lección 4 - seguros en cristo
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PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Esta sección es para usted, el maestro.
Los pasajes de la columna “Versículos de referencia” son para su estudio
personal en la preparación de esta lección. La decisión de compartirlos o
no con sus estudiantes queda a su criterio personal.
PASAJES: Génesis 1:26-30; 2:7-9, 16, 17, 21-25; 3:1-10; 14-24.
OBJETIVOS DE LA LECCIÓN:
Comparar a Adán y el hombre caído con Jesucristo y el hombre
redimido.
ESTA LECCIÓN DEBERÁ AYUDAR A LOS ESTUDIANTES A:
Entender con mayor claridad la gran obra que Cristo ha hecho por
nosotros en la cruz.
Apreciar con mayor claridad la nueva vida que hemos recibido en
Cristo.
PERSPECTIVA PARA EL MAESTRO:
Escuche las noticias, lea un periódico, o simplemente camine por la calle
y mire los rostros de los otros seres humanos. Vivimos en un mundo caído.
Tristemente, la mayoría de las personas no se da cuenta de que la raíz
de todas las miserias de la vida es el pecado. Los capítulos 2 y 3 de
Génesis presentan claramente lo que sucedió. Conociendo estos hechos, y
El pecado de Adán separó al hombre
de Dios, pero en Cristo somos
aceptados por Él
Lección
4
lo que Dios hizo al enviar a Jesucristo para morir por el pecado del hombre,
podemos enfrentar la vida con una perspectiva totalmente nueva.
En la Palabra de Dios se nos da el conocimiento del problema del
pecado, su efecto universal, y el único remedio: Jesucristo y su muerte por
nosotros en la cruz. Aunque seguimos viviendo en un mundo asolado por el
pecado, tenemos el verdadero entendimiento de la situación del hombre. Y
por medio de la fe en Jesucristo, podemos enfrentar la vida aquí con el
conocimiento de que ya hemos comenzado una nueva y eterna vida en
Cristo.
Ya no estamos sujetos a la ley del pecado y de la muerte, sino a la ley de
la vida en Cristo Jesús. Juan 5:24 dice: “De cierto, de cierto os digo: El que
oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a
condenación, mas ha pasado de muerte a vida”.
ILUSTRACIONES GRÁFICAS:
Lámina cronológica No. 61, “Jesús en el desierto”
Lámina cronológica No. 5, “La caída del hombre”
Lámina cronológica No. 86, “Los soldados se burlan de Jesús”
Lámina cronológica No. 87, “La crucifixión”
Lámina cronológica No. 7, “Adán y Eva echados del jardín”
PARA ENSEÑAR A LOS ALUMNOS
(Columna de en medio únicamente)
BOSQUEJO DE LA LECCIÓN:
Repase las preguntas de la Lección 3.
A. Introducción
“¿Por qué tenía que pasar eso?” ¿Con qué frecuenc ia escuchamos esta
pregunta?
Vivimos en un mundo de problemas: pecado, enfermedades, dolor,
temor y muerte.
Separado de Dios, el hombre no tiene esperanza.
Pero en Cristo, tenemos esperanza para hoy y contamos con las seguras
promesas seuras de Dios para toda la eternidad.
Hoy vamos a repasar los dos hechos clave en toda la historia de la
humanidad:
Debido a que Adán pecó, toda la humanidad fue separada de Dios.
Pero Dios envió a Jesucristo a morir por los pecados de toda la
humanidad, y todo aquél que ponga su fe en Cristo es totalmente
aceptado por Dios.
La historia de la humanidad y la historia personal de cada uno de
nosotros giran en torno a estos hechos.
¡Las cosas son totalmente diferentes con Cristo!
B. Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen.
Lea Génesis 2:7,21-25.
Dios creó a Adán del polvo de la tierra y sopló en él el aliento de vida.
Luego creó a Eva de una de la costillas de Adán.
Él la creó para ser una ayudante apropiada para Adán.
El plan de Dios era que ellos estuvieran juntos, como una sola carne.
Lea Génesis 1:26-27.
Note que Dios dice: “Hagamos...”
Dios es una Trinidad.
Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo tomaron parte
activa en la creación.
Dios creó al hombre, su última y más grande creación, a su imagen y
semejanza.
Dios, el Creador omnipotente, no está limitado por un cuerpo humano
como el nuestro. Aun así, Dios quería que fuéramos como Él en
ciertas formas especiales.
Dios le dio al hombre una mente para conocerlo, emociones para
amarlo, y una voluntad para el que hombre pudiera libremente
escoger obedecerlo1.
Ninguno de los animales tiene la habilidad de comunicarse con Dios y
amarlo y servirlo como el ser humano.
C. Dios hizo al hombre administrador de su creación, pero el hombre
no se sometió a su autoridad.
Jesucristo se sometió completamente a Dios, y está calificado para
reinar sobre la creación divina.
Lea Génesis 1:28-30.
Dios escogió al hombre para que reinara sobre todas las maravillosas
cosas que había creado en la tierra.
Todo pertenece a Dios.
Él es el Creador y gobernante soberano sobre todo.
Y sobre todo lo que Dios creó, Él puso al hombre como
administrador.
Considere:
Dios había creado un mundo bello y perfecto. En su amor, se lo
regaló al hombre. Como un padre se deleita en regalarle buenas
cosas a su hijo, así también Dios se deleitó al regalarle la tierra a
Adán.
Considere:
Al igual que el dueño de una gran compañía escoge a un
administrador para que cuide todos sus negocios, Dios seleccionó
al hombre para administrar la tierra. Así como un gerente debe
seguir la dirección del dueño del negocio, Dios quería que el
hombre acudiera a Él y buscara su voluntad y sabiduría en todo.
Dios no diseñó al hombre para que actuara independientemente.
Así como un administrador de empresas debe trabajar en
sumisión al dueño del negocio, el hombre debía trabajar en
sumisión a su Dios Creador, el dueño de todo.
Al hombre se le dió una posición muy alta. Pero, tal como un
ejecutivo de negocios, él sólo podía mantener esa posición
mientras trabajara en comunión con el dueño.
Como ya sabemos, el hombre escogió mas bien ir por su propio camino.
Quería ver si había algo mejor de lo que Dios le había dado.
Siguió el consejo de Satanás.
Ese pecado hundió a toda la humanidad en pecado y el hombre perdió
su posición como mayordomo de la creación de Dios.
Pero cuando Jesucristo vino a la tierra, Él hizo todo en completa
sumisión a su Padre.
Gracias a la sumisión de Jesucristo, Dios lo escogió para reinar por
siempre sobre toda la creación, los cielos y la tierra y todo lo que hay
en ellos.
En Mateo 28:18, Jesús dice: “Toda potestad me es dada en el cielo y
en la tierra”.
Pero aún vivimos en un mundo caído.
Todavía estamos sujetos a la enfermedad, los problemas y la muerte
física.
Estas cosas continuarán hasta que Jesús regrese a tomar su legítimo
lugar como gobernante.
Un día, todo estará en sumisión a nuestro Señor Jesús.
En Filipenses 2:10-11, se nos dice que en el futuro se doblará “toda
rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra”,
y toda lengua confesará “que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios
Padre”.
Como creyentes, ¡podemos adorarlo ahora!
Podemos alabarle porque ya no estamos en Adán.
Hemos nacido de nuevo en la familia de Dios; ahora estamos en
Cristo.
D. Dios le dio al hombre provisiones abundantes e instrucciones
claras.
Lea Génesis 2:8-9.
No podemos imaginarnos la gran variedad y abundancia que Dios
proveyó para Adán y Eva.
En el huerto había toda clase de comida y todo era perfecto.
Lea Génesis 2:16-17.
Dios colocó el árbol de la vida en el huerto para que Adán y Eva
comieran y pudieran vivir por siempre con Él.
Considere:
Antes que Adán y Eva desobedecieran a Dios, no había
enfermedad ni muerte.
Si ellos hubieran escogido comer del árbol de la vida, sus cuerpos
habrían vivido para siempre.
Sólo se les prohibió comer de un árbol, y Dios les explicó muy
claramente lo que sucedería si ellos comían de él.
Ellos morirían.
La muerte significa la separación: ser separados de Dios, la fuente
de la vida.
Sus instrucciones fueron claras; su provisión fue perfecta.
Dios era su fuente de vida.
Ellos dependían de Él para todo.
Les había dado vida y provisto todo lo que necesitaban.
De la misma manera, Jesucristo es nuestra fuente de vida.
Al creer en Él, tenemos vida eterna.
Por medio de Él, podemos acercarnos a Dios en oración para pedirle
que supla todas nuestras necesidades diarias en esta vida.
E. Adán y Eva cedieron a las tentaciones de Satanás.
Jesucristo resistió las tentaciones de Satanás.
Lea Génesis 3:1-5.
Satanás, el que se rebeló a la autoridad de Dios en el cielo, ahora tentó a
Eva para que se rebelara.
Satanás llamó a Dios mentiroso.
Eva fue engañada y pensó que Dios le estaba negando algo bueno.
Note que Satanás tomó las palabras de Dios y las tergiversó.
Ésta es una de sus tácticas favoritas.
Cuando Jesucristo vino a la tierra, Satanás también llegó para tentarlo a
Él.
¿Recuerda cómo respondió Jesús a las mentiras de Satanás?
Él citó correctamente la Palabra de Dios y rehusó desobedecer a
su Padre Celestial.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 61, “JESÚS EN EL DESIERTO”
En Mateo 4:10, Jesús le dijo al diablo: “Vete, Satanás, porque escrito
está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás”.
F. Adán desobedeció a Dios.
Jesucristo obedeció perfectamente a Dios.
Lea Génesis 3:6.
Eva fue engañada por las mentiras de Satanás y Adán desobedeció a
Dios voluntariamente.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 5, “LA CAÍDA DEL HOMBRE”
Sin embargo, Jesús enfrentó todas las tentaciones que nosotros hemos
enfrentado.
Pero Él nunca fue engañado por las mentiras de Satanás, y jamás se
rebeló contra su Padre.
Lea Juan 6:38.
Cuando Dios el Hijo vino a la tierra, obedeció totalmente a Dios el Padre
en todo.
G. El pecado de Adán y Eva los separó de Dios.
Jesucristo reconcilió al hombre con Dios.
Debido a su desobediencia, Adán y Eva fueron separados de Dios.
Lea Génesis 3:7-10.
Su comunión con Dios se rompió.
Ahora envejecerían y morirían.
Adán fue el primer hombre, todas las personas en la tierra descendieron
de él.
El pecado de Adán afectó a toda la humanidad.
Todos sus hijos nacieron pecadores, y los hijos de ellos, también.
Todas las personas mueren debido al pecado.
Anteriormente, todos nosotros estuvimos destituidos de la presencia de
Dios debido a nuestro pecado.
Pero en el momento que pusimos nuestra fe en Jesucristo como nuestro
Salvador, fuimos completamente aceptados por Dios.
Aunque nuestro cuerpo físico todavía sufre las consecuencias del
pecado, en el cielo viviremos por siempre con Dios.
Jesucristo llevó todo el castigo por nuestro pecado.
Ya no tenemos que temer el castigo.
Ya no necesitamos sentir que tenemos que escondernos de Dios
como lo hicieron Adán y Eva.
Ya no tenemos que sentir que debemos tratar de cubrir nuestro
pecado.
Cuando Dios nos mira, nos ve a través de Jesucristo.
Explique:
Un creyente del África dijo que era algo así: “Cuando Dios me
mira, es como si yo estuviera detrás de Jesús. Dios siempre lo ve
a Él primero. Luego Él me ve a mí, en Cristo”.
Jesucristo vivió la vida justa que nosotros no podíamos vivir y murió la
muerte que nosotros merecíamos.
Cuando ponemos nuestra fe en Cristo, Dios considera nuestra deuda por
el pecado totalmente pagada, y nos regala la justicia de su Hijo Jesús.
Ante sus ojos, ya no somos enemigos sino amigos.
La Biblia dice que hemos sido “reconciliados con Dios”.
H. Dios pronunció una maldición por causa del pecado.
Jesucristo cargó la maldición de nuestro pecado.
Lea Génesis 3:14-20.
La maldición afectó a todo lo que hay en la tierra: el hombre, los
animales e incluso las plantas.
La tierra que antes producía cosas buenas comenzó a producir espinos y
cardos.
Lea Juan 19:1-2.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 86, “LOS SOLDADOS SE BURLAN DE
JESÚS”
Cuando Pilato entregó a Jesucristo a los soldados, ellos colocaron una
corona de espinas en la cabeza de Jesús.
Lo hicieron para burlarse de Él, pero Dios lo permitió para simbolizar el
hecho de que Jesús estaba llevando en sí mismo toda la maldición por el
pecado.
I. Dios prometió enviar un Libertador para juzgar a Satanás.
Jesucristo es el Libertador prometido.
Lea de nuevo Génesis 3:15.
Miremos cuidadosamente cómo Jesucristo llevó a cabo estas palabras
de Dios.
1. El Libertador sería el hijo de una virgen.
Jesucristo fue el hijo de una virgen.
Dios dijo que el Libertador que iba a venir sería hijo de una
mujer, pero no de un hombre.
En cumplimiento de la promesa de Dios, Jesús fue el Hijo de
María, una virgen.
Todos los que nacen de la línea de Adán son pecadores, pero
Jesús no fue de la línea de Adán.
Jesús fue el Hijo de Dios, santo y perfecto.
2. El Libertador sería herido por Satanás.
Jesús fue herido y sufrió.
En Isaías, la Palabra de Dios dice que Jesús fue maltratado
más que ningún otro hombre.
Jesús fue molido por nuestros pecados.
El castigo que merecíamos fue puesto sobre Él.
No nos podemos imaginar el terrible sufrimiento que Jesús
soportó.
Antes, Jesús había identificado el verdadero carácter de
Satanás como mentiroso, asesino y el padre de mentiras.
Satanás quería destruir a Jesús por medio de la gente
malvada que participó en el arresto, los falsos cargos, los
golpes, los azotes y la crucifixión de Jesús.
Pero Jesús lo aguantó todo, llevando en su propio cuerpo el
castigo que nosotros debíamos haber llevado por nuestros
pecados.
Jesús dio su vida voluntariamente, Satanás no se la quitó.
3. Dios prometió que el Libertador aplastaría el poder de
Satanás.
Jesús murió y resucitó de los muertos, aplastando su
poder y liberando al hombre de Satanás, del pecado y de la
muerte.
Satanás había llevado bajo su poder a Adán y Eva y al mundo
entero por medio del engaño.
Pero no pudo apartar a Jesús de Dios.
Satanás no pudo vencer a Jesucristo, porque Jesús nunca
había pecado.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 87, “LA CRUCIFIXIÓN”
En la cruz, Jesús llevó en su propio cuerpo todos nuestros
pecados, todo lo que nos había esclavizado a Satanás.
Jesús llevó todo el castigo por esos pecados en sí mismo,
muriendo la muerte que nosotros merecíamos.
Jesús se levantó de la tumba, triunfando sobre la muerte y
habiendo pagado totalmente el castigo por el pecado.
Para aquéllos que ponen su fe en Jesucristo, el poder de
Satanás se ha roto.
Todos nosotros fuimos puestos bajo su poder por el pecado
de Adán.
¡Pero todos los creyentes han sido liberados del poder de
Satanás por la muerte y resurrección de Jesucristo!
Ya no tenemos que temerle a él ni a sus demonios.
Nuestro Salvador, el Señor Jesucristo, ha destruido el poder
de Satanás, del pecado y de la muerte.
Jesucristo tiene todo poder en el cielo y en la tierra, y salva a
todos los que confían en Él.
Jesucristo tiene el poder no sólo de salvarnos del castigo
eterno, sino también de liberarnos diariamente del poder y
tentaciones de Satanás.
Considere:
El hombre ha intentado hacer muchas cosas para librarse a
sí mismo del cautiverio y esclavitud del pecado por medio
de programas de autoayuda, medicamentos, consejería,
pensamiento positivo, etc. Algunas veces, la gente
encuentra alivio temporal por medio de éstas y otras cosas.
Pero Jesucristo tiene el poder supremo sobre el pecado,
sobre Satanás y sobre la muerte. En Él podemos encontrar
verdadera victoria y libertad de la esclavitud a Satanás.
En Juan 8:32 y 8:36, Jesús dice: “Y conocerán la verdad, y la
verdad los hará libres”. “Así que si el Hijo los libera, serán
ustedes verdaderamente libres”. (NVI)
En Cristo, nos liberamos de la esclavitud a Satanás y al
pecado.
Considere:
A nosotros los creyentes no se nos ha prometido salud
perfecta ni una vida fácil. Recuerde, aún vivimos en un
mundo manchado por el pecado.
Pero sí se nos ha prometido libertad de la esclavitud a
Satanás.
Y se nos ha prometido paz.
Lea Juan 16:33.
J. Dios mató animales para hacer vestiduras para Adán y Eva.
Jesús murió para que nosotros pudiéramos ser vestidos de su
justicia.
Adán y Eva trataron de cubrir sus cuerpos desnudos con hojas.
¿Aceptó Dios sus esfuerzos?
No, Dios no aceptó su autoesfuerzo, ni aceptará el nuestro.
Dios dice que nuestras buenas obras son como trapos de inmundicia;
Él no las aceptará.
Aun así, la humanidad sigue portándose como Adán y Eva, tratando de
lograr el favor de Dios por medio de sus buenas obras y tratando de
encubrir sus propios pecados.
Considere:
Debemos orar por las personas que conocemos y que aún
dependen de sus buenas obras para salvarse.
Muchas personas que son muy fervorosas en sus obras religiosas
aún no han entendido que sólo Jesucristo puede salvarlos.
Cuando colocamos nuestra fe en Él, nos pusimos de acuerdo con Dios
en que no había absolutamente nada que pudiéramos hacer para
salvarnos.
En una historia tras otra en el Antiguo Testamento, vimos claramente
este principio.
Lo vimos primero en la historia de Adán y Eva.
¿Qué hizo Dios para vestirlos?
Lea Génesis 3:21.
Los vistió con las pieles de animales.
Explique:
Eso significa que los animales tuvieron que morir. Quienes
merecían morir eran Adán y Eva, pero Dios mató a los animales
en su lugar. Estaba mostrando la forma de acercarse a Él, que es
por medio del derramamiento de sangre en reconocimiento de los
pecados.
Así Dios estableció el único medio por el cual estaría dispuesto a
aceptar al hombre: El ser humano debe acercarse a Él por medio
de la sangre derramada de un sacrificio perfecto.
Este relato en Génesis 3 es el primer registro del sacrificio de
sangre. El mismo patrón se manifiesta a lo largo de la Biblia.
En todo el Antiguo Testamento ésta fue la forma en que los
creyentes se acercaron a Dios. No por sus buenas obras, sino por
fe, llevando con ellos un sacrificio de sangre para cubrir sus
pecados.
Pero la sangre de animales era sólo un encubrimiento temporal.
Dios prometió algo mejor.
Él envió al Señor Jesucristo al mundo para morir por nuestros pecados y
para ser nuestro Salvador.
Fue Dios quien tomó nuestros pecados y los puso en Jesús.
Fue Dios quien castigó a Jesús en nuestro lugar.
Fue Dios quién levantó al Señor Jesucristo de los muertos para que
nosotros pudiéramos ser completamente aceptados por Él.
Y fue Dios quien nos mostró nuestra pecaminosidad y nos condujo a
depositar nuestra fe únicamente en el Señor Jesús como nuestro
Salvador.
Somos plenamente aceptados por Dios por Jesucristo.
Ya no tenemos que luchar por nuestras propias fuerzas para ganar
su aceptación.
Somos totalmente aceptados por Dios.
Dios nos ve vestidos con la justicia de su Hijo Jesucristo.
Nunca más tenemos que considerarnos personas separadas de Dios.
En Cristo, somos plenamente aceptados, nacidos de nuevo en la familia
misma de Dios.
Ya no cuenta lo que fuimos o de dónde vinimos.
Somos hechos completamente nuevos en Jesucristo.
Por medio de Él, somos miembros plenos de la familia de Dios.
K. Dios echó a Adán y a Eva del huerto, lejos del árbol de la vida.
Pero en Jesucristo, somos completamente aceptados por Dios y
recibimos vida eterna.
Lea Génesis 3:22-24.
Dios echó a Adán y a Eva del Huerto.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 7, “ADÁN Y EVA SON ECHADOS
DEL HUERTO”
Ellos nunca más podrían comer del fruto del árbol de la vida.
El castigo del pecado es muerte, así que Adán y Eva envejecerían y
morirían.
Debido al pecado de Adán, todas las personas han sido condenadas a
morir.
Pero Jesucristo murió por nuestros pecados para que tuviéramos vida
eterna.
Lea Juan 3:16.
La vida que tenemos en Jesucristo es eterna, y esa vida eterna ya ha
comenzado.
Lea Juan 5:24.
Al creer en Jesucristo, somos totalmente aceptados por Dios, ahora y
siempre.
L. Conclusión
Saber que somos completamente aceptados por Dios cambia la forma
en que vivimos.
Ya no tenemos que vivir una vida de temor.
Ya no tenemos que vivir tratando de ganar favor.
Ya no tenemos que sentirnos amarrados por nuestro trasfondo ni por
ataduras familiares que nos perturban.
Más bien, el enfoque de nuestra vida es nuestro Padre celestial.
Ahora somos miembros plenos de su familia.
Él nos ha aceptado totalmente en Jesucristo.
Ahora que somos los hijos de Dios, ¿cómo podemos llegar a conocer a
nuestro Padre Celestial?
Leyendo su Palabra,
Pasando tiempo con Él en oración,
Y creyendo y meditando en las maravillosas cosas que Él ha hecho
por nosotros.
Él nos da el poder de vivir esta vida nueva que nos ha regalado como
miembros de su familia.
Démosle gracias a nuestro Padre por aceptarnos en su familia.
PREGUNTAS:
1. En el principio, ¿a quién escogió Dios para gobernar sobre la tierra?
Dios escogió a Adán y a Eva.
2. Adán y Eva desobedecieron a Dios y perdieron los privilegios de
reinar sobre la tierra. ¿A quién le ha dado Dios toda autoridad en el
cielo y en la tierra? A Jesucristo.
3. En este mundo aún tenemos enfermedades, dificultades y muerte.
¿Cuándo cesarán estos problemas? Cuando El Señor Jesús regrese
y tome la autoridad que le corresponde sobre todo.
4. Satanás tentó a Adán, y después llegó a tentar al Señor Jesús. ¿Cuál
fue la gran diferencia entre Adán y Jesús y sus respuestas a la
tentación? Adán desobedeció a Dios, pero Jesús rehusó
desobedecer. Él obedeció a su Padre en todo.
5. Cuando Jesús fue crucificado, le colocaron una corona de espinas
sobre la cabeza. ¿Qué nos recuerda esta corona de espinas?
Cuando la tierra fue maldita a causa del pecado, comenzaron a
crecer espinos y cardos. Jesús estaba tomando esa maldición sobre
sí mismo.
6. Cuando Dios prometió enviar a un Libertador, Él dijo que éste sería la
simiente (semilla) de una mujer. ¿Cómo se cumplió esta promesa en
Cristo? Jesús fue el hijo de una mujer virgen. Él no tuvo padre
terrenal. Su Padre es Dios.
7. Dios dijo que el Libertador prometido sería herido por Satanás.
¿Cómo se cumplió esta promesa en la vida de Jesucristo? Jesús fue
golpeado, azotado y clavado a una cruz.
8. Dios dijo que el Libertador prometido aplastaría el poder de Satanás.
¿Cómo cumplió Jesucristo esta promesa? Cuando Jesús murió, fue
sepultado y resucitó por los pecadores, Él venció a Satanás, al
pecado y a la muerte para todos aquéllos que pongan su fe en Él.
9. De la piel de animales Dios hizo ropa y vistió a Adán y a Eva. ¿Cómo
nos recuerda esto lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo
Jesús? Dios permitió que Jesucristo muriera en nuestro lugar. Él nos
vistió con la justicia de Cristo. Así como Dios hizo vestiduras y las
puso sobre Adán y Eva para que fueran aceptables delante de Él,
Dios nos ha hecho aceptables para sí mismo por medio de
Jesucristo.
10. Dios echó a Adán y a Eva del huerto del Edén. Él no quería que ellos
ni sus descendientes comieran del árbol de la vida y vivieran por
siempre. ¿Cómo ha cambiado esto el Señor Jesucristo para
nosotros? Por medio del Señor Jesucristo, nos hemos acercado a
Dios de nuevo y hemos recibido vida eterna.
Las notas para los discípulos:
1) Memorice Juan 5:24.
2) Escriba en sus propias palabras lo que este versículo significa. Luego
tome tiempo para pensar sobre las implicaciones de esto para su
vida.
3) Siga leyendo el evangelio de Juan.
Notas del maestro
RESUMEN
Esta lección compara al pecaminoso Adán y sus descendientes con
Jesucristo y aquéllos que han puesto su fe en Él.
En Adán, el hombre fue separado de Dios. En Cristo, el hombre es
aceptado por Él.
Esta lección simplemente presenta estas verdades, las cuales se enseñarán
con mayor cabalidad en el estudio de Romanos.
________________________
1 La Biblia no dice exactamente qué significa la frase “a la imagen de Dios”.
Pero lo que hemos anotado aquí son algunos de los aspectos que reflejan la
imagen de nuestro Creador.
____________________________
Las notas para los discípulos son actividades opcionales que les puede
ofrecer a sus estudiantes para que las realicen en su propio tiempo fuera de
clase. No se pretende que sean asignadas como tareas, sino presentadas a
aquéllos que deseen crecer.
Anime a los estudiantes a hacerlas, pero no los presione.
Si hay tiempo libre al final de la clase, es posible que algunos de los alumnos
quieran compartir algo de estos estudios personales.
Versículos de referencia
Romanos 8:1-2
Juan 4:24
1 Crónicas 29:11
Salmo 24
Salmos 19:7-11; 23; 25:1-15
Proverbios 1:7; 2:1-8
Hebreos 5:7
Filipenses 2:6-11
Romanos 8:18-23
Juan 1:12-13
Génesis 3:22
Job 12:10
Juan 3:16; 16:24
1 Juan 5:14-15
1 Timoteo 2:14
Romanos 5:12
Romanos 5:1-2
1 Corintios 15:42-44
Isaías 53:6
Romanos 8:1
Colosenses 1:20
2 Corintios 5:19-21
2 Corintios 5:21
Gálatas 3:13
Isaías 7:14
Mateo 1:18-20
Lucas 3:22
Isaías 52:14
Isaías 53:4-6
Juan 8:44
1 Pedro 2:24
Mateo 26:53-54
Hebreos 2:14-15
Romanos 6:6
Hebreos 10:10
2 Corintios 5:21
1 Corintios 15:20-33, 54-57
Romanos 6:6-7
Efesios 2:3-5
Lucas 12:4-5
Romanos 8:31-39
Mateo 28:18
Gálatas 2:20
1 Corintios 1:18
Romanos 6:6-7, 18; 8:1
Génesis 3:7
Isaías 64:6
Hechos 4:12
Romanos 3:20-24
Levítico 17:11
Hebreos 9:22
Hebreos 10:1-18
Juan 3:16
2 Corintios 5:21
Hechos 10:40
Romanos 4:25
Gálatas 3:24
Romanos 8:1
Efesios 1, 2
Juan 1:12
1 Juan 3:1
2 Corintios 5:17
Romanos 8:14-16
Efesios 2:19
Romanos 6:23
Romanos 5:18
1 Juan 3:3
1 Juan 4:18
2 Timoteo 1:7
Hebreos 2:14-15
1 Pedro 1:18-21
Efesios 2:19
2 Timoteo 3:16-17
2 Pedro 1:3-8
Gálatas 2:20