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Lectio Divina para jóvenes +Orar con la Palabra de Dios+ SEMANA V T. ORDINARIO (5 de febrero) Puedes descargarlo también en www.sepaju.org Señor Jesús, amigo de los jóvenes, ilumina nuestra vida con tu Palabra y llénanos con la luz de tu Presencia para que seamos sal y luz ante los demás y todas nuestras acciones sean signo de tu amor. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 5, 13-16 En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos. El evangelista después de mostrar el camino que nos conduce al Reino en el “Sermón de la Montaña”, que hemos ido meditando los domingos anteriores, nos enseña cuál es la misión de la comunidad cristiana: ser sal y luz. ¿Para qué sirve la sal? La sal no existe para sí, sino para dar sabor al alimento. ¿Y la luz? La luz no existe para sí, sino para iluminar un lugar o el camino. Nosotros, como jóvenes cristianos, como grupo de la parroquia, no existimos para nosotros mismos, sino para los otros, para la comunidad, para Dios. Casi todas las veces que Jesús quiere comunicar un mensaje importante, recurre a una parábola o comparación que conoce de la vida de cada día. Jesús parte de la experiencia, sabe que todos conocen la función de la sal y de la luz y eso quiere que seamos nosotros. ¿Te imaginas una comida sin sal? ¿Y un día sin luz? Lo mismo ocurriría en un cristiano sin Cristo. Jesús quiere provocar en nosotros una manera nueva de vivir y de comportarnos ante los demás. El joven cristiano que conoce el amor de Dios y vive en ese amor está llamado a ser sal y luz con sus buenas obras. Estas llamado a ser sal y luz en todo lo que dices, en todo lo que haces, en todo lo que vives. La sal sirve para dar sabor y qué importante es para que la comida este sabrosa, así tiene que ocurrir con lo que sale de nuestra boca, nuestras palabras tienen que dar sabor en nuestras conversaciones, tienen que llevar el sabor de la paz, de la alegría, del consuelo, de la esperanza…

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Page 1: Lectio Divina para jóvenes - sepaju.org v_5 febrero.pdf · Lectio Divina para jóvenes ... Nosotros, como jóvenes cristianos, como grupo de la parroquia, no existimos para nosotros

Lectio Divina para jóvenes + O r a r c o n l a P a l a b r a d e D i o s +

SEMANA V T. ORDINARIO (5 de febrero) Puedes descargarlo también en www.sepaju.org 

 

Señor Jesús, amigo de los jóvenes, ilumina

nuestra vida con tu Palabra y llénanos con la luz de tu Presencia para que seamos sal y luz ante los demás y todas nuestras acciones sean signo de tu amor.

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 5, 13-16

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos.

El evangelista después de mostrar el camino que

nos conduce al Reino en el “Sermón de la Montaña”, que hemos ido meditando los domingos anteriores, nos enseña cuál es la misión de la comunidad cristiana: ser sal y luz. ¿Para qué sirve la sal? La sal no existe para sí, sino para dar sabor al alimento. ¿Y la luz? La luz no existe para sí, sino para iluminar un lugar o el camino. Nosotros, como jóvenes cristianos, como grupo de la parroquia, no existimos para nosotros mismos, sino para los otros, para la comunidad, para Dios. Casi todas las veces que Jesús quiere comunicar un mensaje importante, recurre a una parábola o comparación que conoce de la vida de cada día. Jesús parte de la experiencia, sabe que todos conocen la función de la sal y de la luz y eso quiere que seamos nosotros. ¿Te imaginas una comida sin sal? ¿Y un día sin luz? Lo mismo ocurriría en un cristiano sin Cristo. Jesús quiere provocar en nosotros una manera nueva de vivir y de comportarnos ante los demás. El joven cristiano que conoce el amor de Dios y vive en ese amor está llamado a ser sal y luz con sus buenas obras. Estas llamado a ser sal y luz en todo lo que dices, en todo lo que haces, en todo lo que vives. La sal sirve para dar sabor y qué importante es para que la comida este sabrosa, así tiene que ocurrir con lo que sale de nuestra boca, nuestras palabras tienen que dar sabor en nuestras conversaciones, tienen que llevar el sabor de la paz, de la alegría, del consuelo, de la esperanza…

Page 2: Lectio Divina para jóvenes - sepaju.org v_5 febrero.pdf · Lectio Divina para jóvenes ... Nosotros, como jóvenes cristianos, como grupo de la parroquia, no existimos para nosotros

Todas nuestras buenas obras tienen que llevar el buen sabor de Dios. ¡Cuántas palabras insípidas, engañosas y a veces groseras salen de nosotros! ¡Cuánto tiempo perdido! ¡Cuántas cosas hechas sin ganas! Es lo que dice Jesús “si la sal se vuelve sosa… no sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente”. Lo mismo ocurre con la luz y con nuestra vida cristiana. Una lámpara no se esconde sino que se pone en lo más alto para que alumbre más… a eso nos llama Jesús a ser lámpara para los demás para que nuestras obras muestren la luz de la verdad, del bien y del amor que hay en todas las cosas. Jesús nos anima a no tener miedo de mostrar siempre el bien aunque los demás se rían, aunque no se lleve, porque los que hemos conocido el bien con mayúsculas, que es Jesús, no podemos dejar de mostrarlo, ya que es para compartirlo. Jesús es la lámpara que Dios ha puesto entre nosotros y ya no puede dejar de brillar, así tiene que ser nuestra vida porque recibe la Luz de Cristo y todas nuestras obras así lo tienen que mostrar. Que regalo tan grande ser amigo de Cristo, Luz del mundo, que te llama a ser luz y sal con tu vida.

¿Estoy siendo sal en casa, en el instituto, en la parroquia, en el grupo de amigos?

¿Estoy siendo luz con mis obras? ¿Qué muestra mi conducta? ¿luz? ¿oscuridad?

¿Cómo son tus conversaciones? ¿Y tus pensamientos? ¿Son propias de un joven cristiano?

¿Cuáles son tus buenas obras por las que los demás pueden alabar a Dios?

¿Tienes miedo de mostrar el bien? ¿Eres valiente para vivir en la verdad?

Señor esta luz que ponemos delante de Ti nos

recuerda que nuestra vida está llamada a brillar. Queremos que vengas a encender nuestra vida para ser sal y luz con nuestras obras.

(Se reparte una vela pequeña a cada uno y se acercan a encenderla de la luz que se ha llevado)

- Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, para que anuncien el Evangelio con alegría y llegue la Luz de la Palabra de Dios a todos los hombres. Roguemos al Señor

- Por los gobernantes y los responsables de la economía mundial, para que Cristo sea la luz que oriente sus decisiones siempre a favor de la paz y el progreso de los pueblos. Roguemos al Señor

- Por todos los jóvenes para que sean siempre luz y sal con sus buenas obras dando testimonio del amor de Cristo. Roguemos al Señor

- Por los pobres y necesitados, para que no les falte nunca una palabra de aliento y una comida caliente. Roguemos al Señor

Señor Jesús, gracias por tu Palabra que nos ha

hecho ver mejor la voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos dé fuerza para seguir lo que hoy nos has pedido en esta oración. Que como María, tu Madre, podamos no sólo escuchar sino también poner en práctica todas tus enseñanzas. Amén.