lección 45 antiguo testamento 10

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Escuela Bíblica por Internet,Teología Sistemática,Antiguo Testamento,Momento de Decisión

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ZACARIAS: VOLVEOS A MI Y YO ME VOLVERE A VOSOTROS

Al libro de Zacaras se le ha llamado el Apocalipsis del Antiguo Testamento. Al igual que el libro que lleva el mismo nombre, Zacaras es un libro de profeca. Su tema es exponer el programa de Dios, que es tambin el tema del libro de Apocalipsis. La diferencia consiste en que en Zacaras Israel ocupa el primer plano y las naciones gentiles el lugar secundario, mientras que en el libro de Apocalipsis las gentiles naciones ocupan el primer plano y el eslabn que las une es la nacin de Israel. El primer versculo de Zacaras revela de una manera muy interesante este punto central sobre la nacin de Israel: "En el mes octavo del segundo ao de Daro, vino la palabra de JEHOVA al profeta Zacaras, hijo de Berequas, hijo de Ido..." Normalmente leemos estos primeros versculos sin pensar en ellos como si tuviesen alguna importancia, pero recordemos que los nombres hebreos significan algo. Posiblemente los ejemplos ms destacados del significado de los nombres hebreos sea Matusaln, el hombre ms anciano que jams haya vivido. Su nombre significa "cuando l muera vendr y cuando l falleci, vino la inundacin, tal y como profetizaba su nombre. Aqu tenemos tres nombres que son altamente significativos. Zacaras quiere decir "Dios recuerda y Berequas, el nombre de su padre, significa "Dios bendice y el nombre de su abuelo Ido quiere decir "el tiempo fijado. Ese es el tema del libro de Zacaras, que es un libro que sirve de estmulo al pueblo de Israel. Zacaras era contemporneo de Hageo, uno de los profetas que llev a cabo su ministerio entre el remanente que haba regresado despus de haber estado cautivo en Babilonia. Aunque estaban de regreso en Jerusaln, reconstruyendo el templo y la ciudad, seguan siendo vasallos de Babilonia, sometidos an a las naciones gentiles que les rodeaban, sin demasiada esperanza para el futuro. Era una poca desalentadora, deprimente y un espritu de amargo pesimismo se haba apoderado de aquellas gentes y Zacaras viene a ellos en medio de su depresin, con este anuncio que se encuentra incluso oculto en su nombre y en los de sus antepasados: Jehov bendice, Jehov recuerda y el tiempo fijado. Qu gran estmulo debieron producir estos nombres! Al principio del primer captulo hay una breve resea acerca del libro. Esto sucede con frecuencia en la Biblia y si busca usted estas breves introducciones, con frecuencia podr encontrar un breve resumen del mensaje del libro en sus primeras secciones. Aqu se divide de una manera dramtica mediante el nombre de Dios, Jehov de los Ejrcitos, que es uno de los nombres habituales de Dios. Jehov de los Ejrcitos, es decir, el Dios de las masas, el Dios de todos los ejrcitos, ya sean ejrcitos de ngeles, de humanos o tambin ejrcitos demoniacos, sin que haya diferencia alguna. Tambin a las estrellas se las llama ejrcitos o huestes. Este es el Dios que es soberano sobre todas las masas, sean las que sean y este nombre se repite tres veces (versculos 2 y 3): "JEHOVA se enoj en gran manera contra vuestros padres. Pero diles que as ha dicho JEHOVA de los Ejrcitos: Volveos a mi y yo me volver a vosotros; ha dicho JEHOVA de los Ejrcitos." Ese nombre se repite tres veces. Lo que se dice antes de cada una de estas repeticiones marca las diferentes partes de este libro, que se divide en tres breves secciones. La primera de ella se incluye en: "JEHOVA se enoj en gran manera contra vuestros padres." Eso marca la primera divisin, que comprende solo los primeros seis versculos, que describen el enfado de Dios con su pueblo. Luego tenemos: "Volveos a mi." Y eso marca la segunda divisin, que abarca del captulo 1, versculo 7, hasta el captulo 6, versculo 15, hablando acerca de cmo Dios libera a su pueblo. Luego, en el captulo 7 hasta el 14, encontramos la tercera divisin que es la exposicin de estas palabras: "y yo me volver a vosotros." As es como hace Dios las cosas siempre. Si se da usted cuenta de que se est apartando de su presencia y, como resultado de ello, su fe se est debilitando, se siente usted desanimado, derrotado y expuesto a toda

clase de tentaciones y se siente presa de toda clase de malos pensamientos, qu debe hacer usted? "Volveos a mi dice el Seor, "y yo me volver a vosotros. Si desea usted que Dios regrese a su vida, con toda la gloria de su presencia, entonces vuelva a l. Esa es siempre la frmula. Como ya he indicado, los primeros seis versculos no son ms que un breve resumen de la pelea de Dios con su pueblo, con el hecho de que le han hecho sentirse disgustado, como hemos visto en todo el Antiguo Testamento, algo en lo que no necesitamos extendernos. Dios se siente siempre disgustado cuando su pueblo le da la espalda, tanto si se trata de Israel, el pueblo de Dios, como si se trata de su pueblo de la iglesia. Y comenzando con el versculo siete, el profeta recibe una visin totalmente asombrosa. Una visin que se divide en una serie de ocho, que fueron dadas a Zacaras la misma noche, y tambin se dividen en varias partes principales. Estas tres divisiones son como tres actos en una gran obra teatral, que le fueron reveladas al profeta. Puede usted pensar en ellas como "El Programa de la Primera Noche de Dios porque todas las vio el profeta en una sola noche. Al leerlas, podemos imaginarnos que hemos sido invitados a asistir a esta obra teatral dramtica que Dios le esta mostrando al profeta. Dios es el autor, Zacaras es el productor y nosotros somos el pblico. La visin abarca el tiempo de los das de Zacaras hasta el presente, hasta la venida del Seor. El primer acto est compuesto por dos visiones. Una es una visin de un vigilante que est cuidando de la gente del valle. El que vigila cabalga sobre un caballo y con l estn reunidos otros jinetes que cabalgan tambin sobre caballos. Y el ngel del Seor interpreta la visin para el profeta. El significado de esto es sencillamente que Israel era el pueblo que se encontraba en el valle, simbolizado para nosotros aqu como un arbusto de mirto, que se daban cuenta de que se encontraban en un lugar de sombras. Era un tiempo de desesperacin y de das difciles, pero ellos no se daban cuenta, de lo que el profeta les estaba revelando, del invisible que estaba contemplando todo el procedimiento y vea lo que estaba pasando y tena consigo los grandes recursos para hacer frente a sus necesidades en aquella hora de desesperacin. La segunda visin en el primer acto nos habla acerca de cuatro mirtos u obreros, de hecho, carpinteros. Era una visin de cuatro cuernos y cuatro herreros. Esto tambin se lo interpretan al profeta. Ve que al igual que los jinetes de la visin anterior, que estos son agentes divinos, posiblemente ngeles, que han sido enviados para aterrorizar a las naciones. As que vemos que esta es una imagen de la necesidad desesperada de Israel de volver a Dios. Israel se senta desanimada ante el despliegue de los poderes y las fuerzas que se oponan a ella, pero lo que no poda ver era los recursos, pues no eran conscientes de los agentes divinos que estaban all para actuar a su favor y eso fue lo que Dios les revel. As que cae el teln al final del Primer Acto, y en el segundo captulo se levanta de nuevo antes del Segundo Acto, que es una sola visin. Es la visin de un hombre que tiene una cuerda de medir en su mano y que sali con el propsito de medir la ciudad de Jerusaln y al hacerlo, el ngel que interpretaba le dijo al profeta (versculos 4-5): "Jerusaln ser habitada sin muros a causa de la multitud de la gente y del ganado que habr en medio de ella. Y yo ser para ella un muro de fuego alrededor y estar en medio de ella con su Gloria, dice Jehov." A esto le sigue una preciosa descripcin de los das de bendicin que habrn de tener lugar en Israel y que se cumplirn literalmente al ser trada de nuevo Israel a una situacin de bendicin en la tierra de Israel. Esa es un a imagen de la promesa de Dios para aquellos que vuelven, siendo siempre una imagen de bendicin. Volved y las bendiciones fluirn por haber regresado, porque Dios es el centro de bendicin y la bendicin no puede venir de ningn otro lugar. Si su vida est vaca, si necesita usted a Dios, si es un cristiano y su vida sigue vaca, necesita usted volver a Dios porque es de sus recursos de donde vienen las bendiciones. El hombre con la cuerda de medir es sencillamente un smbolo muy descriptivo de la bendicin ilimitada y sin medida que Dios est dispuesto a derramar sobre la vida de todo aquel que regresa a tener una relacin con l. El Tercer Acto comienza con cinco visiones ms. Aqu tenemos el camino para poder regresar a Dios, representado para nosotros en cinco visiones. En la primera escena, aparece Josu el sumo sacerdote, ante la presencia de Dios. Oponindose a Josu est Satans, el adversario y entonces el pueblo poda ver al adversario. Saban que Satans estaba en contra de ellos, pero lo que no podan ver era al defensor, a aquel que estaba junto a ellos para actuar a su favor, atendiendo a sus necesidades. Luego vemos, en esta visin maravillosa y conmovedora, cmo Josu es limpiado, quitndole sus vestiduras sucias y atavindole con vestiduras nuevas y limpias y se hace la afirmacin de que Dios hara esto sencillamente porque deseaba hacerlo. "He escogido a Jerusaln dice, de la misma manera que lo dice acerca de nosotros. Por qu nos bendice? Porque as lo ha deseado.

Y en la ltima parte de este captulo 3 hay una maravillosa visin futura acerca de la obra de Cristo en la cruz (versculo 8): "Escucha, pues, oh Josu, sumo sacerdote; t y tus amigos que se sientan delante de ti, puesto que son hombres de carcter simblico: he aqu yo traigo a mi siervo, el Retoo. Porque he aqu que yo mismo grabar aquella piedra que he puesto delante de Josu (sobre esta nica piedra hay siete ojos), dice JEHOVA de los Ejrcitos, y quitar la iniquidad de la tierra en un solo da." Esta es una maravillosa profeca de la venida de aquel que sera el siervo de Jehov, el Retoo. De aquel que tendra las marcas de la crucifixin y que sera el instrumento gracias al cual la culpa de la tierra sera eliminada en un solo da. Y en ese da fluira la bendicin como la manifestacin del derecho que tiene Dios a limpiar al pecador sin acusarle, sin culparle y sin condenarle. La limpieza es el primer paso para regresar. Luego, en la Segunda Escena, vemos lo que sigue a la limpieza de Dios, el poder del Espritu Santo, en la visin del candelabro y el olivo, que representa la vida llena del Espritu. El aceite se refiere siempre al Espritu Santo y aqu haba olivos de los que estaba continuamente goteando el aceite de sus ramas y cayendo en un candelabro y arda con fuerza. Qu maravilloso simbolismo del hecho de que el Seor, que mora en nuestro interior, est continuamente supliendo esa fortaleza interna que hace posible que nosotros brillemos con fuerza como luces en medio de una generacin oscura. La Tercera Escena empieza con un rollo, un rollo gigantesco con escritura a ambos lados y con maldiciones contra los ladrones y los que blasfeman entre el pueblo, que es una imagen del juicio de Israel, la proclamacin de la ley en medio de la corrupcin. En aquel entonces podan ver la corrupcin, pero no la ley. De modo que en esos momentos Dios los anima en la hora de oscuridad, cuando todo cuanto podan ver era la corrupcin y todo se viene abajo. Lo que no eran capaces de ver era la agencia de Dios obrando para traer una maldicin sobre la anarqua para acabar con ella. En la Cuarta Escena, Zacaras ve a una mujer con un efa. Un efa es como una gran cesta y mientras contemplaban el profeta y el ngel, le fueron dadas alas a la cesta y vol hacia la tierra de Babilonia. Qu significa esto tan extrao? Si tuviera usted una visin as se preguntara qu haba cenado la noche anterior! Pero el profeta sabe que le ha sido dado una visin que es importante. Al meditar acerca de ella, la entiende porque contiene trminos que se usan en otros lugares de las Escrituras. Siempre que la mujer aparece en las Escrituras de manera simblica, hay una referencia a algo que est mal en el mbito de la religin. (Eso no es algo que yo haya inventado, sino las Escrituras.) Aqu tenemos, pues, la imagen del juicio de una fe falsa, de una iglesia falsa, de una manera muy parecida a como aparece en Apocalipsis, donde una mujer que representa a la falsa iglesia recibe el nombre de Babilonia la grande. Zacaras ve la misma cosa: la manera de juzgar Dios la religin falsa e hipcrita. Y en la escena final, el profeta ve cuatro carros que cabalgaban sobre la tierra, de manera muy parecida a la visin de Apocalipsis de los cuatro jinetes que cabalgan y traen el juicio sobre el mundo. Baja, pues, el teln sobre este gran drama de la redencin del futuro. Es la gran representacin simblica de Dios sobre el camino de regreso a l, primero la limpieza, luego el ser lleno del Espritu Santo, el dejar de lado el mal en sus diversas formas y finalmente el juicio de toda la tierra al hacer Dios que el mal cometido por los hombres sea trado ante su trono de juicio. El captulo 7 marca una nueva divisin en el libro y en este captulo encontramos a Dios hablando de una manera diferente. En lugar de usar visiones, habla al profeta de una manera directa. Lo ms importante de esta seccin es el anuncio del profeta en el captulo 8, versculo 3: "As ha dicho JEHOVA: Yo he vuelto a Sion y habitar en medio de Jerusaln. Jerusaln se llamar Ciudad de Verdad y el monte de JEHOVA de los Ejrcito, el Monte de Santidad." Aqu tenemos una imagen de Dios habitando en medio de su pueblo, algo que un da se cumplir en la tierra. En la tierra de Israel, est teniendo lugar lo que ha sido profetizado y tendr lugar un acontecimiento sorprendente tras otro. El regreso a Jerusaln del control judo ha preparado el camino para la reconstruccin del templo en su antiguo emplazamiento. Hace ya muchsimo que las Escrituras vienen anunciando que esta ser la primera seal de que Dios estaba a punto de moverse y restaurar de nuevo a Israel para que ocupe su lugar entre las naciones. As que podemos leer en esta seccin con un gran inters porque es una imagen de algo histrico que est teniendo lugar, pero lo podemos leer incluso con ms inters por lo que simboliza espiritualmente en nuestras vidas: Dios est en medio de nosotros. Cul ser el resultado? Dios habitando en nosotros, renovando nuestro hombre interior y una fuente de bendiciones que se derramar en nuestra vidas, haciendo que demos fruto, que seamos efectivos y una bendicin para todos aquellos con los que entramos en contacto. Esa es la imagen de estas ltimas escenas.

Los captulos 7 y 8 se unen en una splica que le hace Dios al pueblo para que sean sinceros y se abran ante l. Es una vez ms un ensayo de los fracasos a su vista y luego un recordatorio de que mientras l no falla en su misericordia y en su gracia, l no cambia en sus principios, supliendo siempre lo que es necesario, pero no baja nunca el nivel de sus principios. El pueblo reacciona como lo hacen las personas con frecuencia, de estas tres maneras; primero (captulo 7, versculo 11): "Pero no quisieron escuchar. Mas bien se encogieron de hombros rebeldemente y taparon sus odos para no or." Ese es el primer paso, hicieron como si no oyesen y luego (versculo 12): "Y endurecieron su corazn como un diamante para no or la ley ni las palabras que JEHOVA de los Ejrcitos enviaba por su Espritu, por medio de los antiguos profetas..." Desobedecieron deliberadamente y finalmente, comenzaron a portarse como hipcritas. El captulo empieza con una pregunta hecha por el pueblo: "Continuaremos con las fiestas que comenzamos en Babilonia? Y la palabra de Dios a ellos fue: "por qu estis haciendo esto? Estis celebrando estas fiestas porque deseis adorar o sencillamente como una representacin religiosa? Estas son algunas de las maneras que adoptamos para eludir la voluntad de Dios actualmente. Recuerdo que hace aos mi esposa le dijo a una de mis hijas que se pusiese un vestido verde. Era interesante observarla. Al principio hizo como si no hubiera odo. Luego cuando su madre le repiti su peticin varias veces, se rebel abiertamente contra ella diciendo: "No, no quiero ponerme ese vestido. Y luego, cuando pareca como si se lo tuviese que poner, fue a su madre y le dijo: "mam, quiero ponerme el vestido verde pero est demasiado sucio que no era verdad ni mucho menos. En otras palabras, sigui exactamente el mismo programa que se presenta aqu. Hizo como si no oyese, desobedeci deliberadamente y luego se hizo la hipcrita, haciendo como si estuviese perfectamente bien desobedecer de ese modo. Con cunta exactitud capta esto las tendencias inherentemente engaosas de nuestros corazones! Pero ahora Dios deja claro que el resultado ser la ceguera ante la verdad; y que finalmente, perdern su habilidad para ver y or. Esto ha sido claramente explicado en los captulos 9 y 10, en los que aparece la ceguera del pueblo y justo en medio de esto, encontramos la primera de varias visiones sorprendentemente exactas de la venida del Mesas (captulo 9, versculo 9): "Algrate mucho, oh hija de Sion! Da voces de jbilo, oh hija de Jerusaln! He aqu, tu rey viene a ti, justo y victorioso, humilde y montado sobre un asno, sobre un borriquillo, hijo de asna." Y recordarn ustedes cmo esas palabras se cumplieron literalmente en el Nuevo Testamento cuando nuestro Seor mand a sus discpulos a buscar al borriquillo y el asna y mont sobre el asna y lo cabalg en triunfo en las calles de Jerusaln con el pueblo ante l gritando "Hosanna al Hijo de David! Bendito el que viene en el nombre del Seor! (Mat. 21:9) cumpliendo exacta e inconscientemente esta profeca de Zacaras. "He aqu tu rey viene a ti triunfante y glorioso y le conoceremos porque vendr sobre un asna acompaada de un pollino. Pero a pesar de ello, no le conocieron ni le reconocieron aunque vino de una manera tan extraordinaria y al acercarse a Jerusaln, llor al contemplar aquella ciudad impenitente y dijo estas palabras asombrosas: "Oh, si conocieses t tambin por lo menos en ste tu da, lo que conduce a tu paz! Pero ahora est encubierto a tus ojos. (Lucas 19:42) Eso es lo que sucede cuando Dios acta en nuestras vidas y no le escuchamos, perdiendo la habilidad de or y estas cosas quedan ocultas a nuestros ojos, por lo que el juicio por la ceguera cay sobre estas gentes. En el captulo 11, despus de muchos desaires, el Mesas, hablando de nuevo por boca del profeta, pronuncia estas sorprendentes palabras (versculo 12): "Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo., Y pesaron por salario treinta shekels (o piezas) de plata." Qu precio haba acordado Judas por traicionar a nuestro Seor? Treinta shekels de plata. Segn la ley, si un esclavo era herido por un toro, el dueo del toro tena que arreglar el asunto pagando a su vecino treinta shekels de plata. En este caso el Mesas le dice a estas gentes: "Est bien, si me queris decidlo, y si no, dadme mi salario. Cunto creis que valgo en vuestra opinin? Y pesaron su precio en treinta shekels de plata. A continuacin se habla del segundo resultado de un corazn y una vida en la que no hay arrepentimiento (captulo 11, versculos 15 a 17):

"Entonces JEHOVA me dijo: Toma adems la bolsa de un pastor insensato, porque he aqu que yo levanto en la tierra a un pastor que no atender a la descarriada, ni buscar a la perdida, ni curar a la perniquebrada. No mantendr a la que est en pie, sino que se comer la carne de la engordada y romper sus pezuas. Ay del pastor intil que abandona el rebao! La espada hiera su brazo y su ojo derecho. Squese del todo su brazo y oscurzcase por completo su ojo derecho." En otras palabras, si rechazamos al verdadero pastor, Dios permitir que tengamos un pastor falso. Una vez ms fue el propio Jess quien dijo a los fariseos, aquellos ciegos fariseos de su tiempo: "Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibs. Si otro viene en su propio nombre, a aquel recibiris.(Juan 5:43) Ese es el personaje acerca del cual nos habla Pablo en Tesalonicenses, llamado el hombre de iniquidad, que viene a Israel como su libertador y es recibido como el Mesas, pero resulta ser el antiMesas, lo que conocemos como el antiCristo, el falso pastor que viene cuando ellos rechazan y niegan la verdad (2 Tes. 2:3ff) Yo me he asombrado ante el gran nmero de personas que se dejan engaar por las sectas anticristianas que abundan en la actualidad. A qu es debido? Me he encontrado una y otra vez con que lo han hecho debido a que han rechazado alguna oportunidad de escuchar a la verdad y el resultado es que caen en las garras de lo que suena como la verdad, pero que no es otra cosa que una mentira. Como dice Pablo: "Por esto, Dios les enviar una fuerza de engao para que crean la mentira...a todos los que no creyeron a la verdad. (2 Tes. 2:11) Ahora llegamos a la ltima seccin, de los captulos 12 al 14, donde encontramos esta preciosa imagen de Dios hallando un camino de regreso a las vidas de su pueblo, que comienza con estas palabras (captulo 12, versculos 2, 3): "He aqu que yo har de Jerusaln una copa de vrtigo para todos los pueblos de alrededor. Pero tambin ser contra Jud durante el asedio contra Jerusaln. Suceder en aquel da que yo har de Jerusaln una piedra pesada para todos los pueblos; todos los que la levanten de hecho quedarn lacerados. Y todas las naciones de la tierra se juntarn contra ella." Segn las Escrituras, los das ms aciagos de Jerusaln se encuentran an en el futuro. Se convertir en una carga para las naciones, una gravosa piedra de tropiezo, dicen las Escrituras profticas. Los pueblos de las naciones no permitirn que se haga caso omiso de l. Ha aseverado que llegar a la conciencia humana y suceder de este modo (versculos 9, 10): "En aquel da suceder que buscar destruir a todos los pueblos que vengan contra Jerusaln. Y derramar sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusaln un espritu de gracia y de splica. Mirarn al que traspasaron y harn duelo por l con duelo como por hijo nico, afligindose por l como quien se aflige por un primognito." No es eso asombroso? Israel rechazando en su ceguera al Mesas y negndose a reconocer al que Dios les envi, no dndose nunca cuenta de que Aquel al que traspasaron vuelve de nuevo y cuando lo haga, les dir estas palabras (captulo 13, versculo 6): "Le preguntarn: Qu heridas son stas en tus manos?, [en otras versiones dice "en tu espalda] Y l responder: Con ellas fui herido en la casa de mis amigos." Esto enlaza perfectamente con la descriptiva y grfica secuencia del captulo 14 (versculos 1-4): "He aqu que viene el da de JEHOVA, y tus despojos sern repartidos en medio de ti. Porque yo reunir a todas las naciones en batalla contra Jerusaln. La ciudad ser tomada, las casas saqueadas y las mujeres violadas. La mitad de la ciudad ir en cautividad, pero el resto del pueblo no ser eliminado de la ciudad. Entonces saldr JEHOVA y combatir contra aquellos pueblos, como combati en el da de la batalla. En aquel da sus pies se asentarn sobre el monte de los Olivos... Recordarn ustedes que ese fue el lugar en el que Jess estuvo en esta tierra cuando fue con sus discpulos al Monte de los Olivos y mientras ellos le contemplaban fue llevado de delante de sus ojos a los cielos y un ngel que estaba all les dijo: "Este Jess, quien fue tomado de vosotros arriba al cielo, vendr de la misma manera como le habis visto ir al cielo." (Hechos 1:11) "En aquel da sus pies se asentarn sobre el monte de los Olivos, que est frente a Jerusaln, al lado oriental. El monte de los Olivos se partir por la mitad, de este a oeste, formando un valle muy grande, pues la mitad del monte se apartar hacia el norte y la otra mitad hacia el sur. Y el valle de los montes llegar hasta Azal. Y huiris como huisteis a causa del terremoto que hubo en los das de Uzas, rey de Jud. As vendr JEHOVA mi Dios, y todos sus santos con l."

Hace mucho que los gelogos saben que una de las mayores fallas de la superficie de la tierra pasa justo por el Monte de los Olivos. La montaa se partir por la mitad y luego qu? Cuando Israel haya visto a su Mesas y haya hecho duelo por Aquel al que traspasaron y hayan reconocido con un gran duelo que le dieron la espalda al que fue enviado por Dios, entonces leemos (captulo 14, versculos 8, 9): "Acontecer tambin en aquel da que de Jerusaln saldrn aguas vivas. La mitad de ellas irn hacia el mar oriental y la otra mitad hacia el mar occidental, tanto en verano como en invierno. Entonces JEHOVA ser rey sobre toda la tierra. En aquel da JEHOVA ser nico, y Unico ser su nombre." Esta es una imagen de la gloria que llenar la tierra en los das en el que Dios reine por medio de su Hijo como rey. El libro acaba con estas preciosas palabras (versculos 20, 21): "En aquel da estar grabado sobre las campanillas de los caballos: Consagrado a JEHOVA. Las ollas de la casa de JEHOVA sern como los tazones del altar. Toda olla en Jerusaln y en Jud estar consagrada a JEHOVA de los Ejrcitos. Todos los que sacrifiquen vendrn, las tomarn y cocinarn en ellas. Y en aquel da no habr ms mercaderes en la casa de JEHOVA de los Ejrcitos."

MALAQUIAS: PENSAD EN SU NOMBRE

Malaquas, el ltimo libro del Antiguo Testamento est separado del libro de Mateo por un perodo de silencio de ms de 400 aos, pero a pesar de eso estos dos libros estn enlazados de una manera realmente asombrosa. Desde el punto de vista histrico, hubo un tiempo muy largo durante el cual no hubo ninguna voz que hablase en nombre de Dios ni vino ningn profeta a Israel y tampoco quedaron escrituras. No hubo ningn estmulo de parte de Dios y los cielos guardaron silencio. Pero con todo y con eso, la historia continuaba, en Israel y entre los judos estaban sucediendo acontecimientos asombrosos. Se estaban formando instituciones nuevas, que aparecen al principio del Nuevo Testamento, pero no ha quedado constancia de nada de esto para nosotros en la historia sagrada. Malaquas es el ltimo de los Profetas Menores y la ltima voz proftica que habra de hablar a Israel. Los tres ltimos libros del Antiguo Testamento, Hageo, Zacaras y Malaquas, fueron todos ellos escritos despus de que los israelitas regresaron de su cautividad en Babilonia. Pero el pueblo no volvi junto formando un grupo alegre, sino que hubo una separacin y volvieron en dos o tres grupos, comenzando el primero alrededor del 535 a. de C. En esa poca, un puado de judos cumplieron la profeca de Jeremas, en el sentido de que la cautividad habra de durar 70 aos y retornaran a la ciudad vaca y desolada de Jerusaln, donde comenzaran a poner los cimientos del templo y el ministerio de Hageo, quince aos despus, consisti en animarles a que continuasen con la obra y que la completasen hasta el fin y el templo qued, efectivamente, completado durante el ministerio de Zacaras y Esdras el sacerdote llev entonces a otro grupo que vena de Babilonia. Para entonces el pueblo haba cambiado totalmente su forma de vida. Mientras estaban en Israel, antes de la cautividad, haban sido en su mayora pastores, que cuidaban de las ovejas, pero en Babilonia haban aprendido a ser tenderos, comerciantes y encargados de las tiendas desde entonces. De modo que Esdras gua de nuevo a este grupo y tuvieron que enfrentarse con dificultades que han quedado registradas en el libro histrico de Esdras. Finalmente, se realiz el ltimo retorno bajo Nehemas, que en el 445 a. de C. gui a un grupo de regreso y comenzaron a poner los cimientos de las murallas de Jerusaln. El fascinante libro de Nehemas cuenta la emocionante experiencia de la reconstruccin de las murallas. Poco despus de que Nehemas completase la labor, apareci Malaquas y es interesante comparar el libro de Nehemas con el libro de Malaquas. Nehemas es la conclusin de la seccin histrica del Antiguo Testamento, que empieza con el Gnesis y todo ello es historia. Despus de Nehemas vienen los libros poticos; en Malaquas llegamos al mismo perodo que cubre Nehemas. Esta profeca de Malaquas fue transmitida por un hombre cuyo nombre significa "mi mensajero. Es altamente sugerente que este ltimo libro de nuestro Antiguo Testamento gire alrededor del tema de un mensajero de Dios y sea una prediccin de la venida de otro mensajero. En esto tenemos, pues, un enlace directo entre Malaquas y el Nuevo Testamento. Por ejemplo, el captulo 3 comienza con esta profeca: "He aqu yo envo mi mensajero [en hebreo dira "he aqu mando a Malaquas], el cual preparar el camino delante de m."

Y como descubrirn ustedes en el libro de Mateo, el mensajero era Juan el Bautista, que vino con el fin de preparar el camino del Seor y anunciar la venida del segundo mensajero de Dios. Ese segundo mensajero se encuentra aqu en esta profeca en la siguiente frase: "Y luego, repentinamente, vendr a su templo el Seor a quien buscis, el ngel del pacto..." Fue la obra del Seor Jess durante la ltima noche de su ministerio, cuando tom el pan y el vino con sus discpulos, y tomando la copa dijo: "porque esta es mi sangre del [nuevo] pacto. (Mat. 26:28) El mensajero del pacto es el propio Seor Jess. "...en quien te deleitas, He aqu, viene!, ha dicho JEHOVA de los Ejrcitos. Quin podr resistir el da de su venida? o quin podr mantenerse en pie cuando l se manifieste? Porque l es como fuego purificador y como leja de lavaderos. [Es decir, quema y limpia] El se sentar para afinar y purificar la plata, porque purificar a los hijos de Lev. Los afinar como a oro y como a plata, y ofrecern a JEHOVA ofrenda en justicia." Ese era el problema del pueblo en los das de Malaquas. Se haban olvidado del importante y gran mensaje de Dios y, al mirar de nuevo al principio del libro, vemos que el profeta comienza sobre esa nota (captulo 1, versculo 1): "Profeca: La palabra de JEHOVA a Israel por medio de Malaquas: "Yo os he amado ha dicho JEHOVA." Y ese es siempre el mensaje que transmiten los profetas de Dios "Yo os he amado dice el Seor, pero lo asombroso es que estas personas responden al profeta con las palabras "En qu nos has amado? El libro entero es una serie de respuestas dadas por el pueblo ante los desafos de Dios. En siete ocasiones encontrarn ustedes que dicen: "En qu nos has amado? Cmo puede esto suceder? Demustralo. Al repasarlas vern ustedes de qu manera revelan el estado del corazn de este pueblo. Aqu tenemos a un Dios comunicativo y Dios es siempre as, derramando su amor, pero aqu tenemos a un pueblo insensible que se han vuelto indiferente y que no reacciona frente a Dios hasta el punto de que son capaces de preguntar con toda sinceridad: "Esto es algo que no vemos. Qu quieres decir? Por qu nos dices estas cosas? Ese es el tema de todo este libro. La respuesta que Dios da a su pregunta "Cmo nos has amado? es recordarles que les ha amado desde el principio mismo de la raza, desde los tiempos de Jacob y de Esa. Les dice: "Mirad toda la raza. La historia de Esa ha sido una de continuos conflictos, de desastres y de problemas porque les dice, "he amado a Jaboc, pero he aborrecido a Esa. Si queris entender mi amor, fijaos en uno que no ha estado disfrutando de mi amor. Fijaos en la historia de Esa y veris lo diferente que es su historia a la vuestra, a pesar del hecho de que Jacob y Esa fueron gemelos. Los versculos 2 y 3 dicen: "Acaso Esa no era hermano de Jahoc? dice JEHOVA. Sin embargo, yo am a Jacob y aborrec a Esa..." Este hecho produce inquietud a muchas personas, pero encontramos la explicacin en el libro de Hebreos en el Nuevo Testamento, donde se nos dice que Esa haba despreciado su primogenitura y, por lo tanto, no conceda valor alguno a los asuntos espirituales (Heb. 12:16) tratando a Dios con absoluta indiferencia. Aquellas cosas que Dios consideraba de gran valor, l las consideraba cosas triviales y las trataba de ese modo. Es debido a la actitud de Esa por lo que Dios dice: "Am a Jacob y aborrec a Esa. Si ustedes hubiesen conocido a estos dos hombres, probablemente hubiesen amado a Esa y aborrecido a Jacob porque Jacob era el maquinador, el hombre de los grandes planes, el suplantador, el usurpador, el villano que no mereca ninguna confianza. Esa era el gran hombre de los espacios al aire libre, enrgico, abierto, sincero, fuerte, que le gustaba alardear de sus hazaas como cazador y como hombre que disfrutaba de la vida al aire libre. De los dos, l es el que nos da la impresin de ser el mejor, pero Dios dice: "Am a Jacob porque en su corazn hay un gran anhelo y ansia por las cosas profundas de la vida; Jacob quiere algo ms de lo que hay en la superficie. Eso es algo que siempre toca el corazn de Dios y es tambin caracterstico de la nacin. Dios acusa a los israelitas de problemas muy concretos, pero en cada ocasin ellos le responden "Qu quieres decir? (versculo 6): "El hijo honra al padre, y el siervo a su seor. Y si yo soy Padre, dnde est mi honra? Y si soy Seor, dnde est mi reverencia, oh sacerdotes que menospreciis mi nombre? os ha dicho JEHOVA de los Ejrcitos."

Esa es la acusacin que les hace Dios. Despreciis mi nombre y ellos le responden: "De qu manera hemos despreciado tu nombre? Qu quieres decir? Y el Seor vuelve a contestarles (versculo 7): "En que ofrecis sobre mi altar pan indigno." "Vuestra actitud y vuestras acciones hacia mi son una ostentacin vulgar. Os sents satisfechos con ofrecerme solo la basura y las cosas contaminadas. Pero ellos persisten en el tema: "Cmo es que lo hemos hecho indigno?" Dios les habla de nuevo con toda claridad. Siempre que le preguntamos a Dios cmo, l nos lo dice y en este caso responde (versculo 8): "Porque cuando ofrecis un animal ciego para ser sacrificado, no es eso malo? Lo mismo, cuando ofrecis un animal cojo o enfermo. Presntalo a tu gobernador." "Os vais a librar haciendo cosas semejantes? les pregunta Dios. "Vosotros que os sents satisfechos con ser vulgarmente ostentosos en lo que se refiere a vuestra experiencia religiosa, intentad aplicar esa misma actitud a vuestra vida de negocios y veris si os vais a salir con la vuestra. Y a pesar de todo decs que estis honrando mi nombre, pretendiendo adorarme y ser mi pueblo. El Dios de la realidad siempre ve nuestras excusas y nuestra falsa hipocresa para llegar al fondo del verdadero asunto. Esto lo vemos claramente en las acusaciones que les hace con respecto a sus actitudes en relacin con la adoracin porque ellos estaban siendo muy profesionales en este aspecto, pero estaban completamente aburridos (versculo 13): "Adems habis dicho: Oh, qu fatigoso!, y me habis provocado, ha dicho JEHOVA de los Ejrcitos, al traer lo hurtado, lo cojo o lo enfermo y al presentarlo como ofrenda." Qu es lo que est mal en este caso? A dnde ha ido a parar todo el entusiasmo? Estos son siempre los sntomas de un pueblo que cree que Dios se va a quedar satisfecho con algo menos que el amor. El gran mandamiento dice: "Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn y con toda tu alma y con toda tu mente... y amars a tu prjimo como a ti mismo. (Mat. 22:37-39) Nada menos que eso satisfar a Dios, pero aqu tenemos a un pueblo que se ha visto rodeado por el amor de Dios y que han recibido su gracia durante siglos, a pesar de lo cual sus ojos se han vuelto tan ciegos que ni siquiera pueden darse cuenta de que le estn ofendiendo e insultando con lo que estn haciendo. El motivo de por qu les sucede esto es que el amor que sentan hacia Dios ha desaparecido. La desaparicin del amor se refleja siempre en una actitud insensible y es lo que hallamos en este caso. Al continuar con la lectura, ver usted que estaban siendo hipcritas. Dios les acusa de ello en el captulo 2 y dice que su hipocresa era realmente malvada y su influencia estaba haciendo que otros se desviasen (versculo 8): "Pero vosotros os habis apartado del camino; a muchos habis hecho tropezar en la ley..." "Les estis diciendo cosas que estn mal porque ni siquiera sabis que estn mal. Este es el horrible aspecto de esta clase de vida. A continuacin Dios les acusa de haber fracasado en sus principios morales. Haban empezado a contraer matrimonio con personas de otras tribus de alrededor y se haban olvidado de que Dios les haba llamado para que fuesen un pueblo especial por lo que el divorcio prevaleca en la tierra (versculo 13): "Y esto habis hecho de nuevo: cubrs el altar de JEHOVA con lgrimas, con llanto y con suspiros, porque ya no miro las ofrendas ni las acepto con gusto de vuestra mano." Y ellos preguntan: "por qu no acepta esto? Versculos 14-15: "Porque JEHOVA ha sido testigo entre ti y la mujer de tu juventud, a la cual has traicionado, a pesar de ser ella tu compaera y la mujer de tu pacto. Acaso el Unico no hizo el cuerpo y el espritu de ella? Y que es lo que demanda el Unico? Una descendencia consagrada a Dios!, Guardad pues vuestro espritu y no traicionis a la mujer de vuestra juventud. Porque yo aborrezco el divorcio, ha dicho JEHOVA Dios de Israel." Suena como algo que sucede actualmente no es cierto? Malaquas tuvo que realizar su ministerio en una nacin en la que el divorcio estaba muy extendido y mas que eso, entre una sociedad en la que la confusin moral y el cinismo imperaban. El profeta dice (versculo 17): Habis agotado al Seor con vuestras palabras.

Ellos se sienten asombrados ante esta acusacin y dicen (versculo 17): "En qu le cansamos?" La respuesta es bastante contundente: "En que decs: Cualquiera que hace lo malo es bueno ante los ojos de JEHOVA..." Hace poco me encontr con un artculo que sugera que la obscenidad, la pornografa, la libre expresin del lenguaje vulgar y de las palabras sucias (y otras cosas) era bueno que se expresase libremente y que era malo suprimir esa clase de lenguaje o censurarlo en nuestra literatura. Otro artculo deca que la disciplina de los padres era algo malo, que perjudica a los hijos y acaba con su incentivo, eliminando su habilidad para desarrollarse debidamente. Cosas as reflejan claramente la confusin moral de nuestros das y esto es siempre el resultado cuando una nacin ofrece menos que un amor ferviente a Dios, cuando cree que el ritualismo y los formulismos pueden satisfacer al corazn del Eterno. Estas personas preguntaban (versculo 17): "Dnde est el Dios de la justicia?" Dnde est el Dios del juicio? La verdad es que cualquiera puede hacer lo que le venga en gana sin consecuencias! Qu quieres decir? Que no hay normas y que todo es relativo. No hay un Dios de justicia que diga lo que est bien y lo que est mal. Como vemos, nos creemos que todo esto es nuevo, pero incluso cuatrocientos aos antes de Cristo, este ya era un tema antiguo. A continuacin viene la gran profeca que ya hemos examinado. Malaquas eleva sus ojos y ve que el corazn de este pueblo est tan endurecido que ni siquiera reaccionan frente a las acusaciones que les hace Dios. No eran conscientes de que estaban sucediendo estas cosas porque no tenan punto de comparacin. As que el profeta, mirando a lo largo de lo que resultaron ser cuatrocientos aos, dice: "El Seor se ocupar de esto. Os enviar a Uno que os despertar, Uno que os dir la verdad. Ser como el fuego purificador, quemando la hipocresa y la indiferencia exterior de vuestra religin para llegar al fondo mismo del corazn. Ser como la leja para los que estn dispuestos. El les limpiar y enderezar la situacin. Podris reconocerle porque ante l ir un mensajero para preparar el camino y de repente vendr a su templo. Y, como es natural, todo ello se cumple de manera maravillosa en el Nuevo Testamento. Luego viene otra serie de acusaciones en las que el Seor habla de nuevo acerca de sus vidas y les dice (versculo 7): "Volveos a m, y yo me volver a vosotros! ha dicho JEHOVA de los Ejrcitos." Y el pueblo dice: "En qu hemos de volver? No hemos ido a ninguna parte. Qu quieres decir con eso de que volvamos? Te estamos sirviendo en el templo, te estamos llevando los sacrificios y las ofrendas adecuadas y estamos llevando a cabo este ritual, tal y como lo establecistes. Qu quieres decir con que volvamos a ti? Mediante esta respuesta dejan muy claro la ceguera de sus corazones. No se daban cuenta de que aunque la forma exterior era correcta, su corazn se hallaba alejado de Dios. Entonces Dios les dice: "Me estis robando a lo que ellos contestaron: "De qu modo te estamos robando? La respuesta de Dios es: "En los diezmos y en las ofrendas! Toda la nacin me est robando y estis usando el dinero con el que os bendije para vuestros propios fines. "Traed todo el diezmo al tesoro y haya alimento en mi casa. Ahora bien, con frecuencia se arranca este versculo del Antiguo Testamento y se usa para establecer una norma legalista en las ofrendas de la iglesia como si esta fuese un tesoro o un almacn, pero eso es distorsionar el sentido. Este versculo fue dirigido a Israel, dentro de los lmites del sistema bajo el cual viva Israel en los tiempos del Antiguo Testamento, pero con todo y con eso el principio sigue siendo justo. No debemos nunca tomar todo aquello con lo que Dios nos ha bendecido y usarlo para mejorar nuestra vida. Y Dios dice: "Cuando hacis eso, me estis robando. Me estis robando de mi derecho a usarlo para avanzar mi causa. Para eso es para lo que est aqu el hombre. Es muy posible que todos nosotros como cristianos seamos muy superficiales en cumplir con nuestras obligaciones religiosas en la iglesia y, sin embargo, llevar una vida en la que lo nico que hacemos es ocuparnos de nuestros propios fines egostas. Hasta es posible que los convirtamos en realidad y que lleguemos a la cima, pero un da tendremos que estar ante la presencia de Aquel que dice: "durante toda vuestra vida me habis robado de mi derecho a ser yo mismo en vosotros. Por eso es por lo que el llamamiento del Nuevo Testamento es presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo ante Dios; para eso es para lo que estamos aqu. Para eso hemos sido llamados y cualquier otra cosa es robarle a El de su herencia para los santos.

Continua acusndoles de cometer otras ofensas (versculos 13, 14): "Duras han sido vuestras palabras contra m, ha dicho JEHOVA. Pero decs: Qu hemos hablado contra ti?" Y la clara respuesta es: Habis dicho: Est dems servir a Dios. "Qu provecho sacamos de guardar su ley y de andar tristes delante de JEHOVA de los Ejrcitos? Suena como una frase conocida no es cierto? "Bueno, si yo he estado intentando servir al Seor. Hace diez aos que soy cristiano y an no le he sacado ningn provecho. Esto traiciona la filosofa de que Dios existe para el hombre y no el hombre para Dios, lo cual es una verdadera blasfemia. Esa es una cara de la moneda. Pero empezando con el versculo 16 del captulo 3, hay un maravilloso y pequeo foco que se vuelve sobre el remanente que vive complaciendo a Dios. Gracias a Dios que siempre hay un pequeo grupo y que el foco de Dios siempre les encuentra. Se les describe de la siguiente manera (versculos 16-18): "Entonces los que teman a JEHOVA hablaron cada uno con su compaero y JEHOVA prest atencin y escuch. Y fue escrito un libro como memorial delante de l, para los que temen a JEHOVA y para los que toman en cuenta su nombre." Luego hallamos este precioso versculo: "En el da en que yo preparo, ha dicho JEHOVA de los Ejrcitos, ellos sern para mi un especial tesoro. Ser compasivo con ellos, como es compasivo el hombre con su hijo que le sirve. Entonces os volveris y podris apreciar la diferencia entre el justo y el pecador, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve." Fjense muy bien en las dos cosas que sealan a los que son fieles en el da de la apostasa. En primer lugar, cada uno hablaba con su compaero y esto no quiere decir sencillamente que hablasen el uno al otro, sino que lo hacan con absoluta transparencia y sinceridad, compartiendo el uno con el otro, animndose unos a otros, confesando sus puntos debiles y orando el uno por el otro, permitiendo que los dems viesen cmo eran exactamente. Ah s, pero eso era a nivel horizontal verdad? Pero tambin estaba el nivel vertical: pensaban en su nombre, que es siempre el gran recurso del pueblo de Dios. El nombre de Dios representa todo lo que l es, de la misma manera que el nombre de cada uno de nosotros representa lo que somos. Al firmar un cheque todo cuanto somos queda en la lnea junto a la cantidad del cheque por el hecho de haber puesto nuestro nombre. Aquellos hombres pensaban en el nombre de Dios. No pasa ni una semana en que no inunde mi mesa una gran cantidad de propaganda, en la que me dicen lo que est mal en la iglesia, analizando sus debilidades y presentndome algunos de los artefactos o artilugios que servirn para eliminar de la vida cristiana la sangre, el sudor y las lgrimas. Actualmente nos estamos viendo asaltados por soluciones a los problemas de la debilidad de la iglesia que no son en realidad soluciones. Aqu est la respuesta a la debilidad de la iglesia: "pensar en su nombre echar mano de los recursos de Dios. Podemos eliminar de la iglesia todos sus soportes, sus edificios, sus ayudas visuales, sus comits, sus programas y todo lo dems, pero si tenemos a un pueblo que se ha acostumbrado a echar mano y a apoyarse en el nombre de Dios, no habremos perdido nada y eso es precisamente lo que necesita escuchar una vez ms esta era. Hace poco alguien sugiri que si introdujsemos algunas de las maravillas electrnicas que estn actualmente disponibles a los negocios, la tarea de predicar el evangelio se poda realizar de manera electrnica y en cuestin de pocos aos se convertira el mundo entero y habramos llevado a cabo nuestra labor, de manera electrnica. Tambin he odo la sugerencia que lo que necesitamos hacer es coger las palabras de los himnos y usar msica popular o msica roca para acompaarlas y eso es lo que necesita la iglesia. Se que son muchos los que estaran de acuerdo con este enfoque porque dicen que necesitamos captar el espritu de la poca en la que vivimos y movernos con ella, siendo ms modernos porque es el elemento que falta. Oh! No, no es as, el elemento que falta es Dios. Hemos de pensar en su nombre y contar con su poder. La iglesia no es nunca ms fuerte que cuando en su ms absoluta debilidad depende de los recursos de Dios y avanza dependiendo de l. Ahora el profeta eleva sus ojos para ver de nuevo ese da que vendr y no solo el da 400 aos despus, cuando el Seor Jess estara en la tierra, sino incluso ms all, pasando por encima de la vasta extensin de los siglos, a la segunda venida de Cristo, cuando se cumplir todo el programa de Dios (captulo 4, versculos 1-2):

"Porque he aqu viene el da ardiente como un horno, y todos los arrogantes y todos los que hacen maldad sern como paja. Aquel da que vendr los quemar y no les dejar ni raz ni rama, ha dicho JEHOVA de los Ejrcitos. Pero para vosotros, los que temis mi nombre, nacer el sol de justicia y en sus alas traer sanidad..." Esa es una causa que tiene dos efectos. Saldr el Sol (o el Hijo) de Justicia. Y los que le rechazan sern quemados, pero para aquellos que le reciben, habr sanidad. Es el mismo Hijo. (Ver versculos 2-6): "Vosotros saldris y saltaris como terneros de engorde. Pisotearis a los impos, los cuales, el da que yo preparo, sern como ceniza bajo las plantas de vuestros pies, ha dicho JEHOVA de los Ejrcitos. Acordaos de la ley de mi siervo Moiss...he aqu yo envo al profeta Elas antes de que venga el da de JEHOVA, grande y temible. El har volver el corazn de los padres a los hijos y el corazn de los hijos a los padres; no sea que venga yo y golpee la tierra con destruccin." Recordarn ustedes que fue el ltimo versculo el que caus problemas a los discpulos y le dijeron al Seor: "Cmo es que la profeca dice que primero tendr que venir el profeta Elas? y el Seor les responde: "Elas vino ya y no le reconocisteis. Viendo el asombro en sus rostros les dijo claramente que fue Juan el Bautista el que vino "con el espritu y poder de Elas (Lucas 1:17) y cumpli el ministerio durante la primera venida, pero lo expres de tal manera como para dejar clara la inferencia de que el profeta Elas todava habra de venir antes de la segunda venida. (Mat. 17:10-13) Muchos identifican a los dos testigos en el captulo 11 de Apocalipsis como Elas y Moiss. Hasta qu punto esto es verdad, dejar que ustedes lo decidan, pero al menos aqu tenemos la sugerencia de que de algn modo extraordinario, Dios tiene la intencin de suplir un ministerio como el de Elas antes de la segunda venida del Seor Jess. Fjense bien es esto ltimo. No carece de significado que al final de los escritos del Antiguo Testamento, la ltima palabra sea "destruccin (o maldicin). Sin embargo, no es una prediccin exacta, sino mas bien una advertencia. Esta profeca comienza diciendo "Yo os he amado,, ha dicho JEHOVA y acaba con la advertencia de que si no se recibe el mensaje de amor, el resultado ser la destruccin. Comparen ustedes esto con la ltima palabra del Nuevo Testamento. Dejando a un lado el saludo final, es el nombre de Jess, del Seor Jess. "Ven, Seor Jess! Esa es la respuesta o solucin de Dios a la destruccin verdad? Es su solucin a la maldicin de la ley. El nos ha redimido de la maldicin de la ley, hacindose maldicin por causa nuestra. Por lo tanto, la solucin de Dios es la gracia y el amor que se derrama, produciendo an ms bendicin, trayndonos a la luz del conocimiento de Cristo. Toda la bendicin que representa ese nombre ha de ser nuestra y por eso es por lo que la tarea del cristiano es aprender a pensar en su nombre.

LOS 400 AOS ENTRE EL ANTIGUO Y EL NUEVO TESTAMENTO

Al final del libro de Malaquas en el Antiguo Testamento, la nacin de Israel se encuentra de nuevo en la tierra de Palestina despus de la cautividad babilonia, pero se encuentran bajo el dominio de la gran potencia mundial de aquella poca, el imperio persa y medopersa. El templo haba sido restaurado en Jerusaln, aunque era un edificio mucho ms pequeo que el que construy y decor Salomn con tan maravillosa gloria. En el templo la lnea de Aarn segua adorando y cumpliendo los rituales sagrados, como les haba ordenado que hicieses la ley de Moiss. Haba una lnea directa de descendencia en el sacerdocio que poda trazarse retrospectivamente hasta Aarn. Pero la lnea real de David se haba encontrado con una mala poca. El pueblo saba quin era el sucesor legtimo de David y su nombre aparece en los libros de Hageo, Zacaras y Malaquas. Era Zorobabel, el prncipe real, pero no haba un rey ocupando el trono de Israel y eran una nacin marioneta, bajo el dominio de Persia. Sin embargo, a pesar de encontrarse en una situacin de debilidad y de formalismo, como nos han mostrado los profetas, el pueblo segua mantenindose unido. No haba cismas polticos ni facciones entre ellos, ni estaban tampoco divididos en grupos o en partidos. Al abrir el Nuevo Testamento en el libro de Mateo, descubrimos un ambiente totalmente diferente, casi como si fuese un mundo distinto. Roma es el poder dominante en la tierra y las legiones romanas se han extendido por todo lo ancho y largo del mundo civilizado. El centro de poder ha cambiado del este al oeste, a Roma. Palestina sigue siendo un estado marioneta, pues los judos no lograron nunca recuperar su soberana, pero ahora hay un rey que ocupa el trono, pero este rey es descendiente de Esa en lugar de serlo de Jacob, y su

nombre es Herodes el Grande. Adems, los sumos sacerdotes que son en esa poca la autoridad religiosa en la nacin no son ya descendientes pertenecientes a la lnea de Aarn. No pueden trazar su descendencia a l, sino que son ms bien sacerdotes contratados para los cuales su puesto se debe al patrocinio poltico. El templo sigue siendo el centro de la adoracin juda, a pesar de que el edificio ha sido parcialmente destruido y reconstruido media docena de veces desde el final del Antiguo Testamento. Pero han aparecido las sinagogas por todas las ciudades judas parecen ser el centro de la vida juda ms que el templo. Para entonces el pueblo de Israel estaba dividido en tres partidos principales. Dos de ellos, los fariseos y los saduceos, eran mucho ms destacados que el tercero. El grupo ms reducido, el de los esenos, a penas mereca el nombre de partido. Sin embargo, hace mucho tiempo que ocuparon un lugar de gran prominencia en nuestro tiempo con una mayor importancia porque haba algunos documentos ocultos en unas cuevas que daban sobre el Mar Muerto, documentos que salieron de nuevo a la luz al descubrirlos accidentalmente un pastorcillo rabe y se conocen como los Rollos del Mar Muerto. Ahora bien, qu sucedi durante estos cuatrocientos aos llamados "de silencio despus de que los ltimos profetas inspirados y los primeros escritores del Nuevo Testamento comenzasen a escribir? Recordarn ustedes lo que dijo Pablo en su epstola a los Glatas donde dice: "Cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envi a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley. (Gl. 4:4) En otras palabras, el momento del nacimiento del Seor fue la hora fijada por Dios, el momento para el que Dios llevaba mucho tiempo preparndose. Sin embargo, algunos de los emocionantes preparativos tuvieron lugar durante ese tiempo de "silencio, y entendern ustedes mucho mejor su Nuevo Testamento si entienden algo de los acontecimientos histricos que sucedieron durante el tiempo entre los Testamentos. Despus de que Malaquas acabase sus profecas y se cerraba el canon del Antiguo Testamento, es decir, cuando se cumpla el nmero de los libro del Antiguo Testamento y los profetas inspirados dejaron de hablar, Dios permiti que transcurriese un perodo de tiempo para que las enseanzas del Antiguo Testamento penetrasen por todo el mundo. Durante este tiempo, hizo una nueva disposicin de las escenas de la historia, de una manera muy parecida a como los encargados de un escenario de teatro preparan el escenario antes de que caiga el teln y cuando se levanta de nuevo hay una escena completamente distinta. Alrededor del ao 435 a. de C., cuando el profeta Malaquas dej de escribir, el centro de la potencia mundial comenz a cambiar de oriente a occidente. Hasta ese momento, Babilonia haba sido la principal potencia mundial, pero a esto sigui rpidamente el Imperio Medopersa, como recordarn ustedes de sus estudios de historia antigua. Este cambio haba sido anunciado por el profeta Daniel, que dijo que se levantara un oso que sera ms alto en un lado que en otro, representando la divisin entre Media y Persia, con el predominio de los persas (Dan. 7:5). En el momento ms lgido de la potencia persa se irgui la nacin de Macedonia (que actualmente conocemos como Grecia) al norte del Mar Negro, donde un hombre llamado Felipe el macedonio, se convirti en dirigente de su propio pas. Uni las islas de Grecia y se convirti en su gobernador. Su hijo estaba destinado a convertirse en uno de los ms importantes dirigentes mundiales de todos los tiempos y fue Alejandro Magno. En el 330 a. de C. una terrible batalla entre los persas y los griegos cambi radicalmente el curso de la historia. En esa batalla, Alejandro, que era un joven de solo veinte aos, llev a los ejrcitos de Grecia a la victoria sobre los persas y destruy por completo el poder de Persia. El centro del poder mundial cambi ms an para concentrarse en la parte oeste de Grecia y as comenz el imperio griego. Un ao despus de esa batalla histrica, Alejandro Magno gui a sus ejrcitos hasta el mundo sirio en direccin a Egipto. De camino, plane sitiar la ciudad de Jerusaln. Al acercarse los ejrcitos victoriosos a esa ciudad, les lleg noticia a los judos que estaban en Jerusaln de que los ejrcitos venan de camino. El que era sumo sacerdote en aquel tiempo, que era un hombre santo llamado Jadua (al que por cierto se le menciona en la Biblia, en el libro de Nehemas) cogi los escritos sagrados del profeta Daniel y, acompaado por un grupo de sacerdotes ataviado con sus vestiduras blancas, fue y se encontr con Alejandro a cierta distancia de la ciudad. Todo esto es del informe de Josefo, el historiador judo, que nos dice que Alejandro dej a sus ejrcitos y fue apresuradamente a encontrarse con aquel grupo de sacerdotes. Cuando se encontr con ellos, le dijo al sumo sacerdote que haba tenido una visin la noche anterior en la que Dios le haba mostrado a un anciano, vestido con vestiduras blancas, que habra de mostrarle algo de gran importancia para l, y segn el relato, el sumo sacerdote abri el libro de las profecas de Daniel y se las ley a Alejandro. En las profecas Alejandro pudo ver las predicciones que le anunciaban que habra de convertirse en esa notable cabra con el cuerno en la frente, que procedera del oeste y que destrozara el poder medopersa y conquistara el mundo. Se sinti tan abrumado por la exactitud de las profecas y, como es natural, por el hecho de que se refiriesen a l, que prometi que salvara a Jerusaln del sitio y envi de regreso al sumo sacerdote con honores. Lo cierto que pueda ser este relato, despus del tiempo que ha transcurrido, es muy difcil saberlo, pero sea como fuere, eso es lo que se cuenta!

Alejandro muri en el ao 323 a. de C., cuando tena ms o menos treinta y tres aos. Bebi tanto que muri en lo mejor de su vida, entristecido por no tener ms mundos que conquistar. Despus de su muerte, su imperio qued destrozado por causa de las disensiones y debido a que no haba dejado heredero. Su hijo haba sido asesinado con anterioridad, por lo que no hubo quien heredase el imperio de Alejandro. Sin embargo, despus de algn tiempo los cuatro generales que haban dirigido sus ejrcitos dividieron su imperio entre ellos. Dos de ellos son especialmente importantes para nosotros. Uno de ellos fue Ptolomeo, que consigui Egipto y los pases del norte de Africa; el otro fue Seleuco, que gan Siria, al norte de Palestina. Durante este tiempo Palestina fue anexada por Egipto y sufri grandemente a manos de Ptolomeo. De hecho, durante los prximos cien aos, Palestina se vio atrapada como en una picadora de carne por causa de los interminables conflictos entre Siria al norte y Egipto al sur. Si han ledo ustedes las profecas de Daniel, recordarn que Daniel pudo, por inspiracin, ofrecer un relato muy exacto y detallado de los puntos ms destacados de estos aos de conflicto entre el rey del norte (Siria) y el del sur (Egipto). El captulo 11 de Daniel nos ofrece un relato de lo ms asombrosamente exacto de algo que ya hace mucho que se ha cumplido. Si quieren ver ustedes hasta qu punto es exacta la profeca, les sugiero que comparen ese captulo de Daniel con la evidencia histrica de lo que pas efectivamente en esa poca. El breve libro, escrito por H.A. Ironside, "The Four Hundred Silent Years (Los Cuatrocientos Aos de Silencio) lo expone con bastante detalle. Durante este tiempo haba ido en aumento la influencia griega en Palestina y surgi un partido entre los judos llamado los helenistas, que estaban ansiosos por introducir en la nacin la cultura y el pensamiento griego, as como por liberalizar algunas de las leyes judas. Esto provoc una divisin en dos de los principales partidos. Estaban aquellos que eran fuertes nacionalistas hebreos, que deseaban conservarlo todo conforme al orden mosaico y que se resistan a toda influencia extranjera que se introducan para desorganizar las antiguas costumbres judas. Este partido acab por ser conocido como los fariseos, que quiere decir "separar y que eran separatistas e insistan en conservar las tradiciones. Estos se fueron haciendo cada vez ms fuertes, ms legalistas y rgidos en sus requisitos, hasta convertirse en el blanco de algunas de las palabras ms ardientes que jams pronunci el Seor. Se haban convertido en los religiosos hipcritas, que guardaban la forma exterior de la ley, pero violaban completamente su espritu. Por otro lado, los helenistas, aquellos a los que le gustaba todo lo griego, se volvieron cada vez ms influyentes en la poltica de la tierra y formaban el partido conocido en los tiempos del Nuevo Testamento como los saduceos o liberales. Estos se apartaban del cumplimiento rgido de la ley y se convirtieron en los racionalistas de aquella poca, sin creer para nada en la ley sobrenatural. En el Nuevo Testamento se nos dice que vinieron repetidamente al Seor hacindole preguntas acerca de lo sobrenatural como: "Qu suceder a la mujer que haya estado casada con siete hombres diferentes? En la resurreccin, de cul de los siete ser mujer? (Mat. 22:23-33) Ellos no crean en la resurreccin, pero al hacerle estas preguntas lo que pretendan realmente era poner a Jess en un aprieto. Estaba tambin el joven sacerdote judo rebelde, que estaba casado con una samaritana, que fue a Samaria y en rebelda contra las leyes judas, construy un templo en el Monte Gerizim que rivaliz con el templo que estaba en Jerusaln. Esto produjo una intensa y fantica rivalidad entre los judos y los samaritanos y esta rivalidad se ve tambin reflejada en el Nuevo Testamento. Adems durante ese tiempo, las escrituras hebreas fueron traducidas por primera vez a otro idioma alrededor del 284 a. de C. en Egipto, bajo el reino de uno de los Ptolomeos. El rey egipcio convoc a un grupo de 70 eruditos para que hiciesen una traduccin de las escrituras hebreas. Libro tras libro tradujeron el Antiguo Testamento al griego. Cuando la terminaron, se le dio el nombre de Septuaginta, que significa 70 por el nmero de los que las tradujeron y esta se convirti en la versin griega de la Biblia hebrea. De ellas se derivan muchas de las citas del Nuevo Testamento y por eso es por lo que las citas que hay en el Nuevo Testamento sacadas del Antiguo estn en ocasiones expresadas con diferentes palabras, porque proceden de la traduccin griega. La Septuaginta sigue existiendo actualmente y se usa extensamente en diferentes partes del mundo y sigue adems siendo un documento muy importante. Poco tiempo despus, alrededor del 203 a. de C. un rey llamado Antioco el Grande lleg al poder en Siria, al norte de Palestina. Captur Jerusaln de los egipcios y comenz el reinado de la potencia siria sobre Palestina. Tena dos hijos, uno de los cuales le sucedi y rein solo unos pocos aos. Cuando falleci, su hermano ocup el trono. Este hombre, llamado Antioco Epifanes, se convirti en uno de los ms viciosos y violentos perseguidores de los judos que jams se han conocido. De hecho, se le ha llamado con frecuencia el anticristo del Antiguo Testamento porque en l se cumplen algunas de las predicciones de Daniel con respecto a uno que habra de ser "una persona despreciable y un "rey vil. Su nombre (que se concedi modestamente a s mismo) significa "Antioco el Ilustre. Sin embargo, es evidente que algunos de sus propios cortesanos estaban de acuerdo con las profecas de Daniel y cambiaron dos letras de su ttulo, de Epifanes a Epipanes, que significa "el loco.

Su primer acto consisti en deponer al sumo sacerdote de Jerusaln, poniendo de este modo fin a la larga lnea de sucesin, comenzando con Aarn y sus hijos a lo largo de muchos siglos de la lnea juda. Onias el Tercero fue el ltimo de esta lnea hereditaria de sacerdotes. Antioco Epifanes vendi el sacerdocio a Jasn, que no perteneca a la lnea sacerdotal. Jasn, a su vez, fue engaado por su hermano menor Menelao, que compr el sacerdocio y a continuacin vendi las vasijas de oro del templo con el fin de conseguir el dinero necesario para el tributo. Epifanes derroc a la lnea sacerdotal autorizada por Dios y luego y bajo su reinado, la ciudad de Jerusaln y todos los ritos religiosos de los judos comenzaron a deteriorarse al quedar completamente bajo el poder del rey sirio. En el 171 a. de C. Antioco invadi Egipto y Palestina se vio nuevamente envuelta en una gran rivalidad. Palestina es el pas por el cual se han producido ms luchas y Jerusaln ha sido la ciudad que ms veces ha sido capturada durante el curso de la historia. Ha sufrido saqueos, secuestros, ha sido quemada y destruida 27 veces en su historia. Mientras Antioco estaba en Egipto, se inform que le haban matado en la batalla y Jerusaln se alegr de la noticia. El pueblo organiz una revuelta y derrotaron a Menelao, el pseudosacerdote. Cuando le lleg la noticia a Antioco (que estaba vivo y colean do en Egipto) de que Jerusaln estaba encantada con el informe de su muerte, organiz sus ejrcitos y asol la tierra como una furia, cayendo sobre Jerusaln con una terrible venganza. Derrib la ciudad, recuper su poder y guiado por el traicionero Menelao, se introdujo en el lugar santsimo del templo mismo. Murieron unas 40.000 personas en tres das de luchas durante esa terrible poca. Cuando se abri camino por la fuerza en el lugar santsimo, destruy los rollos de la ley y, ante el espanto de los judos, cogi una cerda y la ofrend sobre el altar sagrado. Y luego con el caldo hecho de la carne de este animal impuro, roci todo lo que haba en el templo, profanando y transgrediendo de ese modo el santuario. Es imposible para nosotros captar lo espantoso que era eso para los judos, que se quedaron totalmente consternados de que nada por el estilo pudiese suceder en su templo sagrado. Fue el acto de profanar el templo a lo que se refiere el Seor Jess como la "abominacin desoladora que haba anunciado Daniel (Mat. 24:15) y que se convirti adems en una seal de la futura abominacin del templo, cuando el anticristo mismo entrara en el templo, llamndose a s mismo Dios, y de ese modo profanara el templo en esa poca. Como sabemos por lo que dice el Nuevo Testamento, eso es algo que an se encuentra en el futuro. El profeta Daniel dijo que el santuario sera profanado durante 2.300 das (Dan. 8:14) Perfectamente de acuerdo con esa profeca, fueron exactamente 2.300 das, seis aos y medio, antes de que el templo fuese purificado. Fue limpiado durante el liderazgo de un hombre que ahora es famoso y que pertenece a la historia juda, Judas Macabeo. Perteneca a la lnea sacerdotal que, juntamente con su padre y sus cuatro hermanos, se levant en una revuelta en contra del rey sirio. Llamaron la atencin de los israelitas, les pidieron que les siguiesen en la batalla, y en una serie de batallas de confrontacin en la que fueron siempre una minoria abrumadora, derrocaron el poder de los reyes sirios, capturaron Jerusaln y limpiaron el templo. El da en que limpiaron el templo fue llamado el da de la dedicacin y eso sucedi el 25 de Diciembre. En aquel da los judos celebrarn cada ao la Fiesta de la Dedicacin. Los macabeos, que pertenecan a la familia de los asmoneos, fueron el principio de una lnea de sumos sacerdotes conocida como la Dinasta Asmonea. Sus hijos, durante las prximas tres o cuatro generaciones, gobernaron como sacerdotes en Jerusaln, teniendo que defenderse todo el tiempo contra el constante asalto del ejrcito sirio, que intentaba capturar la ciudad y el templo. Durante los das de los macabeos se produjo un derrocamiento temporal del dominio extranjero, que es el motivo por el cual los judos piensan en ese tiempo y lo consideran con tan grande veneracin. Durante ese tiempo, uno de los sacerdotes asmoneos crearon una liga con un creciente poder en el oeste, en Roma, firmando un tratado con el Senado de Roma, proveyendo ayuda en caso de que se produjera un ataque sirio. Aunque el tratado se hizo con toda seriedad y sinceridad, fue este pacto lo que hizo que Roma se introdujese en el escenario y en la historia de Israel. Mientras las batallas entre los dos bandos contrarios se volvan cada vez ms cruentas, Roma se mantena atenta. Finalmente, el gobernador de Idumea, un hombre llamado Antipater y descendiente de Esa, hizo un pacto con dos de los reyes de las naciones vecinas y atac Jerusaln para intentar derrotar a la autoridad de los sumo sacerdotes asmoneos. Esta batalla fue tan fiera que finalmente a Pompeyo, el general romano, que casualmente tena un ejrcito en Damasco en esa poca, le suplicaron los dos partidos que fuese e interviniese. Un lado tena un poco ms dinero que el otro y dejndose convencer por ese argumento lgico Pompeyo vino de Damasco, entr en la ciudad de Jerusaln, de nuevo con una terrible matanza, venci a la ciudad y la captur para Roma. Eso sucedi en el 63 a. de C. A partir de entonces, Palestina se encontr bajo la autoridad y el poder de Roma.

En esos momentos Pompeyo y el Senado Romano nombraron a Antipater como Procurador de Judea y l a su vez convirti a sus dos hijos en reyes de Galilea y de Judea. Al hijo que se convirti en rey de Judea se le conoce como Herodes el Grande. ("Jess naci en Beln de Judea, en das del rey Herodes. Y he aqu unos magos vinieron del oriente a Jerusaln preguntando Dnde est el rey de los judos que ha nacido?,) (Mat. 2:1,2) Entretanto, los imperios paganos de alrededor se haban estado deteriorando y desintegrando. Su religin se haba encontrado con tiempos difciles. Las gentes estaban hartas del politesmo y del vaco de sus creencias paganas. Los judos haban pasado por tiempos de presin y no haban conseguido establecerse de nuevo, habiendo perdido toda esperanza. Haba un ambiente de expectacin creciente, en el sentido de que la nica esperanza que les quedaba era la venida, por fin, del Mesas prometido. En el este, los imperios orientales haban llegado a la situacin en que la sabidura y el conocimiento del pasado se haba esfumado y tambin ellos estaban buscando algo. Cuando lleg el momento en que apareci la estrella sobre Beln, los magos del este, que buscaban una respuesta a sus problemas, la vieron de inmediato y salieron con el fin de buscar a Aquel al que apuntaba la estrella. Por ello, "cuando lleg por fin el tiempo, Dios envi a su Hijo. Es realmente asombroso de qu modo Dios se vale de la historia para llevar a cabo sus propsitos. Aunque estamos viviendo en das que podamos llamar "el silencio de Dios cuando durante casi 2.000 aos no se ha escuchado la voz inspirada de Dios, hemos de mirar atrs, como lo hicieron otros durante esos 400 aos de silencio, a la historia inspirada y darnos cuenta de que Dios ha dicho ya todo cuanto era necesario decir, por medio del Antiguo y del Nuevo Testamentos. No cabe duda de que los propsitos de Dios no se han acabado an, pues l los est llevando a cabo tan plenamente ahora como lo hizo en aquellos das. De la misma manera que era preciso que el mundo llegase a una situacin de absoluta falta de esperanza entonces, y el que habra de convertir en realidad todas sus esperanzas apareci entre ellos, el mundo se enfrenta de nuevo con un tiempo en el que la desesperacin se est extendiendo por toda la tierra. Por todas partes reina la desesperacin y Dios se est moviendo en estos tiempos para hacer que se cumplan las palabras profticas acerca de la segunda venida de su Hijo al mundo con el fin de establecer su reino. Durante cunto tiempo? Cunto falta? Quin lo sabe? Pero lo que Dios ha hecho en la historia, volver a hacerlo al acercarnos al final del "silencio de Dios. ESTUDIOS SOBRE EL LIBRO DE MALAQUAS Por Americo GiannelliIntroduccin: Marco Histrico: Como resultado de la actividad proftica de Hageo y de Zacaras, Zorobabel pudo completar el Templo alrededor del ao 515 A.C., e introducir la completa adoracin al Seor. El nuevo Templo fue dedicado entre grandes regocijos, y las fiestas el Seor se guardaron fielmente (Esd. 6:16-22). Esdras enseo tambin la ley de Dios al pueblo, y fue punta de lanza de una reforma dirigida contra los matrimonios mixtos con las naciones de alrededor. En el ao, 445 A.C., un alto funcionario del gobierno persa, Nehemas, recibi permiso para viajar a Jerusaln y conducir a su pueblo en la reconstruccin de las murallas de la ciudad. Esta importante obra fue completada en 52 das (Neh.6:15) bajo la vigorosa inspeccin de este nuevo gobernador. Nehemas instituy reformas financieras para proteger a los pobres (Neh.5:2-13) y firm un acuerdo, prometiendo evitar los matrimonios mixtos, guardar el sbado, y contribuir anualmente al Templo, estableciendo la aportacin de ofrendas y primicias para la mantenimiento de los levitas y de la adoracin en el Templo (Neh.10). Despus de completar su tiempo en Jerusaln (doce aos), Nehemas regres ante el rey de Persia, y durante su ausencia, el pueblo viol prcticamente todos los apartados del acuerdo (Neh.13:6 al 31). Eran precisamente los pecados que Nehemas corrigi los que Malaquas conden, lo que deja entrever la posibilidad de que el profeta trabajase en cooperacin con el gobernador. La firme denuncia de la corrupcin moral y espiritual da un toque de alarma urgentemente necesitado en nuestros das. Fecha: El libro guarda silencio en cuanto a la fecha de su composicin. Existen varias opiniones, pero se reconoce universalmente que el autor era contemporneo de Esdras y Nehemas y escribi cerca de 458 A.C. o 432 A.C.. Las condiciones sociales retratadas son indiscutiblemente las del perodo prsico ( El Templo estaba funcionando, los edomitas estaban todava en el destierro, y abusos serios se haban metido en la vida judaica) El Profeta: Nada se conoce respecto de las conexiones familiares o la vida de Malaquas excepto lo que se halla en las pginas de este libro. Caben dudas de que Malaquas sea un nombre propio. El nombre significa "Mi mensajero", y corresponde exactamente a la expresin "mi mensajero" en Mal.3:1 comp.2:7. El nombre Malaquas puede haber sido en efecto un mero ttulo, llevado por el profeta , no de su nacimiento, sino solamente de su llamado al oficio proftico; "porque el profeta debe haber sido un hroe espiritual para atacar el sacerdocio como lo hizo". El Estilo del Profeta:

La caracterstica ms prominente del libro es el dilogo que tiene lugar entre un Dios justo y un pueblo sarcstico e incrdulo. Gran parte de este intercambio est salpicado de preguntas, tanto de Dios como del pueblo. El libro ha sido escrito en hebreo y redactado en forma de prosa. Su estilo era nuevo entre los judos, se conoce como el mtodo didctico y dialctico. Primero hace una acusacin, luego imagina que alguien presenta una objecin, que enseguida l procede a refutar en sus detalles, probando la verdad de su proposicin original. Se hallan en este libro siete ejemplos distintos de este mtodo peculiar de, a) afirmacin, b) interrogacin, c) refutacin.

El Pecado de Ingratitud ( cap. 1:1 - 5)1. El Mensaje central de la Profeca:

"Yo os he amado dice Jehov". esta es la "carga" de la palabra del Seor a Israel por medio de Malaquas.

Vino para advertirles que se avecinaba un da, ardiente como un horno , en el cual toda hojarasca sera quemada porque Dios les amaba.

Todo mensaje ya sea de juicio venidero o de bendicin, es un mensaje de amor.

Si consideramos el reclamo que Dios hace de honor y temor hacia El por parte del pueblo, est basado en elamor.

Cmo podemos glorificar a Dios?. Dios es glorificado en la realizacin perfecta de todos sus propsitos de

gracia y de amor en su pueblo. Dios quiere que le honremos y temamos, porque al hacerlo estamos cumpliendo su propsito. Por qu aplica a veces su vara sobre sus hijos extraviados? Nunca por el solo hecho de hacerlo, sino por la absoluta necesidad de forjar su carcter. Las palabras ms severas de Dios al hombre, y su disciplina ms severa manifiestan de una manera perfecta su permanente e invariable amor. (Heb. 12:6)

Cada palabra, cada hecho, y cada movimiento de Dios hacia el hombre, es una accin de infinito amor.

2. La Condicin del Pueblo: Han estado actuando de una manera muy estricta y meticulosa en las observancias exteriores, pero sus corazones han estado lejos de sus ceremonias. Sus corazones, sus vidas, su carcter, su naturaleza interior, han sido una contradiccin a los ojos de Dios. Han llegado a la condicin de imaginar que lo que Dios les demanda es solo el cumplimiento fro de la letra de la ley, descuidando el propsito final de todas las observancias divinas. Son solo religiosos, que adems hacen un cumplimiento mezquino de los mandamientos. La letra sin el espritu, es solo apariencia y frialdad, ritualismo. Cuando un hombre est dispuesto a obedecer la letra con intencin espiritual, Dios siempre tiene ms para decirle de lo que la letra puede contener.

3. El Amor de Dios:

Dios revela su amor => "Yo os he amado". Dios no solo es en esencia amor (1ra.Jn.4:8) sino que siempre esta

dispuesto a mostrarlo. En este caso Jacob es el destinatario del Amor divino. El amor de Dios siempre est en accin.

Dios brinda pruebas de su amor => El amor divino nunca es declamatorio, no se agota en las palabras, sinoque se manifiesta a travs de los hechos. Buenos ejemplos encontramos en Juan 3:16 / Rom. 5:8 En el caso del amor expresado a Israel encontramos que el mismo es, a) Decidido, b) Intenso, d) Permanente. c) Palpable,

4. La Decisin de Dios: Es bien claro que Dios am a Jacob y aborreci a Esa.

Algunos ven en el aborrecimiento a Esa una decisin arbitraria de Dios. Esto no es as, aqu no hay ninguna

decisin arbitraria, sino que en el anticipado conocimiento de Dios, acerca de las cosas que habran de suceder, tom una decisin que en si mismo fue un acto de Justicia.

Esa despreci lo que Dios valoraba (la primogenitura), y por lo tanto es catalogado como un hombre profano(inmoral, impo) (Heb.12:16), que recibi lo que sus actos merecan. 5. La Pregunta del Pueblo: No da la impresin de que el pueblo haya estado haciendo esta interrogacin a viva voz, ms bien, la pregunta es el fruto de la conducta que los israelitas observaban. En esta pregunta queda al descubierto la ingratitud y la incredulidad de Israel. Ingratitud => Implica un desconocimiento voluntario de lo que Dios haba hecho con ellos (Salmo 78:9-17). Incredulidad => Implica la duda, el poner en tela de juicio las palabras de Dios, la desconfianza en el cumplimiento de los dichos de Dios. Es como si le dijramos a Dios => que hemos recibido de tu mano? estamos vacos? no hay pruebas?. No hay dudas que esto manifiesta una gran falta de sensibilidad espiritual.

6. La Respuesta de Dios: Es clara y contundente, la prueba est en que "am a Jacob y aborrec a Esa" La prueba es comprobable en la actualidad ya que an se siente sobre Edom las consecuencias del juicio divino. La prueba no es algo minsculo o irrelevante. Es Dios amando a su pueblo y haciendo justicia con Esa.

7. El Reconocimiento Final:

La evidencia es tan contundente, que es imposible negarlo y finalmente ser reconocida por el pueblo. Tal vezese reconocimiento llegue despus de la disciplina, pero con seguridad llegar. El reconocimiento de la obra de Dios llevar inevitablemente a la glorificacin de su santo nombre.

El Pecado de Deshonra y Desprecio a Dios ( cap. 1: 6-14)1. Deshonrando a Dios ( vs.6, 7 ) El amor de Dios hacia Israel constituye un fuerte contraste con la fra actitud evidenciada ante El por la nacin. Curiosamente eran los sacerdotes los que dejaban ejemplo en mostrar falta de respeto hacia Dios.

El amor de Dios hacia su pueblo haba sido grande, por lo que espera el respeto que un hijo tiene hacia supadre, o respeto que un siervo da a su patrn.

Las preguntas divinas, evidencian una triste verdad: Dnde esta mi honra? Dnde est mi temor?. Todo elloestaba extraamente ausente. Aqu encontramos que este pueblo se dirige a Dios como "Padre" pero sin darle honor alguno. Tambin le llama "Seor" pero no demuestra tener ningn temor de El.

La palabra "honra" es la misma que a menudo se traduce como "gloria" y la palabra "temor" es traducidacomo "reverenciar, temor reverente"

El pueblo era culpable de profanar el nombre de Dios en el peor sentido de la palabra, ya que se apropiaban dela relacin que los nombres involucraban : Padre => Honra; Seor =>Temor; pero estaban lejos de temerle, no le atribuan honra alguna, salvo con vanas palabras. As degradaban las cosas sagradas y las rebajaban al nivel de la mediocridad al extremo de decir: "La mesa de Jehov es despreciable".

Podramos suponer que los sacerdotes, que ejecutaban los sacrificios y guardaban la Ley, eran ejemplos defidelidad y devocin a Dios; sin embargo el Seor los seala como los principales culpables.

Los sacerdotes tenan sus propias ideas y ley. Tenan apariencia de piedad pero no era ms que formas vacas. "La indiferencia comienza muchas veces entre los que deben dar la prioridad a las cosas de Dios y su ejemplo afecta a otros".

Aqu encontramos una reflexin para los lderes espirituales: Deben ser ejemplos.

Estos hombres son tan autosuficientes y satisfechos que no ven que sus propias inclinaciones y pensamientosno son los de Dios. La pregunta que efectan los demuestra: " En qu hemos menospreciado tu nombre". La respuesta de Dios es clara y contundente: " En que ofrecis sobre mi altar pan inmundo". La prueba de que Israel y en particular los sacerdotes deshonraban a Dios tiene su evidencia ms palpable en la manera en que manejaban los sacrificios. Violaban de una manera clara lo establecido en la Ley ( Lev.22:18 - 22)

El nombre de Dios estaba siendo despreciado a causa de que los sacerdotes estaban ofreciendo alimentos

contaminados sobre su altar. El alimento es llamado "inmundo" o "contaminado", trmino ste que se refiere generalmente a manos o a vestidos contaminados con sangre (Is.59:3 / 63:3 / Lam.4:14). Esto hace que los hombres sean "inmundos" e inadecuados para un servicio sagrado.

Ningn hombre contaminado puede ofrecer pan puro en el Altar de Dios. Al recibir o rechazar las ofrendas,Dios las mide por el carcter de la persona que las ofrece.

"Dones presentados a Dios por manos impuras son en s mismos impuros, pues Dios slo acepta la ofrenda enla medida en que ha aceptado al dador. La ofrenda que traemos a Dios es la verdadera expresin del valor con que avaloramos el altar".

Esta consideracin debera hacernos ms cuidadosos en lo que respecta a la forma en que ofrendamos a Dios,y salvarnos del pecado, que consiste en imaginar que podemos negociar nuestra aceptacin por medio de nuestras ofrendas.

La rplica de los sacerdotes a la acusacin de presentar sacrificios inmundos no es fcil de seguir. Una

respuesta acerca de por que dicen " en qu te hemos deshonrado" en vez de preguntar "en qu hemos contaminado los alimentos". Quizs estaban reconociendo que las ofrendas estaban contaminadas, pero que no vean un motivo de ofensa a Dios. Sin embargo la respuesta de Dios se hace or nuevamente. El no guardar los mandamientos de Dios acerca de los sacrificios no implica solamente un error, sino una actitud de desprecio hacia Dios.

2. Sacrificios Inaceptables para Dios (vs.8,9)

Estos vs. nos describen una prctica extremadamente mezquina. Recordemos que los sacrificios requeran laperfeccin fsica (Dt. 15:21 / Lev. 22:20-24). Los sacerdotes juzgaron que se poda hacer de una manera distinta.

En el vs. 8 los sacerdotes se preguntaban no es malo ?, es decir "No hay nada de malo en ello; no es un asunto serio. Dios estar satisfecho con esto.

El pensamiento de ellos fue: Para que quemar un animal sano ? Cualquiera ha de servir ! . Lo mejor para sy luego lo inferior para Dios. Dios descubri la mezquindad de los sacerdotes y los puso a prueba. Ofrecerlo al gobernador, qu sera ? un regalo o un insulto ?

Ahora bien, por qu presenta Dios esta queja?. Porque las ofrendas que presentaban sobre el altar no eran de ningn valor para los hombres que las ofrecan. No les costaba nada. Dios siempre evala la ofrenda por lo que cuesta al dador y no por el valor intrnseco de la misma. Ellos cometan sacrilegio, que no es simplemente robar algo de una iglesia, es tambin dar a Dios lo menos posible. Esto revela que valor le damos a a las cosas sagradas. Veamos el ejemplo de la Ofrenda de la viuda (Lc. 21:1-4) Los ricos ofrendaban de lo que les sobraba. El valor especfico de sus ofrendas era mucho. Luego la viuda ech solamente 2 blancas ( esto representaba una suma de dinero insignificante). Sin embargo esto significaba para ella todo el sustento que tena. El juicio del Seor es que ella ofrendo ms que todos juntos.

El Seor midi el don como siempre lo hace, por una evaluacin de lo que le cuesta al dador. Los hombres que haban depositado parte de su abundancia, no haban sacrificado ninguno de sus lujos. En su ofrendar no haba elemento alguno de negacin propia, y cada uno de ellos podran decir: "No echo de menos lo que doy". En el caso de la viuda su ofrenda tena un valor especial porque estaba dando al Seor todo lo que tena y que le era imprescindible.

Cuando somos mezquinos con Dios, es porque pensamos que Dios no vale nada. Dios busca a quienes colocanen su altar un don que les cuesta privacin o sacrificio. De esta forma revelamos nuestra consideracin a Dios.

En el vs. 9 no hay un llamado al arrepentimiento, es ms bien un desafo de poner a prueba su conducta tal

como era para ver si Dios lo aceptara. Podran los sacerdotes del tiempo de Malaquas en su condicin de maldad interceder por el pueblo?. De ninguna manera. Debido a su actitud y a la clase de sacrificios que ofrecan, estaba asegurado que Dios se iba a negar a todas sus peticiones.

El sacrificio que Dios espera (Rom.12:1,2) Un sacrificio personal. Un sacrificio santo y agradable a Dios. Un sacrificio de adoracin espiritual. Un sacrificio transformador Un sacrificio en la voluntad de Dios.

3. La Avaricia en el Servicio para Dios ( vs. 10-12)

Vemos ahora un egosmo tremendo: No queran hacer el servicio ms insignificante sin remuneracin. Elservicio a Dios se haba degenerado en al esclavitud a un apasionado inters egosta

Dios desea hombres que le ofrezcan servicio slo por amor de El, aunque nunca reciban recompensa Sirviendo por amor a Dios ( Jn. 21:15-19) Pedro recibi un llamado al servicio No fue una consulta Tampoco una charla acerca de las perspectivas de la obra Antes de encomendarle el trabajo, el Seor tena un solo interrogante me amas? El servicio cristiano es bsicamente una expresin de amor a Dios.

Ante la avaricia de los sacerdotes Dios dice: "No tengo complacencia en vosotros". Esta expresin indica

claramente el juicio de Dios acerca de la conducta de los sacerdotes. Este tipo de ofrendas no satisfacen a Dios, directamente El no las recibe.

La irreverente actitud de los sacerdotes aparece en el vs. 11 en claro contraste con la de las naciones demundo, las cuales reconocen que Dios es ciertamente grande.

El principal sentido del vs.11 , es que los gentiles que no disfrutaban del beneficio de la claridad de larevelacin de Dios a su pueblo, honraban ms al Seor que los judos. Naturalmente, la entrada de los gentiles al terreno de bendicin es ms evidente en el NT, por lo que el vs. se aplica legtimamente al futuro.

El vs. 12 sigue amonestando a los sacerdotes, ellos estaban cosechado lo que sembraron. Entusiasmaron al

pueblo a ofrecer animales defectuosos y ahora se encuentran que la carne que deben comer es de animales enfermos.

La expresin " la mesa de Jehov" sera una referencia al mantenimiento de los sacerdotes por medio de suporcin de sacrificio. Todo ahora vuelve a caer sobre ellos mismos. 4. El Fastidio en el Servicio para Dios ( vs. 13,14)

En la vida de estos hombres es dable observar un proceso de degradacin. La profanacin, el sacrilegio, la

avaricia y ahora el fastidio. Aqu tenemos una caricatura del profesionalismo sacerdotal que encuentra tediosa y aburrida la rutina de sus deberes.

El hecho de poder servir a Dios es algo grande, y debe ser en s suficiente recompensa.

Todo el sistema de sacrificios haba llegado a ser para los sacerdotes una pesada tarea, en lugar de una participacin en el glorioso servicio de Dios. Ellos trataban a este santo servicio con desprecio.

El vs. 13 califica a lo ofrecido a Dios como "hurtado, cojo o enfermo". Es probable que algunos se hayan

dedicado al robo a fin de presentar al Seor una ofrenda agradable, aumentando as su culpa. En Isaas 61:8 encontramos que Dios condena expresamente el hurto como medio de conseguir las ofrendas.

El Seor se pregunta aceptar yo eso de vuestra mano ?. La interrogacin tiene una sola respuesta: No. Estetipo de sacrificios es totalmente inaceptable para Dios.

El vs.14 nos describe el intento de un individuo ofrecer una sacrificio en el cual se compromete a ofrecer algo

bueno, pero termina ofreciendo un animal enfermo. Dios lo califica como un engao y su juicio es terminante : Maldito aquel que engaa. (Lev.22:17-25)

Conclusin: El ceremonial sin contenido espiritual seguramente es algo tedioso. No podemos darle a Dios el producto de la ganancia deshonesta. No podemos ni debemos tratar de engaar a Dios.

El Pecado de la Infidelidad ( cap. 2: 1- 9)1. La Apostasa de los Sacerdotes ( vs. 1- 3)

Lo que hemos de ver es una seal de la apostasa del sacerdocio. El deber del verdadero sacerdocio era dar pura instruccin y tener una conducta irreprochable; de influir a otros para bien. Aqu son culpables de irreverencia y descuido del deber de ensear al pueblo. Por seguir en sus malos caminos, la maldicin caer sobre ellos, sern barridos como algo inmundo. Oseas haba dicho:" Y ser el pueblo como el sacerdote" (Oseas 4:9). Si el pueblo era malo, el sacerdocio era peor y es as por lo general.

El divino mensaje no fue entregado por aquellos que deberan hacerlo.

La leccin que aprendemos es que debemos sentir en nuestras propias almas las verdades que enseamos a fin de dar gloria al nombre de Dios. La gloria de Dios debe ser siempre suprema en nuestras vidas. Ya que los sacerdotes deshonraban al Seor al contaminar el santuario, severos castigos estn reservados para ellos. La estremecedora advertencia que se les da, es denominada "este mandamiento" . No es tanto un "mandamiento", sino un "decreto o resolucin" (Comp. Nahum 1:14).

Con la intencin de darles otra oportunidad, Dios anuncia el juicio de una manera condicional. Solamente si no responden adecuadamente a Su exhortacin honrando su Nombre les enviar el castigo. A pesar de todo esto, el Seor admite la indiferencia de los sacerdotes y la consumacin del juicio divino.

"Si no decids de corazn dar gloria a mi nombre" (vs.2) Esta expresin est cercana a la expresin castellana "hacerlo de corazn", es decir, hacer algo de manera serie y consciente. Significa que uno est consciente de los hechos, y est dispuesto a tomar acciones apropiadas para evitar una determinada situacin (comp. Is. 42:25).

En el caso de los sacerdotes, la accin