lectio divina xxxromanos.doc

5
LECTIO DIVINA XXX “AÑO DE SAN PABLO” (Invocación al Espíritu Santo) 1. LECTURA DEL TEXTO BÍBLICO (Rom 8,1-17) Ya no pesa, por tanto, condenación alguna sobre los que viven en Cristo Jesús, porque la ley del Espíritu vivificador me ha liberado por medio de Cristo Jesús de la ley del pecado y de la muerte. Pues lo que era imposible para la ley, a causa de la debilidad humana, lo realizó Dios enviando a su propio Hijo con una naturaleza semejante a la del pecado. Aún más: lo hizo víctima por el pecado y condenó el pecado a través de una naturaleza mortal, para que así, los que vivimos, no según nuestros desordenados apetitos, sino según el Espíritu, cumplamos los preceptos de la ley en plenitud. Porque los que viven según sus apetitos, a ellos subordinan sus criterios; pero los que viven según el Espíritu, tienen criterios propios del Espíritu. Ahora bien, guiarse por los criterios de los propios apetitos lleva a la muerte; guiarse por los del Espíritu conduce a la vida a la paz. Y es que los criterios que nacen de nuestros desordenados apetitos están enfrentados a Dios, puesto que ni se someten a su ley ni pueden someterse. Así pues, los que viven entregados a sus apetitos no pueden agradar a Dios. Pero ustedes, no viven entregados a tales apetitos, sino que viven según el Espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, es que no pertenece a Cristo. Ahora bien, si Cristo está en ustedes, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, el espíritu vive por la fuerza salvadora de Dios. Y si el Espíritu de Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el mismo que resucitó a Jesús de entre los muertos hará vivir sus cuerpos mortales por medio de ese Espíritu suyo que habita en ustedes. Por tanto hermanos, estamos en deuda, pero no con nuestros apetitos para vivir según ellos. Porque si viven según esos apetitos, ciertamente morirán; en cambio, si mediante el Espíritu dan muerte a las obras del cuerpo, vivirán. Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios. Pues bien, ustedes no han recibido un Espíritu que los haga esclavos, para caer de nuevo en el temor, sino que han recibido un Espíritu que los hace hijos adoptivos y nos permite clamar: “Abba”, es decir, “Padre”. Ese mismo Espíritu se une al nuestro para juntos dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, también somos

Upload: paty-velasco

Post on 13-Apr-2016

229 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: LECTIO DIVINA XXXromanos.doc

LECTIO DIVINA XXX “AÑO DE SAN PABLO”

(Invocación al Espíritu Santo)

1. LECTURA DEL TEXTO BÍBLICO (Rom 8,1-17)

Ya no pesa, por tanto, condenación alguna sobre los que viven en Cristo Jesús, porque la ley del Espíritu vivificador me ha liberado por medio de Cristo Jesús de la ley del pecado y de la muerte. Pues lo que era imposible para la ley, a causa de la debilidad humana, lo realizó Dios enviando a su propio Hijo con una naturaleza semejante a la del pecado. Aún más: lo hizo víctima por el pecado y condenó el pecado a través de una naturaleza mortal, para que así, los que vivimos, no según nuestros desordenados apetitos, sino según el Espíritu, cumplamos los preceptos de la ley en plenitud.Porque los que viven según sus apetitos, a ellos subordinan sus criterios; pero los que viven según el Espíritu, tienen criterios propios del Espíritu. Ahora bien, guiarse por los criterios de los propios apetitos lleva a la muerte; guiarse por los del Espíritu conduce a la vida a la paz. Y es que los criterios que nacen de nuestros desordenados apetitos están enfrentados a Dios, puesto que ni se someten a su ley ni pueden someterse. Así pues, los que viven entregados a sus apetitos no pueden agradar a Dios. Pero ustedes, no viven entregados a tales apetitos, sino que viven según el Espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, es que no pertenece a Cristo. Ahora bien, si Cristo está en ustedes, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, el espíritu vive por la fuerza salvadora de Dios. Y si el Espíritu de Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el mismo que resucitó a Jesús de entre los muertos hará vivir sus cuerpos mortales por medio de ese Espíritu suyo que habita en ustedes.Por tanto hermanos, estamos en deuda, pero no con nuestros apetitos para vivir según ellos. Porque si viven según esos apetitos, ciertamente morirán; en cambio, si mediante el Espíritu dan muerte a las obras del cuerpo, vivirán. Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios. Pues bien, ustedes no han recibido un Espíritu que los haga esclavos, para caer de nuevo en el temor, sino que han recibido un Espíritu que los hace hijos adoptivos y nos permite clamar: “Abba”, es decir, “Padre”. Ese mismo Espíritu se une al nuestro para juntos dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios y coherederos con Cristo, siempre y cuando padezcamos con él, para ser luego glorificados con él.

Con su Biblia en mano repasamos el texto respondiendo las siguientes preguntas:¿Por qué ya no pesa condenación sobre los que viven en Cristo Jesús? v.1 ¿Cómo realizó Dios lo que era imposible a causa de la debilidad humana? v.3 ¿Qué hacen los que viven según sus propios apetitos? v.5 ¿A dónde lleva guiarse por los criterios de los propios apetitos? v.6a ¿A dónde lleva guiarse por los criterios del Espíritu? v.6b ¿Por qué están enfrentados nuestros apetitos desordenados con Dios? v.7 ¿Por qué algunos no tienen el Espíritu de Cristo? v.9 ¿Cómo puede vivir el cuerpo muerto a causa del pecado? v.10 ¿Quién hará revivir los cuerpos mortales? v.11 ¿Por qué estamos en deuda? vv.12-13 ¿Quiénes son los hijos de Dios? v.14 ¿Qué Espíritu hemos recibido? v.15 ¿Qué consecuencias tiene el ser hijo de Dios? v.17

Para comprender mejor el texto tengamos en cuenta lo siguiente:

La carta a los romanos tiene un estrecho parentesco con la carta a los Gálatas. Trata el mismo tema, la justificación por la fe y no por la ley.

La carta a los romanos ha tenido un papel importante en el pensamiento cristiano. Se han hecho numerosos estudios de teología y exégesis a partir de esta carta.

Page 2: LECTIO DIVINA XXXromanos.doc

En la carta Pablo utiliza el título de Apóstol de los gentiles. Se dirige a los cristianos de Roma como fieles venidos de la gentilidad, quienes, lejos de sentirse inferiores, se inclinan a despreciar a Israel.

Cuando Pablo escribe esta carta en el año 58 d. C. se encuentra en el período más intenso de su actividad apostólica, se encuentra en Corinto.

En esta carta Pablo hace una reflexión sobre los destinos de “Israel” y de los “gentiles”. Podemos decir que en esta carta se presenta de manera amplia lo esencial del mensaje Cristiano de Pablo.

2. MEDITACIÓN DE LA PALABRA ESCUCHADA

El discurso teológico de Pablo en la carta a los romanos, alcanza en este capítulo 8 su punto culminante. Puede decirse que todos los temas principales de la carta de alguna manera los encontramos de forma sintetizada en este capítulo. Entre los temas importantes están: la fuerza salvadora de Dios, la acción liberadora de Cristo a través de su muerte y resurrección, el poder mortífero activado por la ley, la permanencia de los apetitos desordenados en nuestra existencia de creyentes, la posesión de una nueva vida como primicias de la gloria que esperamos, nuestra condición de hijos de Dios en Cristo a quines nadie podrá arrebatar el amor eterno del Padre. Y el tema que da unidad a todo, la presencia y la acción del Espíritu. En esta carta Pablo utiliza la palabra Espíritu más que en ninguna otra, lo hace veintiún veces. El Espíritu es el protagonista de este capítulo, lo que en otros lugares le atribuye a Cristo o al Padre, aquí lo asigna al Espíritu. El Espíritu es el que nos libera de la ley del pecado y de la muerte, el que hace posible que ya ahora vivamos una vida nueva, el que un día hará que compartamos la resurrección de Cristo, el que al hacernos hijos de Dios nos permite llamar a Dios Padre querido, el que acompaña y hace eficaz nuestra oración, el que dinamiza nuestra esperanza y la proyecta hacia un futuro de gloria. Pablo parece recordar los textos de Jeremías y Ezequiel sobre la “nueva alianza” y el “nuevo espíritu” (Jr 31,31-33; Ez 36,26-28). Es posible que Pablo sugiera también la nueva vida en Cristo. Pablo quiere entrar en diálogo directo con los interlocutores romanos. Es significativa la alternancia entre el “nosotros” y el “vosotros”. Lo que dice le afecta a ellos pero también a nosotros, ya que el discurso de Pablo se eleva por encima de situaciones contingentes y particulares, enunciando principios que valen para los creyentes de ayer, de hoy y de siempre. Hoy lo mismo que antes la existencia cristiana sigue estando bajo el signo de la esperanza; no hemos alcanzado la meta; tenemos que seguir caminando. Ahora como antes para ser hijos de Dios tenemos que dejarnos guiar por el Espíritu aunque implique una experiencia de dolor y sufrimiento.¿Cómo debemos entender la oposición entre Espíritu y carne? No debemos entenderlo en el sentido de la filosofía platónica griega que distinguía entre espíritu, como principio inmaterial del hombre, y cuerpo, como realidad material del ser humano. La oposición que hace Pablo tiene un carácter dinámico y existencial. Con el término carne designa todo lo que hay en el hombre de pecaminoso, de oposición a Dios; son los apetitos desordenados. Y con el término espíritu, designa todo lo que hay en el hombre de apertura a lo divino, fuerza impulsora de toda acción apostólica y principio inspirador de todo lo bueno. En este sentido espíritu y carne se encuentran en una oposición moral. Debemos tener en cuenta que en la antropología de Antiguo Testamento, cuerpo significa lo que el hombre tiene de pequeño y de perecedero, y espíritu todo aquello que hace del hombre una realidad trascendente, más allá de la simple materia, partícipe del mismo ser divino.

3. COMPROMISO PERSONAL Y COMUNITARIO

Trabajar no sólo por el alimento material para el sustento de nuestro cuerpo físico, sino también trabajar por el alimento espiritual que fortalezca el alma.

Page 3: LECTIO DIVINA XXXromanos.doc

Iniciar un proceso de crecimiento espiritual que comienza con el anuncio del Kerigma y después la catequesis permanente.

Dedicar uno o varios momentos de oración con Dios y participar de los sacramentos, para vivir en comunión con Jesús y llenarnos de su Espíritu.

Hacer el propósito de quitar algún vicio o cambiar alguna conducta pecaminosa mediante la búsqueda de encuentro con Jesús

Recibir el sacramento de la reconciliación para la purificar los pecados.

Vivir con docilidad al Espíritu Santo que recibimos en nuestro bautismo.

4. ORACIÓN

Dios mío, ¿qué me podrá separar de tu amor?¿Un examen no aprobado, una promesa rota o una palabra hiriente?No, ¡nada de esto!¿Podrá arrancarme de ti la atracción al poder, las recompensas rápidas, las drogas?No, ¡nada de esto!Si tú, Señor, estás conmigo, ¿podrá triunfar contra míuna persona vengativa, una amistad falsa o alguien que está enojado conmigo?No, ¡nada de esto!¿Podrá separarme de ti la tristeza por una pérdida, el enojo por burlas recibidas o la vergüenza por haber sido visto cometiendo un pecado?No, ¡nada de esto!Pase lo que pase, sé que siempre estás conmigoporque te hiciste hombre por nosotrosy venciste la desesperación y la muerte misma con tu amor interminable.La presencia de tu Espíritu en mí me convence de que nada,absolutamente nada, me separará de tu amor.Amén.