en torno al 2,7% anual (2000-2014), el gigante asiático creció al 9.7%. Aunque esa trayectoria

presenta semejanzas con los antecedentes de Japón y Corea del Sur, su efecto sobre la polaridad entre los

países es muy diferente.

En plena explosión de las desigualdades sociales la continuidad de ese achicamiento de la fractura global es

muy dudosa. China asciende a costa de sus rivales de Occidente y reconfigura el marco de las potencias

dominantes. Pero el espectro restante de la jerarquía mundial continúa segmentado en los compartimentos

tradicionales. Hay pocas modificaciones en la pirámide mundial. Una reversión de la “gran divergencia”

gestada durante el siglo XIX debería quebrantar esa jerarquía.

En estudios previos al ascenso reciente de China, los teóricos del sistema-mundo expusieron muchos

ejemplos del carácter perdurable de esa estructura. Ilustraron la reducida movilidad internacional de los

países en el largo plazo, ejemplificando esa permanencia en 88 de 93 casos considerados ( Arrighi, 1990) .

Otra evaluación realizada en el debut de la mundialización (1960-1998) observó la paradoja de una creciente

participación de las nuevas economías en la globalización productiva, con escasos efectos sobre el nivel

relativo de los PBI per cápita.

181

Ese trabajo observó que la producción manufacturera en esos países (como porcentaje comparado del PBI

del Primer Mundo) ascendió significativamente (de 74,6 a 118%), frente a un PBI per cápita (como

porcentaje de su equivalente los países avanzados), que se mantuvo casi invariable (de 4,5 a 4,6%). La

convergencia industrial no se tradujo en mejoras equivalentes en el nivel de vida (Arrighi; Silver; Brewer,

2003: 3-31) . También el despegue posterior de China se ha consumando preservando grandes distancias

con el PBI per cápita de sus pares de Occidente.

El curso de la desigualdad global es determinante de las relaciones centro-periferia que Marini indagó con

tanta atención. Pero sobre las distintas trayectorias abiertas operan fuerzas muy diferentes a las

prevalecientes en los años de esplendor del dependentismo.

INTERNACIONALIZACIÓN SIN CONTRAPARTE POLÍTICA

La ampliación actual de las desigualdades sociales por encima de las nacionales se desenvuelve en un

escenario muy singular: la internacionalización de la economía no tiene correlato equivalente en las clases

dominantes y los estados. Esa contradicción apenas se insinuaba en la década del 60. La coexistencia de la

globalización productiva con estructuras estatal-nacionales es un conflicto del siglo XXI.

La gravitación de los organismos económicos (FMI, BM, OMC) y geopolíticos (ONU, G 20) globales no reduce

la perturbadora escala de ese divorcio. La configuración de estados forjados en el debut del capitalismo

continúa cumpliendo un papel central. Aseguran la gestión localizada de la fuerza de trabajo, en un contexto

de gran desplazamiento mundial de productos y capitales.

Este fortalecimiento de las regulaciones laborales a escala nacional repercute, a su vez, sobre las identidades

específicas de las distintas clases dominantes. Aunque mundialicen sus negocios, esos grupos mantienen

comportamientos políticos y culturales contrapuestos. Las empresas se internacionalizan, pero su manejo no

queda desvinculado de los estados de origen . Por las mismas razones, la competencia internacional por

atraer capitales se desenvuelve premiando siempre a los inversores más próximos.

El orden neoliberal expande una mundialización administrada por estructuras nacionales. Los mismos

estados que analizaban los marxistas clásicos y de posguerra, ahora operan en un nuevo marco de

globalización productiva.

En ese cuadro de asociación económica mundial, las confrontaciones geopolíticas se desenvuelven recreando

relaciones de dependencia. Las principales potencias renuevan esa sujeción en sus zonas de influencia,

mientras disputan supremacía en las áreas más codiciadas del planeta.

Estados Unidos intenta recapturar su hegemonía comenzando por las regiones que tradicionalmente

estuvieron bajo su control (América Latina). La vigencia de una moneda común -entre economías con

enormes diferencias de productividad- refuerza la supremacía de Alemania en Europa. China amplía las

brechas con sus vecinos asiáticos . La dependencia que estudió Marini adopta nuevas formas e intensidades.

PROBLEMAS DEL TRANSNACIONALISMO

La actual etapa de globalización productiva -sin correspondencia directa en las clases dominantes y estados-

contradice la tesis de una transnacionalización plena. Esa mirada supone que los principales sujetos e

instituciones del sistema han quedado divorciados de sus pilares nacionales (Robinson, 2014). Estima que se

ha disuelto el viejo anclaje de las empresas en el mapa de los países.

Este enfoque convierte las prolongadas transiciones de la historia en transformaciones instantáneas. Observa

acertadamente que la internacionalización de la economía genera dinámicas del mismo tipo en otras esferas,

182

pero desconoce las enormes brechas temporales que separan a ambos procesos. Que una firma asuma en

pocos años perfiles transnacionales no implica la mundialización equivalente de sus propietarios. Tampoco

supone procesos de ese tipo en los grupos sociales o estados que cobijan a la compañía.

El capitalismo no se desenvuelve con ajustes automáticos. Articula el desarrollo de las fuerzas productivas

con la acción de clases dominantes amoldadas a distintos escenarios estatales. Las diferentes esferas de ese

trípode mantienen niveles de conexión tan intensos como autónomos.

Ya en los años de Marini algunos teóricos marxistas (como Poulantzas) percibieron que la

internacionalización productiva, no entrañaba secuencias idénticas en la superestructura estatal o clasista .

Ese señalamiento inspiró la posterior caracterización de la globalización como un proceso asentado en las

instituciones del estado más poderoso del planeta (Panitch; Gindin, 2014).

El enfoque transnacionalista desconoce esa mediación de Washington en la gestación de la nueva etapa. Por

eso ignora también el rol actual de Beijing. La asociación entre ambas potencias coexiste con una intensa

rivalidad entre estructuras estatales muy diferenciadas. Los vínculos entre empresas chinas y

estadounidenses no implican ningún tipo de disolución transnacional.

Basta recordar la compleja trayectoria de gestación del capitalismo en torno a clases y estados

preexistentes, para notar cuán variados han sido los patrones de cambio de esas entidades. La tesis

transnacionalista sintoniza con las corrientes historiográficas, que postulan la abrupta constitución de un

sistema capitalista mundial integrado, olvidando la compleja transición desde múltiples trayectorias

nacionales (Wallerstein, 1984). De la misma manera que concibe esa intempestiva aparición hace 500 años,

supone que la globalización actual alumbra con gran rapidez clases y estados mundiales.

La tradición opuesta -que indaga los senderos diferenciados seguidos por cada capitalismo nacional- registra

en cambio, cómo los sujetos y las estructuras locales condicionan a la globalización actual (Wood, 2002).

Cuestiona la existencia de una sincronizada irrupción del capitalismo global y demuestra la preeminencia de

inciertas transiciones guiadas por intermediaciones estatales. Un curso genéricamente común de

internacionalización se desenvuelve con altísima diversidad de ritmos y conflictos.

Las relaciones de dependencia justamente persisten por la inexistencia de un súbito proceso de completa

mundialización. El entramado del centro y la periferia se remodela sin desaparecer, en un contexto de

fabricación globalizada y redistribuciones de valor entre clases y estados competidores. Este diagnóstico -

congruente con la tradición de Marini- es contrapuesto a la visión transnacionalista.

REORDENAMIENTO SEMIPERIFÉRICO

El teórico brasileño estudió las transferencias internacionales de valor para analizar la reproducción

dependiente de América Latina. Estimó que la región recreaba su status subordinado por el sistemático

drenaje de recursos hacia los países centrales. Las desventajas comerciales, la remisión de utilidades y los

pagos de intereses de la deuda perpetuaban esta sumisión.

Pero el pensador brasileño no se limitó a retratar la fractura bipolar (entre el centro y la periferia) generada

por esas hemorragias. Indagó la nueva complejidad introducida por la existencia de formaciones

intermedias. Investigó especialmente cómo la industrialización colocaba a ciertos países en un segmento

semiperiférico. Observó esa transformación en Brasil, que se mantenía alejado de los centros imperiales sin

compartir el retraso extremo de la periferia (Marini 2013: 18). .

Esta caracterización fue compartida por su colega del dependentismo, que diferenció a las economías

latinoamericanas por su desenvolvimiento interno y por el tipo de productos exportados (Bambirra, 1986:

23-30). El mismo abordaje encaró el principal exponente del marxismo endogenista, al evaluar cómo el

subdesarrollo desigual separaba a los países agrarios más retrasados de las economías embarcadas en cierto

despegue industrial ( Cueva, 2007).

183

Estas distinciones son muy útiles para analizar el contexto actual. La simple polaridad centro-periferia es

más insuficiente que en el pasado, para comprender la mundialización. Las cadenas de valor han realzado la

gravitación de las semiperiferias .

Las firmas multinacionales ya no priorizan la ocupación de los mercados nacionales para aprovechar los

subsidios y las barreras aduaneras. Jerarquizan otro tipo de inversiones externas. En ciertos casos se

aseguran la captura de recursos naturales determinados por la geología y el clima de cada lugar. En otras

situaciones aprovechan la existencia de grandes contingentes de fuerza de trabajo abaratada y disciplinada.

Estas dos variantes -apropiación de riquezas naturales y explotación de los asalariados- definen las

estrategias de las empresas transnacionales y la ubicación de cada economía en el orden global .

Tanto las periferias como las semiperiferias continúan integradas al conglomerado de los países

dependientes. El rol subordinado que Marini asignaba a las dos categorías no ha cambiado. Están insertas en

la cadena de valor, sin participar en las áreas más lucrativas de ese entramado. Tampoco ejercen el control

de esa estructura. Actúan en la producción globalizada bajo el mandato de las compañías transnacionales.

Ese posicionamiento relegado se corrobora incluso en aquellas economías que lograron forjar empresas

multinacionales propias (India, Brasil, Corea del Sur). Ingresaron en un campo que estaba monopolizado por

el centro, sin modificar su status secundario en la producción globalizada ( Milelli, 2013: 363-380).

Otro indicador de ese posicionamiento relegado es la reducida participación de esos países en la dirección de

las instituciones globalizadas. Esta ausencia es coherente con la escasa representación de esas regiones, en

los cuerpos directivos de las firmas transnacionalizadas (Carroll; Carson, 2003: 67-102).

Pero dos cambios significativos se observan en comparación a la época de Marini. El papel de cada

semiperiferia en la cadena de valor introduce un elemento de peso muy definitorio de su ubicación en la

pirámide mundial. A diferencia del pasado no alcanza con registrar el nivel del PBI per cápita o la magnitud

del mercado interno.

Por otra parte, al interior del segmento semiperiférico es muy evidente el avance de las economías asiáticas

(Corea del Sur) y el retroceso de sus pares latinoamericanos (Argentina, Brasil). Cómo el mismo

reordenamiento se observa en otras regiones, algunos autores sugieren la introducción de nuevas

clasificaciones para conceptualizar el cambio (semiperiferias fuertes-débiles, altas-bajas, superiores-

inferiores) (Morales Ruvalcaba; Efrén, 2013: 147-181). Marini no llegó a presenciar esas transformaciones.

INCIDENCIA DEL SUBIMPERIALISMO

El pensador brasileño analizó el papel de las economías intermedias en los mismos años que los teóricos del

Sistema Mundial estudiaban el doble rol de las semiperiferias. Estimaban que esos países atenúan las

tensiones globales y definen las mutaciones de la jerarquía global . Destacaron cómo atemperan las

fracturas entre el centro y la periferia y de qué forma protagonizan las movilidades ascendentes y

descendentes que remodelan la división internacional del trabajo.

Los pensadores sistémicos atribuyeron ese papel al carácter intermedio de los estados semiperiféricos, que

no detentan el poder del centro y tampoco padecen las debilidades extremas de los estados relegados.

Describieron casos de ascenso (Suecia, Prusia, Estados Unidos) estancamiento (Italia, Flandes) y retroceso

(España, Portugal) de ese segmento en las últimas cinco centurias. Postularon que su lugar equidistante les

permite liderar grandes transformaciones, mientras equilibran la pirámide mundial (Wallerstein, 1984: 247-

33, 1999: 239-264, 2004: cap 5).

Marini convergió parcialmente con esa tesis en su evaluación de los países intermedios. Utilizó esa óptica

para diferenciar a Brasil de Francia y Bolivia. Pero introdujo además el nuevo concepto de subimperialismo,

184

para caracterizar una franja de potencias regionales con políticas exteriores asociadas y al mismo tiempo

autónomas del imperialismo estadounidense.

Con esa noción enfatizó el papel disruptivo de esos actores. En lugar de observarlos como colchones de las

tensiones globales, analizó su función convulsiva . La alta conflictividad de esas regiones ha sido

posteriormente atribuida a la explosiva coexistencia de universos de bienestar y desamparo (tipo “Bel-

India”) ( Chase-Dunn, 1999) .

El enfoque de Marini fue semejante al utilizado por un excepcional marxista del siglo XX, para explicar con

razonamientos de desarrollo desigual y combinado, la vulnerabilidad de los países intermedios ( Trotsky,

1975). Como esas naciones quedaron incorporadas a la carrera de la acumulación con gran tardanza,

afrontan desequilibrios superiores al centro que son desconocidos por sus inmediatos seguidores de la

periferia. Por esta razón concentran localizaciones potenciales de un debut socialista . Al igual que otros

pensadores de su época, Marini situó la dinámica de esas formaciones en un horizonte de confrontación

entre el capitalismo y el socialismo ( Worsley, 1980) .

Pero su acepción del subimperialismo requiere una significativa revisión en la era de la mundialización

neoliberal. El teórico de la dependencia asignó a esa categoría una dimensión económica de expansión

externa y otra geopolítico-militar de protagonismo regional. Esa simultaneidad no se verifica en la

actualidad.

El subimperialismo contemporáneo no presenta la connotación económica que observaba Marini. Es propio

de los países que cumplen un doble rol de gendarmes asociados y autónomos de Estados Unidos. Turquía e

India juegan ese papel en Medio Oriente y el Sur de Asia. Pero Brasil no desenvuelve un papel equivalente

en América Latina y Sudáfrica tampoco cumple esa función en su continente ( Katz, 2017b) .

El cariz geopolítico del subimperialismo y la naturaleza económica de las semiperiferia son más visibles en la

actualidad que en el pasado. El primer aspecto está determinado por acciones militares tendientes a

acrecentar la influencia de las potencias zonales. El segundo rasgo deriva del lugar ocupado por cada país en

la cadena de valor. Marini no llegó a percibir esta diferencia.

“¿SUR GLOBAL?”

La nueva combinación de creciente internacionalización del capital y continuada configuración estatal-

nacional de las clases y los estados obliga a revisar otros aspectos del dependentismo tradicional. La

mundialización productiva es habitualmente investigada por los exponentes de esa tradición, pero la

reconfiguración geopolítica imperial es frecuentemente soslayada. Esa omisión se verifica en el difundido uso

del término “Sur Global”.

Ese concepto es postulado para resaltar la persistencia de las clásicas brechas entre los países desarrollados

(“Norte”) y subdesarrollados (“Sur”). El desplazamiento de la producción a Oriente y la captación del nuevo

valor generado por Occidente son presentados como evidencias de esa contundente polaridad (Smith, 2010:

241) .

Estas caracterizaciones confrontan acertadamente con el venturoso futuro de convergencias entre economías

avanzadas y retrasadas, que difunden los neoliberales (y frecuentemente convalidan los heterodoxos).

También demuestran que el modelo actual se cimenta en la explotación y en la transferencia de plusvalía a

un puñado de empresas transnacionales. Explican detalladamente las ventajas que mantienen los países

más poderosos para capturar el grueso de los beneficios.

Pero estas valiosas observaciones no clarifican los problemas del periodo. El simple diagnóstico de un

contrapunto entre el Sur y el Norte choca con la dificultad para encasillar a China. ¿En cuál de los dos

campos se ubica a esa nación?

185

A veces se exceptúa al país de la divisoria, con el mismo argumento utilizado hace veinte años para resaltar

la singularidad de Corea del Sur o Taiwán. Pero lo que resultaba plausible para dos pequeños países, no

puede extenderse a la segunda economía del planeta, que alberga a un quinto de la población mundial. Si se

soslaya la transformación protagonizada por el gigante asiático resulta imposible caracterizar al capitalismo

actual.

Excelentes trabajos de investigación sitúan de hecho erróneamente a China en el bloque de países

subdesarrollados. Estiman que la plusvalía extraída a su enorme proletariado es transferida a Occidente (

Smith, 2010: 146-149) . Pero es poco sensato colocar en ese universo a una potencia que socorre a los

bancos de Occidente, sostiene al dólar en la crisis, acumula un superávit comercial mayúsculo con Estados

Unidos y encabeza las inversiones externas en África y América Latina.

Tampoco es lógico interpretar que la masa de plusvalía generada en China es íntegramente transferida a

Occidente y apropiada por las casas matrices de las firmas mundializadas. Un drenaje de ese tipo habría

imposibilitado las altísimas tasas de acumulación que caracterizan al país.

Es evidente que una porción mayúscula del beneficio gestado en China es capturado por los capitalistas-

burócratas locales. Ese monumental lucro es equivocadamente interpretado como una simple “tajada” de lo

apropiado por las firmas occidentales ( Foster, 2015).

Pero China es un desafiante y no un títere de Estados Unidos. Sus grupos dominantes se ubican muy lejos

de cualquier burguesía dependiente, con pequeñas participaciones en la torta de la globalización. Los nuevos

dominadores asiáticos no guardan ningún parentesco con las viejas burguesías nacionales de posguerra.

La emergente potencia oriental ha demostrado capacidad para limitar el drenaje de plusvalía, mientras

aumenta su apropiación del valor generado en la periferia. Ninguna de estas acciones sintoniza con su

clasificación en el “Sur Global”.

RENOVAR EL DEPENDENTISMO

En sus análisis de la economía política de la globalización Marini sentó las bases para comprender el período

actual. Resaltó tres focos de estudio: la explotación del trabajo, las transferencias de valor y la

reestructuración imperial. Legó importantes pistas, pero no respuestas. La actualización de su teoría

requiere indagaciones más complejas que la simple corroboración de conceptos enunciados hace medio

siglo.

El pilar de esa reevaluación es la caracterización de la globalización productiva en la nueva geopolítica

imperial. Este estudio exige notar cómo la transferencia de plusvalía rediseña el mapa de drenaje, retención

y captura de los flujos de valor. Resulta también indispensable analizar l as nuevas relaciones de

sometimiento, subordinación y autonomía que despuntan en el mosaico internacional. Marini nos ha dejado

pendiente un monumental trabajo de investigación.

3-2-2017

RESUMEN

El principal teórico de la dependencia anticipó tendencias de la mundialización neoliberal. Analizó la

globalización productiva, la centralidad de la explotación y la gravitación de las transferencias de plusvalía.

Pero la crisis del empleo supera lo avizorado por Marini, en un escenario trastocado por la mutación de

Estados Unidos, el desplome de la URSS y el ascenso de China.

Las nuevas brechas nacionales y sociales emergen en una economía internacionalizada, sin correlato en los

estados y clases dominantes. Esta ausencia de transnacionalización total recrea la dependencia. Las

186

semiperiferias presentan una dimensión económica diferenciada del status geopolítico del subimperialismo.

El “Sur Global” no reencarna la vieja periferia, ni incluye a China. Hay sólidos pilares para renovar el

dependentismo.

PALABRAS CLAVES

Dependencia, capitalismo, neoliberalismo.

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PARTIDOS POLÍTICOS EN EL SALVADOR: ESTABLECIMIENTO Y CONTINUACIÓN DEL

NEOLIBERALISMO

Adonay Jiménez Escalante

Rebelión

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237657

Al hablar de partidos políticos, es necesario incluir a la misma democracia, ya que se considera que las

organizaciones políticas (partidos en específico) son una vía para que la población pueda participar y estar

inserta en las decisiones que se toman desde el aparato estatali. Al ser así, se puede precisar en estricto

sentido lo que significa democracia (etimológicamente vendría siendo “demos” ‘δῆμος’ y “Krátos” ‘κράτος’);

pero en un sentido amplio como lo señala Borón (2006; p.48) -La democracia es una forma de organización

del poder social en el espacio público inseparable de la estructura económico-social sobre la cual dicho poder

descansa -. Por ello en El Salvador cuando se habla de democracia se debiera aludir al poder social que

influye en las decisiones públicas como también de la estructura económica; al vivir en una “democracia

representativa” los electos por voto popular deberían ser los que velen por los intereses de las grandes

mayorías; a este respecto nos adentramos analizando la manera de hacer política de dos grandes partido

políticos que han gobernado en el país, su papel en el establecimiento del modelo neoliberal y la

continuación de su esencia; dando a entender que ningún programa de gobierno persigue el objetivo de

superar el modelo.

El partido ARENA

189

El partido Arena (Alianza Republicana Nacionalista de El Salvador) fundado en 1981, es una organización

política que encabeza un proyecto de gobernanza y poder a favor del liberalismo económico; representa los

intereses de los grupos empresariales salvadoreños. Era de esperarse que en su llegada al poder en 1989,

ejecutara un plan de gobierno inspirado en un “recetario” publicado por la Fundación Salvadoreña para el

Desarrollo Económico y social (FUSADES) titulado “Hacia una economía de mercado en El Salvador: una

estrategia de desarrollo económico y social”. Básicamente la implementación de políticas económicas

estuvieron encaminadas a la privatización, desregulación y a la apertura externa; esto según sus objetivos

era para “Obtener un crecimiento robusto y sostenido en el tiempo y elevar las condiciones de

vida de toda la población, con énfasis en los grupos desposeídos. (Plan de desarrollo económico y

social 1989-1994; Pág.11)”; Pero la realidad ha sido otra; por ejemplo al perseguir el “anhelado”

crecimiento; este durante el periodo 1990-2009, que estuvieron en el poder ejecutivo, el producto interno

bruto a precios constantes experimento una tasa promedio en crecimiento del 3.4% (ver gráfico Nº 1)

Gráfico Nº 1: Tasas de crecimiento del PIB a precios constantes en El Salvador

Por el contrario Costa Rica creció al 4.5%, Guatemala al 3.7% y Honduras al 3.6%. Con respecto a las

condiciones de vida según datos de la CEPAL en El Salvador durante el periodo 1990-2009, el 50.24% de la

población vivía en condiciones de pobreza e indigencia; similar a países pobres como Guatemala y Honduras;

Comparado con Costa Rica que para el mismo periodo este indicador se situó en 21.1%; se infiere que en El

Salvador las condiciones de vida de las grandes mayorías no han mejorado sustancialmente; cabe hacer la

consideración que la pobreza que se mide por esta institución es por el “ingreso”, la cual se ha demostrado

que es insuficiente para cuantificar las verdaderas condiciones de vida de las personas, pero aun con esta

salvedad, para El Salvador la pobreza es un fenómeno latente, que no ha cambiado con la consolidación del

modelo neoliberal; que toma forma en el país con la ascensión del antes mencionado partido.

Continuidad del modelo neoliberal: Programas del FMLN

En El Salvador con la ascensión del partido FMLN (Frente Farabundo Martí Para La Liberación Nacional) al

poder en junio del 2009, se podría decir que se consolida e bipartidismo. De esta manera tal como señala

(López 2006; pp.10) al referirse a los sistemas políticos de la ‘mayoría’ de países capitalistas “[…] los

partidos se han convertido en un mecanismo para conquistar el poder en todos los espacios

sociales en que pueden penetrar, sin preocuparse por la realización o ejecución de un programa

que los identifique con las necesidades o aspiraciones colectivas”. Si bien es cierto que hay varios

programas que ha impulsado este gobierno que han beneficiado a la clase trabajadora, el núcleo mismo del

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modelo neoliberal no ha sufrido ningún cambio; tal son las funciones del Estado en la participación

económica por medio de la producción de bienes y servicios (Aunque todavía se provee algunos servicios

como el agua y parte de la educación); la regulación de precios, aplicación de la política monetaria que al ser

una economía dolarizada ya no es posible utilizarla, mejoramiento de las condiciones de vida de la población

trabajadora al indexar salario, ampliación de la cobertura del sistema de pensiones y otras. Además al

insertarse en el proceso globalizador de la economía no se cuenta con un tejido productivo que nos permita

desarrollar nuestra economía y potenciar el crecimiento; los esfuerzos en la inversión en I+D son

insuficientes, el apoyo a las pequeñas unidades productivas no es generalizado.

Al tener en cuenta que el fenómeno del modelo neoliberal es un entramado complejo ya que “[…] disuelve

las fronteras nacionales a favor de un proyecto global mediante la ejecución de un programa de

reestructuración económica que conlleva la reestructuración política que redistribuye el poder entre el Estado

y la sociedad hacia los grupos locales con mayor orientación transnacional”. (Hernández, 2007; pp.82); se

establece de esta manera que durante el periodo que ha estado en el ejecutivo el FMLN no han cambiado las

estructuras de poder económico esencialmente son los mismos dueños del capital nacional y en el nuevo

escenario neoliberal también se incluye el capital transnacional.

La continuidad del “estatu quo” se plasma aun en los programas de gobiernoii; al hacer una revisión de cada

uno de ellos se visualiza que en algunos casos mencionan el agotamiento del modelo; basado en una

competitividad ‘espuria’ dada por los bajos salarios, exenciones fiscales; pero no se plantean reformas

estructurales que darían paso a un nuevo ordenamiento económico que transformaría el tejido productivo

nacional, persiguiendo un crecimiento sostenido, equilibrado y equitativo; ya que en el neoliberalismo con su

teoría del “rebalse” no es posible que los frutos de la producción se trasladen equitativamenteiii.

Si bien es cierto que romper con las antiguas estructuras hegemónicas presentes en la realidad nacional es

una tarea ardua y que enfrentara desde el mismo comienzo la más férrea oposición; se vuelve

imprescindible que suceda, pero por el momento se puede concluir que el actual modelo se implementó y se

ha consolidado por las gestiones de los gobiernos de ARENA y el FMLN quién no ha logrado impulsar

reformas encaminadas a superar el neoliberalismo.

Por el momento la agrupación social (base para la transformación del orden existente) se ha debilitado, el

partido oficialista (FMLN) que se denomina de ‘izquierda’ pero que impulsa políticas al estilo de las derechas,

no representa los intereses de las grandes mayorías. Una vía para lograr los cambios requeridos seria el

fortalecimiento del movimiento social, pero esto requiere una reflexión aún más profunda.

Notas:

i Desde una visión marxista tal como lo plantea (Rodríguez, 2015; pp. 149) considerando al “[…] Estado

como el instrumento político propio de las sociedades escindidas en clase sociales para su utilización por la

clase dominante con el objetivo de mantener la explotación y la dominación sobre las clases subalternas”. Se

puede entender que al interior de la democracia capitalista es difícil generar una ruptura con el sistema;

pero es posible hacerlo con el tipo de modelo que representa en un momento histórico a este sistema.

ii El programa de la gestión de Mauricio Funes incluye una interesante mención “La inviabilidad del presente

modelo económico y social se evidencia en el hecho de que en las últimas dos décadas el crecimiento

registrado ha sido bajo e inestable. El Salvador ha mostrado en los últimos quince años un comportamiento

que está por debajo de las tasas de crecimiento de la economía mundial, así como de las correspondientes a

los países en desarrollo, a las de los países latinoamericanos y a las de sus pares centroamericanos. Esto

revela profundas debilidades estructurales más allá de las fluctuaciones propias de los ciclos económicos”.

(Plan quinquenal de desarrollo 2010-2014; pp. 21)

iii El hecho de apropiarse del valor nuevo generado por la clase trabajadora y de la realidad de su

explotación, es propio del sistema capitalista, pero en un momento del devenir histórico se vuelve

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imprescindible superar los modelos agotados, que como efectos empeoran en sobremanera las condiciones

de vida de las grandes mayorías.

Referencias

Boron, Atilio A. (2006). La verdad sobre la democracia capitalista. Colin Leys y Leo Panitch (Ed.).

Diciendo la verdad (pp. 328). Buenos Aires, Argentina: Consejo Latinoamericano de Ciencias

Sociales (CLACSO).

Gobierno de El Salvador (2010). Plan quinquenal de desarrollo. Recuperado de: http://2009-

2014.secretariatecnica.gob.sv/novedades/publicaciones/plan-quinquenal-de-desarrollo/2009-

2014.html

Hernández, José (2007). Liberalismo, Neoliberalismo, Postneoliberalismo. Volumen (Nº 17), pp. 66-

89. Recuperado de:http://www.facso.uchile.cl/publicaciones/mad/17/vargas_04.pdf

López, José. Los partidos políticos en el sistema capitalista. Díaz, Emilio (Comp.)Teoría y procesos

políticos contemporáneos Tomo I (pp. 263). La Habana, Cuba: Editorial Félix Várela.

Ministerio de planificación y coordinación del desarrollo económico y social (s/f). Plan de desarrollo

económico y social 1989-1994. El Salvador.

Rodríguez, Jesús. Sociedad de clases, poder político y Estado. Recuperado

de: http://omegalfa.es/downloadfile.php?file=libros/sociedad-de-clases-poder-politico-y-estado.pdf

ENTREVISTA: POSTURA DE EEUU HACIA AMÉRICA LATINA ES "CÍNICA Y PATERNALISTA",

ADVIERTE EXPERTO ARGENTINO

http://www.elclarin.cl/web/entrevistas/24878-entrevista-postura-de-eeuu-hacia-america-latina-es-cinica-y-paternalista-advierte-experto-argentino.html

El analista argentino Leandro Morgenfeld afirmó hoy que la postura de Estados Unidos sobre el vínculo entre

América Latina y China es "cínica y paternalista", y la enmarcó en una "política que busca alinear a los gobiernos

derechistas de la región en su predica contra países como Cuba y Venezuela".

El jueves por la noche, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, acusó de actitudes "imperialistas" a

China y a Rusia.

Tillerson, en un discurso en la Universidad de Texas en Austin antes de su gira latinoamericana que incluye a

México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica, advirtió a los países latinoamericanos contra la "dependencia excesiva

a las relaciones económicas con China", diciendo que la región "no necesita nuevas potencias imperialistas".

En entrevista con Xinhua, el experto e historiador argentino dijo que "la rutilante frase pronunciada por el secretario

de Estado en Texas, horas antes de emprender su primera gira por América Latina, contiene un gran nivel de

cinismo".

"Justamente fue Estados Unidos el que, en los últimos dos siglos, pero fundamentalmente desde 1898, desplegó

una política imperial en lo que despectivamente consideran un 'patio trasero', es decir su área de influencia

exclusiva".

Con sus palabras, Tillerson "ratifica que la región es un área vital para la estrategia de proyección imperial de

Estados Unidos y que están dispuestos a intentar sostener su hegemonía, frenando el avance de China y Rusia",

192

observó el analista, investigador adjunto del Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de

Argentina.

Al explicar el porqué de esa advertencia de Washington hacia la región latinoamericana, Morgenfeld sostuvo que

EEUU no ha mostrado "una política clara hacia América Latina, al punto tal que todavía no se nombró el

Subsecretario de Estado para los asuntos hemisféricos. Rex Tillerson, de cara a la próxima Cumbre de las Américas

(Lima, 13 y 14 de abril) va a pretender mostrar su interés por la región y alinear a los gobiernos derechistas en sus

ataques contra Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, entre otros".

Sin embargo, "claramente la prédica anti-hispana del presidente Donald Trump genera amplios rechazos en la

región, sumado a sus ataques contra México, Cuba y Venezuela", afirmó.

En la mirada del coordinador del grupo de trabajo "Estudios sobre Estados Unidos" del Consejo Latinoamericano de

Ciencias Sociales (Clacso), las palabras de Tillerson conjugan "injerencismo. Y un componente de ese injerencismo

en la región es el paternalismo".

"La idea de que los latinoamericanos somos inferiores, que necesitamos una tutela, ya sea para construir los

sistemas políticos democráticos, resguardar libertades o combatir el narcotráfico y el terrorismo. Tillerson pretende

reactualizar la Doctrina Monroe de 1923, aquella que planteó que Estados Unidos sería el garante de la no

intromisión de potencias extra-regionales", explicó.

"Hoy la preocupación de Washington no es Europa, sino China, principal socio comercial, prestamista e inversor en

muchos países latinoamericanos, y Rusia, con fluidos vínculos con países que no están alineados con las políticas

estadounidenses", subrayó.

Al abordar la posible acogida que tendrían en la región los dichos de Tillerson, Morgenfeld indicó que "puede tener

acogida en los gobiernos derechistas, que tienen afinidad ideológica con ese discurso más propio de la guerra fría y

que permanentemente esgrimen el modelo político y económico estadounidense como el que hay que imitar".

"Claro que no tienen en cuenta las asimetrías. Justamente, al contrario de lo que planteó el jefe de la cancillería

estadounidense, la relación entre Estados Unidos y los países latinoamericanos no es de socios, sino de una

superpotencia y países no centrales, dependientes", enfatizó.

"El problema para los gobiernos alineados con la Casa Blanca, como el de Mauricio Macri (presidente de Argentina),

es que Trump suscita históricos niveles de rechazo en la región, con lo que la subordinación a alguien que genera

tanto rechazo tiene un costo político interno", advirtió el analista.

Consultado si Estados Unidos mantiene una actitud condescendiente con la región, aconsejando qué socios debería

tener, el analista dijo que "sí, absolutamente. Pretende imponer su voluntad en Venezuela y Cuba, sin respetar el

principio de autodeterminación. La excusa es la defensa de la democracia. Pero el apoyo al fraude en Honduras, y a

los golpes institucionales en Brasil (2016) y Paraguay (2012) muestran que hay una doble vara".

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"El objetivo es atacar a los gobiernos no alineados con Washington, a quienes pretenden construir una integración

regional autónoma o un vínculo exterior más diversificado, que incluya otros países fuera de Occidente", planteó el

experto argentino.

LOS DESAFÍOS DE LA IZQUIERDA FEMINISTA EN EL FRENTE AMPLIO

http://www.theclinic.cl/2018/02/08/columna-los-desafios-de-la-izquierda-feminista-en-el-frente-amplio/

Camila Rojas y Gael Yeomans 08 Febrero, 2018Tags: Camila Rojas, Columnas y entrevistas, frente amplio, gael

Yeomans, izquierda, política Fotos: Agencia Uno

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En los últimos días se han delineado con mayor precisión ciertos rasgos del escenario político que se

abrirá el próximo 11 de marzo. Por una parte, el anuncio del nuevo gabinete no deja dudas respecto del

perfil neoconservador y empresarial de varios de sus integrantes, mientras que, por otra, vemos cómo

la Nueva Mayoría, más […]

En los últimos días se han delineado con mayor precisión ciertos rasgos del escenario político que se abrirá el

próximo 11 de marzo. Por una parte, el anuncio del nuevo gabinete no deja dudas respecto del perfil

neoconservador y empresarial de varios de sus integrantes, mientras que, por otra, vemos cómo la Nueva

Mayoría, más descompuesta que cuando asumió, va dando término a estos últimos cuatro años de administración

mediante llamados de varias de sus figuras a defender “lo conquistado” durante el segundo gobierno de Michelle

Bachelet.

Estos llamados se han centrado de manera muy clara en los derechos de las mujeres, ante la supuesta amenaza

de que, por ejemplo, el nuevo gobierno dé marcha atrás a la ley de aborto en tres causales pese a que la futura

titular del Ministerio de la Mujer y la Equidad de género, Isabel Plá, salió a decir que no se va a derogar ni

modificar dicha ley, a pesar de su desacuerdo personal, frente a esto, creemos que es lícito preguntarse qué es lo

que realmente está en peligro en la nueva administración de Piñera en materia de mujeres.

Si miramos algunos ejes de las políticas públicas implementadas por la Concertación/Nueva Mayoría, por ejemplo,

la misma ley de aborto en tres causales -emblemática de esta administración-, constatamos que, a pesar de

constituir un avance, estuvo lejos de ser lo que el movimiento feminista ha demandado, siendo presa del traje

conservador de la derecha y de sectores del propio oficialismo.

Por otra parte, la agenda de género impulsada otrora por el SERNAM y hoy por el Ministerio de la Mujer y la

Equidad de Género (MinMujeryEG) ha consistido principalmente en políticas de focalización del gasto social y en

el cumplimiento de metas para beneficiar a mujeres madres, pobres o víctimas de la violencia. Políticas como el

bono al trabajo de la mujer, los programas “jefa de hogar” o “Mujer emprende en familia” apuntan básicamente a

conciliar trabajo y maternidad, subsidiando las labores de cuidado, para integrar a mujeres pobres al mercado

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laboral como asalariadas o emprendedoras. Así también, la exigencia de la perspectiva de género en la gestión de

los servicios públicos (Sistema de género PMG), que se transformaron en el cumplimiento de indicadores sin un

trabajo político transformador, burocratizado una iniciativa que se planteaba como innovadora.

La futura titular del MinMujeryEG ha hecho gala, sorprendiendo y confundiendo a sectores feministas, de un

discurso relativamente liberal en términos sexuales al tiempo que rechaza el establecimiento de derechos

sexuales y reproductivos. “Es perfectamente compatible -decía en uno de sus tuits- tener orgasmos dentro y fuera

del matrimonio y rechazar el aborto”. Este discurso es coherente desde los neo conservadurismos de derecha,

que nos pueden hablar, por un lado, de libertad sexual/mercantil y, por otro, de una negación de los derechos

sexuales y reproductivos, porque las mujeres privilegiadas, aquellas que han recibido una educación de elite y que

transitan en circuitos de poder, se sienten con el derecho de vivir su sexualidad en libertad, mientras que la

mayoría de las mujeres, en un medio que no garantiza sus derechos sociales ni sexuales y reproductivos, debe

enfrentar muchas veces la maternidad en términos obligatorios, la violencia, la precariedad y encargarse del

trabajo de cuidados gratuitamente.

Así también, gobierno entrante propone una “ley sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia”

(tomando la propuesta de la actual ministra Claudia Pascual) la cual no aborda la problemática económica y

simbólica de la violencia. Por ejemplo, la propuesta de “promover la afectación de bien familiar para garantizar

que la mujer y sus hijos no se queden sin casa” es insuficiente e impracticable, al partir de una premisa que,

estadísticamente, es desacertada. El acceso a la vivienda es un problema de larga data en Chile por lo que, más

que garantizar un derecho abstracto al “bien familiar” se debiera eliminar la imposibilidad de que la mujer casada

pueda acceder, en forma autónoma a su marido, al subsidio y de esta manera no depender del criterio de un

tribunal para poder ser propietaria.

En definitiva, las medidas de la Nueva Mayoría que hereda esta nueva administración serán repensadas bajo la

peligrosa “ideología de género”, un concepto utilizado por grupos fundamentalistas que cuestionan la ruptura del

binario cultural y en general el avance del feminismo. Frente a esto, comenzaremos una disputa por los sentidos

comunes, donde la agenda de derecha “pro mujer” no pondrá en cuestión la opresión del modelo familiar y de

cuidados, sino que nos reposicionará en ese rol. Prueba de ello es el anuncio de la creación del Ministerio de la

familia y desarrollo social.

Por lo mismo, creemos que la política de mujeres de derecha no es feminista, pues, a pesar de reivindicar un

cierto estilo de mujer más moderno y liberal en términos sexuales y de asumir parcialmente algunas banderas,

jamás va a poner en cuestión la opresión de género, elemento central y constituyente para todas las vertientes

del feminismo. Y es este el llamado “retroceso” al que nos lleva la derecha en el gobierno, y al cual tendremos que

enfrentar.

195

Como feministas del frente amplio estamos decididas a disputar desde el Congreso, a través de propuestas y

modificaciones legislativas, todas las medidas que vayan en contra de la dignidad de las mujeres y las/los

trabajadores. Es necesario articularnos desde un programa común, y así incidir, presionar y fiscalizar para avanzar

estratégicamente en materia de género.

También, consolidar una izquierda feminista en el Frente Amplio, una que vaya más allá de una agenda legislativa

y que impugne la sociedad neoliberal y patriarcal a través de mayorías políticas y sociales que promuevan el

debate y el trabajo territorial en los espacios locales, regionales y con líneas políticas coherentes y consecuentes a

un trabajo feminista

Llamamos a trabajar unidas en nuestra diversidad, en contra de la profundización del modelo neoconservador,

respondiendo con trabajo a la emergencia feminista de nuestros tiempos.

Camila Rojas Valderrama, diputada electa Izquierda Autónoma. Frente Amplio.

Gael Yeomans Araya, diputada electa Izquierda Libertaria. Frente Amplio.

TEXTO DEL NEGRO FONTANARROSA: “NO ME MUEVO BAJO LA INFLUENCIA DE CONSEJOS DE

MARICONES COMO JOYCE O EL INÚTIL DE TOLSTOI”

http://www.theclinic.cl/2018/02/08/texto-del-negro-fontanarrosa-no-me-muevo-la-influencia-consejos-

maricones-joyce-inutil-tolstoi/

The Clinic Online 08 Febrero, 2018 Tags: Cultura, Fontanarrosa, libros, puto es el que lee

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El lector no es mi amigo. El lector es alguien que les debe comprar el pan a mis hijos leyendo mis libros.

Así de simple. Todo lo demás es cartón pintado. Entonces no se puede admitir que alguien comience a

leer un libro escrito por uno y lo abandone. O que lo hojee en una librería, lea el comienzo, lo cierre y se

vaya como el más perfecto de los cobardes. Allí tiene que quedar atrapado, preso, pegoteado. “Puto el

que lee esto.” Que sienta un golpe en el pecho y se dé por aludido, si tiene dignidad y algo de virilidad en

los cojones.

Nunca encontré una frase mejor para comenzar un relato. Nunca, lo juro por mi madre que se caiga muerta. Y no

la escribió Joyce, ni Faulkner, ni Jean-Paul Sartre, ni Tennessee Williams, ni el pelotudo de Góngora.

Lo leí en un baño público en una estación de servicio de la ruta. Eso es literatura. Eso es desafiar al lector y

comprometerlo. Si el tipo que escribió eso, seguramente mientras cagaba, con un cortaplumas sobre la puerta del

baño, hubiera decidido continuar con su relato, ahí me hubiese tenido a mí como lector consecuente. Eso es un

escritor. Pum y a la cabeza. Palo y a la bolsa. El tipo no era, por cierto, un genuflexo dulzón ni un demagogo. “Puto

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el que lee esto”, y a otra cosa. Si te gusta bien y si no también, a otra cosa, mariposa. Hacete cargo y si no, jodete.

Hablan de aquel famoso comienzo de Cien años de soledad, la novelita rococó del gran Gabo. “Muchos años

después, frente al pelotón de fusilamiento…” Mierda. Mierda pura. Esto que yo cuento, que encontré en un baño

público, es muy superior y no pertenece seguramente a nadie salido de un taller literario o de un cenáculo de

escritores pajeros que se la pasan hablando de Ross Macdonald.

Ojalá se me hubiese ocurrido a mí un comienzo semejante. Ese es el golpe que necesita un lector para quedar

inmovilizado. Un buen patadón en los huevos que le quite el aliento y lo paralice. Ahí tenés, escapate ahora, dejá

el libro y abandoname si podés.

No me muevo bajo la influencia de consejos de maricones como Joyce o el inútil de Tolstoi. Yo sigo la línea

marcada por un grande, Carlos Monzón, el fantástico campeón de los medio medianos. Pumba y a la lona. Paf… el

piñazo en medio de la jeta y hombre al suelo. Carlitos lo decía claramente, con esa forma tan clara que tenía para

hablar. “Para mí el rival es un tipo que le quiere sacar el pan de la boca a mis hijos.” Y a un hijo de puta que

pretenda eso hay que matarlo, estoy de acuerdo.

El lector no es mi amigo. El lector es alguien que les debe comprar el pan a mis hijos leyendo mis libros. Así de

simple. Todo lo demás es cartón pintado. Entonces no se puede admitir que alguien comience a leer un libro

escrito por uno y lo abandone. O que lo hojee en una librería, lea el comienzo, lo cierre y se vaya como el más

perfecto de los cobardes. Allí tiene que quedar atrapado, preso, pegoteado. “Puto el que lee esto.” Que sienta un

golpe en el pecho y se dé por aludido, si tiene dignidad y algo de virilidad en los cojones.

“Es un golpe bajo”, dirá algún crítico amanerado, de esos que gustan de Graham Greene o Kundera, de los que se

masturban con Marguerite Yourcenar, de los que leen Paris Review y están suscriptos en Le Monde Diplomatique.

¡Sí, señor –les contesto–, es un golpe bajo! Y voy a pegarles uno, cien mil golpes bajos, para que me presten

atención de una vez por todas. Hay millones de libros en los estantes, es increíble la cantidad alucinante de

pelotudos que escriben hoy por hoy en el mundo y que se suman a los que ya han escrito y escribirán. Y los que

han muerto, los cementerios están repletos de literatos. No se contentan con haber saturado sus épocas con sus

cuentos, ensayos y novelas, no. Todos aspiraron a la posteridad, todos querían la gloria inmortal, todos nos

dejaron los millones de libros repulsivos, polvorientos, descuajeringados, rotosos, encuadernados en telas

apolilladas, con punteras de cuero, que aún joden y joden en los estantes de las librerías. Nadie decidió, modesto,

incinerarse con sus escritos. Decir: “Me voy con rumbo a la quinta del Ñato y me llevo conmigo todo lo que

escribía, no los molesto más con mi producción”, no. Ahí están los libros de Molière, de Cervantes, de Mallea, de

Corín Tellado, jodiendo, rompiendo las pelotas todavía en las mesas de saldos.

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Sabios eran los faraones que se enterraban con todo lo que tenían: sus perros, sus esposas, sus caballos, sus joyas,

sus armas, sus pergaminos llenos de dibujos pelotudos, todo. Igual ejemplo deberían seguir los escritores cuando

emprenden el camino hacia las dos dimensiones, a mirar los rabanitos desde abajo, otra buena frase por cierto.

“Me voy, me muero, cagué la fruta –podría ser el postrer anhelo–. Que entierren conmigo mis escritos, mis

apuntes, mis poemas, que total yo no estaré allí cuando alguien los recite en voz alta al final de una cena en los

boliches.” Que los quemen, qué tanto. Es lo que voy a hacer yo, téngalo por seguro, señor lector. Millones de

libros, entonces, de escritores importantes y sesudos, de mediocres, tontos y banales, de señoras al pedo que

decidían escribir sus consejos para cocinar, para hacer punto cruz, para enseñar cómo forrar una lata de

bizcochos. Pelotudos mayores que dedicaron toda su vida, toda, al estudio exhaustivo de la vida de los caracoles,

de los mamboretás, de los canguros, de los caballos enanos.

Pensadores que creyeron que no podían abandonar este mundo sin dejar a las generaciones futuras su mensaje

de luz y de esclarecimiento. Mecánicos dentales que supusieron urgente plasmar en un libro el porqué de la vital

adhesividad de la pasta para las encías, señoras evolucionadas que pensaron que los niños no podrían llegar a

desarrollarse sin leer cómo el gnomo Prilimplín vive en una estrella que cuelga de un sicomoro, historiadores que

entienden imprescindible comunicar al mundo que el duque de La Rochefoucauld se hacía lavativas estomacales

con agua alcanforada tres veces por día para aflojar el vientre, biólogos que se adentran tenazmente en la

insondable vida del gusano de seda peruano, que cuando te descuidás te la agarra con la mano.

Allí, a ese mar de palabras, adjetivos, verbos y ditirambos, señores, hay que lanzar el nuevo libro, el nuevo relato,

la nueva novela que hemos escrito desde los redaños mismos de nuestros riñones. Allí, a ese interminable mar de

volúmenes flacos y gordos, altos y bajos, duros y blandos, hay que arrojar el propio, esperando que sobreviva. Un

naufragio de millones y millones de víctimas, manoteando desesperadamente en el oleaje, tratando de atraer la

atención del lector desaprensivo, bobo, tarado, que gira en torno a una mesa de saldos o novedades con paso

tardío, distraído, pasando apenas la yema de sus dedos innobles sobre la cubierta de los libros, cautivado aquí y

allá por una tapa más luminosa, un título más acertado, una faja más prometedora. Finge. El lector finge. Finge

erudición y, quizás, interés. Está atento, si es hombre, a la minita que en la mesa vecina hojea frívolamente el

último best-seller, a la señora todavía pulposa que parece abismarse en una novedad de autoayuda. Si es mujer, a

la faja con el comentario elogioso del gurú de turno. Si es niño, a la musiquita maricona que despide el libro

apenas lo abre con sus deditos de enano.

Y el libro está solo, feroz y despiadadamente solo entre los tres millones de libros que compiten con él para

venderse. Sabe, con la sabiduría que le da la palabra escrita, que su tiempo es muy corto. Una semana, tal vez.

Dos, con suerte. Después, si su reclamo no fue atractivo, si su oferta no resultó seductora, saldrá de la mesa

exclusiva de las novedades VIP diríamos, para aterrizar en algún exhibidor alternativo, luego en algún estante

olvidado, después en una mesa de saldos y por último, en el húmedo y oscuro depósito de la librería, nicho final

198

para el intento fracasado. Ya vienen otros –le advierten–, vendete bien que ya vienen otros a reemplazarte, a

sacarte del lugar, a empujarte hacia el filo de la mesa para que te caigas y te hagas mierda contra el piso

alfombrado.

No desaparecerá tu libro, sin embargo, no, tenelo por seguro. Sea como fuere, es un símbolo de la cultura, un

icono de la erudición, vale por mil alpargatas, tiene mayor peso específico que una empanada, una corbata o una

licuadora. Irá, eso sí, con otros millones, al depósito oscuro y maloliente de la librería. No te extrañe incluso que

vuelva un día, como el hijo pródigo, a la misma editorial donde lo hicieron. Y quede allí, al igual que esos residuos

radioactivos que deben pasar una eternidad bajo tierra, encerrados en cilindros de baquelita, teflón y plastilina

para que no contaminen el ambiente, hasta que puedan convertirse en abono para las macetas de las casas

solariegas.

De última, reaparecerá de nuevo, Lázaro impreso, en la mano de algún boliviano indocumentado, junto a otros

dos libros y una birome, como oferta por única vez y en carácter de exclusividad, a bordo de un ómnibus de línea

o un tren suburbano, todo por el irrisorio precio de un peso. Entonces, caballeros, no esperen de mí una lucha

limpia. No la esperen. Les voy a pegar abajo, mis amigos, debajo del cinturón, justo a los huevos, les voy a meter

los dedos en los ojos y les voy a rozar con mi cabeza la herida abierta de la ceja.

“Puto el que lee esto.”

John Irving es una mentira, pero al menos no juega a ser repugnante como Bukowski ni atildadamente pederasta

como James Baldwin. Y dice algo interesante uno de sus personajes por ahí, creo que en El mundo según Garp:

“Por una sola cosa un lector continúa leyendo. Porque quiere saber cómo termina la historia”. Buena, John, me

gusta eso. Te están contando algo, querido lector, de eso se trata. Tu amigo Chiquito te está contando, por

ejemplo en el club, cómo al imbécil de Ernesto le rompieron el culo a patadas cuando se puso pesado con la mujer

de Rodríguez. Vos te tenés que ir, porque tenés que trabajar, porque dejaste la comida en el horno, o el auto mal

estacionado, o porque tu propia mujer te va a armar un quilombo de órdago si de nuevo llegás tarde como la vez

pasada. Pero te quedás, carajo. Te quedás porque si hay algo que tiene de bueno el sorete de Chiquito es que

cuenta bien, cuenta como los dioses y ahora te está explicando cómo el boludo de Ernesto le rozaba las tetas a la

mujer de Rodríguez cada vez que se inclinaba a servirle vino y él pensaba que Rodríguez no lo veía. No te podés ir

a tu casa antes de que Chiquito termine con su relato, entendelo. Mirás el reloj como buen dominado que sos, le

pedís a Chiquito que la haga corta, calculás que ya te habrá llevado el auto la grúa, que ya se te habrá carbonizado

la comida en el horno, pero te quedás ahí porque querés eso que el maricón de John Irving decía con tanta gracia:

querés saber cómo termina la historia, querido, eso querés.

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Entonces yo, que soy un literato, que he leído a más de un clásico, que he publicado más de tres libros, que

escribo desde el fondo mismo de las pelotas, que me desgarro en cada narración, que estudio concienzudamente

cómo se describe y cómo se lee, que me he quemado las pestañas releyendo a Ezra Pound, que puedo puntuar de

memoria y con los ojos cerrados y en la oscuridad más pura un texto de setenta y ocho mil caracteres, que puedo

dictaminar sin vacilación alguna cuándo me enfrento con un sujeto o con un predicado, yo, señores, premio Cinta

de Plata 1989 al relato costumbrista, pese a todo, debo compartir cartel francés con cualquier boludo. Mi libro

tendrá, como cualquier hijo de vecino, que zambullirse en las mesas de novedades junto a otros millones y

millones de pares, junto al tratado ilustrado de cómo cultivar la calabaza y al horóscopo coreano de Sabrina Pérez,

junto a las cien advertencias gastronómicas indispensables de Titina della Poronga y las memorias del actor

iletrado que no puede hacer la O ni con el culo de un vaso, pero que se las contó a un periodista que le hace las

veces de ghost writer. Y no estaré allí yo para ayudarlo, para decirle al lector pelotudo que recorre con su vista las

cubiertas con un gesto de desdén obtuso en su carita: “Éste es el libro. Éste es el libro que debe comprar usted

para que cambie su vida, caballero, para que se le abra el intelecto como una sandía, para que se ilustre, para que

mejore su aliento de origen bucal, estimule su apetito sexual y se encame esta misma noche con esa potra soñada

que nunca le ha dado bola”.

Y allí estará la frase, la que vale, la que pega. El derechazo letal del Negro Monzón en el entrecejo mismo del tano

petulante, el trompadón insigne que sacude la cabeza hacia atrás y hacia adelante como perrito de taxi y un

montón de gotitas de sudor, de agua y desinfectante que se desprenden del bocho de ese gringo que se cae como

si lo hubiese reventado un rayo. “Puto el que lee esto.” Aunque después el relato sea un cuentito de burros

maricones como el de Platero y yo, con el Angelus que impregna todo de un color malva plañidero. Aunque la

novela después sea la historia de un seminarista que vuelve del convento. Aunque el volumen sea después un

recetario de cocina que incluya alimentos macrobióticos.

No esperen, de mí, ética alguna. Sólo puedo prometerles, como el gran estadista, sangre, sudor y lágrimas en mis

escritos. El apetito por más y la ansiedad por saber qué es lo que va a pasar. Porque digo que es puto el que lee

esto y lo sostengo. Y paso a contarles por qué lo afirmo, por qué tengo autoridad para decirlo y por qué conozco

tanto sobre su intimidad, amigo lector, mucho más de lo que usted nunca hubiese temido imaginar. Sí, a usted le

digo. Al que sostiene este libro ahora y aquí, el que está temiendo, en suma, aparecer en el renglón siguiente con

nombre y apellido. Nombre y apellido. Con todas las letras y hasta con el apodo. A usted le digo.

MUNDO PORNO. DIME CÓMO COGES Y TE DIRÉ QUIÉN ERES

x Federico Polleri

https://www.lahaine.org/mundo.php/mundo-porno-dime-como-coges

Somos una sociedad porno. Lo porno nos llena todos los agujeros sociales, culturales,

políticos y económicos. Los rebalsa

200

“A VECES ME VIENEN A LA MENTE IDEAS QUE NO COMPARTO”

Woody Allen

Hay porno en la televisión, en los kioscos, en las calles, en los clubes, en las escuelas, en

los trabajos, en las playas, en los boliches, en nuestras casas, en nuestras camas, en

nuestras computadoras, en nuestras mentes. Lo porno nos puede estimular y dar placer.

También nos puede incomodar, someter y violentar. Pero hay algo de lo porno que lo

hace inmensamente poderoso: su condición de tabú, su omisión decorosa.

De lo porno no se habla.

Y sin embargo…

Mamita acercate, dale

Hace pocos días, una joven de 16 años de Mar del Plata denunció en su cuenta personal

de facebook que, mientras caminaba por la calle, un hombre la siguió repitiendo “sabés

las cosas que te haría ahí. Mamita acercate, dale”. Que lo hizo durante el tiempo que lleva

caminar dos cuadras. Que no era la primera vez que le pasaba. Que era algo común y

cotidiano. Que miembros de su familia y amigos, al relatarles lo ocurrido, le recomendaron

no usar más calzas cuando camina por la calle.

A esto se lo conoce como “acoso callejero”, algo que no es nuevo, pero que se denuncia

cada vez más. La especialista estadounidense Holly Kearl lo define como: “Las palabras y

acciones no deseadas llevadas adelante por desconocidos en lugares públicos, que están

motivadas por el género e invaden el espacio físico y emocional de una persona de una

manera irrespetuosa, rara, sorprendente, atemorizante o insultante”.

Ahora pensemos un segundo en el seguidor. Supongamos que el hombre no es un

desequilibrado, ni un enfermo, ni un monstruo, sino que es, tomando una expresión de

Malena Pichot, un “hijo sano del patriarcado”. Un tipo común. El hombre la ve y la joven le

gusta. ¿Lo calienta? No. Todavía no. Si la joven lo excitase, sólo la miraría pasar para

estimular su fantasía y luego, si así lo deseara, se masturbaría en su intimidad. Pero no.

El hombre no la persigue porque la joven lo excite, lo hace en realidad para lograr

excitarse. Su excitación, pues, necesita algo más que simplemente ver a una mujer que le

guste. Este hombre necesita ver a una mujer que le guste en situación de sometimiento.

Su vida erótica necesita ese componente de sutil violencia para poder realizarse. Y ahora

sí, el hombre está caliente.

201

Hipótesis sobre la calentura de un tipo

La pregunta ahora es: ¿por qué? Por qué este hombre necesita esa violencia para

estimularse sexualmente. Y por si alguno no se da por aludido, la primera aclaración

debería ser la siguiente: la violencia hacia la mujer en lugares públicos no es un problema

de patologías psicológicas individuales, es un problema social. Una práctica cultural

extendida que padecen el 90% de las mujeres, según estudios de la Stop Street

Harassment, una ONG internacional que se dedica a luchar contra las agresiones

sexuales a las mujeres en las calles de todo el planeta. Detengámonos en este dato: 9 de

cada 10 mujeres que caminan por la calle reciben o han recibido algún tipo de acoso.

Pero volvamos al perseguidor. ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué siguió a la jovencita dos

cuadras para poder excitarse? Veamos si logramos entender a nuestro hombre erotizado.

Dime cómo coges y te diré quién eres

Existe una relación ineludible entre pornografía, vida sexual y vida social. Pero mientras lo

porno siga escondido, poco se podrá problematizar este aspecto paradójicamente tan

presente en nuestra cultura.

“Dime cómo coges, y te diré quién eres” podría ser un refrán perfectamente válido. Pero

antes deberíamos decir: “Dime dónde educaste tu vida erótica, y te diré cómo coges”.

A riesgo de caer en prejuicios, podemos arriesgar que es muy posible que nuestro

hombre erotizado (el que persigue a la joven por las calles marplatenses) coja mal.

Porque es más que probable que su vínculo con la sexualidad esté organizado a partir del

modelo de supremacía masculina y la dupla dominación/sumisión, tan dominante en

nuestra sociedad. Muy probablemente desconozca que es posible un erotismo igualitario,

en donde esos roles pueden ser intercambiados como juego erótico y no siempre

impuestos unilateralmente como práctica aplastante. Pero, ¿dónde aprendió a coger así

nuestro hombre?

Cindy Gallop, una mujer de 53 años que revolucionó las redes con su conferencia TED de

cuatro minutos, problematiza la pornografía dura o “hardcore” (el género masificado en los

años 90 que reemplazó el porno “softcore”, cuando éste empezó a verse diariamente en

la televisión). Su enfoque propone una mirada crítica de la pornografía heterosexual

desde una óptica no-conservadora y en función de lo que considera una necesidad social

de primer orden: que los seres humanos cojamos más y mejor. Por eso creó una web

dedicada a desterrar los “mitos del hardcore”.

Gallop sostiene que vivimos en una sociedad que manifiesta su puritanismo en tres

dimensiones: en la todavía influyente moral cristiana, en padres y madres a quienes aún

202

nos avergüenza tener charlas abiertas de sexo con nuestros hijos y en un sistema

educativo que insiste en un enfoque biologicista de la educación sexual, centrado en

enseñar anticoncepción y cuidados frente a enfermedades venéreas, pero muy poco

sobre el deseo y los modos de enfrentar los comienzos de una vida sexual plena (hay que

decir que la nueva Ley de Educación Sexual Integral ha avanzado en este aspecto, pero

todos coinciden en que aún no se verifican cambios significativos en las aulas).

Para Gallop el resultado es claro: la pornografía hardcore se ha convertido, en los hechos,

en la más potente educación sexual de las personas.

Clases de sexo duro

Para quienes les resulte exagerada la idea de que la pornografía es nuestra gran escuela

sexual, hay números que pueden ayudar.

En internet hay 4 millones 200 mil sitios dedicados a la pornografía, dentro de los cuales

se despliegan 420 millones de páginas webs porno. Estos representan el 12% del total de

sitios que existen en internet. Cada segundo, 28.258 usuarios en todo el mundo están

mirando páginas porno. Los sitios pagos recaudan 3.075 dólares por cada uno de esos

segundos.

El 70% de quienes lo consumen son hombres, el 30% restante corresponde a mujeres. Se

estima que actualmente los primeros vínculos con la pornografía en la web se tienen a los

11 años, siendo el segmento más activo el que va de los 12 a los 44. Además, un 34% de

internautas se han visto expuestos a pornografía sin pedirlo, ya sea a través de “pop-ups”,

“enlaces engañosos” o correos electrónicos. También, las estadísticas informan que el

25% de todas las búsquedas que se realizan en la web, son consultas de contenido

porno.

Los datos pertenecen a Top Ten Reviews y dan cuenta de que el consumo de pornografía

es mucho más masivo de lo que creemos/reconocemos y que, sobre todo, su poderosa

influencia cultural está siendo subestimada.

¿Tendrá buena conexión a internet nuestro hombre erotizado?

Los números de la industria del sexo

En un estudio realizado en 2007, Top Ten Reviews estimó que las ganancias de la

industria pornográfica en todo el mundo habían alcanzado los 97.060 millones de dólares,

más que la suma de las diez compañías informáticas más grandes de aquel momento,

entre ellas Microsoft, Google y Amazon.

203

La escritora y licenciada en ciencias políticas británica, Sheila Jeffreys, sostiene que la

pornografía se ha convertido en una plataforma de lanzamiento en occidente para la

industria global del sexo (que incluye, además, a la prostitución, las cadenas de clubes de

strip-tease y la trata de mujeres que se desarrolla para proveer a esta creciente industria).

En su libro “La industria de la Vagina”, Jeffreys estudia la globalización de la explotación

sexual (a la que entiende como “la comercialización de la subordinación femenina”) y

analiza las formas en que la industria del sexo ha sido integrada a la economía política

mundial. Los números que ofrece su investigación son impactantes.

En un país como China se estima que ejercen la prostitución unas 20 millones de mujeres

y que el dinero que mueve el pago por sexo y las actividades vinculadas alcanzan el 8%

de la economía de ese país (y hablamos del Producto Bruto Interno -PBI- más grande del

planeta), unos 700 mil millones de dólares. Un informe de la Organización Internacional

del Trabajo estimó que la industria del sexo constituye entre el 2% y el 14% del PBI en

Filipinas, Malasia, Tailandia e Indonesia. En Corea, donde se prostituye a más de un

millón de mujeres, se estima que representa un 4,4% del PBI, más que la forestación, la

pesca y la agricultura combinadas (4,1%). En Holanda, que legalizó la prostitución en

2001, representaba en ese año el 5% de su PBI. En todos los Países Bajos donde está

legalizada, las ganancias superaran el billón de dólares.

¿Hará su aporte al PBI nacional nuestro hombre erotizado?

Yankees go home

Es sabido que EEUU gusta mucho de exportar sus costumbres hacia todo el planeta. Así,

nos ha regalado el placer de morder una Big Mac, la felicidad de destapar una Coca Cola

y la emoción de nuestros hijos cada año cuando llega Halloween. Delicias del

imperialismo.

Del mismo modo, ha sido EEUU la principal productora de contenidos para la industria

pornográfica global. Un sólo dato lo deja claro: en el país del Norte se produce un nuevo

video porno cada 39 minutos. Pero hay más: el mayor número de páginas webs del

género provienen de ese país, unas 244.661.900 (le sigue, muy lejos, Alemania, con algo

más de 10 millones). Con esos videos vienen hacia nosotros los modos de hacer, sentir y

pensar el sexo según la idiosincrasia norteamericana.

Para la activista y filósofa Beatriz Preciado, la pornografía opera normalizando y

modelando la utilización de los órganos y la relación entre los cuerpos. De este modo,

asegura, una película porno lo que nos propone son “pedagogías de la sexualidad”. “No

representa la realidad del sexo, sino que opera como una máquina performativa que lo

que hace es producir modelos de sexualidad”. ¿Qué quiere decir? Que, sin darnos

204

cuenta, todos terminamos cogiendo, o creyendo que deberíamos coger, como lo hacen

los norteamericanos.

¿Será bilingüe nuestro hombre erotizado?

Del cristianismo a lo porno

Podemos considerar que la pornografía tiene un efecto tan espectacular en nuestra vida

sexual como el que supo tener, en su momento de gloria, la Iglesia cristiana. El

cristianismo socavó las prácticas sexuales tradicionales en el momento que declaró como

anticristiana toda actividad sexual no reproductiva y que no tuviera lugar dentro del

matrimonio. El impacto de la pornografía ha sido sin duda igualmente poderoso en la

promoción de un nuevo sistema de valores sexuales, pero de una forma muy diferente. La

nueva forma de colonización cultural consiste, en este caso, en la difusión desmesurada

del sistema de valores de la pornografía estadounidense.

Una historia pornográfica

En su famosa crónica sobre la Coca Cola, Osvaldo Soriano cuenta la importancia que

tuvo la guerra en su expansión. La decisión de los creadores de la gaseosa de abastecer

a los soldados norteamericanos en los frentes de batalla, catapultó las rentabilidad de la

empresa. Pero no fue sólo Coca Cola lo que entraba en las trincheras, también lo hacían

revistas porno.

El período 1953-1973 es considerado la “edad de oro de la pornografía”. El impulso

significativo para el negocio tuvo lugar unos años antes, durante la Segunda Guerra

Mundial, cuando los soldados norteamericanos rogaban por “revistas con mujeres”.

Cuando la guerra terminó, se lanzaron al mercado “civil”. Playboy se fundó en 1953 y

empezó a cotizar en bolsa en 1971. La revista Hustler nació en 1974 y en poco tiempo

pasó a vender tres millones de ejemplares por número.

Según Jeffrey, en la “edad de oro” la industria estaba controlada por la mafia, quien se

vinculó con los activistas por la libre expresión para pelear los juicios y proteger la

industria contra los intentos de limitarla. La película hollywoodense “LARRY FLYNT: EL

NOMBRE DEL ESCÁNDALO” (1996) es paradigmática en este aspecto. Muestra al

fundador de la cadena de clubes de strip-tease y de la revista Hustler, como el

abanderado de la Primera Enmienda de la Constitución de EEUU que garantiza la libertad

de expresión. Precisamente, fue en los años 70 que la industria tuvo un nuevo impulso.

No fueron pocas las contradicciones al interior del propio movimiento feminista de

aquellos años, entre quienes se oponían a la explotación sexual de la mujer y quienes

combatían la censura de la pornografía, defendiéndola como una expresión de la

liberación sexual. “La fisura entre estas diferentes perspectivas sobre la sexualidad era

205

tan profunda, y el campo de la libertad sexual tenía un apoyo tan poderoso de los liberales

y pornógrafos en los medios y la cultura, que la campaña feminista contra la pornografía

perdió su MOMENTUM”, considera Jeffrey.

Garganta profunda

Una noche de 1972, el entonces vicepresidente de los EEUU, Spiro Agnew, tocaba el

timbre de la casa de Frank Sinatra, en Palm Spring. La razón de la visita no era un

problema de Estado, tampoco un asunto musical. Los muchachos se juntaban a ver una

película porno. Sinatra había convocado a un número selecto para ver una función

privada de la recientemente estrenada “GARGANTA PROFUNDA”.

En la película, Linda Lovelace da cátedra de sexo oral, ya que representa a una joven que

descubre que tiene el clítoris en su garganta. Fue tal el éxito de la película, que fue la

primera en pasar de las salas X a las salas comerciales, a las que llenaba sin pausa. Este

hito popularizó las “películas para adultos”, que dejaron de ser un secreto y se convirtieron

en una parte más del entretenimiento. Lovelace contó luego que no recibió un sólo peso

por su papel en el film, solo cobró su pareja y representante, quien recibió 1.250 dólares

por realizar tareas de producción. No obstante, la película -cuya realización costó 47 mil

dólares- se estima que recaudó 50 millones.

No sólo la política y el arte se entregó al éxito de taquilla. También lo hizo el periodismo:

Woodward y Bernstein, artífices del WATERGATE, pusieron como seudónimo “garganta

profunda” a su informante.

Porno neoliberal

El neoliberalismo de los 80 y 90, fue para el mercado en general un “déjalo ser”. Esto

ayudó al desarrollo de la industria porno, favorecida por las nuevas tecnologías como el

video e internet. A su vez, se volvió más accesible, tan pronto como se extendió al cable y

a los sistemas satelitales, permitiendo comprar videos desde el sillón de una casa. Fue en

ese momento que la industria dejó de ser un negocio marginal o mafioso y se volvió

atractivo incluso para corporaciones como la General Motors, AT&T o el Banco de Irlanda,

que invirtieron en canales codificados.

¿Tendría desbloqueado su TOCOM nuestro hombre erotizado?

Hardcore porn

A mediados de los noventa, la pornografía más dura, en inglés “hardcore porn”, se hizo

popular entre los más jóvenes. Atrás quedaron las películas suaves o softcore de I-Sat, en

donde se simulaba las escenas de sexo con frotaciones y gestos inverosímiles. La

206

cooptación de este tipo de escenas por la televisión abierta, en sus series y telenovelas,

dejó todo el espacio del porno al hardcore, que comenzó con simple sexo explícito, pero

que paulatinamente fue incorporando niveles cada vez más elevados de violencia sexual

hacia las mujeres. Jeffreys detalla en qué devino actualmente el porno más visto: “Hoy el

hardcore incluye prácticas como la de ‘escupir y abrir’, en la que el hombre estira el ano

de su compañera tanto como sea posible, coloca un espéculo y lo humecta, ya sea

escupiendo u orinando allí. La penetración anal doble se volvió requisito y también lo que

se conoce en la industria como el truco del ‘sellamiento’, que consiste en la introducción

del pene en cada orificio, la violación en grupo, lo que se llama ‘asfixiar y coger’ y

bukkake, una práctica en la que entre cincuenta y ochenta hombres eyaculan a la vez

sobre el cuerpo desnudo de una mujer que está acostada en el piso”.

La producción porno, su marca en los cuerpos

Muchos estudios sobre pornografía la consideran prostitución filmada. Con el agravante

de que a las actrices porno les pagan (muy poco) por el acceso sexual a su cuerpo una

sola vez (al igual que a las prostitutas), pero el contenido lo pueden utilizar en variedad de

películas y es reproducido por millones de personas que lo visualizan infinidad de veces

en la web.

Como sea, los efectos nocivos sobre la salud de las mujeres que son parte de esta

industria son similares. “Vaginas y anos desgastados y un dolor considerable. Esto incluye

207

daños físicos provocados por las enfermedades de transmisión sexual, embarazos no

deseados, abortos, infertilidad, enfermedades en el tracto reproductivo, adicciones a las

drogas, casos recurrentes de suicidios y severos daños psicológicos”.

Raffaela Anderson, una ex estrella porno europea, da una descripción de lo que implica la

producción de pornografía para las chicas explotadas en el proceso, muchas de ellas

víctimas de la Trata: “Tome a una joven sin experiencia, que no hable el idioma, que esté

lejos de su casa, durmiendo en un hotel o en el set. Sométala a una doble penetración, un

puño en la vagina, más un puño en el ano, a veces al mismo tiempo. Luego, usted recibe

una niña llorando, que orina sangre a causa de las lesiones y además se caga encima

porque nadie le explicó que necesitaba un enema (…). Después de una escena, que las

jóvenes no pueden interrumpir, ellas tienen dos horas para descansar”.

La estetización de la violencia sexual

El sociólogo Richard Poulin, quien investigó los daños graves provocados a las mujeres

vinculadas a la industria, asegura que la pornografía ha contribuido a “la estetización de la

violencia sexual”. Según él, estamos frente a una sociedad que ha erotizado la violación,

la humillación y el sometimiento de la mujer.

La paradoja es que criticar la pornografía actualmente dominante puede ser tildado de

conservador o moralista. Cuando en realidad, la jerarquía de género es la que limita la

posibilidad de abrir nuestras camas a una sexualidad verdaderamente liberada. La

apertura erótica a múltiples posibilidades como las experiencias sexuales extra-pareja,

compartir la cama con terceros o terceras, o realizar cualquiera de las variadas fantasías

que pueden brotar de un vínculo libre de quienes integran una relación afectiva y/o sexual,

son posibilidades que sólo pueden disfrutarse en relaciones que se deciden a romper el

modelo de supremacía masculina. La razón es simple: la influencia del machismo, tanto

en hombres como en mujeres, vuelve intolerable que se realicen las fantasías reales de

una pareja, mucho más si se trata de las fantasías de la mujer.

Jerarquías de género

Ran Gavrieli es profesor de Educación Sexual de la Universidad de Tel Aviv. En

su conferencia TED “Por qué dejé de ver porno” sostiene que “la pornografía no es una

comunicación sexual erótica”. Y agrega que lo que ofrece “no solo es una práctica sexual,

sino una forma de ser. Una jerarquía de género en este mundo”. Gavrieli cuenta que su

hábito estaba condicionando fuertemente su imaginación erótica y que, en un momento

dado, necesitó recuperar para su sexualidad el control de sus fantasías íntimas y sus

pensamientos erotizantes.

208

Plantea que si preguntásemos qué cosas considera “sexuales” la industria de la

pornografía, nos respondería que todo lo que excita al hombre: ¿Excita al hombre asfixiar

a una mujer? Es sexual. ¿Excita la violación? Es sexual. ¿Excita ver llorar a una niña

sometida sexualmente? Es sexual.

Por eso, explica, en muchas galerías porno de la web se puede encontrar la categoría

“violación”, al lado de la de “humillación” y al lado de la de “abuso”.

¿Qué lugar en la jerarquía de género de este mundo creerá que ocupa nuestro hombre

erotizado? ¿Qué opinión tendrá, por ejemplo, del femicidio de Melina [Melina Romero fue

drogada, violada y asesinada el 25 de agosto de 2014 en Buenos Aires]?

Hablar de lo porno

Está claro que no es la pornografía la culpable de todo, y hasta es posible encontrar

pornografía no-misógina, como lo intenta la convocatoria de Gallop en su sitio web

(#realworldsex). Ciertamente, la cultura machista (que normaliza el odio y desprecio hacia

las mujeres, su cosificación) necesita de muchos más actores para consumarse. “Lo

porno” está también en la publicidad, en la televisión basura, en la cultura prostituyente.

Cada una de ellas merecería su informe también.

Pero empezar a hablar de lo porno es un buen comienzo. Quizás nos ayude a destapar el

velo que cubre una práctica mucho más cotidiana e influyente de lo que se reconoce y, de

paso, nos ayude a problematizar nuestras vidas eróticas, las maneras de vivir nuestras

sexualidades y algunas de nuestras conductas sociales más naturalizadas.

www.revistaajo.com.ar. FOTOS: ROMINA ELVIRA

TEXTO COMPLETO EN: HTTPS://WWW.LAHAINE.ORG/MUNDO-PORNO-DIME-

COMO-COGES

POR QUÉ AMÉRICA LATINA ES UNA INCUBADORA PARA LA INNOVACIÓN POLÍTICA

CAIO TENDOLINI 7 February 2018

https://www.opendemocracy.net/democraciaabierta/caio-tendolini/por-qu-am-rica-latina-es-una-incubadora-para-la-innovaci-n-pol-tica

El mundo puede mirar a América Latina como una fuente de inspiración para ver cómo los ciudadanos pueden

reivindicar y avanzar en democracia. English

A lo largo de la última década, durante la que la confianza en las instituciones ha disminuido en todo el mundo, en muchos

países la política se ha convertido aparentemente en una competición que enfrenta a una "élites" interesadas en contra de

todos los demás. Y como la convicción de que las "élites" no representan los intereses de "la gente" se ha vuelto cada vez

más generalizada, también han tomado fuerza dos vías alternativas de avanzar.

209

Una de esas vías está enraizada en el populismo y está representada por la construcción de muros, tanto literales como

figurativos. La otro vía es inclusiva, y se basa en la colaboración y la confianza.

En el Instituto Update nuestro objetivo consiste en ayudar a las personas a elegir la vía inclusiva, y ello mediante el fomento

de la colaboración y la reconstrucción de la confianza entre los ciudadanos y sus gobiernos.

Después de años de gobiernos autoritarios en muchos países, una ola de innovación política está extendiéndose por toda

América Latina.

Un modelo de gobierno del siglo XX está dando paso, de manera

lenta pero segura, a democracias más participativas e inclusivas en

el siglo XXI.

Un modelo de gobierno del siglo XX está dando paso, de manera lenta pero segura, a democracias más participativas e

inclusivas en el siglo XXI. Los ciudadanos y gobiernos de América Latina ya no tienen que depender de las tendencias y

prácticas en los Estados Unidos y Europa.

El mundo puede mirar a América Latina como una fuente de inspiración sobre cómo los ciudadanos pueden reivindicar y

avanzar en democracia. Existe la sensación de que se está haciendo mejor y de manera diferente en América Latina, y ello

porque esa es la única forma de abordar los problemas más arraigados de la región, como son la desigualdad económica,

la injusticia social, la corrupción, el racismo, el sexismo y la degradación ambiental.

Por ejemplo, el Instituto Update realizó una gran cantidad de investigaciones en América Latina y descubrió más de 600

iniciativas, que intentan cerrar la brecha entre ciudadanos y gobiernos aumentando la participación política, mejorando la

transparencia y la rendición de cuentas, alentando la innovación en el gobierno y trabajando más duro para desarrollar

medios independientes.

También entrevistamos a casi 300 activistas, líderes de la sociedad civil, políticos y académicos que trabajan para mejorar

la política y la gobernanza. Uno de los resultados de este proyecto ha sido una serie de televisión de cuatro episodios

llamada POLÍTICA: MODO DE USAR (Una guía práctica para la política), que se emitió en noviembre de 2017

en Globo News, el mayor canal de noticias de Brasil.

Basándonos en las entrevistas, descubrimos cinco formas principales en que los latinoamericanos están desarrollando,

experimentando e implementando nuevas herramientas y métodos para impulsar la participación política y la confianza en el

gobierno y el proceso político.

En primer lugar, los ciudadanos se han comprometido a impulsar el cambio social. Desde protestas como el

movimiento SECUNDARISTA en Brasil, donde los estudiantes impulsaron las reformas educativas en las escuelas

secundarias públicas de São Paulo (el movimiento se extendió luego por Brasil), hasta # YoSoy132 en México, donde los

estudiantes protestaron por la corrupción política durante las elecciones presidenciales de 2012, los ciudadanos están

desarrollando formas innovadoras de movilizar recursos y presionar a los cargos electos y burócratas a fin de buscar

cambios en las políticas públicas.

Los activistas y las organizaciones están utilizando las redes

sociales y el humor para acercar a los ciudadanos a los problemas

de interés público.

210

En segundo lugar, los activistas políticos están descubriendo nuevas y mejores formas de explicarles a sus conciudadanos

políticas públicas complejas. Desde los movimientos feministas latinoamericanos que exigen derechos reproductivos y

llaman la atención sobre el tema de la violencia doméstica: #PrimaveraFeminista , #NiUnaMenos, hasta Pimp My Carroça,

una organización brasileña que usa arte callejero para elevar el perfil de quienes recolectan materiales reciclables,

y GregNews, un programa satírico de noticias (básicamente Last Week Tonight WITH JOHN OLIVER en Brasil), los

activistas y las organizaciones están utilizando las redes sociales y el humor para acercar a los ciudadanos a los problemas

de interés público.

En tercer lugar, los cargos electos están haciendo un esfuerzo para hacer que las instituciones sean más participativas e

inclusivas. Esfuerzos que van desde DemocracyOS (Argentina) y LinQ (Ecuador) hasta Carta de Derechos de Internet de

Brasil y GANA (Colombia) del gobierno del estado de Nariño, han conseguido grandes avances en la movilización de

personas y en darles voz en el proceso de formulación de políticas.

Por ejemplo, en Brasil, el Ministerio de Justicia, en asociación con organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil,

buscó el apoyo de los ciudadanos en su ley de Internet a través de la participación en línea y abriendo un largo período para

recoger comentarios de la gente.

En cuarto lugar, las organizaciones de la sociedad civil combinan datos abiertos y tecnología para monitorear y

responsabilizar a los políticos y las corporaciones. Grupos como A Quienes Elegimos (en Paraguay), Chequeado (en

Argentina) y Del Dicho al Hecho (en Chile) utilizan herramientas en línea bien desarrolladas y protestas públicas bien

organizadas para insistir en la transparencia, exigiéndosela incluso a sus propios seguidores en el gobierno.

Movimientos en México, Chile, Argentina o Brasil están trabajando para que la política sea accesible,

fresca y honorable para una nueva generación de activistas.

Y finalmente, hay un reconocimiento de que la política en América Latina necesita nuevas voces y nuevas personas para

que la gente se implique. Hoy, movimientos como WikiPolítica de México y Bancada Ativista en Brasil, así como nuevos

partidos políticos como Revolución Democrática de Chile y el Partido de la Red en Argentina están trabajando para que la

política sea accesible, fresca y honorable para una nueva generación de activistas.

Parte del esfuerzo de Instituto Update es fomentar las conexiones entre los ciudadanos y las instituciones públicas. Junto

con Democracia en Red, Asuntos del Sur, Avina y Ciudadano Inteligente, hemos estado construyendo alianzas regionales

para conectar e intercambiar ideas y lecciones aprendidas sobre cómo mejorar la gobernanza y la política en toda América

Latina. Tanto la Red de Innovación Política como CLIP (Conexiones Lationamericanas de Innovación Política) son ejemplos

concretos de este esfuerzo colectivo.

El Instituto Update continuará a la vanguardia de estos esfuerzos para democratizar la política latinoamericana y mejorar la

rendición de cuentas. De cara al futuro, centraremos nuestros esfuerzos en expandir nuestro trabajo más allá de São Paulo

y en las ciudades de Brasil, con el objetivo de que nuestro trabajo sea más accesible para todos los ciudadanos de Brasil.

Y, dado que es un año de elecciones, vamos a seguir centrándonos en formas nuevas e innovadoras de mejorar la

participación política.

https://www.opendemocracy.net/democraciaabierta/caio-tendolini/por-qu-am-rica-latina-es-una-incubadora-para-la-innovaci-n-pol-tica

COLOMBIA/ LAS ELECCIONES: REÑIDAS PERO ABURRIDAS

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https://www.razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/10870-las-elecciones-

re%C3%B1idas-pero-

aburridas.html?utm_source=MadMimi&utm_medium=email&utm_content=Las+elecciones%3A+re%C3%B1i

das+pero+aburridas&utm_campaign=20180212_m144050250_Las+elecciones%3A+re%C3%B1idas+pero+ab

urridas&utm_term=Hernando+G_C3_B3mez+Buend_C3_Ada

(Tiempo estimado: 6 - 12 minutos)

Elecciones del 2018.

Hernando Gomez BuendiaSin partidos, sin ideas y sin líderes, las elecciones que vienen son confusas y van a ser muy reñidas. Pero a la gente poco le interesan: ¿a qué se debe esta rara situación, quién ganaría en estas condiciones y cuál sería entonces el futuro de Colombia?

Hernando Gómez Buendía*

Las encuestas, puro ruido

La mayoría de la gente ya escogió sus candidatos al Congreso y a la Presidencia...o al menos eso parecen indicar las dos encuestas sobre las elecciones parlamentarias y las 15 encuestas sobre las presidenciales que han sido divulgadas hasta ahora.

Pero a pesar de las sesudas “interpretaciones” de los medios que contratan las encuestas, estas en realidad no dicen nada. Mejor dicho dicen que:

Voto en blanco/ninguno/no sabe/no responde es el gran ganador en casi todas ellas;

Las diferencias entre los candidatos o partidos son pequeñas y casi nunca son creíbles (no superan el margen de error);

Los punteros para la presidencia (Petro, Fajardo, Vargas) rondan apenas el 20 por ciento, lo cual está lejísimos de augurar una victoria;

No son claras las tendencias a ganar o perder seguidores con el paso del tiempo;

Los votos se desplazan de manera “caprichosa” (por ejemplo y según la última encuesta, los de Claudia López habrían ido más a Petro que a Fajardo).

Peor todavía, las encuestas no miden las dos variables claves en el actual proceso electoral: si habrá mucho o habrá poco voto “de opinión”, y qué tan firmes son las preferencias de los entrevistados.

De modo que en resumen y como dije hace unos días, los encuestadores y los periodistas harían mejor en quedarse calladitos. Y añado ahora que en vez de registrar lo que la gente está pensando, sus especulaciones pueden alterar los resultados al inflar o al desinflar a un cierto candidato.

Pero tomadas en conjunto las 17 encuestas sí dicen una cosa: que hay mucha confusión y que la mayoría de la gente no tiene todavía una opinión cristalizada, o no tiene suficiente información, o no tiene interés en los candidatos y sus propuestas de gobierno.

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A un mes de las parlamentarias y a tres y medio meses de las presidenciales, las campañas no han logrado despegar y ninguna lista al Congreso ni aspirante a ocupar la Presidencia despierta el entusiasmo que a estas alturas debería despertar.

las encuestas no miden las dos variables claves en el actual proceso electoral: si habrá mucho o habrá poco voto “de opinión”, y qué tan firmes son las preferencias de los entrevistados.

Esta falta de sintonía entre los candidatos y el electorado implica que los canales que deberían conectarlos no han operado o no están funcionando eficazmente. Los canales en cuestión son muy diversos:

La familia, los amigos, las iglesias, los sindicatos, las redes y los medios contribuyen a encauzar a los votantes a favor (o en contra) de cada candidato.

Pero los entes o mecanismos especializados en elecciones y de mayor cobertura son los partidos o movimientos políticos, las ideologías o programas de gobierno, la imagen o carisma del propio candidato y la estrategia de campaña que utilice. Estas cuatro son las fuentes de “señales” poderosas que – retransmitidas a través de los canales anteriores- pueden lograr que un candidato se conecte con los miles o millones de votantes que necesita para ganar las elecciones.

La función mínima de un partido o movimiento político es postular y ayudar a elegir sus candidatos a los cargos públicos. Pero en Colombia renunciaron a la postulación y se limitan a aportar un número cada vez menor de votos.

Los candidatos de un partido de verdad son escogidos por el propio partido y bien sea desde arriba (por el jefe o directorio) o desde abajo (por los militantes debidamente registrados). Así lo habían hecho el Centro Democrático, el Mira y el Polo Democrático, pero esta vez incluso ellos tres optaron por el voto preferente en el Congreso (solo la FARC y otros cuatro partiditos – Somos, Unión con Fortaleza, Sí se Puede y Colombia Justa Libres- tienen listas cerradas).

Y en cuanto a las presidenciales, el espectáculo ha sido deplorable:

El partido que ganó las tres pasadas elecciones (la U) y el coprotagonista de la historia patria (Partido Conservador) sencillamente no pudieron escoger candidato.

El fundador y jefe de Cambio Radical se avergonzó y se inscribió por firmas.

No hay consultas a los miembros del partido. Hay tres consultas abiertas al público es decir, donde los adversarios pueden escoger a quién más les convenga. Esto lo hizo el Partido Liberal con candidatas vetadas y votación raquítica, lo harán Petro y Caicedo sin que sirva para nada, y lo hará la derecha para acabar votando por “la que diga Pastrana”.

De las encuestas – menos serias aún que esas consultas- echaron mano la Alianza Verde (donde Navarro nunca mostró ganas) y los del kínder de Uribe (donde quedaron muchas cicatrices).

Fajardo no se inscribió por los partidos socios de su “coalición”, sino por firmas que ya había conseguido: más que sumarle sus fuerzas, lo que Robledo y Claudia hicieron fue abandonar la carrera por la presidencia.

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Y nos quedan los candidatos “cívicos” es decir, los avalados por empresas recolectoras de firmas y con un fraude de hasta el 70 por ciento de las que presentaron a la Registraduría. Con excepción de De la Calle, así llegaron todos los candidatos opcionados, empezando por los tres que encabezan las encuestas.

En estas circunstancias, los partidos quedarán reducidos a ayudar a mover votos es decir, a la eficacia de sus maquinarias. Todo indica que esas maquinarias han sufrido un largo proceso de desgaste, pero también indica que son fuertes en las regiones y estratos donde el Estado es fuente prioritaria de empleo o de servicios.

La pregunta del millón es qué tanto pesarán esta vez las maquinarias frente al voto “de opinión”. Pero no hay duda de quién tiene las grandes maquinarias (y el apoyo del jefe del Estado): uno a cero.

La elección de congresistas siempre ha sido un desierto intelectual, y las presidenciales no se ganan con programas sino ante todo con ideas-fuerza.

Aun así los candidatos están cumpliendo con el rito de presentar sus programas, o sea sus listados de promesas sobre cosas que afectan la vida cotidiana de la gente y sobre las cuales el presidente puede hacer muy poco. Salud, educación, empleo, rebaja de impuestos, corrupción, corridas de toros, delincuencia, medio ambiente, tarifas de los buses, reparto de tierras y otro montón de puntos inconexos que tocan en los foros y “ahondarán” en los debates, y que solo convencen a los ya convencidos o a los muy despistados.

La elección de congresistas siempre ha sido un desierto intelectual, y las presidenciales no se ganan con programas sino ante todo con ideas-fuerza.

Detrás de estos programas lo que de veras pesa son las ideas-fuerza, ideologías o visiones del mundo que apelan al talante moral de los votantes (“conservador” vs. “progresista” o “autoritario” vs. “tolerante”). Las campañas exitosas son aquellas que apelan a estos valores profundos, a menudo inconscientes y cargados de emoción. E infortunadamente hoy está comprobado que el miedo y la rabia son las dos emociones que mueven más votantes.

Ese fue exactamente el papel que la guerra con las FARC cumplió durante muchos años en Colombia, y por eso se creía que el postconflicto iba a ser el tema de estas elecciones. Pero la guerra se acabó hace tiempo y las reformas se quedaron archivadas, así que De la Calle se quedó sin oxígeno y el partido de las FARC tendrá muy pocos votos.

La paz dejó de ser la agenda de Colombia, y este es el vacío que los otros candidatos “progresistas” están tratando de ocupar con ideas-fuerza que hasta ahora no han logrado imponerse como el tema central de la campaña:

La anti-corrupción, porque ya no es bandera exclusiva de Fajardo y va camino de ser lugar común y mar de babas, y

La lucha de clases que se asoma con Petro, pero apenas a medias o con remordimientos.

Y mientras tanto el otro bando tiene la receta comprobada del conservadurismo que no necesita ideas sino miedos: Petro o el Maduro colombiano, el partido de las FARC con su impunidad y su riqueza oculta, los gais que amenazan la familia, los venezolanos que nos quitan los empleos y –en estos últimos días- la ola de delincuencia que nos está ahogando.

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En resumen: si las cosas no cambian en cuestión de semanas, la derecha va a quedarse con el voto de opinión. Este sería un gol para quien gane la consulta entre Duque, Ramírez y Ordóñez, pero también un gol para el señor que ya contaba con las maquinarias: dos a cero.

Y sin líderes

Candidatos de la derecha, Iván Duque, Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez.

Candidatos de la derecha, Iván Duque, Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez.

Foto: Conexión Capital

Hay toda clase de teorías infundadas y seminarios costosos sobre cómo ser un líder.

Pero el líder no nace ni se hace. Líder es la persona en quien otras muchas ven reflejadas sus frustraciones y anhelos más profundos, y quien reúne las virtudes y defectos necesarios para creer que él (o excepcionalmente ella) sí podrá realizarlos.

En Colombia tuvimos un gran líder, el que encarnó el odio a las FARC y combinó las virtudes y defectos necesarios para darles duro. Pero antes de eso ese señor fue un estudiante del montón, un empresario dudoso, un manzanillo al servicio de Guerra y de Samper, un senador de provincia y un tipo muy conflictivo.

El presidente Uribe no nació líder, ni se hizo líder: lo hicieron los colombianos – o para ser precisos: lo hicieron las FARC-. Y lo que sigue a Uribe ha sido la orfandad, una orfandad que cada día se siente más con Santos: el desaparecido.

Programas lo que de veras pesa son las ideas-fuerza, ideologías o visiones del mundo que apelan al talante moral de los votantes

Después de ocho años de la pelea edípica entre Santos y Uribe, los candidatos que siguen son personas comunes y corrientes, mejor dicho funcionarios ambiciosos que han ascendido a punta de bandazos y maromas porque esa es la manera de ascender en Colombia. Podrán ser o parecer “decentes”, capaces o simpáticos, pero ninguno de ellos alcanza a ser un líder.

Queda la opción del maquillaje, y para eso están los asesores de campaña. A falta de partidos, de ideas y de carisma, la propaganda, los debates oficiales -y muy en especial, la guerra sucia- van a ser decisivos. El que tenga la plata, los asesores más caros y el oído del fiscal podrá marcar entonces el gol de la victoria.

Con un toque final: que en el Congreso van a quedar los mismos con las mismas (y así, por si faltara, lo dicen las encuestas). O sea que nada va a cambiar en el Estado colombiano: si el nuevo presidente es de derecha porque no lo intentará y si es un progresista porque no lo dejarán.

O en todo caso los poderes verdaderos del país –Sarmiento, Ardila, el Sindicato Antioqueño, el Ejército, los medios, la Embajada, las mafias, los contratistas…- siguen ahí para que no haya dudas. Y por eso, después de tantas vueltas, la mayoría de los colombianos tiene muy poco interés en estas elecciones.

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*Director y editor general de Razón Publica. Para ver el perfil del autor, haga clic aquí.

VENEZOLANOS EN COLOMBIA: ¿CÓMO EVITAR UNA CRISIS HUMANITARIA?

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c%C3%B3mo-evitar-una-crisis-humanitaria.html

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Presidente Santos junto a migrantes venezolanos.

ariel echeverryTan antigua como los humanos, la migración ha obligado a muchos pueblos a repensarse como sociedad. Colombia no estaba preparada para recibir inmigrantes y hoy está ante el desafío de tratarlos como personas - no apenas como cifras-.

Ariel Echeverry*

Un fenómeno antiguo

El pasado 6 de febrero, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, afirmó en una reunión con el presidente Santos que su país podría destinar recursos para aliviar la situación de los inmigrantes venezolanos en Colombia.

Hoy los avances de la tecnología y de la información permiten que los procesos migratorios tengan mayor visibilidad que nunca. Pero la migración es tan antigua como la humanidad. Los movimientos migratorios han influido sobre el desarrollo de los pueblos y han condicionado la forma de relacionarnos, comunicarnos y organizarnos.

Cada país se ha visto obligado a reinventarse constantemente para dar respuesta a las necesidades de las personas que recibe. Estamos ante un fenómeno antiguo, irreversible e inevitable.

Colombia, país de emigrantes

Colombia, por ejemplo, se caracterizó durante mucho tiempo por ser emisor de migrantes. Las primeras oleadas migratorias de colombianos tuvieron lugar en los años 60 y 70. Luego, con el recrudecimiento de la violencia en los años 80 y 90, muchos otros trataron de buscar un mejor futuro en otras partes del mundo.

Los destinos predilectos para los migrantes colombianos fueron Estados Unidos, España y, no tan sorprendentemente, Venezuela. La bonanza económica de nuestro hermano país atraía tanto a los colombianos que alrededor de seis millones de personas llegaron a cruzar la frontera.

Pocos habrían pensado entonces que Colombia se convertiría en un destino escogido por un inmigrante para vivir mejor. La llegada de inversionistas millonarios y el auge del turismo aportaron a este cambio. Según la Asociación Colombiana de Viajes y Turismo, Colombia pasó de tener 1.195.000 extranjeros visitantes en 2007 a tener 2.698.000 en 2016.

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Más allá de las discusiones acerca del modelo económico y político de Venezuela, se debe recordar siempre que el país está recibiendo personas y no cifras.

Ese aumento del 126 por ciento en el turismo se explica por el trabajo conjunto de los últimos gobiernos: la nueva percepción de seguridad que trajo el gobierno Uribe, y desde luego, el impacto internacional que tuvo la firma del acuerdo con las FARC en el gobierno Santos.

Pero ninguno de los dos gobiernos pensó seriamente en una estrategia migratoria. Bajo el gobierno Santos los esfuerzos se limitaron a adoptar una política pública para los colombianos residentes en el exterior, que se materializó en el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014 “Prosperidad para todos” y en el programa Colombia nos Une liderado por la cancillería. También se creó la Unidad Administrativa Especial Migración Colombia mediante el decreto 4062 de 2011.

Entre otras cosas, esta política integral buscaba administrar de forma eficiente las remesas internacionales y trabajar por el retorno de nacionales, la gestión operacional de la migración y la coordinación internacional en materia migratoria.

No estamos preparados

Pero todos esos esfuerzos se han quedado cortos en el actual escenario.

La idea de que Colombia pudiera ser un país receptor de migrantes fue subestimada incluso desde el mismo diseño de la política y su alineamiento con las tendencias internacionales.

En el mundo, los migrantes aumentaron en un 41 por ciento en los últimos 15 años: alrededor de 240 millones de personas. Eso ha obligado a discutir, por ejemplo, el modelo de integración europeo y los controles migratorios en Estados Unidos.

Pero lo que antes era materia de análisis académico se ha vuelto una realidad, y Colombia no está preparada para recibir inmigrantes. Más allá de las discusiones acerca del modelo económico y político de Venezuela, se debe recordar siempre que el país está recibiendo personas y no cifras. A cada individuo que llega se le deben garantizar sus derechos fundamentales y su bienestar general.

Este se ha vuelto un tema prioritario para muchos municipios, alcaldías y gobernaciones. En las grandes ciudades, cada vez oímos más las historias de miles de inmigrantes que venden sus productos en los sistemas de transporte masivo o en los semáforos. Otras ciudades, como Arauca, Cúcuta o Maicao tienen el reto de recibir a diario aproximadamente a 15.000 personas.

La creación de la tarjeta de movilidad fronteriza, con una vigencia de dos años a partir de su expedición, buscaba exclusivamente facilitar y permitir el ingreso de los venezolanos al territorio nacional con el fin de transitar por la zona de frontera y abastecerse de víveres y medicinas. Pero los venezolanos no han tenido más opciones que quedarse en Colombia.

La oleada migratoria de venezolanos se ha desbordado y estamos ante el comienzo de una gran crisis humanitaria que podría causar enorme daño en la estabilidad política y social del país.

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Los retos que vienen

Surgen entonces tres preguntas:

¿Cómo garantizar el acceso a servicios básicos, hospitales, centros de alimentación, vivienda, atención escolar entre muchas otras condiciones que ni siquiera los propios colombianos tienen?

¿Cómo controlar los delitos conexos que inicialmente se dieron en zonas de frontera, pero que hoy en día ya son sistemáticos y generalizados a lo largo y ancho del país?

Estamos hablando –entre otros- de la configuración de bandas criminales, el aumento del contrabando, el narcotráfico, el tráfico de armas y de animales, la trata de personas, la prostitución, la mendicidad, el aumento de enfermedades de transmisión sexual y la drogadicción.

Frenar la entrada de nuevas personas o deportar a los inmigrantes serían paliativos poco efectivos y sostenibles en el contexto colombiano

¿Cómo contener y evitar los brotes de violencia, xenofobia, y rechazo social de algunos colombianos y líderes políticos? De cara a las elecciones presidenciales, es importante recordar que el hoy candidato Germán Vargas afirmó en su momento que las viviendas gratuitas del gobierno Santos no eran “para los venecos”, aprovechando políticamente la popularidad de ese rechazo.

Algunos pensarán que se debe frenar la entrada de nuevas personas, deportar a los inmigrantes, buscar el apoyo de organismos internacionales como la ACNUR u OIM, o simplemente construir muros a lo largo y ancho de las fronteras. Todas estas medidas son paliativos poco efectivos y sostenibles en el contexto colombiano.

La oleada migratoria de venezolanos se ha desbordado y estamos ante el comienzo de una gran crisis humanitaria que podría causar enorme daño

El país está reprobando en materia migratoria, justamente por que no se ha consolidado una real política integral migratoria desde la perspectiva de un país receptor. Las estrategias que se adopten deben ser efectivas para que la migración no se convierta en sinónimo de problema y retraso, sino que sirva como un activo importante en el desarrollo del país.

La construcción de una política pública con enfoque diferencial para la gestión migratoria es urgente y necesaria. Debemos entender que estamos ante un fenómeno natural y que la sociedad colombiana debe repensarse de forma multicultural. No solo somos un país receptor de migrantes venezolanos. También están llegando a Colombia migrantes africanos, asiáticos y de muchas otras partes del mundo, algunos para quedarse y otros para continuar en busca de mejores condiciones de vida.

*Director del Programa de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Buenaventura – sede Bogotá. Profesor e investigador universitario de varias universidades en las facultades de Ciencias Jurídicas y políticas, Humanidades y Ciencias económicas y administrativas. Consultor para entidades públicas y privadas. Director de la Fundación Consultores Internacionales. Correo: [email protected] y [email protected]

TAGS: Venezuela, Migración, inmigrantes venezolanos, Ariel Echeverry

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¿CÓMO DEFENDER LA VIDA DE LOS LÍDERES SOCIALES?

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(Tiempo estimado: 4 - 8 minutos)

Desplazamiento forzado en Colombia.

paola hurtadofrancy-barbosaEste examen integral de la escasa y dispersa información sobre la nueva oleada de violencia selectiva, arroja mucha luz sobre quiénes son los líderes sociales, por qué y quiénes los están asesinando, cómo y por qué urge salir en su defensa.

Paola Hurtado S*

Francy Barbosa M**

Asesinatos sistemáticos

Los asesinatos y amenazas a personas que sirven como líderes sociales han alcanzado un punto crítico. Es urgente que la sociedad en su conjunto actúe para defender la vida.

Los asesinatos de hombres y mujeres que defienden los derechos humanos son deplorables y causan un daño profundo a nuestra democracia. Y aunque no todos los que defienden sus derechos o los de otros son líderes sociales, un grupo de personas que han liderado sus comunidades y que han desafiado a los poderes económicos y políticos locales está siendo asesinado.

En el segundo semestre de 2013, la mesa de negociaciones de La Habana llegó a un acuerdo sobre participación política. El acuerdo abrió la puerta para que excombatientes de las FARC y víctimas del conflicto armado ocuparan cargos de elección popular. Desde entonces y hasta el 10 de febrero de 2018, al menos 406 personas que ejercían liderazgos sociales en las regiones han sido agredidas, como también lo han sido 37 de sus familiares.

En lo que vamos de 2018, por lo menos 18 líderes sociales han sido asesinados o asesinadas en distintas regiones del país, especialmente en aquellas que controlan o se disputan los actores armados ilegales. Afirmar que los asesinatos están ocurriendo en las zonas controladas por las FARC es simplista y estigmatiza los liderazgos territoriales. En la realidad, los líderes sociales estorban a la violencia, porque se basan en el poder de la palabra y en la confianza.

Hay un patrón de sistematicidad de los asesinatos: todos los líderes están desafiando poderes consolidados en los territorios

Hay un patrón sistemático en los asesinatos: todos los líderes y lideresas asesinados estaban desafiando poderes consolidados en los territorios. Muchos de ellos han liderado por ejemplo los procesos de sustitución de cultivos ilícitos o se han resistido a economías y proyectos de gran escala, todo lo cual era fuente de financiación para los actores armados.

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La escasa información en manos de Fiscalía no le permite verificar este carácter sistemático, ni la generalización de los asesinatos, aunque tampoco se atreva a negarlas. La Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) ha hecho varias solicitudes de información sobre los homicidios de líderes sociales a la Fiscalía General, de las cuales el 79 por ciento ha sido remitido a Fiscalías seccionales. De éstas, solo el 2 por ciento ha tenido respuesta sobre el estado de las investigaciones.

Acosados por el miedo

Aunque la intensidad o frecuencia de las agresiones varía de región a región, y pese a la reanudación de las confrontaciones con el ELN en municipios como Yondó (Antioquia), Cumaral (Meta), Norte del Cauca, Cantagallo (Bolívar) y Pueblo Rico (Risaralda), los homicidios se han concentrado este año en dos regiones: el Nudo de Paramillo y el Pacífico Sur.

Durante los últimos meses, el Nudo de Paramillo —la región que une el Bajo Cauca antioqueño con el sur de Córdoba— ha sido una de las más afectadas por la violencia armada. La disputa por el control territorial entre varios actores armados - principalmente las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y el ELN- ha acelerado de manera preocupante la violencia en los últimos seis meses.

el afán de visibilizar las situaciones de los defensores de derechos humanos no puede representar una banalización de su muerte

El control que ejercen estos grupos sobre las rentas legales e ilegales que se producen y las operaciones de herederos del paramilitarismo como Los Urabeños han hecho que hasta la Policía tenga miedo en la región.

La situación en el Pacífico Sur no es más alentadora. Desde 2010, CODHES está advirtiendo sobre el oscuro panorama: el 78 por ciento de los desplazamientos en los últimos seis años han ocurrido en esa región. Cinco líderes sociales han sido asesinados en esa zona durante este año y los conflictos territoriales no dan tregua.

¿Banalización de la muerte?

Hoy, a diferencia de hace algunos años, son múltiples las organizaciones que nos dedicamos a monitorear y denunciar la muerte de los líderes sociales. Hay unas listas más largas que otras y unas definiciones más amplias que otras, pero todas buscan una respuesta efectiva por parte del Estado.

Pero el afán de hacer visibles las situaciones de los defensores de derechos humanos no puede representar una banalización de su muerte. Urge una visibilidad responsable de la situación de los líderes y lideresas para no estigmatizar sus asesinatos y amenazas. Las agresiones contra los y las líderes no son un espectáculo para el entretenimiento del ojo morboso, son una emergencia humanitaria que requiere una respuesta integral y estructural de Estado.

el asesinato de una lideresa o un líder no solamente afecta a su familia, sino los intereses y la causa de todo un grupo social, una comunidad.

La sociedad civil y los medios de comunicación tienen la tarea de dignificar a estos líderes asesinados. Hacer visibles sus causas, sus procesos y sus comunidades más allá de su muerte. Dignificar el liderazgo como un valor primordial de la democracia y su legado como un ejercicio de construcción de sociedad y comunidad.

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¿Quiénes son las víctimas?

Hemos afirmado que no todos los que defienden sus derechos o los de otros son líderes sociales. Muchas listas que identifican a los líderes asesinados circulan por las redes sociales, pero algunas incluyen a reclamantes de tierras individuales que no ejercen necesariamente papeles de liderazgo, a defensores de derechos humanos y hasta a excombatientes de las FARC.

¿Cómo identificar entonces quiénes son los y las líderes sociales? ¿Qué los diferencia? Para CODHES, las personas que ejercen un liderazgo social son todas aquellas que representan formal o informalmente a una comunidad, a un grupo o un sector social, y que hablan y actúan en beneficio de esa comunidad sin que medie ningún tipo de contraprestación para hacerlo. Esto significa que el asesinato de una líder o un líder no solamente afecta a su familia, sino los intereses y la causa de todo un grupo social, comunidad o sector.

En ese sentido, el impacto de la muerte de una persona que ostenta un rol de representatividad y liderazgo provoca un daño profundo: la violencia se legitima como mecanismo para resolver conflictos, la fuerza de los procesos sociales se debilita y se desestructura y el miedo colectivo inunda a las comunidades.

Por eso, urge que la sociedad entera salga en defensa del liderazgo social y de sus líderes. Hay que actuar ahora para defender la vida, antes de que sea demasiado tarde.

*Coordinadora del Área de Tierras y Derechos Territoriales de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento – CODHES, y Analista Principal del Sistema de Información sobre Derechos Humanos y Desplazamiento – SISDHES.

** Coordinadora del Área de Comunicaciones de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento – CODHES y Oficial de Información Pública del Programa de Reparación Colectiva y Participación a las Víctimas del Conflicto Armado de USAID/CODHES.

COSTA RICA EVANGÉLICOS Y GRUPOS FUNDAMENTALISTAS RELIGIOSOS TIÑEN LA POLÍTICA DE ODIO,

MISOGINIA Y EXCLUSIÓN

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237688

Fabiola Pomareda García

Rebelión

Cuando amaneció el pasado lunes 5 de febrero, Costa Rica despertó con resaca

electoral ante unos estrepitosos resultados de elecciones presidenciales, que demostraban que el discurso religioso había calado en lo más profundo y la realidad

política y social nos reflejaba en el espejo a un país dividido, aunque muchas personas aún no quieran verlo así.

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Las y los costarricenses que lo decidan, tendrán que ir a votar en una segunda ronda

electoral el próximo domingo 1 de abril en medio de una escalada de la agenda

religiosa dizque pro-vida y pro-familia, impulsada desde los púlpitos y en las voces vociferantes de pastores en todo el país.

Los ánimos están revueltos porque en la segunda ronda un periodista y predicador

evangélico llamado Fabricio Alvarado, del Partido Restauración Nacional, se enfrentará al candidato oficialista Carlos Alvarado, del Partido Acción Ciudadana. Dos posiciones

opuestas en materia de derechos humanos y mucho más.

Pero no es sólo la disputa por la presidencia. El partido Restauración Nacional ganó 14 curules en la próxima Asamblea Legislativa y de ellas siete serán personas que se

identifican como pastores y una predicadora.

Hace dos meses Fabricio Alvarado y su partido estaban por debajo del 3% en las encuestas de intención de voto. Pero el impacto del factor religioso fue tal que el

domingo 4 de febrero fue favorecido con medio millón de votos o un 24,9%. Dos de los pilares de su agenda son oponerse a reconocer los derechos de la comunidad LGBTI y

rechazar cualquier iniciativa para despenalizar el aborto.

Causas conservadoras aliadas con políticas económicas de derecha

Los grupos religiosos fundamentalistas están tiñendo la política con causas conservadoras aliadas con políticas económicas de derecha en varias partes del

continente, atrayendo nuevos votantes mientras le pasan por encima a los movimientos sociales.

Por ejemplo, en Brasil la bancada legislativa evangélica es numerosa. Sin embargo,

aunque defiende un discurso ultraconservador en términos de derechos civiles y a favor de las políticas económicas de austeridad, existe una diferencia entre lo que

piensan sus bases y lo que se defiende en el parlamento. Así lo apunta un estudio de las Universidades Federal de Sao Paulo y Estadual de Sao Paulo, apoyado por la

Fundación Friedrich Ebert. Según éste, un 77% de las personas evangélicas

entrevistadas está a favor de que enseñen el respeto a la comunidad LGBT en las escuelas; un 70% cree que piropear a una mujer en la calle es ofensivo y un 92% está

en contra del recorte en salud y educación pública. Qué interesante.

El alcalde de Rio de Janeiro es el evangélico abiertamente homofóbico Marcelo Crivella, quien es sobrino de Edir Macedo, fundador de la Iglesia Universal Reino de Dios. Esta

iglesia es un fuerte grupo económico, dueña de un imperio televisivo, TV Record. En Brasil el avance de los evangélicos se vincula históricamente al régimen militar (1964-

1985), que les apoyaron para neutralizar a la incómoda influencia de la iglesia católica que impulsaba la teología de la liberación.

Colombia, un país definido en su Constitución Política como laico, también se enfrenta

este año a una elección presidencial donde se debate qué es la familia y si dos personas del mismo sexo tienen derecho a casarse. Y en el plebiscito por la paz, el

“no” ganó en gran medida por la campaña que hicieron las iglesias. ¿ Por qué y para quién era conveniente esto?

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El comediante cristiano evangélico Jimmy Morales ganó la presidencia de Guatemala en el 2015 con sus principios de “la familia” y “el temor de Dios”. Justo esta semana

viajó a Estados Unidos a un “desayuno de oración” y reuniones sobre temas de desarrollo donde abordará el Plan para la Alianza de la Prosperidad.

Y en Perú también se acrecienta la influencia política de la iglesia evangélica y se

especula que para el 2021 ya estaría creado un partido político que participaría en las elecciones presidenciales y se llamaría Perú Nación Poderosa.

No sólo fue lo del matrimonio gay

En Costa Rica hay un factor que detonó gran parte de la polarización y que desató la

mayoría de los discursos de odio y discriminación. Fue el pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos el 9 de enero, que ordenó a Costa Rica

garantizarles a las parejas del mismo sexo el derecho al matrimonio y todos los demás derechos de las parejas heterosexuales. Pero antes de eso, el 3 de diciembre, fue la

Marcha por la Vida y la Familia, a la que asistieron siete de los candidatos presidenciales que condenaron el concepto inventado de “ideología de género” y

dijeron que defenderían los valores tradicionales de familia. Sin embargo, se sabe que todo empezó con la de cisión del Ministerio de Educación de implementar las Guías de

Educación para la Afectividad y Sexualidad Integral, que incluyen temas como

autoestima, relaciones sexuales, nuevas masculinidades y feminidades, derechos de las poblaciones LGBTI y maternidad y paternidad responsables, entre otros.

No obstante, hay que ir más lejos y no pretender que el rechazo al matrimonio entre

parejas del mismo sexo fue algo que cayó del cielo y dio poder a estos grupos de un día para otro.

Los resultados de una encuesta difundida en enero de 2017 por el Centro de

Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) ya mostraba una fuerte presencia de conservadurismo entre la población costarricense en

temas de derechos humanos.

Según la encuesta, un 70,3% considera que la religión es muy importante en sus vidas; un 60,3% quiere que se mantenga la confesionalidad del Estado costarricense;

un 59,4% se opone al aborto en casos de violencia sexual que genera un embarazo; y un 59,2% está en contra de que se apruebe el reconocimiento de parejas del mismo

sexo.

Además, los partidos que apelan al electorado cristiano-evangélico han crecido en los últimos cinco años: Entre 1998 y el 2014, el voto para sus diputados pasó de un 2,7%

a 8,2% a nivel nacional. La cantidad de personas que apoyó estas candidaturas pasó de 37.600 a 167.300 en el periodo citado, según datos citados en el artículo Voto por

diputados evangélicos se triplicó en cinco elecciones, publicado por La Nación.

Laura Fuentes Belgrave, socióloga e investigadora de ciencias ecuménicas de la Universidad Nacional (UNA), comentó que hoy estamos viendo los frutos del trabajo de

las iglesias evangélicas durante más de 30 años en comunidades excluidas por las élites, “olvidadas, con precariedad educativa, laboral o situaciones de violencia”. En el

artículo “Resultado electoral: dos rondas y dos realidades”, publicado por el Semanario

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UNIVERSIDAD, Fuentes argumenta que “ahí la población ha encontrado un apoyo en las iglesias, que han cumplido un papel, no sólo en asuntos del más allá, sino del más

acá, atendiendo necesidades de cuido, vivienda, preparación de líderes o esparcimiento”. Estas iglesias que operan en Costa Rica a menudo están conectadas

con redes internacionales con recursos económicos.

La fuerza de estos grupos evangélicos preocupa en lo político entonces no sólo porque alimentan una forma de populismo, sino porque forman alianzas con partidos políticos

de derecha. Además, recordemos que le dan mucha importancia a la propiedad y al éxito material, con lo que llaman “la teología de la prosperidad”, que plantea que quien

tiene éxito en esta vida, es querido y especialmente bendecido por Dios.

Discurso del miedo y fundamentalismo religioso

Lo cierto es que los efectos del discurso del miedo y del fundamentalismo religioso arreciaron con fuerza en el país en los últimos meses y han dividido a la sociedad.

Como explicó Óscar Jara, del Centro de Estudios y Publicaciones Alforja de Costa Rica y

del Consejo de Educación Popular de América Latina y del Caribe (CEAAL), para impulsar precisamente las políticas neoliberales se ha recurrido a la manipulación

ideológica y se han usado argumentos religiosos que lleguen a la sensibilidad de la mayoría de la gente. Así es como estos partidos han podido crecer en el espacio

político de base neo-pentecostalista.

Además, si bien estos son sectores que se dicen evangélicos, en realidad están usando el discurso cristiano para manipular, lo cual desencadena más polarización, más

extremismo y en la idea fundamentalista que ellos tienen la única verdad y los demás no merecen ningún respeto, ni cabe una diversidad de opiniones.

“El fundamentalismo te hace creer eso, que tienes una verdad que es absoluta y que

en esa medida los sectores sociales, sobre todo los populares, en lugar de encontrar vías de ayuda mutua, de solidaridad y de políticas para las mayorías, están pensando

en cerrarse hacia estos pequeños grupos, tratando de encontrar una identidad propia

que termina enfrentándose a quien no piensa igual”, señaló Jara.

“Creo que hay que poner muchísima atención a lo que implique esta política de

agudización, de confrontación, que divide a la gente sobre criterios fundamentalistas o

fanáticos. El problema es que no es solamente una acción que se está haciendo desde el lado religioso, sino que al tener un espacio en la vida política formal, son partidos

que logran tener un acceso a espacios de poder, sea en la Asamblea Legislativa o a nivel de Gobierno. Precisamente van a reforzar la eliminación de esos derechos y eso

va a significar una cada vez mayor imposición de este modelo neoliberal, todo barnizado con un discurso que en el fondo es pseudo-religioso, es pseudo-evangélico;

no tiene nada que ver con el mensaje de cristianismo, ni el mensaje de amor, de paz, de Jesucristo, ni con la idea de comunidad que plantea el cristianismo, sino que va

hacia fundamentos muy iluministas, que terminan aislando y capturando a la propia

gente de esas comunidades hacia adentro, hacia sí mismas, a cerrarse y, por lo tanto, el mensaje evangélico va quedando totalmente transformado en un mensaje que en el

fondo es de odio y de exclusión”, enfatizó Jara.

224

Gustavo Cabrera, coordinador del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ) lo ve así: “A los grupos conservadores del planeta, antes les estorbaban los comunistas; pero ahora les

estorban las autonomías, la autonomía de la voluntad porque quieren controlarte, controlar tu mente. Les amenazan la autonomía indígena, de las mujeres,

universitaria, de la instituciones, municipales, etc. Quieren imponer la construcción de una identidad espiritual y para que usted no decida le inmovilizan la conciencia

“Y esos grupos fundamentalistas religiosos están ligados y apoyados por empresas

transnacionales porque esto es un gran negocio, mercantilizar a esta masa a la que se le ha impuesto una construcción de mundo”.

Fabiola Pomareda García es periodista. Trabaja en la Asociación Voces

Nuestras, Centro de Comunicación Educativa, en San José, Costa Rica. Posee una Maestría en Periodismo de la Universitat de Barcelona/Columbia

University New York. Colabora con diversos medios nacionales y extranjeros.

EL EVANGELISMO MEDIÁTICO GANÓ ELECCIONES EN COSTA RICA

Wim Dierckxsens Feb.2018 Neoliberalismo

http://mariwim.info/?p=81

En Costa Rica el candidato de los medios de comunicación ´Enlace´ ganó la primera ronda de las elecciones presidenciales y el Partido Liberación Nacional, la socialdemocracia, no salió con la suya. La señal de televisiva “Enlace” que transmite en 120 países y así también en todos los cantones de Costa Rica fue factor decisivo en el triunfo del candidato evangélico Fabricio Alvarado del Partido Restauración Nacional (PRN). Esta millonaria maquinaria de organización/televisiva del cristianismo protestante evangélico fundamentalista, con oficinas en todo el continente y así también en Costa Rica, estaba detrás de la campaña de Fabricio Alvarado con su no esperado impacto en todo el país. Lo que llama la atención es que Liberación Nacional, o sea la social democracia, está de retroceso en Costa Rica como lo está en el mundo entero. Lo está al abandonar su misión social e histórica con la clase trabajadora, apoyando más bien las medidas globalistas y neoliberales a través de las últimas décadas que han erosionado los derechos económicos y sociales de la clase trabajadora y provocaron una creciente desigualdad económica en el en el mundo occidental entero y así también en Costa Rica.

En Costa Rica el candidato de los medios de comunicación ´Enlace´ ganó la primera ronda de las elecciones presidenciales y el Partido Liberación Nacional, la socialdemocracia, no se salió con la suya.

La señal de televisiva “Enlace”, que transmite en 120 países y también en todos los cantones de Costa Rica, fue factor decisivo en el triunfo del candidato evangélico Fabricio Alvarado del Partido Restauración Nacional (PRN/Vea: www.enlace.org/oficinas). En dicha página se puede ver y escuchar una entrevista del fundador de Enlace con el candidato ganador y su esposa (Véa:www.enlace.org/aqui-entre-nos-fabricio-alvarado-candidato-a-la-presidencia -de costa-rica). Es importante saber también que la hija de una predicadora de Enlace, no por casualidad, fue la candidata a la vicepresidencia.

No estamos hablando de un proyecto televisivo nacional. El socio mayor de Enlace es ´Lakewood Church´, una Mega Iglesia en EUA con 50 mil asistentes semanales en Houston (Vea para mayor detalle: www.lakewoodchurch.com). Es también la iglesia fundada por Joel Osteen del “Evangelio de la Prosperidad”, una iglesia fundamentalista al igual que lo es el neoliberalismo, que juntó una fortuna de unos 50 millones de dólares. Enlace acepta hasta tarjeta de crédito para ofrendar (Vea. www.enlace.org/ofrendar ).

225

Esta millonaria maquinaria de organización mediática del cristianismo protestante evangélico fundamentalista, con oficinas en todo el continente, estaba detrás de la campaña de Fabricio Alvarado con su no esperado impacto en todo el país. Ese impacto de su campaña ganó mayor terreno a partir del momento en que, justo antes del día de las elecciones, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (IDH) ordenó a Costa Rica garantizarles a las parejas del mismo sexo todos los derechos existentes en la legislación, incluido el derecho al matrimonio, sin discriminación alguna frente a las parejas. Este pronunciamiento se dio a raíz de una consulta del gobierno de Luis Guillermo Solís, considerado un triunfo para su Partido Acción Ciudadana (PAC).

La misma decisión fue una bandera de lujo para ser levantada por el candidato evangelista y su Partido Restauración Nacional (PRN) para hacer campaña justamente en contra de este fallo, predicando la importancia de conservar la ´Sagrada Familia´ y difundiéndolo por todos los rincones del país. De este modo el PRN ganó de manera decisiva en las provincias periféricas. El PAC, al llevar la bandera progresista de estar a favor de un estado laico y el matrimonio entre personas del mismo sexo, ganó en las provincias de la Meseta central donde está empadronada más del 80% de la población votante del país. Esta ventaja no fue suficiente para obtener el primer lugar a nivel nacional, pero si dio los votos suficientes para dejar al partido de Liberación Nacional en tercer lugar, el gran perdedor en estas elecciones.

Lo que llama la atención es que Liberación Nacional, la social democracia, está en retroceso en Costa Rica como lo está en el mundo entero. Lo está al abandonar su misión social e histórica con la clase trabajadora, al pasar a apoyar más bien las medidas globalistas y neoliberales en las últimas décadas, las cuales que han erosionado los derechos económicos y sociales de la clase trabajadora y provocaron una creciente desigualdad económica en el en el mundo occidental entero y así también en Costa Rica.

Los “socialdemócratas” apostaban a que Liberación Nacional quedaría en segundo lugar para poder triunfar en segunda vuelta. No dudaron incluso divulgar, a través de la televisión alemana ´Deutsche Welle´ en español, que el presidente Luis Guillermo Solís había renunciado a ser candidato a raíz de un escándalo llamado el ´Cementaso´, cuando en realidad nunca presentó su candidatura para ser reelecto ni podía haberlo hecho ya que el inciso 1- del Artículo 132 de la Constitución Política, el presidente o vicepresidente de la república que desee optar por la reelección presidencial deberá esperar a que transcurran ocho años después de finalizado su periodo de Gobierno. Debido a la polarización de las ideologías y los valores en la recta final de la campaña, el PRN y el PAC irán a segunda ronda al PLN. A la “socialdemocracia” le salió el tiro por la culata ya que el PAC logró el segundo lugar.

No se había conocido todavía el resultado final de este proceso electoral y el candidato socialdemócrata ya apostó contra el PAC para la segunda vuelta, extendiendo la mano al candidato del PRN en su próximo gobierno. Los cristianos evangélicos, sin embargo, no extienden la mano hacia otras religiones, es decir, no se destacan por su ecumenismo. Como fundamentalistas que son, más bien se caracteriza por ser una religión muy excluyente. La fe en la Virgen de los Ángeles no va con los evangélicos fundamentalistas, pero impulsa, cada año, el peregrinaje de más de 1,5 millones de costarricenses que caminan desde todos los rincones del país para agradecer milagros concedidos y hacer nuevas peticiones.

Es un hecho que el ecumenismo seguirá de repliegue en Occidente y también en América Latina. El ecumenismo más bien lo está reconstruyendo y potenciando el actual papa Francisco, desde la patria grande con una mirada universal hacia el Este. Su vocación por sacar a la Iglesia de su estado eurocéntrico y llevarla a las “periferias”, donde millones de seres humanos aguardan “una apertura a la trascendencia que afirme la centralidad de la persona humana”. No es este el horizonte de los cristianos evangélicos fundamentalistas.

Francisco multiplicó los gestos de cercanía y amistad con la Iglesia Ortodoxa tanto en Rusia como en Turquía. En diciembre de 2017 hubo un mensaje escrito de Su Santidad Francisco para el Presidente Xi Jinping, en el que le manifiesta su voluntad de invitarlo a Santa Marta para abogar juntos por la paz mundial duradera, al servicio de un mundo más fraterno y solidario, y su deseo de visitar China “cuanto antes”. Un personaje muy cercano al presidente chino Xi Jinping, exaltó al cristianismo en comparación con el budismo y otras religiones de Oriente.

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Los cristianos evangélicos fundamentalistas no son parte del movimiento ecuménico y esta actitud excluyente podría ser la razón de su derrota en la segunda vuelta. También es cierto que el fundamentalismo de los cristianos evangélicos no choca con el fundamentalismo neoliberal, lo que permite que partidos como la socialdemocracia hagan alianzas con los evangélicos. Los evangélicos lograron hacerse presentes en la política y la ´socialdemocracia´ fue puesta en cuestión con el ´socioliberalismo globalista´ que se abrazó desde 1994 lo que podrá dar espacio para que otras fuerzas políticas como el PAC en Costa Rica avancen hacia una propuesta que retome las raíces de un compromiso con los Pueblos y las clases Trabajadoras a fin de triunfar en la segunda vuelta o más tarde en la oposición.

EL CAPITAL A LA OFENSIVA/

-CONFLICTO EN EL AGRO URUGUAYO

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237669

Rodrigo Alonso

CELAG

El verano uruguayo se vio sacudido por la extensión de una serie de protestas de

productores rurales reclamando al Gobierno medidas urgentes para enfrentar lo que

entienden como una crisis de rentabilidad en el sector [1]. El movimiento de los “productores autoconvocados”, tuvo su origen por fuera de las gremiales patronales

agropecuarias tradicionales. Si bien inicialmente expresó el malestar de pequeños y medianos productores de diversos rubros, rápidamente fue apadrinado por los grandes

capitales agrarios y cuenta con el apoyo de todo el arco político de la oposición, las principales cámaras empresariales, las gremiales patronales rurales y la asociación de

dueños de medios de comunicación. Estos últimos convocaron y realizaron una extensa cobertura de lo que fue la primera demostración de fuerzas de este movimiento: una

concentración en una localidad en el interior del país el pasado 23 de enero, a la que

asistieron cerca de 6.000 personas [2].

Entre las medidas exigidas destacan la devaluación de la moneda, el abaratamiento de

costos (energético, impositivo) y la atención al problema del endeudamiento del

sector. Su principal planteamiento es que el “campo” está cargando con un Estado “ineficiente” y “gigantesco”, que debe ajustarse [3].

La economía política del malestar neoruralista

La clave general para entender la “crisis” del agro radica en el descenso de la renta agraria como consecuencia del fin del boom de precios de las materias primas a

mediados de 2014. El peso sobrevaluado permitió capturar indirectamente la renta

agraria y sostener el poder de compra externa del conjunto de la economía a costa de los márgenes del negocio agroexportador, debido a que el peso alto disminuye los

ingresos en pesos de quienes reciben dólares por sus exportaciones [4].

La disyuntiva no es nueva y la enfrentan todos los países exportadores de materias primas. Por un lado, la sobrevaluación del peso ante una oscilación abrupta de los

227

ingresos externos, permite contener la inflación y sostener el salario real, aunque a costa de un deterioro de la rentabilidad agrícola.

Esta presión sobre la rentabilidad del sector agropecuario lo impacta por lo menos de

tres maneras:

1. Como un problema de rentabilidad y sobrevivencia en las capas de productores

pequeños, que ya sea por su escala o por ubicarse en rubros particularmente

afectados, conviven con el riesgo de no poder continuar reproduciéndose a partir de su trabajo y el de su familia.

2. Como un problema de achicamiento de márgenes de rentabilidad en aquellos capitales más dinámicos y/o de mayor escala y en los propietarios de grandes

extensiones de tierra, manifestando una puja de carácter distributivo y no de crisis abierta.

3. Como una baja en los niveles de actividad de otro conjunto de capitales que funcionan de forma adyacente a los capitales agrarios (transportistas,

comerciantes, rematadores, veterinarias), lo que incluye un conjunto de

capitales y por ende trabajadores de varias ciudades del interior del país cuyo dinamismo depende directamente de la actividad de los enclaves agropecuarios.

El capital acaricia su “movimiento de indignados”

Lo anterior es la base que permite entender la potencia de esta “revuelta”. Expresa el malestar de todo un entramado social, compuesto por el pequeño y medio capital que

representa un sujeto dinámico e influyente en el interior del país, que consiguen un

poder de movilización más que relevante sobre todo cuando se articula con el agro-negocio y los grandes terratenientes.

De esta manera, llegamos a un punto en el que se está coagulando la transformación

de un malestar derivado de la crisis y del descenso de la rentabilidad de pequeños y medianos capitales rurales, en la rearticulación de la agenda del capital. Reclamos

legítimos de las capas más afectadas de productores acaban siendo capturados por propuestas de reconfiguración regresiva del proceso social y sirven de punta de lanza

en la disputa distributiva por la renta agraria de los capitales en general. Están confluyendo poder económico, político y mediático, con gente; lo que le brinda a la

derecha su propio movimiento de masas.

Ya instalado el conflicto a escala nacional, el clivaje que va cobrando forma es el de productores vs. Gobierno. De un lado, el trabajo, el esfuerzo y la producción. Por el

otro, el gasto, la comodidad y la mala administración. Una suerte de regreso al mito liberal originario que opone a las “fuerzas vivas de la producción” con el Gobierno que

malgasta su esfuerzo productivo. Por primera vez desde que gobierna el Frente Amplio

hay una base social genuina que se coloca en el centro de la escena y se moviliza activamente detrás de una plataforma derechista y con un discurso que busca

erosionar la legitimidad del Gobierno.

Son fuertes las similitudes con lo ocurrido en Argentina en ocasión de las movilizaciones del capital agropecuario contra las retenciones a las exportaciones en el

año 2008. La diferencia es que en el caso argentino la disputa estaba planteada

228

fundamentalmente en el plano impositivo, mientras que en Uruguay, la vía por la cual los capitales agrarios ven su rentabilidad disminuida es la cambiaria.

Lo que está en juego

Desde que comienzan a desaparecer los fundamentos que facilitaron la implementación de una economía política progresista y su pacto distributivo implícito (altos precios de

exportación e ingresos de capitales externos), lo que empieza a perfilarse en el

horizonte es cómo y sobre quién se va a procesar el ajuste. En este sentido, la derecha (social y política) como expresión directa del capital, logra impulso y gana la iniciativa

de cara a un año donde se concentran las negociaciones de todos los grupos salariales, y donde posiblemente estará de fondo el debate respecto a reformas laborales

regresivas.

Comienza a rearticularse una mirada más estratégica detrás de los grandes ejes de una plataforma neoliberal o de gestión de un capitalismo uruguayo sin altos flujos de

renta. El ajuste basado en el abaratamiento de los salarios y la reducción del gasto estatal, sobre todo el vinculado con los servicios sociales (educación, salud, seguridad)

y al sostén a base de planes sociales de la población excluida, cobra fuerza.

Por tanto, lo que empieza a jugarse cada vez con mayor claridad no es solo la elección de 2019 sino, sobre todo, la salida por derecha al cruce de caminos que se abre luego

de la crisis del modelo de gestión progresista del capitalismo uruguayo.

Por el momento, la reacción del Gobierno es intentar quebrar la unidad de los capitales agrarios y separar el problema por sectores, de modo que las compensaciones

necesarias a ofrecer para desarticular el foco de tensión sean menos costosas y no le impliquen desarmar el conjunto de finos equilibrios en los que se mueve a nivel de la

sociedad en general, en particular en un año de negociación salarial. El Poder Ejecutivo

ya realizó una serie de medidas (subsidios a los sectores más afectados, baja en los costos de la energía eléctrica y gasolinas y refinanciación de deudas)[5], que las

cámaras empresariales rurales y el movimiento de “autoconvocados” ya juzgaron como insuficientes.

El problema de fondo es que el entramado de capitales agrarios no puede resolver su

crisis de rentabilidad sin avanzar sobre el Estado y el precio de la fuerza de trabajo, por tanto, hay allí razones de índole orgánica que obligan a estos capitales a

emprender el camino del activismo político para resolver sus problemas de reproducción.

Por su parte, el Gobierno requiere recursos para ofrecer un programa creíble para el

pequeño y mediano capital capaz de evitar su crisis. Una parte de ellos puede conseguirlos con emisión de deuda para seguir ganando tiempo. Pero tarde o

temprano la disyuntiva se instalará y, o bien cede a las presiones y descarga el ajuste sobre su base asalariada, o bien avanza sobre el único lugar posible del cual extraer

plusvalor para redistribuir y ganar aliados en la pequeña producción: la renta del suelo

o renta agraria. Situar este último aspecto en el foco del debate, resulta clave para fisurar la unidad entre los capitales arrendatarios y los terratenientes.

229

Entre los años 2000 y 2015, a partir del empuje de los precios de exportación, la masa de renta agraria pasó de casi 350 millones de dólares anuales a 1.650 millones (ver

gráfica)[6]. Esto representó un incremento sustancial de los ingresos de los dueños de tierras, muchos de los cuales ni siquiera operan en sus propiedades y solamente viven

de las rentas, y de un incremento en las ganancias extraordinarias de aquellos empresarios que son a la vez productores y dueños del suelo. El Estado se apropia de

apenas el 8 % de esta masa de ingresos, fundamentalmente a través de impuestos.

Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados por Oyhantcabal-Sanguinetti, 2017 en base a

estadísticas oficiales.

En la construcción de condiciones políticas para avanzar sobre esta riqueza desde una

perspectiva redistributiva se juega la suerte de las fuerzas políticas que postulan un modelo de desarrollo inclusivo. Este movimiento puso en evidencia la importancia de

discutir seriamente quién se apropia y para qué se utiliza la renta agraria en Uruguay.

Notas:

[1] Ver: https://brecha.com.uy/campo-la-patria/

[2] Ver https://www.elobservador.com.uy/las-mejores-imagenes-la-concentracion-productores-rurales-durazno-n1163411

[3] Ver https://ladiaria.com.uy/articulo/2018/1/productores-detallaron-propuestas-

para-bajar-el-costo-de-un-estado-ineficiente-y-gigantesco-gobierno-analizara-reclamos-sector-por-sector/)

[4] El Tipo de cambio real de Uruguay respecto a Estados Unidos se encuentra un 30%

por debajo de la media histórica. Ver https://www.objetiva.com.uy/node/4918

230

[5] Ver http://www.lr21.com.uy/economia/1358341-medidas-gremiales-rurales-campo-vazquez

[6] Por un desarrollo más extenso de esta temática ver: EL AGRO EN URUGUAY:

RENTA DEL SUELO, INGRESO LABORAL Y GANANCIAS de Gabriel Oyhantcabal y Martín Sanguinetti, en Problemas del desarrollo. Volumen 48, Edición 189, Universidad

Nacional Autónoma de México. Publicado por Elsevier España, 2017. Disponible en ScienceDirect.

Rodrigo Alonso, investigador CELAG.

Fuente: http://www.celag.org/conflicto-agro-uruguayo-capital-la-ofensiva/

13 TESIS A PROPÓSITO DEL TRUMPISMO IMPERIALISTA DE REX TILLERSON Y SU EXPEDICIÓN

POR AMÉRICA LATINA

José Luis Ríos Vera

Rebelión

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237690

El Secretario de Estado del gobierno Trump, Rex Tillerson inició su gira por la región

con un discurso en la Universidad de Texas, el primero de febrero, en el cual se vuelven a traslucir los intereses de EU y su proyección imperialista en América Latina,

mas propiamente, se trata de la proyección de un imperialismo en decadencia. La presión golpista sobre Venezuela y el intervencionismo sobre Cuba y su proceso de

“transición de poder” de este año, vuelven a dar muestra de sus intereses imperiales, todo lo contrario a las disparatadas y engañosas voces y medios que repiten sin cesar

sobre una supuesta “indiferencia” del gobierno Trump respecto de América Latina

(http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-42770427).

En el discurso de Texas, se advierte sin ambages de una “dependencia excesiva” de

América Latina con China, así como también señala que la economía asiática busca

“llevar a la región bajo su órbita”. Sumido pues en una malograda especie de “discurso imperialista de la dependencia”, situado desde el punto de vista de la decadencia del

imperio, embistió a sus “rivales” China y Rusia y las relaciones construidas con Latinoamérica. Tillerson también planteó la existencia de “prácticas comerciales

injustas” con efectos nocivos en las “manufacturas, empleos y salarios” de los países de la región, ante lo cual, señaló que los gobiernos deben asegurar su “soberanía” de

“potenciales depredadores”, toda vez que América Latina no necesita de “nuevos poderes imperiales”. Al mismo tiempo, Rex Tillerson señaló a una Sudamérica

“bendecida” por sus riquísimos recursos energéticos, por lo que Estados Unidos está

“ansioso” por “ayudar a nuestros socios” en el desarrollo y explotación del gas y del petróleo. Por lo que puso manos a la obra y voló para México, Argentina, Perú,

Colombia y Jamaica con una sola agenda: despojo y transferencias de valor hacia su eje vía recursos naturales. Esto implica al menos tres elementos:

231

1) Subordinar la economía latinoamericana a una estructura complementaria a fin a sus procesos de valorización (lo que lleva a perpetuar el subdesarrollo)

2) Asfixiar al pueblo bolivariano (bloqueo petrolero)

3) Repeler a toda potencia geopolítica presente en la región.

Las siguientes tesis buscan aportar elementos para despejar el lugar de América Latina en la estrategia del imperialismo actual.

1

El siglo XXI irrumpió con el desafío al unipolarismo estadounidense. China ha logrado

convertirse en un rival altamente peligroso para esta supremacía. El PIB de China medido a paridad del poder adquisitivo (PPA) es mayor al de Estados Unidos desde

2014. El gigante asiático concentra en sus reservas más de 3 billones de dólares y alberga el monumental proyecto –de expansión imperialista– de la Franja Económica

de la Ruta de la seda y Ruta marítima de la seda del siglo XXI, con los que conectará a Europa, Asia y África mediante colosales obras de infraestructura –comercio, inversión

y financiamiento–, y en las que América Latina está llamada a participar (reafirmado

en la reunión de la Celac con China en enero 2018). China es el principal acreedor de la deuda extranjera de Estados Unidos. Respecto al PIB total, China está por arriba de

Estados Unidos. Este último contribuye con un 15.8% del PIB mundial y China un 17.1% en 2015. El PIB nominal de China será mayor que el de EU en 2019-2020. En

cuanto al PIB industrial, al igualar a 100 el PIB de EEUU en 2014, el de China es igual a 125, ello a precios constantes del año 2000; mientras que a precios corrientes EEUU

es igual a 100 mientras que el PIB de China equivale a 130 en el año de 2014. Tomando la participación de las exportaciones en el total mundial, en dólares

corrientes, puede verse que Estados Unidos participa con el 11.1% y China 4.9% en el

año de 2003, mientras que para 2015 Estados Unidos desciende al 10.8% y las exportaciones de China se elevan a 11.6%.

Puede entenderse la creciente expansión de China en cuanto a su capacidad

tecnológico-científica y sus objetivos para el año de 2025 de convertirse en hegemón global de la cuarta revolución industrial –esto es, en los sectores de inteligencia

artificial, robótica, aeroespacial, semiconductores, impresión 3D, automóviles autónomos y eléctricos, ciudades inteligentes, entre otros–. Y en lo que atañe a la

inversión militar, China tiene aún amplio margen para continuar con la dinámica de su rotundo crecimiento, aunque se encuentra en este rubro por debajo del gasto militar

estadounidense, pues en 2014 representa un tercio del gasto militar de Estados Unidos. (J. Valenzuela et all., 2017)

2

¿Cuáles son los fundamentos que explican la gran expansión de la economía China? Al

estudiar las relaciones transitorias de los imperios hegemónicos, es decir, el declive hegemónico de Estados Unidos frente a la nueva “amenaza” asiática, la mayoría de los

estudios dejan de lado esta inocente pregunta. Sin duda, la respuesta nos remite a la dimensión contemporánea del sistema mundial capitalista entretejida a la originalidad

histórica de las últimas seis décadas -por lo menos- del gigante asiático. Una

232

interpretación adecuada de la paradigmática tesis del marxista Ruy Mauro Marini, nos permite sostener el siguiente argumento. El estadio de mundialización imperialista

estuvo asociado a los procesos de profundización plena de la ley del valor, los cuales rigieron el establecimiento de los encadenamientos productivos globales. La revolución

tecnológica y la intensificación de la competencia intercapitalista, sentaron las bases para la nivelación de los procesos productivos (paquetes productivos, de inversión y

tecnología) y el establecimiento de una productividad e intensidad media del trabajo, con lo que dichos procesos efectivizaron a nivel global la homogeneización plena del

tiempo de trabajo socialmente necesario (ley del valor). Con ello, la poderosa palanca

de la plusvalía extraordinaria (motor del sistema capitalista), pasó a sustentarse cada vez más en la “superexplotación generalizada del trabajo” (Marini), esto es, a escala

global. Así, sostenemos la tesis según la cual, por contar con condiciones propicias para ello, China se articuló, de este modo, al mecanismo contemporáneo de “la ley del

valor en una economía globalizada”. Dejando de lado -por ahora- la originalidad histórica, económica y política de China -que es fundamental para responder a nuestra

pregunta inicial-, señalamos que tanto el proceso de relocalización de los capitales trasnacionales, junto con la captación de inversiones de capital internacional y la

centralidad de la superexplotación del trabajo, experimentados en China, son

elementos principales que ayudan a explicar la emergencia de esta nueva potencia, ello en función del proceso esencial que comanda el nuevo estadio de la ley del valor

en el sistema mundial del capital. (R.M. Marini, 1996)

3

Derivado de la extraordinaria expansión de la tasa de acumulación de China, la

creciente demanda de este país provocó el auge de los precios de materias primas y

alimentos en la primera década del siglo XXI –boom de los commodities–, convirtiéndose en el principal importador de estos productos de América Latina. Al

mismo tiempo, la economía asiática acrecentó sus inversiones en recursos naturales y energéticos en la región, con lo que Latinoamérica vendría a contribuir con enorme

relevancia en la definición de las nuevas tendencias económicas y geopolíticas del sistema capitalista. Aunado a esto, en un esfuerzo por establecer un mundo multipolar,

China y Rusia principalmente disputan hoy el control de la economía global a Estados Unidos.

4

Frente al declive de su economía, Estados Unidos ha acentuado entonces su poderío

militar, esparciéndolo por el mundo. En la actualidad, Estados Unidos concentra su estrategia en la fuerza y el militarismo para imponer su dominio mundial. Su belicismo

es consustancial a su estructura imperialista y está soportado por el incremento de los gastos militares y el financiamiento de múltiples guerras en sus últimos gobiernos,

más aun con el reciente discurso de Trump al Estado de la Unión y sus planes de

“modernizar y reconstruir” el arsenal nuclear.[i] Lo significativo es que esta vía militar para salvaguardar su hegemonía mundial es al mismo tiempo reflejo de su declive

económico. Por ejemplo, posterior a la debacle financiera de 2008 acaecida en el epicentro de la economía mundial, el régimen de Obama profundizó las guerras en

Irak, Afganistán y Somalia e inauguró una escalada bélica en Siria, Yemen, Libia y Ucrania.

5

233

En América Latina, el desafío al unipolarismo estadounidense también se ha hecho latente. Se experimentaron rebeliones populares que dieron paso a gobiernos

“progresistas” dispuestos a despojarse de las cadenas imperiales y abiertos a la construcción de nuevas relaciones con otros países de cara al multipolarismo.

Particularmente, Latinoamérica ha establecido nuevos vínculos con China, los cuales ha contribuido a la emergencia de esta nueva potencia –por medio del aumento en la tasa

de plusvalía, contrapesos a la caída de tasa de ganancia–. Este vínculo se pone claramente de relieve durante la primera década del nuevo siglo XXI con la

intensificación de la especialización productiva en la región –marcada por la

“reprimarización”– volcada a la exportación. Este vital desempeño del área, principalmente sudamericano, es lo que permite explicar el furioso contra-ataque del

imperio en la región, puesto en evidencia en el discurso del secretario de Estado Rex Tillerson en la Universidad de Texas (1/02/2018), un día antes del inicio de su “visita”

a cinco países de la región (México, Argentina, Perú, Colombia, Jamaica).

Es dentro de este cuadro que en América Latina han ocurrido procesos de contrarrevolución auspiciados por Estados Unidos a través de golpes de Estado

“institucionales” y, en otros casos, bajo la intervención militar directa –Haití en 2004 y Honduras en 2009–. La actual estrategia del imperio no es nueva. Con los resultados

conocidos hasta ahora del intervencionismo estadunidense, asociado a clases dominantes locales, esta política de “restauración conservadora” atraviesa su escalada

en Venezuela (2002/2010/2017/2018), Haití (2004), Bolivia (2008), Honduras

(2009/2017), Ecuador (2010/2018), Paraguay (2012), Brasil (2016/2018). Como señaló James Petras: “Cuando la nueva ola de guerras y golpes de Estado (de “cambio

de régimen”) para volver a imponer la unipolaridad fracasó, se pusieron en marcha políticas belicistas aún mayores que desplazaron a las estrategias económicas para

conseguir la dominación mundial” (Petras, 2017a).

6

En la actualidad, el globalismo estadounidense está inmerso en una crisis profunda, evidenciada en el año de 2008 y ratificada con la elección del gobierno Trump en 2016.

Este globalismo ha venido absorbiendo las contradicciones, sin poner fin a su fractura interna que encontraba en el régimen de Trump y su discurso de “nacionalismo

económico” y “pacificación en el exterior”. Así, militaristas, globalistas, demócratas y republicanos, integrados al establishment, han venido cercando al régimen trumpista.

Hasta ahora –aunque no sin contradicciones subyacentes– ha triunfado en el interior de Estados Unidos el paradigma imperialista-globalista, sustentado en la expansión

militar y la salvaguarda de la hegemonía mundial mediante la fuerza (Petras,

2017b). Esto permite explicar las nuevas escaladas militares en Siria y Afganistán, las amenazas y brutales agresiones a Corea del Norte, Venezuela y Cuba, las sanciones y

declaraciones belicistas contra Rusia e Irán, la crecientemente rivalidad antagónica con China, y el agravamiento del intervencionismo imperialista en América Latina, proceso

en el que se inscribe la “gira” del vicepresidente Mike Pence por cuatro países latinoamericanos (Argentina, Chile, Colombia, Panamá en agosto de 2017, y la reciente

“gira” del secretario de Estado Rex Tillerson por cinco países de la región.

En este sentido, la estructura imperialista actualmente amplifica sus tensiones, acentuándose sobre una base de crecientes rivalidades entre potencias, el

cuestionamiento al poder hegemónico mundial y la política militarista de mantenimiento de la hegemonía estadunidense. Hechos que agravan el

234

entrelazamiento de contradicciones y conflictos en nuestra región, así como a nivel mundial.

7

Como bien señala Atilio Boron, hasta aquí “conviene preguntarse por el lugar que Nuestra América ocupa en el dispositivo económico, político, cultural y militar del

imperio en esta etapa de transición geopolítica global” (2014: p. 23). A nuestro juicio,

la región está inscrita dentro de las coordenadas explosivas de la estructura imperialista global y de su actual ofensiva militarista.[ii]

Específicamente, a razón de una crisis aún más profunda en Venezuela, puede

presentarse un nudo potencial que coloque a Sudamérica en un escenario de guerra, ello mediante el entrelazamiento de poderosos intereses asentados en la región entre

las tres mayores potencias mundiales –Rusia, China y Estados Unidos– (Ugarteche y Negrete, 2017). De ser así, la devastación sufrida en Siria –intervención de distintos

ejércitos nacionales, guerra civil, destrucción de infraestructura y caos económico– se vuelve una lección importante para no soslayar en la región. (Claudio Katz, 2017; Atilio

Boron, 2017; Thierry Meyssan, 2017)

Así también, en el marco de los antagonismos por el dominio hegemónico global, los impactos de la actual escalada imperialista sobre América Latina alcanzan una

dimensión estructural (económico-político-social)[iii]. Para el imperialismo estadounidense la región se encuentra inscrita dentro de sus intereses económicos y

geopolíticos de conservación de la hegemonía y control global, por ende, Latinoamérica

constituye una de las principales regiones en que debe profundizar sus relaciones de explotación y dominio. Como señala Atilio Boron:

Más allá de la retórica y de las argucias diplomáticas, América Latina es, para los

Estados Unidos, la región más importante del planeta. Lo es por su valor estratégico, por su impacto regional y por su extraordinaria dotación de recursos naturales. [El

imperio busca, jlr] “retrotraer la situación del hemisferio al status quo imperante antes de la revolución cubana”. (Boron, 2014: p. 25-27)

Al salir a la superficie las enormes contradicciones de intereses con China y Rusia –que

acrecientan su presencia en la región–, el poder estadounidense asienta su estrategia socavando los intereses geopolítico-estratégicos de estas potencias en la zona, así

como sus esferas de poder conquistadas. Es esta estrategia la que se pone en evidencia con el discurso imperialista de Tillerson contra los “potenciales

depredadores” de la región. De este modo, Latinoamérica se encuentra entrelazada al juego de poder y de relaciones de fuerza entre las mayores esferas de influencia

económica y política del planeta. Veamos más de cerca esto.

El caso de Brasil es uno de los más relevantes. En desmedro de China, Estados Unidos concentra su interés en abrir espacios para sus gigantes corporativos en sectores

estratégicos –petróleo, electricidad, minerales– y en participar en las nuevas

concesiones del brutal periodo privatizador que encabeza el gobierno golpista de Michel Temer.[iv] Ello sin hablar de la nueva etapa de cooperación entre las fuerzas armadas

brasileñas y estadounidenses respecto a la base militar en el estado de Amazonas.[v] El caso de Argentina, con el gobierno de Mauricio Macri y su aproximación a Estados

235

Unidos, es otro ejemplo relevante de contraposición de intereses frente a China; incluso el presidente argentino ha ido más allá ofreciendo al gobierno estadounidense

territorio para una base militar. Estos dos casos contrastan con Chile y Ecuador (al menos antes de la traición de Lenin Moreno), que hasta ahora han mantenido

relaciones económicas con el gigante asiático sin mayor deterioro.

De igual modo, debemos señalar las reuniones secretas para establecer un acuerdo de libre comercio entre Argentina, Brasil y Alemania –economía exportadora y rival actual

del gobierno estadounidense–; también, cabe destacar las reuniones secretas de los países del Mercosur con la Unión Europea encaminadas a la realización de un tratado

de libre comercio entre ellos, lo que puede contravenir a los intereses estadounidenses.

En el caso de México, con el fin de revertir los problemas crónicos del déficit comercial

estadounidense, el gobierno Trump[vi] prosigue con su estrategia de desconocer acuerdos comerciales “injustos” –TLCAN y normas de la OMC– y de presionar para la

creación de nuevas y asimétricas relaciones bilaterales. Así, con lo poco que se ha

dado a conocer de las “rondas de negociaciones” sobre el TLCAN, éstas llevan la marca de esta estrategia, lo que pone de rodillas a la oligarquía local favorecida con el

tratado, al tiempo que redobla su condición dependiente y, por ende, –nunca se insistirá demasiado en esto– refuerza su lugar de socio subordinado a cualquier

costo.[vii]

8

De este modo, la nueva estrategia estadounidense, el avance de las relaciones sino-latinoamericanas y el conjunto complejo de las rivalidades interimperialistas –

EU/China/Rusia/UE/y sus efectos en Medio oriente y África– condenan a la región a experimentar una ofensiva mayúscula que la puede conducir a un agravamiento de sus

contradicciones en tanto economía dependiente. Bajo esta línea, Latinoamérica vería reforzar su papel histórico de estructura complementaria al proceso de valorización de

las economías centrales, esto acorde a la liberación de obstáculos que éstas requieren. Sabido es que América Latina históricamente ha desempeñado su papel económico-

social en función de su contribución a resolver los problemas de los países

hegemónicos en la estructura heterogénea del capitalismo mundial y de su división internacional del trabajo. Del mismo modo, en nuestros días, la región es de

importancia vital en la batalla estadounidense por la conquista de nuevos mercados y la profundización de los antiguos.[viii]

Los mecanismos de transferencias de valor al exterior –sea por servicios de deuda,

repatriación de ganancias, relaciones de intercambio desigual, concentración del monopolio tecnológico–, la superespecialización técnica con mayor capacidad de

creación de valor, los enormes procesos de des-acumulación –privatización, cesión de infraestructura como puertos, aeropuertos, oleoductos, gasoductos–, y la desposesión

del patrimonio territorial y de recursos naturales –petróleo, gas, minerales, agua, etc.,– adquieren en la región su mayor relevancia en una época de crisis estructural

del capital, así como en un cuadro de declive económico estadounidense, de

extraordinaria expansión de la economía china y acentuación de la rivalidad imperialista por la hegemonía global. Es dentro de este cuadro que América Latina

adquiere centralidad dentro de la actual ofensiva imperialista, lo que vuelve más actual y relevante la época de revolución.

236

9

La nueva estrategia imperial convoca a la región latinoamericana a desempeñar un

papel relevante en la redefinición y apuntalamiento económico y geoestratégico del

imperialismo estadounidense. Al decir del editorial del Global Times (3/02/2018), el imperio entiende a la región como “un seguro para su prosperidad”.

En consecuencia, esto impacta de modo cuantitativo y cualitativo en las estructuras

económico-político-sociales de la región, así como también, en los lazos hasta ahora construidos en las condiciones vigentes del sistema mundial –en los BRICS, por

ejemplo–.

La política America First de Trump implica toda una serie de acuerdos comerciales con mayor grado de subordinación a los intereses de Estados Unidos, una mayor retención-

recuperación de la inversión extranjera, una “reindustrialización”, una serie de políticas proteccionistas, un recorte de impuestos al gran capital y una desregulación

financierista. Así, esta política está sustentada en un ejercicio de control, explotación y subordinación sobre los países de la periferia, así como en la más elevada inestabilidad

y volatilidad de la economía mundial.

Por ejemplo, el endurecimiento de la política monetaria y fiscal del gobierno de Trump, arrastran a la huida de los capitales y profundizan los desequilibrios estructurales del

sector externo en la región –déficit comercial o de cuenta corriente–. Este problema de insuficiencia de divisas, que se agrava con la reorientación de la inversión extranjera

dirigida al redespliegue industrial trumpista, exige a los gobiernos latinoamericanos

acentuar la subordinación al capital extranjero y otorgarle aún mayores facilidades de acumulación y ganancias. Al no captar la proporción necesaria de capital-dinero, se

acentúa el deterioro de la inversión (en el marco de la austeridad presupuestal). Esto impacta con fuerza en la monstruosa pendiente del nivel de empleo y repercute en la

intensificación de las condiciones de superexplotación y precarización del trabajo.

De este modo, al influir las condiciones de superexplotación laboral en la debilidad del mercado interno –deteriorado con más fuerza por la devaluación y la inflación–, el

aparato productivo profundiza su fractura con la reducida estructura del consumo popular –ruptura del ciclo del capital–. En términos de la realización del capital, esto

empuja al tejido productivo a una mayor dependencia con el exterior, con lo que se recrea la espiral del capitalismo dependiente latinoamericano en el marco del

presente continuum depresivo global.

Por tales razones, observamos en la dinámica económica de América Latina la tendencia hacia el reforzamiento de las condiciones de dependencia, de los problemas

de soberanía y la asociación subordinada (crisis de las democracias) de los gobiernos

en turno con el imperio –negociaciones entreguistas–, hechos que reflejan el signo de los tiempos actuales bajo la ofensiva imperialista. El reciente papel de los gobiernos de

México, Colombia, Argentina y Perú en la reciente visita de Rex Tillerson destaca –entre otras cosas– por su colaboración con el imperio en los planes de bloquear el

petróleo de Venezuela.

Toda una serie de fenómenos se convierten en los síntomas de la actual condición dependiente de las economías de la región: el espejismo del alza en los precios de las

237

materias primas, la primarización de la economía, el deterioro del aparato productivo, el incremento de la deuda y la hemorragia monetaria a razón de sus servicios, la

contracción del gasto, la dependencia de las inversiones, el descenso de las mismas, el desempleo crónico, el desmantelamiento de las relaciones contractuales

capital/trabajo, el deterioro de los términos de intercambio, entre otros.

En los últimos años, la economía brasileña adquiere la mayor relevancia dentro de este cuadro señalado, mismo que la empantana tanto en la recesión como en la

desigualdad social. Asaltando la corona para salvar su bolsa, los grandes capitales predominantes bajo la égida de la fracción financiera local e internacional, lanzaron

una ofensiva que instauró el estado de excepción –un golpe de estado “institucional”– con el fin de recargar el enorme peso de la crisis económica y de la deuda pública en

las clases trabajadoras y populares, ofensiva que el partido golpista (PMDB) y aliados

denominaron “Puente para el futuro”.

Así también, dado el ímpetu actual de la política imperialista y de las relaciones de

dependencia, se han puesto en cuestión las deterioradas relaciones de soberanía de los

países latinoamericanos, lo que ha afectado su peso relativo en los asuntos internacionales y ha debilitado las relaciones de integración económica y política –a las

que apelara con la debida fuerza el comandante Hugo Chávez y la revolución bolivariana–. Organizaciones como la Celac o la Unasur no logran superar la pérdida de

su influencia. Sumado a ello, no se puede soslayar el invariante papel de los gobiernos subordinados al poder estadounidense –México, Colombia, Perú, Honduras– ya que,

doblegándose a las estrategias imperiales y trabajando en contra de la integración, sirven a la protección y mantenimiento del imperio, pasando con ello de una relación

infra-soberana al agravamiento autoritario de un Estado vasallo.

10

La actual estrategia imperialista hace evidente el agotamiento de la estructura productiva y mercantil de la economía latinoamericana. El patrón de reproducción del

capital imperante en la región, constituido como patrón dependiente de especialización productiva, se encuentra en el anacronismo de una estructura exportadora sustentada

en bienes primarios tradicionales –salvo excepciones como la de México, anclado en la

manufactura automotriz y electrónica de propiedad trasnacional–. Con la crisis de la economía mundial, dicho patrón ha llegado a su etapa de agotamiento. Esta dinámica

de reproducción del capital, a pesar de las relaciones que han construido con China, no escapa a su tendencia general de reproducción dependiente y superexplotativa –de

recursos naturales y fuerza de trabajo–, esto es, no elude su estructura monopolista de alta concentración del capital, desindustrialización y exclusión social.

De este modo, al colocar -dentro de la teoría marxista de la dependencia- una

problemática crucial para América Latina referente a sus relaciones con China en el siglo XXI, Jaime Osorio nos señala:

América Latina ha desempeñado un papel de primera importancia en los movimientos

en el sistema mundial que implican el desplazamiento de Estados Unidos como la principal economía del mundo… […] ha favorecido el paulatino incremento del paso de

la plusvalía absoluta a la plusvalía relativa en las zonas urbanas chinas, con las exportaciones de alimentos, el incremento del mercado interno por la vía de los

aumentos salariales, y la expansión de la estructura industrial, con las masivas

238

exportaciones de materias primas. […] Todos estos importantes movimientos en los cuales ha incidido la economía latinoamericana en el sistema mundial, lo vuelven hacer

redoblando los procesos que marcan su condición de dependencia y subordinación, y acrecentando a su vez el fundamento de la dependencia: la superexplotación de los

trabajadores, lo que permite incrementar la masa de valor apropiado por el capital local y trasnacional, por la vía de elevar el traspaso del fondo de consumo o de vida de

los trabajadores al fondo de acumulación del capital . (Osorio, 2016)

11

La factura endosada a las masas trabajadoras y populares, correspondiente a la crisis actual del capitalismo mundial, se conforma de distintos procesos, entre los cuales

señalamos los siguientes: una nueva fase de intensificación de la superexplotación del trabajo; la destrucción y estancamiento de la pequeña y mediana empresa; el

incremento de las tasas de desocupación y de la economía informal; la mayor precarización de las relaciones laborales (tercerización y subcontratación); la

vinculación de los empleos con la reproducción de las condiciones de pobreza; el

usufructo privado de gran parte de la riqueza social; la mayor concentración de riqueza y su contrapartida en la profundización de las desigualdades sociales; la acentuación

de los conflictos territoriales y su agravamiento en la disputa por los recursos naturales, todo lo cual pone a la orden del día el papel de la violencia estatal sobre los

pueblos; el aumento de la erosión de los derechos sociales. En conjunto, se trata de procesos que excluyen económica y socialmente al grueso de la población

latinoamericana, a la vez que atentan contra su nivel de vida.

12

En el marco del agotamiento histórico del sistema del capital, se advierte el desafío a las fuerzas populares. La evidencia de la desaprobación popular de la organización

económico-política del patrón de reproducción del capital y de los efectos de su agotamiento se refleja en la nueva etapa de polarización política, masificación de la

participación política, y en el periodo actual de inestabilidad política que la región alberga.

La fase actual imperialista se enfrenta a un movimiento de masas y confrontación

popular que ponen en entredicho sus proyectos y estrategias. El neoliberalismo pregonado por el imperio encuentra en América Latina su más firme oposición popular.

En contra de los proyectos del capital, la conciencia de las masas y su innegable

voluntad de participación y de transformación crecen y se intensifican con la ofensiva imperialista. Esto se hace evidente en Venezuela, con la victoria de la Asamblea

Nacional Constituyente en julio de 2017, y tres meses más tarde con los resultados electorales de los gobiernos estatales así como de las recientes elecciones municipales;

asimismo se constata con la intensificación de la lucha popular en Brasil articulada al “Frente Brasil Popular”, así como en las luchas experimentadas en Argentina, Chile,

Colombia y México, entre otros pueblos.

En este cuadro de crisis estructural del capital, las disputas entre las rivalidades hegemónicas e imperialistas y el lugar que ocupa América Latina dentro de las

contradicciones y antagonismos en curso llevan a la región a intensificar sus conflictos, enfrentar sus desafíos y a radicalizar sus soluciones. Se impone de nueva cuenta la

239

inquietud histórica del péndulo latinoamericano: los procesos de profundización de la revolución y su contrapartida de contrarrevolución.

13

Las distintas operaciones de cambio de régimen desplegadas en los últimos ocho años, bajo el gobierno de Barak Obama y el primer año de Trump, bien pueden sintetizar las

últimas cinco décadas de asedio y dominación imperialista sobre América Latina. Ante

las dificultades de promover sus intereses en la región, la superpotencia imperialista ha recurrido a prescindir de su estrategia basada en las “democracias gobernables” –

restringidas–, reactivando los regímenes de excepción, pero esta vez, bajo las condiciones institucionalizadas del “Estado de derecho”, la democracia electoral y los

derechos humanos –instituciones establecidas en la última etapa del siglo XX en el marco de dicha estrategia–. A este procedimiento de reactivación del régimen de

excepción, por vías jurídico-formales o “democráticas”, se le ha denominado “golpe blando”.

Asimismo, la ofensiva del imperio viene conjugando en la región una intervención

abierta –golpista– con el creciente despliegue de acciones agresivas expresadas en un lenguaje cada vez más violento –condenas, bloqueos, sanciones, imposiciones,

obstáculos, vetos, amenazas, agresiones, etc.–. Con ello, el imperio busca responder al

declive de sus relaciones con la región, pues durante mucho tiempo la ha considerado estratégicamente como uno de sus territorios de exclusividad.

Si algo unifica a las actuales posturas contrapuestas al interior del imperio

(trumpismo vs globalismo) es el interés económico y geopolítico por hacer prevalecer las décadas de hegemonía sobre Latinoamérica. Dicha convergencia entre estos dos

principales polos del poder imperialista hace más intensa la contraofensiva imperialista en la región.

Hoy en día, el imperio busca incidir mediante modificaciones sustantivas en las

relaciones económicas de América Latina con la economía mundial y las economías “competidoras”. Su objetivo es imponer una mayor subordinación a América Latina, así

como degradar su lugar en la integración global y la división internacional del trabajo por medio de: la intensificación de las transferencias de valor hacia su “orbita” de

acumulación, la reorganización de los aparatos productivos regionales, la reformulación a su favor de los encadenamientos productivos, la apropiación y profundización de

mercados y el fortalecimiento de mecanismos financieros.

De igual modo, Estados Unidos está “ansioso” (Tillerson dixit) de acceder y controlar un gigantesco reservorio de recursos naturales, materias primas, bienes

agroalimentarios, infraestructura y fuerza de trabajo de la región, pues esto representa

una condición de posibilidad para el control y dominio de la economía mundial frente a los retadores hegemónicos.

La crisis del sistema capitalista ha llevado al agotamiento histórico de la reproducción

del capitalismo latinoamericano por la vía del patrón exportador de especialización productiva. En este sentido, el progresismo sudamericano, volcado a la exportación de

bienes tradicionales a Asia, y la experiencia mexicana de una cuasi-anexión productivo-territorial con Estados Unidos llevaron a la profundización del subdesarrollo

240

y lo que conlleva: una mayor intensificación en la explotación de las clases trabajadoras, la depredación de los recursos naturales y la acentuación de las

desigualdades.

En el marco de la crisis estructural del capital y la crisis de la hegemonía imperialista, las contradicciones económico-político-sociales acumuladas en América Latina exigen

la ruptura con un orden social basado en la superexplotación del trabajo, la desigualdad y la exclusión social, la devastación del medio ambiente, el dominio

oligárquico postrado a los intereses del imperio y el impedimento a la libre determinación de los pueblos. En nuestros días, la región se encuentra en la lucha por

establecer una democracia sustantiva y emancipatoria que les permita a los pueblos latinoamericanos orientarse hacia el diseño colectivo de su propio destino y poner en

sus manos un campo abierto a su autodeterminación.

Notas:

[i] Como señala José Luis Rodríguez: “los gastos militares en EEUU –que alcanzaron un pico máximo de 758,0 miles de millones de dólares en el 2010 y representaban el

4,7% del PIB– en el 2015 descendieron un 21,4% computando 595,5 mil millones, con un valor equivalente al 3,3% del PIB. En ese sentido vale la pena recordar que existe

un programa de rebaja de los gastos del presupuesto federal, que incluye una

reducción en diez años de unos 487 mil millones de dólares de los gastos militares y de ellos ya entre el 2013 y el 2015 se redujeron en 54 609 millones. No obstante, la

administración de Donald Trump ha expresado que pretende incrementar nuevamente el gasto militar en unos 54 000 millones en el presupuesto 2017/2018”. (Rodríguez,

2017, p. 129.)

[ii] Así también señalan Alfredo Serrano y Silvina Romano: “Trump está mirando hacia

América Latina en un contexto en el que parece haber otorgado vía libre al Pentágono

como rector de la política exterior. La región latinoamericana es parte de los objetivos estratégicos de larga data para el gobierno del Norte” (Serrano Mancilla y silvina

Romano, 2017).

[iii] Alfredo Serrano se refiere por ejemplo a las distintas ofensivas de Estados Unidos sobre América Latina en el plano de la política cambiaria, monetaria, de asfixia y

presión mediática (v.gr propagando el default de Venezuela), política energética (precipitando hacia abajo el precio del petróleo) al tiempo de la búsqueda por activar el

interés estadounidense en una especie de alianza atlántica trilateral, Estados Unidos-

Unión Europea-América Latina y contrarrestar así el ascenso de China y Rusia en la región (BRICS). (Serrano Mancilla, 2015).

[iv] Por ejemplo, hay que entender aquí el involucramiento del gobierno de Estados

Unidos en el golpe de Estado en Brasil (2016), ligado a su interesada proyección tanto hacia los campos petroleros del “Pre-sal”, como a la riqueza de la Amazonía, así como

su interés en socavar las relaciones de ese país con el gigante asiático.

[v] Sobre esta operación denominada “Amazonlog 17”, una actividad militar conjunta (Brasil, Colombia, Perú, EU) en la ciudad de Tabatinga, Brasil, véase: Silvina

Romano, et all. 2017. Así también, hay que señalar que de acuerdo a Telma Luzzani (Territorios vigilados), América Latina cuenta ya con 76 bases militares, en las que

241

destacan 9 bases en Colombia, 9 en Perú, 2 en Paraguay, 3 en México, 1 en Argentina, 1 en Chile, y definiendo a Brasil como el país más rodeado por 25 bases

estadounidenses ( Atilio Boron, 2014: p. 267-276) .

[vi] La economía estadounidense encierra desde 1975 cuatro décadas con déficit comercial. En 2016, su déficit en la balanza de bienes supera los 500 mil millones de

dólares, lo que aunado al elevadísimo nivel de endeudamiento público (más del 100% del PIB), el trumpismo busca por todos los medios endosarlos al mundo, más aun, al

mundo subdesarrollado. El déficit con México (mejor sería decir, con las trasnacionales asentadas en México), es de alrededor del 9%, equivalentes a 63 mil millones de

dólares en 2016; con China asciende a 343 mil millones de dólares para el mismo año, lo que da la pauta para una intensificación de la hostilidad estadounidense (guerra

comercial) hacia la economía asiática.

[vii] El bloque en el poder en México cuyo resumen se expresa cabalmente en la posición del Estado mexicano frente a la renegociación del TLCAN, se rige en la

actualidad por una paradigmática condición de dependencia comercial, financiera,

tecnológica y militar. Ello se vuelve a corroborar con el discurso de los altos mandos del Estado, en el que, ante los temores de ver en la tumba al TLCAN, vienen señalando

la existencia de un “Plan A” y un “Plan B” del Estado mexicano. Luis Videgaray, canciller mexicano plantea: “Más de la mitad del intercambio actual entre ambos

países, dijo, ocurre fuera del TLCAN, se hace con las reglas de la Organización Mundial de Comercio y los aranceles que podrían imponerse de uno y otro lados, aun sin

tratado, son francamente bajos; difícilmente impedirían que siguiera existiendo el comercio […] eso es algo muy importante [de] transmitir a todos nuestros socios”.

Rosa Elvira Vargas, La Jornada, 9 de noviembre de 2017. El ex secretario de Hacienda

y actual candidato presidencial del gobierno en turno, José Antonio Meade Kuribreña, reafirma el camino de la dependenciaabsoluta: “la integración de

Norteamérica va más allá del acuerdo comercial… estamos optimistas, porque la distancia entre la Organización Mundial de Comercio y el Tratado de Libre Comercio se

ha venido acortando. Si queremos darle a Norteamérica una ventaja con respecto a otras regiones del mundo necesitamos profundizar en la integración.” Israel

Rodríguez, et al., La Jornada, 10 de noviembre de 2017. Como se observa, la síntesis de los “dos” planes (con y sin TLCAN) tiene una misma invariante: postración ante EU.

[viii] Por ejemplo, entiéndase el agravante caso de la comercialización de armas de

Estados Unidos a la región -para no hablar de su espiral de venta de armas al mundo- inscrita en su estrategia guerrerista central para contrarrestar su declive económico:

“En un informe reciente del Security Assistance Monitor se afirma que las notificaciones

de ventas comerciales de armas de EEUU a América Latina y el Caribe suman más de la mitad del total a nivel mundial (351 millones de 662 millones de dólares), siendo

potencialmente la mayor región receptora a nivel mundial. Esto demuestra que persiste un gran interés en recolonizar el Patio Trasero, profundizando la dependencia

armamentística y militar”. (Alfredo Serrano y Silvina Romano. Ibid.)

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UNA AMÉRICA LATINA SIN PRESIDENTAS

https://www.nytimes.com/es/2018/02/09/opinion-piscopo-mujeres-poder-america-

latina/?action=click&contentCollection=opinion&region=rank&module=package&version=highlights&conte

ntPlacement=1&pgtype=collection

Por JENNIFER M. PISCOPO 9 de febrero de 2018

SANTIAGO — En el momento en que la presidenta chilena, Michelle Bachelet, abandone el cargo en marzo, no habrá ninguna presidenta en América Latina.

En un momento de 2014, la región llegó a tener cuatro presidentas: Laura Chinchilla en Costa Rica, Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, Dilma Rousseff en Brasil y Bachelet. Ahora, no parece muy probable que tengamos presidentas en América Latina en el futuro cercano.

América Latina ha aprovechado las leyes de acción afirmativa para reducir la brecha de género en el liderazgo político como ninguna otra parte del mundo. No obstante, si esta región pretende conservar el terreno avanzado y contribuir a garantizar que las mujeres sigan ascendiendo a las principales posiciones de la política, América Latina debe tener muy claro hasta qué punto sirven los recursos legales para impulsar el ascenso de las mujeres.

Si bien las leyes que establecen cuotas mínimas de candidatas para puestos legislativos han creado oportunidades para que las mujeres progresen en sus carreras políticas, no han logrado transformar las percepciones tradicionales sobre la persona que debe estar al frente de un país.

Un número significativo de mujeres tuvieron acceso a los congresos nacionales gracias a las cuotas de género. Argentina aprobó la primera ley en el mundo que establecía cuotas para el número de candidatas al congreso en 1991. En virtud de esa ley, los partidos políticos estaban obligados a nominar mujeres por lo menos para el 30

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por ciento de los cargos disponibles. Tras una modificación reciente, ahora dispone que la mitad de los escaños de cada partido en el congreso deben estar ocupados por mujeres. En la actualidad, solo quedan dos países de América Latina que no han promulgado leyes de cuotas de género o paridad aplicables a los candidatos legislativos.

Las mujeres ocupan más del 35 por ciento de los asientos legislativos en Costa Rica, Ecuador, México y Nicaragua. El Congreso de Diputados de Bolivia tiene mayoría femenina y ocupa el segundo lugar mundial en mayor representación parlamentaria de mujeres. En Estados Unidos, por ejemplo, las mujeres representan solo el 19 por ciento de la Cámara de Representantes y el 22 por ciento del Senado.

Muchas de las leyes de cuotas de género no se limitan a aumentar el número de candidatas. Varias instruyen a los partidos políticos a colocar a mujeres en posiciones favorables en las boletas electorales y asignar parte de su presupuesto a capacitación para el liderazgo femenino.

Aunque estas leyes de acción afirmativa contribuyen al progreso de las mujeres, no las mantienen a salvo de las crisis políticas.

En una región que ya se había acostumbrado a tener mujeres en el poder, Bachelet, Kirchner, Rousseff y Chinchilla encabezaban partidos populares de larga trayectoria política cuando fueron electas presidentas. Las tres presidentas de izquierda —Bachelet, Kirchner y Rousseff— también aprovecharon la “marea rosa”, una oleada de líderes de izquierda que inundó a América Latina entre 1998 y 2016.

Durante este periodo, las materias primas experimentaron un auge que impulsó la economía de la región. Gracias a la abundancia de recursos, los países pudieron ofrecer más beneficios sociales a los trabajadores, a los más pobres, los indígenas, la comunidad LGBT y las mujeres.

Pero la bonanza no podía ser eterna: las economías comenzaron a desacelerarse y aumentó inquietud sobre la inseguridad. Los ciudadanos se sintieron desilusionados y los partidos de larga tradición y sus coaliciones se debilitaron. Los electores decidieron deshacerse de la mayoría de los políticos tradicionales, varones y mujeres por igual.

Por desgracia, las mujeres fueron las más afectadas, lo que hizo evidente que todavía existe una doble moral en la actitud hacia los líderes dependiendo de si son hombres o mujeres.

El consenso general es que la presidencia de Chinchilla fue un fracaso, a pesar de que la economía creció entre un cuatro y un cinco por ciento durante su mandato. El apoyo que tenía Bachelet se desplomó después de que surgieron rumores sobre supuestas actividades ilícitas de su hijo y su nuera que generaban ganancias en el sector inmobiliario; en

245

contraste, al parecer el presidente electo Sebastián Piñera no se vio afectado por el rumor de que falsificó facturas para financiar de manera ilícita una campaña.

En 2016, el senado brasileño destituyó a Rousseff y, sin pruebas de su enriquecimiento personal, la sometió a un juicio por prácticas contables que por mucho tiempo se habían considerado normales en Brasil. Cuando sustituyó a Rousseff, el presidente Michel Temer designó únicamente a hombres de raza blanca para integrar su nuevo gabinete, en un país donde la mayoría de los ciudadanos no son blancos. Temer enfrentó hace poco acusaciones de corrupción más graves que las hechas en contra de Rousseff e incluso se dijo que ordenó a sus subordinados pagar sobornos. De cualquier forma, sobrevivió la votación para someterlo a una destitución.

Ni la izquierda ni la derecha parecen querer candidatas estos días en América Latina. La izquierda, favorita para ganar al concluir el mandato de Chinchilla en Costa Rica, ignoró a la lideresa política de larga trayectoria Epsy Campbell Barr. A pesar de que sus índices de aprobación eran más altos que los de sus competidores varones, Campbell Barr, destacada política de ascendencia africana, perdió la nominación de su partido para las elecciones presidenciales.

En cuanto a la derecha, la política y ex primera dama mexicana Margarita Zavala tenía buenos porcentajes en las preferencias ciudadanas, pero no parecía probable que ganara la nominación de su partido. A finales del año pasado anunció en un video, en el que critica al partido por cerrarle puertas, su decisión de lanzar una campaña independiente para la presidencia.

No se trata de casos aislados. Mi investigación demuestra que los partidos políticos —tanto de derecha como de izquierda— nominan a menos mujeres cuando los ciudadanos creen que la economía está mal. Los partidos políticos de ambos extremos también nominan a menos mujeres cuando la competencia es más cerrada. En América Latina, el clima de desilusión ha provocado la creación de nuevos partidos. Cuando los ciudadanos tienen más opciones, cada partido puede ocupar menos escaños y, al parecer, cuando hay menos escaños en juego los partidos no están tan dispuestos a arriesgarse nominando mujeres.

Que más mujeres ocupen cargos tampoco significa que exista menos discriminación o menos acoso. El techo de cristal prevalece.

Aunque América Latina se ubica por encima del promedio global en cuanto al número de mujeres que desempeñan cargos gerenciales de alto nivel, solo representan el cinco por ciento de los cargos en consejos de administración en seis de las mayores economías de América Latina. En

246

muy pocas ocasiones las mujeres encabezan delegaciones de su partido en los congresos y no hay ninguna mujer en los comités de mayor prestigio.

En Colombia, un estudio reveló que casi una cuarta parte de las funcionarias electas sentían que sus voces no eran tomadas en cuenta y sus partidos les negaba recursos y el 40 por ciento de las alcaldesas reportaron algún tipo de tratamiento sexista. En algunos casos, la resistencia a la participación de las mujeres en la política puede llegar a expresarse de forma violenta. Desde hace tiempo, los partidos tergiversan las cuotas pidiendo a las mujeres que renuncien después de ganar la elección: Juana Quispe, una concejala de Bolivia, murió a consecuencia de una golpiza que recibió por negarse a renunciar.

Es indispensable contar con leyes de género y paridad —las cuales tienen con un amplio respaldo popular— que los políticos no puedan desmontar. Incluso Chile, un país conservador, implementó una ley de cuota de género para el congreso, gracias a la cual casi se duplicó el número de mujeres tras las elecciones más recientes, en que la derecha regresó con fuerza.

No obstante, se necesitan cambiar actitudes culturales y combatir la impunidad en los casos de violencia de género para acabar con el sexismo y la hostilidad que impide a las mujeres llegar a posiciones de poder.

Costa Rica ha confrontado las ideas tradicionales sobre las características que deben tener las personas que ocupan puestos de mando al aplicar cuotas de género a la sociedad civil. Por ley, en los cargos más importantes de liderazgo de las organizaciones de la sociedad civil debe existir paridad de género. Esta disposición es aplicable a organizaciones de beneficencia, humanitarias y de servicios sociales, lo que significa que ahora hay presencia de varones en posiciones que históricamente carecían de ella.

Después de todo, si más mujeres asumen puestos de poder en la política y los negocios, los hombres tendrán que hacer algo más.

ESTADÍSTICAS DEL CRIMEN EN MÉXICO: SERIES HISTÓRICAS 1926 – 2008

https://ppiccato.shinyapps.io/judiciales/

Introducción

Gráfica

Tablas y descargas

Mapas

247

Introducción Pablo Piccato[1] Columbia University

Sara Hidalgo Columbia University

Andrés Lajous Princeton University

En esta página de internet se pueden consultar las series históricas de estadísticas del crimen en México entre 1926 y 2008. Estas series son resultado de un trabajo de compilación de fuentes históricas y contemporáneas apoyado inicialmente por el U.S.-Mexican Center de la Universidad de California en San Diego a través del proyecto sobre Administración de Justicia en México, y de la actualización de dicha investigación en el año 2017 con apoyo del programa “History in Action” de Columbia University. Esta introducción describe brevemente el material que aquí se presenta y señala algunas de las limitaciones y posibilidades de dicho material como fuente para estudios sobre la criminalidad, el sistema judicial y, en general, sobre la sociedad mexicana a lo largo del siglo XX.

Las series están compuestas por los números reportados de presuntos delincuentes y delincuentes sentenciados según el crimen por el que fueron procesado, el año en el que el que fue registrado, y el estado de la república en el que ocurrió. Además de las series históricas de delitos, se incluyen datos sobre el total anual de accidentes de tránsito, así como de sus víctimas, ya sean muertos o lesionados. Considerando que los datos originales sólo están reportados como totales y no como tasas, se agregó también un serie de población anual desde el año 1901 hasta el año 2008 basada en la interpolación de censos y conteos llevados a cabo por Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) cada diez o cinco años. Esta serie de población permite calcular tasas de delincuentes procesados, accidentes y víctimas por cada 100,000 habitantes, brindando así la posibilidad de establecer comparaciones entre estados y en el tiempo sin que las diferencias poblacionales afecten la interpretación de los datos. La mayoría de los datos fueron tomados de los anuarios estadísticos anuales o bianuales que publicaron la Dirección General de Estadística de las Secretaría de Economía, de Industria y Comercio, y de Programación y Presupuesto, desde los años veinte y que a partir de los años ochenta del siglo pasado publica INEGI. Los datos para el periodo 1997 - 2008 provienen del proyecto del INEGI “Estadísticas judiciales en materia penal” que a diferencia de los anuarios estadísticos contienen datos sobre todos los delitos, no sólo aquellos que eran seleccionados para ser publicados en los anuarios estadísticos. En el caso de los datos de accidentes de tránsito, éstos fueron tomados del proyecto de registros administrativos de INEGI: “Accidentes de tránsito terrestre en zonas urbanas y suburbanas”.

La investigación que condujo a estos resultados se llevó a cabo durante los últimos meses del 2002, y se actualizó en los primeros meses del 2017. En una fase inicial se identificaron y consultaron todas las fuentes disponibles en bibliotecas y archivos del Distrito Federal. Éstas consistían principalmente en anuarios estadísticos y otras publicaciones oficiales, así como los pocos trabajos académicos que habían recopilado parcialmente este tipo de material. En una segunda fase del proyecto, se capturaron los datos en un archivo electrónico. Estas dos etapas fueron llevadas a cabo con gran esmero por Laura Rojas bajo la supervisión de Pablo Piccato. Más adelante, los datos de la primera fase fueron verificados y corregidos para asegurar su consistencia por Victoria Basualdo. La actualización que hoy se presenta contiene

248

datos que llegan hasta el año 2008, año en que el INEGI cambió definitivamente la definición de los delitos que registró en su proyecto de estadística judicial que llega hasta el año 2012.

La principal dificultad que enfrentó la compilación de datos fue establecer series consistentes y de larga duración considerando la diversidad de criterios de recopilación en las fuentes primarias. Las categorías que dividen la información aquí presentada son las mismas que las instituciones que recopilaron la información hasta el año 2009 utilizaron, cuando inició la implementación del nuevo sistema de justicia penal. Esto quiere decir que durante la sistematización de los datos evitamos imponer categorías y formas de análisis contemporáneos, y mantuvimos la clasificación diseñada por esas instituciones.

Las categorías básicas, sin embargo, siguen vigentes: “presuntos delincuentes”, o simplemente “presuntos”, son las personas que fueron presentadas ante el juez o el ministerio público como sospechosos de delitos.[2] “Sentenciados” refiere al número de personas encontradas culpables por un jurado o un juez de primera instancia. Uno de los aspectos interesantes de la revisión de los anuarios estadísticos, es el cambio en el tiempo de los delitos reportados. Algunos años se reportaron algunos delitos y otros no, y a veces en distintos años se reportaron a distinto nivel de desagregación. Cabe aclarar que los datos presentados a partir de 1997 provienen de las bases de datos originales de INEGI y no de los reportes de los anuarios estadísticos. Esto se debe a que entre 1997 y 2008 se registran varios cambios en las categorías reportadas en los anuarios, y al contar con la fuente original con la que se hicieron los anuarios se pudo dar continuidad a las series. Por ejemplo, en estos años se dejaron de reportar de forma agregada delitos como “Daño a propiedad ajena”, “Injurias”, “Abuso de confianza”, entre otros, y se empezaron a reportar delitos como “Secuestro” y “Contra el medio ambiente”[3]. No obstante la decisión de presentar series continuas, los datos de los anuarios estadísticos 1997 - 2012 también fueron compilados en el mismo formato que el resto de los datos en esta página y pueden ser descargados directamente en este vínculo.

Los tipos de crimen listados utilizan las clasificaciones contenidas en las fuentes, basadas a su vez en los códigos penales. No hemos utilizado categorías que agrupan diversos delitos (“crímenes contra las personas”, por ejemplo), pero sí nos hemos concentrado en los delitos que por mayor regularidad aparecen listados, pues algunos de los delitos registrados fueron contabilizados durante muy pocos años, porque pocos llegaban a los tribunales. Es probable que en algunos casos fueran agrupados por los compiladores originales del material dentro de la categoría “Otros delitos”. No obstante, todos los datos que aquí presentamos permiten comparaciones de largo plazo porque se refieren a una selección de los delitos que durante todo el siglo atrajeron la atención de las autoridades judiciales.

Los delitos del fuero federal fueron listados separadamente porque las autoridades que se hacían cargo de ellos eran distintas de las autoridades locales que atendían los crímenes del fuero común. Las fuentes siempre distinguieron ambos fueros. Esto quiere decir que el número total de los delitos perseguidos por las distintas autoridades judiciales debe ser el resultado de la suma de ambas categorías. Los delitos del fuero federal, sin embargo, constituyen por lo general un número menor en comparación con los del fuero común.

Es necesario tener en cuenta los límites de la información estadística que aquí publicamos: se trata de información de origen judicial. Los datos sobre arrestos y sobre quejas presentadas ante los agentes del ministerio público (que no necesariamente se convirtieron en consignaciones) se encontraron en forma consistente sólo para unos pocos años, por lo que no fueron incluidos en este proyecto. Su recopilación y análisis corresponde mejor a investigaciones de tipo local, debido a que la organización y funcionamiento de los cuerpos de policía ha sido mucho menos homogéneos que los del sistema judicial. Adicionalmente, los datos de origen judicial sólo reflejan los casos en los que las autoridades judiciales fueron

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alertadas, dejando de lado los casos en los que las víctimas resolvieron no presentar una denuncia o el conflicto se resolvió de manera informal antes de llegar al ministerio público[4].

[1] The new edition of this webpage has been possible thanks to the support of the Department of History,

Columbia University, through the History in Action Faculty Initiative Fund. Comments or questions can be sent to pp143\[at\]columbia.edu

[2] A partir de 1953, se comenzó a definir como presuntos sólo a los sospechosos declarados “bien presos”

por los jueces. El efecto de corto plazo de este cambio de este cambio se puede observar en las gráficas de presuntos por 100,000 (Gráficas 1 y 4), aunque las tendencias generales no parecen haber sido afectadas por el nuevo criterio. Véase Rafael Ruiz Harrell, Criminalidad y mal gobierno (México: Sansores y Aljure, 1998). Otros tratamientos de la evidencia cualitativa mexicana incluyen a Distribución, tendencia y ritmo de la criminalidad en la República Mexicana. Periodo 1940-1977, (México: Inst. Mexicano de Ciencias Penales, 1987); Alfonso Quiroz Cuaron, La criminalidad en la República Mexicana y el costo social del homicidio, Derecho penal contemporáneo 29 (México: UNAM, 1958); Alfonso Quiroz Cuarón, José Gómez Robleda, and Benjamín Argüelles, Tendencia y ritmo de la criminalidad en México, D.F. (México: Instituto de Investigaciones Estadísticas, 1939); Alfonso Quiroz Cuarón., La Criminalidad en la República Mexicana (México: UNAM, 1958). La constitución de 1917 y posteriormente las reformas a los códigos de procedimientos penales desplazaron la responsabilidad de investigación de los jueces al ministerio público.

[3] En el caso de “Delitos contra la salud pública”, se tomó la decisión de continuar la serie con ese

identificador, pese a que el INEGI a partir de 1997 empezó a categorizar el delito como “Delitos en materia de narcóticos” siguiendo el código penal federal. Sin embargo algunos estados de la república dentro del sus códigos penales estatales tipificaron los “Delitos contra la salud pública” como delitos del fuero común.

[4] Para una discusión sobre los límites de este material, en particular las diversas distorsiones que afectaban

a delitos en particular, véase Pablo Piccato e Ira Beltrán, “Crimen en el siglo XX: Fragmentos de análisis sobre la evidencia cuantitativa,” en Ciudad de México: Los últimos cien años, los próximos cien años, ed. Ariel Rodríguez Kuri y Sergio Tamayo (México: Universidad Autónoma Metropolitana, en prensa, también disponible como documento de internet ; Pablo Piccato, City of Suspects: Crime in Mexico City, 1900-1931 (Durham, N.C.: Duke University Press, 2001), 221-22; Pablo Piccato, A History of Infamy: Crime, Truth, and Justice in Mexico (Berkeley: University of California Press, 2017), 271-277.

LA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD NACIONAL DE ESTADOS UNIDOS APROBADA EN 2018

https://forocontralaguerra.org/2018/02/10/la-estrategia-de-seguridad-nacional-de-estados-unidos-

aprobada-en-2018/

10 FEBRERO, 2018 ESTAMOSENGUERRA DEJA UN COMENTARIO

Alejandro Torres Rivera*

10 de febrero de 2018

El pasado 30 de enero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump,

compareció ante el Congreso y Senado de Estados Unidos para presentar su

¨Mensaje sobre el Estado de la Unión¨. Esta obligación surge del mandato

establecido en el Artículo II, Sección 3 de la Constitución de Estados Unidos. El

mismo dispone que el presidente, ¨de tiempo en tiempo dará al Congreso

información sobre el estado de la Unión y recomendará para su consideración

medidas que juzgue necesarias y convenientes¨.

Como hemos señalado antes, esta tradición de comparecer ante el Congreso la

inicia el primer presidente estadounidense Jorge Washington en su mensaje

250

efectuado en 1790. En el año 1801 el presidente Thomas Jefferson alteró la

tradición limitándose a enviar su mensaje por escrito, lo que continuó ocurriendo

hasta que llega a la presidencia Woodrow Wilson en 1913, el cual retoma la

tradición iniciada por el presidente Washington.

Quienes leyeron o escucharon al presidente Trump en su discurso, recordarán que

en materia de seguridad nacional, colocó a la Federación Rusa y a la República

Popular China como estados ¨rivales¨ de Estados Unidos. El tema del terrorismo,

que durante los pasados presidentes había sido el eje de la discusión en materia

de seguridad, particularmente luego de los sucesos del 11 de septiembre de 2001,

pasó a un segundo plano. Específicamente, Trump se refirió a Rusia y China

recabando del Congreso el apoyo a su propuesta de modernizar y reconstruir el

arsenal nuclear del país. A la misma vez ubicó, por un lado, a países como la

República Islámica de Irán, la República Popular Democrática de Corea como

países vinculados al terrorismo; y por otro lado, a la República de Cuba y la

República Bolivariana de Venezuela como estados comunistas o socialistas sobre

los cuales también Estados Unidos deberían presionar para modificar sus

gobiernos. Fue en esencia un regreso al discurso, ya en parte trascendido, que

caracterizó el mensaje de los presidentes estadounidenses durante el periodo de la

guerra fría.

Estas declaraciones del presidente Trump no son el producto de un exabrupto.

Tampoco son declaraciones impensadas, ni periféricas o accidentales dentro del

marco de este tipo de mensaje. Tienen su asidero en el documento recientemente

aprobado y dado a conocer por el gobierno de Estados Unidos titulado ¨Summary

of the 2018 National Defense Strategy of the United States of America:

Sharpening the American Military´s Competitive Edge¨.

Este documento, hecho público apenas unos días antes del discurso, es la porción

desclasificada de un documento más detallado y amplio en el cual Estados

Unidos delinea su estrategia militar para los próximos cuatro años.

El documento comienza señalando que al presente Estados Unidos se encuentra

¨emergiendo¨ de un período caracterizado por una ¨atrofia estratégica¨ donde las

ventajas militares competitivas se han erosionado y el orden mundial establecido

ha venido a menos. En su redacción queda establecido como umbral, que a partir

de la formulación de esta nueva estrategia, será la competencia entre Estados

Unidos y sus ¨rivales¨ y no el terrorismo, donde radican los fundamentos del

accionar futuro de dicho país en materia de seguridad nacional.

251

La parte introductoria del documento señala que en la nueva estrategia, la

República Popular China se considera un competidor económico ¨que intimida a

sus vecinos¨, mientras militariza el Mar del Sur de China. En torno a la

Federación Rusa, indica que ésta ¨ha violado las fronteras de naciones vecinas y

utiliza su poder de veto sobre asuntos económicos, diplomáticos y decisiones

relacionadas con la seguridad de sus vecinos.¨ Respecto a la República Popular

Democrática de Corea, señala que a pesar de las sanciones impuestas por las

Naciones Unidas, el país mantiene una retórica descuidada y fuera de la

legalidad; mientras en el caso de la República Islámica de Irán, indica que su

gobierno mantiene una actitud violenta, representando el mayor peligro y desafío

para la estabilidad del Medio Oriente.

La propuesta de cambio que formula la nueva estrategia de defensa se centra en

la importancia de aumentar la capacidad letal de Estados Unidos. Para ello

propone mejorar una Fuerza Conjunta que tenga la capacidad de operar con sus

aliados y que permita a su vez mantener la influencia y el balance de poderes

necesario a los intereses de Estados Unidos en el orden internacional. No hacerlo,

indica, degradaría la influencia de Estados Unidos, terminaría la cohesión

existente hoy con sus socios y reduciría el acceso del país a los mercados,

declinando así la prosperidad y los niveles de vida de los estadounidenses.

Para la prosperidad y seguridad de Estados Unidos, su principal desafío es lograr

un renacer que a largo plazo le permita en términos competitivos enfrentar lo que

llama ¨naciones revisionistas¨, ello en referencia a la República Popular China y

la Federación Rusa, a los que acusa de sostener modelos de gobierno autoritarios.

Como tal, plantea el peligro que Estados Unidos enfrenta si China, por ejemplo,

logra posicionarse en la región Indo-Pacífico estableciendo allí un nuevo orden

desplazando la hegemonía que hoy mantiene Estados Unidos en esa zona del

mundo. El documento propone colocar ambos países en un sendero transparente

y de no agresión.

En el caso de la Federación Rusa, el documento alude a sus avances frente a los

países que hoy comprenden e integran la Organización del Tratado del Atlántico

Norte (OTAN). Al hacerlo denuncia el uso del poder de veto por parte de Rusia

en asuntos gubernamentales, económicos y decisiones diplomáticas para alcanzar

tales fines y volver en su favor cambios en las estructuras de países europeos, y

del Medio Oriente.

252

El documento acusa a la República Popular China y a la Federación Rusa de

menoscabar el orden mundial existente, mientras denuncia a países como la

República Popular Democrática de Corea y la República Islámica de Irán de

desestabilizar sus respectivas regiones con el desarrollo de sus capacidades

nucleares y su apoyo al terrorismo. Indica el documento que estos países han

aumentado sus esfuerzos para expandir conflictos armados estableciendo nuevos

frentes, violentando principios de soberanía, aprovechándose de la ambigüedad

de algunos países.

En el caso del primero, denuncia su interés en incrementar el desarrollo de sus

armas nucleares, biológicas, químicas, convencionales y no convencionales, al

igual que el desarrollo de su capacidad para la producción de misiles con el

propósito de obtener influencia sobre Japón, Corea del Sur y el propio Estados

Unidos. En el caso del segundo, indica que el propósito que persigue es el

respaldo a acciones terroristas y el desarrollo de sus sistemas de misiles.

Tanto la República Popular China como la Federación Rusa

y estos otros países, indica el documento, compiten al

presente por espacios de poder. Para ello han contribuido a

incrementar esfuerzos en conflictos armados ampliando el

uso de la coerción en diferentes frentes, violando los

principios de soberanía, aprovechándose de la ambigüedad e

interviniendo con la línea que divide los asuntos civiles de

los objetivos militares.

Uno de los aspectos que el documento destaca es la intención de Estados Unidos

en mantener su presencia y permanencia militar en países como Iraq y

Afganistán. Como podemos recordar, han sido varios los presidentes de Estados

Unidos que han ofrecido al su pueblo concluir la intervención militar en estos dos

países. En el caso de Afganistán, la intervención militar de Estados Unidos se

remonta a finales del año 2001 como parte del ultimátum dado al gobierno del

Talibán tras los ataques a la Torres Gemelas y al Pentágono el 11 de septiembre

de 2001; y en el caso de Iraq, la determinación del presidente George W, Bush de

eliminar las supuestas armas de destrucción masivas que nunca fueron

localizadas.

253

Que se indique en el documento que Estados Unidos pretende mantener su

presencia en estos dos países es indicativo de que la presencia estadounidense

nunca logró realmente su llamada pacificación y que dentro de los intereses de

Estados Unidos en la lucha contra sus ¨rivales¨ en la región de Asia Central, éstos

habrán de jugar un rol de importancia como parte de su estrategia de seguridad.

Dentro de las propuestas de desarrollo de nuevas capacidades defensivas y

ofensivas para Estados Unidos, se incluyen nuevas tecnologías

computadorizadas, el desarrollo de inteligencia artificial, una mayor autonomía

operacional para las fuerzas armadas, el uso de robótica con fines militares, la

biotecnología y otros desarrollos análogos en las ciencias, todos ellos puestos en

función de las necesidades militares del país. El documento toma nota también

del desarrollo del terrorismo a escala transnacional y el desarrollo de

organizaciones criminales, no sólo capaces de penetrar los sistemas de

informática de Estados Unidos, sino también de producir daños a los sistemas de

defensa y gobierno del país.

Otro de los aspectos que destaca el documento es la importancia que reviste para

la nueva estrategia de seguridad la integración de los esfuerzos que al presente

llevan a cabo distintos departamentos como son los de Estado, Tesoro, Justicia,

Energía, Seguridad Interna, Comercio, USAID, así como otros componentes de

la comunidad de inteligencia y policía de manera que se construyan alianzas

operacionales entre estas instancias. No se trata sin embargo de una idea novel.

De hecho, los cambios operados en Estados Unidos en materia de seguridad

desde los ataques a las Torres Gemelas y el Pentágono, ya planteaban con

carácter de urgencia atender este compartir de información entre los distintos

componentes de seguridad en Estados Unidos. Esta propuesta comenzó a

estructurarse con las primeras Ordenes Ejecutivas promulgadas por el presidente

George W. Bush tras los atentados, seguidas por la aprobación de la Ley

PATRIOT y otras leyes relacionadas con la seguridad nacional de Estados

Unidos. Lo mismo ocurrió a partir de esos sucesos, con el compartir de

información entre los diferentes componentes de seguridad e inteligencia dentro

de las fuerzas armadas en su relación con otros países, y el compartir de

información crítica entre los organismos de seguridad civiles dentro de Estados

Unidos y las jurisdicciones estatales y territoriales.

El documento identifica tres regiones a escala global en torno a las cuales la

nueva estrategia de seguridad nacional habrá de dedicar gran atención: la región

254

Indo-Pacífico, Europa y el Medio Oriente. Como parte de la inversión de

recursos, se menciona modernizar las fuerzas nucleares, incluyendo aspectos de

comando, control, comunicaciones e infraestructura de apoyo; el desarrollo de la

presencia y capacidad de combate de Estados Unidos en el Ciberespacio; el

mejoramiento de las funciones de comando, comunicaciones, computadoras,

inteligencia, vigilancia y reconocimiento; el mejoramiento de los sistemas de

misiles; mejorar la capacidad de atacar diversos objetivos mediante redes de

misiles; la presencia de fuerzas de tierra, aire, mar y del espacio con capacidades

de desplazamiento, operación, sobrevivencia, maniobras y regeneración en

cualquier escenario de ataque; el desarrollo de las capacidades autónomas por

parte de tales fuerzas de combate utilizando medios de inteligencia y equipos que

compitan con los del contrario; y el desarrollo de capacidades logísticas que

incluyan municiones, activos móviles, almacenaje y relaciones de Estados

Unidos con sus socios y aliados.

Se trata en primera y última instancia, sin embargo, de iguales mecanismos de

defensa y seguridad a los que recurren países a los cuales Estados Unidos

demoniza en el documento, en la protección de su independencia y soberanía,

haciendo lo propio dentro de sus respectivas fronteras. Así las cosas, lo que

Estados Unidos reclama como permisible desde el punto de vista de seguridad

para sí mismo, aparentemente no es permisible para otros Estados.

La nueva estrategia de seguridad nacional propone también el mejoramiento en el

reclutamiento de efectivos militares y civiles, así como trabajar con el

mejoramiento de los socios y aliados de Estados Unidos; ampliar sus actuales

alianzas en las regiones Indo-Pacífico, Europa a través de la OTAN, las

coaliciones existentes en el Medio Oriente y aquellas que existen a nivel del

Hemisferio Occidental. Sobre estas últimas, el documento hace un llamado al

mantenimiento por parte de Estados Unidos de su liderato en ella. Finalmente

llama la atención el señalamiento en torno a atender las amenazas terroristas que

hoy se desarrollan en África.

Ciertamente el documento hecho público por el gobierno de Estados Unidos, a

diferencia del contenido del discurso que el presidente Trump presentó el pasado

30 de enero ante el Congreso, omite toda referencia a países como Cuba y la

República Bolivariana de Venezuela. Sin embargo, tal omisión no debe señalarse

como una inconsistencia. Recordemos que el documento circulado es la parte que

ha sido ¨desclasificada¨ por el propio gobierno; es decir, debemos presumir que

255

hay otras partes importantes que no han sido dadas a conocer al público. El que

Trump haya mencionado en su mensaje sobre el estado de la Unión a Cuba y

Venezuela, sin embargo, debe sugerirnos que ¨algo¨ en torno a estos dos países

podría estar contemplado en el documento oficial no desclasificado.

Independientemente de la secretividad que sobre esa otra parte del documento se

guarde, sabemos que tanto Cuba como la República Bolivariana de Venezuela

están desde hace tiempo dentro de las coordenadas de intervención de Estados

Unidos con los países de nuestra región. Para ambos, hace ya años Estados

Unidos ha venido desarrollando importantes programas de desestabilización

económica, política, diplomática y militar. Serán los pasos y las acciones que

Estados Unidos vaya dando más adelante las que nos darán la certeza de que en

efecto, Cuba y Venezuela sí están presentes en tan importante documento sobre

seguridad nacional de Estados Unidos.

*PRESIDENTE DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE PUERTO RICO

ENTREVISTA AL FILÓSOFO FRANCO "BIFO" BERARDI

Una mutación social acecha a la humanidad

El pensador señala el riesgo de un mundo que prioriza el papel del economista y donde la política pierde eficacia.

Bifo. En Europa la decisión política es impotente cuando se trata de redistribuir la riqueza producida por los trabajadores”, subraya el filósofo.

FENOMENOLOGÍA DEL FIN. SENSIBILIDAD Y MUTACIÓN CONECTIVA (Caja

Negra) se titula el reciente libro de Franco “Bifo” Berardi, investigador y activista italiano y una de las figuras

más conocidas del movimiento autonomista de su país. Berardi es autor de, entre otros volúmenes, LA FÁBRICA DE LA INFELICIDAD;GENERACIÓN POST-ALFA y LA SUBLEVACIÓN, en los que abordó las transformaciones del trabajo y de la subjetividad provocadas

por la globalización y la financiarización de la economía: la desterritorialización, la precarización del empleo, el declive de la burguesía y el proletariado y su paulatina reemplazo por el “cognitariado” y la clase ejecutiva financiera, el sometimiento de los trabajadores por dispositivos de automatización y control, cuyos efectos incluyen la dificultad para crear formas de solidaridad y de relación cuerpo a cuerpo.

El título no llama a engaños: es un libro crepuscular, tanto por el diagnóstico al que nos enfrenta como por su tono, que –como sucedía en algunos ensayos de Paul Virilio– infunde una sensación de urgencia, de inminencia ante la posible catástrofe, aquí nombrada como de escala evolutiva, que exige al lector una disposición anímica alerta e imaginativa.

256

¿De qué fin se habla aquí? “De la concepción moderna de humanidad”, sintetiza Berardi, debido a la abstracción y la aceleración frenética provocadas por la transición tecnológica hacia el entorno digital. La exposición incesante a flujos de información, en convergencia con un nuevo modo del capitalismo (el “absolutismo capitalista”, lo llama), corroe las capacidades humanas de empatía, supera las posibilidades neuronales de atención, debilita las condiciones para transformar la esfera social a través de la voluntad política, todo lo cual desencadena otros finales: del goce, de la crítica, de la decisión política, de la sensibilidad (la facultad de “comprender lo tácito”), del erotismo (la habilidad “de percibir el cuerpo del otro como una extensión viva de mi propio cuerpo”).

En este intercambio –vía correo electrónico– comenta qué efectos tiene esto en nuestra sensibilidad, y por qué cree que, ante la pérdida de eficacia de la política, es la hora de desconectar de las “concatenaciones estresantes” que sólo conducen al pánico, la soledad y la depresión.

–En su libro sostiene que asistimos a una mutación antropológica y cognitiva. Uno de los ejes es el pasaje desde un modo de relación de los cuerpos con el mundo que podía procesarse a través de la conjunción, que implica la apertura hacia el otro, el intercambio que da lugar a sentidos antes inexistentes, hasta la esfera de la conexión, una forma más abstracta y simplificada, donde la producción de significado obedece a patrones preconfigurados y en la que cada agente interactúa de manera solo funcional. Conjunción versus conexión. ¿Podría desarrollar esta tensión?

–Conjunción, para mí, es la modalidad de comunicación entre organismos conscientes y sensibles que interpretan signos y producen sentido en una situación contextual. En la conjunción la interpretación no implica solo reconocimiento de reglas sintácticas, sino la intuición de lo que no se dice verbalmente pero pertenece a la relación entre cuerpos situados en una dimensión sociocultural singular. La conexión es una condición de interpretación y producción de significado que no implica los cuerpos, la situación y el contexto, sino solo el reconocimiento de patrones (pattern recognition), de estructuras semióticas incorporadas en la técnica. Detrás de la distinción entre conjunción y conexión me interesan los efectos sociales y antropológicos. La conectivización del intercambio comunicacional en la generación que aprendió más palabras de una máquina que de un cuerpo-voz está provocando una verdadera mutación de la actuación cognitiva y del psiquismo colectivo. La infosfera conectiva habilita una aceleración del flujo de estimulación neural cuyos efectos en la psicoesfera son problemáticos. El aislamiento y la hiperestimulación neural están provocando una epidemia de depresión y pánico, una transformación brutal de la percepción del otro.

Solos ante las pantallas. Berardi nos advierte que en el presente debemos ser conscientes de la pérdida de efectividad de la decisión política y de la legislación. “Esto es una consecuencia de la incorporación de automatismos técnicos en la comunicación, en el lenguaje y en la economía”, sostiene.

–Usted focaliza la distancia cada vez más insalvable entre los flujos ininterrumpidos de información y la limitada capacidad del cerebro humano para procesarlos. ¿Qué consecuencias trae para la mente individual y social este salto de escala?

–La crítica, como facultad de discernimiento entre verdadero y falso, entre bueno y malo no es un dato natural de la especie humana. La facultad crítica se forjó en la transformación técnica moderna: la difusión del texto escrito, poder leer los enunciados secuenciales permite la comprensión crítica. Hay un tema de

257

ritmo, de temporalidad de la interpretación: cuando la infosfera se hipersatura, cuando el cerebro humano está hiperestimulado, la capacidad de distinción y discriminación se entorpece. La tempestad de mierda de la cual habla Byung Chul Han (En el enjambre). Hoy se habla mucho de fake news, las noticias falsas difundidas en las redes sociales, pero siempre las hubo en el discurso público. Sólo que en el pasado la mente individual y colectiva podía discernir el sentido de la verdad y la mentira. La experiencia social se fundaba sobre una capacidad crítica que ha sido la condición de la democracia. La irracionalidad de la mente social no es un efecto de malas intenciones, que seguro no faltan, sino del fallecimiento de la crítica.

–“Las leyes no tienen hoy ninguna fuerza frente a la circulación global de los algoritmos financieros, ni ante la potencia desterritorializada de las empresas globales”, comentó hace poco. Sabemos, con todo, que lo que se ha llamado neoliberalismo vino acompañado no por una disminución, sino por un andamiaje robusto de regulaciones. Un ejemplo: el Acta sobre Ciencia y Tecnología Avanzada sancionada por el Congreso de los EE.UU. en 1992, que al permitir la apertura de la red al comercio, posibilitó la Internet que hoy conocemos. ¿No es preciso estar atentos a los dispositivos jurídicos, políticos, gubernamentales concretos, si queremos pensar en alguna forma de autonomía?

–Claro que tenemos que estar atentos a lo que pasa a nivel jurídico, político e ideológico. Pero también tenemos que ser conscientes de la pérdida de efectividad de la decisión política y de la legislación. Esto es una consecuencia de la incorporación de automatismos técnicos en la comunicación, en el lenguaje y en la economía. La experiencia de la última década, sobre todo en Europa, nos mostró que la decisión política es impotente cuando se trata de redistribuir la riqueza producida por los trabajadores, porque la distribución de la riqueza está escrita en los automatismos financieros del Pacto Fiscal Europeo de 2012. Lo que pasó en Grecia en 2015 fue una prueba irrefutable de la muerte de la decisión política y de la impotencia de la democracia, en el mismo país que ha inventado la palabra democracia hace veinticinco siglos.

–Menciona que tres figuras clave de la modernidad, el intelectual, el guerrero y el comerciante, han sido reemplazadas hoy por el artista, el ingeniero y el economista, a quien describe como un “falso científico” encargado de reducir el poder de los otros dos y ponerlo al servicio de la acumulación. ¿Cómo es eso?

–He intentado dibujar la historia social de la época moderna a través de algunas metáforas y figuras. Me interesa en particular la separación entre el ingeniero y el poeta, entre el conocimiento científico y la imaginación artística, que es una consecuencia de la reducción de la formación, la educación y el sistema escolar y universitario a meras herramientas para la acumulación financiera. El declive de la enseñanza humanística, la introducción de criterios puramente económicos en el pensamiento científico y en la innovación tecnológica son los efectos más evidentes y peligrosos de la sumisión del conocimiento al provecho económico. En este contexto, la figura del economista domina abusivamente el panorama cognitivo. ¿Qué es la economía? ¿Una ciencia? No me parece. La ciencia se define ante todo por su objeto, por la capacidad de formular leyes universales que nos permiten prever los acontecimientos futuros. La economía no tiene un objeto independiente de su actuación, y por ende me parece una técnica, no una ciencia. El problema es que esta técnica pretende reglar las otras formas de conocimiento según un principio que no pertenece a la ciencia, sino al interés de una minoría. La reducción de la dinámica social al provecho

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económico devino el dogma central del pensamiento contemporáneo: no se puede decir, pensar ni investigar nada si no sirve a la acumulación de capital.

–También advierte contra los riesgos que puede asumir el intento del cuerpo conjuntivo de tomar una revancha frente a las fuerzas de la abstracción y la conexión: la forma fascista y violenta de la identidad, que busca cancelar la riqueza de la diferencia entre los seres humanos. ¿Es posible escapar de esta alternativa mortal entre la conexión algorítmica y el retorno agresivo de la conjunción identitaria?

–La actual emergencia de una ola identitaria, racista, fascista de dimensiones impresionantes, es la prueba de una revuelta de los impotentes. No podemos cambiar la relación social a través de la actuación política racional; la comunidad territorial está estropeada por la violencia financiera. El sentimiento común se vuelve hacia la venganza, la reivindicación identitaria y la violencia contra el extranjero, acusado de ser responsable del empobrecimiento. Como no podemos liberarnos del hiper-poderoso automatismo financiero, agredimos a quien es más impotente que nosotros. Es la misma dinamita que llevó alos trabajadores alemanes a elegir a Hitler y a agredir a los judíos en los años 30 del siglo pasado.

–Ante un diagnóstico preocupante, propone algunos “tratamientos”. Señala como primer paso “desvincularse de las concatenaciones estresantes”, y luego, ir hacia un “reajuste neurológico de la relación con la infoesfera”. Añade que este no será ya un trabajo de la política, sino del arte, la educación y la terapia. ¿Cómo lo imagina?

–No se trata de elaborar un programa político o terapéutico, sino de prestar atención a una mutación profunda y irreversible, imaginar prácticas de readaptación y, al mismo tiempo, de conciencia. La conciencia de los efectos patógenos es el primer paso para empezar a transformar nuestra actuación y nuestras expectativas. El arte tiene aquí un papel decisivo. Hoy para actuar una transformación política necesitamos reactivar energías psíquicas perturbadas, y para hacer eso necesitamos una creación propiamente poética, artística.

–La mutación contemporánea, dice, se manifiesta en patologías de soledad, pánico, depresión. ¿No es posible, pese a estar en este entorno conectivo, que las personas “hagan algo” para sí y para otros: enamorarse, aprender, comprometerse a dar batallas, buscar su felicidad? Y por otro lado, ¿vislumbra nuevas formas de gozo, de erotismo, de disfrute?

–Claro que las personas siguen haciendo algo, pero gozan menos y menos, porque están perdiendo la percepción de la singularidad de los acontecimientos, de los gestos, de las palabras. Intentan enamorarse y actuar políticamente, pero el tiempo se ha hecho tan escaso, tan nervioso que el placer sexual parece en peligro. Según David Spiegelhalter, autor de Sex in numbers, la frecuencia de los contactos sexuales se redujo drásticamente en los últimos veinte años. Miguel Benasayag y Gérard Schmit escribieron un libro importante sobre las pasiones tristes, sobre la depresión difundida entre los jóvenes. Los últimos cuarenta años han sido la época de la guerra neoliberal de todos contra todos llamada competencia, y la época de la conectivización de la comunicación social. Con respecto a lo nuevo: no podemos saberlo hasta que no lleguemos a una transformación del modelo de apropiación de la técnica y a una reactivación de la

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imaginación colectiva del futuro. Eso presupone un proceso que llamo “movimiento”, reactivación consciente de las energías nerviosas del cuerpo social. Es una paradoja: necesitamos un movimiento pero no están las condiciones cognitivas para reconocer empáticamente la presencia del otro. No se trata de una paradoja política, se trata de una paradoja más profunda: psíquica y cognitiva.

FENOMENOLOGÍA DEL FIN. SENSIBILIDAD Y MUTACIÓN CONECTIVA. FRANCO “BIFO” BERARDI TRADUCCIÓN: ALEJANDRA LÓPEZ GABRIELIDIS. 360 PÁGS. $ 375

SASKIA SASSEN. VENDRÁN GUERRAS URBANIZADAS E INFINITAS

La socióloga sostiene que los combates se libran en las urbes, entre ejércitos profesionales y fuerzas irregulares.

https://www.clarin.com/revista-enie/ideas/saskia-sassen-vendran-guerras-urbanizadas-

infinitas_0_BJ-sIKi8f.html

En el siglo XXI, la vocación de seguridad nacional se ha convertido en una

causa importante de inseguridad urbana.

El paradigma tradicional de seguridad en nuestras democracias de corte

occidental no logra acomodarse a un rasgo clave de las guerras actuales:

cuando las grandes potencias van a la guerra, los enemigos que ahora

confrontan son combatientes irregulares. No tropas organizadas en

ejércitos, sino combatientes “por la libertad”, guerrillas, grupos terroristas.

Algunos hacen causa común y se agrupan tan fácilmente como luego se

dispersan. Otros se involucran en guerras que parecen no tener fin.

Lo que suelen tener en común estos combatientes irregulares es que

urbanizan la guerra. Las ciudades son el espacio en donde tienen una

buena oportunidad de combate, en donde pueden dejar una marca que

los medios de comunicación globales podrán recoger. Esto es en desmedro

de las ciudades, pero también del típico aparato militar de las grandes

potencias de hoy. La principal diferencia entre los conflictos de hoy y las

dos guerras mundiales de la primera mitad del siglo XX es la fuerte

260

asimetría entre el espacio de guerra de los ejércitos tradicionales y los

combatientes irregulares.

Los combatientes irregulares alcanzan su máxima efectividad en la ciudad.

No pueden derribar aviones fácilmente, ni enfrentar tanques en campo

abierto. En cambio, atraen al enemigo hacia las ciudades, y socavan la

ventaja principal de las potencias actuales, cuyas armas mecanizadas son

de poca utilidad en los espacios densos y estrechos de la ciudad.

Hemos podido ver un ejemplo de esto en Irak, desde 2003, cuando EE.UU.

y sus aliados fueron a la segunda guerra contra este país. Al igual que en

Vietnam, este conflicto fue en la época actual uno de los primeros casos

importantes de guerras asimétricas, muy bueno para examinar cómo los

combatientes irregulares pueden arruinar un gran ejercito convencional.

Mientras que el ataque al ejército regular de Irak constituyó una guerra

corta, una guerra casi sencilla (peleada y ganada en gran parte desde el

aire durante seis semanas de un bombardeo absolutamente superior, por

el cual el ejército iraquí quedó destruido), la guerra en tierra todavía no ha

terminado.

A su vez las guerras urbanas actuales ni siquiera priorizan el combate

directo. Más bien producen urbanizaciones y des-urbanizaciones forzosas.

En muchos casos, como ocurrió en Kosovo, la gente desplazada

incrementa las poblaciones urbanas. En otros, como en Bagdad, la

limpieza étnica expulsa personas (en ese caso los emigrados “voluntarios”

sunitas, cristianos y de otros grupos religiosos, que habían convivido desde

hace mucho tiempo en las grandes ciudades de Irak).

En efecto, las fuerzas de combate a menudo evitan la batalla. Su principal

estrategia es ganar el control del territorio, por medio de la expulsión del

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“otro”, con frecuencia definido en términos étnicos, religiosos, tribales o

políticos. Su táctica principal es el terror causado por notorias atrocidades,

como es el caso de Sudán del Sur, escenario de una guerra brutal y

sangrienta que parece no tener fin, enfrentamiento entre dos hombres

fuertes (y anteriormente colaboradores), o como en el Congo, donde

tropas irregulares que pelean por el control de la riqueza minera han

matado a millones de personas.

El ejército occidental aprende. EE.UU. posee actualmente campos de

entrenamiento en donde se reproducen distritos urbanos “árabes”, y ha

tomado del ejército israelí la práctica de entrar a un barrio densamente

poblado no por sus calles, sino cruzando entre las casas, un camino

paralelo al de la calle, corriendo desde una habitación interior a otra,

haciendo huecos en las paredes, y lidiando con los locales a medida que se

les aparecen.

Aprendieron, sobre todo, que la ciudad misma se ha convertido en un

obstáculo. Y si bien es cierto que pueden simplemente destruir una ciudad

a fuerza de bombas (como hemos visto que ocurrió en Alepo y otras

ciudades, bombardeadas por el gobierno sirio y sus aliados) no hemos

visto recientemente algo parecido a la destrucción total del ataque nuclear

a Hiroshima o los bombardeos a Dresde.

¿Por qué? ¿Qué es lo que hace que la ciudad sea un objetivo

problemático, complejo para las grandes potencias militares? Pensemos

por qué 6 millones de personas, incluyendo los “cascos azules” de

Naciones Unidas, asesinadas en el Congo rural durante la pasada década a

manos de ejércitos regulares e irregulares, son tan escasamente

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mencionadas por los medios de comunicación globales, mientras que 13

personas asesinadas en Londres es nota de tapa en todo el mundo.

Para los medios de comunicación es sin duda más sencillo informar sobre

hechos ocurridos en grandes ciudades que los que ocurren en los pueblos

y en el campo. Pero incluso cuando esas muertes “remotas” son

invocadas, el impacto y el compromiso que provocan no es tan fuerte

como cuando ocurren atentados terroristas en las ciudades. Este

compromiso con lo urbano va más allá de los ataques a las personas:

cuando un edificio de importancia histórica o una obra de arte es

destruida, puede generar notables reacciones de horror, dolor, tristeza,

melancolía… ¿pero 6 millones de personas asesinadas en el Congo? Nada.

Esto es tan impactante como revelador. ¿Es que la ciudad es algo que

hemos realizado juntos, una construcción colectiva en el tiempo y el

espacio? ¿Es porque en el corazón de la ciudad se encuentra el comercio y

la civilidad, no la guerra… aunque muchas ciudades hayan sido erigidas al

principio como fortalezas? Ciertamente, la resonancia global de los hechos

trágicos en las ciudades explica por qué grupos pequeños de jóvenes

airados, heridos, o solitarios contemplan la posibilidad de pequeños

ataques terroristas en sus ciudades: la atención de medios globales,

particularmente si esos ataques ocurren en ciudades que no son parte de

la estrechamente definida “zona de guerra”.

El nuevo mapa urbano de la guerra es expansivo: va mucho más allá de la

zona de guerra. Los ataques en Madrid, Londres, Casablanca, Nueva York,

Bali, Bombay, Lahore, Yakarta, Niza, Múnich, París, Barcelona, Manchester,

Bruselas... y sigue, son parte de este mapa, sin importar que sus países

estén o no involucrados en el teatro de la guerra.

263

Hemos pasado de guerras comandadas por poderes hegemónicos que

buscaban el control de mar, aire y tierra, a guerras peleadas en las

ciudades; ya sea dentro de la zona de guerra o en ciudades muy lejanas a

esta. El espacio en que se desarrolla la acción puede involucrar “la guerra”,

o simplemente asuntos locales; cada ataque tiene sus propios reclamos y

objetivos, a veces con la pretensión de proyectarse globalmente. Acciones

locales llevadas a cabo por grupos armados locales, mayormente actuando

de modo independiente de otros grupos similares, o de otros actores en la

zona de guerra… Este aislamiento fragmentado se ha vuelto una nueva

forma de guerra multi-espacial. En las viejas guerras, existía la opción de

llamar a un armisticio. En las guerras de hoy, no hay poderes dominantes

que puedan decidir ponerles un fin. Las guerras urbanas de hoy, sobre

todo, son guerras que no parecen tener fin.

©THE GUARDIAN

SASKIA SASSEN ENSEÑA EN LA UNIVERSIDAD DE COLUMBIA Y ES

AUTORA DE EXPULSIONES (KATZ).

TRAD.: ANDRÉS KUSMINSKY

LA ERA DE LAS CIUDADES SUPERPODEROSAS

EN BREVE LA POLÍTICA MUNDIAL ESTARÁ DOMINADA POR MEGALÓPOLIS MÁS IMPORTANTES QUE LOS PAÍSES QUE LAS CONTIENEN.

https://www.clarin.com/revista-enie/ideas/ciudades-superpoderosas_0_S13WiOoIM.html

Advierte Saskia Sassen en estas páginas (ver entrevista) sobre el lugar

central de algunas ciudades en las guerras de esta década. Dado que todo

se vuelve obsoleto en esta era, hablemos mejor de décadas y ya no de

siglos, que parecen milenios por la enorme cantidad de hechos que

264

contienen. Así, veamos el papel que tienen las urbes en este presente

breve, incluso cuando se vuelven objetivos de los misiles y de los ataques

terroristas y, al mismo tiempo, crecen de un modo desmedido al punto

que son clave para el comercio y las decisiones políticas. Por encima de las

naciones. Un ejemplo evidente de este devenir es el papel fundamental en

lo económico que está jugando la ciudad de Chicago, que entre otras

metas inmediatas aspira a ser la mayor de Estados Unidos con un

suministro 100% renovable de energía (eólica, solar, geotérmica y energía

autogenerada) para edificios públicos y dependencias municipales en

2025, según anunció el alcalde Rahm Emanuel de esa ciudad.

Hace pocas semanas el geopolitólogo de origen indio Parag Khanna (40

años, autor de bestsellers, ex consejero de Barack Obama, analista del

Centro de Estudios sobre Asia y globalización de Singapur) presentó en

Italia su último ensayo, EL RENACIMIENTO DE LAS CIUDADES-ESTADO.

VERDADEROS MOTORES DE PROGRESO Y GOBERNABILIDAD. Entonces

señalaba: “El futuro ya está aquí: dentro de treinta años la política mundial

estará dominada por macrociudades, megalópolis influyentes y tan

conectadas entre ellas como para no tener que doblegarse más ante el

concepto de frontera. Ciudades-estado eficientes de acuerdo con el

modelo de las antiguas: por lo tanto, no necesariamente independientes

sino con una autonomía tal como para poder comprometerse en

relaciones globales con las que se beneficiará todo el territorio

circundante”.

Khanna recordó que las polis, exactamente las macrociudades, han sido el

lugar para dar respuestas prácticas a problemas generales: gestión del

territorio y también trabajo, ambiente, educación y mucho más. “No es

algo abstracto, ya sucede”, explicaba el geopolitólogo. Enumera: Singapur;

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Hamburgo, influyente desde hace 700 años; Dubái, que cuenta con una

red de relaciones de negocios a pesar de no ser la capital de los Emiratos

Árabes. A ellas suma Estambul, Nueva York, Milán. Y el caso curioso de las

provincias chinas: Cantón, por ejemplo, con el poder para pedir vuelos que

no pasen por Pekín. El poder de las ciudades se afianza. ¿Qué pasará con el

de las naciones?

BOURDIEU VIENE A LA CIUDAD:

pertinencia, principios, aplicaciones1

Loïc Wacquant. Universidad de California en Berkeley. Centro de Sociología Europea, París

http://www.eure.cl/index.php/eure/article/view/2546/1013

RESUMEN | Este artículo presenta los temas y contribuciones de la doble sección de “Eventos y debates” llamada “Llevando a Bourdieu a la ciudad”.2 Primero establezco la pertinencia de la sociología de Bourdieu para los investigadores de la ciudad, revisitando su temprana obra desarrollada en Bearne y Argelia sobre el poder, el espacio y la urbanización, vinculándola a su disección posterior del sufrimiento social en la metrópoli francesa. A continuación, pongo en relieve cuatro principios transversales que animan la práctica investigativa de Bourdieu y que pueden fructíferamente guiar la investigación urbana: (1) el imperativo bachelardiano de la ruptura y la vigilancia epistemológica, (2) el mandato weberiano para efectuar la triple historización del agente (habitus), el mundo (espacio social, del cual el campo es solo un subtipo), y las categorías del analista (reflexividad epistémica), (3) la invitación leibniziana-durkheimiana para desplegar el modo topológico del razonamiento para rastrear las correspondencias mutuas entre el espacio simbólico, el espacio social y el espacio físico, y (4) el momento cassireriano que nos insta a reconocer la eficacia constitutiva de las estructuras simbólicas. También señalo tres trampas que los exploradores bourdianos de la ciudad deben tener especial cuidado para evitar: la fetichización de los conceptos, las seducciones de un “hablar bourdiano” sin realizar las operaciones de investigación que las nociones de Bourdieu estipulan, y la imposición forzada de su marco teórico en bloque cuando se utiliza de forma más productiva en conjunto mediante la transposición.

PALABRAS CLAVE | Bourdieu, ciudad, espacio, topología social, poder simbólico, vigilancia epistemológica, campamento, urbanización, estudios urbanos.

ABSTRACT | This article introduces the themes and contributions to the double “Events and debates” section on “Taking Bourdieu to Town.” I first establish the pertinence of Bourdieu’s sociology for students of the city by revisiting his early Béarn and Algerian work on power, space, and urbanization and linking it to his late dissection of social suffering in the French metropolis. Next, I spotlight four transversal principles that animate Bourdieu’s research practice and can fruitfully guide urban inquiry: the Bachelardian imperative of epistemological rupture and vigilance, the Weberian command to effect the triple historicization of the agent (habitus), the world (social space, of which field is but a subtype), and the categories of the analyst (epistemic reflexivity); the Leibnizian-Durkheimian invitation to deploy the topological mode of reasoning to track the mutual correspondences between symbolic space, social space, and physical space; the Cassirer moment urging us to recognize the constitutive efficacy of symbolic structures. I also flag three traps that Bourdieusian explorers of the city should exercise special care to avoid: the fetishization of concepts, the seductions of “speaking Bourdieuse” while failing to carry out the research operations Bourdieu’s notions stipulate, and the forced imposition of his theoretical framework en bloc when it is more productively used in kit through transposition.

KEYWORDS | Bourdieu, city, space, social topology, symbolic power, epistemological vigilance, camp, urbanization, urban studies

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Bourdieu viene a York, Inglaterra

En mayo de 2012, una convocatoria internacional de investigadores, que abarcó sociología, antropología, ciencias políticas, geografía y diseño urbano, tuvo lugar en la Universidad de York a partir de una invitación de Mike Savage y de mí mismo para un taller de dos días, copatrocinado por la revista International Journal of Urban and Regional Research (IJURR), destinado a evaluar las perspectivas, los beneficios y las trampas de “Llevando a Bourdieu a la ciudad”; es decir, a traer los conceptos, los métodos y los argumentos distintivos del autor de La Distinción (Bourdieu, 1979) para apoyar directamente la investigación urbana.3 La agenda de la reunión fue presentada de la siguiente manera:

Al inicio del siglo, la ciudad es nuevamente el lugar privilegiado de rápidas innovaciones tecno-económicas, desigualdades sociales resurgentes, marginalidades arraigadas y viciosas divisiones culturales. Estas asumen nuevas y agudas formas, y generan prácticas innovadoras de protesta que requieren enfoques analíticos novedosos. La obra de Pierre Bourdieu es un gran recurso teórico y empírico no explotado para estudiar estas temáticas y para, en el proceso, enriquecer la sociología urbana. Este taller reunirá académicos que han utilizado los conceptos más distinguidos de Bourdieu (habitus, capital, campo, poder simbólico, doxa) para analizar giros de práctica, estructura y política en la ciudad. Ellos harán un balance de sus hallazgos, aclararán las implicaciones de su trabajo y especificarán los méritos y los límites del marco de Bourdieu para el análisis urbano.

La idea para esa reunión surgió después de leer el provocativo y parcial texto The Lost Urban Sociology de Pierre Bourdieu (La sociología urbana perdida de Pierre Bourdieu) de Mike Savage (2011), mientras dictaba mi curso de otoño de 2011, llamado “Metropolis Unbound: Whither Urban Sociology?” (Metrópolis desatada: ¿Adónde va la Sociología Urbana?) en Berkeley. La persistente dificultad para identificar las ramas más pertinentes de Bourdieu para la investigación ‘sobre’ y ‘en’ la ciudad, la continua confusión en torno a los orígenes y el propósito de sus construcciones teóricas, junto con la lentamente creciente marea de publicaciones (ahora convertida en tsunami) haciendo invocaciones retóricas de sus conceptos sin ponerlos realmente en práctica4, me convenció de que el momento era propicio para llevar a Bourdieu explícitamente hacia los estudios urbanos.

Esto implicaría tres movimientos complementarios: primero, recuperar su temprana y tardía preocupación empírica por la urbanización y por la dimensión espacial de la dominación, contrario a la historia convencional de que Bourdieu habría “minimizado, y hasta descuidado”, este último (Ripoll 2010, p. 365); segundo, explicar el lugar del modo topológico del razonamiento y la trialéctica de espacios simbólicos, sociales y físicos en el corazón de la visión de Bourdieu sobre la sociedad y la historia (Wacquant, 2013); y tercero y más importante, reunir y mostrar el significativo cuerpo de investigación y teorización urbana ya producido por una nueva generación de académicos alrededor del mundo que emplean exitosamente los principios y proposiciones de Bourdieu.5 Esto rápidamente llevó a la idea de una conferencia de trabajo diseñada para crear un impulso para este proyecto, que Mike Savage organizó con entusiasmo y generosidad en York en la primavera siguiente, justo antes de su traslado a la London School of Economics.

Al decir de todos, el evento fue enérgico y energizante tanto para los participantes como para la audiencia. El primer día se presentaron cuatro sesiones ampliadas con investigadores que han desplegado a Bourdieu en el frente metropolitano, dedicado al aislamiento territorial y a la espacialización de la desigualdad; migración, etnicidad y precariedad urbana; políticas públicas y la reestructuración del espacio urbano; y dominación simbólica, capital cultural y clases medias urbanas. El segundo día contó con una intensa discusión en torno a artículos más cortos de investigadores jóvenes (incluyendo estudiantes de doctorado) de lugares tan lejanos como Oslo, Los Ángeles, Bristol, Winnipeg, Ámsterdam y París, sobre temas como el poder y el privilegio en la ciudad, privación y desorden en conjuntos de viviendas sociales, métodos para investigar las divisiones comunitarias y culturales, y política metropolitana. Esta doble sección de “Eventos y debates” se basa en una selección de los artículos presentados en York, junto con artículos adicionales reclutados especialmente para ella (de colegas que fueron invitados al evento británico, pero no pudieron asistir debido a problemas de agenda).

Una de las principales virtudes del marco teórico de Bourdieu es su capacidad de abarcar niveles de abstracción y de viajar sin problemas a través de escalas analíticas para vincular grandes estructuras de poder (un país, estado o metrópoli) al nivel meso de las instituciones (tales como campos de producción cultural, ciencia, periodismo y política), hasta las minucias de la interacción cotidiana y la textura fenomenológica de la subjetividad encapsulada por el concepto de ‘práctica’. Una segunda característica atractiva de la sociología de Bourdieu es su compromiso permanente de tratar los determinantes materiales y simbólicos, no como causas finales, sino como momentos entretejidos en un análisis que gira sin cesar entre estos dos componentes de la vida social y como recursos que pueden movilizarse, y también convertirse en estrategias sociales. Un tercer elemento es su práctica seductora de politeísmo metodológico que desafía frontalmente la oposición

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convencional entre técnicas establecidas de investigación, ejemplificadas hoy en día por el abismo adormecedor y la ignorancia mutua entre los estudios cuantitativos del “urbanismo global” y las investigaciones cualitativas de la sociabilidad y la cultura urbana a ras de suelo.6

Las contribuciones aquí reunidas7 ejemplifican colectivamente estas cualidades. El primer grupo de seis trabajos publicados en este número toma una visión macroscópica desde arriba, basándose en análisis cuantitativos (encuestas y análisis de correspondencias múltiples, la técnica estadística favorecida y fomentada por Bourdieu; véase Lebaron y Leroux, 2016) y el seguimiento de estrategias de protagonistas clave ‘en’ y ‘sobre’ el campo del poder para iluminar la producción y reproducción de la desigualdad urbana, y el cambio a nivel estructural a través de la creación de categorías de percepción espacial, formas distintivamente urbanas de capital cultural, y estrategias de clase de control sobre el lugar y el hogar. Un segundo grupo de artículos que continuarán este número [de IJURR] migrará hacia abajo de la estructura de clase y urbana para ofrecer una visión microscópica complementaria desde abajo, basándose en la observación etnográfica y entrevistas en profundidad para llevar cabalmente al lector hacia el tejido cognitivo, emocional, estético, religioso, criminal y político de la existencia ordinaria en La Paz, Estambul, Buenos Aires, las viviendas sociales de la periferia parisina, una villa miseria argentina, una pequeña ciudad de Dinamarca, y un rincón violento del centro de Filadelfia.

La pertinencia urbana de Bourdieu: una breve digresión juvenil

Este no es el lugar para recorrer los voluminosos escritos de Bourdieu (unos 37 libros y alrededor de 400 artículos) a fin de extraer una recapitulación completa de sus investigaciones directas o indirectas acerca de las formas y fuerzas urbanas a lo largo de las cuatro décadas de su prolífica vida científica. Pero es útil establecer la pertinencia básica del sociólogo francés en las agendas clásicas y contemporáneas de los investigadores urbanos, para así centrarse en un conjunto poco conocido de estudios vinculados que abordan la urbanización oblicuamente; a saber, sus primeros escritos sobre trastornos sociales, ruptura cultural , y formación del sujeto en la Argelia colonial y la Francia rural.8

En una serie de largos artículos y tres libros (algunos solo y otros coescritos con su estudiante y asistente de campo de Cabilia, Adbelmalek Sayad, y con un grupo de matemáticos de la oficina francesa de estadística con sede en Argel), publicados entre 1958 y 1964, el joven Bourdieu disecciona las contradicciones y conflictos que devastan la sociedad colonial de Argelia, donde había sido enviado para cumplir su servicio militar, y la crisis de la sociedad campesina de Bearne, una remota región rural de los Pirineos donde se había criado antes de trasladarse a París para su educación universitaria.9 En ambos sitios, la urbanización es el vector y la expresión clave de la transformación social, y la ciudad, el pueblo, o el campamento, el sitio que ancla y materializa las fuerzas que disuelven el tejido social del campo francés, por un lado, y que derriba el imperialismo francés en el norte de África, por el otro.

Basado en un estudio sobre patrones de matrimonio en su poblado de la infancia, que combina historia social, estadísticas y etnografía, Bourdieu muestra cómo la situación económica y social influye en las tasas crecientes de soltería en una sociedad campesina basada en la primogenitura, mediante la mediación de la conciencia corporeizada que los hombres adquieren desde esta posición. La escena de un baile de sábado al margen del cual los solteros locales se reúnen sin bailar sirve para diseccionar la colisión cultural entre campo y ciudad, y la consiguiente devaluación de los hombres del poblado a medida que las categorías urbanas de juicio penetran en el mundo rural:

Este pequeño baile de campo es el escenario de un verdadero choque de civilizaciones. A través de él, el mundo de lo urbano, con sus modelos culturales, su música, sus danzas, sus técnicas del cuerpo, irrumpe en la vida campesina. Los patrones tradicionales de comportamiento festivo se han perdido o han sido reemplazados por patrones urbanos. Tanto en esta esfera como en otras, la iniciativa le pertenece a la gente de la ciudad (bourg). (Bourdieu [1962], 2002, p. 582)

Debido a que su educación y posición en la división del trabajo por género las llevan a ser sensibles a la “tenue” [equipo](vestimenta, postura, conducta) y además abiertas a los ideales de la ciudad, lo que para ellas representa la emancipación, las mujeres jóvenes asimilan los patrones culturales de la ciudad más rápido que los hombres; esto condena a estos últimos a ser medidos por varas que los hacen inútiles a ojos de posibles compañeras de matrimonio. A medida que el campesino internaliza la imagen devaluada que otros forman de él a través del prisma de las categorías urbanas, llega a percibir su propio cuerpo como “empobrecido”, cargado por las huellas de las actividades y actitudes asociadas con la vida agrícola. La miserable conciencia que construye de su cuerpo lo lleva a adoptar una actitud introvertida que amplifica la timidez y la tosquedad producidas por las relaciones sociales marcadas por la extrema segregación entre los sexos y la represión del intercambio de emociones. Las tasas decrecientes de sindicatos que se derivan de lo anterior desbaratan el

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sistema de estrategias de reproducción social y condenan a la sociedad campesina a “una crisis mortal” (Bourdieu [1962], 2002, p. 126).

En este estudio, la ciudad emerge como el lugar invisible de la escuela, los medios de comunicación y las ocupaciones comerciales, es decir, instituciones cuya atracción magnética y estímulos distantes fomentan la “apertura” del espacio social y simbólico local. Como resultado, “la oposición entre el urbanita de la ciudad y el campesino de los poblados” viene a suplantar la oposición entre el hijo mayor y sus hermanos menores, entre obreros y sirvientes, y entre grandes y pequeñas familias terratenientes (Bourdieu [1962] 2002, pp. 67, 75), y gradualmente sella todos los lazos sociales y jerarquías culturales.10Bourdieu mapea la distribución geográfica cambiante de las personas, las ocupaciones y las actividades a lo largo de medio siglo, así como la organización espacial del hogar, para revelar cómo “la oposición entre el campesino y el urbanita surge en el corazón mismo de la comunidad del poblado” Bourdieu [1962] 2002, p. 97) y lo socava desde dentro. Sigue la intensidad y la direccionalidad de los flujos matrimoniales entre los poblados y la ciudad por distancia geográfica entre parejas y descubre que la proporción de “matrimonios exteriores” aumenta con el tiempo a medida que los residentes de la ciudad se alejan de los poblados para buscar pareja en otras ciudades y metrópolis. Se deduce que “la distancia social impone limitaciones mucho más estrictas que la distancia espacial. Los circuitos de los intercambios matrimoniales se separan de su base geográfica para organizarse en torno a nuevas unidades sociales definidas por el intercambio de condiciones de existencia y estilos de vida específicos” (Bourdieu [1962], 2002, p. 85). En otras palabras, las fuerzas urbanas hacen que el espacio social se autonomice del espacio físico a través de la difusión de constructos mentales generados por la ciudad —o que el Bourdieu maduro ([1992] 2002, p. 119) llamará más tarde “la unificación del mercado de bienes simbólicos”. Además, sus efectos se extienden mucho más allá de los límites de la ciudad, lo que la sociología urbana ingenuamente toma como frontera de su dominio empírico.

Cruzando el Mediterráneo, encontramos al joven Bourdieu examinando los dos lados del cambio cataclísmico de la colonia francesa de Argelia atrapada en la agonía de la sangrienta guerra de independencia (1954-1962), que se basaba en el control violento tanto de los espacios rurales como de los urbanos. En Le Déracinement (The Uprooting [El desarraigo], Bourdieu y Sayad (1964), y también en Bourdieu (1958, cap. 6), el filósofo francés vuelto sociólogo junta encuestas y etnografías para trazar la destrucción del campesinado nativo y su modo de producción doméstica basado en el parentesco y el honor, a través de la expoliación de tierras, la mercantilización de los cultivos fomentada por el desarrollo de los mercados urbanos y el desplazamiento forzado y reasentamiento de millones de fellah11.12 La masiva transferencia de población impuesta por los militares franceses, en un intento desesperado de socavar el apoyo al levantamiento nacionalista, generó dos constelaciones urbanas distintivas: campamentos controlados por militares, y barriadas que proliferaron en las principales ciudades de la colonia. Travail et Travailleurs en Algérie (Work and Workers in Algeria [El trabajo y los trabajadores en Argelia] Bourdieu et al., 1963) recoge la historia del lado urbano para documentar la formación custodiada de la clase obrera, reunida en los extensos distritos populares y viviendas sociales de Argel. Se profundiza en la dialéctica de las “estructuras económicas y estructuras temporales” para rastrear la forma en que los antiguos campesinos vienen a adquirir (o no) los esquemas mentales necesarios para participar en la economía capitalista y para navegar por la desconcertante escena social de la ciudad, incluyendo el “espíritu de cálculo” que fomenta la “racionalización de la conducta” característica de la urbanidad moderna.

Desde estos estudios gemelos, aprendemos que el control y la delimitación del espacio y de los asentamientos son epicentrales tanto para la imposición del poder colonial como para la resistencia indígena (involucrando tanto a los beréberes contra los árabes como a los argelinos contra los franceses) y que la apropiación de la vivienda en la ciudad es fundamental para la reestructuración de la economía material y moral de la familia. De hecho, la posición en el mercado del trabajo y el acceso diferencial a la vivienda alimentan conjuntamente la divergencia entre una clase obrera estable que apoya la revolución nacionalista y un subproletariado flotante atraído por el milenarismo (Bourdieu, 1977). Pero, sorprendentemente, es la meticulosa sociografía de la creación, estructura y funcionamiento de los campamentos de campesinos desplazados la que ofrece el modelo más claro de la sociología urbana de Bourdieu. Esto porque el campamento es una formación protourbana y antiurbana a la vez: por un lado, devalúa las formas habituales de ser, pensar y sentir de las poblaciones rurales reubicadas y funciona como cámara de aclimatación para los modelos culturales y relaciones sociales de la ciudad; y por otro lado, frena la urbanización, ya que priva a sus ocupantes de los recursos, incluidos el espacio y el tiempo, necesarios para adaptarse a su condición suspendida, mientras que revuelve los principios de visión y división social. Como una formación socioespacial artificial nacida de la coerción, el campamento ofrece un experimento social acelerado y extremo en lo que Bourdieu bautiza como “urbanización real y ficticia”.

Vale la pena recapitular aquí el capítulo “Urbanitas sin ciudades” de El Desarraigo, ya que deshace la “interdependencia que une la estructura de la organización del espacio, la estructura de los grupos sociales y el tipo de sociabilidad” (Bourdieu & Sayad 1964, p. 118). La aglomeración repentina a través de la reubicación

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forzosa gatilla una “transformación brutal y total” de “todos los niveles de realidad social”. El mayor volumen, densidad y heterogeneidad de los asentamientos —la definición clásica de Louis Wirth [1938] de “El urbanismo como modo de vida”—, determina un cierre de la distancia social entre los grupos establecidos (tribus y linajes) y un cambio rápido en la organización social desde el clan a la familia nuclear. Las nuevas unidades de vivienda autónomas para familias individuales “acentúan y aceleran el debilitamiento de los lazos de parentesco” y fomentan “el surgimiento de solidaridades basadas en la vecindad y sobre todo en la similitud de las condiciones de existencia” (Bourdieu & Sayad, 1964, pp. 119, 121). Residir en el conjunto compacto efectivamente “rompe el grupo” dispersando a sus miembros y aumenta el “contagio cultural” al alimentar “la confrontación de las diferencias” y al “ampliar la conciencia y el conocimiento del mundo” (ibíd., p. 123). Al crear “un campo social de tipo urbano” (ibíd., p. 132) donde el anonimato reemplaza a la familiaridad mutua, el campamento fomenta el surgimiento de un nuevo tipo de sociabilidad, simbolizada por la cafetería y la difusión del velo entre las mujeres en respuesta a la superposición disruptiva entre espacios masculinos y femeninos. La solidaridad “inspirada en imperativos habituales” y en “el sentimiento de hermandad” es sustituida por “la solidaridad de la miseria impuesta por la promiscuidad” (ibíd., pp. 136-137).

En la “situación cuasiurbana” del campamento, los modelos dominantes de comportamiento y consumo son los de la ciudad —al campamento se le llama blad, la palabra beréber para la ciudad—. Estos modelos “devalúan las virtudes campesinas, en adelante inútiles y fuera de lugar”, socavan la edad como fundamento de la autoridad y “llevan a cabo una inversión de las jerarquías tradicionales” (ibíd., p. 141) en beneficio de aquellos linajes más familiarizados con las actividades, ocupaciones y normas urbanas. Además,

la ruptura con el viejo ambiente y con las rutinas que solían asociarse a él, la ampliación del campo de las relaciones sociales, la estructura misma del espacio habitado, sea el asentamiento o el hogar, incitan comportamientos urbanos y suscitan inquietudes, intereses, y aspiraciones que son las del urbanita. (Ibíd., p. 142)

Esto es testimoniado, por ejemplo, en el rápido cambio en los perfiles de consumo (asistencia a cafeterías, gastos médicos y tabaquismo aumentan espectacularmente), la vestimenta (los peinados tradicionales son abandonados, la corbata es adoptada y el velo hace su aparición), y la adquisición de una plétora de nuevos objetos domésticos (camas de metal, armarios, tarros y platos de lata, etcétera).13 En el campamento, los ingresos y la riqueza ya no están dedicados a mantener relaciones de parentesco y valores campesinos colectivos. Por el contrario, “los nuevos ricos de hoy, cuya riqueza rara vez proviene de la tierra, se esfuerzan por imitar a los habitantes urbanos y marcar por todos los medios posibles su distancia de los campesinos” (ibíd., p. 143). El individualismo estratégico y la anomia cultural crecen al unísono:

Debido a la dispersión de unidades sociales, el aflojamiento de lazos sociales tradicionales, y el debilitamiento del control de la opinión, la transgresión de la regla tiende a convertirse en la regla; nada impide el individualismo introducido por la economía moderna. Dentro del reasentamiento, como enormes y dispares agregados de individuos aislados, cada uno se siente protegido por su anonimato; todos se sienten responsables de sí mismos, pero solo de sí mismos y por sí mismos. (Ibíd., pp. 149-150)

La protourbanización forzada también desencadena una transformación del perfil emocional de la vida cotidiana: se establece una “melancolía colectiva”, que “revela desesperación y ansiedad”. Reveladoramente, los residentes del campamento de Kerkera usan tres modismos para expresar su sensación de estar atrapados en un espacio adverso: la prisión, la desnudez y la oscuridad de la noche (que recuerda el lenguaje de los reclusos en los campos de concentración nazis).14 Esto, ya que todo en la organización de su entorno construido, desde la “uniformidad funcional de las viviendas estandarizadas” hasta la disposición interna de las viviendas (desprovisto de patios, rejas y aberturas), la ubicación reglamentada de tiendas y fuentes, hasta la amplitud y orientación de las calles, “decepciona y contradice las expectativas” traídas del campo (ibíd., p. 152). Esto es más detectable en el “lenguaje corporal” y en los patrones de circulación de los residentes del campamento: en vez de tomar la ruta más rápida entre dos puntos, los hombres hacen rodeos y caminan furtivamente a lo largo de las paredes, mientras las mujeres permanecen encerradas porque ya no disfrutan la protección de los espacios femeninos exclusivos.

Por último, “al revocar la organización del espacio vital, lugar de acción técnica y ritual, el reasentamiento altera los ritmos temporales asociados a él” y, de hecho, “impacta toda la experiencia de la temporalidad” (ibíd., p. 156). En el campamento, los fellah y sus familiares descubren la concepción capitalista del trabajo y con ella la noción del tiempo como un bien escaso, susceptible de ser ahorrado, gastado o desperdiciado. Se someten a nuevos ritmos establecidos por los toques de queda, las horas de apertura y cierre de las escuelas, las oficinas burocráticas, la clínica y la fuente, y por el aumento de la duración de los viajes. El tiempo es ahora tallado y estampado, no por actividades tradicionales (como las cinco oraciones del día, que sincronizan a todos), sino por las campanas periódicas y los timbres telefónicos regulares de la torre de control. En todos los frentes, las

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mismas oposiciones sociales y simbólicas entre el campesino y el urbanita (como Bourdieu detectó en Bearne) cristalizan en el campamento para acelerar la disolución de la sociedad rural de Cabilia.

Esta recapitulación compacta de las investigaciones jóvenes e intermediterráneas de Bourdieu acerca de la contradicción y el cambio en la Bearne provincial y la Argelia colonial demuestra la pertinencia directa de su trabajo para el centro de la sociología urbana. Estas obras no solo abordan el nexo de poder, espacio y urbanización en dos sociedades, sino también desde la perspectiva de sus áreas rurales. Las obras establecen que todas las estructuras sociales y mentales tienen correlatos espaciales y condiciones de posibilidad; que la distancia social y las relaciones de poder están expresadas en y reforzadas por la distancia espacial; y que la cercanía al centro de acumulación de capital (económico, militar o cultural) es un determinante clave de la fuerza y la velocidad del cambio social. De hecho, estos primeros estudios sugieren que el poder estatal (colonial en Argelia, central en Francia) se ejerce a través del control y la penetración del espacio, la organización de asentamientos (a través de procesos complementarios de concentración y dispersión), la distribución geográfica de autoridades simbólicas y la regulación de la movilidad física, según la fórmula rudimentaria:

poder à espacio físico à estructura y relaciones sociales à práctica y subjetividad

(incluyendo la composición del yo, las aspiraciones, las emociones y el sentido del tiempo).15 Además, retratan la ciudad como un ambiente social distintivo, caracterizado por una diferenciación social y funcional acelerada, el desanclaje del simbolismo desde las relaciones ordinarias que fomentan la elaboración e innovación cultural, la difusión del anonimato y la individualidad, la creciente heterogeneidad interna y dispersión de habitus, y la rutinaria desalineación de posiciones y disposiciones. En pocas palabras, los estudios jóvenes de Bourdieu sobre Bearne y Argelia constituyen su verdadera “sociología urbana perdida” y el más rico acervo de observaciones e hipótesis que ha ofrecido a los estudiosos de la estructura y la experiencia social en la ciudad.

Otra de las virtudes de estas ignoradas publicaciones de principios de los años sesenta es que revelan la base olvidada de la problemática general de la proyección-conversión mutua del espacio simbólico, espacio social y espacio físico a través de luchas por la apropiación y delimitación del entorno construido que Bourdieu articularía en su obra sobre el sufrimiento social en la metrópoli tres décadas más tarde. En 1990, Bourdieu recibió fondos de la Caisse des Dépots et Consignations de Francia (la institución financiera estatal encargada de fomentar el desarrollo económico y la construcción de viviendas de bajos ingresos) para producir un diagnóstico sociológico acerca de la profundización del malestar en la periferia urbana del país, la cual había escalado al rango de problema nacional supremo a raíz de repetidos disturbios callejeros (Jazouli, 1992). Para articular los parámetros del trabajo de campo del equipo, que eventualmente se convertiría en el libro colectivo The Weight of the World [La miseria del mundo] (Bourdieu et al., 1993), Bourdieu acordó juntarse con William Julius Wilson para copresidir una conferencia internacional sobre “Pobreza, Inmigración y Marginalidad Urbana en las Sociedades Avanzadas” que tuvo lugar en la Maison Suger en París en mayo de 1991.16 En esa ocasión, presentó un documento de trabajo titulado “Espacio Social y la Génesis del Espacio Físico Apropiado”, que abre y enmarca la actual sección de “Eventos y Debates” sobre “Llevando a Bourdieu a la ciudad” (Bourdieu [1991] 2017).17 En este texto, que en parte se convertiría en el capítulo dedicado a “Site Effects” [“Efectos de Lugar”] en The Weight of the World” [La miseria del mundo] (Bourdieu, 1993), el sociólogo francés advierte en contra de la fetichización del espacio y formula a un nivel abstracto las relaciones entre espacio social y espacio físico que se manifestaron concretamente en los estudios de Bearne y Argelia. Pero, ¿cómo implementar esta agenda analítica? Para responder esta pregunta debemos recurrir a los principios de la práctica investigativa que Bourdieu invita a los investigadores de la ciudad a adoptar.

Principios transversales para poner a Bourdieu a trabajar

Hay muchas maneras de “partir y picar” a Bourdieu para su uso en cualquier dominio de investigación y ya existen varias introducciones estandarizadas y reseñas rutinarias de sus escritos principales destinados a investigadores del espacio y la ciudad (por ejemplo, Painter ,2000; Cresswell, 2002; Webster, 2010; Foggle, 2011; Lippuner, 2012).18 Yo mismo entregué una discusión detallada sobre cómo desplegar y distribuir el habitus, el espacio social, el campo burocrático y el poder simbólico en una investigación comparativa del nexo triádico entre marginalidad, etnicidad y penalidad (Marginality, Ethnicity and Penality in the Neoliberal City [Marginalidad, etnicidad y penalidad en la ciudad neoliberal], Wacquant, 2014). En dicho texto esbocé una cartografía de la división analítica del trabajo entre estos conceptos e indiqué cómo pueden servir para forjar otros nuevos. Aquí quiero destacar cuatro principios transversales que sustentan y animan la práctica investigativa de Bourdieu; los mismos que el lector apresurado puede pasar por alto, pero que pueden guiar la investigación urbana más fructíferamente que la exégesis de uno u otro escrito. Para efectos de compresión mnemotécnica, adjunto estos principios a cinco autores que forman los pilares centrales del pensamiento de Bourdieu: Bachelard, Weber, Leibniz y Durkheim, y Cassirer.19 También señalo tres trampas correlativas que los exploradores bourdianos de la ciudad deberían tener cuidado especial para evitar: la fetichización de

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conceptos (que detiene la investigación donde debería comenzar), las seducciones de un “hablar bourdiano” solo porque es el lenguaje académico de la época, y la imposición forzada de su marco teórico en bloque cuando se utiliza de manera más productiva en conjunto mediante la transposición.

1. El momento de Bachelard: romper con el sentido común (que viene en tres variedades: ordinario, político y académico) para cuestionar categorías de análisis aceptadas, deconstruir problemáticas prefabricadas y forjar robustos conceptos analíticos, diseñados por y para el análisis empírico, que abarcan —pero se apartan claramente de— nociones coloquiales (Wacquant, 2002). Esta es una aplicación directa del imperativo de ruptura y vigilancia epistemológica, la principal enseñanza de la “epistemología histórica”, la filosofía de la ciencia desarrollada por los mentores de Bourdieu, Gaston Bachelard y Georges Canguilhem, que Bourdieu trasplantó de las ciencias naturales y ciencias de la vida a las ciencias sociales (Bourdieu et al., 1968; Bourdieu, 2001; véase Rheinberger, 2010 para un perfil compacto de esta corriente). Este es un momento de indagación a menudo ignorado u omitido por rutina: vastos sectores de la investigación urbana aceptan la terminología, las preguntas y las preocupaciones planteadas por administradores locales, tomadores de decisión, periodistas o la moda académica, cuando deberían en cambio detectar y neutralizar el inconsciente histórico y los sesgos sociales incorporados en ellos mismos al incluir estos actores en su objeto de análisis. Como Bachelard (1934, p. 26) advierte: “La mente científica nos prohíbe tener una opinión sobre las preguntas que no entendemos, sobre cuestiones que no sabemos formular claramente. Sobre todo, uno debe saber cómo plantear problemas”.

2. El momento de Weber: llevar a cabo la triple historización del agente (con el concepto de habitus), el mundo (a través de la noción de espacio social, del cual el ‘campo’ no es más que un subtipo), y las categorías y métodos del analista (reflexividad epistémica). Este principio expresa la visión radicalmente historicista y agonística de acción social, estructura y conocimiento de Bourdieu, que es más pertinente en espíritu y método a la obra de Max Weber —aun cuando este último se aferró a un individualismo analítico completamente ajeno al relacionalismo de Bourdieu (Bourdieu, [2000] 2011)—. Para ambos autores, la dominación impregna la vida social, pero adopta una multiplicidad de formas que son irreductibles a alguna base económica y siempre implican la intercesión de una autoridad simbólica que enmarca la relación en cuestión, lo que lleva a Weber (1958) a centrarse en la legitimidad y a Bourdieu en la producción social de la doxa.20 En consecuencia, uno debería entender las constelaciones, categorías y prácticas urbanas como los productos, armas y apuestas de las luchas emprendidas sobre múltiples temporalidades, que van desde el largo plazo de las macroestructuras seculares, a los ritmos de nivel medio de los ciclos políticos y los giros institucionales, hasta el cortoplacista horizonte fenomenológico de las personas a ras de suelo. Este mandamiento desmiente la viciada historia académica de Bourdieu como “el teórico de la reproducción”, que continúa siendo circulada incluso por académicos urbanos que simpatizan con su enfoque (por ejemplo, Harding y Blokland 2014, pp. 129-130), y captura precisamente tanto sus instrucciones explícitas como su práctica científica existente (Bourdieu & Wacquant, 1992; Wacquant 2017a).

3. El momento leibniziano-durkheimiano: desplegar el modo topológico de razonamiento para rastrear las correspondencias, transposiciones y distorsiones mutuas entre el espacio simbólico (la trama de clasificaciones mentales que guían a las personas en su construcción cognitiva y conativa del mundo), el espacio social (la distribución fluctuante de activos o capitales socialmente efectivos), y el espacio físico (el entorno construido resultante de esfuerzos en competencia para apropiarse de bienes materiales e ideales dentro y por medio del espacio). Esta forma de pensar es indispensable porque “el espacio social tiende a retraducirse, de una manera más o menos deformada, bajo el disfraz de un ordenamiento definido de agentes y propiedades. Se deduce que todas las divisiones y distinciones del espacio social (alto / bajo, izquierda / derecha, etc.) se expresan de manera real y simbólica en el espacio físico apropiado como espacio social reificado” (Bourdieu, 1997, p. 162). Este principio está en la confluencia del componente geométrico del pensamiento de Bourdieu, basado en su ávida lectura temprana de Gottfried Wilhelm Leibniz (cuyo análisis situs [topología], desarrollado en reacción a la geometría perspectiva de Pascal, ejemplifica el racionalismo monista que Bourdieu desea extender)21 y su línea morfológica, derivada de la audaz formulación de Durkheim y Mauss (1901) sobre la correspondencia entre el sustrato físico y la disposición de grupos sociales, y las “formas de clasificación” a través de las cuales se ven a sí mismos y al mundo.

4. El momento de Cassirer: reconocer la eficacia constitutiva de las estructuras simbólicas y anatomizar su doble impronta, sobre los complejos subjetivos de las disposiciones (categorías, habilidades y deseos) que conforman el habitus por una parte, y sobre la malla objetiva de las posiciones (distribuciones de recursos eficientes) que componen las instituciones, por el otro. El embrionario Filosofía de las formas simbólicas de Ernst Cassirer (1948) es la principal inspiración para el potente concepto de poder simbólico de Bourdieu que se encuentra en el epicentro y ápice de

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su obra, y sin embargo es a menudo ignorado por lecturas convencionales y usos de Bourdieu, osificado en el incompleto y redundante tríptico de “habitus, capital y campo” (Wacquant, 2017a). Debido a que el animal humano encuentra el universo físico no como una realidad brutal sino a través de los símbolos (materializados, en la taxonomía de Cassirer, como lenguaje, mito, religión, arte y ciencia), la ciencia más objetivista de la ciudad debe necesariamente dar espacio a los esquemas clasificatorios en competencia a través de los cuales los agentes establecen patrones y significados del mundo. Y dado que el mundo social siempre puede ser experimentado y construido a través de una pluralidad de puntos de vista, estos sistemas simbólicos en competencia constituyen muchas armas en la “lucha por producir e imponer la visión dominante del mundo” (Bourdieu [1982]1990, p. 159). Aplicado al espacio urbano, este principio implica prestar atención no solo a la fenomenología de la vida urbana como realidad vivida situada en sitios específicos, sino también a las palabras a través de las cuales se nombran personas, objetos, actividades y lugares de la ciudad, porque la categorización consecuente es un vector especialmente potente de conservación o transformación de la realidad, dada la concentración de las autoridades simbólicas (religiosas, políticas, legales, periodísticas, artísticas, académicas y científicas) en la metrópoli.22

En conjunto, estos principios alimentan una visión científica de la ciudad claramente divergente de aquellas impulsadas por el positivismo, el realismo y la hermenéutica, las alternativas epistemológicas que reinan transversalmente en las ciencias sociales. Esta postura ordena investigaciones centradas en una “construcción del objeto” ampliamente despierta y activa que evita tanto el formalismo vacío como el empirismo ciego para entrar en las especificidades de los casos históricos con el beneficio de una analítica generalizadora (Bourdieu, 2001). Junto con estos principios, uno puede destilar desde la práctica científica de Bourdieu tres advertencias generales que beneficiarán a los investigadores de la ciudad que deseen apropiarse de su trabajo, ya sea en letra o en espíritu. Primero, evitar la fetichización de los conceptos: Bourdieu es frecuentemente malinterpretado como un “teórico” cuando en realidad era un obstinado detractor de la “teorización conspicua”. Él interpretó la teoría no como el soberbio maestro, sino como el humilde servidor de la investigación empírica, y nunca avanzó en una sino a través del desarrollo de la otra (Bourdieu & Wacquant, 1992, pp. 29-35 y passim). El correctivo para esta distorsión escolástica común, ejemplificado por muchos artículos recientemente publicados en [la revista] Progress in Human Geography, consiste en fundamentar la definición textual de los conceptos y prestar mucha atención a cómo Bourdieu los convierte en operaciones de investigación concretas para forjar sus objetos empíricos.

Segundo y relacionado a lo anterior, cuidado con la trampa retórica: innumerables autores pintan sus preguntas en el color de Bourdieu cuando en realidad las nociones de este último no juegan ningún papel en su análisis. Las palabras están ahí, pero los conceptos no. La prueba es que sus conclusiones y argumentos no son diferentes de si se hubieran derivado de cualquier enfoque alternativo (lo que generalmente era así). El concepto de campo es tal vez el más abusado de esta manera, como cuando es invocado como un sinónimo suave de dominio o arena, sin mostrar ninguna de las propiedades altamente distintivas que caracterizan un campo como tal según Bourdieu (diferenciación, autonomía, monopolización, organización quiasmática, efectos prismáticos, etc.). Al “hablar bourdiano” fuera de lugar, estos autores no solo confunden la retórica con la analítica; también obstruyen las ganancias teóricas y empíricas que ofrecería un despliegue eficaz de las herramientas de Bourdieu. Tales sondeos estériles degeneran fácilmente en un juego de palabras sin sentido, como lo ilustra la cómica multiplicación de un habitus torcidamente urbano en publicaciones recientes: el “habitus metropolitano”, el “habitus suburbano”, el “habitus de la gentrificación”, el “habitus punto.com”, sin mencionar el absurdo “mini-habitus” (quizás allanando el camino para el inminente nombramiento del nano-habitus), todos los cuales indican que sus inventores no entienden el significado y la composición básica del habitus (Wacquant, 2016).23

Tercero, no solo es posible sino generalmente deseable desacoplar los conceptos de Bourdieu entre sí, para asegurarse de que hay un beneficio real para su uso individual antes de que eventualmente se recombinen según sea necesario para estructurar y resolver el rompecabezas empírico en cuestión. La lectura teológica de las escrituras bourdianas estipulando que uno debe implementar sus nociones básicas juntas, está en contradicción directa con la pragmática de cualquier proyecto de investigación y choca con la manera en que el mismo Bourdieu las empleó. Por ejemplo, el sociólogo francés explota el habitus y el poder simbólico sin mencionar el campo en toda su obra argelina (Bourdieu, 1972, 1977, 1980, 2008), por la sencilla razón de que no existe ningún campo en las comunidades rurales de Cabilia. Esta estrategia cautelosa es especialmente apropiada para aquellos investigadores que todavía están tanteando ir más allá de una comprensión elemental de la manera de pensar de Bourdieu: es mejor aplicar un concepto bien dentro de su propia esfera analítica que invocar cinco en proposiciones cruzadas o por mero efecto declamatorio.

Por ejemplo, la recapitulación de Nathan Marom (2014) de One Hundred Years of Spatial Distinction in Tel Aviv [Cien años de distinción espacial en Tel Aviv] ofrece un modelo de caso de un uso económico, eficiente y fructífero de Bourdieu que valida estas tres recomendaciones. Para dar sentido a la trayectoria de las

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oposiciones socioespaciales a lo largo de toda la vida de esta ciudad en disputa, Marom se centra en una sola operación, “la traducción del espacio social en el espacio físico”. Dibuja elegantemente solo dos conceptos: el espacio social y el poder simbólico (cuyo dúo resulta ser el eje del pensamiento de Bourdieu); los acopla para romper con la problemática naturalizadora de la segregación heredada de la ecología urbana, así como para superar la ceguera de los enfoques de economía-política sobre la potencia performativa de las clasificaciones simbólicas y las luchas de clasificación. Bourdieu incita a Marom a formular una nueva pregunta, a historizar sus términos, y a desenterrar datos que le permitan documentar nuevas facetas empíricas del fenómeno y, en última instancia, a producir una interpretación original de los cambiantes principios de visión y división espacial de Tel-Aviv a través de escalas múltiples que otras perspectivas teóricas no podrían haber generado. Su artículo confirma además que, aunque cada uno de los siete conceptos principales que organizan el trabajo de Bourdieu (habitus, capital, espacio social, campo, poder simbólico, doxa y reflexividad epistémica) puede ser fructíferamente movilizado por los investigadores de constelaciones urbanas, el más potente y generativo del lote es indiscutiblemente el espacio social. No solo porque está anclado en una metáfora geográfica, sino porque es la “categoría madre” desde la cual fluyen los conceptos más restringidos de campo, cuerpo y aparato como tipos específicos de entornos en los que la acción social se arraiga y fluye (Wacquant 2017b) y porque es un “ajuste natural” para la ciudad como un medio que fomenta la incubación, diferenciación, proliferación y acumulación de formas competitivas de capital.24

Aplicaciones: numerosos caminos en la ciudad bourdiana

Habiendo establecido la pertinencia de Bourdieu para la investigación urbana y aclarado los principios que impulsan su trabajo, ahora llegamos a aplicaciones concretas. Los investigadores urbanos han ignorado sistemáticamente los distritos de riqueza, poder y privilegio por la sencilla razón de que plantean pocos “problemas sociales” a los administradores de la ciudad y porque los sociólogos han albergado desde hace mucho tiempo un enamoramiento romántico por categorías y territorios socialmente subordinados.25 Nadie ha hecho más para tapar esa brecha que “las Pinçons” (como son conocidos por sus colegas franceses, así como para el amplio público que devora sus libros más vendidos) a lo largo de dos décadas dedicadas a investigar los mecanismos de producción y perpetuación de la desigualdad urbana en la elite (Pinçon & Pinçon-Charlot, 1989, 1992, 1996, 2010).

Su artículo sobre “Class Power and Power over Space” [“El poder de clase y el poder sobre el espacio”] (Pinçon & Pinçon-Charlot, 2017) sintetiza varios de sus libros para fundamentar la supremacía de la alta burguesía francesa (y la aristocracia restante) en su control del espacio y su capacidad de dar forma al lugar. Al extender el modelo de espacio social, formación de clases y práctica cultural de La distinción de Bourdieu (1979) para abarcar el espacio físico, revelan que el aislamiento electivo de la clase dominante en los barrios reservados es una base decisiva para su poder. Este aislamiento segregativo se ve reforzado por instituciones específicas de grupos, como bailes de sociedad y clubes sociales que trabajan junto a escuelas exclusivas para lograr un cierre rígido de clase. Pero, en este caso, el fundamento espacial de la dominación de clase se extiende más allá de la ciudad: además de sus hogares en París, las dinastías de clase alta poseen propiedades familiares (un castillo o una gran casa señorial) en el interior provincial, que ancla formas paternalistas de sociabilidad que las vinculan a la clase baja local a través de prácticas ritualizadas como las cacerías con perros —en las que los Pinçons participaron montando bicicletas de montaña durante su trabajo de campo (Pinçon & Pinçon-Charlot, 1993 y 2005)—. Los espacios reservados por y para la alta burguesía son vectores importantes de la reproducción social debido a que moldean la subjetividad y entrenan herederos apropiados para salvaguardar y valorizar sus bienes heredados. Aquí Pinçon y Pinçon sugieren que los “efectos de barrio” que han obsesionado a los investigadores de la pobreza urbana son mucho más potentes y significativos en la parte superior que en el fondo del orden urbano, y al hacerlo indican cómo Bourdieu incita a una reorientación masiva del estudio del espacio, el lugar y la desigualdad.

Esta tríada analítica está en el centro de Urban Distinctions: Class, Culture, and Sociability in Porto [Distinciones urbanas: clase, cultura y sociabilidad en Oporto], en la que Virgílio Borges-Pereira (2017) se basa en su libro pionero Classes e culturas de classe de las famílias portuenses [Clases y culturas de clase de las familias portuenses], el cual extiende el modelo de espacio social y poder simbólico de La distinción de Bourdieu para investigar relaciones sociales y prácticas culturales en toda la gama de barrios de la ciudad portuguesa. Pereira combina la observación de campo con la metodología distintiva de Bourdieu del Análisis de Correspondencias Múltiples para proyectar una cartografía multicapas del espacio social de la ciudad sobre su disposición física. Encuentra que las diferencias en el volumen y la composición del capital entre los residentes de la ciudad subyacen en las relaciones modeladas entre la posición social, la disposición y el posicionamiento en diversos dominios de consumo cultural que van desde libros y televisión hasta vacaciones y ocio al aire libre, y actividades artísticas y religiosas. La triple agrupación vertical de “modalidades de estilo de vida” establecida por Bourdieu en la Francia de los años setenta, encapsulada por la tríada de “distinción, pretensión y necesidad”, es obtenida para la ciudad portuguesa tres décadas después. Y de manera aún más notable, la

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oposición horizontal enraizada en la distribución quiasmática del capital económico y cultural emerge tanto entre la burguesía portuguesa como entre la pequeña burguesía, mientras que el espíritu de resistencia de la clase obrera de la ciudad se ve erosionado por la atomización social y el individualismo negativo. Con este estudio de caso de Porto, Pereira ofrece una lúcida y analítica ejemplificación del mapeo mutuo del espacio social, simbólico y físico en una metrópoli y una resonante refutación empírica de la crítica común de que los modelos de Bourdieu reflejan las peculiaridades de la sociedad francesa26.

Como las Pinçons, Mike Savage y Laurie Hanquinet (2017) adoptan una visión desde arriba para dibujar un perfil comparativo de Londres y Bruselas ilustrando el surgimiento de Emerging Cultural Capital in the Metropolis [Capital cultural emergente en la metrópoli]. Esta es una historia de “efectos de grandes ciudades”, en que se destaca la cristalización y acumulación de lo que, siguiendo a Ghassan Hage (1998), llaman “capital cultural cosmopolita”, por oposición a las formas nacionales de autoridad cultural. Basados en grandes encuestas cuantitativas realizadas en Bélgica y el Reino Unido, Savage y Hanquinet describen el surgimiento de esta nueva especie de predilección y aptitud cultural como un desafío al dominio tradicional de la cultura intelectual, fundada en una estética kantiana contemplativa separada de cualquier sustrato físico en la medida en que erosiona la separación del arte y la vida “para valorizar la actividad, el compromiso y formas intensas de actividad cultural contemporánea”. Subrayan que este cambio cultural no señala la erosión de divisiones sociales, sino su reelaboración en torno a nuevos ejes embebidos en grandes centros urbanos donde las universidades de elite, complejos deportivos y barrios gentrificados atraen a profesionales jóvenes y fomentan nuevos patrones de consumo y entretenimiento. Al vincular el sustrato urbano con formas culturales cambiantes, Savage y Hanquinet movilizan a Bourdieu para revelar la geografía cambiante de la autoridad cultural en y a través de las ciudades.27

La contribución de Sylvie Tissot explota dos proyectos de investigación anteriores (Tissot, 2007 y 2011) para demostrar el valor del énfasis de Bourdieu en las luchas sobre nombramientos eficientes para analizar la rápida transformación del paisaje de las ciudades contemporáneas. El texto Categorizing Neighborhoods [Categorizando barrios] (Tissot, 2017) se extiende a través del Atlántico para esbozar la invención, difusión y los efectos de las etiquetas espaciales en la parte inferior y superior de la jerarquía metropolitana. En el lado francés, la categoría burocrática de quartier sensible (distrito “sensible” o “en riesgo”) acuñado por los funcionarios del estado en París sirvió para estructurar y orientar la política de la ciudad después del final de la década de los ochenta, reformando eficazmente la periferia urbana al reformular la cuestión social del desempleo concentrado y la precariedad laboral en un tema de diseño espacial de la vivienda y acceso cívico. En el lado estadounidense, la noción de marketing de barrio “patrimonial” o “histórico”, reclamada por asociaciones locales de residentes blancos recién llegados, aliados con agentes inmobiliarios y el municipio, se puso en marcha para facilitar y legitimar la gentrificación del South End de Boston bajo la bandera de la “diversidad”. La ironía política es que los cambios urbanos perjudiciales para los residentes de clase baja fueron impulsados por una nueva retórica urbana promovida por profesionales y políticos estatales progresistas de ambos lados del Atlántico. El recordarnos que el vocabulario utilizado para dividir y representar la ciudad y sus componentes geográficos no es neutral ni vago,28 y el dilucidar las “condiciones sociales de producción y recepción” de esas “palabras que pueden hacer cosas” (Bourdieu, 1990, p. 328) son componentes esenciales de una sociología rigurosa de la desigualdad urbana.

Finalmente, en Heavy is the House [Pesada es la casa], Desmond (2017) conecta los primeros trabajos de Bourdieu sobre los subproletarios argelinos que emigran a la ciudad con su investigación tardía sobre la producción política del mercado de casas unifamiliares en Francia para hacer frente al creciente precio de alquileres que sufren los pobres en Estados Unidos, ya que sus ingresos cayeron mientras que el apoyo gubernamental a la vivienda de bajos ingresos desapareció. Desmond pone de relieve la deslumbrante desconexión entre la centralidad de la residencia en las estrategias de vida de los pobres y el persistente fracaso de la sociología urbana estadounidense para abordar la vivienda y reconocer la prevalencia de los desalojos y su papel en la reproducción de la pobreza extrema. Para remediar estas lagunas se requiere relocalizar la vivienda dentro de una corriente más amplia de luchas por espacio, trabajo, dinero y poder que moldean la metrópoli. Desmond astutamente aboga por “traer a los terratenientes de vuelta” para trazar sus transacciones ascendentes con los prestamistas, corredores y asociaciones inmobiliarias, así como los cambiantes estándares materiales y morales que guían sus relaciones descendentes con los inquilinos (como se muestra en una etnografía relacionada de un desalojo en Milwaukee; Desmond, 2016). También recomienda seguir las conexiones entre el mundo diferenciado de los terratenientes y el campo burocrático en los niveles local, regional y nacional y cómo estos impactan la producción, asignación y estabilidad de la vivienda en el nivel más bajo del orden metropolitano. En resumen, elevar el estatus de la vivienda como un objeto empírico requiere renovar nuestro modelo teórico de la ciudad como producto, sitio y objetivo de clasificación y estratificación.

Cada uno de los artículos reunidos en la rúbrica “Llevando a Bourdieu a la ciudad”29 es por sí mismo una rica y estimulante investigación dentro de los elementos y determinantes de una porción de la vida urbana. Juntos, demuestran la flexibilidad y productividad de los conceptos claves, movimientos metodológicos y

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punteros empíricos de Bourdieu, así como una aproximada división analítica del trabajo que se obtiene entre ellos. Estos artículos sugieren cómo Bourdieu puede estimular, enriquecer y reorientar la investigación urbana, e incluso disolverla en una más amplia ciencia social topológica capaz de abarcar la ciudad en una analítica más extensa de las relaciones dinámicas entre división simbólica, espacio social y entorno construido. Bourdieu no solo añade una nueva serie de nociones poderosas y flexibles (habitus, capital, espacio social, campo, doxa, poder simbólico y reflexividad) a la panoplia de perspectivas teóricas establecidas: abre un camino para reconceptualizar lo urbano como dominio de acumulación, diferenciación y disputa de múltiples formas de capital, lo que efectivamente hace de la ciudad un terreno central y una recompensa para las luchas históricas.

Agradecimientos

Quisiera dar las gracias a los participantes en el seminario de York Research llamado “Llevando a Bourdieu a la ciudad”, y primero entre ellos a Mike Savage, quien asumió su organización y la llevó a su realización intelectual; a Simon Parker y Liza Weinstein por acorralar los artículos para este número especial y a los editores de IJURR por su ilimitada paciencia y ecuanimidad. Mis agradecimientos también a Megan Comfort, Chris Herring, Franck Poupeau y David Showalter por sus cuidadosos comentarios y sugerencias en versiones anteriores de este artículo.

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1 Gestionado y traducido por Javier Ruiz-Tagle (Profesor Asistente, Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, Pontificia Universidad Católica de Chile).

2 Nota de la traducción: La sección a la que refiere es un número doble de la revista International Journal of Urban and Regional Research (IJURR), en prensa 2017, del cual este artículo es la nota editorial introductoria. El autor de este artículo, a quien se le agradece por facilitar el texto, tiene los derechos de la obra Bourdieu Comes to Town: Pertinence, Principles, Applications y otorga explícitamente su autorización para traducción y publicación en EURE.

3 El taller se celebró bajo la tutela del Centro de Investigaciones Urbanas (CURB) y del Centro Europeo de Exploración Cultural de York (YECCE), siendo YECCE el que aportó la mayor parte del apoyo financiero. Queremos agradecer a Josine Opmeer y Jack Denham por su invaluable apoyo administrativo, y a todos los presentadores y delegados que hicieron de la conferencia un evento tan estimulante. Estamos agradecidos también de Simon Parker por sus contribuciones en terreno y por su paciente ayuda después en el ‘pastoreo’ de los artículos a través del proceso de revisión, y a los autores por aceptar pasar por múltiples (y aparentemente interminables) rondas de revisiones.

4 Esto contrastaba fuertemente con la incapacidad de los lectores de mi libro “Urban Outcasts” (Los condenados de la ciudad, incluidos mis propios estudiantes) para percibir los parámetros de una investigación inspirada en Bourdieu, porque su idiolecto conceptual no se muestra expresamente en ella.

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En media docena de simposios, ni un solo crítico del libro percibió su inspiración y sus implicancias teóricas para repensar el nexo entre el poder simbólico y el espacio físico en la ciudad. Esto me llevó a escribir un post scríptum reflexivo especificando cómo “Urban outcasts” (Wacquant, 2008) implementa cinco principios analíticos propuestos por Bourdieu (Wacquant, 2015).

5 Esta generación se basa en las obras ejemplares de predecesores que merecen ser destacados desde el principio. Junto con los libros pioneros de Monique y Michel Pinçon (1989, 1992, 2010) a partir de los años noventa, mapeando el análisis de Bourdieu sobre clase, poder y cultura en los distritos exclusivos del Gran París (sobre lo cual hay más en adelante), dos estudios extienden valientemente el modelo teórico y la metodología original de La distinción para abarcar la composición espacial de la ciudad: el estudio de Lennard Rosenlund ([2001] 2009) sobre la transformación posindustrial del puerto noruego de Stavanger; y la exploración de Virgilio Pereira (2005) sobre las conexiones entre clase, barrio y sociabilidad en Oporto. Las actividades de la Red Leverhulme sobre Marginalidad Urbana Avanzada (2008-2012) también llevaron las teorías de Bourdieu hacia territorios de relegación en cuatro continentes (véase Wacquant, Slater y Borges-Pereira, 2015).

6 Estas tres características se presentan mejor en The State Nobility (La nobleza del Estado, Bourdieu, 1989), que combina observación etnográfica y entrevistas, prosopografía e información de archivo, y análisis cuantitativos para rastrear la conversión mutua de estructuras sociales y mentales en múltiples escalas, desde las experiencias ordinarias y estrategias académicas de los estudiantes de escuelas de elite, a la correspondencia estructural entre el campo económico y el campo del poder, a la invención histórica del estado burocrático asociado al surgimiento del capital cultural.

7 Nota de la traducción: Aquí el autor se refiere a los artículos reunidos en los números especiales de la revista International Journal of Urban and Regional Research (IJURR), en prensa 2017.

8 La exploración —con métodos mixtos de Bourdieu a lo ancho del Mediterráneo sobre la muerte de la sociedad rural en la Cabilia imperial y su región natal de Bearne es la matriz empírica y emocional que genera su preocupación epicentral por la dialéctica de las estructuras sociales y mentales, su descubrimiento de la especificidad de las prácticas lógicas, y su concepción pragmática de la reflexividad epistémica. También refuta el mito académico de Bourdieu como “el teórico de la reproducción”, revelándolo como un astuto analista de la transformación histórica, la disyunción cultural y la fisura de la conciencia (Wacquant, 2004), tres propiedades que son esencialmente urbanas.

9 Estas publicaciones son: el fluido artículo de 1962 sobre “Bachelordhood and the Peasant Condition” [la soltería y la condición campesina], más tarde incorporado en “The Ball of Bachelors” [El baile de los solteros] (Bourdieu, 2002); la monografía de 1958 “Sociology of Algeria” [Sociología de Argelia] (traducida al inglés en una versión renovada como “The Argelians” [Los argelinos], 1962); el par de estudios “The Uprooting: The Crisis of Algerian Agriculture” [El desarraigo: la crisis de la agricultura argelina] (Bourdieu & Sayad, 1964) y “Work and Workers in Algeria” [El trabajo y los trabajadores en Argelia] (Bourdieu et al., 1963); y una serie de artículos recolectados póstumamente como “Algerian Sketches” [Bocetos argelinos] (Bourdieu, 2008). Para localizar y vincular estas investigaciones, véase el número especial de la revista Etnography sobre “Pierre Bourdieu in the Field” [Pierre Bourdieu en el campo] (vol. 5, n.° 4, diciembre de 2005).

10 La asimetría socio-simbólica entre la ciudad y el campo es capturada en esta concisa observación: “Mientras que un nativo del poblado nunca, en circunstancias ordinarias, sueña con ir a un baile en una ciudad cercana, los urbanitas vienen a menudo en grupos a los bailes campestres, donde su atractivo urbano les da una considerable ventaja sobre los campesinos” (Bourdieu [1962] 2002, p. 84).

11 Nota de la traducción: fellah es el nombre que reciben los campesinos del norte de África.

12 En 1960, unos 2,1 millones de argelinos habían sido reubicados forzosamente en campos militarizados, mientras que los inmigrantes en las ciudades llegaban a otro millón. Juntos representaban por lo menos la mitad de la población total de origen rural, haciendo de este “desplazamiento de población uno de los más brutales conocido en la historia” (Bourdieu & Sayad, 1964, p. 13).

13 El fino análisis estadístico de los cambios en los presupuestos y hábitos alimentarios por ubicación y ocupación (Bourdieu & Sayad 1964, pp. 144-149) es una notable prefiguración del capítulo de La distinción sobre el gusto y perfiles alimentarios de clase (Bourdieu, 1979).

14 La desorientación subjetiva de los residentes del campamento proviene de la disyunción entre sus disposiciones adquiridas y el espacio en el que se ven obligados a evolucionar: “Porque todo su habitus corpóreo es ‘hecho’ por y para el espacio de sus movimientos habituales, el campesino desarraigado es

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golpeado en su ser más íntimo, tan profundamente que no puede articular su desorden y aún menos definir su razón” (Bourdieu & Sayad, 1964, p. 152).

15 El hecho de que la cadena causal es iniciada por el poder es claro desde el principio de The Uprooting [El desarraigo]: “Argelia era el sitio experimental en el que la mente militar imprimía sus estructuras, como en una prueba proyectiva” (Bourdieu & Sayad, 1964, pp. 26-27), “el disciplinamiento del espacio” sirviendo de vehículo para “el disciplinamiento de la población”. En su recapitulación de la penetración de colonos, Bourdieu (1958, p. 106) subraya que la colonización se apoya en “interrupciones deliberadamente y metódicamente producidas para asegurar el control por parte del poder dominante”, y él apunta a la captura de la tierra como el “instrumento para la desintegración de las estructuras fundamentales de la economía y la sociedad [nativa]”.

16 Yo organicé esta conferencia de trabajo financiada por la Russell Sage Foundation y la Maison des Sciences de l’Homme. Aparte de mis dos mentores, Bourdieu y Wilson, participaron Philippe Bourgois, Alejandro Paul Osterman, Alejandro Portes, Saskia Sassen, Roger Waldinger, Margaret Weir y varios miembros del Centro de Sociología Europea, entre ellos Abdelmalek Sayad. Durante este período, Bourdieu se involucró mucho con las agencias que administran la nueva “política de la ciudad” de Francia. En 1993, cuando el Collège de France recibió un pequeño castillo situado en el anillo exterior de París por medio de una donación benéfica, consideró seriamente la creación allí de un Centro de Investigación sobre la Ciudad.

17 Nota de la traducción: número doble de la revista International Journal of Urban and Regional Research (IJURR), en prensa 2017.

18 Estas cápsulas pedagógicas de sus principales teorías (siempre limitadas a algunas publicaciones importantes traducidas al idioma propio del autor) típicamente pasan por alto la mayoría del corpus de Bourdieu, sufren de prejuicios y cegueras disciplinarias previsibles, y apenas indican cómo traducir estas teorías en diseños y operaciones prácticas de investigación.

19 El hecho de que estos no sean “los sospechosos de siempre” mencionados en las presentaciones estándar de Bourdieu es indicativo de la adormecedora brecha entre la inspiración real y la composición interna de su obra y su imagen académica, formada por capas acumuladas de décadas de lecturas truncadas o mistificadas.

20 Por eso es Weber y no Marx el ancla de Bourdieu aquí (a pesar del enfoque histórico y relacional de este último): tal como el autor de Wirtschaft und Gesellschaft [Economía y Sociedad], Bourdieu rechaza el determinismo económico, la búsqueda de fundamentos, y la noción neohegeliana de que la historia está dotada de una lógica direccional. Se posiciona de lleno en el linaje neokantiano que considera la filosofía como un deber para comenzar y terminar con “el hecho de la ciencia” y emplea una concepción genética del conocimiento como un proceso sintético perpetuamente inacabado (esta visión anti-metafísica de Kant fue consagrada por la Escuela de Marburgo, donde Cassirer fue formado por Georg Simmel, y que influenció a Weber a través de las obras de Windelband y Rickert, líderes de la escuela rival de neokantianos de Baden).

21 Weik (2010) tiene razón al señalar las similitudes y afinidades entre Leibniz y Bourdieu: la fuerza creadora que constituye el mundo es Dios para el primero y la historia misma para el segundo. Pero él se centra principalmente en el habitus cuando los vínculos más fuertes entre los dos pensadores es su filosofía relacional común del espacio (véase De Risi, 2007, sobre la visión de Leibniz). Cabe señalar aquí que el primer libro de Cassirer (1902) fue una disección del pensamiento de Leibniz en su contexto científico.

22 El estampado material de la realidad urbana a través de su moldeado simbólico asume una forma paradigmática y paroxística con la estigmatización territorial, cuyos sitios y circuitos de producción, difusión y consumo impregnan la ciudad, a pesar de que se aferren a los distritos de perdición socio-moral en los límites y lo más bajo del espacio urbano (Wacquant, 2017b).

23 Es constitutiva de la metrópoli el contener una diversidad de poblaciones y categorías, un amplio abanico de condiciones sociales, y una pluralidad de microcosmos sociales limitados, cada uno fomentando esquemas de percepción y aprecio en competencia. Se deduce lógicamente que la metrópoli genera una gran diversidad de conjuntos de disposiciones en competencia (correspondientes a amplias clases de posiciones y trayectorias), y no un habitus unificado y singular, característico de la ciudad como tal. Hablar de un “habitus metropolitano (suburbano, etcétera)” es contagioso, pero de una palabrería bourdiana vacía.

24 De hecho, el espacio social es la única categoría que separa más decisivamente a Bourdieu de y llena un vacío abultado en el centro de todos los hilos existentes de la teoría urbana: la ecología y la etnografía estilo

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Chicago, la economía política, el urbanismo postcolonial, la teoría del ensamblaje, y la aproximación del nexo suelo-urbano (Storper y Scott 2016).

25 Esta miopía tópica alimentada por el exotismo populista es ejemplificada por el elefantesco Urban Ethnography Reader [Compilado de Etnografía Urbana] recientemente publicado por Oxford University Press (Duneier, Kasinitz & Murphy, 2014): sus casi 900 páginas no contienen un solo análisis de los espacios, instituciones y prácticas de la clase alta. Los términos “ayuntamiento” y “burguesía” no aparecen una sola vez en el libro; “clase alta” se menciona incidentalmente menos de una media docena de veces; 39 de los 52 capítulos se centran directamente en clases y etnias subalternas en distritos desposeídos; 27 asombrosos capítulos, más de la mitad de todo el volumen, están dedicados a los negros pobres de la “inner city” [áreas centrales] estadounidense. La metrópoli que emerge a través de estos lentes es una repleta de hombres negros descuidados, desviados y problemáticos (e incluso alimentadores de palomas), pero curiosamente carente de corporaciones, profesiones, políticos, fiscales, dinastías patricias, agentes inmobiliarios, burócratas, obispos, periodistas y científicos. Como es típico del género, este compendio masivo también contiene un solo capítulo y autor solitario situado fuera de los Estados Unidos y solo dos antropólogos, en una ignorancia dichosa de las ricas tradiciones de trabajo de campo urbano desarrollado en países extranjeros y por otras disciplinas.

26 La respuesta propia de Bourdieu (1991) a esta preocupación es su “Introduction to a Japanesse Reading of ‘Distinction’” [Introducción a una lectura japonesa de ‘La distinción’].

27 Una advertencia analítica opera aquí: hay que tener cuidado con la proliferación incontrolada de las formas de capital que proviene de una interpretación sustancialmente errónea de la teoría de Bourdieu, que equipara el capital cultural con la cultura “intelectual” o con “bienes culturales de alto estatus”, y por eso confunde variación empírica con diferencia conceptual. Una capacidad, un objeto o un título cultural dado nunca es capital cultural por sí mismo; se convierte en tal solo en relación con una arena particular de acción, en el que provoca la creencia colectiva, recibe valor y genera ganancias. Por ejemplo, el amor por la música clásica y el dominio de la historia del arte son capital cultural en el sistema escolar y en los círculos de clase media y alta, pero no en la esfera cotidiana de las familias obreras. La capacidad de entregar y soportar la violencia física es el capital cultural encarnado en el mundo criminal de la calle, pero no en una empresa o en un campus universitario. Léase la advertencia de Neveu (2013) contra la retórica “acumulación de capitales”, lo que da como resultado un fugitivo “inventario sociológico sin pies ni cabeza”.

28 Para críticas eficaces de la retórica urbana de “ciudades creativas”, “barrios marginales”, “villas” y “renacimiento”, “patrimonio” y “diversidad”, y (anti) gueto, y etiquetas parecidas para distritos desposeídos y menospreciados, ver respectivamente Peck (2005), Gilbert (2007), Barnes et al. (2006), Modan (2007) y Boyd (2008), y Wacquant, Slater y Pereira (2014).

29 Nota de la traducción: aquí el autor se refiere a los artículos reunidos en los números especiales de la revista International Journal of Urban and Regional Research (IJURR), en prensa 2017.

vol 43 | no 129 | mayo 2017 | pp. 279-304 | tribuna | ©EURE

issn impreso 0250-7161 | issn digital 0717-6236

DAVID HARVEY: “ESTAMOS VIVIENDO EN EL MUNDO DE LA ESCLAVITUD DE LA DEUDA”

http://cronicon.net/wp/david-harvey-estamos-viviendo-en-el-mundo-de-la-esclavitud-de-la-

deuda/

POR JEREMY SCAHILL /

El reputado geógrafo inglés David Harvey analiza en esta entrevista la situación actual de Estados Unidos y la

relación económica de este país con el resto del mundo a través del crédito y la financiarización de la

economía.

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Durante 2017 , todos experimentamos una especie de intenso vértigo político. Parte de esto se debe, claro, al

hecho de que Donald Trump es presidente y de que constantemente encadena su último escándalo con uno

nuevo, justo cuando empezamos a discutir el anterior.

Cuando estamos huyendo constantemente, es muy difícil hacer balance de dónde estamos y dónde hemos

estado. Poder tener una buena visión de conjunto se convierte en un lujo, que nadie parece poderse permitir. Y

eso tendrá serias consecuencias. Nuestros cerebros están siendo alterados, la forma en que procesamos

noticias e información, nuestras ideas sobre lo que constituye resistencia y tiranía.

Ya vivimos en una sociedad que no estudia su propia historia —su historia pura y dura —y a menudo los

acontecimientos actuales se analizan en un vacío, que casi nunca incluye el contexto o la historia necesaria

para comprender lo que es nuevo, lo que es viejo y cómo llegamos a donde estamos.

Nos distanciamos de nuestra propia realidad y de nuestro propio trabajo.

Mientras Trump celebra su primer año en el cargo y las manifestaciones se enfrentan a un año de su mandato,

el destacado académico marxista David Harvey fue entrevistado por Intercept.

Harvey es uno de los principales pensadores marxistas del mundo y una de las principales autoridades en El

Capital de Marx, que cumplió 150 años a finales del año pasado. Además, es un distinguido profesor de

Antropología y Geografía en la City University of New York y es pionero en la disciplina de geografía

moderna. Acaba de publicar un nuevo libro llamado Marx, el capital y la locura de la razón económica.

Comencemos por ver dónde estamos ahora mismo en este país, con Donald Trump en el poder y esas

múltiples investigaciones en el Congreso y con el fiscal especial investigando la conspiración rusa.

Quiero hablar sobre algo de esto contigo. Pero primero, tengo curiosidad después de haber leído tu

libro, ¿cómo llegamos a Trump? Y te lo pregunto por tu vasta investigación histórica y sobre Marx y la

economía y la geografía. ¿Cuáles apuntarías como los factores que llevaron a que Trump alcanzara el

poder y resida en la Casa Blanca?

Si tuviera que simplificarlo, sería una palabra: alienación. Tienes una población cada vez más alienada. Está

alienada del proceso de trabajo porque no hay trabajos con sentido a su alrededor. Se les ha prometido una

especie de cornucopia del consumismo y se encuentran con muchos productos que realmente no funcionan, se

ven obligados a renovar su teléfono cada dos años. Los encuentras teniendo que vivir un estilo de vida, que

es, ya sabes, que están desilusionados. Y claro, están desilusionados con el proceso político; se dan cuenta de

que es el gran capital el lo que lo compra. Están desilusionados en muchos sentidos y no sólo es en este país.

Y empiezas a ver una vasta área de población desilusionada que está alienada de todo.

Ahora bien, las poblaciones alienadas no se comportan necesariamente de la forma que probablemente tendría

sentido para alguien como yo. No se van a la izquierda, por ejemplo, sólo dicen algo así como: “Dame algo

que parezca diferente”. Y creo que cuando Trump apareció y dijo: “Voy a ser vuestra voz”, él en realidad,

sabes, ‘trumpeó’ [la palabra trump es polisémica en inglés, significa tanto triunfo como invento, N. del Ed]

completamente, si puedo usar ese término, a Hillary Clinton.

Y pienso lo mismo sobre la votación sobre el Brexit en Gran Bretaña, donde las áreas metropolitanas están

yendo bien, pero te encontrarás poblaciones alienadas en esas pequeñas poblaciones, donde la base económica

de la vida acaba de desaparecer. Y lo encontrarás en la India. Así que te encuentras con este tipo de brote real

284

de gente de derechas, populista y neo-fascista que están apareciendo y diciendo:”Escúcheme. Escúcheme. Yo

tengo una respuesta diferente a todo este tipo de preguntas.” Y creo que ese tipo de cosas está sucediendo no

sólo en este país, sino también en otros lugares.

¿Crees que Trump tiene alguna ideología, basándonos en las acciones que ha realizado oficialmente

como presidente o en las ideas que presenta cuando habla o tuitea?

Creo que tiene algunas ideas, estén o no reunidas en una ideología; por ejemplo, una de sus ideas es

desmantelar todo lo que hizo Obama. Eso es casi instintivo de su parte: ir completamente en la dirección

contraria. Así que tiene ideas.

¿Una ideología? No creo que tenga una ideología clara. Pero ciertamente tiene un personaje que, ya sabes, se

trata de mí, mí, mí y el narcisismo es obvio. Pero creo que este es el clásico tipo de situación de los líderes

populistas.

¿Puedes identificar algún análogo histórico a este momento en los Estados Unidos con Trump?

Creo que hasta cierto punto, si regresaras, probablemente a la década de 1920, te encontrarías con que a los

ricos les estaba yendo extremadamente bien, pero había una clara especie de desilusión con lo que estaba

sucediendo en el país y eso, claro, precedió a lo que sucedió en la década de 1930. Así que creo que siempre

ha habido cierta inestabilidad en los Estados Unidos.

A todo el mundo le gusta hablar aquí sobre la tradición de la democracia, pero si miras lo que pasó —el

macarthismo, y luego la caza de brujas en la década de 1820 contra los anarquistas, etc— verás que en la

historia de los Estados Unidos hay algunos movimientos populistas de derechas bastante desagradables.

LA SITUACIÓN DE LAS PERSONAS NO HA MEJORADO, Y CASI NINGUNO

DE LOS BENEFICIOS DE LAS PEQUEÑAS RECUPERACIONES DESDE 2007-

2008 HA IDO A NADIE MÁS QUE AL UNO POR CIENTO MÁS RICO

Parte de la razón por la que pregunto es que creo que si ves las noticias por cable ahora mismo, lo que

no le recomiendo que haga, y escucha a los expertos, particularmente a los demócratas o autodefinidos

como progresistas, pensarías que Trump ya es algo así como uno de los mayores monstruos de la

historia. Sin embargo, George W. Bush y Dick Cheney mataron, dando una cifra conservadora, a más

de un millón de personas en sus guerras.

Cierto. Cierto.

Tenían esencialmente las mismas ideas económicas que Trump. Tal vez eran un poco mejores

enmascarando su racismo o su intolerancia. ¿Pero es Trump realmente el monstruo que su retrato

muestra en relación a anteriores presidentes, tanto demócratas como republicanos?

Oh, no en absoluto. Creo que una de las cosas que ha sucedido es que ha habido un retroceso, si quieres. Pero

si uno vuelve atrás y mira la forma en que se trataba a las mujeres en los años sesenta, vuelve atrás y ve cómo

se veía la raza en los sesenta, no diría que esa era en absoluto una sociedad hermosa. A pesar de que la

economía iba bastante bien y a un sector privilegiado de la clase trabajadora le estaba yendo muy bien. Pero

285

eso ocurre de alguna forma cuando se mira la situación actual; creo que es mucho más progresista de lo que

era entonces. Así que no creo que Trump esté haciendo algo que no esté en las raíces de la historia

estadounidense.

Trump tiene múltiples mantras que repite y su favorito al hablar de sus éxitos es que el mercado de

valores sigue batiendo récords. Lo que nunca menciona es que la gran mayoría de los trabajadores en

este país no tienen pensión. ¿Qué está pasando ahora mismo en Wall Street y con el mercado bursátil?

Quiero decir, claramente está batiendo récords. Trump tiene toda la razón. El Dow está por encima de

25.000. Es una locura si lo piensas. ¿Qué está pasando en Wall Street? [Nota: la entrevista fue hecha

antes de la caída del Dow Jones del martes 6 de febrero de 2018].

Lo que me parece es que, desde los problemas de 2007 y 2008, lo que hemos visto es esencialmente a los

bancos centrales sumándose a la oferta monetaria. Y el dinero tiene que ir a algún lado. Y sobre todo va a la

Bolsa y, por supuesto, ese dinero va a los bolsillos del uno por ciento más rico. Por lo tanto, si realmente

observamos los índices de desigualdad desde 2007-2008, han aumentado notablemente, no sólo en Estados

Unidos sino en todo el mundo.

Así que, en cierto modo, lo que has hecho es tropezar con dificultades en 2007-2008, y responder arrojándole

dinero, lo que fue genial para la Bolsa y el resto. Pero, como sabemos, los ingresos de la gente común y

corriente no han mejorado en absoluto, la situación de las personas no ha mejorado, y casi ninguno de los

beneficios de las pequeñas recuperaciones desde 2007-2008 ha ido a nadie más que al uno por ciento más

rico. Y esa es, creo yo, la solución de titulares de bonos al problema económico.

El último recorte de impuestos fue en realidad un decreto de los titulares de bonos. Ellos han controlado, en

realidad, todo tipo de políticas económicas desde los años setenta. Así que no es sólo George Bush y demás.

Me refiero al famoso momento en el que Clinton apareció y dijo: “¿Puedo hacer esto o puedo hacer aquello?”.

Y Rubin, de Goldman Sachs, dice: “No puedes hacer aquello”. Básicamente tienes que hacer lo que te digan

los titulares de bonos. Y Clinton, que llegó prometiendo una asistencia sanitaria universal, nos dio el NAFTA

(Tratado de Libre Comercio de América del Norte, por sus siglas en inglés), la reforma del sistema de

bienestar, nos dio la derogación de [la ley] Glass-Steagall, y todo lo demás, y en realidad estableció el tipo de

financiación para la vivienda que produjo el colapso en 2007-2008.

El Papa habla de la usura. Como usted sabe la Bolsa es en su totalidad una institución de la usura. Y

usted escribe en su libro: “La formación y circulación del capital financiero es, en efecto, la circulación

del anti-valor”. Explique lo que quiere decir con eso.

Quiero decir que, básicamente, la deuda es un reclamo sobre trabajo futuro, y cuando la gente está endeudada

tiene que trabajar para pagar sus deudas. Y ahora mismo lo vemos con los estudiantes, por ejemplo. Muchos

de ellos terminan, tienen una deuda enorme —en cierto modo su futuro está embargado— tienen que pagar

esa deuda antes de que realmente puedan tener una vida.

Y eso es extremadamente, extremadamente difícil. Por eso lo llamo anti-valor, porque no es como si la gente

tuviese derecho al valor que va a crear. De hecho tienen que crear valor para pagar la deuda. Así que para

ellos la vida que están viviendo es una vida negativa, en vez de una vida positiva.

Y, sabes, es gracioso. Creo que la gente lo entiende. Hace sólo dos días estuve en una cafetería en Baltimore,

que es uno de los lugares que solía frecuentar, y, ya sabes, unas cuantas personas están por ahí hablando, y ahí

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hay una pareja y pues todo el mundo está hablando. No están haciendo ese tipo de cosas con sus móviles. De

hecho están hablando, lo cual es una de las cosas bonitas de Baltimore, que la gente todavía habla entre sí.

Así que de repente, —tienen unos 50 años quizás— él tipo dice: “Me siento totalmente engañado”. Dijo:

“Realmente creí en el sueño americano de tener una casa, un niño, un coche y todo eso”. Y dice: “Aquí estoy,

50 años”, dice, “y todo lo que soy depende de mi endeudamiento hasta las cejas”. Y dijo: “Me siento de

verdad como si me hubieran vendido la moto”. Y siguió así. Y yo tenía ganas de decir: “Oh, quieres decir,

como la esclavitud de la deuda, ¡como sobre lo que escribo yo!”. Pero no me atreví a hacerlo.

LA DESINDUSTRIALIZACIÓN DEL SECTOR FABRIL FUE ALGO GRANDE.

AHORA ESTAMOS VIENDO QUE OCURRE LO MISMO EN EL COMERCIO

MINORISTA Y EL MARKETING. LO ESTAMOS VIENDO CON WAL-MART.

LO ESTAMOS VIENDO CON AMAZON

Si alguien llegara aquí desde un universo diferente y te preguntara: “¿En qué se basan los salarios que

se pagan a los trabajadores, o el dinero que existe en el mercado de valores, o el dinero que cambia de

manos desde nosotros, la gente, a compañías como Amazon? ¿Cuál es el valor real de ese dólar en

nuestra economía actual?” ¿qué le dirías?

El dólar debería valer lo que sea que comprara, que son las mercancías que la gente quiere, y lo que queremos

son mercancías útiles. Y el problema es que el capitalismo es muy bueno fabricando mercancías que no

funcionan o que se rompen o que sólo duran dos años. Quiero decir que, a menudo uso este ejemplo: estoy

usando los cuchillos y tenedores de mi abuela. Si el capital produjese cosas que duraran cien años, ¿qué haría?

En vez de eso produce teléfonos en los que tienes que conseguir el último, el siguiente sale y tienes que

cambiarlo cada uno o dos años. De hecho, los ordenadores no funcionan si tienen más de tres o cuatro años.

Así que los capitalistas aprenden a jugar este juego de tener una rotación instantánea del consumo porque esa

es la única manera de sostener su mercado.

Bueno, gasolina y coches. No hay absolutamente ninguna razón por la que tengamos que tener

vehículos en la carretera que están llegando a 14 millas por galón.

Uno querría pensar que el capitalismo es un sistema racional, pero no lo es. Es irracional, introduce estas

irracionalidades porque es la única manera de continuar reproduciéndose a sí mismo. Y creo que, una vez

más, la gente está empezando a ver que esto no es exactamente la buena vida que pensaban que podrían tener

en algún momento, particularmente para la masa de la población que ahora está endeudada y que tiene que

pagar esa deuda, ya sea la deuda de la tarjeta de crédito, o la deuda hipotecaria, o la deuda de consumo, o la

deuda del coche, etcétera.

Estamos viviendo en el mundo de la esclavitud de la deuda, en el que el futuro de la mayoría de la población

está de hecho embargado, por la forma en que el capital les envuelve. Este tipo de asunto sobre la buena vida

es: pida dinero prestado y entonces todo estará bien.

¿Qué pasa con el papel de Amazon, Google, Facebook en nuestras vidas? Quiero decir, ¿es esto algo

nuevo en la evolución o involución del capitalismo?

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No creo que sea nuevo. Lo miro históricamente. Pasamos por esto a partir de los años 70, con lo que

llamamos desindustrialización: la pérdida de empleos industriales y la pérdida de empleos manufactureros.

Cuando fui a Baltimore en 1969, había unas 27.000 o 30.000 personas empleadas en la planta de acero. En

1990 hay unas 2.000 personas empleadas en la planta siderúrgica. Y ahora no hay planta de acero. Así que

perdimos puestos de trabajo en la industria poco a poco y el resultado fue que todo se perdió.

Así que la desindustrialización del sector fabril fue algo grande. Ahora estamos viendo que ocurre lo mismo

en el comercio minorista y el marketing. Lo estamos viendo con Wal-Mart. Lo estamos viendo con Amazon.

Lo estamos viendo a través de la compra por internet. Y creo que el último informe de empleo fue muy

interesante porque había una pérdida de, no sé cuánto era, 20.000 puestos de trabajo en el sector minorista.

Vamos a ver que ocurre en el sector minorista lo mismo que ocurrió en el sector industrial.

ESO ES LO ASOMBROSO, QUE EL CAPITAL CORPORATIVO NO PARECE

SER CAPAZ DE SOBREVIVIR ACTUALMENTE SIN LOS SUBSIDIOS DEL

SECTOR PÚBLICO

Entonces, la pregunta es, ¿qué tipo de trabajos va a haber en cualquier parte? Y esos lugares que sí tienen

puestos de trabajo van a hacer lo que hace Amazon. En realidad no estás haciendo nada significativo. Sólo

estás haciendo trabajo manual, empaquetando cosas y enviándolas. Este es un trabajo sin sentido. Esto es a lo

que me refiero con trabajo alienante. Me refiero a imaginarte que podrías pasar el resto del tiempo en una

línea de fabricación sólo empaquetando productos y enviándolos, quiero decir, ¿qué clase de trabajo es ese?

Hay una transformación real en los procesos de trabajo, que creo que va a tener un gran impacto real en la

economía estadounidense. El ejemplo de la desindustrialización y lo que sucedió en las comunidades

industriales va a afectar ahora a los grandes centros de consumo que dependen del comercio minorista.

Se ha convertido en una parte asumida y aceptada de la política estadounidense que tanto demócratas

como republicanos son evangelistas de la idea de que el libre mercado es la solución a una amplia gama

de problemas. ¿Cuál es tu crítica o problema con la idea de que la competencia va a ofrecer no sólo a

los consumidores, sino a los estados nacionales, un producto de mayor calidad?

Bueno, hay dos niveles de respuesta a eso. En primer lugar, me gustaría decir: “¿qué competencia?” Tenemos

un enorme monopolio. Lo veo en la energía, mira las farmacéuticas, mira en todas partes y en realidad hay

mucho monopolio alrededor. Por lo tanto, la competencia es una especie de falsa competencia en muchos

sentidos.

Y, a nivel internacional, claro, hay algún tipo de competencia entre los distintos Estados, pero fíjese en lo que

pasa. Básicamente lo que se supone que debes hacer es crear un buen ambiente de negocios. Eso es lo que el

Estado supuestamente debe hacer. Y cuanto mejor sea el ambiente de negocios, más capital atraerá. Así que

eso significa impuestos más bajos —una vez más, el último proyecto fiscal tenía mucho que ver con mejorar

los Estados Unidos como entorno empresarial— así que tienes que darle dinero a las corporaciones. Y eso es

lo asombroso, que el capital corporativo no parece ser capaz de sobrevivir actualmente sin los subsidios del

sector público.

TENEMOS QUE ORGANIZAR ALGO MUY DIFERENTE Y ALTERNATIVO

EN LA IZQUIERDA, EN LUGAR DE TENER, LO QUE YO LLAMO, EN

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CIERTO MODO, EL PARTIDO DE WALL STREET GOBERNANDO EN

AMBOS PARTIDOS, UNO DE LOS CUALES ESTÁ MÁS LOCO QUE EL OTRO

Así que, en efecto, el sector público está permanentemente apoyando a las grandes corporaciones y éstas no

están compitiendo realmente. Simplemente están usando su poder monopolístico para reunir gran cantidad de

riqueza en pocas manos.

Hubo un debate bastante feroz dentro de la izquierda en Estados Unidos sobre las elecciones de 2016. Y

creo que una parte muy significativa, incluso de izquierdistas, en última instancia se taparon la nariz y

votaron a Hillary Clinton como forma de votar en contra de Donald Trump. Y Noam Chomsky

también ha declarado que la única respuesta sensata a las elecciones dadas en 2016 fue, por supuesto,

votar por Hillary Clinton para prevenir el mal mayor de Donald Trump. ¿Dónde te posicionas en estas

cuestiones cuando se trata de política electoral?

Me posiciono en que tenemos que organizar algo muy diferente y alternativo en la izquierda, en lugar de

tener, lo que yo llamo, en cierto modo, el partido de Wall Street gobernando en ambos partidos, uno de los

cuales está más loco que el otro. El tipo de asuntos que me preocupan sobre Trump es lo que está haciendo

con el medio ambiente, lo que podría hacer con la guerra nuclear,todo ese tipo de asuntos. Me refiero a que

es totalmente irracional sobre algunos de estos asuntos.

Así que, sí, preferiría tener a Hillary, pero no quiero estar en una situación en la que la única respuesta a

alguien como Trump sea Hillary, porque me parece volver a todos esos problemas que tuvimos con la primera

administración Clinton, que fue el comienzo del proceso de venta del gobierno de Estados Unidos a los

titulares de bonos y a Wall Street.

Tenemos que encontrar algo que sea un partido no-Wall Street. Y eso tiene que ser populista de base. Pero

creo que también se debe tratar de revitalizar el poder sindical. Y se tiene que revitalizar el poder de la

comunidad, y tiene que participar muchas de las organizaciones que actualmente están tratando de hacer

frente a la situación.

LOS SOCIALDEMÓCRATAS TIENEN UN LARGO HISTORIAL DE SER

BASTANTE BELICISTAS CON TODO TIPO DE ASUNTOS Y DE CREER EN

COSAS COMO EL HUMANISMO MILITAR Y ESE TIPO DE CUESTIONES

En este país es un gran problema la asistencia social a través de las ONG. Creo que las ONG son un

problema. No son una solución a los problemas. Necesitamos tener un movimiento de izquierda real, sólido y

bueno. Empezamos a ver elementos de esto cristalizarse en torno a Bernie Sanders y similares. Pero creo que

tenemos que ir más allá de eso, y por eso es tan importante empezar a tener un análisis alternativo al que

generalmente estamos expuestos en las noticias por cable y todo el resto.

Bernie Sanders se identifica a sí mismo como un socialista democrático, sin embargo, en su historial

electoral podemos ver que apoyó el cambio de régimen en Iraq. Dijo que continuaría con el programa

de asesinatos de drones tal como existía bajo Obama. Votó por políticas económicas neoliberales en el

pasado. ¿Cómo qué tipo de socialista describirías a Berni Sanders? Quiero decir, ¿es un marxista desde

tu punto de vista?

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No, no, no es marxista en absoluto. Es, como dice, una especie de socialdemócrata. Pero los socialdemócratas

tienen un largo historial de ser bastante belicistas con todo tipo de asuntos y de creer en cosas como el

humanismo militar y ese tipo de cuestiones. Por lo tanto, la historia de la socialdemocracia está un poco

manchada por todo eso. Y por eso creo que tiene que haber un verdadero movimiento socialista de izquierda.

En cuanto se puso a hablar más con los millennials, Sanders empezó a cambiar su discurso de la

socialdemocracia a una línea más socialista. A hablar de un sistema de salud universal y del acceso gratuito a

la enseñanza superior. Vemos surgir lo mismo en Gran Bretaña, con Jeremy Corbyn empezando a hablar más

en términos de esas visiones socialistas tradicionales que de una alternativa socialdemócrata.

¿Cuál es su evaluación del estado actual del Partido Demócrata?

Creo que aún está controlada por lo que yo llamaría el partido de los elementos de Wall Street. Alguien como

Chuck Schumer, por ejemplo, ha recaudado más dinero de Wall Street que casi nadie en el Congreso. Aunque

retóricamente puede decir ciertas cosas, creo que es parte de eso, y Nancy Pelosi también. El liderazgo en la

estructura de poder dentro del Partido Demócrata es, en cierta medida, antagónico a un verdadero impulso

socialista. Lo que me pone nervioso es que simplemente tendrán que decir: “Bueno, somos la alternativa al

loco de Trump”. Y llegarán al poder. Pero eso no va a suponer ninguna diferencia real. Como lo veo yo, en

realidad, va a exacerbar los problemas.

TIENE QUE HABER ALGUNA ALIANZA ENTRE EL TIPO DE MOVIMIENTO

SINDICALISTA TRADICIONAL Y LOS MOVIMIENTOS ACTIVISTAS

COMUNITARIOS Y MOVIMIENTOS AMBIENTALES Y SIMILARES

No los veo asumiendo temas de tipo, digamos, deuda estudiantil y no los veo aceptando el sistema universal

de salud y ese tipo de temas en absoluto.

Hablas de la necesidad de construir un movimiento socialista de izquierda en los Estados Unidos. Han

tenido un aumento en las filas de los Socialistas Democráticos de América, muchos jóvenes se han unido

a él. ¿El propósito principal sería competir en el sistema electoral o está hablando de un movimiento

más orientado a los trabajadores que no esté abrumadoramente interesado en la política electoral?

Como probablemente sabrás, no suscribo una visión muy obrerista de estas cosas. Pienso que tiene que haber

alguna alianza entre el tipo de movimiento sindicalista tradicional y los movimientos activistas comunitarios y

movimientos ambientales y similares, y que construir alianzas entre diferentes grupos es terriblemente

importante. Hay que reconocer la importancia del movimiento Black Lives Matter y algunos de los

movimientos de género que están alrededor, creo que son elementos muy significativos que necesitan ser

puestos juntos en una especie de coalición.

Personalmente creo que los Millennials, si se quiere llamarlos así, la generación más joven, está mucho más

abierta a discutir estas cuestiones, que cualquiera que tenga más de 30- 35 años. A veces le digo a mi hija:

“Una de las cosas que deberías hacer, para ser muy progresista, es impedir que mi generación vote”, porque,

en general, somos muy reaccionarios.

¿Dónde pondrías el límite de edad para votar? ¿A qué edad ya no votas más? Por cierto, lo apoyo para

conducir. Debería haber un límite máximo de edad para conducir.

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Sí, bueno, probablemente ya lo he superado. Por lo tanto, personalmente no me voy a beneficiar de ello.

No sé exactamente qué edad es. Pero me parece que hay un grupo en el poder, en la academia, por ejemplo,

los académicos que tienen entre 40 y 60 años los que tienen el poder ahora mismo, y son un verdadero

problema. Creo que han aceptado el mantra neoliberal y tienen actitudes neoliberales. Es la gente menor de

esa edad la que empieza a hacer grandes preguntas.

Me alegro de que hayas sacado a relucir las ideas neoliberales. El término neoliberal se está utilizando

tanto actualmente por gente que creo no tienen literalmente la menor idea de lo que es la política

económica neoliberal o en general el neoliberalismo. Creo que sería fantástico: darle a la gente una

definición. ¿Qué significa neoliberalismo?

Considero que es un proyecto político, que se originó en los años 70 con la Mesa de Negocios (Business

Roundtable) y los Rockefeller y todos los demás, que consiste en reorganizar la economía de tal forma que se

restaure el poder de una debilitada clase capitalista. La clase capitalista tenía dificultades a finales de la

década de 1960 y principios de la de 1970, porque el movimiento de los trabajadores era bastante fuerte, había

muchos activistas comunitarios, los ecologistas, estaban surgiendo todos esos asuntos de reforma, la

formación de la Agencia de Protección Ambiental y todo ese tipo de cosas. Así que decidieron, a través de la

Mesa de Negocios, que irían realmente a tratar de recuperar y acumular el máximo poder económico que

pudiesen.

Y eso tenía una serie de elementos, como que, por ejemplo, si se enfrentaba a una situación de rescate de las

personas o de rescate de los bancos, se rescatará a los bancos y se dejaría al pueblo que luchara por salir

adelante. Siempre que hubiese un conflicto entre el capital y el bienestar de la gente, se escogería al capital.

Esa era la forma simple del proyecto, los elementos de eso, que, ya sabe, Reagan puso en marcha y Thatcher

puso en marcha y eso es básicamente de lo que se ha tratado. Era un proyecto político.

Ahora algunas personas dicen que sólo es una idea sobre el mercado libre. Bueno, sí, un mercado libre para

algunos. Responsabilidad individual, sí. Una redefinición de ciudadanía tal que un buen ciudadano es un

ciudadano sin necesidades. De tal forma que cualquier ciudadano necesitado es una mala persona. No sé si

has visto la película Yo, Daniel Blake. Es un muy buen ejemplo. Es un ejemplo aterrador de cómo los

servicios sociales se ponen en marcha para castigar a las personas y no para ayudarlas realmente.

LA AUSTERIDAD NO ES PARA EL CAPITAL, EN ABSOLUTO PARA LAS

INSTITUCIONES FINANCIERAS, Y NO ES PARA EL UNO POR CIENTO MÁS

RICO. ASÍ QUE LA AUSTERIDAD SE REFIERE A LOS PROGRAMAS

SOCIALES.

Lo que yo considero a menudo como uno de los aspectos más visibles de la política económica

neoliberal es la idea de medidas de austeridad que se imponen a las economías de los países del sur,

pero también al caso de Grecia, por ejemplo. La primera demanda de los acreedores, si te fuesen a

conceder un préstamo, es el fin de tus programas sociales y el dinero que se gastaría en ellos pasaría a

ser destinado al pago del principal o del interés del dinero que generosamente se te ha prestado.

Es la esclavitud de la deuda de nuevo. Se organiza la esclavitud de la deuda de tal manera que aprisione a la

gente y tengan que pagar. Pero, no se le quita el dinero a los titulares de bonos. Quiero decir, en el caso de

291

Grecia, por ejemplo, no es que alguien fuera tras los bancos franceses y alemanes que prestaban todo ese

dinero a Grecia. Básicamente socializaron su deuda, la entregaron al FMI y al Fondo Europeo de Estabilidad

y a todo el resto, y luego obligaron a los griegos a pagar.

En realidad, si los bancos han cometido un error de evaluación, deberían pagar. Pero no lo hicieron, y este es

el principio neoliberal en acción. Tiende a no gustarme el término austeridad, empezó porque la austeridad…

Estoy usando el término que ellos usan…

Sí, lo usan. Pero la austeridad se usa para las políticas que se aplican a la población. La austeridad no es para

el capital, en absoluto para las instituciones financieras, y no es para el uno por ciento más rico. Así que la

austeridad se refiere a los programas sociales. Y, de hecho, el Estado ha estado profundamente envuelto en el

subsidio al capital durante los últimos diez o quince años. Esto otra vez, es parte del tipo de mezcla neoliberal.

Predica el libre mercado, pero sobre todo para la ideología, como he dicho antes, hay una tremenda cantidad

de poder monopolístico en este sistema de mercado supuestamente libre.

A menudo he pensado que, al menos en parte, la situación que hemos visto desarrollarse en Grecia es muy

similar de alguna forma a lo que ocurrió en la crisis financiera de Estados Unidos en 2007- 2008. Había

prestamistas que sabían que la gente a la que le estaban dando el dinero no iba a poder pagar sus

mensualidades, por no mencionar siquiera hacer los pagos del préstamo principal. Y en Grecia era lo mismo.

Esos alemanes, y en menor medida otras instituciones financieras europeas, sabían que el dinero que

daban o que prestaban a Grecia no iba a ser reembolsado y que, en última instancia, llegaría a un

punto crítico. Entonces, ¿por qué estas instituciones —por qué los bancos alemanes o las instituciones

financieras estadounidenses— en qué les beneficia poner dinero en Grecia o en otros países, sabiendo

que no se va a devolver?

Porque saben que se lo devolverán.

¿Quién?

El Estado. De hecho, el Estado alemán lo hará. Pero lo hará apoyándose en los griegos y reduciendo su nivel

de vida. Esto ha estado sucediendo desde hace mucho, mucho tiempo.

Quiero decir, mira el caso de México en 1982, no podía pagar su deuda. El Fondo Monetario Internacional

dijo: “Vale, les ayudaremos, pero tienen que hacer esto, esto y esto”. Y de hecho redujeron el nivel de vida de

la población mexicana en un 25% en los siguientes cinco años. Eso fue lo que ayudó a pagar la deuda.

Bien, de eso se trata la austeridad. Y, de hecho, el FMI ha administrado la austeridad haciendo ese tipo de

cosas en todas partes.

De tal forma que los bancos nunca se lastiman y esto se remonta a la crisis fiscal de Nueva York en 1975,

cuando se tomó la decisión de rescatar a los bancos o hacer pagar a los ciudadanos de la ciudad de Nueva

York. Así pues, los ciudadanos de de Nueva York pagaron y los bancos no pagaron nada del costo de lo que

habían hecho. De eso se trata el orden neoliberal. Y lo llaman un riesgo moral, por cierto, lo que significa que

no vas a ser realmente atrapado por ninguna mala decisión que tomes.

292

Cuando los políticos, principalmente los republicanos, pero también los demócratas, dicen “Oh,

necesitamos reducir nuestra deuda y equilibrar nuestra chequera en este país”. ¿Cuáles son esas

políticas, cuando tienes a políticos haciendo campaña basándose en parte sobre la idea de que van a

reducir la deuda o a eliminar la deuda del gobierno federal de Estados Unidos? ¿De qué están hablando

realmente?

Bueno, eso es una especie de bate de béisbol que se lleva periódicamente a la política. Recuerda a Dick

Cheney diciendo que: “Ronald Reagan nos enseñó que la deuda no importa”. Porque Reagan se endeudó

como un loco, principalmente en el lado militar y Bush también se endeudó.

Luego los republicanos cambiaron, cuando Obama apareció y dijo: “Tenemos que hacer algo respecto a la

deuda”. Y esto se vuelve la excusa para impedir que cualquier programa fuese aprobado. Y ahora vemos que

los republicanos vuelven al poder, ¿y qué hacen? Aumentan la deuda en un trillón y medio de dólares o algo

así.

No creo que haya una cuestión real aquí, es simplemente una excusa política para abordar la retórica sobre el

endeudamiento y nosotros tenemos que lidiar con la deuda de nuestros hijos, pero después, claro, le dan la

vuelta. Es una herramienta política, que usas de esta particular manera, en un momento histórico concreto.

¿A quién le pertenece la deuda estadounidense?

Oh, esto es interesante. Por supuesto que China es propietaria de una gran parte y Rusia posee bastante. Japón

también.

De hecho, hay una historia muy interesante sobre eso, si te interesa conocerla, en medio de la crisis cuando

Fannie Mae, Freddie Mac y AIG se estaban como debilitando, los rusos fueron a los chinos y les dijeron:

“Vendamos toda nuestra deuda en esas instituciones y eso acabará con la economía de Estados Unidos”. Y lo

habrían conseguido porque en realidad los titulares de la deuda de esas instituciones eran principalmente

China y Rusia. China se negó, por una sencilla razón. No querían que la economía estadounidense se

desplomase porque es un principal mercado de consumo. Pero si Rusia y China hubieran decidido en ese

momento vender todas sus participaciones en Fannie Mae, Freddie Mac y AIG, la economía estadounidense

se hubiese desplomado.

¿Hay algo en China que aún, o alguna vez, seguirías describiendo como de naturaleza comunista?

Creo que la situación china es muy complicada.

Por supuesto.

Por ejemplo, Xi ha decidido que va a eliminar la pobreza rural en dos años. Y es un programa masivo, masivo

el que se está llevando a cabo en China ahora mismo. Cuando los chinos deciden hacer algo así, lo hacen de

verdad. Quiero decir, cuando decidieron construir una red ferroviaria de alta velocidad, en 2007 tenían cero

millas. Ahora tienen 15.000 o 20.000 millas, tiraron para adelante y lo hicieron.

Para ser justos, sabe que hay muy poca regulación en China para este tipo de proyectos de

construcción.

293

Sí, no hay regulación. No hay derechos de propiedad privada en tu camino. Puedes hacer lo que quieras. Es

dictatorial en ese sentido. Así que no digo que sea un buen sistema. Pero es interesante que Xi haya decidido

erradicar la pobreza rural en dos años. Y ahora, la gente puede seguir con eso en Occidente.

Pero no lo veo, quiero decir, ¿podemos imaginar un programa en este país, que dijese que iba a erradicar la

falta de vivienda en dos años? Yo no lo veo. Todo el mundo habla de viviendas asequibles, algo hay que

hacer. Pero no se hace nada realmente. Xi va a hacerlo. Esa es la diferencia que hay.

Hay algunas cosas muy positivas que salen de China, así como todo lo negativo que, por supuesto,

escuchamos todo el tiempo: la falta de libertad de elección; el poder del partido se está utilizando en ciertos

sentidos, y la gente hablará de todo ese tipo de cosas en Occidente. Pero lo que no estamos viendo es la

fenomenal transformación que está ocurriendo económicamente, y en términos del estilo de vida de la gente.

Quiero decir, si le dijeses a la gente: “¿Quieres volver al tipo de mundo que había allí, por ejemplo, en 1978, o

algo así?” La respuesta sería “desde luego que no”. Mucha gente allí tiene una vida mucho mejor que en aquel

entonces.

China es un asunto al que deberíamos mirar con ojo crítico. Pero, sin embargo, no ese tipo de sermones, oh,

no es que no haya preocupación por los derechos humanos. Como si de alguna una forma u otra hubiera una

gran preocupación en el terreno de los derechos humanos en este país.

Traducción: Pilar Gurriarán

EL DESAFÍO ESTRATÉGICO DE LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA: ¿ATACADA POR LA

DERECHA Y SUS PROPIOS ERRORES?

POR RAFAEL CORREA DELGADO

http://cronicon.net/wp/el-desafio-estrategico-de-la-izquierda-latinoamericana-atacada-por-la-derecha-y-sus-

propios-errores/

El cambio de época

Después de la larga y triste noche neoliberal de los noventa -que quebró naciones enteras como Ecuador-, y a

partir de que Hugo Chávez ganó a finales de 1998 la Presidencia de la República de Venezuela, los gobiernos

derechistas y entreguistas del continente empezaron a derribarse como castillo de naipes, llegando a lo largo y

ancho de nuestra América gobiernos populares y adscritos al Socialismo del Buen Vivir.

En su apogeo, en el 2009, de 10 países latinos de América del Sur, 8 tenían gobiernos de izquierda. Además,

en Centroamérica y el Caribe estaba el Frente Farabundo Martí en El Salvador, el sandinismo en Nicaragua,

Álvaro Colom en Guatemala, Manuel Zelaya en Honduras, y Leonel Fernández en República Dominicana. En

países como Guatemala, con Álvaro Colom, o Paraguay, con Fernando Lugo, era la primera vez en la historia

que la izquierda llegaba al poder, en el último caso rompiendo incluso una constante de siglos de

bipartidismo.

En mayo 2008 nace Unasur, y en febrero de 2010 se crea la Celac, con 33 miembros. De los 20 países latinos

de Celac, 14 tenían gobiernos de izquierda, es decir, el 70%.

294

La primera parte del siglo XXI sin duda han sido años ganados. Los avances económicos, sociales y políticos

fueron históricos y asombraron al mundo, todo esto en un ambiente de soberanía, de dignidad, de autonomía,

con presencia propia en el continente y en el mundo entero. Por supuesto, ayudó mucho la favorable

coyuntura económica mundial. Las materias primas que exporta especialmente Sudamérica, tuvieron altos

precios durante esos años, pero la gran diferencia es que por fin esa riqueza fue invertida en el Buen Vivir de

nuestros pueblos.

América Latina vivió no una época de cambios, sino un verdadero cambio de época, que también modificó

substancialmente el balance geopolítico de la región. Por ello, para los poderes fácticos y países hegemónicos,

era indispensable acabar con estos procesos de cambio en favor de las grandes mayorías, y que buscaban la

segunda y definitiva independencia regional.

La resatauración conservadora

Aunque ya en el 2002 el Gobierno de Hugo Chávez tuvo que soportar un fallido golpe de Estado, es

realmente desde el 2008 que se intensifican intentos no democráticos de acabar con los gobiernos

progresistas, como fue el caso de Bolivia en el 2008, Honduras 2009, Ecuador 2010, y Paraguay 2012. Cuatro

intentos de desestabilización, dos de ellos exitosos -Honduras y Paraguay-, y todos contra gobiernos de

izquierda.

A partir del 2014, y aprovechando el cambio de ciclo económico, estos esfuerzos desarticulados de

desestabilización se consolidan y conforman una verdadera “restauración conservadora”, con coaliciones de

derecha nunca vistas, apoyo internacional, ilimitados recursos, financiamiento externo, etcétera. La reacción

se ha profundizado y ha perdido límites y escrúpulos. Ahora tenemos el acoso y boicot económico a

Venezuela, el golpe parlamentario en Brasil, y la judicialización de la política –“lawfare”-, como nos lo

demuestran los casos de Dilma y Lula en Brasil, Cristina en Argentina, y el vicepresidente Jorge Glas en

Ecuador. Los intentos para destruir Unasur y neutralizar la Celac, también son evidentes y, no pocas veces,

descarados. Ni hablar de lo que está sucediendo en Mercosur. El fracaso del ALCA a principios de siglo trata

de ser superado con la Alianza del Pacífico.

En Sudamérica, en los actuales momentos, tan solo quedan tres gobiernos de corte progresista: Venezuela,

Bolivia y Uruguay. Los eternos poderes que siempre dominaron a Latinoamérica, y que la sumieron en el

atraso, desigualdad y subdesarrollo, regresan con sed de venganza, después de más de una década de

continuas derrotas.

Los ejes de la estrategia de la restauración conservadora

La estrategia reaccionaria está articulada regionalmente y se fundamenta básicamente en dos ejes: el supuesto

fracaso del modelo económico de izquierda, y la pretendida falta de fuerza moral de los gobiernos

progresistas.

Con respecto al primer eje, desde la segunda mitad del año 2014, y debido a un entorno internacional adverso,

toda la región sufrió una desaceleración económica que se convirtió en recesión en los dos últimos años, con

tasas de crecimiento del 1.2, -0.2 y -0.8% para los años 2014, 2015 y 2016, respectivamente. Los resultados

son dispares entre países y subregiones, reflejo de la diferente estructura económica y políticas económicas

aplicadas, pero las dificultades económicas de países como Venezuela o Brasil son tomadas como ejemplo del

295

fracaso del socialismo, cuando Uruguay, con un gobierno de izquierda, es el país más desarrollado al sur del

Río Bravo, o cuando Bolivia tiene los mejores indicadores macroeconómicos del planeta.

En el caso ecuatoriano, enfrentamos lo que llamamos “La Tormenta Perfecta”: el desplome de las

exportaciones junto con una importante apreciación del dólar, la moneda de curso legal. Los choques externos

negativos recibidos durante los años 2015-2016, no tienen parangón en la historia contemporánea ecuatoriana.

Por primera vez en los últimos treinta años, tuvimos dos años seguidos de decrecimiento en exportaciones,

perdiéndose cerca del 10% del PIB. Para el 2016, el valor de las exportaciones era apenas el 64% de finales

del 2014. En el primer trimestre de 2016, el precio del barril del petróleo ecuatoriano estuvo por debajo del

mítico piso de $20, que no alcanzaba a cubrir ni los costos de producción.

Mientras tanto, el dólar norteamericano se comportaba en forma exactamente contraria a las necesidades

macroeconómicas, pasando de 0.734 a 0,948 euros/dólar entre enero 2014 y diciembre 2016, es decir, cerca

de 30% de apreciación. Las monedas de países vecinos como Colombia llegaron a depreciarse en más del

70%.

Las pérdidas netas fiscales entre el 2015 y 2016 se calculan en 12% del PIB. Por primera vez en la historia, en

lugar de recibir ingresos petroleros, el Gobierno Central tuvo que dar cerca de 1600 millones de dólares a las

petroleras estatales para que no quebraran, como estaba sucediendo con muchas empresas petroleras alrededor

del mundo. A esto hay que sumarles litigios perdidos en espurios tribunales arbitrales, que obligaron a pagar

más de 1% del PIB a las petroleras Oxy y Chevron.

Como si esto fuera poco, el 16 de abril de 2016 ocurrió en la zona costera un terremoto de cerca 8 en la escala

de Richter, que costó centenas de vidas, hizo decrecer la economía en 0,7%, y produjo pérdidas por más de

3% del PIB, sin contar las cerca de 4000 réplicas que ha tenido.

Por todos estos factores, la economía pasó de un vigoroso crecimiento del 4% en el 2014, a tan solo 0,2% en

el 2015, y a un decrecimiento de -1,5% en el 2016. Sin embargo, pese a las dificultades extremas y carecer de

moneda nacional, se superó la recesión en tiempo récord, con un mínimo costo, y sin incrementar pobreza ni

desigualdad, algo inédito en América Latina. En el 2017 ya se espera un crecimiento de al menos 2%, mayor

que el promedio latinoamericano de 1,3%.

En Ecuador, las políticas heterodoxas han demostrado ser más eficientes tanto en época de expansión como en

época de recesión. Entre el 2007 al 2017 Ecuador más que duplicó el tamaño de su economía, su crecimiento

económico fue mayor que el promedio de la región, y fue el país que más aumentó en la región el ingreso de

los pobres y también más disminuyó la brecha entre ricos y pobres, logrando que dos millones de personas

salieran de la pobreza, esto es, una reducción de 12,5%.

El problema es que, para la gente común, poco importan estos análisis económicos. Ellos sólo sienten que en

los últimos años sus negocios venden menos, es más difícil para sus hijos encontrar trabajo, y ya no se

incrementan sus ingresos al ritmo de antes. Esto lo explota muy bien una prensa especialista, no en informar,

sino en manipular. Una recesión continental, y, en el caso ecuatoriano, sin tipo de cambio, la asocian a las

políticas económicas, no a las estructuras de nuestras economías, o en otros casos pretenden hacer creer que

en pocos años se podían cambiar esas estructuras, y, el no haberlo logrado, supuestamente es una muestra del

“fracaso” de la izquierda. Mientras que a los gobiernos de derecha se les criticaba no haber hecho nada, a los

gobiernos de izquierda se les critica no haber hecho todo.

296

El segundo eje de la nueva estrategia contra los gobiernos progresistas es el moral. El tema de la corrupción

se ha convertido en la eficaz herramienta para destruir los procesos políticos nacional-populares en nuestra

América. El caso emblemático es el de Brasil, donde una operación política muy bien articulada logró la

destitución de Dilma Rousseff de la Presidencia de Brasil, para luego demostrarse que no tenía nada que ver

con las cuestiones que se le imputaban. En Ecuador, se está siguiendo exactamente el mismo libreto con el

vicepresidente de la República.

En esta estrategia de “lawfare” se empieza primero con alguna acusación de mucho impacto y poco sustento;

luego viene un bombardeo mediático que aniquile el apoyo que pueda tener la víctima escogida; y,

finalmente, el ser culpable o inocente será un detalle irrelevante para jueces presionados política y

mediáticamente, que ya no buscan condenar por razones, sino razones para condenar, porque la sentencia

condenatoria ya fue establecida por los medios y la “opinión pública”.

¿Quién puede estar contra una verdadera lucha contra la corrupción? Eso fue lo que hicimos en Ecuador

durante los últimos diez años, erradicando la corrupción institucionalizada que existía, pero la supuesta lucha

anticorrupción de la derecha y sus medios es absolutamente insincera, y tan solo un instrumento de ataque

político, como lo fue en los noventa la lucha contra el narcotráfico, o en su momento la lucha contra el

comunismo. Para una verdadera lucha contra la corrupción, bastaría, por ejemplo, prohibir los paraísos

fiscales, por donde pasa prácticamente toda la corrupción que hemos tenido que enfrentar.

Nos hablan de falta de controles, de permisividad, de sistemas de corrupción. ¿Qué control permite detectar

una coima en una cuenta secreta en un paraíso fiscal? En Ecuador, los controles son tan fuertes que se tienen

que declarar el origen de depósitos de más de USD $ 10.000, pero en paraísos fiscales se puede depositar

millones, sin que nadie informe nada.

Y, por supuesto, el encuadre comunicacional es que la corrupción se da por culpa del Estado, que lo público, a

diferencia de lo privado, es la fuente de los problemas. La realidad es que -como en el caso Odebrecht,

empresa constructora brasileña que creó toda una estructura de corrupción en 12 países-, la corrupción en gran

medida es promovida por el sector privado. En países como Alemania, hasta hace poco, sus empresas podían

deducir de impuestos los gastos para pagos ilícitos en nuestros países.

Hay una gran hipocresía mundial en torno a la lucha contra la corrupción. Cabe indicar que Ecuador es el

primer país del mundo en aprobar mediante consulta popular una ley que impide a los funcionarios públicos

tener operaciones de cualquier índole en paraísos fiscales. Esto ya convierte en delito el uso de estas guaridas,

pero éstas siguen existiendo.

En resumen, se busca destruir no solo el modelo sino también los logros alcanzados por el progresismo, sobre

la base de amplificar y generalizar, sobre todo a través de los medios de comunicación, problemas

prácticamente ineludibles del ejercicio del poder.

¿La izquierda, víctima de su propio éxito?

Probablemente la izquierda es también víctima de su propio éxito. Según la CEPAL, casi 94 millones de

personas salieron de la pobreza y se incorporaron a la clase media regional durante la última década, en su

inmensa mayoría fruto de las políticas de los gobiernos de izquierda.

297

En Brasil, 37.5 millones de personas dejaron de ser pobres entre 2003 y 2013, y ahora son de clase media,

pero esos millones no fueron una fuerza movilizada cuando un Parlamento acusado de corrupción destituyó a

Dilma Rousseff. Tenemos personas que superaron la pobreza y que ahora –por lo que se llama muchas veces

prosperidad objetiva y pobreza subjetiva- pese a que han mejorado muchísimo su nivel de ingreso, piden

mucho más, y se sienten pobres no en referencia a lo que tienen, peor aún a lo que tenían, sino a lo que

aspiran.

Esa nueva clase media que ha emergido fruto del éxito de las políticas económicas y sociales de la propia

izquierda, necesitan un nuevo discurso y mensaje. Sus demandas no son solamente diferentes, sino incluso

antagónicas a las de los pobres, y sucumben más fácilmente a los cantos de sirena de la derecha y su prensa,

que les ofrece para todos un estilo de vida a lo New York.

La izquierda siempre ha luchado contra corriente, al menos en el mundo occidental. La pregunta es, ¿estará

luchando contra la naturaleza humana?

El problema es mucho más complejo si añadimos a esto la cultura hegemónica construida por los medios de

comunicación, en el sentido gramsciano, esto es, lograr que los deseos de las grandes mayorías sean

funcionales a los intereses de las élites. Un ejemplo dramático fue el rechazo a la Ley de Herencia que se

intentó aplicar en Ecuador, consistente en un impuesto mucho más progresivo para las herencias de mayor

tamaño. Pese a que tan solo un tres por mil de la población recibe en Ecuador una herencia, y que el nuevo

impuesto sólo afectaba a los grandes legados, es decir, al 0,004% de las herencias, esto es, aproximadamente

172 personas por año sobre una población de 16 millones, muchos pobres y clase media salieron a protestar

por un impuesto que jamás tendrán que pagar, manipulados en gran medida por los medios de comunicación.

Nuestras democracias deben llamarse democracias mediatizadas. Los medios de comunicación son un

componente más importante en el proceso político que los partidos y sistemas electorales; se han convertido

en los principales partidos de oposición de los gobiernos progresistas; y son los verdaderos representantes del

poder político empresarial y conservador.

No importa lo que convenga a las grandes mayorías, lo que se haya propuesto en la campaña electoral, y lo

que el pueblo, el mandante en toda democracia, haya ordenado en las urnas. Lo importante es lo que aprueben

o desaprueben en sus titulares los medios de comunicación. Han sustituido al Estado de Derecho con el

Estado de opinión.

¿Existe “desafío estratégico”?

La izquierda regional enfrenta los problemas de ejercer -o haber ejercido- el poder, frecuentemente de forma

exitosa pero desgastante.

Es imposible gobernar contentando a todo el mundo, más aún cuando se requiere tanta justicia social. En

Ecuador, por darle la voz a los humildes, oportunidades a los pobres, derechos a los trabajadores, dignidad a

nuestros campesinos, por arrancarles el poder a los que siempre habían usufructuado de él -la banca, los

medios de comunicación, la partidocracia-, nos granjeamos poderosos enemigos, y nos acusaron de

“polarizar” el país. Olvidan que, por la mitad de lo logrado, hace pocas décadas hubiéramos tenido una guerra

civil. Nosotros lo hicimos cansándonos de ganar elecciones.

298

Cuando se es la izquierda del 3% en permanente oposición, sin vocación de poder, acostumbrada a protestar y

no a proponer, no se entiende lo que es tener que gobernar en adversas situaciones económicas, o enfrentar

traidores que sucumbieron ante la tentación del poder y el dinero. Es claro que la única batalla que no puede

perder un revolucionario es la batalla moral, pero un gobierno honesto no es el que nunca sufrió casos de

corrupción, sino aquel que nunca los toleró. No comprender esto confunde a mucha militancia, y resta unidad

y vigor a los movimientos progresistas, desmoralizándose ante el primer inconveniente, y muchas veces

otorgándoles a los opositores una razón que nunca tuvieron.

Siempre hay que ser autocríticos, pero se trata también de tener fe en nosotros mismos. Los gobiernos

progresistas están bajo constante ataque, las élites y sus medios de comunicación no nos perdonan ningún

error, buscan bajarnos la moral, hacernos dudar de nuestras convicciones, propuestas y objetivos. Por ello, tal

vez el mayor “desafío estratégico” de la izquierda latinoamericana, es entender que toda trascendental va a

tener errores y contradictores, pero también, como decía San Ignacio de Loyola, comprender que, en una

fortaleza asediada, cualquier disidencia es traición.

@MashiRafael

UNA FIESTA DE LOS CARNAVALES DE BRASIL ENSALZA LAS TORTURAS DE LA DICTADURA

MILITAR

http://www.eldiario.es/theguardian/carnavales-Brasil-ensalza-torturas-dictadura_0_738076644.html

La fiesta 'El sótano DOPS' recibe su nombre en honor a la agencia policial que

torturaba a los disidentes durante el régimen militar

Fiscales locales han intentado paralizar el acto, que se anuncia como “la mayor

fiesta anticomunista de Brasil”, pero el juez les ha desautorizado

“En Brasil solo escuchamos la versión de las guerrillas izquierdistas. Los militares

nos salvaron”, alegan los organizadores

Imagen de la fiesta 'Sótano DOPS' con la imagen de Sérgio Paranhos Fleury, antiguo jefe de la agencia

policial que torturaba a disidentes.

MÁS INFO

Homofóbo, racista y ultraderechista, el hombre que podría presidir Brasil

ETIQUETAS: The Guardian,América, Brasil, dictadura militar,Torturas

Un acto en Sao Paulo ha sido acusado de ensalzar los crímenes del pasado dictatorial del país durante las

preparaciones de los carnavales de Brasil.

299

Anunciada como “la mayor fiesta anticomunista de Brasil”, el evento 'El sótano DOPS' recibe su nombre del

Departamento de Orden Política y Social, una agencia de inteligencia policial que torturaba a los disidentes

durante el régimen militar de 1964-1985.

El anuncio lleva las imágenes del jefe de DOPS, Sérgio Paranhos Fleury, y del coronel del Ejército Carlos

Alberto Brilhante Ustra, ambos acusados de ordenar torturas y escuadrones de la muerte durante la

dictadura.

Fiscales locales han intentado parar la fiesta, programada para este fin de semana, pero un juez les ha

desautorizado alegando libertad de expresión. Los fiscales han recurrido la decisión. “La decisión del juez es

un insulto a todas las familias de aquellos que fueron torturados y asesinados, así como a todo el pueblo

brasileño”, sostiene Rose Nogueira, superviviente de las torturas y directora de la rama brasileña de la ONG

No More Torture.

Durante la dictadura de Brasil, centenares de activistas políticos desaparecieron o fueron asesinados. Miles

más fueron torturados, incluida la expresidenta Dilma Rousseff, que por aquel entonces era una guerrillera

marxista.

Un informe de 2014 de la Comisión de la Verdad de Brasil halló que durante el régimen militar el uso de la

tortura era generalizado, incluidas palizas, descargas eléctricas, crucifixiones y abusos sexuales.

“Es ridículo que durante el carnaval –que se supone que es un momento para celebrar la democracia– este

grupo decida celebrar crímenes contra la humanidad”, denuncia Samia Bonfim, concejal de la ciudad de Sao

Paulo con el Partido Socialismo y Libertad (PSOL).

Los organizadores niegan que el evento sea una apología de la tortura y sostienen que su objetivo es

“desmitificar” el régimen militar. “En Brasil solo escuchamos la versión de las guerrillas izquierdistas que

querían convertir el país en una dictadura comunista como Cuba o Venezuela. Los militares nos salvaron”,

afirma Douglas García, uno de los organizadores y vicepresidente de Sao Paulo de Derechas, un reducido

grupo de línea dura que aboga por un Estado más pequeño, un trato duro a los prisioneros, mayor violencia

policial y políticas duras contra la inmigración y que apoya al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Con la recesión económica, un aumento de la violencia y un exceso de escándalos de corrupción de perfil

alto, algunas personas en Brasil vuelven a mirar al régimen militar como un momento de paz, prosperidad,

ley y orden. A finales de este año habrá elecciones generales y las encuestas sitúan en segundo lugar al

ultraderechista y excapitán del Ejército Jair Bolsonaro, un firme defensor del régimen militar.

Hay fiestas similares inspiradas en temas autoritarios, conservadores o militares planeadas por todo el país

en los estados de Minas Gerais, Rio Grande do Norte y Amapa.

“Existe la creencia hoy en día entre los conservadores de que el régimen militar era próspero y seguro, pero

si lo miras de cerca esto no tiene sentido”, explica Marcos Napolitano, historiador en la Universidad de Sao

Paulo.

Napolitano señala que no hay pruebas de que Brasil se pudiese haber convertido en una dictadura

comunista. El historiador recuerda que durante los últimos años del régimen militar se vivió un periodo de

300

hiperinflación, una deuda externa inmensa y una violencia en aumento a medida que crecían las ciudades

del país. “Una cosa es alabar el régimen militar y otra es alabar la tortura”, sostiene.

Unas 1.000 personas respondieron a la invitación de la fiesta enviada a través de Facebook confirmando su

asistencia y afirmando que estaban interesadas en el acto. En comparación, unos cuatro millones de

fiesteros salieron a las calles de Sao Paulo para disfrutar de los eventos previos al carnaval durante el fin de

semana pasado, lo que supone una cifra récord.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti

INFORME ESPECIAL: CAPITALISMO FINANCIERO, DIGITAL Y ESTADO POLICÍACO

Burbujas

https://www.pagina12.com.ar/94926-burbujas

William Robinson, profesor de la Universidad de California, advierte sobre la acumulación de tensiones

internacionales que podrían derivar en el estallido de una nueva crisis global. Las condiciones estructurales

que desataron la gran recesión de 2008 siguen vigentes. Estas incluyen niveles sin precedentes de desigualdad

social, endeudamiento público y privado y especulación financiera. El detonante, sostiene, podría ser el

estallido de la burbuja bursátil, el impago de deudas o una nueva conflagración militar internacional.

Por William I. Robinson

La clase capitalista transnacional está invirtiendo miles de millones de dólares en

la rápida digitalización del capitalismo global como salida para el excedente de

su capital acumulado, a la vez que busca nuevas oportunidades de inversión en la

construcción de un Estado policíaco global. ¿Pero será suficiente la rápida

expansión de estos dos sectores de la economía global para evitar otra crisis

catastrófica?

Los datos económicos internacionales señalan, más bien, que la economía global

está al borde de otro colapso. Las condiciones estructurales subyacentes que

desataron la Gran Recesión de 2008 siguen vigentes mientras la nueva ronda de

reestructuración de la economía global ya en marcha tenderá a agravar las

mismas. Estas condiciones incluyen niveles sin precedente de desigualdad, de

endeudamiento público y privado, y de especulación financiera. El detonante de

301

una nueva crisis podría ser el estallido de la burbuja bursátil, sobre todo en el

sector tecnológico, el impago de la deuda pública o de los hogares, o el estallido

de una nueva conflagración militar internacional.

El débil crecimiento económico se ha mantenido desde 2008 gracias a los

instrumentos monetarios tales como la “facilitación cuantitativa” y los rescates

financieros, junto con una escalada de deuda de consumo, una oleada de

inversión especulativa -sobre todo en el sector tecnológico- y niveles cada vez

mayores de especulación financiera en el casino global. Sin embargo, ahora los

bancos centrales están llegando a los límites de los instrumentos monetarios.

En Estados Unidos, que desde hace tiempo ha servido de “mercado de última

instancia” para la economía global, la deuda de los hogares está en el nivel más

alto de su historia desde la postguerra. Los hogares estadounidenses en 2016

debían casi 13 billones de dólares en préstamos estudiantiles, deuda de tarjetas de

crédito, préstamos automovilísticos e hipotecas. En casi todos los países de la

OCDE la relación de ingresos/ deuda de los hogares se mantiene en niveles

históricos y ha seguido en franco deterioro desde 2008. El mercado global de

bonos -un indicador de la deuda total gubernamental a nivel mundial- se ha

disparado desde 2008 y ahora rebasa los 100 billones.

Mientras tanto, la brecha en la economía real y el “capital ficticio” se ensancha

cada vez más, y la especulación financiera se convierte en un espiral fuera de

control. El producto mundial bruto, es decir, el valor total de los bienes y

servicios producidos a nivel mundial, era de 75 billones en 2015, mientras la

especulación en monedas ascendió ese año a 5,3 billones al día y el mercado

global de derivados se estimó en unos alucinantes 1,2 trillones. Los más

previsores entre la elite transnacional han expresado una creciente preocupación

302

sobre la fragilidad de la economía global y el espectro del estancamiento crónico

a largo plazo. El ex-funcionario del Banco Mundial y de la Tesorería

estadounidense, Lawrence Summers, advirtió el año pasado del “estancamiento

secular” en la economía global, la que “ha entrado en territorio desconocido y

peligroso”. Sin embargo, estas elites no están dispuestas a reconocer el telón de

fondo del malestar económico, como es el problema insoluble del capitalismo, la

sobre-acumulación.

TALÓN DE AQUILES

La economía global sigue adoleciendo del talón de Aquiles del capitalismo: la

sobre-acumulación. La polarización de los ingresos y la riqueza es endémica al

capitalismo ya que la clase capitalista posee los medios de producir la riqueza y

por ende se apropia en forma de ganancia la mayor cuota de la riqueza que

produce colectivamente la sociedad. Si los capitalistas no pueden vender (o

“descargar”) los productos de sus plantaciones, fábricas y oficinas, no pueden

sacar ganancia. Esta polarización, si no se controla, resulta en crisis:

estancamiento, recesiones, depresiones y convulsiones sociales.

Al lanzarse a la globalización desde los años ‘70 en adelante, la emergente clase

capitalista transnacional, o CCT, logró eludir la intervención estatal en el

mercado capitalista y socavar los programas redistributivos que habían sido

establecidos a raíz de la Gran Depresión de 1930. La CCT promovió una vasta

reestructuración neoliberal, la liberalización comercial y la integración a la

economía mundial. Las políticas públicas han sido reconfiguradas mediante la

austeridad, los rescates, los subsidios corporativos, el endeudamiento

gubernamental y el mercado global de bonos, todo lo que permite al Estado

efectuar el traslado directo o indirecto de la riqueza de las clases trabajadoras a la

CCT.

303

El resultado ha sido niveles sin precedente de desigualdad global que, lejos de

disminuirse, se han disparado a un ritmo asombroso desde 2008. De acuerdo con

la agencia prodesarrollo Oxfam, el uno por ciento de la humanidad controla más

de la mitad de la riqueza del mundo y el 20 por ciento más rico posee el 94,5 por

ciento de esa riqueza, mientras el restante 80 por ciento tiene que conformarse

con tan solo el 5,5 por ciento. Dada esta extrema concentración de la riqueza, el

mercado global no puede absorber la producción de la economía global. La Gran

Recesión de 2008 marcó el inicio de una nueva crisis estructural de sobre-

acumulación. Las corporaciones están inundadas de efectivo pero no tienen

oportunidades de invertir ese efectivo rentablemente. Las ganancias corporativas

se dispararon a raíz de la crisis del 2008 y han llegado a niveles casi record al

mismo tiempo que los niveles de inversión corporativa han disminuido.

En la medida que se va acumulando este capital no invertido, crecen enormes

presiones para encontrar salidas para descargar el excedente. El Trumpismo en

Estados Unidos refleja una respuesta ultra-derechista a la crisis mundial que

abarca un neoliberalismo autoritario al lado de una movilización neofascista de

los sectores descontentos, y a menudo nativistas, de la clase obrera. Sin embargo,

este neoliberalismo represivo termina con restringir aún más el mercado y por lo

tanto agrava la crisis subyacente de sobreacumulación.

La CCT se ha dirigido a dos salidas para descargar el excedente. Una es la

acumulación militarizada. Las guerras contra las drogas y el terrorismo, la

construcción de los muros fronterizos, la expansión de los complejos prisión-

industrial, los regímenes de deportación, los aparatos policíacos, militares y de

seguridad, se convierten en fuentes importantes de generación de ganancias

promovidas por el Estado. El presupuesto del Pentágono se incrementó 91 por

304

ciento en términos reales entre 1998 y 2011, mientras las ganancias de la

industria militar casi se cuadruplicaron durante este período.

He aquí una convergencia alrededor de la necesidad política que tiene el

capitalismo global para el control social y la represión, y su necesidad económica

de perpetuar la acumulación frente al estancamiento. Poniendo al lado la cada

vez mayor retórica guerrerista de Trump, existe un impulso intrínseco hacia la

guerra del rumbo actual de la globalización capitalista. Históricamente las

guerras tienden a sacar al sistema capitalista de la crisis mientras también sirven

para desviar la atención de las tensiones políticas y de los problemas de la

legitimidad.

DIGITALIZACIÓN DEL CAPITALISMO GLOBAL

La otra salida ha sido una nueva oleada de especulación financiera en los años

recientes, sobre todo en el sobrevalorado sector tecnológico. El sector

tecnológico está ahora en la vanguardia de la globalización capitalista e impulsa

la digitalización de la economía global en su conjunto. Karl Marx declaró en El

Manifiesto Comunista que “todo lo sólido se esfuma al aire” frente al ritmo

vertiginoso de cambio causado por el capitalismo. La economía mundial ahora

está en el umbral de otro período de reestructuración masiva. En el núcleo de esta

reestructuración está la economía digital basada en una tecnología informática

más avanzada, en la recolección, el procesamiento y el análisis de los datos, y en

la aplicación de la digitalización a todos los aspectos de la sociedad global,

incluyendo la guerra y la represión.

La tecnología de la computación y la informática introducida por primera vez en

los años ‘80 proporcionó la base tecnológica original para la globalización. La

primera generación de la globalización desde esa década y en adelante consistió

305

en la creación de un sistema globalmente integrado de producción y finanzas,

mientras la digitalización más reciente y el surgimiento de las “plataformas” han

facilitado una muy rápida transnacionalización de los servicios. Ya para 2017, los

servicios representaron el 70 por ciento del total del producto bruto mundial. Las

plataformas se refieren a las infraestructuras digitales que posibilitan la

interacción entre dos o más grupos. En la medida que la actividad económica

depende cada vez más de las plataformas, el sector tecnológico se vuelve cada

vez más estratégico al capitalismo global. La digitalización y la

transnacionalización de los servicios ahora pasan a ocupar el centro de la agenda

capitalista global.

En años recientes ha habido otra oleada del desarrollo tecnológico que nos ha

llevado al umbral de la “cuarta revolución industrial”, basada en la robótica, la

impresión en 3D, el Internet de los Objetos, la inteligencia artificial (IA), el

aprendizaje automático, la bio y nanotecnología, la computación cuántica y en

nube, nuevas formas de almacenamiento de energía, y los vehículos autónomos.

Si bien el sector tecnológico que impulsa esta nueva revolución constituye

solamente un pequeño porcentaje del producto bruto mundial, la digitalización

abarca la economía global en su totalidad, desde la manufacturera y las finanzas a

los servicios, y tanto en el sector formal como en el informal. Está en el mero eje

de todos los procesos relacionados con la economía global, desde el control y la

subcontratación de los trabajadores y la flexibilización de los procesos

productivos, hasta los flujos financieros globales, la coordinación de las cadenas

de suministro, subcontratación y tercerización, mantenimiento de registros,

comercialización (“marketing”) y ventas.

En su estudio Platform Capitalism, el politólogo Nick Srnicek muestra cómo los

inversionistas institucionales, sobre todo los muy especulativos fondos de

306

cobertura y mutualistas, colocaron miles de millones de dólares en el sector

tecnológico desde la Gran Recesión del 2008. El sector tecnológico se convirtió

en una enorme salida para el capital no invertido frente al estancamiento. La

inversión en este sector pasó de 17 mil millones en 1970, a 65 mil millones en

1980, y luego a 175 mil millones en 1990, a 496 mil millones en 2000, y a 654

mil millones en 2016. Un puñado de compañías norteamericanas de tecnología

absorbió enormes cantidades de efectivo por parte de los financieros

desesperados por encontrar nuevas oportunidades de inversión rentable. En 2017,

Apple había acumulado 262 mil millones de dólares de reserva, mientras

Microsoft registró un total de 133 mil millones de reserva, Alphabet (la sociedad

matriz de Google) tuvo 95 mil millones y Oracle tuvo 66 mil millones.

Los defensores del actual orden dominante aducen que la economía digital

generará trabajos altamente adiestrados y bien pagados y que resolverá los

problemas de la polarización social y el estancamiento. Pero todo indica lo

contrario: la economía digital acelerará la tendencia hacia un cada vez mayor

desempleo y subempleo junto con una mayor ampliación del empleo precario y

casual. Estamos a punto de ver la aniquilación digital de mayores sectores de la

economía global. Cualquier cosa puede ser digitalizada y toda cosa será sometida

a la misma. La automatización se extiende actualmente de la industria y las

finanzas a todas las ramas de los servicios, aun a la comida rápida y a la

agricultura, en la medida que los miembros de la CCT buscan bajar los salarios y

ganarle a la competencia. Se espera que la automatización incluso reemplace a

mucho trabajo profesional, tales como abogados, analistas financieros, médicos,

periodistas, contadores, evaluadores de riesgos y los bibliotecarios.

En Estados Unidos el incremento neto de puestos de trabajo desde 2008 ha sido

casi exclusivamente de acuerdos laborales inestables y mal remunerados. En Las

307

Filipinas un ejército de 100 mil trabajadores subcontratados ganan unos cientos

de dólares mensuales para revisar el contenido de los medios sociales tales como

Google y Facebook y en el almacenamiento en la nube para borrar imágenes

ofensivas. Pero aun ellos serán reemplazados por la tecnología digital, al igual

que millones de trabajadores que se desempeñan alrededor del mundo en los

centros de llamadas, en el ingreso de datos y en software.

LA GUERRA DIGITAL

La digitalización hace posible la creación de un Estado policíaco global. En la

medida que dicha digitalización resulta en una mayor concentración de capital y

agudiza la polarización, los grupos dominantes recurren a la aplicación de las

nuevas tecnologías de control social de masas frente a la resistencia entre los

precarizados y los marginados. La función dual de acumulación y del control

social se realiza con la militarización de la sociedad civil y la mezcla entre la

aplicación militar y civil del armamento avanzado, sistemas de rastreo, de

vigilancia y de seguridad. El resultado es una permanente guerra de baja

intensidad contra las comunidades en rebeldía mientras los teatros de conflicto se

extienden de las zonas activas de guerra hacia las localidades urbanas y rurales

en todo el mundo.

Los nuevos sistemas de guerra y de represión hechos posibles por una

digitalización más avanzada incluyen armamento automático impulsado por la

IA, tales como los vehículos no tripulados de ataque y transporte, los soldados

robot, una nueva generación de super-drones (aviones no tripulados), fusiles

microondas que inmovilizan, ataque cibernético y guerra informática,

identificación biométrica, extracción estatal de datos y la vigilancia electrónica

global que permite el rastreo y control de cada movimiento. La acumulación

militarizada y acumulación por represión -desde ya un eje mayor del capitalismo

308

global- podría llegar a ser cada vez más importante en la medida que se fusiona

con las nuevas tecnologías de la cuarta revolución industrial, no solo como un

medio para mantener el control sino también como salida ampliada para el

excedente acumulado que permite aplazar el colapso económico.

En este contexto, el surgimiento de la economía digital parece fusionar tres

fracciones de capital alrededor de un proceso integral de especulación financiera

y acumulación militarizada en el cual la CCT está descargando miles de millones

de dólares en excedente de capital acumulado mientras apuestan en las

oportunidades de inversión que ofrece un Estado policíaco global.

El capital financiero proporciona el crédito para la inversión en el sector

tecnológico y en las tecnologías del Estado policíaco global. Las empresas de

tecnología desarrollan y proporcionan las nuevas tecnologías que ahora

constituyen el eje de la economía global. Desde que el denunciante de la Agencia

Nacional de Seguridad de Estados Unidos, Edward Snowden, habló

públicamente en 2013, ha salido a la luz un torrente de revelaciones acerca de la

colusión entre las empresas gigantescas de tecnología y el gobierno

norteamericano y otros gobiernos en pos de la construcción de un Estado

policíaco global. Y el complejo militar-industrial-seguridad aplica esta tecnología

en la medida en que se vuelve una salida para canalizar el excedente y hacer

ganancia mediante el control y la represión de las poblaciones rebeldes.

La crisis estructural del capitalismo en los ‘70 lanzó el mundo al camino de la

globalización neoliberal. El reventón de la burbuja dot-com en 2000 arrojó al

mundo a una recesión. El estallido de la burbuja hipotecaria en 2008 desató la

peor crisis económica desde 1930. Todo indica ahora que el actual boom en el

sector tecnológico está generando una nueva burbuja que podría resultar en otra

309

crisis cuando se reviente, quizás de manera conjunta con impagos de la deuda. La

próxima Gran Recesión probablemente cementará esta fusión de la economía

digital con el Estado policíaco global, si es que no hay un cambio de rumbo

impuesto sobre el sistema por la movilización de masa y la lucha popular desde

abajo.

* Profesor de Sociología, Universidad de California en Santa Bárbara.

LA ECONOMISTA CHILENA CONSUELO SILVA EXPLICA LAS TENDENCIAS DEL COMERCIO

MUNDIAL

“Hay una disputa por nuevos mercados”

https://www.pagina12.com.ar/94933-hay-una-disputa-por-nuevos-mercados

El comercio mundial no se recupera desde la crisis financiera y la OMC no logra revertir este escenario ni

avanzar en capítulos clave. “La cumbre de Buenos Aires fue un fracaso”, sostiene Silva en esta entrevista a

Cash.

Por Natalia Aruguete

El comercio mundial no se recupera desde la crisis financiera y la Organización

Mundial de Comercio (OMC) no logra revertir este escenario ni avanzar en

capítulos clave, como comercio agrícola, servicios financieros, comercio

electrónico, propiedad intelectual y patentes, advierte la economista chilena

Consuelo Silva. En su paso por Buenos Aires invitada por el IADE, esta

investigadora de Clacso y miembro de Sepla dialogó con Cash sobre la pérdida

de influencia política de este organismo, la promoción de acuerdos bilaterales y

mega-regionales y los perjuicios que la dinámica de estos convenios genera para

las economías emergentes.

¿Cuáles son los efectos de la imposibilidad de recuperar el ritmo de

crecimiento del comercio mundial?

310

–Es una tendencia que viene dándose desde antes pero estalla con la crisis, lo que

profundiza la pérdida de crecimiento y del comercio mundial. Las economías

avanzadas buscan resolver sus crisis con la implementación de nuevos acuerdos

comerciales, pero éstos se encuentran limitados para absorber la oferta de bienes.

Por ello, el escenario global se ha convertido en una disputa por los nuevos

mercados, pero que también se va agotando.

¿Por qué?

–Porque las economías avanzadas están muy liberalizadas. Es por eso que se

discutía muy fuertemente la disputa geopolítica entre Estados Unidos, Europa y

las economías asiáticas más China. No es una hegemonía de otro tipo, sino una

disputa de mercados; si China produce, tiene que poner su producción en algún

mercado. Y precisamente busca ese refugio en las economías emergentes, porque

ya tiene captado alguna parte del mercado de las economías avanzadas.

Y en ese escenario, ¿cómo ve el rol de la OMC, cuya última cumbre se hizo

el año pasado en Argentina?

–El rol que hoy puede tener la OMC es bastante limitado, por varias razones. Una

de las cuestiones es la política de consensos, que está fuera de la legalidad. El

tratado establece que cada país miembro es un voto, y eso nunca ha operado en la

práctica. En la Ronda de Doha se puso en cuestión este problema y a partir de allí

no se logra alcanzar consensos con los temas que proponen los gobiernos de las

economías avanzadas, que son los que definen finalmente qué medidas se

implementan. Hubo un pre acuerdo en Bali pero tampoco se ha llevado a cabo. Si

tú quieres romper algo que se acordó debe ser también dentro del consenso, y eso

no existe.

311

¿Hubo avances en esta última cumbre respecto de Doha y Bali?

–La reunión ministerial de noviembre en Buenos Aires no tuvo ninguna

relevancia en cuanto a lograr acuerdos ni avances en el seno de la OMC. Fue tan

irrelevante que el Gobierno argentino se vio en la necesidad de buscar hitos para

resaltar la instancia. Me parece que buscó respaldarse con la información del

reinicio de las negociaciones entre la UE y Mercosur, pero no hubo mayores

avances. Lo importante es la reactivación de la sociedad civil para exigir

transparencia en las negociaciones y participación activa en el seno de estas

instancias multilaterales.

¿Alrededor de qué temas no se ha podido llegar a un consenso en la reunión

de la OMC?

–En la Ronda de Doha estaban en discusión los nuevos temas: los servicios, el

comercio electrónico. Como no se ha llegado a un acuerdo en estos quince años,

las economías avanzadas -Estados Unidos y la Unión Europea- buscan acuerdos

mega-regionales que incorporen estos temas, los que también han tenido poco

éxito. Por ejemplo, el TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica) y

el TTIP (Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión) no se

concretaron. El único que está avanzando es el que lidera China.

¿De dónde surgen estas limitaciones para concretar estos tratados?

–Son limitaciones de Estados Unidos y de Europa. En el caso de Estados Unidos,

un cambio claro de política comercial se da con la llegada de Trump pero

también surge, de manera más estructural, de la incapacidad de sus propias

economías de liderar un proceso. Estados Unidos generó una crisis que se inició

con la burbuja inmobiliaria, difícilmente pueda conducir su solución global.

312

En el marco de estas imposibilidades estructurales que describe, ¿qué

implicancias tiene el Brexit?

–El Brexit es una consecuencia de lo que no genera la globalización, que no

redunda en mejores y más empleos ni en crecimiento de comercio exterior, por lo

que empieza a generarse un descontento creciente. A su vez, hay mucha presión

sobre los presupuestos públicos por los mismos flujos migratorios; toda la

población que tiene que albergar un país como el Reino Unido genera una

presión importante. Pero también ellos son una potencia: el Reino Unido tiene

una moneda muy fuerte que se ha depreciado menos que el euro y que el dólar,

tiene la oportunidad de avanzar en un intercambio muy fuerte de divisas con

Asia, tiene una industria y un sector financiero más fortalecidos y puede generar

condiciones para una mejor salida de la Unión Europea que estando dentro de la

Unión Europea.

¿Por qué?

–Porque las políticas de relajamiento cuantitativo que aplicó la Unión Europea

afectan negativamente al Reino Unido, como la salida de flujos de capitales. Y

esto afecta a la población: si tú tienes menos mercados de capitales que inviertan

en servicios y en sectores productivos, eso se ve reflejado en menores empleos.

Además, ellos han establecido protecciones a los países que, dentro de la Unión

Europea, han tenido crisis. Y el Reino Unido no tuvo crisis tan profundas como

las de Italia o Grecia ni necesitó salvatajes, y aun así se pone en riesgo como

integrante de una zona.

Frente a las limitaciones de Estados Unidos para avanzar en nuevos

acuerdos comerciales, ¿China puede ser el “nuevo ganador” en el nuevo

escenario de comercio mundial?

313

–China tiene mejores condiciones para establecer un mega-acuerdo en la zona

Asia-Pacífico y de concretarlo. De hecho, la política que implementó China de

relación con países menos desarrollados implicó una significativa demanda de

materias primas. Eso hizo que nuestras economías empezaran a depender mucho

de la demanda de China. Eso refleja un cambio de estrategia de desarrollo que

redunda en una fuerte política industrial para incorporar valor a esas materias

primas. Tiene una fortaleza distinta como economía, las empresas públicas chinas

son muy importantes en términos de generación de empleo y en términos

productivos. La diferencia como modelo de desarrollo es muy efectivo pero no

por eso deja de suscribir acuerdos que podrían no ser tan beneficiosos para

nosotros. Chile exporta a China materias primas, como cobre en bruto. Ellos

procesan todos los metales que puedan extraer de ese cobre bruto y lo venden con

valor agregado a Estados Unidos. Chile es uno de los países atractivos en tierras

raras, que se usan para telefonía celular, telecomunicaciones muy refinadas y de

alta nitidez, y eso está fundamentalmente en manos de los chinos. Es un modelo

de desarrollo muy atractivo pero también es nocivo para nuestras economías si no

cambiamos nuestras estrategias agregando valor a nuestros bienes.

¿Qué similitudes y diferencias surgen de comparar el RCEP (Asociación

Económica Integral Regional), impulsada por China, con el TTP que la

potencia asiática busca sustituir con su estrategia de acuerdos?

–El TTP involucraba a economías de América del Sur -Chile, Perú, México-, y a

Estados Unidos, mientras que el resto de los países integrantes eran asiáticos, con

excepción de China. Colombia no llegó a incorporase. La ruptura que significaba

el deterioro existente en algunos sectores era muy significativa porque, al ser

acuerdos multidimensionales con diversas temáticas -entre ellas, las que no

314

fueron tratadas y concluidas en la OMC-, se genera una exposición y un

debilitamiento de las economías que son parte.

¿Por qué observa esa vulnerabilidad de los países parte?

–Porque no pueden establecer vínculos comerciales con otros países en las

mismas condiciones que con los miembros que integran ese acuerdo. El TPP era

discriminatorio, y un principio de estos acuerdos es la no discriminación. Chile es

una economía que exporta muchas materias primas, y todo lo que podía

privatizar ya lo privatizó. Por otro lado, las inversiones norteamericanas ya están

en México, incluso están replegándose. Mientras que el modelo que implementó

Perú es parecido al de Chile. En cambio, la diferencia con China es que

probablemente ellos incentiven a que las economías que sean parte del RCEP

tengan un modelo de desarrollo distinto, y eso lo hará más sustentable en el

tiempo. El debate alrededor de estos grandes acuerdos comerciales es que se

alcanza un pico y después empiezan a bajar, porque dejan de tener espacio para

el comercio de bienes. Entonces, es necesario incorporar otros temas porque el

comercio de bienes y servicios tiene límites.

¿Estos acuerdos significarían mejorar la situación económica de China,

teniendo en cuenta que su ritmo de crecimiento se ha retrasado?

–China disminuyó su ritmo de crecimiento, pero mantiene tasas de crecimiento

del 5 por ciento. Es una tasa envidiable que no alcanza ninguna economía del

mundo, a lo que se agrega un tamaño de población que es mayor a cualquier otra

economía. China tiene la ventaja de haber entendido cómo definir una estrategia

de desarrollo