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Los OFICIOS DEL HISTORIADOR:
TALLER Y PRCTICAS DE LA HISTORIA ORAL
Ada Marina Lara MezaFelipe Macas Gloria
Mario Carnarena Ocampo
Coordinadores
UniversidaddeGuanajuato
CAMPUS GUANAJUATO
Divisin de Ciencias Sociales y Humanidades
Departamento de Estudios de Cultura y Sociedad
Laboratorio de Historia Oral
2010
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DISEO DE PROYECTOS DE INVESTIGACINDE HISTORIA ORAL
Armando Sandoval PierresDepartamento de Estudios de Cultura y Sociedad
Divisin de Ciencias Sociales y HumanidadesUniversidad de Guanajuato
PARA COMENZAR
LOstrabajos de Historia Oral proporcionan grandes satisfacciones a quie-nes los realizan, pues siempre resultan ser una experiencia muy gratifi-cante para el historiador novel, a veces estudiante todava, y para quien ha hecho
de esta alternativa metodolgica la prctica profesional de su oficio. En efecto,
optar por el uso de las fuentes orales supone una especializacin del historiador,
pues se trabaja con materiales diferentes de las impresas, escritas o visuales,
que son usadas en la investigacin tradicional. Es, sin duda, su utilizacin, y las
implicaciones que de ello se derivan, el origen de las diferencias entre un trabajo
de Historia Oral con relacin a otros de carcter histrico. Una de las razones
ms evidentes de esta placentera especializacin es que el investigador utiliza
los testimonios o "fuentes vivas", como se las ha llamado para diferenciarlas de los
otras, estableciendo una interlocucin con el informante a quien habr de en-
trevistar, quien ser el coautor de la fuente y, muchas veces, el protagonista de
la historia que est por escribirse. Esta interaccin dinmica se da en el curso
de su realizacin, se establece antes y se reafirma despus, creando vnculos de
respeto, muchas veces de fascinacin, pero sobre todo de confianza.
Ahora bien, mientras que en otras formas de hacer investigacin se recu-
rre a los documentos que estn en tal fondo o tal archivo de las cuales se tiene
conocimiento, en los proyectos de Historia Oral generalmente la construccin
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de las fuentes es una de las actividades que deber considerarse en la elabora-
cin del proyecto, porque no existen previamente, excepto cuando se recurre
a los archivos especializados que cuentan con entrevistas realizadas por otros
investigadores. La prctica comn es que el responsable del trabajo planea y
registra los testimonios cuyo anlisis ser el fundamento de su investigacin.
Entonces, una primera consideracin es que la construccin de las fuen-
tes orales es parte del proyecto que debe tomarse en cuenta en su diseo. Dicho
de otra manera, habr que prever qu personas podran ser entrevistadas, y que
adems aceptaran que sus testimonios fueran utilizados para la investigacin
y, por ello mismo, autorizaran su publicacin, la que casi siempre es parcial.
Esto trae una consecuencia inmediata que es su intencionalidad, es decir, que
se van a utilizar las entrevistas con la intencin de publicar la informacin
que contengan, de acuerdo al uso que le d el historiador.
El entrevistador, responsable generalmente de la investigacin, se con-
vierte en el depositario, historiador y difusor de los testimonios que le van a
confiar, es decir, de los relatos que quedarn registrados en la entrevista y que
provendrn de la memoria del informante, cual si fuera fuente historiogrfica,
ya que de ella brotarn inagotables historias a partir de sus recuerdos y olvidos.
Con la participacin del entrevistador, y desde su perspectiva individuada y
subjetiva, recordar las vivencias de aquellos hechos de su entorno social que
han quedado en su memoria histrica personal y que se han sedimentado como
importantes porque as los ha considerado. Tambin contar sus historias perso-
nales, aqullas que le ha tocado vivir, las que le han marcado en su experiencia
individual, familiar y social, lo que ha valorado como trascendentes porque han
dejado huellas en su itinerario vital, y que recrear una y otra vez de diversas
maneras, cuantas veces se le entreviste. En estos relatos, no todo ser recuerdos,
se notar que hay olvidos y silencios motivados por distintas causas. Lo cier-
to es que la memoria del testimonian te, estimulada por las intervenciones del
entrevistador, viene a ser el repositorio de sus experiencias vitales que generan
mltiples y cambiantes historias dependiendo de cundo y en qu contexto se
genere el relato propiciado por la entrevista.
Mario Camarena Ocampo, "Participacin poltica, memoria local contra me-
moria institucional en la Ciudad de Mxico":
La memoria es la facultad de recordar, de dejar huella; es el rastro de las expe-
riencias de los trabajadores, del mundo que vivieron; algunas de ellas reapa-
recen al ser invocadas, otras permanecen ah, esperando, y otras simplemente
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desaparecen; asimismo es un inmenso repertorio de experiencias que nos ha-
blan de las costumbres, valores, normas y relaciones sociales que son suscepti-
bles de desaparecer en el momento en que cambian los contextos o desaparecen
las personas. AS, la memoria se encuentra en un proceso constante de cambio
de acuerdo a los contextos que vive la gente. La reminiscencia tiene un senti-
do histrico que cambia de acuerdo al contexto; es decir, en el transcurso de
lavida no hay slo un recuerdo sino varios que sevan modificando de acuerdo con
las condiciones de la vida, por lo que en ciertos momentos el olvido se convierte
en recuerdo y ste en olvido. El recuerdo es una constante recreacin, la memo-
ria tiene sus fronteras de acuerdo al momento histrico que se vive; es en ese
marcodonde resulta sumamente importante tratar esta temtica como parte de
una propuesta metodolgica, en donde el rescate de la memoria colectiva se
convierte en el motor de la conservacin de la identidad obrera (ponencia pre-
sentada en el XII Congreso internacional de Historia Oral, Roma, 2004).
Ya se ha dicho que cuando se disea un proyecto de investigacin uti-
lizando las entrevistas, el historiador necesita elaborar un directorio de perso-
nas cuyos testimonios le interesen, esperando que puedan ser entrevistadas. En
el trato con ellas, y en el curso de la entrevista, se establece esa interlocucin
informante-entrevistador. Quien entrevista har generalmente intervenciones
breves, a veces en forma de preguntas, mientras que el informante contar las
vivencias desde su memoria, en forma de un discurso personal que quedar
registrado en las grabadoras, ahora ms comnmente videograbadoras, para
ser transcritas posteriormente. Es en virtud de este proceso que se construye
una nueva fuente que llamamos "oral", cuyos autores son tanto el informante
como el propio investigador. Este documento, ya sea simplemente audiogrfico
o video-sonoro y transcrito, ser la materia prima ms propiamente, las fuentes
primarias de la investigacin que se reconoce como Historia Oral.
sta viene a ser otra caracterstica que deber tomarse en cuenta en el pro-
ceso de elaboracin del proyecto de investigacin. La dicha construccin de las
fuentes orales no solamente es un hecho novedoso, ya que no existen previamente
a la investigacin, pues en este primer proceso, el de su creacin, interviene quien
entrevista: "el papel de un entrevistador en la historia oral no es pasivo, siempre
activo: busca recuerdos y provoca reflexiones y evaluaciones significativas, desa-
fa al entrevistado a nuevos exmenes y reflexiones" (Pasquali, 2008: 232).
Por de pronto, retnganse las siguientes observaciones que caracterizan,
entre otras, a este tipo de proyectos, y que deben tenerse en cuenta para su di-
seo: a) la elaboracin de un trabajo de este tipo implica generalmente la cons-
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truccin de las fuentes, se trata de fuentes nuevas, es decir, de la realizacin delas entrevistas necesarias para la investigacin, lo cual tiene que planearse; b) elinvestigador responsable del proyecto es quien las realiza comnmente, por loque se convierte en coautor de la fuente conjuntamente con el informante; e) setrata de fuentes "vivas", lo que no sucede cuando se trabaja con otros documen-tos historiogrficos impresos.
El historiador analizar las entrevistas registradas, tambin se apoyaren diversas fuentes primarias, incluyendo otros documentos audiovisuales, ascomo en fuentes secundarias que muchas veces son libros que se hayan escri-to sobre el tema que se investiga. Todos estos materiales sern tiles para laconstruccin de interpretaciones del pasado reciente desde la perspectiva dela Historia Social.
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QU ES UN PROYECTO DE HISTORIA ORAL?
Toda actividad o trabajo de investigacin que se proponga hacer seriamentedebe ser sometida a elementales ejercicios de planeacin, es decir, de anticipa-cin de lo que se desarrollar despus (ver: Garza Mercado, 1981; Cardoso, 1985;Eco, 1986; Gonzlez y Gonzlez, 1995; Aceves Lozano, 1997; Prost, 2001). Estosejercicios sern tanto ms tiles cuanto ms acertadas sean las previsiones quecontengan. Consiste, pues, en la elaboracin de un documento, tan prcticocomo sea posible, que comprenda los distintos aspectos que deber cubrir lainvestigacin: desde la seleccin del tema hasta las cuestiones prcticas rela-cionadas con la escritura y presentacin de la versin final del trabajo.
De esta suerte, los objetivos y metas del proyecto seleccionado se cumplirnms puntualmente si se procede a elaborar un plan de la investigacin. Asimismo,se cumplirn exitosamente las etapas previstas, pues sin lugar a dudas un buenproyecto marca el destino y el itinerario del trabajo. Como todo ejercicio de antici-pacin de lo que ha de suceder, el plan de una investigacin, que se llama "proyec-to" o "protocolo" (trminos usados como sinnimos en la jerga universitaria, enel campo de las ciencias sociales y las humanidades), es, en el cualquier caso, unaexcelente referencia que guiar el curso de los trabajos.
Bajo este sentido, lo que se ha llamado "plan", o sea el proyecto de la in-vestigacin, es una exigencia de los trabajos acadmicos y profesionales para quesean considerados serios y puedan ser apoyados, y sus variantes dependen de lasexigencias cientfico-disciplinares, pero en todos los casos preservan elementoscomunes. En el caso de los proyectos de investigacin histrica, stos tienen que
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atender el rigor de la disciplina, pero no existe un modelo nico. As, en distin-
tos textos relacionados con el proceso de formacin profesional del historiador
es comn encontrar indicaciones y recomendaciones coincidentes en los aspec-
tos que deber contener el diseo de un proyecto determinado. Con sus diferen-
cias de un autor a otro, que son muchas veces de forma y no pocas de fondo, las
guas para su elaboracin coinciden en lo fundamental, tanto las que se sugieren
en estos libros especializados, como las que se establecen en las instituciones de
formacin de profesionales de la Historia, como son los temarios para la elabo-
racin de trabajos acadmicos culminantes. Inclusive, son tambin muy afines
a aquellos formularios dispuestos por las entidades gubernamentales o privadas
que otorgan recursos financieros para la realizacin de estas investigaciones.
A pesar de las resistencias que puedan tenerse al atender estos formula-
rios, es necesario convencerse de que los pasos que se sugieren para la elabo-
racin de estos proyectos tienen varias razones de ser y se proponen diversos
objetivos importantes para lograr los propsitos cientficos de la investigacin
histrica. En la etapa de la vida profesional, es frecuente cumplir con este tipo
de formularios para la obtencin de fondos, becas o estipendios que apoyen el
desarrollo estos trabajos.
Cules son los elementos integrantes de un proyecto de este tipo? Se ha
dicho que hay mltiples variantes entre los distintos modelos de proyecto. No
obstante, lo fundamental es que un proyecto de Historia Oral es, ante todo, un
proyecto de investigacin histrica, lo cual significa que se deben tener en cuenta
ciertos elementos generalmente aceptados en la materia, por esquemtica que
sea su elaboracin. Por ello, preserva en gran medida similitudes con cualquier
proyecto disciplinar. Al mismo tiempo se identifican diferencias importantes que
tiene que ver primeramente con las fuentes que se van a utilizar, es decir, con las
fuentes orales.
Al igual que en otros proyectos de investigacin histrica, quien recurre a
la de Historia Oral se propone construir interpretaciones y explicaciones sobre
procesos sociales, en los que se dan los hechos y actan los sujetos en espacios
y tiempos determinados. Quien desee hacer una investigacin en este campo
tendr que planearla, desarrollando sus diferentes etapas. Pero la utilizacin de
las entrevistas tiene que ver, en principio, con la naturaleza de las fuentes y,
particularmente, con la orientacin metodolgica propia de su tratamiento que
condiciona los propsitos tcnicos, perspectivas de construccin histrica, as
como los alcances y lmites de la propia investigacin.
Independientemente de los elementos considerados en la estructura del pro-
yecto,segn los diferentes autores, stos pueden agruparse en las siguientes fases:
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a) Problematizacin: atiende a la seleccin del tema, a la posicin inqui-
sitiva del investigador cuyas claves son las preguntas que hace respec-
to del problema que le gustara investigar, contribuyendo para ello
con sus interpretaciones. Tambin en esta etapa se identifican a los
sujetos y objeto de estudio, y se establecen las acotaciones sociocultu-
ral temporal y espacial de la investigacin y se precisa el nombre del
proyecto y sus objetivos y resultados.
b) Utilidad y discusin del tema: en estos apartados del proyecto se con-
sidera la justificacin de la investigacin, buscando responder al para
qu del trabajo que se va a realizar, ponderando sus contribuciones
y su pertinencia. Tambin se incluyen las lecturas crticas de los tra-
bajos de otros historiadores y cientficos sociales que han escrito y
debatido el tema.
e) Fundamentacin: en este punto se consideran las cuestiones tericas
y metodolgicas que tienen que ver con el desarrollo y la operacin de
los trabajos.
d) Programacin: comprende la redaccin de la primera versin del n-
dice de la investigacin, as como su cumplimiento de acuerdo con
tiempos precisos.
e) Sustentacin "evidencial": incluye los temas relacionados con la cons-truccin, seleccin y utilizacin de las fuentes necesarias para la investi-
gacin, ya sean primarias o secundarias, orales o escritas, etctera.
f) Escritura: tiene que ver con el formato, la organizacin del texto (tra-
ma), la narracin y redaccin adoptada, actividades muchas veces
subestimadas, y que sin embargo el historiador asumir, no slo para
dar cuenta de los resultados de sus trabajos, sino tambin para ser
ledo sin dificultades tanto por los especialistas como pOTquienes no
lo son.
Como se ha dicho, los proyectos de investigacin de Historia Oral tie-
nen sus particularidades, derivadas por lo regular del uso de las fuentes orales.
stas deben ser tomadas en consideracin, pues influyen en algunos de los ele-
mentos que comprende la estructura del proyecto. Sin embargo, vale la pena
reiterar que la naturaleza histrica de la investigacin exige observar el rigor
disciplinario en el diseo del proyecto, independientemente de que pueda tener
variantes y condicionamientos especficos.
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PROYECTO (PROTOCOLO)
a) Problematizacin:1. Seleccin del tema2. Problematizacin:
pregunta(s) inicial(es)3. Sujeto(s}-objeto(s) de estudio4. Delimitacin sociocultural,temporal y espacial5. Nombre del proyecto6. Hiptesis7. Objetivos / resultadosb) Utilidad y discusin del tema:8. Justificacin9. Estado de la cuestine) Fundamentacin:10. Implicaciones tericasy metodolgicasd) Programacin:11. ndice de la investigacin12.Cronograma de actividadese) Sus tentacin euidencial:13.Fuentes y bibliografaf) Escritura:14.Formato, trama, narracin yredaccin
Cuadro nm. 1. Modelo comn de un
proyecto de investigacin histrica.
PROYECTO (PROTOCOLO)
a) Problematizacin:l. Seleccin del tema2. Problematizacin:
pregunta(s) inicial(es)3. Sujeto(s}-objeto(s) de estudio3 bis. Previsin de construccinde fuentes orales4. Delimitacin sociocultural,temporal y espacial5. Nombre del proyecto6. Hiptesis7. Objetivos / resultadosb) Utilidad y discusin del tema:8. Justificacin9. Estado de la cuestine) Fundamentacin:10. Implicaciones tericasy metodolgicasd) Programacin:11. ndice de la investigacin12. Cronograma de actividadese) Sustentacin euidencial:13. Fuentes y bibliografa 13 bis.Creacin de fuentes oralesf) Escritura:14. Formato, trama narracin yredaccin
Cuadro nm. 2. Variantes de modelo comn
de un proyecto de investigacin histrica
referido a la Historia Oral.
Los DIFERENTES TIPOS DE PROYECTOS DE HISTORIA ORAL
Si se acepta de manera sinttica que las fuentes (orales) son sobre todo "narra-
ciones autobiogrficas orales generadas en el dilogo interactivo de la entre-
vista" (De Garay, 1997: 5-6), y que como tales son las visiones histricas que
provienen principalmente del relato del informante, puede proponerse una
primera clasificacin de proyectos:
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a) Los de carcter biogrfico (o autobiogrfico) que centran al informante como
sujeto histrico y protagonista de la historia que se va a construir a partir de
sus propios relatos. En ellos el investigador participa tanto como entrevistador
(coautor de la fuente oral) y como historiador de la vida del informante. Estos
proyectos se conocen tambin como "historia de vida", tomando este nombre
de la tradicin angloamericana life history y francesa histoire de vie (De Garay,1997: 5-6 y Aceves, 1997: 9-14).
Este tipo de proyectos es menos frecuente en el repertorio de las investi-
gaciones especializadas, pero no por ello deja de ser un atractivo permanente
historiar la vida de los informantes de manera individual, pues llega un mo-
mento en que sus vidas nos parecen excepcionales y pronto nos damos cuenta
que esto parece ser comn a todos ellos, percepcin que se tiene frecuentemente
en la medida que se va profundizando el trato y conocimiento con los infor-
mantes. La opcin por este tipo de proyectos no depende inicialmente de las
relaciones que se establezcan con los entrevistados, pues es y ser siempre el
inters personal del historiador y las preguntas que formule lo que determine
el tema a investigar (Gonzlez y Gonzlez, 1995: 69 y ss.).Desde otra perspectiva, en estos trabajos queda ms que evidenciado el
hecho de que la creacin de las fuentes orales es una exigencia del propio pro-
yecto, no lo anteceden, a excepcin de aquellos trabajos que se basan con fuen-
tes preexistentes, que no son de la autora de quien investiga.
b) Los de carcter temtico que se refieren al testimonio del informante sobre una
problemtica especfica, cuya entrevista se realiza de manera focalizada hacia cier-
tos hechos o procesos que le ha tocado vivir. Son conocidos tambin como "relatos
de vida", en ingls life story y en francs rcit de vie (De Garay, 1997 y Aceves, 1997).Estos proyectos son los ms comunes y requieren de entrevistas de diferentes infor-
mantes orientadas a registrar sus visiones individuales y subjetivas sobre los mismos
temas. Sin embargo, es el trabajo del historiador lo que permitir detectar la vincu-
lacin de las experiencias individuales con las colectivas.
En este tipo de investigaciones introduce el concepto "memoria colectiva"
en contraposicin a "memoria individual", que no slo puede entenderse como la
enunciacin de los recuerdos, en plural, es decir, cuando el informante substituye
el "yo" por el "nosotros" o por la frmula impersonal. Tambin se precisa como el
discurso dominante, comn, entre integrantes de un mismo grupo social, formado
por las rememoraciones de las experiencias que ha vivido cada informante en lo
individual y que se expresa de manera colectiva respecto de hechos compartidos
conjuntamente. Por supuesto, la percepcin de la memoria colectiva es consecuen-
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cia de una adecuada interpretacin de las entrevistas y dista mucho de ser algo
equivalente a la verificacin de una encuesta:
La memoria colectiva se convierte en la construccin de la verosimilitud del
propio grupo cuyas manifestaciones se dan en el discurso interno iniciando
en el dilogo un intercambio de saberes que alimentan los procesos de enun-
ciacin de la memoria (Prez Taylor, 2002: 11-13).
e) Creacin de archivos (video) orales. Se ha dicho que una caracterstica de los
proyectos de Historia Oral es el hecho de implicar la creacin de las fuentes
necesarias para la investigacin. Esto sucede en la mayora de los casos. Pero
hay otros proyectos que se proponen crear acervos de entrevistas ya sean bio-
grficas o parciales sobre temas especficos. En Mxico existen algunos de estos
archivos orales y videorales. Estos repositorios son de gran utilidad, pues lo
menos que garantizan, yeso ya es mucho, es la preservacin de las entrevistas
que de otra forma jams se hubieran registrados o se hubieran destruido. Pero
con frecuencia se comenta que son pocos los investigadores que concurren a
consultar las fuentes. Esto ser seguramente una cuestin gene racional, pues
sobre la actual se impondr la ms joven, formada por historiadores mayormen-
te habituados al uso de tecnologas digitales. En todo caso, la inconmensurable
empresa de historiar el sigo xx no lo ser slo por su complejidad, tambin por
la multiplicidad de registros, es decir, por la gran diversidad de fuentes entre
las cuales destacan las orales.
d) Proyectos ilustrativos. En este mbito cabe mencionar aquellos proyectos vin-
culados con las fuentes orales en las cuales la entrevista es utilizada parcialmente,
ya que se toma como un testimonio meramente informativo de quien le toc ver
"con sus propios ojos", hechos de los cuales no dan cuenta los libros escritos sobre
el tema. Ante la riqueza vital del relato algunos historiadores quedan fascinados,
y lo citan de modo parcial en sus narrativas histricas.
Se caracterizan por el uso de un limitado anlisis metodolgico, dando
preferencia a la informacin "peculiar", a veces "romntica", que en ellos se en-
cuentran en forma de ancdotas memorables para "paisajear" distintas formas
de narrativa histrica basadas en fuentes escritas que un testimonio de "prime-
ra mano" mantiene un discurso coherente, lleno de noticias detalladas que ni el
ms erudito de los historiadores jams sabra.
As, abundan investigaciones que pretenden llamarse de Historia Oral cuan-
do los aportes de las entrevistas son meramente ilustrativos. Podr justificarse o
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no tal uso de los testimonios, ya esto es una forma relativamente comn de hacer
investigacin histrica. Lo cierto es que esta tendencia desaprovecha las singulari-
dades tericas y metodolgicas que se derivan de la Historia Oral y las propuestas y
originales para construir explicaciones e interpretaciones desde la perspectiva de
una renovada Historia Social.
PROBLEMATIZANDO LA HISTORIA RECIENTE
A menudo, nuestra curiosidad y desconocimiento nos lleva a preguntamos so-
bre hechos, procesos, personajes, fechas, lugares, representaciones culturales
o artsticas, ideas o instituciones del pasado y sobre muchos temas ms. Unas
veces se relacionan con las cuestiones consagradas por la historiografa conven-
cional, como talo cual conflicto blico, tal cambio poltico, clrigo, artista o in-
telectual destacado, tal proceso cultural, tal catstrofe sobre la historia remota o
la ms prxima; otras abordan la forma como se vivieron esos acontecimientos
de manera personal o en el ambiente familiar. o obstante, casi siempre queda
evidenciado que es ms lo que ignoramos que lo que sabemos de la historia.
Pero esta curiosidad se acrecienta cuando conocemos a quienes les ha tocado
actuar y vivir procesos recientes, ya se trate de personas mayores cuyas vidas
han transcurrido a lo largo del siglo xx, ya de jvenes que vivieron el curso de
hechos sobre los cuales quisiramos saber ms. Entonces, no es lo mismo pro-
curar el conocimiento histrico a partir de libros publicados o querer investigar
ms recurriendo a las fuentes escritas o impresas que pueden ayudar a construir
respuestas a nuestras preguntas, que entrevistar a quienes las han vivido un
periodo o una serie de hechos de los que buscamos su explicacin.
Roger Chartier, "Las relaciones en el pasado. Historia y Memoria", en La
historia o la lectura del tiempo:
Gracias al gran libro de Paul Ricoeur, Mmoire, histoire et oubli 1 las diferen-
cias entre historia y memoria pueden trazarse con claridad. La primera es la
que distingue el testimonio del documento. Si el primero es inseparable del
testigo supone que sus dichos se consideren admisibles, el segundo da acceso
1 Tambin editado en espaol: La memoria, la historia Y el olvido, Madrid, EditorialTrotta, 2003 y por Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 2004.
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a 'acontecimientos que consideran histricos y que nunca han sido recuerdo
de nadie' ... Una segunda diferencia opone la inmediatez de la reminiscencia
a la construccin de la explicacin histrica ... una tercera diferencia entre
historia y memoria opone reconocimiento del pasado y representacin del
pasado (2007: 35-37).
Adems del conocimiento de las experiencias personales recordadas por
el informante, aqullas que parecieran tener sentido e inters slo en la trama
de su propia vida que el testimonio permite, tambin posibilita el descubri-
miento de las vinculaciones de esas experiencias personales en su interaccin
con los procesos sociales de su entorno:
Mario Camarena Ocampo, El siglo xx mexicano, reflexiones desde la Historia
Oral:
La entrevista nos abre las puertas para aceptar el papel del individuo como
parte esencial de los procesos sociales y como parte central de la interpreta-
cin de la sociedad. As nos plantea el problema de cmo es que los cambios
de los individuos contribuyen a los grandes cambios sociales. El incorporar
los individuos a los procesos nos ayuda a romper con los modelos evolutivos y
nos permite hablar de cmo la gente opta por determinada opcin de las va-
rias que se presentan en su cotidianidad. As hablamos de los procesos como
decisiones, conscientes o inconscientes, de los individuos en el transcurso
de la vida, mismas que van a tener un gran impacto en los grandes procesos
sociales (2007: 12).
De esta manera, la actitud inquisidora del investigador ir precisando su
atencin a Un "campo del pasado" que ser de su inters en la medida que formu-
la preguntas y ms preguntas. stas van de las ms sencillas a las ms complejas,
y que a su vez generan respuestas tambin que van de las muy simples a las ms
argumentadas. Dichas preguntas comienzan generalmente por: qu queremosinvestigar?, y luego: a quin?, cundo?, ndei', por qu?, cmo>, y otrasms, de manera que mientras ms se inquiera sobre lo que se quiere saber, ser
necesaria la previsin y deteccin de la informacin suficiente en alcance y pro-
fundidad para fundamentar las respuestas a los cuestionamientos formulados,
en las que se basarn las interpretaciones y explicaciones que se construirn en
la medida en que avance la investigacin.
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Luis Gonzlez y Gonzlez, "Preguntas del historiador a lo histrico", en El
oficio de historiar:
La riqueza del conocimiento histrico depender directamente de la inteli-
gencia y la ingeniosidad con las que e plateen las cuestiones iniciales, entre
ellas la de escoger un argumento apropiado, una pregunta inteligente, un
problema importante, posible de resolver, original u del gusto del historiador
(Marrou, H. I., citado en 1986: 3).
Precisar las preguntas iniciales sobre talo cual proceso o hecho, actores,
fechas y lugares, es la labor primera de quien quiere hacer una investigacin
histrica. Al respecto se ha dicho con razn que "no existen hechos histricos
por naturaleza, pues son las preguntas las que permiten construir estos hechos"
(Prost, 2001: 90-91). As es, son las respuestas preliminares a las interrogantes
iniciales, por simples que parezcan, las que permiten darle historicidad a los
hechos, es decir, a construirlos para efectos de la investigacin. Esta elaboracin
de preguntas constituye el contenido y la estructura del problema que se quiere
indagar. Cuando se expresa de manera sinttica el problema, se puede formular
una denominacin para la investigacin que se pretende realizar. Dicho de otra
manera, la forma como se enuncie el trabajo deber reflejar la problema tiza-
cin del tema de manera por dems abreviada. Debe contener preferentemente
las alusiones a las tres dimensiones histricas: la sociocultural, la temporal y la
espacial (Gonzlez y Gonzlez, 1975: 49, 53 y 57).
Pero aun aqu es importante insistir en la cuestin de las fuentes orales.
Algunos autores precisan que en la investigacin histrica convencional no hay
preguntas sin documentos.
Antoine Prost, "Las preguntas del historiador", en Doce lecciones sobre la
Historia:
El historiador no plantea jams una simple pregunta, incluso aunque se trate
de una pregunta simple. Sus interrogantes no estn desnudos, sino equipa-
dos, puesto que incorporan una idea sobre los documentos y los procedimien-
tos de investigacin posibles (2001: 90-91).
Asimismo, se puede decir que respecto de los proyectos de Historia Oral
las preguntas iniciales, por simples que parezcan, llevan consigo la previsin de
los informantes que se van a entrevistar y una gua elemental de su contenido,
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es decir, las fuentes que van a sustentar la investigacin, adems de las metodo-
logas de anlisis que se emplearn para su utilizacin. El diseo del proyecto,
y su propia realizacin, es un trabajo muy creativo, pues lleva al investigador a
construir sus propias fuentes, no slo a consultar las que ya existen. Dado que
se trata de fuentes vivas los testimonios de los informantes, como se ha dicho,
es posible ampliar y profundizarlas, recurriendo varias veces con el mismo en-
trevistado, segn las necesidades de la propia investigacin.
En resumen, puede anticiparse que el nombre de un proyecto de Historia
Oral es el resultado de la problematizacin que hagamos sobre los hechos y los
procesos histricos, sus actores, lugares y fechas, teniendo en cuenta que las
fuentes orales necesarias para la investigacin estarn por construirse. El nom-
bre debe ser claro y sinttico, que incluya a los sujetos, los hechos y procesos,
los espacios y tiempos donde stos transcurren.
Veamos dos ejemplos de proyectos diferentes que ilustran esta fase inicial
de la investigacin que tienen que ver con la problematizacin de la historia
reciente, focalizando las preguntas formuladas, la seleccin del campo de es-
tudio con sus acotaciones en las tres dimensiones sealadas: la sociocultual, la
temporal y la espacial:
Mario Camarena, Formacin (1850-1930) de la clase obrera en la industria textil
de las fbricas ubicadas en San ngel al sur del Valle de Mxico: problema por
investigar:
Los hroes de este manuscrito son los trabajadores calificados que impusie-
ron sus formas de trabajo y organizacin a la industria textil. El desarrollo
fabril implic transformar a un grupo de trabajadores herederos de la lgica
de trabajo artesanal en la avanzada de la clase obrera textil. Este trabajo tiene
como inquietud analizar a esos hombres y poder entender a partir de ellos, la
formacin de la clase obrera en el municipio de San ngel.
Las preguntas centrales que guiarn esta investigacin son: qu condi-
ciones permitieron el surgimiento de las fbricas en el municipio de San n-
gel? Qu caractersticas tuvieron los trabajadores durante la segunda mitad
del siglo XIX y que influencia tuvieron dentro del proceso de trabajo? Cul
fue la relacin que se dio entre los hombres y las mquinas dentro del proce-
so de trabajo textil? Cul fue la organizacin del trabajo fabril a partir de los
trabajadores calificados? Cmo se expresaron los trabajadores en la lucha?
Qu grupos de trabajadores fueron los promotores de una cultura obrera?
Qu permiti el surgimiento de los sindicatos? (2001: 24-26) .
ARMANDO SANDOVAL PIERRES
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En el ao de 1990 se inici el proyecto de historia oral en el Centro de Inves-
tigaciones Humansticas, de la Universidad de Guanajuato, Mxico, que se
propona construir fuentes orales que pudieran sustentar nuevas interpreta-
ciones sobre los procesos polticos regionales, en el perodo inmediato des-
pus de la "fase armada" de la Revolucin Mexicana (1910-1917). En efecto,
hasta esos aos la historiografa poltica tradicional era no solamente escasa,
adems, era tributaria de las investigaciones histricas oficiales dominadas
por un liberalismo maniquesta y legitimador de la tradicin revolucionaria
y, en todo caso, se refera sobre todo a la historia de las elites posrevoluciona-
rias, tanto en el perodo de reconstruccin nacional (1917-1929) como en la
etapa de la institucionalizacin (1929-1940), particularmente desde la fun-
dacin del partido revolucionario'. En otra direccin, apuntaban los trabajos
histricos hechos por acadmicos, en cuya generalidad poco profundizaban
en las cuestiones regionales; en mismo este sentido, la produccin regional
era poco abundante. Entonces, en el campo de la historia poltica quedaba
mucho por hacer y poco tiempo a la vez, si se trataba de crear fuentes orales,
a travs de las entrevistas a quienes hubieran atestiguado o participado de
manera activa en dichos procesos, pues muchos de informantes frisaban ya
los noventa aos o ms.
La pregunta 'general' de todo este proyecto era: cqu sucedi polti-
camente en la regin central de Mxico, ms propiamente en el estado de
Guanajuato, al concluir la guerra civil, con aqullos grupos que estuvieron en
contra o no totalmente de acuerdo con las lites gobiernistas apoyadas por el
triunfo de los revolucionarios? Luego se formularon una serie de preguntas
derivadas de esta problemtica general: Por qu se manifestaron movimien-
tos poltico-sociales contrarios durante esas dcadas en la periferia del sis-
tema poltico en construccin, cuya vertebracin comenzaba a consolidarse
por las elites posrevolucionarias? Quines fueron los comunistas y agraristas
en Guanajuato y los cristeros y sinarquistas? Cules eran sus ideologas, sus
instituciones y normas, sus prcticas?
Armando Sandoval Pierres, "El Laboratorio de Historia Oral del Centro de
Investigaciones Humansticas: institucionalizacin de un proyecto", en Gua-
najuato, Voces de su Historia:
2 El partido de la Revolucin se fund en 1929 con el nombre de Partido Nacional Re-volucionario (PNR); desde entonces se ha reorganizado en dos ocasiones: en 1938 Partido de laRevolucin Mexicana (PRM), y en 1945 Partido Revolucionario Institucional (PRI) .
Los OFICIOS DEL HISTORIADOR
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En fin, se formularon muchas ms preguntas que fundamentaron el pro-
yecto, cuyo propsito tcnico era crear un acervo de entrevistas de informantes
que participaron o vivieron los acontecimientos de estos procesos, proyectos de
este tipo que se conocen generalmente como "archivo de la palabra" o "archivo
oral". En cierta forma se han cumplido estos objetivos, ampliando las temticas
a otros campos posteriormente: testimonios universitarios, mineros, obreros,
migrantes, msicos y muchos ms (1997: 7-10).
Ahora bien, la eleccin del tema se realiza teniendo en mente lo que las
fuentes orales ofrecen para construir interpretaciones sobre los procesos hist-
ricos recientes, conviene comenzar por la eleccin del campo que nos interesa
estudiar del pasado. Esto nos lleva a una primera constatacin: la perspectiva de
la investigacin es el relato del informante a quien se entrevistar (o de quien se
tiene ya la entrevista, segn el caso). En este proceso de eleccin entran en juego
muchas cuestiones, tales como la curiosidad histrica, la simpata, el compro-
miso ideolgico, el ambiente familiar, el entorno social, la influencia de algn
historiador, el deseo de originalidad y muchos ms. Cualquiera eleccin es vlida,
a condicin de que sea consciente, por una parte; por otra de que sea factible, es
decir, que puedan encontrarse los informantes y puedan registrarse sus testimo-
nios y se tengan a la mano otras fuentes complementarias para la investigacin.
La investigacin de Historia Oral tiene una pista de despegue que es la His-
toria Social, como se entiende en los trminos ms contemporneos, y es que su
irrupcin en el campo de la investigacin histrica se da en un proceso de grandes
cambios en la historiografa europea y consecuentemente americana, pues privile-
gia al sujeto histrico colocando al informante y su relato como la perspectiva do-
minante desde donde se analizan los procesos histricos. Otra caracterstica muy
importante es que el informante se convierte en protagonista del relato histrico, y
con ello de los propios hechos que narra. Esta situacin de "darle la voz" a alguien
que otro tipo de investigaciones histrica no le concederan; de rescatarlo como
coautor de la propia explicacin y narracin histricas cuando son actores muchas
veces annimos en la organizacin social que vivieron los procesos y los hechos
que van a urdir con sus recuerdos y olvidos en el curso de la entrevista (pinsese
en un leador de la sierra, un aseador de calzado, un obrero eventual, una madre
de familia, un gendarme, un msico de pueblo). En suma, esta revaluacin de nue-
vos actores, otrora annimos, singulariza tambin las investigaciones de Historia
Oral. Pero conviene acotar que la Historia Oral no descarta tampoco a los actores
sociales consagrados por la historiografa tradicional, a tal grado que un trabajo
histrico sobre la vida de un personaje pblico elaborado de manera tradicional
nunca sera 10 mismo que el que pudiera resultar del anlisis de su subjetividad .
ARMANDO SANDOVAL PIERRES
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Desde sus inicios como campo disciplinario, la historia oral ha pretendido
aportar un ms profundo conocimiento de los procesos sociohistricos y cul-
turales que son digno de atencin en los tiempos presentes. Pero lo ha hecho
con base en la necesidad de cuestionar y replantear crticamente la prcti-
ca misma del historiador y/o del investigador positivista ms convencional;
cuestin que requiri tomar en consideracin a los sujetos sociales antes 'in-
visibles' para la historiografa convencional y dominante; en desplegar nue-
vas miradas crticas sobre las fuentes de la historia oficial; y en afrontar el
desafo de construir sistemticamente 'nuevas fuentes' con base en la palabra,
para la 'versin propia' de los nuevos actores sociales. Innovar la cuestin
de conceptos, mtodos y fuentes, del reto formulado por la historia oral. La
nueva prctica y estilo de investigacin se gener entonces a partir de la expe-
riencia desarrollada en el mbito de la "historia social" considerada as como
una derivacin particular de esa propuesta totalizadora, holista del quehacer
historiogrfico (1997: 9).
Jorge E. Aceves Lozano, "Un enfoque metodolgico de las historias de vida",
en Cuntame tu vida:
Paul Thompson, "Histria oral e contemporaneidade", en Histria Oral:
Pero esta pista de despegue est soportada por una infraestructura plu-
ridisciplinaria que investiga los procesos sociales no slo desde la mirada de la
Historia, tambin desde los que se conoce en la tradicin francesa de finales del
siglo xx como "ciencias humanas". De tal suerte, la Historia Oral ha venido a
ser punto de confluencia de la antropologa, la sociologa, la historia geogrfi-
ca, la psicologa y el psicoanlisis, la demografa, la historia geogrfica y otras
ciencias sociales. As se adverta al iniciar el siglo XXI:
Al inicio de un nuevo siglo, cul podra ser nuestra visin de las potencia-
lidades futuras de la historia oral? .. La formulacin de una pregunta como
esta inmediatamente provoca otra pregunta ... qu entendemos por historia
oral? Debo decir, desde luego, que tengo una especial preferencia por una
definicin ms amplia: entiendo por "historia oral" la interpretacin de la
historia las mltiples sociedades y cultura a travs de la escucha de las perso-
na y del registro de sus remembranzas y experiencias. o creo que se pueda
avanzar mucho intentando definir la historia oral de modo estricto, como un
proceso de habilidades con reglas fijas o como una subdisciplina separada .
Los OFICIOS DEL HISTORIADOR
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rPrimeramente es un mtodo que fue esencialmente interdisciplinar, un
camino cruzado entre socilogos, antroplogos, historiadores, estudiosos de
la literatura y la cultura y de all en adelante. De hecho, a lo largo de mi vida
de investigador, siempre observ como determinadas disciplinas pueden ser
transformadas por nuevos modos de investigacin y veo como una fortaleza
crucial de la historia oral que permanezca como una forma fundamental de
interaccin humana que trasciende las fronteras disciplinares ...
En conclusin, por tanto, estoy convencido del rico potencial que per-
manece abierto para la historia oral, en Brasil e internacionalmente, hoy y
en el futuro. Aprender a or es una habilidad humana fundamental: para
aquellos que importan, la historia oral est all para ayudamos a comprender
mejor nuestro pasados y para crear memoria nacionales mucho ms ricas,
pero tambin para ayudamos a construir un futuro mejor, ms amable, ms
democrtico (2002: 6-28) 3.
Estas reflexiones son particularmente interesantes cuando se disea un pro-
yecto de Historia Oral, pues advierte sobre las potencialidades de la entrevista,
tanto en lo que se refiere a su planeacin, como en el curso de su realizacin y en
su anlisis. En la medida en que se adquiere una mayor preparacin especializada
y se desarrollan ms las habilidades para entrevistar y trabajar con estas fuentes,
sehar necesario el acercamiento prctico con otras disciplinas sociales para echar
mano del instrumental conceptual, terico y metodolgico all donde la Historia
se adentra a campos nuevos de conocimiento.
Los primeros proyectos de investigacin, como sucede cuando uno se ini-
cia en esta metodologa, tienden a ser limitados como precio que hay que pagar
por la experiencia que an no se tiene. A veces la determinacin del tema est
influido por lecturas o por un conocimiento muy distante de los problemas que
en ese momento nos interesaran, en cuyo caso la factibilidad de un proyecto de
investigacin se complica, cuanto ms porque los informantes se encuentren
alejados de los lugares de residencia y trabajo del investigador.
Para iniciarse en la prctica de esta metodologa es aconsejable focalizar
nuestra atencin en aquellas temticas que nos son cercanas, aunque no siem-
pre conocidas, especialmente tener una idea preliminar de quines van a ser
nuestros informantes, pues recurriremos a ellos ms de una vez. Esto es otro
de los factores que condiciona la seleccin del tema que se pretende investigar.
3 Texto tomado de "Histria Oral e Contemporeidade", en Histria Oral, Revista de laAsociacinBrasilea de Historia Oral. La traduccin es responsabilidad del autor.
ARMANDO SANDOVAL PIERRES
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Pero a diferencia de las temticas que se historian con otras metodologa s, laindividuacin propia del relato que contienen las fuentes orales multiplica loshorizontes de la historia social, pues revela los intersticios de los procesos so-ciales que slo la visin subjetiva y microcsmica del testimonio puede ofrecer.Adems, porque el informante es un actor histrico cuya voz es recogida por laHistoria Oral que, de otra suerte, las otras formas tradicionales de hacer histo-ria no recuperaran.
Por una parte est la cuestin de la temporalidad de la fuente, la quepuede analizarse de varias maneras. De entrada parece claro que las fuentesorales, dgase los testimonios, tienen lmites temporales muy definidos que es-tn marcados por la edad de los informantes. De tal suerte que al entrar en lasegunda dcada del siglo XXI difcilmente se podra contar con una entrevistaque nos diera razn de lo sucedido cien aos atrs, cuanto ms un relato quese ocupara de asuntos del siglo XIX. No se crea que ello sea extrao, pues suelesuceder que ante el desconocimiento de lo que las fuentes orales significan, noha faltado alguien que pretenda desarrollar un trabajo de Historia Oral con te-mas del siglo antepasado o de los anteriores. Lo que puede suceder en algunoscasos es que las tradiciones orales familiares suelen confundirse con los relatosderivados de las entrevistas.
Por ello, una entrevista bien lograda con un informante longevo ser degran utilidad para la realizacin de la investigacin, pero esto no pude remon-tarse ms all de ocho, raramente de nueve dcadas y que se referirn a los re-cuerdos infantiles inscritos en su memoria sobre hechos o procesos que pudieronhaberse iniciado antes. Pero stos son los confines vitales de los informantes deedad muy avanzada que, slo para ejemplificar, pudieran relatar sus vivenciasinfantiles de los ltimos aos de la Revolucin Mexicana, la Cristiada, el repar-to agrario, los procesos migratorios, la formacin del sistema poltico mexicano,el cardenismo; y, ms recientemente, las luchas clandestinas de la izquierda enMxico, y muchos temas ms. Ahora bien, no todos los proyectos de HistoriaOral se remontan a fechas tan lejanas, ya que muchos temas abordan problemasms recientes, para lo cual se entrevistar a informantes de diferentes edades,inclusive infantes o adolescentes. Pinsese en asuntos tales como los procesosde la urbanizacin en Mxico, prcticas del poder poltico, huelgas recientes, elsismo de 1985, el proceso de formacin de maquiladoras, los cambios polticosde finales de siglo, los efectos de la globalizacin en Mxico, etctera.
Adems de la acotacin temporal de la fuente, la que es inherente a laedad del informante, se puede formular otra observacin que se deriva de la his-toricidad del objeto de estudio. En efecto, en los proyectos llamados temticos la
Los OFICIOS DEL HISTORIADOR
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delimitacin temporal de la investigacin no se establece en funcin de la tem-
poralidad vital del entrevistado, pues el periodo de estudio se establece en fun-
cin de coyunturas que traen aparejados cambios en el proceso social. Entonces
el informante nos participa sus experiencias memorizadas, recuerdos y olvidos,
en relacin con el tema de estudio en los lmites temporales que le son propios.
Por otra parte, trabajar con fuentes orales da tambin una connotacin
especfica a los proyectos cuando stas se utilizan ptimamente. Los recursos
metodolgicos desplegados para aprovechar la riqueza del relato de un infor-
mante, ms an cuando el propio investigador ha sido su coautor, lo consagran
comoel sujeto histrico de la investigacin. A partir de su discurso se construi-
rn principalmente las interpretaciones histricas, es decir, de esa visin indivi-
duada, subjetiva de sus rememoraciones y olvidos de lo que le ha tocado vivir en
las circunstancias de su entorno social que le dan ubicuidad y significacin.
Pablo Pozzi, "Oposicin obrera a la dictadura":
Para poder hacer la investigacin tuve que recurrir, adems del tradicional
trabajo de archivo, a la historia oral. Necesitaba que fueran los mismo tra-
bajadores los que me contaran su experiencia; aquella que no quedaba regis-
trada en lo informes oficiales, en los peridicos o en los partes de los jefes de
personal. Aqu haba otra forma de hacer historia, de hacer buena historia.
Porque no se trata solo de hacer entrevistas o contar cuentos, sino ms bien
de expresar cuestiones complejas a partir de la experiencia real de la gente.
Se trataba de rescatar la memoria viva para que las futuras generaciones pu-
dieran construir su futuro. La buena historia oral es una forma que, a partir
de las experiencias individuales, permite a un ser humano comn sentirse
reflejado, aprender las experiencias y repensar su propia identidad.
Esto es as por un lado, pero por otro, la historia oral es tambin una for-
ma de recuperar aquella historia que ha sido silenciada por los poderosos. En
general hemos considerado a la historia como algo profundamente ligada las
fuentes escritas [... ] sta tiene varias funciones: una es la legitimacin de un
tipo de sociedad determinado; otra es la memoria y la transmisin de la expe-
riencias, digamos las lecciones del pasado; una ltima es la constitucin de un
grupo social a travs de la creacin de una historia compartida que define iden-
tidades colectivas. As, la historia oral se converta en la base material necesaria
del sentido comn y de las estructuras de sentimiento imprescindibles tanto
para la dominacin como para la liberacin del oprimido (2008: 206-207).
ARMANDO SANDOVAL PIERRES
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En este punto, y hasta el momento, stas son las caractersticas que mar-can los proyectos de Historia Oral derivados de las fuentes que se crean con lainvestigacin: su temporalidad y la perspectiva individuada de quien ofrece surelato. Tambin importa, en el proceso de seleccin del tema, tener muy presenteel desde dnde y el cmo construye su relato el informante, es decir, desde dndey cmo "son convocadas esas memorias" (Pasquali, 2008, 232).
La prctica de la entrevista dar la experiencia necesaria al entrevistador-investigador para ir orientando la interlocucin que se establece con el testimo-niante de manera operativa y conveniente. Tratndose de entrevistados, con cadauno de ellos se tendr una experiencia diferente, pero en la medida que esta expe-riencia se adquiere, y si el informante lo permite -generalmente as sucede-lasintervenciones del entrevistador son ms estratgicas que constantes, ms perti-nentes que abundantes, entonces los referentes del "dnde" y del "cundo" sonconstruidos por el propio informante ms que sugeridos por quien lo entrevista.
Laura Pasquali, "Historia oral del pasado reciente: observaciones y revalua-
ciones en los relatos de las y los militantes sociales", en Historia Social e His-toria Oral:
Los historiadores orales trabajamos con narraciones, cuya posterior lectura
nos permite transformas las secuencias de hechos en una sucesin (en el mejo
de los casos bien ordenada) de ideas. Ayuda en esta tarea de narrativa, que
si bien es una herramienta cognitiva muy importante para el conocimiento
histrico, es imprescindible en el trabajo con fuentes orales. Y aunque todos
tenemos capacidad de narrar, los resultados de las entrevistas dependen en
buen grado de la habilidad que tengamos de reflexionar sobre la experiencia
y sobre la forma que adopta cuando provoca la memoria. Porque la memoria
no es un archivo sino un ordenador que activa un proceso de constante lec-
tura y aprendizaje. Y porque de la experiencia aprehendemos un saber y lo
reconstruimos permanentemente a travs de nuevos sentidos y significados
que podemos darles; en ese proceso la entrevista y la intervencin del entre-
vistador pueden ser potenciadores de sentidos e imgenes. Pero advirtamos
que del mismo modo que la experiencia, la narracin tambin es temporal
porque aunque siempre hay un principio, un desarrollo y un final, las formas
de experimentar, de recordar, de narrar son diferentes (2008: 233).
La utilizacin de las fuentes orales significa trabajar con la subjetividad im-plicada en el testimonio. sta es tambin otra de sus caractersticas que tiene que
Los OFICIOS DEL HISTORIADOR
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ver con el tipo de proyecto de investigacin que se desea realizar. En efecto, lo que
prevalece en todo testimonio es la visin individuada, y por lo mismo subjetiva,
del informante sobre los hechos de sus circunstancias sociales que recupera como
histricos para la construccin de su relato otorgndoles valor y significacin per-
sonal, teniendo en cuenta, como ya se ha dicho, que el entrevistador interviene
demanera imprescindible para que se construya dicho relato. En el entramado de
sus rememoraciones y olvidos afiorarn en el relato las aproximaciones, las im-
precisiones muchas veces inintencionadas que parecen imperdonables a los ojos
rigurosos del historiador tradicional. Por este hecho frecuentemente se descali-
fica al testimonio oral, tildndose de engaoso, si no es que de falso, negndole
muchas veces el valor de la veracidad y relegndolo al lugar de las narraciones
fantsticas, heroicas o romnticas, eso s, muy personales.
Ma. del Carmen Collado Herrera, "Qu es la historia oral?", en La historia
con micrfono
Desde hace muchos aos, las ciencias naturales admiten que sus verdades
supuestamente absolutas y sus leyes tenidas por universales no son tales;
aceptan que la ciencia es un camino de tensin hacia la verdad y que est
en permanente construccin. Por ello no suscribiran ms la existencia de
verdades totales o leyes absolutas e inmutables. No obstante, los historiado-
res y cientficos ortodoxos siguen objetando ciertas metodologas como poco
aptas o adecuadas para el conocimiento de la realidad humana, entre ellas se
encuentra la historia oral debido a la subjetividad implcita en el testimonio
particular. A pesar de estos reparos la fuente oral se ha abierto paso como una
metodologa apropiada para la historia contempornea ... Esto no quiere de-
cir que al utilizar la entrevista debamos descartar el otro material. Un investi-
gador tendr que agotar el material documental, hemerogrfico, bibliogrfico
y, junto con l, emplear el testimonio oral, particularmente valioso cuando se
trata de conocer sucesos oscuros poco documentados, referidos a la vida coti-
diana, a las costumbres, al trabajo a los valores, a la mentalidad (2006: 27).
La delimitacin espacial del tema en los proyecto de Historia Oral, cuan-
do se trata de investigaciones temticas, se establece generalmente ms en fun-
cin de los procesos que son vistos y recogidos en los testimonios de los infor-
mantes. En efecto, la territorialidad del tema en estos proyectos ofrece ciertas
reflexiones. Por una parte el investigador, de acuerdo con otras fuentes, puede
precisar su marco espacial basado en mltiples razones y criterios, donde va
ARMANDO SANDOVAL PIERRES
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a "encuadrar espacial mente" el discurso del informante. Por otra parte, si setoma al informante como sujeto histrico, entonces esta demarcacin espacialser construida por el mismo informante otorgndoles sentido y significacin.Dicho de otra manera, los resultados de la investigacin pueden ser diversos.En la primera situacin el historiador establece el escenario en sus tres dimen-siones: sociocultural, temporal y espacial, en donde ubicar al informante. Enla segunda situacin, es el historiador quien se adentra y escudria los esce-narios construidos por el informante en sus propios relatos. De esta suerte, laconstruccin de las interpretaciones y explicaciones histricas sern diferentes,lo que es evidente, siempre y cuando respondan las preguntas iniciales de nues-tro proyecto.
Un tema que debe ser comentado, aunque sea brevemente, es la formu-lacin del ttulo del proyecto de investigacin cuyo diseo nos ocupa: se tratade darle nombre y apellido. Para ello se tiene desde la parquedad y sobriedad delos enunciados que se utilizan ttulos breves que son resabios de tradiciones his-toriogrficas, hasta las florituras que los adornan hacindolos extensos y con-fusos. Un punto de partida es que todo ttulo del proyecto debe contener trescuestiones elementales que denoten las dimensiones socioculturales, tempora-les y espaciales del tema, es decir, que contengan el quin (quines), cundo ydonde. Pero el tino est en combinarlos adecuadamente, de manera que en subrevedad se anticipen las chispas del problema que va a investigar, que proyectelas preguntas histricas iniciales que nos hemos formulado.
EL ESTADO DE LA CUESTIN
Podra decirse que as como la poesa nace de la poesa, as el conocimientohistrico surge del conocimiento histrico. En el mbito de las ciencias so-ciales haba una exigencia que sigue siendo vlida en la medida de lo posible:el investigador tiene la obligacin de saber todo lo que se ha escrito sobresu tema. Esto pudiera ser deseable, pero casi imposible en la "sociedad delconocimiento" que hoy inunda la realidad social de informacin. Ante esta si-tuacin, la modernidad ofrece tambin instrumentos electrnicos que han sis-tematizado el universo informativo y su acceso. Hoy las instituciones serias yms desarrolladas, acadmicas, gubernamentales, privadas y sociales, ofrecenbases de datos que consignan lo ms avanzado en el conocimiento cientfico-social y humanstico. Entonces, esta exigencia puede ser cumplida en parte,pero no totalmente:
Los OFICIOS DEL HISTORIADOR
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Luis Gonzlez y Gonzlez, El oficio de historiar:
[... ] no es posible, ni deseable partir de cero; hay que evitar el ridculo de po-
ner como novedad lo ya tan sobrado como una moneda vieja. La gran mayora
de los metodlogos reitera la orden: todo el que investiga sobre algn tema ha
de saber lo hecho sobre el mismo tema (1995: 76-77).
Debe considerarse esto en un proyecto de investigacin en Historia Oral,
por sencillo que sea su diseo, pero al mismo tiempo hay que tener en cuenta
que la naturaleza de este tipo de trabajos, las temticas que abordan y las fuen-
tes que se utilizan hacen difcil encontrar trabajos de Historia Oral afines al que
se pretende realizar. El estado de la cuestin es el conocimiento que se tienen
de lo ms relevante, lo ms actual y tambin lo clsico que se ha escrito sobre el
tema. Adems, se ha dicho que as como la investigacin requiere de las fuentes
orales, tambin es necesario recurrir a otras fuentes primarias y secundarias,
especialmente a textos escritos en forma de libros, tesis o ponencias.
No se trata de pasar lista a una serie interminable de libros u otras pu-
blicaciones, antes bien el ejercicio requiere de una prctica de racionalizacin
para seleccionar los materiales tiles relacionados directamente con el tema y
sus consideraciones tericas y metodolgicas. Porque son muchas y muy gran-
des las tentaciones que ofrece la sociedad globalizada del conocimiento que
apabulla y empequeece al investigador y puede propiciar la dispersin.
El primer acto de discriminacin, al momento de seleccionar los textos de
inters para el proyecto, tiene que ver con la exclusin de obras generales cuya
relacin con el tema de la investigacin es muy distante, y cualquier cuestin que
se quisiera precisar en el orden de las generalidades son de la incumbencia de
investigador, muchas veces relacionadas ms con su formacin personal que vin-
culada al objeto de la investigacin. Antes bien, hay que tener presente los libros
o artculos que abordan las temticas consideradas en el proyecto, pero conviene
mantener los criterios de relevancia y de orden, es decir, aquellos que parecen ms
importantes y de acuerdo al sentido que se ha pensado darle a la investigacin. A
estas lecturas temticas relacionadas con los asuntos que se han de investigar, le
siguen otras que tocan cuestiones tericas o metodolgicas desde la perspectiva de
la propia historia y de otras disciplinas.
A propsito de estos tpicos terico-histricos, conviene tener presente
que los aportes ms especializados de Historia Oral se derivan del anlisis de las
fuentes orales, de los relatos de los informantes, que son la mayora de las veces
enunciados desde una perspectiva individual. Por esta razn, contribuyen a un
ARMANDO SANDOVAL PIERRES
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mayor conocimiento de la historia de los procesos sociales y culturales, desdeesa visin tan personalizada que no haba sido considerada hasta las aparicinde los primeros proyectos de Historia Oral, pues como se ha dicho, por muchotiempo la historia que se escriba era la de los grandes personajes y los hechospolticos relevantes para ciertos criterios. Adems, la prctica de la historia oralha promovido la confluencia de diversas disciplinas cientfico-sociales de lasque se ha nutrido y a las que a su vez ha alimentado. As se ha expresado:
Jorge Aceves Lozano, Cuntame tu vida:
[... ] la historia oral fue gradualmente adquiriendo, adoptando, apropindose
de un conjunto de conceptos, mtodos, instrumentos y tcnicas especficas,
modelos de trabajo y estilos de vinculacin social, que desde otras discipli-
nas sociales y humansticas, parecieron tiles y apropiadas para sus objeti-
vos. Ellas fueron la antropologa, la psicologa, la sociologa, la lingstica,
el folclore y los estudios literarios, entre otras disciplinas. La confluencia e
interaccin de stas ha sido un factor central para el crecimiento y el fortale-
cimiento de esta prctica de investigacin socio-histrica (1997: 10-11).
El inters por la historia oral sigue creciendo en muchos pases del mun-do, lo que ha ocasionado la multiplicidad de investigaciones especializada.Cada vez son ms abundantes los estudios que abordan los temas tericos dela Historia Oral, sobre todo en su relacin con las corrientes vanguardistas dela historia social y con las que favorecen la construccin de espacios pluridisci-plinarios para la investigacin. Entre ellos se destaca la investigacin histrico-social de Mxico, y cada vez es mayor el nmero de publicaciones, tanto libroscomo revistas que abordan temas tericos y metodolgicos y monografas his-tricas (vanse: Aceves Lozano, 1993 y 2000; Camarena Ocampo, y otros, 1994;Villafuerte Garca, 2001 y 2007; De Garay, 1995, 1997y 2006;Necoechea Gracia,2005; Pasquali, 2008; Prins, en Burke, 2003; Sitton, 1995, entre otros).
Otros materiales que son ms difciles de conseguir por lo escaso de laspublicaciones son las revistas especializadas, que contienen artculos de re-flexin terica y avances de trabajos temticos (Asociacin Internacional deHistoria Oral: Palabras y Silencios; Associaco Brasileria de Historia Oral: Hist-ria Oral; Universidad de Guanajuato: Guanajuato, Voces de su Historia). Asimis-mo, conviene no olvidar las tesis que han sido producto de las investigacionesespecializadas en la materia y, particularmente, las memorias de los congresosnacionales e internacionales de Historia Oral que se pueden generalmente con-
Los OFICIOS DEL HISTORIADOR
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ARMANDO SANDOVAL PIERRES
seguir en disco compacto. Tambin, en el estado de la cuestin deben incluirse
loscomentarios crticos a las lecturas que se hagan de textos relacionados con los
aspectos metodolgicos de la historia en trminos generales, pero especialmen-
te la oral, siempre relevantes para el tema que se investiga.
Adems de todo lo dicho anteriormente, cabe recordar que un buen es-
tado de la cuestin apoya directamente la elaboracin de una excelente intro-
duccin del trabajo que habr de realizarse. En efecto, frente a una costumbre
cadavez ms comn de presentar la introduccin de los textos de manera sim-
plona mencionando lugares comunes, ancdotas intrascendentes y brevsimas
sntesis del capitulado, hay textos cuyos autores los anteceden con introduccio-
nes realmente magistrales, que cumplen con su cometido y en las que el lector
realmente encuentra muchas respuestas a las preguntas que dieron origen a la
investigacin que le sigue. En ello, lo fundamental es contar con un buen es-
tado de la cuestin, no slo reseando las lecturas de inters sino propiciando
reflexiones crticas sobre ellas.
En su debida proporcin, los artculos de Historia Oral, que es la produccin
ms frecuente en investigacin, adoptan intenciones y caractersticas diferentes a
lasde un libro, pero ello no exime la exigencia comentada al inicio, de leer otros au-
toressobre el tema que se est escribiendo, aunque por razones obvias, los prrafos
introductorios del artculo tengan que ser muy breves, pero no insustanciales.
Finalmente, muchas temticas propias de la Historia Oral sobre las que se
est investigando y escribiendo han creado lneas importantes en la produccin
editorial: temas como migracin, historia obrera, guerrilla, estudios de gnero,
procesos polticos, identidades, estudiantes, empresarios y otros ms. En estos
temas, el novel investigador deber conocer lo que se est escribiendo, sobre
todo en dos sentidos: en los aspectos tericos y metodolgicos del tratamiento
del tema, y en la construccin de las cuestiones con textuales, aunque hay igual-
mente importantes. Otras temticas como transiciones, vida cotidiana, mineros,
actores,msicos, juegos infantiles, van en aumento; y hay otros muy novedosos.
En todos ellos lo interesante es tener presente la diversidad de temticas y enfo-
ques posibles que sugiere la individualidad de cada uno de los informantes y las
visiones subjetivas que contienen sus relatos.
Los NDICES
El diseo de un proyecto de Historia Oral requiere de varios elementos, y exi-
ge la planeacin de ciertas etapas que deben cumplirse si se pretende que este
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proyecto sea de utilidad a la investigacin, que en verdad la gue y que no se
convierta en un esfuerzo estril para el investigador novel, quien por falta de
paciencia y disciplina, y ciertamente de experiencia y conocimientos propios
de la Historia, se vea presa del entusiasmo desbordado y del enamoramiento de
sus informantes. Entonces, la tarea de planeacin que ha hecho se relega, por
atender lo atractivo sobre lo riguroso, lo prctico sobre lo reflexivo. Y es que hay
algo que es innegablemente compensatorio en lo que hemos llamado varias veces
la creacin de las fuentes orales, es decir, las entrevistas con los informantes.
El contacto con quienes vivieron las historias cuyos relatos nos interesan
registrar y analizar, nos brinda un conocimiento diferente y nos propicia una
experiencia distinta de otras formas de adquirir el conocimiento histrico que,
referido a otras pocas, lo aprehendemos por los libros que han escrito otros
historiadores. Pero, sobre todo, por la responsabilidad que implica la construc-
cin de la fuente oral, donde el investigador es coautor junto con el informante,
por constituirnos en custodios de sus historias y por tener la responsabilidad
de utilizarla no slo correctamente, sino ptimamente desde la perspectiva del
quehacer histrico que se va a acometer. Por estas razones el esfuerzo de planea-
cin de la investigacin debe ser muy escrupuloso en su diseos y elaboracin,
al igual que en su desarrollo.
De todos los aspectos que se han analizado relacionados con el diseo
de proyectos de Historia Oral, el ndice es la planeacin por antonomasia, es el
punto de llegada de la planeacin y el punto de arranque de la investigacin.
En l se ven reflejadas desde las preguntas iniciales, el conocimiento previo
que tenemos de las fuentes, las lecturas que nos permiten configurar el estado
de la cuestin, las hiptesis, las implicaciones tericas y metodolgicas, todos
estos elementos que a la vez lo sustentan. Tan es as que, en ciertas tradiciones
universitarias de otros pases, la elaboracin de un buen ndice es exigible como
no lo son otras etapas del proyecto de investigacin.
En su conjunto, el plan de trabajo y su sntesis que es el ndice que convier-
ten en referentes que orientarn los trabajos de investigacin. Por ello, reiterando
la idea de que toda planeacin es un ejercicio de anticipacin, el propsito no es
que se cumpla ciento por ciento, pues nunca habr planeacin tan perfecta que
sea infalible, ni nunca el investigador ser tan dueo de su destino que pueda
someterlo enteramente a un plan. La apuesta no es ver si se atina o no. Es, sobre
todo, prever razonablemente los itinerarios de la investigacin, los escollos, las
dificultades que se pueden encontrar y tambin optar por las soluciones que per-
mitan corregir las desviaciones significativas, ya se trate de un artculo o de un
libro. El ndice, pues, no sustituye al plan de la investigacin pero lo sintetiza:
Los OFICIOS DEL HISTORIADOR
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Luis Gonzlez y Gonzlez, "El arte de la composicin", en El oficio de historiar:
El plan de trabajo con que se arranca suele ser parecido al plan de exposicin
con el que se llega al final. En otros trminos es igual la estructura previa-
mente imaginada a la resultante de arduas investigaciones, aunque con las
modalidades impuestas por las fuentes y los modelos explicativos. En la ma-
yor parte de los investigadores sistemticos se da un notorio parecido entre el
ndice de materias inicial de una investigacin y el ndice de materia de una
monografa terminada (1995: 167).
Adems, el ndice, en el todo y en sus partes, est estructurado por las
preguntas que se han formulado en el momento de seleccionar el tema. De he-
cho, as como su estructura corresponde a la pregunta ms general que se haya
hecho, as cada uno de los subtemas en que est organizado, llamnse captulos
o apartado, est relacionado con las preguntas que se han hecho en ese nivel
de planteamiento. Tampoco hay que olvidar que el ndice se relaciona con as-
pectos relativos a la escritura del texto: "El plan del libro de historia es a la vez
el boceto de una narracin y de una argumentacin; es la parte esencial y, en
cierto sentido, se puede decir que el mismo texto aporta las pruebas y viste ese
esqueleto (Prost, 2000: 167)".
No hay una sola forma de proceder a la configuracin del ndice del tra-
bajo, como no hay una sola forma de abordar la investigacin. Pero es con-
veniente reflexionar sobre algunos criterios generales que pueden ser tiles
para tal propsito. Se ha dicho, anteriormente, que la seleccin del tema de
investigacin es consecuencia de las preguntas que nos hemos formulado, y
que el propio nombre de la investigacin refleja la problematizacin del tema
en su sentido ms amplio y general. Pues bien, el ndice es consecuencia de esa
problematizacin, y est organizado en funcin de las respuestas que se van a
construir que, en el caso de un trabajo histrico, consisten en interpretaciones
y explicaciones, incluso descripciones e ilustraciones. Si se toma el nombre de
la investigacin como punto de partida de la construccin del ndice, hay que
organizar los apartados o capitulados, procediendo de lo general a lo particular
y tambin por niveles de agregacin, sin perder la nocin de equilibrio en el
momento de dividir el todo en partes. Es muy frecuente ver que los ndices de
los primeros trabajos de los debutantes de la investigacin histrica muestran
un excesivo nmero de captulos y que parece difcil la tarea de disminuirlos.
En estos casos generalmente se trata de un problema de organizacin de los di-
ferentes subtemas que se piensan investigar, debido en gran parte a la ausencia
ARMANDO SANDOVAL PIERRES
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de preguntas bien estructuradas en cuanto a las temticas, los tiempos, lugaresy entornos sociales. Una posible solucin es no perder la perspectiva inductivade la organizacin del trabajo, y agrupar pertinentemente la menudencia detemas de acuerdo con los niveles de agregacin.
Otra cuestin que afortunadamente tiende a desaparecer en los am-bientes donde se hace investigacin se refiere a la costumbre que priv bue-na parte del siglo xx, y que exiga que los primero captulos de la tesis sededicaran, en el mejor de los casos, a documentar los aspectos genealgicos deltema, pues en el peor de los casos era gastarlos generosamente en exhibir lascarencias formativas del estudiante, y entonces se escriban captulos con pre-tensiones enciclopdicas sobre temas conocidos, cuyo conocimiento era inelu-dible pero que no formaba parte directa de la investigacin. De tal suerte que lainvestigacin resultante no lograban tres requisitos por lo regular demandados:que fuera indita, novedosa y original. Claro, cuando el investigador entrabaen materia, en el penltimo captulo, ya se haba consumido no slo el tiempoprevisto, tambin haba agotado las energas y entonces la investigacin deltema se haca a la "trompa talega". Las consecuencias para el lector del trabajoeran similares, pues por afanosa que fuera su bsqueda del objeto de estudio, lovena encontrando al final de la investigacin.
Por ello, existe un axioma en estos quehaceres que puede tener un ciertosentido de validez y de utilidad: investigacin que no aborda el tema seleccio-nado desde el primer captulo, denota varios problemas, empezando por el dela claridad respecto de lo que se va a investigar.
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
Un proyecto de Historia Oral, dicho de manera general, requiere de una progra-macin precisa para su mayor xito. No solamente, como muchas veces sucede,porque el proyecto de investigacin se tenga comprometido como una actividadacadmica subvencionada o no, o bien, porque la relacin con los patrocinadoresdel proyecto obligue a presentarlo y a respetar las fechas de su conclusin. Paracualquier caso, aun cuando se trate de una actividad personal, es importante pro-gramar los tiempos que nos llevar su desarrollo, de la misma manera que habrnde cumplirse cada una de las etapas que se han planeado. En este sentido, progra-mar es la asignacin de los tiempos de su realizacin.
Como en el diseo de un proyecto de investigacin, la elaboracin de uncronograma de actividades siempre reportar una gran utilidad al investigador.
Los OFICIOS DEL HISTORIADOR
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Es parte de la planeacin que implica la preparacin de un proyecto. Ya se ha
visto somera mente cada una de sus etapas, las que, como todo plan, es una anti-
cipacin a lo que se habr de realizar y el esfuerzo ser ms eficaz en la medida
en que se cumplan cada una de ellas, no slo en el procedimiento, tambin en
lostiempos que se hayan previstos. Se ha dicho que quien no sabe qu busca con
precisin anticipada, no sabr qu va a encontrar. De la misma forma, quien no
precisa cunto tiempo le llevar esa bsqueda, no sabr cundo va a terminar.
Entonces, el cronograma de actividades en un proyecto de investigacin es un
instrumento que ayuda tanto a la eficiencia en el curso de los trabajos como a la
eficacia en la consecucin de los objetivos y metas planteados.
Al igual que otros proyectos de investigacin histrica, y en general de
ciencias sociales, el cuerpo del cronograma puede organizarse de diferente ma-
nera. El propsito es llegar a cumplir todas las actividades previstas en los tiem-
pos que se han fijado. Asimismo, la idea ms clara es, sin duda, darle estructura
de acuerdo con el ndice del trabajo. En este punto, tomando la idea ya expre-
sada, se debe tomar en cuenta, adems del ndice, el itinerario de la investiga-
cin, el cronograma (programacin), estipulando los tiempos en que pensamos
realizarla. No obstante, conviene tener presente dos aspectos. Por una parte,
la programacin del desarrollo del proyecto (contenido del cronograma) es un
ejercicio anticipatorio de lo que suceder posteriormente y, por lo mismo, estar
sujeto siempre a modificaciones. Ello nos obliga a estar confrontando lo progra-
mado con los avances que se van realizando, pues habr situaciones no previstas
que pueden modificar el curso de las actividades, por lo que la programacin
establecida deber retroalimentarse permanentemente. La programacin ini-
cial del proyecto se ver modificada varias veces, como ya se ha dicho. Pero ello
es normal, pues en cierta forma es el costo del aprendizaje lo que nos obliga a
proceder por "aproximaciones sucesivas". Lo importante en este caso es lograr
la realizacin de la investigacin en los parmetros de alcance, profundidad y
calidad deseados, dentro de las expectativas de tiempos y costos previstos. Por
otra, la ltima versin de nuestro programa ser la que se muestre en el ndice
y en cada una de las partes del texto editado.
Se deca lneas arriba que la mejor forma de organizar el cronograma es
tomando como base el ndice de la investigacin convenido previamente, pues
constituyen los puntos de llegada de la investigacin, ya que sern los textos
redactados finalmente. A ellos hay que incorporar aquellas actividades en de-
talle que se consideren necesarias para llegar a buen trmino. Ahora bien, en
relacin con los proyectos de Historia Oral, se ha venido insistiendo en que la
construccin y anlisis de las fuentes orales es algo que especializa el trabajo de
ARMANDO SANDOV AL PIERRES
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LAS FUENTES
investigacin. Esta actividad debe programarse adecuadamente e incluirse enel cronograma respectivo. Ya se ha visto que por lo general el proyecto de lainvestigacin comprende la construccin de las fuentes orales, aun cuando seha considerado la variante de trabajar con entrevistas realizadas por otros his-toriadores. Cuando es el caso, la deteccin de los informantes potenciales, laconformacin del directorio, la realizacin de las entrevistas, su transcripcin ysu anlisis son algunas de las actividades que debern contemplar el cronogra-ma. Por lo dems, las actividades restantes debern ser consideradas como encualquier proyecto de investigacin histrica.
Una de las formas ms usuales de presentacin del cronograma es utili-zando un cuadro de doble entrada, donde se confronten las actividades con lostiempos (ver pgina siguiente).
Las fuentes que sustentan una investigacin histrica que se pondere profe-sional aparecen obligada mente a lo largo del trabajo editado: como referenciasinsertas o agregadas al texto en las pginas que lo ameriten as a juicio delautor y que se conoce ms propiamente como aparato crtico, incluyendo notasde diversa ndole, y como un listado al final del trabajo que se llama "Fuen-tes" de manera genrica, y que comprende las primarias, donde encontramoslos testimonios, las fuentes bibliogrficas y otras como las visuales. De ellodeben tomarse las providencias cuando se est en el proceso de diseo delproyecto, como es el caso ahora, pues es necesario referenciar las entrevistas,los documentos, las fotografas, los libros que se consultarn en el curso de lostrabajos.
Esta necesidad, a la vez obligacin tica, no tiene que ver con las preten-siones de erudicin que algunos autores pretenden mostrar a sus lectores, ci-tando gran cantidad de textos e incluyendo una profusin de notas al pie de laspginas. Se relaciona directamente con las siguientes cuestiones: dar garantacientfica del trabajo elaborado, dar pruebas tico-profesionales; mencionadodebidamente las fuentes que han sido consultadas y los autores cuyos cono-cimientos han contribuido a la investigacin; promover responsablemente ladifusin del conocimiento, no slo el que genera el trabajo hecho, tambin el deaquellos autores que son afines al tema que se investiga .
Los OFICIOS DEL HISTORIADOR
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Meses Bimestres
Tiempos l I 2 2 I 3 I 4 5 I 6 ObservacionesActividades Semanas Semanas
1 2 3 I 4 1 2 3 I 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4
Cuadro nm. 3. Modelo de cronograma para un proyecto de investigacin.
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Antoine Prost, "La Historia se escribe", en Doce lecciones sobre la Historia:
En efecto, la historia cientfica viene sealada con signos externos, mucho
ms evidentes y sobre todo por la presencia de un aparato crtico, de referen-
cias a pie de pgina. Las notas son esenciales en historia: son el signo tangible
de la argumentacin. La prueba solo es admisible si es verificable. Como
ya hemos dicho, la verdad en la historia es la que est probada. Pero lo que
est probado es aquello que puede ser verificado. El texto histrico avanza
cubierto de referencias puesto que no recurre al argumento de autoridad. El
historiador no pide que se le conceda una confianza incondicional: le basta
con que se acepte seguirlo en la intriga que ha construido. Las 'marcas de
historicidad' ejercen en el texto histrico una funcin especfica: reenvan al
lector fuera del texto, a los documentos presentes, visibles aqu o all, que le
permitieron reconstruir el pasado (2001: 261).
A pesar del tiempo que ha pasado desde los primeros trabajos reconocidoscomo de Historia Oral, lo que fue hace ya varias dcadas, no hay criterios unifi-
cados en cuanto a la forma de citar el testimonio, a diferencia de lo que sucede
con otras fuentes cuyas referencias provienen de criterios internacionalmente
aceptados, pero que tambin mantienen diferencias por mltiples razones. De
tal manera que, cuando se tienen a la vista los trabajos de Historia Oral publica-
dos en libros y revistas, se enfrenta uno a una gran diversidad que no denota el
ingenio de los autores sino la falta de acuerdos para que la referencia cumpla su
funcin adecuadamente. Se encuentran de todos los estilos y, a veces no se en-
cuentran, yeso es lo grave, porque la referencia de la fuente debe garantizar por
lo menos los siguientes datos: el nombre del autor y referencias, el nombre de la
fuente, es decir, la identificacin como documento, sus referencias cronolgicas
(fecha); sus coordenadas espaciales: dnde se genera la fuente, dnde se ubica de
manera que pueda ser consultada; debe incluir todas las referencias que faciliten
su acceso como los cdigos de clasificacin y ubicacin utilizados por los archi-
vos; el nombre de las personas que hacen posible que esa fuente sea consultada:
traductores y transcriptores y, muchas veces, el nmero de la pgina.
La produccin histrico-oral en Mxico ha preferido la publicacin de
artculos en revistas o captulos de libros coautorados, ponencias, y al final los
libros de un solo autor que pueden ser la compilacin de artculos ya publicados
o de corte monogrfico, donde pueden incluirse las tesis acadmicas.
Es importante insistir que quien se inicia en la Historia Oral y trata de
publicar sus trabajos, se va a enfrentar a este problema. Por ello debe tomar en
Los OFICIOS DEL HISTORIADOR
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cuenta algunos criterios mnimos. Estos problemas se salvan si la institucin
donde se labora o la publicacin que ha aceptado incluirlos ya tiene resuelto el
problema, es decir, si exige el cumplimiento de criterios editoriales establecidos
como uno de los requisitos para publicar los trabajos. Esto es muy frecuente en
revistas serias y en instituciones que tienen tradicin editorial. Pero, a pesar de
ello,no tienen resuelto el asunto de las referencias de las fuentes orales, ni en el
aparato crtico ni en el listado de las fuentes.
Para complicar ms el asunto, existen diferentes formas de citacin, unas
ms en la tradicin europea y latinoamericana, otras en las modalidades anglo-
sajonas. Unas se inscriben al pie de pgina, cuyo nmero consecutivo aparece
en el cuerpo texto y en la cita; otras se intercalan en los textos con el mnimo de
datos que permitan la identificacin en el apartado de "Fuentes". En cualquiera
de los casos no hay una forma comn de elaborar estas citas, como se ver en los
ejemplos siguientes:
1. PORTELLI,Allessandro, La ordenyafue ejecutada. Roma las Fosas Ardea-tinas, la memoria:a Ada Pignotti (1920), empleada jubilada. En las Fosas Ardeatinas mataron a su
marido Angelo Pignotti, a su cuado Umberto Pignotti, a un cuado del marido,
a Antonio Prosperi y a un cuado del cuado, Fulvio Mastrangeli: 23/2/1998.
Como la mayor parte de los captulos de este libro se abre con fragmentos de la
narracin da Ada Pignotti, los datos referidos a ella no sern repetidos (: 33).
2. ROCAYORTIZ,Mara Lourdes, Memoria e imagen. Una exploracin delimaginario rielero a partir de una etnografa de vida:144Jess Rangel, compadre de Salvador, entrevistado por Salvador Nez y Lo-
urdes Roca, en Torren (Coahuila) mayo de 1999, con la presencia de su esposa
e hijos, quienes tambin participan (: 196).
3. CAMARENAOCAMPO,Mario, Jornaleros, tejedores y obreros. Historia socialde lo trabajadores textiles de San ngel (1850-1930):10 Entrevistas realizadas al Sr. Gilberto Mondragn y a la seora Aurora Rodrguez
Franco, por Mario Camarena, en San Bernab, DF, en agosto de 1982 (2001: 73).
4. EOCECHEAGRACIA,Gerardo: "Puerto del favor, isla del derecho: la
experiencia de dos generaciones en el Multifamiliar Miguel Alemn"
(Mxico, DF), en Historia social e Historia oral. Experiencias en la historiareciente de Argentina y Amrica Larina:
ARMANDOSANDOVALPIERRES
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Pero con cierto sentido comn se puede decir que los componentes es-
tructurales de la cita de una fuente oral son:
4 Entrevista a Luca Alegre Mendoza, realizada por Graciela de Garay y Concep-
cin Martnez, Ciudad de Mxico DF, 14 de mayo de 1998, PHO 13/24-1; entre-
vista a Fernando Chacn, realizada por Graciela de Garay y Blanca alivia Pea,
Ciudad de Mxico, DF, 16 y 23 de septiembre de 1997, PHO 13/12-1 y 2; entrevista
a Alfonso Espinoza de los Monteros, realizada por Lourdes Roca y Concepcin
Martnez, Ciudad de Mxico, DF, 24 de abril de 1998, PHO 13/22-1.
S. SANDOVAL PIERRES,Armando, "Los laberintos contextuales de las fuen-
tes orales", en Guanajuato, Voces de su Historia, nm. 7/2006:4 Entrevista a David Gutirrez Ledesma, pianista, director coral y profesor de m-
sica, realizada por Armando Sandoval Pierres, Universidad de Guanajuato, Cen-
tro de Investigaciones Humansticas, Laboratorio de Historia Oral (en lo sucesivo
UG/CIH-LHO), Salamanca, Guanajuato, 18 de abril de 2004 (2006: 31).
l. Los autores de la fuente: el "nombre del informante", comenzando
por los apellidos con maysculas y los nombres propios con altas y
bajas; referencias generales, seguidas de la mencin: "entrevista rea-
lizada por", y luego el